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Analisis-del-suicidio-en-zonas-urbanas-y-rurales-de-Mexico-2002-2007

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UNIVERSIDAD
NACIONAL
AUTÓNOMA

DE
MÉXICO




 FACULTAD
DE
CIENCIAS



ANÁLISIS
DEL
SUICIDIO
EN
ZONAS
URBANAS
Y
RURALES
DE

MÉXICO,
2002
‐
2007





T














E














S















I














S
 


 QUE

PARA

OBTENER

EL

TÍTULO

DE:
 


 ACTUARIA
 


 P






R






E






S






E






N






T






A
:
 


 

EVA
CYNTHIA
ESCOBAR
JARDINES
 




 DIRECTOR
DE
TESIS:

M.
EN
D.
MARÍA
TERESA
VELAZQUEZ
URIBE



2009





 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 








Agradecimientos



A
 la
Universidad
Nacional
Autónoma
de
México,
 de
donde
he
 aprendido,
 vivido,
 conocido
 y

sobre
todo
disfrutado.


A
la
M.
en
D.
María
Teresa
Velazquez
Uribe,
quien
ha
guiado
este
trabajo
con
gusto
y
con
gran

disposición.
Gracias
Tere,
por
tu
tiempo.

A
 mis
 sinodales:
 Dra.
 Edith
 Pacheco,
 Dr.
 René
 Jiménez,
 M.
 En
 P.
 Laura
 Gloria
 y
 M.
 En
 C.

Fernando
Martínez,
por
su
valiosa
aportación
y
tiempo
dedicado
a
la
revisión
de
este
trabajo.

A
Paty
 y
 a
Mauricio
por
 su
 gran
apoyo
en
 la
 información
 requerida
para
 la
 realización
de
 la

presente.








































Dedicatorias



A
Dios,
por
la
vida,
por
lo
que
me
ha
permitido
conocer,
por
la
gente
a
mi
alrededor
y
por
las

cosas
que
he
podido
vivir.
Gracias
Padre
por
las
bendiciones
que
me
das.

A
mi
mamá,
gracias
por
tu
paciencia,
tolerancia,
por
tu
ejemplo
y
sobre
todo
por
el
amor,
te

quiero
mucho,
mucho.


A
 Katya
 y
 Diego,
 por
 estar
 siempre
 conmigo,
 por
 respaldarme,
 por
 apoyarme.
 Los
 quiero

mucho;
ustedes
son
un
gran
ejemplo
para
mi.


A
 César,
 por
 tu
 apoyo
 incondicional,
 por
 lo
 que
 de
 ti
 he
 aprendido,
 conocido
 y
 por
 lo
 que

compartimos.

A
mis
ángeles,
Papá,
Oliver,
Quela,
Eva,
Lencho,
porque
se
que
están
conmigo.

A
Santa
y
a
Nena,
por
sus
palabras
de
aliento
y
por
su
cariño.


A
 Paco
 Sandoval,
 porque
 siempre
 encuentro
 un
 gran
 apoyo
 en
 ti,
 muchas
 gracias.
 Y
 a
 las

personas
que
están
muy
 cerca
de
mi,
 aunque
no
en
 la
misma
 tierra:
 Selene
Espinoza,
 Keyla

Urbina,
Lanisia
Rhoden
y
Edwin
Rodríguez.






























ÍNDICE

Introducción
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 1

Capítulo
1.
Suicidio
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3

1.1 Definición
y
conceptos
 
 
 
 
 
 
 
 
 3

1.2 Antecedentes
históricos
 
 
 
 
 
 
 
 
 3

1.3 Teorías
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 6

1.3.1
Teoría
sociológica
 
 
 
 
 
 
 
 
 6

1.3.2
Teoría
psicológica
 
 
 
 
 
 
 
 
 7

1.4 El
suicidio
en
el
mundo
 
 
 
 
 
 
 
 
 7

1.4.1
Religión,
factor
cultural
en
el
mundo
 
 
 
 
 
 
 8

Capítulo
2.
Fuentes
de
Información
y
Metodología
 
 
 
 
 
 10

2.1
Fuentes
de
Información

 
 
 
 
 
 
 
 
 10

2.2
Tasa
de
suicidio
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 10

2.3
Tasas
específicas
de
mortalidad
 
 
 
 
 
 
 
 10

2.4
Estandarización
de
tasas

 
 
 
 
 
 
 
 
 11

Capítulo
3.
El
Suicidio
en
México

 
 
 
 
 
 
 
 12

3.1
Situación
social
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 12

3.1.1
Economía,
desempleo,
educación
y
migración
 
 
 
 
 
 12

3.1.2
Drogadicción
y
violencia
 
 
 
 
 
 
 
 14

3.2
México,1990‐2006
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 16

3.2.1
Intentos
de
suicidio
 
 
 
 
 
 
 
 
 18

3.2.2
México,
2007
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 20

3.2.2.1
Suicidios
según
edad
y
sexo
 
 
 
 
 
 
 20

3.2.2.2
Suicidios
según
medio
empleado
 
 
 
 
 
 
 21

3.2.2.3
Suicidios
por
escolaridad
 
 
 
 
 
 
 
 22

3.2.2.4
Suicidios
según
lugar
de
ocurrencia

 
 
 
 
 
 24

3.2.2.5
Suicidios
según
estado
conyugal
 
 
 
 
 
 
 25

3.2.2.6
Suicidios
por
grupo
principal
de
ocupación
 
 
 
 
 
 26

3.2.2.7
Suicidios
por
mes
de
ocurrencia

 
 
 
 
 
 
 27

3.3
Ideación
Suicida
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 28

3.4
Parasuicidios
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 30

3.5
Suicidios
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 30

3.6
Causas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 31

3.7
Factores
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 32

Capítulo
4.
Análisis
del
suicidio
a
nivel
nacional
en
zonas
urbanas
y
rurales
de
México


de
2002
a
2007

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 34

4.1
Tasas
de
suicidio
en
México

 
 
 
 
 
 
 
 34


4.2
Análisis
nacional,
2002‐2007
 
 
 
 
 
 
 
 35

4.2.1
Zona
urbana
nacional
 
 
 
 
 
 
 
 
 35

4.2.1.1
Zonas
urbanas,
tasas
de
suicidio
en
mujeres
 
 
 
 
 36

4.2.1.2
Zonas
urbanas,
tasas
de
suicidio
en
hombres
 
 
 
 
 39

4.2.2
Zona
rural
nacional
 
 
 
 
 
 
 
 
 42

4.2.2.1
Zonas
rurales,
suicidio
en
mujeres
 
 
 
 
 
 
 43

4.2.2.2
Zonas
rurales,
suicidio
en
hombres


 
 
 
 
 
 46

4.3
Conclusiones
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 48

Capítulo
5.
Análisis
del
suicidio
por
entidad
federativa
en
zonas
urbanas
y
rurales

de
2002
a
2007

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 51

5.1
Aguascalientes
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 51

5.2
Baja
California
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 53

5.3
Baja
California
Sur
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 54

5.4
Campeche
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 57

5.5
Coahuila
de
Zaragoza
 
 
 
 
 
 
 
 
 59

5.6
Colima
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 61

5.7
Chiapas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 63

5.8
Chihuahua
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 65

5.9
Distrito
Federal
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 67

5.10
Durango
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 70

5.11
Guanajuato
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 72

5.12
Guerrero
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 74

5.13
Hidalgo
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 76

5.14
Jalisco

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 78

5.15
México
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 80

5.16
Michoacán
de
Ocampo
 
 
 
 
 
 
 
 
 82

5.17
Morelos
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 84

5.18
Nayarit
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 86

5.19
Nuevo
León
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 88

5.20
Oaxaca
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 90

5.21
Puebla
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 92

5.22
Querétaro

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 94

5.23
Quintana
Roo
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 96

5.24
San
Luis
Potosí
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 98

5.25
Sinaloa
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 100

5.26
Sonora
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 102

5.27
Tabasco
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 104

5.28
Tamaulipas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 106

5.29
Tlaxcala
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 108

5.30
Veracruz
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 110

5.31
Yucatán
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 112

5.32
Zacatecas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 114

5.33
Conclusiones
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 116



Conclusiones
y
recomendaciones
 
 
 
 
 
 
 
 119



Glosario
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 121

Anexos

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 123

A.1
Tasas
de
suicidio,
zona
urbana
mujeres
 
 
 
 
 
 
 123

A.2
Tasas
de
suicidio,
zona
urbana
hombres
 
 
 
 
 
 
 124

A.3
Tasas
de
suicidio,
zona
rural
mujeres
 
 
 
 
 
 
 125

A.4
Tasas
de
suicidio,
zona
rural
hombres
 
 
 
 
 
 
 126

A.5
Tasas
de
suicidio
de
2002
 
 
 
 
 
 
 
 
 127

A.6
Tasas
de
suicidio
de
2003
 
 
 
 
 
 
 
 
 128

A.7
Tasas
de
suicidio
de
2004
 
 
 
 
 
 
 
 
 129

A.8
Tasas
de
suicidio
de
2005
 
 
 
 
 
 
 
 
 130

A.9
Tasas
de
suicidio
de
2006
 
 
 
 
 
 
 
 
 131

A.10
Tasas
de
suicidio
de
2007
 
 
 
 
 
 
 
 
 132



Bibliografía
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 133







































ÍNDICE
DE
TABLAS
Y
GRÁFICAS



TABLAS



Capítulo
3.
El
suicidio
en
México



3.1
Suicidios
en
México,
1990‐2007
 
 
 
 
 
 
 
 17

3.2.
Intentos
de
Suicidio
por
Año
de
Registro
y
Sexo,
Nacional
 
 
 
 
 19



Capítulo
4.
Análisis
del
suicidio
a
nivel
nacional
en
zonas
urbanas
y
rurales
de
México
de

2002
a
2007



4.1
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2002
a
2004
en
mujeres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 37

4.2
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2005
a
2007
en
mujeres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 37

4.3
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidiomás
bajas
de
2002
a
2004
en
mujeres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 38

4.4
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2005
a
2007
de
mujeres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 39

4.5
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2002
a
2004
en
hombres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 40

4.6
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2005
a
2007
en
hombres
de
la

zona
urbana

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 40

4.7
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2002
a
2004
en
hombres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 41

4.8
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2005
a
2007
en
hombres
de
la

zona
urbana
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 42

4.9
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2002
a
2004
en
mujeres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 44

4.10
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2005
a
2007
en
mujeres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 44

4.11
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2002
a
2004
en
mujeres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 45

4.12
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2005
a
2007
en
mujeres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 46

4.13
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2002
a
2004
en
hombres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 46

4.14
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
altas
de
2005
a
2007
en
hombres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 47

4.15
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2002
a
2004
en
hombres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 48

4.16
Entidades
federativas
con
las
10
tasas
de
suicidio
más
bajas
de
2005
a
2007
en
hombres
de
la

zona
rural
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 48

GRÁFICAS



Capítulo
3.
El
suicidio
en
México

3.1
Suicidios
en
México,
1990‐2007
 
 
 
 
 
 
 
 18

3.2
Intentos
de
Suicidio
por
Año
de
Registro
y
Sexo,
Nacional
 
 
 
 
 20

3.3
Distribución
de
Suicidios
por
Edad
y
Sexo
2007,
Nacional
 
 
 
 
 21

3.4
Distribución
de
Suicidios
por
Sexo
y
Medio
empleado
2007,
Nacional
 
 
 22

3.5
Distribución
de
suicidios
por
nivel
de
escolaridad
2007,
Nacional
 
 
 
 23

3.6
Suicidios
por
nivel
de
escolaridad
según
sexo
2007,
Nacional
 
 
 
 23


3.7
Suicidios
por
lugar
de
ocurrencia
y
sexo
2007,
nacional
 
 
 
 
 24

3.8
Suicidios
por
estado
conyugal
y
sexo
2007,
nacional

 
 
 
 
 26

3.9
Suicidios
por
grupo
principal
de
ocupación
2007,
nacional
 
 
 
 
 27

3.10
Suicidios
por
sexo
y
mes
de
ocurrencia
2007,
nacional

 
 
 
 
 28

3.11
Porcentaje
de
estudiantes
que
ha
sentido,
pensado
o
hecho

 
 
 
 30

3.12
Causas
de
intento
de
suicidio
2005,
nacional

 
 
 
 
 
 31

3.13
Causas
de
suicidio
2005,
nacional
 
 
 
 
 
 
 
 32



Capítulo
4.
Análisis
del
suicidio
a
nivel
nacional
en
zonas
urbanas
y
rurales
de
México
de

2002
a
2007



4.1
Tasa
de
muertes
por
suicidio
por
sexo
de
1990
a
2006,
Nacional
 
 
 
 34

4.2
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
Nacional
 
 
 36

4.3
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
Nacional

 
 
 43



Capítulo
5.
Análisis
del
suicidio
por
entidad
federativa
en
zonas
urbanas
y
rurales
de
2002
a

2007



5.1
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Aguascalientes
 
 51

5.2
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Aguascalientes
 
 52

5.3
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Baja
California
 
 53

5.4
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Baja
California
 
 54

5.5
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Baja
California
Sur
 
 55

5.6
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Baja
California
Sur
 
 56

5.7
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Campeche
 
 
 57

5.8
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Campeche
 
 
 58

5.9
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Coahuila
 
 
 59

5.10
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Coahuila
 
 
 60

5.11
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Colima
 
 
 61

5.12
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Colima
 
 
 62

5.13
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Chiapas
 
 
 63

5.14
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Chiapas
 
 
 64

5.15
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Chihuahua
 
 65

5.16
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Chihuahua
 
 
 66

5.17
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
del
Distrito
Federal
 
 67

5.18
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
del
Distrito
Federal
 
 68

5.19
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Durango
 
 
 70

5.20
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Durango
 
 
 71

5.21
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Guanajuato
 
 72

5.22
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Guanajuato
 
 
 73

5.23
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Guerrero
 
 
 74

5.24
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Guerrero
 
 
 75

5.25
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Hidalgo
 
 
 76

5.26
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Hidalgo
 
 
 77

5.27
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Jalisco
 
 
 78

5.28
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Jalisco
 
 
 79

5.29
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
México
 
 
 80

5.30
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
México
 
 
 81

5.31
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Michoacán
 
 82

5.32
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Michoacán
 
 
 83

5.33
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Morelos
 
 
 84

5.34
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Morelos
 
 
 85

5.35
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Nayarit
 
 
 86

5.36
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Nayarit
 
 
 87

5.37
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Nuevo
León
 
 88

5.38
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Nuevo
León
 
 
 89

5.39
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Oaxaca
 
 
 90

5.40
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Oaxaca
 
 
 91

5.41
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Puebla
 
 
 92

5.42
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Puebla
 
 
 93

5.43
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Querétaro

 
 94

5.44
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Querétaro
 
 
 95

5.45
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Quintana
Roo
 
 96

5.46
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Quintana
Roo
 
 97

5.47
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
San
Luis
Potosí
 
 98

5.48
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
San
Luis
Potosí
 
 99

5.49
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Sinaloa
 
 
 100

5.50
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Sinaloa
 
 
 101

5.51
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Sonora
 
 
 102

5.52
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Sonora
 
 
 103

5.53
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Tabasco
 
 
 104

5.54
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Tabasco
 
 
 105

5.55
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Tamaulipas
 
 106

5.56Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Tamaulipas
 
 
 107

5.57
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Tlaxcala
 
 
 108

5.58
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Tlaxcala
 
 
 109

5.59
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Veracruz
 
 
 110

5.60
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Veracruz
 
 
 111

5.61
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Yucatán
 
 
 112

5.62
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Yucatán
 
 
 113

5.63
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
urbana
de
Zacatecas
 
 
 114

5.64
Tasas
de
suicidio
por
sexo
de
2002
a
2007
en
la
zona
rural
de
Zacatecas
 
 
 114


 1

INTRODUCCIÓN

Actualmente,
México
 se
 encuentra
 en
un
proceso
de
 cambio
 y
 adaptación
en
un
mundo
de

modernización
y
globalización
que
 tiene
como
soporte
 reformas
políticas
y
económicas
para

adecuarse
tanto
a
la
dinámica
nacional
como
a
la
internacional.


Durante
 la
 década
 de
 los
 noventa
 se
 presentaron
 diferentes
 reformas
 económicas
 y

constitucionales
 en
 México
 orientadas
 al
 modelo
 neoliberal,
 cuyos
 resultados
 permitieron

avanzar
en
diversos
aspectos;
sin
embargo,
los
cambios
sociales
originados
de
los
movimientos

políticos
y
las
crisis
económicas
han
causado
un
aumento
en
la
migración
de
mexicanos,
altos

niveles
 de
 desempleo
 y
 de
 inseguridad,
 además
 de
 la
 carencia
 de
 oportunidades;
 estos

factores
 desestabilizan
 a
 la
 población
 y
 se
 evidencía
 en
 la
 violencia
 social;
 la
 cual
 afecta
 al

núcleo
 familiar
 y
 causa
 violencia
 en
 ella,
 además
 de
 la
 violencia
 de
 género,
 delincuencia
 y

adicciones.

Todas
estas
consecuencias
se
reflejan
en
la
salud
de
los
habitantes.

Este
 ambiente
 social
 adverso
 se
 reproduce
 y
 se
 expresa
 en
 las
 situaciones
 habituales
 y

cotidianas.
 Por
 ejemplo
 en
 la
 familia,
 entorno
 donde
 muchas
 veces
 les
 resulta
 difícil
 a
 los

integrantes,
especialmente
a
 los
 jóvenes,
encontrar
canales
de
expresión
y
de
atención
a
sus

problemas,
se
presenta
un
clima

de
violencia.

Dentro
 de
 los
 impactos
 psicológicos
 que
 pueden
 ser
 consecuencia
 de
 esta
 limitación
 de

oportunidades
 de
 desarrollo
 se
 encuentran:
 una
 baja
 autoestima,
 inseguridad
 personal,

frustración
y
depresión
(ligada
muy
íntimamente
con
intentos
de
suicidio),
que
según
el
INEGI

es
 causa
 reportada
 para
 el
 suicidio
 consumado
 y
 para
 su
 efecto,
 los
 individuos,
 ante
 dicha

situación
 
 rodeados
de
un
medio
 social
 fracturado,
 se
encuentran
 con
más
dificultades
para

hallar
 redes
 sociales
 que
 permitan
 la
 contención
 y
 apoyo
 necesarios
 para
 su
 libertad
 de

expresión
y
alternativas
de
desarrollo.

En
 esta
 variedad
 de
 problemáticas
 se
 distinguen
 la
 depresión
 y
 el
 suicidio,
 los
 cuales
 se

consideran
como
problemas
de
salud
pública
que
aumentan
año
con
año.
De
acuerdo
con
la

Organización
Mundial
de
 la
Salud
(OMS),
en
el
año
2000,
aproximadamente
se
suicidaron
un

millón
de
personas
en
el
mundo
(OMS,
2006).
De
acuerdo
con
INEGI,
el
suicidio
es
desde
2007

la
cuarta
causa
de
muerte
para
el
grupo
de
población
que
se
ubica
entre
los
15
y
los
29
años.

En
efecto,
del
 total
de
muertes
 registradas
en
ese
año
para
este
 segmento
de
población
 los

suicidios
 representaron
6.3%.
Sin
embargo,
desagregado
por
grupo
de
edad,
el
 suicidio
es
 la

tercera
causa
de
muerte
para
la
población
joven,
pues
representó
en
el
año
de
referencia
7%

del
 total
de
fallecimientos
de
 la
población
masculina
de
15
a
29
años,
y
 la
sexta
en
mujeres,

con
4.5%
del
total
de
decesos
(Fuentes,
2008).


Es
 importante
 prestar
 atención
 a
 este
 problema,
 ya
 que
 el
 desarrollo
 de
 un
 país
 está


relacionado
con
la
mortalidad
que
éste
presenta
y,
en
consecuencia,
a
sus
causas.


En
nuestro
país,
dada
 la
población
con
 la
que
cuenta,
así
como
su
distribución,
es
 
necesario

tomar
 en
 cuenta
 las
 necesidades
 y
 deficiencias
 de
 las
 zonas
 y
 localidades
 ubicadas
 en
 las

diferentes
 áreas
 geográficas
 para
 poder
 aplicar
 un
 plan
 de
 acción
 efectivo
 y
 eficaz,
 que

disminuya
las
muertes
por
suicidio.



 2

Es
 sustancial
 saber
 que
en
el
 último
 conteo
nacional,
 en
 2005,
 se
 contaron
103
millones
de

habitantes
 en
 México,
 donde
 la
 distribución
 de
 la
 población
 mexicana
 resultó
 de
 76%
 que

habita
en
la
zona
urbana
y
24%
en
la
zona
rural;
las
cuáles
están
expuestas
en
mayor
o
menor

grado
a
los
factores
desencadenantes
del
acto
suicida.

Las
 fuentes
de
 información
utilizadas
para
el
presente
 trabajo,
 son
 los
datos
de
defunciones

por
suicidio
de
 las
zonas
urbanas
(población
con
más
de
2500
habitantes)
y
 las
zonas
rurales

(población
 con
menos
 de
 2500
 habitantes)
 por
 sexo,
 edad
 y
 entidad
 federativa
 de
 2002
 al

2007,
 así
 como
 los
datos
nacionales
proporcionados
por
 el
 Instituto
Nacional
 de
 Estadística,

Geografía
 e
 Informática
 (INEGI)
 y
 de
 las
 proyecciones
 de
 población
 del
 Consejo
Nacional
 de

Población
(CONAPO).

A
 través
 del
 análisis
 e
 interpretación
 de
 estos
 datos,
 se
 pretende
 alcanzar
 los
 siguientes

objetivos
particulares:

• Analizar
el
suicidio
por
zonas
urbanas
y
rurales
de
México
y
de
cada
entidad
federativa

mediante
un
análisis
de
tipo
comparativo
mediante
la
estandarización
de
tasas.

• Mostrar
 las
 zonas
 y
 entidades
 federativas
más
 vulnerables
 que
 afecta
 esta
 causa
 de

muerte.

• Indicar
las
entidades
federativas
con
menos
casos
de
suicidios.

• Proponer
medidas
de
prevención.

Para
 lograr
estos
objetivos,
el
 trabajo
se
desarrolla
en
cinco
capítulos.
En
el
 capítulo
uno,
 se

aborda
 la
 parte
 teórica
 del
 suicidio,
 tanto
 histórica
 como
 psicológica
 y
 sociológica.
 En
 el

capítulo
dos
se
muestra
la
metodología
utilizada
para
obtener
la
información
necesaria
a
fin
de

alcanzar
los
objetivos
propuestos;
así
como
las
fuentes
de
información
de
donde
se
obtuvieron

los
 datos.
 En
 el
 capítulo
 tres
 se
 analiza
 la
 situación
 social
 de
 México
 y
 las
 defunciones
 de

suicidio
 de
 2007,
 último
 año
 de
 registro
 publicado
 por
 el
 INEGI,
 en
 el
 cual
 se
 muestran

distintos
 factores
 socio‐demográficos
 tales
 como:
 edad,
 sexo,
medio
 empleado,
 escolaridad,

lugar
de
ocurrencia,
estado
conyugal,
ocupación
y
mes
de
ocurrencia
a
nivel
nacional,
así
como

las
causas
y
factores
que
influyen
en
el
acto
suicida.
En
el
capítulo
número
cuatro,
se
muestran

las
 tasas
 nacionales
 de
 suicidio
 por
 zona
 y
 por
 sexo,
 derivadas
 de
 la
 estandarización
 y
 se

exponen
 los
 resultados
generales
a
modo
de
 síntesis
de
 los
 suicidios
en
 las
 zonas
urbanas
 y

rurales
por
sexo
de
las
entidades
federativas
del
2002
al
2007.
Finalmente,
en
el
capítulo
cinco,

se
presenta
el
análisis
de
cada
una
de
las
entidades
federativas,
por
su
zona
urbana
y
rural
del

2002
al
2007.

Las
 tasas
 calculadas
nacionales
 y
 por
 entidad
 federativa
de
2002
a
 2007,
 por
 zona
urbana
 y

rural,
por
sexo,
pueden
ser
consultadas
en
los
anexos
del
presente
trabajo.







 3

CAPÍTULO
1

Suicidio



1.1 Definición
y
concepto

Para
 las
 personas,
 la
 vida
 tiene
 un
 atractivo
 aún
 encontrándose
 en
 un
momento
 doloroso.

Según
Einstein1
 cada
una
de
 las
 partes
 del
 ser
 humano
desea
 vivir,
 pero
 ¿Qué
pasa
 en
 caso

contrario?
¿Por
qué
motivos
una
persona
puede
llevar
a
acabo
la
destrucción
de
su
existencia?

Etimológicamente
el
 término
 suicidio
 implica
un
 tipo
de
homicidio
en
el
que
el
 criminal
 y
 la

víctima
son
la
misma
persona.

De
 acuerdo
 con
 el
 Diccionario
 de
 la
 Real
 Academia
 Española
 de
 la
 Lengua,
 suicidarse
 es

quitarse
 voluntariamente
 la
 vida
 (voz
 formada
 a
 semejanza
de
homicidio,
 del
 latín
 sui,
 de
 sí

mismo,
y
caedĕre,
matar).

Stengel
 (1965)
 define
 el
 intento
 de
 suicidio
 como
 cualquier
 acto
 no
 fatal
 de
 autoperjuicio

infringidocon
la
intensión
consciente
–
aunque
vaga
y
ambigüa
–
de
autodestruirse.

Sea
cual
fuere
la
concepción
y
definción
del
suicidio,
deja
el
hecho
de
reflejar
un
desequilibrio

en
 el
 ser
 humano,
 el
 que
 se
 manifiesta
 en
 
 la
 imposibilidad
 de
 enfrentar
 su
 vida

satisfactoriamente.

1.2.
Antecedentes

históricos

El
suicidio
aparece
en
todas
las
sociedades
desde
los
tiempos
más
remotos.
Sin
embargo,
a
lo

largo
 de
 la
 historia
 ha
 variado
 la
 actitud
 de
 la
 sociedad
 hacia
 este
 acto,
 sus
 formas
 y
 su

frecuencia.

En
la
antigüedad

Los
Galios
consideraron
razonable
el
suicidio
por
vejez,
por
muerte
de
los
esposos,
por
muerte

del
jefe
o
por
enfermedad
grave
o
dolorosa.
De
igual
forma,
para
Celtas
Hispanos,
Vikingos
y

Nórdicos,
 la
 vejez
 y
 la
 enfermedad
 eran
 causas
 razonables.
 En
 los
 pueblos
 germánicos

(Visigodos),
el
suicidio
buscaba
evitar
la
muerte
vergonzosa
("kerlingedale"),
lo
cual
era
loable

y
bien
visto.


Las
 Tribus
 Africanas
 consideraban
 maligno
 y
 terrible
 el
 contacto
 físico
 con
 el
 cuerpo
 del

suicida,
 incluso
 se
 quemaba
 la
 casa
 y
 el
 árbol
 donde
 se
 hubiese
 ahorcado
 éste;
 el
 suicidio

reflejaba
 la
 ira
 de
 los
 antepasados
 y
 se
 consideraba
 asociado
 a
 brujería;
 por
 otra
 parte,
 el

cuerpo
se
enterraba
sin
los
ritos
habituales.

































































1
Citado
en
Emerich,
1988.


 4

En
los
Antiguos
Cristianos
el
suicidio
era
muy
raro
pues
atentaba
contra
el
V
mandamiento.


En
la
India,
desde
la
antiguedad,
bajo
la
 influencia
considerable
del
Brahmanismo,
los
sabios,

en
búsqueda
del
nirvana
(liberación
de
todos
 los
males
en
la
“nada
absoluta”),
se
suicidaban

durante
las
fiestas
religiosas.

En
 el
 Tíbet
 y
 en
 China,
 la
 doctrina
 que
 impulsó
 Siddharta
 Gautama
 distinguía
 dos
 tipos
 de

suicidas:
El
que
buscaba
la
perfección
y
el
que
huía
ante
el
enemigo.
En
Japón,
el
concepto
de

honor
 incitaba
 a
 los
 nobles
 a
 hacerse
 el
 Harakiri.
 Durante
 el
 culto,
 algunos
 creyentes
 no

dudaban
en
suicidarse
para
alcanzar
a
sus
divinidades
(Moron,
1977).

En
 China
 se
 llevaba
 a
 cabo
 por
 lealtad:
 en
 Japón
 se
 trataba
 de
 un
 acto
 ceremonial,
 por

expiación
o
por
derrota
y
en
la
India
por
motivos
litúrgicos
o
religiosos,
así
como
por
muerte

de
los
esposos.

Para
los
egipcios
el
suicidio
no
tuvo
connotaciones
morales.
Se
trataba
simplemente
del
paso

de
una
forma
de
existencia
a
otra.
(Téllez,
2006).


En
la
Europa
antigua,
sobre
todo
durante
el
Imperio
romano,
el
suicidio
se
consentía
e
incluso

era
 considerado
 un
 acto
 honoroso.
 Los
 antiguos
 romanos,
 bajo
 la
 influencia
 del
 estoicismo,

admitían
muchas
 razones
 legítimas
 para
 su
 práctica.
 El
 filósofo
 romano
 Séneca
 lo
 describía

como
el
acto
último
de
una
persona
libre
(Llama,
2004).


También
en
Grecia
las
referencias
a
los
suicidios
son
innumerables
y
por
diversos
motivos:
por

conducta
heroica
y
patriótica,
por
vínculos
societarios
y
solidarios,
por
fanatismo,
por
 locura,

por
decreto
(Sócrates),
suicidio
asistido
por
el
senado.


Fue
 en
 Grecia
 donde
 se
 propagó
 la
 tolerancia
 al
 suicidio
 en
 cuanto
 a
 entenderlo
 como
 un

asunto
 privado.
 La
 literatura
 griega
 da
 cuenta
 de
 varios
 suicidios,
 todos
 ellos
matizados
 de

grandeza;
 sin
 embargo,
 en
 el
 plano
 doctrinal
 la
 oposición
 al
 suicidio
 permanecía
 de
manera

importante
 y
 por
 largo
 tiempo.
 En
 la
 cultura
 griega
 el
 tema
 fue
 controvertido,
 con
 amplias

discusiones
filosóficas
y
posturas
diferentes
de
varios
eminentes
filósofos,
como
Platón
(427‐
347
a.
de
C.)
que
lo
consideró
como
una
ofensa
a
la
sociedad
o
Aristóteles
(384‐322
a.
de
C.)

que
lo
veía
como
un
acto
de
cobardía
(Tellez,
2006).

El
 Neoplatonismo,
 la
 filosofía
 de
 la
 felicidad
 más
 influyente
 en
 la
 antigüedad
 clásica,

consideraba
que
el
hombre
no
debía
abandonar
voluntariamente
el
lugar
asignado
por
Dios.
El

suicidio,
por
lo
tanto,
afectaba
al
alma
negativamente
después
de
la
muerte.


Sin
embargo,
para
San
Agustín,
el
suicidio
era
un
pecado.
Varios
de
los
primeros
concilios
de
la

Iglesia
cristiana
decretaron
que
aquellos
que
cometieran
suicidio
no
se
les
podrían
aplicar
los

rituales
 ordinarios
 de
 la
 Iglesia
 a
 su
 muerte,
 y
 en
 la
 edad
media
 la
 Iglesia
 católica
 romana

condenó
 expresamente
 esta
 práctica.
 En
 las
 legislaciones
 medievales
 se
 ordenaba
 la

confiscación
 de
 todas
 las
 propiedades
 del
 suicida
 y
 el
 cadáver
 sufría
 todo
 tipo
 de

humillaciones.
 Hoy
 está
 condenado
 el
 suicidio
 en
 las
 religiones
 cristiana,
 judía
 e
 islámica

(Llama,
2004).





 5

Edad
Media

Durante
 esta
 época
 el
 suicidio
 es
 penado
 rígidamente
por
 las
 leyes
 religiosas.
 El
 Concilio
 de

Arlés
 (452)
 declaró
 que
 el
 suicidio
 era
 un
 crimen.
 El
 Concilio
 de
 Braga
 (563)
 lo
 sancionó

penalmente
al
dictaminar
que
el
suicida
no
fuera
honrado
con
ninguna
conmemoración
en
la

liturgia,
excluido
del
camposanto.
Lo
mismo
sucedió
en
el
Concilio
de
Auxerre
(578).
El
cuerpo

de
 los
 suicidas
 era
 trasladado
 con
 escarnio,
 enterrado
 en
 la
 encrucijada
 de
 los
 caminos,
 su

memoria
difamada
y
sus
bienes
confiscados.

El
 derecho
 canónico
 condenaba
 al
 suicidio
 en
 toda
 la
 cristianidad.
 En
 Francia,
 San
 Luis

estableció
la
pena
laica.
A
pesar
de
la
miseria
social
de
entonces,
fueron
pocos
los
suicidas
del

siglo
V
al
siglo
XI
(Moron,
1977).

En
 Europa,
 era
 costumbre
 arrastrar
 las
 cabezas
 de
 los
 suicidas
 y
 exponerlas
 en
 las
 plazas

públicas.
En
Metz,
Francia,
se
metía
al
suicida
en
un
tonel
y
se
 le
arrojaba
al
 río
para
que
se

alejara
y
no
volviera
(Téllez,
2006).

Siglo
XII
y
XIII

Se
 registraron
 muchos
 casos
 donde
 la
 herejía
 cátara
 incita
 a
 algunos
 de
 sus
 miembros

(prefectos)
a
realizar
“el
suicidio
sagrado”,
las
consecuencias
eran
represiones
violentas
tanto

religiosamente
como
secularmente;
por
ejemplo,
el
cadáver
del
suicida
se
arrastraba
sobre
un

zarzo,
de
cara
al
suelo
y
se
exhibía
en
las
calles
(Morón,
1977).

Siglo
XVII
y
XVIII

En
el
siglo
XVII

la
represión
fue
enérgica;
el
suicidio
es
un
“crimen
de
lesa
magestad”,
divina
y

humana.
En
el
siglo
XVIII,
las
nuevas
ideas
ponen
en
boga
al
suicidio.
Montesquieu
y
Rousseau

tocan
el
tema
en
la
Nouvelle
Héloïse,
y
después
en
la
Encyclopédie
cuyo
espíritu
general
 
“es

derrumbar
los
prejuicios
y
hacer
triunfar
la
razón”.
Para
Alembert
y
Diderot
el
suicidio
es
una

prueba
de
libertad
individual.
Voltaire
también
admite
la
 legitimidad
del
suicidio
en
la
última

parte
del
Ingénu,
lo
trata
como
sociólogo
(Moron,
1977).

En
1789,
con
la
declaración
de
los
Derechos
del
Hombre,

proclamando
la
libertad
humana,
se

hicieron
 caer
 todas
 las
 sanciones
 existentes,
 por
 lo
 que
 los
 suicidios
 fueron
 cada
 vez
 más

numerosos
(Moron,
1977).

Siglo
XIX

La
época
moderna
dedicada
al
estudio
del
suicidio,
se
inció
alrededor
de
finales
del
siglo
XIX,

por
 la
parte
sociológica;
Emile
Durkheim
 (1858‐1917)
y
por
 la
parte
psicológica
por
Sigmund

Freud
(1856‐1939).


En
 este
 siglo,
 la
 cantidad
 de
 suicidios
 aumentó
 mucho.
 En
 el
 último
 cuarto
 de
 siglo
 se

encontraron
en
Gran
Bretaña
y
Estados
Unidos
clubes
de
suicidas
(Moron,
1977).






 6

Del
siglo
XX
a
la
actualidad

El
suicidio,
al
menos
a
partir
de
la
segunda
mitad
del
siglo
XX,
ha
sido
en
muchos
casos,
una
de

las
 salidas
 más
 duras
 ante
 la
 barbarie
 de
 Occidente.
Filósofos,
 poetas,
 pintores,
 actores,

bailarines
e
incluso
moralistas,
han
optado
en
el
siglo
XX
por
ponerle
fin
a
su
existencia.

Pero

el
 suicidio
 está
 lejos
 de
 ser
 decisión
 sólo
 de
 intelectuales;
 el
 suicidio
 a
 finales
 del
 siglo
 XX
 y

principios
 del
 siglo
 XXI
 está
 creciendo
 aceleradamente
 en
 muchas
 sociedades
 y
 países;

lamentablemente
el
nuestro
entre
ellos.
Hoy,
la
soledad,
el
abandono,
la
desesperación
social,

la
falta
de
expectativas,
las
adicciones
y
otros
fenómenosno
menos
complejos,
están
llevando

a
miles
de
personas
a
renunciar
a
la
existencia
(Arellano,
2007).

El
 suicidio
 constituye
 un
 problema
 de
 salud
 pública
 mundial
 muy
 importante
 pero
 en
 gran

medida
prevenible,
que
provoca
casi
 la
mitad
de
todas
 las
muertes
violentas
y
se
traduce
en

casi
 un
millón
 de
 víctimas
 al
 año,
 además
 de
 unos
 costos
 económicos
 cifrados
 en
miles
 de

millones
de
dólares,
según
ha
señalado
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS,
2004).
Las

estimaciones
realizadas
indican
que
en
2020
las
víctimas
podrían
ascender
a
1,5
millones.


Actualmente,
 el
 suicidio
 se
 ve
 desde
 muchas
 perspectivas,
 pero
 sólo
 quien
 lo
 ha
 vivido
 de

cerca
 puede
 dar
 una
 opinión
 contundente
 acerca
 de
 la
 carga
 significativa
 y
 valorativa
 de
 la

palabra
y
la
acción.
Por
parte
de
la
religión,
aún
no
es
aceptado
debido
a
que
el
ser
humano
no

tiene
derecho
a
quitarse
la
vida
que
Dios
le
dio
y

sólo
él
tiene
ese
derecho;
desde
el
punto
de

vista
 jurídico
 y
 de
 los
 derechos
 humanos,
 el
 suicidio
 es
 considerado
 por
 muchos
 como
 un

derecho
humano,
un
derecho
a
la
muerte
ya
que
teniendo
derecho
a
la
vida,
a
 la
 libertad,
al

libre
albedrío,
etc.


Dada
 la
 situación
 se
 crean
 asociaciones
 de
 tipo
 “derecho
 a
 morir
 con
 dignidad”
 o
 clínicas

donde
se
acepta
la
eutanasia
voluntaria.
Por
ejemplo,
En
Holanda
ya
ha
sido
aceptada
bajo
el

nombre
de
"suicidio
médicamente
asistido",
lo
mismo
que
en

Australia
Septentrional
(Keown,

2004).

1.3
Teorías

1.3.1.
Teoría
sociológica



El
sociólogo
francés
Emile
Durkheim,
postuló
que
el
suicidio
era
un
fenómeno
sociológico,
ya

que
lo
consideraba
resultado
de
una
falta
de
integración
del
individuo
en
la
sociedad,
más
que

un
acto
puramente
individualista;
es
decir,
era
consecuencia
de
una
mala
adaptación
social
del

individuo
 y
 de
 falta
 de
 integración.
 
 Según
 la
 relación
 del
 individuo
 con
 el
 grupo
 social,
 se

establecen
5
 tipos
de
 suicidio,
 los
 cuales
 se
 suscitaban
 como
consecuencia
de
determinadas

condiciones
sociales:




a) Suicidio
egoísta.
 Son
 individuos
que
no
están
 fuertemente
 integrados
en
el
 grupo
 social.
 En

este
caso,
la
decisión
individualista
de
una
persona
que
ya
no
depende
del
control
o
la
opinión

de
los
demás.

b) 
Suicidio
altruista.
Son
individuos
que
están
fuertemente
integrados
en
el
grupo
social,
sufren

falta
de
 individualidad
 (enfermos
desahuciados,
militares
derrotados,
 soldados
en
 combate).


 7

Está
 ilustrado
por
una
sociedad
que
puede
ejercer
una
fuerte
 influencia
en
 la
decisión
de
un

individuo
en
sacrificar
su
vida.

c) Suicidio
 anómico.
 (Del
 griego,
 Anomia
 “sin
 ley”).
 Sujetos
 con
 la
 integración
 al
 grupo
 social

alterada
o
distorsionada
(ruina
repentina,
divorcio,
cambios
drásticos
de
hábitos
o
de
vida)
y

no
pueden
seguir
con
las
normas
de
conducta
habituales.
Este
caso
refleja
una
situación
en
la

que
 el
 individuo
 debido
 a
 su
 debilidad,
 no
 está
 guiado
 por
 la
 sociedad
 por
 ejemplo
 un

alcohólico
o
un
desempleado.
 La
 anomia
explica
por
qué
un
 cambio
drástico
en
 la
 situación

económica
de
un
individuo
lo
hace
más
vulnerable
de
lo
que
era
antes.

d) 
Suicidio
 fatalista.
 Ocurre
 cuando
 existe
 un
 alto
 grado
 de
 regulación
 social;
 es
 decir,
 como

resultado
de
un
exceso
de
reglamentación
o
presión,
se
sienten
aplastados
por
la
disciplina
o

las
normas
(militares
y
jóvenes
ante
el
fracaso
escolar).




Así,
 el
 suicidio
 egoísta
 y
 el
 altruista
 eran
 el
 resultado
 de
 una
 débil
 o
 fuerte
 integración
 del

individuo
 en
 la
 sociedad.
 El
 suicidio
 anómico
 y
 el
 fatalista
 venían
 determinados

respectivamente
por
una
débil
y
excesiva
regulación
por
parte
de
la
sociedad.
A
pesar
de
esta

teoría;
la
tendencia
actual
considera
al
suicidio
desde
un
punto
de
vista
psicológico
en
lugar
de

una
perspectiva
moral
(Maza,
2008).



1.3.2.
Teorías
psicológicas



a) Sigmund
 Freud
 (Psicoanálisis).
 Elaboró
 una
 interpretación
 sobre
 el
 tema,
 en
 el
 que
 es

Thanatos
o
instinto
de
muerte
autodirigido,
el
que
nos
induce
a
este
tipo
de
comportamiento.

El
 suicidio
 representa
 la
 hostilidad
 inconsciente
 dirigida
 hacia
 el
 objeto
 amado
 que
 ha
 sido

previamente
introyectado,
por
regla
general,
de
forma
ambivalente.

b) Karl
Menninger
(1938).
Manifestó
que
el
suicidio
sería
un
homicidio
invertido,
el
resultado
de

la
rabia
o
 la
 ira
contenida
contra
otra
persona,
que
se
dirige
al
 interior
o
se
utiliza
como
una

excusa
para
el
castigo.
Se
distingue
en
toda
idea
suicida
tres
componentes:
el
deseo
de
matar,

el
deseo
de
ser
matado
y
el
deseo
de
morir.

c) Psicología
Cognitiva.
Se
ha
hallado
que
es
la
desesperanza
la
que
está
ligada
a
la
consumación

del
 suicidio,
 por
 tanto,
 su
 tratamiento
 se
 encamina
 a
 corregir
 los
 pensamientos
 negativos
 e

infundir
esperanza.



El
 suicidio
 desde
 el
 punto
 de
 vista
 psicopatológico,
 no
 es
 más
 que
 un
 síntoma
 de
 tipo

conductual
que
hay
que
estudiar
desde
todas
las
vertientes
posibles
(López,
2008).



1.4 El
suicidio
en
el
mundo



Organismos
 internacionales,
como
la
Asociación
 Internacional
para
 la
Prevención
del
Suicidio

(IASP,
por
sus
siglas
en
inglés)
,
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS),
Las
Naciones
Unidas
y

Organizaciones
 No
 Gubernamentales
 (NGO,
 por
 sus
 siglas
 en
 inglés)
 junto
 con
 el
 sector

voluntario,
 identificaron
 al
 suicidio
 como
problema
de
 salud
 que
 puede
 ser
 en
 gran
medida

prevenible.







 8

De
acuerdo
con
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS),
en
los
pasados
45
años
el
índice
de

suicidios
 se
 ha
 incrementado
 en
 60
 por
 ciento
 en
 el
 planeta,
 al
 grado
 que
 actualmente
 se

encuentra
dentro
de
las
tres
primeras
causas
de
muerte
entre
la
población
de
15
a
44
años
de

edad
en
ambos
sexos
(Gómez,
2008).

En
2002,
un
estudio
publicado
en
Suicidologi
(IASP)
hizo
mención
de
que
las
tasas
más
altas
en

hombres
y
en
mujeres
 se
encontraron
en
Europa,
específicamente
en
Europa
del
Este,
en
el

grupo
de
países
que
comparten
de
alguna
manera
características
históricas
y
 socioculturales

como
Estonia,
Latvia,
Lituania
y
en
un
grado
inferior,
Finlandia,
Hungría
y
la
Federación
Rusa.

Sin
 embargo,
 algunas
 de
 las
 tasas
 altas
 se
 encuentran
 en
 países
 que
 son
 muy
 distintos
 en

relación
a
estas
características,
como
Sri
Lanka
y
Cuba
(Suicidologi,
2002).




Es
interesante
tener
en
cuenta
que
el
factor
de
riesgo
más
importante,
según
el
estudio,
en
los

países
con
altos
ingresos
económicos
son
los
desordenes
del
humor,
mientras
que
la
falta
de

control
 de
 impulsos
 fue
 el
 factor
 de
 riesgo
 que
más
 influye
 en
 las
 clases
 sociales
medias
 y

bajas.




Es
 posible
 que
 exista
 un
 grado
 de
 confusión
 particularmente
 cuando
 la
 información
 se

compara
 entre
 los
 datos
 de
 países
 o
 regiones
 con
 importantes
 diferencias
 en
 la
 estructura

demográfica,
 y
 refleja
que
 las
 tasas
más
altas
de
 suicidio
 se
encuentran
en
Europa
del
 Este;

cuando
el
número
más
alto
de
suicidios
se
ubican
en
Asia.




Por
el
tamaño
de
su
población,
el
artículo
de
Suicidologi
indica
que
casi
el
30%
de
los
suicidios

en
 el
mundo
 se
 cometieron
en
China
 e
 India.
 Por
 otra
 parte,
 el
 número
de
 suicidios
 que
 se

cometieron
en
China
es
30%
más
grande
que
el
total
de
suicidios
en
toda
Europa
y
el
número

de
suicidios
en
India
(el
segundo
más
alto)
es
equivalente
a
los
cuatro
países
Europeos
con
el

más
alto
número
de
suicidios
(Rusia,
Alemania,
Francia
y
Ucrania)
(Suicidologi,
2002).



En
este
estudio
también
se
indica
que
en
1998,

con
50
países
aludidos,
el
55%
de
los
casos
de

suicidio
 fueron
 cometidos
 por
 personas
 de
 5
 a
 44
 años
 de
 edad
 en
 comparación
 con
 las

personas
de
 45
 años
 y
más.
Además,
 el
 grupo
de
 edad
más
 afectado
es
 el
 de
 35
 a
 44
 años

tanto
para
hombres
como
para
mujeres
(Suicidologi,
2002).



Este
fenómeno
se
vuelve
dramático
cuando
se
considera
que
la
mayor
proporcióndel
total
de

la
población
está
aumentando
en
la
gente

joven.


La
OMS
calcula
que
un
millón
de
personas
mueren
por
día
a
causa
del
suicidio.
Esto
representa

una
 mortalidad
 anual
 de
 14.5
 por
 cada
 100
 000
 habitantes
 y
 calcula
 que
 para
 el
 2020,

aproximadamente
1.53
millones
de
personas
se
suicidarán
en
el
mundo

y
además
serán
de
10

a
20
los
intentos
de
suicidio
que
se
realizarán,
esto
representa
una
muerte
cada
20
segundos
y

un
intento
de
suicidio
de
1
a
2
segundos
(OMS,
2008).

En
muchos
países
desarrollados
el
suicidio
es
la
segunda
o
tercera
causa
de
muerte
entre
los

adolescentes
 y
 los
 adultos
 jóvenes,
 y
 la
 causa
 de
muerte
 número
 trece
 a
 nivel
 mundial
 de

personas
 de
 todas
 las
 edades,
 reporta
 la
 OMS.
 Aparte
 de
 estos
 que
 mueren
 a
 causa
 del

suicidio,
hay
otros
millones
que
realizan
intentos
de
autoeliminación
en
un
contexto
de
estrés


 9

emocional
y
provocando
el
sufrimiento
tanto
de
ellos
mismos,
como
de
sus
familias.

Hay
variaciones
importantes
en
lo
que
concierne
en
las
tasas
del
suicidio
entre
los
diferentes

países.
Por
lo
que
es
necesario
tomar
en
cuenta
la
comparación
de
los
datos
de
suicidio
entre

ellos,
ya
que
algunos
declaran
información
precisa
acerca
de
la
cantidad
de
suicidios,
mientras

que
 otros
 no
 declaran
 una
 proporción
 importante
 de
 sus
 suicidios.
 Las
 tasas
 de
 suicidios

reportados
a
la
OMS
son
mayores
en
países
de
Europa
Oriental,
 incluyendo
Lituania,
Estonia,

Belorusia
y
la
Federación
Rusa.
Estos
países
tienen
rangos
de
suicidio
entre
el
45
y
75
por
100

mil
habitantes
(Suicidologi,
2002).



1.4.1 Religión,
factor
cultural
en
el
mundo



Una
 comparación
 con
 las
 tasas
 de
 suicidio
 de
 acuerdo
 a
 la
 denominación
 religiosa
 de
 cada

país,
 trae
 a
 la
 luz
 una
 diferencia
 remarcada
 entre
 países
 islámicos
 y
 países
 con
 alguna
 otra

religión.




En
los
países
musulmanes;
por
ejemplo
Kuwait,
donde
cometer
suicidio
es
más
estrictamente

prohibido,
las
tasas
totales
de
suicidio,
en
2002,

eran
muy
cercanas
a
cero
(0.1)
por
100,000

habitantes
 .
 En
 la
 religión
hindú,
por
ejemplo
 India,
 y
 en
 los
países
 cristianos
 como
 Italia,
 la

tasa
total
de
suicidios
era
de
10
por
100,000
habitantes
(Hindú,
9.6;
Cristiana,
11.2).
En
países

budistas
 como
 Japón,
 la
 tasa
 total
 de
 suicidios
 era
 distintamente
 alta
 con
 17.9
 por
 100,000

habitantes.
En
el
caso
de
países
ateos,
como
China,
la
tasa
total
de
suicidios
es
más
marcada,

con
25.6
por
cada
100,000
habitantes,
en
 los
cuales
se
 incluyeron
países
donde
 las
prácticas

religiosas
fueron
prohibidas
por
un
largo
periodo
de
tiempo;
por
ejemplo
Albania
(Suicidologi,

2002).



Con
mirada
 al
 género,
 las
 tasas
 de
 suicidio
 de
 acuerdo
 con
 la
 religión
 que
 prevalece
 en
 los

diferentes
países,
es
generalmente
más
alta
en
hombres
que
en
mujeres
(Suicidologi,
2002).



La
 relación
 más
 alta
 entre
 hombres
 y
 en
 mujeres
 se
 pudo
 encontrar
 en
 los
 países
 ateos
 y

cristianos
 con
 3.5:1,
 en
 ambos
 casos.
 La
 relación
 más
 baja
 se
 observó
 en
 los
 países
 con

creencia
hindú

con
1.3:1
(Suicidologi,
2002).



Ciertamente,
los
resultados
de
este
estudio
(Suicidologi,
2002)
no
toman
niveles
personales
de

religiosidad
 en
 consideración;
 sin
 embargo,
 pueden
 indicar
 la
 importancia
 del
 contexto

religioso;
es
decir,
que
 la
prevalencia
de
 la
 religión
en
un
país
en
 relación
a
 las
muertes
por

suicidio,
es
un

factor
cultural
importante
en
su
determinación.




 10

CAPÍTULO
2




Fuentes
de
información
y
metodología

El
análisis
que
en
este
trabajo
se
presenta,
se
desarrolla
con
las
variables
de
sexo
y
grupos
de

edad
en
 las
zonas
urbanas
y
rurales
de
cada
entidad
federativa
de
2002
a
2007,
aplicando
 la

estandarización
de
tasas.

2.1
Fuentes
de
información

Se
 utilizó
 el
 número
 de
 defunciones
 por
 suicidio
 registradas
 en
 el
 Instituto
 Nacional
 de

Estadística,
 Geografía
 e
 Informática
 (INEGI)
 de
 cada
 entidadad
 federativa
 y
 los
 datos

nacionales
 de
 2002
 a
 2007,
 por
 zona
 (urbana
 y
 rural),
 por
 sexo
 y
 por
 edad
 (grupos

quinquenales),
así
como
las
proyecciones
del
número
de
habitantes
de
cada
entidad
federativa

y
 nacional,
 tomando
 a
 la
 población
 media,
 por
 edad,
 posteriormente
 convertidas
 en

quinquenios,
de
2002
al
2007
proporcionadas
por
el
Consejo
Nacional
de
Población
(CONAPO),

para
calcular
las
tasas
de
mortalidad
por
suicidio
nacionales
y
de
las
entidades
federativas,
por

año,
sexo
y
zona,
por
100,000
habitantes.

2.2
Tasas
de
suicidio

Para
calcular
las
tasas
de
suicidio,
se
calcularon
las
tasas
específicas
de
mortalidad
por
suicidio

para
 utilizar
 posteriormente
 el
 método
 de
 estandarización
 de
 tasas
 a
 fin
 de
 realizar
 un

comparativo
del
comportamiento
suicida
en
la
población
durante
un
periodo
de
siete
años.

En
este
análisis,
se
ocupa
la
población
nacional
media
de
2002
como
población
media
estándar

en
 todas
 las
 entidades
 federativas;
 además,
 no
 se
 toma
 en
 cuenta
 a
 la
 población
 no

especificada
ya
que
representa
en
todos
los
casos
de
las
entidades;
sexo,
zona
y
edad,
menos

del
2%
de
la
población
estudiada.

2.3
Tasas
específicas
de
mortalidad

Las
 tasas
 de
 mortalidad
 por
 edad,
 también
 llamadas
 tasas
 centrales
 o
 tasas
 específicas
 de

mortalidad,
se
obtienen
de
la
siguiente
manera:




























5D
i
x,
j

5m
i
x,
j

=
________





























5N
i
x

donde:

5m
i
x,
j
 es
la
tasa
de
mortalidad
del
grupo
de
edad

x
y
x+5
del
sexo
i
y
de
la
causa
j.

5D
i
x,
j
 es
el
número
de
defunciones
ocurridas
por
la
causa
j
del
grupo
de
edad
x
y
x+5

del
sexo
i.

5N
i
x
 es
la
población
del
grupo
de
edad
x
y
x+5
del
sexo
i.




 11

2.4
Estandarización
de
tasas

La
estandarización
directa
consiste
en
definir
una
población
estándar
y
aplicar
a
cada
grupo
de

ésta
las
tasas
por
edad
de
la
población
que
se
pretende
analizar,
con
ello
se
estima
el
número

de
defunciones
que
tendría
 la
población
estándar
si
 tuviera
 los
patrones
de
mortalidad
de
 la

población
observada.

En
este
caso
la
población
estándar
se
considera
a
la
población
nacional

de
2002,
correspondiente
a
cada
grupo
de
edad
dado
que
el
número
de
habitantes
total,
es
el

menor
de
los
siete
años
analizados.



^


























^

5D
i
x,
j
=
(5m
i
x,
j
)*(
5P
i
x,
j
)





















^

Donde
 (
 5P
i
x,
 j
 )
 
 es
 la
 población
media
 estándar
 entre
 x
 y
 x+5
 años
 del
 sexo
 i.
 Al
 final,
 se

calcula
el
total
de
las
defunciones
esperadas:





^















^

Dix,
j
=

∑(
5Dix,
j
)


Para
 dividirse
 entre
 la
 población
 estándar
 total,
 obteniendo
 la
 tasa
 estandarizada
 de

mortalidad
para
la
causa
j
y
el
sexo
i:



^








^








^

di
j
=

(Di
j
)
/
(
Pij
)
*
100
000








 12

CAPÍTULO
3



El
suicidio
en
México



El
suicidio
es
un
fenómeno
que
en
México
va
en
incremento,
los
datos
que
recopila
el
Instituto

Nacional
 de
 Estadística,
 Geografía
 e
 Informática
 (INEGI),
 
 se
 derivan
 de
 las
 estadísticas
 de

defunciones,
 particularmente
 de
 las
 accidentales
 y
 violentas,
 donde
 se
 clasifica
 el
 suicidio

como
causa
de
muerte.



3.1
Situación
social

En
nuestro
país,
según
especialistas
del
Instituto
Mexicano
del
Seguro
Social
(IMSS),
cada
año

se
 quitan
 la
 vida
 entre
 4
mil
 y
 6
mil
 personas,
 esto
 a
 consecuencia
 de
 ansiedad,
 depresión,

estrés,
 soledad,
 desesperanza,
 exigencias
 sociales,
 sentimientos
 de
 culpa
 y
 rechazo
 (Gómez,

2008).

Existen
diferentes
factores
que
provocan
un
suicidio;
así
como
diferentes
causas
que
afectan
a

la
 población
 de
 diferente
modo,
 por
 ejemplo,
 desempleo,
 violencia,
 desintegración
 familiar,

falta
de
oportunidades
para
educación,
las
cuales
afectan
de
manera
directa
a
los
mexicanos.



3.1.1
Economía,
desempleo,
educación
y
migración



A
 partir
 de
 la
 década
 de
 los
 90,
 en
 el
 país
 se
 presentaron
 reformas
 importantes
 como
 laentrada
en
vigor
del
Tratado
de
Libre
Comercio,
cuya
medida
‐se
anunció‐
tiene
la
idea
de
que

el
país
se
inserte
de
lleno
en
el
modelo
neoliberal
adoptado
por
otros
países
para
su
progreso.

No
obstante
si
se
considera,
al
menos,
dos
aspectos
importantes
como,
el
nivel
de
desempleo

y
 de
 inflación
 en
 el
 país
 que
 nos
 permitan
 
 tener
 una
 idea
 muy
 general
 de
 la
 situación

económica
y
social
de
los
últimos
años,
se
observa
que
el
bolsillo
de
la
población
resintió
una

elevación
de
 .12%
en
 junio
de
2007,
 con
 lo
 cual
 esa
 inflación
anual
 en
ese
mes
 se
ubicó
en

3.98%
según
el
Banco
de
México.
Así
mismo,
por
grandes
renglones,
las
mercancías
y
servicios

que
aumentaron
su
precio
en
mayor
medida
en
junio
fueron
educación
y
esparcimiento,
con

un
incremento
mensual
de
0.36
por
ciento;
alimentos,
bebidas
y
tabaco,
con
0.21
por
ciento;

transporte,
 con
 0.11,
 y
 muebles
 y
 enseres
 domésticos,
 con
 0.10
 por
 ciento.
 La
 vivienda

decreció
0.09
por
ciento
(Zúñiga,
2007).
Con
respecto
a
2008,
el
Banco
de
México
anunció
que

a
agosto,
la
inflación
anual
acumulada
fue
del
3.2%.




En
 la
 situación
 laboral,
 durante
 el
 2006,
 la
 población
 económicamente
 activa
 (PEA)
 fue
 de

41.9%
con
respecto
al
total
de
la
población,
de
esta
el
96.4%
estaba
ocupada
y
el
3.6%
estaba

desempleada;
es
decir,
1,573,013
personas.
En
ese
mismo
año,
el
INEGI
reportó
que
el
22%
de

las
personas
empleadas
percibía
entre
2
y
3
salarios
mínimos,
seguida
de
un
cercano
21%,
los

cuales
 percibían
 en
 ese
 mismo
 año
 de
 1
 a
 2
 salarios
 mínimos;
 es
 decir,
 que
 el
 43%
 de
 la

población
tenía
un
ingreso
mensual
de
$1,577.00
a
$4,700.00,
lo
cual
dificulta
la
posibilidad
de

cubrir
 las
 necesidades
 básicas
 de
 manutención
 de
 familias,
 como
 vivienda,
 alimentación,

vestido,
educación
y
salud.




 13

Por
parte
de
la
Secretaría
del
Trabajo,
las
cifras
muestran
que
en
enero
de
2007
se
perdieron

35
mil
647
empleos
permanentes
y
aumentaron
los
temporales
a
89
mil
495.


Según
las
cifras
del
INEGI,
la
tasa
de
desempleo
en
los
hombres
aumentó
de
3.85%
a
4.12%
y
la

de
las
mujeres
disminuyó
de
4.12%
a
3.95%
entre
enero
de
2007
y
enero
de
2008
(González,

2008).



Por
 otro
 lado,
 según
 la
 Encuesta
 Nacional
 de
 Empleo
 desarrollada
 por
 el
 INEGI,
 la
 tasa
 de

desempleo
más
alta
por
grupo
de
edad
a
septiembre
de
2007,
fue
la
de
los
jóvenes
de
14
a
19

años,
edad
en
que
los
jóvenes
buscan
una
oportunidad
para
ingresar
a
la
educación
superior,

representando
un
8.09%
de
la
PEA.




En
cambio,
la
Secretaría
del
Trabajo
y
Previsión
Social
(STPS)
indicó
que
al
menos
el
40%
de
la

población
en
edad
laboral
que
no
cuenta
con
empleo
son
jóvenes
entre
20
y
29
años.
En
este

fenómeno
 están
 involucradas
 640
 mil
 personas,
 de
 las
 cuales
 83
 mil
 son
 profesionistas
 sin

experiencia
laboral
(Aviles,
2007).
La
realidad
es
que
la
falta
de
oportunidades
afectan
tanto
a

personas
con
educación
básica
como
a
personas
con
título
de
doctorado.



En
el
primer
trimestre
de
2008,
el
INEGI
reportó
que
el
nivel
de
ocupación
disminuyó
un
0.4%

con
respecto
a
2006.





En
relación
a
la
educación,
la
Encuesta
Nacional
de
Juventud
(ENJ)
2005,
señala
que
en
México

más
del
50%
de
los
jóvenes
entre
12
y
29
años
no
estudia.
De
acuerdo
con
el
estudio
realizado

por
 Inicia,
 A.
 C.
 publicado
 en
 2006,
 “Índices
 de
 cumplimiento
 de
 los
 derechos
 de
 los
 y
 las

jóvenes
 en
 el
 Distrito
 Federal”,
 las
 principales
 razones
 que
 motivan
 la
 interrupción
 de
 los

estudios
son:
tener
que
aportar
ingresos
a
la
familia
(18%);
preferir
trabajar
que
estudiar
(22%)

y
tener
que
atender
a
la
pareja
o
a
los
hijos,
esta
última
razón
muestra
diferencias
de
género

ya
que
el
caso
de
las
mujeres
representa
un
23.9%
y
en
los
hombres
8.1%
(Derechos
Humanos,

2008).



En
el
año
de
2005,
en
el
país,
de
cada
100
hombres
y
mujeres
de
15
a
29
años,
 tan
solo
28

asistieron
a
la
escuela
(Derechos
Humanos,
2008).



Por
otro
lado,
la
diferencia
entre
la
oferta
y
la
demanda
educativa
es
también
significativa.
Tan

solo
en
 la
educación
 superior,
de
 los
más
de
100
mil
 jóvenes
que
 solicitaron
 su
 ingreso
a
 la

UNAM,
casi
un
80%
no
tuvo
lugar.
En
tanto,
de
los
cerca
de
55
mil
aspirantes
a
la
UAM,
unos

40
mil
fueron
rechazados
(Olivares,
2006).




Estos
 datos
 nos
 hablan
 de
 un
 serio
 problema
 de
 deserción
 y
 exclusión
 escolar
 a
 la
 que
 se

enfrenta
la
población
jóven
mexicana.



Este
hecho,
en
el
cual
se
refleja
claramente
que
México
carece
de
una
estructura
que
permita

a
 los
 jóvenes
 insertarse
 en
 el
 mercado
 laboral
 ha
 generado
 que
 en
 años
 recientes
 amplios

grupos
 de
 jóvenes
 hayan
 comenzado
 a
 emigrar.
 Tan
 solo
 durante
 1992‐1997
 del
 número

estimado
de
migrantes
de
México
a
Estados
Unidos
de
América
‐alrededor
de
2.1
millones
de


 14

personas‐
 la
mayoría
 eran
 personas
 jóvenes:
 63.2%
 y
 66.8%
 de
 los
 hombres
 y
mujeres
 que

migraron
en
ese
periodo
tenían
entre
15
y
29
años
(INEGI,
1997).



Por
su
parte
Arie
Hoekman,
representante
en
México
del
Fondo
de
Población
de
las
Naciones

Unidas
 informó
 que
 cada
 año
 emigran
 de
 México
 225
 mil
 jóvenes,
 debido
 a
 la
 falta
 de

oportunidades
de
desarrollo.
Hoekman
precisó
que
la
migración
de
jóvenes
se
sustenta
en
la

“esperanza
 de
 conseguir
 en
 otros
 lugares
 buena
 educación,
 servicios
 de
 salud
 adecuados
 y

empleos
dignos,
todo
para
escapar
de
las
pobres
condiciones
de
vida
en
que
están
atrapados

también
sus
padres”
(Olivares,
2007).



Hoekman
señaló
que
la
migración
se
vincula
con
el
desarrollo
económico,
además
de
la
falta

de
capacidad
de
los
contextos
locales
para
generar
nuevos
empleos
(UNFPA,
2006).






La
migración
internacional
es
un
fenómeno
con
efectos
múltiples
y
diversos
tanto
en
el
país
de

origen
como
en
el
de
destino,
los
cuales
abarcan
prácticamente
todos
los
aspectos
de
la
vida

social
y
económica
de
las
personas
y
naciones
involucradas.



Dichos
cambios
demográficos
van
a
repercutir
en
la
dinámica
social
de
las
comunidades
y
de

las
familias;
tanto
en
las
influencias
sociales
como
en
las
culturales.
Uno
de
estos
aspectos
se

refiere
a
la
conformación
del
medio
social
donde
se
desenvuelven,
el
cual
que
va
cambiando
y

muchas
veces
se
ve
desintegrado,
este
tejido
es
una
condición
que
contribuye
a
la
generación

de
un
sentido
de
pertenencia,
así
como
de
medios
y
apoyo
en
la
resolución
de
conflctos
de
los

individuos
que
lo
integran.




Por
otro
lado,
existen
otros
factores
que
afectan
directamente
la
salud
física
y
emocional
de
la

población
 perjudicando
 también
 a
 esta
 dinámica
 social;
 por
 ejemplo,
 la
 drogadicción
 y
 la

violencia.



3.1.2
Drogadicción
y
violencia



La
situación
en
el
consumo
de
drogas;
acto
que
afecta
al
estado
anímico,
físico
y
mental
de
las

personas,
es
progresivo,
lo
cual
impide
el
desarrollo
íntegro
en
los
diferentes
ámbitos
sociales

de
la
población.


De
acuerdo
con
la
Encuesta
de
consumo
de
drogas
en
estudiantes
2006
de
la

SEP
 junto
 con
 el
 Instituto
Nacional
 de
 Psiquiatría
 Ramón
 de
 la
 Fuente
Muñiz,
 se
 detectó
 lo

siguiente
respecto
a
la
Encuesta
de
2003:



• Incremento
 en
 el
 consumo
 de
 drogas,
 especialmente
 en
 alcohol,
 en
 mariguana
 y

metanfetaminas,
aún
cuando
el
 índice
general
de
consumo
se
ha
mantenido
estable

(SEP‐INPRF,
2006).

• El
trabajar
siendo
menor
de
edad,
junto
con
llevar
más
tiempo
haciéndolo,
incrementa

la
 probabilidad
 de
 consumir
 drogas,
 aún
 y
 cuando
 el
 adolescente
 se
 encuentre

estudiando
(SEP‐INPRF,
2006).




 15

• La
 alta
 tolerancia
 de
 la
 población
 ante
 el
 consumo
 de
 las
 drogas
 legales
 (tabaco
 y

alcohol)
 y
 la
 baja
 percepción
 del
 riesgo
 que
 se
 percibe
 del
 daño
 que
 estas
 drogas

ocasionan,
son
factores
preponderantes
que
se
tienen
que
trabajar
en
los
programas

de
prevención
(SEP‐INPRF,
2006).

• El
 consumo
de
drogas
no
es
un
 factor
aislado,
 regularmente
hay
una
alta
asociación

entre
el
consumo
de
drogasy
otras
áreas
de
la
salud
mental
(SEP‐INPRF,
2006).



En
cuanto
al
consumo
de
drogas
y
el
abuso
de
bebidas
alcohólicas,
se
incrementó
en
más
de

uno
porciento,
por
lo
que
ahora
afecta
al
25%
de
los
adolecentes
(SEP‐INPRF,
2006).



Ciudad
 Juárez
 y
 Tijuana
 ocupan
 el
 primer
 lugar
 en
 cuanto
 a
 jóvenes
 que
 utilizan

estupefacientes,
mientras
que
en
Aguascalientes,
la
ingestión
constante
de
bebidas
alcohólicas

alcanza
 el
 40%
 de
 la
 población
 de
 bachillerato,
 problemática
 que
 ubica
 a
 esa
 entidad
 en
 el

primer
 sitio,
 de
 acuerdo
 con
 la
 Encuesta
 sobre
 Consumo
 de
 Drogas
 en
 Estudiantes
 (Aviles,

2007).



En
estas
condiciones,
los
jóvenes
se
vulneran
a
circunstancias
en
las
que
se
daña
su
capacidad

de
 solucionar
 y
 superar
 conflictos;
 lo
 que
 en
 consecuencia
 puede
 llevar
 a
 adicciones
 y
 a

intentos
de
suicidio.




Una
 de
 las
 conclusiones
 que
manifiesta
 la
 encuesta,
 menciona
 que
 analizar
 la
 alta
 relación

entre
 el
 consumo
 de
 drogas
 y
 otras
 problemáticas
 de
 nuestros/as
 adolescentes,
 señalan
 la

importancia
de
que
 los
programas
de
prevención
que
se
desarrollen,
tengan
una
perspectiva

global
que
no
solo
implique
el
uso
de
sustancias,
sino
otras
esferas
de
la
salud
mental,
como

son
las
conductas
alimentarias
de
riesgo,
el
intento
suicida,
etc.



En
el
 caso
de
 la
 violencia
 tenemos
que
 según
 la
Encuesta
Nacional
 sobre
 la
Dinámica
de
 las

Relaciones
en
los
Hogares
2006
del
INEGI
:

• El
número
de
muertes
 intencionales
de
mujeres
 registradas
en
nuestro
país
en
2006

fue
de
2011,
de
los
cuales
1298
fueron
homicidios
y
713
suicidios.
Lo
que
significa
que

diariamente
mueren
6
mujeres
por
violencia:
4
por
homicidio
y
2
por
suicidio
(INEGI,

2006).

• Las
muertes
intencionales
de
mujeres
representaron
0.9%
del
total
de
las
defunciones

y
17.9%
del
total
de
las
muertes
por
lesiones
que
comprenden:
accidentes,
homicidios

y
suicidios
(INEGI,
2006).

• Uno
de
 cada
 tres
hogares
ha
 vivido
maltrato
emocional,
 intimidación,
 abuso
 físico
o

abuso
sexual
(INEGI,
2006),
factores
que
pueden
causar
intentos
de
suicidio.



Y
según
el
Instituto
Nacional
de
las
Mujeres,
en
Mujeres
y
Hombres
de
México
2008:

• En
los
últimos
17
años
han
ocurrido
444
mil
defunciones
anuales
en
promedio.
De
estas

defunciones,
alrededor
de
55
mil
son
por
accidentes,
homicidios
y
suicidios
y
16
mil
por


 16

violencia
(homicidios
y
suicidios),
de
las
cuales
88
de
cada
100
muertes
corresponden
a

hombres
y
12
a
mujeres
(INMUJERES,
2008).




• En
 2006,
 este
 tipo
 de
 muertes
 representaban
 el
 27.4%
 de
 las
 muertes
 por
 lesiones

(accidentes,
 homicidios
 y
 suicidios)
 y
 el
 3%
 de
 las
 defunciones
 totales
 (INMUJERES,

2008).





• En
 general,
 el
 número
 de
 muertes
 por
 violencia
 ha
 disminuido
 con
 el
 tiempo.
 Sin

embargo,
por
sexo
se
aprecian
comportamientos
distintos:
en
1990
fallecían
poco
más

de
14
mil
varones
y
más
de
mil
mujeres
por
homicidios
y
suicidios;
mientras
que
en
el

2006
son
poco
más
de
12
mil
muertes
de
varones
y
2
mil
de
mujeres,
 lo
que
arroja
un

decremento
de
13%
en
el
caso
de
las
muertes
masculinas
y
un
aumento
de
11.1%
en
las

muertes
de
mujeres
entre
1990
y
2006
(INMUJERES,
2008).



De
 acuerdo
 con
 el
 INEGI,
 en
 las
 estadísticas
 a
 propósito
 del
 día
 internacional
 para
 la

eliminación
de
la
violencia
contra
las
mujeres
de
2003:

• Los
 miembros
 más
 frecuentemente
 agresores
 son
 el
 jefe
 del
 hogar,
 49.5%,
 y
 la

cónyuge,
44.1
%
(INEGI,
2003).



• Las
víctimas
más
comúnmente
afectadas
 son
hijas
e
hijos,
44.9%,
y
 cónyuges,
38.9%

(INEGI,
2003).



Además
 de
 la
 falta
 de
 seguridad
 social,
 la
 cual
 genera
 una
 gran
 desestabilización
 en
 los

habitantes
de
México.



Tratando
de
hacer
una
síntesis
de
la
situación
actual,
podemos
observar
que
existe
una
clara
y

preocupante
 crisis
 social,
 que
 afecta
 a
 todos
 los
 sectores
 de
 la
 población
 mexicana,

especialmente
a
la
parte
joven.



3.2
México,
1990‐2007



En
 los
últimos
18
años,
el
número
total
de
suicidios
a
nivel
nacional
se
 incrementó
126%;
de

1990
a
2007,
específicamente
en
los
hombres
el
aumento
fue
del
118%
ligeramente
menor
al

de
las
mujeres
con
175%,
pero
igualmente
alarmante.
Dado
este
ligero

aumento,
es
necesario

reflexionar
 en
 el
 problema,
 sin
 dejar
 de
 observar
 el
 comportamiento
 en
 los
 varones
 (Tabla

3.1).




















 17





Tabla
3.1.
Suicidios
en
México,
1990‐2007

Año
 Total
 Hombres
 Mujeres

1990
 1941
 1657
 281

1991
 2120
 1799
 315

1992
 2247
 1903
 343

1993
 2359
 2027
 331

1994
 2603
 2210
 393

1995
 2894
 2449
 443

1996
 3020
 2523
 495

1997
 3370
 2828
 541

1998
 3342
 2827
 514

1999
 3340
 2831
 509

2000
 3475
 2937
 538

2001
 3811
 3133
 678

2002
 3871
 3211
 660

2003
 4104
 3405
 698

2004
 4117
 3435
 678

2005
 4315
 3579
 736

2006
 4277
 3563
 713

2007
 4394
 3620
 773


 

Fuente:
INEGI
1990‐2007,
Estadísticas
de
Mortalidad





Se
puede
apreciar
que
de
2005
a
2006
hay
un
descenso
en
el
 total
nacional
de
suicidios;
sin

embargo,
en
relación
a
la
rapidez
con
la
que
ha
crecido,
no
es
muy
significativa
y
de
acuerdo

con
 las
proyecciones
de
 la
OMS,
volverán
a
ascender,
 como
se
aprecia
en
2007.
También
es

fácil
distinguir
la
gran
diferencia
de
suicidios
masculinos
de
los
femeninos,
en
1990
la
relación

era
de
6:1
y
en
2007
prácticamente
se
relacionan
5:1.
(Gráfica
3.1)
























 18







Gráfica
3.1.
Suicidios
en
México,
1990‐2007





Fuente:
Tabla
3.1





3.2.1
Intentos
de
Suicidio



Los
 intentos
 de
 suicido
 forman
 parte
 de
 una
 de
 las
 categorías
 del
 estudio
 de
 los

comportamientos
suicidas
(parasuicidio);
del
cual,
el
concepto
se
expondrá
más
adelante.




Aunque
 la
 definicón
 clásica
 de
 Durkheim,
 en
 que
 es
 un
 acto
 propositivo
 y
 consciente
 para

tratar
 de
quitarse
 la
 vida,
 no
 siempre
es
 este
propósito
 el
 que
 subyace
 y
motiva
un
 intento

suicida.
Ello
se
debe
a
que
alguien
se
puede
autoinflingir
una
lesión
no
para
morir,
si
no
para

obtener
“ganancias
secundarias”,
como
llamar
la
atención
a
modo
de
“grito
de
ayuda”
cuando

así
 lo
considera
una
persona,
o
para
“manipular”;
sin
embargo
también
puede
ser
una
forma

para
“castigar”;
por
ejemplo,
a
los
padres
o
al
novio
o
novia.
Sea
que
el
propósito
voluntario
y

consciente
sea
matarse
o
no,
el
punto
es
que
 la
persona
se
pone
en
riesgo,
dado
que
puede

morir
aún
sin
habérselo
propuesto;
y
también
sucede
lo
contrario,
esto
es,
que
no
muere,
aún

deseando
hacerlo.
De
hecho,
la
“línea”
entre
la
vida
y
la
muerte
no
es
nítida,
y
aunque
se
crea

“tener
el
control”
sobre
la
 letalidad
y
las
secuelas
del
método
utilizado,
es
claro
que
no
todo

resulta
como
se
“pensó”.
Por
eso,
el
intento
suicida
se
constituye
en
un
elemento
de
estudio

esencial,
 independientemente
de
su
 letalidad;
y
más
aún
si
 se
 reconoce
que
es
un
 factor
de

riesgo
 muy
 importante
 para
 la
 conducta
 suicida
 recurrente
 y
 para
 el
 suicidio
 consumado

(González‐Forteza,
Villatoro,
2000).

Un
aspecto
que
distingue
al
 intento
 suicida
de
otras
conductas
que
ponen
en
 riesgo
 la
vida,

como
la
drogadicción,
el
sexo
desprotegido,
las
violencias,
etc.,
es
que
el
intento
suicida
es
un

acto
cuyo
propósito
se
pretende
alcanzar
en
el
corto
plazo;
es
decir,
que
sus
“ganancias”
sean,

en
alguna
medida,
“inmediatas”
(González‐Forteza,
Villatoro,
2000).


 19





En
este
apartado,
se
considera
hasta
el
año
2005
dado
que
 la
publicación
de
 las
estadísticas

del
INEGI,
solo
llegan
a
dicho
año
(Tabla
3.2).




Tabla
3.2.
Intentos
de
Suicidio
por
Año
de
Registro
y
Sexo,
Nacional

Año

 Total
 Hombres
 Mujeres

1990*


 144
 61
 83

1991
 108*
 45
 63

1992
 79*
 43
 36

1993
 93*
 50
 43

1994
 153*
 81
 72

1995
 232
 109
 123

1996*

 232
 90
 142

1997*

 340
 143
 197

1998*

 433
 162
 271

1999*

 417
 158
 259

2000
 429
 188
 241

2001
 422
 170
 252

2002
 304
 122
 182

2003
 222
 98
 124

2004
 193
 91
 1022005
 227
 108
 119

*No
incluye
información
de
los
casos
registrados
en
el
Distrito
Federal

Fuente:
INEGI
1990‐2005,
Dirección
General
de
Estadística;
Estadísticas
Sociales.



Los
intentos
de
suicidio
reflejan
diferencias
en
el
género,
por
ejemplo,
en
un
estudio
publicado

por
el
Instituto
Nacional
de
Psiquiatría
Ramón
de
la
Fuente
(Salud
mental,
2007)
indica
que
el

malestar
depresivo
se
ha
identificado
como
el
factor
de
riesgo
más
importante
para
la
ideación

suicida
y
que
esta
se
presenta
de
manera
diferente
en
hombres
y
en
mujeres,
por
 lo
que
se

cree
que
su
impacto
está
matizado
por
las
características
de
los
roles
de
género.
Por
ejemplo,

una
cultura
masculinista
mitifica
a
la
mujer
por
sus
depresiones
o
por
cambios
hormonales,
y

la
 señalan
 con
 cierta
 debilidad
 de
 carácter
 al
 enfrentar
 los
 problemas.
 Lo
 cierto
 es
 que
 las

mujeres
reportan
más
intentos
de
suicidio
que
en
el
caso
de
los
hombres
(Gráfica
3.2).



En
 los
años,
1992,
1993
y
1994,
el
 caso
de
 los
hombres
muestra
un
 ligero
crecimiento
en
el

número
de
intentos
suicidas,
aunque
es
muy
ligero,
no
hay
que
descartar
que
en
esos
años
no

se
tomaron
en
cuenta

los
datos
del
Distrito
Federal
en
el
número
total
de
intentos
de
suicidio.
















 20







Gráfica
3.2
Intentos
de
Suicidio
por
Año
de
Registro
y
Sexo,
Nacional





*No
incluye
información
de
los
casos
registrados
en
el
Distrito
Federal

Fuente:
Tabla
3.2



Las
 causas
 probables
 de
 que
 las
 mujeres
 realicen
 más
 intentos
 fallidos
 de
 suicidio
 que
 los

hombres
pueden
deberse
a
que
en
realidad
muchas
de
ellas
no
están
realmente
determinadas

a
morir,
muchas
veces
a
 falta
de
otros
 recursos,
 se
utilizan
 los
 intentos
de
 suicidio
como
un

chantaje
 emocional
 y
 para
 que
 realmente
 se
 les
 preste
 la
 atención
 que
 necesitan
 (Flores,

2001).
 Además
 de
 que
 los
medios
 utilizados
 por
 los
 hombres
 son
más
 efectivos
 y
 con
 poco

riesgo
a
fallar.



3.2.2
México,
2007



Las
estadísticas
más
recientes
sobre
suicidio
se
tienen
a
2007,
de
 las
cuales
se
presentan
 los

aspectos
demográficos
más
sobresalientes.




3.2.2.1
Suicidios
según
edad
y
sexo



Como
anteriormente
se
indica,
 los
suicidios
en
México
se
diferencian
notablemente
por
sexo

(Gráfica
3.3)
y
también
por
grupos
de
edad.
En
la
situación
nacional,
 los
niveles
más
altos
en

2007
 se
 presentan
 entre
 la
 población
 de
 20
 a
 24
 años
 y
 de
 25
 a
 29
 años.
 En
 el
 caso
 de
 las

mujeres,
el
nivel
más
alto
está
en
las
jóvenes
de
15
a
19
y
en
los
hombres
en
el
grupo
de
20
a

24
años.
Mientras
hay
más
suicidios
de
hombres
que
de
mujeres,
se
detecta
que
éstas
son
más

propensas
a
intentar
suicidarse.
Según
las
Estadísticas
de
Intentos
de
Suicidio
y
Suicidios
de
los

Estados
 Unidos
 Mexicanos
 de
 2005,
 el
 total
 de
 intentos
 que
 se
 registraron
 era
 mayor
 el

número
en
mujeres
que
en
hombres
 (119
a
108),
 
y
en
estadísticas
anteriores
el
número
de


 21

intentos
 suicidas
 por
 la
 parte
 femenina
 ha
 alcanzado
 casi
 el
 doble
 que
 la
 masculina,
 por

ejemplo
 en
 los
 años
 de
 1998
 y
 1999.
Una
 de
 las
 posibles
 explicaciones
 es
 que
 los
 hombres

tienden
a
usar
métodos
con
más
efectividad
para
quitarse
 la
vida,
 con
un
 impacto
 letal
más

rápido
que
en
los
casos
femeninos.

Gáfica
3.3.
Distribución
de
Suicidios
por
Edad
y
Sexo
2007,
Nacional







Fuente:
INEGI
(2007)Estadísticas
de
Suicidios
de
los
Estados
Unidos
Mexicanos.

*La
suma
de
los
parciales
difiere
del
total
porque
excluye
los
casos
de
sexo
no
especificado.



En
términos
generales,
los
suicidios
disminuyen
conforme
la
edad
avanza,
exceptuando
el
caso

del
quinquenio
de
personas
de
10
a
14
años,
el
cual,
 tanto
en
hombres
como
en
mujeres
es

menos
representativa
que
las
del
grupo
inmediato
superior
(15
a
19
años).



Cabe
mencionar
que
en
los
quinquenios
de
10
a
14
años,
de
15
a
19
y
55
a
59,
las
defunciones

registradas
 en
 2006
 disminuyeron
 frente
 a
 2007.
 En
 cambio,
 los
 demás
 grupos
 de
 edad

incrementaron
sus
cifras.



En
los
suicidios
femeninos,
42%
son
de
menores
de
25
años;
en
tanto
que
entre
los
suicidios

de
varones,
un
mismo
42%
se
encuentran
entre
 las
edades
de
20
a
35
años,
 lo
que
permite

afirmar
que
la
estructura
de
los
suicidios
femeninos
es
más
jóven.




3.2.2.2
Suicidios
según
medio
empleado



El
método
más
utilizado
por
las
mujeres
y
por
los
hombres
es
el
ahorcamiento,
estrangulación

o
sofocación,
con
un
69%
y
77%
respectivamente
en
relación
al
total
de
suicidios
por
sexo,
en

segundo
 término
 para
 las
 mujeres
 está
 el
 envenenamiento
 por
 gases,
 vapores,
 alcohol
 y

plaguicidas
con
un
16%

y
para
los
hombres
es
el
disparo
de
arma
larga
con
un
13%.
De
estos

métodos,
el
que
puede
decirse
que
fue
exclusivo
de
los
hombres
fue
el
disparo
con
arma
corta,

dado
que
ni
en
2006
ni
en
2007
se
registraron
mujeres
que
usaron
este
método,
en
cambio
es


 22

notable
 que
 ellas
 usen
 más
 las
 tácticas
 por
 envenenamiento,
 ya
 sea
 por
 los
 mencionados

anteriormente
y
por
intoxicaciones
de
medicamentos,
drogas
y
sustancias
biológicas.
(Gráfica

3.4)



Gráfica
3.4.
Distribución
de
Suicidios
por
Sexo
y
Medio
empleado
2007,
Nacional







Fuente:
INEGI
(2007).
Dirección
General
de
Estadística;
Estadísticas
Vitales.

*La
suma
de
los
parciales
difiere
del
total
porque
excluye
los
casos
de
sexo
no
especificado.



Con
estos
resultados
se
deduce
que
 los
hombres
utilizan
métodos
más
violentos
y
efectivos,

en
tanto
las
mujeres
se
inclinan
por
métodos
menos
letales
y
con
menos
violencia
implicada,

aunque
 también
 tenga
 que
 ver
 el
 acceso
 restringido
 a
 estos
 medios,
 como
 a
 las
 armas
 de

fuego.



3.2.2.3
Suicidios
por
escolaridad



En
México,
 según
el
 II
Conteo
Nacional
de
Población
y
Vivienda
del
 INEGI,
en
2005,
el
grado

promedio
 de
 escolaridad
 de
 la
 población
 de
 15
 años
 y
más
 es
 de
 8.1
 grados
 aprobados;
 es

decir,
segundo
grado
de
secundaria.
Respecto
al
nivel
superior,
sólo
el
14.8%
de
la
población

masculina
cuenta
con
él
y
el
12.4%
de
la
población
femenina
lo
tienen
a
nivel
nacional.



Con
esto,
el
deseo
de
tener
más
oportunidades
de
empleo
para
obtener
un
mejor
nivel
de
vida

se
ve
suprimido
para
el
promedio
de
la
población,
dado
el
nivel
de
escolaridad.
Es
notable
que

4
 de
 cada
 10
 suicidas
 tienen
 como
 escolaridad
 el
 nivel
 primaria,
 3
 de
 esos
 10
 tienen

escolaridad
a
nivel
secundaria
(Gráfica
3.5).












 23

Gráfica
3.5.
Distribución
de
suicidios
por
nivel
de
escolaridad
2007,
Nacional







Fuente:
INEGI
(2007),
Estadísticas
de
Suicidios
de
los
Estados
Unidos
Mexicanos.



Las
 diferencias
 por
 sexo,
 se
manifiestan
 en
 que
 la
mayoría
 de
 los
 hombres
 suicidas
 (21.4%)

tienen
 primaria
 completa,
 mientras
 que
 en
 el
 caso
 de
 las
 mujeres
 (21.6%)
 contaban
 con

secundaria
completa.
El
mínimo
masculino
fue
de
nivel
profesional
(5.9%)
 
y
el
 femenino
fue

de
nivel
sin
instrucción
(5.8%)
(Gráfica
3.6).



Gráfica
3.6.
Suicidios
por
nivel
de
escolaridad
según
sexo
2007,
Nacional.





* La suma de los parciales difiere del total porque excluye los casos de sexo no especificado. 
FUENTE:INEGI (2007) Dirección General de Estadística; Estadísticas Vitales.






 24

Históricamente
 la
 educación
 se
 ha
 constituido
 en
 el
 medio
 por
 excelencia
 para
 adquirir,

transmitir
 y
 acrecentar
 la
 cultura;
 ya
 que
 es
 un
 catalizador
 del
 desarrollo
 del
 individuo
 y

elemento
que
genera
una
transformación
de
la
sociedad
que
se
traduce
en
referente
para
el

progreso
 de
 nuestro
 país.
 A
 su
 vez,
 resulta
 innegable
 que
 el
 nivel
 educativo
 en
 mujeres
 y

hombres
 tiene
 consecuencias
 directas
 en
 sus
 posibilidades
 de
 acceder
 a
 un
 empleo
 bien

remunerado
y
a
mejores
condiciones
de
vida
(INEGI,
2007).





En
el
país,
el
Sistema
Educativo
Nacional
trabaja
para
lograr
la
incorporación
de
la
población
a

la
educación;
sin
embargo,
persisten
desigualdades
significativas
entre
mujeres
y
hombresen

relación
 al
 acceso,
 permanencia
 y
 culminación
 de
 sus
 estudios
 donde
 el
 problema
 de
 las

diferencias
 de
 género
 no
 sólo
 son
 exclusivas
 de
 México.
 Aunado
 a
 la
 parte
 de
 la
 falta
 de

preparación,
está
el
desempleo,
que
como
ya
anteriormente
se
ha
mencionado,
es
uno
de
los

factores
más
preocupantes
en
la
población
mexicana
y
causa
de
suicidio.



3.2.2.4
Suicidios
por
lugar
de
ocurrencia



La
vivienda
particular,
es
el
lugar
más
frecuente
donde
se
comete
el
acto
suicida
para
mujeres

y
 hombres;
 es
 decir,
 82%
 de
 los
 suicidios
 cometidos
 por
mujeres,
 se
 efectúan
 en
 su
 hogar,

mientras
que
en
el
caso
de
los
hombres
representa
72%
(Gráfica
3.7).



En
 las
 áreas
deportivas
 se
 reportaron
 los
mínimos
 suicidios
 cometidos
por
hombres,
 con
un


.3%
y
las
mujeres
no
se
quitan
la
vida
en
alguna
institución
residencial.




Gráfica
3.7.
Suicidios
por
lugar
de
ocurrencia
y
sexo
2007,
Nacional







*La
suma
de
los
parciales
difiere
del
total
porque
excluye
los
casos
de
sexo
no
especificado.

Fuente:
INEGI
(2007)
Dirección
General
de
Estadística;
Estadísticas
Vitales.




 25

Esta
 característica
 del
 acto
 suicida,
 proporciona
 elementos
 para
 identificar
 lugares
 más

propicios
para
que
se
lleve
a
acabo
un
acto
suicida,
que
faciliten
su
ejecución
o
su
relación
con

la
 elección
 del
 procedimiento
 utilizado.
 Con
 esta
 última
 relación
 por
 ejemplo,
 algunas

investigaciones
 proponen
 medidas
 preventivas
 en
 ciertos
 lugares
 altos
 en
 los
 que
 se
 han

llevado
acabo
precipitaciones,
o
bien
en
algunas
 tranquilas
utilizadas
en
sumersiones
 (INEGI,

2003).

Lamentablemente,
el
hogar
es
el
sitio
que
han
considerado
más
indicado
para
efectuar
el
acto

suicida,
 contradictoriamente
 y
 como
 hace
 mención
 María
 Teresa
 Döring,
 el
 lugar
 donde

debiera
 ser
 el
 más
 seguro
 y
 ofrecer
 protección,
 es
 un
 lugar
 con
 alto
 riesgo
 de
 violencia

especialmente
para
las
mujeres
(Döring,
2007)
y
el
preferido
por
suicidas.



3.2.2.5
Suicidios
según
estado
conyugal



Esta
característica
del
suicida,
permite
conocer
el
perfil
sociodemográfico
básico
del
suicida.
En

el
 caso
 del
 estado
 conyugal,
 es
 posible
 observar
 que
 el
 suicidio
 se
 presenta
 de
 manera

predominante
en
las
personas
solteras,
en
proporción
a
los
suicidios
masculinos,
representa
el

41.1%
 y
 los
 femeninos
 el
 43.6%.
 En
 cuanto
 a
 las
 personas
 casadas,
 el
 34.6%
 son
 hombres

suicidas
en
comparación
al
30.9%
de
 las
mujeres.
Es
posible
deducir
que
 la
diferencia
en
 los

grupos
de
edad,
15
a
20
en
las
mujeres
y
20
a
24
años
en
los
hombres
se
manifiesta
también

en
el
estado
conyugal
(Gráfica
3.8).



Por
 otro
 lado,
 la
 menor
 proporción
 en
 el
 caso
 de
 los
 varones
 está
 en
 el
 estado
 civil
 de

divorciado,
 lo
 cual
 representa
 un
 2.6%
 y
 el
 el
 caso
 femenino
 se
 encuentra
 en
 las
 personas

viudas
con
3.5%
aproximadamente
0.1%
por
debajo
de
las
mujeres
divorciadas.










































 26

Gráfica
3.8.
Suicidios
por
estado
conyugal
y
sexo
2007,
Nacional.






 *La
suma
de
los
parciales
difiere
del
total
porque
excluye
los
casos
de
sexo
no
especificado.

Fuente:
INEGI
(2007),
Estadísticas
Vitales.



3.2.2.6
Sucidios
por
grupo
principal
de
ocupación




En
México
hay,
de
acuerdo
con
el
Consejo
Nacional
de
Evaluación
de
la
Política
de
Desarrollo

Social
(CONEVAL,
2006)
de
los
14.4
millones
de
personas
en
pobreza
alimentaria,
5.0
millones

se
ubicaban
en
 zonas
urbanas
 y
 9.4
millones
 en
 rurales,
 lo
 cual
 indica
que
dos
de
 cada
 tres

personas
en
situación
de
pobreza
alimentaria
se
ubican
en
las
zonas
rurales.

Estos
 datos
 son
 relevantes
 cuando
 se
 analiza
 el
 tema
 del
 suicidio
 en
 México,
 porque
 aún

cuando
 no
 pueden
 establecerse
 relaciones
 directas,
 la
 evidencia
 muestra
 que
 de
 los
 4394

suicidios
 registrados
 en
 2007,
 la
mayor
 parte
 fueron
 de
 personas
 que
 no
 trabajan
 1179,
 el

siguiente
grupo
fue
el
de
artesanos
con
799
y
en
el
tercer
grupo
más
representativo
fue
el
de

trabajadores
en
 
 labores
agropecuarias
con
643,
apenas
8
menos
con
respecto
a
2006
(651),

en
cuarto
 lugar
 fueron
oficinistas
de
bajo
nivel,
 cifra
que
aumentó
de
470
en
2006
a
528
en

2007
(58
personas).
Ocupaciones
todas
de
bajos
ingresos,
con
las
peores
condiciones
o
nulas

prestaciones
de
seguridad
social.


Se
observa
que
se
agrupan
de
forma
general
7
tipos
de
ocupación,
como
es
posible
apreciar,
el

grupo
 más
 afectado
 es
 el
 de
 las
 personas
 que
 no
 trabajan,
 como
 ya
 se
 ha
 mencionado

anteriormente.
 La
 falta
 de
 oportunidades
 además
 del
 bajo
 nivel
 escolar
 y
 el
 creciente

desempleo
 son
 factores
 que
 pueden
 ser
 tomados
 en
 cuenta
 para
 decidir
 de
 dejar
 de
 vivir

(Gráfica
3.9).








 27

Gráfica
3.9.
Suicidios
por
grupo
principal
de
ocupación
2007,
Nacional





Fuente:
INEGI
(2007)
Estadísticas
de
Suicidios
de
los
Estados
Unidos
Mexicanos.





Por
otro
lado,
el
grupo
de
profesionistas
representa
un
1.9%
del
total
de
suicidios
consumados

en
 2007,
 número
 que
 aumentó
 24
 personas
 en
 un
 año
 (de
 60
 a
 84),
 el
 caso
 de
 técnicos
 y

trabajadores
de
la
educación
es
menor
aún
(INEGI,
2007).

Dada
la
información,
es
necesario
enfocar
acciones
de
prevención
al
grupo
identificado
como

más
vulnerable
al
riesgo
sin
dejar
a
un
lado
a
la
demás
población.



3.2.2.7
Suicidios
por
mes
de
ocurrencia

El
acto
de
suicidio,
se
presenta
en
todas
 las
épocas
del
año,
 tampoco
es
exclusivo
de
ciertas

temporadas
y
por
género
existen
diferencias.
Se
aprecia
que
en
el
caso
de
las
mujeres
el
mes

donde
 se
 suscitaron
 más
 suicidios
 durante
 2007
 fue
 en
 mayo
 (10.3%)
 y
 en
 el
 caso
 de
 los

hombres
fue
en
el
mes
de
marzo
(9.7%).
El
segundo
mes
donde
hay
más
suicidios
es
es
 julio

para
mujeres
con
9.7%
y
junio
para
los
hombres
con
9.2%
(Gráfica
3.10).

El
mes
donde
hubo
menos
actos
suicidas
en
2007,
fue
enero
tanto
para
hombres
como
para

mujeres.



















 28

Gráfica
3.10.
Suicidios
por
sexo
y
mes
de
ocurrencia
2007,
Nacional






 *La
suma
de
los
parciales
difiere
del
total
porque
excluye
los
casos
de
sexo
no
especificado.

Fuente:
INEGI
(2007),
Estadísticas
Vitales.



En
el
caso
del
total
de
suicidios,
los
resultados
que
predominan
son
los
del
sexo
masculino,
por

eso
la
importancia
de
separarlos
por
sexo,
el
comportamiento
y
la
frecuencia
es
diferente.




Este
 dato
 aporta
 información
 que
 puede
 ser
 relacionada
 con
 determinadas
 fechas,
 por

ejemplo:
fechas
cercanas
a
días
emocionalmente
significativos,
 fines
de
semana,
periodos
de

reconocida
 depresión
 económica
 u
 otros
 acontecimientos
 identificables
 en
 periodos

temporales
específicos.





3.3
Ideación
suicida



No
todos
los
comportamientos
a
los
que
se
aluden
los
términos
de
suicidio
y
suicida
han
sido

motivados
 por
 una
 decisión
 consciente
 de
 morir;
 ni
 siquiera
 pretenden
 generar
 un
 daño

personal
 sino
 simplemente
 expresar
 y
 comunicar
 sentimientos
 de
 desesperación,

desesperanza,
 enojo.
 Debido
 a
 ello,
 la
 literatura
 contemporánea
 aborda
 el
 estudio
 de
 los

comportamientos
 suicidas
desde
una
 triple
 categorización,
 la
primera
de
ellas
 es
 la
 ideación

suicida.



En
la
ideación
suicida
se
estudia
diversos
procesos
cognitivos
y
afectivos,
que
varían
desde
la

falta
 de
 sentido
 del
 oficio
 de
 vivir,
 la
 elaboración
 de
 planes
 para
 quitarse
 la
 vida,
 hasta
 la

existencia
de
preocupaciones
sistemáticas
y
delirantes
referidas
a
la
autodestrucción.



La
 ideación
 suicida
 es
 un
 síntoma
 frecuente
 e
 inespecífico
 que
 refleja
 el
 grado
 de
 conflicto

interno:
 se
 asocia
 con
 la
 desesperanza
 y
 la
 pobre
 autoestima,
 con
 el
 intento
 de
 suicidio,
 la

represión
y
el
abuso
de
sustancias
(López,
1995).




 29

Una
 descripción
 de
 las
 características
 de
 los
 niños
 y
 adolecentes
 que
 amenazan,
 intentan
 o

cometen
suicidio
indica
que
los
síntomas

Otros materiales