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Lopezobradorismo-reforma-o-ruptura-con-la-clase-dominante

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TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN 
SOCIOLOGIA 
 
LOPEZOBRADORISMO ¿REFORMA O RUPTURA CON LA 
CLASE DOMINANTE? 
 
 LICENCIATURA: SOCIOLOGIA 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES. 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO 
 
AUTOR: ISRAEL LÓPEZ PLIEGO 
 
ASESOR: JERONIMO HERNÁNDEZ VACA 
 
MÉXICO D.F MARZO 2012 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Dedicado a mi familia 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
 
 
Índice 
Introducción…3 
Capítulo 1. 
Relación entre la burguesía y el Estado Mexicano… 9 
1. Perspectivas de la Revolución mexicana…9 
2. El régimen postrevolucionario: Un régimen presidencialista…13 
3. Los artículos constitucionales 27 y 123 y el carácter interventor del 
Estado… 15 
4. Las reformas neoliberales y su impacto en las clases sociales… 24. 
5. El Fondo bancario de protección al ahorro … 28 
 
Capítulo 2 
El ascenso político de López Obrador…35 
1. El Frente Democrático Nacional …35 
2. López Obrador en Tabasco… 39 
3. López Obrador en la presidencia del PRD… 46 
 
Capítulo 3 
Andrés Manuel López Obrador y el proyecto alternativo… 49 
1. Descripción del proyecto alternativo de nación…49 
2. El gobierno de López Obrador en la Ciudad de México… 51 
 
Capítulo 4 
Entre el clientelismo y la democracia… 67 
 
Conclusiones… 86 
 
Bibliografía… 88 
 
 
 
3 
 
Introducción: 
En Julio de 2005 el subcomandante Marcos realizó una crítica severa hacia el 
proyecto de López Obrador, destacando que algunos políticos que 
conformaban su grupo cercano, como Ebrard y Camacho habían formado parte 
del “salinismo”. Marcos señaló que este grupo apoyó una contrarreforma de la 
Ley de los Pueblos Indígenas que planteaba nuevas directrices en la relación 
entre los pueblos indígenas y el Estado Mexicano, que desvirtuaba los 
acuerdos de San Andrés. 
Al mismo tiempo el académico Enrique Krauze1 observan claros rasgos de 
populismo, tanto en los actos de campañas de López Obrador como en la 
figura misma del candidato a la presidencia en 2006. Krauze va más allá de la 
crítica a la retórica de López Obrador y subraya como populistas políticas 
llevadas a cabo por éste durante su periodo como jefe de gobierno de la 
Ciudad de México. Algunas de estas políticas criticables fueron el desarrollo del 
programa de ayudas a los adultos mayores, a las madres solteras y a las 
familias con personas discapacitadas; o también el montaje de dieciséis 
escuelas preparatorias y de una universidad sin requisitos de ingreso y con 
muy poco tiempo de planeación, según rescata Krauze en su reportaje “El 
mesías tropical”. En éste, Clara Jusidman (amiga de López Obrador, y parte del 
gobierno de Cárdenas durante el gobierno de éste en la Ciudad de México), 
afirmó que ““Andrés y su equipo no conocían la complejidad de la problemática 
social de la ciudad”.2 por lo que en vez de seguir con los proyectos trazados 
por el anterior equipo se resolvieron desarrollar proyectos que “privilegiaron 
medidas sociales de relativa simplicidad pero con efectos masivos”, según nos 
dice Jusidman. Aparte de estas políticas, Krauze da algunos datos sobre el 
gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, que pretenden subrayar 
la ineficiencia del gobierno de López Obrador en la Ciudad de México. Algunas 
de estos datos son: Entre 2000 y 2004, el crecimiento del PIB en el DF fue 
inferior al crecimiento promedio acumulado en el resto de las entidades. Y el 
empleo formal entre 2000 y 2005 creció menos que en el resto del país. Krauze 
termina concluyendo en su artículo que, si bien probablemente, “la democracia 
 
1
 Krauze, Enrique, “El mesías tropical”, en Letras Libres Número 57, Julio de 2006. 
2
 Ídem 
 
 
4 
 
y la fe” sobrevivirían a López Obrador, México habría “perdido años 
irrecuperables”.3 
Mientras el periodista mexicano Sergio Sarmiento en su libro “¿Qué tipo de 
presidente sería López Obrador?” sostiene que no es tan evidente que López 
Obrador hubiera, o pueda ser en un futuro, un presidente populista habida 
cuenta de su desempeño en el periodo en el cuál fue jefe de gobierno de la 
Ciudad de México. 
Entre tanto López Obrador sostiene que su proyecto es un proyecto alternativo 
de nación, basado (en teoría) en una vuelta a gobiernos pasados de la historia 
mexicana, como lo denota la frase ““La cosa es simple hay que ser como 
Lázaro Cárdenas en lo social y como Benito Juárez en lo político.” Más 
específicamente su proyecto alternativo de nación se basa en tres grandes 
puntos: primero, combatir la corrupción, segundo aplicar una política de 
austeridad al Estado y tercero terminar con los privilegios fiscales en México.4 
Al mismo tiempo sostiene que en México no hay democracia, que el grupo 
dominante (lo que él ha denominado como la mafia en el poder) “quiere 
imponer una democracia simulada, a la medida de los poderosos de México”,5 
y que “en México las instituciones están en decadencia, ya no cumplen con su 
mandato constitucional y evidentemente no responden al interés general”.6 
Añade también que en este país “siempre se ha practicado la cooptación”,7 y 
que lo importante para él, y para su equipo es “salvar la democracia”,8 ya que 
“la democracia es un asunto de sobrevivencia, es la única manera para los 
pobres de tener un gobierno que se ocupe de ellos”. 9 Así pues podemos 
afirmar que además de tener una serie de propuestas económicas para 
México, López Obrador hace suya la bandera de la democracia (o por lo menos 
lo que él entiende por ésta). 
 
3
 Ídem 
4
 López Obrador, Andrés Manuel: La mafia nos robó la Presidencia, p 194 y 195. 
5
 Entrevista a López Obrador de Jean-Michel Caroit a López Obrador en Le Monde 24 de Agosto de 2006. 
6
 Ídem 
7
 Ídem 
8
 Ídem 
9
 Ídem. 
 
 
5 
 
Ante toda esta serie de opiniones e ideas divergentes acerca de lo que 
representaría su proyecto, el objetivo de mi tesis es analizar tanto su gobierno 
al frente de la Ciudad de México, como sus propuestas (expresadas en 
entrevistas y en libros). Este análisis se hará a la luz de varios conceptos, 
aunque principalmente a la luz del concepto de conquista permanente. Así, lo 
que se pretende es analizar tanto el gobierno de López Obrador como su 
proyecto y observar que tanto el gobierno, y el proyecto de Obrador se acercan 
o se aleja de un gobierno y de unas prácticas de conquista permanente. En el 
plano político se pretende analizar que tanto en su discurso se puede observar 
la voluntad de volver a un régimen donde el Presidente estaba por encima de 
los otros dos poderes, o por el contrario la voluntad de seguir avanzando hacia 
la democratización de México, intentando mejorar la democracia del país. 
Asimismo hay un segundo objetivo en esta tesis, y es analizar cuál es la 
importancia que se le dio en su gobierno, y que se le da en su proyecto 
alternativo de nación al desarrollo de la ciencia y la tecnología. 
La justificación para analizar estos dos objetivos es que, alineándonos con el 
doctor Hernández Vaca y su conceptode conquista permanente parto de que 
México no ha desarrollado “una base científica y tecnológica aplicada al 
proceso de la producción, pues la investigación científica aplicada en el país ha 
sido tan escasa que ha sido irrelevante para impulsar el régimen de producción 
en forma autónoma e independiente”,10 por lo que, entiendo, si un proyecto se 
dice alternativo debería prestar una especial atención en ese campo. En cuanto 
al segundo objetivo, (observar que tan democrático es tanto su gobierno como 
su proyecto) hay que mencionar que es compartida tanto por académicos 
como por políticos, comunicadores, y sociedad en general que el régimen 
priista fue un régimen no democrático, sin una división de poderes, así como 
clientelista y corporativista, por lo tanto, como en el caso del primer objetivo me 
parece que un proyecto que se dice de cambio, tiene que ser democrático y 
tiene que alejarse tanto de las prácticas clientelistas como de prácticas que 
vulneren el Estado de Derecho. En este tenor podemos argüir, también, que es 
 
10
González Marín, María Luisa, La industria de bienes de capital en México, El Caballito, 1996 citado por 
Hernández Vaca, Jerónimo El Estado en México 1521-2008. Ed. Plaza y Valdés p 63. 
 
 
6 
 
importante la observación de políticas que no tiendan a menospreciar la 
rendición de cuentas de los gobernantes o, por el contrario. 
El análisis tanto del proyecto como del gobierno de López Obrador se hará a 
través del concepto de conquista permanente, como ya mencioné, por lo que 
antes de pasar a la hipótesis creo conveniente abordar este concepto. 
El concepto de conquista permanente establece que las clases propietarias en 
México nunca desarrollaron una industria propia basada en el desarrollo de la 
ciencia y la tecnología , sino que decidieron subordinarse a las burguesías 
norteamericanas y europeas e introducirse en el sistema económico mundial en 
base a la exportación de materias primas, y no de productos terminados para el 
consumo (además de cómo países exportadores de materias primas, esto 
puede incluir industrias muy deficientes en donde se ensamblan las partes de 
productos, como por ejemplo las maquiladoras). Dicho concepto también 
establece que la clase empresarial en estos países, al no desarrollar la ciencia 
y la tecnología, crecen gracias a un estado que les protege y les ofrece 
condiciones ventajosas a costa de la población en general. Precisamente en 
relación al punto anterior otra de las características de los países de conquista 
permanente es que, para poder competir dentro de la economía mundial 
necesitan mantener el salario de la población en niveles muy bajos y que la 
forma de que esto suceda es, a través del Estado, controlar (ya sea a través 
del corporativismo (o el clientelismo) o por la fuerza a la población. El tipo de 
gobierno que se daría en este régimen seria, autoritarito, y así, además de 
caracterizarse por su carácter corporativo y clientelista, se caracterizaría por el 
control electoral, con el fin de que no pueda subir al poder alguien que no 
representa los intereses de la clase dominante, y del capital extranjero, que al 
fin y al cabo, mantienen una alianza con las clases dominantes de tales países. 
Por último el autor señala que, en el caso de México, el centralismo 
presidencial (y la preponderancia del ejecutivo sobre los otros dos poderes, así 
como de los poderes estatales y municipales) es la forma en que ha tenido la 
clase propietaria en México para seguir conservando el estado de conquista 
permanente. 
 
 
 
7 
 
Basándonos en las tres propuestas antes expuestas combatir la corrupción, 
aplicar una política de austeridad al Estado y terminar con los privilegios 
fiscales en México que López Obrador expone y desarrolla más en su libro el 
proyecto de López Obrador sufre un desbalanceo entre el peso que le da a lo 
económico, y el peso que le da a lo político. Sostengo que no parece darle el 
suficiente peso al mejoramiento del sistema democrático del país. 
Por lo tanto la frase dicha por él “La cosa es simple hay que ser como Lázaro 
Cárdenas en lo social y como Benito Juárez en lo político.”, que en lo esencial 
pretende expresar una preocupación tanto de igualdad social (muy loable y 
necesario este punto, a mi entender) como de democracia, quedaría a la mitad, 
esa es mi hipótesis. 
La metodología a utilizar va a ser, como ya dijé, el análisis tanto de su gobierno 
al frente de la Ciudad de México, lo cual se hará a través de una cronología, 
como de su proyecto alternativo de nación. 
La tesis se desarrollará de la siguiente manera: 
En un primer capítulo haré una reseña de lo que significó la revolución 
mexicana, así como el tipo de régimen al que dio lugar, con la intención de 
observar la relación entre las diferentes capas sociales (empresarios, obreros y 
campesinos) y el Estado. La intención de este primer capítulo es describir cómo 
se desarrolló el Estado en México, con el fin de explicar por qué estoy de 
acuerdo con el supuesto de que en México se dio, y se da, un Estado de 
conquista permanente. 
El segundo capítulo tratara de ser una introducción a la figura de López 
Obrador. Para eso describiré el ascenso político de López Obrador. En un 
primer apartado desarrollaré una descripción de lo que fue el Frente 
Democrático Nacional, ya que, desde mi punto de vista, el proyecto de López 
Obrador bebe directamente del proyecto de Frente Democrático Nacional, y así 
como el proyecto del Frente Democrático Nacional intentaba la recuperación 
del proyecto nacional- revolucionario (en contraposición al nuevo proyecto 
neoliberal que se había empezado a dar con De la Madrid), el proyecto de 
López Obrador intenta, al fin y al cabo, lo mismo, la recuperación del proyecto 
 
 
8 
 
nacional-revolucionario. De ahí la importancia, de este primer apartado del 
tercer capítulo, saber dónde se inspira el proyecto alternativo de López 
Obrador. En un segundo apartado de este capítulo trataré sobre la lucha que 
llevó a cabo López Obrador en Tabasco. Finalmente desarrollaré cuál fue su 
papel, como se desenvolvió López Obrador como presidente del PRD a nivel 
nacional. 
Finalmente en el tercer capítulo haré una descripción de lo que fue el gobierno 
de López Obrador en la Ciudad de México, y qué políticas llevó a cabo. 
Posteriormente haré un análisis de su proyecto para observar la coherencia 
entre lo hecho por él en el gobierno y lo expresado en su proyecto 
Por último, y en base a todo lo escrito anteriormente, llegaré a unas 
conclusiones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 
Capitulo 1 
 Relación entre la burguesía y el Estado Mexicano. 
 
En este apartado, como ya dije en la introducción trataré de describir como 
se desarrolló la revolución mexicana, y como se conformó el régimen 
postrevolucionario. Las preguntas que inspiran el desarrollo de este 
capítulo son ¿Cambió la revolución mexicana, y el régimen 
postrevolucionario al dio lugar, el Estado de conquista permanente?, ¿Es el 
modelo neoliberal qué se aplica desde hace 30 años acaso una vuelta, o 
una continuación del Estado de conquista permanente? 
La hipótesis es que tanto el régimen postrevolucionario, como el régimen 
posterior a Miguel de la Madrid representan una continuación del estado de 
conquista permanente. Los motivos que me inspiran esta hipótesis es que 
en ambas situaciones se da un régimen poco democrático, (en el caso del 
PRI es muy claro, pero en el caso del PAN también, habida cuenta de que 
con o sin fraude, lo mismo da, las elecciones del 2006 sufrieron de la 
injerencia del ejecutivo, y de una campaña de desprestigio brutal y falsa 
hacia uno de los candidatos presidenciales, además del obscuro asunto del 
desafuero), con escaso desarrollo de la ciencia yla tecnología, con una 
clase empresarial cobijada por el Estado, y en donde los salarios de la 
población son muy bajos. 
1. Perspectivas de la Revolución mexicana. 
Empezaré por hacer una revisión de las diferentes perspectivas que se 
tienen acerca de lo que fue la revolución, y por lo tanto de cuáles fueron sus 
consecuencias. Con este fin recuperaré a continuación a algunos autores 
que han tratado el tema desde diferentes ángulos. 
Para Adolfo Gilly la Revolución mexicana fue una revolución burguesa 
incompleta. Burguesa en tanto en la Constitución de 1917 hay unas 
relaciones de propiedad que ésta (la constitución de 1917) sanciona y 
preserva. Incompleta ya que “la burguesía no ha cumplido ni puede cumplir 
 
 
10 
 
sus tareas fundamentales: fundamentalmente no ha resuelto el problema de 
la tierra, ni el de la independencia nacional”.11 Asimismo, Gilly, observa que 
el Estado posrevolucionario es un estado bonapartista. Él entiende el 
régimen bonapartista como un régimen en el cual el estado se apoya en 
diversos sectores de clases contrapuestas, aunque con el fin de llevar a 
cabo la política de un sector, que en el caso del régimen posrevolucionario 
sería la burguesía. 
Dicho estado bonapartista sería consecuencia de cómo se llevó a cabo la 
revolución. Una de las características de la Revolución mexicana es que se 
trata, según nos dice Gilly, de una “revolución combinada”, esto quiere decir 
que la revolución “no solo tenía una base de masas campesina… sino que 
una parte de la revolución campesina era independiente”.12 Añade Gilly que 
esta fracción campesina independiente es la que acaba en la batalla de 
Zacatecas con el ejercito porfirista, y que en ese momento se da una 
ruptura que es la que va a hacer posible todos los acontecimientos 
posteriores. En ese sentido, nos dice Gilly, la Constitución de Querétaro es 
“una continuidad” que incorpora (más no a suprime) la “ruptura”, y finaliza 
diciendo que “la constitución de 1917 no es la que quería Carranza, sino la 
que modificaron los jacobinos”. 13 Por todos estos acontecimientos Gilly 
afirma que, si bien “las masas que hicieron la revolución no triunfaron, 
tampoco fueron vencidas”.14 Esta característica de la revolución mexicana 
es la que haría que el nuevo Estado posrevolucionario se tuviera que 
apoyar en una diversidad de sectores de clases contrapuestas, que es lo 
que le daría al Estado mexicano su caracterización como bonapartista, 
según lo caracteriza Gilly. En relación a este equilibrio entre clases cabe 
mencionar un factor que lo hace posible, y es que el Estado burgués que 
sale de la revolución, funda su legitimidad ante las masas en ser 
revolucionaria, y no tanto en ser una clase capaz de dirigir la nación.15 
 
11
 Gilly, Adolfo” La guerra de clases en la Revolución mexicana (Revolución permanente y auto-
organización de las masas” en “Interpretaciones de la Revolución mexicana”. Ed. Nueva Imagen, p 51. 
12
 Ibídem p 38. 
13
 Ibídem p 45. 
14
 Ibídem p 50. 
15
 Ibídem p 49. 
 
 
11 
 
Otro autor que ha tratado sobre la Revolución mexicana es Arnaldo 
Cordova. Él considera a la revolución mexicana, como una revolución 
burguesa ya que, a su juicio en dicha revolución se cumplieron todos los 
requisitos de una revolución burguesa, es decir que 
aparte de las banderas de libertad e igualdad… la lucha política revolucionaria estuvo 
siempre bien fundada en los principios de la libre competencia y de la libre propiedad 
privada… además lo que constituye el principio básico de toda revolución burguesa , se 
postuló en todo momento la construcción de un Estado colocado, como dijera Engels y 
Lenin por encima de todos los grupos y clases sociales.
16
 
Además de considerarla como una revolución burguesa por los motivos 
antes expuestos, Cordova señala que lo más característico de la revolución 
mexicana fue su reformismo social. Cordova aclara que reformismos 
sociales ya había habido en países europeos, así como en países 
latinoamericanos. Sin embargo la peculiaridad del reformismo social 
mexicano es que, a diferencia de lo que había pasado en países de Europa, 
“el reformismo aparece no como un conjunto de reivindicaciones que se 
pretende imponer a un Estado preexistente, o del cual se exige 
reconocimiento… en México las reformas sociales se enarbolan en contra 
de los movimientos independientes de las masas, particularmente contra los 
ejércitos campesinos de Zapata y de Villa”.17 No obstante, Cordova escribe 
que “si el reformismo social de la Revolución mexicana hubiera servido 
únicamente para movilizar a las masas trabajadoras a favor de uno de los 
bandos en pugna”18 no se hubiera diferenciado mucho de algunos países de 
la región. En ese aspecto otra de sus características es que ese reformismo 
social no sólo fue útil para movilizar a las masas a favor de uno u otro 
bando, sino que se institucionalizo, es decir transformo “las reformas 
sociales en instituciones políticas a través de la constitución”. 19 Lo 
destacable de este reformismo social institucionalizado es que es lo que 
dotará de legitimidad al régimen que saldrá de la revolución. A este 
 
16
 Córdova, Arnaldo, México. “Revolución burguesa y política de masas” en Interpretaciones de la 
Revolución mexicana. Ed. Nueva Imagen, p 85.. 
17
 Ibídem p 72. 
18
 Ibídem p 73 
19
 Ibídem, p 73. 
 
 
12 
 
respecto, Cordova afirma que “el reformismo social de la revolución permitió 
a los grupos revolucionarios el dominio de toda la sociedad mexicana”.20 
Por otra parte, Cordova destaca que, aunque los terratenientes sí fueron 
afectados por la revolución mexicana, otros grupos de la vieja clase 
dominantes (como banqueros e inversionistas extranjeros) apenas fueron 
afectados, y más bien pasaron a “formar parte integra” de la nueva clase 
dominante. 21 El autor destaca también que la tan anunciada reforma 
agraria, no llegaría, sino hasta quince años después de promulgada la 
constitución de 1917, ya que, si bien gran parte de los terratenientes de la 
época porfirista fueron afectados por la revolución, las tierras no serían 
repartidas siguiendo la ley referente a la reforma agraria, sino que pasarían 
a ser posesiones de generales y políticos revolucionarios. Asimismo, 
Cordova escribe que “es un hecho que ha durado hasta nuestros días que, 
en su gran mayoría, la antigua clase propietaria de la tierra pudo sobrevivir, 
bien a través de las divisiones simuladas de las viejas propiedades, bien 
obteniendo las facilidades necesarias para reinvertir sus riquezas en otros 
renglones de la economía”.22 
Un tercer autor que ha tratado el tema de la Revolución mexicana ha sido 
Enrique Semo. Dicho autor consideraría a la revolución mexicana como una 
revolución limitada (en este sentido podemos observar similitudes con la 
visión de Gilly), debido a la poca fuerza del proletariado mexicano en esas 
fechas. Semo destaca que debido a esto (la poca fuerza del proletariado 
mexicano) la revolución careció del “grado de radicalización que hubiera 
impedido todos los retrocesos que se produjeron en los años veinte, incluso 
en el desarrollo del capitalismo”,23 se entiende que del capitalismo en 
México. Además de ser una revolución limitada por el aspecto arriba 
mencionado, Semo añade un aspecto más para explicar tal limitación, la 
debilidad de la burguesía mexicana. Según explica, estas limitaciones de 
dicha burguesía se deben al “hecho de haber nacido tarde, dependiente e 
 
20
 Ibídem p 89. 
21
 Ibídem p 76. 
22
 Ibídem p 78. 
23
 Semo, Enrique. “Reflexiones sobre la Revolución mexicana” en Interpretaciones de la Revolución 
mexicana. Ed. Nueva Imagen, p 143. 
 
 
13 
 
incapaz de desarrollar si quiera el capitalismohasta sus últimas 
consecuencias”.24 Igualmente destaca que el hecho de que la burguesía 
que se hizo con el poder haya sido una burguesía agraria, y no industrial, y 
por tanto incapaz de llevar a cabo la correcta industrialización del país, 
contribuyó también a que la revolución fuera limitada. Cabe destacar el 
señalamiento que hace Semo en relación a que al ser una burguesía 
agraria estaba imbuida en los sistemas de opresión del campo.25 Esto 
sugiere que, además de la incapacidad de llevar a cabo la industrialización 
de México, no era factible que esta burguesía llevara a cabo la realización 
de un sistema democrático en México. 
Un cuarto autor que ha desarrollado una investigación acerca de la 
Revolución mexicana es Hernández Vaca. Este autor niega que la 
revolución mexicana haya sido propiamente una revolución, y la presenta 
más como un movimiento de reforma. Uno de los puntos en que se apoya 
para llevar a cabo tal afirmación es que la clase dominante pre- 
revolucionaria es la que mantuvo el poder, dándose un simple traspaso de 
poderes de una fracción a otra, pero dentro de la misma clase dominante.26 
A este respecto el autor aclara que, las revoluciones burguesas europeas 
conllevaron un cambio en el modo de producción, cosa que, a su juicio, no 
paso en el caso de México, caracterizado tanto antes como después de la 
Revolución por un modo de producción capitalista no integro. 
2. El régimen postrevolucionario: Un régimen presidencialista. 
El régimen postrevolucionario es definido como un régimen presidencialista. 
Se le llama régimen presidencialista, “a la práctica constitucional que 
prevalece en los regímenes donde el ejecutivo asumen un papel dominante 
sobre los otros poderes, particularmente sobre el legislativo, ostentando 
simultáneamente las funciones de jefe de Estado y jefe de gobierno”.27 El 
investigador Corona Armenta observa que el presidencialismo mexicano 
 
24
 Ibídem p 144. 
25
 Ídem. 
26
 Hernández Vaca, Jerónimo. El estado en México. 1521- 2008. Plaza y Valdes, 1 er edición, 2005, p 100. 
27
 Armente Corona, Gabriel. “El presidencialismo ante el reto de la consolidación democrática” en El 
estado actual de la Democracia en México. Retos, avances y retrocesos Castaños, Fernando; Labastida, 
Julio y López Leyva, Miguel Armando, UNAM, 2007, p 28 
 
 
14 
 
tenía dos soportes. Por un lado en la constitución, y por otro lado se 
apoyaba en “factores extra constitucionales que hicieron posible la 
subordinación del congreso a la voluntad del presidencial”.28 En cuanto al 
primero de estos soportes Hernández Vaca recuerda a este respecto la 
importancia del artículo 96 de la Constitución de 1917, según el cual los 
nombramientos de la suprema corte de Justicia quedarían en manos de la 
presidencia de la Republica, lo que provocaría que no hubiera una efectiva 
división de poderes entre el poder ejecutivo y el judicial,. Igualmente 
destaca la decisión del grupo constituyente de impedir que el grupo 
legislativo se “convirtiera en contrapeso real del poder ejecutivo”.29 
En cuanto al segundo de estos soportes Corona Armenta observa tres 
condiciones, la primera la existencia de un partido unificado que 
centralizaba el poder en el ejecutivo federal. La segunda la disciplina 
partidaria, y la tercera el liderazgo presidencial sobre su partido, para el cuál 
era necesario que el ejecutivo tuviera la capacidad de concretar las 
posiciones del partido, así como las herramientas para conseguir que las 
fracciones parlamentarias en el congreso la acataran.30 Cabría mencionar 
una cuarta condición sobre la que se apoyaba este presidencialismo era “la 
capacidad para influir en los procesos de producción y distribución de 
bienes y servicios”.31 
Soledad Loaeza, señala respecto al presidencialismo que “la 
personalización del poder ejecutivo era tal que presentaba semejanzas con 
las formas del ejercicio del poder en los regímenes patrimonialistas, sobre 
todo en la manipulación de los arreglos patrimonialistas y el uso del poder 
para beneficio personal”.32 Este presidencialismo empezaría con Cárdenas, 
pero se puede observar continuamente en la historia de México. Se pudo 
observar, por ejemplo, en el funcionamiento de PRONASOL, en el periodo 
 
28
 Ídem p 28. 
29
Hernández Vaca, J. Op Cit p. 107 
30
 Armente Corona, G. Op Cit p. 29. 
31
 Ibídem p 33. 
32 Loaeza, Soledad “La presencia populista en México” en Hermet Guy y Loaeza Soledad. Del 
populismo de los antiguos al populismo de los modernos. Colmex, 2001, p. 376. 
 
 
 
15 
 
de Salinas, ya que este programa no dependía de ninguna institución, sino 
directamente del Presidente. Asimismo, en este periodo, se puede verificar 
como la figura presidencial se alzaba por encima de las instituciones en 
algunas detenciones arbitrarias (como las de Joaquín Hernández Galicia y 
Eduardo Legorreta). 33 o en acciones como la destitución de Carlos 
Jonguitud del sindicato de maestros.34 
Algunas otras atribuciones por las que se definen al régimen mexicano 
como presidencialista son: el control que tenía sobre la organización de las 
elecciones federales, la autoridad que tenía para arbitrarear sobre asuntos 
agrarios, la autoridad que tenía para nombrar al jefe de gobierno de la 
Ciudad de México (entonces regente), la no autonomía del Banco de 
México, lo cual facilitaba al ejecutivo conducir la política monetaria del país, 
los poderes que tenía el Presidente para poder nombrar al Procurador 
General de la República, el poder de seleccionar a su sucesor, y tener la 
capacidad de nombrar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia (en la 
actualidad, aunque los nombra, necesita la aprobación de por lo menos dos 
tercios del senado, a diferencia del 51 % que necesitaba antes).35 
 
3. Los artículos 27 y 123 y el carácter interventor del Estado. 
Carlos Tello afirma que el Congreso Constituyente fue la expresión de un 
pueblo “en su intento de resolver sus propios problemas y librarse del 
tutelaje de los extranjeros”36, en cierto sentido, nos dice “fue el verdadero 
nacimiento de un pueblo nuevo, con su propio lugar y su propia influencia 
en el mundo·”.37 Así pues me parece importante describir cuales fueron los 
puntos más destacables que se originaron en el congreso constituyente, 
que a mi entender fueron dos: la creación del artículo 27 y 123. Baso esta 
afirmación en que estos dos artículos son representativos del reformismo 
social que menciona Cordova. Son representativos, también de esa 
revolución burguesa incompleta que menciona Gilly, o de esa revolución 
 
33
 Ibídem p 385. 
34
 Ídem. 
35
 Armente Corona, G. Op Cit, p 33 y 34. 
36
 Tello, Carlos. Estado y Desarrollo en México 1920-2006. UNAM 1er edición, 2007, p 35. 
37
 Ibídem p 36. 
 
 
16 
 
limitada que señala Semo, o incluso de esa no revolución, sino más 
movimiento de reforma que señala Hernández Vaca. De hecho los cuatro 
autores tratan de establecer que significaron estos dos artículos para la 
conformación del sistema político mexicano. 
En esencia, a través del artículo 123 “es el Estado quien da el programa por 
el cual luchará el movimiento obrero en la republica que surge de la 
constitución de 1917”.38 Esto quiere decir que si bien, por medio de este 
artículo, se expresan en la constitución conquistas obreras como “el 
sufragio universal y el derecho de organización sindical”, también marca 
cuales son los derechos “por los cuales habrá de luchar, por los cuales es 
licito organizarse y que puede esperar conquistar dentro del Estado y con el 
apoyo de éste”. 39 Por lo tanto con este artículo el movimiento obrero 
renunciaba a su autonomía y se encuadraba dentro del aparato estatal. 
Mientras tantoel articulo 27 expresaba que 
como dueña originaria de su territorio, la nación era también propietaria de todos los 
recursos que albergaba el subsuelo y encomendaba al Estado, como representante 
único de la nación, que los rescatara de las manos de los propietarios privados, 
nacionales o extranjeros, que los poseyera en ese momento para dedicarlos a la 
promoción del desarrollo económico nacional.40 
La importancia de estos dos artículos resalta en las siguientes palabras de 
Cordova: “En esencia, las reformas sociales que cobraron vida institucional 
con su consagración en los artículos 27 y 123 de la constitución del 17… 
forman y definen todo lo nuevo logrado con la revolución, desde el punto de 
vista estructural, social y político”41. Y añade: “Por primera vez en la historia 
del país (y también del mundo) los derechos de los obreros a mejores 
condiciones de trabajo y de los campesinos a poseer la tierra tenían 
acogida en un texto constitucional”.42 
 
38
 Gilly, A. op cit p 46. 
39
 Ídem. 
40
 Córdova, A. op cit p74. 
41
 Córdova, Arnaldo. La formación del poder político en México. Ediciones Era 1er Edición (1972). p 16 
42
 Ibídem p 21. 
 
 
17 
 
En cuanto el segundo de los puntos mencionados en el encabezado de este 
capítulo (el carácter interventor del Estado), distingo dos modos en que el 
Estado llevó a cabo este intervencionismo. Por un lado un intervencionismo 
económico (destinado a crear desarrollo económico y social en el país), y 
por otro lado un intervencionismo en la misma sociedad. Los dos 
intervencionismos eran complementarios y obedecían a un mismo objetivo, 
que es el señalado arriba, crear un desarrollo económico y social en el país. 
En cuanto al primero de estos intervencionismos que señalo (el económico), 
es preciso especificar que fue indispensable para el desarrollo económico 
de México. La burguesía mexicana, como mencione anteriormente, era 
débil y escasa, estaba acostumbrada a vivir de las rentas de su hacienda y 
lo que ganaba lo invertía en negocios seguros. Mientras, era el capital 
extranjero el que dominaba en industrias claves del país, tales como 
minería, petróleo y otras. Ante esta situación el Estado tuvo que “crear a los 
empresarios mexicanos, diseñarles proyectos y proporcionarles crédito 
barato para llevarlos a cabo. Regular y orientar las fuerzas del mercado”.43 
Sin embargo, no serán en los años inmediatamente posteriores a la 
revolución (los del grupo de Sonora), en que se profundice en este tipo 
modelo. En dichos años las preocupaciones eran costear tanto el pago de la 
deuda como los gastos militares,44 con el fin de restablecer la paz interna y 
dar estabilidad al país. Con este fin, en este periodo se aplica en México 
unas políticas fiscal y monetaria ortodoxa, que sigue las teorías de la 
escuela ortodoxa monetaria, la cual se opone al intervencionismo del 
Estado en la economía, y busca un equilibrio fiscal y finanzas públicas 
sanas.45 Por lo tanto es claro que en el periodo de los presidentes de 
Sonora no será el periodo en el que se profundice en un modelo interventor. 
Será hasta la época de Cárdenas que esto suceda, con la implementación 
de teorías de la escuela desarrollista. En tal escuela la industrialización es 
el objetivo fundamental, se da una gran inversión pública, sobre todo para 
lleva a cabo obras de infraestructura, igualmente se da a los Banco 
centrales, además de la misión de combatir la inflación, la misión de 
 
43
 Tello, C. op cit, p 109 
44
 Ibídem, p 40 
45
 Ibídem p 150. 
 
 
18 
 
desarrollar una política selectiva de crédito. Se apoya también la creación 
de bancas de desarrollo y de financieras. Asimismo son partidarios de la 
protección del mercado interno, y de la apertura selectiva a la inversión 
extranjera. Pueden devaluar la moneda.46 
El tipo de Estado desarrollista empezará a crearse con Cárdenas, y su plan 
Sexenal. Conforme a este plan “el Estado mexicano habrá de asumir y 
mantener una política reguladora de las actividades económicas de la vida 
nacional”.47 Asimismo Cárdenas llevó a cabo las siguientes políticas: rompió 
con el monopolio de la tierra acelerando el reparto agrario; promovió la 
organización de los trabajadores y aplicó lo dispuesto en el artículo 123 de 
la constitución; estimulo el capital privado proporcionándoles apoyos y 
garantías; fomentó el desarrollo de los energéticos y oriento su 
aprovechamiento en beneficio de la nación; puso en práctica una activa e 
intensa participación del Estado en la economía y en la promoción del 
desarrollo nacional, orientando el gasto público cada vez más al fomento 
económico y al desarrollo social; transito del Partido Nacional 
Revolucionario al Partido de la Revolución mexicana.48 En cuanto al apoyo 
al sector agropecuario, baste mencionar que en 1930 sólo el 11 % de la 
producción fue ejidal, mientras que para 1940 este tipo de producción 
llegaba al 51 %. A este respecto (el apoyo al sector agropecuario), también 
destacaría la creación de Bancos destinados a apoyar con créditos a los 
campesinos. Prueba de ello fue la creación en 1935 del Banco Nacional de 
Crédito ejidal, o la creación de escuelas de agricultura, así como trabajos de 
investigación sobre el cultivo del maíz o el trigo. También es de destacar la 
creación de Ceimsa (que con el tiempo sería Conasupo) para regular el 
mercado agrícola. 49 Cabe mencionar que este énfasis que se ponía en la 
agricultura tenía como finalidad proporcionar mano de obra y alimentos 
necesarios para a las zonas urbanas, que era donde se desarrollaba otro 
gran proceso, el de la industrialización. 50 
 
46
 Ibídem, p 151. 
47
 Ibídem p 157. 
48
 Ibídem p170 
49
 Ibídem p 186. 
50
 Ibídem p 191. 
 
 
19 
 
En cuanto a la promoción del sector privado, Cárdenas implemento varias 
medidas. En primer lugar llevó a cabo una política monetaria ortodoxa, es 
decir con unos presupuestos balanceados y un déficit muy reducido, 
aunque al mismo tiempo aumenta considerablemente el gasto social, así 
como el gasto destinando al fomento económico (prueba de ello es que 
mientras el gasto destinado al desarrollo económico era en 1934 del 23. 2% 
del PIB, en 1940 ese porcentaje había aumentado hasta 34.1 %, en cuanto 
al gasto social pasa de 15% al 19.7 %, en contraposición bajan el gasto 
militar, y el destinado a la administración). Al mismo tiempo pone en 
práctica una serie de medidas arancelarias y de incentivos fiscales con el fin 
de incentivar la industria manufacturera. Estas medidas harían que la 
inversión privada, prácticamente se duplicará entre 1935 y 1940. 51 
Asimismo Cárdenas tomo el control de la industria petrolera y de la industria 
eléctrica, con el fin de que estas dos industrias sirvieran para de apoyo al 
proceso de desarrollo del país. Igualmente tomo el control sobre la 
construcción de carreteras (e infraestructura en general), o sobre los 
servicios públicos concesionados a los particulares: transportes, teléfonos y 
radio.52 
Es importante destacar que con Cárdenas surge el proyecto de economía 
mixta, que caracterizaría el desarrollo económico del país. Ejemplos de esta 
política mixta es la confluencia de capital tanto público como privado en la 
banca, y la aceptación de las normas que dictaba tanto el Banco de México, 
como la Secretaría de Hacienda. Ejemplos de esta economía mixta también 
son la creación de las empresas paraestatales. En relación a este punto 
(las paraestatales) Miguel de la Madrid señala que: 
el sector paraestatal, lejos de ser una acumulación fortuita de actos improvisados de 
gobierno constituye la herencia económica, social y política más importante con que el 
Estado de la Revolución ha dotado alpueblo de México, es el resultado de un 
prolongado esfuerzo, es el resultado de una continuidad nacionalista y es, también, el 
resultado de visión histórica de la sociedad mexicana organizada.53 
 
51
 Ibídem p 226. 
52
 Ibídem p 250 
53
 Petriccioli, Gustavo “Economía mixta”, en México 75 años de la Revolución. Desarrollo económico II, 
FCE, México, 1988, p 843. 
 
 
20 
 
A la hora de hablar de la industria en México hace falta hacer algunas 
aclaraciones. Como ya mencione anteriormente la industria mexicana era 
prácticamente nula, y también como ya opiné, el Estado tuvo que 
desarrollarla en base a una serie de medidas proteccionistas y de 
incentivos. Estos subsidios no se generaron en base a una subida de los 
impuestos (de hecho lo recaudado paso de 5.7% en 1940 a 6.5 % en 1954, 
que si se le compara con lo recaudado en otros países para esa misma 
época resulta ser bajo, así en Brasil en esos años lo recaudado en 
impuestos era del 15.7 % del PIB, en Argentina de 18.1 %, o en el Reino 
Unido de 38.2%54). Al no estar basados en unos impuestos altos, ni en la 
creación de déficit (como ya había mencionado el régimen 
posrevolucionario se caracteriza por mantener los niveles de déficit muy 
bajo), estos incentivos fueron sufragados por el consumidor. Es por ello que 
“los subsidios convirtieron a las actividades que normalmente pierden 
dinero, en actividades lucrativas. Y las exenciones tributarias, convirtieron a 
las utilidades reducidas en considerables. Las caídas en los salarios reales, 
las multiplicaron aún más”.55 
Esta situación originó, o profundizó el fenómeno de la desigualdad social. 
Así en 1940 las utilidades participaban con 48% en el ingreso nacional, para 
1946 esta participación de las utilidades había subido hasta 61%, aunque 
luego bajo hasta el 54% en 1954. En tanto los salarios se modificaron, y de 
participar en creca del 52 % en 1940 pasaron a representar el 46 % en 
1953.56 
Este proteccionismo, excesivo, a la industria nacional continua dándose 
durante el periodo del llamado desarrollo estabilizador. Así, por ejemplo, en 
la industria automovilística el nivel de protección efectiva era del 
225%. 57 Esta situación profundizaba en “una industria poco articulada, 
costosa y con un anárquico crecimiento que el consumidor tuvo que 
sufragar”.58 Asimismo hay que señalar que, para mantener las utilidades 
 
54
 Tello, C. op cit, p 318. 
55
 Ibídem, p 319. 
56
 Ibídem p 330. 
57
 Ibídem p 413. 
58
 Ibídem p 319. 
 
 
21 
 
elevadas “la mitad del gasto total en importaciones constituye la porción 
rígidamente determinada por las mismas, necesarias no para expandir, sino 
para mantener en funcionamiento la planta productiva existente”.59 Es decir 
lo que se importaba no servía para expandir las industrias mexicanas, sino 
solo para mantenerlas. 
Todas estas ayudas hacia las empresas eran posibles a costa de los 
sectores asalariados, cuyos sueldos la mayoría de las veces iban a la baja 
con el crecimiento del PIB. Mantener una estabilidad social en el país con 
esta situación fue posible gracias al intervencionismo que el Estado tenía 
sobre la misma sociedad, como ya mencione al principio de este apartado. 
Sobre este punto, Hernández Vaca expresa que el Estado desarrollaba esta 
intervención, a través de influir sobre los regímenes particulares de Estado. 
Él entiende dichos regímenes como lo que 
componen el nivel específico en que se establecen las libertades individuales y 
colectivas de los hombres y mujeres que, individualmente y agrupados en clases y 
organizaciones sociales, establecen relaciones con los poderes federales, estatales y 
municipales a través de estructuras específicas: régimen laboral, agrario, electoral, de 
partidos, educativos, religioso, etc.60 
Una vez dada la definición, cabe explicar las dos formas que Hernández 
Vaca observa como modos de domino del Estado sobre los regímenes 
particulares. Se habría hecho de dos maneras: una, a través del 
corporativismo y otra a través de la represión contra los movimientos 
sociales que entorpecían la plena subordinación de los grupos organizados 
a las estructuras corporativas y al poder del Partido de Estado. 61 
 En cuanto al corporativismo62 éste se da en México se da desde la misma 
revolución mexicana, aunque es con Cárdenas en donde se desarrolla 
completamente, donde se institucionaliza. 
 
59
 Ibídem p 414 
60
 Ibídem, p 140. 
61
 Hernández Vaca, Jerónimo. El ciudadano en México. Su rechazo histórico Ed. Plaza y Valdes 1er 
edición, (2010) p 48. 
62
 Definiré Corporativismo, como “uno de varios arreglos posibles en el cual los intereses organizados 
actúan como intermediarios entre sus miembros (individuos, familias, compañías, comunidades, grupos) 
y diversos interlocutores (en particular gobierno y agencias estatales) (Schmitter 1992). 
 
 
22 
 
Ejemplos de corporativismo antes de Cárdenas fueron, por ejemplo las 
relaciones que se mantuvieron entre Luis Morones secretario general de la 
CROM y Obregon. En tanto el primero apoyo a Obregon en su llegada a la 
presidencia, el segundo nombraría a Morones Secretario de Industria, 
comercio y Trabajo, y otros cargos importantes. Es importante mencionar 
que tanto Obregón como Calles veían en el sindicalismo como una 
organización que podría hacer contrapeso al ejército. 
Cárdenas vio en la organización de los de las masas “un arma formidable 
para disolver las resistencias en contra de su política” (política que se 
inscribe en el llamado plan sexenal), y estaba convencido que para que el 
estado revolucionario triunfará era necesario que las masas entraran en el 
poder, hacerlas socios. 63 Fue con este fin que “durante su gira electoral se 
convirtió en el más encendido propagandista de la organización de las 
masas”.64 Cárdenas consideraba, según nos dice Cordova, que el plan de la 
revolución no se había podido realizar debido a “la política individualista.65” 
Contra ésta Cárdenas fabrica la política basada en corporaciones. Dicha 
política culminará con la creación del PRM, que constaba de cuatro 
sectores (obrero, campesino, popular y militar), organizados. Por lo tanto el 
PRM surgió como un “partido de corporaciones en el que las unidades de 
bases eran las corporaciones, mientras que los individuos resultaban 
elementos secundarios”.66 Podemos afirmar, entonces que la cooperación 
entre los sindicatos y el gobierno empezó en el gobierno de Cárdenas, y 
continuaría durante todo el periodo postrevolucionario, (y aún hoy, prueba 
de ello es la cooperación entre el gobierno de Calderón y el sindicato de 
maestros dirigido por Elba Esther Gordillo). Un ejemplo muy significativo de 
esa cooperación fue la creación en el año de 1966 del CT (congreso del 
trabajo), cuyo Programa de acción y Táctica es muy ilustrativo. En él 
expresan que su objetivo era el de “consolidar la alianza de los 
 
63
Córdova, Arnaldo (1974). “La política de masas del cardenismo”.” Ediciones Era, 1er Edición p 63. 
64
 Ibídem p 53. . 
65
 Ibídem p 147 
66
 Ibídem p 148. 
 
 
 
23 
 
trabajadores del campo y de la ciudad con los demás sectores del pueblo, 
para apoyar a los regímenes emanados de la revolución mexicana”.67 
Esta unión será la responsable de que después de los movimientos del 
MRM y del ferrocarrilero no hubiera más huelgas de obreros, y las 
relaciones entre la patronal y los obreros fueran cordiales. Inclusive en los 
movimientos sucedidos en la década de los sesenta (el movimiento médico 
de 1964 y el movimiento estudiantil de 1968), se pudo observar la unión que 
había entre el gobierno y los sindicatos (en especial la CT), al respaldar 
estos últimosen todo momento al gobierno en las acciones que llevaba a 
cabo. Obviamente esta lealtad al gobierno tenía unas recompensas, como 
eran “la seguridad en el empleo, los buenos salarios y las prestaciones 
asociadas a ellos que los trabajadores organizados habían logrado”.68 Se 
puede decir que eran los trabajadores sindicalizados los que en gran 
medida recibían los beneficios de las prestaciones sociales que el gobierno 
creaba para los trabajadores.69 
4. Las Reformas neoliberales y su impacto entre las clases sociales. 
Como ya mencioné la industria del país durante la llamada época del 
milagro mexicano se realizó a costa de deprimir en general tanto los 
salarios de los trabajadores como los salarios de los campesinos. Asimismo 
para mantener unas altas utilidades se pospuso, o se realizó levemente, el 
desarrollo de la industria en algunos rubros (como en la industria de bienes 
de capital y la del petróleo). 70 Hay que mencionar también que dicha 
industria se enfocaba al mercado interno. Todas estas características 
hacían que paulatinamente el modelo se fuera agotando, ya que al basarse 
en el mercado interno dependía de que éste funcionara correctamente, pero 
dado los salarios de gran parte de la población y la gran desigualdad en la 
concentración de la riqueza, éste (el mercado interno) no podía engrasar 
correctamente el funcionamiento del sistema. Otra de las causas que 
dificultaban el correcto funcionamiento del sistema fue que no se llevarán a 
 
67
 Tello, C. op cit p 382. 
68
 Ibídem, p 386. 
69
 Ibídem p 390. 
70
 Ibídem p 457 
 
 
24 
 
la práctica las modificaciones necesarias para pasar de la sustitución de 
bienes de consumo a la sustitución de bienes intermedios y de capital.71 
Todas estas características hicieron que el sistema económico que se había 
establecido en México agonizara para la década de los setenta. Al mismo 
tiempo las fuertes represiones que tuvieron lugar en la década de los 
sesenta (la de 1968, o la de los médicos en el 64, que empezó como una 
reclamación de índole económica) hacían que el mismo sistema político 
fuera perdiendo legitimidad. Ante esta situación Luis Echeverría pone en 
práctica lo que se denominó “política de consolidación”. En dicha política se 
pretendía aumentar el gasto público, aunque esto no se hizo a través de un 
aumento de impuestos, sino que el gasto público descansó en “el encaje 
legal que producían los depósitos que captaba el sistema bancario para 
financiarlo y no en los ingresos propios del Estado”.72 Al mismo tiempo no 
se abandonó la política de subsidios. Otra acción que se llevaron a cabo en 
el sexenio de Echeverría fue la creación de varias empresas de 
participación estatal. Asimismo profundizo en varias de las políticas que ya 
se habían venido siguiendo a lo largo del periodo postrevolucionario como 
estímulo y gasto público, así como promoción del desarrollo social. Esta 
estimulación a través del gasto público tuvo sus resultados, prueba de ello 
es que las utilidades de las empresas crecieron hasta situarse en el 110 %. 
Otra de las medidas que tomó fue desarrollar más el sector público con el 
objetivo de defender la economía de las clases populares. Hay que señalar 
además que, para financiar el gasto público se recurrió al exceso de 
endeudamiento, tanto interno como externo, y que la política económica 
durante este periodo fue una mezcla de políticas monetarias y fiscales tanto 
restrictivas como expansivas.73 
Con estas medidas el crecimiento del PIB a partir de 1972 fue superior al 6 
%, igualmente el coeficiente Gini pasó de 0.586 en 1968 a 0.518 en 1977 y 
 
71
 Ibídem p 460. 
72
 Ibídem p 472. 
73
 Ibídem p 504. 
 
 
25 
 
a 0.501 en 1984 (a partir de ese año volvería a subir la concentración del 
ingreso).74 
Una de las características del gobierno de Echeverría fue su enfrentamiento 
con los empresarios. Aunque, en realidad no se cambió la política tributaria, 
el hecho de que el ejecutivo realizará un serie de propuestas para cambiar 
la política tributaria sin consultarlo previamente con la iniciativa privada, 
puso a ésta muy nerviosa, lo que conllevo el primer enfrentamiento verbal 
entre los empresarios y el gobierno. Hay que señalar que tampoco gustó 
nada en la iniciativa privada el hecho de que varios secretarios de Estado y 
otros altos funcionarios del gobierno opinaran sobre materia económica 
(cuando durante los años del desarrollo estabilizador era principalmente el 
Secretario y la Secretaria de Hacienda el intermediador con la iniciativa 
privada). Asimismo los empresarios criticaron la excesiva contratación de 
personal (ejemplo de ello es que mientras en 1970 el número de empleados 
del gobierno federal y de sus paraestatales era de 826000 personas, para 
1976 ese número había aumentado hasta 1 millón 315mil), así como 
también la creación de varias empresas públicas como Tabacos 
mexicanos.75 Estas causas, aunadas al creciente gasto público hicieron que 
los empresarios tomaran una actitud beligerante hacia el gobierno durante 
ese sexenio, y que adoptaran “una disposición hacia el terrorismo 
económico mediante presiones institucionales y a través del uso de 
recursos, aprovechando la situación al mismo tiempo para elevar precios y 
realizar operaciones especulativas”.76 Este malestar empresarial también se 
aprecia en las declaraciones de los empresarios en los año 1974 y 1975, en 
los que sostienen que “nunca antes se ha visto a la empresa privada tan 
amenazada, ni se ha puesto en duda la razón de ser de la misma”.77 No 
obstante, Tello nos recuerda a este respecto que “el enfrentamiento que se 
dio entre los sectores público y privado, tuvo un alto contenido verbal, 
retorico. Fue mucho más lo que se dijo de lo que se hizo”.78 
 
74
 Ibídem p 505. 
75
 Ibídem p 514. 
76
 Ibídem p 506. 
77
 Ibídem p 510. 
78
 Ibídem p 529. 
 
 
26 
 
 Uno de los acontecimientos más importantes sucedidos durante este periodo 
fue la crisis de 1976. Dicha crisis se originó a causa de la fuga de capitales la 
cual hizo que se terminará con una estabilidad cambiaria que había durado 22 
años. Se desató también un periodo de alta inflación (que conllevo protestas 
obreras por la subida de los salarios). 
Ante esta situación el sucesor de Luis Echeverría, López Portillo, se pronunció 
en su campaña electoral por aumentar la demanda (en vez de la política más 
común cuando hay inflación, que es reducir la demanda). Con este objetivo 
López Portillo echa a andar el programa Alianza para la producción. El 
programa consistía en un compromiso mutuo entre las empresas y el gobierno, 
en el que las primeras se comprometían “a alcanzar determinadas metas de 
inversión, de producción, de fijación de precios, de exportaciones y de 
componentes nacionales”, 79 y a cambio de eso el gobierno aseguraba 
subsidios, protecciones. Estas medidas resultaron efectivas, ya que entre 1978 
y 1981 la economía creció a un ritmo de 13 % anual, no obstante en 1982 
vendría una debacle, con una caída de más del 15 % del PIB. Los salarios 
también crecieron entre 1977 y 1982. A pesar de esos avances la economía 
mexicana volvería a caer en una crisis en 1982, que haría que el peso se 
devaluara en un 40 % en Febrero de ese año. Inmediatamente se toma la 
medida de reducir el gasto público, aunque esto no evita una segunda recaída 
algunos días después del 30 %. . Estas devaluaciones harán que haya una 
fuerte fuga de capital, y que el crédito internacional quede vetado para México. 
Estas causas, así como también la nacionalización de la banca, generarían un 
cambio, en la forma de llevar la política económica en México, hacía un 
programa neoliberal (Tello expresa en relación a estepunto que las políticas 
neoliberales en México no se impusieron desde el exterior, sino que con De la 
Madrid, ganó el grupo nacional que apostaba por esa corriente).80 
Para llevar a cabo este programa De la Madrid decide recortar el gasto público 
más de un 17 %, en el 85 reduce todavía más el gasto público, en concreto un 
6 % más que en 1984, al año siguiente se reduce el gasto público un 13 % 
sobre el ya muy reducido de 1985, y en 1988 reduce un 10 % más el gasto 
 
79
 Ibídem p 553. 
80
 Ibídem 631. 
 
 
27 
 
público. Al mismo tiempo se aumentaron los impuestos regresivos, y se 
aumentan los precios de los servicios públicos. En tanto los salarios mínimos 
también se redujeron año con año. Así en 1983 el salario se desplomo un 30%, 
con respecto al año anterior y para 1988 el salario mínimo era del 48 % del 
que prevalecía en 1982. La participación de los salarios en los ingresos no 
agropecuarios pasó de 39. 4 % en 1982 a 33 % en 1988.81 Asimismo se pasó 
de 0. 501 en 1984 a 0. 509 en 1989 en el coeficiente Gini. A destacar también, 
es el dato que señala que entre 1982 y 2006 (años en los que se aplicó el 
modelo neoliberal) el PIB por persona creció cerca de 0.5 % al años, mientras 
que para los años 1956- 1981 el PIB por persona creció un 3.2% al año. En 
cuanto a los ingresos tributarios, no se subieron, sino que permanecieron 
prácticamente igual (10. 6 % del PIB en 1981, 11.4% en 1988, 11.3 % en 1994 
y 11.2 % en 2000).82 
Además de los recortes del gasto público, y el desarrollo, como ya mencioné, 
de las políticas fiscales y monetarias que buscan a toda costa el saneamiento 
presupuestal, se llevan a cabo en esta etapa otras acciones como reducir “la 
acción de la banca de desarrollo, que durante décadas se utilizó exitosamente 
para fomentar la actividad de ciertas áreas prioritarias y estratégicas”.83 
A partir de 1986, con el gobierno de Miguel de la Madrid, se inicia la venta de 
grandes empresas y la liquidación de otras. Asimismo durante el sexenio de 
Carlos Salinas (1988-1994) se modifica el artículo 28 constitucional que 
permitió la desincorporación de varias empresas del Estado, que el propio 
articulo califico de estratégicas y prioritarias. 84 Se modificó igualmente el 
artículo 27 de la constitución que dio derechos de propiedad a los campesinos 
ejidatarios y comuneros.85 El conjunto de las privatizaciones llevó a las arcas 
del Estado cerca de 30000 mil millones de peso, sin embargo el salvamento de 
la banca privada de 1995 supera por mucho esa cifra. 
En cuanto el crecimiento después del Tratado de Libre Comercio de América 
del Norte,con el cual se prometía una época de prosperidad para México, 
 
81
 Ibídem p 639. 
82
 Ibídem p 677. 
83
 Ibídem p 662. 
84
 Ibídem p 679. 
85
 Ídem 
 
 
28 
 
tampoco ha tenido los resultados esperados. Así, entre 1994 y 2003 la tasa 
media anual de crecimiento del PIB era de 2.5 % mientras que entre 1984 y 
1993 fue de 2.3 %.86 Asimismo el desempleo y el subempleo han crecido desde 
el año 1994, y los salarios reales han decrecido desde el año de 1984, sin 
beneficiarse de la entrada de México en el TLCAN. A destacar también que, 
mientras en 1982 la importación total fue de 17 mil millones de dólares, para el 
año 2000 la importación total fue de 175 mil millones de dólares. Hay que 
señalar que con el TLCAN se descuidó la industria, y por ejemplo la industria 
productora de bienes de capital, que estaba comenzando a crearse, se frenó. A 
este respecto son clarificadoras las palabras de Tello, quien recuperando a 
Krugman nos dice que “se llegó a decir que lo mejor era no tener una política 
industrial. Se descartó, por completo, una política industrial estratégica, 
orientada a ubicar para después estimular, los sectores de actividad sobre los 
que debería incidir la acción del gobierno de fomentar las exportaciones”.87 
Además de la industria la inversión pública destinada al sector agropecuario 
también tuvo una importante caída. Así, si en 1980 ésta (la inversión pública) 
era del 10 % para el año 2000 había caído dicha inversión hasta situarse en un 
2 %, 88 Respecto al sector agropecuario, también cabe destacar la reforma al 
artículo 27 constitucional con el fin de fortalecer los derechos de propiedad y 
facilitar la inversión privada en el campo. 
En lo referente a las políticas sociales durante este periodo se pone en marcha 
el programa Pogresa, que tiene un enfoque de focalización de apoyos, 
“privilegia al individuo, sobre el grupo o la comunidad”, 89 a diferencia de 
programas como Coplamar o Pronasol “que atiende a los grupos sociales y 
procura la organización de los beneficiarios”.90 
5. El Fobaproa. 
Dentro de lo que han sido las reformas neoliberales y su impacto entre las 
clases sociales el Fobaproa merece una mención aparte, debido al fuerte 
 
86
 Ibídem 692. 
87
 Ibídem p 694. 
88
 Ibídem p 711. 
89
 Ibídem p 715. 
90
 Ídem. 
 
 
29 
 
impacto que ha tenido para el país, así como porque ejemplifica el nivel de 
intervencionismo (aún en la época neoliberal) y de poco apego a las leyes que 
han caracterizado desde siempre al Estado mexicano. 
Para explicar el Fobaproa es conveniente recordar las reformas financieras que 
se llevaron a cabo en el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994). En dicho 
periodo se tuvo como objetivo promover una economía abierta. A tal fin, como 
ya mencioné más arriba, se modificaron los artículos 28 y 123, lo que permitía 
que la prestación de servicios bancarios y de créditos dejara de ser potestad 
exclusiva del Estado, y daba cabida a una mayor participación social en el 
capital de la banca. Igualmente se dio autonomía al Banco Central, que hasta 
ese entonces era controlado por el Gobierno. Para evitar abusos Pedro Aspe 
Armella, secretario de Hacienda y Crédito Público, y encargado de llevar a 
cabo este proceso de transformación del sistema financiero, estableció una 
serie de reglas, como eran: garantizar una participación diversificada y plural en 
el capital, con lo que se impedían fenómenos de concentración, asegurar que 
la banca mexicana fuera controlada por mexicanos, se evitaba asimismo la 
concentración en agrupaciones formadas por bancos, casas de bolsas. Se 
pretendía evitar también el surgimiento de grupos financiero- industriales, ya 
que se observaba que esto podía dar lugar a una “canalización preferente de 
recursos otorgados a empresas relacionadas con los grupos bancarios o bien 
operaciones de complacencia”. 91 Además se ordenó que “el Consejo de 
Administración de las instituciones (desincorporadas) debe estar integrado por 
personas de reconocida honorabilidad, que cuenten con amplio conocimiento y 
experiencia en materia financiera y administrativa”. 92 Se desincorporaron a 
principios de la década de los noventa 18 instituciones de banca comercial, que 
resultaron en un total de 39 mil 711 millones de pesos que se destinaron a 
pagar la deuda interna. No obstante en dichas desincorporaciones no se 
cumplieron con los requisitos que se habían impuesto, y así se adjudicaron las 
licitaciones once casas de bolsa y siete grupos particulares que “estaban 
principalmente relacionados a sectores empresariales e industriales a los que 
las casas de bolsa sirvieron como intermediarios para comprar los 
 
91
 Moncada, Jorge Francisco; Di Costanzo, Mario Alberto “¿Cómo reducir el costo Fobaproa- IPAB? Ed. 
Grijalbo Pagina Web: http://fobaproaexpedienteabierto.blogspot.com/2007_11_25_archive.html 
92
 Idem. 
 
 
30 
 
bancos”.93Además una parte de los grupos que se adjudicaron las licitaciones 
carecían de experiencia en el sector financiero. El grupo neoliberalen el poder 
engaño a los ciudadanos. 
A pesar de estas irregularidades México vivió después de las 
desincorporaciones dos o tres años de estabilidad financiera. Tan estable 
estaba la situación que la OCDE decidió que México ingresara dentro de este 
grupo. Sin embargo para el último semestre de 1994 empiezan a saltar las 
alarmas al salir casos de manejo irregular y de corrupción, siendo el caso más 
famoso el del Banco Cremi-Unión, en donde Carlos Cabal Peniche llevó a cabo 
una serie de fraudes que empezaron a salir a la luz por aquel tiempo. La 
estabilidad, aparente calma y buen hacer del gobierno de Salinas se ve roto 
también con la devaluación que, ya con Zedillo en la presidencia, se ve 
obligado a hacer el gobierno mexicano, dando lugar a una enorme crisis 
económica, con consecuencias como: una devaluación de más del 100 %, una 
inflación del 8 % mensual en Abril de 1995, un índice de desempleo que subió 
de 3. 6 % en Diciembre de 1994 a 7. 6 % a mediados de 1995, una caída del 
PIB de 5. 8 % en el primer semestre de 1995. 94 
Ante esta crisis es donde sale a relucir el Fobaproa. El Fobaproa tenía como 
antecedente el Fonapre, programa cuyo objetivo era “acumular suficientes 
recursos para, en caso necesario, usarlos para financiar la estabilidad de 
instituciones bancarias que en esos años eran propiedad del gobierno”.95 Con 
la reprivatización de los bancos el programa cambia y pasa a llamarse 
Fobaproa, que tenía el mismo objetivo que el Fonapre, aunque implicaba una 
novedad: por un lado “se creó con carácter de fideicomiso privado cuya tarea 
financiaban los bancos mismos a través del pago de cuotas para constituir un 
fondo de garantía para proteger el dinero de los ahorradores”.96 Asimismo se 
estableció que dicho fidecomiso quedaba a cargo del Banco de México la 
SHCP y la CNBV (que en aquel tiempo se llamaba CNB). No obstante el 
Fobaproa no estuvo preparado para la crisis de 1994, al no tener los recursos 
necesarios. 
 
93
 Idem 
94
 Idem 
95
 Idem 
96
 Idem 
 
 
31 
 
Hay que señalar que para hacer frente a la crisis de 1994 el gobierno 
instrumento dos programas: uno el PIS (Programa de Intervención y 
Saneamiento) y otro el PCCC (Programa de Capitalización y compra de 
Cartera). El PIS consistía en el otorgamiento de créditos a los bancos por parte 
de la CNBV, para sanear a los bancos afectados por la crisis y posteriormente 
venderlos. En tanto el PCCC consistió en “convenir con los dueños de los 
bancos la compra de créditos que habían otorgado a personas o empresas en 
ese momento afectadas por la crisis financiera e incapaces de saldar los 
prestamos; asi la banca privada obtuvo dinero fresco (o liquido) para cumplir su 
compromiso con los ahorradores”.97 La compra de esos créditos las haría el 
Fobaproa. Hay que señalar aquí, que en un principio por cada dos pesos de 
crédito que les comprará el Fobaproa, los dueños del banco tenían que inyectar 
un peso al Banco en cuestión (no obstante esto último no se cumplió, ejemplo 
de ello fue que Serfin, en el cuál los accionistas ponían un peso por cada seis 
del gobierno). El PCCC fue un programa lleno de irregularidades desde el 
inicio. Así los pagarés que emitió el propio Fobaproa para capitalizar los bancos 
nunca fueron aprobados por el Congreso de la unión, sino solo por el gobierno 
Federal. Es importante destacar que la compra de los créditos los hizo el 
Fobaproa a través de pagarés a los banco porque no tenía dinero. Asimismo se 
acordó que la CNBV se encargaría de supervisar la compra de créditos, 
aunque en la práctica los bancos fueron los que decidieron que créditos 
vendieron a Fobaproa. Es decir los créditos que compraba en el Fobaproa a los 
bancos en principio tenían que estar regulados, pero en realidad no lo estaban, 
y esto se agravó aún más cuando se firmó el llamado “Acuerdo de partes”, que 
desregularizó más los lineamientos para la compra de crédito a los bancos, lo 
que hizo que el Fobaproa comprara a los bancos todo tipo de créditos 
incobrables, lo que incremento aún más el costo fiscal del rescate bancario. 
Debido al poco control que el gobierno ejercía en la compra de créditos se 
permitió por ejemplo que bancos que no requerían auxilio fueran beneficiados 
del Fobaproa.98 
 
97
 Idem 
98
 Idem 
 
 
32 
 
En una frase, el descontrol permitió que el Fobaproa engordara con deudas de 
bancos y de particulares que, en un principio, no tenía por qué haber asumido. 
Para 1998 los bancos se empezaron a dar cuenta de que los pagarés que les 
había dado el Fobaproa no eran cobrables ya que carecían del visto bueno del 
Congreso de la Unión. Para Marzo de 1998 el Presidente Ernesto Zedillo 
propone una iniciativa para desaparecer el Fobaproa y la creación de dos 
organismos públicos para encargarse de sus tareas: el Fogade y el Fondo para 
la recuperación de bienes. Dicha propuesta implicaba dar carpetazo al 
Fobaproa y trasladar la deuda de éste a “deuda pública directa” los 552 mil 300 
millones de pesos que tenía como deuda el Fobaproa. 
En un principio esta propuesta fue rechazada por todos los grupos 
parlamentarios, no obstante una serie de negociaciones permitieron llegar a un 
acuerdo sobre la instrumentalización de un programa que mas o menos 
cumpliría las mismas funciones, el IPAB, que aunque incluía un mandato para 
transparentar las transacciones del Fobaproa, no especificaba muy bien como 
se llevaría a cabo ese mandato. 
La aprobación del Ipab, según nos cuentan en su libro Jorge Francisco 
Moncada y Mario Alberto Di Costanzo, también tuvo irregularidades, ya que la 
reunión donde se aprobó el IPAB se llevó a cabo sin los diputados del PRD o el 
PT, que estaban en contra de la aprobación del IPAB. Lo sorprendente es la 
causa de dicha ausencia, ya que Ángel Aceves cito a las 21: 00 , en la 
Comisión de Hacienda en el edificio D a los diputados del PRD y del PT, 
mientras que la reunión se llevó a cabo en realidad en el antiguo Salón de 
Protocolo. 99 Así pues el saneamiento con recursos públicos para posterior 
venta se llevó a cabo. 
Hay que señalar también que en 1998, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, 
se realizó una modificación legal que permitió que los bancos extranjeros 
pudiesen comprar el 100% del capital de cualquier institución. 
Tanto el Fobaproa como la ley modificada hacen que hoy en día solo uno de 
los 18 bancos reprivatizados en el periodo de Carlos Salinas está en manos 
 
99
 Idem. 
 
 
33 
 
mexicanas, Banorte. Asimismo el 90 % de la banca privada en México está en 
manos extranjeras. También es de destacar que del total de los ingresos de la 
banca en México, el 55. 2 % de las utilidades proviene tanto de las comisiones 
bancarias (comisiones que no están presentes en los países de origen de los 
bancos extranjeros que operan en México), como de los pagos que esos 
bancos siguen recibiendo del rescate bancario. Otro 44 % provine de créditos 
que se prestan a los gobiernos federal, estatal y municipal. En total el 60. 4 % 
de los ingresos de la banca en México provienen del Estado (si sumamos el 
rescate bancario más los créditos a los diferentes niveles de gobierno) . 
Mientras estos bancos otorgan créditos solamente del 16 % del PIB para el 
desarrollo de proyectos productivos que impulsen el crecimiento de la 
economía nacional.100 
Como se ha observado a lo largo del capítulo el Estado de conquista 
permanente si se ha seguido dando en México, tanto en el periodo 
postrevolucionario, como en el periodo neoliberal. Es ilustrativo lo que dice 
Tello acerca de que los subsidios por parte del Estado hicieron que actividades 
que en ningún lugar hubieran sido lucrativas, aquí si lo fueron. Igualmente el 
hecho de que, a través del artículo123, se institucionalizará el control del 
Estado sobre los obreros es una muestra más de este estado de conquista 
permanente. También es indicativo de un Estado de conquista permanente el 
hecho de que el desarrollo económico y social no se diera a través de una 
política de impuestos progresiva, sino a través del control de los salarios, 
originando una desigualdad del 0.586 (medido por el coeficiente Gini) en 1968. 
Es decir una desigualdad mayor, incluso, que la que hay ahora. 
Por último los datos sobre qué porcentaje de las ganancias de los bancos en 
México corresponden a lo que les da el Estado es también muy ilustrativo de la 
situación de conquista permanente. Prácticamente entre el dinero del rescate 
bancario, y el dinero que se sacan de las comisiones, que no se dan en otros 
países, la banca en México saca cerca del 50 % de sus ganancias. También es 
muy llamativo el hecho de que en un país con una gran apertura comercial 
como es México (apertura comercial que ha destruido después del TLCAN al 
 
100
 Idem 
 
 
34 
 
pequeño campesino), en determinadas industrias como las telecomunicaciones 
(que cobran los más altos precios del mercado a nivel global) el proteccionismo 
del Estado sea tan fuerte. ¿Por qué se protege tanto a algunos sectores, en 
donde hay grandes empresas, pero no se subsidia al pequeño campesino? 
Esto induce a pensar que, efectivamente el Estado de conquista permanente 
se sigue dando en México. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
Capítulo 2 
 El ascenso político de López Obrador. 
En este capítulo pretendo, como ya mencioné en la introducción, observar los 
comienzos políticos de López Obrador. La pregunta que guiará este capítulo es 
¿Ha tenido una coherencia Obrador durante su carrera? 
Los comienzos políticos de Andrés Manuel López Obrador se dan en Tabasco 
en 1982. En ese año decide apoyar al ingeniero Enrique González Pedrero 
(igual que otros jóvenes del INI) para ser el candidato del PRI en Tabasco. 
Según nos relata López Obrador, González Pedrero representaba la apuesta 
por un PRI progresista, y eso es lo que le lleva a tomar partido por tal 
candidato. 101 
Finalmente será Pedrero el que asuma el cargo de gobernador en Tabasco, e 
invitará a López Obrador a ser Presidente del PRI en Tabasco, aunque López 
Obrador por aquel entonces no militaba en el PRI. Al tomar dicho cargo López 
Obrador se propone renovar el partido, para lo cual un primer paso fue el de 
modificar el funcionamiento de los comités seccionales. Dichos comités los 
distribuía el PRI por colonia y pueblos. El problema era que los líderes de tales 
comités eran nombrados por funcionarios estatales y por presidentes 
municipales. Ante esta situación, el equipo de López Obrador se plantea que 
esta situación debe cambiar, y que los líderes de tales comités debían ser 
elegidos democráticamente. Esta situación no gustaría a algunos alcaldes 
priistas, por lo cual se desató un conflicto por el cual Obrador se ve obligado a 
dejar la dirigencia estatal del PRI. Después de abandonar dicho cargo Obrador 
deja a un lado momentáneamente la actividad política y se traslada de Tabasco 
a la Ciudad de México. Finalmente en 1988 aceptó ser candidato del Frente 
Democrático Nacional (FDN), en su Estado. 
1. El FDN 
El FDN fue la primera coalición de centro- izquierda que logro colocarse como 
segunda fuerza política en el país. Se trataba de una coalición en la cual se 
fusionaron diferentes sectores de la izquierda no oficial, así como un sector 
 
101
 López Obrador, op cit p 28 
 
 
36 
 
disidente del PRI, al cual se le conoció como la corriente democrática. En 
cuanto a los sectores de la izquierda independiente cabe mencionar que estaba 
representada por el Partido Mexicano Socialista (PMS) y por el partido 
revolucionario de los trabajadores (PRT) mayormente. Estos partidos se 
oponían tanto al programa neoliberal que se estaba desarrollando desde De la 
Madrid como a “la herencia populista y corporativista que formó parte del 
bagaje ideológico de la izquierda”.102 Asimismo defendían “la independencia 
de organizaciones de masas de obreros, campesinos y trabajadores 
agrícolas”.103 
Otro tipo de izquierda que se uniría al FDN sería la denominada “izquierda 
satélite” que consistía en una serie de partidos (como por ejemplo el PPS, o el 
PARM, el cuál sería el partido por el que Cárdenas se postularía como 
candidato, por lo menos hasta la aparición del FDN, el 12 de Enero de 1988) 
que, hasta la aparición del FDN, habían subordinado su acción política a la del 
PRI, apoyando al candidato del PRI en las elecciones generales, normalmente 
a cambio de recursos financieros, o a un aumento “oficialmente urdido de sus 
votos”.104 
Un tercer grupo era el de la izquierda neocardenista. Neocardenistas como 
Ifigenia Martínez menciona que el neocardenismo era solamente “la izquierda 
del PRI, y sus miembros se consideraban priistas convencidos en lo que se 
refería al programa ideológico y el plan de acción del partido oficial.105 Es 
interesante comprobar en este punto como López Obrador expresa lo mismo 
en lo referente al programa oficial del PRI, llegando a afirmar que durante su 
periodo al frente del PRI de Tabasco, él y su equipo formaron a los nuevos 
líderes seccionales “tomando como referencia las Declaraciones de Principios y 
el Programa de acción del PRI que, en teoría, postulaban la defensa de los 
Derechos del Pueblo y el nacionalismo revolucionario”.106 Es observable, por lo 
tanto como López Obrador sí creía en el programa oficial del PRI, no obstante 
era crítico con la práctica, con el funcionamiento del PRI en la realidad. En este 
 
102
 Carr, Barry. (1982) La izquierda mexicana a través del siglo XX, ed Era Primera Edición, 1982, p 306. 
103
 Ídem 
104
 Ibídem p 308. 
105
 Ídem 
106
 López Obrador, op cit p 29. 
 
 
 
37 
 
mismo sentido se expresaba el mismo Cuauhtemoc Cárdenas al expresar que 
lo que buscaba era hacer realidad los preceptos de la constitución de 1917. 
Se puede observar por lo tanto que desde la corriente neocardenista se 
pretendía recuperar el nacionalismo revolucionario. En este mismo sentido se 
expresó Porfirio Muñoz Ledo al definir el neocardenismo como una “corriente 
populista-nacionalista de la Revolución Mexicana”, alejada del socialismo. Se 
puede decir que los neocardenistas surgieron como una reacción ante el nuevo 
camino económico que había adoptado la fracción salinista del PRI, que 
apostaba por el neoliberalismo, y era la fracción dominante. No obstante, no 
solo diferían del PRI en cuanto al modelo económico, sino que apostaban por 
una mayor democratización en la sociedad. En este sentido llamaban a la 
independencia de las organizaciones obreras y campesinas, siendo frecuente 
en la campaña de Cárdenas la demanda de formar unas nuevas 
organizaciones obreras y campesinas independientes del partido, para de ese 
modo acabar con los poderes verticales y corporativistas que se incrustaban en 
la sociedad. El FDN además apostaba por terminar con el presidencialismo. 
Hay que señalar que, si bien la corriente neocardenista demandaba una mayor 
democratización, sus procesos internos seguían siendo parecidas a las del 
PRI, y Cárdenas no saldría elegido en base a un proceso electoral interno, sino 
por decisión de Enrique Cantú, quien en ese entonces era el líder del PARM. 
Asimismo contaba en sus filas con figuras dudosamente democráticas como 
fue el caso de caciques de organizaciones sindicales y campesinas, a los que 
el nuevo proyecto neoliberal del PRI había afectado. Debido a estas dudas que 
se generaban al contrastar el discurso y los hechos (de Cárdenas) en lo 
referente

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