P1 - Margarita Ortega Olivares

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Ensayo académico sobre: “Así me nació la conciencia”
Rigoberta Menchu, mujer indígena Guatemalteca que mediante este escrito nos relata su historia, una historia de opresión, injusticia y de violencia que sufrió propiamente ella, sus familiares y en si pensando en la sociedad, la comunidad indígena lamentablemente también recibe esto, una historia que trae como consecuencias esta necesidad de libertad y respeto que ella sintió en algún momento, una necesidad que trae como única consecuencia que Rigoberta se quisiera manifestar ante estos hechos de injusticia, y aunque estas rebeliones posiblemente en algún momento atentaron con su vida, ella siguió luchando por eso que tanto quería, pese a las consecuencias que esto podría tener, por estas razones hoy conocemos su historia.
Relata Rigoberta en una parte de su historia “Así me nació la conciencia”: “Yo soy humana, y soy una mujer, y no puedo decir que yo rechazo el matrimonio, pero mi tarea principal pienso que es primero mi pueblo y después mi alegría personal”. Para ella es claro que salvaguardar a las personas siempre fue mas importante que su propia felicidad. Es importante siempre tener un poco de humanismo con las demás personas, aunque siento un tanto “exagerada” esa afirmación, estamos de acuerdo que lo que hace ella por la gente es fantástico, si todos pensáramos así, la gente, la sociedad, y la realidad en sí, sería totalmente diferente, y no sucederían cosas como las que le sucedieron a Rigoberta. 
Rigoberta afirma en el texto “Así me nació la conciencia”: “Juntos podemos hacer la iglesia popular, lo que verdaderamente es una iglesia, no como jerarquía, no como edificio, sino que es un cambio para nosotras las personas”. La iglesia a lo largo de la historia siempre ha sido un tema muy tratado por personas tanto creyentes como no creyentes, algunas personas lo ven como una institución llena de secretos que nunca vamos a conocer, y algunas otras como una fuente de consuelo y refugio cuando hay problemas, lo que dice aquí Rigoberta nos hace creer que ella lo ve precisamente como esa parte de “refugio” pues al pasar tantos problemas y sufrimiento no me extrañaría que fuera así, más allá de la religión la situación de cambio es muy importante, estamos de acuerdo con lo que menciona por parte del cambio que se tiene que hacer, con finalidad de que las personas crezcan humanitariamente. 
Dice Rigoberta durante el relato de “Así me nació la conciencia”: “A veces daba miedo de ver los torturados quemados y a veces daba un ánimo, valor para seguir adelante”. Me compleja mucho la situación de esta mujer al relatar toda la historia sin filtro alguno, y también admiro su fortaleza al decir “valor para seguir adelante”, ella aun así después de todo sabia que obvio si llegaba a acabar así sería terrible, entonces eso en lugar de “tirarla” la hacía más fuerte y de daba ánimos para enfrentar posibles problemáticas a las que se pudiera enfrentar desgraciadamente próximas a los problemas que ya tenía. Como ella estamos de acuerdo que debemos tener un sentido de fortaleza ante cualquier cosa que se nos presente, así podemos ser personas ejemplares, y sobre todo como ella, si las personas nos ven fuertes es mas probable que se acerquen a nosotros con la finalidad de pedir ayuda, y como en su caso Rigoberta, nosotros brindarles esta ayuda. 
Rigoberta menciona en “Así me nació la conciencia”: “Y el caso de la compañera, la mujer que yo por cierto la reconocí”. En esta parte del texto relata la violencia que sufrió una mujer que reconoció, se nos hace muy fuerte y explicita esta parte de la lectura, pues va redactando con especificaciones todo lo que le hacen a esta mujer. Mas allá de que estamos en contra de todo tipo de violencia, no se puede creer como este tipo de personas no tuvieron compasión ni siquiera con una mujer. Una prueba más de toda la magnitud de odio que se puede tener, más específicamente aquí con una mujer. La típica violencia que nos asecha día a día como mujeres, tan normal como siempre, y con mas miedo que nunca. Este tipo de violencia siempre ha estado lamentablemente, necesitamos que se radique ahora y ya.
Rigoberta sigue diciendo en la lectura “Así me nació la conciencia”: “Niños, hombres, mujeres, estaban allí”. Me desconcierta mucho pensar en esta frase pues imaginar que todo tipo de personas fueron abusadas de esta manera nos pone en una posición de impotencia e ira al saber que en realidad estos sucesos si ocurrieron y que se grabaran en la historia de una sociedad. Estamos en contra de todo tipo de violencia que se presenta en esta lectura, le posición que siempre tomaba era admirable, pues no se podría relatar una historia así o de su semejanza pues ni siquiera podríamos escribir semejantes hechos, incluso en una parte dice lo mal que se siente al recordar estos hechos, imagino todo lo que pasaron estas personas y duele pensar en eso, la violencia nunca es el motivo, la solución, la razón, ni nada, nunca debería de ser utilizada. 
Sigue relatando Rigoberta en “Así me nació la conciencia”: “Cayó víctima de terratenientes cafeteros que querían despojar a los indígenas de sus terrenos”. Se relata básicamente que por querer hacer algo al respecto un joven de solo 16 años fue asesinado, que situación tan fuerte. Pero si lo comparamos a una situación actual, normalmente es lo que pasa en nuestra sociedad, que cuando se intenta hacer algo al respecto de las injusticias se le calla a la gente, la justicia en nuestro país no cambió, no cambia y no cambiara, no es una situación reprobable que no se debería permitir. 
Toda esta lectura y el reflexionar en ella, nos llena de una sensación de impotencia, molestia, y claro, también se siente empatía por todo lo que tuvo que pasar esta mujer, todo lo que sufrió, y finalmente toda la admiración del mundo, pues a pesar de estos hechos, ella siguió “de pie”, y concluye esta historia de horror con cosas que hizo para mejorar la sociedad, un gran ejemplo de fortaleza, paciencia, lucha y sobre todo de trabajo y dedicación por la ayuda hacia los demás.