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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
 
LOS CONCEPTOS DE ESTADO, GOBIERNO Y RÉGIMEN POLÍTICO EN 
NICOS POULANTZAS Y NORBERTO BOBBIO 
 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN CIENCIA POLÍTICA 
Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 
CON ESPECIALIDAD EN CIENCIA POLÍTICA 
 
PRESENTA 
EDWIN BULMARO BAHENA ARMILLAS 
 
 
DIRECTOR DE TESIS 
DR. DAVID ÁLVAREZ SALDAÑA 
 
 
MÉXICO, D.F. JUNIO 2010
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
ÍNDICE GENERAL 
 
 pp. 
Prólogo…………………………………………………………………………………………… 7 
Introducción…………………………………………………………………………………….. 11 
Capítulo I………………………………………………………………………………………… 19 
1. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas…………………………. 21 
1.1 Supuestos filosóficos generales del marxismo…………………………………. 21 
 1.2 La concepción de Estado en Poulantzas………………………………………... 26 
 1.2.1 El concepto de Estado……………………………………………………… 26 
 1.2.1.1 Método y enfoque de estudio………………………………………… 26 
 1.2.1.2 Los dos conceptos de Estado………………………………………... 30 
 1.2.1.3 Críticas a las concepciones dominantes de Estado……………….. 35 
 1.2.2 Funciones y características principales del Estado capitalista…………. 40 
 1.2.2.1 Funciones del Estado………………………………………………….. 40 
 1.2.2.2 Características del Estado…………………………………………….. 42 
 1.2.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………………... 44 
 1.2.3.1 Forma de Estado de transición o absolutista………………………. 47 
 1.2.3.2 Forma de Estado liberal……………………………………………… 48 
 1.2.3.3 Forma de Estado monopolista……………………………………….. 48 
 1.2.3.4 Forma Estado de excepción………………………………………….. 50 
 1.3 La concepción del aparato del Estado y de régimen político en Poulantzas... 53 
 1.3.1 El papel del aparato de Estado……………………………………………. 53 
 1.3.1.1 Los aparatos represivos (AR) y los aparatos ideológicos (AI)……. 54 
 1.3.1.2 El aparato del Estado como una relación más allá de los AR y AI. 57 
 1.3.2 El régimen político en Poulantzas………………………………………… 61 
 1.3.2.1 Diferencia entre gobierno y régimen político……………………….. 61 
 1.3.2.2 Formas de regímenes políticos………………………………………. 63 
 1.3.2.2.1 Forma de régimen democrático-parlamentario……………. 64 
 1.3.2.2.2 Forma de régimen de excepción……………………………. 67 
 1.3.2.2.2.1 El régimen fascista…………………………………... 68 
 1.3.2.2.2.2 El régimen de dictadura militar……………………... 70 
 
 
Capítulo II………………………………………………………………………………………… 75 
2. Estado, gobierno y régimen político en Norberto Bobbio…………………………... 77 
2.1 Supuestos filosóficos generales del liberalismo político……………………….. 77 
 2.2 La concepción de Estado en Norberto Bobbio………………………………….. 83 
 2.2.1 El concepto de Estado……………………………………………………… 83 
 2.2.1.1 Método y enfoque de estudio………………………………………… 83 
 2.2.1.2 La construcción del concepto de Estado……………………………. 89 
 2.2.2 Funciones y características principales del Estado.……………………... 95 
 2.2.2.1 Funciones del Estado………………………………………………….. 95 
 2.2.2.2 Características del Estado…………………………………………….. 97 
 2.2.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………………… 101 
 2.2.3.1 Forma de Estado estamental…………………………………………. 103 
 2.2.3.2 Forma de Estado absoluto……………………………………………. 104 
 2.2.3.3 Forma de Estado representativo……………………………………... 105 
 2.2.3.4 Forma Estado socialista………………………………………………. 110 
 2.2.3.5 Forma de Estado totalitaria…………………………………………… 112 
 2.3 La concepción de gobierno y sistema político en Norberto Bobbio…………... 115 
 2.3.1 Gobierno y sistema político………………………………………………… 115 
 2.3.1.1 Concepto de gobierno…………………………………………………. 115 
 2.3.1.2 Concepto de sistema político…………………………………………. 118 
 2.3.1.3 Clarificación conceptual………………………………………………... 119 
 2.3.2 Formas de gobierno………………………………………………………… 122 
 2.3.2.1 La forma democrática de gobierno…………………………………... 123 
 2.3.3.2.1 Definición de democracia…………………………………….. 123 
 2.3.3.2.2 Características de un gobierno democrático………………. 125 
 2.3.3.2.3 Relación democracia-liberalismo……………………………. 128 
 2.3.2.2 La forma autocrática de gobierno……………………………………. 130 
 2.3.3.2.1 La dictadura……………………………………………………. 130 
 2.3.3.2.2 La tiranía……………………………………………………….. 132 
 
 
 
Capítulo III……………………………………………………………………………………….. 135 
3. Confrontación de autores y entendimiento conceptual…………………………….. 137 
3.1 Diferencias y semejanzas entre Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio………. 137 
 3.1.1 Semejanzas…………………………………………………………………. 139 
 3.1.1.1 Método de estudio y enfoque………………………………………… 139 
 3.1.1.2 Concepto de Estado. Funciones y características………………… 141 
 3.1.1.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………….. 144 
 3.1.1.4 Régimen político/gobierno. Clarificación conceptual……………… 146 
 3.1.1.5 Tipos y formas de régimen político/gobierno………………………. 148 
 3.1.2 Diferencias…………………………………………………………………… 151 
 3.1.2.1 Método y enfoque de estudio………………………………………… 151 
 3.1.2.2 Concepto de Estado. Funciones y características ………………... 153 
 3.1.2.3 Tipos y Formas de Estado……………………………………………. 156 
 3.1.2.4 Régimen político/gobierno. Clarificación conceptual……………… 159 
 3.1.2.5 Tipos y formas de régimen político/gobierno………………………. 162 
 3.1.3 Cuadro comparativo………………………………………………………… 165 
 3.2 Críticas y deficiencias en Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio………………. 169 
 3.2.1 Método y enfoque de estudio…………………………………………….. 170 
 3.2.2 La concepción de Estado. Funciones y características……………….. 174 
 3.2.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………………. 176 
 3.2.4 Régimen político/gobierno. Clarificación conceptual………………….. 178 
 3.2.5 Tipos y formas de régimen político/gobierno…………………………… 181 
 3.3 Entendimiento conceptual común………………………………………………... 185 
 3.3.1 Estado………………………………………………………………………… 185 
 3.3.1.1 Tipos de Estado…………………………………………………… 189 
 3.3.1.2Formas de Estado………………………………………………… 191 
 3.3.2 Régimen político…………………………………………………………… 194 
 3.3.2.1 Tipos de régimen político………………………………………... 196 
 3.3.2.2 Formas de régimen político……………………………………... 198 
Conclusiones…………………………………………………………………………………… 201 
Bibliografía………………………………………………………………………………………. 205 
7 
 
 
PRÓLOGO 
Para la ciencia política, en general, es muy importante definir claramente sus 
conceptos mediante los cuales puede aprehender la realidad. Sin embargo, al 
formar parte de las ciencias sociales no ha quedado exenta de diversos 
enfoques conceptuales –los cuales, se pueden deber a múltiples factores como 
el enfoque filosófico, epistemológico y hasta ideológico– que muchas de las 
ocasiones velan los análisis de los fenómenos políticos. 
Una de las abstracciones fundamentales de la ciencia a la que hago 
mención es el Estado. Demasiadas ocasiones en los análisis políticos y en los 
discursos académicos escuchamos este concepto sin ninguna definición clara 
de lo que significa. Bien podemos argüir que se refieren al Estado “a secas” o 
poniéndole algún adjetivo como capitalista, burgués, de derecho, democrático, 
unitario, federal, populista, etc. Pero lo más alarmante de todo es que se llega a 
confundir con otras categorías de análisis, si bien parecidas, hartamente 
diferentes y que obedecen a otros niveles abstractos de la realidad política. 
En este contexto, la realización de esta tesis es útil para la politología pues 
puede tener un punto de referencia en el cual sepamos en qué nivel de 
abstracción, distinción y de análisis teórico de la realidad podemos ubicar los 
conceptos de Estado, gobierno y régimen político. De igual manera, es de 
primer orden el cometido de este estudio, pues pretende distinguirlos de la 
manera más precisa y clara que se pueda hacer desde el punto de vista propio 
de la política, al mismo instante, que busca explicar el porqué no ha sido de 
ese modo. 
Vasto es el universo de la ciencia política así como de sus teorías para 
explicar la realidad. No obstante, me refiero básicamente a un par de autores-
corrientes que durante mucho tiempo han sido pilares importantísimos en esta 
disciplina: el marxismo y el liberalismo. 
Es de bien sabido que obedecen a distintas concepciones del mundo y 
grande es la literatura y los escritores que han ampliado a este par de 
escuelas. Empero, me centro primordialmente en dos de sus pensadores más 
conspicuos en la ciencia política en el último cuarto del siglo pasado: Nicos 
 Poulantzas y Norberto Bobbio. 
8 
 
 
Dicha selección obedece, en el primer autor, a que no ha habido hasta el 
momento en el marxismo una teorización política sistemática, coherente y 
apegada a esta corriente como la que realizó Nicos Poulantzas. Por su parte, 
Norberto Bobbio fue un gran estudioso del liberalismo político, no negando, en 
muchas ocasiones en su obra, su afinidad a esta corriente. Además, ambos 
teóricos fueron contemporáneos entre sí y se ubican en un debate todavía 
actual que inició en los últimos 30 años del siglo pasado. Si bien el italiano 
Norberto Bobbio vivió 20 años más que el marxista greco-francés, ello no 
demerita un estudio comparativo pues en las obras de Poulantzas se 
encuentran todavía un cúmulo importante de aportaciones que son vigentes. 
Bajo esta perspectiva, mi estudio debe ser visto como un marco pionero en 
la investigación de la politología porque en ninguna parte del mundo se ha 
intentado comparar hasta el momento a dos de los autores más importantes de 
la ciencia política del siglo XX, y que al mismo tiempo, procedan de la corriente 
marxista y liberal. 
De este modo, lo que el lector encontrará en esta investigación son tres 
grandes capítulos. En el primero, se ven los conceptos de Estado, gobierno y 
régimen político distinguidos en “tipos” y “formas” en Nicos Poulantzas tomando 
en cuenta los supuestos filosóficos generales de marxismo, así como su propio 
método y enfoque de estudio. En el segundo, se realiza un trabajo similar, sólo 
que con Norberto Bobbio teniendo los supuestos filosóficos generales del 
liberalismo político, así como su propio método y enfoque de estudio. En el 
tercero, se confrontan y critican a ambos autores con base a lo ya visto en los 
dos apartados anteriores. Finalmente, se intenta realizar un marco general y 
primigenio sobre la manera en que se pueden distinguir los conceptos de 
estudio de esta tesis. 
Por supuesto, no debo dejar de lado los problemas y obstáculos que se han 
tenido en la elaboración de este escrito, y que a continuación manifiesto: 
a) Conseguir la obra de ambos autores en lengua castellana. 
b) Discernir los textos más importantes y fiables para los objetivos de esta 
investigación. 
9 
 
 
c) Encontrar un marco común para comparar a Nicos Poulantzas y a 
Norberto Bobbio sabiendo que proceden de escuelas de pensamiento y 
métodos de estudio altamente divergentes. 
Quiero agradecer enormemente en todo el proceso de elaboración de este 
estudio a tres actores que enuncio, no por jerarquía de importancia, sino por 
orden de aparición en su efectuación: en primer lugar, a mi padres Edith 
Armillas y Bulmaro Bahena, quienes me han brindado todo el apoyo material y 
anímico a lo largo de mis estudios de licenciatura, y desde luego, en la 
realización de esta tesis; en segundo lugar, a la Facultad de Ciencias Políticas 
y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, la cual, me ha 
dado las herramientas metodológicas y de investigación básicas para realizar 
este estudio; finalmente, a mi asesor el Dr. David Álvarez Saldaña, quien me 
hizo notar mis errores de un modo objetivo y conciso, y simultáneamente, me 
supo guiar en todos los aspectos, desde teórico-metodológicos hasta 
ortográficos, para que este escrito pudiese llegar a un buen puerto. 
Edwin Bahena. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 11 
 
 
LOS CONCEPTOS DE ESTADO, GOBIERNO Y RÉGIMEN POLÍTICO EN NICOS 
POULANTZAS Y NORBERTO BOBBIO. 
 
Introducción. 
Los grandes problemas que por mucho tiempo se ha planteado la ciencia 
política son los siguientes: ¿cómo entender y diferenciar teóricamente al Estado, al 
gobierno y al régimen político, y, por qué no ha habido un punto en común en la 
teoría política para hacerlo claramente? 
Numerosos científicos sociales, especialmente politólogos, se han propuesto 
estudiar desde el punto de vista teórico este tema. Dos grandes corrientes como el 
marxismo y el liberalismo, de forma primordial en su vertiente política, han tratado 
de dar una explicación sobre este tópico. 
De esta manera, el marxismo en sus líneas más generales considera 
teóricamente al Estado, a sus aparatos y al régimen político como parte de la 
superestructura determinada y/o sobredeterminada en primera y/o en última 
instancia por el modo de producción de una formación social dividida en clases, 
teniendo como resultado, una dominación política “de clase” correspondiente a un 
régimen de trabajo específico. 
En contraparte, el liberalismo político parte del supuesto de que el Estado, el 
gobierno civil y el régimen político (o en su acepción más amplia y reciente 
conocido como “sistema político”) son producto de un consenso contractual, 
posterior a un estado de naturaleza, en donde las libertades (de propiedad, de 
pensamiento, de expresión, etc.) de los sujetos y las normas que los regulan son 
lo más importante. 
Lo anterior lleva a pensar que sus distintos enfoques filosóficos, 
epistemológicos, metodológicos e incluso ideológicos han abierto una brecha 
irreconciliable para entender estas abstracciones. 
Por ello, es indispensable comprender qué plantean este par de paradigmas a 
partir de dos autores que, desde mi punto de vista y que ya mencioné en el 
prólogo, han sido de los más importantes estudiosos, reformuladores y12 
 
 
ampliadores del marxismo y del liberalismo en la ciencia política en el último 
cuarto del siglo pasado: Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio, respectivamente. 
Aunque se pueda pensar que Nicos Poulantzas se apareja principalmente a una 
de las tantas variantes del marxismo (estructural-marxismo), no se debe deducir 
de allí que sus aportes en la teoría política marxista han sido ya superados por 
algún otro estudioso o militante de esta escuela. De esta forma, el aporte principal 
de Poulantzas, y por lo cual merece ser estudiado en esta investigación, es que 
coloca en el orden teórico a las relaciones sociales separadas y determinadas por 
las estructuras (económica, política e ideológica). Así, le fue posible observar una 
autonomía relativa de las estructuras sociales del capitalismo, aunque todas ellas 
se encuentran en el marco de las relaciones capitalistas de producción. Ello le 
permite visualizarlas teóricamente más allá de todas las demás concepciones 
dominantes y hasta dogmáticas al interior y fuera de esta corriente de 
pensamiento, las cuales, se mencionan en el primer apartado de esta 
investigación. 
Por su parte, Norberto Bobbio fue un gran estudioso y reformulador del 
liberalismo político, no negando, en muchas ocasiones en su obra, su afinidad o 
simpatía a esta escuela. Para muestra de ello baste con hacer algunas citas en 
relación a sus estudios del liberalismo político y de la libertad en sí misma. 
 Mientras las libertades civiles son una condición necesaria para el ejercicio de la 
libertad política, ésta, es decir, el control popular del poder político, es una condición 
necesaria para la consecución, primero, y para la conservación, después, de las 
libertades civiles.1 
En estas líneas lo que me interesa hacer notar es que, en primera instancia, 
coloca a las libertades, ya sean políticas o civiles, por encima de cualquier otro 
valor. Desde luego, no niega a la igualdad o a la justicia como otros valores de 
gran relevancia, lo que pasa es que, como filósofo político “liberal sui géneris” 
educado bajo una tradición jurídica, creyó y pensó que las libertades políticas y 
civiles eran la condición necesaria para el desarrollo político y social. Sin embargo, 
no eran suficientes pues la libertad esta sujeta al poder. Al respecto nos comenta: 
 
1 Norberto Bobbio, Igualdad y Libertad, España, Paidos, 1993, p.117. 
 13 
 
 
No existe ni una libertad perdida para siempre ni una libertad conquistada para siempre: 
la historia es un entramado dramático de libertad y opresión, de nuevas libertades a las 
que contestan nuevas opresiones, de viejas opresiones abatidas, de nuevas libertades 
reencontradas de nuevas opresiones impuestas y de viejas libertades perdidas.2 
Es importante esta cita porque, a diferencia de los demás liberales que creen 
que una vez conquistadas o reconocidas las libertades ya no hay nada más qué 
hacer, reconoce que ésta no tendrá un final, aunque ello no sea obstáculo para 
luchar por ella 
Por último, lo anterior se confirma cuando nos señala que el desarrollo histórico 
sigue un camino a la “libertad”, aunque como un “liberal diferente”, pensó que 
podíamos llegar más allá del propio liberalismo sin negar su importancia, es decir, 
superar las libertades políticas en el Estado para llevarlas en la propia sociedad. 
“En este sentido parece que la dirección del desarrollo histórico ya no es „del 
Estado despótico al Estado liberal‟, sino „del Estado liberal a la sociedad 
liberada‟.”3 
De esta manera, es de primer orden enunciar que los objetivos generales de 
esta investigación son: 
a) Comprender los aportes filosóficos generales del marxismo y del liberalismo 
político para que puedan ser útiles a la ciencia política. 
b) Entender los conceptos de Estado, gobierno y régimen político sin 
vinculaciones ideológicas. 
En el mismo tenor, los objetivos específicos de esta tesis son los siguientes: 
a) Analizar profundamente la obra de Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio con 
base a su entendimiento conceptual y diferenciador sobre el Estado, 
gobierno y régimen político. 
b) Delinear primitivamente, en un mismo cuadro teórico y analítico, los 
conceptos de estudio de esta tesis a partir de estos dos autores en un 
diálogo comparativo y confrontador. 
 
2 Ibíd. p. 130 
3 Ibíd. p. 143 
 14 
 
 
Este último objetivo no pretende ser un eclecticismo que tome lo mejor de 
ambos autores y los intente unir. Tampoco es una negación llana de lo que ya han 
abarcado estas escuelas pues, me atrevo a decir, seguirán vigentes en el siglo 
XXI. Mucho menos, procura ser una superación proponiéndose como objetivo ser 
la más acabada propuesta integral y original de la teoría política. Será, en todo 
caso, un entendimiento conceptual común donde se intentará comprender, de 
modo primigenio y consciente de las grandes diferencias, los conceptos de estudio 
ya mencionados a partir de los aportes de ambos autores analizados en esta 
investigación y distinguidos en “tipos” y “formas”. 
Visto lo anterior, la hipótesis general de trabajo radica en que la causa principal 
de las distintas maneras de entender los conceptos de Estado, gobierno y régimen 
político entre Poulantzas y Bobbio radica en que, el primero, los comprende en la 
medida en que los relaciona al régimen de trabajo capitalista de una formación 
social específica con su respectiva autonomía relativa; mientras que el segundo, 
los concibe de modo fundamental (aunque no total) bajo la propia dinámica 
abstraída de las relaciones sociales independientemente de las condiciones 
materiales en el que se encuentren presentes, originando de modo predominante, 
un entendimiento reconstructivo de las principales preocupaciones de los “autores 
clásicos” que él consideró de la teoría política. 
De esta hipótesis general se desprenden cinco específicas: 
a) Para Poulantzas, la construcción de una teoría de los tipos y formas del 
Estado y de sus respectivos regímenes políticos son posibles en la medida 
en que deben acotarse en momentos históricos determinados y relacionados 
con sus distintas transformaciones, es decir, en el caso de sus estudios, 
poder construir una tipología del Estado capitalista y de sus propios 
regímenes amalgamados al capitalismo. 
b) Para Bobbio, las teorías del Estado y del gobierno son posibles construirlas 
en la medida en que se pueda realizar una gran teoría general de la política 
en donde la determinación del momento histórico en diferentes latitudes son 
secundarios ya que se pueden abstraer constructivamente y de forma 
autónoma de su contexto. 
 15 
 
 
c) En lo tocante a las funciones del Estado en ambos autores se encuentra la 
similitud de que éste cumple como una función primordial la de ser un factor 
de orden en la sociedad. Sin embargo, también surgen divergencias, ya que 
para Poulantzas el Estado tiene la característica principal la de ser, aunque 
relativamente, un “Estado de clase”; mientras que para Bobbio, el rasgo 
fundamental del Estado, aunque no suficiente, consiste en ser un sujeto 
superpuesto a la sociedad para crear consensos y resolver conflictos 
d) En ambos autores concurre sólo una divergencia nominal importante: en 
Poulantzas, no se encuentra un concepto de gobierno, el cual, lo suple por 
el de régimen político; en Bobbio, no está presente un concepto claro de 
régimen político que es usado como sinónimo de gobierno (concepto 
utilizado predominantemente por el autor italiano) o de sistema político 
(abstracción poco abordada por el filósofo turinés). No obstante, a pesar de 
las diferencias, en el contenido, tanto el concepto de régimen político y 
gobierno, coinciden en los aspectos de las escena política y en la fórmula de 
cuántos y quiénes gobiernan. 
e) Los autores francés e italiano coinciden en algunas de las formas de Estado 
y régimen/gobiernoal menos en sus características más esenciales y en la 
aparición cronológica de éstos. Es decir, en esencia las formas de Estado 
absolutista, liberal-representativa y de excepción (autor francés) o totalitaria 
(escritor italiano) se encuentran como “formas de Estado” en Poulantzas y 
Bobbio. Igualmente sucede con las formas de régimen/gobierno democrático 
y de dictadura. 
De este modo, el método utilizado en este estudio es teórico-cualitativo, el cual, 
utiliza como herramientas el análisis y la comparación de las obras de Nicos 
Poulantzas y de Norberto Bobbio bajo el fundamento rector de los tres conceptos 
de los que se guía este trabajo. 
Visto lo anterior, en ambos autores analizo por separado los siguientes ejes: 
a) El concepto de Estado. En este aspecto se anotan las distinciones en el 
método y enfoque de estudio en Poulantzas (materialismo histórico) y 
Norberto Bobbio (reconstructivismo), y en consecuencia, la causa principal 
 16 
 
 
del porqué existen diferencias en el entendimiento de los conceptos de 
estudio en esta tesis, partiendo, en una primera instancia, propiamente de la 
abstracción de Estado. En este sentido, ello es el eje director del cual parte 
mi hipótesis principal de trabajo. 
b) Las funciones y características principales del Estado. En este punto se 
tocan qué funciones y características generales le asignan al Estado tanto el 
autor greco-francés como el escritor italiano. 
c) Tipos y formas de Estado. Para tratar este tópico se abordan los tipos y 
formas que fueron estudiados por este par autores. 
d) Clarificación conceptual entre régimen político, gobierno y sistema político. 
A parte de diferenciar estos conceptos, se hace notar que en Poulantzas y 
Bobbio existe sólo una diferencia nominal en el concepto de régimen político 
(autor francés) y gobierno (escritor italiano) 
e) Tipos y formas de régimen/gobierno. Dependiendo el autor se utiliza la 
pertinencia de estas abstracciones. Lo que se busca poner de relieve es que 
en ambos autores se encuentra una similitud al menos en la aparición 
cronológica y nominal de esta tipología. 
Finalmente, para una mejor comprensión de esta tesis se divide en tres grandes 
capítulos: 
1) El Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas. En este gran 
apartado se ve de forma puramente descriptiva, analítica y distintiva los 
conceptos de Estado, gobierno y régimen político en el autor greco-francés 
basándome en los cinco ejes anteriormente mencionados, aunque con 
algunas variaciones en la presentación para que el lector pueda tener 
mayor comprensión sobre el tema. 
2) El Estado, gobierno y régimen político en Norberto Bobbio. En este capítulo 
se realiza un trabajo similar que en el anterior, sólo que tiene como 
referencia al autor italiano y las variaciones propias para presentar de modo 
más comprensible el pensamiento de este escritor. 
3) Por un entendimiento conceptual común. Después de haber visto la 
descripción analítica en ambos autores de los conceptos estudiados en 
 17 
 
 
este trabajo, esta última parte tiene tres puntos fundamentales: a) las 
semejanzas y las diferencias confrontadoras en ambos autores teniendo 
como referente la hipótesis general de trabajo, las hipótesis específicas, el 
estudio descriptivo realizado en los dos apartados anteriores y los cinco 
ejes nodales de la investigación (se realizará un cuadro para ello); b) 
críticas y deficiencias en ambos autores, las cuales, son deducidas por mi 
parte a partir de todo el trabajo ya realizado con anterioridad; c) tentativa 
primitiva de un entendimiento conceptual común en donde se trata de 
comprender, en un marco común, los conceptos de Estado, gobierno y 
régimen político diferenciados en tipos y formas. 
Como simple sugerencia le pido al lector que esta tesis sea leída de forma 
cronológica, ya que de no hacerlo puede no comprender esta investigación en 
toda su cabalidad. En este caso, se corre el riesgo de realizar juicios anticipados o 
mal comprendidos que en líneas posteriores se aclararán o en anteriores ya se 
dijeron. Del mismo modo, espero que no cauce pereza debido que los dos 
primeros capítulos son pura descripción y el tercero es la síntesis de ambos. La 
elección de realizarlo de esta manera se debe a que se intenta mostrar un análisis 
sistemático y claro de lo que se pretende. 
Sin mayor preámbulo se pasará a abordar dicha tarea. 
 19 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO I. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 21 
 
 
1. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas. 
1.1 Supuestos filosóficos generales del marxismo. 
Si se intentan rastrear los fundamentos principales del marxismo surgido en 
el siglo XIX se pueden enumerar, junto con Lenin, en la filosofía alemana, en la 
economía política inglesa y en el socialismo utópico francés.4 
Es precisamente de la filosofía alemana de donde los clásicos del marxismo 
partieron, superándola y descubriendo el materialismo histórico, como 
contraposición del idealismo en general, para tener un método y así entender la 
historia de las sociedades humanas. 
Fue justo de Hegel de quien tomaron y corrigieron el método dialéctico para 
tener una concepción histórica en movimiento, contradictoria y, aplicada al 
capitalismo, revolucionaria. Sin embargo, fue necesario que ellos pudieran 
tener una idea clara de lo que este gran filósofo alemán había indicado en sus 
obras. Al respecto, Engels dice lo siguiente: 
En Hegel, la dialéctica es el autodesarrollo del concepto. El concepto absoluto no 
sólo existe desde toda una eternidad –sin que sepamos dónde–, sino que es, 
además, la verdadera alma viva de todo el mundo existente. El concepto absoluto 
se desarrolla hasta llegar a ser lo que, a través de todas las etapas preliminares 
que se estudian por extenso en la “Lógica” y que se contienen todas en dicho 
concepto; luego, se “enajena” al convertirse en la naturaleza, donde, sin la 
conciencia de sí, disfrazado de necesidad natural, atraviesa por un nuevo 
desarrollo, hasta que, por último, recobra en el hombre la conciencia de sí mismo; 
en la historia, esta conciencia vuelve a elaborarse a partir de su estado tosco y 
primitivo, hasta que por fin el concepto absoluto recobra de nuevo su completa 
personalidad en la filosofía hegeliana5 
El problema de Hegel, y que muy bien fue descubierto por Marx y Engels, es 
que vio en el devenir de la historia la realización de las ideas, y por 
consiguiente, se puede llegar a una idea absoluta que, se quiera o no, es el fin 
de la misma historia. 
 
4 Cfr. Lenin V. I, “Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo” en Obras 
escogidas en un tomo, Moscú, Progreso, 1974, p. 15 
5 Federico Engels, Feuberbach y el fin de la filosofía clásica alemana. México, Ediciones de 
Cultura Popular, 1976, p. 194. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 22 
 
 
A pesar de esta dificultad, el gran mérito de Hegel fue trazar su método de 
modo dialéctico. La utilidad de ello es que se puede pensar, filosófica y 
socialmente, de manera cambiante, contradictoria y evitar siquiera tener la 
tentación de que el estado de cosas se mantenga para siempre así. Planteado 
en otros términos, el método hegeliano, por más que busca la realización del 
espíritu absoluto y que intentó justificar metafísicamente la conservación social 
(baste con ver la concepción de Estado en Hegel), tiene un objetivo 
revolucionario en su propio seno. 
No obstante, tuvo que cambiar un aspecto fundamental en el método. Es por 
ello que Marx y Engels pusieron de “pie” a este excelso filósofo alemán, es 
decir, en vez de concebir el mundo como una sistematización de las ideas 
mismas, habría de concebirlo a él y a la historia desde un punto de vista 
materialista. El propio Engels nos comenta: 
Nosotrosretornamos a las posiciones materialistas y volvimos a ver en los 
conceptos de nuestro cerebro las imágenes de los objetos reales, en vez de 
considerar a éstos como imágenes de tal o cual fase del concepto absoluto. Con 
esto la dialéctica quedaba reducida a la ciencia de las leyes generales del 
movimiento, tanto el del mundo exterior como el del pensamiento humano […] 
Pero, con esto, la propia dialéctica del concepto [del concepto de dialéctica 
hegeliano] se convertía simplemente en el reflejo consciente del movimiento 
dialéctico del mundo real, lo que equivalía a convertir la dialéctica hegeliana en 
producto de la cabeza; o mejor dicho, a invertir la dialéctica, que estaba abajo, 
poniéndola de pie […] Con esto volvía a ponerse en pie el lado revolucionario de la 
filosofía hegeliana […] La gran idea cardinal de que el mundo no puede concebirse 
como un mundo de objetos terminados, sino como un conjunto de procesos, en el 
que las cosas que parecen estables , al igual que sus reflejos mentales en 
nuestras cabezas, los conceptos, pasan por una serie ininterrumpida de 
cambios…6 
Este extenso párrafo nos sirve para determinar claramente que el método 
marxista, inspirado en la filosofía alemana (especialmente la de Hegel), ve a la 
historia desde una óptica cambiante que no puede prescindir de conceptos 
tomados de esa misma realidad material (más no de las ideas puras) que 
 
6 Ibíd., pp. 195-196 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 23 
 
 
intentan entenderla en un devenir de afirmaciones y negaciones al interior de 
su matriz. 
Ahora bien, todo ello llevó a Marx y a Engels a pensar en un hilo conductor 
que ayudara a entender el acontecer histórico-dialéctico conformado de 
múltiples determinaciones contingentes que son muy difíciles de aprehender en 
la teoría. Desde luego, con los párrafos citados ya se puede vislumbrar que es 
el descubrimiento de las condiciones materiales de existencia ese hilo que 
llevara a constituir al materialismo histórico. Sin embargo, es de vital 
importancia que estos clásicos justifiquen el porqué de esa posición. 
Totalmente contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana, que desciende del 
cielo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo. Es decir, no se parte de 
lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan, ni tampoco del hombre 
predicado, pensado, representado o imaginado, para llegar de aquí, al hombre de 
carne y hueso; se parte del hombre que realmente actúa y, arrancado de su 
proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideológicos y 
de los ecos de este proceso de vida7 
Aquí hay una idea bastante clara de lo que el materialismo histórico, en base 
a los conceptos construidos por el materialismo dialectico, se propone estudiar, 
o sea, analizar la historia a partir de las condiciones materiales de existencia y 
no al revés. Empero, todavía es indispensable recalcar que dichas condiciones 
materiales, que por la vía empírica se pueden comprobar, son necesarias 
abstraerlas en conceptos susceptibles de comprensión teórica. Para ello, el 
concepto de “modo de producción” es el pilar para construir la teoría marxista. 
Sin embargo, fue menester de Marx y Engels señalar las premisas de las que 
partieron para dejar en claro su pensamiento. 
Las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino premisas 
reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos 
reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se 
han encontrado ya hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas 
premisas pueden comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente empírica 
[…] Podemos distinguir los hombres de los animales por la conciencia, por la 
religión o por lo que se quiera. Pero los hombres mismos comienzan a ver la 
diferencia entre ellos y los animales tan pronto como comienzan a producir sus 
 
7 Carlos Marx, La ideología alemana, México, Ediciones de Cultura Popular, 1976, p. 21. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 24 
 
 
medios de vida […] Los individuos son tal y como se manifiestan su vida. Lo que 
son coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen 
como en el modo de cómo producen.8 
Es importante rescatar que la abstracción “modo de producción”, como 
concepto abstraído de las condiciones empíricas de existencia, es el eje con el 
cual se entienden las relaciones sociales. Pero este concepto, además de 
señalar propiamente lo económico, también indica el hilo por el cual se pueden 
comprender las demás relaciones y estructuras de la sociedad. Es lo que 
comúnmente se ha llamado estructura y superestructura. En la primera, se 
encuentran las relaciones económicas en sentido estricto (fuerzas productivas 
y relaciones sociales de producción); y en la segunda, el edificio social restante 
(política, ideología, cultura, etc.) que se sostiene a partir de lo económico. 
Esta esquematización no debe ser tomada al pie de la letra, es decir, pensar 
que el modo de producción se reduce a lo económico y que esto determina 
mecánicamente a la superestructura. Más bien, se debe pensar en un eje 
conductor de entendimiento consecuente con la misma posición materialista de 
la historia. Al respecto, Marx y Engels nos dicen: 
La estructura social y el Estado brotan constantemente del proceso de vida de 
determinados individuos; pero de estos individuos, no como puedan presentarse 
ante la imaginación propia o ajena, sino tal como realmente son; es decir, tal y 
como actúan y como producen materialmente y, por lo tanto, tal y como 
desarrollan sus actividades bajo determinados límites, premisas y condiciones 
materiales, independientes de su voluntad.9 
Aquí debe de quedar claro que toda la superestructura es vinculada a las 
condiciones materiales como una manera de proceder en el pensamiento para 
evitar caer en un idealismo que piense que los individuos actúan solamente de 
acuerdo a su arbitrio o pura racionalidad. Desde luego, con ello se intenta velar 
el néctar por el cual los hombres producen y reproducen su vida material-
social. A tales motivos, los clásicos del marxismo recalcan lo económico como 
punto de partida y eje articulador. 
 
8 Ibíd., p. 24-25. El subrayado es mi parte 
9 Ibíd., p 20. El subrayado es de mi parte. 
 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 25 
 
 
Ahora bien, el mismo concepto de modo de producción es una abstracción 
formal que, como ya se dijo, intenta aprehender el proceso de trabajo como un 
todo en donde las condiciones materiales tienen la mayor importancia. Este 
concepto no existe como tal en la realidad, pero ayuda a entenderla. 
De esta manera, el marxismo se sirve de una serie de conceptos abstractos-
formales para poder crear teorías particulares y regionales a partir de la 
determinación de las condiciones materiales de existencia. Dentro de las 
teorías particulares se encuentran las teorías de los modos de producción 
identificados en la historia, es decir, del esclavismo, del feudalismo, del 
capitalismo, etc. Mientras que las teorías regionales comprenden a cada una 
de las estructuras o pisos del edificio social, como por ejemplo la teoría regional 
de lo económico, de lo político, de lo ideológico, etc. 
Así, el marxismo se ocupa por estudiar a los modos de producción en la 
historia de una forma dialéctica, o sea cambiante. Con ello se rompe cualquier 
prejuicio de pensar en unas teorías generales omniabarcadores. Lo que es 
abarcador, en todo caso, es el método marxista de la historia. Al respecto, el 
propio Engels nos dice: 
Si en nuestras investigaciones nos colocamos siempre en este punto de vista [de 
la dialéctica materialista], daremos al traste de unavez para siempre con el 
postulado de soluciones definitivas y verdades eternas; tendremos en todo 
momento la conciencia de que todos los resultados que obtengamos serán 
forzosamente limitados y se hallaran condicionados por las circunstancias en las 
cuales los obtendremos10 
Por tales motivos, las aportaciones del mismo marxismo deben ser 
consideradas como productos históricos que, vistas dialécticamente, sirven 
para explicar distintas estructuras sociales. 
Es por ello que no se puede olvidar que esta corriente es producto del devenir 
histórico-dialéctico del capitalismo y, como tal, también deben ser tomadas sus 
aseveraciones. 
 
10 Federico Engels. Feuberbach y el fin de la filosofía clásica alemana. México, Ediciones de 
Cultura Popular, 1976, p. 197 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 26 
 
 
1.2 La concepción de Estado en Poulantzas. 
Antes de pasar propiamente al análisis de Nicos Poulantzas, debo aclarar 
que el criterio de selección para presentar sus aportes se basan desde dos 
dimensiones: 
a) Mostrar a lector la radiografía de su pensamiento a partir de su libro más 
sistemático y completo para la ciencia política: “Poder político y clases 
sociales en el Estado capitalista”. A partir de éste, los demás textos que 
él escribió se muestran como una genealogía que, pese a contener 
errores que él mismo aceptó, lo llevaron a su visión original de la teoría 
política marxista. De este modo, se acomodarán de acuerdo al eje rector 
de este libro y la propia temática de mi investigación, es decir, la 
presentación de su pensamiento tendrá que ser entendida como un 
“sistema solar”. 
b) Cuando se traten los tipos y formas de Estado y de régimen político se 
tendrá como eje articulador primordial a los textos: “Fascismo y 
dictadura” y la “Crisis de las dictaduras”. Sin embargo, a pesar de sus 
aportes, éstos deben ser enmarcados dentro del libro base que se 
enunció en la primera dimensión. 
No obstante, debo hacer una aclaración importante: el texto de “Hegemonía 
y dominación en el Estado moderno” no es tomado en cuenta. Esto lo hago así 
porque el mismo Poulantzas desechó los argumentos de este libro por 
considerarlos ajenos a su auténtico pensamiento.11 En este sentido, mi 
intención en esta tesis no es discutir las contradicciones del verdadero 
pensamiento del autor galo, sino más bien, a partir de sus ideas que él creyó 
eran las más acertadas, cumplir con los objetivos de mi investigación. 
1.2.1 El concepto de Estado. 
1.2.1.1 Método y enfoque de estudio. 
En primera instancia hay que señalar que Poulantzas concibe al Estado a 
partir de su articulación con un modo de producción. Cabe notar que a dicho 
régimen de trabajo lo comprende como una abstracción formal que no sólo 
 
11 Véase Nicos Poulantzas, Estado, poder y socialismo. México, Siglo XXI, 2001, p. 100, pie de 
página 22. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 27 
 
 
quiere indicar lo económico, es decir, la producción material en sentido estricto, 
sino “una combinación específica de diversas estructuras y prácticas que, en su 
combinación, aparecen como otras tantas instancias o niveles.”12 
De este manera, un modo de producción se puede concebir como una 
unidad compleja, compuesta de estructuras (económica, política, ideológica, 
etc.)13 y prácticas sociales con determinación, sólo en última instancia, de lo 
económico. 
El concepto de modo de producción le sirve a Poulantzas, y en general al 
marxismo, para entender formalmente la realidad. Sin embargo, lo que se 
presentan en los hechos son “formas sociales” históricamente determinadas. 
Para ello es necesario conocer el concepto de formación social. Por éste se 
entiende a aquella imbricación factual de diferentes modos de producción que, 
no obstante, alguno de ellos posee la cualidad de ser el predominante.14 
Así, lo que la teoría del estructural-marxismo del autor greco-francés 
propone investigar es una teoría regional, o sea, el Estado en varios modos de 
producción insertos en diferentes formaciones sociales.15 Por ejemplo, lo que 
 
12 Nicos Poulantzas, Poder político y clases sociales en el Estado capitalista, México, Siglo XXI, 
2001, p. 4 
13 Por estructura se quiere indicar aquella matriz o unidad organizadora compuesta de 
relaciones, las cuales, al variar alguna no afecta, de manera sustancial, a las demás, 
permaneciendo, generalmente e independientemente de los elementos constitutivos, por 
periodos largos de tiempo para poder ser el punto que ayude a la reproducción de las 
relaciones sociales del pasado, del presente y las del futuro. 
14 Cfr. Ibíd. p. 6 Con ese concepto se puede entonces referir a Francia, Inglaterra o México (por 
ejemplo) en un momento histórico determinado en donde un modo de producción tiene el 
predominio sobre los demás. 
15 La corriente del estructural-marxismo nace a partir del debate abierto por Louis Althusser en 
donde indicó que el “verdadero” marxismo es aquel del “viejo Marx” en contraposición del 
“joven Marx”. La diferencia entre ambos radica en lo siguiente: el primero, le presta más 
importancia al estudio de las estructuras (determinación de lo económico y cierta autonomía de 
las demás) que componen a un modo de producción. Éste es considerado como un concepto 
en proceso de construcción continúa; mientras que el segundo, todavía está bañado de una 
corriente historicista heredada de Hegel en donde parece ser que los sujetos históricos más 
importantes del capitalismo (burguesía y proletariado) son vistos a partir de la propia idea 
construida de ellos, la cual, se objetiva en su práctica volitiva. Para más información véanse 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 28 
 
 
hizo Marx en El Capital fue un estudio sobre la teoría particular del modo de 
producción capitalista en la estructura regional de lo económico, 
preponderantemente. De forma similar, Poulantzas nos brinda una teoría 
regional de lo político en el modo de producción capitalista. 
Este régimen de trabajo se distingue porque la estructura regional de lo 
económico, aparte de ser determinante en última instancia, posee el carácter de 
predominante. Para comprender esa afirmación es necesario vislumbrar, de 
modo general, el estudio marxista de la estructura regional de lo económico en 
el capitalismo, porque de ahí se puede levantar el edificio teórico que explica, 
relativamente, la teoría regional de lo político. 
La estructura económica se comprende desde dos aspectos: las relaciones 
de producción y las fuerzas productivas. Éstas últimas son aquellos recursos 
materiales y humanos con los que cuenta una formación social en un momento 
histórico determinado. Se compone por el productor directo, el objeto sobre el 
que recae el trabajo, los medios de producción y el no productor que se apropia 
del excedente. En contraparte, las relaciones de producción se encuentran 
constituidas por dos tipos de relaciones: la relación de apropiación y de 
propiedad. La primera, radica en los agentes que se adueñan de los excedentes 
producidos. La segunda, tiene su fundamento en la posesión factual de los 
medios de producción.16 
De esta manera, Poulantzas nos dice que lo que caracteriza de forma 
esencial al capitalismo es lo siguiente: 
La combinación característica del MPC [modo de producción capitalista] consiste 
en una homología de las dos relaciones - la separación en la relación de 
propiedad coincide con la separación en la relación de apropiación real-; la de los 
modos precapitalistas de producción consiste en una no homología de las dos 
 
Louis Althusser, La revolución teórica de Marx, México, Siglo XX, 1977, 335pp. Louis 
Althusser, Para leer El Capital, México, Siglo XXI, 1976, 206 pp. Adam Shaff, Estructuralismo y 
marxismo, México, Editorial Era, 196, 235 pp. 
16 Se quiere aclarar que el concepto marxista de propiedad privada sobre los medios sociales 
de producción por parte de la burguesía no se refiere, exclusivamente, a la propiedad asentada 
jurídicamente, sino a la propiedad económica sobre ellos y, en consecuencia, hacer posible la 
explotación inherente en este régimen de trabajo 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 29 
 
 
relaciones -separación en la relación de propiedad, unión en la relación de 
apropiación real-17 
Esto quiere decir que en el capitalismo los productores directos 
(proletariado) se encuentran desposeídos de los medios de producción, por 
consiguiente, los no productores (burguesía) los poseen, ocasionando, en 
consecuencia, que también se apropien del excedente producido (plusvalía) 
Esa homología del capitalismo fija las pautas, según el autor galo, para la 
realización de una teoría regional de lo económico. Dicho en otras palabras, a 
partir de ahí se pueden hacer aprehensiones propias del estudio de esa 
estructura como son las abstracciones de trabajo concreto, trabajo abstracto, 
valor, plusvalía, tasa de plusvalía, cuota de plusvalía, ganancia, cuota de 
ganancia, etc. 
Sin embargo, con dicha homología también se fijan las pautas para la 
realización de una teoría regional de lo político. Dicho en otros términos, es 
posible hablar de conceptos como Estado capitalista (superestructura política), 
aparato del Estado, aparatos represivos e ideológicos del Estado, clase 
dominante, clase dominada, hegemonía, poder político, bloque de poder, 
régimen político, formas de Estado capitalista, legitimación, etc. 
Así, se llega a un concepto fundamental para el marxismo puntualizado por 
Nicos Poulantzas que sirve para la comprensión de la estructura política: 
autonomía relativa. Por esta abstracción entiende la determinación, sólo en 
última instancia, por parte de lo económico en lo político sin ser éste último un 
simple reflejo de lo primero. 
Ahora bien, con este bagaje teórico se puede decir que en la obra de 
Poulantzas se encuentran dos concepciones complementarias de Estado que, a 
su vez, me parece desde mi interpretación, se articulan perfectamente con lo 
que se puede denominar como doble autonomía relativa del Estado: la 
autonomía relativa con respecto a la estructura económica y con respecto a las 
clases sociales (incluyendo a la clase dominante.) Con ello, intenta romper con 
el par de ideas predominantes de Estado en el marxismo del siglo XX y en la 
 
17 Ibíd., p. 22 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 30 
 
 
teoría política en general: el Estado como instancia autónoma y el Estado como 
instrumento. 
Para aclarar más las ideas subsiguientes de la cuestión, a manera de puro 
análisis, la exposición se dará de la siguiente forma: en primer orden, se 
vislumbra la primera concepción de Estado en Poulantzas que se articula con la 
primera forma de autonomía relativa (autonomía con respecto a la estructura 
económica); posteriormente, se conoce la segunda concepción de Estado en 
este autor que se concatena con la segunda forma de autonomía relativa 
(autonomía con respecto a las clases sociales); finalmente, se ve cómo ambas 
concepciones, vistas de forma complementaria, intentan romper con el par de 
concepciones predominantes del Estado en el marxismo, y en general, con la 
teoría política que la escuela marxista denomina “burguesa.” 
1.2.1.2. Los dos conceptos de Estado en Poulantzas 
Poulantzas realiza una distinción importante: definir la “superestructura 
jurídico política del Estado”, es decir, lo “político” y las “prácticas políticas de 
clase”, o sea, la “política.”18 
Es justamente en “lo político” donde nos brinda su primera concepción en 
“Poder político y clases sociales en el Estado capitalista”. 
El Estado posee la función particular de constituir el factor de cohesión de los 
niveles de una formación social. Esto es precisamente lo que el marxismo expresó 
al concebir el Estado como factor del orden, como principio de organización, de 
una formación, no ya en el sentido corriente de orden político, sino en el sentido 
de la cohesión del conjunto de los niveles de una unidad compleja, y como factor 
de regulación de su equilibrio global, en cuanto sistema.19 
Esta definición hay que analizarla a profundidad porque lo que nos está 
diciendo no radica propiamente en ¿qué es el Estado?, sino, ¿cómo es el 
Estado en el capitalismo? 
Con esto quiere indicar que el Estado es el único que tiene la capacidad de 
mantener amalgamadas en una unidad a las distintas instancias o estructuras 
 
18 Cfr. Ibíd., p. 33. Puesto que esta tesis se remite al estudio del concepto de Estado, 
únicamente lo ceñiré al análisis de “lo político.” La política queda presenciada de forma 
indirecta y tácita a lo largo de estas líneas. 
19 Ibíd., p. 43. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 31 
 
 
(economía, políticas e ideología) para conservar y reproducir el modo de 
producción predominante en una formación social sobre los demás que 
también están presentes. Además, con orden no quiere darnos a entender el 
“orden jurídico” establecido en normas o leyes, sino el orden, aunque 
diferencial e inestable, de toda una formación social establecida en un régimen 
de trabajo determinado (capitalista). 
Así pues, es posible decir que en el caso del capitalismo, se puede hablar 
del Estado capitalista propiamente, y no sólo del Estado “a secas.” Dicho en 
otras palabras, Poulantzas construye una teoría del Estado capitalista, mas no 
una teoría general del Estado que abarque todos los tiempos.20 
Entiendo aquí el término de teoría general en sentido fuerte: el de un corpus 
teórico sistemático que a partir de proposiciones generales y necesarias fuera, a la 
vez, explicar los tipos de Estado en los diversos modos de producción, 
expresiones singulares de un mismo objeto teórico, y exponer las leyes de 
transformación que caracterizarían las metamorfosis de ese objeto, en su propio 
espacio, de un modo de producción a otro[...], en cambio, resulta perfectamente 
legítima una teoría del Estado capitalista, que construya un objeto y un concepto 
específico: ello se hace posible por la separación entre el espacio del Estado y la 
economía bajo el capitalismo.21 
Lo anterior lo expresa de esa manera porque, y siguiendo con la lógica el 
materialismo histórico, no puede existir una teoría sin tomar precisamente los 
cambios dialécticos de la historia y el carácter provisional de las afirmaciones 
teóricas, como dijera Engels. Por eso, y pensando el autor greco-francés en la 
propia autonomía relativa de las estructuras en el capitalismo, a lo sumo sólo 
se pueden construir teorías de los diferentes tipos de Estado (esclavista, 
feudal, socialista, etc.) En el caso específico de su estudio, construir una teoría 
del Estado capitalista. Con ello, el objeto se acota en un tiempo histórico 
determinado. 
 Es precisamente esta definición de Estado en Poulantzas la que se 
relaciona perfectamente con la primera autonomía relativa de éste, es decir, con 
 
20 Ello no eximiría construir teorías del Estado en sus diferentes tipos, es decir, construir una 
teoría del “Estado esclavista”, del “Estado feudal” o del “Estado Socialista.” 
21 Nicos Poulantzas. Estado, poder…, op. cit,. p. 16 
 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 32 
 
 
aquella que tiene que ver con la autonomía propia de las estructuras o pisos del 
edificio social en el capitalismo (economía, política, ideología, etc.), la cual, se 
fija con la homología de las relaciones de producción capitalistas. 
Dichahomología de las relaciones de producción conlleva a que los 
productores directos sean un elemento del capital y el trabajo se convierta en 
una mercancía para la producción de plusvalía. Ese efecto produce una 
autonomía entre lo económico, lo político y lo ideológico. Es decir, ese tipo de 
relaciones hace que lo económico funcione y se reproduzca de forma ampliada 
o sea, no hay necesidad de una intervención directa o extra económica 
realizada por el Estado como en los modos de producción precapitalistas. 
Igualmente, este mismo efecto provoca que el Estado en el capitalismo tenga 
su propia dinámica aunque no de forma total. 
Hemos visto que la primera idea de Estado en Poulantzas se refirió más bien 
al ¿cómo? Ahora bien, después de la publicación de Poder Político… el autor 
greco-francés en sus posteriores obras, y de forma recurrente, nos brinda el 
concepto de Estado a partir de lo qué es. Al respecto nos dice que 
[…] el Estado es una relación: más precisamente, la condensación de la relación 
de fuerzas entre las clases dominantes tal como se expresa, de manera 
específica, en el seno del Estado. Así como el “capital” contiene ya en sí la 
contradicción capital/trabajo asalariado, las contradicciones de clase atraviesan 
siempre, de lado a lado, al Estado porque éste, por su naturaleza de Estado de 
clase, reproduce en su seno mismo esas contradicciones.22 
Si en la primera concepción del Estado lo plantea teóricamente con una 
autonomía relativa con respecto a lo económico. En esta segunda va más allá, 
pues no sólo lo concibe como una serie de instituciones, como generalmente lo 
plantean la mayoría de las corrientes de la teoría política, tampoco sólo como 
un factor de cohesión de las estructuras (económica, ideológica, etc.), sino 
como un lugar político en donde las clases sociales (las dominantes en 
específico) lo atraviesan, y su vez, son atravesadas en sus diferentes 
relaciones sociales, especialmente en la lucha política de clases. 
 
22 Nicos Poulantzas, La crisis de las dictaduras. México, Siglo XXI, 1976, pp. 91-92. El 
subrayado es de mi parte. 
 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 33 
 
 
De esta manera, teóricamente las prácticas de las clases sociales están 
determinadas por las estructuras económica (relaciones de producción, las 
cuales, determinan en última instancia), política (Estado) e ideológica (ideología 
dominante) para evitar caer en lo que él denomina como historicismo, es decir, 
el pensar que los hombres hacen volitivamente su historia sin determinaciones 
histórico-sociales. 
Desde este marco es necesario revisar, aunque de modo muy general, al 
entendimiento de clase social, fracciones de clase y bloque de poder para 
entender cabalmente la segunda concepción de Poulantzas en su respectiva 
autonomía relativa. 
Por clase social el autor greco-francés entiende 
[…] un concepto que indica los efectos del conjunto de las estructuras, de la matriz 
del modo de producción o de una formación social sobre los agentes que 
constituyen sus apoyos: ese concepto indica, pues, los efectos de la estructura 
global en el dominio de la relaciones sociales.23 
En este aspecto es necesario resaltar que las clases sociales no practican 
estructuras, es decir, no constituyen el punto nodal de las matrices del régimen 
capitalista de producción. Al contrario, son la consecuencia de dichas 
estructuras. En este sentido, las clases sociales practican intereses en su 
actuación, los cuales, van a estar condicionados por lo económico, lo político y 
lo ideológico. 
Puede decirse así que una clase social, se define por su lugar en el conjunto de 
las prácticas sociales, es decir, por su lugar en el conjunto de la división social 
del trabajo, que comprende las relaciones políticas y las relaciones ideológicas. 
La clase social es, en este sentido, un concepto que designa el efecto de la 
estructura en la división social del trabajo.24 
Bajo esta óptica ya es posible vislumbrar a las “fracciones autónomas de 
clases”. Ello quiere indicar aquellos subconjuntos de las clases sociales en los 
que la división social del trabajo les crea una autonomía propia sin dejar de 
 
23 Nicos Poulantzas, Poder político…, op. cit,. p. 75 
24 Nicos Poulantzas, Las clases sociales en el capitalismo actual, México, Siglo XXI, décima 
edición, 1990, p 15. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 34 
 
 
pertenecer a ella.25 Así, se pueden ubicar fracciones de clase dominante 
dependiendo diversos análisis concretos como: burguesía industrial, comercial, 
financiera, monopolista, no monopolista, compradora, burguesía de Estado, 
todas ellas utilizadas por Poulantzas a lo largo de su obra. Asimismo, 
dialécticamente se puede ubicar a la clase proletaria.26 
Este cúmulo de fracciones de clase, que en conjunto sólo forman fuerzas 
sociales, si se analizan desde el punto de vista político, se establece lo que el 
autor greco-francés denomina: “bloque de poder”. 
 Para comprender este concepto es fundamental entender, en una primera 
instancia, qué concibe nuestro autor por “poder político”. Por éste entiende “la 
capacidad de una clase social para realizar sus intereses objetivos 
específicos”27 
Así, el poder no se refiere a una capacidad de voluntades en donde un 
agente “A” imponga su voluntad a un agente “B” por la fuerza o por el 
consentimiento. Más bien, se debe concebir que el ejercicio del poder político 
por parte de las clases sociales (la burguesía y/o proletariado en el capitalismo) 
se haga siempre y cuando, mediante el Estado, pueda ser posible la realización 
de sus intereses. 
Desde esta perspectiva, es importante decir que lo que comúnmente se 
llama “poder del Estado”, no es otra cosa que el centro del ejercicio del poder 
político practicado por las clases sociales en pugna. 
Sin embargo, el poder no es realizado como algo exclusivo de una clase, 
para ello, es necesario el “bloque de poder.” Éste “constituye una unidad 
contradictoria de clases y fracciones políticamente dominantes bajo la égida de 
la fracción hegemónica.”28 
Es de este modo que Poulantzas tiene dos dimensiones para distinguir el 
accionar del bloque de poder: el poder político de la clase dominante en su 
conjunto y el poder político de la fracción hegemónica. 
 
25 Nicos Poulantzas, Poder político…, op. cit., p. 75 
26 Véase. Ibíd. 392 pp. 
27 Ibíd., p. 124 
28 Ibíd., p. 308. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 35 
 
 
En el primero podemos encontrar la dominación de toda una clase en 
oposición y en contradicción a las demás en toda una formación social 
abrigada preponderantemente por un modo de producción. 
En el segundo, podemos encontrar la hegemonía de una fracción de la 
misma clase dominante en conflicto con las demás, sin por ello demeritar su 
poder político en el Estado y en el conjunto de una formación social albergada 
preponderantemente por un régimen de trabajo. 
Es de primer orden recordar que en ambos momentos, el Estado es 
entendido como “relación de condensación de fuerzas”. En este sentido, se 
puede observar su autonomía relativa con las clases sociales ya que no 
representa directamente, en todos sus armazones institucionales, los intereses 
de la burguesía y de sus fracciones en su conjunto. Aunque es menester tener 
presente que el Estado se encargue de presentarlos como el de “todos los 
ciudadanos”. 
1.2.1.3. Críticas a las concepciones dominantes de Estado. 
Hemos visto los dos conceptos complementarios de Estado en Poulantzas 
vinculados con su doble autonomía relativa. Ahora es necesario pasar revista a 
la manera en que la idea general de Estado en el autor galo se contrapone y 
objeta las concepciones dominantes de Estado al interior de las 
interpretaciones del marxismoy, en general, de la teoría política. Pero dejemos 
que el mismo Poulantzas nos diga cuál es son dichas ideas dominantes: 
En esta problemática, el Estado es considerado, ya sea como sujeto, ya sea como 
una Cosa. Como sujeto: se trata en el fondo de la vieja concepción hegeliana de 
un Estado realmente “separado” de la “sociedad civil”, dotado de una racionalidad 
intrínseca en tanto encarna una voluntad general frente a individuos atomizados; 
concepción que incidió en la obra del joven Marx y que sigue gravitando en sus 
declaraciones a propósito del Estado considerado como “organismo independiente 
y por encima de la sociedad”, carácter que sería paralelo a la función de 
dominación de clase del Estado. El Estado como Cosa: hay allí una vieja 
concepción marxista “instrumentalista” que considera al Estado, en su naturaleza, 
como un simple instrumento, o máquina, manejable a voluntad por las clases 
dominantes y cuya relación de representación con los intereses de las clases 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 36 
 
 
dominantes se debería a que esas clases apañan o saquean ese instrumento 
inerte.29 
Bien, las dos ideas que se rastrean en esta cita son: el Estado como sujeto y 
el Estado como objeto o cosa. 
En lo concerniente a la primera cuestión, se puede decir que Poulantzas la 
objeta precisamente con su primera concepción de Estado con su respectiva 
autonomía relativa. A decir, si al Estado lo concibe como “el factor de cohesión 
de una formación social” determinada, relativamente en la última instancia por 
la estructura económica (relaciones capitalistas de producción), luego 
entonces, no se puede pensar que el Estado sea como un ente superpuesto a 
la sociedad. Es imaginar que éste es una organización inexpugnable, es decir, 
cerrado y, al mismo tiempo, un árbitro neutral para lograr consensos. Se olvida 
de esa manera, según el autor francés, de la función principal del Estado: 
reproducir el capitalismo en su conjunto, procurando mantener el orden de 
todas las estructuras (económicas, ideológicas, etc.) y de las relaciones 
sociales. Planteado en otros términos, ayudar a reproducir la división clasista 
irreconciliable de las formaciones sociales capitalistas para conservar el 
dominio de una clase: la de la burguesía. 
En el otro extremo se encuentran las compresiones de marxistas ortodoxos 
que lo han considerado como un simple instrumento de la clase dominante. 
Quizá dicha concepción se rastree en interpretaciones hechas por los 
marxistas de la Segunda y Tercera internacional en relación a la sentencia de 
Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, según la cual, el 
“gobierno del Estado actual no es más que una junta que administra los 
negocios comunes de la burguesía.”30 
A tales motivos, Poulantzas, al momento de concebir al Estado como “una 
relación de condensación de fuerzas” plantea que no se le puede vislumbrar 
como un simple instrumento, sino más bien, como un lugar desgarrado y 
atravesado por los distintos intereses de las clases sociales. Pero no solamente 
 
29 Nicos Poulantzas, La crisis…, op. cit., p. 91 
30 Carlos Marx y Federico Engels, Manifiesto del Partido Comunista. México, El Caballito, 2001, 
p. 56 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 37 
 
 
eso, también se presenta en una formación social como el garante del “bien 
común”, ocultando su pertenencia de clase, sin por ello ser un simple 
instrumento pues posee su autonomía relativa con respecto a la clase 
dominante para poder gobernar. 
Dichas concepciones están magistralmente ejemplificadas, según 
Poulantzas, en el historicismo y en el economicismo. 
No se puede suponer que sólo el historicismo corresponde a las corrientes 
“burguesas” ya que varias vertientes al interior del marxismo igualmente se 
perfilan a ello (en líneas posteriores daré nombres de autores que están en 
dicha situación de acuerdo al autor greco-francés.) Lo que sí se puede afirmar 
de todos modos es que el historicismo comparte una visión del Estado como 
sujeto, no importando si son de factura burguesa o marxista. En contraparte, la 
visión economicista tiene sus principios en deformaciones al interior del mismo 
marxismo, más específicamente, a partir de la “Segunda Internacional 
Comunista” y con mayor auge en “la Tercera Internacional”. 
En lo concerniente a la crítica del historicismo, Poulantzas comenta que tuvo 
su comienzo en Hegel cuya interpretación “se trata, en primer lugar, de un tipo 
de totalidad simple y circular, compuesta elementos equivalentes […] en 
segundo lugar, de un tipo lineal de historicidad, cuya evolución está desde 
siempre contenida en el origen del concepto, identificándose el proceso 
histórico con el devenir del autodesenvolvimiento.”31 
Esta visión tiene como consecuencia una “sobrepolitización de los diversos 
niveles de las estructuras y de las prácticas”32 Lo que quiere decir ello es que 
se observa a los sujetos como los hacedores de su propia historia, teniendo 
como resultado que se niegue la existencia de la lucha de clases y de la 
determinación de lo económico. Ello provoca que el Estado quede como una 
especie de ente autónomo que alberga en su seno las distintas fuerzas de los 
sujetos volitivos para su funcionamiento. Y este funcionamiento no tiene más 
comprensión que las propias relaciones de los “sujetos” al interior del Estado 
 
31 Nicos Poulantzas, Poder político…, op. cit., p. 33. 
32 Ibíd., p. 35 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 38 
 
 
sin vinculación con las diferentes estructuras (económica e ideológica) en el 
seno de una formación social. 
Dentro de esta óptica historicista están los análisis marxistas inspirados en el 
“joven Marx”, es decir, aquellos en los que se observan como ejes de análisis la 
“enajenación, la conciencia de clase, etc.” y no las estructuras objetivas y 
determinantes del capitalismo y que estudió el “viejo Marx” en El Capital. 
Son precisamente autores como Labriola, Croce, Gramsci (en algunas 
partes), Luckács y Korsch los que se encuentran muy aparejados a esta 
corriente historicista y que consideran al Estado como unidad autónoma 
esperando a que el “sujeto revolucionario” (proletariado) lo tome para 
modificarlo.33 
En lo concerniente a la visión “burguesa” del historicismo y que consideran 
al Estado como sujeto, se puede decir que la gran mayoría de sus 
representantes están dentro del propio liberalismo, del estructural-
funcionalismo y de las corrientes actuales de la ciencia política. Justamente los 
autores más conspicuos de estas vertientes con los que Poulantzas debatió 
fueron Max Weber, T. Parsons, D. Easton, G. Balandier, D. Apter, G. Almond, 
Laswell, W. Mills, N. Bobbio, G Sartori J. Rawls, R Nozick, J. Habermas y un 
sin número más de intelectuales de esta factura. 
Al igual que la vertiente marxista del historicismo, la variante “burguesa” 
retoma la visión de un Estado completamente autónomo esperando que los 
diferentes “actores” (partidos políticos, sindicatos, grupos de interés, grupos de 
presión, burocracia, etc.) del “sistema político” se encuentren en “interacción”, 
la cual, depende de ciertas “motivaciones” (racionales-instrumentales, afectivas 
o tradicionales) para que este sistema puede ser comprendido cabalmente. En 
este sentido, estos actores aceptan una serie de reglas, las cuales, un árbitro 
completamente autónomo (el Estado) se encarga de hacerlas cumplir para la 
búsqueda del “bien común”.34 
Ahora bien, dentro de la visión economicista que considera al Estado como 
objeto, como ya mencioné, se remonta a una interpretación de la tesis marxista 
 
33 Cfr. Ibíd., p. 36 
34 Cfr. Ibíd., pp. 37, 47, 53-54, 180-182. 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 39vista en el “Manifiesto.”35 Son precisamente autores como Kautsky, Plejánov, 
Trotsky y un sinnúmero de autores de la Tercera Internacional que 
interpretaron al Estado completamente subsumido a la estructura económica. 
Es lo que Poulantzas llama “disolución de lo político en lo económico.”36 Es 
decir, un Estado que pierde toda autonomía con respecto a la economía y que 
únicamente tiene razón de ser en la medida en que es un instrumento de la 
clase dominante para que pueda reproducir directamente sus intereses 
económicos. 
 
35 Véase Supra., p. 36 
36 Cfr. Ibíd., p. 343 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 40 
 
 
1.2.2 Funciones y características principales del Estado capitalista. 
1.2.2.1 Funciones del Estado. 
Hablar de las funciones principales del Estado capitalista nos remite 
inmediatamente a hacer memoria a la primera concepción de Estado en 
Poulantzas. Si recordamos dicha noción nos lleva a vincular al Estado con una 
función muy importante: la reproducción del capitalismo en todo el conjunto de 
las estructuras que componen a las formaciones sociales. 
La función del Estado, factor de cohesión de la unidad de una formación, que hace 
de él el lugar donde se condensan las contradicciones de las instancias, es, por lo 
demás, aún más claro si se advierte que una formación social históricamente 
determinada se caracteriza por la imbricación de varios modos de producción.37 
Es claro que al decirnos cómo es el Estado en su primigenia definición, al 
mismo tiempo el autor galo nos está señalando cuál es su función principal. Sin 
embargo, hay que hacer notar que el Estado como “factor de cohesión” intenta, 
en la medida de lo permitido, hacer posible la coexistencia de todos los demás 
modos de producción con el predominio de solamente uno. En este sentido, se 
observa una idea de orden en una formación social, que en nuestro tiempo es 
capitalista. Por ejemplo, pueden existir, en ciertos lugares de una formación 
social, todavía relaciones en donde los campesinos se encuentren unidos con 
sus medios de producción, pero en otro, los campesinos se encuentren 
despojados y no tengan más remedio que proletarizarse agrariamente. En este 
sentido, el papel del Estado es hacer posible que las relaciones capitalistas se 
hagan dominantes. Este es el ejemplo de las relaciones económicas en sentido 
estricto. Empero, lo mismo sucede en otras relaciones como las ideológicas. El 
parlamento y la Constitución Política son el lugar para intentar suplantar una 
ideología religiosa católica, propia de los modos de producción precapitalistas, 
por otra, nacionalista o utilitaria-liberal. 
Toda esta ejemplificación obedece a un estudio puro del capitalismo. En las 
formaciones sociales concretas han existido casos atípicos como el ejemplo de 
Bismarck en Alemania. En aquella época (último cuarto del siglo XIX) el Estado 
 
37Ibíd.,, p. 46 
 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 41 
 
 
alemán era feudal pero cumplía con funciones capitalistas. Esto se debió, 
según Poulantzas, a la propia autonomía relativa entre las estructuras del 
capitalismo que permitió la existencia de relaciones capitalistas en sentido 
estricto con un Estado todavía feudal. Esto tiene que considerarse como una 
excepcionalidad a la regla general del funcionamiento del Estado capitalista.38 
No obstante, a pesar de cumplir este enjambre de funciones, su principal 
papel es eminentemente político. 
Esas funciones constituyen funciones políticas en la medida en que tienden, en 
primer lugar, al mantenimiento de la unidad de una formación social, fundada en 
último análisis sobre el dominio político de clase.39 
Son políticas esas funciones en la medida en que intentan reproducir los 
intereses de la clase dominante en su conjunto: la burguesía. 
Hasta aquí se ha visto que esta gran función identificada del Estado 
capitalista se acomoda perfectamente con la primera noción de Estado en 
Poulantzas articulada a su propia autonomía relativa con respecto a las 
estructuras del capitalismo (especialmente la política). 
Ahora bien, es fundamental reconocer que el papel del Estado de 
salvaguardar los intereses conjuntos de los capitalistas, no lleva a pensar en 
Poulantzas una concepción llanamente instrumentalista. Al contrario, es 
precisamente su segunda noción acoplada a la autonomía relativa con respecto 
las propias clases sociales la que nos brinda otras funciones amalgamadas a 
ésta. 
En este sentido, las funciones del Estado se pueden identificar en dos polos: 
funciones específicas hacia la clase dominante y funciones específicas hacia la 
clase dominada. 
Respecto de las clases dominadas, la función del Estado capitalista es impedir su 
organización política, que superaría su aislamiento económico, manteniéndolas en 
el aislamiento que comparte su propio efecto [...] por el contrario, respecto de las 
clases dominantes, el Estado capitalista trabaja permanentemente en su 
 
38 Ibíd., p. 46 
39 Ibíd., p. 46 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 42 
 
 
organización en el nivel político, anulando su aislamiento económico, que es, 
también aquí, su propio efecto así como el de lo ideológico.40 
Esta cita es bastante ilustrativa para darnos a entender que el Estado en el 
capitalismo intenta, por un lado, mantener individualizados a los pertenecientes 
a la clase obrera. Es decir, impedir que la lucha económica se extienda a los 
otros niveles y lograr la forma coherente en su expresión política, como partido 
de clase. De esta manera, el Estado no aparece como un árbitro superpuesto a 
la sociedad que busca el consenso entre los diferentes “actores” o grupos del 
“sistema social”, específicamente, del “sistema político.” 
Por otra parte, hacia las clases dominantes busca su organización política 
para su dominación. Pero como vimos, en los conceptos de fracciones de clase 
y de bloque de poder, el Estado concentra la lucha política de clases. En este 
sentido, es importante rescatar que en este punto el Estado sí consolida el 
dominio de clase, pues aunque encuentre individualizada como consecuencia 
de las relaciones capitalistas de producción, intenta mantener su dominio 
conjunto y, al mismo tiempo, el dominio hegemónico de una fracción de clase 
en particular. 
1.2.2.2 Características del Estado 
Después de analizar las funciones principales del Estado capitalista, ya es 
posible identificar las características principales y generales de éste. 
Doble característica, pues, del Estado capitalista: por una parte, su autonomía 
respecto de la económico implica la posibilidad, según la relación concreta de las 
fuerzas, de una política social, de sacrificios económicos en provecho de ciertas 
clases dominadas; por otra parte, es esa misma autonomía del poder político 
institucionalizado lo que le permite a veces atacar el poder económico de las 
clases dominantes, sin llegar nunca a amenazar su poder político.41 
Estas características descritas se vinculan con la doble autonomía relativa 
descrita anteriormente. Por un lado, al tener autonomía con respecto a la 
estructura económica puede tener injerencia en la economía. Por el otro, al 
tener autonomía con respecto a la clase dominante y las clases sociales en 
general puede desfavorecer a una fracción de la clase dominante. Los dos 
 
40 Ibíd. p. 239. 
41 Ibíd., p. 245 
Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 43 
 
 
hechos nos regresan a la función principal del Estado: reproducir el capitalismo 
en su conjunto siendo un factor de orden. 
De esta manera, en ocasiones el Estado es aquel en donde el régimen 
capitalista de trabajo encuentra su soporte principal para reproducirse. Así se 
evita caer en una concepción

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