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Diseño editorial aplicado al libro infantil “Los murales de Cacaxtla” Tesina Que para obtener el título de: Licenciada en Diseño y Comunicación Visual Presenta: María del Carmen Delgado Ornelas Director de Tesina: Lic. Alfonso Escalona López México, D.F., 2009 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO ESCUELA NACIONAL DE ARTES PLÁSTICAS UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO ESCUELA NACIONAL DE ARTES PLÁSTICAS Diseño editorial aplicado al libro infantil “Los murales de Cacaxtla” Tesina Que para obtener el título de: Licenciada en Diseño y Comunicación Visual Presenta: María del Carmen Delgado Ornelas Director de Tesina: Lic. Alfonso Escalona López México, D.F., 2009 Gracias a mis papás: Carmen y Orlando, a mis hermanos: Xóchitl, Adrián y Rocio, por darme apoyo y cariño incondicional. A Oscar, Gina, Yannine, Sandra y Mariana, gracias por su tiempo, sus consejos y amistad. Al profesor Alfonso Escalona, quien me guió en este proyecto. A toda mi familia, amigos y maestros. Índice Introducción 1 Capítulo 1 Los Murales de Cacaxtla 3 1.1 Antecedentes 3 1.2 Cacaxtla 4 1.3 Materiales y técnicas de los murales de Cacaxtla 5 1.4 Segmentación de los murales 6 1.5 Análisis sintáctico 7 1.6 Análisis semántico 11 1.7 Análisis pragmático 23 Capítulo 2 El libro 25 2.1 Breve historia del libro en México 25 2.2 Libro 29 2.3 Clasificación del libro 31 2.4 Libro infantil de divulgación 32 2.5 El público infantil 33 2.6 La lectura en México 38 Capítulo 3 Proceso de diseño editorial 41 3.1 Diseño editorial 41 3.2 Formato 42 3.3 Composición y retícula 43 3.4 Tipografía 46 3.5 Guía de color 48 3.6 Fotografía e ilustración 48 3.7 Elementos ornamentales 49 3.8 Software para la producción 52 3.9 Requisitos para la impresión 52 3.10 Sistemas de impresión 53 Conclusiones 55 Anexos 57 Bibliografía 73 Índice de imágenes 75 Glosario 77 introducción El propósito principal de esta tesina es aplicar los conocimientos del diseño y la comunicación visual, específicamente de diseño editorial en un libro infantil dedicado a los murales de Cacaxtla. El libro es un objeto que nos transmite conocimientos, que nos forja una actitud y personalidad. El libro es parte importante de nuestra formación ya que cada libro nos mostrará lo que nos gusta y lo que nos disgusta. Es la razón principal por la que esta tesina busca crear un libro. También forma una nación y lo podemos observar a través de la historia de México, es por eso que en este proyecto se hace una breve mención sobre el papel de los documentos impresos en México. El diseño de un libro influye y es desicivo a la hora de continuar o dejar de leerlo. El diseño puede motivar o crear curiosidad por tomar un libro, es por ello que actualmente el diseño editorial es clave para la producción de libros. El diseño editorial sigue un proceso lógico y sistematizado donde es necesario contemplar todos los elementos que conforman un libro. Al mismo tiempo valorar nuestra identidad y darle una mayor divulgación a las muestras de arte mexicano, también a nuestras raíces, de donde se puede aprovechar para crear nuevas formas de expresión. Esa es la razón por la cual se eligió el tema de los murales de Cacaxtla, ya que a partir de ellos se generó una propuesta creativa. El público a quien va dirigido este material va a definir las caraterísticas del libro para que se cumpla la función de que los niños lo lean y se enteren de un gran acervo nacional. En este caso hay que conocer sus habilidades para leer, para manejar un libro, su niveles de percepción, formas de interpreta- ción, etcétera. Del mismo modo, otro fin del proyecto es conocer e investigar sobre las pin- turas murales de Cacaxtla, para poder abordar el tema en el libro. Describir las pinturas y poder explicarlas en páginas; subrayar su importancia y poder transmitir alguna porción de los conocimientos que ahí se plasmaron. En síntesis las pinturas murales de Cacaxtla dan una muestra del dominio de las técnicas de representación y de los altos conocimientos adquiridos por las culturas en Mesoamérica. Es por eso que en este trabajo se estudiarán los murales de Cacaxtla, a través de su estudio se recuperará la memoria olvidada de los pueblos que aún viven. 1 Capítulo I Murales de Cacaxtla 1.1 Antecedentes La historia de México comienza desde Mesoamérica, que se extendía desde Sinaloa y Zacatecas hasta Centroamérica. Es un área compleja y montaño- sa donde se dan variados climas y paisajes, de modo que la variedad de recursos es enorme. Las diferentes regiones de Mesoamérica vieron nacer distintas culturas, el contacto entre ellas facilitó la difusión de ideas y los descubrimientos. Como resultado de lo anterior los pueblos de Mesoamé- rica compartieron creencias y costumbres parecidas acerca de la religión, la política y la organización de la sociedad. Esta etapa de la historia fue dividida en cuatro periodos: preclásico, clásico, epiclásico y posclásico. En el periodo epiclásico se desarrollaron algunas ciudades importantes como Xochicalco, Cholula y Cacaxtla. Los elementos que han ido definiendo la historia son las ciudades, los objetos, los restos y la tradición oral. Es pertinente hacer algunas reflexiones sobre la maestría con la que los pue- blos mesoamericanos utilizaron lo que llamamos ahora arquitectura, pintu- ra y escultura en una perfecta armonía de formas y conceptos. Entre estos elementos encontramos las pinturas murales de los edificios pre- hispánicos, las cuales son un testimonio importante sobre la vida de los antepasados al igual que un reflejo de los conocimientos que ellos tenían sobre el cosmos, sobre su medio ambiente representado en las formas y en el color que los artistas prehispánicos imprimieron sobre estos muros. Imagen 1: Sitio arqueológico de Cacaxtla, mural de la batalla. 3 I.2 Cacaxtla El sitio arqueológico de Cacaxtla se encuentra en el valle de Puebla-Tlaxcala, una zona donde anteriormente abundaban pantanos y lagos durante pe- riodos intensos de lluvia, estas condiciones formaron un terreno fértil que permitió, desde épocas tempranas, algunos asentamientos humanos. A la caída de Teotihuacan surgieron otras ciudades que intentaron sucederla en su hegemonía como Xochicalco, Cacaxtla y Tula. Es en este periodo de interacción cultural y de reorganización de los asentamientos existentes que florece Cacaxtla (600-900 d. C. Epiclásico) Según Roman Piña Chan en su libro Cacaxtla. Fuentes históricas y pinturas aunque no se sabe exactamente quienes ocupaban el lugar, se ha observa- do que los edificios fueron modificados por los olmeca-xicalanca quienes: “traían costumbres guerreras, cultos religiosos, artesanías y conocimientos aprendidos desde Temoachan (Xochicalco)”1 y fundaron Cacaxtla después de haber realizado una migración de la costa del golfo. Los estrechos vínculos con las culturas del Altiplano de México y la costa del golfo, se hacen evidentes en una cultura que asimila elementoscomo la ideología social y religiosa de otras, conformando clases sociales más de- finidas sobretodo en la élite gobernante. El arte se ve influenciado por los itazes y los olmeca-xicalanca, quienes irrumpieron entre las sociedades esta- blecidas. Así como Teotihuacan influyó en temas religiosos, identificando en Cacaxtla algunos símbolos, sacerdotes y deidades. Debido a toda esa movilización social, la actividad militar se incrementa durante el Epiclásico, por lo que este tema reviste las actividades artísticas y culturales; los temas de muerte y sacrificio se hacen más frecuentes. México Puebla Puebla N Cacaxtla Tlaxcala San Miguel del Milagro Tepetitla Tetetlahuca Zacatelco Xicotzingo Zacualpan Panotla Texoloc Tepeyanco Huatzingo mex 150 Imagen 2 Ubicación del sitio arqueológico de Cacaxtla. 4 1 Piña Chan, Román. Cacaxtla. Fuentes históricas y pinturas. México, Fondo de Cultura Económica, 2000 p. 107 El asentamiento en el cerro se hizo aprovechando las terrazas naturales que fueron modificadas por los habitantes en diferentes épocas; para la cons- trucción de Cacaxtla se siguieron algunos patrones teotihuacanos. “La voluntad de creación de los habitantes de Cacaxtla combinaba lo mismo un magistral conocimiento de las matemáticas, la astronomía, la flora y la fauna, como también su concepción del entorno como parte del cosmos; la orientación de los edificios y de las calzadas hace evidente que guardan una relación entre sí y con los volcanes y montañas cercanos”2. En este marco aparecen las pinturas murales, que representan el elemento más impactante de este sitio arqueológico, y que reflejan ese intenso in- tercambio cultural en Mesoamérica. Las pinturas de Cacaxtla presentan un estilo propio, reflejando la sociedad que habitó esos edificios. 1.3 Materiales y técnicas de los murales de Cacaxtla Empezando por el lienzo para las pinturas: los muros. Éstos “se construían de tepetate con recubrimiento de lodo. Se terminaban con un mortero y enlucido de cal y arena”3. Por otra parte, en la época prehispánica los indígenas necesitaban dos ele- mentos fundamentales para obtener sus colores: el productor del color y el agua. Los vegetales y minerales constituían la esencia fundamental para to- dos los colores que se emplearon, además de algunos producidos a partir de animales como la cochinilla y el caracol. Al parecer en Cacaxtla se recurrió a la antigua técnica de ebullir los elementos generadores de color, remojar las hojas o flores según sea el color, moler los minerales, y mezclar los colores. Para conseguir una mejor adherencia de un pigmento sobre la superficie, los pintores de Cacaxtla, usaron baba de nopal, como lo demuestra Diana Magaloni en sus estudios4. Tal vez el uso de los colores puros sea la característica más propia de la pintura de Cacaxtla, aquella que la distingue de las dos tradiciones que la nutren (maya y teotihuacana). Sobre los colores utilizados, Magaloni a tra- vés de un análisis por observación directa dice que se distingue el empleo de una paleta cromática compuesta de cinco colores primarios: rojo, amarillo, azul, blanco y negro, y cuatro colores secundarios: rosa, magenta, azul claro y azul obscuro. La base de las pinturas es color rojo, y una línea de contorno negra sirve para delimitar las zonas de color. A partir de estos colores primarios se obtienen diferentes tonalidades y matices, usando veladuras, transparencias y combi- nando colores, lo que implica un mayor conocimiento de teoría del color. La relativamente reducida gama de colores señala un gran contraste, tanto con la pintura teotihuacana de la fase de Xolalpan (450 a 600 d. C.), como con la del área maya en el clásico tardío (600-900 d. C.) –Bonanmpak, por ejemplo– ya que en ambas se llegó a una rica policromía que incluía múlti- ples matices, logrados por la aplicación de pigmentos en diferentes grados de saturación. 2 FUENTE De la, Beatriz… (et.al). Pintura mural prehispánica. Milán, México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,1999 p. 73 3 Ídem 4 http://www.posgrado.unam.mx/publicaciones/omnia/ anteriores/20/07.pdf 5 http://www.posgrado.unam.mx/publicaciones/omnia/ anteriores/20/07.pdf 5 1.4 Segmentación de los murales Las pinturas de Cacaxtla se encuentran en diferentes edificios del sitio, por lo que a continuación se señalan. Edificio A El edificio A se ubica en el lado sur, es una estructura de planta rectangular, tiene dos muros pintados, al norte y al sur, y dos jambas adyacentes. En el cuarto ubicado al oriente también hay pinturas pero es imposible visitarlas y se encuentran muy deterioradas. Estos murales son los que se han definido como de influencia Teotihuacana, y son los más tardíos de Cacaxtla, se cal- cula que fueron pintados alrededor del año 800 d.C. El mural de la batalla Se calcula que fue realizado alrededor del 650 d.C. El mural está pintado sobre el talud de una plataforma (edificio B), se encuentra orientado de este a oeste. Se trata de dos taludes pintados, divididos por una escalera; en el lado oriente hay veintisiete imágenes, en tanto que en el poniente hay veinte. La numeración se ha corrido hacia ambos extremos partiendo de la escalera. El Templo Rojo Se encuentra en la esquina norte del conjunto 2, debajo de una plataforma rectangular que tiene escalera central en el lado oriente. Es una de las pri- meras construcciones que levantaron sus fundadores. Está decorado con dos murales que bordean una escalera de nueve pelda- ños, y aunque son más antiguos que los murales del edificio A, su temática puede ser interpretada como complementaria. El Templo de Venus Pertenece al conjunto 2, se encuentra en el lado poniente del patio común al Templo Rojo. En uno de sus cuartos se encuentran dos pilares decorados. Imagen 3 Plano del sitio arqueológico de Cacaxtla , tomado de Piña Chan. 6 1.5 Análisis sintáctico Las pinturas murales de Cacaxtla contienen mensajes visuales intencionales los cuales son transmitidos a través de signos. La semiótica es la ciencia que estudia el significado de los signos, su objetivo es el estudio de todos los sistemas de signos. Como lo explica Guillermo de la Torre; en El lenguaje de los símbolos grá- ficos 6 el estudio de la semiótica se integra en tres partes fundamentales: la semántica, la sintáctica y la pragmática. La sintáctica estudia la relación del signo con su sistema y la relación entre símbolos, en otras palabras estudia las formas y su relación en el espacio. Para comenzar a comprender el signi- ficado de las pinturas se realiza a continuación una descripción o análisis de los elementos que contruyen la imagen. Línea La línea es definida y continua. En estas pinturas la línea se usa para separar dos planos entre sí, y a la vez los contornos lineales diferencian cualitativa- mente dos áreas de distinta intensidad visual. En estos murales es caracterís- tico un contorno negro delimitando las figuras. Forma Las pinturas ocupan la mayor parte de los muros por lo que toda la com- posición ocupa un área rectangular. Las formas más comunes en el arte pre- hispánico son orgánicas, como los círculos, volutas, líneas curvas; para las divisiones de las cenefas se usan líneas rectas. También se usan las grecas. Escala Puede observarse que Cacaxtla comparte con la tradición pictórica maya del período clásico el uso de la figura humana como motivo principal; ésta se encuentra representada en proporciones y posiciones naturalistas. Tamaño También resulta exclusivo de Cacaxtla la figura humana de dimensiones aproxi- madas a las reales; ya que los hombres miden entre 1.41 y 1.46 m de altura, excepto los de las jambas del Edificio A, cuya escala es un poco más pequeña. Perspectiva En Cacaxtla no hay intención de generar perspectiva; se presenta a todos los personajes en un mismo nivel, aunque sí hay una superposición de planos, la cual sugiere que unos personajes están detrás de otros, como en el mural de la batalla.Color El color aplicado en plastas. Anteriormente se mencionó que partían de los colores rojo, amarillo, azul, blanco y negro, y a partir de estos colores base hacían mezclas y veladuras para obtener los demás tonos. El color está cargado de información; algunos colores tienen estímulos co- munes en la gente, y también conocemos los significados que le hemos asig- nado a éstos. Por lo que cada color tiene numerosos significados asociativos y simbólicos. Imagen 4 Fragmento del mural sur del Edi- ficio A. Ejemplos de líneas continuas, con- torno negro y de las formas orgánicas. 6 TORRE de la, Guillermo. El lenguaje de los símbolos gráficos. México, Editorial Limusa, p. 62 7 En los murales de Cacaxtla los colores fueron puestos de acuerdo a una tra- dición religiosa en donde se les atribuían ciertos significados: Rojo: Usado en el fondo de los murales del Templo Rojo y del Edificio A (murales sur y norte). Simboliza el oriente. Azul: Es símbolo del agua, de la lluvia. Amarillo: En estos murales simboliza el maíz. Y es usado también en el atuendo de las aves y del jaguar. Blanco: Simboliza el occidente, pero en estas pinturas no tiene ese significa- do, pues es usado en los tejidos y en los lazos que llevan los individuos. Negro: Simboliza la noche, la oscuridad, y es asociado con la región del norte. Nivel de representación En los murales que estudiamos podemos ver dos niveles de representación: el descriptivo y el simbólico. Los hombres son representados en un nivel descriptivo, es decir de manera realista. También hallamos símbolos (imáge- nes que simplifican un sistema muy complejo de significados atribuidos). Técnicas de comunicación visual Las técnicas de comunicación visual que ahora podemos determinar que existen en estas pinturas murales son: complejidad, profusión, ritmo, equi- librio asimetríco. imagen 5 Equilibrio asimétrico, en este ejemplo podemos ver los ejes a partir de los cuales se reparte el peso en la composición. Edificio A, muro sur y norte. 8 Complejidad: Como podemos observar hay presencia de numerosas unida- des y fuerzas elementales, en estas composiciones. Profusión: Se trata de una obra recargada y tiende a la presentación de adiciones discursivas y detalladas. Esta es una técnica visualmente enriquece- dora que va asociada al poder y la riqueza. En específico podemos observar que el mural de la batalla se caracteriza la profusión y proximidad de las figuras, la complejidad de la composición, el movimiento de los personajes y el sorprendente realismo. Asimetría: Los elementos y sus posiciones variadas en esta composición logran equilibrar los pesos, llegando a un equilibro asimétrico. La geometría es usada para entender la composición de estos murales. Los puntos de centrales de los murales se encuentran en la ingle del perso- naje, creando un punto de atención (Imagen 5). También podemos observar en las imágenes 6 y 7 la construcción de rectángu- lo de raíz quinta la cual indica puntos de división dentro de la composición. Jerarquía: Todos los elementos tienen un valor distinto, aquí se jerarquizó de distintas maneras, pero la más notoria es por tamaño. Imágenes 6 y 7 Construcción de raíz quinta, se pueden ver los puntos de división de la composición. Edificio A, jamba norte y sur. Imagen 8 Fragmento del mural de la batalla, en donde se ilustra el ritmo, marcado por los escudos y lanzas de los guerreros. 9 Ritmo: A través de la repetición de elementos se logra el ritmo, éste a su vez otorga la sensación de movimiento. Dos ejemplos claros de ritmo son el mural de la batalla y las cenefas. En el mural de la batalla hay un ritmo alternado, es decir, se introducen cam- bios de posición de los cautivos y de los vencedores, quienes se van alternan- do a su vez. El ritmo guía los ojos del observador por el mural (imagen 8). Las cenefas son franjas que enmarcan el mural, dentro de ellas hay pintados animales marinos y también algunos terrestres. En las cenefas el ritmo es marcado por la repetición de los motivos. Actividad: La sugestión de movimiento se refleja en algunos de los murales (mural de la batalla y en la jamba sur del edificio A) dándole dinamismo a la imagen estática. Realismo: Es un rasgo singular de Cacaxtla la expresión realista con la que se representó la agresividad de los combatientes, o el dolor en los rostros de los personajes vencidos, o la crudeza con la que se pintaron sus heridas y vísceras que salen de ellas, todo lo cual les confiere un aspecto dramático. Imagen 9 Fragmento de cenefa, marcando el ritmo alternado. Imagen 10 Fragmento del mural de la batalla, dibujo tomado de Piña Chan. Se puede ver el realismo de las expresiones. 10 1.6 Análisis semántico Otra parte fundamental de la semiótica es la semántica, la cual “estudia la relación que hay entre el signo y el sujeto o el concepto que representa”7. Realizar un análisis semántico se refiere a describir los elementos que se encuentran en los murales y explicar su posible significado. El objetivo del análisis semántico es el de crear una base para comprender la historia y los significados plasmados en los murales y así poder explicar al público su con- tenido. Se realizará a partir del texto de María Teresa Uriarte que aparece en el libro de Pintura mural prehispánica, y del libro Cacaxtla: Fuentes históricas y pinturas de Román Piña Chan. a) El Templo Rojo El Templo Rojo es un testimonio que los olmeca-xicalanca plasmaron para contar el camino que recorrieron hacia Tlaxcala y su llegada a Cacaxtla. En el muro oriente (Imágenes 11 y 12) una cenefa con motivos de agua sirve de marco a la pintura principal, en cada sección se puede ver un ave, una estrella marina, un pez o una planta acuática; por encima de la cenefa corre una serpiente emplumada azul. Comenzando de derecha a izquierda, se destaca un personaje viejo y desdentado (sólo se le ve un diente). Porta un yelmo o casco de cabeza de jaguar de cuya boca sale el cabello blanco del individuo. Porta adornos de concha, turquesa y jade, y un manto blanco y tejido con dos tipos de grecas; tiene guanteletes y calza garras de jaguar, un faldellín de piel de jaguar. En la mano derecha sostiene una vara, frente a su cara hay un glifo con su nombre calendárico (4 perro). Imagen 11 Templo rojo, muro oriente. 7 TORRE de la, Guillermo. El lenguaje de los símbolos gráficos. México, Editorial Limusa, p. 63 11 En seguida vemos una estaca con la punta dentada sosteniendo un cacaxtle, en el cual hay amarrados varios objetos de comercio propios de la tierra tropical costeña; entre ellos hay un caparazón de tortuga y una cabeza de lagarto fantástico. Este personaje se encuentra frente a una planta de cacao con flores y frutas, pareciera que un ave azul o quetzal fuera a posarse en ella. Más adelante vemos una planta de maíz azul, cuyos frutos son cabezas humanas de rasgos mayas; a continuación sobre la escalinata vemos un enorme sapo azul sobre el cual cae una lluvia azul, debajo de él hay una estrella de cinco puntas (Imagen 13). En la parte sur de la construcción se hallaron figuras humanas acostadas so- bre un escalón, estas figuras se han interpretado como cautivos. Hay 6 glifos en la banqueta, el primero (imagen 14, a) se trata de un templo a la orilla del agua, que por sus elementos como el ojo estelar con cinco rayos pode- mos decir que es el símbolo de Venus, y la banda con cruces es el cielo. 12 Imagen 12 Dibujos tomados de Piña Chan. Imagen 13 Templo rojo, muro oriente. A continuación hay dos cabezas humanas (imagen 14, b): una está rapada y hay cuentas delante de su boca; el otro tiene el cráneo deformado ambos miran a la izquierda. Se trata de los guerreros pues ambos tienen la cara pintada con rayas, unos son los olmecas y otros los xicalancas. El cuarto glifo (imagen 14, c) es una figura zapoteca que se lee como “cerro o lugar”, en su interior se ve un guajolote con plumas azules y blancas con un fondo reticulado.La quinta figura (imagen 14, c) es solo parte de un basamento y la última figura es otro rostro con rayas, un glifo y un gran maguey. En el muro poniente continúa la cenefa y la serpiente, también hay una planta de maíz y el sapo tiene piel de jaguar. Como ya se había mencionado estos murales narran la historia de un grupo de personas que venía del oriente, donde nace la estrella de la mañana, Venus. Sus descendientes, los valientes guerreros olmeca-xicalanca; llegaron a Cacaxtla gracias a la guía de un sabio gobernante, quien les enseñó a reco- nocer la buena tierra. Vemos en la pintura a “Quetzalcoatl o Venus concebi- do como un viejo comerciante…después de su largo caminar… se detiene a descansar, liberándose de su cacaxtle…y se dirige a una tierra rica donde se daba el cacao, el verdadero maíz, el hule, etc., los viejos les decían Tlalocan y se situaba en el inframundo”8. Quetzalcoatl los guió a Tlalocan o paraíso terrenal, semejante a la tierra de donde provenían y un lugar placentero a donde iban los muertos ya que se identifican varios elementos que refieren al inframundo y a la fertilidad, como el sapo que representa la fertilidad y los personajes acostados que van camino al inframundo pues aparecen semidescarnados como las deidades de la muerte. Imagen 14 Glifos hallados en la banqueta. Dibujos tomados de Piña Chan. a) b) c) d) 13 8 PIÑA Chan, Román. Cacaxtla. Fuentes históricas y pinturas. México, Fondo de Cultura Económica, 2000, p. 112 Imagen 15 a) Templo de Venus, b) Dibujo tomado de Piña Chan, pag. 57. b) Templo de Venus En los pilares encontramos pintadas dos figuras: una masculina y una femeni- na, ambas tienen el cuerpo azul y junto a la franja azul del marco hay cuatro medias estrellas pintadas de blanco, con un ojo estelar azul en el centro. Estas pinturas tienen en común una cenefa acuática, dividida por cuatro bandas diagonales, en donde hay algunos seres híbridos como un caracol con dientes, dos peces, un cangrejo y dos garzas. Los dos personajes míticos llevan franjas de tela blanca a la altura de los tobillos, usan un faldellín de piel de jaguar sobre el que hay un gran símbolo de Venus. El personaje masculino (imagen 15) tiene el cabello negro delineado, en su frente se aprecian unas formas blancas como rayos. Tiene el ojo desorbita- do, lleva un collar de cuentas; su brazo izquierdo sostiene una estrella, su puño y mano son de felino, tiene atrás unas alas azules. Se puede ver una cola de alacrán, cuyos segmentos amarillos terminan en una punta negra. 14 Imagen 16 a) Templo de Venus, personaje femenino. b) Dibujo tomado de Piña Chan pag. 56. La cabeza de la figura femenina no se puede ver ya que está muy deteriora- da esta parte del muro. Se ve su faldellín hasta la rodilla con el símbolo de Venus. En su brazo derecho se ven las plumas del ala atada por detrás y lo que parece un seno flácido, que indica lo femenino (imagen 16). Por el simbolismo que encontramos en este mural se puede decir que este templo fue dedicado a Venus, en su representación como una deidad dual y con su relación con el mundo de los muertos. “El color azul del cuerpo se relaciona con el cielo […] y las medias estrellas blancas con el ojo estelar son una forma de simbolizar al planeta Venus”9. Este planeta fue observado por los astrónomos en Mesoamérica, así como sus ciclos matutino y vespertino. Los olmeca-xicalanca adoraban a Venus, el planeta dual, al cual en su fase matutina se vinculaba con Quetzalcóatl y en la vespertina con Xolotl. Venus desaparece del cielo entre su ciclo matutino y vespertino, se pensa- ba que en este lapso la estrella vespertina iba al mundo de los muertos y después de ocho días salía triunfante como estrella de la mañana. Por esta razón aparecen elementos como la piel del jaguar y la cola del alacrán pues son animales que se relacionan con el inframundo. El jaguar se relaciona con el inframundo y el alacrán también, ya que simula que puede esconderse o penetrar debajo de la tierra y desaparecer de la vista. 15 9 Ibídem p. 58 c) El mural de la Batalla Se trata de dos taludes divididos por una escalera, “el mural contiene 49 figuras, dos de ellas son personajes principales y, por lo tanto, aparecen en las dos secciones”10 La temática es claramente bélica pues muestra dos bandos antagónicos, ven- cedores y vencidos. Los personajes que están de pie, quienes pertenecen a un grupo étnico, tienen cabeza rapada, fleco de pelo al frente y un mechón atrás. Llevan faldellines, cinturones, pieles de jaguar. Algunos de estos perso- najes llevan en el tocado el símbolo del año, trapecio y rayo. Los individuos que están en el suelo tienen la cabeza deformada, rapada y con una porción de pelo atrás, usan nariguera de barra. Son ellos quienes van desnudos, lo que para los pueblos de Mesoamérica era la máxima des- honra. Como es común en las representaciones de cautivos, a veces tienen los brazos atados hacia la espalda, en una postura convencional para indi- car su condición de sometimiento. También aparecen cuatro personajes con los genitales expuestos. Todos llevan joyas, pectorales, brazaletes, y ajorcas, en su mayoría de tur- quesa. Sus tocados son variados y majestuosos. La pintura corporal y facial de estos dos bandos es distinta en unos y otros. Y la mayoría de los que están de pie tienen un arma. En la sección poniente (imagen 18) vemos un sacrificador, que lleva el sím- bolo de sangre preciosa o sacrificio, el glifo de búho relacionado con la muerte y un cuchillo de sacrificio. Aparecen dos protagonistas (imagen 19), el primero de pie y ricamente ataviado lleva el símbolo del año. Muestra una media máscara de Tláloc, asociado con la guerra y el sacrificio, lleva el cuerpo pintado de negro y su nombre se lee en el glifo 3 Venado. Imagen 17 Fragmento mural de la batalla, sección poniente. 10 Ibídem p. 81 16 Imagen 18 Dibujo tomado de Piña Chan. Imagen 19 Dibujo tomado de Piña Chan. El otro personaje quien denota mayor importancia, por su tamaño, porte y vestimenta, está de pie (Imagen 19). Porta un casco de pájaro azul, y alas azules; lleva en su faldellín cruces de san Andrés; en sus piernas lleva siete tiras rematadas en caracoles. Un dardo clavado en su mejilla indica que ésta herido. El muro contiene grupos de personas quienes sacrifican a los otros y así continúan hasta llegar al fin de la sección, donde encontramos un glifo de guacamaya con un elemento rojo en la boca, tal vez alusivo al sol que baja por su alimento, el corazón humano. De esta sección Piña Chan deduce que “[…] todos los individuos que apa- recen de pie son sacrificadores, que con lanzas, cuchillos y lanzadardos hieren a los prisioneros derrotados en el suelo, […]; los dos personajes principales, por el contrario, desempeñan funciones distintas; uno es el jefe de la guerra y sacrificador, y el otro jefe de la religión y sacrificado (Tláloc y Quetzalcóatl).”11 La sección oriente comienza con la escena en la que cuatro individuos de pie miran al individuo de más importancia (imagen 20). Después vemos al personaje principal que aquí lleva cinco cintas de caracoles y se muestra con vitalidad. Su vestuario es similar sólo que en este lado hay una ancha banda blanca con cuatro medias estrellas rojas con ojos estelares. El mural termina con la participación de individuos sacrificadores y prisioneros desnudos. 17 11 Ibídem p. 84 Finalmente podemos decir que el mural es la representación de un acto de sacrificio, en el que dos personajes y los símbolos pa- recen dar la clave para su interpretación. El sacerdote 3 Venado es el jefe de los sacrificadores, de quienes tienen el fleco; mientras que el sacerdote 7 y 5 Caracol o señor de los Caracoles es el jefe del otro grupo étnico. El primero es señor de los olmecas y el segundo de los xicalancas. El señor 3 Venado sacrifica al señor de los Caracoles, pero se trata de una actuación para dramatizar el mito del sacrificio de Venus en elponiente y su nacimiento y as- censo en el oriente como lucero del alba. Esto se puede traducir en figuras míticas como Piña Chan lo describe: “ […] el señor Tláloc y el señor Quetzalcóatl representan el papel en que Xólotl sacrifica en el Oeste, lugar del negro y la oscuridad, para que se transforme y salga en el Este, lugar del rojo y la luz, su gemelo precioso Tlahuizcalpantecuhtli.”12 El mural cuenta la travesía de Venus al mundo de los muertos donde junto con otros seguidores pelean durante días y son sacrificados, pero Venus se restablece y sale en el oriente como estrella de la mañana. Así se ajusta la oposición de la oscuridad y la luz, del día y la noche. Imagen 21 Mural de la batalla, sección oriente. 12 Ibídem p. 86 Imagen 20 Mural de la batalla, sección oriente. 18 d) Edificio A Una cenefa con temas acuáticos bordea el mural sur (Imagen 22 a y b) en sus lados inferior y derecho, el personaje central vestido como ave está pa- rado sobre una serpiente azul que corre paralela a la cenefa. En los hombros tiene plumas y tiene garras de ave de presa en los pies. De su tocado sale la cabeza del hombre, quien está pintado todo de negro. En sus brazos lleva una funda de materiales rígidos a manera de bastón de mando, de sus tres tiras tejidas salen cabezas de serpientes azules. Imagen 22 a) Edificio A, mural sur. Imagen 22 b) Dibujo tomado de Piña Chan. 19 Por debajo de la cola de la serpiente, que se desliza paralela a la cenefa, se observa un ave de plumas azules, que quizás sea un quetzal; y junto está el glifo que se relaciona con el nombre del personaje 13 Pluma. En el lado opuesto hay un símbolo que se ha interpretado de distintas ma- neras. Se trata de un rectángulo azul, cuyo lado inferior está abierto, en cada lado está una media estrella con ojo estelar, en el lado abierto tiene dos manos opuestas y todo está rodeado por ocho huellas de pies. Abajo se ve el glifo de Ojo Emplumado. Este glifo se relaciona con Venus por los ocho días que permanece en el inframundo. En el lado izquierdo no hay cenefa sino una ancha franja azul que en el centro forma dos volutas opuestas y junto corre una banda amarilla y una planta con flores blancas, tal vez de cacao. En la jamba sur (imagen 23 a y b) se encuentra un individuo de cuerpo negro, en actitud de danza, sobre su cabeza deformada lleva un larguísimo cabello, recogido con cintas, cuyas puntas llegan hasta los pies. Lleva un adorno con círculos de jade y unos bastoncitos azules entre el cabello. Porta una orejera blanca y una nariguera de barra. Lleva brazaletes y un fal- dellín de jaguar, encima lleva un cinturón del cual sale una banda anudada. En las rodillas lleva cintas azules con flecos blancos, calza sandalias de piel de jaguar con tiras que terminan con un caracol. Sostiene en sus brazos un caracol verde, del cual sale un pequeño personaje que tiene larga cabellera roja, lleva orejera, nariguera y un amplio collar. En la esquina superior izquierda se ve el glifo 3 Venado, debajo del persona- je que sale del caracol vemos el glifo 7 Ojo de Reptil o Viento (Ehécatl). En el mural norte (imagen 24 a y b) hay un individuo cubierto de piel de jaguar, su rostro asoma entre sus fauces. También lleva alas y viste un falde- llín corto sostenido por un cinturón que lleva cruces de san Andrés, de éste salen las tiras blancas que terminan con tres puntos rojos. Este personaje sostiene un gran estuche con un atado de dardos, del cual caen gotas de agua. En el lado izquierdo está un glifo 9 Ojo de Reptil o Viento con llamas, arriba de éste se ve la cola de un ave (un quetzal). Hay otros glifos de difícil interpretación. Al igual que en el mural sur el personaje está parado sobre una gran serpiente, solo que ésta vez la serpiente tiene atributos de felino y unos cuernos de venado. La cenefa y la franja que for- man dos volutas también aparecen, sólo que aquí aparece una planta, que quizás sea de maíz. Imagen 23 a) Edificio A, jamba sur. b) Edificio A, jamba sur. 20 Imagen 24 a) Edifico A, muro norte. b) Edifico A, muro norte. Dibujo tomado de Piña Chan. 21 Imagen 25 a) Edificio A, jamba norte. 22 En la jamba norte (imagen 25) podemos ver un personaje vestido de jaguar, parado sobre una banda acuática. Sobre la cabeza de jaguar lleva un tocado de una cabeza de reptil descarnada con un ramo de plumas azules largas. Lleva una pequeña capa de plumas, y una nariguera de barra rematada en círculos. Porta un faldellín blanco con rojo sujetado por un cinturón con una gran cruz de san Andrés. Lleva adornos en las rodillas y brazaletes. En su brazo derecho lleva una vasija con rostro de Tláloc, de la que caen go- tas de agua, mientras que con la izquierda lleva una serpiente azul que tiene la cola hacia arriba y la cabeza hacia abajo con vientre amarillo. Del vientre del personaje principal le brota una planta con flores amarillas (maíz), deba- jo de ésta se ve el glifo de 7 Ojo de Reptil o Viento (Ehécatl). En conclusión podemos decir que este edificio continúa con la adoración de Venus pero en otros mitos, por lo que ambos personajes principales llevan alas para ascender y a su vez vemos otros elementos como Tláloc, el maíz y el quetzal, entre otros. El águila lleva un estuche de rayos de luz que lanzará a la tierra, y la ser- piente azul indica la tierra cercana al oriente. El personaje de la jamba sur es el sacerdote y sacrificador que aparece en el edificio B (3 Venado), lleva un caracol marino, que simboliza el nacimiento y la fertilidad, del cual nace Venus o Quetzalcóatl. El personaje del mural norte representa a Venus como señor del rayo, del agua y de las sementeras. Es el gemelo del lucero del alba del mural sur. Es decir que es el lucero de la tarde que aparece en el poniente; por lo que lleva el atuendo de jaguar que simboliza la tierra, la oscuridad, la noche. El personaje de la jamba norte es representante y sacerdote de Tláloc, por lo que lleva algunos de sus atributos. Aparte de representar el mito de Venus como deidad dual, como dios del viento y solar, y en el sur como dios de la lluvia y la vegetación. Se le puede dar otra interpretación, como lo señala María Teresa Uriarte, ya que puede tratarse de la representación de los gobernantes de Cacaxtla y sus antepasa- dos como sostenes del universo, ya que los personajes de los murales norte y sur son quienes tienen en sus manos ese bastón de mando con el cual pueden dar a su pueblo el alimento y la lluvia necesarias para su sostén, así como poder reunir las regiones celestial, terrestre y acuática. b)) Edificio A, jamba norte. 23 1.7 Análisis Pragmático La pragmática estudia la relación entre las imágenes y los intérpretes (per- sonas), sus diferentes usos y sus múltiples efectos. Para poder estudiar las funciones que cumplían las pinturas murales la pragmática se requiere del apoyo de disciplinas como la arqueología, la epigrafía, la etnohistoria y la etnología, entre otras. En general, como menciona Daniel Flores Gutiérrez en el texto “Aspectos generales sobre la función de la pintura mural prehispánica”12, las pinturas murales en Mesoamérica presentan dos tipos de información: unos de ca- racterísticas realistas como en el área maya u otros más simbólicos como los formas geométricas de Teotihuacan; en el caso de Cacaxtla se trata de una mezcla de estos dos niveles de información. En ambas corrientes se re- sumen las ideas cosmogónicas de los pueblos prehispánicos de una manera artística. El sistema de representación de Cacaxtla resulta difícil de descifrar por su conjunción de estilos y por las diferentes etapas en que cada mural fue realizado. Un factor que destaca, y que nos puede dar una idea acerca del uso que tenían las pinturas, es su ubicación dentro de los sitios arqueológicos. En al- gunos se encuentran en plazas abiertas y otros en habitaciones. En el caso de Cacaxtla las pinturas murales están dentro de los edificios, en habitaciones pequeñas, lo que hace pensarque éstas eran reservadas para pocas perso- nas. Quizás las personas que tenían acceso a ellas eran conocedoras de la temática y el resto de la población sólo conocía el contenido elemental. La expresión mediante la pintura mural “...refleja los preciados valores de una sociedad interesada en proyectar sus concepciones religiosas e historia oral mediante la pintura mural, la cual, plasmada en recintos religiosos, los dignifica al mismo tiempo que los sacraliza”13. No se sabe con exactitud cual fue el uso que se dio a estas imágenes originalmente, es posible que se realizaran para dejar un testimonio o historia de Cacaxtla, ya que al parecer estos murales fueron recubiertos, esto con algún fin, quizás para que sobre- vivieran al paso del tiempo. Actualmente podemos decir que los murales cumplen una función descripti- va y se usa básicamente para llevar a la mente del receptor una determinada proposición. En este caso se describen los aspectos de la religión, de los gobernantes y muchos detalles de la vida cotidiana. En los murales también podemos encontrar que se cumple una función expresiva, ya que en ellos se manifestaban las creencias del pueblo. En general muestran una base común de ideas, conceptos y costumbres de los finales del Clásico mesoamericano. En conclusión un gráfico puede tener diferentes significados dependiendo de las circunstancias en que sea visto, por lo tanto los murales de Cacaxtla han tenido diversos significados y usos debido a las diferentes circunstancias en las que han sido vistos a través del tiempo. El testimonio que nos dan las pinturas murales es muy importante y podemos usarlo para rescatar algunas culturas que en la actualidad están desapareciendo, con todos sus valores y costumbres que a la vez nos dan identidad como mexicanos. 13 Boletín informativo: La pintura mural prehispánica en México, Número 2, México, IIE, UNAM, 1995 p. 6 14 Piña Chan, Román, ob. cit. nota 1, p. 121 Capítulo 2 El libro 2.1 Breve historia del libro en México La historia del libro es la historia de las culturas, determinadas por su po- lítica y su economía, pero sobretodo de sus ideologías y sus religiones. El hombre, al conocer los límites de la palabra hablada, comenzó a plasmar su pensamiento en forma de dibujos, así lo vemos plasmado en las pinturas rupestres en Europa y América. La escritura comenzó un desarrollo que le dio esplendor a las civilizaciones antiguas, permitiendo conservar conocimiento, experiencias y los pensa- mientos arduamente logrados. Los primeros soportes de la escritura fueron entre otros las piedras, arcilla, seda y madera. En México la evolución de la escritura y del libro no es muy distinta de la del resto del mundo, a través de su religión, pensamiento cosmológico, arte, ciencia, técnica revelaron su capacidad intelectual, su espiritualidad y la posibilidad de expresar a través de distintos medios su poder creativo. Se usaron superficies como piedra, ladrillo, madera, piel y papel para poder representar hechos significativos. La pintura mural fue utilizada por los habitantes de los pueblos mesoamerica- nos para poder plasmar las distintas temáticas de su cultura. Así los antiguos mexicanos crearon y establecieron una tradición pictórica en Mesoamérica, en la que el color tenía una función primordial. Los distintos estilos desarro- llados por las culturas de diferentes áreas fueron homocentristas, abstractas- simbólicas y funerarias. Podemos ver pinturas en los muros de Bonampak (imagen 1), Teotihuacan, Tajín, Xochicalco y Cacaxtla. Las civilizaciones intentaron crear un sistema de escritura, y lo lograron los mayas, los mixtecos y los nahuas quienes fue- ron los más adelantados. Imagen 1 Pintura mural en Bonampak 25 Elaboraron numerosos códices “en donde todo el mundo ideal y real se en- contraba plasmado. Esos códices bien conocidos por los maestros y sacerdo- tes, servían para enseñar a los jóvenes estudiantes sus concepciones religiosas, su sentido de la vida y del cosmos, su historia, sistemas calendáricos, saber astronómico, todo cuanto representaba el fundamento de su existencia”.1 Los tlacuilos o dibujantes-pintores indígenas eran los encargados de realizar los códices, y en ellos muestran su dominio del diseño y del trazo, así como del color. Los códices, que fueron realizados con diferentes materiales: tiras de piel de venado, papel amate y tela de algodón; son pliegos o tiras do- blados como abanico. Su sistema de representación y de escritura es prin- cipalmente pictográfico, con imágenes estilizadas de dioses, gobernantes, personajes, animales, plantas, astros, edificios y objetos; ideográfico, con representaciones convencionales de ideas; con algunos elementos fonéticos que expresan sonidos; con indicación de números y fechas calendáricos; con jeroglíficos para designar nombres de personajes y lugares; y con un sistema complejo y preciso que le da significación a los colores, a los rumbos y a las posiciones. Éstos sistemas de escritura se extendieron también a otros sustra- tos como las estelas, monumentos y murales. En cuanto a contenido, los códices tenían diferentes temas, existían los ca- lendáricos y sus rituales, los históricos, los genealógicos, los cartográficos, los registros económicos y otros de diversos temas como historia natural y de litigios entre otros.2 De éstos códices existen muy pocos en la actualidad, ya que la mayoría fue destruida por los conquistadores. En la actualidad sobreviven cerca de un centenar, de los cuales veintidos son los que se consideran con certeza pre- hispánicos entre ellos se encuentran los códices mayas, los mixtecos, los del grupo Borgia y los aztecas. Se podría decir que son los primeros libros que existieron en México. Imagen 2 Fragmento del Códice Borbónico. Imagen 3 Fragmento del Códice Borgia. 1 TORRE de la, Villar Ernesto, Breve historia del libro en México, México, UNAM, 1999 p. 28 2 Ídem 26 “Algunos funcionarios eclesiásticos y civiles, comprendieron el valor de los códices, conservaron algunos incorporando elementos complementarios necesarios para su exacta comprensión. De esta suerte aún después de la conquista se siguieron elaborando esos instrumentos de saber, mezclando técnicas y formas indígenas con inscripciones europeas. Ejemplo de esto es el Códice Mendocino…”.3 También muchos indígenas se preocuparon por recuperar su historia, y rehicieron algunos o se apresuraron a escribir en la nueva lengua sus tradiciones históricas, sus poemas, sus cantares y a continuar las genealogías de sus gobernantes, algunos de estos ejemplos son “Unos Anales Históricos de la nación mexicana” o “Anales de Tlatelolco” y el manuscrito llamado “Cantares mexicanos”. Con la llegada de los españoles la escritura sufrió un cambio drástico ya que ellos introdujeron un idioma diferente y con él otra escritura. El primer libro llegado a tierras mexicanas fue un libro de horas que traían los náufragos que llegaron a las playas de la península de Yucatán. Este libro era su único vínculo con su religión y su cultura, por lo que fue conservado, más no ejer- ció alguna influencia a su alrededor.4 La necesidad de divulgar el pensamiento cristiano y cumplir con la tarea evangelizadora fueron las principales causas de la llegada de la imprenta a México. Fueron el primer obispo Fray Juan de Zumárraga y el primer virrey don Antonio de Mendoza quienes impulsaron la imprenta en México.5 Fueron Juan Cromberger, impresor alemán establecido en Sevilla, dueño de una prestigiosa casa editora con capital para establecer una filial en la Nueva España y Juan Pablos, oficial del taller de Cromberger, a quien como copista o componedor de letras de molde se le tuvo la confianza para fundar la imprenta, y a quien también le convino o le atrajo la idea de trasladarse al nuevo continente para establecer el taller de su patrón. Con el apoyo de sus patrocinadores, Juan Pablos estableció el taller “Casade Juan Cromberger” en la Casa de las Campanas, propiedad del obispo Zumárraga, ubicada en la esquina suroeste de las calles de Moneda y cerra- da de Santa Teresa la Antigua, hoy licenciado Verdad, frente al costado del ex arzobispado. El taller abrió sus puertas hacia abril de 1540. Juan Pablos imprimió libros y folletos, en su mayoría de carácter religioso, de los que se conocen ocho títulos realizados en el período 1539-44, y otros seis entre 1546 y 1548. En 1539 se imprime la Doctrina cristiana en lengua española y mexicana, la primera en América.6 La evolución de la imprenta en México fue lenta, “en 64 años se imprimie- ron 116 títulos, en ocho lenguas indígenas. Hacia fines del siglo XVI, en la ciudad de México funcionaban nueve prensas tipográficas.”7 Durante el siglo XVI los libros eran doctrinas cristianas, artes o gramáticas, vocabularios y confesionarios en las lenguas de las culturas indígenas más importantes asentadas en México. Los documentos a imprimir tenían que pasar por una revisión de la Real Audiencia, quien les concedía el permiso solo si favorecían a la fe católica y a los intereses del gobierno español.8 Imagen 5 La Gaceta de México, impresa por Fernando de Hogal, 1732. 3 Ibídem p. 31 4 Ibídem p. 33 5 BERMÚDEZ, Jorge R. Gráfica e identidad nacional México D.F., UAM, 1994, p. 47. 6 Ibídem p. 48 7 ZAVALA Ruiz, Roberto. El libro y sus orillas. México, UNAM, 2005, p. 20 8 Ídem Imagen 4 Página de Tripartito, impreso en casa de Cromberger, México, 1544 27 En los primeros tiempos de la nueva España y de América en general, los libros eran sumamente raros, se obtenían a costos muy elevados y existía una tupida red de prohibiciones para satisfacer curiosidades personales, para traspasar esas murallas y saber que se pensaba y que ocurría en el resto del mundo. Aún así del extranjero llegaban obras “…consideradas como pro- hibidas, como los de caballería, también numerosos tratados de filosofía, teología y de ciencias”.9 También se imprimieron libros que contenían las disposiciones legales y políticas que se impusieron en el nuevo territorio, así como las de carácter administrativo y económico. Fueron muchos autores quienes penetraron en la cultura naciente de los mexicanos: Aristóteles, Santo Tomás, Tomás Moro, Locke, etcétera. Las cien- cias sociales, la geografía, la medicina, la arquitectura europea llegan a Amé- rica y, aunque con retraso, van formando parte de la educación de los jesui- tas creando un cambio de mentalidad. “En todos los cambios intelectuales: literarios, filosóficos, jurídicos, políticos, la presencia de los libros actúa.”10 El libro se enriquece y evoluciona según la época y el lugar, la sensibilidad de los autores, editores, ilustradores y de la sociedad en general. Los impresores novohispanos seguían los cánones empleados por los impresores europeos. Los grabadores comenzaron a fabricar sus propios tipos y el contacto con otros países como Francia, Alemania e Inglaterra dio lugar a una variedad de estilos. Artistas mexicanos como José Guadalupe Posada y el Dr. Atl apor- taron singularidad y esfuerzo por rescatar la identidad nacional. Después de 1820 con la introducción de las prensas para imprimir que uti- lizaban vapor se produjeron cambios notables pues el tiraje aumentó y su precio bajó. Hasta hace 70 años España era el principal proveedor de libros para los países hispanoamericanos. Con la depresión de 1930 y como consecuencia de la guerra civil española surgió la forma moderna de industria de libros en América Latina. Primero se desarrollaron las industrias de Chile y Argentina, luego la de México.11 Un ejemplo editorial de excelente calidad es el del Fondo de Cultura Económica, cuyo establecimiento fue con subsidio guber- namental para traducir y publicar textos de economía y que actualmente tiene un amplio programa. En la época de los años noventa fue cuando la industria editorial mexicana sufrió un cambio positivo debido a la discusión de pequeños grupos de edi- tores sobre la nueva tecnología y su posibilidad de abaratar los costos. La aparición del internet y los medios digitales marcaron el comienzo de los formatos como son los libros electrónicos (e-books), los audio libros, las bibliotecas digitales, los clubes y librerías virtuales. Estos medios aún no son totalmente aceptados por la mayoría de los lectores, quienes prefieren los libros análogos, el objeto. El sistema de producción, circulación y consumo de libros en este país ha evolucionado y nos demuestra que el mundo editorial va en crecimiento. Es necesario que México no sólo venda libros, sino que los produzca, nos falta tener editores honestos e interesados en la cultura mexicana, en su pasado, en su presente y en su futuro. Imagen 6 Corrido ilustrado con un grabado de José Guadalupe Posada, 1914 Imagen 7 Libro publicado por el Fondo de Cultura Económica, Colección libros sobre libros. 9 TORRE de la, Villar Ernesto, Breve historia del libro en México, México, UNAM, 1999, p. 39 10 Ibídem p. 64 11 JENNINSON, S. Peter et. al, El libro en América: Estudio de las principales barreras al comercio del libro en América Trad. Dra. Violeta Angulo Washington, D.C., Unión Pana- mericana, 1960, p. 24 28 2.2 Libro Para comenzar a desarrollar el proyecto es importante tener en cuenta la de- finición de libro, a continuación se cita la que aparece en el libro de Roberto Zavala Ruiz El libro y sus orillas: “Libro: La UNESCO lo define como “todo impreso que, sin ser periódico, reúna en un solo volumen cuarenta y nueve o más páginas, excluidas las cubiertas”.12 Ésta definición resulta limitada debido a los nuevos soportes que se han desarrollado como los audiolibros, libros electrónicos, entre otros. Es por eso que encontramos actualmente discusiones sobre la nueva definición del libro. Algunos interesados en el tema como la asociación Les Complexes13 llegan a una definición de lo que debe entenderse hoy por “libro” (la cual parece adecuada); para ellos un libro es: 1) no es una técnica ni un formato, sino un modo de expresión; 2) es un documento acabado, el autor define si el libro está terminado pero esto no impedirá que pueda editarlo de nuevo; 3) con contenidos diversos tanto en la forma como en el fondo; 4) es planificable y maleable, y 5) sede de una fuente de referencias múltiples, externas o internas, que se conservan cualquiera que sea el formato de publicación. Por lo tanto para mi el libro es un medio por el cual se pueden difundir y conservar diferentes mensajes, actualmente un libro puede tener soportes distintos al papel y es una fuente de conocimiento que a través del tiempo a tenido diferentes formatos pero su función ha sido la de comunicar cosas de gran interés para el hombre. Partes del libro El proyecto hace una propuesta donde el soporte del libro es papel, por lo que a continuación se mencionan las partes del libro que retoma Zavala Ruiz. No todas las obras tienen los mismos componentes, ya que varían según sus características, a continuación se señalan: • Cubierta o primera de forros, en ella se indican el nombre de autor, título y subtítulo de la obra; número de volumen o tomo; nombre de la obra completa de la que forma parte el libro y el nombre de la editorial. En este caso no se colocó nombre de editorial pues aun no está publicada por alguna de ellas. • Segunda de forros, por lo general va en blanco, se puede aprovechar para poner datos del autor o publicidad. • Páginas falsas, son las páginas 1 y 2, suelen ir en blanco. • Falsa portada, anteportada o portadilla es la página 3 y lleva sólo el título de la obra. Esta página se omitirá por que se busca mostrar el contenido más rápido pues se puede perder la atención. 12 ZAVALA Ruiz, Roberto. El libro y sus orillas. México, UNAM, 2005, p. 33 13 Association Les Complexes (Francia, 2008) http://www.lescomplexes.com/blog/?p=6 29 • Dedicatoria o epígrafe aparece en la página 7, si esbreve la página 8 apa- recerá en blanco. Este libro no contiene dedicatoria. • Índice general es la lista de las partes, capítulos y demás subdivisiones del libro. Puede colocarse al principio o al final de la obra. El índice, en este caso, aparece al inicio de la propuesta ya que resulta útil para un niño ten- erlo al principio cuando quiera buscar algo en específico. • Texto, es el cuerpo escrito del libro. Y comienza en una página impar. • Apéndices o anexos, cuadros y material gráfico, cuando total o parcial- mente se agrupan al final de la obra. • Notas, cuando no van a pie de página y, a veces, cuando hay una serie de notas además de las colocadas a pie de página. • Bibliografía, vocabulario o glosario, si lo hay. • Índice analítico, índice de láminas, índice general. • Colofón, su inclusión se debe a disposiciones legales y debe llevar por lo menos los siguientes datos: el nombre y la dirección del impresor, la fecha en que terminó de imprimirse la obra, el número de ejemplares. También puede llevar los datos del taller donde se hizo la composición tipográfica, el tipo de papel utilizado, los créditos técnicos de quienes realizaron la edición y otros datos. • Tercera de forros, se deja en blanco normalmente. • Cuarta de forros o contraportada. Muchas editoriales ofrecen en esta página una breve presentación del libro, el currículum del autor, las críticas que ha merecido la obra, en fin, todos los datos que proporcionen el- ementos de juicio al probable comprador. 30 • Contraportada es la página 4, suele ir en blanco. Puede llevar el nombre del traductor, ilustrador o el nombre de la colección. Ya que no hay falsa portada no llevará contraportada. • Portada es la página 5, en ella se deben asentar los siguientes datos: nombre del autor; título completo de la obra y subtítulo; nombre y logotipo de la editorial; lugar o lugares en donde la editorial se halla estableci- da y año de publicación. En la propuesta sólo aparece el título de la obra. • Página legal es la página 6 y se incluyen los datos que por ley debe llevar un libro: propietario de los derechos de autor e información relativa a la edición original; fecha de publicación; nombre y domicilio de la editorial, los números ISBN correspondientes a la obra completa y al libro en particu- lar; la leyenda “Impreso y hecho en México”, o simplemente “Hecho en México”. En la propuesta la página legal será la 4. 2.3� �lasi�icaci�n del libro �lasi�icaci�n del libro�lasi�icaci�n del libro Los libros pueden clasificarse de diferentes maneras, según Jorge de León Penagos14 los criterios para agruparlos son: a) Clases de libros en función de su contenido: Pueden ser científico, técnico, religioso, oficial, literario, artístico y comercial. b) Clases de libros por su utilidad: Libros de apuntes, de asiento, didácticos o de enseñanza, de texto, de consulta, divulgación y los de lectura. c) Clases de libros según su producción y realización: Esta forma de dividirlos considera al libro confeccionado a mano, impreso, para ciegos, libros de confección técnica electrónica (el libro electrónico, audiolibro, videolibro, etc). d) Clases de libro según su forma, formato y encuadernación: Según su forma puede ser alargado o apaisado. e) Clases de libro según su situación: Los libros atraviesan situaciones distintas durante su periódo de vida. Empecemos por el que no está en ningún sitio: el imaginario, el inédito, la obra inconclusa, la obra en curso de publicación, obra en preparación, obra en prensa, libro en caja, en papel, y en rama, entre otras. f) En función de la modalidad en publicación: Estas pueden ser publicaciones en serie o intermitentes y en cuanto al au- tor pueden ser obras originales, seudónimos, individuales, colectivas y en colaboración. g) Clases de libros según su difusión, distribución y venta: En esta clasificación intervienen dos puntos de vista el editorial y el librero. Desde el punto de vista editorial pueden ser libros comerciales, de quiosco, agotados, prohibidos, entre otros. Desde el punto de vista librero pueden ser de fondo o de surtido, de lance, agotado, antiguo, viejo, raro, de cordel, invendible o muerto, limitado, venal, no venal. El libro que se propone en esta tesina se ubica por su contenido en el artísti- co y por su utilidad es un libro de divulgación. La divulgación es definida como una labor multidisciplinaria cuyo objetivo es comunicar, utilizando una diversidad de medios, el conocimiento científico y de humanidades a distintos públicos voluntarios, recreando ese conocimiento con fidelidad y contextualizándolo para hacerlo accesible. Es un libro inédito y su formato es cuadrado. 14 PENAGOS De León, Jorge. El libro. México, UNAM, Instituto Bibliográfico Mexicano, 1959, p. 43-45 31 2.4 Libro in�antil de divulgaci�n La propuesta que se está desarrollando se ubica, dentro de la clasificación de libros en la categoría de los libros de divulgación. El libro es dirigido al público infantil, por lo que mencionaré algunos aspectos que caracterizan estos libros en la actualidad. Con respecto a los libros dirigidos a niños, Humbert Comte en el texto de Lecturas, libros y bibliotecas para niños señala que hay dos tendencias mar- cadas que se presentan en el ámbito de los libros infantiles. Esas dos tenden- cias parten una del ámbito del arte y la otra del ámbito educativo. En la concepción educativa encontramos que “el esfuerzo pedagógico ape- la a los conocimientos exteriores y a los saberes que permiten captar una obra”.15 Es decir muestran las cosas o hechos como son, las describen, las van desarrollando linealmente. Son las claves pasaporte de una cultura cerebral. Dentro de la concepción artística se trata de “...favorecer un contacto di- recto y emocional y se juega con las nociones de “como se ha hecho”, material, composición, cosa que por otra parte incita no sólo a mirar mejor sino a hacerlo uno mismo”.16 En muchos casos los libros pueden incluir esas dos concepciones donde se pueda captar una obra y a la vez participar creándola uno mismo. Por otra parte dentro de esas dos concepciones hay distintas áreas de interés en que puede enfocarse la experiencia de un libro, entre las más importantes son las siguientes: •“Jugar: Donde se incita al niño a intervenir mediante actividades o juegos. El juego es una herramienta que ayuda a que el tema del libro sea aprendido de manera agradable. •Identificar: Donde se encuentran estampas, abecedarios y catálogos dirigi- dos a los más jóvenes a partir de los 4 a 5 años. •Recorrer: Los museos se exponen y acotan los caminos para orientarse en sus colecciones. Este enfoque es abordado en el proyecto, pero es una guía a través del sitio de Cacaxtla, en específico por sus pinturas. •Descubrir: Este enfoque también es aplicado en el proyecto ya que se trata de descubrir lo que cuentan los murales de Cacaxtla. Donde se presenta la historia del arte, una corriente artística o una monografía de artista. •Abrir el ojo: Donde la foto se revela en su dimensión artística. En este caso la fotografía también es una herramienta que nos permite mostrar a los niños las pinturas murales”17 De acuerdo a las características que se le quieren dar a este proyecto se toma la idea de hacer un libro en el que se puedan recorrer los murales y descubrir los significados de algunas figuras, entender los elementos de la composición. Se trata de una monografía que muestra los murales de Ca- caxtla, contando su historia y revelando sus secretos con el fin de divulgar esos conocimientos al público interesado. 15 PARMEAGIANI, Claude-Anne (dir). Lecturas, libros y bibliotecas para niños, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1997. P. 102 16 Ídem 17 Ídem 32 2.5 El público in�antil El proyecto pretende abarcar un público infantil, por lo que es necesario un análisis que nos indique cual será el rango de edades más adecuado respecto al tema y al objeto de diseño. Sobre el públicopodemos hacer una división de acuerdo a sus preferencias, las habilidades y sus capacidades emocionales e intelectuales. Desarrollo cognitivo, �ísico y psicosocial Acerca del desarrollo cognitivo recurrimos a Jean Piaget quien en su estudio sobre La formación del símbolo en el niño18 menciona que existen diversas formas de pensamiento representativo: imitación, juego simbólico y repre- sentación cognoscitiva como solidarias unas de otras, las tres evolucionando en función del equilibrio progresivo de la asimilación y la acomodación. El equilibrio de éstas últimas funciones, que constituyen los dos polos de toda adaptación, determina el desarrollo de la inteligencia sensomotora. El empleo de los signos verbales no es plenamente asequible al niño sino en función de los progresos de su mismo pensamiento. Además de las palabras, la representación que empieza a desarrollarse se apoya de un sistema de “significantes” manejables, a disposición del individuo como tal; por eso el pensamiento del niño es mucho más “simbólico” que el nuestro, en el sentido en que el símbolo se opone al signo. En resumen se puede decir que la representación implica un doble juego de asimilación y acomodaciones, actuales y pasadas, cuyo equilibrio de unas con relación a otras no podría ser rápido, pues ocupa de hecho toda la infancia temprana. Jean Piaget divide el desarrollo del niño en varios periodos, a continuación se mencionan : I. El primer periodo: la actividad sensorio – motora Los movimientos y posiciones del sujeto determinan a cada instante un pun- to de vista propio, cuyas relaciones con los movimientos y posiciones exte- riores condicionan su percepción y condición. La asimilación ocurre cuando estos movimientos y posiciones externas se modifican por los propios; se definirá simplemente esta asimilación de los datos actuales a los datos an- teriores, como el hecho mismo de que la acción o el propio esquema le es aplicado sucesivamente. La acomodación va modificando los movimientos y el punto de vista propios según los externos. Cuando se da un equilibrio se habla de adaptación entre la asimilación y la acomodación. II. El segundo periodo: la actividad representativa egocéntrica (el pensamiento preconceptual) La representación comienza cuando los datos sensoriales y motores son asimilados a elementos evocados gracias a “significantes” que los actualizan y que no son perceptibles en el momento dado. 18 PIAGET, Jean La formación del símbolo en el niño Méxi- co, D.F. Fondo de Cultura Económica, 1961. p. 371-397 33 Es esta función la que hace posible la adquisición del lenguaje o de los signos colectivos. Existen ciertos lazos entre la función del lenguaje y la re- presentación espacial, ya que ésta sobrepasa a la percepción y a los movi- mientos actuales para apoyarse a la vez sobre imágenes de configuraciones o sobre operaciones de relación. La función simbólica es esencial para la constitución del espacio representativo así como para las categorías “rea- les” del pensamiento. Esta representación naciente se va transformando de acuerdo a la imitación, el juego y la inteligencia misma. Aparece pues la representación cognosciti- va que en este nivel está constituida por el preconcepto, el cual es la primera forma de pensamiento conceptual, se superpone a los esquemas sensorio- motores gracias al lenguaje. Su mecanismo característico es el de asimilar el objeto dado o percibido a objetos evocados por la representación, pero no reunidos en clases o relaciones generales sino simplemente significados por la imagen y por designaciones verbales semi individuales. La adaptación co- mienza siempre en la superficie del yo, es decir que se trata de asimilaciones egocéntricas cuya forma extrema es el juego y la imitación; se centra y es estática por lo que su pensamiento todavía no es lógico. III. El tercer periodo: la actividad representativa ( el pensamiento intuitivo) La centralización debido a que la realidad se deforma las relaciones según el propio punto de vista da lugar a un pensamiento egocéntrico. Entre los cinco y los siete años es difícil diferenciar el juego del trabajo ya que tienen muchos lazos entre ellos; se va dando una integración progresiva o el equi- librio entre acomodación y asimilación. En esta fase el pensamiento intuitivo da continuidad del pensamiento pre- conceptual con el pensamiento operatorio. IV. El cuarto período: la actividad representativa de orden operador Hacia los siete u ocho años es alcanzado ese equilibrio por el pensamiento adaptado en el plano de las operaciones concretas, y hacia los once a doce años en el plano de las operaciones formales. En este período la imitación es subordinada por los fines que persigue la inteligencia. Gracias a los pro- gresos correlativos de la acomodación, la imaginación creadora se reintegra gradualmente en la inteligencia, la cual se amplía proporcionalmente con la edad. Hacia los doce años las últimas formas de juego simbólico finalizan y comienza la adolescencia. En cuanto al desarrollo físico brevemente se menciona que: Infancia temprana (3 a 6 años): Aparece la preferencia manual; mejora la fuerza así como las habilidades motrices fina y gruesa. El autoconcepto y la comprensión de las emociones se tornan más complejos; la autoestima es global. Aumentan la independencia, la iniciativa y el autocontrol. El juego se torna más imaginativo, laboral y social.19 19 CRAIG, Grace J. Desarrollo Psicológico 8ª edición Prenti- ce Hall, 2001. México. p. 32 34 Infancia intermedia (6 a 11 años): El crecimiento se hace más lento, mejoran la fuerza y las aptitudes atléticas. El autoconcepto se torna más complejo, afectando la autoestima. Los seme- jantes adquieren primordial importancia.20 La percepción visual en los niños se manifiesta por medio de sus dibujos y es considerada en dos etapas: 1° Etapa: Corresponde al realismo descriptivo localizado entre los siete y nueve años de edad. Los dibujos son más lógicos que visuales. El niño coloca lo que sabe, no lo que ve. Todavía piensa, no en el individuo genérico. Trata de comunicar, expresar o catalogar todo lo que recuerda, todo lo que le interesa de un tema; el esquema se hace más fiel en los detalles. Estos sin embargo se sugieren más por asociación de ideas que por análisis de los preceptos. Intenta dibujar el rostro visto de perfil, pero se pasan por alto la perspec- tiva, el claroscuro, el escorzo y todas las consecuencias de la unidad. Existe un creciente interés por los pormenores decorativos. 2° Etapa: Pertenece al realismo visual que comprende de los 9 a los 13 años. El niño pasa de la etapa del dibujo a base de memoria e imaginación, a la etapa del dibujo que parte de la observación de la naturaleza. Dentro de esta etapa existen dos fases: Fase bidimensional. En esta fase es empleado única y exclusivamente el contorno. Fase tridimensional. Se intenta la solidez, se presta atención a la superposi- ción y a la perspectiva. Quizás se intenten algunos claroscuros y ocasionales escorzos, se ensayan paisajes. Es importante tomar en cuenta la percepción de la geometría en los ni- ños ya que, como se mencionó anteriormente, las pinturas murales tienen una base geométrica. A partir de los 10 años, los niños, demuestran una mayor libertad respecto de las limitaciones perceptuales y como tal es un rasgo típico de los comienzos del pensamiento formal. Y de los 11 a los 12 años los niños comienzan a comprender los fundamentos lógicos de la ley geométrica. Formas de interpretaci�n Con respecto a las formas de interpretación, los psicólogos utilizan los dibu- jos para hacer un análisis de como se desarrolla este proceso y se clasificarán por etapas según las edades. Primera etapa (imagen 8): De los 7 a 8 años el niño agrupa a los personajes y los objetos de sus composiciones a lo largo de una línea de tierra ficticia o trazada previamente. Imagen 8 Dibujo de la primera etapa (siete años). 35 20 Ibídemp. 14 El niño interpreta la imagen y la traduce en el sentido de la fijación de las formas reales y no de las formas aparentes. No existe representación del movimiento. Segunda etapa (imagen 9): De los 9 a los 11 años aparecen los movimientos parciales que establecen una vinculación entre dos personajes o entre un personaje y un objeto, pero este movimiento es parcial y se localiza en un solo segmento del cuerpo. El niño pasa de la etapa del dibujo a base de la memoria e imaginación a la etapa del dibujo a partir de la observación de la naturaleza, marcadas en dos fases: bidimensional y tridimensional. Tercera etapa (imagen 10): De los 11 a 12 años. Es una nueva etapa en don- de el niño se esfuerza por representar gráficamente la expresión visual del movimiento. Cuarta etapa: 13 años. En esta etapa la tridimensionalidad se trata de mos- trar en sus dibujos. El progreso es lento y el niño se desilusiona, y si ese descontento continúa puede quedarse con los dibujos convencionales. Percepci�n del color El niño percibe más fácilmente el color que la forma, sólo con la edad le da más preferencia a la forma. En la interpretación del color se manifiestan tres tipos principales que, según Rothe, son los siguientes: En conclusión, podemos decir que un niño de 7 años comienza a ver el mundo de una manera más lógica y articulando ideas; los niños menores a once años no recibirán la ambigüedad en la lectura, es preferible que tenga un discurso directo y un vocabulario poco complejo. Los niños pequeños tienen una memoria fortuita para el orden y la lógica, y se pueden perder en las tramas extensas de algunos cuentos de hadas. En cuanto al lenguaje, a un niño a partir de los siete años se le puede hablar de situaciones hipotéticas, ya que ha desarrollado un pensamiento lógico y puede comprender cosas abstractas. Puede empezar a extender sus concep- tos de tiempo y espacio. Definido el tipo de mensaje que será transmitido,Definido el tipo de mensaje que será transmitido, en este caso es una descripción de los contenidos de los murales. Entre los once a los doce años existen adquisiciones importantes en relación con las conservaciones (masa, tamaño y peso), a la inclusión de clases y las ordenaciones asimétricas. • El “pintor de cosas” es el tipo en el que los niños dan a las cosas el color que les es propio: el cielo es azul, el pasto verde, los techos rojos, etc. • El “impresionista” es el tipo en el que el niño pinta las cosas como él las ha visto en alguna ocasión, con el color del momento. • El “imaginativo” que pinta con los colores que le agradan o que ar- monizan en su imaginación, sin preocuparse de si corresponden o no a la realidad. Cuando el niño llega a las creaciones decorativas es cuando da más vuelo a sus fantasías, y se ven las combinaciones más raras del color. 36 Imagen 10 Dibujo de la tercera etapa. Imagen 9 Dibujo de la segunda etapa. El niño alcanza la fase de las operaciones concretas gracias a la construcción de nociones muy importantes. “Podrá dar significados a objetos y a las acciones realizadas con ellos y caminando en dirección a la representación, una de cuyas formas de expresión, la más evolucionada es el lenguaje.”cuyas formas de expresión, la más evolucionada es el lenguaje.”uyas formas de expresión, la más evolucionada es el lenguaje.”21 Se puede decir que cuando el niño alcanza los 11 años puede ya pensar de manera abstracta y manejar situaciones hipotéticas. En esta etapa pueden empezar a extender sus conceptos de tiempo y espacio, leyendo ya sea no- velas históricas o bien libros acerca de otras personas en otros países. “Los niños podrán aceptar mejor los mitos y leyendas cuando estén intelectual- mente preparados para entender tanto los interrogantes planteados acerca de la naturaleza del hombre o su medio ambiente”.22 Por lo tanto este libro es pensado para niños entre los nueve y once años, debido a que a los siete años aún no pueden concentrarse en tramas com- plejas y a los doce años comienza un período en el que busca otro tipo de lecturas como las historietas. Motivaci�n La motivación de la lectura se encuentra muy relacionada con la búsqueda de lo nuevo, que involucra curiosidad y si la persona ya tiene un tema de interés, la búsqueda de ese conocimiento es más frecuente. Otra gran motivación de la lectura es el desarrollo del texto y el argumen- to del libro. A los niños les gusta encontrarse reflejados en las historias o simpatizar con personajes que reflejen algunos de sus propios sentimientos o fantasías. Cuando se estimula la imaginación se encuentra una gama de identificaciones dentro de estos relatos, aunque a diferentes niveles de con- ciencia y de significación personal, para unos niños una historia puede ser un escape a los problemas de la vida, para otro puede actuar como una inspiración positiva. Cada persona reaccionará ante un libro de manera diferente dependiendo de su actitud y de las situaciones de la vida. A la par de la motivación también existe la falta de motivación ya que actualmente, parece haber una conjunción de, por un lado, más competencia para atrapar el tiempo libre, sobre todo de los futuros lectores, los niños, como videojuegos y televisión por cable y, por el otro, una falta de políticas permanentes de incentivo a la lectura. Para los niños es más divertido pasar el tiempo con los juegos, música y televisión que leyendo. Los lectores esporádicos y los no-lectores presentan una lectura lenta que, muchas veces, alcanza a angustiarlos: se distraen fácil- mente. En este caso debemos de tomar en cuenta la capacidad de atención disponible y la duración de la transferencia de mensaje. A esta edad (9-11 años) la capacidad de atención disponible depende de cada niño pero ya puede concentrarse más tiempo que antes en una lectura; los padres o maestros pueden ser una guía para ellos y motivarlos a leer e interesarse por el libro. Aunque la duración de transferencia del mensaje es permanente pues se 37 21 Ídem 22 TUCKER, Nicholas El niño y el libro: exploración psico- lógica y literaria p. 129 2.6 La lectura en México Para delimitar las características del proyecto también se toma en cuenta otros factores sociales como lo son el lugar en donde será publicado y el tipo de educación que se imparte, en este caso en México. Los lectores pueden insertarse en el mundo del libro desde su casa, desde tem- prana edad jugando y no viéndolo como una obligación; y también pueden aprenderlo en la escuela. Según datos de la UNESCO la tasa neta de escolari- zación en primaria en México era de 90% o más en el año 200523, este dato es importante ya que la escuela es una fuente de estímulo a la lectura, pese a que tiene una carga de obligatoriedad y no resalta el placer de leer. México es un país que alcanza niveles bajos en el desempeño lector y aun- que la escolarización esté relacionada con la lectura muchas veces en prima- ria se enseña a leer pero no a aprender a través de la lectura. Marisol Schulz destaca que “...además de saber cuántos libros se leen al año en México es importante saber que complejidad de lectura implican. Así, el informe del PISA* ya mencionado ubica a los estudiantes mexicanos en un nivel de comprensión lectora que sólo permite abordar los aspectos menos complejos de la información y establecer una conexión sencilla con el conocimiento cotidiano, lo que deja fuera capacidades esenciales como las de someter a evaluación crítica un texto y establecer hipótesis, o recurrir a fuentes de conocimiento especializado”24. México es un caso crítico de falta de lectores, debido en parte a las grandes masas viviendo en la pobreza. Se han hecho esfuerzos importantes para difun- dir la lectura, como las ferias de libros infantiles y juveniles; en donde se orga- nizan diferentes actividades para hacer de la lectura un acto más personal. *El Proyecto Internacional para la Producción de Indicado- res de Rendimiento de los Alumnos, denominado
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