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La-UNAM-como-actor-en-la-diplomacia-cultural-de-Mexico--una-evaluacion-de-posibilidades

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
PROGRAMA DE POSGRADO EN 
 CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
 
 
LA UNAM COMO ACTOR EN LA DIPLOMACIA CULTURAL 
DE MÉXICO. UNA EVALUACIÓN DE POSIBILIDADES. 
 
 
 
TESIS 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE 
MAESTRO EN ESTUDIOS EN RELACIONES 
INTERNACIONALES 
 
 
 
PRESENTA 
XAVIER LOHENGRIN HERNÁNDEZ CÉSAR 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS 
DR. ALFONSO FRANCISCO SÁNCHEZ MUGICA 
UNAM-FCPYS 
 
 
 
Ciudad Universitaria, Cd.Mx., enero 2018 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 La planeación, desarrollo y presentación de un trabajo de esta índole son resultado no 
solo del esfuerzo de su autor, sino del de un gran número de personas en torno a éste. Es 
por ello que aprovechamos este espacio para agradecer a todos aquéllos que, durante la 
elaboración de esta tesis, nos brindaron su generosa compañía, auxilio y orientación. Es a 
ellos a quienes, consideramos, corresponde el verdadero mérito de ver concluido nuestro 
trabajo. Vaya así nuestra gratitud para todas esas manos tendidas y votos de confianza 
que, tanto en lo académico como en lo personal, nos respaldaron siempre de manera 
sincera y desinteresada, ayudándonos con ello no solo a avanzar en la dirección correcta, 
sino a superar los obstáculos en el camino. 
 
 
 Damos gracias asimismo por el siempre indispensable apoyo económico proveniente de 
diversas fuentes que, como única garantía, contaron igualmente solo con la promesa de 
ver concluido este esfuerzo hasta el final. En este sentido, hacemos un especial 
reconocimiento a CONACyT, cuya beca de posgrado fue siempre fundamental para 
disponer de los fondos requeridos durante el desarrollo y cumplimiento de nuestra 
investigación. Asimismo, agradecemos también a quienes, más allá de lo económico, nos 
aportaron tanto materiales de consulta y estudio, como espacio en sus agendas, 
proporcionándonos con ello valiosas observaciones, ideas y perspectivas, que 
enriquecieron nuestro debate y reflexión. 
 
 
 Compartimos así la satisfacción por haber podido llevar a buen término el presente 
trabajo, agradeciendo a todas las personas e instituciones que tuvieron a bien recorrer con 
nosotros el largo camino hacia el cierre de una etapa que significa no el final, sino el inicio 
de nuevas cosas. Damos gracias no solo a los numerosos y entrañables familiares, 
amigos, compañeros, académicos y trabajadores que alentaron, inspiraron y estuvieron 
siempre pendientes de esta empresa, sino también a la UNAM y al pueblo de México, de 
cuyas aportaciones y sacrificios hemos nutrido siempre gran parte de nuestra educación y 
crecimiento personal. 
 
 
 
 
DEDICATORIA 
 
Dedicamos este espacio a agradecer por su especial interés, atenciones y generosidad a: 
 
- JAVIER HERNÁNDEZ ESPÍNDOLA, mi padre 
-Mis hermanos y familiares 
-Dr. Alfonso F. Sánchez Mugica 
-Dr. César Villanueva Rivas 
-Dra. Paz Consuelo Márquez-Padilla García 
-Dra. Lourdes Arizpe Schlosser 
-Dra. Rocío Arroyo Belmonte 
-Dr. Javier Urbano Reyes 
-Mtra. Lilia Jiménez Mejía 
-Miguel Ángel Sánchez Cruz 
-Néstor de J. Belmonte Trujano 
-Alondra Ramírez López 
-Ernesto Ornelas 
-Javier Flores “Tovarich” y familia 
-Francia García Conde 
-Francisco Daniel Abundis Mejía 
-Omar Q., Agustín L. et al. 
-Karina Briseño “Luquitas” y familia 
-Roberto Cedillo y familia 
- Familia García Vera 
-Jesús Ledesma Jamaica 
-Черенков семья. Bсегда там. B небе, земли, и моря 
- Die “drei Stubben”. Immer da. 
-Klaussen W. et al. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
"En estos momentos yo no vengo a trabajar por la Universidad, 
sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo". 
 
 
José Vasconcelos 
 (Discurso inaugural como Rector, 1920) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
LISTA DE TABLAS Y MAPAS 1 
LISTA DE ABREVIATURAS 2 
 
INTRODUCCIÓN 4 
 
 
CAPÍTULO 1 
ELEMENTOS TEÓRICO-CONCEPTUALES 16 
 
1.1 - Poder suave 
 1.1.1 - Definición general y alcances 18 
 1.1.2 - Principales críticas y respuestas 20 
 1.1.3 - Medición 23 
 1.1.4 - Lectura desde algunos países 27 
 
1.2 - La cultura en las Relaciones Internacionales 
 1.2.1 - Aproximaciones en la disciplina 32 
 1.2.2 - La cultura como poder suave 35 
 1.2.3 - La cultura y la diplomacia 39 
 1.2.4 - Imagen-nación, cultura y poder suave 42 
 
1.3 - Institutos culturales en el exterior 
 1.3.1 - Caracterización general 45 
 1.3.2 - Uso como herramienta de poder suave 48 
 1.3.3 - Condicionantes básicas de su instrumentación 52 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 2 
EL PODER SUAVE CULTURAL DE MÉXICO A TRAVÉS DE LA 
 SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES DE MÉXICO 56 
 
2.1 - Poder suave e institutos culturales de la Secretaría de 
 Relaciones Exteriores 
 2.1.1 - Poder suave y cultura en México 58 
 2.1.2 - Trayectoria de los institutos culturales como poder suave 62 
 2.1.3 - El caso del Instituto de México 65 
 2.1.4 - Condiciones y utilidad actual 69 
 
2.2 - Condicionantes de poder suave para los institutos de la Secretaría de 
 Relaciones Exteriores en Estados Unidos 
 2.2.1 - Instituto Cultural de México en San Antonio (Texas) 73 
 2.2.2 - Instituto Cultural de México en Nueva York 76 
 2.2.3 - Instituto Cultural de México en Washington DC 80 
 2.2.4 - Instituto Cultural de México en Miami 84 
 
2.3 - Condicionantes de poder suave para institutos de la Secretaría de 
 Relaciones Exteriores en Europa y América Latina 
 2.3.1 - Institutos Culturales de México en París y en Madrid 87 
 2.3.2 - Institutos Culturales de México en Copenhague y en Viena 93 
 2.3.3 - Institutos Culturales de Méxicoen Guatemala y en Belice 97 
 2.3.4 - Institutos Culturales de México en San José (Costa Rica) y Quito 102 
 
 
CAPÍTULO 3 
EL PODER SUAVE CULTURAL INTERNACIONAL DE LA UNAM 107 
 
3.1 - La acción cultural universitaria internacional 
 3.1.1 - Poder suave y universidades 109 
 3.1.2 - Andamiaje cultural internacional de la UNAM 112 
 
 
 3.1.3 - Colaboración de la UNAM con la Secretaría de Relaciones Exteriores 116 
 3.1.4 - UNAM e imagen internacional 120 
 3.1.5 - Generalidades del núcleo Centro de Enseñanza para Extranjeros- 
 Centros de Estudios Mexicanos 124 
 
3.2 - Condicionantes de poder suave para las sedes en Estados Unidos y Canadá 
 3.2.1 - UNAM San Antonio 128 
 3.2.2 - UNAM Chicago 132 
 3.2.3 - UNAM Los Ángeles 135 
 3.2.4 - UNAM Seattle y UNAM Tucson 139 
 3.2.5 - UNAM Canadá 144 
 
3.3 - Condicionantes de poder suave para las sedes en el resto del mundo 
 3.3.1 - UNAM Francia 147 
 3.3.2 - UNAM España 151 
 3.3.3 - UNAM Reino Unido 154 
 3.3.4 - UNAM China 158 
 3.3.5 - UNAM Costa Rica 162 
 
 
CAPÍTULO 4 
EVALUACIÓN, DIAGNÓSTICO Y COLABORACIÓN 166 
 
4.1 - Evaluación de poder suave para institutos culturales en el exterior 
 4.1.1 - Matriz de elementos de poder suave 168 
 4.1.2 - Medición y evaluación de capacidades 171 
 
4.2 - Evaluación de poder suave de los institutos presentados 
 4.2.1 - Matriz de evaluación para los Institutos Culturales de México de la 
 Secretaría de Relaciones Exteriores 175 
 4.2.2 - Matriz de evaluación para UNAM en el Extranjero 178 
 
 
 
 
4.3 - Evaluaciones de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas 
 para las instituciones presentadas 
 4.3.1 - Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas de los Institutos 
 Culturales de México de la Secretaría de Relaciones Exteriores 182 
 4.3.2 - Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas de UNAM en el 
 Extranjero 186 
 
4.4 - Evaluación conjunta y propuesta de colaboración 
 4.4.1 - Condicionantes de poder suave y esquema de Fortalezas, 
 Oportunidades, Debilidades y Amenazas, conjuntos 189 
 4.4.2 - Colaboración y Núcleo de Acción Cultural en el Exterior 192 
 4.4.3 - Operación del Núcleo de Acción Cultural en el Exterior 197 
 
 
CONSIDERACIONES FINALES 204 
Comprobación de la hipótesis 206 
Hallazgos de la investigación 207 
 
 
REFERENCIAS CONSULTADAS 218 
Bibliográficas 219 
Hemerográficas – Revistas 220 
Hemerográficas – Periódicos 221 
Sitios de internet 221 
Bibliohemerografía – En línea 226 
Bibliohemerografía – PDF 231 
Documentos académicos 232 
Otras 233 
 
 
 
1 
 
LISTA DE TABLAS Y MAPAS EN ESTA TESIS 
 
TABLA 1 – Posiciones de poder suave por país, según dos de los índices más recientes. 
 (p.31) 
TABLA 2 – Posiciones de poder suave por país, según dos de los índices más recientes. 
 (p.31) 
TABLA 3 – Relación de rectores de la UNAM y creación de sedes en el extranjero. 
 (p.126) 
TABLA 4 – Matriz de variables para evaluación de capacidades de poder suave. 
 (p.168) 
TABLA 5 – Escala de valoración para la matriz de variables de poder suave. 
 (p.173) 
TABLA 6 – Resultado de la evaluación de capacidades de poder suave para los ICM de la SRE. 
 (p.175) 
TABLA 7 – Resultado de la evaluación de capacidades de poder suave para el sistema 
 UNAM en el Extranjero. 
 (p.179). 
TABLA 8 – Desempeño comparativo de las redes ICM-SRE y UNAM en el Extranjero. 
 (p.182). 
TABLA 9 – Matriz FODA para la red de ICM de la SRE. 
 (p.185) 
TABLA 10 – Matriz FODA para el sistema UNAM en el Extranjero. 
 (p.188) 
TABLA 11 – Matriz FODA combinada para las redes ICM-SRE y UNAM en el Extranjero. 
 (p.191) 
TABLA 12 – Grados de colaboración entre entidades, resultantes de sus niveles de acercamiento 
 mutuo. 
 (p.194) 
 
 
MAPA 1 – Localización de los institutos culturales de la SRE a nivel mundial. 
 (p. 70) 
MAPA 2 – Localización de las sedes del sistema UNAM en el Extranjero a nivel mundial 
 (p.126) 
MAPA 3 – Propuesta de expansión combinada de sedes SRE-UNAM. 
 (p. 201) 
 
 
2 
 
LISTA DE ABREVIATURAS USADAS EN ESTA TESIS 
 
AMEXCID – Agencia Mexicana de Cooperación Internacional y Desarrollo 
ARWU – Academic Ranking of World Universities 
AR/09-05-2016 – Acuerdo del Rector del 09 de mayo de 2016 (UNAM) 
B@UNAM – Programa de Bachillerato a Distancia en el Extranjero (UNAM) 
CCLCyA – Centro Cultural Luis Cardoza y Aragón (SRE, Guatemala) 
CDC – Coordinación de Difusión Cultural (UNAM) 
CELA – Certificado de Español como Lengua Adicional 
CEM – Centro de Estudios Mexicanos (UNAM) 
CEPE – Centro de Enseñanza para Extranjeros (UNAM) 
CISAN – Centro de Investigaciones sobre América del Norte (UNAM) 
CONACULTA – Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (México) 
CONACyT – Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (México) 
CSUN – Universidad Estatal de Californiaen Northridge (Estados Unidos) 
DGCEC – Dirección General de Cooperación Educativa y Cultural (SRE) 
DGECI – Dirección General de Cooperación e Internacionalización (UNAM) 
DGPU – Dirección General del Patrimonio Universitario (UNAM) 
DIPELE – Diplomado Inicial para Profesores de Español como Lengua Extranjera 
EdEU – Escuela de Extensión Universitaria (UNAM) 
EEELE – Especialización en Enseñanza de Español como Lengua Extranjera 
EPLE – Examen de Posesión de la Lengua Española 
EXELEAA – Examen de Español como Lengua Extranjera para el Ámbito Académico 
FCE – Fondo de Cultura Económica (Mexico) 
FCPyS – Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM) 
FMI – Fondo Monetario Internacional 
FODA – Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas (Enfoque de) 
ICE – Instituto Cervantes (España) 
ICM – Instituto Cultural de México 
 ICMB – Instituto Cultural de México en Belice 
 ICMC – Instituto Cultural de México en Copenhague 
 ICMMd – Instituto Cultural de México en Madrid 
 ICMM – Instituto Cultural de México en Miami 
 ICMNY – Instituto Cultural de México en Nueva York 
 ICMP – Instituto Cultural de México en París 
 ICMV – Instituto Cultural de México en Viena 
 ICMWDC – Instituto Cultural de México en Washington, DC 
ICM-SRE – Institutos Culturales de México de la SRE 
IMCINE – Instituto Mexicano de Cinematografía 
3 
 
KCL – King‟s College of London (Gran Bretaña) 
MUAC – Museo Universitario de Arte Contemporáneo (UNAM) 
NACEX - Núcleo de Acción Cultural en el Exterior (SRE-UNAM) 
OCDE – Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico 
ONU – Organización de Naciones Unidas 
QSWUR – Quacquarelli Symonds, World University Rankings 
RICEPE – Reglamento Interno del Centro de Enseñanza para Extranjeros (UNAM) 
RGCEU – Reglamento General de los Centros de Extensión Universitaria (UNAM) 
SEP – Secretaría de Educación Pública (México) 
SIELE – Sistema Internacional de Evaluación de la Lengua Española 
SRE – Secretaría de Relaciones Exteriores (México) 
THE – Times Higher Education World University Rankings 
TLCAN – Tratado de Libre Comercio de América del Norte 
TLCUEM – Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México 
TOEFL – Test of English as Foreign Language 
UCR – Universidad de Costa Rica 
UE – Unión Europea 
UEEP – Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín (China) 
UISU – Unidad Internacional de Sedes Universitarias (UNAM) 
UNAM – Universidad Nacional Autónoma de México 
UNESCO – Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura 
UPMC – Universidad Pierre y Marie Curie (Francia) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 En el presente trabajo evaluamos la posibilidad de que la UNAM cuente con las 
capacidades de poder suave suficientes para proponer su incorporación al sistema de 
diplomacia cultural de nuestro país, a través del apoyo a la red de institutos culturales en 
el extranjero de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE). Para ello, 
además de las entidades operadas por la Cancillería, tomamos como objeto de estudio al 
conjunto de centros de vinculación lingüística, cultural y educativa de la UNAM que, 
gestionado por el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE), se encuentra 
constituido por las Escuelas de Extensión Universitaria (EdEU), y los Centros de Estudios 
Mexicanos (CEM). Lo anterior teniendo como base el importante apoyo dado a estas 
entidades, y a sus actividades de difusión e intercambio cultural internacional. Durante la 
rectoría del Dr. José Narro Robles (2007-2015), cuya gestión mantuvo siempre como una 
de sus prioridades el aumento de la proyección de la presencia académico-cultural de la 
Universidad en el exterior. 
 
 Asimismo, además de estimar el potencial de nuestra Universidad para fungir como 
actor internacional capaz de contribuir a la acumulación y proyección del poder suave de 
México, evaluamos sus posibilidades de llevar a cabo tal apoyo mediante la participación 
con la SRE en la creación de un núcleo conjunto de acción cultural en el extranjero. Ello 
considerando que las capacidades de nuestro país para hacer valer su voz y presencia 
en el exterior, son muy limitadas en términos de poder económico o militar, lo que le 
obliga a contar con otros medios. Panorama en el que lo cultural ofrece actualmente las 
mejores posibilidades gracias a la competencia por narrativas positivas entre países, 
impulsada por la era global, que facilita el que un Estado obtenga mayor reconocimiento 
a nivel internacional a través de recursos como el intercambio educativo, la promoción 
lingüística, y el acervo cultural. Elementos en los que México se desenvuelve en grado 
aceptable pero que, por diversos motivos, han sido generalmente subutilizados, limitando 
así nuestra capacidad de gestionar la arena internacional a favor. Algo contradictorio, y 
preocupante, para una nación que es reconocida a nivel mundial justamente por su 
riqueza y tradición cultural. 
 
6 
 
 Nuestro país requiere por ello redefinir con cierta urgencia el uso de la proyección 
cultural como recurso de poder suave. Particularmente en lo tocante a la cuestión de los 
institutos culturales en el exterior, pues esta herramienta recibe una atención más bien 
mínima pese a figurar como uno de los pilares de la diplomacia cultural y la política 
exterior en países como Alemania, Francia, España o Japón que, a través del apoyo en 
entidades como el Instituto Goethe, la Alianza Francesa, el Instituto Cervantes, y la 
Fundación Japón, respectivamente, disponen de un verdadero sistema de embajadas 
culturales que contribuye a mejorar sus capacidades de maniobra en el entorno mundial 
al ayudar a generar en otros pueblos interés y admiración por su estilo de vida, que 
posteriormente son traducidos en cuotas de legitimidad e influencia. Acciones que 
resultan particularmente relevantes cuando consideramos su impacto en personas como 
empresarios, asesores gubernamentales, intelectuales, académicos, y estudiantes 
universitarios; todos los cuales pueden tener un cierto peso en la toma de decisiones de 
sus países. 
 
 De ahí que el uso de la enseñanza de la cultura y el idioma nacionales lleve décadas 
abriendo puertas a los intereses entre países, siendo posible remontar sus antecedentes 
históricos hasta, al menos, el siglo XVII, cuando los monarcas franceses emplean las 
misiones religiosas como medio para facilitar la expansión lingüística y cultural de su país 
en ultramar. De entonces a la fecha, el empuje de esta estrategia ha sido tal que, además 
de los casos ampliamente conocidos, como el de la Alianza Francesa, la Sociedad Dante 
Alighieri o el Consejo Británico, existen actualmente poco más de cuarenta iniciativas de 
este tipo en todo el mundo, presentes en países tan diversos como Brasil, Rusia, Turquía, 
Finlandia, Australia, Corea del Sur, India y Perú, por mencionar algunos, los cuales 
convergen en la conveniencia del uso de institutos culturales en el exterior a pesar de 
tener necesidades y prioridades muy distintas entre sí. Asimismo, casi la mitad de estas 
instituciones ha aparecido en los últimos 25 años; lo que nos habla de la creciente 
importancia que tiene para muchos países el contar con un espacio para poder entablar 
un dialogo de primera mano con la gente de otras naciones, dándose a conocer así de 
manera más auténtica y respetable, en contraposición con los estereotipos y coyunturas 
pasajeras. 
 
 Los institutos culturales en el exterior constituyen así un valioso recurso de proyección 
internacional que en nuestro país nunca ha logrado consolidarse, pese a ser conocido y 
7 
 
empleado, de manera oficial, desde la década de 1940. Un lapso de siete décadas en el 
cual la única constante son los grandes altibajosdel sistema, que se caracteriza por 
pasar por largos períodos de subutilización, alternados con momentos de empleo profuso 
en torno a coyunturas muy concretas, siendo el accidentado periplo de creación y 
cancelación casi inmediata del Instituto de México (2001-2003), proyectado con la 
intención de unificar desde la Cancillería los muchos y muy dispersos centros culturales 
mexicanos entonces existentes en el extranjero, uno de los mejores ejemplos de tal 
situación. El porqué de ello y de que nuestro país no haya logrado aún capitalizar su gran 
potencial cultural en una entidad capaz de acumular poder suave que se traduzca, a su 
vez, en la creación de una imagen positiva duradera, genera numerosas interrogantes al 
respecto, en tanto que el origen de la cuestión no puede achacarse por completo a la 
subestimación del papel e importancia de la cultura en la dinámica internacional. 
 
 En torno a ello, valdría la pena comenzar a indagar enfocándonos en tres puntos que 
atañen a ciertos elementos clave: los factores concretos que, en primera instancia, 
generan tal situación; la manera en que el gobierno está abordando el problema; y las 
posibles alternativas al respecto. En el primer caso, la interrogante nos remite a saber si 
se encuentran ya identificados los elementos específicos que generan el estancamiento, 
cuáles son, y cómo lo hacen (por obstaculización, por capacidades limitadas, etc.). 
Tocante a la segunda cuestión, esta nos refiere al nivel de conocimiento que tiene el 
gobierno de los factores que generan el problema, y del cómo actúa al respecto; es decir, 
cuáles son las medidas que toma y por qué, siendo igualmente importante determinar si 
éstas están siendo pensadas como una solución realmente efectiva al problema, o si son 
administradas como meros paliativos. De este modo, conocida la manera en que el 
gobierno aborda la cuestión, y el nivel de adecuación con que lo hace, la tercera 
interrogante nos lleva a plantear si existen posibilidades para que las acciones ejercidas 
puedan ser mejoradas, y cuáles son las formas en que ello puede ocurrir (ajustes al 
esquema actual, la sustitución de éste por uno diferente, etc.). 
 
 Contestar a tales interrogantes atendiendo a la producción académica actual resulta 
una tarea un tanto difícil, dado que hoy día son más bien pocos los estudios referentes al 
estado de la diplomacia cultural de México y sus pormenores, al tiempo que son aún más 
escasos los trabajos específicamente dedicados al desarrollo y uso de institutos 
culturales de nuestro país en el extranjero. Igualmente, son mínimas las investigaciones 
8 
 
referentes al potencial de la UNAM en esta área, y a su inserción en la política exterior, 
pese a que la Universidad cuenta con un amplio historial en el uso y gestión de 
representaciones culturales internacionales, y a que el núcleo CEPE-CEM constituye una 
de las dependencias universitarias que poseen antecedentes y trayectoria suficientes 
como para ser considerado un actor con experiencia suficiente para participar en el 
ejercicio de la diplomacia cultural mexicana. En uno y otro caso, tenemos que las 
circunstancias concretas, el potencial de acción subyacente, y la prospectiva de posibles 
modelos de colaboración, se encuentran poco explorados; razón por la cual el responder 
al pleno de interrogantes previamente planteadas supone tener que abordar el tema 
prácticamente desde cero. 
 
 De ahí la conveniencia de contribuir con una investigación al respecto, que ayude a 
cubrir al menos una parte de las todavía numerosas lagunas presentes en el estudio de la 
diplomacia y el poder suave culturales de nuestro país, donde la vinculación entre la 
cultura y el entorno internacional suele centrarse en torno al debate de cuestiones como 
el uso del patrimonio o la definición de la identidad nacional, siendo más bien pocos los 
textos referidos al análisis de la relación entre diplomacia, cultura, y su uso como 
herramienta de política exterior. Aspecto en el que, sin embargo, es necesario lograr un 
mayor nivel de comprensión y análisis, toda vez que de ello depende el desarrollo de 
nuevas estrategias que contribuyan a dar mayor peso a nuestra presencia de cara a una 
sociedad internacional que, como hemos señalado, requiere que los Estados sean 
capaces de desplegar diferentes formas de ejercer poder e influencia. Aspecto en el cual 
requieren contar no solo con los recursos, sino también con las estrategias adecuadas. 
Dado lo anterior, y a fin de mejorar el desempeño de la diplomacia cultural de nuestro 
país bajo la modalidad de institutos culturales en el exterior, es que en este trabajo nos 
dedicamos a ahondar en el conocimiento y evaluación tanto de las actuales capacidades 
de poder suave de la SRE y de la UNAM, como de sus pasividades de colaboración 
conjunta más allá de coyunturas pasajeras. 
 
 De esta manera, y con el propósito de generar un mayor nivel de conocimiento en el 
desarrollo de estos temas para nuestro país, en este trabajo nos hemos propuesto como 
objetivo general el determinar y comparar el nivel de capacidades de poder suave tanto 
del sistema UNAM en el Extranjero, como de la red de institutos culturales de la SRE 
(ICM-SRE), estimando a través de ello el grado de idoneidad con que cuenta la UNAM 
9 
 
para participar, de manera formal, en la diplomacia cultural del país. De igual manera, con 
el fin de aportar una mayor comprensión a ciertos aspectos concretos del tema, hemos 
establecido como objetivos específicos, los siguientes: a) Señalar el papel e importancia 
de lo cultural en la dinámicas del sistema internacional actual; b) Describir el estado del 
uso del poder suave en las estrategias presentes de proyección internacional; c) 
Identificar los principales rasgos que hacen de los institutos culturales en el exterior una 
herramienta de diplomacia y poder suave culturales; e) Describir el estado, en México, del 
poder suave y su uso a través de institutos culturales; f) Señalar los recursos y 
mecanismos de proyección cultural internacional con que cuenta la UNAM; g) Integrar 
una matriz de variables destinada a identificar, cuantificar y medir los principales factores 
de poder suave presentes en las redes culturales en el exterior de la UNAM y de la SRE, 
a fin de compararlos; h) Determinar el efecto que podrían tener las fortalezas, 
oportunidades, debilidades y amenazas de la UNAM y la SRE, en la creación de un 
núcleo común de acción cultural en el exterior. 
 
 Del cumplimiento de tales objetivos esperamos obtener información y evidencia que 
nos permitan contrastar y verificar nuestras hipótesis principal y secundaria, ambas de 
tipo investigativo-descriptivo, en tanto que encontramos su comprobación sujeta a la 
comparación del desempeño de las variables analizadas, respecto a un parámetro de 
medición establecido. De este modo, como hipótesis principal, planteamos que “la UNAM 
cuenta con los elementos institucionales y operativos de poder suave necesarios para 
apoyar a la SRE en el ejercicio de la diplomacia cultural de México, bajo la modalidad de 
institutos culturales”. Hipótesis donde las unidades de análisis corresponden a la UNAM 
y la SRE; la variable de estudio a los elementos operativos e institucionales de poder 
suave; y el término lógico entre unidades, a la posibilidad de ejercer la diplomacia cultural 
de manera común. De esta forma, el que la Universidad pueda ser propuesta de manera 
legítima como un actor diplomático-cultural, dependerá de los resultados que obtenga 
ante una evaluación de factores considerados como mínimos para el ejercicio del poder 
suave en la modalidad señalada. 
 
 De manera similar, como hipótesis secundaria establecemos que “el sistema UNAM en 
el Extranjero, gestionado por el CEPE, reúne los elementos y características necesarias 
para poder ser considerado un instrumento con capacidades de podersuave 
equivalentes, o superiores, a las de los institutos culturales de la SRE.” Podemos apreciar 
10 
 
que se trata de una derivación de la hipótesis primaria, si bien, en ésta tenemos que las 
unidades de análisis son el sistema UNAM en el Extranjero y la red de institutos 
culturales de la Cancillería; la variable de estudio las capacidades de poder suave de 
ambas entidades; y el término lógico la posibilidad de contar con niveles semejantes de 
tal poder. Dado lo anterior, tenemos que la afirmación o negación de que el sistema 
UNAM en el Extranjero cuenta con capacidades de poder suave iguales o mejores que 
las de la red de institutos culturales de la SRE, dependerá del desempeño observable 
para los elementos de uno y otro conjunto, ante una misma medición. 
 
 Establecido lo anterior, cabe señalar que la perspectiva teórico-conceptual a la cual 
recurrimos para fundamentar nuestra interpretación y análisis del tema, es la referente a 
la noción de “poder suave”, creada por el académico y politólogo estadounidense de 
filiación teórica neoliberal, Joseph Nye Jr. Al respecto, podemos decir que el primer uso 
de tal idea tiene lugar en 1990, cuando aparece como parte de la discusión de dicho 
autor en torno a la necesidad de Estados Unidos de aprehender una nueva manera de 
entender el poder a fin de mantener su liderazgo en el entonces incipiente nuevo orden 
global. Posterior a ello, su verdadero desarrollo como posición teórica dentro de las 
Relaciones Internacionales tiene lugar a partir de 2004, cuando Nye Jr. ahonda no solo 
en la definición sino también en las características, componentes, actores, etc., ligados a 
esta forma de poder, según lo expuesto en su libro Soft Power: The Means to Success in 
World Politics. Se trata así de una perspectiva relativamente reciente que, sin embargo, 
resulta de gran valor para nuestro estudio toda vez que, a diferencia de otros enfoques 
teóricos, otorga una importancia renovada a la cultura dentro del análisis internacional, al 
señalarla como una de las fuentes de las cuales puede emanar el poder. 
 
 Respecto a ello, es necesario puntualizar que, pese a la posición como teórico 
predominantemente neoliberal de Nye, en términos empíricos la idea del poder suave no 
corresponde a esta línea, sino al realismo. Como su propio nombre lo indica, el elemento 
central en ella es el poder, cuyo papel en la dinámica de las relaciones entre naciones 
lejos de ser cuestionado o minimizado, es reconocido y reafirmado bajo una nueva 
lectura. En ésta, sigue siendo importante la capacidad de un actor internacional para 
gestionar por sí mismo el entorno mundial y obtener beneficios propios, cambiando 
únicamente los medios y recursos disponibles para hacerlo; mismos que, en el contexto 
de la llamada aldea global, no pueden limitarse al uso de la fuerza bruta o la coerción en 
11 
 
razón del mayor número de interacciones de todo tipo entre las diferentes naciones. Se 
trata así de una perspectiva diferente del poder, en la cual las capacidades de éste para 
desenvolverse e influir en un entorno anárquico, se extienden a otros aspectos más allá 
de lo económico y militar (poder duro), que incluyen elementos como los valores 
sociopolíticos de una nación, su conducta en el exterior, y el bagaje cultural con que 
cuenta. Tríada que constituye el núcleo originario del poder suave. 
 
 De esta manera, tenemos que, como concepto, esta vertiente del poder es 
complementaria, y no contrapuesta, a la idea que de aquél se tiene tradicionalmente 
dentro del realismo teórico. Se refiere a la posibilidad de obtener control sobre otros a 
través de un proceso en el que es posible identificar al menos tres etapas de acción: 
generación de interés por lo que uno hace; canalización de tal interés por admiración; y 
capitalización de ello en influencia sobre otros. En función de ello, podemos decir así que 
un país ha acumulado un bagaje de poder suave suficiente para gestionar el entorno 
internacional a su favor, cuando las demás naciones tienden, por sí solas, no sólo a 
admirar, sino a imitar su cultura y valores. Condiciones que implican, asimismo, un cierto 
nivel de prestigio y respeto que ayudan a respaldar y legitimar la búsqueda de objetivos 
de interés nacional en el exterior. 
 
 Por otra parte, y dado el carácter descriptivo de nuestras hipótesis, la metodología 
empleada para verificar su comprobación consiste en la identificación de cincuenta y 
cinco condicionantes de poder suave comunes para ambas entidades, que hemos 
seleccionado de entre muchas otras por dos razones principales: por un lado, su 
contenido consta de elementos que, consideramos, son clave para la operación de todo 
instituto cultural en el exterior; por el otro, se trata de variables ligadas a los aspectos de 
selección de entorno, disposición de medios, líneas de ejecución, y resultados esperados, 
inherentes al uso de todo instrumento de poder. De esta manera, arreglamos tales 
condicionantes en una matriz de comparación que conforma el instrumento de medición 
con el cual evaluamos el desempeño tanto de la red cultural de la Cancillería, como de la 
perteneciente al sistema universitario, y donde el cumplimiento de un mayor número de 
condicionantes es usado como indicativo de un mejor desempeño, y viceversa. Acto 
seguido, relacionamos el total de variables cubiertas por cada entidad, con una escala de 
valoración que, eventualmente, nos indica tanto el nivel de capacidades de poder suave, 
como el grado de diplomacia cultural equivalente que pueden desplegar, siendo la 
12 
 
comparación de los resultados finales de cada red lo que nos permitirá verificar o no las 
hipótesis planteadas. 
 
 Complementario a ello, y una vez que hemos determinado los niveles de capacidades 
de poder suave y diplomacia cultural atribuibles a las dos redes, recurrimos al empleo de 
una matriz de tipo Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, y Amenazas (FODA) que, 
como su nombre lo indica, nos ayuda a identificar los factores, de todo tipo cuya 
presencia en cada una de las instituciones analizadas puede no solo potenciar, sino 
también obstaculizar la puesta en marcha de un proyecto de colaboración conjunta en el 
exterior. Diagnóstico que es importante toda vez que de él depende la adecuada elección 
de un curso de acción que satisfaga, en lo posible, los retos y necesidades que se 
anteponen al logro de un trabajo conjunto exitoso. Punto este último en torno al cual 
presentamos, asimismo, una escala de valoración que define el grado de colaboración 
real que pueden alcanzar dos entidades, partiendo de la consideración no solo de 
semejanzas superficiales, sino de parámetros de trabajo más definidos y concretos, como 
la frecuencia de contactos mutuos establecidos, el número y tipo de compromisos 
adquiridos, etc. 
 
 Como nota metodológica adicional, debemos señalar que los resultados finales 
obtenidos para los niveles de capacidades de poder suave, el estado de la relación FODA 
conjunta, y el grado de colaboración realizable, son susceptibles de ser revisados o 
modificados en evaluaciones posteriores, dado el carácter inédito de las matrices y 
escalas de evaluación utilizados, cuyo desarrollo o adaptación para uso específico en el 
análisis de institutos culturales en el exterior como herramienta diplomático-cultural, 
parece no tener antecedente en nuestro país o fuera de él. De ahí que, 
independientemente de los resultados obtenidos, podamos considerar que la 
presentación de tales instrumentos constituye por sí misma un valioso aporte al estudio 
de la dinámica de este tipo de entidades dentro de nuestra disciplina. 
 
 Establecido lo anterior, tenemos que nuestra argumentación del tema se encuentra 
dividida en cuatro partes, correspondientes al desarrollo de igual número de capítulos: 1 – 
Elementos teórico-conceptuales; 2 – El poder suave cultural de Méxicoa través de la 
SRE; 3 – El poder suave cultural internacional de la UNAM; y 4 – Evaluación, diagnóstico 
13 
 
y colaboración. Apartados cuya discusión afianzamos en la sección final, correspondiente 
a Conclusiones. Como es de esperar, el contenido de cada uno de estos capítulos gira en 
torno al análisis del tema que le da título; no obstante, en todas ellas tratamos de 
mantener como centro de la discusión el papel de la cultura, y en especial de los 
institutos en el extranjero, como herramienta de poder suave que cuenta con un gran 
potencial para ayudar a nuestro país a gestionar el entorno internacional a favor. 
 
 En el Capítulo 1, “Elementos teórico-conceptuales”, presentamos las ideas y conceptos 
que nos ayudan a entender la importancia del poder suave, la cultura, y el uso de 
institutos culturales en el extranjero como objeto de estudio, señalando su condición 
como elementos que participan de manera importante en el rumbo de la dinámica 
internacional. Iniciamos presentando la noción de poder suave y su lugar en las 
Relaciones Internacionales, donde nos acercamos al conocimiento de su definición, 
alcances y demás elementos que lo caracterizan, así como al modo en que es ponderado 
y empleado por algunos de los países que hoy día ejercen mayor peso en la arena 
mundial. Contexto que nos permite señalar, a continuación, el papel de lo cultural como 
recurso capaz de generar poder e influencia en el exterior, deteniéndonos en el análisis 
de las condiciones en que ello ocurre, y en la manera en cómo suele articularse con la 
política exterior. La última parte del capítulo la dedicamos al estudio de los institutos 
culturales en el extranjero, uno de los recursos culturales cada vez más usados a nivel 
global para gestionar la proyección y logro de los intereses nacionales más allá del 
territorio propio. Nos centramos por ello en la caracterización de los elementos generales 
que los integran, su uso como herramienta de poder suave, y las c ircunstancias que, 
desde esta última perspectiva, favorecen u obstaculizan su utilización. 
 
 En el Capítulo 2, “El poder suave cultural de México a través de la SRE”, exploramos el 
estado de dicha forma de poder en nuestro país, primordialmente en lo concerniente al 
uso de institutos culturales en el exterior. Ámbito en el cual nos referimos de manera 
específica a la red de centros de este tipo operada por la Secretaría de Relaciones 
Exteriores de México (SRE). De esta manera, comenzamos por una breve reseña de las 
generalidades del uso del poder suave cultural en nuestro país, prestando especial 
atención al caso del Instituto de México, que constituye un auténtico parteaguas en el 
devenir de la diplomacia cultural nacional, pese a una existencia más bien breve. Acto 
14 
 
seguido, realizamos el diagnóstico específico de cada una de las sedes remanentes de 
dicho Instituto con el propósito de estimar sus actuales capacidades de poder suave. 
Examinamos así su desempeño en cuatro áreas básicas: Entorno, Infraestructura y 
recursos, Actividades y líneas de acción, y Articulación con objetivos e intereses 
nacionales, comenzando por los centros localizados en Estados Unidos, para continuar 
después con aquéllos en Europa y América Latina, siendo la información obtenida de 
todo ello la que emplearemos como materia prima para realizar la evaluación comparativa 
final correspondiente al Capítulo 4. 
 
 En el Capítulo 3, “El poder suave cultural internacional de la UNAM”, realizamos lo 
propio para el caso de esta última institución; si bien, comenzamos retomando 
primeramente las cuestiones referentes al origen y magnitud del potencial de poder suave 
que guardan las universidades en general. Hecho lo anterior, nos adentramos con mayor 
detenimiento en el conocimiento de los recursos con que cuenta la UNAM en este 
sentido, desde el punto de vista cultural y su proyección al extranjero, principalmente. 
Asimismo, con el propósito de complementar el conocimiento de su experiencia de 
trabajo en el exterior, reseñamos también el historial de colaboración que la Universidad 
ha mantenido con la SRE, especialmente en las áreas académico-educativa y cultural. 
Establecidos tales antecedentes, procedemos a realizar el diagnóstico de las diferentes 
sedes de representación académico-cultural que la UNAM mantiene alrededor del 
mundo, agrupadas bajo la denominación genérica de “UNAM en el Extranjero”, bajo 
gestión del CEPE. Centros que constituyen el eje en torno al cual articulamos nuestra 
propuesta de acercar la Universidad al andamiaje de diplomacia cultural de la SRE, por lo 
que, igualmente, examinamos sus capacidades de poder suave bajo los cuatro criterios 
operativos empleados para la red del Instituto de México. 
 
 En el Capítulo 4, “Evaluación, diagnóstico y colaboración”, realizamos el análisis 
comparativo final de las capacidades de poder suave identificadas en las redes de 
institutos de la SRE y de la UNAM, presentando además un esbozo de las principales 
incidencias que deberían tomarse en cuenta para poner en marcha un posible proceso de 
colaboración que se traduzca en el fortalecimiento tanto del poder suave cultural de 
ambas entidades, como de la diplomacia cultural de nuestro país. De esta manera, en un 
primer momento, determinamos el nivel de capacidades de poder suave de cada red con 
15 
 
el propósito de conocer el nivel de proximidad operativa y semejanza entre ellas. 
Cumplido lo anterior, en un segundo proceso, identificamos las variables que, para cada 
entidad, operan como fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (esquema 
FODA), mismas que intersectamos posteriormente a fin de establecer un nuevo FODA 
conjunto, que consideramos una base previa necesaria para poder plantear cualquier 
posible escenario de colaboración. Partiendo de ello, esbozamos una primera idea del 
esquema que podría adoptar la instrumentación del trabajo conjunto entre la UNAM y la 
SRE, en términos del establecimiento de una estrategia común de poder suave cultural. 
 
 Finalmente, en el apartado dedicado a Consideraciones finales, damos cuenta de los 
diferentes hallazgos producto de esta investigación, mismos que abordamos bajo dos 
vertientes principales: la verificación de nuestras hipótesis principal y secundaria, y la 
presentación de las reflexiones resultantes del análisis de los principales conceptos e 
ideas expuestos en este trabajo, centrándonos particularmente en el proceso de 
reconocimiento de la cultura, las universidades, y sus capacidades de poder suave, como 
agentes que, actualmente, tienen un mayor peso en el desarrollo de las relaciones 
internacionales. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
16 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1 
 
ELEMENTOS TEÓRICO-CONCEPTUALES 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
17 
 
1 – ELEMENTOS TEÓRICO-CONCEPTUALES 
 
 Iniciamos el presente trabajo con el conocimiento de los elementos teórico-
conceptuales básicos que constituyen el marco referencial sobre el que desarrollamos 
nuestra investigación, y que se encuentra integrado por tres nociones clave: poder suave, 
cultura en las Relaciones Internacionales, e institutos culturales en el exterior. Elementos 
cuyo contenido es fundamental en la explicación y comprensión del papel e importancia 
de las cuestiones culturales en la dinámica del sistema internacional actual. 
 
 De esta manera, en primer término atendemos al conocimiento del concepto de poder 
suave, del cual presentamos su naturaleza como una forma de ejercer el poder, por 
medios distintos a la fuerza y la coerción. Complementario a ello, explicamos los 
principales debates académicos surgidos en Relaciones Internacionales en torno a su 
utilidad, mismos que giran en torno a dos cuestiones básicas: su legitimidad, y su 
efectividad. Punto este último que nos lleva a la discusión de su medicióncuantitiva y al 
conocimiento de los diferentes instrumentos surgidos respecto a ello. Establecidas las 
ideas anteriores, redondeamos este acercamiento al poder suave mediante la exploración 
del estado actual de su uso en naciones clave como Estados Unidos, Rusia y China. 
 
 En otro orden, continuamos con la presentación de lo cultural en tanto que uno de los 
pilares teórico-empíricos del sistema internacional. Cuestión poco abordada en los 
estudios del tema, pero cuya importancia consideramos equiparable a la de los rubros 
económico-comercial, histórico-político, geopolítico-militar, y jurídico. Para efectos de este 
trabajo, centramos la discusión sobre cultura en torno a cuatro puntos: el uso del término 
cultura en el contexto de las Relaciones Internacionales; su papel como fuente de poder 
suave; su empleo como herramienta diplomática en la política exterior; y su utilidad como 
recurso para construir, de manera continua, una buena imagen nacional en el extranjero. 
 
 Cerramos esta discusión teórico-conceptual con un sucinto análisis del contenido, 
propósito y condiciones que definen a los institutos culturales en el exterior en tanto que 
herramienta diplomático-cultural que, en las últimas dos décadas y media, ha venido 
ganando preferencia a nivel mundial como uno de los instrumentos usados por los 
gobiernos nacionales para realizar el cultivo y ejercicio del poder suave. 
 
 
18 
 
1.1 - PODER SUAVE 
 
1.1.1 - Definición general y alcances 
 Por lo regular, en las Relaciones Internacionales las nociones del poder y su uso suelen 
entenderse bajo la perspectiva de la escuela realista, en la que tales elementos son 
interpretados como la capacidad de un Estado para asegurar su supervivencia y 
seguridad mediante el uso premeditado y directo de la fuerza o la coerción sobre otros, 
logrando con ello imponer sus intereses, de manera unilateral, en un entorno mundial en 
el que prevalece fundamentalmente la anarquía.1 Visión cuyo problema principal es el 
resultar demasiado limitada respecto una realidad internacional contemporánea cada vez 
más compleja, caracterizada por la existencia y participación de actores adicionales al 
Estado, y donde los intereses nacionales requieren de una legitimación cada vez mayor 
de cara a una sociedad civil que, empoderada por las tecnologías de la información, 
exige a sus gobiernos estrategias más colaborativas y menos impositivas hacia el 
exterior. Condiciones que, por otra parte, se suman al ya conocido costo y desgaste que 
conlleva el uso de la coerción donde, incluso para el Estado más fuerte, el ejercicio 
continuo de la fuerza significa un requerimiento elevado de recursos humanos y 
materiales que hace difícil mantener su aplicación más allá de un cierto período, haciendo 
necesario dar paso a otras formas de control. 
 
 Bajo este contexto, es que Joseph Nye Jr. comienza así a redefinir la idea general del 
poder y su uso en Relaciones Internacionales, reinterpretándolo simplemente como la 
habilidad para influenciar en el comportamiento de los demás, de manera que es posible 
lograr que hagan algo que, de otro modo, no harían.2 Aproximación que, podemos 
observar, mantiene la esencia básica del poder como control, pero suprime de ella la idea 
de ejecutarlo necesariamente a través de la fuerza o la coerción, abriendo la puerta a 
otros métodos que incluyen la capacidad de generar atracción, y el modelar preferencias 
ajenas. Asimismo, para este autor, la capacidad de acumular y ejercer poder a nivel 
internacional viene dada por la presencia conjunta de cuatro elementos: recursos 
 
1
 Al respecto, véase la discusión sobre el funcionamiento del sistema internacional contenida en los trabajos 
de autores representativos de esta corriente y sus vertientes posteriores, como Hans Morgenthau ( Política 
entre las naciones, 1948), Reinhold Niebuhr (La estructura de las naciones e imperios, 1959), Kenneth Waltz 
(Teoría de la política internacional, 1979), y Robert Gilpin (Guerra y cambio en la política mundial, 1988). 
2
 Joseph Nye Jr., Soft power: The Means to Success in World Politics, New York, Public Affairs (Perseus Books 
Group), 2004, p. 2. 
19 
 
suficientes, estrategias adecuadas, habilidad de liderazgo, y un contexto que defina la 
relación entre los actores involucrados. Pluralidad que siempre debe ser considerada en 
tanto impone dificultades para que un actor o Estado pueda concentrar todos los factores 
al mismo tiempo. Por otro lado, nos dice, en el mundo actual el poder se halla repartido 
en tres esferas: Militar, Económico-comercial, y Trasnacional, estando las dos primeras 
definidas por las relaciones verticales tradicionales entre Estados, caracterizadas por la 
coerción y la presión, mientras que la última corresponde a la interacción horizontal, en la 
que la afinidad mutua entre actores, y no la jerarquía, constituye el vínculo más 
importante para el funcionamiento de la sociedad internacional en su conjunto.3 
 
 Dado el panorama lo anterior, tenemos que el ejercicio del poder puede asumir varias 
formas, mismas a las que Nye Jr. se refiere como poder duro (hard power), poder suave 
(soft power) y, la combinación de ambos, poder inteligente (smart power). En cuanto al 
primero, se trata del acostumbrado uso de la fuerza y la imposición, por medios 
coercitivos o punitivos, como vehículo para obtener lo que se desea. Ello en contraste 
con el segundo, que apela a la atracción y la persuasión como condiciones para modelar, 
por convicción propia, las preferencias, usos y reacciones ajenas, volviendo innecesario 
el uso de la fuerza o la coerción. De este modo, tenemos que el poder suave opera 
fundamentalmente bajo la lógica de la atracción; es decir, cuántos seguidores alentar, en 
reemplazo al enfoque usual de cuántos enemigos someter. De ahí que su uso requiera 
del cultivo y acumulación de ciertos recursos distintos a los tradicionales (armas, dinero, 
etc.) que los actores internacionales, y en especial los Estados, pueden obtener de tres 
fuentes básicas: su tipo de sistema y valores políticos (democracia, defensa de derechos 
humanos, ambientalismo, etc.); sus principios y acciones de política exterior (apego al 
derecho internacional, inclinación a la cooperación, liderazgo, etc.); y el atractivo de su 
cultura (logros artísticos, académicos, patrimonio, etc.).4 
 
 Nye nos advierte, sin embargo, que no basta con poseer tales elementos para generar 
atracción o interés en los demás miembros de la comunidad internacional. En general, el 
éxito de ello depende en buena parte del manejo adecuado de ciertas circunstancias que 
establecen límites al alcance del poder suave, entre las que se encuentran: el contexto y 
 
3
 Joseph Nye Jr., Op. cit. p. 4. 
4
 Ibidem, p. 11. 
20 
 
los filtros culturales; el acercamiento de los valores políticos y culturales de un actor a lo 
universal (es decir, a un nivel de reconocimiento y aceptación presentes en todo el 
mundo); y la reputación y credibilidad de quien lo utiliza, que constituye un elemento 
crucial.5 Particularmente para los Estados, es importante que los gobiernos observen 
cierto grado de coherencia entre el discurso y las actividades que realizan dentro y fuera 
del territorio, so pena de generar acusaciones de propaganda y reacciones de 
desconfianza o reprobación cuyo efecto termina traduciéndose no en ganancia, sino en 
pérdida de influencia en el exterior. 
 
 Tocante a la efectividad real del poder suave, en este punto es importante señalar que, 
pese a la idea de “suavidad” o “blandura” implícita en su denominación, esta forma de 
ejercer influencia y obtener resultados está lejos de ser inofensiva o inocua. Es posible, 
de hecho, utilizarla como medio para impulsar o legitimar decisiones y acciones quepueden terminar favoreciendo el uso indiscriminado del poder duro, tal como podemos 
constatar en casos como los de Hitler, Stalin o, en tiempos recientes, Osama Bin Laden. 
Personajes todos ellos cuyo carisma y poder de persuasión, combinado con un contexto 
favorable, fueron suficientes para respaldar una retórica y un curso de acción que terminó 
llevando a naciones enteras al conflicto. En sentido inverso, tenemos que el poder duro 
puede igualmente acrecentar al poder suave, siendo buen ejemplo de ello la Primera 
Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991), donde el rescate militar de Kuwait por una 
coalición internacional liderada por Estados Unidos, ayudó a elevar la imagen y 
percepción de este último país ante el resto del mundo (situación que, por otra parte, 
vimos revertirse una década después dado el uso de una estrategia similar, en un 
contexto totalmente diferente). Tenemos así que la efectividad del poder suave no solo es 
real, sino que puede ser complementaria a la del poder duro, en contraposición a la 
concepción común que, erróneamente, suele interpretarlos como mutuamente 
excluyentes. 
 
1.1.2 - Principales críticas y respuestas 
 De acuerdo al propio Joseph Nye Jr., en términos teóricos, el poder suave no debe ser 
considerado como una forma o principio del idealismo o liberalismo, pues su naturaleza 
 
5
 Ibidem, pp-2-3. 
21 
 
como faceta del poder lo vincula directamente con las corrientes de tipo realista y 
racionalista.6 Pese a ello, encontramos que son justamente los autores pertenecientes a 
estas escuelas las que, lejos de aceptarlo, plantean el mayor número de críticas a su 
validez y alcance, estando la mayor parte de éstas dirigidas a dos cuestiones básicas: por 
un lado, se encuentran aquéllos que argumentan contra su carácter supuestamente no 
coercitivo y persuasivo, señalándolo como una mera variante o accesorio del poder duro. 
Por otra parte, están quienes, aun reconociéndolo como una forma de poder propiamente 
dicha, consideran que sus alcances reales, en términos de influencia y cambios de 
conducta en otros actores, son muy limitados. 
 
 Como parte de la primera línea tenemos al historiador británico Niall Ferguson, a quien 
debemos una muy difundida descripción del poder suave como “poder duro con guante 
de seda”, con la cual da a entender que, en esencia, aquél no constituye más que una 
forma velada de imposición y coerción más bien circunscrita al ámbito del imperialismo de 
tipo cultural.
7
 En consonancia con lo anterior, el profesor Takeshi Matsuda nos señala 
que el poder suave en realidad no puede proporcionar verdadera legitimidad a la 
conducta e intereses de un Estado, en tanto que está basado primordialmente en 
acciones unilaterales de éste, a través de las cuales se intenta establecer una relación de 
dominio-subordinación que, en última instancia, no pasa de ser más que una forma de 
intervencionismo de bajo perfil.8 Por su parte, la politóloga estadounidense Janice Bially 
afirma que, en el caso de las piezas de arte o cultura, cuando éstas son utilizadas con el 
propósito de representar y favorecer los intereses de un país adquieren, por ese simple 
hecho, una connotación ideológica de fuerza e imposición que contradice la idea de 
“suave”.9 De este modo, para autores como Ferguson, Matsuda y Bially, el poder suave 
no significa “atracción” o “persuasión” sino, en el mejor de los casos, imposición y 
dominio a través de otros medios. 
 
 
6
 Joseph Nye Jr., The future of power, New York, Public Affairs (Perseus Books Group), 2011, p. 82. 
7
 Niall Ferguson, Colossus: The Price of America's Empire, New York, Penguin Press, 2004, Introduction. 
8
 Takeshi Matsuda, Soft Power and its perils: US Cultural Policy in Early Postwar Japan and Permanent 
Dependency, California, Stanford University Press, 2007, pp. 4-6. 
9
 Janice Bially, “Why ‘Soft Power’ Isn’t So Soft: Representational Force and the Sociolinguistic Construction 
of Attraction in World Politics”. Millenium - Journal of International Studies, Vol. 33, No. 583, 2005. 
22 
 
 Por otro lado, y respecto a quienes consideran al poder suave como un recurso poco 
útil o efectivo, tenemos al académico e investigador estadounidense Todd Hall, quien 
apunta que, en cualquier campo, las preferencias no implican necesariamente atracción, 
siendo la inclusión del atractivo político o cultural de un país como supuesto valor 
agregado a su política exterior, una idea demasiado simplista en tanto que la adopción de 
valores ajenos puede deberse a razones político-estratégicas que poco tengan que ver 
con el atractivo de un país.10 Asimismo, el profesor británico Colin S. Gray nos recalca 
que el poder suave depende demasiado de la percepción de los otros y de su facilidad 
para ser influenciados, lo cual reduce considerablemente su valor como recurso de 
política exterior; en contraste con el poder duro, cuya efectividad descansa más en quien 
lo esgrime, no quien lo recibe.11 Por su parte, el ex titular del Departamento de Defensa 
de Estados Unidos (1975-1977 y 2001-2006), Donald Rumsfeld, se ha pronunciado 
afirmando que son los temas y las necesidades los que definen los cursos de acción de 
un Estado, no a la inversa, por lo que la “popularidad” efímera no puede usarse para 
guiar la política exterior.12 
 
 En respuesta a todo ello, Joseph Nye indica que la mayoría de los argumentos contra el 
poder suave están fundamentados en malinterpretaciones o concepciones erróneas de 
éste.13 Ante críticas como la de Ferguson, por ejemplo, ha precisado que la cultura es 
sólo una de tres fuentes, por lo que su sola proyección a través de recursos de tipo 
cultural no es suficiente para acusar una conducta imperialista. Respecto a argumentos 
como los de Matsuda y Bially, confirma que el poder suave es, efectivamente, una faceta 
del poder en sí mismo, y que su propósito final no es ser querido sino lograr que otros 
actúen del modo en que uno lo desea, por lo que no existe contradicción entre la parte 
“suave” (que es el cómo) y el “poder” (que es el control del otro). En relación a 
señalamientos como los de Hall, Nye ha precisado que él mismo ha sido el primero en 
advertir sobre la diferencia y distancia entre preferencias y atracción, mientras que frente 
 
10
 Todd Hall, “An Unclear Attraction: A Critical Examination of Soft Power as an Analytical Category”, The 
Chinese Journal of International Politics, Vol. 3, No. 2, Oxford University Press -Institute of international 
Relations, Tsinghua University, summer 2010, pp. 197, 201-206. 
11
 Colin S. Gray, Hard Power and Soft Power: The Utility of Military Force as an Instrument of Policy in the 
21st Century, Pennsylvania, Army War College-Strategic Studies Institute, 2011, p. 31. 
12
 Joseph Nye Jr., The Decline of America’s Soft Power, Foreign Affairs, United States, Council on Foreing 
Relations, May-June 2004. 
13
 Joseph Nye Jr., “Think Again: Soft Power”, [En línea], Sitio de Foreign Policy, febrero 2006, Dirección URL: 
http://foreignpolicy.com/2006/02/23/think-again-soft-power/ [consulta: enero 2016]. 
23 
 
a las objeciones de Gray, ha sostenido que la efectividad del poder, tanto duro como 
suave, depende no sólo de quien lo usa y de quien lo recibe, sino del contexto en que ello 
ocurre. Finalmente, refiriéndose a posiciones como la de Rumsfeld, ha indicado que 
nunca ha propuesto al poder suave como un reemplazo del poder duro sino que, por el 
contrario, ha sugerido su uso de manera conjunta bajo la forma de “poder inteligente”. 
 
 Por otro lado, y dado que Nye ha continuado desarrollando el concepto de poder suave 
a lo largo de la última década, a las críticas expuestas podemos sumar un nuevo conjunto 
de observaciones ahora dirigidasa su forma de operar y obtener resultados, las cuales 
cuestionan puntos como la pretendida ampliación de su posesión y ejecución a manos de 
actores no estatales, que alcanza a empresas trasnacionales, ONG‟s e, incluso, 
individuos con estatus de celebridades; la demora en producir resultados inmediatos y 
perceptibles (limitados a mediano y largo plazo), que lo hacen poco menos que inútil para 
satisfacer las demandas presentes de los gobiernos; su difusa diferenciación respecto a 
condiciones como la manipulación y la propaganda que, lejos de incrementar, restan 
credibilidad y erosionan de manera casi irreversible la imagen y percepción de un país; 
así como su carácter volátil, en tanto que constituye un recurso difícil de mantener y fácil 
de perder. Señalamientos todos ellos a los cuales Nye continúa replicando acudiendo a la 
argumentación de una interpretación errónea o tergiversada del concepto. 
 
1.1.3 - Medición 
 Dada su naturaleza, caracterizada por el uso de elementos considerados mayormente 
subjetivos, difusos e intangibles, es común que encontremos con serios cuestionamientos 
sobre la posibilidad de que el poder suave y sus efectos puedan ser estimados y 
cuantificados de manera objetiva y válida. Ello especialmente cuando se le compara con 
el poder duro, basado en la posesión y manejo de elementos más tangibles, cuyos 
efectos son observables y mesurables de manera más inmediata y directa. Respecto a 
ambos puntos, Nye nos indica que la dinámica del poder como tal no se ajusta al patrón 
de causa-efecto comúnmente establecido para relacionar variables, por lo que no 
debemos confundir la capacidad de medir los recursos de los cuales aquél proviene, con 
el grado de efectividad que su uso conlleva. Tomando como ejemplo al propio poder duro 
en su faceta militar, nos advierte que la cuantificación de los recursos tangibles (como 
24 
 
podría ser el tipo y cantidad de armamento disponible en un determinado momento) no 
establece nada por sí mismo sobre los resultados que podrían esperarse del uso de tales 
recursos en una situación real.14 
 
 Bajo esta perspectiva, la medición del poder queda así restringida a únicamente señalar 
ciertas capacidades (quién posee los recursos, de qué tipo son, y cómo se les emplea), 
quedando para un análisis a posteriori la eficacia de tales elementos para obtener los 
resultados esperados. Con ello como referente, nos Nye dice que “de hecho, es posible 
cuantificar las fuentes del poder suave. Es posible, por ejemplo, medir y comparar los 
recursos diplomáticos, culturales y de comunicaciones que permiten a un país generar 
poder suave. Las encuestas de opinión pública pueden cuantificar cambios en el atractivo 
de un país a través del tiempo”.
15
 Esto es, al igual que el poder duro, el poder suave 
cuenta con un amplio sustrato de recursos e infraestructura, cuyo tipo y cantidad de 
componentes son susceptibles de ser integrados a un método o instrumento de medición 
y estudio. Una condición que, eventualmente, ha sido reconocida y adoptada por ciertos 
grupos de análisis dedicados a la creación y diseño de diferentes índices de poder suave, 
los cuales han partido para ello de la valoración de ciertas capacidades, estrategias y 
recursos específicos comúnmente empleados por países para generar atracción hacia 
ellos entre los públicos extranjeros. Dentro de tales índices, destacamos por su seriedad 
y alcance los siguientes: 
 
 “Índice IfG-Monocle de Poder Suave” (IfG-Monocle Soft Power Index), publicado en 
2010 como un esfuerzo conjunto entre la revista electrónica británica Monocle y el 
Institute for Government, combina cinco rubros básicos bajo los que se define el atractivo 
de un país: cultura, educación, diplomacia, gobernanza y negocios-innovación. En tanto 
que constituye el primer intento serio a nivel mundial para establecer una medición del 
 
14
 Ejemplos claramente ilustrativos de esta situación los podemos encontrar en el año inicial de la Primera 
Guerra Mundial (1914), en la Guerra de Vietnam (1965-1975), y en la intervención soviética en Afganistán 
(1978-1989). En el primer caso, tanto los miembros de la Entente Cordiale, como las Potencias Centrales, 
estimaron erróneamente un choque de corta duración (no más de seis meses) basándose únicamente en el 
tipo y número de sus recursos militares. En el caso del Viet Cong y Estados Unidos , la evidente superioridad 
en recursos económicos y militares de esta nación no fue suficiente para asegurar la ocupación de Vietnam, 
ni para lograr el triunfo. De modo similar, es sabio que el conflicto entre la URSS y los insurgentes 
anticomunistas en Afganistán no fue resuelto sino hasta lograr la retirada de las tropas soviéticas de este 
país, pese a los mayores recursos materiales de los rusos respecto a los afganos. 
15
 Joseph Nye Jr., Think Again…, Op. cit. 
25 
 
poder suave, metodológicamente adolece de varios sesgos y limitantes; no obstante, es 
importante por haber servido como punto de referencia para la elaboración y 
perfeccionamiento de índices posteriores, incluyendo el “Estudio Monocle de Poder 
Suave” (Monocle Soft Power Survey), una versión más completa y desarrollada, 
publicada desde 2011, donde se recogen más de 50 variables que incluyen elementos 
tan diversos como misiones culturales en el extranjero, número de medallas olímpicas 
ganadas, etc.16 
 
 “Reporte de Presencia Global Elcano” (Elcano Global Presence Report). Publicado 
anualmente desde 2011 por el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y 
Estratégicos, en España, se trata de un índice compuesto que, estrictamente, no calcula 
el nivel de poder suave sino el de proyección mundial de cerca de ochenta países. 
Estimación que, sin embargo, se hace a partir de la consideración de múltiples variables 
agrupadas en torno a lo que claramente puede identificarse como tres esferas de poder: 
económico, militar y suave. Por otro lado, un rasgo particular de este índice subyace en el 
hecho de que tales áreas no conforman partes iguales de la medición, siendo justamente 
la presencia de la esfera suave la que cuantifica para un mayor número de variables, con 
un 46% del total de datos que construyen la valoración total de un país. De esta manera, 
y como parte de este rubro, podemos encontrar nueve categorías generales que 
comprenden los siguientes temas: Migración, Turismo, Deportes, Cultura, Información, 
Tecnología, Ciencia, Educación, y Cooperación al Desarrollo.17 
 
 “Los 30 del Poder Suave” (The Soft Power 30). Se trata de un estudio publicado por 
primera vez en 2015 por la compañía de medios estadounidense “Portland”. Comprende 
65 indicadores agrupados en seis grandes áreas básicas: Calidad de instituciones 
políticas de un país; alcance de su atractivo cultural; fuerza de su red diplomática; 
reputación global de su sistema educativo; atractivo de su modelo económico-
 
16
 Monocle, Affairs. Soft Power. Survey, [En línea], [v. en inglés], Londres, Sitio de Monocle, Dirección URL: 
https://monocle.com/affairs/soft-power/ [consulta: marzo 2016]. 
17
 Real Instituto Elcano (RIE), Índice Elcano de Presencia Global, [En línea], España, Sitio del RIE, Dirección 
URL: http://www.globalpresence.realinstitutoelcano.org/es/ [consulta: marzo 2016]. 
26 
 
empresarial; y nivel de interacción digital con el mundo.
18
 Este índice destaca por ser el 
utilizado como referente por importantes entidades globales, como el Foro Económico 
Mundial.19 
 
 Dadas las diferencias metodológicas entre un índice y otro, es común que las 
posiciones relativas de los distintos países varíen en cada uno; no obstante lo cual, 
podemos constatar que, en general, las primeras posiciones son compartidas por un 
grupo definido de países compuesto, en su mayoría, por potenciasoccidentales que 
incluyen a Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia o Suecia, entre otros. 
Una tendencia que, en opinión de la analista estadounidense Judit Trunkos, es 
cuestionable y puede explicarse por la presencia de un sesgo metodológico en la 
recolección de datos que, para estos índices, suele realizar muestreos únicamente de un 
cierto número y tipo de países, cuya selección per se responde a los intereses tanto de 
quienes realizan la medición, como de aquéllos que la patrocinan.20 Por otro lado, nos 
explica, la cuantificación de poder arrojada por estas mediciones puede resultar 
igualmente engañosa en tanto que en todas ellas se comete, hasta cierto punto, el error 
de considerar como recursos de poder suave a elementos que en realidad no son sino el 
resultado de su uso;21 ejemplo de lo cual puede ser el atractivo cultural o turístico de un 
país que, tomado como un todo, constituye un efecto, no una causa de poder suave. 
 
 Tenemos así que la estimación del poder (duro o suave) constituye una tarea 
sumamente compleja en tanto que, más que estar determinados por una condición o 
capacidad únicas, su alcance y efectividad subyacen en una cierta combinación de 
factores cuyo peso, a su vez, varía considerablemente de un contexto a otro. Dado lo 
cual, encontramos que Nye se apega a una perspectiva más cauta en la que se limita a 
cuantificar la disponibilidad de los recursos, dejando la valoración de los efectos y 
 
18
 Portland Communications (PC), Welcome to the Soft Power 30. A Ranking of Global Soft Power, [En línea], 
[v. en inglés], Londres, Sitio de PC, Dirección URL:http://softpower30.portland-communications.com/ 
[consulta: marzo 2016]. 
19
 World Economic Forum (WEF), Which countries come top for ‘soft power’? [En línea], [v. en inglés], 
Ginebra, Sitio del WEF, Dirección URL: https://www.weforum.org/agenda/2015/07/which-countries-come-
top-for-soft-power/ [consulta: marzo 2016]. 
20
Judit Trunkos, What Is Soft Power Capability And How Does It Impact Foreign Policy?, [PDF], Columbia 
(South Carolina), University of South Carolina, Research Propsect, January 06 2013. 
21
 Ídem 
27 
 
resultados reales de su uso como un ejercicio incierto dada la infinidad de variables y 
circunstancias que pueden modificar sustancialmente no sólo las capacidades de 
aplicación presentes sino, como señala Trunkos, también su lectura e interpretación que, 
por otra parte, generalmente se hallan sujetas a criterios poco uniformes, formulados de 
acuerdo a las perspectivas de cada país. 
 
1.1.4 - Lectura desde algunos países 
 El que la naturaleza y efectividad del poder suave sean aún objeto de debate en el 
terreno teórico no ha obstado para que, en la práctica, los gobiernos lo utilicen como 
estrategia complementaria a sus acciones de política exterior. Como es de esperarse, el 
nivel de aceptación y ejecución con que ello ocurre varía considerablemente de acuerdo 
a los intereses y necesidades de cada país; no obstante, nos es posible identificar un 
cierto rango de prácticas que abarcan desde su empleo a un nivel relativamente mínimo, 
dada una mayor preferencia por capacidades y recursos de poder duro (Rusia, Corea del 
Norte), hasta su adopción plena como herramienta primaria para la conducción de las 
relaciones con el exterior, en sustitución de aquél (Suecia, Finlandia, Canadá). Extremos 
entre los que encontramos un gran abanico de posiciones, dentro del cual podemos dar 
cuenta de diferentes grados y combinaciones de uso de poder duro y suave (Estados 
Unidos, China, Francia, Gran Bretaña, Italia, Corea del Sur, Brasil, Turquía, etc.). 
 
 De acuerdo a los rankings más recientes, hoy día en la cima de países con mayor 
poder suave se encuentra Estados Unidos. Dato que puede resultar un tanto sorpresivo 
dado el recelo que en el resto del mundo suele despertar su poderío militar y económico, 
pero que igualmente nos proporciona un buen ejemplo del cómo la fuerza y la coerción 
pueden ser equilibrados con otros recursos para sustentar cierto liderazgo mundial. 
Balance que, en el caso de los estadounidenses, ha permitido contrapesar los efectos 
negativos de su poder duro, acudiendo principalmente mediante a elementos que 
generan buenas cuotas de atracción y admiración entre los públicos extranjeros, y que 
incluyen: las grandes industrias de consumo y entretenimiento de masas (cine, música, 
televisión, etc.); su posición como potencia científico-tecnológica e industrial en todo 
ámbito; el nivel de sus instituciones educativas y deportivas; así como su papel como 
líder del mundo libre y sus valores (democracia, igualdad, etc.), cuya defensa es puesta 
28 
 
por encima de cualquier actor o condición, interna o externa, que amenace su 
prevalencia. Condiciones todas ellas que, por otra parte, han contribuido a que su 
variante del idioma inglés sea una de las de mayor demanda de aprendizaje en el mundo, 
constituyéndose como otro elemento de atracción por sí mismo. De este modo, aunque 
formalmente Washington no incluye al poder suave en sus planes o proyectos de política 
exterior, podemos decir que goza de una buena cuota de él, y lo aprovecha como medio 
para afianzar o aumentar lo obtenido a través del poder duro. 
 
 Un esquema similar fue seguido por la entonces Unión Soviética durante el período de 
la Guerra Fría, cuando el gobierno ruso se sirvió ampliamente de la esfera cultural y la 
ayuda científico-tecnológica y educativa a países en desarrollo como principales recursos 
para generar atracción en el exterior.
22
 Estrategia que, sin embargo, en la Rusia actual 
vemos un tanto relegada toda vez que, de acuerdo con la analista Olga Leonova, la 
prioridad de Vladimir Putin es la recuperación y expansión de las capacidades militares 
del país para lograr su reposicionamiento como una potencia fuerte y respetable a nivel 
global.23 Política respaldada por el resto de la cúpula gobernante rusa, que busca evitar 
un nuevo episodio de sumisión de Moscú a Occidente como el acaecido durante el 
momento de debilidad económica, e inestabilidad política y social, sufrido por el país en la 
década siguiente a la caída de la Unión Soviética. De ahí que, pese a su gran potencial, 
el actual régimen conceda muy poco margen al cultivo y uso del poder suave, apoyando 
apenas unos pocos esfuerzos de diplomacia cultural (como el del instituto en el exterior 
llamado Fond Russkiy Mir),24 mientras que la mayor parte de los vastos recursos con que 
cuenta el país para generar admiración en el extranjero permanece subutilizada y en 
estado casi latente. Tema en el que Leonova nos señala que, además de la conocida 
esfera científico-cultural y de su historia nacional, Rusia debería aprovechar las 
capacidades de poder suave provenientes del carácter multiétnico y multicultural de su 
población, de su trabajo con organismos internacionales multilaterales, de su historial de 
 
22
 Joseph Nye Jr., Soft Power… Op. cit., pp. 73-75. 
23
 Olga G. Leonova, “Soft Power as a State's Foreign Policy Resource”, en Leonid E. Grinin et al. (editors), 
Globalistics and Globalization Studies: Aspects & Dimensions of Global Views, Volgograd, Uchitel Publishing 
House, 2014, pp.102.103. 
24
 De carácter gubernamental, la Fond Russkiy Mir (Fundación Mundo Ruso), constituye el actual organismo 
de promoción lingüística y cultural de Rusia en el exterior. Creada por decreto de Vladimir Putin en 2007, 
funciona como el equivalente de aquel país, de entidades como la Alianza Francesa, el Consejo Británico, el 
Instituto Confucio, la Fundación Japón, etc. 
29 
 
cooperación con países pobres, de su estatus como potencia aeroespacial, y de la 
diversidad de su territorio, entre otras.25 
 
 Contrario a lo ocurrido con Rusia, en China encontramos

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