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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: MAESTRO EN LETRAS (Literatura Iberoamericana) PRESENTA: RAYMUNDO MARIANO MARMOLEJO OLEA México, D.F. 2011 POR MI R A Z A H A B L R A A S P IR IT V E E L LA CUBANÍA EN LOS CUENTOS DE LEZAMA: UNA TRADICIÓN HETEROGÉNEA ASESORA: Mtra. Valquiria Wey F. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Para mi madre: Guadalupe Olea Franco Ejemplo vital, constancia e inquietud investigativa Agradezco especialmente la paciencia y el ejemplo de inteligencia de mi maestra Valquiria Wey. Agradezco finalmente la base de comprensión y apoyo de mi familia y de mis amigos: mis tíos Olea: Pedro, Carmen, Eva, Martín, Juan y Adolfo; y de Cande, Artemisa, José Eduardo, Carmen, Rolando, Emilio, Cecilia, Enrique, Rodolfo y Alma. 3 Índice Introducción P. 5 I Cubanía P. 9 Imaginación (égloga, nostalgia, lejanía) Fidelidad a grandes causas Bravura Contra el mito de la insularidad Sincretismo I Hermeneusis, propuesta gadameriana Sincretismo II Partes de diversa naturaleza, poder y arte II El Sistema Poético P. 32 Antecedentes El comenzar poético El barroco americano Conceptos sobre poesía Metáfora, imagen y semejanza Frases y elementos Otro tipo de lógica Contribuciones III Los cuentos P. 43 Fugados P. 43 La Terateia 4 La Ocupatio El Súbito y la Vivencia Oblicua La Bildung El juego de las decapitaciones P. 56 La biblioteca como dragón La dificultad La Summa El patio morado P. 74 In principium La transfiguración Cangrejos, golondrinas P. 93 La heterogeneidad La edad dorada La prueba Retorno y trasmutación La deuda IV Conclusión P. 109 V Bibliografía P. 111 5 Introducción ¿Cómo se llega al monstruo? ¿Cómo es que el ser humano deviene en un monstruo? Porque algunos dirán de Lezama que era un mago, otros que era un ser fuera de serie. Lo cierto es que Lezama alcanzó en su obra y en su vida la coherencia, la postulación; y eso es tan insólito que alcanza la perfección de lo monstruoso, de la elaboración detallada, sistemática, creadora y recreadora. Los monstruos en el mejor sentido son los fundadores, los constructores de nuevos órdenes y miradas. La obra de Lezama tiene esta mirada: de Shakespeare, de Cervantes, de Dante, de los Upanishads, de Confucio y la que encierra el concepto incluyente del Tokonoma.1 Es bien sabido por las declaraciones del poeta que su vida estuvo marcada por dos momentos fúnebres, una especie de alfa y omega con la muerte de su padre cuando tenía ocho años y con la muerte de su madre cuando rondaba los sesenta. Según sus propias declaraciones la muerte de su padre lo instala en la imagen, en el “latido de la ausencia” y hacia mil novecientos sesenta y cuatro, el fallecimiento de su madre lo instala en la otra alucinación, una prefiguración del otro lado. En el periodo intermedio Lezama trabaja las infinitas posibilidades de la poesía en general, del poema como concreción y del poeta como quien recrea los misterios. En los treintas se revela como un gran creador con la publicación de “Muerte de Narciso”, y con el “Coloquio con Juan Ramón Jiménez”. Unos años más tarde irá perfeccionando su Sistema Poético2 a 1 Desde un punto contemplar el Todo. Se puede relacionar con el ADN que reproduce la totalidad del cuerpo. 2 Vid. “Introducción a un sistema poético” (1954) y “La dignidad de la poesía (1956), en Tratados en la Habana. Obras Completas Tomo I. 6 través del diálogo interno entre su obra ensayística y poética, para, finalmente, alcanzar la gran Summa, en su novela Paradiso (1966). Los cuentos3, al igual que los primeros capítulos de la novela, se fueron publicando independientemente, durante muchos años, a partir de los instantes en donde, como Lezama mismo señalaba, se va trabajando día a día y al final del año se ve la ganancia, la constante suma de poquedades como método de trabajo. En este texto analizaremos algunas de las narraciones del creador cubano publicados en conjunto en el tomo II de sus Obras Completas de la Editorial Aguilar y los escoliaremos con la edición de Alianza, de Reynaldo González, dentro del contexto de su misma obra y siguiendo su propio Sistema Poético; que si bien no es dicho como tal desde el inicio de su poesía, sí es identificable en su lenguaje desde la publicación de “Muerte de Narciso” en 1937. Partiremos de dicho sistema enunciado en ensayos y entrevistas para, siguiendo la misma posibilidad de trasfigurar la imagen y extrapolar las referencias, mostrar cómo se concreta el sistema en esta obra narrativa, y cómo se abre la posibilidad heterogénea de sintetizar múltiples tradiciones culturales de la historia de la humanidad y el arte en un concepto clave para el literato: el de la cubanía. La cubanía entendida precisamente como una suma de heterogeneidades que conforma un sistema “otro”, alterno y consecutivo; como una natural revolución a partir de las tradiciones heredadas y escogidas. La cubanía entonces será un derivado de la insularidad, uno de los temas pivote del ensayista abordado ya en su “Coloquio con Juan Ramón Jiménez” y eje rector de su Sistema Poético que desarrollará en múltiples ensayos y en su misma obra, tanto poética como prosística, por ejemplo en "La expresión americana" (1957), en "Preludio a las eras imaginarias" (1958) y en "Las eras imaginarias" (1961- 1965), publicadas luego en “La cantidad hechizada” (1970). 3 Publicados en diferentes revistas en un lapso de 13 años: "Fugados", en Grafos, noviembre de 1933, pp. 52- 53; "El patio morado", en Espuela de Plata, febrero de 1941, pp. 10-15; "Juego de las decapitaciones", en Orígenes, núm. 1, 1944, pp. 12-23; y "Cangrejos, golondrinas", en Orígenes, núm. 9, 1946, pp. 37-46. 7 A Lezama se le ha acusado de muchas cosas, en general ajenas a la gran creación que representa su obra; como por ejemplo incorrección en los nombres extranjeros o en las voces de otros idiomas, un estilo de escritura hermético –que nosotros veremos como una de sus virtudes porque representa el reto de la búsqueda-, un alejamiento de algunas corrientes literarias del siglo XX (que por otra parte exigió, por ejemplo, en la novelística más notable, Joyce, Mann, Kafka, Wolf, Broch, Sartre, y Yourcenar, entre otros; un continuo deslinde de otras corrientes en busca de la diferencia y la novedad), pero él mismo aportará la novela poética con Paradiso; y hasta de cierta ingenuidad, lo que nos sorprende sobremanera ya que es de sobra conocido que era un bromista, de fina ironía y jiribilla mordaz; y lo bien informado que estaba, ya que hasta a libreros profesionales de Europa ponía en aprietos con sus peticiones de libros raros y autores raros o desconocidos, así fueran europeos. Precisamente el autor representa al sabio tipo Fausto que otras culturas han producido en sus tradiciones y en susmitologías, (el tlamatini, el amauta, en América, Viasa el autor-narrador del Mahabarata, el chamán en África, el rapsoda en Grecia, etc.), con la diferencia de que Lezama deja unas tres mil páginas difíciles de superar en poesía, ensayo, miscelánea, novela y cuento. Así entonces seguimos en el primer capítulo el contexto socio histórico en que surgen algunos de los temas subyacentes a la obra y algunos conceptos teóricos de la hermenéutica y sobre el arte contemporáneo, que permiten comentar, explorar y comprender a lo que aluden los textos. En el segundo capítulo exploramos el Sistema Poético del cubano a partir de una serie de conceptos clave que el mismo Lezama mencionó en sus ensayos y en entrevistas, para luego ir confrontándolos con la obra directa del poeta. Y en el tercer capítulo dedicamos un apartado para cada cuento, explorando las relaciones que guarda con el Sistema Poético del narrador y con lo que el mismo texto exige, propone y sugiere. Para algunos críticos una aproximación así a la obra del literato parecería una tarea de locos –porque es un autor de primera línea con una dificultad significativa-; para algunos otros será tal vez una tarea inútil –por insuperable-; para mí representa el reto vital de encontrar un padre intelectual del que pudiera enorgullecerme, un ejemplo para decidir el 8 rumbo vital y para modificar mi propia tradición a partir de las otras, y eligiendo libremente. Aunque sólo fuera la libertad creativa. 9 Capítulo I La cubanía Lezama es un optimista; cree o supone que el hombre común es sabio y tiende hacia el potens de la cultura. El “ser cubano” que asume, es la suma de múltiples tradiciones y la sabiduría interior que permite su historia, su clima, su música y su alegría de vida. Este “ser cubano” hereda la historia de la dominación, de la depredación occidental a la vez que sus logros artísticos y racionales. Si bien los hechos de sangre y de muerte permanecen y permean la vida, el decir, nominar la historia, las nuevas relaciones y maneras de ser en el mundo harán que el nombrar de otra manera al mundo produzca la diferencia: la poesía. La cubanía en Lezama, como en muchos otros, va a realizarse por medio de la asunción, del respirar imperceptible y obligado, de las múltiples influencias. Ya Hans- Georg Gadamer ha comentado parte de la manera hermenéutica de interpretar al mundo como aquello que habla a través de nosotros, inicialmente referido al juego y a la manera en que se percibe un mundo, dice: “Desde hace un siglo viene creciendo la sospecha de que el comportamiento humano, el del individuo, y más aún el del grupo, se halla sujeto a determinantes naturales en mucha mayor medida que lo que corresponde a la conciencia del que elige y actúa libremente. Hace mucho que no todo aquello que vaya acompañado de la conciencia de nuestra libertad es consecuencia de una decisión libre. Los factores 10 inconscientes, los impulsos instintivos o el interés no sólo gobiernan nuestro comportamiento, sino que también determinan nuestra conciencia.”4. Una especie de Ananké5 asumida por Lezama desde muy temprana edad, primero por las muerte del padre, la retablilización (o adoración) de la madre, los posteriores ánimos rebeldes contra la dictadura machadista y la subsunción de un destino para la rebelión en las letras y en la cultura de la poiesis 6. Destino además compartido con una de las figuras más respetadas y asumidas como influencia principal en su obra y vida: la del otro José de Cuba, la de José Martí; con quien comulga en la gran idea de una nación libertaria y libre, además de un nombrar el otro mundo, el de la belleza; y un pasado de dolores heredados: “... es muy significativo que previamente, ya dentro del mundo de las ideas políticas, este deseo de integración etnopatriótica fuera asumido por José Martí. Como se sabe, Martí no se limitó a repetirlo tan sólo entre los cubanos, sino que también lo proyectó hacia toda Hispanoamérica proponiendo la idea de una patria continental mestiza. Por otra parte, ya en nuestra época, es fácil reconocer una lectura previa del poderoso mito matriarcal de la Virgen en las obras de Fernando Ortiz, Lidia Cabrera, Amadeo Roldán, Wilfredo Lam, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, José Lezama Lima y otros muchos intelectuales y artistas cubanos que entrañaba su interplay afroeuropeo.”7. El creador comparte inicialmente la pena, el dolor por la muerte y la vida entre la fatalidad. El mundo será visto a través del dolor familiar y del dolor físico por sus constantes ataques de asma; pero este ver, si bien será transfigurado por la poética lezámica, tendrá múltiples puntos de contacto con la historia del caribe y en general con la historia de todo pueblo oprimido y conquistado. 4 H. G. Gadamer. “El juego del arte”, en Estética y hermenéutica. Tecnos. p. 129. 5 El destino, la fatalidad, la inevitabilidad; como la madre de las moiras. 6 Cfr. Valoración múltiple. Passim. En especial las primeras entrevistas, de Pedro Simón, Ciro Bianchi, Eugenia Neves, Tomás Eloy Martínez y Jean Michel Fossey, donde Lezama relata la génesis de su formación y la importancia de su madre en su proceso creativo. 7 A. Benítez Rojo. La isla que se repite. Ceiba, p.p. 74-75. 11 El ver determina una manera de ser, de aprender a ser y de aprender a expresar. Gadamer lo precisa refiriéndose a su principal maestro, Heidegger, y al aprendizaje del nombrar diferente: “Todo ver empieza siempre por ser un concebir como (…) el problema del historicismo, el cual dominó la historia del modo de pensar posromántico de finales del siglo XIX. Me parece que hasta Heidegger no se llegó a vislumbrar una solución a este problema. Él nos abrió los ojos, por así decirlo, mostrándonos que los conceptos en los que pensamos ya han pensado siempre por nosotros 8. Con lo que tendríamos, por una parte, dos tipos de Ananké, la primera derivada de la herencia de una tradición cultural en tanto que lenguaje que la expresa, y que expresa una visión de mundo y sus mundos posibles; y la segunda: la personal, la que asume un destino en solitario que aunque pueda verse referido, o citado, en el otro; no deja de considerarse como única y solitaria. Esta segunda es la que se rebela contra la tradición e incluso busca un nuevo lenguaje de liberación –infructuoso, o no- que trastoque las tragedias hacia la amabilidad, hacia la integración de mundos posibles y diferentes, hacia la poesía. La inicial historia de la vida en el nuevo mundo es citada en amplitud siguiendo el fundamental texto de Benítez Rojo: “Seamos realistas: el Atlántico es hoy el Atlántico (con todas sus ciudades portuarias) porque alguna vez fue producto de la cópula de Europa –ese insaciable toro solar—con las costas del Caribe; el Atlántico es hoy el Atlántico –el ombligo del capitalismo- porque Europa, en su laboratorio mercantilista concibió el proyecto de inseminar la matriz caribeña con la sangre de África; el Atlántico es hoy el Atlántico –NATO, World Bank, New York Stock Exchange, Mercado Común Europeo, etc- porque fue el parto doloroso del Caribe, su vagina distendida entre ganchos continentales, entre la encomienda de los indios y la plantación esclavista, entre la servidumbre del coolie y la discriminación del criollo, entre el monopolio comercial y la piratería, entre el palenque y el palacio del gobernador; toda Europa tirando de los ganchos para ayudar al parto del Atlántico: Colón, Cabral, Cortés, de Soto, Hawkins, Drake, Hein, Surcouf .... Después del flujo de sangre y de agua 8 H. G. Gadamer. “Filosofía y literatura” en Estética y hermenéutica. Págs. 184-186. Último subrayado mío. 12 salada, enseguida coser los colgajos y aplicar la tintura antisépticade la historia, la gasa y el esparadrapo de las ideologías positivistas; entonces la espera febril por la cicatriz; supuración, siempre supuración.”9 A este inicial parto de, y por la violencia imperial habrá que especificarle el progresivo genocidio de los habitantes nativos y la sustitución de los dominados por africanos esclavizados: “En las Antillas no fue preciso deculturar al indio; éste desapareció entre la servidumbre de la encomienda, las matanzas, las hambrunas, los suicidios en masa y las enfermedades contagiosas traídas por los conquistadores, ante las cuales su organismo carecía de defensas. Sobre la rápida despoblación aborigen, dice Eric Williams basándose en Las Casas y Oviedo: <Los resultados han de ser vistos en los mejores estimados que se han preparado sobre la tendencia de la población en La Española. Éstos sitúan la población en 1492 entre 200 000 y 300 000. En 1508 el número fue reducido a 60 000; en 1510, a 46 000; en 1512, a 20 000; en 1514, a 14 000. En 1548 Oviedo dudaba si aún quedarían 500 indios de pura estirpe>.”10 El proceso de uso y saqueo comenzará por la exportación de materias simples para seguir con las materias secundarias, un proceso vigente. Benítez Rojo lo resume de la siguiente manera: “En general se da el nombre de flotas a los convoyes que dos veces al año entraban en el Caribe para transportar a Sevilla las grandes riquezas de América (...) El sistema de flotas era, además de los convoyes, una máquina de puertos, fondeaderos, muelles, atalayas, arsenales, astilleros, fortalezas, murallas, guarniciones, milicias, armas, almacenes, depósitos, oficinas, talleres, hospitales, hospedajes, fondas, plazas, iglesias, palacios, calles y caminos (...) Puede hablarse sin embargo de una máquina caribeña de tanta o mas importancia que la máquina flota. Esa máquina, esa extraordinaria máquina, existe todavía; esto es, se repite sin cesar. Se llama: la plantación.”11 9 A. Benítez Rojo. La isla que se repite. p. 19. 10 La isla que se repite, p. 66-67. 11 Ibid., p.p. 22-23. 13 Enseguida encontramos datos sobre los esclavos que recuerdan al genocidio perpetrado en la Nueva España o al similar de años más tarde con los indios de Norteamérica por la expansión de los Estados Unidos: “... lo singular de esta máquina es que produjo, también, no menos de diez millones de esclavos africanos y centenares de miles de coolies provenientes de la India, de la China, de la Malasia.”12 Un poco más adelante se aclara: “Las primeras plantaciones fueron fomentadas en La Española hacia la segunda mitad del siglo XVI. Tanto Bartolomé de Las Casas como Fernández de Oviedo dan cuenta en sus respectivas Historias del florecimiento de los ingenios azucareros, al tiempo que ofrecen curiosos datos sobre el inicio de la manufactura (...) Las cañas se molían en dos tipos de ingenios: el trapiche (movido por fuerza animal) y el ingenio poderoso (movido por fuerza hidráulica).”13 Y luego, sobre el destino de varios miles, seres autóctonos, y traídos a la fuerza se especifica: “Es curioso constatar dentro del corto período de bonanza azucarera en La Española la aparición de ciertas constantes que alcanzaron su punto crítico siglos más tarde, cuando el sistema de plantaciones logró transformar la sociedad colonial del Caribe, de modo más o menos generalizado, en lo que llamamos sociedad de plantación o, simplemente, la Plantación. Por ejemplo el ciclo que se refiere al esclavo: demanda, compra, trabajo, desgaste, fuga, palenque, rebelión, represión y reemplazo. Esto da una idea de la veloz dinámica y del intenso grado de explotación propio de la máquina plantación.”14 A la inicial economía basada en las flotas y en la plantación le seguirán la explotación del cuero hasta bien entrado el siglo XIX15; y la mezcla de ritos y creencias de diversas partes del mundo, lo que producirá un sincretismo religioso y espiritual de complejidad creciente; seguimos otra vez a Benítez: “... para una relectura del Caribe hay 12 Ibid., p. 24. 13 La isla que se repite, p.p. 58-59. 14 Ibidem. p. 61. 15 En Brasil se puede comparar al mundo de Joao Guimaraes Rosa, el sertón, conformado por herrajes, palmas y cuero. Vid. Sagarana (1946), Corpo di baile (1956) y Gran Sertón: veredas (1956). 14 que visitar las fuentes elusivas de donde manaron los variadísimos elementos que contribuyeron a la formación de su cultura”16, y enseguida: “La primera sorpresa o perplejidad que nos depara el tríptico supersincrético que forman Atabey, Nuestra Señora y Ochún es que no es original, sino originario. Atabey, la deidad taína, es un objeto sincrético en sí mismo (...) la imagen de Nuestra Señora que se venera en el Cobre es, también un objeto sincrético, generado por dos estampas distintas de la Virgen María (...) Ochún en tanto objeto sincrético, es tan vertiginoso como su baile voluptuoso de pañuelos dorados. Tradicionalmente es la señora de los Ríos, pero algunos de sus avatares la relacionan con las bahías y las orillas del mar (...) Este múltiple aspecto de Ochún nos hace pensar en las contradicciones de Afrodita. Tanto una diosa como la otra son, a la vez, luminosas y oscuras ...”17 Un sincretismo económico, religioso, mítico-mágico y de manera amplia omniabarcante. Inicialmente en los sentidos de la explotación referida, y progresivamente, a cuentagotas, hecho crecer con las influencias profundas de la historia del pensamiento occidental y de la historia e influencias de sus discursos artísticos. El nativo sobreviviente tendrá que hacerse oír en una lengua que no es la suya, tendrá que transformar sus ritos, cambiar los nombres y las sustancias de sus divinidades; en una palabra ser otro, impuesto. Ajeno. Sin embargo algo o mucho permanecerá de manera subterránea, filtrado en los ritos sincréticos, en las voces heredadas, en los gestos sociales, en el mismo afán poético, en el que si bien no se encuentra una única distinción, si se halla cierta especificidad, una voz propia: “... alcanzar lo poético no es privativo de ningún grupo humano; lo que sí es característico de los caribeños es que, en lo fundamental, su experiencia estética ocurre en el marco de rituales y representaciones de carácter colectivo, ahistórico e improvisatorio.”18 Estas representaciones de carácter colectivo siguen viéndose en la mínima plática de café, en la sociabilidad y en la llamada chorcha del latino, en la plática de los vecinos y en 16 A. Benítez Rojo. Op. Cit. p. 27. 17 La isla que se repite, p.p. 28-31. 18 Ibid, p. 37. 15 el sentido casi inmediato de la amistad compartida. Todo lo anterior también llevado al contenido y estilo de los textos: “ ... el texto caribeño es excesivo, denso uncanny, asimétrico, entrópico, hermético, pues, a la manera de un zoológico o bestiario, abre sus puestas a dos grandes órdenes de lectura: una de orden secundario, epistemológica, profana, diurna y referida a Occidente – al mundo de afuera-, donde el texto se desenrosca y se agita como un animal fabuloso para ser objeto de conocimiento y de deseo; otra de orden principal, teleológica, ritual, nocturna y revertida al propio Caribe, donde el texto despliega su monstruosidad bisexual de esfinge hacia el vacío de su imposible origen, y sueña que lo incorpora y que es incorporado por éste.”19 Así los contenidos y las formas hablarán de influencias y de maneras de ser en el mundo; del llamado canon occidental –barroco incluido-20, que también imperceptiblemente, con también una suma de poquedades, ha sido indagado por los escritores iberoamericanos; el de las búsquedas y hallazgos de lo diferente, que van a completar o al menos a dar mayor complejidad a la visión occidental: Así Lezama plantearásu famoso “Curso Délfico” con dos partes básicas: la obertura palatal –introducción y guía: un canon-, y la biblioteca como dragón –la profundización y las rarezas- 21. Imaginación, fidelidad y bravura Todo este “ser cubano” comparte en general su “tragedia”, su mismidad, con el “ser iberoamericano”, y para poder encontrar especificidades, acudimos a la obra de los mismos isleños. Cintio Vitier hablando del “intento de una teleología insular”, nos dice sobre la obra poética del escritor: “Todos los elementos reminiscentes de lo cubano –égloga, 19 Ibid, p. 39. 20 Cfr. Harold Bloom. El canon occidental. Donde se incluye al mismo Lezama Lima, entre otros autores clave para ese canon. p. 565. 21 Vid. M. Pereira. “Lezama y el curso Délfico” en Quimera 110. Págs. 28-39. Cfr., con Oppiano Licario en donde aparecen tres etapas del curso. 16 nostalgia, lejanía- se restituyen a su tiempo sagrado y a su sentido teogónico, presidiéndolos la confianza en el misterio de la mediación”22 El poeta habla de la imaginación, la fidelidad a las grandes causas y la bravura en “Interrogando a Lezama Lima”, luego de decir que no podría concebirse nada más como cubano, comenta “En esta isla de luz tan cegadora, la idea de la muerte nos azota poco. La vida nos asalta lujuriosamente, nos tienta, nos traiciona, nos acaricia, nos besa, nos envenena. Sin embargo Cuba fue uno de los pocos países que rindió culto al murciélago (...) que es también una metáfora de la muerte. (...) El penduleo es constante en la historia cubana. La imaginación, la fidelidad a las grandes causas, la bravura: esos son los signos de la isla”23 La imaginación la sintetiza a partir de la afirmación de Cristobal Colón quien del pelo de una india dijo: “semejante seda de caballo”24; la fidelidad a las grandes causas en uno de los momentos del padre Félix Varela: “...precursor de la independencia y el primero de los cubanos que nos enseñó a pensar. Al rebelarse con fervor contra la dominación hispana, su arenga de batalla fue: La ley injusta no es ley”25; y la bravura la ilustra con Martí cuando: “Lanzado ya a la empresa revolucionaria, el prócer entrevistó a un líder republicano español para ganar su apoyo a la causa de Cuba. Salió defraudado, y volviéndose hacia sus lugartenientes exclamó: O ellos o nosotros. En aquel instante, Martí se convenció de que Cuba debía dar sola todas sus batallas ...”26 Lezama complementa las relaciones anteriores superando el mito de la insularidad desde su temprano coloquio con Juan Ramón Jiménez. Cintio Vitier, en “La poesía de Lezama Lima y el intento de una teleología insular” parte inicialmente de que el poema fundante de Lezama, Muerte de Narciso ya superaba una tradición renacentista para encarnar el barroco, y a través del contacto con poetas e intelectuales europeos, y con un grupo local de jóvenes escritores ir construyendo una nueva generación, que posteriormente conformará la generación y los escritores de Orígenes: 22 Valoración múltiple. Casa de la Américas. p. 72. 23 Valoración múltiple. Casa de la Américas, p.p. 36-37. 24 Idem, p. 37 25 Idem.. 26 Idem. Infra. 17 “Así desde el principio el mito de la insularidad, que no era un fenómeno a buscar en nuestra lírica, como suponía Juan Ramón, sino la reminiscencia de la imagen mítica de la isla americana, se integra con ese paisaje de generosas trasmutaciones, con ese espacio donde la semilla formal hispánica se abre a una tradición de piedras convertidas en imágenes ...”27 Más adelante Cintio Vitier resume: “Lo que Lezama ofrece, en suma, es un método de conocimiento de la historia a través de la poesía como reino germinal de la imagen. Ese método lo ha aplicado en deslumbrantes visiones de las culturas egipcias, china, griega, hindú, medieval, moderna, contemporánea...”28 Así entonces tanto los conceptos referidos a las Eras Imaginarias, a la imago, a los elementos del poema, algunos materiales otros materializándose; y al poema como concesión léxica nos vendrán a crear el deber ser, el dharma, la imagen esencial del ser, del ser otro siendo el todo. 27 Valoración múltiple. p. 70. 28 Ibidem. p. 88. 18 Sincretismo I Hermeneútica gadameriana: una propuesta en construcción Es ampliamente reconocido el trabajo múltiple y abarcante de Hans-Georg Gadamer29; y de sus influencias en diversos campos del saber –como la estética de la recepción, la neo-hermenéutica, la hermenéutica médica, etc.- también es continuamente criticado y fragmentado por algunos de los teóricos de la postmodernidad y por sus mismos discípulos que lo acotan; dialogan con su pensamiento; lo expanden; pero también lo distorsionan, y lo condicionan. Algo natural en seres discontinuos como nosotros. Dialogaremos en este apartado confrontando algunos de los postulados de Gadamer con observaciones de ciertos críticos y teóricos de la estética contemporánea, e incorporaremos algunos de los conceptos fundamentales de su hermenéutica. Estos conceptos y las consideraciones derivadas han guiado la manera de aproximarnos al análisis de los cuentos de Lezama Lima, complementando su propio sistema poético con las propuestas de Gadamer y de la tradición hermenéutica. Aunados al sagaz ejemplo crítico- analítico de los ensayos de George Steiner y al deslinde policomprensivo de la crítica de la crítica de Tzvetan Todorov. Tomamos como base-síntesis el trabajo que realiza Ricardo Sánchez Ortiz en Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas, en su artículo “Gadamer”30 Sánchez Ortiz comienza por reconocer la monumental hermenéutica filosófica gadameriana que a partir de Verdad y Método reivindica la verdad que sucede en la obra de arte, para enseguida enumerar once propuestas que contrapone a las críticas y objeciones de seis teóricos: Bubner, Jauss, Habermas, Vattimo, Szondi y Adorno. Seguimos entonces puntualmente y en extenso las referidas propuestas de Gadamer: 29 Cfr. El ser que puede ser comprendido es lenguaje. Homenaje a Hans Georg Gadamer. Síntesis. 30 Vid. Valeriano Bozal (Ed) Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas . Visor, p.p. 130-135. 19 “1. Frente al subjetivismo del juicio estético (…) Gadamer apuesta por la recuperación (romántica) de la verdad del arte ligada a la conciencia de nuestra vinculación con la tradición … “2. En consecuencia critica acerbadamente el tipo de conciencia estética abstracta moderna, correlativa de la descontextualización de las obras de arte en los museos. “3. … reivindica el arte heterónomo … “4. La experiencia estética es rememoración, Andenken, re-conocimiento, profundización en la tradición en la que estamos insertos … “5. Esa comprensión parte pues de una participación de sentido, un prejuicio que ha de ser tomado positivamente (…) la conciencia de ese inevitable arraigo contextual que fundamenta la comprensión de lo ajeno. “6. Desde ese arraigo en el propio horizonte somos capaces de fusionarlo con el que nos muestran las obras parcialmente extrañas que tengan algo que decirnos… “7. La distancia no es obstáculo de la comprensión… “8. La obra no se da en una vivencia aislada, inmediata; es evento histórico (…) que nos modifica, y de modo que (…) la obra ve incrementado su ser. “9. La obra de arte necesita ser actualizada. Sólo en su reproducción, en su ‘representación’ (…) se incorpora realmente al mundo. “10. El papel del receptor no es el de la contemplación subjetiva, sino el de la participación, como en la fiesta y el juego. “11. Hermenéutica y experiencia del arte están en una relación circular (…) y, como las obras de arte han de ser entendidascomo cualquier texto, la estética se subsume en la hermenéutica.”31 A estos postulados les objetan principalmente la falta de especificidad estética y la heteronomía. Bubner reprocha el planteamiento estético marcado por la heteronomía con los siguientes argumentos: 31 V. Bozal. Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas, p. 131. 20 “…por efecto de la potencia misma del arte moderno, cada vez más refractario, en virtud de su autonomía, a ser analizado desde fuera, la tentación de la filosofía acaba siendo la de reconocer en el arte una forma enmascarada de sí misma (…) es el propio arte el que muestra lo que debe ser la filosofía (…) La verdad es más asunto del arte que de la filosofía (…) y ahí radica la trampa de la hermenéutica: reconoce que en la experiencia del arte se da un proceso de verdad que trasciende la subjetividad del contemplador y la objetividad del objeto …”32 Contra lo cual diremos inicialmente que el señalamiento es parcial por fragmentario, adelantándonos a las siguientes objeciones (de Jauss, Vattimo, Habermas, Szondi y Adorno) extendemos nuestro parco y hasta hagiográfico comentario. El planteamiento gadameriano es un abanico integrador cuyos centros vienen de la tradición, del juego, del horizonte compartido, del sentido integrador, del sentido de apertura, de la vivencia óntico- ontológica, del sentido práctico-participante y de la espiral hermenéutica subsumidora de la estética y de otros campos. Gadamer plantea la asunción de una tradición, en el sentido de formación: una Bildung que hereda, como una Paideia, las principales líneas culturales de la herencia occidental y de los estudios de su época: “Entre las obras canónicas de la posguerra se encontraban La obra de arte del lenguaje. Introducción a la ciencia de la literatura, escrita por el germanista Wolfgang Kayser, así como la monumental Literatura europea y Edad Media latina, del romanista Ernst Robert Curtius (...) y seguían, cada una a su modo, un programa de restauración intelectual (...) Lo que a Kayser le importaba era (...) una meditación de vuelta a la poesía como estructura lingüística cerrada en sí misma (...) y Curtius pretendía oponerse a él demostrando que existe una continuidad sustancial (...) un profundo abismo separaba a Gadamer de Kayser y Curtius. Este abismo se debía (...) a que los libros de Kayser y Curtius, desde una perspectiva ontológica, eran prácticamente como ontologías de la literatura ... (...) Por su parte Hans-Georg Gadamer estaba demasiado impresionado por una ontología menos simple, a saber, la ontología existencial de su maestro Martin Heidegger (...) el interpretar el mundo 32 Ibid. p. 132. 21 era para los seguidores de Heidegger un componente central de la existencia humana. Pero a la vez se debía descargar al ser-ahí individual de la actividad de interpretar. (...) De esta tesis filosófica, Gadamer resaltaría más tarde la implicación de que, de hecho (...), no puede objetarse nada a que, en el encuentro con nuestro mundo y nuestros textos, ya estemos siempre dirigidos por un pre-juicio.”33 Destacamos en lo anterior la conocida vinculación de Gadamer con uno de sus maestros iniciales: “Cuando el romanista Ernst Robert Curtius llegó a Marburgo en 1920, Gadamer llegó a conocerlo como su profesor más importante en ciencia literaria”34 Por otra parte Jauss le objetará, luego de reconocerle el impulso definitivo a su Estética de la Recepción: “… la salvación del pasado que Gadamer realiza a través de lo clásico (…) No cree Jauss que sea conciliable la supuesta superioridad originaria de la obra clásica con el principio hermenéutico general de la concreción progresiva de sentido”35 Mientras que Habermas “piensa que es un error desconectar totalmente en las ciencias humanas los procedimientos hermenéuticos y los analíticos (…) Como pensador en la línea de la teoría crítica, continuador del racionalismo ilustrado, la razón crítica debe resolver prejuicios obsoletos y superar los privilegios mediante la reflexión (…) en tanto que Gadamer pretende incluir los propios prejuicios como factores positivos en el proceso de la comprensión.”36 Y para Vattimo, luego de reconocer en Gadamer el alejamiento de los románticos y la facticidad hermenéutica del hombre “lamenta –y critica- que la consecuente crítica de Gadamer a la conciencia estética abstracta, de-situada, que debería liberar la experiencia estética de todo subjetivismo moderno de tipo kantiano y neokantiano no sea suficientemente radical (…) con lo que la hermenéutica filosófica recae en una filosofía de tipo sustancialmente humanista (…) Es este humanismo el que hace que la inserción en la tradición (…) tenga tonalidades excesivamente éticas…”37 33 Hans U. Gumbrecht. “Una disciplina deconstruida. La hermenéutica de Hans-Georg Gadamer en la ciencia de la literatura” en El ser que puede ser comprendido es lenguaje. Homenaje a Hans-Georg Gadamer, p.p. 120-121. 34 J. Grondin. Hans Georg Gadamer. Una biografía. Herder. p. 104. 35 V. Bozal. Op Cit. p. 132. 36 Ibid. p.133. 37 Ibid. 22 Sin oponernos radicalmente a las observaciones de cada teórico acudimos a los comentarios de Gumbrecht sobre los discípulos de Gadamer y algunos de los aspectos del propio trabajo del filósofo como promotor y maestro: “Se antoja ya una ilustración, levemente irónica, de la concepción gadameriana del acontecer de la tradición viva con su sujeto débil el que esa imagen de la práctica de las ciencias del espíritu fuera puesta en escena, a partir de los años sesenta, por algunos de sus antiguos estudiantes de Heidelberg, que no eran filósofos, sino teóricos de la literatura (...) Una de las concepciones más exitosas de las ciencias del espíritu (...) fueron los diecisiete coloquios – de 1963 hasta los años noventa- que llevó a cabo el Grupo de Investigación Poética y hermenéutica (...) entre los cuales estaban el romanista Hans Robert Jauss, el anglista Wolfgang Iser, el germanista Wolfgang Preisedanz y el filólogo clásico Manfred Fuhrmann ...”38; para concretar en la especificación de la hermenéutica literaria como un método más de interpretación: “Pero trazar fronteras en este género (...) tenía un precio que bien pronto se hizo manifiesto. Conforme la hermenéutica adaptada a ser hermenéutica literaria intentó especializarse y aureolarse con más y más apologías, hacía leña de sí misma para convertirse en una posición parcial más dentro del espectro de los métodos posibles en la teoría literaria.”39 (Y especifica:) “Gadamer enseñó a sus nuevos interlocutores, en Francia y en Estados Unidos, que la comprensión del otro no tiene que llevar necesariamente a ocuparlo y a someterlo.”40 Entonces, si por una parte Bubner –y en cierto sentido Habermas- objeta la heteronomía del objeto artístico propuesto por Gadamer a favor de la autonomía propuesta por el arte moderno; la misma estética gadameriana le propone, le muestra, primero que la pretensión de autonomía será en todo caso una racionalización extrema que proviene ella misma de una tradición y que responde a horizontes sumados de experiencias y confrontaciones. Una pretendida autonomía radical requeriría de un nuevo lenguaje y no de un segundo lenguaje modelizante a partir del sustrato común de lenguaje que aprendemos 38 El ser que puede ser comprendido es lenguaje. Homenaje a Hans Georg Gadamer. p. 122. 39 Ibidem. p. 123. 40 Id. p. 124. 23 en una tradición específica 41. La autonomía referida no puede deslindarse tanto de una época industrial, virtual, o desligada, como de concepciones racionales, lógicas, emotivas, sensitivas o hasta negadas (Adorno).El objeto artístico (y en el caso del objeto literario: el más virtual de los objetos de arte: “... la obra de arte literaria tiene, más o menos, su existencia para el oído interior”42 englobará todas sus partes: desde su idealización, creación, producción, consumo, objetivación, comprensión, tergiversación y muchas más, sin perder su esencia misma de propuesta humana, con su ética y estética implícitas, con su ontología y fenomenología inevitables, con su historia fáctica y recepciones innovadoras, con su libertad invitada o asumida; con su constante vuelta del tuerca hacia lo que el humano es, ha sido, está siendo y podrá ser. Es decir, el arte visto tanto como propuesta hacia los nuevos sentidos que integra el comprehensivo, como formador de esencialidades humanas –la utilidad no objetual del arte-, como sintetizador de múltiples saberes; y como liberador de multiplicidades sensitivas. Así entonces, por ejemplo, se podrá mostrar el misterio y no llegar a su dilucidación: “Un poema que se cierra a la comprensión y no concede claridad alguna me parece siempre más significativo que toda la claridad que pueda aportar la mera afirmación de un poeta sobre lo que quería decir”43 Se podrá intentar un camino sin imponerlo, sin proponer a otros que sólo sigan la razón o sólo la emoción: “No puede existir una interpretación que posea carácter definitivo. Todas sólo pretenden ser aproximación y no serían lo que pueden ser si no ocuparan su propio lugar histórico y no se insertaran, por tanto, en el proceso de repercusión de una obra (...) La comprensión no se halla sólo al final de la investigación literaria, sino también al comienzo, y siempre desempaña un papel dominante”44 O, en todo caso, la aproximación hermenéutica al arte podría tener un sentido de compartición, solidario del texto y del humano que lo produce: “La hermenéutica no significa tanto un procedimiento cuanto la actitud del ser humano que quiere entender al 41 Cfr., con las ideas estéticas de Yuri Lotman sobre la literatura como lenguaje modelizante. 42 Vid. H.G. Gadamer. Estética y hermenéutica. p. 190. 43 H. G. Gadamer. ¿Quien soy yo y quién eres tu? Comentario a Cristal de aliento de Paul Celan. Herder. p. 12. 44 Ibidem. p. 134. 24 otro o que como oyente o lector quiere entender una manifestación verbal. Siempre es, pues: entender a un ser humano, entender ese texto concreto.”45 Otro de los tópicos más discutidos es el de la originalidad, tópico del que Gadamer comentó en uno de sus textos: “El mundo moderno, en el que lo original es venerado, olvida con demasiada facilidad que la única originalidad valiosa es aquella que supera la tradición”46. Dicha originalidad es insustituible en el texto poético: “... la lengua de la filosofía se rebasa constantemente a sí misma; la lengua del poema (de todo poema real) es única e imposible de rebasar ”47 La misma definición de hermenéutica parte de una tradición comunicativa: “Por hermenéutica –explicaba Gadamer en 1996- entiendo la capacidad de escuchar a otra persona pensando que podría tener razón”48, tradición que contrasta con la tendencia de la razón a imponer o considerar sus postulados como válidos y validantes; y que entra en diálogo de discusión referido a la Verdad, y al Método, enunciados en el título de su obra más reconocida: “Lo que le importaba a Gadamer era una verdad emblemática detrás de la cual el método sólo pudo ir cojeando: verdad y luego el método, la verdad antes que el método. Lo que quería recordar su hermenéutica era que una tal verdad existía, que no se podía vivir sin ella y que la fe en el método amenazaba con convertirse en un nuevo objeto de idolatría”49 Dicha verdad será tanto la conciencia moral como la esencia en el comprender: “Comprender lo que una obra de arte le dice a uno es entonces, ciertamente, un encuentro consigo mismo”50; y, en otro texto: “Una impresión aún más fuerte que el curso de 1923 le causó a Gadamer el seminario sobre la Ética a Nicómaco, en el que Heidegger sorprendió a su auditorio al identificar la virtud práctica, la phrónesis con la conciencia moral que nos 45 Ibid. p. 149. 46 H.G. Gadamer. Mis años de aprendizaje. Herder. p. 107. 47 H. G. Gadamer. Estética y hermenéutica. p. 200. 48 J. Grondin. Hans-Georg Gadamer. Una biografía. p. 332. 49 Ibidem. p. 374. 50 H. G. Gadamer. Estética y hermenéutica. p. 60. 25 llama a que volvamos a nosotros mismos”51, un retomar el diálogo: “... el proceso de preguntar y responder apunta a la estructura fundamental de la comunicación humana, la constitución originaria del diálogo.”52 Así entonces se dialoga con la obra de arte, extendiendo los pre-juicios positivos, los de la tradición para proyectar su interioridad: “Cuando leemos vamos acompañando (...) cuando se trata de arte, resulta absurdo preguntar al creador qué es lo que quiere decir con su obra, como es asimismo absurdo preguntar al receptor qué es propiamente lo que la obra le dice (...) la experiencia de la obra de arte no sólo es el desvelamiento de lo oculto, sino que, a la vez está realmente ahí dentro (…) el desocultamiento de lo que emerge está guardado en la obra misma, y no en lo que digamos sobre ella”53 La obra de arte permanece así como fuente inagotable al contrario de las pretendidas muertes del arte, de la novela, de la estética; por el constante ciframiento y desciframiento de sus propios elementos, los internos y de los horizontes de aproximación y crecimiento que las nuevas tradiciones de los percibientes le vayan sumando. En los procesos de comprensión del texto artístico y de la obra de arte en general el mismo sujeto podrá experimentar, percibir, racionalizar, sentir y sumar diversas concreciones y propuestas artísticas que construyan las múltiples facetas de un fenómeno en constante renovación pese a que en algunos casos la propuesta textual o la propuesta objetual permanezca aparentemente fija. Una noción sobre el juego como producción real y simbólica: “Los griegos distinguían dos formas de producir: el producir artesanal, que fabrica cosas utilizables, y el producir mimético, que no crea nada real, sino que sólo lleva algo a su representación (...) En el sentido de lo mímico está implícito el que el propio cuerpo sea portador de la expresión mímica y, como arte, lleve a su representación algo que él no es. El papel es jugado. Eso entraña una peculiar pretensión ontológica.”54 Un mostrar que hace participar de un juego activamente: “... el mostrar es con la intención de que aquel al que se le muestra algo mire él mismo correctamente (…) lo 51 J. Grondin. Op. Cit. p. 148. Recuérdese que los principales amigos de José Cemí en Paradiso son Foción y Frónesis. 52 H. G. Gadamer. Estética y hermenéutica. p. 187. 53 H. G. Gadamer. Estética y hermenéutica. Págs. 295-297. 54 Ibidem. p. 133. 26 jugado en el juego del arte no es ningún mundo sustitutorio o de ensoñación en el que nos olvidemos de nosotros mismos. El juego del arte es más bien un espejo ...”55 Entonces el juego no está exento de compromiso y el arte en general tampoco: “ nos turba el cambio súbito del aspecto de las cosas: algo sucede y ya es todo, de golpe, diferente (...) lo que nos habla desde el mito griego es la experiencia fundamental, conocida por todos nosotros, de que algo le sobreviene al ser humano, y cómo le sobreviene.”56 Compromiso que incluso cuestiona un aspecto de la propia formación gadameriana luego de que escribiera su tesis doctoral, ya cuando asistía a seminarios con sus colegas: “Tal vez en el seguro refugio junto a su maestro, Gadamer se tomaba las cosas demasiado a la ligera. Heidegger estaba cada vez más decepcionado y no lo disimulaba (...) Frente a Gadamer expresó su disgustomuy claramente en una carta del año 1924: Si usted no consigue tratarse a sí mismo con mayor dureza, no llegará a nada. Gadamer estaba destrozado.”57 Gadamer entonces, además de padecer el más severo rigor de los estudios alemanes, dirigidos por Heidegger (y antes por Curtius, Natorp, y Hartmann), de los rigores académicos y sociales que lo llevaron a permanecer de profesor eventual por más de 15 años y en abierto cuestionamiento moral durante la segunda guerra mundial y la posguerra, de las polémicas con discípulos, teóricos y académicos que se parapetaban en y de él (incluida esta hagiografía), de la crítica de Adorno, quien rechaza la posibilidad de que en la experiencia estética se dé una comprensión efectiva, con exclusión de los significantes estéticos y la significación; y de los señalamientos de Szondi quien reivindica una hermenéutica material hacia una metodología aplicable, práctica y específica, que no la dispense del método; padecerá las aproximaciones fragmentarias y esquematizadoras de los que hablamos del arte sin vivenciar su abrumadora vigencia: “Y es que la miseria de símbolos –podría incluso decirse, la renuncia a los símbolos- (es) lo que determina el arte del presente en todos sus dominios ...”58 55 Ibid. Págs.. 135-136. 56 Ibid. p. 248. 57 J. Grondin. Hans-Georg Gadamer. Una biografía. p. 161. Sub. Mío. 58 H. G. Gadamer. Estética y hermenéutica. p. 245. 27 Las propuestas hermenéuticas gadamerianas, creemos, permiten que la espiral del arte siga proyectando a la humanidad hacia una comprensión global y abierta, sin olvidar las deudas del pasado y las herencias legadas. La posibilidad de comprender y compartir59 por primera vez, cada vez, potencia y proyecta el sentido del conjunto humano. 59 El texto, la idea, la experiencia, la ocurrencia, el diálogo, la confrontación, la cópula, etc. 28 Sincretismo II Partes de diversa naturaleza: poder y arte En el origen -la formación- de la sensibilidad humana confluyen diversas fuentes, por un lado como lo señala Mijail Bajtín: los ojos de la propia madre60, que le presta su visión al ser en crecimiento; por otro lado las múltiples influencias de las diversas tradiciones, lo social, la lengua madre, las costumbres, el poder que impone las expectativas y las posibilidades de desarrollo; y la adecuación personal que el individuo concretiza en su estar y transcurrir en el mundo. En este complejo estar y crecer, las asimilaciones y adaptaciones que se realizan se van modificando continuamente de acuerdo a lo que se le exige al individuo concreto; así aprende el rol de dependiente primero, enseguida el de educando, y luego el de consumidor, repetidor de cierta tradición, el de sujeto útil o usable para el sistema, o el de propositor de ciertos cambios; incluso el del que se rebela contra el sistema. Pero en la historia de las sociedades el poder político, religioso, o de otras supraestructuras, conduce al individuo a estratos controlables, al menos en lo que se refiere a la conformación de su sensibilidad61; de tal manera que el existir mismo se ve dirigido por la influencia de un mundo externo que dicta e impone las cualidades y las validaciones de la misma sensibilidad; e incluso el manejo de las emociones: “Si el pensamiento (que es duda y certidumbre) proporciona la prueba del espíritu, y la sensación la del cuerpo, la prueba del alma es la emoción.”62 La imposición, que también funciona en algunas ocasiones como dirección operativa y organizadora del maremágnum colectivo, propicia y cohesiona grandes segmentos de la sociedad. Se implantan los modelos sociales, económicos, culturales, religiosos y hasta míticos que permiten la dirección y la organización social. La dirección de la sensibilidad se torna así en un punto nodal en y de la intelección del mundo. La educación desde los llamados diversos estadios: el mítico, el religioso, el científico, el moderno, el posmoderno, conforma sociedades dóciles y dirigibles. 60 Vid. M. Bajtín. Estética de la creación verbal. Siglo XXI. p. 51 61 Vid. B. Valdivia. Sentidos digitales y entornos metartísticos. Libros a cielo abierto/U.G. Passim. 62 D. de Rougemont. Los mitos del amor. Kairós. p. 22. 29 Uno de los básicos sistemas de control es el mismo lenguaje, primero como lengua materna y enseguida como conjunto sincrético de idioma, tradiciones, artes, discursos científicos, mitos pervivientes, oraciones religiosas, verba secular y verba sacra. Con el lenguaje se dirige al ser. Pero el lenguaje es la primera y continua imposición. A través de la lengua y sus correlaciones aprehendemos al mundo y sus limitantes, a través de la lengua se nos permite encasillarnos y participar de lo exterior. Incluso se nos permite a través de una lengua –y sus implicaciones generales, no de sólo idioma-, como la pretendida lengua inglesa mundial de la actualidad, aspirar a una realidad o hasta una posibilidad que no brinda la lengua madre–sobre todo si es tercermundista, o sea pobre.- Así nos venden, nos convencen –fuera de que, como se ha impuesto, sí tiene uso mundial- de la necesidad de aprender por ejemplo el idioma inglés; y con esto además de aprender a manejar carros, máquinas, computadoras, celulares, la bolsa, la información de inmediatez, habrá que manejar los sentidos que autovalidan al sistema imperante. Aprender una lengua imperial (el inglés, el mandarín, el castellano, el francés, etc.) tal vez sea una costumbre humana, testimonios históricos vienen desde Sumer, China, India, Grecia, Roma, Europa y hasta del Kalahari como origen de una mítica lengua proto-humana. Pero es una pésima costumbre, o al menos es una costumbre limitante, limitada. El nombrar que dirige no es el que dialoga, el que rehace. Aprende uno cierta lengua impuesta, por sobrevivencia, por franco temor o por craso pragmatismo; y por supuesto, la real aprehensión se realiza voluntariamente profundizando tanto en los aspectos comunes, inmediatos, como en los de escritores y otros artistas, las sensibilidades sumantes que laten en toda expresión humana. La imposición creará las condiciones para su reproducción e implantación reiterada a través de los medios masivos, dice Hans-Geog Gadamer: “Existe una creación artificial de necesidades, sobre todo provocada por la publicidad moderna. Fundamentalmente se trata de una dependencia respecto de los medios de información”63 Por otra parte, en la sensibilidad que incorpora mundos: “… la clave ha sido encontrar una brecha, un punto cero o una sustitución perturbadora que ocurre dentro de 63 H. G. Gadamer. El estado oculto de la salud. Gedisa. p. 31 30 una obra de arte, de la cual surge un vuelco o una transformación continua de sus elementos definitorios.”64 La transformación liberante, proyectadora, suma al ser humano en el mundo y a los lenguajes incluyentes: reconocemos entonces que: “… el lenguaje del alma no es otra cosa que el mito.”65 Como si, pese a las tradiciones impuestas, se pudieran encontrar las claves de la liberación con un poco de autocrítica especular: “Alcanzar la verdadera libertad supone un cambio interior –instantáneo como en la conversión cristiana y la iluminación budista, o lentamente adquirida por el yoga. Alcanzar la verdadera libertad, supone, pues, una liberación.”66 Por un lado entonces el poder transformante de un lenguaje, la pervivencia de vigentes estadios míticos, mágicos, religiosos y científicos, y las sumatorias económico- comerciales de la actualidad, conforman el complejo exterior que dirige y abruma al individuo, petición reiterada del polémico crítico Harold Bloom: “ hoy más que nunca necesitamos regresar a la idea del genio individual”67Ante la cada vez menor credibilidad de nuestras Instituciones políticas, culturales y socioeconómicas, encontrar un aporte individual, un lenguaje artístico del propio creador, como del mismo Lezama Lima y de otros creadores, representa la apertura de un horizonte renovado, de otra puerta, de una visión enriquecedora, de un genio humano encontrado en el individuo. Dicho genio individual se va modificando, autodirigiendo en el uso consciente y multiplicado de lenguas, es decir, a partir de la lengua madre y de los discursos impuestos por la sociedad y el contexto lleva a efecto un incremento voluntario de lenguajes no impuestos, los de la música, de todas las artes, de los mitos, de las múltiples tradiciones, de las lenguas locales y de las imperiales –clásicas y modernas-, de los discursos de las ciencias y las técnicas, y de los que surjan del interior, de las inquietudes específicas del individuo. Para que un solo poder no nos dirija habremos de asumirlos a todos. Es más, 64 T. Crow. La inteligencia del arte. UNAM. p. 155. 65 D. de Rougemont. Los mitos del amor. p. 20. 66 Ibidem. p. 129. 67 H. Bloom. El futuro de la imaginación. Anagrama. p. 10. 31 habremos de transcrearlos a todos en una propuesta incesante, en una reordenación propia de todos los lenguajes dichos a partir de una lengua. El papel del lenguaje como vehículo deja de ser direccional si el vehículo es el todo, la sumatoria final. El verdadero poder es la inclusión y la apertura a través del lenguaje poético: “Se trata de límites, de abismo, de centro y ausencia de centro, Se trata también del límite entre existencia y poesía, o de la poesía como existencia, lo que produce una perfecta pregunta Zen, la pregunta postrera, tal vez, para los hombres a quienes les fue dada la lengua .”68 68 D. de Rougemont. Los mitos del amor. p. 166. 32 Capítulo II El Sistema Poético Antecedentes Para poder entender la obra de José Lezama Lima (Cuba 1910-1976), es necesario que nos aproximemos a múltiples conceptos y circunstancias. En este capítulo mostraremos que la obra del escritor no sólo está determinada por su vida, sino también por su peculiar concepción poética, por sus lecturas, por la situación cubana de mediados de siglo XX, por la influencia de la cultura clásica y barroca, por el hermetismo y el esoterismo, por vivir la poesía como una realidad cotidiana a partir de dos fallecimientos de familiares, en fin por la Posibilidad, que es la Summa Heteróclita del todo. De la vida del gran conversador se puede hablar como de su obra, ya que les corresponde un paralelismo, una relación que hace recordar al destino (la ananke) de las tragedias griegas: un patrón o eje central que preside la existencia humana y que determina e impulsa su desarrollo. De aquí viene su predeterminación poética y su exactitud literaria. Mucho se ha escrito sobre él y aún mucho habrá de escribirse, pues bien se ha dicho: “Lezama es algo así como una prefiguración del hombre futuro (…) es un clásico del futuro”69. Como una escritura modelo el poeta es un clásico desde hace años, ya que fue un maestro de toda una generación en Cuba: “fue promotor de revistas (…), de cenáculos, de una nueva manera poética. Se apartó de todo cuanto se había hecho (…) pero su soledad duró muy poco tiempo: apenas aparecieron sus poemarios -Muerte de Narciso, 1937 y, sobre todo, Enemigo rumor, 1941- sedujo a los más jóvenes y desde entonces fue el maestro”70, fue también el creador de un nuevo estilo de escritura, basada en su propio Sistema Poético: una conjunción sumatoria de las diversas tradiciones artísticas y culturales 69 D. Huerta. “Trece motivos para Lezama”, en Muerte de Narciso. José Lezama Lima. Era. p. 28. 70 E. Anderson Imbert. Historia de la literatura hispanoamericana II. FCE. p. 164. 33 tanto de las culturas populares como de los saberes exclusivos y raros en las tradiciones humanas71. El autor produjo una de las obras más coherentes y homogéneas de la literatura hispanoamericana de este siglo: “Lezama es uno de los grandes poetas contemporáneos (…) sin el conocimiento de su poesía es difícil entender sus novelas, sus cuentos, sus ensayos: La obra toda de Lezama Lima es, esencialmente un acto de poesía …”72. El mismo Ramón Xirau ha dicho también: “La obra de Lezama Lima constituye un conjunto coherente …”73. La producción poética del cubano está marcada por dos momentos cruciales: la muerte de su padre y el impulso de su madre, citamos a Bianchi Ross: “para Lezama la muerte de su padre es el motor impulsor de su poesía, y la madre (…) significa la seguridad y el afianzamiento frente a la vida. Si el vacío provocado por el fallecimiento del coronel lo movió a buscar la imagen a través de la poesía, el empeño y la insistencia de su madre lo obligaron a escribir”74. Nació en el seno de una familia más o menos acomodada que pronto cayó en la desgracia por la muerte del padre, y la consiguiente disminución de su capital. Desde su infancia su existencia estuvo marcada por la dificultad (como su obra, como su frase “Sólo lo difícil es estimulante”), a la que se le sumó una de las enfermedades sagradas, el asma, que padeció toda su vida; y que influyó en la manera de hablar, de dialogar con las personas y en su manera de escribir, de puntuar su lenguaje escrito; es decir de sus ritmos interiores, de su musicalidad, y que finalmente ocasionó su fallecimiento. El comenzar poético La labor literaria del creador fue evidente desde su juventud, cuando estudiaba en la Universidad de La Habana y se vinculó a diversas revistas, siendo colaborador y fundador de algunas de ellas: “Su carrera literaria comenzó (…) cuando en 1935 publicó en la revista Grafos, de la Habana, su primer ensayo “Tiempo negado” (…) en Grafos, Lezama publica 71 Cfr. M. Pereira “El curso Délfico”, en Quimera 110. 72 R. Xirau. Poesía iberoamericana contemporánea. SEP/Diana. p. 98. 73 R. Xirau. Poesía y conocimiento. Joaquin Mortiz. p. 67. 74 C. Bianchi Ross. “Dossier Lezama Lima”, en Quimera 30. p. 31. 34 también su primer poema, un cuento y algunas traducciones (… ya para entonces) se había vinculado a la revista Verbum, órgano de la Asociación de Estudiantes de Derecho, y de ella fue jefe de redacción (…) más adelante fundará Espuela de plata, Nadie parecía y Orígenes”75. La publicación de la revista Orígenes representó no sólo la labor literaria de mayor calidad durante la década de los cuarentas y los cincuentas, sino también un esfuerzo cultural importantísimo. Cuba se encontraba bajo condiciones muy difíciles: “Hacia 1937 ya era visible el encadenamiento de dos frustraciones implacables en la historia de Cuba: la frustración de la guerra de Independencia (1895) y la frustración del movimiento revolucionario (1933) que tuvo fuerza para derrocar a la tiranía machadista (…) Ante la frustración de lo inmediato Lezama se sumergía en lo remoto, pero no, ciertamente, para evadirse en el puro juego intelectivo, sensual o angustiado (…) sino para afincar el pie en roca de cultura y replantear la batalla en otra dimensión”76. Era por tanto una dimensión cultural que vendría a rescatar ideas de siglos anteriores (como doctrinas espirituales venidas del neoplatonismo, del orfismo, de la gnosis, y de la hermenéutica), y del mismo siglo XX (como la innovación de las vanguardias y del barroco americano). Las fuentes y las influencias del escritor se remontarán así al pasado mitológico y en cierto sentido mágico, y al presente inmediato. Jean Franco puntualiza: “… el surrealismo no fue la única fuente de inspiración. Lezama Lima procedía de una tradición que se remontaba al neoplatonismo…”77. Con lo cual se reconocen ambas influencias, que de ningún modo son las únicas: “Las fuentes en Lezama, son innumerables: parte de nociones chinas y egipcias, pasando por los griegos y la escolástica, Descartes y el barroco”78. Todas estas peculiaridades se verán reflejadas en su obra, su Sistema Poético, su curso Délfico y su vida para la poesía. En la década de 1930-1940 los impulsos de creación todavía están relacionados con las vanguardias europeas (surrealismo principalmente), además de la relación que siguen 75 Ibid. p. 31. 76 C. Vitier. “Introducción “, en Obras Completas Tomo I. José Lezama Lima. Aguilar. p. 16. 77 J. Franco. Historia de la literatura hispanoamericana. Ariel. p. 326. 78 R. Echavarrén. “Lezama Lima y Severo Sarduy. Una poética del neobarroco”. La gaceta No. 75. F.C.E. p. 10. 35 guardando con los de la década anterior. Fueron llamados “literatura de avance” y especificados como: “… nombre de la vanguardia cubana, porque uno de sus voceros, en 1927, fue la Revista de avance. Los jóvenes se sentían agobiados por la inercia mental y la bajeza moral del país y reaccionaron con vehemencia (…) bajo este signo de la vanguardia se forman dos grupos de poetas: los poetas puros (Eugenio Florit) y los poetas sociales (Nicolás Guillén). Al final de este periodo aparece otro grupo: el trascendentalista (Lezama Lima)”79. El barroco americano Para entender la construcción del lenguaje del cubano es importante especificar su barroco y su especial sistema80. Don José es un escritor que podemos llamar barroco por su hermetismo, por el cifrado uso de las metáforas, y de los conceptos de imagen y semejanza; además por el uso de un lenguaje cuya sintaxis recuerda el hipérbaton de los españoles del Siglo de Oro; por otra parte por su voluntad y por la especial codificación poética. Julio Cortázar nos dice: “Alejo Carpentier y José Lezama Lima pueden ser los dos polos de lo barroco…”81. De lo barroco americano. Si estos dos polos pudieran llamárseles, para su análisis, el conceptista y el culteranista, Lezama ocuparía inicialmente el sitio de la poesía oscura, el de la magia del lenguaje; pero por otra parte podría ocupar el conceptista también, el que cifra una interpretación del mundo: cuando se sentía claro escribía ensayo, y cuando se sentía oscuro, poesía.82 Este barroco le proporciona al ensayista un campo fértil, en el cual hace crecer sus peculiares concepciones sobre la metáfora, la imagen, la fijeza, la individualidad, las eras imaginarias y el arte de lo lleno. Concepciones que están en la base de su poesía. “El 79 E. Anderson Imbert. Op. Cit. p. 160. 80 “Nuestra apreciación del barroco americano estará destinada a precisar: primero, hay una tensión en el barroco, segundo, hay un plutonismo (…) tercero no es un estilo degenerescente, sino plenario (…) representa adquisiciones de lenguaje, tal vez únicas en el mundo, muebles para la vivienda, formas de vida y de curiosidad, misticismo (…) maneras del saboreo”. “La curiosidad barroca”, en La expresión americana. O.C. T. II., p.303. 81 J. Cortázar. La vuelta al día en ochenta mundos. Tomo II. Siglo XXI. p. 78. 82 Vid. "La curiosidad barroca" (1957), en La expresión americana. 36 barroco no recrea, crea en un tiempo real; en la inteligencia (luz) coloca el espacio de los seres poéticos. El barroco va más allá de la mimesis clásica (…) El ámbito de lo barroco se mueve en el ámbito de lo imposible, lo mágico, lo sagrado, es decir en el reino de la imagen”83. Más adelante se definirán los conceptos de metáfora, imagen y semejanza; quede anotada por lo pronto su estrecha relación con este concepto de barroco americano. Dice Roberto Echavarrén: “Para Lezama hay una tensión en el barroco americano que opera entre el extremo despilfarro de adornos y motivos cubriendo las superficies, y un principio ordenador, teocrático que le da unidad y sentido”84. Esta sobreabundancia de adornos se traducirá dentro del lenguaje lezámico en la visión totalizante; y el principio ordenador en el ideal de la semejanza (concepto al cual conduce toda su obra). La semejanza que hace a una imagen equivalente a otra. El barroco es entonces otro de los mecanismos que utiliza el creador. La verdadera concepción de fondo reside, por una parte, en su poesía; o más bien en la poesía entendida como un tipo especial de conocimiento, de apreciación del mundo. A través de la poesía, Lezama construye y aprecia el mundo que crea, recrea y que lo circunda. Siendo un escritor católico, como tal participa de ritos y de búsquedas. La búsqueda principal es la de la semejanza; y como la semejanza es la posibilidad de que el hombre se parezca a Dios: entonces Lezama ha convertido a su poesía en el rito de la semejanza, en un sistema de conocimiento que devela lo sobrenatural, lo divino, en lo de cada día; y que oculta, paradójicamente sus relaciones, orden y desenvolvimiento. Paralelamente, en el fondo de la poesía lezámica encontramos lo que puede llamarse el viaje épico del lenguaje; la implantación de una especial manera de decir, que tendrá estrecha relación con la morfosintaxis de su escritura, con los ritmos de su voz, con su sistema y lógica poética. A este sistema se le puede llamar el barroco americano, el barroco de Lezama. 83 J. Coronado. Fabuladores de dos mundos. UNAM. p. 120. 84 R. Echavarrén. Op. Cit. p. 10. 37 Metáfora, imagen y semejanza Debemos aclarar entonces lo que el escritor insular entendía por metáfora, imagen y semejanza, ya que “La poética de Lezama empieza por ser poética de la metáfora y de la imagen…”85. Para el autor la poesía es el inicio de un proceso de conocimiento, este proceso es como un viaje que conduce a un objeto, a un lugar, a un estado, si no total, sí por lo menos extenso, considerable. El juego entre los conceptos de metáfora e imagen va conformando el texto: “Lezama usa la metáfora como el instrumento idóneo para crear la unidad en la diversidad del mundo caótico (…) habla de metáfora en un sentido muy general; va de la simple comparación hasta el más elaborado tropo”86. La metáfora por tanto podrá tener muy diversos matices, nombres y formas (hipérboles, paradojas, elipsis, entimemas lógicos y otros), y un solo encaminamiento: “Si la metáfora es instantánea y es fugaz, el conjunto de las metáforas que componen el poema tienen una finalidad que va más allá de los fines previstos (…) Esta finalidad de la metáfora, culminación y carne del poema es la imagen…”87. Entonces, además de ser una permanencia, “la imagen permite que la poesía sea un verdadero conocimiento”88. Asimismo presenta cierto movimiento de traslación pues “la imagen nos remite a las eras imaginarias”89. El mismo poeta explica: “En los términos de mi sistema poético del mundo, la metáfora y la imagen tienen tanto de carnalidad, pulpa dentro del propio poema, como de eficacia filosófica, mundo exterior o de razón en sí (…) la imagen es la realidad del mundo invisible”90. Es desde esta base que el creador es neoplatónico , porque la relación con el mundo de las ideas es punto motriz de creación; bien había dicho “…no hay nada más real que la imaginación”91. Se encuentran también dos ideas sobre la semejanza, la semejanza entre lo distinto, que es enunciada por la metáfora; y la semejanza real, que es la posibilidad de que el 85 R. Xirau. Poesía iberoamericana contemporánea. p. 98. 86 J. Coronado. Paradiso múltiple. UNAM. p. 22. 87 R. Xirau. Poesía iberoamericana contemporánea. p. 99. 88 R. Xirau. Poesía y conocimiento. p. 70. 89 Ibidem. p. 72. 90 A. Álvarez Bravo. “Órbita a Lezama Lima” en Voces 2. Montesinos Ed., p. 20. 91 C. BianchiRoss. Op. Cit., p. 34. 38 hombre esté hecho a imagen y semejanza de su creador. El otro concepto, el de las eras imaginarias es capital dentro de la obra lezámica a tal grado que el mismo narrador lo consideró “lo más significativo de mi obra…”92. Estas eras imaginarias pueden ser vistas como el predominio de la imagen a través de distintas épocas, que entendemos como las relaciones de la cultura y la historia del hombre a través del conocimiento poético; que sería el conocimiento sobrenatural o mágico, y que paradójicamente no deja de profesar una gran fe católica pese a otros saberes espirituales distintos. La imagen es pues el concepto fundamental de la poesía lezámica, por ella es barroco el creador; pero ante las relaciones anteriores explica Ramón Xirau: “…ruedan así abiertos dos caminos: el que conduce de la imagen a las eras imaginarias y de estas a la sobreabundancia, es decir a la divinidad, y el que conduce de la semejanza poética fideísta de Lezama Lima a la posible semejanza entre hombre y Dios”93. La frontera entre los dos caminos no es un velo de seda, ya que el primer camino conduce a una concepción antigua y espiritualista (se podría incluso pensar que ligeramente panteísta), y el segundo, a la concepción del hombre que renace, a una concepción católica. Ahora bien, se dijo que el artista era neoplatónico al referirnos a la realidad de la imaginación no en el sentido de que las imágenes de este mundo sean “reflejos”, sino en el de la consideración que reconoce la existencia de mundo de las ideas en que se piensa y que puede tener efecto en el mundo material. Seguimos a Xirau: “Para entender más claramente la doctrina de las eras imaginarias, habrá de situar a Lezama Lima en aquella tradición que, por lo menos desde Plotino, dice que la realidad inferior debe explicarse siempre por una realidad superior…”94. Lo que también remite hasta al Kybalion, el primer principio del mentalismo, lo mental creando la realidad material95. La peculiarización poética del también novelista tiene su origen en todos estos conceptos y desde un principio la conforman y la impulsan. 92 A. Álvarez Bravo. Op. Cit., p. 20. 93 R. Xirau. Poesía y conocimiento., p.p. 72-73. 94 Ibidem, p. 75. 95 “El Todo es mente; el universo es mental”. El Kybalion, p. 15. 39 Conceptos sobre poesía Es hasta ya entrada su producción literaria que Lezama Lima establece un Sistema Poético basado principalmente en cuatro consideraciones y una serie de elementos. El escritor lo define como: “…una serie de ideas articuladas a partir de la poesía”96; y la primera distinción la establece entre las nociones de poema, poesía y poeta. En donde la poesía es un estado o una cualidad latente de la imagen, que no precisa tiempo específico y que existe independientemente de los otros conceptos (la era imaginaria que conduce a Dios), el poema es una materialización específica de un tiempo y espacio; y el poeta es quien conecta los dos conceptos anteriores, el que sirve de canal para que fluya la poesía en el poema. Si bien la precisión, la especificación del Sistema Poético es posterior a la publicación de sus primeros poemarios, su poesía ya contiene la prefiguración de su sistema, dice: “Cuando en 1958 yo publico Tratados en la Habana ya el sistema poético estaba completamente estructurado”97. Frases y elementos El sistema poético de Lezama se apoya en ciertas frases98, de san Pablo: “La caridad todo lo cree”, de Vico: “Lo imposible creíble”; de Nicolás de Cusa: “Lo máximo se entiende incomprensiblemente”; y de Pascal: “No es bueno que el hombre no vea nada, no es bueno tampoco que vea lo bastante para creer que posee, sino que tan sólo vea lo suficiente para conocer que ha perdido”99, cuyo fin se centra en alcanzar “lo incondicionado poético”. 96 C. Bianchi Ross. Op. Cit., p. 42. 97 Ibidem, p. 42. 98 “Interrogando a Lezama Lima”, en Valoración múltiple, p.p. 31-35. 99 Ibidem, p. 42. 40 Citamos ahora las consideraciones o elementos que ayudan a alcanzar ese incondicionado poético: “… es posible hablar de caminos poéticos o metodología poética dentro de ese incondicionado que forma la poesía. En primer lugar citaremos la ocupatio de los estoicos, es decir la total ocupación de un cuerpo. Después citaremos el concepto (…) que hemos llamado vivencia oblicua (…) no existe una relación causal sino incondicionada. Existe también lo que he llamado el súbito, lo que podemos considerar como lo opuesto a la ocupatio de los estoicos … (y) lo que pudiéramos llamar el camino o método hipertélico, es decir lo que va siempre más allá de su finalidad venciendo todo determinismo”100. La complejidad de la escritura lezámica no reside solamente en los múltiples elementos que la conforman y enriquecen; reside también en la anulación de la lógica aristotélica y en la homogeneización de conceptos disímbolos. La expresión por medio del lenguaje es la expresión misma de estas determinaciones, no hay separación entre la idea y lo expresado, sino que se funde; y entonces el lenguaje en sí es homogeneizador, ilógico y complejo. Otro tipo de lógica El propósito de anular la lógica aristotélica es muy importante, ya que además de servir para el sistema poético (“Trato en mi sistema de destruir la causalidad aristotélica”101) es la base del fundamento barroco; por medio del cual predomina la llamada lógica serial, que se apoya no en la sucesión progresiva de los números sino en la negación del primer número. Dicha negación se entiende como el complemento contradictorio y esencial del número o de la realidad presentada. Para ilustrar lo anterior recordamos lo anteriormente dicho por el Ramón Xirau: “La obra de Lezama Lima constituye un conjunto coherente, construido con una especial lógica poética opuesta a la lógica clásica de Aristóteles o, incluso, a toda lógica formal”102 Esta lógica funciona a la manera barroca, como el barroco es el arte de lo lleno, lleva en su misma presentación la idea del vacío que lo contradice y lo complementa. 100 A. Álvarez Bravo. “Orbita a Lezama Lima”, p. 24. 101 Ibid, p. 24. 102 R. Xirau. Poesía y conocimiento. p. 67. 41 Roberto Echavarrén nos aclara de dónde viene el concepto y cómo funciona: “Lezama parte del uno indual de los egipcios (…) la unidad no es meramente el uno figurativo, el palote de la serie, uno, dos, tres, no habría medio de diferenciar los palotes (…) si no fuese porque el uno ya contiene su propia negación, el cero”103. Es entonces en el cero donde reside la base de la lógica serial, y por lo tanto su efecto es activo; es como el vacío que al negar complementa lo lleno, y por lo tanto deja de ser vacío en la noción de privar de vacío activo al mismo vacío. La relación que se establece entonces entre el objeto y su negación responde a una asociación mental del sujeto. Echavarrén dice que sus expresiones (en esta relación): “son términos no sólo genéticos más lógico-matemáticos, no sólo cualitativos, más cuantitativos que responden a la lógica de los procesos primarios del sujeto inconsciente…”104. Así es como esta lógica se emparenta con la intención surrealista de develar los procesos del inconsciente. La lógica serial nos lleva a la anulación de la dualidad ya que el uno no necesita al dos; al eliminar el dualismo se llega a la homogeneización, a la incorporporación de lo particular dentro de lo general. Es el acto creativo que se remonta al origen, a la unidad; es por ello que: “La poesía indual se dirige indicativamente, hacia la subreabundancia”105; y como la sobreabundancia es la Divinidad, toda la manifestación de lo creado es parte del creador. De tal manera lo entendió el artista, que lo creado natural
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