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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSIFÍA Y LETRAS Violencia y Espacio; El dispositivo de criminalización en la consolidación del Urbanismo Neoliberal T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADO EN GEOGRAFÍA P R E S E N T A : JESÚS MANUEL ESPEJO LEMARROY DIRECTOR DE TESIS: Mtro. José Manuel Ortega Herrera Cd. Mx. 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Índice Agradecimientos ............................................................................................................ 5 Introducción ................................................................................................................... 8 Capítulo 1 – Espacio y Territorio ............................................................................. 16 La apropiación de la naturaleza ....................................................................................... 17 Producción de la segunda naturaleza, tecnología y cultura; reproducción del modo de producción. ........................................................................................................... 22 La (Re)producción del Espacio ............................................................................................................ 26 Totalidad .......................................................................................................................................................... 29 Espacio y política ......................................................................................................................................... 33 Conflicto y espacio ...................................................................................................................................... 35 Racionalidad .................................................................................................................................................. 38 Objetivación ................................................................................................................................................... 40 Territorio y Territorialización ......................................................................................... 44 Espacio y Territorio ................................................................................................................................... 45 Apropiación política del espacio y territorialización ............................................................... 48 Capítulo 2 – Urbanismo Neoliberal; Dispositivos y Criminalización. ........... 56 Urbanismo Neoliberal ......................................................................................................... 60 Características penales del Urbanismo Neoliberal. ................................................................... 64 ¿Qué es la hegemonía? ........................................................................................................ 66 Dispositivos ............................................................................................................................ 70 Urbanismo Neoliberal y dispositivos punitivos ........................................................... 78 Tercer Capítulo - Violencia y Criminalización .................................................... 86 Violencia; Dimensión Coactiva De La Hegemonía ........................................................ 87 Violencia estructural y Violencia directa, objetivación y coyuntura. .................... 94 Marginalidad Urbana........................................................................................................ 100 Neoliberalismo y la Nueva Marginalidad Urbana ..................................................................... 102 Precarización por la vía del Salario.................................................................................................. 104 El paradigma de la seguridad ......................................................................................... 111 (IN)Seguridad .............................................................................................................................................. 121 Contención punitiva y segregación. ................................................................................................. 124 Capítulo Cuarto – Valorización del Suelo Urbano y teoría de la Renta. ..... 127 ¿Qué es la renta y de dónde viene? ............................................................................... 128 Desarrollo Geográfico Desigual y Solución Espacial; Desvalorización y Revalorización. ................................................................................................................... 132 Solución Espacial ....................................................................................................................................... 138 Gentrificación, el regreso a la ciudad y la revancha de la burguesía .............................. 141 Revalorización: La seguridad y la construcción del escenario bélico ............................ 146 ¿Cómo se rentabiliza la nueva marginalidad urbana? 2 Propuestas desde la TGRT ..................................................................................................................................... 150 Identificación social, vivienda y rentabilidad ............................................................................. 150 Conclusiones .............................................................................................................. 159 3 Bibliografía ................................................................................................................. 171 4 A mamá y papá, por enseñarme a sembrar… A los maestros que luchan. 5 Agradecimientos En primer lugar tengo que agradecer a los trabajadores de México que con su trabajo mantienen la educación pública. A ustedes que trabajan día a día por sus familias les deseo un futuro en con paz, justicia y dignidad. A mi mamá y a mi papá por enseñarme el esfuerzo y la dedicación, también a abrir ostiones, a nadar, a hacer una instalación eléctrica, evitar quemaduras de tercer grado, etc. A mi hermana y al gato, los quiero mucho. A mis abuelos por mostrarme el camino de la enseñanza y el amor por el prójimo. A mis tíos, primos y familia chida, especialmente mi prima Yamili, a Víctor, a Berni, Caro, Susi, Santi, Nacho y Alex. A Gaby Calvillo por acompañarme a inscribirme. A la Xoch y el Paco por crecer conmigo y compartir este viajesote. A mis carnales, Abraham, Román y Diego por estar a mi lado y luchar contra la máquina que trata de convertirnos en infelices. A la Abigail, Octavio y Mario.. A Dan y Richi, gracias por ser seres de luz y los chavos más reales que he conocido en esta ciudad llena de falsedad. A CAS 259, especialmente a Orlando, Ulises y Germán. A mis amigos Luis,Yecal, Kuble, y la Gaba. A todas las bandas y compas que producen parte chida del espacio del punk en México: Ratas del Vaticano, Margaritos, Sacrificio, Antisex, Muerte, Avichines, Maledukados, Cremalleras, Riña, el Dave Rata, etc. A la Dra. Patricia Gómez Rey por cumplir cabalmente su labor de coordinación del Colegio de Geografía. A la Dra. Georgina Calderón, el Mtro. José Manuel Espinoza, la Dra. Verónica Ibarra, el Dr. Luis Alberto Salinas, el Dr. Federico Saracho, Dr David Herrera, el Dr. Darío Salas Marín y los profesores que dignifican la geografía en México. Al Dr. Fabián González Luna por su labor académica que despertó en mí el interés de abordar el estudio de la producción del espacio y la violencia. Al Mtro. José Manuel Herrera por apoyarme en la elaboración y conclusión de esta tesis. A mis más destacados compañeros del colegio, Nacho y Benjamín, sigan disfrutando su amor por la docencia y la buena cerveza. A la Paola que no quería estudiar Geografía y me acompañó a colorear mapitas. A los compañeros y amigos de toda la vida que conocí en Ecuador y Chile: Dani, Edu, Rodri, José, Cami, Anyi y Camilo. Al Robert y el Marquito (los mas chidos compañeros durante una práctica de campo) y demás geogrifos a través del tiempo y el espacio. A los compañeros que si hacían las lecturas y aportaban algo a clase, a los que no espero que su decidía no pase impune. 6 A Ale por acompañarme y creer en mí durante mis años de tesista perdido, a Héctor y Roció por abrirme las puertas de su hogar y a Andrea ser tan chida. Les deseo todas las bendiciones. A los vendedores y productores de tacos de canasta por proporcionarme un alimento económico, y al compa de SME por vender cigarros sueltos a precio banda. A los que hacen de la UNAM una casa de estudios al servicio del pueblo de y creen en la transformación de México, para ustedes todos mis respetos. 7 Vieja ciudad de hierro de cemento y de gente sin descanso si algún día tu historia tiene algún remanso dejarías de ser ciudad. Por tu cuerpo maltrecho por los años y culturas que han pasado, por la gente que sin ver has albergado. El otoño para ti llegó forzado. Ya que te han parado el tiempo te han robado la promesa de ser viento te han quebrado las entrañas y el silencio ha volado como un ave sin aliento. Se ha marchado lejos tu limpieza clara y en tu par de espejos han morado colores que son añejos y ahora ya no brillan más. Capital de mil formas de bellezas que se pierden entre el polvo de tus carros, de tus fábricas y gentes que asesinan y tu muerte no la sienten. ¿Qué harás con la violencia de tus tardes y tus noches en tus calles de tus parques y edificios coloniales convertidos en veloces ejes viales? Se ha marchado lejos tu limpieza clara y en tus azulejos han morado colores que son añejos y ahora ya no brillan más. Vieja ciudad de hierro de cemento y de gente sin descanso si algún día tu historia tiene algún remanso dejarías de ser ciudad. Vieja Ciudad de Hierro - Rodrigo González 8 Introducción Esta es una primera aproximación para analizar la funcionalidad de la violencia y la criminalización en la producción espacio urbano neoliberal. Surge de la inquietud por entender las transformaciones urbanas que derivaron de la guerra contra el narcotráfico, y la continuidad de la campaña bélica orquestada desde el Estado mexicano, así como de la violencia dirigida contra la población civil de parte del ejército, policía federal, etc. La política de seguridad que permanece vigente, basada en estrategias clasistas, y militaristas de seguridad pública, ha contribuido a la objetivación del Neoliberalismo como proyecto de clase en el espacio urbano. La territorialización de dicho proyecto es, a grandes rasgos, la profundización de la segregación social, pero sus consecuencias en la cotidianidad, en la reproducción social y económica son mucho más profundas: la idealización de los espacios privados, la imposición de la realización del valor de cambio como eje rector de estos, la cultura clasista de la seguridad, la proliferación de centros comerciales y desarrollos habitacionales cerrados y - aparentemente - autosuficientes, el encierro permanente, el terror y odio contra los marginados, la mercantilización de la seguridad como garante de la exclusión y la segregación social, la decadencia urbana generalizada complementada por la opulencia violenta de los espacios privados. Mi acercamiento con dichos procesos fue y sigue siendo, en gran medida, a través de mis amigos y familiares de ciudades de Nuevo León, Tabasco y Veracruz. Su historia no solamente es la de los individuos atrapados en el fuego cruzados entre los distintos capitales ilegales por la apropiación territorial de sus ciudades o sus barrios, o de las inútiles respuestas policiacas y militares a dicha lucha. Es la historia de la desaparición sistemática de las posibilidades de realización de la ciudad como punto de encuentro e intercambio político y cultural, como medio de reproducción colectivo, de realización de nuestra historia como individuos y como sociedad y la imposición de un proyecto de clase que lo objetiva como medio de explotación, exclusión y apropiación privada del plusvalor. Dicho proceso se realiza políticamente mediante implementación de una política de seguridad 9 sustentada en la criminalización de los colectivos más vulnerados por las políticas neoliberales, englobados como el (sub)proletariado urbano. La hipótesis es que la violencia directa ejercida contra determinadas territorialidades y/o sectores sociales no solo legitima la segregación territorial por la vía de la criminalización de los marginados, sino que influye en la estructura de rentas del suelo. Entender la funcionalidad de la violencia y la criminalización en la producción del espacio urbano exige partir de un desarrollo teórico que me permita entender la espacialización hegemónica mediante la complementariedad entre fuerza y consenso. La reconfiguración urbana no ha sido solo por la vía la violencia y la coacción, ha sido necesaria la producción de un consenso que legitime a la seguridad como uno de los paradigmas que articula dichas transformaciones. No obstante el paradigma de la seguridad surge en el contexto de una mayor polarización social y económica, cuyo origen se encuentra en las reconfiguraciones del mercado laboral y la economía global. Se trata del establecimiento de nuevas delimitaciones sociales y espaciales, que dirigen la violencia contra las nuevas colectividades excluidas del órden societal y producen nuevas configuraciones espaciales. La hipótesis es que la violencia tiene una funcionalidad en la consolidación del neoliberalismo y en la territorialización de los intereses de la burguesía en el espacio urbano. El ejemplo de la seguridad es paradigmático para entender como la exclusión social es funcional para los procesos de acumulación: una vez eliminados o desplazados los colectivos que originaban o reproducían la violencia directa basta con incorporar dichos espacios a los circuitos de acumulación hegemónicos. Esto quiere decir (re)funcionalizarlos como territorialidades articuladas procesos de acumulación articulados a escala global, configurando al consumo y la segregación socal como paradigmas normativos de los espacios de reproducción social de los grupos incluidos en el orden societal. El hecho es que no es la barbarie de la violencia por sí misma la que explica las reconfiguraciones urbanas, sino la dimensión consensual que permite la ejecución del paradigma de la seguridad, la exclusión y la violencia punitiva 10 como medios parala objetivación del capital y los intereses de la clase dominante. Empero que la cara consensual que la violencia sea la vía para la imposición del proyecto de clase en el espacio urbano . El punto de partida es la observación de la violencia directa, pero el reto consiste en encontrar las causas estructurales de esta, así como su función en la reproducción de la estructura de acumulación en el espacio urbano y sus consecuencias en la estructura de la renta en el suelo urbano. El primer capítulo en verdad fue el más complicado de la tesis, pues la complejidad filosófica y ontológica desarrollada por Henri Lefebvre (1972) o Milton Santos (1996, 2000) respecto al espacio sinceramente no se encuentra dentro de mis mayores intereses académicos. Es por esto que decidí simplificar la producción social del espacio de forma que pudiera ser más comprensible y argumentable, incorporándolo metodológicamente como la racionalidad (Lefebvre, 2013) que articula el sistema de objetos – medios de producción - y el sistema de acciones (Santos, 2000) - relaciones sociales de producción - históricamente delimitados dentro de una totalidad, es decir, una estructura con cualidades sistémicas capaz de delimitar condiciones históricas a otras estructuras sociales (Santos, 1996). En el segundo capítulo delimité la pertinencia del desarrollo del dispositivo , aportado por Foucault (2002) y nutrido por múltiples autores Agamben (2011), en relación con el espacio y la consolidación de la dimensión consensual de la hegemonía. Para esto fue necesario emprender una revisión del concepto para ampliar el emplazamiento en el que este se realiza, la racionalidad que lo legitima y las subjetividades que este (re)produce y que se articulan entre sí. Así es como propongo ampliar la escala de ejecución del saber poder más allá de las instituciones sociales paradigmáticas del ejercicio del poder – la escuela, los hospitales, los centros de trabajo, etc. - para apreciar la normalización de los paradigmas normativos del urbanismo neoliberal y la ejecución del saber poder a escala urbana, procesos que requieren la producción de la subjetividad antagónica del criminal. 11 Una vez definidos en el primer capítulo los principios teórico metodológicos relacionados con la producción social del espacio y los procesos de territorialización, comencé el segundo capítulo delimitando espacio temporalmente el desarrollo de mi tesis a la imposición del neoliberalismo como proyecto de clase porsterior de la crisis de modelo de acumulación fordista-keynesiano (Harvey, 2007). Esta delimitación fue caracterizada por la transformación de bienes y servicios públicos en commodities (Theodore, 2009), la financiarización de lo urbano (Borja, 2014) y la imposición de la ciudad valor de cambio privado (Franquesa, 2012). Mi interés es acercarme a la realización del neoliberaismo a través de una serie de estrategias penales y punitivas dirigidas espacíficamente contra el (sub)proletariado urbano, según la argumentación de Löic Wacquant (2011, 2001). A pesar de que el sociologo francés concentra sus estudios en las urbes norteamericanas y europeas, utilizaré su trabajo como referencia teórica para construir un argumento o propuesta teórica en el contexto de las urbes latinoamericanas, particularmente en lo relacionado con los procesos de subjetivación que se desprenden de la reconfiguración del mercado laboral y que interevienen en los procesos de segregación socioterritorial. La presente tesis busca articular un aparato teórico que permita entender la imposición del neoliberalismo, como proyecto de clase hegemónico en la producción del espacio urbano contemporáneo, por lo que necesariamente realicé un breve repaso del concepto hegemonía, enfocándome en la argumentación sobre la complementariedad de sus dimensiones consensual y coercitiva. A partir de la explicación sobre la complementeariedad de las dimensiones que permiten la realización de la hegemonía surge la necesidad de construir los elementos teóricos que me permitan explicar cada una de estas dimensiones, así como el funcionamiento de su complementariedad dialéctica y, finalmente, su realización espacial y territorial. La argumentación de Foucault (2002) sobre el ejercicio de poder a través de los dispositivos me resulta ideal para construir una argumentación en la que se articule la dominación ejercida desde una racionalidad con los procesos de subjetivación. El dispositivo es el concepto intrinsecamente espacial que 12 conjunta discursos, saberes, medio técnico y producción de subjetividades a través del cual explicaré la normalidad con la que se ejerce la violencia de clase, objetiva, subjetiva y sistémicamente en la imposición del urbanismo neoliberal. En el capítulo iré relacionando las distintas características espaciales que Foucault (Ibíd) y Agamben (2011) atribuyen a los dispositivos, haciendo énfasis también en el ejercicio de nominación o tipificación intrínsecos al mismo y la consecuente producción de subjetividades como parte de la dimensión pedagógica de la hegemonía, misma que permite su reproducción a través del ejercicio de poder normalizado e incorporado por dichas subjetividades. En la introducción del capítulo cuarto complemento con la argumentación de Salcedo (2002) sobre el ejercicio de nominación aplicado territorialmente, mismo que permite la naturalización de la dominación a través de la tipificación e imposición de percepciones sobre distintas territorialidades. El objetivo de repasar las distintas aproximaciones al concepto de violencia era darle una mayor complejidad al concepto de tal forma que me permitiera vislumbrar la imposición o el ejercicio de poder más allá de los actos visible o cotidianamente categorizados como violentos, de esta manera podría visibilizar como la violencia se encuentra implícita también en lo que se considera coloquialmente como condiciones libres de violencia o en un estado de paz. Es por esto que parto con una cita de Joseph Galtung (1998) en la que niega que la paz sea simplemente la ausencia de violencia visible y que esta, como supuesta normalidad, constantemente es el obstáculo que permite acabar con la violencia en su complejidad. Al comenzar a definir la violencia decidí delimitarla como una acción constante en la historia del desarrollo de la humanidad, existente en tanto que el ser humano violente o imponga su voluntad sobre una legalidad externa a si, llamese la naturaleza, otro individuo o colectivo. Recupero a Arendt (2007), Benjamin (1999) y sobre todo Sánchez Vázquez (2003) para dejar claro desde un principio que la violencia tiene una razón instrumental, es decir, lleva necesariamente una finalidad y no se trata por lo tanto de un 13 comportamiento patológico o antinatural, sino que su intencionalidad es inclusive suceptible a ser analizada a traves de la técnica (Galtung, 1998; Sánchez, 2003). Esto me permite relacionar el estudio de la violencia con la técnicas de poder activas en las sociedades disciplinarias (Foucault, 2012) e introducirla en mi argumentación en torno al dispositivo y la dimensión coercitiva de la hegemonía. De la misma manera la violencia aparece con normlidad en la consolidación de un órden societal, pues esta se ejerce contra la subjetividades que han sido definidas como externas al orden societal, o irrumpen con la normalidad y el desarrollo de la racionalidad hegemónica de una sociedad. La dinámica evolutiva de la neoliberalización sigue vectores específicos en cada espacio, respaldándome en las argumentaciones de Löic Wacquant (2001) David Harvey (2003, 2007) y Emilio Pradilla (1994, 2004, 2009) delimito tres procesos generales que considero han llevado a la consolidación del nuevo régimen de marginalidad urbana: 1) la liberalización y privatizaciónde los activos estatales en beneficio de la clase dominante y el capital , 2) la consecuente mercantilización de la reproducción social en el espacio urbano y 3) la transferencia de los riesgos e incertidumbres del sistema financiero a la ciudadanía (Wacquant, 2001), hechos que constituyen en general la precarización del mercado laboral. Procuré realizar un acercamiento crítico al advenimiento del crimen organizado y el auge del sector informal de la economía como resultados del proceso neoliberal. Con esto no pretendo realizar una equivalencia marginalidad-criminalidad, sino explicar someramente las condiciones estructurales, políticas y económicas que incentivan la participación de dichos sectores en la economía informal y la integración de los excluidos del reconfigurado mercado laboral en dicho sector, así como los procesos de territorialización que esta facción del capital realiza en el espacio urbano. Finalmente el cuarto y último capítulo busca relacionar los argumentos expuestos en los capítulos segundo y tercero sobre los procesos de criminalización, la violencia en su complejidad y el paradigma de la seguridad 14 con los procesos de valorización del suelo urbano a través de la Teoría General de la Renta de la Tierra, buscando explicar si existe una relación entre dichos procesos y la estructura de rentas de la tierra urbana. Jaramillo (2012) hace una excelente adaptación de la TGRT al caso urbano y será el autor principal que aporte los elementos necesarios para encaminar esta argumentación. La retracción del estado de bienestar y los procesos de crisis (Pradilla, 2009) y gestión y manipulación de la misma (Harvey, 2014) son explicados por Neil Smith (2013) como parte de un proceso cíclico de inversión y desinversión en distintos fragmentos del espacio urbano, proceso que permite explicar la marginalización y posterior renovación de amplios territorios urbanos así como ofrecer bases económicas sólidas para explicar los procesos de gentrificación. La desinversión racional (Smith, 2013) a su vez ofrece muy buenas oportunidades para colocar el capital sobreacumulado (Harvey, 2003, 2006), inclusive el proveniente de actividades ilícitas o del sector informal de la economía (Pradilla, 2009). El argumento de Harvey (2003) sobre la solución o fijación espacial – spatial fix (Ibíd.) - llamó mi atención como medio para conectar los procesos de (re) valorización del espacio urbano, la gentrificación y las políticas punitivas aplicadas contra el proletariado urbano y sus territorialidades. La ciudad revalorizada y reapropiada como valor de cambio requiere la expulsión de los excluidos del orden societal y su apropiación como valor de cambio por los sectores comercial, inmobiliario y financiero en beneficio de aquellos integrados al mercado laboral, construyendo así un escenario bélico contra los excluidos a través del paradigma clasista de la seguridad. Finalmente ofrezco dos propuesta breves desde la TGRT en relación con los procesos de criminalización y el paradigma de la seguridad. Así las ambiciones del presente trabajo requirieron la revisión y adaptación de una buena cantidad de conceptos para introducirlos al análisis de las reconfiguraciones espaciales y sociales dentro del neoliberalismo, siendo las reconfiguraciones en el mercado laboral los elementos centrales en el 15 análisis pues de estos se desprenden procesos que reconfiguran el espacio urbano y los procesos de territorialización del capital y las clases privilegiadas. La violencia se revela como elemento constante en dicho proceso, pero como resultado de la precarización de las condiciones de vida del proletariado urbano y de la irrupción de un sector de la economía intrínseco al desarrollo del libre mercado, el sector informal. Expongo la presente como un trabajo que me permitio perfilar cuales son los intereses académicos que me interesa seguir desarrollando a lo largo de mi carrera, como un esfuerzo por introducir elementos subjetivos al estudio del espacio urbano y los procesos de territorialización del capital. 16 Capítulo 1 – Espacio y Territorio “Es difícil encontrar algo real o imaginario, práctico o teórico, más omnipresente, dúctil y maleable, universal y particular, total y parcial... que el “espacio”. (Pradilla, 1984: p. 35) Analizar el espacio que producimos y habitamos es el camino teórico aquí emprendido, en vías de comprender una porción de la totalidad histórica y espacial de nuestro tiempo. El espacio es la naturaleza de nuestra condición histórica. Se hace cada vez más necesario cuestionarnos los orígenes de una totalidad en la que parecemos inmersos históricamente, interiorizada al grado de hacerse transparente, casi invisible por su naturalidad. Vislumbrar la complejidad de la dimensión espacial y territorial de la sociedad debe trascender la comprensión del medio que nos rodea, pues es el camino a la comprensión de lo que como sociedad e individuos somos y dejamos de ser, el espacio de la apropiación territorial del capital. Es preciso analizar la realidad en la que vivimos, partiendo de un ejercicio de abstracción que nos permita encontrar el camino a la comprensión de este espacio. La finalidad del presente capítulo es proporcionar una perspectiva teórico metodológica de la producción social del espacio, tomándolo como punto de partida para comprender el territorio y las prácticas político económicas que intervienen en su apropiación. Parecería absurdamente lejano partir del escenario prístino de confrontación del hombre con la naturaleza, pero para entender la producción del espacio y la apropiación territorial me parece preciso partir del concepto de la naturaleza, pues como afirma Henri Lefebvre (2013; p. 177) 17 “La materia prima de la producción del espacio no es, como ocurre en el caso de los objetos particulares, un material particular; es la misma naturaleza, transformada en producto, rudamente tratada, hoy amenazada, probablemente arruinada y, con toda seguridad y paradójicamente, localizada.” La naturaleza será el punto de partida, a través del cual desarrollemos un argumento que dé cuenta del proceso dialéctico de producción social de las condiciones objetivas de (re)producción social y económica1. Pero para esto nos situaremos en el escenario de las economías mercantiles, es decir, una vez emancipada la sociedad de las ataduras de la naturaleza y mediada su relación con esta a través de instituciones sociales (Smith, 2006) La apropiación de la naturaleza El estudio de la relación de la naturaleza desde la perspectiva determinista resulta no solo caduca, sino profundamente conservadora, pues legitima una relación pasiva y subordinada para con los objetos producidos por el hombre e incorporados como condiciones de la existencia de la sociedad. Cualquier aproximación teórica que separe tajantemente a la sociedad del espacio, y establezca entre esta y la naturaleza una relación condicionante o determinante es inútil para entender la producción social del espacio, pues no pretendería sino disociar la relación intrínseca de apropiación de la sociedad y la naturaleza a través del proceso productivo, cuestión que, como se argumentará a continuación, es central en la conceptualización de la naturaleza. Estas posturas, por ejemplo, caen comúnmente en argumentos afines a posturas conservadoras, al limitar su lectura de la coyuntura a través de crisis o escenarios de desastre natural como un conjunto de actos voluntariosos, o ignorancia de la sociedad en general, que lleva destrucción de la naturaleza - 1 “El primer acto histórico de estos individuos, merced al que se distinguen de los animales, no consiste en que piensan, sino enque comienzan a producir los indispensables medios de subsistencia” (Marx, 1846: p. 15) 18 tan voluntarioso tal vez como el llamado “retorno a la naturaleza”. Como si la existencia de esta pudiera entenderse separada del hombre, el mundo dual de la ideología burguesa (Ibíd.) parece esforzarse por disociar la problemática ambiental del contexto económico-político en el que se desarrolla. Ciertamente la dimensión2 subjetiva nos ofrece inmensas oportunidades para entender la relación de las sociedades con la naturaleza en escenarios históricos particulares, en los que se destacan por ejemplo características estéticas o apreciaciones simbólicas que, sin dejar de ser importantes para entender a las sociedades, no son la vía para el estudio de la producción social del espacio, aunque ciertamente permiten entender elementos ideológicos o superestructurales que intervienen en su producción. En la historia universal observo, en el desarrollo cultural y tecnológico por ejemplo, mayores esfuerzos por alejarnos de la naturaleza - como fuerza natural dominante en el contexto de las sociedades sin producción de excedentes - que por “mantenernos” o “acercanos” a ella. El desarrollo tecnológico y cultural de la humanidad es resultado de un proceso de intercambio entre fuerzas naturales, el individuo y la sociedad, pues el hombre como ser natural, es decir, provisto de fuerzas naturales, encuentra en los objetos3 la reafirmación y desarrollo de estas facultades4. Esto no es otra cosa que el proceso productivo. 2 “El principio de la multidimensionalidad nos ayuda a comprender mejor la totalidad, ya que están las dimensiones que lo componen. Las dimensiones están formadas por las condiciones construidas por los sujetos en sus prácticas sociales en relación con la naturaleza y entre sí. En las múltiples dimensiones del territorio se producen las relaciones sociales, económicas, políticas, ambientales y culturales. La dimensión une espacio y relación, que son construidos por las acciones e intencionalidades.” (Fernandes, 2008: p. 6) 3 “El hombre es un dato de la valorización de los elementos naturales, físicos, porque es capaz de acción. Usa sus fuerzas intelectuales y físicas contra un conjunto de objetos naturales que selecciona como indispensables para mantenerse como grupo. Así, el hombre es sujeto, y la tierra, objeto.” (Santos, 1996: p. 86) 4 “La supremacía sobre la naturaleza comenzó con el desarrollo de la mano, con el trabajo, y ensanchando en cada avance el horizonte humano.” (Engels en Smith, 2006: p. 53) 19 “El trabajo es, en primer lugar, un proceso en el cual tanto el hombre como la naturaleza participan, y en el que el hombre decide libremente iniciar, regular y controlar sus intercambios materiales con la naturaleza. El hombre se confronta a sí mismo con la naturaleza como una de sus propias fuerzas, poniendo en movimiento […] las fuerzas naturales de su cuerpo, para apropiarse de los productos de la naturaleza en una forma útil a sus propios deseos. Actuando de este modo sobre el mundo externo y transformándolo, él transforma al mismo tiempo su propia naturaleza.” (Marx citado en Smith, 2006) En el centro de la argumentación de Marx (Ibíd.) sobre la relación entre la sociedad y la naturaleza se encuentra el trabajo. La única reminiscencia natural del hombre es justamente aquella que nos separa de la naturaleza y nos permite apropiárnosla a través del trabajo5, es decir la incorporación de la naturaleza al proceso productivo, así como la ulterior producción de esta. Milton Santos (1996) argumenta que esta apropiación se logra por la aplicación de la energía del hombre sobre la naturaleza, ya sea de forma directa o a través de herramientas, cuya finalidad es la reproducción de la vida y del grupo “Antes de lanzarse al proceso productivo, piensa, razona y, de alguna manera prevé el resultado que tendrá su esfuerzo.” (Ibíd., p. 83) Ambos, el trabajo y el proceso, son previstos de acuerdo a finalidades específicas y razonamiento previo de los medios necesarios para lograrlas. Es a través de un proceso de intercambio, es decir dialéctico, en el que “[…] la naturaleza se socializa y el hombre se naturaliza” (Ibíd; p. 85), conceptualizado como la Culturización de la Naturaleza (Marx en Smith, 2006). La culturalización de la naturaleza se realiza en la medida en que se le imponen las formas de la sociedad, se humaniza transformándose en objetos 5 “La humanidad se ha hecho a sí misma en el más literal de los sentidos. Nuestros cuerpos son el producto de la adaptación al uso de herramientas que precede al género Homo. Nosotros determinamos activamente el diseño de nuestro cuerpo a través de las herramientas que median intercambio humano con la naturaleza.” (Engels citado en Smith, 2006; p. 21) 20 técnicos o elementos artificiales que dan cuenta del desarrollo cultural de la sociedad. El geógrafo escocés afirma que se trata de un intercambio recíproco entre el hombre y la naturaleza (Smith, 2006), pero hay que puntualizar que se trata de la naturaleza producida como organización social, como referente cultural y tecnológico, humanizada e incorporada como condición de la reproducción social una vez superadas las condiciones históricas de la primera naturaleza. Lo que se reincorpora no es la naturaleza en su forma prístina u originaria, sino la naturaleza humanizada o culturalizada, no la misma naturaleza que se incorporó en una etapa sino la que ha sido producida y objetivada medio de reproducción. La culturización de la naturaleza permite vislumbrar el papel histórico del desarrollo tecnológico como sustitución, o mejor dicho producción de la naturaleza, pues el trabajo humano incorpora y produce objetos técnicos como parte de dicha relación con la naturaleza, al grado de transformarla – transformándose a sí mismo - de acuerdo a sus condiciones y necesidades históricas. Son las condiciones técnicas las que le permiten dominar la naturaleza, transformándola de acuerdo a las necesidades que surgen para lograr esta apropiación mediante el proceso productivo 6 .“El hombre tiene fuerzas para modificar los aspectos del marco natural, haciendo de éste una segunda naturaleza más adaptada a sus fines” (Santos, 2000; p. 187) La sociedad pasa de depender y encontrarse a merced la de la naturaleza a apropiarse de ella y dominarla a través de la producción, a través del trabajo, mediando dicho proceso objetos y técnicas (Santos, 1990). Se trata de la creación de nuevos marcos de referencia para la reproducción social y económica, de un sustrato material e inmaterial que sustenta dicha reproducción. Esta es la apropiación social de la naturaleza y la 6 “Las formaciones sociales históricamente determinadas se apropian de la naturaleza, la reproducen o transforman y, aún, producen nueva “materia” en el sentido de producción de nuevos objetos materiales mediante la reestructuración y recombinación de la materia existente, pero en el proceso no modifican las leyes universales, ahistóricas y asociales de la materia, sino que las vencen, encuentran la forma de dominarlas y someterlas a la voluntad social. Pueden utilizar, dominar, destruir o reproducir la naturaleza, sin cambiar sus leyes de funcionamiento.” (Pradilla, 1984: p 44) 21 naturalización de la sociedad, la creación de referentes o condiciones de reproducción que sustituyen o mejor dicho naturalizan la técnica, al constituirse como espacio de reproducción, referente cultural e histórico que articula los elementos necesarios para la (re)producción económica y social. “[…] con el avance de la técnica, los objetos creados sustituyen cada vez más a losnaturales, pero aparecen también como objetos naturales a los ojos de las nuevas generaciones. Es la historia de su producción lo que distingue la naturaleza heredera de lo natural y la que proviene de lo artificial.” (Santos, 1996) La producción pasa a tener una historia, pues con la producción de excedentes la actividad humana deja de aparecer limitada por las barreras naturales para convertirse en un proceso realizado gracias a la organización social. La segunda naturaleza representa para Smith (2006) la creación de las instituciones sociales que permiten la emancipación de la primera naturaleza - aquella pre humanizada y dominante de las relaciones sociales - en la que “Los elementos de la primera naturaleza, anteriormente inalterados por la actividad humana, son subordinados al proceso de trabajo y reaparecen para convertirse en materia social de la segunda naturaleza.” (Ibíd.: p 32) Cabe mencionar que la producción de la segunda naturaleza se da en el marco de las sociedades excedentarias, en las que el Estado surge de la necesidad de efectuar una división social de clases (Engels en Smith, 2006) y de distribuir - de forma desigual – el acceso a la naturaleza (Ibíd.). Volveré a desarrollar este tema con mayor detenimiento en el segundo capítulo, detallando cuál es la función del Estado en la producción y apropiación del espacio y su relación con el capital. Los individuos dejan de estar subordinados a las fuerzas naturales, pues la relación entre el hombre y la naturaleza en el proceso productivo pasa a estar mediada a través de las instituciones sociales, dedicadas en parte a mediar la relación entre individuo y naturaleza apropiada como propiedad y/o medio de 22 (re)producción. Me parece que la producción de la segunda naturaleza debe ser entendida como un proceso de consolidación de una estructura de dominación sobre la naturaleza y sobre el trabajo ajeno, proceso que si bien no se limita al caso de las sociedades capitalistas si puede ser entendido como un proceso de apropiación de dicha estructura de (re)producción social, por un bloque histórico o clase hegemónica7. Producción de la segunda naturaleza, tecnología y cultura; reproducción del modo de producción. Desde la perspectiva del materialismo histórico, Smith (2006) y Santos (1996) refieren a la incorporación de la naturaleza en el proceso productivo – uno a través de la organización social, posibilitada por la producción de excedentes, y el otro a través de la producción tecnológica, indicador del desarrollo cultural - proceso extensamente desarrollado por Marx como apropiación la dominación de la naturaleza8. Comúnmente se ha ocupado, desde la variedad de posturas que defienden el llamado “equilibrio natural” por ejemplo, el término “dominación” como la acción del hombre sobre la naturaleza, pues gran medida ilustra las consecuencias, a menudo desastrosas, de la incorporación de la naturaleza al proceso productivo. Pareciera que en dichas argumentaciones la naturaleza mantiene un papel totalmente pasivo en el que simplemente es “destruida” para sobreponerle la infraestructura de producción económica o 7 “El rasgo distintivo del nuevo discurso geográfico es que privilegia "la dimensión social", en la que las relaciones espaciales son entendidas como manifestaciones de las relaciones sociales de clase en el espacio geográfico, producido y reproducido por el modo de producción.” (Delgado Mahecha, 2003; p.79) 8 “Cualquier forma de sociedad real se apropia de la naturaleza - el territorio – como soporte y condición necesaria de su existencia, y en su desarrollo produce nuevos objetos materiales que se insertan sobre ella, entran a formar parte de ella, como “naturaleza creada”, que son soportes materiales de su existencia y contradicciones. Por esta razón, todo proceso social tiene implicaciones territoriales. Ello también produce “naturalmente” entre los investigadores una tendencia a magnificar, a elevar de jerarquía, a idealizar el papel de la naturaleza y los soportes físicos, a tratar de construir toda una “nueva teoría” que explicaría estas relaciones.” (Pradilla, 1984: p. 48) 23 reproducción social. Se pasa totalmente por alto - ni siquiera es una discusión de interés para esta postura conservadora - la complejidad de los procesos tecnológicos y culturales que envuelven la apropiación, omitiendo también el análisis de la organización político-social de dichos procesos. En general, las posturas más conservadoras dejan de lado el análisis histórico de la apropiación de la naturaleza, reduciendo su argumentación a las consecuencias de la “dominación” sobre una naturaleza supuestamente prístina – apenas tocada por el hombre - sin embargo apropiada. La perspectiva de la presente tesis abordará la producción del espacio partiendo de su incorporación al proceso productivo en el contexto de la sociedad de clases. “[…] Marx no discriminaba entre dominación y apropiación. El trabajo y la tecnología, dominando la naturaleza material, la transformaban y se la apropiaban de acuerdo con las necesidades del hombre (social). La naturaleza, antes enemiga y madre ingrata, era reducida a «bienes». Sólo el estudio crítico del espacio permite elucidar el concepto de apropiación.” (Lefebvre, 2013: p. 213) Este estudio crítico parte de la premisa de una primera naturaleza– dominante y pre humanizada - que para al ser dominada a través de su integración al proceso productivo, racionalizada a través de relaciones sociales de producción (Smith, 2006) y sometida a las leyes estructurales del funcionamiento de la economía, la política y el régimen social (Pradilla, 1984) Por lo anterior el aprovechamiento heterodoxo del materialismo histórico dialéctico es el camino que he elegido como medio de interpretación de la realidad para el presente trabajo, pues su objeto de análisis es: “[…] la apropiación de la naturaleza, el despliegue de la sociedad sobre ella, la producción, intercambio, distribución y consumo, la acción del Estado y la ideología que se construye socialmente sobre los soportes físicos y la naturaleza misma, forman parte natural del materialismo histórico –dialéctico, se explican a partir de sus propios conceptos o de aquellos que se derivan lógicamente de él, se 24 investigan con su mismo método y responden a sus mismas leyes, especificadas a los procesos particulares. No habría, por tanto, necesidad de “otra” teoría o de una “teoría particular”, sino de la aplicación consecuente, coherente y correcta del materialismo histórico-dialéctico y su método al análisis de los problemas particulares.” (Pradilla, 1984; p. 49) La apropiación o dominación de la naturaleza no debe ser entendida como el triunfo definitivo sobre sus fuerzas y/o procesos9, sino su apropiación a través del trabajo, así como los procesos y relaciones sociales que de esta relación se desprenden. Una vez superada la (primera) naturaleza como conjunto de fuerzas y objetos adversos y limitantes esta aparece como medio de trabajo (Moraes, 2009); pasa a ser apropiada, reproducida y transformada (Pradilla, 1984) produciendo nuevos objetos a partir de esta e incorporándola al proceso productivo. Este hecho evidencia la cualidad teleológica (Moraes, 2009), inherentemente humana, que se desarrolla en el proceso productivo; Progresivamente, al apropiarse el sujeto - a través del trabajo - del objeto, este lo (re)produce, pues el objeto - la naturaleza - es interiorizada como condición de la reproducción económica y social. Así esta es reincorporada progresivamente en el proceso productivo, tecnológico, cultural, en un movimiento dialéctico de apropiación y transformación constantemente entre sujeto y objeto. “Las formaciones sociales históricamente determinadas seapropian de la naturaleza, la reproducen o transforman y, aún, producen nueva “materia” en el sentido de producción de nuevos objetos materiales mediante la reestructuración y recombinación de la materia existente, pero en el proceso no modifican las leyes universales, ahistóricas y 9 Engels previene sobre la falsedad la victoria humana sobre la naturaleza y sus fuerzas, concluyendo: “ […] el hombre no domina, ni mucho menos, la naturaleza a la manera como un conquistador domina un pueblo extranjero, es decir, como alguien que es ajeno a la naturaleza, sino que formamos parte de ella con nuestra carne, nuestra sangre y nuestro cerebro, que nos hallamos en medio de ella y que todo nuestro dominio sobre la naturaleza y la ventaja que en esto llevamos a las demás criaturas consiste en l posibilidad de llegar a conocer sus leyes y de saber aplicarlas acertadamente.” (Engels, 1886: p. 152) 25 asociales de la materia, sino que las vencen, encuentran la forma de dominarlas y someterlas a la voluntad social.” (Pradilla, 1984; p. 44) Es por esto que he empleado el concepto incorporación al proceso productivo para describir la apropiación o dominación de la naturaleza, pues busco una separación con cualquier concepción dualista entre el hombre y la naturaleza que permita apuntar a la unidad del espacio y la sociedad a través de la concepción de la producción del espacio (Smith, 2006). La producción de la segunda naturaleza es su consolidación como medio de (re)producción económica y social, constituido por medios de producción y relaciones sociales de producción (Smith, 2006). “[…] la naturaleza socializada debe identificarse con aquello que los geógrafos denominan el espacio o espacio geográfico.” (Santos, 1996; p. 146) Este concepto me permitirá observar la realización histórica de la segunda naturaleza, así como la producción social del espacio como medio de (re)producción económico, político, social, etc. Mientras el trabajo produce la primera naturaleza - sometida aún en el reino de la escasez - las relaciones sociales de producción constituyen la segunda naturaleza (Smith, 2006); estas poseen una existencia social en tanto que tienen existencia espacial; se proyectan sobre el espacio, se inscriben en él, y en ese curso lo producen.” (Lefebvre, 2013; p. 182) No hay producción que no sea producción del espacio10, y esta puede ser entendida como la sustento y fundamento de la reproducción de las condiciones históricas de producción11 . En resumen el espacio es la proyección de la sociedad (Ibíd., Delgado Mahecha, 2013) La forma 10 “No hay producción que no sea producción del espacio, no hay producción del espacio que se dé sin el trabajo. Vivir, para el hombre, es producir espacio. Como el hombre no vive sin trabajo, el proceso de vida es un proceso de creación del espacio geográfico. La forma de vida del hombre es el proceso de creación del espacio.” (Santos, 1996; p. 84) 11 “[…] se debe tomar como referencia no la producción en el sentido restringido de los economistas, - es decir el proceso de producción de las cosas y de su consumo- sino la reproducción de las relaciones de producción. En esta amplia acepción, el espacio de la producción implicaría, por tanto, y encerraría en su seno la finalidad general, la orientación común a las actividades diversas ,a los trabajos divididos , a la cotidianidad, a las artes, a los espacios creados por los arquitectos y los urbanistas.“(Lefebvre,1972; p.34). 26 empíricamente apreciable, a través del estudio de los objetos y las relaciones sociales de producción, del modo de producción. “En cada momento histórico las maneras de hacer son diferentes, el trabajo humano se vuelve más complejo y exige cambios correspondientes a las innovaciones. A través de las nuevas técnicas vemos la substitución de una forma de trabajo por otra, de una configuración territorial por otra. Por eso, el entendimiento del hecho geográfico depende tanto del conocimiento de los sistemas técnicos.” (Santos, 1996; p.65) La (Re)producción del Espacio Ante un conjunto de elementos que integran el espacio el filósofo francés Henri Lefebvre introduce en su obra Espacio y Política (1972, p. 30) la hipótesis sobre la necesidad de la metodología para el análisis de producción del espacio: “El espacio no será ni un punto de partida […], ni un punto de llegada […] sino un intermediario en todas las acepciones de ese vocablo, es decir, un procedimiento y un instrumento, un medio y una mediación.” Por su parte el planteamiento de Milton Santos (2000) remite al espacio como mediación histórica inacabada, potencia y finalidad, ese intermedio al cual remite Lefebvre (1972); medio y mediación, totalidad multitemporal apreciable como proceso consumado en la configuración territorial y como totalidad en infinitos procesos simultáneos que entran en conflicto entre sí. El espacio será el medio, el conjunto de producciones tecnológicas y relaciones sociales de producción a través de los cuales se busca imponer una racionalidad hegemónica12. Esto no quiere decir que el espacio sea el conjunto de objetos apropiados y/o producidos para la realización del modo de producción o las relaciones sociales necesarias para su realización. No se trata de una 12 “La superioridad del modo de producción capitalista en relación a los que le precedieron se debe a dos cosas: el perfeccionamiento de un mecanismo económico que hace permanente la expansión de los subsistemas de actividad racional con respecto a un fin, y la elaboración de una legitimación económica que permite al sistema de dominación adaptarse a las nuevas exigencias de racionalidad de esos subsistemas en vías de desarrollo” (Habermas en Santos, 2000; p. 32). 27 delimitación ni una base material, mucho menos un contenedor o agregado de objetos, aunque definitivamente está constituido por estos. El espacio es la racionalidad que se encuentra entre los objetos y las acciones, el flujo que articula medios de producción y relaciones sociales de producción13. “De todas formas, el objetivo de este espacio instrumental es el de regularizar los flujos y controlar la población. Da nacimiento a nuevas contradicciones, como la que opone al espacio regulador de los organismos estatales y el espacio caótico de los intereses capitalistas que buscan implantarse allá donde la plusvalía es más fácilmente realizable.” (Lefebvre, 1976; 236) Como heredero de la tradición marxista, Lefebvre (1972) desarrolla el concepto de producción del espacio, como elemento central en la producción, así como su trascendencia en los procesos de reproducción social. El filósofo francés plantea abordar el estudio del espacio entendiendo el concepto como una mediación metodológica, herramienta a través de la cual podemos analizar la (re)producción de la totalidad, la articulación de la infraestructura y superestructura en un conjunto indisoluble, cuya constitución tiene como elemento central el conflicto y la contradicción y cuya realización objetiva es apreciable en el territorio. “[…] se debe tomar como referencia no la producción en el sentido restringido de los economistas, - es decir el proceso de producción de las cosas y de su consumo - sino la reproducción de las relaciones de producción. En esta amplia acepción, el espacio de la producción implicaría, por tanto, y encerraría en su seno la finalidad general, la orientación común a las actividades diversas, a los trabajos divididos, a la cotidianidad, a las artes, a los espacios creados por los arquitectos y los urbanistas. “(Lefebvre, 1972; p. 34). 13 “Producto quese utiliza, que se consume, es también medio de producción: redes de cambio, flujos de materias primas y de energías que configuran el espacio y que son determinados por él” (Lefebvre, 2013: p. 75) 28 Por lo tanto la producción del espacio no está limitada a la producción de la infraestructura material en una pretensión instrumental14-funcional – aunque claro la contempla - sino que es un proceso que expresa el movimiento dialéctico de la historia y de la sociedad en su conjunto, en el cual y a través del cual, fragmentando metodológicamente la problemática particular de la totalidad, es posible analizarla entendiendo al espacio no como una finalidad determinada, linealmente sino como un complejo proceso histórico en el cual convergen desarrollo científico y tecnológico, cultura, la (re) producción económica, etc. De esta manera dejamos de lado la concepción del espacio como medio totalmente condicionante, acabado, resultado de una noción progresista de la historia como proceso lineal, pues su forma ideal - planificada o deseada - nunca alcanza realizarse, pues el conflicto y la contradicción son elementos centrales de su producción como complejidad histórica. La producción del espacio es un proceso global, pues es la consolidación de las relaciones sociales de producción inherentes a la sociedad capitalista; desde su etapa germinal el capitalismo se ha caracterizado por la mundialización de sus relaciones de intercambio, llegando a su fase actual caracterizada por la compresión espacio temporal de las relaciones de producción y explotación. Esta expansión global del capitalismo expresa su expansión territorial y espacial – su totalización - esta última en virtud de la mundialización de este modo de producción y las relaciones de producción, intercambio y consumo implícitas en su desarrollo así como la aceleración o acortamiento temporal de los flujo15 que intervienen en su reproducción. 14 “Esta distinción supone un examen crítico atento a los materiales empleados, las palabras, las imágenes, los símbolos y conceptos, así como del instrumental: los procedimientos de conjunto, el utillaje empleado para recortar y montar, todo dentro de los marcos de la división del trabajo científico.” (Lefebvre, 2013: p 159) 15 “El término “flujo” no tiene aquí su sentido filosófico […] Tiene un sentido espacial: un lugar de origen, un recorrido, una meta […] Puede renovar la economía política haciendo de ella economía política del espacio.” (Lefebvre, 1976; p. 232) 29 “Por sus cualidades funcionales, el espacio, como cualquier otra estructura social ( o nivel de la sociedad, si se prefiere decir así) es más por su estructura que por su forma, un reflejo de la sociedad global, su dinamismo es consecuencia de la ruptura de la sociedad global y de su consiguiente distribución por el territorio. En este caso también, el espacio se consideraría un hecho social, ya que se impone a toda la gente. Pero, si consideramos el espacio por sus cualidades sistémicas, gana nuevos atributos como la capacidad de condicionar, hasta cierto punto de forma determinante (una determinación todavía condicionada), la evolución de las otras estructuras sociales.” (Santos, 1996; p.160) Totalidad Analizar la producción del espacio sería una tarea increíblemente compleja no solo por tratarse de un proceso que involucra una inmensidad de actores, procesos, objetos, etc. Sino por la amplitud y complejidad de las relaciones establecidas entre cada uno de estos, por lo que un primer paso en el proceso de la problematización en vías al estudio o análisis de la producción del espacio es el acotamiento de esta inmensidad en a través de un procedimiento de reducción: “La reducción es un procedimiento científico empleado ante la complejidad y el caos de las observaciones inmediatas. En primer lugar es preciso simplificar y después, lo más pronto posible, restituir progresivamente lo que el análisis ha ido aislado. Además, es necesario que la exigencia metodológica no se transforme en servidumbre ni que de la reducción legítima se pase al mero reduccionismo.” (Lefebvre, 2013: p. 160) La parcelación del conocimiento y la forzada delimitación de objetos de estudio específicos realizada por la geografía tradicional (Moraes, 2009) resultan ineficientes para entender la producción de la segunda naturaleza, 30 pues esta ha de ser explicada a través de la (re)producción de las estructuras económicas, políticas y sociales que imperan en determinado periodo histórico. Y es que “[…] en el dominio de las ciencias naturales hay una exterioridad total entre el objeto y el sujeto del conocimiento, imposible de obtenerse en la investigación sobre la sociedad, en la que el sujeto aparece inexorablemente como parte del objeto.” (Ibíd.; p. 51) Por lo tanto no es posible separar los elementos de la naturaleza - apropiada e incorporada al proceso productivo - sino que será necesario entenderla a través de sucesivos ejercicios de abstracción y concreción. La inmensidad, amplitud y complejidad de aquello que engloba lo social obliga a emplear un método de interpretación de la realidad; “La totalidad es la realidad en su integridad.[…] es el conjunto de todas las cosas y de todos los hombres en su realidad, es decir, en sus relaciones, y en su movimiento.” (Santos, 2000; p. 98). Totalidad que debe ser parcelada para poder ser aprehendida, sin que estos signifique perder o dejar de lado alguno de sus elementos, sino todo lo contrario, a través de la delimitación en análisis y la comprensión cabal de esta integridad los elementos lo constituyen pueden ser analizados en su particularidad y a través de las relaciones que establecen entre sí a través del tiempo. La complejidad intrínseca en la estructura contradictoria de la sociedad capitalista puede ser aprehendida descomponiendo la totalidad en los elementos que la constituyen: “Podemos afirmar que la descomposición de la totalidad en sus elementos constitutivos, desigualmente desarrollados, combinados, unidades contradictorias, etcétera, es parte esencial de la dialéctica marxista; la ley de la contradicción, su piedra clave, es exactamente esto.” (Pradilla, 1984: p. 55) Pero para lograr analizar más que los elementos que constituyen dicha totalidad es necesario desarrollar una problematización y desarrollo metodológico que concretice y conjunte los procesos de apropiación y producción del espacio en el marco de la sociedad capitalista. Ante el contexto de una espacio global de la producción a mi parecer resultará mucho más fructífero analizar las contradicciones y conflictos, que emergen de la imposición de un sistema productivo en las 31 regiones o territorialidades específicas, que enunciar la amplitud de procesos materiales y sociales que de esta producción participan. Aquí la totalidad es vista como un sistema abierto estructurado, que permanentemente se desarrolla y crea, a través de sus componentes que se relacionan, surgiendo contradicciones que se influencian recíprocamente, construyéndose así, en un movimiento continuo, una totalidad jerarquizada y articulada entre ellos. […] La totalidad dialéctica no reúne igualdades o similitudes sino contradicciones que operan entre sí en esferas diversas ligadas por la comunidad de origen, estructurándose jerárquicamente a través de sus funciones diferenciadas. El reconocimiento de esta totalidad no implica, como algunos argumentan, la agregación de aspectos o cualidades múltiples, sino la búsqueda de los procesos esenciales que la van creando así como de sus vinculaciones reciprocas.” (Santos, 1996; p.135 ) Ahora, la totalidad no ha de ser confundida con las aproximaciones holistas - abrazadas por los estudios monográficos y conservadoresdel espacio desde la geografía - pues aunque nos enfrentamos a la comprensión de una espacialidad global, en la que podemos apreciar y aprehender infinidad de procesos que se vinculan, convergen y (con)funden en el espacio a múltiples escalas, considero necesaria una aproximación desde las contradicciones inherentes al modo de producción capitalista. De esta forma, a pesar de la centralidad que hemos conferido al estudio del sistema técnico y las relaciones sociales de producción, no podemos limitar el estudio del espacio al de medio sobre el cual se desarrollan las relaciones de producción, sino que es la expresión objetiva y social del proceso productivo, la realización de la existencia social como totalidad. A través del espacio podemos leer las particularidades históricas del modo de producción, tomando en cuenta que sus finalidades generales - para las finalidades particulares del presente trabajo al menos - son la expansión de la tasa de 32 ganancia y la apropiación privada del plusvalor. La aprehensión de la totalidad es posible delimitándola y relativizándola, pues esta “[…] se constituye durante la elaboración del conjunto de mediaciones explicativas del problema tratado y en él se revelan las determinaciones aprehendidas, que se muestran como manifestaciones históricas.” (Moraes, 2009; p. 49). Paso inevitable en el conocimiento de la totalidad, la "[…] el hombre no puede captar, reflejar la naturaleza como un todo en su integridad; en su totalidad inmediata; sólo puede acercarse eternamente a ella, creando abstracciones, conceptos, leyes, etc., resulta imposible tener la mera noción de ninguna cosa si no se forma un concepto." (Lenin en De la Garza, 2005; p. 21) Cada una de las abstracciones, históricamente determinadas, son producto de la reproducción de lo concreto16 en la realidad. El proceso de abstracción de la realidad nos permite entender las mediaciones, como particularidades históricas del proceso de producción realizadas espacialmente. Así, por ejemplo, la violencia se constituye como un medio para la realización del sistema de mercado; la reproducción y expansión territorial de este sistema económico se vale de la mediación de esta, tanto en su forma directa como en la producción de condiciones estructurales de violencia, para su reproducción, expansión territorial e incremento de la tasa de ganancia. Aprehender - vía la abstracción y delimitación de la totalidad - estas particularidades de la violencia directa y estructural permitirá entenderlas como particularidades históricamente determinadas por la(s) estructura(s) económica hegemónica17. La totalidad del modo de producción, entendido como determinación general de estas mediaciones, y su realización será aprehendida a través la abstracción de sus mediaciones. Más adelante en este capítulo también se puntualizará sobre apropiación política de las condiciones para la reproducción, su delimitación y el ejercicio de dominación 16 “Lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto, unidad de los diverso”. (Marx en Moraes, 2009: p. 38) 17 Estos procesos serán desarrollados extensamente en los capítulos posteriores. 33 a través de la producción y apropiación política del espacio, es decir, de su territorialización18. Espacio y política Despegarse de la noción de un espacio puramente material, condicionante de las actividades humanas, cuya producción es resultado de una planeación óptima y universalmente funcional permite abordar su estudio desde una concepción crítica e histórica, retomada en el presente trabajo desde el materialismo histórico. Será necesario desarrollar una construcción metodológica que retome los elementos teóricos necesarios para argumentar el espacio en su dimensión de medio de (re)producción económica y social, resultado inacabado de conflictos históricos entre clases y grupos antagónicos. El choque entre bloques históricos, la convergencia de fuerzas y actores económicos y políticos antagónicos y demás procesos históricos - en los que el conflicto es no solo la constante sino el elemento central - dan cuenta de la importancia de la dimensión política en la producción del espacio. Como argumenté con anterioridad el espacio es una totalidad que articula relaciones sociales y medios de producción. La producción del espacio, la segunda naturaleza, fue posible una vez alcanzada la producción de excedentes en la agricultura; una vez alcanzado el desarrollo histórico - cultural, tecnológico, etc. - necesario para la organización social de la producción, cuya cúspide es la consolidación del Estado (Smith, 2006), la dimensión política se vuelve clave para entender la producción del espacio19. 18 “La utilización del concepto de modo de producción -dice R. De Koninck-permite comprender mejor el desarrollo de las técnicas de producción y de las sociedades clasistas y, por tanto, la naturaleza del dominio territorial". (Delgado Mahecha, 2003; p.80) 19 “Incluso si hoy deseamos mantener en el centro de la teoría los conceptos y categorías marxistas (la producción, por ejemplo), es menester introducir categorías que Marx no consideró sino al final de su vida. Así sucede con la reproducción de las relaciones de producción, que se superpone a la reproducción de los medios productivos y a la reproducción ampliada (cuantitativamente) de los productos, siendo distinta de éstas. Es evidente que, considerada como concepto, la reproducción implica otros conceptos: lo 34 No es posible entender la producción del espacio separado de las fuerzas productivas, la división social del trabajo, el Estado y la superestructuras de la sociedad (Lefebvre, 2013) es decir, omitiendo la dimensión política del espacio y de las relaciones sociales de producción, pues “La producción del espacio no es una producción cualquiera, añade algo decisivo a la producción, puesto que es también reproducción de las relaciones de producción.” (Lefebvre, 1976; p. 232) La producción del espacio ha de ser entendida como la producción de una estructura que permite la realización de la sociedad de clases (Lefebvre, 2013) – “[…] una estructura representada por las relaciones sociales que ocurren ante nuestros ojos y que se manifiestan por medio de los procesos y las funciones.” (Santos, 1996; p.138) - como un medio de (re)producción económica y de las relaciones dominación entre burguesía y proletariado. Si en la producción de la primera naturaleza - en el marco de una sociedad carente de excedentes y con una precaria organización social – la dominación e incorporación de la naturaleza al proceso productivo es aún un hecho histórico inalcanzado con el desarrollo de las fuerzas productivas y la organización social no solo se incorpora totalmente la naturaleza al proceso productivo, sino que la dominación se efectúa através de la apropiación privada de los medios de producción. La dominación, al menos en el marco de la sociedad capitalista, es eminentemente espacial: “Podemos afirmar que el espacio es una relación social, pero inherente a las relaciones de propiedad (la propiedad-del suelo, de la tierra en particular), y que por otro lado está ligado a las fuerzas productivas (que conforman esa tierra, ese suelo); vemos, pues, que el espacio social manifiesta su polivalencia, su «realidad» a la vez formal y material.” (Lefebvre, 2013; p. 115) repetitivo, lo reproducible, etc., ideas que no tuvieron cabida en la obra de Marx, del mismo modo que están ausentes en su trabajo los conceptos de «urbano»,«cotidiano» y «espacio»” (Lefebvre, 2013; p. 157) 35 Los espacios son el reflejo del sistema productivo a escala global (Santos, 2006) , expresión o proyección social de la fase histórica de desarrollo de las fuerzas productivas; la dominación del espacio se realiza por una parte a través de las fuerzas coactivas del Estado (Pradilla, 1984 ; Smith, 2006; Lefebvre, 1976; Harvey, 2006) al servicio de la la burguesía, pero omitiendo normalmente la coacción directa gracias a la apropiación de los medios de (re)producción, consecuentemente, del plusvalor socialmente producido en el régimen de trabajo asalariado. La producción del espacio urbano es la realización de un proyecto de clase, pero a su vez, se relaciona y se produce diferenciadamente por diversificación mercantil de esta dominación (proceso que se tocará brevemente en el tercer capítulo) o que se contrapone a esta, ya sea como resistencia históricamente arraigada o como proyectos políticos frontalmente antagónicos. Conflicto y espacio A pesar de ser la realización espacial del modo de producción capitalista - dominado y apropiado de acuerdo a los intereses de clase - en el espacio urbano se encuentran, relacionan y entran en conflicto clases, lenguas, culturas; chocan, se enfrentan, vencen, son derrotados; ceden y se apoderan de símbolos, objetos, espacialidades y territorialidades. El estudio del espacio urbano debe dar cuenta de estas relaciones y de cómo el capital busca imponer relaciones sociales y de dominación; así la ciudad se realiza como espacio de óptimo de reproducción de capital. El espacio no es sólo un espacio social, existe una multiplicidad ilimitada de espacios sociales; aisladamente cada uno de estos son abstracciones, cuya existencia será apreciable a través redes, ramificaciones o relaciones entre estas (Lefebvre, 2013). Con esto no quiero limitar el estudio de la espacialidad social o la producción social del espacio a un estudio de las relaciones o conflictos abstractos. Todo el complejo e inmenso sistema de relaciones - de conflicto, dominación, apropiación, etc. – se expresa materialmente en el espacio a través de la 36 edificación, la construcción, la arquitectura (Pradilla, 1986) , emergiendo en su diversidad conflictiva como un infraestructura material, arquitectónica, ingenieril, etc. El conflicto intrínseco en la producción del espacio también es resultado de múltiples temporalidades que se conjugan en tiempo presente y que intervienen paralelamente en su (re)producción, imponiéndose unas sobre las otras, sin llegar a ser esta imposición o dominación definitiva, sino expresando un constante conflicto entre estas y diversas temporalidades que se encuentran en el espacio. La producción del espacio pues es resultado de una lucha no solo entre distintos actores y colectivos, sino también entre una inmensidad de procesos históricos y de temporalidades que confluyen en el espacio. Esto obliga a tomar en cuenta la conjunción de procesos históricos al momento de problematizar o buscar entender un fragmento de la totalidad que es el espacio, entendiendo como resultado de procesos multitemporales. “Finalmente, el espacio es aún el depositario universal de la historia. En él se acumulan trabajos de los tiempos más remotos, en un permanente ciclo de creación, reposición y transformación de objetos sobre la superficie terrestre. El espacio presenta así las sobre posición de los resultados de los procesos naturales y sociales que coexisten en la actualidad.” (Moraes da Costa, 2009; p. 109) El sistema capitalista se realiza globalmente, caracterizándose históricamente por la necesidad de expansión territorial (Harvey, 2010) - proceso que se abordará en el segundo capítulo - a través por ejemplo de la dominación de sociedades subalternas y su incorporación al espacio de la producción global. “[…] el espacio planetario se reorganiza en función de la división de trabajo a escala mundial en función de estrategias mundiales. El espacio es resultado de una superposición de niveles diferentes, económicos y estratégicos, convergentes en él mismo.” (Lefebvre, 1976; p. 227) 37 La producción de la espacialidad social, aun siendo esta la imposición de un modo de producción 20 o fase histórica específica de este, implica la yuxtaposición de múltiples procesos históricos conjugados en el espacio y cristalizadas en la configuración territorial. Procesos históricos de corta y larga duración, constantes y conclusos, implícitos en la totalidad como evidencia de la inmensa diversidad de espacialidades en potencia o proceso de realización, instituciones, estructuras económicas y políticas, de actores y bloques hegemónicos; cada uno busca producir las condiciones necesarias para su reproducción a través del espacio. El espacio producido es el resultado - en continua transformación – de la inmensidad de procesos económicos, políticos y sociales que expresan la confrontación entre bloques históricos a través de la producción del espacio, decir convergen en él y se realizan espacialmente. En el espacio urbano cada uno de los bloques históricos lucha por imponer las condiciones óptimas para su reproducción, ya sea sobre las cenizas de la realización de formas antagónicas o pretéritas de racionalidad, o imponiéndose con la finalidad de consolidarse como una estructura de reproducción económica y social. La sobreposición de distintas racionalidades – en ocasiones convergentes o de vectores comunes pero constantemente antagónicas y conflictivas – resulta en una producción espacial desarrollada a través movimiento dialéctico de la historia, por lo tanto el espacio producido será siempre distinta a su idealización original en su forma, función o estructura. Entender la producción del espacio requiere tomar en cuenta tanto las convergencias como los conflictos intrínsecos en la producción de esta totalidad, observar su desarrollo histórico y finalmente su concreción en la organización territorial. 20 “[…] un modo de producción dominante, combinado desigualmente con formas económicas, económicas, políticas o ideológicas fragmentarias, desarticuladas, supervivientes de otros modos de producción anteriores que han sido disueltos como unidad por el desarrollo del modo de producción dominante y a las cuales éste impone el lugar, el papel, el ritmo de desarrollo, subsistencia o desaparición en función de sus propias leyes acotadas históricamente en cada caso.” (Pradilla, 1984; p. 55) 38 Racionalidad La propuesta de Santos (2000) da cuenta de la producción del espacio como conflicto entre la imposición y la consecuente de resistencia o adaptación que encuentra en los espacios en los que esta lógica pretende imponerse. Habría que preguntarnos entonces qué o quién busca imponerse para así poder apreciar de forma más amplia cual es la razón que antecede al espacio producido y apropiado. Si bien la producción del espacio se caracteriza por el dominio de la técnica (Santos, 2000) es preciso introducir la cuestión de qué función cumple ésta y cuál es la razón de su existencia, pues es la expresión de un poder y una intencionalidad política que la produce y emplea para consolidar al espacio como medio de racionalización y dominación política. “Consideremos ahora la cuestión relativa al espacio dominante y dominado: un espacio natural transformado (mediatizado) por una técnica y una práctica. En la época moderna abundan los casos y los ejemplos sobre esos espacios, perfectamente inteligibles como tales: una placa de hormigón, una autopista. En virtud de la tecnología, la dominación del espacio deviene — si osamos plantearlo— completamente pre-dominante. Se alcanza esta perfección del «dominio», cuyas raíces se hunden en épocas lejanas de
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