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Territorio-y-poltica--un-acercamiento-a-la-dimension-espacial-del-poder-estatal-en-Mexico

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Universidad Nacional Autónoma de México. 
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. 
Territorio y política. Un acercamiento a la dimensión espacial del poder estatal en México. 
TESIS 
Que presenta: 
Eugenio Pérez Certucha 
Para obtener el título de licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública 
(Opción en Ciencia Política). 
Asesor: Ignacio Rubio Carriquiriborde 
1 
Cd. Universitaria, D. F. Mayo, 2015. 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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Para Pilar y Ricardo. 
Para Ignacio, Jerónimo y Camila. 
Para Teresa. 
Para todos los que estuvieron en el camino, y para aquellos que se adelantaron. 
Quiero agradecer a Ignacio Rubio Carriquiriborde y a Rosa Maria Lince por las enseñanzas y la 
confianza; a David Pantoja, por el apoyo y el interés. 
4 
5 
"La inseparabilidad del tiempo y el espacio es la base de la inseparabilidad de la historia y el 
clima. Todas las estructuras sociales que no se basen en la estructura espacial del hombre 
como sujeto son imposibles. Y la temporalidad que no se base en la existencia social no puede 
llegar a ser historicidad. La historicidad es una estructura de la existencia social. Aquí se pone 
de manifiesto el doble carácter finito e infinito de la existencia humana. Muere el hombre y 
cambia su alrededor, pero en ese continuo morir y cambiar la humanidad perivive y su 
alrededor continúa. En ese estar continuamente acabando, continúa sin cesar. Lo que mirado 
desde el punto de vista individual es un "ser para la muerte", desde el punto de vista social es 
un "ser para la vida". De este modo la existencia humana es individual y social. Pero no es sólo 
la historicidad la única estructura de la existencia social. También lo es, inseparable de ella, la 
ambientalidad. " 
Watsuji Tetsuro, El hombre y su ambiente. 
6 
7 
índice 
Introducción 9 
l. Legibilidad y control como herramientas del Estado 
Territorio, ambiente y poder .............................................................................................................. 19 
1.- El Estado. Un esbozo general ...................................................................................................... 19 
2.- Las técnicas y los dispositivos del Estado: control y legibilidad. 22 
3.- Construcción del territorio, o territorialización del Estado ........................................................ 26 
4.- Naturaleza, recursos y ambiente.. 30 
11. Cronología de una transformación. El agua y el gobierno ........................................................ .38 
1.-Vocación territorial. Geografías de la abundancia y de la escasez .......................................... 38 
2.- Transformaciones políticas y económicas del agua.. 42 
3.- La crisis del agua en la crisis del Estado. Nuevos paradigmas ................................................ 46 
4.- La producción del espacio y el territorio: las presas.. 51 
111. Territorialidades y enclaves hídricos. La cuenca del Grijalva .................................................... 54 
IV. La política hídrica en México. 
Del desarrollismo post-revolucionario al neoliberalismo .. 72 
1.- El desarrollismo y el agua .......................................................................................................... .,72 
2.- La economía en la política, y no al revés. El neoliberalismo. 78 
3.- La política hidrológica en México. Híbridos y contradicciones .................................................. 81 
V. Consideraciones finales 92 -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VI. Anexos 99 
VII. Bibliografía ................................................................................................................................. 113 
8 
Introducción. 
9 
L'époque actuelle serait peut-etre plutot I'époque de I'espace. Nous 
sommes á I'époque du simultané, nous sommes a I'époque de la 
juxtaposition, a I'époque du proche et du lointain, du cote a cote, du 
dispersé. Nous sommes a un moment OL! le monde s'éprouve, je crois, 
moins comme une grande vie que se développerait a travers le temps 
que comme un réseau qui relie des points et qui entrecroise son 
écheveau. 
Michel Foucault, Des espaces autres, hétérotopies. 
Durante el periodo Edo en Japón (s. XVII - s. XIX), la ciudad de Tokio fue víctima de múltiples 
incendios y el fuego en dicha ciudad era parte de la vida cotidiana. Se estima que durante esos 
años hubo más de doscientos incendios, de los cuales varios redujeron a la aglomeración 
urbana a cenizas. 
No sólo la ciudad estaba construida casi en su totalidad de madera y otros materiales 
inflamables, sino que la concepción de los japoneses de ese tiempo sobre la naturaleza 
constituye la explicación de por qué "los incendios y las revueltas eran las flores de Edo". 
Para los japoneses del periodo Edo la naturaleza no era algo ajeno a la humanidad, y en la 
tradición japonesa de hecho el hombre es un elemento más de la naturaleza 1. No sólo la 
palabra en japonés para referirse a la naturaleza (Shizen) data apenas del siglo V1I1 2 , sino que 
su significado se aproxima en todo caso al término griego "physis", que hace más bien 
referencia al principio de identidad del ser. 3 
Así, cuando se presentaba un incendio en el antiguo Tokio del periodo Edo, lo único que 
quedaba era esperar a que el fuego bailara y devorara las casas. Sin embargo, en su mayoría, 
los hogares de Ed04 contaban con elementos arquitectónicos que asimilaban la presencia del 
fuego y sus consecuencias; y como el fuego era efectivamente un elemento cotidiano, muchas 
1 Emilio García Montiel, Muerte y resurrección de Tokio. Arquitectura y Urbanismo 1868-1930, El Colegio de 
México, México, 1998 
2 Augustin Berque, Écoumime. Introduction a I'étude des milieux humains, Belin, España, 2010, p.249 
3 Philippe Descola, Más allá de naturaleza y cultura, Amorrortu editores, Argentina, 2012, p. 63. 
4 Tokio anteriormente se llamaba Edo. 
10 
contaban con un kura, y en varios puntos de la ciudad habia unas construcciones conocidas 
como hinomi. 
Los kura eran una especie de almacenes construidos con materiales hechos especialmente 
para resistir el fuego, generalmente madera revestida de algún recubrimiento protector, y cuyo 
principal objetivo era proteger objetos valiosos en caso de incendio. Los hinomi eran torretas lo 
suficientemente altas y seguras que fungian como punto para observar el fuego, donde además 
de dar aviso a los "bomberos" de esa época, se podia presenciar el espectáculo de las llamas 
engullendo las casas que se quemaban. 5 
De este modo, los incendios como fenómeno en el Tokio antiguo no eran algo que "habia que 
detener" o "solucionar", sino que eran un momento en el que el fuego como parte del entorno 
se manifestaba y se hacia de las viviendas y los edificios. Es decir, los humanos como iguales 
al fuego y parte de la misma naturaleza no debian de interferir con la voracidad de las llamas, y 
simplemente resignarse a controlar el incendio. 
Con el tiempo y la modernización y occidentalización de Japón esta relación privilegiada entre 
el fuego y los humanos se diluyó, y con la llegada del ladrillo e ideas extranjeras, los planes 
urbanos de Tokio reconfiguraron la ciudad, dotándola de un nuevosentido y una nueva 
identidad, dejando atrás los habituales incendios y reconfigurando la noción de naturaleza que 
existia en la antigua tradición japonesa'" En otras palabras, se transformó una parte de la 
concepción ontológica que tenian los japoneses (por lo menos de Tokio) con respecto a la 
naturaleza. La naturaleza como en occidente se convirtió en un entorno separado del mundo 
humano, se transformó en el limite, en alteridad. 
Toda esta anécdota acerca de la historia de la ciudad de Tokio nos sirve para ilustrar cómo han 
existido diversas formas de concebir a la naturaleza, y cómo la dicotomia 
naturaleza/humanidad que nos lleva directamente a la cuestión medioambiental desborda la 
aporía más al/á de cultura y naturaleza,' y que como bien resaltan Philippe Descola y Augustin 
Berque (entre otros), esta distinción es una cuestión eminentemente ontológicaS 
5 Emilio García Montiel, Óp. Cit. 
6 Ibídem. 
7 Cfr. Philippe Descola, Óp. Cit. 
8 Cfr. Óp. Cit. Philippe Descola, y Augustin Berque. Además, sugerimos revisar el curso impartido por Philippe 
Descola en el College de France titulado Lesformes du paysage, donde discute la noción "paisaje" y donde se 
11 
Efectivamente, al concebir una relación distinta con la naturaleza, los japoneses que no se 
concebian fuera de ella, que se pensaban parte de la misma naturaleza y como elemento 
consustancial de ésta, reaccionaban de manera distinta a fenómenos que aunque también 
presentes en occidente, son tratados y entendidos de manera diferente. La ciudad de Edo no 
se podia entender sin su relación intima con el fuego, porque éste como parte de la naturaleza 
moldeaba aspectos de la vida cotidiana. Al incendiarse las casas los carpinteros tendrian 
trabajo una vez más, la morfologia de la ciudad se transformaba y los deudores esperaban a 
que los contratos que los acreditaban como morosos se incineraran junto con las pertenencias 
de aquellos a quienes habia que pagar9 El fuego era un habitante más cuya presencia dotaba 
de sentido a la ciudad, provocando la necesidad de actividades especificas (como los 
carpinteros dedicados a recubrir la madera para construcción de material resistente al fuego) y 
entornos particulares (como los hinomi y los kura). 
En otras palabras, el fuego como habitante en Edo es el resultado de una concepción del ser 
ante la naturaleza, y por lo tanto la construcción de un tipo de ontologia donde el ser y la 
naturaleza son uno mismo, donde no hay un afuera natural y una humanidad ajena al recinto 
de lo salvaje. No hay distinción entre lo doméstico y bestial, o civilización y naturaleza tal cual 
se concibe en occidente. 
Esta anécdota, que nos presenta un problema de corte filosófico, es pertinente en el siguiente 
trabajo porque la distinción entre naturaleza y humanidad es una cuestión que se ubica en los 
fundamentos de la ciencia politica como una disciplina autónoma. El "alma" de la ciencia 
politica, además de distinguir entre vida social y vida politica, repara en la distinción entre 
humanidad y naturaleza. '° En efecto, una de las marcas caracteristicas del pensamiento 
politico moderno (y por lo mismo las bases de la ciencia politica) es la diferenciación entre 
naturaleza y humanidad, distinguiéndose claramente los "asuntos humanos" de los del mundo 
externo, del entorno. 
A diferencia del pensamiento politico de la antigüedad, ya con Maquiavelo, ya con Thomas 
Hobbes, la desmitificación, el desvanecimiento de escatologias y órdenes divinos dotaron de 
pueden encontrar ideas interesantes con respecto a la construcción del espacio habitado, y la relación entre los 
colectivos humanos y su entorno. El curso está disponible en línea para descarga electrónica. 
9 Emilio García Montiel, Óp. Cit. 
10 Cfr. Umberto Cerroni, Introducción al pensamiento político, Siglo XXI, México, 2008. 
12 
autonomía al pensamíento polítíco moderno. En palabras de Max Weber la magía para explícar 
el mundo está excluída." 
No obstante, esta autonomía del pensamíento polítíco con respecto a la naturaleza (y que se 
encuentra, me atrevería a decír, en todas las cíencías socíales) ha sído puesta en tela de juícío 
debído a una crísís que ha sacudído a la modernídad. Me refíero a las crísís ecológíca y 
medíoambíental que en últímas décadas han cobrado relevancía y que sín duda deben de ser 
pensada tambíén desde la polítíca. 
El año de 1968 estuvo lleno de convulsíones, y sín duda marcó la recta fínal del síglo XX. No 
sólo porque en ese año las referencías oblígadas son la prímavera checa, el mayo francés y el 
octubre mexícano. Además de esas manífestacíones de descontento socíal, tambíén en 1968 
se encontraron en Roma con un numeroso grupo de íntelectuales y polítícos Alexander Kíng y 
Aurelío Pecceí. A partír de esa reuníón nacíó uno de los Think tanks más conocídos en lo que 
respecta al medío ambíente. Por supuesto, hablamos del Club de Roma. 
Este Club de Roma tuvo como pílar fundacíonal una preocupacíón que no se haría presente en 
el escenarío polítíco sí no hasta los últímos treínta o cuarenta años del síglo pasado, y cuya 
presencía sería cada vez mayor a partír de 1986. En efecto, la preocupacíón del Club de Roma 
no era otra que las crísís medíoambíental y ecológíca mencíonadas líneas arríba, que en 
décadas recíentes han cobrado una ímportancía brutal para los fenómenos polítícos, 
económícos, socíales y culturales. 12 
Sín embargo, más allá del Club de Roma, lo ínteresante, y que es el punto que permíte crear 
aquí una fecunda díscusíón, es el surgímíento de una nueva temátíca como lo es el medío 
ambíente. 
El síglo XX tuvo muchos grandes temas y estuvo plagado de acontecímíentos que sacudíeron 
los címíentos de la modernídad; desde los autorítarísmos latínoamerícanos y las bombas 
atómícas en Japón hasta la Guerra Fría. No obstante, en los últímos años de ese síglo el tema 
del medío ambíente, o mejor dícho la naturaleza, cobró una relevancía fundamental para 
comprender en qué se está pensando en los albores del síglo XXI. 
11 Cfr. Max Weber, El político y el científico, Alianza Editorial, España, 1986. 
12 Para una historia detallada del surgimiento y las discusiones del pensamiento social sobre el medioambiente 
véase Louis Lemkow, Sociología ambiental. Pensamiento socioambiental y ecología social del riesgo, Ikaria 
Antrazyt, España, 2002. 
13 
Con el transcurso del siglo XX eventos como la bomba atómica, el accidente en Chernóbil de 
1986, los derrames petroleros o la contaminación del aire y el calentamiento global pareciera 
que nuestra forma de vida, que nuestra existencia como humanidad, está amenazada y hasta 
condenada a desaparecer. 
En ese sentido, una de las secuelas de la crisis medioambiental o ecológica del mundo 
contemporáneo ha sido el nacimiento de nuevos actores que se dedican (y han dedicado) a 
repensar el problema de la relación que guardan las acciones humanas y el medioambiente; o 
si se prefiere, el binomio sociedad/naturaleza, o aún mejor, humanidad/naturaleza. 
Particularmente las respuestas a esta crisis medioambiental han sido el surgimiento de 
disciplinas como la eco logia politica; formas de militancia politica como el ecofeminismo; 
politicas públicas orientadas al desarrollo sustentable; investigaciones tecnológicas para mitigar 
los efectos de las acciones humanas en el medio ambiente; y muchas otras más medidas y 
acciones que pretenden frenar procesos geofisicos (de los cuales aún se discute si son 
provocados por el hombre y eludibles o "naturales" y por lo mismo inevitables) que podrian en 
algún momento del no tan lejano futuro poner en riesgo la existencia humana.13 
En otras palabras, aunque el tema del medioambiente y la relación humanidad/naturaleza no es 
para nada nuevo, sin duda últimamente ha tomado una fuerza que no se puede soslayar. 
Al presentarse como una problemática, el tema del medio ambiente y la ecologia se han 
introducido en la politica y el pensamiento politicode manera incuestionable. A pesar de que 
los esfuerzos más importantes para pensar en la crisis del medio ambiente y la eco logia han 
sido la mayoria de las veces hechos desde una perspectiva economicista. 
Este trabajo parte del principio de que al ser una cuestión eminentemente politica, la crisis 
medioambiental y ecológica de nuestro tiempo está de igual manera relacionada con un 
fenómeno organizativo primordial en la modernidad, que es el Estado. Quien dice politica y 
poder (hasta ahora) en la modernidad, habla de uno u otro modo del Estado. Y si en la 
actualidad al hablar de crisis ecológica y medioambiental lo hacemos de politica, también lo 
hacemos del Estado. 
13 Para hacer un recorrido general de las discusiones medioambientales en política consúltese Neil Carter, The 
politics ofthe environment. Ideas, Activism, Policy, Cambridge University Press, Reino Unido, 2001 
14 
De este modo una de las perspectivas sobre la crisis medioambiental y ecológica que parece 
hasta hoy poco recurrente, aunque ha sido una senda explorada, es la politica. Primero, porque 
como hemos dicho antes, pareciera ser que la economia ha sido en ciencias sociales la 
disciplina dominante (seguido por la antro po logia y la socio logia) que se ha dedicado a pensar 
los conflictos que se desprenden de la crisis medioambiental y ecológica. Y segundo, porque la 
politica como disciplina ha permanecido metodológicamente ajena a los problemas que han 
emanado de estas crisis. 
No obstante, parece ser que el Estado puede ser una puerta para pensar la crisis 
medioambiental y ecológica a través de la politica. Porque es a través de uno de los elementos 
constitutivos del Estado que podemos analizar y pensar la problemática ambiental. Nos 
referimos al territorio. 
El territorio como uno de los elementos que constituyen al Estado como fenómeno organizativo 
está intimamente relacionado con la dimensión material del mundo, que también se manifiesta 
como la materialidad de la naturaleza, y como la materialidad del espacio politico. El elemento 
territorial del Estado desde el momento de su enunciación nos conduce al plano de lo material, 
y en ese sentido nos conduce a pensar en los elementos contenidos en el espacio como la 
población, las ciudades, la naturaleza, etc. 
Aunque en ocasiones el territorio del Estado en politica es definido sólo como los confines y la 
arena de la soberania del poder estatal, éste es más bien un elemento sumamente complejo, y 
que se define a través de la conjunción y relación al interior del Estado entre sociedad, 
gobierno, poder y espacio. El territorio del Estado no es una abstracción al margen de aquello 
que contiene, no es llano y liso como lo pretende la teoria politica, y como tradicionalmente las 
teorias del Estado lo conciben. 
Asi, al pensar el concepto de territorio no lo hacemos como una caja, un contenedor o un 
mapa. El territorio, diferente al espacio,14 es un proceso donde se da un entrecruzamiento entre 
fenómenos sociales, politicos, económicos y culturales cuyo corolario es la configuración 
14 La distinción entre territorio y espacio puede ser engañosa y compleja, pero aquí utilizaremos el concepto 
territorio como ese proceso que se circunscribe a un concepto más abstracto como lo es el espacio. Así, mientras 
el espacio es el gran entorno abstracto donde se encuentra el ser humano, el territorio es un proceso de 
configuración determinado por un conjunto de relaciones en una escala específica dentro del espacio. Este 
proceso de configuración del espacio puede darse a partir de una apropiación social o individual o de una 
desvinculación entre aquel(aquellos) que produce(n) el territorio y el espacio. 
15 
sensible del mundo, ya sea esta el paisaje, o la disposición de los elementos en el espacio y la 
relación entre estos - es decir la configuración misma de escalas en la ecúmene. 
El concepto territorio es fundamental para comprender la manifestación material de la política, 
pues a través de éste se discurre acerca de cuáles son las formas en las que el poder produce 
el territorio y cómo organizaciones tales como el Estado se hacen de la "naturaleza", o los 
recursos naturales. 
El Estado no es una forma de organización política completamente "estática" (A pesar de la 
etimología). La historia de los últimos dos siglos nos ha demostrado que pueden existir Estados 
liberales donde la política ha quedado relegada detrás de los intereses económicos (como en el 
siglo XIX o el día de hoy), y que pueden existir Estados totalitarios donde la politización de 
todas las esferas de la vida ha llegado a niveles sin precedentes (como en los totalitarismos y 
regímenes autoritarios del siglo XX). De este modo, el Estado ha variado en cuanto a su forma 
organizativa interna con el transcurso del tiempo, y esto implica que ni la población del Estado, 
las instituciones, el gobierno, ni mucho menos su territorio, han sido estables en un sentido de 
continuidad. 
Así, si bien hemos presentado líneas arriba la discusión medioambiental y su importancia para 
la ciencia política, el interés de este trabajo no es el de indagar en cómo se presenta la crisis 
medioambiental para el Estado como organización, y a lo político como fenómeno. En cambio, 
desde una perspectiva más bien metodológica este trabajo pretende abrir uno de los conceptos 
tradicionales de la ciencia política como lo es el territorio, y desdoblarlo para entender que éste 
no es sólo los confines del Estado, y que su estudio no se reduce a la geopolítica o a la 
producción simbólica, discursiva y hasta jurídica del concepto. 
De este modo, introdujimos esta discusión sobre el territorio a partir de la crisis del medio 
ambiente y la crisis ecológica porque de manera inequívoca la naturaleza yeso que llamamos 
recursos, como el agua, la tierra, etc., son elementos que "llenan" el espacio y por lo tanto 
también constituyen al territorio como un proceso o como conjunto e relaciones. 
En el estudio de caso este puente entre el concepto de naturaleza y territorio será cada vez 
más claro, pues al describir las problemáticas que representa el territorio para la política a partir 
del agenciamiento de elementos como el agua, se hará evidente que el territorio no es esa 
abstracción que en ocasiones en ciencia política se nos antoja como una labula rasa. En 
cambio, el territorio es un proceso siempre inacabado, íntimamente ligado al poder, donde el 
16 
ser humano habita y participa construyendo, modificando y destruyendo elementos del espacio 
para re-producirlo continuamente. 
Nos proponemos, entonces, observar a través de las transformaciones organizativas del 
Estado y las discontinuidades de la politica las diversas formas en las que se puede 
territorializar el Estado, y cómo en éste se produce el territorio. Cómo el Estado es una forma 
particular de producción del territorio. El objetivo será bosquejar una posible relación entre las 
formas de organización politica (el Estado) y la producción del espacio y el territorio. Todo con 
el fin de (re)introducir el elemento territorial a la discusión en la politica como disciplina de 
estudio. 
Creemos que al dar cuenta de algunas transformaciones en la organización estatal se pueden 
vislumbrar cambios en la producción del territorio. Es decir, que dependiendo de las formas 
organizativas del Estado, el territorio como proceso será distinto. 
En pocas palabras, a partir de un método de análisis cualitativo apoyado en un método de 
control histórico, análisis institucional, datos estadisticos, y trabajo de campo proponemos en 
las siguientes lineas prestar atención a la relación que existe entre la politica y las formas de 
apropiación de la naturaleza y la producción del espacio, esto con el objetivo de discutir desde 
una perspectiva politica el concepto de territorio. 
Para la investigación de la producción del territorio y su relación con las formas organizativasdel Estado nos avocaremos a indagar en el proceso de la territorialización y la producción del 
espacio en un entorno determinado a través de la apropiación de un recurso especifico. A 
saber, el agua en la cuenca del Grijalva en el sureste mexicano. Esto con el fin de ganar en 
precisión en detrimento de la extensión, y de que este trabajo, más que resolver problemas, 
abra puertas y haga surgir preguntas acerca de cómo el poder produce formas particulares de 
apropiación y producción del territorio, y por lo tanto de manejo de los recursos naturales. 
Decidi contrastar esta discusión de carácter teórico con la configuración del territorio 
Chiapaneco debido a que, a pesar de su complejidad, a todas luces el espacio del sureste 
mexicano está lleno de elementos que se presentan como heterogéneos y que son testimonio 
de los procesos de domesticación de la naturaleza, de apropiación del espacio y producción del 
territorio a partir del manejo de los elementos que lo configuran, tales como el agua. 
17 
En ese sentido, abordaré el concepto de territorio desde una perspectiva politica para entender 
cómo el poder produce el territorio. 
El trabajo está dividido en cuatro capitulos que configuran una linea aproximativa a los 
problemas territoriales desde la perspectiva politica. El primer capitulo constituye el marco 
teórico y conceptual que al recorrer las páginas permitirá observar desde la politica el 
fenómeno de la territorialización. Primordialmente los autores que se hacen presentes en este 
marco conceptual son James. C. Scott, Raymond B. Craib, Michel Foucault, y Hermann Heller. 
En el segundo capitulo introduciremos al lector al tema del agua en México, y haremos un 
esbozo histórico de la evolución institucional y gubernamental con respecto al manejo del agua. 
Esto para empezar a trazar una linea que nos permita dar cuenta de los cambios que existen 
en la politica y se manifiestan en el territorio. 
El tercer capitulo será una descripción de nuestra área de estudio, que es el sistema de presas 
hidroeléctricas en la cuenca del Grijalva. En este apartado se abordará la producción territorial 
mediante una descripción de cómo fue constituido el territorio a partir de la creación del sistema 
hidroeléctrico del Grijalva, cuáles fueron sus causas y sus consecuencias. En el tercer capitulo 
se notará de manera más clara cuáles son las relaciones entre los cambios institucionales, las 
politicas del gobierno y la territorialización del Estado con la producción del espacio y el 
territorio como proceso. 
El contenido del cuarto capitulo será de igual modo una descripción de las transformaciones de 
la politica del agua en nuestro pais, pero esta vez desde una perspectiva menos histórica e 
introductoria, y más desde una perspectiva politica. Esto con el fin de definir lineas que nos 
permitan entender cómo a partir de las recientes reformas y reorganizaciones del Estado (en 
este caso el mexicano) la producción del territorio y la espacialidad del Estado han cambiado, y 
continuarán haciéndolo. 
El cuarto capitulo se concentrará en definir las formas de apropiación estatal de los recursos y 
sus formas especificas de territorialización en dos momentos, que son el desarrollismo y el 
neoliberalismo, con el objetivo de evidenciar el vinculo que existe entre la politica y las formas 
de constitución del territorio. 
De este modo, los cuatro apartados de este trabajo nos permitirán aceptar o negar las premisas 
de esta investigación que son: a) que la territorialización como proceso continuo está 
18 
íntímamente lígada a la manera en que se organíza el Estado; b) que la terrítoríalízacíón es un 
proceso bídíreccíonal que juega entre el espacío y el poder; y c) que el terrítorío es una 
construccíón y un proceso, pero tambíén éste ínfluencía al poder y a las estructuras polítícas. 
En ese sentído, sí observamos el fenómeno de la terrítoríalízacíón podemos entender una 
dímensíón de cómo se constítuye el poder del Estado a través del terrítorío, y cómo el terrítorío 
se transforma debído a procesos polítícos. 
19 
1. Legibilidad y control como herramientas del Estado. Territorio, ambiente y poder. 
1.- El Estado. Un esbozo general. 2.- Las técnicas y los dispositivos del Estado: control y 
legibilidad, 3.- Construcción del territorio, o territorialización del Estado, 4.- Naturaleza, recursos 
y ambiente. 
En este capítulo se intentará presentar una breve introducción a la definición de Estado. Se 
discutirá cómo se configura a través de dispositivos específicos de control y de legibilidad, y 
cómo se cimienta y crea el territorio del Estado. De igual manera indagaremos desde una 
perspectiva metodológica cómo ha sido la relación entre Estado y naturaleza, y buscaremos 
definir cuál es la condición actual de ésta. 
Esto para tener en cuenta más adelante cuáles son las herramientas teóricas que nos permiten 
pensar la dimensión política del espacio, y particularmente su manifestación territorial, y así 
relacionar la discusión de la espacialidad del poder con la política, sus vínculos con la ecología 
y el medio ambiente y los debates sobre la apropiación y agenciamiento de la naturaleza por el 
hombre. 
1.- Intentar definir el Estado es siempre una labor complicada. Existen diversas discusiones 
según distintas corrientes teóricas sobre lo que es, cómo actúa, cómo está compuesto y cómo 
se le puede identificar. Nosotros, para reducir el número de interpretaciones del Estado, 
utilizaremos una definición operativa, y dejaremos de lado la idea de que el Estado es una 
persona; no diremos que el Estado es un contrato, o un /eviatán 15 , que tiene lugar como la 
consecuencia de una voluntad general concentrada en un solo hombre/soberano. En este 
sentido abandonamos la idea del Estado como Estado-persona. Partimos de que la pregunta 
de qué es el Estado ya no puede ser substituida por la de quién es el Estado. 
Sin embargo, la idea que sí habremos de tomar en cuenta para definir al Estado es aquella que 
enuncia que el Estado es el ordenamiento de los hombres en esta tierra. '6 Diremos pues que el 
15 Cfr. Thomas Hobbes, Leviatán. O la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil, Fondo de Cultura 
Económica, México, 2010, pp. 137·304. 
16 Ibídem, p.37. Para Thomas Hobbes la "causa final, fin o designio de los hombres" es el cuidado propio y la auto-
conservación, y él ve en dicha condición las causas de la generación del Estado. 
20 
Estado es una organización del mundo terrenal - de lo inmanente- que no se encuentra 
subordinada a entidades espirituales o trascendentes. Además, el Estado es, ante todo, una 
forma organizativa de orden politico de un colectivo determinado de personas; dirá Carl Schmitl 
que el Estado es un fenómeno histórico que representa "un determinado modo de estar de un 
pueblo"j? 
Asi podemos definir al Estado como una organización politica que no obedece a fundamentos 
extraterrenales y por lo tanto, es propio de la modernidad. Además, es una entidad histórica 
sujeta a transformaciones y que no necesariamente existirá por siempre, ya que las 
organizaciones politicas varian con el flujo de los acontecimientos y del tiempo. 
Definido el Estado como una forma de organización politica las preguntas que restan son 
ahora las de cómo saber identificarlo, de qué está compuesto y cómo opera. 
Ya desde el siglo XVI y principios del siglo XVII en Europa "todo el mundo advirtió que estaba 
frente a una realidad o algo, un problema, que era absolutamente nuevo".'8 El equilibrio de la 
autoridad imperial y la autoridad eclesiástica desmoronada dejaron un vacio de poder, que con 
la secularización paulatina de éste, develaban el advenimiento de una época nueva. La 
monarquia se fragilizó y la antigua fortaleza del papado se disolvia poco a poco. De este 
modo, la autoridad que antes se encumbraba en las figuras del emperador y del Papa permutó 
de cuerpo; aconteció una transmigracióndel poder politico de la antigua figura bicéfala a la 
unicidad del soberano. 
En efecto, en Europa la invención de los Estados comienza formalmente con la paz de 
Westfalia de 1648, momento en el que el sueño del imperio y el de la gran polis cristiana se 
esfuman 1". Sin embargo, no podemos constatar ni identificar la organización estatal sólo con la 
desaparición del imperio en Europa, ni con el debilitamiento del papado, puesto que de manera 
innegable el Estado no es un fenómeno que haya permanecido europeo a pesar de sus 
origenes. Si bien podemos rastrear en Europa los comienzos del Estado,20 eso poco nos 
17 Carl Schmitt, El concepto de lo político, Alianza Editorial, España, 2009, pA9. 
18 Michel Foucault, Seguridad, población y territorio, Akal, España, 2008, p.233. 
19lbidem. 
20 Norberto Bobbio, Nicola Matteucci, Gianfranco Pasquino, Diccionario de política, Volúmen 1, Siglo XXI, México, 
2008, p.563. 
21 
ayuda a entender cuál es su apariencia, y cómo se identifica a una organización politica estatal 
y se distingue de una que no lo es. 
Para esto proponemos cuatro caracteristicas que son, primero, una organización territorial con 
fronteras establecidas; segundo, un poder que de una u otra manera se rige desde un punto 
central que lo estructura todo, o que cuando menos marca las pautas a la comunidad politica; 
tercero, sujetos pertenecientes a la demarcación territorial -que son los elementos necesarios 
para la constitución de un territorio, más allá de la configuración de fronteras-; y cuarto, un 
Derecho único que establezca las normas de la comunidad politica determinada. Aunque estos 
puntos caen en la denominación tradicional juridica de los elementos del Estado -territorio, 
gobierno, población y sistema juridico-, podriamos decir que al observar estas dimensiones de 
la organización politica seriamos capaces de definir si una u otra comunidad politica es o no un 
Estado. 
En este sentido entender los elementos del Estado nos devela las dimensiones de cómo está 
compuesta la organización estatal, y nos permite identificarla. Faltaria entonces describir cómo 
es que actúa el Estado. 
Para Michel Foucault existen tres formas de acción del gobierno del Estado que son: la 
diplomacia, la institucionalización y profesionalización de los ejércitos y la policia 21 En primer 
lugar la diplomacia, porque es ésta la técnica con la cual el gobierno de un Estado se conduce 
frente a otro antes de comprometerse con cualquier tipo de conflicto; la diplomacia es el rostro 
de una comunidad politica frente a otra. En segundo lugar, la institucionalización y la 
profesionalización de los ejércitos porque es a través de este dispositivo que el gobierno del 
Estado delimita el espacio de su jurisdicción y territorio; en otras palabras, el ejército 
profesional es el garante de la soberania de un Estado en un mundo donde existe una 
sociedad de Estados. En tercer lugar la policia, porque es ésta el conjunto tecnológico con el 
que se asegura la integridad de la comunidad politica al interior de sus propios limites. 
Asi de manera sintética, podemos decir que el Estado es una " ... forma de organización del 
poder históricamente determinada, y, en cuanto tal, caracterizada por una filiación que la hace 
peculiar y diferente de otras formas también históricamente determinadas ... ".22 Y que además 
21 Michel Foucault, óp. Cit. p.296. 
22 Norberto Bobbio et al., Óp. Cit. p. 564. 
22 
está constituido por elementos que nos permiten identificarlo tales como un territori023 , un 
gobierno, una población y un sistema juridico. El Estado no es sólo la organización que detenta 
"el uso de la violencia legitima", ni tampoco es identificable únicamente por ser un " ... grupo de 
dominación territoriaL .. " que tiene " ... un carácter de unidad soberana de acción y decisión.,,24 
En efecto, el Estado es una organización politica y territorial de dominación; es un sistema 
juridico que emana de pactos politicos, de una Constitución; es un territorio delimitado por 
fronteras, y también es personas sujetas a las condiciones organizativas especificas. 
No obstante, a partir de este momento nos concentraremos particularmente la policia como 
dispositivo tecnológico del poder estatal. Esto debido a que lo interesante del dispositivo policial 
es que es aquel que más claramente se manifiesta en el territorio yen el espacio. 
2.- El Estado tiene diversas formas de actuar, y hemos dicho que una de ellas es la policia. 
Esta se configura como un dispositivo tecnológico y como una variedad de acciones que 
permiten al Estado organizarse y al gobierno cumplir sus objetivos; independientemente de cuál 
sea su ratio última. 
No hay que confundir por ningún motivo la policia con lo que conocemos hoy en dia como 
policia; no hay que entenderla como esos cuerpos que vigilan el orden cotidiano, que velan por 
la observancia estricta de la ley. 
Con la palabra policia entenderemos un "conjunto de medios a través de los cuales se pueden 
incrementar las fuerzas del Estado a la vez que se mantiene el buen orden de éste,,25 En ese 
sentido, aunque la policia como la conocemos actualmente forma parte del concepto en sus 
origenes, hoy queda desbordado. 
La policia no sólo tiene a los guardias y gendarmes como único sujeto/imagen/representación 
del concepto; los mapas, las medidas, la homogeneización de idiomas y distancias son, entre 
otras cosas, también elementos de la policia. 
Asi, el dispositivo tecnológico policia no es más que el conjunto de técnicas a través de las 
cuales el gobierno del Estado logra cimentar su autoridad; esto con el fin de centralizar el poder 
23 El territorio en este sentido visto desde la definición más simple donde se entiende como extensión espacial 
delimitada por fronteras. 
24 Hermann Heller, Teoría del Estado, FCE, México, 2011, p.301. 
25 Michel Faucault, Óp. Cit. p.297. 
23 
y de convertirse en la única autoridad del espacio público, yeso no se consigue solamente con 
una autoproclamación, sino que es necesario el aumento y el ejercicio de un poder real. En 
todo caso esto no es más que la capacidad del gobierno del Estado de proyectar, planear, 
decidir y hacer que dichas decisiones se lleven a cabo. 
En ese sentido, la puesta en práctica del dispositivo policial se basa en dos acciones en 
particular: la primera, la capacidad de leer, identificar, nombrar y catalogar el espacio y a los 
sujetos del Estado; y la segunda, la de poder controlar estos elementos sin recurrir 
constantemente a la coerción, entiéndase decisiones legítimas respaldadas por el Derecho. 
La legibilidad26 es el primer dispositivo estatal mediante el cual se procura la centralización del 
poder. En efecto, el Estado no sería capaz de controlar ni a la población ni al territorio, no 
podría mandar efectivos o atrapar a malhechores si no conociera el propio entorno en el que 
actúa, no podría cobrar impuestos, no podría explotar recursos, etc. Digamos, el gobierno del 
Estado no puede actuar si no crea y conoce el escenario. A través del proceso de legibilidad el 
gobierno del Estado produce su propio territorio con herramientas como el catastro y la 
delimitación de fronteras; categoriza a los sujetos en ciudadanos o aquellos que son ajenos 
26 La legibilidad aquí no es entendida a la manera de un diccionario ni a la capacidad de ver un mundo exterior, 
sino que se refiere a un proceso de producción del mundo. La legibilidad es una característica que adquieren los 
elementos en el espacio a partir de un proceso que los torna transparentes a un tercero, y que los convierte en 
entidades aprehensibles. Es decir, la legibilidad consiste en identificar elementos en el espacio, catalogarlos y 
ponerles nombres. La legibilidad, al delimitar los bordes de los elementos en el espacio, los produce y los crea, 
pues es una suerte de conocimiento que requiere de simplificaciones que se adecúen a las necesidades del actor 
que haga legiblesa las cosas. En palabras de James C. Scott, "Ciertas formas de conocimiento y control requieren 
estrechar la visión. La gran ventaja de tal túnel visual es que conduce a una muy precisa atención sobre ciertos 
aspectos limitados de una realidad que de otro modo sería más compleja y difícil de manejar. Esta simplificación, 
en su momento, produce un fenómeno en el centro de un campo de visión más legible y por lo tanto más 
susceptible a un cuidadoso cálculo y a la medición. Combinada con similares observaciones, una panorámica, 
global y sinóptica forma de ver la realidad puede ser lograda, haciendo posibles el control, la manipulación y una 
forma de conocimiento en muy alto grado esquemático." James C. Scott, Seeing like a State. How certain schemes 
to improve the human condition have failed, Ya le University Press, Estados Unidos de América, 2013, página 11 (la 
traducción es mía). Ejemplos de legibilidad pueden ser numerosísimos y van desde la recolección de impuestos, el 
surgimiento de los catastros y las rutas carreteras hasta la imposición de lenguajes, medidas y la sustitución de 
códigos locales de conocimiento y conducta. Estos ejemplos son en todo caso el eje tecnológico a través del cual se 
construyó la organización política que hoy conocemos como Estado, y son los elementos que conforman lo que 
pensadores anglosajones del Estado llamarán statecraft. Particularmente en el libro de John Scott citado a lo largo 
de este trabajo se encuentran múltiples ejemplos de cómo este statecraft permitió la concentración del poder en 
el gobierno del Estado, aunque también en la obra de Foucault, en específico sus libros "Vigilar y castigar" y sus 
cursos en el College de France "Seguridad, población y territorio", se puede situar a la legibilidad en la génesis del 
Estado. A lo largo de este trabajo se insistirá, siempre basándonos en el trabajo de Scott, Craib y Foucault en que el 
Estado requiere de una capacidad lectora que produzca a los elementos que maneja, controla y aprehende, y que 
de hecho, para la constitución del territorio Estatal el gobierno necesita de la legibilidad para poner a su alcance 
dispositivos tecnológicos (como la policia) para disciplinar al espacio, y por lo tanto hacerse del poder. 
24 
(inmigrantes ilegales, turistas, refugiados etc.); en pocas palabras, configura el mundo sensible 
y material disponiendo de los elementos en el espacio dando como resultado la concentración 
del poder. 
Asi pues, ejemplos de la legibilidad como un dispositivo policial se pueden encontrar en los 
mapas, que funcionan para recorrer un lugar desconocido; en la homogeneización de medidas, 
que nos permiten entender a todos lo que pesa algo; en la creación de carnets de identidad, 
que nos dan un estatus ante cualquier instancia gubernamental. En efecto, con un mapa se 
puede saber dónde se encuentra una catedral o un mercado sin jamás haber puesto un pie en 
la calle 2? 
La legibilidad es, en primera instancia, un proceso de simplificación donde la realidad es 
reemplazada por representaciones abstractas. En segunda instancia, es la propiedad de un 
elemento de ser aprehensible, comprensible e inteligible por un tercero. 
De hecho, la legibilidad más allá de ser una técnica exclusiva del Estado ha sido una 
herramienta utilizada para conseguir información que otros desconocen. Tal es el caso de los 
viajes del Capitán James Cook, que entre 1760 y 1779 viajó desde Inglaterra hasta la cuenca 
del Pacifico y develó una parte del globo antes desconocida para occidente. James Cook no 
sólo descubrió el territorio que después seria bautizado como Australia, sino que "rompió una 
barrera psicológica que hasta entonces habia limitado la exploración del Pacifico y la 
terminación de extensas áreas del mapa del océano,,28 No obstante, más allá de una 
exploración, en palabras de James Lawrence, en la expedición del Pacifico "habia un propósito 
meramente utilitario para la exploración, la creación de mapas, la medición de los vientos y las 
corrientes asi como en la colección y catálogo de rocas, peces, pájaros, animales y plantas,,29 
En efecto, en el descubrimiento o invención de Australia y los nuevos dominios británicos de la 
cuenca del Pacifico se creó lo desconocido; fue necesario convertir la terra nulla en 
27 Cfr. James c. Seott, Seeing like a State. How certain schemes to improve the human condition hove failed, Yale 
University Press, Estados Unidos de América, 2013. 
28 James Lawrence, The rise and foil ofthe British Empire, St Martin's Griffin, Estados Unidos de América, 2010, 
p.143. 
29 Ibídem, p. 141. Del original "There was a purely utilitarian purpose to exploration, chart-making, the 
measurement of winds and currents and the collection and cataloguing of rocks, fish, birds, animals and plants". 
25 
asentamientos humanos, y aprehender los mares en mapas que permitieran la navegación más 
allá del sureste asiático.3o 
Asi vemos como la legibilidad es una propiedad que hace a los objetos "aprehensibles", en un 
sentido "po licia bies". Para el gobierno del Estado la legibilidad es una propiedad/herramienta 
que permite hacer comprensibles los elementos que lo conforman, y que posteriormente 
propicia un control. Las poblaciones de etnias diversas dejan de ser varias, y se homogeneizan 
bajo el enunciado de "la población"; el territorio deja de ser montañoso y accidentado, es 
simplemente el territorio del Estado; la ley, dentro de muchas otras cosas, reconfigura los 
actos de justicia y construye una sola justicia, un único Derecho. La legibilidad es el preámbulo 
de la disciplina: "La táctica disciplinaria se sitúa sobre el eje que une lo singular con lo múltiple. 
Permite, a la vez, caracterizar al individuo como individuo y la ordenación de una multiplicidad 
dada".31 
En México la legibilidad estatal del territorio comienza con la Comisión Geográfico-exploradora 
en 1878, donde los agentes del gobierno y de la comisión en búsqueda de información fueron 
aquellos que fungieron como los ojos del Estado. 32 Hoy en día, es el Instituto Nacional de 
Estadística y Geografía quien está a cargo de recopilar y de crear la información sobre el 
territorio mexicano y su población. Cómo podría el gobierno del Estado calcular el producto 
interno bruto, dibujar distritos electorales, determinar el número de regimientos en bases 
militares, si no conoce a la población y al territorio que lo configuran. 
Por otro lado, el control es una consecuencia de la legibilidad. El control, como un dispositivo 
tecnológico de la policía, es la capacidad de disponer físicamente de los elementos que 
conforman al Estado. Si bien la legibilidad de los elementos es indispensable para que el 
control no recaiga únicamente en la coerción física, la fuerza puede ser en última instancia el 
extremo de la capacidad de control del Estado. 
Sin embargo, dejando de lado el caso extremo de la coerción, el control es también un poder 
regulador, y es ejercido de diversas maneras. Éstas pueden ser los impuestos, los códigos 
30 En este sentido otro ejemplo clásico de la invención del territorio es la obra de Edumndo O'Gorman, titulada "La 
invención de América". 
31 Foucault, Michel, Vigilar y castigar, Siglo XXI, México, 2009, P 173. 
32 Cfr. Raymond B. Craib, Cartographic Mexico. A history of state fixations and fugitive landscapes, Duke University 
Press, Estados Unidos de América, 2004. 
26 
penales, actos-regla, disposiciones fisicas del espacio urbano, la imposición de una lengua o 
de fronteras, y la construcción de carreteras o de grandes represas. 
De este modo vemos como estas dos técnicas policiales, la legibilidad y el control, son 
componentes de un mismo dispositivo que permite al Estado mantener el control y el orden al 
interior de sus fronteras. La legibilidad como abstracción y simplificación de la realidad permite 
al Estado ser una "conexión real de efectividad,,33 y posicionarse como la organización 
dominanteal interior de la comunidad politica. 
3.- El aparato policial del Estado no actúa ni en un espacio abstracto ni en la nada. Muy al 
contrario, las acciones de la organización politica estatal se llevan a cabo en una extensión 
espacial determinada que conocemos como territorio. 
El territorio del Estado es concebido de diversos modos. En la tradición juridica el territorio del 
Estado se conceptualiza principalmente de tres formas distintas; a saber, como sujeto del 
Estado, como objeto del Estado y como función del Estado. En cuanto sujeto del Estado el 
territorio es definido como una propiedad del soberano, y esta concepción tiene su explicación 
histórica en la concepción medieval y monárquica del territorio como una posesión, como algo 
que le pertenecia al rey; como sujeto del Estado, el territorio es entendido como ese espacio o 
limite de competencia del Estado y el origen de estas ideas se encuentran en la "Teoria pura 
del derecho" de Hans Kelsen o en las ideas juridicas de Georg Jellinek; por último, el 
pensamiento que concibe al territorio como función del Estado se encuentra en el lazo 
administrativo que se configuró entre territorio y Estado, es decir, el territorio visto como función 
del Estado es pensar en el territorio como un quehacer del Estado, más allá (además) de 
concebirlo como un elemento constitutivo. 34 
Asi, estas tres vertientes del pensamiento juridico se podria decir "inventaron,,35 el territorio del 
Estado, pero dejaron de lado la naturaleza maleable del territorio y la relación biunivoca que 
existe entre la efectividad de las acciones humanas y el espacio geográfico. 
El territorio del Estado es una manera de constreñir no sólo el concepto de territorio sino su 
realidad convirtiéndolo en un espacio liso, circunscrito a una soberania, regulado por una 
33 Hermann Heller, Óp. Cit. p.303. 
34 Cfr. Paul Allies, L'invention du territoire, Presses universitaires de Grenoble, Francia, 1980, pp.l0-25. 
35/bidem. 
27 
policia, perteneciente a una única comunidad -la nacional-, y olvidándose de las 
especificidades de cada corpúsculo del espacio geográfico. El territorio del Estado es el 
resultado de una homogeneización del espacio, una disolución de diferencias, una unificación 
de la diversidad y una simplificación de la realidad. Diria Gianfranco Poggi: "Typically, a state's 
territory is continuous, has no enclaves, and is relatively large. The most visible aspect of the 
development of the modern state in E urope was the drastic simplification of the continent's 
political map ... ". 36 
En este sentido el Estado tiene una forma particular y propia de territorio, y ésta puede ser 
comparada con la de otras formas de organización politica. Además, la forma organizativa del 
Estado también lleva a cabo procesos de territorialización distintos. 
Para nosotros el Estado tiene una manera propia de territorialización y existen dos 
caracteristicas principales que diferencian al territorio del Estado de cualquier otro tipo de 
organización politica. Estos dos rasgos son, primero, que es un territorio fijo, es un enclave que 
busca mantenerse estático, es contrastante y está diferenciado con respecto de otros 
Estados; el segundo aspecto de la fisionomia del territorio del Estado es, como mencionamos 
lineas arriba, que este es liso y homogéneo, se encuentra codificado y allanado para ser 
legible. Sin embargo, el territorio del Estado es legible primordialmente no para la población u 
otras entidades estatales, sino para el gobierno del Estado. Es decir, la legibilidad como 
recurso de poder no se encuentra distribuido homogéneamente, y de esto se deriva en algún 
sentido de la lucha de poder al interior del Estado. A diferencia de territorios nómadas, 
comunitarios o colectivos no organizados politicamente mediante la figura estatal, el territorio 
del Estado es siempre la lucha por la unicidad. 
En cuanto a la forma de territorializarse, el Estado primordialmente lo logra a través de la 
creación de enclaves geográficos buscando a como dé lugar la inmovilidad del territorio; el 
Estado se territorializa impidiendo cualquier derrame, cualquier desplazamiento de los bordes, 
cualquier fuga. Asi, por ejemplo, el primer paso de la territorialización del Estado son las 
fronteras, la creación de un cerco, dibujar lineas, constituir muros con ladrillos o con montañas. 
El gobierno del Estado le dice a los demás Estados hasta dónde llega la soberania, y hasta 
dónde llega el territorio. 
36 Gianfranco Poggi, The State. Its nature, development and prospects, Stanford University Press, Estados Unidos de 
Amércia, 1999, p.22. 
28 
También la territorialización del Estado se lleva a cabo mediante la construcción de espacios 
fisicos que manifiestan la actividad del gobierno. En ese sentido, el Estado deja de ser ese ente 
abstracto que tanto cuesta conceptualizar para hacerse presente en la vida cotidiana a través 
de carreteras, fronteras, bases militares, oficinas de gobierno, presas, ciudades, etc. 
Para ejemplificar la territorialización del Estado el caso paradigmático hemos dicho, son las 
fronteras. Es en la frontera el lugar donde se hace más evidente la diferenciación entre aquellos 
que son ciudadanos de uno u otro Estado. En el caso de la frontera norte de México, para 
guiarnos por un caso concreto, la frontera no es sólo el rio Bravo que se presenta como limite 
hidrico. La frontera es también los cuerpos armados fronterizos, los puentes entre un pais y el 
otro, las aduanas y el muro construido de 560 kilómetros.3? Bastará intentar cruzar la frontera 
sin documentos para darse cuenta de que ésta efectivamente existe. 
Además de las fronteras, podriamos decir que el mundo urbano es también una expresión de la 
territorialización del Estado. Esto porque es a través de la aglomeración de las personas que el 
Estado puede concentrar a la población y hacerla visible en un entorno creado, idealmente 
legible. Sin duda no todas las ciudades son completamente legibles, pero en principio la 
aglomeración de personas sigue una lógica donde se busca evitar la dispersión de la población 
en el territorio. 3s 
En todo caso, conglomerar a la gente y evitar la dispersión es concentrar a los sujetos del 
Estado para evitar cualquier fuga. Además, urbanizar, conglomerar, crear ciudades también 
tiene como objeto regular las actividades de los hombres y las relaciones económicas, politicas 
y sociales de éstos. Urbanizar implica "policiar".39 
La historia urbana está plagada de ejemplos en el siglo XIX en los que la ciudad es el principal 
campo de batalla del Estado. En estos ejemplos la lucha no era contra ningún enemigo exterior, 
sino contra el aparente desorden, la falta de control, la falta de reglamentación en los grandes 
37 Las fronteras son fundamentales para entender el agencia miento del territorio para el poder político estatal. 
Hoy en día la división física de poblaciones y territorios como herramienta política de control y legibilidad sigue 
siendo algo frecuente. Cfr. "Walled world. Mexico", en, The Guardian, 19 de noviembre de 2013, [En línea] 
Dirección U RL: http://www.theguardian.com/world/ng-interactive/2013/nov/walls#intro 
38 Aquí, aunque observemos las causas de la aglomeración de las personas desde una perspectiva política, hemos 
de admitir que éstas obedecen también a fenómenos sociales, económicos y culturales. Para una discusión 
interesante del concepto de ciudad, relacionado con el fenómeno de la aglomeración véase Max Weber, The city, 
Collier Books, Estados Unidos, 1958. 
39 Michel Foucault, Seguridad, población ... Óp. eit. pp. 315-341. 
29 
centros urbanos, la falta de higiene y los problemas demográficos que representaban las 
grandes aglomeraciones de una era industrial sin precedentes. Casos paradigmáticos son la 
reconstrucción de Paris bajo los planes de Georges Eugéne Haussmann; John Nash y la 
Regent Street en Londres; la reconstrucción de Chicagoy Boston después de 1871 y 187240. 
En efecto, como dice Jean-Luc Pinol, en el siglo XIX "On peut dire que le politique anticipe sur 
/'urbain". 
En tiempos más recientes uno de los casos de urbanización como territorialización efectiva del 
Estado es la construcción de Brasilia bajo el impetu del presidente Juscelino Kubitshek. En 
1957 Oscar Niemeyer y Lucio Costa comenzaron con la planificación de la capital brasileña; y 
si bien los arquitectos y planificadores urbanos no siempre piensan como hombres de Estado, 
lo que se construyó en Brasil como una nueva capital dedicada a la administración del pais 
también fue la configuración de un espacio completamente legible que dejó fuera cualquier 
clase de manifestación de lo espontáneo. Esto porque la construcción de Brasilia fue el 
resultado de trazos completamente simétricos; también, Brasilia fue concebida como un lugar 
donde el espacio público fuera redefinido y donde al fin se diera la extinción de las calles (lugar 
por definición de encuentro social) tan anhelada por Le Corbusier41 . Desde su concepción 
"Brasilia fue concebida como una ciudad ejemplar, un centro que transformaria la vida de los 
brasileños que la habitasen - desde sus hábitos personales y la organización del espacio 
doméstico hasta su vida social, el entretenimiento y el trabajo.,,42 
Otros ejemplos interesantes de ciudades que también fueron resultado de proyectos estatales, 
postcoloniales o desarrollistas son el nuevo centro de la ciudad de Fez, en Marruecos, 
conocido hoy como la "Nouvel/e Vil/e"; la ciudad de Chandigarh, construida por Le Corbusier 
para remplazar a Lahore como capital del Punjab indio después de la separación de Pakistán; 
o la ciudad de La Plata, en Argentina . 
El fenómeno urbano como aglomeración de personas es antiquisimo. Sin embargo, se puede 
constatar que la construcción del mundo urbano tal y como lo conocemos hoy en dia está 
intimamente ligado a las formas de organización politica. En ese sentido, no es ninguna 
coincidencia que el mundo se haya urbanizado de manera acelerada con el surgimiento y 
desarrollo del Estado. 
40 Cfr. Jean-Luc Pinol, Le monde des vil/es au XIXeme siecle, Hachette, Francia, 1991. 
41 Cfr. James C. Seo!!, 6p. Cit. pp. 117-146. 
4'lbídem, p. 119. 
30 
4.- Desde el surgimiento del Estado los pensadores que lo concibieron, lo atacaron, o 
justificaron, lo entendieron y lo conceptualizaron dividieron naturaleza y humanidad con fines 
metodológicos; desde el inicio se utilizó la metáfora del salvaje para contrastar múltiples 
"modos o etapas" del ser humano; se puso en relieve la aparente existencia de dos mundos: el 
de los humanos y el de todo lo demás. 
El Estado hemos dicho que es un correlato politico de la modernidad, y dentro de las 
caracteristicas de la modernización de la politica se encuentra el desembarazar a la actividad 
politica y al ejercicio del poder de todo juicio moral, de toda desventura del destino. Ya 
Maquiavelo decia que la fortuna debia ser amaestrada para evitar las catástrofes que ésta 
pudiera ocasionar; Hobbes hablaba de un estado permanente de guerra civil en caso de no 
haber un pacto politico; Rousseau añoraba un estado de naturaleza. 
En efecto, en el momento en que Hobbes y Rousseau escribieron El Leviatán y El Contrato 
Social, el intento por pensar en leyes autónomas e independientes del mundo natural y 
exclusivas del mundo de los humanos se hizo evidente. Podriamos decir que el surgimiento del 
Estado fue posible por el constante intento de diferenciar el mundo de los humanos y el mundo 
de la naturaleza. El Estado nace y se impone a la Iglesia y al Imperio, inaugura un nuevo telos 
y una nueva ratio que es la organización politica de este mundo, regida por sus propias reglas, 
métodos y fines. El Estado convulsionó al orden existente para reconstruir desde una nueva 
racionalidad -la moderna- la forma organizativa de la politica. 
Para entender al Estado y justificar a esta organización politica frente a las pretensiones de la 
Iglesia, el primer paso fue fundamentar una nueva ratio gubernamental que se encontrara fuera 
de los limites del mundo de lo espiritual. 
Esto tuvo como consecuencia maneras diversas de concebir al mundo y se reformaron 
paradigmas; se transformó la forma en cómo la sociedad y las relaciones de poder estaban 
constituidas. Además, el surgimiento del Estado como entidad autónoma también tuvo una 
consecuencia fundamental, y fue que reforzó una suerte de antropocentrismo que concebia al 
hombre como algo ajeno a la naturaleza a quien (o a lo que) parecia habia que respetar, yen 
ocasiones dominar. 
31 
De este modo a través del Estado se instauró una nueva visión del mundo natural, lo hizo aún 
más ajeno y lo convirtió en una nueva entidad. La naturaleza se fragmentó y se constituyó en 
multiplicidad de elementos útiles que ahora llamamos "recursos naturales". 
Desde el comienzo del Estado la naturaleza fue "recursos naturales", y esto se puede constatar 
con la actitud y la relación del gobierno del Estado con respecto al mundo de lo natural. Para 
efectos de comprensión de esta relación, podriamos decir que existieron tres actos principales 
con los que el Estado se posiciona como un ente ajeno al mundo natural. 
a) El primero, como hemos dicho, es el surgimiento del Estado como una entidad 
organizativa de la y lo politico ajeno a toda ley de la naturaleza o de lo trascendente 
b) El segundo, es la territorialización y la construcción del espacio estatal, que es la 
simplificación de la rugosidad de la realidad a un plano completamente liso y legible. 
c) El tercero es el agenciamiento de elementos particulares de eso que se llama 
naturaleza mediante diversas tecnologias. 
Como hemos hablado ya del surgimiento del Estado y de la territorialización, abordaremos 
ahora la cuestión del agenciamiento de la naturaleza por parte del Estado. 
Una vez diferenciado el mundo natural y el mundo humano, y después de haber transformado 
en mapa y terreno liso a la naturaleza y al espacio, el Estado está dispuesto y cuenta con las 
herramientas para agenciarse a través de medios efectivos de poder a la naturaleza, y se hace 
de recursos naturales. Los recursos naturales son la expresión de la visión utilitarista que 
concibe a la naturaleza como un objeto, sujeto a cualquier tipo de explotación, transformación y 
usufructo43 . 
En efecto, desde que el Estado se constituye la naturaleza pierde su rostro trascendental y deja 
de ser aquella imagen de lo desconocido para transformarse en un objeto cuantificable, 
medible, controlable. Durante la ilustración, asi como Francis Bacon44 creia que lIegaria un 
momento en que la naturaleza podria ser completamente dominada por el hombre, el gobierno 
del Estado aspiró a controlar cada corpúsculo del mundo natural, codificarlo y sacar el mayor 
de los provechos. 
43 Cfr. ¡bid. 
44 Ramón Xirau, Introducción a la historia de la filosofía, UNAM, México, 2009. 
32 
En Alemania el caso del estudio sistemático de los bosques, que se institucionalizó en ciencia 
forestal a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, es un ejemplo de cómo la lógica de la 
modernidad comenzó a agenciarse poco a poco elementos dispersos, unificando diversas 
realidades, transformando a los árboles variados y múltiples en la unicidad del "bosque". Todo 
comenzó con la estandarización y cálculo de sustentabilidad de la producción de la madera. 
Esta técnica trajo consigo ganancias aceptables, que prometían un camino fructífero para 
quienes lograran administrar de manera eficiente el bosque y producir el mayor y más 
constante volumen de madera-45 
Se instauró entonces una Forslvvissenschaft (ciencia forestal) donde los árboles de los 
bosques fueron "alineados en estrechas y uniformes filas, con el objetivo de ser, medidos, 
numerados, derribados y reemplazados posteriormente por otro conjunto de conscriptos 
similares,,46 
En ese sentido,el gobierno del Estado fue unificando criterios apoyado por la ciencia para 
pensar y ver sólo bosques, y posteriormente agua, energía, pesca, agricultura, etc., y no ver 
todos los árboles, a los ríos y a los lagos, la inmensidad de especies marinas y sus 
particularidades, la infinidad de granos y vegetales, etc. En pocas palabras, se dio un ejercicio 
de abstracción. 
Sin embargo, hoy en día la relación Estado-naturaleza4? que parecía jerárquica y unidireccional 
ha sido trastocada por nuevos y variados acontecimientos y formas de pensar. Digamos, 
estamos presenciando una ruptura epistemológica y ontológica que evita que en la modernidad 
se conserve la distinción metodológica entre mundo social y natural. Y por lo tanto, se 
cuestiona si los hombres y mujeres, mediante la organización estatal -que es la organización 
política de la modernidad por excelencia-, pueden concebirse como agentes dominadores de la 
naturaleza. Esta ruptura epistemológica y ontológica que aconteció a raíz de la llamada crisis 
de la naturaleza, se desprende de las nuevas angustias y problemáticas ecológicas y 
medioambientales de mediados y finales del siglo XX. 
A partir de la década de 1950 y en adelante hubo en toda Europa toda una serie de 
movimientos que desde el nicho del anti-belicismo comenzaron a combatir en contra del uso de 
45 James C. Scott, Óp. Cit., pp-14-15. 
46 Ibídem. p.15. 
47 Sociedad-naturaleza/humanidad-mundo natural. 
33 
la energía nuclear. Tal es el caso de a Campaign for nuclear dísarmament de 1958, o la 
organízacíón de Atoms for peace, que luchaban por un uso no bélíco de la energía nuclear. 
Posteríormente de ahí se desprendíó una de las prímeras angustías medíoambíentales, que fue 
el míedo a accídentes en las plantas nucleares con terríbles consecuencías, como las de las 
bombas de Híroshíma y Nagasakí; con el accídente de Chernóbíl en 1986 la crísís 
medíoambíental lígada a la cuestíón nuclear se vío catalízada e ímpulsada a grados 
superlatívos48 
No obstante la crísís medíoambíental escapó y trascendíó a la cuestíón nuclear, pues esta crísís 
comenzó a ver el día en otras problemátícas concretas como son la contamínacíón del aíre, los 
derrames petroleros, y más recíentemente, el aumento de las temperaturas, los agujeros en la 
capa de ozono y el derretímíento de los polos. 
De este modo, la crísís medíoambíental puso sobre la agenda polítíca toda una gama de 
problemátícas que quebrantaban y transgredían el antíguo orden metodológíco y ontológíco que 
díferencíaba entre naturaleza y humanídad. 
Esto se puede constatar con el surgímíento de movímíentos socíales, múltíples organízacíones 
y partídos polítícos a lo largo y ancho de todo el mundo que llevan por bandera la cuestíón 
medíoambíental. Además, no sólo la crísís medíoambíental que alímenta a la crísís de la 
naturaleza se afírma en movímíentos socíales, organízacíones y partídos, sí no que ha llegado a 
transformar estílos de vída -la epítome de esto serían vega nos y vegetaríanos- y ha 
cuestíonado la supremacía del ser humano sobre la naturaleza desde una perspectíva 
fílosófíca, abríendo paso al pensamíento de la ecología profunda y otras formas no 
antropocéntrícas de concebír al mundo natural. 
Con la transformacíón de la nocíón de naturaleza y con el surgímíento de la crísís ambíental la 
categoría de "recurso natural" no ha permanecído estátíca, sí no que el rompímíento ontológíco y 
epístemológíco moderno con respecto al mundo natural ha dado cabída a una revalorízacíón de 
los elementos de la naturaleza que consíderamos útíles. En ese sentído hemos vísto como 
consecuencía prolíferar el pensamíento verde, las ídeas de desarrollo sustentable o del 
decrecímíento económíco, la ídea de energías renovables verdes, etc., y se han puesto en tela 
de juícío a los modelos polítícos y económícos contemporáneos. No obstante, hay que saber 
que el movímíento medíoambíentalísta no es homogéneo y no concíbe de la mísma manera a 
48 Cfr. Louis Lemkow, Óp. Cit. 
34 
la naturaleza; la crisis de la naturaleza y la crisis del medioambiente son incapaces de crear un 
único discurso y una única ideologia. 
De la idea anterior se desprende que el Estado como organización ha entrado en crisis. Al estar 
inmerso en la lógica binaria naturaleza-sociedad, que a su vez se encuentra en un periodo de 
ruptura, la organización estatal se enfrenta con que los elementos epistemológicos y 
ontológicos que lo fundamentaban están derruidos y fragmentados. 
Pero el resquebrajamiento de los fundamentos del Estado no sólo se circunscriben al derrumbe 
de una lógica binaria naturaleza-sociedad, sino que hay otras transformaciones en la vida 
social, politica y económica que han cuestionado al Estado como organización hegemónica de 
la politica. Principalmente la globalización,49 las transformaciones de la democracia y la 
universalización del voto,50 el surgimiento de nuevos derechos politicos y la expansión del 
mercado y el comercio han abierto a la politica y al gobierno a la participación de otros actores 
además de los partidos politicos. Empresarios, organizaciones civiles, sindicatos, ligas 
campesinas, etc., ya no sólo hacen politica en el parlamento a partir de una relación estrecha y 
limitada con los partidos politicos, sino que es en las calles y con nuevas movilizaciones 
sociales donde se manifiesta la presión en el gobierno por grupos con diversos intereses. Asi, 
los partidos politicos se encuentran rebasados como los actores que otrora gozaban un estatus 
privilegiado con respecto a la configuración del gobierno del Estado y a la toma de decisiones 
al interior de este. 
Asi, con las transformaciones que precipitaron el final del siglo XX, el cuestionamiento sobre el 
mejor modelo politico se encuentra en un reviva/, y con el advenimiento de la (neo) 
liberalización del mundo la figura estatal y su efectividad han sido puestas en duda.51 En efecto, 
a partir de esta crisis en la modernidad encontramos una vez más el debate de cuál deberia de 
49 Ulrich Beck, Qu'est-ce que le cosmopolitisme, Aubier, Francia, 2006. Ulrick Beck observa a través de una lente 
muy particular la crisis metodológica de la política pensando en una transición de la política a la meta-política. Así, 
para Beck, mientras antes metodológicamente el estudio de la política en el plano internacional se entendía como 
la relación entre actores hegemónicos (léase los Estados nacionales al estilo de Westfalia), hoy en día con las 
transformaciones del mercado, la política y los efectos de la globalización, los actores políticos se multiplican y el 
gobierno del Estado está en proceso de abandonar su lugar como actor hegemónico de la política. 
50 Cfr.Bernard Manin, Los principios del gobierno representativo, Alianza Editorial, España, 1998. 
51 Cfr. Claus Offe, Partidos politicos y nuevos movimientos sociales, Editorial Sistema, España, 1996, pp. 27-53. En 
esta obra se puede encontrar un análisis interesante de las teorías neoconservadoras de la crisis del Estado, y de 
manera precisa sobre las respuestas a la supuesta "pérdida de confianza" en el Estado de bienestar, que 
ineluctablemente se manifestaron en la transformación de la organización Estatal. 
35 
ser la mejor forma de organización política, si debería existir el Estado, y si sí, qué debería 
regular/intervenir, etc. Como respuesta a este impasse en la efectividad del gobierno del 
Estado, en conjunto con los procesos de apertura y de liberalización del comercio y la 
economía, las respuestas han sido múltiples, siendo propuestas desde una completa 
desaparición de la organización estatal hasta un nuevo y más efectivo control de las 
actividades económicas (principalmente) por parte del gobierno.52 
Así, hoy en día nos encontramos con una organización estatal en crisis, donde las diversas 
angustias medioambientales y la crisis de la naturaleza coadyuvan a una polarización política,53 
y generan una apertura en elabanico de cuestiones que incumben al Estado. Por un lado la 
crisis se ha dado debido a la incapacidad del gobierno del Estado por gestionar y solucionar 
problemas ya que el ámbito de lo político se ha visto disminuido frente al económico. Por otro 
lado, la globalización económica y política ha diseminado la soberanía de ciertos Estados en 
mayor o menor grado como consecuencia de la interconexión que se ha fortalecido en las 
últimas décadas. 
Un ejemplo de esto puede ser la privatización de servicios públicos como la distribución y 
almacenamiento de agua en la India,54 la inevitable conexión de las crisis económicas y 
políticas que atraviesan fronteras afectando a poblaciones de diversos Estados, o la nueva 
distribución y división del trabajo entre los países ricos y los países pobres.55 No está de más 
mencionar que también en los ingentes flujos migratorios podemos constatar una dimensión de 
la globalización nunca antes vista. 
En este sentido, ante la crisis, desde el Estado, la economía, y desde la sociedad civil, variados 
actores han intentado dar solución a las problemáticas que afectan nuestro mundo. Con 
respecto al medioambiente las respuestas han ido desde un ecologismo de libre mercado, 
donde se cree que el mercado será quien a través de sus leyes de oferta y demanda corregirá 
las externalidades negativas que se traducen en daños ambientales, hasta teorías como el 
52 Cfr. Anthony Giddens, The politics of Climate Change, Polity Press, Reino Unido, 2010. 
53 La presencia de la crisis medioambiental y ecológica en la crisis del Estado se manifiesta de manera muy clara a 
partir del desastre como un elemento que cuestiona la racionalidad moderna del orden estatal y la seguridad, y 
que pone en entre dicho la capacidad previsora de la razón, el cálculo y la técnica científica y los sistemas expertos 
que rigen nuestra vida cotidiana. 
54 Cfr. Vandana Shiva, Las guerras del agua. Privatización, contaminación y lucro, Siglo XXI, México 2007. 
55 Ulrich Beck, Óp. Cit. 
36 
ecosocialism056 O un retorno a un intervencionismo estatal,57 donde las leyes del mercado no 
son lo suficientemente confiables como para resolver las dificultades que se vislumbran a 
través de la problemática ambiental y la crisis de la naturaleza. 
De este modo, la discusión sobre la naturaleza y el medio ambiente ha rebasado sus antiguos 
limites y escapado a sus espacios tradicionales, haciéndose presente en las problemáticas 
politicas, sociales y económicas de este siglo como nunca antes. 
Hemos hablado de manera genérica de legibilidad y control, de Estado, de territorio y de la 
discusión medioambiental y su relación con la cuestión estatal. Lo que ahora debemos hacer es 
entender cómo en este siglo estos conceptos se manifiestan en la realidad. 
Asi, una vez descrita una perspectiva del concepto de Estado; entendidos los dispositivos 
tecnológicos estatales de la legibilidad y el control; observado el fenómeno de territorialización 
del Estado; y comprendido cuál es la importancia del medio ambiente en la politica 
contemporánea, queda observar la realidad para poder entender hoy cuál es el proceso de 
territorialización del Estado, y qué consecuencias tiene en términos de apropiación y 
producción del espacio. 
En esta investigación sobre la dimensión espacial del poder, es pertinente acercaros a la 
producción del espacio y del territorio en un lugar que consideramos paradigmático en la 
configuración del territorio del Estado mexicano. Nos referimos al estado de Chiapas, y 
particularmente al rio Grijalva. 
Esto por dos motivos fundamentales. El primero es que Chiapas como parte del territorio 
mexicano ha sido siempre un espacio problemático y complejo. No sólo por los problemas 
étnicos, económicos y politicos, sino que también por sus caracteristicas geográficas, entre las 
que destacan el clima húmedo (ya sea cálido o templado) debido a la abundancia de agua en la 
región que se presenta como multiplicidad de rios y lluvia. El segundo motivo es que la 
apropiación de la cuenca del rio Grijalva ilustra en México de manera clara la aplicación de los 
conceptos de los que se discutió lineas arriba, tales como legibilidad y control del territorio. 
Particularmente al hablar de la cuenca del Grijalva nos enfocaremos en la construcción del 
56 Mathew Humphrey, Ecological politics and democratic theory. The Challenge to the deliberative ideal, Routledge, 
Inglaterra, 2007. 
57 Cfr. Anthony Giddens, Óp. Cit. pp. 91-128. 
37 
sistema de presas hidroeléctricas y cómo evidentemente estas obras, más allá de decisiones 
técnicas y cientificas, son elementos constitutivos que producen el espacio y configuran al 
territorio. 
38 
11. Cronología de una transformación. El agua y el gobierno. 
1.-Vocación territorial. Geografías de la abundancia y de la escasez. 2.- Transformaciones 
políticas y económicas del agua. 3.- La crisis del agua en la crisis del Estado. Nuevos 
paradigmas. 4.- La producción del espacio y el territorio: las presas. 
Este segundo apartado tiene como objetivo hacer una descripción y un análisis históricos de los 
usos, distribución, gestión y consumo del agua en México. En este sentido se buscará 
comprender cómo fue que el agua devino paulatinamente un elemento de interés 
gubernamental y se insertó en la agenda política de nuestro país. Esto para poder comenzar a 
pensar a la producción del espacio y del territorio también como un fenómeno político. 
1.- Cuando se conoce de manera superficial a la República Mexicana hay un rasgo geográfico 
que puede ser identificado de manera inmediata, y es que nuestro país de manera evidente es 
árido y seco en el norte, y húmedo y abundante en agua hacia el sur; la zona central del país 
es un espacio de transición entre estos dos tipos de climas. 
Así, poco ha de sorprendernos que los primeros pobladores de estos territorios tengan historias 
tan distintas en el norte y en el sur de nuestro país. Por un lado, mientras los primeros 
colonizadores que se aventuraron hacia el sureste del país lucharon contra la selva y se 
confrontaron con grupos sedentarios y aglomeraciones considerables de personas, aquellos 
temerarios que se dirigieron hacia el río Bravo se encontraron con geografías completamente 
opuestas. 
En efecto, los primeros pobladores novohispanos que buscaron establecerse en el norte del 
país obedecieron a la imperiosa necesidad de encontrar agua. Esto no sólo porque sin agua el 
ser humano no puede vivir, sino que también las formas de vida de estos nuevos colonos 
estaban estrechamente vinculadas a un manejo estático del agua. 
Las actividades productivas de los colonos novohispanos eran principalmente la minería, la 
ganadería y la maderería58 , entre otros. Este tipo de actividades disonantes con el estilo de vida 
58 Estas tres actividades económicas se caracterizan, entre otras cosas, por el uso de grandes cantidades de agua. 
39 
de los locales (nómadas o semi-nómadas en su mayoria) tuvieron como premisas la 
localización, el acceso y el control del agua, ya que el estilo de vida de los recién llegados tenia 
por premisa el sedentarismo. En palabras de Cecilia Sheridan estos fueron "aspectos nodales 
en la definición de los procesos de dominación occidental y ocupación sedentaria sobre los 
territorios nativos organizados en una compleja red de grupos nómadas".59 
Cuando los colonos novohispanos llegaron por primera vez al norte del pais, el amplio 
horizonte desértico impuso como primera necesidad desarrollar mecanismos y tecnologias para 
apropiarse de los recursos hidricos de la región. 
En el norte de México: 
"En la búsqueda de espacios coloniza bies el agua funcionó 
como brújula-guia en las expediciones de reconocimiento y 
conquista que darian pie al establecimiento de pueblos, 
villas, presidios y misiones, asi como de las unidades 
productivas que le darian sentido al lugar: haciendas 
ranchos y estancias"'"o 
De manera

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