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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS. FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES. RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO Y MOVIMIENTOS TECNOPOLÍTICOS EN LATINOAMÉRICA. COMPARACIÓN DEL #YOSOY132 Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL CHILENO. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE DOCTOR EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS PRESENTA: SERGIO GARCÍA SÁNCHEZ TUTOR DRA. DELIA CROVI DRUETTA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES,UNAM COMITÉ TUTOR DR. JOSÉ MARÍA CALDERÓN RODRÍGUEZ FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES,UNAM DRA. MARÍA ELENA DE JESÚS MENESES ROCHA TEC MONTERREY DRA. LUZ MARÍA GARAY CRUZ UUNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL DR. CARLOS HERNÁNDEZ ALCÁNTARA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES,UNAM CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX. JUNIO 2017. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Índice. Introducción. 4 Capítulo 1. Premisas teóricas sobre el espacio Público. 13 1.1. Sentidos de lo Público. 13 1.1.1. Lo Público como lo común/General. 14 1.1.2. Lo Público como lo visible. 19 1.1.3. Lo Público como lo abierto/accesible. 23 1.2. Dimensiones espaciales del Espacio Público. 24 1.3. La transformación de lo Privado. 28 1.4. Reflexiones conjuntas ¿Qué es el Espacio Público? 32 Capítulo 2. Cuatro Modelos de Espacio Público. 37 2.1. Espacio Público Griego. 39 2.1.1. Sentidos de lo Público en el Espacio Público Griego. 45 2.2. Espacio Público Burgués. 47 2.2.1. La Prensa y el desarrollo del espacio Público Burgués. 50 2.3. Espacio Público Mediático. Exaltación de la visibilidad y nuevas formas de Interacción. 53 2.3.1. De lo Común a lo Visible. 56 2.3.2. Visibilidad y Política como Espectáculo. 61 2.4. El espacio Público Digital. De la Comunicación Política Analógica a la Digital. 68 2.4.1. La Evolución constante de Internet: la Web 2.0. 68 2.4.2. Digitalización, Hipertextualidades, Multimedialidad e Interacción. 74 2.4.2.1. Digitalización. 75 2.4.2.2. Hipertextualidades. 76 2.4.2.3. Multimedialidad. 76 2.4.2.4. Interacción/ Interactividad. 77 2.4.3. Nuevas formas de Acción Política en el Espacio Público Digital. 81 2.5. Reflexiones sobre los cuatro Modelos de Espacio Público. 98 3 Apunte Metodológico. 104 Capítulo 3. Estudio del Movimiento #YoSoy132. 113 3.1. Redes en México: TICs y Tecnopolítica. 113 3.1.1. La Revolución por “un Mundo en el que quepan muchos mundos”. 114 3.1.2. #Internetnecesario. 119 3.2. #YoSoy132. 123 3.2.1. Re-construcción Histórica del #YoSoy132. 123 3.2.2. Estructura organizativa, formas de participación y toma de decisiones. 134 3.2.3. Estrategias de comunicación y uso de herramientas tecno- comunicativas. 144. 3.2.4. Estrategias de movilización y acción política. 156 3.2.5. Alcances y posibles éxitos del #YoSoy132. 169 Capítulo 4. Movimiento Estudiantil Chileno 2011-2012. 186 4.1. Construcción Histórica. Cronología. 186 4.2. Formas de organización, Participación y Acción Política. 204 4.3. El Espacio Público Digital: como escenario de pugna Política. 210 4.4. Impacto y logros del Movimiento Estudiantil Chileno. 219 Capítulo 5. Análisis Comparativo. 227 Conclusiones Generales. 248 Anexos. 264 Referencias. 398 4 Introducción Uno de los cambios más profundos de la política, proviene de las transformaciones que promueven las Tecnologías de Comunicación e Información (TICs), estas tecnologías la escenifican de acuerdo a sus reglas y sus tiempos, en este contexto, vemos como la acción política se encuentra en constante cuestionamiento y transformación. Con ello cambian no solamente las funciones de la política, sino también la cultura Política y las prácticas ciudadanas, lo cual nos obliga a pensar cuál es su significado en las nuevas condiciones. En este trabajo, se parte de la premisa de que el complejo tecno-comunicativo de la información y el entretenimiento está funcionando como soporte de importantes cambios en la manera de pertenecer, de participar en los asuntos públicos, de ejercer derechos, es decir, se generan nuevos hábitos culturales que están atravesados por la lógica mediática y esto impacta a la política. En el siglo XXI el auge de Internet y el conjunto de tecnologías desarrolladas a partir de éste, están alterando la forma en que se desarrolla la participación política, entramos en una nueva esfera pública que genera nuevas posibilidades de intervención y participación, modifica las formas del ejercicio ciudadano y crea novedosas formas de pertenecer y de generar comunidad. A partir del 2010, hemos visto como las Tecnologías de la Comunicación y la Información, parecen haberse convertido en la panacea de nuevas acciones políticas alrededor del mundo. El fenómeno que iniciara en Túnez a finales del 2010 con las protestas contra el gobierno de Zine El Abidine Ben Ali, y que tras la caída de dicho personaje se extendería por Líbano, Mauritania, Sudán, Arabia Saudí, Yibuti y Somalia. En Egipto, donde la caída de Mubarak fue sumamente violenta; el caso de Libia donde la muerte de Gaddafi cerró una etapa de violencia que dejó más de 15 mil 5 muertos, y finalmente en Siria, donde se libró una lucha contra el régimen de Bashar al-Assad. Europa no fue la excepción, el 15 de mayo se originó en España el movimiento 15M o también conocido como el movimiento de los indignados, que exigían principalmente una democracia real, un gobierno en el que el pueblo participe y sea el sostén, en lugar de una oligarquía electoral. Bajo esta crítica a las democracias electorales y al capitalismo surge un movimiento mundial conocido como los indignados, que se extiende por varios países, los más activos Occupy Wall Street y recientemente el Nuit Debout en Francia. En todos estos movimientos, se reflejó el protagonismo de las TICs como importantes instrumentos para la difusión y orquestación de acciones políticas, aunque muchas veces de forma desmedida, se colocó a estas tecnologías como productoras de cambios sociales. Habrá que ser prudentes y decir que las redes sociales en Internet no crean revoluciones ni modifican los regímenes políticos, porque esas son tareas de cada sociedad de acuerdo con su circunstancia. A lo que sí pueden contribuir, y en casos como los que mencionamos lo hicieron con éxito, es a propagar informaciones, convocatorias y de esa manera convicciones que movilicen a los ciudadanos. Es a partir de esta confusión y en este contexto, que es pertinente plantear una investigación que estudie estas nuevas formas de acción política difundidas y potencializadas por las posibilidades tecnológicas que brinda Internet y centrarlo en casos de estudio Latinoamericano, específicamente en el movimiento estudiantil Chileno y el #Yosoy132 en México. 6 El interés es plantear un abordaje diferente de los que se han hecho usuales en la literatura especializada, respecto de las relaciones que sostienen entre sí las tecnologías de comunicación y la esfera de lo político. Se deja a unlado la postura de aquellos que piensan que con la mediatización de la política está se vuelve automáticamente banal, así como se evita de igual manera, la visión de que con el auge de las TICs se puede acceder a una sociedad idealizada donde reside una acción política horizontal y una especie democracia directa. Sea cual fuere el interés de estas posturas, parece observarse en ellas una tendencia a exagerar el papel de los medios, asignándoles una capacidad de influencia absoluta y por tanto se les considera como esencia de la forma social que causa/genera ciertos comportamientos. Superar estas posturas significa por un lado: ver a las TICs no como causa, sino como consecuencia de formas sociales que se desarrollan en contextos de globalización, mundialización, post- fordismo, posmodernidad, o como se le quiera llamar; y por otro lado, plantear la cuestión de las TICs como soportes/instrumentos que potencializan (no generan) nuevas formas de participación y acción política. Para entender estas acciones políticas, se propone revisar una noción muy estudiada en las ciencias sociales, pero que es necesario recuperar y pensar en las condiciones actuales, me refiero al Espacio Público, el lugar o espacio donde se desarrolla la política. De esta forma, el interés principal de la investigación es analizar las transformaciones del espacio público a partir del desarrollo tecnológico de internet y sus implicaciones en la construcción de nuevas formas de acción política en Latinoamérica. De manera sintética, se persiguen los siguientes objetivos: Objetivo general 7 Analizar las transformaciones del espacio público a partir del desarrollo tecnológico de Internet y sus implicaciones en la construcción de nuevas formas de acción política Objetivos particulares ·Mostrar de qué manera se ha transformado o reconfigurado el espacio público a partir del desarrollo tecnológico de Internet. ·Revelar qué implicaciones tiene la transformación del espacio público, en la posibilidad de potencializar nuevas formas de acción política. ·Analizar y comparar el movimiento el movimiento estudiantil Chileno y el #Yosoy132 en México. ·Estudiar y definir si estas acciones políticas que se derivan del uso de redes sociales como facebook y twitter, se pueden enmarcar en las categorías de estudio de los movimientos sociales o si es necesario buscar nuevas terminologías que permitan explicar estas formas de acción política. Para contextualizar estas acciones colectivas (el #yosoy132 y el movimiento estudiantil chileno) y observar como históricamente ha cambiado la interacción y las formas de acción política, como hemos mencionado, se retoma la noción de espacio público, abordándola en un sentido diferente al de Hanna Arendt y al de Habermas, ya que ellos hablan de declive y destrucción del espacio público. En este trabajo se propone hablar de una reconfiguración constante del espacio público. Es por eso, que en vez de cuestionarnos sobre su destrucción, sobre su crisis, las interrogantes se centran en ¿Cómo se ha transformado el espacio Público a partir del auge de los medios masivos de comunicación y tecnologías inherentes al internet? ¿Qué tipo de espacio público se genera? ¿Qué 8 formas de visibilidad, de comunalidad se construyen? ¿Qué formas de acción política permite que circulen? De esta forma, se parte de dos importantes hipótesis: 1. Que el espacio público históricamente se ha construido a partir de diferentes soportes comunicativos que le han dado una estructura particular: la asamblea, la prensa escrita, la radio, la Televisión, Internet, etc; 2. Y que estos soportes de comunicación imponen determinadas modalidades de interacción, de acceso, de formación de comunidades particulares que dotan de cierta estructura a las prácticas políticas y sociales. A partir de estas hipótesis, se propone el estudio de cuatro escenarios o modelos de espacio público que sustentan la idea de reconfiguración. Estos cuatro escenarios o momentos del espacio público son: el modelo clásico griego, el modelo burgués (ilustración), el modelo mediático (desarrollo de los medios de comunicación masiva) y el modelo digital (desarrollo tecnológico de Internet). Cada modelo supone una tecnología o unos lenguajes que desarrollan determinadas formas de comunicación, lo cual construye una estructura en la que se desarrollan las relaciones políticas y sociales. Sin embargo, aún cuando se presenten de forma histórica, no debe entenderse como una línea de secuencialidades. Se trata, por el contrario, de asumir que la forma del espacio público no es ni unívoca ni monofacética y que es posible advertir coexistencias y articulaciones complejas de los cuatro escenarios. Por otro lado y como segundo camino, el interese se enfoca en estudiar el tipo de acción política que se desarrolla en estos cuatro escenarios, centrándonos en la acción política que posibilita un espacio público digital, esto es, un espacio donde el soporte principal es Internet. 9 La reconfiguración del espacio público a partir del auge de las tecnologías de comunicación lleva a preguntarse: ¿Cómo estas nuevas herramientas tecnológicas, en concreto Internet y el desarrollo de las redes sociales, modifican las prácticas políticas? ¿Qué características tienen estas formas de acción política? ¿Qué herramientas necesitamos para comprender fenómenos de acción colectiva mediadas por las tecnologías de la comunicación? ¿Se pueden enmarcar en las categorías de estudio de los “movimientos sociales” o “nuevos movimientos sociales” o es necesario buscar nuevas terminologías que permitan explicar estas formas de acción política? La llamada “sociedad de los medios” ha planteado un dilema en la construcción de lo comunitario o lo colectivo. La potencialidad de los medios de comunicación de masas y el desarrollo de las TICs plantea profundas transformaciones estructurales y funcionales al espacio público, el cual, parece sumergido en un intenso proceso de profundización tanto horizontal como vertical. Horizontal, en la medida en que las comunicaciones traspasan los límites nacionales para situarse en un escenario globalizador. Y vertical, de forma que nuevos ámbitos y sectores de la vida social (la vida privada, intima), se incorporan a la creciente gama de actividades consideradas como públicas. Tradicionalmente y durante mucho tiempo, las vías de participación ciudadana por antonomasia han sido las urnas, el voto, los mítines, las asambleas y las marchas. Una segunda vía de participación, desarrollada a lo largo del siglo XX son los medios de comunicación masivos (Prensa, radio, cine, televisión). Un canal indirecto, filtrado, vertical que a partir de sus limitaciones técnicas y particulares intereses, ha demostrado ser una vía muy limitada para poder mediar y fomentar la participación y las actividades ciudadanas. En el siglo XXI el auge de Internet y la diversidad de tecnologías desarrolladas a partir de éste, están alterando la forma en que se desarrolla la participación 10 política. El mundo que se abre es la posibilidad virtualmente ilimitada, de volcar opiniones, rebatir y establecer contacto en tiempo real entre gobernantes y gobernados, entre ciudadanos y ciudadanas; entre agentes sociales, ciudadanos y gobierno; una amplia combinación de posibilidades que está rompiendo las estructuras que construyeron los medios masivos de comunicación. En la actualidad, vemos como agrupaciones de personas organizadas a través de dispositivos digitales se manifiestan colectivamente de manera virtual y presencial. La interacción y organización social de estas acciones políticas la mayor de las veces se produce a distancia y funciona a través de la distribución de mensajes por medio de redes sociales. Como adelantamoslíneas atrás, la investigación estudia dos casos: El movimiento estudiantil en Chile en el 2011 es un ejemplo Latinoamericano del uso de las nuevas formas de comunicación derivadas del desarrollo tecnológico de Internet. El uso de redes sociales como Twitter y Facebook fue fundamental para la propagación de manifestaciones y encuentros masivos. El segundo caso de estudio se desarrolla en México, nos referimos al movimiento estudiantil #Yosoy132, el cual tiene su origen el 11 de mayo del 2012 en el auditorio "José Sánchez Villaseñor" de la Universidad Iberoamericana, fecha, en la que el entonces candidato presidencial de la coalición "Compromiso por México" (conformado por los partidos PRI y PVEM) Enrique Peña Nieto presentó su plataforma política como parte del foro Buen Ciudadano Ibero. Al final de su ponencia, un grupo de estudiantes lo interpeló y fue despedido del campus universitario bajo consignas que lo descalificaban. El acontecimiento fue videograbado por varios estudiantes y dichos vídeos se publicaron en las redes sociales. Las principales cadenas televisivas del país, así como muchos periódicos nacionales, matizaron la noticia con el argumento de que aquella protesta no era una auténtica expresión de jóvenes universitarios y que se trataba, por el contrario, de un boicot político orquestada por grupos porriles. 11 Ante estos señalamientos, el 14 de mayo del 2012, un grupo de 131 jóvenes publicaron un vídeo en Youtube en dónde mostraban las credenciales que los acreditaban como estudiantes de dicha universidad. Seis horas después de su publicación, el video había sido reproducido por 21 mil 747 usuarios de esa red social. A raíz del video, distintas expresiones en las redes sociales mostraban su apoyo a los 131 estudiantes con el slogan #YoSoy132. Los casos se estudiarán primero desde una mirada histórica-descriptiva; segundo se analizara la estructura, la forma de organización y la toma de decisiones; tercero, se revisaran las estrategias de movilización y acción política; cuarto, se indagaran las estrategias de comunicación; quinto, se revisaran los alcances y posibles éxitos de los dos movimientos estudiados. Para la elaboración de estos cinco puntos, fue necesario recurrir a la experiencia de los participantes, es a partir de su discurso como se reconstruyen y analizan los dos casos de estudio. La técnica de investigación utilizada fue el uso de entrevistas semi-estructuradas aplicadas a participantes de los dos movimientos; también hay una recopilación documental de diversos testimonios y relatos de vida de jóvenes que participaron activamente en los movimientos. Por sus características, este trabajo esta realizado bajo el paraguas de la investigación cualitativa, a partir de la experiencia de los participantes se construye la historia, las formas de organización, las estrategias de movilización, etc. de los dos movimientos estudiados. La presentación del trabajo se organiza en cinco capítulos: en los dos primeros se desarrollan las premisas teóricas que sustentan la investigación. En el primer capítulo se aborda la noción de espacio público, hablamos de los sentidos de lo público: lo común, lo visible, lo accesible o abierto; lo cual nos servirá para poder evidenciar como estos sentidos funcionan en diferentes etapas históricas y sustentaran la idea de la reconfiguración constante del espacio público. 12 En el segundo capítulo, se propone una estructura teórica-histórica de estudiar el espacio público; se plantea estudiar el espacio público a través de cuatro modelos: el clásico, el burgués, mediático, digital. La intención es identificar la variación socio-histórica de la categoría espacio público y dar cuenta de su constante reconfiguración, nos interesa dar cuenta de diversos espacios públicos que generan diversas posibilidades de participación, de reunión y por tanto de acción política. En el capítulo tres y cuatro se revisan los estudios de caso, ejemplos de acción política que utilizan las nuevas posibilidades tecnológicas de Internet como reacción a una política pública, como medio de expresión colectiva de un descontento, como medio de publicación de información ausente de la discusión pública o de los medios de comunicación tradicionales. En estos capítulos también se discute si estas acciones políticas que se potencializan con el uso de redes sociales como facebook y twitter, se pueden enmarcar en las categorías de estudio de los movimientos sociales o si es necesario buscar nuevas terminologías que permitan explicar estas formas de acción política. Se estudian sus alcances, sus limitaciones y se reflexiona hacia donde se dirigen estas nuevas formas de acción política. Por último, en el quinto capítulo a través del método comparativo, se contrastan los dos movimientos estudiados; a partir de un esquema de análisis establecemos semejanzas y diferencias basado en variables como: contexto histórico, estructura, organización, toma de decisiones, estrategias de movilización y de comunicación, alcances y éxitos. 13 Capítulo 1. Premisas teóricas sobre el Espacio Público. El principal problema que se presenta cuando se habla de espacio público, es de entrada, la inaprensabilidad de su definición. Esto se debe principalmente, a que el termino público carga con diversos significados, su uso lingüístico demuestra la variedad de acepciones, en algunas ocasiones es utilizado como sustantivo (el público), otras como adjetivo (administración pública, documentos públicos, información pública, espacio público, etc.). Otro factor que suma a la confusión, es que tanto lo público como lo privado se han modificado a través del tiempo, en una reconfiguración constante. Quizá, es en el periodo de la Grecia clásica dónde son evidentes sus límites y diferencias en la realidad social: el espacio público estaba destinado a los asuntos políticos comunes y lo privado estaba destinado a lo doméstico, a las actividades necesarias para poder vivir, sólo aquel que tenía resuelta la vida privada podía dedicarse a la vida pública. Es desde esta tradición clásica griega, que lo público tiene una relación con lo común, con lo que atañe a todos los que conforman una comunidad; con el surgimiento del Estado, esta relación siguió vigente, al relacionar los asuntos públicos con los intereses estatales. Sin embargo, en el periodo de la ilustración (S.XVIII), lo público funciona más como mediador entre el Estado y la sociedad, dando pauta, a una separación entre el Estado, la comunidad y el individuo. Tanto la tradición clásica griega y la ilustración, conciben al espacio público, como el lugar donde se pueden dirimir los problemas que son comunes a todos, de una forma libre, que sea capaz de controlar y racionalizar el poder político del Estado. Esta idea de un espacio público racional, es al que se apela constantemente con cierta nostalgia y como única posibilidad de fortalecer los principios democráticos. 14 Nadie puede negar que si bien el término “público” es una noción clásica en los debates de las ciencias sociales contemporáneas 1 , al mismo tiempo se ha caracterizado por la ausencia de univocidad. Entonces ¿Cómo y por dónde pensar lo público? Para los objetivos buscados en nuestra investigación y con la intención de que la categoría sea de utilidad empírica, recurrimos a los tres sentidos básicos asociados a “lo público” que traza Nora Rabotnikof (2005): • Como lo común y general en contraposición a lo individual y particular. • Como lo visible, manifiesto y ostensible, en contraposición a lo oculto y secreto. • Como lo abierto y accesible, en contraposición a lo cerrado y vedado. También, recurrimos a una diferenciación del espacio público a partir de su extensión y formas de comunicación, para esto, seguimoslas aportaciones teóricas que realiza John Keane entorno a las microesferas, mesoesferas y macroesferas públicas (Keane, 1997). Por último, si hablamos de lo público, es necesario reflexionar en torno a lo privado, no en un afán de necedad dicotómica, creemos que la pertinencia estriba en que históricamente estos espacios de la vida, se han transformado de manera conjunta. 1. Sentidos de lo público 1.1.1 Lo público como lo común- lo general Según este primer sentido, público alude a lo que es de utilidad o de interés común a todos, lo que atañe al colectivo, lo que concierne a la comunidad. Y ello, en oposición a lo privado, entendido como lo que refiere a la utilidad, el interés o el ámbito individual o particular. Por un lado, entonces, público designa lo perteneciente o concerniente a todo un pueblo o comunidad política y por eso su 1 Para este punto ver Bobbio 1987; Calhoun 1992; Villa 1992; Fraser 1999; Rabotnikof 1995, 1997 y 2005;Keane 1997, entre otros. 15 referencia a la autoridad colectiva de ahí emanada. De allí también el progresivo deslizamiento del sentido del término público hacia la idea de un monopolio estatal de los intereses de la comunidad políticamente organizada, es decir, la progresiva construcción de la identificación público-político- estatal. Esta noción de lo público registra un sentido común de la vida y la construcción de una autoridad que resguarde ese lugar de convivencia. Esto implica necesariamente la configuración de una identidad que permite a los miembros de una comunidad crear de forma legítima sus reglas e instituciones. Es, en este sentido, donde lo público se vuelve progresivamente sinónimo de lo político. Lo anterior precisa de una distinción analítica. “La vida en común, el interés compartido, la participación en el grupo, la identidad, no constituyen necesariamente a la autoridad. De esta manera, es posible que los miembros de una comunidad compartan intereses y valores que no estén condicionados, regulados o garantizados por algún órgano administrativo de autoridad. Así, lo común se configura en el momento en que los individuos dejan su esfera privada y se internan, en calidad de ciudadanos, en una comunidad que comparte intereses y preocupaciones. Y, sólo de forma posterior a la configuración de esta identidad común, es posible la creación de normas e instituciones que regulen el interés general. De esta manera, la idea de lo común se asocia, en un segundo momento, a la constitución de órganos de autoridad que garanticen los intereses de la colectividad.”(Gallegos,2009: 132). Frente a la idea de lo público aparece un espacio destinado a los individuos donde, apartados relativamente de esa colectividad, configuran sus preferencias, buscan sus intereses particulares y definen con autonomía sus cursos de vida y creencias. La privacidad es, por tanto, “el ámbito donde pueden imperar exclusivamente los deseos y preferencias individuales…es la esfera personal reconocida…el ámbito 16 reservado a un tipo de situaciones o relaciones interpersonales en donde la selección de los participantes depende de la libre decisión de cada individuo” (Garzón, 2005: 17). Al igual que lo público, la esfera de lo privado se encuentra condicionada históricamente. Su criterio de distinción apunta a la identificación de una utilidad privada que se posa frente a la utilidad pública. Más allá de sus variaciones, suelen asociarse a este ámbito contenidos específicos como la familia, los amigos, las preferencias sexuales, los contratos y la propiedad. Esta última, como veremos más adelante, ha sido considerada en su sentido más amplio, la institución fundamental relacionada con este ámbito. Lo íntimo, por su parte, aparece como una distinción más profunda en la esfera de lo privado, la cual refiere a un espacio todavía más reservado. Lo íntimo toma distancia de lo privado al ser “el ámbito de los pensamientos de cada cual, de la formación de decisiones, de las dudas que escapan a la clara formulación, de lo reprimido, de lo aún no expresado y que quizás nunca lo será, no sólo porque no se desea expresarlo sino porque es inexpresable...es donde el individuo ejerce plenamente su autonomía personal; es el reducto último de la personalidad, es allí donde soy lo que soy” (Garzón, 2005: 16). De ahí que se hable de amigos íntimos, lugares íntimos o relaciones íntimas, como calificativo a relaciones de mayor profundidad o cercanía. Así, mientras que lo privado es accesible todavía a un circulo limitado de personas, lo íntimo se mantiene reservado o casi clausurado para los demás, siendo apenas unas cuantas personas las que pueden acceder a éste. La apuesta, más allá de su condicionamiento histórico, social o cultural, es establecer un criterio práctico de diferenciación gradual de cada una de estas esferas, sin pretensiones normativas rígidas en cuanto a su contenido: “Si lo íntimo estaba caracterizado por su total opacidad, lo que caracteriza a lo público 17 es la transparencia. Entre estos dos extremos cabría ubicar el ámbito de lo privado como aquel en donde impera una transparencia relativa” (Garzón,2005: 18). En otras palabras, todo ejercicio del poder político debe hacerse público; la privacidad debe ser estrictamente respetada por el Estado pero regulada en ciertos aspectos críticos y la intimidad debe ser absolutamente invulnerable. La línea divisoria que separa lo público de lo privado es, según Nora Rabotnikof, en todo caso, de elusivo trazo (Rabotnikof, 2005). Esto se debe a las irresolubles tensiones que encarna la propia relación y a la dinámica propia de sus límites concretos y relaciones específicas, que hace imposible su delimitación definitiva. Ello no implica, sin embargo, que sea imposible arribar a distinciones generales y abstractas que permitan, estipular un criterio práctico de diferenciación. En este sentido, se puede referir, una delimitación histórica de la relación público/privado y así sostener no sólo la primacía de lo privado sobre lo público o viceversa, sino algo así como su directa proporcionalidad, esto es, que entre más amplitud se reconozca a una esfera, mayor constreñimiento consigna la otra. O sustentar en un segundo momento, que más allá de su contraposición y autonomía, se da un cierto grado de complementariedad que se establece en estos ámbitos, a partir de lo que el propio Bobbio denomina como “dos procesos paralelos”: la privatización de lo público y la publicitación de lo privado (Bobbio, 1987: 27). En cuanto a la supremacía de lo privado sobre lo público ya Bobbio nos advierte que esta se remite a la difusión y recepción que tuvo el derecho romano en Occidente. El derecho privado, a través de sus instituciones fundamentales como la familia, la propiedad, el contrato y el testamento, se consideró como el derecho de la razón, esto es, un derecho cuya validez es reconocida de forma independiente de las circunstancias de tiempo y lugar que lo originaron y que está basada en una supuesta “naturaleza de las cosas”. 18 La tradición política liberal se constituye como la más importante y coherente teoría de la supremacía de lo privado sobre lo público. En voz de Locke, la propiedad es sinónimo de derecho natural en tanto nace del esfuerzo personal en el estado de naturaleza y previo a la constitución del poder político. Su relevancia garantiza el libre ejercicio frente al Estado, concebido sólo como un “mal necesario” cuyo poder debe ser mínimo y limitado a la función de castigar a todo aquel que vulnere el derecho natural de un tercero. La inviolabilidad de lo privado es la única justificación para la creación del Estado y abarca la suma de todos los derechos individuales naturales (Locke, 1997). Por su parte,la supremacía de lo público se basa en dos premisas: la contraposición y necesaria subordinación, hasta la eventual supresión, del interés individual al colectivo y en la irreductibilidad del bien común en la suma de los bienes individuales. Ya sea como nación, comunidad política, pueblo, clase o sociedad civil, el individuo debe abandonar su autonomía y supeditarse a los intereses del grupo. El principio aristotélico de que “el todo es primero que las partes” es retomado por Hegel para desarrollar el sustrato fundante: “la totalidad tiene fines que no pueden reducirse a la suma de los fines de los individuos que la componen y el bien de la totalidad una vez alcanzado se transforma en el bien de sus partes” (Bobbio, 1987: 28). Más allá de los fundamentos teóricos de estas relaciones de supremacía, lo que interesa resaltar, son los flujos de las relaciones que van de lo público a lo privado y de lo privado a lo público. Estos flujos se materializan en dos fenómenos mutuamente imbricados. Por un lado, la intervención del poder político en la regulación de la esfera social o económica y la subordinación de los intereses privados al interés de la colectividad. Y, por otro, la reivindicación de los intereses privados a través de la formación de grandes organizaciones que utilizan el aparato político para alcanzar sus fines. 19 Estos procesos (publicitación de lo privado y privatización de lo público) en ningún sentido resultan incompatibles, por el contrario, se complementan entre sí. Como señala Stephen Holmes “la verdadera libertad es una combinación óptima de lo público y de lo privado, de la participación y de la no participación, de la responsabilidad cívica y de la independencia, del activismo y del apolitismo, de la cooperación y de la singularidad...”, de esta forma “…el ámbito público y el ámbito privado no son dos términos hostiles de una alternativa. Se estimulan, se desprenden y se refuerzan el uno al otro” (Cruz, 2009: 31-32). En todo caso, más que una oposición entre lo público y lo privado, se trata de la complementariedad de lo que en realidad constituyen dos formas de libertad. Lo público, se abastece de las ideas, discursos y argumentos que se tematizan y racionalizan en lo privado; las acciones se desdoblan más allá de lo estrictamente individual y desembocan en una serie de campos ampliados como la familia, amigos, grupos de interés, asociaciones, comunidades, etc. 1.1.2. Lo público como lo visible El segundo criterio para remite a la visibilidad en oposición al ocultamiento. Público sería aquí lo visible y lo manifiesto, versus lo privado como lo secreto. Es decir, según este criterio, público es aquello que se despliega a la luz del día, mientras que lo privado es aquello que se sustrae a la mirada, a la comunicación y al examen. Decimos que una cuestión ya es pública en el sentido de que es conocida, sabida, y ha sido expuesta a la luz pública. Dicha cuestión puede hacer referencia a la dimensión privada (en el primer sentido, es decir no ser de interés común ni general) de una persona o un grupo y, sin embargo, ser pública en el sentido de ser manifiesta, de aparecer. 20 Un personaje público no es necesariamente alguien cuyo espacio de decisión o de acción se vincule con el colectivo (en el primer sentido de público) y, sin embargo, su vida (un actor, un jugador de fútbol) transcurre, la mayoría de las veces, públicamente, porque está expuesto a la mirada de los demás. De manera inversa, y esto es importante, la autoridad pública, el poder público, la gestión de la cosa pública puede ejercerse de manera privada, ocultarse, desenvolverse en secreto. Como sabemos, la noción ilustrada de publicidad recuperó básicamente este criterio. Ilustrar al poder político era volverlo público en tanto sometido a reglas explicitadas y públicamente accesibles, Históricamente, las relaciones que configuran la publicidad política se manifiestan como la exigencia de hacer visibles y conocidas las decisiones, los procedimientos, las acciones o las razones del poder político. Esta exigencia aparece ligada al proceso de secularización y desacralización del poder, así como a la exigencia de aplicar restricciones normativas a su ejercicio. Debido a su carácter contrapuesto al secreto y a la opacidad de lo político, no es extraño que algunos autores hayan asociado la publicidad con la crítica (Habermas, 1994) (Cohen, Arato, 2000). La crítica, entendida en su sentido kantiano, como el acto reflexivo que da cuenta de las condiciones de posibilidad del uso de la razón. Ejercer la crítica es poner en crisis, llevar al límite las estructuras establecidas que impiden emancipar la razón, que obstaculizan su uso. Para Kant, la realización del proyecto ilustrado depende fundamentalmente del ejercicio de la razón humana. Conocida es la caracterización de Kant, de la ilustración cómo “salida de la minoría de edad”, como capacidad humana para poder “pensar por sí mismo” (Kant, 1989). La idea central es que la discusión pública fomenta la ilustración mutua entre público y autoridad. El público se ilustra a través de la exposición pública de la 21 verdad y el gobernante se entera del estado de los asuntos públicos, lo cual contribuye a mejorar su capacidad de decisión. El principio de publicidad kantiano representa la elaboración filosófica moderna más influyente en el pensamiento político contemporáneo, en lo que se refiere a la articulación de lo público bajo los tres sentidos mencionados: como el lugar para la discusión de los asuntos de interés común o general, como la elaboración de un criterio de control político a partir de la visibilidad de la acción política y social, y como la apertura real o potencial a la participación en aquel lugar destinado a la argumentación y elaboración de la voluntad general (Rabotnikof, 2005). La estructura básica del principio de publicidad kantiano se plantea bajo dos dimensiones: Primero, con el propósito de armonizar la política con la moral, Kant introduce en el capítulo II del Apéndice de su Ensayo sobre la paz perpetua, un criterio racional de justicia que textualmente dice: “Todas las acciones relativas al derecho de los demás hombres, cuya máxima es incompatible con la publicidad, son injustas” (Kant, 1989: 81). Para Kant, esta fórmula es la manera más segura para establecer la justicia o injusticia de una acción pública (una ley, una decisión del gobierno, etcétera). La opinión pública como elemento fundamental de corrección de las decisiones gubernamentales. En segundo término, este principio no puede entenderse ni aplicarse sin considerarlo dentro del gran proyecto que fue la Ilustración. En el siglo XVIII, la publicidad política era entendida como un engranaje más del ideal ilustrado del que Kant fue una de sus mayores promotores. En su breve ensayo titulado ¿Qué es la Ilustración?, Kant establece que “la ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de 22 su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en su falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin tutela de otro” (Kant, 1989: 25). Para lograr este proyecto, según Kant, es suficiente una cosa, la libertad de hacer uso público de la razón íntegramente: “El uso público de su razón le debe estar permitido a todo el mundo y esto es lo único que puede traer ilustración a los hombres; (…) Entiendo por uso público, aquel que, en calidad de maestro, se puede hacer de la propia razón ante el gran público del mundo de lectores” (Kant, 1989: 28). De tal forma, el uso público de la razón se traduce en el moderno concepto jurídico de la libertad de expresión y opinión,el cual se constituye como la condición de posibilidad para la realización de la ilustración colectiva. En otras palabras, constituye un modelo de argumentación racional y política, orientado a la construcción y reconocimiento de un espacio común y general. 1.1.3. Lo público como lo abierto- lo accesible Y el tercer criterio es el de la apertura o la clausura. Público, en esta línea, designaría lo que es accesible y abierto a todos, en oposición a lo privado como aquello que se sustrae a la disposición de otros.2 Este último y tercer criterio público, sería aquello que al no ser objeto de apropiación particular, se encuentra abierto, distribuido. Los lugares públicos (calles, plazas) son así lugares abiertos a todos, mientras que el símbolo más ostensible de la privacía entendida como apropiación es precisamente la clausura. 2 Los procesos electorales antes del “sufragio universal” son el ejemplo inmejorable para ilustrar la existencia de procesos políticos (comunes o generales) que se desarrollaban de forma pública (visibles) pero que no necesariamente eran “accesibles” a todos. 23 Ello supone pensar históricamente lo público en cuanto lugar de lo común y lo general. En otras palabras, esta noción parece hacer referencia a un criterio de disponibilidad y accesibilidad. Así, lo abierto refiere a lo accesible, aquello a lo que se puede ingresar, lo que está disponible. Al contrario, lo privado es lo cerrado, lo clausurado, lo inaccesible. De esta forma se puede tener acceso a un lugar público, a una audiencia pública, a información y a espacios de discusión pública. Por otra parte, el espacio público se distingue por su accesibilidad, esto es, que el ingreso a él es potencialmente universal y no exige requisitos especiales o formales para ello. No obstante, este mismo rasgo puede actuar en sentido inverso en la medida en que también se encuentra abierto a decisiones que pueden llegar a regular o restringir, de alguna manera, sus contenidos. En la medida de su accesibilidad, el espacio público garantiza la pluralidad tanto de personas y grupos como de temas y posiciones, y se entiende irrestricto, en tanto no hay una limitación o prefiguración de los temas, problemas e inquietudes que serán materia de reflexión y debate. 1.2. Dimensiones espaciales del espacio público. En el ideal normativo, el espacio público es un lugar de razonamiento y discusión, que permite acotar los poderes del Estado o del gobierno, su contenido tiene que ser público en el sentido de que atañe a lo común y colectivo, tiene que ser manifiesto y tiene que mostrar apertura. En este ideal, se tipifica un espacio público general, que está delimitado por un territorio, llámese Estado, nación, comunidad, etc. En este sentido, resulta interesante la aportación que realiza Jonh Keane en su texto “Transformaciones estructurales de la esfera pública” dónde comenta que es importante pensar en una multiplicidad de espacios públicos de diferentes tamaños, que pueden 24 conectarse a través de una especie de nodos de comunicación y que muchas veces, no están delimitados espacialmente por el Estado (Keane, 1997). “El predominio que antes tenía la vida pública estructurada en torno al Estado, territorialmente delimitada y que era mediada a través de la radio, la televisión, la prensa y los libros, está tocando a su fin. Su hegemonía está siendo velozmente erosionada por el desarrollo de una multiplicidad de espacios entrelazados de comunicación, los cuales no están atados a un territorio determinado y, por tanto, desbordan y fragmentan irreversiblemente aquello que antes parecía ser una esfera pública única y espacialmente integrada, contenida dentro de un Estado- nación” (Keane, 1997: 57). De esta forma, para Keane el espacio público puede componerse de una relación espacial entre dos o más personas que discuten asuntos públicos, ya sea a partir de una comunicación directa, de persona a persona, o mediada a través de un medios de comunicación (televisión, radio, computadora, teléfono, etc.). Así, establece una distinción de distintos espacios públicos a partir de sus alcances y tamaños, a estos espacios los llama microesferas, mesoesferas y macroesferas. Entre las microesferas públicas podemos encontrar una simple charla entre amigos, círculos de discusión, la iglesia, organizaciones vecinales, de barrio, estudiantiles, etc. Son pequeños espacios que por lo general tienen una “…estructura horizontal y de pequeña escala, en los cuales los ciudadanos forjan su identidad y a menudo se enfrentan a los poderes con estructuras verticales” (Keane, 1997: 59). Para Keane, estas microesferas se constituyen como actores relevantes de los llamados nuevos movimientos sociales, en el sentido de que estos pequeños espacios discuten y demandan la aplicación de políticas públicas que los beneficien en lo inmediato y no apuntan a modificar el sistema político, ni se dirigen a la obtención del poder del Estado. 25 Estas microesferas funcionan como pequeñas redes de interacción, que se conforman por una diversidad de individuos, grupos y organizaciones, que se involucran con la intención de solucionar conflictos culturales y políticos. Su intención es la de pugnar por el mantenimiento o mejoras de determinado tipo de vida. El tipo de comunicación que se despliega en las microesferas es de persona a persona, totalmente dialógico, por tanto permite mayor retroalimentación y una discusión directa sobre determinados temas. Las mesoesferas públicas, son para Keane “espacios de debate sobre el poder, integradas por millones de personas que observan, escuchan o leen, a lo ancho de un área de grandes dimensiones, cuya extensión puede ser la del Estado- nación o bien ampliarse más allá de sus fronteras” (Keane, 1997: 62). Las mesoesferas son construidas a través de medios de comunicación (Prensa, Radio, Televisión, etc.) y por tanto el mensaje es mediado y tiene un carácter unidireccional. A diferencia de las microesferas donde existe una comunicación dialógica y horizontal, en las mesoesferas el mensaje se produce en determinada empresa-institución de comunicación y es dirigido masivamente a cierto público, anulando la capacidad de dialogo y respuesta del receptor, provocando una comunicación totalmente vertical. En las sociedades contemporáneas, los medios masivos de comunicación son una industria sumamente poderosa en términos económicos y políticos; a través de ellos, regularmente se satisfacen las necesidades de información y entretenimiento, de esta forma se insertan en el mercado del conocimiento, de la educación, de la cultura, del entretenimiento y la información. 26 Los medios de comunicación, tienen hoy una doble función, ser los lugares donde se debaten los asuntos públicos, lo cual, los convierte en actores de gran peso en la configuración de la agenda pública de la discusión y, son el lugar por excelencia donde la mayoría de la gente se recrea y se entretiene. Lo cual provoca que en algunos contextos y en algunas coyunturas, los medios de comunicación –en especial la televisión- puedan ser percibidos como un poder con intereses propios y con una capacidad enorme para condicionar la actuación del poder político. En cuanto a las macroesferas públicas, estas son posibles a partir del desarrollo de medios masivos de comunicación que tienen una cobertura mundial (News Coporation International, Reuter, Time –Warner, Berterlsmann, etc.) y están conformados por macropúblicos de millones de personas. Estas macroesferas se construyen a través de empresas de televisión, radio, cine, prensa, que operan con una difusión mundial; Keane no está pensando en las TICs, ya que para cuando apareció su texto, al finalde la década de los 90, el desarrollo de internet aún era incipiente. Sin embargo se puede observar, que si bien las empresas de comunicación transnacionales aportan a la construcción de macroesferas, en la actualidad el desarrollo de Internet y de la telefonía móvil, colocan a estas tecnologías como partes fundamentales de estas esferas extendidas que rompen con los espacios y los tiempos de los Estados-nación. Estas redes digitales son globales, por el hecho que trascienden los límites territoriales e institucionales a través de redes de ordenadores comunicadas entre sí, de esta forma, modifican las apreciaciones sobre la distancia y el tiempo. Si bien, el tiempo local sigue siendo importante ya que agenda las actividades cotidianas de la vida, vivimos tiempos de simultaneidad y discontinuidad, asistimos a un tiempo policrónico donde realizamos varias actividades dentro del mismo periodo de tiempo. 27 También, la macroesfera pública, centrada en las posibilidades comunicacionales de Internet, genera específicas formas de comunicación, si bien el mensaje esta mediado por una tecnología al igual que en las mesoesferas, la World Wide Web y las comunicaciones inalámbricas no funcionan como los medios de comunicación tradicionales. Más bien son medios de comunicación Interactiva y desarrollan una forma de comunicación dialógica en la que puede haber retroalimentación inmediata. “Esta forma de comunicación ha surgido con el desarrollo de las llamadas Web 2.0 y Web 3.0, o el grupo de tecnologías, dispositivos y aplicaciones que sustentan la proliferación de espacios sociales en Internet gracias a la mayor capacidad de la banda ancha, el revolucionario software de código abierto y la mejor calidad de los gráficos y el interfaz, incluyendo la interacción de avatares en espacios virtuales tridimensionales. La difusión de Internet, las comunicaciones inalámbricas, los medios de comunicación digitales y una serie de herramientas de software social han provocado el desarrollo de redes horizontales de comunicación interactiva que conectan lo local y lo global en cualquier momento.” ( Castells, 2009: 51). En este sentido, este tipo de comunicación interactiva, está más cerca de la comunicación que se produce en las microesfereas públicas, ya que desarrollan una comunicación horizontal, en el que no sólo se es sujeto de mensajes, sino también, se participa en la construcción y difusión de los mismos. 1.3. La transformación de lo Privado. La idea de lo público lleva a revisar su opuesto y preguntarse ¿qué es lo privado? ¿Cómo se define en su articulación con lo público? ¿Qué implicaciones tiene esta articulación? 28 La proliferación de nuevas tecnologías de comunicación, nos ha obligado a reconsiderar la naturaleza de la vida pública y obliga de igual forma a estudiar los cambios de la vida privada. Recordemos que para los antiguos griegos, el espacio privado era el territorio de la casa y la familia. Era el entorno de la necesidad, donde los seres humanos eran guiados por sus deseos y donde el trabajo era sustancial para reproducirse a sí mismos y a su especie. Era lo opuesto a la esfera pública, que era la zona de la libertad, donde los seres humanos podían desplegar todas sus capacidades. En el pensamiento griego antiguo, según Arendt, la esfera privada era entendida en el sentido original de “privación”, de “estar privado”: estar privado de las cosas que constituyen una verdadera vida humana, estar privado de la realidad que se obtiene al ser visto y oído por otros, estar privado de las relaciones que provienen de compartir un mundo en común, y estar privado de la posibilidad de lograr algo más perdurable que la vida misma ( Arendt, 2005: 58). La forma de pensar de los antiguos griegos respecto de lo privado ha proyectado una especie de sombra sobre la manera en que se piensa lo privado en Occidente. Los antiguos griegos tendían a pensar en el espacio privado básicamente en términos de carencia. Una visión parcial y cuestionable, sobre todo, si se toma en cuenta que el espacio privado proporciona a los individuos un lugar donde pueden refugiarse del escrutinio de la vida pública y de ser constantemente vistos y oídos por los demás. Una vida que transcurre enteramente en lo público, ante la presencia de otros, dice Arendt, se vuelve, por así decirlo, superficial. Aunque mantiene su visibilidad, pierde la cualidad de aparecerse a la vista desde un terreno más oscuro que debe mantenerse oculto para no perder su profundidad en un sentido muy real y no- subjetivo (Arendt, 2005: 71). 29 En la tradición del pensamiento político liberal de los siglos XVII y XVIII, este punto de vista suele ser teorizado en términos de defensa de la propiedad privada, porque la protección de ésta se considera la única forma confiable en la que este espacio privado puede garantizarse. Una de las ideas claves del liberalismo fue que los individuos tenían ciertos derechos básicos que debían protegerse del abuso de poder de gobiernos despóticos.3 Una de las ideas claves del pensamiento político liberal fue la idea de que los individuos tienen ciertos derechos básicos o libertades civiles, como la libertad de expresión y la libertad de asociación, y que estos derechos son necesarios para proteger al individuo del uso excesivo del poder estatal. Por lo tanto, en la tradición liberal de pensamiento político hay límites al poder del Estado, y el Estado se vuelve ilegítimo cuando excede esos límites. Esta idea de que los individuos tienen ciertos derechos fundamentales que éste debe respetar sirvió posteriormente para construir los marcos constitucionales de la mayoría de los Estados occidentales modernos, entre los que destaca la Declaración de Derechos Humanos. Esto es relevante en el sentido de que cuando pensamos en la privacidad en la actualidad, no lo hacemos sólo ni de manera fundamental, en los términos del pensamiento griego antiguo; más bien pensamos en ella, en un contexto que ha sido moldeado por la tradición de la teoría política liberal democrática, y que tiene que ver, entre otras cosas, con definir los límites del poder estatal. Es por eso que en tiempos actuales, se piensa a lo privado como un derecho, algo que podemos exigir legítimamente porque nos pertenece como individuos. En este contexto, la privacidad tiene que ver con la capacidad de los individuos de tener control sobre algo. Normalmente este “algo” se entiende en dos sentidos: como información, es decir, la privacidad es la capacidad de controlar las revelaciones sobre uno mismo, y de controlar cómo y hasta qué punto éstas pueden 3 La tradición de pensamiento liberal democrático proveniente de los escritos de pensadores como Locke, Hume, Kant y John Stuart Mill. 30 comunicarse a los demás; y privacidad espacial, el control respecto a nuestros propios espacios y el derecho a protegerlos de la invasión indeseada de los demás. Sin embargo, en la actualidad, a finales del siglo XX y comienzos del XXI, observamos a través de las pantallas de televisión y de la computadora, un ensanchamiento desmesurado de la privacidad y de la intimidad, que invade brutalmente el espacio público. Las novedades tecnológicas se han convertido en una ventana abierta en las cuales, se intercambia información de todo tipo, pero sobresale la información privada e íntima de las personas. Basta con observar el éxito de fenómenos contemporáneos que muestran actos privados de la vida, como los reality shows, las revistas de espectáculos, los talkshow de la televisión, etc. Podemos decir que la intimidad invadió el espacio privado y pasó a invadir al espacio público. La intimidad se ha transformado y ahora está a la vista de todos: de las webcamsa los paparazzi, de los blogs y fotologs a youtube, myspace, Facetime, desde las cámaras de vigilancias hasta los realitys shows y talkshows, la vieja intimidad se transformó en otra cosa y ahora está a la vista de todos, podemos decir, simplemente que hoy lo privado se torna público, en el sentido de que es visible. “Entramos así, a una cultura de las apariencias, del espectáculo de la intimidad, tendencias exhibicionistas y performáticas alimentan la persecución de un efecto: el reconocimiento en los ojos ajenos y, sobre todo el codiciado trofeo de ser visto, la consiga que se persigue es que hay que aparecer para ser. Porque todo lo que permanece oculto, fuera del campo de la visibilidad corre el triste riesgo de no ser interceptado por ninguna mirada. Y, según las premisas básicas de la sociedad del espectáculo y la moral de la visibilidad, si nadie ve algo es muy probable que ese algo no exista.” (Sibilia, 2008: 130). 31 La esfera privada ya no puede pensarse en los términos clásicos griegos que Hannah Arendt retoma, la idea de la esfera privada como espacio físico, como la casa, el hogar, es insostenible en un mundo donde las tecnologías de la información y las comunicaciones han transformado las formas en que se difunde, se accede y se controla la información. Tal como el desarrollo de los medios de comunicación separó la noción de esfera pública de un escenario común compartido de co-presencia y de interacción dialógica, también ha separado la noción de lo privado del espacio físico como la casa en la cual un individuo vive y se puede refugiar para escapar del escrutinio de la vida pública. Cuando hoy un individuo se sienta en el espacio de su casa o en su dormitorio y se conecta a Internet para revelar información sobre sí a miles o millones de otros, ¿en qué sentido está situado en una esfera privada? Puede que esté en el espacio privado de su casa, pero al mismo tiempo está participando en el escenario público de difusión de información. Por lo tanto no podemos pensar en lo privado exclusiva o básicamente en términos de espacio físico. Lo privado hoy está constituido por un territorio desespacializado de información y contenido simbólico sobre el cual cada individuo piensa que puede ejercer control, sin que sea relevante dónde este individuo o esta información se sitúen físicamente. 1. 4. Reflexiones conjuntas, o ¿Qué es el espacio Público? Es importante comenzar con la precisión de que el espacio público se ubica en el ámbito social como un espacio de mediación entre el Estado (órganos de autoridad) y la sociedad (grupos, asociaciones, movimientos sociales). Como se ha desarrollado, no es posible afirmar la existencia de un espacio público único, más bien, advertimos la presencia de múltiples espacios públicos con diversos rasgos, que en su conjunto, nos permiten configurar de forma global el espacio público. 32 La idea de un espacio público único y unificado, es desbordado por la primacía de relaciones espaciales en diversos planos de la sociedad. Relaciones microespaciales que involucran a una o más personas y que se producen en espacios delimitados al barrio o a la comunidad. Mesosesferas públicas dónde el mensaje es mediado por tecnologías de comunicación que producen particulares formas de interacción mediática. Espacios mundiales y globalizados que son posibles con el desarrollo de las TICs. La creación de estos espacios públicos suele ser más o menos espontánea en tanto su organización no está definida, acotada o precisada a priori. Se integran a partir de redes de comunicación, que promueven exigencias y problemas que nacen en la interacción política de la sociedad, donde priva el carácter abierto de contenidos, temas y posturas, en conflicto o coincidentes, bajo formas de comunicación de distinto nivel y origen. La imprecisión de sus límites evidencia su complejidad, la cual se expresa en la multiplicidad de los espacios públicos existentes y en la eventualidad de los que pueden ser formados. Permite, a su vez, que los individuos corroboren, contrasten y confronten sus preferencias con las preferencias de la colectividad. Asimismo, en tanto presupone una serie de inquietudes y exigencias que nacen y atraviesan a la sociedad, funciona como una caja de resonancia que permite generalizar y condensar los problemas sociales que no han sido debidamente canalizados por las instancias formales del Estado. En ese sentido, para la teoría de la democracia el espacio público se presenta como una categoría central, ya sea como complemento del tipo de democracia procedimental que se expresa casi de forma exclusiva en la elección de los gobernantes, o bien, como el lugar esencial donde se desarrolla un tipo de 33 democracia participativa que busca en la argumentación y la deliberación de los temas su sustancia. En esta tesitura, la relación entre democracia y espacio público se establece, independientemente del tipo de democracia en el que se piense, a partir de la ampliación de la participación política de los ciudadanos. Ello habilita la reivindicación de demandas, la expresión de críticas, la discusión y deliberación de problemas, la consolidación de derechos y la formulación conjunta del interés colectivo. Esta función democratizadora del espacio público se presenta a través de tres elementos: la aparición, la comunicación y la participación. En el siguiente cuadro, de manera esquemática podemos visualizar las características de los diferentes espacios públicos que hemos desarrollado en este apartado. Espacio Público Extensión Comunicación Sentidos de lo público Microesferas Espacios de discusión e interacción local o comunitaria. Se conforman por pluralidades de individuos, grupos y organizaciones. No sólo se involucran con la intención de mejorar formas de vida locales, también pugnan por asuntos que rebasan su territorialidad. Comunicación dialógica, discusión directa con las personas interesadas, lo cual permite retroalimentación inmediata. Se comparte un espacio y un tiempo que sirve de contexto a la discusión Se cumplen los tres sentidos de lo público. Son comunes, son visibles y potencialmente accesibles a los miembros que conforman la comunidad 34 Mesoesferas Espacios de debate, integradas por millones de personas, cuya extensión puede sujetarse al Estado-nación o rebasar sus límites. Las mesoesferas son construidas a través de medios de comunicación (Prensa, Radio, Televisión, etc.), el mensaje es mediado, es vertical, con pocas posibilidades de dialogo. Se discuten asuntos de interés común. Se exalta el sentido de la visibilidad y la accesibilidad es restringida. Macroesferas Espacios globales-digitales de discusión, conformados por macropúblicos de millones de personas. Al utilizar Internet como soporte, se generan formas de comunicación interactiva, dialógica en la que existe retroalimentación inmediata. Se abordan asuntos comunes. Son visibles y el acceso está limitado por la brecha digital. Es evidente que diferentes formas de comunicación se construyen en el seno de los espacios públicos y por tanto, se puede adelantar, que también se construyen diversas formas de participación política.4 La comunicación es el elemento a partir del cual las personas, de manera individual o colectiva se expresan, articulan ideas, presentan posturas y 4 En el segundo capítulo se profundizara en este tema. 35 propuestas, tematizan y discuten temas relevantes, dialogan, intercambian opiniones, critican y vigilan. En la medida en que se trata de una comunicación condicionada por la idea de lo público en tanto expresiónde un interés general, tiene como contenido aspectos políticos y sociales relevantes que trascienden los intereses particulares, privados e íntimos. Esta comunicación orientada a lo público necesariamente tiene por participantes a todo aquel que se encuentre, al menos de forma potencial, en la misma situación política comunicativa, ya sea de forma directa y personal, ya sea mediada por algún aparato tecnológico. En estricto sentido, todos tenemos ante la ley el derecho de expresarnos y opinar, de escuchar otras opiniones y allegarnos de información, de argumentar y atender argumentos sobre temas públicos y de interés colectivo. El cuadro anterior, es un esfuerzo que se dirige a categorizar la compleja vida pública contemporánea. Esta distinción de espacios micros, mesos y macros, funciona para objeto de análisis, somos conscientes que en la realidad, los límites entre estos espacios pueden ser difíciles de evidenciar, la mayoría de las veces se superponen y entrelazan, formando una particular red de espacios públicos. De esta forma, los espacio públicos pueden estabilizarse o transformarse, sobreponerse unos con otros, cambiar sus contenidos (de no políticos a políticos y viceversa), abrirse a la contingencia o cerrarse a su institucionalización. En definitiva, de lo que se trata es de resaltar la flexibilidad, riqueza y variedad de las formas que puede llegar a asumir el espacio público en general. “Normativamente hablando, es que un régimen democrático sano es aquel en el que diversos tipos de esferas públicas se desarrollan, sin que ninguna de ellas detente el monopolio en las disputas públicas sobre la distribución del poder. Por el contrario un régimen dominado por Talk Shows o por la transmisión de eventos espectaculares comprometería la integridad de sus ciudadanos y tal vez resultaría tan sofocante como un régimen en el cual los debates racionales de estilo 36 seminario y los sermones políticos demagógicos fuera el único estándar civilizado de controversia sobre quién, cómo y cuándo obtiene algo” (Keane, 1997: 43). También, en el seno de estos espacios públicos, se llevan a cabo una gran variedad de discusiones que abarcan una multiplicidad de temas. Estos intercambios se desarrollan en distintos niveles de profundidad e intelectualidad. 37 Capítulo 2. Cuatro modelos de Espacio Público. En este capítulo, se estudian cuatro escenarios o modelos de espacio público, la propuesta teórico-metodológica, obedece a la intención de dar cuenta de su transformación histórica. Estos cuatro periodos del espacio público son: el modelo clásico griego, el modelo burgués (ilustración), el modelo mediático (desarrollo de los medios de comunicación masiva) y el modelo digital (desarrollo tecnológico de Internet). Es imposible realizar un estudio sobre el espacio púbico y no contemplar el espacio tradicional griego y burgués. Siempre que se apela a la idea de espacio público, se piensa en las características modélicas y paradigmáticas de estos espacios. En la literatura occidental, existe una cantidad considerable de textos que abordan el estudio del espacio público griego y burgués; por su relevancia teórica, en este trabajo, recurrimos a Hannah Arendt, quien en el libro “la condición humana” retoma las características del espacio griego para proponer una particular visión de la política (Arendt, 2005)). Para sustentar teóricamente el espacio público burgués, acudimos a Jurgen Habermas, si bien, el autor alemán en varios textos desarrolla este tema, es en “historia y critica de la opinión pública”, donde despliega toda una teorización para entender esta esfera (Habermas, 1981). Con el desarrollo tecnológico de los MMC (Medios Masivos de Comunicación) – desde el surgimiento de la prensa a las llamadas TICs- se impone una reconfiguración del espacio público. Esta reconfiguración afecta a los tres sentidos de lo público (lo común, lo visible, lo accesible) e impone nuevas modalidades de interacción y participación política y social. El espacio público griego y burgués, se desarrolla en estado de co-presencia, en micro-esferas, dónde las personas se encuentran en un mismo espacio/tiempo y discuten cara a cara, desarrollando una comunicación dialógica de respuesta 38 inmediata. El desarrollo de los MMC crea nuevas formas de interacción, completamente diferentes del tipo de interacción cara a cara. Al estar producido y mediado el mensaje por algún aparato tecnológico de comunicación, se amplía el alcance del mensaje más allá del estado de co-presencia y se construye una interacción mediática que anula la dialogicidad y permite transmitir mensajes a individuos que no necesariamente comparten un mismo espacio y tiempo. De ahí la propuesta de estudiar un espacio público mediático, el cual esta construido, principalmente por los discursos de la prensa, la radio y la televisión. En este apartado, tratamos de evidenciar la primacía del sentido de la visibilidad en detrimento del sentido de lo común. El tema de la visibilidad nos lleva a reflexionar sobre el tema de la imagen política, fenómeno nada nuevo que adquiere nuevas proporciones a partir del auge de los gobiernos democráticos y del desarrollo tecnológico. Tres temáticas son importantes en este apartado: a) visibilidad e imagen política, b) el complejo nexo entre tecnologías de comunicación y esfera política, c) Espectacularidad de la política. Finalmente, se propone estudiar lo que hemos denominado espacio público digital, construido por el desarrollo de tecnologías inalámbricas de comunicación, teniendo como instrumentos de comunicación a la computadora y el teléfono móvil y utilizando el soporte de Internet. Con la evolución constante de Internet, se han construido novedosas formas de interacción que rompen el esquema unidireccional provisto por los MMC y emergen nuevas vías de comunicación que permiten un esquema de participación más activo por parte de los usuarios. La intención de este capítulo, es mostrar que cada espacio público se soporta por distintas tecnologías y lenguajes que desarrollan determinadas formas de comunicación e interacción, que impactan el accionar político. 39 Aunque se presenten de forma histórica, no debe entenderse como una línea de secuencialidades. Se trata, por el contrario, de asumir que la forma del espacio público no es ni unívoca ni monofacética y que es posible advertir coexistencias y articulaciones complejas de los cuatro escenarios propuestos. 2.1. Espacio Público Griego. Este modelo emerge en el contexto de la antigua Grecia. Los griegos distinguían tres ámbitos o esferas sociales: la del hogar (oikos), la de la política (ecclesia) y la de lo público (ágora), que servía de punto de conexión o comunicación entre las dos primeras. La esfera del hogar era el lugar adecuado para el cultivo de los intereses estrictamente privados, lugar donde comenzaba la formación de los individuos y en donde se recibía las primeras lecciones de educación cívica. La política venía a ser la esfera donde se tomaban las decisiones que afectaban a la ciudad y los intereses comunes, estas decisiones eran el resultado de un proceso de discusión en el que afloraban las distintas perspectivas, intereses y concepciones de los ciudadanos: éste era el ámbito propio de lo público. Lo público suponía, la previa existencia de dos condiciones: el individuo libre y la libre discusión. Sólo así se entendían la existencia del pueblo (demos) y de la opinión (doxa). Era en el ágora donde discurría la vida de los ciudadanos, liberados de las cargas del hogar, el espacio en el que se alcanzaba la autonomía personal y donde se ejercía la ciudadanía. En la esfera privada de la familia eran donde se cuidaban y garantizaban las necesidadesde la vida, la supervivencia individual y la continuidad de la especie. Una de las características de lo privado, era que el hombre existía en esta esfera no como verdadero ser humano, si no únicamente como espécimen del animal de la especie humana. Este era precisamente la razón básica del tremendo desprecio sentido en la antigüedad por lo privado. 40 La responsabilidad política constituía una carga, tomada exclusivamente en beneficio del bienestar y salvación de quienes se liberaban de la preocupación de los asuntos domésticos. Está claro que la vida pública sólo era posible después de haber cubierto las necesidades más urgentes de la vida privada. “La palabra privado cobra su original sentido privativo. Vivir una vida privada por completo significa por encima de todo estar privado de cosas esenciales a una verdadera vida humana: estar privado de la realidad que proviene de ser visto y oído por los demás, estar privado de una objetiva relación con los otros que proviene de hallarse relacionado y separado de ellos a través del intermediario de un mundo común de cosas. El hombre privado no aparece y por lo tanto es como si no existiera.” (Arendt, 2005: 78). Hannah Arendt, en su libro La Condición Humana realiza una revisión del espacio público clásico a través de la polis griega y la república romana. Arendt comienza construyendo la noción de vida activa en contraposición con la vida contemplativa. Con la expresión Vida activa designa tres actividades que le sirven para ubicar el ejercicio de la política: Labor, trabajo y acción. La Labor, está ligada a las necesidades vitales del cuerpo, fundamentales para continuar existiendo. El trabajo es aquello no natural de la existencia humana, esta relacionando con la producción artificial de cosas. La fabricación de instrumentos y herramientas, es decir, de elementos no inmediatamente dirigidos al consumo bilógico. La acción está ligada a la pluralidad, a la política. La acción es el área donde se desarrolla la política, de ahí que para Arendt “la política trata de estar juntos los unos y los otros, los diversos; que se materializa en relación, una relación que se establece con otro que no soy Yo.” (Arendt, 1993, p. 29) Desde esta perspectiva, no se puede considerar al hombre naturalmente político, en el sentido Aristotélico del Zoom Politikon, para Arendt la política es un espacio de relaciones humanas, que se sitúa fuera del hombre, en el espacio del “entre los hombres”, por tanto se establece como relación. 41 Esto lleva a Arendt a distinguir entre la esfera pública y la privada, sobre la base de la existencia de esas dos esferas en la antigüedad griega y romana. Esa distinción le resulta útil para postular una de sus tesis más sugerentes: la desaparición no solo de la esfera pública sino también de la esfera privada en la época moderna, a partir del auge de la esfera social la cual inunda o invade lo público y lo privado. La distinción entre la esfera privada y pública de la vida corresponde al campo familiar y político, que han existido como entidades diferenciadas y separadas al menos desde el surgimiento de la antigua ciudad-estado; la aparición de la esfera social que rigurosamente hablando no es pública ni privada, es un fenómeno relativamente nuevo cuyo origen coincidió con el origen de la edad moderna, cuya forma política la encontramos en la nación-estado. Para Arendt público es aquello que aparece y por tal puede ser visto y oído por otros. Lo público como mundo de apariencias es, entonces, el mundo visible y ostensible, cuya realidad es aparecer frente y ante los demás, esta aparición se efectúa a través de la visión y el discurso. Lo público, como lugar de apariencias, permite así que las obras y la palabras sean mutuamente reconocidas y apreciadas, y que la pluralidad de la condición humana se manifieste. En segundo lugar, el término público remite al mundo mismo, en cuanto es común a todos nosotros y diferenciado de nuestro lugar privadamente poseído. “Vivir juntos en el mundo significa, en esencia, que un mundo de cosas está entre quienes lo tienen en común … el mundo como todo lo que está –en-medio, que une y separa a los hombres al mismo tiempo. La esfera pública, como mundo –en- común, nos junta y, no obstante, impide que caigamos unos sobre otros, por decirlo así.” (Arendt, 2005: 52-53). Este “estar en medio” del mundo en común, que conecta y separa, proporciona el contexto físico, el marco de referencia común y la continuidad temporal del 42 espacio de apariencias. Proporciona el contexto físico, en el que se desenvuelven los asuntos humanos y constituyen un patrimonio colectivo. “El mundo en común es ahí donde entramos al nacer y lo que dejamos al morir. Trascienden nuestro lapso vital tanto hacia el pasado como hacia el futuro; estaba ahí antes de que llegáramos y sobrevivirá nuestra breve estancia. Pero tal mundo en común solo puede sobrevivir al paso de las generaciones en la medida en que aparezca en público” (Arendt, 2005: 55). Más que estar determinado, por procedimientos, el espacio público es creado aquí por fenómenos, apariciones y acontecimientos, fenómenos que a su vez crean ese espacio público, en este sentido, el espacio público sería tanto el contexto escenográfico, como el diálogo, ambos constitutivos de la visibilidad que dota de existencia al espacio público. Así en primera instancia, público y privado parecen remitir a dos ámbitos ontológicamente diferenciados, a dos principios y a dos sedes de actividad distintas: el espacio público a la acción y al discurso; el privado al trabajo y a la reproducción. Lo público es lo aparente y lo manifiesto, lo que es visto y oído por otros; lo privado es lo oscuro que debe de ser ocultado, sustraído de la mirada de lo demás. El rasgo distintivo de la esfera privada era que en dicha esfera los hombres vivían juntos llevados por sus necesidades y exigencias. La esfera de la polis, al contrario de esta, es donde se vivía en libertad. La relación entre las dos esferas, es que para pertenecer a la esfera pública, se tenía que tener resuelta la vida privada, ser pobre o enfermo significaba verse sometido a la necesidad física. Así pues, la riqueza privada se convirtió en condición para ser admitido en la vida pública, debido a que aseguraba con razonable seguridad, que su poseedor no tendría que dedicarse a buscar los medios de uso y consumo, y quedaba libre para la actividad pública. 43 En este punto Arendt introduce la cuestión de la propiedad que, vinculada con el asunto de lo privado, adquiere una fisonomía diferente y aun opuesta a lo meramente privado. Mientras que el sentido de lo privado significa aislado, mera privación de la vida pública, lo privado de la propiedad se convierte en la única posibilidad de la participación en el terreno de lo público. A mayor propiedad privada, mayores posibilidades de participación en el espacio público. Así dirá, “que el auge de lo social coincidió con la transformación del interés privado por la propiedad privada en interés público.” (Arendt, 2005: 58) Argumentara que la sociedad, cuando entró por vez primera en la esfera pública adoptó el disfraz de una organización de propietarios que en lugar de exigir el acceso a la esfera pública debido a su riqueza, pidió protección para acumular más riqueza. La idea de Arendt es que cuando la riqueza común logró apoderarse de la esfera pública, las posesiones privadas socavaron el principio de comunidad. Sólo el gobierno quedó como lo común, pero subordinado a la tarea de proteger a los poseedores privados. Así la dicotomía entre lo público y privado fue un suceso pasajero cuando lo social absorbió a esas dos esferas y las hizo indistinguibles. De este modo, lo social dominado por la lógica de la acumulación del capital, socava lo público, lo político, lo privado
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