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FACTORES QUE INCIDEN EN LA FORMACION DE LA PERSONALIDAD EN LA ADOLESCENCIA.- La adolescencia: Adolescencia es un concepto moderno, fue definida como una fase específica en el ciclo de la vida humana a partir de la segunda mitad del siglo XIX, estando ligado a los cambios económicos, culturales, al desarrollo industrial, educacional y al papel de la mujer también al enfoque de genero en correspondencia con la significación que este grupo tiene para el proceso económico-social. La adolescencia es una etapa entre la niñez y la edad adulta que se inicia por los cambios puberales y se caracteriza por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas generadoras de crisis, conflictos y contradicciones .No es solamente un periodo de adaptación a los cambios corporales, sino también una fase de grandes determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y social. La Organización Mundial de la Salud define la adolescencia como “la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, considerándose dos fases, la adolescencia temprana 10 a 14 años y la adolescencia tardía 15 a 19 años”. Paralelamente con este tenemos también la juventud que comprende el periodo entre 15 y 24 años de edad, es una categoría psicológica que coincide con la etapa post-puberal de la adolescencia, ligada a los procesos de interacción social, de definición de identidad y a la toma de responsabilidad, es por ello que la condición de juventud no es uniforme, varia de acuerdo al grupo social que se considere. Es en esta etapa cuando, salvo alguna fuerte influencia posterior, queda ya formado el carácter y fijada la personalidad. El muchacho se hace colérico, flemático, sanguíneo, como temperamento dominante para siempre. La adolescencia es una época de inseguridad personal. Los cambios de este período, el anhelo, convertido a veces en verdadera obsesión, por construirse su mundo, llevan al adolescente a experimentar una fuerte inseguridad e incertidumbre ante el futuro de la que quiere salir por sí solo. Sin embargo, es cuando más afecto necesita. Es el momento en que las adolescentes se pasan mucho tiempo solas llorando o huyen absolutamente de la soledad. Las reacciones pueden ser contradictorias, pero siempre son objetivamente exageradas. Igual sucede con los muchachos, que se hacen extrovertidos o introvertidos de forma exagerada, poco equilibrada. En los dos sexos aparece muy fuerte la búsqueda de afectos, de amistades íntimas y completas que compartan con ellos lo que no son capaces de decir a otros, precisamente por su inseguridad, porque se imaginan una reacción negativa. Independientemente de las influencias sociales, culturales y étnicas la adolescencia se caracteriza por los siguientes eventos: En cuanto a su desarrollo físico: • Crecimiento corporal dado por aumento de peso, estatura y cambio de las formas y dimensiones corporales .Al momento de mayor velocidad de crecimiento se denomina estirón puberal. • Aumento de la masa y de la fuerza muscular, más marcado en el varón • Aumento de la capacidad de transportación de oxigeno, incremento de los mecanismos amortiguadores de la sangre, maduración de los pulmones y el corazón, dando por resultado un mayor rendimiento y recuperación más rápida frente al ejercicio físico. • Al incrementarse la velocidad del crecimiento se cambian las formas y dimensiones corporales, esto no ocurre de manera armónica, por lo que es común que se presenten trastornos como son: torpeza motora, falta de coordinación, fatiga, trastornos del sueño, lo que a su vez puede ocasionar trastornos emocionales y conductuales de manera transitoria. • Desarrollo sexual caracterizado por la maduración de los órganos sexuales, aparición de caracteres sexuales secundarios y se inicia la capacidad reproductiva. En el aspecto psicológicos los cambios se manifiestan fundamentalmente por: • Búsqueda de sí mismos, de su identidad. • Necesidad de independencia • Tendencia grupal. • Evolución del pensamiento concreto al abstracto. • Manifestaciones y conductas sexuales con desarrollo de la identidad sexual • Contradicciones en las manifestaciones de su conducta y fluctuaciones del estado anímico • Relación conflictiva con los padres • Actitud social reivindicativa, se hacen más analíticos, formulan hipótesis, corrigen falsos preceptos, consideran alternativas y llegan a conclusiones propias. • La elección de una ocupación y la necesidad de adiestramiento y capacitación para su desempeño • Necesidad de formulación y respuesta para un proyecto de vida. Con lo anteriormente referido vemos como los adolescentes están expuestos a riesgos que no es más que la probabilidad de que acontezca un hecho indeseado que afecta a la salud de un individuo o de un grupo .Los principales factores de riesgo son: • Conductas de riesgo • Familias disfuncionales • Deserción escolar • Accidentes • Consumo de alcohol y drogas • Enfermedades de transmisión sexual asociadas a practicas riesgosas • Embarazo • Desigualdad de oportunidades en términos de acceso a los sistemas de salud, educación ,trabajo ,empleo del tiempo libre y bienestar social • Condiciones ambientales insalubres, marginales y poco seguras. Estos factores tienen una característica fundamental y es la interrelación marcada entre ellos, en un adolescente pueden coincidir 2 o 3 a la vez, por lo que el conocimiento de estos conceptos y de los factores de riesgo ha dado prioridad a las acciones de promoción y prevención de salud, unido a la necesidad de atención de los adolescentes y jóvenes dentro de la fuerza productiva y social. Pero no todo es negativo, existen también los factores protectores de la salud que son determinadas circunstancias, características y atributos que faciliten el logro de la salud y en el caso de los adolescentes su calidad de vida, desarrollo y bienestar social; se pueden clasificar en externos: una familia extensa, apoyo de un adulto significativo, integración social y laboral; los internos son: autoestima, seguridad en sí mismo, facilidad para comunicarse, empatía. Estos factores son susceptibles de modificarse y no ocurren necesariamente de manera espontánea o al azar Los factores protectores son: • Estructura y dinámica familiar que satisface los procesos físicos y funciones de la familia. • Políticas sociales con objetivos dirigidos a la atención de la niñez y la adolescencia con acciones específicas que permiten la salud integral, el desarrollo y el bienestar social. • Desarrollo de medio ambiente saludables y seguros para ambos sexos. • Promoción del auto -cuidado en los dos sexos en relación con la salud reproductiva. • Autoestima y sentido de pertenencia familiar y social. • Posibilidades de elaborar proyectos de vida asequibles en congruencia con la escala de valores sociales morales apropiados. • Promoción de mecanismos que permitan la identificación y refuerzo de la defensa endógenas frente a situaciones traumáticas y de estrés conociendo la capacidad de recuperación ante condiciones adversas que poseen los niños y adolescentes. Sí se desea alcanzar un futuro saludable se hace imprescindible el desarrollo de los factores protectores, empeño en el cual es fundamental el papel de los adultos y de acciones colectivas de promoción y prevención de salud para otorgarle a este grupo una participación social más activa y protagónica, es decir abrirle el espacio como verdaderos actores sociales, creativos y productivos. La familia como unidad social primaria ocupa un papel fundamental en la comprensión del adolescente, a pesar de que la llegada de hijos a la adolescencia se caracteriza por una crisis transitoria, el apoyo de esta es fundamental aún en situaciones donde no se compartan los mismos puntosde vista, ya que se debe recordar que este adolescente esta sometido a varias tensiones. Las características de la familia en las últimas décadas ha sufrido cambios importantes que están dados esencialmente por la pérdida de la organización patriarcal y un mayor papel de la mujer como centro de esta ,disminución del número de sus miembros ,menor duración de los matrimonios ,e incremento de las familias monoparentales ,esto unido a que algunas de las funciones que eran de la familia han pasado al estado y a la comunidad .Esto condiciona cambios en su organización y dinámica para dar solución a sus funciones básicas, la familia constituye un sistema de abasto, en términos de ciclo vital y satisfacción de las necesidades económicas, sociales puede llevar a las nuevas generaciones a desempeñarse satisfactoriamente como adultos. Le corresponde por tanto a la familia garantizar la alimentación, protección, seguridad, higiene, descanso y recreación del adolescente como miembro de esta. Aspectos del desarrollo del adolescente: La etapa de la adolescencia, como ya se dijo, es fundamentalmente de cambios a todo nivel; social, intelectual, físico. etc.; todos estos cambios y la forma como ocurren van a influenciar la manera como el joven moldea su personalidad. Uno de los aspectos mas relevantes es el cambio a nivel intelectual, o desarrollo cognitivo. EL DESARROLLO COGNITIVO EN EL ADOLESCENTE Según la enciclopedia en línea Wikipedia, el desarrollo cognitivo o cognoscitivo se centra en los procesos de pensamiento y en la conducta que refleja estos procesos. Es la base de una de las cinco perspectivas del desarrollo humano aceptadas mayoritariamente (las otras 4 son la perspectiva psicoanalítica, la perspectiva del aprendizaje, la perspectiva evolutiva / socio biológica y la perspectiva contextual). El proceso cognoscitivo es la relación que existe entre el sujeto que conoce y el objeto que será conocido y que generalmente se inicia cuando este logra realizar una representación interna del fenómeno convertido en objeto del conocimiento. El desarrollo cognitivo es el producto de los esfuerzos del niño por comprender y actuar en su mundo. Se inicia con una capacidad innata de adaptación al ambiente. Consta de una serie de etapas que representan los patrones universales del desarrollo. En cada etapa la mente del niño desarrolla una nueva forma de operar. Este desarrollo gradual sucede por medio de tres principios interrelacionados: la organización, la adaptación y el equilibrio. Los padres de adolescentes observan a diario cómo ha cambiado la forma y la capacidad de pensar de sus hijos. Esa manera de analizar y de ver la realidad les permite dialogar entre sí y vivir y entender cada momento de una manera más cercana. Los padres deben saber que desempeñan un papel decisivo en la madurez intelectual de sus hijos. En la aparición y el desarrollo del pensamiento formal influye de manera capital el ambiente que les rodea. Ahora bien debemos primero entender que es el pensamiento formal, Piaget, cree que el adolescente construye sus propias formas de pensar basándose en su propio nivel de maduración y en sus experiencias reales. Hoy día sabemos que el desarrollo se trata de una interacción, una mutua influencia entre las posibilidades que ofrece el entorno y las potencialidades del individuo. El individuo proviene de un período que se apoya en objetos concretos. A partir de los 12 años podemos afirmar que se reemplazan los objetos por ideas o conceptos. El pensamiento formal es reversible, interno. El adolescente es capaz de concebir hipótesis (pensar en abstracto) y preparar experiencias mentales para comprobarlas. Formula definiciones, elabora conceptos, resuelve problemas. El sujeto no es consciente del proceso. Según lo anterior, el adolescente puede aplicar un razonamiento deductivo indicando las consecuencias de determinadas acciones realizadas sobre la realidad. El uso del pensamiento hipotético-deductivo constituye el núcleo del pensamiento científico dado que no sólo pueden formular hipótesis que expliquen los hechos sino también son capaces de comprobar el valor de cada una de las hipótesis que han trazado. El pensamiento abstracto tiene un carácter preposicional (“si… entonces”) que consiste en utilizar proposiciones verbales como medio ideal en el que expresar las hipótesis y razonamientos, así como los resultados que se obtienen. Para pensar o razonar sobre hechos posibles, el trabajo intelectual no se hace sólo con objetos reales, sino con representaciones de los mismos. El medio de estas representaciones es el lenguaje que desempeña una labor capital en el desarrollo de este pensamiento. Se ha afirmado que el pensamiento abstracto se basa en esquemas formales. A través de ellos, el adolescente representa su conocimiento como resultado de la interacción de la nueva información con la propia experiencia. El esquema es entendido como un proceso interno, no necesariamente consciente y que descansa sobre la información ya almacenada en nuestra mente. Es una unidad básica a través de la cual representamos nuestro conocimiento. Los esquemas permiten la predicción y así capacitan al individuo para anticiparse a aquellos aspectos del ambiente que le son significativos, acomodándose a las demandas del medio a la vez que integra información nueva. El desarrollo del pensamiento formal en la adolescencia se produce de una forma significativamente diferente al desarrollo físico. Mientras que éste se produce de una forma progresiva, relativamente rápida (tres o cuatro años) y en una secuencia semejante en la mayoría de los individuos, el desarrollo intelectual tiene lugar con más lentitud (siete u ocho años), en una progresión irregular y con notables diferencias entre unos y otros. De forma concreta, el adolescente, en el desarrollo intelectual y de forma progresiva, adquiere la capacidad de: • Valorar distintas posibles soluciones a un problema. • Prever las consecuencias de actuaciones presentes. • Adquirir capacidad crítica al ser capaz de relacionar realidades concretas con reglas generales o abstractas. • Podrá reflexionar sobre diferentes realidades posibles. Las consecuencias de esta forma de pensar son claras: según va dominando con eficacia estas nuevas capacidades, disfrutará de las conversaciones con sus amigos sobre las realidades trascendentales de la vida, hará uso de la crítica, al principio de manera muy tajante, y será capaz de delimitar sus aspiraciones de futuro de una manera realista. La adolescencia es la etapa que marca el comienzo del desarrollo de procesos de pensamiento más complejos (también llamados operaciones lógico-formales): • La capacidad de razonar a partir de principios conocidos (construir por uno mismo nuevas ideas o elaborar preguntas), • La capacidad de considerar distintos puntos de vista según criterios variables (comparar o debatir acerca de ideas u opiniones) y • La capacidad de pensar acerca del proceso del pensamiento. Estos cambios en el desarrollo cognitivo que ocurren durante la adolescencia (12 a 18 años de edad) hacen que adolescente adquiera la capacidad de pensar sistemáticamente acerca de todas las relaciones lógicas implicadas en un problema. La transición desde el pensamiento concreto hacia las operaciones lógico-formales se produce con el tiempo. Cada adolescente elabora un punto de vista propio acerca del mundo. Es posible que algunos apliquen las operaciones lógicas a la resolución de las tareas escolares antes de poder aplicarlas a los dilemas de su vida personal. La presencia de cuestiones emocionales frecuentemente interfiere en la capacidad que el adolescente tiene para pensar con mayor complejidad. La habilidad para considerar posibilidadesy hechos puede influir ya sea de manera positiva o negativa en la toma de decisiones. Veamos a través de ciertos indicadores, el progreso que implica la transición desde un desarrollo cognitivo más simple a uno más complejo de acuerdo a la edad cronológica que va transcurriendo en el adolescente: Adolescencia precoz (10 a 12 años): Los pensamientos más complejos se dirigen hacia la toma de decisiones personales en el colegio o el hogar, entre las que se encuentran las siguientes: • Comienza a cuestionar la autoridad y las normas de la sociedad. • Empieza a formar y verbalizar sus propios pensamientos y puntos de vista acerca de diversos temas generalmente relacionados con su propia vida, como por ejemplo: • cuáles son los mejores deportes para practicar. • cuáles son los grupos más convenientes para incluirse. • qué aspecto personal es atractivo o deseable. • qué reglas establecidas por los padres deberían cambiarse. Adolescencia media (12 a 16 años): El adolescente se vuelve más reflexivo y piensa en cuestiones más filosóficas y futuristas como las siguientes: • Cuestiona y analiza con mayor profundidad. • Piensa acerca de su propio código ético y comienza a elaborarlo (por ejemplo, "¿Qué creo yo que es lo correcto?"). • Piensa acerca de diferentes posibilidades y comienza a desarrollar su propia identidad (por ejemplo, "¿Quién soy?"). • Piensa acerca de posibles metas para el futuro y comienza a considerarlas sistemáticamente (por ejemplo, "¿Qué es lo que quiero?"). • Piensa acerca de sus propios planes y comienza a elaborarlos. • Comienza a pensar a largo plazo. • El hecho de que el adolescente piensa sistemáticamente comienza a influir en su relación con los demás. Adolescencia tardía (16 a 18 años): Los procesos de pensamiento complejos se utilizan para concentrarse en conceptos menos egocéntricos y en la toma de decisiones, entre los que se incluyen las siguientes: • El adolescente piensa con mayor frecuencia acerca de conceptos más globales como la justicia, la historia, la política y el patriotismo. • Frecuentemente, desarrolla puntos de vista idealistas acerca de temas o cuestiones específicas. • Es posible que se involucre en debates y que no tolere puntos de vista diferentes. • Comienza a dirigir el pensamiento hacia la decisión de optar por una carrera. • Comienza a dirigir el pensamiento hacia el rol que desempeñará en la sociedad como un adulto Formación de la autoestima en el adolescente. Esta es una de las etapas mas criticas en el desarrollo de todo ser humano, y mas en el caso particular del adolescente, que se encuentra en una etapa de confusión y duda absoluta; es por lo tanto indispensable realizar la transición de la vida adolescente a la adulta procurando el fortalecimiento de la autoestima del joven. La autoestima, puede expresarse como el amor hacia uno mismo. La formación y el correcto desarrollo de la autoestima tienen su origen en las relaciones familiares, desde el mismo momento en que el niño se siente amado, querido y respetado por sus padres. Los acontecimientos positivos refuerzan la autoestima positiva y los fracasos activan la negativa, y esto puede suceder de forma simultánea en la vida cotidiana. La autoestima de los adolescentes se ve afectada positiva o negativamente de acuerdo con los comportamientos que ven a su alrededor: padres, profesores, parientes cercanos, amigos. La familia, como primera fuente de transmisión de ideas y sentimientos, va conformando la autoestima en los hijos de ambos sexos: al alentarlos a correr los riesgos necesarios para alcanzar retribuciones, al favorecer la progresiva independencia, con la capacidad de asumir responsabilidades y evitar la crítica destructiva. También influyen el resto de familiares, amigos, maestros y compañeros de clase, quienes contribuyen con estas ideas y conceptos. Todas estas influencias irán formando un sentimiento de auto aceptación o auto rechazo. Los elogios, regaños, miradas, estímulos y castigos les están transmitiendo mensajes positivos o negativos, según la forma o intención con que se les transmitan. Estos mensajes serán portadores de sentimientos de seguridad, aceptación, de cariño; o por el contrario, de rechazo, inseguridad o de desánimo. Acciones para desarrollar una mejor autoestima desde la familia: • Elogiar y no ridiculizar. Celebrar sus éxitos de manera sincera, sin exageraciones. • Descubrir sus cualidades. Ayudarlos a sentirse especial y capaz en sus habilidades y aceptar cambiar aquellas que no les benefician. • Decirles cosas agradables de su persona. Darles ánimo. • Orientar sobre su imagen corporal. Enseñar normas sobre higiene, aspecto externo, etcétera. Explicar su importancia y necesidad en las relaciones sociales con los demás. • Ayudar a que toleren sus frustraciones. Transmitirles que no deben desanimarse o deprimirse cuando alguna cosa que deseaban no la consiguen. • Hacerlos sentir orgullosos de sus logros. Que aprendan a valorar sus éxitos personales. • Ayudar a controlar sus emociones y sentimientos. • Valorar sus opiniones. Respetar sus ideas y valorar sus aportaciones para hacerlos sentir importantes. • Comunicación constante. Base para una sana convivencia y entendimiento. • Evitar la sobreprotección. Prodigar cuidados sin excesos. • Mostrar flexibilidad. Reglas adecuadas para cumplirlas. • Conocer su ambiente. Que sus amigos tengan valores. • Dedicarles tiempo. Aunque sea poco, con calidad. • Ayudarles a proponerse metas. Definir objetivos para que logren lo que quieren. • Interesarse por su vida escolar. Prestar atención en tareas escolares y animarlo a pensar positivamente. • Fomentar la autonomía personal. Potenciar sus habilidades y capacidad para cuidar de sí mismos. La obtención de una valoración positiva de sí mismo le permite al adolescente un desarrollo psicológico sano y armónico con su medio y en relación con los demás. Factores que influyen en la madurez intelectual. Aunque el cerebro de un niño se haya desarrollado lo suficiente como para permitirle entrar en la etapa del pensamiento formal, puede que nunca lo logre si no recibe suficientes estímulos educativos y culturales. En la adolescencia, no solo hay una maduración cerebral, sino que el ambiente que rodea al adolescente también cambia, su ambiente social es más amplio y ofrece más oportunidades para la experimentación. Todos estos cambios son fundamentales para el desarrollo del pensamiento. La interacción con los compañeros puede ayudar en este desarrollo. Según las investigaciones realizadas en Estados Unidos, cerca de la sexta parte de las personas, nunca alcanza la etapa de las operaciones formales. Características típicas del pensamiento de los adolescentes. Encontrar fallas en las figuras de autoridad, las personas que una vez reverenciaron caen de sus pedestales. Los adolescentes se hacen conscientes de que sus padres no son tan sabios ni saben todas las respuestas, ni tienen siempre razón. Al darse cuenta de eso, tienden a decirlo alto y claro con frecuencia. Los padres que no se toman estas críticas de modo personal, sino que las consideran como una etapa del crecimiento y desarrollo de sus hijos, son capaces de responder a esos comentarios sin ofenderse y reconocer que nadie es perfecto. Tendencia a discutir. A menudo, los adolescentes usan la discusión como un modo de practicar nuevas habilidades para explorar los matices de un tema y presentar un caso desde otros puntos de vista. Si los padres animan a sus hijos a participar en debates acerca de sus principios, mientras evitan llevar la discusión a título personal, pueden ayudar a sus hijos en su desarrollo sin crear riñas familiares. Indecisión. Dado que los adolescentes acaban de hacerse conscientes de todas las posibilidades que ofrece ypodría ofrecer el mudo, tienen problemas para decidirse incluso en las cosas más sencillas. Pueden plantearse diversas opciones y medir las consecuencias de cada decisión durante horas, incluso aunque se trate de temas poco importantes. Hipocresía aparente. A menudo, los adolescentes no reconocen la diferencia entre expresar un ideal y buscarlo. Así, pueden usar la violencia en una marcha a favor de la paz, o protestar contra la polución mientras arrojan basura a la calle. Aún deben aprender que no basta con pensar sobre los valores, sino que deben vivirse para lograr un cambio. Autoconciencia. La autoconciencia se relaciona con la tendencia a sentirse observados y juzgados por los demás. Los adolescentes pueden ponerse en la mente de otras personas e imaginar lo que piensan. Sin embargo, como tienen problemas para distinguir entre lo que les interesa a ellos y lo que les interesa a los demás, suponen que los demás piensan de ellos igual que ellos mismos. Así, cuando un o una adolescente ve un grupo de chicos riéndose, "sabe" que se están riendo de él o ella. Aunque este tipo de autoconciencia se da también entre los adultos, en los adolescentes se da de un modo más intenso y son mucho más sensibles a las críticas, de modo que es importante que los padres se abstengan de ridiculizarlos o criticarlos en público. Centrarse en sí mismos. Los adolescentes suelen creer que ellos son especiales, que su experiencia es única y que no están sujetos a las mismas leyes que rigen el mundo. Esto puede llevarlos a asumir conductas de riesgo, porque piensan que nada malo va a pasarles a ellos. Por ejemplo, una adolescente puede pensar que ella no va a quedarse embarazada, o que no va a acabar enganchada a las drogas, aunque tenga comportamientos de riesgo en ambos sentidos. No obstante, hay que tener en cuenta que este "optimismo ingenuo" puede darse en adultos en la misma medida. Es decir, cuando se les pide que evalúen, por ejemplo, su riesgo de morir en un accidente de tráfico, adolescentes y adultos pueden responder de manera similar. La diferencia es que el adulto aplica este modo de pensar en la práctica (siendo más prudente al volante, usando cinturón, etc.) y el adolescente es más propenso a no hacerlo. DESARROLLO MORAL EN LA ADOLESCENCIA Según las etapas del desarrollo moral de Kohlberg, los adolescentes, al igual que la mayoría de los adultos, suelen estar en un nivel en el cual han interiorizado los estándares de los demás y se ajustan a las convenciones sociales, piensan en términos de hacer lo correcto para complacer a otros u obedecer la ley. Solamente un pequeño número de personas parece alcanzar un nivel de maduración y desarrollo completo, tanto en la adolescencia como en la edad adulta. El ambiente que rodea a los adolescentes ejerce una influencia sobre su desarrollo moral. La moralidad tiene al menos dos dimensiones: justicia en relación con los derechos del individuo, y cuidado derivado de un sentido de responsabilidad hacia sí mismo y hacia los demás. La teoría del Kohlberg se centra en la primera dimensión, la justicia, que parece ser un punto de vista con una orientación más masculina. La influencia de la familia en el desarrollo moral. Los padres pueden ayudar a los adolescentes a alcanzar niveles más altos de desarrollo moral si les dan la oportunidad de hablar, presentar e interpretar dilemas morales y exponerlos ante personas con un desarrollo moral ligeramente superior. Cuando se hace esto, los niños y adolescentes que avanzan más son aquellos cuyos padres emplean el humor y elogian las intervenciones de sus hijos, los escuchan, les preguntan sus opiniones y les animan a participar de otras formas. Los niños que menos avanzan son aquellos cuyos padres hacen un discurso de sus propias opiniones o desafían las de sus hijos con preguntas o contradicciones, haciendo que los adolescentes se pongan a la defensiva. El desarrollo moral elevado parece depender de la capacidad de ser consciente de la naturaleza relativa de los estándares morales; es decir, la sociedad evoluciona hacia su propia definición de lo bueno y lo malo y los valores de una cultura pueden ser diferentes a los de otra. DESARROLLO SOCIAL Y DE LA PERSONALIDAD Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la búsqueda (o más bien la construcción) de la propia identidad; es decir, la respuesta a la pregunta "quién soy en realidad". Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e intereses y no sólo limitarse a repetir los de sus padres. Han de descubrir lo que pueden hacer y sentirse orgullosos de sus logros. Desean sentirse amados y respetados por lo que son, y para eso han de saber primero quienes son. El niño logra su identidad mediante un proceso de identificación con los demás, haciendo suyos los valores e ideas de otros. Los adolescentes, en cambio, han de formar su propia identidad y ser ellos mismos. Uno de los aspectos más importantes de esta búsqueda de identidad consiste en decidir que profesión o carrera desean tener. La confusión de la identidad típica de la adolescencia, los lleva a agruparse entre ellos y a no tolerar bien las diferencias, como mecanismos de defensa ante dicha confusión. A veces también muestran su confusión actuando de maneras más infantiles e irresponsables para evitar resolver conflictos o actuando de manera impulsiva y sin sentido. La crisis de identidad Los adolescentes pueden entrar en una etapa de crisis de identidad. Durante esta etapa analizan sus opciones y buscan llegar a comprometerse con algo en lo que puedan tener fe. Así, un adolescente puede optar por entrar en una ONG, ir a la universidad, dar clases de baile, hacerse vegetariano, etc. Con frecuencia, estos compromisos de carácter ideológico o personal ayudan a formar la identidad y moldean la vida en los años siguientes. El nivel de confianza que los adolescentes tengan en sus compromisos influye en su capacidad para resolver sus crisis de identidad. De la crisis de identidad surge la fidelidad a algo, la lealtad, la constancia o la fe y un sentido de pertenencia. No es raro que la crisis de la identidad pueda durar hasta cerca de los 30 años. Si bien durante la infancia es importante confiar en otros, sobre todo en los padres, durante la adolescencia es importante confiar en uno mismo. También transfieren su confianza de los padres a otras personas, como amigos íntimos o parejas. El amor es parte del camino hacia la identidad. Al compartir sus pensamientos y sentimientos con otra persona en quien confía, el adolescente está explorando su identidad posible, y viéndola reflejada en la otra persona, a través de la cual puede aclarar mejor quien es. No obstante, la intimidad madura, que implica compromiso, sacrificio y entrega, no se alcanza hasta haber logrado una identidad estable. Relación con los padres Un aspecto importante de la búsqueda de la identidad es la necesidad de independizarse de los padres. Las relaciones con personas de su misma edad se vuelve especialmente importante y los adolescentes dedican gran parte de su tiempo libre a pasarlo con personas de su edad, con quienes pueden identificarse y sentirse cómodos. Aunque tiende a considerarse que los adolescentes suelen rebelarse ante los padres, lo cierto es que el rechazo de los jóvenes hacia los valores de los padres suele ser parcial, temporal o superficial, pues los valores de los adolescentes tienden a permanecer más cerca de sus padres de lo que suele creerse. Aunque pueden darse algunos conflictos, la mayoría de los adolescentes tiene una relación positiva con sus padres, comparte sus valores en temas importantes y valora su aprobación. Los adolescentesse encuentran en un estado de tensión constante debido a la necesidad de independizarse de sus padres y su dependencia de ellos. Y los padres suelen vivir un conflicto similar, pues desean que sus hijos se independicen al tiempo que desean conservarlos dependientes. Como resultado, pueden darles a sus hijos mensajes dobles, pues dicen una cosa pero comunican la opuesta con sus acciones. En la mayoría de los adolescentes, los conflictos con los padres suelen estar relacionados con temas de la vida cotidiana, como las tareas domésticas, los estudios, los horarios, las amistades, etc. Al final de la adolescencia, el conflicto es más probable cuando se trata de temas relacionados con el consumo de alcohol o la sexualidad. Por lo general, la discordia aumenta a comienzos de la adolescencia, se estabiliza hacia la mitad de esta etapa y disminuye después de que el adolescente ha alcanzado los 18 años. Los padres han de encontrar el equilibro entre dar a sus hijos suficiente independencia y protegerlos de su inmadurez. Si la independencia emocional de la familia se da demasiado pronto puede tener consecuencias negativas, como aislamiento del adolescente, influencia de compañeros negativos, comportamiento insano, consumo de drogas o actividad sexual prematura. No obstante, es importante que los padres permitan a sus hijos asumir algunos riesgos. Emprender alguna actividad nueva, enfrentar un nuevo desafío, hacer nuevos amigos, aprender alguna habilidad difícil o resistir la presión de los compañeros son retos que llevan al crecimiento. El tipo de paternidad que parece aportar el mejor equilibrio es la democrática, pues ofrece aceptación y calidez, capacidad para actuar según normas y valores, deseo de escuchar, explicar y negociar, otorgar autonomía psicológica y animar a los hijos a formar sus propias opiniones. Los padres democráticos ejercen control sobre su hijo o hija pero no sobre su sentido de sí mismo o identidad. Conceder autonomía psicológica ayuda a los hijos a ser más responsables; la calidez en la relación ayuda a fortalecer la autoestima y las habilidades sociales, y el control del comportamiento les ayuda a controlar el comportamiento impulsivo típico de la adolescencia. Los padres democráticos explican sus razones a sus hijos. De este modo reconocen que los adolescentes pueden evaluar las situaciones de manera inteligente. Cuanto más fuerte sea el interés de los padres en la vida de sus hijos, más probable es que estos logren metas más altas. El futuro profesional Uno de los dilemas de la adolescencia consiste en decidir qué hacer una vez finalizados los estudios. ¿Estudiar una carrera? Si es así, ¿qué carrera? ¿Buscar un trabajo? ¿Formación profesional? Estas son preguntas típicas en la adolescencia para las que muchos no han encontrado una respuesta clara. Al planear un futuro profesional, los niños y adolescentes atraviesan tres etapas: el periodo de fantasía, el periodo de ensayo y el periodo realista. El periodo de fantasía se da en los años de escuela elemental y las opciones que tienen en cuenta son activas y emocionantes, más que realistas. Cerca de la pubertad entran en el periodo de ensayo; en este periodo hacen un esfuerzo mayor y más realista para tratar de que sus opciones estén más de acuerdo con sus capacidades y valores. Al final de la escuela secundaria están ya en el periodo realista y planean la educación necesaria para alcanzar sus metas. La falta de información puede ser un obstáculo a la hora de elegir un futuro profesional. La mayoría de los adolescentes sólo conocen un número muy limitado de las ocupaciones existentes; en muchos casos, aunque conozcan la existencia de una profesión determinada, no saben qué tipo de tareas realiza una persona que se dedique a eso, o pueden no saber qué tipo de educación necesitan tener para realizar un trabajo determinado. Muchos jóvenes desconocen el mercado laboral y cómo pueden adaptarse a él, de modo que avanzan con grandes dificultades. Muchos no aprenden las destrezas que necesitan para llegar a una buena posición; otros toman trabajos por debajo de sus capacidades, otros no encuentran trabajo. El estímulo de los padres y su apoyo financiero constituyen una influencia importante en las aspiraciones y el logro de sus hijos. Si los padres no estimulan a sus hijos a buscar una mejor educación y no les ayudan económicamente para poder ir a la universidad, la situación se hace más difícil para ellos, incluso aunque consigan becas. EL DIVORCIO. ¿CÓMO AFECTA AL ADOLESCENTE? Mas allá de los cambios físicos e intelectuales que pueda experimentar el adolescente, existen cambios que pueden ocurrir en su entorno que pusiesen afectar el desarrollo de su personalidad, uno de esos cambios puede ser la separación de sus padres, y como esta puede tocar la vida del joven en formación. Para los niños en las etapas de pubertad o adolescencia, el divorcio de sus padres va a suponer un punto de inflexión en sus vidas, independientemente de si se produjo hace años o está sucediendo ahora mismo. Hoy en día, casi la mayoría de los matrimonios terminan divorciándose. Puede parecer duro, pero es posible superar un divorcio y llevar una vida familiar feliz a pesar de los cambios que este trae consigo. Después de todo, las parejas se divorcian una de la otra, no de sus hijos. La pregunta mas frecuente de los adolescentes en esta situación es ¿Por qué se van a divorciar mis padres? Es habitual que los adolescentes piensen que el divorcio de sus padres es en cierto modo por su culpa, pero no hay nada más lejos de la realidad. Algunos adolescentes se preguntan si podrían haber ayudado a evitar la ruptura. Otros desearían haber podido evitar discusiones colaborando más con su familia. Pero la separación y el divorcio son el resultado de los problemas que surgen en la pareja, no de los problemas que los padres tienen con los hijos. Es posible que, si los se están divorciando se experimenten una variedad de sentimientos y que las emociones cambien con frecuencia. Es posible estar enfadado, decepcionado o triste. Es posible que el hijo en cuestión se sienta protector hacia uno de los progenitores o que culpe a uno de ellos de la situación. Tal vez se sienta abandonado, preocupado, culpable o tenga miedo. También se puede sentirte aliviado. Estos sentimientos son normales, y le puede ayudar hablar ello con un adulto o un amigo de confianza. Luego aparecen los temores de cómo les cambiara la vida después del divorcio. No hay duda de que el divorcio afectará a la vida diaria. Dependiendo de la situación particular, es posible que tenga que adaptarse a muchos cambios. Por ejemplo, es posible que tenga que cambiar de ciudad y de centro de estudios, que pasar tiempo con tus padres por separado y hacer frente a los sentimientos desagradables que existan en la pareja. La situación económica de los padres también puede verse afectada. Es posible que un progenitor que no trabajaba mientras estaba casado tenga que buscar trabajo para poder pagar las cuentas de la casa. El divorcio trae consigo gastos como: honorarios de los abogados hasta el costo del traslado a una nueva casa. Es posible que una familia en esta situación no pueda permitirse todas las cosas a las que estaba acostumbrada antes del divorcio. Algunos adolescentes tienen que viajar entre los lugares de residencia de sus padres, y eso puede plantearles algunos problemas, tanto desde el punto de vista social como desde el estrictamente práctico. Tal vez te resulte complicado al principio pero, con el tiempo, pasara a ser una rutina que funcionará. Ahora bien, hay cosas que los padres pueden hacer para que la separación sea lo menos traumática posible para los hijos adolescentes, como por ejemplo, intentar que reine la paz, hacer frentea un divorcio resulta más fácil si los padres se llevan bien. Es especialmente duro para los adolescentes ver que sus padres discuten y se pelean continuamente o actúan con resentimiento entre sí. Ante esta situación el hijo debe pedirles a sus padres que hagan lo posible por dar una tregua a las peleas y a las cosas desagradables que dicen el uno sobre el otro. Independientemente de los problemas a los que se haya tenido que enfrentar una pareja, en calidad de padres, deben enfocar la cuestión de las visitas de forma pacífica para minimizar el estrés que pueden experimentar los hijos, también es importante evitar juzgar al muchacho porque se identifica mas con uno de los padres. Cuando a los padres les cuesta dejar de lado el resentimiento, o si están deprimidos por los cambios que va a comportar el divorcio, pueden pedir ayuda a un psicólogo o terapeuta especializado en trabajar con personas que se están divorciando. Esto puede ayudarles a superar la tristeza del divorcio, a encontrar la felicidad personal y a aliviar el peso que pudiera recaer sobre los hijos. En ocasiones, durante el divorcio los padres están tan metidos en sus propios problemas que puede parecer que la vida del joven está en suspenso. Además de centrarse en los planes y sueños, debe seguir participando en todas las actividades que practica habitualmente. Cuando hay muchos cambios en casa, realmente ayuda seguir manteniendo algunas rutinas fuera de casa, como las actividades escolares y con los amigos. Siempre habrá altibajos en el proceso, pero los adolescentes pueden afrontar con éxito el divorcio sus padres y los cambios que este comporta. Incluso es posible descubrir inesperadamente cosas positivas. Muchos adolescentes acaban descubriendo que, en el fondo, sus padres son más felices después de divorciarse, y/o desarrollando nuevas y mejores formas de relacionarse con sus progenitores al pasar más tiempo con cada uno con ellos por separado. Algunos adolescentes se vuelven más compasivos y amables con sus hermanos menores cuando ven que estos necesitan su apoyo y atención. Es posible que los hermanos de edades similares refuercen su vínculo afectivo y aprendan a contar más el uno con el otro tras haber hecho frente junto a los desafíos planteados por el divorcio de sus padres. Haber sido capaz de superar el divorcio de sus padres también puede aportar a un adolescente seguridad en sí mismo y madurez. Muchos adolescentes se vuelven más responsables, independientes y sensatos. Algunos, a raíz de esta experiencia, aprenden a solucionan mejor los problemas, a escuchar más a los demás y a ser mejores amigos. La mayoría de los adolescentes se dan cuenta de que son capaces de superar con éxito esta situación tan difícil. EL TRABAJO EN LOS ADOLESCENTES. La situación del adolescente trabajador, hoy por hoy, es uno de los elementos que afecta directamente el desarrollo normal de este grupo etáreo. Esto en el sentido que la incorporación temprana al trabajo y en condiciones de explotación se convierte en uno de los factores de riesgo que ejercen un efecto negativo sobre el proceso de crecimiento y desarrollo de éste, situación que afecta, en última instancia, su salud como un todo. La realidad económica y social que vive el país impulsa a los niños (as) y adolescentes provenientes de familias pobres a trabajar para mantenerse a si mismos y complementar el ingreso de su hogar. Por su parte, los (as) adolescentes trabajadores al no contar con una preparación técnica o profesional acorde con el progreso tecnológico y las exigencias del mercado de trabajo, se ven obligados a desempeñarse en cualquier tipo de actividad, muchas veces en condiciones inadecuadas y ambientes peligrosos, en largas jornadas laborales, con salarios bajos y en horarios que provocan que la mayoría de ellos (as) abandonen el sistema educativo formal; situación que no les asegura el desarrollo de su proyecto de vida al ver limitadas las posibilidades para lograrlo. Partiendo de estas consideraciones generales es importante tener presente el vínculo que se establece entre el trabajo y la educación como factores que influyen directamente en el desarrollo del adolescente. La educación se convierte en un elemento fundamental para que el y la adolescente se "apoderen" de los conocimientos imprescindibles para estimular las características del proceso de desarrollo de esta etapa, así como de su pensamiento, sentimientos, creencias, mitos, entre otros. No obstante, el trabajo interfiere en la educación del adolescente al absorber tiempo para asistir a clases y exigirle un alto consumo de energía, sin olvidar también que puede verse expuesto a traumas o accidentes. La UNICEF en el informe "El Estado Mundial de la Infancia" dedicado al trabajo infantil (abril, 1997) establece la importancia que adquiere la educación como estrategia principal de prevención y erradicación del trabajo infanto juvenil, al considerar que la actividad laboral de estas etapas de la vida merece atención por los efectos que produce sobre el desarrollo físico, moral y social de los niños (as) y adolescentes. Es así como hay que tener en cuenta que el trabajo del adolescente se puede convertir en un problema, cuando la labor que éste (a) desempeña repercute negativamente en su desarrollo integral, en aspectos como: • Desarrollo físico: salud general, coordinación, resistencia, visión, audición. • Desarrollo cognitivo: alfabetización, cálculo numérico y conocimientos. • Desarrollo emocional: autoestima, afectividad familiar y los sentimientos de aceptación y amor. • Desarrollo social y moral: identidad grupal, habilidad de cooperar con otros y la capacidad de distinguir el bien del mal (UNICEF, 1997). Todos los aspectos considerados hasta aquí permiten abordar la adolescencia como un proceso integral, que al igual que el Desarrollo Humano, depende de componentes de orden psicológico, político, económico, biológico, ecológico, entre otros, que adquieren características propias, según sea la estructura social y cultural de cada país. El Desarrollo Humano, el trabajo y la adolescencia pueden analizarse desde la concepción de integralidad, en el sentido de que si el factor trabajo se convierte en un elemento que afecta negativamente la salud del Adolescente, provocará un efecto Sinérgico de la misma índole, sobre todas las características o componentes que determinan la evolución normal de la adolescencia. Dicho efecto se expresa en la limitación de oportunidades que tienen las y los adolescentes, especialmente en el acceso a una educación que les garantice a mediano y largo plazo el despliegue de todo su potencial, situación que se convierte a la vez, en un elemento que les permitirá a ellos tener una vida productiva y creativa que les asegure el acceso a recursos indispensables para el logro de su propio proyecto de vida y de su bienestar en general. La actividad laboral que interfiere en el desarrollo normal de adolescente será aquella que afecta por un lado su salud física y psicológica y por otro lado, su proceso educativo, porque este aspecto ayuda en el desarrollo cognitivo, emocional y Social. Así mismo, es importante rescatar que al igual que en otras etapas del desarrollo humano, las situaciones y hechos vividos en el proceso de adolescencia ambos, contribuyen para que en el futuro se llegue a hablar de un adulto sano o de un adulto con problemas. Visto desde el punto de vista positivo, en el aspecto de aprender a adquirir responsabilidades, y siempre y cuando se realice en épocas de vacaciones y en condiciones controladas, los padres pueden aprovechar la experiencia que brinda un trabajo al adolescente, en cuanto a tener conciencia y valores económicos que le permitan convertirse en un ser humano productivo y responsable en el futurocercano. LAS AMISTADES DURANTE LA ADOLESCENCIA Los amigos son los seres más significativos para los adolescentes. Son las personas con quienes pasan más tiempo y con quienes comparten confidencias y actividades: escolares, de ocio, deportivas y culturales o asociativas. La influencia de padres y amigos es distinta. Mientras los padres siguen siendo una fuente importante de valores, al tiempo que canalizan su futuro en cuanto a estudios y profesión, con los amigos y amigas comparten preocupaciones, inquietudes, sentimientos. El adolescente se forja unas expectativas sobre los amigos. De ellos espera lealtad, comprensión, intimidad y existencia de intereses para compartir. Estas características comunes difieren de un adolescente a otro en función de su edad y género; es decir, según sea varón o hembra. Aunque se comparten amigos y amigas, en la práctica los amigos íntimos del mismo sexo son más numerosos que los del otro sexo. Las chicas tienen mayores índices de intimidad con sus amigas que los chicos con sus amigos. Por lo general, las chicas comparten con sus amigas información íntima, sentimientos, emociones, en tanto que los chicos tienden a compartir actividades e intereses que puedan ejercer conjuntamente. Los adolescentes con una buena relación de grupo de amigos / amigas dan mucho valor al contacto personal, a estar juntos el máximo tiempo posible. Se juntan para hablar. Se visitan para jugar en el computador o ver películas. Las nuevas tecnologías les permiten aumentar su nivel de contacto o comunicación a través de mensajes de texto (SMS), teléfono móvil o celular, correo electrónico, blogs, Chat, Messenger, WebCam, etc. La comunicación ha convertido a los adolescentes en unos grandes consumidores de sistemas electrónicos. Sólo cuando la amistad personal entre chicos y chicas se sustituye por el uso exagerado del computador para comunicarse, hay que empezar a preocuparse. Un o una adolescente que se aísla en su habitación ante el computador, demuestra que tiene problemas de autoestima, de comunicación, de relación con otras personas. Dicen los psicólogos que un buen clima familiar y de aceptación parental repercute positivamente en las relaciones de amistad en la adolescencia. SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA La sexualidad no consiste solamente en el acto físico de un momento sino que es un componente importante en la vida, lo cual involucra sentimientos, sensaciones, deseos, emociones y sueños. Siendo, como ya se ha dicho, la adolescencia una etapa del ser humano caracterizada por los cambios en diferentes áreas, como las físicas, emocionales, sociales, entre otras. Es una etapa interesante aunque puede ser en algunos casos frustrante puesto que los jóvenes se sienten adultos pero sus padres y familiares aun siguen viéndolos como niños. Muchos adultos pensarían que no podemos hablar de una sexualidad en la adolescencia, puesto que en este periodo los jóvenes no tienen la madurez suficiente para tener una vida sexual activa, sin embargo es importante reconocer que la sexualidad comienza a tomar forma en esta etapa de la vida y si se quiere brindar una guía adecuada es necesario tenerla en cuenta. Tanto hombres como mujeres experimentan cambios físicos en esta etapa. La voz de los chicos comienza a ponerse más grave, al tiempo que ven crecer un bello en sus genitales, axilas y otras zonas del cuerpo. Las mujeres por su parte pueden ver el crecimiento de sus senos, el ensanchamiento de sus caderas, bello en genitales y axilas y comienza su ciclo menstrual. Todos estos cambios son producidos por las diferentes hormonas presentes en cada género, las cuales comienzan a manifestarse con mayor fuerza en esta época. Para los jóvenes, esta influencia hormonal es una experiencia nueva y los impulsa a cambiar su estilo de vida infantil. Estos cambios son notados por los adolescentes y por las personas que los rodean, sin embargo hay diferencias respecto al punto de vista de la situación por parte de adultos y jóvenes. Los adolescentes por su parte quieren libertad total para hacer todo aquello que agrada sus sentidos; ellos desean experimentar nuevas sensaciones y experiencias. Los adultos en general, ven esta etapa como una época difícil de la crianza en la cual abundan los peligros para los inexpertos chicos. Los cambios no se limitan a los aspectos físicos. La personalidad de los jóvenes y sus actitudes frente a la vida cambian radicalmente. Su autoestima es especialmente confrontada en este lapso de tiempo y surge una necesidad de ser aceptado y sobresalir en el círculo juvenil. La razón de esta urgencia por aceptación se debe a que la adolescencia en cierta forma es una etapa egocéntrica, donde el mundo gira en torno a si mismo y lo importante para un adolescente es todo aquello que le haga sentir bien. De allí se derivan sus gustos, sus hobbies y en general todo aquello que quieren hacer. Algunos de los principales problemas emocionales en la adolescencia aparecen cuando los jóvenes no se sienten aceptados o cuando no logran satisfacer su apetito egocéntrico. De ahí viene la depresión, frustración, agresividad, entre otras. Es en esta etapa cuando la palabra sexo toma mayor importancia, pues día a día siente los cambios biológicos que lo prepararán para ser un individuo reproductor. Las hormonas cumplen un papel importante en la adolescencia pues ellas son las causantes de las nuevas sensaciones que experimentan los jóvenes en su cuerpo. Básicamente, estas son las que despiertan un apetito sexual que va aumentando a medida que transcurren los años. Es importante resaltar que el deseo sexual no surge específicamente por la acción de algunas hormonas fuera de control. Los cambios síquicos en la adolescencia incluyen una atracción mayor por las personas del sexo opuesto, lo cual a su vez genera cambios en el comportamiento. Por esta razón los hombres tienden a buscar la compañía de mujeres y estas a la de los hombres. Los juegos de la infancia donde los niños jugaban entre ellos y las niñas no permitían que ellos se acercaran, empiezan a ser parte del su pasado; ahora es importante para ellos juntarse, conocerse mutuamente, interactuar y hasta formar relaciones afectivas como noviazgos. Es importante que los adolescentes entiendan que su sexualidad es mucho más que un acto físico que dura algunos minutos. Cuando se tiene una relación sexual no solamente se esta esperando recibir placer de momento, también se espera sentirse bien como persona, es decir que se espera recibir amor y aceptación. Como humano, sea hombre o mujer, el joven necesita sentir que es importante para otras personas, sobre todo para aquella con quien tiene intimidad sexual. La relación sexual es un regalo maravilloso que se le ha dado al ser humano para que entregue todo de sí a la persona que ama. El acto sexual como tal dura algunos minutos, pero la sexualidad involucra sentimientos, anhelos, deseos y otros elementos que entregamos a nuestra pareja. No se trata de un acto egoísta donde solo se busca el placer personal, es necesario pensar en las necesidades y expectativas de la otra persona. Si la sexualidad es tan importante para el bienestar de una persona entonces es necesario tener cuidado de cuándo y con quien tener relaciones íntimas. Una mala experiencia sexual puede frustrar al individuo y dejarlo con una imagen errónea de la sexualidad por mucho tiempo. Es entendible que los adolescentes se ven presionados por múltiples factores que los ponen en una “carrera contra el tiempo” para iniciar su vida sexual. Por ejemplo, los chicos quieren contar a sus amigos que ya han tenido su primera vez y buscan estar con alguien sin importar las consecuencias. Por otra parte las chicas pueden verse presionadaspor amigas con más experiencia o por su novio el cual demanda una “prueba de amor”. Lo importante del caso es aprender a controlar el afán, que solo lleva a tener problemas y pensar muy bien lo que se va hacer. Es muy importante que el joven adolescente aprenda que si la sexualidad se maneja de una forma irresponsable puede haber consecuencias muy dolorosas, como embarazos no deseados, enfermedades de trasmisión sexual, como SIDA, VPH, Sífilis, Gonorrea, Hepatitis B; entre otras. El Embarazo En Las Adolescentes. El embarazo en la adolescencia es aquella gestación que ocurre durante los 2 primeros años después de la primera menstruación (entre los 10 y 13 años aprox.), y/o cuando la adolescente mantiene la total dependencia social y económica de sus padres. Las causas del embarazo adolescente pueden ser muchas, y al mismo tiempo discutibles, los factores de riesgo de las jóvenes de quedar embarazadas existe en todas las clases sociales, pero tiene más probabilidades de ser madre una niña de bajo estrato social que una con mejor situación económica y padres profesionales. Alguna de las Causas y factores de riesgo son: • Mal funcionamiento del núcleo familiar (posibilidad de huir de un hogar donde a veces la adolescente se siente amenazada por la violencia, el alcoholismo y el riesgo de incesto. • La inestabilidad familiar. • La necesidad de probar su fecundidad. • La pérdida de la religiosidad. • Mantener relaciones sexuales sin las medidas de contracepción adecuadas. • La aceptación de mantener relaciones sexuales a edades cada vez más precoces. • La falta de educación suficiente sobre el comportamiento sexual responsable. • Falta de información clara y especifica sobre las consecuencias del intercambio sexual. • Vivir en comunidades o asistir a escuelas donde los embarazos tempranos son comunes. • El uso temprano de alcohol y/o drogas. • Haber sido víctima de un ataque o abuso sexual. • Cuando sus madres a su vez les han dado a luz a edad temprana. A menudo no se sospecha del embarazo de la joven hasta que es obvio, lo que se traduce en un aumento de sus riesgos, ya que se ha comprobado una relación directa entre las complicaciones del embarazo con el número de semanas de gestación sin atención medica. Esto es especialmente importante puesto que las muertes a raíz del aborto inducido en las adolescentes de 15 a 19 años es una de las principales causas de muerte en la población femenina de estas edades. Por lo anterior, es necesario destacar la importancia de un diagnostico temprano. Dado que pocas jóvenes consultan a ginecólogos es de primordial importancia que los médicos generales, los médicos de familia, los pediatras y otros profesionales que atienden a adolescentes estén todo el tiempo alerta a los síntomas vagos que pueden manifestarse durante el embarazo. El Aborto: riesgo de muerte o solución. Frente a un embarazo no deseado en la adolescencia, es común que se piense en la posibilidad de un aborto, las razones pueden ser variadas y van desde la inmadurez de la madre para criar un hijo hasta la presión de los padres “por el que dirán”. En la mayoría de los casos el padre-adolescente se desentiende totalmente de su responsabilidad, lo que motiva a la joven a tomar esta drástica decisión. La gran mayoría de los embarazos ocurridos durante la adolescencia no son deseados. Esto es la principal causa de abortos ilegales. Cuidados Prenatales Durante este periodo la madre esta especialmente sensible a la comunicación verbal, lo que hace fácil la entrega de contenidos educativos relacionados con la paternidad responsable. Cuidado Postnatal Una vez abandonado el hospital, la madre adolescente se enfrenta al mayor reto del proceso: ser capaz de cuidar a su hijo. Los médicos deben apoyar de cerca, ofreciendo toda la ayuda necesaria para la optima salud del recién nacido. El apoyo de la familia es indispensable, y un factor determinante en la posibilidad de que la joven reincida en quedar embarazada. Es importante fortalecer la confianza y autoestima de la madre, a través de explicaciones simples que la orienten en su capacidad de cuidar adecuadamente a su hijo. Es importante explorar los planes familiares así como la situación escolar y su futuro, nunca será excesivo estimular la reinserción escolar de las madres adolescentes, orientando sobre las alternativas para continuar estudiando que existan en su entorno. Preguntar sobre actividad sexual y orientar sobre métodos de planificación familiar debe ser parte de todo este cuidado integral. CONSUMO DE DROGAS EN EL ADOLESCENTE Comenzaremos definiendo que es una Droga. En farmacología, una droga es toda materia prima de origen biológico que directa o indirectamente sirve para la elaboración de medicamentos, y se llama principio activo a la sustancia responsable de la actividad farmacológica de la droga. La droga puede ser todo vegetal o animal entero, órgano o parte del mismo, o producto obtenido de ellos por diversos métodos que poseen una composición química o sustancias químicas que proporcionan una acción farmacológica útil en terapéutica. Este término suele usarse indistintamente para designar a ésta y a los términos correspondientes en farmacia a principio activo, fármaco y medicamento, ya sea por extensión del concepto o debido a la traducción literal del término inglés drug, el cual no hace distinciones entre los tres conceptos. La drogadicción o fármacodependencia o consumo excesivo o drogodependencia es un padecimiento que consiste en la dependencia de sustancias químicas que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, que producen alteraciones en el comportamiento, en la percepción, en el juicio y en las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependen del tipo de droga y de la cantidad o de la frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos o provocar sensaciones de euforia o de desesperación. El consumidor necesita consumir cierta sustancia para alcanzar ciertas sensaciones placenteras o bien para eliminar sensaciones desagradables derivadas de la privación de la sustancia (el llamado síndrome de abstinencia). La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos: • Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como Síndrome de abstinencia. Por ejemplo, algunos medicamentos para la presión sanguínea. • Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue. Por ejemplo, la abstinencia de la cocaína no trae síntomas como vómitos ni escalofríos; en cambio se caracteriza principalmente por la depresión. Factores de riesgo de drogadicción en adolescentes: Aquí es preciso considerar los factores genéticos, que pueden conllevar un riesgo de drogadicción. Es el caso del alcoholismo familiar entre los descendientes varones, a los que se transmite esta predisposición genética (no obstante no llegan al 30 % los hijos de alcohólicos que acaben siendo ellos mismos alcohólicos) (Fuente: http://eticayciudadania.wikispaces.com).Una historia familiar de conductas antisociales es otro factor de riesgo. El temperamento del niño pequeño con frecuentes estados de humor negativo e inhibición puede predecir una conducta futura de adicción. El comportamiento agresivo en niños de 5 a 7 años de edad se ha encontrado como predictor de futuras conductas antisociales, incluyendo consumo de drogas, en la adolescencia. Lahiperactividad y los trastornos de atención también se han considerado factores de riesgo en el consumo de sustancias. La edad es una variable importante a tener en cuenta. Así, por ejemplo, el consumo de alcohol en edades precoces influye en el riesgo de consumir marihuana más tarde, y cuanto antes se consuma marihuana, mayor es el riesgo de adicción a otras drogas ilícitas. Está plenamente demostrado que el uso de drogas antes de los 15 años es un consistente predictor del abuso de drogas más adelante. No existen diferencias importantes en lo que concierne al sexo del adolescente drogadicto (únicamente el embarazo de adolescentes se considera un factor de riesgo en el consumo de drogas). El fracaso escolar sí que constituye un importante factor de riesgo, aunque ha sido asociado más con la delincuencia que con la drogadicción, la cual no queda excluida. El pobre interés por el aprendizaje es ciertamente un factor de riesgo para la drogadicción. Sin embargo, la mayoría de estudios sugieren que el ajuste social del niño es más importante que los resultados académicos en los primeros grados de la escuela para la predicción del abuso posterior de drogas. La precoz conducta antisocial en la escuela predice el fracaso escolar posterior y el abuso de drogas más adelante. La combinación de agresividad y timidez en la relación con los compañeros en los primeros cursos escolares es un explosivo cóctel que predispone más tarde a las conductas adictivas. La rebeldía ante los valores sociales es un predictor de delincuencia y abuso de drogas. Incluso hay autores que, midiendo estas actitudes antisociales en niños de 7 años de edad, han pronosticado el uso de marihuana a los 18 años. Uno de los más fuertes predictores de uso de sustancias en los adolescentes es cuando los compañeros, especialmente si es "el mejor amigo", las utilizan. La influencia de los compañeros (los pares) en el uso de drogas por el adolescente es mucho más fuerte que la influencia de los padres. Las investigaciones muestran una estrecha relación entre la iniciación a las drogas del adolescente y sus actitudes y creencias respecto de ellas: la drogadicción va precedida de una valoración favorable al uso de sustancias. Con todo lo anteriormente dicho se puede hacer un perfil del adolescente de alto riesgo que puede estar abocado al abuso de drogas. Adolescente de alto riesgo. � Conducta rebelde antisocial. � Tendencia al retraimiento y a la agresividad. � Pobre interés por el estudio (fracaso escolar). � Baja autoestima. � Insensibilidad a las sanciones. � Pobre empatía con los demás. � Frecuentes mentiras. � Poco control de los impulsos. � Alcoholismo familiar (en varones). � Deterioro socioeconómico de la familia. � Situación familiar conflictiva. � Uso de drogas antes de los 15 años � Amigos íntimos que usan drogas
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