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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN CIENCIAS DE LA TIERRA ESTUDIO DE LA ESTABILIDAD DEL VALOR b PARA REGIONES SISMOTECTÓNICAS DE MÉXICO. T E S I S QUE COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL GRADO DE: M A E S T R O E N C I E N C I A S D E L A T I E R R A P R E S E N T A AVITH DEL REFUGIO MENDOZA PONCE JURADO EXAMINADOR: DR. FCO. RAMÓN ZÚÑIGA DÁVILA MADRID (DIRECTOR DE TESIS) DR. HECTOR ROMÁN PÉREZ ENRIQUEZ (PRESIDENTE) DR. MARCO GUZMÁN SPEZIALE (VOCAL) DRA. XYOLI PÉREZ CAMPOS (SUPLENTE) DR. LUIS MARIANO CERCA MARTÍNEZ (SUPLENTE) FEBRERO 2012. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A las maravillosas mujeres de mi familia: Lulú, Aidee y Vicky, porque su coraje resuelto y convicción siempre me inspiran. Agradecimientos Este trabajo no habŕıa sido posible sin el apoyo del Doctor Ramón Zúñiga, bajo cuya supervisión escoǵı este tema de tesis. Mi jurado examinador que, en las etapas finales del trabajo, también han sido generosamente serviciales, y me ha ayudado de numerosos modos, a tener un escrito de mejor calidad. También me gustaŕıa agradecer al Centro de Geociencias, UNAM Juriquilla, por brindarme todo lo necesario en esta etapa de formación académica. Al CONACyT (CB-2009-01-129010) y DGAPA-PAPIIT-UNAM No. IN112110 por el valioso apoyo brindado para la realización de esta tesis. Estoy agradecida también con todos mis profesores del CGEO, por compartir con- migo sus conocimientos y experiencias de vida; con mis compañeros de clase, por su ayuda y paciencia; con mis compañeros sismólogos, por sus excelentes sugerencias; y con mis amigos, por todo el ánimo y cariño que he recibido. No puedo terminar sin agradecer a mi familia, en cuyo est́ımulo constante y gran amor he confiado a lo largo de mis años de estudio. Es a ellos, y a la nueva alegŕıa que se une a nosotros, a quien dedico este trabajo. A mi propio y pequeño modo, agradezco infinitamente a todos ustedes por impul- sarme a cerrar este bello ciclo en mi vida. Índice general 1. Introducción 1 1.0.1. Peligro y Riesgo Śısmico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1.0.2. Peligro Śısmico en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 1.1. Sismoloǵıa Estad́ıstica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 1.3. El valor b y su importancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 2. Regionalización Sismotectónica de México 14 2.1. Catálogo śısmico homogeneizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 2.1.1. Catálogo instrumental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 2.1.2. Eventos históricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 2.2. Regiones sismotectónicas de México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 2.2.1. Criterios de selección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 2.2.2. Caracteŕısticas de las regiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 3. Metodoloǵıa 32 3.1. Métodos de cálculo para el valor b . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 3.1.1. Máxima verosimilitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 ii ÍNDICE GENERAL iii 3.2. Métodos de cálculo para Mc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 3.2.1. Método de Máxima Curvatura (MAXC). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 3.2.2. Método de Mejor Combinación (MC). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 3.2.3. Método de Bondad de Ajuste a la distribución frecuencia-magnitud. . . . . . . 37 3.2.4. Método de Rango Total de Magnitudes (EMR). . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 3.2.5. Método de Estabilidad del valor b contra Mc (MBS). . . . . . . . . . . . . . . . 39 3.3. Cálculos de la variación del valor b en el tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 3.4. Cálculo del valor a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 3.5. Estimación del tiempo de recurrencia (Trec) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 3.6. Cálculos de las incertidumbres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 3.6.1. Método de “Bootstrapping” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 3.6.2. Propagación de errores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 4. Resultados 47 5. Discusión 86 6. Conclusiones 100 Índice de figuras 1.1. Distribución de frecuencia-magnitud para los sismos contenidos en el catálogo de México en el periodo de 1970 a 2007. La ĺınea roja representa la relación G-R correspondiente a esta distribución. . . . . . . . . . . . 8 2.1. Zonas sismotectónicas de México de acuerdo a la regionalización pro- puesta por Zúñiga et al. (1997). Arriba: Regiones correspondientes a sismos de profundidad somera. Abajo: Regiones de sismos de profundi- dad intermedia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 3.1. Distribución de frecuencia-magnitud de un subconjunto del catálogo NC- SN. El resultado de Mc por el método MAXC se indica con un diamante en la distribución acumulada (cuadrados) que corresponde con el pico de la distribución no acumulativa (triángulos). La ĺınea gris representa la relación G-R correspondiente a esta distribución. Figura tomada de Woessner y Wiemer (2005). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 iv ÍNDICE DE FIGURAS v 3.2. Esquema del método de bondad de ajuste utilizado para estimar la mag- nitud mı́nima de completitud, Mc. Las tres figuras superiores muestran los ajustes sintéticos para el catálogo observado para tres diferentes mag- nitudes mı́nimas de corte. La figura inferior muestra los residuales, los valores R y la bondad de ajuste en porcentaje. Los números correspon- den a los ejemplos en las figuras superiores. La Mc seleccionada es la magnitud en que el 90 % de los datos observados son modelados por un ajuste lineal. Figura tomada de Wiener y Wyss (2000). . . . . . . . . . 38 3.3. Relación frecuencia-magnitud y gráfica de los valores b como función de la magnitud de corte para sismos de profundidad somera. Las estrellas corresponden a sismos continentales, los diamantes a oceánicos; y los cuadrados corresponden a la totalidad de los sismos. Notar que para la magnitud entre 2.3-2.5, los valores b se han estabilizado tanto para las zonas terrestres como para las oceánicas, lo que implica que la magnitud de completitud es 2.3-2.5. Figura tomada de Cao y Gao (2002). . . . . 40 3.4. Gráficas de la variabilidad del valor b, a y Mc en el tiempo para el catálogo de México en el periodo 1970-2007. Para el cálculo de Mc se utilizó el método MAXC. Arriba: El catálogo se aumenta en un año a partirde la fecha más reciente y el proceso se repite. Abajo: Se efectuó el mismo proceso en sentido contrario, es decir se aumenta el tamaño del catálogo a partir de la fecha más antigua. Las flechas indican la dirección de incremento del catálogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 ÍNDICE DE FIGURAS vi 4.1. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región SUB1. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 4.2. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región SUB2. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 4.3. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región SUB3. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 4.4. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región SUB4. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 4.5. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a y Mc para la región SUBR. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. . . . . . . . . . . . . . . . . 57 4.6. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región IN1. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 ÍNDICE DE FIGURAS vii 4.7. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región IN2. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 4.8. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región IN3. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 4.9. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región BC1. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 4.10. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región BC2. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 4.11. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región NAM. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 4.12. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región RIV1. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 ÍNDICE DE FIGURAS viii 4.13. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región RIV2. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 4.14. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región GMX. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 4.15. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región MVB. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 4.16. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región BB. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 4.17. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región BAR. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 4.18. Gráficas de la variabilidad temporal de los valores b, a yMc para la región NAL. a) Estimación de Mc mediante el método MAXC. b) Estimación de Mc mediante el método MC. La ĺınea continua roja representa el periodo estable del valor b. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 ÍNDICE DE FIGURAS ix 5.1. Mapa comparativo de algunas zonas de ruptura de algunos sismos impor- tantes en México (tomado de Kostoglodov y Pacheco, 1999), las regiones de subducción (poĺıgonos azules) y los valores b obtenidos por MAXC correspondientes a cada zona. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 5.2. Gráfica de tiempos de recurrencia calculados y observados en años para M ≥ 7 en la costa Paćıfico de México en el periodo de 1970-2007. Los resultados del Trec calculado usando el método MAXC para el cálculo de Mc se presentan en color azul fuerte, mientras que aquéllos obtenidos usando el método MC para el cálculo de Mc se presentan en color azul claro y el Trec observado, en color naranja. El tamaño de las cajas re- presenta la densidad de eventos correspondientes a cada zona. . . . . . 94 5.3. Resultados de los tiempos de recurrencia calculado y observado para M ≥ 6.0 para las zonas de sismos de profundidad intermedia en el periodo de tiempo 1970 a 2007. Los resultados del Trec calculado usan- do el método MAXC para el cálculo de Mc se presentan en color azul fuerte, mientras que aquéllos obtenidos usando el método MC para el cálculo de Mc se presentan en color azul claro y el Trec observado, en color naranja. El tamaño de las cajas representa la densidad de eventos correspondientes a cada zona. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 ÍNDICE DE FIGURAS x 5.4. Resultados de los tiempos de recurrencia calculado y observado para M ≥ 6.0 para las zonas correspondientes a Baja California en el perio- do de tiempo 1970 a 2007. Los resultados del Trec calculado usando el método MAXC para el cálculo de Mc se presentan en color azul fuerte, mientras que aquéllos obtenidos usando el método MC para el cálculo de Mc se presentan en color azul claro y el Trec observado, en color naranja. El tamaño de las cajas representa la densidad de eventos correspondien- tes a cada zona. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96 5.5. Resultados de los tiempos de recurrencia calculado y observado para M ≥ 6.0 para las regiones NAL y NAM en el periodo de tiempo 1970 a 2007. Los resultados del Trec calculado usando el método MAXC para el cálculo de Mc se presentan en color azul fuerte, mientras que aquéllos obtenidos usando el método MC para el cálculo de Mc se presentan en color azul claro y el Trec observado, en color naranja. El tamaño de las cajasrepresenta la densidad de eventos correspondientes a cada zona. . 96 5.6. Resultados de los tiempos de recurrencia calculado y observado para M ≥ 6.0 para las regiones RIV1 y RIV2 en el periodo de tiempo 1970 a 2007. Los resultados del Trec calculado usando el método MAXC para el cálculo de Mc se presentan en color azul fuerte, mientras que aquéllos obtenidos usando el método MC para el cálculo de Mc se presentan en color azul claro y el Trec observado, en color naranja. El tamaño de las cajas representa la densidad de eventos correspondientes a cada zona. . 97 ÍNDICE DE FIGURAS xi 5.7. Resultados de los tiempos de recurrencia calculado y observado para M ≥ 6.0 para las regiones GMX, MVB, BB y BAR en el periodo de tiempo 1970 a 2007. Los resultados del Trec calculado usando el método MAXC para el cálculo de Mc se presentan en color azul fuerte, mientras que aquéllos obtenidos usando el método MC para el cálculo de Mc se presentan en color azul claro y el Trec observado en color naranja. El tamaño de las cajas representa la densidad de eventos correspondientes a cada zona. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 Resumen Con el propósito de encontrar parámetros confiables para la evaluación del peligro śısmico, que conforma la base de los cálculos del riesgo śısmico y por ende de las recomendaciones que se hacen en los manuales de construcción, se calcularon valores b de la relación Gutenberg-Richter. Los cálculos del valor b se hicieron para las 19 regiones en que fue dividido México según la regionalización sismotectónica propuesta por Zúñiga et al. (1997). Los valores aportados proporcionan resultados mucho más confiables ya que no se consideran las variaciones en tiempo de este parámetro śısmico. Aśı, el principal objetivo de la investigación desarrollada en este trabajo fue obtener un conocimiento más preciso del valor b para diferentes regiones de México. El catálogo śısmico utilizado corresponde a eventos que ocurrieron en México du- rante el periodo de 1899-2007, que además fue homogeneizado en la magnitud de ondas superficiales (MS). La metodoloǵıa utilizada para obtener el valor b para cada región consistió primeramente en calcular la magnitud de completitud (Mc) con los métodos de máxima curvatura (MAXC) y mejor combinación (MC). Enseguida, se estimó el valor b mediante máxima verosimilitud. Se graficó el valor b contra el tiempo para es- tudiar la variabilidad que éste presentaba. Estas gráficas se construyeron aumentando el catálogo en un año a partir de la fecha más reciente, con el propósito de asegurar la menor incertidumbre en la estimación del valor b en cada zona. La variabilidad se uti- lizó para conocer peŕıodos de estabilización en el tiempo y poder tener más confianza en la evaluación de dicho valor. Los resultados obtenidos son los siguientes: para la mayoŕıa de las zonas de sub- ducción (SUBR, SUB2, SUB3 y SUB4) se tienen muy buenas estimaciones de los valores b, aśı como también para las regiones con sismos de profundidad somera (BC1, RIV1, MVB, BB y GMX) y de profundidad intermedia (IN3). Sin embargo, para las regiones correspondientes a eventos intraplaca (BAR, NAM, NAL, IN1 e IN2) y para las regiones de eventos interplaca (SUB1, RIV2 y BC2) no se encontraron estimaciones fiables del valor b. Basados en los resultados, observamos que la metodoloǵıa empleada en este estudio funcionó apropiadamente, sobre todo en las zonas con gran cantidad de eventos śısmi- cos, mostrando que esta nueva técnica es adecuada. Con nuestros resultados, esperamos proveer una estrateǵıa adiccional, que ayude a mejorar la calidad de los manuales de construcción, además de proveer algunas bases para estudios posteriores. Abstract In order to find reliable parameters for the evaluation of seismic hazard, which forms the basis for seismic risk calculations and therefore the recommendations made in the construction manuals, b values were calculated from the Gutenberg-Richter relation. b value estimations were made for the 19 regions in which Mexico was divided according to seismotectonic regionalization of Zúñiga et al. (1997). The given values provide much more reliable results because it does not consider time variations in this seismic parameter. Thus, the fundamental aim of the developed research in this work was to obtain a more precise knowledge of the b value for different regions of Mexico. The seismic catalog used corresponds to events that occurred in Mexico during the period 1899-2007, which was also homogenized in the surface wave magnitude (MS). The methodology used to obtain the b value for each region firstly consisted to estimate the magnitude of completeness Mc with maximum curvature (MAXC) and best combination (BC) methods. Then, the b value was estimated by maximum likelihood. The b value against time was plotted to study the variability that it presents. These graphs were constructed by increasing the catalog in a year from the most recent date, in order to ensure the lowest uncertainty in estimating the b value in each zone. The variability is used to find periods of stabilization over time and to have more confidence in the assessment of that value. The obtained results are: for most subduction zones (SUBR, SUB2, SUB3 and SUB4) we have very good estimates of b values, as well as to shallow (BC1, RIV1, MVB, BB and GMX) and intermediate (IN3) depth events zones. However, for the intraplate (BAR, NAM, NAL, IN1 and IN2) and interplate (SUB1, RIV2 and BC2) events zones we do not found reliable estimates of b value. Based on the above findings, we observed that the methodology employed in this study worked properly, especially in zones with large quantity of seismic events, showing that this new technique is suitable. With our results, we hope to provide an additional strategie, which help to improve the quality of construction manuals, as well as provide some basis for future research. Caṕıtulo 1 Introducción El estudio de los sismos es tan antiguo como la humanidad misma. Desde el inicio de la civilización una de las mayores preocupaciones del hombre han sido los efectos de los sismos sobre las poblaciones, debido a que en unos cuantos momentos pueden causar pérdidas de bienes materiales e incluso cientos de vidas humanas. 1.0.1. Peligro y Riesgo Śısmico Un aspecto interesante de la geograf́ıa urbana es que desde tiempo inmemorial ha existido la preocupación por la construcción antiśısmica, ya que la reconstrucción de estructuras y viviendas destruidas por los sismos resulta por lo general más oneroso de lo que la gente puede prever. Con tal antecedente, en la actualidad es de vital importancia contar con evaluaciones del riesgo śısmico a fin de evitar catástrofes en comunidades vulnerables. Para la evaluación del riesgo śısmico, es esencial contar con la correcta evaluación del peligro śısmico. 1 2 Es necesario diferenciar entre peligro y riesgo śısmico para determinar el potencial de producir un daño en un sitio determinado. El peligro śısmico es la cuantificación de la probabilidad de ocurrencia de un evento śısmico espećıfico en una zona dada. Se llama riesgo śısmico a la probabilidad de ocurrencia, dentro de un plazo dado, de un sismo que cause, en un lugar determinado, un cierto efecto definido como pérdida o daño determinado (Nava, 1987). En la evaluación del riesgo śısmico influyen el peligro śısmico, los efectos locales (amplificación), la directividad, la vulnerabilidad de las construcciones, el número de habitantes de una población, etc. En otras palabras, se puede enteder al riesgo como la amenaza que el peligro śısmico representa a la vida y a la propiedad. Por ejemplo, áreas con peligro śısmico alto pueden tener riesgo bajo porque poca gente vive ah́ı, y lugares con peligro moderado puede tener riesgo alto debido ala gran población y a la mala calidad del tipo de construcción de la zona. Aśı, el riesgo puede ser reducido por acciones del hombre, mientras que el peligro śısmico no. 1.0.2. Peligro Śısmico en México Gran parte de la actividad śısmica en México proviene del movimiento de las placas de Cocos y Rivera al subducir por debajo de la placa Norteamericana. Además se considera una de las trincheras más activas en el mundo. Por otro lado, existe también un potencial de ocurrencia de sismos generados al interior del continente debido a los esfuerzos intraplaca. Por tanto, el problema de evaluación del peligro śısmico en México es de gran importancia debido a la frecuencia de grandes sismos que afectan nuestro territorio. 3 Las pérdidas sufridas por grandes sismos en nuestro territorio, hacen evidente la prioridad para estudiar la vulnerabilidad śısmica en aquellas zonas expuestas a fenómenos śısmicos. Uno de los ejemplos que más recuerda la población mexicana son los sismos ocurridos en Septiembre de 1985 en la Ciudad de México, que causaron la muerte de algunas decenas de miles de personas y graves daños en la capital del páıs. El peligro śısmico se cuantifica con base en el tiempo que tarda un sismo en recurrir, que se conoce como peŕıodo de retorno, o sus inversos, las tasas de excedencia (número de veces que ocurre un evento de un tipo, o que se excede un valor de aceleración en un tiempo dado). En pocas ocasiones es posible hacer una cuantificación directa del número de veces que se excede un valor, ya que los catálogos no son suficientemente completos debido a lo corto de la historia instrumental. Es necesario entonces hacer evaluaciones usando la información disponible y estimaciones probabiĺısticas que com- plementan los datos faltantes (generalmente relacionados a la ocurrencia de los sismos mayores). Para calcular el peligro al que está expuesto un sito, se evalúa la tasa de actividad producida por una fuente śısmica (que puede ser una falla o región sismo- tectónica) y posteriormente se integran los efectos que producen todas las fuentes que pueden afectar al sitio ([13]). La actividad de cada una de las fuentes śısmicas se es- pecifica en términos de la tasa de excedencia de las magnitudes que ah́ı se generan, es decir, qué tan frecuentemente se generan en una fuente, sismos de magnitud superior a la especificada. Este parámetro está ı́ntimamente relacionado con el valor b de la relación Gutenberg-Richter, motivo central de esta tesis. 1.1. Sismoloǵıa Estad́ıstica 4 1.1. Sismoloǵıa Estad́ıstica Vere-Jones et al. (2005) afirman que la sismoloǵıa estad́ıstica tiene como objeti- vo reducir la brecha entre los modelos f́ısicos y los modelos estocásticos. El modelo estocástico resultante debe reproducir aquellos aspectos del fenómeno f́ısico que son relevantes y accesibles a su medición. La diferencia fundamental entre un modelo f́ısico y uno estocástico es que el modelo f́ısico busca comprender y predecir el proceso com- pletamente, mientras que el modelo estocástico acepta que unas partes del proceso f́ısico están fuera de alcance, al menos para efectos prácticos, y deben ser remplazados en el modelo por algún proceso de tipo aleatorio (Vere-Jones, 2005). La sismoloǵıa estad́ıstica también se puede enteder como una herramienta matemática para la descripción, comprensión y pronóstico de la ocurrencia de terremotos. Es muy importante subrayar el último punto, ya que los estudios de una gran parte de la co- munidad de sismólogos está encaminada a lograr predecir los efectos de los grandes sismos con la menor incertidumbre posible para asegurar una probabilidad confiable. Pero uno de los principales problemas que se presentan en este tipo de estudios es que en ocasiones no es posible conocer con detalle la sismicidad (i.e., la ocurrencia y distribución de sismos) de una zona debido a la falta de datos, en particular de registros de sismos pequeños. Por tal motivo muchos páıses se encuentran dispuestos a gastar fuertes sumas en mantener redes śısmicas de calidad para conocer la sismicidad que subsecuentemente permita evaluar las probabilidades para la ocurrencia de sismos aśı como la confiabilidad de las mismas. En contraste, en páıses subdesarrollados no se cuenta con la instrumentación ade- cuada y suficiente para tener catálogos extensos que permitan hacer un análisis com- 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida 5 pleto. Sin embargo, ésto se puede subsanar mediante el uso de modelos estad́ısticos para evaluar probabilidades. 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida Uno de los modelos estad́ısticos más usados en sismoloǵıa es la llamada relación de Gutenberg-Richter o relación G-R. Esta relación es muy simple y es resultado inmediato de observaciones de datos disponibles a nivel mundial a mediados del siglo XX. Se encontró que el número de sismos (N) está relacionado con la magnitud (m) de forma lineal mediante dos constantes, a y b. Esta relación de frecuencia-magnitud fue inicialmente propuesta por Ishimoto e Ida (1939) en Japón, aśı como por Gutenberg y Richter (1944, 1954) en Estados Unidos y muestra la distribución relativa de los tamaños de los terremotos. La relación G-R queda definida por: logN(≥ m) = a− bm N(≥ m) = 10(a−bm) (1.1) donde N(≥ m) es el número acumulado de eventos en una región y ventana de tiempo espećıficos, con magnitudes mayores o iguales que m. a y b son constantes positivas. La constante b o mejor conocido como valor b vaŕıa de región en región (Kossobokov y Keilis-Borok, 2000) pero se encuentra generalmente en el rango 0.8 < b < 1.2 (Frohlich 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida 6 y Davis, 1993). Este valor se discute a detalle en una sección subsecuente. El valor a, por otro lado, es una medida del nivel de sismicidad regional (Kossobokov y Keilis-Borok, 2000), es decir, el total de eventos esperados en la región. Matemáticamente representa la extrapolación de la relación lineal hasta las magnitudes más pequeñas (cabe aclarar que los sismos pueden llegar a magnitudes menores que cero). Para la magnitud hay varias escalas, por ejemplo la magnitud local (ML), la magnitud de ondas de cuerpo (mb), la magnitud de ondas superficiales (MS) y la magnitud de momento (MW ). La magnitud local se define a través de la fórmula: ML = logA− logA0 donde A es la amplitud pico en miĺımetros medida en el sismograma y A0 es la máxi- ma amplitud del evento de referencia a la misma distancia (10−3 mm). La escala de magnitud local es apropiada para temblores que esten a distancias no mayores de 600 km de una estación dada. La magnitud de ondas superficiales utiliza la amplitud de la onda de Rayleigh con periodo de 20 segundos. La fórmula para determinar la magnitud con este criterio es: MS = logA20 + 1.66 log4+ 2.0 donde 4 es la distancia a la estación en grados. La magnitud de ondas de cuerpo es aplicable a sismos profundos y se utiliza la 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida 7 amplitud de la onda P. Esta escala está dada por: mb = log ( A T ) +Q(h,4), con A igual a la amplitud del movimiento del suelo en micras, T es el periodo de las ondas en segundos (0.1 - 3.0) y Q es un término emṕırico que depende de la distancia y de la profundidad focal. Por último, la fórmula que determina la magnitud de momento se define como: MW = log(M0)/1.5− 10.73, donde M0 es el momento śısmico, y da una representación más precisa del tamaño del terremoto, ya que toma en cuenta el desplazamiento en el área de ruptura. Ahora, si graficamos el logaritmo del número de sismos contra la magnitud, la relación G-R nos indica que una parte de las observaciones se aproximan a una recta (ĺınea roja) como se muestra en la figura 1.1. Aunque la mayor parte de los datos observados se describen adecuadamente mediante la ecuación de una recta,la relación lineal no se mantiene en el caso de magnitudes muy pequeñas o muy grandes. Hay dos explicaciones para estos dos truncamientos en la parte lineal: primero, para magnitudes pequeñas (parte horizontal) es debido a que los sismos de baja magnitud no alcanzan a ser registrados en todas las estaciones, y segundo, para magnitudes mayores se debe a que ocurren con poca frecuencia por lo que muchas veces no están suficientemente cuantificados. 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida 8 Figura 1.1: Distribución de frecuencia-magnitud para los sismos contenidos en el catálo- go de México en el periodo de 1970 a 2007. La ĺınea roja representa la relación G-R correspondiente a esta distribución. La distribución lineal de los sismos con respecto a la magnitud se considera como un proceso autosimilar. Se dice que un objeto o proceso es autosimilar si éste conserva las mismas caracteŕısticas a cualquier escala. Los fractales son una clase particular- mente interesante de objetos autosimilares. Los objetos autosimilares con cualesquiera parámetros N y s son descritos por leyes de potencia tal como se muestra en la siguiente ecuación: N = sd, (1.2) donde d = lnN ln s 1.2. Relación de Gutenberg-Richter/Ishimoto-Ida 9 indica la dimensión de la ley de escalamiento, conocido como el exponente de Hausdorff (Mandelbrot, 1982). Si comparamos las ecuaciones (1.1) y (1.2) observamos que son equivalentes. Por lo tanto, la relación G-R obedece una ley de potencias. Esta ley nos indica que hay un incremento aproximado en múltiplos de 10 en el número de sismos conforme son menores las magnitudes. La tabla 1.1 es un ejemplo para el caso de b = 1. Tabla 1.1: Relación G-R en forma de listado. Se tiene solamente un sismo con M = 8, 10 sismos con M = 7, 100 sismos con M = 6 y aśı sucesivamente. Número de sismos Magnitud (MS) 1 8 10 7 100 6 ... ... Es decir, el número de terremotos que ocurren anualmente alrededor del mundo vaŕıa con la magnitud, siendo más comunes los sismos pequeños. En el caso de México durante el periodo de 1970 a 2007, se desprende de la figura 1.1, que se tienen alrededor de 25 sismos de magnitud 4 y solamente un sismo de magnitud 6. Aśı, la aplicabilidad universal de la relación Gutenberg-Richter implica un compor- tamiento fractal universal de los sismos y este comportamiento fractal se puede asociar a fenómenos cŕıticamente auto organizados (Back, 1996). La auto organización cŕıtica, nos dice que los fenómenos complejos observados en la naturaleza son frecuentemente gobernados por estad́ısticas de ley de potencia. Por tanto, los terremotos, son uno de los ejemplos más claros de auto organización cŕıtica, ya que mediante una sola ley de potencia se tiene la teoŕıa general de este fenómeno. 1.3. El valor b y su importancia 10 1.3. El valor b y su importancia En este estudio se analiza el valor b, que es el valor de la pendiente de la recta que mejor se ajusta a la parte lineal del logaritmo del número acumulado de eventos y la magnitud en una región (relación G-R), este parámetro tectónico describe la distribución relativa de los tamaños de los eventos. Es decir, si se tiene una pendiente menor implica que se tiene una mayor cantidad de sismos grandes, mientras que si la pendiente es mayor, se tiene un número menor. Como se mencionó en la introducción, para calcular el peligro al que está expuesto un sito, se evalúa la tasa de actividad producida por todas las fuentes que pueden afectar al sitio. La actividad de cada una de las fuentes śısmicas se especifica en términos de la tasa de excedencia de las magnitudes que ah́ı se generan, es decir qué tan frecuentemente se generan en una fuente, sismos de magnitud superior a la especificada. La forma general de la ecuación para el cálculo de la tasa de excedencia λ, para la magnitud M , es la siguiente: λ(M) = λ0 e−bM − e−bMU e−bM0 − e−bMU , (1.3) donde λ0, b y MU son parámetros diferentes para cada fuente y M0 es la magnitud por encima de la cual el catálogo está completo (Ramı́rez y Toledano, 2004). Los parámetros, sin embargo, son estimados partiendo de los valores b originales para cada región sismotectónica. Existe una relación inversa entre el valor b y el nivel de esfuerzo, dado que un menor valor de b implica una menor pendiente en la relación G-R, se tiene un número mayor de eventos de magnitudes grandes con relación a la cantidad de eventos menores, 1.3. El valor b y su importancia 11 implicando una concentración de esfuerzos mayor en la zona; de la misma forma, valores b grandes implican una concentración de esfuerzo menor (e.g. Zúñiga y Wyss, 2001; Wiemer y Wyss, 1997; Wiemer y Wyss, 2002). Este valor también es inversamente proporcional a la magnitud media en la región de evaluación, por lo que diferencias en el valor de b reflejan diferentes tamaños de ruptura promedio que generan sismos (Power et al., 1998). Además, teóricamente, el valor b se ha relacionado con la dimensión fractal de la distribución del tamaño de fractura respecto a la distribución del número de sismos (Aki, 1981). Esto es importante debido a que una gran cantidad de estudios sobre sismicidad y la mayor parte de los estudios de amenaza y riesgo śısmico descansan en el concepto de autosimilaridad de los sismos (fractalidad) y unos de sus colorarios, el valor b de la relación G-R. Esta información es de gran interés ingenieril, ya el valor b se emplea para determinar las tasas de excedencia de aceleración a fin de evaluar el peligro śısmico en una determinada zona (Zúñiga et al., 2009). A nivel teórico, la noción de autosimilitud o fractalidad de los sismos conlleva el resultado de que el valor b debeŕıa ser estable a nivel regional una vez que se considera un intervalo de tiempo que incluye una muestra suficientemente completa de las posibles ocurrencias de eventos de todas las magnitudes y que puede compensar las posibles variaciones naturales esporádicas (sobre todo en el caso de réplicas). Esto es, el valor b estimado a partir de un tiempo suficiente (un catálogo completo), no debeŕıa variar en estimaciones subsecuentes al aumentar el tamaño del catálogo con el tiempo. De la misma manera, el valor a normalizado a algún intervalo de tiempo (por ejemplo anual) debeŕıa esperarse que se estabilice una vez que se tiene un catálogo 1.3. El valor b y su importancia 12 completo. Las implicaciones que se tienen al contar con un valor b estable son que nos permiten efectuar estimaciones de peligro aceptables en la región de interés y se pueden descartar las variaciones debido a incrementos o decrementos de actividad natural. Por otro lado, conocer el valor b con una menor incertidumbre permite estimar los tiempos de recurrencia (Trec) para eventos de una magnitud espećıfica (por ejem- plo, mayor que 7.0) en cierta área de interés. Este dato permite determinar si existen periodicidades de ocurrencia en la zona. En el pasado, se ha estudiado la sismicidad en algunas zonas del páıs considerando las caracteŕısticas de manera independiente, descuidando otras consideraciones como detalles de la fuente śısmica, o las caracteŕısticas de la enerǵıa liberada por los grandes eventos. Además, los catálogos śısmicos en los que se basaban estas zonificaciones carećıan de homogeneidad y estaban lejos de ser completos para el rango de magnitudes de interés ingenieril. De este modo, en el presente estudio se utiliza la regionalización de México propues- ta por Zúñiga et al. (1997), ya que ellos intentan regionalizar con la mayor cantidad de información posible (como las caracteŕısticas de la fuente śısmica que es de impor- tancia para propósitos de ingenieŕıa). El catálogo śısmico utilizado fue elaborado con estimaciones actuales de la magnitud y/o momento y localización para eventos impor- tantes. Además incluye mejoras en la homogeneidad enmagnitud en los datos de los eventos más pequeños como se describe más adelante. Este catálogo fue compilado me- diante la consulta de varios catálogos de sismicidad de importancia y también fueron incorporados eventos históricos, documentados gracias a los esfuerzos combinados entre historiadores y sismólogos. 1.3. El valor b y su importancia 13 Hasta la fecha, no se cuentan con valores b reportados para cada una las zonas de la regionalización utilizada. Por tanto, el objetivo del presente trabajo de tesis, es obtener estimaciones del valor b más precisas para las diferentes regiones de México. Para ello utilizamos los métodos más recientes en la estimación de éste y otros parámetros de importancia, tal como la magnitud mı́nima de completitud (Mc). También se presentan las incertidumbres obtenidas en cada uno de los cálculos realizados. Caṕıtulo 2 Regionalización Sismotectónica de México 2.1. Catálogo śısmico homogeneizado 2.1.1. Catálogo instrumental El catálogo śısmico utilizado en esta investigación es tomado de Zúñiga et al. (co- municación personal, 2011). Es un catálogo a primera aproximación de terremotos que han ocurrido en México entre 1899 y 2007 y comprende 36,166 eventos. Para esta com- pilación se han tomado en cuenta catálogos śısmicos previos publicados por: Gutenberg y Richter (1954); Duda (1965); Figueroa (1970); Miyamura (1976); Abe (1981); Singh et al. (1984). También se consultaron catálogos producidos por reconocidas agencias como: El Centro Internacional de Sismoloǵıa (ISC), Servicio Geológico de los E.U. 14 2.1. Catálogo śısmico homogeneizado 15 (PDE reportados por NEIC), La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el Servicio Sismológico Nacional (SSN) y la Red Śısmica del Noroeste de México (RESNOM). Se documentaron sismos históricos y estudios paleo- sismológicos. La mayoŕıa de los eventos con magnitud superior a 7.0 han sido estudiados individualmente por varios autores, de estos estudios, se incluyeron las estimaciones de la magnitud consideradas como las más fiables. Se consideraron las localizaciones y magnitudes para datos anteriores a 1988 en la siguiente prioridad: 1) Estudios individuales para sismos grandes, 2) Catálogo ISC, 3) Catálogo PDE, 4) Catálogo SSN y RESNOM, 5) Catálogos históricos y otros catálo- gos, debido a la precisión en estos datos. Para datos posteriores a 1988 se consideraron básicamente los datos de localización y magnitud del SSN y la RESNOM; sin embar- go, para los sismos mayores que 6.5, unicamente las magnitudes fueron tomadas del catálogo CMT (http://www.globalcmt.org). En general, el catálogo śısmico se compiló usando estimaciones de magnitud y/o momento, aśı como de localizaciones consideradas óptimas, ya que se tomaron en cuen- ta los errores de localización (R. Zúñiga, comunicación personal). Además, se homo- geneizó la magnitud para todos los eventos como se explica más adelante. El catálogo śısmico lista las caracteŕısticas de los eventos como son: epicentro (latitud, longitud) fecha de ocurrencia (año, mes, d́ıa, hora, minuto) magnitud (MS) y profundidad (km). http://www.globalcmt.org 2.1. Catálogo śısmico homogeneizado 16 Correcciones de magnitud Como es común en los estudios sobre sismicidad y las estimaciones de riesgo śısmico, la primera dificultad a la que se enfrenta es que se han empleado diferentes magnitudes a través del tiempo. Dado que se han usado diferentes magnitudes y que habitualmente no se ha asignado la magnitud de momento (MW ) para todos los eventos de magnitud mayor (en particular los sismos históricos), se ha utilizado la magnitud de ondas super- ficiales MS, ya que existe una relación uno a uno entre MW y MS hasta la magnitud de saturación de MS (MW > 8.0). Debido a que la regresión de MS a MW es directa, este catálogo está basado en MS. Por otro lado, para el gran número de eventos de magnitudes menores, se tienen asignadas en su mayoŕıa magnitudes mb. El procedimiento estándar considera una regresión lineal entre mb y MS cuando se cuenta con una estimación disponible para ambos valores (e.g., Wyss y Habermann, 1982; Singh et al., 1983). Sin embargo, el procedimiento no funciona correctamente en muchos casos como el de México, ya que la gran mayoŕıa de los eventos tienen una estimación de mb y muy pocos de MS. Por otro lado, ambas magnitudes miden caracteŕısticas diferentes de las ondas emanadas ya que unas son ondas de cuerpo y otras son superficiales (Chung y Bernreuter, 1981). Con el fin de dar solución a este problema se empleó la técnica propuesta por Zúñiga y Wyss (1995), quienes realizaron un estudio donde se derivó una relación entre las estimaciones de una magnitud para tiempos diferentes mediante la comparación de las relaciones frecuencia-magnitud (valores a y b) obtenidos para cada uno de dos conjuntos de magnitud durante todo el peŕıodo de reporte. El objetivo era encontrar una transformación lineal entre dos magnitudes que reproduzcan la distribución de 2.1. Catálogo śısmico homogeneizado 17 Gutenberg-Richter obtenidos a partir de uno de los conjuntos, considerado el conjunto base. Este enfoque hab́ıa sido empleado para la obtención de una relación entre las magnitudes calculadas en peŕıodos diferentes para la misma región, ofreciéndoles los medios para investigar las variaciones artificiales de sismicidad debido a los cambios de magnitud en el tiempo. Sin embargo, posteriormente se ha demostrado que esta relación puede ser empleada para obtener una relación entre dos escalas de magnitud (Zúñiga y Figueroa-Soto, comunicación personal, 2011). La relación obtenida entre ambas magnitudes es: MS = 1.7mb − 3.37. (2.1) Esta relación se empleó para los eventos de magnitud menor que 6.0. De esta mane- ra, también se tiene que todos los eventos de magnitudes menores pueden ser conver- tidos a magnitudes de ondas superficiales preservando las caracteŕısticas de la relación G-R para MS, como resultado se tiene un catálogo completo homogeneizado en MS. 2.1.2. Eventos históricos El catálogo instrumental se complementa con los terremotos históricos más im- portantes reportados en una compilación reciente de la historia śısmica de México (Garćıa-Acosta y Suárez, 1996). Se estimó una magnitud basada sobre datos de inten- sidad (Malagón, 1989) para los eventos más grandes y estos datos fueron usados para definir los ĺımites de las regiones sismotectónicas descritas a continuación, y en la esti- mación de la magnitud máxima aproximada de las provincias. Los ejemplos más claros 2.2. Regiones sismotectónicas de México 18 son La Faja Volcánica Mexicana y la costa sureste del Golfo de México ya que son regiones que han mostrado una historia de grandes eventos históricos, pero el catálogo instrumental es relativamente pobre. La discusión de importantes sismos históricos se incorpora a continuación en la descripción y definición de las regiones sismotectónicas. 2.2. Regiones sismotectónicas de México Los catálogos instrumentales e históricos descritos anteriormente fueron utilizados por Zúñiga et al. (1997) como base para la división del territorio de la República Mexicana en unidades o regiones sismotectónicas. Las zonas en que fue dividido México se presentan en la figura 2.1. Esta regionalización no es de ningún modo única, sin embargo proporciona una división coherente y sistematizada que incorpora la mayor parte de los conocimien- tos sobre caracteŕısticas generales de los sismos en diferentes partes del páıs. Además considera el potencial destructivo de los eventos más importantes que han ocurrido en el pasado. Esta regionalización se destina a ser utilizada como una herramienta en la definición de una zonificación de primer orden del riesgo śısmico de México (Zúñiga et al., 1997).A continuación se describen las caracteŕısticas generales de cada una de las regiones aśı como el criterio empleado en su definición. 2.2. Regiones sismotectónicas de México 19 2.2.1. Criterios de selección Zúñiga et al. (1997) subdividieron al territorio de México en 19 regiones principales considerando: a) La localización hipocentral de eventos de caracteŕısticas similares. b) Las caracteŕısticas tectónicas comunes de la zona. c) Los mecanismos focales y/o patrones de fallamiento. d) Las caracteŕısticas principales de la liberación de enerǵıa de los sismos dentro de cada región. e) La historia śısmica de cada región. f) Un criterio adicional fue el de reducir a un mı́nimo el número de regiones pri- marias, de las cuales se pudiese partir para posibles subdivisiones futuras más refinadas. Los mecanismos focales y las caracteŕısticas de fallamiento fueron seleccionados basados en mecanismos compuestos (usando réplicas principalmente), microsismicidad (para determinar lineamientos) y actividad de enjambres. El uso de estos criterios de selección permitió generar una regionalización del páıs de primer orden sin incluir sesgos ocacionados por las variaciones en cobertura sismográfica tanto en tiempo como en espacio. 2.2. Regiones sismotectónicas de México 20 2.2.2. Caracteŕısticas de las regiones Regiones SUBR, SUB1, SUB2, SUB3 y SUB4. Estas regiones comprenden la zona de mayor acoplamiento entre placas en sub- ducción. Para definir la anchura de estas regiones se consideraron las dimensiones máximas, normales al eje de la trinchera, de las áreas de réplicas de los mayores sismos de este tipo. También se tomaron en cuenta las localizaciones detalladas en estudios individuales de eventos grandes (p. ej., Reyes et al., 1979; Singh et al., 1981; Valdés et al., 1982; Singh et al., 1985a,b; UNAM Seismology Group, 1986; Zúñiga et al., 1993; etc). Región SUBR. Esta región comprende la escasa y difusa actividad de la sección occidental de la interfase Rivera-Norteamérica con eventos de profundidad somera (h < 15 km). No se ha determinado aún la razón por la cual existe una drástica variación en sismicidad al compararse con la zona de la trinchera hacia el este (zona SUB1). El evento de mayor magnitud registrado ocurrió el 4 de diciembre de 1948 con una magnitud mb = 6.4. Región SUB1. Esta zona comprende la subducción de la parte oriental de la placa Rivera por debajo de la Placa Norteamericana, incluyendo la mayor parte de la zona costera del estado de Jalisco y la costa occidental del estado de Colima. Los eventos son de profundidad somera (h < 40 km) y están relacionados a un acoplamiento intermedio. Los mecanismos focales de muchos de los eventos corresponden a fallas de tipo inverso. La periodicidad de los eventos que ocurren en esta región 2.2. Regiones sismotectónicas de México 21 es menor que la de las demás regiones de subducción hacia el este. Esto se puede deber a la edad de la litósfera oceánica en esta región ya que es más joven que la de la placa de Cocos. Su potencial śısmico, sin embargo, es mayor que el del resto de la placa de Rivera al oeste. Grandes eventos ocurren poco frecuente pero pueden alcanzar magnitudes de hasta 8.2. En esta zona ocurrió el sismo del 3 de junio de 1932 (Eissler y McNally, 1984; Singh et al., 1985b) el cual es el más grande registrado en todo México con una magnitud MS = 8.2. Otros eventos de importancia son los ocurridos el 1 de enero de 1900 (MS = 7.4) y el 30 de noviembre de 1934 (MS = 7.4). Región SUB2. Corresponde a la zona de mayor acoplamiento entre Cocos y Norteamérica y comprende las áreas costeras de los estados de Colima, Michoacán, Guerrero y el occidente de Oaxaca. Los eventos son de profundidad somera (h < 40 km) rela- cionados a un fuerte acoplamiento. Esta zona presenta las más alta periodicidad de temblores de magnitud M > 7.0. La zona muestra un mayor deslizamiento acumulado con respecto al tiempo, comparado con los segmentos de subducción vecinos, ocacionados por la mencionada alta frecuencia de ocurrencia. En esta región ocurrieron los sismos devastadores del 19 y 21 de septiembre de 1985 de magnitudes Ms = 8.1 y 7.6 respectivamente. Región SUB3. Zona de transición en la convergencia de las placas de Cocos-Norteamérica. Los eventos son de profundidad somera (h < 40 km) relacionados a un fuerte acoplamiento. El lindero occidental está basado en un cambio brusco de sismi- cidad, las caracteŕısticas generales de las fuentes śısmicas y en la diferencia en 2.2. Regiones sismotectónicas de México 22 rasgos tectónicos que se presentan alrededor de los 99◦W de longitud. Su frontera oriental se definió con base en otro cambio de sismicidad, aśı como por ser el sitio en donde la cordillera submarina de Tehuantepec interseca a la trinchera (Manea et al., 2005). Han ocurrido dos eventos importantes en el siglo XIX, el 11 de mayo de 1870 (MS = 7.9) y el 2 de noviembre de 1894 (MS = 7.4). En el siglo pasado se tienen los terremotos del 17 de junio de 1928; 23 de agosto de 1965 y 29 de octubre de 1978 de magnitud 7.8. Estos sismos afectaron principalmente la ciudad de Oaxaca; el daño en la Cd. de México fue pequeño. Región SUB4. La frontera occidental de esta zona corresponde al lugar donde la subducción cambia de carácter, ya que el ángulo de subducción vaŕıa de 15◦ en promedio, al oeste de este punto, a aproximadamente 35◦ en promedio hacia el este. También corresponde a un cambio en la placa suprayacente, de Norteamérica a Caribe. Actualmente se supone que el cambio ocurre de manera gradual (Ponce et al., 1992; Quintero, 2007) y no abruptamente como anteriormente se hab́ıa propuesto (Counil y Achache, 1987). La zona de Wadati-Benioff que corresponde a esta región, permanece aproximadamente continua hacia el sur hasta el norte de Costa Rica. La zona SUB4 comprende la porción costera del occidente de Oaxaca y la totalidad de la de Chiapas y es una zona de eventos de profundidad somera (h < 40 km) de fuerte acoplamiento entre la convergencia Cocos-Caribe. Los eventos más grandes en esta zona tuvieron lugar el 23 de septiembre de 1902 cuya magnitud oscila entre 7.6 y 7.8 (Engdahl y Villaseñor, 2002; Guzmán- Speziale, 2010); el 1 de enero de 1904 (MS = 7.7) y el 13 de noviembre de 1972 2.2. Regiones sismotectónicas de México 23 (MS = 7.0). La llamada Brecha de Tehuantepec se localiza dentro de la zona SUB4, la cual se caracteriza por ausencia de sismos de magnitud MS ≥ 7.0. No se conoce si esta región tiene un peŕıodo de recurrencia anormalmente grande, o bien, si es una porción de la zona de subducción de comportamiento aśısmico. De cualquier forma, no se puede dejar de considerar la posibilidad de ocurrencia de un sismo grande. Región IN1. Esta zona comprende la sección profunda de la zona de subducción y corresponde a la extensión de las zonas SUB1 y SUB2. Los eventos que ocurren en esta zona muestran fundamentalmente mecanismos focales de falla normal, con sus ejes de máxima tensión en la dirección paralela al echado de la placa subducida (Dewey y Suárez, 1991). La magnitud de dichos eventos decrece con la distancia a partir de la trinchera. Estos sismos intra-placa se localizan dentro de las placas de Rivera y Cocos en el rango de profundidad entre los 40 y los 180 km. La mayoŕıa de estos eventos tienden a ocurrir alrededor de los 120 km de profundidad. La sismicidad en la zona IN1 es considerada menor que la de la zona IN2. En el siglo pasado han ocurrido dos eventos con magnitud ≥ 7.0, el 26 de julio de 1937 (MS = 7.2) y el 6 de julio de 1964 (MS = 7.2). En el rango (MS ≥ 6.0) contamos solamente 15 eventos durante el peŕıodo de registro. Históricamente, el sismo del 18 de junio de 1858 (MS = 7.5) se considera un evento de profundidad intermedia, pero existe la posibilidad de que en realidad haya tenido una profun-didad menor. Este evento es el segundo en orden de daños a la Cd. de México durante el siglo XIX, y existe la posibilidad de que haya liberado aún más enerǵıa 2.2. Regiones sismotectónicas de México 24 que el sismo del 19 de septiembre de 1985 (Anderson et al., 1989). Región IN2. Eventos intra-placa de profundidad intermedia (40 km < h < 260 km). Zona de transición de la placa de Cocos y corresponde a la extensión a profundidad de la región SUB3. Los mecanismos focales corresponden a falla normal con eje de tensión paralelo a la trinchera. Se caracteriza porque los eventos de profundidad entre 60 y 100 km ocurren a mayor distancia de la trinchera que en las zonas vecinas. Es también una zona con aparente carencia de sismos de profundidad intermedia a distancias entre 100 y 200 km de la trinchera. Ocurrieron eventos importantes en la zona el 3 de febrero de 1911 (MS = 7.2); el 10 de febrero de 1928 (MS = 7.7); el 15 de enero de 1931 (MS = 8.0); el 26 de julio de 1937 (MS = 7.2) y el 6 de enero de 1948 (MS = 7.0). Más reciente- mente, encontramos el sismo del 28 de agosto de 1973 (MS = 7.3) de Córdoba- Orizaba (Veracruz) y el de Huajuapan de León, Oaxaca, del 10 de octubre de 1980 (MS = 7.0). El gran terremoto de 1931 ha sido determinado como un evento de fallamiento normal (Singh et al., 1985a), este tipo de eventos antepone un gran riesgo para los centros de población del centro de México. Región IN3. Esta región corresponde a la extensión a profundidad de la zona SUB4. La zona comprende la transición de la subducción de Cocos por debajo de Norteamérica, a subducción bajo la placa de Caribe. Comprende sismos, principalmente del tipo de fallamiento normal, de profundidad intermedia (40 km < h < 300 km) que ocurren dentro de la placa de Cocos. Debido al cambio de inclinación del ángulo de subducción, los eventos ocurren más cercanos a la trinchera. La densidad de 2.2. Regiones sismotectónicas de México 25 sismicidad umbral es mucho mayor que en la vecina zona IN2, y su distribución es más homogénea. Durante el siglo pasado, 8 sismos con MS ≥ 7.0 han tenido lugar en la zona. Región BC1. Esta zona comprende la actividad asociada a los eventos someros intraplaca en el área de Baja California (h < 20 km). Estos eventos muestran un modo de fallamiento variable. Los eventos más grandes no alcanzan magnitudes mayores que 6.0. Sin embargo, son suceptibles de causar daño a algunas poblaciones de la peńınsula. Región BC2. Esta región comprende la actividad relacionada principalmente con la interfase entre las placas Paćıfico y Norteamericana. Los eventos de esta zona muestran mecanismos de falla de rumbo y normal dependiendo de su situación y proxi- midad, ya sea a centros de acreción o fallas transformantes. Zona de sismos de profundidad somera (h < 15 km). La parte norte de esta zona corresponde a un sistema de fallas que se ramifica hacia el norte en dos secciones principales, uno de los cuales es parte del sistema de la Falla de San Andrés en California. A pesar de que los mecanismos que originan los sismos en esta zona son similares a los de los eventos que ocurren al sur de California, existe una diferencia notable en términos de nivel de aceleración del terreno. Los mapas de isosistas para eventos de magnitud similar muestran que los sismos del norte de Baja California generan mayores aceleraciones que sus contrapartes en el Valle Imperial. Por ejemplo, las isosistas para el evento de El Álamo en 1956 (MS = 6.8) muestran un área para la intensidad VI aproximadamente 30 veces mayor que el área de igual intensidad 2.2. Regiones sismotectónicas de México 26 para el temblor del Valle Imperial de 1979. Esto se traduce en aceleraciones producidas por el sismo de El Alamo que son al menos dos veces mayores que las del evento del Valle Imperial a distancias similares (Castro, 1983). Región NAM. Esta región comprende la actividad somera (profundidad < 15 km) que tiene lugar en la placa continental al sur de la Faja Volcánica Mexicana. A pesar de que el nivel de actividad para magnitudes mb ≥ 4.5 (rango para el que el catálogo se considera completo desde 1964) se encuentra uniformemente distribuido a lo largo de gran parte de la zona, existe una mayor tasa de sismicidad en la zona del Itsmo de Tehuantepec. La mayoŕıa de los eventos son de fallamiento normal. En el peŕıodo instrumental se han registrado cuatro sismos de MS ≥ 7.0. El más grande ocurrió el 14 de diciembre de 1936 con una magnitud estimada de MS = 7.2. Ya que todos estos sismos tuvieron lugar antes de 1950, la estimación de sus profundidades es cuestionable y existe la posibilidad de que se trate de eventos pertenecientes a la zona de profundidad intermedia. Región RIV1. Esta zona delimita a los sismos de profundidad somera (< 15 km) que ocurren en la Dorsal del Paćıfico Este como parte de la interfase entre las placas Paćıfico y Rivera. Su mecanismo es principalmente de falla normal. Región RIV2. Esta región corresponde a la frontera sur de la placa Rivera. Debido a que es un régimen de falla transformante, los mecanismos de los sismos son principalmente de falla de rumbo, de profundidad somera (h < 15 km). 2.2. Regiones sismotectónicas de México 27 Hasta la actualidad han ocurrido 12 eventos con MS ≥ 6.0 en la región. El evento más grande tuvo lugar el 29 de septiembre de 1950 con una magnitud MS = 7.0. Región GMX. Zona de eventos intraplaca (Norteamericana) de profundidad somera (< 20 km). Esta región comprende a los sismos que ocurren en el Golfo de México y áreas circunvecinas. La sismicidad es escasa; sin embargo, es importante en el sentido de que los eventos son de especial riesgo tanto para las comunidades de la costa como para estructuras del tipo de las plataformas marinas de explotación petrolera. Un evento que vale la pena mencionar debido a que su epicentro se ubica cerca de los sitios actuales de plataformas es el del 26 de agosto de 1959 (mb = 6.4). Región MVB. Esta zona comprende los eventos que ocurren en la parte somera de la placa continental (h < 15 km), asociados principalmente a esfuerzos tensionales. Estos mismos esfuerzos están relaciodados con la ubicación de la Faja Volcánica Mexi- cana (Mexican Volcanic Belt). Existen, sin embargo, algunos sismos localizados muy próximos a los eventos de falla normal (régimen de tensión), que muestran fallamientos inversos. Estos diferentes tipos de fallamientos pueden deberse a un balance entre los esfuerzos inducidos por la gravedad en las altas topograf́ıas de la faja y los transmitidos por la interacción de las placas (Dewey y Suaréz, 1991). Las profundidades de los sismos en esta zona son generalmente menores a los 15 km. Este tipo de eventos han sido muy destructivos debido a su proximidad a la Cd. de México y a su poca profundidad. Los sismos ocurridos el 19 de noviembre de 1912 (MS = 7.2); el 3 de enero de 1920 (MS = 6.4) y el 29 de junio de 1935 (MS = 6.9) son los mayores en el siglo pasado. 2.2. Regiones sismotectónicas de México 28 Entre los sismos ocurridos en el siglo XIX, el evento del 11 de febrero de 1875, ubicado cercano a la ciudad de Guadalajara, es uno de los que requieren especial atención. A este evento se la ha estimado una magnitud de 7.1, y debido tanto a su proximidad a esta ciudad como a su poca profundidad, el riesgo relacionado a otro evento silimar debe considerarse con cuidado. Región SMO. Esta zona es una región de baja actividad, posiblemente relacionada al régimen de esfuerzo controlado por el balance entre los esfuerzos gravitacionales en la Sierra Madre Occidental y aquellos esfuerzos inducidos por la cercana interacción de las placas. También puede tener relación a la extensión de la provincia tectónica de la Fisura del Ŕıo Bravo (Ŕıo Grande Rift). Los eventos que ocurren en esta zona no han sido completamente estudiados en detalley no se cuenta con mecanismos focales debido a la poca magnitud de los simos. Todos los eventos de profundidad somera (< 20 km) conocidos en la región tienen magnitudes menores que 5.0. Región BB. La provincia que prevalece en el noreste de México es la conocida como Cuenca de Burgos (Suter, 1987). Esta región comprende a los eventos someros (h < 15 km) de baja magnitud que ocurren en los estados de Coahuila, Nuevo León, Za- catecas y San Luis Potośı. No se cuenta con información detallada de mecanismos focales pero las elongaciones de los pozos en la zona muestran al eje de esfuerzos principales mı́nimos en la dirección NW-SE (Suter, 1987). Existe una ligera ten- dencia de alineamiento para los epicentros catalogados en la dirección norte-sur. Las magnitudes de los eventos son menores que 5.0. Región BAR. 2.2. Regiones sismotectónicas de México 29 Esta zona delimita a los temblores que tienen lugar en la posible continuación de las provincias de la Fisura del Ŕıo Bravo y de Cuencas y Sierras (Basin and Range). Los eventos se caracterizan por su poca profundidad (< 20 km), baja magnitud y escasa frecuencia de ocurrencia. Los estudios de campo señalan la presencia de fallas de mecanismo normal y de rumbo, principalmente debido a esfuerzos tensionales horizontales (Natali y Sbar, 1982). Esto está en concordancia con observaciones de la elongación en pozos las cuales indican una dirección este- oeste para los mı́nimos esfuerzos principales (Suter, 1987). Esta región es importante ya que es aqúı donde se localizó el sismo de Bavispe, Sonora que tuvo lugar el 3 de mayo de 1887. La magnitud de este evento ha sido estimada en 7.5 (Natali y Sbar, 1982). Los mapas de isosistas indican que afectó los estados de Sonora y Chihuahua de manera considerable. Si un evento similar ocurre en nuestros d́ıas, lo cual no es posible descartar, podŕıa haber seŕıas consecuencias para las ciudades de Chihuahua, Cd. Juárez, Hermosillo y El Paso. Este evento es uno de los mayores sismos intraplaca que se han registrado en cualquier lugar de Norteamérica. Aun cuando el peŕıodo de recurrencia de este sismo se considera órdenes de magnitud mayor que los demás eventos en México, es necesario tomar en cuenta que existen otras fallas en el área en condiciones semejantes y de potencial desconocido. La mayor magnitud registrada para los eventos de la zona es 6.3. Sólo dos eventos con MS ≥ 6.0 caen dentro de los linderos de esta región de acuerdo con el catálogo instrumental. Región NAL. Finalmente, el resto de las zonas activas de México, con bajo potencial de daños, 2.2. Regiones sismotectónicas de México 30 han sido agrupadas en las zonas NAL. Esta es una región donde ocurren eventos de magnitudes menores al nivel de detección nacional (mb ≤ 4.5), localizables solamente por redes de cobertura local. Las localizaciones son el resultado de la operación rutinaria de las redes nacionales y por lo tanto incorporan errores en localización y profundidad. Sin embargo para los fines de la regionalización dichos errores son compensandos debido a las grandes extensiones de las regiones comparadas con el orden de los errores. 2.2. Regiones sismotectónicas de México 31 Figura 2.1: Zonas sismotectónicas de México de acuerdo a la regionalización propuesta por Zúñiga et al. (1997). Arriba: Regiones correspondientes a sismos de profundidad somera. Abajo: Regiones de sismos de profundidad intermedia. Caṕıtulo 3 Metodoloǵıa Todos los cálculos de los valores a, b y Mc para cada una de las regiones se realizaron mediante una rutina escrita en “Matlab” (R. Zúñiga y A. Figueroa, comunicación personal) y la selección de los sismos correspondientes a cada una de las zonas se hizo mediante el programa Zmap, que es un paquete de análisis de datos śısmicos escrito en la plataforma “Matlab” Para comprender mejor cómo funciona esta rutina se presentan los métodos uti- lizados tanto en la estimación de estos valores, como de las incertidumbres obtenidas en cada uno de los cálculos realizados. Al final de este caṕıtulo también se aborda el método empleado en la estimación del tiempo de recurrencia que será importante para corroborar los resultados obtenidos. 32 3.1. Métodos de cálculo para el valor b 33 3.1. Métodos de cálculo para el valor b Los principales métodos utilizados en el cálculo del valor b son mı́nimos cuadra- dos y máxima verosimilitud. El método empleado en este estudio es el de máxima verosimilitud. 3.1.1. Máxima verosimilitud El método de máxima verosimilitud es un procedimiento que consiste en encontrar el valor de uno o más parámetros que permita que la distribución de probabilidad conocida sea máxima. Este método fue desarrollado por Aki (1965). Una de las ventajas que se tienen al usar este método es que el cálculo es objetivo y sistemático, en comparación con el método de mı́nimos cuadrados, ya que no se incluyen datos subjetivos para elegir la parte lineal. Por otro lado, como desventajas se tiene una dependencia de la magnitud promedio de muestreo 〈M〉 y la magnitud mı́nima de completitud Mc. Sin embargo, este método sigue siendo la aproximación más apropiada, como se muestra en los estudios de Woessner y Wiemer (1995) y Clauset et al. (1997). Por lo tanto, para estimar el valor b mediante máxima verosimilitud usamos: b = log10(e)[ 〈M〉 − ( Mc − ∆Mbin2 )] , (3.1) donde ∆Mbin es la dimensión o ancho del intervalo mı́nimo de magnitud (comúnmente 3.2. Métodos de cálculo para Mc 34 tiene un valor de 0.1, ya que las magnitudes śısmicas se dan hasta con un decimal) y e es el número de Euler. Este método corta el catálogo en Mc y a partir de esta magnitud todos los datos se utilizan en el cálculo del valor b. Por tal razón es esencial tener una buena estimación de la magnitud mı́mina de completitud. 3.2. Métodos de cálculo para Mc La magnitud de mı́nima completitud, Mc, se define como la magnitud menor a partir de la cual el 100 % de los eventos en un volumen de espacio-tiempo se detectan por completo (Rydelek y Sacks, 1989; Taylor et al., 1990; Wiemer y Wyss, 2000). Es decir, por debajo de Mc parte de los eventos son perdidos porque son demasiado pequeños para ser registrados por todas las estaciones de acuerdo con la cobertura de la red. Una buena estimación deMc es esencial para muchos estudios de sismicidad (Wiemer y Wyss, 2000), y de peligro. En particular, es importante para la determinación del valor b de la relación Gutenberg-Richter, ya que, como se vió, si se emplea el método de máxima verosimilitud, el cálculo depende crucialmente de este parámetro. Varios autores han demostrado que de no contar con un valor confiable de Mc puede repercutir en los resultados obtenidos en este tipo de estudios; por ejemplo, en estudios relaciona- dos con escalamiento (Main, 2000; Knopoff, 2000), en secuencias de réplicas (Woessner et al., 2004), en estudios de quietud śısmica (Wiemer y Wyss, 2000), en mapas del valor b (Wiemer y Wyss, 2002; Gerstenberger et al., 2001) y en estudios de amenaza śısmica dependientes del tiempo (Wiemer, 2000). 3.2. Métodos de cálculo para Mc 35 Por lo tanto, el cálculo del valor Mc es importante porque una pequeña variación de este valor, nos puede generar distintos valores de a y b en una misma zona. Esto a su vez implica cambios en la tasa de sismicidad, que se relacionan muy estrechamente con cambios de esfuerzo (Stein, 1999). Los métodos usados para estimar la magnitud mı́nima de completitud asumen com- portamiento autosimilar de los sismos. Algunos de los métodos más utilizados en el cálculo de este importante parámetro se listan en seguida: 1) Método de Máxima Curvatura, MAXC (Wiemer y Wyss, 2000). 2) Mejor Combinación, MC (Wiemer y Wyss, 2000). 3) Método de Bondad de Ajuste a la Distribución Frecuencia-Magnitud, GFT (Wiener y Wyss, 2000, Kagan, 2003). 4)Método de Rango Total de Magnitudes, EMR (Woessner y Wiemer, 2005). 5) Método de Estabilidad de valor b contra Mc, MBS (Cao y Gao, 2002). Los métodos utilizados en este estudio fueron los dos primeros: el método de máxima curvatura, debido a que es recomendado para análisis rápidos de Mc (Woessner y Wiemer, 2005); y el método de mejor combinación, ya que López (2011) probó que existe una relación lineal entre el método EMR y MC, siendo este último el método menos costoso computacionalmente hablando. Woessner y Wiemer (2005) encontraron que el método EMR mostraba un rendimien- to superior sobre los métodos GFT y MBS cuando se aplica a catálogos de sismicidad regional y global. Por dicha razón se decide no trabajar con estos dos métodos. 3.2. Métodos de cálculo para Mc 36 Los métodos se describen y se ilustran esquemáticamente a continuación. 3.2.1. Método de Máxima Curvatura (MAXC). Consiste en definir la magnitud de mı́nima completitud como el punto de la cur- vatura máxima mediante el cálculo del valor máximo de la primera derivada de la curva de frecuencia-magnitud. En la práctica, esto relaciona la magnitud Mbin con la frecuen- cia más alta de eventos en la distribución de frecuencia-magnitud no acumulativa, tal como se indica en la figura 3.1. A pesar de la fácil aplicación, la fiabilidad y la rapi- dez de este método, Mc a menudo es subestimado especialmente para distribuciones de frecuencia-magnitud gradualmente curvadas que resultan de la heterogeneidad espacial o temporal. 3.2.2. Método de Mejor Combinación (MC). El método de Mejor Combinación se basa totalmente en el método de máxima curvatura. Una vez que se determina el valor de Mc con los criterios mencionados anteriormente, se construye un intervalo de confianza del 95 % de confianza al cálculo. Un intervalo de confianza es un intervalo en el que una medición o una prueba cae dentro de una determinada probabilidad. Es decir, se utiliza para indicar la fiabilidad de una estimación. En conclusión este método permite saber que los resultados de Mc son fiables y nos garantizan un sesgo menor en cálculos próximos que dependan directamente de la magnitud mı́nima de completitud. 3.2. Métodos de cálculo para Mc 37 Figura 3.1: Distribución de frecuencia-magnitud de un subconjunto del catálogo NCSN. El resultado de Mc por el método MAXC se indica con un diamante en la distribución acumulada (cuadrados) que corresponde con el pico de la distribución no acumulativa (triángulos). La ĺınea gris representa la relación G-R correspondiente a esta distribu- ción. Figura tomada de Woessner y Wiemer (2005). 3.2.3. Método de Bondad de Ajuste a la distribución frecuencia- magnitud. El cálculo de Mc mediante el método de Bondad de Ajuste o GFT, por sus siglas en inglés Goodness-of-Fit Test, compara una distribución frecuencia-magnitud observada con una distribución sintética (Wiemer y Wyss, 2000) con los mismos valores de a, b y Mi (magnitud mı́nima de corte). Esta comparación es dada mediante R, que es la diferencia absoluta entre la distribución observada y la sintética. Los valores de bondad de ajuste usados en este método son 90 % o 95 %, asegurando que los datos observados son modelados por una ĺınea recta. La idea es encontrar un modelo en el cual R se encuentre dentro de los porcentajes de bondad de ajuste mencionados anteriormente. 3.2. Métodos de cálculo para Mc 38 Figura 3.2: Esquema del método de bondad de ajuste utilizado para estimar la mag- nitud mı́nima de completitud, Mc. Las tres figuras superiores muestran los ajustes sintéticos para el catálogo observado para tres diferentes magnitudes mı́nimas de corte. La figura inferior muestra los residuales, los valores R y la bondad de ajuste en por- centaje. Los números corresponden a los ejemplos en las figuras superiores. La Mc seleccionada es la magnitud en que el 90 % de los datos observados son modelados por un ajuste lineal. Figura tomada de Wiener y Wyss (2000). La figura 3.2 ilustra este método. En este ejemplo Wiemer y Wiss (2000) eligieron Mc en el nivel 90 %, que corresponde a Mc = 1.5. Se debe hacer notar que no se escoge el valor mı́nimo de R ya que el nivel de ajuste del 95 % rara vez se obtiene de los catálogos reales. 3.2.4. Método de Rango Total de Magnitudes (EMR). Este método utiliza el conjunto total de datos para estimar Mc. Se utiliza todo el rango de magnitudes para obtener una estimación más robusta de Mc. Aśı, el modelo 3.3. Cálculos de la variación del valor b en el tiempo 39 consta de dos partes: un modelo para la parte completa, y uno para la parte incompleta de la distribución frecuencia-magnitud. Para los datos por encima de una Mc supuesta (parte completa), se asume un comportamiento de ley de potencia y se procede a calcular los valores a y b mediante máxima verosimilitud (Aki, 1965). Mientras que para los datos por debajo de Mc (parte incompleta), se usa la probabilidad de que una red śısmica detecte un evento de cierta magnitud. La mejor estimación de Mc que toman los autores es aquella en la cual se maximiza la distribución de probabilidad para ambos modelos. 3.2.5. Método de Estabilidad del valor b contra Mc (MBS). El método MBS, del inglés Mc by b-value Stability, consiste en estimar el valor de Mc usando la estabilidad del valor b, es decir se toma el valor de Mc donde la gráfica de los valores b forman una plataforma. Definen Mc como la magnitud para la cual el cambio en el valor b entre dos vecinos sucesivos es más pequeño que 0.03. 3.3. Cálculos de la variación del valor b en el tiempo Una vez calculado el valor b con la ecuación (3.1) se grafica con respecto al tiempo para estudiar la variabilidad que presenta y determinar si se estabiliza. b se calcula a partir de un intervalo corto, por ejemplo un año, y se va añadiendo un año a la vez. La forma tradicional de graficar el valor b en el tiempo, es aumentando el catálogo en un año, comenzando por el valor b correspondiente a la fecha más antigua disponible 3.3. Cálculos de la variación del valor b en el tiempo 40 Figura 3.3: Relación frecuencia-magnitud y gráfica de los valores b como función de la magnitud de corte para sismos de profundidad somera. Las estrellas corresponden a sismos continentales, los diamantes a oceánicos; y los cuadrados corresponden a la totalidad de los sismos. Notar que para la magnitud entre 2.3-2.5, los valores b se han estabilizado tanto para las zonas terrestres como para las oceánicas, lo que implica que la magnitud de completitud es 2.3-2.5. Figura tomada de Cao y Gao (2002). y terminando en la más actual. Esta forma de graficar b permite ver detalle de los datos. Es decir, es posible observar cambios o brincos debidos a varias causas; por ejemplo, al incremento o decremento de estaciones, a cambios de equipo de registro, etc., que nos da un ĺımite para tomar datos confiables. Sin embargo, como los datos antiguos son de pobre calidad, aumenta la incertidumbre. Ver gráfica inferior de la figura 3.4. Por lo tanto, para nuestro propósito en este trabajo de tesis, se utiliza la forma contraria al método tradicional. Es decir, el catálogo se va aumentando en un año pero a partir de la fecha más reciente. Esta técnica nos muestra la tendencia del valor b en cada región con una menor incertidumbre, debido a que desde el principio se comienzan a incorporar datos de mejor calidad. Aśı, este método permite encontrar el valor b más representativo de la región. Ver parte superior de la figura 3.4. 3.3. Cálculos de la variación del valor b en el tiempo 41 Figura 3.4: Gráficas de la variabilidad del valor b, a y Mc en el tiempo para el catálogo de México en el periodo 1970-2007. Para el cálculo de Mc se utilizó el método MAXC. Arriba: El catálogo se aumenta en un año a partir de la fecha más reciente y el proceso se repite. Abajo: Se efectuó el mismo proceso
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