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El-punk-como-proceso-identificatorio-y-su-representacion-social-y-simbolica-en-jovenes-urbanos

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UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
ARAGÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 ASESOR: DR. ELOY MOSQUEDA TAPIA. 
 
 
 
 MÉXICO, 2012 
 
“EL PUNK COMO PROCESO IDENTIFICATORIO Y 
SU REPRESENTACIÓN SOCIAL Y SIMBÓLICA EN 
JÓVENES URBANOS” 
P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E 
L I C E N C I A D A E N S O C I O L O G I A 
P R E S E N T A : 
B E T S A B É O C A D I Z B E D O L L A 
 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedico este trabajo a Sarai mi hermana 
 
 
Amiga, compañera y confidente de toda la vida… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A mi madre María Luisa por todo el esfuerzo que has hecho junto con mi padre para 
sacarnos adelante a mis hermanos y a mí, por tu entrega e inteligencia para sortear las 
dificultades que se te han presentado. Te es debido este trabajo. 
A mi padre Hipólito por confiar en mí y estar al pendiente de este proceso siempre. Gracias 
por tu cariño, consejos, por enseñarme con tu ejemplo el valor del trabajo y de la 
responsabilidad. También te es debido este trabajo. 
A mis hermanos Guadalupe, Sarai, Emmanuel y Abraham por su apoyo, su cariño, por 
compartir juegos y sonrisas conmigo. 
A mis sobrinos Sven y Alister por ser unos niños maravillosos. 
A Ángel con mucho amor. Por tu comprensión, apoyo y el darme ánimos cuando más lo 
necesité. Agradezco tu amor y acompañamiento incondicional en este proceso, sabes bien 
lo que significó. 
A Junior por ser parte importante de algunos de los momentos más felices de mi vida. 
A mi asesor Eloy Mosqueda con especial aprecio por su enorme paciencia para con los 
tiempos difíciles de las entregas, las revisiones, las observaciones. Agradezco tus consejos 
y recomendaciones que fueron muy útiles para consolidar este trabajo. 
A mis amigos Brenda, Chucho, Ricardo, Nayeli, Ray, Bety, y los que me faltan; gracias por 
permanecer atentos a las conversaciones de la tesis. 
A todos aquellos que tuvieron la confianza de narrarme sus historias de vida, abrirme su 
corazón y compartir valiosos y extraordinarios testimonios que formaron parte esencial de 
ésta tesis. En especial a Santa y a Fernando. Así como aquellos que me proporcionaron sus 
fotografías. 
A la Universidad Nacional Autónoma de México y a sus profesores con cariño por todas 
sus enseñanzas. 
ÍNDICE 
 
 PÁG. 
 
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 1 
 
CAPÍTULO I LAS IDENTIDADES JUVENILES Y 
SU CONSTRUCCIÓN SOCIAL ........................................................................... 11 
 
A) IDENTIDADES TRADICIONALES E IDENTIDADES EMERGENTES .......... 22 
 
B) DE LA IDENTIDAD A LA IDENTIFICACIÓN ................................................. 26 
 
C) ACERCAMIENTO AL SURGIMIENTO DEL PUNK ........................................ 28 
 
D) RELACIÓN MÚSICA E IDENTIDAD ............................................................... 32 
 
E) LA MÚSICA PUNK COMO PRODUCTORA DE PRÁCTICAS........................ 37 
 
F) EL PUNK EN MÉXICO APROPIACIÓN MUSICAL 
E IDENTIDAD SOCIAL .................................................................................... 51 
 
 
 PÁG. 
 
CAPÍTULO II EL PUNK ASOCIADO A LA MARGINACIÓN ............................... 58 
 
A) LOS JÓVENES Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL ................................................... 70 
 
B) MANIFESTACIÓN DE LA JUVENTUD EXCLUIDA ...................................... 75 
 
C) ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GENERAL DE LOS JÓVENES 
A NIVEL NACIONAL Y EN DOS MUNICIPIOS: ECATEPEC Y 
NEZAHUALCÓYOTL ...................................................................................... 78 
 
D) ESTIGMA Y PROCESOS DE EXCLUSIÓN ...................................................... 99 
 
 
 
 
 
 
 
 PÁG. 
 
CAPÍTULO III EL PUNK COMO CULTURA. LA EXPERIENCIA DE LA 
MODIFICACIÓN DE LOS CUERPOS .............................................................. 103 
 
A) EL SENTIDO DEL CUERPO COMO EXPRESIÓN 
TATUAJES Y PERFORACIONES .................................................................. 108 
 
B) TRAYECTORIA Y MEMORIA COLECTIVA DEL TATAUJE .................... 118 
 
C) SOMETIMIENTO Y RESISTENCIA ENN EL CUERPO MODIFICADO ..... 122 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 PÁG. 
 
CONCLUSIONES ...................................................................................................... 130 
 
ANEXOS I TRANSCRIPCIÓN DE ENTREVISTAS ................................................... 139 
 
ANEXOS II IMÁGENES ............................................................................................. 170 
 
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 176 
 
Introducción 
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
La identidad no es un hecho observable, ni un dato empírico que aparece en forma clara 
en la realidad, sino una construcción analítica, lo cual hace que esta categoría sea 
sumamente difícil de definir. Algunos autores la definen como: “un conjunto de 
propiedades y atributos específicos y estables considerados como constitutivos de 
entidades que se mantienen constantes y sin mayores variaciones a través del tiempo”
1
. 
Esta definición puede ser más aplicable cuando se habla de identidades nacionales, 
genero, raza, etc. No obstante las identidades que aquí se analizan no permanecen en 
estado fijo, ni están totalmente acabadas ni consolidadas. La identidad consiste en la 
asociación distintiva de ciertos repertorios culturales que se encuentran en nuestro 
entorno social, en nuestro grupo o en nuestra sociedad, considerando que la primera 
función de la identidad es marcar fronteras entre un nosotros y los otros, lo cual indica 
que esta es la manera de diferenciarnos de los demás es decir, a través de un conjunto de 
rasgos culturales distintivos. 
 
Una noción más amplia y menos restrictiva del concepto y construcción del proceso de 
la identidad parte del reconocimiento del carácter mutable y dinámico, pero sin dejar de 
lado su carácter contradictorio y su movilidad; permitiendo así la posibilidad de 
encontrar estados inacabados de la identidad, o sea, procesos de construcción y 
reconstrucción constantes. Como veremos más adelante, también la persona puede 
combinar varias identidades aunque sean contradictorias entre si, como por ejemplo 
decir soy “marxista” y usar un pantalón levy´s
2
, la ropa también es un factor identitario 
que conlleva una manifestación concreta. Cabe mencionar que normalmente se alude a 
la identidad como algo construido, como algo que ya esta dado en los seres humanos1 Giménez, Montiel Gilberto. “Paradigmas de identidad”. En Chihu, Amparán Aquiles, Sociología de la 
identidad. Las ciencias sociales, México D.F: UAM Iztapalapa, p. 37. 
2
 Puede entenderse como contradictorio en algunos casos, porque los principios en que se funda el 
marxismo básicamente es la crítica al capitalismo, considerándolo un sistema injusto y totalitario. Sí un 
sujeto que se dice ser marxista viste un pantalón levy´s o cualquier otro objeto representativo o 
emblemático del desarrollo del sistema capitalista puede ser criticado por otros mismos sujetos de 
reproducir y perpetuar la reproducción incesante de mercancías, y con esto la perpetuación del mismo 
capitalismo. Esto explica que la identidad también tiene que ver con la congruencia y coherencia entre 
el discurso y la práctica, aunque también no se excluye el punto de vista de que intervienen aspectos 
ideológicos y hasta prejuicios de parte de los sujetos. En este caso no serán abordados dichos aspectos 
ideológicos pues es un tema bastante extenso para tratarse en esta investigación. 
 
Introducción 
2 
 
pero no se nace con ella, se va adquiriendo a lo largo de la existencia, a través de la 
relación con la familia, amigos, compañeros, profesores, que pueden tener influencias 
específicas mediante su discurso o sus actos. Por esta razón en este trabajo se concibe 
así a la identidad, como un complejo construido intersubjetivamente con otros en 
contextos específicos que van de lo micro a lo macrosocial. 
 
En esta investigación se interpreta que el movimiento punk se sitúa en lo que se ha 
dado en llamar recientemente las identidades emergentes; que corresponden a las 
“formas construidas de pertenencia social, elaboradas en procesos de acción colectiva 
por los grupos sociales que se han constituido en épocas recientes con base en nuevos o 
diferentes conjuntos de demandas de diverso tipo y contenido que pluralizan las luchas 
y formas de acción social”
3
. Así algunos jóvenes construyen una serie de discursos 
(códigos simbólicos) como la vestimenta; los estilos (punks, dark, gótico); el uso de 
música y de la apropiación de los espacios públicos y todas las prácticas culturales que 
favorecen la constitución de las identidades juveniles. 
 
Una de las explicaciones de este trabajo es de corte económico y la segunda de tipo 
cultural, es decir, como se menciona, la cultura punk se encuentra de lado de las 
identidades emergentes como producto y resultado de procesos sociales cruciales que se 
vivieron alrededor de toda América Latina en la décadas de los ochenta pero que ya se 
venían gestando anteriormente. Se hace visible una crisis del capitalismo moderno que 
paulatinamente se evidencia en el repliegue del Estado para garantizar a las capas más 
desfavorecidas de la sociedad los mínimos satisfactores en rubros económicos culturales 
y sociales. Si bien es cierto que a mediados de los setentas el PIB anual creció de 6 a 7 
por ciento, y que esto correspondió a un crecimiento significativo de la ocupación
4
, la 
caída de los precios del petróleo en 1981 coloca a México frente a una repentina 
agudización de la crisis, agotando las condiciones materiales anteriormente existentes. 
 
El neoliberalismo económico se introduce como proyecto para enfrentar la profunda 
crisis y esto se logra a partir de la primera medida que consiste en la desincorporación 
 
3 Aceves, Lozano Jorge E. “Experiencia biográfica y acción colectiva en identidades emergentes”, Espiral, 
estudios sobre estado y sociedad Vol. 7 No. 20. Enero/abril, 2001, p.17. 
4 Gilly, Adolfo. “México: Crisis y modernización del capitalismo”, Nueva Sociedad No. 82 Marzo-Abril, 
1986, pp. 14-22. 
Introducción 
3 
 
de empresas publicas por las siguientes vías: la extinción, la fusión, la liquidación, la 
transferencia a las entidades federativas y municipios, la venta de la empresa que se 
desincorpora a los trabajadores, y sobre todo, la venta a los privados nacionales y 
extranjeros. Posteriormente el neoliberalismo, va adquiriendo forma en su versión de un 
capitalismo salvaje, generando así exclusión en todos los sentidos y para gran parte de 
la población. Ante este escenario en el imaginario social aparece la idea de crisis con 
una diversidad de rostros: económica, política, social, cultural, simbólica e institucional. 
 
El impacto y las transformaciones estructurales del capitalismo moderno en la sociedad 
mexicana pueden haber intervenido para la formación de nuevas identidades que se 
inclinan hacia preocupaciones de carácter afectivo, que desarrollan relaciones 
expresivas y buscan una organización horizontal, de modo que este grupo puede llegar a 
cuestionar la cultura política aportando nuevos valores, perspectivas y enfoques de 
acción; en el entendido de que sobre la política descansa el ideal de eficacia para fraguar 
y fortalecer el “nosotros comunitario”, dando respuesta a una demanda de comunión y 
vinculo inmaterial que funda la sociedad. Al no obtener respuesta del ideal político se 
recurre a nuevas formas simbólicas de agregación. El carácter afectivo de estas 
identidades reposa en el hecho de que los grandes valores que regían a las sociedades 
modernas, ya no funcionan como valores universales y las identidades planteadas por la 
modernidad tales como la del “ciudadano”, “proletario”, “revolucionario”, “los 
nacionalismos” y los “humanismos” están en crisis. El primero de estos valores es el 
valor de la razón a partir del cual se concibieron las relaciones sociales, el segundo de 
ellos es el gran mito del progreso que había sido el gran eje rector y de organización de 
las sociedades modernas. Y el tercero de estos grandes valores es el trabajo como 
imperativo categórico a partir del cual se lograba la realización individual o colectiva. 
Estos grandes valores siguen existiendo en el seno de las instituciones, pero 
particularmente a lo que se refiere a las jóvenes generaciones, ya no impera de la misma 
forma el valor del trabajo o de la razón. 
 
En palabras de Maffesoli estos valores que caracterizaban a las sociedades modernas 
han entrado en un estado de “saturación de lo social y se presenta una emergencia de la 
Introducción 
4 
 
socialidad”. 
5
 Entendiendo que la modernidad se rige únicamente en la razón, el trabajo, 
el progreso o la fe en el porvenir, lo que constituye las instituciones sociales, mientras 
que en el proceso de socialidad lo que integra es lo sensible, lo imaginario, lo lúdico, lo 
onírico, el inconsciente colectivo. Lo que puede explicar el carácter afectivo de estas 
nuevas identidades es la saturación del principio individualista que fue el pensamiento 
esencial de los grandes valores modernos: trabajo, razón porvenir, una identidad 
homogénea. 
 
Lo que podría estar sucediendo actualmente en palabras de Maffesoli es un regreso del 
tribalismo basado en un pensamiento colectivo y en el estallamiento del individuo 
basado en una multiplicidad de potencialidades, es decir el individuo ya no posee una 
identidad univoca sino una serie de identificaciones múltiples y las grandes instituciones 
que habían constituido lo social dejan su lugar a formas de localismo. La comunidad 
punk podría ser otra expresión de cohesión social, cercana al fenómeno religioso, en el 
sentido de generar vínculos de identificación colectiva y sentidos de pertenencia en este 
contexto de crisis. 
 
Es importante señalar como planteamiento del problema de investigación la cuestión de 
crisis material y económica que antecede a la explicación de la formación de actores 
sociales emergentes que ante la destrucción de las condiciones sociales anteriores que 
daban seguridad material e identidad buscan un nuevo tipo de acción en el que 
convergen diferentes significados, fines, formas de organización y solidaridad; donde la 
identidad colectiva aparece como una variablecrucial. 
 
La nueva forma de acción colectiva de la comunidad punk se ubica en el campo cultural 
y en la dimensión simbólica, por este motivo es de mucha importancia para ellos el 
diferenciarse y el representarse por medio de una imagen, un tipo de lenguaje, una 
vestimenta específica y cierta música. En este sentido, importa recuperar y reconstruir 
los sentidos y significados que los propios jóvenes, hombres como mujeres, le atribuyen 
a estos elementos desde su carácter de identificación como usuarios de ciertos bienes 
culturales y simbólicos. 
 
5
 Maffesoli, Michel. “El tiempo de las tribus. El ocaso del individualismo en las sociedades 
posmodernas”, Siglo XXI editores, 2000, p. 62. 
 
Introducción 
5 
 
 
En esta investigación se hace referencia a la cultura punk, que surgió a finales de la 
década de los 70, y que en México tuvo mayor auge a principios de los 80. La época en 
la que se sitúa la pregunta de investigación es en el año 2010 y principalmente en el 
espacio del tianguis cultural del Chopo, aunque también se visitarán espacios en donde 
la música tiene lugar como punto de reunión, es decir, en tocadas y algunas fiestas. La 
interrogante que va orientando y dando sentido a esta investigación es la siguiente: 
¿Cuál es el principio de estructuración de la comunidad punk bajo los cambios 
sociales que se dieron en México a principios de 1980 hasta la fecha, y cómo 
representan la búsqueda de sentido e identidad en sus practicas y creencias? 
¿Cómo comprender el sentido de las prácticas culturales de los jóvenes punks 
como vehículos de identificación en la sociedad actual? 
 
En este sentido la presente investigación plantea la siguiente hipótesis: 
 
La cultura punk en México como proceso social e histórico, se funda básicamente en la 
comunidad emocional, articulada en la utilización del cuerpo como expresión, la 
música, el vestuario, apropiación de espacios públicos y el lenguaje. La cultura punk 
rechaza la identidad tradicional que se estructura primordialmente en el territorio, la 
lengua y la tradición. El surgimiento de esta comunidad es síntoma de crisis 
estructurales que padeció la sociedad mexicana desde la década de 1980, las cuales se 
manifestaron en la incapacidad de políticas sociales para garantizar los mínimos 
satisfactores para la población en rubros como salud, empleo, educación, vivienda, 
seguridad publica, además se suma la crisis proveniente del modelo de sustitución de 
importaciones que se implemento desde 1940 a 1980, en donde se da prioridad al sector 
industrial y el desempleo va en aumento. 
 
Esto provoca un desdibujamiento de grupos sociales debido a la crisis que afecta su 
base material, debilitándose las identidades tradicionales, lo que ocasiona la búsqueda 
de nuevas identidades y sustento material. Al no encontrar una orientación fuerte que 
responda a la necesidad de pertenencia, de sentido y de seguridad en medio del 
desajuste que provocaron los cambios sociales, los jóvenes se adscriben a la cultura 
punk para fundar formas alternativas de identificarse basadas principalmente en la 
Introducción 
6 
 
búsqueda de afecto, de nuevas emociones y en la necesidad de pertenecer a una 
comunidad que les brinde seguridad y abrigo ante los embates de la exclusión en todas 
sus formas. 
 
Objetivos generales 
Analizar el contexto socioeconómico cultural e institucional que afecta a los jóvenes a 
fin de dar cuenta que el punk manifiesta la relación exclusión- marginación de la que 
son parte algunos jóvenes. 
 
Objetivos particulares: 
1. Analizar el estado teórico general de juventud e identidad y su relación con el 
contexto del punk urbano. 
2. Realizar un análisis referencial que funcione como marco conceptual para observar la 
base de la situación en la que se encuentra la juventud que se analiza. 
3. Analizar la condición de fragmentación comunitaria en la que se desenvuelve gran 
parte de la juventud mexicana. 
4. Dar a conocer los mecanismos identitarios de la música, los espacios públicos, el 
cuerpo y el lenguaje de una parte de los punks urbanos. 
 
Dentro de los estudios sociales han sido abordados diversos movimientos que tienen 
como referente fundamental a la música. Estos movimientos han sido estudiados 
también desde la historia, la comunicación, la antropología, la estética, la psicología etc. 
Todos estos dentro del género del rock como una de las expresiones culturales más 
importantes, pues es el género por excelencia de la juventud contemporánea. 
 
Los jóvenes contemporáneos son una expresión de la multiculturalidad actual que 
caracteriza a las grandes ciudades donde tiende cada vez más a organizarse la vida en 
sociedad. La ciudad es un dispositivo urbano que define una forma de vida creada por el 
hombre, para su protección y cuidado, y paradójicamente es dentro de la ciudad donde 
se ha creado la mayor amenaza para el hombre que es, el hombre mismo. La atención 
que se le ha puesto al punk ha sido objeto del análisis del contenido de las letras, como 
el trabajo de Fontodrona titulado “el estertor del milenio, a 20 años del punk” en 1995. 
Sin embargo ha faltado ahondar en el contexto sociocultural en el que surgen estas, y su 
Introducción 
7 
 
relación con la juventud que instaura mecanismos sociales y culturales frente a las 
adversidades que se les plantea en las ciudades. Si bien se han hecho documentales 
biográficos de algunos cantantes del género o se han escrito semblanzas cronológicas y 
testimonios por simpatizantes de la música, como el documental de “la década podrida” 
1985–1995 que versa sobre el movimiento punk en la ciudad de México, 
“Submetropolotanos” 1989, y “el nómada del subsuelo” 2006, documental biográfico 
de Iti, músico, cronista y poeta punk de ciudad Nezahualcóyotl o “Tremendo delirio” 
conversaciones con Julián Hernández y biografía de Siniestro Total / Kike Tur, ha 
faltado profundizar en cuestiones teóricas que vean más allá del punk como un estilo 
musical o como algo de moda y que permitan ver la generación, la apropiación y el 
consumo del punk como escenario en donde se pueden observar las evidencias de una 
sociedad en estado de crisis y en general la desvinculación de los diferentes sistemas de 
atención hacia la juventud sean familiares sociales e institucionales. 
 
Realizar una tesis que aborde esta temática pretende exponer las relaciones que hay en 
las transformaciones estructurales que se han venido dando en la sociedad y su relación 
con las nuevas formas de apropiarse el mundo y de configurar sentidos de expresión y 
práctica cultural de una parte de los jóvenes mexicanos urbanos. 
 
El análisis de los antecedentes del punk me puso en la necesidad de revisar fuentes 
propias en donde el movimiento surgió como lo fue el Reino Unido tras el consenso de 
la necesidad de reconstruir el país tras la guerra mundial y la crisis del petróleo. En 
España otro de los principales exponentes del punk el caso fue bien diferente pues tras 
una larga dictadura, comenzaba a gestarse la transición a la democracia. En México el 
punk llegó de manera un poco tardía y su contexto es completamente distinto, pues 
llegó cuando ya se había extendido por E.U y eran los jóvenes de clase media que 
podían viajar a la frontera los que trajeron los primeros acetatos, posteriormente pasó a 
las clases marginadas principalmente de los “chavos banda” quienes lo adoptaron con 
sus propias particularidades y sus propias experiencias de vida cotidiana urbana como 
las peleas constantes entre grupos de diferente banda, lucha por el territorio y conflictos 
personales. Cabe mencionar esto porque es en textos y fuentes españolas en donde se 
puede ver que existe una amplia gama de estudios y análisis sobre el punk como 
respuesta a los cambios sociales a los que se enfrentaba el mundo. Como lo es el texto 
Introducción8 
 
de “el punk en el ojo del huracán: de la nueva ola a la movida” y los realizados por 
Carles Feixa “pachucos, malandros y punketas” y “de jóvenes, bandas y tribus”. 
 
Este trabajo pretende aportar a la sociología un análisis sobre las nuevas formas de 
identificarse que difieren a las de las sociedades guiadas por la razón y el progreso, y 
que se diferencian de las generaciones de la sociedad del siglo XIX y gran parte del 
siglo XX. Estas son las llamadas comunidades emocionales en donde se localiza a las 
culturas juveniles, lo que implica un aporte teórico variado del que con regularidad se 
ha estudiado al punk, relacionando análisis de unidad territorial, condiciones 
económicas y situación familiar y social. 
 
Es una investigación cualitativa, los métodos utilizados con base en el objeto de estudio 
para la reconstrucción de signos y significados que los jóvenes adscritos a la cultura 
punk, le atribuyen a sus prácticas y rituales como bien cultural simbólico son los 
llamados métodos interpretativos. 
 
Es un estudio cualitativo y cuantitativo. Cualitativo, porque interesa reconstruir en el 
propio contexto histórico- social los sentidos y significados asociados a la práctica del 
punk como una expresión de inconformidad ante la situación social que viven los 
jóvenes, profundiza y analiza el contexto en el que se desenvuelven los punks, y 
cuantitativo porque respalda el análisis descriptivo que ofrecen los resultados de las 
entrevistas con información sobre territorio, población, educación, salud, empleo y 
niveles de marginación que arrojan las encuestas. 
 
Instrumentos 
 Diario de campo. 
 Información estadística para la elaboración del análisis referencial. 
 Guía de entrevista semiestructurada para conocer los significados que dan los 
propios actores sociales (ver anexos). 
 
Escenarios 
Los escenarios en los cuales se llevó a cabo el trabajo de campo son: 
 El tianguis cultural del chopo. 
Introducción 
9 
 
 Bares como: “el clandestino,” “la UTA,” y el “Under”. 
 La calle, cantinas, fiestas. 
 
 Población y muestra 
a) Población 
Hombres y mujeres punks de Ecatepec y Ciudad Netzahualcóyotl principalmente. Se 
acudió con informantes clave, se visitaron espacios adscritos a la escenificación y se 
observaron situaciones relevantes a su identificación y a su relación con el ser “punk”. 
 
b) Muestra 
Las unidades de muestreo se hicieron mediante un criterio estratégico donde los sujetos 
de investigación fueron elegidos por su conocimiento de la situación y del problema por 
investigar (los más representativos o idóneos). Los instrumentos metodológicos se 
aplicaron a quince jóvenes entre mujeres y hombres, con la característica de que estaban 
adscritos a la cultura punk, las edades son de entre 18 a 29 años de edad. 
 
Las entrevistas (semiestructuradas) que se aplicaron siguen un guión con diez áreas que 
exploraron de forma general aspectos relacionados con la percepción que tiene sobre si 
mismos, las relaciones que mantienen con su familia, las condiciones materiales en las 
que habitan, nivel escolar, la forma en que se relacionan con su comunidad, los rituales 
que los identifican y la utilización del tiempo libre. Las entrevistas fueron grabadas con 
previo conocimiento de los participantes. 
 
La entrevista semiestructurada explora las siguientes partes: 
 Aspectos personales de reconocimiento. 
 Aspectos de la familia. 
 Aspectos de la vivienda. 
 Aspectos de la escuela. 
 Aspectos de la calle- comunidad. 
 El chopo, las fiestas, la calle y las tocadas como espacios de intercambios 
culturales. 
 Contenidos musicales 
Introducción 
10 
 
 El cuerpo como expresión (tatuajes y perforaciones) 
 Ritos y cultura en el punk 
 
Los criterios para la selección de las muestras se basaron en dos argumentos: 
1) Principalmente el primer criterio de selección tiene que ver con los referentes 
teóricos pues la identidad punk y las nuevas identidades incluyen como una de 
sus características la apropiación del espacio público donde intercambian gran 
diversidad de significados. 
 
2) El área o la zona de procedencia de los entrevistados, Ecatepec y 
Nezahualcoyotl, municipios que se caracterizan por un alto índice de violencia, 
de pobreza y de marginación. 
3) La exclusión y marginación que enfrentan los jóvenes, y como lo manifiestan 
simbólicamente a través de ciertos ritos y prácticas identitarias. 
 
El principal propósito de la técnica de entrevista semiestructurada fue lograr una 
información asociada a conocimientos, actitudes, sentimientos, creencias y experiencias 
que no serían posibles de obtener, con suficiente profundidad, mediante otras técnicas 
tradicionales como por ejemplo la encuesta. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
11 
 
CAPITULO I 
LAS IDENTIDADES JUVENILES Y SU CONSTRUCCIÓN SOCIAL 
 
La noción de identidad se remite a objetos y ámbitos diferentes con acepciones diversas 
que desde los orígenes del pensamiento filosófico se agrupan en dos grandes posturas, 
la primera de ellas se conoce como “esencialista” y reposa en la creencia de esencias, 
realidades esenciales, sustancias a la vez inmutables y originales; la otra postura es la 
“nominalista”
6
, perspectiva que es utilizada en está investigación y que nos indica que la 
identidad es el resultado de una identificación contingente. 
 
Esta visión de la identidad se menciona a lo largo de la investigación, es resultado de 
una doble operación lingüística: diferenciación y generalización. El primer elemento 
tiende a definir la diferencia, la que incide en la singularidad de algo o de alguien en 
relación con los otros: la identidad es la diferencia. La segunda busca definir el nexo 
común a una serie de elementos diferentes de otros: la identidad es la pertenencia 
común. Éstas dos operaciones están en el origen de la paradoja de la identidad es decir 
lo que hay de único es lo que hay de compartido. 
 
Existen procesos históricos, colectivos e individuales que modifican la configuración de 
las formas identitarias. Para Durkheim por ejemplo, en las sociedades primitivas cada 
individuo tiene una pertenencia considerada como principal en tanto miembro de su 
comunidad y una posición singular en tanto que ocupante de un lugar en el seno de ella. 
“Las relaciones son consideradas como puramente comunitarias; la solidaridad surge de 
la conciencia colectiva denominada solidaridad mecánica es decir la identificación con 
un grupo social se produce por las condiciones de igualdad”
7
. Dependen estrechamente 
de las creencias en el carácter esencial de las pertenencias a ciertos grupos considerados 
como primordiales y vitales para la existencia individual. Estas formas de identificación 
son propias de las sociedades primitivas y tradicionales. A diferencia de las sociedades 
primitivas, Durkheim explica que una sociedad moderna caracterizada por la solidaridad 
orgánica se mantiene unida debido a la diferencia de quienes la integran es decir, tienen 
 
6 Dubar, Claude “La crisis de las identidades, la interpretación de una mutación”, Ediciones Bellaterra, 
2002, pp. 10-11. 
7 Émile, Durkheim. “La división del trabajo social”, Madrid: Akal, tercera edición, 1995, p.146. 
 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
12 
 
diferentes tareas y responsabilidades; por lo tanto la sociedad moderna se mantiene 
unida por la especialización y la individualidad. Para autores como Claude Dubar 
“existen otras formas identitarias emergentes propias de las sociedades modernas que 
suponen la existencia de colectivos múltiples, variables y efímeros a los que los 
individuos se adhieren por períodos limitados y que proporcionan recursos de 
identificación que se plantean de manera diversa y provisional”
8
. 
 
Cada forma identitaria corresponde a distintosperiodos históricos de la sociedad, dicho 
periodo histórico presenta un relativo equilibrio, de crecimiento continuo y de reglas 
claras, política estable e instituciones legitimas y se acompaña de un conjunto de 
categorías compartidas por la mayoría y de un sistema simbólico de designación y de 
clasificación muy interiorizado. El cambio de normas, de modelos y de terminología 
provoca una desestabilización de los referentes, de las denominaciones y de los sistemas 
simbólicos anteriores. La desestabilización que provoca el cambio evoca a una noción 
de crisis, y que Dubar define más concretamente como “una ruptura de equilibrio entre 
diversos componentes"
9
. 
 
Si bien es cierto que la crisis de los modos de identificación no deja de tener relación 
con la teorización de la crisis económica que el mundo occidental atravesó en la década 
de los setenta, es importante señalar no sólo una degradación de los recursos 
económicos, si no asimismo de subrayar las transformaciones y rupturas de las 
anteriores relaciones sociales, se trata de las relaciones más cotidianas; familiares, de 
trabajo, entre sexos etc. 
 
Para Gilberto Jiménez la reaparición del tema de la identidad en las ciencias sociales a 
partir de la década de los setentas obedece a dos causas: la demanda del poder público 
preocupado por la suerte de las particularidades nacionales y locales en un mundo que 
tiende a la globalización y a una nueva crisis social llamada crisis de las identidades, 
que afecta a todo el sistema de identidades tradicionales en los países desarrollados bajo 
 
8 Dubar, Claude. Op. Cit. 18. 
9 Ibíd., p. 18. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
13 
 
el desafío de la “modernización”
10
 jugando esta un papel importante pues las 
identidades tradicionales se ven trastocadas por el surgimiento de nuevas tecnologías 
que implican una reconfiguración en su concepción básica. 
 
No obstante es necesario señalar algunas características distintivas de la modernidad 
occidental pues la perspectiva etnocentrista europea definió al imaginario europeo de la 
modernidad como un ideal societal de validez universal, pero al mismo tiempo instauró 
la posibilidad de pensar que los tiempos, las sociedades y los proyectos culturales 
pueden leerse de distintos modos, pueden ser críticamente analizados y, de hecho, 
resignificados continuamente. Así que el contenido utópico de la modernidad como 
proyecto societal, si bien puede parecer ineficaz en el presente para muchos sectores de 
las sociedades más desarrolladas, todavía tiene mucho peso en las sociedades 
subalternas como las latinoamericanas. Es innegable que hay muchos elementos del 
imaginario sociocultural de la modernidad, pero a la vez las formas que asumen nuestras 
sociedades son diversas, por nuestros orígenes y las estructuras peculiares que revisten 
nuestras instituciones. 
 
Si se quisiera comparar las diferencias que con respecto al modelo ideal de la 
modernidad presentan las sociedades de América Latina que han pasado por procesos de 
modernización se vería lo siguiente: en la economía, el aumento de la productividad no 
ha sido acompañado por una mejor distribución de la riqueza social; gran parte de la 
población económicamente activa esta en el mercado laboral informal. En la política, el 
estatuto del ciudadano es en cierto sentido tan solo formal; se observa la lucha por el 
reconocimiento del principio de ciudadanía, pero no su completa vigencia. En las 
relaciones sociales predomina la desigualdad es frecuente el clientelismo; la integración 
social es un problema grave; se han generado nuevos mecanismos de exclusión sin 
haberse abolido los ancestrales. En la cultura es necesario relativizar el impacto de la 
racionalización, la secularización, el desencanto del mundo y la critica reflexiva en 
sociedades donde muchas veces impera el sincretismo religioso y la pluralidad de 
marcos de interpretación y de cosmovisiones del mundo. En el ámbito de la subjetividad 
 
10Girola, Lidia “Tiempo tradición y modernidad: la necesaria re-semantización de los conceptos” en 
Tiempo y modernidad en el debate sociológico contemporáneo. Sociológica, año 20. No. 58, Mayo-
Agosto de 2005, pp. 36-39. 
 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
14 
 
hay conflictos, entre por una parte, ideales del yo que se manifiestan en expectativas y 
proyectos convencionales y conservadores, cuando no cerrados, en torno a las 
adscripciones étnicas, comunitarias y de sexo, y por otra parte, la búsqueda de una 
identidad personal organizada en torno a la realización autónoma, la responsabilidad y 
la creatividad en cuanto a objetivos personales. 
 
Se puede decir entonces que lo que caracteriza a las sociedades de América Latina en 
general y a la sociedad mexicana en especial es que se han vivido procesos de 
modernización en distintas dimensiones y con aspectos diferenciados, a veces exitosos y 
otras no. También que estos procesos se han dado en situaciones sociales, políticas 
económicas y culturales diferentes, a las que existían en las sociedades de Europa 
occidental y que por lo tanto los resultados han sido diversos y lo seguirán siendo. 
 
Así pues el proceso de industrialización característico de las sociedades modernas 
conlleva la deslocalización de las identidades tradicionales, y con esto una 
reconfiguración de las mismas, es decir, para que cierta comunidad pueda insertarse en 
las nuevas técnicas de producción, educación, política, entre otras, es necesario 
separarse temporalmente de la concepción del mundo que ésta tiene, para así poder 
asimilar la nueva y adaptarse al cambio; por ejemplo algunos grupos étnicos hablan su 
lengua materna, pueden hablar el castellano cuando van a trabajar a la capital y a su vez 
pueden hablar inglés, sirviéndoles como estrategia para insertar sus artesanías al 
mercado global; lo cual no siempre resulta negativo pues permite el intercambio cultural 
y funciona como fuente de equilibrio. 
 
En la modernidad la estructura social del capitalismo ha sufrido cambios y el sujeto 
prefiere ser identificado por los gustos culturales y los estilos de vida que por la 
comunidad natural de sangre. El sistema de identidades ideológicas, políticas y 
religiosas también se ven modificadas y su supuesta crisis tiende a manifestarse de 
forma contradictoria: por una parte el intento de desbordar las fronteras del Estado-
nación, de construir nuevas unidades supranacionales como la Comunidad Europea y el 
aparente despertar de las grandes instituciones religiosas; por otra parte la disolución de 
elementos étnicos originarios de Estados multinacionales previamente unificados bajo 
una identidad ideológica supranacional como la ex Unión Soviética, proliferación de 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
15 
 
identidades de pequeña escala o locales, el despertar de las identidades étnicas, y 
finalmente la prevalencia de los medios electrónicos como instrumentos de 
comunicación. Para Giménez la teoría de la crisis de identidad no puede disociarse de la 
teoría del actor social: 
 
En su formulación actual, la teoría de la identidad forma parte de una teoría más amplia: la del actor 
social. Por lo tanto el auge de la reflexión actual sobre identidad no puede disociarse de lo que se ha 
dado en llamar el retorno del sujeto en sociología y antropología por reacción contra los paradigmas 
deterministas que pretendían explicar la acción y la conciencia social por la determinación de causas 
sociales o psicológicas que operaban behind the back. 11 
 
El retorno del sujeto alude también a la recuperación de la parte subjetiva de los 
individuos, esto significa que resulta de un proceso social, en el sentido de que surge y 
se desarrolla en la interacción cotidianacon los otros, es decir, el “individuo”
12
 se 
reconoce así mismo sólo “reconociéndose en los otros”
13
. En este sentido se puede 
señalar que las identidades que surgen a partir de la crisis o la ruptura de equilibrio de 
las identidades tradicionales; pueden comprenderse dentro de un contexto de 
globalización, no solamente desde lo económico sino desde lo cultural; lo que quiere 
decir que hay un juego entre la globalización de las culturas y las identidades locales. 
 
La globalización trae consigo diversas características como el ensanchamiento del 
mercado internacional y creciente intercambio, carácter global de la red de mercados 
financieros, nuevas tecnologías de la comunicación, consenso sobre la vigencia de los 
derechos humanos y la democracia como sistema de gobierno y una cultura de la 
imagen. Estas características de tipo económico, político y cultural que permean a la 
sociedad en su conjunto operan intensificando las relaciones sociales en todo el mundo, 
 
11
 Giménez Montiel, Gilberto. “La identidad social o el retorno del sujeto en Sociología”, en Revista 
Versión, No. 2. Abril, UAM Xochimilco México, 1992, p. 186. 
12
Gilberto Giménez no establece en su análisis un concepto propio de sujeto, individuo o actor social 
pues cuando retoma a los interaccionistas simbólicos habla de individuos a su vez cuando retoma a 
Habermas se refiere a Actor social y por último a sujetos. 
13
 Gilberto Giménez se basa en Habermas y en su teoría de la acción comunicativa para considerar a la 
identidad de los actores o sujetos sociales en el nivel o ámbito de lo subjetivo: “En efecto, la identidad 
constituye la dimensión subjetiva de los actores sociales que en cuanto tales están situados entre el 
determinismo y la libertad. Es decir se predica siempre como un atributo subjetivo de actores sociales 
relativamente autónomos, comprometidos en procesos de interacción o de comunicación” (ob. Cit.. 
187) 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
16 
 
ligándose lugares lejanos, de modo que los acontecimientos locales están configurados 
por acontecimientos que suceden a muchos kilómetros de distancia. 
 
El término globalización tiene diversos conceptos, y a menudo tiene diversas metáforas 
como aldea global, economía mundo, sistema mundo, occidentalización del mundo, 
entre otros. En esta investigación defino a la globalización citando a García Canclini ya 
que su concepto se adecua al problema por investigar. “La globalización, más que un 
orden social o único proceso, es resultado de múltiples movimientos, en parte 
contradictorios, con resultados abiertos que implican diversas conexiones local-global y 
local-local”.
14
 Lo anterior implica que cada vez sea más común hablar de una historia y 
un lenguaje compartido, como sucede con los diversos estilos juveniles existentes que 
se encuentran en muchas partes del mundo, pero mantienen sus particularidades 
correspondientes, y que además aparecen en los países industrializados, al tiempo que 
brotan en la periferia y sus urbes cercadas por cinturones de miseria, lo que remite a la 
complejidad y heterogeneidad de los procesos identitarios. 
 
Al mismo tiempo que la globalización se presenta como un conjunto de procesos de 
homogeneización, también es un fraccionamiento articulado del mundo, que reordena 
las diferencias y las desigualdades sin suprimirlas. La relación entre lo local y lo global 
implica que ninguno prescinde del otro, por lo cual el concepto de “glocalización” 
contribuye a explicar los procesos por los que pasan las culturas e identidades juveniles, 
“entendido este como neologismo proliferante ante la necesidad de designar la 
interdependencia e interpretación de lo global y lo local”
15
. 
 
 Como las identidades están en crisis, el orden social está marcado por la migración 
constante, el mundo globalizado, el reencuentro con los localismos y las tecnologías de 
la comunicación; no obstante la desestabilización de la disposición anterior de las 
formas identitarias no son un efecto inducido por la crisis económica sino que ambas 
crisis la económica y la social son consideradas como manifestaciones de un proceso 
más global que ha provocado en ciertos momentos de su desarrollo, rupturas en los 
grandes equilibrios económicos, fracturas de un tipo de vinculo social ampliamente 
 
14 García Canclini, Néstor. “La globalización imaginada”, Paidós, México, 1999, p. 47. 
15 Ibíd., p. 50. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
17 
 
dominante y en este sentido han trastocado una de las relaciones importantes que los 
sujetos y actores sociales establecen con el mundo: el tiempo y el espacio. De ahí, se 
han construido nuevos sentidos al cruce entre el uso y apropiación de espacios públicos 
y semipúblicos urbanos (la calle, el parque, el bazar, el tianguis, etc.) y, las identidades 
sociales culturales juveniles urbanas. Estas se pueden caracterizar como distintas 
representaciones a partir de las cuales los grupos juveniles construyen sus vínculos y sus 
colectivos marcando entre si diferencias, implicando la existencia de distintas practicas 
culturales juveniles en relación con lo identitario. 
 
En este sentido de acuerdo a Sergio Tamayo y Catherin Wildner se pueden considerar 
cuatro aspectos constituyentes de la identidad
16
: 
 
1. El reconocimiento: entendido como un proceso de autoidentificación, es decir de 
conocerse a uno mismo. Pero no basta con que las personas se perciban como distintas 
bajo algún aspecto, también tienen que ser distinguidas y reconocidas como tales por 
otros en contextos de comunicación e interacción, es decir, toda identidad individual o 
colectiva requiere del reconocimiento social para que exista públicamente. Se puede 
aclarar la identidad cuando se responde a las preguntas: 
¿Quién soy? Mujer, trabajo, soy hija, hermana; nací en México, vivo en el Estado de 
México, en el municipio de Ecatepec, me gusta salir de día de campo los fines de 
semana… 
 
¿Quién eres? Médico, trabajas en un hospital público, te gusta tu trabajo, tienes una 
esposa, hijos… 
 
En cada uno de los ejemplos citados se observan distintos roles y un esfuerzo por 
identificarse así mismo. El rol o papel social del individuo son conductas que se adoptan 
y por lo tanto ese rol es expresión de identidad. En el rol los individuos se identifican y 
se justifican para dar sentido a su existencia y cotidianidad. 
 
 
16 Tamayo, Sergio y Kathrin Wildner (Coords). “Identidades Urbanas”, Universidad Autónoma 
Metropolitana, Primera edición México, 2005, pp. 17- 21. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
18 
 
2. La pertenencia: que significa tener el dominio de algo y de uno mismo, es el 
proceso de situarse y al mismo tiempo poseer, apropiarse de las cosas, del espacio. Así, 
la pertenencia esta asociada al hecho de estar en un lugar, y por lo tanto es creación o 
apropiación del territorio generando distintos niveles de arraigo y apego: mi país, mí 
ciudad, mi casa. 
 
3. La permanencia: que permite examinar las identidades en su temporalidad, entre el 
origen del ser y no ser más, se relaciona con el tiempo y la duración de estar en un 
lugar. Es la duración de sentirse parte de un nosotros semejante. Así puede haber 
identidades de mayor permanencia que otras como la diferencia de ser mujer u hombre, 
pertenecer a un partido político, tener una religión, ser de un grupo juvenil, etcétera. 
 
4. La vinculación: que es la intersección social y simbólica, la relación intersubjetiva, 
la formación de nosotros, la solidaridad. Implica el acto de reconocerse con el otro. Este 
acto es la manera en que un individuo puede y decide compartir con otro el mito, la 
plática, la moda, los gustos,la lucha, los sentimientos, el espacio, etcétera. 
 
Dicho lo anterior sobre las características fundamentales de la identidad defino 
propiamente a esta como: un conjunto articulado de rasgos específicos de un individuo 
o de una colectividad, que constituye también un sistema de símbolos y de valores que 
permite afrontar diversas situaciones cotidianas. Alude a la forma en que se comparte y 
se participa de algo, sin embargo se ha dicho con insistencia que no implica que tales 
componentes de la identidad se manifiesten de manera empírica como hechos estáticos 
y estables. Es un proceso constante de recomposición, no es inmutable, es dinámica y 
diversa. 
 
También cabe hacerse la pregunta ¿porqué es importante la identidad para las 
sociedades y los sujetos? Porque además de constituir, integrar e internalizar un sistema 
de roles, símbolos y valores que permiten la acción social colectiva y la formación o la 
continuidad de una sociedad, funda solidaridad y cohesión social, además de que 
funciona como un recurso que permite crear una valorización de la autonomía y de la 
identidad personal, como valor, como subjetividad contra las identidades atribuidas o 
impuestas lo cual le permite transformarse en un recurso para la acción, esto quiere 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
19 
 
decir que hay internalización de normas adquiridas en sociedad, pero a la vez el sujeto 
no está orientado sólo por la conformidad con el grupo sino que a su vez la identidad 
como estrategia y como recurso permite a los sujetos tomar sus propias decisiones 
identitarias. 
 
Las identidades juveniles están inmersas en los procesos globalizadores, lo que significa 
que en su conjunto el cuerpo social esta cambiando sus formas de convivencia y las 
prácticas cotidianas se encuentran trastocadas por estos procesos. Por otro lado las 
categorías de pertenencia y permanencia que ofrecen Tamayo y Wildner en su análisis 
se ven modificados en las identidades juveniles debido a que estos aspectos se remiten 
al espacio y tiempo; es decir, para un joven adscrito a un grupo no hay un único lugar en 
el cual exista apego y arraigo ya que las prácticas identitarias tienden a darse en muy 
diversos escenarios y la mayoría son provisionales; y la permanencia reside en diversos 
aspectos difíciles de descifrar con exactitud como los intereses específicos, la edad, 
etcétera. 
 
En contraste con las identidades colectivas la juventud de hoy en día se encuentra en la 
búsqueda y construcción de una identidad personal que implica el establecimiento de 
vínculos sociales voluntarios, pero además que dichos vínculos son resultado de la 
interacción y tensión de diferentes grupos sociales, así como de ideologías, de discursos 
científicos entre otros; los jóvenes son diversos en tanto que se caracterizan por sus 
sentidos múltiples y móviles; incorporan, desechan, mezclan, inventan símbolos y 
emblemas, estando en continuo movimiento lo que las hace que sean diversas y que se 
modifiquen a través de las vivencias y las relaciones intersubjetivas de la vida cotidiana, 
siendo heterogéneas en sus manifestaciones. 
 
A fin de mostrar los aspectos que constituyen a las identidades juveniles se retoma lo 
que para José Manuel Valenzuela
17
 se reconoce como características de la categoría de 
juventud. 
 
17
 Valenzuela, José Manuel “Culturas juveniles. Identidades transitorias” en Revista Jóvenes, Cuarta 
época, Año 1. No. 3, Enero – Marzo, México, pp. 12-35. 
Valenzuela señala que existen siete características que van dotando de contenido y sentido a la 
categoría de identidad juvenil: 1. Historicidad; 2. Situacional; 3; representadas; 4; De adscripción o 
pertenencia; 5. Relacional; 6. Cambiante; 7. Inscrita en relaciones de poder. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
20 
 
 
Las identidades gregarias: el aspecto cultural es central y contiene imitación de 
expresiones, estilos, gustos y preferencias; incluye la importancia de las industrias 
culturales (televisión, radio, internet, disqueras) en la construcción y reconfiguraciones 
constantes del sujeto juvenil. El vestuario, la música y ciertos objetos emblemáticos 
constituyen hoy una de las más importantes mediaciones para la construcción identitaria 
de los jóvenes, elementos que se ofrecen no sólo como marcas visibles de ciertas 
adscripciones sino fundamentalmente como un “estilo”, un modo de entender el mundo, 
en la tensión identificación- diferenciación. La red simbólica: los jóvenes son parte de 
distintas y diferentes redes simbólicas que van coexistiendo alternadamente con sus 
respectivos cruces de sentido. El grupo: es fundamental en la constitución de la 
identidad juvenil, junto con el consumo cultural, aunque no sea un elemento 
constitutivo en si mismo
18
. 
 
Los punks como grupo a estudiar poseen rasgos de las tres características citadas 
anteriormente pues en primer lugar es a partir de estilos, gustos y preferencias que 
forman afinidades y diferenciaciones con otros. En segundo lugar es a través de 
reuniones o visitas a lugares emblemáticos que construyen redes de intercambios 
simbólicos. Y en última instancia es en el grupo en donde se reafirman en mayor 
medida pues mantienen comunicación y es allí donde se desarrollan y legitiman las 
características anteriores. 
Por ejemplo durante el trabajo de campo a lugares de reunión de los jóvenes 
identificados como punks en bares, fiestas o el tianguis del Chopo se observó que en un 
espacio convergen muchos estilos juveniles que mantienen sus propios códigos que los 
diferencian de los otros pero al mismo tiempo establecen un cruce de sentido 
compartido o ideológico con los otros que los diferencian formando una red ya sea por 
tener un mismo gusto musical como es el caso del punk y su derivado el hardcore, el 
compartir con estos otros estilos permite que haya una mayor apertura y que la red y el 
grupo sea más extenso. 
 
Lo juvenil se entiende como una condición social de cada individuo realizada en un 
momento histórico, determinado por las instancias de la sociedad. Así, se construyen 
 
18 Ibíd., p. 12-35. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
21 
 
una serie de imágenes culturales y sociales en torno a lo que se nombrará como la 
juventud o lo juvenil. De tal modo que la juventud entre otras consideraciones, está 
asociada a sus prácticas culturales, aunque no se reduce a ellas. Dicha categoría tiene la 
cualidad de que se pasa por ella y no se está permanentemente en ella, es decir, cada 
generación la edifica con contenidos específicos que a su vez están vinculados con los 
aspectos identitarios de la generación anterior. Sin embargo con frecuencia se suele 
reducir a la categoría de juventud o juvenil a una serie de variables tales como la edad, 
el estrato social, el género, y la educación, sin tomar en cuenta que más allá de ser un 
segmento de la población representa una condición social y un grupo, que construye su 
identidad a través del imaginario de su entorno social, este se manifiesta a través de 
imágenes, historias y leyendas. A través del imaginario como concepción colectiva se 
hacen posibles las prácticas comunes y un sentimiento ampliamente compartido de 
legitimidad. 
 
A lo largo de un primer acercamiento al tema resultó problemático distinguir lo joven de 
lo adulto, pues lo joven es heterogéneo y rápidamente cambiante, por lo que el concepto 
de juventud se dice que es transitorio, de modo que la mirada hacia la juventud se 
asemeja a la idea de considerar a las identidades juveniles como efímeras y volátiles. 
Sin embargo durante la realización de la investigación se observó que varios de los 
participantes que se reconocen dentro de esa adscripción identitaria no son 
necesariamentejóvenes si tomamos como punto de referencia su edad, pues no 
corresponde al rango que determina el Instituto Mexicano de la Juventud que va de los 
12 a los 29 años para la población joven. 
 
En relación al límite inferior, el comienzo de la adolescencia es a los 12 años, y se 
caracteriza por la serie de cambios biológicos y sociales. En relación al limite superior, 
el criterio tiene que ver con la capacidad del joven para establecer un hogar 
independiente, un trabajo que le permita independizarse, o con la finalización de sus 
estudios la edad en dónde se coloca es a los 29 años, estos criterios ya no son biológicos 
sino sociales y económicos, Por ello es necesario contextualizar de acuerdo a otras 
variables, ya que estas resultan insuficientes al explicar prácticas que no son exclusivas 
de dicho rango de edad. Variables como género, pertenencia regional, rural-urbana, 
nivel socioeconómico no sólo desde la perspectiva del acceso material a los recursos, 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
22 
 
sino como parte de la cultura parental que configura desde muy temprano la imagen y 
expectativas del mundo ya sea para negarlo o reproducirlo. Estas pueden ser otras 
características que intervienen en esta identificación y no excluyen a otros sectores de la 
población de los ritos propios del punk. 
 
La juventud es un concepto relacional, que sólo adquiere su sentido en un contexto 
social más amplio, a través de su relación con lo no juvenil, es un concepto 
históricamente construido, que por fuerza continuara evolucionando. En este sentido se 
puede decir que la juventud es un concepto cambiante que se reconstruye 
permanentemente; se reproduce en lo cotidiano y sus ámbitos de referencia con íntimos, 
cercanos y familiares, barrios, escuela, trabajo y otros; también se puede reproducir en 
lo imaginario donde las comunidades y grupos de referencia marcan formas valorativas 
de lo juvenil; se construye en relaciones de poder definidas por las condiciones de 
alteridad, dominación, o desigualdad. Así, manteniendo definiciones de carácter abierto, 
es posible vincular las búsquedas y necesidades de las personas jóvenes con 
determinadas etapas de edad que se basan en lo biológico pero también de condiciones 
sociales que no se establecen con la edad como única condición. 
 
Nosotros definimos operativamente a lo juvenil como un concepto relacional dentro de 
un contexto social más amplio y en su relación con lo no juvenil como es la interacción 
con categorías de género, etnia, clase social, etcétera. Es un proceso socialmente 
construido, que responde a contextos bien definidos, es cambiante, e intervienen 
experiencias sociales de los jóvenes que son expresadas colectivamente mediante la 
construcción de estilos de vida distintivos, localizados fundamentalmente en tiempos y 
espacios no institucionales, o al menos manteniendo cierta autonomía. 
 
 
 A) IDENTIDADES TRADICIONALES E IDENTIDADES EMERGENTES 
 
La identidad se encuentra inscrita en la sociedad global y esto es un elemento relevante 
a tomar en cuenta para la comprensión de la transformación que ha tenido en los 
diversos momentos históricos. Las identidades no se configuran de igual manera en las 
sociedades arcaicas donde hay seres míticos y prácticas rituales que fundan la identidad 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
23 
 
humana, en las sociedades tradicionales donde la identidad basada en una tradición 
religiosa, tiende a absorber las identidades individuales, o en las sociedades modernas 
caracterizadas por la diferenciación social, la complejidad y la proliferación de 
microsociedades. 
 
Hoy en día el mayor desafío de las identidades proviene del proceso de diferenciación 
que afecta no sólo a la estructura social sino también a la esfera simbólica y cultural; “lo 
que caracteriza a las sociedades modernas es la ausencia de un único universo simbólico 
capaz de integrar los ámbitos institucionales y de conferir sentido a la vida de los 
individuos”
19
, es decir, nuestra sociedad se caracteriza por la multiplicación de 
referentes simbólicos; de modo que las identidades emergentes en general como las 
audiovisuales, estéticas, musicales y la identidad punk en particular, rebasan los modos 
de actuar de las culturas ligadas a la tradición, la lengua y el territorio, produciendo 
nuevas comunidades que responden a nuevos modos de percibir y narrar la identidad 
con temporalidades menos largas, más precarias pero también más flexibles, capaces de 
convivir y combinar ingredientes de universos culturales muy diversos. 
 
Dentro del contexto de formar parte de lo emergente, las identidades juveniles se 
caracterizan por dar crédito a utópicos sueños de libertad e igualdad, indiscutibles y 
legítimos, sensación de vacío, falta de credibilidad en las instituciones, ausencia de 
ideologías totalizadoras, fragmentaciones de la vida y al sonido musical como lenguaje 
de fondo y trance. Esta fragmentación muestra de fondo una “crisis de sentido”
20
 que las 
sociedades habían depositado en diversas instancias educativas y de trabajo. Misma 
crisis se encuentra dentro del contexto del capitalismo periférico como factor que 
contribuye a la fragmentación de diversos estratos sociales en América Latina, trayendo 
consigo consecuencias como: desigualdad distributiva, tendencia inmanente hacia el 
desequilibrio en el centro de las economías desarrolladas que frena el desarrollo 
periférico, por lo tanto esto conduce a la fragmentación económica y las considerables 
 
19Carretero Pasin, Ángel Enrique. “Una aproximación a la sociología de lo imaginario de Michel 
Maffesoli” en Revista Sociológica, No. 53, Septiembre-Diciembre 2003, p. 110 
20P. Berger y T. Luckmann. “Modernidad, Pluralismo y crisis de sentido. La orientación del hombre 
moderno”. Paidós Studio, Barcelona, 1997, p. 135. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
24 
 
diferencias de poder económico y tecnológico que caracterizan los fenómenos de 
dependencia periférica bajo la hegemonía histórica de los centros
21
. 
 
Maffesoli ofrece una categoría de análisis para pensar algunos fenómenos de la sociedad 
actual, la cual ha nombrado como “comunidad emocional”
22
, él plantea que por un lado 
la masa que caracteriza a la sociedad posmoderna ha ocupando el lugar que tenían 
anteriormente las organizaciones económico- políticas de la sociedad moderna; esta 
“masa” para el autor carece de una identidad fuerte y transparente, mientras que por otro 
lado, la noción y el fenómeno de las identidades juveniles constituyen una respuesta al 
proceso de “desindividualización”
23
 inherente a las sociedades de masas, cuya lógica 
consiste en fortalecer el rol de cada persona al interior de la agrupación. 
 
La relación que se establece entre comunidad emocional y la masa es que una es 
resultado de la otra, es decir, al deslizarse la sociedad a una masificación, los individuos 
pasan a ser personas que saturan una (función) y acentúan un (papel) pasando de 
agrupamientos contractuales a “tribus” afectivas que se insertan en el dominio de lo 
cultural, productivo e ideológico. En otras palabras lo que se encuentra en proceso de 
transformación son los mecanismos clásicos de la organización social. 
 
No obstante esta crisis de sentido por la que atraviesan las instituciones normativas no 
solo debe verse hacia una conceptualización del sujeto joven concentrada en el placer, 
en el nomadismo y en prácticas que no parecerían tener otra razón de ser que la 
perpetuación indefinida de un goce sin tiempo y sin espacio. Esta perspectiva de 
Maffesoli tiende a sustraer a las expresiones juveniles del análisis sociopolítico en el 
que se inscriben, lo cual implica asumir de un lado, una posición de exterioridad y, de 
otro, una comprensiónbastante estrecha de lo político. Así mismo asumir por completo 
tal postura implica sobrevalorar las dimensiones tribales: códigos, emblemas, valores 
que cohesionan al grupo en detrimento de las instituciones y de manera especial generan 
 
21
Prebisch, Raúl. “Hacia una teoría de la transformación” en Revista de la CEPAL, No. 96, Diciembre 
2008, pp. 51-53. 
22Maffesoli, Michel. Op. Cit. 80. Las características de la comunidad emocional son su aspecto efímero, la 
composición cambiante; la inscripción local, la ausencia de organización y la estructura cotidiana, estas 
comunidades suelen ser abiertas e inestables. 
23 Ibíd., p. 83. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
25 
 
una invisibilización analítica de lo que Reguillo menciona los “antagonismos políticos” 
y el conflicto: 
 
Al clausurar la dimensión del conflicto, las perspectivas desdramatizadoras se colocarían en el mismo 
plano que las posturas instrumentales, al negar a los jóvenes, por vías diferentes, capacidad de agencia 
y al colocarlos ya no en la posición de aceptación-negociación implícita o explicita con el sistema, sino 
en una posición más vulnerable”. Aún: la exterioridad por muy gozosa que ella pudiera resultar, quizás 
más para el analista que para los propios jóvenes. 24 
 
Es así que las canciones con contenido de protesta, el rechazo a las formas de hacer 
política, el aparente desentendimiento del mundo, el instante que se fuga, el uso del 
cuerpo y de los espacios, no pueden dejar de expresar una posición con respecto a la 
sociedad en la que se habita. El punk expresa de otra manera el mismo malestar que los 
movimientos juveniles-antiglobalización: una crítica estruendosa que se evidencia en la 
música, un dolor disfrazado de ironía, indiferente. El sujeto “feliz” se desvanece en el 
aire y toma posición, participa; comunica el agotamiento de un proyecto y de un 
modelo cuya profundidad no puede ser captada negando lo político, el antagonismo y el 
conflicto. 
 
Lo que ofrece la lectura de Maffesoli es que para los jóvenes es una dimensión 
fundamental la interacción social en donde se prioriza el juego, el placer de estar juntos, 
de experimentar y sentir de manera similar los acontecimientos que se viven en común, 
pues mediante ello, crean sus propias formas de reunirse, agregarse u organizarse, con 
lenguajes y códigos de entendimiento diversos, con morales y formas de conducta a 
veces distintas a las que aprendieron en familia en las cuales el permanecer juntos y el 
divertirse es muy importante. 
 
Sin embargo, atribuirle a los jóvenes características de un nomadismo romantizado, el 
deseo libre, el gozo momentáneo e inconsciente, puede fortalecer una visión 
fragmentada y aislada y creer que los jóvenes viven encerrados en si mismos y más 
aún, se deja de lado la posibilidad de mirar a las identidades emergentes como grupos 
 
24 Reguillo, Rossana “La performatividad de las culturas juveniles” en Revista Estudios de Juventud, 
Departamento de estudios socioculturales, ITESO, No. 64, Abril, Guadalajara México, p. 52. 
 
 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
26 
 
que amplían demandas, que pluralizan o hacen complejas las luchas y formas de acción 
social. 
 
Por último y para finalizar este apartado cabe enfatizar que las identidades emergentes 
remiten a nuevas prácticas y tipos de acción; su nuevo tipo de interés ya no son los 
conflictos centrales de la sociedad, (etnia, clase social, nación) sino los múltiples 
valores y necesidades, individuales tales como los afectivos y la realización de lo 
personal, así como el derecho a la diferencia (homosexualidad, pluralismo étnico, 
libertad de creencia religiosa, respeto al medio ambiente) todo esto sin que signifique 
dejar de expresar un malestar social y tomar una posición con respecto a la sociedad en 
la que se habita. El punk fue una de las principales culturas urbanas en las que estas 
características son visibles, fue un movimiento social, una corriente de pensamiento 
espontáneo y maximalista, que atacó las mismas raíces de la sociedad que le había dado 
origen. El nihilismo, la falta absoluta de profesionalidad, las burlas más atroces, lo 
marginal como estética, constituían la perfecta contrapartida de una sociedad basada en 
la competitividad y el clasismo más descarado. 
Jorge Aceves Lozano describe así a este tipo de grupos: 
 
Los actores movilizados como emergente militancia son de naturaleza contemporánea y su contribución 
ha sido el lograr producir una unidad frente a la diferenciación y la heterogeneidad impuesta, así como 
levantar un conjunto de retos simbólicos.25 
 
 
 
B) DE LA IDENTIDAD A LA IDENTIFICACIÓN 
 
La identidad en términos generales a veces ha sido restrictiva al quedar vinculada a una 
caracterización de posiciones o de estados inamovibles de los diferentes agentes o 
actores sociales con relación a un momento histórico, a un evento particular o a un tipo 
de institución, esta definición es estacionaria y explica a la identidad como algo que es 
fijo, consolidado y por lo tanto acabado. Esta restricción puede limitar el alcance de las 
reflexiones que se hagan sobre las identidades sociales; no obstante, también es común 
 
25 Aceves, Lozano Jorge E. Op. Cit. 19. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
27 
 
que el concepto de identidad se dinamice en sus estudios y que se de importancia a que 
la identidad es móvil y que como tal posee “múltiples polos de identificación.”
26
 
 
La identidad no es un todo homogéneo; sino está constituido por múltiples polos de 
identidad, que se configuran y reconfiguran históricamente. Esto es, en relación a 
diversos discursos que lo interpelan y constituyen. Reconocer el carácter histórico de la 
conformación de la identidad implica pensarla como abierta, temporal y que pasa por 
momentos de identificación, lo que quiere decir que significan la exclusión de ciertas 
posibilidades y la aceptación de otras; estos modelos de identificación le son propuestos 
al sujeto, siendo en unos casos aceptados y en otros excluidos. A continuación se 
analiza un fragmento de entrevista que se le aplicó a un joven “punk” cuando se le 
preguntó si, siempre y en todos los lugares lleva puesta la misma vestimenta que 
representa transgresión: 
 
Ahorita estoy así vestido pero yo así diario no me visto a veces ando con bermuda, 
gorra y mis tenis, nada mas cuando estoy en mi casa no me pongo las botas, pues 
uno no va a salir así siempre a la calle, ando con tenis, Pero si… también he 
venido así sólo con bermuda y tenis al Chopo, normal. Depende de donde este y 
que haga. (Manuel 18 años, lugar de la entrevista: tianguis cultural del Chopo, 
fecha: 15 de Mayo de 2010) 
 
Cuando se le preguntó al joven que si siempre viste así, él mencionó que sólo en 
determinadas ocasiones como cuando va al tianguis del Chopo o cuando asiste con sus 
amigos a una tocada o a una fiesta. De tal modo que esta exclusión de no vestir así para 
todas las ocasiones no suprime o elimina definitivamente las formas de identificación 
dejadas al margen (el punk) puesto que, la necesidad de aquellas que resultaron exitosas 
es contingente; es decir se tienen múltiples opciones que permiten actuar sin que estás 
sean contradictorias por lo que no hay razón esencial para que las que resultaron 
excluidas en un determinado momento no puedan resurgir y articular la identidad del 
sujeto puesto que las múltiples opciones obedecen a los roles específicos de los sujetos 
y a los momentos en los que este se encuentre. 
 
26
 Fuentes Amaya, Silvia “Identificación y constitución de sujetos”: El discurso marxista como articulador 
del proceso identificatoriode los estudiantes de Sociología de la ENEP Aragón, gen. 79-83. Tesis de 
Doctorado DIE 31. México: DIE-Cinvestav. pp. 144-146. 
 
 
 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
28 
 
C) ACERCAMIENTO AL SURGIMIENTO DEL PUNK 
 
Anarquía en el Reino Unido, ahora soy un anticristo 
No sé lo que quiero, pero sé donde puedo obtenerlo 
 Quiero destruir al que pasa porque quiero ser la anarquía… 
(Anarchy in U. K, Sex Pistols) 
 
Para hablar del punk es necesario ubicarlo en un tiempo y espacio especifico, por lo que 
aquí se mencionan sus antecedentes en la sociedad europea. El movimiento punk nace 
en la década de los años setenta se puede decir que en dos ciudades más o menos en la 
misma época, por un lado en Reino Unido y por otro lado en España. Luego evoluciona 
por distintos caminos. 
 
El surgimiento del punk en Inglaterra en 1976 y su gestación anterior se dan en un 
contexto de crisis económica mundial que en el Reino Unido se acentúa al señalar el 
final de unos años marcados por el consenso heredado de la necesidad de reconstruir el 
país tras la segunda guerra mundial. La crisis del petróleo esta en el origen de tal 
situación, como explica Fontodrona, “en 1973, la Organización de Países Exportadores 
de Petróleo (OPEP) da la puntilla al boom económico de la posguerra y, por 
consiguiente, al consenso político vía pleno empleo y beneficios sociales.”
27
 La 
evidencia empírica de la crisis de la población británica se acentuó en 1976 con dos 
sucesos: por un lado, el paradigma de la convivencia racial y del disfrute alegre del 
verano, el carnaval de “Notting Hill,” se convirtió en una batalla campal entre jóvenes 
negros y la policía. La aparición de los “Sex Pistols”
28
 en la BBC, insultando al 
presentador, exhibiendo su aspecto desaliñado y sus malos modos puso en evidencia la 
imagen de crisis, del hundimiento material y moral del país. 
 
La distancia entre la producción cultural y la realidad a la que se enfrentan muchos 
jóvenes de la generación de esa época se fue haciendo tan evidente que la grieta 
comenzó a originar un emergente escenario. Algunos invirtieron dinero en un guitarra. 
 
27 Fontodrona, O. “Sin futuro. El estertor del milenio” en 20 años de punk. Ajoblanco, diciembre 1995, p. 
57. 
28 Es una banda de rock punk fundada en 1975, ha sido considerada la responsable de haber iniciado el 
movimiento punk en el Reino Unido. 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
29 
 
En los garajes se empezaron a escuchar ruidos. Los jóvenes no tenían ni tiempo ni 
dinero para aprender lo que la sociedad decía debía saberse para empuñar un 
instrumento. La cuestión era diferenciarse de ese sistema que los había marginado por 
completo. Crestas que se elevaban por sobre los engomados cabellos de los jóvenes y 
ropa militar que además de ser la única accesible por provenir de las remesas de tiendas 
militares, denotaba una posición alejada del utópico sueño de paz y amor de la 
generación hippie y una actitud de lucha contra los parámetros sociales. Como toda 
cultura alternativa generó su propio circuito donde la ropa reciclada era la segunda 
opción. 
 
Los jóvenes hartos de consumir y admirar banderas, reinas y estrellas de rock; crean un 
estilo musical con letras y música diferente, que van contra los dioses de la sociedad. El 
nombre punk (mocoso, basura, inservible) fue el nombre que le dio la prensa a estos 
grupos de jóvenes que empezaban a dudar sobre la belleza, a cuestionar los ídolos, a 
cuestionar la sociedad y a cuestionar la hipocresía. 
 
La situación en España en esos mismos años era muy diferente. Si bien es cierto que la 
crisis económica mundial también había afectado en buena medida a los españoles, ni 
las circunstancias del momento, ni sus antecedentes históricos eran los mismos que en 
el Reino Unido, y tampoco era asimilable la situación de la juventud. Tras una larga 
dictadura, comenzaba a gestarse la transición a la democracia, provocando diversas 
reacciones: mientras amplios sectores de la población celebraban la normalización 
democrática por la vía de la reforma y no de la ruptura, muchos de los que habían 
militado en las organizaciones antifranquistas comenzaban a vislumbrar que el marco 
democrático no iba a ser el que ellos habían propugnado. La coincidencia de la crisis 
con las inevitables tensiones que acompañaron la transición, marca el contexto de la 
primera generación de jóvenes del post-franquismo. Los miembros de esa generación 
terminaban sus estudios cuando la crisis afectó al mercado de trabajo y se convocó a las 
primeras elecciones, de modo que no estaban en condiciones de representar un papel 
económico o político, pues no había empleos que ocupar ni manifestaciones a las que 
incorporarse debido a que muchos celebraban la normalización democrática por vía de 
la reforma y no de la ruptura. Sin embargo muchos de los que habían militado en las 
organizaciones antifranquistas comenzaban a vislumbrar que el marco democrático no 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
30 
 
iba a ser lo que ellos habían propugnado. Esa generación vive con décadas de retraso 
una experiencia familiar a los países occidentales desde los años cincuenta, el ser un 
grupo social con necesidades propias, con un espacio propio que conquistar y ajenos al 
universo de valores de sus padres y sus hermanos mayores. 
 
Las contradicciones entre los deseos de progreso de la generación adulta y las diferentes 
realidades de los jóvenes van a marcar el desarrollo del punk en España y la ubicación 
de su discurso en los medios de comunicación. Mientras que ciertos discursos situaron 
al punk como imagen del fracaso de la Transición de sus tensiones, otros por el 
contrario lo utilizarán como imagen de una nueva España, homologada con sus vecinos 
del Reino Unido en términos de libertad y modernidad. 
 
En 1975 muere Franco y en vista de que no había futuro el régimen emprende su 
transformación hacia una democracia. En la década anterior, la Comunidad Europea 
había dejado claro que no aceptaría en su seno a España mientras sus estructuras 
políticas no se homologaran con las de los países miembros, por lo tanto el cambio 
político era indispensable para el desarrollo económico. Posteriormente en 1976 en 
Inglaterra los Sex Pistols aparecían en la BBC insultando al presentador con el 
consiguiente escándalo. Eran la evidencia de un nuevo movimiento estético y musical 
que predicaba la inmediatez y el ruido frente al misticismo que había caracterizado a la 
cultura hippie ya en decadencia. 
 
No tarda para extenderse en todo el mundo como estilo musical, como ética y hasta 
como forma de actitud hacía la vida. Esta era la versión del “no future”, que ya para 
mediados de la década de los setenta tenían muchos jóvenes que veían como la sociedad 
se enfrentaba a una crisis profunda. La crisis de la década de los ochenta en México 
conllevó a que se iniciara el proceso de reformas estructurales seguidas del cambio de 
modelo económico de sustitución de importaciones al llamado neoliberalismo. Las 
consecuencias de estos cambios vitales en el país, influyeron de sobremanera en el 
mercado laboral, pues muchos trabajadores fueron despedidos, otros fueron orientados a 
otras actividades de informalidad, y la mayoría vieron reducidos sus salarios. Así que 
Capítulo I Las identidades juveniles y su construcción social 
31 
 
para 1970 la agricultura contabilizaba 39.5% del empleo total, mientras que el sector 
industrial aumento 50% de 21.4% del empleo total
29
. 
 
Al implementar un nuevo modelo económico completamente antagónico al que se vivió 
por más de 50 años, con un Estado dueño de múltiples empresas y sumamente 
subsidiario al sector privado nacional, el cual se encontraba en una suerte de letargo 
frente a la competencia, con

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