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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
PROGRAMA DE POSGRADO EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS. 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES. 
 
RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO Y MOVIMIENTOS 
TECNOPOLÍTICOS EN LATINOAMÉRICA. COMPARACIÓN DEL #YOSOY132 Y 
EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL CHILENO. 
 
TESIS 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE 
DOCTOR EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS 
 
PRESENTA: 
SERGIO GARCÍA SÁNCHEZ 
 
TUTOR 
DRA. DELIA CROVI DRUETTA 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES,UNAM 
 
COMITÉ TUTOR 
DR. JOSÉ MARÍA CALDERÓN RODRÍGUEZ 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES,UNAM 
DRA. MARÍA ELENA DE JESÚS MENESES ROCHA 
TEC MONTERREY 
DRA. LUZ MARÍA GARAY CRUZ 
 UUNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL 
DR. CARLOS HERNÁNDEZ ALCÁNTARA 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES,UNAM 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX. JUNIO 2017. 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
Índice. 
Introducción. 4 
Capítulo 1. Premisas teóricas sobre el espacio Público. 13 
1.1. Sentidos de lo Público. 13 
1.1.1. Lo Público como lo común/General. 14 
1.1.2. Lo Público como lo visible. 19 
1.1.3. Lo Público como lo abierto/accesible. 23 
1.2. Dimensiones espaciales del Espacio Público. 24 
1.3. La transformación de lo Privado. 28 
1.4. Reflexiones conjuntas ¿Qué es el Espacio Público? 32 
Capítulo 2. Cuatro Modelos de Espacio Público. 37 
2.1. Espacio Público Griego. 39 
2.1.1. Sentidos de lo Público en el Espacio Público Griego. 45 
2.2. Espacio Público Burgués. 47 
2.2.1. La Prensa y el desarrollo del espacio Público Burgués. 50 
2.3. Espacio Público Mediático. Exaltación de la visibilidad y nuevas formas 
de Interacción. 53 
2.3.1. De lo Común a lo Visible. 56 
2.3.2. Visibilidad y Política como Espectáculo. 61 
2.4. El espacio Público Digital. De la Comunicación Política Analógica a la 
Digital. 68 
2.4.1. La Evolución constante de Internet: la Web 2.0. 68 
2.4.2. Digitalización, Hipertextualidades, Multimedialidad e 
Interacción. 74 
2.4.2.1. Digitalización. 75 
2.4.2.2. Hipertextualidades. 76 
2.4.2.3. Multimedialidad. 76 
2.4.2.4. Interacción/ Interactividad. 77 
2.4.3. Nuevas formas de Acción Política en el Espacio Público 
Digital. 81 
2.5. Reflexiones sobre los cuatro Modelos de Espacio Público. 98 
3 
 
Apunte Metodológico. 104 
Capítulo 3. Estudio del Movimiento #YoSoy132. 113 
 
3.1. Redes en México: TICs y Tecnopolítica. 113 
3.1.1. La Revolución por “un Mundo en el que quepan muchos 
mundos”. 114 
3.1.2. #Internetnecesario. 119 
3.2. #YoSoy132. 123 
3.2.1. Re-construcción Histórica del #YoSoy132. 123 
3.2.2. Estructura organizativa, formas de participación y toma de 
decisiones. 134 
3.2.3. Estrategias de comunicación y uso de herramientas tecno-
comunicativas. 144. 
3.2.4. Estrategias de movilización y acción política. 156 
3.2.5. Alcances y posibles éxitos del #YoSoy132. 169 
 
Capítulo 4. Movimiento Estudiantil Chileno 2011-2012. 186 
4.1. Construcción Histórica. Cronología. 186 
4.2. Formas de organización, Participación y Acción Política. 204 
4.3. El Espacio Público Digital: como escenario de pugna Política. 210 
4.4. Impacto y logros del Movimiento Estudiantil Chileno. 219 
 
Capítulo 5. Análisis Comparativo. 227 
Conclusiones Generales. 248 
Anexos. 264 
Referencias. 398 
 
 
 
 
 
4 
 
Introducción 
 
Uno de los cambios más profundos de la política, proviene de las 
transformaciones que promueven las Tecnologías de Comunicación e Información 
(TICs), estas tecnologías la escenifican de acuerdo a sus reglas y sus tiempos, en 
este contexto, vemos como la acción política se encuentra en constante 
cuestionamiento y transformación. Con ello cambian no solamente las funciones 
de la política, sino también la cultura Política y las prácticas ciudadanas, lo cual 
nos obliga a pensar cuál es su significado en las nuevas condiciones. 
 
En este trabajo, se parte de la premisa de que el complejo tecno-comunicativo de 
la información y el entretenimiento está funcionando como soporte de importantes 
cambios en la manera de pertenecer, de participar en los asuntos públicos, de 
ejercer derechos, es decir, se generan nuevos hábitos culturales que están 
atravesados por la lógica mediática y esto impacta a la política. 
 
En el siglo XXI el auge de Internet y el conjunto de tecnologías desarrolladas a 
partir de éste, están alterando la forma en que se desarrolla la participación 
política, entramos en una nueva esfera pública que genera nuevas posibilidades 
de intervención y participación, modifica las formas del ejercicio ciudadano y crea 
novedosas formas de pertenecer y de generar comunidad. 
 
A partir del 2010, hemos visto como las Tecnologías de la Comunicación y la 
Información, parecen haberse convertido en la panacea de nuevas acciones 
políticas alrededor del mundo. El fenómeno que iniciara en Túnez a finales del 
2010 con las protestas contra el gobierno de Zine El Abidine Ben Ali, y que tras la 
caída de dicho personaje se extendería por Líbano, Mauritania, Sudán, Arabia 
Saudí, Yibuti y Somalia. 
 
En Egipto, donde la caída de Mubarak fue sumamente violenta; el caso de Libia 
donde la muerte de Gaddafi cerró una etapa de violencia que dejó más de 15 mil 
5 
 
muertos, y finalmente en Siria, donde se libró una lucha contra el régimen de 
Bashar al-Assad. 
 
Europa no fue la excepción, el 15 de mayo se originó en España el movimiento 
15M o también conocido como el movimiento de los indignados, que exigían 
principalmente una democracia real, un gobierno en el que el pueblo participe y 
sea el sostén, en lugar de una oligarquía electoral. 
 
Bajo esta crítica a las democracias electorales y al capitalismo surge un 
movimiento mundial conocido como los indignados, que se extiende por varios 
países, los más activos Occupy Wall Street y recientemente el Nuit Debout en 
Francia. 
 
En todos estos movimientos, se reflejó el protagonismo de las TICs como 
importantes instrumentos para la difusión y orquestación de acciones políticas, 
aunque muchas veces de forma desmedida, se colocó a estas tecnologías como 
productoras de cambios sociales. 
 
Habrá que ser prudentes y decir que las redes sociales en Internet no crean 
revoluciones ni modifican los regímenes políticos, porque esas son tareas de cada 
sociedad de acuerdo con su circunstancia. A lo que sí pueden contribuir, y en 
casos como los que mencionamos lo hicieron con éxito, es a propagar 
informaciones, convocatorias y de esa manera convicciones que movilicen a los 
ciudadanos. 
 
Es a partir de esta confusión y en este contexto, que es pertinente plantear una 
investigación que estudie estas nuevas formas de acción política difundidas y 
potencializadas por las posibilidades tecnológicas que brinda Internet y centrarlo 
en casos de estudio Latinoamericano, específicamente en el movimiento 
estudiantil Chileno y el #Yosoy132 en México. 
 
6 
 
El interés es plantear un abordaje diferente de los que se han hecho usuales en la 
literatura especializada, respecto de las relaciones que sostienen entre sí las 
tecnologías de comunicación y la esfera de lo político. Se deja a unlado la postura 
de aquellos que piensan que con la mediatización de la política está se vuelve 
automáticamente banal, así como se evita de igual manera, la visión de que con el 
auge de las TICs se puede acceder a una sociedad idealizada donde reside una 
acción política horizontal y una especie democracia directa. 
 
Sea cual fuere el interés de estas posturas, parece observarse en ellas una 
tendencia a exagerar el papel de los medios, asignándoles una capacidad de 
influencia absoluta y por tanto se les considera como esencia de la forma social 
que causa/genera ciertos comportamientos. Superar estas posturas significa por 
un lado: ver a las TICs no como causa, sino como consecuencia de formas 
sociales que se desarrollan en contextos de globalización, mundialización, post-
fordismo, posmodernidad, o como se le quiera llamar; y por otro lado, plantear la 
cuestión de las TICs como soportes/instrumentos que potencializan (no generan) 
nuevas formas de participación y acción política. 
 
Para entender estas acciones políticas, se propone revisar una noción muy 
estudiada en las ciencias sociales, pero que es necesario recuperar y pensar en 
las condiciones actuales, me refiero al Espacio Público, el lugar o espacio donde 
se desarrolla la política. 
 
De esta forma, el interés principal de la investigación es analizar las 
transformaciones del espacio público a partir del desarrollo tecnológico de internet 
y sus implicaciones en la construcción de nuevas formas de acción política en 
Latinoamérica. 
 
De manera sintética, se persiguen los siguientes objetivos: 
Objetivo general 
7 
 
Analizar las transformaciones del espacio público a partir del desarrollo 
tecnológico de Internet y sus implicaciones en la construcción de nuevas formas 
de acción política 
Objetivos particulares 
·Mostrar de qué manera se ha transformado o reconfigurado el espacio público a 
partir del desarrollo tecnológico de Internet. 
·Revelar qué implicaciones tiene la transformación del espacio público, en la 
posibilidad de potencializar nuevas formas de acción política. 
·Analizar y comparar el movimiento el movimiento estudiantil Chileno y el 
#Yosoy132 en México. 
 
·Estudiar y definir si estas acciones políticas que se derivan del uso de redes 
sociales como facebook y twitter, se pueden enmarcar en las categorías de 
estudio de los movimientos sociales o si es necesario buscar nuevas terminologías 
que permitan explicar estas formas de acción política. 
 
Para contextualizar estas acciones colectivas (el #yosoy132 y el movimiento 
estudiantil chileno) y observar como históricamente ha cambiado la interacción y 
las formas de acción política, como hemos mencionado, se retoma la noción de 
espacio público, abordándola en un sentido diferente al de Hanna Arendt y al de 
Habermas, ya que ellos hablan de declive y destrucción del espacio público. En 
este trabajo se propone hablar de una reconfiguración constante del espacio 
público. 
 
Es por eso, que en vez de cuestionarnos sobre su destrucción, sobre su crisis, las 
interrogantes se centran en ¿Cómo se ha transformado el espacio Público a 
partir del auge de los medios masivos de comunicación y tecnologías 
inherentes al internet? ¿Qué tipo de espacio público se genera? ¿Qué 
8 
 
formas de visibilidad, de comunalidad se construyen? ¿Qué formas de 
acción política permite que circulen? 
De esta forma, se parte de dos importantes hipótesis: 
 
1. Que el espacio público históricamente se ha construido a partir de diferentes 
soportes comunicativos que le han dado una estructura particular: la asamblea, la 
prensa escrita, la radio, la Televisión, Internet, etc; 
 
2. Y que estos soportes de comunicación imponen determinadas modalidades de 
interacción, de acceso, de formación de comunidades particulares que dotan de 
cierta estructura a las prácticas políticas y sociales. 
 
A partir de estas hipótesis, se propone el estudio de cuatro escenarios o modelos 
de espacio público que sustentan la idea de reconfiguración. Estos cuatro 
escenarios o momentos del espacio público son: el modelo clásico griego, el 
modelo burgués (ilustración), el modelo mediático (desarrollo de los medios de 
comunicación masiva) y el modelo digital (desarrollo tecnológico de Internet). 
 
Cada modelo supone una tecnología o unos lenguajes que desarrollan 
determinadas formas de comunicación, lo cual construye una estructura en la que 
se desarrollan las relaciones políticas y sociales. Sin embargo, aún cuando se 
presenten de forma histórica, no debe entenderse como una línea de 
secuencialidades. Se trata, por el contrario, de asumir que la forma del espacio 
público no es ni unívoca ni monofacética y que es posible advertir coexistencias y 
articulaciones complejas de los cuatro escenarios. 
 
Por otro lado y como segundo camino, el interese se enfoca en estudiar el tipo de 
acción política que se desarrolla en estos cuatro escenarios, centrándonos en la 
acción política que posibilita un espacio público digital, esto es, un espacio donde 
el soporte principal es Internet. 
9 
 
La reconfiguración del espacio público a partir del auge de las tecnologías de 
comunicación lleva a preguntarse: ¿Cómo estas nuevas herramientas 
tecnológicas, en concreto Internet y el desarrollo de las redes sociales, 
modifican las prácticas políticas? ¿Qué características tienen estas formas 
de acción política? ¿Qué herramientas necesitamos para comprender 
fenómenos de acción colectiva mediadas por las tecnologías de la 
comunicación? ¿Se pueden enmarcar en las categorías de estudio de los 
“movimientos sociales” o “nuevos movimientos sociales” o es necesario 
buscar nuevas terminologías que permitan explicar estas formas de acción 
política? 
 
La llamada “sociedad de los medios” ha planteado un dilema en la construcción de 
lo comunitario o lo colectivo. La potencialidad de los medios de comunicación de 
masas y el desarrollo de las TICs plantea profundas transformaciones 
estructurales y funcionales al espacio público, el cual, parece sumergido en un 
intenso proceso de profundización tanto horizontal como vertical. Horizontal, en la 
medida en que las comunicaciones traspasan los límites nacionales para situarse 
en un escenario globalizador. Y vertical, de forma que nuevos ámbitos y sectores 
de la vida social (la vida privada, intima), se incorporan a la creciente gama de 
actividades consideradas como públicas. 
 
Tradicionalmente y durante mucho tiempo, las vías de participación ciudadana por 
antonomasia han sido las urnas, el voto, los mítines, las asambleas y las marchas. 
Una segunda vía de participación, desarrollada a lo largo del siglo XX son los 
medios de comunicación masivos (Prensa, radio, cine, televisión). Un canal 
indirecto, filtrado, vertical que a partir de sus limitaciones técnicas y particulares 
intereses, ha demostrado ser una vía muy limitada para poder mediar y fomentar 
la participación y las actividades ciudadanas. 
 
En el siglo XXI el auge de Internet y la diversidad de tecnologías desarrolladas a 
partir de éste, están alterando la forma en que se desarrolla la participación 
10 
 
política. El mundo que se abre es la posibilidad virtualmente ilimitada, de volcar 
opiniones, rebatir y establecer contacto en tiempo real entre gobernantes y 
gobernados, entre ciudadanos y ciudadanas; entre agentes sociales, ciudadanos y 
gobierno; una amplia combinación de posibilidades que está rompiendo las 
estructuras que construyeron los medios masivos de comunicación. 
En la actualidad, vemos como agrupaciones de personas organizadas a través de 
dispositivos digitales se manifiestan colectivamente de manera virtual y presencial. 
La interacción y organización social de estas acciones políticas la mayor de las 
veces se produce a distancia y funciona a través de la distribución de mensajes 
por medio de redes sociales. 
Como adelantamoslíneas atrás, la investigación estudia dos casos: 
El movimiento estudiantil en Chile en el 2011 es un ejemplo Latinoamericano del 
uso de las nuevas formas de comunicación derivadas del desarrollo tecnológico de 
Internet. El uso de redes sociales como Twitter y Facebook fue fundamental para 
la propagación de manifestaciones y encuentros masivos. 
El segundo caso de estudio se desarrolla en México, nos referimos al movimiento 
estudiantil #Yosoy132, el cual tiene su origen el 11 de mayo del 2012 en el 
auditorio "José Sánchez Villaseñor" de la Universidad Iberoamericana, fecha, en la 
que el entonces candidato presidencial de la coalición "Compromiso por México" 
(conformado por los partidos PRI y PVEM) Enrique Peña Nieto presentó su 
plataforma política como parte del foro Buen Ciudadano Ibero. Al final de su 
ponencia, un grupo de estudiantes lo interpeló y fue despedido del campus 
universitario bajo consignas que lo descalificaban. 
El acontecimiento fue videograbado por varios estudiantes y dichos vídeos se 
publicaron en las redes sociales. Las principales cadenas televisivas del país, así 
como muchos periódicos nacionales, matizaron la noticia con el argumento de que 
aquella protesta no era una auténtica expresión de jóvenes universitarios y que se 
trataba, por el contrario, de un boicot político orquestada por grupos porriles. 
11 
 
Ante estos señalamientos, el 14 de mayo del 2012, un grupo de 131 jóvenes 
publicaron un vídeo en Youtube en dónde mostraban las credenciales que los 
acreditaban como estudiantes de dicha universidad. Seis horas después de su 
publicación, el video había sido reproducido por 21 mil 747 usuarios de esa red 
social. A raíz del video, distintas expresiones en las redes sociales mostraban su 
apoyo a los 131 estudiantes con el slogan #YoSoy132. 
Los casos se estudiarán primero desde una mirada histórica-descriptiva; segundo 
se analizara la estructura, la forma de organización y la toma de decisiones; 
tercero, se revisaran las estrategias de movilización y acción política; cuarto, se 
indagaran las estrategias de comunicación; quinto, se revisaran los alcances y 
posibles éxitos de los dos movimientos estudiados. 
 
Para la elaboración de estos cinco puntos, fue necesario recurrir a la experiencia 
de los participantes, es a partir de su discurso como se reconstruyen y analizan 
los dos casos de estudio. La técnica de investigación utilizada fue el uso de 
entrevistas semi-estructuradas aplicadas a participantes de los dos movimientos; 
también hay una recopilación documental de diversos testimonios y relatos de vida 
de jóvenes que participaron activamente en los movimientos. 
 
Por sus características, este trabajo esta realizado bajo el paraguas de la 
investigación cualitativa, a partir de la experiencia de los participantes se 
construye la historia, las formas de organización, las estrategias de movilización, 
etc. de los dos movimientos estudiados. 
 
La presentación del trabajo se organiza en cinco capítulos: en los dos primeros se 
desarrollan las premisas teóricas que sustentan la investigación. En el primer 
capítulo se aborda la noción de espacio público, hablamos de los sentidos de lo 
público: lo común, lo visible, lo accesible o abierto; lo cual nos servirá para poder 
evidenciar como estos sentidos funcionan en diferentes etapas históricas y 
sustentaran la idea de la reconfiguración constante del espacio público. 
 
12 
 
En el segundo capítulo, se propone una estructura teórica-histórica de estudiar el 
espacio público; se plantea estudiar el espacio público a través de cuatro 
modelos: el clásico, el burgués, mediático, digital. La intención es identificar la 
variación socio-histórica de la categoría espacio público y dar cuenta de su 
constante reconfiguración, nos interesa dar cuenta de diversos espacios públicos 
que generan diversas posibilidades de participación, de reunión y por tanto de 
acción política. 
 
En el capítulo tres y cuatro se revisan los estudios de caso, ejemplos de acción 
política que utilizan las nuevas posibilidades tecnológicas de Internet como 
reacción a una política pública, como medio de expresión colectiva de un 
descontento, como medio de publicación de información ausente de la discusión 
pública o de los medios de comunicación tradicionales. 
 
En estos capítulos también se discute si estas acciones políticas que se 
potencializan con el uso de redes sociales como facebook y twitter, se pueden 
enmarcar en las categorías de estudio de los movimientos sociales o si es 
necesario buscar nuevas terminologías que permitan explicar estas formas de 
acción política. Se estudian sus alcances, sus limitaciones y se reflexiona hacia 
donde se dirigen estas nuevas formas de acción política. 
Por último, en el quinto capítulo a través del método comparativo, se contrastan 
los dos movimientos estudiados; a partir de un esquema de análisis establecemos 
semejanzas y diferencias basado en variables como: contexto histórico, estructura, 
organización, toma de decisiones, estrategias de movilización y de comunicación, 
alcances y éxitos. 
 
 
 
 
 
13 
 
Capítulo 1. Premisas teóricas sobre el Espacio Público. 
 
El principal problema que se presenta cuando se habla de espacio público, es de 
entrada, la inaprensabilidad de su definición. Esto se debe principalmente, a que el 
termino público carga con diversos significados, su uso lingüístico demuestra la 
variedad de acepciones, en algunas ocasiones es utilizado como sustantivo (el 
público), otras como adjetivo (administración pública, documentos públicos, 
información pública, espacio público, etc.). 
 
Otro factor que suma a la confusión, es que tanto lo público como lo privado se 
han modificado a través del tiempo, en una reconfiguración constante. Quizá, es 
en el periodo de la Grecia clásica dónde son evidentes sus límites y diferencias en 
la realidad social: el espacio público estaba destinado a los asuntos políticos 
comunes y lo privado estaba destinado a lo doméstico, a las actividades 
necesarias para poder vivir, sólo aquel que tenía resuelta la vida privada podía 
dedicarse a la vida pública. 
 
Es desde esta tradición clásica griega, que lo público tiene una relación con lo 
común, con lo que atañe a todos los que conforman una comunidad; con el 
surgimiento del Estado, esta relación siguió vigente, al relacionar los asuntos 
públicos con los intereses estatales. Sin embargo, en el periodo de la ilustración 
(S.XVIII), lo público funciona más como mediador entre el Estado y la sociedad, 
dando pauta, a una separación entre el Estado, la comunidad y el individuo. 
 
Tanto la tradición clásica griega y la ilustración, conciben al espacio público, como 
el lugar donde se pueden dirimir los problemas que son comunes a todos, de una 
forma libre, que sea capaz de controlar y racionalizar el poder político del Estado. 
Esta idea de un espacio público racional, es al que se apela constantemente con 
cierta nostalgia y como única posibilidad de fortalecer los principios democráticos. 
14 
 
Nadie puede negar que si bien el término “público” es una noción clásica en los 
debates de las ciencias sociales contemporáneas 1 , al mismo tiempo se ha 
caracterizado por la ausencia de univocidad. Entonces ¿Cómo y por dónde pensar 
lo público? Para los objetivos buscados en nuestra investigación y con la 
intención de que la categoría sea de utilidad empírica, recurrimos a los tres 
sentidos básicos asociados a “lo público” que traza Nora Rabotnikof (2005): 
 
• Como lo común y general en contraposición a lo individual y particular. 
• Como lo visible, manifiesto y ostensible, en contraposición a lo oculto y secreto. 
• Como lo abierto y accesible, en contraposición a lo cerrado y vedado. 
 
También, recurrimos a una diferenciación del espacio público a partir de su 
extensión y formas de comunicación, para esto, seguimoslas aportaciones 
teóricas que realiza John Keane entorno a las microesferas, mesoesferas y 
macroesferas públicas (Keane, 1997). 
Por último, si hablamos de lo público, es necesario reflexionar en torno a lo 
privado, no en un afán de necedad dicotómica, creemos que la pertinencia estriba 
en que históricamente estos espacios de la vida, se han transformado de manera 
conjunta. 
 
1. Sentidos de lo público 
1.1.1 Lo público como lo común- lo general 
 
Según este primer sentido, público alude a lo que es de utilidad o de interés 
común a todos, lo que atañe al colectivo, lo que concierne a la comunidad. Y ello, 
en oposición a lo privado, entendido como lo que refiere a la utilidad, el interés o el 
ámbito individual o particular. Por un lado, entonces, público designa lo 
perteneciente o concerniente a todo un pueblo o comunidad política y por eso su 
 
1 Para este punto ver Bobbio 1987; Calhoun 1992; Villa 1992; Fraser 1999; Rabotnikof 1995, 1997 
y 2005;Keane 1997, entre otros. 
 
15 
 
referencia a la autoridad colectiva de ahí emanada. De allí también el progresivo 
deslizamiento del sentido del término público hacia la idea de un monopolio estatal 
de los intereses de la comunidad políticamente organizada, es decir, la progresiva 
construcción de la identificación público-político- estatal. 
 
Esta noción de lo público registra un sentido común de la vida y la construcción de 
una autoridad que resguarde ese lugar de convivencia. Esto implica 
necesariamente la configuración de una identidad que permite a los miembros de 
una comunidad crear de forma legítima sus reglas e instituciones. Es, en este 
sentido, donde lo público se vuelve progresivamente sinónimo de lo político. 
 
Lo anterior precisa de una distinción analítica. “La vida en común, el interés 
compartido, la participación en el grupo, la identidad, no constituyen 
necesariamente a la autoridad. De esta manera, es posible que los miembros de 
una comunidad compartan intereses y valores que no estén condicionados, 
regulados o garantizados por algún órgano administrativo de autoridad. Así, lo 
común se configura en el momento en que los individuos dejan su esfera privada y 
se internan, en calidad de ciudadanos, en una comunidad que comparte intereses 
y preocupaciones. Y, sólo de forma posterior a la configuración de esta identidad 
común, es posible la creación de normas e instituciones que regulen el interés 
general. De esta manera, la idea de lo común se asocia, en un segundo momento, 
a la constitución de órganos de autoridad que garanticen los intereses de la 
colectividad.”(Gallegos,2009: 132). 
 
Frente a la idea de lo público aparece un espacio destinado a los individuos 
donde, apartados relativamente de esa colectividad, configuran sus preferencias, 
buscan sus intereses particulares y definen con autonomía sus cursos de vida y 
creencias. 
 
La privacidad es, por tanto, “el ámbito donde pueden imperar exclusivamente los 
deseos y preferencias individuales…es la esfera personal reconocida…el ámbito 
16 
 
reservado a un tipo de situaciones o relaciones interpersonales en donde la 
selección de los participantes depende de la libre decisión de cada individuo” 
(Garzón, 2005: 17). 
 
Al igual que lo público, la esfera de lo privado se encuentra condicionada 
históricamente. Su criterio de distinción apunta a la identificación de una utilidad 
privada que se posa frente a la utilidad pública. Más allá de sus variaciones, 
suelen asociarse a este ámbito contenidos específicos como la familia, los amigos, 
las preferencias sexuales, los contratos y la propiedad. Esta última, como veremos 
más adelante, ha sido considerada en su sentido más amplio, la institución 
fundamental relacionada con este ámbito. 
 
Lo íntimo, por su parte, aparece como una distinción más profunda en la esfera de 
lo privado, la cual refiere a un espacio todavía más reservado. Lo íntimo toma 
distancia de lo privado al ser “el ámbito de los pensamientos de cada cual, de la 
formación de decisiones, de las dudas que escapan a la clara formulación, de lo 
reprimido, de lo aún no expresado y que quizás nunca lo será, no sólo porque no 
se desea expresarlo sino porque es inexpresable...es donde el individuo ejerce 
plenamente su autonomía personal; es el reducto último de la personalidad, es allí 
donde soy lo que soy” (Garzón, 2005: 16). 
 
De ahí que se hable de amigos íntimos, lugares íntimos o relaciones íntimas, 
como calificativo a relaciones de mayor profundidad o cercanía. Así, mientras que 
lo privado es accesible todavía a un circulo limitado de personas, lo íntimo se 
mantiene reservado o casi clausurado para los demás, siendo apenas unas 
cuantas personas las que pueden acceder a éste. 
 
La apuesta, más allá de su condicionamiento histórico, social o cultural, es 
establecer un criterio práctico de diferenciación gradual de cada una de estas 
esferas, sin pretensiones normativas rígidas en cuanto a su contenido: “Si lo 
íntimo estaba caracterizado por su total opacidad, lo que caracteriza a lo público 
17 
 
es la transparencia. Entre estos dos extremos cabría ubicar el ámbito de lo privado 
como aquel en donde impera una transparencia relativa” (Garzón,2005: 18). En 
otras palabras, todo ejercicio del poder político debe hacerse público; la privacidad 
debe ser estrictamente respetada por el Estado pero regulada en ciertos aspectos 
críticos y la intimidad debe ser absolutamente invulnerable. 
 
La línea divisoria que separa lo público de lo privado es, según Nora Rabotnikof, 
en todo caso, de elusivo trazo (Rabotnikof, 2005). Esto se debe a las irresolubles 
tensiones que encarna la propia relación y a la dinámica propia de sus límites 
concretos y relaciones específicas, que hace imposible su delimitación definitiva. 
Ello no implica, sin embargo, que sea imposible arribar a distinciones generales y 
abstractas que permitan, estipular un criterio práctico de diferenciación. 
 
En este sentido, se puede referir, una delimitación histórica de la relación 
público/privado y así sostener no sólo la primacía de lo privado sobre lo público o 
viceversa, sino algo así como su directa proporcionalidad, esto es, que entre más 
amplitud se reconozca a una esfera, mayor constreñimiento consigna la otra. O 
sustentar en un segundo momento, que más allá de su contraposición y 
autonomía, se da un cierto grado de complementariedad que se establece en 
estos ámbitos, a partir de lo que el propio Bobbio denomina como “dos procesos 
paralelos”: la privatización de lo público y la publicitación de lo privado (Bobbio, 
1987: 27). 
 
En cuanto a la supremacía de lo privado sobre lo público ya Bobbio nos advierte 
que esta se remite a la difusión y recepción que tuvo el derecho romano en 
Occidente. El derecho privado, a través de sus instituciones fundamentales como 
la familia, la propiedad, el contrato y el testamento, se consideró como el derecho 
de la razón, esto es, un derecho cuya validez es reconocida de forma 
independiente de las circunstancias de tiempo y lugar que lo originaron y que está 
basada en una supuesta “naturaleza de las cosas”. 
 
18 
 
La tradición política liberal se constituye como la más importante y coherente 
teoría de la supremacía de lo privado sobre lo público. En voz de Locke, la 
propiedad es sinónimo de derecho natural en tanto nace del esfuerzo personal en 
el estado de naturaleza y previo a la constitución del poder político. Su relevancia 
garantiza el libre ejercicio frente al Estado, concebido sólo como un “mal 
necesario” cuyo poder debe ser mínimo y limitado a la función de castigar a todo 
aquel que vulnere el derecho natural de un tercero. La inviolabilidad de lo privado 
es la única justificación para la creación del Estado y abarca la suma de todos los 
derechos individuales naturales (Locke, 1997). 
 
Por su parte,la supremacía de lo público se basa en dos premisas: la 
contraposición y necesaria subordinación, hasta la eventual supresión, del interés 
individual al colectivo y en la irreductibilidad del bien común en la suma de los 
bienes individuales. 
 
Ya sea como nación, comunidad política, pueblo, clase o sociedad civil, el 
individuo debe abandonar su autonomía y supeditarse a los intereses del grupo. El 
principio aristotélico de que “el todo es primero que las partes” es retomado por 
Hegel para desarrollar el sustrato fundante: “la totalidad tiene fines que no pueden 
reducirse a la suma de los fines de los individuos que la componen y el bien de la 
totalidad una vez alcanzado se transforma en el bien de sus partes” (Bobbio, 1987: 
28). 
 
Más allá de los fundamentos teóricos de estas relaciones de supremacía, lo que 
interesa resaltar, son los flujos de las relaciones que van de lo público a lo privado 
y de lo privado a lo público. Estos flujos se materializan en dos fenómenos 
mutuamente imbricados. Por un lado, la intervención del poder político en la 
regulación de la esfera social o económica y la subordinación de los intereses 
privados al interés de la colectividad. Y, por otro, la reivindicación de los intereses 
privados a través de la formación de grandes organizaciones que utilizan el 
aparato político para alcanzar sus fines. 
19 
 
 
Estos procesos (publicitación de lo privado y privatización de lo público) en ningún 
sentido resultan incompatibles, por el contrario, se complementan entre sí. Como 
señala Stephen Holmes “la verdadera libertad es una combinación óptima de lo 
público y de lo privado, de la participación y de la no participación, de la 
responsabilidad cívica y de la independencia, del activismo y del apolitismo, de la 
cooperación y de la singularidad...”, de esta forma “…el ámbito público y el ámbito 
privado no son dos términos hostiles de una alternativa. Se estimulan, se 
desprenden y se refuerzan el uno al otro” (Cruz, 2009: 31-32). 
 
En todo caso, más que una oposición entre lo público y lo privado, se trata de la 
complementariedad de lo que en realidad constituyen dos formas de libertad. Lo 
público, se abastece de las ideas, discursos y argumentos que se tematizan y 
racionalizan en lo privado; las acciones se desdoblan más allá de lo estrictamente 
individual y desembocan en una serie de campos ampliados como la familia, 
amigos, grupos de interés, asociaciones, comunidades, etc. 
 
1.1.2. Lo público como lo visible 
 
El segundo criterio para remite a la visibilidad en oposición al ocultamiento. 
Público sería aquí lo visible y lo manifiesto, versus lo privado como lo secreto. Es 
decir, según este criterio, público es aquello que se despliega a la luz del día, 
mientras que lo privado es aquello que se sustrae a la mirada, a la comunicación y 
al examen. 
 
Decimos que una cuestión ya es pública en el sentido de que es conocida, sabida, 
y ha sido expuesta a la luz pública. Dicha cuestión puede hacer referencia a la 
dimensión privada (en el primer sentido, es decir no ser de interés común ni 
general) de una persona o un grupo y, sin embargo, ser pública en el sentido de 
ser manifiesta, de aparecer. 
 
20 
 
Un personaje público no es necesariamente alguien cuyo espacio de decisión o de 
acción se vincule con el colectivo (en el primer sentido de público) y, sin embargo, 
su vida (un actor, un jugador de fútbol) transcurre, la mayoría de las veces, 
públicamente, porque está expuesto a la mirada de los demás. De manera 
inversa, y esto es importante, la autoridad pública, el poder público, la gestión de 
la cosa pública puede ejercerse de manera privada, ocultarse, desenvolverse en 
secreto. Como sabemos, la noción ilustrada de publicidad recuperó básicamente 
este criterio. Ilustrar al poder político era volverlo público en tanto sometido a 
reglas explicitadas y públicamente accesibles, 
 
Históricamente, las relaciones que configuran la publicidad política se manifiestan 
como la exigencia de hacer visibles y conocidas las decisiones, los 
procedimientos, las acciones o las razones del poder político. Esta exigencia 
aparece ligada al proceso de secularización y desacralización del poder, así como 
a la exigencia de aplicar restricciones normativas a su ejercicio. 
 
Debido a su carácter contrapuesto al secreto y a la opacidad de lo político, no es 
extraño que algunos autores hayan asociado la publicidad con la crítica 
(Habermas, 1994) (Cohen, Arato, 2000). La crítica, entendida en su sentido 
kantiano, como el acto reflexivo que da cuenta de las condiciones de posibilidad 
del uso de la razón. Ejercer la crítica es poner en crisis, llevar al límite las 
estructuras establecidas que impiden emancipar la razón, que obstaculizan su 
uso. 
 
Para Kant, la realización del proyecto ilustrado depende fundamentalmente del 
ejercicio de la razón humana. Conocida es la caracterización de Kant, de la 
ilustración cómo “salida de la minoría de edad”, como capacidad humana para 
poder “pensar por sí mismo” (Kant, 1989). 
 
La idea central es que la discusión pública fomenta la ilustración mutua entre 
público y autoridad. El público se ilustra a través de la exposición pública de la 
21 
 
verdad y el gobernante se entera del estado de los asuntos públicos, lo cual 
contribuye a mejorar su capacidad de decisión. 
 
El principio de publicidad kantiano representa la elaboración filosófica moderna 
más influyente en el pensamiento político contemporáneo, en lo que se refiere a la 
articulación de lo público bajo los tres sentidos mencionados: como el lugar para la 
discusión de los asuntos de interés común o general, como la elaboración de un 
criterio de control político a partir de la visibilidad de la acción política y social, y 
como la apertura real o potencial a la participación en aquel lugar destinado a la 
argumentación y elaboración de la voluntad general (Rabotnikof, 2005). 
 
La estructura básica del principio de publicidad kantiano se plantea bajo dos 
dimensiones: 
 
Primero, con el propósito de armonizar la política con la moral, Kant introduce en 
el capítulo II del Apéndice de su Ensayo sobre la paz perpetua, un criterio racional 
de justicia que textualmente dice: “Todas las acciones relativas al derecho de los 
demás hombres, cuya máxima es incompatible con la publicidad, son injustas” 
(Kant, 1989: 81). 
 
Para Kant, esta fórmula es la manera más segura para establecer la justicia o 
injusticia de una acción pública (una ley, una decisión del gobierno, etcétera). La 
opinión pública como elemento fundamental de corrección de las decisiones 
gubernamentales. 
 
En segundo término, este principio no puede entenderse ni aplicarse sin 
considerarlo dentro del gran proyecto que fue la Ilustración. En el siglo XVIII, la 
publicidad política era entendida como un engranaje más del ideal ilustrado del 
que Kant fue una de sus mayores promotores. En su breve ensayo titulado ¿Qué 
es la Ilustración?, Kant establece que “la ilustración es la liberación del hombre de 
su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de 
22 
 
su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa 
no reside en su falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí 
mismo de ella sin tutela de otro” (Kant, 1989: 25). 
 
Para lograr este proyecto, según Kant, es suficiente una cosa, la libertad de hacer 
uso público de la razón íntegramente: “El uso público de su razón le debe estar 
permitido a todo el mundo y esto es lo único que puede traer ilustración a los 
hombres; (…) Entiendo por uso público, aquel que, en calidad de maestro, se 
puede hacer de la propia razón ante el gran público del mundo de lectores” (Kant, 
1989: 28). 
 
De tal forma, el uso público de la razón se traduce en el moderno concepto jurídico 
de la libertad de expresión y opinión,el cual se constituye como la condición de 
posibilidad para la realización de la ilustración colectiva. En otras palabras, 
constituye un modelo de argumentación racional y política, orientado a la 
construcción y reconocimiento de un espacio común y general. 
 
 
1.1.3. Lo público como lo abierto- lo accesible 
 
Y el tercer criterio es el de la apertura o la clausura. Público, en esta línea, 
designaría lo que es accesible y abierto a todos, en oposición a lo privado como 
aquello que se sustrae a la disposición de otros.2 Este último y tercer criterio 
público, sería aquello que al no ser objeto de apropiación particular, se encuentra 
abierto, distribuido. Los lugares públicos (calles, plazas) son así lugares abiertos a 
todos, mientras que el símbolo más ostensible de la privacía entendida como 
apropiación es precisamente la clausura. 
 
 
2 Los procesos electorales antes del “sufragio universal” son el ejemplo inmejorable para ilustrar la 
existencia de procesos políticos (comunes o generales) que se desarrollaban de forma pública 
(visibles) pero que no necesariamente eran “accesibles” a todos. 
23 
 
Ello supone pensar históricamente lo público en cuanto lugar de lo común y lo 
general. En otras palabras, esta noción parece hacer referencia a un criterio de 
disponibilidad y accesibilidad. Así, lo abierto refiere a lo accesible, aquello a lo que 
se puede ingresar, lo que está disponible. Al contrario, lo privado es lo cerrado, lo 
clausurado, lo inaccesible. De esta forma se puede tener acceso a un lugar 
público, a una audiencia pública, a información y a espacios de discusión pública. 
 
Por otra parte, el espacio público se distingue por su accesibilidad, esto es, que el 
ingreso a él es potencialmente universal y no exige requisitos especiales o 
formales para ello. No obstante, este mismo rasgo puede actuar en sentido 
inverso en la medida en que también se encuentra abierto a decisiones que 
pueden llegar a regular o restringir, de alguna manera, sus contenidos. 
 
En la medida de su accesibilidad, el espacio público garantiza la pluralidad tanto 
de personas y grupos como de temas y posiciones, y se entiende irrestricto, en 
tanto no hay una limitación o prefiguración de los temas, problemas e inquietudes 
que serán materia de reflexión y debate. 
 
1.2. Dimensiones espaciales del espacio público. 
 
En el ideal normativo, el espacio público es un lugar de razonamiento y discusión, 
que permite acotar los poderes del Estado o del gobierno, su contenido tiene que 
ser público en el sentido de que atañe a lo común y colectivo, tiene que ser 
manifiesto y tiene que mostrar apertura. 
 
En este ideal, se tipifica un espacio público general, que está delimitado por un 
territorio, llámese Estado, nación, comunidad, etc. En este sentido, resulta 
interesante la aportación que realiza Jonh Keane en su texto “Transformaciones 
estructurales de la esfera pública” dónde comenta que es importante pensar en 
una multiplicidad de espacios públicos de diferentes tamaños, que pueden 
24 
 
conectarse a través de una especie de nodos de comunicación y que muchas 
veces, no están delimitados espacialmente por el Estado (Keane, 1997). 
 
“El predominio que antes tenía la vida pública estructurada en torno al Estado, 
territorialmente delimitada y que era mediada a través de la radio, la televisión, la 
prensa y los libros, está tocando a su fin. Su hegemonía está siendo velozmente 
erosionada por el desarrollo de una multiplicidad de espacios entrelazados de 
comunicación, los cuales no están atados a un territorio determinado y, por tanto, 
desbordan y fragmentan irreversiblemente aquello que antes parecía ser una 
esfera pública única y espacialmente integrada, contenida dentro de un Estado-
nación” (Keane, 1997: 57). 
 
De esta forma, para Keane el espacio público puede componerse de una relación 
espacial entre dos o más personas que discuten asuntos públicos, ya sea a partir 
de una comunicación directa, de persona a persona, o mediada a través de un 
medios de comunicación (televisión, radio, computadora, teléfono, etc.). Así, 
establece una distinción de distintos espacios públicos a partir de sus alcances y 
tamaños, a estos espacios los llama microesferas, mesoesferas y macroesferas. 
 
Entre las microesferas públicas podemos encontrar una simple charla entre 
amigos, círculos de discusión, la iglesia, organizaciones vecinales, de barrio, 
estudiantiles, etc. Son pequeños espacios que por lo general tienen una 
“…estructura horizontal y de pequeña escala, en los cuales los ciudadanos forjan 
su identidad y a menudo se enfrentan a los poderes con estructuras verticales” 
(Keane, 1997: 59). 
 
Para Keane, estas microesferas se constituyen como actores relevantes de los 
llamados nuevos movimientos sociales, en el sentido de que estos pequeños 
espacios discuten y demandan la aplicación de políticas públicas que los 
beneficien en lo inmediato y no apuntan a modificar el sistema político, ni se 
dirigen a la obtención del poder del Estado. 
25 
 
 
Estas microesferas funcionan como pequeñas redes de interacción, que se 
conforman por una diversidad de individuos, grupos y organizaciones, que se 
involucran con la intención de solucionar conflictos culturales y políticos. Su 
intención es la de pugnar por el mantenimiento o mejoras de determinado tipo de 
vida. 
 
El tipo de comunicación que se despliega en las microesferas es de persona a 
persona, totalmente dialógico, por tanto permite mayor retroalimentación y una 
discusión directa sobre determinados temas. 
 
Las mesoesferas públicas, son para Keane “espacios de debate sobre el poder, 
integradas por millones de personas que observan, escuchan o leen, a lo ancho 
de un área de grandes dimensiones, cuya extensión puede ser la del Estado-
nación o bien ampliarse más allá de sus fronteras” (Keane, 1997: 62). 
 
Las mesoesferas son construidas a través de medios de comunicación (Prensa, 
Radio, Televisión, etc.) y por tanto el mensaje es mediado y tiene un carácter 
unidireccional. A diferencia de las microesferas donde existe una comunicación 
dialógica y horizontal, en las mesoesferas el mensaje se produce en determinada 
empresa-institución de comunicación y es dirigido masivamente a cierto público, 
anulando la capacidad de dialogo y respuesta del receptor, provocando una 
comunicación totalmente vertical. 
 
En las sociedades contemporáneas, los medios masivos de comunicación son una 
industria sumamente poderosa en términos económicos y políticos; a través de 
ellos, regularmente se satisfacen las necesidades de información y 
entretenimiento, de esta forma se insertan en el mercado del conocimiento, de la 
educación, de la cultura, del entretenimiento y la información. 
 
26 
 
Los medios de comunicación, tienen hoy una doble función, ser los lugares donde 
se debaten los asuntos públicos, lo cual, los convierte en actores de gran peso en 
la configuración de la agenda pública de la discusión y, son el lugar por excelencia 
donde la mayoría de la gente se recrea y se entretiene. Lo cual provoca que en 
algunos contextos y en algunas coyunturas, los medios de comunicación –en 
especial la televisión- puedan ser percibidos como un poder con intereses propios 
y con una capacidad enorme para condicionar la actuación del poder político. 
 
En cuanto a las macroesferas públicas, estas son posibles a partir del desarrollo 
de medios masivos de comunicación que tienen una cobertura mundial (News 
Coporation International, Reuter, Time –Warner, Berterlsmann, etc.) y están 
conformados por macropúblicos de millones de personas. 
 
Estas macroesferas se construyen a través de empresas de televisión, radio, cine, 
prensa, que operan con una difusión mundial; Keane no está pensando en las 
TICs, ya que para cuando apareció su texto, al finalde la década de los 90, el 
desarrollo de internet aún era incipiente. Sin embargo se puede observar, que si 
bien las empresas de comunicación transnacionales aportan a la construcción de 
macroesferas, en la actualidad el desarrollo de Internet y de la telefonía móvil, 
colocan a estas tecnologías como partes fundamentales de estas esferas 
extendidas que rompen con los espacios y los tiempos de los Estados-nación. 
 
Estas redes digitales son globales, por el hecho que trascienden los límites 
territoriales e institucionales a través de redes de ordenadores comunicadas entre 
sí, de esta forma, modifican las apreciaciones sobre la distancia y el tiempo. Si 
bien, el tiempo local sigue siendo importante ya que agenda las actividades 
cotidianas de la vida, vivimos tiempos de simultaneidad y discontinuidad, asistimos 
a un tiempo policrónico donde realizamos varias actividades dentro del mismo 
periodo de tiempo. 
 
27 
 
También, la macroesfera pública, centrada en las posibilidades comunicacionales 
de Internet, genera específicas formas de comunicación, si bien el mensaje esta 
mediado por una tecnología al igual que en las mesoesferas, la World Wide Web y 
las comunicaciones inalámbricas no funcionan como los medios de comunicación 
tradicionales. Más bien son medios de comunicación Interactiva y desarrollan una 
forma de comunicación dialógica en la que puede haber retroalimentación 
inmediata. 
 
“Esta forma de comunicación ha surgido con el desarrollo de las llamadas Web 2.0 
y Web 3.0, o el grupo de tecnologías, dispositivos y aplicaciones que sustentan la 
proliferación de espacios sociales en Internet gracias a la mayor capacidad de la 
banda ancha, el revolucionario software de código abierto y la mejor calidad de los 
gráficos y el interfaz, incluyendo la interacción de avatares en espacios virtuales 
tridimensionales. La difusión de Internet, las comunicaciones inalámbricas, los 
medios de comunicación digitales y una serie de herramientas de software social 
han provocado el desarrollo de redes horizontales de comunicación interactiva que 
conectan lo local y lo global en cualquier momento.” ( Castells, 2009: 51). 
 
En este sentido, este tipo de comunicación interactiva, está más cerca de la 
comunicación que se produce en las microesfereas públicas, ya que desarrollan 
una comunicación horizontal, en el que no sólo se es sujeto de mensajes, sino 
también, se participa en la construcción y difusión de los mismos. 
 
1.3. La transformación de lo Privado. 
 
La idea de lo público lleva a revisar su opuesto y preguntarse ¿qué es lo privado? 
¿Cómo se define en su articulación con lo público? ¿Qué implicaciones tiene esta 
articulación? 
 
28 
 
La proliferación de nuevas tecnologías de comunicación, nos ha obligado a 
reconsiderar la naturaleza de la vida pública y obliga de igual forma a estudiar los 
cambios de la vida privada. 
 
Recordemos que para los antiguos griegos, el espacio privado era el territorio de 
la casa y la familia. Era el entorno de la necesidad, donde los seres humanos eran 
guiados por sus deseos y donde el trabajo era sustancial para reproducirse a sí 
mismos y a su especie. Era lo opuesto a la esfera pública, que era la zona de la 
libertad, donde los seres humanos podían desplegar todas sus capacidades. 
 
En el pensamiento griego antiguo, según Arendt, la esfera privada era entendida 
en el sentido original de “privación”, de “estar privado”: estar privado de las cosas 
que constituyen una verdadera vida humana, estar privado de la realidad que se 
obtiene al ser visto y oído por otros, estar privado de las relaciones que provienen 
de compartir un mundo en común, y estar privado de la posibilidad de lograr algo 
más perdurable que la vida misma ( Arendt, 2005: 58). 
 
La forma de pensar de los antiguos griegos respecto de lo privado ha proyectado 
una especie de sombra sobre la manera en que se piensa lo privado en 
Occidente. Los antiguos griegos tendían a pensar en el espacio privado 
básicamente en términos de carencia. Una visión parcial y cuestionable, sobre 
todo, si se toma en cuenta que el espacio privado proporciona a los individuos un 
lugar donde pueden refugiarse del escrutinio de la vida pública y de ser 
constantemente vistos y oídos por los demás. 
 
Una vida que transcurre enteramente en lo público, ante la presencia de otros, 
dice Arendt, se vuelve, por así decirlo, superficial. Aunque mantiene su visibilidad, 
pierde la cualidad de aparecerse a la vista desde un terreno más oscuro que debe 
mantenerse oculto para no perder su profundidad en un sentido muy real y no-
subjetivo (Arendt, 2005: 71). 
 
29 
 
En la tradición del pensamiento político liberal de los siglos XVII y XVIII, este punto 
de vista suele ser teorizado en términos de defensa de la propiedad privada, 
porque la protección de ésta se considera la única forma confiable en la que este 
espacio privado puede garantizarse. Una de las ideas claves del liberalismo fue 
que los individuos tenían ciertos derechos básicos que debían protegerse del 
abuso de poder de gobiernos despóticos.3 
 
Una de las ideas claves del pensamiento político liberal fue la idea de que los 
individuos tienen ciertos derechos básicos o libertades civiles, como la libertad de 
expresión y la libertad de asociación, y que estos derechos son necesarios para 
proteger al individuo del uso excesivo del poder estatal. Por lo tanto, en la tradición 
liberal de pensamiento político hay límites al poder del Estado, y el Estado se 
vuelve ilegítimo cuando excede esos límites. Esta idea de que los individuos 
tienen ciertos derechos fundamentales que éste debe respetar sirvió 
posteriormente para construir los marcos constitucionales de la mayoría de los 
Estados occidentales modernos, entre los que destaca la Declaración de 
Derechos Humanos. 
 
Esto es relevante en el sentido de que cuando pensamos en la privacidad en la 
actualidad, no lo hacemos sólo ni de manera fundamental, en los términos del 
pensamiento griego antiguo; más bien pensamos en ella, en un contexto que ha 
sido moldeado por la tradición de la teoría política liberal democrática, y que tiene 
que ver, entre otras cosas, con definir los límites del poder estatal. 
 
Es por eso que en tiempos actuales, se piensa a lo privado como un derecho, algo 
que podemos exigir legítimamente porque nos pertenece como individuos. En este 
contexto, la privacidad tiene que ver con la capacidad de los individuos de tener 
control sobre algo. Normalmente este “algo” se entiende en dos sentidos: como 
información, es decir, la privacidad es la capacidad de controlar las revelaciones 
sobre uno mismo, y de controlar cómo y hasta qué punto éstas pueden 
 
3 La tradición de pensamiento liberal democrático proveniente de los escritos de pensadores como 
Locke, Hume, Kant y John Stuart Mill. 
30 
 
comunicarse a los demás; y privacidad espacial, el control respecto a nuestros 
propios espacios y el derecho a protegerlos de la invasión indeseada de los 
demás. 
 
Sin embargo, en la actualidad, a finales del siglo XX y comienzos del XXI, 
observamos a través de las pantallas de televisión y de la computadora, un 
ensanchamiento desmesurado de la privacidad y de la intimidad, que invade 
brutalmente el espacio público. 
Las novedades tecnológicas se han convertido en una ventana abierta en las 
cuales, se intercambia información de todo tipo, pero sobresale la información 
privada e íntima de las personas. 
Basta con observar el éxito de fenómenos contemporáneos que muestran actos 
privados de la vida, como los reality shows, las revistas de espectáculos, los 
talkshow de la televisión, etc. Podemos decir que la intimidad invadió el espacio 
privado y pasó a invadir al espacio público. 
La intimidad se ha transformado y ahora está a la vista de todos: de las webcamsa los paparazzi, de los blogs y fotologs a youtube, myspace, Facetime, desde las 
cámaras de vigilancias hasta los realitys shows y talkshows, la vieja intimidad se 
transformó en otra cosa y ahora está a la vista de todos, podemos decir, 
simplemente que hoy lo privado se torna público, en el sentido de que es visible. 
“Entramos así, a una cultura de las apariencias, del espectáculo de la intimidad, 
tendencias exhibicionistas y performáticas alimentan la persecución de un efecto: 
el reconocimiento en los ojos ajenos y, sobre todo el codiciado trofeo de ser visto, 
la consiga que se persigue es que hay que aparecer para ser. Porque todo lo que 
permanece oculto, fuera del campo de la visibilidad corre el triste riesgo de no ser 
interceptado por ninguna mirada. Y, según las premisas básicas de la sociedad del 
espectáculo y la moral de la visibilidad, si nadie ve algo es muy probable que ese 
algo no exista.” (Sibilia, 2008: 130). 
31 
 
La esfera privada ya no puede pensarse en los términos clásicos griegos que 
Hannah Arendt retoma, la idea de la esfera privada como espacio físico, como la 
casa, el hogar, es insostenible en un mundo donde las tecnologías de la 
información y las comunicaciones han transformado las formas en que se difunde, 
se accede y se controla la información. 
 
Tal como el desarrollo de los medios de comunicación separó la noción de esfera 
pública de un escenario común compartido de co-presencia y de interacción 
dialógica, también ha separado la noción de lo privado del espacio físico como la 
casa en la cual un individuo vive y se puede refugiar para escapar del escrutinio 
de la vida pública. Cuando hoy un individuo se sienta en el espacio de su casa o 
en su dormitorio y se conecta a Internet para revelar información sobre sí a miles o 
millones de otros, ¿en qué sentido está situado en una esfera privada? Puede que 
esté en el espacio privado de su casa, pero al mismo tiempo está participando en 
el escenario público de difusión de información. 
 
Por lo tanto no podemos pensar en lo privado exclusiva o básicamente en 
términos de espacio físico. Lo privado hoy está constituido por un territorio 
desespacializado de información y contenido simbólico sobre el cual cada 
individuo piensa que puede ejercer control, sin que sea relevante dónde este 
individuo o esta información se sitúen físicamente. 
 
1. 4. Reflexiones conjuntas, o ¿Qué es el espacio Público? 
 
Es importante comenzar con la precisión de que el espacio público se ubica en el 
ámbito social como un espacio de mediación entre el Estado (órganos de 
autoridad) y la sociedad (grupos, asociaciones, movimientos sociales). Como se 
ha desarrollado, no es posible afirmar la existencia de un espacio público único, 
más bien, advertimos la presencia de múltiples espacios públicos con diversos 
rasgos, que en su conjunto, nos permiten configurar de forma global el espacio 
público. 
32 
 
 
La idea de un espacio público único y unificado, es desbordado por la primacía de 
relaciones espaciales en diversos planos de la sociedad. Relaciones 
microespaciales que involucran a una o más personas y que se producen en 
espacios delimitados al barrio o a la comunidad. Mesosesferas públicas dónde el 
mensaje es mediado por tecnologías de comunicación que producen particulares 
formas de interacción mediática. Espacios mundiales y globalizados que son 
posibles con el desarrollo de las TICs. 
 
La creación de estos espacios públicos suele ser más o menos espontánea en 
tanto su organización no está definida, acotada o precisada a priori. Se integran a 
partir de redes de comunicación, que promueven exigencias y problemas que 
nacen en la interacción política de la sociedad, donde priva el carácter abierto de 
contenidos, temas y posturas, en conflicto o coincidentes, bajo formas de 
comunicación de distinto nivel y origen. 
 
La imprecisión de sus límites evidencia su complejidad, la cual se expresa en la 
multiplicidad de los espacios públicos existentes y en la eventualidad de los que 
pueden ser formados. Permite, a su vez, que los individuos corroboren, contrasten 
y confronten sus preferencias con las preferencias de la colectividad. 
 
Asimismo, en tanto presupone una serie de inquietudes y exigencias que nacen y 
atraviesan a la sociedad, funciona como una caja de resonancia que permite 
generalizar y condensar los problemas sociales que no han sido debidamente 
canalizados por las instancias formales del Estado. 
 
En ese sentido, para la teoría de la democracia el espacio público se presenta 
como una categoría central, ya sea como complemento del tipo de democracia 
procedimental que se expresa casi de forma exclusiva en la elección de los 
gobernantes, o bien, como el lugar esencial donde se desarrolla un tipo de 
33 
 
democracia participativa que busca en la argumentación y la deliberación de los 
temas su sustancia. 
 
En esta tesitura, la relación entre democracia y espacio público se establece, 
independientemente del tipo de democracia en el que se piense, a partir de la 
ampliación de la participación política de los ciudadanos. Ello habilita la 
reivindicación de demandas, la expresión de críticas, la discusión y deliberación de 
problemas, la consolidación de derechos y la formulación conjunta del interés 
colectivo. Esta función democratizadora del espacio público se presenta a través 
de tres elementos: la aparición, la comunicación y la participación. 
 
En el siguiente cuadro, de manera esquemática podemos visualizar las 
características de los diferentes espacios públicos que hemos desarrollado en este 
apartado. 
 
 
Espacio 
Público 
Extensión Comunicación Sentidos de lo 
público 
Microesferas Espacios de discusión e 
interacción local o comunitaria. 
Se conforman por pluralidades 
de individuos, grupos y 
organizaciones. No sólo se 
involucran con la intención de 
mejorar formas de vida locales, 
también pugnan por asuntos que 
rebasan su territorialidad. 
 
 
Comunicación dialógica, 
discusión directa con las 
personas interesadas, lo 
cual permite 
retroalimentación 
inmediata. Se comparte 
un espacio y un tiempo 
que sirve de contexto a la 
discusión 
 
Se cumplen los tres 
sentidos de lo 
público. Son 
comunes, son 
visibles y 
potencialmente 
accesibles a los 
miembros que 
conforman la 
comunidad 
34 
 
 
Mesoesferas Espacios de debate, integradas 
por millones de personas, cuya 
extensión puede sujetarse al 
Estado-nación o rebasar sus 
límites. 
 
 
 
Las mesoesferas son 
construidas a través de 
medios de comunicación 
(Prensa, Radio, 
Televisión, etc.), el 
mensaje es mediado, es 
vertical, con pocas 
posibilidades de dialogo. 
Se discuten 
asuntos de interés 
común. Se exalta el 
sentido de la 
visibilidad y la 
accesibilidad es 
restringida. 
Macroesferas Espacios globales-digitales de 
discusión, conformados por 
macropúblicos de millones de 
personas. 
 
Al utilizar Internet como 
soporte, se generan 
formas de comunicación 
interactiva, dialógica en 
la que existe 
retroalimentación 
inmediata. 
 
 
Se abordan 
asuntos comunes. 
Son visibles y el 
acceso está 
limitado por la 
brecha digital. 
 
 
Es evidente que diferentes formas de comunicación se construyen en el seno de 
los espacios públicos y por tanto, se puede adelantar, que también se construyen 
diversas formas de participación política.4 
 
La comunicación es el elemento a partir del cual las personas, de manera 
individual o colectiva se expresan, articulan ideas, presentan posturas y 
 
4 En el segundo capítulo se profundizara en este tema. 
35 
 
propuestas, tematizan y discuten temas relevantes, dialogan, intercambian 
opiniones, critican y vigilan. En la medida en que se trata de una comunicación 
condicionada por la idea de lo público en tanto expresiónde un interés general, 
tiene como contenido aspectos políticos y sociales relevantes que trascienden los 
intereses particulares, privados e íntimos. 
 
Esta comunicación orientada a lo público necesariamente tiene por participantes a 
todo aquel que se encuentre, al menos de forma potencial, en la misma situación 
política comunicativa, ya sea de forma directa y personal, ya sea mediada por 
algún aparato tecnológico. En estricto sentido, todos tenemos ante la ley el 
derecho de expresarnos y opinar, de escuchar otras opiniones y allegarnos de 
información, de argumentar y atender argumentos sobre temas públicos y de 
interés colectivo. 
 
El cuadro anterior, es un esfuerzo que se dirige a categorizar la compleja vida 
pública contemporánea. Esta distinción de espacios micros, mesos y macros, 
funciona para objeto de análisis, somos conscientes que en la realidad, los límites 
entre estos espacios pueden ser difíciles de evidenciar, la mayoría de las veces se 
superponen y entrelazan, formando una particular red de espacios públicos. 
De esta forma, los espacio públicos pueden estabilizarse o transformarse, 
sobreponerse unos con otros, cambiar sus contenidos (de no políticos a políticos y 
viceversa), abrirse a la contingencia o cerrarse a su institucionalización. En 
definitiva, de lo que se trata es de resaltar la flexibilidad, riqueza y variedad de las 
formas que puede llegar a asumir el espacio público en general. 
 
“Normativamente hablando, es que un régimen democrático sano es aquel en el 
que diversos tipos de esferas públicas se desarrollan, sin que ninguna de ellas 
detente el monopolio en las disputas públicas sobre la distribución del poder. Por 
el contrario un régimen dominado por Talk Shows o por la transmisión de eventos 
espectaculares comprometería la integridad de sus ciudadanos y tal vez resultaría 
tan sofocante como un régimen en el cual los debates racionales de estilo 
36 
 
seminario y los sermones políticos demagógicos fuera el único estándar civilizado 
de controversia sobre quién, cómo y cuándo obtiene algo” (Keane, 1997: 43). 
También, en el seno de estos espacios públicos, se llevan a cabo una gran 
variedad de discusiones que abarcan una multiplicidad de temas. Estos 
intercambios se desarrollan en distintos niveles de profundidad e intelectualidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
37 
 
Capítulo 2. Cuatro modelos de Espacio Público. 
 
En este capítulo, se estudian cuatro escenarios o modelos de espacio público, la 
propuesta teórico-metodológica, obedece a la intención de dar cuenta de su 
transformación histórica. Estos cuatro periodos del espacio público son: el modelo 
clásico griego, el modelo burgués (ilustración), el modelo mediático (desarrollo de 
los medios de comunicación masiva) y el modelo digital (desarrollo tecnológico de 
Internet). 
Es imposible realizar un estudio sobre el espacio púbico y no contemplar el 
espacio tradicional griego y burgués. Siempre que se apela a la idea de espacio 
público, se piensa en las características modélicas y paradigmáticas de estos 
espacios. 
En la literatura occidental, existe una cantidad considerable de textos que abordan 
el estudio del espacio público griego y burgués; por su relevancia teórica, en este 
trabajo, recurrimos a Hannah Arendt, quien en el libro “la condición humana” 
retoma las características del espacio griego para proponer una particular visión 
de la política (Arendt, 2005)). Para sustentar teóricamente el espacio público 
burgués, acudimos a Jurgen Habermas, si bien, el autor alemán en varios textos 
desarrolla este tema, es en “historia y critica de la opinión pública”, donde 
despliega toda una teorización para entender esta esfera (Habermas, 1981). 
 
Con el desarrollo tecnológico de los MMC (Medios Masivos de Comunicación) – 
desde el surgimiento de la prensa a las llamadas TICs- se impone una 
reconfiguración del espacio público. Esta reconfiguración afecta a los tres sentidos 
de lo público (lo común, lo visible, lo accesible) e impone nuevas modalidades de 
interacción y participación política y social. 
 
El espacio público griego y burgués, se desarrolla en estado de co-presencia, en 
micro-esferas, dónde las personas se encuentran en un mismo espacio/tiempo y 
discuten cara a cara, desarrollando una comunicación dialógica de respuesta 
38 
 
inmediata. El desarrollo de los MMC crea nuevas formas de interacción, 
completamente diferentes del tipo de interacción cara a cara. Al estar producido y 
mediado el mensaje por algún aparato tecnológico de comunicación, se amplía el 
alcance del mensaje más allá del estado de co-presencia y se construye una 
interacción mediática que anula la dialogicidad y permite transmitir mensajes a 
individuos que no necesariamente comparten un mismo espacio y tiempo. 
De ahí la propuesta de estudiar un espacio público mediático, el cual esta 
construido, principalmente por los discursos de la prensa, la radio y la televisión. 
En este apartado, tratamos de evidenciar la primacía del sentido de la visibilidad 
en detrimento del sentido de lo común. El tema de la visibilidad nos lleva a 
reflexionar sobre el tema de la imagen política, fenómeno nada nuevo que 
adquiere nuevas proporciones a partir del auge de los gobiernos democráticos y 
del desarrollo tecnológico. Tres temáticas son importantes en este apartado: a) 
visibilidad e imagen política, b) el complejo nexo entre tecnologías de 
comunicación y esfera política, c) Espectacularidad de la política. 
 
Finalmente, se propone estudiar lo que hemos denominado espacio público digital, 
construido por el desarrollo de tecnologías inalámbricas de comunicación, 
teniendo como instrumentos de comunicación a la computadora y el teléfono móvil 
y utilizando el soporte de Internet. 
 
Con la evolución constante de Internet, se han construido novedosas formas de 
interacción que rompen el esquema unidireccional provisto por los MMC y 
emergen nuevas vías de comunicación que permiten un esquema de participación 
más activo por parte de los usuarios. 
 
La intención de este capítulo, es mostrar que cada espacio público se soporta por 
distintas tecnologías y lenguajes que desarrollan determinadas formas de 
comunicación e interacción, que impactan el accionar político. 
 
39 
 
Aunque se presenten de forma histórica, no debe entenderse como una línea de 
secuencialidades. Se trata, por el contrario, de asumir que la forma del espacio 
público no es ni unívoca ni monofacética y que es posible advertir coexistencias y 
articulaciones complejas de los cuatro escenarios propuestos. 
 
2.1. Espacio Público Griego. 
Este modelo emerge en el contexto de la antigua Grecia. Los griegos distinguían 
tres ámbitos o esferas sociales: la del hogar (oikos), la de la política (ecclesia) y la 
de lo público (ágora), que servía de punto de conexión o comunicación entre las 
dos primeras. La esfera del hogar era el lugar adecuado para el cultivo de los 
intereses estrictamente privados, lugar donde comenzaba la formación de los 
individuos y en donde se recibía las primeras lecciones de educación cívica. La 
política venía a ser la esfera donde se tomaban las decisiones que afectaban a la 
ciudad y los intereses comunes, estas decisiones eran el resultado de un proceso 
de discusión en el que afloraban las distintas perspectivas, intereses y 
concepciones de los ciudadanos: éste era el ámbito propio de lo público. 
Lo público suponía, la previa existencia de dos condiciones: el individuo libre y la 
libre discusión. Sólo así se entendían la existencia del pueblo (demos) y de la 
opinión (doxa). Era en el ágora donde discurría la vida de los ciudadanos, 
liberados de las cargas del hogar, el espacio en el que se alcanzaba la autonomía 
personal y donde se ejercía la ciudadanía. 
En la esfera privada de la familia eran donde se cuidaban y garantizaban las 
necesidadesde la vida, la supervivencia individual y la continuidad de la especie. 
Una de las características de lo privado, era que el hombre existía en esta esfera 
no como verdadero ser humano, si no únicamente como espécimen del animal de 
la especie humana. Este era precisamente la razón básica del tremendo desprecio 
sentido en la antigüedad por lo privado. 
40 
 
La responsabilidad política constituía una carga, tomada exclusivamente en 
beneficio del bienestar y salvación de quienes se liberaban de la preocupación de 
los asuntos domésticos. Está claro que la vida pública sólo era posible después de 
haber cubierto las necesidades más urgentes de la vida privada. 
“La palabra privado cobra su original sentido privativo. Vivir una vida privada por 
completo significa por encima de todo estar privado de cosas esenciales a una 
verdadera vida humana: estar privado de la realidad que proviene de ser visto y 
oído por los demás, estar privado de una objetiva relación con los otros que 
proviene de hallarse relacionado y separado de ellos a través del intermediario de 
un mundo común de cosas. El hombre privado no aparece y por lo tanto es como 
si no existiera.” (Arendt, 2005: 78). 
Hannah Arendt, en su libro La Condición Humana realiza una revisión del espacio 
público clásico a través de la polis griega y la república romana. Arendt comienza 
construyendo la noción de vida activa en contraposición con la vida contemplativa. 
Con la expresión Vida activa designa tres actividades que le sirven para ubicar el 
ejercicio de la política: Labor, trabajo y acción. 
La Labor, está ligada a las necesidades vitales del cuerpo, fundamentales para 
continuar existiendo. El trabajo es aquello no natural de la existencia humana, esta 
relacionando con la producción artificial de cosas. La fabricación de instrumentos y 
herramientas, es decir, de elementos no inmediatamente dirigidos al consumo 
bilógico. La acción está ligada a la pluralidad, a la política. La acción es el área 
donde se desarrolla la política, de ahí que para Arendt “la política trata de estar 
juntos los unos y los otros, los diversos; que se materializa en relación, una 
relación que se establece con otro que no soy Yo.” (Arendt, 1993, p. 29) 
Desde esta perspectiva, no se puede considerar al hombre naturalmente político, 
en el sentido Aristotélico del Zoom Politikon, para Arendt la política es un espacio 
de relaciones humanas, que se sitúa fuera del hombre, en el espacio del “entre los 
hombres”, por tanto se establece como relación. 
41 
 
Esto lleva a Arendt a distinguir entre la esfera pública y la privada, sobre la base 
de la existencia de esas dos esferas en la antigüedad griega y romana. Esa 
distinción le resulta útil para postular una de sus tesis más sugerentes: la 
desaparición no solo de la esfera pública sino también de la esfera privada en la 
época moderna, a partir del auge de la esfera social la cual inunda o invade lo 
público y lo privado. 
La distinción entre la esfera privada y pública de la vida corresponde al campo 
familiar y político, que han existido como entidades diferenciadas y separadas al 
menos desde el surgimiento de la antigua ciudad-estado; la aparición de la esfera 
social que rigurosamente hablando no es pública ni privada, es un fenómeno 
relativamente nuevo cuyo origen coincidió con el origen de la edad moderna, cuya 
forma política la encontramos en la nación-estado. 
Para Arendt público es aquello que aparece y por tal puede ser visto y oído por 
otros. Lo público como mundo de apariencias es, entonces, el mundo visible y 
ostensible, cuya realidad es aparecer frente y ante los demás, esta aparición se 
efectúa a través de la visión y el discurso. Lo público, como lugar de apariencias, 
permite así que las obras y la palabras sean mutuamente reconocidas y 
apreciadas, y que la pluralidad de la condición humana se manifieste. 
En segundo lugar, el término público remite al mundo mismo, en cuanto es común 
a todos nosotros y diferenciado de nuestro lugar privadamente poseído. 
“Vivir juntos en el mundo significa, en esencia, que un mundo de cosas está entre 
quienes lo tienen en común … el mundo como todo lo que está –en-medio, que 
une y separa a los hombres al mismo tiempo. La esfera pública, como mundo –en-
común, nos junta y, no obstante, impide que caigamos unos sobre otros, por 
decirlo así.” (Arendt, 2005: 52-53). 
Este “estar en medio” del mundo en común, que conecta y separa, proporciona el 
contexto físico, el marco de referencia común y la continuidad temporal del 
42 
 
espacio de apariencias. Proporciona el contexto físico, en el que se desenvuelven 
los asuntos humanos y constituyen un patrimonio colectivo. 
“El mundo en común es ahí donde entramos al nacer y lo que dejamos al morir. 
Trascienden nuestro lapso vital tanto hacia el pasado como hacia el futuro; estaba 
ahí antes de que llegáramos y sobrevivirá nuestra breve estancia. Pero tal mundo 
en común solo puede sobrevivir al paso de las generaciones en la medida en que 
aparezca en público” (Arendt, 2005: 55). 
Más que estar determinado, por procedimientos, el espacio público es creado aquí 
por fenómenos, apariciones y acontecimientos, fenómenos que a su vez crean ese 
espacio público, en este sentido, el espacio público sería tanto el contexto 
escenográfico, como el diálogo, ambos constitutivos de la visibilidad que dota de 
existencia al espacio público. 
Así en primera instancia, público y privado parecen remitir a dos ámbitos 
ontológicamente diferenciados, a dos principios y a dos sedes de actividad 
distintas: el espacio público a la acción y al discurso; el privado al trabajo y a la 
reproducción. Lo público es lo aparente y lo manifiesto, lo que es visto y oído por 
otros; lo privado es lo oscuro que debe de ser ocultado, sustraído de la mirada de 
lo demás. 
El rasgo distintivo de la esfera privada era que en dicha esfera los hombres vivían 
juntos llevados por sus necesidades y exigencias. La esfera de la polis, al 
contrario de esta, es donde se vivía en libertad. La relación entre las dos esferas, 
es que para pertenecer a la esfera pública, se tenía que tener resuelta la vida 
privada, ser pobre o enfermo significaba verse sometido a la necesidad física. 
Así pues, la riqueza privada se convirtió en condición para ser admitido en la vida 
pública, debido a que aseguraba con razonable seguridad, que su poseedor no 
tendría que dedicarse a buscar los medios de uso y consumo, y quedaba libre 
para la actividad pública. 
43 
 
En este punto Arendt introduce la cuestión de la propiedad que, vinculada con el 
asunto de lo privado, adquiere una fisonomía diferente y aun opuesta a lo 
meramente privado. Mientras que el sentido de lo privado significa aislado, mera 
privación de la vida pública, lo privado de la propiedad se convierte en la única 
posibilidad de la participación en el terreno de lo público. A mayor propiedad 
privada, mayores posibilidades de participación en el espacio público. 
Así dirá, “que el auge de lo social coincidió con la transformación del interés 
privado por la propiedad privada en interés público.” (Arendt, 2005: 58) 
Argumentara que la sociedad, cuando entró por vez primera en la esfera pública 
adoptó el disfraz de una organización de propietarios que en lugar de exigir el 
acceso a la esfera pública debido a su riqueza, pidió protección para acumular 
más riqueza. 
La idea de Arendt es que cuando la riqueza común logró apoderarse de la esfera 
pública, las posesiones privadas socavaron el principio de comunidad. Sólo el 
gobierno quedó como lo común, pero subordinado a la tarea de proteger a los 
poseedores privados. Así la dicotomía entre lo público y privado fue un suceso 
pasajero cuando lo social absorbió a esas dos esferas y las hizo indistinguibles. 
De este modo, lo social dominado por la lógica de la acumulación del capital, 
socava lo público, lo político, lo privado

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