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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
Programa Único de Especializaciones en Ciencias 
Políticas y Sociales 
 
 
LA PROSPECCIÓN DEL CONFLICTO ESTUDIANTIL: 
LOS ALCANCES DE LA HUELGA DE 1999 EN EL PRESENTE Y EL FUTURO 
DE LA UNAM 
 
TESINA 
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE 
ESPECIALISTA EN NEGOCIACIÓN Y GESTIÓN DE CONFLICTOS POLÍTICOS 
Y SOCIALES 
 
PRESENTA 
OMAR NAVA PINEDA 
 
TUTORA 
DRA. GUILLERMINA BAENA PAZ 
 
 
 
CIUDAD DE MÉXICO MARZO, 2018 
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
Margarita
Texto escrito a máquina
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
El desarrollo de esta tesina es producto de un proceso complejo en el que convergieron 
dialógicamente la exactitud de las circunstancias y la valentía de las voluntades; es 
producto de mi historia de vida y de mi historia en la Universidad; es producto de un 
ejercicio racional, pero también emocional y espiritual; esta tesina es el resultado de un 
esfuerzo individual, sí, y al mismo tiempo, lo es, del esfuerzo colectivo de todas las 
personas que me han brindado su amor, su amistad, su instrucción, su buen consejo y su 
alegría; porque al final de cuentas qué seríamos sin el otro, sin esa red de apoyo donde 
podemos ser y buscar ser. 
En primer lugar, quiero agradecer a Dios porque su gracia me ha permitido conocer el 
camino de la verdad, la justicia y la paz; porque la fuerza de su voluntad ha corregido mis 
pasos y me ha llevado a conquistar los más grandes objetivos que parecían 
inalcanzables. 
Agradezco a la Dra. Guillermina Baena Paz por aceptar dirigir esta tesina, por su 
compromiso y dedicación para leer detalladamente las diferentes versiones del trabajo e 
impulsar el perfeccionamiento de la investigación, por compartir gentil y generosamente 
su conocimiento en clase y en sus asesorías, así como por su positiva forma de 
motivarme constantemente para concluir el trabajo de tesina. 
El producto final de esta tesina no hubiera sido posible sin la revisión y las oportunas 
aportaciones del Dr. Carlos Hernández Alcántara, a quien agradezco también por el 
diálogo sobre el tema de esta investigación. 
Asimismo, agradezco la revisión y los comentarios a esta tesina de la Dra. Esmeralda 
García Ladrón de Guevara, del Dr. Sergio Montero Olivares y del Dr. Francisco Javier 
Jiménez Ruiz, los cuales resultaron fundamentales para el fortalecimiento de la 
investigación y para la consolidación del documento final. 
También agradezco al Dr. Ricardo Magaña Figueroa, por su compromiso y dedicación 
para resolver las inquietudes de los que hemos sido sus alumnos y asesorados; porque 
además sus clases y asesorías continúan siendo un referente en mi vida académica y 
profesional. 
 
A mis amigos de la Especialidad en Negociación y Gestión de Conflictos Políticos y 
Sociales Cristobal, Nathaly, Martha, Rafael, José Luis, Nashely por su compañerismo y 
sus aportaciones en clase que enriquecieron el tránsito fortuito por este posgrado. A 
Adrián Aguilar por su genuino interés en el tema del presente documento y por el 
préstamo de bibliografía fundamental para el desarrollo de este trabajo; a Malely Linares 
por su auténtica solidaridad con la causa social y por el apoyo moral, racional y 
bibliográfico de esta investigación. A mi prima, Fabiola Nava León, por su franca y muy 
oportuna ayuda para compartirme lo que se vio en clase cuando el trabajo me impedía 
llegar, por estar al pendiente semana tras semana de mi avance en las tareas, por 
acompañarme en todo este proceso de elaboración de la tesina, por leer esta 
investigación y realizar valiosos comentarios al contenido y forma del documento, por su 
disposición a siempre ayudar o simplemente leer los problemas existenciales, gracias 
Faby, de verdad muchas muchas gracias. 
A mi familia que son el apoyo primigenio de todo proyecto que emprendo, les agradezco 
su incansable fe en mí, por ser mi zona de refugio donde encuentro amor, alegría, paz y 
consuelo. Papá, gracias por preocuparte por mí y motivarme constantemente para salir de 
los baches en los que me meto en el camino. Mamá, gracias por tu firme y cariñosa 
confianza en mí, por estar ahí sin importar el día o la hora. Edgar, cainal, gracias por tu 
apoyo constante, por ser un ejemplo de determinación y de excelencia, gracias por el 
acompañamiento en este proceso de investigación y redacción de la tesina, así como por 
la solidaridad en ganar algunos kilos de peso, ni hablar ya los tendremos que bajar. 
A Aurora Citlali Morales Romero, porque aunque llevamos caminos separados, hemos 
tenido la oportunidad de tender los puentes para compartir momentos importantes y 
continuar construyendo nuevas realidades que nos permiten seguir creciendo. Gracias 
porque siempre tienes algo positivo que decir y me ayudas a ver las cosas con otra 
perspectiva. 
De la misma forma quiero agradecer a la Dirección General de Atención a la Comunidad 
Universitaria que me brindó la oportunidad laboral de conocer e incidir desde otra 
perspectiva la magnitud y el alcance de la UNAM. Especialmente agradezco al entonces 
Director General, Alejandro Fernández Varela Jiménez, quien me dio la oportunidad de 
continuar trabajando al tiempo que realicé los estudios de esta especialización; a Ernesto 
Durand, Carolina Calzada, Said Galván, Oscar Martínez, Mariana Rodríguez, Maricarmen 
Betancourt, Vero Santillán, Alicia Sánchez cuyo compañerismo y amistad motivaron 
cotidianamente la permanencia en esta contrastante realidad universitaria; a Alfredo Polo, 
cuyo servicio social y amistad fueron un importante apoyo para lograr cumplir con todas 
las responsabilidades laborares y académicas. 
A la Asociación de Taekwondo de la UNAM que me ha acompañado durante 10 años en 
mi paso por la Universidad y que ha coadyuvado en el desarrollo de mi pasión y mi 
identidad con la Universidad Nacional. Especialmente a mi Maestro José Sámano 
Hernández y a mi Profesor Arnulfo García Cárdenas por su entrega y compromiso con mi 
formación como deportista y artista marcial. A Sofía Sherezada Salas Santiago por el 
acompañamiento en los entrenamientos y estar al pendiente de mi avance en la 
construcción del presente trabajo. 
A la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, a la Senadora Angélica 
de la Peña, a Gabriel Delgadillo, a Mayra Ferrer y Ana Peñaloza por conformar ese 
espacio de confianza en el trabajo y que me posibilita aplicar en la práctica lo aprendido 
en la academia. Especialmente agradezco a Manuel Díaz Santiago por confiar en la 
calidad de mi trabajo y brindarme la oportunidad de regresar a este espacio laboral, así 
como por su cotidiano apoyo para llevar a cabo los trámites del proceso de titulación de 
esta especialización. 
A mis amigos Heber Hernández, Asbel Guzmán, Ubi y Samuel Rangel por compartir 
conmigo su fe y su conocimiento de la palabra. 
A la Señora María Angelina Sánchez Hernández, por ser un ejemplo de superación, por 
compartir su alegría y su entusiasmo incluso frente a las adversidades; gracias por su 
apoyo y estar al pendiente del avance de esta investigación. 
Las palabras que aquí escribo, representan sólo unapequeña parte de lo profundamente 
agradecido que estoy por la invaluable oportunidad de estar en el momento exacto en el 
que las circunstancias y las voluntades se han conjugado para alcanzar este objetivo. 
Con este trabajo, concluyo un ciclo en la Universidad Nacional Autónoma de México, el 
cual ha estado lleno de experiencias, contrastes y mucho aprendizaje, en espera de que 
el presente trabajo sea de su agrado, sólo queda decir “Por mi raza hablará el espíritu”. 
Omar Nava Pineda 
Junio, 2018 
 
 
 
“Nos atacan porque discrepamos, 
¡Viva la discrepancia porque ésta 
es la esencia de la Universidad!” 
Javier Barros Sierra 
 
“La utopía está en el horizonte. 
Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y 
el horizonte se corre diez pasos más allá. 
¿Entonces para qué sirve la utopía? 
Para eso, sirve para caminar.” 
Eduardo Galeano 
 
“Todo parece imposible 
hasta que se hace” 
Nelson Mandela 
 
“El futuro es imprevisible: 
siempre ocurre lo improbable” 
 Edgar Morín 
 
“Porque el futuro ya está aquí, 
fragmentado y disperso. 
Sólo nos falta integrar 
los pedazos del rompecabezas 
para entender lo que nos espera” 
Guillermina Baena Paz 
 
“El corazón del hombre piensa su camino, 
mas Jehová endereza sus pasos” 
Proverbios 16:9 
 
“Mira que te mando que te esfuerces y 
seas valiente; no temas ni desmayes, 
porque Jehová tu Dios estará contigo 
en dondequiera que vayas” 
Josué 1:9 
	
2 
ÍNDICE 
 
Introducción 
I. El conflicto estudiantil en la UNAM y la Huelga de 1999……..………….…..8 
A. Antecedentes …………….………………………………………………...8 
1. Conflictos estudiantiles en la UNAM 
durante el siglo XX (Cuadro 1)……………………………………..9 
2. Historia de las cuotas en la UNAM (Cuadro 2)…….….….……. 14 
B. Los hechos de la Huelga de 1999…………………………………........16 
1. El origen ……………………………………………………………..16 
2. La confrontación ………………………….…….………….…….....23 
3. La contención ………………………………….….…..…....….…...30 
4. Etapas del conflicto de 1999 en la UNAM………………………..35 
5. Mapa de actores del conflicto de 1999 en la UNAM…..…...…...36 
C. Contexto (visión holística)…………...…………………………………...37 
1. Económico…………………………………………………………...37 
2. Jurídico……………………………………………………………….40 
3. Educativo………………………………………………………….....43 
4. Político………………………………………………………………..44 
D. Indicadores históricos del conflicto en la UNAM……………………….48 
 
II. El presente de la UNAM………………………………………………………...54 
A. Balance de la administración de Juan Ramón de la Fuente………….54 
B. Balance de la administración de José Narro Robles…………………..58 
C. Balance de la administración de Enrique Graue Wiechers…………...62 
D. Contexto (visión holística)………………………………………………...66 
1. Económico……………………………………………………………67 
2. Jurídico…………………………………………….….….…………..71 
3. Educativo………………………………………………….….….…..78 
4. Político………………………………………………………………..86 
E. Línea del tiempo del conflicto en la UNAM……………………………..96 
 
III. Los conflictos estudiantiles en el futuro de la UNAM…………………….....104 
A. ¿Qué es el conflicto?..................................................................... …105 
B. ¿Existe una prospectiva del conflicto?...............................................113 
1. Diagnóstico del conflicto. ¿Qué está pasando?... ……………...116 
a. Factores del conflicto………………………………………...117 
b. Análisis de tendencias……………………………………….122 
c. Análisis de eventos inesperados…………………………...124 
d. Análisis FODA……………………………………….….…....128 
2. Construcción de escenarios. ¿Qué podría pasar?.... ………….131 
a. Escenarios del contexto………………………...….…….....131 
b. Escenarios como futuros alternativos………………..........133 
3. Estrategia posible. ¿Qué vamos a hacer si pasa?... …………..136 
Conclusiones………………………………………………….…..….….….….……145 
Fuentes de información……………………………………….….….….…..……...150 
 
	
3 
INTRODUCCIÓN 
El estudio del conflicto estudiantil en la Universidad Nacional Autónoma de México 
es una aportación a la comprensión de las crisis que la institución ha enfrentado a 
través de su historia y cuya superación ha influido en el forjamiento de las 
características institucionales de la Universidad. 
Por tal motivo, el objetivo de esta tesina es analizar el conflicto estudiantil de 1999-
2000 en la UNAM desde una perspectiva holística, es decir, desde los diferentes 
ámbitos que intervienen en la conformación del conflicto (Económico, Jurídico, 
Educativo y Político) a través de sus distintas dimensiones (Internacional, Nacional 
y Local). Asimismo, la presente investigación busca estudiar los alcances que la 
Huelga del fin del Siglo XX ha tenido en el presente de la UNAM y las implicaciones 
que representa para el futuro de la institución educativa. 
Si bien cada uno de los embates político-sociales de la historia reciente de la 
UNAM protagonizados por los estudiantes generaron desestabilidad institucional, 
así como enfrentamientos violentos, al mismo tiempo abrieron oportunidades para 
fortalecer la estructura organizativa de la Universidad. 
De manera que se identifican dos características muy importantes del conflicto 
estudiantil en la Universidad: las ríspidas manifestaciones entre las posturas 
contrapuestas de los actores involucrados (estudiantes-autoridades); y la apertura 
de oportunidades de reestructura institucional y transformación política en la 
UNAM. 
En la Huelga que se suscitó entre 1999 y el año 2000 se enfrentaron estudiantes y 
autoridades universitarias, a consecuencia de la reforma al Reglamento General de 
Pagos (RGP) que instrumentaba el alza de cuotas de inscripción en todos los 
niveles educativos de la UNAM; frente a la pugna, los espacios de negociación que 
abrieron las autoridades universitarias encontraron incompatibilidades con los 
modos de organización y de ejercer el liderazgo que asumió el movimiento del 
Consejo General de Huelga (CGH), lo que fue determinante para el profundo 
escalamiento del conflicto al grado de considerarse uno de lo más grandes 
	
4 
embates que ha vivido la institución, pues paralizó por casi 10 meses las 
actividades académicas, de investigación y culturales en la totalidad de los 
planteles universitarios. 
Y es que las demandas de la Huelga de 1999 lograron hacer eco en distintos 
sectores de la sociedad, lo cual se expresó en el apoyo de organizaciones 
estudiantiles, sindicales, campesinas, indígenas y de la sociedad de diferentes 
partes del país con lo cual el conflicto estudiantil alcanzó su dimensión nacional. 
Por lo que el movimiento del CGH logró suspender la reforma al RGP que ya había 
sido aprobada por el Consejo Universitario y con ello defender el carácter 
autónomo de la Universidad, frente a los intereses de organismos internacionales 
que se percibieron representados en la citada modificación reglamentaria; sin 
embargo, al mismo tiempo el conflicto estudiantil perjudicó la imagen de la 
institución educativa a nivel nacional e internacional, afectó la vida académica de 
miles de estudiantes, profesores e investigadores y motivó enfrentamientos 
violentos entre los distintos sectores de la comunidad universitaria y con las fuerzas 
del orden público. 
Al final, a pesar que la reforma al RGP había sido suspendida, factor que 
inicialmente habría motivado el conflicto estudiantil; no se mostró disposición por 
parte del CGH a levantar la Huelga, ni a negociar con las autoridades para dar una 
salida al embate político que aquejaba a la UNAM. 
Ante la cerrazón del cada vez más desgastado CGH, el recién nombrado Rector, 
Juan Ramón de la Fuente, cambió de estrategia y con ella de interlocutor, abrió un 
espacio de negociación con la comunidad universitaria a través de la figura del 
plebiscito, cuyo resultado histórico fue una amplia mayoría que apoyaba el que se 
levantara la Huelga y se normalizaran las actividades de la Universidad. Los 
resultados de la consulta universitaria sirvieron para legitimar el uso de la fuerza del 
Estado en el campus para que en coordinación de las autoridades federales se 
lograranrecuperar las instalaciones de la Ciudad Universitaria de la UNAM. 
	
5 
Resulta importante destacar que en los enfoques sobre la transformación del 
conflicto, un aspecto importante es lograr disminuir las expresiones violentas y 
perjudiciales para las partes involucradas en la pugna hasta su mínima expresión. 
En ese orden de ideas, la presente investigación parte del supuesto que la falta de 
planeación estratégica para las modificaciones institucionales, la carencia de un 
ejercicio de prospección que anticipe escenarios posibles frente a la toma de 
decisiones en la UNAM, así como la deficiencia de acciones coordinadas por parte 
de las autoridades para tratar los conflictos político-sociales en la Universidad, han 
abierto la puerta al endurecimiento de los enfrentamientos entre autoridades y 
estudiantes hasta llegar a las manifestaciones violentas que perjudican por igual a 
la institución y los miembros de su comunidad universitaria. Lo cual se ilustra en el 
siguiente diagrama: 
 
Por tal motivo, se encuentra relevante el análisis del conflicto estudiantil de 1999 en 
la UNAM, tomando en cuenta sus antecedentes históricos, los factores que han 
originado el conflicto, la dinámica contenciosa, los actores que intervinieron, los 
Factores externos 
(económico, 
jurídico, educativo y 
político): 
 
Internacionales y 
Nacionales 
Factores internos 
(económico, 
jurídico, educativo 
y político): 
Dependencias y 
comunidad 
universitaria 
UNIVERSIDAD 
NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
CONFLICTO 
ESTUDIANTIL 
Acciones de gobierno 
universitario 
ESCALADA DEL 
CONFLICTO 
Falta de acciones 
coordinas y preventivas 
para la transformación 
del conflicto 
Falta de planeación 
prospectiva estratégica 
Manifestaciones: 
Violencia, polarización, 
desprestigio 
	
6 
logros y saldos de la pugna, así como el contexto (la visión holística) en su 
dimensión local, nacional e internacional, puesto que de esta manera además de 
lograr comprender la naturaleza del conflicto, se logran identificar las tendencias 
históricas y dominantes que han influido en la realidad institucional, por lo que 
posibilita la construcción de la situación actual de la UNAM desde la racionalidad 
de la Huelga de 1999 y al mismo tiempo permite contemplar los posibles 
escenarios en el futuro de la Universidad desde la perspectiva del conflicto 
estudiantil. 
Asimismo, este tipo de análisis es fundamental para el diseño de un instrumento 
estratégico que proponga acciones concretas encaminadas a prevenir y 
contrarrestar las manifestaciones negativas del conflicto como la violencia o el 
desprestigio institucional y estar en condiciones de potencializar las oportunidades 
de transformación que ofrece el encono político para orientar el cambio socio-
educativo hacia un escenario en el que las partes involucradas se vean 
beneficiadas mutuamente. 
En virtud de lo anterior, el primer capítulo “El conflicto estudiantil en la UNAM y la 
Huelga de 1999” aborda los antecedentes históricos del conflicto que trajo la 
creación del Consejo General de Huelga (CGH), en donde se identifican los 
conflictos estudiantiles de 1929, 1933, 1945, 1966, 1968 y 1986 en la UNAM; para 
después rastrear las consecuencias que han traído el alza de cuotas en la historia 
de la institución y que fue uno de los factores que desencadenó la Huelga de 1999. 
Posteriormente se aborda la descripción detallada de los acontecimientos y de las 
dinámicas políticas que caracterizaron el conflicto universitario de fin del Siglo XX, 
para después construir el contexto del referido fenómeno y así identificar los 
factores que intervinieron en la escalada del conflicto. Finalmente se desarrolla una 
matriz de los factores que históricamente han influido en la configuración del 
conflicto estudiantil en la Universidad. 
En el segundo capítulo “El presente de la UNAM” se analizan las administraciones 
de los tres últimos rectores: Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles y 
Enrique Graue Wiechers, quienes han conducido la Máxima Casa de Estudios a 
	
7 
través de uno de sus periodos más largos de relativa estabilidad. Asimismo, se 
realiza el análisis contextual (visión holística) de los tres rectorados y al final se 
agrega la línea del tiempo que contempla los principales acontecimientos 
internacionales, nacionales y de la UNAM desde los antecedentes en el conflicto 
estudiantil de 1966 hasta la actual administración del Rector Graue. 
El tercer capítulo “Los conflictos estudiantiles en el futuro de la UNAM” comienza 
con el abordaje del concepto teórico del conflicto contrastándolo con los hallazgos 
en los hechos históricos de la UNAM. Al mismo tiempo se incorporan estas 
categorías analíticas del conflicto en la aplicación de la metodología prospectiva. 
Posteriormente, se lleva a cabo el diagnóstico conflictivo de la UNAM, el cual 
identifica los factores del conflicto presentes actualmente en la institución, 
desarrolla el análisis FODA, de tendencias y de eventos inesperados de la 
Universidad; que a su vez es utilizado para construir los escenarios de posibles 
conflictos en el futuro. 
Finalmente, se desarrolla la estrategia de fortalecimiento de las funciones 
sustantivas de la Universidad (Docencia, Investigación y Extensión de la Cultura) 
desde la perspectiva de la transformación del conflicto. La estrategia propone las 
acciones a seguir para aminorar y neutralizar los factores del conflicto en la 
institución, así como las acciones que dotarían a la Universidad de las 
herramientas institucionales para enfrentar la concreción de un escenario de 
conflicto en la UNAM. 
 
 
	
8 
I. EL CONFLICTO ESTUDIANTIL EN LA UNAM Y LA HUELGA DE 1999 
El conflicto de 1999 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es 
considerado un parteaguas en la historia institucional de la Universidad; en 
principio porque se materializó en una huelga con duración de casi 10 meses en los 
que se detuvieron por completo las actividades académicas, administrativas y 
culturales, y que trajo la destitución del “jefe nato” de la máxima casa de estudios 
del país. 
El enfrentamiento se dio a raíz de la estrategia de la administración del Rector 
Francisco Barnés de Castro para aumentar los recursos económicos, a través del 
alza de las cuotas de inscripción y reinscripción, necesarios para que la 
Universidad atendiera los retos en la formación de los estudiantes que el contexto 
nacional e internacional suponía para el ejercicio profesional de los egresados de la 
UNAM. 
Por lo que para comenzar a analizar el conflicto de 1999 en la Universidad Nacional 
Autónoma de México, es preciso llevar a cabo una remembranza de los principales 
conflictos que se han suscitado en la institución, de tal modo que se esté en 
condiciones de construir los antecedentes históricos de la referida huelga. 
 
A. Antecedentes 
Desde el siglo XX la Universidad Nacional como una institución pública de 
educación superior ha tenido que enfrentar múltiples conflictos que han llevado a 
estudiantes y autoridades universitarias a contender por sentar las bases de un 
proyecto de Universidad acorde a las necesidades del país y al mismo tiempo con 
la generación de conocimiento científico. Lo cual ha traído consigo diversas 
implicaciones: desde la modificación de la estructura jurídica de la Universidad, 
pasando por la transformación de la relación entre el Estado y la institución, hasta 
los alcances de la autonomía universitaria de la que actualmente goza la UNAM. 
	
9 
Por tal motivo se ha resumido en el siguiente cuadro la información más relevante 
que explica los conflictos estudiantiles más trascendentes que han existido en la 
UNAM durante los últimos 100 años y que dan cuenta de la influencia que han 
tenido estos movimientos en el desarrollo y la evolución de la Universidad Nacional 
en México. 
Cuadro 1. Conflictos estudiantiles en la UNAMdurante el siglo XX 
Descripción Contexto 
Conflicto 
UNAM Motivos 
Acuerdos y 
Desenlace Económico Jurídico Educativo Político 
1929: 
Movimiento 
por la 
Autonomía 
Universitaria 
-Protesta de 
alumnos de la 
Facultad de 
Derecho y Ciencias 
Sociales por la 
designación de su 
director y por la 
modificación del 
sistema de 
evaluación. 
-Oposición al 
sistema de 
reconocimientos 
-Estalla la Huelga el 
5 mayo de 1929. 
-Pliego petitorio: 
Renuncia del Rector 
y otros funcionarios 
federales, la 
autonomía 
universitaria 
-23 de mayo 
enfrentamiento 
violento entre 
estudiantes y 
fuerzas del 
orden público. 
-Se acepta la 
autonomía 
universitaria 
como solución al 
conflicto. 
-13 de junio de 
1929 se levanta 
la huelga. 
-9 de julio, es 
promulgada la 
Ley Orgánica de 
la Universidad 
que le otorga 
autonomía. 
-Crisis de 
1929 en 
Estados 
Unidos. 
-Aprobación 
de un proyecto 
de reformas 
que incluía 
dos periodos 
de exámenes 
al año y el 
50% de 
asistencia de 
los alumnos a 
clases en el 
primer periodo 
y 76% para el 
segundo. 
-En 1925 se 
creó un nivel 
educativo 
posterior a la 
primaria, el cual 
suprimió 3 años 
a la Escuela 
Nacional 
Preparatoria y 
se denominó 
desde entonces 
educación 
secundaria. 
-En 1925 se la 
da salida a la 
Escuela Normal 
Superior de la 
Universidad y se 
transfiere a la 
SEP. 
-La Universidad 
había quedado 
relegada del 
interés de los 
gobiernos. 
-Se buscaba el 
fortalecimiento del 
Estado. 
-Elecciones 
presidenciales en 
México. Posible 
candidato José 
Vasconcelos. 
-Movimientos de 
reforma 
universitaria, 
como: el 
movimiento de 
autonomía 
universitaria en 
Córdoba. 
-Estudiantes 
reformistas en 
América Latina 
concibieron la 
autonomía en 
estrecha relación 
con una dirección 
democrática de las 
universidades. 
1933-1935: 
Conflicto 
Educación 
Socialista 
vs. Libertad 
de Cátedra. 
-Oposición entre los 
promotores de la 
educación socialista 
y los defensores de 
la libertad de 
cátedra. 
-Estalla huelga que 
se propaga en 
algunas facultades y 
escuelas, solicitando 
la expulsión de 
Lombardo Toledano 
de la Universidad. 
-Narciso Bssols, 
SEP, promueve ley 
que otorgaba 
-Renuncia del 
Rector Roberto 
Medellín y el 
Director de la 
ENP, Vicente 
Lombardo 
Toledano. 
-Ley Orgánica 
de la UNAM 
1933. 
-Renuncia el 
Rector Fernando 
Ocaranza y es 
elegido Luis 
Chico Goerne lo 
que permite 
-La 
Universidad 
tuvo grandes 
problemas 
económicos 
por estar 
obligada a 
organizar su 
hacienda 
propia. Por 
ejemplo, en 
enero de 1934 
de 5 millones 
de pesos que 
se depositaron 
en el Banco 
-Durante la 
campaña 
presidencial 
de Cárdenas 
se redactaba 
el proyecto 
gubernamenta
l que 
impulsaba la 
educación 
socialista. 
-La 
Universidad 
dejaba su 
carácter 
Nacional, así 
-Fernando 
Ocaranza 
proponía la 
creación de una 
escuela 
secundaria que 
preparara a 
quienes 
desearan seguir 
una carrera 
liberal. 
-Elecciones 
presidenciales en 
1934. 
-Relación áspera 
entre la 
Universidad y 
Cárdenas. 
 
 
	
10 
Cuadro 1. Conflictos estudiantiles en la UNAM durante el siglo XX 
Descripción Contexto 
Conflicto 
UNAM Motivos 
Acuerdos y 
Desenlace Económico Jurídico Educativo Político 
absoluta autonomía 
a la Universidad a 
cambio se le retira el 
carácter nacional y 
el subsidio anual por 
una suma fija de 10 
millones de pesos. 
-10 de septiembre 
1935 el Consejo 
Universitario 
suspende 
actividades de la 
Universidad por 
carecer de los 
recursos 
indispensables. 
-El Presidente 
advierte. Si el 
gobierno asume el 
sostenimiento de la 
Universidad habrá 
mayor injerencia en 
su administración y 
autonomía. 
construir 
acuerdos entre 
el gobierno y las 
autoridades 
universitarias. 
Nacional 
Hipotecario de 
Obras 
Públicas a 
favor de la 
Universidad, 
sólo pudo 
disponer de 
350 mil en un 
año. 
como el 
órgano del 
Estado 
encargado de 
la función de 
la educación 
profesional. 
-En 1934 se 
presenta al 
Consejo 
Universitario el 
proyecto para 
el primer 
Estatuto de la 
Universidad 
Nacional. 
1944-1945: 
Conflicto por 
el Consejo 
Universitario 
 
-Oposición de 
alumnos de la 
Escuela de 
Veterinaria frente a 
la reelección de su 
director por parte del 
CU. 
-En un 
enfrentamiento 
violento entre 
alumnos de las 
escuelas de 
Veterinaria y leyes, 
muere un alumno. 
-Renuncia el Rector 
Brito Foucher. 
-La oposición 
integra un Directorio 
como gobierno de la 
Universidad y 
desconoce el CU. 
-Se convoca a elegir 
un Consejo 
Universitario 
Constituyente y en 
1944 se cuenta con 
dos consejos 
universitarios que 
eligen a un Rector 
diferente cada uno. 
-El presidente Ávila 
Camacho media el 
-Se propone la 
renuncia de 
ambos Rectores 
electos, y una 
junta integrada 
por ex Rectores 
que eligiera al 
nuevo Rector. 
-Alfonso Caso, 
es nombrado 
Rector interino., 
quien expide las 
bases para la 
elección del CU. 
-23 de octubre 
de 1944 queda 
instalado el CU, 
el cual aprobó el 
proyecto de Ley 
Orgánica. 
-El 18 de 
diciembre fue 
aprobada la Ley 
Orgánica en el 
CU, sin el voto 
de los 
consejeros 
universitarios. 
-El 6 de enero 
de 1945 se 
publica la Ley 
Orgánica de la 
-En marzo de 
1944 el Rector 
Brito Foucher 
plantea la 
necesidad de 
aumentar 
cuotas y 
establecer 
descuentos de 
sueldo a los 
profesores 
faltistas. 
-En el país el 
PIB rebasaba 
apenas los 19 
millones de 
pesos, el 
salario mínimo 
no alcanzaba 
los dos pesos 
diarios. 
-En México se 
buscaba 
implantar un 
Modelo de 
Acumulación 
sobre la base 
de sustitución 
de 
importaciones, 
con el apoyo 
de áreas 
-El Poder 
Ejecutivo 
solicita a la 
Universidad 
expresar sus 
aspiraciones 
para 
convertirlas en 
ley orgánica. 
-El 
anteproyecto 
de ley fue 
elaborado por 
Alfonso Caso 
y un grupo de 
profesores de 
la Facultad de 
Derecho. 
-Los 
Consejeros 
Universitarios 
estaban en 
contra de la 
promulgación 
de la ley 
orgánica que 
incluía la 
creación de la 
Junta de 
Gobierno y 
restarle 
funciones al 
-La Universidad 
contaba con una 
matrícula de 22 
mil alumnos. De 
sus aulas 
egresaban 
profesionistas, 
en su mayoría, 
de carreras 
liberales. 
-Se buscaba 
que la 
Universidad 
Nacional se 
constituyera en 
el abasto de 
cuadros 
profesionales 
que requería el 
crecimiento del 
sector industrial 
y de servicios, 
ubicados en el 
esquema de 
desarrollo del 
país. 
-La comunidad 
universitaria 
percibía una 
fuerza 
determinante del 
Rector Alfonso 
Caso en el 
Consejo 
Universitario ya 
que había 
nombrado a todos 
los directores. 
-Fin del sexenio 
Cardenista. 
-Circunstancias de 
excepción 
provocadas por la 
Segunda Guerra 
Mundial. 
	
11 
Cuadro 1. Conflictos estudiantiles en la UNAM durante el siglo XX 
Descripción Contexto 
Conflicto 
UNAM Motivos 
Acuerdos y 
Desenlace Económico Jurídico Educativo Político 
conflicto. UNAM creando 
la Junta de 
Gobierno y el 
Patronato 
Universitario, a 
la fecha sigue 
vigente. 
estratégicas 
como la 
educación 
superior. 
Consejo 
Universitario. 
1966-1967: 
Movimiento 
por la 
reforma 
universitaria 
democrática 
 
-Oposición por la 
reelección de César 
Sepúlveda, Director 
de la Facultad de 
Derecho,al ser 
acusado de reprimir 
la libertad de 
expresión de los 
estudiantes. 
-La Facultad de 
Derecho se declara 
en huelga a 
mediados de marzo 
de 1966: para 
finales del mes se 
declara la huelga en 
casi todas las 
facultades y 
preparatorias 
nacionales de la 
UNAM. 
- El movimiento 
exige la 
participación y 
paridad de los 
estudiantes en los 
órganos de gobierno 
de la vida 
universitaria. 
-La rectoría buscaba 
aumentar las cuotas 
de colegiatura. 
-Exigen eliminar la 
Junta de Gobierno y 
hacer del Consejo 
Universitario la 
máxima autoridad 
gubernativa. 
-Elección Directa de 
las autoridades. 
-Renuncia del 
Rector Ignacio 
Chávez. 
-Renuncia de 24 
directores de 
facultades, 
escuelas e 
institutos. 
-La cancelación 
del examen de 
ingreso a la 
UNAM para los 
egresados del 
bachillerato 
UNAM (pase 
automático).-La eliminación 
del cuerpo de 
vigilancia. 
-El derecho a la 
estancia 
permanente en 
las escuelas 
profesionales, 
mediante la 
sustitución de la 
regla 3-4-10 
(Establecía el 
estudiante no 
puede reprobar 
3 veces la 
misma materia, 
ni inscribirse 
cuatro en ella, ni 
acumular diez 
reprobadas en la 
carrera sin 
causar baja). 
-Se Bloqueó el 
aumento de las 
cuotas 
(actualizadas en 
1948 por última 
vez). Quedando 
congeladas. 
-El patrimonio 
de la UNAM 
creció de 28 
millones en 
1952 a 805 
millones en 
1960. 
-El 
presupuesto 
paso de 22 
millones en 
1952 a 150 
millones en 
1960. 
-Ampliación y 
diversificación 
de actividades 
secundarias y 
terciarias. 
-Elevación del 
PIB de 45 mil 
millones de 
pesos en 1940 
a 207 mil 
millones en 
1965 (en 
precio de 
1960). 
-Se 
establecieron 
medidas para 
limitar la 
afluencia de 
estudiantes: 
las “pruebas 
de selección”. 
-el Rector 
Ignacio 
Chávez 
promovió 4 
reformas 
legislativas 
para la 
transformación 
universitaria: 
El reglamento 
de 
investigadores
; el Estatuto 
del personal 
docente; el 
Estatuto del 
personal 
administrativo 
y la 
conversión del 
Estatuto de la 
UNAM a 
Estatuto 
General de la 
UNAM. 
-La población 
universitaria 
creció 100% de 
1952 a 1960. 
-en 1961 había 
poco menos de 
68 mil 
estudiantes, 
para 1966 había 
crecido a 79 mil 
alumnos. 
-En 1961 de 
cada mil niños 
que entraron a 
la primaria, sólo 
uno llegaba al 
último grado 
profesional. 
-En 1960 
estuvieron 
matriculados 4 
millones 500 mil 
niños, en la 
escuela 
primaria. 
-Se comenzó a 
ver a la 
educación 
superior como 
fuente de 
progreso, pues 
podría llegar a 
suplir la 
inversión de 
capital en la 
planta 
productiva. 
-El Rector Chávez 
aseguraba que la 
Universidad debía 
mantenerse al 
margen de 
cualquier actividad 
partidaria. 
- Se le acusó de 
encabezar una 
conjura comunista. 
-Puso en práctica 
una política de 
negociación con 
una sola 
organización: la 
Federación 
Universitaria de 
Sociedades de 
Alumnos (FUSA) 
1968: 
Movimiento 
Estudiantil 
del 68 
-Oposición al 
autoritarismo 
gubernamental que 
provocó la 
-El 2 de octubre 
de 1968, un 
batallón del 
ejército 
-Problema 
salarial de los 
profesores de 
la UNAM. 
-el 1 de 
Agosto el 
Rector Barros 
Sierra 
-En la UNAM, en 
1959 se contaba 
con 35,113 
estudiantes, en 
-Manifestaciones 
de estudiantes de 
la UNAM en 
apoyo al pueblo 
	
12 
Cuadro 1. Conflictos estudiantiles en la UNAM durante el siglo XX 
Descripción Contexto 
Conflicto 
UNAM Motivos 
Acuerdos y 
Desenlace Económico Jurídico Educativo Político 
intervención de la 
fuerza pública 
durante un evento 
deportivo en la 
UNAM. 
-Ante el contexto de 
represión estudiantil 
el IPN se declara en 
Huelga y pide a las 
demás instituciones 
de educación 
superior 
solidarizarse. 
-El Rector Javier 
Barros Sierra 
encabeza y organiza 
diversas protestas 
proclamando 
respeto a la 
autonomía 
universitaria. 
-2 de agosto de 
1968 la UNAM se 
declara en Huelga 
Estudiantil y se 
constituye el 
Consejo Nacional de 
Huelga. 
El pliego petitorio 
incluía: Libertad de 
presos políticos; 
Destitución de 
mandos militares; 
Eliminación del 
cuerpo de 
granaderos; 
Derogación de los 
art. 145 y 145 bis 
del Código Penal 
Federal; 
Indemnización a las 
familias de los 
muertos y heridos 
durante las 
protestas; 
Deslindamiento de 
responsabilidad por 
los actos de 
represión. 
mexicano 
dispara contra 
los asistentes a 
un mitin 
efectuado en la 
Plaza de las 
Tres Culturas en 
Tlatelolco, 
dejando un 
saldo de cientos 
de muertos, 
heridos y 
detenidos. 
-Contribuyó a 
mejorar los 
planes de 
estudio. 
-Apertura de de 
más centros 
educativos como 
el CCH, el 
Colegio de 
Bachilleres y la 
UAM. 
-Después de 
un rápido 
crecimiento de 
la economía 
mexicana, a 
finales de la 
década de los 
60, este 
crecimiento se 
detuvo. 
encabezó la 
marcha de la 
comunidad 
estudiantil que 
se 
manifestaba 
en contra de la 
ocupación 
militar del 
campus 
universitario, 
hecho que 
violaba la Ley 
Orgánica de la 
UNAM. 
-Los artículos 
145 y 145 bis 
del Código 
Penal se 
prohibía la 
libertad de 
asociación y la 
de 
manifestación 
política. 
1965 aumentó a 
48,468: un 
incremento del 
38%. Para 1971 
había 72,952 
estudiantes: un 
aumento del 
50.5%. 
-En 1945 hubo 
un rápido e 
ininterrumpido 
aumento de 
estudiantes 
provenientes de 
las clases 
populares y 
medias. 
-La crisis de la 
educación 
suprior era 
reflejo de la 
crisis en la 
educación 
básica por la 
rigidez del 
sistema que se 
expresaba en “la 
letra con sangre 
entra” 
-Crecimiento de 
la matrícula de 
la Universidad 
en países de 
América Latina y 
Europa 
Occidental. 
-Planes y 
programas 
académicos 
caducos. 
 
de Vietnam y en 
rechazo al 
imperialismo 
norteamericano. 
-Los estudiantes 
encarcelados no 
eran reconocidos 
por el gobierno 
como presos 
políticos. 
-El movimiento del 
68 en México 
estuvo 
Influenciado por 
otros movimientos 
sociales y 
culturales 
alrededor del 
mundo como: La 
revolución cultural 
China o el Mayo 
Francés. 
-Guerra de 
Vietnam. 
1986-1987: 
Movimiento 
Ceuista 
-El 23 de septiembre 
de 1986, la 
Asamblea General 
de la Facultad de 
Ciencias se 
manifestó en un 
desplegado 
-El 10 de febrero 
de 1987, en la 
sesión plenaria 
del Consejo 
Universitario se 
acordó: 1. 
Realizar un 
-El Rector 
Carpizo 
propone 
racionalizar el 
presupuesto 
universitario e 
impulsar el 
-El Rector 
Jorge Carpizo 
llega con la 
iniciativa de 
emprender 
una reforma 
universitaria 
-Se incorpora en 
el discurso de 
Jorge Carpizo el 
concepto de 
excelencia 
académica. 
-En el proyecto 
-Se llamó a toda la 
comunidad 
universitaria a 
participar en la 
construcción del 
diagnóstico 
“Fortaleza y 
	
13 
Cuadro 1. Conflictos estudiantiles en la UNAM durante el siglo XX 
Descripción Contexto 
Conflicto 
UNAM Motivos 
Acuerdos y 
Desenlace Económico Jurídico Educativo Político 
periodístico en 
contra de las 
reformas aprobadas 
el 11 y 12 de 
septiembre. 
El 24 de septiembre 
se llevó a cabo una 
reunión que 
convocó a gran 
parte de la 
comunidad UNAM 
para oponerse al 
“Plan Carpizo”. 
-El 31 de octubre se 
constituyó 
formalmente el 
Consejo Estudiantil 
Universitario (CEU), 
en conmemoración 
del CEU que 
encabezó el 
movimiento de 
1966. 
-Se exigía la 
realización de un 
Congreso General 
Universitario de 
carácter resolutivo. 
-Se realiza un 
diálogo público 
transmitido por radio 
UNAM el 6 de enero 
de 1987 entre 
autoridades de la 
UNAM y miembros 
Ceuistas. 
-Los Ceuistas 
exigían el 
cumplimiento de sus 
demandas antes del 
28 de enero. 
-El 29 de enero, al 
no ser resultas las 
demandas del 
movimientos 
Ceuista, estalla la 
huelga en la UNAM. 
Congreso 
Universitario; 2. 
El Consejo 
Universitario 
asumiría las 
conclusiones del 
Congreso; 3. La 
creación de una 
comisión 
organizadora del 
Congreso; 4. La 
suspensión del 
aumento de 
cuotas; 5. Se 
eligieron los 
miembros de la 
Comisión 
Especial del 
Consejo 
Universitario. 
-El domingo 15 
de febrero en 
asamblea 
plenaria del 
CEU se acordó 
levantar la 
huelga el 18 de 
febrero de 1987. 
autofinancia-
miento en vez 
de buscar la 
ampliación del 
subsidio del 
gobierno. 
-Se propone 
incremento de 
las cuotas de 
especializació
n, maestría y 
doctorado. 
-Se propone 
incremento de 
las cuotas a 
los servicios 
educativos 
como 
exámenes 
extraordinarios
, examen 
médico y 
expedición de 
certificados. 
-Política de 
austeridad por 
parte del 
gobierno 
federal con 
relación a las 
instituciones 
públicas. 
para lograr la 
excelencia 
académica. 
de Carpizo se 
buscaba 
impulsar el 
proceso de 
superación 
académica: 
mejorar la 
administración 
de la 
Universidad y 
profundizar su 
posición social 
mediante una 
mejor 
vinculación con 
el país. 
-Por lo que se 
propone el 
ingreso a 
licenciatura 
únicamente a 
través del 
concurso de 
selección, salvo 
los estudiantes 
de bachillerato 
de la propia 
UNAM.-Se propone la 
creación de 
exámenes 
departamentales
. 
debilidad de la 
Universidad 
Nacional” en abril 
de 1986. 
-11 y 12 de 
septiembre en 
sesión ordinaria 
del Consejo 
Universitario, en la 
que no se tomó en 
cuenta la voz de 
los Consejeros 
Universitarios 
Estudiantiles, se 
aprobó el primer 
paquete de 
reformas del 
Rector Carpizo. 
Fuente: Marsiske, Renate. La Universidad de México. Un recorrido histórico de le época colonial al presente. 2001; Mendoza, 
Javier. Los Conflictos de la UNAM en el Siglo XX. 2001; CIU. Carpeta del Movimiento Estudiantil UNAM 1999. 1999. 
 
Con este cuadro que resume los conflictos más importantes que se han suscitado 
en la UNAM, es posible encontrar factores coincidentes que han puesto la pauta 
	
14 
para el desarrollo de los conflictos sociales en la máxima casa de estudios, tales 
como la omisión de la participación de la comunidad universitaria en los procesos 
de toma de decisiones en la institución; la autonomía universitaria en su 
otorgamiento, ampliación y consolidación; el uso de la fuerza pública en contra de 
las movilizaciones estudiantiles; así como el aumento de las cuotas de inscripción. 
Este último punto resulta relevante para el caso de estudio del presente trabajo, la 
Huelga en la UNAM de 1999, pues la historia de las cuotas en la Universidad 
muestra que la mayoría de las ocasiones en las que la modificación o el intento de 
reformar el instrumento jurídico que regula las cuotas resulta en un factor 
preponderante para la detonación de un conflicto al interior de la institución, sobre 
todo en la segunda mitad del siglo XX. Lo anterior se puede observar en el 
siguiente cuadro, el cual está basado en el análisis de Gerardo Dorantes en su libro 
Conflicto y Poder en la UNAM. La huelga de 1999. 
 
Cuadro 2. Historia de las cuotas en la UNAM 
Año Descripción 
1916 
A través del acuerdo del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, 
se asigna la cantidad de cinco pesos como cuota general, con el fin de que la educación 
dejara de ser gratuita en facultades universitarias, así como en la ENP. 
1920 El Rector José Vasconcelos exime del pago a los estudiantes de bajos recursos e instrumenta un programa de becas de manutención. 
1929 
Con el otorgamiento de la autonomía universitaria, a través de la Ley Orgánica de la 
Universidad, se asientan las bases para que la institución adquiriera el carácter privado al 
definir la obligatoriedad de pagar una cuota por los servicios educativos. 
1936 
Durante la Rectoría de Luis Chico Goerne se aprueba el primer Reglamento General de 
Pagos (RGP), sin dejar de lado el principio vasconcelista sobre la cultura universitaria 
como un privilegio para todos los estudiantes, incluyendo a quienes carecieran de recursos 
económicos para cubrir las cuotas. Por lo que el recién aprobado RGP fija una única cuota 
de inscripción en 10 pesos y diversas colegiaturas. 
1945 La ley Orgánica de ese año atribuye al patrimonio de la UNAM, en el artículo 15, los derechos y las cuotas que por sus servicios logre recaudar. 
1946 Frente a los problemas de financiamiento autónomo de la UNAM, el Rector Salvador Zubirán negocia con el gobierno un mayor subsidio para la institución. 
1947 El Rector Zubirán propone aumentar las cuotas de inscripción. Colegiaturas y pagos por otros servicios, lo cual genera un conflicto estudiantil que le cuesta el cargo de Rector. 
1948 El Rector Luis Garrido logra aprobar una reforma al RGP, que permanece vigente hasta el 15 de marzo de 1999. 
1986 
El Rector Jorge Carpizo expone, en el diagnóstico Fortaleza y Debilidad de la Universidad 
Nacional Autónoma de México, el desaprovechamiento de los estudiantes sobre el bajo 
costo de la educación en la UNAM. Por lo que el Consejo Universitario aprueba tres 
aumentos a los pagos por servicios académicos; sin embargo, los estudiantes se 
inconforman y se configuran en un movimiento, encabezado por el CEU, que logra 
suspender las reformas y celebrar un Congreso Universitario. 
	
15 
1990 
Del 14 de mayo al 5 de junio de 1990 se realiza el Congreso Universitario, victoria 
obtenida por el movimiento ceuista del 86-87. En éste se establece que el financiamiento 
de la Universidad es responsabilidad del Estado: “Que el Estado incremente en términos 
reales los recursos financieros que se canalizan a la educación superior y en particular a la 
UNAM (…) y que el financiamiento federal anual este ligado a un indicador económico 
preciso”. 
1992 
El Rector José Sarukhan anuncia el aumento de cuotas, lo cual trae reacciones en contra; 
sin embargo, Manuel Camacho Solís, Jefe del Departamento del Distrito Federal 
recomendó a Sarukhan no seguir con la propuesta porque esto generaría una movilización 
estudiantil. Por lo que el rector no llegó a presentar su iniciativa al Consejo Universitario. 
1999 
El rector Francisco Barnés propone en febrero de 1999, el aumento de cuotas para 
enfrentar la financiación precaria de ese año de la Universidad. El 15 de marzo, la 
iniciativa es aprobada por el Consejo Universitario. El 20 de abril estalla la huelga para 
derogar la reforma al RGP. El 12 de noviembre Barnés presenta su renuncia y es 
designado como rector a Juan Ramón de la Fuente. La huelga dura 9 meses y finalmente 
el 6 de febrero del 2000 es levantada con la intervención de la PFP en el Campus Central. 
Fuente: Dorantes, Gerardo. Conflicto y poder en la UNAM. La huelga de 1999. pp. 45 – 47. 
 
De esta manera, el anterior cuadro, permite comprender desde una perspectiva 
histórica la evolución de las cuotas en la Universidad, así como la incidencia 
política, económica, educativa y jurídica que ha tenido este fenómeno en la vida de 
la institución y las dinámicas contenciosas que ha impuesto su modificación. Sin 
embargo, este factor no es lo único que ha logrado detonar un conflicto en la 
UNAM, existen distintos factores contextuales que al converger en un mismo 
momento logran configurar el conflicto dentro de la Universidad, como sucedió en 
la Huelga de 1999. 
Por tal motivo, los siguientes párrafos se dedicaran al análisis de una de las 
problemáticas más complejas que se ha presentado en la Universidad Nacional y 
que logró posicionarse como uno de los conflictos más largos en la historia de la 
institución. 
La huelga de 1999 se ha convertido en un referente en las movilizaciones 
estudiantiles, en la confrontación con las autoridades universitarias y en el alcance 
nacional que adquirió el conflicto; razón por la cual se decidió profundizar en el 
análisis de este fenómeno siguiendo con las mismas categorías contextuales que 
se abordaron en los antecedentes históricos: Descripción de la dinámica 
contenciosa (Motivos, desarrollo, acuerdos y desenlace) y análisis contextual 
	
16 
(económico, jurídico, educativo y político) en sus dimensiones local, nacional e 
inetrnacional. 
 
B. Los hechos de la Huelga de 1999 en la UNAM 
A continuación se da paso a la descripición de hechos que conformaron el conflicto 
al interior de la Universidad Nacional en 1999, dividiendo en tres fases la 
interpretación para fines prácticos: 1. El origen, 2. La confrontación y 3. La 
contención. 
 
1. El origen de la Huelga 
En 1997 se llevó a cabo el cambio del Rector de la Universidad Nacional Autónoma 
de México, al concluir el periodo de José Sarukhan Kermez fue designado el Dr. 
Francisco Barnés de Castro, quien dentro de su Plan de Desarrollo Institucional 
hizo hincapié en la necesidad de la UNAM por hacer frente a los retos del contexto 
nacional a través de una transformación profunda de la institución. 
A lo largo del documento, el doctor Barnés (1997) explica el porqué los modelos 
educativos y los planes de estudio tenían que modificarse, pues, aseguraba, se 
requería lograr el mejor perfil de los egresados ya que de lo contrario se quedarían 
rezagados con respecto a los egresados de otras universidades. 
Estamos viviendotiempos de profundos cambios, tanto en el contexto 
nacional como en el internacional. La transformación del país, en todos 
sus órdenes requiere de una Universidad Nacional más propositiva, más 
dinámica, promotora activa del cambio, generadora y rectora del saber y 
el quehacer científico y cultural, y formadora de los recursos humanos que 
el país demanda (p.15). 
De esta forma el Rector alistaba el camino para instrumentar las medidas 
necesarias para conducir la Universidad y posicionarla en un contexto más 
competitivo. Su primera acción fue modificar el conocido “pase automático” del 
	
17 
bachillerato a la licenciatura, se pensó con ello terminar con “los fósiles” de la 
institución y se diseñaron lineamientos para que los alumnos de bachillerato 
tuvieran incentivos para concluir la preparatoria o el CCH en máximo 4 años, con 
mejores calificaciones. 
Asimismo, a pesar que para finales de 1998 ya se anunciaba que el subsidio 
educativo que el Estado otorgaría en 1999 para la educación media y superior 
ascendería a 42 mil millones de pesos, un 2% más al del año anterior, algunas 
instituciones como la UNAM, el IPN y la UAM tendrían disminuciones reales con 
relación a lo alcanzado en ese mismo año (Rodríguez 2007). 
Por lo que mientras en 1998, la UNAM recibió por subsidio federal 7 mil 453 
millones 204 mil 273 pesos, en 1999 estaría siendo subsidiada por 8 mil 132 
millones 221 mil 760 pesos, lo que equivale a una disminución del 5% tomando en 
cuenta la previsión inflacionaria del siguiente año (Melgar 1998). 
Estos recortes presupuestales sirvieron como justificación para que el Rector 
comenzara a instrumentar lo planteado en su Plan de Desarrollo Institucional (PDI) 
para dotar a la Universidad de mayores recursos económicos y así, en palabras de 
Barnés, aumentar la calidad de la educación en la UNAM. 
El 16 de diciembre de 1998, el Rector declaró lo que fue el primer indicio que 
meses más tarde detonaría uno de los conflcitos universitarios más grandes de la 
historia de la UNAM. En el marco de la comida anual con los reporteros que cubren 
la fuente universitaria, el Rector Barnés aseguró que efectivamente el recorte al 
presupuesto de la UNAM tendría que: 
llevar a cabo la discusión de cuotas al campo específico del costo para el 
estudiante y el beneficio para el estudiante directamente… quedaría claro, 
como debe de ser, que la cuota es una aportación complementaria, 
adicional a los recursos fiscales para poder mejorar las condiciones del 
estudiante por encima de lo que el Estado puede garantizar (Rodríguez, 
2007, 37). 
	
18 
Asimismo, Barnés declaró el 18 de diciembre a los medios de comunicación, que 
contaba con una encuesta sobre el nivel socioeconómico de los estudiantes a la 
que llamó Perfil de Aspirantes y Asignados al Bachillerato, Técnico de Enfermería y 
Licenciatura de la UNAM, “la cual utilizó para fortalecer su argumento a favor del 
alza, en el que aseguraba que más del 60% de la población estudiantil podría cubrir 
las cuotas que él proponía sin que eso significara una afectación a su economía 
familiar” (Rodríguez 2007, 37) . 
El 21 de diciembre, el Secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, 
declaró que frente a las limitaciones presupuestales asignadas a la UNAM, se 
acordó con la SHCP crear un fondo adicional de 2 mil millones de pesos más, los 
cuales se destinarían al sector educativo, que a la Universidad le corresponderían 
380 millones, dando un total de 8 mil 512 millones 221 mil 760 pesos. 
Esto, por supuesto fue un respiro para las necesidades presupuestales de la 
Máxima Casa de Estudios; sin embargo, aún no era suficiente para las 
pretensiones de Barnés, pues en sus palabras se requeriría un presupuesto de 800 
millones de pesos más para sortear las necesidades de la institución planteadas en 
el PDI. 
Así, finalmente el 11 de febrero de 1999, el Rector Francisco Barnés de Castro 
anunció de manera oficial el proyecto que actualizaría las cuotas de inscripción y al 
cual estarían sujetos los estudiantes. En el momento, asegura Octavio Rodríguez 
Araujo, “personas cercanas al Rector le advirtieron que la medida reformatoria 
provocaría un movimiento estudiantil, basados en experiencias anteriores; sin 
embargo, el Dr. Barnés hizo caso omiso y decidió continuar con el proyecto de 
cuotas” (2000, 13). 
Para el 1 de marzo los diarios más importantes del país publicaron la Propuesta de 
Reforma al Reglamento General de Pagos de la UNAM, cuyo documento fue 
revisado por las comisiones de Legislación y de Presupuesto del Consejo 
Universitario. Ante este hecho, al menos 50 alumnos realizaron un plantón en la 
explanada de Rectoría un día antes de la sesión del 15 de marzo del Consejo 
	
19 
Universitario, en la que se decidiría la aprobación de la citada reforma, con el fin de 
evitar la entrada de autoridades al recinto. 
Entre los estudiantes que comenzaron a organizarse en la Asamblea Estudiantil 
Universitaria en contra del “Plan Barnés” se encontraban miembros del Consejo 
Estudiantil Universitario (CEU) de 1987, así como distintas organizaciones y grupos 
de estudiantes de diversas filiaciones políticas e ideológicas (Dorantes 2004). 
Para evitar que las protestas estudiantiles reventaran la sesión del Consejo, se 
decidió mudar a discreción la reunión a una sede fuera de la Universidad. 
Posteriormente se supo que la sesión se realizaría en el Instituto Nacional de 
Cardiología; algunos consejeros, contrarios a la iniciativa del Rector, acusaron que 
no se les notificó del cambio de sede e incluso declararon que se les impidió entrar 
al lugar en donde se realizó la citada reunión, más adelante a este grupo se les 
conocería como el de “Consejeros independientes”. 
Durante esa sesión, el 15 de marzo de 1999, el Consejo Universitario aprobó en lo 
general con 99 votos a favor y 3 en contra, las reformas al Reglamento General de 
Pagos impulsadas desde la Rectoría de la UNAM; asimismo, se acordó con 59 
votos reducir, de la propuesta original, el monto de las cuotas a nivel licenciatura de 
30 a 20 días de salario mínimo y de 20 a 15 para el nivel medio superior (CISEN 
2003, 1). 
Frente a la citada determinación y bajo la dudosa forma en la que se aprobó la 
reforma al Reglamento General de Pagos, muchos de los estudiantes y profesores 
que en un principio se encontraban en favor de la cuotas, se posicionaron ahora en 
contra de la medida, exigiendo la renuncia del Rector, con lo que el conflicto 
universitario sentó las bases de su polarización. 
Asimismo, con esto, asegura Rodríguez Araujo, “los órganos de gobierno de la 
Universidad comenzaron a perder legitimidad frente a la comunidad universitaria y 
la opinión pública, dándole a los estudiantes y profesores justificaciones para 
actuar al margen de las instituciones y de la legislación universitaria” (2000, 21). 
	
20 
A estos acontecimientos, se sumaron las declaraciones del Rector del 22 de marzo 
de 1999 en las que aseguró no presentaría su renuncia e insistió en estar dispuesto 
a permanecer el tiempo que la comunidad universitaria lo respalde (CISEN 2003, 
1); de la misma manera instó a los miembros de la universidad a expresar sus 
puntos de vista en el marco del respeto a los demás. 
Dos días después de estas declaraciones, Clemente Robles, Doctor Honoris Causa 
de la Facultad de Medicina se posicionó públicamente a favor de las cuotas, 
argumentando que las aportaciones eran simbólicas y que debían ajustarse para 
alcanzar la proporción de la enseñanza (Excélsior 1998). Por lo que en medio de 
estas declaraciones, como muestra de inconformidad por el alza de cuotas se llevó 
a cabo el 24 de marzo otro paro de labores por parte de 26 planteles universitarios, 
incluido el Instituto de Investigaciones Biomédicas (CISEN 2003). 
El 8 de abril, el Consejo Universitario sesionó de nueva cuenta, ratificando con 50 
votos a favor y 15en contra las modificaciones al RGP. En la sesión, el Rector dio 
lectura al documento “Diálogo entre universitarios. Principios y consenso” donde 
advirtió que no permitiría que la Universidad fuera rehén de “profesionales de la 
violencia” e invitó a la comunidad a enviar sus opiniones para enriquecer el nuevo 
RGP antes del 15 de mayo. 
Frente a la clara postura del Rector, los consejeros universitarios contrarios a las 
reformas se reunieron el 13 de abril, con integrantes de la Subcomisión de Revisión 
de la Ley Orgánica de la UNAM de la Cámara de Diputados, a quienes se les hizo 
hincapié sobre la necesidad de modificar la legislación universitaria y así lograr la 
democratización de los órganos universitarios. 
Asimismo, estos consejeros propusieron un diálogo abierto sobre el tema, pues 
aseguraban que la propuesta del Rector “diálogo entre universitarios” se limitaba a 
que los inconformes con el RGP enviaran sus puntos de vista a la Comisión de 
Presupuestos del Consejo Universitario. 
Por lo que consecuencia de la falta de solución a las demandas de los estudiantes 
inconformes, ya organizados en la Asamblea General Universitaria, se dio a 
	
21 
conocer que la citada representación de la comunidad universitaria se conformaría 
a partir del 19 de abril en el Consejo General de Huelga (CGH), dando inicio con 
los preparativos para la suspensión de actividades. 
En esos mismos días Carlos Ímaz (exdirigente del movimiento Ceuista en 1987, 
interlocutor de los estudiantes al inicio del conflicto y candidato por la presidencia 
del comité directivo del PRD en el Distrito Federal) aseguró que en “la reunión para 
abordar el problema del aumento de las cuotas, el Rector Barnés sostuvo que 
estaba preparado para una huelga larga” (Dorantes 2004, 170). 
Llegada la fecha, el ahora CGH publicó el siguiente pliego petitorio: abrogación del 
nuevo Reglamento General de Pagos (que sancionaba el aumento de cuotas); 
retiro de sanciones a los estudiantes; recuperación de los días de clase; y creación 
de un espacio de diálogo (Cassanova Cardiel 2001). 
Posterior a ello, el 20 de abril de 1999, estudiantes de 27 de los 36 planteles de la 
UNAM, así como los Centros de Estudios Cinematográficos y de Enseñanza de 
Lenguas Extranjeras se declararon en paro en rechazo al aumento de cuotas en la 
UNAM. Por lo que alrededor de 23 mil 495 alumnos no tuvieron clases. Ante la 
materialización del conflicto en una huelga, el Rector Barnés advirtió que la 
institución no cedería ante amenazas, ni presiones de ninguna especie. 
Dos días más tarde, el CGH cerró los accesos a Ciudad Universitaria y organizó un 
referéndum en la Facultad de Contaduría y Administración para decidir si dicha 
entidad académica se uniría al paro de labores; bajo esas circunstancias se 
suscitaron enfrentamientos entre alumnos que deseaban continuar con las 
actividades académicas de manera normal y los que promovían la huelga. 
Ante el conflicto, el Rector Barnés declaró ante los medios de comunicación que la 
Institución no podía regresar al anterior RGP, pues caracterizó las cuotas de 
“ridículas” (Rodríguez 2007, 30), en tanto los estudiantes de nivel licenciatura 
debían pagar un total de 20 centavos, mientras que los alumnos de bachillerato 
pagaban 15 centavos para inscribirse al ciclo escolar (Ibarra 1999). 
	
22 
El conflicto en la UNAM de ese año, habría de desembocar en la conformación de 
un Movimiento en el que se sumarían trabajadores de diversos sindicatos 
(principalmente electricistas), colonos, estudiantes de otras universidades y centros 
educativos, tanto en el Distrito Federal como en otros Estados de la República. 
Dentro de los últimos días del mes de abril, los apoyos a la huelga de la UNAM, se 
concretaron con estudiantes de la Preparatoria No. 7 de la Universidad Autónoma 
de Guerrero, moradores de albergues estudiantiles adheridos a la Universidad 
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Asimismo, el apoyo se hizo evidente en las 
normales rurales de Hecechakán, Campeche; El Mexe, Hidalgo; Panotla, Tlaxcala y 
San Marcos, Zacatecas. 
Al mismo tiempo, el 29 de abril, el CGH llevó las acciones de presión fuera del 
ámbito universitario, donde aproximadamente 700 personas se manifestaron a las 
afueras de las instalaciones de TV Azteca; más tarde, según la SEGOB 
“contingentes de la Asociación de Deudores de Zacatecas y de la Alianza Nacional 
de Contribuyentes de Tlalnepantla realizaron actividades de apoyo al CGH 
alrededor de las instalaciones de la Cámara de Diputados” (CISEN 2003, 3). 
También el EZLN a modo de discurso, se posicionó en contra de las pretensiones 
del Gobierno Federal, a través de su política educativa, de privatizar la educación 
superior en México. Con esto fue claro el apoyo que la organización de origen 
chiapaneco le dio al movimiento estudiantil de 1999. 
Para esas mismas fechas, el Rector Barnés manifestó la necesidad de establecer 
el diálogo para resolver el conflicto universitario; sin embargo, él junto con las 
distintas autoridades de la UNAM exigían el levantamiento de la huelga a los 
estudiantes, para abrir paso al diálogo. Los estudiantes también insistían en el 
diálogo, pero se negaban a abrir las instalaciones de la Universidad, sin que antes 
se resolvieran los puntos del pliego petitorio; por lo que se comenzó a escuchar la 
consigna “Diálogo no es negociación”. 
Esto dio pie al estancamiento del conflicto, por lo que los integrantes del Consejo 
General de Huelga manifestaron estar preparados para llevar un huelga larga, al 
	
23 
mismo tiempo reiteraron la postura de efectuar un diálogo público, directo y 
resolutivo. 
El 11 de mayo, el Rector nombró una Comisión de Encuentro a la que en un inicio 
no le dio el carácter de resolutivo, por lo que el CGH ignoró el intento de la rectoría 
por establecer el diálogo. Un día más tarde, la organización huelguista estudiantil 
de la UNAM, logró convocar a una movilización de 11 mil 500 personas en la que 
participaron contingentes del Frente Popular Francisco Villa (FPFV), Sindicato de 
Trabajadores de la UNAM (STUNAM), padres de familia y estudiantes de otras 
instituciones como la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), Universidad 
Autónoma Metropolitana (UAM), Instituto Politécnico Nacional (IPN), Colegio de 
Bachilleres, entre otras más. En el mitin destacó la lectura de un comunicado del 
EZLN donde la organización manifestaba abiertamente el apoyo al movimiento 
estudiantil (CISEN 2003, 5). 
 
2. La confrontación 
A finales de mayo, a un mes de haber iniciado la suspensión de actividades en la 
Universidad, se intensificaros los enfrentamientos entre paristas y estudiantes que 
se oponían al paro de labores. Asimismo, los intentos de la rectoría para establecer 
el diálogo con el CGH, no fructificaron. 
Durante esta etapa, las acciones por parte del CGH en contra de sostener clases 
extramuros se caracterizaron por el enfrentamiento y la violencia, acusando a las 
autoridades de ofrecer a los estudiantes condiciones inadecuadas para el estudio y 
de evaluar sin un avance adecuado los programas de estudio de bachillerato y 
licenciatura. 
Por este motivo, Francisco Barnés de Castro, en la búsqueda de establecer 
mejores canales de solución al conflicto, decidió otorgar facultades resolutivas a la 
Comisión de Encuentro. Sin embargo, “ésta funcionó únicamente para recibir las 
	
24 
propuestas estudiantiles tanto de los temas por discutir como del formato del 
diálogo” (Rodríguez 2000, 23). 
El 23 de mayo, por iniciativa del Consejo General de Huelga se reinauguró el 
auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras con el nombre de uno de los líderes 
de la revolución cubana “Che Guevara”, en el acto se volvió a dar lectura al 
comunicado enviado por Rafael Sebastián Guillén Vicente, “Subcomandante 
Marcos”, en el que manifestaba su apoyo al movimiento estudiantil. 
Con el mismo ánimode dar solución al conflicto, el Rector de la Universidad 
anunció que enviaría al Consejo Universitario la propuesta de modificación al RGP 
donde se establecía que las cuotas tendrían el carácter de voluntarias, de modo tal 
que se garantizara las condiciones de gratuidad y de equidad. Esta propuesta no 
disuadió al CGH de levantar la huelga, pues no atendía todas las demandas del 
pliego petitorio. 
Como muestra de la radicalización del movimiento, el CGH agregó dos puntos más 
al pliego petitorio: la derogación de las reformas de 1997 (las cuales limitaban el 
pase automático de bachillerato a la licenciatura) y la desvinculación de la UNAM 
con el Centro Nacional para la Evaluación (CENEVAL). 
De modo tal que el pliego petitorio del CGH quedó de la siguiente manera: 1) 
Derogar las reformas de 1997 que eliminaron el pase automático; 2) Desaparición 
del examen único de ingreso y del examen de calidad del egreso de las 
licenciaturas a cargo del CENEVAL; 3) Gratuidad de la enseñanza en la UNAM; 4) 
Creación de un espacio de resolución para la reforma integral de la UNAM; 5) 
Ampliar el periodo del semestre en curso, suspendido por la huelga e invalidar las 
actividades académicas extramuros por ser irregulares; y 6) cancelar todas las 
actas levantadas contra los estudiantes huelguistas y desmantelar el aparato 
represivo y de espionaje de la UNAM en contra de estudiantes y académicos 
(Rodríguez, 2000). 
A partir de este momento, las posiciones de los estudiantes se polarizaron en ultras 
y moderados, por lo que la representación estudiantil en la huelga fue avasallada 
	
25 
por los autodenominados ultras, cuya característica principal fue actuar a través de 
la imposición y el diseño de estrategias a discreción en asamblea para ganar lo que 
en la discusión no se lograba posicionar. 
La situación interna del CGH, endureció el conflicto y fue agotando las 
posibilidades de establecer un diálogo entre las partes. Por lo que en otro intento 
de establecer el diálogo, el 28 de julio de 1999, fue conformado un grupo de 
distinguidos profesores, al cual se le conoció como el Grupo de los Eméritos1, con 
el fin de encontrar vías más apropiadas para destrabar el conflicto universitario. 
Este grupo sentaba las pautas para una solución negociada basada en el diálogo 
en la que ambas partes debían ceder algunos de sus intereses. 
La propuesta contemplaba los siguientes puntos: suspender la actualización de 
pagos por servicios; así como, abrir espacios de discusión y análisis que 
condujeran a los cambios necesarios en la institución; a pesar de que no 
contemplaba la realización del Congreso Resolutivo y Democrático, esta propuesta 
hacía hincapié en la necesidad de garantizar espacios de discusión abalados por el 
Consejo Universitario. 
Lo anterior, se llevaría a cabo si el CGH mostraba la intención de levantar el paro; 
entonces, el Consejo Universitario decretaría la apertura de las instalaciones y el 
Grupo de los Eméritos pasaría a conformar la “Comisión de Seguimiento” hasta ser 
aprobados los planteamientos. 
Al día siguiente, en la Facultad de Filosofía y Letras se llevó a cabo un foro en 
donde estudiantes, académicos, investigadores y trabajadores debatieron la 
propuesta del Grupo de los Eméritos. En esta reunión, gran parte de los asistentes 
aplaudió la iniciativa de esta agrupación; sin embargo, al final se impuso la visión 
radical del CGH, la cual señaló que no se levantaría la huelga hasta obtener la 
resolución positiva a los seis puntos del pliego petitorio. 
																																																								
1 Este grupo lo integraban Luis Esteva Maraboto, Miguel León Portilla, Manuel Peimbert, Adolfo 
Sánchez Vázquez, Héctor Fix Zamudio, Alfredo López Austín, Alejandro Rossi y Luis Villoro. 
	
26 
La respuesta de Barnés ante esta situación, fue la emisión de un mensaje el 16 de 
agosto en la que convocaba a la comunidad universitaria a reanudar las actividades 
de manera normal, sin mencionar el conflicto con el CGH. Lo cual fue tomado por 
los huelguistas como intransigencia y autoritarismo del Rector, endureciendo las 
posiciones y por ende el conflicto. 
Frente a la escalada del conflicto y una solución cada vez más lejana, el 23 de 
agosto, el presidente Zedillo se posicionó en contra de la Huelga en la UNAM y 
aseguró que las acciones del conflicto universitario debían sustentarse en el 
derecho y en el principio democrático del diálogo. 
El Rector Barnés convocó el 31 de agosto al Consejo Universitario, casi un mes 
después de emitida la propuesta del Grupo de los Eméritos, para analizarla; en 
dicha sesión el CU se apropió de la iniciativa como base para encabezar las 
negociaciones con el CGH. Sin embargo, la organización huelguista continuó sin 
aceptar la propuesta, además el sector denominado ultras vio fortalecida su 
posición por otro comunicado enviado por el EZLN, conocido como la Carta Tres, 
en este documento el Subcomandante Marcos reprochaba a los Eméritos omitir a 
los estudiantes que el gobierno Federal y la Rectoría de la UNAM no cumplirían 
con ningún compromiso, basándose en el incumplimiento de los Acuerdos de San 
Andrés en 1994. 
Asimismo, al margen del Consejo Universitario, tres ex Rectores encabezaron una 
serie de reuniones con académicos galardonados y eméritos, de donde surgieron 
dos recomendaciones para el CU: 1) no aceptar en ninguna circunstancia la 
creación de un congreso democrático y resolutivo; y 2) el Consejo Universitario 
debe reiterar que los espacios de discusión se lleven a cabo con base en el marco 
jurídico establecido por la Comisión de Legislación Universitaria del CU (Rodríguez 
2000, p. 34). En respuesta a la radicalización del grupo del UDUAL (por reunirse en 
el auditorio de la Unión de Universidades de América Latina), el CGH comenzó a 
cerrar institutos de investigación, inicialmente en ciencias sociales y humanidades y 
a determinar qué tipo de investigaciones podían continuar en los institutos de 
biología, ingeniería y química. 
	
27 
Cabe señalar que desde el inicio del conflicto en la Universidad, el presidente 
Ernesto Zedillo integró “el gabinete de crisis”, encabezado por el secretario de 
Gobernación, Francisco Labastida, y además compuesto por el secretario de 
Educación Pública, Miguel Limón, el subsecretario de Gobernación, Diódoro 
Carrasco y el director general del Centro de Investigaciones en Seguridad Nacional 
(CISEN), Jorge Tello, así como también el Rector de la UNAM, Francisco Barnés 
(Dorantes 2004, 209). 
Esto resulta relevante pues evidencia la importancia que se le dio al movimiento 
estudiantil universitario en un principio por el gobierno federal y al mismo tiempo da 
pistas de los motivos por lo que se trató de determinada manera el conflicto desde 
el Estado. 
De modo que, mientras Francisco Labastida consideró que el Rector Barnés 
formaba parte de la solución al conflicto, éste permaneció en el gabinete de crisis; 
sin embargo, una vez que Labastida dio inició a su precampaña por la Presidencia 
de la República en mayo de 1999, la coordinación del equipo de trabajo pasó a 
cargo de Diódoro Carrasco quien mantuvo una posición más dura frente al conflicto 
y su solución, considerando a Barnés parte del problema. 
Para esas fechas, el conflicto en la Universidad se estancaba de manera más 
profunda. Por lo que, el 2 de octubre, profesores, investigadores, trabajadores y 
estudiantes se conformaron en Convergencia Universitaria; teniendo como postura 
los siguientes puntos: 1) convocar a todos los universitarios para preservar la 
integridad y autonomía de la UNAM y reafirmar su carácter público y gratuito; 2) 
impedir el paso de quienes querían cerrarla o desintegrarla; 3) rechazar cualquier 
tipo de intervención externa; y 4) promover un congreso universitario una vez 
levantada la huelga (Rodríguez 2000, 35). Los estudiantes que participaron en 
ConvergenciaUniversitaria, fueron considerados en ese momento el ala moderada 
del CGH. Este esfuerzo, nuevamente, no tuvo éxito. 
Según relata Octavio Rodríguez Araujo, en el mes de septiembre, el Rector Barnés 
sólo contaba con el apoyo interno de algunos directores y consejeros universitarios, 
	
28 
mientras que el presidente Zedillo lo apoyaba desde el exterior. “Para el mes de 
octubre y frente al estancamiento del conflicto, se especulaba ya sobre la renuncia 
del Rector Francisco Barnés como una vía para destrabar la Huelga en la UNAM” 
(Rodríguez 200, 37). 
Por lo que para ese mes, ya era clara la existencia de dos grupos político-
universitarios y por lo tanto, dos fuertes candidatos a la rectoría que podrían contar 
con el apoyo de Presidencia, la Secretaría de Gobernación, del candidato a la 
Presidencia de la República por el PRI (Francisco Labastida) y militantes del PRD. 
A saber: Diego Valadés, Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la 
UNAM y Juan Ramón de la Fuente, Secretario de Salud del Gobierno Federal. 
Para la Secretaría de Gobernación y la Presidencia, la opción más viable recaía en 
De la Fuente; Asimismo, al interior del gobierno también existió una postura a favor 
de una Rectoría interina, mientras se resolvía el conflicto, la cual recaía en José 
Narro, subsecretario de Salud en ese momento y ex secretario General de la 
UNAM. 
Se debe destacar que a raíz de la decisión gubernamental, se contaría con el 
apoyo de Carlos Ímaz, exdirigente ceuísta y líder de un numeroso grupo de 
estudiantes moderados del CGH; quien además mantenía una buena relación con 
De la Fuente y con Narro desde los tiempos del Congreso Universitario de 1990 y 
en suma es hermano de Eugenio Ímaz Gispert, jefe de asesores del subsecretario 
de Gobernación, Jesús Murillo Karam (Rodríguez 2000). 
Esto implicaba que una vez que se decidiera quién sería el sucesor de Barnés, la 
renuncia del Rector sería inaplazable; sin embargo, el Consejo Universitario, 
durante la sesión del 10 de noviembre, decidió continuar apoyando al Rector 
Barnés y rechazar la intervención exterior que buscaba decidir sobre la 
permanencia en el cargo del Rector de la UNAM. Frente a ello, Francisco Barnés 
sabía que su posición se encontraba muy desgastada frente al gobierno federal y 
que probablemente le pedirían su renuncia. Dos días después, el 12 de noviembre, 
	
29 
el Rector Barnés presentó su declinación al cargo ante la Junta de Gobierno, la 
cual terminó por aceptarla. 
En los días posteriores a la renuncia de Francisco Barnés se vivió un ambiente de 
incertidumbre y especulación sobre quién sería el designado para encabezar la 
dirección de la Máxima Casa de Estudios del país. Miguel Ángel Granados Chapa 
en su columna Plaza Pública calificó de delicada la decisión de nombrar un nuevo 
Rector en medio de la coyuntura de la Huelga, pues la designación se haría bajo la 
presencia del Consejo General de Huelga y otros grupos políticos ajenos a la 
Universidad como el PRD, el gobierno capitalino, así como el gobierno federal y su 
partido. Por lo que manifestó “el siguiente Rector debe presentar independencia 
respecto del gobierno y capacidad de conciliación” (Granados 1999, 19). 
En entrevista para La Jornada, el entonces Presidente de la Junta de Gobierno, 
Héctor Fernández Varela, externó que los universitarios buscarían que el futuro 
Rector de la UNAM fuese un hombre que defienda la autonomía universitaria, los 
principios académicos y capaz de encontrar caminos de solución al conflicto. 
Respecto a los nombres de los candidatos a asumir la Rectoría de la Universidad, 
el Dr. Fernández Varela aseveró que después de que los integrantes de los 
distintos órganos colegiados se reunieron con la Junta de Gobierno, los 
universitarios informaron que las preferencias favorecían a José Narro, 
Subsecretario de Salud; Juan Ramón de la Fuente, Secretario de Salud, ambos del 
gobierno federal, y a Francisco Bolívar Zapata, Coordinador de la Investigación 
Científica de la UNAM; sin embargo, reveló que el candidato con mayor apoyo era 
el Dr. Narro. 
Asimismo, aseguró con relación a las inquietudes que ha recibido la Junta de 
Gobierno sobre las filiaciones partidistas de los candidatos a la Rectoría: “(…) es 
claro para los universitarios, todos sabemos que en el momento en que servimos a 
la UNAM debemos olvidarnos de cualquier interés partidista e incluso, desde luego, 
tener una gran autonomía en las decisiones que se tomen al respecto” (Avilés 
1999). 
	
30 
 
3. La contención 
El doctor Juan Ramón de la Fuente, quien hasta entonces fungía como Secretario 
de Salud en el gabinete del Presidente Zedillo, fue designado como nuevo Rector 
por la Junta de Gobierno de la UNAM el 17 de noviembre de 1999, tomando 
protesta dos días después. Bajo su nuevo cargo, de la Fuente asumía los 
compromisos explícitos de enfrentar el conflicto a través del diálogo y la 
construcción de consensos. 
Como primera acción para dar solución al conflicto universitario, el nuevo Rector 
nombró a José Narro Robles el responsable de encabezar la reforma académica de 
la Universidad para solucionar el conflicto. Posteriormente, Juan Ramón de la 
Fuente diseño una estrategia para dar continuidad al diálogo con el CGH, de la que 
emanó una propuesta institucional de diez puntos, detallados a continuación: 
1) Integrar una mesa de diálogo con 13 representantes por cada una de las partes 
en conflicto. 
2) Podrán asistir 107 observadores y diez asesores de la comunidad universitaria, 
tanto del CGH, como por Rectoría. 
3) Los representantes de cada una de las partes tendrán capacidad para exponer y 
argumentar sus planteamientos así como para hacer propuestas. 
4) El diálogo se centrará en el Reglamento General de Pagos, calendario escolar, 
Congreso Universitario, reformas de 1997 a los reglamentos generales de 
inscripciones y de exámenes, relación de la UNAM con el CENEVAL y la 
devolución total de las instalaciones universitarias y reinicio inmediato de la vida 
académica. 
5) Habrá una intervención de hasta 15 minutos por parte de los representantes del 
CGH, seguida de una intervención de un representante de la Rectoría durante el 
mismo tiempo. Después podrá haber hasta 20 intervenciones alternadas de hasta 
10 minutos por cada parte. 
6) El defensor de los derechos universitarios y los defensores adjuntos auxiliarán a 
ambas representaciones. 
7) Una vez obtenidos los resolutivos de la mesa de diálogo, las autoridades los 
presentarán al Consejo Universitario para su análisis y, en su caso, aprobación. 
8) El lugar del diálogo será el Palacio de Minería, de 10:00 a 20:00 horas. 
	
31 
9) Podrán asistir representantes acreditados de los medios de comunicación. 
10) El diálogo comenzará formalmente el 1° de diciembre. (Hernández Alcántara 
2011, 97-98) 
A través de esta propuesta, la Rectoría logró conformar una comisión para el 
diálogo y con ello mostró la disposición para la apertura de espacios de 
negociación, sin embargo, la respuesta del CGH fue exigir a la Rectoría que el 
diálogo abordara únicamente los temas referentes al pliego petitorio y el carácter 
democrático y resolutivo del Congreso Universitario, de modo que el cumplimiento 
de sus exigencias fuera pactado antes de levantar la Huelga. 
Aunado a ello, la horizontalidad organizativa del CGH, así como la rotación de 
liderazgos en las negociaciones con la Rectoría, entorpecieron el establecimiento 
de acuerdos. Por lo que el Rector Juan Ramón de la Fuente decidió suspender el 
diálogo con el movimiento bajo el argumento de estar en desacuerdo con 
conducirse por encima del marco jurídico de la Universidad. 
No obstante, la comisión de Rector y el CGH lograron firmar el 10 de diciembre de 
ese año, cuatro puntos en los cuales coincidían las partes, enunciados a 
continuación: 
1. El diálogo como única vía para la solución del

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