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FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS MODERNAS Everyman: la travesía de una moralidad medieval Tesina para obtener el grado de: Licenciada en Lengua y Literaturas Modernas (Letras Inglesas) Presenta: Marisol Solorio Pérez Asesora: Rosario Faraudo Gargallo Ciudad Universitaria, CDMX 2016 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradezco el apoyo, tiempo y paciencia de Rosario Faraudo y Claudia Lucotti. Gracias Claudia por acercarme a Everyman. […] toda lectura e interpretación de una obra canónica la revive en el presente, nos proporciona una oportunidad para releerla y nos permite situar lo nuevo y lo moderno en un marco histórico más amplio cuya utilidad consiste en revelarnos que la historia es un proceso agónico que está todavía en construcción, en lugar de estar acabado y establecido de forma definitiva. Eduard Said 1 Índice Introducción.….......................................................................................................................... 2 I. El sermón medieval y Everyman…...................................................................... 8 II. Del sermón al drama religioso…....................................................................... 25 III. Conclusiones…................................................................................................. 47 IV. Bibliografía….................................................................................................... 49 2 Introducción El teatro religioso medieval inglés frecuentemente se deja de lado cuando se estudia la historia de la literatura de ese país o simplemente se trata como literatura ―rudimentaria‖. Se considera al drama medieval como de trama previsible, con personajes simples y, por tener una función didáctica, se le impregna de un aura de tedio que lo encasilla como un texto dramático primitivo y de uso exclusivamente religioso. Al contrario de los poemas alegóricos ingleses y de los ciclos de misterios, también textos didácticos de los siglos XV y XVI, las moralidades (morality plays)1 que han sobrevivido se estudian poco en los programas académicos, a pesar de la relevancia del teatro litúrgico en esa época y su trascendencia. Cuando se hace referencia a alguno de estos textos se prefiere The Castle of Perseverance, tal vez porque ahí se encuentran todos los elementos esperados en el género, por ser uno de los más antiguos, por su extensión, por la gran cantidad de personajes, por su espectacularidad escénica y porque se ha conservado un diagrama que parece delinear el uso del espacio en donde se representaba.2 Everyman, otra de las moralidades sobrevivientes, aunque de época posterior, 3 que tiene características innovadoras y de las más populares en su tiempo, es tratada por muchos estudiosos del tema en la misma forma despectiva que el teatro religioso. Sin embargo, T. S. Eliot expresó: ―[In Everyman], and perharps in that one play only, we have a drama within the 1 Antonio Arango dice que el drama litúrgico medieval evolucionó lentamente hasta llegar a las comedias alegóricas ―que, con el nombre de moralidades y misterios, florecieron y desaparecieron pronto en Inglaterra y Francia‖ (17). Alfonso Reyes afirma que ―el procedimiento alegórico del auto […] se encuentra también en esos géneros que entre los franceses se llamaron ‗moralidad‘ y ‗misterio‘, aunque en España siempre prefirieron los nombres de ‗égloga‘, ‗farsa‘, ‗representación moral‘ y ‗tragicomedia alegórica‘‖ (29). 2 Se estima que este texto se escribió alrededor de 1425. De acuerdo a Infantes, The Pride of Life es la moralidad más antigua de la cual se conserva parte del texto (500 versos), aunque en su extenso prólogo se cuenta la anécdota completa y ―en donde la presencia de la Muerte es esencial‖ (128). 3 Los académicos la ubican como un drama escrito alrededor del 1500, esto es, se escribe en época muy posterior al surgimiento del género, pero previa a la Reforma y por lo tanto con enseñanzas apegadas a la doctrina cristiana de Roma. La versión que utilizaré en este trabajo será la que aparece digitalizada en The Internet Archive de una versión de John Skot impresa entre 1527 y 1537, aproximadamente, conservada en Britwell Court y reimpresa por W.W. Greg en 1904. 3 limitations of art‖ (111); en un ensayo posterior agrega: ―the religious and the dramatic are not merely combined, but wholly fused‖ (ctd en Van Laan 465).4 Eliot admiraba la unidad formal de la obra, su coherente simplicidad y la consideraba como modelo a seguir por los dramaturgos de su época; él mismo reconoció que tuvo en mente la versificación de Everyman cuando escribió Murder in the Catedral (Harben 131). No obstante, tampoco ha habido el interés por tener una versión en español, a pesar de la gran tradición de teatro religioso existente no solo en España, sino también en América Latina y de la importante tradición que alrededor de la muerte existe en nuestro país. 5 Aunque la mayoría de los críticos la describen como de origen neerlandés, Everyman ha ganado su lugar en la tradición inglesa porque en ella se representa una historia basada en el mundo y preocupaciones medievales, se utiliza la lengua popular, convergen elementos de la época que estuvieron en boga en esa región: la psicomaquia, el Ars Moriendi, el cristianismo y los relatos en donde se pone a prueba a los amigos.6 Aunado a lo anterior, las diferencias existentes entre esta obra y otras moralidades, la representación que en ella se hace de un miembro de la sociedad inglesa y de uno de los pecados considerado como proclive en ella induce a explorar Everyman teniendo en cuenta las tradiciones medievales que en ella podemos percibir. En este trabajo examinaré cómo la trascendencia de Everyman, no sólo como drama religioso medieval sino también como texto literario, se deriva de la forma en que las tradiciones 4 De ―Religious Drama: Medieval and Modern‖ (1937). 5 En el blog: puertademarfil.wordpress Joaquín Restrepo incluye su traducción de este texto hecha en 2015, de la cual he tomado la traducción al español de los nombres de los personajes, excepto el del protagonista. 6 V. A. Kolve relaciona esta obra con el relato de ―Balauhar y Budasaf‖ o ―Bilawhar wa-Yudasaf‖, cuyos orígenes pertenecen a la tradición budista. Este mismo autor agrega que también aparecen como un relato griego cristiano llamado ―Barlaam and Ioasaph‖ en el siglo XI. 4 litúrgicas y literarias se abordan con las herramientas dramáticas propias de los discursos religiosos, influenciadas, principalmente, por la alegoría y la teatralización del sermón. Con este fin, he dividido este trabajo en dos partes: la primera trata sobre cómo la forma y la estructura de los sermones de la época sirven como modelo para la presentación y desarrollo de la obra; en la segunda abordo el tema de cómo se da la teatralización del sermón y la manera en que se va desarrollandola trama para crear la tensión dramática. Igualmente, abordaré la posibilidad de que el protagonista, como lo mencionan algunos críticos, más que representar a la humanidad represente a la clase burguesa de la época, comerciantes y prestamistas, y sus fallas. Con estas estrategias, el autor logra transformar un sermón común en un drama litúrgico que consigue tanto instruir como provocar la introspección: este texto educaba y entretenía por medio de atrapar la atención del público que se sentía identificado con las fallas del protagonista y hasta llegaba a sentir empatía por él. El interés por analizar, reimprimir y representar los dramas religiosos medievales ha resurgido, sobre todo, desde principios del siglo XX. Everyman sigue siendo un texto atractivo en los países angloparlantes, pues ha habido un interés por retomar esta obra y volver a encontrarse con los temas y personajes que en ella se exponen, pero con una visión contemporánea y utilizando nuevos medios de expresión. En 1901 la Elizabethan Stage Society la convierte en la primera obra medieval rescatada en una producción moderna. 7 De acuerdo a 7 Ejemplos de lo anterior son: una producción estadounidense de Charles Frohman presentada en varias ciudades de 1902-1903, con reestrenos en 1907, 1910 1918, de acuerdo a Internet Broadway Database; una adaptación musical en 1904 con música de H. Walford Davies [Op. 17], compuesta para el Leeds Festival y grabada en el 2013, de acuerdo a Amazon.com.; en 1911 la moderna adaptación Everywoman causó controversia según la 20th Century Broadway and Beyond: a Chronology, 1900-1949; las adaptaciones para cine en Estados Unidos en 1913, 1914 y 2002: Everyman, de acuerdo al sitio IMDb; en 1952 la Everyman Associates Inc. convoca a los inversionistas interesados en producir el musical de Everyman, a presentarse en Broadway; en 1994 la Cornerstone Theater Company produjo Everyman in the Mall, la cual se representaba en un centro comercial; y la adaptación cinematográfica The Summoning of Everyman, en 2007 dirigida por Douglas Morse para Grandfather Films y 5 Burt, ―the play became a sensation of the London theater season‖; el mismo autor coloca a esta obra entre las 100 más grandes de todos los tiempos (239). Burt agrega que su influencia llega a dramaturgos como George Bernard Shaw, Hugo von Hofmannsthal, Jean Paul Sartre, Samuel Beckett y Bertolt Brecht (239). Al mismo tiempo, en 1904 W. W. Greg reimprime la obra tal cual apareció en la edición de John Skot impresa en el siglo XIV; en 1911 Hugo von Hofmannsthal traduce al alemán Everyman como Jedermann8, y en 1951 se publica la traducción al español de ésta última hecha por Ilse Brugger9. Junto con el interés mostrado por rescatar este texto, mucha es la controversia sobre su origen. Algunos críticos han llegado a la conclusión de que Everyman es la traducción de Elckerlijc, una obra de los Países Bajos ganadora en un concurso dramatúrgico (Davidson, Walsh y Broos); otros dicen que más que una traducción es una adaptación, pues hay rasgos que hablan de su carácter inglés. También hay quienes afirman que esta obra es una creación totalmente inglesa. Al hacer la comparación entre estos textos, la mayoría de los estudiosos afirman que la obra flamenca es superior por ser más ágil, más viva y más apegada a las enseñanzas cristianas de ese tiempo. Sin embargo, hay que reconocer que Everyman es un drama litúrgico que esboza la imagen de lo inglés: en primer lugar, no se utilizó el latín como la lengua oficial de las ceremonias, textos religiosos y de los primeros dramas litúrgicos; la anécdota implica una situación cercana al habitante de la Inglaterra medieval y no un añejo relato bíblico o protagonizada por Paul Barry. Por otro lado, el interés por retomar el teatro litúrgico también existe en México en los últimos años con la puesta escénica interdisciplinaria del auto sacramental La vida es sueño de Calderón de la Barca, dirigida por Claudio Valdés Kuri y estrenada en marzo del 2014 en la Ciudad de México. En ella se cuenta la historia de la humanidad desde su creación hasta su caída y resurgimiento con una nueva conciencia de sí misma y su mundo. Este texto fue escrito antes que la comedia que lleva el mismo nombre. 8 Que se presenta cada año en el Festival de Salzburgo desde su inauguración en 1920 (Burt 239). 9 Cada cual. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Literatura Anglogérmanica, 1951. Vale la pena decir que se presenta como si fuera la traducción directa de la moralidad inglesa, aunque no es así. 6 de la vida de algún santo, utiliza referencias, imágenes y símbolos que para el público de la época eran reconocibles. Además, la obra, como otras moralidades de su tiempo, está diseñada para que el auditorio cristiano inglés se sienta identificado, estremecido y aleccionado por lo que ve en escena, en un tiempo en que las epidemias azotan a Europa y la muerte se siente tan cercana que es necesario estar preparados para encararla de la mejor manera y en cualquier momento. Everyman comparte con las llamadas Macro plays 10 las características de las moralidades pues tiene un fin didáctico, expone su enseñanza a través de una historia dramatizada basada en situaciones reales y se vale de personificaciones representativas de la sociedad de la época y de conceptos abstractos. Al contrario de las obras de su género, Everyman es un texto de poca extensión, con versificación irregular y con un argumento sencillo; asimismo, el tema de la obra es universal y atemporal: cómo un ser humano afronta el momento de la muerte. Lo anterior se comprueba a la hora de asistir a cualquiera de las representaciones contemporáneas, pues el público todavía se identifica con el protagonista y al final tiene mucho qué reflexionar sobre el problema planteado, su resolución y cómo la obra en su totalidad lo afectó. Por otro lado, como antecedente de las moralidades tenemos los ciclos de los misterios, en auge durante el siglo XII, género totalmente basado en los llamados textos sagrados: representaciones de relatos bíblicos, principalmente del Antiguo Testamento, y representados en las celebraciones litúrgicas relacionadas con el tema que en ellos se trataba. Los misterios eran representados al aire libre, en ellos actuaban la gente del pueblo y los miembros de los gremios se encargaban de organizar y producir las representaciones. En cambio, en las moralidades, por 10 De acuerdo a Alfred W. Pollard, este término se refiere a las tres obras que formaron parte de la colección del Rev. Cox Macro (1683-1767) y que se conocían como las Macro Moralities: The Castle of Perseverance (c. 1425), Wisdom (c. 1460) y Mankind (c. 1475) (ix). 7 lo general, participaban actores profesionales y se podían llevar a cabo tanto dentro como fuera de las iglesias, las anécdotas y personajes eran contemporáneos a su época, en ellas se enseña ―the right way to live by showing someone who gives in to the body‘s desires‖ (Bruster y Rasmussen 1). En éstas últimas el ambiente se mostraba propicio para hablar sobre los peligros de caer en el pecado las consecuencias que esto podía traer a los feligreses y qué hacer para ―preserve the chance to live forever, in heaven‖ (2) Aunque en su tiempo Everyman fue un instrumento de enseñanza religiosa, en el texto encontramos ingredientes de la ideología y retórica medieval que siguen siendo de interés tanto para literatos como para los creadores en general. Los temas ahí abordados siguen apareciendo en obras de narrativa, cine, poesía y dramaturgia contemporánea. Por ejemplo, las adaptacionesde Everyman en teatro y cine, la aparición de la muerte a quien está por dejar este mundo, 11 quienes se aferran a lo material y dejan a un lado lo espiritual y el motivo de poner a los amigos a prueba. De igual forma, hay interés en llevar a escena nuevas versiones de Everyman en las que la forma y contenido se siguen respetando, o no, y se aborda desde un nuevo enfoque pues la instrucción religiosa como tal ya no es el eje central, sino el hecho de presentar a un individuo en un momento de crisis. 12 Aun cuando el aspecto religioso es dejado a un lado, la misma estructura y trama de la obra lo ponen en evidencia, como se verá en el siguiente capítulo. 11 Macario el cuento de Bruno Traven, 1950, y la película dirigida por Roberto Gavaldón, 1959; The Seventh Seal (El séptimo sello), dirigida por Ingmar Bergman; Meet Joe Black, (¿Conoces a Joe Black?) dirigida por Martin Brest, 1998. 12 En el 2015 se realizó una nueva adaptación teatral multimedia por la National Theatre Company en Londres, escrita por Carol Ann Duffy y dirigida por Rufus Norris, de la cual se realizó una proyección digital, subtitulada al español, primero en el Lunario del Auditorio Nacional y luego en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, UNAM. El protagonista es el hombre moderno, que al igual que el medieval, vive imbuido en un mundo de tentaciones y excesos. 8 I. EL SERMÓN MEDIEVAL Y EVERYMAN A pesar de parecer simples y predecibles, las moralidades, al igual que los sermones, cumplieron con su objetivo de enseñar y generar una intimidación emocional, intelectual y física en su público con la ayuda de varios elementos dramáticos, tanto textuales como escénicos: Pamela King afirma que ―The dynamic nature of these plays lies not in internally contrived conflicts, but in the manner in which they generate pressure upon their audiences emotionally and physically, as well as intellectually‖ (243). En una época de en que la religión conducía la vida y la muerte en la sociedad, aunque atravesaba una crisis que llegaría a transformar la forma en que se ejercía el culto, 13 estas obras tenían como fin último afianzar las creencias cristianas en la población. Con el teatro se buscaba provocar, en aquéllos alejados de la Iglesia, una transformación en su forma de vida al enfrentarlos con situaciones reales y tener frente a frente la personificación de los males del mundo. Esta transformación llevaría a los creyentes a entender y cumplir con los preceptos cristianos no sólo a lo largo de su existencia, sino también al momento de morir. En los argumentos de estos dramas lo más importante es la materialización de la sentencia moral que se desea enseñar; ésta es la razón por la cual ―the plot of a play is essentially thematic, rather than narrative, because it deals directly in eternal truths‖ (King 242). Tanto el sermón como el drama litúrgico tienen como fin explicar principios de la doctrina cristiana: por qué cierto vicio es peligroso y cómo se puede escapar de él; ambos utilizan las herramientas propias de los textos litúrgicos, las cuales también han sido parte importante de la literatura y el teatro: símbolos, alegorías, imágenes, moralejas, referencias bíblicas, etc. A diferencia del sermón, en el drama se 13 De acuerdo a Melvyn Bragg, el conocimiento bíblico estaba a punto de dejar de ser exclusivo de los clérigos. En ese tiempo aparecieron las primeras traducciones de la Biblia al inglés y tanto los que participaban en su elaboración como los que tenían acceso a algún ejemplar eran considerados herejes a los que se debía castigar (2003): surge un movimiento que lucha por tener acceso a la palabra divina en la lengua vernácula, la que usaba el pueblo. 9 personifican los conceptos religiosos abstractos, se recrea la sentencia moral con personajes de carne y hueso que representan una anécdota real o un relato ficticio, de origen cristiano o pagano, para reafirmar la enseñanza y lograr conectar la doctrina religiosa a los personajes y así llegar de forma más directa al público que se identifica y se instruye. El objetivo didáctico específico de Everyman es mostrar cómo un cristiano medieval, que ha tomado un camino errado, puede lograr la salvación al estar cerca de la muerte: un hombre común, quien ha caído en el pecado de la codicia14, es llamado por God (Dios) a rendir cuentas y Dethe (Muerte), el mensajero divino de la muerte, le permite realizar esta difícil travesía final con alguna compañía, la cual busca entre sus amigos y familiares más queridos. 15 Aunque en un principio todos prometen ir con él adonde sea, al saber que de esta travesía no habrá retorno, prefieren seguir disfrutando de los placeres terrenales y abandonar a su amigo en esta difícil situación. Everyman descubre que quien sí está dispuesta a acompañarlo es el personaje más frágil de todos, Good Dedes (Buenas Obras), pero está tan débil que no puede levantarse. Buenas Obras conduce a Everyman con otros personajes, relacionados con atributos físicos y mentales, quienes lo guían para lograr salvarse.16 Una vez que el protagonista ha sido instruido sobre cómo estar listo para morir, una a una estas nuevas amistades también lo abandona. Everyman se siente otra vez traicionado, pero en esta ocasión aparece Buenas obras quien, gracias al acto de 14 Según el Catholicon Anglicum, y el Oxford English Dictionary, greed, derivada de gredy, se refiere al deseo desmesurado por la comida, poder o riquezas; se traduce como glotonería o codicia. Aquí utilizo este último término porque en la obra se enfatiza el amor a los bienes materiales del protagonista (aunque también se hace referencia a la glotonería y otros pecados relacionados con ésta). 15 A los que podríamos llamar, en este contexto, medios materiales o terrenales. 16 Entre ellos Knowledge (Conocimiento), Beaute (Belleza), Strength (Fuerza) y Five Wyttes (Cinco sentidos). 10 contrición17 realizado por Everyman, aparece fortalecida y lista para acompañarlo para hacer frente al juicio final. Debido al carácter didáctico de las moralidades, los elementos dramáticos, como el tiempo, el espacio, la trama y la atmósfera, eran utilizados de acuerdo a la cosmogonía cristiana para conectar los principios litúrgicos con la vida cotidiana de ese momento y así causar impacto en el espectador. En Everyman podemos ver que la obra se inicia con Dios hablando desde los cielos, un lugar sin localización específica pero que los creyentes saben que existe. Entonces este personaje ordena a la Muerte llevar ante él a Everyman para una rendición de cuentas; ésta acude a la Tierra de inmediato a cumplir con el encargo divino. Las acciones suceden al momento, casi sin movimiento ni cambio de escena, ya que no es necesario, pues el público conoce los poderes de los seres divinos y de sus asistentes. Este inicio establece el principio moral a discutir: cómo el hombre ha sido atrapado por los pecados y se ha olvidado de lo que Dios hizo por él. Enseguida, el mensajero divino, expone la situación de Everyman y su relación con su creador. De esta manera se establece, directamente, la relación entre lo divino y lo terrenal en la obra y lo que el protagonista necesita corregir según los preceptos cristianos. Para transmitir un mensaje religioso de manera clara y efectiva se debían tener conocimientos sobre el tema y saber cómo transformarlo en un texto didáctico. Por esta razón, Wertz afirma que la mayoría de los autores de las moralidades eran religiosos (Conflict Resolution 449) y Owst dice que ellos tenían una amplia experiencia en la escritura de sermones y que conocían las estrategias retóricas para atrapar la atención de su público, como por ejemplo utilizando anécdotas de la vidacotidiana, haciendo sus palabras entendibles a todos los oyentes y 17 Es el acto en el cual un creyente católico se confiesa ante un sacerdote, reconoce sus pecados, se arrepiente de ellos, se autocastiga y promete llevar una vida totalmente acorde a los preceptos cristianos para evitar alejarse de Dios nuevamente. 11 así llegar directamente a la conciencia del pueblo. Esto lo lograron con la ayuda del conocimiento adquirido en la redacción de los sermones, cuya estructura sirvió de base a este tipo de obras. Davenport afirma que ni los misterios ni las moralidades tenían un sentido estricto de la forma (características específicas del género), aunque sí seguían una estructura general (9). No obstante, en Everyman es notorio cómo el autor emplea la estructura discursiva del sermón conocida en la alta Edad Media, muy apegada a la forma que utilizaban los clérigos que provenían de las universidades. De ésta época han sobrevivido tanto sermonarios como registros de la forma en que los religiosos exponían a sus seguidores estos textos. De dichas colecciones se deduce, por un lado, que seguían diferentes reglas para la presentación de los sermones escritos y los verbales. En los primeros se utilizaba el latín y una forma que utilizaba recursos literarios refinados, para los segundos se hacía una traducción libre a la lengua vernácula (inglés), se utilizaban gestos y técnicas de oratoria para ornamentar y dar color a su prédica (Kienzle y Zaleski). Campbell afirma que existen los sermones escritos, que se preservan hasta hoy, y los que se predicaban, de éstos últimos no se sabe si se apegaban al texto original o, incluso, si se predicaban completos (2). De lo anterior se puede concluir que, la preparación de los sermones que se presentarían fuera de los monasterios implicaba ir más allá de las palabras y el conocimiento religioso para involucrar la expresión facial, la corporal y la verbal adecuadas para transmitir su mensaje. Por otro lado, Kienzle y Zaleski hablan de dos tipos diferentes de contenidos: el de la homilía, que consistía en explicar paso a paso algún pasaje de la Biblia, y el sermón propiamente, que era el desarrollo de un tema que se desprendía de algunas palabras clave tomadas de la Biblia. Éste último se transformó a finales de la Edad Media debido a la influencia de los métodos dialécticos 12 estudiados en las universidades. Así, el sermón llegó a organizarse en divisiones y subdivisiones específicas que se derivaban del tema tratado (Kienzle y Zaleski). A principios del siglo XX algunos críticos ya hablaban de la influencia temática que tuvieron los sermones medievales en la literatura de la época. Esta influencia también abarcaba la organización misma del texto (Peek 159). Es por ello que Peek hace una comparación estructural entre un sermón de Thomas Wimbledon18 con la obra aquí analizada. Entre las coincidencias este autor señala que los dos textos tratan sobre el mismo tema: la rendición de cuentas en el día de juicio. Además añade que había muchos manuales sobre cómo preparar un sermón escritos por prestigiados religiosos de la época, 19 pero no sobre cómo escribir una obra de teatro; así que para elegir el tema de una moralidad y la forma en que éste se abordaría, se acudía tanto a los manuales ya mencionados como al Ars praedicandi (160) 20. Se recurría a este tipo de manuales pues ambos textos se preparaban para utilizar la palabra hablada para instruir sobre la doctrina, pero también, de acuerdo a Kienzle y Zaleski, se recurría a la propia experiencia y a las palabras del sermón se le añadían anécdotas, analogías, fábulas, exempla memorables o pasajes de la vida de algún santo; también se hacían adaptaciones de acuerdo a las necesidades y gustos de los feligreses. Es por el uso de todas estas herramientas discursivas tomadas de diferentes tradiciones literarias que el sermón llega a ser un género literario, aunque híbrido por la rica mezcla de lenguaje y géneros que en él se abordan (De Groot 12 jul. 2012). 18 De quien sobreviven varias versiones de algunos sermones, los cuales son muy conocidos en Inglaterra. 19 Como Agustín de Hipona, el Papa Gregorio, Allan of Lille; en Inglaterra Alex Ashby, Thomas (Chabhan o Chobham) de Salisbury; en la Universidad de París Robert de Basevorn (Eduards). 20 Tal vez el manual sobre el arte de preparar sermones más famoso. 13 Entre las herramientas discursivas utilizadas por los predicadores se encuentra la alegoría. 21 En su definición de alegoría, Helena Beristain habla del uso de un lenguaje común que puede tener al menos dos interpretaciones, una con sentido literal y otra con un sentido más profundo ("verdad oculta‖), la cual se desprende del contexto histórico-cultural en que fue creada. Este juego de significado-significante también tiene que ver con el hecho de que las ideas abstractas se vuelven palpables en un momento y lugar específicos. A este respecto Owst menciona que para explicar cómo la gracia divina se hacía palpable, los predicadores utilizaban como ejemplo imágenes de la naturaleza que les rodeaba, ya sea elementos que podían encontrar en el cielo o en la Tierra (56). Es en los sermones exempla en donde encontramos lo que posiblemente sea el cimiento más importante de las moralidades medievales por su carácter didáctico y por el uso de la personificación. El sermón exempla hacía uso de una fábula, ejemplo o anécdota con una enseñanza clara la cual complementaba la doctrina, 22 pero también ayudaba a amenizar el sermón haciéndolo más memorable para los feligreses que no contaban con alguna educación formal. Owst menciona que las anécdotas se fueron haciendo tan sofisticadas y grandilocuentes que precisaban de un tiempo, espacio y modo de expresión propios; y entonces esa narración inserta en el sermón pudo haberse materializado y así surgido su representación teatral. Más allá de una imagen estática, los vicios, virtudes, Dios, la muerte y la humanidad tomaron vida en el escenario para mostrar de forma orgánica lo que debía y no debía ser el proceder cristiano. En relación con lo anterior, Sticca menciona que con el teatro se podían hacer visibles y entendibles los hechos y valores aceptados en la Biblia y en el arte religioso (xi). No obstante, en 21 Helena Beristain la define como ―un 'conjunto de elementos figurativos usados con valor translaticio y que guarda paralelismo con un sistema de conceptos y realidades', lo que permite que haya un sentido aparente o literal que se borra y deja lugar a otro sentido más profundo, que es lo único que funciona y que es el alegórico‖ (25). 22 Como las parábolas utilizadas por Jesús y mencionadas en los Evangelios del Nuevo Testamento. 14 los libros de sermones aparecían grabados que explicaban el tema principal, daban imagen a los personajes o conceptos principales de los sermones; el drama litúrgico dio vida y presentó esos personajes, hasta cierto punto, en un plano de igualdad y cercanía al hombre común. El teatro era una herramienta poderosa porque acercaba los preceptos religiosos y a sus protagonistas a los feligreses, educados o no, de forma verídica, al utilizar la lengua vernácula y representar físicamente escenas, conceptos y personajes pertenecientes a su teología para ilustrar los sermones. Las moralidades formaron parte de estas representaciones y, ya que su fin era dar instrucción de teología moral sobre alguno de los pecados, para lograr la materialización de la enseñanza religiosa utilizaban la alegoría. La alegoría hace visible lo invisible, hace palpable un concepto abstracto, esto es la personificación, del latín persona, que era la forma de nombrar la máscara utilizada por los actores en la escena romana (Tambling66). El teatro litúrgico utiliza la alegoría y los personajes tipo para desarrollar sus historias y lograr el impacto que deseaban en su público: que obtuvieran una enseñanza y que se sintieran tan afectados por ésta como para cambiar su vida. En el inicio de Everyman encontramos la primera personificación: God, el dios cristiano que no se puede ver, aparece en escena y explica, en lengua vernácula, por qué es pertinente llamar a cuentas a Everyman, quien personifica a una colectividad, como se acostumbraba en los textos alegóricos de la época. 23 Esta presencia debió causar una gran impresión en los espectadores medievales, pues Dios, al que deben su salvación y su vida, hace su aparición y reclama directamente a los presentes su alejamiento y el olvido en que lo tienen. A diferencia de un sermón en el que siempre es el religioso el que habla, aquí Dios manifiesta directamente su 23 En este monólogo hay un intercambio en el uso del pronombre en tercera persona para referirse a Everyman, pues algunas veces God lo menciona como singular y otras como plural, de esta forma se enfatiza el hecho de que el protagonista de la obra no debe de tomarse como un individuo, sino como la representación de un grupo. 15 autoridad como creador y salvador de la humanidad y su descontento por haber sido relegado y desobedecido por sus creyentes. Al tener esta figura tan importante en esta parte de la obra el dramaturgo logra un gran impacto al acaparar por completo la atención de los asistentes desde el inicio donde se explica la razón que ocasiona el tema de la obra. Sin embargo, como dije antes, al igual que el sermón, esta obra está más concentrada en explicar la sentencia moral que en la acción. Las palabras directas de la divinidad agraviada son importantes para crear desde el inicio una tensión dramática que contrasta con la actitud inicial del protagonista en la escena siguiente. Como lo dice Garner, en comparación con otras moralidades, este texto tiene menos acción y los diálogos poco ayudan a descubrir los gestos y movimientos teatrales a realizar, pues ―Everyman['s speeches] consistently draw attention toward spiritual action and its consequences, toward allegorical –not material– identity‖ (281). Una vez que la máxima autoridad divina expone la materia a tratar, Everyman, quien representa a la humanidad, se encargará de transmitir la enseñanza religiosa al vivir su última jornada en el escenario. Igualmente, en Everyman tenemos de forma específica, la personificación de conceptos esenciales del dogma cristiano (Confesión, Buenas obras), los personajes que rodean al protagonista24, son los vicios que le hacen fallar y las virtudes que lo rescatan y preparan para presentarse ante Dios. 25 Asimismo, debido a sus características alegóricas, Everyman es un texto que puede tener varias capas de significados y diferentes mensajes que tendrían que ser entendidos y estudiados desde su contexto y la naturaleza de su género, o desde otra perspectiva. La multiplicidad de interpretaciones de la alegoría permitió que este recurso discursivo se utilizara con fines 24 Encarnados en Fellowship, compañía, Cosyn, Primo, Parentela, y Riquezas) 25 Encarnadas por los personajes de Knowledge, Conocimiento, Beaute, Belleza y Discrecion, Discreción) 16 didácticos tanto para niños como para adultos en la Europa medieval. La alegoría es un elemento elegido tanto por el sermón como por el drama litúrgico que cumple con un propósito religioso, pues provoca la existencia de varios significados posibles para un elemento figurativo. De esta manera, las múltiples interpretaciones permiten que haya un encubrimiento en el significado y así las imágenes podían adaptarse al contexto o a las necesidades del discurso. 26 La interpretación de la alegoría era cambiante y podía ser sometida a una reinterpretación, como ha sucedido con los textos bíblicos. Los símbolos e imágenes eran utilizados en los sermones y luego en los dramas litúrgicos con sus diferentes significados. No obstante, cuando se traslada este mismo discurso a la escena la instrucción se hace más atractiva para los feligreses, pues podían ver, encarnado, a un individuo semejante a ellos afrontar la lucha contra el pecado y encontrar el camino de la virtud. Sin embargo, la estructura del sermón en Everyman se conservó, Peck encuentra una estructura muy semejante entre ellos, aunque el dramaturgo se toma ciertas libertades para lograr un texto adecuado para la escena. Peek menciona que estos sermones constaban de cinco partes: el thema27, el prothema28, la thematis introductio 29, thematis divisio30; y la subdivisio31 y la conclusión32, esta última sección incluía la repetición de la enseñanza que trataba de inculcar el tema y además una bendición (159). Por supuesto que cada orden religiosa o predicador podía tener su propio estilo y cambiar 26 Tal vez este sea el motivo por el cual las moralidades pueden parecer a primera vista dramas simples y de poco interés y, al mismo tiempo, da la posibilidad de realizar nuevas adaptaciones. 27 De acuerdo a Manuel Ambrosio éste debe de tomarse de la Biblia ―Y debe reunir otras tres condiciones: ser una oración perfecta, breve, y acorde con la ocasión del día y la naturaleza del auditorio‖ (66). 28 Originalmente formado por una plegaria para pedir el favor divino, pero gradualmente ésta se transformó en un pasaje en el que se ofrecían pruebas provenientes de personajes que tenían cierta autoridad. 29 Servía para atrapar la atención del público, repetir y relacionar el tema con la cita bíblica, por medio de un exemplum, o alguna situación más cotidiana. Ambrosio agrega que la función de esta parte ―no es otra que explicar el sentido general del thema, precisar la intención del predicador o probar su verdad o su oportunidad‖ (67). 30 Consistía en separar el tema en diferentes secciones para tratarlas cada una por separado e ir sustentando su argumentación. 31 Podían ser varias y correspondían al desarrollo de cada una de las divisiones. 32 Que resulta del thema y lo dicho en las subdivisiones. 17 la estructura de acuerdo con las necesidades espirituales de los fieles. Sin embargo, esta estructura básica clarifica el tratamiento del tema a tratar y enfatiza el principio con el que se quiere instruir a los feligreses; esta característica la encontramos también en Everyman. La diferencia más importante que plantea Peek entre el sermón y esta obra es que Everyman tiene la misma forma de un sermón, pero por duplicado. En el primer segmento, aparece Messēger (Mensajero) para presentar el tono y el thema a tratar en la obra: ―For you shall here how our hewen kynge / Calleth euery man to a general rekenynge‖ (19-20), 33 enseguida entra la representación de Dios y desarrolla el prothema utilizando un tono negativo al describir cómo la humanidad le ha fallado. Él representa la figura de autoridad principal y establece las razones que justifican lo que se verá en escena. A continuación tenemos el diálogo entre Muerte y Everyman que sirve como thematis introductio, aclara los comentarios hechos por Dios en la escena anterior y ofrece la posibilidad de que Everyman tenga compañía en este último viaje. Hasta este punto en la obra tenemos el planteamiento del conflicto principal junto con los argumentos que lo originan, a esto se suma la imagen de un personaje que ha caído en las tentaciones terrenales y que no cuenta con el favor divino. En contraste, sus riquezas materiales parecen ser tan vastas como su apego a ellas: sus deseos están muy alejados de los intereses espirituales. Everyman aparece como un hombre exitoso en lo material, sin embargo el llamado a rendir cuentas cambia totalmente su perspectiva al verse obligadoa hacer un difícil viaje sin retorno que lo alejará de los bienes y sentimientos terrenales. Este inicio de la historia difiere de otras obras litúrgicas en donde se resalta la lucha que se lleva a cabo entre los pecados y las 33 ―For ye shall here, how our heavenly king / Calleth Everyman to a general reckoning‖ Traducción tomada para este y otros fragmentos de la versión electrónica de Fordham University, Nueva York: <http://www. legacy. fordham.edu>. 18 virtudes por el alma del protagonista, que en un primer momento puede ceder a sus deseos pero siempre habrá una virtud con la cual escapar del mal. Sin embargo, en Everyman vemos que el protagonista ya ha caído en las redes del pecado y veremos cómo es que logra ganar el camino a su salvación y así servir de ejemplo a los asistentes. Afortunadamente para Everyman, Muerte, después de negarse a recibir un soborno de su parte, le da la oportunidad de acompañarse de alguno de sus amigos en esta última jornada. En la siguiente parte de la obra nos encontramos con una travesía en busca de acompañantes. Este pasaje corresponde a la divisio, vemos cómo uno a uno los recursos terrenales de Everyman lo abandonan. 34 Al final el protagonista sufre cuatro deserciones, cada una corresponde a una parte de la subdivisio y después de cada una de ellas tenemos un monólogo a cargo del protagonista en el que se da cuenta de que las relaciones y amistades terrenales no son confiables, pues desertan al encarar el determinante proceso de llegar a la muerte. Aquí vemos uno de los momentos más difíciles para el personaje pues está totalmente desesperado al descubrir que los que se decían cercanos y leales, lo abandonan cuando más los necesita: ―They lacked no fayre spekinge / But all forsake me in the endynge… / And so I am worthy to be blamed‖ (470-71, 477). 35 Es aquí que encontramos al personaje en su punto más bajo, el dramaturgo muestra claramente las consecuencias de dejar a un lado las cosas de Dios por las terrenales. Por lo tanto, en esta escena se muestra el momento más oscuro de la travesía de Everyman, justo antes de encontrarse con Buenas obras y Conocimiento, quienes le ayudarán a cambiar su situación. Según señala Peek, la conclusión de este primer segmento se da con la 34 Compañía, Parentela, Primo y Riquezas. 35 ―They lacked no fair speaking, / But all forsake me in the ending... / And so I am worthy to be blamed‖. Ibid. 19 esperanza de que Buenas obras y Conocimiento le acompañen en su camino hacia la entrega final de cuentas (160). Aunque al principio nos encontramos con un planteamiento muy adverso para Everyman, este cierre abre la posibilidad de que las cosas cambien para el protagonista. En la segunda mitad de la obra, el autor marca el mismo tipo de estructura. A diferencia de la primera, ésta comienza en un tono más positivo; el thema ahora es cómo lograr la salvación. En esta parte, Peek dice que Conocimiento 36 funciona como la autoridad que instruye a Everyman en este último trance y propone el prothema y la thematis introductio, con la que ayuda a que el público también cambie su perspectiva sobre el proceso que implica la preparación para la muerte. Conocimiento plantea la solución al problema derivado del prothema (monólogo de Dios) al inicio de la obra. La divisio consta de cinco partes, nuevamente una por cada representación y deserción de los atributos terrenales positivos. Dentro de estas divisiones, se encuentra una digresión en donde se habla de cómo los servidores de Dios en la tierra, los sacerdotes, pueden también fallar. 37 El protagonista se encuentra fuera de la escena porque ha ido a completar el acto de contrición al recibir los últimos sacramentos para obtener la salvación. Al final, el personaje del Doctor, 38 da la conclusión, hace referencia a los temas tratados en ambas partes de la obra y cierra con una plegaria a la Trinidad en la que pide su ayuda (160): es el puente entre el mundo creado en la escena y los feligreses ahí presentes. 36 Quien, de acuerdo al contexto medieval, representa no el conocimiento sino el reconocimiento de haber caído en pecado. 37 Esta escena se llega a eliminar en los montajes contemporáneos, tal vez por tener un contenido notablemente religioso, así sucede con la reciente adaptación del National Theatre. Esta crítica se debe a un problema común en la época del que ya hablaba Chaucer en The Canterbury Tales, pues los diferentes tipos de monjes, sacerdote y clérigos eran conocidos por caer en ciertos pecados que estaban obligados a contrarrestar. 38 Personaje que sólo aparece en esta escena y parece referirse a alguien que obtiene este título en la universidad por ser un estudioso y conocedor del cristianismo, es la autoridad eclesiástica que cierra la representación. 20 Esta segunda parte contrasta con la primera, pues el protagonista pasa de un estado de alejamiento espiritual a uno de arrepentimiento. Asimismo, se explica el proceso a seguir por cualquiera que, después de tener una vida enfrascada en los intereses terrenales, busque la forma de alcanzar la salvación. Esta explicación es clara y concisa, además de que puede ser un alivio para el público conocer que hay opciones ante tal problema. Es lógico que el autor de este tipo de obras copiara la estructura de los sermones, pues a veces los mismos predicadores, monjes o clérigos, eran los dramaturgos y, debido a que conocían muy bien este tipo de discurso, sabían cómo manejarlo para impartir sus enseñanzas. Además, el espectador también estaba acostumbrado a esa forma de exposición y desarrollo de los temas religiosos, por ser la misma de los sermones que escuchaban en los servicios religiosos, así que podía seguir el desarrollo de la trama y descubrir los momentos importantes en donde se develaba el mensaje o la enseñanza que tenía que asimilar. La gran diferencia y ventaja era que ahora tenían el exemplum no de forma verbal, sino escenificado por personas reales con las que podía identificarse fácilmente. Por otro lado, Van Laan ve a Everyman como una obra en dos partes: la primera incluye el prólogo que abarca la introducción de Messēnger y la parte en donde vemos al protagonista que ya ha caído en pecado y que muestra su desconcierto al encontrarse completamente solo y traicionado; hasta aquí el tono de la obra es hostil. La segunda parte está marcada por el cambio de actitud de Everyman, a quien vemos transitar del punto más bajo de su desolado peregrinar hasta que al final desciende feliz y en paz a su última morada. A esto se suma el epílogo en donde se recuerda la enseñanza y se incluye una plegaria, dejando así al público con una advertencia e instrucción para llegar a la muerte en las mismas circunstancias que Everyman. La división de este texto en dos partes clarifica los contrastes dramáticos entre los dos segmentos: la 21 situación en que se encuentran los personajes divinos y terrenales al principio y cómo se da su transformación y toma de conciencia al final, sobre todo en el protagonista. También nos ayuda a ver cómo el tratamiento dramático y la doctrina se van entrelazando para lograr la unidad entre la enseñanza religiosa y los elementos teatrales. Tenemos la tensión dramática de la situación interna que vive Everyman por un lado y el desarrollo dramático que se va tejiendo a su alrededor para ir de un estado de pecado a uno de redención. El mensaje religioso es claro y se transmite con la ayuda de elementos como el ritmo, marcado por la aparición y desaparición de los personajes que prometen acompañar y ayudar a Everyman en su última jornada. A pesar de que la acción se desarrolla en un espacio escénico único y sin muchos cambios, la tensión dramática provocadaen el interior del protagonista, mostrada sobre todo en los monólogos y la sucesión de eventos, ocasiona que la atención se centre en lo que le sucede tanto interna como externamente a Everyman, no en los elementos que pudieran estar alrededor de la escena. Hay varios momentos de tensión, como la aparición de Muerte, el rechazo de cada uno de los amigos para acompañar al protagonista en este viaje, los monólogos en donde Everyman comparte su desesperación y arrepentimiento y la aparición de Buenas obras, quien será su acompañante y lo libera de la angustia interna que sufre a lo largo de la obra. Esta línea dramática de tensión-liberación nos dispone para el desenlace en donde se resuelve el conflicto y se da la instrucción junto con una esperanza para el espectador, quien ha sufrido junto con el protagonista. En este mismo tenor, Lawrence V. Ryan coincide en señalar la estructura bipartita en Everyman cuando propone que la obra tiene dos clímax, uno cuando el protagonista ya ha sido abandonado por su grupo de amigos y familiares en los que ha confiado toda su vida y quienes lo 22 engañaron haciéndolo pensar que siempre estarían con él. Entonces vemos la soledad del personaje y cómo esta situación lo hace parecer una figura patética y al mismo tiempo necesitada de compañía: ―O to whome shall I make my mone / For to go with me in that heuy Iournaye‖ (463-464). 39 Al mismo tiempo, queda de manifiesto cómo el haber estado alejado del mundo espiritual mientras se rodeaba de recursos terrenales de nada le sirvió, pues en el momento que requiere de razones para alcanzar la salvación, no hay quien abogue por él ante Dios. El segundo momento climático mencionado por Ryan es cuando Everyman está listo para bajar a su tumba después de haber recibido los últimos sacramentos. Vemos a un personaje feliz y en paz acompañado de su verdadera amiga Buenas obras, lo que refuerza su convicción espiritual: ―Me thynke alas that I must be gone / To make my rekynge and my dettes paye / For I se my tyme is nye spent awaye‖ (804-806). 40 Una vez más vemos el contraste, del que se ha hablado, ayuda a hacer de ésta una buena combinación de drama y discurso religioso. En este mismo sentido, Van Laan menciona que Everyman cumple con lo que Eliot declaraba sobre lo que un drama religioso debe hacer: combinar su doctrina con un interés dramático propio de estos textos: ―the religious and the dramatic are not merely combined, but wholly fused. Everyman is on the one hand the human soul in extremity and on the other any man in any dangerous position‖ (ctd en Van Laan 465). En este drama la fusión entre la enseñanza religiosa y el tratamiento dramatúrgico que expone al personaje a una situación de extrema necesidad ocasiona que esta obra tenga momentos de reacciones intensas, el público observa acción en el interior del personaje y se identifica con la situación. La extrema confianza e independencia 39 ―O, to whom shall I make my moan / For to go with me in that heavy journey?‖ Ibid. 40 ―Methinketh, alas, that I must be gone, To make my reckoning and my debts pay, For I see my time is nigh spent away‖. Ibid. 23 mostrada al principio se ven trastocadas cuando sabe que tiene que entregar cuentas a su creador, del que se ha olvidado en los últimos tiempos. Es éste un recorrido en donde los eventos se suceden in crescendo y hay tensión a diferentes niveles, no solo en escena sino también entre los espectadores. Debido a que es imposible encontrar registros sobre las representaciones de las moralidades medievales en su apogeo (s. XV-XVI), tenemos que recurrir al más cercano: el testimonio de R. Willis quien asistió a una función privada de la morality play Cradle of Security, en la ciudad de Gloucester en 1639. 41 Willis relata cómo vivió esa experiencia en su infancia y asegura: “This sight tooke such impression in me, that when I came towards mans estate, it was as fresh in my memory, as if I had seen it newly acted” (ctd en Murakami 2). También menciona los personajes de esta moralidad y lo que representaban: “This Prince did personate […] the wicked of the world; the three Ladies, Pride, Covetousnesse, and Luxury, the two old men, the end of the world, and the last judgement” (2). Estas líneas exponen la forma en que eran recibidas este tipo de representaciones, cómo la audiencia conocía las características del género y sabía qué esperar; por eso podía hablar de lo que vio más allá de lo superficial y entrar en el ámbito de la alegoría, sabía cómo decodificar eso que se presentaba en el escenario y de la misma forma, podía extraer la enseñanza alrededor de la cual se desarrollaba esta historia. La dinámica dramática de las moralidades resulta ser una herramienta perfecta y atractiva para el entretenimiento e instrucción medieval: su efectividad era segura, como queda demostrado por su éxito. Tal vez por esta razón, Hardin Craig dice que se siente insatisfecho con la forma en que las moralidades han sido tratadas por los historiadores teatrales (64) y Davenport refiere que, a 41 En este tiempo el apogeo de las moralidades ya había pasado, aunque la tradición sobrevivió incluso hasta después de la Reforma (1543). 24 diferencia de la elaborada idea que tenemos del teatro isabelino, sobre el origen y la escritura del teatro medieval se sabe muy poco, y mucho de lo que se dice es erróneo. 42 También subraya el hecho de que los dramas litúrgicos medievales al ser anónimos, de temas religiosos y algo ―borrosos‖, más bien son estudiados como un aspecto social de una zona específica de Inglaterra, que como literatura (1-8). Craig agrega que las moralidades son una creación definitiva en donde, de forma alegórica, se ve a un hombre lidiar con las tentaciones de los diferentes pecados y vicios. Este personaje, que representa a la humanidad en general, es el héroe de la obra y la forma en que consigue la salvación es la trama. Craig añade que las moralidades, ya sea que sigan el modelo anteriormente mencionado o que lo combinen con otras temáticas, constituyen una parte importante del teatro en la época de los Tudor. 43 Él añade que las primeras provienen de los inicios del siglo XV y menciona a Everyman como la más brillante de ellas; añade que ahora que se reconoce su origen inglés y no holandés se piensa que es una reescritura de una obra anterior (64, 68-9). Aunque en la forma en que la conocemos hoy tiene más similitudes con las moralidades de finales del siglo XV o principios del XVI, en su naturaleza encontramos las bases sobre la cuales se apoya el texto: la estructura similar a la de los sermones, la alegoría, que a primera vista desvela su cualidad didáctica, pero que también puede llegar a tener varios niveles de interpretación, servir como herramienta dramática y, al mismo tiempo, como una forma de descubrir el ideario medieval. 42 Por ejemplo, que no había obras escritas, que se representaba en pequeñas carretas al aire libre, que los actores eran burgueses, gente sin educación. Sin embargo, Davenport señala que, al contrario de los ciclos de los misterios, las moralidades fueron escritas para representarse tanto en lugares públicos como privados, eran actuadas por profesionales y/o amateurs, algunas para público educado, otras eran más populares. 43 Entre 1485 y 1603 y abarca desde el reinado de Enrique VII a Elizabeth I en Inglaterra y Gales. 25 II. DEL SERMÓN AL DRAMA RELIGIOSO Como ya he mencionado, los predicadores cristianos se valían de varias herramientas retóricas para transmitir sus enseñanzas. Estas herramientas poco a poco fueron evolucionando, hasta que se llegó a acompañar al sermón de un exempla que se convirtió en drama religioso y luego éste se independizóde la ceremonia religiosa e incluso llegó a salir del espacio religioso y se popularizó al llenar plazas, mercados y otros espacios abiertos adonde podía acceder cualquier persona. Lo que hizo posible esta apertura y el inicio de esta nueva tradición teatral fue el deseo por hacer más accesible la enseñanza para el feligrés común. La accesibilidad del sermón medieval se logró de varias maneras, más allá de la estructura del discurso, al utilizar contenidos no cristianos, humor y referencias muy conocidas en su tiempo. En el capítulo IV de Literature and Pulpit, Owst habla de cómo se fueron introduciendo narraciones que incluso provenían de romances, fábulas o textos de la época clásica grecorromana para amenizar y reforzar la enseñanza cristiana. 44 Estas narratio empezaron a ser utilizadas para concluir un sermón en latín con palabras en lengua vernácula, pues los feligreses ya no deseaban escuchar más palabras divinas incomprensibles. 45 Las colecciones y manuales de sermones sugerían buscar por anticipado un cuento o historia que les permitiera aclarar y animar la oración. Lógicamente, el origen de estas historias es diverso y pocas veces se puede rastrear aunque es evidente que había narraciones favoritas de los feligreses y de los religiosos, pues se repetían sobre todo en los sermones dominicales y se aderezaban con algo del ambiente local o incluso se adaptaban para dirigir el sermón a un público en específico (149-213). Owst dice que cuando se añade al sermón una anécdota adornada con detalles contemporáneos, se ubica la historia en la población en que 44 Textos de la mitología, o de Aristóteles, Ovidio, Horacio, Séneca, Tulio, entre otros. 45 Es importante destacar que en Everyman se incluyeron varias frases en latín al final de la obra, que parecen ser tomadas de la liturgia: ―in manus tuas‖, ―Commendo spiritum meum‖, ―ite maledicti in ignem eternum‖. 26 se encuentra el predicador y se utilizan las estrategias retóricas aprendidas por él, se añade realismo literario: el que cuenta la historia incluye a los oyentes, sus entornos y a él mismo como parte de ella y la transforma en algo real, aunque no lo sea; lo que da como resultado una gran eficacia didáctica al relacionar la enseñanza con los asistentes. Por otro lado, el mismo Owst afirma que a mediados del siglo XIII y durante el XIV se lleva a cabo la secularización del drama religioso porque sale de la iglesia a lugares cotidianos, como el mercado. El drama cantado de las liturgias da lugar al hablado de los grandes ciclos. El cambio hizo que éste se volviera algo más humano y menos eclesiástico: el latín cede su lugar a la lengua vernácula, lo cosmopolita se vuelve de uso general (Dr. Greg ctd en Owst 477). El cambio se debió a la necesidad de espacio, pues las obras se volvieron más largas y las escenografías más elaboradas; como ejemplo tenemos las Macro plays antes mencionadas, las cuales utilizaban varios carros-escenarios distribuidos en una gran explanada y entre los cuales podía haber interacción actoral. Owst agrega que fue la predicación en espacios abiertos la que abrió el camino a la secularización del teatro. Las técnicas usadas por los frailes para predicar en espacios abiertos son las que posteriormente utilizaron en las representaciones seculares: oratoria, ademanes, cánticos, caracterizaciones; por eso no fue difícil sacar los dramas de los templos, pues ellos conocían bien ese terreno. Además, los actores habían visto cómo contar / actuar una historia religiosa y cuáles eran los aspectos a resaltar para los asistentes. El mismo autor añade que los productores teatrales de la época (pageant-producers) seguían a los frailes predicadores y estaban atentos a 27 los temas tratados para que el sermón sirviera de prólogo a su obra, la cual tenía la estructura de los dramas litúrgicos de la época (479)46 En consecuencia, una vez que los sermones fueron más accesibles para los feligreses y se enriquecieron con anécdotas que pretendían pertenecer a personas próximas, fueron más allá para lograr infiltrarse más profundamente en su conciencia moral. Esto lo lograron al escenificar las anécdotas y al personificar conceptos abstractos, procedentes de textos divinos o paganos: la enseñanza se volvió acción. De esta manera, el público veía sufrir las tribulaciones del alma y las batallas contra el mal, y no solo eso, se hicieron tangibles tanto los enviados divinos como los malignos, e incluso Dios mismo. Para realizar la caracterización de estos personajes, los dramaturgos echaron mano de la experiencia adquirida por los religiosos, pues en los sermones satíricos se criticaba a todos aquellos pecadores que caían en la tentación de ciertos vicios inherentes a su posición social y/o su ocupación. Si además estos pecadores también eran quienes oprimían a los pobres, los ataques eran despiadados (292-297). Asimismo, Owst afirma que en los sermones satíricos los predicadores iban creando la imagen de cada uno de los pecadores con varias características: los que oprimen a los pobres, las posiciones que ocupan en la escala social, sus ocupaciones, sus debilidades que los hacen caer en la tentación y luego en los pecados determinados por todo lo anterior. 47 Por ejemplo los ricos y todos aquellos en contacto con el dinero y propiedades son tentados por la codicia, la cual provoca su deseo por tener más riquezas y que no se detengan aun cuando sus necesidades estén 46 Owst afirma: ―In England, indeed, where the golden age of vernacular religious drama coincides, so far as existing records suggest, with the golden age of vernacular preaching, the parallels between them are far numerous and arresting to be mistaken for mere coincidences‖ (485). 47 Estos asuntos son el fundamento de la estate satire, sátira social, género muy popular entre los siglos XIV y XVI, en donde se exponían las obligaciones, responsabilidades y críticas de los defectos y faltas de un miembro o grupo de determinado estamento, de acuerdo con Cuddon en A Dictionary of Literary Terms and Literary Theory, de Willey-Blackwell. 28 satisfechas. Owst también menciona que los monjes dominicos decían que la avaricia está en todos los tipos de persona ―their sole concern is how to acquire worldly wealth‖ (318). Este planteamiento propone que todos son propensos a la deshonestidad, la tiranía, el abuso y también a olvidarse de sus obligaciones morales con el prójimo y las que tienen con su creador. En contraste, hay quienes encuentran que la codicia es un pecado que se atribuía a los miembros de gremios específicos. Así como la sociedad medieval estaba dividida claramente en tres estamentos, de acuerdo a su función en la sociedad, de la misma manera se clasificaba el pecado al que era proclive cada grupo. Es por esto que cada moralidad se preparaba para explicar cómo los feligreses en general podían evitar caer en el pecado, pero también se podía enfocar a un grupo en particular. A este respecto, Dorothy Wertz apunta que en moralidades posteriores a The Castle of Perseverance ―like Everyman, ‗Mankind‘ lost his generalized characteristics after about 1530 and became a historical personage or a personification of only one social class‖ (Mankind 83). Igualmente, en las moralidades el protagonista, personificación los cristianos atraídos por las tentaciones terrenales, está en medio de una disputa entre los personajes que representan vicios y virtudes por hacer que se incline hacia uno de estos extremos. Esta lucha entre lo bueno y lo malo ya era retratada por Prudencio, el poeta latino, en la Psicomaquia, texto escrito ya muy entrado el siglo IV. Él imaginó peleas entre cada uno de los vicios con su contraparte virtuosa para conseguir el alma humana (King 241). El libro fue muy popular enla Edad Media, inspiró algunas de las alegorías en el drama litúrgico en donde esta lucha se adaptó a la realidad de los siglos XV y XVI y dio lugar a ilustraciones de las batallas así como a la caracterización de los personajes descritos en él, que representaban los vicios y virtudes. 29 Everyman, al igual que las otras moralidades de su época, tiene a la Psicomaquia como uno de sus pilares. Sin embargo, al contrario de otras moralidades, en la aquí estudiada no aparecen los personajes que representan a los vicios o a los demonios que tratan de ganar su alma. No vemos personificaciones específicas de los pecados y virtudes que encontramos en la Psicomaquia, porque el protagonista ya ha pasado por esa pelea en donde vencieron los pecados. En el texto, los cercanos a Everyman lo invitan a seguir disfrutando de los placeres de la vida, sin importar el llamado a comparecer ante Dios. Lo que tenemos en Everyman es el camino que tiene que recorrer para salvar su alma, el tema del Ars moriendi: preceptos para bien morir. El hecho de que estos personajes antagónicos ya no aparecieran en escena como personificaciones de pecados determinados se debe a que, de acuerdo a Wertz, ―life had grown too complicated to appear as a pitched battle of virtues and vices on a round stage. Interest had shifted from the supernatural powers of good an evil fighting for the soul to the life of Everyman himself, who seems to be far less helpless than was Mankind in the face of Death [in The Castle of Perseverance]‖ (Mankind 90). Como ya he mencionado, la enseñanza a exponer es: el camino que tiene que recorrer el hombre para llegar a su muerte de la mejor manera (King 256). La representación de este momento de la vida es un tema abordado, con fines didácticos, por las artes medievales en el Ars moriendi. El creciente interés por representar, y en especial teatralizar, lo que sucede con el alma al momento de la muerte se deriva de los conflictos existentes en los ámbitos social, económico, sanitario y religioso que surgieron durante la Edad Media temprana y que provocaron un distanciamiento entre feligreses e Iglesia, más preocupada por sus intereses económicos y jurídicos. Como resultado de lo anterior, González afirma que la gente comenzó a retomar ideas 30 y costumbres de las religiones precristianas, lo que no disminuyó la religiosidad, sino que la desvió de la ortodoxia cristiana. En consecuencia, se adopta la idea del otro mundo conformado por dos lugares opuestos: uno en el que se recibía castigo, infierno, y otro, paraíso, en el que se recompensaba. La vida en el paraíso era muy parecida a la vida en la tierra, el alma eterna no tenía que ver con algo místico, era una verdad indiscutible: ―Para el cristiano, su existencia después de la muerte sólo le ocasionaría un cambio de estado, un cambio de condición externa que le permitiría ya no sufrir sino sólo gozar, pero él seguiría siendo el mismo‖ (50). El infierno era muy distinto, tal como lo vemos en las representaciones medievales: un lugar de castigo y tortura eternos. Además, también adoptaron la imagen del dios piadoso, pero que al mismo tiempo es estricto y quien generosamente da al hombre el libre albedrío, pero abandona a aquellos que hacen uso indebido de este don a Satanás, personaje ―racionalizado e institucionalizado por la iglesia para asumir importantes funciones en el imaginario colectivo de la Edad Media‖ (50). Por lo tanto, al final de su vida en la tierra, el alma humana será sujeta a un juicio de su comportamiento para decidir si irá al cielo o al infierno. Con el paso de los siglos, el veredicto dejó de ser definitivo, y alrededor del siglo XIII se crea un punto intermedio: el purgatorio. Con este cambio, los parientes vivos tienen la oportunidad de ofrecer plegarias e indulgencias a favor de esa alma para salvarla de este lugar en donde se expiaban los pecados y, entonces, ir directamente al cielo. Para explicar este proceso y sus posibilidades a los fieles la Iglesia vio la necesidad de escenificar la manera en que cualquiera podía tener acceso a la salvación de sus almas (49-54). Así pues, el Ars moriendi se volvió un tema muy popular en el drama litúrgico de aquellos tiempos; por ello, no es extraño que una de las pocas obras religiosas que sobrevivieron 31 trate precisamente este tema: Everyman es una dramatización de cómo es que el cristiano medieval puede encarar este proceso de la mejor manera. Ladd afirma que en esta obra no se habla de cómo evitar la tentación de la codicia, no se da esa lucha en escena, sino que más bien ―The play‘s focus on the tension between ‗Goodes‘ and ‗Good Dedes,‘ in particular its choice to use the animate ‗Goodes‘ rather tan a more energetic temper figure as its primary signifier of material sin […]‖ (58). Una vez que se da cuenta del llamado de Dios, la lucha de Everyman es interna. Si tomamos a la codicia como el pecado tratado en este texto, entonces debemos de recurrir nuevamente a Doroty Wertz quien menciona que en la Edad Media a la codicia se la relaciona con los terratenientes y los burgueses nuevos ricos48 (Conflict Resolution 441). Ladd señala que aunque Van Laan49 ha pensado que Everyman es la representación de la codicia, es más bien el aspecto de Goodes lo que ―most clearly recalls a long international tradition of antimercantile artistic representation of Avarice‖ (Ladd 62). La codicia se representaba como ―a small, crouching figure… [with] matter accumulated in money bags‖ y también como una figura sentada junto a una cómoda contando y acomodando monedas, así como cargando sacos con dinero atados al cuello (Little ctd en Ladd 63). Esta imagen nos remite, sin duda, a un hombre que es un burgués, prestamista o comerciante (que evoca al personaje de Riquezas), cuyos bienes no consisten en tierras, ni linajes, ni títulos nobiliarios, en un principio, sino en dinero, lo que era poco común y denotaba la no pertenencia a la nobleza.50 La caracterización de Everyman se va delineando entonces como un personaje que puede representar a la humanidad en general, pero en específico al gremio de los comerciantes de la 48 Newly-rich burgher. 49 Everyman: A Structural Analysis‖ pp. 468. 50 El uso de efectivo era considerado como algo vulgar, la riqueza se acumulaba en bienes inmuebles generalmente otorgados por el rey, por dote o por herencia. 32 época, que también podían ser prestamistas. Sabemos que este personaje es representativo de una colectividad pues Mensajero al presentar el thema habla de un llamado a rendir cuentas para ―euery creature‖; también encontramos en el monólogo de Dios cómo se refiere a Everyman a veces con una sola palabra, a veces con dos, con pronombres en singular y a veces en plural: Euery man lyueth so after his owne pleasure / And yet of theyr lyfe they be nothing sure (40). De esta manera queda claro que el espectador ya sabía muy bien que se utilizaban las dos formas porque se daba por entendido que ese personaje representaba no a un individuo, sino a un grupo que podía ser parte del público ahí presente, pues como afirma Kolve: For the first part of [God's] speech at least, it seems clear that a character called Everyman should not be evident or distinguishable from the rest of the audience. The audience itself is the first 'euery man' that God names: it is what is in His view and what therefore He must be understood to order Dethe to summon (83). 51 Por lo tanto, el éxito en la aceptación de la enseñanza de esta moralidad también recaía en el hecho de que en la alegoría se incluía a los creyentes que acudían a ver estas representaciones y así ellos se podían sentir conectados con el protagonista. Si los asistentes llegaban a sentirse identificados con Everyman, quien tal vez vestiría ropas características de los mercaderes52,era posible que se involucraran durante toda la obra y comprendieran el mensaje mientras seguían los movimientos del personaje a cada paso (Ryan 725). En esto estriba una de las diferencias entre un sermón, dicho por una sola persona aunque muy bien preparada para ello, y una representación teatral, pues ésta última tenía el mismo contenido, un objetivo claro pero con la ventaja de visualizar y hacer sentir al público parte de las tribulaciones del protagonista y que 51 En este ensayo Kolve evidencia las similitudes de Everyman con la parábola de los talentos que se narra en el Evangelio de Mateo y concluye que es claramente una de las fuentes para esta moralidad. 52 Como se representa en los grabados de la edición de Skot. 33 podían vivir la misma catarsis y purificación. Así como lo leemos en el testimonio de R. Willis dado anteriormente, el asistir a la representación de la moralidad le causó una impresión tal que podía recordar el significado de los personajes que ahí vio, tanto los que representaban lo bueno como los vicios, aun años después. Ese testimonio puede ser evidencia de que la caracterización física de los personajes en un drama litúrgico era definitiva para lograr un impacto en el espectador. Sin embargo, no hay un testimonio que describa el vestuario, accesorios y maquillaje utilizado por los actores, no sabemos cómo se veía Everyman en escena. Lo que sí tenemos son los grabados que aparecen en la edición de John Skot; ahí el protagonista aparece ataviado como un mercader de la época (imagen 1), como muchos de los que pudieron ser los asistentes a la representación. La identificación y empatía podía ser inmediata y más efectiva que el ver a un religioso tratando de convencer a sus oyentes de sus palabras; con grandilocuencia, la puesta en escena ayudó a agregar acción y la personificación de todos aquellos involucrados en su destino espiritual. Ya en la primera parte de este trabajo hablé sobre las similitudes entre esta obra y un sermón de la época y se vio cómo cada una de las partes corresponde en menor o mayor medida a este tipo de discurso. Lo anterior prueba que, como dice Owst, el predicador enseñó al dramaturgo (si no es que eran la misma persona) y no a la inversa (477). A continuación revisaré la travesía escénica que recorren los personajes en Everyman para lograr su objetivo didáctico. Imagen 1 Portada interior de la edición de John Skot (s. XVI), reimpresa por W.W. Greg en 1904 y digitalizada por Internet Archive.org 34 En la versión impresa tenemos en primer término una síntesis de lo que se verá en escena. Estas líneas e imagen no forman parte de la obra de teatro, sino de la edición impresa, como un paratexto, en donde una vez más se dejan rastros de que este texto litúrgico se ha convertido en una obra de teatro con la forma de una moralidad: Here begynneth a treatyse how yt hye fader of heuen sendeth dethe to so- mon euery creature to come and gyue counte of theyr liues in this worlde and is in maner of a morall playe.53 Como en otros textos, la obra abre con una especie de prólogo, el que pudo servir a los actores para llamar la atención de los espectadores, decir el tipo de obra que es, su argumento principal, enfatizar la importancia de su enseñanza y anunciar el inicio de la representación y la aparición del primer personaje: ―our heuen kinge‖ (19). 54 En este monólogo Dios es, como los demás personajes de la obra, alguien real, tangible. Dios habla al público para reclamarle enérgicamente la forma en que ha dejado en el olvido su sacrificio, cómo al caer en los diferentes pecados se ha convertido en ―moche worse than beestes‖ (49). 55 Estas palabras funcionan como una gran reprimenda para todos aquellos que no han entendido el error que cometen: caer en las ―tentaciones mundanas‖. Este monólogo es también el golpe inicial a las conciencias de todos los presentes, pues descubren que lo que ahí verán es una lección de suma importancia para lograr su salvación. Tal vez el dramaturgo basó la imagen de este personaje en el Antiguo Testamento, pues la actitud de Dios recuerda a aquella del dios 53 ―Here begineth a treatise how the high father of heaven sendeth death to summon every creature to come and give account of their lives in this world and is in manner of a moral play‖. Este texto inicial también sirve de marco superior a la imagen y por ello tiene un estilo apropiado para su función 54 ―our heavenly king‖ 55 ―much worse than beasts‖ 35 judío del libro del Éxodo, quien entra en cólera al saber que su pueblo ha adorado a un ídolo. Este primer monólogo presenta una figura hostil, un personaje exaltado que siente que ha sido traicionado y sobre todo, que no ha sido tomado en cuenta. El nivel de emoción y complicación con la que inicia la obra es muy alto y contrasta con la siguiente escena, en donde aparece el protagonista de esta moralidad. Everyman es un personaje bien identificado con el pecado de la codicia, quien ha dejado de lado a Dios, como aquél hombre rico y necio que se menciona en una de las parábolas de Jesús, Lucas 12:16-2156, cuyo amor a las riquezas le hizo olvidarse del prójimo y de Dios, por lo que su alma es requerida. Así, el protagonista de este texto se siente seguro, tranquilo y aparentemente feliz pues está rodeado de lo que más ama en el mundo: su fortuna y sus relaciones personales. El dramaturgo refleja esto no sólo con la referencia que da Muerte cuando ve a Everyman: […] I beset that lyueth beestly Out of goddes lawes and dredelh not foly He that loueth rychesse I wyll stryke wt my darte His syght to blynde and fro heuen to departe Excepte that almes be his good frende (74-78)57 sino también cuando pretende sobornar al mensajero divino para que le evite su presentación ante Dios: O deth thou comest wha I had ye leest in mynde In thy power it lyeth me to saue Yet of my good wyl 1 gyue ye yf thou wyl he kynde 56 Elizabeth Harper y Britt Mize también relacionan a Everyman con la parábola de los Talentos en su ensayo ―Material Economy, Spiritual Economy and Social Critique in Everyman‖ que aparece en Comparative Drama Vol. 40, No. 3 (Fall 2006), pp. 263-311. 57 I beset that liveth beastly / Out of God‘s laws, and dreadeth not folly; / He that loveth riches I will strike with my dart, / His sight to blind, and from heaven to depart, / Except that alms be his good friend 36 Ye a thousande pounde shalte thou haue And dyfferre this mater tyll an other daye (119-123).58 Aquí se describe a un personaje sumido en el mundo material, para quien no es importante el llamado de su creador, ya que se encuentra alejado de todo aquello relacionado con la salvación de su alma, no hay vicios peleando por ella, pues ya la han ganado con anterioridad. Ha olvidado por completo que su destino depende del juicio que se haga de su comportamiento en la tierra y que mientras más alejado esté de los preceptos religiosos mayor posibilidad existe de que su alma sea castigada. Este encuentro inicial del espectador con el protagonista da cuenta de cómo éste se ubica en la parte más alta de la Rueda de la Fortuna, 59 pero está muy alejado de Dios. Al contraste entre estas dos primeras escenas se suma la actitud opuesta entre Dios y Muerte; a pesar de que Dios afirma haber sufrido las peores vejaciones para salvar el alma de toda la humanidad, everyman, y de representar al creador amoroso y paciente con sus hijos, aquí muestra menos compasión y amor por Everyman que su mensajero. Muerte tiene que cumplir con el mandato de su señor, pero encuentra una salida compasiva para que el atormentado Everyman acuda a rendir cuentas acompañado de alguien que de razones que le ayuden a ganar