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Estudio-etnozoologico-de-aves-y-mamferos-en-la-comunidad-de-Coscomatepec-de-Bravo-Veracruz-Mexico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO
FACULTAD DE CIENCIASFACULTAD DE CIENCIASFACULTAD DE CIENCIAS
 “Estudio etnozoológico de aves y 
mamíferos en la comunidad de 
Coscomatepec de Bravo, Veracruz, 
México”
 “Estudio etnozoológico de aves y 
mamíferos en la comunidad de 
Coscomatepec de Bravo, Veracruz, 
México”
 “Estudio etnozoológico de aves y 
mamíferos en la comunidad de 
Coscomatepec de Bravo, Veracruz, 
México”
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO 
DE:
Biólogo
P R E S E N T A :
RICARDO E. CAREAGA CÓRDOVA
DIRECTOR DE TESIS: 
L. EN A.F. CARLOS TEUTLI SOLANO
2011
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 2 
1. Datos del alumno 
 Careaga 
 Córdova 
 Ricardo Emilio 
 52118715 
 Universidad Nacional Autónoma de México 
 Facultad de Ciencias 
 Biología 
 405003297 
 
2. Datos del tutor 
 L. en A.F. 
 Carlos 
 Teutli 
 Solano 
 
3. Datos de sinodal 1 
 M. en C. 
 Armando 
 Gómez 
 Campos 
 
4. Datos de sinodal 2 
 M. en C. 
 Abigail 
 Aguilar 
 Contreras 
 
5. Datos de sinodal 3 
 Dr. 
 Alejandro 
 Casas 
 Fernández 
 
6. Datos del sinodal 4 
 M. en C. 
 María Edith 
 López 
 Villafranco 
 
7. Datos del trabajo escrito 
Estudio etnozoológico de aves y mamíferos en la comunidad de Coscomatepec de 
Bravo, Veracruz, México 
140 páginas 
2011
 3 
Índice 
Resumen……………………………………………………………………...5 
Marco Teórico……………………………………………………………......7 
• Trabajos Etnográficos en México.........................................................13 
• La Etnobiología en Veracruz................................................................16 
• La Etnobiología de Coscomatepec de Bravo, Veracruz.......................19 
• Usos Ancestrales de la Fauna.............................................................19 
Justificación...........................................................................................22 
Área de Estudio……………………………………………………………..23 
• Coscomatepec de Bravo…………………………………………………..23 
• Historia.................................................................................................25 
• Clima....................................................................................................26 
• Orografía..............................................................................................27 
• Hidrografía............................................................................................28 
• Flora.....................................................................................................29 
• Fauna...................................................................................................30 
Objetivos........................................................................................................32 
Metodología...................................................................................................33 
• Trabajo de Gabinete.............................................................................33 
• Descripción de Categorías de Uso.......................................................34 
• Formas Tradicionales de Obtención del Recurso................................41 
• Catálogos Faunísticos..........................................................................43 
• Trabajo de Campo................................................................................44 
• Fichas Etnozoológicas.........................................................................45 
Resultados.....................................................................................................46 
• Fichas Etnozoológicas.........................................................................54 
Análisis de Resultados...............................................................................98 
• Mamíferos..........................................................................................99 
• Aves...................................................................................................101 
Discusión.....................................................................................................104 
• Consideraciones finales.....................................................................109 
Conclusión...................................................................................................111 
Anexos.........................................................................................................112 
• Anexo 1. Catálogo Mastozoológico (134 spp.)...................................112 
 4 
o Anexo 1.1. Ejemplificación del catálogo como fue presentado a los 
entrevistados.....................................................................115 
• Anexo 2. Catálogo Ornitológico (131 spp.)........................................116 
o Anexo 2.1. Ejemplificación del catálogo como fue presentado a los 
entrevistados.....................................................................119 
• Anexo 3. Cuestionario base para entrevistados.................................120 
• Anexo 4. Tabla con nombre, edad, ocupación y lugar de origen de los 
entrevistados......................................................................................121 
• Anexo 5. Nombres tradicionales de aves y mamíferos......................123 
• Anexo 6. Esquemas de las formas tradicionales de obtención del recurso. 
............................................................................................124 
Bibliografía...................................................................................................128 
 5 
Resumen 
La comunidad de Coscomatepec de Bravo se encuentra a media hora de la ciudad de 
Córdoba, en el estado de Veracruz. El ecosistema dentro del cual está inmersa es el 
Bosque Mesófilo de Montaña, que presenta una gran diversidad faunística y florística, 
posibilitando el aprovechamiento de gran cantidad de recursos naturales por parte de 
los comuneros. Se estima que alrededor de 2,500 a 3,000 especies de plantas habitan 
dentro de este tipo de ecosistema, uno de los mas diversos en relación al espacio que 
ocupan. 
El conocimiento que algunos grupos sociales tienen sobre su entorno propicia una 
conservación del mismo ya que dependen de este para vivir, la comunidad de 
Coscomatepec de Bravo es una región del país en donde el arraigo cultural esta en 
constante contraste contra las prácticas de comercio de occidente. 
El propósito de este trabajo es determinar qué especies de mamíferos y aves son 
aprovechadas por la comunidad; delimitar los usos que le dan los habitantes a estos dos 
grupos de animales; y conocer si existen formas tradicionales de clasificación o 
nominación en lengua nativa. 
Para esto se realizaron dos catálogos con la fauna potencialmente presente en el 
municipio de Coscomatepec, determinada en base a una recopilación y análisis 
bibliográfico, de donde se obtuvieron un total de 131 especies de y 134l de mamíferos. 
Se hicieron 13 visitas a la comunidad durante las cuales se llevaron a cabo entrevistas a 
diversos vendedores ycomerciantes, del mercado que se instala los días lunes en el 
zócalo y calles cercanas, para que por sí mismos reconocieran e identificaran las 
especies de las que tienen conocimiento. También se levantaron más entrevistas en la 
comunidad, a campesinos, trabajadores y comuneros, igualmente tratando de recopilar 
la mayor cantidad de información necesaria. 
El mercado aún conserva algunas tradiciones ancestrales como el trueque, sin embargo 
se venden más productos de fabricación industrial que de fabricación o producción 
artesanal. El uso predominante de las especies aprovechadas dentro de la comunidad 
es el alimenticio. Se registraron 42 especies de aves y mamíferos que, además de 
utilizarlos como alimento, se usan para diversas cosas como vestimenta, medicinal, arte 
o cría. La concepción mágico-religiosa de algunas de las especies que son 
aprovechadas es mas bien pobre. 
 6 
Tanto el análisis como la discusión muestran que, a pesar de que la comunidad ha 
perdido gran parte de su legado tradicional, los comuneros siguen aprovechando gran 
cantidad de recursos faunísticos para sus actividades cotidianas. Aún cuando las 
personas de la comunidad basan principalmente su actividad económica en la 
agricultura y ganadería, se sigue aprovechando la fauna; sin embargo, el conocimiento 
tradicional entorno a la nominación en náhuatl de los dos grupos de vertebrados 
estudiados se ha perdido casi por completo. Solo algunas personas mayores conservan 
dicho conocimiento y los jóvenes no tienen interés por adquirirlo. la comunidad de 
Coscomatepec de Bravo no es la excepción. Debido a que es una comunidad abierta, 
donde hay una mayor penetración cultural, la pérdida del conocimiento tradicional 
entorno a su medio en las nuevas generaciones es evidente. 
 
 7 
Marco Teórico 
Todo el conocimiento surge de la observación de la naturaleza, la tierra, el cielo, la vida 
de los animales, las plantas y los hombres (Münch, 1983). Desde sus orígenes, las 
especies del genero homo (desde H. Habilis hasta H. sapiens) se han relacionado con 
la naturaleza pues dependen de ella para vivir, utilizando a las plantas y animales de las 
diversas regiones del planeta como fuente principal de abastecimiento. Está 
comprobado que desde hace 2.4 millones de años, las especies del género Homo 
coexistieron con un gran número de animales y plantas que hoy en día están extintos o 
se retiraron de sus hábitats (Brand, 1962). Además de su función de alimentación, han 
servido de materia prima a diversas expresiones culturales: han sido utilizadas de 
adorno, prendas de vestir, incluso las culturas antiguas adoptaron como símbolos 
mágico-religiosos objetos del mundo natural desempeñando importantes papeles en 
mitos y tradiciones y usados en ceremonias religiosas y civiles (Serrano y Linares, 2002; 
Cano-Contreras, 2009). 
Las sociedades actuales se han preocupado por conservar los conocimientos antiguos 
sobre la biodiversidad (Maldonado, 1940), es por esto que ha sido posible y necesario 
abordarlos desde el punto de vista de varias disciplinas como la Antropología, 
Sociología, Historia, Economía, Agronomía y Biología. Sin embargo, la información que 
se ha generado ha sobrepasado lo que estas áreas por separado pueden aportar, 
desarrollándose disciplinas científicas tanto naturales como sociales encargadas 
específicamente de estudiar y comprender las relaciones del hombre con su ambiente. 
Tal es el caso de la Etnobiología (Maldonado, 1940) que, siendo una de las últimas 
adiciones a la Antropología, tiene a su cargo el estudio de la utilización de las plantas y 
animales, de una región cualquiera, por un grupo humano definido, que la habita o viene 
a ella para obtenerlos. Busca entender la clasificación y utilización del mundo biológico 
por las sociedades humanas mediante la recopilación de información de manera 
descriptiva y experimental (Toledo, 1992; Mariaca y Castro, 1999; Hunn, 2007). 
La Etnobotánica es entendida como el campo científico que estudia las interrelaciones 
que se establecen entre el hombre y las plantas, a través del tiempo y en diferentes 
ambientes (Hernández, 1979). En la Etnobiología es posible reconocer dos grandes 
enfoques de estudio bien definidas, la Etnobotánica y la Etnozoología. La Etnobotánica 
estudia e interpreta la historia de las plantas en las sociedades humanas, enfocándose 
en el estudio y la recuperación del conocimiento en las diversas etnias y culturas; 
 8 
estudia las relaciones entre los grupos humanos y su entorno vegetal así como la 
manera en que son utilizadas y aprovechadas en los diferentes espacios temporales y 
culturales (Barrera, 1983). Por su parte, la Etnozoología se enfoca principalmente en los 
animales. 
La Etnozoología estudia las interrelaciones entre el hombre y los animales. Es 
entendida como un campo interdisciplinario en el que interactúan la Antropología 
cognitiva y la Biología, y se encuentra en un constante vaivén entre las ciencias 
biológicas, las ciencias sociales y humanas (Santos et al., 2009). Su principal objetivo 
es el registro descriptivo de los sistemas de clasificación animal encontrados en las 
diversas culturas (Henderson y Harrington, 1914); así como el estudio de las 
percepciones que los seres humanos tienen con los animales y las interrelaciones entre 
estos.. Se encarga de identificar, describir y clasificar los organismos que tengan o 
hayan tenido un valor cultural para un grupo humano, conocer su distribución y 
relaciones ecológicas con dicho grupo, así como precisar ese valor y modos de 
utilización, fijándolo en el complejo cultural correspondiente y describir la secuela 
histórica de su conocimiento y uso (Maldonado, 1940; Brand, 1962). 
El ser humano ha convivido con los animales a lo largo de su historia; a través de esta 
convivencia, logran observar y aprender los hábitos de la fauna, acumulando un 
conocimiento que se trasmite de generación en generación. El hombre de las 
sociedades antiguas (cazadores, pastores o agricultores) consideraba que los animales 
tenían una relación especial con lo divino, lo que los dotó de un lugar importante en los 
mitos y en las leyendas, convirtiéndolos también en símbolos de valores y categorías 
nodales, en representaciones de las ideas fundamentales de la cultura (González, 2001, 
a). La percepción que tienen los seres humanos sobre los animales, así como los tipos 
de relación que desarrollan con éstos y las actitudes mostradas hacia las distintas 
especies, siempre han dependido del conjunto de factores ecológicos, geográficos, 
históricos, económicos, psicológicos, epidemiológicos, filosóficos, sociales y culturales 
propios de las circunstancias temporales y espaciales de cada grupo social como 
comunidad y de cada individuo (González, 2001; Santos et al., 2009). 
Una de las necesidades básicas para el trabajo etnozoológico es una serie de 
diccionarios regionales de la fauna local, cuidadosamente trabajados y revisados, que 
incluya sinónimos y la clasificación científica, sin dejar de lado que para un 
reconocimiento sobre el simbolismo religioso de los animales o su trascendencia 
 9 
económica se conozcan las características biológicas de las especies en estudio 
(Brand, 1962; Serrano y Linares, 2002). 
Diversos grupos indígenas mesoamericanos vinculan a un ser humano con un animal 
desde su nacimiento. En algunos casos esta alma gemela animal es descubierta hasta 
que se lleva a cabo el ritual de la pubertad; por ejemplo, los niños huicholes que vuelan 
en forma de pájaros dirigidos por el Marakame en su viaje a Wirikuta (González, 2001, 
a). También existe la creencia de que un alma externa puede salir del cuerpo más o 
menos a voluntad y lo puede hacer en forma de animal, o que cuando nace un hombre, 
al mismo tiempo aparece su animal compañero (tona) con quien comparte 
características semejantes, lo que es equivalente al nahual; en el ámbito delchamanismo el chamán convertido en ave u otro animal visita el supra o inframundo 
(Münch, 1983; González, 2001, a). 
Entre diversas culturas se observa la presencia de un gran número de especies 
animales desempeñando importantes papeles en sus entramados simbólicos. Es por 
este motivo que en ocasiones, algunas especies animales han sido elevadas al estatus 
de símbolo sagrado; el jaguar ciertas aves y la serpiente son los animales más 
utilizados como símbolos sagrados por las culturas mesoamericanas ya que de alguna 
manera cubren los órdenes más importantes de los animales: cuadrúpedos o de pelo, 
los que vuelan o de plumas y los que se arrastran o con piel de escamas (González, 
2001, b). 
La cosmovisión es un complejo de simbolismos en constante transformación y 
reestructuración debido a las mismas dinámicas internas de cada cultura y a la 
incorporación de nuevos elementos (Cano-Contreras, 2009). 
La Biología brinda herramientas para identificar a las especies animales que son 
aprovechadas y utilizadas por el grupo étnico en estudio, así como aquellas que ocupan 
un papel dentro de su propia cosmovisión. Esta influencia biológica la podemos ver en 
que, frecuentemente, animales de hábitos nocturnos o depredadores como felinos, 
ofidios, quirópteros, algunos anfibios, roedores y rapaces son asociados con las fuerzas 
oscuras de la naturaleza, el poder malévolo de brujos y chamanes "negros" y con la 
parte maligna del cosmos (González, 2001, a; Cano-Contreras, 2009); por ejemplo, en 
la antigua Tenochtitlan, la lechuza estaba consagrada al dios de la lluvia, pero entre los 
aztecas simbolizaba una criatura demoníaca nocturna y de mal presagio. En varios 
códices se la representa como el guardián de la casa oscura de la tierra (Charro, 1997). 
 10 
En contraparte, animales de hábitos diurnos, como herbívoros o determinados 
cazadores, tal que diversas especies de roedores, ungulados, algunos ofidios y rapaces, 
encarnan las fuerzas luminosas que habitan el cosmos, el poder curativo de chamanes, 
hechiceros y hombres sabios, así como con características deseables en aprendices y 
gobernantes (Gonzáles, 2001, a; Serrano y Linares, 2002; Cano-Contreras, 2009); un 
claro ejemplo de un animal asociado a las fuerzas luminosas es el quetzal, que en las 
leyendas mayas se le menciona cuando los Altos Señores del Alba y del Crepúsculo 
crearon el mundo americano, los vientos, soplando en círculos mágicos sobre la cimera 
de un árbol de guayacán, condensaron su espíritu y del remolino de hojas verde-azules, 
como una flecha, voló el primer quetzal (Lara, 1997). 
La religión ancestral y la cristiana influyen en diferentes aspectos de la cultura, 
especialmente en la cosmovisión, el ciclo de la vida del ser humano, la concepción de 
las enfermedades y su curación, el ciclo anual de actividades económicas, la 
organización religiosa y el calendario festivo (Münch, 1983). La medicina tradicional 
indígena es básicamente un sistema curativo de origen prehispánico, con algunas 
influencias de la medicina popular europea (Münch, 1983). La concepción de las 
enfermedades, así como su curación, se encuentran directamente relacionadas con la 
cosmología y la religión. Ambas han incorporado progresivamente los símbolos 
cristianos, los santos católicos han sustituido a las antiguas deidades indígenas, pero 
aún conservan muchas de las prácticas y creencias religiosas de las antiguas culturas 
mesoamericanas (Münch, 1983). 
Un ejemplo específico de medicina tradicional en México son los culebreros del sur de 
Veracruz, región históricamente relacionada con el culto a los ofidios (Leyton, 2001). 
Este culto a las serpientes es la expresión de que en esa región del estado se desarrolló 
un complejo mágico-mítico-religioso alrededor de los ofidios, que recae básicamente en 
dos tipos de especialistas: los hombres rayo y los culebreros, popolucas y nahuas, 
respectivamente. Mientras que los hombres rayo tienen una función eminentemente 
social, a la manera de los chamanes asiáticos, los culebreros se limitan a la función 
terapéutica en relación a la mordedura de la serpiente sobre los individuos o animales y 
a la protección de las parcelas (Leyton, 2001). 
La mordedura de las culebras está relacionada con la violación de preceptos a normas 
comunales y su castigo por parte de los espíritus del monte, de los cerros y de los ríos. 
Por ello, para curar una mordedura de víbora se invoca al chaneque, el dueño de los 
 11 
animales del bosque. Los culebreros curan la mordedura de la culebra, curan los 
potreros e inmunizan al ganado vacuno y caballar apoyándose en el cúmulo de 
conocimientos que reside en ellos. La práctica se sustenta en una serie de normas 
asignadas a través del tiempo para el cómo actuar de cada una de las partes 
involucradas (culebrero, discípulo, enfermo y sociedad) y en la concurrencia de 
discursos y plegarias cristianas que se recitan frente y fuera del altar donde se 
concentran imágenes y parafernalia (Leyton, 2001). 
Algunos lugares representativos de este culto son las cuencas del Papaloapan y 
Coatzacoalcos (que significa “en el Santuario de la Serpiente” en alusión al sacerdote-
dios Quetzlcoatl), Coacotla (donde abundan las serpientes venerables), Coapán (en el 
lugar de la culebra), Cohuacán o Cucuacah (donde preside la culebra) y Achilcotixca 
(donde se venera a la culebra de agua), entre otros (Leyton, 2001). 
En Etnozoología, se entiende como uso a todas aquéllas actividades a través de las 
cuales los seres humanos obtienen algún beneficio, ganancia, fruto o disfrute de una 
población animal (Pérez-Gil, 1996). 
Tradicionalmente y en atención a su relación inmediata con los vertebrados, en México 
los comuneros han clasificado la fauna silvestre en tres grandes grupos y así se habla 
de que entre los animales existen los útiles, los “no útiles” y los dañinos o perjuiciosos 
(Pérez-Gil, 1996). 
A lo largo de la historia de las diferentes civilizaciones, la información de la fauna, 
obtenida mediante prueba y error, ha sido trasmitida de forma oral, sin ningún tipo de 
documentación formal. Sin embargo, la continuidad de dichas prácticas ha logrado ser 
expresada culturalmente a través de la religión; de tradiciones y costumbres; de cuentos 
populares; de expresiones artísticas como la pintura, artesanías, canciones y leyendas; 
entre otras (Usha et al., 2006). 
Hoy en día es fundamental la apreciación de la diversidad biológica y cultural; desde el 
ámbito científico, acceder a las formas en que las sociedades tradicionales interactúan 
con su medio ambiente requiere del trabajo interdisciplinario (Saldaña, 2010). El 
conocimiento científico de los biólogos cuenta con un amplio dominio de la fisiología, 
anatomía, taxonomía y ecología de los animales. Si a esto sumamos el conocimiento 
generado por la gente de las comunidades, quienes además conservan sus tradiciones, 
se complementa un verdadero entendimiento etnozoológico. En México, a pesar de que 
 12 
son escasos los estudios etnozoológicos, existe materia de investigación suficiente a 
partir de la diversidad biológica y cultural del país (Toledo, 2010). 
La diversidad cultural está estrechamente correlacionada con la diversidad biológica. Un 
análisis sobre la biodiversidad desde una perspectiva geopolítica muestra que existen 
12 países que albergan los mayores números de especies y especies endémicas. 
Dentro de estas 12 naciones se encuentran Brasil, Indonesia, Colombia, Australia, 
México, Madagascar, Perú, China, Filipinas, India, Ecuador y Venezuela. Nueve de los 
12 centros principales de diversidad cultural (en términos del número de lenguas) están 
dentro del registro de megadiversidad biológica y, recíprocamente, nueve de los países 
con la mayor riqueza de especies y endemismos están también en la lista de las 25 
naciones con las cifras más altas de lenguas endémicas (Toledo, 2006). En general, ladiversidad cultural humana está asociada con las principales concentraciones de 
biodiversidad que quedan y tanto la diversidad cultural como la biológica están 
amenazadas o en peligro. Esta alta correspondencia que existe entre las áreas de 
mayor biodiversidad y los territorios indígenas constituye un principio clave para la 
conservación cultural y del medio ambiente (Toledo y Boege, 2010). 
En México, los 5 estados que se consideran más ricos en términos biológicos son 
Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz. Paralelamente, los 5 estados con 
mayor diversidad lingüística del país son Chiapas, Guerrero, Puebla, Oaxaca y 
Veracruz, de los que solo el estado de Puebla no se encuentra en la estadística anterior 
(Mittermeier y Goesttsch, 1992; Conabio, 2006). Las principales reservas de la biósfera 
que se encuentran rodeadas o superpuestas a la presencia indígena son: Montes 
Azules y El Triunfo en Chiapas, Sierra de Santa Marta en Veracruz, Calakmul en 
Campeche, Sierra de Manantlán en Jalisco, El Pinacate en Sonora y la reserva del Alto 
Golfo en Baja California (Toledo, 2010). De las 151 áreas marcadas por la Conabio 
como regiones prioritarias terrestres para la conservación biológica, 60 (39%) se 
encuentran sobrepuestas con territorios indígenas, lo que convierte a estos grupos en 
sujetos centrales y aliados obligados para la realización de estrategias para la 
conservación de la naturaleza y el desarrollo nacional (Toledo et al., 2001; Boege, 
2008). 
La crisis ambiental que se vive actualmente en el planeta se ha intensificado por la 
globalización de la economía. En la actualidad, 45% de los ecosistemas naturales del 
mundo están severamente impactados y han dejado de ser funcionales; el restante 55% 
 13 
sostiene los servicios ambientales para la vida del planeta (Ramos, 2004). La 
dominancia humana y la transformación del uso de la tierra en los ecosistemas 
terrestres han sido considerables, de manera que se aprecian cambios sustanciales 
negativos en los ciclos biogeoquímicos que impactan la habilidad de los ecosistemas 
para proporcionar los recursos ambientales necesarios para la reproducción de la vida. 
El alto deterioro ambiental de los ecosistemas mexicanos no solo implica pérdida de la 
biodiversidad, sino también la aceleración de los procesos de desertificación, pérdida de 
suelos, incapacidad de captación de agua, salinización de suelos por riego inadecuado, 
pérdida de reservas de agua fósil, intrusión de agua salina en las costas, deterioro o 
desaparición de lagunas costeras, contaminación creciente y aguda de agua y suelo 
(Fischer y Haberl, 2007). Velázquez et al. (en prensa) destacan que el deterioro de los 
bosques y selvas es tal que para el 2020 sobrevivirán en México solo el 30% de los 
bosques primarios. 
Hoy en día los territorios de los pueblos indígenas ya se encuentran en esa situación 
(Toledo y Boege, 2010); sin embargo, no son ellos quienes destruyen la vegetación 
primaria de manera más acelerada que otros sectores sociales en el país. El modelo 
general propuesto por Velázquez et al. se basa en la evaluación de toda la vegetación 
primaria de México, incluyendo desiertos y semidesiertos, siendo que la mayor parte de 
los territorios indígenas no se encuentran en esos ecosistemas. La tendencia de 
deterioro de la vegetación primaria se acentúa en orden de uno a tres para las selvas 
tropicales (Boege, 2008). 
De esta manera, el conocimiento que algunos grupos sociales tienen sobre su entorno 
propicia una conservación del mismo ya que dependen de éste para vivir. Pero debido 
al uso discriminado y la sobreexplotación del medio ambiente, es necesario hacer un 
manejo adecuado de los recursos naturales para poder alcanzar un desarrollo 
sustentable en los distintos ámbitos de las sociedades actuales. 
Trabajos etnográficos en México 
En México, los trabajos realizados en ésta área cubren una gran cantidad de campos, 
desde la Etnohistoria, pasando por la Etnobotánica y hasta la Etnogeografía. Pero éstos 
no sólo se enfocan en conocer cómo las comunidades indígenas actuales interactúan 
con la naturaleza, sino que se llegan a remontar a los primeros registros que se tienen 
sobre las poblaciones prehispánicas. Por ejemplo, se han realizado estudios sobre la 
época pre-colombina cuando gobernaron Nezahualcoyotl en Texcoco, durante el año 
 14 
1441 a 1472 y Motecuhzoma Ilhuicamina en Tenochtitlan, durante el año 1441 a 1469, 
quienes construyeron un zoológico y un jardín botánico, respectivamente (Martínez, 
1972). En tiempos más recientes existen diversos trabajos a lo largo de la República 
Mexicana que han ahondado más en las diversas ramas de las Etnociencias. Tal es el 
caso de la Etnozoología, enfocándose en el uso, clasificación, nomenclatura y 
cosmovisión, entre otros, de los animales especialmente en los vertebrados. 
En el área de nomenclatura etnobiológica existen diversos trabajos realizados en el 
país. Argueta (1988) realizó un estudio con p’urhepechas enfocándose en la 
nomenclatura de vertebrados conocidos por dicha cultura. La nomenclatura está 
conformada por categorías que designan los nombres de los animales de acuerdo al 
tipo de medio en el que viven, caracteres anatómicos, hábitos y tipo de locomoción que 
presentan. Retana (1995), al estudiar la nomenclatura ornitológica vernácula de los 
chinantecos, concluyó que la nomenclatura está determinada por aspectos similares a 
los que utilizan los p’urhepechas. Sin embargo, poseen una categoría propia no 
compartida (relacionada con nombres exclusivos de ciertos animales) y en cuanto a las 
características de comportamiento y hábitos sobresalen las categorías que se designan 
a las aves migratorias y aquellas que son nombradas por onomatopeya. Sánchez-
Villanueva y Corona-M. (2000), registraron los nombres indígenas usados por los 
rarámuris para designar tanto a los vertebrados silvestres como a los domésticos, sin 
determinar categorías de clasificación. Cortés (2001) únicamente se limitó a recopilar 
los nombres en náhuatl de las aves en la comunidad de Tlazoquico, Veracruz. 
Hunn (1977) estudió la anatomía y morfología de casi todos los grupos de animales de 
acuerdo con la visión de los tzeltales del municipio de Tenajapa, Chiapas. Encontró 
analogías entre los nombres de la anatomía humana y otros animales. También registró 
qué plantas y animales comparten nomenclatura morfológica y qué estructuras 
anatómicas son nombradas y consideradas como exclusivas y especializadas de los 
animales. Cuevas (1985) plasmó en su trabajo el conocimiento que tienen los amuzgos 
sobre la anatomía de las aves, en especial de aquellas partes que son comestibles y 
sobretodo de la anatomía externa. Retana (1995) detectó que los chinantecos poseen 
un amplio conocimiento de la morfología y anatomía de las aves y que su nomenclatura 
es similar para los demás grupos de vertebrados, incluyendo los humanos. 
En estudios de sistemática popular o tradicional, México es pionero ya que tanto 
investigadores nacionales como extranjeros han realizado numerosas y muy 
 15 
interesantes investigaciones, principalmente con grupos mayas y con algunas culturas 
del Altiplano (Llorente, 1998). En este sentido, destacan los trabajos de Berlin et al. 
(1973) y Hunn (1977) con los Tzeltales de las tierras altas de Chiapas. 
La Etnozoología no cuenta con el mismo número de investigaciones que la 
Etnobotánica, debido al ímpetu superior que la agricultura le dio a los estudios 
etnobotánicos (Brand, 1962). La mayor atención prestada a la Etnozoología ha sido 
debido a los animales domésticos y en especial al pequeño número de animales 
domesticados del Nuevo Mundo pre-Colombino (Maldonado, 1940). Incluso se han 
enfocado principalmente en conocer los usos que se le dan a los animales en las 
distintas culturas y pocos son los trabajos en los que se hace referencia a la importancia 
que tienen estosorganismos en otros ámbitos (Argueta, 1988). 
El uso como alimento de diversas especies de vertebrados terrestres ha sido registrado 
en muchas regiones y en varias culturas del país; utilizando todo el cuerpo de los 
animales o únicamente alguna parte en especial (Martín del Campo, 1960; Montiel, 
1994; Palma, 1994; Sánchez y Romero, 1994; Retana, 1995; Alcántara y Acuca, 1998; 
Cuevas et al., 1998). 
En diversas regiones del país se considera que ciertas especies de vertebrados 
terrestres son benéficas ya que proporcionan algún tipo de servicio; los chinantecos 
reconocen las aves silvestres que indican, mediante su canto o su presencia, cambios 
de horario y climatológicos, señalando la hora en que comienza la mañana y las 
estaciones del año (Retana, 1995); esta característica también se observa entre los 
zapotecas (Alcántara y Acuca, 1998). Para los rarámuris, los vertebrados prestan 
servicios destinados a auxiliar a los humanos en labores agrícolas así como de 
compañía y protección (Sánchez-Villanueva y Corona-M., 2000). 
Diversas comunidades dentro de la reserva ecológica de la Sierra de Nanchititla, en el 
suroeste del Estado de México, aprovechan 35 especies de vertebrados, en su mayoría 
con fines alimenticios y medicinales aunque también se les usa para ornato, comercio y 
como mascotas (Suárez, 2005). 
La actividad comercial practicada por los antiguos y actuales mexicanos, tiene un 
espacio de primordial importancia en los tianguis, del náhuatl tianquiz o tianquiztli 
(Clavijero y Cortés en Serrano y Linares, 2002), que son espacios de gran importancia 
para los estudios etnobiológicos, en general, y etnozoológicos, en particular. Éstos son 
 16 
ferias o mercados que se celebraban en plazas construidas para ese propósito, donde 
se reúnen vendedores de diversos pueblos para comprar, vender, intercambiar y 
consumir gran cantidad de productos. Son espacios que presentan una síntesis de 
aspectos económicos, culturales, sociales y ecológicos de la zona donde se encuentran; 
a menudo eran adyacentes a las residencias de los gobernantes lo que podría indicar 
una conjunción de lo económico con lo político (Hassig, 1990; Torres, 2004). Entender 
el concepto de un mercado más allá de sus transacciones económicas permite conocer 
y estudiar las condiciones de vida, desarrollo y grado de integración de un pueblo a una 
escala cultural mayor (Serrano y Linares, 2002). Un aspecto de gran importancia dentro 
de las culturas y el comercio es el trueque, el cual consiste en un intercambio de objetos 
que tiene una persona y que no necesita, por objetos que tiene otra persona y que 
tampoco necesita. La base para que se pueda producir el trueque es que exista un 
excedente en la producción de cierto producto. El trueque se considera como una forma 
de comercio pacífico; en México, esta forma de comercio se remonta a las civilizaciones 
prehispánicas (Jiménez, 2007; González y Massone, 2010). Estos aspectos son de 
interés para la Etnobiología pero no han sido bien estudiados y son pocos los trabajos 
que abordan aspectos etnozoológicos en los mercados tradicionales (Corona, 1996). 
Dentro de los trabajos mas recientes con éste enfoque está la tesis de Serrano y 
Linares (2002) donde se estudió el tianguis del municipio de Cuauhtitlán, dentro del 
Estado de México, que se establece los días martes. (Serrano y Linares, 2002). El 
estudio etnozoológico en el tianquiz de Cuauhtitlan aborda el problema crucial que pese 
a la pérdida de la mayor parte de la zona lacustre del Valle, ex cuenca de México, 
todavía existe la tradición del aprovechamiento de animales que son utilizados de 
diferente forma, preservándose con ello una tradición que se remonta a la época 
posclásica de la Historia de México. En éste estudió se pudo observar que la fauna que 
se comercializa proviene de los poblados y de estados circundantes al tianquiz de 
Cuauhtitlan, así como sus comerciantes. En el caso particular de los mamíferos 
domésticos y silvestres, estos siguen siendo una fuente básica de alimento; también 
tienen importancia como fuente de medicamentos para curación y los consumidores, 
como parte de una tradición, los siguen utilizando como medicina casera. 
La Etnobiología en Veracruz 
El Istmo Veracruzano, que involucra a los pueblos nahuas y zoque-popolucas, 
comprende 22 municipios. Durante la década de los 70's, de 30 millones de mexicanos 
del sector rural dentro del istmo de Tehuantepec, únicamente el 10% pertenecían a 
 17 
grupos indígenas que fueron sujetos a la modernización como producto del sistema 
capitalista. Actualmente la proporción es mucho menor por diversos factores tales como 
el desgarre del aislamiento en que vivían, la emigración indígena a diversos centros 
industriales y urbanos, el mestizaje cultural y la inmigración de grupos no indígenas a la 
comarca (Münch, 1983). A pesar de que esto ha generado una pérdida de la lengua y la 
incorporación de elementos mestizos, europeos y de otras partes del mundo en la 
tradición indígena, se siguen conservando numerosos patrones de vida rural con una 
fuerte herencia de cultura indígena, permaneciendo importantes aspectos culturales de 
la tradición mesoamericana, como el sistema de roza y quema, siembra de dos 
cosechas de maíz al año, la caza, la pesca, la recolección de plantas y animales. Lo 
mismo se observa en otros sectores de la vida de los grupos indígenas, como por 
ejemplo, en el aspecto religioso donde los rasgos etnográficos modernos son: deidades 
sobrenaturales antropófagas, de señores de la tierra o chaneques, existencia del alma, 
destino post mortem, viaje al otro mundo, salvación del espíritu por medio del perro 
negro (Münch, 1983). 
Dentro de los grupos indígenas, la religión prehispánica y los mitos son la forma de 
explicar al hombre y al universo en su totalidad y han sido trasmitidos de generación en 
generación a través de la tradición oral. Los mitos tienen un papel muy importante en la 
sociedad puesto que su contenido esta presente en la vida cotidiana y constituyen parte 
del pensamiento que norma las acciones del grupo. Tienen un carácter explicativo que 
satisface las necesidades sociales, exalta las creencias, legitima la moralidad y 
garantiza la eficacia de los patrones de comportamiento (Münch, 1983). La religión y los 
mitos son indisolubles y cumplen con la función de comunicar a los individuos del grupo, 
de crear solidaridad e identidad. 
Lo anterior se puede apreciar si se observan las cualidades y significados que los 
nahuas dan a la serpiente: en el punto cardinal del oriente reside la deidad del agua que 
se simboliza como la serpiente de fuego, se considera que el hombre al morir es 
devorado por la gran serpiente de cascabel dueña de los siete cielos, la cual hace que 
renazca nuevamente su espíritu en el paraíso; las serpientes son consideradas como 
los perros que cuidan los intereses del Chaneque (dios de la Tierra). En el sur de 
Veracruz la serpiente de cascabel y todas las culebras tienen una relación con la 
fecundidad, el embarazo, el parto, la abstinencia sexual y el castigo sobrenatural a la 
transgresión de las normas del grupo (Münch, 1983). 
 18 
La caza deportiva es una actividad muy atractiva, sobre todo para la parte norte del 
continente americano. Dentro de México también es muy popular en el norte del país, 
sin embargo en la parte sur del país también se realiza caza deportiva; en el sureste del 
estado de Veracruz, por ejemplo, se localiza la región de los Tuxtlas, un área donde se 
lleva a cabo esta actividad y donde se aprovechan principalmente mamíferos y solo 
ocasionalmente cazan aves, como el faisán. En esta zona se encuentra la ciudad de 
Catemaco donde, además de la caza deportiva, también se usa la fauna para 
cuestiones mágico-religiosas y usos curativos, así como para la venta de diversos 
recursos faunísticos en restaurantes legalmente registrados (Morales-Mavily Villa-
Cañedo, 1998). 
La zona centro del estado de Veracruz, en la cual se localizan las culturas totonaca y 
náhuatl, presenta gran cantidad de representaciones iconográficas que provienen de 
distintos sitios del estado. A éstas se les puede encontrar en el Museo de Antropología 
de Xalapa y muestran una correspondencia al grupo de serpientes solenoglifas 
(Crotalidae) (Hernández et al., 2003). 
La reserva de la biósfera Sierra de Santa Marta, en el sureste de Veracruz, es una 
región en la que diversos grupos indígenas, entre ellos los zoque-popolucas de tres 
comunidades del municipio de Soteapan, se encuentran en una transición en su modo 
de aprovechamiento de los recursos disponibles. Esta transición se basa en un cambio 
a partir de la recolección de diversas partes de las palmas al cultivo de recursos 
forestales no maderables (Ramírez, 1998). Las comunidades popolucas dentro de la 
reserva utilizan los solares como sistemas de producción agrícola. Estos solares 
presentan una estructura y composición que varía a lo largo del tiempo y al tipo de 
propiedad dentro de la comunidad y presentan diferencias en la forma de manejo de los 
recursos presentes (Tehuitzil y Godínez, 1998). 
Como se mencionó antes, la medicina tradicional indígena mexicana es el conjunto de 
sistemas de atención a la salud que tienen sus raíces en profundos conocimientos sobre 
la salud y la enfermedad que los diferentes pueblos indígenas y rurales de nuestro país 
han acumulado a través de su historia, fundamentados en una interpretación del mundo 
(cosmovisión), de la salud y enfermedad de origen prehispánico (e-Salud, 2006). Un 
ejemplo de apoyo a la medicina indígena es el GRAMIT (Grupo Regional de Apoyo a la 
Medicina Indígena Tradicional) (Escalón, 2006). 
 19 
La Etnobiología de Coscomatepec de Bravo, Veracruz. 
La ciudad de Coscomatepec de Bravo se encuentra en una región que presenta uno de 
los ecosistemas más variados del planeta, así como de los más amenazados. El bosque 
de niebla o bosque mesófilo se caracteriza por presentar una alta diversidad biológica 
(Castillo-Campos et al., 2009), por lo que las comunidades que aprovechan los recursos 
de este tipo de ecosistema tienen una amplia variedad de especies de las cuales 
pueden obtener un beneficio, tanto de flora como de fauna. Es bien sabido que diversas 
culturas antiguas poseían un conocimiento profundo acerca de las características, usos 
y propiedades de los componentes de la fauna que se encontraba a su disposición en 
determinado sitio o región, por lo que fueron capaces de utilizarla con fines curativos o 
bien en sus ritos mágicos o religiosos (López, 1998). Este conocimiento, que ha ido 
creciendo a lo largo de la historia, se obtuvo y se obtiene por esa convivencia cotidiana 
que tuvieron y que tienen las comunidades que se encuentran en contacto directo con la 
fauna de cierta región (González, 2001, a). 
La comunidad de Coscomatepec de Bravo es una región dentro del estado de Veracruz 
que en el contexto antropológico, arqueológico e histórico ha sido de gran interés y 
sujeta a numerosos estudios por diversos investigadores. Sin embargo, en el enfoque 
etnobiológico, no ha sido sujeto de estudio por parte de etnobiólogos, etnozoólogos e 
investigadores de las ramas afines (González, 2009). 
Usos ancestrales de la fauna 
México es un país que se caracteriza por presentar una gran diversidad en la fauna, 
dada entre otras cosas, por su ubicación geográfica ya que está en la convergencia de 
dos regiones biogeográficas de América así como por su variada orografía. Esta 
diversidad de animales fue una fuente de recursos tanto alimenticios como suntuarios 
bien aprovechada por los habitantes de nuestro país (López, 1998). De acuerdo con 
dicho autor, entre los animales más conocidos y utilizados por los antiguos mexicanos 
destacan: 
· El jaguar, balam (maya), ocelotl (náhuatl) (Felis onca) cuya piel se usaba para 
forrar los asientos de los nobles; como abrigos protectores contra el frío y los 
malos augurios; para cubiertas de libros, morrales, gorros y otros objetos. Las 
garras y colmillos eran insignias reales y en algunas ocasiones los gobernantes 
se comían el corazón para obtener la valentía del jaguar. 
 20 
· El mico de noche, ak'ab', ma'ax (maya) (Potos flavus) era un símbolo de los 
opresores extranjeros, probablemente toltecas, y se decía que su dominio 
cesaría al cortarles las garras. 
· El zorrillo, pay, epatl (Mephitis macroura y otras especies) la carne se 
aprovechaba como alimento y en la medicina para combatir la artritis y curar 
pústulas. 
· La ardilla, kuuk, techalotl (Sciurus variegatus) se cazaba para aprovechar su 
carne y su piel. Eran muy temidas por los destrozos que causaban a los cultivos, 
incluso los mayas sacrificaban ardillas a los dioses antes de empezar la siembra. 
· El conejo, t'uul tochtli (Sylvilagus floridanus) era apreciado por su carne, su pelo 
se teñía de diversos colores y con él se hacían prendas gruesas con dibujos 
diferentes. Este material era muy cotizado por lo que se comerciaba e 
intercambiaba por plumas preciosas. Este animal tenía gran importancia en las 
creencias de los antiguos mexicanos y se le encuentra en los mitos del origen del 
sol y de la luna. Era patrono de los productores de pulque. 
· El armadillo, huech, ayotochtli (Dasypus novemcinctus) era aprovechado por el 
buen sabor de su carne, la cola servía para reforzar cerbatanas. Con el 
caparazón se hacían bolsas para cargar semillas en época de siembra; molido y 
hervido en agua servía para provocar sudor y se decía que ayudaba a curar 
enfermedades venéreas. 
· El mono araña, ma'ax, ozomatli (Ateles geoffroyi) los comerciantes lo empleaban 
para aumentar sus ventas, procuraban tener manos o cabezas para vender más 
rápido. Los vendedores de pulque agregaban pelos de mono a su producto y en 
la medicina tradicional la carne es utilizada para el tratamiento de la sífilis. 
· El tlacuache, och, tlacuatzin (Didelphis marsupialis o Didelphis virginiana) se 
aprovechaba la grasa de la cola para diversos usos medicinales. Mujeres en 
labor de parto tomaban el caldo de la cola para que el proceso fuera sin dolor y 
sin contratiempos, además de que daba abundancia de leche materna, limpiaba 
los tractos digestivo, pulmonar y urinario, extraía las espinas y provocaba la 
lujuria. 
 21 
· El aguila, kunk'uk, cuauhtli (Aquila chrysaetos y otras especies) fue convertida en 
símbolo de audacia y valentía entre los guerreros. Las plumas eran usadas para 
elaborar atavíos de guerra y para las deidades. Algunos pueblos, como los 
aztecas, las criaban. 
 
 
 22 
JUSTIFICACIÓN 
La comunidad de Coscomatepec de Bravo se localiza en una zona ecológica templada 
húmeda (bosque mesófilo de montaña); uno de los ecosistemas que presenta una 
biodiversidad total superior a la de cualquier otro tipo de vegetación en relación con el 
espacio que ocupan (Challenger y Caballero, 1998). 
Desafortunadamente el bosque mesófilo de montaña es un ecosistema que se 
encuentra muy amenazado en el país (Castillo-Campos et al., 2009). En la región de 
Coscomatepec se encuentra presente en forma de manchones, que con el paso del 
tiempo están disminuyendo peligrosamente (Comisión de Agua y Saneamiento de 
Coscomatepec, 2008). Esta alteración del ambiente se debe en gran medida al 
desmonte del bosque para el cultivo de diversos productos, a la ganadería y al uso de 
los recursos por parte de la gente (Contreras, 2010). 
El estado de Veracruz ha sido sujeto de diversos estudios alrededor de los vertebrados 
terrestres por parte de gran cantidad de investigadores locales y foráneos, pero en el 
contexto etnobiológico y etnozoológico no ha sido de interés. 
Teniendo en cuenta lo anterior, surge el interés de contribuir a las investigaciones 
etnozoológicas en México y documentar el conocimiento tradicional entorno a los 
pueblos indígenas delestado y en particular de la comunidad de Coscomatepec de 
Bravo. Se buscaba saber que tanto depende la comunidad de los recursos faunísticos 
que ofrece el ecosistema circundante, pero mas específicamente qué especies de aves 
y mamíferos son aprovechados y la forma en que se obtiene el recurso animal, así 
como los usos y percepciones mágico-religiosas que se tiene en torno a ellos. 
Así pues, con la riqueza cultural del poblado, la ausencia de trabajos etnobiológicos y la 
pérdida del hábitat, es necesario documentar los aspectos etnobiológicos de la 
comunidad y dar a conocer los recursos naturales que utilizan los pobladores y las 
tradiciones que mantienen el grupo náhuatl inmerso en este ecosistema. 
 23 
AREA DE ESTUDIO 
Coscomatepec de Bravo 
Coscomatepec tiene sus orígenes en el náhuatl a partir de la palabra cuezcomatl que 
significa “troje o granero”, y tepetl que significa “cerro”. De esta manera, 
Cuezcomatepec significa “Cerro de las trojes”. Esta ciudad se localiza en la región de 
Las Altas Montañas; actualmente la ciudad se encuentra ubicada en el cerro donde 
anteriormente se construían los cuezcomatl, que eran “trojes” o almacenes donde los 
pobladores guardaban maíz y demás alimentos para tener una fuente de sustento 
durante las sequías o para el rendimiento del tributo (Delgado, 2008). 
Sin embargo, la población no siempre vivió en el cerro; anteriormente se localizaban en 
lo que hoy es el sitio arqueológico Tetlalpan “Lugar de tierras pedregosas”, donde se 
pueden observar diversos montículos piramidales así como un juego de pelota, lo cual 
sugiere que es ahí donde se concentraban los poderes de la ciudad (Delgado, 2008). 
La palabra Coscomatepec está representada por un glifo silábico ideográfico y 
representativo (INAFED, 2005). La escritura ideográfica se basa en figuras que 
simbolizan ideas por medio de una representación icónica o imagen (glifo) 
conceptualizando lo que se quiere trasmitir 
(Gomis, 1993). 
 24 
“El glifo de Cuezcomatepec tiene al centro un Cuezcomatl (troje) que esta representada 
por una olla (octli) cubierta por una jícara (unapaztli). El resto de la figura representa un 
cerro (tepetl) del que surgen a un cerro los lados dos líneas curvas que representan el 
humo, las puntas representan rayos de luz o de fuego. En la base tiene dos franjas en 
rojo y amarillo que semejan el fuego que existe bajo los cerros. En la parte inferior del 
jeroglífico se encuentra una glosa, con letra española del siglo XVI, que dice San Juan 
Cuescomatepeque, que corresponde al nombre del pueblo dado por los españoles en 
honor al Santo Patrón del lugar” (INAFED, 2005). 
La ciudad de Coscomatepec de Bravo y su Municipio, se encuentran situados en las 
estribaciones de la Sierra Madre Oriental en la parte central y occidente del Estado de 
Veracruz; se localiza a los 19º 04’ latitud norte y 97º 03’ longitud oeste; a una altitud de 
1520 msnm y cubre un área de 157.65 km2 (INAFED, 2005). 
 
Esta ciudad se encuentra delimitada políticamente por diversos poblados: al Norte se 
localiza Alpatláhuac y Calcahualco; al Sur se encuentra Chocamán, La Perla y más lejos 
Fortín de las Flores. En el Oriente podemos encontrar el pueblo de Ixhuatlán del Café y 
 25 
Tomatlán; la ciudad de Huatusco al Noreste; y finalmente al Occidente se localiza el 
pueblo de Ixtaquilitla El Rincón y a unos kilómetros más la frontera con el estado de 
Puebla. Coscomatepec es una de las ciudades más importantes del estado de Veracruz 
en cuanto a historia y ubicación geográfica se refiere (INAFED, 2005). Es de gran 
importancia agrícola, artesanal y tradicional y en tiempos prehispánicos, fue 
considerada como punto estratégico de comercio entre las rutas mesoamericanas, así 
como por su cercanía a la gran Tenochtitlan para el rendimiento de tributo (Diccionario 
Porrúa: Historia, Biogeografía y Geografía de México, 1995). 
La población de Coscomatepec ha tenido un crecimiento significativo en la última 
década. De acuerdo al censo de población realizado en el año de 1995 la población 
total de Coscomatepec de Bravo era de 38,528 habitantes; a su vez los resultados 
preliminares del censo del año 2000 mostraron que la comunidad estaba conformada 
por 41,962 habitantes. De acuerdo al II Conteo de Población y Vivienda por parte del 
INEGI, realizado en el 2005, la comunidad contaba con una población total de 47,013 
habitantes. Actualmente, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del 2010, en la 
comunidad existe una población de 52,520 habitantes de los cuales 26,949 son mujeres 
y 25,561 son hombres; 131 son hablantes de lengua indígena. La principal lengua 
indígena es el náhuatl (INAFED, 2005; INEGI, 2011). 
Historia 
El centro sur de Veracruz fue un área cultural con algunas variaciones regionales 
durante el Preclásico, poblado por gente de lengua potomayense que participó de la 
cultura Remojadas, en la época preolmeca. Posteriormente fue afectada culturalmente 
por los Olmecas, hablantes de mixe zoque, en distinta intensidad según las regiones. 
Durante la etapa posolmeca, la cultura Remojadas vivió un primer auge con una fuerte 
herencia de la cultura olmeca (García, 2005). 
Posteriormente, García (2005) menciona que hay un periodo marcado por la presencia 
de Teotihuacan, durante el clásico medio, cuando se empezaría a diferenciar la tradición 
cultural de Remojadas y la tradición de Nopiloa, al sur de la provincia de Cotaxtla, así 
como entre las provincias de Cotaxtla y Cuauhtochco. El Clásico tardío se caracteriza 
por el término del estilo de Teotihuacan y la presencia de los Olmecas xicalancas con su 
«macroestilo Veracruz-Tabasco» previo al movimiento de grupos olmecas xicalancas, 
nonoalcas, chichimecas y totonacos, en el Posclásico temprano, así como del final de la 
cultura de Remojadas. Las tres provincias tienen en esa época características 
 26 
particulares, pero los aztecas encontraron una población con la cual compartían muchos 
elementos chichimecas y nahuas. 
En el caso de la provincia tributaria de Cuauhtochco, donde se encuentra la comunidad 
de Coscomatepec, la población fue igualmente pluricultural, con herencia de la cultura 
Remojadas, olmecas xilancas, una fuerte tradición cultural de origen mixteco del norte 
de Oaxaca, de pinomes y de nahuas del valle de Puebla-Tlaxcala. Los datos 
arqueológicos y las fuentes históricas permiten suponer que Texcoco dominó 
poblaciones nahuas y tal vez mixtecas en los últimos tiempos prehispánicos (García, 
2005). 
Coscomatepec, por lo benéfico de su clima, fue originalmente utilizado por los totonacos 
como lugar para guardar semilla, ya que permitía la adaptación de las plantas y 
vegetales cultivados. Es de esta característica natural de donde proviene su nombre; 
“Cerro de las trojes”. Más tarde y durante la conquista de los aztecas, se continuó 
utilizando con los mismos fines, para conservar las semillas con las que se alimentaría 
todo el imperio en época de escasez o de hambruna, por tal motivo se le dio el nombre 
de graneros de Moctezuma (Cuestionario Base, 1999). 
En el año 1524 ocurre la llegada del primer grupo de franciscanos al continente, los 
cuales entraron por la ciudad de San Juan de Ulúa, Veracruz (Balutet, 2007). Se realiza 
la construcción del camino real, del que aún se pueden encontrar restos como un 
puente de tres arcos de gran tamaño que cruza el río Jamapa (Díaz del Castillo, 2006). 
De la orden de 12 franciscanos que se establecieron en Calcahualco (antes la ciudad de 
Tetzcoco) fue Fray Alonso de Santiago quien se quedo en la región, mientras los demás 
se repartieron por diversas partes del país. Fray Alonso de Santiago realizó como 
principales obras, la evangelización y la predicación de la fe cristiana; dedico mucho 
tiempo en enseñar a los pobladores a leer y escribir; la delimitación del territorio 
Cuauhtochco (que incluía a la ciudad de Huatusco, Alpatlahuac y Chocaman consus 
respectivas tierras); inculcó la construcción del Zócalo que concentra al palacio 
municipal, la iglesia y los dos portales en un mismo lugar; en Tetlalpan edificó la iglesia 
San Diego de Alcalá, la cual se conserva actualmente (INAFED, 2005). 
Clima 
El tipo de clima, de acuerdo a la clasificación de Köppen modificada por E. García 
(1988) para la República Mexicana, se define como Semicalido húmedo, con lluvias 
 27 
entre verano e invierno (A)C(fm)(i')g. Este clima se caracteriza por presentar una 
temperatura media anual de 19ºC, la temperatura media del mes más frío es superior a 
los 15ºC; la precipitación promedio anual es de 1,854 mm; presenta un porcentaje de 
lluvia invernal entre 0 y 18% con respecto a la anual; la oscilación térmica característica 
de este clima es de 5 a 7ºC; y la marcha anual de temperatura es de tipo Ganges, es 
decir, que el mes más caliente es mayo (22ºC) y se encuentra antes del solsticio de 
verano (García, 1988; PLADEYRA, S. C, 2004). 
Debido a que el estado de Veracruz está comprendido dentro de la zona tórrida del 
Golfo de México, sus costas son cálidas. La especial distribución de sus tierras, de las 
aguas y la topografía del terreno, son otros tantos factores que hacen que la región de 
Coscomatepec goce de temperaturas muy variadas. Los vientos arrastran las nubes del 
mar, estas se enfrían al escalar las vertientes de las montañas ocasionando intensas 
lluvias, sobre todo de mayo a octubre; en invierno persisten las lluvias o abundan las 
neblinas. Todo esto hace que el municipio sea bastante húmedo y tenga tres estaciones 
ligeramente definidas: la época de lluvias; de junio a septiembre, la de las neblinas, de 
octubre a enero, las que podíamos llamar secas, de febrero a mayo; originando que la 
flora sea exuberante y la temperatura agradable (Portilla, 1995; INAFED, 2005). 
Orografía 
Coscomatepec se localiza entre las Provincias Fisiográficas del Eje Neovolcánico y la 
Provincia de la Sierra Madre del Sur. La primera atraviesa al estado de Veracruz 
aproximadamente en su porción central, sigue una dirección este-oeste y se extiende 
desde el sur de Papantla hasta el norte de Córdoba (PLADEYRA, S.C., 2004). Está 
constituida principalmente por rocas ígneas de composición andesítica, riolítica y 
basáltica, que se depositaron durante el Cenozoico Superior en forma de derrames, 
tobas, brechas y cenizas volcánicas. También hay rocas sedimentarias del Mesozoico y 
Cenozoico e ígneas intrusivas del Terciario, las cuales están expuestas a la superficie 
mediante ventanas erosionales, o bien, no fueron cubiertas por las rocas eruptivas 
(Portilla, 1995). Esta Provincia se caracteriza por un cinturón de estratovolcanes y conos 
de cenizas orientados en dirección este-oeste de grandes volúmenes de rocas 
volcánicas de naturaleza andesítico-basáltico de sucesivos episodios volcánicos 
iniciados a mediados del Terciario hasta el presente. Los tipos de suelo predominantes 
en la zona son los andosoles y acrisoles húmicos (Portilla, 1995; PLADEYRA, S. C., 
2004). 
 28 
El municipio se encuentra al nororiente del Pico de Orizaba, en el Eje Neovolcánico, 
donde converge la Sierra Madre Oriental en la zona montañosa central del estado. Se 
encuentra sobre un terreno categorizado dentro de las clases cerril, escarpado y muy 
escarpado (INAFED, 2005). En su parte montañosa se destacan algunas elevaciones 
como los cerros del castillo, el de las paredes y el chichimeco al poniente, el cual 
colinda con el estado de puebla. El cerro rocalloso de Oaxapo, el de Tenixtepec, el cerro 
de Tetlaxco y el de Rincón Chávez, se encuentran al sur y forman parte de la sierra de 
Zacatla; continúa la cadena montañosa con dirección a la ciudad de Córdoba, 
originando la sierra denominada Matlaquiahuite. Los cerros de Tlamapa, Ocapa y la 
pequeña elevación de Huatetelpa se encuentran al noroeste. En dirección norte 
podemos encontrar los cerros de Tlacuilolotla y Tres aguas. Entre las depresiones del 
terreno debemos citar las profundas barrancas de Jamapa y de Tomatlàn, las de 
Cuichapa, Xocotla, Texalapa y Barranca seca, esta última no es sino origen de la 
barranca de Tomatlán (INAFED, 2005). 
Hidrografía 
La ciudad se encuentra rodeada por diversos ríos y arroyos provenientes de las faldas 
del Pico de Orizaba, cuyos afluentes terminan siendo arrojados al Golfo de México. La 
zona de estudio se localiza dentro de la Región Hidrológica “Papaloapan” (R.H. 28), la 
cual está integrada por dos grandes cuencas: Papaloapan y Jamapa (INAFED, 2005). El 
río mas afluente es el de la Cuenca del Jamapa, que desciende en medio de la profunda 
barranca de Jamapa (situada geográficamente entre los 18º 45' y 19º 13' latitud norte, y 
los 96º 17' y 97º16' longitud oeste). A este río lo afluyen otros como el Coacapa y el 
Talcoapa, el ultimo nace dos kilómetros al poniente de la ciudad en el lugar llamado "El 
Nacimiento", alimentando de agua potable a la ciudad y recorriendo la orilla norte de la 
población para unirse a Río Seco (Cuestionarios base, 1999; Portal Veracruz, 2009). 
La cuenca de Jamapa tiene un área aproximada de 3,912 km2. El río está formado por 
dos corrientes principales que en su confluencia se conocen con los nombres de 
Cotaxtla y Jamapa. El río Cotaxtla nace en la zona limítrofe de los estados de Puebla y 
Veracruz, a 5,700 m.s.n.m., con el nombre de río Barranca de Chocamán, drenando un 
área de 1,697 km2. Por su parte, el río Jamapa nace con el nombre de Barranca de 
Coscomatepec en el límite de los estados de Puebla y Veracruz, a 4,700 m.s.n.m. a 
confluencia con el río Xicuintla, a partir de donde se conoce como río Jamapa 
(Cuestionario base, 1999; INAFED, 2005). 
 29 
Flora 
El bosque mesófilo de montaña de Veracruz cuenta con aproximadamente 2,028 
especies de flora, de las cuales 137 se encuentran en alguna categoría de la NOM-
ECOL-059-2001; de éstas, 31 son endémicas a la entidad (Challenger y Caballero, 
1998). La importancia de estos ecosistemas es que son los que más contribuyen a la 
biodiversidad de México en términos de especies/hectárea y su cobertura actual es muy 
reducida (0.5% del territorio nacional), por lo que su preservación resulta muy 
importante (Challenger y Caballero, 1998). Su límite altitudinal inferior se sitúa alrededor 
de los 400 msnm en el centro del estado y su límite altitudinal superior –que no depende 
tanto de la temperatura sino mas bien de la humedad– se da alrededor de los 2,300 
msnm; la precipitación media anual de los sitios donde se localiza este tipo de 
vegetación nunca es inferior a los 1000 mm y la temperatura media anual oscila entre 
los 12 y 23 °C (Rzedowski, 1978). 
Desde el punto de vista fisonómico, es un bosque denso, formando una cobertura 
continua por su dosel superior que generalmente alcanza de 15 a 35 m de alto, aunque 
su talla varía dependiendo del grado de conservación (PLADEYRA, S. C., 2004). En 
este bosque se aprecian varios estratos arbóreos, uno o dos arbustivos y el herbáceo 
está poco desarrollado en los bosques bien desarrollados, no así en los secundarios. 
Una condición peculiar resaltante del bosque mesófilo de montaña es la gran 
representatividad de epífitas, principalmente de las familias Orchidaceae, Bromeliaceae 
y Piperaceae, inclusive arbustivas y arbóreas como especies de Oreopanax, Fuchsia, 
Clusia, Juanulloa, entre otras (Challenger y Caballero, 1998). 
El bosque mesófilo de montaña está́ caracterizado en su estrato arbóreo superior por 
Carpinus caroliniana, Chaetoptelea mexicana, Clethra mexicana, Fraxinus udhei, Ilex 
tolucana, Juglans pyriformis, Liquidambar macrophylla, Meliosma alba, Ostrya 
virginiana, Podocarpus matudae, Talauma mexicana, Ulmus mexicana (Challenger y 
Caballero, 1998). Un estrato arbóreo medio es caracterizado por Acer negundo, Cleyera 
serrulata, Citharexylum mocinnii, Cornus florida, Magnolia dealbata, Perrottetia ovata, 
Rapanea myricoides,Rhamnus capraeafolia, Symplocos coccinea, Turpinia insignis. El 
estrato arbustivo está compuesto principalmente por Deppea umbellata, Eugenia 
xalapensis, Hamelia patens, Hedyosmum mexicanum, Hoffmania excelsa, Malvaviscus 
arboreus, Miconia glaberrima, Myrica cerifera, Pricramnia andicola, Piper amalago, 
Psychotria galeotiana, Randia xalapensis, Viburnum hartwegi, en algunas zonas son 
 30 
abundantes los helechos arborescentes (Challenger y Caballero, 1998). El herbáceo, 
como se mencionó, es escaso, y está representado principalmente por helechos como 
Antrophyum lineatum, Osmunda regalis y epífitas como las bromeliáceas Pitcairnia 
heterophylla, Tillandsia imperialis, Tillandsia usneoides, etc., entre las orquídeas 
tenemos a Amparoa beloglossa, Campylocentrum schiedei, Dichaea intermedia, 
Epidendrum atroscriptum, Govenia purpusii, Isochilus unilateralis, Oncidium crista-galli, 
Pleurothallis antonensis, y entre las piperáceas están Peperomia berlandieri, Peperomia 
maculosa, Peperomia petrophila, Peperomia tuerckeimii (Challenger y Caballero, 1998). 
En esta zona también es característica la vegetación riparia, la cual se encuentra sujeta 
a perturbaciones por las diferentes actividades humanas. En el transcurso que va de los 
1,500 a 1,700 msnm en el río Jamapa, las especies dominantes son Platanus mexicana, 
Inga jinicuil, Carpinus caroliniana, Acer negunio y Annona cherimola como especies 
arbóreas; Brougmansia suaveolens, Urara caracasana, Salíx taxifolia como especies 
arbustivas; en el estrato herbáceo se presentan Equisetum myriochaetum y Juncus 
affusus. El epifitismo se encuentra representado por Polypodium aureum, Pitcairnia 
heterophylla se encuentra como especie rupícola (Challenger y Caballero, 1998; 
PLADEYRA, S. C., 2004). 
La actividad agrícola es abundante y se cultivan diversos productos como el maíz, fríjol, 
café, caña, chile, tabaco, papas y legumbres diversas. Entre las frutas debemos 
mencionar la guayaba, el jinicuil, lima, el limón, pera, plátano durazno, zarzamora y 
chirimoya, entre otros (INAFED, 2005; Portal Veracruz, 2009). 
Fauna 
El bosque de niebla presenta una diversidad faunística muy elevada, al igual que la 
mencionada en la flora, así como un alto grado de endemismos. Esto es por los 
procesos de aislamiento y especiación vicariante y la formación de “archipiélagos” o 
manchones en este tipo de ecosistema (Challenger y Caballero, 1998). “En total, el 
bosque mesófilo de montaña es el hábitat exclusivo de 11% de las 182 especies de 
aves que se observan en esa zona ecológica al que solo igualan las avifaunas de las 
selvas húmedas y los pantanos” (Escalante Pliego et al., en Challenger y Caballero, 
1998). En el caso de los mamíferos, los bosques mesófilos de la franja transmexicana 
presentan la vegetación mas rica en mamíferos (100 especies), presentando la mayor 
diversidad de marsupiales que en cualquier otro hábitat de clima templado (Challenger y 
Caballero, 1998). 
 31 
La fauna potencialmente presente en el municipio de Coscomatepec se sintetiza en 
base al número de especies de vertebrados terrestres, de forma que el total de especies 
de anfibios es de 45; reptiles 77; aves 436; y mamíferos 137. Como podemos ver, la 
mayor riqueza de especies se encuentra en el grupo de las aves -63% del total de los 
vertebrados terrestres potencialmente presentes- seguido por los mamíferos (20%), los 
reptiles (11%) y los anfibios (6%) (PLADEYRA, S. C., 2004). 
Teniendo en cuenta la gran diversidad faunística, sería muy extenso nombrar todos los 
animales que habitan este tipo de ecosistema, por lo que solo se mencionan algunos 
mamíferos (Villa y Cervantes, 2003; PLADEYRA, 2004; Ceballos y Oliva, 2005): 
Marmosa mexicana, Caluromys derbianus, Familia Didelphidae, Dasypus novemcinctus, 
Tamandua mexicana, Canis latrans, Urocyon cinereoargenteus, Herpailurus 
yagouaroundi, Leopardaus wiedii, Lynx rufus, Lontra longicaudis, Conepatus leuconotus, 
Eira barbara, Mustela frenata, Nasua narica, Procyon lotor, Tayassu tajacu, Odocoileus 
virginianus, Dasyprocta mexiacana, Glaucomys volans, Sylvilagus brasiliensis, 
Sylvilagus floridanus, entre otros; y algunas aves (Peterson y Chalif, 2000; PLADEYRA 
S.C., 2004): Tachybaptus dominicus, Ardea herodias, Accipiter striatus, Accipiter 
cooperi, Buteogallus urubitinga, Falco peregrinus, Ortalis vetula, Dendrotyx barbatus, 
Columbina inca, Amazona oratrix, Bubo virginianus, Amazilia yucatanensis, Cardinalis 
cardinalis, Passer domesticus domesticus, entre otras. Animales domésticos podemos 
encontrar ganado bovino, especialmente las razas Brahaman, Gyr, Holstein friesian, 
Indobrasil, Nelore y Pardo suizo; ganado ovino, con las razas Dorter, Kata, Hdin y 
Pelibuey; y equino con la raza Azteca, principalmente; aves de corral, gallinas (Gallus 
gallus) y guajolotes (Meleagris gallopavo) (PLADEYRA S.C., 2004). 
 32 
OBJETIVOS 
• General 
o Realizar un estudio etnozoológico enfocado a los grupos de aves y 
mamíferos entre los habitantes de la comunidad de Coscomatepec de 
Bravo, Veracruz. 
• Particulares 
o Conocer qué especies son aprovechadas por la comunidad. 
o Conocer si existen formas tradicionales de nominación en lengua nativa 
para estos dos grupos taxonómicos. 
o Delimitar los usos que le dan los habitantes a estos dos grupos de 
animales. 
 33 
METODOLOGIA 
1.Trabajo de Gabinete 
México es un país que tanto por su riqueza biológica como cultural es apto para realizar 
gran cantidad de estudios dentro de las diversas áreas del conocimiento de la sociedad. 
Uno de los estados del país que es y ha sido muy atractivo, específicamente para el 
estudio de los vertebrados terrestres, es Veracruz (Gómez y Terán, 1981). 
Teniendo en cuenta que el estado de Veracruz es un lugar idóneo para el estudio de los 
vertebrados terrestres, se consultó la NOM-059-ECOL-2001 así como el trabajo “La 
Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, México” (Guevara et al., 2000) y el artículo “Los 
Mamíferos Amenazados de Veracruz” (González, 2006) para conocer el número de 
especies de cada grupo de vertebrados para el estado. Una vez obtenida esta 
información se escogieron los grupos de aves y mamíferos como los dos grupos a 
estudiar, ya que son los mas representativos dentro del ecosistema presente en el área 
de estudio. 
De igual manera, se consultaron diversas fuentes para obtener información referente al 
área de estudio, como aspectos sociales, culturales y biológicos de la comunidad 
(Rzedowsky, 1978; García, 1988; Portilla, 1995; Challenger y Caballero, 1998; 
Cuestionario Base, 1999; Peterson y Chalif, 2000; Villa y Cervantes, 2003; PLADEYRA 
S.C., 2004; Ceballos y Oliva, 2005; García, 2005; INAFED, 2005; Díaz del Castillo, 
2006; Balutet, 2007; Delgado, 2008; Portal Veracruz, 2009; INEGI, 2011). 
Finalmente se estudiaron los distintos métodos y tipos de entrevistas (Viertler, 2002) 
para poder efectuar la entrevista que cumple con los objetivos de este estudio, la cual 
se detallará mas adelante. 
La descripción de las categorías de uso y las formas tradicionales de obtención del 
recurso, que a continuación se especifican, se hizo principalmente con base en la tesis 
de Aguilera (2010), así como textos de diversos autores (Cortéz, Cartas de Relación, 
1960; Tovar, 1964; Münch, 1983; Kottak,1994; Cárdenas, 1995; Collados, 1997; 
Fernández, 1999; Valdez, 1999; Fernández, 2000; Pino, 2000; Tatarkiewicz, 2002; 
Geertz, 2003; Trejo, 2004; Saucedo, 2007; Organización Mundial de la Salud, 2008; 
Lastra, 2010). 
 
 34 
2. Descripción de Categorías de Uso 
· Alimento 
Dentro de las categorías de uso de la fauna existentes en la relación hombre-fauna, el 
uso alimenticio ha sido, por motivos lógicos, el más ancestral y de los más importantes, 
ya que la apropiación de recursos faunísticos fue parte fundamental para la subsistencia 
de los primeros ancestros del hombre y sus consecuentes descendientes, así como 
para eléxito evolutivo de la especie. En esta categoría se relacionan al animal, sus 
partes o derivados que sirven de alimento para el ser humano (Aguilera, 2010). 
Nuestros ascendentes trataban de obtener diversas fuentes de alimento directamente 
del medio natural, ya sea obteniéndolo a partir de la flora, de la fauna o de los hongos. 
Posteriormente, con el descubrimiento o el desarrollo de la domesticación de plantas y 
animales y su consiguiente cultivo, el hombre logro satisfacer ciertas necesidades 
alimenticias básicas para su subsistencia. La alimentación humana se percibe como un 
acto social y cultural, donde en la elección y el consumo de alimentos entran en juego 
factores de orden ecológico, histórico, cultural, social y económico ligados a una red de 
representaciones, simbolismos y rituales. 
Los animales aprovechados por el hombre pasaron por diversas etapas; inicialmente se 
les cazaba, recolectaba o pescaba y después se criaban y cultivaban de acuerdo al tipo 
de organismo, al tipo de desarrollo tecnológico y al hábitat en el que se encontraban. A 
medida que pasó el tiempo, los animales aprovechados en la alimentación del hombre 
se fueron diversificando. La abundancia proporcionada por la naturaleza, mas el 
conocimiento que se fue adquiriendo paulatinamente, propicio que se pudiera reconocer 
la fauna susceptible para consumo alimenticio. En Mesoamérica, región reconocida por 
su gran biodiversidad, las culturas precolombinas lograron equilibrar su dieta a base de 
recursos de origen animal y vegetal. A partir de ello se fue obteniendo conocimiento de 
gran importancia para el aprovechamiento y la manipulación de las especies que 
habitaban en la región, que a la postre fue el legado en las tradiciones y cultura de las 
diversas etnias del país, y que mantienen una fuerte influencia sobre la alimentación 
actual, principalmente en los alimentos de origen animal (Aguilera, 2010). 
 
 
 35 
· Artesanal 
La artesanía o producción artesanal son todas aquellas técnicas manuales creativas 
para producir bienes y servicios de manera individual, diferenciándose de la industria 
que son técnicas mecánicas aplicadas para producir socialmente bienes y servicios. La 
artesanía es un término medio entre el diseño y el arte, el cual se considera como 
cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o 
comunicativa para expresar ideas emociones o una visión del mundo mediante diversos 
recursos como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos (Tovar, 1964; Tatarkiewicz, 
2002). La artesanía es la fabricación manual de diversos objetos que responden a 
condiciones históricas de sociedades preindustriales. La esencia del artesano es crear 
instrumentos simples a base de complejas y habilidosas técnicas manuales, adquiridas 
por el aprendizaje de generación en generación. La fabricación de artesanías por parte 
de diversos grupos de personas o por indígenas de nuestro país puede utilizar 
elementos de origen animal, lo cual sumerge al artesano y al usuario del objeto en un 
mismo contexto, el objeto está incluido automáticamente en una expresión cultural 
profunda (Aguilera, 2010). 
La fabricación de artesanías por parte de personas comenzó como una necesidad de 
satisfacer ciertos requerimientos de uso cotidiano por familias de bajos recursos; 
requerimientos tales como un servilletero, salero, manteles, aretes, diversas prendas de 
vestir, etc. Al darse cuenta de que había personas interesadas en comprar dichos 
objetos personales, éstas familias de escasos recursos comenzaron a producirlos 
manualmente y venderlos como artesanías para poder solventar su gasto económico. 
Parte fundamental de las investigaciones etnozoológicas o arqueozoológicas es 
reconocer la producción de artesanías que son elaborados a partir de recursos de 
origen animal, que tienen expresiones faunísticas y su connotación simbólica; reconocer 
las técnicas tradicionales que emplean los indígenas del país en la manufactura de 
artesanías pero también identificar la materia prima de origen animal, es decir, que 
especies de animales son utilizadas para fabricar dicho objeto, así como el impacto 
ambiental que pudiera tener el uso excesivo de los recursos faunísticos (Aguilera, 
2010). 
 
 
 36 
· Fabricación de Instrumentos 
El uso de instrumentos por parte del hombre y sus ancestros ha sido fundamental en su 
proceso evolutivo. Desde tiempos remotos, los homínidos utilizaron diversos materiales 
como huesos, piedras y pieles, entre otros, para emplearlos en su vida cotidiana 
obteniendo de ellos beneficios y ventajas que aumentaban sus posibilidades de 
supervivencia y que disminuían las presiones de selección. El empleo de osamentas fue 
el inicio de la utilización de los recursos faunísticos como dientes, pieles, cornamentas, 
caparazones, conchas y huesos, entre otros materiales, los cuales se obtenían 
mediante diversas técnicas de aprovechamiento. Estas técnicas fueron avanzando a 
medida que se dieron los procesos de hominización. Con la llegada de la 
domesticación, las civilizaciones aumentaron su dependencia por los recursos de origen 
animal, no solo como recurso alimenticio pero también como materia prima para la 
elaboración de objetos utilitarios e instrumentos de defensa. El uso y elaboración de 
artefactos de huesos conllevaron no solo a la percusión sino también en el acabado y la 
decoración de los mismos (Aguilera, 2010). 
En Mesoamérica, la producción de objetos a partir de recursos faunísticos implicó la 
necesidad de satisfacer ciertos requerimientos básicos de las civilizaciones, con lo que 
se obtuvo conocimiento de la fauna y se desarrollaron técnicas para trabajar las 
materias primas a su disposición como pieles, huesos, conchas y plumas. Algunos 
ejemplos de lo que se producía puede ser la elaboración de objetos utilizados en sus 
prácticas religiosas, prendas de vestir, punzones de hueso para su auto sacrificio, 
armas para la guerra como arcos elaborados con tendones de animales, instrumentos 
musicales hechos con caracoles, flautas con hueso y tambores de piel. Actualmente, la 
presencia de elementos faunísticos entre los grupos indígenas de México sigue 
presente como materia prima para la producción de los diversos instrumentos y 
artefactos que son utilizados en su vida cotidiana, ya sea en actividades domesticas o 
de trabajo, como punzones de hueso para la pizca de maíz, agujas de hueso para tejer 
redes, plumas para confeccionar sacudidores y vestimentas hechas con piel (Aguilera, 
2010; Saucedo, 2007). 
· Mágico-Religiosos 
Desde el punto de vista de la Antropología, la religión es un sistema de la actividad 
humana compuesto por un conjunto de dogmas, creencias y prácticas de lo considerado 
como divino o sagrado. Este sistema se compone de símbolos que obran para la 
 37 
realización de practicas de ritos, ceremonias o por la conducta propia para establecer 
vigorosos y duraderos estados anímicos y motivacionales que permiten formular 
concepciones de un orden general de existencia (Geertz, 2003). 
La magia y la religión son un conjunto de creencias y rituales íntimamente relacionados 
con las fuerzas y seres sobrenaturales. Hasta la actualidad los antropólogos se han 
mostrado disconformes a la hora de aclarar la diferencia entre ambos conceptos. Lo 
sobrenatural es el reino de lo extraordinario fuera del mundo observable. Existen seres y 
fuerzas sobrenaturales y tanto en lo que entendemos por magia como por religión, 
juegan un papel primordial (Kottak,1994). 
La atribución mágico-religiosa que le ha dado el hombre a los fenómenos naturales y a 
las diversas manifestaciones de la naturaleza ha estado presente desde tiempos 
históricos. Muchos de los componentes de la naturaleza han sido sujeto de estas 
atribuciones como por ejemplo el agua, los animales y las plantas, entre otros 
elementos naturales, y se les ha otorgado un valor

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