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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE DERECHO 
 
SEMINARIO DE DERECHO ROMANO 
E HISTORIA DEL DERECHO 
 
 
 
“LA PRUEBA DE LA EXCLUSIÓN DEL BONUM FIDEI COMO 
CAUSA DE NULIDAD DEL MATRIMONIO EN DERECHO 
CANONICO” 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: 
 
LICENCIADA EN DERECHO 
 
P R E S E N T A: 
 
ALBA IRENE CAMARA TORRUCO 
 
 
ASESOR: DR. FRANCISCO HUBER OLEA Y REYNOSO 
 
 México D. F. ENERO 2010 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
DEDICATORIAS 
 
 
Las dedicatorias siguientes expresan más que simples palabras… 
 
Encierran todos los sentimientos de agradecimiento que siento 
por cada uno de ustedes. 
 
Dios pone en nuestro camino a todas y cada una de las personas 
que conocemos. Ustedes son parte de esta Tesis, parte de mi vida, 
y parte de mis logros. 
 
Mis plenos agradecimientos para aquellos que dieron algo de sí 
en este trabajo recepcional, y en especial quiero agradecer: 
 
 
Para Dios, 
Con pleno agradecimiento 
Por toda su gracia y bendiciones 
Concédeme tu guía y ayuda a lo largo de toda mi vida 
Dedicándote a ti todo lo bueno, 
Lo que en realidad siempre es tuyo 
 
 
 
Si Jehová no edificare la casa, 
En vano trabajan los que la edifican; 
Si Jehová no guardare la ciudad, 
En vano vela la guardia. 
 
Salmo 127:1 
 
 
Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, 
 Trajo otros cinco talentos y dijo: 
 "Señor, me entregaste cinco talentos; 
 He aquí he ganado otros cinco talentos.” 
 
 
Mateo 25:20 
 
 
Bendice, alma mía, a Jehová, 
Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 
 Bendice, alma mía, a Jehová, 
Y no olvides ninguno de sus beneficios. 
El es quien perdona todas tus iniquidades, 
El que sana todas tus dolencias; 
 El que rescata del hoyo tu vida, 
El que te corona de favores y misericordias; 
 
Salmo 103:1-4 
 
 
A ERIC y PAMELA Torres 
 
Por su invaluable apoyo 
Gracias por ser unas personas excepcionales 
En mi vida y en mi corazón 
Ambos son como mis padres 
Y como tales 
Espero recibir como heredad 
El maravilloso talento 
De ser una persona ejemplar y única 
Tal como lo son ustedes 
Han sido mi guía y mi protección 
En mi andar cotidiano 
Ya sea en mi vida diaria en esta ciudad 
Ya en el maravilloso camino hacia Dios 
 
Gracias por todo 
 
 
 
A mi Universidad 
Más que un agradecimiento 
Un compromiso 
De llevar el orgullo de ser 
Una alumna que nunca 
 
Olvidará los valores humanos 
 Y el conocimiento 
Que en ningún otro lugar pude haber recibido 
 
 
A mi asesor 
 
Por darme la oportunidad de emprender 
El largo camino de estudio y la dedicación. 
Siempre recordaré toda la ayuda 
Y conocimiento que me dio 
Para hacer posible este trabajo recepcional. 
 
 
 
A mis amigos: 
 
Sin distinción, 
Por su compañía y apoyo 
En este proyecto hoy concluido. 
Gracias a todos por estar conmigo. 
 
 
 
Para todos y cada uno de mis maestros 
Que conocí en la Facultad 
Por todas sus enseñanzas y aprendizaje 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE GENERAL 
 
 
 
 
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I 
 
 
 
CAPITULO PRIMERO 
 
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO 
 
 
 
Preámbulo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 
1. Matrimonio en los Pueblos Primitivos. . . . . . . . . . . . 5 
 a) Rito matrimonial . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 
2. El matrimonio en Grecia. . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 
 A) Dorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10 
 B) Jonios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 
 2.1. Petición de divorcio. . . . . . . . . . . . . . . . . 13 
 a) Petición de la mujer. . . . . . . . . . . . . . . . 13 
 b) Petición del hombre. . . . . . . . . . . . . . . . 14 
 c) Petición de un tercero . . . . . . . . . . . . . . 14 
 2.2. Ceremonia matrimonial. . . . . . . . . . . . . . . . 15 
3. El matrimonio en Israel. . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 
 3.1. Matrimonios Prohibidos. . . . . . . . . . . . . . . 18 
 3.2 La Dote. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 
 3.3. Formalización del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . 21 
 3.4. Celebración del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . 23 
 3.5. Prueba de Virginidad. . . . . . . . . . . . . . . . . 25 
 
 3.6. Privilegios y Responsabilidades. . . . . . . . . . . . 25 
 3.7. Divorcio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 
 3.8. Poligamia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 
 3.9. Concubinato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 
4. El matrimonio en Roma. . . . . . . . . . . . . . . . . .32 
 4.1. Matrimonio Cum Manu. . . . . . . . . . . . . . . . 33 
 a) Por Conferreatio. . . . . . . . . . . . . . . . . .33 
 b) Por Co-Emptio. . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 
 c) Por Usus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 
 4.2. Matrimonio Sine Manu. . . . . . . . . . . . . . . . 34 
 4.3. Condiciones de Validez del matrimonio. . . . . . . . . 35 
 a) la Pubertad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 
 b) el Consentimiento de los Contrayentes. . . . . . . .36 
 c) el Consentimiento del Paterfamilias. . . . . . . . . 36 
 d) el Connubium. . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 
 4.4. Impedimentos para contraer matrimonio . . . . . . . 38 
 4.5. Consecuencias Jurídicas de las Iustae Nuptiae . . . . . 39 
 4.6. Disolución del matrimonio . . . . . . . . . . . . . 40 
 
 
CAPITULO SEGUNDO 
CONCEPTO DE MATRIMONIO 
 
1. Etimología de la palabra Matrimonio. . . . . . . . . . . . 42 
2. Definiciones de Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . . . 45 
 2.1. Definición de Matrimonio según Justiniano. . . . . . . 46 
 2.2. Definiciónde Matrimonio según Modestino. . . . . . . 47 
 2.3. El Matrimonio según Pedro Lombardo. . . . . . . . . 48 
 2.4. Acepciones dadas por los antiguos canonistas. . . . . . 49 
 
 a) Matrimonio Infieri. . . . . . . . . . . . . . . . 49 
 b) Matrimonio in facto ese. . . . . . . . . . . . . . 50 
 2.5. Otros definiciones de matrimonio. . . . . . . . . . . 50 
 a) Catecismo de la Iglesia Católica . . . . . . . . . . 50 
 b) Código Civil para el Distrito Federal. . . . . . . . . 51 
 c) Matrimonio según Ulpiano . . . . . . . . . . . . 52 
3. El Matrimonio desde la perspectiva de Santo Tomás de Aquino.52 
4. Concepto actual del Matrimonio de acuerdo al Concilio Vaticano 
II. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 
 a) El Matrimonio y la Familia en el mundo actual. . . . . . 61 
 b) El carácter sagrado del Matrimonio y de la Familia . . . . 62 
 c) Del amor conyugal. . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 
 d) Fecundidad del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . .63 
5. El Matrimonio según el Código de Derecho Canónico. . . . . 64 
6. Concepto propiamente dicho de matrimonio. . . . . . . . . 67 
 a) Matrimonio en el Plan de Dios: Institución. . . . . . . . 68 
 b) Matrimonio, Sacramento . . . . . . . . . . . . . . . 69 
 c) Matrimonio, contrato. . . . . . . . . . . . . . . . . .70 
7. Consentimiento en el Matrimonio. . . . . . . . . . . . . 71 
8. Incapacidad para consentir. . . . . . . . . . . . . . . . 91 
9. Otras formas de presentarse los vicios del Consentimiento. . .99 
 
 
CAPITULO TERCERO 
LOS BIENES DEL MATRIMONIO. 
 
1. Los Bienes del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . . . 109 
2. Bonum Sacramenti. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116 
3. Bonum fidei. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 
 
 
4. Bonum Prolis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 
5. Bonum Coniugalem. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 
6. La Simulación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120 
7. Simulación Parcial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 
 a) generalidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 
 b) Intención de no obligarse. . . . . . . . . . . . . . . 124 
8. El Bien de la Fidelidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 
 
 
CAPITULO CUARTO 
LA PRUEBA DE LA EXCLUSIÓN DEL BONUM FIDEI 
 
1. Exclusión del Bonum Fidei. . . . . . . . . . . . . . . . 131 
 
 
 
CONCLUSIONES 
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145 
 
 
BIBLIOGRAFIA 
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
Este trabajo tiene por objeto la investigación de la exclusión Bonum Fidei, en el 
Matrimonio, dentro de la disciplina del derecho canónico. 
 
Considero que éste tema es de interés general teniendo en cuenta que en la 
actualidad se han degenerado las costumbres que han traído como 
consecuencia la pérdida de los valores éticos en la sociedad y en la familia y por 
lo mismo cotidianamente vemos como en los matrimonios se hace caso omiso a 
la fidelidad que se prometieron. Por otra parte quiero mostrar el procedimiento 
ante el Tribunal Eclesiástico para declarar la nulidad del matrimonio y la forma 
en que se va a probar ésta causal, lo cual no es fácil, ya que ésta exclusión se 
realiza en el consentimiento interno de la voluntad. 
 
Es importante destacar que desde la antigüedad hasta los días de hoy se ha 
tenido una variante en el matrimonio según las culturas, en unas se acepta la 
“poligamia” y en otras la “monogamia”. 
 
La experiencia de diversas culturas ha mostrado como es necesario para la 
sociedad reconocer y defender la institución familiar. 
 
Trataré de hacer una investigación amplia en cuanto a todo lo relevante respecto 
a la declaración de nulidad del matrimonio, ya que es oportuno mencionar que 
el Sistema Jurídico Canónico establece el Bien de la Fidelidad en forma 
exclusiva y perpetua. 
 
Cuando no se da o no se entrega la fidelidad en forma exclusiva y perpetua, el 
acto celebrado entre dos personas carece de sentido y se vuelve incapaz de 
producir las consecuencias esperadas en cuanto a los cónyuges y a la familia 
según el Sistema Jurídico Canónico. 
 
La familia constituye una comunidad de amor y solidaridad que es apta de un 
modo único a enseñar y transmitir valores culturales, éticos, sociales, 
espirituales, etc., los cuales en conjunto son esenciales para el desarrollo y 
bienestar de sus miembros y de la sociedad. 
 
Considero que es de utilidad comentar que la familia es el lugar en donde 
diversas generaciones se encuentran y se ayudan recíprocamente a conocer la 
sabiduría humana y a armonizar los derechos de los individuos con las demás 
instancias de la vida social, pues entre la familia y la sociedad existe una 
estrecha relación siendo que tiene la función complementaria en la defensa y en 
el progreso del bien de la humanidad y de cada persona y es el matrimonio la 
base de la familia, por lo cual éste debe fincarse en bases firmes dándose una 
fidelidad perpetua entre los cónyuges. 
 
Pero debemos considerar por otra parte que son muchas las ocasiones, en que, 
los contrayentes no entregan la fidelidad, lo cual implica una alteración en el 
orden que viene a desvirtuar la fidelidad, que se deben el uno al otro. 
 
Nuestro trabajo tiene el propósito de investigar cómo se lleva a cabo la exclusión 
de la fidelidad y la forma en la cual durante el proceso de nulidad ante los 
Tribunales Eclesiásticos puede ser aprobado a fin de obtener la declaración de 
nulidad de un aparente acto jurídico en donde se excluye una de sus esencias. 
 CAPITULO PRIMERO 
 
 
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO 
 
 
 
SUMARIO: Preámbulo. 1. Matrimonio en los Pueblos Primitivos, a) Rito matrimonial. 
2. El matrimonio en Grecia, A) Dorios, B) Jonios. 2.1. Petición de divorcio, a) Petición 
de la mujer, b) Petición del hombre, c) Petición de un tercero. 2.2. Ceremonia 
matrimonial. 3. El matrimonio en Israel, 3.1. Matrimonios Prohibidos, 3.2 La Dote, 
3.3. Formalización del Matrimonio. 3.4. Celebración del Matrimonio, 3.5. Prueba de 
Virginidad, 3.6. Privilegios y Responsabilidades, 3.7. Divorcio, 3.8. Poligamia, 3.9. 
Concubinato, 4. El matrimonio en Roma, 4.1. Matrimonio Cum Manu, a) Por 
Conferreatio b) Por Co-Emptio, c) Por Usus, 4.2. Matrimonio Sine Manu, 4.3. 
Condiciones de Validez del matrimonio, a) la Pubertad, b) el Consentimiento de los 
Contrayentes, c) el Consentimiento del Paterfamilias, d) el Connubium, 4.4. 
Impedimentos para contraer matrimonio, 4.5. Consecuencias Jurídicas de las Iustae 
Nuptiae, 4.6. Disolución del matrimonio. 
 
 
PREÁMBULO 
 
 
Considero que el elemento esencial en la conformación de la identidad de un 
pueblo es la familia, la cual representa una continuidad simbólica que trasciendea cada individuo y generación. 
 
Cada individuo se descubre como persona, con una cierta consistencia y una 
identidad de enorme riqueza, que le permite hacer su propia vida, pero debe 
apoyarse en la realidad y en distintos individuos. Esto es posible toda vez que 
la persona está abierta a otros, para poder con ellos, realizar su propia persona, 
pues el hombre ha nacido esencialmente sociable, es decir, la persona es 
siempre concebida en relación, en comunidad. 
 
La persona para poder realizar su plenitud, ha de encontrar un horizonte hacia el 
que oriente su crecimiento. Lo que desea la persona más allá del placer, la 
riqueza, o el poder, es un sentido desde el cual poder caminar hacia su plenitud. 
 1
Y es que la persona está llamada y orientada a algo más allá de sí misma, está 
orientada a algo que la trasciende. No es ella misma su sentido, puesto que 
tiene que realizar su vida, llevarla a plenitud, pero desde un sentido para su 
existencia en el mundo. 
 
De esta forma es como el hombre contempla que su realización no puede ser 
plena si esta solo, sino forma una familia y realiza una vida propia con otro y con 
otros, esto no es una posibilidad añadida u opcional para la persona, sino que 
está inscrita en su misma realidad. 
 
Así es como el hombre llega a concebirse unido a otra persona a través del 
matrimonio, en donde, tanto éste como la familia que se integra como producto 
de esta unión, constituyen los grandes bienes de la humanidad, puesto que el 
desarrollo de la persona y de la sociedad depende y está íntimamente vinculado 
a la pequeña comunidad conyugal y familiar. 
 
Debemos entender que la familia surge en el matrimonio, pues es desde éste en 
donde se integra y se puede considerar una unidad básica, incluso podemos 
considerar que la familia es “la democracia” más pequeña que puede haber en el 
corazón de la sociedad, aunque no se debe descartar que constituye una 
realidad muy compleja. 
 
De forma breve Sancho Rebullida, menciona que es “la unión estable de un 
hombre y una mujer dirigida y ordenada al establecimiento de una plena 
comunidad de vida”. (1) 
 
Pero el matrimonio antes de poder entenderlo como contrato, institución e 
incluso relación, debemos comprender que es una forma de ser y de vivir como 
persona, es una relación esencialmente vinculante de un hombre y una mujer. 
 
1 LACRUZ BERDEJO y SANCHO REBULLIDA, “Elementos de Derecho Civil”, Vol. 
IV Familia, pág. 129, 3ª Edición, Ed. Dykinson, Madrid 2005. 
 2
 
La existencia del matrimonio demuestra que desde la intimidad de cada unión, 
ésta es propiciada primeramente por la fuerza de un instinto natural de 
complementación personal y de otro instinto de conservación de la especie, lo 
que hace al matrimonio una realidad viva, capaz de “ser” en sí misma y de 
relacionarse y obrar en la sociedad. 
 
El hombre acepta que el matrimonio es una de las realidades de la vida, que se 
conciben de forma permanente y que siempre representa un tema actual, que en 
su problemática, riqueza, positividad y variedad de aspectos proporciona la 
mayoría de veces diversos caminos de investigación y reflexión, lo cual genera 
un conocimiento de sus variedades y posibilidades. 
 
Es tan importante esta unión elevada a institución dentro de la sociedad, que 
para ella no existe una fórmula de vida familiar ya que cada unión que forma un 
matrimonio es ejemplo de ello. 
 
Asimismo la dimensión social del propio matrimonio exige una regulación jurídica 
del pacto matrimonial y del vínculo conyugal que de éste surge, para sostener la 
vida en comunión de los esposos con una potencialidad unitivo-procreativa. 
Hemos de considerar que durante una larga etapa de la evolución del derecho 
matrimonial las normas canónicas presentaban predominantemente un carácter 
prohibitivo o negativo y que la creación de un derecho constructivo y sistemático 
hubo de ser obra más tardía, es decir, que el derecho matrimonial canónico no 
surge de forma espontánea sino que su reglamentación ha estado sujeta a la 
evolución del mismo durante el devenir de los tiempos. (2) 
 
 
2 GIMÉNEZ FERNÁNDEZ, Manuel. “La Institución Matrimonial según el Derecho de la Iglesia 
Católica”, Pág. 103. 3ª edición, Ed. Madrid, Madrid 1954. Pp. 34. 
 
 3
Sin embargo, existen tipos culturales en áreas más o menos coincidentes con 
Estados nacionales: y las familias que viven allí, a pesar de la infinidad de 
variantes, prestan estadísticamente rasgos estructurales comunes que son muy 
a menudo por ello legalizados, como veremos en la siguiente relación de países 
con diferentes culturas que le dan un tratamiento similar a la institución del 
matrimonio. 
 
Al emprender el estudio de una institución jurídica es importante conocer sus 
antecedentes históricos, los cuales son capaces de mostrarnos el origen, lugar y 
las razones que motivaron su aparición ya sea en un pueblo o en un conjunto de 
los mismos. 
 
En este sentido nos aclaran su desarrollo y evolución, las transformaciones 
ocurridas durante la existencia de una sociedad determinada para poder valorar 
el sistema jurídico actual, lo cual permite observar con facilidad los 
inconvenientes, imperfecciones o ventajas que el ordenamiento jurídico puede 
tener con relación a los de otras épocas, ya sea para mantener y perfeccionar la 
institución o para suprimirla en caso de ser necesario si carece de fundamento 
racional. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 4
CAPITULO PRIMERO 
 
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO 
 
1. EL MATRIMONIO EN LOS PUEBLOS PRIMITIVOS. 
 
Siempre he considerado que la vida de nuestros antepasados es admirable, así 
sus costumbres son un elemento importante que permiten su integridad como 
pueblos: por eso de entre sus costumbres deseo poner principal interés en la 
institución del matrimonio, porque es claro que el matrimonio en la actualidad ya 
considerado como una institución debe tener sus orígenes en las costumbres de 
estos pueblos. 
 
En este sentido solo haré referencia a los pueblos primitivos de una forma 
general, debido a que la mayoría de ellos tienen costumbres semejantes que 
han ido adquiriendo a través del tiempo, por los miembros de dichas tribus de 
manera hereditaria. 
 
Por lo que ya entrando al estudio de estos pueblos quiero resaltar que el 
matrimonio es monogámico y es a través de éste que se conforma la familia, 
estableciéndose así un vínculo indisoluble. Estos pueblos protegían ante todo a 
la familia del adulterio y de las relaciones prematrimoniales. 
 
Para ellos el matrimonio no es considerado como un mero hecho biológico o 
zoológico de apareamiento y procreación: es más que eso, pues entienden que 
es un verdadero fenómeno cultural. 
 
Quizá la imagen que se tiene de los pueblos primitivos es equivocada ya que se 
piensa que se conducen de manera irracional ante las circunstancias de la vida, 
sin embargo a pesar de ese comportamiento es gracias al impulso sexual, que el 
hombre egoísta es inducido a superar el nivel animal. 
 5
 
Así la relación sexual auto-gratificante y digna solo puede darse dentro del 
matrimonio, ya que asegura la asunción de deberes altruisticos y de numerosas 
responsabilidades hogareñas que benefician a la raza. 
 
Por ello, para estos pueblos el sexo ha sido el civilizador incógnito e 
insospechado del salvaje; porque este mismo impulso sexual seguramente 
obliga al hombre a pensar y finalmente lo conduce a amar. 
 
Los pueblos primitivos se distinguen entre otras cosas: por la pureza de sus 
costumbres, por su elevada moralidad, por la estabilidad del matrimonio, por el 
cariño entre los esposos y entre los hijos. Asimismo se comprueba la 
observancia de la castidad antes de las nupcias, la unidad e indisolubilidad del 
matrimonio son características fundamentales para estospueblos. 
 
Por cuanto hace al adulterio este resulta sumamente raro, y en caso de ocurrir 
es castigado severamente tanto en el hombre como en la mujer, ya que quien es 
encontrado cometiendo adulterio es condenado a muerte. Como ha sido 
mencionado con anterioridad estos pueblos observan regularmente la fidelidad 
matrimonial; no admiten la disolución del vínculo y es totalmente desconocida 
cuando ha nacido un hijo. En relación a la esterilidad, ésta no es un motivo de 
repudio, solo en grupos afines y más evolucionado, es frecuente el repudio por 
parte del marido. 
 
a) EL RITO MATRIMONIAL 
 
Los matrimonios primitivos estaban siempre dispuestos de antemano por los 
padres del mancebo y de la doncella. La etapa de transición entre esta 
costumbre y la libertad de elección estuvo ocupada por los agentes 
matrimoniales y casamenteros profesionales. Estos casamenteros al principio 
eran los barberos; mas adelante, fueron los sacerdotes. El matrimonio fue 
 6
originalmente un asunto de grupo; después de un asunto familiar; tan sólo 
recientemente se ha vuelto una aventura individual. 
 
La coerción, no la atracción, fue el camino de acceso al matrimonio primitivo. 
Se entiende como coerción, la fuerza o violencia que se hace a una persona 
para precisarla a que diga o ejecute alguna cosa; supone siempre un ataque a la 
voluntad individual, la coerción sólo se ejerce sobre personas, es decir, obra 
sobre el ánimo y por lo tanto sobre la libertad del hombre pudiendo ser física o 
moral. (3) En los tiempos antiguos la mujer no manifestaba ningún retraimiento 
sexual, sino tan solo la inferioridad sexual tal como lo inculcaban las costumbres 
establecidas. Así como el saqueo precedió al intercambio, el matrimonio por 
cautiverio precedió al matrimonio por contrato. 
 
Un tipo primitivo de ceremonia nupcial consistía en la mímica de un rapto, un 
tipo de arreglo que había sido anteriormente práctica común. Mas adelante, el 
rapto simulado se volvió parte de la ceremonia normal de la boda. Asimismo 
una vez que se había llegado a un acuerdo, ambas familias pasaban años 
intercambiando regalos periódicamente, en señal de que el trato seguía 
adelante. 
 
El novio se trasladaba a la residencia de la novia siendo muy jóvenes. Después 
de un periodo de vida en común (varios años) y de que los padres observen las 
aptitudes de su futuro yerno, se llega al momento del matrimonio y la pareja se 
trasladará definitivamente a vivir con la familia del novio. Las parejas son de 
diferentes grupos y los grupos no son más grandes que de diez familias. Desde 
pequeños, los niños y niñas son tratados con igualdad. La mujer además de 
elegir los maridos de sus hijas son las que deciden cuando y como se mueve el 
campamento. 
 
 
3 Enciclopedia Jurídica OMEBA, Tomo III, CLA - CONS, Pág. 518, Argentina 1980. 
 7
Sin embargo, a pesar de ello algunas mujeres conspiraban en todo momento 
deseando ser capturadas por hombres de otras tribus y escapar de la 
dominación que ejercían sobre ellas los hombres mas viejos de su tribu. 
Debemos tener presente que conspirar es la acción de unirse para hacer daño, 
pero en este caso consiste en la preparación de materiales, intercambio de 
informaciones, consejos o avisos, o bien una deliberación, pero es preciso que 
se haya concretado una finalidad específica. 
 
Preferían caer en manos de hombres de su propia edad pertenecientes a otra 
tribu. Esta seudo huída fue una etapa de transición entre el rapto por la fuerza y 
el subsiguiente galanteo por seducción. 
 
Las pretensiones de una doncella por resistir al “rapto”, su oposición hacia el 
matrimonio, son restos de estas viejas costumbres. Desde el punto de vista 
gramatical, esta palabra quiere decir “impulso, acción de arrebatar” y 
jurídicamente “es el acto consistente en llevarse de su domicilio, con miras 
deshonestas, a una mujer por fuerza o por medio de ruegos y promesas 
engañosas, o tratándose de niña menor de doce años”. (4) 
 
La tradición de levantar en vilo a la novia para franquear el umbral recuerda una 
cantidad de prácticas antiguas, entre otras, las de los tiempos en que se robaba 
a las esposas. 
 
Por mucho tiempo a la mujer se le negó el auto albedrío pleno en el matrimonio, 
pero las mujeres más inteligentes han sabido siempre obviar esta restricción 
mediante el ejercicio sagaz de su inteligencia. 
 
 
 
4 Enciclopedia Jurídica OMEBA, Tomo XXIII, PRES - RAZO, Pág. 1015, Argentina 
1980. 
 
 8
2. EL MATRIMONIO EN GRECIA. 
 
Cuando hablamos de Grecia es imposible no pensar en la mitología griega, 
donde la situación de las Diosas nos habla del lugar tan importante que las 
mujeres ocupaban, asimismo refleja la libertad y la gran estimación que se les 
tenía. 
 
Sin embargo, llegando el tiempo heroico de Grecia cambia totalmente el papel 
de la mujer, ya que para esta época la féminas ya era humilladas por el 
predominio del hombre, así, tenían que soportar una serie de humillaciones, por 
ejemplo el de competir que quisieran, dejando a un lado a su mujer oficial. 
 
Esta situación fue muy triste para la mujer, ya que desde tiempos atrás se 
observa dentro del matrimonio la infidelidad, cuestión permitida solo para los 
hombres, pues a la mujer se le exigía que soportara y que además guardara una 
estricta castidad y una fidelidad rigurosa. 
 
Para el hombre griego la mujer no es más que la madre de sus hijos legítimos, 
sus herederos, la que gobierna la casa y vigila a las esclavas, de quienes él 
tiene derecho, y hace concubinas siempre que se le antoje; lo cual nos deja 
claro que aunque los griegos consideraban que el matrimonio debería ser 
monogámico, esta obligación solo era para la mujer, no así para el hombre. 
 
El término concubina alude etimológicamente, a la comunidad de lecho, es decir, 
sugiere una modalidad a las relaciones sexuales mantenidas fuera del 
matrimonio. Es diversamente apreciado desde el punto de vista jurídico, el 
concubinato aparece con un repudio enérgicamente o admitido con alternativas 
que lo consideran con reticente timidez, o también con definitiva o tajante 
eficacia jurídica. Las posiciones anteriores se apoyan en un mismo 
fundamento: la moral. Quienes lo ven como una afrenta a las buenas 
costumbres, un ataque a la familia o a la licitud de su conformación, invocan una 
 9
moral lesionada. Por otro lado quienes propugnan su defensa, comentan que es 
inmoral desconocer validez a las obligaciones o acción a los derechos que son 
la consecuencia del concubinato. 
 
“La moral preside el sentido del concubinato, no obstante que la moral misma se 
corresponde con cada época, cada país, así como con cada cultura”. (5) 
 
En Roma se le considera concubinato a la unión del hombre y la mujer libres, 
que no están casados y sin embargos viven juntos como si lo estuvieran. “En 
principio, el concubinato estaba permitido con las mujeres respecto de las cuales 
no era posible el stuprum, es decir, con las manumitidas, las de baja reputación 
y las esclavas; pero una mujer honesta podía descender al rango de concubina. 
En este caso, era preciso una declaración expresa”. (6) 
 
Hablando de los griegos en una época ya más reciente, no podemos olvidarnos 
de los Dorios y de los Jonios, quienes tienen una características esencial 
respecto al matrimonio tales como las que mencionaré a continuación: 
 
A) DORIOS 
 
En este pueblo se observaban relaciones conyugales con un tinte muy primitivo. 
Entre ellos existe el matrimonio sindiásmico, es decir, el matrimonio en el que 
existe una mujer principal, sin que ello implique que el hombre no pueda 
cohabitar con otras mujeres al mismo tiempo y en un mismo lugar, este 
matrimonio tuvo que ser modificado por el Estado para guardar de algún modo 
las concepcionesdominantes de aquella época. 
 
 
5 FERRAROTTI, Juan Luis, en el Prólogo de “Régimen Jurídico del Concubinato”, Pág.136. Argentina 
1935. 
6 MAYNZ, Carlos: “Curso de Derecho Romano”, 2ª Edición, Ed. Jaime Molinas, Pág. 347. Barcelona 
1888. 
 10
Estos pueblos contemplaban las uniones pero solo para procrear hijos, quienes 
serían los herederos de todos los bienes adquiridos, por lo tanto, cuando las 
uniones eran estériles necesariamente tenían que romperse. 
 
Cuando se presentaba una situación de este tipo, se permitía que varios 
hermanos pudieran tener una mujer en común; así cuando un hombre prefería la 
mujer de su amigo, aquel podía participar de ella con éste, ya que se estimaba 
decoroso poner a la mujer propia a disposición de “un buen semental”. 
 
Respecto a las mujeres Espartanas, ellas tenían una posición mucho más 
respetada en comparación con el resto de las griegas. 
 
B) JONIOS 
 
Vivían bajo el régimen de Atenas, consideraban que las doncellas debían 
aprender a hilar, tejer y coser, y muy rara vez podían aprender a leer y escribir, 
por lo que prácticamente las mujeres eran cautivas y solo podían tener trato con 
otras mujeres. 
 
La mujer era algo destinado a cuidar del hogar doméstico y, fuera de la 
procreación de los hijos, no era para el ateniense sino la criada principal. 
 
Por lo que respecta al hombre, éste tenía sus ejercicios gimnásticos y sus 
discusiones públicas, (cosas de las que era excluida la mujer, por supuesto), 
solía tener esclavas a su disposición, dándose en la época floreciente de Atenas 
una prostitución abierta e incluso protegida por el Estado. 
 
Se puede concluir que ambos pueblos se conserva la preponderancia del 
hombre en la familia y en la procreación de los hijos que estuvieran destinados a 
heredar su riqueza; estos fueron los únicos objetivos de la monogamia que 
practicaban los griegos y que fueron abiertamente proclamados por los mismos. 
 11
 
El matrimonio era para ellos una carga, un deber para con los Dioses, el Estado 
y sus propios antecesores, deber que se veían obligados a cumplir, ya que en 
Atenas no solo se imponía el matrimonio sino que, además, se obligaba al 
marido a cumplir con un mínimo determinado de deberes conyugales. 
 
A pesar de lo anterior los griegos siempre consideraron que el matrimonio debía 
ser indisoluble, sin embargo esta concepción cambió radicalmente llegada la 
época clásica, ya que para entonces las costumbres se vieron corrompidas por 
la introducción del divorcio, convirtiéndose en algo frecuente y que terminó por 
atentar contra la estabilidad y solidez del matrimonio. 
 
Así tanto la mujer como el hombre tenían la oportunidad de solicitar el divorcio, 
dándoles nombres específicos a cada caso; llamaban “apopompe” al repudio 
que era dado por el hombre y “apoleypsis” al dado por la mujer. 
 
De estos dos el apopompe no tenía impuesta ninguna formalidad, ya que si el 
marido quería repudiar a la mujer, podía hacerlo en privado sin solicitar la 
presencia de algún magistrado en particular. Sin embargo el hombre siempre 
procuraba hacerlo ante testigos o mediante un escrito que era presentado a la 
mujer por un tercero. 
 
Para entonces ya era contemplada la dote, la cual fue constituida por 
precaución y era necesaria ya que con ella se pretendía dar firmeza al vínculo 
matrimonial, toda vez que había ciudadanos que a pesar del deseo de repudiar a 
su esposa no lo hacían por el temor de cumplir con la obligación de restituir la 
dote a su mujer por haberla despedido de su casa. Se trata del régimen de la 
prueba de los bienes en el matrimonio, son los derechos del marido sobre los 
bienes de la mujer y los de ésta sobre los de aquel. Dote se puede estudiar en 
dos sentido: amplio, se consideran todos los bienes que lleva la esposa al 
 12
matrimonio en el momento de casarse y los que adquiere posteriormente; 
restringido, son los bienes aportados al momento de celebrarse las nupcias. (7) 
 
La dote tiene una finalidad tradicionalmente reconocida: facilitar el desarrollo 
económico de la familia, contribuyendo a su solidez, y a favorecer las uniones 
legítimas. 
 
Siguiendo con esta temática, en las leyes de Atenas se establecieron de forma 
obligatoria dos casos en los que los cónyuges podían solicitar el divorcio: 
 
a) Por adulterio de la mujer. 
b) Por haber contraído matrimonio simulado uno de ellos ser ateniense, 
cuando en realidad era extranjero. 
 
Así por estas causas a la mujer adultera se le negaba el derecho de contraer 
nupcias con su cómplice; era considerada infame y se le privaba de entrar a los 
templos y de adornarse con los atavíos reservados a las mujeres honestas. 
 
 
2.1 PETICIÓN DE DIVORCIO 
 
Como ya he señalado anteriormente, el divorcio podía ser solicitado tanto por el 
hombre como por la mujer, así cada uno de ellos podía hacerlo por las 
siguientes causas: 
 
 
a) PETICIÓN DE LA MUJER. 
 
 
7 Enciclopedia Jurídica OMEBA, Tomo IX, DIVI - EMOC, Pág. 514, Argentina 1980. 
 
 13
La esposa podía demandar el divorcio en caso de que su marido la corrompiera 
o la comprometiera, también cuando era objeto de malos tratamientos. Si se 
trataba de una hija heredera, esta tenía el derecho de casarse con un agnado 
más próximo, si así lo quería; es de importante mención que el agnado es el 
vínculo que une a los cognados, miembros de la misma familia, la causa es el 
poder paternal o marital que los une, o los uniría todos bajo un mismo jefe en 
común (8), pero si éste resultaba ser impotente, podía divorciarse y desposar a 
aquél varón que le siguiera en el orden de la familia. 
 
b) PETICIÓN DEL HOMBRE. 
 
Para el hombre no fue tan sencillo tomar la decisión de repudiar a su mujer ya 
que debía garantizar la supervivencia de su esposa e hijos, proporcionando a los 
mismos una dote, lo que ocasionaba que el marido no la repudiara por el temor 
que representaba el restituir la misma, y por ello prefería tomar otra mujer que 
reemplazara a la legítima, después de todo el Estado no se lo impedía; de esta 
manera solo se le disculpaba de restituir la dote, cuando el repudio hubiese sido 
por motivo de adulterio. 
 
c) PETICIÓN DE UN TERCERO. 
 
También podía ser solicitado el divorcio por un tercero, en este caso era el padre 
de la mujer quien tenía la facultad de ejercer este derecho, lo hacía con la 
finalidad de que retornara a la casa y en caso de creerlo conveniente, para 
casarla con otro. Cuando el padre moría, la huérfana podía ser intimada por su 
pariente más próximo, para que abandonara a su marido y se casare con él. 
 
 
 
 
8 ORTOLÁN, Joseph Louis, “Explicación Histórica de las Instituciones del Emperador Justiniano” Tomo I, 
Pág. 41. Ed. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, México 2003. 
 14
2.2. CEREMONIA MATRIMONIAL 
 
La ceremonia matrimonial, era de carácter religioso, se celebraba en la casa del 
padre de la mujer, quienes ofrecían un sacrificio en honor a los dioses 
protectores de la boda y era presidida por el Dios doméstico. 
 
El padre pronunciaba la fórmula sacramental “ te concedo a mi hija para que le 
des a la República legítimos ciudadanos”. (9) 
 
La fórmula que pronunciaba el padre era importante pues con ella aceptaba que 
estaba entregando en matrimonio a su hija. Era acostumbrado que la mujer 
tomara un baño nupcial antes de que esta fuera trasladada a la casa de su 
marido así que una vez terminado el baño se trasladaba a la mujer que sería su 
nueva casa al lado de su marido, se le llevaba un carro y a ella se le vestía de 
gala, color blanco, le cubrían el rostro con un velo y en la cabeza se le colocaba 
una corona. Durante el recorrido era entonado en torno a ella un canto 
denominado “himeneo”, este himno fue el que le dio nombreprecisamente a la 
ceremonia, de ahí que sea tan importante. 
 
Llegado el momento en que la joven debería entrar a su nuevo hogar debía 
esperar a que el marido la levantara en brazos para simular un rapto, la joven 
gritaba y las mujeres que habían acudido a la ceremonia simulaban su defensa; 
el hombre debía tener cuidado de que los pies de la mujer no tocaran el umbral 
de la puerta. 
 
Ya en la nueva morada “la esposa era colocada en presencia de la divinidad 
doméstica, se le rociaba agua y tocaba el fuego ceremonial. Durante el acto se 
 
9 REYNOSO CERVANTES, Luis. Citado por HUBER OLEA Y REYNOSO, Francisco, “Dercho 
Canónico Matrimonial”, Pág. 86. Editorial Porrúa, México, 2006. 
 15
recitaban algunas oraciones y posteriormente se compartían con los dioses 
domésticos” (10) 
 
Es así como se concluía con la ceremonia, la cual podemos percatarnos de que 
era todo untito importante que debía ser llevado a cabo conforme a las 
costumbres del lugar, pues de esta forma se demostraba también que eran 
ciudadanos respetables. 
 
 
3. EL MATRIMONIO EN ISRAEL 
 
Respecto a los hebreos, debemos considerar su historia, misma que se 
fundamenta en el monoteísmo, así como en el pacto que realizaron con Yavé y 
la esperanza que fincaron desde entonces en la llegada del Mesías, quien los 
libraría y les haría vivir de una manera decorosa, fuera ya de la esclavitud. 
 
Lo que sabemos del matrimonio en estos pueblos es por lo que nos describen 
los libros del Antiguo Testamento, y por algunos aspectos que se mencionan en 
el Nuevo Testamento; así en el libro de Génesis, se nos dice que la creación de 
Dios culmina cuando hace al hombre, sin embargo al verlo en el paraíso, se da 
cuenta de que no es bueno que el hombre esté solo y por lo tanto crea a la 
mujer. 
 
El matrimonio para los hebreos es la unión de un hombre y una mujer como 
esposos, según la norma de Dios, es una institución divina, puesto que tiene su 
origen en Dios la cual nace para crear el núcleo del círculo familiar. Entendían 
que el propósito fundamental del matrimonio era la multiplicación del género 
humano y así se solemniza la primera boda humana. 
 
10 HUBER OLEA Y REYNOSO, Francisco, “Derecho Canónico Matrimonial”, Pág. 83. Editorial Porrúa, 
México, 2006. 
 
 16
 
El texto bíblico señala lo siguiente: 
 
“Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al 
hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi 
carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y 
serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se 
avergonzaban.” (11) 
 
Se puede observar que el matrimonio forma un vínculo permanente entre el 
hombre y la mujer, para ayudarse mutuamente y vivir juntos en amor y confianza 
para disfrutar de una gran felicidad. 
 
Por lo que respecta a que “el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a 
su mujer, y pasan a ser una sola carne”,estas palabras muestran de forma 
inequívoca que desde el principio la norma de Dios para el matrimonio ha sido y 
será la monogamia pues el mismo Jesús lo retoma en otro pasaje de la Biblia 
que señala: 
 
“El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, 
varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se 
unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, 
sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” (12) 
 
Así se describe la unidad y la indisolubilidad del matrimonio, ya que Dios los 
creo hombre y mujer para estar siempre juntos, encomendándoles que crecieran 
y se multiplicarán; Dios contempla el matrimonio desde el momento de la 
 
11 Génesis 2, 22-24. 
12 Mateo 19, 4-6. 
 17
creación misma, aunque en ese momento no le haya dado el nombre en sí, pues 
éste aparece en líneas posteriores del Antiguo Testamento. 
 
Lo de “formar una sola carne”, es porque en hebreo esto quiere decir que 
formarían un solo ser. Esta unidad de pareja es parte de su misión: no será un 
acuerdo provisorio para gozar el uno del otro, sino la unidad de una familia en la 
que se realiza la obra de Dios. La familia, pues, será fecundada, y ambos 
devolverán a la gran familia humana los tesoros de humanidad que de ella 
recibieron. 
 
El matrimonio era el estado común en la sociedad hebrea y no solo afectaba a 
la familia, sino también a toda la tribu o comunidad patriarcal, pues podía incidir 
en la fuerza de la tribu, así como en su economía. Por esta razón, la selección 
de una esposa y todos los acuerdos, en especial los económicos, tenían que ser 
fijados por los padres o tutores implicados, aunque a veces se buscaba el 
consentimiento de los contrayentes y no solían pasar por alto los sentimientos 
románticos de ambos. 
 
Por lo general los padres del joven llevaban a cabo los primeros pasos o 
proposiciones, pero a veces eran los padres de la muchacha, particularmente si 
había diferencia de rango. 
 
 
3.1. MATRIMONIOS PROHIBIDOS 
 
La costumbre general de los hebreos consistía en que un hombre buscase una 
esposa entre sus propios parientes o dentro de su tribu; en este sentido los 
adoradores de Yavé, sobre todo, seguían estas costumbres, como Abrahán, 
quien envió a buscar de entre sus parientes en su propio país una esposa para 
su hijo Isaac, en lugar de tomar una de las hijas de los cananeos, con los que 
estaba morando. Así lo señalan las escrituras: 
 18
 
“Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que 
gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te 
juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás 
para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino 
que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.”. (13) 
 
Se desaprobaban y se desanimaban con firmeza los matrimonios con los que no 
adoraban a Yavé, debido a que se consideraba una forma de deslealtad. 
Bajo la Ley, estaban prohibidas las alianzas matrimoniales con personas de las 
siete tribus cananeas, toda vez que así se los había ordenado Yavé: “Cuando 
Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y 
haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al 
amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y 
más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las 
hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás 
de ellas misericordia. Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni 
tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y 
servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te 
destruirá pronto.” (14) 
 
Sin embargo, en las escrituras también se menciona una excepción: “Cuando 
salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu 
mano, y tomares de ellos cautivos, y vieres entre los cautivos a alguna mujer 
hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y 
ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su 
cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes 
 
13 Génesis 26, 3,4. 
14 Deuteronomio 7, 1-4. 
 19
entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu 
mujer. ” (15) 
 
Así se señala que un soldado podía casarse con una virgen cautiva de otra 
nación extranjera después de un periodo de purificación, durante el cual ellaestaba de duelo por sus padres muertos y se deshacía de todas sus conexiones 
religiosas del pasado. 
 
También estaba prohibido el matrimonio entre personas que tuvieran el mismo 
grado de consanguinidad o afinidad, lo cual hace una referencia clara a los 
impedimentos que se contemplaban en la actualidad en nuestra legislación civil, 
y que en las escrituras se señalan una serie de impedimentos para contraer 
matrimonio entre las que se mencionan las siguientes: 
 
“Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. 
Yo Jehová. La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no 
descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez. ”… (16) 
 
A un sumo sacerdote le estaba prohibido casarse con una viuda, una mujer 
divorciada, una violada o una prostituta, pues se tenía que casar solo con una 
virgen del pueblo, esta prohibición se extendía en sí a todos los sacerdotes, sin 
embargo en el libro del Profeta Ezequiel se establece que se podían casar con 
una virgen de la casa de Israel o una viuda de oto sacerdote. 
 
Si una hija heredaba propiedades, no se podía casar con alguien que no fuera 
de su tribu. Des esta manera se evitaba que la posesión hereditaria pasase de 
tribu en tribu. 
 
 
 
15 Deuteronomio 21, 10-13. 
16 Levítico 18, 6-7. 
 20
3.2. LA DOTE. 
 
Antes de que se concertase el contrato matrimonial, el joven, o su padre, tenían 
que pagar al padre de la muchacha la dote o precio de la novia: hecho relevante 
y que en las escrituras se menciona de la siguiente manera: 
 
“Siquem dijo al padre y a los hermanos de Dina: Les ruego que me perdonen. 
Yo les daré todo lo que ustedes me pidan. Impónganme un precio y regalos 
de valor, y yo les pagaré lo que quieran, pero denme a la muchacha por eso”. 
 
Este hecho se consideraba una compensación por la pérdida de los servicios de 
la hija y por los problemas y gastos que los padres habían tenido al cuidarla y 
educarle. A veces se pagaba la dote con ciertos servicios a favor del padre 
como lo menciona el Libro del Génesis que a la letra dice: 
 
“Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija 
menor,” (17) 
 
Asimismo en la Ley se estableció un precio de compra determinado para una 
virgen que no estaba comprometida y la cual era seducida por un hombre de 
esta manera, por lo tanto el varón tenía que cubrir cierta cantidad de dinero por 
la doncella, las escrituras señalan lo siguientes: 
 
“Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las 
vírgenes.” (18) 
 
 
3.3. FORMALIZACIÓN DEL MATRIMONIO. 
 
 
17 Génesis 29, 18 
18 Éxodo 22, 17. 
 21
El rasgo central y característico de la boda propiamente dicho era la manera 
solemne de llevar a la novia de la casa de su padre a la casa de su esposo en la 
fecha acordada; con este acto se manifestaba e significado del matrimonio, 
representado por la admisión de la novia en la familia del esposo. 
 
Antes de la Ley, en los días de los patriarcas, la boda consistía simplemente en 
lo antedicho. Era un acontecimiento totalmente civil. No había ninguna 
ceremonia o rito religioso, y ningún sacerdote oficiaba o daba validez al 
matrimonio. 
 
El novio llevaba a la novia a su casa, a la tienda o casa de sus padres. Se daba 
a conocer públicamente, se reconocía y se registraba, y el matrimonio ya era 
válido, así lo señala el texto bíblico que dice: 
 
“la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la 
amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.” (19) 
 
Sin embargo, tan pronto como se concertaba el casamiento y los contrayentes 
estaban comprometidos, se les consideraba como si estuvieran unidos en 
matrimonio. 
 
“entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas …” 
(20) En este caso las hijas de Lot todavía estaban en su casa, bajo la jurisdicción 
de su padre, pero a los hombres que estaban comprometidos con ellas se les 
llamó “yernos (de Lot), que habían de tomar a sus hijas”. 
 
Otro caso similar lo encontramos con Sansón en el Libro de los Jueces que 
señala que éste nunca se casó con cierta con filistea, sino que solo estuvo 
comprometido con ella, sin embargo a esta mujer se le llegó a llamar su esposa. 
 
19 Génesis 24. 67. 
20 Génesis 19:14. 
 22
 
La Ley decretaba que si una muchacha que ya estaba comprometida cometía 
fornicación, había que darle muerte a ella y al hombre culpable. En caso de que 
de que haya sido violada, se tenía que dar muerte al hombre. 
 
Los matrimonios se registraban. Bajo la Ley, tanto los matrimonios como los 
nacimientos que resultaban de la unión se inscribirían en registros oficiales de la 
comunidad. Por esta razón tienen una genealogía exacta de Jesucristo. 
 
 
3.4. CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO 
 
Aunque en Israel las bodas no iban acompañadas de ninguna ceremonia, se 
celebraban con gran gozo. En la Biblia podemos encontrar diversos pasajes 
que describen la forma en que se arreglaban para la ceremonia los novios, tal es 
así que se señala que el día de la boda, la novia se arreglaba con esmero en su 
propia casa. Primero se bañaba y se untaba con aceite perfumado. 
 
“Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te 
darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. ”. (21) 
 
A veces, ayudada por sirvientas, se ponía “fajas para los pechos” y un vestido 
blanco espléndidamente bordado, dependiendo de su condición social. Si 
podía, se engalanaba con adornos y joyas y después se cubría con una prenda 
fina, una especie de velo, que se extendía de la cabeza a los pies. 
 
Esto explica porqué Labán pudo engañar fácilmente a Jacob, de manera que 
este no se dio cuenta de que se le daba Lea en lugar de Raquel. Rebeca se 
puso una mantilla cuando se dirigía al encuentro de Isaac. Este acto 
 
21 Ruth 3,3. 
 23
simbolizaba la sumisión de la novia a la autoridad del novio, pues de esta forma 
lo señalan las Escrituras. 
 
“Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su 
cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado... Por lo cual la mujer 
debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. ”.(22) 
 
Ahora por lo que respecta al novio la Biblia señala que éste se vestía también 
con su mejor atavío y frecuentemente con una prenda hermosa para la cabeza y 
una guirnalda encima. 
 
“Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón 
Con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, 
Y el día del gozo de su corazón.”. (23) 
 
Partía de su casa al anochecer y se dirigía a la casa de los padres de la novia 
acompañado por sus amigos. Desde allí, se iniciaba una procesión que iba 
acompañada de músicos, cantores y, normalmente, de personas que llevaban 
lámparas, se dirigía nuevamente hacia la casa del novio o a la casa de su padre, 
dependiendo del lugar al que el novio llevaría a la novia a vivir. 
 
Aquellos que se encontraban a lo largo de la ruta tomaban gran interés en la 
procesión. Las voces de la novia y del novio se oían con alborozo. Algunos se 
unían a la procesión, en especial doncellas que llevaban lámparas. El novio 
podía pasar un tiempo considerable en su casa y después la procesión también 
podía demorarse antes de partir de la casa de la novia, por lo que sería bastante 
tarde y algunos de los que esperaban a lo largo del camino podrían 
adormecerse, como en la ilustración de Jesús sobre las diez vírgenes. 
 
 
22 1 Corintios 11, 5, 10. 
23 Cantar de los Cantares 3, 11. 
 24
El cantar y el alborozo se podían oír a cierta distancia,y los que lo oían gritaban: 
“Aquí esta el novio”. Los servidores estaban preparados para dar la bienvenida 
al novio cuando llegase, y los que estaban invitados a la cena de bodas podían 
entrar en la casa. Después de que el novio y su séquito había entrado en la 
casa y se cerraba la puerta, era demasiado tarde para que entraran los invitados 
que se habían retrasado. 
 
Se consideraba un gran insulto rehusar la invitación a un banquete de bodas. 
En algunas ocasiones, a los invitados se les proporcionaba trajes, y con 
frecuencia aquel que había extendido la invitación era quien designaba los 
lugares que se debían ocupar en el momento del banquete. 
 
“El amigo del novio” desempeñaba un papel muy importante en la celebración de 
la boda, y se le consideraba como aquel que unía a los novios. Se regocijaba 
cuando oía la voz del novio conversando con la novia, y se sentía contento de 
haber visto su labor bendecida con un final feliz. 
 
 
3.5. PRUEBA DE LA VIRGINIDAD. 
 
Después de la cena, el esposo llevaba a su novia a la recámara nupcial. En la 
noche de bodas se usaba una tela o prenda, y después se guardaba o se daba a 
los padres de la esposa para que las señales de la sangre de su virginidad de la 
mujer constituyeran una protección legal para ella en el caso de que más 
adelante se le acusase de no haber sido virgen o de haber sido una prostituta 
antes de la boda. De otra manera, podían lapidarla por no haberse presentado 
en matrimonio simulando ser una virgen sin mancha y haber acarreado vigente 
en algunos pueblos del Oriente Medio hasta tiempos recientes. 
 
 
 25
3.6. PRIVILEGIOS Y RESPONSABILIDADES 
 
Es cierto que para el pueblo de Israel el matrimonio era una cuestión 
sumamente importante, por ello la familia que se formaría debería tener ciertas 
responsabilidades, así el esposo era la cabeza de la casa, y a él se le dejaba la 
decisión final en cuanto a los asuntos que afectaban al bienestar y la economía 
de la familia. 
 
Si el esposo consideraba que la familia se vería afectada de manera adversa, 
hasta podía anular un voto de su esposa o hija. El hombre comprometido con 
una mujer también debía tener esa autoridad. El esposo era el señor, el amo de 
la casa, y se le consideraba el dueño de la mujer. 
 
El capítulo 31 del Libro de Proverbios enumera algunas de las responsabilidades 
de la esposa para con su esposo o dueño, que incluían el trabajo de la casa, 
hacer y cuidar la ropa, algunas compras y ventas y la supervisión general del 
hogar. Aunque la mujer estaba en sujeción y en cierto sentido era propiedad 
del esposo, disfrutaba de una excelente posición y muchos privilegios. 
 
Su esposo tenía que amarla, aun en el caso de que fuese la esposa secundaria 
o de que la hubiese tomado cautiva, no la debía maltratar ni discriminar en 
débito conyugal y tenía que darle alimento, ropa y protección. Asimismo, el 
esposo no podía constituir como primogénito al hijo de su esposa favorita a 
costa del hijo de la esposa “odiada” (es decir, menos querida). 
 
“Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la 
amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la 
aborrecida; en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar 
 26
el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la 
aborrecida, que es el primogénito”. (24) 
 
Los hebreos eran personas fieles que amaban a sus esposas, y si la esposa era 
sabia y vivía en armonía con la ley de Dios, el esposo la escuchaba y aprobaba 
sus acciones. Se respetaba la dignidad de la persona de la esposa. Estaba 
prohibido tener relaciones con ella durante la menstruación pues se consideraba 
que era un periodo en la que la mujer era impura y el hombre tenía que esperar 
a que pasara esa etapa pues de lo contrario él también quedaría impuro. 
 
 
3.7. DIVORCIO. 
 
En cierta forma para los israelitas quedaba claro que cuando Dios instituyó el 
matrimonio, no dispuso que hubiese divorcio, por el contrario el hombre tenía 
que adherirse a su esposa “llegar a una sola carne”. De modo que el hombre 
tendría una sola esposa con la que pudiera formar una unión tan entrañable que 
serían una carne. 
 
Sin embargo, la concepción de los hebreos cambió, llegaron tiempos en los que 
los egipcios trataron con brutalidad y los redujeron a la esclavitud, lo que alteró 
completamente sus costumbres y ritos. A la llegada de Moisés esta situación 
cambió, ya que Dios había decidido liberarlos de ese yugo, señalándoles 
algunos principios para que desarrollaran su vida en armonía. 
 
Para el pueblo Israelí fue complicado abandonarse en la manos de Dios y la fe 
en Él se demeritó; regresaron a sus costumbres paganas, permitiéndose para 
entonces el divorcio o repudio, que rompía la unión indisoluble del matrimonio 
que Dios quería para los hombres. 
 
24 Deuteronomio 21, 15, 16. 
 27
 
Cuando Dios dio su Ley a Israel, no lo obligo a seguir la norma original, por el 
contrario reguló el divorcio para que no afectara negativamente a la familia 
Israelita. Sin embargo, a su debido tiempo Dios restableció la norma original. 
 
Cuando Jesús estuvo entre los Israelitas fue cuando se restablece la norma 
original de Dios, Él viene y les afirma que lo que su padre quiere es que se unan 
en matrimonio pero de forma indisoluble, que deben formar una sola carne que 
no puede ser disuelta por el hombre por cualquier motivo, pues lo que su padre 
había unido no podía ser separado por capricho del hombre. 
 
Así lo dice el texto de la Biblia que señala lo siguiente: “… ¿No habéis leído que 
el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre 
dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así 
que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo 
separe el hombre...” (25) 
 
En esta misma tesitura Jesús declara el principio por el cual debían ser regidos 
los Israelitas, pues Él mismo señala que la “fornicación” era la única forma válida 
para el divorcio, pero esto tuvo que ser así debido a la dureza de corazón de los 
Israelitas, que no supieron mantenerse en los designios de Dios. 
 
Lo señala el texto de la Biblia que a continuación cito: “…Por la dureza de 
vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio 
no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa 
de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, 
adultera.” (26) 
 
 
25 Mateo 19, 4-6. 
26 Mateo 19, 8-9 
 28
Por lo tanto, la única causa que puede romper el matrimonio entre los Israelitas, 
aparte de la muerte, que lo deja sin efecto, es la fornicación, que hace que el 
ofensor llegue a ser ilícitamente una sola carne con otra persona. La parte 
inocente puede usar este hecho como base para disolver el matrimonio, si así lo 
desea, y volver a casarse. 
 
El esposo tenía que darle un certificado escrito de divorcio, lo que implica que a 
la vista de la comunidad el divorcio tenía que estar justificado. Como el 
certificado era un documento legal, tenía que contar con la aprobación de los 
ancianos o autoridades de la ciudad. La mujer podía volver a casarse y el 
certificado la protegía de ser acusada por un motivo diferente a adulterio. No se 
permitía el divorcio al hombre que seducía a una muchacha antes de casarse o 
que acusaba falsamente a su mujer de no ser virgen cuando se había dado en 
matrimonio. 
 
Si después del divorcio la mujer se casaba con otro y este más tarde se 
divorciaba de ella o moría, el esposo original no podía casarse con ella de 
nuevo. La Ley Mosaica impedía que se provocara el divorcio o quizás incluso 
hasta que se tramara lamuerte del segundo esposo para que la pareja original 
pudiera volver a casarse. 
 
Los Israelitas estaban concientes de que Jehová odiaba el divorcio injusto, sobre 
todo cuando se traicionaba a una adoradora fiel con el objeto de casarse con 
una mujer pagana, que no pertenecía a su pueblo escogido. 
 
No obstante, “Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere 
desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos; entonces 
el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de 
 29
plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos 
sus días.” (27) 
 
Se debía dar apoyo a la mujer que había sido deshonrada y que quizá ya no 
sería bien vista por ningún otro hombre, ya que para los Israelitas la virginidad 
era una situación sumamente importante, por tal motivo el hombre no podía 
repudiarla por el resto de su vida. 
 
 
3.8. POLIGAMIA. 
 
Los Israelitas sabían que la norma original de Dios para la humanidad no 
contemplada la poligamia, puesto que el hombre y la mujer tenían que llegar a 
ser una sola carne, por lo que esta práctica se prohibió expresamente en los 
tiempos de los primeros cristianos. 
 
En este sentido nos enseñan las escrituras que: “Pero es necesario que el 
obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, 
hospedador, apto para enseñar”. (28) 
 
Es por ello que sabemos que la poligamia no era una situación contemplada por 
Dios para el pueblo de Israel, de tal forma que se exige que las personas que 
ocupan un rango importante deben casarse una sola vez para ser ejemplo de 
todas las personas que los siguen y que los respetan. 
 
La primera vez que se menciona en la Biblia la poligamia es con respecto a un 
descendiente de Caín, Lamac, de quien se dice: “Y Lamec tomó para sí dos 
mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. ” (29) 
 
27 Deuteronomio 22, 28-29. 
28 1 Timoteo 3, 2. 
29 Génesis 4, 19. 
 30
 
Por lo que sabemos y a pesar de lo que Dios les ordenaba, si podían poseer 
varias mujeres y casarse con dos al mismo tiempo, la única condición que tenía 
que cumplir era que las debían mantener a ambas sin afectar a ninguna por 
contraer un nuevo matrimonio. Esta situación la refleja el libro de Éxodo que 
refiere lo siguiente: “Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni 
su vestido, ni el deber conyugal.” (30) 
 
En su momento la poligamia al igual que el divorcio se tuvo que tolerar pero el 
orden también fue restablecido por Jesús cuando habitó entre los Israelitas. 
Aunque es claro que no todos se sometieron a este orden por lo que todavía se 
sigue prácticamente la poligamia por algunos Israelíes. 
 
“El Séptimo Mandamiento establece: “no cometerás adulterio” (Éxodo XX 
13; y también Deuteronomio V 18). Esto es, no tendrás acto carnal con la 
mujer de tu prójimo (Levítico XVIII 20). Y cuando el hombre cometiere 
adulterio con la mujer d otro, serán muertos tanto el adultero como la 
adultera (Levítico XX10). En este sentido, cuando fuera hallado un 
hombre acostado con mujer casada, ambos morirán; así quitarás el mal 
de Israel (Deuteronomio XXII 22). 
… 
Adviértase que la Biblia regula el divorcio, para cuando un hombre tiene 
una mujer mala o indecente (Deuteronomio XXIV 1-3). 
… 
La explicación del precepto negativo de la Biblia que prohíbe el adulterio 
atiende a evitar la desorganización e incluso la destrucción familiar de la 
correspondiente pareja; a la vez que busca impedir el incumplimiento de 
otros preceptos, tales como honrar a los padres, o de abstenerse de tener 
relacione intimas con los parientes prohibidos, como padres, hermanos, 
tíos; precisamente ante el desconocimiento de la verdadera paternidad.” 
(31) 
 
3.9. CONCUBINATO 
 
 
30 Éxodo 21, 10. 
31 ATRI, Mauricio. La Legislación Mexicana Comentada por Dios, (1ª edición), editorial Porrúa, México 
2008. Pág. 69 
 31
Bajo la ley patriarcal y bajo el impacto de la Ley se practicó el concubinato. La 
concubina estaba en una condición reconocida legalmente: su situación no era 
de fornicación ni adulterio. Según la Ley, si el hijo primogénito era el de la 
concubina, recibía de igual modo la herencia que correspondía al primogénito. 
 
Sin duda el concubinato y la poligamia permitieron que los Israelitas se 
multiplicaran con mayor rapidez, de modo que, si bien Dios no los había 
instituido, sino simplemente permitido y regulado, sirvieron en aquel tiempo para 
cierto propósito. 
 
 
4. EL MATRIMONIO EN ROMA. 
 
La organización de la familia en Roma estaba a cargo del patriarcado, de aquí 
que el papel del Pater Familias era el principal y la madre ocupaba un lugar 
completamente secundario. Por su misma constitución la familia se desarrolla 
exclusivamente por vía de los varones, cuestión que solo acontece en estados 
más avanzados de la civilización. 
 
Por lo tanto, cuando se puede inferir que la causal del nacimiento fue un acto 
que se efectuó meses atrás, entonces el parentesco ya pudo ser regulado por la 
vía paterna. 
 
“Se llama Pater Familias a aquél que tiene el señorío en su casa, y se le designa 
correctamente con éste nombre aunque no tenga hijo, pues el término no es sólo 
de relación personal, sino de posición de trabajo” (32) 
 
Así se considera que el fundamento legal de la familia durante todas las épocas 
del derecho romano, fue el matrimonio, considerado como la unión monógama 
 
32 BRAVO GONZÁLEZ, Agustín y BRAVO VALDÉS, Beatriz. “Primer curso de Derecho Romano”, 
editorial Porrúa, México 2001. Pp. 26. 
 32
entre un hombre y una mujer, quienes conviven con la intención de ser marido y 
mujer, con la finalidad de procrear hijos y constituir una sociedad perpetua e 
íntima. 
 
Dos son los aspectos centrales del matrimonio romano: su rigurosa monogamia, 
compartida con etruscos y griegos, y la necesidad de una permanente voluntad 
de mantener la vida en común. (33) 
 
En este derecho se reconoció la existencia de dos tipos de matrimonio a saber: 
 
a) Justae nuptiae o iustum matrimoni. Puede ser de dos formas: Cum Manu 
y Sine Manu. 
b) Concubinato. 
 
 
4.1 MATRIMONIO CUM MANU. 
 
En éste matrimonio se daba la manus que era en sí la potestad que estaba 
modelada bajo la patria potestas, las cuales poseen características similares ya 
que pertenecen al derecho civil y sólo son aplicables a la mujer. 
 
La manus era el acto por el cuál, una mujer salía de la potestad de su padre, 
para caer en la patria potestad de su marido. Es un derecho constituido por dos 
formas: 1. Por matrimonio 2. Por pacto de buena fe. 
 
De ésta forma en la antigua Roma era común que la manus se otorgará 
mediante una conventio in manu, que se podía llevar a cabo de tres formas: 
 
a) POR CONFERREATIO. 
 
33 BIALOSTOSKY, Sara. “Panorama de derecho romano”, 3ª edición, Ed. Porrúa, México 2007. Pp. 60. 
 33
 
Era una cuestión reservada a los Patricios, se celebraba una ceremonia religiosa 
en honor al Dios Júpiter, donde intervenía el gran pontífice y diez testigos, en 
ella los contrayentes pronunciaban una serie de palabras solemnes y la mujer 
debía llevar en la mano un pan de trigo (simbolizaba lo religioso de la unión). 
 
b) POR CO-EMPTIO. 
 
Es el acto jurídico por medio del cual el Pater Familias vendía a la mujer de 
manera ficticia a su futuro marido, sólo cuando ésta era alieni iuris, es decir, 
dependiente del Pater Familias, porque en caso contrario la venta era autorizada 
por el autor debido a que la mujer era sui iuris, es decir independiente. 
 
c) POR USUS. 
 
Se refiere a la simple convivencia ininterrumpida de la mujer con el marido por 
un año lo que se le otorgaba a éstela manus sobre la mujer siempre y cuando 
se tuviera el consentimiento de los cónyuges y del Pater Familias. 
 
Sin embargo si la mujer no quería quedar bajo la potestad de su marido, la Ley 
de las XII Tablas le autorizaba que se ausentara por tres noches en el año, para 
que de esa forma se interrumpiera el plazo y los efectos del usus no se 
produjeran. 
El matrimonio cum manu fue abolido durante el derecho clásico y dio lugar a que 
surgiera el matrimonio sine manu. 
 
 
4.2. MATRIMONIO SINE MANU. 
 
 34
En éste matrimonio a diferencia del anterior, la mujer no salía de su familia 
natural, es decir, no se hacía “agnada” de la familia del marido, ya que éste no 
adquiría la potestad sobre la mujer ni ocupaba el mismo plano de igualdad. 
 
Como mencioné anteriormente el matrimonio en Roma fue considerado 
monogámico y a su vez estaba constituido por dos elementos importantes; uno 
de carácter objetivo que tiene que ver con la convivencia que existe entre el 
hombre y la mujer y el otro de carácter subjetivo que consistía en la intención 
que tenían los contrayentes de considerarse recíprocamente como marido y 
mujer, a éste elemento se le da el nombre de afectio maritalis, esta se exterioriza 
a través del honor del matrimonio, lo cual se traduce en el trato que se otorgan 
los esposos en público, especialmente del hombre a la mujer ya que ésta 
compartía el mismo rango social del hombre. 
 
Por lo tanto, el matrimonio romano es la convivencia del hombre y la mujer con 
la intención de ser marido y esposa, ordenado al fin de procrear y educar a los 
hijos y de constituir entre los cónyuges una sociedad perpetua e íntima bajo 
todos los aspectos. 
 
También existió el contubernio que era el matrimonio de los esclavos, el cual 
carecía de toda regulación jurídica, por lo que ésta unión no tenía ninguna 
validez pues los esclavos no eran susceptibles de derechos, pues solo se 
consideraban cosas, por lo tanto la mayor o menor estabilidad de ese ligamen 
dependía de la voluntad de su amo, quien tenía la facultad de separarlos 
libremente. 
 
En este derecho reconocían los esponsales que al igual que el contubernio 
carecían de protección jurídica. Los esponsales consistían en la petición y 
promesa de futuras nupcias, ésta promesa podían hacerla los propios 
contrayentes o en su caso los Pater Familias a favor de sus hijos. 
 
 35
 
4.3. CONDICIONES DE VALIDEZ DEL MATRIMONIO. 
 
El matrimonio por ser una situación de hecho, se establecieron algunas 
condiciones para su validez, teniendo cuatro aspectos importantes. 
 
a) LA PUBERTAD. 
 
Se designaba la capacidad biológica de los contrayentes de engendrar en el 
caso del hombre y concebir para la mujer. La existencia de este requisito se 
explica debido a la finalidad misma del matrimonio que era la de procrear hijos 
para la perpetuación de la especie. La edad para procrear en la mujer era de 
doce años, y de catorce para los hombres. 
 
b) EL CONSENTIMIENTO DE LOS CONTRAYENTES. 
 
Se refiere a que los contrayentes debían manifestar su consentimiento de unirse 
en matrimonio de manera libre y espontánea, y sólo podía pasar si los mismos 
eran personas sui iuris, es decir, sujetas de derecho. De ahí se tenía que: 
a) Los locos podían casarse válidamente mientras tuvieran un lapso de 
lucidez. 
b) Un Paterfamilias no podía en el derecho clásico decidir el matrimonio de 
sus hijos, siendo sólo decisión de los contrayentes. 
c) En el caso de los esclavos, el patrón no podía obligar a su liberta a que 
contrajera matrimonio con él por el hecho de liberarla. 
 
c) EL CONSENTIMIENTO DEL PATER FAMILIAS 
 
Los hijos que fueran alieni iuris debían necesariamente contar con la 
autorización del pater familias para contraer matrimonio, ya que éste es un 
atributo de la propia potestad paterna. De ahí que no eran consultados: 
 36
a) Los ascendientes maternos y la propia madre. 
b) Los ascendientes paternos, ya que no tienen potestad sobre los hijos. En 
el caso de las nietas bastaba si el consentimiento lo daba el abuelo y en 
el de los nietos era necesario el consentimiento del padre y del abuelo. 
c) Cualquiera que fuera la edad de los hijos era necesario que siempre se le 
consultara al padre para contraer matrimonio. 
 
Era tan importante el consentimiento del pater familias que en caso de que se 
llevara a cabo un matrimonio sin su autorización y existiera una situación de 
hecho, el infante no sería iustus, es decir, legítimo, lo que le impediría entrar en 
la potestad del padre. 
 
d) EL CONNUBIUM. 
 
Esta palabra se emplea cotidianamente para designar al matrimonio en sí, sin 
embargo se refiere a la aptitud legal para contraer matrimonio o las iustae 
nuptiae. Es una de las ventajas que la ciudadanía romana confiere en el orden 
privado a los ciudadanos romanos, a los latini veteres y aquellas personas a 
quienes por concesión especial se les otorgaba. 
 
Si se cumplía cada uno de éstos requisitos el matrimonio podía celebrarse de 
manera válida y entonces sería reconocido y respetado por todos los ciudadanos 
romanos, otorgándoseles ciertos privilegios por ello. 
 
Finalmente, deseo concluir este capitulo mediante la inserción textual de las 
reglas de celebración del matrimonio, o nupcias como se le conocía, de acuerdo 
al Corpus Iuris Civilis: 
 
“TITULO II 
DE LA RITUALIDAD DE LAS NUPCIAS 
1.- MODESTINO; Reglas, libro 1.- Las nupcias son unión de varón y de la hembra, 
y consorcio de toda la vida, comunicación del derecho divino y del humano. 
 37
2.- PAULO; Comentarios al Edicto, libro XXXV.- Las nupcias no pueden subsistir 
si no consintieran todos, esto es, los que se unen, y aquellos bajo cuya potestad 
están. 
3.- EL MISMO; Comentarios a Sabino, libro I.- Si yo tuviera bajo mi potestad un 
nieto habido de un hijo, y una nieta habida de otro hijo, escribe Pomponio, que 
pueden centrarse nupcias entre ellos con mi sola autoridad; y es verdad. 
4.- POMPONIO; Comentarios a sabino, libro III.- La casada menor de doce años 
sera mujer legitima cuando haya cumplido los doce años en poder del varón. (34) 
 
 
4.4. IMPEDIMENTOS PARA CONTRAER MATRIMONIO. 
 
Así como existían requisitos de validez se señalaron impedimentos para contraer 
matrimonio los cuales se referían al parentesco, la afinidad o por motivos de 
moral o de política. Los impedimentos que resultan del parentesco son: 
 
Por otra parte en Roma no existía propiamente un sistema de impedimentos 
para contraer iustae nuptiae, sí podemos señalar algunos: 
 
a) La existencia de otros lazos matrimoniales. 
b) El parentesco. El límite de lo permisible varía generalmente entre el 
tercer y cuarto grado. 
c) La afinidad. Se prohíbe el matrimonio entre a fines en línea recta y 
según la época. 
d) La diferencia en el rango social. 
e) La existencia de relaciones de tutela o curatela entre los cónyuges. 
f) Extempus Luctus. 
g) El hecho de haber sido adúlteros. (35) 
 
Dentro de los impedimentos por razones políticas y sociales, se encuentra: 
 
34 CORPUS IURIS CIVILIS. Traducción de Emilio del Río Pacheco y Armando Ríos Jáquez, (1ª edición), 
tomo III, editorial Reproducciones Graficas Laguna, México 2006. Pág. 346. 
 
35 BIALOSTOSKY, Saara. Ibidem. Pp. 61. 
 38
a) El matrimonio entre Patricios y plebeyos estaba prohibido hasta la Ley 
Canuleia del año 445 a. C. 
b) El matrimonio entre los funcionarios con cargos en las provincias y las 
mujeres de la localidad, lo que se extendía a los hijos de éstos. 
c) También se prohibió el matrimonio entre los senadores y los manumitidos. 
d) En la época de Marco Aurelio y Cómodo se prohibió el matrimonio entre 
el tutor y su pupila, entre el curador y la mujer menor de veinticinco años 
que estuviera bajo su vigilancia, asimismo se le prohibió al padre del tutor 
y del curador. 
 
Existían otras causas por las que no se podía llevar a cabo el matrimonio:

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