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Universidad Nacional Autónoma de México PROGRAMA ÚNICO DE ESPECIALIZACIONES EN PSICOLOGÍA ANSIEDAD EN NIÑOS: UN ESTUDIO DE CASO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE ESPECIALISTA EN INTERVENCIÓN CLÍNICA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES PRESENTA: AURORA MONTSERRAT MEDINA HERNÁNDEZ DIRECTORA: DRA. FAYNE ESQUIVEL ANCONA FACULTAD DE PSICOLOGÍA COMITÉ: MTRO. FRANCISCO JAVIER ESPINOSA JIMÉNEZ FACULTAD DE PSICOLOGÍA MTRA. MARÍA SUSANA EGUÍA MALO FACULTAD DE PSICOLOGÍA DRA. MARÍA EMILIA LUCIO GÓMEZ-MAQUEO FACULTAD DE PSICOLOGÍA MTRA. GUADALUPE SANTAELLA HIDALGO FACULTAD DE PSICOLOGÍA México D.F. Febrero 2015 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS Antes que nada quiero agradecer a mi familia: A mi madre, Aurora, gracias por creer siempre en mí, por tu amor incondicional, por apoyarme y animarme a alcanzar mis metas, por mostrarme que todo es posible, por ser un ejemplo en mi vida. A mi padre, Luis Felipe, por ver y preocuparse por mí en todo momento, por animarme y apoyarme en mi superación; muchas gracias por la ayuda en la realización de mí trabajo. A mi hermano, Luis por su cariño, ánimos; por cuidarme y ayudarme a relajarme. A mi novio, Félix, por su amor, apoyo incondicional, por estar a mi lado en los momentos más difíciles, por escucharme cuando más lo necesitaba y animarme a cumplir mis sueños. A la doctora Fayne, por ser una profesora extraordinaria y una guía fundamental en mi formación. Agradezco su apoyo, asesoría y apertura en la realización de este trabajo. A la maestra Susana, el maestro Francisco, la doctora Emilia y la maestra Santaella, agradezco su apoyo, tiempo y conocimientos dedicados a la revisión de mi trabajo. A la institución Audio Amigo I.A.P., por abrirme las puertas para enriquecer mi formación y a las personas maravillosas que conocí ahí, Óscar y Verónica. A mis amigos de la facultad, Diego y Alejandra, pues a pesar de tomar caminos diferentes, continúan presentes en mi vida. A mis compañeros y amigos de la especialidad con los cuales aprendí y crecí mucho: Adri, Pepe, Fer, Mariana e Ivonne y muy especialmente a Anne, gracias por ser compañera, amiga y confidente; por tu apoyo, confianza y sinceridad, te quiero mucho. A Denisse, mi amiga de la infancia, por creer en mí, apoyarme, animarme y estar presente en mi vida aún en la distancia. A mis amigos inseparables Diego, Tere y Caro por los años de amistad, el apoyo, los consejos, las pláticas interminables, las risas y las lágrimas; gracias por ser parte de mi vida, los amo. ÍNDICE RESUMEN……………………………………………………………….... 1 ABSTRACT………………………………………………………………...2 INTRODUCCIÓN………………………………………………………… 3 ANTECEDENTES……………………………………………………….. 6 CAPÍTULO 1. ANSIEDAD Y MALTRATO INFANTIL 1.1 Ansiedad……………………………………………………………...….7 1.1.1 Definición……………………………………………………………...7 1.1.2 Epidemiología…………………………………………………………9 1.1.3 Etiología…………………………………………………………….. 10 1.1.4 Manifestaciones de la ansiedad…………………………………….. 13 1.1.5 Tratamiento…………………………………………………………. 14 1.2 Ansiedad relacionada a maltrato infantil…………………………….. 16 1.3 Maltrato Infantil……………………………………………………… 19 1.3.1 Definición…………………………………………………………… 19 1.3.2 Epidemiología……………..………………..………………………. 20 1.3.3 Causas y factores de riesgo…………………………………………. 22 1.3.4 Manifestaciones del maltrato infantil………………………………. 25 1.3.5 Tratamiento………………………………………………………… 26 CAPÍTULO 2. TERAPIA INTEGRATIVA 2.1 Terapia integrativa…………………………………………………….. 28 2.2 Terapia de juego integrativa………………………………………….. 29 2.3 Poderes terapéuticos del juego……..…………………………………. 30 2.4 Rol del terapeuta y rol de los padres...……………………………...… 31 2.5 Modelos terapéuticos empleados …………...……………………...… 31 2.5.1 Terapia de de juego filial…………….....…………………………… 32 2.5.2 1 Terapia de de juego familiar……………………………………......33 2.5.3 1 Terapia de de juego para favorecer el apego (Terajuego)……….....35 CAPÍTULO 3. CASO CLÍNICO 3.1 Presentación del caso…………………………………………………. 41 3.2 Motivo de consulta……………………………………………………. 42 3.3 Historia del desarrollo………………………………………………… 42 3.4 Análisis y descripción del comportamiento…………………………... 43 3.5 Evaluación…………………………………………………………….. 44 3.6 Selección del tratamiento más adecuado……………………………… 46 3.7 Objetivos y metas…………………………………………………...… 47 3.8 Intervención terapéutica…………………………………………......... 48 DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES……………………………………... 87 REFERENCIAS ……………………...……………………………….... 94 1 RESUMEN El presente es un estudio de caso de un niño de 7 años que será denominado Tonatiuh; el motivo de consulta inicial era inquietud motora y onicofagia, síntomas que se relacionaron con un ambiente familiar violento. En casa tanto la madre como el padre utilizaban frecuentemente el castigo físico y verbal para “corregir” a sus tres hijos. Dentro del núcleo familiar, la agresión era constante desde hacía ya varias generaciones, el padre sufrió maltrato cuando era pequeño. Los dos padres carecían de habilidades de crianza, por lo que frecuentemente utilizaban el abuso y la agresión como la forma de relación. Dentro del ambiente familiar, la emoción que prevalecía era el enojo y todos presentaban dificultades en el manejo de emociones negativas. El objetivo de la intervención terapéutica con el niño, fue fortalecer su autoestima y brindarle estrategias de regulación emocional para manejar sus emociones negativas. Por otro lado se trabajó con los padres ofreciéndoles orientación y capacitación con más alternativas de crianza para disminuir las prácticas violentas y poder utilizar estrategias para regular sus propias emociones. El caso se abordó desde un modelo integrativo, con la finalidad de tomar las técnicas y constructos teóricos más adecuadas tanto para el niño como para su familia, pues se trabajó tanto de forma individual, como con díadas padre-hijo, madre-hijo y de forma familiar, buscando siempre la participación de todos los miembros de la familia. Después de un proceso terapéutico de 23 sesiones, la ansiedad de Tonatiuh ha disminuido, ya no presenta síntomas de onicofagia y de inquietud motora. Los padres lograron utilizar mejores prácticas de crianza con lo que la violencia tanto física como 2 verbal en la familia disminuyó notablemente, con esto la relación familiar resulta ahora más armónica. Palabras clave: Ansiedad, maltrato infantil, terapia de juego integrativa, manejo de emociones. ABSTRACT The current case study is of a child of seven years, here refered as Tonatiuh; the reason for initial consultation was motor restlessness and onychophagia, these symptoms were linked to a violent family atmosphere. At home both, mother and father used physical and verbal punishment to "correct" their three children. Within the family, aggression was constant and across several past generations, the father suffered abuse when he was little. Both parents had a lack on parenting skills, and often used abuse and aggression as a form of interaction. In the family atmosphere the emotion that prevailedwas anger and all the members had difficulties in managing negative emotions. The aim of therapeutic intervention with the child was to strengthen their self- esteem and provide emotional regulation strategies to manage his negative emotions. On the other hand we provided Tonatiuh´s parents with guidance and training to foster more alternatives and reduce violent practices so they can be able to regulate their own emotions. 3 The case was approached from an integrative model, in order to take the best techniques and strategies for the child and his family, the case was worked individually, with parent-child dyads and with all the family. After a 23 sessions therapeutic process, Tonatiuh anxiety has decreased, he no longer have symptoms of onychophagia and restlessness. Parents were able to use better parenting practices, because of this, both physical and verbal violence in the family declined, making their family interaction more harmonious. Keywords: Anxiety, child abuse, integrative therapy game, handling emotions. 4 INTRODUCCIÓN Las dificultades afectivas se traducen frecuentemente en problemas focalizados o síntomas, los cuales pueden impactar en el desarrollo armónico de la personalidad y vida de niños y adolescentes (Esquivel, 2010). Diversos investigadores (Mestre, 2002; Barudy & Dantagnan, 2005; Alejo, 2013) señalan que la inestabilidad emocional se presenta comúnmente en niños expuestos a situaciones violentas; tal es el caso de violencia en la familia y malos tratos. Estos niños presentan una respuesta inadaptada en diversos contextos o situaciones; por lo que en la adolescencia los chicos con mayor labilidad emocional, tienen dificultades para frenar su impulsividad, haciéndolos proclives a presentar conductas agresivas. La inestabilidad emocional de los niños que han sufrido maltrato, también puede hacerse notar mediante expresiones corporales relacionadas con la ansiedad. (Echeburúa, 1998; Barudy & Dantagnan, 2005, Drewes, Bratton y Schaefer, 2011; Beauchaine y Hinshaw, 2012). Por su parte Fernández (2009) señala que los trastornos de ansiedad son cuadros frecuentes en la población infantil y adolescente, de acuerdo con Montt (2001) esto puede deberse, a la progresiva exposición de los niños a situaciones estresantes, tales como la criminalidad, la violencia doméstica y social, ocasionando que el porcentaje de niños con ansiedad aumente. En cuanto a la violencia, ésta es considerada un problema de salud pública que disminuye la calidad de vida; y una de las formas que puede tomar son los malos tratos hacia los niños (Híjar, López & Blanco 1997). El maltrato infantil, es considerado por la OMS (2014), como el abuso y el abandono que se da a los menores de 18 años. Incluye 5 todo tipo de malos tratos, ya sean físicos o emocionales, el abuso sexual, el abandono o la negligencia; los cuales resultan en un daño para la salud y el desarrollo del niño. Debido a las consecuencias negativas que los malos tratos que se reciben en casa tienen en el desarrollo de niños y adolescentes, resulta de vital importancia brindar atención psicológica a dicha población, con la finalidad de evitar secuelas a largo plazo. El presente trabajo aborda el caso de un niño que sufría malos tratos en el ambiente familiar y presentaba signos de ansiedad, tales como inquietud motora, onicofagia y problemas conductuales. El modelo terapéutico desde el que se abordó es el enfoque integrativo; con lo cual se pretende incluir en el tratamiento a su familia nuclear, pues resulta necesario generar un cambio tanto en el niño, como en su grupo primario. 6 ANTECEDENTES El caso de Tonatiuh se trabajó como parte de un voluntariado dentro de la institución denominada Audio Amigo I.A.P; la cual en 1980 se constituye como una Asociación Civil brindando una opción de tratamiento para personas con alteraciones en las áreas de audición, lenguaje y aprendizaje. Posteriormente en 1984, se funda como una Institución de Asistencia Privada y con el apoyo de los Clubes Rotarios Cuauhtémoc y de la Ciudad de México, Lotería Nacional y la Junta de Asistencia Privada, se construyó el actual centro de atención en audición, lenguaje, aprendizaje y de apoyo psicológico, en el que se atiende a niños, adolescentes y adultos de recursos económicos limitados. Tonatiuh se encontraba asistiendo a la Institución para recibir apoyo en el área de lenguaje; es aquí en donde su maestra detecta algunos signos de ansiedad tales como morderse la uñas y frotarse las manos constantemente, se informó a la madre y se tomó la decisión de canalizar al niño al área de Psicología para realizarle una valoración. Posterior a la valoración psicológica se detectó que Tonatiuh presentaba un autoconcepto devaluado, se sentía incapaz de responder a las demandas del medio, así como dificultades para manifestar sus emociones llevándolo a expresarlas a través de su cuerpo mediante inquietud motora y onicofagia. En cuanto al contexto familiar, lo percibía como amenazante, poco cálido y protector. El modelo terapéutico seleccionado para analizar e intervenir el caso de Tonatiuh es la terapia de juego integrativa, haciendo énfasis en la terapia de juego filial; se buscó la inclusión de los padres en el proceso, así como la terapia de juego familiar y el terajuego, con la finalidad de impactar en el medio ambiente familiar en su totalidad. 7 CAPÍTULO 1. ANSIEDAD Y MALTRATO INFANTIL 1.1 Ansiedad Tanto la ansiedad como los miedos son fenómenos universales, inherentes al ser humano Mardomingo (2001) menciona que dichas reacciones han desempeñado un papel fundamental en la evolución de la especie, ya que son mecanismos de defensa y alerta frente a peligros ambientales que ayudan a la supervivencia; y aún hoy en día continúan teniendo un papel fundamental. La ansiedad ayuda a hacer frente a situaciones estresantes, pues incita a actuar a enfrentar una situación amenazadora o bien prepara el organismo para el escape, por lo cual se trata de una emoción encaminada a la adaptación y a la preservación (Cárdenas, 2010). Sin embargo, como toda función del organismo, esta respuesta ante situaciones estresantes, puede verse alterada, ocasionando respuestas poco adaptativas que impactan en la vida cotidiana (Cárdenas, 2010). Así mismo, Esparza et al. (2009), mencionan que la ansiedad es uno de los motivos de demanda más frecuentes en los servicios de salud mental. 1.1.1 Definición Los términos ansiedad, angustia y miedo, a menudo son utilizados indistintamente; sin embargo, el miedo es un sentimiento producido por un peligro presente, mientras que la ansiedad se refiere a la respuesta anticipatoria de un peligro futuro, indefinible e imprevisible (González, 2000). 8 Por otro lado, Solloa (2010) define la angustia como una emoción displacentera; dicha palabra proviene de la voz griega anxius o angor, que significa “estrangulación”, “asfixia” y del latín angere que significa “constreñir”; y éstos son precisamente los signos característicos de la angustia pues se acompaña de elementos somáticos tales como modificaciones respiratorias, taquicardia, piloerección, temblor, sequedad de boca y sensaciones de frío y calor. Con base en lo anterior González (2000), diferencia la angustia de la ansiedad; pues mientras que en la ansiedad predomina un componente psíquico, en la angustia predomina un componente somático. Sin embargo, Esparza et al (2009) mencionan que la ansiedad se caracteriza por tensión e hiperactivación fisiológica. Alejo (2013), menciona que al igual que cualquier otra emoción, la ansiedad implica una respuesta por distintos canales lo cual es apoyado por Beauchaine y Hinsaw (2012), ya que definen la ansiedad como la respuesta de un sistema que involucraaspectos afectivos, conductuales, psicológicos y cognitivos. En conclusión, Echeburúa (1998) y González (2011); proponen que la ansiedad es considerada como una respuesta normal y adaptativa, pues tiene como función alertar de una situación que podría ser peligrosa; además con dicha activación, se facilita la capacidad de respuesta del individuo ante el peligro. Por otra parte, González (2000) menciona que cuando la ansiedad es excesiva en intensidad, frecuencia y/o duración; o bien aparece asociada a estímulos que no son una amenaza real, produce alteraciones en el sujeto y se considera patológica. 9 1.1.2 Epidemiología Beauchine y Hinshaw (2012) mencionan que los trastornos de ansiedad son problemas emocionales comunes en la infancia y la adolescencia. Los estudios epidemiológicos sobre trastornos de ansiedad en niños, presentan distintas dificultades metodológicas, una de ellas es delimitar y definir claramente lo que se está estudiando, pues los trastornos de ansiedad en niños aún no están bien establecidos. Otra dificultad que se presenta son los distintos resultados que se obtienen según la fuente de información, pues existen diferencias entre lo que los niños, los padres y los profesores reportan. Y finalmente el tipo de población, la diferencia de edades y el tiempo que transcurre entre cada evaluación. Debido a las características antes mencionadas, los datos epidemiológicos varían (Mardomingo, 2001; Beauchine y Hinshaw, 2012). En líneas generales, las tasas de prevalencia de ansiedad en niños son del 9-21 %, aunque algunos estudios dan cifras de hasta el 50%. La ansiedad de separación afecta al 3- 5% de los niños, la ansiedad generalizada al 4% y el trastorno por evitación al 1% de los niños, mientras que para los adolescentes la prevalencia de cualquier tipo de ansiedad representa el 11% (Mardomingo, 2001, Beauchine y Hinshaw, 2012). Un factor que es importante considerar en el estudio de la ansiedad en niños, es la diferencia cultural en la expresión de la ansiedad, puesto que se ha observado que en niños latinos se reportan frecuentemente mayores niveles de síntomas internalizados que en niños no latinos, se ha especulado que esto puede deberse a que la cultura latina, se caracteriza por ser colectivista, las emociones y su expresión deben ser consistentes con las normas; mientras que en las culturas individualistas como la de Estados Unidos se favorece la 10 autonomía, se presentan más conductas disruptivas, debido a que este tipo de expresiones son aprobadas y apoyadas. (Beauchine y Hinshaw, 2012) Echeburúa (1998) y Beauchine y Hinshaw (2012) resaltan la importancia de considerar las diferencias de sexo, ya que las mujeres son más propensas a ser afectadas por algunos trastornos mentales específicos, siendo los más frecuentes: trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión; en cambio los hombres presentan mayor probabilidad de recibir un diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial, abuso de alcohol y dependencia. Alejo (2013), menciona que si bien existe un predominio femenino en cuanto a trastornos de ansiedad se refiere, éste no se encuentra tan acentuado en la infancia como en la vida adulta. 1.1.3 Etiología Desde la perspectiva del desarrollo, se enfatiza la influencia de distintos factores y vulnerabilidades que deben presentarse para que se produzca un trastorno de ansiedad, tales como predisposiciones adquiridas, temperamento, experiencias pasadas, creencias y la situación actual del individuo, incluyendo el apoyo social percibido (Bulacio, 2004 en Peña y Ramos, 2009; Beauchaine y Hinshaw, 2012; Alejo, 2013). Existen múltiples teorías que debaten el origen y las causas de la ansiedad, de éstas, las principales son: Teoría biológica: Esta teoría explica que hay una base biológica del miedo y la ansiedad, la cual no depende de las experiencias que proporciona el medio ambiente, sino que dichas tendencias son determinadas por los genes (Solloa, 2010); sin embargo, Beuchine y Hinshaw (2012) mencionan que los genes no actúan directamente sobre el 11 comportamiento, sino que éstos codifican para las proteínas, las cuales impactan sobre estructuras cerebrales, neurotransmisores y receptores. En cuanto a las áreas cerebrales implicadas Montt (2001) menciona que un evento traumático, produce una respuesta global en el cerebro activando áreas corticales en las que se memorizará la información específica del evento. Por un lado, en el área cortical se memorizan los aspectos cognitivos, en el sistema límbico los emocionales, en el mesencéfalo los motores y finalmente en el tronco encefálico el estado fisiológico. Por su parte, Alejo (2013), menciona que existen distintos neurotransmisores relacionados con la respuesta ansiosa de los individuos, en especial, la serotonina, y noradrenalina; así como la participación de los receptores GABA en la modulación de respuestas ansiosas en niños y adultos. Teoría psicodinámica: Dentro de dicha teoría, múltiples autores han estudiado el origen de la ansiedad; Sigmund Freud (1926) planteó que si bien la angustia tenía una base genética, ésta era provocada por la represión. En su artículo “Inhibición, síntoma y angustia”, en la que llama “segunda teoría de la angustia”, replantea el concepto de la angustia como una señal de alarma ante un peligro, visualiza la angustia como la causa que pone en marcha el mecanismo defensivo de la represión. Así mismo, explica que la función de los síntomas es solucionar la tensión interna y evitar a angustia. Teoría conductual: Desde este enfoque, la ansiedad infantil, es aprendida por el niño mediante un condicionamiento o asociación de estímulos. Así lo que un niño asocia en una persona situación u objeto, son los sentimientos, imágenes y reacciones fisiológicas que caracterizan la ansiedad (Rivera, 2009). 12 La teoría conductual explica la angustia y las fobias en niños desde los modelos del condicionamiento clásico, condicionamiento operante, aprendizaje vicario y modelamiento. Así mismo, el conductismo propone que la ansiedad es mantenida por reforzamiento, ya que cuando se presenta un estímulo angustiante existe una recompensa automática al evitarlo (alivio), y de esta forma, la evitación se convierte en una respuesta aprendida que tiende a repetirse. (Echeburúa, 1998; Solloa, 2010; Beauchine y Hinshaw, 2012, Alejo, 2013). Teoría cognitiva: Desde esta perspectiva, los niños ansiosos tienden a responsabilizarse excesivamente de los fracasos, presentan dificultades en la generación e identificación de alternativas efectiva; debido a esto, es común que esos niños sean lentos en cuanto a la toma de decisiones (Echeburúa, 1998). La teoría cognitiva propone que distintos procesos cognitivos pueden contribuir a la etiología y mantenimiento de trastornos de ansiedad; de acuerdo con Beauchine y Hinshaw (2012), cuatro elementos cognitivos han ganado atención respecto a la ansiedad en niños:1) Atención selectiva, la cual se refiere a enfocar la atención en una categoría específica de estímulo, en este caso hacia estímulos amenazadores, 2) Sesgos en la memoria, la cual se refiere a la predisposición a recordar eventos amenazadores, 3) Sensibilidad a la ansiedad, la cual implica la creencia de que las sensaciones de ansiedad tienen consecuencias físicas y psicológicas negativas y 4) Sesgos en el juicio, es decir una estimación negativa o inferior respecto al estilo o habilidad de afrontamiento. 1.1.4 Manifestaciones de la ansiedad 13 La ansiedad es un malestar que afecta al niño, y éste tiene múltiples maneras de expresarlo; sin embargo, cada niño reaccionará de distinta forma. Cárdenas et al (2009) mencionan que en niños pequeños, las manifestaciones preverbales ante la ansiedad son comunes, tales como los gestos de preocupación, gritos e hipertoníageneral. Fernández (2009), menciona que la presencia de sintomatología ansiosa, repercute directamente sobre el funcionamiento escolar, social y familiar. De acuerdo con distintos autores (Montt, 2001; Solloa, 2010; Alejo, 2013) la ansiedad presenta distintas manifestaciones según el área en la que repercuta, entre ellas: Manifestaciones cognitivas: Se pueden presentar dificultades de concentración o “quedarse en blanco”; fobias, es decir el miedo irracional a un objeto que no constituye un peligro real, así como pensamientos obsesivos. Manifestaciones conductuales: Dentro de ellas se encuentra la agitación psicomotriz, inquietud, impaciencia, desasosiego, temblor, hiperactividad, incapacidad de permanecer sentado y tics; otras veces aunque más raramente, la ansiedad se traduce en inhibición motriz con dificultad del niño para hablar o moverse. Manifestaciones somáticas: Se puede presentar cansancio o fatiga con facilidad, trastornos del sueño, tales como pesadillas, terrores nocturnos e insomnio, dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sueño insatisfactorio y no reparador; de igual forma se puede llegar a presentar enuresis, encopresis, así como síntomas hipocondriacos. Manifestaciones psicosociales: Se hacen evidentes en la forma en la que el niño se contacta con los demás, puede llegar a presentar inhibición, timidez, mutismo, etc., también puede llegar a presentar conductas de evitación, e incluso dependencia. 14 Manifestaciones emocionales: Se puede presentar anestesia emocional; es decir, una disminución en los intereses, aislamiento, disminución de la capacidad para sentir emociones, y, especialmente, las asociadas a la intimidad o afectos positivos; así como percepción de un futuro desolador. Por su parte, Montt, (2001) afirma que la sintomatología de la ansiedad, depende de la severidad, el tipo de estresor, de su cronicidad, de las características del niño y su historia previa, de la calidad del apoyo social, de la presencia de estresores asociados y los sucesos posteriores al evento, entre otros. Así mismo, menciona que la respuesta del niño al estresor se relaciona con la respuesta de los padres a éste, pues existe una asociación entre sintomatología de padres e hijos. 1.1.5 Tratamiento Alejo (2013), menciona que el tratamiento para la ansiedad infantil debe ser multimodal; es decir, se deben incluir tanto a padres como a niños y niñas, procurando un acercamiento al personal escolar, e incluir la farmacoterapia si es necesario. Así mismo, la elección del tratamiento se basa en las características individuales del paciente y su familia. Se deben tener en cuenta los estresores ambientales, los factores de riesgo, la severidad de los síntomas y sus consecuencias, la comorbilidad, así como la edad y el funcionamiento familiar. La colaboración de los padres es de suma importancia, para lo cual se requiere una preparación específica; se les brinda información acerca del problema de su hijo, se conocen sus expectativas y de esta forma se trabaja en conjunto. (Echeburúa, 1998) 15 El tratamiento más ampliamente utilizado en casos de ansiedad infantil es el cognitivo-conductual. Solloa (2010) menciona que la meta final de dicha terapia es enseñar al niño a reconocer señales de cualquier manifestación de ansiedad para usarlas como referentes y poder controlarla con técnicas específicas. Echeburúa (1998) y Alejo ( 2013) coinciden en que las siguientes son las técnicas más ampliamente empleadas en tratamiento de la ansiedad en niños: Técnicas cognitivas: Las cuales se centran en la reestructuración de los pensamientos ansiosos de una manera más positiva, que dará como resultado conductas más asertivas y adaptativas. Técnicas conductuales: Dentro de las estrategias conductuales se debe entrenar en relajación y manejo del estrés, con el fin de hacer que el paciente aprenda a tomar mayor control de sus propias respuestas fisiológicas que le generan la ansiedad. En cuanto a la técnica de exposición, se plantea la necesidad de exponer gradualmente a los pacientes a las situaciones temidas, ya que reduce la ansiedad y su comportamiento fóbico; lo cual se puede hacer a través comparar distintas situaciones o bien por medio de la imaginación. Relajación: La relajación puede ser un medio muy útil para reducir la tensión y controlar las respuestas de activación del organismo. Puede funcionar como estrategia de afrontamiento ante estímulos y situaciones desencadenantes de ansiedad. Técnicas de modelado: Estas técnicas facilitan la modificación de conductas mediante la observación de un modelo que presenta comportamientos adecuados por parte de un observador. 16 Tratamiento psicofarmacológico: En cuanto a los psicofármacos en el tratamiento de la ansiedad, éstos no constituyen un tratamiento de primera mano, en todo caso pueden fungir como un complemento al tratamiento psicológico. 1.2 Ansiedad relacionada a maltrato infantil En el modelo de la psicopatología del desarrollo, Beauchaine y Hinshaw (2012) resaltan la importancia de los desórdenes que comienzan durante la infancia y la adolescencia, pues sugieren que los trastornos presentados en la edad adulta tienen origen y precedentes en la infancia. El medio ambiente en el que el niño es criado, tiene un profundo efecto en su ajuste global y capacidad de afrontamiento. Las familias con un patrón de violencia se encuentran en un ciclo compuesto por tres fases: la fase de tensión, la fase del maltrato o incidente y la fase de tranquilidad y tregua (Boyd, 1991). El fenómeno del maltrato infantil, es la expresión de una relación disfuncional entre padres e hijos; la cual se encuentra influida por el medio familiar (Zunzunegui et al., 1997). A su vez, Echeburúa (1998), menciona que algunos aspectos que desempeñan un papel importante en el origen o desencadenamiento de los trastornos de ansiedad, son los acontecimientos estresantes durante periodos críticos de la infancia, tal como el estilo parental, la ansiedad materna, o bien situaciones de maltrato. De acuerdo con Alejo (2013), los eventos estresantes que se presentan en la escuela y en la familia tienen implicaciones sobre el desarrollo emocional del niño; 17 respecto al tema del maltrato infantil la familia cobra vital importancia, Fernández (2002) menciona que es en ésta, donde el niño pequeño aprende que las conductas agresivas son un método válido y eficaz para cumplir sus metas, llevándolos en un futuro de acuerdo a Boyd (1991), a presentar patrones de violencia en sus relaciones de adulto. Esparza (2009) resalta la importancia del medio ambiente familiar para la presencia o ausencia de sintomatología ansiosa en niños, lo que corresponde con Boyd (1991) y Zunzunegui et al. (1997), pues mencionan que los sentimientos de desesperanza, impotencia e intensa ansiedad son comunes en familias con patrones de violencia; existiendo una fuerte relación entre el maltrato infantil y la presencia de sintomatología depresiva y ansiosa en los padres. De acuerdo con Echeburúa (1998), la ansiedad forma parte de la vida de muchos niños y adolescentes, dichas respuestas de ansiedad son reacciones defensivas y sirven para alertar de un posible peligro; éstas pueden aparecer como respuesta fisiológica ante acontecimientos, como un síntoma de diferentes enfermedades, o por último, como una entidad específica. Montt (2001), menciona que independientemente de las teorías que buscan dar explicación al fenómeno de la ansiedad, existen factores tanto del niño como de su medio ambiente que pueden relacionarse con la resistencia o vulnerabilidad hacia ésta. Dentro del área familiar y como factor de riesgo para la ansiedad en niños, Esparza et al. (2009) mencionan el tener padres con algún cuadro o trastorno de ansiedad, la ausenciade una afectividad positiva por parte de los padres, así como una autoridad parental inconsistente, además Kerns y Brumariu (2014) agregan el apego evitativo y ambivalente. 18 Mardomingo (2001) y Alejo (2013) resaltan la importancia de saber que en la población infantil los trastornos de ansiedad se presentan de forma diferente que en población adulta, mientras que Montt (2001) menciona que la presencia de la ansiedad varía a lo largo de las diferentes etapas del desarrollo. La relación entre maltrato infantil y ansiedad, se enfoca en el medio ambiente familiar, ya que de acuerdo a diversos autores Boyd, (1991), Echeburúa (1998), Montt, (2001), Esparza et al. (2009), Barudy y Dantagnan (2005), Drewes, Bratton y Schaefer, (2011), Alejo (2013) y Kerns y Brumariu (2014) los factores de riesgo antes mencionados para la ansiedad corresponden a su vez con factores de riesgo para el maltrato infantil. Boyd (1991) menciona que los efectos conductuales y emocionales en los niños por presenciar violencia doméstica pueden ser: a) problemas externalizados (agresión, hiperactividad, y problemas de conducta), b) problemas internalizados (ansiedad, aislamiento social e ideación suicida), c) problemas globales de conducta (problemas escolares, gritos, dependencia y menor competencia social) y c) problemas somáticos (dolores de cabeza, mojar la cama, perturbaciones en el sueño, vómito y diarrea). Además los niños que presencian el maltrato doméstico, tienden a mostrar más síntomas de depresión, problemas de temperamento, menor empatía, y menores habilidades verbales, cognitivas y motoras. 1.3 Maltrato infantil 19 La violencia es un problema de salud pública que se traduce en muertes, enfermedad y disminución de la calidad de vida (Híjar, López y Blanco 1997). Así mismo, una de las formas que puede tomar la violencia es el maltrato infantil. El fenómeno de los malos tratos en la infancia está considerado un problema de salud por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1999, el cual ocasiona graves consecuencias para la vida. (Rodes, Monera y Pastor, 2010) Ampudia, Santaella y Eguía (2009) mencionan que el maltrato infantil constituye uno de los problemas sociales más graves en México; ya que diariamente se reportan, denuncian o encubren, casos de maltrato a menores. 1.3.1 Definición En la especie humana, el niño es el ser más vulnerable, por lo que los pequeños se encuentran expuestos a sufrir abusos de diversa índole, causándole daños físicos psíquicos o morales, que dejan huella en sus vidas. (Rodes, Monera y Pastor, 2010) Como se mencionó anteriormente, el maltrato infantil es considerado por la OMS, como el abuso y el abandono que se da a los menores de 18 años. Incluye todo tipo de malos tratos, ya sean físicos o emocionales, el abuso sexual, el abandono o la negligencia; los cuales resultan en un daño para la salud y el desarrollo del niño. De acuerdo con Zunzunegui, Morales y Martínez (2002), el maltrato infantil se define como cualquier interacción o carencia de interacción entre un niño y sus cuidadores, por el cual se produce un daño no accidental en el estado físico y desarrollo del niño. 20 Por su parte, Gracia (2002) considera el maltrato infantil desde un punto de vista parental; y desde éste define el maltrato infantil como la expresión extrema de prácticas parentales inapropiadas, severas y abusivas hacia el niño, las cuales son incapaces de promover la competencia psicosocial del menor. En la actualidad el llamado “síndrome del niño maltratado”, hace referencia de acuerdo con Rodes, Monera y Pastor (2010) a aquella situación que acontece en niños pequeños y adolescentes, los cuales son objeto de malos tratos físicos, psicológicos o morales, por acción u omisión por parte de sus padres, familiares o cuidadores. 1.3.2 Epidemiología De acuerdo con Fernández (2002), el maltrato infantil es complejo y difícil de estudiar, las estimaciones actuales varían según el país y del método de investigación utilizado; debido a: a) Las definiciones de maltrato infantil utilizadas, b) el tipo de maltrato infantil estudiado, c) la cobertura y calidad de las estadísticas y d) la cobertura y calidad de las encuestas realizadas con víctimas, padres y cuidadores. Sin embargo, según datos de la OMS (2014), cerca del 20% en el caso de las mujeres y del 5 al 10% en el caso de los hombres mencionan haber sido abusados sexualmente de niños; así mismo entre el 25 y 50% de los niños reportan haber sido abusados físicamente. En los Estados Unidos de Norteamérica, según el informe oficial del “US Department of Health and Human Services” se registraron alrededor de 2.2 millones de 21 casos sobre alguna forma de violencia infantil; de los cuales 30% se debió a abuso físico, 20% a cualquier forma de abuso sexual y 50% a negligencia. (Jordan, 2007). Por su parte, San Martín (2005), menciona la cifra confirmada en 1999 de malos tratos en población infantil que corresponde a 15 de cada 1,000 niños; siendo el abandono (43%) y el maltrato físico (18%), los que encabezan la lista, seguidos del abuso sexual (9%) y el maltrato emocional (4%) y finalmente otros tipos de abandono no especificados (23%). En España, del año 1999 al 2003 surgió un incremento del 68.51 % de niños maltratados en el ámbito familiar; lo cual puede deberse a la inclusión de otros tipos de lesiones (San Martín, 2005). De acuerdo con los datos obtenidos por el Centro Reina Sofía a partir de los casos denunciados, se observa un incremento desde el año 2001 al 2005 (Rodan, Monera y Pastor, 2010). En México, se informan 23,000 casos de niños maltratados cada año en el periodo de 1995 a 1999 según registros del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF); por otro lado de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el 2003, el porcentaje de menores atendidos por omisión de cuidados fue de 25.2%, por abandono de 9.2%, y 7.6% en el caso de negligencia (Jordan, 2007). 1.3.3 Causas y factores de riesgo 22 Fernández (2007), menciona que los primeros estudios respecto a la violencia y al maltrato infantil, se centraban en el victimario y en sus características; se buscaba explicar el fenómeno a partir de la supuesta presencia de alteraciones psiquiátricas en los padres o cuidadores. Actualmente, de acuerdo con Moreno (2006), los modelos que estudian dicho fenómeno integran los aspectos psiquiátricos y psicológicos con los sociales, culturales y ambientales. Con base en los modelos actuales, se han realizado múltiples estudios en los cuáles se han identificado factores de riesgo en distintas áreas: Factores de riesgo en el niño: La edad del niño determina mayor o menor riesgo, ya que hasta los tres años cualquier situación de maltrato es severa; por lo que la diferencia de edad es importante (Rodan, Monera y Pastor, 2010). Así mismo el niño se encuentra más vulnerable cuando es hijo de otra pareja, cuando presenta alguna discapacidad o problemas al nacer (Fernández, 2002). Factores biológicos: Se incluyen aquí problemas neuropsicológicos y problemas de salud física, ya sea por parte de los padres o del niño, problemas durante el parto, enfermedades y problemas postnatales (Bragado, Bersabé y Carrasco, 1999; San Martín, 2005). Factores económicos: Dentro de la familia que se encuentra en situación de desventaja económica, los miembros tienen mayor riesgo de enfermedad y menores recursos materiales para enfrentarse a las mismas, así como una insuficiente atención médica y sanitaria (Jordan, 2007). 23 Factores escolares: Tales como dificultades académicas, fracaso escolar y menor nivel intelectual. (Bragado, Bersabé y Carrasco, 1999) Factores familiares: Los malos tratos se han explicado comofenómenos transgeneracionales, pues es frecuente que padres con historias de malos tratos en su infancia y adolescencia, maltraten a sus hijos. De la misma forma, la presencia de malos tratos en el área familiar puede deberse a la falta de competencias parentales (Barudy y Dantagnan, 2005; Drewes, Bratton y Schaefer, 2011). Otros factores de riesgo que se han asociado con el maltrato infantil tienen que ver, de acuerdo con distintos autores (Zunzunegui et al. 1997; Bragado, Bersabé y Carrasco, 1999; Moreno, 2004; San Martín, 2005; Moreno, 2006; Jordan, 2007) con padres adictos a drogas, alcoholismo, deficiencia mental o incompetencia de uno o ambos progenitores, así como familias monoparentales, presencia de un padre o madre no biológico, madre o padre adolescente o muy joven, familias reconstituidas, un número elevado de hijos, nivel de instrucción de los padres bajo o bien divorcio de los padres. Las fuentes de estrés dentro de la familia pueden representar factores de riesgo, especialmente cuando dichas situaciones no pueden ser manejadas de otra forma que no sea mediante la descarga violenta. Ejemplo de estas situaciones son la muerte de un familiar, cambios de trabajo, mudanzas, nacimientos en la familia, etc. (Fernández, 2002) 24 San Martín (2005), menciona que las interacciones conyugales inestables como conflictos entre padres, suelen desembocar en maltrato infantil, así mismo Rodan, Monera y Pastor (2010) resaltan como factor de riesgo un elevado nivel de agresividad y violencia en la dinámica familiar. Factores sociales: Un contexto de pobreza y exclusión social favorece la emergencia de malos tratos hacia los niños, además Barudy y Dantagnan (2005) mencionan dos sistemas sociales que favorecen los malos tratos: 1) Los sistemas de protección infantil, ya que éstos pueden agravar el daño que sufren los niños debido a la detección tardía de malos tratos intrafamiliares, a la prolongación de los períodos diagnósticos, al desconocimiento de los instrumentos para evaluar, 2) las malas prácticas educativas y terapéuticas, en dónde existe una falta de vínculos afectivos de los profesionales con los niños, dificultades para sentir empatía ante las problemáticas de éstos; y la ausencia o insuficiencia de recursos destinados a programas de educación parental. Aunado a los factores antes mencionados, se encuentra el aislamiento social, la aceptación social del castigo físico como método de disciplina y la carencia de apoyo social dentro de un contexto determinado, especialmente por parte de vecinos, amigos y familiares, lo cual deja aún más vulnerables a los niños en situación de maltrato (San Martín, 2005; Moreno, 2006). 1.3.4 Manifestaciones del maltrato infantil 25 De acuerdo a Barudy Dantagnan (2005) las consecuencias del maltrato a menores, se presentan en el funcionamiento individual, familiar y social de las víctimas de maltrato. En el caso de maltrato a niños Ampudia (2009) señala que los daños y consecuencias se expresan de diversas formas, como gestos y comportamientos pues en muchas ocasiones no pueden ser comunicados con palabras. Distintos autores (Zunzunegui, 1997; Fernández, 2002, Villanueva y Clemente, 2002; Jordan, 2007), mencionan las siguientes manifestaciones del maltrato infantil: Manifestaciones físicas: Hambre permanente, apariencia desaliñada, falta de higiene, vestidos inapropiados, carencia de supervisión consistente, problemas físicos desatendidos, necesidades médicas ignoradas, abandono, contusiones, quemaduras, fracturas. Manifestaciones conductuales: Fatiga o somnolencia frecuentes, roba o pide comida, no acude o llega tarde a la escuela, permanencia prolongada en lugares públicos o en la escuela, abandono escolar, fugas de casa frecuentes, agresividad excesiva o pasividad extrema, infelicidad, enojo, solitario y/o destructivo, impulsividad, llanto, conductas demasiado adultas /infantiles. Manifestaciones emocionales: El vínculo afectivo del niño con sus cuidadores se ve afectado; así mismo el niño muestra apatía, manifestaciones afectivas extremas, pesimismo, falta de confianza, depresión, ansiedad. Manifestaciones sociales: Se incrementan los problemas de relación con pares, adultos y profesores; incapacidad de mantener relaciones duraderas, tendencia a la 26 soledad o aislamiento; miedo o desconfianza aparentemente injustificados hacia las personas adultas o bien, una buena y excesivamente rápida adaptación ante personas desconocidas. 1.3.5 Tratamiento San Martín (2005) menciona que para prevenir y tratar el maltrato y en general para hacer una contribución a la buena salud tanto infantil como familiar, habría que promover métodos de educación basados en los conocimientos que se tienen acerca de los factores de riesgo que pueden llevar al maltrato y al abandono infantil. Dentro del tratamiento, deben tomarse en cuenta los factores de protección, así como la capacidad de resiliencia del niño, entendiendo ésta como la capacidad universal que permite a una persona, grupo o comunidad prevenir, minimizar o superar los efectos perjudiciales de una adversidad. (Amar, Kotliarenko, Abello, 2003) Por desgracia, como menciona San Martín (2005) la mayoría de los servicios dirigidos a las familias que maltratan a sus hijos, no tienen por objetivo tratar a esas familias, sino proteger a los niños cuando el maltrato ya se ha producido. Con base en lo anterior, dicho autor plantea una propuesta de tratamiento, tanto para los padres, como uno enfocado en el niño. El tratamiento a los padres, involucra la enseñanza de prácticas disciplinarias adecuadas y en la atención que los padres prestan a su hijos; ya que las personas que maltratan a sus hijos rara vez saben cómo disfrutar de su compañía. De igual forma, se busca promover un uso correcto del lenguaje, así como una interacción social 27 adecuada, se enseña a los padres a mantener la calma y a expresar sus afectos de forma asertiva; lo cual se logra mediante técnicas de autocontrol, relajación y reestructuración cognitiva (viendo el comportamiento del niño de una manera más adecuada). En cuanto al tratamiento con el niño, San Martín (2005) menciona que la terapia debe basarse en el juego, pues es el principal medio con el que los niños se relacionan con sus pares, de igual forma menciona la importancia de abordar los temas de empatía, expresiones de afecto, así como autocontrol. Se hace énfasis en que el tratamiento, no debe tender a identificar los errores de los padres, sino a fomentar un equilibrio entre las necesidades del niño y las habilidades de los padres. Con base en lo anterior, podemos observar que la ansiedad y el maltrato infantil son fenómenos complejos y multifactoriales, cuyos efectos alteran el desarrollo óptimo de niños y adolescentes, debido a lo cual resulta de vital importancia detectarlos de forma temprana para brindar un tratamiento adecuado y con mayor nivel de eficacia. Uno de los enfoques para tratar la ansiedad relacionada con el maltrato infantil es la terapia de juego integrativa, la cual se describe en el siguiente capítulo. CAPÍTULO 2. TERAPIA DE JUEGO INTEGRATIVA 28 2.1Terapia Integrativa El comienzo de la integración en psicoterapia se da en 1930, que surge como un esfuerzo para identificar factores similares entre los dos modelos dominantes de la época, el psicoanálisis y el conductismo con su teoría del aprendizaje. (Drewes et al., 2011). La idea de integrar distintos modelos terapéuticos, aparece a pesar de la existencia de múltiples enfoques psicoterapéuticos, ya que ninguno ha mostrado superioridad sobre otro debido a que los modelos se adecúan en el tiempo a los pacientes y situaciones. Además, ante la aceptación de la psicoterapia como una intervención importante enel tratamiento de la salud mental, ha surgido la presión económica y social que demanda resultados efectivos y breves, surgiendo así, la búsqueda y exploración de distintos modelos de tratamiento con énfasis en los factores comunes que éstos tienen (Martorell, 2004; Drewes et al., 2011; García, 2011, Schaefer, 2012 ). Con la proliferación del enfoque integrativo, distintos patrones de integración fueron identificados, tales como: el eclecticismo técnico; el cual hace énfasis en predecir para quién pueden ser útiles determinadas intervenciones, factores comunes de integración en el cual se identifican estrategias clínicas y se cambian los procesos compartidos por distintos modelos teóricos y finalmente la integración teórica centrada en crear un sistema unificado de teorías y técnicas terapéuticas. (Drewes et al. 2011). Corsi (2005) menciona que el modelo integrativo, consiste en un modelo teórico integrador, en el que los elementos conceptuales de diferentes sistemas terapéuticos componen una nueva estructura y adquieren un nuevo significado. La psicoterapia 29 integrativa adopta una actitud abierta, capaz de dar respuestas flexibles y creativas ante distintos de problemas en el campo de la clínica. 2.2 Terapia de juego integrativa El juego tiene muchos beneficios en la vida sin importar la edad; no sólo es divertido, educativo y creativo, sino que además puede fomentar las interacciones y comunicación positiva. Además el juego alivia el estrés y el aburrimiento, regula nuestras emociones y permite practicar habilidades y roles. (Schaefer, 2012) La terapia de juego refiere al uso sistemático de un modelo teórico para establecer un proceso interpersonal en el que terapeutas capacitados emplean los poderes terapéuticos del juego para ayudar a los pacientes a prevenir o resolver dificultades psicosociales y alcanzar un crecimiento y desarrollo óptimos. (Association for play Therapy) Para el tratamiento terapéutico en niños, existen múltiples enfoques, uno de ellos es la terapia de juego, Cattanach (2009) menciona que ésta es una forma de ayudar a que el niño afronte los eventos difíciles de la vida, así mismo el juego es usado como el medio de comunicación ya que por medio de éste, el niño cobra sentido de su mundo. Schaefer (2012) en relación a la psicoterapia infantil, denomina enfoque integrativo a la armonización de teoría, técnica y factores comunes con la finalidad de satisfacer las necesidades del niño y los participantes en su vida, ofreciendo un abanico más amplio de herramientas con las cuales trabajar. El enfoque integrativo, utiliza todas aquellas técnicas de juego contempladas en los diferentes enfoques de la terapia infantil, que resulten útiles para trabajar determinada 30 problemática. Así mismo, para llevar a cabo el tratamiento se parte de una impresión diagnóstica, que permita establecer objetivos y metas en función del problema. El tratamiento se considera un proceso desde el inicio hasta el cierre, en el que se emplean distintas técnicas para el logro de los objetivos. (Esquivel, 2010) 2.3 Poderes terapéuticos del juego El juego tiene múltiples beneficios, es divertido, educativo, creativo, alivia el estrés y fomenta las interacciones y la comunicación positiva; además tiene poderes terapéuticos, conocidos como mecanismos de cambio que ayudan a superar los problemas y alcanzar un desarrollo positivo (Schaefer, 2012). Sin embargo, Drewes et al. (2011) mencionan que dependiendo de las corrientes teóricas utilizadas en el enfoque integrativo, los poderes del juego subyacentes a los modelos pueden variar. Dentro de los poderes terapéuticos del juego, Schaefer (2012) identifica los siguientes: autoexpresión, acceso al inconsciente, enseñanza directa e indirecta, abreacción, inoculación del estrés, contracondicionamiento del afecto negativo, catarsis, afecto positivo, sublimación, apego y mejora de la relación, juicio moral, empatía, poder y control, competencia y autocontrol, sentido de sí mismo, desarrollo acelerado, solución creativa de problemas, fantasía de compensación, prueba de realidad, ensayo conductual y construcción de la relación terapéutica. 2.4 Rol del terapeuta y rol de los padres 31 Cattanach (2009) menciona la importancia que tiene para los adultos que trabajan y cuidan a niños, el concepto de niño o niñez, pues desde éste parte el trabajo que se realizará. La clave del terapeuta de juego es el entendimiento de todas las formas de juego, el terapeuta necesita saber acerca de la teoría y la práctica de la terapia de juego y reconocer que las ideas cambian y se desarrollan, de tal forma que el conocimiento no es estático. De acuerdo a Shaefer (2012) el rol del terapeuta puede variar en función de las variaciones de cada modelo de tratamiento. En ocasiones el terapeuta se comportará de forma no directiva y permisiva y en otras de forma más directiva ofreciendo entrenamiento y tareas, debido a ello, Drewes et al. (2011) resaltan la importancia de la flexibilidad como característica esencial del terapeuta de juego. De igual forma el rol de los padres dependerá del modelo seleccionado en ocasiones pueden ser observadores, participantes ocasionales o bien participar durante todo el proceso (Schaefer, 2012). 2.5 Modelos terapéuticos empleados En el caso del tratamiento de la ansiedad infantil relacionada con el maltrato, Drewes et al. (2011), resaltan la importancia de brindarle al niño dentro del consultorio un ambiente seguro y protector, con límites claros y la oportunidad de crear nuevas y positivas memorias a través del juego y la imaginación. El presente caso se abordó desde un modelo integrativo, donde se emplearon las modalidades de intervención siguientes: 2.5.1 Terapia de juego filial 32 La terapia filial implica una participación más activa de los padres en el proceso, los ayuda a hacer cambios duraderos y asegura que se mantenga el proceso del niño. (Schaefer, 2012) Para Cattanach (2009), la terapia filial es una combinación de la terapia de juego y la terapia familiar, consiste en una breve intervención, en la que el terapeuta capacita y supervisa a los padres con la finalidad de crear un ambiente seguro en el que el niño sea libre de expresar sus sentimientos, desarrolle confianza en ellos y en él mismo, obteniendo un mejor entendimiento de su mundo. De acuerdo con Boyd (1991), la terapia tiene metas específicas y bien delimitadas, en las que los padres junto con el terapeuta trabajan para apoyar al niño. La terapia filial es en esencia una intervención psico-educativa y se basa en la idea de que los conflictos surgen debido a la falta de conocimiento o habilidades que se requieren para afrontar determinadas situaciones por lo que se identifica el conocimiento y habilidades que podrían ser de utilidad para la persona, se enseñan y se le ayuda a adaptarlas y emplearlas en su propia vida. (Schaefer, 2012) Dentro de la terapia de juego filial, las técnicas se emplean tanto en el espacio de terapia como en casa, con la finalidad de generalizar las habilidades a la vida diaria. Boyd (1991) menciona que la terapia filial es el método de interacción más incluyente de los padres, pues se tienen sesiones de trabajo exclusivamente con éstos; lo anterior, de acuerdo a Drewes et al. (2011), con la finalidad de que las familias que participan mejoren su 33 comunicación, la forma en que enfrentan y solucionan sus problemas y en general sus relaciones familiares. La terapia filial, ha sido empleada para atender diversos problemas infantiles y familiares, también ha demostrado tener éxito en el tratamiento de problemas de ansiedad y temor, de conducta, de apego, enojo y agresión así mismo ha sido efectiva para favorecer la reunificación familiar. (Schaefer, 2012) Como parte dela terapia filial del niño con el que se trabajó, se realizaron sesiones parentales, en las que asistieron únicamente los padres de Tonatiuh, en éstas se les brindaron conocimientos acerca del desarrollo de los niños, empatía, la importancia del juego, estilos de crianza y establecimiento adecuado de límites y reglas así mismo, se les mostró y se pusieron en práctica habilidades encaminadas a mejorar la relación con sus hijos. 2.5.2 Terapia de Juego familiar Integra elementos de terapia de juego, con la teoría de los sistemas familiares (Schaefer, 2012), incluyendo en una situación de juego a padre (s), niño (s) y terapeuta .(Schaefer & O´Connor 1988) Drewes et al. (2011) mencionan que el modelo toma en cuenta la existencia del niño dentro de un sistema familiar por lo tanto, se incluye a la familia entera dentro del proceso terapéutico, el cual se encuentra orientado a metas específicas y es guiado de acuerdo a las necesidades y problemáticas del niño o familia. Por su parte, Schaefer y O´Connor (1988) 34 señalan que la flexibilidad de este enfoque permite emplearlo en cualquier momento del tratamiento de forma adicional o bien, como parte de un plan total de acuerdo al criterio del terapeuta. Dentro de esta terapia, O´Connor y Ammen (2013), resaltan la importancia de observar las interacciones entre los miembros de la familia, las percepciones individuales acerca del problema; así como sus fortalezas y debilidades ya que como mencionan Schaefer & O´Connor (1988), el terapeuta no sólo ayuda a las familias a resolver las dificultades que los llevaron a pedir ayuda, sino que enseña habilidades de resolución de conflictos para su utilización en el futuro. Dentro de esta terapia los padres aprenden habilidades parentales y estilos de interacción más efectivos. La terapia de juego familiar, crea un puente entre niños y adultos por lo que la integración de los padres en el proceso ha demostrado tener mayor efecto en la solución de problemas. (Schaefer, 2012) Las técnicas utilizadas dentro de este modelo fueron: Entrevista familiar con títeres (Gil, 2000) En el presente caso y como parte de la terapia de juego familiar, se llevó a cabo la técnica de entrevista familiar con títeres; la cual permite observar las formas de comunicación evidentes y encubiertas utilizadas por los miembros de la familia, los conflictos expresados en la fantasía así como una indagación en el funcionamiento familiar relacionándolo con la historia que representan. 35 Procedimiento: Se pide a los miembros de la familia que busquen entre los títeres y encuentren aquéllos que les parezcan interesantes. Una vez que hicieron sus selecciones, se les pide que construyan una historia que tenga un principio, un desarrollo y un final y que usen los títeres para formular y luego actuar su historia. Genograma de juego familiar De igual forma se empleó la técnica de genograma familiar propuesta por Gil (2000); la cual resulta de gran ayuda durante la historia clínica y la evaluación; así mismo resulta útil para producir descripciones tanto cognitivas como emocionales de las relaciones entre los miembros de la familia. Procedimiento: Se dibuja un genograma sobre un trozo de papel y se le pide a cada miembro de la familia que elija la miniatura que mejor represente sus pensamientos y sentimientos acerca de cada miembro de su familia, incluyéndose a ellos mismos. 2.5.3 Terapia para favorecer el apego (Terajuego) El terajuego es definido por el Instituto de Terajuego (The Theraplay Institute) como una forma estructurada de terapia de juego que tiene por objetivo mejorar el apego entre los padres y el niño, así como la autoestima y confianza. Otra meta es mostrar a los padres sensibilidad con las necesidades de su hijo, lo cual se logra a través de orientación y consejería (Schaefer, 2012). El terajuego busca reproducir las interacciones normales entre el niño y sus padres de igual forma no se hacen interpretaciones, sino reflejos de los sentimientos del niño por lo 36 que se ignora el comportamiento extraño y se hace énfasis en notar y fomentar los aspectos positivos del menor. (Schaefer, 2012). El terajuego ha sido empleado con éxito en problemas internalizados en niños (Young, 2011), en donde gracias a la intervención terapéutica se lograron disminuir los síntomas de ansiedad. De la misma forma, se ha empleado como tratamiento familiar, con lo que se ha mejorado la comunicación familiar, las relaciones interpersonales en el caso de los adultos y el funcionamiento general de los niños (Wettig, Coleman & Geider 2011). Esta terapia se fundamenta en la teoría del apego, ya que destaca la importancia de la relación entre el niño y los padres por lo que, propone retroceder a la primera relación para hacerla más sana. De igual forma, el terajuego es apoyado por investigaciones neurocientíficas en las que se ha mostrado que el estrés y trauma en la vida temprana pueden afectar el cerebro. Así mismo, con frecuencia produce cambios significativos en un corto plazo. (Schaefer, 2012) La terapia para fomentar el apego se divide en cuatro dimensiones principales: 1.- Estructura: Corresponde a las instrucciones y reglas que dan los padres las cuales deben ser claras con la estructuración, el mundo del niño resulta seguro y predecible. La estructura se crea cuando el terapeuta o el padre, dirigen las actividades que se planearon previamente. Ejemplos de juegos que brindan estructura a los niños son: “¿Mamá puedo?” y “Simón dice”. 37 2.- Compromiso: A través de esta dimensión el niño aprende a conectarse con otra persona de manera íntima, lo cual se logra por medio de actividades agradables de ésta forma el niño aprende que las sorpresas pueden ser divertidas y las interacciones satisfactorias. Algunas actividades agradables son reflejar, jugando a ser el espejo del otro, imitación de un ritmo específico del aplauso, crear sonidos para cada parte del cuerpo, etc. 3.- Crianza: Esta dimensión es muy importante en el terajuego; cada niño necesita ser cuidado, recibir consuelo y afecto, así como saber que sus necesidades básicas serán resueltas. Dentro de esta terapia, todos los niños reciben cariño en cada sesión por medio de actividades como alimentarlos, poniendo crema o talco en las partes adoloridas, cubrir con una manta, etc. 4.- Desafío: Con éste se ayuda al niño a asumir riesgos apropiados para su edad, y a dominar habilidades nuevas que darán lugar a un incremento en su confianza así mismo, estas actividades pueden ayudar a liberar la tensión algunos ejemplos son: atrapar burbujas, mantener un globo en el aire y mantener una pluma en el aire, etc. Las técnicas utilizadas como parte del terajuego fueron: “¿Mamá puedo?”: El niño permanece en el punto de partida ubicado de lado contrario a donde se encuentra el líder y pregunta si puede avanzar dando pasos de bebé/gigantes/normales, etc., el líder debe responder sí puede hacerlo/no puede hacerlo/cambia la cantidad o el tipo de pasos a dar. La primera persona que alcanza al líder se convierte en el siguiente líder. 38 “Simón dice”: Se juega de la manera tradicional en las que el niño sigue las instrucciones del líder, fomentando las interacciones positivas como “Simón dice que le des un abrazo a tu vecino”. Seguir al líder: El líder se mueve de distintas maneras en el espacio de trabajo seguido por el niño que imita sus movimientos. Reflejar: El terapeuta o padre se pone frente al niño y comienza a realizar movimientos, el niño debe imitarlos y actuar como un espejo posteriormente, se cambian los roles. Atrapar burbujas: El adulto hace burbujas mientras el niño intenta atraparlas, se puede aumentar el nivel de dificultad pidiéndole al niño que lo haga con una parte específica del cuerpo. Mantenerun globo en el aire: El adulto y el niño hacen ir y venir un globo, en el caso de los niños pequeños es suficiente con mantenerlo en el aire. Otras técnicas empleadas como parte del proceso terapéutico fueron: Coma parte de la Terapia Narrativa, se empleó la externalización del problema por medio de un dibujo. Schaefer (2012) menciona, que el problema se identifica como tal y se distingue de la persona el problema es el problema; la persona no es el problema. La terapia narrativa se caracteriza por considerar a la persona como experta de su vida, distingue los problemas de la persona y asume que las personas tienen habilidades, competencias y valores que los ayudarán a reducir la influencia de los problemas en sus vidas. (Morgan, 2000). 39 Dentro de las técnicas narrativas se cuentan y construyen nuevas narraciones La técnica de narración de cuentos tiene una doble función, diagnóstica cuando es narrado por la persona y terapéutica cuando el terapeuta cuenta una historia. (Rivas, González y Arredondo; 2006) La narrativa resalta la importancia de externalizar y darle un nombre al problema pues con ello permite a la persona sentir que controla su problema. Como parte de la externalización el terapeuta transmite que el problema influye en la vida de la persona en lugar de ser parte de ella; su objetivo es ayudar a la persona a distanciarse de sus problemas y a concebirlos como producto de las circunstancias y no de su personalidad. (Payne, 2000) El valor de ciertas narrativas en los niños se relaciona con el hecho de que el entendimiento de los niños se encuentra influenciado de menor manera por la socialización que en el caso de los adultos. La persona en esta etapa temprana de la vida es más real y honesta en sus expresiones al preguntarle acerca de sus dificultades. (White, 2000) Dentro de la terapia de juego ecosistémica se emplearon las técnicas Sentimientos con colores (O´Connor, 1997) e Ilumina tu vida (O´Connor, 1997). La terapia de juego ecosistémica, es un modelo híbrido que deriva de integrar conceptos biológicos, modelos de psicoterapia infantil y la teoría del desarrollo. Este modelo terapéutico, se concentra en el funcionamiento del paciente infantil y su funcionamiento óptimo dentro de su ecosistema o mundo. (O´Connor y Braverman, 2009) Un ecosistema se define como un complejo de comunidad y entorno funcional con la naturaleza, sin embargo, en psicología se emplea para describir sistemas dentro de los 40 cuales se incorpora un individuo. Este individuo representa la unidad básica que a su vez se conforma por la interacción de mente y cuerpo y más agregados según las creencias personales y la orientación teoríca que se tenga. (O´Connor y Braverman, 2009) El valor del pensamiento ecosistémico es evidente pues presiona al terapeuta a considerar la complejidad ambiental en todo momento; lo cual ayuda al terapeuta a precisar las adversidades que el niño experimenta, a prever el apoyo e interferencia de cada uno de los distintos sistemas, así como a generar y conservar cambios. (O´Connor, 1997) Sentimientos con colores, (O´Connor, 1997). Se pregunta al niño si sabe ¿Qué son los sentimientos?, sus respuestas son escuchadas y validadas, además se le da una pequeña y sencilla explicación de qué son los sentimientos posteriormente se asigna un color a cada emoción identificada. Ilumina tu vida, (O´Connor, 1997): Se le pide al niño que realice un dibujo asignando un color a cada emoción; indicando aquellos sentimientos presentes en su vida. 41 CAPÍTULO 3. CASO CLÍNICO 3.1 Presentación del caso clínico Tonatiuh es un niño de 7 años de edad al momento de iniciar el proceso terapéutico, y se encontraba cursando el segundo año de primaria. El físico del menor correspondía a su edad cronológica; era de complexión delgada, tez morena, ojos y cabello castaño oscuro. El niño vivía con su familia, conformada por sus padres y dos hermanos varones; uno cinco años mayor que él y otro cuatro años menor. Los padres vivían en unión libre y la familia habitaba en un predio en donde también vivían los familiares del padre. Tonatiuh, tenía una relación muy distante con su padre, por lo que no le tenía confianza y la madre comentaba que sólo estaba presente para regañar y castigar; con su madre la relación era mejor ya que le tiene confianza y la sentía más cercana. La madre por su parte mencionaba que le gustaría tener más tiempo con sus hijos, pues siente que los descuida. En cuanto a la relación con sus hermanos ésta era conflictiva, puesto que peleaban frecuentemente, llegando a insultarse e incluso a golpearse, situación que se presenta especialmente con el hermano mayor pues con el hermano menor es más cercano. 3 7 12 33 32 42 3.2 Motivo de consulta Tonatiuh asistía a Audioamigo IAP. , debido a dificultades de lenguaje; es ahí en donde su terapeuta de lenguaje observó signos de ansiedad, tales como morderse las uñas y frotarse las manos frecuentemente, por lo que es referido al Área de Psicología en donde se realizó una evaluación e intervención. De igual forma, la madre de Tonatiuh mencionaba que su hijo era muy nervioso y se muerdía constantemente las uñas; también comentaba la mala relación que lleva con su padre y los frecuentes conflictos con sus hermanos. 3.3 Historia del desarrollo Tonatiuh es producto del segundo embarazo, no fue planeado, pues su madre utilizaba el dispositivo intrauterino como método anticonceptivo; ella mencionó que al enterarse de la noticia “se emocionó” y “esperaba tener una niña”; por otro lado, la reacción del padre fue más indiferente. A los ocho meses de embarazo, la madre tuvo una caída, en el hospital le mencionaron que su embarazo era de alto riesgo, por lo cual debía guardar reposo sin embargo, la madre no hizo caso pues menciona que debía trabajar para obtener ingresos económicos y apoyar a su familia. El embarazo tuvo una duración de 9 meses y fue por vía vaginal, con tres horas para la labor del parto; no le dieron una calificación del APGAR. La reacción de la madre al ver a su hijo fue “emoción y ternura”, sin embargo el padre no vio a su hijo sino hasta el siguiente día pues no estuvo presente en el parto ya que se quedó cuidando a su hijo mayor. 43 Durante el primer año de vida, Tonatih presentó dificultades en el cuello, los doctores le dijeron a la madre que tenía el cuello enclavado por lo que asistió a terapia de estimulación para fortalecerlo; al finalizar las terapias no presentó más dificultades. En cuanto al desarrollo motor, sostuvo la cabeza a los 5 meses, se sentó y gateó entre los 6 y 7 meses, comenzó a caminar y a decir sus primeras palabras al año. Por otra parte logró el control de esfínteres a los dos años. Al momento del tratamiento Tonatiuh asistía a terapia de lenguaje pues presentaba dificultades para pronunciar con claridad algunos fonemas. El menor fue avanzando a un buen ritmo y presentó mejoras significativas en ésta área. 3.4 Análisis y descripción del comportamiento Durante el proceso de intervención, el menor mostró una actitud positiva hacia las actividades realizadas, especialmente aquellas relacionadas con el juego y el movimiento, pues las relacionadas con dibujar y escribir no llamaban tanto su atención, sin embargo, siempre colaboró. Tonatiuh se mostró en todo momento como un niño activo y participativo, durante las sesiones nunca mostró manifestaciones de ansiedad evidentes tales como morderse las uñas o frotar sus manos. Inicialmente fue difícil hablar con el niño acerca de sus emociones, pues no lograba identificarlas; la que reconocía con mayor facilidad, era el enojo pues lo sentía cuando le pegaban o molestaban. Dentro de la familia del menor, las emociones no eran un tema consideradoni hablado, por lo que se trabajó en conjunto por medio de juegos y breves explicaciones. 44 Ante la noticia de que su familia asistiría en algunas ocasiones a acompañarlo Tonatiuh se mostró confuso, sin embargo cuando se le explicó que sería un momento agradable en compañía de su familia, al experimentarlo, logró disfrutar las actividades. Durante las sesiones de orientación, el padre del menor se notaba inicialmente incómodo, situación que cambió radicalmente a lo largo de las sesiones pues tanto el padre como la madre de Tonatiuh, se mostraban accesibles, atentos y motivados. Las sesiones familiares, fueron probablemente las más beneficiosas para el proceso de intervención pues todos los miembros de la familia se mostraban gustosos y animados para realizar las actividades. Los padres aprendieron a disfrutar un momento agradable con sus hijos, mientras que los niños disfrutaban la compañía familiar. 3.5 Evaluación Antes de seleccionar el tratamiento, se realizó una valoración psicológica, la cual fue diseñada con base en el motivo de consulta, ésta fue enfocada principalmente en las áreas emocional y familiar pues no se presentaban dificultades académicas. Los instrumentos y técnicas empleadas en la evaluación psicológica fueron: 1. Entrevista con la madre 2. Historia clínica 3. Dibujo de la figura humana 4. Dibujo de la familia 5. Test Frases incompletas para niños de Sacks 6. Lista de Verificación Social y Conductual realizada por la institución. 7. CHIPS Entrevista para síndromes psiquiátricos en niños y adolescentes 8. ¡Detector! 45 Con la evaluación realizada se llegó a la conclusión de que el menor presentaba inestabilidad emocional, inseguridad, así como emoción de enojo e inadecuación ante su medio ambiente familiar pues lo experimentaba como exigente y poco cálido. Debido a lo anterior, Tonatiuh poseía un autoconcepto devaluado ante la incapacidad de responder a las demandas del medio ambiente en el que se encontraba. Ya que medio que lo rodeaba no le brindaba la estabilidad adecuada para su desarrollo, el menor percibía su medio como rígido y abrumador, se sentía amenazado y presentaba sentimientos de ansiedad e inseguridad. Dentro de su familia, la forma de relacionarse era a través de la violencia, por lo que los niños sufrían situaciones de malos tratos. Si bien Tonatiuh no presentaba manifestaciones de maltrato físico, sí presentaba conductuales tales como agresividad en casa y enojo, emocionales como ansiedad y una afectación en el vínculo afectivo entre el niño y sus padres, el cual era más notorio con el padre pues éste era lejano y estaba presente únicamente para castigar. Presentaba dificultades para expresar sus emociones de manera adecuada, ya que sus habilidades de regulación emocional estaban disminuidas por lo que el medio que empleaba para expresarlas era a través de su cuerpo, llevándolo a experimentar signos de ansiedad tales como morderse las uñas y frotarse las manos. Por otro lado, algunas de las fortalezas con las que contaba Tonatiuh eran la motivación para disminuir la presencia de emociones como el enojo y la tristeza, el asistir a terapia de lenguaje, así como su buen rendimiento académico. En cuanto a las fortalezas en 46 el área familiar se encontraban, la motivación de los padres para generar un cambio en su núcleo familiar, así como la participación e inclusión de la familia dentro del proceso. 3.6 Selección del tratamiento más adecuado Debido a que los signos de ansiedad de Tonatiuh se relacionaban con las interacciones violentas en casa, por lo cual era necesario intervenir no sólo con el menor sino con su núcleo familiar completo. Se consideró que la mejor opción para trabajar tanto con Tonatiuh como con su familia era la psicoterapia de juego integrativa, pues en ésta se realiza un plan de tratamiento individualizado de acuerdo a las necesidades del paciente integrando teorías y técnicas. Respecto al tratamiento del maltrato Infantil, San Martín (2005) menciona que es necesario tratar a todo el núcleo familiar, involucrando a los padres y mostrándoles prácticas disciplinarias adecuadas; así como a disfrutar de la compañía de sus hijos, con lo cual se busca aumentar la interacción positiva y expresión de las emociones. Dentro de este marco de terapia de juego integrativa, se hizo énfasis en la terapia filial en la cual, como menciona Cattanach (2009), los padres y el terapeuta trabajan en conjunto para apoyar al niño. El terapeuta brinda conocimientos y habilidades a los padres que los ayudarán a mejorar la relación con sus hijos. De igual forma, se tomaron en cuenta la terapia de juego familiar y el terajuego, ya que éste tiene por objetivo mejorar el apego entre los padres y el niño, la autoestima y confianza, así como mostrar a los padres sensibilidad con las necesidades de su hijo, lo cual 47 se logra a través de orientación y consejería. Mientras que en la terapia de juego familiar se enseñan habilidades de resolución de conflictos para su utilización en el futuro y los padres aprenden habilidades parentales y estilos de interacción más efectivos, creando de esta forma un puente entre adultos y niños (Schaefer, 2012). 3.7 Objetivos y metas De acuerdo al motivo de consulta manifestado, la evaluación psicológica realizada y la descripción del comportamiento del menor, se determinaron los siguientes objetivos y metas terapéuticos: 1.- Ayudar tanto a Tonatiuh como a su familia a identificar expresar y manejar sus emociones de manera asertiva, con la finalidad de que tuvieran un mejor control en sus sentimientos y por lo tanto sobre su conducta. 2.-Fortalecimiento de su autoestima, con la finalidad de que Tonatiuh se considerara una persona valiosa y capaz de hacer frente a las dificultades de su vida cotidiana. 3.- Disminución de la ansiedad, a través de identificar qué la generaba y realizar actividades y técnicas, tanto individuales como familiares, para que la inquietud motora de frotarse las manos y morderse las uñas remitiera. 4.- Mejorar el vínculo afectivo entre los padres y sus hijos, especialmente con el padre esto con la finalidad de generar un cambio en la forma en que los padres se relacionan con sus hijos, mejorar la comunicación familiar y darles una oportunidad de experimentar nuevas formas de relacionarse. 48 5.-Orientar a los padres respecto a la forma de establecer límites y reglas de forma cariñosa y firme; disminuyendo de esta forma los patrones de malos tratos hacia sus hijos. 3.8 Intervención terapéutica Sesiones iniciales 1 y 2 El objetivo principal de las sesiones fue comentar con Tonatiuh y su madre y conocer los motivos que consideraban lo habían llevado a terapia; cuando ambos llegaron la madre se mostró dispuesta a participar, mientras que el menor fue más reservado en presencia de su madre. La madre expresó su preocupación ante distintas situaciones tales como la inquietud motora de su hijo, las frecuentes peleas y discusiones entre sus hijos, así como el distanciamiento del padre de Tonatiuh, ya que rara vez estaba presente en casa para algo que no fuera regañar y castigar. De igual forma se consideró importante aclararle a Tonatiuh, el trabajo que realiza un psicólogo infantil, para lo cual se utilizó el libro “Mi primer libro de terapia”; el cual facilita que los niños entiendan y acepten el proceso de terapia. El libro emplea ilustraciones y da respuesta a preguntas, dudas y temores que suelen plantearse los niños y sus padres, generando una actitud positiva ante la terapia por lo cual resulta tranquilizador para el niño. 49 Con ayuda del libro, se le explicó a Tonatiuh el proceso de terapia, buscando aclarar algunas dudas que podrían surgirle, así como hacerle saber lo que podía esperar. El menor se mostró atento a la lectura
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