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Cultivando-al-bello-sexo--la-Escuela-de-Artes-y-Oficios-para-Mujeres-1871-1876

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
 
 
Cultivando al “bello sexo”. La Escuela de Artes y Oficios 
para Mujeres 1871-1876. 
 
 
 
 
 
TESIS 
 Que para obtener el título de: 
 LICENCIADA EN HISTORIA 
 Presenta: 
 MARÍA DEL CARMEN AQUINO HERNÁNDEZ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
MAESTRA CLAUDIA SILVIA LLANOS DELGADO 
 
 
 
 
Ciudad Universitaria, Ciudad de México. Octubre, 2018. 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
ii 
 
A María y Sidonio 
 
A Maribel 
A Lucila 
 
A Alejandro 
 
A Jediael 
A Ricardo 
 
A Luis Fernando 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iii 
 
Agradecimientos 
Primeramente, quiero agradecer a la mtra. Claudia Llanos por abrirme las puertas 
a un nuevo panorama de investigación: la historia de las mujeres. También por 
asesorarme a lo largo de toda la investigación y brindarme su apoyo en todo 
momento. Le agradezco el interés, la paciencia, los consejos y los regaños. 
Académicamente puedo decir que en muchos sentidos lo que me forma como 
historiadora en cuestión teórica y metodológica ella me formó. 
Quiero agradecerle a la dra. Clara Ramírez por aceptarme en el grupo de 
investigación: “Escritos de mujeres siglos XVI al XVIII” y al proyecto PAPIIT 
IN403316, en donde he tenido una gran guía gracias al trabajo que ahí se realiza. 
También le doy las gracias el apoyo que me ha brindado a lo largo de los años y 
por aceptar ser parte de mi sínodo. 
Le agradezco al dr. Armando Pavón por aceptarme en su proyecto Conacyt 
CB.130427, además por estar siempre al pendiente del curso de la investigación, 
por sus acertados comentarios y por ser uno de mis sinodales. 
A la dra. Lourdes Alvarado le agradezco, primero, haber aceptado ser parte 
de mi jurado; además, por sus aportaciones y comentarios hacia la investigación 
que fueron de gran ayuda y me hicieron ver otras aristas de la investigación. 
También quiero agradecerle a la dra. Lucrecia Infante por ser parte de mi 
sínodo y por sus comentarios tan oportunos al momento de revisar mi trabajo. 
Del grupo de investigación “Escritos de mujeres” puedo dar constancia de 
su interés por mi investigación y por el gran apoyo de cada una de sus integrantes: 
Daniela, Carolina, Christiane, Rebeca, Mariana, Fernanda, Amanda, Sari, Ociel y 
Jonathan. 
Quiero agradecerle a mi mamá, Maribel, por ser siempre el soporte más 
grande que he tenido, por educarme como lo hizo y por darme las fuerzas para 
salir adelante. 
También mis palabras son de gratitud para mi tía Lucy, por ser mi otro gran 
soporte y sobre todo por creer en mí. 
iv 
 
A mi padre, Alejandro, quiero decirle que, aunque la distancia nos separé, él 
ha estado allí para mí incondicionalmente, apoyándome en todos los aspectos de 
mi vida. 
A mis tíos Toño, Gustavo, Hugo, Rolando y Valeriano, mi abuelita Mimi y mi 
abuelo Ofelio les agradezco muchísimo todo lo que me han dado a lo largo de mi 
vida, gracias por estar siempre que los he necesitado. 
Mis abuelos María y Sidonio, aunque hace muchos años que ya no están 
conmigo, les gradezco por haberme criado y formado, por todo el amor que me 
demostraron cada día. 
Quiero agradecer también a mis dos pilares, Jediael y Ricardo, primero 
amigos, y a quienes hoy considero mis hermanos, por escucharme, aconsejarme y 
hacerme ver mis errores. 
A Luis Fernando, mi compañero de vida, quiero darle las gracias porque en 
el tiempo que hemos estado juntos se ha convertido en mi mayor confidente. 
Gracias por apoyarme en todo este proceso de titulación. 
Por último, quiero agradecer a Rosy Arango por creer siempre en mí, como 
historiadora, como bailarina, pero sobre todo como mujer. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
Índice 
Introducción 2 
Capítulo I La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, sus fuentes y el 
pensamiento liberal 9 
1.1Fuentes para el estudio de la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres 10 
1.1.1 Fuentes bibliográficas 11 
1.1.2 Fuentes documentales 12 
1.1.3 Fuentes hemerográficas 14 
 
1.2 Antecedentes de la escuela: el pensamiento liberal del siglo XIX 
mexicano 21 
1.2.1 Escuelas para mujeres en el proyecto liberal 21 
1.2.2 Escuelas de Artes y Oficios para Hombres 26 
 
Capítulo II Fundación y primer ciclo escolar de la Escuela de Artes y Oficios 
para Mujeres 28 
2.1 Discurso político y argumentos morales para la creación de Escuela 
de Artes y Oficios para Mujeres 29 
2.3 Proyecto y Fundación de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 
32 
2.3 ¡Comenzaron las clases! Primer año escolar en la Escuela de Artes 
y Oficios para Mujeres 37 
2.4 El apoyo de la prensa a la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 
en su primer año 47 
2.5 Fin de ciclo, primeros exámenes y primera entrega de premios a las 
alumnas más destacadas 50 
 
Capítulo III La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 1872-1876 55 
3.1 Segundo año de funcionamiento y primeros logros de la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres 56 
3.2 Editoras e impresoras de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres: 
Las Hijas del Anáhuac 62 
3.3 Avances y retrocesos de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 
¿la prensa en contra? 72 
3.4 Cambios en la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres hasta el 
nuevo plan escolar en 1877. 78 
Conclusiones 83 
Imágenes 86 
Fuentes documentales, Hemerografía y Bibliografía 88 
 
 
 
 
 
2 
 
 
Introducción 
Durante mis estudios en la carrera de Historia, asistí a una clase con la mtra. 
Claudia Llanos, quien por la perspectiva de las mujeres aplicada al método 
histórico me hizo ver cómo el feminismo es una herramienta de análisis que 
permite abordar la historia del devenir humano de manera más compleja al 
incorporar la historia de las mujeres a la historia. Las lecturas de la asignatura y la 
propuesta desde la visión de las mujeres marcaron mi visión como historiadora 
pues también me interesé en restituir la historia a las mujeres. Profundicé en estas 
lecturas y reflexiones cuando fui invitada por la mtra. Llanos para trabajar con el 
grupo de investigación “Escritos de mujeres, siglos XVI al XVII”, y en el proyecto 
PAPIIT IN403316, dirigidos por la dra. Clara Ramírez. 
Las lecturas y el trabajo en el grupo de investigación, además de permitir 
hacerme preguntas sobre cuál podría ser mi posición como historiadora desde el 
feminismo, me hicieron ver sobre todo la invisibilidad de las mujeres a lo largo de 
la historia. Comprendí entonces la importancia de contribuir al rescate de nuestra 
memoria contando su historia. 
Así, cuando fui propuesta como becaria en el proyecto Conacyt CB-130427, 
“Hacia una historia de las universidades hispánicas. Siglos XVI al XX”, dirigido por 
el dr. Armando Pavón, se me solicitó que durante el proyecto presentara y 
ejecutara mi investigación para el grado de licenciatura. Fue así que, con la 
convicción de abordar la historia de las mujeres, me interesé por una investigación 
relacionada con la educación femenina en México. Poco a poco fui llegando al 
siglo XIX y el acceso de las mujeres a la educaciónmedia superior y superior. 
La educación en México ha sufrido diversos cambios a lo largo de su 
historia. Uno de estos cambios fue dotar de educación especializada a las 
mujeres, ya que la educación pública para la población femenina estuvo 
restringida y no fue hasta después de la segunda mitad del siglo XIX que hubo un 
 
3 
 
interés por impartir educación media superior y superior a mujeres, a quienes 
hasta entonces sólo se les impartía instrucción básica.1 
Las mujeres siempre tuvieron acceso a la educación elemental, 
generalmente en los conventos o en las iglesias,2 pero el ingreso de las mujeres a 
la educación superior o especializada sucedió hasta mediados del siglo XIX, 
cuando se les consideró dentro de los proyectos educativos públicos.3 
Los distintos proyectos educativos para el sexo femenino, sobre todo 
durante el gobierno juarista, que buscaban mejorar la vida de las mujeres llamaron 
mi atención, pues fue el inicio de la igualdad educativa entre ambos sexos. 
Pronto llegué a la obra de Lourdes Alvarado, La educación “superior” 
femenina en el México del siglo XIX: demanda social y reto gubernamental , cuyo 
contenido fue un gran apoyo a lo largo de toda la investigación por el amplio 
panorama que muestra sobre la educación superior femenina. 
A lo largo del texto, Alvarado menciona diferentes escuelas. La Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres llamó mi atención y, aunque al principio aún no tenía 
muy clara la temática sobre la cual haría la investigación, tenía claro que debía ser 
sobre esa institución. 
Haré un breve recuento sobre el contexto educativo para las mujeres. 
Lourdes Alvarado, en su obra, da una amplia visión sobre la situación de las 
escuelas para mujeres señalando los resultados que se esperaban del 
funcionamiento de dichas instituciones: formar profesoras, empresarias 
competitivas, mujeres dedicadas al comercio o bien amas de casa preparadas 
para hacerse cargo de su hogar.4 
Durante la década de los setenta del siglo XIX se fundó una institución 
educativa para que las alumnas asistentes pudieran obtener una forma de ganarse 
 
1 Lourdes Alvarado, La educación "superior" femenina en el México del siglo XIX: demanda social y 
reto gubernamental, México, UNAM, Centro de Estudios sobre la Universidad/ Plaza y Valdés, 
2004, pp. 16-17. 
2 José María Vigil, La Mujer mexicana, México, Oficina Tip. de la Secretaría de Fomento, 1993. 
3 L. Alvarado, La educación…, op. cit., pp. 4-7. 
4 Ibid., p. 168. 
 
4 
 
la vida mediante educación especializada; la enseñanza de algún arte u oficio fue 
la razón de la fundación de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. Si bien 
esta escuela marcó un antes y un después en la educación de las mujeres en 
México, no encontré ninguna obra que hiciera un estudio detallado sobre ella. 
Durante la época ya funcionaba la secundaria oficial para mujeres, proyecto 
que se encontraba planeado desde unos años antes, pero que por diferentes 
motivos no pudo ser inaugurado hasta 1869, exactamente el 4 de julio.5 Los 
objetivos de la secundaria son muy claros en su planeación escrita: educar a las 
jóvenes de manera que tuvieran una moral bien cimentada, por un lado, para 
educar bien a sus hijos y, por otro, tener un sustento de vida como profesoras. En 
respuesta a las necesidades de su tiempo, la secundaria fue encaminándose 
hacia la enseñanza para terminar siendo una escuela normal para profesoras.6 
Otra escuela que resalta es la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 
fundada en 1871,7 cuyo propósito era educar a jóvenes de escasos recursos y así 
evitar que cayeran en la prostitución8. Algunas de las clases impartidas eran 
Modelado en Yeso, Relojería, Fotografía, Platería, entre otras.9 La Escuela 
funcionó de manera un tanto improvisada hasta 1878; posteriormente, se abrieron 
nuevos planteles para su mejor funcionamiento.10 
Aunque hubo más escuelas durante la época, sin duda las más importantes 
fueron la Secundaria Oficial y la EAOM, pues marcaron una diferencia para la 
población femenina. Entre otras escuelas se encontraban algunas de carácter 
privado, como escuelas católicas,11 las que surgieron con la intención de 
 
5 Alvarado explica que dicha fecha no se eligió al azar, si no a sabiendas de la conmemoración de 
la independencia estadounidense, país del cual los liberales tomaban sus prácticas educativas 
como modelo a seguir. Ibid., p. 165. 
6 Ibid., p. 185. 
7 Ibid., p. 207. 
8 Loreto, Núñez. “Reseña histórica de la Escuela de Artes y Oficios para señoritas”, Boletín de 
Instrucción Pública, México, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, tomo XI, 1908, p. 527. 
9 Ibid., p. 228. 
10 Loreto Núñez, quien fue subdirectora de la escuela en 1908, escribió una reseña histórica con 
motivo de la inauguración del nuevo edificio para la escuela, menciona la apertura de otros 
planteles para agrandar la escuela, uno en 1900 y otro en 1905, construyendo un nuevo edificio el 
mismo año de 1908. Loreto Núñez, Ibid., p. 529. 
11 L. Alvarado, La educación…, op. cit., pp. 218-219. 
 
5 
 
contrarrestar la educación pública laica, pues consideraban la educación de las 
mujeres como un peligro de perversión para la sociedad más que un progreso. 
Con todo, los grupos católicos y conservadores contribuyeron a la existencia de 
escuelas de instrucción para las mujeres. 
La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, como ya se dijo, fue fundada 
en 1871 con el propósito de educar a las jóvenes en situación de pobreza. A cargo 
de su creación estuvieron el entonces presidente de México, Benito Juárez, y el 
ministro de gobernación, José María Castillo Velasco. Con la Escuela se esperaba 
dotar a las mujeres de herramientas para que pudiesen desempeñar algún trabajo 
por su cuenta; los talleres impartidos fueron creados con ese propósito. 
En un principio, la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres fue considerada 
como obra de caridad para ayudar a las mujeres de escasos recursos, y su 
financiamiento, durante sus primeros años de funcionamiento, provenía de la 
Lotería Nacional mexicana.12 
Para esta investigación he rescatado parte de la historia de la institución, 
pues fue un proyecto educativo de mucha importancia para las mujeres 
decimonónicas mexicanas porque marcó un avance hacia la educación igualitaria. 
Además, no existe una obra sobre la Escuela, por lo que resulta trascendente 
dotar de un estudio sistemático la memoria de una institución como lo fue la 
Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. 
Durante la investigación me percaté de que hay dos etapas de 
funcionamiento de la Escuela a partir de sus planes de estudio. La primera va 
desde su fundación, en 1871, hasta el inicio del gobierno de Porfirio Díaz. La 
segunda abarca todo el porfiriato hasta el inicio de la revolución. Aunque aún 
desconozco el año exacto en el que la Escuela dejó de funcionar, al parecer fue 
durante la segunda década del siglo XX. 
 
12 “Varias Noticias”, La Iberia, 23 de mayo de 1872, p. 3. 
 
6 
 
Para comprender la fundación de la Escuela, me he centrado en los 
primeros años de su funcionamiento, esto es, desde su fundación en 1871 hasta 
1876, año en el que se dan los primeros cambios estructurales dentro de ella. 
Con el estudio de la Escuela pretendo mostrar que la institución fue uno de 
los grandes proyectos públicos educativos para las mujeres porque había un 
interés por parte del gobierno para crearla, influido por la ideología liberal a la que 
Juárez y sus colaboradores más cercanos estaban adscritos. Así, ayudar a las 
mujeres de las clases menos favorecidas a tener una mejor calidad de vida sólo 
era parte del discurso moral, pero, en realidad, Juárez y su grupo tenían como 
objetivo dotar de educación a las mujeres para tener amas de casa bien instruidas 
quepudieran coadyuvar en la educación de sus hijos y de esta forma contribuir al 
desarrollo del país. 
En cuanto a las fuentes que he empleado para la investigación, estas 
fueron de tres tipos: documentales, hemerográficas, y bibliográficas. 
En la búsqueda hemerográfica, encontré 215 registros entre 1871 y 1918 
que hacen referencia a la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres en los 
siguientes periódicos: El Monitor Republicano, El Siglo XIX, La Iberia, El 
Ferrocarril, La Ortiga, El Imparcial, La Colonia Española, La Voz de la Instrucción, 
Boletín de Instrucción Pública, y las Hijas del Anáhuac. 
Después de una búsqueda en el Archivo General de la Nación y en el 
Archivo Histórico de la UNAM, encontré referencias sobre la Escuela de Artes y 
Oficios para Mujeres, pero todas eran posteriores a su fundación, concretamente 
durante el porfiriato, y no me aportaban datos sobre los primeros años de vida de 
la institución. Aunque revisé también el Archivo de la Lotería Nacional, sus 
expedientes más antiguos son de 1920 y no hallé nada sobre la Escuela. 
Tuve la fortuna de encontrar una serie de Memorias…, presentadas al 
congreso constitucional por las distintas secretarías; en ellas se encuentran las 
justificaciones y los planes de estudio que dotaron de vida a la Escuela. Con base 
en esta información he podido reconstruir los primeros años de funcionamiento. 
 
7 
 
En cuanto a la bibliografía empleada para la investigación sobre la 
educación de las mujeres en México en el siglo XIX está la ya mencionada obra de 
Lourdes Alvarado, La educación “superior” femenina en el México del siglo XIX: 
demanda social y reto gubernamental13, cuyo contenido abarca cómo fue la 
educación superior para las mujeres mexicanas durante el siglo XIX.14 También 
consulté las obras de Norma Gutiérrez, Mujeres que abrieron camino. La 
educación femenina en Zacatecas durante el porfiriato,15 y la de Milada Bazant, 
Historia de la educación durante el porfiriato,16 con las que obtuve una visión más 
general sobre la educación de las mujeres en otros lugares de México. 
La presente investigación cuenta con tres capítulos, a lo largo de los cuales 
iré reconstruyendo los primeros años de la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres. El primer capítulo, “La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, sus 
fuentes y el pensamiento liberal”, estará dividido en dos partes; en la primera 
detallo las fuentes empleadas para la investigación; en la segunda hago una 
revisión sobre la idea de la educación femenina en la época y, en este sentido, 
cuáles son los antecedentes de la institución. 
El segundo capítulo, “Fundación y primer ciclo escolar de la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres”, está enfocado al proyecto de fundación de la 
escuela, desde el discurso gubernamental expresado en las Memorias, así como 
mediante los planteamientos morales para la justificación de su existencia: al ser 
un proyecto del grupo liberal en el poder, que desde la constitución de 1857 
promovía la educación laica, y con el conocimiento de que habría una fuerte 
oposición de los grupos conservadores, actuaron con cautela para el diseño y 
puesta en marcha de un proyecto como la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres, sobre todo por los objetivos que esta escuela buscaba, los cuales 
estaban relacionados con la independencia económica de la mujeres. 
 
13 L. Alvarado, La educación…, op. cit. 
14 Ibid., p. 179. 
15 Norma Gutiérrez Hernández, “Mujeres que abrieron camino. La educación femenina en la ciudad 
de Zacatecas durante el porfiriato”, tesis para obtener el grado de doctorado, México, Universidad 
Nacional Autónoma de México Facultad de Filosofía y Letras, 2012. 
16 Milada Bazant, Historia de la educación durante el porfiriato, México, Colegio de México, 1993. 
 
8 
 
 En ese capítulo doy cuenta de las clases, describo cuáles eran, los bloques 
en que estaban divididas, tanto las materias teóricas como los talleres. Doy un 
repaso sobre quiénes fueron los docentes; en algunos casos mencionaré algunos 
datos sobre sus vidas y la razón por la que fueron elegidos para formar parte de la 
planta académica de la Escuela. 
Igualmente, menciono algunos ejemplos sobre el funcionamiento de la 
Escuela en su primer año de labores, y termino con la descripción de los primeros 
exámenes, así como de la primera entrega de premios realizada para conmemorar 
el fin del primer ciclo escolar. 
El capítulo tercero, “La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 1872-1876. 
Logros, transformaciones y conflictos institucionales”, va desde el inicio del 
segundo ciclo escolar en 1872 hasta el inicio del curso de 1877. La primera se 
centra en algunos de los logros de la Escuela, como los avances de las alumnas o 
la apertura de ciertos negocios, tal fue el caso del taller de Imprenta, uno de los 
talleres impartidos y mediante el cual las alumnas tuvieron la posibilidad de crear 
un semanario, Las Hijas del Anáhuac; por tal razón, he dedicado un apartado del 
capítulo a esa actividad. El semanario, al expresar las ideas de las mujeres, 
propició un ataque sistemático por parte de otras publicaciones, como el periódico 
El Siglo XIX, cuyos redactores arremetieron contra la Escuela bajo cualquier 
pretexto para dañar su reputación. 
Concluyo el capítulo tres con la primera reforma estructural dentro de la 
escuela, durante el ciclo escolar de 1876, cuando surgieron una serie de cambios, 
como, por ejemplo, en la dirección del plantel, en el plan de estudios y en la planta 
docente; así, al inicio del ciclo escolar de 1877, muchas de las ideas planteadas 
en un primer momento se dejaron atrás. 
Finalmente, expongo en las conclusiones un balance sobre la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres con base en el funcionamiento de la institución y su 
significado dentro de la historia educativa del país. 
 
 
9 
 
Capítulo I. La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, sus fuentes y el 
pensamiento liberal 
 
El presente capítulo pretende ofrecer un panorama general sobre la educación 
femenina durante el siglo XIX en México, teniendo en cuenta aspectos sociales, 
políticos, ideológicos y económicos, para saber con precisión cuáles fueron las 
bases ideológicas sobre las que se consolidó el proyecto de la Escuela de Artes y 
Oficios para Mujeres. Es importante tener en cuenta dos elementos para 
contextualizar a la institución: aquello que se dice sobre la escuela en las fuentes 
documentales, así como la ideología política que rodeó a la institución. Sobre 
estos aspectos daré detalles más adelante; antes de continuar, y con el objeto de 
situar temporalmente los temas sobre los que abundará el capítulo, es necesario 
conocer algunos datos sobre la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. 
La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres fue fundada en noviembre de 
187117 como un proyecto promovido por el entonces presidente de México, Benito 
Juárez, y por el ministro de Gobernación, José María Velasco Castillo; la creación 
de la Escuela fue considerada como una obra de beneficencia18 y el discurso 
político y moral que la justificó iba encaminado, por un lado, a mejorar la situación 
de vida de las mujeres19, a que tuvieran una manera de ganarse la vida 
dignamente evitando caer en la prostitución20 y, por otro lado, a educar a las 
mujeres para que pudieran hacerse cargo de la educación de sus hijos en aras del 
progreso,21 tema que desarrollo en el capítulo dos. 
 Con el objetivo de contextualizar la situación educativa de las mujeres 
mexicanas, tuve que valerme de diversas fuentes para reconstruir fragmentos de 
 
17 “Escuela de Artes y Oficios”, La Iberia, 17 de noviembre de 1871, p. 3. 
18 Memoria que el oficial mayor encargado de la Secretaría de Estado y del despacho de 
Gobernación presenta al sexto Congreso Constitucional, México, Imprenta de Gobierno,1871, p. 
28. 
19 Idem. 
20 Loreto Núñez, “Reseña histórica…”, op. cit., p. 527. 
21 Memoria que el oficial mayor encargado de la Secretaría de Estado y del despacho de 
Gobernación presenta al séptimo Congreso Constitucional, México, Imprenta del Gobierno, 1873, 
p. 137. 
 
10 
 
la historia de la Escuela. Así, la primera parte del capítulo está destinada a 
explicar las fuentes documentales, hemerográficas y bibliográficas. 
El segundo elemento a considerar es el ideológico, pensar en cómo se 
fundó la Escuela, qué fue lo que llevó a su creación, bajo qué planteamientos 
teóricos, qué personajes estaban interesados en generar un plantel educativo 
enfocado a la enseñanza de artes y oficios para mujeres,22 qué sector del gobierno 
mexicano buscaba abrir instituciones de esta índole; cada una de estas preguntas 
condujeron a lo que fue el concepto político de mujer durante el siglo XIX y, por 
ende, el concepto de educación superior femenina durante la misma centuria; así, 
el análisis sobre la ideología en torno a la mujer y a las maneras en que debía ser 
educada, trajo como consecuencia un cierto tipo de escuelas que se abrieron para 
ellas. 
Hay que tomar en cuenta que la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres es 
uno de los primeros proyectos educativos en México que se consideran de 
educación superior femenina. Se entiende por educación superior aquella que es 
posterior a la educación secundaria y tiene como objetivo educar a las personas 
para que se especialicen en alguna profesión en particular; en este sentido, las 
mujeres al aprender un oficio eran profesionistas.23 
Posteriormente, abordaré el concepto de educación femenina y, de manera 
periférica, otros temas, como la oferta educativa para las mujeres en la época, así 
como los tipos de escuelas que se fundaron durante la segunda mitad del siglo 
XIX. Finalmente, describiré brevemente la Escuela de Artes y Oficios para 
Hombres por ser el antecedente directo de la escuela para mujeres. 
 
1.1 Fuentes para el estudio de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 
Las fuentes para el estudio de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 
documentales, hemerográficas y bibliográficas, pueden dividirse a su vez como 
 
22 Idem. 
23 Luis E. Ruíz, Tratado elemental de pedagogía, México, Oficina Tip. de la Secretaría de Fomento, 
1900, pp. 15-69. 
 
11 
 
directas e indirectas. Las directas son todas aquellas que hacen referencia 
explícita a la institución, y las indirectas son aquellas que de alguna manera están 
relacionadas con la escuela, ya sea de forma política, social, educativa o cultural. 
Como mencioné anteriormente, este apartado está desarrollado en tres 
partes: las fuentes documentales, las hemerográficas y las bibliográficas. En los 
tres casos iré mencionando las directas y las indirectas; en algunos casos me 
enfocaré más en la descripción de algunas de acuerdo con la importancia que 
tuvieron dentro de la investigación. 
 
1.1.1 Fuentes documentales 
Algunas fuentes documentales referentes a la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres fueron halladas en el Archivo General de la Nación y en el Archivo 
Histórico de la UNAM; la información encontrada son expedientes de la Escuela 
de años posteriores a 1876; sin embargo, son parte fundamental de la presente 
investigación. 
A lo largo de los cursos en la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres se 
dieron una serie de reformas estructurales que implicaron cambios en el plan de 
estudios, en la planta académica y en la dirección del plantel. En este sentido, los 
documentos que localicé dan cuenta de cómo fueron evolucionando algunas 
iniciativas, por ejemplo, haber creado un comedor para niñas de bajos recursos 
que, con el pasar de los años, llegó a ser un sistema de becas.24 
Igualmente, en esos documentos se puede ir viendo cómo se va 
modificando la currícula, y en los planes de estudio son notorias las diferencias y 
los avances respecto del primero de ellos; las asignaturas del primer plan fueron 
innovadoras; sin embargo, posteriormente fueron desapareciendo por otros 
programas menos arriesgados.25 
 
24 Archivo General de la Nación. Instrucción pública y Bellas Artes, caja 190, Expediente 1, f. 3r. 
25 Archivo General de la Nación. Instrucción pública y Bellas Artes, caja 190, Expediente 4, f. 19r. 
 
12 
 
Entre las principales fuentes de esta investigación están las Memorias…, 
cuyo contenido es un compendio de información gubernamental de las distintas 
secretarías; entre las diversas entidades públicas aparece la Secretaría de 
Instrucción Pública y Bellas Artes y la Secretaría de Gobernación, institución 
pública que tuvo bajo su administración la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres, pues cuando fue fundada se consideró como una obra de beneficencia, 
cuya competencia recaía en la Secretaría de Gobernación y no en la de 
Instrucción Pública. En las Memorias… de gobierno de 1870 a 1871 y de 1881, se 
encuentran referencias muy importantes, como el informe de José María Velasco 
sobre los pormenores de la fundación de la Escuela, además de una serie de 
discursos reiterando los objetivos morales y sociales de la nueva institución de 
educación pública. Cada memoria está acompañada de documentos oficiales de 
los que se puede rescatar información valiosa. 
Por otro lado, el Boletín de Instrucción Pública es también un compendio en 
donde aparece todo lo relacionado con la educación en el país, ya sea sobre las 
distintas instituciones, las reformas educativas, las convocatorias o los programas 
de estudio; su primer número se publicó en 1903. El Boletín… comenzó a 
publicarse mucho después de la fundación de la Escuela; ahora bien, en el 
número 11 de esta publicación se encuentra un texto que da cuenta del nuevo 
edificio construido para la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres y con este 
motivo se hace una reseña histórica sobre la institución. La autora del texto es la 
entonces subdirectora del plantel, Loreto Núñez, quien a través de la “Reseña 
histórica” va proporcionando información concreta. 
 
1.1.2 Fuentes hemerográficas 
Las fuentes hemerográficas han sido una relevante fuente de información, pues 
gracias a las constantes referencias a la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 
he podido reconstruir gran parte de su historia, la que de otra manera no hubiera 
conseguido. 
 
13 
 
Considero como primer paso hacer una distinción entre los periódicos que 
hacen alguna referencia directa a la Escuela de las publicaciones dirigidas a 
mujeres y de los que exponían sólidos argumentos sobre la educación de las 
mujeres. Entre los periódicos con la mayor cantidad de referencias a la Escuela, 
destacan El Monitor Republicano y El Siglo XIX. 
El Monitor Republicano fue uno de los periódicos más importantes de 
México durante la segunda mitad del siglo XIX; pertenecía a la empresa editorial 
de Vicente García Torres.26 El periódico destacó por ser una publicación de corte 
liberal, considerada radical27 y contó con las colaboraciones de intelectuales del 
momento, como Guillermo Prieto, José María Vigil, María Lafragua, Manuel 
Payno, José María Iglesias, Juan A. Mateos, entre otros liberales mexicanos; 
cuando el periódico hace alguna mención a la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres, siempre lo hace de manera favorable. 
El Siglo XIX es otra de los diarios más relevantes en México durante toda la 
centuria; el dueño de esta publicación era Ignacio Cumplido.28 Este periódico 
circuló por la Ciudad de México entre 1841 y 1896;29 fue considerado un periódico 
liberal, donde aparecían las colaboraciones de reconocidos intelectuales, como 
Guillermo Prieto, Manuel Payno, Ignacio M. Altamirano y Francisco Zarco, entre 
otros.30 Las menciones a la Escuela aparecidas en el periódico son variadas: en 
algunos casos alaba lo benéficode la institución para las mujeres, aunque en 
algún punto trata de dañar la imagen de algunas y algunos profesores, entre ellos 
la de Prieto, sobre lo que abundaré en el tercer capítulo. 
Otras publicaciones relevantes para la investigación fueron las siguientes: 
La Iberia, El Radical, La Voz de México, La Voz de la Instrucción, El Ferrocarril, La 
 
26 Vicente García Torres fue un editor perteneciente al grupo de liberales; nació en 1811 y falleció 
en 1894. Además de El Monitor Republicano tuvo una importante labor como editor, a lo largo de la 
tesis mencionaré varias de sus publicaciones. Othón Nava Martínez, “La empresa editorial de 
Vicente García Torres, 1838-1853, Constructores de un cambio cultural: impresores y libreros en la 
ciudad de México 1830-1855, México, Instituto Mora, 2003, pp. 253-303. 
27Ibid., p. 255. 
28María Pérez Salas, “Los secretos de una empresa exitosa: la imprenta de Ignacio Cumplido”, 
Constructores de un cambio…, op. cit., p. 101. 
29 Ibid., p. 104. 
30 Ibid., pp. 110-117. 
 
14 
 
Ortiga, entre otros. Estos periódicos hicieron alguna referencia hacia algún 
acontecimiento de la Escuela, como la creación del comedor para alumnas, los 
exámenes o los premios que se les entregaban cada año. 
Otro tipo de publicación de la época contemplada en la investigación es la 
prensa dirigida a las mujeres; estas publicaciones eran como una preceptiva, es 
decir, una forma de instrucción para las mujeres. Es muy claro que su público eran 
mujeres letradas, quienes ya se habían iniciado en la educación; a continuación, 
mencionaré algunos ejemplos: el Semanario de las Señoritas Mexicanas. 
Educación Científica, moral y literatura del bello sexo,31que se publicó entre 1840 y 
1842. Fue editado por la empresa de Vicente García Torres;32 de la misma 
empresa está Panorama de las señoritas mejicanas,33 también semanario, 
publicado únicamente durante 1842. El Calendario de las señoritas mexicanas34, 
publicado como anuario entre 1838 y 1843; esta publicación era parte de la 
editorial de Mario Galván Rivera,35 quien fue otro de los impresores más 
reconocidos de la centuria. 
Por su parte, la empresa de Ignacio Cumplido publicó Presente amistoso 
dirigido a las señoritas mejicanas,36 semanario que sólo circuló en 1847 y en 
1852.37 
Finalmente, está Las Hijas del Anáhuac, de la que hablaré detalladamente en el 
tercer capítulo. Esta publicación fue la primera impresa por mujeres, quienes eran 
estudiantes de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. 
 
1.1.3 Fuentes bibliográficas 
Hasta el momento, no he encontrado fuentes bibliográficas que aborden el estudio 
de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres: las obras con las que cuento hacen 
 
31 O. Nava, “La empresa editorial de…”, op. cit., p. 275. 
32 Idem. 
33 Ibid., p. 284. 
34 Laura Solares Robles, “La aventura editorial de Mariano Galván Rivera. Un empresario del siglo 
XIX”, Constructores…, op. cit., p. 60. 
35 Ibid., pp. 29-34. 
36 M. Pérez Salas, “Los secretos de…”, op. cit., p. 142. 
37 Idem. 
 
15 
 
referencia de alguna forma a la Escuela y, en algunos casos, proporcionan datos 
importantes; sin embargo, la institución siempre es nombrada dentro de otros 
contextos. Mencionaré sólo los libros consultados más relevantes para esta 
investigación. 
Entre las obras contemporáneas que he encontrado sobre el tema, que ya 
he mencionado, destacan cuatro, principalmente: la obra de Lourdes Alvarado, La 
educación "superior" femenina en el México del siglo XIX: demanda social y reto 
gubernamental; la de Milada Bazant, Historia de la educación durante el porfiriato; 
la tesis doctoral de Norma Gutiérrez, “Mujeres que abrieron camino. La educación 
femenina en la ciudad de Zacatecas durante el porfiriato”; y la de Elvira Hernández 
“La prensa femenina en México durante el siglo XIX”, todas aportan información 
sobre la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, así como sobre el contexto 
educativo en México para las mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX. 
Lourdes Alvarado, en su texto,38 aborda el tema de la educación femenina 
desde principios del siglo XIX; para su análisis, emplea principalmente artículos de 
prensa39 y cómo ésta se convirtió en una herramienta para la expresión femenina 
sobre diversos temas, como el educativo. Posteriormente, Alvarado explica cómo, 
conforme avanza el siglo XIX y surgen los proyectos liberales, hubo intenciones de 
crear instituciones educativas para las mujeres, pero los proyectos se ven 
truncados por ciertos eventos sociales, como las guerras y la inestabilidad política 
en México.40 La historiadora centra su atención en la Secundaria Oficial para 
Niñas,41 la manera en la que surge y los cambios que tuvo a lo largo de los años; 
de forma paralela menciona la existencia de otras escuelas para mujeres,42 
mostrando diversas alternativas educativas para ellas. 
 Sin duda, el estudio de Lourdes Alvarado es uno de los pilares de la 
presente investigación por la cantidad de información aportada. Ahora bien, 
aunque no se enfoca directamente en la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, 
 
38 L. Alvarado, La educación…, op. cit. 
39 Ibid. pp. 34-36. 
40 Ibid. pp. 79-90. 
41 Ibid., p. 165. 
42 Ibid., pp. 217-232. 
 
16 
 
sí proporciona datos sobre la misma. Además, al plantear el tema educativo para 
las mujeres durante todo el siglo XIX, pude tener un panorama más general de 
cómo fue entendida la educación femenina y lo que implicaba su implementación. 
Mílada Bazant, en su obra Historia de la educación durante el porfiriato,43 como 
el título lo indica, ofrece un amplio panorama sobe la situación educativa de 
México a lo largo del porfiriato, con lo que aporta una noción general sobre las 
escuelas existentes y sobre el proyecto liberal de educación, ya que, si bien el 
estudio se centra en el porfiriato, menciona que muchas de las escuelas fueron 
fundadas durante el gobierno juarista. 
En relación con la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, Bazant ofrece 
datos importantes, aunque marca como fecha de fundación de la escuela el año 
de 1872,44 hecho que sucedió un año antes, en 1871. Por otro lado, la 
investigadora menciona referencias importantes, pero no indica la fuente de la 
información. Aún así, Bazant de forma breve hace un pequeño recuento de la 
Escuela, y aporta así un conocimiento general de la institución. 
Otra de las obras que hacen referencia a la educación femenina es la tesis 
de Norma Gutiérrez Hernández, “Mujeres que abrieron camino. La educación 
femenina en la ciudad de Zacatecas durante el porfiriato”;45 en ella, Gutiérrez va 
analizando los procesos educativos para las mujeres en Zacatecas y cómo se van 
estructurando nuevas oportunidades ellas. Como en el caso de la obra anterior, la 
investigación de Gutiérrez aporta datos con los que se hace comprensible el 
contexto educativo para las mujeres desde la segunda mitad del siglo XX en 
México. 
Por su parte, Elvira Hernández Carballido, en el contenido de su tesis, “La 
prensa femenina en México durante del siglo XIX”,46 se refiere a la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres se enfoca exclusivamente en un periódico editado por 
 
43 Milada Bazant, Historia de la… op. cit. 
44 Ibid., p. 118. 
45 Norma Gutiérrez Hernández, “Mujeres que abrieron camino...”, op. cit. 
46 Elvira, Hernández Carballido, “La prensa femenina en México durante del siglo XIX”, UNAM, 
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Tesis para obtener el grado de licenciada en Ciencias de 
la Comunicación. 1986. 
 
17 
 
las alumnas en el taller de Imprenta, al iniciar las clases en la Escuela: Las hijas 
del Anáhuac,47 sobre el que hablaré con detenimiento más adelante. Hernández 
en su investigación permite ver muy de cercalo que representó la Escuela en 
aquel contexto mexicano a través de la descripción de una de sus actividades. 
De las obras decimonónicas donde se puede encontrar alguna referencia a 
la Escuela o al contexto educativo en México, se encuentran principalmente dos, 
la obra de José Díaz Covarrubias (aparecida en 1871), La instrucción pública en 
México,48 y la de Justo Sierra publicada en 1901, México. Su evolución social,49 en 
especial el apartado de Ezequiel Chávez “La educación nacional”. En su artículo, 
Chávez comprende el desarrollo educativo del país, desde la época prehispánica 
hasta finales del siglo XIX. 
Por su parte, la obra de Díaz Covarrubias, aporta datos fundamentales 
sobre la educación femenina y permite una visión directa a la mentalidad de un 
liberal, como lo era Díaz Covarrubias,50 quien apoyó la creación de la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres, proyecto afín a su forma de pensar.51 
En este sentido, las obras que mencionaré a continuación ampliarán el 
panorama sobre la educación femenina y, en específico, sobre la Escuela de Artes 
y Oficios para Mujeres, inscritas dentro del pensamiento liberal mexicano. 
A lo largo de esta investigación he podido comprender la cultura libresca de 
los liberales mexicanos; mediante ciertas obras, es posible conocer el ideario 
liberal y su repercusión en los proyectos educativos, particularmente durante la 
presidencia de Benito Juárez. 
 
47 Ibid., p. 209. 
48 José Díaz Covarrubias, La Instrucción Pública en México, México, Imprenta de Gobierno, 1875. 
49 Ezequiel Chávez, “La educación nacional”, México su evolución social, México, J. Ballescá y 
Compañía, Tomo I, 1900. 
50 Su tendencia liberal se denota pro la forma en la que a lo largo del texto aborda el tema de la 
educación, tanto de hombre como de mujeres, pensando siempre en el progreso. En el caso del 
“bello sexo” como él llama a las mujeres, su discurso es muy parecido al gubernamental. Ibid., p. 
188. 
51 Ibid., p. 190. 
 
18 
 
La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres fue un proyecto juarista52 y, por 
ende, de corte liberal. Detrás del pensamiento liberal se encuentra una visión de 
mundo diferente al Antiguo Régimen, donde cada individuo tiene la oportunidad de 
desarrollar sus capacidades. Esta visión fue la que llevó a Juárez y a su grupo a la 
creación de una Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. 
Considero que una de las influencias ideológicas de los liberales en los 
proyectos de las Escuelas de Artes y Oficios es la obra de Pedro Rodríguez de 
Campomanes, quizá uno de los textos más importantes, Discurso sobre la 
educación popular de los artesanos y su fomento.53 Pedro Rodríguez de 
Campomanes nació el 1 de julio de 1723, fue conde; era además político, 
economista y jurisconsulto; de origen español, fue un hombre ilustrado que teorizó 
sobre distintas materias, una de ellas fue el caso de los artesanos. 
En su Discurso…, Campomanes se refiere a la importancia de las artes y 
de los oficios, y expone puntualmente la situación de los artesanos en España 
dejando ver los problemas ocasionados por la falta de especialización, lo que 
Campomanes considera como consecuencia de la falta de apoyo gubernamental; 
el pensador afirma que este descuido podría ocasionar problemas incluso para el 
reino. Como ejemplo, compara al imperio español con otras naciones europeas, y 
cómo en ellas se ha dado apoyo a sus artesanos y por ende han ido mejorando en 
las manufacturas. De esta manera, Campomanes da a entender que las artes y 
los oficios forman parte del desarrollo económico de una nación, por lo que tener 
artesanos educados y preparados es, de cierta forma, una garantía de progreso: 
Tienen necesidad los cuerpos de oficios, o gremios de artesanos, de una 
educación y enseñanza particular; respectiva a cada arte, y al porte 
correspondiente al oficio, que ejercen. 
Esta educación técnica, y moral suele ser defectuosa, y descuidada entre 
nuestros artesanos: persuadiéndose no pocos, de que un menestral no necesita 
educación popular.54 
 
52 L. Núñez, “Reseña histórica…”, op. cit. 
53 Pedro, Rodríguez Campomanes. Discurso sobre la educación popular de los artesanos y su 
fomento, Argentina, Recuperado de Biblioteca Virtual Universal, 
http://www.biblioteca.org.ar/libros/130512.pdf. (consultado el 10 de diciembre de 2016) 
54 Idem. 
http://www.biblioteca.org.ar/libros/130512.pdf
 
19 
 
 Posteriormente, Campomanes en sus reflexiones sobre la falta de 
educación artesanal también señala que la educación formal de los artesanos es 
una necesidad social que en realidad beneficia al Estado: 
Yo he creído, que haría un esencial servicio a la patria, en proponer mis 
reflexiones sobre la educación, conveniente a los artesanos; entrelazando las 
máximas conducentes a su policía, y fomento: llevando por norte el bien general 
del Estado, y lo establecido en las leyes.55 
El pensamiento de Campomanes sobre la valía de los artesanos en el 
desarrollo económico de una nación se encuentra reflejado en el ideario de las 
Escuelas de Artes y Oficios mexicanas, tanto la de hombres como la de mujeres, 
ya que tenían como objetivo el progreso del país: 
La historia de la Escuela de Artes y Oficios para Hombres, es la historia de 
nuestra dificultades sociales y políticas y los males que éstas han producido en el 
bienestar de la Nación, se notan en el abandono y olvido de aquella, así como 
nuestras épocas de paz y de tranquilidad se ven reflejadas en su desarrollo y 
adelanto.56 
En el caso de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres: 
Cree el Ejecutivo que mientras mas se mejore la educación de la mujer, mas se 
asegurarán la libertad y el progreso de la patria; porque la mujer es la que infunde 
en el hombre, en los días de su infancia, los principios del bien ó del mal, que 
fructifican siempre en el corazón.57 
Ahora bien, el ideario sobre la educación femenina inscrito en el gobierno 
liberal puede ser comprendido si se sabe qué pensaban los liberales de las 
mujeres; para ello, la obra de Amado Nervo, La Mujer Moderna y su papel en la 
evolución actual del mundo, contiene una visión sucinta del pensamiento liberal y 
lo que esperaban de las mujeres. Amado Nervo, en realidad era el seudónimo de 
Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, quien nació en 27 de agosto de 1870 en 
Nayarit y fue un escritor, periodista, poeta y diplomático mexicano de ideas 
 
55 Idem. 
56 Breve de los establecimientos de Instrucción Pública dependientes de la Secretaría de Estado y 
del Despacho de Justicia é Instrucción Pública, México, Tipografía y Litografía “La Europea”, 1900, 
p. 17. 
57Memoria que el oficial mayor encargado de la Secretaría de Estado y del despacho de 
Gobernación presenta al sexto Congreso Constitucional, México, Imprenta de Gobierno, 1871, p. 
28. 
 
20 
 
liberales; fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua; falleció el 24 de 
mayo de 1919 en la ciudad de Montevideo, Uruguay.58 
La Mujer Moderna y su papel en la evolución actual del mundo, es una 
conferencia que dio Nervo en Buenos Aires, en el año de 1919, donde uso sus 
ideas y expectativas sobre el quehacer de las mujeres en la sociedad, sobre todo 
después de la primera guerra mundial: 
Empezaré por afirmar que en mi sentir la mujer está en lo justo, pide lo justo y 
debe dársele. 
Algunos de los países más civilizados no le escatiman ya los derechos políticos, 
civiles, económicos que ella demanda. En Estados Unidos y en Europa, el 
movimiento feminista es arrollador. En Méjico, mi patria, después de la revolución 
que sacudió nuestra vida secular, la mujer, un poco borrosa, aunque siempre 
noble, dulce y buena, de otros tiempos, tiene ahora plena conciencia de lo que 
quiere; lucha por equipararse al hombre, y encuentra en las ideas ambientes y en 
las simpatías del gobierno, estímuloy fuerza para llegar […]59 
Igualmente, José M. Vigil escribió una obra titulada La Mujer Mexicana, en 
1893, dedicada a Carmen Romero Rubio, esposa del entonces presidente Porfirio 
Díaz. Vigil nació el 11 de octubre de 1829 en la Ciudad de México, fue escritor, 
editor, traductor, historiador, periodista, diputado y magistrado; fue director de la 
Biblioteca Nacional de México, de la Academia Mexicana de la Lengua y del 
Archivo General de la Nación; fue diputado federal cinco veces; falleció el 18 de 
febrero de 1909.60 
Vigil en su obra La Mujer Mexicana hace un recuento de la historia de la 
mujer mexicana, desde la época prehispánica, resaltando en todo momento la 
educación y el enfoque que se le ha dado en cada época. Aunque no menciona en 
ningún momento la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. 
Luis E. Ruíz escribió Tratado de pedagogía, obra dividida en tres partes; en 
la primera teoriza sobre la educación en México; en la segunda expone sus ideas 
 
58 Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, México, Editorial Porruá, 4ª 
edición, vol. 2, 1995, p. 2049. 
59 Amado Nervo, La Mujer moderna y su papel en la evolución actual del mundo, Buenos Aires, 
Editorial Tor, 1919, p. 36. 
60 Diccionario Porrúa de Historia…, op. cit., vol. 3, p. 1690. 
 
 
21 
 
sobre la práctica docente y el desarrollo de ciertas habilidades en las alumnas y 
los alumnos; además, da cuenta de las escuelas y de otros servicios que pueden 
apoyar a la práctica docente, como las bibliotecas o los museos; la última parte la 
dedica a las academias y a los congresos pedagógicos, así como a algunas 
reformas y a otras obras sobre educación, como la de Covarrubias. Ruíz en sus 
referencias a las escuelas del país menciona escuetamente la Escuela de Artes y 
Oficios para Mujeres. 
 
1.2 Antecedentes de la escuela: el pensamiento liberal del siglo XIX mexicano 
En este apartado haré un breve recuento de los antecedentes de la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres teniendo en cuenta dos aspectos: el primero de ellos 
se enfocará en las opciones educativas de nivel superior para mujeres en el siglo 
XIX, con base en los datos proporcionados por Díaz Covarrubias en su obra La 
Instrucción Pública en México; de la misma forma, se abordan varios textos de 
Lourdes Alvarado y la obra de Bazant. 
El segundo será una reseña sobre la Escuela de Artes y Oficios para 
Hombres, ya que teórica y metodológicamente se puede considerar el 
antecedente directo de la Escuela para mujeres. 
 
1.2.2 Escuelas para mujeres en el proyecto liberal 
Para poder entender el contexto en el que surge la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres, consideré necesario hacer un recuento del proceso educativo y de los 
proyectos escolares para las mujeres tanto de nivel superior como los 
especializados. Comenzaré por mencionar qué elementos permitieron la 
educación de las mujeres, como es el caso de ciertas publicaciones. Por otro lado, 
es importante conocer cuál era el proyecto liberal y cómo se planeaba incluir a las 
mujeres en él, sin olvidar cómo los grupos conservadores hicieron suyo el 
proyecto, aunque con restricciones. 
 
22 
 
La educación superior para las mujeres estuvo restringida, como ya se 
mencionó anteriormente, y solo hasta la segunda mitad del siglo XIX los gobiernos 
liberales se preocuparon por incluirlas dentro del proyecto educativo, por lo que a 
principios de siglo la prensa resultó ser una herramienta muy útil para convencer 
de la necesidad de dar instrucción formal dirigida a las mujeres. 
También, durante las primeras décadas del siglo XIX, la prensa fue utilizada 
como una plataforma desde donde las mujeres podían manifestar sus ideas, 
principalmente sobre su educación; Lourdes Alvarado en su obra hace un amplio 
análisis sobre ello.61 
Como ya se dijo en el respectivo apartado, la prensa ayudó a la educación 
femenina mediante ciertas publicaciones dirigidas a las mujeres. 
Por otra parte, Díaz Covarrubias, en La instrucción pública en México, se 
refiere a la instrucción superior para las mujeres como una necesidad, 
principalmente para lograr una influencia positiva en la sociedad; así, aunque las 
mujeres se integraran al mundo académico, no se perdería el rol de la mujer en la 
sociedad, el que, para Díaz Covarrubias, era la dedicación al hogar: 
Aunque las cualidades de carácter de la mujer, sean distintas de las del hombre, 
sobre unas y otras puede brillar la inteligencia; esta será la que determine cómo y 
en qué proporciones puede el bello sexo figurar en el mundo de las ciencias, sin 
abandonar su cardinal hegemonía, la del hogar doméstico.62 
 
Además, Covarrubias expone que la educación superior para las mujeres 
no tiene el mismo nivel y ni el mismo rigor científico que para los hombres; aclara 
que solo en algunas escuelas del país, como lo fue la Escuela de Artes y Oficios 
para Mujeres, existían en el plan de estudios materias como Física y Química.63 
Al final de su escrito, Covarrubias concluye reflexionando sobre la 
verdadera importancia de la instrucción femenina, la que siempre debía estar, 
según él, sujeta a la educación de los hijos, pues al cabo, esto repercutirá en 
todos los ámbitos de la sociedad: 
 
61 L. Alvarado, La educación…, op. cit. pp. 32-39. 
62 J. Díaz Covarrubias, La Instrucción Pública en México…, op. cit., pp. 188-189 
63 Ibid., p. 190. 
 
23 
 
El mismo retraimiento de la inmensa mayoría de ellas, aun en las clases selectas, 
para tomar parte en las funciones sociales de los hombres, no obstante que, con 
excepción de las costumbres, nada les prohibiría hacerlo en muchas de las 
esferas de la actividad varonil, es quizá el dato fundamental para juzgar que su 
organización fisiológica y su lugar en la sociedad las llaman á otra misión distinta, 
que no por ser menos ostensible deja de ser de una trascendente importancia 
social; la formación de la familia, la influencia moral sobre el hombre y de este 
modo la influencia permanente en todas las evoluciones de la sociedad.64 
 
Los primeros proyectos educativos a nivel superior para mujeres en México 
surgieron durante el gobierno de Ignacio Comonfort,65 a quien Alvarado le 
reconoce el haberse preocupado por la educación para mujeres, tratando de 
solucionar varias necesidades, entre ellas la creación de una secundaria para 
niñas. 
La secundaria para niñas fue el primer paso del proyecto liberal; 
legalmente, quedó instituida el 3 abril de 1856,66 pero no llegó a ser una realidad. 
Aunque Benito Juárez tenía el proyecto para fundar la escuela en 1861,67 su 
intento se vio frustrado por su derrocamiento y la instauración del segundo 
imperio. Solo hasta el 4 de julio de 1869,68 bajo la república restaurada, se pudo 
abrir la secundaria para mujeres. 
En cuanto al plan de estudios del primer proyecto, Alvarado refiere que la 
secundaria para niñas: 
resultaba a tono con la tendencia liberal de sus promotores. La instrucción 
ofrecida debía abrirse a las corrientes de los nuevos tiempos, pero sin abandonar 
la antigua formación cristiana y doméstica.69 
Entre las materias del plan de estudios se encontraban el estudio de la 
religión,70 así como de gramática castellana, literatura, música, aritmética y 
teneduría de libros.71 Es de llamar la atención que también tuvieran clases de 
 
64 Ibid., p. 192. 
65 L. Alvarado, La educación…, op. cit., p. 77-78. 
66 L. Alvarado, “La educación “secundaria” femenina desde las perspectivas del liberalismo y del 
catolicismo, en el siglo XIX”, en Perfiles educativos, Vol. 25, No. 102, 2003, p. 42. 
67 Ibid., p. 43. 
68 L. Alvarado, La educación…, op. cit., p. 165. 
69 L. Alvarado, “La educación…”, op. cit., p. 42. 
70 Idem. 
71 Idem. 
 
24 
 
bordado, jardinería y elaboración de flores artificiales,72 lo que puede considerarseun primer intento de acercar a las mujeres a la educación de las artes y los oficios. 
El nombre de la escuela sería Escuela Secundaria para Personas del Sexo 
Femenino;73 se justificaba la fundación bajo la premisa de que la instrucción 
femenina era para que las mujeres estuvieran preparadas porque ellas eran las 
que se encargaban de la crianza de los hijos,74 como lo indica Díaz Covarrubias; 
carecer de educación, como se pensaba, traería como consecuencia una sociedad 
atrasada. 
En cuanto al plan de estudios del tercer intento, Alvarado hace notar que 
tenía una fuerte influencia positivista, y por ello la existencia de un gran número de 
clases: 
 La oferta curricular de la secundaria para mujeres, muy de acuerdo con el ideal 
enciclopedista proclamado por el positivismo, debería conformarse de un largo 
listado de asignaturas.75 
 El plan de estudios tenía sobre todo como prioridad la enseñanza de la 
escritura.76 Es importante mencionar que dentro de estas escuelas de enseñanza 
superior o especializada se encontraba también la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres. 
La Escuela Nacional Preparatoria fue otro de los proyectos educativos que 
permitió el acceso de las mujeres a la educación; en este sentido, según lo refiere 
Alvarado, la institución nunca fue exclusiva para hombres,77 por lo que, a partir de 
1883, pudieron incorporarse algunas mujeres que, como dice la historiadora, 
“constituyeron una especie de avanzada de la educación profesional de su 
sexo”.78 
La postura de los grupos conservadores ante el proyecto educativo liberal 
generó alarma, pues consideraban que la educación para jóvenes debería 
 
72 Idem. 
73 Ibid., p. 44. 
74 Idem. 
75 Idem. 
76 Ibid., p. 45. 
77 Ibid., p. 46. 
78 Idem. 
 
25 
 
observar la moral cristiana;79 ante la apertura de escuelas como la Secundaria 
para Niñas y la de Artes y Oficios para Mujeres, la alarma fue mayor. 
El hecho de que las mujeres se educaran bajo los preceptos laicos del 
gobierno juarista representó para los grupos católicos un riesgo para la moral 
cristiana, por lo que, al no poder hacer frente a la apertura de este tipo de 
escuelas para mujeres, decidieron crear sus propias instituciones en las cuales se 
instruyera a las mujeres sin dejar de lado los preceptos católicos. 
Durante la época novohispana, la instrucción que se daba a las niñas 
estaba en manos de la iglesia, por lo que la educación femenina estuvo enfocada 
a la religión y moral católicas. Surgieron colegios y escuelas para niñas, además 
de que la vida conventual era otro espacio para el aprendizaje.80 Por esta razón, la 
iglesia no quería perder el control sobre la educación femenina; entre las escuelas 
católicas de educación especializada para mujeres surgieron el Colegio de la 
Inmaculada Concepción, el Colegio de Nuestra Señora de la Luz, el Colegio de la 
Santísima Trinidad, establecidos todos en 1870,81 así como la Escuela General 
Católica para Niñas, creada en 1872,82 y el Colegio Católico para la educación 
Secundaria de las Señoritas fundado en 1870.83 
De acuerdo con Díaz Covarrubias, para 1875 había 2 mil 300 alumnas en 
total84 inscritas en algún tipo de instrucción educativa considerada de carácter 
superior. Anota además que había quince escuelas durante la segunda mitad del 
siglo XIX, tanto laicas como católicas.85 
 
 
 
79 Ibid., p. 48. 
80 Pilar Gonzalbo, “La educación femenina en la Nueva España: Colegios, conventos y escuelas de 
niñas”, tesis para obtener el grado de Maestra en Pedagogía, México, UNAM; Facultad de Filosofía 
y Letras, 1981. 
81 L. Alvarado, “La educación…”, op. cit., p. 42. 
82 Idem. 
83 Ibid., p. 49. 
84 J. Díaz Covarrubias, La instrucción pública en México…, op. cit., p. 190. 
85 Idem. 
 
26 
 
1.2.3 Escuelas de Artes y Oficios para Hombres 
El objetivo del presente apartado es hacer una breve reseña sobre lo que fue la 
Escuela de Artes y Oficios para Hombres, institución antecedente de la escuela 
para mujeres; la de hombres también se fundó con el objetivo de educar a los 
hombres en un oficio para tener una forma digna de ganarse la vida.86 
Para 1843, la Dirección General de Industria presentó una propuesta con 
base en la petición de algunos artesanos para abrir una escuela. El 2 de octubre 
de ese mismo año se decretó la creación de una Escuela de Artes y otra de 
Agricultura. 
La Escuela de Artes se ubicaría en la Ciudad de México; la enseñanza 
debía cubrir dos requisitos, pues tenía que ser teórica y práctica. La escuela no 
llegó a abrirse. 
Tras una década, el 7 de octubre de 185387 otro decreto gubernamental 
ordenó la creación de una Escuela de Artes, pero el proyecto se quedó sin 
realizar, y solo hasta la llegada de Ignacio Comonfort a la presidencia de la 
república pudo tomar forma. En 1856, mediante el decreto del 18 de abril, se 
ordenó la creación de una Escuela Industrial de Artes y Oficios y se dotó de 
presupuesto para la construcción del edificio donde se alojaría la escuela. 
Edificado al lado de la Escuela de Agricultura en el pueblo de San Jacinto, la obra 
estuvo bajo la dirección de Miguel López. 
Para mediados de 1857, aunque aún no estaba terminado el edificio, ya se 
encontraba funcionando la escuela con 107 alumnos; algunos provenían de otros 
estados de la república mexicana, por lo que se creó un sistema de becas dadas 
por la institución para permitir a los alumnos vivir en la capital. Los talleres 
contaban con veinte profesores sobre quienes recaía la enseñanza. 
Desafortunamente, un incendio en una parte del edificio aún en 
construcción destruyó la escuela. Además, la inestabilidad política en el país tras 
 
86 Toda la información sobre este apartado se obtuvo del mismo texto a menos que se diga lo 
contrario. Breve de los establecimientos de Instrucción Pública…, op. cit., pp. 17-20. 
 
 
27 
 
la promulgación de la Constitución de 1857, aunada a los conflictos bélicos de la 
guerra de Reforma, obligaron a cerrar la escuela, la que dejó de funcionar por un 
periodo de once años. 
Bajo la república restaurada, y con Benito Juárez nuevamente al mando del 
país, se retomaron algunos proyectos educativos para incluirlos en su plan de 
desarrollo, como fue el caso de la escuela para varones; desde diciembre de 1867 
el gobierno juarista buscó la manera de que la institución comenzara a funcionar lo 
más rápido posible. 
El antiguo edificio designado para albergar la escuela, que había sufrido un 
incendio y cuya construcción no había sido finalizada, quedó descartado pues 
finalizar su construcción y reparar las partes dañadas sería muy costoso. Además, 
al estar ubicado fuera de la ciudad, lo convertía en poco adecuado por las 
distancias a recorrer. Entonces, como resultado de la desamortización de bienes, 
el gobierno puso la Escuela de Artes y Oficios para Hombres en parte de lo que 
fue el Convento de San Lorenzo. 
Para el gobierno de Juárez, la instrucción de artes y oficios era de vital 
importancia para el progreso y el desarrollo del país, pues esta formación era lo 
que impulsaría industrialmente a México; en este sentido, la instrucción también 
debía impartirse a las mujeres, aunque en este caso su existencia se justificaba de 
otra manera. La Escuela de Artes y Oficios para Hombres estaba bajo la 
administración de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, a diferencia de la 
escuela para mujeres, pues, como ya se dijo, al ser considerada obra de caridad, 
estuvo en su primera etapa bajo la administración de la Secretaría de 
Gobernación. 
 
 
 
 
 
28 
 
Capítulo II. Fundación y primer ciclo escolar de la Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres 
 
La Escuela de Artes y Oficios para Mujeres se fundó en noviembre de 1871, años 
después de la masculina. En este segundo capítulo se hará unrecuento del primer 
año de vida de la institución: sus necesidades, los retos a los que se enfrentó, las 
soluciones dadas a diversos problemas y su impronta, el impacto social y cultural 
de la escuela y las reacciones que provocó su creación y funcionamiento. Se 
busca hacer un balance hacia el final del primer año de vida, y sobre los logros 
obtenidos por el plantel educativo. 
El capítulo está dividido en cinco partes. En la primera de ellas se hace un 
análisis de los argumentos políticos y morales que justificaron la existencia de la 
Escuela, y a su vez, lo que se esperaba de las alumnas que ingresaran a la 
institución. 
El segundo apartado estará centrado en el proyecto de creación y posterior 
fundación de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres; se harán algunas 
aclaraciones respecto al nombre de la institución; se mencionarán las dificultades 
en las que se vio envuelta la apertura de la institución y, finalmente, se describirá 
la ceremonia de su fundación. 
Para la tercera parte del capítulo se hará un recuento de las asignaturas 
impartidas, cuáles eran, cómo estaban divididas, cuál era el objetivo de ellas, su 
justificación dentro del plan de estudios y cuáles eran los oficios que se 
consideraron viables para mujeres. Igualmente, se describirá el organigrama 
institucional de la Escuela, quién estuvo al frente de su dirección y quiénes eran 
los maestros. Finalmente, se dará cuenta de la ubicación del plantel, así como del 
funcionamiento de la Escuela durante su primer año de vida, haciendo énfasis en 
el interés gubernamental por su óptimo desarrollo. 
Para algunos periódicos y revistas, la creación de la Escuela de Artes y 
Oficios para Mujeres fue un acontecimiento loable y digno de ser mencionado en 
sus publicaciones; de esta manera, a lo largo del primer año de funcionamiento de 
 
29 
 
la institución, se publicaron diversas notas en las que se dio cuenta de lo que 
representó a nivel social; hubo un apoyo importante por parte de la prensa liberal 
hacia la Escuela y por ello la cuarta parte del capítulo estará destinada a analizar 
las notas periodísticas sobre la institución aparecidas durante el primer ciclo 
escolar. 
En la quinta y última parte del capítulo se analiza el fin del primer año de 
cursos en la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. Hacia septiembre de 1872 
concluyó el ciclo escolar para las alumnas; este suceso fue público y, por esa 
razón, las educandas presentaron sus exámenes a puertas abiertas con el fin de 
demostrar los conocimientos adquiridos y reforzar la justificación de la existencia 
de la Escuela; igualmente, para los talleres se montó una exposición con los 
mejores trabajos de cada oficio. Como parte de la ceremonia final, hubo una 
entrega de reconocimientos en todas las materias, tanto en las teóricas88 como en 
los talleres, premios que se otorgaron a las alumnas más destacadas. 
 
2.1 Discurso político y argumentos morales para la creación de la Escuela de 
Artes y Oficios para Mujeres. 
Las implicaciones socioculturales de la fundación de la Escuela de Artes y Oficios 
para Mujeres traía consigo un discurso político y moral que permitió al grupo de 
liberales en el poder justificar la existencia de la misma ante sus detractores; era 
fundamental cimentar de la mejor manera los argumentos de los liberales sobre la 
necesidad de una participación más activa de la mujer en la sociedad, pues los 
grupos conservadores usarían como oposición las repercusiones sociales que 
tiene una educación laica. 
Como mencioné en el primer capítulo, al mismo tiempo que se abrieron este 
tipo de escuelas gubernamentales, también surgieron una serie de escuelas 
católicas para tratar de hacer frente a la educación laica; en este sentido, los 
 
88 Memoria que el…, 1873, op. cit., p. 139. 
 
30 
 
argumentos morales van encaminados a justificar la creación de la Escuela ante 
los grupos sociales que no aprueban las reformas liberales. 
Uno de estos argumentos morales fue ofrecerles a las mujeres de las 
clases menos favorecidas, a quienes iba dirigida la Escuela, una forma digna de 
mantenerse, evitando así que se prostituyeran o que cometieran algún delito: 
Mejorar la condición de la mujer tanto de la clase media que en aquella época no 
tenía más recurso que la costura, ya fuera de munición pero muy mal 
remunerada; y la clase humilde que sólo podía estar de sirviente, con salarios 
escasos, viviendo en la miseria la mujer que prefería ésto á la deshonra y al 
vicio.89 
Como se puede leer en la cita, las opciones laborales para las mujeres eran 
muy restringidas, es importante también la diferencia entre las opciones laborales 
de las mujeres en el campo y en la ciudad. Así, la servidumbre y la costura fueron 
opciones de trabajo para las mujeres citadinas de escasos recursos. 
 Al parecer, los salarios obtenidos tanto de la costura como de la 
servidumbre eran precarios, y la otra opción, la deshonra, era moralmente 
inaceptable. Independientemente de si sólo existían para las mujeres estas tres 
formas de ganarse la vida, el hecho de que sea el argumento predominante90 
expresa la necesidad por tener explicaciones sólidas ante la sociedad que 
justificaran la creación de la Escuela. José María Castillo, en la Memoria que el 
oficial mayor encargado de la Secretaría de Estado y del despacho de 
Gobernación presenta al sexto Congreso Constitucional , de 1871, cuando expone 
la apertura de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, menciona el mismo 
argumento, como si el cambio en la situación de vida de las mujeres dependiera 
exclusivamente de los proyectos del gobierno juarista: 
Próximamente, con los productos de las loterías, se establecerá una escuela de 
artes para mujeres, porque el Ejecutivo quiere mejorar la penosa suerte de esta 
mitad del género humano, para la cual los medios honestos de procurarse la vida 
son en México demasiado escasos é improductivos. Cree el Ejecutivo que 
 
89 L. Núñez, “Reseña histórica…”, op. cit., p. 527. 
90 Además del texto de Núñez, este argumento se encuentra repetido en publicaciones 
gubernamentales en las que seguramente se basó su investigación: Memoria que el oficial…, 
1873, op. cit., p. 137.; Memoria que el oficial…, 1874, op. cit., p. 109. 
 
31 
 
mientras se mejore la educación de la mujer, mas se aseguran la libertad y el 
progreso de la patria. 91 
En relación con lo anterior, según los liberales, la fundación de la Escuela 
tendría una serie de repercusiones sociales, primero porque, al aprender un oficio, 
las mujeres obtendrían otras opciones laborales, tendrían una fuente de ingresos y 
una forma diferente de valerse por sí mismas,92 lo que conllevaba también la 
independencia económica. El trasfondo del discurso liberal parece ser la búsqueda 
de la independencia económica de las mujeres, pues, aunque todo el tiempo está 
presente el argumento moralista, tiene más peso y termina por consolidarse la 
idea de lograr el progreso de México. 
Dentro de esta serie de argumentos sobre el progreso y la mejora social, 
destaca la idea de avance para el país. El avance o el progreso tendrían que 
lograrse, según los liberales, en todos los niveles de la sociedad. Las mujeres de 
escasos recursos, quienes no habían tenido ningún tipo de acceso a la educación 
y menos de tipo formal,93 cuando se casaban y se convertían en madres, no 
podían encaminar de manera adecuada a sus hijos94 y esto frenaba el desarrollo 
del país;95 así entonces, la educación dirigida a las mujeres repercutiría en 
muchos sentidos, incluso para la educación de hijos e hijas. Para alcanzar el 
objetivo, además de los talleres en los que las mujeres aprenderían un oficio, se 
incluyeron materias para que las mujeres aprendieran a leer, a escribir y a llevar 
cuentas,96 con lo que también llegarían a ser mejores amasde casa:97 
Con todo y que la mujer es un ser débil y que parece que la naturaleza misma la 
excluyó del trabajo productor que exige la sociedad á todos sus miembros, el 
Ejecutivo, que ve en el trabajo, no solo la fuente del bienestar material, sino 
también un poderoso elemento de moralidad y de mejora, creyó que no debía 
colocar á la mujer en la administración pública como un ser negativo, condenado 
á la molicie del lujo, fuera ó no legítima la procedencia de este, y limitada á vivir 
siempre á expensas del hombre, porque en ambos casos se ponía en una 
 
91 Memoria que el oficial…, 1871, op. cit., p. 28. 
92 L. Núñez, “Reseña histórica…”, op. cit., p. 528. 
93 Ibid., p. 527. 
94 Juan Ramírez, “Educación de la Mujer” en “Editorial”, El Monitor republicano, 2 de abril de 1869, 
p. 1. 
95 Memoria que el oficial…, 1873, op. cit., p. 137. 
96 L. Núñez, “Reseña histórica…”, op. cit., p. 527. 
97 Memoria que el oficial …, 1873, op. cit., p. 137. 
 
32 
 
dependencia peligrosa á la que necesita toda su dignidad y toda su honra para 
ser buena madre y buena esposa.98 
El gobierno juarista además buscaba que todos los ciudadanos fuesen 
productivos y era también el momento en que las mujeres participaran y 
contribuyeran laboralmente a la sociedad; la Escuela fue una forma de animarlas, 
de demostrarles que contaban con el soporte gubernamental. 
Aunque el gobierno juarista esperaba una mayor actuación social por parte 
de las mujeres, estas seguían siendo consideradas como un ser físicamente 
inferior al hombre99 y por lo tanto no podía realizar las mismas actividades; esto 
no quería decir que las mujeres estuvieran alejadas de la productividad, por el 
contrario; como mencioné anteriormente, el discurso detrás de la fundación de la 
Escuela es la búsqueda de mejores oportunidades de trabajo remunerado, pero 
adecuadas a las capacidades de las mujeres, es decir, que no requirieran de 
demasiada fuerza100 o se consideraran moralmente apropiadas para ellas,101 es 
por ello que la curricula escolar fue seleccionada cuidadosamente. 
No está de más señalar que este pensamiento se encontraba condicionado 
a las actividades consideradas tradicionales para las mujeres; así, la educación de 
las mujeres se configuró de acuerdo con esta tradición cuya decisión fue tomada 
por los hombres en el poder. 
 
2.2 Proyecto y fundación de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 
Este apartado consistirá en explicar lo que fue el proyecto y el proceso de 
fundación de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, pero antes considero 
importante, por razones de índole historiográfica, hacer una aclaración acerca del 
nombre oficial de la institución, ya que a lo largo de la investigación encontré 
algunas variantes. 
 
98 Idem 
99 J. Ramírez, “Educación de la Mujer…”, op. cit., p. 1. 
100 Memoria que el oficial…, 1873, op. cit., p. 138. 
101 Memoria que el Secretario de Estado y del Despacho de Gobernación presenta al Congreso de 
la Unión correspondiente al periodo transcurrido del 1° de Enero al 20 de Noviembre de 1880 , 
México, 1881, p. 108. 
 
33 
 
Uno de los nombres con el que localicé la Escuela, es Escuela de Artes y 
Oficios para Señoras102 así mencionada en el periódico El Ferrocarril. 
El segundo nombre dado a la institución es Escuela de Artes y Oficios para 
Señoritas,103 y lo menciona la subdirectora de la institución, para el año de 1908, 
Loreto Núñez,104 quien, debido a la inauguración de un nuevo plantel para la 
escuela,105 hace una reseña sobre la historia de la institución como mencioné en 
el capítulo anterior. Con ese mismo nombre aparece en la Guía de la Ciudad de 
México,106 obra de 1910. 
Conforme avanzaba en la búsqueda de fuentes, encontré diversos nombres 
de la institución. El nombre oficial de la Escuela seguramente aparece en el 
decreto de creación de la institución, pero no he logrado localizar este documento, 
aunque se sabe de su existencia por la información proporcionada en la Memoria 
que el oficial mayor encargado de la Secretaria de Estado y del despacho de 
Gobernación presenta al séptimo Congreso Constitucional del año 1873.107 En 
esta Memoria…, en la que se habla de la Escuela como uno de los logros 
gubernamentales de 1871, aparece el nombre de Escuela de Artes y Oficios para 
Mujeres108 y considero que este es el nombre oficial y así nombro a la institución 
en el presente trabajo. 
En cuanto a la fundación de la Escuela, los datos más antiguos que pude 
localizar sobre el proyecto de crear una Escuela de Artes y Oficios para Mujeres 
son de 1868;109 la información aparece en la mencionada Guía de la Ciudad de 
México, escrita por José Romero, en donde se dice cuáles son los requisitos para 
ingresar a la Escuela, así como una descripción del plan de estudios y los años a 
cursar en el año de 1910; también la Guía… menciona cuánto del presupuesto fue 
 
102 “Noticias Diversas”, El Ferrocarril, 21 de febrero de 1872, p. 3. 
103 L. Núñez. “Reseña histórica…”, op. cit., p. 527. 
104 Idem. 
105 Ibid., p. 526 
106 José Romero, Guía de la Ciudad de México y demás municipalidades del Distrito Federal , 
México, Porrúa, 1910, p. 395. 
107 Memoria que el oficial…, 1873, op. cit., p. 137. 
108 Este parece ser el nombre oficial de la institución., Memoria que el oficial…, 1873, op. cit., 
p.137. 
109 Ibid., p. 396. 
 
34 
 
asignado para su funcionamiento en ese año; apunta que la Escuela fue creada 
por ley desde 1868: “Se asigna la partida de $96.000 en el presupuesto vigente 
para esta Escuela, la cual fue creada por la ley de 1868”.110 Este dato no lo he 
podido corroborar en algún documento oficial sobre la institución, aunque en la 
Memoria que el Secretario de Estado y del Despacho de Justicia é Instrucción 
Pública presenta al Congreso de la Unión en 15 de noviembre de 1869 encontré 
información sobre la enseñanza de artes y oficios para mujeres en otra de las 
escuelas contemporánea a la de Artes y Oficios; el nombre de esa institución 
aparece como Escuela de Instrucción Secundaria para personas del sexo 
femenino.111 
Al parecer, en la Escuela de Instrucción Secundaria para personas del sexo 
femenino ya se tenía contemplada la enseñanza de artes y oficios adecuados para 
las mujeres. En la Memoria… antes mencionada hay una sección dedicada a dar 
cuenta de dicha institución, sus reformas y cambios en el plan de estudios, y se 
menciona que se enseñarán: “artes y oficios que se puedan ejercer por 
mugeres”.112 
Si bien no tengo datos que corroboren que la Escuela de Artes y Oficios 
para Mujeres fue concebida por ley desde 1868, como lo menciona Romero, lo 
que deja entrever la Memoria… es que sí existe una intención por parte del 
gobierno juarista para que las mujeres tengan una educación más completa. Por 
las circunstancias del país, para 1868 no se pudo llevar a la realidad la creación 
de una escuela especializada, como la de Artes y Oficios, pues probablemente las 
complicaciones y los recursos que conllevaba adecuar instalaciones para los 
talleres requeridos en una escuela del tipo de artes y oficios era complejo, como 
sucedió con la Escuela de Artes y Oficios para Hombres, por eso se pensó en 
introducir la enseñanza de artes y oficios en una institución que ya estuviera en 
funcionamiento. 
 
110 Idem. 
111 Memoria que el Secretario de Estado y del Despacho de Justicia é Instrucción Pública presenta 
al Congreso de la Unión en 15 de noviembre de 1869, México, Imprenta de Gobierno, 1870, p. 130. 
112 Ibid., p. 131. 
 
35 
 
Sobre los primeros años de la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres las 
fuentes con mayor información acerca del plantel son, en su mayoría, la prensa de 
la época, la que periódicamente hacía mención de algún evento de la Escuela o a 
algún

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