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Transicion-en-el-sistema-mundo-moderno-el-resurgimiento-de-la-Federacion-Rusa

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES 
 
RELACIONES INTERNACIONALES 
 
 
 
 TRANSICIÓN EN EL SISTEMA-MUNDO MODERNO: 
. EL RESURGIMIENTO DE LA FEDERACIÓN RUSA 
 
 
. T E S I S 
 
. QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN RELACIONES INTERNACIONALES 
 
. P R E S E N T A 
 
 
. ODÍN JAIME NUEVO JUÁREZ 
 
 
ASESOR DE TESIS 
GERARDO MARTÍNEZ VARA 
 
 
MÉXICO DISTRITO FEDERAL 
CIUDAD UNIVERSITARIA 
VERANO DE 2011 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Índice 
 
Introducción 1 
 
 
1. El sistema-mundo y el declive de la hegemonía estadounidense 
 
1.1. El sistema-mundo y la economía-mundo capitalista 6 
1.2. Declive de la hegemonía estadounidense 12 
1.3. Transición hegemónica, multipolaridad y países BRIC 22 
 
2. De la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas a la nueva Federación Rusa 
 
2.1. Desintegración y transición de la URSS 29 
2.1.1. El principio del fin, desintegración de la URSS 29 
2.1.2. Mijaíl Gorbachov: Perestroika y Glasnost 32 
2.1.3. Boris Yeltsin y el inicio de la transición 35 
2.1.4. Transición política y económica en la nueva Federación Rusa 36 
2.2. La Federación Rusa en el nuevo siglo XXI 43 
2.2.1. Vladimir Putin, política y grupos de poder 43 
2.2.2. Dimitri Medvedev, continuidad del proyecto 49 
2.2.3. La economía rusa en la administración Putin-Medvedev 50 
2.2.4. El sector energético ruso, pilar de crecimiento 56 
2.2.5. La nueva sociedad rusa 62 
2.2.6. Nacionalismo y separatismo: el caso de Chechenia 64 
 
3. La Federación Rusa en el sistema-mundo moderno y política exterior 
3.1. La Política Exterior de la Federación Rusa 74 
3.2. La nueva doctrina militar rusa 81 
3.3. La nueva Federación Rusa en el sistema-mundo moderno 88 
3.3.1. El espacio postsoviético y su extranjero cercano 88 
3.3.2. Rusia y Asia Central 90 
3.3.3. Rusia y el Cáucaso 95 
3.3.4. Rusia y Europa del Este 100 
3.4. Rusia y el extranjero lejano 105 
3.4.1. Rusia y los Estados Unidos 105 
3.4.2. Rusia y la Unión Europea 110 
3.4.3. Rusia y la nueva China 116 
3.5. Nuevas regiones de proyección rusa 122 
3.5.1. Rusia y Asia-Pacífico 122 
3.5.2. Rusia y Medio Oriente 124 
3.5.3. Rusia y América Latina 129 
 
 
 
i 
 
 3.5.4. Rusia y África 132 
 
Conclusiones 
 
135 
 
Anexos 
 
144 
 
Bibliografía 
 
156 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ii 
Índice de cuadros y mapas 
 
 
Cuadros 
 
 
1. La dinámica de las transiciones de la hegemonía 8 
2. Las mayores economías del mundo en 2050 27 
3. Recuperación Económica 2009/2010 28 
4. Proyecciones de crecimiento del PIB per cápita del BRIC al 2050 62 
5. Principales atentados terroristas en Rusia desde 1999 71 
6. Tratados firmados por la URSS-Rusia y Estados Unidos en materia de 
desarme. 
 
 
108 
7. Número de Vectores de lanzamiento y cabezas desplegadas 109 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Mapas 
 
 
1. Presente y futuro de la Economía Global 26 
2. Zonas de Explotación Energética en Rusia 59 
3. Proyectos de nuevos gasoductos en Eurasia para 2015 61 
4. Conformación étnica del Cáucaso 66 
5. Organización para la Cooperación de Shanghái 121 
6. Posibles divisiones del Mar Caspio 126 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iii 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
Introducción 
 
 
 
La realidad internacional se mantiene siempre en movimiento, y las últimas décadas han 
evidenciado que dichos cambios toman una velocidad cada vez más vertiginosa. La rapidez 
con que acontecen los nuevos hechos impide el estudio integral de ellos e imposibilita una 
clara estructuración de los mismos. Las Relaciones Internacionales se enfrentan no sólo a la 
celeridad de dichos procesos, sino a una realidad cada vez más compleja, diversa y con 
nuevos actores que la modifican. Ante tal situación, es innegable que sólo una concepción 
analítica y holística permite entender un objeto de estudio determinado; es decir, el estudio 
de un proceso no debiese ser asimilado como un fragmento sin conexión del resto de la 
realidad. 
Ante nosotros está el cambio más importante de las relaciones internacionales en los 
últimos dos siglos. El cambio en el sistema internacional y las diversas posiciones que 
actores históricos y emergentes están ocupando es de gran relevancia, pues de ello depende 
en gran medida el futuro y dirección de las relaciones internacionales y, en particular la 
configuración de la política internacional. El surgimiento de nuevos actores internacionales 
y el regreso de Estados que en algún momento de la historia fueron grandes potencias, 
añade un nuevo interés al estudio de la política internacional. 
Más allá de la función que desarrollan las grandes corporaciones y otros organismos 
no estatales, la posición fundamental en las relaciones internacionales aún lo mantienen los 
Estados, cuya noción no se limita a la suma de territorio, gobierno y población. Los Estados 
son el ente más grande de organización política y social, su evolución es paralela a la de las 
estructuras que lo componen, de manera que, dentro del estudio del sistema-mundo, el 
sistema interestatal es uno de los ejes primarios para la concepción y entendimiento del 
mundo moderno. 
Hoy en día, el poder de un Estado depende de un sinfín de variables que engrosan 
los factores político, económico, social, militar, cultural y todos aquellos que aporten de 
manera cuantitativa y/o cualitativa, herramientas de coacción y coerción sobre otros 
actores, para que estos actúen de forma conveniente a sus intereses. Las relaciones e 
interacciones entre los diversos Estados que configuran el sistema interestatal, se basan en 
términos generales, en la capacidad de intervenir de manera eficaz y eficiente en los 
 
 
1 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
asuntos internos de otros Estados. La lucha por el poder, no sólo político y económico, es la 
premisa fundamental de las políticas de todo Estado. 
Es dentro de esta concepción que encontramos una lucha interestatal cada vez más 
significativa hoy en día. El declive de la otrora potencia unipolar ha dado pie a un proceso 
de transición mundial. Un proceso que modificará el entendimiento del mundo como lo 
concebimos desde el final de la Guerra Fría. Estamos pues, ante un futuro incierto, aunque 
empezamos a evidenciar las nuevas pautas de un nuevo orden internacional. Es sin duda, lo 
económico y lo político donde encontramos evidencias de esta transición. La crisis 
financiera internacional y su derivada económica en la actualidad, ha puesto en duda los 
cimientos bajo los cuales se organizó el mundo desde finales de la Segunda Guerra 
Mundial. 
Ante los llamados de un nuevo orden, han aparecido las economías de Brasil, Rusia, 
India y China (BRIC), en consonancia con las economías emergentes que revitalizan la 
economía global y rivalizan con el bloque de paísesdesarrollados, que habían liderado todo 
crecimiento y estancamiento de la economía global en antaño. 
El crecimiento económico de los países BRIC es elemento clave para el 
entendimiento del nuevo orden mundial en ciernes. Es de nuestro interés destacar el 
reposicionamiento de la Federación Rusa, quien desde la llegada de Vladimir Putin a la 
presidencia en 1999, ha tenido un crecimiento que se refleja en el campo de su economía, 
en las oportunidades sociales, en lo militar, pero sobre todo en la reconfiguración de su 
política exterior. Esta última reestructurada bajo conceptos similares a los que 
prevalecieron durante la Rusia zarista y la Unión Soviética. 
Para poder abordar el tema de la transición mundial y el reposicionamiento ruso, 
hemos considerado conveniente estructurar el estudio bajo las premisas del análisis de 
sistema-mundo, propuesto por Immanuel Wallerstein, Giovanni Arrighi y con profundas 
bases en los trabajos de Nicolás Kondratieff y Fernand Braudel. 
Partimos del supuesto en que la economía global es una economía-mundo, una de 
las dos categorías de sistemas-mundo. Se asume como una economía-mundo no porque 
prevalezca sobre todo el globo, sino porque constituye en su dinámica, estructura y actores, 
un mundo per se. Dicha economía-mundo es de corte capitalista, sistema de producción que 
ha prevalecido en los últimos 500 años sobre gran parte del orbe. 
 
 
2 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
La dinámica del sistema-mundo divide a países del centro y de la periferia, 
concepción que también asume la Teoría de la Dependencia. Dentro de esta corriente 
teórica, Raúl Prebisch y Celso Furtado, conciben la dualidad centro-periferia en relación 
reciproca de un centro industrial hegemónico que controla una periferia agrícola y 
subordinada. 
Dentro del centro industrial existe una lucha constante por controlar el sistema- 
mundo a través del sistema-interestatal. El control máximo lo define alcanzar la categoría 
de país hegemónico. En tal posición un Estado no tiene rival en términos económicos, 
políticos y militares, incluso se convierte en una especie de centro de la cultura mundial. 
Sin embargo, mantener la hegemonía conlleva grandes costos, por lo que todos los 
países que han alcanzado tal categoría, han terminado por sucumbir. Dos son los factores 
que hacen posible dicho cambio: la debilidad estructural interna de la hegemonía; y los 
esfuerzos de otros Estados por alcanzar esa posición. Es precisamente de donde parte 
nuestro estudio, de un proceso de declive del poder hegemónico de Estados Unidos, 
evidenciado en el uso sistemático de la fuerza, la crisis financiera mundial y el surgimiento 
de nuevos polos de poder que alteran el equilibrio del sistema-mundo, estimulando una 
reconfiguración del orden internacional. 
Es durante esta transición que sobresale la figura rusa dentro del sistema interestatal, 
como uno de los polos de poder importantes para la configuración del nuevo orden. Y es 
que los cambios en el sistema-mundo moderno representan una oportunidad para que la 
dirigencia rusa consolide su poder al exterior y posicione a la Federación como actor 
relevante en el sistema interestatal, después de su caótica debacle durante la década de los 
90. 
 
La ruptura histórica es el desmembramiento de la Unión Soviética en 1991, que 
provocó una crisis estructural al interior de Rusia y que se manifestó en todos los campos 
de la vida rusa. Las condiciones del sistema internacional durante esos años obstaculizaron 
la estabilidad interna del nuevo país. Con Estados Unidos como país hegemónico, la nueva 
Rusia tuvo que transitar en un duro proceso de reconfiguración interna y externa. El cambio 
de un sistema “socialista” a otro de corte capitalista trajo cambios, no siempre positivos, en 
toda Rusia. 
 
 
 
 
3 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
En el plano externo, Rusia como gran heredera del gigante soviético, intentó en un 
primer momento, continuar ejerciendo su influencia dentro del sistema interestatal, sin 
embargo, las condiciones internas que prevalecieron dentro del país, imposibilitaron dicho 
objetivo. Ante tal situación, los rusos perdieron su posición privilegiada en el mundo y con 
ello la posibilidad de intervenir fuera de sus fronteras; el escenario era tal que lo único que 
importaba era sacar a Rusia de su profunda crisis. Una vez alcanzado ese objetivo, los rusos 
han puesto sus nuevas metas más allá de sus fronteras y quieren regresarle a su país, una 
condición histórica de potencia mundial. 
Existió al interior de Rusia un intenso trabajo por delinear cuales serían las 
directrices para encaminar a la Federación a retomar su protagonismo internacional. Al 
evaluar la actual realidad internacional, Rusia tendrá que actuar en un sistema muy 
diferente al de la Guerra Fría, pues existe un incremento de actores internacionales y de 
temas que se incorporaron en la agenda internacional. La dirigencia rusa sabe que será 
imposible formular una estrategia de política exterior sin definir y entender de manera 
general lo que son las relaciones internacionales actuales. 
La confrontación ideológica con occidente, especialmente con Estados Unidos, ha 
terminado. Ahora y en el futuro previsible, los enemigos de Rusia serán por cuestiones 
económicas, energéticas y geopolíticas. Por cuestiones económicas, por la rivalidad diaria 
que manifiesta el sistema-mundo en una condición de economía-mundo capitalista, y por 
los procesos de globalización y regionalización. A ello debemos sumar una especial 
relación de rivalidad-cooperación con los países BRIC. Por cuestiones energéticas, por la 
creciente demanda de recursos estratégicos y por sus reservas de petróleo y gas, que a 
diferencia de otros países industrializados, Rusia posee en gran cantidad, incrementando 
sus ventajas comparativas. Por cuestiones geopolíticas, por las nuevas tendencias en la 
política internacional y por el reordenamiento geopolítico, generado por los cambios en los 
dos sectores mencionados previamente. 
Es necesario, para entender la proyección externa de Rusia, analizar el proceso de la 
transición y sus resultados, pues es evidente que la realidad del interior ruso se manifiesta 
en la configuración de su política exterior y en el establecimiento de su interés nacional. 
Nos concentraremos en las administraciones de Putin-Medvedev, ya que es durante estos 
 
 
 
 
4 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
años que Rusia ha hallado el camino del crecimiento económico, el fortalecimiento del 
aparato estatal y el tan anhelado reposicionamiento dentro del sistema interestatal. 
El análisis se centrará en la evolución económica interna, pues es la estructura 
productiva la que determina en gran medida, la formación de nuevos bloques políticos al 
interior y una inserción en la economía-mundo capitalista. Destacamos también las nuevas 
pautas de la dinámica política y las características de la nueva clase dirigente, pues es ésta, 
quien sacó a Rusia de su crisis y quien manifiesta constantemente su interés por influir en el 
resto del mundo. 
Nuestra investigación no sólo abarca las cuestiones positivas y las ventajas de la 
nueva Rusia, pues al interior y al exterior existen obstáculos y amenazas en torno al nuevo 
proyecto ruso. Es evidente que los nacionalismos, al interior, y una lucha constante con 
otros polos de poder, al exterior; son dos de los más importantes retos que sorteará la 
dirigencia rusa. La parte más importante es el estudio de la política exterior y de las 
relaciones rusas con el resto del mundo, pues sólo ahí corroboraremosla existencia de una 
transición mundial, el establecimiento de un sistema multipolar y el ya mencionado, 
resurgimiento ruso. 
Es indudable que el estudio de Rusia, siempre ha contribuido al entendimiento de 
las relaciones internacionales por la envergadura de los procesos que se desarrollan dentro 
del país y de la influencia que estos tienen sobre Europa, Asia Central y Asia-Pacifico. Un 
internacionalista no puede dejar de lado el estudio de procesos macros como lo es el 
regreso de una Rusia, ahora capitalista, en el contexto de la economía-mundo. 
Es por ello que todo el análisis siguiente está encaminado a demostrar que: en el 
marco de una economía-mundo capitalista, el declive del poder hegemónico estadounidense 
y los resultados de la transición política y económica al interior de Rusia, potencian una 
serie oportunidades, dentro del sistema interestatal, para que la dirigencia rusa posicione a 
su país como una potencia regional y mundial. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
1. El sistema-mundo y el declive de la hegemonía estadounidense 
 
 
 
1.1 El Sistema-Mundo y la Economía-Mundo capitalista. 
 
 
 
En la actualidad, la dinámica del sistema mundial se ha vuelto sumamente compleja, esta 
característica se debe en gran medida a la velocidad de los flujos entre los diversos actores. 
Tal es la rapidez de los sucesos internacionales y de sus consecuencias que muchas veces se 
deja de verlos como parte de un todo integrado y coherente, creando diversas realidades 
que suceden de manera aislada. 
La gran mayoría de los acontecimientos mundiales son parte de un mismo sistema. 
Cuestiones de índole económica, social, política, cultural y geopolítica son parte de una 
misma realidad, sin embargo, la alta especialización en las ciencias sociales, y por 
consiguiente de sus objetos de estudio, modelan una visión de la realidad y del mundo 
sumamente fragmentada y desvinculada. Esta situación da por hecho que los sucesos 
surgen en el preciso momento y descartan la influencia de las estructuras previas de la 
historia. 
Un gran número de estudios sobre la realidad internacional ha hecho de los 
atentados del 11 de septiembre de 2001 (11/S), sobre el World Trade Center de Nueva 
York, el punto de inflexión más importante al inicio del siglo XXI. La mayoría de los 
análisis han concluido que éste suceso cambió de manera radical la percepción de las 
relaciones internacionales, no sólo por la magnitud del evento, sino por las consecuencias 
que desató, de las cuales, la más evidente es la lucha contra el terrorismo internacional que 
lleva a cabo Estados Unidos.
1
 
 
Sin embargo, pocos han mencionado que este suceso es sólo parte de un proceso 
aún más complejo y global, donde el terrorismo internacional es simplemente una 
expresión que viene a confirmar y acentuar las nuevas tendencias de la realidad 
internacional. 
De esta manera podemos señalar que la caída del muro de Berlín y el colapso de la 
 
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), únicamente por citar dos eventos de 
 
1 
Cfr. Darío Salinas Figueredo, “Las coordenadas de la política estadounidense. Implicaciones para América 
Latina”, en: Marco A. Gandésegui, Coordinador, Crisis de Hegemonía de Estados Unidos, Siglo XXI, 
México, 2007, pp. 199-212. 
 
6 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
escala mundial, son también parte de este mismo proceso global y están enmarcados en la 
historia y evolución del mismo sistema. 
El colapso de la URSS en 1991, la transición entre socialismo y capitalismo, y el 
aparente regreso de Rusia como actor privilegiado de las relaciones internacionales, tema 
de este trabajo, sólo se puede explicar a partir de la interacción de los cambios internos y 
externos en los que participa la sociedad rusa. Dicho proceso no puede verse como un 
evento aislado, y aún menos desdeñar sus consecuencias en el sistema mundial. 
Este sistema, que de ahora en adelante denominaremos sistema-mundo, es en 
palabras de Immanuel Wallerstein, una “zona espaciotemporal que atraviesa múltiples 
unidades políticas y culturales, una que representa una zona integrada de actividad e 
instituciones que obedecen a ciertas reglas sistémicas.”
2 
En otras palabras, podemos señalar 
que; 
 
a) dicho sistema es geográfico por el simple hecho de materializarse en un territorio 
determinado y que podríamos observar limites de este espacio; 
b) es histórico por ser el resultado de una construcción constante y que al mismo 
tiempo se constituye como la base real de cualquier actividad futura, es en este 
punto donde el estudio de la historia se vuelve vital para el entendimiento del 
presente; 
c) su dinámica es el resultado de la actividad y relación entre los diversos actores, y; 
d) tiene reglas sistémicas, si bien la historia no es la misma, encontramos ciertos 
patrones de conducta del sistema-mundo y de su regulación. 
 
 
Immanuel Wallerstein señala que existen dos tipos de sistemas-mundo: a) imperio- 
mundo, y b) economía-mundo. El primero se caracteriza por una enorme estructura 
burocrática con un centro político y un eje de división de trabajo; v.g. el Imperio Romano y 
China durante la dinastía Han. Pero de mayor relevancia es la economía-mundo, 
particularmente la economía-mundo capitalista. En sus propias palabras una economía- 
mundo es “una gran zona geográfica dentro de la cual existe una división del trabajo y por 
lo tanto un intercambio significativo de bienes básicos o esenciales así como un flujo de 
 
 
 
 
2 
Immanuel Wallerstein, Análisis de sistemas-mundo: una introducción, Siglo XXI, México, 2005, p. 32. 
 
7 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
capital y trabajo.”
3 
Con base en los mismos elementos que caracterizan a un sistema 
histórico, podemos señalar que: 
a) la economía-mundo capitalista está extendida en casi todo el mundo, incluso lo 
pequeños procesos productivos, aislados geográficamente, están ligados a los ciclos 
económicos de gran envergadura; 
b) la dinámica actual de la economía-mundo es el resultado de más de 500 años de 
evolución de un mismo modo de producción capitalista, aunque podemos 
diferenciar distintas etapas de este mismo ciclo; 
c) los principales actores, en orden de aparición, son los Estado-nación y las 
empresas transnacionales, y; 
d) durante la evolución de este sistema histórico se han producido ciertos ciclos de 
crecimiento, expansión, estancamiento, declive y crisis no sólo en la estructura 
económica, sino en el resto de las estructuras sistémicas. 
 
 
Cuadro 1. La dinámica de las transiciones de la hegemonía 
 
Hegemonía 
 
Crisis de Hegemonía 
 
Colapso de Hegemonía 
 
Nueva Hegemonía 
 
Reorganización Rivalidades Reorganización 
sistémica efectuada interestatales y sistémica efectuada por 
por el Estado competencia Caos sistémico. el nuevo Estado 
hegemónico. interempresarial. hegemónico. 
 
 
 
Expansión 
sistémica. Emergencia de nuevas Centralización de los Emulación del nuevo 
configuraciones de recursos sistémicos. Estado hegemónico. 
poder. 
Emulación del Estado 
hegemónico. 
Fuente: Giovanni Arrighi y Beverly J. Silver, Caos y orden en el sistema-mundo moderno, 
Ediciones Akal, España, 2001, p. 37. 
 
 
 
 
 
 
3 
Ibíd., p. 40. 
 
8 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
Este ciclo de auge y caída es más evidente en la cuestión económica, pues el espíritu 
del sistema reside en el constante proceso de acumulación de capital. Esta situaciónno sólo 
sucede entre empresas y Estados, pues también acontece dentro de ellos, lo cual fomenta la 
división del trabajo, reproduciendo relaciones de dominación entre pobre y ricos, entre los 
poseedores de los medios de producción y aquellos que únicamente tienen su fuerza de 
trabajo. Por ello podemos señalar que la actual economía-mundo no es un sistema 
homogéneo en lo económico ni mucho menos en lo político y lo social. 
Pero ha sido esta misma competencia intercapitalista la que ha modificado, a lo 
largo de la historia del sistema-mundo, las relaciones de dominación, y por consiguiente ha 
contribuido a la formación y consolidación de Estados débiles y fuertes, estos últimos, 
promotores del status quo. Los diferentes Estados y las relaciones entre ellos conforman el 
sistema interestatal. Como hemos señalado previamente, las estructuras de la economía- 
mundo capitalista no son homogéneas y el sistema interestatal no escapa a la regla. 
Todo sistema interestatal tiene un país hegemónico que abandera la expansión del 
sistema-mundo. Este país hegemónico también establece ciertas reglas de conducta dentro 
del sistema, domina la economía-mundo, es decir el proceso productivo global y se vuelve 
el centro económico y financiero del sistema, obtiene casi la totalidad de sus objetivos 
políticos sin la necesidad de usar la coacción y establece estándares culturales que 
identifican su dominio sobre el resto del sistema interestatal. 
Estos Estados hegemónicos no son eternos, la propia dinámica de este sistema 
invariablemente causa una transición de la hegemonía. Este proceso está lejos de ser 
pacífico y ordenado. Las transiciones hegemónicas pueden observarse de la Holanda del 
siglo XVII-XVIII a Inglaterra del siglo XVIII-XIX, y de ésta a Estados Unidos. La 
decadencia de los Estados hegemónicos es el resultado de una disminución de sus 
capacidades económicas, financieras y militares para mantener el control sobre el sistema 
interestatal; y de la competencia entre Estados, quienes aumentan de manera considerable 
sus capacidades reales de intervención en el sistema. Giovanni Arrighi comenta al respecto 
que “las crisis hegemónicas se caracterizan por tres procesos distintos pero estrechamente 
relacionados: la intensificación de la competencia interestatal e interempresarial; la 
 
 
 
 
 
 
9 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
escalada de los conflictos sociales; y el surgimiento intersticial de nuevas configuraciones 
 
de poder.”
4
 
 
En diversas ocasiones, este caos sistémico, ha desembocado en conflictos armados, 
que suponen el fin de la competencia interestatal. Se consume con la derrota de la 
hegemonía ante y con la victoria y consolidación del nuevo poder hegemónico. Al respecto, 
Immanuel Wallerstein menciona que: 
 
 
En los tres casos –holandés, británico y estadounidense- la hegemonía fue el 
resultado de largos períodos de expansión competitiva […] de la que resultó una 
determinada concentración del poder político y económico. En el transcurso de esas 
expansiones competitivas, la potencia hegemónica en ascenso adquirió su ventaja 
decisiva primero en la producción, luego en el comercio, y finalmente en las 
finanzas. Pero la hegemonía quedó firmemente afianzada tan sólo mediante la 
victoria en una „guerra mundial‟ de treinta años: la de los Treinta años de 1618 a 
1648, las guerras napoleónicas de 1792 a 1815, y la larga guerra euroasiática que 
tuvo lugar entre 1914 y 1945. „La ventaja económica del ganador se expande por el 
propio proceso de la guerra, y el orden interestatal de posguerra está destinado a 
afianzar esa ventaja y a protegerla frente a la erosión‟.
5
 
 
 
Aún cuando exista un desplazamiento del centro hegemónico mundial, este hecho 
por sí solo no afecta la naturaleza propia del capitalismo, la acumulación incesante de 
capital, el espíritu del sistema, no fenece. Y es aquí donde se destaca la participación de la 
empresa transnacional, pues su creación y continuidad subyacen a la misma lógica del 
capitalismo, no importando quien sea o deje de ser el país hegemónico. 
Por lo arriba mencionado podemos señalar que el capitalismo, tal como lo 
conocemos hoy en día, es el resultado de un proceso social histórico. Cabe señalar que en el 
fondo del capitalismo prevalece la división internacional del trabajo, que refiere a los flujos 
mismos de las cadenas de producción y de ganancia. Dicha situación sólo se ha extendido y 
 
 
 
 
4 
Giovanni Arrighi y Beverly J. Silver, Caos y orden en el sistema-mundo moderno, Ediciones Akal, Madrid, 
2001, p. 36. 
5 Immanuel Wallerstein, citado en Ibíd. p. 31. 
 
10 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
profundizado sobre las diversas zonas geográficas, llevando a las zonas periféricas a un 
proceso de pauperización y polarización.
6
 
La característica final de este sistema es que las cadenas de producción han 
atravesado las fronteras estatales y los diversos agentes productivos han tenido que 
implementar prácticas monopólicas que les permitan seguir la lógica capitalista. El 
resultado de tales prácticas, en palabras de Wallerstein es; “un ciclo alternante de 
expansiones y estancamientos del sistema en su conjunto. Estos ciclos han implicado 
fluctuaciones de tal significación y regularidad que es difícil no creer que son intrínsecas al 
funcionamiento del sistema.”
7 
Los resultados de estos ajustes se han caracterizado por la 
 
reubicación geográfica de ciertas cadenas productivas; es decir, procesos productivos que 
han perdido su importancia en términos de acumulación de capital, son transferidos a la 
periferia, en tanto que el centro conserva la vanguardia en investigación y producción de 
los negocios más rentables. 
Es en este sentido donde toma relevancia el sistema interestatal, pues el poder de 
cada Estado no sólo estará cimentado en el número de efectivos militares ni en sus 
formulaciones ideológicas, sino en su capacidad efectiva de fomentar la concentración de 
capital dentro de sus fronteras en comparación con otros Estados.
8 
Para Samir Amin este 
hecho representa que: 
 
 
[…] un respetable número de países del Sur están llamados a convertirse en 
productores industriales cada vez más importantes, tanto en sus mercados internos 
como en el mercado mundial. Importadores de tecnologías, de capitales, pero 
también competidores en la exportación, ellos están llamados a estar presentes en 
los equilibrios mundiales con un peso creciente. No se trata solamente de algunos 
países de Asia del este (como Corea), sino de la inmensa China y, mañana, de la 
India y de los grandes países de América Latina. Ahora bien, lejos de ser este un 
factor de estabilidad, la aceleración de la expansión capitalista en el sur sólo podrá 
ser la causa de conflictos violentos, internos e internacionales. Porque esta 
expansión no puede absorber, en las condiciones de la periferia, a la enorme fuerza 
 
 
6 Cfr. Immanuel Wallerstein, El capitalismo histórico, Siglo XXI, Madrid, 1988, pp. 21-22. 
7 Ibíd., p. 25. 
8 
Ibíd., p. 37. 
 
11 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
de trabajo que se encuentra allí concentrada. En este sentido, las periferias del 
sistema son „zonas de tempestad‟. Los centros del sistema capitalista tienen 
necesidad de ejercer su dominación en las periferias y de someter a sus pueblos a la 
disciplina feroz que exige la satisfacción de sus prioridades.
9
 
 
 
Esta disputa por generar acumulación no sólo hará de la periferia una zonade gran 
actividad económica, pues las relaciones entre los países del centro, particularmente en 
Europa y Asia, cambiaran radicalmente la forma de pensar las relaciones entre los Estados. 
En esta situación es donde la dirigencia rusa tratará de maximizar las capacidades de su 
base económica y productiva como garante de la acumulación y ser la base que proyecte un 
Estado fuerte dentro de un sistema interestatal en plena reconfiguración de poder. 
 
 
1.2 Declive de la hegemonía estadounidense. 
 
 
 
Antes de revisar en qué consiste lo que denominamos declive de la hegemonía 
estadounidense, analizaremos como es que Estados Unidos llegó a dicha posición. Arrighi 
considera que se pueden identificar tres fases de la transición hegemónica británica a la 
estadounidense. En primer lugar tenemos la que corresponde a la crisis de hegemonía 
británica a partir de la Gran Depresión de 1873-1896. Durante esta etapa emergieron 
nuevos polos de poder con una base militar industrial que rivalizaban entre sí, a tal grado de 
desencadenar la I Guerra Mundial. 
La I Guerra Mundial representó el caos sistémico, pues las estructuras que en antaño 
habían guiado y controlado al viejo régimen colapsaron. Al finalizar dicho conflicto no 
surgió una nueva hegemonía, por el contrario, este caos sistémico permaneció hasta el fin 
de la II Guerra Mundial. Y no fue hasta la década de los años cincuenta con la instauración 
de nuevas estructuras mundiales que se consolidó la hegemonía estadounidense.
10
 
El estatus de hegemonía sólo se obtiene si se llega a un alto grado de eficiencia y 
eficacia productiva, si se consolida un centro financiero y si se posee un gran poder militar 
sin competencia alguna. Estas tres condiciones sólo se pueden dar durante la etapa de crisis 
 
 
9 
Samir Amin, epílogo, en: Carlos Tablada y Win Dierckxsens, Guerra global, resistencia mundial 
y alternativas, Ediciones Nuestra América, 2004, p. 8. 
10 Giovani Arrighi y Beverly J. Silver, Op. Cit. pp. 71-73 
 
12 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
sistémica, es decir, cuando la hegemonía previa ha perdido toda capacidad de regular el 
sistema interestatal, permitiendo una competencia entre los países más fuertes por ocupar 
su lugar.
11
 
Después de 1945, fue relativamente fácil para los estadounidenses convertirse en los 
portadores del interés general de una gran parte del sistema interestatal. No necesitó de 
relaciones de coerción y/o dominación, pues el liderazgo de su hegemonía fue en virtud de 
su triunfo sobre el nacional-socialismo, su rápido crecimiento económico y ser el principal 
defensor de la democracia y el liberalismo ante un espacio antagónico como el que 
representaba la URSS. A este respecto Wallerstein señala que: 
 
 
Después de 1945, fue fácil para Estados Unidos formular una estrategia inteligente 
para obtener lo que deseaba en el mundo. Fue el único poder industrial que salió de 
la guerra con su infraestructura intacta y con capacidad de producir de manera 
eficaz y competitiva en todos los sectores. Se aprovechó de este margen para 
subordinar el mercado mundial y de utilizar este poder económico para consolidar 
su dominación geopolítica.
12
 
 
 
Estados Unidos estableció una serie de estructuras de alcance global que le 
permitieron institucionalizar su hegemonía. Los acuerdos de Bretton Woods establecieron 
los nuevos fundamentos del sistema monetario internacional bajo la administración del 
dólar como divisa internacional, lo cual se sumó “al volumen de producción, desarrollo 
tecnológico, el papel como acreedor mundial y la responsabilidad de las inversiones y de 
sus empresas.”
13 
“Si antes de la guerra la economía estadounidense era una más entre otras 
 
grandes economías, tras la guerra se convirtió en el centro de la economía mundial en 
 
rápido crecimiento.”
14
 
Paralelo a la instauración de las estructuras monetarias y económicas también se 
crearon instituciones político-militares como son las Naciones Unidas y la Organización del 
 
11 Immanuel Wallerstein, citado en: Ibíd. p. 30. 
12 
Immanuel Wallerstein, “La situación mundial frente al declive de Estados Unidos”, en: Marco A. 
Gandásegui, Óp. Cit., p. 95. 
13 
Antonio Gutiérrez Pérez, “Estados Unidos y la hegemonía financiera: ¿Recomposición o declinación?, en: 
Rosa Cusminsky, recopilador, Mito y realidad de la declinación de Estados Unidos, CISEUA-UNAM, 
México, 1992, p. 21. 
14 
Franz Schurmann, citado en: Giovani Arrighi y Beverly J. Silver, Óp. Cit., p.92. 
 
13 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Ambos organismos materializaron las reglas 
sistémicas dictadas desde Washington y Nueva York. Estados Unidos era la potencia 
hegemónica y no tenía quien le rivalizara. Se iniciaba la pax americana. Para Arrighi, “el 
resultado de toda esta organización fue una expansión del comercio y de la producción 
mundial, la llamada edad de oro del capitalismo de las décadas de 1950 y 1960.”
15
 
 
Sin embargo, desde la década de los años setenta y particularmente a raíz de la crisis 
mundial desatada por el incremento de los precios del petróleo y el conflicto desgastante en 
Vietnam y el fin del patrón oro, se inició a hablar de una erosión relativa del poder 
estadounidense. Una década después, Paul Keneddy señaló que aún cuando Estados Unidos 
tuviera una categoría propia en lo económico y lo militar, debía forzosamente someterse “a 
las dos grandes pruebas de que depende la longevidad de toda potencia importante que 
ocupa la posición „número uno‟ en los asuntos mundiales.” En primer lugar debía conservar 
un equilibrio razonable entre las percibidas exigencias de defensa de la nación y los medios 
que posee para atender estos compromisos; en segundo lugar, era librar a las bases 
tecnológicas y económicas de su poder de la erosión relativa frente a las pautas siempre 
cambiantes de la producción mundial.
16
 
 
Después de un largo camino y de más de dos décadas podemos afirmar que Estados 
Unidos no ha superado tal prueba y que sus capacidades reales son insuficientes para 
afrontar los compromisos contraídos dentro del sistema interestatal y aún peor, no son 
suficientes para defender su propio interés nacional. En otras palabras, es lo que se ha 
denominado una excesiva extensión imperial. 
En el aspecto económico, desde los setenta, “Europa occidental y Japón [ambos 
aliados políticos de Estados Unidos] habían llevado sus estructuras económicas al sitio 
donde eran más o menos competitivas con las estructuras estadounidenses: en su mercado 
interno, en el mercado interno de los Estados Unidos y en los mercados del resto del 
mundo.”
17 
El declive de la hegemonía empezaba a ser un proceso doble y estrechamente 
relacionado, por un lado, su propia declinación debida a la extensión imperial; en segunda 
instancia por la creciente participación de nuevos actores dentro del sistema-mundo. 
 
 
 
 
15 Giovani Arrighi y Beverly J. Silver, Op. Cit., p. 95. 
16 Paul Kennedy, Auge y caída de las grandes potencias, Debolsillo, Madrid, 2005, Tercera Edición, p. 800. 
17 Immanuel Wallerstein, Estados Unidos confronta al mundo, Siglo XXI, México, 2005, p. 10. 
 
14 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
En 1991, durante la Primera Guerra del Golfo, se puso en evidencia la carencia de 
capital estadounidense necesario para sustentar dicho enfrentamiento. La gran totalidad de 
dicha empresa fue pagada por Japón, lo cual demostró tres cosas: a) Japón era una 
economía relevante; b) Estados Unidos no contaba con los recursos necesarios parafinanciar una guerra de corta duración; c) la última de las herramientas para mantener la 
hegemonía era el uso sistemático de la fuerza.
18
 
En este sentido, Rafael Calduch Cervera señala que “la necesidad de articular una 
 
coalición internacional para hacer aceptable la intervención militar y la contradictoria e 
incompleta solución del conflicto […] demostraron que la superpotencia norteamericana 
estaba muy lejos de poder ejercer el liderazgo estratégico mundial de un modo exclusivo.”
19
 
En las últimas décadas, ante el avance del proceso globalizador, se han presentado 
dos grandes cambios al interior de la economía estadounidense: el primero de ellos radica 
en el cambio de un predominante capital industrial a uno no industrial, principalmente 
financiero; el segundo es que dentro de la lógica de la internacionalización del capital, los 
estadounidenses han dejado de invertir en su cadena productiva, prefiriendo invertir en 
lugares que provean de una mayor tasa de ganancia. La pregunta que se obtiene de dichas 
conclusiones es ¿por qué Estados Unidos sigue recibiendo las garantías de una hegemonía, 
aún cuando su cadena productiva es insuficiente para garantizar dicha posición? Samir 
Amin señala que: 
 
 
La economía norteamericana vive como parásito en detrimento de sus socios en el 
sistema mundial. […] El mundo produce, los Estados Unidos (cuyo ahorro nacional 
es prácticamente nulo) consumen. „La ventaja‟ de los Estados Unidos es la de un 
depredador cuyo déficit está cubierto con el aporte de los otros, con su 
consentimiento o a la fuerza. Lo medios puestos en práctica por Washington para 
compensar sus deficiencias son de naturaleza diversa: violaciones unilaterales 
repetidas de los principios del liberalismo, exportaciones de armas y búsqueda de 
rentas petroleras. Lo esencial del déficit americano está cubierto por los aportes en 
 
 
 
18 Cfr., Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX, Crítica, España, 2005, p.246. 
19 
Rafael Calduch Cervera, “Las relaciones de Rusia con la Unión Europea y Estados Unidos”, en: Centro 
Superior de Estudios de la Defensa Nacional, Influencia de la nueva Rusia en el actual sistema de seguridad, 
Monografía núm. 113, 2010, pp. 19-20. 
 
15 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
capitales que provienen de Europa y Japón, del Sur a lo cual podríamos añadir la 
punción ejercida en nombre del servicio de la deuda impuesta a la casi totalidad de 
los países de la periferia del sistema mundial.
20
 
 
 
Esta desviación de recursos no sólo se produce a nivel internacional, pues también 
al interior hay evidencias de esta dinámica. Las consecuencias por mantener el carácter de 
hegemonía se observan en un claro detrimento de los programas sociales, desintegración 
del sector salud y educación pública y grandes problemas sociales y de pobreza. 
Es innegable que Estados Unidos aún conserva gran parte del poder que gozó como 
país hegemónico durante la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, el poder real de 
Estados Unidos de intervenir libremente en el sistema interestatal ha disminuido de manera 
considerable, a tal grado que el establishment estadounidense decidió embarcarse en 
costosas guerras con el fin último de reposicionar la fuerza estadounidense frente a sus 
enemigos, e incluso sus aliados. Las invasiones en Irak y Afganistán no sólo no cumplieron 
con su objetivo, por el contrario, reafirmaron la debilidad estadounidense frente a los 
nuevos retos del siglo XXI. James Petras hizo un análisis de la Operación Zorro del 
Desierto, durante la Guerra del Golfo a inicios de los años noventa, que bien podríamos 
aplicar para las invasiones en contra de Irak y Afganistán, en la última década. Petras 
manifestó que: 
 
 
La guerra de Estados Unidos en el Golfo Pérsico [y ahora la guerra en contra del 
“terrorismo”] fue un intento de reafirmar el papel de Washington como policía del 
mundo; de volver a subordinar a los competidores económicos al poder militar 
(Japón, Europa); de convertir las hegemonías economías nacientes en dóciles 
guardianes de las conquistas militares estadounidense; de desintegrar las alianzas 
europeas a favor de las coaliciones centradas alrededor de Estados Unidos; de 
negociar los pagos de la deuda del tercer mundo a cambio de participar en la fuerza 
militar multinacional bajo el mando de Estados Unidos e intimidar simultáneamente 
al tercer mundo para someterlo. […] el propósito de la guerra era definir un nuevo 
orden mundial centrado en el poderío militar en el que el mercado, ingresos y 
 
 
20 
Samir Amin, epílogo, en: Carlos Tablada y Win Dierckxsens, Op. Cit., p. 7. 
 
16 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
recursos se definían no con base en el poderío del mercado tecnológico, sino del 
predominio político militar. Con estas reglas se aseguraría la supremacía mundial de 
Washington.
21
 
 
 
Al evaluar las invasiones sobre Irak y Afganistán es difícil encontrar resultados 
positivos. El National Priorities Project señaló que el saldo de los gastos en operaciones 
militares en Irak y Afganistán superó el billón de dólares, lo que lo hace en su conjunto el 
segundo conflicto más caro para los estadounidenses.
22 
El mismo estudio revela que desde 
2001 cada estadounidense perdió unos 3,500 dólares. Se estima que los gastos para Irak 
 
ascendieron a 744,730 millones de dólares, en tanto que para Afganistán se destinaron 
 
329,380 millones de dólares. 
 
A los costos monetarios debemos añadir la pérdida de vidas humanas, algunos 
estudios revelan que la cifra asciende aproximadamente a 5 mil en Irak y más de 2 mil 
efectivos en Afganistán. Sin embargo, el sector más devastado fue la población de ambas 
naciones, las estimaciones más duras consideran más de un millón de civiles muertos. Por 
si no fuera poco, la guerra provocó una catástrofe ecológica de gran magnitud. El Golfo 
Pérsico se contaminó con 8 millones de barriles de petróleo, los militares iraquíes 
quemaron más de 600 pozos, lo cuales tardaron más de un año en ser controlados.
23
 
 
A este respecto, Wallerstein señala que cuando la potencia hegemónica es forzada a 
utilizar su poderío militar, este hecho, no sólo constituye su primer signo de debilidad sino 
también la fuente de declinación futura. A la postre, “el uso de una fuerza „imperial‟ 
socavará el poder económica y políticamente.”
24 
James Petras confirma tal proceso al 
asegurar que “los brotes militares efímeros […] no son indicio de la bravura de una nación 
–ni el remedio para la decadencia económica mundial o nacional. La fuerza militar es un 
 
 
 
 
 
21 
James Petras y Morris Morley, ¿Imperio o república? Poderío mundial y decadencia nacional de Estados 
Unidos, Siglo XXI, México, 1998, pp. 14-15. 
22 
Analistas del Congreso estadounidense calcularon que, según los precios del año 2008, la I Guerra 
Mundial costó al país 253,000 millones de dólares; la II Guerra Mundial, la más cara hasta el momento, 4.1 
billones de 
dólares; la guerra de Corea, 320,000 millones, y la guerra de Vietnam, 686,000 millones. Cfr. s/a, “El precio 
de embarcarse en una guerra”, [en línea], Rusia, RT, 2 de septiembre 2010, Dirección URL: 
http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_13215.html, [consulta: 10 de septiembre de 2010]. 
23 Ibíd. 
24 Immanuel Wallerstein, Óp. Cit., Análisis de sistemas-mundo, p. 85. 
 
17 
http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_13215.html
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
indicador cada vez menos pertinente de la hegemonía en un mundo dominado por el 
 
mercado de finales del siglo XX.”
25
 
 
El último aspecto que caracteriza la debacleestadounidense es el descontrol 
financiero internacional que tiene como epicentro los grandes bancos estadounidenses y la 
Reserva Federal. Se ha mantenido este tema hasta el final puesto que las implicaciones son 
las más evidentes y ultimas del declive estadounidense. 
Al deteriorarse las bases productivas y comerciales estadunidenses, el establishment 
busca mantener su posición mundial desarrollando un régimen financiero de acumulación. 
Utiliza el control de las altas finanzas para sustraer los recursos que le permitan sostener el 
crecimiento económico de los Estados Unidos.
26 
Esta inclinación del capital especulativo 
sobre el productivo afecta seriamente las cadenas productivas, no sólo del centro sino 
también de la periferia y de las nuevas economías emergentes. 
Samir Amin señala que en la actualidad el centro de gravedad de la decisión 
económica ha sido transferido de la producción de plusvalía en los sectores productivos 
hacia la redistribución de beneficios ocasionados por los productos derivados de las 
inversiones financieras. Agrega que no estamos en presencia de una economía de mercado 
sino en un capitalismo de oligopolios financiarizados. Tal es el grado de la expansión 
financiera que las transacciones financieras son del orden de 2 mil trillones de dólares, 
cuando el PIB mundial sólo alcanza los 44 trillones de dólares.
27 
Vivimos una clara 
 
expansión financiera y ninguno de los pronósticos acerca de ella es prometedor. 
 
 
 
La expansión financiera global de los aproximadamente últimos veinte años no 
constituye una nueva fase del capitalismo mundial ni anuncia una „incipiente 
hegemonía de los mercados globales‟. Por el contrario, indica claramente que nos 
hallamos inmersos en una crisis de hegemonía. Como tal, cabe esperar que esa 
expansión no sea sino un fenómeno temporal que acabará más o menos 
 
 
 
 
 
25 James Petras y Morris Morley, Óp. Cit., p. 2. 
26 
Cfr. Carlos Eduardo Martins, “Los impasses de la hegemonía de Estados Unidos. Perspectivas para el siglo 
XXI”, en: Marco A Gandásegui, Óp. Cit., p. 46. 
27 
Samir Amin, “¿Debacle financiera, crisis sistémica?”, [en línea], Mondialisation.ca, noviembre de 
2008, Dirección URL: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=11193, [consulta 20 de 
octubre de 
2010]. 
 
18 
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=11193
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
catastróficamente, dependiendo de cómo gestione la crisis la potencia hegemónica 
en declive.
28
 
 
 
Dicha expansión financiera inicio con tasas de crecimiento en el comercio y la 
producción, sin embargo, a la postre esta misma expansión limita y degrada el proceso 
productivo de la cual emergió. Para Arrighi estas expansiones financieras permiten al líder 
de cada ciclo productivo y comercial, que se acerca a su fin, cosechar los frutos de su 
liderazgo bajo la forma de un acceso privilegiado a la sobreabundante liquidez que se 
acumula en los mercados financieros mundiales, y contener, al menos por un tiempo, las 
fuerzas que atentan contra la prolongación de su dominio.
29 
Agrega que: 
 
 
 
[…] la creciente „financiarización‟ de los procesos de acumulación de capital 
durante cada transición está asociada a una rápida y extremada polarización de la 
riqueza, que a su vez corroe el conformismo de la „clase media‟ sobre el que 
descansa el orden hegemónico mundial. Parte de la tendencia al creciente conflicto 
social en los períodos de transición proviene del esfuerzo de esas capas „medias‟ por 
defender los privilegios de que habían gozado en el seno del bloque social 
hegemónico.
30
 
 
 
 
En el contexto de incertidumbre que se inició en el verano de 2007 empezaron a 
resentirse los mercados mayoristas de capitales, provocando una crisis de liquidez, por la 
que las entidades financieras dejaron de prestarse entre sí en los mercados interbancarios. 
Cabe señalar que desde 2001 la economía estadounidense había entrado en recesión y los 
precios del petróleo y las materias primas sufrieron una escalada de precios, ambos hechos 
provocaron una inflación que a su vez se tradujo en un recorte al gasto de los consumidores 
en todo el mundo. 
La gota que derramó el vaso fue la quiebra del banco de inversiones Lehman 
 
Brothers, institución financiera estadounidense que históricamente ha pertenecido al 
 
establishment corporativo. Más allá de evidenciar la incapacidad o nula regulación del 
 
 
28 Giovani Arrighi y Beverly J. Silver, Op. Cit., p. 276. 
29 Ibíd., p. 40. 
30 
Ibíd., p. 157. 
 
19 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
Estado en este sector, la quiebra de Lehman Brothers demostró la fragilidad del sistema 
financiero internacional centrado en el capital especulativo, provocando distintos llamados 
a establecer un nuevo sistema financiero mundial. 
Durante la 64º Asamblea General de Naciones Unidas (2009) los diferentes 
mandatarios hicieron explícito su desacuerdo con las normas vigentes que regulaban los 
mercados financieros. El Presidente de Rusia, Dimitri Medvedev señaló que se deben 
cambiar los mecanismos de correspondencia entre los mercados financieros y la economía 
real. Por su parte el Presidente de Brasil, Luis Inacio Lula Da Silva, enfatizó que más que 
una crisis de grandes bancos es una crisis de grandes dogmas y añadió que es momento de 
que los Estados actúen a favor de su población haciendo de lado la falacia de los 
mecanismos de autorregulación de los mercados. 
Para recuperar la certidumbre en los mercados financieros se han llevado a cabo 
cuantiosas inyecciones de capital por parte de la Reserva Federal y el Banco Central 
Europeo. En Estados Unidos se creó un fondo de 700 mil millones de dólares destinado a la 
adquisición de activos contaminados. El problema de inyectar liquidez radica en la nula 
correlación de fuerzas con el sector productivo de la economía estadounidense, desatando 
un “guerra de divisas” a nivel internacional. Sería prudente citar la frase de John Connally, 
secretario de la administración de Nixon, quien asevero: “el dólar es nuestra moneda, pero 
es problema de ustedes”. Y es que la financiación de dichas inyecciones públicas se realiza 
a través de emisiones de deuda pública que contribuye a aumentar los desequilibrios 
financieros. Tan sólo el pasado 3 de noviembre (2010) la Reserva Federal imprimió 600 mil 
millones de dólares con el objetivo de que los Bancos de Wall Street mejoren sus balances 
contables por la vía de las alzas especulativas. Este hecho fue sumamente criticado por los 
bancos centrales de Alemania, Brasil y China.
31
 
 
A ello debemos añadir que el sistema económico reside sobre una base de deudas 
interminables, las cuales, en gran medida, representan la deuda estadounidense. Algunas 
estimaciones determinaban la deuda total estadounidense, a mediados de la década, en 38 
billones de dólares. La deuda federal asciende a 7.5 billones de dólares, aunque un comité 
 
 
 
31 
Cfr. Alfredo Jalife-Rahme, “Götterdämmerung global: Bernake aniquila las finanzas”, [en línea], 
México, La Jornada, 7 de noviembre de 2010, Dirección 
URL: http://www.jornada.unam.mx/2010/11/07/index.php?section=opinion&article=014o1pol, [consulta: 8 
de noviembre de 2010]. 
 
20 
http://www.jornada.unam.mx/2010/11/07/index.php?section=opinion&article=014o1pol,%20%5b
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
del Congreso la sitúa en 8.2 billones. Así, la economía hegemónica, sólo conserva un vago 
recuerdo de su máximo esplendor. Poco a poco el euro y otras divisas empiezan a remontar 
su participación en lastransacciones internacionales. Será un proceso largo y nada pacífico, 
aún más de la mitad de las transacciones se siguen haciendo en dólares.
32
 
El poder estadounidense se ve entredicho al considerar que la deuda pública está 
 
financiada por aquellos países que tienen sus reservas internacionales en dólares. La mitad 
de la deuda se negocia en mercados de bonos y certificados de la Tesoro estadounidense. Al 
1 de enero de 2010, los principales poseedores de bonos del Tesoro estadounidense eran: 
Japón con 768,800 millones de dólares; China 755,400 millones; Reino Unido 302,500 
millones y Brasil con 160,000 millones. Las proyecciones estiman que China será el 
principal poseedor de bonos a finales de año. Esto sólo corrobora las afirmaciones de 
Arrighi, quién sostiene que: 
 
 
Contempladas desde el punto de vista de la geopolítica y las altas finanzas, las 
principales tendencias que han caracterizado la crisis de la hegemonía 
estadounidense desde poco más o menos 1970 […] [son] la intensificación de la 
rivalidad entre las grandes potencias, el surgimiento de nuevos focos de poder fuera 
del radio de acción del Estado hegemónico declinante, y la expansión financiera en 
todo el sistema, centrada en aquél.
33
 
 
 
 
Es evidente que no puede calificarse como hegemonía un país que depende de las 
transferencias y los prestamos de sus propios competidores para subsanar su déficit 
comercial y presupuestario. Definitivamente, Estados Unidos va a la baja, económica y 
políticamente tiene ya una competencia con otros Estados dentro del sistema interestatal. 
La transición hegemónica ha iniciado y todo parece indicar que China y los países BRIC, 
moldearan gran parte de la nueva configuración del poder mundial. 
 
 
 
 
 
 
 
32 
Andre Gunder Frank, “Meet uncle Sam –without clothes- parading around China and the world”, [en línea], 
6 de enero de 2005, Dirección URL: http://www.rrojasdatabank.info/agfrank/noclothes.htm, [consulta: 10 de 
noviembre de 2010]. 
33 Giovani Arrighi y Beverly J. Silver, Op. Cit., p. 95. 
 
21 
http://www.rrojasdatabank.info/agfrank/noclothes.htm
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
1.3. Transición hegemónica, multipolaridad y países BRIC. 
 
 
 
En términos de política internacional, multipolaridad hace alusión a la existencia de varios 
polos de poder o concentraciones diferenciados del poder. En este estado no hay una 
potencia por encima de la demás, pues en ese caso el sistema se volvería unipolar. Durante 
el transcurso de la historia, la multipolaridad se ha caracterizado por dos facetas; una donde 
las diferentes potencias declaran una lucha frontal por alcanzar la hegemonía; y una 
segunda donde un grupo de polos de poder aglutina sus fuerzas para establecer la normas 
que regulen el sistema interestatal y las relaciones de las otras potencias que no se sumen a 
dicho pacto. 
Dentro de los nuevos conceptos que hacen alusión a la diversificación del poder, se 
suma la de “era de la no polaridad”. Destaca dentro de esta visión que los nuevos polos de 
poder no se reducen a los Estados-Nación, y que la evolución en los actores internacionales 
permite que nuevos agentes participen activamente en la política internacional.
34
 
Irina Kobrisnskaya señala las siguientes características en la transformación del 
 
mundo hacia 2020: 
 
 
 
El mundo con creciente rapidez se mueve de un orden unipolar a una estructura, que 
se caracteriza –dependiendo la valoración del papel de Estados Unidos- como 
„unipolar menos‟ o multipolar o no polar. En este nuevo orden mundial los 
principales centros de poder serán los Estados Unidos, Europa (Unión Europea) y 
los países BRIC: Brasil, Rusia, India y China.”
35
 
 
 
Añade que la crisis económica-financiera internacional sólo es una pequeña pausa 
que servirá como catalizador de los grandes procesos del nuevo orden mundial. Así mismo, 
reitera la idea de un movimiento hacia el oriente del centro de gravedad económica, 
 
 
 
 
 
 
 
34 
Cfr., Richard N. Hass, “La era de la no polaridad”, Foreign Affairs Latinoamérica, vol. 8, núm. 3, 
México, ITAM, julio-septiembre, 2008, pp. 66-77. 
35 
Irina Kobrisnkaya, Russia and the European Union. A Keystone Relationship, Documento CIDOB, 
España, CIDOB, Serie: Europa, núm. 6, noviembre, 2009, p. 9. 
 
22 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
haciendo que la relación trasatlántica pase a un segundo plano debajo de una nueva 
dinámica transpacífica.
36
 
La importancia del BRIC no sólo radica en su participación dentro del sistema 
interestatal y del establecimiento de las nuevas reglas sistémicas; se erigen como la clave en 
el esquema de expansión del sistema-mundo capitalista. Sus crecientes economías acaparan 
la gran mayoría de las inversiones y el total de sus consumidores suman más de un tercio de 
la población mundial. “Históricamente, las potencias mundiales es ascenso siempre han 
sido los motores de la economía mundial; han impulsado a naciones más pequeñas a 
alcanzar junto con ellas mayores logros económicos.”
37 
Sin embargo, no podemos olvidar 
 
que esto trastoca de manera radical la dinámica de la economía global afectando a una gran 
parte de los países en desarrollo y de la periferia. 
En junio de 2009, lo jefes de estado de los cuatro países se reunieron, por vez 
primera, de manera oficial en el foro de los BRIC. En la declaración final demandaron un 
orden mundial más democrático y multipolar, en clara alusión a la reconfiguración actual 
del sistema interestatal. Todo indica que el siglo XXI será el siglo asiático y dentro de esta 
perspectiva Rusia tiene un gran dilema: integrarse de manera completa a la dinámica 
europea o retomar la idea del euroasianismo, donde Rusia juega un papel de puente entre 
Europa y Asia. Todo parece indicar que la dirigencia política rusa ha contemplado ambos 
escenarios y ve en la segunda opción muchas más alternativas que las que pudiera presentar 
un concentración en las relaciones con Europa. 
En la nueva multipolaridad queda por ver qué papel jugaran las economías 
emergentes y los países industrializados; y si esa relación será dentro de la cooperación o la 
competitividad. En este período de transición todo parece indicar que las expresiones de 
violencia entre potencias serán canalizadas a las diferentes estructuras internacionales. Hoy 
en día, hablar de los diferentes foros multilaterales se ha vuelto una constante; es así como 
el G-20, la OCS y el foro de los BRIC empiezan a destacar sobre estructuras previas como 
el G-7 o la OTAN. Es decir, se inicia la construcción de nuevas estructuras interestatales 
que rompan con la unilateralidad de las organizaciones previas erigidas para el uso de la 
 
 
 
 
 
36 Ibíd., p. 10. 
37 
James Petras y Morris Morley, Óp. Cit., p. 2. 
 
23 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
hegemonía estadounidense. Para Arrighi y Beverly, la capacidad de control por parte de la 
hegemonía ha sido totalmente rebasada, a saber: 
 
 
El colapso de un orden hegemónico determinado se debe en última instancia a que 
el incremento del volumen y de la densidad dinámica del sistema desborda la 
capacidad organizativa del bloque hegemónico que creó las condiciones de la 
expansión sistémica. Así pues, sólo se puede superar el consiguiente desorden 
autorreforzado y crear las condiciones para una nueva expansión sistémica si 
emerge un nuevo bloque cuyos recursos sistémicos superen a los del anterior.
38
 
 
 
 
Sabiendo que las tendencias internacionales están determinadas por la dinámica 
económica, es de prever que los BRIC se constituyan como unfactor de suma relevancia. 
Aunque en 2009 sólo representaban el 20% del PIB mundial en relación al poder de 
compra, las estimaciones señalan que para el 2027 superaran a las economías del G-7. 
Destaca China con una economía que se espera sea la primera en el orden mundial. Ya en 
2010 desplazó a Japón del segundo lugar y se estima que alcance a Estados Unidos antes de 
 
2030. India sería la tercera economía para la misma década, sólo debajo de chinos y 
estadounidenses. Más retrasados se encuentran Brasil y Rusia que pudieran alcanzar la 
economía japonesa para 2040.
39
 
El puente que une a los países BRIC es su crecimiento económico durante la última 
década, lo que les otorga el estatus de economías emergentes y serias alternativas ante el 
declive relativo del G-7. Este crecimiento ha sido constante y ha alcanzado un promedio de 
3.3% en Brasil, 6.9% en Rusia, 7.2% en India, y un sorprendente 9.7% en China; 
comparado con un 2.3% estadounidense y un 3% mundial.
40 
Incluso después del inicio de 
la crisis en 2008, los primeros países en presentar un crecimiento real han sido los países 
BRIC. Como lo muestra la gráfica, Rusia, aún cuando presentó el menor crecimiento, está 2 
puntos porcentuales sobre Estados Unidos y 4.2 sobre la Unión Europea. 
 
 
 
 
38 Giovani Arrighi y Beverly J. Silver, Op. Cit., p. 41. 
39 
Thomas Renard, A BRIC in the world: emerging powers, Europe, and de coming order”, 
Bélgica, Academia Press, Egmont Paper núm. 31, octubre, 2009, p. 26. 
40 
Manuel de la Cámara, La política exterior de Rusia, Real Instituto Elcano, España, Documento de trabajo 
33/2010, octubre, 2010, p. 36. 
 
24 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
Los BRIC apuestan por una reforma, en clara oposición contra Estados Unidos, de 
las instituciones surgidas de Bretton Woods, condición necesaria para eliminar los riesgos 
de recurrentes crisis y el buen funcionamiento de la economía mundial. Es pertinente 
aclarar que no es nuestro propósito fundar: que Estados Unidos dejará de ser el actor 
primario dentro del sistema interestatal en el corto plazo; y que Rusia ocupará su lugar. 
Incluso, China, que en el mediano plazo alcanzará económicamente las cifras de Estados 
Unidos, apuesta por el establecimiento y fortalecimiento de un sistema interestatal 
multipolar, donde tenga una posición privilegiada, por arriba de la hegemonía unipolar. 
Es dentro de este contexto de transición hegemónica que situamos el estudio de la 
Federación Rusa. La importancia radica en su papel histórico de potencia mundial y ahora 
de economía emergente. Valoraremos la condición interna, la cual ha sufrido cambios 
radicales desde la implosión de la URSS. Veremos su proyección ante una realidad 
internacional siempre cambiante y sus objetivos y estrategias dentro del sistema interestatal. 
Así mismo analizaremos los posibles obstáculos para su continuo crecimiento y los 
desafíos que le depara el nuevo siglo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25 
 
 
Mapa 1. Presente y futuro de la Economía Global 
Cuadro de elaboración propia 
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G7 
BRIC 
 
 
Tabla 2. Las mayores economías del mundo en 2050. 
Fuente: s/a, “The N-11: more than an acronym”, Global Economics Paper No. 153, Goldman Sachs. 
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Tabla 3. Recuperación Económica 2009/2010 
Fuente: s/a, “BRIC - die neuen Zugpferde der Weltwirtschaft“, (BRIC: los nuevos controladores de la economía global), [en línea], Deutsche 
Welle, 28 de agosto de 2009, Dirección URL: http://www.dw-world.de/dw/article/0,,4604357,00.html, [consulta: 23 de septiembre de 2010]. 
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http://www.dw-world.de/dw/article/0,,4604357,00.html
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Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
2. De la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas 
a la nueva Federación Rusa 
 
 
2.1. Desintegración y transición de la URSS. 
 
2.2.1. El principio del fin, desintegración de la URSS. 
 
 
 
El 15 de marzo de 1985 llegó a la Secretaría General del Partico Comunista de la Unión 
Soviética (PCUS), Mijaíl Gorbachov, un abogado miembro de los cuadros reformistas 
dentro de la URSS. Con una carrera dentro de la dirigencia soviética fuera de la usanza 
tradicional, era el abanderado de un proceso de reformas que tanto anhelaba el sistema. Un 
sistema que padecía desde una década atrás un estancamiento económico, una atrofia 
política y una crisis de identidad con profundos reveses sociales. 
Aún cuando la década de los años setenta se tradujo en grandes ingresos para la 
URSS, gracias a los altos precios de los energéticos, una mínima parte fue canalizada a 
revitalizar un campo y una industria abandonados, que continuaban con prácticas y 
maquinaria de tiempos de la II Guerra Mundial. En ese mismo sentido, grandes sumas de 
capital se perdieron en una activa participación soviética en el sistema interestatal tratando 
de acortar la distancia a su rival ideológico, Estados Unidos. En su intento por fortalecer su 
posición, la dirigencia soviética se aventuró a invadir Afganistán, en apoyo del gobierno 
popular y en contra del creciente grupo Talibán y de los musulmanes extremistas. 
Con más de 10 mil bajas, un creciente descontento de las tropas, pues muchos 
soldados soviéticos profesaban el Islam, y después de 10 años en combate, la dirigencia 
soviética, más preocupada por los acontecimientos al interior, decidió dar por terminada su 
intervención al sur de su frontera. Sin victoria, con la moral en el suelo y con un 
desprestigio nunca antes visto, finalizó la última participación del ejército rojo fuera de las 
fronteras de la Unión Soviética. 
Una nueva escalada de la Guerra Fría y la invasión en Afganistán fueron el inicio de 
una profunda crisis, que a la larga jamás pudo ser superada. Ambos frentes absorbieron 
capital, recursos técnicos y materiales, así como humanos, minando la legitimidad de la 
dirigencia y la continuidad del propio gigante soviético. La gran concentración de los 
recursos para la industria pesada, el complejo militar-industrial y la defensa, no permitían 
 
29 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
satisfacer las demandas del consumidor de a pie, lo cual no estimulaba el crecimiento y 
perpetuaba una dinámica estacionaria. 
Una muestra del estancamiento económico es la conformación de las exportaciones 
soviéticas. Durante la década de los sesenta exportaba maquinaria, equipos pesados, medios 
de transporte y metales con valor agregado; una década después, más de la mitad de las 
exportaciones lo conformaban las ventas de petróleo y gas; y paradójicamente, el 60% de 
las importaciones estaban constituidas por maquinaria y material pesado. En menos de una 
década, la URSS pasó de ser un gigante industrial al nivel de los países industrializados a 
un simple abastecedor de materias primas para el mundo desarrollado. 
Era previsible que un estancamiento en la producción industrial trajera consigo una 
caídaen el nivel de vida en la mayoría de la población. Las largas filas para obtener 
artículos de primera necesidad alcanzaron niveles catastróficos. Los nuevos problemas 
estaban íntimamente ligados a una ineficaz y corrupta nomenklatura, la cual, dentro de su 
propia dinámica, era el único estrato que seguía avanzando o en su defecto, no padecía de 
los mismos males que el resto de la población. 
Ante la incapacidad de renovar los sectores estratégicos, se cayó en la necesidad de 
importar grandes sumas de granos. El pilar fundamental sobre el cual reposa la estabilidad 
y el crecimiento de cualquier sociedad era el eslabón más débil de la estructura soviética. A 
ello se sumó una degradación en las tasas de mortalidad y esperanza de vida, las cuales, 
desde 1965 dejaron de mostrar mejoras. 
Al exterior no pudo ser peor, los propios países del mundo comunista empezaron a 
mostrar signos de cambio a pesar de la amarga experiencia de la Primavera de Praga en 
1968. El estatus quo que permaneció gracias al férreo control estatal, la constante amenaza 
de intervención y en pocas ocasiones, la concesión de libertades, se venía abajo. Grandes 
sectores pusieron en duda la vigencia del sistema y paralelamente crearon organizaciones 
con el objetivo de iniciar la transición al capitalismo. En Europa oriental se conjugaron tres 
factores determinantes para el inicio de la transición: el primero fue un movimiento de las 
sociedades por romper con un sistema autoritario, corrupto e ineficiente, el cual se vio 
acompañado de fuertes sentimientos nacionalistas y anti rusos como en Polonia y las 
repúblicas bálticas; segundo, una nula capacidad de intervención del PCUS y de la 
dirigencia soviética, ambos habían dejado de ser los lideres ideológicos y su poder decrecía 
 
 
30 
Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
día a día; tercero, una clara intervención occidental mediante financiamiento a grupos 
antagónicos como Solidaridad en Polonia; además de una cruzada ideológica-religiosa 
encabezada por el primer Papa polaco a favor de la instauración de los valores y las 
instituciones occidentales en los países satélites de la URSS. 
La administración Gorbachov recibía un golpe tras otro, recordemos que el 25 de 
abril de 1986 se produjo la peor catástrofe nuclear dentro de la Unión Soviética, la 
explosión nuclear de Chernóbil. No sólo la crisis medioambiental fue un duro golpe, sino la 
nula capacidad de reacción de la dirigencia dejó entre dicho el poder de la otrora potencia 
nuclear. 
Pero el golpe más fuerte, no sólo por las implicaciones internas, sino por el contexto 
geopolítico internacional, fue la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, y la 
reunificación alemana, octubre de 1990. Unos de los pilares de la Guerra Fría había 
colapsado y con ello los pocos vestigios del acuerdo de Yalta. No se necesitaban mayores 
pruebas de una Unión Soviética débil y sumida en una prolongada crisis. 
Inevitablemente la crisis que padecía toda la Unión Soviética derivó en una crítica 
abierta, a pesar de la censura oficial, de los dogmas centrales del socialismo y de la 
dinámica propia de la URSS. Y es que el apoyo popular no era al sistema socialista per se, 
sino al recuerdo de lo que una vez intentó ser el bloque. 
Es durante la década de los años setenta que se consolida un grupo, dentro de la 
propia dirigencia, que aboga por una reforma que permitiría revitalizar la economía y 
respaldar el cambio social. Sin embargo este pensamiento no permeaba aún en todas las 
capas sociales, aún con las grandes precariedades y el creciente deterioro del nivel de vida, 
la mayoría de la población consideraba más seguro dar continuidad al régimen que iniciar 
cualquier reforma. Juri Afanassiev señaló: 
 
 
Nuestro sistema ha generado una categoría de individuos mantenidos por la 
sociedad y más interesados en tomar que en dar. Esta es la consecuencia de una 
política llamada de igualitarismo que […] ha invadido totalmente la sociedad 
soviética. Esta sociedad está dividida en dos partes, los que deciden y distribuyen, y 
los que obedecen y reciben, lo que constituye uno de los mayores frenos al 
desarrollo de nuestra sociedad. El Homo sovieticus […] es, a la vez, un lastre y un 
 
 
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Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
freno. Por un lado se opone a la reforma, y por otro, constituye la base de apoyo del 
sistema existente.
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Es en este escenario donde las reformas propuestas por Gorbachov obtuvieron una 
gran aceptación y él un respaldo para llevarlas a cabo. Toda la reforma se resumía en 
superar el atraso respecto del occidente industrializado, iniciar un proceso de 
modernización y corregir aquellas prácticas gubernamentales que viciaban los preceptos 
originales del socialismo. 
 
 
2.1.2. Mijaíl Gorbachov: Perestroika y Glasnost. 
 
 
 
Internacionalmente conocidas, la Perestroika (Reconstrucción) y la Glasnost 
(Transparencia) fueron las dos banderas de la reforma propuesta por Mijaíl Gorbachov. 
Aunque no fueron los primeros intentos de recomponer el experimento socialista, pues Yuri 
Andropov había intentado materializar ciertas reformas económicas unos años antes, sí 
fueron las primeras que se implementaron con alcance colectivo. Ambas resumían los dos 
problemas fundamentales de la Unión Soviética, un gobierno que no respondía a las 
necesidades sociales y una economía totalmente distorsionada. 
Básicamente, la Glasnost se entendió como el primer paso a una sociedad 
verdaderamente democrática; donde se minimizaba el papel de la censura y de la 
propaganda oficial en favor de la crítica constructiva y de voces alternativas al sistema. 
Rompía radicalmente con el papel del PCUS y del Estado, como dos estructuras 
simbióticas que se caracterizaban por el control férreo de casi todos los sectores de la vida, 
y que ejercían su función mediante el uso de la fuerza y la coacción. Ante tales prácticas, se 
volvía necesaria la total transparencia hacia el público, no sólo de las prácticas, sino 
también de las finanzas de la dirigencia y de la extensa nomenklatura. Y es que la 
percepción común era la existencia de altos niveles de corrupción en todos los estratos del 
gobierno soviético. 
La Perestroika tuvo un carácter más económico, pues su objetivo era revitalizar la 
 
totalidad de la estructura económica mediante la implementación de nuevos patrones de 
 
 
41 
Juri Afanassiev en: Eric Hobsbawm, Óp. Cit., p. 475. 
 
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Transición en el Sistema-Mundo moderno: Odín Nuevo Juárez 
El resurgimiento de la Federación Rusa. 
 
producción. Destaca la liberalización paulatina de ciertos sectores, la eliminación de cuotas 
de producción y de precios por parte del Estado, la creación de pequeñas empresas privadas 
y la posibilidad de comercializar en un incipiente libre mercado. 
Los primeros pasos de la Perestroika se enfocaron en permitir actividades laborales 
autónomas; permitir la participación de empresas estatales fuera del mundo soviético; la 
posibilidad de que las cooperativas estuvieran fuera de los planes estatales de producción, 
por lo que abría espacio para la actividad empresarial privada; la reestructuración y 
descentralización del sistema bancario; y la entrada de capital foráneo a algunos sectores de 
la cadena productiva. 
Es de suma importancia resaltar que la población en su conjunto no intervino en la 
estructuración y mucho menos en la implementación de las nuevas reformas, es su defecto, 
sólo fueron los beneficiarios y los afectados de un proceso que nació de la dirigencia en 
respuesta a los problemas que ellos identificaron y no los que la población señalaba.