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4-4 Jones, Mark y Wonjae Hwang

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UNIDAD IV - COMPARANDO ESTRUCTURAS: MICRO POLÍTICA Y TEORÍAS DE ALCANCE MEDIO
Jones, Mark y Wonjae Hwang (2007) Jefes Provinciales de Partido: Piedra Angular del Congreso Argentino, La dinámica de la Democracia, Representación, Instituciones y Ciudadanía en Argentina
INTRODUCCIÓN
Entre 1989 y 2003 la política legislativa en Argentina se caracterizó por una dinámica gobierno-oposición, con una mayoría legislativa relativamente homogénea (perteneciente, además, al partido político del presidente) que empleaba su estatus mayoritario para aprobar legislación combatida por la principal minoría, igualmente homogénea.
Las consecuencias de esta dinámica fueron numerosas victorias legislativas para el partido mayoritario y numerosas derrotas legislativas por parte del principal partido minoritario. 
El éxito del partido mayoritario en el congreso argentino proviene de su funcionamiento como un cártel efectivo. Los orígenes de estos cárteles son, sin embargo, distintos que los que existen en Estados Unidos. En Estados Unidos, los miembros del congreso son la parte crucial, mientras en Argentina, la pieza comprometida en esta delegación de poder son los jefes de los partidos a nivel provincial. De cualquier modo, el efecto en el funcionamiento de la legislatura nacional es muy parecido.
La cúpula del partido mayoritario usa su estatus de mayoría (especialmente el control de agenda) para dominar el proceso legislativo. La oposición, carente tanto de control positivo como negativo de la agenda, queda en una posición reactiva. 
El retrato de la política argentina presentado en este trabajo se contrapone con ciertos estudios que han intentado explicar el funcionamiento reciente del sistema político del país, haciendo foco en la ambición, estrategias y comportamientos de un solo hombre: Carlos Saúl Menem. La habilidad del presidente Menem para implementar muchas de las reformas políticas deseadas en los noventa, no se debió, en un principio, a las características de “democracia delegativa” del sistema político de la Argentina, ni el estatuto de “presidente neopopulista” de Menem, ni a su “abuso” de la autoridad constitucional de decreto. 
El éxito de la política del presiente Menem se debe a su habilidad para mantener el apoyo de los jefes partidarios provinciales. Dicho apoyo se manifestó, en la delegación de poder al líder del partido en el Congreso. Esta delegación tuvo su precio, que fue el reflujo continuo de recursos hacia las provincias. Para mantener este flujo de recursos, Menem se vio forzado, cada vez más, a contraer deuda en los mercados internacionales y, en menor medida, en los mercados domésticos de capital. El peso de esta deuda creciente se hizo insostenible y, eventualmente, contribuyó al colapso de la política y la economía del país en diciembre de 2001.
2. INSTITUCIONES POLÍTICAS Y POLÍTICA DE PARTIDOS EN ARGENTINA
Considerando que este artículo limita su análisis al periodo comprendido entre 8 de Julio de 1989 y el 24 de Mayo de 2003. Periodo de profunda transformación económica y social en Argentina.
Las instituciones políticas
Aquí el autor describe las características de la Argentina. Esta es una republica presidencialista, en la cual el presidente es una figura fuerte tanto por su poder de veto como por la autoridad de decreto del ejecutivo. Cuenta con un congreso bicameral en el que las provincias se ven representadas con 3 senadores cada una, y una cantidad de diputados proporcional a la población provincial con un mínimo de 5 diputados de cada provincia. Culmina considerando el sistema de gobierno federal como un eje importante en la distribución de poder, en el cual la figura del gobernador con su autonomía sustancial es de entera relevancia.
El sistema de partidos: 1989-2003
La política argentina en el periodo analizado, estuvo dominada por dos partidos: Partido Justicialista y Unión Cívica Radical. Han existido en ciertos periodos un “tercer partido” con cierto grado de preeminencia nacional aunque nunca han logrado consolidar una organización partidaria efectiva. Incluso estos “terceros partidos” han dependido frecuentemente de la popularidad de uno o varios lideres.
El predominio del PJ y de la UCR alcanzo durante el periodo en cuestión, tanto la Cámara de Senadores como la Cámara de Diputados, en cuya cámara el tercer partido más exitoso ha sido del FREPASO con 14,8% de las bancas. Tal predominio se extendió a su vez hacia las gobernaciones y hacia mucho de los municipios.
Política intra-partidaria:
El foco de la política intrapartidaria en Argentina es la provincia. Las carreras políticas tienen generalmente una base provincial así como esta en las provincias la base de apoyo para los partidos y los políticos en si mismos. En ellas, el partido controla el gobierno y es generalmente el jefe de partido quien cuenta con el cargo de gobernador.
El predominio de los jefes de provinciales esta basado, principalmente en:
· El patronazgo: mantener el apoyo de las segundas y terceras líneas del partido, quienes a su vez poseen la habilidad de movilizar a los votantes.
· Las políticas publicas populistas: involucrarse en ellas mejora la reputación del partido con los contribuyentes clave y ayuda a las prácticas clientelistas.
· El clientelismo: intercambio directo de incentivos materiales selectivos, ayuda a los líderes de partido a mantener una base sólida de apoyo, en todos los niveles. 
En cuanto a la capacidad de movilización de un partido, es importante contar con:
· “Punteros” de la propia maquinaria de partido.
· “Punteros” no alineados con ninguna lista partidaria.
· Otros grupos organizados con capacidad de movilizar grandes grupos.
Debe considerarse que el partido a nivel provincial tiene un número de cargos según el control del partido de gobierno a nivel nacional, provincial o municipal. De esta forma, si el partido controla el gobierno provincial contara con acceso a posiciones ejecutivas provinciales o municipales. En cambio, si el partido controla el gobierno a nivel nacional tendrán los lideres acceso a posiciones en el gobierno nacional, en capital y oficinas provinciales del gobierno nacional.
Finalmente no es menos importante considerar el rol que cumplen las provincias en el control en la distribución de gastos, ni la influencia que ejerce el gobernador sobre la ejecución de las políticas públicas. Esto último, permite mantener la lealtad de su apoyo para el otorgamiento de privilegios en la distribución de subsidios, becas, etc. 
6. CONTROL DEL PARTIDO MAYORITARIO SOBRE EL PROCESO LEGISLATIVO
Durante los períodos comprendidos entre 1989-1999 y 2001-2003, el PJ fue autor de 80,6% de las leyes puestas en práctica en 1996, seguido por la UCR (11,6%) y numerosos partidos minoritarios que promovieron una o dos leyes. En aquella legislación promovida por la UCR y los partidos minoritarios, casi la mitad tienen que ver con temas relativamente menores. 
El PJ dominó la agenda legislativa durante los años noventa en Argentina. Esto no es sinónimo de la dominación del presidente Menem sobre la misma, ni tampoco de la habilidad de Menem de implementar su agenda “ideal” desligado de los chequeos políticos e institucionales. El predominio del PJ fue la consecuencia de su uso estratégico del control positivo y negativo de la agenda, en el cual las preferencias de los jefes provinciales del PJ tenían siempre un peso central. 
El ejercicio del control de agenda por parte del partido mayoritario nos indica que debemos ser cautos al usar los vetos presidenciales como medida de la indisciplina partidaria, vis-a-vis la política preferencial de Presidente, por el bloque legislativo del PJ. 
Entre 1989 y 1999 no se aprobó legislación alguna sin el apoyo de la mayoría del PJ en la Cámara de Diputados y en el Senado. 
Hay, ciertamente, múltiples explicaciones del fracaso para rechazar los vetos parciales. Lo más sobresaliente es que el liderazgo legislativo del PJ no deseó rechazar el veto. Mientras sí se encontraba dispuesta a aprobar legislación a la que Menem se opuso, no estuvo dispuestaa rechazar sus vetos. Menem obtuvo comúnmente la legislación deseada mientras los legisladores del PJ evitaron la responsabilidad, por el descontento popular. Cuando, sin embargo, los legisladores del PJ decidieron rechazar un veto presidencial, lo hicieron de manera casi unánime. 
El sistema electoral de las cámaras, carreras políticas y reglas internas:
Habla sobre el modo de elección para las cámara de diputados, y como ése modo favorece a los jefes de partido en la provincia no al diputado de manera individual.
La cámara d de Diputados es electa a través de listas cerradas de partidos en distritos plurinominales a partir de arreglos entre la elite o entre los principales miembros del partido. Los votantes emiten un solo voto para una lista sabana de candidatos. Es por ello que la decisión de reelección de los miembros de la Cámara de Diputados tiene que ver más con los jefes del partido en su provincia y no con el diputado de manera individual. Estos jefes de partido ejercen la rotación con la consecuencia de generarse bajos índices de reelección para la Cámara de Diputados. No sólo eso, sino que además las reglas internas de la Cámara de Diputados Argentina dotan al partido mayoritario con un nivel elevado de control sobre la agenda legislativa. El cuerpo organizador principal de la Cámara de Diputados y en el senado es el bloque (delegación) del partido. 
Esta discusión sobre los bloques de partido mayoritario y minoritario se sitúa en el marco de contexto político del periodo 1989-2003. En el cual en la mayor parte del período, el partido mayoritario tuvo el numero de bacas necesarias para poder ejercer el control de la Cámara( ya sea solo o con el apoyo tácito de un entramado de partidos menores), lo cual se suma a que en Argentina, el líder de partido mayoritario en la Cámara de diputados y Senadores es, en la mayor parte de los casos, un fiel servidor del presidente. 
3. TEORÍA DEL CÁRTEL , TEORÍA CPG, Y EL CONGRESO ARGENTINO
Bajo la idea del cártel y la teoría CPG, los miembros del congreso norteamericano son considerados actores relativamente autónomos ejerciendo una cuota importante de control independiente sobre sus carreras políticas. Éstos legisladores individuales delegan poderes a los líderes de partido para poder lograr sus metas políticas. En contraste a esto, los diputados Argentinos no poseen un grado de autonomía comparable a aquel de los miembros del congreso norteamericano, pero la mayor parte de los jefes provinciales de partido sí. Mientras que en Estados Unidos la delegación se hace desde los legisladores a los líderes de partido, en Argentina se efectúa de los líderes de partido hacia el líder nacional de partido. Los jefes provinciales de partid en la Argentina suelen intercambiar activamente su apoyo legislativo a cambio de beneficios financieros por parte de la rama ejecutiva nacional.
La forma normal de operar en el Congreso argentino es a través del líder del partido mayoritario, las acciones del líder de partido mayoritario están, sin embargo, constantemente influenciadas por preferencias de los líderes provinciales. 
4. HETEROGENEIDAD PARTIDARIA.
Consistente con la teoría del cártel en argentina el liderazgo del partido mayoritario usa su estatus mayoritario para dominar el proceso legislativo, frenando aquella legislación que considera puede ser aprobada a pesar de su objeción, por lo cual la oposición queda en una posición muy reactiva. 
Jones y Hwang emplean un procedimiento de estimación de Bayenesian para descubrir el número de dimensiones presentes en Argentina subyacentes al comportamiento nominal del voto. Y luego para identificar los puntos medios ideales de la cámara de diputados. Éste es uno de los puntos innovadores de sus teorías. 
5. AUTO POSICIONAMIENTO DE IZZQUIERDA-DERECHA VERSUS PUNTO IDEAL MEDIO
Una de las cosas que demuestran es la importancia del efecto que tiene el liderazgo de partido sobre el comportamiento del voto de los diputados. Mientras los diputados de los partidos mayores, son, en muchos aspectos, indiscernibles en términos de su posicionamiento ideológico, su comportamiento de voto en el recinto legislativo es más bien diferente y polarizado. 
En el período analizado se demuestra que existe poca diferencia ideológica agregada entre el PJ y la UCR. En cambio se refleja una polarización mayor entre el cuerpo legislativo, con una diferenciación mas aguda entre los diputados del PJ y la UCR y poca coincidencia entre las delegaciones legislativas de cada uno de los partidos. 
Mientras que distintos factores cuentan sobre estas diferencias entre la ideología y el voto en sí, la más importante es el rol sustancial jugado por el liderazgo del partido en la cámara a través del control de la agenda legislativa y la influencia que ejerció sobre el comportamiento de sus diputados.
7. CONCLUSIÓN
Entre 1989 y 2003, respecto de muchas de las iniciativas políticas legislativas más importante del momento, el partido mayoritario tendió a gobernar solo, con los puntos ideales medios del partido del presidente a una distancia significativa respecto de los de todos los otros partidos. L única experiencia argentina con un gobernó de coalición (1999 – 2001) reveló la tendencia inherentemente mayoritaria del sistema de partidos. De acuerdo con la Teoría del Cártel en Argentina, los legisladores del partido mayoritario (actuando en base a instrucciones recibidas por los jefes provinciales de partido) delegan una cantidad considerable de poder al líder del partido en el Congreso (e, indirectamente al Presidente). Este liderazgo por turnos utiliza la mayor parte de su poder para obtener beneficios políticos y electorales para los miembros del partido. Los partidos de oposición tienen poco incentivo para apoyar la agenda del partido mayoritario y presentan fuertes iniciativas para oponerse a ella. 
Durante los años noventa Argentina estuvo caracterizada por un partido mayoritario (PJ) que dominaba la agenda legislativa. El PJ pudo usar su control negativo de la agenda para asegurar que la legislación de la oposición no fuera aprobada, y al mismo tiempo, emplear el control positivo de la agenda para implementar su agenda legislativa. En este último caso, los líderes individuales del PJ en el Congreso tuvieron que satisfacer a la mayoría de los jefes de partido provinciales. La clave de su apoyo consistía, generalmente, en la transferencia de fondos u otros recursos por parte del gobierno nacional hacia las provincias correspondientes. Una porción significativa de estas transferencias fue implementada por el gobierno nacional con el reflujo obtenido de la privatización de las compañías del Estado y el reflujo impositivo proveniente de las considerables inversiones llevadas a cabo por empresas extranjeras en el período inicial de la renovación y expansión de esas nuevas compañías. 
Más adelante el gobierno nacional financió una parte importante de esas transferencias contrayendo deuda tanto con acreedores internos como externos a través de la venta de bonos del Estado y valores similares. El peso de esta deuda creciente fue insostenible, y contribuyó, después, al colapso del sistema económico y político del país en 2001. 
Este capítulo pretende destacar el rol prominente jugado por los jefes provinciales de partido y, como contracara, la rama legislativa en el sistema político argentino.
Hubo una tendencia errónea a explicar la política en los noventa haciendo foco en los incentivos y estrategia de un solo hombres, Carlos Menem, ignorando el poderoso efecto que el diseño de las instituciones políticas argentinas tiene sobre el funcionamiento de su sistema político. 
El presidente Menem mantuvo el apoyo de los jefes provinciales de su partido con el fin de lograr la aprobación e implementación de su agenda. 
Para comprender adecuadamente el sistema de partidos y el proceso político en la Argentina de esos años se debe tener un adecuado entendimiento del rol prominente jugado por los jefes provinciales de partido y seguidores en el Congreso durante esaépoca.

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