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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
A R A G Ó N 
 
 
TESIS 
 
ENSAYO 
 
EL PERIÓDICO ALTERNATIVO EN INTERNET: 
UN ANÁLISIS CUALITATIVO DE LA COBERTURA 
INFORMATIVA EN LOS PROCESOS ELECTORALES 
DE MÉXICO EN 2012 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
 
LICENCIADO EN COMUNICACIÓN Y PERIODISMO 
 
 
 
PRESENTA: 
 
 ALBERTO VARGAS GUTIÉRREZ 
 ASESORA: 
 MTRA. CLAUDIA MATILDE ALDANA 
GONZÁLEZ 
 
 
 
 
NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO.DE MÉXICO, 2018 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
1 
 
El periódico alternativo en Internet: 
un análisis cualitativo de la cobertura informativa en los procesos 
electorales de México en 2012 
 
Índice 
Introducción…………………………………………………………………………..3 
 
Capítulo 1. Teorías de comunicación y democracia: esfera pública y 
opinión pública……………………………………………………………………...10 
 
1.1 Esfera pública y opinión pública………………………………………………..10 
1.2 El actuar de los medios en la sociedad……………………………………….12 
1.3 El cuarto poder: los medios como herramientas políticas……....................14 
1.4 La inclusión de la agenda setting en los medios……………………………..16 
1.5 Capitalización de los medios: desconfiguración mediática………………….18 
1.6 Hegemonía mediática de las élites políticas intelectuales…………………..19 
1.7 La comunicación alternativa en la esfera pública…………………………….21 
 
Capítulo 2. El papel de la comunicación alternativa 
en América Latina…………………………………………………………………..24 
 
2.1 Reseña histórica de la comunicación alternativa: un esbozo hacia su 
 definición..…………………………………………………………………..........24 
2.2 Redefiniendo lo alternativo como concepto…………………………………..27 
2.3 Los ejes del modelo alternativo en nuestros días……………………………30 
2.4 El contenido de los mensajes alternativos……………………......................35 
2.5 Medios alternativos: un espacio para confrontar la hegemonía 
 mediática………………………………………………………………………….39 
 
 
Capítulo 3. La crisis periodística y el papel de los 
cibermedios en la red……………………………………………………………...41 
 
3.1 La crisis periodística frente a las nuevas tecnologías……………………….41 
3.2 Usos y servicios de la red: el dominio del espacio mediático………………44 
3.3 Periódico digital: el surgimiento de un nuevo paradigma informativo……..49 
3.4 Diversificación de los medios digitales………………………………………..54 
 
2 
 
Capítulo 4. Método de Investigación……………………………………………57 
 
4.1 El análisis de contenido…………………………………………………………58 
4.2 Muestras y unidades de análisis……………………………………………….60 
4.3 Resultados………………………………………………………………………..63 
 4.3.1 Cantidad de noticias publicadas por periódico………………………...63 
 4.3.2 Análisis de los titulares…………………………………………………...64 
 4.3.3 Espacio de las noticias publicadas……………………………………...65 
 4.3.4 Ciclos informativos de cobertura.........................................................66 
 4.3.5 Fuentes informativas……………………………………………………...67 
 4.3.6 Actores o protagonistas de las informaciones......................................68 
 4.3.7 Valoración periodística……………………………………………….......69 
 
 
Conclusiones………………………………………………………………………..70 
Anexos………………………………………………………………………………..75 
Fuentes de consulta………………………………………………………………..92 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
Introducción 
 
Los medios de comunicación han desempeñado históricamente un papel pre-
ponderante en la concepción y construcción de las democracias, pues es a tra-
vés de éstos como muchos de los individuos tienen un conocimiento más amplio, 
o no, sobre los hechos que acontecen a su alrededor. En esta perspectiva los 
medios pueden ser vistos como herramientas necesarias para una formación 
cultural y política que permita crear mejores condiciones de crecimiento y desa-
rrollo social. 
 
Sin embargo, estudios recientes sobre medios y democracia señalan que 
el tratamiento informativo y algunas tendencias mercadológicas, han ido cam-
biado de forma radical la función política de los medios de comunicación masiva. 
Esta estructura de la que cada vez más medios forman parte, se basa en un 
modelo de mercado que tiene como principales objetivos la obtención de ganan-
cias económicas y el establecimiento de un status quo social que favorezca a 
ciertos sectores políticos; dicho en otras palabras: la producción y variedad de 
sus contenidos dependen en gran medida de las necesidades de la economía 
de mercado y de los intereses de quienes los manejan. 
 
Como consecuencia de esta situación, los medios tradicionales pasaron 
de ser un elemento esencial para lograr el fortalecimiento de la esfera pública, a 
ser espacios privados desde donde se busca satisfacer y mantener vigentes los 
intereses políticos y mercantiles establecidos. Ante esta condición desfavorable, 
el surgimiento de los medios de comunicación electrónicos representa una opor-
tunidad para observar detalladamente la trascendencia que tienen estos nuevos 
modelos de interpretación social en los procesos colectivos y políticos. 
 
En una primera aproximación, dichos paradigmas apuntan a un rediseño 
de la esfera pública y la acción colectiva, especialmente en lo que se refiere al 
uso de herramientas tecnológicas para la comunicación y la organización social 
y política. Sin embargo, aunque el Internet y las Nuevas Tecnologías de la Infor-
mación y la Comunicación (NTICs) han rediseñado los espacios y las formas de 
4 
 
hacer comunicación, muchas de las nuevas estructuras noticiosas digitales si-
guen produciendo información bajo la misma lógica de consumo que se maneja 
en los medios tradicionales; por lo tanto, su manera de proyectarse y relacio-
narse con los receptores no ha cambiado a grandes rasgos. 
 
Un ejemplo claro son los periódicos más influyentes de México e Hispa-
noamérica, que únicamente trasladaron su cuerpo impreso a una versión digital 
para convivir con todo lo que implica este nuevo escenario, y de esta manera 
poder asumir una posición de vanguardia ante las audiencias. 
 
Este hecho generó la discusión acerca de qué cambios deberían presen-
tarse en la forma y los contenidos de los medios digitales. Tras las exigencias 
del nuevo orden, los periódicos comenzaron a modificarse, haciendo uso de las 
herramientas informáticas de una manera propia. Después de años de cambios 
y evolución en el campo de la comunicación, los periódicos digitales pueden hoy 
clasificarse de manera general en dos categorías: medios de comunicación na-
tivos digitales y medios de comunicación inmigrantes digitales. 
 
Al hablar de estos fenómenos hacemos referencia específicamente a dos 
iniciativas: unos son los periódicos digitales creados desde empresas periodísti-
cas convencionales —especialmente las de medios impresos— y que identifica-
remos en este trabajo como tradicionales; y los otros son periódicos digitales 
independientes que se gestaron al calor del surgimiento del Internet, denomina-
dos alternativos. En ambos modelos encontraremos claramente una serie de ca-
racterísticas estructurales, operativas e ideológicas, que de cierta manera los 
contrapone, y las cuales nos servirán para develar el tipo de servicios e informa-
ciones proporcionadospor cada uno de estos paradigmas in-formativos en Inter-
net. 
 
Ambas son experiencias que resultan interesantes para analizar, sobre 
todo cómo los medios de comunicación digitales pueden llegar a dificultar o faci-
litar la integración de la estructura social en los procesos democráticos; en espe-
cial nos interesa profundizar en los modelos alternativos; pues se supone que 
éstos buscan dar un nuevo enfoque a la información tradicionalmente consumida 
5 
 
a través de los medios convencionales, lo que significa que responden en esen-
cia a los objetivos básicos del Internet: contribuir a ampliar nuevas formas y mo-
dos de comunicación. 
 
En concreto, la información periodística representa un producto a través 
del cual se construyen modelos, tendencias e ideologías que permean la cultura 
política de los ciudadanos. Por ello resulta indispensable realizar un análisis es-
tructural de la información, es decir: tono, agenda (temas), volumen, protagonis-
tas de la información, prioridad y demás características propias del contenido 
noticioso. 
 
En este sentido lo que pretendemos en esta investigación es confirmar 
nuestra hipótesis, la cual sostiene que: los medios electrónicos alternativos, a 
través de la implementación de dinámicas informativas distintas a las de los me-
dios tradicionales, fungieron durante los procesos electorales de México en el 
año 2012 (específicamente en el periodo conocido como veda electoral), como 
importantes herramientas para el fortalecimiento de la esfera pública y de su 
componente, la sociedad civil. 
 
Para demostrar lo anterior se analizarán las características informativas 
que emplearon dos de los medios digitales más representativos de la comunica-
ción alternativa y tradicional en Hispanoamérica. Nos referimos a rebelion.org, 
considerado un estandarte del modelo alternativo, y eluniversal.com.mx, como 
representante de la propuesta del modelo tradicional. Buscaremos dar repuesta 
mediante una comparación entre ambos modelos informativos, a las siguientes 
interrogantes de investigación: 
 
1.- ¿Las expresiones propias del contenido alternativo contribuyeron a que los 
ciudadanos fortalecieran su cultura y educación política durante los procesos 
electorales de México en el año 2012? 
 
2.- ¿Si y cómo influye el proceso de comunicación en las prácticas sociales, in-
cluida la práctica política? 
 
6 
 
3.- ¿Qué aspectos de la comunicación alternativa han cambiado a raíz de los 
nuevos soportes tecnológicos y qué otros se han conservado? 
 
4.- ¿Qué características, funciones, procesos de organización y producción com-
parten y distinguen a los periódicos digitales alternativos de los digitales tradicio-
nales? 
 
5.- ¿Cuáles son los rasgos identitarios que caracterizaron a la estructura noti-
ciosa de rebelion.org y eluniversal.com.mx durante los comicios electorales? 
 
Como se esbozó anteriormente, el objetivo general de esta investigación 
será: 
 
 Comparar, a través de un análisis de contenido, el tratamiento informativo 
que los portales, rebelion.org y eluniversal.com.mx, como representantes 
de cada uno de los modelos de comunicación estudiados en este trabajo, 
le dieron a la cobertura noticiosa del proceso electoral de México en el 
año 2012, para crear un diagnóstico que permita conocer de qué manera 
los modelos alternativos que habitan en Internet han contribuido en la edi-
ficación de una cultura y educación democrática ciudadana. 
 
Es así, que los objetivos particulares y concretos de nuestra investigación 
están centrados en: 
 
 Señalar cómo el proceso de comunicación ha influido en la forma de cons-
truir y desafiar las relaciones de poder, incluida la práctica política. 
 
 Encontrar qué rasgos y peculiaridades ha adquirido recientemente el 
campo de la comunicación alternativa con la llegada de las nuevas tecno-
logías de la información, y qué otras ha mantenido vigentes. 
 
 Describir qué características, funciones, procesos de organización y pro-
ducción distinguen y comparten los periódicos digitales alternativos con 
los tradicionales. 
7 
 
 
 Y por último, generar categorías que nos permitan interpretar los rasgos 
identitarios de la estructura noticiosa que caracterizó a cada modelo ana-
lizado durante los comicios electorales. 
 
 
En este tenor, se consideraron los siguientes puntos de partida: primero, 
las características y cualidades de operatividad de cada modelo digital analizado; 
y segundo, las causas que motivan y justifican la existencia de éstos, en especí-
fico los relacionados con los procesos alternativos de comunicación. 
 
 De esta manera, el supuesto básico que nos incita a profundizar en tal 
situación, es la marcada controversia originada a partir del funcionamiento y 
desempeño que cada uno de los paradigmas electrónicos (alternativo y tradicio-
nal) efectuó durante los procesos electorales federales. 
 
La estrategia metodológica que emplearemos comprenderá de un análisis 
cualitativo y cuantitativo (análisis de contenido) de la relevancia que tuvo la forma 
en que funciona la comunicación realizada por dichos paradigmas. Para esto, se 
analizarán los rasgos y/o características de sus contenidos con base en sus no-
ticias publicadas durante el periodo conocido como veda electoral. Nuestra in-
tención es descifrar, a través de una categorización, los elementos identitarios 
que distinguieron a sus respectivos discursos noticiosos. Además de revelar la 
manera en que se interpreta la importancia de tales discursos, pero sobre todo, 
cómo los implementan para influir en la percepción de los sujetos y actores so-
ciales. 
 
Consideramos que el análisis de contenido nos proporcionará una lectura 
del comportamiento político mediante la fragmentación de la información noti-
ciosa, en la cual los medios manifiestan intereses, ideologías y tendencias. Tal y 
como lo señala Laurence Bardin: el análisis de contenido es un conjunto de téc-
nicas de análisis de las comunicaciones utilizando procedimientos sistemáticos 
y objetivos de descripción del contenido de los mensajes. Por ello, a lo largo del 
8 
 
trabajo se hará una constante comparación de los modelos que componen nues-
tra investigación, de esta manera los datos obtenidos darán validez y fiabilidad a 
nuestros resultados. 
 
Así, para lograr todo lo que hemos planteado, en el primer capítulo se 
dejará sentado el marco teórico que nos permitirá comprender algunas funciones 
que desempeñan los medios dentro de los sistemas democráticos, desde la pers-
pectiva teórica de la democracia moderna y del modelo del espacio público, en 
donde son tres las premisas indispensables de su configuración: las teorías de 
la Acción Comunicativa y Democracia Deliberativa de Jürgen Habermas; la teo-
ría de la Comunicación y el Poder de Manuel Catells; y el análisis teórico de 
Maxwell McCombs y Donald Shaw sobre las funciones de la Agenda Setting. 
 
Tales andamiajes teóricos y metodológicos nos ayudarán a entender la 
transformación de las condiciones sociales de denominación a través del manejo 
de estructuras de poder como lo son los medios de comunicación. Además la 
influencia que los contenidos y el control de los medios ejercen sobre las preo-
cupaciones de los receptores, sobre sus argumentos de debate y sobre la ges-
tión de sus intereses. 
 
Con base en ello, en el segundo capítulo emprendemos una revisión de 
las diversas teorías sobre la comunicación alternativa. Abordaremos de manera 
clara y concisa las repercusiones y beneficios que trajo consigo el desarrollo y la 
implementación de esta modalidad informativa en el espacio público moderno, 
es decir, en la red. La línea de argumentación para ejemplificar esta idea se con-
centrará en tres líneas teóricas: en un primer nivel emplearemos las teorías de 
Antonio Gramsci y Paulo Freire sobre comunicación alternativa. Después, a tra-
vés dela visión de reconocidos investigadores y académicos como: Máximo Sim-
pson, Clemencia Rodriguez, Javier Esteinou y Manuel Corral, interpretaremos 
las características políticas y socioculturales que identifican y distinguen a los 
medios alternos de los tradicionales. 
 
9 
 
En el tercer capítulo se estudiará la importancia de concebir a los medios 
electrónicos que conforman la estructura alternativa, en la dinámica comunica-
tiva y democrática, como espacios estratégicos para el fortalecimiento de la es-
fera pública. Para entender a grandes rasgos el papel de las Nuevas Tecnologías 
de la Información y la Comunicación (NTICs) en este hecho, emplearemos los 
marcos teóricos de importantes investigadores en la materia como lo son: Octa-
vio Perales, Javier Díaz Noci, Javier Esteinou y Manuel Castells. 
 
Finalmente, en el cuarto capítulo se expondrá el marco estratégico y me-
todológico —basado en el análisis de contenido de las premisas teóricas y prác-
ticas de lo que hoy reconoce a los medios digitales tradicionales y alternativos—, 
que servirá para presentar de manera objetiva las conclusiones y sugerencias 
de este proyecto de investigación, concluyendo así con esta línea que nos brin-
dará las herramientas necesarias para entender de forma más completa el papel 
de los cibermedios en el desarrollo democrático. 
 
Es así que esta investigación aspira a demostrar que la visión general de 
la comunicación alternativa es una manera eficaz para analizar los movimientos 
sociales y democráticos, partiendo del análisis de sus discursos y sus rasgos 
identitarios. Interpretar la forma en que operan, así como su ideología y sus fines, 
nos permite comprender por qué se rigen bajo las premisas que los identifican. 
Al mismo tiempo comprenderemos cómo sus audiencias son afectadas o bene-
ficiadas durante el proceso comunicativo que ejercen estos paradigmas. 
 
Por todo lo anterior, se puede decir que este trabajo es el resultado de un 
esfuerzo del entendimiento teórico y práctico de uno de los más importantes ejer-
cicios comunicacionales y democráticos que se presenta en México, que servirá 
para comprender cómo los medios electrónicos alternativos de información se 
han convertido en indispensables instrumentos de expresión política tanto para 
los organismos sociales como para la sociedad civil. Es innegable el beneficio 
social que se puede obtener de las redes electrónicas. Por ello, es necesario 
analizar y entender qué nuevas alternativas ofrecen este tipo de medios informa-
tivos, así como sus inherentes posibilidades y limitaciones. 
 
10 
 
Capítulo 1. Teorías de comunicación y democracia: esfera pública y opi-
nión pública 
 
Para este primer capítulo recurriremos a distintas perspectivas teóricas que nos 
ayudarán a comprender la práctica mediática dentro de las diferentes situaciones 
relacionadas con el poder. Principalmente nos enfocaremos en uno de los auto-
res más influyentes del siglo XX y uno de los referentes a la hora de querer en-
tender este fenómeno: la incursión de los medios como instrumentos persuasivos 
que impulsan o bloquean la acción deliberativa de los ciudadanos. Nos referimos 
al filósofo y sociólogo alemán: Jürgen Habermas. 
 
1.1 Esfera pública y opinión pública 
 
El advenimiento de las nuevas democracias,1 sugiere nuevos espacios de inter-
pretación y acción qué den como resultado a ciudadanos mejor preparados para 
enfrentar los complejos escenarios públicos y políticos que se nos presentan. 
Esta es una idea que toma forma a partir de los planteamientos y conceptos 
desarrollados en la teoría de la acción comunicativa por el sociólogo alemán Jür-
gen Habermas. 
 
Para comprender de manera más clara y precisa los anteriores argumen-
tos empezaremos definiendo qué es opinión pública y esfera pública: conceptos 
centrales del modelo normativo de Habermas que nos permitirán comprender las 
condiciones comunicativas bajo las cuales se forma la integración social y sisté-
mica en las sociedades actuales. 
 
 
 
 
1 Entendemos por nuevas democracias: aquellos constructos sociales en los que sus métodos 
de organización buscan conseguir una forma de gobierno más participativa, ágil, eficiente, donde 
se promueva el desarrollo de capacidades mediante la utilización de los nuevos medios de co-
municación en los procesos de interacción con el espacio público. 
 
11 
 
En el estudio que realizó Habermas de este fenómeno hace referencia a 
un espacio en donde la sociedad civil2 expone y refleja sus necesidades e intere-
ses, al cual denomina esfera pública, que definiremos cómo: un espacio de con-
frontación intermedio entre múltiples actores. Según él, ahí se desarrolla otro 
elemento necesario para garantizar la consolidación de lo que nos presenta 
como democracia, es decir, la opinión pública, entendida cómo: la deliberación 
que efectúan los individuos entre sí, a través de la acción comunicativa. 
 
De esta manera encontramos que los planteamientos de Habermas res-
pecto a lo que se entiende por opinión pública y esfera pública, se relacionan 
directamente con la idea de que los medios de comunicación resultan ser una 
pieza fundamental para la interacción y el entendimiento entre los sujetos, situa-
ción que los convierte en una categoría necesaria para la toma de decisiones. 
 
Entre los siglos XVII y XVIII la prensa comenzó a ser vista como un impor-
tante producto en el espacio de confrontación ciudadana, esto se debió a que 
ayudó a desarrollar la discusión y el debate crítico en el espacio público.3 A dife-
rencia de autores como Theodor W. Adorno, Max Horkheimer y Antonio Gramsci, 
Habermas planteó que la prensa no está limitada a ser un simple órgano de 
transmisión, él más bien la entiende cómo: una mediadora necesaria para esti-
mular el debate público, pues a través de ella las instituciones e individuos que 
conforman y controlan a los Estados modernos adquieren legitimidad. 
 
 
2 Para Habermas, el concepto de sociedad civil aparece sustentado en su distinción entre sistema 
y mundo de la vida, orientados por dos lógicas opuestas. La sociedad civil es el ámbito donde el 
poder se constituye comunicativamente, y desde él se resiste el poder social del mercado y de 
la burocracia estatal. Está constituida por aquellas asociaciones y organizaciones voluntarias, 
más o menos espontáneas, que no son ni económicas ni estatales, y recogen los problemas en 
los ámbitos de la vida privada, los tematizan y elevan al espacio de la opinión pública política. 
Aparece entonces presentada como el sustrato de un espacio público creado comunicativamente 
por quienes defienden intereses universalizables. V. Ana Fascioli, “El concepto de sociedad civil 
en J. Habermas”, sd, p.14, en: http://cisav.mx/wp-content/uploads/2015/07/M%C3%B3dulo-3.-E 
stado-y-sociedad-civil.-Mtra.-Maril%C3%BA-Mart%C3%ADnez.pdf, consulta: 2 de noviembre de 
2014. 
3 Para autores como Manuel Castells, Javier Esteinou y Jean-Marc Ferry, el espacio público 
representa un marco mediático y tecnológico donde un grupo de actores sociales (medios) de 
difusión, presenta a un público los múltiples aspectos de la vida social. V. José Cisneros, “La 
privatización del espacio público. Análisis conceptual”, Razón y Palabra, núm. 55, febrero-marzo 
de 2007, http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n55/jcisneros.html, consulta: 26 de octubre 
de 2015. 
 
http://cisav.mx/wp-content/uploads/2015/07/M%C3%B3dulo-3.-E
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n55/jcisneros.html
12 
 
Sin embargo, advierte que a causa del proceso de comercialización al que 
fue sometida la prensa, éste ámbito, la esfera pública, comenzó a sufrir intensos 
cambios que terminaron por llevarla al declive. El autor alemán expone cómo a 
través de la prensa se comenzó a sustituir el lado crítico de la población por unosumiso y conformista; la causa: que las informaciones que generaban debate 
entre los sujetos fueron remplazadas por productos simbólicos consumibles, lo 
que terminó tergiversando los intereses públicos de la sociedad. Dicho en pala-
bras de Chiara Sáez Baeza: 
 
[…] la base social originaria del tipo ideal construido por Habermas estaba com-
puesta exclusivamente de pequeños propietarios privados que convertían sus 
intereses privados en objeto de común raciocinio, lo cual terminó teniendo con-
secuencias sobre el tipo de esfera pública o el tipo de discursos que se pusieron 
en circulación dentro de ésta […]4 
 
Desde el punto de vista ideal, los anteriores argumentos funcionan como 
una serie de procesos a través de los cuales se determinan las relaciones socia-
les y de poder. Sin embargo, también forman parte de una ideología burguesa-
patriarcal ejercida por la clase dominante. 
 
1.2 El actuar de los medios en la sociedad 
 
En la actualidad a nadie sorprende la capacidad coercitiva que poseen los me-
dios de comunicación, mucho menos el poder que éstos tienen dentro del terreno 
político, como bien afirma Issa Luna Pla: “… los medios actuales se definen como 
espacios privados susceptibles a influir en la política, la gestión Estatal y en la 
vida privada de los individuos”.5 
 
 
4 Chiara Sáez Baeza, “Invisibilización de la comunicación alternativa: propuestas de entrada y 
salida”, Revista Latina de Comunicación Social, núm. 64, 2009, http://www.revistalatina.org/09/a- 
rt/34_833_44_ULEPICC_16/RLCS_art833.pdf, consulta: 2 de noviembre de 2014. 
5 Issa Luna Pla, “Medios de comunicación y democracia: realidad, cultura cívica y respuestas 
legales y políticas”, Razón y Palabra, núm. 23, octubre-noviembre de 2001, http://www.razonypa-
labra.org.mx/anteriores/n23/23_iluna.html, consulta: 6 de noviembre de 2014. 
http://www.revistalatina.org/09/a-
13 
 
Por tales motivos, la comunidad estudiosa del tema ha ilustrado cómo los 
medios de comunicación han sido utilizados —en diversos contextos y situacio-
nes— como promotores de intereses ideológicos, políticos, económicos y cultu-
rales. Para autores como Manuel Castells: “Los mass media son transmisores 
de poder, ya que ellos, organizados en oligopolios globales y sus redes de dis-
tribución, son la fuente principal de los mensajes y las imágenes que llegan a la 
mente de las personas”.6 
 
Otro autor que se suma a esta idea es el filósofo estadounidense: Noam 
Chomsky, quien cree que los grupos de poder, mediante el uso de la propaganda 
y los medios de comunicación, han logrado controlar la voluntad pública y formar 
perfiles específicos en las sociedades. Chomsky explica cómo: “El poder finan-
ciero y empresarial y los medios de comunicación fomentaron y prestaron un 
gran apoyo a esta operación, de la que, a su vez, obtuvieron todo tipo de prove-
chos”.7 Los anteriores argumentos refuerzan lo que Habermas en reiteradas oca-
siones expone como un proceso de “refeudalización” del espacio de confronta-
ción ciudadana, el cual transformó al público en un recibidor de mensajes. En 
palabras de este último autor: 
 
… el consensus fabricado tiene poco en común con la opinión pública, con la una-
nimidad final resultante de un largo proceso de recíproca ilustración; porque el 
“interés general”, sobre cuya base… podía llegar a producirse libremente una coin-
cidencia racional entre las opiniones públicamente concurrentes, ha ido desapa-
reciendo exactamente en la medida en que la autopresentación publicística de 
intereses privados privilegiados se lo iba apropiando.8 
 
Por lo anterior, nosotros, como los autores antes mencionados, también 
percibimos a los a los medios de comunicación como: la piedra angular desde 
 
6 Manuel Castells, El poder en la sociedad red, Madrid, Alianza Editorial, 2006, p. 55. 
7 Noam Chomsky, “El control de los medios de comunicación”, Razón y Palabra, julio-agosto de 
2004, http://www.razonypalabra.org.mx/publicado/chomsky.html, consulta: 27 de noviembre de 
2014. 
8 Jürgen Habermas, cit. pos, Abel Somohano Fernández, “Ruta crítica en torno al concepto de 
esfera pública: Una aproximación teórica e histórica para el rescate de su dimensión emancipa-
dora”, Razón y Palabra, núm. 76, mayo-julio de 2011, http://www.razonypalabra.org.mx/N/N76/ 
Varia/5a%20entrega/44_Somohano_V76.pdf, consulta: 27 de noviembre de 2014. 
http://www.razonypalabra.org.mx/publicado/chomsky.html
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N76/
14 
 
donde se ejecutan los procesos globales de democratización, a través de meca-
nismos como el establecimiento de la agenda, el enmarcado y la preparación de 
noticias y otros mensajes. 
 
1.3 El cuarto poder: los medios como herramientas políticas 
 
Es muy claro que una de las principales preocupaciones que aborda Habermas 
en sus diversos estudios sobre esfera pública y opinión pública, corresponde a 
la capacidad que las estructuras comunicativas obtuvieron a partir del siglo XIX 
para intervenir y alterar las decisiones de los sujetos, principalmente las que mo-
difican la realidad política. Según este autor: “… el público, desde esa centuria 
hasta la actualidad, es manipulado burdamente por los medios de comunica-
ción”.9 
 
Sin embargo, estas consideraciones han creado conflicto en diversos au-
tores, ya que para algunos se necesita más que un simple control instrumenta-
lista sobre la prensa para poder condicionar y predeterminar el comportamiento 
político y electoral de los ciudadanos. Aunque nuestro objetivo principal no es 
ahondar en este fenómeno al que Habermas señala como una de las causas 
principales de la hostilidad política que nos rodea, es necesario puntualizar que, 
desde nuestra perspectiva, es la combinación de ciertas fuerzas variables y no 
sólo los mecanismos implementados desde los medios de comunicación, lo que 
puede llegar a modelar las informaciones, los hábitos, los gustos y el actuar de 
los sujetos. Al respecto, Vicente Juárez Gámiz, refiriéndose al rol que juegan los 
medios en las instancias democráticas, advierte que: 
 
Cuando hablamos de los elementos que inciden en la definición de una elección 
presidencial es ineludible toparse con la discusión acerca de la influencia que 
tienen los medios de comunicación en el resultado electoral. Se trata de una 
ponderación que, dado el intenso flujo de mensajes, plataformas de comunica-
ción y diversidad en los perfiles socioeconómicos, culturales y políticos del elec-
torado, está destinada a la subjetividad.10 
 
9 Somohano Fernández, idem. 
10 Julio Juárez, et al., Audiencias Saturadas Comunicación Fallida, México, Grupo Delphi, 2013, 
p. 144. 
15 
 
A pesar de dichos señalamientos los medios son considerados hoy: “… 
'espacios decisivos del reconocimiento social' que promueven y constituyen re-
configuraciones en las mediaciones en que se constituyen los modos de interpe-
lación de los sujetos desde la política y las representaciones cohesivas de la 
sociedad”.11 
 
Partiendo del planteamiento anterior, podemos aludir varios casos en 
donde los medios de comunicación han intervenido directamente como actores 
políticos y sociales. Uno de los ejemplos más sonados recientemente es el de-
rrocamiento del régimen de Hosni Mubarak. El 25 de enero la sociedad egipcia 
inició un movimiento a través de las redes sociales (principalmente por Facebook 
y Twitter) para derrocar a quien por 30 años estuvo al frente del poder de aquella 
nación. Este acontecimiento significó un punto trascendental en la historia del 
desarrollo de las redes cibernéticas y su uso para promover causas políticas o 
sociales.12 
 
En México, como en otros países, los tiempos electorales resultan un buf-
fet propagandístico que intenta en lo posible atiborrar a los ciudadanos con sus 
productos:candidatos y partidos. En el año 2006 se comenzaron a enviar men-
sajes políticos por los correos electrónicos; ya para el 2012 los equipos de tra-
bajo, militantes, simpatizantes y candidatos de todos los partidos usaron las re-
des sociales para informar, persuadir y lanzar guerra sucia contra sus 
contrincantes.13 
 
Por otro lado, es menester destacar que los medios de comunicación 
—como promotores de la acción deliberativa— no dependen sólo de su uso en 
aspectos políticos o de marketing; igualmente han logrado cobrar un rol protagó-
nico como instrumentos de denuncia y concientización, pues diversos grupos 
utilizan estas redes como su principal medio para promover y ejercer su línea de 
 
11 Jesús Martín Barbero, cit. pos, Abel Somohano Fernández, op. cit. 
12 V. “Redes sociales, fundamentales para caída de Mubarak” (Notimex), en La Crónica de Hoy 
en línea, http://www.cronica.com.mx/notas/2011/560087.html, consulta: 25 de noviembre de 
2014. 
13 V. René Sánchez Juárez, “Uso de redes sociales”, en Milenio en línea, http://www.mile-
nio.com/firmas/rene_sanchez_juarez/Uso-redes-sociales_18_198160227.html, consulta: 13 de 
diciembre de 2014. 
http://www.cronica.com.mx/notas/2011/560087.html
16 
 
acción. Un gran número de casos de corrupción, violencia, maltrato animal, abu-
sos de autoridad, negligencias médicas, injusticias y convocatorias populares 
han surgido en momentos y contextos totalmente diferentes, pero a pesar de eso 
comparten características que de alguna manera los unifica, tales como: el uso 
de las estructuras mediáticas para interactuar o, la utilización del espacio público 
para conflictuar su entorno o realidad. 
 
Ejemplos como los anteriores sobran, lo que nos demuestra que los me-
dios de comunicación aparecen y han aparecido a lo largo de la historia como 
actores fundamentales de las sociedades. En este sentido, es necesario resaltar 
que su status protagónico los vuelve susceptibles a ser utilizados para satisfacer 
diversos intereses, entre ellos los políticos, que son los que particularmente nos 
interesa analizar y los que los colocan dentro del marco democrático como so-
bresalientes herramientas de poder. 
 
1.4 La inclusión de la agenda setting en los medios 
 
Varios investigadores han tratado de exponer cómo los medios de comunicación 
a través de sus contenidos intervienen en los intereses, preocupaciones y argu-
mentos de sus receptores. Entre los autores que comparten esta idea podemos 
ubicar a Donald L. Shaw y Maxwell McCombs, quienes refieren que los medios, 
“buscan mantener el interés y el pulso de opinión”14 por medio del estableci-
miento de una agenda temática. 
 
Para entender mejor dicha idea partiremos del concepto de agenda setting 
que Shaw y McCombs, definieron como: “El resultado de la relación que se es-
tablece entre el énfasis manifestado por el tratamiento de un tema por parte de 
los medios de comunicación y las prioridades temáticas manifestadas por los 
miembros de una audiencia tras recibir los impactos de los media”.15 
 
 
14 “Donald L. Shaw”, Enciclopedia Infoamérica, http://www.infoamerica.org/teoria/shaw1.htm, 
consulta: 12 de octubre de 2014. 
15 McCombs y Donald.L. Shaw, cit. pos, José Ramón Santillán Buelna, “Comunicación y repre-
sentación política”, Razón y Palabra, núm. 80, octubre de 2012, http://www.razonypala-
bra.org.mx/N/N80/V80/13_Santillan_V80.pdf, consulta: 12 de octubre de 2014. 
http://www.infoamerica.org/teoria/shaw1.htm
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/13_Santillan_V80.pdf
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/13_Santillan_V80.pdf
17 
 
En términos más concretos, la teorización de dichos autores sostiene la 
hipótesis de que los medios atraen el interés de los conglomerados mediante la 
generación y exposición de sus contenidos, lo que según ellos significa: que los 
efectos producidos por los temas que trabajan “de manera deliberada”, tienen 
una influencia real dentro del proceso de inducción cultural de los ciudadanos. 
Esto supone que la formulación de la acción mediática a través de la creación de 
agendas es, y ha sido, parte importante en la construcción de los distintos esce-
narios políticos. 
 
En palabras de José Ramón Santillán Buelna, los estudios que se han 
elaborado acerca de la agenda setting resultan de gran relevancia debido a que 
esbozan claramente cómo la representación de la acción política en la prensa 
es vista como un proceso de temas definidos por los medios de comunicación. 
Según este autor, dicho proceso comprende cuatro fases: 
 
… primero, seleccionan un tema, los medios deciden qué temas se convertirán 
en noticias. En segundo lugar, organizan la información en relación al espacio y 
su ubicación. En tercer lugar, enmarcan la forma en cómo se interpretará la in-
formación. Y por último, el tiempo que los medios deciden imponerle a la produc-
ción de información de la noticia.16 
 
Tras lo dicho puede advertirse que la selección, la jerarquización, la valo-
ración, así como la credibilidad de las noticias por parte de los medios, actúan 
directamente sobre el marco en el que se establece la referencia del debate po-
lítico, ya que aunque los medios no tienen el poder para decirle a la gente qué 
pensar, sí lo tienen para decirle sobre qué hacerlo. Por ello, decimos que los 
sistemas democráticos necesitan de la acción que conceden los medios para la 
construcción de la realidad simbólica social que los representa. En esta perspec-
tiva, Santillán concluye que: 
 
 
16 José Ramón Santillán Buelna, “Comunicación y representación política”, Razón y Palabra, 
núm. 80, octubre de 2012, http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/13_Santillan_V80.pdf, 
consulta: 7 de septiembre de 2014. 
18 
 
.… el estudio de la capacidad de establecer la agenda temática por parte de los 
medios significó el avance del estudio de la comunicación política fuera del ám-
bito comercial basado en la persuasión a los ciudadanos, vistos como votantes, 
consumidores y seguidores de patrones morales, al ámbito de las dimensiones 
cognoscitivas de la información, tratando de determinar que el establecimiento 
de la agenda, se orienta hacia los procesos de formación de la atención pública 
que vienen determinados por la presencia de los temas presentados, según 
McComs y Shaw, por la televisión y la prensa caracterizados como los medios 
de comunicación más fuertes, en el establecimiento de la agenda temática de 
discusión pública.17 
 
Estas premisas teóricas nos permiten identificar el papel que desempeñan 
los medios en los temas políticos; además de que nos servirán como justificante 
de la construcción simbólica que se realiza a través de la prensa electrónica. 
 
1.5 Capitalización de los medios: desconfiguración mediática 
 
Habermas considera que con el crecimiento económico burgués y el centralismo 
comunicativo que resulto de éste, se irrumpió de manera importante el fortaleci-
miento de la esfera pública. Con el apoderamiento de la prensa por parte de 
ciertos grupos sociales, se comenzó a apreciar un deterioro en la cultura política 
de los sujetos. 
 
Este fenómeno otorgó un amplio nivel de influencia y poder a un reducido 
sector, la élite burguesa, que a través de técnicas mercadológicas se dedicó sólo 
a obtener un mayor poder económico y a salvaguardar sus intereses. Como con-
secuencia, el interés público se vio contaminado por el sensacionalismo, las in-
formaciones superfluas y el amarillismo de las nuevas prácticas mediáticas. 
 
 
17 Santillán Buelna, idem. 
 
19 
 
Podemos decir entonces partiendo de Habermas, que la competencia 
económica generada por esta forma de negocio (la lógica del rating y del fasthin-
kin)18 obligó a los medios a adoptar una tendenciaque rápidamente se homoge-
nizo entre los sistemas, al grado de penetrar y trastocar el poder político. 
 
Estos planteamientos de Habermas, respecto a lo que derivó la concen-
tración mediática, se relacionan directamente con las ideas de Manuel Castells. 
Para este autor: “…la comunicación que puede llegar a toda la sociedad (comu-
nicación de masas), se conforma y gestiona mediante relaciones de poder enrai-
zadas en el negocio de los medios de comunicación y en la política del estado”.19 
De modo que las estructuras mediáticas generales y oficialistas, adquieren la 
autoridad social suficiente para inferir, modificar y moldear el entorno público de 
acuerdo a los intereses de quienes conforman y poseen el control de los medios. 
 
Estas aseveraciones se fundamentan principalmente por el carácter pre-
dominante monopólico y mercantil que las estructuras comunicativas —de los 
sistemas dominantes— han perseguido históricamente. 
 
1.6 Hegemonía mediática de las élites políticas-intelectuales 
 
“El poder se basa en el control de la comunicación y la información, al mismo 
tiempo, el poder de la comunicación está en el centro de la estructura y la diná-
mica de la sociedad”.20 Estas líneas de Castells, generalizan brevemente lo que 
hemos tratado de explicar: cómo y quiénes toman parte de las decisiones que 
modifican la realidad colectiva. 
 
 
18 El rating y el fasthinkin es lo que determina, en el mundo mediático (junto con otros instrumen-
tos de medición técnica), los contenidos de la programación, su comercialización, su difusión y, 
por supuesto, el papel comunicativo de un producto. En palabras de Jenaro Villamil, periodista 
especializado en temas de política, medios y telecomunicaciones, el rating o índice de audiencia 
es un dato que determina o no el éxito comercial de un producto. Mientras que el fasthinkin es 
entendido como una comunicación instantánea que no dispone más contenido que el propio he-
cho de comunicación, el receptor no digiere la información porque se suministra a un ritmo verti-
ginoso incapaz de poseer profundidad conceptual. Jenaro Villamil, El poder del rating, México, 
Plaza y Janés, 2001, pp. 13, 15. 
19 Manuel Castells, Comunicación y poder, Madrid, Alianza Editorial, 2009, p. 24. 
20 Idem. 
20 
 
Intelectuales, políticos, periodistas, empresarios y otros grupos enclava-
dos en el poder mediático, afirma Castells, moldean e institucionalizan la opinión 
pública, con el único fin de sobreponer sus valores e intereses, lo que podríamos 
interpretar como un consenso fabricado: “…una pequeña élite profesional reúne 
datos que se presentan al público con su propia opinión incorporada como si 
fueran un veredicto autogenerado espontáneamente sobre sobre la opinión pú-
blica”.21 
 
A su vez, Habermas habla sobre una falsa exposición de la opinión pública 
por parte de las élites de poder; considera que los intereses de estos grupos y 
sus colaboradores (vanguardias intelectuales) han ocasionado que el término 
pierda su verdadero enfoque. Maricela Portillo Sánchez, en una interpretación 
que hace sobre la obra de Habermas subraya cómo: “este autor llama no-públi-
cas a todas las corrientes de opinión que aún siendo representativas de algún 
grupo, o una suma más o menos fabricada de opiniones individuales, no pueden 
ser consideradas desde su enfoque como lo público o lo consensuado básica y 
racionalmente”.22 
 
Como puede observarse, para Habermas la opinión pública representa 
una cuestión central que debería estar sustentada en un consenso crítico y ra-
cionalmente motivado, ya que, este juicio es parte fundamental del proceso de 
legitimación democrática. Dicho en palabras de Portillo: “… la opinión pública se 
erige como garante de la democracia”.23 
 
De este modo, podemos interpretar que la participación de los profesio-
nales, periodistas e intelectuales, resulta ser fundamental para que las clases 
dominantes tengan éxito al implantar los patrones que favorecerán las ideologías 
que ellos mismos promueven. Este fenómeno, es perceptible en muchos de los 
medios que mantienen “informada” a la sociedad mexicana. 
 
21 Howard Fineman, cit. pos, Manuel Castells, Comunicación y poder, Madrid, Alianza Editorial, 
2009, p. 220. 
22 Maricela Portillo Sánchez, “Opinión pública y democracia. Dos miradas: el modelo normativo 
de Habermas y el modelo psicosocial de Noelle-Neumann”, Razón y Palabra, núm. 18, mayo-
julio de 2000, http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n18/18omportillo.html, consulta: 19 de 
diciembre de 2014. 
23 Portillo Sánchez, idem. 
21 
 
Pero a pesar de esta situación, algunos investigadores han demostrado 
que los individuos que están descontentos con el marco dominante que rige sus 
fuentes de información, buscan otras alternativas que reafirmen su opinión. Por 
lo que nos resulta esencial comparar estos marcos alternativos con los que ema-
nan de las ya mencionadas élites de poder. 
 
1.7 La comunicación alternativa en la esfera pública 
 
Uno de los elementos que Habermas no consideró dentro de sus trabajos acerca 
de la esfera pública, por no formar parte de las características propias del entorno 
burgués, fue la existencia de una esfera pública alternativa o contrapública.24 El 
autor reconoce que los planteamientos analíticos que había llevado previamente 
sólo se centraron en la esfera pública más oficial (aquella que él había convertido 
en base para su tipo ideal). 
 
Sin embargo, al identificar la pluralidad y diversidad de la masa pública, 
logró darse cuenta de la existencia de esferas públicas alternativas, las cuales, 
no sólo actuaban con dinámicas, herramientas y objetivos distintos, sino que 
además complementaban el espectro comunicativo oficial. 
 
A partir de esto, el autor alemán hace una descripción concreta de lo que 
él concibe como esfera pública alternativa, y la conceptualiza como: “… una va-
riante de la publicidad burguesa, porque se orienta según su modelo. Pero, por 
otra parte, es algo más que eso, porque despliega el potencial emancipatorio de 
la publicidad burguesa en un nuevo contexto social.”25 
 
En resumen, al abrirse a aquellas esferas públicas previamente no reco-
nocidas, Habermas pudo darse cuenta que no sólo existía un espacio propio de 
expresión cultural de los sectores populares y oprimidos, sino también unos pro-
pios medios de comunicación. 
 
 
24 Sáez Baeza, op. cit. 
25 Jürgen Habermas, cit. pos, Chiara Sáez Baeza, idem. 
22 
 
Desde esta concepción, la composición —ideológica e instrumentalista— 
de la esfera pública, representa un tópico necesario para la comprensión y rein-
terpretación de los acontecimientos políticos y democráticos de las sociedades. 
Es importante señalar que cada una de las esferas, oficiales y alternativas, posee 
sus propias dinámicas, actores y medios, y debido a las acciones que realizan y 
a los fines que persiguen, las esferas tienden a entrar en conflicto y a proteger 
sus intereses.26 
 
Mientras que la esfera pública oficial (aquélla que fue objeto de estudio 
para Habermas) se encuentra vinculada con los sectores dominantes de la so-
ciedad —en un sentido económico, social y cultural— y busca a través de una 
“publicidad manipulativa” incidir en las decisiones políticas de los sujetos; la es-
fera pública alternativa o contrapública —según lo descrito por diversos estudios 
que abarcaremos más adelante— surge de los sectores populares denostados 
por la esfera pública burguesa, y a diferencia de ésta, su carácter político estra-
tégico está sustentado en la inclusión y el intercambio dialógico de la cultura 
popular y de la cultura de masas. 
 
Esta división de la esfera pública a la que hacemos referencia, identifica 
claramente los diversos paradigmas27 que dan forma al poder en los escenariospolíticamente activos. Asimismo, nos permite entender por qué ambas dimensio-
nes, a pesar de formar parte del discurso público y de las actividades sociales 
que generan el desarrollo de la opinión pública, han sido separadas, y en el caso 
de la esfera alternativa, sometida a una invisibilización, no sólo dentro de los 
sistemas mediáticos, sino también de los círculos de debate y de estudio. 
 
 
26 V. Octavio Perales, “Esfera pública y medios electrónicos”, Razón y Palabra, núm. 61, febrero, 
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n61/varia/operales.html, consulta: 11 de diciembre 
de 2014. 
27 De acuerdo con Kuhn, un paradigma es un sistema de creencias, principios, valores y premisas 
que determinan la visión que una determinada comunidad científica tiene de la realidad, el tipo 
de preguntas y problemas que es legítimo estudiar, así como los métodos y técnicas válidos para 
la búsqueda de respuestas y soluciones. En consecuencia el enfoque o paradigma en que se 
inscribe un estudio, sustenta el método, propósito y objetivos de la investigación. V. Fredy Gon-
zález, ¿Qué es un paradigma? Análisis teórico, conceptual y psicolingüístico del término, Red de 
Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, http://www.redalyc.org/ 
html/658/6582012/, consulta: 30 de mayo de 2018. 
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n61/varia/operales.html
23 
 
Sin embargo, pareciera que la influencia que vienen ejerciendo las nuevas 
tecnologías de la información, así como el uso del Internet como nueva arena 
pública de los procesos sociales y políticos, revive las propuestas o por lo menos 
parte de las dinámicas implementadas desde la comunicación alternativa: “Inte-
ret permite el aprovechamiento de sus herramientas tecnológicas para el des-
pliegue de nuevas acciones colectivas de comunicación concebidas desde su 
uso alternativo”.28 
 
A partir de la implementación de la red como nuevo espacio público, mu-
chos de los miembros que componen a la esfera pública alternativa, entre ellos 
los medios de comunicación alternativos, se han fortalecido, y es que, el Internet 
ha permitido una descentralización y ampliación de las herramientas comunica-
tivas que fomentan la participación política y la formación critica de la opinión 
pública. De acuerdo a Octavio Perales: 
 
El Internet ha modificado las formas de participación política permitiendo la difu-
sión multidireccional de discursos y acciones. También ha permitido la creación 
de una comunicación alternativa desprovista de la dependencia de los canales 
tradicionales de comunicación.29 
 
Estos enfoques, ubican a los sistemas de interacción digital como los nue-
vos instrumentos desde donde la esfera pública alternativa intensifica la comuni-
cación y la participación ciudadana. La relación que se ha gestado entre los me-
dios de comunicación electrónicos y los diversos miembros de la sociedad civil, 
ha servido para reformar y ampliar los órdenes y canales democráticos conven-
cionales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 Eduardo Shmidt, “Nuevas tecnologías y medios alternativos en América Latina”, Página de la 
Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, http://fisyp.org.ar/, consulta: 23 de diciembre 
de 2014. 
29 Perales, op. cit. 
http://fisyp.org.ar/
24 
 
Capítulo 2. El papel de la comunicación alternativa en América Latina 
 
En este capítulo se ofrece una caracterización y un contexto histórico del surgi-
miento de los modelos alternativos de comunicación y la estrecha relación que 
éstos tienen con los nuevos soportes tecnológicos. Además se analizará a través 
de distintos enfoques, las principales problemáticas que ha traído como conse-
cuencia la implementación de estrategias deterministas-conservadoras en mu-
chos de los medios de comunicación que nos in-forman. Finalmente, buscamos 
exhibir la necesidad de ampliar y establecer más espacios comunicativos que 
promuevan la participación y concientización política para crear mejores escena-
rios democráticos. 
 
2.1 Reseña histórica de la comunicación alternativa: un esbozo ha-
cia su definición 
 
En las últimas décadas las formas y medios de comunicación han tenido un in-
cremento considerable. La evolución y la implementación de las tecnologías de 
la información (principalmente las que involucran a la red) en los procesos rela-
cionados con el mejoramiento económico, político y cultural reflejan claramente 
que son y han sido parte vital para el desarrollo de las modernas sociedades. 
 
Disponer de los medios de comunicación ha significado a lo largo de la 
historia: poseer un enorme poder social.30 Las capacidades que otorgan estas 
herramientas para influir e interactuar en distintos planos sociales, hicieron que 
durante décadas su uso estuviera limitado exclusivamente a la clase dominante. 
 
Esta situación generó una centralización comunicativa que obligó a la po-
blación a abrirse a nuevos modos y medios de comunicación para expresar sus 
necesidades e intereses; es ahí, donde aparece la comunicación alternativa, la 
 
30 Antonio Castillo Esparcia, “Los medios de comunicación como actores sociales y políticos. 
Poder, medios de comunicación y sociedad”, Razón y Palabra, núm. 75, febrero-abril de 2011, 
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/monotematico_75/12_Castillo_M75.pdf, consulta: 27 de 
noviembre de 2014. 
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/monotematico_75/12_Castillo_M75.pdf
25 
 
cual busca implícitamente anteponerse a los medios tradicionales de comunica-
ción,31 los que generalmente actúan influenciados por los intereses económicos, 
políticos y culturales de sus propietarios o a favor de la cultura hegemónica.32 
 
Algunos estudios señalan que la investigación de la comunicación alter-
nativa en América Latina, tiene su auge en los años sesenta, esto se debió a los 
diferentes hechos sociales que se gestaron en ese entonces alrededor del 
mundo: golpes de Estado, guerras, movimientos sociales, subordinación colo-
nial, exclusión socio-económica, etcétera.33 Ante estos hechos, la comunicación 
alternativa empieza a tomar un papel contrario a los intereses de los medios tra-
dicionales, los cuales, por diversos factores (principalmente mercantilistas y eco-
nómicos) dejaron de ser instrumentos de formación e información, limitándose 
sólo a entretener y comercializar sus productos mediáticos (nos referimos espe-
cíficamente a los que ejercen un papel periodístico). 
 
Es por esto y otras razones que expondremos más adelante, que la co-
municación alternativa comienza a tomar un sentido y significado que deja en 
claro su función en “pro de la alternancia y la participación ciudadana”.34 De ahí 
que este término tenga inserción en temas políticos, culturales, económicos, en-
tre otros tantos de interés social. Podríamos enunciar un sinnúmero de ejemplos 
que motivaron y motivan las prácticas alternativas, pero eso sería limitarnos a 
repetir los numerosos casos que se han expuesto en otros trabajos y que por su 
incidencia en las variadas investigaciones otorgarían al nuestro un carácter re-
dundante; pero para no demeritar la importancia que ha tenido la presencia de 
este tipo de comunicación en los diversos territorios donde se ha presentado, 
 
31 Entendemos por medios tradicionales todos aquellos que operan bajo un modelo comunicativo 
unidireccional y cuyo fin principal es el obtener ganancias económicas a través de la producción 
de sus contenidos. 
32 V. Javier Esteinou Madrid, “Los medios de comunicación como instrumentos del desarrollo”, 
Razón y Palabra, núm. 29, agosto-septiembre de 2012, http://www.razonypalabra.org.mx/ante-
riores/n29/jesteinou.html, consulta: 20 de octubre de 2014. 
33 Alejandro Barranquero y Chiara Sáez Baeza, “Teoríacritica de la comunicación alternativa 
para el cambio social. El legado de Paulo Freire y Antonio Gramsci en el dialogo norte-sur”, 
Razón y Palabra, núm.80, agosto-octubre de 2014, http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/03_ 
BarranqueroSaez_M80.PDF, consulta: 18 de noviembre de 2014. 
34 Fernanda Corrales García e Hilda Gabriela Hernández Flores, “La comunicación alternativa en 
nuestros días: un acercamiento a los medios de la alternancia y la participación”, Razón y Pala-
bra, núm. 70, 2009, http://www.razonypalabra.org.mx/N/N70/CORRALES-HERNANDEZ-REVI-
SADO.pdf, consulta: 24 de mayo de 2014. 
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n29/jesteinou.html
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n29/jesteinou.html
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/03_
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N70/CORRALES-HERNANDEZ-REVISADO.pdf
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N70/CORRALES-HERNANDEZ-REVISADO.pdf
26 
 
haremos brevemente mención de algunos casos que desde nuestro punto de 
vista se presentan de una forma distinta en el actual marco tecnológico-global, 
que hoy por hoy rige a estos fenómenos. 
 
Y es que estas manifestaciones alternativas han evolucionado al ritmo de 
los procesos técnicos que se han implantado en los modelos neoliberales. Un 
ejemplo claro de esto se dio con el surgimiento del Ejercito Zapatista de Libera-
ción Nacional (EZLN), quien implementó una red social de procesos y medios 
alternativos, con la que busca abrir y otorgar un espacio de comunicación colec-
tiva; este modelo es conocido por muchos cómo: la Netwar Social Zapatista. 
 
La Netwar Social Zapatista está conformada por: “cámaras fotográficas, 
grabadoras de audio y video, equipos de comunicación celular y computadoras 
interconectadas en la web”.35 Por medio de estas tecnologías, se ha logrado pro-
pagar una comunicación alternativa que ha dado a conocer información sobre 
este movimiento social y sus causas. 
 
Otro caso que se potencializó y logró consumarse gracias al actual marco 
tecnológico alternativo fue: la revolución islandesa. Por medio de las redes so-
ciales, los ciudadanos islandeses lograron: la dimisión del gobierno en turno, la 
celebración de elecciones, la refundación de la República y la redacción de una 
nueva constitución. Como lo dijimos, esta evolución se ha dado paralelamente a 
los fenómenos globales, políticos y tecnológicos que se han suscitado a raíz del 
capitalismo, y al carácter comercial que el modelo de comunicación tradicional le 
dio a las comunicaciones y a las relaciones humanas. 
 
Por lo antes expuesto, podemos afirmar de manera general que la comu-
nicación alternativa se presenta como un fenómeno social que rompe con los 
cánones comunicativos preestablecidos por los sistemas tradicionales que con-
tribuyeron a centralizar el poder y a limitar el libre acceso de los medios de co-
municación a un reducido sector: clase dominante. Es decir, para nosotros la 
comunicación alternativa forma parte de un proceso de descentralización de la 
 
35 Fernanda Corrales García e Hilda Gabriela Hernández Flores, idem. 
27 
 
producción y distribución de la información, pero sobre todo, representa una he-
rramienta que generalmente insita a la participación colectiva para un cambio 
social. 
 
La naturaleza de este capítulo ha quedado perfilada tras un breve con-
texto; por ahora nos remitiremos a dejar en claro que la comunicación alternativa 
es aquella que se genera y actúa fuera del marco de lo tradicional,36 y busca 
implantar un cambio social en sus espectadores a través de la inclusión de éstos 
en el proceso informativo. 
 
2.2 Redefiniendo lo alternativo como concepto 
 
Son diversos los nombres y las particularidades que se le atribuyen al concepto 
de comunicación alternativa, pero hasta la fecha no hay uno que generalice del 
todo lo que implica esta expresión, por lo que a continuación formularemos un 
intento de definición a partir de datos concretos y reales de este elemento. 
 
Es pertinente resaltar que su significación y su estudio, por lo menos en 
América Latina, se establece a partir de ciertos criterios, entre los que podemos 
ubicar. Los contenidos que emite: tipo de mensaje; los instrumentos que usa 
para informar: medios con los que se produce la información (tangibles e 
intangibles); el tipo de personas que hacen uso de éstos: público y actores; los 
lugares y formas en que se producen: extracción; y su fin: objetivo. 
 
Pero además de lo anterior, tenemos que considerar una serie de tópicos 
que de alguna manera han contribuido a definir a la comunicación alternativa y 
a sus numerosas expresiones de una forma básica. Cabe resaltar, que estos 
temas cada vez se hacen más frecuentes a la hora de referirnos a este tipo de 
comunicación, y entre ellos se encuentran los relacionados con: el cambio so-
cial, la democracia, los procesos electorales, los roles sociales del perio-
 
36 Cuando decimos que actúa fuera del marco tradicional, hacemos referencia en general a todas 
las formas (ideológicas, económicas, instrumentales, prácticas y funcionales) en que este modelo 
se desenvuelve. 
28 
 
dismo, la participación ciudadana, crisis o degradación comunicativas, for-
mación intelectual y política; todos estos en su mayoría encaminados a buscar 
un cambio social o ampliar el espectro investigativo. 
 
Como podemos ver, la comunicación alternativa se puede abordar y en-
tender desde distintas directrices, su conceptualización de ninguna manera es 
determinista, al contrario, debido a las múltiples formas en que se presenta y en 
los distintos ámbitos en los que interactúa, se ha dificultado en cierto grado la 
homogenización conceptual de este paradigma. 
 
Aunque existen varias líneas de investigación que dan cuenta del rastro 
que ha dejado este tipo de comunicación desde sus orígenes hasta el día de hoy, 
ninguna ha aportado tantos elementos, ni ninguna posee un vínculo tan estrecho 
—desde nuestro punto de vista— con la definición de este concepto, como lo 
son las praxis alternativas de transformación de Antonio Gramsci y Paulo Freire, 
ya que de las ideas de ambos teóricos se desprenden una serie de investigacio-
nes y reflexiones que han servido para consensar razonamientos, o por lo menos 
para concientizar sobre la existencia de estos fenómenos. 
 
El entendimiento y definición de los modelos alternativos a través de las 
premisas de Gramsci y Freire han ayudado a entender de origen su epistemolo-
gía orientada a las praxis participativas, emancipadoras y contestatarias,37 que 
como podremos observar a lo largo de este capítulo, son un común denominador 
en las diferentes indagaciones que tienen como objeto asentar un significado a 
este hecho social. 
 
Y es que, tanto la tesis de Freire como la Gramsci, destacan la necesidad 
e importancia de lograr que los actores y organismos involucrados en los proce-
sos democratizadores contribuyan a producir una interacción intelectual entre la 
cultura popular y la cultura de masas con el fin de generar un escenario lo sufi-
cientemente estable para su desarrollo. 
 
37 Máximo Simpson, et al., Comunicación alternativa y cambio social: América Latina, México, 
Premia, 1989, p. 37. 
29 
 
Cada autor identifica a su modo a estas figuras (actores y organismos 
involucrados en los procesos democratizadores) que resultan fundamentales 
para crear la voluntad participativa. Por un lado Gramsci cree que esta labor se 
pude lograr a través de un organismo que deberá ser: “el abanderado y el orga-
nizador de una reforma intelectual y moral, lo cual significa crear el terreno para 
un desarrollo ulterior de la voluntad colectiva nacional popular hacia el cumpli-
miento de una forma superior y total de civilización moderna.”38 Esta idea reside 
en contribuiral crecimiento intelectual de la población, y no únicamente en la 
clásica representación de un cargo popular: el autor italiano asienta las bases 
que se distinguen tácitamente en la comunicación alternativa: la interacción cul-
tural dialógica en los procesos que dan forma al poder. 
 
Análogamente Freire muestra una visión en la que distingue al proceso 
educativo como un elemento necesario en las prácticas de interrelación y acción 
comunicativa de cada territorio, pero a diferencia de otros investigadores, no con-
sidera necesaria la presencia de las vanguardias intelectuales (políticos, perio-
distas, artistas, etcétera) para lograr una transformación social, política y cultural. 
Más bien, el autor brasileño focaliza los esfuerzos de la comunicación en la co-
participación educativa, lo que se podría interpretar como una relación horizontal 
entre los educadores y los educados.39 Así recuperando algunos puntos de la 
visión de Gramsci, Freire inicia la línea educomunicativa, esto es: 
 
… la enseñanza de los medios y su utilización para la formación… fue ese com-
promiso el que condujo a cuestionamientos del modelo comunicacional estable-
cido y a la formulación y puesta en práctica de nuevos parámetros metodológi-
cos, sobre todo en América Latina… hasta llegar a desembocar en un nuevo 
paradigma.40 
 
 
38 Antonio Gramsci, cit. pos, Máximo Simpson, Comunicación alternativa y cambio social: Amé-
rica Latina, México, Premia, 1989, p. 26. 
39 Alejandro Barranquero y Chiara Sáez Baeza, op. cit. 
40 V. José Cortés y Pamela Rodriguez, “Comunicación y desarrollo en Latinoamérica. El caso de 
la radio indigenista en México: radio XEVF”, Razón y Palabra, núm. 34, agosto-septiembre de 
2012, http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n34/jcortesprodriguez.html, consulta: 18 de 
noviembre de 2014. 
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n34/jcortesprodriguez.html#Jc
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n34/jcortesprodriguez.html
30 
 
Es interesante destacar cómo para ambos autores la comunicación alter-
nativa parte de la relación orgánica que se gesta entre sus medios y su entorno. 
Es decir, tratar de entender este fenómeno a través de sus proposiciones signi-
fica, como lo mencionamos puntualmente al inicio de este apartado, hacer refe-
rencia implícitamente a ciertas particularidades básicas que han dado vida a las 
diferentes apreciaciones que se tienen de este concepto, por ejemplo: la forma 
de organización, la estructura económica que rige a estos modelos, la relación 
que se establece entre el emisor y el receptor y, a nivel discursivo: el tipo de 
contenido publicado y su enfoque editorial (las agendas temáticas). 
 
En resumen, los anteriores argumentos nos llevan a pensar que las posi-
bilidades de una definición universal de este término confluyen alrededor de los 
diferentes elementos (instrumentales, teóricos y prácticos) que la constituyen, y 
de las necesidades que se identifican en los entornos donde se genera esta ma-
nifestación comunicativa. Es así que, por el momento entendemos a la comuni-
cación alternativa como el resultado de la aplicación técnica y teórica de las an-
teriores iniciativas, las cuales están basadas en un modelo de aprendizaje y 
acción autogestivo que ha logrado formar parte de los procesos concientizadores 
y participativos. 
 
2.3 Los ejes del modelo alternativo en nuestros días 
 
Las características y/o rasgos de la comunicación alternativa, según variadas 
investigaciones, se desprenden de los contextos políticos-sociales-tecnológicos 
bajo los que se gesta su producción, su control y las relaciones en los que se 
dan estas versiones comunicativas. 
 
De algún modo, con el tiempo y el surgimiento de las nuevas tecnologías 
(que han impulsado la presencia de la comunicación alternativa en América La-
tina), ciertos rasgos del concepto alternativo han sufrido, desde nuestro punto de 
vista, una desactualización morfológica en su estructura, pues como bien lo dice 
Manuel Corral: “Modernidad y progreso han registrado y registran cada día me-
31 
 
jor, un perfeccionamiento al que no escapan las formas de poder y de su ejerci-
cio. La evolución de estas formas corre pareja al desarrollo de los procesos so-
ciales económicos, jurídico-políticos o científicos”.41 
 
En ese sentido, nos parece necesario reinterpretar y redefinir los rasgos y 
peculiaridades que el campo de la comunicación alternativa ha asentado desde 
sus inicios hasta la actualidad, esto a partir de los aportes históricos y distintivos 
que han surgido en la materia; es de resaltar, que nuestro único objetivo en este 
apartado no es más que el de identificar algunas cualidades teóricas y prácticas 
que nos sirvan para diferenciar este fenómeno de otros tantos términos que se 
relacionan al mismo hecho, y así evitar futuras confusiones. Por lo que a conti-
nuación presentaremos una caracterización del modelo de comunicación alter-
nativa a partir de diversos enfoques que consideramos vitales y vigentes. 
 
Uno de los principales rasgos que incluimos en estas líneas son los que 
propone Máximo Simpson, quien formula una clasificación sobre las caracterís-
ticas que él mismo cataloga cómo definitorias y en la que se mezclan elementos 
básicos del término como ideología, la estructura y su extracción. 
 
 El control y la propiedad del medio alternativo tiende a ser de carácter 
colectivo. 
 
 Por lo general, la confluencia del principio de participación en la elección 
de los temas y en la elaboración de los mensajes es algo distintivo en 
estos modelos. 
 
 El contenido de los medios alternativos es claramente abierto y antiauto-
ritario. 
 
 Destaca la ambivalencia de papeles emisor-receptor y la multidirecciona-
lidad de los mensajes. 
 
 
41 Manuel Corral, Comunicación popular y necesidades radicales, México, Premia, 1988, p. 55. 
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32 
 
 Y como característica complementaria, encontramos que sus redes de 
distribución están al margen de los medios masivos.42 
 
Según Luciana Fleischman y Xavier Ginesta, las características del mo-
delo alternativo de hoy en día, están ligadas intrínsecamente a la evolución tec-
nológica de los medios. 
 
 La información multimedia es utilizada por los medios insertos en el es-
pectro alternativo, aunque no es tan habitual por ahora. La falta de recur-
sos para adquirir determinados contenidos audiovisuales y para mantener 
una plantilla que actualice y maquete las informaciones, junto a otras limi-
taciones de orden técnico–económico colocan a los medios alternativos 
en desventaja. Pero la cooperación mutua, el aumento de capacidad de 
los servidores y el voluntarismo están recortando la ventaja. 
 
 En cuanto a las temáticas que cubre este segmento de medios, podemos 
hablar en primer lugar de territorialidad. De hecho, casi todos ellos priori-
zan las informaciones correspondientes a los territorios que pertenecen. 
Sin embargo, su reciente introducción al Internet ha producido que su co-
bertura temática albergue lo local y lo global, lo vertical y lo horizontal bajo 
un mismo plano. 
 
 Su convergencia digital y multimedia están orientadas hacia la participa-
ción e interactividad de los usuarios. 
 
 Denotan una tendencia hacia un modelo organizativo que potencie la de-
mocratización de las comunicaciones.43 
 
 
42 Simpson, op. cit., pp. 146, 147. 
43 Luciana Fleischman y Xavier Ginesta, “Los medios alternativos e internet: un análisis cualitativo 
del sistema mediático español”, Andamios, núm. 6, 2009, http://www.scielo.org.mx/scielo.php?sc 
ript=sci_S1870-00632009000200011,consulta: 12 marzo de 2014. 
 
http://www.scielo.org.mx/scielo
33 
 
Por su parte, el trabajo de Manuel Corral nos ofrece una serie de atributos 
que advierten claramente una contraposición del modelo alternativo ante los gru-
pos dominantes: 
 
 Su alternatividad está dada por la opción que se plantea, es decir, frente 
a los medios que son tenidos en propiedad y controlados por los grupos 
que los usufructúan en provecho de sectores privilegiados. 
 
 Su aparición está determinada por la praxis social, misma que conduce a 
enfrentar los mensajes del medio alternativo con los medios dominantes; 
en un intento por modificar la realidad. 
 
 Su evolución está sujeta al desarrollo de diversos factores sociales, polí-
ticos, económicos y tecnológicos.44 
 
Finalmente, Clemencia Rodríguez, enfatiza brevemente los aspectos que 
desde su perspectiva distinguen a este modelo y concluye lo siguiente: 
 Se conecta con teorías distintas de la democratización de los medios. 
 
 Se definen no por lo que son, sino por lo que no son, es decir, si los medios 
comerciales son verticales, los alternativos son horizontales; si los medios 
comerciales son excluyentes, los alternativos son incluyentes. 
 
 Acuden a teorías sobre la necesidad de resistir la concentración de me-
dios.45 
 
A modo de conclusión agregaremos a esta lista de atributos y peculiarida-
des de la comunicación alternativa, varias y significativas reflexiones que fueron 
surgiendo durante el proceso de elaboración de este capítulo y que creemos 
servirán para enmarcar y contrastar aún más las actuales diferencias que tiene 
este modelo, del tradicional. 
 
44 Corral, op cit., p. 55. 
45 Clemencia Rodríguez, Lo que vamos quitando a la guerra [medios ciudadanos en contextos 
de conflicto armado en Colombia], Bogotá, Friedrich Eberto Stiftung, 2008, p. 11. 
34 
 
 
 En la comunicación alternativa el objeto o receptor (entiéndase lo que pre-
tende ser transformado), se convierte en sujeto activo, es decir, deja de 
usarse el modelo clásico de comunicación unidireccional, y en su lugar, 
se genera un modelo bidireccional, creando una comunicación: horizontal. 
Como se ve, la participación en estos medios no sólo está permitida, sino 
que su propia supervivencia depende, en muchos casos, de este aporte 
popular. 
 
 En general, los medios alternativos tienen en común tratar temas no usua-
les en la agenda informativa convencional, o bien tratar temas comunes, 
pero ofreciendo ópticas distintas.46 
 
 Una de sus características metodológicas es la de recuperar e incorporar 
el conocimiento de las culturas populares al análisis hegemónico de inte-
lectuales e investigadores externos.47 
 
 Gracias a la convergencia digital y multimedia los usuarios tienen un papel 
muy activo en la generación de contenidos.48 
 
 Otra de las señas de identidad de esta disciplina es el planteamiento de 
una crítica epistemológica profunda al modelo comunicativo imperante 
tanto en la academia, como en los medios de comunicación convenciona-
les.49 
 
 La comunicación alternativa no es un fenómeno que surge como antítesis 
de los medios masivos, más bien es una herramienta que busca y ejerce 
 
46 Luciana Fleischman y Xavier Ginesta, op. cit. 
47 Alejandro Barranquero y Chiara Sáez Baeza, “Comunicación alternativa y comunicación para 
el cambio social democrático: sujetos y objetos invisibles en la enseñanza de las teorías de la 
comunicación”, Sección: Teorías y métodos de investigación en comunicación, Página de Comu-
nicación y Desarrollo en la Era Digital Congreso Internacional AE-IC Málaga 2010, https://ore-
comm.net/wp-content/uploads/2010/01/AEIC-Barranquero-Saez.pdf, consulta: 17 de marzo de 
2014. 
48 Luciana Fleischman y Xavier Ginesta, op. cit. 
49 Barranquero y Sáez, ibidem. 
https://orecomm.net/wp-content/uploads/2010/01/AEIC-Barranquero-Saez.pdf
https://orecomm.net/wp-content/uploads/2010/01/AEIC-Barranquero-Saez.pdf
35 
 
la inclusión de los medios y formas comerciales (televisión, radios, prensa) 
para utilizarlos de una manera distinta. 
 
2.4 El contenido de los mensajes alternativos 
 
En este seguimiento pudimos comprobar que generalmente se puede identificar 
y/o comprender al modelo de comunicación alternativo por las características 
técnicas y funcionales de sus formatos mediáticos, o su visión contraria al sis-
tema hegemónico; sin embargo, varios investigadores en la materia expandieron 
sus alcances, y han llevado el estudio de este paradigma más allá de un simple 
entendimiento instrumentalista, utilitario o ideológico. Entre ellos destaca la in-
vestigadora argentina María Cecilia Fernández, quien en un intento de redefinir 
a este objeto de estudio, oriento su análisis en aspectos como su forma de orga-
nización y su estructura. 
 
En palabras de Federico Sager, la autora rompe con los esquemas tradi-
cionales de estudio sobre el tema, ya que según este autor, Fernández expone 
la idea de que: “La acción que le corresponde a la alternatividad está en poder 
des-estructurar el funcionamiento social de los medios masivos e intervenir re-
creando nuevas prácticas de gestión, organización y producción de los me-
dios”.50 Dicho de otra manera, para esta autora: la alternatividad de los medios 
no está definida únicamente por su oposición a los sistemas mediáticos domi-
nantes o sus alcances financieros y comerciales, según ella, lo que les otorga 
dicha etiqueta, son sus prácticas de interferencia (técnicas y semánticas). 
 
Según el análisis de Sager, Fernández cree que: “en las organizaciones (en 
donde se ejerce el modelo alternativo) muchas veces impera una visión instru-
mental de comprensión de la comunicación alternativa, por lo tanto, el lenguaje 
comunicativo se ve reducido a características expresivas técnico-profesionales 
(uso del género periodístico informativo), en tanto –lógicamente– es la estrategia 
 
50 Fernández, cit. pos, Federico Sager, “Una aproximación al concepto de comunicación alterna-
tiva”, sd, p. 6. http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/34455/Documento_completo.pdf? 
sequence=1, consulta: 8 de noviembre de 2014. 
 
http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/34455/Documento_completo.pdf
http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/34455/Documento_completo.pdf?sequence=1
36 
 
política de la organización, quien determina tareas y contenidos del área de la 
comunicación”.51 
 
Como es evidente, para este enfoque es fundamental la reapropiación de 
la técnica, específicamente la de los dispositivos que facilitan la producción y 
difusión masiva de comunicación. Asimismo, remarca la necesidad de identificar 
los procesos socio-semióticos como parte constitutiva de los sujetos. En ese sen-
tido, podemos interpretar que los contenidos como las acciones mediáticas que 
los constituyen, resultan ser elementos claves a la hora de definir la efectividad 
de una práctica alternativa dentro del campo de la comunicación. 
 
En términos generales, entender la comunicación alternativa a partir de 
los preceptos planteados por Fernández, significa proyectar nuevas formas de 
comunicar y estructurar las prácticas mediáticas que promueven un cambio ra-
dical en las relaciones entre los medios y la sociedad. El punto central que mueve 
está idea surge a partir de la necesidad y el deseo colectivo de formular nuevos 
usos y costumbres de los medios informativos con el objetivo de crear una nueva 
comprensión respecto a la producción de medios de comunicación independien-
tes de los procesos de producción cultural y del manejo tecnológico. 
 
Como podemos ver, las anteriores nociones sugieren, por decirlo de al-
guna manera, un uso táctico de las viejas y nuevas tecnologías con el fin de crear 
medios colectivos capaces de construir

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