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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE DERECHO SEMINARIO DE DERECHO ROMANO E HISTORIA DEL DERECHO “LA PRUEBA DE LA EXCLUSIÓN DEL BONUM FIDEI COMO CAUSA DE NULIDAD DEL MATRIMONIO EN DERECHO CANONICO” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADA EN DERECHO P R E S E N T A: ALBA IRENE CAMARA TORRUCO ASESOR: DR. FRANCISCO HUBER OLEA Y REYNOSO México D. F. ENERO 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DEDICATORIAS Las dedicatorias siguientes expresan más que simples palabras… Encierran todos los sentimientos de agradecimiento que siento por cada uno de ustedes. Dios pone en nuestro camino a todas y cada una de las personas que conocemos. Ustedes son parte de esta Tesis, parte de mi vida, y parte de mis logros. Mis plenos agradecimientos para aquellos que dieron algo de sí en este trabajo recepcional, y en especial quiero agradecer: Para Dios, Con pleno agradecimiento Por toda su gracia y bendiciones Concédeme tu guía y ayuda a lo largo de toda mi vida Dedicándote a ti todo lo bueno, Lo que en realidad siempre es tuyo Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Salmo 127:1 Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, Trajo otros cinco talentos y dijo: "Señor, me entregaste cinco talentos; He aquí he ganado otros cinco talentos.” Mateo 25:20 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; Salmo 103:1-4 A ERIC y PAMELA Torres Por su invaluable apoyo Gracias por ser unas personas excepcionales En mi vida y en mi corazón Ambos son como mis padres Y como tales Espero recibir como heredad El maravilloso talento De ser una persona ejemplar y única Tal como lo son ustedes Han sido mi guía y mi protección En mi andar cotidiano Ya sea en mi vida diaria en esta ciudad Ya en el maravilloso camino hacia Dios Gracias por todo A mi Universidad Más que un agradecimiento Un compromiso De llevar el orgullo de ser Una alumna que nunca Olvidará los valores humanos Y el conocimiento Que en ningún otro lugar pude haber recibido A mi asesor Por darme la oportunidad de emprender El largo camino de estudio y la dedicación. Siempre recordaré toda la ayuda Y conocimiento que me dio Para hacer posible este trabajo recepcional. A mis amigos: Sin distinción, Por su compañía y apoyo En este proyecto hoy concluido. Gracias a todos por estar conmigo. Para todos y cada uno de mis maestros Que conocí en la Facultad Por todas sus enseñanzas y aprendizaje INDICE GENERAL Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I CAPITULO PRIMERO EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO Preámbulo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1. Matrimonio en los Pueblos Primitivos. . . . . . . . . . . . 5 a) Rito matrimonial . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 2. El matrimonio en Grecia. . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 A) Dorios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10 B) Jonios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 2.1. Petición de divorcio. . . . . . . . . . . . . . . . . 13 a) Petición de la mujer. . . . . . . . . . . . . . . . 13 b) Petición del hombre. . . . . . . . . . . . . . . . 14 c) Petición de un tercero . . . . . . . . . . . . . . 14 2.2. Ceremonia matrimonial. . . . . . . . . . . . . . . . 15 3. El matrimonio en Israel. . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 3.1. Matrimonios Prohibidos. . . . . . . . . . . . . . . 18 3.2 La Dote. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 3.3. Formalización del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . 21 3.4. Celebración del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . 23 3.5. Prueba de Virginidad. . . . . . . . . . . . . . . . . 25 3.6. Privilegios y Responsabilidades. . . . . . . . . . . . 25 3.7. Divorcio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 3.8. Poligamia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 3.9. Concubinato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 4. El matrimonio en Roma. . . . . . . . . . . . . . . . . .32 4.1. Matrimonio Cum Manu. . . . . . . . . . . . . . . . 33 a) Por Conferreatio. . . . . . . . . . . . . . . . . .33 b) Por Co-Emptio. . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 c) Por Usus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 4.2. Matrimonio Sine Manu. . . . . . . . . . . . . . . . 34 4.3. Condiciones de Validez del matrimonio. . . . . . . . . 35 a) la Pubertad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 b) el Consentimiento de los Contrayentes. . . . . . . .36 c) el Consentimiento del Paterfamilias. . . . . . . . . 36 d) el Connubium. . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 4.4. Impedimentos para contraer matrimonio . . . . . . . 38 4.5. Consecuencias Jurídicas de las Iustae Nuptiae . . . . . 39 4.6. Disolución del matrimonio . . . . . . . . . . . . . 40 CAPITULO SEGUNDO CONCEPTO DE MATRIMONIO 1. Etimología de la palabra Matrimonio. . . . . . . . . . . . 42 2. Definiciones de Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . . . 45 2.1. Definición de Matrimonio según Justiniano. . . . . . . 46 2.2. Definiciónde Matrimonio según Modestino. . . . . . . 47 2.3. El Matrimonio según Pedro Lombardo. . . . . . . . . 48 2.4. Acepciones dadas por los antiguos canonistas. . . . . . 49 a) Matrimonio Infieri. . . . . . . . . . . . . . . . 49 b) Matrimonio in facto ese. . . . . . . . . . . . . . 50 2.5. Otros definiciones de matrimonio. . . . . . . . . . . 50 a) Catecismo de la Iglesia Católica . . . . . . . . . . 50 b) Código Civil para el Distrito Federal. . . . . . . . . 51 c) Matrimonio según Ulpiano . . . . . . . . . . . . 52 3. El Matrimonio desde la perspectiva de Santo Tomás de Aquino.52 4. Concepto actual del Matrimonio de acuerdo al Concilio Vaticano II. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 a) El Matrimonio y la Familia en el mundo actual. . . . . . 61 b) El carácter sagrado del Matrimonio y de la Familia . . . . 62 c) Del amor conyugal. . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 d) Fecundidad del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . .63 5. El Matrimonio según el Código de Derecho Canónico. . . . . 64 6. Concepto propiamente dicho de matrimonio. . . . . . . . . 67 a) Matrimonio en el Plan de Dios: Institución. . . . . . . . 68 b) Matrimonio, Sacramento . . . . . . . . . . . . . . . 69 c) Matrimonio, contrato. . . . . . . . . . . . . . . . . .70 7. Consentimiento en el Matrimonio. . . . . . . . . . . . . 71 8. Incapacidad para consentir. . . . . . . . . . . . . . . . 91 9. Otras formas de presentarse los vicios del Consentimiento. . .99 CAPITULO TERCERO LOS BIENES DEL MATRIMONIO. 1. Los Bienes del Matrimonio. . . . . . . . . . . . . . . . 109 2. Bonum Sacramenti. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116 3. Bonum fidei. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 4. Bonum Prolis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 5. Bonum Coniugalem. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 6. La Simulación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120 7. Simulación Parcial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 a) generalidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 b) Intención de no obligarse. . . . . . . . . . . . . . . 124 8. El Bien de la Fidelidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 CAPITULO CUARTO LA PRUEBA DE LA EXCLUSIÓN DEL BONUM FIDEI 1. Exclusión del Bonum Fidei. . . . . . . . . . . . . . . . 131 CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145 BIBLIOGRAFIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 INTRODUCCIÓN Este trabajo tiene por objeto la investigación de la exclusión Bonum Fidei, en el Matrimonio, dentro de la disciplina del derecho canónico. Considero que éste tema es de interés general teniendo en cuenta que en la actualidad se han degenerado las costumbres que han traído como consecuencia la pérdida de los valores éticos en la sociedad y en la familia y por lo mismo cotidianamente vemos como en los matrimonios se hace caso omiso a la fidelidad que se prometieron. Por otra parte quiero mostrar el procedimiento ante el Tribunal Eclesiástico para declarar la nulidad del matrimonio y la forma en que se va a probar ésta causal, lo cual no es fácil, ya que ésta exclusión se realiza en el consentimiento interno de la voluntad. Es importante destacar que desde la antigüedad hasta los días de hoy se ha tenido una variante en el matrimonio según las culturas, en unas se acepta la “poligamia” y en otras la “monogamia”. La experiencia de diversas culturas ha mostrado como es necesario para la sociedad reconocer y defender la institución familiar. Trataré de hacer una investigación amplia en cuanto a todo lo relevante respecto a la declaración de nulidad del matrimonio, ya que es oportuno mencionar que el Sistema Jurídico Canónico establece el Bien de la Fidelidad en forma exclusiva y perpetua. Cuando no se da o no se entrega la fidelidad en forma exclusiva y perpetua, el acto celebrado entre dos personas carece de sentido y se vuelve incapaz de producir las consecuencias esperadas en cuanto a los cónyuges y a la familia según el Sistema Jurídico Canónico. La familia constituye una comunidad de amor y solidaridad que es apta de un modo único a enseñar y transmitir valores culturales, éticos, sociales, espirituales, etc., los cuales en conjunto son esenciales para el desarrollo y bienestar de sus miembros y de la sociedad. Considero que es de utilidad comentar que la familia es el lugar en donde diversas generaciones se encuentran y se ayudan recíprocamente a conocer la sabiduría humana y a armonizar los derechos de los individuos con las demás instancias de la vida social, pues entre la familia y la sociedad existe una estrecha relación siendo que tiene la función complementaria en la defensa y en el progreso del bien de la humanidad y de cada persona y es el matrimonio la base de la familia, por lo cual éste debe fincarse en bases firmes dándose una fidelidad perpetua entre los cónyuges. Pero debemos considerar por otra parte que son muchas las ocasiones, en que, los contrayentes no entregan la fidelidad, lo cual implica una alteración en el orden que viene a desvirtuar la fidelidad, que se deben el uno al otro. Nuestro trabajo tiene el propósito de investigar cómo se lleva a cabo la exclusión de la fidelidad y la forma en la cual durante el proceso de nulidad ante los Tribunales Eclesiásticos puede ser aprobado a fin de obtener la declaración de nulidad de un aparente acto jurídico en donde se excluye una de sus esencias. CAPITULO PRIMERO EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO SUMARIO: Preámbulo. 1. Matrimonio en los Pueblos Primitivos, a) Rito matrimonial. 2. El matrimonio en Grecia, A) Dorios, B) Jonios. 2.1. Petición de divorcio, a) Petición de la mujer, b) Petición del hombre, c) Petición de un tercero. 2.2. Ceremonia matrimonial. 3. El matrimonio en Israel, 3.1. Matrimonios Prohibidos, 3.2 La Dote, 3.3. Formalización del Matrimonio. 3.4. Celebración del Matrimonio, 3.5. Prueba de Virginidad, 3.6. Privilegios y Responsabilidades, 3.7. Divorcio, 3.8. Poligamia, 3.9. Concubinato, 4. El matrimonio en Roma, 4.1. Matrimonio Cum Manu, a) Por Conferreatio b) Por Co-Emptio, c) Por Usus, 4.2. Matrimonio Sine Manu, 4.3. Condiciones de Validez del matrimonio, a) la Pubertad, b) el Consentimiento de los Contrayentes, c) el Consentimiento del Paterfamilias, d) el Connubium, 4.4. Impedimentos para contraer matrimonio, 4.5. Consecuencias Jurídicas de las Iustae Nuptiae, 4.6. Disolución del matrimonio. PREÁMBULO Considero que el elemento esencial en la conformación de la identidad de un pueblo es la familia, la cual representa una continuidad simbólica que trasciendea cada individuo y generación. Cada individuo se descubre como persona, con una cierta consistencia y una identidad de enorme riqueza, que le permite hacer su propia vida, pero debe apoyarse en la realidad y en distintos individuos. Esto es posible toda vez que la persona está abierta a otros, para poder con ellos, realizar su propia persona, pues el hombre ha nacido esencialmente sociable, es decir, la persona es siempre concebida en relación, en comunidad. La persona para poder realizar su plenitud, ha de encontrar un horizonte hacia el que oriente su crecimiento. Lo que desea la persona más allá del placer, la riqueza, o el poder, es un sentido desde el cual poder caminar hacia su plenitud. 1 Y es que la persona está llamada y orientada a algo más allá de sí misma, está orientada a algo que la trasciende. No es ella misma su sentido, puesto que tiene que realizar su vida, llevarla a plenitud, pero desde un sentido para su existencia en el mundo. De esta forma es como el hombre contempla que su realización no puede ser plena si esta solo, sino forma una familia y realiza una vida propia con otro y con otros, esto no es una posibilidad añadida u opcional para la persona, sino que está inscrita en su misma realidad. Así es como el hombre llega a concebirse unido a otra persona a través del matrimonio, en donde, tanto éste como la familia que se integra como producto de esta unión, constituyen los grandes bienes de la humanidad, puesto que el desarrollo de la persona y de la sociedad depende y está íntimamente vinculado a la pequeña comunidad conyugal y familiar. Debemos entender que la familia surge en el matrimonio, pues es desde éste en donde se integra y se puede considerar una unidad básica, incluso podemos considerar que la familia es “la democracia” más pequeña que puede haber en el corazón de la sociedad, aunque no se debe descartar que constituye una realidad muy compleja. De forma breve Sancho Rebullida, menciona que es “la unión estable de un hombre y una mujer dirigida y ordenada al establecimiento de una plena comunidad de vida”. (1) Pero el matrimonio antes de poder entenderlo como contrato, institución e incluso relación, debemos comprender que es una forma de ser y de vivir como persona, es una relación esencialmente vinculante de un hombre y una mujer. 1 LACRUZ BERDEJO y SANCHO REBULLIDA, “Elementos de Derecho Civil”, Vol. IV Familia, pág. 129, 3ª Edición, Ed. Dykinson, Madrid 2005. 2 La existencia del matrimonio demuestra que desde la intimidad de cada unión, ésta es propiciada primeramente por la fuerza de un instinto natural de complementación personal y de otro instinto de conservación de la especie, lo que hace al matrimonio una realidad viva, capaz de “ser” en sí misma y de relacionarse y obrar en la sociedad. El hombre acepta que el matrimonio es una de las realidades de la vida, que se conciben de forma permanente y que siempre representa un tema actual, que en su problemática, riqueza, positividad y variedad de aspectos proporciona la mayoría de veces diversos caminos de investigación y reflexión, lo cual genera un conocimiento de sus variedades y posibilidades. Es tan importante esta unión elevada a institución dentro de la sociedad, que para ella no existe una fórmula de vida familiar ya que cada unión que forma un matrimonio es ejemplo de ello. Asimismo la dimensión social del propio matrimonio exige una regulación jurídica del pacto matrimonial y del vínculo conyugal que de éste surge, para sostener la vida en comunión de los esposos con una potencialidad unitivo-procreativa. Hemos de considerar que durante una larga etapa de la evolución del derecho matrimonial las normas canónicas presentaban predominantemente un carácter prohibitivo o negativo y que la creación de un derecho constructivo y sistemático hubo de ser obra más tardía, es decir, que el derecho matrimonial canónico no surge de forma espontánea sino que su reglamentación ha estado sujeta a la evolución del mismo durante el devenir de los tiempos. (2) 2 GIMÉNEZ FERNÁNDEZ, Manuel. “La Institución Matrimonial según el Derecho de la Iglesia Católica”, Pág. 103. 3ª edición, Ed. Madrid, Madrid 1954. Pp. 34. 3 Sin embargo, existen tipos culturales en áreas más o menos coincidentes con Estados nacionales: y las familias que viven allí, a pesar de la infinidad de variantes, prestan estadísticamente rasgos estructurales comunes que son muy a menudo por ello legalizados, como veremos en la siguiente relación de países con diferentes culturas que le dan un tratamiento similar a la institución del matrimonio. Al emprender el estudio de una institución jurídica es importante conocer sus antecedentes históricos, los cuales son capaces de mostrarnos el origen, lugar y las razones que motivaron su aparición ya sea en un pueblo o en un conjunto de los mismos. En este sentido nos aclaran su desarrollo y evolución, las transformaciones ocurridas durante la existencia de una sociedad determinada para poder valorar el sistema jurídico actual, lo cual permite observar con facilidad los inconvenientes, imperfecciones o ventajas que el ordenamiento jurídico puede tener con relación a los de otras épocas, ya sea para mantener y perfeccionar la institución o para suprimirla en caso de ser necesario si carece de fundamento racional. 4 CAPITULO PRIMERO EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL MATRIMONIO 1. EL MATRIMONIO EN LOS PUEBLOS PRIMITIVOS. Siempre he considerado que la vida de nuestros antepasados es admirable, así sus costumbres son un elemento importante que permiten su integridad como pueblos: por eso de entre sus costumbres deseo poner principal interés en la institución del matrimonio, porque es claro que el matrimonio en la actualidad ya considerado como una institución debe tener sus orígenes en las costumbres de estos pueblos. En este sentido solo haré referencia a los pueblos primitivos de una forma general, debido a que la mayoría de ellos tienen costumbres semejantes que han ido adquiriendo a través del tiempo, por los miembros de dichas tribus de manera hereditaria. Por lo que ya entrando al estudio de estos pueblos quiero resaltar que el matrimonio es monogámico y es a través de éste que se conforma la familia, estableciéndose así un vínculo indisoluble. Estos pueblos protegían ante todo a la familia del adulterio y de las relaciones prematrimoniales. Para ellos el matrimonio no es considerado como un mero hecho biológico o zoológico de apareamiento y procreación: es más que eso, pues entienden que es un verdadero fenómeno cultural. Quizá la imagen que se tiene de los pueblos primitivos es equivocada ya que se piensa que se conducen de manera irracional ante las circunstancias de la vida, sin embargo a pesar de ese comportamiento es gracias al impulso sexual, que el hombre egoísta es inducido a superar el nivel animal. 5 Así la relación sexual auto-gratificante y digna solo puede darse dentro del matrimonio, ya que asegura la asunción de deberes altruisticos y de numerosas responsabilidades hogareñas que benefician a la raza. Por ello, para estos pueblos el sexo ha sido el civilizador incógnito e insospechado del salvaje; porque este mismo impulso sexual seguramente obliga al hombre a pensar y finalmente lo conduce a amar. Los pueblos primitivos se distinguen entre otras cosas: por la pureza de sus costumbres, por su elevada moralidad, por la estabilidad del matrimonio, por el cariño entre los esposos y entre los hijos. Asimismo se comprueba la observancia de la castidad antes de las nupcias, la unidad e indisolubilidad del matrimonio son características fundamentales para estospueblos. Por cuanto hace al adulterio este resulta sumamente raro, y en caso de ocurrir es castigado severamente tanto en el hombre como en la mujer, ya que quien es encontrado cometiendo adulterio es condenado a muerte. Como ha sido mencionado con anterioridad estos pueblos observan regularmente la fidelidad matrimonial; no admiten la disolución del vínculo y es totalmente desconocida cuando ha nacido un hijo. En relación a la esterilidad, ésta no es un motivo de repudio, solo en grupos afines y más evolucionado, es frecuente el repudio por parte del marido. a) EL RITO MATRIMONIAL Los matrimonios primitivos estaban siempre dispuestos de antemano por los padres del mancebo y de la doncella. La etapa de transición entre esta costumbre y la libertad de elección estuvo ocupada por los agentes matrimoniales y casamenteros profesionales. Estos casamenteros al principio eran los barberos; mas adelante, fueron los sacerdotes. El matrimonio fue 6 originalmente un asunto de grupo; después de un asunto familiar; tan sólo recientemente se ha vuelto una aventura individual. La coerción, no la atracción, fue el camino de acceso al matrimonio primitivo. Se entiende como coerción, la fuerza o violencia que se hace a una persona para precisarla a que diga o ejecute alguna cosa; supone siempre un ataque a la voluntad individual, la coerción sólo se ejerce sobre personas, es decir, obra sobre el ánimo y por lo tanto sobre la libertad del hombre pudiendo ser física o moral. (3) En los tiempos antiguos la mujer no manifestaba ningún retraimiento sexual, sino tan solo la inferioridad sexual tal como lo inculcaban las costumbres establecidas. Así como el saqueo precedió al intercambio, el matrimonio por cautiverio precedió al matrimonio por contrato. Un tipo primitivo de ceremonia nupcial consistía en la mímica de un rapto, un tipo de arreglo que había sido anteriormente práctica común. Mas adelante, el rapto simulado se volvió parte de la ceremonia normal de la boda. Asimismo una vez que se había llegado a un acuerdo, ambas familias pasaban años intercambiando regalos periódicamente, en señal de que el trato seguía adelante. El novio se trasladaba a la residencia de la novia siendo muy jóvenes. Después de un periodo de vida en común (varios años) y de que los padres observen las aptitudes de su futuro yerno, se llega al momento del matrimonio y la pareja se trasladará definitivamente a vivir con la familia del novio. Las parejas son de diferentes grupos y los grupos no son más grandes que de diez familias. Desde pequeños, los niños y niñas son tratados con igualdad. La mujer además de elegir los maridos de sus hijas son las que deciden cuando y como se mueve el campamento. 3 Enciclopedia Jurídica OMEBA, Tomo III, CLA - CONS, Pág. 518, Argentina 1980. 7 Sin embargo, a pesar de ello algunas mujeres conspiraban en todo momento deseando ser capturadas por hombres de otras tribus y escapar de la dominación que ejercían sobre ellas los hombres mas viejos de su tribu. Debemos tener presente que conspirar es la acción de unirse para hacer daño, pero en este caso consiste en la preparación de materiales, intercambio de informaciones, consejos o avisos, o bien una deliberación, pero es preciso que se haya concretado una finalidad específica. Preferían caer en manos de hombres de su propia edad pertenecientes a otra tribu. Esta seudo huída fue una etapa de transición entre el rapto por la fuerza y el subsiguiente galanteo por seducción. Las pretensiones de una doncella por resistir al “rapto”, su oposición hacia el matrimonio, son restos de estas viejas costumbres. Desde el punto de vista gramatical, esta palabra quiere decir “impulso, acción de arrebatar” y jurídicamente “es el acto consistente en llevarse de su domicilio, con miras deshonestas, a una mujer por fuerza o por medio de ruegos y promesas engañosas, o tratándose de niña menor de doce años”. (4) La tradición de levantar en vilo a la novia para franquear el umbral recuerda una cantidad de prácticas antiguas, entre otras, las de los tiempos en que se robaba a las esposas. Por mucho tiempo a la mujer se le negó el auto albedrío pleno en el matrimonio, pero las mujeres más inteligentes han sabido siempre obviar esta restricción mediante el ejercicio sagaz de su inteligencia. 4 Enciclopedia Jurídica OMEBA, Tomo XXIII, PRES - RAZO, Pág. 1015, Argentina 1980. 8 2. EL MATRIMONIO EN GRECIA. Cuando hablamos de Grecia es imposible no pensar en la mitología griega, donde la situación de las Diosas nos habla del lugar tan importante que las mujeres ocupaban, asimismo refleja la libertad y la gran estimación que se les tenía. Sin embargo, llegando el tiempo heroico de Grecia cambia totalmente el papel de la mujer, ya que para esta época la féminas ya era humilladas por el predominio del hombre, así, tenían que soportar una serie de humillaciones, por ejemplo el de competir que quisieran, dejando a un lado a su mujer oficial. Esta situación fue muy triste para la mujer, ya que desde tiempos atrás se observa dentro del matrimonio la infidelidad, cuestión permitida solo para los hombres, pues a la mujer se le exigía que soportara y que además guardara una estricta castidad y una fidelidad rigurosa. Para el hombre griego la mujer no es más que la madre de sus hijos legítimos, sus herederos, la que gobierna la casa y vigila a las esclavas, de quienes él tiene derecho, y hace concubinas siempre que se le antoje; lo cual nos deja claro que aunque los griegos consideraban que el matrimonio debería ser monogámico, esta obligación solo era para la mujer, no así para el hombre. El término concubina alude etimológicamente, a la comunidad de lecho, es decir, sugiere una modalidad a las relaciones sexuales mantenidas fuera del matrimonio. Es diversamente apreciado desde el punto de vista jurídico, el concubinato aparece con un repudio enérgicamente o admitido con alternativas que lo consideran con reticente timidez, o también con definitiva o tajante eficacia jurídica. Las posiciones anteriores se apoyan en un mismo fundamento: la moral. Quienes lo ven como una afrenta a las buenas costumbres, un ataque a la familia o a la licitud de su conformación, invocan una 9 moral lesionada. Por otro lado quienes propugnan su defensa, comentan que es inmoral desconocer validez a las obligaciones o acción a los derechos que son la consecuencia del concubinato. “La moral preside el sentido del concubinato, no obstante que la moral misma se corresponde con cada época, cada país, así como con cada cultura”. (5) En Roma se le considera concubinato a la unión del hombre y la mujer libres, que no están casados y sin embargos viven juntos como si lo estuvieran. “En principio, el concubinato estaba permitido con las mujeres respecto de las cuales no era posible el stuprum, es decir, con las manumitidas, las de baja reputación y las esclavas; pero una mujer honesta podía descender al rango de concubina. En este caso, era preciso una declaración expresa”. (6) Hablando de los griegos en una época ya más reciente, no podemos olvidarnos de los Dorios y de los Jonios, quienes tienen una características esencial respecto al matrimonio tales como las que mencionaré a continuación: A) DORIOS En este pueblo se observaban relaciones conyugales con un tinte muy primitivo. Entre ellos existe el matrimonio sindiásmico, es decir, el matrimonio en el que existe una mujer principal, sin que ello implique que el hombre no pueda cohabitar con otras mujeres al mismo tiempo y en un mismo lugar, este matrimonio tuvo que ser modificado por el Estado para guardar de algún modo las concepcionesdominantes de aquella época. 5 FERRAROTTI, Juan Luis, en el Prólogo de “Régimen Jurídico del Concubinato”, Pág.136. Argentina 1935. 6 MAYNZ, Carlos: “Curso de Derecho Romano”, 2ª Edición, Ed. Jaime Molinas, Pág. 347. Barcelona 1888. 10 Estos pueblos contemplaban las uniones pero solo para procrear hijos, quienes serían los herederos de todos los bienes adquiridos, por lo tanto, cuando las uniones eran estériles necesariamente tenían que romperse. Cuando se presentaba una situación de este tipo, se permitía que varios hermanos pudieran tener una mujer en común; así cuando un hombre prefería la mujer de su amigo, aquel podía participar de ella con éste, ya que se estimaba decoroso poner a la mujer propia a disposición de “un buen semental”. Respecto a las mujeres Espartanas, ellas tenían una posición mucho más respetada en comparación con el resto de las griegas. B) JONIOS Vivían bajo el régimen de Atenas, consideraban que las doncellas debían aprender a hilar, tejer y coser, y muy rara vez podían aprender a leer y escribir, por lo que prácticamente las mujeres eran cautivas y solo podían tener trato con otras mujeres. La mujer era algo destinado a cuidar del hogar doméstico y, fuera de la procreación de los hijos, no era para el ateniense sino la criada principal. Por lo que respecta al hombre, éste tenía sus ejercicios gimnásticos y sus discusiones públicas, (cosas de las que era excluida la mujer, por supuesto), solía tener esclavas a su disposición, dándose en la época floreciente de Atenas una prostitución abierta e incluso protegida por el Estado. Se puede concluir que ambos pueblos se conserva la preponderancia del hombre en la familia y en la procreación de los hijos que estuvieran destinados a heredar su riqueza; estos fueron los únicos objetivos de la monogamia que practicaban los griegos y que fueron abiertamente proclamados por los mismos. 11 El matrimonio era para ellos una carga, un deber para con los Dioses, el Estado y sus propios antecesores, deber que se veían obligados a cumplir, ya que en Atenas no solo se imponía el matrimonio sino que, además, se obligaba al marido a cumplir con un mínimo determinado de deberes conyugales. A pesar de lo anterior los griegos siempre consideraron que el matrimonio debía ser indisoluble, sin embargo esta concepción cambió radicalmente llegada la época clásica, ya que para entonces las costumbres se vieron corrompidas por la introducción del divorcio, convirtiéndose en algo frecuente y que terminó por atentar contra la estabilidad y solidez del matrimonio. Así tanto la mujer como el hombre tenían la oportunidad de solicitar el divorcio, dándoles nombres específicos a cada caso; llamaban “apopompe” al repudio que era dado por el hombre y “apoleypsis” al dado por la mujer. De estos dos el apopompe no tenía impuesta ninguna formalidad, ya que si el marido quería repudiar a la mujer, podía hacerlo en privado sin solicitar la presencia de algún magistrado en particular. Sin embargo el hombre siempre procuraba hacerlo ante testigos o mediante un escrito que era presentado a la mujer por un tercero. Para entonces ya era contemplada la dote, la cual fue constituida por precaución y era necesaria ya que con ella se pretendía dar firmeza al vínculo matrimonial, toda vez que había ciudadanos que a pesar del deseo de repudiar a su esposa no lo hacían por el temor de cumplir con la obligación de restituir la dote a su mujer por haberla despedido de su casa. Se trata del régimen de la prueba de los bienes en el matrimonio, son los derechos del marido sobre los bienes de la mujer y los de ésta sobre los de aquel. Dote se puede estudiar en dos sentido: amplio, se consideran todos los bienes que lleva la esposa al 12 matrimonio en el momento de casarse y los que adquiere posteriormente; restringido, son los bienes aportados al momento de celebrarse las nupcias. (7) La dote tiene una finalidad tradicionalmente reconocida: facilitar el desarrollo económico de la familia, contribuyendo a su solidez, y a favorecer las uniones legítimas. Siguiendo con esta temática, en las leyes de Atenas se establecieron de forma obligatoria dos casos en los que los cónyuges podían solicitar el divorcio: a) Por adulterio de la mujer. b) Por haber contraído matrimonio simulado uno de ellos ser ateniense, cuando en realidad era extranjero. Así por estas causas a la mujer adultera se le negaba el derecho de contraer nupcias con su cómplice; era considerada infame y se le privaba de entrar a los templos y de adornarse con los atavíos reservados a las mujeres honestas. 2.1 PETICIÓN DE DIVORCIO Como ya he señalado anteriormente, el divorcio podía ser solicitado tanto por el hombre como por la mujer, así cada uno de ellos podía hacerlo por las siguientes causas: a) PETICIÓN DE LA MUJER. 7 Enciclopedia Jurídica OMEBA, Tomo IX, DIVI - EMOC, Pág. 514, Argentina 1980. 13 La esposa podía demandar el divorcio en caso de que su marido la corrompiera o la comprometiera, también cuando era objeto de malos tratamientos. Si se trataba de una hija heredera, esta tenía el derecho de casarse con un agnado más próximo, si así lo quería; es de importante mención que el agnado es el vínculo que une a los cognados, miembros de la misma familia, la causa es el poder paternal o marital que los une, o los uniría todos bajo un mismo jefe en común (8), pero si éste resultaba ser impotente, podía divorciarse y desposar a aquél varón que le siguiera en el orden de la familia. b) PETICIÓN DEL HOMBRE. Para el hombre no fue tan sencillo tomar la decisión de repudiar a su mujer ya que debía garantizar la supervivencia de su esposa e hijos, proporcionando a los mismos una dote, lo que ocasionaba que el marido no la repudiara por el temor que representaba el restituir la misma, y por ello prefería tomar otra mujer que reemplazara a la legítima, después de todo el Estado no se lo impedía; de esta manera solo se le disculpaba de restituir la dote, cuando el repudio hubiese sido por motivo de adulterio. c) PETICIÓN DE UN TERCERO. También podía ser solicitado el divorcio por un tercero, en este caso era el padre de la mujer quien tenía la facultad de ejercer este derecho, lo hacía con la finalidad de que retornara a la casa y en caso de creerlo conveniente, para casarla con otro. Cuando el padre moría, la huérfana podía ser intimada por su pariente más próximo, para que abandonara a su marido y se casare con él. 8 ORTOLÁN, Joseph Louis, “Explicación Histórica de las Instituciones del Emperador Justiniano” Tomo I, Pág. 41. Ed. Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, México 2003. 14 2.2. CEREMONIA MATRIMONIAL La ceremonia matrimonial, era de carácter religioso, se celebraba en la casa del padre de la mujer, quienes ofrecían un sacrificio en honor a los dioses protectores de la boda y era presidida por el Dios doméstico. El padre pronunciaba la fórmula sacramental “ te concedo a mi hija para que le des a la República legítimos ciudadanos”. (9) La fórmula que pronunciaba el padre era importante pues con ella aceptaba que estaba entregando en matrimonio a su hija. Era acostumbrado que la mujer tomara un baño nupcial antes de que esta fuera trasladada a la casa de su marido así que una vez terminado el baño se trasladaba a la mujer que sería su nueva casa al lado de su marido, se le llevaba un carro y a ella se le vestía de gala, color blanco, le cubrían el rostro con un velo y en la cabeza se le colocaba una corona. Durante el recorrido era entonado en torno a ella un canto denominado “himeneo”, este himno fue el que le dio nombreprecisamente a la ceremonia, de ahí que sea tan importante. Llegado el momento en que la joven debería entrar a su nuevo hogar debía esperar a que el marido la levantara en brazos para simular un rapto, la joven gritaba y las mujeres que habían acudido a la ceremonia simulaban su defensa; el hombre debía tener cuidado de que los pies de la mujer no tocaran el umbral de la puerta. Ya en la nueva morada “la esposa era colocada en presencia de la divinidad doméstica, se le rociaba agua y tocaba el fuego ceremonial. Durante el acto se 9 REYNOSO CERVANTES, Luis. Citado por HUBER OLEA Y REYNOSO, Francisco, “Dercho Canónico Matrimonial”, Pág. 86. Editorial Porrúa, México, 2006. 15 recitaban algunas oraciones y posteriormente se compartían con los dioses domésticos” (10) Es así como se concluía con la ceremonia, la cual podemos percatarnos de que era todo untito importante que debía ser llevado a cabo conforme a las costumbres del lugar, pues de esta forma se demostraba también que eran ciudadanos respetables. 3. EL MATRIMONIO EN ISRAEL Respecto a los hebreos, debemos considerar su historia, misma que se fundamenta en el monoteísmo, así como en el pacto que realizaron con Yavé y la esperanza que fincaron desde entonces en la llegada del Mesías, quien los libraría y les haría vivir de una manera decorosa, fuera ya de la esclavitud. Lo que sabemos del matrimonio en estos pueblos es por lo que nos describen los libros del Antiguo Testamento, y por algunos aspectos que se mencionan en el Nuevo Testamento; así en el libro de Génesis, se nos dice que la creación de Dios culmina cuando hace al hombre, sin embargo al verlo en el paraíso, se da cuenta de que no es bueno que el hombre esté solo y por lo tanto crea a la mujer. El matrimonio para los hebreos es la unión de un hombre y una mujer como esposos, según la norma de Dios, es una institución divina, puesto que tiene su origen en Dios la cual nace para crear el núcleo del círculo familiar. Entendían que el propósito fundamental del matrimonio era la multiplicación del género humano y así se solemniza la primera boda humana. 10 HUBER OLEA Y REYNOSO, Francisco, “Derecho Canónico Matrimonial”, Pág. 83. Editorial Porrúa, México, 2006. 16 El texto bíblico señala lo siguiente: “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” (11) Se puede observar que el matrimonio forma un vínculo permanente entre el hombre y la mujer, para ayudarse mutuamente y vivir juntos en amor y confianza para disfrutar de una gran felicidad. Por lo que respecta a que “el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne”,estas palabras muestran de forma inequívoca que desde el principio la norma de Dios para el matrimonio ha sido y será la monogamia pues el mismo Jesús lo retoma en otro pasaje de la Biblia que señala: “El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” (12) Así se describe la unidad y la indisolubilidad del matrimonio, ya que Dios los creo hombre y mujer para estar siempre juntos, encomendándoles que crecieran y se multiplicarán; Dios contempla el matrimonio desde el momento de la 11 Génesis 2, 22-24. 12 Mateo 19, 4-6. 17 creación misma, aunque en ese momento no le haya dado el nombre en sí, pues éste aparece en líneas posteriores del Antiguo Testamento. Lo de “formar una sola carne”, es porque en hebreo esto quiere decir que formarían un solo ser. Esta unidad de pareja es parte de su misión: no será un acuerdo provisorio para gozar el uno del otro, sino la unidad de una familia en la que se realiza la obra de Dios. La familia, pues, será fecundada, y ambos devolverán a la gran familia humana los tesoros de humanidad que de ella recibieron. El matrimonio era el estado común en la sociedad hebrea y no solo afectaba a la familia, sino también a toda la tribu o comunidad patriarcal, pues podía incidir en la fuerza de la tribu, así como en su economía. Por esta razón, la selección de una esposa y todos los acuerdos, en especial los económicos, tenían que ser fijados por los padres o tutores implicados, aunque a veces se buscaba el consentimiento de los contrayentes y no solían pasar por alto los sentimientos románticos de ambos. Por lo general los padres del joven llevaban a cabo los primeros pasos o proposiciones, pero a veces eran los padres de la muchacha, particularmente si había diferencia de rango. 3.1. MATRIMONIOS PROHIBIDOS La costumbre general de los hebreos consistía en que un hombre buscase una esposa entre sus propios parientes o dentro de su tribu; en este sentido los adoradores de Yavé, sobre todo, seguían estas costumbres, como Abrahán, quien envió a buscar de entre sus parientes en su propio país una esposa para su hijo Isaac, en lugar de tomar una de las hijas de los cananeos, con los que estaba morando. Así lo señalan las escrituras: 18 “Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.”. (13) Se desaprobaban y se desanimaban con firmeza los matrimonios con los que no adoraban a Yavé, debido a que se consideraba una forma de deslealtad. Bajo la Ley, estaban prohibidas las alianzas matrimoniales con personas de las siete tribus cananeas, toda vez que así se los había ordenado Yavé: “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia. Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.” (14) Sin embargo, en las escrituras también se menciona una excepción: “Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos, y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes 13 Génesis 26, 3,4. 14 Deuteronomio 7, 1-4. 19 entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer. ” (15) Así se señala que un soldado podía casarse con una virgen cautiva de otra nación extranjera después de un periodo de purificación, durante el cual ellaestaba de duelo por sus padres muertos y se deshacía de todas sus conexiones religiosas del pasado. También estaba prohibido el matrimonio entre personas que tuvieran el mismo grado de consanguinidad o afinidad, lo cual hace una referencia clara a los impedimentos que se contemplaban en la actualidad en nuestra legislación civil, y que en las escrituras se señalan una serie de impedimentos para contraer matrimonio entre las que se mencionan las siguientes: “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová. La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez. ”… (16) A un sumo sacerdote le estaba prohibido casarse con una viuda, una mujer divorciada, una violada o una prostituta, pues se tenía que casar solo con una virgen del pueblo, esta prohibición se extendía en sí a todos los sacerdotes, sin embargo en el libro del Profeta Ezequiel se establece que se podían casar con una virgen de la casa de Israel o una viuda de oto sacerdote. Si una hija heredaba propiedades, no se podía casar con alguien que no fuera de su tribu. Des esta manera se evitaba que la posesión hereditaria pasase de tribu en tribu. 15 Deuteronomio 21, 10-13. 16 Levítico 18, 6-7. 20 3.2. LA DOTE. Antes de que se concertase el contrato matrimonial, el joven, o su padre, tenían que pagar al padre de la muchacha la dote o precio de la novia: hecho relevante y que en las escrituras se menciona de la siguiente manera: “Siquem dijo al padre y a los hermanos de Dina: Les ruego que me perdonen. Yo les daré todo lo que ustedes me pidan. Impónganme un precio y regalos de valor, y yo les pagaré lo que quieran, pero denme a la muchacha por eso”. Este hecho se consideraba una compensación por la pérdida de los servicios de la hija y por los problemas y gastos que los padres habían tenido al cuidarla y educarle. A veces se pagaba la dote con ciertos servicios a favor del padre como lo menciona el Libro del Génesis que a la letra dice: “Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor,” (17) Asimismo en la Ley se estableció un precio de compra determinado para una virgen que no estaba comprometida y la cual era seducida por un hombre de esta manera, por lo tanto el varón tenía que cubrir cierta cantidad de dinero por la doncella, las escrituras señalan lo siguientes: “Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes.” (18) 3.3. FORMALIZACIÓN DEL MATRIMONIO. 17 Génesis 29, 18 18 Éxodo 22, 17. 21 El rasgo central y característico de la boda propiamente dicho era la manera solemne de llevar a la novia de la casa de su padre a la casa de su esposo en la fecha acordada; con este acto se manifestaba e significado del matrimonio, representado por la admisión de la novia en la familia del esposo. Antes de la Ley, en los días de los patriarcas, la boda consistía simplemente en lo antedicho. Era un acontecimiento totalmente civil. No había ninguna ceremonia o rito religioso, y ningún sacerdote oficiaba o daba validez al matrimonio. El novio llevaba a la novia a su casa, a la tienda o casa de sus padres. Se daba a conocer públicamente, se reconocía y se registraba, y el matrimonio ya era válido, así lo señala el texto bíblico que dice: “la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.” (19) Sin embargo, tan pronto como se concertaba el casamiento y los contrayentes estaban comprometidos, se les consideraba como si estuvieran unidos en matrimonio. “entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas …” (20) En este caso las hijas de Lot todavía estaban en su casa, bajo la jurisdicción de su padre, pero a los hombres que estaban comprometidos con ellas se les llamó “yernos (de Lot), que habían de tomar a sus hijas”. Otro caso similar lo encontramos con Sansón en el Libro de los Jueces que señala que éste nunca se casó con cierta con filistea, sino que solo estuvo comprometido con ella, sin embargo a esta mujer se le llegó a llamar su esposa. 19 Génesis 24. 67. 20 Génesis 19:14. 22 La Ley decretaba que si una muchacha que ya estaba comprometida cometía fornicación, había que darle muerte a ella y al hombre culpable. En caso de que de que haya sido violada, se tenía que dar muerte al hombre. Los matrimonios se registraban. Bajo la Ley, tanto los matrimonios como los nacimientos que resultaban de la unión se inscribirían en registros oficiales de la comunidad. Por esta razón tienen una genealogía exacta de Jesucristo. 3.4. CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO Aunque en Israel las bodas no iban acompañadas de ninguna ceremonia, se celebraban con gran gozo. En la Biblia podemos encontrar diversos pasajes que describen la forma en que se arreglaban para la ceremonia los novios, tal es así que se señala que el día de la boda, la novia se arreglaba con esmero en su propia casa. Primero se bañaba y se untaba con aceite perfumado. “Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. ”. (21) A veces, ayudada por sirvientas, se ponía “fajas para los pechos” y un vestido blanco espléndidamente bordado, dependiendo de su condición social. Si podía, se engalanaba con adornos y joyas y después se cubría con una prenda fina, una especie de velo, que se extendía de la cabeza a los pies. Esto explica porqué Labán pudo engañar fácilmente a Jacob, de manera que este no se dio cuenta de que se le daba Lea en lugar de Raquel. Rebeca se puso una mantilla cuando se dirigía al encuentro de Isaac. Este acto 21 Ruth 3,3. 23 simbolizaba la sumisión de la novia a la autoridad del novio, pues de esta forma lo señalan las Escrituras. “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado... Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. ”.(22) Ahora por lo que respecta al novio la Biblia señala que éste se vestía también con su mejor atavío y frecuentemente con una prenda hermosa para la cabeza y una guirnalda encima. “Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón Con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, Y el día del gozo de su corazón.”. (23) Partía de su casa al anochecer y se dirigía a la casa de los padres de la novia acompañado por sus amigos. Desde allí, se iniciaba una procesión que iba acompañada de músicos, cantores y, normalmente, de personas que llevaban lámparas, se dirigía nuevamente hacia la casa del novio o a la casa de su padre, dependiendo del lugar al que el novio llevaría a la novia a vivir. Aquellos que se encontraban a lo largo de la ruta tomaban gran interés en la procesión. Las voces de la novia y del novio se oían con alborozo. Algunos se unían a la procesión, en especial doncellas que llevaban lámparas. El novio podía pasar un tiempo considerable en su casa y después la procesión también podía demorarse antes de partir de la casa de la novia, por lo que sería bastante tarde y algunos de los que esperaban a lo largo del camino podrían adormecerse, como en la ilustración de Jesús sobre las diez vírgenes. 22 1 Corintios 11, 5, 10. 23 Cantar de los Cantares 3, 11. 24 El cantar y el alborozo se podían oír a cierta distancia,y los que lo oían gritaban: “Aquí esta el novio”. Los servidores estaban preparados para dar la bienvenida al novio cuando llegase, y los que estaban invitados a la cena de bodas podían entrar en la casa. Después de que el novio y su séquito había entrado en la casa y se cerraba la puerta, era demasiado tarde para que entraran los invitados que se habían retrasado. Se consideraba un gran insulto rehusar la invitación a un banquete de bodas. En algunas ocasiones, a los invitados se les proporcionaba trajes, y con frecuencia aquel que había extendido la invitación era quien designaba los lugares que se debían ocupar en el momento del banquete. “El amigo del novio” desempeñaba un papel muy importante en la celebración de la boda, y se le consideraba como aquel que unía a los novios. Se regocijaba cuando oía la voz del novio conversando con la novia, y se sentía contento de haber visto su labor bendecida con un final feliz. 3.5. PRUEBA DE LA VIRGINIDAD. Después de la cena, el esposo llevaba a su novia a la recámara nupcial. En la noche de bodas se usaba una tela o prenda, y después se guardaba o se daba a los padres de la esposa para que las señales de la sangre de su virginidad de la mujer constituyeran una protección legal para ella en el caso de que más adelante se le acusase de no haber sido virgen o de haber sido una prostituta antes de la boda. De otra manera, podían lapidarla por no haberse presentado en matrimonio simulando ser una virgen sin mancha y haber acarreado vigente en algunos pueblos del Oriente Medio hasta tiempos recientes. 25 3.6. PRIVILEGIOS Y RESPONSABILIDADES Es cierto que para el pueblo de Israel el matrimonio era una cuestión sumamente importante, por ello la familia que se formaría debería tener ciertas responsabilidades, así el esposo era la cabeza de la casa, y a él se le dejaba la decisión final en cuanto a los asuntos que afectaban al bienestar y la economía de la familia. Si el esposo consideraba que la familia se vería afectada de manera adversa, hasta podía anular un voto de su esposa o hija. El hombre comprometido con una mujer también debía tener esa autoridad. El esposo era el señor, el amo de la casa, y se le consideraba el dueño de la mujer. El capítulo 31 del Libro de Proverbios enumera algunas de las responsabilidades de la esposa para con su esposo o dueño, que incluían el trabajo de la casa, hacer y cuidar la ropa, algunas compras y ventas y la supervisión general del hogar. Aunque la mujer estaba en sujeción y en cierto sentido era propiedad del esposo, disfrutaba de una excelente posición y muchos privilegios. Su esposo tenía que amarla, aun en el caso de que fuese la esposa secundaria o de que la hubiese tomado cautiva, no la debía maltratar ni discriminar en débito conyugal y tenía que darle alimento, ropa y protección. Asimismo, el esposo no podía constituir como primogénito al hijo de su esposa favorita a costa del hijo de la esposa “odiada” (es decir, menos querida). “Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar 26 el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito”. (24) Los hebreos eran personas fieles que amaban a sus esposas, y si la esposa era sabia y vivía en armonía con la ley de Dios, el esposo la escuchaba y aprobaba sus acciones. Se respetaba la dignidad de la persona de la esposa. Estaba prohibido tener relaciones con ella durante la menstruación pues se consideraba que era un periodo en la que la mujer era impura y el hombre tenía que esperar a que pasara esa etapa pues de lo contrario él también quedaría impuro. 3.7. DIVORCIO. En cierta forma para los israelitas quedaba claro que cuando Dios instituyó el matrimonio, no dispuso que hubiese divorcio, por el contrario el hombre tenía que adherirse a su esposa “llegar a una sola carne”. De modo que el hombre tendría una sola esposa con la que pudiera formar una unión tan entrañable que serían una carne. Sin embargo, la concepción de los hebreos cambió, llegaron tiempos en los que los egipcios trataron con brutalidad y los redujeron a la esclavitud, lo que alteró completamente sus costumbres y ritos. A la llegada de Moisés esta situación cambió, ya que Dios había decidido liberarlos de ese yugo, señalándoles algunos principios para que desarrollaran su vida en armonía. Para el pueblo Israelí fue complicado abandonarse en la manos de Dios y la fe en Él se demeritó; regresaron a sus costumbres paganas, permitiéndose para entonces el divorcio o repudio, que rompía la unión indisoluble del matrimonio que Dios quería para los hombres. 24 Deuteronomio 21, 15, 16. 27 Cuando Dios dio su Ley a Israel, no lo obligo a seguir la norma original, por el contrario reguló el divorcio para que no afectara negativamente a la familia Israelita. Sin embargo, a su debido tiempo Dios restableció la norma original. Cuando Jesús estuvo entre los Israelitas fue cuando se restablece la norma original de Dios, Él viene y les afirma que lo que su padre quiere es que se unan en matrimonio pero de forma indisoluble, que deben formar una sola carne que no puede ser disuelta por el hombre por cualquier motivo, pues lo que su padre había unido no podía ser separado por capricho del hombre. Así lo dice el texto de la Biblia que señala lo siguiente: “… ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre...” (25) En esta misma tesitura Jesús declara el principio por el cual debían ser regidos los Israelitas, pues Él mismo señala que la “fornicación” era la única forma válida para el divorcio, pero esto tuvo que ser así debido a la dureza de corazón de los Israelitas, que no supieron mantenerse en los designios de Dios. Lo señala el texto de la Biblia que a continuación cito: “…Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.” (26) 25 Mateo 19, 4-6. 26 Mateo 19, 8-9 28 Por lo tanto, la única causa que puede romper el matrimonio entre los Israelitas, aparte de la muerte, que lo deja sin efecto, es la fornicación, que hace que el ofensor llegue a ser ilícitamente una sola carne con otra persona. La parte inocente puede usar este hecho como base para disolver el matrimonio, si así lo desea, y volver a casarse. El esposo tenía que darle un certificado escrito de divorcio, lo que implica que a la vista de la comunidad el divorcio tenía que estar justificado. Como el certificado era un documento legal, tenía que contar con la aprobación de los ancianos o autoridades de la ciudad. La mujer podía volver a casarse y el certificado la protegía de ser acusada por un motivo diferente a adulterio. No se permitía el divorcio al hombre que seducía a una muchacha antes de casarse o que acusaba falsamente a su mujer de no ser virgen cuando se había dado en matrimonio. Si después del divorcio la mujer se casaba con otro y este más tarde se divorciaba de ella o moría, el esposo original no podía casarse con ella de nuevo. La Ley Mosaica impedía que se provocara el divorcio o quizás incluso hasta que se tramara lamuerte del segundo esposo para que la pareja original pudiera volver a casarse. Los Israelitas estaban concientes de que Jehová odiaba el divorcio injusto, sobre todo cuando se traicionaba a una adoradora fiel con el objeto de casarse con una mujer pagana, que no pertenecía a su pueblo escogido. No obstante, “Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos; entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de 29 plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.” (27) Se debía dar apoyo a la mujer que había sido deshonrada y que quizá ya no sería bien vista por ningún otro hombre, ya que para los Israelitas la virginidad era una situación sumamente importante, por tal motivo el hombre no podía repudiarla por el resto de su vida. 3.8. POLIGAMIA. Los Israelitas sabían que la norma original de Dios para la humanidad no contemplada la poligamia, puesto que el hombre y la mujer tenían que llegar a ser una sola carne, por lo que esta práctica se prohibió expresamente en los tiempos de los primeros cristianos. En este sentido nos enseñan las escrituras que: “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”. (28) Es por ello que sabemos que la poligamia no era una situación contemplada por Dios para el pueblo de Israel, de tal forma que se exige que las personas que ocupan un rango importante deben casarse una sola vez para ser ejemplo de todas las personas que los siguen y que los respetan. La primera vez que se menciona en la Biblia la poligamia es con respecto a un descendiente de Caín, Lamac, de quien se dice: “Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. ” (29) 27 Deuteronomio 22, 28-29. 28 1 Timoteo 3, 2. 29 Génesis 4, 19. 30 Por lo que sabemos y a pesar de lo que Dios les ordenaba, si podían poseer varias mujeres y casarse con dos al mismo tiempo, la única condición que tenía que cumplir era que las debían mantener a ambas sin afectar a ninguna por contraer un nuevo matrimonio. Esta situación la refleja el libro de Éxodo que refiere lo siguiente: “Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal.” (30) En su momento la poligamia al igual que el divorcio se tuvo que tolerar pero el orden también fue restablecido por Jesús cuando habitó entre los Israelitas. Aunque es claro que no todos se sometieron a este orden por lo que todavía se sigue prácticamente la poligamia por algunos Israelíes. “El Séptimo Mandamiento establece: “no cometerás adulterio” (Éxodo XX 13; y también Deuteronomio V 18). Esto es, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo (Levítico XVIII 20). Y cuando el hombre cometiere adulterio con la mujer d otro, serán muertos tanto el adultero como la adultera (Levítico XX10). En este sentido, cuando fuera hallado un hombre acostado con mujer casada, ambos morirán; así quitarás el mal de Israel (Deuteronomio XXII 22). … Adviértase que la Biblia regula el divorcio, para cuando un hombre tiene una mujer mala o indecente (Deuteronomio XXIV 1-3). … La explicación del precepto negativo de la Biblia que prohíbe el adulterio atiende a evitar la desorganización e incluso la destrucción familiar de la correspondiente pareja; a la vez que busca impedir el incumplimiento de otros preceptos, tales como honrar a los padres, o de abstenerse de tener relacione intimas con los parientes prohibidos, como padres, hermanos, tíos; precisamente ante el desconocimiento de la verdadera paternidad.” (31) 3.9. CONCUBINATO 30 Éxodo 21, 10. 31 ATRI, Mauricio. La Legislación Mexicana Comentada por Dios, (1ª edición), editorial Porrúa, México 2008. Pág. 69 31 Bajo la ley patriarcal y bajo el impacto de la Ley se practicó el concubinato. La concubina estaba en una condición reconocida legalmente: su situación no era de fornicación ni adulterio. Según la Ley, si el hijo primogénito era el de la concubina, recibía de igual modo la herencia que correspondía al primogénito. Sin duda el concubinato y la poligamia permitieron que los Israelitas se multiplicaran con mayor rapidez, de modo que, si bien Dios no los había instituido, sino simplemente permitido y regulado, sirvieron en aquel tiempo para cierto propósito. 4. EL MATRIMONIO EN ROMA. La organización de la familia en Roma estaba a cargo del patriarcado, de aquí que el papel del Pater Familias era el principal y la madre ocupaba un lugar completamente secundario. Por su misma constitución la familia se desarrolla exclusivamente por vía de los varones, cuestión que solo acontece en estados más avanzados de la civilización. Por lo tanto, cuando se puede inferir que la causal del nacimiento fue un acto que se efectuó meses atrás, entonces el parentesco ya pudo ser regulado por la vía paterna. “Se llama Pater Familias a aquél que tiene el señorío en su casa, y se le designa correctamente con éste nombre aunque no tenga hijo, pues el término no es sólo de relación personal, sino de posición de trabajo” (32) Así se considera que el fundamento legal de la familia durante todas las épocas del derecho romano, fue el matrimonio, considerado como la unión monógama 32 BRAVO GONZÁLEZ, Agustín y BRAVO VALDÉS, Beatriz. “Primer curso de Derecho Romano”, editorial Porrúa, México 2001. Pp. 26. 32 entre un hombre y una mujer, quienes conviven con la intención de ser marido y mujer, con la finalidad de procrear hijos y constituir una sociedad perpetua e íntima. Dos son los aspectos centrales del matrimonio romano: su rigurosa monogamia, compartida con etruscos y griegos, y la necesidad de una permanente voluntad de mantener la vida en común. (33) En este derecho se reconoció la existencia de dos tipos de matrimonio a saber: a) Justae nuptiae o iustum matrimoni. Puede ser de dos formas: Cum Manu y Sine Manu. b) Concubinato. 4.1 MATRIMONIO CUM MANU. En éste matrimonio se daba la manus que era en sí la potestad que estaba modelada bajo la patria potestas, las cuales poseen características similares ya que pertenecen al derecho civil y sólo son aplicables a la mujer. La manus era el acto por el cuál, una mujer salía de la potestad de su padre, para caer en la patria potestad de su marido. Es un derecho constituido por dos formas: 1. Por matrimonio 2. Por pacto de buena fe. De ésta forma en la antigua Roma era común que la manus se otorgará mediante una conventio in manu, que se podía llevar a cabo de tres formas: a) POR CONFERREATIO. 33 BIALOSTOSKY, Sara. “Panorama de derecho romano”, 3ª edición, Ed. Porrúa, México 2007. Pp. 60. 33 Era una cuestión reservada a los Patricios, se celebraba una ceremonia religiosa en honor al Dios Júpiter, donde intervenía el gran pontífice y diez testigos, en ella los contrayentes pronunciaban una serie de palabras solemnes y la mujer debía llevar en la mano un pan de trigo (simbolizaba lo religioso de la unión). b) POR CO-EMPTIO. Es el acto jurídico por medio del cual el Pater Familias vendía a la mujer de manera ficticia a su futuro marido, sólo cuando ésta era alieni iuris, es decir, dependiente del Pater Familias, porque en caso contrario la venta era autorizada por el autor debido a que la mujer era sui iuris, es decir independiente. c) POR USUS. Se refiere a la simple convivencia ininterrumpida de la mujer con el marido por un año lo que se le otorgaba a éstela manus sobre la mujer siempre y cuando se tuviera el consentimiento de los cónyuges y del Pater Familias. Sin embargo si la mujer no quería quedar bajo la potestad de su marido, la Ley de las XII Tablas le autorizaba que se ausentara por tres noches en el año, para que de esa forma se interrumpiera el plazo y los efectos del usus no se produjeran. El matrimonio cum manu fue abolido durante el derecho clásico y dio lugar a que surgiera el matrimonio sine manu. 4.2. MATRIMONIO SINE MANU. 34 En éste matrimonio a diferencia del anterior, la mujer no salía de su familia natural, es decir, no se hacía “agnada” de la familia del marido, ya que éste no adquiría la potestad sobre la mujer ni ocupaba el mismo plano de igualdad. Como mencioné anteriormente el matrimonio en Roma fue considerado monogámico y a su vez estaba constituido por dos elementos importantes; uno de carácter objetivo que tiene que ver con la convivencia que existe entre el hombre y la mujer y el otro de carácter subjetivo que consistía en la intención que tenían los contrayentes de considerarse recíprocamente como marido y mujer, a éste elemento se le da el nombre de afectio maritalis, esta se exterioriza a través del honor del matrimonio, lo cual se traduce en el trato que se otorgan los esposos en público, especialmente del hombre a la mujer ya que ésta compartía el mismo rango social del hombre. Por lo tanto, el matrimonio romano es la convivencia del hombre y la mujer con la intención de ser marido y esposa, ordenado al fin de procrear y educar a los hijos y de constituir entre los cónyuges una sociedad perpetua e íntima bajo todos los aspectos. También existió el contubernio que era el matrimonio de los esclavos, el cual carecía de toda regulación jurídica, por lo que ésta unión no tenía ninguna validez pues los esclavos no eran susceptibles de derechos, pues solo se consideraban cosas, por lo tanto la mayor o menor estabilidad de ese ligamen dependía de la voluntad de su amo, quien tenía la facultad de separarlos libremente. En este derecho reconocían los esponsales que al igual que el contubernio carecían de protección jurídica. Los esponsales consistían en la petición y promesa de futuras nupcias, ésta promesa podían hacerla los propios contrayentes o en su caso los Pater Familias a favor de sus hijos. 35 4.3. CONDICIONES DE VALIDEZ DEL MATRIMONIO. El matrimonio por ser una situación de hecho, se establecieron algunas condiciones para su validez, teniendo cuatro aspectos importantes. a) LA PUBERTAD. Se designaba la capacidad biológica de los contrayentes de engendrar en el caso del hombre y concebir para la mujer. La existencia de este requisito se explica debido a la finalidad misma del matrimonio que era la de procrear hijos para la perpetuación de la especie. La edad para procrear en la mujer era de doce años, y de catorce para los hombres. b) EL CONSENTIMIENTO DE LOS CONTRAYENTES. Se refiere a que los contrayentes debían manifestar su consentimiento de unirse en matrimonio de manera libre y espontánea, y sólo podía pasar si los mismos eran personas sui iuris, es decir, sujetas de derecho. De ahí se tenía que: a) Los locos podían casarse válidamente mientras tuvieran un lapso de lucidez. b) Un Paterfamilias no podía en el derecho clásico decidir el matrimonio de sus hijos, siendo sólo decisión de los contrayentes. c) En el caso de los esclavos, el patrón no podía obligar a su liberta a que contrajera matrimonio con él por el hecho de liberarla. c) EL CONSENTIMIENTO DEL PATER FAMILIAS Los hijos que fueran alieni iuris debían necesariamente contar con la autorización del pater familias para contraer matrimonio, ya que éste es un atributo de la propia potestad paterna. De ahí que no eran consultados: 36 a) Los ascendientes maternos y la propia madre. b) Los ascendientes paternos, ya que no tienen potestad sobre los hijos. En el caso de las nietas bastaba si el consentimiento lo daba el abuelo y en el de los nietos era necesario el consentimiento del padre y del abuelo. c) Cualquiera que fuera la edad de los hijos era necesario que siempre se le consultara al padre para contraer matrimonio. Era tan importante el consentimiento del pater familias que en caso de que se llevara a cabo un matrimonio sin su autorización y existiera una situación de hecho, el infante no sería iustus, es decir, legítimo, lo que le impediría entrar en la potestad del padre. d) EL CONNUBIUM. Esta palabra se emplea cotidianamente para designar al matrimonio en sí, sin embargo se refiere a la aptitud legal para contraer matrimonio o las iustae nuptiae. Es una de las ventajas que la ciudadanía romana confiere en el orden privado a los ciudadanos romanos, a los latini veteres y aquellas personas a quienes por concesión especial se les otorgaba. Si se cumplía cada uno de éstos requisitos el matrimonio podía celebrarse de manera válida y entonces sería reconocido y respetado por todos los ciudadanos romanos, otorgándoseles ciertos privilegios por ello. Finalmente, deseo concluir este capitulo mediante la inserción textual de las reglas de celebración del matrimonio, o nupcias como se le conocía, de acuerdo al Corpus Iuris Civilis: “TITULO II DE LA RITUALIDAD DE LAS NUPCIAS 1.- MODESTINO; Reglas, libro 1.- Las nupcias son unión de varón y de la hembra, y consorcio de toda la vida, comunicación del derecho divino y del humano. 37 2.- PAULO; Comentarios al Edicto, libro XXXV.- Las nupcias no pueden subsistir si no consintieran todos, esto es, los que se unen, y aquellos bajo cuya potestad están. 3.- EL MISMO; Comentarios a Sabino, libro I.- Si yo tuviera bajo mi potestad un nieto habido de un hijo, y una nieta habida de otro hijo, escribe Pomponio, que pueden centrarse nupcias entre ellos con mi sola autoridad; y es verdad. 4.- POMPONIO; Comentarios a sabino, libro III.- La casada menor de doce años sera mujer legitima cuando haya cumplido los doce años en poder del varón. (34) 4.4. IMPEDIMENTOS PARA CONTRAER MATRIMONIO. Así como existían requisitos de validez se señalaron impedimentos para contraer matrimonio los cuales se referían al parentesco, la afinidad o por motivos de moral o de política. Los impedimentos que resultan del parentesco son: Por otra parte en Roma no existía propiamente un sistema de impedimentos para contraer iustae nuptiae, sí podemos señalar algunos: a) La existencia de otros lazos matrimoniales. b) El parentesco. El límite de lo permisible varía generalmente entre el tercer y cuarto grado. c) La afinidad. Se prohíbe el matrimonio entre a fines en línea recta y según la época. d) La diferencia en el rango social. e) La existencia de relaciones de tutela o curatela entre los cónyuges. f) Extempus Luctus. g) El hecho de haber sido adúlteros. (35) Dentro de los impedimentos por razones políticas y sociales, se encuentra: 34 CORPUS IURIS CIVILIS. Traducción de Emilio del Río Pacheco y Armando Ríos Jáquez, (1ª edición), tomo III, editorial Reproducciones Graficas Laguna, México 2006. Pág. 346. 35 BIALOSTOSKY, Saara. Ibidem. Pp. 61. 38 a) El matrimonio entre Patricios y plebeyos estaba prohibido hasta la Ley Canuleia del año 445 a. C. b) El matrimonio entre los funcionarios con cargos en las provincias y las mujeres de la localidad, lo que se extendía a los hijos de éstos. c) También se prohibió el matrimonio entre los senadores y los manumitidos. d) En la época de Marco Aurelio y Cómodo se prohibió el matrimonio entre el tutor y su pupila, entre el curador y la mujer menor de veinticinco años que estuviera bajo su vigilancia, asimismo se le prohibió al padre del tutor y del curador. Existían otras causas por las que no se podía llevar a cabo el matrimonio:
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