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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM TESIS QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMLIAR PRESENTA DR. JUAN PEDRO HERNANDEZ MORALES DIRECTORA DE TESIS: DRA. LOURDES DELGADO ROCANDIO CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. DE MÉX., ENERO DEL 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMLIAR PRESENTA: JUAN PEDRO HERNÁNDEZ MORALES A U T O R I Z A C I O N E S: DRA. MARTHA BERENICE HERNÁNDEZ MIRANDA PROFESORA TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACION EN MEDICINA FAMILIAR EN EL HOSPITAL MATERNO INFANTIL ISSEMyM DRA. LOURDES DELGADO ROCANDIO ASESOR DE TESIS ASISTENTE DE LA DIRECCION DEL HOSPITAL REGIONAL DE TOLUCA ISSEMyM INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 3 TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMLIAR PRESENTA: JUAN PEDRO HERNANDEZ MORALES A U T O R I Z A C I O N E S: M.E. GUILLERMO VICTAL VASQUEZ DIRECTOR DE EDUCACION E INVESTIGACION EN SALUD DEL ISEEMyM ING. JOANA PATRICIA GALINDO MONTEAGUDO JEFA DE INVESTIGACION E INOVACION EDUCATIVA EN SALUD DEL ISSEMyM INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 4 TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMLIAR PRESENTA: DR. JUAN PEDRO HERNÁNDEZ MORALES A U T O R I Z A C I O N E S: DR. JUAN JOSÉ MAZÓN RAMÍREZ JEFE DE LA SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO FACULTAD DE MEDICINA, U.N.A.M. DR. GEOVANI LÓPEZ ORTIZ COORDINADOR DE INVESTIGACIÓN DE LA SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO FACULTAD DE MEDICINA, U.N.A.M. DR. ISAÍAS HERNÁNDEZ TORRES COORDINADOR DE DOCENCIA DE LA SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO FACULTAD DE MEDICINA, U.N.A.M. INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 5 INDICE GENERAL INDICE GENERAL 5 Resumen 7 APARTADO 1 9 1 Marco Teórico 9 1.1. Sobrepeso y Obesidad Infantil………………………………………………………….……………. 10 1.1.1. Aspectos Generales…………………………………………………………………………… 10 1.1.2 Concepto de Obesidad…………………………………………….……………...…………. 17 1.1.3. Diagnostico………………………………………………………..………………………………… 26 2 TIPOLOGIA FAMILIAR PARA EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD 29 2.1 Concepto………………………………………………………………………………………………….……... 29 2.2 Tipos de Familia………………………………………………………………………………………………… 33 2.2.1 Familia Nuclear…….………………………………………………………………………… 33 2.2.2. Familia Polígama ……………………………………………………………………….... 34 2.2.3 Familia Extensa……………………………………………………………………………………. 34 2.3 Nueva Tipología Familiar…………………………………………………….…………………………. 35 2.4 La tipología familiar en un estudio de salud familiar……………………………..………… 37 2.4.1 La etapa del ciclo de vida en que se encuentra………………………….……. 38 2,4,2 Hábitos, costumbres y patrones de comportamiento…………………..... 40 2.4.3 Enfoque demográfico…………..…………………………………….…………………... 41 2.4.4. Integración…………………………………………………..…….……………………………… 43 2.4.5. Por complicaciones en la estructura familiar………..…………………..……. 44 3 LA MEDICINA FAMILIAR Y LA ATENCIÓN A PROBLEMAS DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN LA POBLACIÓN INFANTIL 45 3.1. Aspectos Generales………………………………………………………..……………………………… 45 3.2. Atención primaria de salud…………………………………………………………………………….... 46 3.3. La familia en el proceso salud-enfermedad…………………………………………………... 50 3.4. El expediente clínico familiar……………………………………………………………………………….... 52 3.5. La familia y su influencia en la conducta alimentaria infantil………………………………… 53 6 3.6. Disfuncionalidad familiar e impacto en los índices de sobrepeso y obesidad 61 APARTADO 2 67 4. MATERIALES Y METODO……………………………………….……………………………………………….. 67 4.1. Planteamiento del Problema………………………………….………………………………………….. 67 5.1. Justificación………………………………………………………………………………………………….. 69 6.1. Objetivos……………………………………………………………………………………………..………... 70 6.1.1. Objetivo General……………………………………………………………………….…... 70 6.1.2 Objetivos Específicos………………………………………………..………………………… 70 7.1. Tipo de estudio…………………………………………………………………………..………………… 71 8.1. Población, lugar y tiempo de estudio………………………………………………….…………… 71 9.1. Tipo y tamaño de la muestra………………………………………………….…………………….. 71 10.1 Criterios de inclusión, exclusión y de eliminación…………………………..……………….. 72 11.1 Información a recolectar………………………………………….……………………………………….. 72 12.1 Método o procedimiento para captar la información……………………….………….. 73 APARTADO 3 76 RESULTADOS……………………………………………………………………………..………………………… 76 13.1. Descripción (análisis estadístico) de los resultados……………………………..………. 76 14.1 Tablas y Graficas…………………………………………………………………………………………… 77 APARTADO 4 86 15.1. Discusión (interpretación analítica) de los resultados encontrados…………….. 86 APARTADO 5 89 16.1. Conclusiones……………………………………………………………… 89 Referencias Bibliográficas……………………………………………………………………… 91 7 INFLUENCIA DE LA DINÁMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACIÓN DERECHOHABIENTE DE LA CLÍNICA DE CONSULTA EXTERNA DE LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM Resumen La medicina familiar es la disciplina que capacita al médico para brindar atención médica primaria, continua e integral al individuo y su familia, por lo que a partir del análisis de la dinámica familiar puede identificar y atender diversos padecimientos que se presentan en uno o varios de sus miembros del sistema familiar, como es el caso del sobrepeso y la obesidad infantil, enfermedades que han adquirido niveles significativos durante los últimos años, representando un problema que ha captado la atención de las principales autoridades de salud tanto nacionales como internacionales. Esta situación implica el desarrollo de estrategias orientadas hacia el diagnóstico y tratamiento de estos padecimientos, tomando en cuenta su carácter multifactorial que implica la intervención de otros especialistas en los ramos de psicología y nutrición, con lo que a través de la medicina familiar pueden aplicarse paralelamente a la atención médica correspondiente, vinculando a dichos padecimientos con la dinámica familiarque influye en su incidencia, con el fin de determinar el nivel de impacto de la funcionalidad y disfuncionalidad en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la familia, especialmente en niños en edad escolar. Por lo tanto, la presente investigación pretende determinar la estrecha relación entre la disfunción familiar y la presencia de sobrepeso y obesidad, a partir de la aptitud clínica del médico familiar. Abstract Family medicine is the medical specialty which forms specialists in Primary Health Care (PHC) and comprehensive health care for the individual and family, so the use of family dynamics analysis, physicians can identify and treat some ailments in one or more members 8 of the familiar system, such as infantile overweight a obesity, that had obteined significant levels along few years, representing a problem that captures the attention of the medical national or international authorities. Such situation requires the development os strategies oriented to the diagnosis and treatment of these deseases, considering its multifactorial nature that includes intervention from other discipline specialists in psychiatric, psychology and nutrition, supporting family medicine, working together in the corresponding medical attentión, in order to link overweight and obesity with the family dynamics that generates it, determinating the level of impact of functionality or disfunctionality in overwieht and obesity prevalence, especially in scholar children. Therefore this piece of investigation tries to prove the intimate relationship between family disfinction and overweight and obesity, supported by the medical aptitude of the family pshysician. 9 Apartado 1. Marco Teórico El marco teórico de la investigación tiene por objeto establecer las bases de la misma y “comprende la ubicación del problema en una determinada situación histórico-social, sus relaciones con otros fenómenos, las relaciones de los resultados por alcanzar con otros ya logrados, como también definiciones de nuevos conceptos, redefiniciones de otros, clasificaciones, tipologías por usar, etcétera. (Cerda, 2004). Tamayo (2004) destaca las siguientes funciones del marco teórico de la investigación: Sirve de base para la descripción y el enunciado del problema. Integra la teoría con la investigación y sus relaciones mutuas. Sirve para cuestionar, así como para conducir a una reformulación e incluso a un cambio del problema de investigación. Ayuda a precisar y a organizar los elementos contenidos en la descripción del problema. Delimita el área de la investigación. Sugiere guías de investigación, es decir, con el marco teórico pueden verse nuevas alternativas de enfoque para tratar el problema. Compendia conocimientos en el área que se va a investigar. Expresa proposiciones teóricas generales, postulados y marcos de referencia que sirven como base para formular hipótesis, manejar variables y esbozar teoría sobre técnica y procedimientos a seguir en el estudio a realizar. Con base en lo anterior, el marco teórico de la presente investigación, incluye los siguientes apartados: Sobrepeso y obesidad infantil Tipología familiar para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad infantil La medicina familiar y la atención a problemas de sobrepeso y obesidad en la población infantil. 10 Disfuncionalidad Familiar. Disfuncionalidad familiar e impacto en los índices de sobrepeso y obesidad 1.1. Sobrepeso y obesidad infantil 1.1.1. Aspectos generales El notable incremento de casos de sobrepeso y obesidad infantil que se ha presentado durante las últimas décadas en los países desarrollados y en vías de desarrollo como es el caso de México, ha requerido un esfuerzo coordinado de las principales organizaciones competentes en materia de salud pública, como es el caso de la Organización Mundial de Salud (OMS) y en este caso, la Organización Panamericana de Salud (OPS), las cuales se han concentrado en el análisis y supervisión de los patrones de crecimiento de la población, en la nueva conformación de las estructuras familiares y otros aspectos de tipo socioeconómico relacionados con los hábitos de consumo, para documentar las desviaciones de la normalidad (llámese desnutrición o sobrepeso y obesidad), y con base en ello, “poder formular políticas de salud, planear intervenciones, monitorizar su efectividad, y, de esta forma, dirigir los esfuerzos a la prevención.” (OMS, 2006). El esfuerzo mundial por combatir el sobrepeso y la obesidad como parte de las enfermedades no trasmisibles (ENT) se concentró en el Plan de acción mundial de la OMS para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020 en el que se formularon nueve metas mundiales de aplicación voluntaria y se conformó un marco mundial de vigilancia, los cuales fueron adoptados por la Asamblea Mundial de Salud en 2013. Las metas en cuestión se orientan hacia lo siguiente (OMS, 2013): Meta mundial 1: Reducción relativa de la mortalidad general por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas en un 25% para 2025. Meta mundial 2: Reducción relativa del uso nocivo del alcohol en al menos un 10% para 2025. Meta mundial 3: Reducción relativa de la prevalencia de la actividad física insuficiente en un 10% para 2025. 11 Meta mundial 4: Reducción relativa de la ingesta poblacional media de sal o sodio en un 30% para 2025. Meta mundial 5: Reducción relativa de la prevalencia del consumo actual de tabaco en un 30% en las personas de 15 años o más para 2025. Meta mundial 6: Reducción relativa de la prevalencia de la hipertensión en un 25%, o contención de la prevalencia de la hipertensión, en función de las circunstancias del país, para 2025. Meta mundial 7: Detención del aumento de la diabetes y la obesidad para 2025. Meta mundial 8: Tratamiento farmacológico y asesoramiento (incluido el control de la glucemia) de al menos un 50% de las personas que lo necesitan para prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares para 2025. Meta mundial 9: 80% de disponibilidad de tecnologías básicas y medicamentos esenciales asequibles, incluidos los genéricos, necesarios para tratar las principales enfermedades no transmisibles, en centros tanto públicos como privados para 2025. La meta mundial 7 relativa a la detención del aumento de la diabetes y la obesidad en la población, ha sido monitoreada arrojando resultados poco alentadores, en este caso, el Informe sobre la nutrición mundial 2015, observó que “la prevalencia de la obesidad (IMC ≥ 30) en los adultos de ambos sexos aumentó en todos los países entre 2010 y 2014. Los aumentos oscilan entre el 0.2% y el 4.2% con una media del 1.8%.” (International Food Policy Research Institute, 2015). El sobrepeso y la obesidad en edades pediátricas en el caso de México, ha seguido un patrón ascendente similar al de la población mundial y estudios médicos han concluido que existe un estrecho vínculo entre los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, el cambio en la dinámica familiar, como factores de riesgo que han propiciado que un porcentaje cada vez mayor de la población infantil y adolescente presente casos de sobrepeso y obesidad. De acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición (ESANUT, 2012), en el grupo de escolares la prevalencia de obesidad referida, fue mayor en hombres que en mujeres, afectando al 34% de ellos y a un 35% de los adolescentes, en los cuales el problema de la obesidad se ha agudizado hasta alcanzar a 1 de cada 10 (ver figura 1.1). En los adultos, 7 de cada 10 padecen sobrepeso y obesidad. En las mujeres, la mayor prevalencia de sobrepeso 12 se ubica en el rango entre 30 y 39 años, y de obesidad en las que se ubican entre los 50 y 59 años, en las cuales la prevalenciade obesidad abdominal alcanza al 94%. Por lo que respecta a los hombres, la mayor prevalencia de sobrepeso se ubicó en las edades de 60 a 69 años, mientras que la obesidad abdominal alcanzó a cerca del 80%, mientras la prevalencia de obesidad más alta se ubica entre los 40 y 49 años. Por regiones del país, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en la zona norte (ver figura 1.2). Fig. 1.1. Infografía de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en población infantil y adolescente en México. 13 Fig. 1.2. Infografía de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en población adulta y su distribución en el ámbito regional. En el caso del sobrepeso y la obesidad infantil, puede establecerse que la falta de prevención, atención oportuna y monitoreo constante de este tipo de padecimientos en la población en cuestión, tendrá un efecto directo en su edad adulta, “con la resultante de enfermedades crónicas asociadas como hipertensión arterial, dislipidemias, ateroesclerosis, morbilidad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2, entre otras.” (Srinivasan, Myers y Berenson, 2001). Las cifras correspondientes al sobrepeso y la obesidad infantil en México, concretamente en los niños en edad escolar (5-11 años), ha manifestado un incremento paulatino entre 2006 y 2012, hasta alcanzar a más de 1 de cada 3 niños. El 26% de los que están en edad escolar tenía peso poco saludable, y para el 2008 aumentó en 4 puntos porcentuales la prevalencia de sobrepeso y obesidad, alcanzando en el 2012 hasta un 34.4% (sobrepeso 19.8%; obesidad 14.6%). 14 Por lo tanto, se considera que es importante que las organizaciones de salud pública, tanto a nivel nacional como internacional consideren a la niñez como un periodo crítico de oportunidad para emprender medidas de prevención e intervención, “por lo que se requieren medidas para identificar patrones de riesgo y monitorizar su evolución.” (Bacardí, Jiménez y Guzmán, 2007). La presencia del sobrepeso en el público infantil va presentando una serie de complicaciones a corto, mediano y largo plazo, de acuerdo al lapso que transcurre entre su inicio y la aparición de las manifestaciones asociadas (Calzada, 2003). Con base en lo anterior, los efectos del sobrepeso y la obesidad en el público infantil, pueden observar los siguientes patrones: a) Inmediatos. La simple presencia del sobrepeso, provoca un incremento en alteraciones ortopédicas como pie plano, resistencia a la insulina, incremento de andrógenos, aumento de colesterol, lipoproteínas de baja densidad y triglicéridos, así como alteraciones pulmonares, menstruales, diabetes tipo 2, y desde el punto de vista psicológico, una baja autoestima y una autoimagen deteriorada. b) Mediatos. En un periodo de dos a cuatro años posterior al inicio de la obesidad, se incrementa el riesgo de presentar, además de las manifestaciones del periodo anterior: “hipertensión arterial (10 veces más), hipercolesterolemia (2.4 veces más), lipoproteínas de baja densidad altas (tres veces más) y lipoproteínas de alta densidad bajas (ocho veces más).” (Kaufer y Toussaint, 2008). c) Tardías. En caso de que la obesidad prevalezca hasta la edad adulta, además del agravamiento de las complicaciones mediatas, pueden presentarse incidencias de enfermedades coronarias, hipertensión vascular, enfermedad renal vascular, ateroesclerosis, artritis y ciertas neoplasias que impactan directamente en la morbilidad y mortalidad en la edad adulta. La figura 1.3, resume las complicaciones en la salud que trae consigo el sobrepeso y la obesidad en la población infantil en edad escolar, destacando también los porcentajes alcanzados entre 2006 y 2012. 15 Fig. 1.3. Infografía de las complicaciones de la obesidad infantil y estimación de su prevalencia en el tiempo. Además de las complicaciones que el sobrepeso y la obesidad infantiles generan en la salud, es importante considerar los aspectos socioeconómicos que estos padecimientos traen consigo y que tienen que ver las estadísticas recopiladas por el sector salud en México, las cuales han mostrado un crecimiento exponencial del padecimiento durante las últimas décadas, implicando en este caso, un factor que requiere de la instrumentación de políticas públicas para revertir las cifras. Sin embargo, la respuesta de las autoridades competentes en México, no ha sido del todo oportuna, ya que fue hasta la segunda mitad de la década, con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2006), que se desarrolló el primer Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, cuyas metas y objetivos específicos a alcanzar para el 2012, incluían los siguientes puntos: 16 Revertir en niños de 2 a 5 años el crecimiento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad a menos de lo existente en 2006. Detener en la población de 5 a 19 años el avance en la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Desacelerar el crecimiento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la edad adulta. (Barquera, et al., 2010). Desde esa fecha hasta los resultados obtenidos de la siguiente ENSANUT (2012), se puede concluir que las políticas, acuerdos y regulaciones nacionales en México para el control y prevención de la obesidad no han logrado alcanzar las metas y objetivos planteados. […] El Grupo Multidisciplinario sobre Obesidad de la Academia Nacional de Medicina estimó que el costo de la obesidad en México fue de 67 mil millones de pesos en 2008 y se calcula que para el 2017 fluctúe entre 151 y 202 mil millones de pesos. De no actuar de inmediato, el costo que pagará la sociedad en las siguientes tres décadas será mucho mayor a la inversión requerida para implementar estas acciones. (Rivera, et al, 2013). Resulta inobjetable que la problemática del sobrepeso y la obesidad en la población infantil del país requiere de una acción inmediata y objetiva de las autoridades competentes en materia de salud pública, ello a través de programas preventivos y de lucha directa contra estos padecimientos. Asimismo, es importante que dentro de dichos programas se busque la acción coordinada de padres de familia y profesores, de manera tal que se vaya fomentando una cultura de buena alimentación y la búsqueda constante de un estilo de vida saludable. […] Es necesario diagnosticar, clasificar, conocer la fisiopatología, la prevalencia, la prevención del sobrepeso y la obesidad (y sus relaciones con la predisposición a procesos crónicos degenerativos), la influencia de la comida chatarra, el sedentarismo, la publicidad nociva, la inseguridad, la irresponsabilidad de los padres y tutores, los espacios reducidos en las escuelas para la actividad física, los nulos esfuerzos de la sociedad para combatir la obesidad infantil, y los intereses políticos y económicos de las grandes compañías nacionales y trasnacionales en la producción de comida rápida. (Ortega, 2014). 17 Con base en lo anterior puede establecerse que una de las principales áreas en donde puede generarse un importante cambio para hacer frente a la problemática del sobrepeso y la obesidad en la población infantil en México, es la familia, como eje fundamental de la sociedad, de la cual puede partir una acción coordinada con instituciones educativas y esquemas de prevención y atención médica de parte de todas y cada una de las entidades que conforman el Sistema Nacional de Salud, concretamente, las que forman parte del sector público. 1.1.2. Concepto de obesidad Aún y cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró desde 1995 a la obesidad como una enfermedad que afecta a los diferentes grupos etarios, sin límites en relación con la raza o el sexo, fue hasta 2004, cuando la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) aprobó la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud, en la que se describen los compromisos delas diversas partes interesadas respecto de la adopción de medidas destinadas a mejorar el régimen alimentario y a promover la actividad física, ello orientado a la prevención y tratamiento de la obesidad, especialmente entre la población infantil. Partiendo del hecho de que una de las principales responsabilidades de OMS, consiste en identificar y difundir información sobre intervenciones y sobre políticas y estructuras, se hace patente que se ha incrementado el interés por los problemas alimentarios, las actividades físicas y su impacto en la salud de la población mundial, lo cual se plantea en el “Plan de acción para aplicar la estrategia mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2008.” (Organización Panamericana de Salud, 2009, p. 1). Por lo tanto, a partir de la Asamblea Mundial de la Salud de 2004, la obesidad fue declarada como la epidemia del siglo XXI, debido a que se ha incrementado de forma alarmante en los países desarrollados y en desarrollo, constituye el principal problema de malnutrición del adulto y es una enfermedad que se ha visto aumentada notoriamente en la población infantil. “Algunos opinan que alrededor de 1/3 de todos los niños son obesos; 18 esta misma incidencia se describe en la edad adulta, lo que hace pensar que los niños obesos serán adultos obesos.” (Dietz, 2001). En el proceso de declarar a la obesidad como una enfermedad, puede considerarse como punto de origen la caracterización del binomio salud-enfermedad, establecido por la OMS desde 1946, en el que se determina que la salud es “un estado de completo bienestar físico mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por su parte, la enfermedad es entendida como la alteración estructural o funcional que afecta negativamente el estado de bienestar.” (OMS, 1946). Por lo tanto, puede afirmarse que la obesidad por sí misma, cumple con los criterios para ser considerada como enfermedad, ya que produce una alteración estructural y funcional en el ser humano, afectando su bienestar, por lo que el derecho a mantener ese nivel de bienestar es responsabilidad del Estado en cuanto a su prevención y control, reconociendo las características antes mencionadas y con base en ello, “establecer programas nacionales para erradicarlas.” (López, et al, 2015). Con base en lo anteriormente comentado, pueden considerarse dos planteamientos que buscan conceptualizar tanto al sobrepeso como a la obesidad. En el primero de los casos, el sobrepeso se define como: “el aumento del peso corporal por encima de un patrón dado en relación con la talla.” (Basilio y Monereo y Álvarez, 2004, p.101). Aún y cuando el término sobrepeso se encuentra íntimamente ligado al de obesidad, es importante destacar que son dos términos diferentes. Generalmente, el sobrepeso es una patología en la cual “hay un incremento excesivo de grasa corporal que puede ser perjudicial para la salud.” (OMS, 2006). El sobrepeso es producido por un desequilibrio energético con un balance positivo entre las calorías consumidas en la dieta y el gasto energético total. Se han descrito tres periodos críticos para el desarrollo del sobrepeso: el primero es el periodo prenatal, el segundo es en la infancia de los 5 a los 7 años, etapa en la cual se produce el llamado “rebote adiposo”, que es un incremento marcado del tejido adiposo corporal y el tercer periodo es en la adolescencia, especialmente en las mujeres. Este último periodo, además, se asocia estrechamente con la morbilidad relacionada con la obesidad. (Dietz, 1994). 19 Por su parte, la obesidad se define como: […] Una enfermedad de etiología multifactorial de curso crónico, en la cual participan aspectos genéticos, ambientales y de estilo de vida. Se caracteriza por un balance positivo de energía que ocurre cuando la ingestión de calorías excede al gasto energético, lo que ocasiona aumento en los depósitos de grasa corporal, y por ende, ganancia de peso. (Bouchard, 2008). Por su parte, la OMS (2016), establece que el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Otro procedimiento a través del cual se establece la diferencia entre sobrepeso y obesidad, es el índice de masa corporal (IMC), también conocido como índice de Quetelet, un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). La tabla 1.1, presenta la clasificación de la obesidad según la OMS, tomando en cuenta el IMC. Tabla 1.1. Clasificación de la obesidad según la OMS Clasificación IMC (kg/m²) Riesgo asociado a la salud Normo Peso 18.5 – 24.9 Promedio Exceso de peso ≥ 25 Sobrepeso o Pre Obeso 25 – 29.9 Aumentado Obesidad Grado I o moderada 30 – 34.9 Aumento Moderado Obesidad Grado II o severa 35 – 39.9 Aumento severo Obesidad Grado III o mórbida ≥ 40 Aumento muy severo Fuente: OMS 20 De acuerdo con dichos criterios de clasificación, la OMS establece que: Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso. Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad. De esta forma, el IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. Sin embargo, por el carácter multifactorial de la obesidad y a cuestiones fisiológicas relacionadas con la raza, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas. Un tercer criterio, para conceptualizar a la obesidad, la considera: […] El incremento del peso corporal asociado a un desequilibrio en las proporciones de los diferentes componentes del organismo, en la que aumenta fundamentalmente la masa grasa con anormal distribución corporal, se considera hoy en día una enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones. (Secretaría de Salud, 2010). Del concepto anterior, se destaca el factor relativo a la masa grasa, el cual fue considerado por Deurenberg y colaboradores en 1991, quienes utilizaron el IMC como método para estimar la masa grasa adiposa a partir de fórmulas matemáticas que incluían en sus variables el género y la edad de los sujetos. Bajo dichos criterios, llevó a cabo un estudio en el que utilizó una muestra de 1229 sujetos en un rango de edad de 7 a 83 años determinando su masa adiposa por densitometría y por antropometría. Las conclusiones aportaron que las fórmulas utilizadas permitían estimar la masa grasa de los sujetos, aunque en obesos los resultados mostraban una pequeña sobrestimación de la misma. (Deurenberg, 1991). El equipo de trabajo de Deurenberg, desarrolló la siguiente ecuación para estimar la grasa corporal: % grasa corporal = 1.2 (IMC) + 0.23 (edad) – 10.8 (sexo) – 5.4 Donde, sexo = 1 para hombres, y sexo = 0 para mujeres 21 Otros métodos utilizados para medir la grasa corporal incluyen: la medición de los pliegues subcutáneos, la medición de la impedancia bioeléctrica, también conocida como bioempedanciometría y la Absorciometría Dual de Rayos X (DEXA). La medición de los pliegues subcutáneos en distintos puntos (bicipital, tricipital, subescapular y suprailiaco), cuya suma se considera un indicador de la grasa subcutánea, representa una medición antropométrica que ayuda a determinar los índices de sobrepeso y obesidad, sin embargo, es un método de alta variabilidad y difícil de realizar en pacientes obesos con pliegues cutáneos muy grandes. […] Entre los pliegues, el más utilizado internacionalmente es el pliegue tricipital (PT), que mide la grasa subcutáneaen la cara posterior del brazo, en el punto medio entre el acromion y el olecranon. En general se acepta como indicador un PT mayor de 23 mm para varones y mayor de 30 mm. para mujeres. El pliegue subescapular (PS) se obtiene a 1 cm. por debajo del ángulo de la escápula y es el pliegue que, tomado individualmente, un mejor índice de adiposidad. Es aconsejable medir al menos dos pliegues: uno de disposición central o truncal (PS) y otro de disposición periférica o de extremidades (PT); y así se define obesidad cuando la suma de estos dos pliegues es > 45mm en el varón y > 69 mm. en la mujer. (Basilio, Monereo y Álvarez, 2000, pp. 154-155). El análisis de impedancia bioeléctrica (BIA, por sus siglas en inglés) es un método no invasivo e indoloro, de fácil realización, que ha demostrado tener una buena correlación con las técnicas clásicas para el estudio de la composición corporal como son la dilución isotópica y el método de pliegues cutáneos. La impedancia es la respuesta que los tejidos biológicos presentan en función de sus propiedades, al paso de una corriente eléctrica alterna con una intensidad de voltaje muy baja, por debajo de los umbrales de percepción del cuerpo humano. […] La BIA se basa en el hecho de que una corriente de alta frecuencia, bajo voltaje e intensidad se conduce de forma diferente por la grasa, la cual actúa como un aislante, que por la masa libre de grasa (MLG), donde el agua y electrolito, actúan como buenos conductores. La persona descansa en posición supina, y la bioimpedancia es medida haciendo pasar la corriente débil a 22 través del cuerpo de un electrodo a otro, uno colocado en las manos y otro en los pies. (Sabán, 2012, p. 252). Finalmente, la absorciometría por rayos X de energía dual (DEXA = Dual Energy X-ray Absorptiometry), es actualmente, el método más preciso y más costoso para determinar la composición del cuerpo. Funciona haciendo pasar dos Rayos X a través del sujeto, midiendo la cantidad de Rayos X que ha ido absorbida por el tejido a través del cual han pasado. “Uno de los rayos es de alta densidad y el otro de baja densidad, por lo cual la absorción relativa de cada rayo es una indicación de la densidad del tejido atravesado.” (Bernadot, 2001, p. 120). A través de esta técnica antropométrica se pueden medir tres compartimientos (masa grasa, masa magra y masa ósea), tiene la ventaja de generar información tanto de la masa grasa total, como de la masa grasa regional. “Es un proceso de baja radiación, pero es de alto costo y no acepta sujetos de gran obesidad (superior a 150 kgs.), por lo cual se emplea fundamentalmente en la investigación clínica.” (Moreno, 2012, p. 127). Otro criterio de clasificación de la obesidad tiene que ver con la distribución anatómica de la grasa corporal, siendo que su acumulación preferencial en la zona toracoabdominal del cuerpo, se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica. A partir de dicho criterio, se han desarrollado una serie de mediciones e índices para determinar la distribución de la grasa corporal, entre los que se destacan: el índice de cintura cadera y la medición exclusiva de circunferencia de cintura. El índice de cintura cadera (ICC) es una medida indirecta de la distribución de la grasa en las regiones inferior y superior del cuerpo, se calcula mediante la división de la circunferencia de la cintura (en centímetros), entre la circunferencia de la cadera (en centímetros). Sin embargo, la ubicación del punto desde el cual debe llevarse a cabo la división, no se ha estandarizado. […] La OMS (1998) recomienda medir la circunferencia de la cintura en el punto medio entre el borde inferior de la costilla y la cresta ilíaca y la circunferencia de la cadera en el punto más ancho sobre los trocánteres mayores. En cambio, el Anthropometric Standarization Reference 23 Manual, aconseja la medición de la circunferencia de la cintura en la parte estrecha del tórax y la de la cadera a la altura de la extensión máxima de los glúteos. (Heyward, 2008, p. 202). Una de las principales limitaciones del ICC es que no sirve para evaluar la distribución de la grasa corporal en prepúberes, aspecto que para efectos de la presente investigación, sólo se considerará como dato específico únicamente relacionado con los índices de sobrepeso y obesidad en la población adulta. En este sentido, la figura 1.4, muestra los niveles de riesgo cardiovascular relacionados con el ICC. Tabla 1.4. ICC y riesgo cardiovascular Fuente: Zhu, et al. (2005) Por último, en la medición exclusiva de circunferencia de cintura, se toma en el punto medio entre el borde inferior de la costilla y la creta ilíaca, tiene una correlación significativa con el IMC, el índice cintura cadera (ICC) y la grasa total (Cfr. Lean, et al., 1995). Hoy en día, en la práctica clínica se prefiere la medición solo de cintura, ya que la medición de la cadera resulta complicada, además de que no existen puntos de corte validados para este indicador. 24 Según las recomendaciones de las Guías Clínicas para la Obesidad del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH), se consideran puntos de corte de circunferencia de cintura de 88 cm. para las mujeres y de 102 cm. para los hombres, valores incluidos en la definición del Síndrome Metabólico según las Guías propuestas por el Panel de Expertos en Colesterol en el Tercer Panel de Tratamiento para Adultos (ATP III). En 2005, la Federación Internacional de Diabetes (IDF) realizó una propuesta diferente para la definición de obesidad abdominal, reduciendo los puntos de corte a 94 cm. para los hombres y 80 cm. para las mujeres, en población de origen europea. Esta propuesta trajo consigo diferentes puntos de corte para diferentes etnias, lo que da pauta a la recomendación de que los puntos de corte de circunferencia de cintura asociados a mayor riesgo sean de acuerdo a las características antropológicas de cada localidad. Por último, según su origen, la obesidad puede clasificar en: a) Endógena. Es la menos frecuente ya que sólo entre un 5 y un 10% de los obesos la presentan, se debe principalmente a problemas provocados por la disfunción de alguna glándula endocrina, como la tiroides (hipotiroidismo), el síndrome de Cushing (glándulas suprarrenales), diabetes mellitus (problemas con la insulina), el síndrome de ovario poliquístico o el hipogonadismo, entre otros. Es un tipo de obesidad causada por problemas internos y caracterizada porque las personas no pueden perder peso (incluso lo aumentan), incluso llevando una alimentación adecuada y realizando actividad física. Se asocia con talla baja, retraso de la edad ósea y retraso en la aparición de características sexuales secundarias. Puede acompañarse de retraso mental y anormalidades físicas asociadas y muy infrecuentemente hay historia de obesidad familiar (Cfr. Rojas y Guerrero, 1999, p. 161) b) Exógena. También conocida como obesidad común, simple, esencial, idiopática o nutricional. Es provocada por un exceso en la alimentación o por determinados hábitos sedentarios. Es el tipo de obesidad más común y no es causada por ninguna enfermedad o alteración propia del organismo, sino que sobreviene por los hábitos alimenticios y estilo de vida de cada persona. Constituye aproximadamente entre el 25 90 y 95% de todos los casos de obesidad. Además de una ingesta calórica elevada, este tipo de obesidad se vincula con aspectos genéticos asociados (un padre obeso, representa un 35% de hijos obesos, dos padres obesos, hasta un 88%), y aspectos psicosociales (la compulsividad y ansiedad asociadas a la alimentación (Cfr. Llano, 2000, p. 75). La obesidad está catalogada dentro de las enfermedades crónicas no transmisibles, desarrollada, como se ha venido mencionando, por causas multifactoriales y fomentada por una culturade consumo, con un factor socioeconómico y por el enfoque actual de crear un entorno de comodidad (generador de obesidad), el cual se caracteriza por: Realizar cualquier trabajo con el mínimo esfuerzo. Mayor consumo de alimentos con bajo contenido de fibra, alto contenido en sodio, alta densidad energética, bebidas con alto aporte calórico, porciones mayores de alimentos y bebidas. Llevar una vida sedentaria generada y fomentada por un constante desarrollo tecnológico. Desarrollar una actividad cotidiana rutinaria (niveles reducidos de actividad física en el hogar, escuela, trabajo, utilizar transporte particular). Llevar a cabo actividades recreativas que requieren bajo gasto energético como es el caso de los videojuegos. Fomento al consumo de tabaco y alcohol. En el plano estadístico, información reciente acerca de la obesidad y sobrepeso resalta la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que se destaca que 16.9% de la población de las naciones afiliadas sufre este padecimiento; México ocupa el cuarto lugar con niños (entre 5 y 17 años) más obesos en 2012, situación que significa que un niño de cada tres tiene sobrepeso u obesidad. El problema es mayor en la edad adulta ya que México es el segundo lugar de la OCDE con esta prevalencia, sólo 26 superado por Estados Unidos. “La cifra proporcionada por la organización señala que 30% de la población adulta de nuestro país sufría de este trastorno en 2009.” (OCDE, 2012). De acuerdo con la información proporcionada por organismos competentes en materia de salud pública tanto en México como en el extranjero, se hace necesaria una intervención inmediata para revertir las cifras relacionadas con estos padecimientos, basada en un una política gubernamental eficiente y orientada a proponer estrategias de prevención y atención esmerada, y en la que exista la participación activa de dos importantes agentes como son la escuela y la familia, especialmente en este último caso, en que, como se verá más adelante se generan fuertes influencias en los hábitos de consumo y el estilo de vida de la población infantil del país. 1.1.3. Diagnóstico Desde el contexto clínico, el diagnóstico del sobrepeso y la obesidad infantil se lleva a cabo de acuerdo con las disposiciones y estándares internacionales de índice de masa corporal (IMC) para edad, calculado como peso (Kg.) dividido por la talla al cuadrado (m²). Estos estándares se desarrollaron para niños y adolescentes y homologan con la clasificación de sobrepeso y obesidad para adultos de la OMS, en la que punto de corte para sobrepeso es de 25 de IMC y el de obesidad es de 30. Bajo esta perspectiva, un subgrupo de expertos de la OMS, la International Obesity Task Force, desarrolló estándares de IMC para la población pediátrica basados en los mismos puntos de corte, trasladándolos a su equivalente para cada edad, con el beneficio adicional de ser utilizables internacionalmente. (Kovalskys, et al., 2005). Para definir la edad pediátrica pueden considerarse por una parte, la investigación y los propósitos epidemiológicos y por la otra, los propósitos clínicos, de acuerdo con los siguientes criterios: 27 Investigación y propósitos epidemiológicos - El sobrepeso se debe definir como IMC ≥ a percentil 85 para el sexo y la edad. - La obesidad se debe definir como IMC ≥ a percentil 95 para el sexo y la edad. Propósitos clínicos - El sobrepeso se debe definir como IMC ≥ a percentil 91. - La obesidad se debe definir como IMC ≥ a percentil 98. A pesar de la alta especificidad, un IMC alto para la edad tiene escasa sensibilidad en niños y adolescentes. Se debe estructurar una historia clínica de los pacientes que incluya: Peso y talla al nacer. Duración de la lactancia materna. Edad del destete. Comienzo de la agalactación. Edad de comienzo de la obesidad. Tiempo que pasa en actividades sedentarias, como ver televisión. Enfermedades que padece. Medicamentos que se le administran frecuentemente. Antecedentes familiares de obesidad. Examen físico general, regional y por aparatos 28 Incluirá la evaluación antropométrica (peso, talla, circunferencia del brazom cintura y acadera, pliegues, tricipital, suprailíaco y subescapular. Peso: Es la acción de la gravedad sobre la masa corporal. Instrumento: balanza. Estatura: es la distancia directa entre vértex y el plano de apoyo del individuo. Antes de los dos años de edad debe tomarse en decúbito supino y se denomina: longitud supina. Después de esta edad el sujeto permanece de pie, en posición de firmes. Circunferencias: es necesario que la cinta haga contacto ligero con la piel, por lo que no debe apretarse tanto que haga una “cintura”, ni dejarla tan floja que se separe del cuerpo. Instrumento: cinta métrica. Circunferencia de cintura: Es la circunferencia mínima de cintura. Circunferencia de la cadera (glúteos): Es la circunferencia que pasa por la región más saliente de los glúteos. Circunferencia del brazo: Es la circunferencia tomada en la mitad del brazo, entre el acromion y el olecranon. Pliegues cutáneos: La medición de los pliegues cutáneos consiste en tomar el grosor de una doble capa de piel más grasa subcutánea y se separa del músculo subyacente. Pliegue subescapular: Es el pliegue que se toma en el ángulo inferior de la escápula. Pliegue suprailíaco: No existe una definición exacta para esta medición, pero es un pliegue localizado en el abdomen, en la región suprailíaca. Pliegue del tríceps: Es un pliegue tomado en el punto medio a lo largo del brazo. 29 Exámenes de laboratorio: Glucemia, Lipidograma, hemograma. Por su carácter multifactorial, en el tratamiento de la obesidad infantil es necesario el trabajo coordinado de diversos especialistas y agentes vinculados con el desarrollo de los niños, como es el caso de pediatras, nutriólogos, comunicadores sociales, dietistas, psicólogos, profesores y otros técnicos y profesionales que trabajen directamente en el desarrollo psicosocial de los menores. Algunos puntos relevantes para tratar la obesidad pediátrica incluyen: - Tratar en forma intensiva, es importante agendar citas frecuentes y prolongadas. - Tratar a la familia entera, no sólo al niño. - Tratar sólo familias motivadas. - Organizar los cambios dietéticos, a través de un “semáforo” alimentario, restringir los alimentos de alta energía (“rojo”); restringir los alimentos con el contenido en energía moderado (“amarillo”) y comer libremente los alimentos que son bajos en energía (“verde”). (Kain, et al, 2001). Un factor importante a considerar en el tratamiento de la obesidad infantil es la participación activa de la familia, aspecto que como se verá en el siguiente punto, resulta de enorme valor para revertir esta problemática en la población infantil en México. 2. Tipología Familiar para el tratamiento del sobrepeso y obesidad infantil 2.1. Concepto La familia ha representado desde tiempos remotos, el eje del desarrollo de la humanidad y su estructura permite el fortalecimiento de lazos filiales y de apoyo mutuo entre sus integrantes. […] En su sentido más amplio, el término designa el grupo de individuos vinculados entre sí por lazos consanguíneos, consensuales o jurídicos, que constituyen complejas redes de parentesco 30 actualizadas de manera episódica a través del intercambio, cooperación y la solidaridad. La articulación de dichas redes implica una serie de reglas, pautas culturales y prácticas sociales referidas al comportamiento entre parientes. (FLACSO, 2001, p. 27). La conceptualización de la familia ha ido evolucionando históricamente con base a los diversos cambios socioeconómicos y culturales que se van dando en la sociedad, lo que sin duda, representa una cuestión que requiere del análisis de diferentes cienciassociales y disciplinas técnicas, con el fin de contar con estudios que faciliten la plena identificación de las distintas estructuras que conforman la tipología familiar contemporánea. No obstante, puede considerarse que existen diversos criterios que en cuanto al concepto de familia pueden considerarse universales y que se relacionan directamente con los roles que llevan a cabo sus miembros. […] Desde su origen, la familia tiene varias funciones que podríamos llamar universales, tales como: reproducción, protección, la posibilidad de socializar, control social, determinación del estatus para el niño y canalización de afectos, entre otras. La forma de desempeñar estas funciones variará de acuerdo a la sociedad en la cual se encuentre el grupo familiar. (Pérez, y Reinoza, 2011, p. 629). Con base en lo anterior, puede establecerse que el concepto de familia en la actualidad, integra múltiples factores que, combinados con su naturaleza intrínseca, le van dando pauta para una mejor estructuración de su tipología. Por lo tanto, antes de proceder a desarrollar los aspectos relacionados con la conceptualización y análisis de la tipología familiar, es importante situar la esencia misma de la familia en la sociedad contemporánea, tomando como punto de partida sus raíces etimológicas, las cuales, sin que haya un consenso general al respecto, se han ubicado en la palabra latina familiae, que significa “grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe de la gens”. Otros dos planteamientos ubican a la palabra como derivada, en una primera instancia, del término famŭlus, que significa “siervo, esclavo”, o incluso del latín fames (hambre) “Conjunto de personas que se alimentan juntas en la misma casa y a los que un pater familias tiene la obligación de alimentar” (Taparelli, citado en Lara, 1999, p. 124). 31 En su forma contemporánea, la familia funciona con su propia dinámica, con nuevas concepciones, en las que han cobrado enorme relevancia temas como la planificación familiar y el control de la fecundación, desarrollo de la personalidad, educación, cultura, religión, entre otras, así como otras cuestiones que se deben ser consideradas en cualquier marco jurídico, incluso a nivel global. Asimismo, su concepción implica distintos aspectos, y es por tanto considerada como un núcleo natural, económico, político y/o jurídico de la sociedad de este tercer milenio. A partir de estos puntos relativos a la naturaleza de la familia y su contexto en la sociedad contemporánea, es posible establecer algunos de los socioeconómicos y culturales que han incidido en su condición actual, y que incluyen: Urbanización y citadinización del país. Espacios urbanos más pequeños. Reducido número de miembros. Vinculación de la madre al trabajo productivo. Pareja providente y no progenitor-varón providente. Los pares generacionales o etarios de niños y jóvenes como referentes obligados en la socialización básica. Incidencia preponderante de instituciones del Estado (escuela, guarderías, colegios) de la Iglesia, o de la sociedad civil (ONG) en la vida familiar. Influencias de los medios masivos de comunicación sobre la población infanto-juvenil. Mayor importancia concedida por los padres a instituciones sociales o redes de comunicación social, en razón del trabajo sobre las relaciones doméstico-vecinales. Cambio profundo y paulatino del rol femenino y materno. La secularización de usos y costumbres en relación con el papel de mujer, del hombre y de la familia, que ha producido cambios al interior del hogar (Hoyos, 1986, pp. 56-57). 32 Considerando los puntos anteriores, puede establecerse la importancia de contar con una mejor perspectiva sobre la estructura actual de la familia, lo que da pauta a la implementación de estrategias para atender diversas situaciones problemáticas en diversas áreas del desarrollo humano, como en este caso, la medicina familiar. […] La familia es determinante dentro del proceso de salud–enfermedad; desde ese momento surge la necesidad de la disciplina en medicina familiar que obliga un abordaje integral del paciente y la familia, constituida como piedra angular de la sociedad, marcando al médico familiar un perfil completamente diferente a otras especialidades. La medicina familiar tiene como base el entorno familiar biopsicosocial, el cual tiene la capacidad de ir del individuo a la familia y a la comunidad, para finalmente integrarlos, dándole un peso especial a los aspectos educativos, preventivos, curativos y de rehabilitación. (Rodríguez, et. al., 2013, p. 217) Para poder contar con una mejor visión sobre las características de la familia contemporánea y establecer los cursos de acción que faciliten su manejo en el caso de la atención de niños con sobrepeso u obesidad en las unidades de medicina familiar, es importante aplicar diversas herramientas de organización, clasificación o taxonomía, a través de las cuales se establezca un proceso sistemático que permita que cada uno de los tipos o procesos en que se divide un área o actividad determinada sean operados con eficiencia y eficacia. […] Una de las aproximaciones metodológicas, con lo que implica en métodos y técnicas, más frecuente y característica de la investigación científica en general, y de la sociológica en particular, es el recurso a la construcción de tipologías como ordenadoras de las distintas conceptualizaciones de los fenómenos sociales complejos estudiados. La construcción de tipologías satisface la necesidad de clasificar o de estructurar y, en general, de resumir en un conjunto reducido y significativo de categorías o tipos a los individuos, grupos, instituciones, sociedades o a cualquier otra unidad de análisis que es objeto de estudio. Constituye, pues, uno de los procedimientos y uno de los objetivos más habituales de la investigación empírica sociológica desde los orígenes mismos de la disciplina. (López, 1996). Por su carácter, la tipología representa una metodología de enorme valor en el desarrollo de las teorías sociológicas, representando una herramienta imprescindible en la organización conceptual de los fenómenos más diversos de la realidad social. 33 Antes de proceder a orientar el concepto de tipología al ámbito familiar, es conveniente determinar sus raíces etimológicas, las cuales provienen el griego τυπος (typos = modelo, carácter grabado), junto a la raíz ομιλία ή αιτία (discurso, razón), Con el paso del tiempo el término atravesó por un proceso de metaforización (pasaje de referentes tangibles a referentes no tangibles), que también se produjo en el término χαρακτήρας, que igualmente significaba molde en su concepción original. (Cfr. Marradi, 2007). La tipología familiar se referirá por lo tanto, una metodología a través de la cual se organizarán las conceptualizaciones relativas a los tipos de familia que conviven en determinada sociedad, así como sus cambios, tendencias y perspectivas de desarrollo, vinculados con la dinámica social que se presenta en la actualidad. 2.2. Tipos de familia En el desarrollo de un esquema incluyente de la tipología familiar, se destaca la figura de George P. Murdock, quien en 1957 publicó una Muestra Etnográfica Mundial de 565 sociedades, representativa de todas las culturas conocidas por la historia y la etnografía, de las que consigna treinta categorías socioculturales básicas. En relación con la familia, Murdock consigna lo que en la actualidad se consideran los tipos de familia tradicionales: la familia nuclear, la polígama y la extensa, cada una de ellas con sus variantes respectivas, las cuales se comentan a continuación: 2.2.1. Familia Nuclear La familia nuclear constituye un agrupamiento social humano universal, representando la única forma que prevalece de su familia o “la unidad básica a partir de la cual se componen formas familiaresmás complejas, existe como grupo distinto y firmemente funcional en cada una de las sociedades conocidas” (Murdock, 1957). Fundamentalmente, la familia nuclear representa un grupo formado por una pareja casada y sus hijos y en la que se encadenan dos variables: a) La familia de orientación, aquella en la que un individuo ha nacido y se ha creado. 34 b) La familia de procreación, formada con fines de preservación de la raza humana al momento en que el individuo contrae matrimonio, así como su cónyuge y sus descendientes. Tradicionalmente, la familia nuclear se considera a partir del matrimonio, aunque en la nueva estructura que se ha venido dando en la dinámica social, pueden presentarse algunas variantes diferentes, aunque en este caso, se considerará a la familia unida por lazos matrimoniales o concubinato, que comparten casa habitación y han procreado hijos. 2.2.2. Familia polígama En este caso se incluye al grupo formado por ampliación del núcleo matrimonial (padre- madre), compuesto alternativamente por: a) Un hombre casado con varias esposas y su descendencia: la familia polígama poligínica. b) Una mujer casada con varios esposos, y su descendencia: la familia polígama poliándrica. La práctica de la poligamia es común en ambientes sociales subdesarrollados y en algunas religiones como los mormones. 2.2.3. Familia extensa Está integrada por la troncal o múltiple (la de los padres y la de los hijos en convivencia), más la colateral. […] Este tipo de familia se presenta debido a factores como los sistemas de herencia y sucesión (por ejemplo, en varias cláusulas testamentarias se establece en la herencia de los bienes la condición, si muere uno de los progenitores, de cuidar al que quede solo; o bien, compartir los bienes inmuebles entre los hermanos o hijos) y el nivel de pobreza de las familias que albergan a los hijos casados (Eguiluz, et al, 2007, p. 21). 35 De acuerdo con Murdock, la familia extensa está conformada en forma extensa por: a) Familia extensa mínima o troncal. Dos familias de procreación de generaciones consecutivas emparentadas directamente (sin tener en cuenta las relaciones polígamas), formada por el padre, los hijos solteros y el heredero con su cónyuge y sus vástagos. En los sistemas de familia troncal, los hogares tienden a una composición relativamente simple y a un tamaño relativamente pequeño, en casi todas las condiciones de mortalidad y fecundidad. (Burch, Lira y Lopes, editores, 1976, p. 13). b) Familia extensa menor o lineal. Familia de procreación de un individuo de la generación mayor y por lo menos, la de dos individuos de la generación siguiente. En este caso pueden identificarse dos tipos de familia extensa lineal: “matrilineal, es la unidad familiar que gira en torno a un grupo femenino y patrilineal, cuyos miembros se consideran descendientes de un tronco masculino común.” (Campo, 2008, p. 82). c) Familia extensa mayor. La familia de procreación de por lo menos dos hermanos o primos carnales de por lo menos, dos generaciones consecutivas. d) Familia extensa máxima. Común en las sociedades tribales en las que predominan las familias extensas de amplio parentesco, pues a los parientes directos lineales, se suman parientes colaterales que se consideran parte de la familia. A través de este contexto, la terminología de parentesco de esta tipología tradicional, puede redefinir la condición de padre y madre, “extendiendo el nombre y las responsabilidades de la crianza a los hermanos del padre biológico y a las hermanas de la madre biológica.” (Méndez y Llavona, 2014, p. 39). 2.3. Nueva tipología familiar A partir de los cambios en la dinámica familiar en los siguientes cuarenta años posteriores al planteamiento de Murdock sobre la tipología familiar y previo a la celebración del Año Internacional de la Familia en 1994, la Organización de las Naciones Unidas editó el 36 documento Familias, tipos y funciones (1992), en el que se presenta una visión ampliada de la tipología familiar tradicional, en la que en primera instancia, la alianza matrimonial dejó de considerarse como condición imprescindible para reconocer como familia a cualquier grupo doméstico y tampoco, a la diversidad sexual como fundamental para reconocer al matrimonio, especialmente en aquellos países en las que ambas condiciones extremas son posibles. En un segundo plano, el documento de la ONU busca ilustrar el cambio en la práctica social, especialmente en las sociedades occidentales desarrolladas, en las que han ido apareciendo nuevos tipos de estructura familiar, tanto en la familia nuclear como en la extendida. En cuanto a la familia nuclear, se incluyen las siguientes alternativas: a) Familia monoparental: Formada por un adulto que vive solo con uno o más hijos a su cargo y que en su formación puede haber seguido cualquiera de las siguientes formas: 1) Fallecimiento en un matrimonio con hijos pequeños de uno de los cónyuges; 2) Ruptura de la pareja con hijos menores por conflicto entre sus miembros, quedando los hijos en custodia de uno de los padres y 3) Madre soltera con uno o más hijos nacidos fuera del matrimonio. (Cfr. Borrajo, S., 1988, p. 43). b) Familia reorganizada (reconstituida). Grupo formado por cónyuges que proceden – al menos uno – de otro matrimonio o pareja de hecho, con descendencia que les acompaña. c) Familia adoptiva. Grupo formado por uno o dos padres y sus hijos adoptivos. La transformación que ha experimentado la adopción en los últimos años, está haciendo que estas familias se vayan desprendiendo de la compañía de un conjunto de estigmas propios del pasado, “esta nueva actitud social, junto a las bajas tasas de fecundidad y de natalidad provocadas por una serie de factores de índole sociocultural, ha otorgado a este recurso una sorprendente expansión social y cuantitativa. (Ocón, 2006). 37 d) Familia “in vitro”. Grupo formado por uno o dos padres y sus hijos adoptivos. “Por reproducción asistida entendemos a los métodos médico-quirúrgicos cuyo objeto es lograr la fecundación de un ser humano de manera diferente a las condiciones naturalmente establecidas” (Garzón, 2007, p. 97). e) Familia homoparental. Grupo formado por parejas de homosexuales con sus hijos e hijas. Este tipo de familia, al estar compuesta por dos personas del mismo sexo y sus hijos adoptivos, ofrece oportunidades dentro de la propia relación, como la igualdad en la pareja (sus roles se escapan a los socialmente aceptados como tradicionales dentro de las relaciones heterosexuales), evitando con ello desigualdades y desequilibrios de poder que surgen entre hombres y mujeres unidos emocionalmente. (Cfr. Barrios, 2012, p. 9). f) Familia social. Grupo formado por dos personas que consolidan una relación de pareja, ya sea mediante alianza matrimonial o convivencia de hecho. En el caso de la familia de la familia extensa, se han integrado dos tipos que no implican necesariamente relaciones matrimoniales formales: a) Familia extensa matrifocal. Está formada por la mujer y los hijos, a los que a veces se agregan su madre y abuela y los hijos de sus hijas, esto es, el foco de la relación es la mujer como madre, “la cual es independiente, ostenta la autoridad doméstica y es centro de afecto… cuando el varón muere o abandona el hogar, la esposa asume el papel de cabeza de familia.” (Sánchez, 2014, p. 206). b) Comuna. Grupo formado por personas que optan por vivir en una comunidad de apoyo mutuo en la que pueden convivir una o varias familias nucleares, en su caso con algún otro adulto. La determinación de tipologías familiares ha sido de enorme utilidad en diversas áreas de análisis del desarrollo social y antropológico y como se verá en el siguiente punto, puede aplicarse en la estructuración de un estudio de salud familiar. 38 2.4. La tipología familiaren un estudio de salud familiar Independientemente de que el individuo en su proceso de crecimiento y maduración se va integrando a múltiples y variadas instituciones, seguirá vinculado siempre a una familia. Así, en un campo eminentemente social como la medicina, la tipología como parte de la salud familiar puede enfocarse hacia diversos aspectos de los pacientes, entre los cuales se incluyen: 2.4.1. La etapa del ciclo de vida en que se encuentra La familia se ha definido como un sistema vivo abierto que se encuentra ligado e intercomunicado con otros sistemas biológicos, psicológicos, sociales, ecológicos, etcétera. Sobre dicho planteamiento y desde hace algunas décadas, se ha estado acuñando en el ámbito de las ciencias sociales, la concepción del “ciclo vital de la familia”, considerando que la familia pasa por un ciclo en el que despliega sus funciones: “nacer, crecer, reproducirse y morir, las cuales pueden encontrarse desde un marco de salud y normalidad o bien, adquirir ciertas características de enfermedad o patología.” (Estrada, 2014). El ciclo vital de la familia puede presentar variables de acuerdo con aspectos particulares de cada sociedad, aunque para efectos de la presente investigación se consideran las siguientes etapas (Estremero y Gacia, 2003): Constitución de la pareja. Con la formación de la pareja queda constituido un nuevo sistema, dando pauta al nacimiento de una nueva familia con características nuevas y propias. Nacimiento y crianza. Con el nacimiento de un hijo se generan muchos cambios tanto en la relación de pareja como en toda la familia. Aparecen nuevos roles y funciones: madre, padre (función materna y función paterna); y con ellos los de la familia extensa: abuelos, tíos, primos, etcétera. Hijos en edad escolar. Esta es una etapa crucial en la evolución de la familia, ya que trae consigo el primer desprendimiento del niño del seno familiar y se unirá a una nueva institución con maestros y compañeros, realizando nuevas actividades fuera 39 del hogar. En cierta medida, se pone a prueba todo lo que la familia inculcó en los primeros años al niño (límites, relación con la autoridad y pares, si es correcto preguntar o no, etcétera). Adolescencia. La presencia de adolescentes en la familia se torna una condición de difícil manejo y comprensión por parte de los padres, la familia y la sociedad en general. En esta etapa los padres a su vez están pasando por la crisis de la edad media, momento en el cual aparece la incertidumbre de ya no ser joven, hay una evaluación de todo lo realizado hasta el momento en todos los planos y enfrenta a los padres nuevamente como pareja. Salida de los hijos del hogar. Esta nueva etapa se caracteriza por la capacidad de la familia de origen para desprenderse de sus hijos y de incorporar a nuevos individuos como el cónyuge y la familia política. Los hijos entraran en una nueva etapa donde deberán formar su propia familia, con las características que se presentan en el primer paso del ciclo vital familiar. Edad madura. En esta etapa, la pareja se enfrentará a nuevos desafíos. Por un lado el reencuentro entre ellos, dado por la salida de los hijos del hogar y por el cese laboral. De las características de este encuentro dependerá que la pareja continúe unida o no. Por otro lado, la pareja deberá afrontar cambios no sólo en lo individual sino también a nivel familiar. Ancianidad. Cada uno de los integrantes sufrirá cambios a nivel corporal (mayor fragilidad, enfermedades crónicas, etc.) y/o emocional (pensamientos con respecto a la muerte, pérdida de seres queridos, etcétera).Todo esto requiere de un tiempo de procesamiento. Las características de estos nuevos vínculos dependerán de cómo se establecieron las relaciones a lo largo de la historia familiar El diseño del estudio de salud familiar deberá tomar en cuenta la etapa del ciclo vital familiar en la que se encuentra la familia que se atiende, con lo que se contará con una mejor perspectiva sobre las intervenciones que deberán llevarse a cabo. 40 2.4.2. Hábitos, costumbres y patrones de comportamiento La familia representa el primer espacio en el que se construyen las relaciones interpersonales, los acuerdos y las reglas que rigen la convivencia y que pueden ser reproducidos consciente o inconscientemente de una generación a otra, hasta que en la dinámica familiar comienzan a establecerse patrones de comportamiento que definen los roles que participan en la estructura del grupo y determinan comportamientos o reacciones particulares ante determinadas situaciones y eventos que involucran a la totalidad de la familia. (Cfr. Sánchez y Milena, 2007, p. 106). Atendiendo a lo anterior, en el diseño de un estudio de salud familiar, los hábitos, costumbres y patrones de comportamiento pueden concentrarse en la siguiente tipología: a) Familia tradicional. Representa un grupo social en el que se mantienen valores y principios arraigados, relacionados con tradiciones y valores culturales que pueden trascender intergeneracionalmente. Por ejemplo, en la familia tradicional, la pareja casada era sólo una parte, y con frecuencia no la principal del sistema familiar; Los lazos con los niños y con otros parientes solían ser sumamente valorados en el devenir de la vida social. (Cfr. Álvarez, 2007, comp., p. 40). b) Familia moderna. Tiene la capacidad de integrar en un todo, diferentes aspectos de la vida social, siguiendo premisas clásicas que subyacen en muchos análisis sobre los orígenes de la sociedad moderna, “en particular, la importancia primaria que tienen los lazos del parentesco en la organización de los principios de solidaridad entre los miembros de las sociedades del pasado.” (Bestard, 1991). En el diseño del estudio de salud familiar, el análisis de los hábitos, costumbres y patrones de comportamiento de la tipología familiar, debe incluir aspectos relacionados con las condiciones que viven las familias que reciben atención médica, como son: hábitos alimenticios, estilo de vida, patrones culturales, tendencias sociales, políticas, ambientales, etcétera. 41 2.4.3. Enfoque demográfico La demografía de la familia es una disciplina que abarca todos los aspectos del ámbito de la reproducción biológica del grupo doméstico y que tiene por objetivo “el estudio de las interacciones del comportamiento demográfico con la composición de familias, hogares y grupos de parentesco.” (Lorenzo, 2009, p. 326). Sin duda, la modernidad y la globalización han repercutido ampliamente en la demografía de la familia, aunque en este caso, pueden distinguirse tres tipos fundamentales: la familia rural, la familia suburbana y la familia urbana. a) Familia rural. Normalmente, el concepto de familia rural se relaciona directamente con la producción agrícola o ganadera y con el autoempleo de sus miembros en actividades relacionados con la explotación y producción de bienes relacionados con dichas actividades económicas. Otros factores destacados tienen que ver que este tipo de familia “no contrata fuerza de trabajo exterior, tiene una cierta extensión de tierra disponible, sus propios medios de producción y a veces se ve obligada a emplear parte de su fuerza de trabajo en oficios rurales no agrícolas.” (Chayanov, 1974, p. 54). Asimismo, al hacer referencia a lo rural, pueden considerarse tres importantes factores: (1) espacio y actividades (espacios de una densidad relativamente baja, donde se realizan actividades tales como la agricultura, ganadería, artesanía, empresas pequeñas y medianas, turismo rural, entre otras); (2) un tipo particular de relaciones con un componente personal predominante, con una fuerte base en las relaciones vecinales, con una prolongada presencia en el territorio y de parentesco entre una parte significativa de los habitantes. c) su alcance, en el quese presentan dos dimensiones: una relativa al límite, hasta donde se extienden las relaciones personales hacia espacios más densamente poblados, pasando allí a primar las relaciones funcionales. Y la otra dimensión relacionada al grado de integración frente a los servicios y otras instalaciones comerciales y de servicio. (Cfr. Gómez, 2003). b) Familia suburbana. Este tipo de familia es el resultado del proceso de migración de zonas rurales a zonas urbanas, en el que por efectos de sobrepoblación, los nuevos 42 sectores de población tienen que asentarse en zonas periféricas de grandes urbes, formando un conglomerado con múltiples carencias socioeconómicas y estilos de vida delimitados por las malas condiciones en que convive dicho sector poblacional. Desde el contexto geográfico y social, las zonas suburbanas representan “espacios geográficos de carácter sistémico complejo, heterogéneo, delimitable aunque de difícil inclusión en las zonificaciones de uso del suelo vigentes según la planeación formal.” (Valencia y López, 2013). Desde el punto de vista de seguridad social, la familia suburbana en países como México, enfrenta retos complejos que tienen que ver con derechos fundamentales como la alimentación, la vivienda, la educación y el bienestar social. La pobreza alimentaria, evaluada en razón del ingreso familiar y el consumo de una canasta básica. Una característica específica de la familia suburbana en México son sin duda, las carencias en los indicadores de calidad de vida que se encuentran debajo de la línea de bienestar en términos de ingreso, con lo que hogares ubicados apenas por encima de esa línea de ingreso pueden ser llamados vulnerables, pues en cualquier momento podrían caer en la pobreza. (Cfr. Ortíz y Ríos, 2013). c) Familia urbana. La organización familiar en las grandes ciudades del mundo, como es el caso de zonas metropolitanas distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, se concentra en aspectos vinculados con los avances en materia de comunicación y globalización socioeconómica que distinguen a la sociedad contemporánea y que se traducen a servicios de educación, comerciales y de entretenimiento muy similares a los de otros países industrializados. Las crisis económicas en México han transformado los mercados laborales, lo que ha afectado profundamente la vida familiar, generando un notable incremento de las mujeres en el ámbito del trabajo asalariado, una continua precarización del empleo y del aumento del desempleo masculino. “El México urbano del final del milenio es el escenario del aumento de familias no tradicionales, en donde se destaca el incremento de hogares unipersonales, de hogares extensos y compuestos y de hogares de jefatura femenina.” (Chant 1997). 43 Con base en lo anterior, puede establecerse que esta tipología familiar resulta de gran relevancia en la determinación de la problemática que se presenta de sobrepeso y obesidad infantil en diversos sectores de la población mexicana, especialmente en las familias suburbanas y urbanas, debido a factores como la pobreza y la desnutrición en el primer caso y el sedentarismo y el cambio de hábitos alimenticios en el caso de las familias urbanas. 2.4.4. Integración Este criterio tiene que ver con la estructura que presenta la familia y que influye directamente en sus aspectos formativos y en el desarrollo psicosocial de cada uno de sus miembros. En este caso, se presentan las siguientes variables: a) Familia integrada. Hace referencia a una familia sólida y consolidada en la que cada uno de sus integrantes establece fuertes lazos emocionales con los demás y participa activamente en la óptima consecución de sus objetivos personales y los de la misma familia. En este caso, “los cónyuges viven juntos, y cumplen adecuadamente sus funciones de socialización, cuidado, afecto, reproducción, estatus, etcétera.” (Chávez, comp. 1992, p. 48). b) Familia semi-integrada. En este caso, los cónyuges comparten sus vidas, tanto social como formalmente, aunque en el interior del núcleo familiar se observan serios desajustes y consecuentemente, no se cumplen las funciones básicas. “Para evitar un conflicto mayor, los cónyuges deben comunicarse y buscar los medios que les permitan superar sus problemas, lo cual sería de enormes beneficios para ellos, pero especialmente para sus hijos.” (Lara y Mateos, et al., 1994, pp. 149-150). c) Familia desintegrada. Se refiere a familias sin ningún vínculo formal debido a condiciones como el divorcio, el abandono, la muerte y la familia monoparental, Como consecuencia de esta desintegración familiar, pueden presentarse serios problemas de conducta y de la personalidad en niños y adolescentes, alcoholismo, drogadicción, prostitución de menores, “aumento en el número de madres solteras y jefas de hogares; y estancamiento absoluto del progreso de vida de todos los d) miembros de la familia. 44 2.4.5. Por complicaciones en la estructura familiar En este criterio de clasificación se pueden combinar diversas situaciones que afectan directamente la estructura de la familia y ejercen diversos niveles de influencia en su desarrollo social. En este caso, se considera la siguiente tipología: a) Familia interrumpida. Característica de las dinámica social que se vive en la sociedad globalizada actual, en la que el divorcio y la formación de nuevas familias, aún sin estar casadas. Socialmente, se identifica a la familia interrumpida cuando falta alguno de los padres, ya sea por divorcio o separación. b) Familia contraída. Cuando se presenta el fallecimiento de algunos de los padres y la educación y las problemáticas familiares son atendida en forma monoparental. c) Familia reconstituida o reconstruida. está formada por un matrimonio donde él o los hijos son sólo de uno de los cónyuges, el otro cónyuge cumple el rol de madrastra o padrastro, y la monoparental formada por uno de los padres o tutor y el (o los) hijo (s). (Gómez, 1999, p. 440). El análisis de la tipología familiar en el diagnóstico y tratamiento de cualquier unidad de medicina familiar, aporta los elementos fundamentales para un mejor tratamiento y consecuentemente, en la óptima consecución de los objetivos sociales de las instituciones públicas de salud competentes. 45 3 La medicina familiar y la atención a problemas de sobrepeso y obesidad en la población infantil 3.1. Aspectos generales El interés de la medicina por el estudio sistemático y científico de la familia, tiene que ver con el enfoque ecológico del proceso de salud y enfermedad, en el que el individuo, además de ser considerado un ente biológico, integra diversos factores psicológicos y sociales, fundamentales en la relación con sus semejantes, muchos de ellos generados en la propia familia y que afectan directamente la salud del individuo Hoy en día, los médicos familiares se enfrentan a una sociedad basada en el deseo de obtener la salud fácil, sin hacer el mínimo esfuerzo, que tiende más al sedentarismo y a la comida rápida, al mundo de los videojuegos al estrés común de un estilo de vida vertiginosos, basado en el materialismo y el consumismo. Por su parte, el acceso a servicios de salud de bajo costo, ha fomentado que las familias busquen la atención médica de otros especialistas antes que la del médico familiar de atención primaria. Por lo tanto, es importante destacar el papel trascendental de este especialista, en el diagnóstico y atención de diversos padecimientos como el caso del sobrepeso y la obesidad, tomando en cuenta los aspectos característicos de la tipología familiar comentados anteriormente. Esta condición, permite hacer énfasis en que: […] Al médico familiar se le prepara en la especialidad atender familias diagnosticar su dinámica y reconocer sus capacidad de apoyo. Los mismos médicos familiares deben
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