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Serie-radiofonica-Mexico-trabaja--vinculacion-y-difusion-laboral

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
 
 
 
SERIE RADIOFÓNICA MÉXICO TRABAJA: 
VINCULACIÓN Y DIFUSIÓN LABORAL 
 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN 
 
P R E S E N T A 
YOSAHANDI SARA PÉREZ ISLAS 
 
DIRECTOR DE TESIS 
DR. RICARDO JESÚS BALCÁZAR GARCILAZO 
 
 
 
 
 
MÉXICO, D.F, FEBRERO 2013 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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2 
 
 
ÍNDICE 
 
 
Introducción……………………………………………………………………….. 4 
 
 
 
1. La radio…………………………………..………………………….................. 8 
 
1.1 Características del medio……………………………………………………... 8 
1.2 Lenguaje radiofónico…………………………………………………………... 29 
1.3 Clasificación de emisoras…………………………………………………….. 49 
1.4 Tipos de programas radiofónicos……………………………………………. 53 
 
2. Producción radiofónica………...…………………………………………….. 61 
2.1 Concepto de producción………………………………………………....…… 61 
2.2 Proceso creativo……………………………………………..………………… 64 
2.3 Idea………………………………………………………….………………….. 66 
2.4 Guión radiofónico………………………………………….………………….. 68 
 2.4.1 Guión literario……………………………………………………….. 75 
 2.4.2 Guión técnico……………………………………………………….. 81 
2.5 Elementos técnicos y humanos……………………………………………… 99 
2.6 Realización…………………………………………………………………….. 105 
2.7 Postproducción………………………………………………………………… 109 
 
3. Empleo y distribución de la población en México…...………………….. 111 
 
3.1 Centralización y descentralización…………………………………………… 111 
3.2 Desarrollo regional…………………………………………………………….. 120 
3.3 Situación actual del empleo en México……………………………………… 124 
3 
 
3.4 Vinculación, movilidad y difusión laboral……………………………………. 131 
 
4. Producción de la serie radiofónica México Trabaja……………………... 142 
4.1 Generación de la idea………………………………….…………….……….. 142 
4.2 Preproducción………….………………………………………………………. 144 
4.2.1 Situación actual del tema…………….………..……………………………. 144 
4.2.2 Justificación………………………….……………………………………….. 145 
4.2.3 Objetivos……………………………………………………………………… 147 
4.2.4 Contenido y número de programas………………………………………... 148 
 4.2.5 Público meta…………………………………………………………. 149 
 4.2.6 Horario tentativo de transmisión y medio de salida……………... 149 
 4.2.7 Duración individual del programa…………………………………. 151 
 4.2.8 Personajes o talento de la serie…………………………………… 151 
 4.2.9 Recursos de producción……………………………………………. 152 
4.3 Patrocinadores/financiamiento……………………………………………….. 152 
4.4 Estructura del programa………………………………………………………. 153 
4.5 Presupuesto del programa……………………………………………………. 153 
 
5. Conclusiones…………………………………………………………………… 155 
 
Fuentes Consultadas…………………………………………………………….. 162 
 
Bibliografía 
 
Hemerografía 
 
Páginas Web Consultadas 
 
Anexos……………………………………………………………………………… 171 
 
 
 
4 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Este proyecto de tesis surge de la necesidad de crear un vínculo entre las 
oportunidades laborales y la población mexicana. Asimismo se plantea la 
importancia de hacer de la radio una herramienta que funcione como eslabón 
entre las ofertas de empleo y los demandantes. 
 
El objetivo central de esta tesis es dar a conocer, de manera lúdica, la fortaleza 
económica, condiciones, oportunidades y servicios satisfactorios de vida de los 
estados de la República Mexicana, utilizando a la radio como el medio de 
comunicación que establezca ese contacto entre la población demandante de 
empleo y las oportunidades existentes. 
 
Con este propósito se realizó la producción radiofónica de la serie México 
Trabaja que pretender acercar a empresas de todo el país con sus empleados 
potenciales y la fuerza de trabajo, sin importar el lugar donde se encuentren. 
 
Esta serie propone dar una solución a la falta de personal profesional en 
provincia y permitir una mejor movilidad laboral en México, ya que representa 
una puerta de acceso para conocer ofertas laborales en el país y a largo plazo, 
una fuente que permita una mejor distribución laboral en México. 
 
Como es sabido, antes de la era de la Internet, la manera de informarse sobre 
las oportunidades de empleo se reducía a adquirir el periódico del día y 
5 
 
consultar los anuncios publicados, a ver letreros en negocios u oficinas o a 
tener contacto directo con la persona que ofertaba el trabajo a través de una 
recomendación. 
 
Hoy el acceso a la Red de redes ha modificado las formas de conocer las 
ofertas laborales en México y en el mundo. Es verdad, la búsqueda de trabajo 
se ha hecho cada vez más efectiva con las innovaciones tecnológicas, no 
obstante, echando un vistazo a la situación en México, aún existen personas 
que no tienen acceso a Internet. 
 
Paralelamente, la radio ha sido un medio de comunicación accesible a la 
mayoría de la población y a pesar de los avances tecnológicos, éste sigue 
siendo popular entre la comunidad mexicana. 
 
Este medio ha enfrentado diversos cambios desde su creación. Los contenidos 
y las formas que en él se difunden van cambiando de acuerdo a las 
transformaciones que sufre la sociedad. Sin embargo, existe un objetivo intacto 
y vigente que lo ha mantenido a través de los años: atender a la urgencia de 
comunicación que demanda la población. 
 
Es así, como en el primer capítulo de este trabajo se plasman las 
características que han llevado a la radio a mantenerse como medio 
indispensable en nuestro país. Se describen y se analizan cada uno de sus 
6 
 
elementos, lo cual permite se conozcan sus posibilidades, recursos y ventajas 
para brindar información. 
 
En este apartado se detalla cómo funciona el lenguaje radiofónico como el 
código que permite crear mensajes suficientemente eficaces para atraer la 
atención del radioescucha. Aunado a esto se expone una clasificación de 
emisoras y tipos de programas radiofónicos que buscan difundir y en ocasiones 
persuadir a los oyentes. 
 
En el capítulo dos denominado Producción radiofónica, se puntualiza el 
concepto de producción y su proceso creativo. Se explica cómo se generan las 
ideas y cómo se plasman en un proyecto radiofónico. Además, da a conocer 
cómo se elabora un guión radiofónico, cuáles son sus funciones dentro de la 
realización de un programa y se plantean los recursos técnicos y humanos en 
la producción. 
 
Para entender México Trabaja es necesario conocer la situación y la 
problemática que vive la República Mexicana en cuanto a la distribución de la 
población, el desarrollo regional, la difusión y la movilidad de las oportunidades 
de empleo existentes. Este tercer capítulo llamado Empleo y distribución de la 
población en México, constituye la justificación de esta tesis. En él se expone a 
detalle cada uno de estos segmentos, se plantean las características de la 
población mexicana y formas de movilidad, vinculación y difusión laboral. 
 
7 
 
En el cuarto apartado, se presenta el proyecto de la serie radiofónica México 
Trabaja. Se muestra la generación de la idea para llevarla a cabo y se desglosa 
el proceso de pre-producción para su realización. 
 
En este capítulo, se explican los objetivos centrales y particulares de la 
producción radiofónica presente, se detalla la justificación misma y se plantean 
los horarios de transmisión y público meta de la misma. Ajuntoa este trabajo 
también se encuentra la materialización de la serie propuesta y se añaden los 
guiones técnico y literario del programa en uno sólo. 
 
Finalmente en el último capítulo, se llevan a cabo las conclusiones de la 
presente tesis, donde se encontrará una reflexión sustanciosa de lo que 
conllevó la elaboración de este trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
1. LA RADIO 
 
1.1. Características del Medio 
 
El ser humano que ha sido oyente durante el transcurso de su vida ha tenido la 
oportunidad de distinguir diversidad de sonidos, voces y ritmos, y tiene el 
deleite de escuchar pensamientos, emociones y opiniones provenientes de 
diferentes fuentes. Pero existe una fuente en especial que permite transmitir el 
reflejo de una comunidad, de sus novedades, de sus conocimientos, de los 
hechos que le acontecen día con día, de sus progresos y de sus necesidades. 
 
Ha estado allí. A lo largo de varios años en diferentes países, en millones de 
hogares y de múltiples formas. La radio constituye en la actualidad un medio de 
comunicación indispensable cuando existe la necesidad de conocer, de 
informar, de entretener. Es sin duda una fuente de sonidos que puede llegar a 
provocar incontables sensaciones y recrear innumerables situaciones en la 
imaginación del oyente. 
 
“Es el medio al que se acude en cuanto se propaga un rumor o un hecho para 
apreciar su confirmación y lo detalles, después se acude a la televisión para 
testimoniarlo visualmente y al final a la prensa para recabar otros análisis.”1 La 
radio es el medio más veloz que existe para la transmisión de noticias que sirve 
 
1
 Mariano Cebrián Herreros, Modelos de radio, desarrollos e innovaciones: Del diálogo y 
participación a la interactividad, Madrid, Fragua, 2007, Pág. 48-49. 
9 
 
tanto como estímulo cultural como para facilitar consejos prácticos y es un 
valioso nexo de unión entre comunidades. 
 
“La radio es un medio de comunicación de imágenes sonoras que puede 
transmitir tanto grabaciones realizadas en el pasado como ejecuciones vivas, 
es decir que se escuchan en el momento de su ejecución”2. 
 
De esta manera estimula la imaginación de forma que en cuanto la voz sale, el 
oyente intenta visualizar lo que oye con el fin de crear en su mente al autor de 
la voz o recrear las acciones. En el texto, El sonido de la radio se explica: 
 
“Los actos de comunicación en los que sus actores fundamentales se presentan con la 
materialidad física de sus cuerpos se les suele calificar de verdaderos o reales, 
seguramente porque dichos actores están real y contingentemente juntos. Pero esta 
forma de comunicación no es la única posible y para superar sus limitaciones se 
inventaron los medios de comunicación”
3
. 
 
En este sentido, se puede decir que la radio surgió de la urgencia del ser 
humano por poder comunicarse de todas las maneras posibles, es un medio de 
comunicación a distancia que transmite información instantánea o realizada 
anteriormente y con distintos fines que llegan directamente al oyente. 
 
 
2
 S/ autor, El sonido de la radio. Ensayo teórico práctico sobre producción radiofónica, México, 
UAM-Xochimilco, IMER, Plaza y Valdés, 1988, Pág. 28. 
3
 Ibídem., P 25. 
10 
 
En la televisión las imágenes están limitadas por un encuadre y un proceso de 
selección de las mismas para ilustrar los hechos, en la radio por el contrario, 
sólo pueden ser delimitadas por la imaginación del radioescucha. La radio es 
unisensorial, es decir, en éste sólo se pueden emitir sonidos y sólo el sentido 
del oído puede percibir el mensaje transmitido, de este modo el individuo puede 
extender y construir las imágenes como desee. 
 
Siguiendo esta misma dirección se puede acordar con lo que María Cristina 
Romo refiere al medio: “Todas las implicaciones sonoras pueden aplicarse a la 
radio. El sonido no tiene límites ni en cuanto a su origen ni en cuanto a su 
difusión; se esparce naturalmente y puede ser percibido tanto voluntaria como 
involuntariamente”4. 
 
La radio tiene la posibilidad de conectar auditivamente a millones de personas 
sobre un mismo tema y no existe la necesidad de visualizar los hechos porque 
todo en este medio se hace para enamorar, atraer y encantar al oído. El 
sonido es el elemento distintivo y diferenciador de éste medio a comparación 
con los otros medios de comunicación. Imaginando la siguiente situación en 
una esfera amorosa y romántica en la que el sonido es el que enamora, y el 
oído es el que finaliza enamorado, el primero se ve en la necesidad de emitir lo 
mejor que existe en él, de embellecerse y decorarse con el fin de conquistar, y 
traer la atención del otro. 
 
4
 María Cristina Romo Gil, Introducción al conocimiento y práctica de la radio, México, Diana, 
1987, Pág. 18. 
11 
 
Como ya se mencionó el receptor percibe los sonidos y éstos son 
transformados en imágenes, las cuales se arman y se estructuran dependiendo 
de la experiencia personal y del entorno que le rodea, a este conjunto de 
acciones se le denomina como poder de sugestión. 
 
Es por ello que utilizando los elementos adecuados que el sonido necesita, se 
puede visualizar prácticamente cualquier situación además de nutrir la 
imaginación del oyente. Con estos planteamientos se pueden percibir dos 
aspectos vitales de la radio: primero, sus mensajes llegan a grandes 
cantidades de personas y en múltiples lugares al mismo tiempo, y segundo, 
establece una conexión con el radioescucha de manera que estimula el 
desarrollo de su imaginación. 
 
El hecho de que la radio sea unisensorial concede que el escucha tenga libres 
los demás sentidos y el cuerpo mismo, permitiendo que se lleven a cabo otras 
acciones al mismo tiempo que se disfruta de las emisiones del medio. No 
obstante, la atención siempre se inclinará hacia una de las acciones. Es decir, 
si para el radioyente es de mayor importancia la labor que ejecuta en ese 
momento, los sonidos que transmite la radio serán únicamente movimientos 
vibratorios que el oído capte. Sin embargo, si lo que escucha el receptor es de 
mayor importancia para él los sonidos adquieren significado lo que conllevaría 
a la interpretación del mensaje transmitido. 
 
12 
 
Si en un programa de noticias se anuncia que en algún momento de la 
transmisión se llevará a cabo el tratamiento de algún tema específico que al 
oyente le interesa conocer, el radioescucha prestará toda su atención al tema 
y no necesariamente al programa entero. 
 
La radio únicamente exige el sentido auditivo, por ello que se le catalogue 
como unisensorial y por ello “…puede ser un vínculo de comunicación con todo 
tipo de personas, de cualquier condición social y educativa y sobre todo sin 
exigir demasiado esfuerzo. Por esta razón puede ser el medio de comunicación 
idóneo para ciertos estratos de la sociedad”5. 
 
La radiodifusión tiene una amplia cobertura que la ha convertido en el medio 
idóneo para la emisión de cultura y educación en sociedades basadas en el 
lenguaje oral. No exige conocimiento especializado y por esta misma razón la 
radio se convirtió también en un medio al que las personas analfabetas 
pudieron accesar fácilmente. 
 
No obstante, según Mario Kaplún en su libro Producción de programas de 
radio, menciona a la radio como “…un gran instrumento potencial de educación 
y cultura populares, pero que, como todo instrumento, exige conocerlo, saber 
 
5
 Ibídem., P. 19. 
13 
 
manejarlo, adaptarse a sus limitaciones y a sus posibilidades. Usar bien la 
radio es una técnica y un arte”6. 
 
En este sentido, se entiende que el éxito de lo que se quiera transmitir 
dependerá no sólo del contenido del mensaje sino del empleo que se le dé a 
lasposibilidades que ofrece la radio como medio de comunicación. 
Comprender cuáles son sus características permitirá construir una transmisión 
que refleje claramente lo que se desea y proporcionar a la radio preferencia 
entre los receptores. 
Dentro de sus aspectos principales se encuentra la inmediatez e 
instantaneidad, Merayo Pérez se inclina en que la primera refiere a “…la 
ausencia de intermediarios en el proceso comunicativo, y al hecho de que la 
difusión de la señal –una vez emitida y hasta que es recibida- no experimenta 
más mediaciones que las puramente técnicas”7. 
Dejando a un lado la posibilidad de hacer sinónimos con inmediatez e 
instantaneidad y en referencia al mismo autor, la segunda característica aplica 
“…únicamente a las circunstancias técnicas de la difusión, al tiempo empleado 
en el proceso de distribución de mensajes”8. 
 
 
6
 Mario Kaplún, Producción de programas de radio. El guión- la realización, Ecuador, 
Cromocolor, 1994, 2ª re ed., Pág. 49,50. 
7
 Arturo Merayo Pérez, Para entender la radio. Estructura del proceso informativo radiofónico, 
España, Universidad Pontificia de Salamanca, 1992, Pág. 118 
8
 Ídem. 
14 
 
Estos rasgos ofrecen al radioescucha la información de los sucesos, casi en 
todos los casos, al momento en el que están ocurriendo; el radioescucha tiene 
la capacidad de conocer en el preciso momento a través de un sólo sentido si 
un rumor se ha confirmado o no. 
Pero el radiodifusor no debe abusar de lo directa que es la radio porque no sólo 
los hechos llegan instantáneamente, sino también los errores. Por ello la 
información, en cuanto se permita, siempre debe ser cuidadosamente 
seleccionada para que se le pueda utilizar como medio para hablar 
directamente al oyente individual. 
La radio ofrece flexibilidad y versatilidad debido a que es posible escuchar 
diversas formas de mensajes con diferentes horarios y varios lugares de 
escucha. 
 
“La radio ofrece la información en el tiempo, no en el espacio. Un tiempo fugaz 
en el que el sonido informativo tiene una duración sin más permanencia que 
de la sucesividad temporal y la capacidad de memoria auditiva de quien la 
recibe, muy inferior, en todo caso, a la memoria visual. Un tiempo irreversible 
que no permite la reescucha de la información, y dificulta la reflexión”9. 
Tomando en cuenta la inmediatez de este medio es preciso que sea directo, 
conciso, con un lenguaje sencillo y explicativo en mayor grado, de manera que 
el receptor pueda enterarse de lo que sucede en su entorno. Los medios 
 
9
 Mariano Cebrián Herreros, La mediación técnica de la información radiofónica, Mitre, Barcelona, 
1983, Pág.214. 
15 
 
impresos tienen la desventaja de llegar a manos del receptor mucho después 
de haberse publicado los hechos y, para informarse, es necesario que no sólo 
se encuentre el medio en sus manos sino que el individuo tendrá que buscar un 
espacio y tiempo; circunstancias a veces un tanto complicadas de encontrar 
para leer y poder empaparse de la información. 
No obstante, el radioescucha puede encender la radio desde su casa, trabajo, 
automóvil, celular, entre otros y recibir en ese preciso momento lo que 
aconteció sin necesidad de detenerse a comprar el periódico o revista y exigir a 
la vista su función para obtener el mensaje. 
Se debe tomar en cuenta que la manera más natural de comunicación entre los 
humanos es el habla y, por lo tanto, se puede crear identificación con el oyente 
y de esta manera persuadirlo. Para ello, el mensaje oral debe ser construido a 
partir de un lenguaje sencillo, preciso y claro. Para crear un ambiente emotivo e 
íntimo con el radioescucha. 
 
Al respecto y siguiendo esta línea descriptiva y analítica de las características 
del medio Marshall McLuhan asegura: “…la radio afecta íntimamente a la 
mayoría de la gente, de persona a persona, puede ofrecer un mundo de 
comunicación inesperada”10. Siendo el oído de todos los sentidos el más 
sensible que posee el ser humano, está ligado a una vinculación afectiva. 
 
 
10
 Marshall Mcluhan, La comprensión de los medios como extensiones del hombre, México, 
Diana, 1973, Pág. 336. 
16 
 
La radio es el medio más íntimo no sólo por acudir al sentido más afectivo sino 
porque da la sensación de comunicación y sugiere la posibilidad de abrir una 
dinámica cálida y personal con el oyente que le haga sentir y no sólo escuchar 
el mensaje. 
 
Acertadamente menciona Mariano Cebrián Herreros: “La radio es el medio 
íntimo de las personas en soledad. Es el medio de compañía, familiar, próximo, 
con el que se habla de tu a tu. Es el amigo que está al lado de noche y de día 
con una palabra de aliento, con una música, como parte del entorno vital 
personal”11. 
 
En la actualidad pueden darse casos en los que más que sintonizar un 
programa, se sintoniza una voz que se siente amiga, cercana, profundamente 
conocida que, el oyente mismo sólo por este motivo, le ha proporcionado 
credibilidad la cual a veces va más allá que la propia evidencia de la realidad. 
 
Es inevitable establecer esa relación de empatía que los medios de 
comunicación ofrecen. La radio es por excelencia, el medio que establece 
compañía e intimidad. A través de la voz y de un lenguaje específico como se 
describe más adelante se puede lograr una magnífica construcción del mensaje 
oral, el cual logra hacer que el ambiente de cercanía adquiera importancia en el 
radioescucha. 
 
 
11
 Mariano Cebrián, op. cit., Pág. 150. 
17 
 
Puede llegar a pensarse que por cada receptor habría que establecer una 
relación diferente, no obstante Kaplún aclara: “…la empatía opera aún cuando 
no podemos conocer personalmente a cada uno de nuestros oyentes. Aún así 
siempre es posible imaginar, visualizar a nuestro interlocutor”12. En efecto, al 
momento de emitir cualquier mensaje por radio es posible transmitir 
experiencias comunes que puedan crear un efecto de identificación con el 
radioescucha. 
 
La comunicación en la radio puede ser altamente efectiva cuado se utiliza el 
factor emocional. Se puede lograr que el receptor se sienta atraído cuando 
escucha que la persona que le habla del otro lado del aparato radiofónico 
piensa y siente de la misma manera que él. Es decir, la comunicación se hace 
efectiva cuando existe una identificación con el emisor. Cuando el contenido 
del mensaje llega al nivel afectivo es probable que éste quede en la mente y 
sea recordado por el escucha. 
 
Según Luis Ramiro Beltrán: 
 
“…los psicólogos llaman empatía a la capacidad de proyectarnos nosotros mismos en 
la personalidad de los demás; al a facultad de anticipar sus respuestas a nuestros 
estímulos. Esa aptitud „para ponerse en el pellejo del prójimo‟ es una de las habilidades 
fundamentales para la buena comunicación”
13
. 
 
 
12
 Mario Kaplún, op. cit., Pág. 67. 
13
 Ibídem., P. 66. 
18 
 
Lo magnífico de esta cualidad radiofónica es que puede ser eficaz y puede 
darse incluso sin que el emisor conozca físicamente a los oyentes. El juego de 
ponerse en el lugar de alguien más o pensar como otras personas lo harían, 
ayuda a identificar y descubrir experiencias del radioescucha. Éste debe 
sentirse identificado, debe sentir: no que él escucha la radio, sino que la radio 
lo escucha y lo entiende a él. 
 
Se habla de que la radio es unisensorial, que atañe única y exclusivamente al 
sentido del oído, y sí; pero a la vez logra ser multifuncional ya que se ve en la 
necesidad de provocar el uso no de los demás sentidos sino mejor aún de la 
imaginación, del razonamiento y de las emociones. 
 
Por naturaleza el hombre tiene la necesidad de sentir que es similar al otro de 
su mismaespecie, es en esa necesidad cuando se encuentra con el otro de 
una manera igualitaria e inevitablemente esa conexión se da gracias a la 
comunicación. 
 
Como consecuencia de esta conexión y necesidad del ser humano, Arturo 
Merayo Pérez afirma: “…la relación que se establece entre emisor y receptor 
se modifica sustancialmente, introduciéndose en el proceso comunicativo 
radiofónico un conjunto de peculiaridades específicas y únicas de 
consecuencias no sólo lingüísticas, sino también psicológicas”14. 
 
 
14
 Arturo Merayo Pérez, op. cit., Pág. 96 
19 
 
La sensación de empatía y emotividad que este medio genera en los oyentes 
puede estimular no solamente los sentidos sino que también parece inevitable 
incitar a la acción. Los mensajes que la voz emite a través de la radio pueden 
llegar a tener gran impacto y fuerza en el pensar del receptor. 
 
Al respecto Mario Kaplún declara: “…la auténtica comunicación radiofónica 
debe tener un componente afectivo además del componente conceptual; debe 
movilizar no sólo el estrato pensante del receptor sino también su estrato 
emocional”15. 
 
En este sentido, la empatía y emotividad que existe en el medio conlleva a 
desplegar su capacidad para crear, y transmitir imágenes sonoras en la mente 
del receptor. Por ejemplo, en la radio se expresan comúnmente historias, 
poesías o fragmentos de novelas. Con ayuda de efectos de sonido, una voz 
narradora y excelentes locutores, se puede crear una imagen mental diferente 
de aquella poesía o novela por cada radioescucha. 
 
La transmisión de mensajes por radio posee una ventaja que ninguna otra 
transmisión por otro medio tiene. Tiene la increíble capacidad de estimular la 
mente humana, de crear imágenes y situaciones que estimulan al receptor. En 
la televisión, por ejemplo, el mensaje va acompañado de la imagen en la cual 
se describe o se presenta la acción del mismo. La televisión regala al receptor 
lo que podría imaginar a través de la radio. 
 
15
 Mario Kaplún, op. cit., Pág. 65. 
20 
 
 
De igual manera que para crear imágenes sonoras, la radio posee una de las 
cualidades más importantes y exigentes en el ámbito de los medios de 
comunicación. Para vislumbrar con mayor eficacia esta característica, uno 
podría remontarse al impactante terremoto de 1985 en la Ciudad de México. 
Indudablemente, las personas encendían la radio para cerciorarse de lo que 
sucedía y conocer cuáles eran las medidas de seguridad para la población. 
Con confianza los radioescuchas acuden a este medio por su credibilidad. 
 
María Julia González Conde afirma que “…la actitud del oyente, cuando presta 
atención, es de enriquecerse con la información que le viene del exterior, que 
casi siempre le interesa y por esa razón además de la demostrada 
profesionalidad de sus periodistas, la convierte en su medio más creíble, lo que 
le procura una audiencia fiel”16. 
 
Es claro puntualizar que no es lo mismo: me contaron… a lo escuché en la 
radio. Se está tratando con dos emisores distintos. El primero podría 
considerarse como un emisor pasajero, desconocido ante el mundo y el 
segundo, es un emisor que llega a un público extenso, que es conocido ante el 
mundo y que genera credibilidad. 
 
 
16
 María Julia González Conde. Comunicación radiofónica. Universitas S.A., Madrid, 2001, Pág. 
28. 
21 
 
Ricardo Haye conjunta esta idea en su libro Hacia una nueva radio, “…la 
significación cristalizada por la radio alcanza implicancias sociales y 
psicológicas, y posee un determinado prestigio por el solo hecho de ser 
vehiculizada por ese medio”17. No obstante, entender que la información y los 
contenidos deben ser veraces, corroborados y sin juicios personales, 
garantizará que el medio siga favorecido por esta característica. 
 
En la obra Diseño de programas en radio, de Miguel Ángel Ortiz, se asoma una 
de las ventajas que la radio tiene frente a otros medios de comunicación: 
“…esta capacidad del medio para recrear y transmitir una sensación de 
veracidad, para ser testimonio de los hechos, hace del soporte radiofónico el 
instrumento idóneo para la información: origina en la audiencia una imagen de 
la radio como actual e informada, pegada a lo cotidiano18”. 
 
Es justamente en las últimas cuatro palabras de la cita, en la cual se refleja la 
cotidianeidad que la radio ofrece a los oyentes. Gracias a esta capacidad y, en 
la transmisión diaria de mensajes, es posible que se conozca con mayor 
exactitud los gustos y preferencias del público. De esta manera, poco a poco 
aquel instrumento invisible, tal y como lo nombró Peter Lewis, penetra 
profundamente en el radioescucha para convertirse en un instrumento 
cotidiano. 
 
 
17
 Ricardo Haye. Hacia una nueva radio. Paidos, Buenos Aires, 1995 Pág. 34. 
18
 Miguel Ángel Ortiz. Diseño de programas en radio: guiones, géneros y fórmulas. Pág. 19. 
22 
 
Es así que día a día, el oyente convierte a la radio en un acompañante que 
estará allí desde que decide prenderlo. El radioescucha podrá realizar otras 
actividades gracias a la unisensorialidad del medio. 
 
Para Merayo Pérez “…el hecho de poder escucharla en cualquier momento del 
día y prácticamente en cualquier lugar, la convierte en instrumento 
<excesivamente> cotidiano y habitual, hasta el punto de que la percepción de 
sonidos radiofónicos no supone ninguna novedad para los oyentes”19. No 
obstante, Ricardo Haye afirma que esto es una limitante “…con todo el 
prejuicio que esto supone en términos de la atención y comprensión del 
contenido”20, el autor especifica aún así que “…los mensajes pueden ser 
escuchados incluso mientras se están desarrollando otras actividades”21. 
 
Es un hecho que los mensajes se pueden escuchar independientemente de lo 
que el escucha se encuentre realizando y es verdad que así como tiene la 
decisión de prender la radio, también goza de la competencia para decidir si 
escuchar o sólo oír. 
 
El radioescucha decide que acción efectuar ante el sonido: puede realizar la 
acción pasiva, aquella que se le conoce como sólo oír; o puede igualmente 
realizar la acción que permite direccionar la atención y poner en funcionamiento 
al pensamiento, aquella que se le conoce como escuchar. 
 
19
 Arturo Merayo Pérez, op. cit., Pág. 118. 
20
 Ricardo Haye, op. cit., Pág.20 
21
 Ídem. 
23 
 
Imaginando que desde que se enciende el aparato se comienza con un viaje, 
ese sería el viaje a las palabras dadas a los receptores. Éstos, como 
protagonistas, se pueden quedar con ellas o dejarlas ir. Las palabras 
protagonizan la lluvia que pueden mojar o escurrir. Pueden penetrar en el 
pensamiento del oyente o pasar únicamente como sonidos simultáneos. 
 
No puede negarse que por ser un medio que tiene la posibilidad de convertirse 
en cotidiano, adquiere la capacidad de estimular o canalizar ciertas acciones 
del receptor. Volviendo al tema del las imágenes auditivas, está claro que la 
radio dispone una gran variedad de elementos para poner en funcionamiento la 
imaginación del radioescucha. Y es a partir de ello donde la radio adquiere el 
poder de atraer, convencer e inspirar al oyente. 
 
El sugerir e inspirar al radioescucha es una necesidad en la elaboración de 
programas radiofónicos, al respecto Mario Kaplún afirma: “…es una exigencia, 
ya que la eficacia del mensaje radiofónico, depende en gran medida de la 
riqueza sugestiva de la emisión, de su capacidad de sugerir, de alimentar la 
imaginación del oyente con una variada respuesta de imágenes auditivas”22. 
Claro es que mientras la imaginación del radioescucha sea estimulada, podrá 
adquirir con mayor eficacia el mensaje sin importar que se seduzca a través deun solo sentido. 
 
 
22
 Mario Kaplún, op. cit., Pág. 61. 
24 
 
La característica que adquiere el medio para persuadir al público permite que el 
escucha se mantenga activo durante la emisión del programa radiofónico. 
Indudablemente cuando el emisor pretende hacer atractivo su programa tiene 
que estructurarlo de manera que la emisión no sea únicamente el conjunto 
sonidos que abarcan el espacio a su alrededor, que están de fondo, que 
erradican la sensación de soledad. Al contario, debe mantener la atención del 
oyente, debe persuadir. 
 
En este sentido, es inevitable asomarse a uno de los temas más discutidos en 
cuanto a los estudios y efectos de los medios de comunicación. Existen 
muchas perspectivas respecto a la orientación de los mensajes radiofónicos. 
Ricardo Haye en su libro Hacia una nueva radio, ya citado anteriormente, 
explica dos principales perspectivas en cuanto a las intenciones que el medio 
emite. 
 
En la primera, se entiende a la radio como un medio que difunde y que emite 
mensajes a partir de objetivos específicos. El autor explica que en este modelo 
aparecen tendencias funcionalistas, las cuales declara ven a la radio como: 
“…un medio capaz de vehiculizar contenidos para cambiar actitudes (vender, 
convencer, educar y hasta liberar pueblos). La que ve a la radio como un medio 
de imposición: la radio manipuladora, está ligada al poder, es un medio de 
dominación”23. 
 
 
23
 Ricardo Haye, op. cit., Pág. 27. 
25 
 
En contraposición a esta tendencia el autor explica un modelo en el cual el 
sentido del receptor juega un papel fundamental. “La radio como práctica 
significante. La radio ya no se piensa como un canal a través del cual se 
transmiten contenidos, sino como un espacio en el cual diferentes actores 
ponen en juego diferentes competencias, produciéndose conjuntamente el 
sentido”24. 
 
En este modelo se abre un campo de múltiples sentidos por medio de los 
cuales el receptor decide continuar o modificar sus deseos y posibilidades. El 
autor continúa explicando: “…así, toda práctica de comunicación, y en 
consecuencia la radio, se convierte en un espacio de negociación y de creación 
de identidades, porque se ponen en juego adhesiones, imaginarios, rasgos 
culturales que constituyen a los sujetos”25. 
 
En este sentido, queda claro que los receptores no constituyen el objetivo 
absoluto en la emisión de mensajes sino que forma parte del proceso 
comunicativo. De esta manera, Ricardo Haye propone que la radio se 
considere como un medio productor de cultura. “La radio es una de las formas 
a través de las cuales los individuos producen cultura”26. Queda claro que Haye 
propone que la radio no es un instrumento manipulador y que el receptor es 
partícipe en la práctica del proceso comunicativo. 
 
 
24
 Ídem 
25
 Ídem 
26
 Ídem 
26 
 
Mario Kaplún sostiene lo siguiente: 
 
“…los medios de comunicación intentan igualmente persuadir; al menos, en un primer 
momento, el intento persuasivo existe siempre, aunque se trate únicamente de llamar 
la atención sobre el mensaje, bien para estimular a la compra del producto 
comunicativo o para traer el interés sobre aquél en el caso de los medios gratuitos, 
como los la radio”
27
. 
 
La afirmación del autor deja claro que existe siempre un intento de persuasión. 
Con el sólo hecho de querer atraer la atención del radioescucha, el emisor 
emplea todos sus recursos para atraerlo al mensaje. Es inevitable reiterar que 
esta característica del medio le otorga, en algunos momentos más y en otros 
menos, un cierto poder que le permite satisfacer sus expectativas en cada 
emisión. 
 
Analizando la característica persuasiva de la radio, se puede afirmar que cabe 
la posibilidad de atender a gustos y preferencias del receptor, así como de 
estimular su imaginación tanto como el emisor desee. 
 
Antes de la época de la popularidad de la radio y debido a la escasez del 
mismo, solía escucharse en común con un grupo de personas y 
particularmente en familia. Con su popularización la información llegó 
individualmente, el medio y los modos de acceder a él cambiaron para 
consumirlos de manera privada. 
 
27
 Mario Kaplún, op. cit., Pág. 21 
27 
 
Hoy en día, la manera de acceder a la radio ha alcanzado grandes cambios. A 
mediados del siglo pasado la innovación consistía en tener un aparato 
radiofónico en cada hogar, que permitía la unión de la familia para el escuchar 
del acontecer diario. Tal y como Cebrián Herreros reitera: “…la llegada del 
transistor fue para la radio una auténtica revolución”28. No obstante, a partir de 
la aparición del Internet y el avanzado e inalcanzable desarrollo tecnológico en 
telefonía y cómputo, la radio se escucha en todas partes. 
 
Hoy sólo es necesario contar con un teléfono celular y audífonos para que se 
pueda acceder a la radio. Basta también con dar un click, para que toda la 
información posible se emita desde las bocinas de la computadora o notebook. 
En efecto, toda la información posible viaja a través de Internet, la radio como 
medio de comunicación ha ido a la vanguardia del desarrollo tecnológico, de 
manera que el oyente puede acceder a la radio de casi todo el mundo y 
escuchar en un momento determinado distintas emisiones de diversos países. 
 
La radio es portátil y puede ir con el radioescucha a todas partes. Todos 
pueden tener uno y sí, también se volvió un acompañante no sólo para el hogar 
sino un acompañante a todas partes. Sin duda alguna, la transportación es uno 
de los elementos que enriquecen y mantienen a la radio a la altura con relación 
a otros medios de comunicación. 
 
 
28
 Mariano Cebrián Herreros, op. cit., Pág. 172. 
28 
 
Ese aparato que transmite sus sonidos por medio de diferentes formas es hoy 
en día un medio de comunicación que se actualiza y ofrece al radioescucha un 
menú extenso de posibilidades a partir de sus gustos y preferencias. Todas las 
características descritas hasta aquí son solamente una pequeña porción de las 
posibilidades que el medio brinda. 
 
La radio transmite sus mensajes únicamente a través del sentido auditivo; 
siempre de manera inmediata e instantánea coloca la información para que el 
oyente encuentre sus necesidades con sólo apretar un botón. Invariablemente, 
es un medio que ofrece compañía, empatía y emotividad al radioescucha. Es el 
medio de comunicación que se piensa por medio de la creación de imágenes 
auditivas, que despierta y estimula la imaginación del receptor y, en muchas 
ocasiones, lo persuade. 
 
El comprender las características del medio, permite que se conozcan también 
sus posibilidades, sus recursos y las ventajas que brinda para emitir 
información independientemente de su contenido. Para ello, es necesario que 
los realizadores utilicen un código que permita crear mensajes suficientemente 
eficaces para atraer la atención del radioescucha. 
 
 
 
 
 
29 
 
1.2. Lenguaje Radiofónico 
 
La alarma del despertador, el rechinido de la puerta, la bella música del agua al 
caer de la regadera, la sensación de las ondas acústicas que capta el oído al 
cepillar la dentadura, el sonido de los pasos húmedos por el suelo, la voz que 
invita a entonar siempre y a la misma hora el programa radiofónico, la música 
favorita para el oído, el sonido del abrir y cerrar la puerta del coche, el crujido 
del motor automotriz, el furioso efecto del claxon, los camiones, las voces y 
murmullos, los cantos, los gritos, ladridos…Todo aquello que el oído capta 
conforma el universo del lenguaje sonoro. 
 
Cada uno de los elementos que el sentido auditivo reconoce, conforman el 
lenguaje radiofónico. No basta consaber y conocer las características del 
medio, como en todo proceso de comunicación, para poder transmitir y recibir 
un mensaje es indispensable un código. 
 
En este sentido María Cristina Romo propone que el código es: 
 
“…uno de los componentes fundamentales de todo proceso comunicativo. Por código 
se entiende un conjunto de reglas que sirven para generar mensajes. En su aspecto 
esencial, estas reglas establecen una correspondencia entre los elementos expresivos 
propios de un medio determinado y el significado o contenido que estos elementos, 
adecuadamente combinados, pueden transportar o transmitir”
29
. 
 
29
 María Cristina Romo Gil, Introducción al conocimiento y práctica de la radio, Diana, México, 
1987, Pág. 49. 
30 
 
 
Indudablemente, el código que se utiliza en la radio debe conjuntarse y 
combinarse para dar el efecto deseado en la comunicación. Es necesario 
buscar un sistema por medio del cual el emisor y el receptor puedan emitir, y 
percibir de manera eficaz la información, y de esta manera surge el lenguaje 
radiofónico. 
 
Para que la radio sea realmente comunicativa, es indispensable que ese 
código empleado en la producción radiofónica sea compartido por los 
radioescuchas, es decir, es necesario que los mensajes sean emitidos en el 
mismo idioma que tiene el público al cual van dirigidos. 
 
En el peculiar análisis semiótico de Armand Balsebre sobre el lenguaje que es 
utilizado en la radio se plantea que: “…existe lenguaje cuando hay un conjunto 
sistemático de signos que permite un cierto tipo de comunicación. Que un 
lenguaje se caracterice por una agrupación de sonidos es lo que lo define como 
sistema semiótico”30. En referencia a esta afirmación se llega a la conclusión de 
que cualquier lenguaje es un conjunto de signos y que, gracias a estos, se 
puede producir una codificación de mensajes en el proceso de comunicación. 
 
Este contenido que emite la radio, está encaminada a comunicar mensajes con 
recursos específicos y a diferencia de los medios audiovisuales, el lenguaje 
radiofónico es unisensorial. Podría decirse que esta es una desventaja ante los 
 
30
 Armand Balsebre. El lenguaje radiofónico, Cátedra, Madrid, 1994, Pág. 18 
31 
 
medios audiovisuales, no obstante, la construcción de un lenguaje radiofónico 
es compensada con la magnífica capacidad de sugestión. 
 
Para Mario Alberto Pérez este lenguaje es: “…el conjunto de elementos que, 
ordenados, nos permiten expresar nuestros sentimientos e ideas. La 
producción radiofónica ha ido creando su propio lenguaje, el cual se forma con 
los elementos que nos ofrece la especificidad del medio”31. 
 
De acuerdo con el autor la radio ha creado a través de los años un lenguaje 
específico que le ha permitido por generaciones, emitir un no sólo un conjunto 
de elementos ordenados sino también sentimientos e ideas que se proyectan y 
culminan en imágenes mentales en el receptor gracias a la dedicada utilización 
del lenguaje radiofónico. 
 
En consecuencia a este análisis del lenguaje, se concluye que el conjunto de 
reglas lo conforman, de esta manera es posible construir mensajes que puedan 
ser interpretados eficazmente por otros. 
 
Tal y como se describe en el texto Aprender con la radio de María y Silvia 
Shujer, el lenguaje radiofónico tiene un propósito que le da significación e 
identidad. En el libro se argumenta que: 
 
 
31
 Mario Alberto Pérez Hernández, Prácticas radiofónicas. Manual del productor, Porrúa, 
México, 1998, Pág. 20. 
32 
 
“…la radio debe ser capaz de transmitir conceptos, ideas y valores a un grupo 
significativo de receptores. En el ida y vuelta, estos mensajes se articulan en un 
espacio de interacción que pone al lenguaje en movimiento, hace circular los discursos 
y genera respuestas nuevas. Las comunidades se constituyen a través del lenguaje, 
éste es su marca de identidad por excelencia”
32
. 
 
El lenguaje como marca de identidad específica, se compone por varios 
elementos. Algunos autores consideran que únicamente son tres: la palabra 
hablada, la música y los efectos de sonido. Sin embargo, existen estudiosos de 
la radio que consideran acertadamente que el silencio también forma parte de 
este conjunto de elementos. 
 
Corroborando lo antes escrito Merayo afirma lo siguiente: “…el lenguaje 
radiofónico dispone, por consiguiente, de cuatro elementos sonoros esenciales: 
palabras –unidas de forma indisoluble a la voz_, músicas, efectos de sonido y 
silencios, éstos últimos producto de la ausencia simultánea de los tres 
anteriores”33. 
 
Todos estos elementos tienen la misma equivalencia en el sentido de su 
importancia en la creación del mensaje, es decir, al configurar el mensaje 
radiofónico es necesario contar con todas las posibilidades expresivas que se 
tiene al alcance para evitar la fractura en la construcción del mismo, finalmente, 
 
32
 María y Silvia Shujer, Aprender con la radio, Ediciones La crujía, Argentina, 2005, Pág. 43. 
33
 Arturo Merayo Pérez, op. cit., Pág. 124. 
33 
 
todos estos elementos son producidos por el sonido y conllevan a la unidad del 
mensaje. 
 
Es importante mencionar que a pesar de adquirir la misma importancia en la 
configuración del lenguaje radiofónico, el orden o la relevancia que se les dé en 
la emisión va a depender del tipo de programación y sus características. 
 
Los elementos del lenguaje radiofónico pueden ser estudiados a partir del 
sonido debido a que son productos del mismo. De esta manera se entiende 
que ningún producto que sea elaborado para la radio puede carecer de sonido 
y por lo tanto es imposible que los mensajes que son emitidos en él sean 
percibidos por otro sentido sino es por el de la audición. Lo que si es posible es 
que si en la transmisión de la información no se llega a percibir un sonido, se 
pueda perder la comprensión del mensaje en cuestión. 
 
Esta última situación es lo que hace que el sonido sea momentáneo, sólo 
existe en el momento en que es emitido. No obstante, la ventaja se encuentra 
específicamente en la fuerza en que los sonidos son transmitidos. 
 
Cebrián Herreros elabora una concepción concreta y lo especifica así: “…se 
define al sonido como la sensación producida en el órgano del oído por el 
movimiento vibratorio de un cuerpo transmitido por el aire o por cable, cuando 
34 
 
se halla en la gama perceptible de las frecuencias acústicas”34. Podría decirse 
que ésta definición es en su totalidad técnica, sin embargo, mediante ella es 
posible entender que a las sensaciones que el oído percibe se les conoce 
como sonido. 
 
Arturo Merayo en su libro Para entender la radio, hace un desglose sobre lo 
que es el sonido y lo que éste ofrece como elemento del lenguaje radiofónico: 
 
“La radio ofrece mensajes basados únicamente en el sonido y lo hace de manera 
constante <<a domicilio>>, sin que exista presencia física del emisor. Con ello la 
relación que se establece entre emisor y receptor se modifica sustancialmente, 
introduciéndose en el proceso comunicativo radiofónico un conjunto de peculiaridades 
específicas y únicas no sólo de consecuencias lingüísticas, sino también 
psicológicas”
35
. 
 
En efecto, las peculiaridades que el proceso comunicativo radiofónico posee, 
pueden traer consecuencias psicológicas en el sentido de saber qué 
sensaciones transmiten los sonidos y cómo afecta este último en el mensaje. 
 
En el libro antes mencionado puede encontrarse una interesante clasificación 
de sonidos que pueden servir como guía en el estudio del sonido radiofónico. 
Ésta clasificación está elaborada por Faus Belau quien propone los siguientes 
cuatro apartados del sonido: naturales, creados, reconstruidos y recreados.34
 Mariano Cebrián Herreros., Diccionario de radio y televisión. Bases de una delimitación 
terminológica, Alhambra, 1981, voz <sonido>. 
35
 Arturo Merayo Pérez, op. cit., Pág. 95- 96. 
35 
 
Los primeros son, como su nombre refiere, sonidos puros que se emiten de 
manera natural por los seres vivos. Para que puedan ser naturales es esencial 
que estén exentos de cualquier proceso tecnológico que signifique modificarlos. 
Por este último motivo, estos sonidos siempre son irrepetibles, sólo se dan en 
el momento de la emisión. 
 
Se define como sonidos creados como: “…todos aquellos que la acción 
humana ha introducido en el espacio acústico, bien como una consecuencia de 
un proceso tecnificador, industrializador, bien como resultado de una forma 
desarrollada de expresión cultural”36. 
 
Los sonidos reconstruidos son aquellos que debido a la invención técnica para 
poder registrar el sonido pueden ser grabados en el momento en que se emiten 
y por ende pueden ser repetibles tanto como el hombre desee. 
 
Los sonidos recreados pudieran parecer iguales a los reconstruidos, sin 
embargo, Faus Belau denota lo siguiente: “…la nota diferencial es 
precisamente el hecho de que la acumulación de modificaciones que sufre el 
campo sonoro está sujeta a la intencionalidad, a la subjetividad toda del 
productor, lo que le presta carácter de recreación en todos los sentidos”37. 
 
 
36
 Faus Belau, La radio: introducción a un medio desconocido, Latina, Madrid, 1981, Pág. 159. 
37
 Ibídem. P.161. 
36 
 
Estos actos naturales del ser vivo o manipulaciones que puede efectuarse al 
sonido, enriquecen las posibilidades de construir determinados espacios o 
poder crear ciertas sensaciones. 
 
La primera materia prima del universo del lenguaje radiofónico es la palabra, la 
cual como ya se había mencionado anteriormente es indisoluble al sonido de la 
voz. Como una primera visión de la misma, se puede tomar en cuenta a Lidia 
Camacho quien considera que: “…la palabra representa la realidad y sus 
distintas dimensiones. Por ello la palabra es el pilar principal donde descansa el 
lenguaje radiofónico y en torno al cual se articulan los otros elementos del 
sonido38”. 
 
En este sentido, las palabras son material puro que por medio de la voz 
edifican los mensajes. En efecto es la voz la que da vida a las palabras, la que 
puede proporcionar al mensaje la intensidad y la eficacia que necesita para 
penetrar en el radioescucha. 
 
En el quehacer radiofónico la palabra es un elemento que adquiere en muchas 
ocasiones el personaje principal en los programas, incluso dependiendo del 
contenido, puede hacerse uso únicamente de de la palabra. No obstante, 
puede resultar aislada cuando no está en compañía con los demás elementos 
del lenguaje. 
 
 
38
 Lidia Camacho Camacho, La imagen radiofónica, Mc Graw Hill, México, 1999, Pág. 14 
37 
 
La voz tiene ciertas cualidades como son: el tono, timbre, intensidad y cantidad 
o duración. María Cristina Romo Gil encuentra que el tono: “…es la mayor o 
menor elevación del sonido producido por la rapidez de la vibración de las 
cuerdas vocales”. Siguiendo esta definición podría diferenciarse el tono de una 
voz en agudas, medias o graves. 
 
El timbre de voz es aquella cualidad que posee cada ser humano que le 
permite tener una voz propia, es decir, está estrechamente ligada a la fuente 
sonora que la emite. Para poner un ejemplo, se puede imaginar el efecto que 
causaría escuchar primeramente, el noticiero radiofónico de la mañana de la 
voz de una mujer de aproximadamente 40 años. Esto podría ser normal y 
rutinario para el radioescucha, pero que tal si un día prende la radio, sintoniza 
la misma estación a la misma hora matutina y escucha las noticias de la voz de 
una niña de 10 años. Evidentemente, el efecto que provoca en el radioescucha 
sería totalmente distinto, esta segunda situación podría parecerle anormal y 
hasta graciosa en cierto sentido. 
 
Es necesario tomar en cuenta lo siguiente: el radioescucha nunca vio a las 
personas que emitían las noticias matutinas. No obstante, el sabe y está 
seguro de que las fuentes sonoras fueron distintas y que a pesar de conocer el 
sexo de las emisoras, pudo darse cuenta de que eran diferentes por el timbre 
de voz. Probablemente, el receptor jamás pensaría que la segunda voz pudiera 
pertenecer a un hombre de 50 años. En efecto, gracias al timbre de la voz se 
puede contar con un valor informativo en cuanto a la fuente que la produce. 
38 
 
La intensidad es otra de las características que dan a la voz la herramienta 
para transmitir estados de ánimo. Esta característica depende del volumen con 
el que la voz es emitida, de hecho, la intensidad que se le proporcione está 
meramente vinculada con estados físicos y emocionales. La palabra hablada 
puede cargarse de intensidad cuando el emisor desee que cierta información 
sea sobresaliente en el programa radiofónico. Estas cuatro cualidades de la 
voz hacen que la palabra hablada sea creativa, fuerte, emocionante e 
indispensable en el uso de lenguaje radiofónico. 
 
Más adelante, se tomara a estudio aquella herramienta llamada guión que 
conlleva a una guía para la realización de un programa radiofónico. No se 
profundizará de ello en este capítulo, sin embargo, esta herramienta se 
encuentra conformada por palabras escritas las cuales cobrarán vida por medio 
de la voz. Esto, pudiera llegar a pensarse, remite a la importancia de la palabra 
escrita sobre hablada, no obstante, a la primera le faltan dos elementos 
primordiales: la voz y su fuente: ambas del ser humano. 
 
Tal y como cuando un niño lee su cuento favorito. Puede encontrarse sentado 
mirando un conjunto de letras que le obligan a codificarlas para entender el 
contenido. Sin embargo, cuando el padre o la madre le narran el cuento, las 
palabras escritas cobran vida, se llenan de intensidad y de carga emocional, de 
manera que poco a poco construyen una imagen sonora en la mente del niño. 
Gracias a todos estos elementos, la palabra hablada efectúa dramáticamente 
sensaciones que guían hacia la interpretación y disfrute del mensaje. En este 
39 
 
sentido, no sería atrevido decir que todo lo que se puede leer, se puede 
escuchar en la radio. 
 
Por esta misma razón, se debe tomar en cuenta que, en la mayoría de los 
casos, la palabra debe ser entendida por todos, no se debe olvidar que el 
mensaje será escuchado y no leído. En el hecho de que la palabra debe ser 
comprendida, debe conocerse el tipo de público al cual va dirigido el programa 
radiofónico. Existen varias maneras de emplear la palabra hablada, algunas de 
éstas son: el monólogo, el diálogo o de forma dramatizada, todas ellas 
elaboradas con la misma materia. 
 
La palabra es la base para cualquier mensaje radiofónico, ya sea de manera 
escrita o hablada es esencial contar con ella, Merayo hace énfasis en la 
función de la palabra considerándolas en su libro como: 
 
“…elementos radicalmente imprescindibles, por cuanto se hacen obligadas en 
cualquier tipo de mensaje. La causa se encuentra en el poder de evocación de 
los sonidos que necesariamente debe ser indicado con palabras. Sin embargo, 
no por ello debe pensarse que música y efectos carecen de importancia; lo son 
en igual medida que las palabras, pero únicamente gracias a éstas pueden 
explicarse los contextos en los que se sitúan aquellos y destacarse 
certeramente la evocación que provocan”39. 
 
 
39
Arturo Merayo Pérez, op. cit., Pág. 125- 126. 
40 
 
Como consecuencia, la palabra hablada es una herramienta indispensable en 
la comunicación sonora, pues a través de ésta es posible que el público pueda 
informarse, aportar datos, formular ciertas opiniones, tratar y debatir algún 
asunto y narrarhistorias. Es importante no olvidar que la palabra va ligada con 
la voz humana que, como un instrumento polifacético, es utilizada en el 
lenguaje sonoro. 
 
En este sentido, para poder hablar el ser humano emplea variadas inflexiones, 
se eleva o se baja el volumen de la voz, se dota de expresividad y 
evidentemente, ésta obedece a acentos y a estilos. Todos estos elementos que 
se incluyen en el acto del habla, crean la diversidad del lenguaje sonoro. 
 
En ésta misma diversidad del lenguaje, se encuentra la música como una 
cualidad del mismo que permite dar significado y evocar un mensaje. En el 
quehacer radiofónico la música tiene un papel fundamental y por ello cubre 
diferentes fines y funciones de acuerdo a lo que el emisor requiera. 
 
Uno de sus fines puede centrarse en evocar alguna época o sugerir al receptor 
localización de algún lugar en específico. 
Como antes se había mencionado, los sonidos pueden crear imágenes 
mentales en el radioescucha y el método por excelencia para ello es la 
trasmisión musical. 
 
41 
 
De esta manera, al escuchar el sonido del mariachi, el resultado podría ser 
pensar en México y en la música tradicional mexicana. Comúnmente, tanto en 
el cine como en la televisión, la música se emplea para localizar al espectador 
en un lugar específico. Puede ser en algún lugar de Asia, en la selva Africana, 
en alguna góndola en Italia, entre otros. En la radio ocurre de la misma manera, 
el sonido viaja desde la fuente a los oídos del espectador e igualmente con la 
música el radioescucha puede viajar de una imagen mental a otra. 
 
Otra de la muchas funciones musicales se encuentra la identificación o 
caracterización de personajes, programas e incluso de emisoras. En el largo 
proceso de la radiodifusión nació la frecuente utilización de un tema musical 
para identificar a algún personaje o programa en específico. Este fenómeno 
también es recurrido en la televisión, ya que es posible caracterizar a alguien o 
algo a través de un fragmento musical. 
 
Como cita Pilar Vitoria en su libro de Producción Radiofónica, “…cada emisora 
debería tener una imagen auditiva, redundante y fácilmente identificable por el 
radioescucha que caracterice a los programas, a los personajes, a las 
secciones y a la identificación de la emisora.”40 
 
En efecto, en la radio mexicana este recurso es sumamente utilizado con el fin 
de que el espectador logre identificar de manera rápida la emisora, el programa 
e incluso hasta el locutor de preferencia. Evidentemente, la música tiene gran 
 
40
 Pilar Vitoria, Producción radiofónica: técnicas básicas, Trillas, México, 1998. Pág.72. 
42 
 
peso en el receptor, es una cualidad del lenguaje radiofónico que permite 
enlazar aún más esa conexión entre el emisor y su radioescucha. 
 
Otra de las características que proporciona la música a las producciones 
radiales es la pauta de ritmo en la narración de un mensaje. Añadida a esta 
característica se da la evocación y énfasis en los sentimientos. 
 
La palabra por sí sola en la narración puede ocasionar la pérdida de atención al 
mensaje, es por ello que la ayuda musical permite enfatizar los tiempos y el 
ritmo de la misma. Por ejemplo, es posible alargar la narración de un cuento de 
terror gracias al soporte que le puede proporcionar una pista musical tensa y 
agresiva. 
 
Junto a éste mismo énfasis se encuentra la evocación de sentimientos. De 
igual manera que para marcar el ritmo en la narración, la música puede sugerir 
una función expresiva en el receptor. Pilar Vitoria afirma que: “…según el 
contenido del texto, la música correctamente elegida produce y enfatiza 
sentimientos de humor, violencia o romance, cambiando el ritmo del discurso 
oral e imprimiéndole agilidad y variedad a los mensajes emitidos”.41 
 
Esta afirmación significa que ésta función a la que Kaplún la considera 
expresiva sirve para evocar sentimientos de manera posee y produce un 
efecto dramático en los radioescuchas, y evidentemente ésto permite que el 
 
41
 Ibídem., P. 73. 
43 
 
receptor se involucre más con el contenido y pueda obtener al mismo tiempo 
una mejor comprensión del mismo. 
 
Con la función musical es posible asociar cierto tipo de situaciones e incluso 
poder anticiparlas. Con este tipo de utilización de la música se puede mantener 
a la audiencia alerta y preparada para el mensaje que se emitirá. De igual 
forma es posible utilizarla para efectos de transición, es decir, cuando se 
pretende cambiar de tema, de lugar e incluso de tiempo sin que sea de manera 
abrupta. 
 
Mario Kaplún, autor ya citado anteriormente, desglosa varias funciones de la 
música, la función gramatical, la expresiva, descriptiva, reflexiva y ambiental. 
Una de las propuestas más interesantes que el autor hace respecto a la música 
es la primera función. Se entiende por gramatical, cuando es posible marcar 
ciertos signos de puntuación y no es que lo proponga de manera literal, es en 
sí misma, la intención del signo la que marca la gramática en la música. 
 
Al respecto Mario Alberto Pérez afirma: “…la música nos sirve como signo de 
puntuación, con ella podemos señalar una coma, un punto o puntos 
suspensivos y hasta los dos puntos, interpretad sopor la expresión de la 
música, el volumen, el ritmo y sobre todo el tiempo de sonoridad”42. 
 
 
42
 Mario Alberto Pérez, op. cit., P. 23. 
44 
 
Como desde ya hace algunos años, la música se ha logrado mantener como 
protagonista y como elemento principal en los programas radiofónicos. El 
receptor puede darse cuenta de esto cuando ésta se encuentra en primer plano 
y no es posible percatarse de nada más. Por otra parte, cuando la música se 
utiliza en segundo plano, juega el rol de auxiliar y puede emplearse como fondo 
cumpliendo con la función ambiental. 
 
Recapitulando, los sonidos pueden crear imágenes mentales en el 
radioescucha y es por ello que, la música puede ser usada para recrear algún 
ambiente o construir alguna escena con características específicas, a esta 
función Mario Kaplún la reconoce como la función descriptiva de la música. Sin 
embargo, el emisor deberá estar consciente el por qué y para qué utilizará las 
melodías, en algunos casos, existen pistas musicales altamente conocidas 
internacionalmente. 
 
Debido a esto, una melodía puede remitir al público una imagen diferente que 
la deseada. La última función propuesta por Mario Kaplún refiere entonces a la 
reflexión, es decir, al momento en el que, por ejemplo, se alarga la música con 
el fin de hacer que el radioescucha medite y piense en lo antes mencionado. 
 
Es evidente que la música por su naturaleza es variada y puede agruparse a 
partir de géneros, intenciones o funciones como se desarrolló anteriormente. La 
referencialidad de la música varía de la misma manera, de individuo en 
individuo, una pista puede referir alegría en uno y tristeza en el otro. 
45 
 
Al respecto Ricardo Haye sostiene lo siguiente: “…el emisor no posee control 
definitivo sobre su obra y no es capaz regarantizar el resultado de la 
representación por parte del receptor. Mucho menos cuando la referencialidad 
es tan plástica como la que trasporta la música”43. No obstante, esta misma 
diversidad exige que el emisor esté consciente de ésta y evite la concepción de 
lo absoluto en el quehacer radiofónico. 
 
Es posible concretar que la música puede separar secciones, puede crear 
diversos climas emocionales, establece épocas, lugares y ambientes. Ha sido 
un elemento del lenguaje radiofónico relevante con el paso de los años y se ha 
vuelto imprescindible en diversos programas radiofónicos. 
 
Un elemento que podría pasar desapercibido es el silencio radiofónico. Se 
conoce al silencio como la ausencia de sonido pero,¿qué es lo que le concede 
al lenguaje radiofónico? 
 
Cuando uno se percata de la ausencia de sonido en la radio por confusión u 
olvido, en realidad no tiene intención alguna, sin embargo, el silencio puede 
tornarse un fuerte elemento en la radio para acentuar ciertas intenciones. 
 
 
 
 
43
 Ricardo Haye, op. cit., Pág. 63. 
46 
 
Miguel Ángel Ortiz en su libro Diseño de Programas en Radio expone siete 
tipos de silencios propuestos por Inmaculada Aguilar: 
1. El silencio narrativo, que cuenta acciones en el tiempo. 
2. El silencio descriptivo, que muestra el aspecto de seres y cosas, y 
expresa sentimientos. 
3. El silencio rítmico, que apoya el ritmo de la acción. 
4. El silencio como recurso expresivo, que pueda aportar ambigüedad, 
dramatismo, etc. 
5. El silencio como pausa. 
6. El silencio como error. 
7. El silencio reflexivo, para ayudar a valorar el mensaje44. 
 
Comúnmente, el sonido reflexivo es de los más utilizados para acercar al 
oyente a la reflexión. Al mismo tiempo, el silencio es uno de los elementos del 
lenguaje radiofónico más dramático, considerado así porque contribuye a la 
obtención de la atención del oyente y a éste mantenga el interés en el mensaje. 
 
De igual importancia que los antes mencionados, los efectos de sonido en las 
últimas décadas han sido gratamente utilizados en el lenguaje radiofónico. Los 
efectos que se pueden escuchar en las narraciones radiofónicas tales como: la 
lluvia, tráfico, aves, etc. equivalen, por poner un ejemplo, lo que sería la 
escenografía en una obra teatral. De ellos depende la veracidad de la escena y 
 
44
 Miguel Ángel Ortiz, op. cit. Pág. 60. 
47 
 
dan realismo al mensaje y, al igual que la música, refieren a ambientes 
emocionales. 
 
Los efectos son una imitación de los ruidos y sonidos que al ser recreados se 
cargan de una cierta significación para enriquecer el mensaje. Dicho de otra 
forma, Merayo sustenta: “…entendemos por efectos radiofónicos aquellos 
productos sonoros de breve duración y de distinta naturaleza que por sí 
mismos o con ayuda de la palabra, colaboran en la ambientación y descripción 
de una idea radiofónica, formando parte del mensaje que se transmite”45. 
 
A mediados de la década de los años 30, la invención del magnetófono 
permitió el congelamiento de la voz y desencadenó que ésta pudiera ser 
emitida y recreada en cualquier momento, es a parir de este fenómeno que 
comienza una manipulación de los sonidos para dar nacimiento a los efectos 
sonoros. 
 
Normalmente, los efectos son sonidos creados o reconstruidos y pueden 
emplearse para sustituir algún elemento que no se puede transmitir en vivo 
desde la cabina radiofónica, es decir, sustituye realidades. 
 
Robert Hilliard en su libro Guionismo para Radio, Televisión y Nuevos Medios, 
confirma que los efectos al igual que la función musical, cumple con ciertos 
objetivos al ser utilizados y afirma: “…establecen el escenario y el estado 
 
45
 Arturo Merayo Pérez, op. cit., Pág. 133 
48 
 
anímico, orientan las emociones del auditorio y dirigen su atención, sugieren 
entradas y salidas, sirven como transición entre lugares y tiempo diferentes, y 
crean efectos fantásticos”46. 
 
Al igual que el manejo de la música, los efectos sonoros requieren ser 
analizados antes de insertarse para la ambientación. Lo más pausible es 
utilizarlos únicamente cuando sean necesarios para determinar el éxito del 
mensaje. Éstos, se incluyen en el programa dependiendo del realismo que se 
quiera dar al mismo. 
 
Como breve sumario, el lenguaje radiofónico es la materia que hace que la 
radio funcione y llegue al alcance de todos. Bien lo afirman María y Silvia 
Shujer: “…el lenguaje radiofónico debe ser dinámico, flexible y fluido. Su 
prioridad es la comunicación y para potenciar su poder socializador –su papel 
crucial como órgano de información al servicio de la comunidad- los mensajes 
que se emiten tienen que ser claros y alcanzar las orejas de todos”47 
 
Todos los elementos del lenguaje radiofónico antes desarrollados, deben 
combinarse de forma correcta para que de esta manera, los mensajes puedan 
contener lo necesario para su comprensión o en su caso, para mantener el 
interés. 
 
 
46
 Robert Hilliard , Guionismo para Radio, Televisión y Nuevos Medios, International Thomson 
Editores, México, 2000, Pág.32 
47
 María y Silvia Shujer, op. cit., Pág. 43. 
49 
 
1.3 Clasificación de Emisoras 
 
A través de los años muchos autores ha propuesto diferentes clasificaciones 
para las emisoras, algunos por su potencia, su uso, por el objetivo o tipo de 
propiedad. No obstante, es necesario el estudio de las mismas para poder 
ubicar en alguna de estas el producto propuesto en el capítulo cuatro. 
 
Se pueden encontrar las llamadas emisoras comerciales, las cuales logran 
tener, gracias al Gobierno Federal, la concesión de una banda de transmisión. 
Esta situación permite que éste tipo de emisoras puedan obtener ciertas 
ganancias por las transmisiones que emiten. 
 
En el texto el sonido de la radio se expone el funcionamiento de las mismas: 
“…pertenecen a empresarios medianos y grandes, y su financiamiento, así 
como la plusvalía que obtienen, proviene de la venta de sus tiempos de 
programación: sea vendiéndolos para avisos publicitarios, por promocionar las 
piezas musicales o por el patrocinio de programas, principalmente 
informativos”.48 
 
Debido a este funcionamiento, las emisoras se ven en la necesidad de capturar 
un público cada vez mayor ya que de esta manera pueden aumentar sus 
tiempos al aire. 
 
48
 S/ autor, op. cit. Pág. 128. 
50 
 
Específicamente, estas emisoras también tiene la necesidad de conocer cuáles 
son los gustos y tendencias de su público con el fin de satisfacerlos. 
 
Con el paso de los años han aumentado las estrategias para conocer los 
intereses de su auditorio. Algunas emisoras optan por aplicar encuestas para 
conocer los estándares del público y actuar en medida de los mismos. 
 
Actualmente, existen varias empresas especializadas y agencias privadas que 
desarrollan estudios de mercado para conocer no sólo los gustos de los 
radioescuchas, sino para conocer sus costumbres y en algunas ocasiones sus 
comportamientos. 
 
Para este tipo de emisoras es totalmente indispensable conocer cuáles son los 
consumos de su auditorio, con el fin de colocar los anuncios publicitarios 
correctos y con el objetivo de conocer qué piezas musicales son las deseadas 
por el consumista. 
 
Si se estudia a través del objetivo de la emisora, se concluiría que las 
comerciales fueron creadas con fines económicos como antes se mencionó, en 
muchas ocasiones la publicidad suele ser el sustento de la misma. En el caso 
del análisis por la propiedad, es tan sencillo como reconocer a los dueños de la 
misma, que por lo general, no suelen ser periodistas sino grandes empresarios. 
 
51 
 
En el caso de las emisoras culturales, al contrario de las comerciales, 
pertenecen al Gobierno, ya sea de los estados, municipios, universidades, 
escuelas oficiales, etc. En mismo texto citado anteriormente se aclara de la 
siguiente manera: “…en México se identifica bajo el nombre de culturales a las 
estaciones no comerciales que la ley reconoce como oficiales, culturales, de 
experimentación, escuelas radiofónicas o de cualquier otra índole”49. 
 
Los objetivos primordiales de las emisoras culturales, a diferencia de las 
comerciales, no se centran en satisfacer los gustos del auditorio. Enfocan 
principalmente sus contenidos para fines informativos y educativos. Por esta 
misma razón, a las emisoras culturales les nombran emisoras de servicio alpúblico. 
 
Marco Vinicio Escalante reitera: “…parecería que a nadie le interesa crear una 
emisora con fines educativos, especialmente por la errónea creencia de que la 
cultura no es rentable”50. 
 
Este planteamiento es actualmente un grave problema del quehacer 
radiofónico. Por el hecho de no dar gusto a los deseos del público y por emitir 
contenidos que pretenden informar y educar, nace la dificultad de crear 
programas lo suficientemente creativos y amenos que logren captar la atención 
del radioescucha que, por lo general, no se inclina por emisoras culturales. 
 
49
 Ibídem., Pág. 129. 
50
 Marco Vinicio Escalante. Comunicación radiofónica. Belén, Quito, 1986, P. 38. 
52 
 
En el texto El sonido de la Radio se expone que en México existen emisoras 
oficiales, las cuales se colocan en el interior del estudio de las emisoras 
culturales. Se les conoce como oficiales debido a que el manejo y los 
contenidos los llevan a cabo las dependencias gubernamentales y 
principalmente su objetivo consiste en crear un vínculo de comunicación entre 
la sociedad y las autoridades. 
 
A raíz de estas estaciones, existen las llamadas emisoras estatales que en el 
mismo texto se definen: 
 
“…aquellas que son operadas directamente por los gobiernos de las entidades 
federativas, Estados o Departamentos…tienen propósitos semejantes a las que se 
encuentran en manos de los gobiernos federales y orientan gran parte de sus 
esfuerzos a cubrir aspectos específicos o demandas de comunicación y de servicio”
51
. 
 
Entendidas estas emisoras por la propiedad, está claro que pertenece a 
instituciones u organizaciones gubernamentales. 
 
Existen emisoras universitarias, comunitarias, barriales, etc. Sin embargo, no 
debe existir lugar a confusiones: este tipo de emisoras, son consideradas en 
México como culturales. 
En éstas emisoras recapitulando, se encuentran todas aquellas que pertenecen 
a instituciones oficiales y gubernamentales. Las emisoras comerciales son 
 
51
 S/ autor, op. cit. Pág.131. 
53 
 
aquellas que tiene su sustento mayoritario en la publicidad y están altamente 
ligadas a los intereses del auditorio. 
 
1.4. Tipos de Programas Radiofónicos 
 
Como radioescucha es posible tener y localizar algún programa radiofónico 
como favorito, ya sea matutino, de entretenimiento, de noticias, musical, entre 
otros. Existen diversos tipos de programación en la radio, actualmente es 
posible encontrar en un solo programa varios formatos radiofónicos. A pesar de 
ello, es necesario comprender en qué consisten los principales programas 
radiales. 
 
Un programa de radio, como más adelante se expone es el resultado de una 
serie de pasos, cada uno de los cuales condiciona el resto y es el empleo y 
emisión de ciertos contenidos durante un tiempo determinado. 
 
Para Merayo es indispensable que el programa tenga cierta periodicidad y 
título: “los programas se emiten a hora determinada y en determinados días de 
la semana. Se identifican por un mismo título, y habitualmente por la misma 
careta de entrada y salida. La periodificación más frecuente en la radio es 
diaria y de lunes a viernes”52. 
 
 
52
 Arturo Merayo Pérez, op. cit. Pág. 237. 
54 
 
A su vez, Cebrián Herreros identifica al programa radiofónico como: “…el 
conjunto de contenidos sometidos a una unidad de tratamiento, estructura y 
tiempo para ser difundidos por televisión o radio”53. 
 
Dejando un poco de lado la programación musical repetitiva, las intervenciones 
de rutina de los locutores, tal es el caso de los programas matutinos en México 
en las últimas tres décadas, que ocupan la mayor parte del tiempo en las 
emisoras, pueden distinguirse varios formatos o tipos de programas 
radiofónicos. 
 
La clasificación de los programas radiofónicos puede variar de acuerdo al 
horario en que son trasmitidos, el auditorio que le escucha, contenidos, entre 
otros; por esta misma razón no es totalmente posible elaborar una tipología 
exacta. Como antes se mencionó, en los programas radiofónicos, suelen 
presentarse no sólo una función específica, pero es posible clasificarlas 
dependiendo de la función que predomine en él. En el presente subtema se 
estudiarán tres principales visiones acerca de la tipología de los programas 
radiofónicos. 
 
 
 
 
 
53
 Mariano Cebrián Herreros, Diccionario de Radio y Televisión, op.cit., <programa>. 
55 
 
Arturo Merayo Pérez propone la siguiente distinción: “…programas de 
información, de entretenimiento, culturales y persuasivos, según respondan 
predominantemente a las funciones de informar, entretener, formar y persuadir 
respectivamente”54. 
 
En un programa a persuasivo se suele emitir contenidos publicitarios y 
propagandísticos y tienen como objetivo inducir al receptor a actuar 
dependiendo de lo que se desee y, como una función de la comunicación, 
comúnmente apela a las emociones. 
 
Como contenido publicitario puede entenderse como todo aquel que persigue 
establecer una relación con el auditorio para fines puramente económicos, 
independientemente de si se ofrece un producto o un servicio. 
 
Dentro de los programas propagandísticos la opinión pública funge como actor 
principal y suele emitirse para alcanzar solidaridad del público en temas 
políticos, religiosos, económicos o sociales. 
 
Consecuentemente, los programas formativos son aquellos que proporcionan 
los contenidos con el fin de incentivar el conocimiento y estimulan el desarrollo 
intelectual de los individuos. 
 
 
54
 Arturo Merayo Pérez, op. cit. Pág. 252. 
56 
 
Arturo Merayo añade: “…formación es también la difusión de contenidos…bajo 
la denominación de diversos, también llamados de entretenimiento. La música 
cumple la función de entretener, pero no cabe duda que, en algunas de sus 
manifestaciones, forma parte de la cultura de los pueblos y transmite a la vez 
actitudes y valores”55. 
 
Es posible añadir en esta clasificación a los programas instructivos que 
proporcionan conocimientos prácticos que son difundidos de manera sencilla, 
de esta forma, es posible orientar e instruir ciertos aspectos en la población. De 
la misma manera, los programas educativos, pueden tener gran diversidad de 
contendidos que, por lo general, inculcan valores y educación cívica, social y 
cultural. 
 
Adicionalmente, los programas de entretenimiento forman hoy gran parte de la 
unidad radiofónica en México. Como características principales resultan tener 
diversidad en cuanto a contenidos y suelen facilitar el mensaje de manera que 
hacen más amena y cómoda la función auditiva. 
 
Los musicales por ejemplo, son peculiares en esta tipología, la música tiene el 
papel principal y, la mayor parte del tiempo suele estar en primer plano, es 
decir, se escucha predominantemente la música sobre la palabra. Claro está 
que este tipo de programas, varían de acuerdo al tipo de música con la que se 
identifique y siguen las tendencias marcadas por los auditorios. 
 
55
 Ibídem., Pág. 259 
57 
 
Existen varias situaciones derivadas a raíz de este tipo de programas, por 
ejemplo, existen no sólo espacios musicales sino existen emisoras musicales. 
En ellas es posible encontrar una figura principal, un locutor que, con el paso 
del tiempo y gracias a la preferencia que el público tiene hacia éste, se vuelven 
líderes de opinión. 
Se puede escuchar, por ejemplo, la estación de los clásicos, la de las décadas 
80, 90, la que transmite música ligada al recuerdo, etc. Sin embargo, también 
es probable que el auditorio siga, incluso por años, a un solo locutor. 
 
Tal como afirma Arturo Merayo: “…la

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