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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN ARTES Y DISEÑO FACULTAD DE ARTES Y DISEÑO El diseño más allá de su función comercial. El caso de los artistas Pierre et Gilles TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE DOCTOR EN ARTES Y DISEÑO PRESENTA: MIGUEL ÁNGEL AGUILERA AGUILAR TUTOR PRINCIPAL: DR. ANTONIO SALAZAR BAÑUELOS (FAD) COMITÉ TUTOR: Dra. Laura Casteñeda García (FAD) Dra. Mercedes Sierra Kehoe (FAD) SINODALES: Mtra. Laura Corona Cabrera (FAD) Dr. Eugenio Garbuno Aviña (FAD) México, D. F. Junio 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS Reconozco que soy un privilegiado al que se me ha permitido crecer, apreciar y compartir lo que esta vida me ha dado. Agradezco en especial a mi familia, parte fundamental en mi recorrido, a quienes quiero y valoro por el cariño incondicional que siempre me brindan. A mis sobrinos nietos Patricio y Matías. A mis sobrinos Diana, Mariana, Ana Belén, José Miguel, Alejandro y Jorge. A mis hermanos Carlos, José Antonio y Jorge. A mis cuñadas Tita y Caty. A mis tías Lupe y Chelo y a mis primas Irma y Chelito. _________________________________________________________________________ A la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México y a las autoridades de la Institución y del Posgrado, reconozco la oportunidad que me otorgaron al participar en la primera generación del programa doctoral. A mi Sínodo: A la Dra. Laura Castañeda García A la Dra. Mercedes Sierra Kehoe A la Mtra. Laura Corona Cabrera Al Dr. Eugenio Garbuno Aviña Al Dr. Antonio Salazar Bañuelos, Tutor principal, por su valiosa participación, asesoría, recomendaciones e ideas, y quien me condujo con paciencia en esta aventura, proceso esencial en mi trayectoria profesional y docente. Todos ellos profesionales que aportaron con sus atinados comentarios a esta tesis, siempre tendrán mi gratitud por su inapreciable intervención. _________________________________________________________________________ Al Dr. Iván Mejía Rodríguez por recomendar importante información, bibliografía e imágenes, con lo que se enriqueció el acervo documental de la investigación. A la Mtra. Ivonne López Martínez por su gran apoyo en la corrección de estilo de este documento. Al D.G. Sergio Alfonso Martínez por el imaginativo diseño editorial de la tesis. A la D.G. Julieta Navarrete García por la excelente limpieza de mis imágenes fotográficas aquí incluidas. _________________________________________________________________________ A todo este equipo de profesionales que me honran con su amistad, mi reconocimiento… Miguel Ángel ÍNDICE Introducción .................................................................................................................7 CAPÍTULO 1 BREVE INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE PIERRE ET GILLES 1.1. Pierre et Gilles .......................................................................................11 1.2. Estética y arte de Pierre et Gilles: ¿Kitsch o Neo-barroco? ..................17 1.3. La dimensión multicultural en la obra de Pierre et Gilles .....................23 CAPÍTULO 2 EL DISEÑADOR COMO ARTISTA… Y VICEVERSA 2.1. El diseño gráfico desde la industria y la publicidad ..............................33 2.2. El diseñador desde el arte ......................................................................43 2.3. La unión del arte y el diseño .................................................................48 CAPÍTULO 3 SOBRE EL ROL CULTURAL DEL DISEÑADOR 3.1. Rol comercial y rol cultural en Pierre et Gilles .....................................57 3.2. Los mitos que separaban arte de diseño ................................................60 3.3. La ilusoria división entre el arte comercial y el gran arte .....................71 CAPÍTULO 4 LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA DEL DISEÑADOR 4.1. El retrato en Pierre et Gilles ...................................................................79 4.2. Fotografía de estudio, intervenida y fotomontaje ..................................84 ANEXO: Producción personal ......................................................................................................99 Conclusiones .................................................................................................................109 Fuentes de consulta ......................................................................................................119 6 Pierre et Gilles en el siglo XXI 7 INTRODUCCIÓN Predomina, en la mayoría de nuestros diseñadores, la falacia de que su disciplina es una la- bor meramente comercial e industrial, o, por el contrario, excesivamente “artística”. Incluso, hay que reconocer, que los estudios del diseño gráfico en nuestra Universidad —por no de- cir en nuestro país—, sólo abarcan los aspectos técnico-formales, y comerciales del diseño. Ciertamente, el diseño es una actividad cuya función es promocionar productos, servicios o mercancías; sin embargo, es un exceso pensar que el diseñador es un empleado calificado al servicio de los caprichos de su cliente, aunque tampoco es tan libre como pudiera gustarnos pensar. Más bien, hay una serie de negociaciones, ya que, afirmamos, un diseñador es dueño absoluto de su creatividad, pues también es un artista que opera en esa área y puede moverse entre el terreno de la publicidad pero también en el mundo del arte. La ilusoria división entre el rol del diseñador y del artista, ha sido hecha añicos precisamente por diseñadores que se desplazan al mundo del arte y por artistas que gracias a las posibi- lidades del diseño gráfico han enriquecido la misma práctica artística de los últimos años. Sólo por recordar algunos ejemplos, podemos mencionar a Andy Warhol, Barbara Kruger, Guerrilla Girls, Matt Mullican, Jenny Holzer, Peggy Diggs, Oliviero Toscani, David Ávalos, Material Group, Ne Pas Plier, Richard Prince, Daniele Buetti, Daniel Pflumm, y Pierre et Gilles, entre muchos otros. Precisamente, a partir del estudio de estos dos últimos artistas, Pierre et Gilles, desplega- remos aquí un estudio donde argumentemos que es necesario darle la confianza a nuestros diseñadores y estimularlos a adentrarse en el mundo artístico sin tener que sacrificar su lugar en el ámbito comercial, que es igualmente importante. Más bien, sugeriríamos un desplaza- miento sin complejos entre el mundo comercial, la cultura, y el mundo del arte, para escapar de las ilusiones disciplinarias. A estas alturas, se ha escrito demasiado sobre el trabajo de Pierre et Gilles, pues ya son 35 años de ininterrumpida carrera. Sin embargo, no se ha dicho todo. Aquí nos aventurare- mos a explorar problemáticas insuficientemente abordadas en la obra de estos artistas. La presente investigación: El diseño más allá de su función comercial. El caso de los artistas 8 Pierre et Gilles, no se tratará de un análisis —como suele hacerse frecuentemente— de los elementos formales del diseño (composición, color, elementos visuales, etc.) sino de una problemática más compleja y por lo mismo más atrayente. Es decir, de las dimensiones ideológicas de su obra. Se trata pues, de observar y comprender la relación híbrida entre diseño gráfico y arte, a partir de la obra de estos artistas franceses que demuestranque el diseño gráfico no se limita a una efectiva composición, sino que el mismo ejercicio del diseño gráfico —que incluye texto, manipulación digital, ilustración, fotografía pintada, fotomontaje y otros recursos visuales— pueden hacer de él una verdadera obra de arte. Lo anterior con el objetivo de subrayar la necesidad de repensar el diseño como una actividad particular, que si bien con- juga los aspectos económicos, técnicos, funcionales y estéticos, hoy por hoy, el diseñador gráfico es un creador o un artista que opera como un agente cultural que utiliza los medios publicitarios, y no al revés. La investigación está estructurada en cuatro capítulos y un anexo que se desarrollan como a continuación explico: En el Capítulo 1, Breve introducción a la obra de Pierre et Gilles, hablaremos, en términos generales, sobre Pierre et Gilles y su trabajo como artistas y como diseñadores. Lo cual se ha desplegado a largo de la investigación. Se trata de un capítulo introductorio que resulta fundamental para abrir la presente tesis. Por ello, este apartado se subdivide en: 1.1. Pierre et Gilles; 1.2. Estética y arte de Pierre et Gilles: ¿Kitsch o Neo- barroco? y 1.3. La dimensión multicultural en la obra de Pierre et Gilles. El Capítulo 2 se titula El diseñador como artista… y viceversa, el cual contiene tres subapar- tados: 2.1. El diseño gráfico desde la industria y la publicidad; 2.2. El diseñador desde el arte; y 2.3. La unión del arte y el diseño. En tanto, el Capítulo 3 se denomina: Sobre el rol cultural del diseñador, y se subdivide en: 3.1. Rol comercial y rol cultural en Pierre et Gilles; 3.2. Los mitos que separaban arte de diseño; y, 3.3. La ilusoria división entre el arte comercial y el gran arte. Finalmente, el Capítulo 4, titulado La producción artística del diseñador, también se divide en dos puntos para cerrar la investigación: 4.1. El retrato en Pierre et Gilles; y 4.2. Fotografía de estudio, intervenida, y fotomontaje. Agrego un Anexo, al que podemos titular: Producción personal, donde precisamente, incluyo mis obras digitales, que dan cuenta de las posibilida- des aprovechadas por la influencia del trabajo de los artistas/diseñadores: Pierre et Gilles. A través de este mapa, iremos reflexionando sobre la tensión entre el arte y el diseño, re- cordando algunos momentos en que el arte y el diseño se han encontrado en la historia para finalmente ser cómplices en la contemporaneidad. Pero también, a la hora de referirnos a 9 ejemplos concretos, es decir a las obras, hablaremos de las dimensiones ideológicas que hay en ellas, como problemáticas de género, raza, o multiculturalismo. Sin olvidar, desde luego, las cuestiones estéticas, como lo kitsch, lo neobarroco, conceptos que iremos revisando a lo largo de la investigación. Pierre et Gilles, Dans le port du Havre (En el puerto de Le Havre), 1996. Modelo: Frédéric Lenfan 10 Pierre et Gilles, Mercure (Mercurio), 2001. Modelo: Enzo Junior 11 CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN A LA OBRA DE PIERRE ET GILLES 1.1. Pierre et Gilles Paralelamente a los más de treinta y cinco años de ininterrumpida producción visual, se han escrito, por todo el mundo, biografías oficiales y no oficiales, anécdotas, notas periodísticas, catálogos, libros y blogs, sobre la peculiar historia de los artistas franceses Pierre et Gilles. No es mi intención reescribir aquí una biografía más; me interesa, más bien, recuperar al- gunos datos elementales sobre estos artistas para tenerlos a la mano y poder ubicarlos con relación al objetivo de esta investigación, que es revisar el diseño más allá de su función comercial y su relación con el mundo del arte. Ambos artistas nacieron en Francia. Pierre Commoy en el año 1950;1 siendo adolescente estudió fotografía en Ginebra. A los 24 años, en 1974, se traslada a París para trabajar como fotógrafo para revistas como “Depeche Mode”, “Rock & Folk”, e “Interview”. Por su parte, Gilles Blanchard nació en 1953. Se licencia en la Escuela de Bellas Artes de Le Havre (su pueblo natal). También, en 1974 Gilles se va de Le Havre para instalarse en París, trabajando como ilustrador para revistas y publicidad.2 Después de dos años, en los que ambos artistas se movieron en círculos concéntricos, un amigo en común los presenta en una inauguración de la Kenzo boutique en 1976, a la que fueron invitados por sus vinculaciones con el mundo de la publicidad y la moda.3 Ese mismo año comienza la historia emocional y profesional de Pierre et Gilles. Su primera serie de fotografías pintadas en conjunto fue: Grimaces (Muecas), de 1977. Poco 1 Sobre la información de la biografía y la historia de Pierre et Gilles, se pueden consultar sus catálogos, el que me pare- ció más completo es el de editorial Taschen, titulado: Pierre et Gilles, Double Je, 1976-2007, escrito por: Paul Ardenne, París, 2007. 2 Cfr. Ibidem. 3 Ibidem. 12 después realizaron la imagen que dio a conocer su estilo: un retrato de Iggy Pop, en el que puede observarse cierta influencia de Andy Warhol, a quien conocieron personalmente me- diante la revista Interview, y por el movimiento Pop.4 A partir de ese momento, Pierre et Gilles deciden combinar sus técnicas y sus estilos, creando una fusión entre fotografía, ilustración, y arte pop. Mientras Pierre realiza los retratos, Gilles retoca pintando, dando esos acabados que los caracterizan, por su gran impacto visual y pre- ciosismo que los dio a conocer tanto en el mundo del arte como en el terreno de la publicidad. Después de más de treinta años de intenso trabajo, Pierre y Gilles siguen la misma estrategia: “Los dos imaginan primero la idea, después realizan los borradores preliminares y buscan el modelo. Después crean un marco específico para la imagen. Habiendo sido retocada a mano la imagen, ningún otro ejemplar puede ser realizado”.5 Sin embargo, su labor no es para nada, rutinaria ni sencilla, sus fuentes de inspiración son varias y múltiples. Además, su trabajo no se trata de manipulación digital o photoshop, todo está retocado a mano, y para decirlo de manera correcta, son fotografías pintadas. Como podremos apreciar, su estética encuentra su origen tanto en lo más profundo de la his- toria del arte, como en la cultura e imaginería popular contemporánea. Pensemos por ejemplo, 4 Recordemos que entre las características del Pop, éste se define por la recuperación de los íconos populares y por la utili- zación de colores primarios. 5 Ho Hing-Kay, Oscar; “Le plaisir populaire de Pierre et Gilles” en el catálogo de la exposición: Pierre et Gilles rétrospec- tive, MOCA, Shanghai, 2005, p. 13. Fig. 2) Pierre et Gilles Iggy Pop, Fotografía y pintura, 156 x 130 cm. 1977. Fig. 1) Laurence Sudre Pierre et Gilles; fotografía en blanco y negro, 1985. 13 que su obra se entiende en relación a conceptos como la exuberancia, el barroquismo, los de- corados kitsch de plástico, las poses manieristas de sus modelos, mezclados con una estética más amplia que se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XX, pero también la estética de la cultura queer o los movimientos gay, hasta el estilo de diseñadores como Jean-Paul Gaultier, con quien comparten el gusto por la iconografía marinera. Términos, todos ellos, que iremos explicando en determinado momento. También, los artistas se inspiran en la música, el cine y la televisión, la mitología griega, el arte religioso, las diferencias estilísticas que producen diversas culturas, el burlesque o el cabaret francés. Todo ello, mezclado con los íconos religiosos, o lo que encuentran en sus viajes a Asia; lo cual se ve reflejado, por ejemplo, en sus series dedicadas a Laos y Tailandia. Incluso, al regreso de un viaje que realizaron a la India, comenzaron a trabajar en temas reli- giosos y mitológicos de esos países.6 Todo este bagaje cultural, aunado a su inagotable imaginación y producción, ha hecho al dueto obtener entre muchos otros galardones,el Gran Premio de Fotografía de París en 1993. Y en los años posteriores su carrera ha sido una secuencia de éxitos y reconocimientos, relevando a Warhol como los retratistas de la corte, de famosos, estrellas de la música y celebridades como Nina Hagen, Kilye Minogue, Marilyn Manson, Jean-Paul Gaultier, Catherine Deneuve, Paloma Picasso, Dita von Teese o Rossy de Palma, Adrielle Donbasle o Madonna, entre muchos otros. En cada una de sus obras, de grandes dimensiones, fondos desenfocados y escenarios de fan- tasía y colorido Pop, consiguen conferir un carácter único y exclusivo. Construyen retratos intencionadamente artificiosos, poblados de brillantes lentejuelas y luces de neón, que pare- 6 Ibidem. Fig. 3 Izq.) Pierre et Gilles, Legend (Leyenda), Modelo: Madonna, Fotografía pintada, 142,5 x 113 cm. 1995. Fig. 4 Der.) Pierre et Gilles, Extase (Ekstasis), Modelo: Arielle Dombasle, Fotografía pintada, 115 x 93,7 cm. 2003. 14 cen poseer cierta ambigüedad entre encanto, erotismo y provocación. Otra marcada influen- cia estética para Pierre et Gilles, es la obra de los artistas ingleses Gilbert & George; pero sobre todo del fotógrafo y cineasta James Bidgood.7 Como podemos ver en algunas imágenes que inserto aquí, las fotografías de Bidgood, mues- tran elaborados escenarios relacionados con el mundo de la escenografía, el teatro, la moda, el diseño y las bellas artes; el deseo, el preciosismo, la fantasía, el homoerotismo sin ningún tipo de tabú —y que con el paso del tiempo se ha inscrito en el imaginario colectivo. En de- finitiva, la obra de James Bidgood, causó un impacto profundo en la obra de Pierre et Gilles. Pero cabe aclarar que más que un plagio de su estética, corresponde a una pauta cultural, a una estrategia artística que conocemos por el nombre de “apropiacionismo” la cual practi- caron muchos artistas desde los años 80.8 Como recordaremos, el término apropiacionismo se refiere al uso de elementos –ya hechos–, tomados para la creación de una nueva obra, sea pintura, escultura o incluso poesía.9 7 Fotógrafo y cineasta americano, que estuvo activo en los años 60 en Nueva York, y su obra quedó a la sombra de Pierre et Gilles. 8 Apud en: Martín Prada, Juan. La Apropiación Posmoderna: Arte, Práctica apropiacionista y Teoría de la Posmodernidad. Fundamentos, España, 2001, pp.14-36. 9 Ibidem. Fig. 5 Izq.) James Bidgood, Still de “Pink Narcissus”, 1971. Fig. 6 Der.) Pierre et Gilles, En el puerto de Havre. El niño Fréderic, Fotografía pintada, 1998. 15 Los elementos tomados en el apropiacionismo pueden ser imágenes, formas o estilos de la historia del arte o de la cultura popular, o bien materiales o técnicas obtenidas de un contexto no artístico. La obra puede alterar, o no, la obra original. Pero el término también se refiere más específicamente al hecho de citar la obra de otro artista para crear una nueva obra,10 como sucede en este caso de James Bidgood citado por Pierre et Gilles. Merece la pena detenernos en esta estrategia. El apropiacionismo se utilizó por artistas como Sherrie Levine, como el tema central de su trabajo artístico. Levine desafió las ideas de ori- ginalidad, llamando la atención en las relaciones entre el poder, el género, la creatividad, el consumismo y el valor de los productos, las fuentes y usos sociales del arte. Levine jugó con el concepto de «casi igual». Por su parte, el artista Richard Prince fotografiaba anuncios pu- blicitarios, como el de los cigarrillos Marlboro, o imágenes de fotoperiodismo.11 10 Ibidem. 11 Ibidem. Fig. 7 Izq.) James Bidgood, still de Pink Narcissus (Bobby Kendall), 1971. Fig. 8 Der.) Pierre et Gilles, Enzo, Pintura sobre fotografía, 50.5 x 70 cm. 2000. Fig. 9 Izq.) James Bidgood, Torero, still de “Pink Narcissus” (Bobby Kendall), 1971. Fig. 10 Der.) Pierre et Gilles, Le toreador, (El torero) (Mario Tafforeau) fotografía pintada, 79,7 x 70,3 cm. 1985. 16 En general, los apropiacionistas abordaron aspectos estéticos de la cultura y la sociedad del siglo XX.12 Incluso, el artista Joseph Kosuth se apropió de imágenes para analizar temas de filosofía. Otros artistas como Jeff Koons13, Barbara Kruger, Greg Colson y Malcolm Morley también llevaron a cabo estrategias de apropiacionismo. De hecho, esta práctica artística a menudo ha generado problemas o discusiones en cuanto a la gestión del copyright,14 y mu- chos otros artistas contemporáneos se han enfrentado a problemas legales de esta índole.15 12 Ya en los años 50 y 60 del siglo XX, Andy Warhol se enfrentó a una serie de demandas judiciales por las fotografías que utilizaba en sus serigrafías. Patricia Caulfield, fotógrafa, había hecho unas fotos a unas flores para una revista, y en 1964 Warhol forró las paredes de la galería de arte de Leo Castelli en Nueva York con reproducciones serigrafiadas de la fotografía de Caulfield. Después de ver un cartel de su trabajo en una librería, Caulfield reclamó la propiedad de la imagen. Warhol consiguió llegar a un acuerdo fuera de los juzgados, dando a Caulfield, dos pinturas. Por otro lado, la famosa pintura Latas de sopa Campbell de Warhol, por lo general no es considerada como una infracción de los derechos de autor, a pesar de verse claramente la lata, porque obras de arte y latas de sopa no son competencia directa, según el abogado Jeroni Gibson, experto en marcas. 13 Estados Unidos es el país donde se han generado más denuncias y juicios al respecto. Incluso, la jurisprudencia de aquel país, marca la división entre obras de transformación y obras derivadas. Por ejemplo, Jeff Koons se ha enfrentado a cuestiones de derecho de autor debido a su trabajo. El fotógrafo Art Rogers presentó una demanda en contra de Koons por infracción de derechos de autor en 1989. La obra “Cadena de cachorros” era una reproducción en tres dimensiones de una fotografía en blanco y negro de Rogers que Koons había visto en una tarjeta de felicitación comprada en un aeropuerto. El artista alegó fair use y parodia en su defensa, pero Koons perdió el caso. En octubre de 2006 Koons ganó otro juicio utili- zando el argumento del fair use. Por una comisión formada por siete expertos en pintura del Museo Guggenheim de Berlín, Koons se basó en parte de una fotografía tomada por Andrea Blanch llamada Silk Sandals by Gucci y publicada en agosto de 2000 en la revista Allure. Koons tomó la imagen de las piernas y sandalias de diamantes de la foto (omitiendo otros detalles de fondo) y la utilizó en su pintura Niágara, que también incluye otros tres pares de piernas de mujer colgando sobre un paisaje surrealista. En su presentación ante la corte, el abogado de Koons, John Koegel, dijo que Niágara era una obra de arte completamente nueva. El juez encontró que esta obra hacía un «uso transformador» de la fotografía de Blanch, por lo que no sustituía o duplicaba el objetivo de la original, escribió el juez, «pero lo utiliza como materia prima en una nueva manera de crear nueva información, nuevas estéticas y nuevas ideas.» Moscoso del Prado; Los creadores visuales ante la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Volumen VIII de Arte y Derecho. Trama Editorial. 2007, p. 200. 14 Moscoso del Prado; Los creadores visuales ante la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Volumen VIII de Arte y Derecho. Trama Editorial. 2007, p. 200. 15 En los últimos años, en el año 2000, la escultura “Himno” de Damien Hirst, que Charles Saatchi había comprado en un contrato de £ 1m) se exhibió en la exposición Ant Noises de la Saatchi Gallery.11 Hirst fue demandado por violación de derechos de autor sobre esta escultura. Hirst había ampliado a 6 metros de altura y seis toneladas de peso un juego de anatomía hecho por una empresa de juguetes, que le denunció. Hirst pagó una suma no revelada a dos organizaciones bené- ficas, Children Nationwide y Toy Trust en un acuerdo realizado fuera de los juzgados. Información tomada de: Lotófago. Revista digital de Arte (ed.):«Retrato del artista como marca Damien Hirst». The Economist, London, 2001. Hasta donde me fue posible investigar Pierre et Gilles no han sido demandados por copyrigth. Fig. 13) James Bidgood, still de “Pink Narcissus” (Bobby Kendall), 1971. Fig. 11) James Bidgood, still de “Pink Narcissus” (Bobby Kendall), 1971. Fig. 12) Pierre et Gilles, Eiffel Blossom (Florecer en Eiffel) (Jean-Paul y Andréas) fotografía pintada. 17 No es el caso de Pierre et Gilles, ya que más que una apropiación se trata de una influencia, de un homenaje de los artistas a James Bidgood. Por otro lado, la obra de Pierre et Gilles suele calificarse de “kitsch”. En tanto que esta pa- labra se utiliza para referirse al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente, o para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de mal gus- to.16 Porque, según esta mirada, lo kitsch es una imitación estilística de formas de un pasado histórico prestigioso o de formas y productos característicos de la alta cultura moderna, ya socialmente aceptados y estéticamente consumidos.17 Ciertamente, podríamos estar de acuerdo en que el trabajo de Pierre y Gilles es kitsch, pero ello no termina de explicar la carga cultural y estética contenida en su obra, me parece que su obra corresponde más a lo que Omar Calabrese denomina como “neobarroco”.18 Me permi- tiré, a continuación, revisar los conceptos de “kitsch” y de “neobarroco”, para avanzar en la comprensión de la obra de estos artistas/diseñadores. 1.2. Estética y arte de Pierre et Gilles: ¿Kitsch o Neo-barroco? Hoy, se utiliza a diestra y siniestra el término kitsch para designar cualquier cosa que se con- sidera de “mal gusto”, vulgar, etc. Pero detrás de esta palabra hay algo mucho más complejo de lo que suele pensarse en primera instancia. Incluso ha habido una fuerte discusión sobre dicho concepto. El término kitsch se discutió durante la segunda mitad del siglo XX por muchos teóricos y críticos del arte; sin embargo, el origen de la discusión lo encontramos en los años de 1930, por dos teóricos, el norteamericano Clement Greenberg19 y por el alemán Theodor Adorno.20 Ambos, concibieron el movimiento avant-garde —que representaba la alta cultura—, en contraposición al kitsch (la “baja cultura”). En aquella época, el mundo del arte percibía la popularidad del kitsch como un peligro para la cultura. El filósofo Theodor Adorno concebía kitsch en términos de lo que él llamaba “industria cultural”,21 donde el arte es controlado y planeado más por las necesidades del mercado que por una necesidad intelectual, y destinado a un pueblo educado para aceptarlo sin cuestionar- 16 Theodor Adorno, aborda ampliamente el término kitsch en The Culture Industry (2001). Routledge. pp. 24-65. 17 Ibidem. 18 Calabrese, Omar, La era neobarroca, Madrid: Cátedra, D.L. 1989. 19 Clement Greenberg discute el término kitsch en: Greenberg, Clement; Art and Culture. Beacon Press, 1978. Y en Green- berg, Clement; Avant-Garde and Kitsch, Partisan Review, 1939. 20 Como anteriormente mencioné, Theodor Adorno, aborda el kitsch en The Culture Industry. (2001). Routledge. 21 Vid. Adorno, Theodor. Op. Cit. 18 lo. Lo cual, es un “arte” comercializado, que no cambia, formalmente repetitivo, mercanti- lizado, y que sirve para dar a la audiencia un poco de entretenimiento y algo que mirar para entretenerse. En este sentido, el arte, según Adorno, debe ser subjetivo, cambiante, reflexivo, y orientado para cuestionar las estructuras del poder, en lugar de reproducirlas. Si miramos la obra de Pierre et Gilles bajo esta lógica, ciertamente podríamos pensar que se trata de entretenimiento para las masas; pero hemos visto anteriormente que su obra tiene un bagaje cultural muy amplio; además, la contaminación de disciplinas es un hecho ya asimi- lado desde la posmodernidad, lo que representa la disolución de las falsas divisiones entre alta y baja cultura. Incluso, la época presente se define por la caída de las jerarquías y los elitismos culturales. Por ello, el término kitsch para identificar el trabajo de Pierre et Gilles no termina de explicar su producción. Es posible verlo de otra manera. Pienso que es más apropiado utilizar el término “neo-barroco” para comprender mejor su obra. Cabe entonces preguntarnos: ¿Cuál sería la diferencia entre kitsch y neobarroco? Pues bien, mientras para Greenberg y Adorno el kitsch es “parodia de la catarsis”, o “parodia de la conciencia estética”, para el pensador italiano Omar Calabrese el “neobarroco” afirma el exceso y la discordancia, diluyendo la frontera entre el buen y el mal gusto. El “neobarroco” —explica Calabresse—, es una modalidad de la estética posmoderna, que se caracteriza por la recargazón, es decir la pauta de la exuberancia.22 22 Calabrese, Omar, Op. cit. p. 57. Fig. 14) Pierre et Gilles, Un autre matin, (Otra mañana), fotografía pintada, 137,8 x 169,8 cm. 2008. 19 Calabrese identifica una serie de rasgos y constantes estilísticas que caracterizan al neo- barroco posmoderno: límite y exceso, desorden y caos, ritmo y repetición, inestabilidad y metamorfosis, detalle y fragmento, nodo y laberinto, complejidad y disolución, y distorsión y perversión.23 Tales rasgos son observados ya sea en las obras de arte más complejas como en fenómenos aparentemente banales como el graffitti, el tatuaje, el piercing, elementos que utilizan muchos de los modelos de Pierre et Gilles. En este tipo de obras neobarrocas, lo kitsch es reivindicado. Lo popular o las manifestaciones de “las masas”, son exaltados. La estética del movimiento punk, o los comics, por ejemplo. Se trata de creaciones culturales de un orden diferente que representa una transgresión de los discursos tradicionales, conservadores, y de “alta cultura”. Lo cual da lugar a lo heterogéneo, otra característica de lo neobarroco. Así, el neobarroco consiste en la combinación entre distintos estilos, por ejemplo, la estética de las tribus urbanas, con la moda o alta costura, con el arte y la cultura de masas. Y no sólo Calabrese ha hecho este tipo de observaciones. Desde mediados de los años ochenta han sido muchos los autores, por ejemplo, Jean Baudrillard,24 que al ensayar un modelo de definición de la cultura contemporánea utiliza el término “neobarroco”. 23 Cfr. Ibidem. pp. 35-40. 24 Por ejemplo: Baudrillard, Jean, La ilusión y la desilusión estéticas, Caracas, Monte Ávila, 1977, o Cultura y simulacro. Barcelona, Cairos, 1987. Fig. 15) Pierre et Gilles, Le chant dy cygne (El canto del cisne), fotografía pintada. 130 x 162 cm. 20 Autores que nos advierten que lo neo-barroco no debe verse como un retorno al estilo de los siglos XVII y XVIII, sino como una categoría estética, como una forma de organización cultural con estrategias de representación propias; una metáfora cultural de nuestro tiempo, que retoma y redefine —a veces de un modo contradictorio— comportamientos estéticos y socioculturales yuxtapuestos con otras categorías culturales que se vienen desarrollando desde la antigüedad clásica hasta nuestros días, como la fascinación por el cuerpo humano. Desde un punto de vista formalista, se podrían considerar “neobarrocas” las obras en que domina la ornamentación, el impulso alegórico, la tendencia al exceso, a lo dionisiaco, a lo grotesco, a la máscara y al travestismo. Ahí entrarían desde luego las obras de Pierre et Gilles, como también las de Mathew Barney, Erwin Olaf o Fabian Marcaccio. Hay otras obras que podríamos considerar conceptualmente neobarrocas, tal es el caso de las extraor- dinarias “vanitas” que han creado los hermanos Jake and Dinos Chapman; el artista Berlinde de Bruyckere; las escenografías de Jan Fabre, la obra de Judith Barry o Juan Muñoz; o, la fascinante obra de Julián Rosefeldt. En esta sintonía, en la obra de Pierre et Gilles, aparecen unos escenarios propios de una ciudad industrial. Muchas de estasobras remiten de modo directo o indirecto a coordenadas estilísticas trazadas en el Barroco histórico como “el cuadro dentro del cuadro”, “realidad y simulacro”, “el tor- mento y el éxtasis”, “la fiesta”, “la metamorfosis”, “lo grotesco”, “bucle y adorno”, “alegoría y parodia”, “el amor y la muerte (Eros y Tanatos)”, o la belleza exacerbada.25 En este sentido, el libro El infierno de lo bello (1853), su autor Karl Rosenkranz plantea que la belleza puede llegar a enmascarar lo real y a distraer sobre la penalidad o el juicio. Es decir, la balanza de la justicia siempre se va a inclinar por lo bello, por la seducción que ejerce la belleza, nubla la conciencia, y genera una serie torturada de “conciliaciones imposibles” en- tre placer y complicidad, máscara y rostro, espiritualidad y sensualidad, mestizaje y pureza; ¿No es acaso esto lo que ocurre con la obra de Pierre et Gilles? Una inquietante sensación por la belleza exacerbada que expresan. Porque se trata de una estética para el disfrute y la seducción, incluso para el placer en todos sus órdenes, un arte que impresiona los sentidos en una doble dirección: estética y dionisiaca. Todos sus retratos son verdaderas puestas en escena para la contemplación. En medio de una decoración de fantasía, predomina una belleza de la cual no es tan fácil escapar. 25 Constantes estilísticas del neobarroco, según: Martín Prada, Juan. Op. cit. pp. 44-46. 21 Por las razones que acabamos de exponer, podemos argumentar que el trabajo de Pierre et Gilles está más directamente conectado con el estilo neobarro- co que con lo kitsch, que está contenido en él. Ade- más, porque la mayoría de los trabajos de Pierre et Gilles destacan por su carácter escenográfico y su tendencia a la combinación de diferentes técnicas y soportes con el fin de alcanzar un fuerte impacto visual, consideradas como artificio o trompe l´oeil (trampa al ojo) y la teatralidad —pautas neobarro- cas—, pero también se caracterizan por su interés en lo multicultural. Pero antes de hablar de ello, habría que mencionar el concepto de los camp, im- prescindible a la hora de hablar de producciones culturales y visuales. El camp es una corriente artística relacionada con las formas del kitsch. Suelen identificarse sus cualida- des atractivas bajo los parámetros de la banalidad, la vulgaridad, la artificialidad, el humorismo, la osten- tosidad y el carácter afeminado. En el habla inglesa, suelen aplicarse los adjetivos de campy o cheesy a expresiones culturales que tienen cualidades de la estética camp. La palabra camp viene del francés se camper que significa “posar de una manera exagera- da”. Según el teórico Samuel R. Delany, el término a camp se desarrolló a partir de las prácticas sexuales del travestismo y la prostitución que acudían a los campos militares para ofrecer servicios sexuales a los soldados. Luego, el término camp tomó un significa- do distinto, siendo utilizado como un concepto para referirse a la estética y sensibilidad artística electa por hombres homosexuales de la clase trabajadora.26 26 Citado en: Newton, Esther, Mother Camp: Female Impersonators in America. University of Chicago Press. 1972. Figs. 16), 17), 18) y 19) Naufragé, fotografías pintadas, 26.2 x 47 cm. 1985. De arriba a abajo: (Naúfrago, Laurent) (Naúfrago, Emmanuel) (Naúfrago, Philippe) (Naúfrago, Oliver) 22 El término camp aparece documentado por primera vez en 1909 en el Oxford English Dic- tionary que relaciona distintos adjetivos como ostentoso, exagerado, teatral, afeminado u homosexual; relacionándolo principalmente con la homosexualidad y el afeminamiento. Es la teórica Susan Sontag, en una serie de ensayos contenidos en Against Interpretation: And Other Essays,27 quien realza la utilización del término como un elemento cultural y vuelve popular el concepto. En cualquiera de sus formatos artísticos, el camp se caracteriza por el énfasis a la ostentosidad y la exageración. En ocasiones sus atributos clave suelen relacionarse con la artificialidad, la frivolidad, su carácter artístico popular, su poca profundidad artística y el exceso de elementos que conforman su distinguido tono alegórico. Pero el camp, en palabras de Susan Sontag, se define por la ridiculización de la dignificación social y la cultura masiva, instalándose como una contracultura a la cultura tradicional que pretendía hacer inaceptable a la cultura popular dignificada. Así, el camp es un tipo de corriente artística de poca seriedad, de intenciones y resultados discordantes; definida en belleza por su evidente fealdad y mal gusto.28 De esta manera, el camp es planteado popularmente como una forma política de integración social de la cultura de LGBT (en especial la cultura gay) en la cultura global, que fue marcada por la promoción cultural del sentido estético vulgar. Normalmente relacionado con la iden- tidad social de la cultura homosexual a finales del siglo XIX que acepta la homosexualidad como afeminamiento, marcado por diversas corrientes artísticas que exaltaban la feminidad en la masculinidad y la feminidad en la misma feminidad. Otros aspectos culturales del camp se concentran en su propósito transgresor de orgullo para enfatizar la existencia y permanen- cia oculta de la homosexualidad en la sociedad. Por su parte, el teórico José Amicola, en su libro Camp y posvanguardia: manifestaciones culturales de un siglo fenecido, enfoca el tema del camp redefiniéndolo como un gesto que exhibe una voluntad de teatralización de los fenómenos socioculturales. Un proceso, que se ha llamado posmoderno, y que arroja claves para entender una época, permitiendo revisar ciertas coordenadas de la cultura del siglo XX. El autor analiza cuatro polos que tensan las di- versas manifestaciones culturales: el tema de las diferencias sexuales, tratado bajo el concep- to de gender impuesto por las feministas estadounidenses, el uso del pretendido buen gusto, bautizado como kitsch por los alemanes, el modo paródico que satura las prácticas culturales, y por último, el camp, entendido como teatralidad del exceso, que pone en movimiento y cierra el círculo de los otros tres polos.29 Gender, kitsch, parodia y camp aparecen, entonces, formando un engranaje de significación que se congregan en el término neobarroco. 27 Sontag, Susan; Against Interpretation: And Other Essays. Picador, 2001. 28 Ibidem. 29 Vid. Amicola, José; Camp y posvanguardia: manifestaciones culturales de un siglo fenecido, Paidós, España, 2000. 23 1.3. La dimensión multicultural en la obra de Pierre et Gilles Ciertamente, la obra de Pierre y Gilles se compone por retratos de celebridades, mujeres her- mosas o desnudos masculinos, que se caracterizan por su preciosismo y que han invadido tanto revistas y publicidad, como también el mundo de la moda, campañas gráficas para los desfiles del diseñador Thierry Mugler, colaboraciones para revistas como Marie Claire, Play- boy, o Cover Arts; para portadas de CD’s o DVD’s y en diversos productos comerciales. Sin embargo, ahí no se agota su trabajo, se menciona muy poco que su obra conlleva una dimen- sión crítica sobre los prejuicios raciales, sociales o de género y un interés por lo multicultural. Hemos hablado del apropiacionismo y del neobarroco en su obra, pero detrás de todo ese brillo, sus imágenes despliegan temas más crasos como problemas de raza, colonialismo, es- clavitud, o multiculturalismo. También, llevan a cabo una satirización de los tótems sociales sobre la masculinidad, o la homosexualidad frente a la heteronormatividad, e incluso abordan temas bélicos, de la misma manera que hablan de la muerte, del misterio y de lo extraño de la vida. Podríamos decir que sus imágenes no se limitan a una dosis de dulzor, hablan de una violencia en las sociedades contemporáneas. Así, en sus series de fotografías, encontramos tanto soldados, marineros, militares, toreros, comosantos, personajes bíblicos, iconos reli- giosos, seres mitológicos, parejas enamoradas, boxeadores, náufragos, o jugadores de futbol; todos ellos en ambientes homoeróticos, con una influencia hindú, y donde el agua, el mar, y la naturaleza son imprescindibles. 24 De hecho, junto con otros artistas, Pierre et Gilles hicieron posible dar cierta visibilidad a la comunidad gay, la cual no tenía representación social, pero siendo conscientes de que no se trata de un grupo homogéneo y con intereses comunes, sino de un grupo social hete- rogéneo porque están separados por problemáticas de raza y de clase social. La monocul- tura gay había borrado buena parte de los matices y trazas de microculturas homosexuales nacionales o locales, desconocidas o simplemente inexistentes antes de la llegada masiva de la nueva cultura gay que es multicultural, y en esta segunda ola se encuentra la obra de los artistas franceses. Fig. 20) Pierre et Gilles, Iraq War (Guerra de Irak) Modelo: Ilma, fotografía pintada, 118 x 143 cm., 2006. 25 La visibilidad gay fue una estrategia esencial para conseguir situaciones de igualdad. Ya que la ausencia de visibilidad hacía a los colectivos más vulnerables. En este sentido, el trabajo de Pie- rre et Giles constituyó un cuestionamiento a la visión heteronormativa que considera que el sexo físico, la identidad de género y el rol social del género deberían encuadrar a cualquier persona dentro de normas masculinas o femeninas. Para esta visión, el deseo entre dos varones o entre dos mujeres debería reprimirse, ocultarse, o castigarse, porque en sus parámetros y políticas, los individuos deberían sentir y expresar deseo solamente por personas del sexo «opuesto».30 Sin llegar a lo panfletario, Pierre et Gilles infiltran en su obra una crítica a los efectos nor- malizadores y disciplinarios de toda formación identitaria, pues la heterosexualidad más allá de ser una identidad o práctica sexual, constituye un régimen político que forma parte de la administración de los cuerpos y de la gestión calculada de la vida, así como una tecnología destinada a producir dictaduras hetero, como si la vida se limitara a categorías reduccionistas y permanentes.31 Además, las políticas heterocentradas y las instituciones políticas tradicio- nales que se presentan como soberanas y universalmente representativas, dominan todavía la producción cultural. Pierre et Gilles llevan a cabo una especie de resistencia visual, no para pretender fomentar una dictadura de la homosexualidad, sino para trastocar los principios fundamentales de la visión heterosexual del mundo, enfrentándose al dominio de la construcción de la subjetividad, y de 30 Apud. en: Foucault, Michel, Histoire de la sexualité, 2: L’usage des plaisirs. (1984) [Historia de la sexualidad, 2: El uso de los placeres. (1984)]. 31 Ibidem. Fig. 21 Izq.) Pierre et Gilles. Shower (Ducha), fotografía pintada, 70 x 120 cms., fecha desconocida. Fig. 22 Der.) Pierre et Gilles, Full moon (Luna llena), 2007, Modelo: Nicolas, fotografía pintada, 135 x 102 cm., 2007. 26 la vida misma, por grupos o discursos esencialistas heteronormativos que intentan controlar la subjetividad sexual. Otro punto importante es que la mayoría de los estudios sobre la obra de Pierre et Gilles se han escrito en Europa, y por lo mismo no se ha hablado abiertamente de problemáticas como el esclavismo, el colonialismo, el racismo o el multiculturalismo,32 cuestiones que atraviesan su obra. Frente a este silencio, el postcolonialismo reúne un conjunto de teorías que se enfrentan al legado que dejaron la colonización británica y francesa durante el siglo XIX, o española y portuguesa desde el siglo XVI hasta el XIX. Cuestionando los modos en que la ideología de los países colonizadores fue determinante en la subjetividad de los colonizados (por ejemplo, la perpetuación de las imágenes y las falsas ideas de los colonizadores como seres superiores, y por ende, a los colonizados como inferiores); o el modo en que se llevó a cabo la descolo- nización del antiguo yugo europeo.33 32 Apud. en: García, Canclini Néstor, Culturas Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. México: Gri- jalbo. 1989. p. 14. 33 Para el lector que esté interesado en abordar temas como poscolonialismo, independencia colonial, relaciones Norte-Sur o Luchas anticoloniales, puede consultar el libro: Gayatri Chakravorty Spivak, y otros; Estudios postcoloniales. Ensayos fundamentales, Ed. Traficantes de sueños, España, 2010. Fig. 23 Izq.) Pierre et Gilles, David y Jonathan, [Jean-Yves et Moussa] fotografía pintada: 127.7 x 103.4 cm. 2005. Fig. 24. Der.) Pierre et Gilles, L´Afrique brise ses chaines (África rompe sus cadenas) [Alexis y Jean-Yves], 146,5 x 120 cm. 2006. 27 El postcolonialismo como nuevo movimiento social de finales del XX y principios del XXI, fundamenta su ideología y su acción sobre las nociones de multiculturalidad e intercultu- ralidad. Porque parecen ser una respuesta eficaz para remover las desigualdades entre unas culturas y otras. En este sentido, ciertas obras de Pierre et Gilles se emparentan con el trabajo de otros artistas que en los últimos años han cuestionado las mitologías de lo blanco, lo occi- dental, lo neocolonial y las nuevas formas de racismo.34 Haciendo evidente que las culturas son algo dinámico y cambiante y que la hibridación cul- tural pude resultar útil, siempre y cuando, no haya una que domine a otra. De manera que se refleje la pluralidad de las culturas existentes. En este sentido, Pierre et Gilles se esfuerzan en comprender los fundamentos culturales de cada una de las naciones caracterizadas por su gran diversidad cultural, para lo cual han retratado tanto a europeos como árabes, asiáticos, hindúes, latinoamericanos, budistas, o africanos. Ciertamente, uno de los peligros de estas representaciones es que estructuren meros clichés, es decir, una imagen o concepto simplista, incompleto y/o generalizador sobre un grupo de personas; o estereotipos que se utilizan como un código que sintetiza una idea o concepto sobre un sujeto o un grupo social. Sin embargo, las estrategias preciosistas de Pierre et Gilles, 34 Ibidem. Fig. 26 Der.) Pierre et Gilles, Les plaisirs de la forêt (Los placeres de la selva) [Johnny], fotografía pintada, 113 x 100 cm. 1996. Fig. 25 Izq.) Pierre et Gilles, Le fumeur de narguilé (El fumador de Shisha) [Aziz] fotografía pintada sobre aluminio, 71.5 x 101.5 cm. 1996. 28 llevan hasta el límite estos aspectos hasta quebrantar los estereotipos, en tanto que no están en el terreno de lo “documental” o en la desvalorización, sino en la imaginación. Por ello, los artistas logran escapar de los estereotipos que incluyen una amplia variedad de alegaciones sobre diversos grupos raciales y que están constituidos por ideas, prejuicios, actitudes, creencias y opiniones negativas. En el trabajo de Pierre et Gilles, están de forma positiva, independientemente del medio social y cultural, étnico, nacionalidad, de preferencia sexual o procedencia geográfica; y de una manera u otra, desmontan los prejuicios históricos sobre las culturas no europeas, cuestionando los mitos occidentales.35 En este punto, hay un entrecruzamiento, entre multiculturalismo y homoerotismo, entre his- toria y homosexualidad que siempre ha estado presente. Ya que en todos los tiempos y en prácticamente todas las culturas ha sido una actividad. Desde antes que la sexualidad fuera aprehendida, regulada y transformada, antes de que se estableciera el ordenamiento social de las prácticas amorosas y eróticas de los miembros de una sociedad, y el rol de producción de cada género; y antes de que el encuentro entre personas del mismo género fue transfigurado en signo cultural de prohibición.36 35 Apud en: Mejía Iván, La mascarada global. Multitudes disidentes colapsando las mitologías blancas. Pluma Roja Edito- rial,México, 2011. 36 Foucault, Op.cit. Fig. 27 Izq.) Pierre et Gilles, Bouddha, Santi Sudaros (Buda Santi Sudaros) fotografía pintada sobre aluminio, 143.5 x 112.5 cm. 2004. Fig. 28 Der.) Pierre et Gilles, Le Boxeur (Boxeador), fotografía pintada, 90 x 120 cm. 2000. 29 Pierre et Gilles nos recuerdan que durante siglos la figura masculina se ha manifestado en di- versas expresiones plásticas y que el homoerotismo ha estado presente, no sólo en el arte sino en el resto de la vida social, siempre yuxtapuesto con los procesos culturales heterosexuales que mantiene, frente a ellos, un ritmo propio y diferente. Por ejemplo, en fechas recientes la publicidad recurre al potencial sugerente del cuerpo del varón construido en los templos del físico y del deporte, en los que flota el homoerotismo así como en los terrenos supuestamente masculinos como el ejército o la marina. En este sentido, Pierre et Gilles, han abierto nuevas posibilidades para una comprensión más compleja y multimensional de la sexualidad y de la experiencia sexual. Ya que nos encon- tramos en un momento en el que la vestimenta juega con la unisexualidad y en la que los hombres se preocupan más de su aspecto físico como en la Grecia clásica. El homoerotismo pasó así a designar una identidad y una práctica constante, como un aspecto vivencial que se configura como experiencia y como fenómeno social y cultural. La homosexualidad ya no aparece como una propiedad de individuos aislados y excluidos, sino de personas sociales integradas dentro del contexto de distintas y diversas culturas sexuales. Así, Pierre et Gilles, al presentar diferentes contextos históricos entremezclados con las relacio- nes afectivas y eróticas entre sujetos masculinos, expresan una preocupación por los espacios, las funciones y las representaciones de la masculinidad. Porque ésta se ha entendido como un producto de significados y símbolos predominantes, asociados con la sexualidad en diferentes situaciones sociales y culturales que dominan el espacio, sometiendo a lo femenino o a lo gay. Fig. 29) Pierre et Gilles, L´esclave (El esclavo), [Laurent], fotografía a color, medidas desconocidas, 2002. Fig. 30) Pierre et Gilles, La revelation (La revelación), [Julien], fotografía a color, medidas desconocidas, 2003. 30 Ya que en toda cultura existen mecanismos heteronormativos particulares de control social para el supuesto funcionamiento de la vida colectiva. Entre estos mecanismos, la prohibición de los deseos entre personas del mismo sexo se establece para conseguir un orden determi- nado: el de procrear. Bajo esta lógica, la homosexualidad se ha visto siempre suprimida por estos mecanismos de control y regulación mediante una rígida malla de obligaciones prohi- bitivas para evitar que su base instintiva, la arbitrariedad de la conducta del individuo agriete el tejido social idealmente heterosexual.37 Pero la realidad misma no corresponde con dicho ideal. El cuerpo masculino, en la obra de Pierre en Gilles, no se ve relegado a los dictados de la moral y a las represiones de género o del deseo; estalla en toda su fuerza, manifestando sin tapujos ni complejos la belleza mas- culina y el homoerotismo. Sin embargo, como dijimos antes, no es la provocación lo que caracteriza el trabajo de Pierre et Gilles, ellos mismo dicen: “Hay gente que nos tacha de provocadores, pero creemos que más que una provocación, nuestras obras expresan una forma de ver la vida de forma más abierta y comprensiva. Nuestro trabajo se dirige a todo el mundo y trata de comprender las diferencias. Es un ale- gato por la tolerancia”.38 Como podemos apreciar en esta cita, su trabajo es una apuesta por la tolerancia. En tanto que tolerancia es la capacidad de aceptación de una persona o grupo cuyos valores o normas establecidas por su sociedad son diferentes de las propias. El respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás; la actitud respecto a los demás; o la capacidad de comprensión de las distintas formas de entender la vida, e incluso de celebrarla, tal como lo hacen estos artistas. Así lo explican: “Nuestro trabajo es un reflejo de la vida y, por eso, también en nuestra obra hay siempre un lado oscuro y siniestro, de sombras. Esos son los fantasmas con los que nos acabamos enfrentando siempre, y nos vemos obligados a expresarlo, ya sea a través de una temáti- ca religiosa o incluso erótica”.39 37 Apud en: Torres N. Carlos A. Ideología, Educación, y Reproducción social, disponible en: http://www.anuies.mx/ servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/res032/txt3.htm 38 Ho Hing-Kay, Oscar “Le plaisir populaire de Pierre et Gilles” en Pierre et Gilles rétrospective, MOCA, Shanghai, 2005. 39 Ibidem. 31 Así, cuando los artistas despliegan todos estos escenarios preciosistas y modelos —innega- blemente hermosos—, lo hacen con absoluta conciencia de su belleza y de sus riesgos, que los sitúan entre lo preciosista y lo trágico, entre la alta y la baja cultura, entre el arte y el diseño. Fig. 31) Pierre et Gilles, St. Sebastian (San Sebastián), fotografía pintada, medidas desconocidas, 2009. 32 Pierre et Gilles, publicidad para Hugo Boss, 2000. 33 CAPÍTULO 2 EL DISEÑADOR COMO ARTISTA …Y VICEVERSA 2.1. El diseño gráfico desde la industria y la publicidad En este capítulo veremos cómo el artista puede trabajar en el terreno de la publicidad, el dise- ño o la industria, y el diseñador puede moverse por el mundo de arte, tal como lo han hecho Pierre et Gilles. Por ello, iremos más allá de la superficie para profundizar en el Arte y en el Diseño. Es posible desplazarnos sin sentir que estamos cambiando de profesión, invadiendo terrenos ajenos, o traicionando nuestra disciplina, ya que las condiciones presentes favorecen estos desplazamientos. Me interesa comenzar por borrar ciertas problemáticas y prejuicios recordando ciertos mo- mentos históricos; ya que actualmente el diseño gráfico tiene el estigma de servir a los inte- reses del capitalismo, engañar y persuadir al consumidor para volverlo adicto a los productos de las clases dominantes. Ciertamente, el capitalismo tiende a utilizar el diseño para satis- facer sus intereses dentro del espíritu individualista del sistema, sin embargo, esta es una verdad a medias. La cuestión es mucho más compleja que esa simple acusación. El teórico Juan Acha observó que: La sociedad tecnocratizada se ve obligada a generar el diseño como una nueva división, téc- nica del trabajo artístico para ponerlo al servicio de sus intereses, estetizando sus productos industriales. […] Los intereses industriales necesitan al diseñador como un asalariado muy ligado a la producción material, como también precisan del mito del arte para enaltecer tan- gencialmente la estética industrial, […] cualquier reproche al diseño, depende del optimismo o pesimismo con que veamos la tecnología y los sistemas políticos sociales […] el pesimismo puede impulsarnos ver a los diseñadores como cómplices solamente de las transnacionales y del imperialismo. Sin embargo, injustos seríamos al verlos así, pues ellos son utilizados igual que los científicos, tecnólogos, campesinos y obreros, todos indispensables para cualquier sistema sociopolítico.1 1 Acha, Juan. Los conceptos esenciales de las artes plásticas, México, 1993. p. 23. 34 De acuerdo con Juan Acha, ver el diseño sólo como una actividad capitalista es un exceso que equivaldría a observar el arte como entretenimiento de las clases dominantes. Puede ser que el arte y el diseño sean utilizados de esa manera, pero en estas disciplinas existen otras dimensiones y valores mucho más profundos. Podría acusarse a Pierre et Gilles de frívolos, ya que al ver su trabajo, uno puede pensar que se trata del resultado de la industria y el ca- pitalismo —y por trabajar para el mundo de la publicidad—, pero suele olvidarse la historia que hizo esto posible. Otra postura aseguraría que su diseño gráfico es una especie dearte industrial.2 Esta discusión nos da pauta para exponer que el diseño gráfico es precisamente el resultado de la confrontación arte-industria. Merece la pena recordar un poco la historia de esta disciplina. Hoy, nos parece natural llamar Diseño a la actividad sistemática de planes que implica la mecanización y la fabricación seriada; sin embargo, antes del siglo XX no puede hablarse en general de Diseño, ni siquiera existía dicho término. No se había delimitado aún esta actividad conscientemente dirigida a proyectar objetos utilitarios donde lo económico, lo técnico, lo funcional, lo estético se concretaran en un todo orgánico llamado Diseño Gráfico. Este surge durante el siglo pasado como síntesis de las contradicciones entre arte e industria que se manifestaron con la revolución industrial, en el marco del movimiento moderno y las vanguardias artísticas, pero también por movimientos sociales y el auge de la publicidad. La contradicción de las categorías de arte y diseño poseían matices muy variados. Por un lado, se creía que el “arte” sólo radicaba en la propia actividad artística, por lo tanto, los objetos utilitarios sólo podían obtener esteticidad pidiéndola a las formas, estilos y métodos acuñados por las “Bellas Artes”.3 Así, se mezclaron los papeles y las actividades del artista y el diseñador, pero no habían sido explicitadas a nivel teórico. Los términos “arte” y “artísti- co” eran usados simultáneamente tanto para el arte como para el diseño. El arte era asociado con la nueva actividad, es decir, con lo que hoy llamamos diseño; por ende, a la esfera de la industria, ya que los resultados prácticos de ambas posiciones resultaban muy próximos. Era un caos como sucede en los inicios de todo fenómeno, pero que generó ideas, desacuerdos, y malos entendidos, que han llegado hasta el presente.4 La industria tomaba la estética del arte, pero también ideó sus propios motivos inventados por diseñadores que pudieron dar rienda suelta a su imaginación sin tener que preocuparse por una dimensión práctico-funcional del objeto, que ya no será sólo ornamentar o ador- nar, sino el resultado mismo de su creatividad; mezclando así, inventos con adaptaciones del arte y de otras fuentes, combinando y aprovechando cualquier cosa que viniera bien. 2 Apud. en: Read, H. Arte e Industria. Buenos Aires, Argentina: Infinito, 1971. Introducción. 3 Apud. en: Dorfles, G. El Diseño y su Estética. Barcelona, España: Labor, 1976, pp. 26-37. 4 Vid. Ibidem. 35 Sólo había un requisito: que el resultado, sea lo que fuera, guste a la gente y pueda pro- ducirse industrialmente. Por ello, la genealogía del diseño gráfico se encuentra tanto en la industria como en el arte, pero también en el ámbito social, político y comercial.5 Contribuyeron muchos movimientos artísticos al desarrollo del diseño, en lo que concierne a los trabajos impresos, el dibujo, la creación de los tipos de letras, la caligrafía, el trabajo tipográfico, hasta la aparición de los libros, periódicos, enciclopedias y carteles. La caligrafía terminó convirtiéndose en un estilo ornamental que la imagen publicitaria incorporó a su repertorio lingüístico. El texto, el orna- mento y la ilustración, fueron apareciendo sucesivamente en un momento histórico en el que la imagen empieza a valorarse como complemento del texto y no —como hasta entonces—, como único elemento susceptible de ser leído por el público.6 5 Apud. en: Acha, J. Introducción a la Teoría de los Diseños. México: Trillas, 1988, pp.7-14. 6 Cfr. Ibidem. Fig. 32) Cartel producto de belleza, España. Fecha y dimensiones desconocidas. Fig 33) Pierre et Gilles, cartel para 34e Trophée Lancôme, 60 x 90 cm. 2009. 36 Según algunos libros sobre diseño,7 en 1730 aparece en Londres el primer diario comercial dedicado a la publicación de anuncios de ofertas. Además, los comerciantes londinenses se encargaron de introducir un tipo de tarjeta comercial (que por su gran formato, se cree que fueron utilizadas como cartas comerciales y facturas), paralelamente se estaba desarrollan- do en Francia. Cabe destacar que el rentable criterio de asentar la publicidad por medio de la repetición se pone de manifiesto en los impresos que reproducen los rótulos de los esta- blecimientos acompañados de una argumentación publicitaria. También se debe tomar en cuenta que mediante el libro o el catálogo, se encargaron de introducir la práctica del Cartel ilustrado con xilografías.8 Durante la Revolución Francesa, en 1789, los diarios y periódicos se convierten en produc- tos de consumo masivo en la sociedad.9 La práctica de la propaganda política introdujo a su vez la caricatura como nuevo elemento gráfico. Con la Revolución Industrial, se impulsó el desarrollo del comercio. En lo que compete al diseño gráfico, la publicidad directa empieza a perfilarse como estrategia e instrumento propagador y embellecedor10, y surge otro elemento innovador: el uso de la figura femenina como elemento simbólico de atracción; en cambio, la 7 Read, H. Arte e Industria. Buenos Aires, Argentina: Infinito, 1971, p. 25. 8 Ibidem. 9 Loc. cit. 10 Apud. en: Dorfles, G. El Diseño y su Estética. Barcelona, España: Labor, 1976, pp. 17-23. Fig. 34) Cartel francés de mediados del siglo XX. Fecha y dimensiones desconocidas. Fig. 35) Pierre et Gilles, cartel para la obra de teatro: The sound of music, la mélodie du Bonheur, (El sonido de la música), 60 x 90 cms. 2003. 37 figura masculina tuvo muy poca presencia, prácticamente tuvo que esperar hasta finales del siglo XX con artistas como Pierre et Gilles. En las últimas décadas del siglo XIX, luego de muchos años de impresión manual, el desa- rrollo de la nueva tecnología de composición y prensa, produjo muchos cambios importantes en los esquemas de trabajo dentro de las artes gráficas debido a la automatización y a la es- pecialización. Aparecieron especialistas en cada fase del proceso, reduciendo las funciones de los tipógrafos, así comenzaron a surgir diseñadores de tipos, fundidores, compositores, fa- bricantes de papel, encuadernadores, editores, impresores, etc.11 De este modo, la tecnología pasó de lo manual a lo mecánico, y de un mercado limitado a uno masivo. Creció la demanda del material impreso y el desarrollo de la publicidad fomentó el crecimiento de las ventas de diarios y revistas, recuperando a su vez el uso del cartel publicitario.12 11 Cfr. Pevsner, N. Pioneros del Diseño Moderno. Barcelona, España: Gustavo Gili, 2000, p. 78. 12 Ibidem. Fig. 37) Pierre et Gilles, portada del DVD de Teddy Award (Premio Teddy), Alemania, 2011. Fig. 36) Cartel Italiano, mediados del siglo XX, fecha y dimensiones desconocidas. 38 El diseño no sólo creció en la publicidad, sino también en el ámbito social. Un momento muy importante para el desarrollo del diseño gráfico fue durante la Revolución rusa en 1917.13 Las imprentas habían sufrido la devastación de la guerra, y hubo penuria de materiales, pero el carácter mismo de este tipo de producción —muy próxima al arte— hacía que los problemas tecnológico-productivos no fueran del todo contraproducentes en el ámbito del diseño. El diseño gráfico resultaba alentado por las necesidades de propaganda política, de informa- ción y de orientación masiva. Era una tarea social que era necesario cumplir, pues la realidad impulsaba a los artistas a convertirse en diseñadores gráficos. Esta urgencia social fue uno de los resortes hacia la definición del diseño, cuando creadores abordaron la labor de propa- ganda con nuevas ideas desarrolladas en el terreno artístico y de un dominio de los principios esenciales de la organización de las formas.14 Así, los artistas rusos consiguieron un verdadero diseño gráfico; valoraban la tipografía tanto en el sentido informativo como en el compositivo-estructural, consiguiendo imágenes sin- téticas de directo impacto visual y comunicativo; atendían a los factorestécnicos de la im- presión, buscando integridad en una unidad efectiva de todos los componentes y a la vez potenciaban las posibilidades intrínsecas de cada uno de ellos.15 A diferencia de las vanguardias artísticas y los iniciadores del movimiento moderno que realizan un diseño gráfico cultural dirigido a minorías, este diseño apuntada hacia el gran público. Tal división es el origen de la dicotomía que ha llegado hasta hoy. Por un lado especialistas publicitarios que hacen diseños “de masas” o dirigidos a públicos amplios; y por otro, diseñadores o artistas “cultos” que hacen carteles para actividades culturales, diseño de libros y revistas artístico-literarios y otros dirigidos a la gente “culta”.16 Resulta por demás interesante observar que el diseño de Pierre et Gilles lo consume cualquier tipo de público. Los carteles cinematográficos de la Revolución de Octubre reciben una gran influencia del cine. En el caso de los hermanos Vladimir y Georgii Stenberg, en sus soluciones formales manifiestan la expresividad de los primeros planos, las aproximaciones inesperadas en el mon- taje, propias de los filmes de Eisenstein y de Dziga Vertov.17 Directores, cuyo cine influyó en la fotografía de Rodchenko y en el diseño gráfico en general de la época. El cartel cinematográ- fico ruso de los años veinte fue en general muy efectivo y, a la par, fue uno de los campos más avanzados en la experimentación gráfica de vanguardia, aunque un poco machista.18 13 Apud. en: Mosquera, Gerardo, El diseño se definió en octubre, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1989, pp. 45-65. 14 Ibidem. 15 Loc. cit. 16 Vid. Read, H. Op. cit. pp. 57-67. 17 Cfr. Pevsner, N. Op. cit. p. 32. 18 Ibidem. 39 Para ese entonces, los carteles de Pierre et Gilles con temáticas de género particularmente gay, hubieran levantado muchas represiones intolerantes por parte de aquella visión ma- chista y falocéntrica de la revolución —intolerante y autoritaria— pero que a pesar del rigorismo de sus formas —que parece ser verdaderamente incompatible con el homoerotis- mo que manifiesta el trabajo de estos artistas franceses—, también se desprende un destello por el culto al cuerpo masculino. Todos estos aspectos nos indican cuánto tiempo ha pasado de los inicios del cartel. Fig. 38) Ben Shahn This is Nazi brutallity (Esto es brutalidad Nazi), 1943. Fig.39) Pierre et Gilles, portada para el film: Vie et mort de Pier Paolo Pasolini (Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini), de Michal Aza, 2003, DVD, originalmente basada en la fotografía Saïd [Salim Kechiouche], fotografía de 1999. 40 Sin embargo, el diseño gráfico ruso había conseguido uno de los mayores avances de la vanguardia; su trabajo siguió sintonizadamente la dinámica de la realidad, adecuándose con precisión a los objetivos y funciones que debía satisfacer, y consiguió un rigorismo funcional y técnico-constructivo que no afectaba la frescura y espontaneidad de sus imágenes. Es así como se dio paso a la evolución de un estilo alternativo y adecuadamente moderno con nuevas tipografías mecánicas. El trabajo tipográfico fue incomparable en su perspectiva histórica y se depuró al máximo la parte del texto, activándola al mismo tiempo y valiéndose de ella al máximo en la estructuración del plano, generando una influencia que ha perdurado hasta nuestros días. Así, el constructivismo ruso19 tuvo un papel definitivo en el desarrollo del diseño gráfico. El entonces artista ruso Maiacovski dijo: “Hemos aplicado nuestros métodos de trabajo a la actividad artístico-propagandística.”20 Aún no se llamaba “diseño”, pero impulsaron esta actividad “artístico propagandística” al desempeño de funciones prácticas junto con las ar- tísticas. Los artistas de la época actuaron con una energía única en todas las ramas y consi- 19 El constructivismo fue un movimiento artístico y arquitectónico que surgió en Rusia en 1914 y se hizo especialmente presente después de la Revolución de Octubre. El término construction art (“arte para construcción”) fue utilizado por primera vez de manera despectiva por Kasimir Malévich para describir el trabajo de Aleksandr Ródchenko en 1917. Además del constructivismo ruso o soviético, que se vincula al Suprematismo. Ana María Preckler, Historia del arte universal de los siglos XIX y XX. Complutense, 2003, 21 Pevsner, N. Pioneros del Diseño Moderno. Barcelona, España: Gustavo Gili, 2000. Fig. 40 Izq.) Cartel: Mujer liberada construye el socialismo!, dimensiones desconocidas, 1926. Fig. 41 Der.) Pierre et Gilles, cartel para el tour: Revolutión Ballroom de Nina Hagen, dimensiones desconocidas, 1994. 41 guieron expandir un diseño gráfico de amplia proyección social y activa funcionalidad en su contexto, que incluso se pueden encontrar influencias en el trabajo de Pierre et Gilles. Otro rasgo característico es la composición propia del constructivismo, es decir, la integra- ción de los factores funcionales, técnicos, constructivos, estéticos y de comunicación, con- junta a los componentes visuales concentrados en una síntesis informativa. En definitiva, con sus aciertos y sus errores, el diseño ruso fue uno de los más amplios, vigorosos y avanzados. Ninguna otra experiencia será tan decisiva para la completa definición de esta actividad. Menos por la extensión y el alcance muy notables que allí tuvo que a causa de su directa incidencia social, más aún, en un momento que exigió la movilización de todas las fuerzas y capacidades de la sociedad.21 Cabe destacar también, las grandes invenciones que ayudaron a difundir las comunicaciones visuales que inspiraron a los diseñadores, entre ellas el proceso de impresión a color, la fo- tografía, la composición automática, la fotografía instantánea, la película de animación, las diapositivas, entre otros. Tecnología que proporcionó nuevos medios gráficos a ilustradores y diseñadores. En este momento se produce la primera materialización en escala amplia de lo que hoy conocemos como diseño gráfico. Comparando el constructivismo ruso con el diseño de hoy, caemos en cuenta de todos los eventos históricos y las causas perdidas que sucedieron tan solo durante el siglo XX y el triunfo del capitalismo sobre el comunismo. Resulta interesante también descubrir el marco que envuelve a los personajes en el cartel ruso —que es una especie de bandera roja comu- nista—, con el parecido formal del marco de rosas rojas que envuelve al pequeño comunista representado por Pierre et Gilles, sumando además el evidente símbolo comunista de la hoz y el martillo en ambas imágenes. Pareciera un homenaje póstumo por parte de los artistas franceses a la causa comunista.22 21 Ibidem. 22 Loc. cit. 42 Así, en Rusia los artistas y arquitectos de vanguardia además de practicar un diseño gráfico muy sofisticado para sus libros, catálogos y carteles, realizan otro propagandístico, abierto hacia las masas y urgido por cometidos prácticos de aguda significación social. Los herma- nos Stenberg desarrollan una obra muy peculiar en el cartel cinematográfico valiéndose de la foto, la tipografía y del dibujo. La inventiva, la imaginación y la diversidad de soluciones se circunscriben con el rigor constructivista a la estructura de base y al ordenamiento de la tipografía. Son creaciones bastante abiertas a una comunicación amplia.23 Otro rasgo importante es la utilización muy amplia e inventiva de la fotografía desde fecha bastante temprana. Así como la integración de los factores funcionales, técnicos, constructivos, estéticos y de comunicación, en conjunto con los componentes visuales, concentrados en una síntesis informativa y movilizadora. Por su parte, el arte ruso ejercía una influencia internacio- nal en el diseño, tanto gráfico como industrial. Guiados por Vladimir Tatlin y por Alexander Rodchenko, en 1921, diversos artistas renunciaban al “arte por el arte”, para consagrarse al diseño, la comunicaciónvisual y las artes aplicadas al servicio de la nueva sociedad comunista. Estos artistas hicieron un llamado para “dejar de producir cosas inútiles” y se volviera hacia el cartel y el diseño de objetos que resolvieran las necesidades del momento histórico.24 23 Cfr. Ibidem. 24 Ibidem. Fig. 43 Der.) Pierre et Gilles, Le petit communiste (El pequeño comunista) [Christophe], fotografía pintada, 90 x 60, 1990. Fig. 42 Izq.) Cartel propagandístico durante la revolución rusa, impresión offset, medidas desconocidas. 43 Junto a esta fuerza social y a los cambios en las técnicas de reproducción, también podemos resaltar la influencia de la Bauhaus, el Suprematismo, el movimiento Dadá, los experimen- tos tipográficos de cubistas y futuristas, hasta llegar al Pop Art. Del mismo modo en que el constructivismo fue primero arte para ser después diseño, otras corrientes fueron ampliando su campo de investigación, en busca de nuevos sistemas formales que pudieran adecuarse a los requisitos de la industria y la tecnología, dándoles una expresión estética original. Fueron estos movimientos y artistas de vanguardia quienes descubrieron las posibilidades de poten- ciar los elementos desarrollados por la industria y la publicidad, con el objetivo de hacer más claro, directo, atractivo, motivador y persuasivo el mensaje que querían transmitir: en este sentido, el arte también tenía demasiadas cosas que aportar. 2.2. El diseño gráfico desde el arte Cómo dijimos anteriormente, el diseño gráfico nació de la contradicción del arte con la indus- tria; pero su definición en cuanto nueva actividad tuvo que esperar a la práctica y la teoría de los artistas de vanguardia. Ya hablamos de cómo se gestó desde el mundo publicitario, social e industrial; ahora veremos cómo se gestó desde el terreno del arte. La Bauhaus también se convirtió en un punto de origen al resaltar las formas geométricas, el espacio reticulado y el uso racionalista de la tipografía. El trabajo de Pierre et Gilles re- sulta muy armónico pero muy figurativo, poco abstracto y con elementos más orgánicos que geométricos, pero merece la pena recordar la influencia de la Bauhaus25 para nuestra reflexión sobre la gestación del diseño desde los movimientos artísticos de vanguardia. La Bauhaus fue equiparada al pensamiento más avanzado del diseño de la época. La forma visual se consideró como una escritura universal. Unieron el potencial lingüístico y el proyecto de un lenguaje visual del diseño con diversas corrientes vanguardistas que se dedicaron a la producción de tipografía, publicidad, productos, o pinturas. En el mismo orden de ideas, la pa- labra Gráfico se utilizó por primera vez para referirse tanto a la escritura como al dibujo como formas o imágenes simples. 25 La Staatliche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) o simplemente La Bauhaus, fue la escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y cerrada por las autoridades prusianas –en manos del partido nazi– en el año1933. 44 El Libro de Apuntes Pedagógico26 de Paul Klee, y Punto y línea sobre el plano27 de Was- sily Kandinsky, sirvieron de introducción a la gramática de la escritura visual, en tanto modelo de expresión pictórica. Incluso, Kandinsky dio clases sobre color y elementos básicos de la forma. Por su parte, Klee dio una clase de formas básicas.28 Pero la forma estructural que invadió el arte y el diseño de la Bauhaus fue la retícula, la cual articula el espacio según un tramado de oposiciones: vertical y horizontal, arriba y abajo, ortogonal y diagonal, e izquierda y derecha, continuidad y discontinuidad, estrategias visuales que Pierre et Gilles conocen bien. En tanto, Giorgy Kepes y Laszlo Moholy-Nagy utilizaron la psicología de la Gestalt29 para aportar una racionalidad científica al lenguaje de la visión, que ha sido desde entonces una fuente teórica dominante en la creación del diseño. En 1928, dieron una serie de conferen- cias en la Bauhaus sobre la psicología de la Gestalt, la cual fue fundamental para la teoría moderna del diseño. Los gráficos comerciales se dieron cuenta de ello y fueron incorporando recursos de este campo en beneficio de sus propios objetivos, no sólo del diseño “culto” sino también de la plástica de vanguardia. Cassandre es el ejemplo de un diseñador comercial que es a la vez un diseñador “culto” y que emplea los hallazgos de la vanguardia con fines publicitarios. Cassadre decía que: El cartel es sólo un medio hacia un fin, un medio de comunicación entre el comerciante y el público, algo parecido a la telegrafía. El cartel desempeña la parte de un funcionario telegráfico: él no inicia noticias, sólo las distribuye. Nadie le pregunta su opinión. Sólo se le exige brindar una clara, buena y exacta conexión.30 De igual modo, el Suprematismo31 desempeñó un rol protagónico en la definición del diseño. Los ensayos de Malevich, Ladovski y El Lissitski fueron un verdadero laboratorio. De hecho muchos artistas se convirtieron en diseñadores. Por su arte, el Art Nouveau,32 también llamado Modernismo, incluía ideas procedentes de todas las disciplinas del diseño, el arte, arquitectura, pintura, diseño de muebles, cerámicas, joyería, diseño industrial, ingeniería de la construc- ción, cine, fotografía, etc. 26 Klee, Paul; Pädagogisches Skizzenbuch, Bauhausbücher n° 2, herausgegeben von W. Gropius und L. Moholy-Nagy, Albert Langen, München 1925, ed. it. Quaderno di schizzi pedagogici. 27 Kandinsky, Wassily; Punto y línea sobre el plano, publicado por la Bauhaus, 1926. 28 Vid. Pevsner, N. Op. cit. 29 La psicología de la Gestalt es una corriente de la psicología moderna, surgida en Alemania a principios del siglo XX, y cuyos exponentes más reconocidos han sido los teóricos Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin. El término Gestalt proviene del alemán y fue introducido por primera vez por Christian von Ehrenfels. No tiene una traducción única, aunque se entiende generalmente como ‘forma’; sin embargo, también podría traducirse como ‘figura’, ‘configura- ción’, ‘estructura’ o ‘creación’. 30 Citado por: Mosquera, Gerardo, Op. cit. p. 167. 31 El suprematismo fue un movimiento artístico enfocado en formas geométricas fundamentales (en particular, el cuadrado y el círculo), que se formó en Rusia en 1915-1916. Fue fundado por Kazimir Malévich. Surgió en Rusia paralelo al Con- structivismo, alrededor de 1915. 32 Modernismo es el término con el que (en Hispanoamérica y en España) se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx (el periodo denominado fin de siècle y belle époque). En distintos países recibió diversas denominaciones: Art Nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en los países anglosajones), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y países nórdicos), Nieuwe Kunst (en Países Bajos), Liberty o Floreale (en Italia). 45 El art noveau hizo un aporte notable en cuanto a las tipologías: definió lo que conocemos hoy como cartel, acelerando la evolución en el arte de vanguardia y en el diseño, creó un diseño gráfico como oposición al puramente tipográfico, no sólo como un medio de comunicación de ideas nuevas, sino también para su expresión, representando el primer esfuerzo por solu- cionar estos problemas en el ámbito de la impresión. Así, ciertamente ya existía el cartel, pero como un impreso de información ilustrado a veces con alguna imagen simplemente informativa, alusiva o pintoresca. A pesar del gran valor de la obra cartelística de Chéret, Toulouse-Lautrec o Munch, y de su importancia histórica, no establecen del todo un sistema entre imagen, tipografía, texto y demás elementos, dirigidos a satisfacer una función práctica delimitada. El cartel con ellos era más bien un cuadro, pues trabajan como artistas, no realmente como diseñadores gráficos. Incluso, el crítico
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