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El-ataque-al-cuartel-militar-de-Cd -Madera-Chihuahua--un-analisis-de-los-lugares-de-memoria-1965-1973

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 
DE MÉXICO 
 
 Facultad de Filosofía y Letras 
 
 Colegio de Historia 
 
 
EL ATAQUE AL CUARTEL MILITAR DE CD. MADERA, 
CHIHUAHUA. UN ANÁLISIS DE LOS LUGARES DE MEMORIA. 
1965-1973 
 
 Tesis 
 
 que para obtener el título de 
 
 Licenciada en Historia 
 
presenta: 
 
Alejandra Ivette Cruz Cruz 
 
 
Directora de Tesis: Dra. Eugenia Allier Montaño 
 
 
 
Ciudad de México, junio 2013 
!
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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Agradecimientos 
 
El producto final de esta investigación, que comencé ocho meses atrás, es el resultado de una 
búsqueda más amplia. Como tantos estudiantes, concluí los créditos de la licenciatura (2009) sin 
tener un tema de tesis definido. Mis inquietudes eran muchas, pero el rumbo que debía seguir no 
parecía claro. Deambulé entre temas tan disímiles como la construcción del héroe en el proceso de 
independencia mexicano y el estudio de las escisiones del Ejército Popular Revolucionario. La 
lectura de las Armas del alba, a propósito del entonces reciente fallecimiento de Carlos 
Montemayor (2010), despertó en mi el interés por conocer más de ese grupo guerrillero que atacó 
un cuartel en Chihuahua. Cuando al fin había elegido tema de tesis una nueva dificultad apareció, 
no sabía cómo debía orientar la investigación. Una mañana de junio del 2011, al escuchar la 
ponencia "De delincuentes a luchadores por la democracia: una historización de las memorias 
políticas del 68 mexicano" que Eugenia Allier presentó dentro del Seminario Internacional 
“Memoria, historia y violencia en América Latina” en el Instituto de Investigaciones Sociales de la 
UNAM, hallé el camino. El estudio de los movimientos sociales mexicanos de los años sesenta y 
setenta, a la luz de las políticas de la memoria me resultó una línea de análisis novedosa y 
sumamente interesante que podía aplicar a la investigación que, sobre el asalto al cuartel Madera, 
pretendía desarrollar. Fue a finales del año pasado que esta tesis comenzó a adquirir forma, las 
siguientes páginas son el resultado. 
Deseo manifestar mi profundo agradecimiento a la Dra. Eugenia Allier Montaño, quién 
inspiró y asesoró esta investigación, su disposición y paciencia me facilitaron mucho el trabajo. 
Gracias a ella descubrí las obras de Pierre Nora y Julio Aróstegui que se volvieron vitales para 
poder aterrizar el análisis. Fue ella quien me inició en el estudio de la historia del tiempo presente, 
propuesta historiográfica que me obligó a cuestionar varios supuestos de la disciplina histórica y 
me planteó nuevas problemáticas, y de la cual me considero una defensora. También le agradezco 
la valiosa invitación que me hizo para formar parte del Seminario de Historia del Tiempo Presente 
que coordina, las lecturas que allí se analizaron y las discusiones a las que dieron lugar, me 
ayudaron a puntualizar varias cuestiones epistemológicas y metodológicas. 
Al profesor Ricardo Gamboa le agradezco todas las atenciones que ha tenido para 
conmigo, la velocidad con la que leyó la tesis, aun estando saturado de trabajo, y su apoyo 
brindado durante el proceso de titulación son invaluables. Agradezco también la disposición del 
!
!
Dr. Ignacio Sosa para formar parte del jurado. Sus comentarios críticos y puntuales me permitirán 
en un futuro precisar varias cuestiones argumentativas. Al Dr. Pedro Salmerón le agradezco 
además de su cordial atención, las observaciones que hizo sobre el escrito, así como las valiosas 
claves que aportó para el análisis de los testimonios, al él debo la sugerencia de revisar la novela 
de Gilbert Keith Chesterton, El hombre que fue Jueves, a raíz de la cual se evidenció una línea de 
investigación que antes no me había planteado. También le agradezco su amable invitación para 
participar en el ciclo de conferencias “Nuevas interpretaciones de la historia de México” que se 
realiza periódicamente en Casa Lamm. Por último, le doy las gracias al Dr. Javier Rico Moreno, 
Coordinador del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, quien además de aceptar 
leer la tesis, me ayudó a sortear las dificultades burocráticas que se fueron presentando a lo largo 
del proceso de titulación. 
 Esta investigación, y en general mi trayectoria escolar, son fruto de la motivación de una 
persona, mi madre. Ella, que siempre ha estado pendiente de mi formación educativa, me inculcó 
desde pequeña el gusto por la lectura y me enseñó que la dedicación al estudio es un camino 
sinuoso pero lleno de satisfacciones. Es infinito el agradecimiento y reconocimiento que de mi 
parte se merece, sé que a lo largo de su vida ha sacrificado muchas cosas por el bienestar de su 
familia. Espero con la culminación de esta investigación corresponder, al menos en parte, al apoyo 
incondicional que siempre me ha brindado. Todo lo que soy se lo debo a ella, la admiro 
profundamente y deseo colmarla siempre de satisfacciones, por lo pronto, le dedico este trabajo. 
 A mi padre le agradezco el enorme esfuerzo que ha hecho para garantizarme una educación 
universitaria. Sé lo mucho que le cuesta ganar cada peso, por eso el dinero invertido en mis 
estudios siempre ha sido bien aprovechado. También espero con la culminación de esta tesis 
retribuirle un poco todo lo que ha dado. Aprovecho la ocasión para expresarles, tanto a Con como 
a Pablo, mi sincero amor y gratitud (ab imo pectore). Ambos hicieron de mi infancia una época 
feliz y de mí una mujer segura. 
 A mis hermanos (fraterna caritas est dulcis) los mejores compañeros de juego, les 
agradezco el interés mostrado a lo largo de la investigación. A Cinthya le reconozco el tesón con 
el que enfrenta al mundo, ella me ha dado grandes lecciones de perseverancia, la admiración que 
le profeso es infinita. A Kevin y a Karen (hodie labor, cras fructus) les agradezco la paciencia con 
la que escucharon diariamente mis inquietudes y preocupaciones. La participación de Dante en el 
!
desarrollo de esta investigación también es destacable. Aunque no siempre plenamente 
convencido, resistió estoicamente que toda mi atención, durante varios meses, se concentrara en la 
redacción de la tesis, teniendo que postergar los momentos de juego. Sus ocurrencias hicieron que 
cada día fuera más llevadero. Mi amor por él es ad infinitum. 
Una pieza clave en mi vida y en la elaboración de esta investigación es Daniel (Ubi est 
thesaurus tuus, ibi est cor tuum). No tengo palabras para expresarle todo mi agradecimiento, su 
apoyo constante fue vital. Él sugirió y facilitó gran parte de los textos utilizados, leyó 
cuidadosamente la tesis e hizo importantes observaciones, me acompañó pacientemente a realizar 
trámites, soportó mis momentos de frustración, pero sobre todo, me motivó para no darme por 
vencida. Estos siete años a su lado han sido de constante aprendizaje, muchos aspectos de sus 
inquietudes académicas me guiaron para formular las propias, ello se ve reflejado en la tesis. Sin 
el apoyo material e intelectual que me brindó, esta investigación simplemente no se hubiera 
realizado. Este logro es tan suyo como mío.Finalmente deseo expresar lo mucho que me enorgullece pertenecer a la “Máxima casa de 
estudios”. La UNAM me ha cobijado desde mis años de bachillerato. En la Preparatoria 5, conocí 
entrañables amigos y grandes profesores como Irene Aguilar Zarandona e Isabel Lorenzo Villa. 
En mi paso por la Facultad de Filosofía y Letras conviví con gente muy valiosa. También tuve la 
dicha de asistir a los cursos de los doctores Antonio Rubial, Margarita Peña, Evelia Trejo, 
Fernando Betancourt y Virginia Guedea, sus clases marcaron, de diversas maneras, mi formación 
académica. 
 
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El Río Amarillo extiende sus caudales de oro 
sobre las tierras, al pie de la neblina y las montañas. 
El sol nace y busca su propio reflejo, 
quiere encontrarse con el oro de la aguas y el mundo. 
El general Hsun Tiang recoge su cabellera 
y despeja sus pensamientos. 
Mira a su ejército: 
los combatientes preparan los arcos y los dardos, 
pulen espadas y dagas y aseguran escudos. 
Brillan las espadas en las montañas 
como nuevos caudales del Río Amarillo. 
El general Hsun Tiang piensa en el silencio: 
“Éstas son las armas del alba”. 
 
TSIN PAU, poeta de la Dinastía Tang, siglo VIII 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ÍNDICE 
 
 
INTRODUCCIÓN………………………………………………..………………………………..……… 11 
 
 
1. HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE E HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA 
SUCIA EN MÉXCIO……………………………………………………………………………………... 17 
1.1 HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE………………………………..……………………...… 17 
1.2 BALANCE HISTORIOGRÁFICO SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN 
MÉXICO………………………………………………………………………...…………………… 26 
ELEMENTOS PARA UN CONCEPTO AMPLIO DE HISTORIOGRAFÍA…………………..…... 27 
CLASIFICACIÓN METODOLÓGICA............................................................................................ 30 
 OBRAS ACADÉMICAS……………..………………………………………………….. 31 
 TEXTOS PERIODÍSTICOS…..……… ………………………………………………. 34 
 REPORTES OFICIALES………………………………………...……………………… 38 
 OBRAS LITERARIAS…………………………………………………………………... 40 
 TESTIMONIOS………………………………………………………………………….. 43 
 TESIS………………………………………………………………………………………44 
CLASIFICACIÓN TEMÁTICA………………………………………………………………….... 45 
GUERRA SUCIA (REPRESIÓN)…………………………………...………………...… 46 
LA VÍA DE LA “LEGALIDAD” (EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE 1968)….... 48 
LA “ILEGALIDAD” (GUERRILLAS)…………………………………………………. 50 
A) GUERRILLAS RURALES…………………………………………………...……... 51 
B) GUERRILLAS URBANAS……...………………………………………………….. 54 
C) SEGUNDA OLEADA GUERRILLERA (LOS AÑOS NOVENTA)………...…….. 56 
INTERPRETACIONES RECIENTES………………………………………...…………………. 57 
 
 
2. EL GRUPO POPULAR GUERRILLERO Y ELATAQUE AL CUARTEL MILITAR DE MADERA, 
CHIHUAHUA EN 1965…………………………………..………………………………………………. 59 
 2.1 MÉXICO EN LOS AÑOS 1960…………………………………………………………………. 59 
 2.2 HISTORIA DEL GRUPO POPULAR GUERRILLERO…………………………………..…… 65 
 2.3 EL ASALTO AL CUARTEL MILITAR DE MADERA. 23 DE SEPTIEMBRE DE 1965…..… 70 
 
 
3. LUGARES DE MEMORIA SOBRE MADERA……….………………..…………………...………... 83 
 3.1 HISTORIA, MEMORIA, LUGAR DE MEMORIA…….……………………………...……….. 83 
 3.2 RELATOS TESTIMONIALES……………………...…..…………………...………………….. 89 
 MADERA. RAZÓN DE UN MARTIRIOLOGIO................................................................................... 90 
 ¡QUÉ POCA MAD…ERA DE JOSÉ SANTOS VALDÉS!.................................................................... 97 
 23 SE SEMPTIEMBRE DE 965. EL ASALTO AL CUARTEL DE CIUDAD MADERA. TESTIMONIO 
DE UN SOBREVIVIENTE…………………………………………………..……………………… 103 
 CONSIDERACIONES FINALES………………………………………………………………….. 107 
 
 
CONCLUSIONES……………………..…………………………………………………………………. 111 
 
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ANEXO………………………………………………………………………………..………………… 117 
 BIBLIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA………………..………………….. 117 
 IMÁGENES…………………………………………………………………….………………….. 133 
 POESÍA……………………………………………………………………..……………………… 139 
 CORRIDOS………………………………………………………………..……………………….. 144 
 
 
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA……………………………………………..……………………….. 147 
HEMEROGRAFÍA…………………………………………………………………………………...…. 153 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
!INTRODUCCIÓN 
 
Lo que llamamos memoria es en realidad la constitución 
gigantesca y vertiginosa del almacenamiento de aquello 
de lo que nos resulta imposible acordarnos, repertorio 
insondable de aquello que podríamos necesitar recordar. 
Pierre Nora 
La madrugada del jueves 23 de setiembre de 1965 un comando armado de trece hombres 
intentaron tomar por asalto la guarnición militar de Ciudad Madera en Chihuahua. Eran 
alrededor de las seis de la mañana, en el cuartel se encontraban destacamentados unos ciento 
veinticinco soldados que se preparaban para tomar el desayuno. El asalto los tomó sorpresa, 
pero rápidamente repelieron el ataque. Luego de tres horas de combate cesaron los disparos. 
El resultado, catorce muertos entre soldados y atacantes, y nueve personas heridas. Los 
sobrevivientes tuvieron que refugiarse en la sierra, el ejército mexicano desplegó hombres 
por tierra y aire para localizarlos. Entre la población, el suceso despertó simpatías pero sobre 
todo miedo. Se temía un segundo ataque y que esta vez la respuesta del gobierno fuera más 
severa, pues como parte de las indagaciones que las autoridades realizaron, detuvieron a más 
cien personas, todos vecinos del lugar, se investigaba su posible participación en los hechos, 
luego de varias horas se les dejó en libertad por falta de pruebas. Ocho fueron los guerrilleros 
que murieron en el ataque. El gobernador del estado, Práxedes Giner Durán, ordenó que sus 
cadáveres, convertidos en piltrafas a causa de las balas, fueran paseados en un camión de 
carga por todo el pueblo para que nadie más se atreviera a desafiar al gobierno. Los cuerpos 
fueron enterrados en una fosa común, a excepción de uno que fue recuperado por sus 
familiares.1 Hoy a la entrada de Madera hay una placa en la que puede leerse: 
TOMA DEL CUARTEL DE LA CIUDAD 
23 DE SEPTIEMBRE DE 1965 
ESTE IMPORTANTE ACONTECIMIENTO, DIO COMO 
RESULTADO EL BIEN DE SUS HABITANTES 
EL REPARTO AGRARIO Y LA CREACIÓN DE EJIDOS 
MADERA RECORDARÁ POR SIEMPRE A LOS 
HÉROES DE LA CAUSA REVOLUCIONARIA 
ARTURO GÁMIZ GARCÍA SALOMÓN GAYTÁN AGUIRRE 
 PABLO GÓMEZ RAMÍREZ RAFAEL MARTÍNEZ VALDIVIA 
 ÓSCAR SANDOVAL SALINAS MIGUEL QUIÑONES PEDROZA 
 EMILIO GÁMIZ GARCÍA ANTONIO SCOBELL GAYTÁN 
ADMINISTRACIÓN 2007-2010 
CD. MADERA, CHIH. A 23 DE SEPTIEMBRE DE 2009 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1 Esta breve reconstrucción del ataque se elaboró a partir de crónicas periodísticas de la época. Vid. Capítulo 2. 
p. 59. 
 INTRODUCCIÓN 12 
 
Con el ataque al cuartel de Madera que efectúo el Grupo Popular Guerrillero (GPG), 
se inauguró la lucha guerrillera en México. En los años subsecuentes una treintena de 
movimientos armados surgieron en el país,2 algunos rápidamente fueron sofocados por el 
ejército mexicano, otros se unieron para conformar agrupaciones más sólidas como la Liga 
Comunista 23 de Septiembre, en la que confluyeron diversas organizaciones. Resulta 
paradójica la reivindicación que recientemente hizo el gobierno de Chihuahua sobre el 
ataque. Los que antes fueron “gavilleros” hoy son elevados al rango de “héroes”. Este 
cambio sustancial en el discurso oficial sobre el movimiento armado es una muestra del uso 
político y de la apropiación de la memoria histórica. Utilizo la palabra apropiación porque 
esta misma reivindicación social se construyó desde los años inmediatos al ataque. Prueba de 
ello son los relatos testimoniales que se elaboraron entre 1968 y 1973. El análisis de tres de 
estos testimonios: Madera. Razón de un martiriologio de José Santos Valdés, ¡Qué poca 
mad…era de José Santos Valdés! de Prudencio Godínez Jr. y 23 de septiembre de 1965. El 
asalto al cuartel deCiudad Madera. Testimonio de un sobreviviente de Raúl Florencio Lugo 
Hernández, es el objetivo principal de la presente investigación. 
El interés por analizar la guerrilla chihuahuense surgió a partir de dos inquietudes. 
Por un lado, la clara convicción de la necesidad de recuperar el estudio de la historia 
reciente, campo abandonado e incluso rechazado por la investigación histórica. Si otros 
científicos sociales como sociólogos, politólogos, psicólogos y antropólogos, pero 
particularmente, periodistas han explorado el pasado más próximo, ¿qué le impide al 
historiador analizar su presente? Para Michel De Certeau “La búsqueda histórica de 
“sentido”, no es sino la búsqueda del “Otro”, pero esta acción contradictoria trata de 
envolver y ocultar en el “sentido” la alteridad de este extraño, o, lo que es lo mismo, trata de 
calmar a los muertos que todavía se aparecen y ofrecerles tumbas escriturísticas”.3 Es decir, 
la relación de la disciplina histórica con el tiempo parte de una separación, la historiografía 
separa su presente de un pasado que considera ajeno. El historiador, aunque no siempre le 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
2 Laura Castellanos ofrece un listado de movimientos y organizaciones que surgieron en el país entre 1965 y 
1981. En: México armado. 1943-1981. Epílogo y cronología de Alejandro Martín del Campo. México, Era, 
2007. 383p. 
3 Michel De Certeau. La escritura de la historia. Traducción de Jorge López Moctezuma. México, Universidad 
Iberoamericana, 2006. 334p. 
!INTRODUCCIÓN 
!
13 
resulte obvio, toma herramientas del presente para hurgar en el pasado, el cual explica en sus 
propios términos para hacerlo inteligible. ¿Acaso no sería una labor menos arriesgada para el 
historiador, analizar el presente, con esas herramientas que le son propias, como lo hace con 
el pasado? Si la historia realiza un ejercicio de auto-observación, proyectándose desde el 
presente hacia el pasado, hacer la historia del presente, implica reforzar la necesidad por 
parte del saber histórico de reflexiones acerca de sus propios métodos, enfoques y su 
participación en la construcción del conocimiento histórico. Pero más aún, en el ejercicio de 
significar los diferentes presentes, encuentra elaboraciones memorísticas que trascienden la 
profesión de los historiadores. 
El otro motivo que me llevó a estudiar el ataque al cuartel de Madera es la escasa 
historiografía que sobre este acontecimiento se ha elaborado. Marco Bellingeri, Javier 
Contreras Orozco, Alberto López Limón y Víctor Orozco lo han estudiado con mayor o 
menor amplitud. Del agrarismo armado a la guerrilla de los pobres: ensayos de guerrilla 
rural en el México contemporáneo, 1940-1974 de Bellingeri es una visión de conjunto de la 
guerrilla rural mexicana, en la que se analiza el caso de Madera y de las guerrillas de Lucio 
Cabañas y Genaro Vázquez. Por su parte, López Limón en “Los mártires de Madera, rebeldía 
en el estado de Chihuahua. México (1965)”, reconstruye la trayectoria política y militar del 
GPG. Víctor Orozco en “La guerrilla chihuahuense de los setenta” analiza el carácter fallido 
del ataque y las consecuencias que éste tuvo en la vida política y social del estado norteño. El 
periodista Javier Contreras Orozco, autor de Los informantes: documentos confidenciales de 
las guerrillas en Chihuahua, realizó una investigación amplia sobre los movimientos 
armados en Chihuahua, estudia al GPG y a los grupos que lo sucedieron como el 
Movimiento 23 de Septiembre y el Grupo Guerrillero del Pueblo Arturo Gámiz. Todos los 
autores, enfatizando diversos aspectos de la lucha armada, ofrecen reconstrucciones 
históricas sobre el asalto y el grupo guerrillero que lo llevó a cabo. La aportación de la 
presente investigación radica en que el ataque se analiza a partir de los lugares de memoria 
que sobre él podemos ubicar en tres relatos testimoniales. 
 Para poder realizar dicho análisis recurrimos a dos corrientes historiográficas poco 
conocidas en nuestro país. La Historia del tiempo presente y el estudio de la memoria como 
repositorio de las interpretaciones sociales sobre el pasado. Ambos modelos de origen 
 INTRODUCCIÓN 14 
 
francés han adquirido notoriedad en países como España, Alemania, Inglaterra, Argentina, 
Uruguay, Chile, Brasil y desde luego Francia. La línea interpretativa que rige la 
investigación gira entorno a la noción de lugar de memoria, la cual se emplea como una 
propuesta historiográfica que ofrece un modo específico de historiar el presente y la 
memoria. Nuestro propósito no es analizar el ataque en sí mismo, sino conocer las 
interpretaciones que sobre éste se manifiestan en los testimonios examinados. Es decir, no 
importa tanto la constatación de los hechos narrados por los autores como los mecanismos de 
recuerdo y olvido que expresan en sus relatos. La atención está fijada en lo que recuerdan y 
cómo lo recuerdan. 
 La investigación se dividió en tres capítulos: “Historia del tiempo presente e 
Historiografía sobre guerrilla y guerra sucia en México”, “El Grupo Popular Guerrillero y el 
ataque al cuartel de Madera, Chihuahua en 1965” y “Lugares de memoria sobre Madera”. En 
el primero se ofrece una breve descripción teórica y metodológica de la historia del tiempo 
presente como modelo historiográfico, se destaca la problemática conceptual que existe en 
torno al término y se señalan sus lineamientos generales. Para ello se recurre a textos de Julio 
Aróstegui, François Bédarida, Jean Lacouture, Josefina Cuesta Bustillo y Hugo Fazio. En 
este mismo apartado se realiza un intento de balance historiográfico sobre los temas de 
guerrilla y guerra sucia. Se propone una clasificación de las obras que han tratado estas 
materias a partir de dos ejes; uno metodológico y otro temático. De manera tal que las obras 
reseñadas se dividieron en dos grandes bloques, en el primero se agruparon según su carácter 
metodológico, es decir, según el proceso de reflexivo por el cual fueron elaboradas. Así se 
obtuvieron seis categorías: obras académicas, textos periodísticos, reportes oficiales, obras 
literarias, testimonios y tesis. El eje temático, como su nombre lo indica, permitió clasificar 
la historiografía según las temáticas que abordan: guerra sucia, la vía de la “legalidad”, que 
corresponde a los movimientos sociales de las décadas de 1960 y 1970 no armados, como las 
manifestaciones estudiantiles de 1968 y 1971, y la “ilegalidad”, apartado en el que se que 
agrupan aquellas obras que centran su análisis en las guerrillas rurales y urbanas que 
surgieron entre 1965 y 1982 y después de 1994. 
 En el segundo capítulo se ofrece una reconstrucción histórica sobre el Grupo Popular 
Guerrillero y el ataque al cuartel de Madera. Se explica el contexto nacional e internacional 
!INTRODUCCIÓN 
!
15 
de los años 1960, así como la situación especifica de Chihuahua, como preámbulo del 
conflicto agrario y social que se vivía en aquel estado, y que dio origen al GPG. Se analizan 
la trayectoria política y militar de esta primera guerrilla chihuahuense, desde 1959, año en 
que inició su proceso de conformación, hasta 1965, cuando se extinguió luego del fallido 
ataque al cuartel. Asimismo se hace una reconstrucción histórica de cómo se efectuó el 
asalto. Para la elaboración de este capítulo se utilizaron las obras de Marco Bellingeri, 
Alberto López Limón, Víctor Orozco y Javier Contreras que ya se mencionaron líneas arriba, 
pero principalmente se emplearon fuentes hemerográficas, periódicos de Chihuahua que, 
desde el mismo día del ataque, cubrieron la noticia. 
 En el tercer y último capítulo de la investigación, se analizan tres relatos 
testimoniales sobre el ataque que se elaboraron entre 1968 y 1973. Madera. Razón de un 
martirologio de José Santos Valdés, ¡Qué poca mad…era de José Santos Valdés! de 
Prudencio Godínez Jr. y 23 de septiembre de 1965. El asalto alcuartel de Ciudad Madera. 
Testimonio de un sobreviviente de Raúl Florencio Lugo Hernández. El análisis es precedido 
por un breve apartado sobre el estudio de la memoria como modelo historiográfico, el cual 
sienta las bases epistemológicas y metodológicas con las se que examinan los testimonios. 
La conceptualización del estudio de la memoria se realizó a partir de la obra Les Lieux de 
mémoire de Pierre Nora, con el apoyo de textos de Maurice Halbwachs, Jacques Le Goff, 
Enrique Florescano y Eugenia Allier. 
 Finalmente se incluye un Anexo en el que se ofrece un listado amplio de la 
historiografía mexicana sobre guerrilla y guerra sucia. Esta lista la conforman libros, 
artículos, novelas y tesis. La búsqueda bibliográfica para su realización fue más o menos 
exhaustiva, por lo que aún puede ampliarse. La intención de incluirla como parte de la 
investigación nace de la pretensión de que sea un apoyo para quienes se interesen por el 
estudio de los movimientos guerrilleros. Asimismo se incluyeron imágenes sobre el ataque y 
se transcribieron poemas y corridos que aluden a los acontecimientos del 23 de septiembre 
de 1965. La mayoría de las imágenes, así como los poemas y corridos, se obtuvieron de la 
página electrónica del Comité “Primeros Vientos”, 4 el cual lo integraron, en el marco del 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
4 http://www.madera1965.com.mx/intro.html 
 INTRODUCCIÓN 16 
 
treinta y ocho aniversario del ataque al cuartel Madera, familiares, sobrevivientes al asalto, 
amigos y simpatizantes de los guerrilleros. 
La inclusión de los poemas y corridos tiene un propósito ilustrativo, pues con ellos se 
busca mostrar otras variantes de los lugares de memoria. Sobre los autores de los poemas no 
se sabe más que el nombre, se indica la fecha en los casos en los que se conoce. Los 
compositores e intérpretes de los corridos son Ignacio Cárdenas Alvarado, mejor conocido 
como “Nacho” Cárdenas, y Judith Reyes. El primero es un cantautor y profesor normalista. 
Nació en Ocampo, Coahuila, cuenta con un amplio repertorio de composiciones de protesta 
social. Ha escrito corridos sobre Lucio Cabañas, Rosario Ibarra y el conflicto magisterial de 
1973.5 
En 2007 se publicó Judith Reyes. Una mujer de canto revolucionario,6 biografía 
sobre la cantautora, periodista y activista social tamaulipeca. Se sabe que abandonó una 
carrera prometedora como cantante para ejercer el periodismo. Conoció de cerca a Álvaro 
Ríos y a Arturo Gámiz. Participó en marchas y tomas de latifundios en Chihuahua. Editó el 
periódico Acción, el cual gozaba de popularidad entre los campesinos. Al igual que Nacho 
Cárdenas su obra musical incluye varias canciones de protesta. Murió en 1988.7 
 
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5 La información sobre Nacho Cárdenas es escasa, estos pocos datos biográficos los obtuve de internet. En 
Youtube pueden escucharse muchas de sus composiciones. 
6 Liliana García Sánchez. Judith Reyes. Una mujer de canto revolucionario. México, Redez, 2007. 
7 Tania Molina Ramíez. “Judith Reyes más que hacer arte, rescató el sentido épico del corrido: Liliana García”. 
México, La jornada, miércoles 19 de marzo de 2008. 
! 
1. HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE E HISTORIOGRAFÍA 
SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
Historiar lo coetáneo ha sido hasta ahora una tarea tomada con 
exagerada cautela por los historiadores, quedando ocupado, 
con mucha más dedicación, el espacio histórico presente por 
el periodismo de investigación […] Parecería, pues, como si 
en el terreno nadie acusara la ausencia de la historiografía. 
Julio Aróstegui. 
 
En este capítulo se ofrecerá un breve balance, sumamente esquemático, de las 
obras que sobre los temas de guerrilla y guerra sucia se han elaborado en la historiografía 
mexicana. Son pasajes de la historia reciente nacional como éstos, aún vivos en la 
memoria social, los que abren la posibilidad de análisis a partir de un nuevo modelo 
historiográfico, el de la historia del tiempo presente. Por ello resulta bastante pertinente, 
antes de adentrarnos en la clasificación de las obras, señalar algunas consideraciones 
teóricas y metodológicas sobre esta parcela historiográfica poco difundida en México. 
 
1.1 Historia del tiempo presente 
 
La historia del tiempo presente como modelo historiográfico se ha ido consolidando a lo 
largo de las últimas tres décadas. El concepto surgió como una empresa académica e 
institucional francesa. En 1978 se creó en París el Institut d´Histoire du Temps Présent 
(IHTP) bajo la dirección de François Bédarida, vinculado al organismo de investigación 
más importante de este país, el Centre National de la Recherche Scientifique.1 El IHTP 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1 La institucionalización de la historia del tiempo presente no se limita únicamente al ámbito francés. 
Existen entidades académicas análogas en otros países europeos como el Institut für Zeitgeschichte, 
fundado en 1950 con sede en Munich, impulsado por la Alemania occidental, mientras que en la parte 
oriental se creó a principios de la década de 1990 el Zentrum für Zeitgeschichte en Potsdam. En Londres se 
creó el Institut of Contemporary British History en 1986. En España hay varios ejemplos, sólo por 
mencionar algunos; a finales los años 1990 en el área de Historia Contemporánea de la Universidad de 
Extremadura se creó el Seminario de Historia del Tiempo Presente. Fotografía y memoria. En la Facultad 
de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid se imparten cursos y seminarios que se 
centran en el estudio de procesos históricos recientes, particularmente enfocados al análisis de los cambios 
sociales, políticos, económicos, culturales y políticas de la memoria en el siglo XX. Más recientemente, en 
2002, en la Universidad de Almería, se creó el grupo de investigación Estudios del Tiempo Presente, 
conformado por una veintena de historiadores preocupados por el análisis de tres momentos clave de la 
historia reciente española: la guerra civil, la dictadura franquista y el periodo de transición hacia la 
democracia. En América Latina diversas instituciones académicas también han incorporado a sus planes de 
estudio y a las líneas de investigación que desarrollan, temáticas relacionadas con la historia del tiempo 
presente. Algunas de ellas son: la Universidad de Nacional de la Plata y la Universidad de Cuyo en 
Argentina, la Universidad de los Andes en Colombia y la Universidad de Montevideo de Uruguay. 
También se han formado grupos de investigación como la Red Interdisciplinaria de Estudios sobre Historia 
Reciente (RIEHR), creada en Argentina en 2006 y que cuenta con colaboradores de Brasil, Chile, España y 
Uruguay. Existen muchos otros ejemplos, aquí sólo se mencionan algunos. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 18 
 
nació a partir de la necesidad de renovar dos instituciones anteriores dedicadas al estudio 
de la Segunda Guerra Mundial, la Commission d´Histoire de l´Ocupation et la Libération 
de la France (CHOLF), creada por iniciativa del general Charles De Gaulle en 1944 y el 
Comité d'Histoire de la Deuxième Guerre Mondiale, formado en 1951 bajo la dirección 
de Henri Michel. 2 
Con la creación del IHTP se buscaba tomar distancia frente a las versiones 
oficialistas y belicistas emitidas por el Comité y dar cuenta desde otra perspectiva de la 
“historia muy contemporánea” francesa. 3 Sin embargo, el IHTP no ha logrado 
desprenderse de su filiación con la segunda guerra, basta con revisar las temáticas del 
Bulletin, que desde 1980 publica periódicamente, para corroborar que el estudio de la 
guerra y sus consecuencias han gozado de una alta preeminencia.4 
François Bédarida destaca que la necesidad de una historia dedicada al estudio del 
presente surgió también para satisfacer una demanda social, la de ordenar y explicar la 
actualidad. En este sentido, “eldeber del historiador es no dejar esta interpretación del 
mundo contemporáneo a otros, bien sean los media o los periodistas (por no hablar de los 
propagandistas), o bien las otras diversas ciencias sociales”.5 En este mismo sentido, el 
historiador español Julio Aróstegui sostiene que “cuando aparecen movimientos 
historiográficos renovadores, su presencia se explica como respuesta al advenimiento de 
un cambio más amplio de las condiciones históricas reales. Lo predecible es entonces que 
estas nuevas creaciones historiográficas acaben instrumentando formas de acceso 
apropiadas a la nueva situación de la vida social”.6 La historia del presente es, antes que 
otra cosa, una respuesta a los cambios culturales, tecnológicos, científicos, de acceso a la 
información y la percepción histórica que se han venido manifestado a nivel social desde 
la década de 1970. Sin embargo, fue hacia los años 1989-1991 que se tomó conciencia de 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
2 Julio Aróstegui. La historia vivida. Sobre la historia del presente. Madrid, Alianza, 2004. p. 23. 
3 Eduardo González Calleja. Reseña: La historia vivida. Sobre la historia del presente, en Revista de 
Historia Contemporánea, Universidad del País Vasco, Núm. 30, 2005. p. 327-353. 
4 Hugo Fazio. La historia del tiempo presente: historiografía, problemas y métodos. Bogotá, Universidad 
de los Andes, 2010. p. 46. Sólo por citar dos ejemplos de los números más recientes del Bulletin que 
retoman temáticas relacionadas con la Segunda Guerra Mundial mencionaremos: Bulletin No. 88 de 
octubre de 2007: “Penser les atrocités de l´armée japonaise durant la Seconde Guerre Mondiale” y el 
Bulletin No. 72 de octubre de 1998: “Le débat historiographique en Israël autour de la Shoah; le cas du 
leadership juif”. Estos números se pueden consultar en la página electrónica del IHTP. 
http://www.ihtp.cnrs.fr/!
5 François Bédarida. “Definición, método y práctica de la Historia del Tiempo Presente”. Madrid, 
Cuadernos de Historia Contemporánea, 1998, núm. 20, p. 23. 
6 Aróstegui, op. cit. p. 20. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
19 
la clara necesidad de enfocar con nuevos instrumentos de análisis histórico un devenir 
enormemente cambiante y acelerado que se produjo a nivel mundial a raíz de la 
decadencia del régimen socialista.7 
La historia del presente goza de una larga tradición historiográfica, que se 
remonta a Tucídides y se prolonga hasta nuestros días. El historiador ateniense con su 
obra Historia de la Guerra del Peloponeso, inauguró la escritura de “la historia de los 
sucesos (...) según fueron sucediendo”.8 Fue el positivismo decimonónico el que arraigó 
la idea de que lo propio de la historia es el pasado. El abandono del estudio de la 
inmediatez se debió entonces a la noción de que la historia sólo debía dedicarse al 
pasado, a un pasado desvinculado epistemológicamente del presente.9 Aunque en los 
años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron algunos trabajos 
historiográficos que abordaban hechos recientes, no fue sino hasta la década de 1970 que 
la historia del tiempo presente irrumpió decisivamente en el ámbito historiográfico 
mundial. Ni siquiera las primeras generaciones de la escuela de los Annales, muy a pesar 
de consideraciones como la de Lucien Frebvre: “Historia, ciencia del pasado, ciencia del 
presente”,10 contribuyeron a recuperar el presente, el predominio de los periodos de larga 
duración y las historias totales anularon el estudio de la historia más reciente. Sería la 
tercera generación de Annales, que corresponde a Jacques Le Goff y Pierre Nora, la que 
impulsó la Nouvelle Histoire, en la que predominó el estudio de las mentalidades y los 
enfoques culturales, con ellos surgieron nuevos intereses; la historia de las 
representaciones, de la memoria, y desde luego, la historia más reciente. 
Como señala Reinhart Koselleck “la historia del presente es una bella expresión 
pero un concepto difícil”.11 Al hacer referencia a ella emergen diversas denominaciones: 
historia reciente, de lo muy contemporáneo, de nuestro tiempo, del mundo actual, 
próxima, fluyente o inmediata.12 Aunque todas en algún sentido reflejan el campo de 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
7 Ibíd. p. 22. 
8 Citado en Josefina Cuesta Bustillo. Josefina Cuesta Bustillo. Historia del presente. Madrid, Eudema, 
1993. p. 19. 
9 Ibíd. p. 21. 
10 Lucien Febvre. Combates por la historia. Barcelona, Editorial Planeta de DeAgostini, 1993. 245p. 
11 Reinhart Koselleck. Los estratos del tiempo: estudios sobre la historia. Barcelona, Paidós/ Instituto de 
Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, 2001. 155p. 
12 Vale la pena mencionar el caso alemán, donde la voz Zeitgeschichte ha adquirido una connotación 
particular al ser el término utilizado para referirse a la historia reciente. Traducida literalmente como 
“Historia del tiempo”, zeit (tiempo) y geschichte (historia), ha sido empleada desde mediados del siglo XX 
para nombrar a la historia contemporánea germana. En un principio se utilizó para referir el periodo 
nacionalsocialista, sin embargo, la necesidad de dotar a Alemania de una historia libre del estigma nazi, 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 20 
 
estudio, pues pretenden recuperar la dimensión de coetaneidad, se excluyen algunas 
acepciones, ya sea porque sirven para denominar campos de análisis distintos al de la 
historiografía, como historia inmediata, que es reservada al periodismo retrospectivo o de 
investigación. O bien porque al no lograr expresar claramente el objeto de estudio, 
suelen propiciar el error de tomarlas como una simple continuación del periodo 
contemporáneo, como ocurre con historia del mundo actual y de lo muy 
contemporáneo.13 
Al respecto Bédarida señala que la expresión historia del tiempo presente parece 
ser la más adecuada para referirse al trabajo hecho por historiadores, pues, otras 
denominaciones, como historia inmediata, denotan un déficit de contenido científico 
pues no reflejan el valor heurístico de la pareja pasado/presente. Asimismo apunta que el 
término historia contemporánea resulta inapropiado porque perdió su sentido original a 
medida que la duración de esta historia se prolongaba durante casi dos siglos desde el 
inicio de la Revolución Francesa de 1789. 14 La adopción del término historia del tiempo 
presente radica principalmente en la concreción de la labor historiográfica, es decir, el 
historiador del presente analiza el tiempo de la experiencia vivida. En palabras de 
Bédarida: “Por ahí (experiencia vivida) se llega al verdadero sentido del término historia 
contemporánea, a saber, la experiencia de la contemporaneidad”.15 
Una definición conceptual debe contener dos elementos indispensables. Primero, 
que se trata de una historia de los procesos sociales que están todavía en desarrollo, y 
segundo, que es una historia de la coetaneidad del propio historiador, donde la noción de 
coetaneidad indica la cualidad de una historia vivida, es decir, expresa el sentido de 
categoría temporal bajo la que se agrupan quienes viven una misma historia. Dicho de 
otra forma, entenderemos por historia del tiempo presente: “la posibilidad de análisis 
histórico de la realidad social vigente, que comporta una relación de coetaneidad entre la 
historia vivida y la escritura de esa misma historia, entre los actores y testigos de la 
historia y los propios historiadores”.16 Es por tanto, una historia sin límites cronológicos 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
llevó a que el término se adecuara para hacer referencia al devenir histórico de 1945 a la actualidad. Por 
tanto Zeitgeschichte puede traducirse de forma más correcta como “historia coetánea”. Vid. Gonzalo 
Capellán de Miguel. “Orígenesy significado de la Zeitgeschichte: concepto, institucionalización y fuentes.” 
En Actas del II Simposio de Historia Actual, Logroño, España, 26-28 noviembre de 1998. p. 317-330. 
13 Julio Aróstegui, op. cit. p. 29-31. 
14 François Bédarida, op cit. p. 21. 
15 Ibíd. p. 22. 
16 Josefina Cuesta Bustillo, op. cit. p. 11. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
21 
fijos ni estáticos. El tiempo presente no podrá ser vislumbrado como un espacio 
cronológico definitivamente acotado, sino como un tipo o categoría de tiempo 
sociohistórico. Al contrario de lo que ocurrió con la historia contemporánea, jamás una 
historia del presente debe devenir una historia-periodo.17 
Entonces, sí lo propio de la historia del presente consiste en la unidad temporal de 
sujeto y objeto, sus parámetros necesariamente deberán ser móviles, pero siempre 
guardando el elemento de coetaneidad, mismo que puede traducirse en dos formas: 
historia vivida e historia contada. La primera se refiere a la simultaneidad temporal del 
historiador con la época que estudia, y la segunda, a la coetaneidad, sino con los 
acontecimientos, sí con la generación que los vivió. El presente histórico pues, se 
constituye a partir de la experiencia vivida, la historización de dicha experiencia está 
determinada por la coincidencia de varios procesos sociales y de sus sujetos en el tiempo. 
Por su parte, Julio Aróstegui en su obra Historia vivida ofrece algunas pautas para definir 
la historia del presente. Aunque sus propuestas no siempre resultan claras, retomaremos 
gran parte de ellas para esbozar un concepto amplio, de lo que podremos delimitar como 
historia del tiempo presente. Nos dice Aróstegui que una historia del presente, para ser 
tal, deberá ser coetánea de la historia vivida. Es decir, deberá ser escrita por los mismos 
que la viven y al tiempo que es vivida, o que se integra a la experiencia total del sujeto.18 
Pero de ajustarnos a esta condición, el campo de acción se vería seriamente reducido. 
Volveremos sobre esta cuestión más adelante, ahora es necesario atender la noción de 
cruce de generaciones o simultaneidad del tiempo compartido entre generaciones, 
elemento fundamental para el estudio del presente. 
La generación deberá ser entendida como un fenómeno biológico; sucesión en la 
continuidad del género humano, y social; interacción entre grupos de edades diferentes 
que comparten un mismo tiempo y espacio. Alfred Schütz, Karl Mannheim, José Ortega 
y Gasset, Paul Ricoeur y Reinhart Koselleck son sólo algunos de los autores del siglo XX 
que han reparado en el tema. Aunque con variaciones en sus apreciaciones, en general 
concuerdan en dos aspectos, por un lado, la noción de sucesión generacional es un factor 
determinante para la articulación de situaciones temporales en las que intervienen sujetos 
de distintos rangos de edad. Y por otro, con la coexistencia de al menos tres generaciones 
en el marco del tiempo presente; una en formación o expectativa, otra activa o 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
17 Aróstegui, op. cit. p. 56. 
18 Ibíd. Cap. 3 “Historia del Presente e interacción generacional”. p. 109-142. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 22 
 
hegemónica y por último, una pasiva o transmisora.19 En este sentido, el espectro 
temporal de la historia coetánea estará determinado por los límites de experiencia de las 
tres generaciones, donde el más amplio corresponderá a la de mayor edad. Es así que la 
historia del presente puede ser definida más claramente como “la compuesta por 
acontecimientos o fenómenos sociales que constituyen recuerdos, al menos, de una de las 
tres generaciones que componen un mismo presente histórico”. 20 
Si para Aróstegui la historia del presente sólo puede ser aquélla que es escrita por 
quienes la viven y al tiempo que es vivida, la generación activa se vuelve la única autora 
de historias presentes, aunque sólo tendría permitido analizar hechos vividos por ella 
misma. Una definición más flexible de la historia del tiempo presente considera la 
posibilidad de historiar un campo de observación más amplio, el de las tres generaciones, 
donde el testigo y la memoria adquieren vital importancia como puntos de encuentro 
entre pasado y presente. 
En el tercer capítulo de esta investigación se ampliarán las consideraciones sobre 
la memoria, por lo pronto señalaremos que, pese a que pudiera parecer en principio 
ilimitada, pues todo puede caber en la memoria, de hecho es limitada debido a su carácter 
selectivo. Su estudio implica también una historia del olvido. La memoria actúa, al 
menos, mediante dos mecanismos: la selección y la simbolización. El primero consiste en 
la fijación selectiva de los recuerdos a partir de los cuales se realiza la construcción de 
una imagen genérica. La simbolización ocurre cuando una imagen determinada permite 
invocar un juicio, es decir, dotar de un significado.21 La memoria retiene parcialmente el 
pasado, lo disecciona entre recuerdo y olvido.22 
La fuente oral resulta fundamental para la realización de la historia del tiempo 
presente. Por tanto, los límites temporales de ésta estarán determinados por la 
supervivencia de actores o de testigos, con la persistencia de una cierta historia vivida o 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
19 A modo de una genealogía puede entenderse la sucesión generacional, donde el hijo representa la 
generación en formación o expectativa, receptora de los valores culturales de las dos generaciones que le 
anteceden, su historia está todavía por venir. La generación activa o hegemónica es la del padre, ésta 
establece un puente de conexión entre las otras dos y es la que ostenta el máximo de potencialidades y 
recursos sociales e ideológicos en cada momento histórico para imponer como hegemónica su propia 
percepción del mundo, por su rango de edad suele poseer los puestos de dirección y de producción 
ideológica. Y finalmente, el abuelo simboliza la generación pasiva o transmisora, es la más próxima a 
desparecer, a ella pertenece la historia-pasado. Vid. “Historia del presente e interacción generacional.” Julio 
Aróstegui, op. cit. p. 109-142. 
20 Aróstegui, op. cit. p. 129. 
21 Ibid. p. 52. 
22 Josefina Cuesta Bustillo, op. cit. p. 45. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
23 
de una memoria viva, en alguna de las generaciones que conviven en un mismo 
presente.23 Sin embargo, junto con la oralidad muchas otras fuentes son reveladoras para 
la historia del presente. La fotografía, el cine, el video, los archivos auditivos, la 
televisión, los lenguajes informáticos, los soportes electrónicos, la prensa escrita, las 
encuestas, las estadísticas, y la posibilidad de analizar muchas otras fuentes, hacen de la 
historia del presente un campo privilegiado de análisis, que requiere de una metodología 
interdisciplinar, pues se hacen necesarios una inserción y diálogo en el conjunto de las 
ciencias sociales. 
Desde la segunda mitad del pasado siglo, varias corrientes e interpretaciones 
historiográficas han venido cuestionando algunos de los supuestos que mantenían y 
configuraban la ciencia histórica, introduciendo una pérdida de centralidad teórica que 
anteriormente definía su naturaleza cognitiva y dando como resultado una diversidad de 
estilos y modalidades de investigación, lo que significó una reconfiguración de orden 
metodológico.24 El giro lingüístico, la microhistoria, la nueva historia cultural y desde 
luego la historia del presente, han contribuido a estas transformaciones. Ésta última ha 
permitido recuperar el estudio de la historia más inmediata con lo que se amplía el 
espectro de análisis histórico, y ha cuestionando la “tiranía del documento escrito” a 
favor de una multiplicidad de fuentes. Asimismo ha manifestado la necesidad de 
colaboración con otras ciencias sociales, puesto que el carácter multidisciplinarque 
impone el estudio del presente hace necesario un diálogo de la historia con la sociología, 
la antropología, la psicología, la geografía, la economía, la ciencia política, la lingüística 
y el periodismo. 
Existen falsos problemas en torno a la Historia del Tiempo Presente como la 
supuesta falta de objetividad, la dificultad que suponen las fuentes, la falta de perspectiva 
histórica, la implicación personal del historiador, la precipitación de sus conclusiones.25 
La gran mayoría de ellos no representan ningún inconveniente. Es más, sí se analizan a 
detalle no son dificultades exclusivas de esta parcela historiográfica, pues se pueden 
hallar en el estudio histórico de cualquier época. 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
23 Ibíd. p. 12. 
24 Fernando Betancourt. “La fundamentación del saber histórico en el siglo XX: investigación social, 
metodología y racionalidad operativa”. En Estudios de historia moderna y contemporánea de México. 
México, Instituto de Investigaciones Históricas/ UNAM. Núm. 40, julio-diciembre 2010. p.91-120. 
25 Aróstegui. op. cit. p. 45. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 24 
 
A los problemas que plantea la falta de distanciamiento temporal entre sujeto y 
objeto y de objetividad, Julio Aróstegui ha ofrecido algunas respuestas. Sostiene que “la 
lejanía temporal, desde luego, nunca podrá ser garantía de ese otro distanciamiento 
epistemológico y metodológico, como la cercanía no podrá ser considerada causa de la 
ausencia de este último. La perspectiva temporal no es para el historiador condición 
necesaria ni suficiente para el rigor de su método”.26 Si consideráramos la lejanía 
temporal como garante de objetividad, negaríamos la posibilidad de análisis a otras 
ciencias sociales, pues al igual que la historia deberían tomar distancia de sus objetos de 
estudio. En otras palabras, es “inevitable la presencia del sujeto y la aportación de éste y 
de su presente al quehacer científico”.27 
Otra objeción que se hace a la historia del presente es la de la dificultad que 
suponen las fuentes. Por un lado hay quienes acusan una carencia de ellas. Si bien es 
cierta la imposibilidad de acceder a cierto tipo de documentación por los largos plazos de 
apertura de los fondos recientes de los archivos públicos, también es cierta la existencia 
de muchas otras fuentes que no pasan por las reglamentaciones gubernamentales como 
los archivos privados, los testimonios, las entrevistas, la historia oral, los medios de 
comunicación, las múltiples publicaciones de documentos oficiales o semioficiales, los 
acervos digitales, etc. La multiplicidad de fuentes lleva a la contraparte de la objeción, la 
superabundancia de información hace imposible abordarla.28 La Historia del presente, al 
igual que cualquier otra parcela historiográfica, parte de una selección y clasificación de 
sus fuentes, la dificultad de abordarlas es menos cuantitativa que cualitativa. 
Asimismo se le ha cuestionado a la Historia del Tiempo Presente su similitud e 
incluso confusión con otras disciplinas, en particular con la labor periodística. Jean 
Lacouture, periodista francés que en los años sesenta impulsó la publicación de una 
colección historiográfica denominada “La Historia Inmediata” en la que proponía hacer 
una historia de personajes vivos y acontecimientos recientes, prácticamente vividos por 
los lectores a los que estaban dirigidas las obras, señala algunas divergencias entre la 
investigación periodística y la histórica. Apunta que lo que constituye el punto débil de la 
primera “no es tanto la precipitación de su interpretación como la parquedad de sus 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
26 Julio Aróstegui. “La historia reciente o el acceso histórico a realidades sociales actuales”, en J. Rodríguez 
Frutos, (edit.) Enseñar historia. Nuevas propuestas. Barcelona, Laia, 1989. p. 43. 
27 Josefina Cuesta Bustillo, op. cit. p. 29. 
28 François Bédarida. op. cit. p. 24. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
25 
fuentes y la escasez de las verificaciones a las que puede proceder. Periodista no es tanto 
uno que trabaja deprisa como uno que maneja pocos hechos, observaciones y casos”.29 La 
historia del presente y el periodismo confluyen sin confundirse, aunque ambos trabajan 
sobre el mismo objeto, sus métodos de aproximación son diferentes. 
Otra crítica que se hace al historiador del presente es que, a diferencia del 
historiador tradicional, “debe analizar e interpretar un tiempo del cual no conoce ni el 
resultado concreto ni el final”.30 Al respecto Bédarida cuestiona: “¿es que el historiador 
no sabe que las construcciones históricas, por documentadas y bien trabadas que se 
encuentren, no son sino construcciones provisionales?”31 A pesar de lo inacabo que 
pudieran resultar sus conclusiones, es innegable el valor de numerosas obras dedicadas a 
lo muy contemporáneo, como Historia del siglo XX de Eric Hobsbawm. 
Pierre Nora ha planteado que “la historia del presente, parcela original, autónoma 
y específica de la historiografía, se caracteriza y diferencia de otras disciplinas o periodos 
históricos por la construcción del acontecimiento”.32 Los mass media o medios de 
comunicación de masas se constituyen como gestores del acontecimiento, ya que tienen 
la capacidad de resignificar los hechos y de suscitar reacciones en torno a ellos a escala 
mundial.33 El historiador inmediatista es reflejo y creador de acontecimientos. Ahora 
bien, la verdadera dificultad que supone el estudio del presente radica en la capacidad de 
abordar la aceleración de acontecimientos y situarlos históricamente. 
Finalmente, para completar nuestra definición destacaremos la descomposición 
semántica que realiza Hugo Fazio de los tres elementos que componen el término: 
historia, tiempo y presente. Debe considerarse como historia en cuanto que es un enfoque 
científico que pone énfasis en el desarrollo de los acontecimientos, situaciones y procesos 
sobre los que trabaja. Es tiempo en la medida en que se interesa por comprender la 
cadencia y la extensión diacrónica y sincrónica de esos fenómenos analizados. Y es 
presente, entendido como duración, como un registro de tiempo abierto en los extremos, 
es decir, que retrotrae a la inmediatez ciertos elementos del pasado (el espacio de 
experiencia) e incluye el devenir en cuanto expectativas o futuros presentes (el horizonte 
 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
29 Jean Lacouture. “La historia inmediata” en La nueva historia. Bajo la dirección de Jacques Le Goff, 
Roger Chartier y Jacques Revel. Bilbao, Mensajero, 1988. p. 334. 
30 François Bédarida, op. cit. p. 24. 
31Ibídem 
32 Citado en Josefina Cuesta Bustillo, op. cit. p.32. 
33 Ibídem. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 26 
 
de expectativa).34 
En conclusión, una definición amplia y más o menos clara, del concepto de 
historia del tiempo presente se explicaría en los siguientes términos: se trata de toda 
producción historiográfica que analiza acontecimientos enmarcados en el espacio de 
experiencia de las tres generaciones; pasiva, activa y expectativa, sin importar a cuál de 
las tres se pertenezca. La Historia del Tiempo Presente recupera y amplía el concepto de 
historia, como una ciencia no sólo del pasado, sino de las sociedades en el tiempo. Y 
abona a la historiografía un campo de estudio que se había descuidado por largo tiempo. 
 
1.2 Balance historiográfico sobre guerrilla y guerra sucia en México 
 
A continuación se presenta un balance general y bastante escueto de la historiografía que 
entorno a los temas de guerrilla y guerra sucia se han desarrollado en México, desde 
finales de la década de 1960 hasta las publicaciones más recientes. La decisión de incluir 
este balance historiográfico parte de dos razones. Por un lado, al ser estos dos temas, 
guerrilla y guerra sucia, susceptibles de análisis por la historiadel presente, es importante 
conocer qué es lo que se ha escrito entorno a ellos. Cabe aclarar que no toda obra 
realizada al calor de los hechos es una historia del tiempo presente, pues recordemos que 
para ser tal no sólo debe abordar acontecimientos actuales y procesos aún vigentes, 
además requiere de una metodología específica. Y por otro, conocer lo que se ha escrito 
sobre el tema de análisis de la presente investigación, el ataque al cuartel militar de 
Ciudad Madera, Chihuahua de 1965 efectuado por el Grupo Popular Guerrillero (GPG). 
Antes de explicar cuál fue el criterio empleado para clasificar las obras, se 
presentan algunas consideraciones sobre los conceptos de guerrilla y guerra sucia. El 
primero surgió en España con la invasión napoleónica de 1808, fue empleado para 
describir las acciones pequeñas, irregulares y poco ortodoxas que emprendían los restos 
del derrotado ejército español y los civiles armados contra el invasor francés.35 Eric 
Hobsbawm apunta que la guerrilla no es un fenómeno nuevo, sus orígenes se pueden 
rastrear en los “bandidos generosos” muy al estilo de un “Robin de los Bosques” que 
“roba al rico para dar al pobre”, presentes en cualquier sociedad campesina. Los recursos 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
34 Hugo Fazio. op. cit. p. 140. 
35 Jaime López. Diez años de guerrillas en México, 1964-1974. México, Editorial Posada, 1974. 157p. 
(Colección Duda Semanal 106). 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
27 
militares de las guerrillas, como los de los bandidos, son: un armamento elemental 
reforzado por un conocimiento detallado del terreno más difícil e inaccesible, una 
resistencia física superior a la del enemigo y, por encima de todo, la negativa a luchar en 
condiciones favorables al bando contrario, es decir, con las fuerzas concentradas y frente 
a frente. La principal arma de la guerrilla es la simpatía y el apoyo de la población local, 
sin ella está indefensa. A diferencia de los rebeldes primitivos, que se planteaban unos 
objetivos militares extremadamente modestos y limitados, el grupo guerrillero se 
propone tareas muy ambiciosas como el derrocamiento de un régimen político o la 
expulsión de una fuerza regular de ocupación, y sus alcances no pretenden ser locales, 
sino nacionales.36 
Por otro lado, se conoce como guerra sucia a las acciones que se realizan fuera de 
cualquier marco legal o declarado. El término es comúnmente utilizado para indicar 
situaciones de intervención de un ejército o de grupos paramilitares dirigidos contra la 
población civil, estas tácticas son empleadas por el poder establecido y regularmente se 
cometen crímenes de lesa humanidad, principalmente persecución política y 
desapariciones forzadas. En el contexto mexicano se designa como guerra sucia a la 
política represiva empleada para desarticular a los movimientos opositores al gobierno, 
en las décadas de 1960, 1970 y 1980. También es llamada guerra de baja intensidad 
porque involucra una participación reducida, selectiva y focalizada de las fuerzas 
armadas, no acurre así en una guerra abierta y frontal, en la que es necesario desplegar 
todos los elementos de que se dispone para evitar el avance enemigo, defender posiciones 
y asegurar el triunfo.37 
 
 Elementos para un concepto amplio de historiografía 
 
Al comenzar la búsqueda de obras historiográficas que abordaran los temas de guerrilla y 
guerra sucia, saltó de inmediato un serio problema: ¿qué textos son historiografía y cuáles 
no? La dificultad de incluir - y de excluir- obras que, si bien dan cuenta de la historia de 
la guerrilla mexicana, no presentan el formato profesional de un estudio historiográfico; 
su propósito es el ensayo político, la memoria personal, la denuncia, etc., me llevó a 
reflexionar sobre los modelos tradicionales de análisis histórico. Sí me concentraba 
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
36 Eric Hobsbawm. Revolucionarios. Ensayos contemporáneos. Barcelona, Crítica, 2010. 397p. 
37 Martha Patricia López Astrian. La guerra de baja intensidad en México. México, Plaza y Valdés/ 
Universidad Iberoamericana, 1996. 318p. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 28 
 
únicamente en las obras hechas propiamente por historiadores, el panorama se reducía 
significativamente, pues aunque en los últimos años ha aumentado el interés por estos 
temas, la producción es mínima en comparación con otros ámbitos, como el de la 
investigación periodística. 
En razón de lo anterior, considero algunos elementos para servirme de un 
concepto amplio de historiografía. En la clasificación tradicional, se asigna las 
minúsculas iniciales en las palabras historia e historiografía para dar cuenta del quehacer 
propio de esos ámbitos, es decir, historia como el “día a día” e historiografía como la 
escritura sobre el acontecer pasado. Y las mayúsculas iniciales para designar los estudios 
y el sentido de tales quehaceres; Historia como aquello que es significado mediante la 
palabra oral o escrita de ese “día a día” e Historiografía como el estudio de los escritos 
acerca del pasado. En ocasiones estas distinciones llevan a clasificaciones minuciosas que 
distinguen obras historiográficas de otras que no llegan a serlo. Álvaro Matute propuso en 
1982 el uso de la palabra “parahistoriografía” para referirnos a aquellos textos que con 
base en el pasado elaboraban ensayos o novelas sin la necesidad de aportar datos o 
fuentes. Siguiendo a J. E. Hexter, Matute cuestiona la posibilidad de clasificar obras a 
partir de las distintas tareas que se llevan a cabo con el pasado. Así, la compilación y 
publicación de documentos podría tratarse de una tarea “subhistoriográfica”, mientras 
que la disquisición sobre el proceso histórico sin apego a su exactitud no es sino una 
labor “suprahistoriográfica”. Los relatos que buscan aproximarse a lo que pudo haber 
ocurrido por vía de la imaginación son un ejemplo de “protohistoriografía”, y la crítica de 
trabajos históricos es un ejercicio “prohistoriográfico”.38 
Por su parte, Michel De Certeau emplea la palabra historia en el sentido de 
historiografía, y entiende por ella, la práctica (una disciplina), su resultado (un discurso) y 
la relación entre ambos.39 La operación historiográfica a la que se refiere De Certeau 
supone la relación entre los productos y los lugares de producción. Esto es, que involucra 
la combinación de un lugar social, de prácticas “científicas” y de una escritura. El lugar 
social no es otro que la(s) institución(es) del saber, (sitios contingentes como centros de 
investigación, universidades, academias, etc.), desde los cuales se realizan prácticas 
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38 Evelia Trejo. “¿Definir o delimitar la historiografía?” en La experiencia historiográfica . VIII Coloquio 
de análisis historiográfico. Rosa Camelo y Miguel Pastrana (eds.), México, Instituto de Investigaciones 
Históricas/ UNAM. 2009. p. 23-35. 
39 Michel De Certeau. La escritura de la historia. México, Universidad Iberoamericana, 2006. p. 67. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
29 
científicas (reglas y métodos a los que se deben ajustar las investigaciones) y que dan 
como resultado la escritura de textos históricos (los productos).40 La crítica de De Certeau 
es subrepticia: es ingenuo pensar que sólo lo que en una institución de saber se considere 
histórico puede serlo. 
 En el artículo “De la historia a la historiografía. Las transformaciones de una 
semántica” de Alfonso Mendiola y Guillermo Zermeño, se entiende por historiografía: 
“Todo acto reflexivo que se preocupa por descifrar los efectos (restos, residuos, vestigios, 
trazos) del pasado en el presente y viceversa”. Los autores llaman “una nueva 
historiografía” a aquella que se caracteriza por ser (auto)reflexiva, es decir, que como 
parte de su trabajo de investigación sobreel acontecer, da cuenta de cómo su propia 
observación “afecta” al pasado (delimitándolo, significándolo, etc.), y cómo a su vez es 
afectada por ese pasado (la forma en que ve al pasado no es ajena a cómo comprende el 
presente, o cómo éste ha influido en el interés por ese pasado). 41 
Considerando todo lo anterior, podemos ampliar el concepto de historiografía a 
toda operación analítica, que se presenta de forma escrita, sobre el acontecer y que 
conlleva una incesante e insoslayable relación entre pasado y presente. En el balance que 
a continuación se presenta, se incluyen bajo el título de historiografía, obras propiamente 
académicas, resultado de investigaciones realizadas desde el ámbito histórico, así como 
aquellos escritos hechos fuera de él. Los textos se dividieron en dos grandes bloques 
según su condición metodológica; por el tipo de fuentes empleadas y la manera en que 
son utilizadas, así como por la presencia de un aparato crítico sustentado (o en algunos 
casos por la carencia del mismo), y según su perfil temático; las ya tradicionales 
distinciones entre guerrillas rurales y urbanas y movimientos no armados que también 
sufrieron la represión estatal. Aunque la mayoría de las obras caben en más de una 
clasificación, se presentan de manera muy esquemática con la finalidad de mostrar 
patrones temáticos, metodológicos e interpretativos. El balance es parcial y sólo se 
reseñan algunas obras, la elección de las mismas parte de una función práctica: la 
adecuación a la clasificación que aquí se propone, es decir, se eligieron obras que 
representan claramente la categorización que se les asignó. Clasificación que por otra 
parte, no prende ser otra cosa más que una interpretación personal. 
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40 Michel De Certeau. “La operación historiográfica”, op. cit. p. 67-118. 
41 Alfonso Mendiola y Guillermo Zermeño. “De la historia a la historiografía.” México, Historia y Grafía, 
Universidad Iberoamericana, núm. 4, 1995. p. 245-261. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 30 
 
Un listado historiográfico más completo se incluye a modo de Anexo al final de 
esta investigación. El objetivo de presentar este balance historiográfico es muy simple: 
mostrar cómo a pesar de que éstos temas no han sido investigados en abundancia por 
historiadores (e incluso por otras ciencias sociales), es decir, aunque no hay una 
historiografía profesional, estos procesos han sido contados por periodistas, escritores, 
testigos y protagonistas, cuyos relatos, bien o mal, permiten dar cuenta de los 
acontecimientos. 
De manera más general, la producción historiográfica sobre guerrilla y guerra 
sucia puede clasificarse de acuerdo a la elaboración temática e interpretativa que surgió 
por décadas. En los años setenta estuvo marcada por la imposibilidad de acceder a 
archivos y por las severas críticas a las organizaciones guerrilleras y a sus reflexiones 
teóricas. En la década siguiente las investigaciones se orientaron hacia un estilo más 
académico, las temáticas se inclinaron hacia las guerrillas urbanas y la radicalización de 
algunos sectores universitarios. En los años noventa, el levantamiento del Ejército 
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el surgimiento de archivos como el del 
Centro de Investigaciones Históricas de los Movimientos Armados (CIHMA AC) 
reimpulsaron el estudio de la guerrilla mexicana. 42 La producción de la última década ha 
sido la más fructífera, las temáticas interpretativas se multiplicaron a la par de los 
señalamientos y exigencias al Estado mexicano para esclarecer muchos de los abusos y 
delitos cometidos. 
 
Clasificación metodológica 
 
En este primer bloque se ubican obras académicas, periodísticas, informes oficiales, 
testimoniales, literarias y tesis. La otra clasificación corresponde a las temáticas 
desarrolladas en la historiografía; guerra sucia, movimientos “legales”, los movimientos 
estudiantiles de 1968 y 1971, e “ilegales”, las guerrillas rurales y urbanas de los años 
sesenta y setenta y la segunda oleada de los noventa. La naturaleza de cada una de estas 
categorizaciones se explica en el apartado correspondiente. 
 
 
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42 Sergio Arturo Sánchez Parra. “La guerrilla en México: un intento de balance historiográfico.” Sinaloa, 
Clío, 2006, Nueva Época, vol. 6, núm. 35. p. 121-144. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
31 
* Obras académicas 
 
A esta categoría pertenecen obras elaboradas por profesionales y especialistas, resultado 
de investigaciones documentales, sustentadas en aparatos críticos y análisis objetivizados. 
Les he denominado académicas porque se producen desde el ámbito de la investigación 
profesional, realizados a partir de procedimientos metodológicos propios de las ciencias 
sociales, por lo que el rigor en el análisis incluye el manejo y confrontación de diversas 
fuentes; archivísticas, hemerográficas, bibliográficas y testimoniales. A continuación se 
reseñan cuatro obras, La charola. Una historia de los servicios de inteligencia en México 
de Sergio Aguayo, El enemigo interno. Contrainsurgencia y fuerzas armadas en México 
de Jorge Luis Sierra Guzmán, Del agrarismo armado a la guerrilla de los pobres: 
ensayos de guerrilla rural en el México contemporáneo, 1940-1974 de Marco Bellingeri 
y la obra colectiva Movimientos armados en México, siglo XX coordinada por Verónica 
Oikión Solano y Marta Eugenia García Ugarte. 
Sergio Aguayo en La charola. Una historia de los servicios de inteligencia en 
México43 estudia los cuerpos de seguridad nacional, establecidos por Lázaro Cárdenas en 
1938. Relata la historia de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) desde 1943, año de 
su creación, hasta su extinción en 1985 cuando se convirtió en lo que actualmente 
conocemos como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), así como las 
tareas de aniquilación de los movimientos opositores al gobierno. El autor hace hincapié 
en las acciones contrainsurgentes de 1968 y 1971 y contra el grupo de los Vikingos, 
conformado por jóvenes del barrio de San Andrés en Guadalajara que se sumó a la Liga 
Comunista 23 de Septiembre. Enfatiza el análisis del proceso de descomposición que 
sufrió la DFS que culminó con su desaparición en 1985 a raíz del involucramiento de 
varios funcionarios con el narcotráfico. Finaliza con una breve descripción del CISEN y 
hace una crítica a sus deficiencias estructurales. 
En un tenor similar a la obra de Sergio Aguayo se encuentra El enemigo interno. 
Contrainsurgencia y fuerzas armadas en México44 de Jorge Luis Sierra Guzmán, pues 
analiza las acciones contrainsurgentes que el gobierno mexicano emprendió durante las 
décadas de 1960 y 1970. El objetivo del autor es hacer una investigación sistemática 
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43 Sergio Aguayo Quezada. La charola. Una historia de los servicios de inteligencia en México. México, 
Raya en el Agua/ Grijalbo, 2001. 413p. 
44 Jorge Luis Sierra Guzmán. El enemigo interno. Contrainsurgencia y fuerzas armadas en México. 
México, Centro de Estudios Estratégicos de América del Norte, Universidad Iberoamericana, Plaza y 
Valdés, 2003. 342p. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 32 
 
sobre las Fuerzas Armadas mexicanas y la política contrainsurgente que adoptó el 
gobierno frente a la proliferación de movimientos subversivos a partir de la segunda 
mitad del siglo XX. El texto se divide en tres partes, en la primera relata el 
aniquilamiento de la primera ola guerrillera que conformaron los grupos surgidos desde 
1965 con el ataque al cuartel Madera en Chihuahua, hasta el decaimiento que sufrió en 
1982 la Liga Comunista 23 de Septiembre. La segunda, la dedica a la nueva ola 
guerrillera de los años noventa y las acciones contrainsurgentes que el gobierno 
implementó para combatir al Ejército Zapatista de LiberaciónNacional (EZLN) y al 
Ejército Popular Revolucionario (EPR) como el despliegue militar en Chiapas y la 
aplicación del Plan DN-2 en 1994. En la tercera parte, analiza el proceso de 
modernización de las Fuerzas Armadas y la fuerte influencia del pensamiento militar 
estadounidense en la conformación de una política contrainsurgente. El autor explica que 
tras la derrota de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, el gobierno norteamericano 
apostó por una estrategia contrainsurgente para contener la amenaza comunista que 
suponían la Unión Soviética, Cuba, China y otros países donde habían surgido brotes 
insurgentes, entre ellos México. La estrategia militar de Estados Unidos importada por el 
gobierno mexicano constaba de tres dimensiones: flexibilidad, movilidad y capacidad de 
maniobra. La primera consistía en mantener un criterio abierto en planes y operaciones, 
la segunda implicaba el uso de transportes aéreos y marítimos y la tercera la mayor 
concentración de fuerza en los puntos más débiles del enemigo. 45 De acuerdo con el 
autor, la implementación de esta tácticas en nuestro país desde la década de 1980, se 
tradujeron en la compra masiva de armamento y vehículos de combate a Estados Unidos 
y en la conformación de las primeras Fuerzas Especiales del Ejército. 
El investigador italiano Marco Bellingeri publicó en el año 2003 Del agrarismo 
armado a la guerrilla de los pobres: ensayos de guerrilla rural en el México 
contemporáneo, 1940-1974.46 Texto que consta de seis apartados en los que el autor 
analiza treinta y cuatro años de guerrillas rurales en nuestro país, desde el movimiento 
armado de Rubén Jaramillo (1940-1962) en Morelos, pasando por las guerrillas 
chihuahuenses y el salto al cuartel de Madera (1962-1968) hasta el aniquilamiento de los 
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45 Ibíd. p. 234-236. 
46 Marco Bellingeri. Del agrarismo armado a la guerrilla de los pobres: ensayos de guerrilla rural en el 
México contemporáneo, 1940-1974. México, Casa Juan Pablos/Secretaría de Cultura de la Ciudad de 
México, 2003. 272p. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
33 
alzamientos en Guerrero de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas (1960-1972), finalizando 
con la muerte de éste último en 1974. Cada uno de los casos analizados está dispuesto 
para ser leído con independencia de los demás, lo cual no significa que no ofrezcan una 
visión de conjunto de la guerrilla rural. Veinte años le tomó al autor completar la 
investigación de la obra sustentada en fuentes documentales y entrevistas, por lo que a 
manera de epílogo, señala la importancia de la apertura de los expedientes de la DFS y 
demás archivos que contienen información sobre los movimientos armados mexicanos. 
Bellingeri ofrece una interpretación más cargada a la explicación de lo social para 
comprender el desarrollo de los alzamientos rurales, los cuales no lograron representar un 
riesgo real para el gobierno mexicano, pero sí tuvieron fuertes impactos simbólicos, sobre 
todo en la conformación de las guerrillas urbanas. 
Otra obra significativa por la magnitud de su investigación es Movimientos 
armados en México, siglo XX,47 coordinada por Verónica Oikión Solano y Marta Eugenia 
García Ugarte. Los tres volúmenes que la componen son resultado del foro de discusión 
académica “La guerrilla en las regiones de México, siglo XX”, realizado en el Colegio de 
Michoacán en 2002. Mismo que tuvo un nivel de convocatoria inimaginado, pues logró 
reunir a más de un centenar de académicos y exguerrilleros. Las discusiones se 
cristalizaron en 28 artículos. 
El primer volumen titulado “Visiones y revisiones de la guerrilla en la primera 
mitad del siglo” está integrado por doce textos en los que se plasman revisiones 
historiográficas e interpretativas y se ofrecen visiones generales de la guerrilla a partir de 
aspectos como el impacto social y mediático de los movimientos armados, el desarrollo 
de las fuerzas Armadas y las implicaciones de la Guerra Fría en México. También se 
estudia el movimiento armado de Emiliano Zapata, diversos aspectos de la guerra 
cristera, del movimiento jaramillista y el tránsito de la candidatura opositora del general 
Miguel Henríquez Guzmán a los intentos rebeldes de los “Federacionistas Leales”. El 
volumen II “La guerrilla en la segunda mitad del siglo” consta de trece artículos en los 
que se presentan estudios de caso sobre las guerrillas como: el movimiento de Arturo 
Gámiz y Pablo Gómez en Chihuahua, la insurgencia regiomontana desde el movimiento 
de 1968 hasta la muerte de Eugenio Garza Sada, los movimientos guerrerenses de Genaro 
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47 Verónica Oikión Solano y Marta Eugenia García Ugarte (editoras). Movimientos armados en México, 
siglo XX. 3 vols. Zamora/México, El Colegio de Michoacán/ Centro de Investigaciones y Estudios 
Superiores en Antropología Social, 2006. 
HISTORIA DEL TIEMPO PRESENTE 34 
 
Vázquez y Lucio Cabañas, algunos de los grupos que la integraron la Liga Comunista 23 
de Septiembre, la formación de la guerrilla urbana en Ciudad Juárez, la guerrilla en 
Hidalgo y la transición del Movimiento de Acción Revolucionaria al EPR. También se 
incluyen dos artículos sobre fuerzas armadas y contrainsurgencia, otros dos sobre la 
participación de las mujeres en los movimientos armados y cierra con un estudio sobre 
las redes de solidaridad entre las guerrillas mexicana y salvadoreña.48 El tercer y último 
volumen “Los movimientos de las últimas décadas” lo componen tres artículos en los que 
se analiza algunos movimientos en el sureste del país; el “neozapatismo”, la guerrilla 
chiapaneca en la frontera guatemalteca y los procesos de violencia y militarización en la 
región de la Montaña de Guerrero. Pese a la vastedad de temas e interpretaciones la obra 
representa más un primer acercamiento académico al estudio de la guerrilla, que una 
historia global de los movimientos armados contemporáneos en México. En palabras de 
sus coordinadoras, la gran virtud del libro “radica en integrar el tema a la historiografía 
del siglo XX, dándoles nombre y rostro a los actores sociales, es decir, restituyendo su 
actuación dentro de la memoria histórica”.49 
 
* Textos periodísticos 
 
A este rubro pertenecen aquellas obras cuyo análisis metodológico parte de la 
investigación periodística. A diferencia de los estudios académicos, en este tipo de obras 
el manejo y la exhaustividad de las fuentes es menor, el aparato crítico no siempre 
contiene referencias precisas aunque en la mayoría de los casos recurren a la 
investigación documental, el testimonio oral ocupa igual o mayor importancia que la 
fuente escrita. Tienden más hacia el ensayo político por lo que la opinión de los autores 
está mucho más presente, especialmente al momento de señalar y denunciar las 
arbitrariedades cometidas por el Estado. Su forma narrativa es mucho más sencilla, e 
incluso amena, por lo que tienen una mayor recepción en el público no especializado. Los 
cuatro textos que a continuación se reseñan fueron realizados por periodistas, Diez años 
de guerrillas en México, 1964-1974 de Jaime López, Los patriotas: de Tlatelolco a la 
guerra sucia de Julio Scherer y Carlos Monsiváis, México armado, 1943-1981 de Laura 
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48 Pedro Salmerón. Reseña de “Movimientos armados en México, siglo XX, 3 v." de Verónica Oikión 
Solano y Marta Eugenia García Ugarte (eds.), en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de 
México, núm. 32, julio-diciembre, 2006, pp. 158-161. 
49 Verónica Oikión Solano y Marta Eugenia García Ugarte, op. cit. p. 21. 
HISTORIOGRAFÍA SOBRE GUERRILLA Y GUERRA SUCIA EN MÉXICO 
 
35 
Castellanos y El general sin memoria. Una crónica de los silencios del ejército mexicano 
de Juan Veledíaz. 
En 1974 se publicó Diez años de guerrillas en México, 1964-1974.50

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