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Influência da Dinâmica Familiar na Prevalência de Sobrepeso e Obesidade em Crianças

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1 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR 
 
INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE 
SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION 
DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE LERMA, 
“IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE 
ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMLIAR 
 
PRESENTA 
DR. JUAN PEDRO HERNANDEZ MORALES 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
DRA. LOURDES DELGADO ROCANDIO 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. DE MÉX., ENERO DEL 2017 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMLIAR 
 
 
PRESENTA: 
 
 
JUAN PEDRO HERNÁNDEZ MORALES 
 
 
A U T O R I Z A C I O N E S: 
 
 
DRA. MARTHA BERENICE HERNÁNDEZ MIRANDA 
PROFESORA TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACION 
EN MEDICINA FAMILIAR EN EL 
HOSPITAL MATERNO INFANTIL ISSEMyM 
 
 
DRA. LOURDES DELGADO ROCANDIO 
 
ASESOR DE TESIS 
ASISTENTE DE LA DIRECCION DEL 
HOSPITAL REGIONAL DE TOLUCA ISSEMyM 
 
 
 
INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS 
DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE 
LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 
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TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMLIAR 
 
 
PRESENTA: 
 
 
JUAN PEDRO HERNANDEZ MORALES 
 
 
A U T O R I Z A C I O N E S: 
 
 
 
M.E. GUILLERMO VICTAL VASQUEZ 
DIRECTOR DE EDUCACION E INVESTIGACION EN SALUD 
DEL ISEEMyM 
 
 
 
ING. JOANA PATRICIA GALINDO MONTEAGUDO 
JEFA DE INVESTIGACION E INOVACION EDUCATIVA EN SALUD 
DEL ISSEMyM 
 
 
 
INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS 
DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE 
LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 
 
 
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TRABAJO QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA FAMLIAR 
PRESENTA: 
 
DR. JUAN PEDRO HERNÁNDEZ MORALES 
 
A U T O R I Z A C I O N E S: 
 
 
DR. JUAN JOSÉ MAZÓN RAMÍREZ 
JEFE DE LA SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
FACULTAD DE MEDICINA, U.N.A.M. 
 
 
DR. GEOVANI LÓPEZ ORTIZ 
COORDINADOR DE INVESTIGACIÓN 
DE LA SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
FACULTAD DE MEDICINA, U.N.A.M. 
 
 
DR. ISAÍAS HERNÁNDEZ TORRES 
COORDINADOR DE DOCENCIA 
DE LA SUBDIVISION DE MEDICINA FAMILIAR 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
FACULTAD DE MEDICINA, U.N.A.M. 
 
INFLUENCIA DE LA DINAMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS 
DE 6 A 12 AÑOS EN LA POBLACION DERECHOHABIENTE DE LA CLINICA DE CONSULTA EXTERNA DE 
LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE ISSEMYM 
5 
 
INDICE GENERAL 
INDICE GENERAL 5 
Resumen 7 
APARTADO 1 9 
1 Marco Teórico 9 
 1.1. Sobrepeso y Obesidad Infantil………………………………………………………….……………. 10 
 1.1.1. Aspectos Generales…………………………………………………………………………… 10 
 1.1.2 Concepto de Obesidad…………………………………………….……………...…………. 17 
 1.1.3. Diagnostico………………………………………………………..………………………………… 26 
2 TIPOLOGIA FAMILIAR PARA EL TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD 29 
 2.1 Concepto………………………………………………………………………………………………….……... 29 
 2.2 Tipos de Familia………………………………………………………………………………………………… 33 
 2.2.1 Familia Nuclear…….………………………………………………………………………… 33 
 2.2.2. Familia Polígama ……………………………………………………………………….... 34 
 2.2.3 Familia Extensa……………………………………………………………………………………. 34 
 2.3 Nueva Tipología Familiar…………………………………………………….…………………………. 35 
 2.4 La tipología familiar en un estudio de salud familiar……………………………..………… 37
 2.4.1 La etapa del ciclo de vida en que se encuentra………………………….……. 38
 2,4,2 Hábitos, costumbres y patrones de comportamiento…………………..... 40
 2.4.3 Enfoque demográfico…………..…………………………………….…………………... 41
 2.4.4. Integración…………………………………………………..…….……………………………… 43
 2.4.5. Por complicaciones en la estructura familiar………..…………………..……. 44 
3 LA MEDICINA FAMILIAR Y LA ATENCIÓN A PROBLEMAS DE SOBREPESO Y 
OBESIDAD EN LA POBLACIÓN INFANTIL 45 
 3.1. Aspectos Generales………………………………………………………..……………………………… 45 
 3.2. Atención primaria de salud…………………………………………………………………………….... 46 
 3.3. La familia en el proceso salud-enfermedad…………………………………………………... 50 
 3.4. El expediente clínico familiar……………………………………………………………………………….... 52 
 3.5. La familia y su influencia en la conducta alimentaria infantil………………………………… 53 
6 
 
 3.6. Disfuncionalidad familiar e impacto en los índices de sobrepeso y obesidad 61 
 
APARTADO 2 67 
 4. MATERIALES Y METODO……………………………………….……………………………………………….. 67 
 4.1. Planteamiento del Problema………………………………….………………………………………….. 67 
 5.1. Justificación………………………………………………………………………………………………….. 69 
 6.1. Objetivos……………………………………………………………………………………………..………... 70 
 6.1.1. Objetivo General……………………………………………………………………….…... 70 
 6.1.2 Objetivos Específicos………………………………………………..………………………… 70 
 7.1. Tipo de estudio…………………………………………………………………………..………………… 71 
 8.1. Población, lugar y tiempo de estudio………………………………………………….…………… 71 
 9.1. Tipo y tamaño de la muestra………………………………………………….…………………….. 71 
 10.1 Criterios de inclusión, exclusión y de eliminación…………………………..……………….. 72
 11.1 Información a recolectar………………………………………….……………………………………….. 72
 12.1 Método o procedimiento para captar la información……………………….………….. 73 
APARTADO 3 76 
 RESULTADOS……………………………………………………………………………..………………………… 76 
 13.1. Descripción (análisis estadístico) de los resultados……………………………..………. 76 
 14.1 Tablas y Graficas…………………………………………………………………………………………… 77 
APARTADO 4 86 
 15.1. Discusión (interpretación analítica) de los resultados encontrados…………….. 86 
APARTADO 5 89 
 16.1. Conclusiones……………………………………………………………… 89 
Referencias Bibliográficas……………………………………………………………………… 91 
 
 
 
 
 
7 
 
INFLUENCIA DE LA DINÁMICA FAMILIAR EN LA PREVALENCIA DE 
SOBREPESO Y OBESIDAD EN NIÑOS DE 6 A 12 AÑOS EN LA 
POBLACIÓN DERECHOHABIENTE DE LA CLÍNICA DE CONSULTA 
EXTERNA DE LERMA, “IGNACIO ALLENDE BICENTENARIO” DE 
ISSEMYM 
 
Resumen 
La medicina familiar es la disciplina que capacita al médico para brindar atención médica 
primaria, continua e integral al individuo y su familia, por lo que a partir del análisis de la 
dinámica familiar puede identificar y atender diversos padecimientos que se presentan en 
uno o varios de sus miembros del sistema familiar, como es el caso del sobrepeso y la 
obesidad infantil, enfermedades que han adquirido niveles significativos durante los 
últimos años, representando un problema que ha captado la atención de las principales 
autoridades de salud tanto nacionales como internacionales. 
Esta situación implica el desarrollo de estrategias orientadas hacia el diagnóstico y 
tratamiento de estos padecimientos, tomando en cuenta su carácter multifactorial que 
implica la intervención de otros especialistas en los ramos de psicología y nutrición, con lo 
que a través de la medicina familiar pueden aplicarse paralelamente a la atención médica 
correspondiente, vinculando a dichos padecimientos con la dinámica familiarque influye 
en su incidencia, con el fin de determinar el nivel de impacto de la funcionalidad y 
disfuncionalidad en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la familia, especialmente en 
niños en edad escolar. 
Por lo tanto, la presente investigación pretende determinar la estrecha relación entre la 
disfunción familiar y la presencia de sobrepeso y obesidad, a partir de la aptitud clínica del 
médico familiar. 
Abstract 
 Family medicine is the medical specialty which forms specialists in Primary Health Care 
(PHC) and comprehensive health care for the individual and family, so the use of family 
dynamics analysis, physicians can identify and treat some ailments in one or more members 
8 
 
of the familiar system, such as infantile overweight a obesity, that had obteined significant 
levels along few years, representing a problem that captures the attention of the medical 
national or international authorities. 
Such situation requires the development os strategies oriented to the diagnosis and 
treatment of these deseases, considering its multifactorial nature that includes intervention 
from other discipline specialists in psychiatric, psychology and nutrition, supporting family 
medicine, working together in the corresponding medical attentión, in order to link 
overweight and obesity with the family dynamics that generates it, determinating the level 
of impact of functionality or disfunctionality in overwieht and obesity prevalence, 
especially in scholar children. 
Therefore this piece of investigation tries to prove the intimate relationship between family 
disfinction and overweight and obesity, supported by the medical aptitude of the family 
pshysician. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
Apartado 1. 
Marco Teórico 
El marco teórico de la investigación tiene por objeto establecer las bases de la misma y 
“comprende la ubicación del problema en una determinada situación histórico-social, sus 
relaciones con otros fenómenos, las relaciones de los resultados por alcanzar con otros ya 
logrados, como también definiciones de nuevos conceptos, redefiniciones de otros, 
clasificaciones, tipologías por usar, etcétera. (Cerda, 2004). 
Tamayo (2004) destaca las siguientes funciones del marco teórico de la investigación: 
 Sirve de base para la descripción y el enunciado del problema. 
 Integra la teoría con la investigación y sus relaciones mutuas. 
 Sirve para cuestionar, así como para conducir a una reformulación e incluso a un 
cambio del problema de investigación. 
 Ayuda a precisar y a organizar los elementos contenidos en la descripción del 
problema. 
 Delimita el área de la investigación. 
 Sugiere guías de investigación, es decir, con el marco teórico pueden verse nuevas 
alternativas de enfoque para tratar el problema. 
 Compendia conocimientos en el área que se va a investigar. 
 Expresa proposiciones teóricas generales, postulados y marcos de referencia que 
sirven como base para formular hipótesis, manejar variables y esbozar teoría sobre 
técnica y procedimientos a seguir en el estudio a realizar. 
Con base en lo anterior, el marco teórico de la presente investigación, incluye los siguientes 
apartados: 
 Sobrepeso y obesidad infantil 
 Tipología familiar para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad infantil 
 La medicina familiar y la atención a problemas de sobrepeso y obesidad en la 
población infantil. 
10 
 
 Disfuncionalidad Familiar. 
 Disfuncionalidad familiar e impacto en los índices de sobrepeso y obesidad 
1.1. Sobrepeso y obesidad infantil 
1.1.1. Aspectos generales 
El notable incremento de casos de sobrepeso y obesidad infantil que se ha presentado 
durante las últimas décadas en los países desarrollados y en vías de desarrollo como es el 
caso de México, ha requerido un esfuerzo coordinado de las principales organizaciones 
competentes en materia de salud pública, como es el caso de la Organización Mundial de 
Salud (OMS) y en este caso, la Organización Panamericana de Salud (OPS), las cuales se 
han concentrado en el análisis y supervisión de los patrones de crecimiento de la población, 
en la nueva conformación de las estructuras familiares y otros aspectos de tipo 
socioeconómico relacionados con los hábitos de consumo, para documentar las 
desviaciones de la normalidad (llámese desnutrición o sobrepeso y obesidad), y con base 
en ello, “poder formular políticas de salud, planear intervenciones, monitorizar su 
efectividad, y, de esta forma, dirigir los esfuerzos a la prevención.” (OMS, 2006). 
El esfuerzo mundial por combatir el sobrepeso y la obesidad como parte de las 
enfermedades no trasmisibles (ENT) se concentró en el Plan de acción mundial de la OMS 
para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020 en el que 
se formularon nueve metas mundiales de aplicación voluntaria y se conformó un marco 
mundial de vigilancia, los cuales fueron adoptados por la Asamblea Mundial de Salud en 
2013. 
Las metas en cuestión se orientan hacia lo siguiente (OMS, 2013): 
 Meta mundial 1: Reducción relativa de la mortalidad general por enfermedades 
cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas en un 25% 
para 2025. 
 Meta mundial 2: Reducción relativa del uso nocivo del alcohol en al menos un 10% 
para 2025. 
 Meta mundial 3: Reducción relativa de la prevalencia de la actividad física 
insuficiente en un 10% para 2025. 
11 
 
 Meta mundial 4: Reducción relativa de la ingesta poblacional media de sal o sodio 
en un 30% para 2025. 
 Meta mundial 5: Reducción relativa de la prevalencia del consumo actual de tabaco 
en un 30% en las personas de 15 años o más para 2025. 
 Meta mundial 6: Reducción relativa de la prevalencia de la hipertensión en un 25%, 
o contención de la prevalencia de la hipertensión, en función de las circunstancias 
del país, para 2025. 
 Meta mundial 7: Detención del aumento de la diabetes y la obesidad para 2025. 
 Meta mundial 8: Tratamiento farmacológico y asesoramiento (incluido el control 
de la glucemia) de al menos un 50% de las personas que lo necesitan para prevenir 
ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares para 2025. 
 Meta mundial 9: 80% de disponibilidad de tecnologías básicas y medicamentos 
esenciales asequibles, incluidos los genéricos, necesarios para tratar las principales 
enfermedades no transmisibles, en centros tanto públicos como privados para 2025. 
La meta mundial 7 relativa a la detención del aumento de la diabetes y la obesidad en la 
población, ha sido monitoreada arrojando resultados poco alentadores, en este caso, el 
Informe sobre la nutrición mundial 2015, observó que “la prevalencia de la obesidad (IMC 
≥ 30) en los adultos de ambos sexos aumentó en todos los países entre 2010 y 2014. Los 
aumentos oscilan entre el 0.2% y el 4.2% con una media del 1.8%.” (International Food 
Policy Research Institute, 2015). 
 El sobrepeso y la obesidad en edades pediátricas en el caso de México, ha seguido un 
patrón ascendente similar al de la población mundial y estudios médicos han concluido que 
existe un estrecho vínculo entre los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, el cambio 
en la dinámica familiar, como factores de riesgo que han propiciado que un porcentaje cada 
vez mayor de la población infantil y adolescente presente casos de sobrepeso y obesidad. 
De acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición (ESANUT, 2012), en el grupo de 
escolares la prevalencia de obesidad referida, fue mayor en hombres que en mujeres, 
afectando al 34% de ellos y a un 35% de los adolescentes, en los cuales el problema de la 
obesidad se ha agudizado hasta alcanzar a 1 de cada 10 (ver figura 1.1). En los adultos, 7 de 
cada 10 padecen sobrepeso y obesidad. En las mujeres, la mayor prevalencia de sobrepeso 
12 
 
se ubica en el rango entre 30 y 39 años, y de obesidad en las que se ubican entre los 50 y 59 
años, en las cuales la prevalenciade obesidad abdominal alcanza al 94%. Por lo que 
respecta a los hombres, la mayor prevalencia de sobrepeso se ubicó en las edades de 60 a 
69 años, mientras que la obesidad abdominal alcanzó a cerca del 80%, mientras la 
prevalencia de obesidad más alta se ubica entre los 40 y 49 años. Por regiones del país, la 
prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en la zona norte (ver figura 1.2). 
Fig. 1.1. Infografía de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en población infantil y 
adolescente en México. 
 
 
 
 
 
13 
 
Fig. 1.2. Infografía de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en población adulta y su 
distribución en el ámbito regional. 
 
En el caso del sobrepeso y la obesidad infantil, puede establecerse que la falta de 
prevención, atención oportuna y monitoreo constante de este tipo de padecimientos en la 
población en cuestión, tendrá un efecto directo en su edad adulta, “con la resultante de 
enfermedades crónicas asociadas como hipertensión arterial, dislipidemias, ateroesclerosis, 
morbilidad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2, entre otras.” (Srinivasan, Myers y 
Berenson, 2001). 
Las cifras correspondientes al sobrepeso y la obesidad infantil en México, concretamente 
en los niños en edad escolar (5-11 años), ha manifestado un incremento paulatino entre 
2006 y 2012, hasta alcanzar a más de 1 de cada 3 niños. El 26% de los que están en edad 
escolar tenía peso poco saludable, y para el 2008 aumentó en 4 puntos porcentuales la 
prevalencia de sobrepeso y obesidad, alcanzando en el 2012 hasta un 34.4% (sobrepeso 
19.8%; obesidad 14.6%). 
14 
 
Por lo tanto, se considera que es importante que las organizaciones de salud pública, tanto a 
nivel nacional como internacional consideren a la niñez como un periodo crítico de 
oportunidad para emprender medidas de prevención e intervención, “por lo que se 
requieren medidas para identificar patrones de riesgo y monitorizar su evolución.” 
(Bacardí, Jiménez y Guzmán, 2007). 
La presencia del sobrepeso en el público infantil va presentando una serie de 
complicaciones a corto, mediano y largo plazo, de acuerdo al lapso que transcurre entre su 
inicio y la aparición de las manifestaciones asociadas (Calzada, 2003). 
Con base en lo anterior, los efectos del sobrepeso y la obesidad en el público infantil, 
pueden observar los siguientes patrones: 
a) Inmediatos. La simple presencia del sobrepeso, provoca un incremento en 
alteraciones ortopédicas como pie plano, resistencia a la insulina, incremento de 
andrógenos, aumento de colesterol, lipoproteínas de baja densidad y triglicéridos, 
así como alteraciones pulmonares, menstruales, diabetes tipo 2, y desde el punto de 
vista psicológico, una baja autoestima y una autoimagen deteriorada. 
b) Mediatos. En un periodo de dos a cuatro años posterior al inicio de la obesidad, se 
incrementa el riesgo de presentar, además de las manifestaciones del periodo 
anterior: “hipertensión arterial (10 veces más), hipercolesterolemia (2.4 veces más), 
lipoproteínas de baja densidad altas (tres veces más) y lipoproteínas de alta densidad 
bajas (ocho veces más).” (Kaufer y Toussaint, 2008). 
c) Tardías. En caso de que la obesidad prevalezca hasta la edad adulta, además del 
agravamiento de las complicaciones mediatas, pueden presentarse incidencias de 
enfermedades coronarias, hipertensión vascular, enfermedad renal vascular, 
ateroesclerosis, artritis y ciertas neoplasias que impactan directamente en la 
morbilidad y mortalidad en la edad adulta. 
La figura 1.3, resume las complicaciones en la salud que trae consigo el sobrepeso y la 
obesidad en la población infantil en edad escolar, destacando también los porcentajes 
alcanzados entre 2006 y 2012. 
15 
 
 
Fig. 1.3. Infografía de las complicaciones de la obesidad infantil y estimación de su 
prevalencia en el tiempo. 
 
Además de las complicaciones que el sobrepeso y la obesidad infantiles generan en la 
salud, es importante considerar los aspectos socioeconómicos que estos padecimientos 
traen consigo y que tienen que ver las estadísticas recopiladas por el sector salud en 
México, las cuales han mostrado un crecimiento exponencial del padecimiento durante las 
últimas décadas, implicando en este caso, un factor que requiere de la instrumentación de 
políticas públicas para revertir las cifras. 
Sin embargo, la respuesta de las autoridades competentes en México, no ha sido del todo 
oportuna, ya que fue hasta la segunda mitad de la década, con base en los resultados de la 
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2006), que se desarrolló el primer 
Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, cuyas metas y objetivos específicos a alcanzar 
para el 2012, incluían los siguientes puntos: 
16 
 
 Revertir en niños de 2 a 5 años el crecimiento de la prevalencia de sobrepeso y 
obesidad a menos de lo existente en 2006. 
 Detener en la población de 5 a 19 años el avance en la prevalencia de sobrepeso y 
obesidad. 
 Desacelerar el crecimiento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la edad 
adulta. (Barquera, et al., 2010). 
Desde esa fecha hasta los resultados obtenidos de la siguiente ENSANUT (2012), se puede 
concluir que las políticas, acuerdos y regulaciones nacionales en México para el control y 
prevención de la obesidad no han logrado alcanzar las metas y objetivos planteados. 
[…] El Grupo Multidisciplinario sobre Obesidad de la Academia Nacional de Medicina estimó 
que el costo de la obesidad en México fue de 67 mil millones de pesos en 2008 y se calcula que 
para el 2017 fluctúe entre 151 y 202 mil millones de pesos. De no actuar de inmediato, el costo 
que pagará la sociedad en las siguientes tres décadas será mucho mayor a la inversión requerida 
para implementar estas acciones. (Rivera, et al, 2013). 
Resulta inobjetable que la problemática del sobrepeso y la obesidad en la población infantil 
del país requiere de una acción inmediata y objetiva de las autoridades competentes en 
materia de salud pública, ello a través de programas preventivos y de lucha directa contra 
estos padecimientos. Asimismo, es importante que dentro de dichos programas se busque la 
acción coordinada de padres de familia y profesores, de manera tal que se vaya fomentando 
una cultura de buena alimentación y la búsqueda constante de un estilo de vida saludable. 
[…] Es necesario diagnosticar, clasificar, conocer la fisiopatología, la prevalencia, la prevención 
del sobrepeso y la obesidad (y sus relaciones con la predisposición a procesos crónicos 
degenerativos), la influencia de la comida chatarra, el sedentarismo, la publicidad nociva, la 
inseguridad, la irresponsabilidad de los padres y tutores, los espacios reducidos en las escuelas 
para la actividad física, los nulos esfuerzos de la sociedad para combatir la obesidad infantil, y 
los intereses políticos y económicos de las grandes compañías nacionales y trasnacionales en la 
producción de comida rápida. (Ortega, 2014). 
17 
 
Con base en lo anterior puede establecerse que una de las principales áreas en donde puede 
generarse un importante cambio para hacer frente a la problemática del sobrepeso y la 
obesidad en la población infantil en México, es la familia, como eje fundamental de la 
sociedad, de la cual puede partir una acción coordinada con instituciones educativas y 
esquemas de prevención y atención médica de parte de todas y cada una de las entidades 
que conforman el Sistema Nacional de Salud, concretamente, las que forman parte del 
sector público. 
1.1.2. Concepto de obesidad 
Aún y cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró desde 1995 a la 
obesidad como una enfermedad que afecta a los diferentes grupos etarios, sin límites en 
relación con la raza o el sexo, fue hasta 2004, cuando la Asamblea Mundial de la Salud 
(AMS) aprobó la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud, en 
la que se describen los compromisos delas diversas partes interesadas respecto de la 
adopción de medidas destinadas a mejorar el régimen alimentario y a promover la actividad 
física, ello orientado a la prevención y tratamiento de la obesidad, especialmente entre la 
población infantil. 
Partiendo del hecho de que una de las principales responsabilidades de OMS, consiste en 
identificar y difundir información sobre intervenciones y sobre políticas y estructuras, se 
hace patente que se ha incrementado el interés por los problemas alimentarios, las 
actividades físicas y su impacto en la salud de la población mundial, lo cual se plantea en el 
“Plan de acción para aplicar la estrategia mundial para la prevención y el control de las 
enfermedades no transmisibles aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 
2008.” (Organización Panamericana de Salud, 2009, p. 1). 
Por lo tanto, a partir de la Asamblea Mundial de la Salud de 2004, la obesidad fue 
declarada como la epidemia del siglo XXI, debido a que se ha incrementado de forma 
alarmante en los países desarrollados y en desarrollo, constituye el principal problema de 
malnutrición del adulto y es una enfermedad que se ha visto aumentada notoriamente en la 
población infantil. “Algunos opinan que alrededor de 1/3 de todos los niños son obesos; 
18 
 
esta misma incidencia se describe en la edad adulta, lo que hace pensar que los niños 
obesos serán adultos obesos.” (Dietz, 2001). 
En el proceso de declarar a la obesidad como una enfermedad, puede considerarse como 
punto de origen la caracterización del binomio salud-enfermedad, establecido por la OMS 
desde 1946, en el que se determina que la salud es “un estado de completo bienestar físico 
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por su parte, la 
enfermedad es entendida como la alteración estructural o funcional que afecta 
negativamente el estado de bienestar.” (OMS, 1946). 
 Por lo tanto, puede afirmarse que la obesidad por sí misma, cumple con los criterios para 
ser considerada como enfermedad, ya que produce una alteración estructural y funcional en 
el ser humano, afectando su bienestar, por lo que el derecho a mantener ese nivel de 
bienestar es responsabilidad del Estado en cuanto a su prevención y control, reconociendo 
las características antes mencionadas y con base en ello, “establecer programas nacionales 
para erradicarlas.” (López, et al, 2015). 
Con base en lo anteriormente comentado, pueden considerarse dos planteamientos que 
buscan conceptualizar tanto al sobrepeso como a la obesidad. En el primero de los casos, el 
sobrepeso se define como: “el aumento del peso corporal por encima de un patrón dado en 
relación con la talla.” (Basilio y Monereo y Álvarez, 2004, p.101). 
Aún y cuando el término sobrepeso se encuentra íntimamente ligado al de obesidad, es 
importante destacar que son dos términos diferentes. Generalmente, el sobrepeso es una 
patología en la cual “hay un incremento excesivo de grasa corporal que puede ser 
perjudicial para la salud.” (OMS, 2006). 
El sobrepeso es producido por un desequilibrio energético con un balance positivo entre las 
calorías consumidas en la dieta y el gasto energético total. Se han descrito tres periodos críticos 
para el desarrollo del sobrepeso: el primero es el periodo prenatal, el segundo es en la infancia de 
los 5 a los 7 años, etapa en la cual se produce el llamado “rebote adiposo”, que es un incremento 
marcado del tejido adiposo corporal y el tercer periodo es en la adolescencia, especialmente en 
las mujeres. Este último periodo, además, se asocia estrechamente con la morbilidad relacionada 
con la obesidad. (Dietz, 1994). 
19 
 
 
Por su parte, la obesidad se define como: 
[…] Una enfermedad de etiología multifactorial de curso crónico, en la cual participan aspectos 
genéticos, ambientales y de estilo de vida. Se caracteriza por un balance positivo de energía que 
ocurre cuando la ingestión de calorías excede al gasto energético, lo que ocasiona aumento en 
los depósitos de grasa corporal, y por ende, ganancia de peso. (Bouchard, 2008). 
Por su parte, la OMS (2016), establece que el sobrepeso y la obesidad se definen como una 
acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. 
Otro procedimiento a través del cual se establece la diferencia entre sobrepeso y obesidad, 
es el índice de masa corporal (IMC), también conocido como índice de Quetelet, un 
indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para 
identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una 
persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). 
La tabla 1.1, presenta la clasificación de la obesidad según la OMS, tomando en cuenta el 
IMC. 
Tabla 1.1. Clasificación de la obesidad según la OMS 
Clasificación IMC (kg/m²) Riesgo asociado a la salud 
Normo Peso 18.5 – 24.9 Promedio 
Exceso de peso ≥ 25 
Sobrepeso o Pre Obeso 25 – 29.9 Aumentado 
Obesidad Grado I o moderada 30 – 34.9 Aumento Moderado 
Obesidad Grado II o severa 35 – 39.9 Aumento severo 
Obesidad Grado III o mórbida ≥ 40 Aumento muy severo 
 
Fuente: OMS 
20 
 
 
De acuerdo con dichos criterios de clasificación, la OMS establece que: 
 Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso. 
 Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad. 
De esta forma, el IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la 
población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. 
Sin embargo, por el carácter multifactorial de la obesidad y a cuestiones fisiológicas 
relacionadas con la raza, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no 
se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas. 
Un tercer criterio, para conceptualizar a la obesidad, la considera: 
[…] El incremento del peso corporal asociado a un desequilibrio en las proporciones de los 
diferentes componentes del organismo, en la que aumenta fundamentalmente la masa grasa con 
anormal distribución corporal, se considera hoy en día una enfermedad crónica originada por 
muchas causas y con numerosas complicaciones. (Secretaría de Salud, 2010). 
Del concepto anterior, se destaca el factor relativo a la masa grasa, el cual fue considerado 
por Deurenberg y colaboradores en 1991, quienes utilizaron el IMC como método para 
estimar la masa grasa adiposa a partir de fórmulas matemáticas que incluían en sus 
variables el género y la edad de los sujetos. Bajo dichos criterios, llevó a cabo un estudio en 
el que utilizó una muestra de 1229 sujetos en un rango de edad de 7 a 83 años determinando 
su masa adiposa por densitometría y por antropometría. Las conclusiones aportaron que las 
fórmulas utilizadas permitían estimar la masa grasa de los sujetos, aunque en obesos los 
resultados mostraban una pequeña sobrestimación de la misma. (Deurenberg, 1991). 
El equipo de trabajo de Deurenberg, desarrolló la siguiente ecuación para estimar la grasa 
corporal: 
% grasa corporal = 1.2 (IMC) + 0.23 (edad) – 10.8 (sexo) – 5.4 
Donde, sexo = 1 para hombres, y sexo = 0 para mujeres 
21 
 
Otros métodos utilizados para medir la grasa corporal incluyen: la medición de los pliegues 
subcutáneos, la medición de la impedancia bioeléctrica, también conocida como 
bioempedanciometría y la Absorciometría Dual de Rayos X (DEXA). 
La medición de los pliegues subcutáneos en distintos puntos (bicipital, tricipital, 
subescapular y suprailiaco), cuya suma se considera un indicador de la grasa subcutánea, 
representa una medición antropométrica que ayuda a determinar los índices de sobrepeso y 
obesidad, sin embargo, es un método de alta variabilidad y difícil de realizar en pacientes 
obesos con pliegues cutáneos muy grandes. 
[…] Entre los pliegues, el más utilizado internacionalmente es el pliegue tricipital (PT), 
que mide la grasa subcutáneaen la cara posterior del brazo, en el punto medio entre el 
acromion y el olecranon. En general se acepta como indicador un PT mayor de 23 mm 
para varones y mayor de 30 mm. para mujeres. El pliegue subescapular (PS) se obtiene a 
1 cm. por debajo del ángulo de la escápula y es el pliegue que, tomado individualmente, 
un mejor índice de adiposidad. Es aconsejable medir al menos dos pliegues: uno de 
disposición central o truncal (PS) y otro de disposición periférica o de extremidades 
(PT); y así se define obesidad cuando la suma de estos dos pliegues es > 45mm en el 
varón y > 69 mm. en la mujer. (Basilio, Monereo y Álvarez, 2000, pp. 154-155). 
El análisis de impedancia bioeléctrica (BIA, por sus siglas en inglés) es un método no 
invasivo e indoloro, de fácil realización, que ha demostrado tener una buena correlación 
con las técnicas clásicas para el estudio de la composición corporal como son la dilución 
isotópica y el método de pliegues cutáneos. La impedancia es la respuesta que los tejidos 
biológicos presentan en función de sus propiedades, al paso de una corriente eléctrica 
alterna con una intensidad de voltaje muy baja, por debajo de los umbrales de percepción 
del cuerpo humano. 
[…] La BIA se basa en el hecho de que una corriente de alta frecuencia, bajo voltaje e intensidad 
se conduce de forma diferente por la grasa, la cual actúa como un aislante, que por la masa libre 
de grasa (MLG), donde el agua y electrolito, actúan como buenos conductores. La persona 
descansa en posición supina, y la bioimpedancia es medida haciendo pasar la corriente débil a 
22 
 
través del cuerpo de un electrodo a otro, uno colocado en las manos y otro en los pies. (Sabán, 
2012, p. 252). 
Finalmente, la absorciometría por rayos X de energía dual (DEXA = Dual Energy X-ray 
Absorptiometry), es actualmente, el método más preciso y más costoso para determinar la 
composición del cuerpo. Funciona haciendo pasar dos Rayos X a través del sujeto, 
midiendo la cantidad de Rayos X que ha ido absorbida por el tejido a través del cual han 
pasado. “Uno de los rayos es de alta densidad y el otro de baja densidad, por lo cual la 
absorción relativa de cada rayo es una indicación de la densidad del tejido atravesado.” 
(Bernadot, 2001, p. 120). 
A través de esta técnica antropométrica se pueden medir tres compartimientos (masa grasa, 
masa magra y masa ósea), tiene la ventaja de generar información tanto de la masa grasa 
total, como de la masa grasa regional. “Es un proceso de baja radiación, pero es de alto 
costo y no acepta sujetos de gran obesidad (superior a 150 kgs.), por lo cual se emplea 
fundamentalmente en la investigación clínica.” (Moreno, 2012, p. 127). 
Otro criterio de clasificación de la obesidad tiene que ver con la distribución anatómica de 
la grasa corporal, siendo que su acumulación preferencial en la zona toracoabdominal del 
cuerpo, se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica. A partir 
de dicho criterio, se han desarrollado una serie de mediciones e índices para determinar la 
distribución de la grasa corporal, entre los que se destacan: el índice de cintura cadera y la 
medición exclusiva de circunferencia de cintura. 
El índice de cintura cadera (ICC) es una medida indirecta de la distribución de la grasa en 
las regiones inferior y superior del cuerpo, se calcula mediante la división de la 
circunferencia de la cintura (en centímetros), entre la circunferencia de la cadera (en 
centímetros). Sin embargo, la ubicación del punto desde el cual debe llevarse a cabo la 
división, no se ha estandarizado. 
[…] La OMS (1998) recomienda medir la circunferencia de la cintura en el punto medio entre el 
borde inferior de la costilla y la cresta ilíaca y la circunferencia de la cadera en el punto más 
ancho sobre los trocánteres mayores. En cambio, el Anthropometric Standarization Reference 
23 
 
Manual, aconseja la medición de la circunferencia de la cintura en la parte estrecha del tórax y la 
de la cadera a la altura de la extensión máxima de los glúteos. (Heyward, 2008, p. 202). 
Una de las principales limitaciones del ICC es que no sirve para evaluar la distribución de 
la grasa corporal en prepúberes, aspecto que para efectos de la presente investigación, sólo 
se considerará como dato específico únicamente relacionado con los índices de sobrepeso y 
obesidad en la población adulta. En este sentido, la figura 1.4, muestra los niveles de riesgo 
cardiovascular relacionados con el ICC. 
Tabla 1.4. ICC y riesgo cardiovascular 
 
 Fuente: Zhu, et al. (2005) 
Por último, en la medición exclusiva de circunferencia de cintura, se toma en el punto 
medio entre el borde inferior de la costilla y la creta ilíaca, tiene una correlación 
significativa con el IMC, el índice cintura cadera (ICC) y la grasa total (Cfr. Lean, et al., 
1995). 
Hoy en día, en la práctica clínica se prefiere la medición solo de cintura, ya que la medición 
de la cadera resulta complicada, además de que no existen puntos de corte validados para 
este indicador. 
24 
 
Según las recomendaciones de las Guías Clínicas para la Obesidad del Instituto Nacional de 
Salud de los Estados Unidos (NIH), se consideran puntos de corte de circunferencia de 
cintura de 88 cm. para las mujeres y de 102 cm. para los hombres, valores incluidos en la 
definición del Síndrome Metabólico según las Guías propuestas por el Panel de Expertos en 
Colesterol en el Tercer Panel de Tratamiento para Adultos (ATP III). 
 En 2005, la Federación Internacional de Diabetes (IDF) realizó una propuesta diferente 
para la definición de obesidad abdominal, reduciendo los puntos de corte a 94 cm. para los 
hombres y 80 cm. para las mujeres, en población de origen europea. Esta propuesta trajo 
consigo diferentes puntos de corte para diferentes etnias, lo que da pauta a la 
recomendación de que los puntos de corte de circunferencia de cintura asociados a mayor 
riesgo sean de acuerdo a las características antropológicas de cada localidad. 
Por último, según su origen, la obesidad puede clasificar en: 
a) Endógena. Es la menos frecuente ya que sólo entre un 5 y un 10% de los obesos la 
presentan, se debe principalmente a problemas provocados por la disfunción de 
alguna glándula endocrina, como la tiroides (hipotiroidismo), el síndrome de 
Cushing (glándulas suprarrenales), diabetes mellitus (problemas con la insulina), el 
síndrome de ovario poliquístico o el hipogonadismo, entre otros. Es un tipo de 
obesidad causada por problemas internos y caracterizada porque las personas no 
pueden perder peso (incluso lo aumentan), incluso llevando una alimentación 
adecuada y realizando actividad física. Se asocia con talla baja, retraso de la edad 
ósea y retraso en la aparición de características sexuales secundarias. Puede 
acompañarse de retraso mental y anormalidades físicas asociadas y muy 
infrecuentemente hay historia de obesidad familiar (Cfr. Rojas y Guerrero, 1999, p. 
161) 
b) Exógena. También conocida como obesidad común, simple, esencial, idiopática o 
nutricional. Es provocada por un exceso en la alimentación o por determinados 
hábitos sedentarios. Es el tipo de obesidad más común y no es causada por ninguna 
enfermedad o alteración propia del organismo, sino que sobreviene por los hábitos 
alimenticios y estilo de vida de cada persona. Constituye aproximadamente entre el 
25 
 
90 y 95% de todos los casos de obesidad. Además de una ingesta calórica elevada, 
este tipo de obesidad se vincula con aspectos genéticos asociados (un padre obeso, 
representa un 35% de hijos obesos, dos padres obesos, hasta un 88%), y aspectos 
psicosociales (la compulsividad y ansiedad asociadas a la alimentación (Cfr. Llano, 
2000, p. 75). 
La obesidad está catalogada dentro de las enfermedades crónicas no transmisibles, 
desarrollada, como se ha venido mencionando, por causas multifactoriales y fomentada por 
una culturade consumo, con un factor socioeconómico y por el enfoque actual de crear un 
entorno de comodidad (generador de obesidad), el cual se caracteriza por: 
 Realizar cualquier trabajo con el mínimo esfuerzo. 
 Mayor consumo de alimentos con bajo contenido de fibra, alto contenido en sodio, 
alta densidad energética, bebidas con alto aporte calórico, porciones mayores de 
alimentos y bebidas. 
 Llevar una vida sedentaria generada y fomentada por un constante desarrollo 
tecnológico. 
 Desarrollar una actividad cotidiana rutinaria (niveles reducidos de actividad física 
en el hogar, escuela, trabajo, utilizar transporte particular). 
 Llevar a cabo actividades recreativas que requieren bajo gasto energético como es el 
caso de los videojuegos. 
 Fomento al consumo de tabaco y alcohol. 
En el plano estadístico, información reciente acerca de la obesidad y sobrepeso resalta la de 
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que se 
destaca que 16.9% de la población de las naciones afiliadas sufre este padecimiento; 
México ocupa el cuarto lugar con niños (entre 5 y 17 años) más obesos en 2012, situación 
que significa que un niño de cada tres tiene sobrepeso u obesidad. El problema es mayor en 
la edad adulta ya que México es el segundo lugar de la OCDE con esta prevalencia, sólo 
26 
 
superado por Estados Unidos. “La cifra proporcionada por la organización señala que 30% 
de la población adulta de nuestro país sufría de este trastorno en 2009.” (OCDE, 2012). 
De acuerdo con la información proporcionada por organismos competentes en materia de 
salud pública tanto en México como en el extranjero, se hace necesaria una intervención 
inmediata para revertir las cifras relacionadas con estos padecimientos, basada en un una 
política gubernamental eficiente y orientada a proponer estrategias de prevención y 
atención esmerada, y en la que exista la participación activa de dos importantes agentes 
como son la escuela y la familia, especialmente en este último caso, en que, como se verá 
más adelante se generan fuertes influencias en los hábitos de consumo y el estilo de vida de 
la población infantil del país. 
1.1.3. Diagnóstico 
Desde el contexto clínico, el diagnóstico del sobrepeso y la obesidad infantil se lleva a 
cabo de acuerdo con las disposiciones y estándares internacionales de índice de masa 
corporal (IMC) para edad, calculado como peso (Kg.) dividido por la talla al cuadrado (m²). 
 Estos estándares se desarrollaron para niños y adolescentes y homologan con la 
clasificación de sobrepeso y obesidad para adultos de la OMS, en la que punto de corte para 
sobrepeso es de 25 de IMC y el de obesidad es de 30. Bajo esta perspectiva, un subgrupo de 
expertos de la OMS, la International Obesity Task Force, desarrolló estándares de IMC 
para la población pediátrica basados en los mismos puntos de corte, trasladándolos a su 
equivalente para cada edad, con el beneficio adicional de ser utilizables internacionalmente. 
(Kovalskys, et al., 2005). 
Para definir la edad pediátrica pueden considerarse por una parte, la investigación y los 
propósitos epidemiológicos y por la otra, los propósitos clínicos, de acuerdo con los 
siguientes criterios: 
 
 
 
27 
 
 Investigación y propósitos epidemiológicos 
- El sobrepeso se debe definir como IMC ≥ a percentil 85 para el sexo y la 
edad. 
- La obesidad se debe definir como IMC ≥ a percentil 95 para el sexo y la 
edad. 
 Propósitos clínicos 
- El sobrepeso se debe definir como IMC ≥ a percentil 91. 
- La obesidad se debe definir como IMC ≥ a percentil 98. 
 A pesar de la alta especificidad, un IMC alto para la edad tiene escasa sensibilidad en niños 
y adolescentes. 
Se debe estructurar una historia clínica de los pacientes que incluya: 
 Peso y talla al nacer. 
 Duración de la lactancia materna. 
 Edad del destete. 
 Comienzo de la agalactación. 
 Edad de comienzo de la obesidad. 
 Tiempo que pasa en actividades sedentarias, como ver televisión. 
 Enfermedades que padece. 
 Medicamentos que se le administran frecuentemente. 
 Antecedentes familiares de obesidad. 
 Examen físico general, regional y por aparatos 
28 
 
 Incluirá la evaluación antropométrica (peso, talla, circunferencia del brazom 
cintura y acadera, pliegues, tricipital, suprailíaco y subescapular. 
 Peso: Es la acción de la gravedad sobre la masa corporal. Instrumento: 
balanza. 
 Estatura: es la distancia directa entre vértex y el plano de apoyo del 
individuo. Antes de los dos años de edad debe tomarse en decúbito supino y 
se denomina: longitud supina. Después de esta edad el sujeto permanece de 
pie, en posición de firmes. 
 Circunferencias: es necesario que la cinta haga contacto ligero con la piel, 
por lo que no debe apretarse tanto que haga una “cintura”, ni dejarla tan floja 
que se separe del cuerpo. Instrumento: cinta métrica. 
 Circunferencia de cintura: Es la circunferencia mínima de cintura. 
 Circunferencia de la cadera (glúteos): Es la circunferencia que pasa por la 
región más saliente de los glúteos. 
 Circunferencia del brazo: Es la circunferencia tomada en la mitad del brazo, 
entre el acromion y el olecranon. 
 Pliegues cutáneos: La medición de los pliegues cutáneos consiste en tomar 
el grosor de una doble capa de piel más grasa subcutánea y se separa del 
músculo subyacente. 
 Pliegue subescapular: Es el pliegue que se toma en el ángulo inferior de la 
escápula. 
 Pliegue suprailíaco: No existe una definición exacta para esta medición, pero 
es un pliegue localizado en el abdomen, en la región suprailíaca. 
 Pliegue del tríceps: Es un pliegue tomado en el punto medio a lo largo del 
brazo. 
29 
 
 Exámenes de laboratorio: Glucemia, Lipidograma, hemograma. 
Por su carácter multifactorial, en el tratamiento de la obesidad infantil es necesario el 
trabajo coordinado de diversos especialistas y agentes vinculados con el desarrollo de los 
niños, como es el caso de pediatras, nutriólogos, comunicadores sociales, dietistas, 
psicólogos, profesores y otros técnicos y profesionales que trabajen directamente en el 
desarrollo psicosocial de los menores. 
Algunos puntos relevantes para tratar la obesidad pediátrica incluyen: 
- Tratar en forma intensiva, es importante agendar citas frecuentes y prolongadas. 
- Tratar a la familia entera, no sólo al niño. 
- Tratar sólo familias motivadas. 
- Organizar los cambios dietéticos, a través de un “semáforo” alimentario, restringir 
los alimentos de alta energía (“rojo”); restringir los alimentos con el contenido en 
energía moderado (“amarillo”) y comer libremente los alimentos que son bajos en 
energía (“verde”). (Kain, et al, 2001). 
Un factor importante a considerar en el tratamiento de la obesidad infantil es la 
participación activa de la familia, aspecto que como se verá en el siguiente punto, 
resulta de enorme valor para revertir esta problemática en la población infantil en 
México. 
2. Tipología Familiar para el tratamiento del sobrepeso y obesidad infantil 
2.1. Concepto 
La familia ha representado desde tiempos remotos, el eje del desarrollo de la humanidad y 
su estructura permite el fortalecimiento de lazos filiales y de apoyo mutuo entre sus 
integrantes. 
[…] En su sentido más amplio, el término designa el grupo de individuos vinculados entre sí por 
lazos consanguíneos, consensuales o jurídicos, que constituyen complejas redes de parentesco 
30 
 
actualizadas de manera episódica a través del intercambio, cooperación y la solidaridad. La 
articulación de dichas redes implica una serie de reglas, pautas culturales y prácticas sociales 
referidas al comportamiento entre parientes. (FLACSO, 2001, p. 27). 
La conceptualización de la familia ha ido evolucionando históricamente con base a los 
diversos cambios socioeconómicos y culturales que se van dando en la sociedad, lo que sin 
duda, representa una cuestión que requiere del análisis de diferentes cienciassociales y 
disciplinas técnicas, con el fin de contar con estudios que faciliten la plena identificación de 
las distintas estructuras que conforman la tipología familiar contemporánea. 
No obstante, puede considerarse que existen diversos criterios que en cuanto al concepto de 
familia pueden considerarse universales y que se relacionan directamente con los roles que 
llevan a cabo sus miembros. 
[…] Desde su origen, la familia tiene varias funciones que podríamos llamar universales, tales 
como: reproducción, protección, la posibilidad de socializar, control social, determinación del 
estatus para el niño y canalización de afectos, entre otras. La forma de desempeñar estas 
funciones variará de acuerdo a la sociedad en la cual se encuentre el grupo familiar. (Pérez, y 
Reinoza, 2011, p. 629). 
Con base en lo anterior, puede establecerse que el concepto de familia en la actualidad, 
integra múltiples factores que, combinados con su naturaleza intrínseca, le van dando pauta 
para una mejor estructuración de su tipología. 
Por lo tanto, antes de proceder a desarrollar los aspectos relacionados con la 
conceptualización y análisis de la tipología familiar, es importante situar la esencia misma 
de la familia en la sociedad contemporánea, tomando como punto de partida sus raíces 
etimológicas, las cuales, sin que haya un consenso general al respecto, se han ubicado en la 
palabra latina familiae, que significa “grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe de la 
gens”. Otros dos planteamientos ubican a la palabra como derivada, en una primera 
instancia, del término famŭlus, que significa “siervo, esclavo”, o incluso del latín fames 
(hambre) “Conjunto de personas que se alimentan juntas en la misma casa y a los que un 
pater familias tiene la obligación de alimentar” (Taparelli, citado en Lara, 1999, p. 124). 
31 
 
En su forma contemporánea, la familia funciona con su propia dinámica, con nuevas 
concepciones, en las que han cobrado enorme relevancia temas como la planificación 
familiar y el control de la fecundación, desarrollo de la personalidad, educación, cultura, 
religión, entre otras, así como otras cuestiones que se deben ser consideradas en cualquier 
marco jurídico, incluso a nivel global. Asimismo, su concepción implica distintos aspectos, 
y es por tanto considerada como un núcleo natural, económico, político y/o jurídico de la 
sociedad de este tercer milenio. 
A partir de estos puntos relativos a la naturaleza de la familia y su contexto en la sociedad 
contemporánea, es posible establecer algunos de los socioeconómicos y culturales que han 
incidido en su condición actual, y que incluyen: 
 Urbanización y citadinización del país. 
 Espacios urbanos más pequeños. 
 Reducido número de miembros. 
 Vinculación de la madre al trabajo productivo. 
 Pareja providente y no progenitor-varón providente. 
 Los pares generacionales o etarios de niños y jóvenes como referentes obligados en la 
socialización básica. 
 Incidencia preponderante de instituciones del Estado (escuela, guarderías, colegios) de la 
Iglesia, o de la sociedad civil (ONG) en la vida familiar. 
 Influencias de los medios masivos de comunicación sobre la población infanto-juvenil. 
 Mayor importancia concedida por los padres a instituciones sociales o redes de 
comunicación social, en razón del trabajo sobre las relaciones doméstico-vecinales. 
 Cambio profundo y paulatino del rol femenino y materno. 
 La secularización de usos y costumbres en relación con el papel de mujer, del hombre y de 
la familia, que ha producido cambios al interior del hogar (Hoyos, 1986, pp. 56-57). 
32 
 
Considerando los puntos anteriores, puede establecerse la importancia de contar con una 
mejor perspectiva sobre la estructura actual de la familia, lo que da pauta a la 
implementación de estrategias para atender diversas situaciones problemáticas en diversas 
áreas del desarrollo humano, como en este caso, la medicina familiar. 
[…] La familia es determinante dentro del proceso de salud–enfermedad; desde ese momento 
surge la necesidad de la disciplina en medicina familiar que obliga un abordaje integral del 
paciente y la familia, constituida como piedra angular de la sociedad, marcando al médico 
familiar un perfil completamente diferente a otras especialidades. La medicina familiar tiene 
como base el entorno familiar biopsicosocial, el cual tiene la capacidad de ir del individuo a la 
familia y a la comunidad, para finalmente integrarlos, dándole un peso especial a los aspectos 
educativos, preventivos, curativos y de rehabilitación. (Rodríguez, et. al., 2013, p. 217) 
Para poder contar con una mejor visión sobre las características de la familia 
contemporánea y establecer los cursos de acción que faciliten su manejo en el caso de la 
atención de niños con sobrepeso u obesidad en las unidades de medicina familiar, es 
importante aplicar diversas herramientas de organización, clasificación o taxonomía, a 
través de las cuales se establezca un proceso sistemático que permita que cada uno de los 
tipos o procesos en que se divide un área o actividad determinada sean operados con 
eficiencia y eficacia. 
[…] Una de las aproximaciones metodológicas, con lo que implica en métodos y técnicas, más 
frecuente y característica de la investigación científica en general, y de la sociológica en 
particular, es el recurso a la construcción de tipologías como ordenadoras de las distintas 
conceptualizaciones de los fenómenos sociales complejos estudiados. La construcción de 
tipologías satisface la necesidad de clasificar o de estructurar y, en general, de resumir en un 
conjunto reducido y significativo de categorías o tipos a los individuos, grupos, instituciones, 
sociedades o a cualquier otra unidad de análisis que es objeto de estudio. Constituye, pues, uno 
de los procedimientos y uno de los objetivos más habituales de la investigación empírica 
sociológica desde los orígenes mismos de la disciplina. (López, 1996). 
Por su carácter, la tipología representa una metodología de enorme valor en el desarrollo de 
las teorías sociológicas, representando una herramienta imprescindible en la organización 
conceptual de los fenómenos más diversos de la realidad social. 
33 
 
 Antes de proceder a orientar el concepto de tipología al ámbito familiar, es conveniente 
determinar sus raíces etimológicas, las cuales provienen el griego τυπος (typos = modelo, 
carácter grabado), junto a la raíz ομιλία ή αιτία (discurso, razón), Con el paso del tiempo el 
término atravesó por un proceso de metaforización (pasaje de referentes tangibles a 
referentes no tangibles), que también se produjo en el término χαρακτήρας, que igualmente 
significaba molde en su concepción original. (Cfr. Marradi, 2007). 
La tipología familiar se referirá por lo tanto, una metodología a través de la cual se 
organizarán las conceptualizaciones relativas a los tipos de familia que conviven en 
determinada sociedad, así como sus cambios, tendencias y perspectivas de desarrollo, 
vinculados con la dinámica social que se presenta en la actualidad. 
2.2. Tipos de familia 
En el desarrollo de un esquema incluyente de la tipología familiar, se destaca la figura de 
George P. Murdock, quien en 1957 publicó una Muestra Etnográfica Mundial de 565 
sociedades, representativa de todas las culturas conocidas por la historia y la etnografía, de 
las que consigna treinta categorías socioculturales básicas. En relación con la familia, 
Murdock consigna lo que en la actualidad se consideran los tipos de familia tradicionales: 
la familia nuclear, la polígama y la extensa, cada una de ellas con sus variantes respectivas, 
las cuales se comentan a continuación: 
2.2.1. Familia Nuclear 
La familia nuclear constituye un agrupamiento social humano universal, representando la 
única forma que prevalece de su familia o “la unidad básica a partir de la cual se componen 
formas familiaresmás complejas, existe como grupo distinto y firmemente funcional en 
cada una de las sociedades conocidas” (Murdock, 1957). 
 Fundamentalmente, la familia nuclear representa un grupo formado por una pareja casada 
y sus hijos y en la que se encadenan dos variables: 
a) La familia de orientación, aquella en la que un individuo ha nacido y se ha creado. 
34 
 
b) La familia de procreación, formada con fines de preservación de la raza humana al 
momento en que el individuo contrae matrimonio, así como su cónyuge y sus 
descendientes. 
Tradicionalmente, la familia nuclear se considera a partir del matrimonio, aunque en la 
nueva estructura que se ha venido dando en la dinámica social, pueden presentarse algunas 
variantes diferentes, aunque en este caso, se considerará a la familia unida por lazos 
matrimoniales o concubinato, que comparten casa habitación y han procreado hijos. 
2.2.2. Familia polígama 
En este caso se incluye al grupo formado por ampliación del núcleo matrimonial (padre-
madre), compuesto alternativamente por: 
a) Un hombre casado con varias esposas y su descendencia: la familia polígama 
poligínica. 
b) Una mujer casada con varios esposos, y su descendencia: la familia polígama 
poliándrica. 
La práctica de la poligamia es común en ambientes sociales subdesarrollados y en algunas 
religiones como los mormones. 
2.2.3. Familia extensa 
Está integrada por la troncal o múltiple (la de los padres y la de los hijos en convivencia), 
más la colateral. 
[…] Este tipo de familia se presenta debido a factores como los sistemas de herencia y sucesión 
(por ejemplo, en varias cláusulas testamentarias se establece en la herencia de los bienes la 
condición, si muere uno de los progenitores, de cuidar al que quede solo; o bien, compartir los 
bienes inmuebles entre los hermanos o hijos) y el nivel de pobreza de las familias que albergan a 
los hijos casados (Eguiluz, et al, 2007, p. 21). 
 
35 
 
De acuerdo con Murdock, la familia extensa está conformada en forma extensa por: 
a) Familia extensa mínima o troncal. Dos familias de procreación de generaciones 
consecutivas emparentadas directamente (sin tener en cuenta las relaciones 
polígamas), formada por el padre, los hijos solteros y el heredero con su cónyuge y 
sus vástagos. En los sistemas de familia troncal, los hogares tienden a una 
composición relativamente simple y a un tamaño relativamente pequeño, en casi 
todas las condiciones de mortalidad y fecundidad. (Burch, Lira y Lopes, editores, 
1976, p. 13). 
b) Familia extensa menor o lineal. Familia de procreación de un individuo de la 
generación mayor y por lo menos, la de dos individuos de la generación siguiente. 
En este caso pueden identificarse dos tipos de familia extensa lineal: “matrilineal, es 
la unidad familiar que gira en torno a un grupo femenino y patrilineal, cuyos 
miembros se consideran descendientes de un tronco masculino común.” (Campo, 
2008, p. 82). 
c) Familia extensa mayor. La familia de procreación de por lo menos dos hermanos o 
primos carnales de por lo menos, dos generaciones consecutivas. 
d) Familia extensa máxima. Común en las sociedades tribales en las que predominan 
las familias extensas de amplio parentesco, pues a los parientes directos lineales, se 
suman parientes colaterales que se consideran parte de la familia. 
A través de este contexto, la terminología de parentesco de esta tipología tradicional, puede 
redefinir la condición de padre y madre, “extendiendo el nombre y las responsabilidades de 
la crianza a los hermanos del padre biológico y a las hermanas de la madre biológica.” 
(Méndez y Llavona, 2014, p. 39). 
2.3. Nueva tipología familiar 
A partir de los cambios en la dinámica familiar en los siguientes cuarenta años posteriores 
al planteamiento de Murdock sobre la tipología familiar y previo a la celebración del Año 
Internacional de la Familia en 1994, la Organización de las Naciones Unidas editó el 
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documento Familias, tipos y funciones (1992), en el que se presenta una visión ampliada de 
la tipología familiar tradicional, en la que en primera instancia, la alianza matrimonial dejó 
de considerarse como condición imprescindible para reconocer como familia a cualquier 
grupo doméstico y tampoco, a la diversidad sexual como fundamental para reconocer al 
matrimonio, especialmente en aquellos países en las que ambas condiciones extremas son 
posibles. 
En un segundo plano, el documento de la ONU busca ilustrar el cambio en la práctica 
social, especialmente en las sociedades occidentales desarrolladas, en las que han ido 
apareciendo nuevos tipos de estructura familiar, tanto en la familia nuclear como en la 
extendida. 
En cuanto a la familia nuclear, se incluyen las siguientes alternativas: 
a) Familia monoparental: Formada por un adulto que vive solo con uno o más hijos a 
su cargo y que en su formación puede haber seguido cualquiera de las siguientes 
formas: 1) Fallecimiento en un matrimonio con hijos pequeños de uno de los 
cónyuges; 2) Ruptura de la pareja con hijos menores por conflicto entre sus 
miembros, quedando los hijos en custodia de uno de los padres y 3) Madre soltera 
con uno o más hijos nacidos fuera del matrimonio. (Cfr. Borrajo, S., 1988, p. 43). 
b) Familia reorganizada (reconstituida). Grupo formado por cónyuges que proceden – 
al menos uno – de otro matrimonio o pareja de hecho, con descendencia que les 
acompaña. 
c) Familia adoptiva. Grupo formado por uno o dos padres y sus hijos adoptivos. La 
transformación que ha experimentado la adopción en los últimos años, está 
haciendo que estas familias se vayan desprendiendo de la compañía de un conjunto 
de estigmas propios del pasado, “esta nueva actitud social, junto a las bajas tasas de 
fecundidad y de natalidad provocadas por una serie de factores de índole 
sociocultural, ha otorgado a este recurso una sorprendente expansión social y 
cuantitativa. (Ocón, 2006). 
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d) Familia “in vitro”. Grupo formado por uno o dos padres y sus hijos adoptivos. 
“Por reproducción asistida entendemos a los métodos médico-quirúrgicos cuyo 
objeto es lograr la fecundación de un ser humano de manera diferente a las 
condiciones naturalmente establecidas” (Garzón, 2007, p. 97). 
e) Familia homoparental. Grupo formado por parejas de homosexuales con sus hijos e 
hijas. Este tipo de familia, al estar compuesta por dos personas del mismo sexo y 
sus hijos adoptivos, ofrece oportunidades dentro de la propia relación, como la 
igualdad en la pareja (sus roles se escapan a los socialmente aceptados como 
tradicionales dentro de las relaciones heterosexuales), evitando con ello 
desigualdades y desequilibrios de poder que surgen entre hombres y mujeres unidos 
emocionalmente. (Cfr. Barrios, 2012, p. 9). 
f) Familia social. Grupo formado por dos personas que consolidan una relación de 
pareja, ya sea mediante alianza matrimonial o convivencia de hecho. 
En el caso de la familia de la familia extensa, se han integrado dos tipos que no implican 
necesariamente relaciones matrimoniales formales: 
a) Familia extensa matrifocal. Está formada por la mujer y los hijos, a los que a veces 
se agregan su madre y abuela y los hijos de sus hijas, esto es, el foco de la relación 
es la mujer como madre, “la cual es independiente, ostenta la autoridad doméstica y 
es centro de afecto… cuando el varón muere o abandona el hogar, la esposa asume 
el papel de cabeza de familia.” (Sánchez, 2014, p. 206). 
b) Comuna. Grupo formado por personas que optan por vivir en una comunidad de 
apoyo mutuo en la que pueden convivir una o varias familias nucleares, en su caso 
con algún otro adulto. 
La determinación de tipologías familiares ha sido de enorme utilidad en diversas áreas de 
análisis del desarrollo social y antropológico y como se verá en el siguiente punto, puede 
aplicarse en la estructuración de un estudio de salud familiar. 
 
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2.4. La tipología familiaren un estudio de salud familiar 
Independientemente de que el individuo en su proceso de crecimiento y maduración se va 
integrando a múltiples y variadas instituciones, seguirá vinculado siempre a una familia. 
Así, en un campo eminentemente social como la medicina, la tipología como parte de la 
salud familiar puede enfocarse hacia diversos aspectos de los pacientes, entre los cuales se 
incluyen: 
 2.4.1. La etapa del ciclo de vida en que se encuentra 
La familia se ha definido como un sistema vivo abierto que se encuentra ligado e 
intercomunicado con otros sistemas biológicos, psicológicos, sociales, ecológicos, etcétera. 
Sobre dicho planteamiento y desde hace algunas décadas, se ha estado acuñando en el 
ámbito de las ciencias sociales, la concepción del “ciclo vital de la familia”, considerando 
que la familia pasa por un ciclo en el que despliega sus funciones: “nacer, crecer, 
reproducirse y morir, las cuales pueden encontrarse desde un marco de salud y normalidad 
o bien, adquirir ciertas características de enfermedad o patología.” (Estrada, 2014). 
El ciclo vital de la familia puede presentar variables de acuerdo con aspectos particulares de 
cada sociedad, aunque para efectos de la presente investigación se consideran las siguientes 
etapas (Estremero y Gacia, 2003): 
 Constitución de la pareja. Con la formación de la pareja queda constituido un 
nuevo sistema, dando pauta al nacimiento de una nueva familia con características 
nuevas y propias. 
 Nacimiento y crianza. Con el nacimiento de un hijo se generan muchos cambios 
tanto en la relación de pareja como en toda la familia. Aparecen nuevos roles y 
funciones: madre, padre (función materna y función paterna); y con ellos los de la 
familia extensa: abuelos, tíos, primos, etcétera. 
 Hijos en edad escolar. Esta es una etapa crucial en la evolución de la familia, ya que 
trae consigo el primer desprendimiento del niño del seno familiar y se unirá a una 
nueva institución con maestros y compañeros, realizando nuevas actividades fuera 
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del hogar. En cierta medida, se pone a prueba todo lo que la familia inculcó en los 
primeros años al niño (límites, relación con la autoridad y pares, si es correcto 
preguntar o no, etcétera). 
 Adolescencia. La presencia de adolescentes en la familia se torna una condición de 
difícil manejo y comprensión por parte de los padres, la familia y la sociedad en 
general. En esta etapa los padres a su vez están pasando por la crisis de la edad 
media, momento en el cual aparece la incertidumbre de ya no ser joven, hay una 
evaluación de todo lo realizado hasta el momento en todos los planos y enfrenta a 
los padres nuevamente como pareja. 
 Salida de los hijos del hogar. Esta nueva etapa se caracteriza por la capacidad de la 
familia de origen para desprenderse de sus hijos y de incorporar a nuevos individuos 
como el cónyuge y la familia política. Los hijos entraran en una nueva etapa donde 
deberán formar su propia familia, con las características que se presentan en el 
primer paso del ciclo vital familiar. 
 Edad madura. En esta etapa, la pareja se enfrentará a nuevos desafíos. Por un lado 
el reencuentro entre ellos, dado por la salida de los hijos del hogar y por el cese 
laboral. De las características de este encuentro dependerá que la pareja continúe 
unida o no. Por otro lado, la pareja deberá afrontar cambios no sólo en lo individual 
sino también a nivel familiar. 
 Ancianidad. Cada uno de los integrantes sufrirá cambios a nivel corporal (mayor 
fragilidad, enfermedades crónicas, etc.) y/o emocional (pensamientos con respecto a 
la muerte, pérdida de seres queridos, etcétera).Todo esto requiere de un tiempo de 
procesamiento. Las características de estos nuevos vínculos dependerán de cómo se 
establecieron las relaciones a lo largo de la historia familiar 
El diseño del estudio de salud familiar deberá tomar en cuenta la etapa del ciclo vital 
familiar en la que se encuentra la familia que se atiende, con lo que se contará con una 
mejor perspectiva sobre las intervenciones que deberán llevarse a cabo. 
 
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 2.4.2. Hábitos, costumbres y patrones de comportamiento 
La familia representa el primer espacio en el que se construyen las relaciones 
interpersonales, los acuerdos y las reglas que rigen la convivencia y que pueden ser 
reproducidos consciente o inconscientemente de una generación a otra, hasta que en la 
dinámica familiar comienzan a establecerse patrones de comportamiento que definen los 
roles que participan en la estructura del grupo y determinan comportamientos o reacciones 
particulares ante determinadas situaciones y eventos que involucran a la totalidad de la 
familia. (Cfr. Sánchez y Milena, 2007, p. 106). 
Atendiendo a lo anterior, en el diseño de un estudio de salud familiar, los hábitos, 
costumbres y patrones de comportamiento pueden concentrarse en la siguiente tipología: 
a) Familia tradicional. Representa un grupo social en el que se mantienen valores y 
principios arraigados, relacionados con tradiciones y valores culturales que pueden 
trascender intergeneracionalmente. Por ejemplo, en la familia tradicional, la pareja 
casada era sólo una parte, y con frecuencia no la principal del sistema familiar; Los 
lazos con los niños y con otros parientes solían ser sumamente valorados en el 
devenir de la vida social. (Cfr. Álvarez, 2007, comp., p. 40). 
b) Familia moderna. Tiene la capacidad de integrar en un todo, diferentes aspectos de 
la vida social, siguiendo premisas clásicas que subyacen en muchos análisis sobre 
los orígenes de la sociedad moderna, “en particular, la importancia primaria que 
tienen los lazos del parentesco en la organización de los principios de solidaridad 
entre los miembros de las sociedades del pasado.” (Bestard, 1991). 
En el diseño del estudio de salud familiar, el análisis de los hábitos, costumbres y patrones 
de comportamiento de la tipología familiar, debe incluir aspectos relacionados con las 
condiciones que viven las familias que reciben atención médica, como son: hábitos 
alimenticios, estilo de vida, patrones culturales, tendencias sociales, políticas, ambientales, 
etcétera. 
 
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 2.4.3. Enfoque demográfico 
La demografía de la familia es una disciplina que abarca todos los aspectos del ámbito de la 
reproducción biológica del grupo doméstico y que tiene por objetivo “el estudio de las 
interacciones del comportamiento demográfico con la composición de familias, hogares y 
grupos de parentesco.” (Lorenzo, 2009, p. 326). 
Sin duda, la modernidad y la globalización han repercutido ampliamente en la demografía 
de la familia, aunque en este caso, pueden distinguirse tres tipos fundamentales: la familia 
rural, la familia suburbana y la familia urbana. 
a) Familia rural. Normalmente, el concepto de familia rural se relaciona directamente 
con la producción agrícola o ganadera y con el autoempleo de sus miembros en 
actividades relacionados con la explotación y producción de bienes relacionados 
con dichas actividades económicas. Otros factores destacados tienen que ver que 
este tipo de familia “no contrata fuerza de trabajo exterior, tiene una cierta extensión 
de tierra disponible, sus propios medios de producción y a veces se ve obligada a 
emplear parte de su fuerza de trabajo en oficios rurales no agrícolas.” (Chayanov, 
1974, p. 54). Asimismo, al hacer referencia a lo rural, pueden considerarse tres 
importantes factores: (1) espacio y actividades (espacios de una densidad 
relativamente baja, donde se realizan actividades tales como la agricultura, 
ganadería, artesanía, empresas pequeñas y medianas, turismo rural, entre otras); (2) 
un tipo particular de relaciones con un componente personal predominante, con una 
fuerte base en las relaciones vecinales, con una prolongada presencia en el territorio 
y de parentesco entre una parte significativa de los habitantes. c) su alcance, en el 
quese presentan dos dimensiones: una relativa al límite, hasta donde se extienden 
las relaciones personales hacia espacios más densamente poblados, pasando allí a 
primar las relaciones funcionales. Y la otra dimensión relacionada al grado de 
integración frente a los servicios y otras instalaciones comerciales y de servicio. 
(Cfr. Gómez, 2003). 
b) Familia suburbana. Este tipo de familia es el resultado del proceso de migración de 
zonas rurales a zonas urbanas, en el que por efectos de sobrepoblación, los nuevos 
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sectores de población tienen que asentarse en zonas periféricas de grandes urbes, 
formando un conglomerado con múltiples carencias socioeconómicas y estilos de 
vida delimitados por las malas condiciones en que convive dicho sector poblacional. 
Desde el contexto geográfico y social, las zonas suburbanas representan “espacios 
geográficos de carácter sistémico complejo, heterogéneo, delimitable aunque de 
difícil inclusión en las zonificaciones de uso del suelo vigentes según la planeación 
formal.” (Valencia y López, 2013). Desde el punto de vista de seguridad social, la 
familia suburbana en países como México, enfrenta retos complejos que tienen que 
ver con derechos fundamentales como la alimentación, la vivienda, la educación y 
el bienestar social. La pobreza alimentaria, evaluada en razón del ingreso familiar y 
el consumo de una canasta básica. Una característica específica de la familia 
suburbana en México son sin duda, las carencias en los indicadores de calidad de 
vida que se encuentran debajo de la línea de bienestar en términos de ingreso, con lo 
que hogares ubicados apenas por encima de esa línea de ingreso pueden ser 
llamados vulnerables, pues en cualquier momento podrían caer en la pobreza. (Cfr. 
Ortíz y Ríos, 2013). 
c) Familia urbana. La organización familiar en las grandes ciudades del mundo, como 
es el caso de zonas metropolitanas distribuidas a lo largo y ancho del territorio 
nacional, se concentra en aspectos vinculados con los avances en materia de 
comunicación y globalización socioeconómica que distinguen a la sociedad 
contemporánea y que se traducen a servicios de educación, comerciales y de 
entretenimiento muy similares a los de otros países industrializados. Las crisis 
económicas en México han transformado los mercados laborales, lo que ha afectado 
profundamente la vida familiar, generando un notable incremento de las mujeres en 
el ámbito del trabajo asalariado, una continua precarización del empleo y del 
aumento del desempleo masculino. “El México urbano del final del milenio es el 
escenario del aumento de familias no tradicionales, en donde se destaca el 
incremento de hogares unipersonales, de hogares extensos y compuestos y de 
hogares de jefatura femenina.” (Chant 1997). 
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Con base en lo anterior, puede establecerse que esta tipología familiar resulta de gran 
relevancia en la determinación de la problemática que se presenta de sobrepeso y obesidad 
infantil en diversos sectores de la población mexicana, especialmente en las familias 
suburbanas y urbanas, debido a factores como la pobreza y la desnutrición en el primer caso 
y el sedentarismo y el cambio de hábitos alimenticios en el caso de las familias urbanas. 
 2.4.4. Integración 
Este criterio tiene que ver con la estructura que presenta la familia y que influye 
directamente en sus aspectos formativos y en el desarrollo psicosocial de cada uno de sus 
miembros. En este caso, se presentan las siguientes variables: 
a) Familia integrada. Hace referencia a una familia sólida y consolidada en la que 
cada uno de sus integrantes establece fuertes lazos emocionales con los demás y 
participa activamente en la óptima consecución de sus objetivos personales y los de 
la misma familia. En este caso, “los cónyuges viven juntos, y cumplen 
adecuadamente sus funciones de socialización, cuidado, afecto, reproducción, 
estatus, etcétera.” (Chávez, comp. 1992, p. 48). 
b) Familia semi-integrada. En este caso, los cónyuges comparten sus vidas, tanto 
social como formalmente, aunque en el interior del núcleo familiar se observan 
serios desajustes y consecuentemente, no se cumplen las funciones básicas. “Para 
evitar un conflicto mayor, los cónyuges deben comunicarse y buscar los medios que 
les permitan superar sus problemas, lo cual sería de enormes beneficios para ellos, 
pero especialmente para sus hijos.” (Lara y Mateos, et al., 1994, pp. 149-150). 
c) Familia desintegrada. Se refiere a familias sin ningún vínculo formal debido a 
condiciones como el divorcio, el abandono, la muerte y la familia monoparental, 
Como consecuencia de esta desintegración familiar, pueden presentarse serios 
problemas de conducta y de la personalidad en niños y adolescentes, alcoholismo, 
drogadicción, prostitución de menores, “aumento en el número de madres solteras y 
jefas de hogares; y estancamiento absoluto del progreso de vida de todos los 
d) miembros de la familia. 
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 2.4.5. Por complicaciones en la estructura familiar 
En este criterio de clasificación se pueden combinar diversas situaciones que afectan 
directamente la estructura de la familia y ejercen diversos niveles de influencia en su 
desarrollo social. En este caso, se considera la siguiente tipología: 
a) Familia interrumpida. Característica de las dinámica social que se vive en la 
sociedad globalizada actual, en la que el divorcio y la formación de nuevas familias, 
aún sin estar casadas. Socialmente, se identifica a la familia interrumpida cuando 
falta alguno de los padres, ya sea por divorcio o separación. 
b) Familia contraída. Cuando se presenta el fallecimiento de algunos de los padres y la 
educación y las problemáticas familiares son atendida en forma monoparental. 
c) Familia reconstituida o reconstruida. está formada por un matrimonio donde él o 
los hijos son sólo de uno de los cónyuges, el otro cónyuge cumple el rol de 
madrastra o padrastro, y la monoparental formada por uno de los padres o tutor y el 
(o los) hijo (s). (Gómez, 1999, p. 440). 
 El análisis de la tipología familiar en el diagnóstico y tratamiento de cualquier unidad de 
medicina familiar, aporta los elementos fundamentales para un mejor tratamiento y 
consecuentemente, en la óptima consecución de los objetivos sociales de las instituciones 
públicas de salud competentes. 
 
 
 
 
 
 
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3 La medicina familiar y la atención a problemas de sobrepeso y obesidad 
en la población infantil 
 3.1. Aspectos generales 
El interés de la medicina por el estudio sistemático y científico de la familia, tiene que ver 
con el enfoque ecológico del proceso de salud y enfermedad, en el que el individuo, además 
de ser considerado un ente biológico, integra diversos factores psicológicos y sociales, 
fundamentales en la relación con sus semejantes, muchos de ellos generados en la propia 
familia y que afectan directamente la salud del individuo 
Hoy en día, los médicos familiares se enfrentan a una sociedad basada en el deseo de 
obtener la salud fácil, sin hacer el mínimo esfuerzo, que tiende más al sedentarismo y a la 
comida rápida, al mundo de los videojuegos al estrés común de un estilo de vida 
vertiginosos, basado en el materialismo y el consumismo. Por su parte, el acceso a servicios 
de salud de bajo costo, ha fomentado que las familias busquen la atención médica de otros 
especialistas antes que la del médico familiar de atención primaria. Por lo tanto, es 
importante destacar el papel trascendental de este especialista, en el diagnóstico y atención 
de diversos padecimientos como el caso del sobrepeso y la obesidad, tomando en cuenta los 
aspectos característicos de la tipología familiar comentados anteriormente. Esta condición, 
permite hacer énfasis en que: 
[…] Al médico familiar se le prepara en la especialidad atender familias diagnosticar su 
dinámica y reconocer sus capacidad de apoyo. Los mismos médicos familiares deben

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