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TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN SOCIOLOGIA LOPEZOBRADORISMO ¿REFORMA O RUPTURA CON LA CLASE DOMINANTE? LICENCIATURA: SOCIOLOGIA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO AUTOR: ISRAEL LÓPEZ PLIEGO ASESOR: JERONIMO HERNÁNDEZ VACA MÉXICO D.F MARZO 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 Dedicado a mi familia 2 Índice Introducción…3 Capítulo 1. Relación entre la burguesía y el Estado Mexicano… 9 1. Perspectivas de la Revolución mexicana…9 2. El régimen postrevolucionario: Un régimen presidencialista…13 3. Los artículos constitucionales 27 y 123 y el carácter interventor del Estado… 15 4. Las reformas neoliberales y su impacto en las clases sociales… 24. 5. El Fondo bancario de protección al ahorro … 28 Capítulo 2 El ascenso político de López Obrador…35 1. El Frente Democrático Nacional …35 2. López Obrador en Tabasco… 39 3. López Obrador en la presidencia del PRD… 46 Capítulo 3 Andrés Manuel López Obrador y el proyecto alternativo… 49 1. Descripción del proyecto alternativo de nación…49 2. El gobierno de López Obrador en la Ciudad de México… 51 Capítulo 4 Entre el clientelismo y la democracia… 67 Conclusiones… 86 Bibliografía… 88 3 Introducción: En Julio de 2005 el subcomandante Marcos realizó una crítica severa hacia el proyecto de López Obrador, destacando que algunos políticos que conformaban su grupo cercano, como Ebrard y Camacho habían formado parte del “salinismo”. Marcos señaló que este grupo apoyó una contrarreforma de la Ley de los Pueblos Indígenas que planteaba nuevas directrices en la relación entre los pueblos indígenas y el Estado Mexicano, que desvirtuaba los acuerdos de San Andrés. Al mismo tiempo el académico Enrique Krauze1 observan claros rasgos de populismo, tanto en los actos de campañas de López Obrador como en la figura misma del candidato a la presidencia en 2006. Krauze va más allá de la crítica a la retórica de López Obrador y subraya como populistas políticas llevadas a cabo por éste durante su periodo como jefe de gobierno de la Ciudad de México. Algunas de estas políticas criticables fueron el desarrollo del programa de ayudas a los adultos mayores, a las madres solteras y a las familias con personas discapacitadas; o también el montaje de dieciséis escuelas preparatorias y de una universidad sin requisitos de ingreso y con muy poco tiempo de planeación, según rescata Krauze en su reportaje “El mesías tropical”. En éste, Clara Jusidman (amiga de López Obrador, y parte del gobierno de Cárdenas durante el gobierno de éste en la Ciudad de México), afirmó que ““Andrés y su equipo no conocían la complejidad de la problemática social de la ciudad”.2 por lo que en vez de seguir con los proyectos trazados por el anterior equipo se resolvieron desarrollar proyectos que “privilegiaron medidas sociales de relativa simplicidad pero con efectos masivos”, según nos dice Jusidman. Aparte de estas políticas, Krauze da algunos datos sobre el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, que pretenden subrayar la ineficiencia del gobierno de López Obrador en la Ciudad de México. Algunas de estos datos son: Entre 2000 y 2004, el crecimiento del PIB en el DF fue inferior al crecimiento promedio acumulado en el resto de las entidades. Y el empleo formal entre 2000 y 2005 creció menos que en el resto del país. Krauze termina concluyendo en su artículo que, si bien probablemente, “la democracia 1 Krauze, Enrique, “El mesías tropical”, en Letras Libres Número 57, Julio de 2006. 2 Ídem 4 y la fe” sobrevivirían a López Obrador, México habría “perdido años irrecuperables”.3 Mientras el periodista mexicano Sergio Sarmiento en su libro “¿Qué tipo de presidente sería López Obrador?” sostiene que no es tan evidente que López Obrador hubiera, o pueda ser en un futuro, un presidente populista habida cuenta de su desempeño en el periodo en el cuál fue jefe de gobierno de la Ciudad de México. Entre tanto López Obrador sostiene que su proyecto es un proyecto alternativo de nación, basado (en teoría) en una vuelta a gobiernos pasados de la historia mexicana, como lo denota la frase ““La cosa es simple hay que ser como Lázaro Cárdenas en lo social y como Benito Juárez en lo político.” Más específicamente su proyecto alternativo de nación se basa en tres grandes puntos: primero, combatir la corrupción, segundo aplicar una política de austeridad al Estado y tercero terminar con los privilegios fiscales en México.4 Al mismo tiempo sostiene que en México no hay democracia, que el grupo dominante (lo que él ha denominado como la mafia en el poder) “quiere imponer una democracia simulada, a la medida de los poderosos de México”,5 y que “en México las instituciones están en decadencia, ya no cumplen con su mandato constitucional y evidentemente no responden al interés general”.6 Añade también que en este país “siempre se ha practicado la cooptación”,7 y que lo importante para él, y para su equipo es “salvar la democracia”,8 ya que “la democracia es un asunto de sobrevivencia, es la única manera para los pobres de tener un gobierno que se ocupe de ellos”. 9 Así pues podemos afirmar que además de tener una serie de propuestas económicas para México, López Obrador hace suya la bandera de la democracia (o por lo menos lo que él entiende por ésta). 3 Ídem 4 López Obrador, Andrés Manuel: La mafia nos robó la Presidencia, p 194 y 195. 5 Entrevista a López Obrador de Jean-Michel Caroit a López Obrador en Le Monde 24 de Agosto de 2006. 6 Ídem 7 Ídem 8 Ídem 9 Ídem. 5 Ante toda esta serie de opiniones e ideas divergentes acerca de lo que representaría su proyecto, el objetivo de mi tesis es analizar tanto su gobierno al frente de la Ciudad de México, como sus propuestas (expresadas en entrevistas y en libros). Este análisis se hará a la luz de varios conceptos, aunque principalmente a la luz del concepto de conquista permanente. Así, lo que se pretende es analizar tanto el gobierno de López Obrador como su proyecto y observar que tanto el gobierno, y el proyecto de Obrador se acercan o se aleja de un gobierno y de unas prácticas de conquista permanente. En el plano político se pretende analizar que tanto en su discurso se puede observar la voluntad de volver a un régimen donde el Presidente estaba por encima de los otros dos poderes, o por el contrario la voluntad de seguir avanzando hacia la democratización de México, intentando mejorar la democracia del país. Asimismo hay un segundo objetivo en esta tesis, y es analizar cuál es la importancia que se le dio en su gobierno, y que se le da en su proyecto alternativo de nación al desarrollo de la ciencia y la tecnología. La justificación para analizar estos dos objetivos es que, alineándonos con el doctor Hernández Vaca y su conceptode conquista permanente parto de que México no ha desarrollado “una base científica y tecnológica aplicada al proceso de la producción, pues la investigación científica aplicada en el país ha sido tan escasa que ha sido irrelevante para impulsar el régimen de producción en forma autónoma e independiente”,10 por lo que, entiendo, si un proyecto se dice alternativo debería prestar una especial atención en ese campo. En cuanto al segundo objetivo, (observar que tan democrático es tanto su gobierno como su proyecto) hay que mencionar que es compartida tanto por académicos como por políticos, comunicadores, y sociedad en general que el régimen priista fue un régimen no democrático, sin una división de poderes, así como clientelista y corporativista, por lo tanto, como en el caso del primer objetivo me parece que un proyecto que se dice de cambio, tiene que ser democrático y tiene que alejarse tanto de las prácticas clientelistas como de prácticas que vulneren el Estado de Derecho. En este tenor podemos argüir, también, que es 10 González Marín, María Luisa, La industria de bienes de capital en México, El Caballito, 1996 citado por Hernández Vaca, Jerónimo El Estado en México 1521-2008. Ed. Plaza y Valdés p 63. 6 importante la observación de políticas que no tiendan a menospreciar la rendición de cuentas de los gobernantes o, por el contrario. El análisis tanto del proyecto como del gobierno de López Obrador se hará a través del concepto de conquista permanente, como ya mencioné, por lo que antes de pasar a la hipótesis creo conveniente abordar este concepto. El concepto de conquista permanente establece que las clases propietarias en México nunca desarrollaron una industria propia basada en el desarrollo de la ciencia y la tecnología , sino que decidieron subordinarse a las burguesías norteamericanas y europeas e introducirse en el sistema económico mundial en base a la exportación de materias primas, y no de productos terminados para el consumo (además de cómo países exportadores de materias primas, esto puede incluir industrias muy deficientes en donde se ensamblan las partes de productos, como por ejemplo las maquiladoras). Dicho concepto también establece que la clase empresarial en estos países, al no desarrollar la ciencia y la tecnología, crecen gracias a un estado que les protege y les ofrece condiciones ventajosas a costa de la población en general. Precisamente en relación al punto anterior otra de las características de los países de conquista permanente es que, para poder competir dentro de la economía mundial necesitan mantener el salario de la población en niveles muy bajos y que la forma de que esto suceda es, a través del Estado, controlar (ya sea a través del corporativismo (o el clientelismo) o por la fuerza a la población. El tipo de gobierno que se daría en este régimen seria, autoritarito, y así, además de caracterizarse por su carácter corporativo y clientelista, se caracterizaría por el control electoral, con el fin de que no pueda subir al poder alguien que no representa los intereses de la clase dominante, y del capital extranjero, que al fin y al cabo, mantienen una alianza con las clases dominantes de tales países. Por último el autor señala que, en el caso de México, el centralismo presidencial (y la preponderancia del ejecutivo sobre los otros dos poderes, así como de los poderes estatales y municipales) es la forma en que ha tenido la clase propietaria en México para seguir conservando el estado de conquista permanente. 7 Basándonos en las tres propuestas antes expuestas combatir la corrupción, aplicar una política de austeridad al Estado y terminar con los privilegios fiscales en México que López Obrador expone y desarrolla más en su libro el proyecto de López Obrador sufre un desbalanceo entre el peso que le da a lo económico, y el peso que le da a lo político. Sostengo que no parece darle el suficiente peso al mejoramiento del sistema democrático del país. Por lo tanto la frase dicha por él “La cosa es simple hay que ser como Lázaro Cárdenas en lo social y como Benito Juárez en lo político.”, que en lo esencial pretende expresar una preocupación tanto de igualdad social (muy loable y necesario este punto, a mi entender) como de democracia, quedaría a la mitad, esa es mi hipótesis. La metodología a utilizar va a ser, como ya dijé, el análisis tanto de su gobierno al frente de la Ciudad de México, lo cual se hará a través de una cronología, como de su proyecto alternativo de nación. La tesis se desarrollará de la siguiente manera: En un primer capítulo haré una reseña de lo que significó la revolución mexicana, así como el tipo de régimen al que dio lugar, con la intención de observar la relación entre las diferentes capas sociales (empresarios, obreros y campesinos) y el Estado. La intención de este primer capítulo es describir cómo se desarrolló el Estado en México, con el fin de explicar por qué estoy de acuerdo con el supuesto de que en México se dio, y se da, un Estado de conquista permanente. El segundo capítulo tratara de ser una introducción a la figura de López Obrador. Para eso describiré el ascenso político de López Obrador. En un primer apartado desarrollaré una descripción de lo que fue el Frente Democrático Nacional, ya que, desde mi punto de vista, el proyecto de López Obrador bebe directamente del proyecto de Frente Democrático Nacional, y así como el proyecto del Frente Democrático Nacional intentaba la recuperación del proyecto nacional- revolucionario (en contraposición al nuevo proyecto neoliberal que se había empezado a dar con De la Madrid), el proyecto de López Obrador intenta, al fin y al cabo, lo mismo, la recuperación del proyecto 8 nacional-revolucionario. De ahí la importancia, de este primer apartado del tercer capítulo, saber dónde se inspira el proyecto alternativo de López Obrador. En un segundo apartado de este capítulo trataré sobre la lucha que llevó a cabo López Obrador en Tabasco. Finalmente desarrollaré cuál fue su papel, como se desenvolvió López Obrador como presidente del PRD a nivel nacional. Finalmente en el tercer capítulo haré una descripción de lo que fue el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, y qué políticas llevó a cabo. Posteriormente haré un análisis de su proyecto para observar la coherencia entre lo hecho por él en el gobierno y lo expresado en su proyecto Por último, y en base a todo lo escrito anteriormente, llegaré a unas conclusiones. 9 Capitulo 1 Relación entre la burguesía y el Estado Mexicano. En este apartado, como ya dije en la introducción trataré de describir como se desarrolló la revolución mexicana, y como se conformó el régimen postrevolucionario. Las preguntas que inspiran el desarrollo de este capítulo son ¿Cambió la revolución mexicana, y el régimen postrevolucionario al dio lugar, el Estado de conquista permanente?, ¿Es el modelo neoliberal qué se aplica desde hace 30 años acaso una vuelta, o una continuación del Estado de conquista permanente? La hipótesis es que tanto el régimen postrevolucionario, como el régimen posterior a Miguel de la Madrid representan una continuación del estado de conquista permanente. Los motivos que me inspiran esta hipótesis es que en ambas situaciones se da un régimen poco democrático, (en el caso del PRI es muy claro, pero en el caso del PAN también, habida cuenta de que con o sin fraude, lo mismo da, las elecciones del 2006 sufrieron de la injerencia del ejecutivo, y de una campaña de desprestigio brutal y falsa hacia uno de los candidatos presidenciales, además del obscuro asunto del desafuero), con escaso desarrollo de la ciencia yla tecnología, con una clase empresarial cobijada por el Estado, y en donde los salarios de la población son muy bajos. 1. Perspectivas de la Revolución mexicana. Empezaré por hacer una revisión de las diferentes perspectivas que se tienen acerca de lo que fue la revolución, y por lo tanto de cuáles fueron sus consecuencias. Con este fin recuperaré a continuación a algunos autores que han tratado el tema desde diferentes ángulos. Para Adolfo Gilly la Revolución mexicana fue una revolución burguesa incompleta. Burguesa en tanto en la Constitución de 1917 hay unas relaciones de propiedad que ésta (la constitución de 1917) sanciona y preserva. Incompleta ya que “la burguesía no ha cumplido ni puede cumplir 10 sus tareas fundamentales: fundamentalmente no ha resuelto el problema de la tierra, ni el de la independencia nacional”.11 Asimismo, Gilly, observa que el Estado posrevolucionario es un estado bonapartista. Él entiende el régimen bonapartista como un régimen en el cual el estado se apoya en diversos sectores de clases contrapuestas, aunque con el fin de llevar a cabo la política de un sector, que en el caso del régimen posrevolucionario sería la burguesía. Dicho estado bonapartista sería consecuencia de cómo se llevó a cabo la revolución. Una de las características de la Revolución mexicana es que se trata, según nos dice Gilly, de una “revolución combinada”, esto quiere decir que la revolución “no solo tenía una base de masas campesina… sino que una parte de la revolución campesina era independiente”.12 Añade Gilly que esta fracción campesina independiente es la que acaba en la batalla de Zacatecas con el ejercito porfirista, y que en ese momento se da una ruptura que es la que va a hacer posible todos los acontecimientos posteriores. En ese sentido, nos dice Gilly, la Constitución de Querétaro es “una continuidad” que incorpora (más no a suprime) la “ruptura”, y finaliza diciendo que “la constitución de 1917 no es la que quería Carranza, sino la que modificaron los jacobinos”. 13 Por todos estos acontecimientos Gilly afirma que, si bien “las masas que hicieron la revolución no triunfaron, tampoco fueron vencidas”.14 Esta característica de la revolución mexicana es la que haría que el nuevo Estado posrevolucionario se tuviera que apoyar en una diversidad de sectores de clases contrapuestas, que es lo que le daría al Estado mexicano su caracterización como bonapartista, según lo caracteriza Gilly. En relación a este equilibrio entre clases cabe mencionar un factor que lo hace posible, y es que el Estado burgués que sale de la revolución, funda su legitimidad ante las masas en ser revolucionaria, y no tanto en ser una clase capaz de dirigir la nación.15 11 Gilly, Adolfo” La guerra de clases en la Revolución mexicana (Revolución permanente y auto- organización de las masas” en “Interpretaciones de la Revolución mexicana”. Ed. Nueva Imagen, p 51. 12 Ibídem p 38. 13 Ibídem p 45. 14 Ibídem p 50. 15 Ibídem p 49. 11 Otro autor que ha tratado sobre la Revolución mexicana es Arnaldo Cordova. Él considera a la revolución mexicana, como una revolución burguesa ya que, a su juicio en dicha revolución se cumplieron todos los requisitos de una revolución burguesa, es decir que aparte de las banderas de libertad e igualdad… la lucha política revolucionaria estuvo siempre bien fundada en los principios de la libre competencia y de la libre propiedad privada… además lo que constituye el principio básico de toda revolución burguesa , se postuló en todo momento la construcción de un Estado colocado, como dijera Engels y Lenin por encima de todos los grupos y clases sociales. 16 Además de considerarla como una revolución burguesa por los motivos antes expuestos, Cordova señala que lo más característico de la revolución mexicana fue su reformismo social. Cordova aclara que reformismos sociales ya había habido en países europeos, así como en países latinoamericanos. Sin embargo la peculiaridad del reformismo social mexicano es que, a diferencia de lo que había pasado en países de Europa, “el reformismo aparece no como un conjunto de reivindicaciones que se pretende imponer a un Estado preexistente, o del cual se exige reconocimiento… en México las reformas sociales se enarbolan en contra de los movimientos independientes de las masas, particularmente contra los ejércitos campesinos de Zapata y de Villa”.17 No obstante, Cordova escribe que “si el reformismo social de la Revolución mexicana hubiera servido únicamente para movilizar a las masas trabajadoras a favor de uno de los bandos en pugna”18 no se hubiera diferenciado mucho de algunos países de la región. En ese aspecto otra de sus características es que ese reformismo social no sólo fue útil para movilizar a las masas a favor de uno u otro bando, sino que se institucionalizo, es decir transformo “las reformas sociales en instituciones políticas a través de la constitución”. 19 Lo destacable de este reformismo social institucionalizado es que es lo que dotará de legitimidad al régimen que saldrá de la revolución. A este 16 Córdova, Arnaldo, México. “Revolución burguesa y política de masas” en Interpretaciones de la Revolución mexicana. Ed. Nueva Imagen, p 85.. 17 Ibídem p 72. 18 Ibídem p 73 19 Ibídem, p 73. 12 respecto, Cordova afirma que “el reformismo social de la revolución permitió a los grupos revolucionarios el dominio de toda la sociedad mexicana”.20 Por otra parte, Cordova destaca que, aunque los terratenientes sí fueron afectados por la revolución mexicana, otros grupos de la vieja clase dominantes (como banqueros e inversionistas extranjeros) apenas fueron afectados, y más bien pasaron a “formar parte integra” de la nueva clase dominante. 21 El autor destaca también que la tan anunciada reforma agraria, no llegaría, sino hasta quince años después de promulgada la constitución de 1917, ya que, si bien gran parte de los terratenientes de la época porfirista fueron afectados por la revolución, las tierras no serían repartidas siguiendo la ley referente a la reforma agraria, sino que pasarían a ser posesiones de generales y políticos revolucionarios. Asimismo, Cordova escribe que “es un hecho que ha durado hasta nuestros días que, en su gran mayoría, la antigua clase propietaria de la tierra pudo sobrevivir, bien a través de las divisiones simuladas de las viejas propiedades, bien obteniendo las facilidades necesarias para reinvertir sus riquezas en otros renglones de la economía”.22 Un tercer autor que ha tratado el tema de la Revolución mexicana ha sido Enrique Semo. Dicho autor consideraría a la revolución mexicana como una revolución limitada (en este sentido podemos observar similitudes con la visión de Gilly), debido a la poca fuerza del proletariado mexicano en esas fechas. Semo destaca que debido a esto (la poca fuerza del proletariado mexicano) la revolución careció del “grado de radicalización que hubiera impedido todos los retrocesos que se produjeron en los años veinte, incluso en el desarrollo del capitalismo”,23 se entiende que del capitalismo en México. Además de ser una revolución limitada por el aspecto arriba mencionado, Semo añade un aspecto más para explicar tal limitación, la debilidad de la burguesía mexicana. Según explica, estas limitaciones de dicha burguesía se deben al “hecho de haber nacido tarde, dependiente e 20 Ibídem p 89. 21 Ibídem p 76. 22 Ibídem p 78. 23 Semo, Enrique. “Reflexiones sobre la Revolución mexicana” en Interpretaciones de la Revolución mexicana. Ed. Nueva Imagen, p 143. 13 incapaz de desarrollar si quiera el capitalismohasta sus últimas consecuencias”.24 Igualmente destaca que el hecho de que la burguesía que se hizo con el poder haya sido una burguesía agraria, y no industrial, y por tanto incapaz de llevar a cabo la correcta industrialización del país, contribuyó también a que la revolución fuera limitada. Cabe destacar el señalamiento que hace Semo en relación a que al ser una burguesía agraria estaba imbuida en los sistemas de opresión del campo.25 Esto sugiere que, además de la incapacidad de llevar a cabo la industrialización de México, no era factible que esta burguesía llevara a cabo la realización de un sistema democrático en México. Un cuarto autor que ha desarrollado una investigación acerca de la Revolución mexicana es Hernández Vaca. Este autor niega que la revolución mexicana haya sido propiamente una revolución, y la presenta más como un movimiento de reforma. Uno de los puntos en que se apoya para llevar a cabo tal afirmación es que la clase dominante pre- revolucionaria es la que mantuvo el poder, dándose un simple traspaso de poderes de una fracción a otra, pero dentro de la misma clase dominante.26 A este respecto el autor aclara que, las revoluciones burguesas europeas conllevaron un cambio en el modo de producción, cosa que, a su juicio, no paso en el caso de México, caracterizado tanto antes como después de la Revolución por un modo de producción capitalista no integro. 2. El régimen postrevolucionario: Un régimen presidencialista. El régimen postrevolucionario es definido como un régimen presidencialista. Se le llama régimen presidencialista, “a la práctica constitucional que prevalece en los regímenes donde el ejecutivo asumen un papel dominante sobre los otros poderes, particularmente sobre el legislativo, ostentando simultáneamente las funciones de jefe de Estado y jefe de gobierno”.27 El investigador Corona Armenta observa que el presidencialismo mexicano 24 Ibídem p 144. 25 Ídem. 26 Hernández Vaca, Jerónimo. El estado en México. 1521- 2008. Plaza y Valdes, 1 er edición, 2005, p 100. 27 Armente Corona, Gabriel. “El presidencialismo ante el reto de la consolidación democrática” en El estado actual de la Democracia en México. Retos, avances y retrocesos Castaños, Fernando; Labastida, Julio y López Leyva, Miguel Armando, UNAM, 2007, p 28 14 tenía dos soportes. Por un lado en la constitución, y por otro lado se apoyaba en “factores extra constitucionales que hicieron posible la subordinación del congreso a la voluntad del presidencial”.28 En cuanto al primero de estos soportes Hernández Vaca recuerda a este respecto la importancia del artículo 96 de la Constitución de 1917, según el cual los nombramientos de la suprema corte de Justicia quedarían en manos de la presidencia de la Republica, lo que provocaría que no hubiera una efectiva división de poderes entre el poder ejecutivo y el judicial,. Igualmente destaca la decisión del grupo constituyente de impedir que el grupo legislativo se “convirtiera en contrapeso real del poder ejecutivo”.29 En cuanto al segundo de estos soportes Corona Armenta observa tres condiciones, la primera la existencia de un partido unificado que centralizaba el poder en el ejecutivo federal. La segunda la disciplina partidaria, y la tercera el liderazgo presidencial sobre su partido, para el cuál era necesario que el ejecutivo tuviera la capacidad de concretar las posiciones del partido, así como las herramientas para conseguir que las fracciones parlamentarias en el congreso la acataran.30 Cabría mencionar una cuarta condición sobre la que se apoyaba este presidencialismo era “la capacidad para influir en los procesos de producción y distribución de bienes y servicios”.31 Soledad Loaeza, señala respecto al presidencialismo que “la personalización del poder ejecutivo era tal que presentaba semejanzas con las formas del ejercicio del poder en los regímenes patrimonialistas, sobre todo en la manipulación de los arreglos patrimonialistas y el uso del poder para beneficio personal”.32 Este presidencialismo empezaría con Cárdenas, pero se puede observar continuamente en la historia de México. Se pudo observar, por ejemplo, en el funcionamiento de PRONASOL, en el periodo 28 Ídem p 28. 29 Hernández Vaca, J. Op Cit p. 107 30 Armente Corona, G. Op Cit p. 29. 31 Ibídem p 33. 32 Loaeza, Soledad “La presencia populista en México” en Hermet Guy y Loaeza Soledad. Del populismo de los antiguos al populismo de los modernos. Colmex, 2001, p. 376. 15 de Salinas, ya que este programa no dependía de ninguna institución, sino directamente del Presidente. Asimismo, en este periodo, se puede verificar como la figura presidencial se alzaba por encima de las instituciones en algunas detenciones arbitrarias (como las de Joaquín Hernández Galicia y Eduardo Legorreta). 33 o en acciones como la destitución de Carlos Jonguitud del sindicato de maestros.34 Algunas otras atribuciones por las que se definen al régimen mexicano como presidencialista son: el control que tenía sobre la organización de las elecciones federales, la autoridad que tenía para arbitrarear sobre asuntos agrarios, la autoridad que tenía para nombrar al jefe de gobierno de la Ciudad de México (entonces regente), la no autonomía del Banco de México, lo cual facilitaba al ejecutivo conducir la política monetaria del país, los poderes que tenía el Presidente para poder nombrar al Procurador General de la República, el poder de seleccionar a su sucesor, y tener la capacidad de nombrar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia (en la actualidad, aunque los nombra, necesita la aprobación de por lo menos dos tercios del senado, a diferencia del 51 % que necesitaba antes).35 3. Los artículos 27 y 123 y el carácter interventor del Estado. Carlos Tello afirma que el Congreso Constituyente fue la expresión de un pueblo “en su intento de resolver sus propios problemas y librarse del tutelaje de los extranjeros”36, en cierto sentido, nos dice “fue el verdadero nacimiento de un pueblo nuevo, con su propio lugar y su propia influencia en el mundo·”.37 Así pues me parece importante describir cuales fueron los puntos más destacables que se originaron en el congreso constituyente, que a mi entender fueron dos: la creación del artículo 27 y 123. Baso esta afirmación en que estos dos artículos son representativos del reformismo social que menciona Cordova. Son representativos, también de esa revolución burguesa incompleta que menciona Gilly, o de esa revolución 33 Ibídem p 385. 34 Ídem. 35 Armente Corona, G. Op Cit, p 33 y 34. 36 Tello, Carlos. Estado y Desarrollo en México 1920-2006. UNAM 1er edición, 2007, p 35. 37 Ibídem p 36. 16 limitada que señala Semo, o incluso de esa no revolución, sino más movimiento de reforma que señala Hernández Vaca. De hecho los cuatro autores tratan de establecer que significaron estos dos artículos para la conformación del sistema político mexicano. En esencia, a través del artículo 123 “es el Estado quien da el programa por el cual luchará el movimiento obrero en la republica que surge de la constitución de 1917”.38 Esto quiere decir que si bien, por medio de este artículo, se expresan en la constitución conquistas obreras como “el sufragio universal y el derecho de organización sindical”, también marca cuales son los derechos “por los cuales habrá de luchar, por los cuales es licito organizarse y que puede esperar conquistar dentro del Estado y con el apoyo de éste”. 39 Por lo tanto con este artículo el movimiento obrero renunciaba a su autonomía y se encuadraba dentro del aparato estatal. Mientras tantoel articulo 27 expresaba que como dueña originaria de su territorio, la nación era también propietaria de todos los recursos que albergaba el subsuelo y encomendaba al Estado, como representante único de la nación, que los rescatara de las manos de los propietarios privados, nacionales o extranjeros, que los poseyera en ese momento para dedicarlos a la promoción del desarrollo económico nacional.40 La importancia de estos dos artículos resalta en las siguientes palabras de Cordova: “En esencia, las reformas sociales que cobraron vida institucional con su consagración en los artículos 27 y 123 de la constitución del 17… forman y definen todo lo nuevo logrado con la revolución, desde el punto de vista estructural, social y político”41. Y añade: “Por primera vez en la historia del país (y también del mundo) los derechos de los obreros a mejores condiciones de trabajo y de los campesinos a poseer la tierra tenían acogida en un texto constitucional”.42 38 Gilly, A. op cit p 46. 39 Ídem. 40 Córdova, A. op cit p74. 41 Córdova, Arnaldo. La formación del poder político en México. Ediciones Era 1er Edición (1972). p 16 42 Ibídem p 21. 17 En cuanto el segundo de los puntos mencionados en el encabezado de este capítulo (el carácter interventor del Estado), distingo dos modos en que el Estado llevó a cabo este intervencionismo. Por un lado un intervencionismo económico (destinado a crear desarrollo económico y social en el país), y por otro lado un intervencionismo en la misma sociedad. Los dos intervencionismos eran complementarios y obedecían a un mismo objetivo, que es el señalado arriba, crear un desarrollo económico y social en el país. En cuanto al primero de estos intervencionismos que señalo (el económico), es preciso especificar que fue indispensable para el desarrollo económico de México. La burguesía mexicana, como mencione anteriormente, era débil y escasa, estaba acostumbrada a vivir de las rentas de su hacienda y lo que ganaba lo invertía en negocios seguros. Mientras, era el capital extranjero el que dominaba en industrias claves del país, tales como minería, petróleo y otras. Ante esta situación el Estado tuvo que “crear a los empresarios mexicanos, diseñarles proyectos y proporcionarles crédito barato para llevarlos a cabo. Regular y orientar las fuerzas del mercado”.43 Sin embargo, no serán en los años inmediatamente posteriores a la revolución (los del grupo de Sonora), en que se profundice en este tipo modelo. En dichos años las preocupaciones eran costear tanto el pago de la deuda como los gastos militares,44 con el fin de restablecer la paz interna y dar estabilidad al país. Con este fin, en este periodo se aplica en México unas políticas fiscal y monetaria ortodoxa, que sigue las teorías de la escuela ortodoxa monetaria, la cual se opone al intervencionismo del Estado en la economía, y busca un equilibrio fiscal y finanzas públicas sanas.45 Por lo tanto es claro que en el periodo de los presidentes de Sonora no será el periodo en el que se profundice en un modelo interventor. Será hasta la época de Cárdenas que esto suceda, con la implementación de teorías de la escuela desarrollista. En tal escuela la industrialización es el objetivo fundamental, se da una gran inversión pública, sobre todo para lleva a cabo obras de infraestructura, igualmente se da a los Banco centrales, además de la misión de combatir la inflación, la misión de 43 Tello, C. op cit, p 109 44 Ibídem, p 40 45 Ibídem p 150. 18 desarrollar una política selectiva de crédito. Se apoya también la creación de bancas de desarrollo y de financieras. Asimismo son partidarios de la protección del mercado interno, y de la apertura selectiva a la inversión extranjera. Pueden devaluar la moneda.46 El tipo de Estado desarrollista empezará a crearse con Cárdenas, y su plan Sexenal. Conforme a este plan “el Estado mexicano habrá de asumir y mantener una política reguladora de las actividades económicas de la vida nacional”.47 Asimismo Cárdenas llevó a cabo las siguientes políticas: rompió con el monopolio de la tierra acelerando el reparto agrario; promovió la organización de los trabajadores y aplicó lo dispuesto en el artículo 123 de la constitución; estimulo el capital privado proporcionándoles apoyos y garantías; fomentó el desarrollo de los energéticos y oriento su aprovechamiento en beneficio de la nación; puso en práctica una activa e intensa participación del Estado en la economía y en la promoción del desarrollo nacional, orientando el gasto público cada vez más al fomento económico y al desarrollo social; transito del Partido Nacional Revolucionario al Partido de la Revolución mexicana.48 En cuanto al apoyo al sector agropecuario, baste mencionar que en 1930 sólo el 11 % de la producción fue ejidal, mientras que para 1940 este tipo de producción llegaba al 51 %. A este respecto (el apoyo al sector agropecuario), también destacaría la creación de Bancos destinados a apoyar con créditos a los campesinos. Prueba de ello fue la creación en 1935 del Banco Nacional de Crédito ejidal, o la creación de escuelas de agricultura, así como trabajos de investigación sobre el cultivo del maíz o el trigo. También es de destacar la creación de Ceimsa (que con el tiempo sería Conasupo) para regular el mercado agrícola. 49 Cabe mencionar que este énfasis que se ponía en la agricultura tenía como finalidad proporcionar mano de obra y alimentos necesarios para a las zonas urbanas, que era donde se desarrollaba otro gran proceso, el de la industrialización. 50 46 Ibídem, p 151. 47 Ibídem p 157. 48 Ibídem p170 49 Ibídem p 186. 50 Ibídem p 191. 19 En cuanto a la promoción del sector privado, Cárdenas implemento varias medidas. En primer lugar llevó a cabo una política monetaria ortodoxa, es decir con unos presupuestos balanceados y un déficit muy reducido, aunque al mismo tiempo aumenta considerablemente el gasto social, así como el gasto destinando al fomento económico (prueba de ello es que mientras el gasto destinado al desarrollo económico era en 1934 del 23. 2% del PIB, en 1940 ese porcentaje había aumentado hasta 34.1 %, en cuanto al gasto social pasa de 15% al 19.7 %, en contraposición bajan el gasto militar, y el destinado a la administración). Al mismo tiempo pone en práctica una serie de medidas arancelarias y de incentivos fiscales con el fin de incentivar la industria manufacturera. Estas medidas harían que la inversión privada, prácticamente se duplicará entre 1935 y 1940. 51 Asimismo Cárdenas tomo el control de la industria petrolera y de la industria eléctrica, con el fin de que estas dos industrias sirvieran para de apoyo al proceso de desarrollo del país. Igualmente tomo el control sobre la construcción de carreteras (e infraestructura en general), o sobre los servicios públicos concesionados a los particulares: transportes, teléfonos y radio.52 Es importante destacar que con Cárdenas surge el proyecto de economía mixta, que caracterizaría el desarrollo económico del país. Ejemplos de esta política mixta es la confluencia de capital tanto público como privado en la banca, y la aceptación de las normas que dictaba tanto el Banco de México, como la Secretaría de Hacienda. Ejemplos de esta economía mixta también son la creación de las empresas paraestatales. En relación a este punto (las paraestatales) Miguel de la Madrid señala que: el sector paraestatal, lejos de ser una acumulación fortuita de actos improvisados de gobierno constituye la herencia económica, social y política más importante con que el Estado de la Revolución ha dotado alpueblo de México, es el resultado de un prolongado esfuerzo, es el resultado de una continuidad nacionalista y es, también, el resultado de visión histórica de la sociedad mexicana organizada.53 51 Ibídem p 226. 52 Ibídem p 250 53 Petriccioli, Gustavo “Economía mixta”, en México 75 años de la Revolución. Desarrollo económico II, FCE, México, 1988, p 843. 20 A la hora de hablar de la industria en México hace falta hacer algunas aclaraciones. Como ya mencione anteriormente la industria mexicana era prácticamente nula, y también como ya opiné, el Estado tuvo que desarrollarla en base a una serie de medidas proteccionistas y de incentivos. Estos subsidios no se generaron en base a una subida de los impuestos (de hecho lo recaudado paso de 5.7% en 1940 a 6.5 % en 1954, que si se le compara con lo recaudado en otros países para esa misma época resulta ser bajo, así en Brasil en esos años lo recaudado en impuestos era del 15.7 % del PIB, en Argentina de 18.1 %, o en el Reino Unido de 38.2%54). Al no estar basados en unos impuestos altos, ni en la creación de déficit (como ya había mencionado el régimen posrevolucionario se caracteriza por mantener los niveles de déficit muy bajo), estos incentivos fueron sufragados por el consumidor. Es por ello que “los subsidios convirtieron a las actividades que normalmente pierden dinero, en actividades lucrativas. Y las exenciones tributarias, convirtieron a las utilidades reducidas en considerables. Las caídas en los salarios reales, las multiplicaron aún más”.55 Esta situación originó, o profundizó el fenómeno de la desigualdad social. Así en 1940 las utilidades participaban con 48% en el ingreso nacional, para 1946 esta participación de las utilidades había subido hasta 61%, aunque luego bajo hasta el 54% en 1954. En tanto los salarios se modificaron, y de participar en creca del 52 % en 1940 pasaron a representar el 46 % en 1953.56 Este proteccionismo, excesivo, a la industria nacional continua dándose durante el periodo del llamado desarrollo estabilizador. Así, por ejemplo, en la industria automovilística el nivel de protección efectiva era del 225%. 57 Esta situación profundizaba en “una industria poco articulada, costosa y con un anárquico crecimiento que el consumidor tuvo que sufragar”.58 Asimismo hay que señalar que, para mantener las utilidades 54 Tello, C. op cit, p 318. 55 Ibídem, p 319. 56 Ibídem p 330. 57 Ibídem p 413. 58 Ibídem p 319. 21 elevadas “la mitad del gasto total en importaciones constituye la porción rígidamente determinada por las mismas, necesarias no para expandir, sino para mantener en funcionamiento la planta productiva existente”.59 Es decir lo que se importaba no servía para expandir las industrias mexicanas, sino solo para mantenerlas. Todas estas ayudas hacia las empresas eran posibles a costa de los sectores asalariados, cuyos sueldos la mayoría de las veces iban a la baja con el crecimiento del PIB. Mantener una estabilidad social en el país con esta situación fue posible gracias al intervencionismo que el Estado tenía sobre la misma sociedad, como ya mencione al principio de este apartado. Sobre este punto, Hernández Vaca expresa que el Estado desarrollaba esta intervención, a través de influir sobre los regímenes particulares de Estado. Él entiende dichos regímenes como lo que componen el nivel específico en que se establecen las libertades individuales y colectivas de los hombres y mujeres que, individualmente y agrupados en clases y organizaciones sociales, establecen relaciones con los poderes federales, estatales y municipales a través de estructuras específicas: régimen laboral, agrario, electoral, de partidos, educativos, religioso, etc.60 Una vez dada la definición, cabe explicar las dos formas que Hernández Vaca observa como modos de domino del Estado sobre los regímenes particulares. Se habría hecho de dos maneras: una, a través del corporativismo y otra a través de la represión contra los movimientos sociales que entorpecían la plena subordinación de los grupos organizados a las estructuras corporativas y al poder del Partido de Estado. 61 En cuanto al corporativismo62 éste se da en México se da desde la misma revolución mexicana, aunque es con Cárdenas en donde se desarrolla completamente, donde se institucionaliza. 59 Ibídem p 414 60 Ibídem, p 140. 61 Hernández Vaca, Jerónimo. El ciudadano en México. Su rechazo histórico Ed. Plaza y Valdes 1er edición, (2010) p 48. 62 Definiré Corporativismo, como “uno de varios arreglos posibles en el cual los intereses organizados actúan como intermediarios entre sus miembros (individuos, familias, compañías, comunidades, grupos) y diversos interlocutores (en particular gobierno y agencias estatales) (Schmitter 1992). 22 Ejemplos de corporativismo antes de Cárdenas fueron, por ejemplo las relaciones que se mantuvieron entre Luis Morones secretario general de la CROM y Obregon. En tanto el primero apoyo a Obregon en su llegada a la presidencia, el segundo nombraría a Morones Secretario de Industria, comercio y Trabajo, y otros cargos importantes. Es importante mencionar que tanto Obregón como Calles veían en el sindicalismo como una organización que podría hacer contrapeso al ejército. Cárdenas vio en la organización de los de las masas “un arma formidable para disolver las resistencias en contra de su política” (política que se inscribe en el llamado plan sexenal), y estaba convencido que para que el estado revolucionario triunfará era necesario que las masas entraran en el poder, hacerlas socios. 63 Fue con este fin que “durante su gira electoral se convirtió en el más encendido propagandista de la organización de las masas”.64 Cárdenas consideraba, según nos dice Cordova, que el plan de la revolución no se había podido realizar debido a “la política individualista.65” Contra ésta Cárdenas fabrica la política basada en corporaciones. Dicha política culminará con la creación del PRM, que constaba de cuatro sectores (obrero, campesino, popular y militar), organizados. Por lo tanto el PRM surgió como un “partido de corporaciones en el que las unidades de bases eran las corporaciones, mientras que los individuos resultaban elementos secundarios”.66 Podemos afirmar, entonces que la cooperación entre los sindicatos y el gobierno empezó en el gobierno de Cárdenas, y continuaría durante todo el periodo postrevolucionario, (y aún hoy, prueba de ello es la cooperación entre el gobierno de Calderón y el sindicato de maestros dirigido por Elba Esther Gordillo). Un ejemplo muy significativo de esa cooperación fue la creación en el año de 1966 del CT (congreso del trabajo), cuyo Programa de acción y Táctica es muy ilustrativo. En él expresan que su objetivo era el de “consolidar la alianza de los 63 Córdova, Arnaldo (1974). “La política de masas del cardenismo”.” Ediciones Era, 1er Edición p 63. 64 Ibídem p 53. . 65 Ibídem p 147 66 Ibídem p 148. 23 trabajadores del campo y de la ciudad con los demás sectores del pueblo, para apoyar a los regímenes emanados de la revolución mexicana”.67 Esta unión será la responsable de que después de los movimientos del MRM y del ferrocarrilero no hubiera más huelgas de obreros, y las relaciones entre la patronal y los obreros fueran cordiales. Inclusive en los movimientos sucedidos en la década de los sesenta (el movimiento médico de 1964 y el movimiento estudiantil de 1968), se pudo observar la unión que había entre el gobierno y los sindicatos (en especial la CT), al respaldar estos últimosen todo momento al gobierno en las acciones que llevaba a cabo. Obviamente esta lealtad al gobierno tenía unas recompensas, como eran “la seguridad en el empleo, los buenos salarios y las prestaciones asociadas a ellos que los trabajadores organizados habían logrado”.68 Se puede decir que eran los trabajadores sindicalizados los que en gran medida recibían los beneficios de las prestaciones sociales que el gobierno creaba para los trabajadores.69 4. Las Reformas neoliberales y su impacto entre las clases sociales. Como ya mencioné la industria del país durante la llamada época del milagro mexicano se realizó a costa de deprimir en general tanto los salarios de los trabajadores como los salarios de los campesinos. Asimismo para mantener unas altas utilidades se pospuso, o se realizó levemente, el desarrollo de la industria en algunos rubros (como en la industria de bienes de capital y la del petróleo). 70 Hay que mencionar también que dicha industria se enfocaba al mercado interno. Todas estas características hacían que paulatinamente el modelo se fuera agotando, ya que al basarse en el mercado interno dependía de que éste funcionara correctamente, pero dado los salarios de gran parte de la población y la gran desigualdad en la concentración de la riqueza, éste (el mercado interno) no podía engrasar correctamente el funcionamiento del sistema. Otra de las causas que dificultaban el correcto funcionamiento del sistema fue que no se llevarán a 67 Tello, C. op cit p 382. 68 Ibídem, p 386. 69 Ibídem p 390. 70 Ibídem p 457 24 la práctica las modificaciones necesarias para pasar de la sustitución de bienes de consumo a la sustitución de bienes intermedios y de capital.71 Todas estas características hicieron que el sistema económico que se había establecido en México agonizara para la década de los setenta. Al mismo tiempo las fuertes represiones que tuvieron lugar en la década de los sesenta (la de 1968, o la de los médicos en el 64, que empezó como una reclamación de índole económica) hacían que el mismo sistema político fuera perdiendo legitimidad. Ante esta situación Luis Echeverría pone en práctica lo que se denominó “política de consolidación”. En dicha política se pretendía aumentar el gasto público, aunque esto no se hizo a través de un aumento de impuestos, sino que el gasto público descansó en “el encaje legal que producían los depósitos que captaba el sistema bancario para financiarlo y no en los ingresos propios del Estado”.72 Al mismo tiempo no se abandonó la política de subsidios. Otra acción que se llevaron a cabo en el sexenio de Echeverría fue la creación de varias empresas de participación estatal. Asimismo profundizo en varias de las políticas que ya se habían venido siguiendo a lo largo del periodo postrevolucionario como estímulo y gasto público, así como promoción del desarrollo social. Esta estimulación a través del gasto público tuvo sus resultados, prueba de ello es que las utilidades de las empresas crecieron hasta situarse en el 110 %. Otra de las medidas que tomó fue desarrollar más el sector público con el objetivo de defender la economía de las clases populares. Hay que señalar además que, para financiar el gasto público se recurrió al exceso de endeudamiento, tanto interno como externo, y que la política económica durante este periodo fue una mezcla de políticas monetarias y fiscales tanto restrictivas como expansivas.73 Con estas medidas el crecimiento del PIB a partir de 1972 fue superior al 6 %, igualmente el coeficiente Gini pasó de 0.586 en 1968 a 0.518 en 1977 y 71 Ibídem p 460. 72 Ibídem p 472. 73 Ibídem p 504. 25 a 0.501 en 1984 (a partir de ese año volvería a subir la concentración del ingreso).74 Una de las características del gobierno de Echeverría fue su enfrentamiento con los empresarios. Aunque, en realidad no se cambió la política tributaria, el hecho de que el ejecutivo realizará un serie de propuestas para cambiar la política tributaria sin consultarlo previamente con la iniciativa privada, puso a ésta muy nerviosa, lo que conllevo el primer enfrentamiento verbal entre los empresarios y el gobierno. Hay que señalar que tampoco gustó nada en la iniciativa privada el hecho de que varios secretarios de Estado y otros altos funcionarios del gobierno opinaran sobre materia económica (cuando durante los años del desarrollo estabilizador era principalmente el Secretario y la Secretaria de Hacienda el intermediador con la iniciativa privada). Asimismo los empresarios criticaron la excesiva contratación de personal (ejemplo de ello es que mientras en 1970 el número de empleados del gobierno federal y de sus paraestatales era de 826000 personas, para 1976 ese número había aumentado hasta 1 millón 315mil), así como también la creación de varias empresas públicas como Tabacos mexicanos.75 Estas causas, aunadas al creciente gasto público hicieron que los empresarios tomaran una actitud beligerante hacia el gobierno durante ese sexenio, y que adoptaran “una disposición hacia el terrorismo económico mediante presiones institucionales y a través del uso de recursos, aprovechando la situación al mismo tiempo para elevar precios y realizar operaciones especulativas”.76 Este malestar empresarial también se aprecia en las declaraciones de los empresarios en los año 1974 y 1975, en los que sostienen que “nunca antes se ha visto a la empresa privada tan amenazada, ni se ha puesto en duda la razón de ser de la misma”.77 No obstante, Tello nos recuerda a este respecto que “el enfrentamiento que se dio entre los sectores público y privado, tuvo un alto contenido verbal, retorico. Fue mucho más lo que se dijo de lo que se hizo”.78 74 Ibídem p 505. 75 Ibídem p 514. 76 Ibídem p 506. 77 Ibídem p 510. 78 Ibídem p 529. 26 Uno de los acontecimientos más importantes sucedidos durante este periodo fue la crisis de 1976. Dicha crisis se originó a causa de la fuga de capitales la cual hizo que se terminará con una estabilidad cambiaria que había durado 22 años. Se desató también un periodo de alta inflación (que conllevo protestas obreras por la subida de los salarios). Ante esta situación el sucesor de Luis Echeverría, López Portillo, se pronunció en su campaña electoral por aumentar la demanda (en vez de la política más común cuando hay inflación, que es reducir la demanda). Con este objetivo López Portillo echa a andar el programa Alianza para la producción. El programa consistía en un compromiso mutuo entre las empresas y el gobierno, en el que las primeras se comprometían “a alcanzar determinadas metas de inversión, de producción, de fijación de precios, de exportaciones y de componentes nacionales”, 79 y a cambio de eso el gobierno aseguraba subsidios, protecciones. Estas medidas resultaron efectivas, ya que entre 1978 y 1981 la economía creció a un ritmo de 13 % anual, no obstante en 1982 vendría una debacle, con una caída de más del 15 % del PIB. Los salarios también crecieron entre 1977 y 1982. A pesar de esos avances la economía mexicana volvería a caer en una crisis en 1982, que haría que el peso se devaluara en un 40 % en Febrero de ese año. Inmediatamente se toma la medida de reducir el gasto público, aunque esto no evita una segunda recaída algunos días después del 30 %. . Estas devaluaciones harán que haya una fuerte fuga de capital, y que el crédito internacional quede vetado para México. Estas causas, así como también la nacionalización de la banca, generarían un cambio, en la forma de llevar la política económica en México, hacía un programa neoliberal (Tello expresa en relación a estepunto que las políticas neoliberales en México no se impusieron desde el exterior, sino que con De la Madrid, ganó el grupo nacional que apostaba por esa corriente).80 Para llevar a cabo este programa De la Madrid decide recortar el gasto público más de un 17 %, en el 85 reduce todavía más el gasto público, en concreto un 6 % más que en 1984, al año siguiente se reduce el gasto público un 13 % sobre el ya muy reducido de 1985, y en 1988 reduce un 10 % más el gasto 79 Ibídem p 553. 80 Ibídem 631. 27 público. Al mismo tiempo se aumentaron los impuestos regresivos, y se aumentan los precios de los servicios públicos. En tanto los salarios mínimos también se redujeron año con año. Así en 1983 el salario se desplomo un 30%, con respecto al año anterior y para 1988 el salario mínimo era del 48 % del que prevalecía en 1982. La participación de los salarios en los ingresos no agropecuarios pasó de 39. 4 % en 1982 a 33 % en 1988.81 Asimismo se pasó de 0. 501 en 1984 a 0. 509 en 1989 en el coeficiente Gini. A destacar también, es el dato que señala que entre 1982 y 2006 (años en los que se aplicó el modelo neoliberal) el PIB por persona creció cerca de 0.5 % al años, mientras que para los años 1956- 1981 el PIB por persona creció un 3.2% al año. En cuanto a los ingresos tributarios, no se subieron, sino que permanecieron prácticamente igual (10. 6 % del PIB en 1981, 11.4% en 1988, 11.3 % en 1994 y 11.2 % en 2000).82 Además de los recortes del gasto público, y el desarrollo, como ya mencioné, de las políticas fiscales y monetarias que buscan a toda costa el saneamiento presupuestal, se llevan a cabo en esta etapa otras acciones como reducir “la acción de la banca de desarrollo, que durante décadas se utilizó exitosamente para fomentar la actividad de ciertas áreas prioritarias y estratégicas”.83 A partir de 1986, con el gobierno de Miguel de la Madrid, se inicia la venta de grandes empresas y la liquidación de otras. Asimismo durante el sexenio de Carlos Salinas (1988-1994) se modifica el artículo 28 constitucional que permitió la desincorporación de varias empresas del Estado, que el propio articulo califico de estratégicas y prioritarias. 84 Se modificó igualmente el artículo 27 de la constitución que dio derechos de propiedad a los campesinos ejidatarios y comuneros.85 El conjunto de las privatizaciones llevó a las arcas del Estado cerca de 30000 mil millones de peso, sin embargo el salvamento de la banca privada de 1995 supera por mucho esa cifra. En cuanto el crecimiento después del Tratado de Libre Comercio de América del Norte,con el cual se prometía una época de prosperidad para México, 81 Ibídem p 639. 82 Ibídem p 677. 83 Ibídem p 662. 84 Ibídem p 679. 85 Ídem 28 tampoco ha tenido los resultados esperados. Así, entre 1994 y 2003 la tasa media anual de crecimiento del PIB era de 2.5 % mientras que entre 1984 y 1993 fue de 2.3 %.86 Asimismo el desempleo y el subempleo han crecido desde el año 1994, y los salarios reales han decrecido desde el año de 1984, sin beneficiarse de la entrada de México en el TLCAN. A destacar también que, mientras en 1982 la importación total fue de 17 mil millones de dólares, para el año 2000 la importación total fue de 175 mil millones de dólares. Hay que señalar que con el TLCAN se descuidó la industria, y por ejemplo la industria productora de bienes de capital, que estaba comenzando a crearse, se frenó. A este respecto son clarificadoras las palabras de Tello, quien recuperando a Krugman nos dice que “se llegó a decir que lo mejor era no tener una política industrial. Se descartó, por completo, una política industrial estratégica, orientada a ubicar para después estimular, los sectores de actividad sobre los que debería incidir la acción del gobierno de fomentar las exportaciones”.87 Además de la industria la inversión pública destinada al sector agropecuario también tuvo una importante caída. Así, si en 1980 ésta (la inversión pública) era del 10 % para el año 2000 había caído dicha inversión hasta situarse en un 2 %, 88 Respecto al sector agropecuario, también cabe destacar la reforma al artículo 27 constitucional con el fin de fortalecer los derechos de propiedad y facilitar la inversión privada en el campo. En lo referente a las políticas sociales durante este periodo se pone en marcha el programa Pogresa, que tiene un enfoque de focalización de apoyos, “privilegia al individuo, sobre el grupo o la comunidad”, 89 a diferencia de programas como Coplamar o Pronasol “que atiende a los grupos sociales y procura la organización de los beneficiarios”.90 5. El Fobaproa. Dentro de lo que han sido las reformas neoliberales y su impacto entre las clases sociales el Fobaproa merece una mención aparte, debido al fuerte 86 Ibídem 692. 87 Ibídem p 694. 88 Ibídem p 711. 89 Ibídem p 715. 90 Ídem. 29 impacto que ha tenido para el país, así como porque ejemplifica el nivel de intervencionismo (aún en la época neoliberal) y de poco apego a las leyes que han caracterizado desde siempre al Estado mexicano. Para explicar el Fobaproa es conveniente recordar las reformas financieras que se llevaron a cabo en el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994). En dicho periodo se tuvo como objetivo promover una economía abierta. A tal fin, como ya mencioné más arriba, se modificaron los artículos 28 y 123, lo que permitía que la prestación de servicios bancarios y de créditos dejara de ser potestad exclusiva del Estado, y daba cabida a una mayor participación social en el capital de la banca. Igualmente se dio autonomía al Banco Central, que hasta ese entonces era controlado por el Gobierno. Para evitar abusos Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda y Crédito Público, y encargado de llevar a cabo este proceso de transformación del sistema financiero, estableció una serie de reglas, como eran: garantizar una participación diversificada y plural en el capital, con lo que se impedían fenómenos de concentración, asegurar que la banca mexicana fuera controlada por mexicanos, se evitaba asimismo la concentración en agrupaciones formadas por bancos, casas de bolsas. Se pretendía evitar también el surgimiento de grupos financiero- industriales, ya que se observaba que esto podía dar lugar a una “canalización preferente de recursos otorgados a empresas relacionadas con los grupos bancarios o bien operaciones de complacencia”. 91 Además se ordenó que “el Consejo de Administración de las instituciones (desincorporadas) debe estar integrado por personas de reconocida honorabilidad, que cuenten con amplio conocimiento y experiencia en materia financiera y administrativa”. 92 Se desincorporaron a principios de la década de los noventa 18 instituciones de banca comercial, que resultaron en un total de 39 mil 711 millones de pesos que se destinaron a pagar la deuda interna. No obstante en dichas desincorporaciones no se cumplieron con los requisitos que se habían impuesto, y así se adjudicaron las licitaciones once casas de bolsa y siete grupos particulares que “estaban principalmente relacionados a sectores empresariales e industriales a los que las casas de bolsa sirvieron como intermediarios para comprar los 91 Moncada, Jorge Francisco; Di Costanzo, Mario Alberto “¿Cómo reducir el costo Fobaproa- IPAB? Ed. Grijalbo Pagina Web: http://fobaproaexpedienteabierto.blogspot.com/2007_11_25_archive.html 92 Idem. 30 bancos”.93Además una parte de los grupos que se adjudicaron las licitaciones carecían de experiencia en el sector financiero. El grupo neoliberalen el poder engaño a los ciudadanos. A pesar de estas irregularidades México vivió después de las desincorporaciones dos o tres años de estabilidad financiera. Tan estable estaba la situación que la OCDE decidió que México ingresara dentro de este grupo. Sin embargo para el último semestre de 1994 empiezan a saltar las alarmas al salir casos de manejo irregular y de corrupción, siendo el caso más famoso el del Banco Cremi-Unión, en donde Carlos Cabal Peniche llevó a cabo una serie de fraudes que empezaron a salir a la luz por aquel tiempo. La estabilidad, aparente calma y buen hacer del gobierno de Salinas se ve roto también con la devaluación que, ya con Zedillo en la presidencia, se ve obligado a hacer el gobierno mexicano, dando lugar a una enorme crisis económica, con consecuencias como: una devaluación de más del 100 %, una inflación del 8 % mensual en Abril de 1995, un índice de desempleo que subió de 3. 6 % en Diciembre de 1994 a 7. 6 % a mediados de 1995, una caída del PIB de 5. 8 % en el primer semestre de 1995. 94 Ante esta crisis es donde sale a relucir el Fobaproa. El Fobaproa tenía como antecedente el Fonapre, programa cuyo objetivo era “acumular suficientes recursos para, en caso necesario, usarlos para financiar la estabilidad de instituciones bancarias que en esos años eran propiedad del gobierno”.95 Con la reprivatización de los bancos el programa cambia y pasa a llamarse Fobaproa, que tenía el mismo objetivo que el Fonapre, aunque implicaba una novedad: por un lado “se creó con carácter de fideicomiso privado cuya tarea financiaban los bancos mismos a través del pago de cuotas para constituir un fondo de garantía para proteger el dinero de los ahorradores”.96 Asimismo se estableció que dicho fidecomiso quedaba a cargo del Banco de México la SHCP y la CNBV (que en aquel tiempo se llamaba CNB). No obstante el Fobaproa no estuvo preparado para la crisis de 1994, al no tener los recursos necesarios. 93 Idem 94 Idem 95 Idem 96 Idem 31 Hay que señalar que para hacer frente a la crisis de 1994 el gobierno instrumento dos programas: uno el PIS (Programa de Intervención y Saneamiento) y otro el PCCC (Programa de Capitalización y compra de Cartera). El PIS consistía en el otorgamiento de créditos a los bancos por parte de la CNBV, para sanear a los bancos afectados por la crisis y posteriormente venderlos. En tanto el PCCC consistió en “convenir con los dueños de los bancos la compra de créditos que habían otorgado a personas o empresas en ese momento afectadas por la crisis financiera e incapaces de saldar los prestamos; asi la banca privada obtuvo dinero fresco (o liquido) para cumplir su compromiso con los ahorradores”.97 La compra de esos créditos las haría el Fobaproa. Hay que señalar aquí, que en un principio por cada dos pesos de crédito que les comprará el Fobaproa, los dueños del banco tenían que inyectar un peso al Banco en cuestión (no obstante esto último no se cumplió, ejemplo de ello fue que Serfin, en el cuál los accionistas ponían un peso por cada seis del gobierno). El PCCC fue un programa lleno de irregularidades desde el inicio. Así los pagarés que emitió el propio Fobaproa para capitalizar los bancos nunca fueron aprobados por el Congreso de la unión, sino solo por el gobierno Federal. Es importante destacar que la compra de los créditos los hizo el Fobaproa a través de pagarés a los banco porque no tenía dinero. Asimismo se acordó que la CNBV se encargaría de supervisar la compra de créditos, aunque en la práctica los bancos fueron los que decidieron que créditos vendieron a Fobaproa. Es decir los créditos que compraba en el Fobaproa a los bancos en principio tenían que estar regulados, pero en realidad no lo estaban, y esto se agravó aún más cuando se firmó el llamado “Acuerdo de partes”, que desregularizó más los lineamientos para la compra de crédito a los bancos, lo que hizo que el Fobaproa comprara a los bancos todo tipo de créditos incobrables, lo que incremento aún más el costo fiscal del rescate bancario. Debido al poco control que el gobierno ejercía en la compra de créditos se permitió por ejemplo que bancos que no requerían auxilio fueran beneficiados del Fobaproa.98 97 Idem 98 Idem 32 En una frase, el descontrol permitió que el Fobaproa engordara con deudas de bancos y de particulares que, en un principio, no tenía por qué haber asumido. Para 1998 los bancos se empezaron a dar cuenta de que los pagarés que les había dado el Fobaproa no eran cobrables ya que carecían del visto bueno del Congreso de la Unión. Para Marzo de 1998 el Presidente Ernesto Zedillo propone una iniciativa para desaparecer el Fobaproa y la creación de dos organismos públicos para encargarse de sus tareas: el Fogade y el Fondo para la recuperación de bienes. Dicha propuesta implicaba dar carpetazo al Fobaproa y trasladar la deuda de éste a “deuda pública directa” los 552 mil 300 millones de pesos que tenía como deuda el Fobaproa. En un principio esta propuesta fue rechazada por todos los grupos parlamentarios, no obstante una serie de negociaciones permitieron llegar a un acuerdo sobre la instrumentalización de un programa que mas o menos cumpliría las mismas funciones, el IPAB, que aunque incluía un mandato para transparentar las transacciones del Fobaproa, no especificaba muy bien como se llevaría a cabo ese mandato. La aprobación del Ipab, según nos cuentan en su libro Jorge Francisco Moncada y Mario Alberto Di Costanzo, también tuvo irregularidades, ya que la reunión donde se aprobó el IPAB se llevó a cabo sin los diputados del PRD o el PT, que estaban en contra de la aprobación del IPAB. Lo sorprendente es la causa de dicha ausencia, ya que Ángel Aceves cito a las 21: 00 , en la Comisión de Hacienda en el edificio D a los diputados del PRD y del PT, mientras que la reunión se llevó a cabo en realidad en el antiguo Salón de Protocolo. 99 Así pues el saneamiento con recursos públicos para posterior venta se llevó a cabo. Hay que señalar también que en 1998, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, se realizó una modificación legal que permitió que los bancos extranjeros pudiesen comprar el 100% del capital de cualquier institución. Tanto el Fobaproa como la ley modificada hacen que hoy en día solo uno de los 18 bancos reprivatizados en el periodo de Carlos Salinas está en manos 99 Idem. 33 mexicanas, Banorte. Asimismo el 90 % de la banca privada en México está en manos extranjeras. También es de destacar que del total de los ingresos de la banca en México, el 55. 2 % de las utilidades proviene tanto de las comisiones bancarias (comisiones que no están presentes en los países de origen de los bancos extranjeros que operan en México), como de los pagos que esos bancos siguen recibiendo del rescate bancario. Otro 44 % provine de créditos que se prestan a los gobiernos federal, estatal y municipal. En total el 60. 4 % de los ingresos de la banca en México provienen del Estado (si sumamos el rescate bancario más los créditos a los diferentes niveles de gobierno) . Mientras estos bancos otorgan créditos solamente del 16 % del PIB para el desarrollo de proyectos productivos que impulsen el crecimiento de la economía nacional.100 Como se ha observado a lo largo del capítulo el Estado de conquista permanente si se ha seguido dando en México, tanto en el periodo postrevolucionario, como en el periodo neoliberal. Es ilustrativo lo que dice Tello acerca de que los subsidios por parte del Estado hicieron que actividades que en ningún lugar hubieran sido lucrativas, aquí si lo fueron. Igualmente el hecho de que, a través del artículo123, se institucionalizará el control del Estado sobre los obreros es una muestra más de este estado de conquista permanente. También es indicativo de un Estado de conquista permanente el hecho de que el desarrollo económico y social no se diera a través de una política de impuestos progresiva, sino a través del control de los salarios, originando una desigualdad del 0.586 (medido por el coeficiente Gini) en 1968. Es decir una desigualdad mayor, incluso, que la que hay ahora. Por último los datos sobre qué porcentaje de las ganancias de los bancos en México corresponden a lo que les da el Estado es también muy ilustrativo de la situación de conquista permanente. Prácticamente entre el dinero del rescate bancario, y el dinero que se sacan de las comisiones, que no se dan en otros países, la banca en México saca cerca del 50 % de sus ganancias. También es muy llamativo el hecho de que en un país con una gran apertura comercial como es México (apertura comercial que ha destruido después del TLCAN al 100 Idem 34 pequeño campesino), en determinadas industrias como las telecomunicaciones (que cobran los más altos precios del mercado a nivel global) el proteccionismo del Estado sea tan fuerte. ¿Por qué se protege tanto a algunos sectores, en donde hay grandes empresas, pero no se subsidia al pequeño campesino? Esto induce a pensar que, efectivamente el Estado de conquista permanente se sigue dando en México. 35 Capítulo 2 El ascenso político de López Obrador. En este capítulo pretendo, como ya mencioné en la introducción, observar los comienzos políticos de López Obrador. La pregunta que guiará este capítulo es ¿Ha tenido una coherencia Obrador durante su carrera? Los comienzos políticos de Andrés Manuel López Obrador se dan en Tabasco en 1982. En ese año decide apoyar al ingeniero Enrique González Pedrero (igual que otros jóvenes del INI) para ser el candidato del PRI en Tabasco. Según nos relata López Obrador, González Pedrero representaba la apuesta por un PRI progresista, y eso es lo que le lleva a tomar partido por tal candidato. 101 Finalmente será Pedrero el que asuma el cargo de gobernador en Tabasco, e invitará a López Obrador a ser Presidente del PRI en Tabasco, aunque López Obrador por aquel entonces no militaba en el PRI. Al tomar dicho cargo López Obrador se propone renovar el partido, para lo cual un primer paso fue el de modificar el funcionamiento de los comités seccionales. Dichos comités los distribuía el PRI por colonia y pueblos. El problema era que los líderes de tales comités eran nombrados por funcionarios estatales y por presidentes municipales. Ante esta situación, el equipo de López Obrador se plantea que esta situación debe cambiar, y que los líderes de tales comités debían ser elegidos democráticamente. Esta situación no gustaría a algunos alcaldes priistas, por lo cual se desató un conflicto por el cual Obrador se ve obligado a dejar la dirigencia estatal del PRI. Después de abandonar dicho cargo Obrador deja a un lado momentáneamente la actividad política y se traslada de Tabasco a la Ciudad de México. Finalmente en 1988 aceptó ser candidato del Frente Democrático Nacional (FDN), en su Estado. 1. El FDN El FDN fue la primera coalición de centro- izquierda que logro colocarse como segunda fuerza política en el país. Se trataba de una coalición en la cual se fusionaron diferentes sectores de la izquierda no oficial, así como un sector 101 López Obrador, op cit p 28 36 disidente del PRI, al cual se le conoció como la corriente democrática. En cuanto a los sectores de la izquierda independiente cabe mencionar que estaba representada por el Partido Mexicano Socialista (PMS) y por el partido revolucionario de los trabajadores (PRT) mayormente. Estos partidos se oponían tanto al programa neoliberal que se estaba desarrollando desde De la Madrid como a “la herencia populista y corporativista que formó parte del bagaje ideológico de la izquierda”.102 Asimismo defendían “la independencia de organizaciones de masas de obreros, campesinos y trabajadores agrícolas”.103 Otro tipo de izquierda que se uniría al FDN sería la denominada “izquierda satélite” que consistía en una serie de partidos (como por ejemplo el PPS, o el PARM, el cuál sería el partido por el que Cárdenas se postularía como candidato, por lo menos hasta la aparición del FDN, el 12 de Enero de 1988) que, hasta la aparición del FDN, habían subordinado su acción política a la del PRI, apoyando al candidato del PRI en las elecciones generales, normalmente a cambio de recursos financieros, o a un aumento “oficialmente urdido de sus votos”.104 Un tercer grupo era el de la izquierda neocardenista. Neocardenistas como Ifigenia Martínez menciona que el neocardenismo era solamente “la izquierda del PRI, y sus miembros se consideraban priistas convencidos en lo que se refería al programa ideológico y el plan de acción del partido oficial.105 Es interesante comprobar en este punto como López Obrador expresa lo mismo en lo referente al programa oficial del PRI, llegando a afirmar que durante su periodo al frente del PRI de Tabasco, él y su equipo formaron a los nuevos líderes seccionales “tomando como referencia las Declaraciones de Principios y el Programa de acción del PRI que, en teoría, postulaban la defensa de los Derechos del Pueblo y el nacionalismo revolucionario”.106 Es observable, por lo tanto como López Obrador sí creía en el programa oficial del PRI, no obstante era crítico con la práctica, con el funcionamiento del PRI en la realidad. En este 102 Carr, Barry. (1982) La izquierda mexicana a través del siglo XX, ed Era Primera Edición, 1982, p 306. 103 Ídem 104 Ibídem p 308. 105 Ídem 106 López Obrador, op cit p 29. 37 mismo sentido se expresaba el mismo Cuauhtemoc Cárdenas al expresar que lo que buscaba era hacer realidad los preceptos de la constitución de 1917. Se puede observar por lo tanto que desde la corriente neocardenista se pretendía recuperar el nacionalismo revolucionario. En este mismo sentido se expresó Porfirio Muñoz Ledo al definir el neocardenismo como una “corriente populista-nacionalista de la Revolución Mexicana”, alejada del socialismo. Se puede decir que los neocardenistas surgieron como una reacción ante el nuevo camino económico que había adoptado la fracción salinista del PRI, que apostaba por el neoliberalismo, y era la fracción dominante. No obstante, no solo diferían del PRI en cuanto al modelo económico, sino que apostaban por una mayor democratización en la sociedad. En este sentido llamaban a la independencia de las organizaciones obreras y campesinas, siendo frecuente en la campaña de Cárdenas la demanda de formar unas nuevas organizaciones obreras y campesinas independientes del partido, para de ese modo acabar con los poderes verticales y corporativistas que se incrustaban en la sociedad. El FDN además apostaba por terminar con el presidencialismo. Hay que señalar que, si bien la corriente neocardenista demandaba una mayor democratización, sus procesos internos seguían siendo parecidas a las del PRI, y Cárdenas no saldría elegido en base a un proceso electoral interno, sino por decisión de Enrique Cantú, quien en ese entonces era el líder del PARM. Asimismo contaba en sus filas con figuras dudosamente democráticas como fue el caso de caciques de organizaciones sindicales y campesinas, a los que el nuevo proyecto neoliberal del PRI había afectado. Debido a estas dudas que se generaban al contrastar el discurso y los hechos (de Cárdenas) en lo referente
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