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Restructuracion-productiva-precarizacion-y-flexibilizacion-del-trabajo--en-busqueda-de-un-marco-teorico-para-America-Latina

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UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ECONOMÍA 
 
 
 Restructuración Productiva, 
Precarización y Flexibilización del 
Trabajo: en búsqueda de un marco 
teórico para América Latina. 
 
TESIS 
 para obtener el título de 
LICENCIADO EN ECONOMÍA 
 
Presenta: 
Emiliano Peñaloza Pazos 
 
Asesora: 
Dra. Monika Ribeiro de Freitas Meireles 
 
 
Ciudad de México 
Enero 2015 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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DEDICATORIAS 
 
A mi Abuela Elena, que con su fortaleza y sus ganas de vivir, me inspiran a luchar 
cada día. 
A mi papá, por haberme enseñado a siempre luchar por mis utopías. 
A mi tío Ricardo, por sus grandes consejos y apoyo incondicional. 
A mi hermana Estelí, porque su alegría y amor han sido fuente de 
inspiración. 
A mi hermano Pedro Alberto, por ser mi mejor amigo y 
porque siempre me cuidó en los momentos más difíciles. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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AGRADECIMIENTOS 
 
Quisiera confesar que ya en la parte final de mi carrera me sentía insatisfecho por mis 
conocimientos. Hasta ese momento mi tiempo lo utilizaba para profundizar en la lectura de 
los autores clásicos de la Economía Política (Smith, Ricardo, Marx, Keynes, etc.), sin 
embargo, dichas teorías no alcanzaban para comprender la realidad de México y mucho 
menos de Latinoamérica. 
Fue en la clase de la profesora Monika Meireles, dónde descubrí que existen distintas 
corrientes latinoamericanas que han tratado de crear un conjunto de teorías para explicar y 
solucionar el subdesarrollo que permea nuestra región. 
Por lo tanto, el nacimiento de esta investigación es gracias al empuje y valor que me dio la 
Dra. Meireles para intentar trazar un marco teórico del mundo del trabajo de una zona tan 
rica y compleja como América Latina. Asimismo, quisiera agradecer a la Dra. Teresa 
Aguirre por su sutil insistencia en perfeccionar esta investigación con sus comentarios y 
cuestionamientos. También, al Dr. Antonio Mendoza y a la Prof. ª Claudia Valadez por su 
invaluable apoyo y su convicción para luchar por un desarrollo diferente al impuesto por el 
capital. Igualmente, toda mi gratitud a la Dra. Alicia Girón por su confianza en el contenido 
de esta obra. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Soy lo que dejaron, 
Soy toda la sobra de lo que se robaron. 
Un pueblo escondido en la cima, 
Mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima. 
Soy una fábrica de humo, 
Mano de obra campesina para tu consumo. 
Soy el desarrollo en carne viva, 
Un discurso político sin saliva. 
Las caras más bonitas que he conocido, 
Soy la fotografía de un desaparecido. 
La sangre dentro de tus venas, 
Soy un pedazo de tierra que vale la pena. 
Soy una canasta con frijoles, 
Soy Maradona contra Inglaterra anotándote dos goles. 
Soy lo que sostiene mi bandera, 
La espina dorsal del planeta es mi cordillera. 
Soy América Latina, 
Un pueblo sin piernas pero que camina. 
René Pérez Joglar, “Residente” 
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Índice 
 
Presentación………………………………………………………………………………7 
Introducción………………………………………………………………………………9 
Hipótesis…………………………………………………………………………………14 
Objetivos…………………………………………………………………………………15 
Cap.1-Repensar la importancia y centralidad del trabajo. 
 Introducción………………………………………………………………………17 
 1.1 El hombre y el trabajo………………………………………………………...19 
1.2 Consideraciones sobre el método del materialismo histórico………………..23 
1.3 Trabajo enajenado y alienado………………………………………………...26 
1.4 Orígenes y crítica de la sociedad burguesa…………………………………...29 
1.5 Trabajo productivo e improductivo…………………………………………...32 
1.6 Producción capitalista: reflexiones acerca de la teoría valor/trabajo…………36 
1.7 Reflexiones……………………………………………………………………39 
Cap.2-Un repaso histórico a los modelos de producción. 
Introducción……………………………………………………………………….41 
2.1 La necesidad de la división del trabajo……………………………………….43 
2.2 El taylorismo: primer modelo productivo…………………………………….47 
2.3 El fordismo: de vuelta a los tiempos modernos………………………………51 
2.4 Breve caracterización del capitalismo actual: cambio estructural y precarización 
del empleo…………………………………………………………………………58 
2.5 Reflexiones…………………………………………………………………….69 
6 
 
 
Cap.3- América Latina en las coordenadas de la división internacional del trabajo. 
Introducción……………………………………………………………………….71 
3.1 Las razones del subdesarrollo………………………………………………...73 
3.2. El ciclo del capital en la economía latinoamericana………………………….78 
3.3 Hacia una teoría del Estado y sus particularidades en América Latina……….89 
3.4 Mercado laboral en el contexto Latinoamericano……………………………..98 
3.5 Reflexiones……………………………………………………………………107 
 
Conclusiones……………………………………………………………………………..109 
Bibliografía………………………………………………………………………………113 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
Presentación 
 
La finalidad de esta investigación intenta ser la introducción general al mundo del trabajo 
con la producción teórica esencial de Marx. Es decir, una entrada frontal y directa en el 
nivel más analítico de la labor científico-dialéctica del fundador del marxismo. 
El punto de arranque de este documento, no será histórico ̶metódicamente ̶ sino esencial o 
lógico, que describirá las formas dominantes que adquiere el capitalismo en América 
Latina. La cuestión, en este texto, no consiste en remontarse a una producción histórica 
individual, sino en internarse por un muy diverso sendero, y considerar la producción en 
sus “determinaciones”, abstractas, comunes a todo aquello que se denomina producción, 
sea entre aztecas, incas, guaraníes, europeos o latinoamericanos. 
Tampoco, pretendemos analizar las notas de un sistema actual, de todas formas, tanto en los 
sistemas económicos pasados como presentes, hay ciertos componentes semejantes 
(abstractamente considerados) que aunque determinados históricamente forman parte de lo 
que denominamos “producción”. Para resumir: “todos los estadios de la producción (con) 
caracteres comunes que el pensamiento fija como determinaciones generales, pero las 
llamadas condiciones generales de toda producción no son más que esos momentos 
abstractos que no se desprenden de ningún nivel histórico concreto de la producción” 
(Marx, 2007:8). 
Ya el propio Marx, en El Capital trata únicamente la “esencia” del capital, primero en 
general y después en un grado menor de generalidad, pero siempre abstractamente. De lo 
que se trata, entonces, “para poder fijar ante los ojos la esencia de un fenómeno o 
apariencia, es abstraer las determinaciones comunes a todos ellos y articularlas 
constructivamente. Sabiendo siempre que el nivel de abstracción no es el nivel histórico –
concreto de lo real. Lo que no quiere decir que lo abstraído analíticamente sea irreal; pero 
no es real así (en abstracto) sino en concreto (sobredeterminado por muchas otras 
condiciones y variables de los concreto mismo)” (Dussel, 2004:33). 
En el apartado de Latinoamérica seguiremos explicando desde una visión abstracta “en 
general” condicionamientos o determinaciones esenciales entre el capital central-
8 
 
desarrollado (o una rama, una región, o el capital global) y el capital periférico-
subdesarrollado. De esa forma, las relaciones de dependenciaentre estos países será el 
momento específico para comprender la “esencia” de la dependencia. 
Es cierto, que Marx no pudo exponer la competencia a nivel mundial entre capitales, sin 
embargo, esto no niega que sea una cuestión perfectamente marxista. Asimismo, la misma 
lucha de capitales por la ganancia y la contradicción capital-trabajo bien estudiada por el 
filósofo alemán, da ya, desde una visión abstracta “general” de las características 
específicas para determinar la condición de subordinación. 
La cuestión de un capital, rama o producción o país “central” y “más desarrollado”, con 
respecto a otro capital, rama de producción o país “periférico” o “menos desarrollado”, 
significa en este texto, no dar mayor importancia a la circulación o a la producción, sino a 
las modalidades que adquiere, ya sea, el mercado interno o externo, el intercambio 
desigual, el diverso modo o cantidad de acumulación, etc. Se trata, de describir las 
condiciones generales de un capital central desarrollado en vinculación con un capital 
periférico- subdesarrollado, sabiendo que ambos antes son simplemente capital. 
Por lo tanto, en este análisis las determinaciones nacionales (respuestas particulares de cada 
país, tanto periféricos como centrales a la acumulación capitalista) no se verán de manera 
profunda sino analíticamente, es decir, se analizaran las tendencias generales de la 
reproducción capitalista, en especial del trabajo. La gran importancia que han tenido las 
reacciones por parte de las naciones, es cierto que podría explicar las condiciones históricas 
sociales, políticas y económicas de cada región. Sin embargo, las explicaciones a los 
procesos de cambio en las formas de explotación del trabajo, las analizaremos desde un 
nivel analítico que comprenda las tendencias dominantes de los modelos de acumulación en 
América Latina. 
Es de suma importancia, realizar un estudio histórico más concreto de las naciones de la 
región y su subsunción al capital, para así tener herramientas que nos ayuden a explicar una 
realidad más concreta. De esa forma, partimos de que el lector encontrará los lineamientos 
generales del proceso capitalista y de los modelos de acumulación. 
 
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Introducción 
 
Si ustedes no nos dejan soñar, nosotros no los dejaremos dormir. 
Cántico y bandera de jóvenes españoles indignados 
Puerta del Sol, mayo de 2011. 
 
 La sociedad capitalista se encuentra en otra de sus crisis, de la cual está intentando 
salir, como siempre, utilizando mecanismos de distinta naturaleza para trasladar a espaldas 
de los asalariados los costos de las reestructuraciones económicas. Ejemplo de eso es la 
concentración del ingreso que se ha agudizado en todo el mundo, el desempleo estructural 
en franco aumento y una creciente pauperización del nivel de vida de la fuerza de trabajo. 
Además, se observa la acentuación de la flexibilización laboral y la permanencia de un gran 
segmento de la población que, a pesar de trabajar, sigue engrosando los indicadores de la 
pobreza. Estos son algunos de los rasgos distintivos de la etapa del capitalismo tardío.1 
Estas razones llevan a preguntarnos: ¿Qué factores dieron origen a ésta debacle económica 
y humana? ¿Qué papel juega el mundo del trabajo? ¿Qué importancia habrá en el estudio 
de los modelos de producción? ¿Qué consecuencias tiene esta crisis para el mundo de los 
asalariados en América Latina? Y ¿Cómo se vincula la financiarización con la crisis del 
empleo? 
En ese sentido, cabe destacar desde un principio la importancia y centralidad del trabajo en 
el sistema capitalista y cómo el cambio de los modos de producción, van afectando en 
 
1 A nuestro parecer el inicio de la periodización la establece Lenin con el imperialismo, siguiendo la 
enseñanza de Marx. El continuador de una periodización del capitalismo fue León Trotsky, con su crítica a las 
ondas de Kondratieff, siendo su alumno más avanzado Ernest Mandel, el cual catalogaría al periodo actual 
como capitalismo tardío, dándole un protagonismo a la lucha de clases: “el papel de la política monetaria y 
crediticia nacional para moderar los ciclos comerciales, queda sujeto así a la amenaza de una reducción 
decisiva. Esta amenaza se está convirtiendo en realidad en la medida que la onda larga de expansión 
acelerada, bajo las condiciones de la nueva revolución tecnológica, ha conducido a una nueva fase de 
concentración y centralización aceleradas del capital, que ha convertido a la corporación transnacional en la 
forma organizativa decisiva en la empresa capitalista tardía […] El Estado burgués tiene mucha menos 
influencia sobre esta forma organizativa […] A medida que las fuerzas productivas desbordan al Estado 
nacional, desbordan también en forma gradual el papel del Estado como controlador del ciclo industrial y 
promotor del ascenso y el crecimiento económicos. Mientras más piensan los monopolios que han eludido la 
ley del valor a escala nacional, más sujetos quedan a ella a nivel internacional” (Mandel, 1979:542) 
(Cursivas del autor). 
10 
 
primer plano al trabajo, el cual ha sido el factor fundamental de las alteraciones a favor de 
las políticas de libre mercado que se han implementado en los últimos 30 años en América 
Latina.2 
La adopción de estas políticas ha desencadenado tres tendencias que al final de cuentas 
agudizarían los procesos de precarización laboral. Primeramente, la adopción de medidas 
de restructuración por las empresas orientadas a reducir al mínimo los costos productivos, 
en especial los del capital variable; en segundo lugar, mayor erosión del poder de 
negociación de la fuerza laboral, atribuible a la crisis del movimiento sindical; finalmente, 
es evidente el debilitamiento de la capacidad reguladora del Estado ante el mayor poder de 
las empresas globales. 
Esta investigación se plantea que la teoría más adecuada que nos ayudará a explicar el 
funcionamiento de la economía y la importancia que tiene el trabajo en ella es la 
desarrollada por Karl Marx. Por supuesto, el objetivo no es hacer una revisión estática de la 
teoría marxiana, sino ponerla frente a la luz de la realidad del siglo XXI. 
Los cambios en el mundo del trabajo han sido muchos, ya no es la típica clase trabajadora 
del modelo taylorista, donde se tenía el trabajo parcelado a su máximo, una separación 
entre ejecución y elaboración o, unidades fabriles concentradas y verticalizadas; ni la 
desarrollada por Henry Ford, productor de automóviles, en la cual se tenía una línea de 
montaje, que producía mercancías homogéneas o que tenía un control férreo de los tiempos, 
necesaria para el contexto de la posguerra. Ahora tenemos una especialización flexible o 
flujo tenso3, que ha incrementado potencialmente el desarrollo tecnológico utilizando las 
 
2 Las reestructuraciones económicas e institucionales en la región le han otorgado mayor preponderancia a 
los mercados mundiales como base del crecimiento económico local, orientando la canalización de los 
factores a aquellas actividades que tuvieran una mayor posibilidad de competir exitosamente en el exterior, 
permitiéndole al mercado el rol protagónico y al Estado la función de paliar los costos sociales de la 
restructuración, dejando a la inversión extranjera directa como fuente de capital. 
3 Los dos conceptos que definen las nuevas formas de adecuación de la producción a la lógica del mercado, 
especialización flexible, tomada de Ricardo Antunes (2001) y flujo tenso de Jean-Pierre Durand (2011), 
resaltan: la desconcentración industrial, círculos de control de calidad, gestión participativa, búsqueda de la 
calidad total y rechazo a la producción en masa. Durand centra su flujo tenso en la desaparición de inventarios 
intermedios durante la producción de mercancías o servicios, y la de los inventarios comerciales entre la 
fábricay el mercado, creando un estrés y un sentimiento de inseguridad permanentes en cada puesto de 
trabajo que desestabilizan a los trabajadores, ya que si un puesto de trabajo no puede surtir al siguiente toda la 
cadena productiva se para y afecta globalmente los objetivos fijados por el conjunto. Antunes, enfatiza, la 
lucha de clases en el capitalismo; cree que el mayor golpe a la clase trabajadora es la separación existente 
entre trabajadores estables y aquellos resultantes del trabajo precario, dificultando la conciencia de clase. 
11 
 
tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), que rechaza la producción en 
masa y que utiliza del trabajador su saber y su hacer, “eliminando la brecha existente entre 
la elaboración y la ejecución en el proceso de trabajo” (Antunes, 2001:46). 
El capital necesita hoy cada vez menos del trabajo estable y más de las diversificadas 
formas de trabajo parcial o part time, que se encuentra en una expansión mundial. Como 
los capitalistas no puede eliminar el trabajo vivo del proceso de las mercancías, se busca 
incrementar sin límite el trabajo muerto corporizado en la máquina y aumentar la 
productividad del trabajo, de modo que se intensifiquen las formas de extracción de plus-
trabajo en un lapso de tiempo más reducido o alargando la jornada. 
En este nuevo marco, los empresarios ven sus negocios asegurados, manejan el tiempo, las 
comunicaciones y el espacio laboral, individualizando la relación del trabajador con el 
trabajo para así aislar a ese hombre y a esa mujer, e integrarlos de modo totalitario al 
“espíritu empresarial”; asignándole horarios variables alterando las relaciones de 
producción. Al mismo tiempo, se les presenta un escenario hecho de promesas de 
participación en las ganancias o de premios de (para los) emprendedores. 
El manejo que tienen los empresarios y su completo control de la información, son 
elementos que se suman para conseguir la formación de un trabajador ideal que está 
siempre disponible, que consagra incluso parte de su tiempo libre a capacitarse/formarse 
para una mayor rentabilidad, y que no escatima en trabajar más horas, e incluso hacerlo 
gratuitamente para salvaguardar su existencia. 
Si conseguir un trabajo, por muy temporal e inseguro que sea, se vuelve privilegio, las 
movilizaciones sociales pueden ser percibidas por el trabajador como un peligro, debido a 
que solo queda dependiendo de las fluctuaciones del mercado y de la competencia feroz 
que lleva a mirar a sus compañeros de la misma arena laboral con recelo. “Parece difícil 
que en estas condiciones los trabajadores puedan todavía organizarse, especialmente si el 
éxito de la explotación se funda en dividir a los que trabajan de los que no” (Tijoux, 
2006:8). 
El proceso de sometimiento de la clase trabajadora ahora es mucho más complejo que el 
que existía en los pasados modelos de producción. Por un lado, un grupo de trabajadores se 
sitúan en el centro del proceso productivo, los cuales tiene una mayor seguridad en el 
12 
 
trabajo y están más integrados a la empresa, pero, son altamente flexibilizados, son el 
segmento más adaptable y de mayor movilidad geográfica. Pero el capitalista no puede 
dejar que su producción se vea amenazada ante las exigencias y los pocos derechos 
laborales que le quedan al trabajador, tiene que crear vías para debilitar su fuerza en la 
producción y aumentar la intensidad del trabajo. Por lo tanto, “desespecializa”4 en algunas 
actividades a los trabajadores mediante la creación de la polivalencia de tareas, volviendo 
intercambiables a los trabajadores.5 
Paralelamente, a esta tendencia existe otro grupo situado en la periferia del mercado 
laboral ̶ la gran mayoría de los trabajadores se encuentra en esta situación ̶ , los cuales se 
caracterizan por ser temporales (sin garantías de empleo), parciales (integrados 
precariamente a la empresa), subcontratados y trabajadores de la economía informal. 
Por lo tanto tenemos una situación dialéctica en el mercado de trabajo. Por un lado, las 
empresas concentran a una masa obrera calificada con empleos asegurados, pero al mismo 
tiempo expulsa a otro porcentaje de la población dejándola en el desamparo total; a un 
grupo lo flexibiliza al interior de la empresa y al otro en el mercado; intelectualiza el 
trabajo manual y descalifica el trabajo intelectual. En consecuencia, nuestra investigación 
está orientada a examinar y buscar alternativas al creciente proceso de pauperización de las 
masas asalariadas y oprimidas. El abordaje de este tema resulta no solo pertinente sino 
necesario, máxime si nos atenemos al proceso de satanización que han tenido las 
reivindicaciones obreras en un mundo dónde se desarrolla como única divisa ideológica y 
cultural el individualismo, cómo único modelo de sobrevivencia en esta fase del 
capitalismo. 
 
4 Es cierto que la polivalencia está orientada a reducir la monotonía y repetitividad del trabajo sin las cuales el 
trabajador adquiriría trastornos físicos y mentales. Pero la principal razón de la polivalencia, es decir, de la 
rotación de puestos es: la desaparición del dominio de un puesto específico, la destreza requerida se debilita, 
cualquiera puede ahora realizar la tarea y el obrero pierde fuerza en la producción y en el control. 
5 Los trabajadores son cada vez más polivalentes. Esto significa dentro de la empresa que: “pueden y deben 
intervenir (los trabajadores) en cualquier punto del segmento que está bajo la responsabilidad del grupo […] 
es el fundamento de la rotación de los puestos, orientada a reducir la monotonía y la repetitividad del trabajo” 
(Durand 2011:81). 
13 
 
Un reto para esta investigación, sin lugar a dudas, es la heterogeneidad laboral6 que existe 
en Latinoamérica. Tratar de realizar un estudio de las repercusiones de los modelos de 
producción en la región será una tarea ardua, pero la motivación por defender la 
supervivencia del trabajador, de su realización como ser humano es, sin duda, más grande. 
No tenemos que olvidar que el régimen económico se funda con la complicidad activa de 
los poderes que son propiamente políticos, para no caer en economicismos. No obstante, la 
lucha política de los trabajadores, contra ese régimen puede ser posible y también serlo las 
luchas sociales. Sólo que las condiciones que se dan actualmente no tienen las mismas 
características que los movimientos sociales de los años sesenta y setenta, pero existen y las 
vemos, solo que son luchas más ruidosas y coloridas, más heterogéneas, menos 
controladoras y más creativas; tal es el caso de los indignados en España, los movimientos 
estudiantiles en Chile, los ocupa Wall Street o el movimiento #yosoy132. En todo caso, 
parece que “algo se está moviendo” en distintas partes del planeta. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 El primer cambio en el mundo del trabajo es la gran disminución de la clase obrera industrial tradicional; 
paralelamente se efectuó una notoria expansión del trabajo en el sector servicios. Junto a este cambio, hubo 
una creciente incorporación del trabajo femenino y una subproletarización (trabajo parcial, temporario, 
precario, subcontratado, terciarizado y trabajo migrante). Por tanto, hay un proceso de heterogenización, 
fragmentación y complejización de la clase trabajadora. 
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Hipótesis 
 
El mundo del trabajo contemporáneo ha sido radicalmente trastocado con la emergencia del 
neoliberalismo a nivel mundial. La presente tesis busca, a partir de la relectura tanto de los 
clásicos como de autores más contemporáneos del pensamiento marxista, explicar, 
mediante una perspectiva histórica, la formación heterogénea de la fuerza de trabajo 
latinoamericana y sus contradicciones. Para ello, realizamos un recorrido por los diferentes 
períodos del capitalismo, centrándonos enel desarrollo desigual que tuvo en los países con 
una acumulación originaria debil, para finalmente aterrizar nuestra discusión en las 
principales características de la organización productiva y la condición de los trabajadores 
latinoamericanos hoy. 
De ser así, nuestra hipótesis de trabajo considera que entender la reciente restructuración 
productiva y su impacto sobre la clase trabajadora latinoamericana demanda la 
actualización de los estudios sobre el trabajo, destacando la especificidad de que se trata de 
la dinámica de un capitalismo periférico. De esta manera, necesitamos un marco teórico 
renovado que nos ayude a comprender las particularidades de nuestra región y que 
contribuya a repensar el mundo del trabajo en el siglo XXI. 
Además, creemos que revisando tanto la metodología, las teorías y las etapas que ha vivido 
el capital, podríamos dar una explicación de la importancia que tiene el trabajo para el ser 
humano y, así, poder demostrar, que este sistema de reproducción conforme avanza va 
degradando la condición socio-económica del hombre y exterminado paulatinamente con la 
naturaleza. 
 
 
 
 
 
 
15 
 
Objetivos 
 
El objetivo general de la investigación es analizar y crear un marco conceptual que ayude a 
entender los cambios que se han dado en América Latina debido al cambio de modelo de 
producción. Los fenómenos que nos interesa analizar más detenidamente son: a) desempleo 
estructural; b) rompimiento del tejido social; c) desigualdad social creciente; y d) 
precarización de la fuerza de trabajo. Todos estos elementos en el marco de un Estado sólo 
legitimador de la reproducción y ampliación de las ganancias de la burguesía foránea y 
nativa. Vista esta fenomenología multidimensional a la luz de las coordenadas del 
paradigma de acumulación capitalista que demanda la lógica del neoliberalismo, centrada 
en la sed inagotable de la extracción de plustrabajo. 
 Como objetivos específicos, esta investigación busca: 
1) Redimensionar y actualizar la importancia del trabajo no solo en la sociedad capitalista, 
necesaria para la producción de mercancías y continuación de la reproducción social, sino 
como necesidad de realización humana. Identificando los cambios políticos, económicos y 
sociales en los últimos años, como instrumentos que han favorecido el desplazamiento del 
carácter original del trabajo y han contribuido a desvanecer la conciencia transformadora de 
los trabajadores, no solo superando el añejo concepto marxista de la enajenación ̶
alejamiento de la producción con el consumo ̶ , sino ahora, formando un ejército que se 
vincula al proceso productivo como entes aislados y fragmentando los vasos comunicantes 
con sus iguales. 
2) Estudiar los métodos de flexibilización y precarización de la fuerza de trabajo, 
destacando su funcionalidad para favorecer la acumulación del capitalismo actual. Con una 
base teórica marxista, se detectaran las necesidades del capital para aumentar la explotación 
sin elevar sus costos. Los procesos que realiza el capital para exprimir el saber y el hacer 
del trabajador sin que exista ninguna resistencia explícita por parte de quienes concurren a 
vender su fuerza de trabajo. 
3) Como último objetivo, analizarr, a partir del paradigma de la restructuración productiva 
en América Latina, la heterogeneidad productiva de la región e introducir nuevas categorías 
que edifiquen un edificio teórico y conceptual que permita proveer de herramientas 
16 
 
suficientes a los trabajadores y a los estudiosos del tema, y comprender los desafíos que nos 
presenta el capitalismo tardío en la relación explotación y movilización obrera, máxime en 
los tiempos que caracterizan la creciente atomización o de plano desaparición de las 
organizaciones sindicales genuinas en defensa de los trabajadores. 
El núcleo de nuestra investigación tiene como propósito superar los simplismos 
pragmáticos que buscan solo maquillar el modelo dominante, para pasar a una mirada 
multifocal que aporte los suficientes elementos que contribuyan a comprender a cabalidad 
las fronteras y las salidas posibles ante el modelo de producción hegemónico en nuestra 
región. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Capítulo 1 
Repensar la importancia y centralidad del trabajo. 
 
…Entonces, todo el tema se reduce a esta pregunta: ¿la mente humana 
puede dominar lo que la mente humana ha creado? 
Paul Valéry 
 
En este primer capítulo, incursionaremos en las raíces de la discusión acerca del papel del 
trabajo, demostrando la importancia que tiene éste en el desarrollo del ser humano y como 
ha sido objeto indispensable para la creación de relaciones de dominación, determinando la 
reproducción de los hombres. Para esto, necesitaremos ir de la mano de la historia, para no 
realizar juicios superficiales y de impacto momentáneo, y volver a poner el tema del trabajo 
en el centro del cosmos del conocimiento. 
Nuestro trabajo pretende abordar a grosso modo una visión marxista del papel del trabajo 
en la realización y felicidad del hombre, con base a la teoría evolucionista. Al mismo 
tiempo, queremos mostrar que el papel del trabajo debe ser abordado primeramente con 
mayor profundidad y desde una óptica no dogmática, y ser visto como una prioridad en el 
campo de las ciencias sociales. 
El primer apartado, nombrado Un abordaje introductorio desde la génesis del humano, 
hace una retrospectiva del papel del trabajo en la evolución del hombre,7 también 
explicaremos, la centralidad que tiene el trabajo en la relación hombre-naturaleza, un 
binomio inseparable, y el porqué de la necesidad de profundizar en la investigación del 
trabajo en la realización felicidad del hombre. 
 
7 Todo empieza con el libro Ensayo sobre los principios de las poblaciones humanas, de Thomas Malthus. 
Uno de los libros más leídos en Inglaterra a principios del siglo XIX y que sería fundamental en la teoría de la 
selección natural de Darwin y Wallace, la cual establece que “la lucha por la existencia en términos de una 
contienda de los organismo contra el ambiente, en la que su fecundidad y el consiguiente crecimiento de sus 
poblaciones se verían afectados por los efectos cambiantes del ambiente. Al hablar de las poblaciones, 
Wallace recalca en todo momento el papel fundamental de las variaciones que, aunque pequeñas, son las que 
en un momento dado permitirán el remplazo de variedades viejas por nuevas.” (Ruiz, 2009:15).Con la 
publicación conjunta de Darwin y Wallace, Marx y Engels tienen por fin una guía para establecer que el 
trabajo y el lenguaje fue esencial en el desarrollo del cerebro y los sentidos para que el mono se pudiera 
transformar. 
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En el segundo apartado, Consideraciones sobre el método del Materialismo Histórico, se 
muestra la importancia del método filosófico marxiano para poder analizar desde una 
perspectiva científica, a las sociedades en sus particularidades y no crear generalizaciones 
religiosas, ayudándonos a simplificar el análisis. 
En el tercer apartado, Trabajo enajenado-alienado, exhibiremos el despojo que sufre el 
obrero asalariado de su energía vital objetivizada en los productos y su trabajo en esta 
sociedad, a manos del capital personificado en el dueño de los medios de producción. 
En el cuarto apartado, titulado Orígenes y crítica de la sociedad burguesa, explicaremos el 
surgimiento y particularidades de dicha sociedad tanto en su forma de reproducirse como 
sus aspectos ideológicos para el control de las masas asalariadas. 
En el quinto apartado, Trabajo Productivo e Improductivo, se realiza una investigación 
histórica sobre las diferentes visiones que se han tenido sobre el trabajo productivo desde 
los mercantilistas, pasando por los fisiócratas hasta la visión de Adam Smith sobre el tema, 
retomado y ampliado por Marx. 
Finalmente, en el sexto apartado, Produccióncapitalista: reflexiones acerca de la teoría 
del valor/trabajo, nos adentramos en el “cuerpo de la bestia”, señalando la necesidad del 
trabajo asalariado por parte del capital como único factor necesario para la producción y 
valorización de las mercancías, criticando la visión simplista de la economía, en donde solo 
se ven como como cosas el trabajo la tierra y el capital, dejando de lado el valor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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1.1 El hombre y el trabajo. 
 
“Primero el trabajo, después de él y luego junto con él el lenguaje, fueron los estímulos 
esenciales bajo la influencia de los cuales el cerebro del mono cambió gradualmente hasta 
convertirse en el del hombre”, escribió Friedrich Engels y el joven Marx, justo 37 años 
después de los primeros anuncios evolucionistas de Lamarck y 12 años antes de la lectura 
pública conjunta de los trabajos fundadores de Darwin y Wallace. Estos descubrimientos 
por parte de las ciencias naturales fueron cruciales para éstos dos jóvenes pensadores que 
utilizando estas teorías, pudieron formular sus ideas acerca del papel del trabajo en la 
evolución del hombre. 
Por otro lado, tampoco podemos creer que el trabajo por si solo fue la única palanca para el 
desarrollo genealógico del hombre, porque ante la debilidad del humano frente a la 
naturaleza, la unión con sus semejantes fue también un factor determinante. Esta ventaja en 
términos de sociabilidad, el hombre la comparte con los primates y con otras especies de 
mamíferos y seres vivos de organización elemental. Estas relaciones determinan quien vive 
y quien muere en la naturaleza, sin ésta unión los homínidos estaban destinados a la 
extinción. 
Ante la vasta evolución de las especies, sin lugar a duda, el primate superior, capaz de 
establecer nexos entre fenómenos, inventar un lenguaje y símbolos múltiples, pudo 
adaptarse, porque sobrevivió el grupo de sus iguales. El desarrollo de un sistema nervioso 
en general y de manera destacada la corteza cerebral, en particular, necesitaron del contacto 
con individuos de la misma especie; si el australopiteco o el homo erectus no hubieran 
podido establecerse en un grupo, de ellos no hubiera surgido el hombre contemporáneo. 
La personalidad del ser humano solo puede lograrse como fenómeno social; pero la 
realidad social sufre transformaciones, dando como resultado cambios en la participación 
del hombre en la producción de su realidad; gracias a estos cambios la capacidad mental del 
hombre se desarrolla hasta puntos desconocidos, se podría decir sin miedo, que infinitos. 
No fueron los cambios en las manos, o la postura erguida lo que le dio al hombre su ventaja 
como especie, sino la fuerza del pensamiento conceptual que surge de un sistema nervioso 
excepcional. Por lo tanto, el trabajo humano refleja nuestra realidad, tal como lo menciona 
20 
 
Harry Braverman: “el trabajo que trasciende la mera actividad instintiva, es la fuerza con la 
cual la humanidad creó el mundo como lo conocemos” (1975:66). 
El trabajo humano se caracteriza por ser consciente y con un propósito, en comparación, 
con los animales quienes realizan sus actividades por instinto, lo cual significa un marco 
acotado de acción donde se libera energía bajo la recepción de estímulos específicos. Así, el 
trabajo guiado por la inteligencia es producto único de la humanidad. 
Se podría pensar que la construcción de panales por parte de las abejas o la formación de 
montículos por termitas, se asemejan o superan la producción del hombre; éste es un 
ejemplo claro del trabajo realizado por los animales, se podría decir. Sin lugar a dudas, 
también es cierto que existe un desgaste físico por parte de las especies para apoderarse de 
los materiales de la naturaleza. 
Pero, ¿son similares las actividades que realizan los animales en la naturaleza al trabajo 
humano? Precisemos: los animales se alimentan de plantas u otros animales, las especies 
vegetales utilizan, el agua de los ríos o lluvias, adquieren sus nutrientes de la tierra y 
utilizan la energía solar para realizar diferentes procesos químicos y así alimentarse. En 
ningún momento estas especies transforman su entorno, solo toman los materiales ya 
hechos de la naturaleza. 
En cambio, el trabajo humano transforma y altera los materiales de la naturaleza, se 
confronta con ella ̶ siendo esta su única forma de enfrentarse al mundo natural ̶ y así 
modifica su mundo externo. Claro, otros animales también modifican su entorno de una 
manera elemental, ¿entonces cuál es la diferencia esencial? 
Lo que nos hace especiales, lo que nos hace únicos, seres increíbles, es la conciencia que 
tenemos sobre nuestras acciones. El hombre planea sus acciones, las proyecta en su 
cerebro, las termina antes de empezar en su mente, imagina la función que podría tener su 
producción material. Une concepción con ejecución. 
Las ventajas que tiene el humano son inmensas, por eso, el estudio de él mismo es una 
pieza importante para su superación como especie. El trabajo, inmanente al hombre, factor 
para su realización, ha sido olvidado por la economía y puesto erróneamente al mismo nivel 
de la máquina. El hombre no importa en sí, sino tan solo como capitalista o trabajador, de 
modo que en la sociedad burguesa unos pocos individuos se quedan con el trabajo de los 
21 
 
demás, haciendo que el trabajador se convierta en un hombre degradado, en donde su 
trabajo no le pertenece ni lo que produce con ese trabajo. Ahora bien, tenemos que definir 
el concepto de trabajo para saber de lo que estamos hablando, y la mejor definición la 
podemos encontrar con Paul Valery: 
 
El hombre actúa; ejercita sus fuerzas en un material extraño a él; separa sus operaciones 
partiendo de su infraestructura material y tiene una conciencia claramente definida de esto; 
por tanto él puede expresar sus operaciones y coordinarlas con otro antes de realizarlas; 
puede asignarse a sí mismo las más multifacéticas tareas y adaptarse a muchos materiales 
diferentes, y es precisamente esta capacidad de ordenar sus intenciones o de dividir sus 
proposiciones en diferentes operaciones a lo que él llama inteligencia. No se sumerge en los 
materiales de que dispone sino que procede partiendo de este material hacia su imagen 
mental, de su mente a su modelo y a cada momento intercambia lo que quiere contra lo que 
puede hacer, y lo que puede hacer contra lo que ejecuta.8 
 
Sabemos ahora que la concepción rige la acción y ejecución de los hombres, pero la 
transmisión de la idea puede ser ejecutada por una o más personas. La proyección que crea 
un individuo puede ser descompuesta y asimilada por el conjunto, siendo una cadena en 
expansión, todos bajo un mismo objetivo consiente. 
La acumulación de trabajo en herramientas o el trabajo mismo es la única forma que tiene 
la humanidad para enfrentarse a la naturaleza. Por eso, la fuerza de trabajo es tan 
importante para el hombre, que no se puede intercambiar por nada, por el simple hecho de 
ser humana, ya que “al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su 
propia vida material” (Marx, [1845] (2002):19). 
De esta manera, vemos la importancia que tiene la naturaleza para los hombres, la propia 
autocreación de los individuos depende de esta relación; el humano está encadenado a la 
naturaleza, y el factor que los une, que los enlaza, es el trabajo. Siguiendo esta idea de 
Marx, podemos ya atar ciertos cabos y hacer la conexión, por un lado, de que el trabajo 
modifica la relación de la naturaleza con el hombre y de ahí, que mediante el trabajo el 
hombre se modifique a sí mismo. 
 
8 Paul Valery, citado por Harry Braverman, (1975: 62). 
22 
 
Todo nivel de desarrollo del hombre puede determinarse a partir de la relación hombre-
naturaleza. Esa relación nos da el nivel tecnológico de una sociedad, el proceso de la vida 
social, política, espiritual,de formas de producción, pero sobre todo sirve para saber hasta 
dónde el hombre se ha concebido como especie, como ser humano. El hombre no está en la 
naturaleza, sino que es naturaleza, por cuanto esta es su obra y su realidad. 
El hombre a través de la producción de un mundo material externo, objetiviza sus 
facultades esenciales. Este acto de exteriorización de las capacidades del trabajo es la 
prueba de la facultad creadora del hombre. Por eso, lo que se debe superar es una de sus 
formas históricas, la enajenación del trabajo, no su objetivación. 
El trabajo a través de los siglos ha sido el motivo de desarrollo de las diferentes etapas 
históricas de la humanidad; no se podría pensar en la existencia de la Grecia antigua sin el 
trabajo esclavo, la edad media o el feudalismo sin el trabajo del siervo, o el capitalismo sin 
el trabajador asalariado. El trabajo nos persigue como nuestra sombra. 
Aunque, empezamos a marcar las bases para desarrollar el método del materialismo 
histórico, y dimos ideas sobre la importancia de la producción material del hombre, 
creemos que el trabajo no solo es un medio para lograr un fin ̶un producto ̶ sino un fin en 
sí mimo. El trabajo es “la expresión significativa de la energía humana” (Fromm, 2012:52), 
por eso, el trabajo es susceptible de ser gozado, por tanto, sabemos que la crítica principal 
de Marx a la sociedad capitalista es el trabajo forzado (enajenado), que desgasta al hombre 
hasta “chuparle” toda su energía, dejándolo sin sueños, sin ideas propias, sin conciencia, 
únicamente dedicando su existencia al intercambio de bienes de subsistencia a cambio de 
trabajo. 
La humanidad que logre despojarse del trabajo enajenado y erradique la idea de ver a la 
naturaleza como algo que tiene que ser explotado, gozará en ese momento de la 
conciliación del hombre con la naturaleza y en verdad empezará el camino para la 
realización de la sociedad. 
Vamos a realizar un estudio profundo del papel del trabajo en el capitalismo, sus 
consecuencias para el hombre y la naturaleza, y todo lo que implica la apropiación de la 
fuerza de trabajo por unos cuantos. Pero antes, expondremos el método del materialismo 
histórico, que es el método que ayudará a lo largo de esta investigación para desbaratar la 
23 
 
realidad impuesta y poder hacer una crítica a la sociedad capitalista y así crear un modelo 
que nos ayude a entender el mundo del trabajo hoy. 
 
1.2 Consideraciones sobre el Método del Materialismo Histórico. 
Al vulgarizar y olvidar el método del materialismo histórico, la concepción del marxismo 
pierde un brazo importante en su confrontación con la realidad, aceptando con esto la 
simple relectura e interpretación de conceptos dogmáticos, dejando de lado el cambiante 
estado de la sociedad. 
Olvidar la importancia del método de doble análisis deductivo e inductivo, lógico e 
histórico, no solo es perder el análisis de la realidad, sino la capacidad para transformarla. 
Dejar a un lado el método materialista es olvidarse de que, “la unidad de la práctica y de la 
teoría constituye la tabla de salvación, para los que, perdidos en el teoricismo, reducen el 
marxismo a una ciencia positiva más o a un saber absoluto al margen de las luchas 
sociales” (Sánchez, 2011: 23). 
Sabemos que es caer en un lugar común repetir los descubrimientos de las leyes del 
desarrollo del capital por Marx, mediante el análisis dialéctico ̶avanzar de lo concreto a lo 
abstracto ̶. Pero creemos, que retornar a las bases y al estudio de los temas filosóficos es 
esencial, por el hecho de que nuestra sociedad no ve ningún interés en el análisis de alguna 
actividad que no esté relacionada con la producción de beneficios económicos, revelando 
una severísima limitación conceptual y un radical empobrecimiento de los imaginarios 
colectivos hegemónicos, confundiendo, tal y como lo decía Machado, “valor con precio”. 
La historia es el punto hacia el que se orienta siempre el pensamiento de Marx en todas las 
fases de su evolución, la tierra firme a la que éste intenta siempre arribar, el fundamento en 
el que intenta anclar el quid de su problemática, el punto de referencia por donde puede 
emanar una respuesta a la realidad. Filosofía e historia, política e historia, economía e 
historia: las preguntas de Marx cambian, evolucionan, solamente el término historia es el 
denominador común que permea toda la obra del pensador decimonónico. 
24 
 
El concepto materialismo histórico que aparece en el prefacio de la Contribución a la 
Crítica de la Economía Política, podrá esclarecernos la visión del filósofo alemán sobre la 
importancia que tiene el modo de producir en la vida del hombre y como lo condiciona: 
 
“El resultado general al que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a mis 
estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres contraen, 
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de 
producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas 
productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura 
económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta un edificio [Uberbau] jurídico 
y político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de 
producción de la vida material condiciona [bedingen] el proceso de la vida social, política y 
espiritual en general. No es la conciencia del hombre lo que determina su ser, sino, por el 
contrario, es su existencia social es lo que determina su conciencia” (Marx, [1859] 
(2003):4-5). 
 
También podemos ver lo que se empezaba a trazar como el método del materialismo 
histórico en el libro La Ideología Alemana: 
 
“El modo como los hombres producen sus medios de vida depende, ante todo, de la 
naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que se trata de reproducir. 
Este modo de producción no debe considerarse solamente en cuanto es la reproducción de 
la existencia física de los individuos, es ya más bien, un determinado modo de la actividad 
de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado modo de 
vida de los mismos. Tal y como los individuos manifiestan su vida, así son. Lo que son 
coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con lo que produce como con el modo 
cómo produce. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales 
de producción” (Marx, 2002:12-13). 
 
Por lo tanto, la historia debe ser analizada y problematizada desde una perspectiva 
determinada, ya que se pretende estudiar una época particular, lo que quiere decir, 
instituciones, sociedades y modos de producción particulares, con sus propias 
problemáticas. La sustancia en el método del materialismo histórico, se basa en el estudio 
de una sociedad en concreto, por ejemplo, el examen de la sociedad capitalista y no leyes 
generales en la naturaleza humana. 
25 
 
Es difícil pensar que las etapas históricas del hombre en sociedad son entes estáticos e 
inmóviles, en donde sus particularidades no se ven modificadas hasta que otra etapa entra 
para sustituirla. Las sociedades y en especial la capitalista, se encuentran en un cambio 
constante, modificando relaciones, iniciando con el terreno económico y trasladándose al 
terreno filosófico, político, ideológico y hasta religioso, permeando todas las capas de la 
sociedad. 
Al filósofo de Tréveris no le interesó el modelo estático ni el presente más inmediato, le 
interesaron las corrientes que abarcan un momento histórico específico. Este principio de 
especificidad, es “en primer lugar una regla para la investigación y la reflexión social; en 
segundo, un método para criticar polémicamente otras teorías y concepciones; y, en tercer 
lugar, una teoría de la naturaleza de la vida social y de la historia” (Wrigth, 1966:29). 
Cuando nos referimos a la especificidad históricaen Marx como regla de investigación, nos 
dirige a formular las regularidades y tendencias que existe en una época especifica. Cada 
contexto en una sociedad, crea nuevos tipos de hombres, pero tampoco pueden entenderse 
las sociedades y los hombres en términos de la vieja época. 
También, la periodización en épocas nos ayuda a poder esclarecer los conceptos específicos 
de una sociedad sin caer en generalidades que van más allá de ella. Por ejemplo, la 
“propiedad” asume determinadas características en una sociedad de pequeños empresarios 
y otra muy distinta en una donde dominen grandes empresas transnacionales y financieras; 
de igual manera, los conceptos de tierra, renta o trabajo adquieren diferentes significados 
según la sociedad y las relaciones de producción. Como afirma Wrigth: “quizá la acusación 
fundamental que les hace Marx a los pensadores burgueses sea el carácter ahistórico de sus 
categorías de pensamiento” (1966:30). 
Pero, teniendo a una sociedad en constante cambio, sería algo muy aventurado pensar que 
una teoría creada en el siglo XIX, podría acomodarse a la realidad actual. La gran 
diferencia que tiene el marxismo con todas las demás teorías es una tensión permanente 
entre teoría y práctica, o sea: “para Marx, la interpretación no es sólo teoría de una 
transformación ya hecha y, por tanto, separada de la acción, sino de una transformación por 
hacer, y en la cual la teoría se inserta precisamente para contribuir a esa transformación”. 
(Sánchez, 2011:26). 
26 
 
Con estas ideas dejamos atrás el poder de decisión de los individuos, su autonomía, y 
concebimos que el modo de producción del hombre determina sus ideas, deseos y 
pensamientos. Por ejemplo, el deseo de la máxima ganancia en la sociedad capitalista. Los 
factores subjetivos los metemos en el cajón, y sacamos los factores económicos objetivos 
como el modo de producir, determinando la organización social del hombre. No es el 
Estado el que determina la forma de reproducirse ̶ decía Montesquieu ̶, es la forma de 
reproducirse la que determina al Estado. 
Marx ofrece una maquinaria intelectual clásica para pensar acerca del hombre, la sociedad 
y la historia. Esta es la razón de que haya habido tantos resurgimientos del marxismo. Por 
lo tanto, Marx se debe actualizar, en parte porque murió en 1883, en parte porque no uso su 
propia maquinaria tan cuidadosamente como ahora podemos hacerlo, y porque una parte de 
la maquinaria necesita ser arreglada e incluso rediseñada. 
 
1.3 Trabajo Enajenado-Alienado 
Para adentrarnos en el concepto de trabajo enajenado marxiano, tendremos primero que 
pasar por la visión de Friedrich Hegel; debido a que este filósofo alemán había creado antes 
el concepto de enajenación, el cual funcionaba perfecto y sin ninguna crítica a la sociedad 
burguesa. Por lo tanto, daremos un pequeño esbozo del concepto de trabajo enajenado 
creado por Hegel y la transformación que tuvo unos años después en la concepción de 
Marx. 
Ahora bien, la filosofía y cultura preburguesa había considerado el Espíritu ̶ la providencia, 
la Razón (comprensión) ̶, el que hace la historia. Pero, la revolución burguesa emergió 
distintos temas particulares, no filosóficos, terrenales y no ideológicos como elementos 
determinantes del curso del desarrollo del hombre, teniendo como tarea la cultura 
burguesa9, restaurar el dominio del orden espiritual e ideal anterior, con las nuevas 
condiciones instauradas. 
 
9 Entendemos por pilares de la cultura burguesa a: enciclopedismo, economía política naciente, materialismo 
francés, empirismo y utilitarismo inglés. 
27 
 
Pues bien, la tarea titánica de estudiar y teorizar a la sociedad que se formaba cayó nada 
menos en Friedrich Hegel. Ningún filósofo o ideólogo precedente supo expresar con tal 
rigor “la exigencia de reducir a la racionalidad universal del Espíritu, los elementos 
dispersos de vida material y económica, social y política que las recientes vicisitudes 
habían llevado al escenario de la historia. El tema central de la especulación política de 
Hegel es, precisamente, el denominado por él la domesticación por parte del Espíritu, de la 
fiera salvaje: la vida material y económica de la sociedad humana” (Rossi, 1963:10). 
Para Hegel, la objetivación del hombre mediante el trabajo y la relación con la naturaleza 
era “la idea”. De modo que, el trabajo solo se realiza con el pensamiento, haciendo ideas 
generales y quitándole sus connotaciones precisas de hombres concretos y determinados, 
que realizan actividades particulares; el trabajo, en última instancia, es solo la reflexión del 
sujeto sobre sí mismo. 
Hegel concebía siempre alienado y alienante al trabajo humano. Alienante, debido a que al 
poner en acción las capacidades humanas frente a la naturaleza, se exterioriza la capacidad 
humana, dando como resultado un producto ajeno al hombre; y alienado, porque las 
necesidades del hombre son mayores que las capacidades de producción para poder 
satisfacerlas, el hombre nunca podrá satisfacer completamente el universo de sus 
necesidades. Hegel creía que “la alienación deriva de la propia naturaleza humana”. Por lo 
tanto, es un hecho que no puede ser superado, para el filósofo alemán todo trabajo es 
siempre alienado y “abstractamente espiritual” (Marx, [1844] (2006):193), convirtiendo un 
hecho histórico en una situación permanente. 
Para Marx, el concepto de trabajo solo puede aparecer con sus particularidades específicas, 
con la relación hombre-naturaleza y los instrumentos que realiza para ello. Cambia el 
pensamiento especulativo por el de la realidad. Por lo tanto, describir el trabajo alienado 
como una situación permanente, “no podía extraer todo el costado dialéctico revolucionario 
de las situaciones que estaba describiendo” (Aricó, 2011:17). 
Al igual que Hegel, Marx plantea dos vías de alienación. La primera, depende de la 
objetivación del trabajador, tiene que ver con la pérdida del mundo sensorial por parte del 
hombre y la alienación de su naturaleza. La producción del individuo deja de pertenecerle, 
su objetivación del trabajo, la exteriorización de su ser, le pertenece a alguien más. 
28 
 
La relación del trabajador con el producto del trabajo, se le presenta como un ser ajeno y 
que lo domina. Pero ese producto del trabajo, le tiene que pertenecer forzosamente a otro 
hombre, parafraseando a Marx, la tortura para un hombre, es el disfrute de otro hombre.10 
“Ni los dioses, ni la naturaleza, solo el hombre mismo puede ser esa fuerza extraña 
colocada por encima del hombre” (Marx, [1844] (2006):116). 
Siguiendo con Marx, la segunda vía es la relación del trabajo con el acto de producción, 
dentro del trabajo. La actividad del trabajador que labora tampoco le pertenece, la actividad 
vital, el trabajo le es ajena, alienada por el no trabajador. Por lo tanto, al quitarle al hombre 
la objetivación de su trabajo se produce la alienación, la producción de ésta, debe ser la 
“enajenación activa” (Marx, [1844] (2006):109). 
Al no pertenecerle su esfuerzo físico y su producción, el trabajador no se pertenece a sí 
mismo sino a otro, quedándole solamente sus actividades primarias (comer, beber, 
reproducirse). El trabajo que podría ser objeto de disfrute, de realización para el hombre es 
un padecimiento, un castigo; también a través del trabajo alienado el hombre crea las 
relaciones que existen con otros hombres mediante su producción y su producto, generando 
una relación de domino con aquel que no produce.11 
Ahora, al saber porque en la sociedad burguesa el trabajo no es un factor de realización ni 
de felicidad para el hombre ̶ como lo explicamos en la primera parte de este desarrollo ̶ , 
vemos cómo se van trastocando las necesidades de las personas, por las necesidades del 
capital, al adentrarnos cada vez más en el capitalismo, nos alejamos más de la felicidaddel 
hombre. 
 
 
 
 
10 Ante la explotación del hombre por el hombre, queda perfecto la visión de Schopenhauer, en contra de la 
visión hegeliana de un futuro promisorio. “El mundo en general presenta el desolador aspecto de una 
incesante guerra entre todo los seres. El mundo animal requiere al mundo vegetal como alimento, los 
animales no pueden subsistir más que devorándose los unos a los otros, y en cuanto a los hombres, la fuente 
principal de sus males es el hombre mismo. Como decía Hobbes en su descripción sobre el Estado de la 
naturaleza el hombre es un lobo para el hombre. Pero la civilización tampoco sabe crear nada mejor”. 
Castrillo en: Shopenhauer, Arthur (2008). El amor las mujeres y la muerte. Biblioteca Edaf. España. Pág. 12. 
11 El trabajo sigue siendo el modo para reproducirse y para realizarse, pero al mismo tiempo deja de tener su 
control porque lo ha transferido al capitalista. 
29 
 
1.4 Orígenes y crítica de la sociedad burguesa 
La sociedad de las apariencias, que surgió de las entrañas de la edad media, ha tenido 
grandes transformaciones a lo largo de su existencia. Esta sociedad, que actualmente ve la 
violencia y las revoluciones como un acto de barbarie, pudo desarrollarse gracias a grandes 
conflictos, por ejemplo, las luchas revolucionarias en Francia e Inglaterra, la unificación 
italiana y alemana o la exterminación de la población indígena americana por parte de los 
conquistadores que trajeron “modernidad” y religión. 
Todo este coctel de luchas y conflictos sirvió para establecer políticamente lo que ya se 
venía cocinando en las entrañas de la sociedad, la revolución de los medios de producción; 
en donde los sistemas de producción feudales eran trabas para la nueva industria naciente, 
”al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la 
sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, con las relaciones de 
producción dentro de las cuales se habían estado moviendo hasta ese momento”(Marx, 
[1859] (2003):5); encontrando el tirón final en los nuevos descubrimiento territoriales al 
otro lado del Atlántico y en Asia, tierras vírgenes que sirvieron para expandir el mercado y 
la división social del trabajo. 
Por lo tanto, la naciente sociedad burguesa europea combatió política y económicamente 
todo lo que oliera a feudalismo, tal es el caso de los gremios, los aprendices y los maestros 
artesanos, los cuales no pudieron seguir compitiendo en primer lugar con la manufactura y 
después con la gran industria. Pero, eventos tales como, la desaparición de los siervos y la 
lucha encarnizada para eliminar el rango superior que tenía la nobleza sobre la gleba, 
fueron objetivos que se plantearon desde los Estados modernos, que tan bien pronosticó 
Thomas Hobbes en el Leviatán. 
Aquella producción de la Edad Media, los maestros, los talleres o los gremios, no pudieron 
satisfacer la demanda que venía creciendo con los mercados en expansión. La manufactura 
suplanto la producción, y con ella surgió la “clase media industrial”, que rompió todos los 
lazos de producción que habían existido, beneficiándose de la gran población campesina 
que había sido desplazada de sus tierras que cultivaban para los señores feudales y 
30 
 
terratenientes, para convertirlas en terrenos de pastos para ovejas12, debido al florecimiento 
de las manufacturas laneras quedándoles únicamente para sobrevivir la venta de su fuerza 
de trabajo. 
Los nuevos descubrimientos de mercados en territorios alejados de los centros de 
producción, propiciaron producir nuevos sistemas de transporte terrestre y marino, que 
permitieran un comercio fluido entre países. Como la gran característica de la sociedad 
burguesa, es el desarrollo acelerado de los medios de producción, los siglos XVIII y XIX 
en Europa fueron cuna de grandes inventos, que no surgieron por la gran mencionada 
curiosidad del científico para inventar, sino para producir y liberar las mercancías de las 
grandes industrias nacientes. 
Las grandes victorias que fue teniendo el comerciante, el banquero y el industrial no 
solamente permearon en el plano productivo; para poder afianzarse tanto en el poder 
político como en las capas de las sociedad, sino se incrustaron en los estratos con una 
ideología que contribuyera a la expansión del capital y creara instituciones que fueran 
garantes de la propiedad privada, como los Estados o la misma Iglesia (rezago de las épocas 
antiguas), que tuvo que cambiar sus doctrinas y fue utilizada como contenedor de masas 
ante las injusticias que estaba viviendo la sociedad. No podrás tener una vida plena en la 
tierra, pero si trabajas y te esfuerzas, podrás llegar al paraíso y tener todas las riquezas que 
no tuviste. 
 
12 La “llamada acumulación originaria” del siglo XV tiene el mismo papel en la economía política ̶ dice 
Marx ̶ como el pecado original para la teología. “De este pecado original arranca la pobreza de la gran 
mayoría, que todavía hoy, a pesar de lo mucho que trabajan, no tienen nada que vender más que sus personas, 
y la riqueza de una minoría, riqueza que no cesa de crecer, aunque haga muchísimo tiempo que sus 
propietarios han dejado de trabajar” (Marx [1867] (2001):607). Esta consistió en: “el licenciamiento de las 
huestes feudales lanzó al mercado de trabajo a una masa de proletarios libres y privados de medios de vida. El 
poder real, producto también del desarrollo de la burguesía, en su deseo de conquistar la soberanía absoluta, 
aceleró violentamente la disolución de las huestes feudales, pero no fue ésta, ni mucho menos, la única causa 
que lo provocó. Los señores feudales, levantándose tenazmente contra la monarquía y el parlamento, crearon 
un proletariado incomparablemente mayor, al arrojar violentamente a los campesinos de las tierras que 
cultivaban y sobre las que tenían los mismos títulos jurídicos feudales que ellos, y al usurparles sus bienes 
comunes. El florecimiento de las manufacturas laneras de Flandes y la consiguiente alza de los precios de la 
lana, fue lo que sirvió de acicate directo, en Inglaterra, para estos abusos. La antigua aristocracia había sido 
devorada por las guerras feudales, y la nueva era ya una hija de los tiempos, de unos tiempos en los que el 
dinero es l potencia de las potencias. Por eso enarboló como bandera la transformación de las tierras de labor 
en terrenos de pastos de ovejas […] Las casas de los campesinos y las viviendas de los obreros fueron 
violentamente arrasadas o entregadas a la ruina” (Marx, [1867] (2001):611) 
31 
 
Lentamente, pero de modo irresistible, la ciencia remplazó la religión, convirtiéndose en 
factor principal de la nueva mentalidad humana. La doctrina del progreso, desalojó a la idea 
medieval del pecado original. Los conceptos de iniciativa social y control social abrieron 
paso a los conceptos de iniciativa individual y control individual. Por ello nació una 
filosofía nueva que daba una justificación racional al mundo nacido, y esta era el 
liberalismo. Esta nueva doctrina nunca fue “un proceso directo y muy pocas veces 
consciente. La genealogía de las ideas dista mucho de ser una línea recta. En el desarrollo 
del liberalismo se cruzan corrientes de doctrinas de tan diverso origen que enturbia toda la 
claridad y acaso irremediablemente hacen imposible toda precisión” (Laski, 1987:12). 
Pero, como una ideología persuasiva, y hasta incluso útil, el liberalismo pertenece a la 
época de las luchas históricas de la burguesía, en particular las naciones ya industrializadas 
del capitalismo;13 actualmente el liberalismo funciona más como guardián del status quo, 
que como una teoría que tenga por interés trazar el camino a la verdadera emancipación del 
hombre. 
El liberalismo se cree garante de la democracia, muestra aparentemente una disposición a 
dialogar,no a imponer, pero se asemeja a un lobo con piel de oveja; la mayor imposición 
en los últimos dos siglos ha sido: “el mercado”14, un totalitarismo disfrazado de realidad. 
Pero, gracias a las ideas del liberalismo económico, que tanto defendieron en primer lugar 
Adam Smith, laisser faire, laisser passe, y que siguió David Ricardo, pudo darse cuenta 
Marx de los problemas y el velo que imponía dicha teoría para el sistema capitalista. 
Lejos de ser una teoría que busca la emancipación y libertad, somete al hombre a un control 
totalitario mediante, las burocracias (partidocracias), las grandes corporaciones y los 
medios de comunicación, los cuales crean un mundo alterno en el cual existen promesas de 
 
13 En el siglo XIX el liberalismo toma fuerza, ya que “había aparecido el mercado mundial, y el capital se 
había acumulado en escala tan inmensa que su búsqueda de utilidades afectaba ahora la vida y fortuna de 
grupos humanos hasta entonces desatendidos por la civilización europea. Todas las clases sociales, aun 
cuando eran todavía las servidoras de la propiedad, apreciaban el significado de la cultura y la ciencia” (Laski, 
1987:13). 
14 El mercado que arropa el liberalismo y su idea de “progreso” se basan no en el cuidado del hombre y la 
naturaleza, sino en la lógica de la acumulación, en la destrucción del hombre por el hombre y de su casa (en el 
sentido aristotélico), destrucción del tejido social, destrucción de miles de especies vegetales y animales 
importándole únicamente la mayor ganancia inmediata posible. 
32 
 
paraísos inexistentes, de la búsqueda de una felicidad mediante la esclavización del 
consumo, creando necesidades, fetichizando las mercancías, adueñándose de la 
imaginación y las conciencias, auspiciados y alentados por los Estados modernos. Aunque, 
esta nueva filosofía pronto encontró grandes problemas por el surgimiento del nacionalismo 
que floreció con su crecimiento. 
De esta manera un punto crítico en el desarrollo del capital fue la Revolución Industrial, fue 
el momento que se pudo ver con mayor claridad las entrañas de la bestia, fue el tiempo 
donde los hombres fueron sacados de los campos y enclaustrados en galerones de fábricas, 
sometidos a relojes que les imponían el ritmo de trabajo, esclavizados a los artefactos 
industriales, generando aquella parte de trabajo que de ahora en delante le iba a pertenecer 
al industrial sin remuneración alguna al trabajador. 
 
1.5 Trabajo productivo e improductivo 
¿Qué actividad es productiva para la sociedad? Es un interrogante que se ha discutido a lo 
largo de los siglos, aún los investigadores actuales siguen teniendo diferentes visiones sobre 
el tema. En nuestra exposición, haremos un recorrido empezando por los mercantilistas y 
fisiócratas, debido a que tuvieron una influencia determinante en desarrollo de la sociedad 
burguesa, sirviendo para impulsar el capitalismo comercial en primer plano, pero años más 
tarde solo fueron un obstáculo para el desarrollo industrial. 
Los Mercantilistas fueron burguesamente revolucionarios, cuando pedían eliminación de 
las trabas que entorpecían el comercio interior y a la vida económica en general, con 
respecto a la situación feudal todavía prevaleciente. Con la idea de una actividad comercial 
sin límites, se trataba de proteger los intereses industriales, y empezaron a divulgar por 
doquier, que la regulación y restricción del comercio podía conducir a la ruina nacional.15 
 
15 Las ideas más importantes de los mercantilistas fueron: a) la cantidad de dinero influía en forma directa y 
proporcional sobre el nivel de los precios (teoría cuantitativa de los precios). b) el volumen de exportaciones e 
importaciones dependía de los noveles relativos de precios entre países (Locke). c) tuvieron la idea de que un 
orden natural debía regir el intercambio comercial entre los países, puesto que la acción de los individuos se 
guiaba fundamentalmente por un principio lucrativo y que negarlo equivalía a oponerse a las leyes naturales 
que gobernaban la conducta humana. (Torres, 1972). 
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Por otro lado, los mercantilistas tenían una peculiar forma de pensar sobre el trabajo 
productivo, debido a que ellos solo concebían productivo al tiempo invertido en aquellas 
ramas de la producción cuyos productos, que exportados al extranjero, dejaran más 
beneficios que sus costos por producirlos. Su único interés era el incremento de la afluencia 
de oro en el país ̶ incrementado por el oro de las minas americanas ̶, dando como resultado 
la elevación de los precios y del salario, pero no en la misma proporción, produciendo un 
incremento en la tasa de ganancia y haciendo la situación de los obreros peor. 
En el siglo XVIII se desarrolló en Francia un conjunto de teorías que se le conoce con el 
nombre de fisiocracia. “Los fisiócratas comparten con los economistas ingleses preclásicos 
más avanzados, tales como Petty y Cantillon, el mérito de haber descartado definitivamente 
la creencia mercantilista de que la riqueza y su aumento de debían al comercio” (Roll, 
[1938] (2009):120), llevaron a la esfera de la producción el poder de creación de la riqueza 
y del excedente susceptible de acumulación. 
La teorías que se desarrollaron en Francia, fueron un parte aguas por ser la primera escuela 
de pensadores economistas que emplearon conjuntamente los métodos científicos de 
aislamiento y abstracción. La escuela francesa trató de descubrir el trabajo productivo, pero 
su investigación se vio limitada debido a que no tenían una idea clara sobre los conceptos 
de valores de uso y valor de cambio y, siguiendo a Roll, “pensaban en el excedente en 
términos de las diferencias entre los valores de uso que se habían consumido y los que se 
habían producido” (Roll, [1938] (2009):120). 
Los fisiócratas, entendían que el trabajo agrícola era el único trabajo productivo. “Los 
arrendatarios y los obreros agrícolas, además del fondo que los mantiene y ocupa, 
reproducen anualmente un producto neto, una renta libre para el terrateniente… El trabajo 
de los arrendatarios y obreros agrícolas es, indudablemente, más productivo que el de los 
comerciantes, artesanos y obreros manufactureros. Sin embargo, el hecho de que el 
producto de una de las clases sea superior, no significa que la otra clase sea estéril o 
improductiva” (Smith, [1776] (2004):651). 
Por lo tanto, los fisiócratas creían haber descubierto de dónde venía el producto neto, allí 
donde el remanente de trigo es más de lo que podía consumir el obrero agrícola y el 
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arrendatario. Se crearon una idea falsa del valor, reduciéndolo al valor de uso del trabajo 
sin remontarse al trabajo social puro y simple. 
Con toda la teoría Fisiócrata y mercantilista, el hombre que las pudo sintetizar y aumentar 
fue el escoces Adam Smith, en el cual vemos una visón más desarrolla sobre trabajo 
productivo e improductivo, por ejemplo: 
“Existe una clase de trabajo que añade valor al valor del objeto sobre el que recae y otra 
que no produce este efecto. A la primera clase de trabajo, como produce un valor, podemos 
llamarlo trabajo productivo; a la segunda, trabajo improductivo. Así, por ejemplo, el trabajo 
de un obrero manufacturero añade generalmente un valor al valor de los materiales por él 
trabajados: el valor de su propio sustento y el de la ganancia de su patrón. En cambio, el 
trabajo de un servidor domestico no añade ningún valor. Aunque el obrero manufacturero 
reciba su salario por adelantado de su patrón, en realidad no supone ningún gasto para éste, 
ya que el valor del salario es generalmente resarcido, además de producir una ganancia, por 
el valor más elevado del objeto sobre que recae el trabajo del obrero. No ocurre así con la 
manutención del servidor doméstico, que nunca le es resarcida a quien le paga. Quien 
emplea una multitudde obreros manufactureros se enriquece; en cambio, quien mantiene 
una multitud de servidores domésticos, se empobrece” (Smith, [1776] (2004): 424). 
 
Es así, que, Smith menciona como obrero productivo al que, además de producir los valores 
íntegros de sus bienes necesarios de subsistencia traducidos en su salario, le produce una 
ganancia. El único trabajo productivo es el que produce capital, el que transforma la 
materia prima y produce un nuevo bien con valor añadido. 
Para el capitalista el valor de uso de la fuerza de trabajo no consiste en la utilidad de un 
trabajo concreto y especifico, como tampoco le interesa el valor de uso del producto de ese 
trabajo; para él el trabajo es la mercancía anterior a toda metamorfosis y no un artículo 
cualquiera de consumo. “El valor de uso del trabajo estriba, para el capitalista, en que se le 
entrega una cantidad de tiempo de trabajo superior a lo que pago mediante el salario” 
(Marx, 1976:14). 
De esta forma, Smith da la solución definitiva sobre el trabajo productivo, como aquel que 
se cambia por capital, siendo necesario que los medios de producción (sea dinero o 
mercancía), se conviertan en capital y el trabajo en trabajo asalariado. Pero, también nos 
aclara que el trabajo improductivo, es aquel que no se cambia por capital, sino directamente 
por renta, por salario o ganancia (interés y renta de suelo). 
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Teniendo estos conceptos, entramos en los motivos para explicar que trabajo es productivo 
o improductivo en la sociedad capitalista, ya que no son los elementos materiales del 
trabajo, ni tampoco el producto mismo, ni el rendimiento del trabajo (trabajo concreto), 
sino las formas sociales específicas, las relaciones sociales de producción. 
Aunque el valor de uso producido por el obrero se dé en una cantidad mínima, el resultado 
de su producción nada tiene que ver con la concepción de trabajo productivo, que 
solamente es “una expresión de una condición social de producción”, esto quiere decir, que 
no importa el rendimiento del trabajador ni lo que se materializa en la producción, sino la 
forma social específica que éste reviste. 
El trabajo de un escritor no es productivo por la generación de ideas en sus libros, sino por 
la ganancia que el deja al editor que publica su libro; los cocineros o camareros de un hotel 
serán obreros productivos siempre y cuando su trabajo se traduzca en capital para su patrón, 
serán improductivos si esos mismos trabajadores reciben el pago de sus servicios de rentas. 
La fuerza de trabajo del obrero improductivo al igual que el trabajador productivo se puede 
vender como una mercancía. Pero, el primero solo le entrega valores de uso, reales como 
ficticios; el segundo produce mercancías para el comprador de su fuerza de trabajo. En un 
caso, el trabajador se cambia por capital, en el otro por renta; en un caso, el trabajo se 
convierte en capital y produce ganancia para el capitalista; en el otro caso, representa un 
gasto, es simplemente uno de los artículos que se invierten con renta. 
Al tocar el tema de los servicios, se puede entrar en un camino complicado si no se tiene 
claro los conceptos de trabajo productivo. Se menciona que es productivo sólo aquel 
trabajador que produce mercancías, en donde su trabajo “toma cuerpo y se realiza en una 
mercancía cualquiera susceptible de ser vendida y de reponer el valor de su salario” (Smith, 
[1776] (2004):654) 
Sin embargo, hay que reconocer la restricción de los servicios, los cuales “desaparecen en 
el preciso momento en que se presentan”, pero, lo que clasifica a un trabajo productivo o 
improductivo no es el carácter especial ni la forma de producto, sino, la compra de ese 
trabajo. Un trabajo puede ser productivo si lo compra un capitalista para obtener una 
ganancia o improductivo si lo compra un persona para consumir su valor de uso, y pagarlo 
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con rentas o salarios. La producción de servicios puede incorporarse una parte al capital, 
del mismo modo que una parte del trabajo que sí se materializa en cosas útiles es comprado 
con rentas y no retorna a la producción capitalista. Por lo tanto, “en un caso, el trabajo 
(productivo) se cambia por capital, en el otro (improductivo) por renta; en un caso, el 
trabajador se convierte en capital y produce ganancia para el capitalista; en el otro caso, 
representa un gasto, es simplemente uno de los artículos en que se invierte la renta. El 
obrero de una fábrica de pianos, por ejemplo, es un obrero productivo. Su trabajo no se 
limita a reponer el salario que consume, sino que su producto, el piano, la mercancía 
vendida por el fabricante, contiene además del salario, plusvalía. Supongamos, en cambio, 
que adquiriendo todos los elementos necesarios para ello, una persona, en vez de comprar 
el piano al fabricante, contrate a un obrero para que se lo construya en casa. Este obrero 
sería un obrero improductivo, pues su trabajo se cambiaría directamente por la renta de 
quien le encargase el piano” (Marx, 1976:19). 
 
1.6 Producción capitalista: reflexiones acerca de la teoría valor/trabajo 
Ya habiendo conceptualizado las bases para nuestro estudio, solamente faltaría adentrarnos 
en el proceso de producción capitalista, y ver la función del trabajo en esta sociedad 
destructora de hombres. La economía cree que solamente el juego de la oferta y la demanda 
pueden determinar los precios de las mercancías, creyendo que el mercado determina estas 
variables y que el trabajo del obrero deja el mismo valor a las mercancías que los 
instrumentos de producción. 
Como punto de partida de la formación de capital se encuentra el dinero, como una suma de 
valores de cambio bajo la forma del equivalente general, su expresión monetaria. Pero este 
dinero no sirve guardado en el colchón del capitalista, necesita valorizarse: “el valor de 
cambio debe servir para generar más valor de cambio” (Marx, [1867] (2011):3). Las 
magnitudes deben crecer, no solamente se tiene que reproducir el valor de la suma 
monetaria invertida en el proceso de producción, sino debe generarse un incremento (∆) de 
éste. 
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El dinero en las manos del capitalista sólo existe como “una suma dada de valor” (D). Esta 
suma de dinero solo se convierte en capital ̶ relación determinada de producción en cuyo 
interior los poseedores de los medios de producción se enfrentan al trabajo vivo ̶, cuando se 
gasta con la finalidad de su engrandecimiento, pero la magnitud de valor está condicionada 
por la cantidad de dinero que se transformará en capital. 
Por lo tanto, el proceso capitalista de producción tiene un capital inicial x (medios de 
producción), dando al final del proceso una transformación, x + ∆x, resultando una suma de 
valor con un excedente del valor inicial. Esto también se puede expresar en valor monetario 
como: cantidad monetaria inicial (D) + cantidad monetaria adicional (∆D).16 
La cantidad excedente en los dos casos vistos ̶ valores y dinero ̶, puede explicarse mediante 
la producción de plusvalía, siendo este la razón de la inversión del capitalista; con esta 
expresión sumamente simple del proceso de producción, se ve el porqué de la 
transformación del dinero inicial en capital. 
La variable x por tanto es a priori una magnitud constante, pero en el proceso ha de 
transformarse en un elemento que contenga una magnitud variable (v). Dentro del proceso 
de producción x se presenta ya no como una cantidad monetaria, sino como valores de uso, 
que como lo menciona Marx “en nada modifica (este cambio) la naturaleza constante de la 
magnitud de valor” (Marx, [1867] (2011):5), por lo tanto estos medios de trabajo los 
denotaremos como una magnitud constante (c). 
El capitalista va al mercado y compra valores de uso, pero la diferencia con cualquier otro 
consumidor de mercancías, es que éste las consume como factores del proceso de 
producción. El dueño del capital aparte de comprar medios de producción, reserva

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