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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS MODERNAS EL LADO OSCURO DEL PARAÍSO: ELEMENTOS GÓTICOS Y MODELOS DE IDENTIDAD EN THIS SIDE OF PARADISE DE F. SCOTT FITZGERALD TESINA QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN LENGUA Y LITERATURAS MODERNAS (LETRAS INGLESAS) PRESENTA: RODRIGO PONCIANO OJEDA ASESOR: DR. ANTONIO ALCALÁ GONZÁLEZ CIUDAD UNIVERSITARIA, CDMX 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos A mi madre, padre y hermano por su amor y apoyo incondicional todos estos años, y por inculcarme el amor a la ciencia en todas sus diferentes manifestaciones. A mis abuelos, quienes aunque ya no estén, les dedico este trabajo, fruto de sus fuertes raíces. A Ximena y a Andrea por su amistad durante más de una década, y por permitirme experimentar junto con ellas el espectro completo de la amistad. A Miguel Raz por no dejar que se extinguiera mi pasión por el debate en la universidad y siempre expandir mis horizontes. To Birte and Caroline for helping me build a home away from home. To Benjamin for your kind counsel and support (and not to mention the laughs) that from the beginning have always defied distance and time zones. Al Dr. Antonio Alcalá por permitir que la idea de este trabajo encontrara tierra fértil en la cual crecer al organizar el Coloquio Internacional de Literatura Gótico de la UNAM donde se presentó en 2014 la primera versión de este trabajo y luego por aceptar ser mi asesor. Al Dr. Gabriel Linares por facilitar en sus seminarios algunos de los encuentros con textos e intercambio de ideas más memorables de la carrera. A la Dra. Noemí Novell por siempre motivar y ayudarme a escribir con mayor claridad y a tener la confianza de siempre cuestionar lo ya establecido. A la Dra. Aurora Piñeiro por propiciar y guiar el estudio del gótico en el Colegio de Letras Modernas de la UNAM. A la Dra. Rocío Saucedo por su apoyo en contextualizar la obra de Fitzgerald gracias a las enseñanzas de su seminario de Romanticismo estadounidense y por ahondar mi conocimiento sobre el concepto de la identidad. Asimismo, esta investigación fue realizada gracias al Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME) de la UNAM (clave del proyecto: PE400914 “Estudios Críticos sobre Géneros Populares). Agradezco a la DGAPA-UNAM la beca recibida. 3 Tabla de Contenidos Introducción ............................................................................................................................................ 4! 1. Los géneros literarios y el gótico en This Side of Paradise ............................................................ 10! 1.1 GÉNEROS LITERARIOS ....................................................................................................................... 10! 1.2 EL GÓTICO: ¿UN GÉNERO ESPECTRAL? ............................................................................................. 13! 1.3 THIS SIDE OF PARADISE Y EL GÉNERO GÓTICO .................................................................................. 15! 2. Modelos de identidad ....................................................................................................................... 28! 2.1 CONTEXTO SOCIOHISTÓRICO ............................................................................................................ 28! 2.2 MODELOS DE IDENTIDAD EN THIS SIDE OF PARADISE ....................................................................... 34! 3. El diablo en Nueva York .................................................................................................................. 40! 3.1 LAS DESILUSIONES Y EL RETORNO DEL “FUNDAMENTAL AMORY” .................................................. 40! 3.2 NUEVA YORK: EL SUEÑO VUELTO PESADILLA .................................................................................. 44! 3.3 DICK HUMBIRD COMO EL DIABLO .................................................................................................... 48! 3.4 ¿EL MAL DEL SEXO? .......................................................................................................................... 56! 4. Eleanor ............................................................................................................................................... 59! 4.1 AMBIENTACIÓN GÓTICA ................................................................................................................... 59! 4.2 ELEANOR: EL DOBLE FEMENINO DE AMORY .................................................................................... 61! 5. Aura y sombra .................................................................................................................................. 67! Conclusiones .......................................................................................................................................... 72! Obras citadas ........................................................................................................................................ 79! 4 Introducción La primera novela de F. Scott Fitzgerald, This Side of Paradise (1920), lanzó a su autor a la fama. El libro retrata la juventud de Amory Blaine y su búsqueda de los principios correctos sobre los cuales basar su comportamiento e identidad, colocando así la novela dentro de la tradición del Bildungsroman. En el contexto de la trayectoria de Fitzgerald como escritor, This Side of Paradise permite al lector apreciar los temas, personajes e influencias que interesaban al autor en la etapa temprana de su desarrollo. La gran cantidad de referencias a otros autores dentro de la novela constatan un reconocimiento consciente por parte de Fitzgerald de las diferentes influencias literarias que contribuyeron a su propio estilo. Una tradición literaria presente en la novela, y la cual no ha recibido mucha atención de la crítica, es la del género gótico. Uno de los aspectos que atrajo atención al publicarse This Side of Paradise fue su estructura:1 la novela está compuesta por varios episodios que —aparte de la narración en prosa convencional— integran epístolas, poemas e incluso textos dramáticos. La gran mayoría de los episodios se adhieren a una estética mimética, es decir, se representan los hechos de tal manera que sería plausible que así sucedieran en el mundo real; sin embargo, la novela también presenta instancias en donde irrumpen elementos sobrenaturales como la aparición del diablo, un doble femenino de Amory y espectros que toman las formas de auras y sombras. Estos elementos que rompen con el mimetismo de la obra son el enfoque de este trabajo, el cual tiene dos objetivos principales: el primero es mostrar cómo la representación particular de los elementos sobrenaturales en This Side of Paradise mencionados anteriormente los coloca en la tradición del género gótico; la segunda meta del trabajo es 1 Al respecto, Robert C. Benchley alaba la novela por narrar la historia de una nueva manera, “without regard to rules or conventions” (43). Otra reseñadora del año en que sepublicó la novela, Margaret Emerson Bailey, también encuentra cautivadora la actitud indiferente de Fitzgerald al pasar de una forma literaria a otra (47). 5 argumentar que estos elementos góticos manifiestan las inquietudes, ansiedades y conflictos internos de Amory con respecto a cuál modelo de identidad debe emular. El cumplimiento de estos objetivos fomentaría una revisión de la influencia de la tradición gótica en las obras de Fitzgerald. Asimismo, en el contexto particular de This Side of Paradise, un entendimiento de elementos como la aparición del diablo dentro de la lógica del género gótico conduciría a la revaluación de su importancia dentro de la novela, ya que la ruptura del mimetismo en los episodios en los cuales están presentes estos elementos ha sido considerada como una falla por parte de Fitzgerald. Milton R. Stern evidencia lo anterior en su opinión del episodio del diablo en This Side of Paradise: “he [Fitzgerald] made a critical error in not presenting a dramatization that would at once be symbolic and also in keeping with the realistic mode of the rest of the book” (61). El acercamiento adoptado en este trabajo hacia estos elementos no los considera como fallas discontinuas que entorpecen el desarrollo de los temas y personajes de la novela, sino como aspectos que pertenecen a un género literario cuya integración en This Side of Paradise tiene repercusiones significativas. La sección inicial de este trabajo, “Los géneros literarios y el gótico en This Side of Paradise”, establece el marco teórico empleado. En una primera subsección, detallo qué considero un género literario, descripción necesaria ya que en este trabajo el gótico es tratado como tal. Mi conceptualización de un género literario se basa en gran parte en los estudios realizados por Alastair Fowler y Rick Altman sobre el tema. La segunda subsección inicia esbozando las problemáticas particulares con respecto a definir el gótico como un género literario. La última subsección detalla, a partir de los elementos semántico-sintácticos de un género propuestos por Altman y el concepto de la función dominante descrita por Roman Jakobson, cómo una obra como This Side of Paradise puede contener elementos góticos sin que el texto entero sea considerado como un ejemplar del gótico. Asimismo, describo las características del género gótico presentes en la novela. 6 Una vez establecido mi marco teórico, en “Modelos de identidad” —la siguiente sección— esbozo primero un contexto sociohistórico para un entendimiento de los modelos de identidad, y los cambios que atravesaban, relevantes al trabajo y prevalentes en los Estados Unidos a inicios del siglo XX. Detallo cómo la noción de juventud y el rol de los jóvenes dentro de la sociedad se transformó en este periodo: la juventud pasó de ser considerada como una etapa necesaria para que el individuo se consolidara como un adulto maduro a ser algo valioso por sí mismo ya no confinado a un periodo del desarrollo biológico del individuo; se volvió más un estado de bienestar mental que se debía preservar durante el transcurso de la vida. Asimismo, examino cómo el consumismo creciente de la época estuvo vinculado con el auge del aspecto performativo del ideal estadounidense del individuo autodeterminado, y ofrezco un esbozo teórico con respecto al uso que le doy al concepto de “performatividad”. Por último, en esta primera subsección destaco el lazo entre el ideal del individuo autodeterminado con la ideología democrática que dio origen a los Estados Unidos, y también hago notar el anhelo por establecer en este país un tipo de pseudoaristocracia que pueda afirmar su superioridad ante los demás grupos sociales. La siguiente subsección se dedica a detallar los modelos de identidad formulados dentro de la misma novela de Fitzgerald. Inicio comentando sobre el modelo pseudoaristocrático que desarrolla Amory desde temprana edad con influencia de su madre. El modelo anterior convive durante su niñez y adolescencia junto con otro ideal de identidad más performativo, aquél del slicker. Esta tensión entre un concepto de la identidad cuyo discurso se basa más en cualidades intrínsecas y el otro que es más explícitamente performativo se refleja de nuevo con otros dos modelos de identidad en la novela: el del personality y el del personage. Por otra parte, también menciono la relevancia de la herencia puritana de Amory: enfatiza la preocupación y conflicto moral de su búsqueda por saber qué tipo de persona debe ser, y así ayuda a entender por qué estas ansiedades se manifiestan en la novela por medio del género gótico. 7 El trabajo prosigue con mi análisis del texto de Fitzgerald, el cual está estructurado de acuerdo con la secuencia en la narrativa de los episodios a examinar. En consecuencia, el primer episodio analizado es cuando Amory tiene un encuentro con el diablo en la ciudad de Nueva York. Este episodio ocurre después de una serie de desilusiones que él ha sufrido y que lo hacen desistir de tratar de alcanzar el ideal estadounidense del individuo que se perfecciona a sí mismo. La ciudad de Nueva York en esta parte de la novela se presenta como una urbe gótica para Amory, en contraste con la percepción que él tenía de ella antes; esto enfatiza su rechazo hacia un modelo de identidad que enfatiza el poder de las apariencias. Por otra parte, el diablo se manifiesta ante él con la cara de su difunto compañero de la universidad, Dick Humbird: éste personifica, para el protagonista, el conflicto entre un ideal de individuo que se determina a sí mismo y un ideal pseudoaristocrático. Este episodio también refleja una crisis de identidad masculina por la cual atraviesa Amory: la aparición más sobresaliente del diablo sucede cuando existe la posibilidad de que Amory inicie un encuentro sexual con una joven mujer. De tal manera, los elementos sobrenaturales y la ubicación de este episodio se inscriben en la tradición gótica: son empleados para enfatizar el conflicto entre diferentes modelos de identidad a los cuales ha aspirado el protagonista. La siguiente sección examina la relación que Amory establece con el personaje Eleanor durante un periodo de tiempo. En la primera subsección, examino cómo la ambientación de los espacios en los que conviven Amory y Eleanor se vincula tanto con el género gótico como con el episodio del diablo. La faceta ominosa de la representación de los espacios en los que se encuentran ambos personajes enfatiza su caracterización como dobles. Asimismo, ciertas descripciones que involucran la luna, árboles esqueléticos y relámpagos remiten al lector al encuentro de Amory con el diablo. La siguiente subsección se enfoca en la caracterización de Eleanor y Amory como dobles el uno del otro. Desde el comienzo de la relación entre ambos, la novela configura a Eleanor como un doble de Amory, tanto por la 8 semejanza que guardan entre sí como personajes como por medio de alusiones a textos de Edgar Allan Poe. Lo ominoso también enfatiza la extraña afinidad que existe entre ambos personajes. El episodio termina con la destrucción de los modelos de identidad que los dos habían adoptado en su relación. Eleanor, como doble de Amory, se incorpora de este modo a la tradición gótica al funcionar como un elemento desestabilizador de la identidad de Amory. “Aura y sombra”, la última sección, trata sobre el episodio que sigue al de Eleanor, en el cual Amory decide sacrificarse: asume la culpa de haber llevado a una mujer a un hotel con propósitos “inmorales”. Momentos antes de tomar esta decisión, Amory distingue alrededor de la figura de esta mujer un aura que provoca horror al mismo tiempo que ve cerca de la ventana otra presencia que asemeja una sombra; Amory percibe estas dos entidades intangibles como dos alternativas de acción en esa situación. El texto establece una relación entre elaura, Dick Humbird y el mal. Por otra parte, la sombra se vincula semánticamente con Monseñor Darcy, guía benévolo para Amory con respecto a cómo se debe comportar y vivir. El rechazo de Amory hacia el aura horrorosa en favor de la sombra benigna simboliza su renuncia definitiva a construir su identidad según lo que la sociedad espera de él y, por otra parte, refleja su decisión por regirse mejor por su propia conciencia y opinión de sí mismo, posibilitando así su devenir en un personage. Las presencias espectrales, de esta manera, se ubican dentro del marco de lo gótico: son manifestaciones de las ansiedades identitarias de Amory. En mi conclusión enfatizo la relevancia del cumplimiento de los dos objetivos que se establecieron para este trabajo. El primero, el señalar cómo los elementos sobrenaturales analizados en la novela se colocan dentro del género gótico, fomenta un análisis de estos episodios sin que nada más se ignoren por la manera en que discrepan con la estética predominantemente realista del resto de la novela. Asimismo, tal identificación también facilita que a futuro se puedan hacer investigaciones con mayor profundidad con respecto a la 9 influencia en Fitzgerald de esta tradición literaria. El segundo objetivo, analizar cómo los elementos góticos en This Side of Paradise evidencian las ansiedades e inquietudes identitarias del protagonista, permite apreciar desde otra perspectiva la importancia de estos temas en la novela de Fitzgerald: la presencia del gótico establece que el bien y mal están en juego en la búsqueda de Amory por saber qué tipo de individuo debe ser. 10 1. Los géneros literarios y el gótico en This Side of Paradise 1.1 GÉNEROS LITERARIOS Con el fin de establecer la pertinencia del calificativo “gótico” para los elementos analizados en este trabajo sobre This Side of Paradise, es necesario detallar qué es lo gótico en el ámbito de la literatura. No obstante, primero se requiere un entendimiento de cómo se maneja el término de género literario, ya que sobre él se basa mi conceptualización de lo gótico. Entonces, la pregunta inicial a responder es ¿qué es un género literario? Para delimitar qué se considera como un género literario en este trabajo es útil primero notar lo qué no es. Los géneros literarios no son categorías fijas que prescriben los elementos que una obra debe tener para considerarse parte de una cierta clase de obras. Tal noción prevalece cuando sólo se recurre a ellos para la clasificación de obras; sin embargo, este trabajo parte del acercamiento a la teoría de los géneros propuesto por Alastair Fowler, para el cual esta teoría se ocupa principalmente de la comunicación y la interpretación (“Concepts of Genre” 37). El valor del estudio de los géneros literarios no radica en poder determinar que una obra pertenece a un género dado, sino en cómo el género al que pertenece una obra aporta a su significado. Dado que la clasificación desempeña un papel menor en esta noción de los géneros literarios, conviene pensarlos, como sugiere Fowler, no como clases sino tipos; la importancia de tal distinción radica, entonces, en que un género no puede estar delimitado por un conjunto de características fijas que permitirían el establecimiento de una clase (“Concepts of Genre” 38). Si consideramos el género literario como un tipo, “we do not suppose that all its characteristic traits need to be shared by every other embodiment of the type. In particular, new works in the genre may contribute additional characteristics” (Fowler, “Concepts of Genre” 38). La conceptualización de los géneros como tipos reconoce su naturaleza dinámica: siempre están cambiando. La mutabilidad de los géneros literarios reconocida por este 11 acercamiento teórico es relevante para este trabajo, ya que facilita entender cómo una novela estadounidense escrita a inicios del siglo XX tiene características de un género literario, el gótico, que se consolidó en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra. This Side of Paradise no tiene que contener todos los elementos góticos que hayan estado presentes en las obras iniciales del género para que la pertinencia de ciertos aspectos de la novela con respecto a la tradición gótica sea validada. Ya que se ha descrito la aproximación de este trabajo hacia los géneros literarios, mencionaré ahora sus principales características. Cada género literario se distingue por sus estructuras formales propias: “invariably external forms will be among the indicators: structure, or formal motif, or rhetorical proportion” (Fowler, “The Life and Death of Literary Forms” 202). Con el tiempo, estas formas sufren cambios que evidencian su carácter histórico: no son categorías abstractas que son inmutables con el paso del tiempo. Asimismo, cabe destacar el carácter espacial de los géneros: en distintos lugares un género dado se modificará y adquirirá rasgos particulares a esa ubicación. De tal manera, los géneros literarios siempre se desarrollan dentro de un determinado contexto espacio-temporal. El estrecho vínculo entre los géneros literarios con su contexto conduce a la necesidad de ciertas consideraciones para su estudio. Fowler nota la tendencia crítica de unir el género de una obra en su contexto de elaboración con la noción que se tiene del género en el tiempo del propio crítico, lo cual lleva a la suposición errónea de que nuestro concepto de un género dado es universal (“Concepts of Genre” 51). Esto no significa que no se pueda realizar un análisis sincrónico de un género, sino que “statements about them should always specify a chronological frame of reference” (“The Life and Death of Literary Forms” 207). De tal manera, se evita hacer afirmaciones que, por ejemplo, atribuirían a la tragedia griega características de tragedias modernas. Si bien se puede trazar el desarrollo de la tragedia a través de la historia de la literatura occidental, ciertos aspectos de nuestra noción de tragedia 12 serían anacrónicos y, por lo tanto, inaplicables a la tragedia en sus primeras etapas. El establecimiento de marcos de referencia históricos en el análisis de un género permite apreciar sus diferentes características a través del tiempo e incluso beneficia un análisis sincrónico al otorgarle mayor especificidad. Para el propósito de mi investigación, a la conceptualización realizada por Fowler de los géneros literarios, agrego el enfoque semántico y sintáctico propuesto por Rick Altman.2 El acercamiento teórico de Altman facilita entender el funcionamiento de los diferentes componentes de una obra que contribuyen para considerarla como parte de un cierto género. Según Altman, el aspecto semántico de un género consiste en los elementos, ya sean personajes, ubicaciones, herramientas, entre otros, comunes a un género dado. Por ejemplo, en el wéstern algunos componentes semánticos serían la figura del vaquero, el desierto, el caballo y la locomotora de vapor. El enfoque, en el análisis semántico, se da en el significado primario lingüístico de cada uno de estos componentes (15). De manera contrastante, el análisis sintáctico se centra en las relaciones establecidas entre estos elementos tanto a nivel del texto particular como en relación con el género. Para dar un ejemplo, desde una perspectiva enfocada en la sintaxis del wéstern, la atención del análisis se dirigiría al posicionamiento del héroe vaquero en relación con el pueblo fronterizo que frecuenta. De manera resumida, “the semantic approach thus stresses the genre’s building blocks, while the syntactic view privileges the structures into which they are arranged” (Altman 10). Aunque se puede analizar un género desde cada una de estas perspectivas, se llega a un entendimiento más detallado de uno si se emplean ambos acercamientos. Si bien se pueden diferenciar conceptualmente la faceta semántica y sintácticade un género, las dos están vinculadas de manera intrínseca. Esto se puede apreciar en cómo se crea 2 Aunque Rick Altman trabaja sobre todo con géneros fílmicos, los cuales tienen sus propias particularidades en cómo se desarrollan, considero que sus planteamientos generales son igual de válidos para los géneros literarios. La diferencia en medios de transmisión no afecta la pertinencia de las categorías semióticas, descritas por Altman, con las cuales una obra construye un significado. 13 una expectativa sintáctica por una señal semántica y viceversa: el esperar que ciertas estructuras sintácticas lleven al lector a ciertos campos semánticos (Altman 16). Por ejemplo, la presencia de un detective en un texto nos lleva como lectores a esperar que haya un misterio que resolver. Por otra parte, la introducción de un texto con la frase “érase una vez” nos sugiere que el texto estará compuesto por elementos como princesas, hadas, caballeros, brujas y magos entre otros. De tal manera, se puede apreciar la relación recíproca entre el aspecto sintáctico y semántico de un género. 1.2 EL GÓTICO: ¿UN GÉNERO ESPECTRAL? The gothic is to be found everywhere then, but never as itself, never in the same form twice. The gothic becomes truly haunting in that it can never be pinned down as a single identity, while it returns through various apparitions and manifestations, seemingly everywhere. - Julian Wolfreys El epígrafe de esta sección, tomado del prefacio a Victorian Gothic: Literary and Cultural Manifestations in the Nineteenth Century, permite apreciar algunas de las problemáticas que uno enfrenta al intentar definir el gótico como género literario.3 La teoría de los géneros literarios de la que parte este trabajo (véase 1.1) no sustenta una visión de los géneros como categorías rígidas; parte de un entendimiento del carácter dinámico de los géneros. Por lo tanto, Wolfreys acierta en notar que el gótico no puede ser encasillado por una definición terminante; sin embargo, no es por alguna característica exclusiva al gótico, sino por su naturaleza como un género. Si bien los géneros no son categorías fijas e inmutables, sí están conformados por ciertas relaciones síntactico-semánticas que permiten agrupar ciertas obras con otras y no con todas; los géneros son conceptos cognoscitivos que nos apoyan en la 3 A pesar de que Wolfreys, como bien sugiere el título de libro al cual contribuye el prefacio, termina por enfocarse en el género gótico durante el periodo victoriano, varios de sus comentarios tratan sobre el desarrollo general del gótico. Por esta razón, considero pertinente su uso como fuente en este trabajo. 14 significación de textos. El afirmar que el gótico es ubicuo, presente en cada espacio y tiempo, contrarresta su capacidad significativa como género. Si uno acepta las implicaciones de la declaración de Wolfreys,4 el gótico estaría presente en una obra como el Poema de Mio Cid. Si el argumento anterior fuese cierto, entonces uno también podría argumentar que algunos elementos del cantar de gesta están presentes en lo gótico. Ambos géneros perderían su función significativa, ya que sería lo mismo describir sus elementos compartidos como característicos tanto de un género como del otro. El gótico, al perder su capacidad significativa por la ubicuidad que le atribuye Wolfreys, ya no funciona como una herramienta cognoscitiva, sino se vuelve más bien una característica esencial a todo discurso humano. Mediante mi reductio ad absurdum del pasaje escrito por Wolfreys propongo que el principal problema al tratar lo gótico en la crítica contemporánea es el siguiente: su proliferación como un término empleado para referirse a más que un género literario. David Punter y Glennis Byron, en su introducción a The Gothic (2004), explican que se puede emplear el término para referirse a un fenómeno histórico, a un argumento psicológico, a ciertos tropos y motivos dispersos por la tradición literaria occidental en la modernidad, o incluso a una colección de subgéneros como el cuento de fantasmas y el de horror (xviii). Para Eric Savoy lo gótico también es más que un género: “like allegory, the gothic is a fluid tendency rather than a discrete literary ‘mode,’ an impulse rather than a literary artifact” (6). Por su parte, Anne Williams, en la introducción a su Art of Darkness: A Poetics of Gothic (1995), expresa su inconformidad con el uso del término “género” para describir a lo gótico: “for ‘Gothic’ is a ‘something’ that goes beyond the merely literary. Similarly, it is more than a ‘mode’ or a tradition, or a set of conventions. Perhaps like the Freudian concept of the 4 Aunque en su defensa, Wolfreys parece retractarse de la fuerza de su declaración al luego hacer notar que el gótico está “seemingly everywhere” (xv). En tal caso, el fragmento de su texto aún sirve para problematizar la aproximación de Wolfreys al gótico: si el gótico aparentemente está en todos lados, Wolfreys implica que no es tanto que la obra presente elementos góticos como que nosotros proyectemos un sentido gótico sobre ella. En consecuencia, lo gótico estaría en el ojo de quien lo mira; ésta es una perspectiva crítica de la cual yo me distancio al enfocarme en los elementos y contexto de la obra misma. 15 ‘unconscious,’ Gothic implies a phenomenon long present but until recently described” (23). El pasaje de Wolfreys, entonces, aunque no es de gran utilidad para formular una noción del gótico como género, sí acierta en describir una manera de tratar lo gótico adoptada por varios críticos: una aproximación que lo considera más como un fenómeno cultural o psicológico. Este trabajo, sin embargo, se centra en el gótico como un género literario. El empleo del término gótico en la crítica contemporánea para referirse a más que un género literario es problemático no porque sea inherentemente malo que así lo sea, sino porque requiere que, en nuestro papel como críticos, nos veamos obligados a estar conscientes de los diferentes usos del término y también a definir explícitamente nuestro posicionamiento con respecto al tema. La subcultura gótica no es lo mismo que el género literario, y este último no equivale a su conceptualización como la manifestación de una faceta de la psique humana. Si bien estos tres usos del término gótico comparten ciertas características y se califican con el mismo adjetivo de “gótico”, cada una se basa en distintas lógicas y razonamientos; la conflación de los usos del término hace que pierda su valor crítico, al ya no ser claro exactamente a qué tipo de fenómeno se está refiriendo.5 Por lo anterior, he considerado importante aclarar desde qué noción de lo gótico se desarrolla mi análisis de This Side of Paradise. 1.3 THIS SIDE OF PARADISE Y EL GÉNERO GÓTICO Si This Side of Paradise fuese una novela gótica, bastaría proceder con una descripción de las características principales del género gótico antes de adentrarse en el análisis del texto. Este trabajo no se basa en la suposición anterior, sino que argumenta que la novela de Fitzgerald sólo contiene ciertos episodios cuyos elementos semántico-sintácticos la colocan dentro de la tradición gótica, lo cual no implica que se pueda clasificar a la novela en su totalidad como un 5 Asimismo, considero que en ocasiones el término de “gótico” se ha aplicado de manera inapropiada e indiscriminada a fenómenos que podrían describirse de otra manera sin contribuir a que este término se vuelva aún más difuso. 16 ejemplar del gótico (la novela de Fitzgerald, de hecho, se coloca a mayor grado en la tradición de los Bildungsroman).6 Por lo tanto, antes de ofrecer un esbozo de los aspectos del género góticorelevantes a This Side of Paradise, considero necesario presentar una justificación teórica sobre cómo el género gótico puede estar presente en la novela sin regir el texto entero. Para cumplir el propósito anterior, me apoyo en el concepto de la función dominante descrito por Roman Jakobson. Esta función puede ser definida de la siguiente manera: “as the focusing component of a work of art: it rules, determines, and transforms the remaining components” (41). A pesar de que Jakobson desarrolla su noción del concepto —el cual en sí es un legado del formalismo— enfocándose principalmente en la poesía y en un contexto lingüístico, considero que puede servir para entender ciertos aspectos del funcionamiento de los géneros literarios. La pertinencia del término en el contexto de los géneros está implícito en su texto: “Each concrete poetic canon, every set of temporal poetic norms […] comprises indispensable, distinctive elements without which the work cannot be identified as poetic” (43). En términos generales, el canon poético al que se refiere Jakobson es una tradición literaria, la cual se puede apreciar en una obra por medio de su relación con un género dado. Asimismo, el reconocimiento de Jakobson sobre la temporalidad de las normas poéticas corresponde al carácter histórico, y por lo tanto dinámico, de los géneros mencionado previamente (véase 1.1). Los elementos indispensables y distintivos, sin los cuales él argumenta que una obra no podría ser considerada poética, corresponderían a los elementos sintáctico-semánticos de Altman que colocan a un texto dentro de un cierto género; sin embargo, cabe recordar que en el contexto de los géneros literarios como tipos no hay un solo 6 Cabe notar que “critics disagree over whether This Side of Paradise can be labeled a true Bildungsroman— mainly because, unlike the standard ‘novel of development’ that Wilhelm Meister established, it does not end with its hero becoming a fully mature adult. Nevertheless, Amory’s romantic and financial ups and downs are typical of the coming-of-age dilemmas with which Romantic protagonists struggle, as are his moodiness and indirection” (Curnutt, Cambridge Introduction… 99). Si bien estoy de acuerdo con que la novela de Fitzgerald no presenta un modelo de maduración tradicional, no por eso se debe descartar su vínculo con la tradición de los Bildungsroman; como cualquier género, el Bildungsroman se modificará con el paso del tiempo y es de esperarse que refleje cambios culturales en cómo se concibe la maduración de un individuo (véase 2.1 para un panorama breve de factores sociohistóricos que afectan la representación del proceso de maduración de Amory). 17 componente que sea “esencial”, es decir indispensable, para que una obra pertenezca a un género. Considero que estas correspondencias entre el marco teórico sobre los géneros literarios empleado en este trabajo y el texto de Jakobson justifican mi inclusión de este último para detallar ciertos aspectos del funcionamiento de los géneros. El concepto de la función dominante facilita un entendimiento de la dinámica que pueda haber entre varios géneros dentro de una misma obra. Para ejemplificar lo anterior, recurro a la novela Jane Eyre (1847) escrita por Charlotte Brontë que Alexandra Warwick considera —junto con obras de las otras hermanas Brontë— como un ejemplar del resurgimiento del género gótico en la época victoriana (30). Jane Eyre puede ser considerada parte de la tradición gótica por la presencia de los siguientes elementos: la ambientación de gran parte de la novela en Thornfield Hall, mansión cuya descripción remite al lector a los castillos de las primeras novelas góticas; Mr Rochester, el personaje aristocrático y rebelde con un pasado misterioso, y Bertha Mason, quien aprisionada en el espacio liminar del ático de Thornfield Hall —el cual es parte de lo doméstico, pero al mismo tiempo aquello que se busca alejar de él— funciona en la novela para encarnar tanto el oscuro pasado de Rochester como las facetas “oscuras” de Jane al ser su doble. Las características anteriores y su importancia en la narrativa de la obra contribuyen a que el género gótico sea el preponderante de la novela; sin embargo, esto no significa que el texto entero sea emblemático de este género o que no haya la presencia de elementos de otros géneros literarios presentes dentro de la novela. Por ejemplo, después de que Jane huye de Thornfield Hall, la parte de la novela que trata sobre su estancia con los hermanos Rivers se asemeja más a una novela costumbrista como aquéllas escritas por Jane Austen; el género gótico en esta instancia particular de la novela no es el dominante. De esta manera, se puede apreciar cómo un texto, en una sección particular, puede cumplir con las características de un género que difiera de aquél que rige gran parte de la obra completa. Cabe notar, sin embargo, que de acuerdo con la definición que 18 se dio antes de la función dominante, el género dominante de un texto va a reestructurar y modificar los otros géneros presentes en él, aunque estos últimos sean los principales en una sección dada. Asimismo, los géneros menores de un texto también afectan, en menor grado, el género dominante; es una relación recíproca y dinámica, por lo cual hablar de una obra que pertenece enteramente a un solo género es una afirmación falaz. De tal manera, el concepto de la función dominante aplicado a los géneros literarios explica cómo puede estar presente el género gótico en ciertos episodios de This Side of Paradise sin regir el texto completo. Elementos sobrenaturales, tales como fantasmas o dobles, suelen ser comunes — aunque no exclusivos— al género gótico y caracterizan cada uno de los episodios analizados de This Side of Paradise. Lo sobrenatural ha tenido un rol importante en el desarrollo de este género desde sus inicios, tal como se puede apreciar en The Castle of Otranto (1764) de Horace Walpole, novela que se considera como una de las fundacionales del gótico. En el prefacio a la segunda edición de la novela, Walpole declara su intención de haber querido mezclar en su obra dos tipos de romance, el antiguo y el moderno: “in the former [el romance antiguo] all was imagination and improbability: in the latter [el romance moderno], nature is always intended to be, and sometimes has been, copied with success” (9).7 En el texto de la novela, se evidencia el legado de los romances antiguos que menciona Walpole por medio de la presencia de elementos sobrenaturales: el hijo de Manfred, ilegítimo dueño de la señoría de Otranto, muere aplastado por un yelmo cien veces más grande que cualquiera que haya sido fabricado por un ser humano. Obras posteriores del género en esta etapa inicial continuaron 7 Cabe aclarar para un lector moderno hispanohablante el uso de la palabra “romance” por Walpole. En literatura hispana, “romance” se refiere a un género poético, mientras que en literatura anglófona el uso del término es más amplio: se emplea para “a fictional story in verse or prose that relates improbable adventures of idealized characters in some remote or enchanted setting; or, more generally, a tendency in fiction opposite to that of realism” (Baldick, “romance” 221). La definición previa correspondería con lo que denomina Walpole como “romance antiguo”, el cual correspondería a obras como Le Morte d’Arthur de Sir Thomas Malory. Por otra parte, Walpole usa “romance moderno” para referirse a esas obras, mencionadas por la definición anterior, opuestas al “romance antiguo”, es decir, las que se adherían a la estética mimética realista favorecida por el neoclasicismo de la época; lo cual se corrobora con la misma cita del prefacio a The Castle of Otranto. El texto de Henry Fielding, Joseph Andrews (1742), es un ejemplo deluso del término “romance” para una obra que se opone a la estética de los romances antiguos nombrados por Walpole: Fielding en el prefacio a su obra la denomina como un “comic romance” (xxvii). 19 con la inclusión de elementos sobrenaturales, o incluían componentes que aparentaban serlo para luego mostrar que eran mera superstición al ofrecer una explicación racional, tal como sucede en The Mysteries of Udolpho (1794) de Ann Radcliffe. Cabe notar que aun cuando lo sobrenatural es explicado, su presencia en el texto crea tensión con el realismo al cual pueda aspirar la obra. En el género gótico, los elementos sobrenaturales se destacan por su rol (el aspecto sintáctico del género) de manifestar tanto cierta ansiedad con respecto al pasado como conflictos éticos y morales de los personajes. Esta función sintáctica de lo sobrenatural en el gótico facilita su distinción de otros géneros en los cuales también están presentes componentes fantásticos.8 Jerrold E. Hogle, al describir el género gótico, no sólo nota su tendencia a emplear espacios anticuados —o que al menos aparentan serlo— sino también cómo en estos lugares “are hidden some secrets from the past […] that haunt the characters, psychologically, physically, or otherwise at the main time of the story” (2). Estos secretos del pasado suelen manifestarse por medios sobrenaturales. Por ejemplo, el yelmo gigantesco ya mencionado en relación con The Castle of Otranto y la muerte que provoca surgen a causa de la usurpación que realizó el abuelo de Manfred contra el legítimo dueño de la señoría. Aunque Manfred no haya sido el responsable por el acto de traición, el pasado oscuro de su estirpe se manifiesta en la novela a través del yelmo y otros sucesos sobrenaturales para indicar que no 8 Cabe aclarar mi uso del adjetivo “fantástico” teniendo en cuenta el sentido que ha adquirido en el ámbito de la crítica literaria a raíz del trabajo célebre de Tzvetan Todorov. Para Todorov, lo fantástico es un género que se caracteriza principalmente por “la vacilación que experimenta un ser que sólo conoce las leyes naturales, ante un acontecimiento al parecer sobrenatural” (24). El empleo que yo le doy al término no se refiere a este género argumentado por Todorov, sino que más bien se utiliza como sinónimo de lo sobrenatural, es decir, de aquello que rompe con las leyes de nuestra realidad cotidiana sin buscar validar su existencia a través de una lógica científica. Por otra parte, con respecto a otros géneros que integran elementos sobrenaturales, el de la fantasía es quizás el ejemplo más emblemático en la sociedad occidental contemporánea, y sirve para ejemplificar el uso distinto que se le puede dar a lo fantástico. Por ejemplo, en The Lord of the Rings (1954-1955) de J.R.R. Tolkien, trilogía notoria del género, el lector se ve inmerso en otro mundo en el cual existen la magia y seres fantásticos como elfos. Si bien algunos de estos elementos, como el anillo que buscan destruir los protagonistas de la trilogía, sí pudieran tener un rol similar al de lo sobrenatural en lo gótico, son parte intrínseca del mundo representado y la gran mayoría desempeñan otras funciones pertinentes a su rol en el mundo narrativo creado. La espada Sting en la obra de Tolkien sirve para ejemplificar lo anterior: su función se limita a la de un arma y de avisar a los personajes cuando hay orcos cerca, dado que brilla cuando estos últimos se aproximan. 20 será olvidado o ignorado. Cabe notar cómo la presencia de estos elementos fantásticos en la novela de Walpole también sirven para destacar el conflicto interno de Manfred, quien sabe que su posición es ilegítima, sin embargo, está dispuesto a cometer actos moralmente cuestionables —como divorciarse para casarse con la prometida de su hijo— para conservarla. Esta tendencia por establecer un vínculo entre lo sobrenatural y una preocupación por un pasado que presenta conflictos éticos y morales sigue presente en ejemplares posteriores de lo que se considera comúnmente en el ámbito académico como el género gótico.9 El gótico suele emplear elementos fantásticos tanto para manifestar la perspectiva 9 Es pertinente notar aquí ciertas de las problemáticas que yo identifico con la perspectiva crítica predominante en la academia hacia el gótico como género. En la etapa inicial del gótico —de 1764 a 1820 (correspondiendo a los años de publicación de The Castle of Otranto y Melmoth the Wanderer respectivamente)— se puede apreciar cierta consistencia en los elementos sintáctico-semánticos de las diferentes obras del género, lo cual permite su consolidación e identificación como tal. Sin embargo, desde antes de la conclusión de esta etapa y posterior a ella, la crítica ha clasificado a obras con cambios importantes en los elementos y sintaxis del género como góticos. Frankenstein (1818) de Mary Shelley es un buen ejemplo de lo anterior. En la obra de Shelley ya no hay una figura tan claramente establecida en el rol de villano como novelas góticas anteriores; se deja cierta ambigüedad con respecto a quién es el monstruo, ¿Frankenstein, su criatura o ambos? Por otra parte, la crítica hacia una institución religiosa o aristocrática no juega un papel tan importante en la novela de Shelley como en textos góticos anteriores. Asimismo, en Frankenstein, el ambiente no se centra en un edificio antiguo y decaído como un castillo o monasterio, sino que se crea principalmente por medio de la representación de espacios naturales como los alpes suizos o el casquete ártico. Tales cambios en los elementos y sintáxis del gótico hacen que David Punter afirme: “By the time we read Mary Shelley, the question of whether the ‘original Gothic’ has already fallen apart, become transmuted into different forms, left only traces to be picked up and reutilized by later writers […] is already a vexed one” (“Introduction: The Ghost of a History” 1). Por otra parte, Fred Botting también emplea el término “traces” para describer la difusión de estas “huellas” góticas en la mitad del siglo XIX dentro de las sensation novels y cuentos de fantasmas (74). Si de acuerdo con Botting y Punter el gótico sólo perdura en fragmentos, ¿qué tan pertinente es seguirlo considerando como un género? Propongo —aunque estoy consciente que esta propuesta merita un desarrollo más detallado en otro trabajo con el enfoque pertinente— que el concepto de modo literario elaborado por Alastair Fowler podría aportar un marco teórico en el cual entender el desarrollo del gótico a través del tiempo. Para Fowler, “modes may amount to no more than fugitive admixtures, tinges of generic colour. All the same they are more than vague intimations of ‘mood’ […] a mode announces itself by signals, even if these are abbreviated, unobtrusive, or below the threshold of modern attention (“Mode and Subgenre” 107). Asimismo, Fowler nota cómo de un género, el cual está determinado por una estructura formal estrechamente vinculada con su contexto, puede abstraerse una actitud o postura poética que lleva a la formación de un modo (“The Life and Death of Literary Forms” 214). Por otra parte, los modos desempeñan un papel importante en la formación de nuevos géneros: “a surviving modal abstraction is capable of a variety of applications, which may result in new genres distant from their original both in quality and degree of sophistication” (Fowler, “The Life and Death of Literary Forms” 214). La conceptualización de un modo como una abstracción de un género remite a las descripciones de Punter y Botting de cómo el gótico sólo perdura en “huellas”; considero que después de su etapa inicial y de su consolidación como un género distinctivo, el gótico perdura principalmente como un modo que contribuye a la formación de otros géneros. Algunos de estos géneros, si bien también contienen el calificativo de “gótico”(ej: gótico estadounidense), en realidad son géneros distintos al gótico inicial, aunque esto no niega la influencia que puedan tener entre ellos. Para el propósito de este trabajo, el cual no tiene como su objetivo principal una reformulación de la conceptualización teórica del género gótico, me referiré a elementos góticos presentes tanto en la etapa inicial del gótico como en lo que la crítica tiende a considerar como etapas posteriores del género, aunque yo 21 oscura hacia el pasado que tiende a caracterizar el género como para desestabilizar la psique de los personajes. La actitud del género gótico hacia el pasado también muestra otra de sus facetas relevantes a su presencia en This Side of Paradise: la ideología de clase que subyace a numerosos ejemplares del género. El gótico es un género que desde sus inicios se ha caracterizado por fomentar los valores de la clase media: Gothic fictions since Walpole have most often been about aspiring but middling, or sometimes upper middle-class, white people caught between the attractions or terrors of a past once controlled by overweening aristocrats or priests (or figures with such aspirations) and forces of change that would reject such a past yet still remain held by aspects of it (including desires for aristocratic or superhuman powers). (Hogle 3) La cita anterior de Hogle nos permite apreciar la actitud ambivalente que la ideología burguesa del género tiende a adoptar ante los objetos de sus críticas. Si bien por una parte el gótico critica la supremacía de instituciones del pasado como la aristocracia o la Iglesia, también reconoce su poder. El gótico evidencia una clase media que, si bien afirma su rol hegemónico, no puede erradicar por completo los valores y la influencia de los grupos que ha desplazado; permanecen como una amenaza que siempre puede volver. Si bien desde sus inicios el género gótico suele privilegiar los valores de la clase media al enfatizar cómo éstos contrastan con una representación negativa de una institución como la Iglesia católica o un grupo social como la aristocracia, con el paso del tiempo la crítica hacia éstas ocupa un menor rol en formulaciones posteriores del género.10 Durante el argumentaría que estos últimos son en realidad géneros distintos, pero los cuales manifiestan influencias de un modo gótico. Sin embargo, indicaré de qué etapa o contexto literario provienen los elementos que mencione para facilitar en un futuro la distinción de los diferentes géneros que se catalogan actualmente bajo lo gótico. 10 Cabe notar, sin embargo, que hay obras del género a través de su historia, incluso hasta hoy en día, que mantienen la crítica hacia la aristocracia o la Iglesia como un elemento central de su trama. Ejemplo de lo anterior es el filme Crimson Peak (2015), dirigido por Guillermo del Toro. En la película, la hija de una adinerada familia estadounidense se casa con un aristócrata inglés, uno de los últimos miembros de una familia caída en ruina. Durante el transcurso de la película, se nos revela que el aristócrata ha tenido múltiples esposas 22 periodo inicial del género gótico (1764-1820), tanto la institución como el grupo social anteriormente nombrados tienen un lugar central en la mayoría de las narrativas góticas.11 Sin embargo, con el desarrollo del Romanticismo, “Gothic writing began to move inside, disturbing conventional social limits and notions of interiority and individuality” (Botting 59). “The darker side to Romantic ideals of individuality” se puede apreciar más tarde en el siglo XIX en la versión del gótico que surge en el contexto estadounidense dentro de las obras de autores como Edgar Allan Poe (Botting 7). En el cuento “William Wilson” (1839), el protagonista debe lidiar con la existencia de un doble, una amenaza simbólica a su individualidad al personificar la fragmentación del ser. Los elementos góticos en This Side of Paradise reflejan tanto la preocupación con la aristocracia —o al menos aquella clase social que busca asemejarse y emularla en los Estados Unidos (véase 2.2)— presente en el género desde sus inicios como el enfoque hacia el individuo de sus etapas posteriores. Por otra parte, también es importante notar los cambios en la ubicación de las diferentes manifestaciones del género gótico a través del tiempo. En la etapa inicial del género, las narrativas se suelen situar en lugares como Italia y España debido a la catolicidad estereotípica de estos países, lo cual facilita la crítica hacia esta vertiente del cristianismo por la cual se distingue el gótico en este periodo. Sitios predilectos para la trama de estos textos son los conventos, como en The Monk (1796) de Matthew Lewis, y los castillos, tales como el de Otranto de la novela de Walpole. La arquitectura de estos espacios, “particularly medieval in form (although historical accuracy was not a prime concern), signalled the spatial and temporal separation of the past and its values from those of the present” (Botting 2).12 En con quienes se ha casado sólo por robarles su herencia y así sostenerse junto con su hermana, con quien mantiene una relación incestuosa. 11 Establezco este periodo inicial del género gótico a partir de cierta tradición crítica que emplea los años de publicación de The Castle of Otranto y Melmoth the Wanderer. No obstante, cabe resaltar que este plazo temporal no es definitivo sino más bien heurístico. He optado por emplearlo, ya que, tanto Botting como Spooner y McEvoy notan la relativa consistencia de los rasgos que caracterizan las obras del género gótico en este periodo (Botting 10; Spooner y McEvoy 1). 12 Cabe notar que la distancia temporal simbolizada por la arquitectura de estos lugares y sus entornos no siempre correspondía a la realidad, sino que más bien lo que importaba era la apariencia de antigüedad. Un 23 formas posteriores, el gótico se desplaza a otros lugares: uno de los más notables es la urbe. En los inicios del género, las ciudades eran sitios que representaban lo contrario a otras facetas del gótico: “The Gothic depicted what the city (civilisation) banished or refused to acknowledge […] Even when an incident took place in Rome or Madrid, the Protestant mind assumed that such cities institutionalised unreason” (Mighall 54). Sin embargo, con el tiempo, los centros urbanos van adquiriendo importancia en el gótico de manera paralela a su cambio de enfoque hacia el individuo y lo interno en versiones posteriores; ya no son necesariamente tierras lejanas y costumbres ajenas las que provocan la ansiedad característica del género, los entornos cercanos también empiezan a mostrar su lado oscuro. En varios textos góticos del fin de siècle inglés,13 tales como The Picture of Dorian Gray y Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1886), se puede apreciar la asimilación de los espacios urbanos a este género: “the city, center of the British empire, was the key site of 1890s Gothic monstrosity […] and it is not just a matter of some external force invading London: the city itself is now regarded by many as the locus of cultural decay” (Byron 188). This Side of Paradise se integra a esta tradición del gótico fin de siècle por representar la urbe como un sitio de degeneración con su representación de la ciudad de Nueva York en uno de los episodios que se analizan en este trabajo. Dos conceptos asociados al género gótico, aunque no exclusivos del mismo, también están presentes en la novela de Fitzgerald: lo ominoso y lo abyecto. Lo ominoso, como hace notar Nicholas Royle, es un término importante para el pensamiento contemporáneo enuna variedad de disciplinas y discursos como la filosofía, la literatura, los estudios cinematográficos, la arquitectura, el psicoanálisis y la teoría queer (vii); uno de los puntos de ejemplo de lo anterior es The Italian (1797) de Ann Radcliffe. Los eventos de la novela se desenvuelven en el siglo XVIII; pero, es ubicada en Nápoles, lugar que es representado con costumbres e instituciones más “anticuadas” —y por lo tanto menos “civilizadas”— que las de la sociedad inglesa del mismo siglo. 13 El término “fin de siècle” se usa convencionalmente para referirse al final del siglo XIX, un periodo cultural complejo con varias vertientes tanto nacionales como internacionales, una de las cuales reflejaba ansiedades con respecto a la degeneración de la civilización occidental. 24 partida más importantes para el estudio crítico de este fenómeno es el ensayo de Sigmund Freud titulado “Das Unheimliche” (1919). Freud, al comienzo de su ensayo, define de manera inicial lo ominoso como “that class of frightening which leads back to what is known of old and long familiar” (219). Sin embargo, después de desarrollar esta idea, Freud concede que “not everything that recalls repressed desires and surmounted modes of thinking belonging to the prehistory of the individual and the race—is on that account uncanny”14 (244), y ofrece los cuentos de hadas como un ejemplo de lo anterior. Este tipo de concesiones a sus propuestas por ir definiendo y delimitando lo ominoso son frecuentes en el ensayo, y evidencian la resistencia del término —vigente aún en los estudios y discusiones contemporáneas sobre él— por ser encasillado de manera sencilla. Para los estudios literarios, el ensayo de Freud presenta algunas consideraciones especiales. En el transcurso de su ensayo, Freud hace referencia a obras literarias —entre las que destaca el cuento de Der Sandmann (1816) de E. T. A. Hoffman— y sugiere que “we should differentiate between the uncanny that we actually experience and the uncanny that we merely picture or read about” (246). Según Freud, como el reino de la fantasía no está sujeto a pruebas de realidad, se llega al siguiente resultado paradójico: “in the first place a great deal that is not uncanny in fiction would be so if it happened in real life; and in the second place that there are many more means of creating uncanny effects in fiction than there are in real life” (248).15 El género gótico ha demostrado ser un campo fértil para examinar cómo se puede manifestar lo ominoso y cuáles son sus implicaciones en la literatura. La ansiedad sobre el pasado que caracteriza el género gótico —y la cual ya se ha discutido previamente en esta sección— suele manifestarse de manera ominosa. David Punter enfatiza cómo “the uncanny comes to remind us that there is no obvious beginning, to life or 14 “Uncanny” es el término con el cual se conoce lo ominoso en inglés. 15 Cabe notar que Freud, posteriormente en su ensayo, matiza su generalización respecto a que las obras de ficción no están sujetas a pruebas de realidad, al examinar de manera breve cómo funciona lo ominoso en obras con diferentes grados de mimetismo con respecto a la realidad. 25 to thought, that we are composed of prior traces” (“The Uncanny” 132), mientras que Nicholas Royle remarca cómo “it [lo ominoso] would appear to be indissociably bound up with a sense of repetition or ‘coming back’—the return of the repressed, the constant or eternal recurrence of the same thing” (2). De esta manera, una de las funciones más comunes de lo ominoso en el gótico es acentuar la incapacidad por dejar el pasado completamente atrás y como éste sigue determinando el presente. Este desdibujamiento de la frontera entre el pasado y el presente que caracteriza lo ominoso señala también su aspecto liminar: “the uncanny has to do with a strangeness of framing and borders, an experience of liminality” (Royle 2). Esta faceta liminar de lo ominoso también suele evidenciarse en la naturaleza de los seres y criaturas que frecuentan —aunque no son exclusivas a— las narrativas góticas: los no-muertos, dobles, e híbridos, por sólo mencionar algunos de los grupos más reconocidos en los cuales se pueden categorizar. En el género gótico se tiende a enfatizar cómo estos entes no son completamente ajenos a nosotros, sino que también nos muestran aspectos perturbadores de nuestro propio ser o sociedad. En lo que respecta a lo abyecto, término desarrollado por Julia Kristeva en su libro Pouvoirs de l’horreur (1980), este es un concepto similar a lo ominoso: está relacionado con la desestabilización de los límites y las categorías con los cuales solemos conceptualizar nuestra realidad cotidiana. Kristeva describe esta cualidad inquietante de lo abyecto de la siguiente manera: “Ce n’est donc pas l’absence de propreté ou de santé qui rend abject, mais ce qui perturbe une identité, un système, un ordre. Ce qui ne respecte pas les limites, les places, les règles. L’entre-deux, l’ambigu, le mixte” (12).16 Lo abyecto, de tal modo, se contrapone a los objetos que equilibran al sujeto en su búsqueda de algún sentido; lo abyecto atrae a uno hacia donde el sentido se desmorona (Kristeva 9). Sin embargo, si lo abyecto presenta una amenaza para el sujeto, lo es por su estrecho vínculo con el sujeto. De tal 16 “No es, por lo tanto, la ausencia de pulcritud o de salud lo que se vuelve abyecto, sino aquello que perturba una identidad, un sistema, un orden. Aquello que no respeta los límites, los lugares, las reglas. Lo intermedio, lo ambiguo, lo mixto” (traducción mía). 26 manera, “a crucial point is that abjection is always ambiguous” (Creed 66); lo abyecto es “un pôle d’appel et répulsion” (Kristeva 9).17 Asimismo, cabe destacar que si bien lo abyecto es aquello que el sujeto rechaza de sí mismo, este distanciamiento no es necesariamente negativo ya que permite que el individuo como tal consolide su noción de sí mismo. En el contexto del género gótico, el concepto de lo abyecto es relevante, ya que “all that is abjected is thrown under in another fashion: cast off into a figure or figures criminalized or condemned by the people in authority and thus subjected to (again thrown under) their gaze and the patterns of normalcy they enforce” (Hogle 7). Lo abyecto suele manifestarse e incorporarse en la representación de esos seres inquietantes en las narrativas góticas; si bien éstos tienden a aparecer en formas repulsivas, es frecuente que también generen cierta fascinación, ya sea en otros personajes o incluso en el mismo lector. De esta manera, se puede apreciar cómo lo ominoso y lo abyecto son conceptos útiles para complementar el análisis de elementos góticos, una práctica que se realiza en mi estudio de This Side of Paradise. Los elementos góticos descritos en esta sección se manifiestan en los episodios que analizo en la novela de Fitzgerald en este trabajo (aunque cabe mencionar que no todos están presentes en cada uno de los episodios). Lo sobrenatural sí irrumpe en cada uno de los episodios examinados de manera alternada en la forma del diablo, un doble, un aura o una sombra, y con la sintaxis gótica de reflejar ya sea una ansiedad con respecto a un evento en el pasado, una actitud ambivalente hacia la aristocracia (o lo que se percibe como tal) o un conflicto o preocupación interna del protagonista. Asimismo, la representación de Nueva York en el episodio del diablo la vincula con la urbe gótica, común a los textos del género en el fin de siècle. Por otra parte, lo ominoso se hace presente en el físico del diablo, en la ambientación del episodio con Eleanor, en la caracterización de ella y Amorycomo dobles y en la descripción de la sombra vinculada con Monseñor Darcy. Lo abyecto, por su parte, se 17 “un polo de atracción y repulsión” (traducción mía). 27 puede apreciar en el lazo semántico que se establece entre el cadáver de Dick Humbird y la aparición del diablo en la novela. 28 2. Modelos de identidad 2.1 CONTEXTO SOCIOHISTÓRICO Uno de los objetivos de este trabajo es mostrar cómo los elementos góticos presentes en This Side of Paradise reflejan una desilusión del protagonista con diferentes modelos de identidad. Por lo tanto, antes de proceder al análisis de la novela, considero útil y necesario esbozar tanto el contexto sociohistórico de la novela con respecto a cambios en ideales de identidad como los diferentes modelos de identidad descritos y presentes en ella. En la primera subsección, ofrezco una breve contextualización de los modelos de identidad relevantes a este trabajo y prevalentes en los Estados Unidos a inicios del siglo XX. La segunda subsección se enfoca de manera específica en los ideales de identidad que se desarrollan en la novela de Fitzgerald. El inicio del siglo XX en los Estados Unidos vio cambios importantes en la manera en que se concebían la noción de juventud y el rol de los jóvenes dentro de la sociedad. Para entender mejor cuáles fueron estas modificaciones, es necesario detallar primero los antecedentes inmediatos en el periodo victoriano.18 Durante este periodo la adolescencia se había conceptualizado de una manera teleológica; era un periodo determinado de maduración en la vida de un individuo en el cual se aprendía “the physical and moral regimen appropriate for success” y la conducta “required in the world of affairs” (Kett cit. en Curnutt, “Youth Culture…” 83).19 Sin embargo, psicólogos como Stanley G. Hall al inicio del siglo criticaron estas nociones deterministas de etapas fijas de vida y conceptualizaron la juventud como un recurso cultural importante que se debía preservar, al contrario del modelo victoriano en el cual se le concebía como una carga inevitable en el proceso de madurar hacia la adultez 18 Si bien la cultura de la época victoriana se da por excelencia en el Reino Unido y sus colonias, ésta servía — por la misma preponderancia del imperio británico— en muchos aspectos como un modelo para el resto del mundo occidental en este periodo, sobre todo en los Estados Unidos, nación con la cual siempre ha compartido un vínculo particularmente estrecho. 19 Los datos bibliográficos para la fuente citada son los siguientes: Kett, Joseph F. Rites of Passage: Adolescence in America 1790 to the Present. Nueva York: Basic Books, 1973. Libro impreso. 29 (Curnutt, “Youth Culture…” 84). De tal manera, la noción de juventud dejó de referirse tan sólo a un periodo determinado en el desarrollo de un individuo para asumir la forma que aún predomina hoy en Occidente como “a standard of psychic well-being achievable by anyone of any age with the correct salutary regard for life” (Curnutt, “Youth Culture…” 81). Asimismo, es esta nueva manera de concebir la juventud la que es reflejada y problematizada en la trayectoria literaria de F. Scott Fitzgerald. Desde la publicación de This Side of Paradise, Fitzgerald fue identificado como la voz de una nueva generación, tal como se puede apreciar en el título de la reseña por Margaret Emerson Bailey: “A Chronicle of Youth by Youth” (1920). Kirk Curnutt nota cómo This Side of Paradise —junto con la segunda novela de Fitzgerald, The Beautiful and Damned (1922)— cuestiona no solamente “outmoded Victorian ideals of maturation”, sino que también refleja la ansiedad “of a burgeoning age- consciousness that encouraged the young to maximize their youth before losing it to middle age” (“Youth Culture…” 82). El contexto sociohistórico de la primera novela de Fitzgerald es, de esta manera, uno de transición en el cual se reconfigura el concepto de juventud —deja de estar asociado a etapas determinadas de la vida— y se le otorga un mayor valor que en el periodo victoriano. Otro aspecto que tuvo una influencia importante en los modelos de identidad que se fueron desarrollando a inicios del siglo XX fue el auge que hubo del consumismo en la sociedad. Si bien el consumismo se consolidaría y destacaría durante los felices años veinte —un periodo del cual Fitzgerald es uno de los escritores más emblemáticos—, ya se mostraban indicios de su auge en los años anteriores.20 Kirk Curnutt nota los cambios que provocó el consumismo en la configuración de las identidades individuales de la siguiente manera: “Selfhood before the modern age had been defined by such comparatively 20 Los felices años veinte (en inglés los Golden Twenties) es el término con el cual se refiere al periodo de prosperidad económica que se dio en los Estados Unidos en la década de 1920. Después de la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos afirmaron su lugar como una potencia mundial ante una Europa devastada por el conflicto. Este periodo de afluencia —y sus repercusiones culturales— termina con la Gran Depresión que inicia en 1929. 30 deterministic criteria as class, race, regionalism, and morality. Yet the explosion of consumable goods provided individuals with new tools for packaging their personalities in vibrant and captivating ways, which fell under the general rubric of style” (“Fitzgerald’s Consumer World” 91). De tal manera, los bienes materiales posibilitan que los individuos se presenten (siempre y cuando tengan el poder adquisitivo) como lo que desean ser ante el resto del mundo. La aumentada flexibilidad con respecto a la construcción de la identidad de uno mismo ofrecida por el consumismo también está estrechamente vinculada con la creciente performatividad del ideal estadounidense del individuo que se perfecciona a sí mismo,21 “more often described as self-determinism in America for its insistence that identity is plastic and that success is limited only by lack of initiative” (Curnutt, Cambridge Introduction… 57). Durante los años veinte, el modelo de identidad del individuo autodeterminado asumió de manera consciente una dimensión performativa sin precedentes, “with the traits one possessed suddenly less important than how (and how well) they were presented” (Curnutt, Cambridge Introduction… 31). Para entender las implicaciones del énfasis hacia y conscientización de lo performativo de la identidad que se dio en esta época, cabe ahondar en una descripción general del concepto de performatividad empleado en este trabajo. La noción de lo performativo surge del trabajo del filósofo J. L. Austin a mediados del siglo XX. Austin desarrolla el concepto en el contexto de enunciados performativos en el ámbito del lenguaje, los cuales son enunciados en los que “if a person makes an utterance of this sort we should say that he is doing something rather than merely saying something” (235); un ejemplo sería el enunciado “los declaro marido y mujer” por un sacerdote en un matrimonio cristiano.22 Más allá del área de la lingüística, Judith Butler en el inicio de los años noventa presentaría una conceptualización de la performatividad vinculada a la identidad 21 De esta manera, y también como “individuo autodeterminado” me refiero al ideal de identidad conocido en inglés como “self-made man”. 22 Cabe mencionar que Austin problematiza luego la supuesta división entre los enunciados performativos y los declarativos: “after all when we state something or describe something or report something, we do perform an act which is every bit as much an act as an act of ordering or warning” (249). 31 de género;23 es la noción de la performatividad desarrollada por Butler la cual forma elmarco teórico principal para el uso de este concepto dentro de mi trabajo. Si bien Butler desarrolla su conceptualización de la performatividad específicamente con respecto a la construcción de identidades de género, considero que su trabajo también es aplicable a la formulación, en general, de identidades. En la siguiente cita de Butler se puede apreciar la idea general de su noción de lo performativo: words, acts, gestures, and desire produce the effect of an internal core or substance, but produce this on the surface of the body, through the play of signifying absences that suggest, but never reveal, the organizing principle as a cause. Such acts, gestures, enactments, generally construed, are performative in the sense that the essence or identity that they otherwise purport to express are fabrications manufactured and sustained through corporeal signs and other discursive means. (185) Lo performativo son las acciones, gestos, o palabras que aparentarían reflejar cierto rasgo identitario, pero que en realidad crean esa identidad mediante su realización o enunciación. Los estafadores, por ejemplo, tienen éxito precisamente por la performatividad de la identidad: a través de emplear ciertos acentos, palabras, prendas y aparatos, logran establecer una identidad en particular ante sus víctimas que les facilita llevar a cabo sus fraudes. En This Side of Paradise hay varios modelos de identidad que se basan en asumir un rol de manera consciente, en vez de construirse sobre una noción esencialista de la identidad; por lo tanto, a los primeros los considero en este trabajo como modelos de identidad performativos.24 Otra conclusión de la obra de Butler relevante para este trabajo es su mención de que si la realidad de la noción de género es fabricada como una esencia interior, “that very interiority is an 23 Aunque cabe aclarar que la formulación que le da Judith Butler a la noción de performatividad también toma en cuenta el lenguaje. 24 Si bien Butler argumenta —y yo estaría de acuerdo— que toda identidad es performativa, sí considero que se debe hacer una distinción de identidades cuyo discurso reconoce explícitamente la performatividad de tal identidad, a una que se construye a partir de premisas esencialistas (por ejemplo, la sangre “noble” de los aristócratas los hace diferentes a los demás miembros de la sociedad por sólo el hecho de tenerla). 32 effect and function of a decidedly public and social discourse” (185). Lo anterior, aplicado a la construcción en general de identidades, remarca el rol importante de la sociedad y sus políticas en torno al individuo en la construcción de la identidad de este último, la cual no es —como luego se suele considerar— algo apartada a nivel metafísico del mundo circundante, sino más bien, en gran medida, un producto de él.25 Si bien el uso del concepto de performatividad en este trabajo suele emplearse en general para la construcción de identidades, también es relevante en el ámbito particular de roles de género. El énfasis en lo performativo de la identidad a inicios del siglo XX en Estados Unidos también fue asociado con una crisis de masculinidad. En el contexto del pensamiento occidental de la época, tenemos obras como la de Otto Weininger que estipulan lo siguiente: what I called the clinging of Woman, her extraordinary susceptibility to the judgements of other, her suggestibility, her total transformation by Man, derive from the fact that she is only matter, from her lack of any original form of her own. Woman is nothing, and that is the reason, the only reason, why she can become everything, while Man can only ever become what he is. (265) La identidad feminidad se distingue, de acuerdo con lo anterior, por su mutabilidad y falta de forma propia, lo cual contrasta con la masculina, que se caracteriza por su naturaleza incambiable. De tal manera, se puede apreciar por qué la creciente consciencia sobre la performatividad de la identidad en este periodo, con su enfoque en las apariencias y en la posibilidad de asumir una variedad de roles y facetas, fue asociada a lo femenino y provocó preocupación con respecto a la “integridad” de la masculinidad. 25 Una interpretación de la conceptualización de la performatividad propuesta por Butler podría llevarnos a concluir que no hay alguna identidad “interna”, sino que ésta se genera de manera completa a partir de los discursos sociales y políticos alrededor del individuo. Incluso Butler, en su prefacio del año 1999 a Gender Trouble plantea este cuestionamiento: “Does this mean that everything that is understood as ‘internal’ about the psyche is therefore evacuated, and that internality is a false metaphor?” (xvi). Butler responde al aclarar que ella negaría “that all of the internal world of the psyche is but an effect of a stylized set of acts”, pero sigue pensando que es un error teórico asumir el carácter interno del mundo psíquico (xvi). Concuerdo con la postura de Butler, y por eso también he evitado atribuirle un poder total a factores externos al individuo en la configuración de su identidad. 33 Es importante notar también cómo el ideal del ser humano capaz de perfeccionarse a sí mismo está también vinculado de manera estrecha con la ideología democrática que dio origen a los Estados Unidos, y la cual aún hoy tiene una función importante en cómo esta nación se define. Los Estados Unidos se han construido como una tierra prometida en la cual el individuo ya no está sujeto a ataduras del Viejo Mundo como, por ejemplo, los sistemas de clase hereditarios. Por su parte, la ética protestante promovió una creencia de que lo único que se necesita para ser exitoso en la vida son el trabajo y el esfuerzo propios, convicción que sigue vigente hoy en día con el concepto del sueño americano y su insistencia en la movilidad social al alcance de todos por medio del trabajo. De tal manera, a pesar de la ideología democrática que se encuentra en los cimientos de los Estados Unidos, se cultiva un anhelo por alcanzar una clase socioeconómica superior y un desdén hacia los que ocupan posiciones inferiores, ya que —en el imaginario cultural— estos últimos no han trabajado lo suficiente o no se han mostrado dignos de los beneficios de los cuales gozan los que han alcanzado la cima. Lo anterior resulta en la creación de una pseudoaristocracia —una clase alta que se percibe como intrínsecamente superior a las demás— que anhelará siempre “fijar” su posición de una manera similar a la europea, pero en un contexto cultural cuyo énfasis en la movilidad social hace de su existencia algo siempre precaria, ya que este anhelo pseudoaristocrático en Estados Unidos no tiene ninguna legitimación institucional tan explícita como la aristocracia europea, la cual se valida mediante la herencia o por el monarca. El carácter inestable del modelo de identidad pseudoaristocrático contribuirá a una crisis identitaria por parte de Amory en This Side of Paradise. 34 2.2 MODELOS DE IDENTIDAD EN THIS SIDE OF PARADISE La identidad es un tema central en la primera novela de Fitzgerald, cuya trama narra el proceso del joven Amory Blaine por definir la propia. Este enfoque en el individuo refleja lo que Kirk Curnutt identifica como el vínculo entre todos los diferentes temas que Fitzgerald trataría en sus obras a lo largo de su carrera artística: “his concern with the self: what allows some people to triumph, what causes others to fall, and, most commonly in his work, what accounts for the poignancy that seemed the lingering effect of human interaction” (Cambridge Introduction… 69). Por su parte, Sy Kahn nota la preocupación que suelen tener los protagonistas masculinos de Fitzgerald por establecer un código de conducta o sostener una creencia, y cómo todos ellos
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