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FACTORES QUE INCIDEN EN LA FORMACION DE LA PERSONALIDAD EN LA ADOLESCENCIA - Blanca Martínez

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FACTORES QUE INCIDEN EN LA FORMACION DE LA 
PERSONALIDAD EN LA ADOLESCENCIA.- 
 
La adolescencia: 
Adolescencia es un concepto moderno, fue definida como una fase 
específica en el ciclo de la vida humana a partir de la segunda mitad del 
siglo XIX, estando ligado a los cambios económicos, culturales, al 
desarrollo industrial, educacional y al papel de la mujer también al 
enfoque de genero en correspondencia con la significación que este 
grupo tiene para el proceso económico-social. 
La adolescencia es una etapa entre la niñez y la edad adulta que 
se inicia por los cambios puberales y se caracteriza por profundas 
transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas 
generadoras de crisis, conflictos y contradicciones .No es solamente un 
periodo de adaptación a los cambios corporales, sino también una fase de 
grandes determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y 
social. 
La Organización Mundial de la Salud define la adolescencia como 
“la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, considerándose dos 
fases, la adolescencia temprana 10 a 14 años y la adolescencia tardía 15 
a 19 años”. 
Paralelamente con este tenemos también la juventud que comprende el 
periodo entre 15 y 24 años de edad, es una categoría psicológica que 
coincide con la etapa post-puberal de la adolescencia, ligada a los 
procesos de interacción social, de definición de identidad y a la toma de 
responsabilidad, es por ello que la condición de juventud no es uniforme, 
varia de acuerdo al grupo social que se considere. 
Es en esta etapa cuando, salvo alguna fuerte influencia posterior, 
queda ya formado el carácter y fijada la personalidad. El muchacho se 
hace colérico, flemático, sanguíneo, como temperamento dominante para 
siempre. La adolescencia es una época de inseguridad personal. 
Los cambios de este período, el anhelo, convertido a veces en verdadera 
obsesión, por construirse su mundo, llevan al adolescente a experimentar 
una fuerte inseguridad e incertidumbre ante el futuro de la que quiere salir 
por sí solo. Sin embargo, es cuando más afecto necesita. Es el momento 
en que las adolescentes se pasan mucho tiempo solas llorando o huyen 
absolutamente de la soledad. Las reacciones pueden ser contradictorias, 
pero siempre son objetivamente exageradas. Igual sucede con los 
muchachos, que se hacen extrovertidos o introvertidos de forma 
exagerada, poco equilibrada. En los dos sexos aparece muy fuerte la 
búsqueda de afectos, de amistades íntimas y completas que compartan 
con ellos lo que no son capaces de decir a otros, precisamente por su 
inseguridad, porque se imaginan una reacción negativa. 
Independientemente de las influencias sociales, culturales y étnicas la 
adolescencia se caracteriza por los siguientes eventos: 
 
En cuanto a su desarrollo físico: 
• Crecimiento corporal dado por aumento de peso, estatura y 
cambio de las formas y dimensiones corporales .Al momento de 
mayor velocidad de crecimiento se denomina estirón puberal. 
• Aumento de la masa y de la fuerza muscular, más marcado en el 
varón 
• Aumento de la capacidad de transportación de oxigeno, 
incremento de los mecanismos amortiguadores de la sangre, 
maduración de los pulmones y el corazón, dando por resultado un 
mayor rendimiento y recuperación más rápida frente al ejercicio 
físico. 
• Al incrementarse la velocidad del crecimiento se cambian las 
formas y dimensiones corporales, esto no ocurre de manera 
armónica, por lo que es común que se presenten trastornos como 
son: torpeza motora, falta de coordinación, fatiga, trastornos del 
sueño, lo que a su vez puede ocasionar trastornos emocionales y 
conductuales de manera transitoria. 
• Desarrollo sexual caracterizado por la maduración de los órganos 
sexuales, aparición de caracteres sexuales secundarios y se inicia 
la capacidad reproductiva. 
En el aspecto psicológicos los cambios se manifiestan 
fundamentalmente por: 
• Búsqueda de sí mismos, de su identidad. 
• Necesidad de independencia 
• Tendencia grupal. 
• Evolución del pensamiento concreto al abstracto. 
• Manifestaciones y conductas sexuales con desarrollo 
de la identidad sexual 
• Contradicciones en las manifestaciones de su conducta 
y fluctuaciones del estado anímico 
• Relación conflictiva con los padres 
• Actitud social reivindicativa, se hacen más analíticos, 
formulan hipótesis, corrigen falsos preceptos, 
consideran alternativas y llegan a conclusiones propias. 
• La elección de una ocupación y la necesidad de 
adiestramiento y capacitación para su desempeño 
• Necesidad de formulación y respuesta para un proyecto 
de vida. 
Con lo anteriormente referido vemos como los adolescentes están 
expuestos a riesgos que no es más que la probabilidad de que 
acontezca un hecho indeseado que afecta a la salud de un individuo o de 
un grupo .Los principales factores de riesgo son: 
• Conductas de riesgo 
• Familias disfuncionales 
• Deserción escolar 
• Accidentes 
• Consumo de alcohol y drogas 
• Enfermedades de transmisión sexual asociadas a practicas 
riesgosas 
• Embarazo 
• Desigualdad de oportunidades en términos de acceso a los 
sistemas de salud, educación ,trabajo ,empleo del tiempo libre y 
bienestar social 
• Condiciones ambientales insalubres, marginales y poco seguras. 
Estos factores tienen una característica fundamental y es la interrelación 
marcada entre ellos, en un adolescente pueden coincidir 2 o 3 a la vez, 
por lo que el conocimiento de estos conceptos y de los factores de riesgo 
ha dado prioridad a las acciones de promoción y prevención de salud, 
unido a la necesidad de atención de los adolescentes y jóvenes dentro de 
la fuerza productiva y social. 
Pero no todo es negativo, existen también los factores protectores de la 
salud que son determinadas circunstancias, características y atributos que 
faciliten el logro de la salud y en el caso de los adolescentes su calidad de 
vida, desarrollo y bienestar social; se pueden clasificar en externos: una 
familia extensa, apoyo de un adulto significativo, integración social y 
laboral; los internos son: autoestima, seguridad en sí mismo, facilidad 
para comunicarse, empatía. Estos factores son susceptibles de 
modificarse y no ocurren necesariamente de manera espontánea o al azar 
Los factores protectores son: 
• Estructura y dinámica familiar que satisface los procesos físicos y 
funciones de la familia. 
• Políticas sociales con objetivos dirigidos a la atención de la niñez 
y la adolescencia con acciones específicas que permiten la salud 
integral, el desarrollo y el bienestar social. 
• Desarrollo de medio ambiente saludables y seguros para ambos 
sexos. 
• Promoción del auto -cuidado en los dos sexos en relación con la 
salud reproductiva. 
• Autoestima y sentido de pertenencia familiar y social. 
• Posibilidades de elaborar proyectos de vida asequibles en 
congruencia con la escala de valores sociales morales 
apropiados. 
• Promoción de mecanismos que permitan la identificación y 
refuerzo de la defensa endógenas frente a situaciones 
traumáticas y de estrés conociendo la capacidad de recuperación 
ante condiciones adversas que poseen los niños y adolescentes. 
Sí se desea alcanzar un futuro saludable se hace imprescindible el 
desarrollo de los factores protectores, empeño en el cual es fundamental 
el papel de los adultos y de acciones colectivas de promoción y 
prevención de salud para otorgarle a este grupo una participación social 
más activa y protagónica, es decir abrirle el espacio como verdaderos 
actores sociales, creativos y productivos. 
La familia como unidad social primaria ocupa un papel fundamental en la 
comprensión del adolescente, a pesar de que la llegada de hijos a la 
adolescencia se caracteriza por una crisis transitoria, el apoyo de esta es 
fundamental aún en situaciones donde no se compartan los mismos 
puntosde vista, ya que se debe recordar que este adolescente esta 
sometido a varias tensiones. 
Las características de la familia en las últimas décadas ha sufrido 
cambios importantes que están dados esencialmente por la pérdida de la 
organización patriarcal y un mayor papel de la mujer como centro de esta 
,disminución del número de sus miembros ,menor duración de los 
matrimonios ,e incremento de las familias monoparentales ,esto unido a 
que algunas de las funciones que eran de la familia han pasado al estado 
y a la comunidad .Esto condiciona cambios en su organización y 
dinámica para dar solución a sus funciones básicas, la familia constituye 
un sistema de abasto, en términos de ciclo vital y satisfacción de las 
necesidades económicas, sociales puede llevar a las nuevas 
generaciones a desempeñarse satisfactoriamente como adultos. 
Le corresponde por tanto a la familia garantizar la alimentación, 
protección, seguridad, higiene, descanso y recreación del adolescente 
como miembro de esta. 
Aspectos del desarrollo del adolescente: 
La etapa de la adolescencia, como ya se dijo, es fundamentalmente de 
cambios a todo nivel; social, intelectual, físico. etc.; todos estos cambios y 
la forma como ocurren van a influenciar la manera como el joven moldea 
su personalidad. 
Uno de los aspectos mas relevantes es el cambio a nivel intelectual, o 
desarrollo cognitivo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL DESARROLLO COGNITIVO EN EL ADOLESCENTE 
 
Según la enciclopedia en línea Wikipedia, el desarrollo cognitivo o 
cognoscitivo se centra en los procesos de pensamiento y en la conducta 
que refleja estos procesos. Es la base de una de las cinco perspectivas 
del desarrollo humano aceptadas mayoritariamente (las otras 4 son la 
perspectiva psicoanalítica, la perspectiva del aprendizaje, la perspectiva 
evolutiva / socio biológica y la perspectiva contextual). El proceso 
cognoscitivo es la relación que existe entre el sujeto que conoce y el 
objeto que será conocido y que generalmente se inicia cuando este logra 
realizar una representación interna del fenómeno convertido en objeto del 
conocimiento. El desarrollo cognitivo es el producto de los esfuerzos del 
niño por comprender y actuar en su mundo. Se inicia con una capacidad 
innata de adaptación al ambiente. Consta de una serie de etapas que 
representan los patrones universales del desarrollo. En cada etapa la 
mente del niño desarrolla una nueva forma de operar. Este desarrollo 
gradual sucede por medio de tres principios interrelacionados: la 
organización, la adaptación y el equilibrio. 
Los padres de adolescentes observan a diario cómo ha cambiado la 
forma y la capacidad de pensar de sus hijos. Esa manera de analizar y de 
ver la realidad les permite dialogar entre sí y vivir y entender cada 
momento de una manera más cercana. Los padres deben saber que 
desempeñan un papel decisivo en la madurez intelectual de sus hijos. En 
la aparición y el desarrollo del pensamiento formal influye de manera 
capital el ambiente que les rodea. 
Ahora bien debemos primero entender que es el pensamiento formal, 
Piaget, cree que el adolescente construye sus propias formas de pensar 
basándose en su propio nivel de maduración y en sus experiencias 
reales. Hoy día sabemos que el desarrollo se trata de una interacción, una 
mutua influencia entre las posibilidades que ofrece el entorno y las 
potencialidades del individuo. 
El individuo proviene de un período que se apoya en objetos concretos. A 
partir de los 12 años podemos afirmar que se reemplazan los objetos por 
ideas o conceptos. El pensamiento formal es reversible, interno. El 
adolescente es capaz de concebir hipótesis (pensar en abstracto) y 
preparar experiencias mentales para comprobarlas. Formula definiciones, 
elabora conceptos, resuelve problemas. El sujeto no es consciente del 
proceso. Según lo anterior, el adolescente puede aplicar un razonamiento 
deductivo indicando las consecuencias de determinadas acciones 
realizadas sobre la realidad. El uso del pensamiento hipotético-deductivo 
constituye el núcleo del pensamiento científico dado que no sólo pueden 
formular hipótesis que expliquen los hechos sino también son capaces de 
comprobar el valor de cada una de las hipótesis que han trazado. 
El pensamiento abstracto tiene un carácter preposicional (“si… entonces”) 
que consiste en utilizar proposiciones verbales como medio ideal en el 
que expresar las hipótesis y razonamientos, así como los resultados que 
se obtienen. 
Para pensar o razonar sobre hechos posibles, el trabajo intelectual no se 
hace sólo con objetos reales, sino con representaciones de los mismos. El 
medio de estas representaciones es el lenguaje que desempeña una 
labor capital en el desarrollo de este pensamiento. 
Se ha afirmado que el pensamiento abstracto se basa en esquemas 
formales. A través de ellos, el adolescente representa su conocimiento 
como resultado de la interacción de la nueva información con la propia 
experiencia. El esquema es entendido como un proceso interno, no 
necesariamente consciente y que descansa sobre la información ya 
almacenada en nuestra mente. Es una unidad básica a través de la cual 
representamos nuestro conocimiento. Los esquemas permiten la 
predicción y así capacitan al individuo para anticiparse a aquellos 
aspectos del ambiente que le son significativos, acomodándose a las 
demandas del medio a la vez que integra información nueva. 
El desarrollo del pensamiento formal en la adolescencia se produce de 
una forma significativamente diferente al desarrollo físico. 
Mientras que éste se produce de una forma progresiva, relativamente 
rápida (tres o cuatro años) y en una secuencia semejante en la mayoría 
de los individuos, el desarrollo intelectual tiene lugar con más lentitud 
(siete u ocho años), en una progresión irregular y con notables diferencias 
entre unos y otros. 
De forma concreta, el adolescente, en el desarrollo intelectual y de forma 
progresiva, adquiere la capacidad de: 
• Valorar distintas posibles soluciones a un problema. 
• Prever las consecuencias de actuaciones presentes. 
• Adquirir capacidad crítica al ser capaz de relacionar realidades 
concretas con reglas generales o abstractas. 
• Podrá reflexionar sobre diferentes realidades posibles. 
Las consecuencias de esta forma de pensar son claras: según va 
dominando con eficacia estas nuevas capacidades, disfrutará de las 
conversaciones con sus amigos sobre las realidades trascendentales de 
la vida, hará uso de la crítica, al principio de manera muy tajante, y será 
capaz de delimitar sus aspiraciones de futuro de una manera realista. 
La adolescencia es la etapa que marca el comienzo del desarrollo de 
procesos de pensamiento más complejos (también llamados operaciones 
lógico-formales): 
• La capacidad de razonar a partir de principios conocidos (construir 
por uno mismo nuevas ideas o elaborar preguntas), 
• La capacidad de considerar distintos puntos de vista según criterios 
variables (comparar o debatir acerca de ideas u opiniones) y 
• La capacidad de pensar acerca del proceso del pensamiento. 
Estos cambios en el desarrollo cognitivo que ocurren durante la 
adolescencia (12 a 18 años de edad) hacen que adolescente adquiera la 
capacidad de pensar sistemáticamente acerca de todas las relaciones 
lógicas implicadas en un problema. La transición desde el pensamiento 
concreto hacia las operaciones lógico-formales se produce con el tiempo. 
Cada adolescente elabora un punto de vista propio acerca del mundo. Es 
posible que algunos apliquen las operaciones lógicas a la resolución de 
las tareas escolares antes de poder aplicarlas a los dilemas de su vida 
personal. 
La presencia de cuestiones emocionales frecuentemente interfiere en la 
capacidad que el adolescente tiene para pensar con mayor complejidad. 
La habilidad para considerar posibilidadesy hechos puede influir ya sea 
de manera positiva o negativa en la toma de decisiones. 
Veamos a través de ciertos indicadores, el progreso que implica la 
transición desde un desarrollo cognitivo más simple a uno más complejo 
de acuerdo a la edad cronológica que va transcurriendo en el 
adolescente: 
Adolescencia precoz (10 a 12 años): 
Los pensamientos más complejos se dirigen hacia la toma de decisiones 
personales en el colegio o el hogar, entre las que se encuentran las 
siguientes: 
• Comienza a cuestionar la autoridad y las normas de la sociedad. 
• Empieza a formar y verbalizar sus propios pensamientos y puntos 
de vista acerca de diversos temas generalmente relacionados con 
su propia vida, como por ejemplo: 
• cuáles son los mejores deportes para practicar. 
• cuáles son los grupos más convenientes para incluirse. 
• qué aspecto personal es atractivo o deseable. 
• qué reglas establecidas por los padres deberían 
cambiarse. 
Adolescencia media (12 a 16 años): 
El adolescente se vuelve más reflexivo y piensa en cuestiones más 
filosóficas y futuristas como las siguientes: 
• Cuestiona y analiza con mayor profundidad. 
• Piensa acerca de su propio código ético y comienza a elaborarlo 
(por ejemplo, "¿Qué creo yo que es lo correcto?"). 
• Piensa acerca de diferentes posibilidades y comienza a desarrollar 
su propia identidad (por ejemplo, "¿Quién soy?"). 
• Piensa acerca de posibles metas para el futuro y comienza a 
considerarlas sistemáticamente (por ejemplo, "¿Qué es lo que 
quiero?"). 
• Piensa acerca de sus propios planes y comienza a elaborarlos. 
• Comienza a pensar a largo plazo. 
• El hecho de que el adolescente piensa sistemáticamente comienza 
a influir en su relación con los demás. 
Adolescencia tardía (16 a 18 años): 
Los procesos de pensamiento complejos se utilizan para concentrarse en 
conceptos menos egocéntricos y en la toma de decisiones, entre los que 
se incluyen las siguientes: 
• El adolescente piensa con mayor frecuencia acerca de conceptos 
más globales como la justicia, la historia, la política y el patriotismo. 
• Frecuentemente, desarrolla puntos de vista idealistas acerca de 
temas o cuestiones específicas. 
• Es posible que se involucre en debates y que no tolere puntos de 
vista diferentes. 
• Comienza a dirigir el pensamiento hacia la decisión de optar por 
una carrera. 
• Comienza a dirigir el pensamiento hacia el rol que desempeñará en 
la sociedad como un adulto 
 
Formación de la autoestima en el adolescente. 
Esta es una de las etapas mas criticas en el desarrollo de todo ser 
humano, y mas en el caso particular del adolescente, que se encuentra en 
una etapa de confusión y duda absoluta; es por lo tanto indispensable 
realizar la transición de la vida adolescente a la adulta procurando el 
fortalecimiento de la autoestima del joven. 
La autoestima, puede expresarse como el amor hacia uno mismo. La 
formación y el correcto desarrollo de la autoestima tienen su origen en las 
relaciones familiares, desde el mismo momento en que el niño se siente 
amado, querido y respetado por sus padres. Los acontecimientos 
positivos refuerzan la autoestima positiva y los fracasos activan la 
negativa, y esto puede suceder de forma simultánea en la vida cotidiana. 
La autoestima de los adolescentes se ve afectada positiva o 
negativamente de acuerdo con los comportamientos que ven a su 
alrededor: padres, profesores, parientes cercanos, amigos. 
La familia, como primera fuente de transmisión de ideas y sentimientos, 
va conformando la autoestima en los hijos de ambos sexos: al alentarlos a 
correr los riesgos necesarios para alcanzar retribuciones, al favorecer la 
progresiva independencia, con la capacidad de asumir responsabilidades 
y evitar la crítica destructiva. También influyen el resto de familiares, 
amigos, maestros y compañeros de clase, quienes contribuyen con estas 
ideas y conceptos. 
Todas estas influencias irán formando un sentimiento de auto aceptación 
o auto rechazo. Los elogios, regaños, miradas, estímulos y castigos les 
están transmitiendo mensajes positivos o negativos, según la forma o 
intención con que se les transmitan. Estos mensajes serán portadores de 
sentimientos de seguridad, aceptación, de cariño; o por el contrario, de 
rechazo, inseguridad o de desánimo. 
Acciones para desarrollar una mejor autoestima desde la familia: 
• Elogiar y no ridiculizar. Celebrar sus éxitos de manera sincera, sin 
exageraciones. 
• Descubrir sus cualidades. Ayudarlos a sentirse especial y capaz en 
sus habilidades y aceptar cambiar aquellas que no les benefician. 
• Decirles cosas agradables de su persona. Darles ánimo. 
• Orientar sobre su imagen corporal. Enseñar normas sobre higiene, 
aspecto externo, etcétera. Explicar su importancia y necesidad en 
las relaciones sociales con los demás. 
• Ayudar a que toleren sus frustraciones. Transmitirles que no deben 
desanimarse o deprimirse cuando alguna cosa que deseaban no la 
consiguen. 
• Hacerlos sentir orgullosos de sus logros. Que aprendan a valorar 
sus éxitos personales. 
• Ayudar a controlar sus emociones y sentimientos. 
• Valorar sus opiniones. Respetar sus ideas y valorar sus 
aportaciones para hacerlos sentir importantes. 
• Comunicación constante. Base para una sana convivencia y 
entendimiento. 
• Evitar la sobreprotección. Prodigar cuidados sin excesos. 
• Mostrar flexibilidad. Reglas adecuadas para cumplirlas. 
• Conocer su ambiente. Que sus amigos tengan valores. 
• Dedicarles tiempo. Aunque sea poco, con calidad. 
• Ayudarles a proponerse metas. Definir objetivos para que logren lo 
que quieren. 
• Interesarse por su vida escolar. Prestar atención en tareas 
escolares y animarlo a pensar positivamente. 
• Fomentar la autonomía personal. Potenciar sus habilidades y 
capacidad para cuidar de sí mismos. 
La obtención de una valoración positiva de sí mismo le permite al 
adolescente un desarrollo psicológico sano y armónico con su medio y en 
relación con los demás. 
Factores que influyen en la madurez intelectual. 
 Aunque el cerebro de un niño se haya desarrollado lo suficiente como 
para permitirle entrar en la etapa del pensamiento formal, puede que 
nunca lo logre si no recibe suficientes estímulos educativos y culturales. 
En la adolescencia, no solo hay una maduración cerebral, sino que el 
ambiente que rodea al adolescente también cambia, su ambiente social 
es más amplio y ofrece más oportunidades para la experimentación. 
 Todos estos cambios son fundamentales para el desarrollo del 
pensamiento. La interacción con los compañeros puede ayudar en este 
desarrollo. Según las investigaciones realizadas en Estados Unidos, cerca 
de la sexta parte de las personas, nunca alcanza la etapa de las 
operaciones formales. 
 Características típicas del pensamiento de los adolescentes. 
Encontrar fallas en las figuras de autoridad, las personas que una vez 
reverenciaron caen de sus pedestales. Los adolescentes se hacen 
conscientes de que sus padres no son tan sabios ni saben todas las 
respuestas, ni tienen siempre razón. Al darse cuenta de eso, tienden a 
decirlo alto y claro con frecuencia. Los padres que no se toman estas 
críticas de modo personal, sino que las consideran como una etapa del 
crecimiento y desarrollo de sus hijos, son capaces de responder a esos 
comentarios sin ofenderse y reconocer que nadie es perfecto. 
 Tendencia a discutir. 
A menudo, los adolescentes usan la discusión como un modo de practicar 
nuevas habilidades para explorar los matices de un tema y presentar un 
caso desde otros puntos de vista. Si los padres animan a sus hijos a 
participar en debates acerca de sus principios, mientras evitan llevar la 
discusión a título personal, pueden ayudar a sus hijos en su desarrollo sin 
crear riñas familiares. 
Indecisión. 
Dado que los adolescentes acaban de hacerse conscientes de todas las 
posibilidades que ofrece ypodría ofrecer el mudo, tienen problemas para 
decidirse incluso en las cosas más sencillas. Pueden plantearse diversas 
opciones y medir las consecuencias de cada decisión durante horas, 
incluso aunque se trate de temas poco importantes. 
Hipocresía aparente. 
A menudo, los adolescentes no reconocen la diferencia entre expresar un 
ideal y buscarlo. Así, pueden usar la violencia en una marcha a favor de la 
paz, o protestar contra la polución mientras arrojan basura a la calle. Aún 
deben aprender que no basta con pensar sobre los valores, sino que 
deben vivirse para lograr un cambio. 
 
 
Autoconciencia. 
La autoconciencia se relaciona con la tendencia a sentirse observados y 
juzgados por los demás. Los adolescentes pueden ponerse en la mente 
de otras personas e imaginar lo que piensan. Sin embargo, como tienen 
problemas para distinguir entre lo que les interesa a ellos y lo que les 
interesa a los demás, suponen que los demás piensan de ellos igual que 
ellos mismos. Así, cuando un o una adolescente ve un grupo de chicos 
riéndose, "sabe" que se están riendo de él o ella. Aunque este tipo de 
autoconciencia se da también entre los adultos, en los adolescentes se da 
de un modo más intenso y son mucho más sensibles a las críticas, de 
modo que es importante que los padres se abstengan de ridiculizarlos o 
criticarlos en público. 
Centrarse en sí mismos. 
 Los adolescentes suelen creer que ellos son especiales, que su 
experiencia es única y que no están sujetos a las mismas leyes que rigen 
el mundo. Esto puede llevarlos a asumir conductas de riesgo, porque 
piensan que nada malo va a pasarles a ellos. Por ejemplo, una 
adolescente puede pensar que ella no va a quedarse embarazada, o que 
no va a acabar enganchada a las drogas, aunque tenga comportamientos 
de riesgo en ambos sentidos. 
 No obstante, hay que tener en cuenta que este "optimismo ingenuo" 
puede darse en adultos en la misma medida. Es decir, cuando se les pide 
que evalúen, por ejemplo, su riesgo de morir en un accidente de tráfico, 
adolescentes y adultos pueden responder de manera similar. La 
diferencia es que el adulto aplica este modo de pensar en la práctica 
(siendo más prudente al volante, usando cinturón, etc.) y el adolescente 
es más propenso a no hacerlo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DESARROLLO MORAL EN LA ADOLESCENCIA 
 
 Según las etapas del desarrollo moral de Kohlberg, los adolescentes, al 
igual que la mayoría de los adultos, suelen estar en un nivel en el cual 
han interiorizado los estándares de los demás y se ajustan a las 
convenciones sociales, piensan en términos de hacer lo correcto para 
complacer a otros u obedecer la ley. Solamente un pequeño número de 
personas parece alcanzar un nivel de maduración y desarrollo completo, 
tanto en la adolescencia como en la edad adulta. 
 El ambiente que rodea a los adolescentes ejerce una influencia sobre su 
desarrollo moral. La moralidad tiene al menos dos dimensiones: justicia 
en relación con los derechos del individuo, y cuidado derivado de un 
sentido de responsabilidad hacia sí mismo y hacia los demás. La teoría 
del Kohlberg se centra en la primera dimensión, la justicia, que parece ser 
un punto de vista con una orientación más masculina. 
La influencia de la familia en el desarrollo moral. 
Los padres pueden ayudar a los adolescentes a alcanzar niveles más 
altos de desarrollo moral si les dan la oportunidad de hablar, presentar e 
interpretar dilemas morales y exponerlos ante personas con un desarrollo 
moral ligeramente superior. Cuando se hace esto, los niños y 
adolescentes que avanzan más son aquellos cuyos padres emplean el 
humor y elogian las intervenciones de sus hijos, los escuchan, les 
preguntan sus opiniones y les animan a participar de otras formas. Los 
niños que menos avanzan son aquellos cuyos padres hacen un discurso 
de sus propias opiniones o desafían las de sus hijos con preguntas o 
contradicciones, haciendo que los adolescentes se pongan a la defensiva. 
El desarrollo moral elevado parece depender de la capacidad de ser 
consciente de la naturaleza relativa de los estándares morales; es decir, 
la sociedad evoluciona hacia su propia definición de lo bueno y lo malo y 
los valores de una cultura pueden ser diferentes a los de otra. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DESARROLLO SOCIAL Y DE LA PERSONALIDAD 
 
Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la 
búsqueda (o más bien la construcción) de la propia identidad; es decir, la 
respuesta a la pregunta "quién soy en realidad". Los adolescentes 
necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e intereses y no sólo 
limitarse a repetir los de sus padres. Han de descubrir lo que pueden 
hacer y sentirse orgullosos de sus logros. Desean sentirse amados y 
respetados por lo que son, y para eso han de saber primero quienes son. 
El niño logra su identidad mediante un proceso de identificación con los 
demás, haciendo suyos los valores e ideas de otros. Los adolescentes, en 
cambio, han de formar su propia identidad y ser ellos mismos. Uno de los 
aspectos más importantes de esta búsqueda de identidad consiste en 
decidir que profesión o carrera desean tener. 
 La confusión de la identidad típica de la adolescencia, los lleva a 
agruparse entre ellos y a no tolerar bien las diferencias, como 
mecanismos de defensa ante dicha confusión. A veces también muestran 
su confusión actuando de maneras más infantiles e irresponsables para 
evitar resolver conflictos o actuando de manera impulsiva y sin sentido. 
La crisis de identidad 
Los adolescentes pueden entrar en una etapa de crisis de identidad. 
Durante esta etapa analizan sus opciones y buscan llegar a 
comprometerse con algo en lo que puedan tener fe. Así, un adolescente 
puede optar por entrar en una ONG, ir a la universidad, dar clases de 
baile, hacerse vegetariano, etc. Con frecuencia, estos compromisos de 
carácter ideológico o personal ayudan a formar la identidad y moldean la 
vida en los años siguientes. El nivel de confianza que los adolescentes 
tengan en sus compromisos influye en su capacidad para resolver sus 
crisis de identidad. 
De la crisis de identidad surge la fidelidad a algo, la lealtad, la constancia 
o la fe y un sentido de pertenencia. No es raro que la crisis de la identidad 
pueda durar hasta cerca de los 30 años. 
Si bien durante la infancia es importante confiar en otros, sobre todo en 
los padres, durante la adolescencia es importante confiar en uno mismo. 
También transfieren su confianza de los padres a otras personas, como 
amigos íntimos o parejas. El amor es parte del camino hacia la identidad. 
Al compartir sus pensamientos y sentimientos con otra persona en quien 
confía, el adolescente está explorando su identidad posible, y viéndola 
reflejada en la otra persona, a través de la cual puede aclarar mejor quien 
es. No obstante, la intimidad madura, que implica compromiso, sacrificio y 
entrega, no se alcanza hasta haber logrado una identidad estable. 
Relación con los padres 
Un aspecto importante de la búsqueda de la identidad es la necesidad de 
independizarse de los padres. Las relaciones con personas de su misma 
edad se vuelve especialmente importante y los adolescentes dedican gran 
parte de su tiempo libre a pasarlo con personas de su edad, con quienes 
pueden identificarse y sentirse cómodos. 
 Aunque tiende a considerarse que los adolescentes suelen rebelarse 
ante los padres, lo cierto es que el rechazo de los jóvenes hacia los 
valores de los padres suele ser parcial, temporal o superficial, pues los 
valores de los adolescentes tienden a permanecer más cerca de sus 
padres de lo que suele creerse. Aunque pueden darse algunos conflictos, 
la mayoría de los adolescentes tiene una relación positiva con sus padres, 
comparte sus valores en temas importantes y valora su aprobación. 
Los adolescentesse encuentran en un estado de tensión constante 
debido a la necesidad de independizarse de sus padres y su dependencia 
de ellos. Y los padres suelen vivir un conflicto similar, pues desean que 
sus hijos se independicen al tiempo que desean conservarlos 
dependientes. Como resultado, pueden darles a sus hijos mensajes 
dobles, pues dicen una cosa pero comunican la opuesta con sus 
acciones. 
 En la mayoría de los adolescentes, los conflictos con los padres suelen 
estar relacionados con temas de la vida cotidiana, como las tareas 
domésticas, los estudios, los horarios, las amistades, etc. Al final de la 
adolescencia, el conflicto es más probable cuando se trata de temas 
relacionados con el consumo de alcohol o la sexualidad. Por lo general, la 
discordia aumenta a comienzos de la adolescencia, se estabiliza hacia la 
mitad de esta etapa y disminuye después de que el adolescente ha 
alcanzado los 18 años. 
Los padres han de encontrar el equilibro entre dar a sus hijos suficiente 
independencia y protegerlos de su inmadurez. Si la independencia 
emocional de la familia se da demasiado pronto puede tener 
consecuencias negativas, como aislamiento del adolescente, influencia de 
compañeros negativos, comportamiento insano, consumo de drogas o 
actividad sexual prematura. No obstante, es importante que los padres 
permitan a sus hijos asumir algunos riesgos. Emprender alguna actividad 
nueva, enfrentar un nuevo desafío, hacer nuevos amigos, aprender 
alguna habilidad difícil o resistir la presión de los compañeros son retos 
que llevan al crecimiento. 
El tipo de paternidad que parece aportar el mejor equilibrio es la 
democrática, pues ofrece aceptación y calidez, capacidad para actuar 
según normas y valores, deseo de escuchar, explicar y negociar, otorgar 
autonomía psicológica y animar a los hijos a formar sus propias opiniones. 
Los padres democráticos ejercen control sobre su hijo o hija pero no 
sobre su sentido de sí mismo o identidad. Conceder autonomía 
psicológica ayuda a los hijos a ser más responsables; la calidez en la 
relación ayuda a fortalecer la autoestima y las habilidades sociales, y el 
control del comportamiento les ayuda a controlar el comportamiento 
impulsivo típico de la adolescencia. 
 Los padres democráticos explican sus razones a sus hijos. De este modo 
reconocen que los adolescentes pueden evaluar las situaciones de 
manera inteligente. Cuanto más fuerte sea el interés de los padres en la 
vida de sus hijos, más probable es que estos logren metas más altas. 
El futuro profesional 
Uno de los dilemas de la adolescencia consiste en decidir qué hacer una 
vez finalizados los estudios. ¿Estudiar una carrera? Si es así, ¿qué 
carrera? ¿Buscar un trabajo? ¿Formación profesional? Estas son 
preguntas típicas en la adolescencia para las que muchos no han 
encontrado una respuesta clara. 
Al planear un futuro profesional, los niños y adolescentes atraviesan tres 
etapas: el periodo de fantasía, el periodo de ensayo y el periodo realista. 
El periodo de fantasía se da en los años de escuela elemental y las 
opciones que tienen en cuenta son activas y emocionantes, más que 
realistas. Cerca de la pubertad entran en el periodo de ensayo; en este 
periodo hacen un esfuerzo mayor y más realista para tratar de que sus 
opciones estén más de acuerdo con sus capacidades y valores. Al final de 
la escuela secundaria están ya en el periodo realista y planean la 
educación necesaria para alcanzar sus metas. 
La falta de información puede ser un obstáculo a la hora de elegir un 
futuro profesional. La mayoría de los adolescentes sólo conocen un 
número muy limitado de las ocupaciones existentes; en muchos casos, 
aunque conozcan la existencia de una profesión determinada, no saben 
qué tipo de tareas realiza una persona que se dedique a eso, o pueden no 
saber qué tipo de educación necesitan tener para realizar un trabajo 
determinado. Muchos jóvenes desconocen el mercado laboral y cómo 
pueden adaptarse a él, de modo que avanzan con grandes dificultades. 
Muchos no aprenden las destrezas que necesitan para llegar a una buena 
posición; otros toman trabajos por debajo de sus capacidades, otros no 
encuentran trabajo. 
El estímulo de los padres y su apoyo financiero constituyen una influencia 
importante en las aspiraciones y el logro de sus hijos. Si los padres no 
estimulan a sus hijos a buscar una mejor educación y no les ayudan 
económicamente para poder ir a la universidad, la situación se hace más 
difícil para ellos, incluso aunque consigan becas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL DIVORCIO. ¿CÓMO AFECTA AL ADOLESCENTE? 
 
Mas allá de los cambios físicos e intelectuales que pueda experimentar el 
adolescente, existen cambios que pueden ocurrir en su entorno que 
pusiesen afectar el desarrollo de su personalidad, uno de esos cambios 
puede ser la separación de sus padres, y como esta puede tocar la vida 
del joven en formación. 
Para los niños en las etapas de pubertad o adolescencia, el divorcio de 
sus padres va a suponer un punto de inflexión en sus vidas, 
independientemente de si se produjo hace años o está sucediendo ahora 
mismo. Hoy en día, casi la mayoría de los matrimonios terminan 
divorciándose. Puede parecer duro, pero es posible superar un divorcio y 
llevar una vida familiar feliz a pesar de los cambios que este trae consigo. 
Después de todo, las parejas se divorcian una de la otra, no de sus hijos. 
La pregunta mas frecuente de los adolescentes en esta situación es ¿Por 
qué se van a divorciar mis padres? 
Es habitual que los adolescentes piensen que el divorcio de sus padres es 
en cierto modo por su culpa, pero no hay nada más lejos de la realidad. 
Algunos adolescentes se preguntan si podrían haber ayudado a evitar la 
ruptura. Otros desearían haber podido evitar discusiones colaborando 
más con su familia. Pero la separación y el divorcio son el resultado de los 
problemas que surgen en la pareja, no de los problemas que los padres 
tienen con los hijos. Es posible que, si los se están divorciando se 
experimenten una variedad de sentimientos y que las emociones cambien 
con frecuencia. Es posible estar enfadado, decepcionado o triste. Es 
posible que el hijo en cuestión se sienta protector hacia uno de los 
progenitores o que culpe a uno de ellos de la situación. Tal vez se sienta 
abandonado, preocupado, culpable o tenga miedo. También se puede 
sentirte aliviado. Estos sentimientos son normales, y le puede ayudar 
hablar ello con un adulto o un amigo de confianza. 
Luego aparecen los temores de cómo les cambiara la vida después del 
divorcio. No hay duda de que el divorcio afectará a la vida diaria. 
Dependiendo de la situación particular, es posible que tenga que 
adaptarse a muchos cambios. Por ejemplo, es posible que tenga que 
cambiar de ciudad y de centro de estudios, que pasar tiempo con tus 
padres por separado y hacer frente a los sentimientos desagradables que 
existan en la pareja. La situación económica de los padres también puede 
verse afectada. Es posible que un progenitor que no trabajaba mientras 
estaba casado tenga que buscar trabajo para poder pagar las cuentas de 
la casa. El divorcio trae consigo gastos como: honorarios de los abogados 
hasta el costo del traslado a una nueva casa. Es posible que una familia 
en esta situación no pueda permitirse todas las cosas a las que estaba 
acostumbrada antes del divorcio. Algunos adolescentes tienen que viajar 
entre los lugares de residencia de sus padres, y eso puede plantearles 
algunos problemas, tanto desde el punto de vista social como desde el 
estrictamente práctico. Tal vez te resulte complicado al principio pero, con 
el tiempo, pasara a ser una rutina que funcionará. 
Ahora bien, hay cosas que los padres pueden hacer para que la 
separación sea lo menos traumática posible para los hijos adolescentes, 
como por ejemplo, intentar que reine la paz, hacer frentea un divorcio 
resulta más fácil si los padres se llevan bien. Es especialmente duro para 
los adolescentes ver que sus padres discuten y se pelean continuamente 
o actúan con resentimiento entre sí. Ante esta situación el hijo debe 
pedirles a sus padres que hagan lo posible por dar una tregua a las 
peleas y a las cosas desagradables que dicen el uno sobre el otro. 
Independientemente de los problemas a los que se haya tenido que 
enfrentar una pareja, en calidad de padres, deben enfocar la cuestión de 
las visitas de forma pacífica para minimizar el estrés que pueden 
experimentar los hijos, también es importante evitar juzgar al muchacho 
porque se identifica mas con uno de los padres. Cuando a los padres les 
cuesta dejar de lado el resentimiento, o si están deprimidos por los 
cambios que va a comportar el divorcio, pueden pedir ayuda a un 
psicólogo o terapeuta especializado en trabajar con personas que se 
están divorciando. Esto puede ayudarles a superar la tristeza del divorcio, 
a encontrar la felicidad personal y a aliviar el peso que pudiera recaer 
sobre los hijos. En ocasiones, durante el divorcio los padres están tan 
metidos en sus propios problemas que puede parecer que la vida del 
joven está en suspenso. Además de centrarse en los planes y sueños, 
debe seguir participando en todas las actividades que practica 
habitualmente. Cuando hay muchos cambios en casa, realmente ayuda 
seguir manteniendo algunas rutinas fuera de casa, como las actividades 
escolares y con los amigos. Siempre habrá altibajos en el proceso, pero 
los adolescentes pueden afrontar con éxito el divorcio sus padres y los 
cambios que este comporta. Incluso es posible descubrir 
inesperadamente cosas positivas. Muchos adolescentes acaban 
descubriendo que, en el fondo, sus padres son más felices después de 
divorciarse, y/o desarrollando nuevas y mejores formas de relacionarse 
con sus progenitores al pasar más tiempo con cada uno con ellos por 
separado. 
Algunos adolescentes se vuelven más compasivos y amables con sus 
hermanos menores cuando ven que estos necesitan su apoyo y atención. 
Es posible que los hermanos de edades similares refuercen su vínculo 
afectivo y aprendan a contar más el uno con el otro tras haber hecho 
frente junto a los desafíos planteados por el divorcio de sus padres. Haber 
sido capaz de superar el divorcio de sus padres también puede aportar a 
un adolescente seguridad en sí mismo y madurez. Muchos adolescentes 
se vuelven más responsables, independientes y sensatos. Algunos, a raíz 
de esta experiencia, aprenden a solucionan mejor los problemas, a 
escuchar más a los demás y a ser mejores amigos. 
La mayoría de los adolescentes se dan cuenta de que son capaces de 
superar con éxito esta situación tan difícil. 
 
EL TRABAJO EN LOS ADOLESCENTES. 
 
La situación del adolescente trabajador, hoy por hoy, es uno de los 
elementos que afecta directamente el desarrollo normal de este grupo 
etáreo. Esto en el sentido que la incorporación temprana al trabajo y en 
condiciones de explotación se convierte en uno de los factores de riesgo 
que ejercen un efecto negativo sobre el proceso de crecimiento y 
desarrollo de éste, situación que afecta, en última instancia, su salud 
como un todo. 
La realidad económica y social que vive el país impulsa a los niños (as) y 
adolescentes provenientes de familias pobres a trabajar para mantenerse 
a si mismos y complementar el ingreso de su hogar. Por su parte, los (as) 
adolescentes trabajadores al no contar con una preparación técnica o 
profesional acorde con el progreso tecnológico y las exigencias del 
mercado de trabajo, se ven obligados a desempeñarse en cualquier tipo 
de actividad, muchas veces en condiciones inadecuadas y ambientes 
peligrosos, en largas jornadas laborales, con salarios bajos y en horarios 
que provocan que la mayoría de ellos (as) abandonen el sistema 
educativo formal; situación que no les asegura el desarrollo de su 
proyecto de vida al ver limitadas las posibilidades para lograrlo. 
Partiendo de estas consideraciones generales es importante tener 
presente el vínculo que se establece entre el trabajo y la educación como 
factores que influyen directamente en el desarrollo del adolescente. 
La educación se convierte en un elemento fundamental para que el y la 
adolescente se "apoderen" de los conocimientos imprescindibles para 
estimular las características del proceso de desarrollo de esta etapa, así 
como de su pensamiento, sentimientos, creencias, mitos, entre otros. No 
obstante, el trabajo interfiere en la educación del adolescente al absorber 
tiempo para asistir a clases y exigirle un alto consumo de energía, sin 
olvidar también que puede verse expuesto a traumas o accidentes. 
La UNICEF en el informe "El Estado Mundial de la Infancia" dedicado al 
trabajo infantil (abril, 1997) establece la importancia que adquiere la 
educación como estrategia principal de prevención y erradicación del 
trabajo infanto juvenil, al considerar que la actividad laboral de estas 
etapas de la vida merece atención por los efectos que produce sobre el 
desarrollo físico, moral y social de los niños (as) y adolescentes. 
 Es así como hay que tener en cuenta que el trabajo del adolescente se 
puede convertir en un problema, cuando la labor que éste (a) desempeña 
repercute negativamente en su desarrollo integral, en aspectos como: 
• Desarrollo físico: salud general, coordinación, resistencia, visión, 
audición. 
• Desarrollo cognitivo: alfabetización, cálculo numérico y 
conocimientos. 
• Desarrollo emocional: autoestima, afectividad familiar y los 
sentimientos de aceptación y amor. 
• Desarrollo social y moral: identidad grupal, habilidad de cooperar 
con otros y la capacidad de distinguir el bien del mal (UNICEF, 
1997). 
Todos los aspectos considerados hasta aquí permiten abordar la 
adolescencia como un proceso integral, que al igual que el Desarrollo 
Humano, depende de componentes de orden psicológico, político, 
económico, biológico, ecológico, entre otros, que adquieren 
características propias, según sea la estructura social y cultural de cada 
país. 
El Desarrollo Humano, el trabajo y la adolescencia pueden analizarse 
desde la concepción de integralidad, en el sentido de que si el factor 
trabajo se convierte en un elemento que afecta negativamente la salud del 
Adolescente, provocará un efecto Sinérgico de la misma índole, sobre 
todas las características o componentes que determinan la evolución 
normal de la adolescencia. Dicho efecto se expresa en la limitación de 
oportunidades que tienen las y los adolescentes, especialmente en el 
acceso a una educación que les garantice a mediano y largo plazo el 
despliegue de todo su potencial, situación que se convierte a la vez, en un 
elemento que les permitirá a ellos tener una vida productiva y creativa que 
les asegure el acceso a recursos indispensables para el logro de su 
propio proyecto de vida y de su bienestar en general. 
La actividad laboral que interfiere en el desarrollo normal de adolescente 
será aquella que afecta por un lado su salud física y psicológica y por 
otro lado, su proceso educativo, porque este aspecto ayuda en el 
desarrollo cognitivo, emocional y Social. Así mismo, es importante 
rescatar que al igual que en otras etapas del desarrollo humano, las 
situaciones y hechos vividos en el proceso de adolescencia ambos, 
contribuyen para que en el futuro se llegue a hablar de un adulto sano o 
de un adulto con problemas. 
Visto desde el punto de vista positivo, en el aspecto de aprender a 
adquirir responsabilidades, y siempre y cuando se realice en épocas de 
vacaciones y en condiciones controladas, los padres pueden aprovechar 
la experiencia que brinda un trabajo al adolescente, en cuanto a tener 
conciencia y valores económicos que le permitan convertirse en un ser 
humano productivo y responsable en el futurocercano. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LAS AMISTADES DURANTE LA ADOLESCENCIA 
 
Los amigos son los seres más significativos para los adolescentes. Son 
las personas con quienes pasan más tiempo y con quienes comparten 
confidencias y actividades: escolares, de ocio, deportivas y culturales o 
asociativas. 
La influencia de padres y amigos es distinta. Mientras los padres siguen 
siendo una fuente importante de valores, al tiempo que canalizan su 
futuro en cuanto a estudios y profesión, con los amigos y amigas 
comparten preocupaciones, inquietudes, sentimientos. El adolescente se 
forja unas expectativas sobre los amigos. De ellos espera lealtad, 
comprensión, intimidad y existencia de intereses para compartir. Estas 
características comunes difieren de un adolescente a otro en función de 
su edad y género; es decir, según sea varón o hembra. 
Aunque se comparten amigos y amigas, en la práctica los amigos íntimos 
del mismo sexo son más numerosos que los del otro sexo. Las chicas 
tienen mayores índices de intimidad con sus amigas que los chicos con 
sus amigos. Por lo general, las chicas comparten con sus amigas 
información íntima, sentimientos, emociones, en tanto que los chicos 
tienden a compartir actividades e intereses que puedan ejercer 
conjuntamente. 
Los adolescentes con una buena relación de grupo de amigos / amigas 
dan mucho valor al contacto personal, a estar juntos el máximo tiempo 
posible. Se juntan para hablar. Se visitan para jugar en el computador o 
ver películas. Las nuevas tecnologías les permiten aumentar su nivel de 
contacto o comunicación a través de mensajes de texto (SMS), teléfono 
móvil o celular, correo electrónico, blogs, Chat, Messenger, WebCam, etc. 
La comunicación ha convertido a los adolescentes en unos grandes 
consumidores de sistemas electrónicos. 
Sólo cuando la amistad personal entre chicos y chicas se sustituye por el 
uso exagerado del computador para comunicarse, hay que empezar a 
preocuparse. Un o una adolescente que se aísla en su habitación ante el 
computador, demuestra que tiene problemas de autoestima, de 
comunicación, de relación con otras personas. Dicen los psicólogos que 
un buen clima familiar y de aceptación parental repercute positivamente 
en las relaciones de amistad en la adolescencia. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA 
 
La sexualidad no consiste solamente en el acto físico de un momento sino 
que es un componente importante en la vida, lo cual involucra 
sentimientos, sensaciones, deseos, emociones y sueños. 
Siendo, como ya se ha dicho, la adolescencia una etapa del ser humano 
caracterizada por los cambios en diferentes áreas, como las físicas, 
emocionales, sociales, entre otras. Es una etapa interesante aunque 
puede ser en algunos casos frustrante puesto que los jóvenes se sienten 
adultos pero sus padres y familiares aun siguen viéndolos como niños. 
Muchos adultos pensarían que no podemos hablar de una sexualidad en 
la adolescencia, puesto que en este periodo los jóvenes no tienen la 
madurez suficiente para tener una vida sexual activa, sin embargo es 
importante reconocer que la sexualidad comienza a tomar forma en esta 
etapa de la vida y si se quiere brindar una guía adecuada es necesario 
tenerla en cuenta. 
Tanto hombres como mujeres experimentan cambios físicos en esta 
etapa. La voz de los chicos comienza a ponerse más grave, al tiempo que 
ven crecer un bello en sus genitales, axilas y otras zonas del cuerpo. Las 
mujeres por su parte pueden ver el crecimiento de sus senos, el 
ensanchamiento de sus caderas, bello en genitales y axilas y comienza su 
ciclo menstrual. Todos estos cambios son producidos por las diferentes 
hormonas presentes en cada género, las cuales comienzan a 
manifestarse con mayor fuerza en esta época. Para los jóvenes, esta 
influencia hormonal es una experiencia nueva y los impulsa a cambiar su 
estilo de vida infantil. 
Estos cambios son notados por los adolescentes y por las personas que 
los rodean, sin embargo hay diferencias respecto al punto de vista de la 
situación por parte de adultos y jóvenes. Los adolescentes por su parte 
quieren libertad total para hacer todo aquello que agrada sus sentidos; 
ellos desean experimentar nuevas sensaciones y experiencias. Los 
adultos en general, ven esta etapa como una época difícil de la crianza en 
la cual abundan los peligros para los inexpertos chicos. 
Los cambios no se limitan a los aspectos físicos. La personalidad de los 
jóvenes y sus actitudes frente a la vida cambian radicalmente. Su 
autoestima es especialmente confrontada en este lapso de tiempo y surge 
una necesidad de ser aceptado y sobresalir en el círculo juvenil. 
La razón de esta urgencia por aceptación se debe a que la adolescencia 
en cierta forma es una etapa egocéntrica, donde el mundo gira en torno a 
si mismo y lo importante para un adolescente es todo aquello que le haga 
sentir bien. De allí se derivan sus gustos, sus hobbies y en general todo 
aquello que quieren hacer. 
Algunos de los principales problemas emocionales en la adolescencia 
aparecen cuando los jóvenes no se sienten aceptados o cuando no logran 
satisfacer su apetito egocéntrico. De ahí viene la depresión, frustración, 
agresividad, entre otras. 
Es en esta etapa cuando la palabra sexo toma mayor importancia, pues 
día a día siente los cambios biológicos que lo prepararán para ser un 
individuo reproductor. 
Las hormonas cumplen un papel importante en la adolescencia pues ellas 
son las causantes de las nuevas sensaciones que experimentan los 
jóvenes en su cuerpo. Básicamente, estas son las que despiertan un 
apetito sexual que va aumentando a medida que transcurren los años. Es 
importante resaltar que el deseo sexual no surge específicamente por la 
acción de algunas hormonas fuera de control. 
Los cambios síquicos en la adolescencia incluyen una atracción mayor 
por las personas del sexo opuesto, lo cual a su vez genera cambios en el 
comportamiento. Por esta razón los hombres tienden a buscar la 
compañía de mujeres y estas a la de los hombres. Los juegos de la 
infancia donde los niños jugaban entre ellos y las niñas no permitían que 
ellos se acercaran, empiezan a ser parte del su pasado; ahora es 
importante para ellos juntarse, conocerse mutuamente, interactuar y hasta 
formar relaciones afectivas como noviazgos. 
Es importante que los adolescentes entiendan que su sexualidad es 
mucho más que un acto físico que dura algunos minutos. Cuando se tiene 
una relación sexual no solamente se esta esperando recibir placer de 
momento, también se espera sentirse bien como persona, es decir que se 
espera recibir amor y aceptación. Como humano, sea hombre o mujer, el 
joven necesita sentir que es importante para otras personas, sobre todo 
para aquella con quien tiene intimidad sexual. 
La relación sexual es un regalo maravilloso que se le ha dado al ser 
humano para que entregue todo de sí a la persona que ama. El acto 
sexual como tal dura algunos minutos, pero la sexualidad involucra 
sentimientos, anhelos, deseos y otros elementos que entregamos a 
nuestra pareja. No se trata de un acto egoísta donde solo se busca el 
placer personal, es necesario pensar en las necesidades y expectativas 
de la otra persona. 
Si la sexualidad es tan importante para el bienestar de una persona 
entonces es necesario tener cuidado de cuándo y con quien tener 
relaciones íntimas. Una mala experiencia sexual puede frustrar al 
individuo y dejarlo con una imagen errónea de la sexualidad por mucho 
tiempo. 
Es entendible que los adolescentes se ven presionados por múltiples 
factores que los ponen en una “carrera contra el tiempo” para iniciar su 
vida sexual. Por ejemplo, los chicos quieren contar a sus amigos que ya 
han tenido su primera vez y buscan estar con alguien sin importar las 
consecuencias. Por otra parte las chicas pueden verse presionadaspor 
amigas con más experiencia o por su novio el cual demanda una “prueba 
de amor”. Lo importante del caso es aprender a controlar el afán, que solo 
lleva a tener problemas y pensar muy bien lo que se va hacer. Es muy 
importante que el joven adolescente aprenda que si la sexualidad se 
maneja de una forma irresponsable puede haber consecuencias muy 
dolorosas, como embarazos no deseados, enfermedades de trasmisión 
sexual, como SIDA, VPH, Sífilis, Gonorrea, Hepatitis B; entre otras. 
El Embarazo En Las Adolescentes. 
El embarazo en la adolescencia es aquella gestación que ocurre durante 
los 2 primeros años después de la primera menstruación (entre los 10 y 
13 años aprox.), y/o cuando la adolescente mantiene la total dependencia 
social y económica de sus padres. 
Las causas del embarazo adolescente pueden ser muchas, y al mismo 
tiempo discutibles, los factores de riesgo de las jóvenes de quedar 
embarazadas existe en todas las clases sociales, pero tiene más 
probabilidades de ser madre una niña de bajo estrato social que una con 
mejor situación económica y padres profesionales. 
Alguna de las Causas y factores de riesgo son: 
• Mal funcionamiento del núcleo familiar (posibilidad de huir de un 
hogar donde a veces la adolescente se siente amenazada por la 
violencia, el alcoholismo y el riesgo de incesto. 
• La inestabilidad familiar. 
• La necesidad de probar su fecundidad. 
• La pérdida de la religiosidad. 
• Mantener relaciones sexuales sin las medidas de contracepción 
adecuadas. 
• La aceptación de mantener relaciones sexuales a edades cada vez 
más precoces. 
• La falta de educación suficiente sobre el comportamiento sexual 
responsable. 
• Falta de información clara y especifica sobre las consecuencias del 
intercambio sexual. 
• Vivir en comunidades o asistir a escuelas donde los embarazos 
tempranos son comunes. 
• El uso temprano de alcohol y/o drogas. 
• Haber sido víctima de un ataque o abuso sexual. 
• Cuando sus madres a su vez les han dado a luz a edad temprana. 
A menudo no se sospecha del embarazo de la joven hasta que es obvio, 
lo que se traduce en un aumento de sus riesgos, ya que se ha 
comprobado una relación directa entre las complicaciones del embarazo 
con el número de semanas de gestación sin atención medica. Esto es 
especialmente importante puesto que las muertes a raíz del aborto 
inducido en las adolescentes de 15 a 19 años es una de las principales 
causas de muerte en la población femenina de estas edades. 
Por lo anterior, es necesario destacar la importancia de un diagnostico 
temprano. Dado que pocas jóvenes consultan a ginecólogos es de 
primordial importancia que los médicos generales, los médicos de familia, 
los pediatras y otros profesionales que atienden a adolescentes estén 
todo el tiempo alerta a los síntomas vagos que pueden manifestarse 
durante el embarazo. 
El Aborto: riesgo de muerte o solución. 
Frente a un embarazo no deseado en la adolescencia, es común que se 
piense en la posibilidad de un aborto, las razones pueden ser variadas y 
van desde la inmadurez de la madre para criar un hijo hasta la presión de 
los padres “por el que dirán”. 
En la mayoría de los casos el padre-adolescente se desentiende 
totalmente de su responsabilidad, lo que motiva a la joven a tomar esta 
drástica decisión. 
La gran mayoría de los embarazos ocurridos durante la adolescencia no 
son deseados. Esto es la principal causa de abortos ilegales. 
Cuidados Prenatales 
Durante este periodo la madre esta especialmente sensible a la 
comunicación verbal, lo que hace fácil la entrega de contenidos 
educativos relacionados con la paternidad responsable. 
Cuidado Postnatal 
Una vez abandonado el hospital, la madre adolescente se enfrenta al 
mayor reto del proceso: ser capaz de cuidar a su hijo. Los médicos deben 
apoyar de cerca, ofreciendo toda la ayuda necesaria para la optima salud 
del recién nacido. El apoyo de la familia es indispensable, y un factor 
determinante en la posibilidad de que la joven reincida en quedar 
embarazada. 
Es importante fortalecer la confianza y autoestima de la madre, a través 
de explicaciones simples que la orienten en su capacidad de cuidar 
adecuadamente a su hijo. Es importante explorar los planes familiares así 
como la situación escolar y su futuro, nunca será excesivo estimular la 
reinserción escolar de las madres adolescentes, orientando sobre las 
alternativas para continuar estudiando que existan en su entorno. 
Preguntar sobre actividad sexual y orientar sobre métodos de 
planificación familiar debe ser parte de todo este cuidado integral. 
 
 
 
 
 
 
CONSUMO DE DROGAS EN EL ADOLESCENTE 
 
Comenzaremos definiendo que es una Droga. En farmacología, una 
droga es toda materia prima de origen biológico que directa o 
indirectamente sirve para la elaboración de medicamentos, y se llama 
principio activo a la sustancia responsable de la actividad farmacológica 
de la droga. La droga puede ser todo vegetal o animal entero, órgano o 
parte del mismo, o producto obtenido de ellos por diversos métodos que 
poseen una composición química o sustancias químicas que proporcionan 
una acción farmacológica útil en terapéutica. 
Este término suele usarse indistintamente para designar a ésta y a los 
términos correspondientes en farmacia a principio activo, fármaco y 
medicamento, ya sea por extensión del concepto o debido a la traducción 
literal del término inglés drug, el cual no hace distinciones entre los tres 
conceptos. 
La drogadicción o fármacodependencia o consumo excesivo o 
drogodependencia es un padecimiento que consiste en la dependencia de 
sustancias químicas que afectan el sistema nervioso central y las 
funciones cerebrales, que producen alteraciones en el comportamiento, 
en la percepción, en el juicio y en las emociones. Los efectos de las 
drogas son diversos, dependen del tipo de droga y de la cantidad o de la 
frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, 
intensificar o entorpecer los sentidos o provocar sensaciones de euforia o 
de desesperación. El consumidor necesita consumir cierta sustancia para 
alcanzar ciertas sensaciones placenteras o bien para eliminar 
sensaciones desagradables derivadas de la privación de la sustancia (el 
llamado síndrome de abstinencia). 
La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos: 
• Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las 
drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo 
sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como 
Síndrome de abstinencia. Por ejemplo, algunos medicamentos 
para la presión sanguínea. 
• Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente 
cuando se consume droga, y que lleva a buscar nuevamente el 
consumo para evitar el malestar u obtener placer. El individuo 
siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta 
un desplome emocional cuando no la consigue. Por ejemplo, la 
abstinencia de la cocaína no trae síntomas como vómitos ni 
escalofríos; en cambio se caracteriza principalmente por la 
depresión. 
Factores de riesgo de drogadicción en adolescentes: 
Aquí es preciso considerar los factores genéticos, que pueden conllevar 
un riesgo de drogadicción. Es el caso del alcoholismo familiar entre los 
descendientes varones, a los que se transmite esta predisposición 
genética (no obstante no llegan al 30 % los hijos de alcohólicos que 
acaben siendo ellos mismos alcohólicos) (Fuente: 
http://eticayciudadania.wikispaces.com).Una historia familiar de conductas 
antisociales es otro factor de riesgo. El temperamento del niño pequeño 
con frecuentes estados de humor negativo e inhibición puede predecir 
una conducta futura de adicción. El comportamiento agresivo en niños de 
5 a 7 años de edad se ha encontrado como predictor de futuras conductas 
antisociales, incluyendo consumo de drogas, en la adolescencia. Lahiperactividad y los trastornos de atención también se han considerado 
factores de riesgo en el consumo de sustancias. 
La edad es una variable importante a tener en cuenta. Así, por ejemplo, el 
consumo de alcohol en edades precoces influye en el riesgo de consumir 
marihuana más tarde, y cuanto antes se consuma marihuana, mayor es el 
riesgo de adicción a otras drogas ilícitas. Está plenamente demostrado 
que el uso de drogas antes de los 15 años es un consistente predictor del 
abuso de drogas más adelante. No existen diferencias importantes en lo 
que concierne al sexo del adolescente drogadicto (únicamente el 
embarazo de adolescentes se considera un factor de riesgo en el 
consumo de drogas). 
El fracaso escolar sí que constituye un importante factor de riesgo, 
aunque ha sido asociado más con la delincuencia que con la 
drogadicción, la cual no queda excluida. El pobre interés por el 
aprendizaje es ciertamente un factor de riesgo para la drogadicción. Sin 
embargo, la mayoría de estudios sugieren que el ajuste social del niño es 
más importante que los resultados académicos en los primeros grados de 
la escuela para la predicción del abuso posterior de drogas. La precoz 
conducta antisocial en la escuela predice el fracaso escolar posterior y el 
abuso de drogas más adelante. La combinación de agresividad y timidez 
en la relación con los compañeros en los primeros cursos escolares es un 
explosivo cóctel que predispone más tarde a las conductas adictivas. 
La rebeldía ante los valores sociales es un predictor de delincuencia y 
abuso de drogas. Incluso hay autores que, midiendo estas actitudes 
antisociales en niños de 7 años de edad, han pronosticado el uso de 
marihuana a los 18 años. 
Uno de los más fuertes predictores de uso de sustancias en los 
adolescentes es cuando los compañeros, especialmente si es "el mejor 
amigo", las utilizan. La influencia de los compañeros (los pares) en el uso 
de drogas por el adolescente es mucho más fuerte que la influencia de los 
padres. Las investigaciones muestran una estrecha relación entre la 
iniciación a las drogas del adolescente y sus actitudes y creencias 
respecto de ellas: la drogadicción va precedida de una valoración 
favorable al uso de sustancias. 
Con todo lo anteriormente dicho se puede hacer un perfil del adolescente 
de alto riesgo que puede estar abocado al abuso de drogas. 
Adolescente de alto riesgo. 
� Conducta rebelde antisocial. 
 
� Tendencia al retraimiento y a la agresividad. 
 
� Pobre interés por el estudio (fracaso escolar). 
 
� Baja autoestima. 
 
� Insensibilidad a las sanciones. 
 
� Pobre empatía con los demás. 
 
� Frecuentes mentiras. 
 
� Poco control de los impulsos. 
 
� Alcoholismo familiar (en varones). 
 
� Deterioro socioeconómico de la familia. 
 
� Situación familiar conflictiva. 
 
� Uso de drogas antes de los 15 años 
 
� Amigos íntimos que usan drogas

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