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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN LAS FESTIVIDADES EN HONOR A LA IMAGEN DEL NIÑOPAN: TRADICION REPRESENTATIVA DE LA VIDA COTIDIANA, CULTURAL Y RELIGIOSA DEL PUEBLO DE XOCHIMILCO. TESINA QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN SOCIOLOGÍA PRESENTA JESÚS AMADOR ESLAVA ASESOR: VÍCTOR ALEJANDRO PAYÁ PORRES DICIEMBRE 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. I Agradecimientos. A ti, bondad infinita, gracias por permitir que este momento suceda, gracias por darme la capacidad de fascinarme con la sociología y con la FES Acatlán, donde tuve la oportunidad de aprender de tanta gente, maestros y compañeros que además me han brindado su tiempo y su invaluable amistad, por ello gracias, Señor. A la familia No puedo concebir este trabajo sin el apoyo de mi familia, gracias por depositar su fe en mí. Mi más profundo agradecimiento. A mis padres, la Sra. Guadalupe Eslava y al Sr. Jesús Amador, quienes han hecho hasta lo imposible por brindarnos a sus hijos una educación, misma que me ha permitido culminar esta instancia, gracias por sus sabios consejos. Gracias Mamá por tus oraciones y todo tu sacrificio; Papá, gracias por tu esfuerzo, desde que formé mi familia, mi objetivo es poder darle a mis hijos, lo mismo que ustedes me brindaron: Todo el máximo esfuerzo, dedicación y amor. Mi agradecimiento a Alicia Celina, quién ha rebasado el rol de esposa, siendo mi amiga, mi compañera, mi lugar y mi soporte. La relación que me brindas, sobrepasa mi asombro, gracias por tu dedicación y tu amor. A mis hijos Samuel e Israel, por quienes pretendo instancias más allá de la licenciatura. Con ustedes hijos, además del agradecimiento, va el compromiso, Sammy te amo; Isra te amo. ¡Vamos por más! A mis hermanos Oscar y Marilú, quienes son mis mejores amigos y me brindan aun más por su invaluable amistad, que por consanguinidad. Gracias Oscar, tu aguerrido espíritu ha sido mi inspiración, Nena, gracias por tu comprensión y confianza. A mi primo Daniel y a mis sobrinos Chris y Andrea. Quiero dedicar también este trabajo de manera especial a la memoria de mi tío Hugo, a quién le debo mucho de mi personalidad. Mi vida se vio privilegiada con su amistad, su consejo y su apoyo. Gracias Hugo, donde quiera que estés. II A la academia Tal y como sucede con Godbout, en los agradecimientos de su libro El Espíritu del don, desarrollar un proyecto referente a la lógica del dar, recibir, devolver, remite a mi persona a un estado de deuda que me motiva a agradecer profundamente a quien ha brindado el apoyo total a esta tesina, me refiero al Dr. Víctor Alejandro Payá Porres, quién fomentó la idea original de iniciar una investigación sociológica y etnográfica sobre la imagen del Niñopan, y que con su brillante asesoría e instrucción, tuve la oportunidad de incursionar en el tema, así mismo, le agradezco por su tiempo y sus acertadas recomendaciones y principalmente porque además me ha brindado su confianza y su invaluable amistad. Por todo ello y por el excelente libro mencionado: ¡Gracias profesor Alejandro! También quiero agradecer a mis profesores de la licenciatura de sociología de la FES Acatlán, porque no sólo imparten clase, sino que realmente enseñan, inculcan y forjan. Desde aquí mi agradecimiento, su labor docente dignifica a las ciencias sociales. A la Maestra Elisa Cuevas Landero, quién desde los primeros semestres me instruyó lo suficiente para inculcarme el acercamiento a la lectura de la sociología, también le agradezco por la confianza que puso en este trabajo, pero principalmente por su amistad que aprecio bastante. Al Dr. Marco Jiménez, porque aunque no tuve la oportunidad de que me impartiera clase, me brindó mucho de su conocimiento con sus acertados comentarios, dándome así, la oportunidad de mejorar este trabajo. Al Dr. Ramón Reséndiz, porque ha inculcado el acercamiento a la teoría sociológica de forma tal, que varios compañeros hicimos de la sociología una forma de vida. Por otra parte, le agradezco su interés en este trabajo, sus comentarios favorecieron a mejorar en el aspecto metodológico. A la profesora Perla Barrera, quién en el aula nos hizo tomar conciencia de la importancia de la sociología latinoamericana, lo que me llevó a indagar más en el aspecto social y cultural de nuestros pueblos, pero también le agradezco por su tiempo y los comentarios realizados a este trabajo, Al Dr. Joaquín Careaga, por su excelente seminario de cultura, donde la teoría y análisis de la cultura, proporcionaron útiles herramientas para este trabajo. A la Maestra Lorena Cruz Ramos, por la enseñanza del psicoanálisis, la cual se realizó de una forma práctica, cercana y amena, pero siempre con el profesionalismo que implica tan fascinante disciplina. III A la Universidad Nacional Autónoma de México, quién es en todo sentido mi alma mater, mi condición laboral y académica se la debo a esta enorme institución, sin la que yo no sería nada. Gracias UNAM por todo lo que soy por ti, ¿Cómo no te voy a querer? A los amigos Mi profundo agradecimiento, a quienes compartieron conmigo más que un aula de clases, por la interacción que creó un lazo tan fuerte, que a la fecha se sigue consolidando, a mis colegas y compañeros de clase, quienes sobre todo, son mis amigos: Ricardo Salas, Osvaldo, Ulises, Paty, Iván Moreno “Estopa”, Jacobo, Angie, Rosa Laura, Perlita, Carlos Nájera, Susan, Yadira, Karina, Xavier, Iveth Celis y la “güerita” Ivonne, Edna, Ana Karina y Ana Laura. Gracias, mis acatlecos por ser mi banda. También agradezco a mis amigos del CCH sur, quienes su recuerdo me causa alegría: Ricardo Sánchez, Víctor Jiménez y Adolfo Viveros, por ustedes se que la amistad va más allá del tiempo, por igual a mis entrañables amigos bohemios y trovadores ccheros, Mónica, Arturo, Noemí e Ivette. Gracias por enseñarme el valor de la amistad. Igualmente quiero agradecer a mis compañeros de trabajo en la DGTIC-UNAM, porque me demuestran que además de las relaciones meramente laborales, existe también la camaradería, el compañerismo y por sobre todo, la amistad. Gracias especialmente a Juan Carlos Guzmán y a Luis René Cejudo, quienes en la categoría de hermandad, han hecho que la amistad quede rebasada por su consejo y confianza, gracias infinitas. A Edgar Fabián, Nacho, Poncho, Sergio e Irineo. Con mucho aprecio agradezco a ustedes por ser mis amigos, antes que compañeros de trabajo. A la Sra. Cecilia Aguilar y a mi compadre Alejandro, gracias por el apoyo, así como a los profesores Carmen y Cándido Aguilar, quienes me proporcionaron su tiempo de entrevista y su invaluable material fotográfico. 1 ÍNDICE. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 3 Perspectiva teórico-metodológica. ...................................................................... 4 CAPITULO I. INTRODUCCION AL CONTEXTO DEL MUNDO DEL NIÑOPAN ... 11 Breve esbozo histórico-cultural y religioso de Xochimilco. ................................ 11 Algunas festividades religiosas de Xochimilco. .................................................12 Devoción por la imagen del “Niño-Dios” en Xochimilco. ................................... 13 Breve recuento de la festividades en honor al Niñopan. ................................... 16 Las festividades y el tiempo sagrado. ............................................................... 23 CAPITULO II. HISTORIAS EN TORNO AL ORIGEN DEL NIÑOPAN .................. 26 Historia y tradición oral. .................................................................................... 26 ¿Niñopa o Niñopan? ......................................................................................... 28 Algunas narraciones. ........................................................................................ 29 La palabra errante, la cultura y los mitos fundadores. ....................................... 32 Memoria colectiva e identidad .......................................................................... 35 CAPITULO III LA FESTIVIDAD COTIDIANA ........................................................ 38 Lo cotidiano en los barrios de Xochimilco. ........................................................ 42 La agenda y la espera. ..................................................................................... 44 La circulación del Niñopan. ............................................................................... 46 Ritualidad que sigue cada familia de hospederos. ............................................ 50 Ir por el Niño. .................................................................................................... 51 La Procesión. ................................................................................................... 52 Estancia en casa del hospedero. ...................................................................... 56 Instauración del espacio sagrado. .................................................................... 57 Los asistentes y su participación dentro de la festividad cotidiana. ................... 61 La comida en casa del hospedero .................................................................... 63 Procesión de regreso a la casa del mayordomo. .............................................. 66 El Rosario, las buenas noches al niño y la merienda. ....................................... 68 La festividad cotidiana y las muestras de trance y posesión ............................. 70 Los “simples” espectadores .............................................................................. 73 CAPITULO IV. LAS POSADAS EN HONOR AL NIÑOPAN.................................. 75 La preparación. ................................................................................................ 79 Crónica de la novena posada. .......................................................................... 82 La tradicional arrullada. .................................................................................... 91 CAPITULO V. 2 DE FEBRERO DIA DE LA CANDELARIA: CAMBIO DE MAYORDOMÍA Y RENOVACION DEL LUGAR Y DEL TIEMPO SAGRADO ....... 93 2 de febrero en Xochimilco. .............................................................................. 95 El cambio de mayordomía. ............................................................................. 100 2 CAPITULO VI. EL NIÑOPAN COMO SIMBOLO Y SISTEMA DE DON .............. 110 El Niñopan, una imagen cargada de Mana. .................................................... 113 El Niñopan como un sistema de Don. ............................................................. 117 CONCLUSIONES .............................................................................................. 123 Anexo 1. ANECTODAS Y RELATOS EN TORNO AL NIÑOPAN ....................... 128 Milagros y narraciones de la creencia popular. ............................................... 129 Anexo 2. CANTOS EN HONOR AL NIÑOPAN ................................................... 132 Algunos cantos en honor al Niñopan. ............................................................. 132 Anexo 3 ORACIONES EN HONOR AL NIÑOPAN ............................................. 136 FUENTES DE INFORMACIÓN .......................................................................... 138 3 INTRODUCCIÓN El presente trabajo surge a partir de la necesidad de estudiar y comprender algunos temas que la Sociología de la religión ha abarcado de forma general, y que son de gran relevancia para continuar profundizando desde una perspectiva microsociológica, con el fin de facilitar la comprensión del comportamiento humano hacia la dimensión de lo sagrado, lo profano, el don, la ritualidad, y lo simbólico. Una investigación de naturaleza local, que a la par, ilustra elementos cotidianos como son el prestigio y la solidaridad de una comunidad que se encuentra dentro de una de las urbes más grandes del mundo. La motivación por iniciar esta tesina, surgió en el aula de clase, en la FES Acatlán, durante el seminario impartido por el Doctor. Víctor Alejandro Payá, quién me sugirió que estudiara a fondo el tema de la devoción y de las festividades al Niñopan de Xochimilco, más allá de un simple comentario o tarea escolar. Consecuencia de las discusiones y análisis en el aula, surgió el interés por la búsqueda de materiales y documentos que condujeron hasta a la culminación de la presente investigación. La importancia de estudiar la devoción del Niñopan estriba principalmente en contar con un documento que a su vez sea un testimonio sociológico, que subraya la importancia que tienen las creencias en las comunidades para otorgar sentido a la vida. La devoción tan grande que se le tiene al Niñopan en Xochimilco adquiere la forma de intercambio o dones que refuerza la identidad cultural que define a este pueblo en sus lazos de prestigio, solidaridad y cooperación. Incursionar teóricamente en el tema, permite explicar muchos hechos cotidianos que aparentemente no tienen razón de ser. Entendí lo relevante que es el comprender a lo sagrado, lo profano, la ritualidad y lo simbólico como parte de la de la conformación social de la realidad. Desde un punto de vista sociológico y etnográfico, la tesina se realizó recabando información directa sobre la situación, 4 de forma que se realizaron entrevistas, observaciones, fotografías, etcétera, con la finalidad de explicar el fenómeno de la creencia local en una parte de la Ciudad de México. El Niñopan dejó de ser la imagen religiosa a quién el pueblo le ofrece un derroche de regalos y ofrendas, aparentemente innecesario, para surgir como un hecho sociológico con múltiples aristas de tipo cultural, económico, político y sobre todo religioso. Esto ha dado a Xochimilco una identidad a través del tiempo que se lleva gestando esta devoción y la que sus devotos manifiestan se ha preservado desde hace cuatro siglos, o al menos eso es lo que registran los datos y la tradición oral. Perspectiva teórico-metodológica. Esta tesina tiene como una de sus primicias el trabajo iniciado por Marcel Mauss, (continuado posteriormente por Duvignaud y desarrollado de forma sobresaliente por Godbout), en lo que respecta a la explicación del intercambio y el don como un presente o regalo en un sistema de “dar, recibir, devolver”, es necesario mencionar la crítica hecha por Levi-Strauss al mencionar que tal forma de construir un objeto de estudio, necesita ser expuesta en los términos del lenguaje y que Mauss se ha dejado engañar, en algunos pasajes, por las categorías de la lengua indígena, además de que la lógica del don, es solo un intercambio que el análisis no debe de fragmentar, por lo que complementa a las ideas y a la metodología etnográfica de Mauss. Marcel Mauss en defensa de sus estudios sobre el don y el método etnográfico, señala que el fenómeno social, existe sin que deba someterse indispensablemente a la expresión verbal, pues es un hecho que cierta palabra tiene un significadoen alguna lengua y otro muy diferente en algunas otras, además de que hace hincapié en que nadie se ha atrevido a discutir la 5 universalidad de lo sagrado.1 En consecuencia, Mauss señala que sería sumamente difícil citar en griego o sánscrito, alguna palabra que corresponda a la terminología latina de lo sacro, y a pesar de esto, cuestiona retóricamente si acaso los griegos o los hindúes no tuvieron una conciencia absolutamente justa y arraigada de lo sagrado; por lo que someter a la rigidez del lenguaje los temas de religiosidad popular, lo sagrado y el intercambio desinteresado, sería limitar y aminorar la riqueza contenida en la diversidad cultural. Por otra parte, y en apoyo del método etnográfico, Malinowsky sostiene que en la práctica, numerosos rasgos esenciales de la sociología y la psicología social de algunas sociedades, no están representadas por ningún término verbal; por lo que, para poder comprender los hechos sociales, será necesario recurrir al estudio del comportamiento, al análisis etnográfico de las costumbres y a los casos concretos en los que se reflejan las prescripciones tradicionales2. De ahí, a que Pierre Bourdieu destaque la importancia del aporte de Malinowsky al enunciar las reglas de la construcción del objeto científico, donde destaca el evitar un etnocentrismo metodológico que contenga “categorías ficticias” en la descripción, las cuales se basen en nuestra propia terminología y criterio, por lo que, al observar los hechos sociales, se debe hacer lo posible por lograr una descripción concreta de los comportamientos que permita al investigador no caer en categorías espontaneas del leguaje propio o del lenguaje de aquellos sujetos a quienes estudia.3 De esta forma, es necesario mencionar el aporte de las valiosas herramientas que los métodos etnográficos, la descripción densa y la observación participante han brindado por parte de autores como Geertz, Thompson y principalmente en este trabajo, Hamersley y Atkinson con su obra: Etnografía, 1 Mauss, Marcel, introduction à l’analyse de quelques phenómènes religieux, en Bourdieu, Pierre, El oficio de sociólogo, ed. Siglo XXI, México, 2004, p. 259. 2 Malinowsky, Bronislaw, Les Argonautes du Pacifique Occidental, en Bourdieu, Pierre, op. cit., p. 261. 3 Ibid., p. 260. 6 métodos de investigación4, para poder comprender algunas de las prácticas colectivas dentro de nuestra vasta cultura mexicana. La observación participante, así como los métodos etnográficos, sirvieron para intentar un ejercicio de comprensión y acercamiento a esta particular forma de devoción, y fueron centrales para realizar la investigación. Así mismo se consideraron las obras de algunos autores que han dado una relevante aportación teórica y metodológica sobre los temas de lo sagrado y lo profano, tales como Mircea Eliade5 y Roger Caillois6, quiénes son referentes indiscutibles en estos temas, mismos que permiten de forma seria y con mucha utilidad reflexionar desde la sociología y otras disciplinas, al exponer la importancia del acercamiento que el hombre de las sociedades arcaicas y modernas tiene sobre la creencia y el fenómeno religioso, y cómo cobran impacto en la vida social actual. Destaca la aportación enriquecedora de Jean Duvignaud7, quién expone la relevancia de lo simbólico en las imágenes y en la materia misma, para explicar la forma en que la fiesta, la procesión y los objetos religiosos son elementos de una ritualidad que da pie para explicar cómo es que el hombre religioso asume su condición dentro de la fe y la esperanza que lo lleva a ser un devoto totalmente entregado; Duvignaud, quien retoma las tesis centrales de Marcel Mauss, en torno a su ensayo sobre el Don, avanza más en sus ideas, brindando a este trabajo un primer acercamiento en torno a la fe en el Niñopa con respecto a la relación del intercambio y el desprendimiento desinteresado. Así, el autor nos proporciona elementos suficientes para comprender que los sacrificios y ofrendas que se otorgan a una imagen religiosa o sagrada, no buscan más allá que la satisfacción por dar y donarse. Los creyentes no buscan prestigio económico, en tanto actividad redituable bajo las leyes del mercado; su autoridad e influencia pasa por el gasto aparentemente inútil pero necesario desde la perspectiva imaginaria, que otorga sentido simbólico a hombres y mujeres que viven los misterios de la vida y de la muerte. 4 Hammersley, Martyn; Atkinson, Paul, Etnografía: Métodos de investigación, Ed. Paidós, Barcelona, 2007. 5 Eliade, Mircea, Lo sagrado y lo profano, Ed. Paidós, España, 1998. 6 Caillois, Roger, El hombre y lo sagrado, Ed. Fondo de cultura Económica, México, 2006. 7 Duvignaud, Jean, El sacrificio inútil. Fondo de Cultura Económica, México, 1997. 7 Otro autor que no sólo retoma a Mauss, sino que avanza de forma significativa y notable sobre el tema del Don, es Jaques T. Godbout, quién con su obra, El espíritu del don8, le da fuerza a este trabajo por su aportación actualizada y sociológica respecto al tema del intercambio como un sistema de reciprocidad en donde los individuos se dan y se brindan por el mero gusto y satisfacción de entregar parte de sí mismos por convicción. El Don logra el desprendimiento de los individuos en aras de la fe, por la comunidad y la pertenencia, logrando exponernos cómo es que este sistema de dones, para ser cabalmente comprendido, debe ser analizado como una visión diferente de aquella que se fundamenta en el principio económico-utilitarista. No es posible explicar una devoción tan persistente en el tiempo únicamente en el sentido de la remuneración o el prestigio vano dado por el dinero. La marca de estatus de superioridad entre la comunidad pasa por otro lugar: la creencia. Así, la sociedad tiene valores que los unen como pueblo o comunidad, como la cooperación, la solidaridad y el don. La sociología tiene como una de sus tareas, la necesidad de comprender la condición humana sin que exista invariablemente de por medio una mirada utilitarista moderna de la producción e intercambio comercial; por esta razón resulta una empresa difícil el hablar de algo que no se puede comprar, calcular o vender, puesto que la visión moderna y competitiva en la que actualmente estamos inmersos nos ha enseñado que todo tiene un precio, es decir, vivimos bajo un sistema económico que no reconoce que algún bien o servicio pueda darse sin recibir una cuota de recuperación o alguna remuneración económica. De tal forma, para la perspectiva actual del sistema económico y de intercambio, este tema podría parecer peligroso, puesto que se desvincula de toda necesidad de remuneración y obligación de pago. Al abordar ciertos temas que están fuera del alcance economicista, puede generar rechazo o menosprecio, ya que la forma de concebir las relaciones sociales nos mantiene sujetos a un sistema donde predominan las leyes de la producción y el mercado, en el que se nos establece que no existe el desinterés ni la generosidad, además de se insiste en que, bajo la doctrina económica actual, debemos ser emprendedores, competitivos y rentables; 8 Godbout, Jacques T., El espíritu del don, Ed. Siglo Veintiuno, México, 1997. 8 o por el contrario, somos sobreexplotados, ingenuos o engañados, como si no existiera otra lógica más que la mercantil. Por esta razón carecen de sentido y pierden relevancia preguntas como: ¿Cuánto dinero recibe el mayordomo que cuida y custodia al Niñopa durante un año? ¿La gente sigue al Niñopan porque se ofrece de comer gratis? ¿No le dará pena al mayordomo endeudarse con tal de ofrecer lo mejor de sí al Niñopa? ¿No es un desperdicio quemar un castillo (pirotecnia) de doscientos mil pesos sólo para recrearse efímeramenteen un espectáculo de fuegos y luces de colores? Dentro de la crisis mundial en que vivimos, el economista siempre criticará el derroche y el gasto excesivo; señalará también con desdén que cualquier forma de devoción es una falacia y un desperdicio, clara muestra de atraso tercermundista. Es por ello, que este trabajo busca exaltar una visión diferente, pero también muy propia de la condición humana y de las relaciones sociales, que a pesar de la modernidad y la creciente urbanización del Distrito Federal, se mantienen vigentes desde hace siglos y hasta hoy, al menos en Xochimilco, donde aún pueden observarse, la generosidad, el desprendimiento y el don, como categorías conformadas histórica y cognitivamente en la práctica social, alrededor de esta imagen sagrada en la cual, se identifica la comunidad devota, En este trabajo se hace una descripción de los principales momentos en la devoción a la imagen del Niñopan, por lo que analizamos las festividades más representativas que tiene el culto a esta imagen, y de este modo obtener una interpretación coherente a la luz de la teoría sociológica. Finalmente, mostrar cómo es que esta devoción se ha mantenido viva hasta el presente a pesar del paso de los siglos en el pueblo de Xochimilco; y responder cómo es que esta devoción ha logrado influir de manera significativa en la vida cotidiana del pueblo de Xochimilco, en la naturaleza de sus relaciones sociales y afectivas. La persistencia a través del tiempo y de las crisis económicas de un referente simbólico que más allá de lo económico, prevalece porque detona en este pueblo fuertes sentimientos de solidaridad, cooperación y un sólido lazo que se ve totalmente reforzado con el sistema del intercambio y el don. 9 La tesina está estructurada de la manera siguiente: En el primer capítulo se hace un breve recuento de la ubicación de Xochimilco y de sus prácticas religiosas y culturales, de las cuales destaca esta devoción al Niñopan. En el segundo, se intenta ahondar en el origen de la imagen del Niñopan, recurriendo a los datos históricos disponibles, los cuales a pesar de ser pocos, son la fuente más apegada al contexto histórico que el mismo INAH ha tomado como referencia directa para sustentar tal origen de la imagen; además, se lleva a cabo un breve repaso por los mitos fundadores que justifican y dan razón de ser a esta imagen para la cosmogonía de los creyentes. Consecutivamente, en los capítulos III, IV y V, se realiza una descripción extensa y por separado de los tres principales niveles de festividad, los cuales, he dividido de tal forma, para lograr una mejor percepción de cómo se desarrolla esta devoción, ya que presenta diferentes periodos festivos de calendarización, pero además de ritualidad, nivel de prestigio, cambio de roles y número de congregación de fieles, tal segmentación distingue en un primer nivel a los días de festividad cotidiana con los hospederos, o pobladores que ofrecen diariamente su domicilio a la imagen; en segundo nivel, se describe la celebración de las nueve posadas, las cuales logran notablemente, una mayor convocatoria de fieles; y por último, en un tercer nivel, se destaca el cambio anual de mayordomía, como el culmen del ciclo anual con todo lo que ello implica durante la festividad del 2 de febrero, la cual tiene mayor nivel de importancia y de congregación dentro de todas las festividades dentro de la devoción al Niñopan. Finalmente, en el capitulo sexto, se analiza la descripción hecha a partir de la perspectiva simbólica y del sistema de don que recae en las festividades antes citadas en torno al Niñopan, y con debido sustento teórico, se trata de dar sentido a la ritualidad presente en cada acto, en cada gesto, además de que se analiza cómo se logra la cohesión de la comunidad devota que se solidariza en aras de la fe, haciendo más sólido el lazo social que le brinda identidad a este pueblo. Por tanto, esta tesina tiene como objetivo el dar a conocer de forma detallada cada una de las festividades en torno a la imagen del Niñopan y su relevancia dentro de la vida cotidiana de los habitantes del pueblo de Xochimilco con el fin de explicar desde una perspectiva sociológica esta práctica religiosa, a 10 razón de que existen pocos estudios académicos respecto a esta devoción, los cuales muestran sólo fragmentos de estos eventos religioso-culturales y se presentan a manera de reportaje o ensayo, por lo que se busca, a la luz de algunas perspectivas teóricas, recabar en éste trabajo la importancia que tiene para la sociología mexicana actual, el comprender esta devoción como parte de la identidad de un pueblo perteneciente a una gran urbe como lo es la Ciudad de México. Además, desde el aspecto metodológico, este trabajo tiene la intención de recuperar la utilidad de la etnografía cómo una herramienta válida en las investigaciones cualitativas para lograr un análisis de los sucesos actuales, que, como en éste caso, presentan una gran carga de significados y valores para los creyentes, incorporando el contenido monográfico, de observación y descripción de forma tal, que logre aproximarse a una correcta interpretación de esta particular forma de devoción y cómo logra permear en la vida cotidiana del pueblo de Xochimilco, dado a que, los miembros de esta comunidad han aprendido a convivir con las festividades diarias en torno a ésta imagen, que forman parte de su cotidiano social que crea vínculos estrechos de solidaridad, cohesión e identidad motivadas por una lógica del don. 11 CAPITULO I. INTRODUCCION AL CONTEXTO DEL MUNDO DEL NIÑOPAN Breve esbozo histórico-cultural y religioso de Xochimilco. Situada al sur de la capital mexicana; la delegación Xochimilco se distingue, junto a Milpa Alta y algunos pueblos de Tlalpan y Tláhuac, por sus arraigadas costumbres, tradiciones, y rituales socio-religiosos que contienen razón y sentido para la población de estos lugares, además de otorgarles una identidad propia; particularmente, en la delegación Xochimilco, se pueden percibir claramente estas manifestaciones de la cultura tradicionalista y religiosa que hacen de esta demarcación un clásico pueblo o una localidad de provincia dentro del Distrito Federal, que se incorpora rápidamente a un proceso de urbanización, debido a la aplicación gubernamental de planes de desarrollo, por lo que resulta paradójico que persistan dentro de la ciudad estas tradiciones tan arraigadas y con tanto vigor en la actualidad. Las manifestaciones culturales del pueblo de Xochimilco tienen su desarrollo dentro de varios aspectos de la vida cotidiana de la comunidad, pero particularmente se aprecia un mayor apego, ritualidad y cohesión por parte de los pobladores, en el ámbito religioso, en el que se observa que las festividades y conmemoraciones de las fechas especialmente festivas para la iglesia católica, tienen un significado trascendente para la mayoría de los miembros de esta delegación, de los que, según datos oficiales del último censo del INEGI, el 91% se dicen “creyentes-católicos”; es decir, que comulgan y participan con la iglesia católica, aunque no se especifica si de forma estricta o contemplativa, no obstante, por la observación realizada, se puede decir que la población es más allegada al carácter tradicionalista, lo que implica una mezcla de valores, creencias y mitos que ligan lo religioso con las costumbres añejas, aquellas que incluso fueron 12 legadas por los pueblos prehispánicos, lo que hace posible una fusión sincrética de lo que se nos muestra como lo sagrado y lo profano. Algunas festividades religiosas de Xochimilco. Estas prácticas religiosas son de carácter generalizado en diversas entidades de la República Mexicana, tales como, por citar algún ejemplo: el día de muertos; que en Xochimilco tiene una forma particular de celebrarse, pues en estademarcación se acostumbra colocar altares y ofrendas desde la tarde del día 31 de octubre, para posteriormente, ir a pasar la noche en el panteón, a lo que se le llama comúnmente “ir a velar” para acompañar en el cementerio a los difuntos, a quienes los pobladores les ofrecen de forma simbólica una cena que regularmente consiste en platillos típicos como el mole, arroz y tamales de frijol, o algún otro platillo que a el difunto que se visita le gustaba en vida; tales alimentos son los mismos que terminan por degustar los asistentes en esta velada, haciéndose acompañar a la par, por música de tríos de bolero, de música norteña, o música de mariachi; además de las bebidas tradicionales como el chile-atole, café de grano elaborado en ollas de barro, el tradicional pulque, el aguardiente o la cerveza; distinguiéndose así, de otros pueblos del país. Otro ejemplo notable, propio de la ritualidad en Xochimilco, son las costumbres alusivas a la Semana Santa, tales como el vía crucis, con una representación de la pasión de Cristo, que recorre todos los barrios centrales de Xochimilco; o el sermón de las siete palabras, celebrado el viernes santo, donde se expone la imagen de un Cristo crucificado de tamaño natural, así como una imagen de la virgen María Dolorosa, a quien se le besa el manto de color negro en señal de condolencias; al anochecer, se da paso a la procesión del silencio, en donde se coloca en un sepulcro en forma de nicho. A este Cristo crucificado, el pueblo nombra comúnmente “santo entierrito”, posteriormente se hace un recorrido silencioso, nuevamente, por los barrios de Xochimilco; ya para concluir la semana santa, se celebra el “domingo de resurrección” con la quema del Judas en 13 el barrio de la Asunción, en donde se acostumbra quemar gran cantidad de enormes juegos pirotécnicos en forma de demonio, llamados Judas, mientras la comunidad se concentra en el atrio de la capilla de este barrio para observar tan tradicional rito, que se convierte en todo un espectáculo de algarabía y pirotecnia. Devoción por la imagen del “Niño-Dios” en Xochimilco. Existen bastantes prácticas tradicionales-religiosas dentro del pueblo de Xochimilco, que hacen interesante su estudio, análisis y comprensión, las cuales no dejan de causar a propios y extraños un gran asombro. Dentro de las variadas costumbres que tiene este pueblo, se puede encontrar, un fuerte arraigo y apego por las imágenes religiosas; sólo por citar algunos ejemplos, se puede mencionar la devoción por aquellas que representan a la virgen María, en varias de sus diferentes acepciones, como pueden ser: La Virgen de Guadalupe, que en Xochimilco se venera, como en casi todo el país, especialmente en el templo parroquial y en el barrio Guadalupita; La Virgen de los Dolores en el barrio de Xaltocan, la Virgen del Rosario (en el barrio del Rosario); La Virgen del Carmen (en el barrio de San Marcos), entre otras. Así mismo se puede observar un especial fervor por las imágenes que presentan a Jesucristo como niño que comúnmente es llamado “el niño Jesús”, mismo que tiene diversas representaciones, tales como, el Niño Jesús de Belén (del barrio de Belén), el Niño Dormidito (barrio de Xaltocan), el Niño de la parroquia (venerado por barrios aledaños a la Parroquia de San Bernardino de Siena), entre otras imágenes que provocan en la comunidad una gran devoción en torno a ellas, misma que se manifiesta a través del ofrecimiento de misas, procesiones, rosarios, fiestas en sus respectivos templos o en algunas casas de vecinos, y muchas otras muestras propias de la fe, como el respeto, temor, devoción, amor y fascinación; pero, en particular y sin lugar a duda, existe en este pueblo una imagen que provoca, más allá de este cúmulo de sentimientos, una gran movilización y cohesión por parte del pueblo de Xochimilco; esa es la imagen del Niñopan, a quién se le observa con 14 mayor jerarquía sobre las demás imágenes religiosas de la localidad, pues tal es la magnitud de esta devoción, que se logra concentrar en torno al Niñopan a toda una multitud, la cual le acompaña y le sigue en sus visitas diarias a distintas familias de la comunidad; lo que hace de esta imagen, (a diferencia de cualquier otra imagen de la demarcación e incluso del país), una representación religiosa que se venera todos los días. No existe un día específico para su culto o veneración, dado a que la festividad en torno al Niñopan forma parte de la vida cotidiana de la comunidad, mostrando el singular y enorme fervor arraigado en torno a la misma. De esta forma, es importante observar que al tratarse de la imagen de un niño; desde el sentido estrictamente general de la niñez, hasta en este particular caso de la imagen del Niñopan; nos remite a una relación de don específica, la cual implícitamente incluye el sentido de la obligación, puesto que socialmente, la relación con el niño es el don de cuidado por excelencia, al que ligamos estrechamente con el don de la vida, que por sí mismo va cargado de obligaciones consentidas y la inscripción de un estado de deuda para cualquier persona9; el tema del don es un eje importante para la comprensión de la devoción al Niñopan y de este trabajo, por lo que será abordado en algunos capítulos subsecuentes y más detalladamente en el capítulo VI; pero era pertinente mencionarlo en este espacio ya que tal relación de don forma una parte importante en la motivación del 9 Idem., pp. 55-56. 15 pueblo de Xochimilco para rendirle devoción a esta imagen de “Dios-Niño”, misma que nos evoca estrechamente con la idea de la inocencia, la pureza, la ternura; lo que nos lleva a señalar que tal fascinación corresponde a las formas embriagadoras de lo sagrado; aunado a tal concepción, se refiere también a la bondad, la misericordia y el amor de la divinidad por sus criaturas, lo que las atrae irresistiblemente hacia ella.10 Además, en el mundo religioso, ningún dios ha revelado nunca algo profano, puesto que todo lo que los mitos refieren a su actividad creadora, pertenecen a la esfera de lo sagrado11; de ahí que la imagen del niño corresponda a un mito asociado con la pureza y por ende a la sacralidad; aunque por otra parte, no se debe pasar por alto que, el Niñopan además de mostrarse como un infante, representa también la imagen de Jesucristo, es decir, de lo sagrado para un gran sector de la sociedad, de la protección de Dios como un padre; por esta razón, muchos devotos de esta imagen, conciben este nombre de Niñopa, como un “niño-pá”, o mejor dicho el “niño-padre”, más apegados al afecto y al sentido que demanda protección divina, que a una estricta etimología. A excepción de otras imágenes infantiles de Jesucristo ya mencionadas y que se les rinde culto en Xochimilco, el fervor al Niñopan o Niñopa, como se mostrará en el capítulo 2, es aun más antiguo y por ende, más arraigado entre los pobladores; aunque desde la cosmogonía de los creyentes, esta imagen es más eficaz, por los dones, bendiciones y milagros que son recibidos de parte de ella. Por tanto, podemos observar que para muchas familias de la comunidad de Xochimilco, el Niñopan está siempre conviviendo entre ellos y con ellos, diariamente les acompaña en su cotidianidad, misma que no cae en rutina, ya que todos los días el Niñopan sale de la casa del mayordomo (o comúnmente llamada casa del Niño) y circula entre diversas familias de los barrios de Xochimilco. Así, cada día, una familia lo recibe en su casa; la visita del Niño-Dios a su hogar es un motivo para celebrar, por lo que la festividad es diferente por la circulación cotidiana que se les impone. Es común diariamente escuchar en Xochimilco expresiones con motivo de fiesta, como el tronar de los juegos pirotécnicos o 10Caillois, Roger, op. cit., pp. 31-32. 11 Eliade, Mircea, op. cit., p. 73. 16 cohetes, el sonido de la banda de música, los cantos, el repique de las campanas y la concentración de la muchedumbre, que por cierto, es de tal magnitud, que abarca el espacio de las avenidas principales, provocando asentamientos vehiculares muy severos, que curiosamente y a pesar de que la gente del pueblo podría verse afectada por el tráfico vehicular que se gesta atrás de estas procesiones, no existen quejas, no se siente afectación alguna, ya que por ser una procesión del Niñopan, hay un sentimiento de respeto. La devoción al Niñopan es toda una ritualidad que a través de los siglos le ha otorgado identidad al pueblo de Xochimilco, propiciando generación tras generación, prácticas y sentimientos que cohesionan a esta comunidad, como la solidaridad, la cooperación y un sistema de intercambio basado en el don, que ha logrado prevalecer a pesar de la imposición del sistema económico que atraviesa todas las facetas de nuestra vida, por lo que tal “derroche” de bienes y sentimientos que circulan en torno a esta imagen y su comunidad no es concebida fácilmente por nuestra “visión moderna” de la sociedad. Por ello, la razón de este trabajo dada a su relevancia y particularidad sociológica. Breve recuento de la festividades en honor al Niñopan. A pesar de que se ha establecido que no existe una fecha a la que se le pueda llamar: “día del Niñopan”, sí existen fechas principales o especiales en donde la veneración del pueblo resulta de mayor magnitud, en cuanto a significado, fervor y al número de personas que participan de las mismas; una breve mención de esta calendarización especial y festiva en donde el culto a esta imagen se hace notar con mayor fuerza podría ser la siguiente, aunque se aclara que algunas de las más importantes serán abordadas a detalle en capítulos posteriores: 17 El 2 de febrero, conocido también como el día de La Candelaria, que la iglesia católica celebra por conmemorarse la presentación del niño Jesús en el templo de Jerusalén, marcando así su inserción a la sociedad de la época, según la ley judía. En tal celebración de La Candelaria, la comunidad de Xochimilco acostumbra asistir al templo parroquial para bendecir a sus imágenes del niño Jesús o niño Dios, vistiéndolo con elegantes atuendos, después de haberlo levantado del pesebre del tradicional nacimiento; la misa conmemorativa es a las 12:00 hrs., la cual esta engalanada por la presencia del Niñopan, que también ha sido levantado del tradicional nacimiento parroquial y vestido con un imponente atuendo, debido a que esta fecha marca el fin del ciclo anual de la mayordomía y el inicio de la gestión del nuevo mayordomo, por lo que esta misa, deja en segundo término el ritual católico de la presentación y cobra mucho mayor importancia por el cambio de mayordomía, provocando la asistencia de miles de personas no sólo del pueblo, sino también de aquellas externas a la comunidad, entre los cuales se observa la asistencia de extranjeros y oriundos de las diferentes entidades del país, así como de la presencia de distintos medios de comunicación nacionales e internacionales. Así, la capacidad del templo parroquial es rebasada y la misa se celebra en el atrio que es tres veces más grande que el templo. Al término de la misa, comienza en la parroquia el ritual del cambio de mayordomía y en seguida, el nuevo mayordomo hace la invitación a todos los presentes, para acompañar en procesión masiva al Niñopan a su nueva casa donde se hospedará un año, ahí se ofrecerá a todos los asistentes una comida, la 18 cual se caracteriza por ser multitudinaria, abarcando varias cuadras alrededor del nuevo domicilio. Esta celebración podrá revisarse con mayor detalle en el capitulo V. La siguiente celebración después del cambio de mayordomos, es el día 5 de febrero, fecha en que existe la entrega de todas las pertenencias del Niñopan (vestidos, alhajas y juguetes) que aún permanecían en la casa del anterior mayordomo, al nuevo domicilio que alberga la reciente mayordomía, lo cual requiere una nueva congregación de la comunidad que acompaña en procesión al anterior mayordomo a efectuar dicha entrega; esta fecha tiene dos sentidos: por un lado, existe el sentimiento de brindarle al Niñopan el resguardo colectivo de sus pertenencias, y por el otro, verificar que en realidad todas las pertenencias de la imagen sean trasladadas a la casa del nuevo mayordomo; cabe mencionar el asombro que causa observar toda la caravana de pertenencias del Niñopan, que circulan por las avenidas en camiones repletos de los objetos que le han regalado a lo largo de la historia, así como de los vestidos y ropaje de la imagen, los cuales son colocados individualmente en un gancho, y a su vez, estos son colgados a lo largo de varios remos (maderos redondos y angostos usados para remar a través de los canales de Xochimilco; cada uno mide entre 5 y 9 mts. de largo), que son saturados con dichas prendas; después, varios voluntarios ayudan a transportarlos durante el recorrido de esta procesión; al llegar al nuevo domicilio, el mayordomo vuelve a ofrecer un refrigerio o algún postre para todos los asistentes. 19 Otra de las celebraciones que logra reunir un gran cúmulo de personas para celebrar al Niñopan, es el día del niño, que se festeja en el calendario cívico de México el día 30 de abril. En esta ocasión los mayordomos congregan a sus vecinos del barrio para que adornen las fachadas de sus casa con motivos festivos, los cuales pueden ser flores de papel crepé o de china, banderines multicolores, etc., y además se les invita a colocar afuera de sus casas un puesto de comida, antojitos tradicionales, fruta, golosinas, postres o juguetes, los cuales deben ser brindados gratuitamente a los niños asistentes de la comunidad; aunque tal exhorto a los vecinos del barrio es un mero formalismo, pues los vecinos esperan alegres el poder participar de esta celebración, incluso hay quienes que con varios meses de antelación se han preparado con lo que van a donar en lo que podría llamarse una gran Kermés que se concentra varias calles alrededor de la casa de la mayordomía; este día, como todos los demás, es engalanado con la presencia del Niñopan en la misa y posteriormente en la casa de de los mayordomos, acompañado de todas la familias que acuden a visitarlo y a ofrecerle regalos. Esta celebración se lleva a cabo de igual forma un día antes, iniciando el día 29 de abril, en casa del mayordomo del año pasado, en donde los festejos y la Kermés son de igual magnitud que el día 30, con la particularidad de que en esta ocasión, el festejo inicia en el barrio donde la imagen fue custodiada hace un año, en la anterior casa de mayordomía, por lo que la relevancia del día 29 de abril sería tal vez, aminorar la nostalgia del barrio y los mayordomos anteriores por tener cerca al Niñopan por última vez, en la que fue su casa hasta hace unos meses, precisamente hasta la mañana del 2 de febrero, que salió para ser entregado al nuevo mayordomo, a otro barrio y a un nuevo domicilio. 20 Podríamos decir, que estos festejos del día del niño, a pesar de no ser de relevancia para la iglesia católica, en la comunidad de Xochimilco es de las celebraciones que más se esperan por la comunidad devota, especialmente por los niños, quienes asisten por obvias razones con mayor gusto que a otras celebraciones que son más formales y más cargadas de ritualidad y devoción; pues en estos días de festejo se disfruta de todos aquellos alimentos, golosinas y juguetes que los vecinos hacen llegar a los niños de la comunidad para celebrar junto al Niñopan a toda la niñez; la infancia será un tema que se abordará posteriormente y con más detalle por las obligaciones que la sociedadha adquirido con los niños, pues como destinatarios de todo lo que se puede brindar sin contar y sin esperar contribución, son el ejemplo más eficaz para comprender el sistema de intercambio de regalos. El 10 de mayo, comúnmente llamado “día de las madres”, es una fecha en la que el Niñopan es colocado junto a la imagen de la Virgen María, su madre. Es por demás mencionar lo interiorizado que el concepto de madre está en los mexicanos, por ende esta fecha es por igual de mucho respeto y júbilo entre la comunidad que festejan desde la noche del 9 de mayo, justo después del rezo del rosario, en donde acuden a la casa de la mayordomía varios grupos de música de tríos, mariachi, norteños, etcétera, para entonar las tradicionales mañanitas y algunos cantos a manera de serenata para la virgen María. Es curioso que este evento capte la atención de varios cantantes solistas y 21 agrupaciones que acuden con el solo fin de rendirle homenaje a la mamá de Niñopan durante toda la noche. Cabe decir que a este acto asisten también agrupaciones musicales de renombre, quienes acuden a cantarle a la virgen para cumplir con alguna manda o simplemente por la devoción que le tienen a la imagen del Niñopan. Posteriormente, en la mañana, en casa del mayordomo se logra concentrar un gran cúmulo de personas que se disponen a seguir rindiéndole culto a la imagen de la Virgen María que ahí se encuentra como mamá del Niñopan; después se le lleva al Niñopan y a la Virgen María a escuchar misa de medio día; cabe señalar que esta es la única fecha en que el Niñopan se hace acompañar jerárquicamente a la par de otra imagen, pues además de esta fecha, sólo puede verse a las imágenes de José y María siguiendo al Niñopan en los cambios de mayordomía, el día 2 de febrero. De regreso a la casa de la mayordomía, los asistentes participan de una Kermés, no tan grande como la del 30 de abril, pero aun así, abarca un par de cuadras, en donde la participación de vecinos con un puesto de antojitos mexicanos, agua o algún recuerdo para las madres asistentes, es notable, ya que, como en todos estas festividades, todo se otorga de manera voluntaria y gratuita. Otro día especial en la ritualidad es el día de Corpus Christi, conocido también como jueves de corpus, el cual carece de fecha específica ya que al igual que la semana santa es movible, por lo que se celebra el domingo próximo o siguiente a este jueves y consiste en vestir al Niñopan con ropa de manta y sandalias o huaraches, atuendo comúnmente llamado como ropa de “indito”, tal y como lo hacen los niños de la comunidad de Xochimilco este día. Se le lleva a la imagen a escuchar misa de seis de la tarde al templo parroquial; en donde pueden verse varios niños vestidos de inditos que le hacen valla durante la 22 procesión por costumbre, sin que exista una formal convocatoria por parte de los mayordomos, pues esta forma de acompañar a la imagen es de carácter voluntario. En sí, no hay un festejo masivo este día, sólo se hace referencia y mención por parte del sacerdote durante la misa y al inicio el rosario diario en casa de los mayordomos; lo relevante durante este festejo, es el hecho de vestir al Niñopan de indito, lo que permite al Niñopan participar de las costumbres identificándolo con los demás niños de la comunidad, pues en esta fecha se acostumbra vestir de este modo a los niños del pueblo y se les lleva a bendecir. Las nueve tradicionales posadas son otras celebraciones en torno al Niñopan de carácter mucho más masivo, en donde los posaderos, quienes son los jefes o representantes de las nueve familias que ofrecen cada una de estas posadas, hospedan en sus respectivas casas al Niñopan y brindan a toda la comunidad una comida, luces de bengala, silbatos, confeti y colación. También puede apreciarse en cada una de estas posadas la impresionante quema de castillos, que son estructuras metálicas y de madera mojada que alcanzan los 20 metros de altura y están plagadas de juegos pirotécnicos, los cuales, están minuciosamente colocados para ser quemados y exhibidos de manera gradual y vistosa, mostrando el arte de la pirotecnia mexicana, pues al ser encendidos, sirven de espectáculo y regocijo por las coloridas figuras e imágenes religiosas que forman, engalanando la festividad de forma notable. Cada uno de estos castillos tiene un costo que oscila entre los 50 y hasta 200 mil pesos; a estas posadas asisten también personas de distintas partes de la república, que llegan con el fin de poder ver de cerca al Niñopan, que a fin de cuentas es el centro de la celebración. Estas celebraciones son de las más prolongadas y concurridas por la comunidad y se abordarán más a detalle en el capítulo IV. Todas estas festividades forman parte de la tradición cultural de Xochimilco, donde se puede distinguir la significación que ejerce la imagen del Niñopan sobre la comunidad, lo que hace peculiar a este pueblo, tanto por el fervor que se le tiene a esta imagen, como por la cohesión y prácticas colectivas que se logran interiorizar en los individuos que participan en ellas desde generaciones anteriores, lo cual resulta también digno de análisis y estudio, ya que, a pesar de 23 que a esta imagen se le venera desde el siglo XVI, sigue a pesar del tiempo reproduciendo y transmitiendo los mismos valores de cohesión y religiosidad sobre la comunidad de forma idéntica desde ese entonces; las celebraciones y festividades por igual, se han mantenido casi idénticas e intactas desde que se inició con esta práctica cultural y social xochimilca, una razón más para intentar este ejercicio de comprensión de esta devoción que perdura a través del tiempo y que identifica a toda una demarcación como lo es Xochimilco. Las festividades y el tiempo sagrado. Después de dar una descripción general de las festividades en torno a esta imagen, es necesario abordar el simbolismo religioso que implica éste tiempo festivo, pues sin duda será importante para comprender aun mejor el culto a esta imagen. En todas la culturas religiosas el tiempo de fiesta se efectúa porque representa el tiempo de origen y fundador de una realidad, el cual tiene como virtud el lograr que el hombre religioso se esfuerce por reactualizarlo de forma periódica a través de los rituales apropiados, pues de este modo se logra la repetición ritual del acto creador de los dioses (de lo sagrado)12; y dado a que la devoción al Niñopan conlleva a la diaria festividad, es posible observar que tal ritualidad por reavivar la fe, es constante y parte de la vida cotidiana; el tiempo sagrado es siempre el mismo y, como señala Mauss, forma parte de una “serie de eternidades” que nos remiten siempre al acontecimiento sagrado que tuvo lugar en el origen y que se hace presente cíclicamente, logrando que los participantes sean contemporáneos del acontecimiento mítico al renovarlos cada cierto tiempo.13 Dada la necesidad, tanto del hombre religioso por permanecer en el tiempo sagrado, así como la del interés profesional de las ciencias sociales por su análisis y comprensión, en los capítulos posteriores se describirá esta diversidad de rituales que se ponen de manifiesto en la devoción a la imagen del Niñopan, 12 Eliade, Mircea, op. cit., pp. 65 y 66. 13 Ibid., p.67. 24 logrando que el tiempo festivo sea permanente y cotidiano para el pueblo de Xochimilco, lo cual resulta importante analizar y comprender desde la perspectiva, no sólo de la sociología, sino también de la antropología, la historia, la etnografía, la psicología social y todas aquellas disciplinas que tengan interés por conocer las dimensiones posibles de la condición humana; puesto que el homo religiosus, es sin duda, un referente que no puede pasarse por alto para lograr tal tarea.14 Concretamente, en lo que conciernea la sociología, se puede decir el interés por abordar el tema de las festividades religiosas, recae en la intención de exponer que más allá de un culto, en ésta devoción se encuentra toda una organización social en torno a la imagen del Niñopan, puesto que genera entre sus devotos, sentimientos de cohesión, solidaridad y ritualidad; además de que esta tradición muestra gran parte de la cultura del pueblo de Xochimilco, que como ya se ha señalado, aún conserva un fuerte apego a las costumbres que le dotan de una identidad propia, misma que aun prevalece a pesar de la creciente modernización y urbanización de la Ciudad de México. Para concluir, cabe decir que el anterior recuento descriptivo de las festividades xochimilcas y en especial, las referentes al Niñopan, sirven a este trabajo como preámbulo para los siguientes capítulos, en donde se detallará a fondo tales festividades y cómo incorporan varios elementos sacros y paganos, tradicionales y recientes, además de toda clase de ritos: de paso, cíclicos, de confirmación y comunitarios, entre elementos festivos como la música, la pirotecnia y la danza; dando como resultado la constitución de las fiestas como eventos fundamentales en la identidad cultural y organización social de Xochimilco. Pueblo y comunidad, algunos conceptos. Por otra parte, es necesario hacer un breve paréntesis para tratar de delimitar un poco los amplios conceptos de comunidad y de pueblo desde una perspectiva sociológica, para tratar de dar a estos términos una categoría más formal, ya que 14 Ibid., p.17. 25 serán usados en gran medida para referirnos a los devotos de Xochimilco, por ello, es necesario tener, en medida de lo posible, la claridad y delimitación que requiere este trabajo. Por consiguiente delimitar conceptos tan amplios y de múltiples aristas, no obedece a que carezcan de relevancia sociológica, sino que por el contrario, su amplitud refiere a un estudio más profundo. En primera instancia, se recurrió a las anotaciones que fui recabando durante el seminario de cultura impartido por el profesor Joaquín Careaga, en la FES Acatlán y en algunos diccionarios de sociología, como el Luciano Galeano, donde refiere una vasta bibliografía, de donde me pareció pertinente destacar los puntos de convergencia para poder tener una noción adecuada y breve, por ello, podríamos referimos al pueblo desde una perspectiva que rebasa la noción histórica o geográfica y se sitúa más cercana a la concepción antropológica y sociológica, donde el pueblo se define como el soporte de la cultura, la esencia de las interacciones mentales, simbólicas y culturales que asocian a individuos que comparten e interactúan en un medio regional y físico, pero también en su concepción de la realidad que los sitúa en un contexto donde comparten además de un momento histórico, una identidad. En el mismo sentido, la comunidad puede ser percibida como un grupo comprometido con la realización de fines comunes, compartiendo un espacio, además de físico, de creencias, experiencias y conocimientos, por lo que este concepto no se refiere únicamente a un espacio geográfico, sino a la construcción metodológica de sujetos en praxis, a partir de la necesidad de crear y fortalecer procesos y dinámicas socioculturales, donde la interacción y la cohesión son fundamentales para el sentido de pertenencia de los individuos que forman parte de ella. 26 CAPITULO II. HISTORIAS EN TORNO AL ORIGEN DEL NIÑOPAN Existen varias fuentes que hablan sobre el origen de la imagen del Niñopan, son pocas aquellas que dan un fundamento histórico, la mayoría son narrativas, enigmáticas y fascinantes. En este capítulo se señalarán las diferencias que existen entre aquellos que han utilizado el escaso fundamento histórico y por otro lado, aquellas narraciones de quiénes se dicen ser cronistas de la imagen. Por ende, es pertinente mencionar algunas de estas narraciones y los pocos textos históricos que hablan sobre el origen del Niñopan, para tener un panorama más amplio de lo que las personas de la comunidad interiorizan, ya que para ellos tiene estatuto de certeza, de verdad respecto al origen y que a partir de ahí la comunidad centra su fe, su creencia. Historia y tradición oral. La versión que cuenta con un sustento histórico, además de mayor certeza y apego entre la población a través de la tradición oral, se manifiesta en algunas fuentes tomadas directamente de los documentos escritos en náhuatl del año 1686, en el Archivo General de la Nación, y que son mencionados en algunos libros, en este caso, se encontraron mejor recopilados en la obra de Teresa Rojas Rabiela15; que citan a la imagen del niño-Jesús en el testamento de Don Martín (Cortés) Cerón de Alvarado, último cacique xochimilca, además de algunos datos tomados del Archivo Histórico de Xochimilco16 por Vania Salles y José Manuel 15 Rojas Rabiela, Teresa, Vidas y bienes olvidados: Testamentos indígenas novohispanos, Ed. CIESAS, México, 1999, pp. 234-244. 16 Revista Huetzálin (varios números de esta antigua revista recolectan a manera de boletines, la memoria histórica de Xochimilco. Debido a que se encuentran incompletos y en varios fragmentos, se consultaron los tres volúmenes que se han recopilado en el Archivo Histórico de Xochimilco). 27 Valenzuela17, (Centro de Estudios Sociológicos del COLMEX). En su conjunto, estas fuentes afirman que la imagen del Niñopan existía desde poco antes de la época colonial, aproximadamente en el siglo XVI, cuando en Xochimilco los primeros frailes franciscanos llegaron a evangelizar a esta comunidad y usaron esta imagen, la cual fue elaborada en los talleres artesanales dentro del convento de San Bernardino de Siena, Xochimilco, con la madera del árbol de colorín por su dureza, cuestión que explicaría la extraña durabilidad de esta imagen; también se afirma que tal imagen de 51 centímetros de largo y con un peso de 598 gramos, fue elaborada en estos talleres gracias a la colaboración de manos indígenas. Tales datos sobre el origen histórico de la imagen, a pesar de ser escasos, también los toma como referencia el mismo INAH, que en algunos de sus boletines no desmiente la versión de que esta figura date del siglo XVI18 y que haya sido elaborada, como ya se menciono por los nativos de Xochimilco, quienes incluso se cree, colocaron en el interior del Niñopan una figurilla que representaba una deidad de la cultura azteca, lo cual no está formalmente determinado, salvo lo que describe otro boletín con fecha del 4 de febrero de 2002, elaborado por la Coordinación Nacional de Restauración y Conservación del Patrimonio Cultural (CNRCP) del INAH, en el apartado titulado: La Intervención del Niñopan. 17 Revista Mexicana de Sociología, UNAM - Instituto de investigaciones Sociales, Año LIV/No.3, julio-septiembre 1992, pp. 156-157. 18 http://www.inah.gob.mx/index.php/boletines/8-investigaciones-y-estudios-historicos/402-restauran-ninopan (11/02/2007) 28 Ahí, se hace mención que las radiografías realizadas por el Ingeniero Enrique Ibarra confirman la presencia de “una extraña densidad”19; lo que podría remitirnos a avalar más profundamente el sincretismo que guarda la imagen y el pronto arraigo que ésta tuvo en los indígenas de Xochimilco. Por esta razón se puede entender mejor que los franciscanos, al tratar de difundir la imagen del Niñopan, no sabían que para algunos indígenas; dentro de su cosmogonía; ésta simbolizaba a Hutzilopochtli, “el colibrí del sur” en su acepción de recién nacido20; aunque para otros indígenas, esta imagen representaba al dios Quetzalcóatl topiltzin (nuestro señor/pequeño), porque al rededor de las fechas cercanas al 2 de febrero, (día de La Candelariay cambio de mayordomía), comenzaba el año agrícola según el calendario náhuatl; y finalmente para otros, ya convertidos al cristianismo, simbolizaba al Niño – Jesús. ¿Niñopa o Niñopan? Como se ha expuesto, la versión en torno al origen del Niñopan que cuenta con cierto fundamento histórico avalado por algunas fuentes ya señaladas, y que además goza de mayor arraigo entre los creyentes, establece que el Niñopan fue la imagen que más aceptó la comunidad indígena de Xochimilco para acercarse al catolicismo, y que tal labor fue promovida, por quién, como ya se dijo, en calidad de propietario inicial de la imagen, fue el último cacique indígena de 19 http://paginah.inah.gob.mx (04/02/2002) 20 http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/1871-Ni%F1opan,-peregrino-en-los-barrios-de-Xochimilco-(Distrito-Federal) (febrero1998) 29 Xochimilco convertido a esta fe, llamado Martín (Cortés) Cerón de Alvarado, apodado “el viejo”, que fundó una capellanía para rendirle culto a ésta imagen del “Niño-Señor de Indios”; lo que da pié para explicar el real origen etimológico del nombre Niñopan, y es muestra de la fusión de la cultura y lengua española con la mesoamericana, ya que la palabra Niñopan significa: El Niño del lugar, usando la raíz Niño del Español y Pan del Náhuatl, que al igual que el sufijo Co, se usa en ésta lengua para referirse a algo o alguien originario de un sitio, lugar o poblado específico.21 A diferencia del nombre Niñopa, el cual, como se ha expuesto, corresponde a la concepción afectiva de los devotos que relacionan éste calificativo de niño-pa o niño-padre del pueblo. Algunas narraciones. Por otro lado, existe unas versiones diferentes sobre el origen de esta imagen, las cuales datan de los últimos 200 años, las cuales carecen de documentación histórica y se inscriben en la tradición oral narrativa, alguna de estas narraciones respecto al origen del Niñopan, destaca que perteneció a una familia española radicada en Xochimilco que no tuvo hijos y que gustaba de organizarle posadas a esta imagen. Tal costumbre se fue expandiendo a los vecinos cercanos y después a todos los barrios, aunado a los rumores de que la imagen del Niñopan concedía milagros a aquellos que le rindieran u ofrecieran una posada, hasta llegar a tener la difusión que hoy en día goza, motivo por el cual, se extendió esta costumbre a celebraciones no sólo decembrinas, sino diarias, con lo que la imagen fue otorgada al pueblo de Xochimilco, que desde entonces, sigue reproduciendo la circulación del Niñopan por toda la demarcación y sus pueblos circunvecinos; incluso, cabe decir que en la actualidad se programan fechas exclusivas para esta delegación y posteriormente se abren fechas (si es que sobran algunas disponibles) para las demás delegaciones políticas del Distrito Federal, ya que la demanda por tener un día al Niñopan, es cada vez mayor. Esta 21 Revista México desconocido, IASA Comunicación, México, febrero 1998, No.252 30 versión, como se ha dicho, no cuenta con sustento histórico o textual, pero sin embargo, aunque en menor medida, se encuentra latente entre algunos miembros de la comunidad devotos a esta imagen formando parte de las creencias en torno al origen. Existen narraciones aún más fantásticas, que sólo algunos cuantos han propagado sin mucho éxito, más sin embargo, no deja de asombrar que la necesidad por conocer el origen del Niñopan, crea mitos que circulan entre la comunidad. Recordemos que el mito cumple con la función de hacer intelegible la realidad y otorga sentido a las prácticas sociales, por lo que algunos prefieren adoptar la versión que más le satisface personal y espiritualmente, Un ejemplo podría ser el siguiente: Algunas personas de la comunidad afirman que la imagen del Niñopan apareció enterrada en algún lugar indefinido de la zona del centro de Xochimilco durante el periodo revolucionario, cuando la gente, temiendo al saqueo por parte de las fuerzas armadas revolucionarias del sur, prefería esconder sus pertenencias, sepultándolas bajo la tierra. En una de esas ocasiones, mientras se escarbaba, dicen, apareció la imagen del Niñopan, ataviado con un imponente traje de guerrero o noble azteca, sentando en una pequeña canoa; la imagen permanecía intacta y limpia, a pesar de que se había depositado bajo tierra; esta misma versión la platican algunos otros miembros de la comunidad, pero la sitúan en el 31 periodo de la guerra cristera, en donde era más peligroso, pero al mismo tiempo más loable que alguien poseyera con orgullo alguna imagen religiosa como esta. Lo más curioso de estas versiones, es que en la actualidad, la estampa de la imagen del Niñopan y previo al 2 de febrero, en los lugares donde se visten imágenes del Niño-Dios, se muestra un dibujo de la imagen con dicho atuendo. Estas son algunas de las versiones que más circulan en torno al origen de la imagen del Niñopan entre los miembros de la comunidad, y sociológicamente, lo más destacable, es el arraigo que tiene esta creencia y devoción colectiva en el pueblo de Xochimilco, que a pesar de la utopía de la modernidad, se sigue reproduciendo entre sus miembros con la misma fuerza desde hace ya más de cuatro siglos, impregnando el lugar de un ambiente mítico y festivo; Duvignaud, cuando refiere al tema religioso, cuestiona si acaso ¿no se tratará, antes que nada, de rebasar la existencia mediocre que imponen a los hombres y a las mujeres una urbanización proliferante y la difusión de un nuevo mensaje económico y tecnológico? O bien, si este culto podría ser ¿una protección contra la marea alta de la civilización tecnológica que borra todas las diferencias étnicas y culturales en la vaga semejanza de una homogeneidad cuyas normas fijan las estadísticas?22 La respuesta inmediata a estos cuestionamiento es sin duda afirmativa, aunque existen más razones por las cuales es necesario ahondar en este tema y sobre la importancia que la imagen del Niñopan tiene para la comunidad del pueblo de Xochimilco; pues en torno a ella existen además, muy presentes los sentimientos de cooperación, cohesión, solidaridad y prestigio, que se conjugan en torno a esta devoción, la cual, a pesar del tiempo ha formado toda una cultura religiosa que atrae no sólo a los miembros de la comunidad de Xochimilco a la que pertenece, sino también a muchas otras personas de diversos lugares de la Ciudad de México y otras entidades del país, quienes encuentran en el Niñopan sentimientos e impresiones que van desde la simple expectación, hasta la más fascinante de las devociones por la particularidad que esta forma de culto manifiesta. 22 Duvignaud, Jean, op. cit., p.12. 32 De cualquier forma, para el devoto no es trascendente la cuestión física o material de esta imagen, y tampoco la ambigüedad del origen de la misma, pues a pesar de que evidentemente el Niñopan es una figura de madera tallada por manos humanas, para el hombre religioso, lo sagrado se manifiesta incluso en piedras o árboles y no se trata de la veneración de algún objeto por sí mismo, sino que se le sitúa en el rango de lo sacro, por el hecho de “mostrar” o manifestar algo divino, por ser una hierofanía que manifiesta lo sagrado; de ahí que a esta imagen se le observe viva y participante dentro del medio cósmico circundante, dentro de la fe, pues la realidad inmediata de cualquier objeto se transmuta cuando se le observa dentro del mundo sagrado y religioso23. Podemos observar que el objeto sagrado aparentemente no sufre cambio físico alguno, sin embargo, su transformación es absoluta para el creyente, por tanto no es posible utilizarlo libremente, ya que provoca sentimientos de veneración, convirtiéndose a lapar en algo prohibido, 24 al menos para quienes no se suscriben dentro de la ritualidad necesaria para poder acceder a esta imagen, ya que el siempre momentáneo paso de lo profano a lo sagrado requiere de purificación, devoción, ritualidad y fe. La palabra errante, la cultura y los mitos fundadores. Estas narraciones del origen del Niñopan, son, como las nombra Duvignaud, la palabra errante, misma que circula entre los pobladores y creyentes del pueblo de Xochimilco, quienes encuentran en ellas, estatuto de verdad y fundamento de su cosmogonía, la cual no debemos menospreciar a pesar de que para algunos sectores inscritos en una perspectiva moderna la encuentran como una muestra de atraso, e incluso debe cobrar importancia ante aquellos se suscriben formalmente a la cultura y la historia propiamente dicha, quienes pueden debatir que tales narraciones carecen de relevancia, pues hemos de retomar las acertadas aportaciones de Gilberto Giménez, quién en su antología de la Cultura, 23 Eliade, Mircea, op. cit., pp. 16-17. 24 Caillois, Roger, op. cit., pp. 14. 33 afirma que “todo es cultura”25 refiriéndose a todo aquello que pone en evidencia la forma de vivir, de pensar y la forma en que se desarrollan las reproducciones sociales de diversas generaciones y pueblos. Por tanto, se puede determinar que el concepto de Cultura se aplica tanto para un cuchillo de obsidiana de los mesoamericanos, hasta para la Gioconda de Da Vinci, incluyendo las manifestaciones religioso-culturales como el año nuevo chino o las danzas de los pueblos indígenas de México, indiscutiblemente, también se inscriben en el acervo cultural de la humanidad el culto y la devoción a las imágenes religiosas que dotan de identidad y valores culturales a todo un pueblo como es el caso de Xochimilco, ya que, si bien estas narraciones del origen y relatos de los viejos pobladores que han ido heredando a las generaciones subsecuentes son la palabra errante y no forman parte de una literatura formal u oficial de la historia de Xochimilco, se encuentra una riqueza cargada de energía e identidad representativa de este pueblo. Ahondando en el aspecto cultural, es necesario hacer mención que la imagen del Niñopan, además de inscribirse en una concepción cultural totalitaria, por pertenecer a las prácticas colectivas de un pueblo, se puede acotar también dentro de la concepción simbólica de la cultura, en donde las aportaciones de Clifford Geertz, nos son útiles para la cultura pueda concebirse, en primer instancia, como el conjunto de hechos simbólicos presentes en una sociedad, tal y como apunta el propio Gilberto Giménez, la cultura es la organización social del sentido, así como pautas de significados heredadas e históricamente transmitidos en formas simbólicas, donde los individuos se comunican entre sí y comparten sus experiencias, concepciones y creencias26; por lo que la devoción al Niñopan, al encontrarse heredada por generaciones de xochimilcas, sigue reproduciendo los ritos dotados de elementos con una carga simbólica y transmitidos a través la tradición oral, los cuales se ven reflejados en las prácticas colectivas de los creyentes, fortaleciendo de esta forma el lazo social, con elementos como la cohesión y la cooperación, partiendo desde una lógica del don, la cual, junto con el aspecto simbólico de la devoción a esta imagen, se desarrolla de manera más 25 Giménez, Gilberto, Teoría y análisis de la cultura, volumen 1, CONACULTA-ICOCULT, México, 2005, pp. 67-87. 26 Íbidem. 34 amplia en el capítulo VI. Concluyendo de este modo que la acepción total y simbiótica de la cultura son referentes para entender que las narraciones en torno al origen del Niñopan forman parte de un acervo cultural, no sólo de Xochimilco, sino para comprender un rasgo más dentro de las culturas populares que aun prevalecen en la cada vez más urbanizada Ciudad de México. En consecuencia, para el análisis sociológico, retomando esta parte de las narraciones del origen del Niñopan, se puede concluir haciendo énfasis en la relevancia que tienen los mitos fundadores, ya que, tal como señala Mircea Eliade, el mito importa porque nos refiere acontecimientos que han tenido lugar in principio, es decir, “en los comienzos”, en ese instante primordial y atempóreo, en un lapso de tiempo sagrado, el cuál es cualitativamente diferente al tiempo profano que es continuo e irreversible para la existencia cotidiana. Por ello, al contar un mito, se reactualiza el tiempo sacro donde han sucedido los acontecimientos y queda abolido el tiempo profano, arrancando al hombre religioso de su tiempo individual, cronológico e histórico, para situarlo, al menos simbólicamente, en el Gran Tiempo, paradójico y sin duración; en consecuencia, el mito implica a una ruptura en el tiempo y equivale para el creyente rebasar su “situación histórica” o profana, dicho en términos religiosos, “se salva”, pero además le da a su creencia una revelación de la realidad última27, la cual, más allá de alejarlo de su situación social, le hace identificarse con la historia sagrada misma, tal vez valga decir, que los valores identitarios de los devotos xochimilcas crean en torno a al Niñopan, un lazo de cohesión y solidaridad mediante la identificación, por lo que el mito fundador en el que centran su creencia, como señalan Duvignaud y Eliade, independientemente de que sea una palabra errante o una narración ficticia o verdadera, cobra estatuto de certeza dentro de su fe y en su condición humana, regida por una determinada serie de comportamientos, que a la par se han heredado y reproduciendo en forma simbólica por medio de rituales inmersos en su cotidiano, en consecuencia, tal mito fundador es verdadero para el devoto creyente, porque ante su mirada, representa lo sagrado, por ello, cuando las narraciones que hacen referencia al origen mítico vuelven a ser recitadas o 27 Eliade, Mircea, Imágenes y Símbolos, Ed. Grupo Santillana/Taurus, España, 1999, pp. 63-84. 35 escuchadas, se entra en contacto con la hierofanía, lo cual, apunta Eliade, hace que el hombre religioso se identifique a sí mismo y en su concepción de realidad, en un plano cosmogónico que le sitúa en lo inalcanzable y le hace trascender más allá de su existencia individual pagana. Por lo que la importancia de preservar la tradición oral de las historias en torno al origen, recae, en el simbolismo, que da al devoto la respuesta fundamental para explicarse a sí y a quienes comparten con él tal forma de devoción, logrando también, relevancia sociológica, porque además de que se fortalece la memoria colectiva, estos mitos crean lazos de identidad, tanto grupal como regional. Memoria colectiva e identidad. En consecuencia, otro punto a concluir, recae en la identidad, la cual, se fortalece a partir de los mitos fundadores, puesto que éstos revelan el origen y razón de ser cosmogónica para los devotos, lo que nos lleva a determinar que las relaciones sociales inscritas en el contexto histórico y místico de este pueblo son indispensables para la identificación de la grupalidad y la reproducción de sus valores, mismos que generan una arraigada memoria colectiva que da fuerza y vigor a las culturas populares manteniéndose vigentes como un rasgo característico de nuestra riqueza cultural mexicana. Por ello, para reforzar la percepción de memoria colectiva generada en torno a la devoción al Niñopan, resulta conveniente retomar las aportaciones de Maurice Halbwachs, quién se refiere a la memoria colectiva como una memoria vivida por el grupo en la continuidad y en la semejanza a sí mismo28, lo que nos permite contraponerla a la memoria histórica, que esta periodizada en el pasado y se inserta en una cronología,
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