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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES LOS CONCEPTOS DE ESTADO, GOBIERNO Y RÉGIMEN POLÍTICO EN NICOS POULANTZAS Y NORBERTO BOBBIO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN CIENCIA POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA CON ESPECIALIDAD EN CIENCIA POLÍTICA PRESENTA EDWIN BULMARO BAHENA ARMILLAS DIRECTOR DE TESIS DR. DAVID ÁLVAREZ SALDAÑA MÉXICO, D.F. JUNIO 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE GENERAL pp. Prólogo…………………………………………………………………………………………… 7 Introducción…………………………………………………………………………………….. 11 Capítulo I………………………………………………………………………………………… 19 1. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas…………………………. 21 1.1 Supuestos filosóficos generales del marxismo…………………………………. 21 1.2 La concepción de Estado en Poulantzas………………………………………... 26 1.2.1 El concepto de Estado……………………………………………………… 26 1.2.1.1 Método y enfoque de estudio………………………………………… 26 1.2.1.2 Los dos conceptos de Estado………………………………………... 30 1.2.1.3 Críticas a las concepciones dominantes de Estado……………….. 35 1.2.2 Funciones y características principales del Estado capitalista…………. 40 1.2.2.1 Funciones del Estado………………………………………………….. 40 1.2.2.2 Características del Estado…………………………………………….. 42 1.2.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………………... 44 1.2.3.1 Forma de Estado de transición o absolutista………………………. 47 1.2.3.2 Forma de Estado liberal……………………………………………… 48 1.2.3.3 Forma de Estado monopolista……………………………………….. 48 1.2.3.4 Forma Estado de excepción………………………………………….. 50 1.3 La concepción del aparato del Estado y de régimen político en Poulantzas... 53 1.3.1 El papel del aparato de Estado……………………………………………. 53 1.3.1.1 Los aparatos represivos (AR) y los aparatos ideológicos (AI)……. 54 1.3.1.2 El aparato del Estado como una relación más allá de los AR y AI. 57 1.3.2 El régimen político en Poulantzas………………………………………… 61 1.3.2.1 Diferencia entre gobierno y régimen político……………………….. 61 1.3.2.2 Formas de regímenes políticos………………………………………. 63 1.3.2.2.1 Forma de régimen democrático-parlamentario……………. 64 1.3.2.2.2 Forma de régimen de excepción……………………………. 67 1.3.2.2.2.1 El régimen fascista…………………………………... 68 1.3.2.2.2.2 El régimen de dictadura militar……………………... 70 Capítulo II………………………………………………………………………………………… 75 2. Estado, gobierno y régimen político en Norberto Bobbio…………………………... 77 2.1 Supuestos filosóficos generales del liberalismo político……………………….. 77 2.2 La concepción de Estado en Norberto Bobbio………………………………….. 83 2.2.1 El concepto de Estado……………………………………………………… 83 2.2.1.1 Método y enfoque de estudio………………………………………… 83 2.2.1.2 La construcción del concepto de Estado……………………………. 89 2.2.2 Funciones y características principales del Estado.……………………... 95 2.2.2.1 Funciones del Estado………………………………………………….. 95 2.2.2.2 Características del Estado…………………………………………….. 97 2.2.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………………… 101 2.2.3.1 Forma de Estado estamental…………………………………………. 103 2.2.3.2 Forma de Estado absoluto……………………………………………. 104 2.2.3.3 Forma de Estado representativo……………………………………... 105 2.2.3.4 Forma Estado socialista………………………………………………. 110 2.2.3.5 Forma de Estado totalitaria…………………………………………… 112 2.3 La concepción de gobierno y sistema político en Norberto Bobbio…………... 115 2.3.1 Gobierno y sistema político………………………………………………… 115 2.3.1.1 Concepto de gobierno…………………………………………………. 115 2.3.1.2 Concepto de sistema político…………………………………………. 118 2.3.1.3 Clarificación conceptual………………………………………………... 119 2.3.2 Formas de gobierno………………………………………………………… 122 2.3.2.1 La forma democrática de gobierno…………………………………... 123 2.3.3.2.1 Definición de democracia…………………………………….. 123 2.3.3.2.2 Características de un gobierno democrático………………. 125 2.3.3.2.3 Relación democracia-liberalismo……………………………. 128 2.3.2.2 La forma autocrática de gobierno……………………………………. 130 2.3.3.2.1 La dictadura……………………………………………………. 130 2.3.3.2.2 La tiranía……………………………………………………….. 132 Capítulo III……………………………………………………………………………………….. 135 3. Confrontación de autores y entendimiento conceptual…………………………….. 137 3.1 Diferencias y semejanzas entre Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio………. 137 3.1.1 Semejanzas…………………………………………………………………. 139 3.1.1.1 Método de estudio y enfoque………………………………………… 139 3.1.1.2 Concepto de Estado. Funciones y características………………… 141 3.1.1.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………….. 144 3.1.1.4 Régimen político/gobierno. Clarificación conceptual……………… 146 3.1.1.5 Tipos y formas de régimen político/gobierno………………………. 148 3.1.2 Diferencias…………………………………………………………………… 151 3.1.2.1 Método y enfoque de estudio………………………………………… 151 3.1.2.2 Concepto de Estado. Funciones y características ………………... 153 3.1.2.3 Tipos y Formas de Estado……………………………………………. 156 3.1.2.4 Régimen político/gobierno. Clarificación conceptual……………… 159 3.1.2.5 Tipos y formas de régimen político/gobierno………………………. 162 3.1.3 Cuadro comparativo………………………………………………………… 165 3.2 Críticas y deficiencias en Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio………………. 169 3.2.1 Método y enfoque de estudio…………………………………………….. 170 3.2.2 La concepción de Estado. Funciones y características……………….. 174 3.2.3 Tipos y formas de Estado…………………………………………………. 176 3.2.4 Régimen político/gobierno. Clarificación conceptual………………….. 178 3.2.5 Tipos y formas de régimen político/gobierno…………………………… 181 3.3 Entendimiento conceptual común………………………………………………... 185 3.3.1 Estado………………………………………………………………………… 185 3.3.1.1 Tipos de Estado…………………………………………………… 189 3.3.1.2Formas de Estado………………………………………………… 191 3.3.2 Régimen político…………………………………………………………… 194 3.3.2.1 Tipos de régimen político………………………………………... 196 3.3.2.2 Formas de régimen político……………………………………... 198 Conclusiones…………………………………………………………………………………… 201 Bibliografía………………………………………………………………………………………. 205 7 PRÓLOGO Para la ciencia política, en general, es muy importante definir claramente sus conceptos mediante los cuales puede aprehender la realidad. Sin embargo, al formar parte de las ciencias sociales no ha quedado exenta de diversos enfoques conceptuales –los cuales, se pueden deber a múltiples factores como el enfoque filosófico, epistemológico y hasta ideológico– que muchas de las ocasiones velan los análisis de los fenómenos políticos. Una de las abstracciones fundamentales de la ciencia a la que hago mención es el Estado. Demasiadas ocasiones en los análisis políticos y en los discursos académicos escuchamos este concepto sin ninguna definición clara de lo que significa. Bien podemos argüir que se refieren al Estado “a secas” o poniéndole algún adjetivo como capitalista, burgués, de derecho, democrático, unitario, federal, populista, etc. Pero lo más alarmante de todo es que se llega a confundir con otras categorías de análisis, si bien parecidas, hartamente diferentes y que obedecen a otros niveles abstractos de la realidad política. En este contexto, la realización de esta tesis es útil para la politología pues puede tener un punto de referencia en el cual sepamos en qué nivel de abstracción, distinción y de análisis teórico de la realidad podemos ubicar los conceptos de Estado, gobierno y régimen político. De igual manera, es de primer orden el cometido de este estudio, pues pretende distinguirlos de la manera más precisa y clara que se pueda hacer desde el punto de vista propio de la política, al mismo instante, que busca explicar el porqué no ha sido de ese modo. Vasto es el universo de la ciencia política así como de sus teorías para explicar la realidad. No obstante, me refiero básicamente a un par de autores- corrientes que durante mucho tiempo han sido pilares importantísimos en esta disciplina: el marxismo y el liberalismo. Es de bien sabido que obedecen a distintas concepciones del mundo y grande es la literatura y los escritores que han ampliado a este par de escuelas. Empero, me centro primordialmente en dos de sus pensadores más conspicuos en la ciencia política en el último cuarto del siglo pasado: Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio. 8 Dicha selección obedece, en el primer autor, a que no ha habido hasta el momento en el marxismo una teorización política sistemática, coherente y apegada a esta corriente como la que realizó Nicos Poulantzas. Por su parte, Norberto Bobbio fue un gran estudioso del liberalismo político, no negando, en muchas ocasiones en su obra, su afinidad a esta corriente. Además, ambos teóricos fueron contemporáneos entre sí y se ubican en un debate todavía actual que inició en los últimos 30 años del siglo pasado. Si bien el italiano Norberto Bobbio vivió 20 años más que el marxista greco-francés, ello no demerita un estudio comparativo pues en las obras de Poulantzas se encuentran todavía un cúmulo importante de aportaciones que son vigentes. Bajo esta perspectiva, mi estudio debe ser visto como un marco pionero en la investigación de la politología porque en ninguna parte del mundo se ha intentado comparar hasta el momento a dos de los autores más importantes de la ciencia política del siglo XX, y que al mismo tiempo, procedan de la corriente marxista y liberal. De este modo, lo que el lector encontrará en esta investigación son tres grandes capítulos. En el primero, se ven los conceptos de Estado, gobierno y régimen político distinguidos en “tipos” y “formas” en Nicos Poulantzas tomando en cuenta los supuestos filosóficos generales de marxismo, así como su propio método y enfoque de estudio. En el segundo, se realiza un trabajo similar, sólo que con Norberto Bobbio teniendo los supuestos filosóficos generales del liberalismo político, así como su propio método y enfoque de estudio. En el tercero, se confrontan y critican a ambos autores con base a lo ya visto en los dos apartados anteriores. Finalmente, se intenta realizar un marco general y primigenio sobre la manera en que se pueden distinguir los conceptos de estudio de esta tesis. Por supuesto, no debo dejar de lado los problemas y obstáculos que se han tenido en la elaboración de este escrito, y que a continuación manifiesto: a) Conseguir la obra de ambos autores en lengua castellana. b) Discernir los textos más importantes y fiables para los objetivos de esta investigación. 9 c) Encontrar un marco común para comparar a Nicos Poulantzas y a Norberto Bobbio sabiendo que proceden de escuelas de pensamiento y métodos de estudio altamente divergentes. Quiero agradecer enormemente en todo el proceso de elaboración de este estudio a tres actores que enuncio, no por jerarquía de importancia, sino por orden de aparición en su efectuación: en primer lugar, a mi padres Edith Armillas y Bulmaro Bahena, quienes me han brindado todo el apoyo material y anímico a lo largo de mis estudios de licenciatura, y desde luego, en la realización de esta tesis; en segundo lugar, a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, la cual, me ha dado las herramientas metodológicas y de investigación básicas para realizar este estudio; finalmente, a mi asesor el Dr. David Álvarez Saldaña, quien me hizo notar mis errores de un modo objetivo y conciso, y simultáneamente, me supo guiar en todos los aspectos, desde teórico-metodológicos hasta ortográficos, para que este escrito pudiese llegar a un buen puerto. Edwin Bahena. 11 LOS CONCEPTOS DE ESTADO, GOBIERNO Y RÉGIMEN POLÍTICO EN NICOS POULANTZAS Y NORBERTO BOBBIO. Introducción. Los grandes problemas que por mucho tiempo se ha planteado la ciencia política son los siguientes: ¿cómo entender y diferenciar teóricamente al Estado, al gobierno y al régimen político, y, por qué no ha habido un punto en común en la teoría política para hacerlo claramente? Numerosos científicos sociales, especialmente politólogos, se han propuesto estudiar desde el punto de vista teórico este tema. Dos grandes corrientes como el marxismo y el liberalismo, de forma primordial en su vertiente política, han tratado de dar una explicación sobre este tópico. De esta manera, el marxismo en sus líneas más generales considera teóricamente al Estado, a sus aparatos y al régimen político como parte de la superestructura determinada y/o sobredeterminada en primera y/o en última instancia por el modo de producción de una formación social dividida en clases, teniendo como resultado, una dominación política “de clase” correspondiente a un régimen de trabajo específico. En contraparte, el liberalismo político parte del supuesto de que el Estado, el gobierno civil y el régimen político (o en su acepción más amplia y reciente conocido como “sistema político”) son producto de un consenso contractual, posterior a un estado de naturaleza, en donde las libertades (de propiedad, de pensamiento, de expresión, etc.) de los sujetos y las normas que los regulan son lo más importante. Lo anterior lleva a pensar que sus distintos enfoques filosóficos, epistemológicos, metodológicos e incluso ideológicos han abierto una brecha irreconciliable para entender estas abstracciones. Por ello, es indispensable comprender qué plantean este par de paradigmas a partir de dos autores que, desde mi punto de vista y que ya mencioné en el prólogo, han sido de los más importantes estudiosos, reformuladores y12 ampliadores del marxismo y del liberalismo en la ciencia política en el último cuarto del siglo pasado: Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio, respectivamente. Aunque se pueda pensar que Nicos Poulantzas se apareja principalmente a una de las tantas variantes del marxismo (estructural-marxismo), no se debe deducir de allí que sus aportes en la teoría política marxista han sido ya superados por algún otro estudioso o militante de esta escuela. De esta forma, el aporte principal de Poulantzas, y por lo cual merece ser estudiado en esta investigación, es que coloca en el orden teórico a las relaciones sociales separadas y determinadas por las estructuras (económica, política e ideológica). Así, le fue posible observar una autonomía relativa de las estructuras sociales del capitalismo, aunque todas ellas se encuentran en el marco de las relaciones capitalistas de producción. Ello le permite visualizarlas teóricamente más allá de todas las demás concepciones dominantes y hasta dogmáticas al interior y fuera de esta corriente de pensamiento, las cuales, se mencionan en el primer apartado de esta investigación. Por su parte, Norberto Bobbio fue un gran estudioso y reformulador del liberalismo político, no negando, en muchas ocasiones en su obra, su afinidad o simpatía a esta escuela. Para muestra de ello baste con hacer algunas citas en relación a sus estudios del liberalismo político y de la libertad en sí misma. Mientras las libertades civiles son una condición necesaria para el ejercicio de la libertad política, ésta, es decir, el control popular del poder político, es una condición necesaria para la consecución, primero, y para la conservación, después, de las libertades civiles.1 En estas líneas lo que me interesa hacer notar es que, en primera instancia, coloca a las libertades, ya sean políticas o civiles, por encima de cualquier otro valor. Desde luego, no niega a la igualdad o a la justicia como otros valores de gran relevancia, lo que pasa es que, como filósofo político “liberal sui géneris” educado bajo una tradición jurídica, creyó y pensó que las libertades políticas y civiles eran la condición necesaria para el desarrollo político y social. Sin embargo, no eran suficientes pues la libertad esta sujeta al poder. Al respecto nos comenta: 1 Norberto Bobbio, Igualdad y Libertad, España, Paidos, 1993, p.117. 13 No existe ni una libertad perdida para siempre ni una libertad conquistada para siempre: la historia es un entramado dramático de libertad y opresión, de nuevas libertades a las que contestan nuevas opresiones, de viejas opresiones abatidas, de nuevas libertades reencontradas de nuevas opresiones impuestas y de viejas libertades perdidas.2 Es importante esta cita porque, a diferencia de los demás liberales que creen que una vez conquistadas o reconocidas las libertades ya no hay nada más qué hacer, reconoce que ésta no tendrá un final, aunque ello no sea obstáculo para luchar por ella Por último, lo anterior se confirma cuando nos señala que el desarrollo histórico sigue un camino a la “libertad”, aunque como un “liberal diferente”, pensó que podíamos llegar más allá del propio liberalismo sin negar su importancia, es decir, superar las libertades políticas en el Estado para llevarlas en la propia sociedad. “En este sentido parece que la dirección del desarrollo histórico ya no es „del Estado despótico al Estado liberal‟, sino „del Estado liberal a la sociedad liberada‟.”3 De esta manera, es de primer orden enunciar que los objetivos generales de esta investigación son: a) Comprender los aportes filosóficos generales del marxismo y del liberalismo político para que puedan ser útiles a la ciencia política. b) Entender los conceptos de Estado, gobierno y régimen político sin vinculaciones ideológicas. En el mismo tenor, los objetivos específicos de esta tesis son los siguientes: a) Analizar profundamente la obra de Nicos Poulantzas y Norberto Bobbio con base a su entendimiento conceptual y diferenciador sobre el Estado, gobierno y régimen político. b) Delinear primitivamente, en un mismo cuadro teórico y analítico, los conceptos de estudio de esta tesis a partir de estos dos autores en un diálogo comparativo y confrontador. 2 Ibíd. p. 130 3 Ibíd. p. 143 14 Este último objetivo no pretende ser un eclecticismo que tome lo mejor de ambos autores y los intente unir. Tampoco es una negación llana de lo que ya han abarcado estas escuelas pues, me atrevo a decir, seguirán vigentes en el siglo XXI. Mucho menos, procura ser una superación proponiéndose como objetivo ser la más acabada propuesta integral y original de la teoría política. Será, en todo caso, un entendimiento conceptual común donde se intentará comprender, de modo primigenio y consciente de las grandes diferencias, los conceptos de estudio ya mencionados a partir de los aportes de ambos autores analizados en esta investigación y distinguidos en “tipos” y “formas”. Visto lo anterior, la hipótesis general de trabajo radica en que la causa principal de las distintas maneras de entender los conceptos de Estado, gobierno y régimen político entre Poulantzas y Bobbio radica en que, el primero, los comprende en la medida en que los relaciona al régimen de trabajo capitalista de una formación social específica con su respectiva autonomía relativa; mientras que el segundo, los concibe de modo fundamental (aunque no total) bajo la propia dinámica abstraída de las relaciones sociales independientemente de las condiciones materiales en el que se encuentren presentes, originando de modo predominante, un entendimiento reconstructivo de las principales preocupaciones de los “autores clásicos” que él consideró de la teoría política. De esta hipótesis general se desprenden cinco específicas: a) Para Poulantzas, la construcción de una teoría de los tipos y formas del Estado y de sus respectivos regímenes políticos son posibles en la medida en que deben acotarse en momentos históricos determinados y relacionados con sus distintas transformaciones, es decir, en el caso de sus estudios, poder construir una tipología del Estado capitalista y de sus propios regímenes amalgamados al capitalismo. b) Para Bobbio, las teorías del Estado y del gobierno son posibles construirlas en la medida en que se pueda realizar una gran teoría general de la política en donde la determinación del momento histórico en diferentes latitudes son secundarios ya que se pueden abstraer constructivamente y de forma autónoma de su contexto. 15 c) En lo tocante a las funciones del Estado en ambos autores se encuentra la similitud de que éste cumple como una función primordial la de ser un factor de orden en la sociedad. Sin embargo, también surgen divergencias, ya que para Poulantzas el Estado tiene la característica principal la de ser, aunque relativamente, un “Estado de clase”; mientras que para Bobbio, el rasgo fundamental del Estado, aunque no suficiente, consiste en ser un sujeto superpuesto a la sociedad para crear consensos y resolver conflictos d) En ambos autores concurre sólo una divergencia nominal importante: en Poulantzas, no se encuentra un concepto de gobierno, el cual, lo suple por el de régimen político; en Bobbio, no está presente un concepto claro de régimen político que es usado como sinónimo de gobierno (concepto utilizado predominantemente por el autor italiano) o de sistema político (abstracción poco abordada por el filósofo turinés). No obstante, a pesar de las diferencias, en el contenido, tanto el concepto de régimen político y gobierno, coinciden en los aspectos de las escena política y en la fórmula de cuántos y quiénes gobiernan. e) Los autores francés e italiano coinciden en algunas de las formas de Estado y régimen/gobiernoal menos en sus características más esenciales y en la aparición cronológica de éstos. Es decir, en esencia las formas de Estado absolutista, liberal-representativa y de excepción (autor francés) o totalitaria (escritor italiano) se encuentran como “formas de Estado” en Poulantzas y Bobbio. Igualmente sucede con las formas de régimen/gobierno democrático y de dictadura. De este modo, el método utilizado en este estudio es teórico-cualitativo, el cual, utiliza como herramientas el análisis y la comparación de las obras de Nicos Poulantzas y de Norberto Bobbio bajo el fundamento rector de los tres conceptos de los que se guía este trabajo. Visto lo anterior, en ambos autores analizo por separado los siguientes ejes: a) El concepto de Estado. En este aspecto se anotan las distinciones en el método y enfoque de estudio en Poulantzas (materialismo histórico) y Norberto Bobbio (reconstructivismo), y en consecuencia, la causa principal 16 del porqué existen diferencias en el entendimiento de los conceptos de estudio en esta tesis, partiendo, en una primera instancia, propiamente de la abstracción de Estado. En este sentido, ello es el eje director del cual parte mi hipótesis principal de trabajo. b) Las funciones y características principales del Estado. En este punto se tocan qué funciones y características generales le asignan al Estado tanto el autor greco-francés como el escritor italiano. c) Tipos y formas de Estado. Para tratar este tópico se abordan los tipos y formas que fueron estudiados por este par autores. d) Clarificación conceptual entre régimen político, gobierno y sistema político. A parte de diferenciar estos conceptos, se hace notar que en Poulantzas y Bobbio existe sólo una diferencia nominal en el concepto de régimen político (autor francés) y gobierno (escritor italiano) e) Tipos y formas de régimen/gobierno. Dependiendo el autor se utiliza la pertinencia de estas abstracciones. Lo que se busca poner de relieve es que en ambos autores se encuentra una similitud al menos en la aparición cronológica y nominal de esta tipología. Finalmente, para una mejor comprensión de esta tesis se divide en tres grandes capítulos: 1) El Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas. En este gran apartado se ve de forma puramente descriptiva, analítica y distintiva los conceptos de Estado, gobierno y régimen político en el autor greco-francés basándome en los cinco ejes anteriormente mencionados, aunque con algunas variaciones en la presentación para que el lector pueda tener mayor comprensión sobre el tema. 2) El Estado, gobierno y régimen político en Norberto Bobbio. En este capítulo se realiza un trabajo similar que en el anterior, sólo que tiene como referencia al autor italiano y las variaciones propias para presentar de modo más comprensible el pensamiento de este escritor. 3) Por un entendimiento conceptual común. Después de haber visto la descripción analítica en ambos autores de los conceptos estudiados en 17 este trabajo, esta última parte tiene tres puntos fundamentales: a) las semejanzas y las diferencias confrontadoras en ambos autores teniendo como referente la hipótesis general de trabajo, las hipótesis específicas, el estudio descriptivo realizado en los dos apartados anteriores y los cinco ejes nodales de la investigación (se realizará un cuadro para ello); b) críticas y deficiencias en ambos autores, las cuales, son deducidas por mi parte a partir de todo el trabajo ya realizado con anterioridad; c) tentativa primitiva de un entendimiento conceptual común en donde se trata de comprender, en un marco común, los conceptos de Estado, gobierno y régimen político diferenciados en tipos y formas. Como simple sugerencia le pido al lector que esta tesis sea leída de forma cronológica, ya que de no hacerlo puede no comprender esta investigación en toda su cabalidad. En este caso, se corre el riesgo de realizar juicios anticipados o mal comprendidos que en líneas posteriores se aclararán o en anteriores ya se dijeron. Del mismo modo, espero que no cauce pereza debido que los dos primeros capítulos son pura descripción y el tercero es la síntesis de ambos. La elección de realizarlo de esta manera se debe a que se intenta mostrar un análisis sistemático y claro de lo que se pretende. Sin mayor preámbulo se pasará a abordar dicha tarea. 19 CAPÍTULO I. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 21 1. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas. 1.1 Supuestos filosóficos generales del marxismo. Si se intentan rastrear los fundamentos principales del marxismo surgido en el siglo XIX se pueden enumerar, junto con Lenin, en la filosofía alemana, en la economía política inglesa y en el socialismo utópico francés.4 Es precisamente de la filosofía alemana de donde los clásicos del marxismo partieron, superándola y descubriendo el materialismo histórico, como contraposición del idealismo en general, para tener un método y así entender la historia de las sociedades humanas. Fue justo de Hegel de quien tomaron y corrigieron el método dialéctico para tener una concepción histórica en movimiento, contradictoria y, aplicada al capitalismo, revolucionaria. Sin embargo, fue necesario que ellos pudieran tener una idea clara de lo que este gran filósofo alemán había indicado en sus obras. Al respecto, Engels dice lo siguiente: En Hegel, la dialéctica es el autodesarrollo del concepto. El concepto absoluto no sólo existe desde toda una eternidad –sin que sepamos dónde–, sino que es, además, la verdadera alma viva de todo el mundo existente. El concepto absoluto se desarrolla hasta llegar a ser lo que, a través de todas las etapas preliminares que se estudian por extenso en la “Lógica” y que se contienen todas en dicho concepto; luego, se “enajena” al convertirse en la naturaleza, donde, sin la conciencia de sí, disfrazado de necesidad natural, atraviesa por un nuevo desarrollo, hasta que, por último, recobra en el hombre la conciencia de sí mismo; en la historia, esta conciencia vuelve a elaborarse a partir de su estado tosco y primitivo, hasta que por fin el concepto absoluto recobra de nuevo su completa personalidad en la filosofía hegeliana5 El problema de Hegel, y que muy bien fue descubierto por Marx y Engels, es que vio en el devenir de la historia la realización de las ideas, y por consiguiente, se puede llegar a una idea absoluta que, se quiera o no, es el fin de la misma historia. 4 Cfr. Lenin V. I, “Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo” en Obras escogidas en un tomo, Moscú, Progreso, 1974, p. 15 5 Federico Engels, Feuberbach y el fin de la filosofía clásica alemana. México, Ediciones de Cultura Popular, 1976, p. 194. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 22 A pesar de esta dificultad, el gran mérito de Hegel fue trazar su método de modo dialéctico. La utilidad de ello es que se puede pensar, filosófica y socialmente, de manera cambiante, contradictoria y evitar siquiera tener la tentación de que el estado de cosas se mantenga para siempre así. Planteado en otros términos, el método hegeliano, por más que busca la realización del espíritu absoluto y que intentó justificar metafísicamente la conservación social (baste con ver la concepción de Estado en Hegel), tiene un objetivo revolucionario en su propio seno. No obstante, tuvo que cambiar un aspecto fundamental en el método. Es por ello que Marx y Engels pusieron de “pie” a este excelso filósofo alemán, es decir, en vez de concebir el mundo como una sistematización de las ideas mismas, habría de concebirlo a él y a la historia desde un punto de vista materialista. El propio Engels nos comenta: Nosotrosretornamos a las posiciones materialistas y volvimos a ver en los conceptos de nuestro cerebro las imágenes de los objetos reales, en vez de considerar a éstos como imágenes de tal o cual fase del concepto absoluto. Con esto la dialéctica quedaba reducida a la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto el del mundo exterior como el del pensamiento humano […] Pero, con esto, la propia dialéctica del concepto [del concepto de dialéctica hegeliano] se convertía simplemente en el reflejo consciente del movimiento dialéctico del mundo real, lo que equivalía a convertir la dialéctica hegeliana en producto de la cabeza; o mejor dicho, a invertir la dialéctica, que estaba abajo, poniéndola de pie […] Con esto volvía a ponerse en pie el lado revolucionario de la filosofía hegeliana […] La gran idea cardinal de que el mundo no puede concebirse como un mundo de objetos terminados, sino como un conjunto de procesos, en el que las cosas que parecen estables , al igual que sus reflejos mentales en nuestras cabezas, los conceptos, pasan por una serie ininterrumpida de cambios…6 Este extenso párrafo nos sirve para determinar claramente que el método marxista, inspirado en la filosofía alemana (especialmente la de Hegel), ve a la historia desde una óptica cambiante que no puede prescindir de conceptos tomados de esa misma realidad material (más no de las ideas puras) que 6 Ibíd., pp. 195-196 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 23 intentan entenderla en un devenir de afirmaciones y negaciones al interior de su matriz. Ahora bien, todo ello llevó a Marx y a Engels a pensar en un hilo conductor que ayudara a entender el acontecer histórico-dialéctico conformado de múltiples determinaciones contingentes que son muy difíciles de aprehender en la teoría. Desde luego, con los párrafos citados ya se puede vislumbrar que es el descubrimiento de las condiciones materiales de existencia ese hilo que llevara a constituir al materialismo histórico. Sin embargo, es de vital importancia que estos clásicos justifiquen el porqué de esa posición. Totalmente contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana, que desciende del cielo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo. Es decir, no se parte de lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan, ni tampoco del hombre predicado, pensado, representado o imaginado, para llegar de aquí, al hombre de carne y hueso; se parte del hombre que realmente actúa y, arrancado de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida7 Aquí hay una idea bastante clara de lo que el materialismo histórico, en base a los conceptos construidos por el materialismo dialectico, se propone estudiar, o sea, analizar la historia a partir de las condiciones materiales de existencia y no al revés. Empero, todavía es indispensable recalcar que dichas condiciones materiales, que por la vía empírica se pueden comprobar, son necesarias abstraerlas en conceptos susceptibles de comprensión teórica. Para ello, el concepto de “modo de producción” es el pilar para construir la teoría marxista. Sin embargo, fue menester de Marx y Engels señalar las premisas de las que partieron para dejar en claro su pensamiento. Las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino premisas reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado ya hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente empírica […] Podemos distinguir los hombres de los animales por la conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero los hombres mismos comienzan a ver la diferencia entre ellos y los animales tan pronto como comienzan a producir sus 7 Carlos Marx, La ideología alemana, México, Ediciones de Cultura Popular, 1976, p. 21. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 24 medios de vida […] Los individuos son tal y como se manifiestan su vida. Lo que son coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen como en el modo de cómo producen.8 Es importante rescatar que la abstracción “modo de producción”, como concepto abstraído de las condiciones empíricas de existencia, es el eje con el cual se entienden las relaciones sociales. Pero este concepto, además de señalar propiamente lo económico, también indica el hilo por el cual se pueden comprender las demás relaciones y estructuras de la sociedad. Es lo que comúnmente se ha llamado estructura y superestructura. En la primera, se encuentran las relaciones económicas en sentido estricto (fuerzas productivas y relaciones sociales de producción); y en la segunda, el edificio social restante (política, ideología, cultura, etc.) que se sostiene a partir de lo económico. Esta esquematización no debe ser tomada al pie de la letra, es decir, pensar que el modo de producción se reduce a lo económico y que esto determina mecánicamente a la superestructura. Más bien, se debe pensar en un eje conductor de entendimiento consecuente con la misma posición materialista de la historia. Al respecto, Marx y Engels nos dicen: La estructura social y el Estado brotan constantemente del proceso de vida de determinados individuos; pero de estos individuos, no como puedan presentarse ante la imaginación propia o ajena, sino tal como realmente son; es decir, tal y como actúan y como producen materialmente y, por lo tanto, tal y como desarrollan sus actividades bajo determinados límites, premisas y condiciones materiales, independientes de su voluntad.9 Aquí debe de quedar claro que toda la superestructura es vinculada a las condiciones materiales como una manera de proceder en el pensamiento para evitar caer en un idealismo que piense que los individuos actúan solamente de acuerdo a su arbitrio o pura racionalidad. Desde luego, con ello se intenta velar el néctar por el cual los hombres producen y reproducen su vida material- social. A tales motivos, los clásicos del marxismo recalcan lo económico como punto de partida y eje articulador. 8 Ibíd., p. 24-25. El subrayado es mi parte 9 Ibíd., p 20. El subrayado es de mi parte. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 25 Ahora bien, el mismo concepto de modo de producción es una abstracción formal que, como ya se dijo, intenta aprehender el proceso de trabajo como un todo en donde las condiciones materiales tienen la mayor importancia. Este concepto no existe como tal en la realidad, pero ayuda a entenderla. De esta manera, el marxismo se sirve de una serie de conceptos abstractos- formales para poder crear teorías particulares y regionales a partir de la determinación de las condiciones materiales de existencia. Dentro de las teorías particulares se encuentran las teorías de los modos de producción identificados en la historia, es decir, del esclavismo, del feudalismo, del capitalismo, etc. Mientras que las teorías regionales comprenden a cada una de las estructuras o pisos del edificio social, como por ejemplo la teoría regional de lo económico, de lo político, de lo ideológico, etc. Así, el marxismo se ocupa por estudiar a los modos de producción en la historia de una forma dialéctica, o sea cambiante. Con ello se rompe cualquier prejuicio de pensar en unas teorías generales omniabarcadores. Lo que es abarcador, en todo caso, es el método marxista de la historia. Al respecto, el propio Engels nos dice: Si en nuestras investigaciones nos colocamos siempre en este punto de vista [de la dialéctica materialista], daremos al traste de unavez para siempre con el postulado de soluciones definitivas y verdades eternas; tendremos en todo momento la conciencia de que todos los resultados que obtengamos serán forzosamente limitados y se hallaran condicionados por las circunstancias en las cuales los obtendremos10 Por tales motivos, las aportaciones del mismo marxismo deben ser consideradas como productos históricos que, vistas dialécticamente, sirven para explicar distintas estructuras sociales. Es por ello que no se puede olvidar que esta corriente es producto del devenir histórico-dialéctico del capitalismo y, como tal, también deben ser tomadas sus aseveraciones. 10 Federico Engels. Feuberbach y el fin de la filosofía clásica alemana. México, Ediciones de Cultura Popular, 1976, p. 197 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 26 1.2 La concepción de Estado en Poulantzas. Antes de pasar propiamente al análisis de Nicos Poulantzas, debo aclarar que el criterio de selección para presentar sus aportes se basan desde dos dimensiones: a) Mostrar a lector la radiografía de su pensamiento a partir de su libro más sistemático y completo para la ciencia política: “Poder político y clases sociales en el Estado capitalista”. A partir de éste, los demás textos que él escribió se muestran como una genealogía que, pese a contener errores que él mismo aceptó, lo llevaron a su visión original de la teoría política marxista. De este modo, se acomodarán de acuerdo al eje rector de este libro y la propia temática de mi investigación, es decir, la presentación de su pensamiento tendrá que ser entendida como un “sistema solar”. b) Cuando se traten los tipos y formas de Estado y de régimen político se tendrá como eje articulador primordial a los textos: “Fascismo y dictadura” y la “Crisis de las dictaduras”. Sin embargo, a pesar de sus aportes, éstos deben ser enmarcados dentro del libro base que se enunció en la primera dimensión. No obstante, debo hacer una aclaración importante: el texto de “Hegemonía y dominación en el Estado moderno” no es tomado en cuenta. Esto lo hago así porque el mismo Poulantzas desechó los argumentos de este libro por considerarlos ajenos a su auténtico pensamiento.11 En este sentido, mi intención en esta tesis no es discutir las contradicciones del verdadero pensamiento del autor galo, sino más bien, a partir de sus ideas que él creyó eran las más acertadas, cumplir con los objetivos de mi investigación. 1.2.1 El concepto de Estado. 1.2.1.1 Método y enfoque de estudio. En primera instancia hay que señalar que Poulantzas concibe al Estado a partir de su articulación con un modo de producción. Cabe notar que a dicho régimen de trabajo lo comprende como una abstracción formal que no sólo 11 Véase Nicos Poulantzas, Estado, poder y socialismo. México, Siglo XXI, 2001, p. 100, pie de página 22. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 27 quiere indicar lo económico, es decir, la producción material en sentido estricto, sino “una combinación específica de diversas estructuras y prácticas que, en su combinación, aparecen como otras tantas instancias o niveles.”12 De este manera, un modo de producción se puede concebir como una unidad compleja, compuesta de estructuras (económica, política, ideológica, etc.)13 y prácticas sociales con determinación, sólo en última instancia, de lo económico. El concepto de modo de producción le sirve a Poulantzas, y en general al marxismo, para entender formalmente la realidad. Sin embargo, lo que se presentan en los hechos son “formas sociales” históricamente determinadas. Para ello es necesario conocer el concepto de formación social. Por éste se entiende a aquella imbricación factual de diferentes modos de producción que, no obstante, alguno de ellos posee la cualidad de ser el predominante.14 Así, lo que la teoría del estructural-marxismo del autor greco-francés propone investigar es una teoría regional, o sea, el Estado en varios modos de producción insertos en diferentes formaciones sociales.15 Por ejemplo, lo que 12 Nicos Poulantzas, Poder político y clases sociales en el Estado capitalista, México, Siglo XXI, 2001, p. 4 13 Por estructura se quiere indicar aquella matriz o unidad organizadora compuesta de relaciones, las cuales, al variar alguna no afecta, de manera sustancial, a las demás, permaneciendo, generalmente e independientemente de los elementos constitutivos, por periodos largos de tiempo para poder ser el punto que ayude a la reproducción de las relaciones sociales del pasado, del presente y las del futuro. 14 Cfr. Ibíd. p. 6 Con ese concepto se puede entonces referir a Francia, Inglaterra o México (por ejemplo) en un momento histórico determinado en donde un modo de producción tiene el predominio sobre los demás. 15 La corriente del estructural-marxismo nace a partir del debate abierto por Louis Althusser en donde indicó que el “verdadero” marxismo es aquel del “viejo Marx” en contraposición del “joven Marx”. La diferencia entre ambos radica en lo siguiente: el primero, le presta más importancia al estudio de las estructuras (determinación de lo económico y cierta autonomía de las demás) que componen a un modo de producción. Éste es considerado como un concepto en proceso de construcción continúa; mientras que el segundo, todavía está bañado de una corriente historicista heredada de Hegel en donde parece ser que los sujetos históricos más importantes del capitalismo (burguesía y proletariado) son vistos a partir de la propia idea construida de ellos, la cual, se objetiva en su práctica volitiva. Para más información véanse Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 28 hizo Marx en El Capital fue un estudio sobre la teoría particular del modo de producción capitalista en la estructura regional de lo económico, preponderantemente. De forma similar, Poulantzas nos brinda una teoría regional de lo político en el modo de producción capitalista. Este régimen de trabajo se distingue porque la estructura regional de lo económico, aparte de ser determinante en última instancia, posee el carácter de predominante. Para comprender esa afirmación es necesario vislumbrar, de modo general, el estudio marxista de la estructura regional de lo económico en el capitalismo, porque de ahí se puede levantar el edificio teórico que explica, relativamente, la teoría regional de lo político. La estructura económica se comprende desde dos aspectos: las relaciones de producción y las fuerzas productivas. Éstas últimas son aquellos recursos materiales y humanos con los que cuenta una formación social en un momento histórico determinado. Se compone por el productor directo, el objeto sobre el que recae el trabajo, los medios de producción y el no productor que se apropia del excedente. En contraparte, las relaciones de producción se encuentran constituidas por dos tipos de relaciones: la relación de apropiación y de propiedad. La primera, radica en los agentes que se adueñan de los excedentes producidos. La segunda, tiene su fundamento en la posesión factual de los medios de producción.16 De esta manera, Poulantzas nos dice que lo que caracteriza de forma esencial al capitalismo es lo siguiente: La combinación característica del MPC [modo de producción capitalista] consiste en una homología de las dos relaciones - la separación en la relación de propiedad coincide con la separación en la relación de apropiación real-; la de los modos precapitalistas de producción consiste en una no homología de las dos Louis Althusser, La revolución teórica de Marx, México, Siglo XX, 1977, 335pp. Louis Althusser, Para leer El Capital, México, Siglo XXI, 1976, 206 pp. Adam Shaff, Estructuralismo y marxismo, México, Editorial Era, 196, 235 pp. 16 Se quiere aclarar que el concepto marxista de propiedad privada sobre los medios sociales de producción por parte de la burguesía no se refiere, exclusivamente, a la propiedad asentada jurídicamente, sino a la propiedad económica sobre ellos y, en consecuencia, hacer posible la explotación inherente en este régimen de trabajo Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 29 relaciones -separación en la relación de propiedad, unión en la relación de apropiación real-17 Esto quiere decir que en el capitalismo los productores directos (proletariado) se encuentran desposeídos de los medios de producción, por consiguiente, los no productores (burguesía) los poseen, ocasionando, en consecuencia, que también se apropien del excedente producido (plusvalía) Esa homología del capitalismo fija las pautas, según el autor galo, para la realización de una teoría regional de lo económico. Dicho en otras palabras, a partir de ahí se pueden hacer aprehensiones propias del estudio de esa estructura como son las abstracciones de trabajo concreto, trabajo abstracto, valor, plusvalía, tasa de plusvalía, cuota de plusvalía, ganancia, cuota de ganancia, etc. Sin embargo, con dicha homología también se fijan las pautas para la realización de una teoría regional de lo político. Dicho en otros términos, es posible hablar de conceptos como Estado capitalista (superestructura política), aparato del Estado, aparatos represivos e ideológicos del Estado, clase dominante, clase dominada, hegemonía, poder político, bloque de poder, régimen político, formas de Estado capitalista, legitimación, etc. Así, se llega a un concepto fundamental para el marxismo puntualizado por Nicos Poulantzas que sirve para la comprensión de la estructura política: autonomía relativa. Por esta abstracción entiende la determinación, sólo en última instancia, por parte de lo económico en lo político sin ser éste último un simple reflejo de lo primero. Ahora bien, con este bagaje teórico se puede decir que en la obra de Poulantzas se encuentran dos concepciones complementarias de Estado que, a su vez, me parece desde mi interpretación, se articulan perfectamente con lo que se puede denominar como doble autonomía relativa del Estado: la autonomía relativa con respecto a la estructura económica y con respecto a las clases sociales (incluyendo a la clase dominante.) Con ello, intenta romper con el par de ideas predominantes de Estado en el marxismo del siglo XX y en la 17 Ibíd., p. 22 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 30 teoría política en general: el Estado como instancia autónoma y el Estado como instrumento. Para aclarar más las ideas subsiguientes de la cuestión, a manera de puro análisis, la exposición se dará de la siguiente forma: en primer orden, se vislumbra la primera concepción de Estado en Poulantzas que se articula con la primera forma de autonomía relativa (autonomía con respecto a la estructura económica); posteriormente, se conoce la segunda concepción de Estado en este autor que se concatena con la segunda forma de autonomía relativa (autonomía con respecto a las clases sociales); finalmente, se ve cómo ambas concepciones, vistas de forma complementaria, intentan romper con el par de concepciones predominantes del Estado en el marxismo, y en general, con la teoría política que la escuela marxista denomina “burguesa.” 1.2.1.2. Los dos conceptos de Estado en Poulantzas Poulantzas realiza una distinción importante: definir la “superestructura jurídico política del Estado”, es decir, lo “político” y las “prácticas políticas de clase”, o sea, la “política.”18 Es justamente en “lo político” donde nos brinda su primera concepción en “Poder político y clases sociales en el Estado capitalista”. El Estado posee la función particular de constituir el factor de cohesión de los niveles de una formación social. Esto es precisamente lo que el marxismo expresó al concebir el Estado como factor del orden, como principio de organización, de una formación, no ya en el sentido corriente de orden político, sino en el sentido de la cohesión del conjunto de los niveles de una unidad compleja, y como factor de regulación de su equilibrio global, en cuanto sistema.19 Esta definición hay que analizarla a profundidad porque lo que nos está diciendo no radica propiamente en ¿qué es el Estado?, sino, ¿cómo es el Estado en el capitalismo? Con esto quiere indicar que el Estado es el único que tiene la capacidad de mantener amalgamadas en una unidad a las distintas instancias o estructuras 18 Cfr. Ibíd., p. 33. Puesto que esta tesis se remite al estudio del concepto de Estado, únicamente lo ceñiré al análisis de “lo político.” La política queda presenciada de forma indirecta y tácita a lo largo de estas líneas. 19 Ibíd., p. 43. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 31 (economía, políticas e ideología) para conservar y reproducir el modo de producción predominante en una formación social sobre los demás que también están presentes. Además, con orden no quiere darnos a entender el “orden jurídico” establecido en normas o leyes, sino el orden, aunque diferencial e inestable, de toda una formación social establecida en un régimen de trabajo determinado (capitalista). Así pues, es posible decir que en el caso del capitalismo, se puede hablar del Estado capitalista propiamente, y no sólo del Estado “a secas.” Dicho en otras palabras, Poulantzas construye una teoría del Estado capitalista, mas no una teoría general del Estado que abarque todos los tiempos.20 Entiendo aquí el término de teoría general en sentido fuerte: el de un corpus teórico sistemático que a partir de proposiciones generales y necesarias fuera, a la vez, explicar los tipos de Estado en los diversos modos de producción, expresiones singulares de un mismo objeto teórico, y exponer las leyes de transformación que caracterizarían las metamorfosis de ese objeto, en su propio espacio, de un modo de producción a otro[...], en cambio, resulta perfectamente legítima una teoría del Estado capitalista, que construya un objeto y un concepto específico: ello se hace posible por la separación entre el espacio del Estado y la economía bajo el capitalismo.21 Lo anterior lo expresa de esa manera porque, y siguiendo con la lógica el materialismo histórico, no puede existir una teoría sin tomar precisamente los cambios dialécticos de la historia y el carácter provisional de las afirmaciones teóricas, como dijera Engels. Por eso, y pensando el autor greco-francés en la propia autonomía relativa de las estructuras en el capitalismo, a lo sumo sólo se pueden construir teorías de los diferentes tipos de Estado (esclavista, feudal, socialista, etc.) En el caso específico de su estudio, construir una teoría del Estado capitalista. Con ello, el objeto se acota en un tiempo histórico determinado. Es precisamente esta definición de Estado en Poulantzas la que se relaciona perfectamente con la primera autonomía relativa de éste, es decir, con 20 Ello no eximiría construir teorías del Estado en sus diferentes tipos, es decir, construir una teoría del “Estado esclavista”, del “Estado feudal” o del “Estado Socialista.” 21 Nicos Poulantzas. Estado, poder…, op. cit,. p. 16 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 32 aquella que tiene que ver con la autonomía propia de las estructuras o pisos del edificio social en el capitalismo (economía, política, ideología, etc.), la cual, se fija con la homología de las relaciones de producción capitalistas. Dichahomología de las relaciones de producción conlleva a que los productores directos sean un elemento del capital y el trabajo se convierta en una mercancía para la producción de plusvalía. Ese efecto produce una autonomía entre lo económico, lo político y lo ideológico. Es decir, ese tipo de relaciones hace que lo económico funcione y se reproduzca de forma ampliada o sea, no hay necesidad de una intervención directa o extra económica realizada por el Estado como en los modos de producción precapitalistas. Igualmente, este mismo efecto provoca que el Estado en el capitalismo tenga su propia dinámica aunque no de forma total. Hemos visto que la primera idea de Estado en Poulantzas se refirió más bien al ¿cómo? Ahora bien, después de la publicación de Poder Político… el autor greco-francés en sus posteriores obras, y de forma recurrente, nos brinda el concepto de Estado a partir de lo qué es. Al respecto nos dice que […] el Estado es una relación: más precisamente, la condensación de la relación de fuerzas entre las clases dominantes tal como se expresa, de manera específica, en el seno del Estado. Así como el “capital” contiene ya en sí la contradicción capital/trabajo asalariado, las contradicciones de clase atraviesan siempre, de lado a lado, al Estado porque éste, por su naturaleza de Estado de clase, reproduce en su seno mismo esas contradicciones.22 Si en la primera concepción del Estado lo plantea teóricamente con una autonomía relativa con respecto a lo económico. En esta segunda va más allá, pues no sólo lo concibe como una serie de instituciones, como generalmente lo plantean la mayoría de las corrientes de la teoría política, tampoco sólo como un factor de cohesión de las estructuras (económica, ideológica, etc.), sino como un lugar político en donde las clases sociales (las dominantes en específico) lo atraviesan, y su vez, son atravesadas en sus diferentes relaciones sociales, especialmente en la lucha política de clases. 22 Nicos Poulantzas, La crisis de las dictaduras. México, Siglo XXI, 1976, pp. 91-92. El subrayado es de mi parte. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 33 De esta manera, teóricamente las prácticas de las clases sociales están determinadas por las estructuras económica (relaciones de producción, las cuales, determinan en última instancia), política (Estado) e ideológica (ideología dominante) para evitar caer en lo que él denomina como historicismo, es decir, el pensar que los hombres hacen volitivamente su historia sin determinaciones histórico-sociales. Desde este marco es necesario revisar, aunque de modo muy general, al entendimiento de clase social, fracciones de clase y bloque de poder para entender cabalmente la segunda concepción de Poulantzas en su respectiva autonomía relativa. Por clase social el autor greco-francés entiende […] un concepto que indica los efectos del conjunto de las estructuras, de la matriz del modo de producción o de una formación social sobre los agentes que constituyen sus apoyos: ese concepto indica, pues, los efectos de la estructura global en el dominio de la relaciones sociales.23 En este aspecto es necesario resaltar que las clases sociales no practican estructuras, es decir, no constituyen el punto nodal de las matrices del régimen capitalista de producción. Al contrario, son la consecuencia de dichas estructuras. En este sentido, las clases sociales practican intereses en su actuación, los cuales, van a estar condicionados por lo económico, lo político y lo ideológico. Puede decirse así que una clase social, se define por su lugar en el conjunto de las prácticas sociales, es decir, por su lugar en el conjunto de la división social del trabajo, que comprende las relaciones políticas y las relaciones ideológicas. La clase social es, en este sentido, un concepto que designa el efecto de la estructura en la división social del trabajo.24 Bajo esta óptica ya es posible vislumbrar a las “fracciones autónomas de clases”. Ello quiere indicar aquellos subconjuntos de las clases sociales en los que la división social del trabajo les crea una autonomía propia sin dejar de 23 Nicos Poulantzas, Poder político…, op. cit,. p. 75 24 Nicos Poulantzas, Las clases sociales en el capitalismo actual, México, Siglo XXI, décima edición, 1990, p 15. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 34 pertenecer a ella.25 Así, se pueden ubicar fracciones de clase dominante dependiendo diversos análisis concretos como: burguesía industrial, comercial, financiera, monopolista, no monopolista, compradora, burguesía de Estado, todas ellas utilizadas por Poulantzas a lo largo de su obra. Asimismo, dialécticamente se puede ubicar a la clase proletaria.26 Este cúmulo de fracciones de clase, que en conjunto sólo forman fuerzas sociales, si se analizan desde el punto de vista político, se establece lo que el autor greco-francés denomina: “bloque de poder”. Para comprender este concepto es fundamental entender, en una primera instancia, qué concibe nuestro autor por “poder político”. Por éste entiende “la capacidad de una clase social para realizar sus intereses objetivos específicos”27 Así, el poder no se refiere a una capacidad de voluntades en donde un agente “A” imponga su voluntad a un agente “B” por la fuerza o por el consentimiento. Más bien, se debe concebir que el ejercicio del poder político por parte de las clases sociales (la burguesía y/o proletariado en el capitalismo) se haga siempre y cuando, mediante el Estado, pueda ser posible la realización de sus intereses. Desde esta perspectiva, es importante decir que lo que comúnmente se llama “poder del Estado”, no es otra cosa que el centro del ejercicio del poder político practicado por las clases sociales en pugna. Sin embargo, el poder no es realizado como algo exclusivo de una clase, para ello, es necesario el “bloque de poder.” Éste “constituye una unidad contradictoria de clases y fracciones políticamente dominantes bajo la égida de la fracción hegemónica.”28 Es de este modo que Poulantzas tiene dos dimensiones para distinguir el accionar del bloque de poder: el poder político de la clase dominante en su conjunto y el poder político de la fracción hegemónica. 25 Nicos Poulantzas, Poder político…, op. cit., p. 75 26 Véase. Ibíd. 392 pp. 27 Ibíd., p. 124 28 Ibíd., p. 308. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 35 En el primero podemos encontrar la dominación de toda una clase en oposición y en contradicción a las demás en toda una formación social abrigada preponderantemente por un modo de producción. En el segundo, podemos encontrar la hegemonía de una fracción de la misma clase dominante en conflicto con las demás, sin por ello demeritar su poder político en el Estado y en el conjunto de una formación social albergada preponderantemente por un régimen de trabajo. Es de primer orden recordar que en ambos momentos, el Estado es entendido como “relación de condensación de fuerzas”. En este sentido, se puede observar su autonomía relativa con las clases sociales ya que no representa directamente, en todos sus armazones institucionales, los intereses de la burguesía y de sus fracciones en su conjunto. Aunque es menester tener presente que el Estado se encargue de presentarlos como el de “todos los ciudadanos”. 1.2.1.3. Críticas a las concepciones dominantes de Estado. Hemos visto los dos conceptos complementarios de Estado en Poulantzas vinculados con su doble autonomía relativa. Ahora es necesario pasar revista a la manera en que la idea general de Estado en el autor galo se contrapone y objeta las concepciones dominantes de Estado al interior de las interpretaciones del marxismoy, en general, de la teoría política. Pero dejemos que el mismo Poulantzas nos diga cuál es son dichas ideas dominantes: En esta problemática, el Estado es considerado, ya sea como sujeto, ya sea como una Cosa. Como sujeto: se trata en el fondo de la vieja concepción hegeliana de un Estado realmente “separado” de la “sociedad civil”, dotado de una racionalidad intrínseca en tanto encarna una voluntad general frente a individuos atomizados; concepción que incidió en la obra del joven Marx y que sigue gravitando en sus declaraciones a propósito del Estado considerado como “organismo independiente y por encima de la sociedad”, carácter que sería paralelo a la función de dominación de clase del Estado. El Estado como Cosa: hay allí una vieja concepción marxista “instrumentalista” que considera al Estado, en su naturaleza, como un simple instrumento, o máquina, manejable a voluntad por las clases dominantes y cuya relación de representación con los intereses de las clases Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 36 dominantes se debería a que esas clases apañan o saquean ese instrumento inerte.29 Bien, las dos ideas que se rastrean en esta cita son: el Estado como sujeto y el Estado como objeto o cosa. En lo concerniente a la primera cuestión, se puede decir que Poulantzas la objeta precisamente con su primera concepción de Estado con su respectiva autonomía relativa. A decir, si al Estado lo concibe como “el factor de cohesión de una formación social” determinada, relativamente en la última instancia por la estructura económica (relaciones capitalistas de producción), luego entonces, no se puede pensar que el Estado sea como un ente superpuesto a la sociedad. Es imaginar que éste es una organización inexpugnable, es decir, cerrado y, al mismo tiempo, un árbitro neutral para lograr consensos. Se olvida de esa manera, según el autor francés, de la función principal del Estado: reproducir el capitalismo en su conjunto, procurando mantener el orden de todas las estructuras (económicas, ideológicas, etc.) y de las relaciones sociales. Planteado en otros términos, ayudar a reproducir la división clasista irreconciliable de las formaciones sociales capitalistas para conservar el dominio de una clase: la de la burguesía. En el otro extremo se encuentran las compresiones de marxistas ortodoxos que lo han considerado como un simple instrumento de la clase dominante. Quizá dicha concepción se rastree en interpretaciones hechas por los marxistas de la Segunda y Tercera internacional en relación a la sentencia de Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, según la cual, el “gobierno del Estado actual no es más que una junta que administra los negocios comunes de la burguesía.”30 A tales motivos, Poulantzas, al momento de concebir al Estado como “una relación de condensación de fuerzas” plantea que no se le puede vislumbrar como un simple instrumento, sino más bien, como un lugar desgarrado y atravesado por los distintos intereses de las clases sociales. Pero no solamente 29 Nicos Poulantzas, La crisis…, op. cit., p. 91 30 Carlos Marx y Federico Engels, Manifiesto del Partido Comunista. México, El Caballito, 2001, p. 56 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 37 eso, también se presenta en una formación social como el garante del “bien común”, ocultando su pertenencia de clase, sin por ello ser un simple instrumento pues posee su autonomía relativa con respecto a la clase dominante para poder gobernar. Dichas concepciones están magistralmente ejemplificadas, según Poulantzas, en el historicismo y en el economicismo. No se puede suponer que sólo el historicismo corresponde a las corrientes “burguesas” ya que varias vertientes al interior del marxismo igualmente se perfilan a ello (en líneas posteriores daré nombres de autores que están en dicha situación de acuerdo al autor greco-francés.) Lo que sí se puede afirmar de todos modos es que el historicismo comparte una visión del Estado como sujeto, no importando si son de factura burguesa o marxista. En contraparte, la visión economicista tiene sus principios en deformaciones al interior del mismo marxismo, más específicamente, a partir de la “Segunda Internacional Comunista” y con mayor auge en “la Tercera Internacional”. En lo concerniente a la crítica del historicismo, Poulantzas comenta que tuvo su comienzo en Hegel cuya interpretación “se trata, en primer lugar, de un tipo de totalidad simple y circular, compuesta elementos equivalentes […] en segundo lugar, de un tipo lineal de historicidad, cuya evolución está desde siempre contenida en el origen del concepto, identificándose el proceso histórico con el devenir del autodesenvolvimiento.”31 Esta visión tiene como consecuencia una “sobrepolitización de los diversos niveles de las estructuras y de las prácticas”32 Lo que quiere decir ello es que se observa a los sujetos como los hacedores de su propia historia, teniendo como resultado que se niegue la existencia de la lucha de clases y de la determinación de lo económico. Ello provoca que el Estado quede como una especie de ente autónomo que alberga en su seno las distintas fuerzas de los sujetos volitivos para su funcionamiento. Y este funcionamiento no tiene más comprensión que las propias relaciones de los “sujetos” al interior del Estado 31 Nicos Poulantzas, Poder político…, op. cit., p. 33. 32 Ibíd., p. 35 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 38 sin vinculación con las diferentes estructuras (económica e ideológica) en el seno de una formación social. Dentro de esta óptica historicista están los análisis marxistas inspirados en el “joven Marx”, es decir, aquellos en los que se observan como ejes de análisis la “enajenación, la conciencia de clase, etc.” y no las estructuras objetivas y determinantes del capitalismo y que estudió el “viejo Marx” en El Capital. Son precisamente autores como Labriola, Croce, Gramsci (en algunas partes), Luckács y Korsch los que se encuentran muy aparejados a esta corriente historicista y que consideran al Estado como unidad autónoma esperando a que el “sujeto revolucionario” (proletariado) lo tome para modificarlo.33 En lo concerniente a la visión “burguesa” del historicismo y que consideran al Estado como sujeto, se puede decir que la gran mayoría de sus representantes están dentro del propio liberalismo, del estructural- funcionalismo y de las corrientes actuales de la ciencia política. Justamente los autores más conspicuos de estas vertientes con los que Poulantzas debatió fueron Max Weber, T. Parsons, D. Easton, G. Balandier, D. Apter, G. Almond, Laswell, W. Mills, N. Bobbio, G Sartori J. Rawls, R Nozick, J. Habermas y un sin número más de intelectuales de esta factura. Al igual que la vertiente marxista del historicismo, la variante “burguesa” retoma la visión de un Estado completamente autónomo esperando que los diferentes “actores” (partidos políticos, sindicatos, grupos de interés, grupos de presión, burocracia, etc.) del “sistema político” se encuentren en “interacción”, la cual, depende de ciertas “motivaciones” (racionales-instrumentales, afectivas o tradicionales) para que este sistema puede ser comprendido cabalmente. En este sentido, estos actores aceptan una serie de reglas, las cuales, un árbitro completamente autónomo (el Estado) se encarga de hacerlas cumplir para la búsqueda del “bien común”.34 Ahora bien, dentro de la visión economicista que considera al Estado como objeto, como ya mencioné, se remonta a una interpretación de la tesis marxista 33 Cfr. Ibíd., p. 36 34 Cfr. Ibíd., pp. 37, 47, 53-54, 180-182. Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 39vista en el “Manifiesto.”35 Son precisamente autores como Kautsky, Plejánov, Trotsky y un sinnúmero de autores de la Tercera Internacional que interpretaron al Estado completamente subsumido a la estructura económica. Es lo que Poulantzas llama “disolución de lo político en lo económico.”36 Es decir, un Estado que pierde toda autonomía con respecto a la economía y que únicamente tiene razón de ser en la medida en que es un instrumento de la clase dominante para que pueda reproducir directamente sus intereses económicos. 35 Véase Supra., p. 36 36 Cfr. Ibíd., p. 343 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 40 1.2.2 Funciones y características principales del Estado capitalista. 1.2.2.1 Funciones del Estado. Hablar de las funciones principales del Estado capitalista nos remite inmediatamente a hacer memoria a la primera concepción de Estado en Poulantzas. Si recordamos dicha noción nos lleva a vincular al Estado con una función muy importante: la reproducción del capitalismo en todo el conjunto de las estructuras que componen a las formaciones sociales. La función del Estado, factor de cohesión de la unidad de una formación, que hace de él el lugar donde se condensan las contradicciones de las instancias, es, por lo demás, aún más claro si se advierte que una formación social históricamente determinada se caracteriza por la imbricación de varios modos de producción.37 Es claro que al decirnos cómo es el Estado en su primigenia definición, al mismo tiempo el autor galo nos está señalando cuál es su función principal. Sin embargo, hay que hacer notar que el Estado como “factor de cohesión” intenta, en la medida de lo permitido, hacer posible la coexistencia de todos los demás modos de producción con el predominio de solamente uno. En este sentido, se observa una idea de orden en una formación social, que en nuestro tiempo es capitalista. Por ejemplo, pueden existir, en ciertos lugares de una formación social, todavía relaciones en donde los campesinos se encuentren unidos con sus medios de producción, pero en otro, los campesinos se encuentren despojados y no tengan más remedio que proletarizarse agrariamente. En este sentido, el papel del Estado es hacer posible que las relaciones capitalistas se hagan dominantes. Este es el ejemplo de las relaciones económicas en sentido estricto. Empero, lo mismo sucede en otras relaciones como las ideológicas. El parlamento y la Constitución Política son el lugar para intentar suplantar una ideología religiosa católica, propia de los modos de producción precapitalistas, por otra, nacionalista o utilitaria-liberal. Toda esta ejemplificación obedece a un estudio puro del capitalismo. En las formaciones sociales concretas han existido casos atípicos como el ejemplo de Bismarck en Alemania. En aquella época (último cuarto del siglo XIX) el Estado 37Ibíd.,, p. 46 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 41 alemán era feudal pero cumplía con funciones capitalistas. Esto se debió, según Poulantzas, a la propia autonomía relativa entre las estructuras del capitalismo que permitió la existencia de relaciones capitalistas en sentido estricto con un Estado todavía feudal. Esto tiene que considerarse como una excepcionalidad a la regla general del funcionamiento del Estado capitalista.38 No obstante, a pesar de cumplir este enjambre de funciones, su principal papel es eminentemente político. Esas funciones constituyen funciones políticas en la medida en que tienden, en primer lugar, al mantenimiento de la unidad de una formación social, fundada en último análisis sobre el dominio político de clase.39 Son políticas esas funciones en la medida en que intentan reproducir los intereses de la clase dominante en su conjunto: la burguesía. Hasta aquí se ha visto que esta gran función identificada del Estado capitalista se acomoda perfectamente con la primera noción de Estado en Poulantzas articulada a su propia autonomía relativa con respecto a las estructuras del capitalismo (especialmente la política). Ahora bien, es fundamental reconocer que el papel del Estado de salvaguardar los intereses conjuntos de los capitalistas, no lleva a pensar en Poulantzas una concepción llanamente instrumentalista. Al contrario, es precisamente su segunda noción acoplada a la autonomía relativa con respecto las propias clases sociales la que nos brinda otras funciones amalgamadas a ésta. En este sentido, las funciones del Estado se pueden identificar en dos polos: funciones específicas hacia la clase dominante y funciones específicas hacia la clase dominada. Respecto de las clases dominadas, la función del Estado capitalista es impedir su organización política, que superaría su aislamiento económico, manteniéndolas en el aislamiento que comparte su propio efecto [...] por el contrario, respecto de las clases dominantes, el Estado capitalista trabaja permanentemente en su 38 Ibíd., p. 46 39 Ibíd., p. 46 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 42 organización en el nivel político, anulando su aislamiento económico, que es, también aquí, su propio efecto así como el de lo ideológico.40 Esta cita es bastante ilustrativa para darnos a entender que el Estado en el capitalismo intenta, por un lado, mantener individualizados a los pertenecientes a la clase obrera. Es decir, impedir que la lucha económica se extienda a los otros niveles y lograr la forma coherente en su expresión política, como partido de clase. De esta manera, el Estado no aparece como un árbitro superpuesto a la sociedad que busca el consenso entre los diferentes “actores” o grupos del “sistema social”, específicamente, del “sistema político.” Por otra parte, hacia las clases dominantes busca su organización política para su dominación. Pero como vimos, en los conceptos de fracciones de clase y de bloque de poder, el Estado concentra la lucha política de clases. En este sentido, es importante rescatar que en este punto el Estado sí consolida el dominio de clase, pues aunque encuentre individualizada como consecuencia de las relaciones capitalistas de producción, intenta mantener su dominio conjunto y, al mismo tiempo, el dominio hegemónico de una fracción de clase en particular. 1.2.2.2 Características del Estado Después de analizar las funciones principales del Estado capitalista, ya es posible identificar las características principales y generales de éste. Doble característica, pues, del Estado capitalista: por una parte, su autonomía respecto de la económico implica la posibilidad, según la relación concreta de las fuerzas, de una política social, de sacrificios económicos en provecho de ciertas clases dominadas; por otra parte, es esa misma autonomía del poder político institucionalizado lo que le permite a veces atacar el poder económico de las clases dominantes, sin llegar nunca a amenazar su poder político.41 Estas características descritas se vinculan con la doble autonomía relativa descrita anteriormente. Por un lado, al tener autonomía con respecto a la estructura económica puede tener injerencia en la economía. Por el otro, al tener autonomía con respecto a la clase dominante y las clases sociales en general puede desfavorecer a una fracción de la clase dominante. Los dos 40 Ibíd. p. 239. 41 Ibíd., p. 245 Estado, gobierno y régimen político en Nicos Poulantzas 43 hechos nos regresan a la función principal del Estado: reproducir el capitalismo en su conjunto siendo un factor de orden. De esta manera, en ocasiones el Estado es aquel en donde el régimen capitalista de trabajo encuentra su soporte principal para reproducirse. Así se evita caer en una concepción
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