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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE GEOLOGÍA MANEJO INTEGRAL DE ECOSISTÉMAS EFECTO DEL CAMBIO DE USO DE SUELO Y DE LAS PRÁCTICAS DE IRRIGACIÓN EN LA COMUNIDAD MICROBIANA DEL SUELO DEL VALLE DEL MEZQUITAL, HIDALGO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: DOCTORA EN CIENCIAS PRESENTA: KATHIA CONSTANCE LÜNEBERG RODRÍGUEZ TUTOR(A) PRINCIPAL DE TESIS: DRA. CHRISTINA DESIREE SIEBE GRABACH INSTITUTO DE GEOLOGÍA, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. YOLANDA LÓPEZ VIDAL FACULTAD DE MEDICINA, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. MAYRA ELENA GAVITO PARDO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN ECOSISTEMAS Y SUSTENTABILIDAD, UNAM CD. MX. SEPTIEMBRE, 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE GEOLOGÍA MANEJO INTEGRAL DE ECOSISTÉMAS EFECTO DEL CAMBIO DE USO DE SUELO Y DE LAS PRÁCTICAS DE IRRIGACIÓN EN LA COMUNIDAD MICROBIANA DEL SUELO DEL VALLE DEL MEZQUITAL, HIDALGO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: DOCTORA EN CIENCIAS PRESENTA: KATHIA CONSTANCE LÜNEBERG RODRÍGUEZ TUTOR(A) PRINCIPAL DE TESIS: DRA. CHRISTINA DESIREE SIEBE GRABACH INSTITUTO DE GEOLOGÍA, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. YOLANDA LÓPEZ VIDAL FACULTAD DE MEDICINA, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. MAYRA ELENA GAVITO PARDO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN ECOSISTEMAS Y SUSTENTABILIDAD, UNAM MÉXICO, CD. MX. SEPTIEMBRE, 2018 UN j 1~ I-'OSCR no~ COORDINAC.lÓ~· C .... d .. Biol .. ;c .. U<. I...., ......... _W ..... .......... _ ' " •• '''0;0''''<''''' o ...... , UNAIO P , .. " , • OfICIO Cpell¡6UI20' , ... 000'"",0 "'_. ustoo, """ .. ~do ~_. f "~...;o ln:e¡Jr1II .. ~c __ ... """''''''' "" C;one;oo _oo, "" ... _"'" oro .......... di, ,. do ""'>'O .. :10,&. "",006" ;"..,0 .. o .. ~~ ...... '" • .-"." rolo"., ...... '" <lo DOCTOR. ~N C"NC'., ,, Lo ""'"" lO" ESE"'; ~OOftIcUU O<Ar .... COHSTAl<CE """.'-O .. ....,,1a ., .. " ."., """ lo t .... "..- "E'ECTO ct:c CAMe,o DI< USO "" SUECO. "" ...... '''eTlCAS DE IRR IOAC~ EN lJ, COMUN10~D MtCROllAJjA O(L suno [)El V.lllE IIEl MEZQUITAl, "0>.\.00", _ t..;o lo ~ .. lO 01\,0,. CHRlSTINA CUIRE. SinE GRABACH, ", .. _lO ""o ~"""loo'. &0>;"''' o ............ 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Al Programa de Apoyo a los Estudios de Posgrado (PAEP) por los apoyos económicos brindados para la realización de estancias en Alemania y la asistencia a congresos internacionales. A mi tutora, la Dra. Christina Siebe por su entusiasmo que contagia a todos, su inspiradora ética profesional, por su confianza en mi y el apoyo invaluable que me ha dado todos estos años, lo que ha permitido mi crecimiento personal y académico. A los miembros del Comité Tutor, la Dra. Yolanda López Vidal y la Dra. Mayra Elena Gavito Pardo, por sus observaciones y comentarios enriquecedores durante el desarrollo de este proyecto. También quiero agradecer a la Dra. Yolanda por permitirme utilizar las instalaciones de su laboratorio para la realización de algunos experimentos. Agradecimientos a título personal A las doctoras miembros de mi jurado de examen por sus valiosas aportaciones para la mejora de esta tesis, Irma Rosas Pérez, Rocío Alcántara Hernández, Yolanda López Vidal, Ana Escalante Hernández y Silke Kram Heidrich. A la Dra. Lucy Mora Palomino, M. En C. Kumiko Shimada Miyasaka y al Biol. Rene Alcalá Martínez por lo análisis fisicoquímicos de suelo. A la M. En C. Iris Suarez Quijada y al laboratorio de Microcosmos Bioedáfico por su apoyo con el material de transporte y mantenimiento de mis muestras. A Mario y Arturo por acompañarme a cada uno de mis muestreos. A mi mamá y a mi tía Ros por ayudarme en el laboratorio durante extenuantes horas. A Rolf Daniel y Dominik Schneider, nuestros colaboradores en Alemania, por todo su apoyo y enseñanza. Y a todos los miembros del laboratorio de Microbiología y Genética Aplicada de la Universidad de Göttingen, en especial a Amelie, Genis y Dirk por su amistad y apoyo durante mis estancias de investigación. A Mario, Eli, Lalo, Jair y Chuchin por su amistad y siempre estar dispuestos a ayudarme y hacer la vida en el instituto más divertida. A Viri, Lalito, Karen, Gaby, Steph, Rubens y Paty del Programa de Inmunologia Molecular Microbiana por su apoyo y amistad durante mis estadías ahí. A mi familia que cada vez crece más, mi gourdito, bebesini, mami, herma y Mati, porque sin su amor, paciencia y apoyo en todo lo que hago no hubiera sido posible concluir este proyecto, aun de las formas más sencillas evitan que la vida colapse. A mis ti@s y prim@s, siempre apoyándome en los buenos y malos momentos. A la familia Sametz Alazraki por todo su cariño y apoyo siempre. Los quiero mucho mucho. Esta tesis esta especialmente dedicada a Chokito que sigue haciendo mi vida muy feliz, siempre impulsándome, aconsejándome y ayudándome a alcanzar mis metas. Te adoro gourdito. Índice Resumen 1 Abstract 3 Introducción 5 Zonas secas y reúso de agua residual 5 Antecedentes 7 Estudio de las comunidades microbianas 8 Participación microbiana en los ciclos biogeoquímicos 11 Ciclo del carbono 12 Ciclo del nitrógeno 13 Composición y funcionamiento de las comunidades microbianas del suelo 16 Comunidades microbianas de zonas secas bajo cambio de uso de suelo y prácticas de riego 17 Zona de estudio 18 Hipótesis 19 Objetivos 20 Materiales y métodos 21 Toma de muestras 21 Determinación de los parámetros del suelo 22 Extracción de ácidos nucleicos y síntesis de cDNA 22 Amplificación de los genes 16S rRNA bacteriano, 16S rRNA de arqueas e ITS3 de hongos 23 Procesamiento y análisis de secuencias 24 Predicción de perfiles funcionales de las comunidades bacterianas 25 Predicción de gremios fúngicos 25 Identificación de bacterias y hongos patógenos 25 Análisis estadísticos 26 Disposición de las secuencias 27 Resultados y discusión 28 El cambio de uso de suelo y la calidad de agua de riego alteran las propiedades del suelo 28 Comunidad bacteriana 30 Características generales de las bases de datos del gen 16S rRNA y su transcrito 30 El sistema de uso desuelo modifica la diversidad bacteriana 31 Impacto de los parámetros del suelo en la composición de las comunidades bacterianas 33 Composición general de las comunidades bacterianas del suelo 36 Los sistemas de uso de suelo moldean a las comunidades bacterianas 38 El sistema de uso de suelo y la temporalidad definen los perfiles funcionales bacterianos 41 Detección de bacterias patógenas en suelos regados con agua residual 44 Comunidad fúngica 47 Características generales de la base de datos de ITS3 47 Riqueza y diversidad de hongos 47 Impacto de las propiedades del suelo en la comunidad de hongos 49 Los sistemas de uso de suelo moldean a la comunidad de hongos 52 El sistema de uso de suelo y la temporalidad define gremios fúngicos 54 Ocurrencia de hongos patógenos para humanos en suelo regado con agua residual 57 Comunidad de Arqueas 59 Características generales de la base de datos 59 Diversidad y riqueza de arqueas 59 Impacto de los parámetros del suelo en la comunidad de arqueas 61 El sistema de uso de suelo determina a la comunidad de arqueas 62 Conclusión 65 Consideraciones finales 66 Referencias 68 Anexos 83 Lista de figuras Figura 1. Zonas secas en la República Mexicana. Figura 2. Árbol filogenético de los tres dominios. Figura 3. Ciclo del carbono. Figura 4. Ciclo del nitrógeno. Figura 5. Ubicación de los puntos de muestreo en el Valle del Mezquital, Hidalgo. Figura 6. Propiedades de los suelos de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 7. Curvas de rarefacción con una distancia genética del 3% de la comunidad bacteriana total (a) y potencialmente active (b) de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 8. Índices de riqueza y diversidad de la comunidad bacteriana total (a, b, c) y potencialmente activa (d, e, f) en los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 9. NMDS de la composición de la comunidad bacteriana total (a) y de la potencialmente activa (b). Todas las muestras de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias se desplegaron en el plano. Figura 10. NMDS de la comunidad bacteriana total (DNA) y potencialmente activa (RNA) de las muestras tomadas en la temporada de secas y de lluvias de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC). Figura 11. NMDS comunidad bacteriana total (DNA) y potencialmente activa (RNA) de los sistemas de riego con agua de pozo (AP) y riego con agua residual cruda (ARC). Figura 12. Abundancia relativa de los distintos ordenes que incluyen a la comunidad total en los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 13. Abundancia relativa de los distintos ordenes que incluyen a la comunidad potencialmente activa en los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 14. Análisis de asociación de los ordenes bacterianos de la comunidad total (a) y potencialmente active (b) con los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC). Figura 15. Abundancia relativa de los distintos ordenes que incluyen a la comunidad bacteriana del agua residual de la presa Endhó (ARP) y del agua residual cruda (ARC). Figura 16. Abundancia relativa de rutas metabólicas de los ciclos del C, N, P, S calculados a partir de las comunidad potencialmente active de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 17. Abundancia relativa de bacterias patógenas potencialmente activas en los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC). Figura 18. Curvas de rarefacción de la comunidad fúngica de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 19. Índices de riqueza y diversidad de la comunidad fúngica de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 20. NMDS de la composición de la comunidad fúngica. Todas las muestras de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias se desplegaron en el plano. Figura 21. Abundancia relativa de los distintos ordenes que incluyen a la comunidad fúngica de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 22. Análisis de asociación de las familias fúngicas con los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC). Figura 23. Abundancia relativa de los gremios fúngico en los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 24. Curvas de rarefacción con una distancia genética del 3% de la comunidad de arqueas de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 25. Índices de riqueza y diversidad de la comunidad de arqueas de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 26. NMDS de la composición de la comunidad de arqueas. Todas las muestras de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias se desplegaron en el plano. Figura 27. Abundancia relativa de los distintos grupos que incluyen a la comunidad de arqueas de los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC), durante la temporada de secas y lluvias. Figura 28. Abundancia relativa de Nitrocosmicus y Nitrososphaera en los sistemas de matorral (M), temporal (T), riego con agua de pozo (AP), riego con agua residual de la presa (ARP) y riego con agua residual cruda (ARC). Lista de tablas Tabla 1. Información sobre la amplificaciónde cada dominio microbiano Tabla 2. Coeficiente de correlación de Spearman entre los índices de diversidad y riqueza bacterianos y las propiedades del suelo. Tabla 3. Abundancia de especies bacterianas patógenas en agua residual cruda (ARC) y de la presa Endhó (ARP). Tabla 4. Coeficiente de correlación de Spearman entre los índices de diversidad y riqueza fúngicos y las propiedades del suelo. Tabla 5. Coeficiente de correlación de Spearman entre la abundancia relativa de los factores tróficos de hongos y las propiedades del suelo. Tabla 6. Abundancia de especies fúngicas patógenas en agua residual cruda (ARC) y de la presa Endhó (ARP). 1 RESUMEN La agricultura en zonas secas nutre a un tercio de la población mundial, aunque el riego de cultivos es a menudo obligatorio. Como las fuentes de agua dulce son escasas, las aguas residuales tratadas y no tratadas se utilizan cada vez más para el riego. En este trabajo investigué cómo la transformación de matorral xerófilo en agricultura de temporal o bajo riego con agua dulce, residual tratada en lagunas de estabilización (almacenada en una presa), o residual no tratada (cruda) afecta la diversidad y composición de la comunidad microbiana (bacterias, hongos y arqueas) del suelo. Para ello, se recolectaron muestras de suelo durante la temporada seca y lluviosa, se aisló DNA y RNA y se secuenciaron los genes 16S rRNA, su transcrito y el gen ITS3. Se encontró que, las comunidades de los tres dominios se ven afectadas de forma distinta por la modificación de los parámetros del suelo, asociados al cambio de uso y de las prácticas de riego. No se encontraron diferencias estacionales en la composición de la comunidad de hongos y de arqueas en ningunos de los sistemas; mientras que en la comunidad bacteriana, únicamente el sistema regado con agua de pozo mostró diferencias a nivel de la comunidad total. La comunidad potencialmente activa los sistemas regados con agua de pozo y agua residual cruda mostraron diferencias entre la estación seca y de lluvias. La composición de las comunidades de los tres dominios mostró diferencias entre los sistemas de uso de suelo. Se observó que las comunidades de los tres dominios son similares entre los sistemas regados con agua residual (tratada o cruda) y distintas a la comunidad del sistema regado con agua de pozo. Sin embargo, sólo la comunidad bacteriana de los sistemas de matorral y temporal se mostró similar entre sí, ya que las comunidades de hongos de los sistemas agrícolas libres de agua residual (temporal y agua de pozo) mostraron más similitud. La humedad del suelo fue uno de los tres parámetros que determinó mayormente la composición de las comunidades microbianas; sin embargo, el Na intercambiable fue de igual o mayor importancia, sobre todo en la determinación de las comunidades fúngica y de arqueas. El pH también fue importante en la determinación de la comunidad bacteriana y fúngica, mientras que, para la determinación de la comunidad de arqueas fueron mas importantes el contenido de P y Mg. La diversidad de la comunidad bacteriana fue menor en el sistema de temporal, mientras que la diversidad de arqueas fue mayor. La diversidad de la comunidad fúngica fue mayor en el sistema de matorral. Los análisis de asociación indican que hay linajes específicos de bacterias y hongos aclimatados a la sequía y sensibles al contenido de Na en los suelos de matorral, temporal y regados con agua de pozo. Los taxones asociados a suelos regados con agua residual cruda y almacenada en la presa así como algunos taxones asociados a suelos regados con agua de pozo, mostraron lo contrario. Adicionalmente, la mayoría de taxones fúngicos mostraron una relación con el contenido de P, siendo ésta positiva en los taxones asociados con los sistemas regados con agua residual y negativa en los sistemas de matorral y temporal. Las predicciones de funcionalidad bacteriana revelaron que, el riego con agua residual incrementa la abundancia de genes relacionados con la nitrificación desnitrificación y el metabolismo del CH4, mientras que la abundancia de genes responsables de la degradación de lignina y quitina disminuye. Las diferencias en funcionalidad entre temporadas fueron más evidentes en el sistema de agua de pozo, mientras que los sistemas regados con agua residual no mostraron cambios. Lo anterior sugiere que la comunidad bacteriana en suelo regado con agua de pozo es taxonómicamente y funcionalmente susceptible a los cambios ambientales estacionales, mientras que las comunidades de suelos regados con agua residual son taxonómicamente susceptibles pero 2 funcionalmente redundantes, lo cual, les confiere resistencia a los disturbios. En los sistemas regados con agua residual también se observó una mayor abundancia de arqueas nitrificantes. Con respecto a los gremios fúngicos, se observó una disminución de la abundancia de simbiontes en los sistemas regados con agua residual. Adicionalmente, fue posible detectar taxones patógenos oportunistas tanto bacterianos como fúngicos potencialmente dañinos para los humanos y ciertas plantas en los sistemas regados con agua residual. El análisis de los genes 16S rRNA e ITS, como la predicción funcional y de gremios proporcionan una comprensión amplia de las respuestas a corto y largo plazo de las comunidades microbianas asociadas al uso de suelo, la estacionalidad y la calidad del agua utilizadas para el riego en zonas secas. 3 ABSTRACT Agriculture in arid areas nourishes a third of the world's population, although the irrigation of crops is often mandatory. As freshwater sources are scarce, treated and untreated wastewater is increasingly used for irrigation. In this thesis I investigate how the transformation of semiarid shrubland into rainfed or irrigated agriculture with fresh water, untreated stored wastewater or untreated wastewater affects the diversity and composition of the microbial community (bacteria, fungi and archaea) of the soil. To do this, soil samples were collected during the dry and rainy season, DNA and RNA were isolated and the 16S rRNA, its transcript and the ITS3 gene were sequenced. The communities of the three domains are affected differently by the modification of the soil parameters associated with the change of land use and irrigation practices. The structure of the communities of the three domains showed differences due to the land use change and the irrigation practices among the land use systems. The structure of the fungal and archaeal communities did not differ among seasons in none of the land use systems, while in the bacterial community only differed in the system irrigated with fresh water at the total community level, and in the systems irrigated with fresh water and raw untreated wastewater at the potentially active community level. The communities of the three domains are similar in the systems irrigated with wastewater (raw or stored) and different to the community of the system irrigated with freshwater. The bacterial community of the shrubland and rainfed systems was similar to each other, and the fungal community of the agricultural systems free of wastewater (rainfed and freshwater) showed similarity. Soil moisture was one of the most important determinants of microbial communities, however, the Na content was of equal or greater importance, especially in the determination of the fungal and archaeal communities. The pH also determined the bacterial and fungal community, while P and Mg content determined the community of archaea. The diversity of the bacterial community was lower in the rainfed system, while the diversity of archaea was higher in this system. The fungal community had the greatest diversity in the shrubland system. Association analyses indicate lineage-specific adaptations of bacteria and fungi to drought and sensitivity to Na content in taxa associated with shrubland, rainfed and irrigated soils with freshwater;the taxa associated with wastewater irrigated soils (raw and stored) and some taxa associated with soils irrigated with freshwater showed the opposite. Additionally, the majority of fungal taxa showed a relationship with the P content, which was positive in the taxa associated with the systems irrigated with wastewater and negative in the shrubland and rainfed systems. The profiles of bacterial functionality revealed that irrigation with wastewater increases the abundance of genes related to nitrification denitrification and methane metabolism, while the abundance of genes responsible for the degradation of lignin and chitin decreases. The differences in functionality between seasons were more evident in the freshwater system, while the systems irrigated with wastewater showed no changes. This suggests that the bacterial community in soil irrigated with freshwater is taxonomically and functionally susceptible to seasonal environmental changes, while communities of soils irrigated with wastewater are taxonomically susceptible but functionally redundant, which enable them to resist disturbances. In the systems irrigated with wastewater, a higher abundance of nitrifying archaea was also observed. With respect to the fungal guilds, a decrease in the symbiont abundance was observed in the systems irrigated with wastewater. Additionally, we were able to detect both bacterial and fungal pathogenic taxa potentially harmful to humans and certain plants in systems irrigated with 4 wastewater. The analysis of the 16S rRNA and ITS genes, and of the functional profiles and guilds, provides a broad understanding of the short and long term responses of microbial communities associated with land use, seasonality and water quality used for irrigation in arid areas. 5 INTRODUCCIÓN Zonas secas y reúso de agua residual Las zonas secas se definen como regiones con climas áridos, semiáridos y secos sub- húmedos, con cocientes de precipitación/evapotranspiración (P/PET) (UNEP, 1992) que van desde 0.05 a 0.65 (Koohafkan y Stewart, 2008). Estos ecosistemas cubre el 40% de la superficie terrestre (UN, 2011) y su extensión puede incrementarse debido al aumento en la temperatura global y a la modificación de los patrones de precipitación, tanto espaciales como temporales debido al cambio climático (Maestre et al., 2015; Önder et al., 2009). La producción agrícola en las zonas secas es importante para la seguridad alimentaria regional, ya que provee a un tercio de la población mundial (UN, 2011). Las condiciones climáticas en estas regiones limitan la humedad del suelo y restringen el cultivo a la temporada de lluvias (1-179 días (temporal)) (Koohafkan y Stewart, 2008), si es que no hay disponibilidad de agua para su irrigación. Se ha pronosticado que para 2020 la agricultura de temporal en las zonas secas podría tener una reducción en la producción agrícola del 49 al 90% en algunas zonas de América Latina, esto, debido a la degradación del suelo ocasionada por el uso no sustentable, que puede apreciarse en forma de erosión, reducción de nutrientes y humedad, así como el incremento en la salinidad (UN, 2011). Las zonas secas en México ocupan un poco más de la mitad del territorio nacional y se encuentran principalmente en los desiertos de Chihuahua y Sonora y en las regiones centrales influenciadas por la Sierra Madre Occidental y Oriental (Figura 1). De las zonas secas del país la mayoría han tenido un cambio de uso de suelo, principalmente con fines agrícolas. En las zonas semiáridas y subhúmedas secas se lleva a cabo casi el 50% de la producción de cultivos del país (SEMARNAT, 2012). Con el crecimiento de la población mundial, la demanda de cultivos aumenta y los recursos de agua limpia escasean, por lo que la única manera de mantener la producción agrícola en las zonas secas es utilizando agua residual tratada o cruda para el riego de los cultivos (Becerra-Castro et al., 2015; Norton- Brandão et al., 2013; Siebe, 1998; UN, 2011). Figura 1. Zonas secas en la República Mexicana. Modificado de SEMARNAT, 2012 6 El riego de cultivos con agua residual se practica en varios países, sobre todo en aquellos con extensas zonas secas o con alta demanda de productos agrícolas. Los países con mayores extensiones de suelo agrícola regado con agua residual son China, México e India (Jimenez y Asano, 2008), y cerca de 6-20 millones de hectáreas (ha) en 3 de 4 países en vías de desarrollo, utilizan agua residual cruda para el riego (Wichelns et al., 2015). En México se riegan con agua residual aproximadamente 200 mil ha distribuidas en los estados de Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Edo. y Ciudad de México, Guanajuato, Sinaloa, Morelos y Veracruz (Jimenez y Asano, 2008; van der Hoek, 2004). El uso de agua residual mejora la disponibilidad de carbono (C) orgánico lábil y nutrientes (como el nitrógeno (N) y el fósforo (P)) (Siebe, 1998), que promueven la actividad microbiana. Sin embargo, esta práctica también añade sales solubles, metales pesados, farmacéuticos y patógenos al suelo, los cuales pueden afectar a los organismos que habitan el suelo (Broszat et al., 2014; Dalkmann et al., 2012; Siebe, 1998, 1995). La organización mundial de la salud (World Health Organization (WHO), 2006) recomienda el tratamiento de agua residual previo a su reúso en el riego para reducir la concentración de patógenos y químicos; y el riego con agua residual cruda o con un tratamiento primario sólo para los cultivos no alimentarios, cultivos alimentarios que son procesados antes de su consumo y cultivos alimentarios que tienen que ser cocinados. El Valle del Mezquital en el estado de Hidalgo forma parte de las zonas semiáridas del centro del país con cambio de uso de suelo con fines agrícolas, en donde la mayor parte se riega con agua residual cruda. Es de hecho la zona continua más grande del mundo con esta práctica de riego (aproximadamente 90 mil ha) (Jimenez y Asano, 2008). El Valle del Mezquital provee condiciones representativas para el estudio de las comunidades microbianas bajo distintos sistemas de uso de suelo en zonas secas, que incluyen áreas con vegetación natural, clasificada como matorral xerófilo, agricultura de temporal o agricultura bajo riego. Además, aunque la mayoría del área es regada con agua residual cruda, una porción importante es regada con agua residual que se almacena en una presa durante tres meses, en donde pasa por procesos de sedimentación similares a los que ocurren en lagunas de sedimentación (lo cual podría considerarse como un tratamiento primario), y una mínima proporción que se riega con agua de pozo profundo. El suelo de esta zona ofrece dos servicios ecosistémicos importantes: por un lado está la producción de cultivos, donde en 2014 se produjeron más de 4 millones de toneladas de cultivos forrajeros y vegetales en esta área (CONAGUA y SEMARNAT, 2015). Por otro lado, en esta zona ocurre la filtración del agua residual no tratada en su paso a través del suelo, y los excedentes de riego recargan el acuífero superficial. Este acuífero es utilizado como fuente de abastecimiento de agua para la población circundante y también para actividades recreativas. 7 ANTECEDENTES El cambio de uso de suelo en ecosistemas naturales con fines agrícolas es una alteración humana que ha transformado una gran proporción de la superficie terrestre. Esta puede provocar modificaciones en la composición atmosférica, en el ciclo del carbono y en el clima; también disminuye la diversidad biológica a través de la pérdida, modificación y fragmentación de hábitats, la degradación del suelo y del agua. Para incrementar la productividad agrícola se ha transformado el ciclo hidrológico implementando infraestructura para el riego y se ha alterado el ciclo de nutrientes al aplicar fertilizantes. También se adicionan contaminantes por medio de fertilizantes y plaguicidasque tienen efecto sobre la calidad del suelo y del agua (Foley et al., 2005). La pérdida de la diversidad biológica por el cambio de uso de suelo se ha estudiado extensivamente en macroorganismos como son las plantas y animales, pero poco se sabe sobre el efecto que tienen estas alteraciones en las comunidades microbianas del suelo (Carney et al., 2004). Siendo los microorganismos de gran importancia para la calidad del suelo y el funcionamiento ecosistémico en general (Horner-Devine et al., 2004). El suelo es uno de los ambientes con mayor diversidad y riqueza filogenética y funcional. Se ha reportado que en un gramo de suelo pueden encontrarse de miles a millones de organismos eucariontes, bacterias y arqueas (de 104 a 109 células procariotas por gramo de suelo, y de 2000 a 18000 genomas diferentes) (Daniel, 2005). Las bacterias son organismos procariontes que por lo general son los más abundantes en suelos superficiales en términos de número, y contribuyen con la mayor proporción de biomasa (Daniel, 2005; Pepper et al., 2015). Las arqueas también son organismos procariontes, que se diferencian genética (transcripción y traducción de proteínas) y bioquímicamente (lípidos y pared celular) de las bacterias (Figura 2). Las arqueas representan una pequeña proporción de la microbiota (2%), comparado con la proporción bacteriana (Bates et al., 2011). Entre los organismos eucariontes presentes en el suelo se encuentran protistas, animales, plantas y hongos (van Elsas et al., 2007). Los hongos son el mayor linaje eucarionte en el suelo en términos de biomasa, superando a todos los demás organismos juntos (excluyendo a las raíces vegetales), y será el único grupo eucarionte en el cual me enfocaré en este trabajo. Los hongos están involucrados en la simbiosis con raíces vegetales, lo cuál permite la supervivencia de las plantas en ambientes limitados de agua y nutrientes; también son conocidos por tener representantes patógenos provenientes del suelo (Orgiazzi et al., 2012; Tedersoo et al., 2014; Zheng et al., 2017). A pesar de su importancia, las comunidades de hongos en el suelo son menos estudiadas que su contraparte bacteriana (Tedersoo et al., 2014). Al analizar a un grupo biológico, es recomendable analizar su contexto ambiental y biológico, el contexto biológico se refiere a las especies con las que coexiste y comúnmente interacciona dicho grupo. El conjunto de especies que coexisten en espacio y tiempo se denomina comunidad (Escalante, 2007). 8 Figura 2. Árbol filogenético de los tres dominios. Clasificación basada en el gen RNA ribosomal (rRNA). Modificado de Pepper et al. (2015). Estudio de las comunidades microbianas El término de comunidad microbiana que se utiliza en los artículos científicos está en discusión y se considera que una terminología más acertada es “colección microbiana o de especies” en una muestra definida. Esto se debe a que las técnicas que se utilizan actualmente para caracterizar a la comunidad (independientes de cultivo) sólo son capaces de hacerlo parcialmente (Pepper et al., 2015). Sin embargo, en este texto se utilizará el término comunidad microbiana por practicidad, así como se hace en la mayoría de los artículos científicos de microbiología de suelos (Breidenbach y Conrad, 2015; Frenk et al., 2014; Mikkonen et al., 2014; Riah-Anglet et al., 2015). La secuenciación de genes microbianos directamente del medio ambiente ha permitido el descubrimiento de una gran diversidad de linajes bacterianos y fúngicos que no habían sido encontrados por técnicas dependientes de cultivo. Los genes que codifica para la subunidad pequeña de rRNA (16S y 18S rRNA), así como el gen que codifica para la región situada entre la subunidad grande y la pequeña del ribosoma fúngico (ITS por sus siglas en inglés) han sido especialmente útiles como marcadores para determinar a la diversidad y 9 composición de las comunidades microbianas. A pesar de que las secuencias se utilizan a menudo para catalogar los tipos de microorganismos presente en un solo entorno, la comparación entre secuencias de múltiples entornos es cada vez más importante porque puede facilitar la comprensión de la ecología básica y distribución de microorganismos, así como, probar si la composición de la comunidad microbiana presenta cambios en respuesta a variables ambientales específicas (Horner-Devine et al., 2004; Lozupone et al., 2006; Schoch et al., 2012). La diversidad de una comunidad microbiana se define por la variación ya sea genética, morfológica o funcional de las poblaciones que se encuentran dentro de un sistema ambiental específico (muestra definida). La diversidad genética de una comunidad, comúnmente descrita en forma de secuencias de genes marcadores, es utilizada como una aproximación para describir la diversidad de especies o de Unidades Taxonómicas Operacionales (OTUs, por sus siglas en inglés) que la conforman, que a su vez es comparada entre comunidades. Particularmente en las comunidades microbianas, se utiliza frecuentemente el número y la abundancia relativa de OTUs para caracterizar a una comunidad, no se utiliza a la especie como unidad debido a que la definición de especie para procariontes no es tan sencilla y las relaciones filogenéticas de las especies se redefinen constantemente debido al surgimiento de nueva información molecular. Los OTUs son una construcción computacional que se usa para representar genotipos, fenotipos o taxones y se definen basándose en la similitud de secuencias; usualmente se utiliza una similitud de 97%. Dos secuencias con 97% de similitud pertenecen al mismo OTU (Barton y Northup, 2011; Schloss y Handelsman, 2005). La determinación de la diversidad se basa en conceptos como la riqueza, que es el número de especies (se pueden utilizar otras entidades en lugar de especie como son OTUs, genes, familias taxonómicas, etc.), y la equitabilidad, que se refiere a la abundancia relativa de cada especie dentro de la comunidad (Barton y Northup, 2011). El índice de Chao I es uno de los más utilizados para determinar la riqueza, éste evalúa el número de especies que aparecen una vez contra los que lo hacen dos veces dentro de una comunidad, y a partir de estos datos se estima el número de especies (Wooley et al., 2010). Otro parámetro comúnmente utilizado para mostrar el cambio en el valor esperado de riqueza de especies de acuerdo al tamaño de la muestra y/o número de secuencias son las curvas de rarefacción y las curvas de acumulación de OTUs. Las curvas de acumulación de especies consisten en relacionar el número acumulativo de OTUs observados y el esfuerzo de muestreo o de secuenciación. Las curvas eventualmente alcanzarán una asíntota cuando no se añadan mas OTUs al incrementar el número de muestras o secuencias. En la mayoría de las comunidad microbianas no se alcanza la asíntota de la curva, debido a la gran diversidad que albergan (Escalante, 2007). Las curvas de rarefacción son la expectativa estadística de su respectiva curva de acumulación de especies, éstas se construyen mediante 10 la extracción de submuestras al azar o re-muestreos al azar de cierto número de muestras o secuencias y graficando el número promedio de OTUs representados por 1, 2 o N muestras o secuencias. Estos re-muestreos se hacen comúnmente sin reemplazo, es decir, una vez obtenido cierto OTU no se vuelve a incluir en los re-muestreos (Gotelli y Colwell, 2001). De esta manera se pueden hacer comparaciones más precisas entre la riqueza esperada de tratamientos o hábitats con tamaños de muestra distintos o muestras que han sido secuenciadas inequitativamente (Escalante, 2007). Se utilizan comúnmente mediciones de diversidad a distintas escalas para caracterizar a las comunidades microbianas, como son: la diversidad α que es la diversidad en una unidad definida (muestra o hábitat). La diversidad β se utiliza cuando se quiere comparar la diversidad entre comunidadesa lo largo de un gradiente o separadas por tiempo y espacio. Y finalmente la diversidad γ es la diversidad general en una región que comprende varias unidades definidas (Lundin et al., 2012; Wooley et al., 2010). La representación numérica de la diversidad taxonómica se hace a través de índices, que toman en cuenta tanto la riqueza como la equitabilidad. Para determinar la diversidad α se utilizan distintos índices, como el de Shannon (H’) que considera el número de especies únicas y su abundancia relativa dentro de la comunidad. Valores altos indican comunidades con alta riqueza y alta equitabilidad, mientras que los valores bajos indican comunidades con menor número de especies con distribuciones poco equitativas entre ellas (Barton y Northup, 2011). Otro índice utilizado es la diversidad filogenética (Faith, 1992) que cuantifica el largo total de las ramas necesarias para agrupar a un conjunto de taxones en un árbol filogenético, un subgrupo de taxones que evidencian una mayor proporción del árbol, es entonces, más diverso (Pepper et al., 2015). Para determinar y visualizar la diversidad entre comunidades (β), se utilizan métricas o índices de distancia y técnicas de análisis multivariados estándar que permiten explorar la relación entre un gran número de muestras ambientales y la influencia de factores ecológicos en la biodiversidad (Parks y Beiko, 2013). Los índices de diversidad β se pueden dividir entre los que utilizan información filógenética y los que son independientes de esta, actualmente, se considera que las métricas filógenéticas son más robustas ya que exploran el grado de divergencia entre diferentes secuencias (Lozupone y Knight, 2005). A su vez, los índices que conforman estos dos grupos se pueden dividir en aquellos que evalúan los datos de forma cualitativa o de forma cuantitativa. Los índices cualitativos consideran únicamente la presencia o ausencia de OTUs, sugiriendo si los factores ecológicos limitan o prohíben que cierto grupo taxonómico ocupe o no cierto hábitat; mientras que, los índices cuantitativos toman en cuenta la abundancia relativa de cada uno de los OTUs para indicar si las diferencias ecológicas entre los hábitats han causado cambios en las abundancias de los grupos taxonómicos (Parks y Beiko, 2013). El índice 11 cuantitativo filogenético más utilizado actualmente en la ecología microbiana es conocido como weighted Unifrac (Lozupone et al., 2007), el cual cuantifica la similitud entre dos comunidades calculando la fracción de la longitud de la rama del árbol filógenetico que conduce a descendientes en cualquiera de las dos comunidades pero no en ambas; su índice complementario cualitativo se denomina unweighted Unifrac (Lozupone y Knight, 2005). Una de las métricas de distancia cuantitativas independientes de filogenia más utilizadas es el índice de Bray-Curtis (Bray y Curtis, 1957), el cual cuantifica el número de OTUS que comparten dos comunidades para evaluar su similitud, el índice de Sørensen es su complementario cualitativo (Sørensen, 1948). Es importante destacar que cualquier estimación de la diversidad de una comunidad microbiana está sujeta a muchas limitaciones, debido a que los datos obtenidos aun a partir de las técnicas modernas, sólo representan una porción (algunas veces muy pequeña) de la comunidad total, por lo que las estimaciones de diversidad deben ser utilizadas e interpretadas con cautela. Si bien las estimaciones de diversidad subestiman severamente la riqueza, los cambios en el número y equitabilidad de OTUs reflejan cambios proporcionales en la composición microbiana, lo cual afecta los índices de diversidad. Por lo anterior, en este estudio se piensa utilizar el índice de Shannon y el índice de Faith para determinar la diversidad α, así como la riqueza mediante curvas de rarefacción y el índice ChaoI de cada comunidad y se plantea utilizar un análisis multivariado para comparar la composición de las comunidades microbianas en los distintos usos de suelo del Valle del Mezquital. Participación microbiana en los ciclos biogeoquímicos En años recientes el conocimiento sobre las comunidades microbianas en los suelos de las zonas secas ha aumentado, debido a la relación entre la participación de los microorganismos en los ciclos biogeoquímicos y la importancia económica del mantenimiento de la calidad del suelo y los servicios ecosistémicos en estas zonas. Algunos de los procesos que ocurren en el suelo por acción de la microbiota son: a) la descomposición de la materia orgánica, la cual depende entre otras cosas, de la calidad de los residuos vegetales que se incorporan al suelo; b) el reciclaje de elementos esenciales como nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (M), que son convertidos durante la descomposición de los residuos orgánicos a sus formas inorgánicas y son absorbidos por las plantas y utilizados por los microorganismos (Carvalhais et al., 2012; Nacke et al., 2014). Ambos procesos regulan la emisión y el consumo de gases traza, principalmente la producción de dióxido de carbono (CO2) y óxido nitroso (N2O), así como el consumo de metano (CH4) (Foley et al., 2005; Paul, 2007; van Elsas et al., 2007). 12 Ciclo del carbono La fijación de dióxido de carbono (CO2) en materia orgánica, mediante organismos autotróficos que ganan energía de la fotosíntesis o por la oxidación de compuestos orgánicos reducidos, y la degradación de este material orgánico y liberación de CO2 mediante organismos heterotróficos, son los procesos que se destacan en el ciclo del carbono (Figura 3) (Kirchman, 2012). Los procesos de descomposición en el suelo son en particular extremadamente complejos, debido que dependen de la heterogeneidad de la composición de la materia orgánica, su tamaño y estructura, así como la humedad y la temperatura. Los procesos de degradación no son procesos aislados, sino que están íntimamente relacionados con otros ciclos de nutrientes como son los ciclos del N, P y S, ya que los materiales orgánicos contienen elementos además de carbono, que son liberados durante su degradación. Los organismos heterotróficos que tienen como función la degradación de materia orgánica son los hongos y las bacterias. Los hongos tienen tasas de degradación mayores que las bacterias en suelos secos y a bajas temperaturas (Kirchman, 2012). La materia orgánica del suelo comprende desde compuestos fáciles de degradar, como la glucosa, hasta compuestos húmicos bastante complejos, los cuales pueden llegar a tener una vida media de decenas a cientos de años. Generalmente, los compuestos orgánicos lábiles son degradados por grupos bacterianos, mientras los hongos degradan materiales complejos como la celulosa y la lignina (Paul, 2007; Treseder y Lennon, 2015). Muchos, pero no todos los hongos poseen la capacidad de degradar celulosa, que es el principal componente de las células vegetales y el biopolímero más abundante en el planeta (Treseder y Lennon, 2015). Los degradadores de celulosa se encuentran en los phyla Ascomycota y Basidiomycota; la capacidad de degradar celulosa es especialmente fuerte en la clase Agaricomycetes. En contraste los degradadores de celulosa son raros en otros phyla fúngicos. Los hongos utilizan enzimas extracelulares para degradar lignina y así tener acceso a la glucosa, N y otros nutrientes que están protegidos por ella. Sólo una fracción de taxones fúngicos es capaz de degradar lignina y se encuentran restringidos a la clase Agaricomycetes del phylum Basidiomycota. La lignina es el segundo biopolímero más abundante en el planeta, por lo que la degradación tanto de celulosa como de lignina pueden tener consecuencias globales en el ciclo del C (Treseder y Lennon, 2015). Las bacterias aerobias y anaerobias que se conocen con capacidad de despolimerizar celulosa son: Cellulomas, Cellovibrio, Pseudomonas, Bacillus, Acetobacter, Bacteroides, Clostridium, Fibrobacter y Ruminococcus y de degradar lignina:ϒ-proteobacterias Pseudomonadaceae y Azotobacter, las ß-proteobacteria Burkholderia y Neisseriaceae; la α-proteobacteria Bradyrhizobium, así como las actinobacterias Nocardia, Catenulispora y Streptomyces (Nacke et al., 2014; Paul, 2007). 13 Figura 3. Ciclo del carbono. Modificado de Prosser (2007). La generación de CH4 y su oxidación subsecuente son componentes principales del ciclo del C. Este proceso lo llevan a cabo únicamente cinco órdenes del phylum Euryarchaeota (arqueas) (Angel et al., 2012; Gilmore et al., 2017). Las emisiones de CH4 por humedales conforman un tercio de la producción mundial. Una característica de los ambientes metanogénicos es la ausencia de oxígeno y otros oxidantes como el nitrato, hierro o sulfato (Breidenbach y Conrad, 2015; van Elsas et al., 2007). La oxidación de CH4 la llevan a cabo organismos metanotróficos. Estos organismos ocurren en dos principales ecosistemas edáficos, en los suelos que tienen buena oxigenación, donde se consume el CH4 atmosférico en bajas concentraciones y en los micrositios oxigenados de los suelos de humedales donde se oxida el CH4 generado en las partes anóxicas del humedal, atenuando así las emisiones de CH4 a la atmósfera. Las comunidades metanotróficas de estos dos ambientes son distintas: mientras que en la comunidad de los suelos de humedales se encuentran representantes del phylum Proteobacteria como Methylobacter, Methylomicrobium, Methylococcus, Methylocaldum, Methylocystis y Methylosinus, en los suelos no inundados los grupos metanotróficos no han sido cultivados y actualmente se les denomina USCα y USCγ (Paul, 2007; van Elsas et al., 2007). Se ha observado que en suelos con agricultura intensiva el consumo de CH4 disminuye y que la aplicación de N inorgánico y amonio (NH4+) es perjudicial para la retención de CH4 a diferencia de la aplicación de nitrato (NO3-) y estiércol (Maxfield et al., 2011). Ciclo del nitrógeno El nitrógeno es uno de los elementos esenciales para la vida y en el suelo existen diversos compuestos nitrogenados: amonio (NH4+), nitrato (NO3-), nitrito (NO2-), óxido nitroso 14 (N2O) y N atmosférico (N2). Las transformaciones de los compuestos nitrogenados son en gran parte mediadas por los microorganismos, y de esto depende que las plantas puedan aprovecharlos y que no se conviertan en una fuente de contaminación. El ciclo del N en el suelo es complejo debido a la mezcla de N orgánico que deriva de la biomasa de animales, plantas y microorganismos muertos y en el caso de suelos agrícolas la aplicación de fertilizantes. El ciclo se describe en la figura 4 (Paul, 2007; van Elsas et al., 2007). La despolimerización de N es llevada a cabo principalmente por hongos, aunque también algunas bacterias son capaces de llevarla a cabo. La despolimerización de moléculas complejas que contienen N para que puedan ser utilizados por plantas y microorganismos es considerado como uno de los pasos limitantes en el ciclo del N, por lo que este proceso puede tener importantes consecuencias en el funcionamiento ecosistémico. La quitina es uno de los polímeros nitrogenados más abundantes en el planeta, se produce en la pared celular de la mayoría de los hongos y es el componente principal del exoesqueleto de los artrópodos. Los hongos excretan quitinasas que degradan la quitina a glucosamina, la cual es utilizada para cubrir demandas de N y C, algunos hongos ectomicorrízicos (EcM), ericoides y saprófitos son capaces de llevar a cabo este proceso (Treseder y Lennon, 2015). La nitrificación autotrófica es un proceso mediado por dos grupos distintos, los oxidantes de amoniaco (NH3) y los oxidantes de NO2-. Las bacterias oxidantes de amoniaco en el suelo se encuentran dentro de la clase ß-Proteobacteria y se reconocen cuatro géneros: Nitrosomonas, Nitrospira, Nitrosovibrio, Nitrosolobus. En suelos agrícolas dominan las Nitrosomonas communis y Nitrosolobus multiformes, mientras que en suelos no fertilizados domina Nitrosomas oligotropha. Existe una gran variedad de bacterias como Arthrobacter globiformis, Streptomyces grisens del phylum Actinobacteria y Aerobacter aerogenes, Paracoccus denitrificans, y varias especies de Pseudomonas, así como hongos que son capaces de llevar a cabo la oxidación heterotrófica de NH4+ a NO2- (Paul, 2007; van Elsas et al., 2007). La oxidación de NH3 también la pueden llevar a cabo varios grupos de arqueas (AOA), pertenecientes al phylum Thaumaurchaeota (Hamaoui et al., 2016), incluso pueden ser más dominantes en ciertos sistemas terrestres que las bacterias oxidantes de amoniaco (BOA) (Shen et al., 2012). El grupo de bacterias que oxidan NO2- a NO3- son un grupo filogenéticamente heterogéneo, en suelos se han encontrado los géneros Nitrobacter, Nitrococcus y Nitrotoga pertenecientes al phylum Proteobacteria y el género Nitrospira que pertenece al phylum Nistrospirae (Daims et al., 2016). 15 Figura 4. Ciclo del nitrógeno. Modificado de Prosser (2007). La desnitrificación es el proceso que involucra la reducción de NO3- a óxido nítrico (NO), N2O y N2 vía NO2-. Este proceso involucra cuatro reacciones de reducción mediadas por enzimas distintas. La habilidad de desnitrificar se encuentra distribuida entre bacterias, arqueas y eucariontes. Se han identificado más de 125 especies de 50 géneros distintos, muchas especies contienen algunas pero no todas las enzimas necesarias para completar el proceso. Las bacterias desnitrificantes del suelo que han sido cultivadas pertenecen a los géneros Pseudomonas, Alcaligenes, Bacillus, Agrobacterium y Flavibacterium. Los genes de desnitrificación pueden estar codificados en plásmidos o islas de genes por lo que pueden estar sujetos a la transferencia horizontal (Demanèche et al., 2009; Paul, 2007; van Elsas et al., 2007). Los hongos que en cultivo han demostrado tener capacidad desnitrificante pertenecen al orden Hypocreales, particularmente Fusarium oxysporum y Trichoderma spp., y en menor medida los órdenes Eurotiales, Sordariales, y Chaetosphaeriales (Maeda et al., 2015). La composición de la comunidad bacteriana del suelo se refiere a los grupos taxonómicos y funcionales que habitan un nicho en particular, esta composición depende de la variedad de propiedades edáficas, climáticas y ambientales a los cuales está expuesta. Cuando las propiedades edáficas se modifican por el cambio de uso de suelo, la composición de la comunidad bacteriana cambia, seleccionándose las poblaciones o grupos que son más competentes en las nuevas condiciones del nicho (Drenovsky et al., 2004), lo cual puede comprometer la tasa a la cual se llevan a cabo los procesos biológicos en el suelo (Bissett et al., 2011; Nannipieri et al., 2003). Por lo tanto, el estudio de los cambios en la composición de las comunidades microbianas provocados por el uso y manejo del suelo es un componente importante en la elección de sistemas de manejo que mejore o no altere los 16 servicios ecosistémicos y la calidad del suelo (Acosta-Martínez et al., 2008; Romaniuk et al., 2011). Composición y funcionamiento de las comunidades microbianas del suelo La composición de las comunidades microbianas del suelo tiene una relación de interdependencia con las características físicas y químicas del suelo, así como con la cobertura vegetal (Corneo et al., 2013). El cambio de uso de suelo modifica las características físicas y químicas del suelo, en particular, los suelos con uso agrícola tienen una diversidad vegetal menor, lo cual repercute en la disponibilidad y complejidad de sustratos que funcionan como fuente de carbono en el suelo. Asimismo, en las zonas secas, se modifica la cantidad y calidad de la materia orgánica, disminuyendo los almacenes de C (Gelaw et al., 2014; Geraei et al., 2016), especialmente si el cambio es a monocultivos de maíz (Sánchez-González et al., 2017). Con respecto a la calidad de la materia orgánica y a su tasa de descomposición enel Valle del Mezquital se ha encontrado que el porcentaje de C disminuye en los suelos de temporal en comparación con el suelo que conservan la vegetación natural, pero el porcentaje de C se recupera parcialmente con la introducción del agua residual. La materia orgánica de los suelos con vegetación natural se compone principalmente por residuos de lignina, mientras que la materia orgánica en los suelos regados con agua residual se compone de celulosa y lignina, en función del cultivo (celulosa para los campos de maíz y lignina para los campos de alfalfa) (Sánchez-González et al., 2017). El manejo agrícola puede modificar el contenido de humedad y el estatus nutrimental por el riego, así como la presencia de contaminantes dependiendo de la calidad del agua utilizada para el riego. De igual manera influye la aplicación de fertilizantes y plaguicidas, que a su vez, influye en el pH y salinidad del suelo. La agricultura modifica también la arquitectura del hábitat de las comunidades microbianas, alterando el sistema poroso y en consecuencia el contenido de oxígeno del suelo (Carvalhais et al., 2012; Foley et al., 2005). En el suelo regado con agua residual del Valle del Mezquital se han encontrado aumentadas tanto la capacidad desnitrificante del suelo (Friedel et al., 2000) como la producción de N2O (González-Méndez et al., 2015), en comparación con suelos que tienen un régimen de temporal, lo cual está relacionado con la gran cantidad de N que tiene el agua residual (Hernández-Martínez et al., 2018). Las comunidades bacterianas y fúngicas del suelo afectadas por el cambio de uso y manejo han sido ampliamente estudiadas en ecosistemas de bosque, selva y pastizales; frecuentemente contrastando entre sistemas labrados y fertilizados (Birkhofer et al., 2012; Fierer et al., 2012; He et al., 2016; Klabi et al., 2015; Lauber et al., 2013; Schneider et al., 2015; Wang et al., 2016). Los estudios que tienen como objetivo a las comunidades de estos dos dominios en sistemas naturales (Pasternak et al., 2013) y su cambio a agro- 17 ecosistemas con diferente manejo son escasos (Köberl et al., 2011). Existen aún menos estudios que tengan como objetivo analizar el efecto de la cantidad y calidad del agua de riego en la composición y funcionalidad de la comunidad microbiana en las zonas secas (Alguacil et al., 2012; Broszat et al., 2014; Disciglio et al., 2015; Frenk et al., 2014; García- Orenes et al., 2015; Ortega-Larrocea et al., 2001; Vargas-Gastélum et al., 2015). La composición de la comunidad de arqueas de suelo se ha estudiado principalmente comparando entre cultivos de arroz o suelos inundados y suelos no inundados (Jiang et al., 2016; Zheng et al., 2013), así como en selva tropical versus suelo agrícola (Hamaoui et al., 2016; Tripathi et al., 2014). Comunidades microbianas de zonas secas bajo cambio de uso de suelo y prácticas de riego La transformación de las zonas secas a campos agrícolas, resulta en un cambio radical en la composición de la comunidad bacteriana del suelo (Ding et al., 2013; Köberl et al., 2011). En desiertos hiperáridos, la conversión a agricultura resultó en un incremento de la diversidad bacteriana (Köberl et al., 2011), mientras que en regiones semiáridas resultó en una disminución (Ding et al., 2013). Se ha sugerido también, que el manejo agrícola y los cambios temporales influyen en las comunidades bacterianas del suelo de las zonas secas (Bevivino et al., 2014; Calderon et al., 2016). El riego de los cultivos ha mostrado efectos benéficos en la comunidad microbiana del suelo comparado con sistemas de temporal, ya que se aumentan tanto la biomasa microbiana como la respiración (Calderon et al., 2016; Friedel et al., 2000). El uso de agua residual tratada y cruda para el riego de los cultivos en las zonas secas, ha mostrado un impacto en la composición de la comunidad bacteriana, pero no en su diversidad (Broszat et al., 2014; Frenk et al., 2014; García-Orenes et al., 2015). En el suelo de las zonas secas, los principales determinantes de la composición de la comunidad bacteriana son el pH, la humedad del suelo y en menor medida el contenido de C orgánico (Geyer et al., 2014; Köberl et al., 2011; Pasternak et al., 2013). Con respecto a los cambios observados en la comunidad fúngica, se ha dado especial atención a los hongos arbusculares micorrízicos (AM), encontrando que la transformación a suelo agrícola reduce su riqueza y diversidad (Moora et al., 2014; Verbruggen et al., 2015; Xiang et al., 2014). García-Orenes y colaboradores, (2015) reportaron que la abundancia de hongos era similar en suelos regados con agua residual tratada y suelos regados con agua dulce, basándose en análisis de fosfolípidos de ácidos grasos (PLFA). Disciglio y colaboradores, (2015) encontraron un cambio en la comunidad fúngica del suelo cuando se utilizó agua residual tratada para el riego, encontraron también, que los hongos saprófitos se incrementan en el suelo regado con agua residual tratada y los fitopatógenos disminuyen. Ortega-Larrocea et al. (2001) y Alguacil et al. (2012) encontraron que el agua residual disminuye la abundancia y diversidad de hongos AM. La transformación del suelo natural de zonas secas a suelo agrícola afecta la composición, biomasa y diversidad de la 18 comunidad fúngica, debido a cambios en la cobertura vegetal y la destrucción de hifas por el labrado (García-Orenes et al., 2015; Wang et al., 2016). El riego de cultivos ha mostrado efectos benéficos en la composición de la comunidad fúngica, especialmente de los hongos saprófitos, ya que el agua añadida favorece la descomposición de residuos (Calderon et al., 2016). Se ha visto que la composición y diversidad de las comunidades fúngicas está determinada por la humedad (controlado por la precipitación o irrigación) (Tedersoo et al., 2014; Zheng et al., 2017), la disponibilidad de C orgánico (Lauber et al., 2008), el contenido de nutrientes (He et al., 2016) y la comunidad vegetal (Yang et al., 2017). El cambio de uso y las propiedades del suelo han mostrado tener efecto sobre la composición de la comunidad total de arqueas, y particularmente de aquellas capaces de oxidar amonio (Cao et al., 2012; Hamaoui et al., 2016; Jiang et al., 2016; Zhalnina et al., 2012). En suelos de zonas secas, se ha reportado que la composición de la comunidad se agrupa con respecto al tipo de ecosistema, es decir, una combinación entre la humedad del suelo y la cobertura vegetal (Angel et al., 2009). Zona de estudio Este estudio se realizó en el Valle del Mezquital (Figura 5), localizado a 100 km al norte de la Ciudad de México en el estado de Hidalgo (20°7′44′′N y 99°12′54′′O). El Valle tiene un clima semiárido con temperaturas anuales promedio de 16 a 18º C y precipitaciones anuales de 400 a 600 mm (BGS, 1998). La vegetación natural en el área esta clasificada como matorral xerófilo con mezquites (Prosopis juliflora) como la especie dominante. Los matorrales se localizan en las montañas y zonas altas del piedemonte, donde no existe la infraestructura para el riego. El principal cultivo es el maíz (Zea mays), que se produce durante la temporada de lluvias (junio - octubre), o alfalfa (Medicago sativa), que es un cultivo forrajero perenne bajo agricultura de riego. En la zona también se pueden encontrar cultivos de pasto, avena y cebada, que se siembran como segundos cultivos después del maíz. Los cultivos de alfalfa son rotados con los de maíz (tres años de alfalfa y dos de maíz). Los campos bajo agricultura de temporal se mantienen en barbecho durante la temporada de secas. Las partes bajas del Valle son irrigadas periódicamente (en promedio, cada 30 días), ya sea con agua dulce bombeada de pozos profundos, con agua residual cruda proveniente de la Ciudad de México o con agua residual almacenada temporalmente durante 3 meses en la presa Endhó, donde ocurren procesos de sedimentación. La irrigación se lleva a cabo por inundación,con aproximadamente láminas de riego de 200 mm (BGS, 1998). Los cultivos de alfalfa reciben 10 riegos al año y los cultivos de maíz 6 riegos durante todo el ciclo de crecimiento. 19 HIPÓTESIS General Las diferencias en las propiedades físicoquímicas del suelo derivadas del cambio de uso de matorral a suelo agrícola bajo diferentes prácticas de riego en el Valle del Mezquital, influyen en la composición, diversidad y funcionalidad de las comunidades microbianas del suelo. Particulares a) La diversidad bacteriana y fúngica es mayor en el suelo de matorral que en los sistemas agrícolas, como se ha observado anteriormente en regiones semiáridas con cambio de uso de suelo; mientras que la diversidad de arqueas es mayor en el sistema de temporal, ya que son organismos que prosperan en ambientes secos y con pocas fuentes de carbono. b) Las comunidades de suelo de matorral y suelo agrícola de temporal son similares, ya que ambas se mantienen secas durante varios meses al año, mientras que las comunidades del suelo regado con agua residual (presa y cruda) son similares entre sí y diferentes a la comunidad del suelo regado con agua de pozo, debido a la calidad de agua de riego que reciben. c) La composición microbiana está principalmente determinada por la humedad del suelo, ya que en climas semiáridos, la humedad es el principal factor limitante para su crecimiento y actividad. d) La composición de las comunidades microbianas entre temporadas (secas y lluvias) es distinta, ya que entre temporadas el contenido de humedad y el cultivo varía. e) Las funciones bacterianas relacionadas al ciclo del N están favorecidas en los suelos regados con agua residual, debido al gran aporte de amonio por parte de la misma, mientras que la degradación de compuestos orgánicos complejos es menor, como se ha observado en suelos del Valle del Mezquital por medio del análisis de la materia orgánica. f) Los suelos regados con agua residual tienen mayor abundancia de hongos saprófitos ya que estos se mantienen húmedos y con altas fuentes de carbono durante todo el año, mientras que los hongos AM tienen menos abundancia que en los demás sistemas, como se ha observado en suelos del Valle del Mezquital por medio de técnicas de cultivo. 20 g) Los suelos regados con agua residual cruda tienen una mayor abundancia de organismos patógenos que los demás sistemas, como se ha observado en suelos del Valle del Mezquital por medio de técnicas de cultivo. OBJETIVOS General Determinación el efecto que tiene el cambio de uso de suelo de matorral semiárido a suelo agrícola, así como la cantidad y calidad de agua usada para riego, en la composición, diversidad y funcionalidad de las comunidades microbianas (bacterias, hongos y arqueas) del suelo del Valle del Mezquital, por medio de la amplificación de los genes 16S rRNA e ITS3 y su subsecuente secuenciación. Particulares Determinación de las propiedades fisicoquímicas de cada sistema de uso de suelo. Determinación de la composición, diversidad y funcionalidad de la comunidad bacteriana en los distintos sistemas y su relación con las propiedades fisicoquímicas del suelo, durante la época de secas y lluvias. Determinación de la composición, diversidad y gremios de la comunidad fúngica en los distintos sistemas y su relación con las propiedades fisicoquímicas del suelo, durante la época de secas y lluvias. Determinación de bacterias y hongos patógenos en los distintos sistemas de uso de suelo. Determinación de la composición y diversidad de la comunidad de arqueas en los distintos sistemas y su relación con las propiedades fisicoquímicas del suelo, durante la época de secas y lluvias. 21 MATERIALES Y MÉTODOS Toma de muestras El muestreo incluyó cuatro parcelas de cada uno de los cinco sistemas de uso de la tierra, dos veces durante la temporada de secas y dos veces durante la temporada de lluvias. Los sistemas estudiados fueron matorral (M), parcelas de temporal (T), parcelas regadas con agua de pozo (AP), parcelas regadas con agua residual proveniente de la presa Endhó (ARP) y parcelas regadas con agua residual cruda (ARC) (Figura 5). Figura 5. Ubicación de los puntos de muestreo en el Valle del Mezquital, Hidalgo. 22 El tamaño de las parcelas fue aproximadamente de una a dos ha. El muestreo se llevó a cabo 4 veces en las mismas 20 parcelas, durante la temporada de lluvias (junio – octubre 2014) y durante la temporada de secas (noviembre –mayo 2015). Las parcelas agrícolas estaban sembradas con maíz durante la temporada de lluvias, mientras que durante la temporada de secas las parcelas estaban sembradas con alfalfa, avena o pasto en las zonas bajo irrigación periódica. En cada parcela se tomaron 20 núcleos (6 cm de diámetro) de suelo superficial (0-10 cm; no rizosférico) de forma cuadriculada sistemática regular. Los núcleos fueron combinados y homogenizados en una muestra compuesta por parcela. Los residuos vegetales y rocas se removieron de las muestras compuestas. Una parte de la muestra de suelo se congeló inmediatamente con N líquido y se mantuvo a -80º C y la otra parte fue secada al aire para su caracterización. Determinación de los parámetros del suelo El suelo de todas las parcelas corresponde a feozem háplico (IUSS, 2014) con texturas arcillosas a franco-arcillo-limosas. Las muestras de suelo se secaron al aire por 24 h, se homogenizaron y se tamizaron utilizando un tamiz metálico (2 mm). Las propiedades físicas y químicas se determinaron utilizando procedimientos estándar (Soon y Hendershot, 1992). El pH del suelo se midió en una suspensión 1:2 suelo: CaCl2 10 mM utilizando un potenciómetro sensION156 HACH (Conductronic pH 120, Puebla, México) y la conductividad eléctrica (E.C.) se determinó en una suspensión 1:2 suelo:agua destilada con un conductímetro marca Hanna HL4321 (Rhode Island, EUA). El contenido de C orgánico y N total en el suelo se determinó utilizando un analizador elemental Perkin Elmer 2400 CHNS/O (Massachusetts, EUA). El P disponible se determinó por espectrofotometría (Genesis 20, Massachusetts, USA), utilizando la metodología desarrollada por Olsen (van Reeuwijk, 2002). La distribución del tamaño de partícula se determinó utilizando el método del hidrómetro de Bouyoucos. Los cationes intercambiables (calcio: Ca2+, magnesio: Mg2+, sodio: Na+ y potasio: K+) fueron extraídos con una solución 1 N de acetato de amonio (NH4OAc) a pH 7 y la determinación de Ca2+ y Mg2+ por medio de espectrofotometría de absorción atómica (Perkin Elmer 3110, Massachusetts, EUA), y la de Na+ y K+ mediante espectrometría de emisión de flama (Sherwood Scientific 36, Cambridge, UK), de acuerdo al procedimiento de van Reeuwijk (1992). El contenido gravimétrico de agua (%) se calculó con base en las submuestras secadas en el horno. Extracción de ácidos nucleicos y síntesis de cDNA Las muestras de suelo utilizadas para los análisis microbiológicos se congelaron con nitrógeno líquido en el campo, duraron en nitrógeno líquido entre 3-4 días (tiempo que duró la salida a campo) y después de trasfirieron a -80º C, donde se mantuvieron hasta la extracción de ácidos nucleicos. La extracción de DNA se realizó de 0.25 g de suelo 23 aproximadamente empleando el kit de extracción MoBio PowerSoil DNA (MoBio Laboratories, Carlsbad, CA, EUA) y el RNA total fue extraído de 2 g de suelo aproximadamente utilizando el kit de extracción PowerSoil total RNA isolation kit (MoBio Laboratories, Carlsbad, CA, EUA), siguiendo las instrucciones del fabricante. La concentración de ácidos nucleicos se cuantificó con un NanoDrop ND-1000 Spectrophotometer (Thermo Scientific, Schwerte, Alemania). Subsecuentemente, los extractos de RNA total se trataron con Turbo DNase para remover DNA remanente y se purificaron utilizando el kit Qiagen RNeasy MinElute Cleanup (Qiagen, Hilden, Alemania). La presencia de DNAremanente se comprobó por PCR siguiendo la descripción de Wemheuer et al., 2012. El RNA purificado (30-100 ng) fue convertido a cDNA utilizando la transcriptasa reversa SuperScript III bajo las recomendaciones del fabricante (Thermo Scientific, Schwerte, Alemania). Amplificación de los genes 16S rRNA bacteriano, 16S rRNA de arqueas e ITS3 de hongos Las características de amplificación de los genes utilizados se muestran en la Tabla 1. Las reacciones de PCR se llevaron a cabo por triplicado para cada muestra. Los productos de PCR resultantes se combinaron en concentraciones iguales y se purificaron utilizando el kit QIAquick Gel Extraction (Qiagen, Hilden, Alemania) siguiendo las instrucciones del fabricante o bien el kit MagSi-NGSPrep Plus (MagnaMedics Diagnostics B.V., Geleen, Países Bajos). La cuantificación de los productos de PCR se llevó a cabo utilizando el kit Quant-iT dsDNA HS y un fluorofotómetro Qubit como lo recomienda el fabricante (Invitrogen GmbH, Karlsruhe, Alemania). El índice de los productos de PCR se llevó a cabo con el kit Nextera XT Index Nextera XT Index. La secuenciación se realizó utilizando el indexado dual con enfoque paired-end (2 x 300 pb) con la química v3 para la plataforma de Illumina MiSeq en el Laboratorio de Microbiología y Genómica Aplicada en la Universidad de Göttingen, Alemania. Tabla 1. Información sobre la amplificación de cada dominio microbiano Primers Mix PCR (50 ul) Esquema de amplificación Bacteria S-D-Bact-0341-b-S-17 (5-CCTACGGGNGGCWGCAG-3) S-D-Bact-0785-a-A-21 (5-GACTACHVGGGTATCTAATCC-3) (Klindworth et al., 2013) 10 ul Buffer 5x Phusion GC 0.2 mM MgCl2 0.4 µM cada primer 200 µM cada dNTP 5% DMSO 25 ng templado 1 U de taq polimerasa 98°C 1 min 98°C 45 s 60°C 45 s 25 72°C 30 s 72°C 5 min Hongos ITS3_KYO2 (5-GATGAAGAACGYAGYRAA-3) (Toju et al., 2012) 10 ul Buffer 5x Phusion GC 1.0 mM MgCl2 0.4 µM cada primer 98°C 1 min 98°C 45 s 48°C 45 s 25 24 ITS4 (5-TCCTCCGCTTATTGATATGC-3) (White et al., 1990) 200 µM cada dNTP 5% DMSO 20 ng templado 1 U de taq polimerasa 72°C 30 s 72°C 5 min Arqueas Arc_340F (5-CCCTAYGGGGYGCASCAG-3) (Gantner et al., 2011) Arc_806R (5-GGACTACNSGGGTMTCTAAT-3) (Porat et al., 2010) 50 ul Buffer 5x Phusion GC 1.0 mM MgCl2 0.4 µM cada primer 200 µM cada dNTP 5% DMSO 50 ng templado 1 U de taq polimerasa 98°C 1 min 98°C 45 s 63°C (-1°C x ciclo) 45 s 10 72°C 30 s 98°C 45 s 53°C 45 s 15 72°C 30 s 72°C 5 min Taq Polimerasa: Phusion HF DNA (Fisher Scientific GmbH, Schwerte Alemania) Los primers tenían adaptadores para secuenciación con Illumina MiSeq Procesamiento y análisis de secuencias La asignación de lecturas a las muestras se realizó con el programa de análisis de datos CASAVA (Illumina). Las secuencias paired-end se alinearon utilizando PEAR v0.9.10 (64 bit) con parámetros estándar (Zhang et al., 2014). Con el script de QIIME 1.9.1 (Caporaso et al., 2010) split_libraries_fastq.py se removieron de la base de datos las secuencias con puntajes de calidad menores a 20 o que contuvieran nucleótidos dudosos. Adicionalmente se removieron las secuencias remanentes de los primers foward y reverse utilizando cutadapt v1.10 (Martin, 2011) con parámetros estándar. Se utilizó USEARCH (9.2.64) con el algoritmo UPARSE (Edgar, 2013) para encontrar y eliminar secuencias duplicadas o unitarias (-fastx_uniques) y secuencias con menor número de pares de bases (pb) (- sortbylength): 400 pb para procariontes, 140 pb para hongos. La asignación de OTUs a las secuencias se realizó con USEARCH, para procariontes se utilizó un 97% de similitud y para hongos se utilizó 100% (OTU radio-zero) que representa una variante exacta de la secuencia. Las secuencias quiméricas se removieron utilizando UCHIME2 (Edgar et al., 2011), incluido en el paquete USEARCH (9.2.64) en modo (-uchime2_ref) utilizando como referencia en el caso de procariontes la base de datos RDP trainset15_092015.fasta (https://sourceforge.net/projects/rdp-classifier/files/RDP_ Classifier_TrainingData/) y como referencia para hongos la base de datos UNITE (v7.1 https://unite.ut.ee/repository.php) (Koljalg et al., 2013). También con USEARCH (-usearch_global) se alinearon y compararon todas las secuencias de buena calidad con OTUs (no quiméricos) y se crearon las tablas de OTUs. La asignación taxonómica de los OTUs se realizó con el script parallel_assign_taxonomy_blast.py, para bacteria y arquea se utilizó la base de datos SILVA SSU 123.1 (Yilmaz et al., 2014) y para hongos la base de datos UNITE (v7.1 https://unite.ut.ee/repository.php) (Koljalg et al., 2013). OTUs con dominios extrínsecos, cloroplastos (en el caso de bacteria) y OTUs no asignados fueron eliminados de la base de datos utilizando filter_otu_table.py. Los OTUs fúngicos no asignados se compararon con la 25 base de datos del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI, por sus siglas en inglés) para remover cualquier OTU no fúngico. La comparación entre muestras se llevó a cabo utilizando el mismo esfuerzo de secuenciación, eligiendo al azar el mínimo número de secuencias por muestra (bacteria: 18,900 (DNA) y 19,600 (RNA); hongos: 16,800 y arqueas: 4400). Las curvas de rarefacción, la riqueza de especies, así como la estimación de la diversidad alfa y beta se determinaron con el script alpha_rarefaction.py de QIIME 1.9.1. Predicción de perfiles funcionales de las comunidades bacterianas Los perfiles funcionales se predijeron a partir de los datos de 16S rRNA utilizando el programa Tax4fun (Aßhauer et al., 2015). Los genes codificantes para enzimas clave involucradas en los ciclos de nutrientes (N, C, P, S) se identificaron en los perfiles resultantes utilizando sus ortólogos KEGG (Anexo B). Las abundancias promedio de los genes en cada sistema de uso de suelo se utilizaron para los análisis estadísticos (la abundancia es relativa al promedio de la abundancia de la base de datos completa). Predicción de gremios fúngicos Los gremios fúngicos se predijeron a partir de la tabla de OTUs utilizando el software FUNGuilds (Nguyen et al., 2016). Los gremios que se tomaron en cuenta fueron los tres principales: simbiontes, saprófitos y patógenos, sin tomar en cuenta aquellos OTUs que se asignaban a dos o más de ellos. Dentro del grupo de los simbiontes se analizó por separado la abundancia de hongos AM y EcM. Dentro del grupo de patógenos se analizó por separado la abundancia de patógenos de animales y plantas. Identificación de bacterias y hongos patógenos Mediante el script filter_taxa_from_otu_table.py de QIIME 1.9.1, se buscaron en las tablas de OTUs de suelo y de agua residual, géneros bacterianos y fúngicos con potenciales miembros patógenos para humanos, y géneros bacterianos fitopatógenos. Los géneros bacterianos seleccionados fueron: Enterococcus, Staphylococcus, Klebsiella, Acinetobacter, Pseudomonas, Enterobacter, Escherichia, Salmonella, Campylobacter, Vibrio, Shigella, Clostridium, Bacillus, Yersinia, Helicobacter, Mycobacterium, Legionella, Peptostreptococcus, Corynebacterium, Streptococcus, Neisseria, Bartonellas, Serratia, Bordetella, Citrobacter, Proteus, Treponema, Brucella, Mycoplasma, Chlamydia, Ureaplasma, Rickettsia, Listeria, Nocardia, Streptomyces, Actinobacillus, Pasteurella, Plesiomonas, Moraxella, Haemophilus, Leptospira, Borrelia, Ehrlichia, Anaplasma y los géneros fitopatógenos: Ralstonia, Agrobacterium, Erwinia, Xylella, Dickeya, Pectobacterium, Clavibacter, Liberibacter, Tatumella, Acidovorax, Pantoea, Serratia, 26 Sphingomonas, Rhizobacter, Rhizomonas, Xylophilus, Clostridium, Clavibacter, Arthrobacter, Leifsonia, Rhodococcus, Streptomyces, Pseudomonas, Xanthomonas y Herbaspirillum. Los géneros fúngicos seleccionados fueron: Ajellomyces, Alternaria, Apophysomycetes, Aspergillus, Bipolaris, Blastomyces, Candida, Cephaliophora, Cladosporium,
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