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TALLER DE SOCIOLOGIA URBANA Y RURAL Y PRACTICAS SOLIDARIAS
TRABAJO FINAL
APELLIDO Y NOMBRES:
· Montenegro, Sofía Carla
· Cassolino, Miranda Sofía
· Rioja, Ailin Valeria
· Roffo, Verónica
CUATRIMESTRE: 2
AÑO: 2015
Pautas:
1- Identificación de las actividades desarrolladas, descripción de las tareas desempeñadas. Participantes en la actividad: docentes, alumnos, órganos gubernamentales, entidades no gubernamentales, organizaciones religiosas o políticas locales (no más de una carilla).
2- Marco social: identifique la población o grupo social destinatario de las actividades, comente sus necesidades, problemática social y factores de riesgo. Dentro de estos últimos analice cuestiones de soberanía y seguridad alimentaria, exclusión social, económica o educativa (no más de una carilla).
3- Análisis sociológico: grupos y clases sociales involucradas en la experiencia. Tipos sociales. Fenómenos de movilidad social horizontal. Grupos culturales desplazados, excluidos o migrantes: características e identidad (no más de dos carillas).
4- Rol social del veterinario: además de las tareas realizadas indique como podría desde el rol del veterinario contribuir a facilitar o disminuir el impacto de la problemática estudiada. Rol de la facultad de ciencias veterinarias frente al problema planteado (no más de una carilla).
5- Conclusiones finales y observaciones personales (no más de dos carillas).
Centro de Rescate y Rehabilitación Equina.
El Centro de Rescate y Rehabilitación Equina (CRRE) es una asociación civil sin fines de lucro que trabaja día a día en la rehabilitación de equinos maltratados los cuáles son rescatados en situaciones de emergencia, negligencia o abandono.
Esta organización no gubernamental apuesta a concientizar a los grupos sociales generalmente ligados a la clase baja para poder amortizar la problemática de la tracción a sangre animal y optimizar las condiciones de salubridad y trabajo tanto humanas como animales.
Esta labor es llevada a cabo por medio del aborde de la ONG a las irregularidades presentadas frente a equinos de todas las edades con diferentes lesiones, enfermedades crónicas y degenerativas, desnutridos, o incluso quemados, golpeados, víctimas de arma blanca y hasta de fuego. Su recuperación y rehabilitación es tan importante como la información brindada a los responsables del mismo acerca de su correcta tenencia. Es vital la concientización de estos sectores sociales ya que un adecuado seguimiento veterinario y el bienestar del animal aseguran un mejor rendimiento del caballo como fuente de trabajo, lo cual se ve reflejado beneficiosamente para las familias que dependen de estas prácticas como fuente de ingreso al hogar.
Luego de la recuperación del equino, éstos pueden ser reinsertardos en un hogar mediante adopciones responsables y con seguimiento por parte de los representantes de la ONG. 
Además, el CRRE organiza charlas en colegios, campamentos educativos, cursos dictados por profesionales, capacitaciones para cuerpos de bomberos y policías, control veterinario de los caballos en las peregrinaciones, talleres junto con abogados en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y otras actividades de difusión como ferias y jornadas de concientización en barrios carenciados. Periódicamente se realizan visitas a dicho Centro donde veterinarios, domadores, herreros y otros trabajadores del rubro informan sobre el correcto cuidado del caballo. Por otro lado, se promueven formas alternativas de trabajo y de manejo de residuos distintas a la tracción a sangre, ya sea animal o humana, como la inclusión de la Unidad Móvil de Reciclaje “Tordo” 1, que asimismo busca disminuir el impacto ambiental.
1 https://www.facebook.com/TordoUnidadMovilDeReciclaje/ 
El CRRE cuenta hoy y continuamente con una población de 30 caballos con distintas patologías, algunos de los cuales necesitan tratamientos de por vida. También posee cuatro caballos amputados, siendo uno de los pocos Centros en el mundo que le dan la posibilidad de vivir con tres miembros, brindándoles una calidad de vida que se iguala a la de un equino no discapacitado. Las cirugías y tratamientos de cada uno de ellos se llevan a cabo en el mismo establecimiento. Gracias al esfuerzo realizado, la ONG lleva adoptados más de 60 caballos rescatados en el término de dos años. 
El equipo está formado por dos médicos veterinarios especialistas en equinos, una médica veterinaria holística, un médico veterinario odontólogo, un radiólogo, tres herradores, una abogada, una fiscal, más de treinta voluntarios de entre 18 y 30 años que en su gran mayoría son estudiantes de Ciencias Veterinarias y padrinos y madrinas que no solamente colaboran de manera directa por medio de donaciones sino que también se comprometen con la difusión a través de las redes sociales. 
Si bien la ONG se encuentra enfocada en la recuperación animal cabe destacar el papel que cumple al educar de forma parcial a la clase media-baja que está representada principalmente por recicladores urbanos que utilizan la tracción animal.
La instrucción por parte del voluntariado se ve dirigida, generalmente, a dicha clase socioeconómica que posee altos niveles de pobreza y cuya vida se caracteriza por limitaciones respecto al acceso a muchos bienes económicos. Dado las carencias en cuanto a la salud familiar, es esperable que el animal no reciba la suficiente atención a veces por estas mismas limitaciones, otras por desconocimiento. Desde esa labor corresponde ocuparse de esta segunda problemática, tanto sea con las visitas informativas en las escuelas, influyendo en los mas jóvenes que trasladaran lo aprendido a su seno familiar, como en las jornadas en los barrios, donde se concientiza a los mismos adultos responsables y se les informa sobre los planes de vacunación correspondientes, desparasitaciones, el correcto cuidado de los cascos y debido tiempo de pastoreo y de descanso.
Además de lo dicho anteriormente, por lo general estos grupos sociales se ven sometidos a dificultades de inclusión social, educativa y cultural, siendo aún más difícil la incorporación de los conocimientos que se intenta brindarles, dada la brecha cultural y sus tradiciones tan arraigadas en cuanto al manejo hacia los animales y las personas.
Otro grupo social al que están dirigidas las actividades del CRRE son los propietarios pertenecientes a la clase media y clase media-alta, que cuentan con un respaldo económico como para brindarle a sus animales todo lo que necesitan pero a veces desconocen ciertos aspectos de salubridad y bienestar animal, como: el cuidado odontológico, la correcta alimentación, un trato menos agresivo, por ejemplo, la doma tradicional que implica bastantes rudezas. Para ello se realizan encuentros en el establecimiento (visitas, charlas y/o demostraciones) con el fin de asesorar a los responsables y mantenerlos actualizados respecto al cuidado holístico del animal. 
El rol del veterinario es muy claro en cuanto a la atención de los caballos mientras que el rol social queda enmascarado. Una de las actividades más importantes del mismo es cómo ayudar a los animales y a las personas simultáneamente. Para disminuir el impacto social de esta problemática se deberían extender aquellas actividades sociales realizadas desde el CRRE, intentando llegar a tantas ciudades y pueblos como fuera posible, ya que si bien existen otras ONGs dedicadas al rescate equino, la problemática no es tan reconocida.
Como futuros profesionales veterinarios y formados a partir de una institución pública como lo es la Universidad de Buenos Aires, que no presenta un costo arancelado para los estudiantes, podría plantearse la disposición de los mismos a aquellos sectores sociales que requieren atención de salud publica y medicina veterinaria. Para ello, desde la ONG se propone que se lleven a cabo actividades de inclusión y capacitación que mejoren las condiciones mencionadas, llevando a cabo campañas de esterilización, desvasado, desparasitacióny diversas charlas respecto a temas variables vinculados con la problemática en cuestión como prevención de infecciones, de enfermedades zoonóticas, de bioseguridad a partir del manejo de la basura y de cómo un buen cuidado del animal facilita el trabajo de reciclado urbano.
Link de la página oficial del CRRE: https://www.facebook.com/crre.centro.de.rescate.equino/ 
Conclusiones finales y observaciones personales.
Personalmente, la labor que se desempeña en el voluntariado representa una práctica beneficiosa para los estudiantes que participamos. Si bien nos manejamos bajo la supervisión de médicos veterinarios profesionales, los voluntarios llevamos a cabo tareas de gran variedad para el cuidado equino (tales como enfermería, controles, cuidados generales, etc.) que representan un medio de aprendizaje.
Desde el punto de vista social que la organización lleva a cabo incluyendo aptas condiciones de salubridad, seguimientos médicos y adecuadas prácticas preventivas; nuestro papel es acercarnos a estos sectores más carenciados y facilitar su acceso a la ONG. 
Las visitas, charlas y capacitaciones nos permiten entender la condición social de la gente y sus necesidades. Además, no solamente se logra de nuestra parte una mayor fluidez con su entorno, sino también nos prepara en un futuro para poder implementar la medicina veterinaria conociendo sus condiciones socio-económicas y culturales.
Miranda Sofía Cassolino.
Considerando lo desarrollado anteriormente, si bien la ONG apunta a los buenos cuidados y atención medica del animal, es comprensible la falta de los mismos en determinados grupos sociales, no solo por el estatus socioeconómico que éstos poseen sino también teniendo en cuenta el contexto cultural. 
Cabe destacar que no todos los casos corresponden al maltrato animal, sino que muchos, a su vez, son resultado de la propia ignorancia acerca del cuidado de un equino por parte del propietario y en algunas situaciones influye la falta de ingresos que permiten costear los gastos de atención veterinaria.
Por tal motivo, el Centro de Rescate y Rehabilitación Equino se acerca a estos sectores y ofrece sus servicios, no solo mejorando calidad de vida animal sino también la humana al distribuir información vital para la prevención de posibles enfermedades zoonóticas o incorrectos manejos que podrían resultar nocivos para la salud del grupo.
En mi opinión, la problemática que abarca tanto al maltrato animal como al reciclador urbano no pueden solucionarse solo con la contribución del CRRE, sino que deben participar otras organizaciones, ya sean no gubernamentales o no, el Estado y hasta la misma sociedad, dejando de lado cierto prejuicio y contribuyendo de cualquier forma. 
Sofía Carla Montenegro.
Desde mi punto de vista, esta problemática no puede ser resuelta por una sola organización. Muchas veces uno escucha a las personas criticando aquellos recicladores urbanos que tienen a los caballos en mal estado y se da cuenta que esas personas nunca se pusieron a pensar en la vida de ese reciclador, en cómo fue educado y tratado durante toda su vida, por eso pienso que las charlas de concientización son muy útiles tanto para el bienestar de los animales como para el conocimiento más profundo de la problemática.
Participo del CRRE porque es mi forma de aportar tanto a la sociedad como a los animales pero soy consciente que es un problema que abarca mucho más que charlas y atención veterinaria a los equinos mal tratados. 
Al tratar con sectores sociales carenciados es un tema difícil de resolver ya que los equinos son su herramienta de trabajo. Rescatando a un animal en mal tratado se está dejando a esa persona sin una herramienta útil y, además, va a conseguir otro caballo en el futuro para la misma tarea que probablemente termine en el mismo estado que el caballo anterior. La solución no es quitarle los caballos a los recicladores urbanos, sino que se trata de un compromiso de toda la sociedad a lo largo de los años. 
La participación del CRRE en la Unidad Móvil de Reciclaje “Tordo” es un claro ejemplo de la búsqueda de una alternativa a esta problemática, pero también es un ejemplo de cómo una sola ONG no puede abarcar todo el problema, ya que en este proyecto trabajan tanto veterinarios como trabajadores sociales, abogados y diseñadores gráficos. Además se requiere de la aceptación e inclusión del Tordo por parte de los representantes de las localidades en donde la tracción a sangre animal está permitida.
Verónica Roffo
Aunque me uní al voluntariado para ayudar a los caballos y poder aprender sobre enfermería equina, encontré que las actividades dirigidas a la concientización, buen cuidado y manejo del animal son igual de gratificantes, y producen un impacto mayor a largo plazo. En las charlas en los barrios más humildes descubrí que hay recicladores urbanos que realmente aprecian a sus animales, que les están muy agradecidos pero que desconocen las formas apropiadas de cuidarlos, lo que me hizo abrir la mente y cuestionar mis propios prejuicios y apreciaciones.
Dado que al principio dedicaba mi tiempo de voluntaria a cuidar y tratar los caballos que llegaban a la ONG, lo único que podía pensar al ver un animal totalmente malherido, desnutrido hasta los huesos, con la boca sangrante por laceraciones al usar objetos inapropiados a modo de freno (como trofeos deportivos), con una historia de cicatrices, mataduras y el miedo al hombre y cualquier gesto de sus manos; debido al terrible estado físico y emocional de los animales, mi mente se llenó de prejuicios que quizás antes no estaban tan afirmados. Al pensar en los carreros, realmente me daba rabia y sólo podía expresar sentimientos negativos en forma de insultos hacia ellos. Empecé a trabajar con la gente de clase media en las visitas al mismo centro y charlas en universidades, todos animalistas y con el mismo desagrado general hacia los causantes del sufrimiento animal; fue entonces y a partir de las mismas charlas que caí en la cuenta de que el desconocimiento sobre las buenas prácticas no se define por clases, dado que muchas de estas personas también desconocía la forma adecuada de alimentación, manejo, prácticas de recorte de cascos e incluso de doma. Muchos de ellos se impresionaban al descubrir lo importante que es el cuidado de los dientes, desconociendo totalmente que existían profesionales especializados en ortodoncia, por ejemplo.
Luego, en las charlas que se dan a los barrios humildes, me encontré con una realidad similar: el problema era la falta de información y la limitación económica que tienen. Me resultó lógico que no pudieran darle de comer al animal si no podían ni alimentar la propia familia; noté que muchas de las lesiones más comúnmente vistas eran causadas por una forma incorrecta de atar al animal al carro, etc. Más allá de la parte animal, al ver ese ambiente caí en la cuenta de la verdadera problemática detrás del caballo caído: allí hay abandono social, marginación, violencia doméstica, trabajo infantil e incluso tráfico de armas y droga. Como ONG no nos corresponde hacernos cargo de todo ello, pero sí estamos firmes en la lucha contra la tracción a sangre, animal o humana, y apoyamos las propuestas dadas en ciertos municipios, donde al carrero se lo contrata como reciclador formalmente. 
Ailin Valeria Rioja
Anexo.
Charla de derecho animal y problemática social en la Universidad Nacional de Avellaneda junto con otras organizaciones.
Campamento Alumnos de 5ºA del Colegio Don Bosco.
Capacitación a bomberos de Sarandí.
Pariticipación en charlas en la "Fundación ecológica por una vida mejor".
Control y asistencia veterinaria durante la Peregrinación a Luján.
Charlas y demostraciones en las visitas realizadas en el CRRE.
MV J. Basombrío dando una charla sobre sanidad y correcta alimentación en el CRRE.

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