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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN La Alianza Televisa-Iusacell en el escenario de la Convergencia Digital desde la mirada de la Economía Política de la Comunicación Tesis que para optar por el grado de Maestra en Comunicación Presenta: Areli González Mesa Tutora: Dra. Alma Rosa Alva de la Selva Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM México, D.F. Marzo de 2015 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ÍNDICE INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1 ECONOMÍA POLÍTICA DE LA COMUNICACIÓN COMO ENFOQUE DE ANÁLISIS DE LAS INDUSTRIAS MEDIÁTICAS EN EL CONTEXTO DEL CAPITALISMO COGNITIVO 1.1 Economía Política de la Comunicación como enfoque pertinente para estudiar a las industrias mediáticas en tiempos de convergencia digital ………………………………………… 11 1.1.1 Antecedentes de la Economía Política de la Comunicación ……………………………... 11 1.1.2 La Economía Política de la Comunicación ………………………………………………………… 15 1.1.3 Principales líneas de investigación de la Economía Política de la Comunicación .…. 20 1.2 Espacialización y concentración, claves de entrada al análisis de las industrias mediáticas en escenarios convergentes ……………………………………………………………………… 22 1.3 El capitalismo cognitivo, contexto de comprensión de las actuales dinámicas de las industrias mediáticas ……………………………………………………………………………………………….. 27 1.4 Tendencias de transformación de las industrias mediáticas ……………………………….. 33 3 CAPÍTULO 2 INDUSTRIAS MEDIÁTICAS EN ESCENARIOS CONVERGENTES 2.1 Convergencia digital …………………………………………………………………………………………… 41 2.1.1 La convergencia tecnológica, un proceso constante ……………………………………….. 41 2.1.2 Digitalización …………………………………………………………………………………………………. 44 2.1.3 Las industrias mediáticas y la convergencia digital ……………………………………….. 47 2.1.3.1. Redes de siguiente generación NGN …………………………………………………………… 50 2.2 Convergencia económica y concentración …………………………………………………………. 53 2.2.1 Convergencia económica ………………………………………………………………………………... 53 2.2.2 Concentración en el escenario de las industrias mediáticas …………………………….. 57 2.3 Convergencias mediáticas ………………………………………………………………………………….. 59 2.3.1 Hacia la construcción de la categoría convergencias mediáticas …………………… 59 2.3.2 Convergencia mediática y relaciones de poder ………………………………………………. 61 CAPÍTULO 3 ESBOZO HISTÓRICO DE GRUPO TELEVISA Y GRUPO IUSACELL 3.1 Televisa y Iusacell en el nuevo escenario convergente ………………………………………… 65 3.2 Grupo Televisa bajo el signo de la concentración …………………………………………………. 67 4 3.3 Televisa en la búsqueda del mercado de las telecomunicaciones ………………………… 74 3.4 Iusacell y Grupo Salinas …………………………………………………………………………………………. 79 3.4.1 Iusacell, el sinuoso camino ……………………………………………………………………………... 81 CAPÍTULO 4 LA ALIANZA TELEVISA-IUSACELL Y LAS RECONFIGURACIONES DEL MAPA DE LAS TELECOMUNICACIONES EN MÉXICO Y EL PODER 4.1 Cronología de una alianza anunciada ……………………………………………………………………. 85 4.2 Concentración en la Alianza Televisa Iusacell ……………………………………………………….. 92 4.3 El imperio donde “el contenido es el rey” …………………………………………………………… 101 CONCLUSIONES …………………………………………………………………………………….. 113 REFERENCIAS …………………………………………………………………………………………. 119 ANEXOS 5 6 7 INTRODUCCIÓN El escenario de los medios de comunicación está cambiando, en términos globales se están observando diversos fenómenos que generan conglomerados más fuertes, fusiones, alianzas entre las industrias mediáticas y las de las telecomunicaciones. Estos cambios se han sucedido vertiginosamente y están reconfigurando la idea de medios que hasta hace un lustro era predominante. De la misma forma están planteando preguntas en torno a las políticas públicas, las formas de relacionarnos con la información y los cambios en la economía debido al dinamismo de estos cambios convergentes. El trabajo que aquí se presenta aborda la Alianza Televisa-Iusacell, caso de especial interés para el estudio de las actuales mutaciones que está experimentando el sistema de las industrias mediáticas en México, y que no es ajeno al escenario global de cambios mediáticos. Este caso ilustra claramente el encuentro entre el audiovisual y las telecomunicaciones -procesos central de la convergencia mediática- y cómo en México se están gestionando este tipo de movimientos, así como las implicaciones y cambios que están generando en la estructura de las empresas y del sistema mediático mexicano. Siendo Grupo Televisa el grupo más importante de producción audiovisual en México, adquiere relevancia la alianza que realizó con Grupo Iusacell, empresa dedicada a diferentes segmentos de las telecomunicaciones, predominantemente a la telefonía móvil, y que pertenece al Grupo Salinas, empresa que opera la segunda cadena de televisión abierta en el país. Si bien la alianza concluyó el 13 de septiembre de 2014 es un ejemplo claro de los primeros movimientos que realizó la empresa en busca de convertirse en un consorcio convergente. Así, este trabajo aborda el periodo de duración que tuvo esta alianza, esto es, de junio de 2012 a septiembre de 2014. La intención primera al realizar esta investigación fue identificar los elementos conceptuales de la Economía Política de la Comunicación (EPC), para observar y analizar los nuevos procesos de comunicación en la era de la convergencia y de la Alianza Televisa- 8 Iusacell en el contexto del capitalismo cognitivo que tiene como característica estar sustentado en bienes inmateriales. Así, primero se pretende evidenciar este enfoque teórico como viable para analizar los fenómenos comunicativos del siglo XXI. A partir de este enfoque teórico se proponen reflexiones en torno a la concentración y la convergencia (as) que coadyuven a comprender el caso que se está estudiando. Por otra parte, es pertinente señalar que durante el trabajo se procuró apegarse al enfoque histórico-estructural como enfoque metodológico, esto debido a que asume el análisis de los medios como multidisciplinario, y es coherente con el enfoque teórico de la EPC. Otro aspecto necesario de este enfoque es la premisa planteada por Enrique Sánchez Ruiz de que los medios son multidimensionales y los procesos en que participan, multifactoriales. El análisis de la Alianza Televisa-Iusacell en torno a la idea de que los medios son instituciones complejas y que la forma más óptima de aproximarse a ellas es construyéndolas como objetos complejos, múltiples y cambiantes, que operan en múltiples dimensiones (económica, política, cultural, social, tecnológica, organizacional, profesional, etc.), que se articulan en el tiempo y el espacio. El supuesto del que se parte es que la convergencia mediática fomentará cambios en el mapa de las industrias mediáticas, pero que finalmente dotará de más poder a las industrias mediáticas dominantes, dando capacidad de influir en políticas públicasde comunicación y regulaciones legislativas. Así, durante el capítulo 1 se presentan los supuestos básicos de la EPC, y se extrae del modelo propuesto por Vicent Mosco los procesos de espacialización y mercantilización, esenciales para comprender los movimientos realizados por las industrias mediáticas en el capitalismo actual. Asimismo se reflexiona sobre las tendencias de las industrias en su encuentro con las telecomunicaciones. 9 Durante este capítulo también se realiza un acercamiento a la categoría de capitalismo cognitivo, para ubicar contextualmente a las empresas de medios y relacionar sus movimientos hacia la convergencia en las dinámicas económicas del siglo XIX. Es en el capítulo 2 donde se reflexiona y se enfoca hacia el concepto de convergencia en una acepción tecnológica y económica, esta segunda trazada por los tipos de integración que tienen los medios para estructurarse y generar alianzas que les proporcione mayor presencia en el contexto mediático-económico. A partir del capítulo tres se esbozan algunos datos históricos de Televisa y Iusacell que permitan observar el proceso que ha seguido, sobre todo Televisa, para integrarse al sector de las telecomunicaciones. Sin lugar a dudas el capítulo cuarto es el que ha manifestado mayores retos en esta investigación, las implicaciones diversas de la Alianza Televisa-Iusacell son de profundo alcance, aun cuando haya terminado, y proyecta diversos puntos de análisis, pues el proyecto de Grupo Televisa por convertirse en un consorcio convergente líder en México sigue vigente con lo que ello significa en un escenario mediático de tradición en la alta concentración, como el mexicano. Debido a su corta duración, la alianza no logró consolidarse y por ello muchas de las implicaciones que se plantean durante la investigación, intentando hacer un ejercicio prospectivo, quedan sin efecto sobre el caso en particular, sin embargo no deja de ser un botón de muestra clave para comprender la carrera de las empresas de medios por ganar espacio en la estructura mediática convergente mexicana. Es en el capítulo 5 donde se exponen las conclusiones a las que se llega con esta investigación y las implicaciones de la Alianza durante su duración. Además se reflexiona sobre las mutaciones del sistema de medios mexicano y la reforma al marco legal de la radiodifusión y las telecomunicaciones que se realizó durante 2013 y 2014, con la cual se relacionan algunos de los aspectos que se tratan durante este documento. 10 Con este trabajo se pretende aportar al análisis de los cambios vertiginosos que está experimentando el sistema de medios en México, y no se ignora que el caso que aquí se analiza es sólo una pequeña parte de las diferentes tendencias mediáticas que actualmente se están estudiando desde el enfoque de la EPC. 11 CAPÍTULO 1. ECONOMÍA POLÍTICA DE LA COMUNICACIÓN COMO ENFOQUE DE ANÁLISIS DE LAS INDUSTRIAS MEDIÁTICAS EN EL CONTEXTO DEL CAPITALISMO COGNITIVO En el presente capítulo se realiza un acercamiento a la Economía Política de la comunicación (EPC) como enfoque teórico plausible para estudiar fenómenos comunicacionales propios del capitalismo global de estos tiempos. Aquí se exponen los ejes teóricos sobre los que se realizará el análisis de la Alianza Televisa-Iusacell, tema de interés de esta investigación. Se toman como claves de entrada a tal análisis las categorías de concentración, convergencia, espacialización y capitalismo cognitivo. 1.1 Economía Política de la Comunicación como enfoque pertinente para estudiar a las industrias mediáticas en tiempos de convergencia digital 1.1.1 Antecedentes de la Economía Política de la Comunicación Para comprender las bases de la Economía Política de la Comunicación (EPC) y la relación de ésta con el caso de estudio que se ha elegido, es necesario tender puentes hasta el siglo XIX y explorar algunos de los postulados que en esos momentos intentaban explicar la sociedad industrial europea en consolidación. Los procesos derivados del cambio en el sistema de producción que significó la revolución industrial, la tecnologización de los procesos productivos y la consecuente tecnificación de la vida cotidiana; trajeron consigo diversas reflexiones filosóficas, económicas y políticas. Entre esas corrientes de pensamiento que surgieron estaba la economía política desarrollada por Adam Smith bajo los supuestos material e individualista; originada en el siglo XVIII, explicaba el impulso del capitalismo y lo ineficaz de políticas mercantiles ancladas al Estado. A los planteamientos mercantilistas de la economía política Karl Marx contrapuso una fuerte crítica, por considerar que era una visión reduccionista y que no 12 explicaba la complejidad de la sociedad industrial. Para el filósofo alemán, al producir, los sujetos generan relaciones sociales, así, las formas de interacción social están determinadas por la producción. A esto le llamó: relaciones sociales de producción. A partir de esto, en la crítica a la economía política que hace Marx, distingue la estructura económica y la superestructura y explicó que para vivir en sociedad se deben establecer relaciones sociales de producción, esto es, el punto de partida para la explicación de lo social es la base material. A diferencia de los economistas ingleses, para Marx, esta base material integra los medios de producción y las fuerzas productivas, pero también las relaciones sociales de producción. Entonces, los seres humanos establecen relaciones prácticas, producen, sin embargo no son acciones aisladas, la vida material se produce en comunidad, se producen relaciones sociales sea el contexto del que se esté hablando. Este es el primer enlace que se puede observar con lo que hoy se conoce como EPC, pues por un lado, la economía política tiene interés en la vida material y en las relaciones de producción y circulación de bienes, a lo que Marx agrega que ello es condicionante de la sociedad. Y lo explica de la siguiente manera: antes de que el hombre generara sistemas complejos de representación generó las bases para su subsistencia material. Según esto, entonces el pensamiento descansa sobre las relaciones sociales de producción de bienes materiales. “El hombre se relaciona materialmente con el mundo, establece relaciones productivas, práctica que antecede al surgimiento de sistemas más complejos.”1 Así, para comprender el logos primero habrá que comprender el mundo de lo material. Aquí se puede observar otro enlace con la EPC, que tiene que ver con esta vuelta de tuerca donde a diferencia de la economía política y la crítica marxista a la misma, ya no se habla de producción, circulación y consumo de bienes materiales sino de bienes simbólicos. Esto se enmarca también con las nuevas caracterizaciones que se le han dado al capitalismo a partir de la segunda mitad del siglo XX, tales como el capitalismo informacional o el capitalismo cognitivo. 1 Edgar Tafoya, Notas de clase de la materia “Teoría Sociológica II” 26 de octubre de 2012, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. 13 Un aspecto más propuesto por Marx y que fue parte fundamental de su trabajo teórico- metodológico fue la propuesta para comprender a la sociedad como un todo complejamente estructurado. De ahí que para el autor las relaciones entre estructura y superestructura sean las generadoras de la sociedad. Así ambos, sociedad y ser social son concebidos como un todo. Esto describe la perspectiva holista (con antecedente en Hegel) que observa a la sociedad como un todo complejamente estructurado. La sociedad tiene estructuras propias. Para Marx, la base económica de una sociedad determina o condiciona la superestructura de una sociedad.2¿Por qué interesa esbozar estos aspectos derivados de la economía política y su crítica? En primer término porque la EPC tiene su fundamento general en los aspectos teórico y metodológico de la economía política. Y en segundo lugar porque explicita las claves de reflexión en torno al papel de los medios en el contexto del capitalismo cognitivo del que se hablará en el tercer apartado de este capítulo. La teoría marxista como cuerpo explicativo de la acción de los medios (prensa y radio), portadores de fuertes elementos ideologizadores de la superestructura, comenzó a mostrar auge en Europa desde la segunda década del siglo XX. En América Latina la tradición crítica marxista con este enfoque tendrá más auge hacia los años 60. Así situarán la información, la comunicación, la "estructura de medios", la cultura y el conocimiento como parte de la superestructura, como producción inclasificable o como trabajo improductivo, generador de alienaciones del sujeto. Fue en los 70 cuando Dallas Smythe hace una fuerte crítica a esta visión e inicia un interesante diálogo con Graham Murdock, el cual tal vez fue el punto de partida del desarrollo de la economía política de la comunicación (sin que ello signifique que hay una sola vertiente en los estudios desarrollados desde entonces) pues abrió la puerta para sintetizar la visión economicista y la visión política de la actuación de los medios. Es importante observar cómo Smythe ya puntualizaba la necesidad de integrar los medios en 2 Cfr. Karl, Marx, Contribución a la crítica de la economía política, México, Siglo XXI editores, 2011; Enrique Sáchez Ruiz, 1992. 14 la estructura económica, “arguye que es necesario devolver la economía al centro del análisis cultural del marxismo, exponiendo entre otras ideas el concepto de la audiencia como mercancía.”3 En el mismo sentido Hebert Schiller estaría también proponiendo su análisis de las industrias mediáticas estadounidenses. Así la EPC es en principio, un replanteamiento de los postulados de la tradicional economía política del siglo XIX. Tal reconfiguración responde al cambio en los procesos económico-sociales a nivel global. Esto es, la gradual preeminencia de la producción, distribución y consumo de bienes simbólicos como generadores de plusvalor, los han puesto en un lugar relevante dentro de lo que algunos han llamado capitalismo post- industrial o capitalismo informacional y más recientemente capitalismo cognitivo. Un elemento que importa para que los análisis desde la EPC no sean meramente economicistas tienen que ver con su análisis del fenómeno del poder y cómo se ejerce. Sobre esto Scott Lash precisa respecto a los análisis clásicos marxistas: Hoy el poder tal vez no se defina tanto por la propiedad real de los medios de producción. Antes bien, con rachas cada vez más breves de una variedad siempre en aumento de productos materiales e informacionales (que incorporan un uso intensivo del diseño), el poder se convierte en una cuestión de propiedad intelectual: patente, marca registrada y copy right…"4 Según lo expuesto hasta el momento, la EPC tiene su antecedente más profundo en la teoría marxista y se enlaza directamente con la crítica que Marx hizo en el siglo XIX a las teorías económicas clásicas inglesas. Sin olvidar que tal crítica se enmarcó en el análisis no sólo economicista, sino que planteó todo una teoría y una metodología para los estudios sociales. Otro de los antecedentes sobre los que descansan los estudios de la EPC, es la 3 Ana Segovia, “Cincuenta años de economía política de la comunicación”, en CIC Cuadernos de Información y Comunicación, vol. 11,2006, p. 7. 4 Scott Lash, Crítica de la información, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2005, p. 135 15 Escuela Crítica de Frankfurt y su análisis sobre las industrias culturales. De ahí que Vincent Mosco considere a la EPC como puerta de entrada al estudio de las industrias mediáticas al igual que lo son os estudios culturales o las políticas públicas. Otros autores consideran que los orígenes de la EPC, pueden ser encontrados en las críticas y alternativas a las orientaciones funcionalistas que predominaban en los estudios de comunicación en los años 50.5 Los estudios de la EPC en sus inicios obedecieron en buena medida a la necesidad de explicar los fenómenos comunicacionales que empezaban a gestarse a partir de la segunda mitad del siglo XX y que pusieron su mirada sobre las estructuras de los medios como industrias. 1.1.2 La Economía Política de la Comunicación En el apartado anterior se esbozaron los antecedentes de la EPC y su vínculo con la economía política que se interesa por el análisis de las relaciones sociales y el poder desde el punto de vista capitalista. Ahora bien, para empezar a delinear el objeto de estudio de la EPC, se pueden identificar dos elementos centrales de análisis: la producción de valor y de riqueza basada en recursos comunicativos; y las relaciones de poder que se propician en interacción con los procesos de producción de valor en la comunicación. Siguiendo la línea de los postulados marxistas, como piedra angular para la EPC, con el avance mismo del capitalismo industrial este enfoque reconoce e identifica las nuevas fuerzas que reconfiguran las relaciones sociales de producción en una sociedad. Además, la economía política en su vertiente crítica también estudia las diferentes relaciones sociales que tienen lugar en el todo complejamente estructurado que es la sociedad, esto es, a pesar de que tiene un punto de partida aparentemente económico, también plantea otros aspectos que posibilitan y a la vez son configurados por la relaciones sociales de diversos tipos. En el caso de la EPC le interesa estudiar también las 5 Guillermo Mastrini y Bolaño César (Eds.), Globalización y monopolios en la comunicación en América Latina, Argentina, Editorial Biblos, 2000, p. 18. 16 relaciones sociales de poder que son constituidas y a la vez condicionan los procesos de producción, distribución y consumo de bienes simbólicos.6 Germán del Rey citado por Ramón Zallo, apunta, la EPC es una “Nueva economía política que se convierte en economía crítica, porque se complementa -con una teoría social y una teoría del poder-. Es una economía de valores intangibles o simbólicos.”7 Así en los estudios de EPC es necesario integrar el análisis de las relaciones de poder que se construyen entre las industrias de medios y los actores políticos institucionales. Desde la década de los ochenta, Schiller advertía el elemento del poder en las industrias mediáticas: “Por razones tanto económicas como ideológicas, por tanto, las industrias de la información y sus actividades subordinadas se han convertido en determinantes esenciales de las relaciones de poder presentes y futuras en el interior de y entre las naciones."8 En sus estudios Bolaño concuerda y pone énfasis en el capital-información: … a partir del momento en el que la información pasa a ser almacenada, manipulada y transmitida de diferentes modos, sirviendo como un insumo, a partir del momento en el que pasa a tener un costo de producción y, más que eso, un valor que se agrega, en el proceso productivo, al del producto, bien o servicio, se torna información-mercadería, bajo la forma de capital-información.9 Un hecho interesante es que en la lógica de la economía política la estructura condiciona a la superestructura, desde la EPC, en el capitalismo que se desarrolla en la época actual, es pertinente preguntar si estamos ante un condicionamiento de la superestructura a la 6 Crf. Gómez García, Rodrigo y Enrique Sánchez Ruiz, “La economíapolítica de la comunicación y la cultura. Tradiciones y conceptos” en Portal Comunicación.com, Universidad Autónoma de Barcelona, Dirección URL: http://www.portalcomunicacion.com/lecciones_det.asp?id=62 7 Ramón Zallo, “Retos actuales de la economía crítica de la comunicación y la cultura”, Albornoz, Luis (Comp.) Poder, medios, cultura. Una mirada crítica desde la economía política de la comunicación. Argentina, Paidós- ULEPICC, 2011, p. 18 8 Hebert Schiller, El poder informático. Imperios tecnológicos y relaciones de dependencia, México, GG Mass Media, 1983, p. 28. 9 César Bolaño, Guillermo Mastrini y Francisco Sierra (Eds.), Economía política, comunicación y conocimiento: una perspectiva latinoamericana, Buenos Aires, La Crujía, 2005, p. 31 17 estructura, si sólo hubo un desplazamiento de los medios y la información hacia la estructura o si más bien se asiste a flujos y contraflujos más dinámicos de intercambio entre estructura y superestructura, bajo el supuesto de que las estructuras no son estáticas. Esto ubica a los estudios de la EPC en un terreno diferente y abre el panorama más allá del determinismo económico que aparentemente prevalece en la economía política. Cabe señalar la advertencia que ya hacían Murdock y Golding10 al puntualizar que la economía no es el único determinante del comportamiento de los medios 11 y en este sentido no sostienen una tesis de mero determinismo económico y afirman que el control de los recursos materiales y su cambiante distribución son en última instancia, la más poderosa entre las muchas palancas que trabajan en la producción cultural. También se puede establecer que la EPC es el estudio de las industrias culturales, en este caso de los medios de comunicación (industrias culturales y mediáticas, según Miège) en el contexto histórico, económico y político determinado y las relaciones de poder que de ahí surgen. Para Murciano, “entre los medios de comunicación y el resto de las instituciones sociales, existe una relación dinámica y multivariable, que conforma un determinado orden social, diferentes formas de estratificación social y formas específicas de poder político.”12 Así la EPC enfoca sus claves en las relaciones entre las formas que tienen las industrias comunicativas para organizarse económicamente y políticamente, esto en determinados contextos sociales y culturales. Con Mosco se describe que la EPC, teniendo en cuenta sus características y aproximaciones, es el estudio de las relaciones sociales, particularmente las relaciones de poder, que juntas constituyen la producción, distribución y los recursos de consumo, incluyendo los recursos de comunicación. El autor adiciona que también se 10 Graham Murdock y Peter Golding, “Capitalismo, comunicaciones y relaciones de clase” en Curran, James y Gurevitch, Michael (coords.), Sociedad y comunicación de masas, México, Fondo de Cultura Económica, 1981. 11 Las relaciones con el poder político son también un determinante de este comportamiento. 12 Citado en Gómez y Sánchez Ruiz, Op. Cit., p. 55 18 caracteriza por un examen interesante de la totalidad social y la totalidad de las relaciones sociales que se hacen desde lo económico, político, social y cultural, así como lo mediático e informacional. La EPC se basa en la realidad incluyente, constitutiva y crítica epistemológica. Así podemos señalar que la EPC no sólo es un enfoque teórico sino también metodológico, al observar unidades sociales de análisis que interactúan completamente formadas en la totalidad. La EPC es en todo momento una aproximación crítica y ontológica que distingue procesos y estructuras, porque parte de la aproximación tradicional de la economía política. Bajo estos supuestos, el crecimiento de la concentración y del monopolio han sido temas de análisis de la EPC para observar las industrias de las comunicaciones desde la segunda guerra mundial. Al describir el concepto “concentración”, los autores señalan que en los últimos cien años, la propiedad de los medios de producción ha devenido cada vez menos dispersa y cada vez más concentrada en manos de pocas corporaciones. Es decir, un puñado de grandes compañías domina una cantidad cada vez mayor de sectores. En adición está la tendencia de los grandes consorcios por absorber empresas pequeñas que alcanzan cierto éxito en algún mercado específico y que además presentan alguna innovación, sin embargo al no lograr confrontarse con las grandes corporaciones terminan siendo incorporadas a éstas. El profesor Enrique Bustamante pone el ejemplo de una iniciativa española para crear un catálogo de películas en idioma español y ponerlo a disposición bajo el modelo de video on demand, en entrevista comenta que son aproximadamente 1000 títulos y preveía poca oportunidad frente a los contenidos ofertados por empresas como Amazon o Netflix13, quienes además de tener un catálogo más amplio, tienen un alcance multinacional lo que significa una fuerte barrera de entrada a mercados dominados por grandes consorcios como los mencionados.14 13 A propósito de Netflix, cabe señalar que hace unos meses Televisa firmó un acuerdo con esa empresa para distribuir sus contenidos on demand 14 Enrique Bustamante, entrevista realizada el 12 de diciembre de 2013 en la Universidad Complutense de Madrid, España. 19 Este proceso de concentración y conglomeración son dos aspectos de primera importancia, preocupación inicialmente propuesta por Murdock y Golding quienes destacaron la razón de Concentración, como medida para calcular el grado de concentración dentro de un sector determinado, para lo cual se toma la proporción de mercado que controlan las cinco firmas principales del mismo. Cuanto mayor sea la proporción, mayor el grado de concentración. Además de que se toma también en cuenta la permanencia por cierto periodo de la situación de tal proporción de cada empresa.15 Ya en décadas recientes Miège resalta también la utilidad de la EPC para observar fenómenos de concentración como uno de los procesos necesarios de atender, debido a su repercusión en los contenidos, y de lo que se derivan las diferentes estrategias de los grupos de comunicación. Este aspecto cobra relevancia pues los contenidos son uno de los elementos productores de plusvalía en el capitalismo actual, que se ha dado en llamar capitalismo cognitivo o inmaterial, del cual se hablará más adelante. Es importante señalar que autores como Mattelart, Bustamante, Zallo, McChesney, Miguel, Mastrini, Miége, Becerra, Schiller entre otros, están preocupados por la evolución de los grupos de comunicación y sus estrategias en los niveles nacionales y regionales, pues aun cuando estos fenómenos se desarrollan en el contexto del capitalismo global no se pueden proponer un solo enfoque que abarque cada uno de los fenómenos comunicacionales que tienen características que se replican en cada caso pero que no son iguales. Ahora bien, Miège en su análisis sobre la concentración y retomando a Mosco, ofrece una interesante advertencia: Repensar la economía política incluye reconocer que, aunque importante, el tamaño de las empresas y la concentración de las mismas son simplemente puntos de partida para comprender la transformación del negocio de las comunicaciones. La reestructuración 15 Murdock y Golding, Op Cit, p. 34 20 global ofrece numerosas oportunidades de extender el control de los conglomerados a toda una gama de alternativas flexibles.16 Como es posible observar, es ineludible la alusión a las transformaciones que el sistema capitalista mundial ha sufrido después de la caída del muro de Berlín, y caracterizar en torno a qué se organiza el capitalismo actual.Aspecto que se describe en un apartado posterior. 1.1.3 Principales líneas de investigación de la Economía Política de la Comunicación Como se ha sugerido en líneas anteriores la EPC tiene dos grandes líneas de investigación: por un lado, la que tiene que ver más directamente con lo económico y cómo se comportan las industrias mediáticas, sus formas de propiedad y estrategias de alianza. Enrique Sánchez Ruiz y Rodrigo Gómez resumen así el desarrollo de esta primera vertiente: “Estas investigaciones han abarcado, principalmente, las conexiones de propiedad entre los intereses de las industrias de las comunicaciones y el resto de las industrias; las estructuras corporativas; la financiación del capital y; las estructuras del mercado.”17, para relacionarlo con la macroestructura y sus implicaciones sobre los avances tecnológicos, las políticas públicas, la cultura y la información. Por otra parte, se encuentra la perspectiva que estudia y analiza a las audiencias y los contenidos desde el punto de vista del consumo, de la propiedad y de las políticas gubernamentales. Importa en este sentido observar en las audiencias y sus consumos las estructuras de poder y desigualdad que subyacen. “Así la economía política busca ir más allá de la acción analizada al mostrar cómo los particulares micro-contextos son torneados por las dinámicas económicas generales y las amplias estructuras que las sostienen.”18 16 Bernard Miége, “La concentración en las industrias culturales y mediáticas (ICM) y los cambios en los contenidos”, CIC Cuadernos de Información y Comunicación, vol. 11, 2006, p. 156. 17 Gómez y Sánchez Ruiz, Op Cit. p. 55 18 Ibid, p. 56 21 El desarrollo de la EPC “puede estudiarse a partir de los dos principales grupos que colaboraron en su desarrollo: lo que podríamos llamar “escuela norteamericana”, en la tradición de Baran y Sweezy desarrollan los profesores Dallas Smythe y Hebert Schiller y sectores de la academia británica y francesa vinculados con la producción intelectual de Nicholas Garnham, Peter Golding y Graham Murdock, por un lado; y Patrice Flichy, Bernad Miége y Dominique Leroy, por otro.”19 También se propone una línea general histórica, que es transversal a las otras dos, y que parte del supuesto básico, en coherencia también con la tradición hegeliana y marxista, de que la sociedad está en constante movilidad, nada es estático; es necesario establecer que, … el complejo proceso de la comunicación social tiene tres principales dimensiones, que son la producción, la circulación y los consumos, los cuales no pueden ser entendidos desde una lógica lineal ni como una suma entre éstas, sino al contrario: existe una constante interacción entre las tres, a partir de las continuidades y cambios que se presentan a lo largo de la historia. Asimismo, estas tres dimensiones están atravesadas por variables de índole política, económica, sociocultural y tecnológica, que configuran y organizan nuestras sociedades contemporáneas.”20 Sin pretender que en la exposición anterior se han abordado todos los elementos de una definición amplia de la EPC, es posible comprenderla como una teoría que dota de elementos para abstraer procesos como los descritos antes y por otro lado se pueden rescatar elementos metodológicos para aproximarnos a los diferentes procesos y fenómenos de las industrias culturales mediáticas. 19 César Bolaño, Guillermo Mastrini y Francisco Sierra (Eds.), Economía política, comunicación y conocimiento: una perspectiva latinoamericana, Buenos Aires, La Crujía, 2005, p. 18 20 Gómez García, Rodrigo (2010). “Convergencias mediáticas en el capitalismo global. Apuntes desde la economía política de la comunicación y la cultura” en Florence Toussaint (coord.) (2010). Los medios en la educación, la cultura y la política. México: Universidad UNAM, IISUE, FCPyS, Bonilla Artigas, 2010, p. 198 22 1.2 Espacialización y concentración, claves de entrada al análisis de las industrias mediáticas en escenarios convergentes Según Vincent Mosco, hay tres procesos que considera como puntos de partida para el estudio de las industrias mediáticas: mercantilización, espacialización y estructuración. La mercantilización consiste en la transformación del valor de uso en valor de cambio. Esto es, lo estimado por su valor de uso se convierte en un producto/mercancía. Por otra parte, la espacialización es el proceso de compresión del espacio, de la trascendencia de los límites espaciales a través de los medios masivos y las tecnologías de la comunicación. El autor ejemplifica: La espacialización de la televisión acorta las distancias al proveer imágenes de eventos internacionales a todas las partes del globo, mientras que las compañías usan de manera creciente la comunicación computarizada para organizar sus negocios sobre una base global, lo que les permite un mayor acceso a los mercados y flexibilidad para moverse rápidamente cuando las condiciones les son menos favorables. 21 El otro proceso de este modelo propuesto por el investigador canadiense es la estructuración, ésta se refiere a la construcción de relaciones sociales organizadas en torno a la agencia de la clase social, el género y la raza, en relación con los procesos de comunicación. Esta triada propuesta por el autor canadiense es eje de su modelo de análisis desde la EPC; de aquí la espacialización es una de las categorías que más sentido adquiere en el contexto del capitalismo actual. La espacialización es parte del modelo metodológico que propone el autor como necesario para los fenómenos contemporáneos comunicativos desde la EPC. Esta categoría es útil para observar el caso de la Alianza Televisa-Iusacell, 21 Vicent Mosco, “La Economía Política de la Comunicación: una actualización diez años después”, CIC Cuadernos de Información y Comunicación, vol. 11, 2006, p. 58. 23 que se ha elegido debido a su utilidad explicativa como botón de muestra sobre los movimientos de la industria mediática mexicana. Es importante señalar que la espacialización es un proceso que implica en términos generales la idea de la “compresión” de la percepción del espacio y el -tiempo. Introducido por Henri Lefebvre,22 denota el proceso por el que se superan las limitaciones de espacio y tiempo en los diferentes procesos sociales, y que es coincidente con la idea de deslocalización que plantea Bustamante: …una parte de la cultura, al impulso de la mercantilización creciente, de la desregulación y la concentración global y de la aceleración tecnológica de la información, se estaría transformando en <comunicación mundo>, como vía sustancial de la <modernidad- mundo>, realizando un trabajo doble de deslocalización y re-localización (o re- territorialilzación) de la cultura, creando productos que escapan a las naciones-Estado, y que segmentan a los consumidores en nuevos estratos ligados a la distribución de los mercados.23 Según la observación de Mosco, la espacialización es un proceso que posibilita no sólo la expansión de los conglomerados mediáticos, sino también y en coincidencia con Castells, promueve la generación, mediante recursos tecnológicos, de redes de comunicación locales y globales no dependientes de las grandes empresas mediáticas. Para el caso de observar el comportamiento de los grandes conglomerados y la movilidad entre ellos, interesa la categoría de concentración que desarrolla el autor en tanto que está relacionada directamente con los procesos de expansión del poder corporativo de las industrias de comunicación.24 Mosco considera que “La economía política de la comunicación ha estudiado la espacialización principalmente en términos de la extensión22 Citado por Vincent Mosco, Economía Política de la Comunicación. Reformulación y renovación, Barcelona, Ed. Bosch, 2009, p. 254 23 Enrique Bustamante (Coord.) Hacia un nuevo sistema mundial de comunicación. Las industrias culturales en la era digital, Barcelona, Gedisa, 2003, p. 29 24 Actualmente los criterios internacionales para definir la dominancia (poder sustancial del operador) tienen que ver con el tamaño de una empresa de medios y/o telecomunicaciones, con su participación en el mercado específico, sus ventajas tecnológicas, sus posibilidades de integración vertical y la ausencia de potencial competencia. 24 institucional del poder empresarial en las industrias de la comunicación. Esto se manifiesta en el crecimiento absoluto del tamaño de las firmas mediáticas.”25 La espacialización también tiene que ver con la dimensión del poder corporativo de las empresas de medios. Toma en cuenta el tamaño de aquellas a partir de observar su integración (vertical, horizontal o conglomeral). Además los procesos y las tecnologías de la comunicación son centrales para el proceso de espacialización en la EPC. La espacialización es particularmente importante en el desarrollo de las industrias de la comunicación. En relación con lo anterior, para la espacialización el desarrollo de las tecnologías de la comunicación adquiere un papel central, tanto para observar las formas en que se producen contenidos y éstos pueden ser difundidos, como para dar cuenta de la utilización de los recursos tecnológicos para el crecimiento y desarrollo de las empresas. Esto genera consecuencias también en los cambios a nivel empresarial. La espacialización promueve, además de la mejora técnica en los medios de comunicación, la disminución del tiempo para la difusión de mensajes y en el contexto actual, de datos. Para Mosco “esto deviene en beneficios para el capital al disminuir la importancia de la distancia espacial como un obstáculo a (su) expansión...”26 Un proceso importante dentro de la espacialización es la concentración, que tiene que ver predominantemente con aspectos económicos. Sobre ello Mastrini y Becerra dan cuenta de tres posiciones en torno a la concentración: en primer lugar, una perspectiva liberal, que no cuestiona los procesos de concentración salvo en casos de monopolio. En segundo lugar, la escuela crítica que encuentra en la concentración de la propiedad uno de los principales mecanismos del capitalismo para legitimarse y en tercer lugar, una posición intermedia –o ecléctica-, que no comparte esta 25 Mosco 2009 Op cit., p. 256 26 Ibid p. 255 25 crítica pero advierte sobre los riesgos de la concentración y reclama la participación estatal para limitarla.27 En este documento se coincide con la tercera posición, al ser uno de los supuestos de los que parte esta investigación; es decir, las repercusiones de la concentración de las empresas de medios y telecomunicaciones en la sociedad, en los ciudadanos como audiencias, en el uso del poder político, en el pluralismo político y de contenidos y en la diversidad cultural. Así, en la línea de la concentración es quehacer de la EPC observar los movimientos de crecimiento y desarrollo de las empresas de medios y las implicaciones diferenciadas que pueden tener estos movimientos en cada país o región. Por ello, poner acento sobre las consecuencias sociales de la concentración en este sector sigue siendo necesario al observar los movimientos de las empresas. En este sentido Mastrini y Becerra señalan que “El principal peligro de la concentración es la tendencia de los mercados a configurar regímenes de oligopolio o de monopolio, situación que se produce cuando no operan las reglas propias de la fase concurrencial28 y, en su lugar, unas pocas empresas de gran dimensión ocupan la totalidad del mercado reduciendo las opciones disponibles.”29 Desde la economía se han distinguido tres tipos básicos de concentración: horizontal, vertical y cruzada o diagonal. De estas clasificaciones hace uso también la EPC. Para Mosco “La forma más simple de concentración tiene lugar cuando una empresa de comunicación compra una participación que le da el control sobre una compañía que opera principalmente en el mismo negocio.”30 27 Martín Becerra y Guillermo Mastrini, Los dueños de la palabra. Acceso, estructura y concentración de los medios en la América Latina del siglo XXI, Argentina, Instituto Prensa y Sociedad y Prometeo Libros, 2008, p. 15 28 Mastrini y Becerra aluden a la etapa concurrencial como la configuración contraria a la concentración monopólica, esto es, en la fase concurrencial el supuesto es que existe una diversidad de empresas que darán dinamicidad a la industria. 29 Becerra y Mastrini, Op Cit., p. 15 30 Vincent Mosco Op. Cit., p. 256-257 26 En el actual contexto en que los mercados cambian a gran velocidad, las empresas se agrupan y se retiran según sean sus necesidades estratégicas, por ello adquiere relevancia la idea de la espacialización y su relación con la concentración, pues como se ha referido en párrafos anteriores, esas dos categorías son útiles observar movimientos que están realizando grandes empresas de comunicación como Televisa. Es importante recordar que Grupo Televisa, buscó una alianza con Nextel, a la que renunció aun después de tener una licitación ganada, para después buscar aliarse con Iusacell, una de las empresas de su principal competidor en televisión abierta, Tv Azteca. Como se apuntó antes, Mosco explica que las empresas pueden reorganizarse para cumplir sus objetivos y cooperar y competir al mismo tiempo. Lo anterior da un primer acercamiento a explicar el movimiento que Televisa y Iusacell realizaron en 2011 con la sorpresa y las advertencias de los analistas respecto de que eran competidores en un segmento pero aliados en otro. Además también en las riesgosas implicaciones para la organización de las estructuras de comunicación en un Estado. Al centrarse la EPC en el estudio de las relaciones sociales de poder generadas en torno a la producción, distribución y consumo de bienes simbólicos de comunicación, adquiere sentido el proceso de espacialización (con énfasis en la concentración) ya que en él se puede identificar la construcción de recursos para la configuración de nuevas relaciones de poder generadas por empresas o conglomerados de medios. Es el caso de la Alianza Televisa-Iusacell donde interviene este proceso debido a los movimientos de concentración que realiza en este periodo de convergencia. Esta discusión se abunda en la cronología que se hace del caso en el capítulo cuatro. Importante señalar que este proceso de espacialización se está generando en un contexto de capitalismo global donde adquiere mayor sentido la idea de la compresión (por el proceso de convergencia digital) y la de concentración debido a las tendencias mundiales de hiperconcentraciòn de las industrias mediáticas con industrias de la telemática e informática. 27 1.3 El capitalismo cognitivo, contexto de comprensión de las actuales dinámicas de las industrias mediáticas Actualmente la economía en torno a los sistemas de medios está cambiando. Los modelos de negocio se están enfocando hacia segmentos como el de los contenidos. Ya en el apartado anterior se definía cómo es que la idea de mercantilización en la comunicación es útil para observar cómo los contenidos adquieren valor dentro de un modelo económico que está transitando hacia una economía de lo inmaterial. En la década de los setenta Daniel Bell 31 advirtió un cambio en el sistema de producción capitalista, el cual consistía en el traslado de la economía basada en la producción de bienes a una economía basada en los servicios. Si bien en la actualidadno se puede hablar de que la producción de bienes materiales haya dejado de existir para dar paso a la economía basada sólo en servicios, si es necesario observar el papel que hoy por hoy tienen los llamados bienes simbólicos en la era global. En este sentido Mosco señala que la tendencia es “positiva con respecto a la sociedad postindustrial, y acerca de sus dimensiones centrales, el conocimiento, la tecnología y una nueva estructura de clases cuyo elemento más dinámico lo constituye una creciente clase de trabajadores intelectuales y de la información, la fuerza de trabajo esencial del ciberespacio.”32 Otros autores como Castells, Lash, Zallo, Schiller, Bolaño, Moulier en la última década han enfocado sus análisis hacia las mutaciones del capitalismo, y con ello han generado reflexiones en torno a la relación de la comunicación, la información y los sistemas de medios, con esos cambios. A partir de esto, al capitalismo se le ha denominado de diferentes formas: capitalismo global, globalización capitalista, informacionalismo, capitalismo cognitivo, capitalismo inmaterial, capitalismo infocomunicacional o 31 Daniel Bell, El advenimiento del Sociedad Post-Industrial: Un Intento de Prognosis Social, Madrid, Alianza Universidad, 1978. 32, Vincent Mosco, Sublimidad digital. Ciberespacio, mito y poder, México, Universidad Veracruzana, 2011, p. 118. Traducción al español por Irlanda Villegas. 28 vectorialista o capitalismo informacional.33 Estas categorías y los autores que las han planteado describen en coincidencia con Marx, qué es lo que de manera predominante está generando ganancia en las sociedades capitalistas del siglo XXI. En su tiempo Marx dejó abierta la posibilidad de que la idea de trabajo productivo se podría ampliar con la expansión del capitalismo y estar sustentado en otras formas de producción. Para Dan Schiller34 las comunicaciones y la información están en el corazón de ese proceso. El capitalismo actual tiene un pilar importante en la información y la naturaleza concreta de los cambios que se avecinan hace que realmente se requiera un término que vaya más allá del antiguo capitalismo industrializado. Así un aspecto necesario de puntualizar es el relacionado con los cambios en el control de la información como recurso y como mercancía, Bolaño considera que fue “con el surgimiento de las industrias culturales como la información adquiere la relevancia inusitada que acabó por adquirir en el mantenimiento del sistema, tanto desde el primer punto de vista de su reproducción ideológica como del de la propia acumulación del capital.”35 En el mismo sentido, Schiller señala que es en los sistemas de telecomunicación donde se concentra la propiedad de la información, por lo que ésta cambia de ser un recurso a ser una mercancía. También considera que esto está inserto en una nueva economía global donde, además de la información, las industrias de medios producen artefactos de acceso y transmisión de esa información. Esto es coincidente con lo que planteó también Castells quien precisa en su seguimiento histórico de la transformación del capitalismo, que “La tecnología de la información ha sido la herramienta indispensable para la puesta en 33 Cfr. Ramón Zallo, Estructuras de la comunicación y la cultura. Políticas para la era digital, España, Gedisa, 2011. 34 Cfr. Dan Shiller, How to think about information, USA, University of Illinois Press, 2007 35 César Bolaño, Industria cultural, información y capitalismo, Barcelona, Gedisa, 2013, p. 88. 29 práctica efectiva de los procesos de reestructuración socioeconómica del país.”36 Con Schiller entonces distinguimos la coexistencia de dos formas de producción, la de bienes materiales –diseño y producción de artefactos- e inmateriales –información- en torno al sistema mundial de medios. Al fenómeno antes descrito Schiller le llama capitalismo informacional y Castells le llama informacionalismo, entendiendo por éste último “un modo de desarrollo en el que la principal fuente de la productividad es la capacidad cualitativa para optimizar la combinación y el uso de los factores de producción basándose en el conocimiento y la información.”37 Para ambos lo informacional implica no sólo lo económico y lo político sino que también habla de la construcción de nuevas representaciones complejas, de logos, como se reflexiona al inicio de este capítulo. A pesar de lo expuesto antes, la coincidencia entre estos dos autores no es absoluta. Es relevante señalar que en la propuesta de Castells se observa un riesgo de determinismo tecnológico, cuando afirma: "En el informacionalismo, la generación de riqueza, el ejercicio del poder y la creación de códigos culturales han pasado a depender de la capacidad tecnológica de la sociedades y las personas, siendo la tecnología de la información el núcleo de esta capacidad."38 Mientras que en otro sentido Schiller afirma que el Capitalismo informacional es un todo más allá de los fenómenos político- económicos. Lo “informacional” hace hincapié en algo que no es sólo tecnología, es un término que implica un patrón de interacción o significado.39 Entonces en el capitalismo informacional está, por un lado, la producción de bienes materiales (artefactos de acceso y transmisión) y por otro la producción de bienes simbólicos; éstos generan mutaciones en las configuraciones económicas, políticas y sociales del mundo actual. La propuesta teórica de Schiller adquiere sentido debido a que 36 Manuel Castells, La era de la información. Economía, sociedad y cultura, México, Vol. III, S. XXI Editores, 1999, p. 370 37 Op. Cit. p. 32 39 Cfr. Schiller, 2007 30 es posible hablar de capitalismo informacional incluso en contextos considerados periféricos, pues no pone en el centro de su análisis a la tecnología como el motor de estos cambios. Es pertinente señalar lo que por su parte Bernard Miège propone, desde su posición hace una crítica a las perspectivas teóricas que pretenden dar por hecho ciertos procesos que según su análisis, no tienen respaldo en la realidad. Por ello, considera más adecuado usar el término informacionalización, pues afirma que describe de mejor manera el proceso en marcha de los cambios en las industrias culturales mediáticas y sus diferentes aspectos involucrados. El investigador francés considera un riesgo poner a la tecnología como elemento central de análisis pues ello resulta en análisis lineales que ignoran las complejidades de los fenómenos; como lo ilustra en su crítica a Castells: …como lo muestra de manera argumentada Nicholas Garnham, el neoeconomista que es Castells desconoce el papel de la competencia en el proceso actual de acumulación capitalista, exagera la novedad de las redes, autonomiza injustamente la esfera financiera (como si ésta no tuviera relaciones con los procesos de producción y consumo), y da preferencia a una lógica estructuralista, aquella del “capitalismo sin rostro”, en lugar de poner el acento sobre la intervención de los actores sociales.40 Para Miège es conveniente evitar teorías generales en lo que respecta a las articulaciones entre lo económico, lo social y lo comunicacional; incluso advierte que la información y la comunicación deben ser tomadas como elementos acompañantes de los cambios sociales, no como determinantes: … nos parece necesario reconocer el valor emblemático y paradigmático de las industrias de la cultura, de las comunicaciones y la información, no para asegurarse de la realización de la ‘convergencia’, sino porque estas industrias del contenido portan los trazos esenciales de la informacionalización. Su avance debe ser interpretado como ‘un movimiento dialécticocomplejo que incluye simultáneamente: a) la integración de 40 Bernard Miège, “La sociedad de la información: siempre tan inconcebible”, en Revue européenne des sciences sociales, tomo XL, No. 123, 2002, pp. 41-54. (Traducción) 31 actividades culturales y comunicacionales en el espacio mercantil e industrial, b) la redefinición de las normas de producción resultantes de esta integración c) la extensión de las características del sector cultural en el conjunto de la producción económica, d) una disolución concomitante de su especificidad y su densidad en los campos de la cultura y la comunicación.41 Por otra parte, como se observa, Schiller está adelantando un aspecto central acerca de la importancia que adquieren los bienes simbólicos en este momento de la economía global. Es por ello que adquiere relevancia la categoría de capitalismo cognitivo (también llamado capitalismo inmaterial) que ha sido utilizado en la última década para dar cuenta, al igual que la categoría de capitalismo informacional, de la mutación que experimenta el capitalismo y que se asocia a la idea de lo inmaterial como productor de valor por eso también Moulier42 le llama capitalismo inmaterial o sin peso (weightless economy). En este sentido Bloundeau señala que “Uno de los defectos fundamentales consistiría en no pensar la productividad y la mercancía más que en términos materiales. Para Marx es productivo todo acto creador de plusvalor, esto es, que tiene por resultado mercancías, valores de uso que poseen una forma autónoma…”43 La noción del conocimiento como fuerza productiva no es nueva, tal como lo muestran Rodríguez y Sánchez apoyándose en Marx quien identificaba que al aplicarse en el proceso productivo “<el conocimiento o el knowledge social general se ha convertido en fuerza productiva inmediata.>”44 Para Moulier, se prevé un cambio radical al interior del capitalismo: …un cambio de las relaciones de producción propiamente dichas; es decir, se trata de esbozar una transición en el interior del capitalismo, una transición que comporta mutaciones tan radicales como las que señalaron el paso del capitalismo mercantil 41 Miège Op cit. 42Cfr. Yann Moulier Boutang, “Riqueza, propiedad, libertad y renta en el capitalismo cognitivo”, Blondeau, Olivier, et al., Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva, Madrid, Traficantes de sueños, 2004, pp. 107-128 43Olivier Bloundeau, “Génesis y subversión del capitalismo Informacional”, Blondeau, Olivier, et al., Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva, Madrid, Traficantes de sueños, 2004, p. 33 44 Rodríguez y Sánchez, 2004, p. 15 32 esclavista y absolutista al capitalismo industrial asalariado y <democrático>; una transición que supone probablemente una metamorfosis del régimen salarial.45 Asimismo Bolaño señala que no tenemos una “nueva sociedad” (en franca alusión a la categoría Sociedad de la Información) más bien lo que existe es un capitalismo reorganizando sus mecanismos de producción, almacenamiento y circulación de la información. Ello tiene repercusiones en la organización de las industrias culturales mediáticas y en la distribución de los contenidos. En coincidencia con Moulier, Blondeau, Bolaño y Rodríguez, Zallo considera que: El sistema capitalista de hoy muestra una gran capacidad de autotransformación y sigue basándose en la mercancía, la explotación del trabajo y la acumulación privada del capital. Y en la actualidad, pone como capital tractor de todo el sistema al capital cognitivo, tecnoinformacional, intelectual, inmaterial, digital o como quiera que le llamemos; y el acento en la apropiación y gestión del conocimiento y todas sus derivas: innovación, creación, educación, aprendizaje o talento –formas del “trabajo complejo” que decía Marx, y que en la actualidad se expresan como un trabajo intelectual que ya es factor productivo directo en el sistema- 46 Al observar estos postulados queda la advertencia de no caer en el determinismo tecnológico en los análisis, pero al mismo tiempo, romper con el imaginario analógico47 para logar observar los fenómenos del capitalismo inmaterial. Los sistemas de medios actualmente se insertan en este contexto debido precisamente a la interrelación de la producción inmaterial con las diferentes articulaciones tecnológicas convergentes que actualmente congregan. Si bien los medios siempre han basado sus ganancias en bienes simbólicos, esto se ve exacerbado por los procesos de transición de lo analógico a lo digital, que están planteando nuevas maneras de gestionar contenidos, no sólo por parte de las empresas de medios sino también por parte de los diferentes grupos sociales. 45 Yann, Moulier Op. Cit. p. 108 46 Zallo Op. Cit. p. 20 47 Cfr. Zallo Op. Cit. 33 1.4 Tendencias de transformación de las industrias mediáticas En apartado anterior, se han descrito algunas dinámicas del capitalismo y su relación con la industria mediática. Es en ese contexto donde se han desarrollado tendencias de transformación de las industrias mediáticas. Son mutaciones que se han experimentado sobre todo a partir de la década de los 80 y a las cuales México no es ajeno, sobre todo en la última década, en que se han observado movimientos estratégicos por parte de los grandes conglomerados de medios mexicanos. A nivel mundial los medios de comunicación se desarrollaron vertiginosamente durante la segunda mitad del siglo XX. Así, dejaron rápidamente su etapa de formación para convertirse en complejos económicos, informáticos y comunicacionales de gran alcance. Un elemento que nos podría dar cuenta sobre la relevancia que tienen en el ámbito público es la revisión de las tendencias de desarrollo de los medios en las dos últimas décadas del siglo. Autores como Thompson, McQuail y Murdock hacen una categorización de las tendencias identificables que han llevado a los medios a convertirse en poderosos consorcios, con capacidad de acción incluso dentro de la esfera de las decisiones políticas. Estas tendencias nos dan cuenta de la transformación que han experimentado los medios en su desarrollo, y que tienen que ver con aspectos económicos, tecnológicos, y jurídico- políticos. Ya para 1970 Raymond Williams en Los medios de comunicación social empezaba a advertir, nostálgico, esta metamorfosis: El viejo tipo de propietario de un periódico que quería poseer el control para poder propagar sus ideas, va siendo reemplazado por un nuevo tipo de propietario que dice que no está interesado en ninguna clase de opinión sino simplemente en vender el mayor número posible de periódicos. Lo que una vez fue un medio para llevar a cabo una actividad política más amplia se ha convertido en muchos casos en la política misma. La organización de los medios de comunicación está en 34 función no de su uso, sino de sus beneficios, y parecer que ya hemos pasado el estadio en que podía pretenderse que las cosas fuesen de ese modo.48 Para la última década del siglo XX los estudios sobre comunicación ponían énfasis en las tendencias de desarrollo de los medios; así los autores hicieron una descripción y análisis que aún hoy siguen vigentes, aun cuando ciertos avances tecnológicos puedan aportar elementos agregados al fenómeno de la comunicación. McQuail resaltó desde finales del siglo XX la cualidad de las industrias de medios de comunicación contemporáneos que se desarrollan y se expresan según cuatro tendencias: expansión, interactividad, internacionalización y comercialización. En el caso de la Alianza Televisa-Iusacell, se observan estas tendencias, sobre todo respecto a Grupo Televisa, que desde la década de los 90, y en elactual contexto de convergencia, ha tenido un impulso de cambio coherente con las tendencias que se describen a continuación: Expansión: incremento del volumen de la producción mediática (más canales, más mensajes). Interactividad: creciente importancia de los “nuevos medios” electrónicos (multimedios: conjunción de la informática, el audiovisual y las telecomunicaciones). Globalización: transmisión de la información y de la cultura a través de fronteras nacionales que antes estaban cerradas o restringidas (los medios tienen un carácter cada vez más internacionalizado y se habla incluso de una “cultura mediática” internacional). La cuarta tendencia señalada y definida por McQuail es la Comercialización, la cual implica “mayor dependencia respecto de la publicidad comercial y los auspicios, y una declinación de la propiedad y el control públicos de los medios (privatización), la 48 Raymond Williams, Los medios de comunicación social, Barcelona, Península, 1971 35 formación de conglomerados (concentración), la tendencia a las estrategias populistas y de maximización de la audiencia.”49 En torno al aspecto anterior, Williams observaba que los medios de comunicación estaban sufriendo mutaciones constitutivas de creciente importancia industrial, económica e interactiva de los llamados mass media, y agregaba la reducción del poder estatal para regular estas mutaciones. Esto último es un aspecto que Thompson integra en las tendencias que identifica, y que se abordan más adelante. La propiedad de los medios de comunicación, viejos y nuevos, ha pasado o está pasando, en su mayor parte, a una especie de organización financiera desconocida en etapas precedentes, y con unas características específicas que se asemejan a las principales formas de propiedad en la producción industrial en general. Los medios todos y las actitudes de los negocios capitalistas se han establecido en el mismo centro de las comunicaciones. Éstas dependen cada vez más del dinero que proporciona la publicidad, lo cual conduce a una política de alcanzar un público numeroso lo más rápidamente posible, para, de este modo, atraer y retener a las firmas comerciales.50 John Thompson observaba también las tendencias de cambio que estaban experimentando las industrias de los medios. 51 Al igual que McQuail identificó cuatro tendencias, sin ser específicamente las mismas y sin ser iguales en el ángulo de observación desde el que se las define. A saber: Concentración en aumento de las industrias de los medios. El autor señala como ejemplo a E.U. con 46 grandes corporaciones que controlaban en 1981 la mayor parte del negocio de medios y que para finales de la década ese número se redujo a 23. Específicamente en televisión son tres cadenas las que dominan. En el caso de Gran Bretaña, Thompson 49 Denis Mcquail, La acción de los medios. Los medios de comunicación y el interés público, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1998, p. 436-439. 50 Raymond Williams, Op. Cit. p. 31-32 51 Cfr. John B. Thompson, Ideología y cultura moderna. Teoría y crítica social en la era de la comunicación de masas, México, UAM-Xochimilco, 2006. 36 señala que en los últimos 70 años la concentración ha sido significativa. El sector de la televisión independiente está cubierto sólo por cinco compañías de la ITV. Aunque McQuail no considera esta tendencia en las cuatro que enuncia expresamente en La acción de los medios, sí distingue en Sociología de los medios de masas que “…los teóricos de la sociedad de masas tienden a destacar la concentración, en manos de unos pocos, del control sobre los medios masivos y el peligro de que la influencia así alcanzada se utilice para fomentar los intereses de quienes detentan el poder o aspiran a él.”52 En el mismo sentido Miége citando a Werner Meier condensa los elementos que se han estado esbozando en torno a la concentración y pone énfasis en el aspecto que es de especial interés para el caso de la Alianza Televisa-Iusacell en un contexto como el mexicano: La concentración de medios significa concentración de poder económico y social que ejercen, frente a sus oponentes, las empresas de comunicaciones dominantes (…) se lleva a cabo a través del crecimiento interno y externo de las empresas de comunicación… la concentración de la propiedad no constituye solamente una deriva económica es también problema fundamental para la democracia porque el poder económico puede transformarse en poder político e igualmente en poder de opinión, amenazando así el funcionamiento de la democracia[…] la concentración y el poder de los medios son fenómenos que caracterizan fundamentalmente al sistema mediático moderno basado en la competencia.53 Siguiendo esa línea y con base en Herman y McChesney, Miége subraya que el mercado global de medios está dominado por unos diez conglomerados mediáticos integrados verticalmente, la mayoría de los cuales tiene su sede en los Estados Unidos. Para ilustrar lo anterior, se presenta un comparativo de las 10 empresas de medios con mayores ingresos en 2008, 2011 y 2014. Se podrá observar de inicio, que la mayoría son estadounidenses y 52 Denis McQuail, Op. Cit., p. 42 53 Bernard Miége, Miége, Bernard, “La concentración en las industrias culturales y mediáticas (ICM) y los cambios en los contenidos”, CIC Cuadernos de Información y Comunicación, vol. 11, 2006, p. 188-189. 37 por otro lado que en 3 años algunos desaparecieron de esa lista de 10. Al momento la situación de cada empresa aquí descrita habrá cambiado, en la lógica que se ha planteado de transformaciones vertiginosas en el escenario de las industrias mediáticas y sus estrategias. Sin embargo la tendencia a la concentración en unos cuantos conglomerados, seguirá una trayectoria ascendente. Tabla 1 Las diez empresas de medios más grandes en 2008, 2011 y 201454 Corporativo País Corporativo País Corporativo País 2008 2011 2014 General Electric Co (NBC, Universal) E.U. Comcast Corporation E.U. Comcast Corporation E.U. Time Warner Inc E.U. Walt Disney E.U. Google E.U. Bouygues SA Francia Google E.U. Walt Disney E.U. Walt Disney Co E.U. News Corp. E.U. Twenty-First Century Fox/News Corp E.U. Vivendi SA Francia Time Warner E.U. DirecTV E.U. 54 La tabla se presenta sólo para ilustrar una tendencia, ya que en el último lustro la situación de las empresas de medios ha tenido movimientos diversos y las sigue teniendo, como es el caso de Comcast Corporation y Time Warner que durante 2014 anunciaron su intención de fusionarse y esperan la aprobación de la FCC. http://www.21cf.com/ http://www.21cf.com/ http://www.21cf.com/ 38 News Corp E.U. DirecTV Group E.U. Time Warner E.U. Bertelsam AG Alemania Sony Japón Viacom E.U. Cox Enterprises Inc. E.U Bertelsmann Alemania Sony Japón Viacom Inc E.U. Time Warner Cable E.U. Bertelssman Alemania CBS Corp E.U. Vivendi Francia Cox Enterprises Inc. Francia Elaboración con datos de: Nuria Almirón citada por Ramón Zallo 2011 “Estructura de la comunicación y de la cultura, 2011, p. 75, Vidal Bonifaz, Francisco, “Las 50 empresas de medios más grandes del mundo, 2011″ [en línea], [Consulta: 12 de abril de 2013]; Institute of media and communications policy, “International Media Corporations 2014”, [en línea], [Consulta: 9 de noviembre de 2014]. Como se observa hay una concentración de medios no sólo al interior de los países, sino también globalmente. Zallo considera que la concentración de las industrias culturales implica problemas pues impacta negativamente el pluralismo. Se genera por parte de estos conglomerados concentración nosólo económica sino también de poder frente al Estado con el consecuente problema que ello implica para la sociedad; por ejemplo, los medios informativos se alejan de códigos éticos al responder sólo a la financiarización. Por su parte Juan Carlos Miguel de Bustos describe que durante estas tres décadas, los grupos han multiplicado por tres su tamaño y curiosamente no han cambiado mucho su 39 demografía, pues como se observa en la tabla 1 Estados Unidos es el país de origen de los conglomerados de medios más grandes e influyentes en el mundo.55 Sobre los tipos de concentración que han observado hasta ahora los autores, se profundiza durante el capítulo 2 de este trabajo. De ello se deriva el análisis de las formas de concentración que se pueden distinguir para el caso de la Alianza Televisa-Iusacell al ser un ejemplo claro de los movimientos entre empresas de medios que se están produciendo con mayor rapidez en el contexto actual. A la tendencia hacia la concentración sobre la que se ha puesto especial interés en este apartado, se agregan otros movimientos que actualmente estamos viendo consolidarse en los escenarios de las industrias de medios y sobre los que Thompson hace énfasis: Creciente diversificación. Se refiere a que las compañías expanden sus actividades hacia diferentes campos. Unida la concentración con la diversificación de las industrias de los medios ha conducido a la formación de grandes conglomerados de comunicación “con intereses en diversas industrias relacionadas con la información y la comunicación.” Thompson señala el ejemplo de Rupert Murdoch y News Corporation (radiodifusión, periódicos, revistas y editoras de libros, canales de televisión, estudios de cine y empresas de impresión comercial).56 Globalización de las industrias de los medios. Aunque el carácter transnacional de los medios no es nuevo, las industrias forman parte de conglomerados cada vez más transnacionales en lo que se refiere a sus operaciones y actividades. Este proceso ha sido incentivado por las fusiones y adquisiciones de los grandes conglomerados; “por medio de fusiones y adquisiciones de este tipo, las industrias de los medios adquieren un carácter 55 En el último informe del Institute of media and communications policy, Grupo Televisa aparece en el lugar 31. 56 Respeto al caso mexicano, Televisa aglomera servicios de televisión, radio, editoriales, televisión restringida. Además de servicios en otros sectores como salones de fiesta, estadios, equipos de futbol, casinos y actualmente ha ingresado al sector de los servicios móviles. 40 cada vez más transnacional, conforme las compañías particulares se integran a grandes conglomerados de la comunicación que abarcan todo el globo.”57 Tendencia hacia la desregulación. Hacia la década de los 80, se empezaron a eliminar legislaciones consideradas restrictivas, sobre todo en la esfera de la radiodifusión, la cual (en los casos europeos) se desarrolló en un marco de fuertes controles gubernamentales. Por esto la desregulación ha sido vista como un antídoto contra el control, sin embargo tiene fuertes críticas pues es vista también como vía para incrementar la concentración e incentivar prácticas monopólicas, y argumentan que “al abrir la radiodifusión y las nuevas tecnologías a la explotación comercial, la desregulación puede permitir a los conglomerados de la comunicación aumentar su papel dominante en la nueva economía global de la información y de la comunicación.”58 Las tendencias descritas anteriormente dibujan un escenario donde, desde el punto de vista tecnológico, lo digital está en proceso de construcción, pero así también hay dinámicas sociales y económicas que están cambiando. Ahora bien, es un proceso dialógico donde, no sólo es la tecnología la que resuelve el cambio planteado. Son cambios de economía global En el siguiente capítulo se hará un acercamiento al proceso de convergencia digital y económica en el contexto de las tendencias que aquí se han descrito. 57 John Thompson, Op. Cit., p. 293 58 Op. Cit. p. 300 41 CAPÍTULO 2. INDUSTRIAS MEDIÁTICAS EN ESCENARIOS CONVERGENTES Hace por lo menos una década en México se ha popularizado el término convergencia para describir de manera general al encuentro entre la radiodifusión y las telecomunicaciones y los consecuentes cambios que se están manifestando en torno a las industrias de medios de comunicación. En la mayoría de los casos, se hace uso del término desde la perspectiva tecnológica, y se habla desde la lógica de la digitalización. Debido a lo anterior, es común escuchar el uso de categorías como convergencia tecnológica o convergencia digital, sin embargo estas categorías aluden especialmente a la dimensión tecnológica de las nuevas configuraciones de los medios. Las mutaciones que se están generando en torno a tal encuentro no se pueden explicar solamente a partir de lo tecnológico; esto debido a que los cambios que está enfrentando el sector sugieren una complejidad que traspasa lo tecnológico para tener manifestaciones en el campo económico, político y social. Por lo anterior, en el presente capítulo se expondrán ideas en torno a las convergencias entre industrias mediáticas y telecomunicaciones. Se realiza una distinción básica entre convergencia digital y convergencia económica, en la misma línea se hace una aproximación a lo que se ha llamado convergencia mediática. Esto con el interés de aportar elementos de análisis que permitan observar el caso de la Alianza Televisa- Iusacell. 2.1 Convergencia digital 2.1.1 La convergencia tecnológica, un proceso constante La acepción más sencilla de lo que se podría llamar convergencia es la que refiere a la tendencia de dos o más elementos a encontrarse en cierto punto del espacio-tiempo. La convergencia puede referir un proceso o un cruce de caminos, en diferentes ámbitos, una 42 coincidencia. Desde esta definición amplia, convergencia es un término no exclusivo de la tecnología, y tampoco de las industrias mediáticas, vale la aclaración en vista del uso que se ha realizado del término como “novedoso”. Sin embargo para explorar las configuraciones actuales de los sistemas mediáticos es ineludible acercarse a explorar las convergencias tecnológicas que se hacen presentes actualmente con los diferentes avances y encuentros entre los artefactos propios de los tradicionales mass media y las posibilidades de la telemática y la informática. De entrada se puede establecer que la convergencia tecnológica en lo que concierne a las industrias mediáticas tiene que ver con el encuentro de las estructuras tecnológicas de medios como prensa, radio y tv con las estructuras de las telecomunicaciones y de la informática. De la misma forma es importante puntualizar que los procesos de convergencia no son un fenómeno nuevo en ningún sentido. Desde que las sociedades humanas comenzaron a producir artefactos, se han producido convergencias diversas que han dado lugar a nuevos artefactos y más tarde a diferentes tecnologías. Esto es, la convergencia técnica o tecnológica es un proceso constante. En el caso de los medios de comunicación tal convergencia tampoco es un proceso nuevo o que haya surgido hace sólo algunas décadas. Los diferentes medios de comunicación han visto su antecedente y precedente. La novedad que se ha querido adjudicar a un proceso que es constante, se inserta también en las dinámicas del capitalismo actual. Así, organismos internacionales como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) propone utilizar la palabra convergencia para describir “casi cualquier tendencia que representa un contacto aún más estrecho entre los sectores de las tecnologías de la información, la
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