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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE DERECHO 
 
 
 
 
 
 
EL PERFIL CRIMINOLÓGICO DEL NARCOTRAFICANTE EN 
MÉXICO 
 
 
 
 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN DERECHO 
P R E S E N T A 
NANCY YASMIN GARCÍA BENITEZ 
 
 
 
 
 
ASESOR: M. EN D. PABLO SERGIO REBOLLO MUNGUÍA 
 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA 2014 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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EL PERFIL CRIMINOLÓGICO DEL NARCOTRAFICANTE EN MÉXICO 
 
ÍNDICE 
 
Pág. 
 
Introducción I 
 
Capítulo I. 
La Criminología 
 
1.1. Concepto 1 
1.2. Antecedentes 1 
1.3. Conducta antisocial y sujeto antisocial 3 
1.4. El delincuente y el delito 24 
1.5. La criminología clínica 31 
 
 
Capítulo II. 
Psicología criminal y perfil criminológico 34 
 
2.1. Concepto de psicología criminal 34 
2.2. Trastornos psicopatológicos de la personalidad 38 
2.2.1 Diagnóstico 45 
2.2.2 Tratamiento 51 
2.3. Concepto de perfil criminológico 52 
2.4. Ubicación científica 57 
2.5. Aplicación 58 
2.6. Contenido de un perfil criminológico 60 
 
Pág. 
 
Capítulo III. 
El Narcotráfico 66 
 
3.1. Concepto 66 
3.2. Breve historia del narcotráfico en el mundo 69 
3.3. Antecedentes del narcotráfico en México 72 
3.4. Situación actual del narcotráfico en México 76 
3.5. Regulación jurídica 95 
 
Capítulo IV. 
El perfil del narcotraficante en México 111 
 
4.1. Metodología 111 
4.2. Instrumento 112 
4.3. Análisis de resultados 112 
4.4. Perfil criminológico 171 
 
Conclusiones 174 
 
Propuesta 178
 
Bibliografía 185 
 
 
 
 
 
 I 
INTRODUCCIÓN 
 
En nuestro país, México, se viven momentos marcados por un alto grado de 
inseguridad y crecimiento desmedido de la delincuencia. Los conciudadanos se 
ven diariamente amenazados en su integridad física y en su patrimonio, la 
delincuencia va ganando terreno. 
 
Estudiosos en temas relacionados con inseguridad han detectado 22 
delitos, dentro de los cuales el tráfico de estupefacientes o narcotráfico, ocupa el 
numeral 19 y es el tema, motivo del presente trabajo, mismo que ha manifestado 
un crecimiento exponencial en los últimos años. 
 
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se entiende por 
droga o fármaco a “toda sustancia que introducida en el organismo vivo puede 
modificar una o varias funciones de éste”1. Las drogas pueden producir 
dependencia, esto es que el organismo, para sentirse bien, debe recurrir a su 
consumo. Esta dependencia acarrea problemas de robos, asaltos, extorsiones, 
etc. en virtud de que el sujeto que ha creado adicción hacia alguna droga, necesita 
proveerse de dinero para poder comprarla. “En los convenios contra el tráfico 
ilícito se recogen más de cien sustancias consideradas drogas o 
estupefacientes”2. 
 
El narcotráfico ha demostrado ser un negocio que proporciona grandes 
ganancias económicas para quien lo practica. A tal efecto se presenta el siguiente 
ejemplo: “un kilo de heroína cuesta más de un millón de dólares y la materia prima 
para elaborar esa cantidad se cifra, únicamente, en unos mil dólares”3. 
 
 
1
 Leganés Gómez, Santiago y Ma. Ester Ortolá Botella. Criminología (Parte Especial). Tirant lo 
Blanch, Valencia, 1999. p. 159. 
2
 Ibidem, p. 164. 
3
 Ibidem, p. 185. 
 II 
Al decir de Viridiana Ríos, “el narcotráfico es el quinto empleador más 
grande del país”4. Estimaciones hechas por la mencionada autora, basadas en 
información proporcionada por la Procuraduría General de la República (PGR), 
señalan que “en México hay 468 mil personas que se dedican al narco (…) esto es 
cinco veces más personas que el total de la industria moderna mexicana y tres 
veces más que el personal de Pemex (…)”5. 
 
El crecimiento de esta “industria” se debe, en parte a las ganancias 
económicas, pero también influyen las preferencias individuales, que juegan un 
papel importante en la decisión de ingresar al crimen. “Al narcotraficante le gusta 
su trabajo y le gusta más que cualquier otro trabajo que pudiera tener en la 
industria legal”6. 
 
Así, se hace necesario elaborar un perfil criminológico del narcotraficante 
con la finalidad de establecer estrategias para frenar el crecimiento de esta 
actividad delictiva, que se ha vuelto muy atractiva por los grandes beneficios que 
trae, tanto en el aspecto económico como en el personal al otorgarle status y 
poder a quien la practica. 
 
Se partirá de la criminología, que es una “ciencia sintética, causal, 
explicativa, natural y cultural de las conductas antisociales”7 y que tiene como 
propósito “la disminución de la criminalidad, y en el terreno teórico que debe 
permitir llegar a este fin práctico, propone el estudio completo del criminal y del 
crimen, considerando este último no como una abstracción jurídica, sino como una 
acción humana, como un hecho natural y social”8. Esta ciencia parte de sucesos y 
procesos, mismo que describe y explica. Su objeto de estudio es “la antisocialidad, 
 
4
 Ríos, Viridiana. ¿Quién se vuelve narco y por qué? El Perfil del narcotraficante Mexicano. 
Recuperado de: http://www.gov.harvard.edu/files/uploads/Rios_EstePais_DealersS.pdf Fecha de 
consulta: 16 de diciembre del 2011, 14:10 hrs. 
5
 Idem. 
6
 Idem. 
7
 Rodríguez Manzanera, Luis. Criminología clínica. Porrúa, México, 2011. p. 1. 
8
 Ibidem, p. 2 
http://www.gov.harvard.edu/files/uploads/Rios_EstePais_DealersS.pdf%2016-12-2011.%2014:10
http://www.gov.harvard.edu/files/uploads/Rios_EstePais_DealersS.pdf%2016-12-2011.%2014:10
 III 
representada por conductas antisociales y, por lo tanto, por los sujetos que las 
cometen”9. 
 
Ahora bien, se entiende por conducta antisocial a “todo aquel 
comportamiento humano que va contra el bien común”10 y éste es “aquél que es 
apto para servir o perfeccionar la naturaleza humana en cuanto tal, 
independientemente de las condiciones individuales, que provienen en cada ser 
humano de su raza, nacionalidad, edad, profesión, condiciones sociales o 
religiosas o económicas”11. 
 
Así, la conducta antisocial es aquella que “va en contra del bien común, 
atenta contra la estructura básica de la sociedad, destruye sus valores 
fundamentales, lesiona las normas elementales de convivencia, viola los Derechos 
Humanos”
12
. Esta conducta, al manifestare en el individuo lo convierte en sujeto 
antisocial, mismo que “agrede el bien común, destruye los valores básicos de la 
sociedad, no respeta las leyes elementales de convivencia, no vive en sociedad 
sino contra ella, atenta contra los Derechos Humanos”13. De lo anterior se 
desprende que los narcotraficantes son sujetos antisociales. 
 
Además los narcotraficantes incurren también en conductas delictivas, 
mismas que se encuentran sancionadas por la Ley, esto es en el Código Penal 
vigente. 
 
Por otra parte, se considera que la criminalidad es “el conjunto de 
conductas antisociales que se producenen un tiempo y lugar determinado”14 y es 
uno de los objetos de estudio de la criminología y dentro de ésta, específicamente 
la clínica criminológica pretende “formular una opinión sobre un delincuente, 
 
9
 Ibidem, p. 3. 
10
 Ibidem, p. 4. 
11
 Idem. 
12
 Ibidem, p. 6. 
13
 Ibidem, p. 7. 
14
 Ibidem, p. 8. 
 IV 
conteniendo esta opinión un diagnóstico, un pronóstico, y eventualmente un 
tratamiento”15. La Criminología clínica entonces, “estudia al delincuente concreto 
en enfoque multidisciplinario, mediante un trabajo en equipo criminológico y en 
orden a su resocialización”16. 
 
Con base en lo antes expuesto se plantea la elaboración del perfil 
criminológico del narcotraficante a partir de la criminología clínica. A tal efecto se 
hizo uso de materiales impresos –por lo que esta investigación es de orden 
bibliográfica- donde se aborda información de los principales narcotraficantes que 
han tenido como centro de operaciones a nuestro país y que han logrado amasar 
grandes fortunas, tal es el caso de Benjamín Arellano Félix, Joaquín Archivaldo 
Guzmán Loera, Osiel Cárdenas Guillén, Sandra Ávila Beltrán, Edgar Valdéz 
Villarreal y Marcos Arturo Beltrán Leyva. 
 
En este trabajo de investigación se abordará, en el Capítulo I a la 
Criminología como ciencia que estudia el comportamiento criminal; en el Capítulo 
II se hablará de lo que es la Psicología Criminal y el perfil criminológico; en el 
Capítulo III se plasmará el narcotráfico, principalmente en nuestro país. Es en el 
Capítulo IV donde se realizará el perfil criminológico del narcotraficante en México. 
 
La elaboración del perfil del narcotraficante en México permitirá identificar 
los aspectos que han determinado que el individuo opte por incurrir en la 
delincuencia, así como la forma en que han manejado sus “exitosas empresas” y 
buscar alternativas para prevenir que otros individuos se incorporen a esta 
actividad ilícita. 
 
 
 
 
 
15
 Ibidem, p. 35. 
16
 Ibidem, p. 39. 
 1 
CAPÍTULO I 
LA CRIMINOLOGÍA 
 
El ser humano ha tratado, durante muchos años, de determinar qué motiva 
a sus congéneres a incurrir en conductas delictivas, por lo que en este Capítulo se 
abordará el concepto de la Criminología, desde la perspectiva de diversos autores, 
los orígenes de esta disciplina –desde los más remotos hasta la actualidad-, la 
conducta antisocial y el sujeto antisocial, como parte del objeto de estudio de la 
Criminología y lo qué es la Criminología Clínica, enfoque que será utilizado para 
determinar el perfil criminológico del narcotraficante en México. 
 
1.1. CONCEPTO 
 
Como sucede en muchos casos, no es posible tener un concepto único de 
la Criminología, el cual ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, por lo que a 
continuación se abordarán a los autores más significativos en la materia. 
 
En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se tiene que 
este vocablo deviene del latín crimen (criminis) y del grieto (logia) tratado, así se 
tiene que la criminología es la ―ciencia social que estudia las causas y 
circunstancias de los distintos delitos, la personalidad de los delincuentes y el 
tratamiento adecuado para su represión‖17. 
 
Así, Alfonso Quiroz Cuarón, considerado el padre de la Criminología en 
México, señala que ―es una ciencia sintética, causal, explicativa, natural y cultural 
de las conductas antisociales‖18. 
 
 
17
 Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. 22ª ed. Recuperado de: http://buscon.rae.es/draeI/ Fecha de 
consulta: 17 de mayo del 2012, 13:30 hrs. 
18
 Quiroz Cuarón, Alfonso. Medicina Forense. 12ª ed., Porrúa, México, 2006. p. 101. 
http://buscon.rae.es/draeI/
 2 
Por su parte, Luis Jiménez de Asúa esgrime que ―La criminología es la 
ciencia causal-explicativa compuesta de cuatro ramas (antropología criminal, 
psicología criminal, sociología criminal y penología) y distinta de las ciencias 
jurídico-represivas (derecho penal, derecho procesal penal y política criminal), de 
la ciencia de la investigación criminal (Criminalística) y de las ciencias auxiliares‖19 
 
José Adolfo Reyes Calderón considera que es la ―ciencia que estudia la 
conducta desviada, las personas vinculadas a la misma y la reacción social que 
suscita‖20. 
 
América Plata Luna, dice que es la ―ciencia que estudia el hecho social 
constitutivo del delito, y lo hace desde un enfoque estratégico y sociológico‖21. 
 
Rogelio Barba Álvarez considera que la Criminología ―es una ciencia 
empírica e interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del delito, del delincuente, 
de la víctima y el control social del comportamiento desviado (criminal)‖22. Este 
autor considera que es una ciencia porque aporta conocimientos verificados, 
sistemáticos, por razón del método y técnicas de investigación. Asimismo 
considera que la Criminología ―se ocupa del crimen, del infractor desde el punto de 
vista bio-psico-social, esto es, del delincuente, de la víctima, del delito y del control 
social del comportamiento desviado‖23. 
 
Luis Rodríguez Manzanera considera a la Criminología ―como una Ciencia 
sintética, causal explicativa, natural y cultural de las conductas antisociales‖24. 
Esta conceptualización se desprende de la vertida por Mariano Ruiz Funes, misma 
que fue complementada por Alfonso Quiroz Cuarón en 1965. 
 
 
19
 Jiménez de Asúa, Luis. Tratado de Derecho Penal. Tomo I, De Palma, Argentina, 1950. p. 75. 
20
 Reyes Calderón, José Adolfo. Criminología. Porrúa, México, 2001. p. 6. 
21
 Plata Luna, América. Criminología, Criminalística y Victimología. Porrúa, México, 2007. p. 1. 
22 Barba Álvarez, Rogelio. Derecho Penal vs Criminología. Letras Jurídicas. Revista electrónica de Derecho. No. 1. 
ISSN1870-2155. p. 3. 
23
 Idem. 
24
 Rodríguez Manzanera, Luis. Criminología clínica. Porrúa, México, 2011. p. 1. 
 3 
Durante el Coloquio de Londres, en 1955, patrocinado por la UNESCO, se 
establece que: ―Esta ciencia sintética se propone, hoy como ayer, la disminución 
de la criminalidad, y en el terreno teórico que debe permitir llegar a este fin 
práctico, propone el estudio completo del criminal y del crimen, considerado este 
último no como una abstracción jurídica, sino como una acción humana, como un 
hecho natural y social. El método utilizado por la Criminología es el método de 
observación y de experimentación, empleado en el marco de una verdadera 
clínica social‖25. 
 
Así, la Criminología es considerada una ciencia fáctica, material o empírica, 
puesto que ―parte de sucesos y procesos que describe y explica‖26. 
 
La palabra Criminología fue acuñada por el antropólogo francés Troppinard, 
pero fue Rafael Garófalo quien la adoptó por primera vez en el contexto que hoy 
se conoce27. 
 
Se tiene entonces que la Criminología es una ciencia empírica que estudia 
al hombre en su entorno social y se encuentra relacionada con otras ciencias, 
como la psiquiatría, la psicología e incluso la antropología, también se encuentra 
vinculada con el derecho penal. 
 
1.2. ANTECEDENTES 
 
La preocupación por entender el comportamiento humano que se asocia al 
delito se remonta a los principios de la humanidad. De igual modo, las conductas 
criminales varían según el tiempo y la cultura en la que se desarrollan, por lo que 
en este apartado se hará una revisión histórica del delito desde la perspectiva de 
diferentes pensadores a la fecha, con la creación de la Criminología. 
 
25
 UNESCO. Las ciencias sociales en la enseñanza superior: Criminología. UNESCO, España, 1961. p. 13. 
26
 Rodríguez, Manzanera, Luis. Op. Cit., p. 2. 
27
 Barba Álvarez, Rogelio. Op. Cit., p. 2. 
 4 
La historia de la humanidad se encuentra llena de crímenes,robos, 
homicidios, intrigas, traiciones, invasiones, guerra, y con ello la preocupación del 
hombre por evitarlo, legislarlo, castigarlo, prevenirlo y explicarlo. 
 
En Mesopotamia, el Código de Hammurabi (1686 A. C.) se especifican las 
primeras normas jurídicas que anteceden a las penales, con la intención de dar 
solución a las muertes violentas28. 
 
En China, hacia 1122 A. C., se imponía la pena proporcional, las ideas de la 
prevención aparecen en el siglo VI A. C. 
 
Por su parte Confucio analizó, en diversas ocasiones, el fenómeno criminal. 
Afirmó que había cinco tipos de delitos imperdonables: 
 
―1.- El hombre que medita en secreto y practica bajo capa de virtud. 
2.- Incorregibilidad reconocida y probada contra la sociedad. 
3.- Calumnia revestida con el manto de la verdad para engañar al 
pueblo. 
4.- Venganza, después de tener oculto el odio por mucho tiempo, en 
las apariencias de la verdad. 
5.- Formulará el pro y el contra sobre el mismo asunto, cediendo 
al interés que se tenga en pronunciar una u otra cosa‖29. 
 
En Grecia se plasma, en su mitología, una serie de conductas criminales 
divinizadas, siendo Zeus el representante, per se, del criminal nato homicida. 
 
Ahora bien, dentro de los pensadores clásicos destacan: 
 
 
28
 Cfr. Onice, Yesenia. Fundamentos de la Criminología. Recuperado de: 
http://www.monografias.com/trabajos82/fundamentos-criminologia/fundamentos-criminologia2.shtml Fecha de consulta: 
27 de mayo del 2012, 22:10 hrs. 
29
 Idem. 
http://www.monografias.com/trabajos82/fundamentos-criminologia/fundamentos-criminologia2.shtml
 5 
ESOPO (siglo VI A. C.). Sostiene que: ‗Los crímenes son proporcionados a 
la capacidad del que los comete, a mayor peligrosidad más terribles han de ser‘. 
 
SÓCRATES (436-338 A. C.). Señala que: ‗Ocultar el crimen es tener parte 
en él‘. 
 
PROTÁGORAS (485-415 A. C.). Considera que: ‗Nadie castiga al malhechor 
porque ha hecho un mal, pues el mal sólo lo hace la furia irrazonable de la bestia. 
El castigo debe ser racional y no emplear represalias por un mal pasado que ya no 
puede deshacerse‘. 
 
SÓCRATES (470-399 A. C.). Esgrime que: ‗...Conócete a ti mismo... La 
virtud es la disposición última y radical del hombre, aquello para lo cual ha nacido, 
y esa virtud es ciencia. El hombre malo lo es por ignorancia, el que no sigue el 
bien (buen camino) es porque no lo conoce, por eso la virtud ha de enseñarse y 
aprenderse. La justicia, entre otras virtudes, no es más que sabiduría. Debe 
enseñarse a los criminales cómo no cometer más infracciones, dándoles la 
instrucción y formación que les hace falta‘. 
 
HIPÓCRATES (460-377 A. C.). Considera que: ‗Si 
las enfermedades proviniesen de los dioses los más enfermos serían los pobres, 
pues careciendo de medios no pueden hacer ofrendas, por el contrario, los ricos 
son quienes con mayor frecuencia enferman‘. 
 
PLATÓN (427-347 A. C.). Atribuía el crimen al medio ambiente, y señalaba 
que: ‗...La pobreza y miseria son factores criminógenos. Hay que castigar no 
porque alguien delinquió, sino para que los demás no delincan...‘. 
 
ARISTÓTELES (384-322 A. C.). Concuerda con Platón al señalar que 
la pobreza es un factor que influye en la criminalidad, pero le da mayor 
importancia a lo superfluo, lo innecesario, y que para procurarlo se recurre a la 
 6 
criminalidad. Agrega este pensador que las pasiones llevan al virtuoso a cometer 
delitos. 
 
PITÁGORAS (485-415 A. C.). Concluye que: ‗Nadie castiga al malhechor 
porque ha hecho un mal, pues el mal sólo lo hace la furia irrazonable de la bestia. 
El castigo debe ser racional y no emplear represalias por un mal pasado que ya no 
puede deshacerse‘. 
 
SÓCRATES (470-399 A. C.). Consideró al hombre desde una perspectiva 
distinta, desde la interioridad; enuncia él ‗pon tu interioridad a 
la luz‘. Sócrates postula que ‗una vida sin examen no es vida, nadie hace el mal 
sabiéndolo. El verdadero hombre sabio siempre actuará virtuosamente. El hombre 
que hace el mal sólo está desorientado y confundido, la felicidad es el resultado de 
la bondad. El malvado nunca es realmente feliz aunque se sacie de manjares, 
aunque disfrute el máximo de su riqueza. Quien vive oprimiendo a otros nunca 
puede sentir la felicidad verdadera del hombre virtuoso. Quien vive justamente es 
feliz, aunque pase pobrezas, sufrimientos y muerte‘30. 
 
Asimismo, este pensador considera que la justicia no es más que sabiduría. 
Esgrime que debe enseñarse a los criminales a no cometer más infracciones, 
proporcionándoles instrucción y la formación que les hace falta. Si a pesar de la 
instrucción y a pesar de conocer lo que hacen, algunos criminales hacen lo 
contrario, esto es señal de que están locos, y no tanto de que sean malvados, 
pues "ninguno hace el mal voluntariamente". Locos o por lo menos estúpidos, 
deben considerarse todos los delincuentes, quienes no conocen el bien o carecen 
de libre albedrío31. 
 
HIPÓCRATES. Señala que: ‗Todo vicio es fruto de la locura y el crimen 
como vicio es también producto de la locura‘. 
Plantea una teoría de los humores, considerando: 
 
30
 Cfr. Rodríguez Manzanera, Luis. Criminología. 2ª ed., Porrúa, México, 2003. pp. 158-159. 
31 Cfr. Onice, Yesenia. Op. Cit. 
 7 
 
1. Predominio sangre: carácter sanguíneo, impulsivo. 
2. Predominio bilis: colérico. 
3. Predominio flema: —moco— flemático, parco, reservado. 
4. Bilis negra: melancólico32. 
 
Asimismo consideraba que el clima ejercía influjo en los hombres, teniendo 
que: 
 
a. Vientos fríos del norte, traen costumbres fieras. 
b. Los de oriente, la ira. 
c. Occidente, depravaciones. 
d. Las variaciones del clima, cólera33. 
 
PLATÓN se adelanta en varios siglos a las teorías ambientalistas, ya que 
sostenía que el crimen era producto del medio ambiente; la pobreza y la miseria 
eran agentes provocadores fundamentales. 
 
ARISTÓTELES estableció una relación clara entre configuración del cuerpo 
y facultades mentales; coincide con Platón en los elementos provocadores del 
crimen, pero sostiene que los delitos más graves no se cometen para obtener lo 
necesario sino lo superfluo34. 
 
Es en la edad media cuando se vislumbraron innovaciones de todo tipo –
tanto positivas como negativas- surgiendo teorías que pretendían dar explicación y 
solución a la conducta anormal y antisocial, sobresaliendo: 
 
SAN AGUSTÍN. Trató y se pronunció ampliamente sobre temas 
criminológicos, tales como: los crímenes y su origen; las penas, su medida, 
 
32
 Idem. 
33
 Idem. 
34
 Cfr. Rodríguez Manzanera, Luis. Op. Cit. 
 8 
proporción y límites; su finalidad y su justificación y, principalmente del delincuente 
y sus motivaciones. También se ocupó del Iter Criminis y el Iter Victimae, 
el homicidio en las guerras justas, el suicidio y el libre albedrío. Destacan dentro 
de sus ideas filosófico-criminológicas, lo que establece en su "Ciudad de Dios" 
donde señala cuáles deben ser los fines que el Estado, por medio de los 
"emperadores cristianos", debe perseguir, al imponer los castigos sociales y, la 
esperanza que deben de tener, en la readaptación del hombre, a quién se le 
impone la pena: "Cuando esta venganza la hacen, forzados por la necesidad 
del gobierno y defensa de la República, no por satisfacer su rencor, y cuando le 
conceden este perdón, no porque el delito quede sin castigo, sino por la 
esperanza que hay de corrección"35. 
 
Otro pensador, Santo Tomás de Aquino, en el siglo XIII, mantiene una 
postura ambivalente –en materia criminal- pues defiende la idea de la 
predisposición pero también defiende la idea del libre albedrío, sostiene que existe 
una tendencia al mal pero también existe una autonomía a la voluntad. Sostiene 
que: ‗...La miseria engendra rebelión y delito‘;coincidiendo con los anteriores al 
señalar que la pobreza es un factor criminógeno. 
 
Asimismo, se pretendió explicar el comportamiento humano mediante lo 
que se ha denominado ―ciencias ocultas‖, tales como la quiromancia, la astrología, 
la demonología, entre otras. 
 
Se ha recurrido incluso a posturas que parten de la fisiología humana, tales 
como la fisionomía o fisiognomía, que es el ―estudio de los rasgos del rostro y de 
su expresión en cuanto denotan cualidades distintivas. En sentido estricto describe 
las facciones aisladamente en su relación con cualidades físicas, pero en sentido 
amplio considera más bien la expresión, el rostro psíquico, indicativo de 
cualidades psíquicas más profundas"36. 
 
35
 Onice, Yesenia. Op. Cit. 
36
 Idem. 
 9 
De acuerdo con Rodríguez Manzanera: ―Zófiro analizó la cara y la 
conformación somática del sujeto, y a través de esto saber sus virtudes y vicios. 
Exímenes afirmaba que los sujetos que presentan ojos torcidos, son puntillosos y 
agudos en maldad, los lampiños son de maldad femenina y los jorobados malos y 
lujuriosos. Giovanni Batista Della Porta (1535-1616) sostiene en su fisiognomía 
(1586) la interdependencia del cuerpo y del alma, y señala algunos signos 
somáticos de índole criminal que pueden apreciarse en forma de anomalías en la 
cabeza, la frente, las orejas, la nariz, los dientes y la medida con respecto a la 
estatura. Jerónimo Cortés hace un largo estudio sobre la relación entre las 
diferentes partes del cuerpo y la forma de ser del sujeto, describiendo que: los 
hombres de estatura larga y bien derecha y más flaca que gorda, suelen ser 
atrevidos, crueles, de grande ira y presunción; los gruesos y altos, tercos, ingratos 
y prudentes; si es de corta estatura, son sospechosos y de mucha ira, etc. Jean 
Gaspar Lavater (1741-1801) realiza comparaciones formidables entre 
los animales y el hombre, observando que hay personas que tienen cara de perro, 
de conejo, de cerdo, pero a la conclusión que llegan unos fisonomistas es que una 
persona con cara de perro tiene las características psicológicas del mismo 
animal‖37. 
 
Por su parte la frenología se encarga del "estudio de las formas del cráneo 
con el propósito de derivar conclusiones respecto al carácter y las cualidades de 
las personas. Llamada también a veces craneología o craneoscopia. Se basa en 
la teoría de la localización de las funciones psicológicas en determinados centros 
cerebrales"38. 
 
Rodríguez Manzanera manifiesta que el creador, representante y divulgador 
de la frenología es Francois Joseph Gall (1758-1828), y su teoría está basada en: 
1. "El contenido se moldea por el continente, el cerebro tiene la forma que 
le da el cráneo. Observando las características del cráneo se pueden saber 
las cualidades y el carácter del sujeto. 
 
37 Rodríguez Manzanera, Luis. Op. Cit, pp. 178-180. 
38
 Onice, Yesenia. Op. Cit 
 10 
2. Hay regiones claramente identificadas en el cerebro, y de cada una de 
estas regiones, una facultad. 
3. Los criminales tienen extraordinariamente desarrollados los centros del 
instinto de defensa, el coraje y la tendencia a reñir (agresividad), situados 
atrás de las orejas, y los centros del sentido carnicero, la tendencia a matar, 
situados arriba y al frente de la oreja"39. 
 
El crimen, menciona Gall, puede ser causado por un desarrollo parcial del 
cerebro, no contrarrestado; este desarrollo produce un exceso de determinados 
sentimientos que llevan al crimen, así, el robo es el resultado del exceso del 
sentimiento de propiedad; lesiones y homicidio por un exceso de sentimiento de 
defensa; los delitos sexuales por un exceso de sentimiento de reproducción, etc.40 
 
Mariano Cubi y Soler (1801-1875) también se ocupó de aspectos criminales, 
desarrollando treinta años antes que Lombroso la teoría de que existe un criminal 
nato: "Hay seres humanos que nacen con un desmedido desarrollo de la 
destructividad, acometividad o combatividad, adquisitividad, severidad y 
amatividad..., con la parte moral más defectuosa, cuya organización constituye 
naturalmente al ladrón, al violador, al asesino, al estafador y a otros criminales"41. 
Considera que este tipo de criminal es incorregible e irresponsable, por lo que es 
inútil e injusto castigarlo. 
 
Dentro del pensamiento utópico, Tomás Moro fue su representante 
fundamental. Desarrolló su labor entre finales del Siglo XV y principios del XVI, 
―aporta a la Criminología la tesis de la conexión del crimen con la estructura de 
la sociedad, el crimen responde a una serie de factores. El factor que Tomás Moro 
destaca es el económico, sobresaliendo la pobreza. Criticó abiertamente la dureza 
y la desproporción de los castigos, abogaba por una labor preventiva por parte 
del estado, pensaba que los poderes públicos tenían que establecer los medios 
 
39 Rodríguez Manzanera, Luis. Op. Cit, p. 184 
40
 Cfr.Idem. 
41
 Idem. 
 11 
necesarios para que el delincuente pudiese satisfacer, con su trabajo a la víctima 
a título de compensación‖42. 
 
Con John Howard (Siglo XVIII) comienza para la ciencia penitenciaria una 
nueva era ya que realizó una reforma de todo el sistema penitenciario. En 1776 
escribió El estado de las prisiones en Inglaterra y Gales, obra que marcó el inicio 
de la reforma. Pretendía buscar los males, subsanarlos, fue el motor que impulsó 
los movimientos de reforma en el ámbito penitenciario. Abogaba por el aislamiento 
dulcificado, por la necesidad del trabajo en la prisión, por la instrucción moral y 
religiosa, adecuada higiene y alimentación y sobre todo por una racional 
clasificación de los penados. Con él nació la corriente penitenciaria que va a 
revolucionar el mundo de las prisiones haciéndolas más humanas y cuyo fin sea la 
reforma del penado. Su gran mérito es que atrae la atención sobre el delincuente 
olvidado. En la concepción del delito de Howard, lo fundamental era el hecho de 
que el delincuente cobrara la importancia que merece43. 
 
En el plano penológico o penitenciario está la figura de Jeremy Bentham 
(finales del Siglo XVIII y principios del XIX). Es el precursor más eminente de 
los sistemas penitenciarios. Destaca por su obra Tratado de la legislación civil 
penal, donde aborda temas fundamentales de la ciencia penal como delito, 
delincuente y pena. 
 
Aporta la idea del panóptico, es un edificio circular de varios pisos con 
celdas, con ventanas grandes, en este edificio habrá en el centro una torre de 
vigilancia que permitirá la observación de todas y cada una de las celdas de la 
prisión. Bentham tuvo gran trascendencia en España, fue el autor más leído, 
traducido, interpretado y citado, ya que a su concepción penitenciaria establece 
tres reglas con el fin de mejorar el régimen penitenciario. 
 
Bentham propone: 
 
42
 Onice, Yesenia. Op. Cit. 
43
 Idem. 
 12 
 Regla de la dulzura, eliminación de sufrimientos corporales. 
 Regla de la severidad. 
 Regla de la economía, tratar de evitar gastos innecesarios. 
 
Para este autor cualquiera es capaz de cometer un delito, no hay diferencias 
entre el criminal y el que respeta la Ley, salvo el hecho44. 
 
Fue en 1774 cuando César Beccaria escribió Des delitti e delle pene (De los 
delitos y de las penas), en donde se hace un alegato de la pena de muerte y la 
tortura, ponderando la desproporción entre los delitos cometidos y los castigos 
aplicados. Hace una crítica feroz a la irracionalidad, la arbitrariedad y la crueldad 
de las leyes penales y procesales del siglo XVIII. Asimismo propone: 
 
· ―Que las leyes sean claras y simples. 
· Que haya un predominio de la libertad y la razón sobre el oscurantismo. 
· Que haya un funcionamiento ejemplar de la justicia,libre de corrupciones. 
· Que haya recompensas al ciudadano honrado. 
· Aboga por una elevación de los niveles culturales y educativos del pueblo‖45. 
 
Por otra parte, dentro de los pensadores franceses destacan Montesquieu, 
Voltaire y Rousseau. 
 
Montesquieu, en su libro El espíritu de las leyes, señala la división de las leyes, 
en el aspecto criminal aboga por la desaparición de la tortura y la prevención del 
delito. Argumenta que las leyes tienen que evitar el delito y proteger al individuo. 
 
Voltaire defiende el principio de legalidad, se muestra contrario a las 
detenciones arbitrarias, promueve la supresión de la tortura, la abolición del 
procedimiento secreto, la adecuación de las penas con los delitos, unidad de la 
legislación y restricción del arbitrio judicial. En esa época los jueces podían 
 
44
 Cfr. Idem. 
45
 Idem. 
 13 
condenar a penas graves por hechos insignificantes. Considera que los jueces 
deben ser los esclavos de la Ley y no sus árbitros, lo que supone el sometimiento 
de los jueces a la Ley y la necesidad de que los jueces motiven sus fallos, que 
expliquen el contenido y justificación de su sentencia46. 
 
Juan Jacobo Rousseau, en su obra El contrato social, parte del principio de 
que el hombre es bueno y considera que la sociedad es la que lo pervierte. Para 
Rousseau el delincuente vulnera el pacto social, el propio delincuente se 
automargina de la sociedad que debe contemplarlo como un rebelde. Considera 
básico el principio de legalidad y que sólo el legislador puede dictar leyes ya que 
es quien representa a todos los hombres que han acordado el contrato social. El 
objetivo social que surge del contrato es lograr la felicidad de los hombres, por lo 
que el legislador deberá tender a evitar los delitos más que a castigarlos, para lo 
cual se requiere que las leyes no sean tan discriminatorias y que ahonden en el 
aspecto educativo. Considera que el más seguro, pero más difícil método para 
evitar los delitos es perfeccionar la educación. 
 
Considera que la pena inútil atenta contra la justicia y contra las bases mismas 
del contrato social, propugna que las penas sean ciertas, prontas y 
desproporcionadas. Estas penas serán más eficaces que la pena dura y cruel. La 
pena es necesaria para prevenir nuevos delitos, es el sentido de que el fin de las 
penas no es atormentar y afligir a un ente sensible ni deshacer un delito ya 
cometido, el fin no es otro que impedir al reo causar nuevos delitos, causar daños 
a los ciudadanos, y retraer a los demás de la comisión de otros delitos47. 
 
En el plano de la psiquiatría, Gaspar Virgilio ―concretó una doctrina sobre 
la naturaleza morbosa del crimen, relacionado con los factores degenerativos 
 
46
 Cfr. Idem. 
47
 Cfr. Idem. 
 14 
análogos a los de la locura, entre los factores complementarios señaló la posible 
intervención de los agentes climáticos y metereológicos‖48. 
 
En 1868 Despine escribe su Psicología Natural, en la cual estudia las 
facultades intelectuales y morales de los locos y de los criminales, tanto en su 
estado normal como en sus reacciones anómalas. En el apartado de locura moral 
dice que en estas personas no existe el sentido moral, ni otros sentimientos éticos. 
Despine afirma que en el criminal no existe el libre albedrío, este presenta una 
insensibilidad moral, existiendo un vínculo entre crimen y locura. 
 
Charles Robert Darwin (1809-1882), naturalista inglés, en 1871 publicó 
el Origen del hombre, donde sostiene que las funciones físicas y psíquicas 
evolucionan a través de una expresa adaptación al medio, que el hombre está 
íntimamente relacionado con otros animales y que sobre él actúan los mismos 
impulsos biológicos. De un cúmulo de observaciones hace referencia a una 
especie de orangután, que con respecto a los otros animales similares, obra en 
forma diferente con agresividad, vagancia, inadaptación, insociabilidad, y describe 
en ellos un particular rasgo que los caracteriza: las malformaciones cerebrales49. 
 
Se llega ahora a la fase de inicio de la Criminología, propiamente dicha, la cual 
se da con Ezechia Marco Lombroso, conocido con el pseudónimo de Cesare 
Lombroso, quien es el representante del positivismo criminológico junto con Enrico 
Ferri y Rafaele Garófalo. 
 
Lombroso, a partir del método experimental inductivo que empleaba en el 
hospital, estableció que los delincuentes que cometieron delitos graves tenían en 
común taras genéticas, como: protuberancia en la frente, pómulos salientes, ojos 
achinados, protuberancias en el cráneo, por lo que concluyó que el criminal nace 
 
48
 Parenti, Francisco y Pagani, Pier Luigi. Psicología y delincuencia (bases para una nueva criminología). Beta, Argentina, 
1970. pp. 12-13. 
49 Cfr. Onice, Yesenia. Op. Cit. 
 15 
con diferencias del sujeto ―normal‖, es decir que es diferente a las personas 
normales por causas genético-hereditarias. 
 
En su obra El hombre delincuente, Lombroso establece una tipología a saber: 
 
DELINCUENTE EPILÉPTICO.- Individuo que sufre de epilepsia y comete a 
causa de esta enfermedad un delito. Generalmente cometen delitos violentos. Una 
característica de estos delincuentes es que siempre utilizan armas blancas para 
cometer delitos violentos, por ejemplo para diferenciarlos de un impostor que 
quiere escudarse en su epilepsia en un delito violento, se debe ver si el cuchillo 
ingresó varias veces y en un mismo ángulo, ya que es la característica de estos 
delincuentes, si acuchillan lo hacen en el mismo lugar y en el mismo 
ángulo. Desde el punto de vista clínico y los fenómenos electroencefalográficos, 
se reconocen cuatro subdivisiones, la que afecta a estos delincuentes es la 
epilepsia mayor o Gran Mal. Es inimputable. 
 
EL DELINCUENTE HABITUAL.- Es la persona que observa un género de vida 
delictiva, al extremo de llegar a constituir un tipo permanente de personalidad 
criminal. Puede ser delincuente profesional, pero por lo menos una parte 
considerable de su actividad es de carácter criminoso. Es imputable. 
 
DELINCUENTE LOCO.- Es aquel en que el delito es la manifestación o 
revelación de una anomalía mental, de su individualidad psíquica anormal. El 
delito en éstos no es más que un episodio en su anomalía mental, es considerado 
criminalmente inimputable. En esta clase de delincuentes se considera al alienado, 
al alcohólico, al histérico (ataca mas a mujeres). 
 
DELINCUENTE LOCO-MORAL.- Estado psicopatológico que impide o perturba 
la normal valoración de la conducta desde el punto de vista moral, pero dejando 
subsistente la capacidad cognoscitiva y volitiva. Es imputable. 
 
 16 
DELINCUENTE NATO O ATÁVICO.- Persona que está determinada a cometer 
delitos por causas hereditarias. Se basa en que la constitución biológica de 
ciertas personas les lleva inexorablemente a la delincuencia. Presenta rasgos 
como: protuberancia en la frente, pómulos y mentón saliente, labios partidos y 
algunas veces microcefalia. Es imputable. 
 
DELINCUENTE OCASIONAL.- Se trata de un delincuente primario, poco o 
nada peligroso, generalmente exento de defectos psicológicos, pero susceptible 
de convertirse en habituales. No tiene frenos inhibitorios. Esta clase de 
delincuentes no puede refrenar sus impulsos, ante la ocasión reacciona por 
impulso. Es imputable. El delincuente ocasional se puede -a su vez-clasificar en: 
PSEUDOCRMINAL. Es ocasional, no es un criminal, las circunstancias 
hacen que cometa el delito. 
CRIMINALOIDE. Persona que está empezando a delinquir por sugestión 
del ambiente. 
 
DELINCUENTE PASIONAL.- Aquel en que el delito prorrumpe 
tempestuosamente, como un huracán psíquico, anulando la voluntad e impidiendo 
la sana y normal recepción de los acontecimientos. Para determinar su 
imputabilidado imputabilidades requiere en todo caso un 
atento análisis psicológico. 
 
DELINCUENTE PROFESIONAL.- Es el que participa regularmente y como 
medio normal de vida, en una cultura criminal perfeccionada y dotada de un 
cuerpo de aptitudes y conocimientos especializados. Es imputable. 
 
LA DELINCUENTE FEMENINA.- Lombroso sospechaba que las mujeres 
destinadas a cometer crímenes desarrollaban una fuerza inusual, en tanto que las 
prostitutas se dedicaban a este comercio debido a su particular belleza. Tales 
planteamientos resultan difíciles de reconciliar con la observación directa, y 
Lombroso, tras años de estudiar fotografías de delincuentes femeninas, de medir 
 17 
sus cráneos y cuantificar sus bíceps y tatuajes, se encontró prácticamente donde 
había empezado. Los signos inequívocos de degeneración, como deformaciones 
craneales o hirsutismo simiesco, se manifestaban en muy contadas ocasiones. 
Con el tiempo, Lombroso cayó en la cuenta de que las delincuentes femeninas 
mostraban menor cantidad de signos de degeneración por la simple razón de que 
eran menos evolucionadas que los hombres. Con lo cual, las mujeres primitivas 
resaltaban menos entre los restantes miembros de su sexo. Dedujo que, puesto 
que las mujeres son, por naturaleza, más sumisas ante la ley que los hombres, la 
infrecuente criminal femenina ha de ser genéticamente masculina. Por ende, las 
mujeres condenadas sufrían un doble ostracismo: el legal y el social. Lombroso 
consideró que: ‗En consecuencia, esta doble excepción hace de la mujer criminal 
un verdadero monstruo‘50. 
 
Otro exponente de la corriente positivista es Enrique Ferri, criminólogo y 
sociólogo italiano, estudiante de Cesare Lombroso, se dedicó a investigar los 
factores sociales y económicos que motivan al crimen. Escribió Sociología 
Criminal (1884). Sus argumentos de prevención del crimen fueron rechazados por 
el dictador Benito Mussolini luego de su ascenso al poder. 
 
Sus investigaciones lo llevaron a postular teorías que llamaban a métodos de 
prevención del crimen, en lugar de enfocar los esfuerzos del poder punitivo en 
castigar a los delincuentes. Ferri, como ya se mencionó, fue uno de los fundadores 
de la escuela positivista. 
 
Ferri consideró que las razones por las cuales el hombre es delincuente son 
ajenas a su voluntad, considera que el delito no existe, sino que hay 
enfermedades que bien ha heredado o las adquirió en el transcurso de su vida. 
Cuestionó el énfasis en características fisiológicas de los criminales, campo de 
estudio de Lombroso. En su lugar, se centró en el estudio de las características 
psicológicas, que creía eran las responsables del desarrollo de la criminalidad en 
 
50
 Cfr. Lombroso, César. L’Uomo Delincuente. (El hombre delincuente). Fratelli Boccam Editore, Italia, 1886. 
 18 
el individuo. Estas características incluían el habla, la escritura, 
los símbolos secretos, el arte y la literatura, así como la insensibilidad moral y la 
falta de repugnancia a la idea y ejecución de la ofensa, previo a su comisión, y la 
ausencia de remordimiento después de cometerla. 
 
Alegó que los sentimientos como la religión, el honor y la lealtad no 
contribuían al comportamiento criminal, pues estas ideas eran muy complicadas 
para tener un impacto definitivo en la moral básica de las personas. Argumentó 
que eran otros sentimientos, como el odio, el amor y la vanidad los factores que 
influenciaban grandemente el comportamiento humano pues tenían 
más control sobre la moral de las personas. 
 
Resumió su teoría al definir la psicología criminal como 
una resistencia defectuosa de las tendencias criminales y las tentaciones, debido 
a una impulsividad desbalanceada que caracteriza sólo a los niños y a los 
salvajes. 
 
El autor en comento acuñó el término factor criminógeno, entendido éste 
como todo aquello que favorece a la comisión de conductas antisociales. Este 
podrá ser un factor endógeno, exógeno o mixto. De esta manera, el alcoholismo, 
la promiscuidad y la miseria son factores criminógenos, pues favorecen la 
aparición del crimen, aunque por sí solos sean incapaces de producirlo. 
 
Uno de los primeros cuadros de factores criminógenos y que podría ser 
aceptable hoy en día, se debe a Enrico Ferri. Así, él menciona que todas 
las acciones humanas son, siempre, producto de su organismo físico-psíquico y 
de la atmósfera física y social que lo rodea, por lo que hace su distinción de 
factores en: 
 
Factores antropológicos: Inherentes a la persona del criminal, son la primer 
condición del crimen. 
 19 
 La constitución orgánica. Comprende todas las anomalías del cráneo, del 
cerebro, de las vísceras, de la sensibilidad, de la actividad refleja y todas las 
características somáticas en general. 
 La constitución psíquica. Comprende las anomalías de la inteligencia y del 
sentimiento, sobre todo del sentido moral y las especialidades de la literatura y 
el argot criminal. 
 Las características personales. Comprenden sus características puramente 
biológicas, como la raza, la edad, el sexo y las condiciones biosociales, como el 
estado civil, la profesión, el domicilio, la clase social y la educación. 
 
Factores físicos: Se refieren al clima, la naturaleza del suelo, la periodicidad 
diurna y nocturna, las estaciones, la temperatura, las condiciones meteorológicas. 
 
Factores sociales: Comprenden la densidad de la población, la opinión 
pública, la moral, la religión, las condiciones de la familia, el régimen educativo, 
la producción industrial, el alcoholismo, las condiciones económicas y políticas, 
la administración pública, la justicia, la policía, y en general, la 
organización legislativa civil y penal. 
 
Factores causales: Aquellos que consideraba como causas para convertir al 
individuo en criminal51. 
 
Junto con los dos autores antes citados se tiene a Rafael Garófalo, jurista 
italiano, también considerado precursor de la Criminología. Dentro de sus 
aportaciones más notables destaca la elaboración del concepto de ―delito natural‖, 
al que definió como ‗la lesión de aquella parte de los sentimientos altruistas 
fundamentales de piedad o probidad, en la medida media en que son poseídos por 
una comunidad y que es indispensable para la adaptación del individuo a la 
sociedad‘, así como el hecho de fundamentar la responsabilidad penal en la 
temibilidad o peligrosidad del delincuente y no en el libre albedrío. 
 
51
 Cfr. Ferri, Enrico. La Sociologie Criminelle. Rousseau Editeur, París, Francia, 1893. 
 20 
 
Considera al delito como la violación de los sentimientos de piedad y probidad 
en la medida media en que son poseídos por una sociedad determinada. Los 
sentimientos pueden ser fundamentales como: la piedad y la probidad. Cuando se 
ataca la vida o la integridad corporal se está violando el sentimiento de piedad, y 
cuando se desconoce la propiedad el de probidad; y secundarios, como el 
patriotismo, la religión, el honor y el pudor. 
 
Respecto del delincuente, lo considera como un anormal psíquico, causado por 
una anomalía moral congénita. El medio tiene poca influencia sobre el 
delincuente. 
 
Establece su Teoría de la Temibilidad para sancionar al autor de un delito. La 
temibilidad es la perversidad constante y activa que hay que temer de parte del 
delincuente. Enuncia principios como la prevención especial como fin de la pena 
y la Teoría de la Defensa Social como base del derecho de castigar, así como 
métodos de graduación de la pena. 
 
Señala cuatro tipos de delincuente a saber: 
 
1) El asesino: criminal nato que no tiene sentimientos de altruismo y de 
probidad, por lo que puede cometer delito cuando se le presente la 
oportunidad. 
2) El delincuente violento: le falta sentimiento de piedad, por lo que comete 
delitos violentos. 
3) El ladrón:es el que atenta contra la probidad. Este sentimiento no tiene 
raíces profundas en estos individuos, les falta el sentimiento altruista y están 
influenciados por el medio ambiente. 
4) El delincuente lascivo: no encaja en las anteriores, podría ser 
delincuente sexual. 
 
 21 
Respecto de la pena, considera que tiene por objeto defender a la sociedad de 
los inadaptados y los socialmente peligrosos, en casos graves, a los primeros se 
les debe aplicar la pena capital y a los segundos abandonarlos en una isla. Señala 
pena de muerte para los asesinos; cadena perpetúa para los delincuentes 
violentos; y, trabajo en colonias agrícolas de ultramar para los ladrones52. 
 
En 1885 tiene lugar el Primer Congreso de Antropología Criminal, con sede en 
Roma (específicamente en el Palacio de las Bellas Artes), con carácter 
internacional. Este congreso estuvo organizado en dos secciones: la biológica, con 
Lombroso al frente, y la jurídica, dirigida por Ferri y Garófalo. En la primera se 
analizó la relación entre epilepsia, locura moral y delincuencia congénita; la 
segunda se ocupó de examinar las posibilidades de aplicación de las ideas de la 
nueva escuela a la legislación penal. Para esta época el positivismo va causando 
una verdadera euforia entre todos los tratadistas y entre todos los especialistas 
que estudian el crimen. 
 
El Segundo Congreso Internacional de Antropología Criminal se llevó a cabo en 
París. Ahí los integrantes de la Escuela Francesa se lanzan contra la Escuela 
Positiva, y el Congreso se convierte en una derrota y un fracaso para el 
Positivismo. Se dice que el Congreso de Roma fue la tesis, el de París es 
la antítesis; si en Italia todos eran positivistas y lombrosianos, en Francia eran 
antipositivistas y antilombrosianos. 
 
Es en Bruselas, Bélgica, donde se celebró el Tercer Congreso, en 1892. Para 
esta época el bloque lombrosiano se encuentra dividido en múltiples pequeñas 
escuelas: la segunda, la tercera, la metafísica, la sociología, la positiva de 
sociología criminal, etc. En este tercer congreso hubo discusiones, aunque con 
una mayor serenidad y un mejor conocimiento de los temas, y sirvió para una clara 
delimitación de campos. 
 
 
52
 Cfr. Garófalo, Rafael. Criminología. La España Moderna, Madrid, España, 1890. 
 22 
En 1896, el Cuarto Congreso fue celebrado en Ginebra, en donde los italianos 
se habían preparado para enfrentarse con la Escuela Francesa y con las nuevas 
corrientes que estaban en contra. Este congreso se convirtió en la tan 
anhelada síntesis que se esperaba desde el Congreso de Bruselas. Podría 
pensarse que este es el momento del nacimiento de la Criminología integrada, 
válida para todos y evidentemente más científica. 
 
El séptimo y último Congreso Internacional se llevó a cabo en Colonia, en 1911, 
ya sin varios de los participantes acostumbrados y en tónica claramente 
criminología. 
Por desgracia la Primera Guerra Mundial interrumpiría esta labor, el VII Congreso, 
citado para 1915 en Budapest, no se realizó, pero la simiente había quedado, y 
para 1938 se realizó el primer Congreso Internacional de Criminología, 
nuevamente en Roma, para reiniciar una tradición que no debe perderse. 
 
Afortunadamente y a pesar de la Segunda Guerra Mundial, la labor pudo 
continuarse y se siguieron realizando estos Congresos Internacionales de 
Criminología, algunos de los cuales fueron: 
 
I. Roma, 1938. 
II. París, 1950. 
III. Londres, 1955. 
IV. La Haya, 1960 
V. Montreal, 1965. 
VI. Madrid, 1970. 
VII. Belgrado, 1973. 
VIII. Lisboa, 1978. 
IX. Viena, 1983. 
X. Hamburgo, 1988. 
XI. Budapest, 199353. 
 
53
 Cfr. Onice, Yesenia. Op. Cit. 
 23 
 
Como se ha podido observar, la Criminología ha evolucionado, se ha 
transformado y cada día va adquiriendo más y más importancia dentro de la 
sociedad. 
 
1.3. CONDUCTA ANTISOCIAL Y SUJETO ANTISOCIAL 
 
El objeto de estudio de la Criminología es pues ―la antisocialidad, 
representada por conductas antisociales y, por lo tanto, por los sujetos que las 
cometen54‖. 
 
Bajo este orden de ideas, la ―conducta antisocial es todo aquel 
comportamiento humano que va contra el bien común, mientras que el delito es la 
acción u omisión que castigan las Leyes Penales, es la conducta definida por la 
ley‖55. 
 
Del concepto anterior se tiene que ―bien común es aquél que es apto para 
servir o perfeccionar la naturaleza humana, en cuanto tal, independientemente de 
las condiciones individuales, que provienen en cada ser humano de su raza, 
nacionalidad, edad, profesión, condiciones sociales o religiosas o económicas‖56. 
Por lo tanto, el bien común es tal en la medida en que sirve a la generalidad de 
los hombres (tomados éstos en su concepción de ser humano y no de género). 
 
Con base en lo anterior se puede concluir que ―ni todo delito es una 
conducta antisocial ni toda conducta antisocial es delito‖57. 
 
Ahora bien, ahondando en el objeto de estudio de la Criminalística, se tiene 
que la conducta antisocial ―va contra el bien común, atenta contra la estructura 
 
54
 Rodríguez Manzanera, Luis. Op. Cit., p. 3. 
55
 Ibidem, p. 4. 
56
 Idem. 
57
 Idem. 
 24 
básica de la sociedad, destruye sus valores fundamentales, lesiona las normas 
elementales de convivencia, viola los Derechos Humanos‖58. 
 
Por otra parte, el sujeto antisocial ―agrede el bien común, destruye los 
valores básicos de la sociedad, no respeta las leyes elementales de convivencia, 
no vive en sociedad sino contra ella, atenta contra los Derechos Sociales‖59. Es 
decir, es un sujeto que no ha ―introyectado los valores más importantes, sino por el 
contrario ha adquirido antivalores‖60. 
 
Así, el sujeto antisocial manifiesta un desprecio por el bien común, sólo le 
interesa su propia satisfacción, ―los sentimientos de culpa están disminuidos (o no 
existen), y predominan los antivalores sobre los valores que pudiera haber 
obtenido‖61. 
 
El sujeto parasocial ―se da paralelamente, al lado de la sociedad; no cree en 
sus valores, pero no se aparta de ella, sino que comparte sus beneficios, en 
mucho depende de ella para sobrevivir‖62 por lo que puede llegar a convertirse en 
un sujeto antisocial. 
 
1.4. EL DELINCUENTE Y EL DELITO 
 
A lo largo del tiempo se ha considerado a la delincuencia como un 
fenómeno individual, sin embargo, en la actualidad, es necesario contemplarlo con 
un enfoque social. De igual manera, debe ser estudiado en un periodo de tiempo 
determinado y en una sociedad concreta. 
 
 
58
 Ibidem, p. 6. 
59
 Ibidem, p. 7. 
60
 Idem. 
61
 Idem. 
62
 Idem. 
 25 
Ahora bien, se entiende por delincuente a la ―persona que interviene en la 
ejecución de un delito. Sujeto activo del mismo en calidad de autor, cómplice o 
encubridor, o de cualquier actuación punible‖63. 
 
Desde el punto de vista normativo, en el Código Penal Federal, sin hacer uso 
explícito del vocablo delincuente, se señala, en el Título Primero, Capítulo III 
(Personas responsables de los delitos), en el artículo 13, que son autores o 
partícipes del delito (y por inferencia delincuentes): 
 
I. Los que acuerdan o preparen su realización; 
II. Los que lo realicen por si; 
III. Los que lo realicen conjuntamente: 
IV. Los que lo lleven a cabo sirviéndose de otro; 
V. Los que determinen dolosamente a otro a cometerlo; 
VI. Los que dolosamente presten ayuda o auxilien a otro para su comisión; 
VII. Los que con posterioridad a su ejecución auxilien al delincuente, en 
cumplimiento de una promesa anterior al delito y 
VIII. Los que sin acuerdo previo, intervengan con otros en su comisión, 
cuando no se pueda precisar el resultado que cada quien produjo. 
 
La Criminología tiene, dentro de su objeto deestudio, al delito, el cual puede 
considerarse desde dos vertientes: dentro del ámbito penal o normativo, y dentro 
del criminológico. 
 
Respecto del ámbito penal, en la legislación nacional vigente se tiene, en el 
Código Penal Federal –Título Primero, responsabilidad Penal, Capítulo I, Reglas 
generales sobre delitos y responsabilidad- en el artículo 7º que delito es ―el acto u 
omisión que sancionan las leyes penales‖, asimismo considera que ―en los delitos 
de resultado material también será atribuible el resultado típico producido al que 
omita impedirlo, si éste tenía el deber jurídico de evitarlo. En estos casos se 
 
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20:30 hrs. 
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considerará que el resultado es consecuencia de una conducta omisa, cuando se 
determine que el que omite impedirlo tenía el deber de actuar para ello, derivado 
de una ley, de un contrato o de un propio actuar precedente‖. 
 
Continuando con el ordenamiento en comento, así como el numeral citado, se 
tiene que delito es: 
 
I. Instantáneo, cuando la consumación se agota en el mismo momento en 
que se han realizado todos sus elementos constitutivos; 
II. Permanente o continuo, cuando la consumación se prolonga en el 
tiempo, y 
III. Continuado, cuando con unidad de propósito delictivo, pluralidad de 
conductas y unidad de sujeto pasivo, se viola el mismo precepto legal. 
 
Asimismo, se considera que las acciones u omisiones delictivas sólo pueden 
realizarse de forma dolosa o culposa (Art. 8º, CPF). Se considera que obra 
dolosamente el que, conociendo los elementos del tipo penal, o previendo como 
posible el resultado típico, quiere o acepta la realización del hecho descrito en la 
ley; obra culposamente el que produce el resultado típico, que no previó siendo 
previsible o previó confiando en que no se produciría –debido a la violación a un 
deber de cuidado- que debía y podía observar, según las circunstancias y 
condiciones personales (Art. 9º, CPF). 
 
Ahora bien, la responsabilidad penal recae en la persona y en los bienes de los 
delincuentes, excepción hecha de los casos que especifica la Ley (Art. 10, CPF). 
 
Por otro lado, el delito, desde la perspectiva de la Criminología, es observado 
como un problema social y comunitario; es un problema de la comunidad, nace en 
ella y en ésta debe encontrar su solución. 
 
 27 
De acuerdo con el Diccionario Jurídico, delito es: ―Acciones u omisiones, 
dolosas o culposas, penadas por la ley‖64. 
 
Rodríguez Devesa señala que el término delito ―proviene de delictum que 
idiomáticamente significa abandonar el camino prescrito por la Ley, delinquere. 
Este concepto se utilizó en la antigua Roma para contraponer el término de crimen 
y designar los delicta privata‖65. 
 
Barba Álvarez señala que ―para la Criminología el delito será la conducta 
desviada, se ocupará desde la óptica jurídico foral, como parte del objeto de 
estudio, pero además [a] la criminología le interesa esas conductas que no se 
encuentran en el código penal pero que si son rechazadas socialmente, tal es el 
caso de la prostitución, drogadicción, suicidio, etc.‖66. 
 
Por su parte Rafael Garófalo, considera que delito es ―una lesión de aquella 
parte del sentido moral que consiste en los sentimientos altruistas fundamentales 
(piedad y probidad) según la medida media en que se encuentran en las razas 
humanas superiores, cuya medida es la necesaria para la adaptación del individuo 
a la sociedad‖67. De esta definición se desprende que el autor en comento 
considera que el delito es un fenómeno o hecho natural, resultado inmediato de 
factores hereditarios, de causas físicas y de factores sociológicos. 
 
Ahora bien, Carrara estima que delito es la infracción de la Ley del Estado, 
promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos, resultante de un acto 
externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente 
dañoso‖68. 
 
 
64
 Idem. 
65
 Rodríguez Devesa, J. M. Derecho penal español. Parte general. Dykinson, Madrid, 1990. p. 325. 
66
 Barba Álvarez, Rogelio. Op. Cit., pp. 7-8. 
67
 Garofalo, Rafael. Criminología. Ángel Editor, México, 2003. p. 45. 
68
 Carrara, F. Programa de Derecho Criminal. Vol. I. U. de G., México, 2010. p. 61. 
 28 
Así, diversos autores abordan el concepto tripartito de delito, tales como Lizt 
que considera que ―es el acto humano culpable, antijurídico y sancionado con una 
pena, Beling, delito es una acción u omisión, típica antijurídica, culpable, punible y 
satisfaciendo las condiciones objetivas de punibilidad‖69. 
 
Rodríguez Devesa, refiriendo a diversos pensadores señala: ―Mayer, estima al 
delito a un acontecimiento típico, antijurídico e imputable; Saber, el delito es un 
acto típico, antijurídico y culpable; Delitala, delito será una acción u omisión 
típica‖70. 
 
Por su parte Jiménez de Asúa, considera que ―delito es un acto típico, 
antijurídico, imputable, culpable, sancionado con una pena adecuada y conforme a 
las condiciones objetivas de punibilidad y que se halla conminado con una pena o, 
en ciertos casos, con determinada medida de seguridad en reemplazo de ella‖
71
. 
 
Ahora bien Jorge Correa considera que ―el delito es un fenómeno complejo, 
variante y policausal. Las variables asociadas con la evolución de la actividad 
criminal pueden agruparse en factores, según su naturaleza y modo de operar 
sobre el nivel del delito‖72, como se expone a continuación: 
 
“1.- Factor socioeconómico: los incentivos. La literatura ha comprobado que 
los ciclos económicos, el desempleo en grupos vulnerables (hombres jóvenes de 
nivel socioeconómico bajo y, fundamentalmente, la desigualdad social) son 
variables fuertemente asociadas a aumentos o disminuciones en el nivel agregado 
de delito. 
 
 
69
 Cobo del Rosal, M. y Quintanar Diez, M. Instituciones de derecho penal. Parte General. s. e., Madrid, 2004. p. 48. 
70
 Rodríguez Devesa, J. M. Op. Cit., p. 329. 
71
 Jiménez de Azúa, L. Tratado de derecho penal. Tomo III, De Palma, Buenos Aires, 1965. p. 63. 
72 Correa Selamé, Jorge D. Criminología. Recuperado de : http://correalex.blogdiario.com/1141496460/ Fecha de consulta: 
14 de mayo del 2012, 21:15 hrs. 
http://correalex.blogdiario.com/1141496460/
 29 
Estas variables obran como incentivos o desincentivos de la actividad criminal. 
Contrariamente a la creencia difusa, la pobreza no constituye una causa directa de 
la delincuencia. 
 
2.- Factor demográfico y socio cultural: dentro de este factor se ubican 
variables que operan como incentivos, grado de urbanización y cantidad de 
hombres jóvenes. Y variables que obran como barreras de ingreso a la actividad 
criminal: familia, escuela y comunidad. 
 
En efecto, dado que el crimen es un fenómeno típicamente urbano, 
incrementos bruscos de urbanización y migraciones internas se encuentran 
fuertemente asociados con incrementos en las tasas de delitos. 
 
Las situaciones de exclusión social debidas a la cesantía o a la marginalización 
prolongada, al abandono escolar o al analfabetismo y a las modificaciones 
estructurales de la familia, parecen ser factores que se encuentran frecuentemente 
entre las causas sociales de la delincuencia. 
 
Distintos estudios sobre el perfil del victimario han llegado a la misma 
conclusión: el delito es una actividad que involucra mayoritariamente a hombres 
jóvenes, quienes constituyen el principal grupo de riesgo o vulnerable. Es por ello 
que incrementos en la proporción de hombres jóvenes sobre el total de la 
población coinciden con periodos en donde se observa un incremento en la tasa 
de delitos. 
 
3.- Factor institucional: los riesgosy los costos. El Estado interviene sobre la 
sociedad (sistema de seguridad) en orden a proteger la vida, libertad y propiedad 
de su población y garantizar el orden público. Al intervenir, desde la perspectiva de 
la economía del crimen, está imponiendo riesgos y costos al accionar criminal. En 
efecto, un individuo incentivado a cometer delitos (factor socioeconómico y 
demográfico), y sobre el que existan frágiles barreras de ingreso a la actividad 
 30 
criminal (factor socio-cultural) para operar deberá sortear los riesgos (policía) y 
costos (justicia y cárcel) que impone el Estado al proteger los derechos de los 
ciudadanos. 
 
Es evidente la responsabilidad institucional dada la inadecuación del sistema 
de justicia penal (policía, justicia y cárceles) a la delincuencia urbana y a su 
crecimiento. 
 
4.- Factores que se refieren al entorno urbano y físico: entre las causas 
ligadas al entorno, señalamos la urbanización incontrolada, la carencia de 
servicios urbanos, la ausencia del concepto de seguridad en las políticas urbanas, 
el surgimiento masivo de espacios semi-públicos (mall, estaciones, etc.), la 
promiscuidad y la ilegalidad de barrios trasformados en zonas bajo el control de 
pequeñas mafias locales. 
 
El crecimiento de la delincuencia urbana en muchas de las grandes ciudades 
del mundo durante los últimos 20 años ha llegado a constituir un problema serio. 
En los países del Norte, en los centros urbanos de más de 100.000 habitantes la 
criminalidad, en particular la pequeña delincuencia, ha crecido en entre el 3 y el 
5% anual durante los años 70 a 90. A partir de los años 90, debido a políticas de 
prevención y de refuerzo de aplicación de la ley, la tasa de criminalidad urbana ha 
empezado a estabilizarse con excepción de la criminalidad de los jóvenes (12-25 
años) y en particular la de los menores (12-18 años). Esta criminalidad se ha 
vuelto siempre más violenta y la edad de ingreso en la actividad delictual ha 
disminuido de 15 a 12 años. 
 
En los países del sur, a partir de los años 80, la criminalidad común ha crecido 
y tiende a aumentar hoy en día, mientras, la violencia de los jóvenes crece de 
manera exponencial. Fenómenos como los niños de la calle, el abandono escolar 
y el analfabetismo, la exclusión social masiva, el impacto de las guerras civiles y el 
comercio ilegal de armas ligeras han acentuado este proceso. 
 31 
 
Este aumento de la criminalidad se desarrolla en un contexto caracterizado por 
una parte por el crecimiento del tráfico y del abuso de drogas. Por otra parte 
coexiste con la globalización de la criminalidad organizada que contribuye a 
inestabilizar regímenes políticos, a incrementar los efectos de crisis económicas, 
como en Asia o en México en la década de los 90, y que incorpora algunos 
jóvenes delincuentes como mano de obra poco costosa‖73. 
 
Delito es pues, una conducta, acción u omisión típica (tipificada por la Ley), 
antijurídica (contraria a Derecho) culpable y punible (penada por la Ley). 
 
Se cierra este apartado con una reflexión de Mezger, quien consideró que ―lo 
que hoy y aquí es delito, quizás mañana y allí no lo sea, y al contrario‖74. 
 
1.5. LA CRIMINOLOGÍA CLÍNICA 
 
Al decir de Alfonso Quiroz Cuarón: ―La clínica criminológica tiene por objeto, 
por analogía con la clínica médica, formular una opinión sobre un delincuente, 
conteniendo esta opinión un diagnóstico, un pronóstico y eventualmente un 
tratamiento‖75. 
 
Por su parte Rodríguez Manzanera considera que ―el fin de la Criminología 
Clínica es el conocimiento de la personalidad del delincuente por medio de la 
‗descomposición analítica y su recomposición sintética‖. 
 
Benigno Di Tullio señala que la Criminología Clínica es ―la ciencia de las 
conductas antisociales y criminales, basada en la observación y el análisis 
profundo de casos individuales, sean éstos normales, anormales o patológicos‖76. 
 
73
 Idem. 
74
 Mezger, E. Criminología. s. e., Madrid, 1951. p. 4. 
75
 Quiroz Cuarón, Alfonso. La clínica criminológica. Manual de Introducción a las Ciencias Penales. Secretaría de 
Gobernación, INACIPE, México, 1976. p. 299. 
76
 Di Tullio, Benigno. ―Sul metodo e sulle finalitá della criminología clínica‖. En Delitto e Personalitá. Giuffré Editore, Milano, 
Italia, 1955. p. 103. 
 32 
 
Wolfgang y Ferracuti esgrimen que la Criminología Clínica ―consiste en la 
aplicación integrada y conjunta del saber criminológico y las técnicas del 
diagnóstico a casos particulares y con fines diagnósticos y terapéuticos‖77. 
 
La Criminología Clínica, como corriente criminológica, pretende ―reunir las 
diversas posturas y escuelas, y dar una explicación integral del caso concreto, al 
considerar al hombre como una unidad bio-psico-social‖78. 
 
Ahora bien, diversos pensadores asocian a la Antropología Criminológica 
con la Clínica Criminológica, entre ellos Canapa y Pisapia, quienes consideran que 
la antropología criminal estudia la personalidad del delincuente con la finalidad de 
realizar una acción de prevención y de tratamiento, así como evaluar la 
personalidad misma del individuo. 
 
Por su parte Manuel López Rey concibe cuatro clases de Criminología: la 
científica, la aplicada, la académica y la analítica, mismas que difieren en cuanto a 
contenido y función79. 
 
Rodríguez Manzanera considera que la Clínica Criminológica es, ante todo 
Criminología aplicada, puesto que existen tres niveles de interpretación: ―el 
conductual (crimen), el individual (criminal), y el general (criminalidad): la 
Criminología Clínica opera básicamente en el segundo nivel, analiza al sujeto 
antisocial en concreto, en su realidad personal e irrepetible‖80. 
 
Así, el autor en comento argumenta que la Criminología Clínica intenta 
explicar el crimen desde la perspectiva del criminal, puesto que ―para la 
Criminología Clínica no puede considerar que existe crímenes sino criminales‖81. 
 
77
 Ferracuti, Franco y Wolfgang, Marvin E. Il comportamiento violento. Giuffré Editore, Italia, 1966. p. 49. 
78
 Rodríguez Manzanera, Luis. Op. Cit., p. 36. 
79
 Cfr. Lopez Rey y Arroyo, Manuel. Criminología. Aguilar, Madrid, España, 1973. 
80
 Rodríguez Manzanera, Luis. Op. Cit., p. 38. 
81
 Idem. 
 33 
Entonces, esta corriente criminológica ―enseña en principio que no se deben 
aplicar reglas generales, sino estudiar a fondo cada caso concreto, no hablar del 
homicidio en general, sino hablar del homicidio que cometió este sujeto en 
particular, en este momento histórico determinado‖82. 
 
Así, la metodología empleada por el criminólogo clínico será intuitiva, 
orientada al caso concreto en estudio y deberá ser indiferente a la investigación 
―pura‖. 
 
Rodríguez Manzanera establece que: ―El clínico tiende a confiar en su ‗ojo 
clínico‘, en su intuición y su experiencia, adquirida en el contacto con casos reales; 
el teórico busca la confirmación de sus teorías en la práctica del clínico, sin poder 
encontrarla en todos los casos y, cuando tiene datos, son de escaso valor 
cuantitativo‖
83
. 
 
Una vez establecido lo anterior a continuación se abordará a la psicología 
criminal como parte fundamental de la Criminología Clínica, aspecto necesario e 
imprescindible para la elaboración del perfil criminológico del narcotraficante en 
México, motivo del presente estudio. 
 
 
 
 
82
 Idem. 
83
 Ídem. 
 34 
CAPÍTULO II 
PSICOLOGÍA CRIMINAL Y PERFÍL CRIMINOLÓGICO 
 
La criminalidad humana es un fenómeno complejo y su estudio se ha 
abordado desde la perspectiva de diferentes ciencias para su comprensión, 
evaluación y tratamiento. “En la actualidad se reconoce la necesidad de observar 
el comportamiento humano como la consecuencia de factores biológicos, 
psicológicos, sociales y ambientales, y por tanto laobligada necesidad de abordar 
su comprensión desde una perspectiva pluridisciplinar integradora”84. 
 
Así, la Psicología, como ciencia, comparte con diversas disciplinas el 
estudio del comportamiento humano, dentro de las que se encuentran: la 
Criminología, la Psiquiatría, la Antropología, el Derecho, la Sociología, la Medicina 
Forense, etc., mismas que lo hacen desde diversas perspectivas –algunas 
radicalmente diferentes- lo cual genera métodos y técnicas disímiles. 
 
2.1. CONCEPTO DE PSICOLOGÍA CRIMINAL 
 
En el Diccionario de Psicología se define a la Psicología criminal como “una 
rama aplicada de la Psicología que pone en relación determinadas variables 
psicológicas con el criterio práctico del atentado contra la norma jurídica”85. En 
este texto también se dice que “tradicionalmente, se ha ocupado de investigar al 
delincuente, las motivaciones de determinados delitos y las causas de la tendencia 
a la criminalidad, es decir, sus factores endógenos y exógenos. Así, se ponen en 
relación con la criminalidad, por ejemplo, componentes estructurales y 
constitucionales del individuo, influencia del medio en el que se desarrolla, 
circunstancias de la situación, la edad, el sexo, variables de personalidad, 
intelectuales o cognitivas, etc86. 
 
84
 Soria Verde, Miguel Ángel. “La psicología criminal: desarrollo conceptual y ámbitos de aplicación”, en Psicología Criminal. 
Pearson Educación, Madrid, 2006. p. 27. 
85
 DORSCH, F. Diccionario de Psicología. 8ª ed., Herder, Barcelona, 2002. 
86
 Cfr. Idem. 
 35 
Por su parte Blackburn considera que la Psicología Criminal es una ciencia 
que se ocupa de explicar el delito y aportar medidas para su control, puesto que: 
atiende al delincuente; estudia el hecho criminal; y previene el delito con 
programas de tratamiento a delincuentes o medidas para hacer menos vulnerables 
a las víctimas87. 
 
Para Guardiola, la Psicología criminal “estudia las aptitudes, los procesos 
mentales, la personalidad, la motivación (consciente o inconsciente) del criminal y 
de su crimen, partiendo, de la psicología del individuo hacia la psicología de los 
grupos sociales o antisociales”88, por lo que es una ciencia social aplicada, que 
busca resolver problemas complejos, utilizando un método y no actúa de forma 
aislada, ya que es interdisciplinar. 
 
Marchiori señala que: “la Psicología [criminal] trata de averiguar, de conocer 
qué es lo que induce a un sujeto a delinquir, qué significado tiene esa conducta 
para él, por qué la idea de castigo no le atemoriza y le hace renunciar a sus 
conductas criminales. La tarea psicológica consiste en aclarar su significado en 
una perspectiva histórico-genética”89. 
 
De acuerdo con Soria, la Psicología Criminal “ha sido entendida 
tradicionalmente como la ciencia que estudia las causas y motivos, normales y/o 
patológicos que conducen a una persona a convertirse en un delincuente”90. Esta 
rama psicológica se encuentra dentro de la Psicología jurídica, y abarca diversas 
áreas a saber: criminalidad, tratamiento de delincuentes, investigación criminal, 
victimización delictiva, etc. 
 
El mencionado autor define a la Psicología Criminal como “aquella vertiente 
de la Psicología jurídica que agrupando diversas áreas de la misma intenta 
abordar la comprensión del fenómeno de la delincuencia, sus causas, efectos y 
 
87
 Cfr. Blackbum, R. The psychology of criminal conduct. Wiley, New York, 1993. 
88
 Guardiola, Juan José Nicolás. Psicología criminal como ciencia. Diplomado en Criminología. UCAM, México, s/a. p.11 
89
 Marchiori, H. Psicología criminal. 7ª ed., Porrúa, México, 2000. p. 1. 
90
 Soria Verde, Miguel Ángel. Op. Cit., p. 28. 
 36 
tratamientos, con la finalidad de ayudar a su reducción mediante métodos 
preventivos o interventivos”91. Este autor considera que la Psicología criminal se 
sitúa dentro de la Psicología jurídica como rama de la Psicología y abarca áreas 
tales como: criminalidad, tratamiento de delincuentes, investigación criminal, 
victimización delictiva, etc. 
 
Por su parte Fernández-Ballesteros considera que el término Psicología 
criminal “se refiere a la aplicación de los conocimientos científicos de los que 
dispone la Psicología como ciencia, así como sus métodos, a la hora de 
esclarecer determinados delitos punibles por nuestro Código Penal”92, por lo que 
considera que la Psicología Criminal “es el conjunto de principios, métodos y 
técnicas de la Psicología científica que, aplicados al conocimiento del delito en 
general, y del crimen en particular, contribuyen a la investigación de los hechos 
delictivos graves, la identificación de criminales y la seguridad de los 
ciudadanos”93. 
 
Conducta o comportamiento hacen referencia a lo observable y a lo 
intangible (pensamientos, sentimientos, emociones). Sin lugar a dudas, los 
primeros son mucho más evidentes que los segundos, por lo que se deben 
abordar desde posiciones metodológicas distintas. 
 
El autor en comento considera que “la labor del psicólogo criminal o 
criminalista se basa en su integración en un equipo con la misión de realizar el 
análisis psicológico de los escenarios de un crimen, desde el punto de vista de los 
indicios y evidencias conductuales. Así, analiza a la víctima y su perfil de 
personalidad, analiza al agresor y sus motivaciones, las características del crimen 
(método, nivel de violencia, secuencia de actos, etc.). Con todos estos datos, se 
 
91
 Ibidem, p. 29. 
92
 Fernández-Ballesteros González, Eugenio. “La Psicología criminal en la práctica pericial forense”, en Psicología Criminal. 
Op. Cit., p. 60. 
93
 Idem. 
 37 
elaboran perfiles de los agresores que ayudan a la clarificación de los delitos y la 
identificación de los criminales”94. 
 
Dentro de las áreas de la ciencia psicológica que han realizado 
aportaciones significativas a la comprensión del comportamiento criminal, se 
tienen: Psicología evolutiva, Psicología social, Psicología biológica y Psicología del 
comportamiento. 
 
Ahora bien, el ámbito de aplicación de la Psicología criminal, en un sentido 
amplio, es atender al delito, al estudio del hecho criminal y a su prevención, por lo 
que se distingue: 
 
 “La Psicología legal versa sobre el juicio oral y los testimonios y coordina 
las nociones psicológicas y psicopatológicas que ocurren por la aplicación 
de las normas penales vigentes sobre las condiciones del menor, del 
enfermo mental, así como de las circunstancias agravantes o atenuantes. 
 La psicología forense, que trata al acusado y partícipes. 
 La Psicología policial, que está intermedia entre la psicología criminal y la 
psicología forense”95. 
 
De las definiciones anteriores se desprende que la Psicología criminal rebasa 
“el límite de la observación individual del sujeto antisocial extendiéndose hacia 
estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que influyen en la 
criminalidad, ya sean individuales o colectivos”96. 
 
Así, esta ciencia, al igual que otras disciplinas científicas, pretende describir, 
explicar, predecir y modificar, en este caso, la conducta criminal. 
 
 
94
 Idem. 
95
 GUARDIOLA, Juan José Nicolás. Op. Cit., p.11. 
96
 Ibidem, p. 12. 
 38 
Se tiene entonces que el objeto de estudio de la Psicología criminal es “el 
estudio científico de los determinantes psicológicos del comportamiento antosicial 
y delictivo. Para este fin, se formulan hipótesis y teorías psicológicas para la 
descripción y explicación del comportamiento delictivo, además de cuestiones 
asociadas a la prevención, resocialización y medidas pertinentes de terapéutica”97. 
 
La metodología utilizada por la Psicología criminal, como ciencia empírica, 
(experimental) es de índole inductivo,

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