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psicologia de la adolescencia

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UNIDAD 1: LA ADOLESCENCIA.
1.1. DEFINICIÓN DE ADOLESCENCIA.
1.2. LA ADOLESCENCIA.
1.2.1. EL ADOLESCENTE Y SU PROCESO SOCIO-AFECTIVO.
1.2.2. EL ADOLESCENTE EN LA CULTURA.
1.3. PRINCIPALES TEORÍAS Y SUS APORTES AL DESARROLLO EVOLUTIVO DE ADOLESCENCIA.
1.4. MITOS ACERCA DE LA ADOLESCENCIA.
1.5. MÉTODOS DE ESTUDIO.
D
efinición de adolescencia: La adolescencia es un periodo del desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Es un periodo vital entre la pubertad y la edad adulta, su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, generalmente se enmarca su inicio entre los 10 y 12 años, y su finalización a los 19 o 24.
Anteriormente, la Organización Mundial de la Salud consideraba a adolescencia como el período comprendido entre los 10 y 19 años, comprendida dentro del período de la juventud —entre los 10 y los 24 años—.1​ La pubertad o adolescencia inicial es la primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las niñas y a los 11 en los niños y llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y tardía se extiende, hasta los 19 años. A la adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20 hasta los 24 años.
Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años de edad3​ e incluso algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25 años.
La adolescencia es principalmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene características peculiares. Se llama adolescencia, porque sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad (identidad psicológica, identidad sexual...) así como la de autonomía individual.
En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa la eclosión de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tiene relación con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha escogido a sus seres queridos. Al nacer conoció a sus padres y tal vez a algunos hermanos y el resto de sus familiares. Después, de alguna manera, sus padres fueron eligiendo sus compañeros de clase y amigos. Pero al llegar a la adolescencia, puede hacer uso de cierta capacidad de elección para poner en marcha uno de los mecanismos más significativos de esta etapa. Llevando implícita la capacidad para discriminar sus afectos: querer de diferente manera a cada persona que le rodea y personalizar sus afectos. Esto debido a la llegada del pensamiento abstracto que le permite desarrollar su capacidad para relativizar. La discriminación de afectos, a través del establecimiento de diferencias en el tipo y la profundidad de sentimientos, le permite la personalización de sus afectos. El adolescente está en un camino medio entre la edad adulta y la infancia, en lo que hace referencia a la vivencia de sus emociones, estando presente una mezcla singular de sus comportamientos. Todavía tiene una forma de manifestar sus deseos mediante una emotividad exacerbada o con la espontaneidad propia de la infancia, pero ya empieza a actuar de una manera sutil en las interacciones, o con una cierta represión relativa de sus emociones, tal como hace el adulto.
L
a adolescencia: La adolescencia es, en otras palabras, la transformación del infante antes de llegar a la adultez. Se trata de un cambio de cuerpo y mente, pero que no sólo acontece en el propio adolescente, sino que también se conjuga con su entorno.
Cabe destacar que la adolescencia no es lo mismo que la pubertad, que se inicia a una edad específica a raíz de las modificaciones hormonales. La adolescencia varía su duración en cada persona. También existen diferencias en la edad en que cada cultura considera que un individuo ya es adulto.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo la estadística marca que uno de cada cinco individuos transita la adolescencia. Dentro de ese total, el 85% habita en naciones de escasos recursos o de ingresos medios. Por otra parte, cerca de 1,7 millones de adolescentes mueren cada año.
Cuando hablamos de la etapa de la adolescencia, estamos hablando de una serie fundamental de cambios tanto psicológicos como físicos. En este último aspecto hay que subrayar que los más obvios son el crecimiento en altura, el aumento de peso y de grasa corporal, la evolución de lo que es la dentición o el crecimiento de los músculos.
No obstante, es cierto, que aunque estos cambios se producen tanto en los chicos como en las chicas, cada género tiene además sus propias evoluciones físicas. Así, por ejemplo, los individuos masculinos ven cómo les va apareciendo el vello en áreas como los genitales, el bigote o las axilas y además son testigos del crecimiento de sus órganos sexuales.
Las adolescentes del género femenino, por su parte, además de experimentar el crecimiento del vello en su cuerpo, sufren lo que se conoce con el nombre de menarquia que es la primera menstruación. Un hecho este último especialmente significativo que marcará de manera indudable una nueva etapa en sus vidas.
Entre los principales cambios que experimenta una persona en su adolescencia, aparecen el desarrollo del pensamiento abstracto y formal, el establecimiento de la identidad sexual y la solidificación de amistades con la probable experimentación grupal con las bebidas alcohólicas, el cigarrillo e incluso las drogas.
De acuerdo a la psicología, los adolescentes luchan por la identificación del Yo y por la estructuración de su existencia basada en esa identidad. Se trata de un proceso de autoafirmación, que suele aparecer rodeado de conflictos y resistencias, en los cuales el sujeto busca alcanzar la independencia.
En este sentido, la mencionada psicología lleva a cabo una clasificación de los principales problemas que tienen lugar durante la adolescencia. Así, esta determina que existen problemas de tipo sexual, emocionales, escolares, conductuales, de alimentación, de drogas o incluso de abuso.
Y todos ellos se deben en gran medida al conjunto de cambios físicos y al desarrollo mental que experimentan los jóvenes. Unas situaciones a las que deben ir adaptándose pero que de primeras les cuesta ir asimilando por lo que se encuentran en una complicada tesitura consigo mismos.
E
l adolescente y su proceso socio-afectivo: En este artículo nos disponemos a tratar uno de los aspectos más difíciles del desarrollo humano porque afecta al campo emocional en un periodo de la vida caracterizado por una lucha constante de encontrar un yo y un lugar en la sociedad. Sabemos que los cambios biológicos y cognitivos interaccionan y dan paso a conductas de difícil comprensión. El individuo se encuentra con la necesidad de reconstruir una nueva imagen corporal que puede llevar a inestabilidad emocional, sensibilidad extrema, inhibiciones e idealizaciones.
El GRUPO DE AMIGOS y compañeros constituyen un gran punto de apoyo. Frente al grupo de iguales de la etapa anterior las necesidades no son lúdicas, se busca en ellos comunicación, apoyo, liberación, reducción de tensiones íntimas. Son amistades intensas pero que no siempre se prolongan. El grupo de compañeros ejerce influencias en la realización de deseos y necesidades del presente y en aspectos como formas de vestir, lecturas, música… En cambio, en situaciones normales, no dejará de recibir la influencia familiar de forma decisiva aunque, en ocasiones, rechace la manera sobreprotectora en que ésta se puede manifestar.
Las RELACIONES CON LOS ADULTOS son ambivalentes. En ocasiones se oponen a él y a los valores que se representa y, otras veces, le imita pues necesita modelos en una época en la que tiene que afirmar su personalidad. Se adquiere un sentido mayor de la independencia y se acrecienta la capacidad crítica frente a los padres. La influenciade los padres es determinante sobre todo, para su futuro. El momento de máxima tensión entre padres e hijos parece producirse justo alrededor de la pubertad. Se deteriora la comunicación y se multiplican las interrupciones de la conducta del adolescente por la intervención de los padres.
También es importante destacar la relación que mantendrá el adolescente con el Centro educativo. Los profesores equilibrados y democráticos dejarán sentir su influencia en la forma de pensar y actuar del adolescente.
Por el contrario, aquellos que adopten posturas excesivamente rígidas e inflexibles serán criticados con dureza y recibirán una abierta oposición. Los compañeros de clase cobran gran importancia en su imagen física, psíquica y social.
Por tanto la VIDA AFECTIVA va a fluctuar entre un claro retraimiento, aislamiento personal (intimidad recién descubierta) y su tendencia generosa a relacionarse con otros. Detengámonos en estos dos aspectos.
La adolescencia supone un crecimiento cualitativo caracterizado por nuevas tendencias o nuevas formas de conocimiento y donde descubre una vida interior, una intimidad que “guarda” celosamente y que habrá que respetar. El adolescente observa la aparición de nuevas formas de vida lo que puede explicar la mayor parte de los fenómenos que caracterizan el desarrollo psicológico de la adolescencia. El conocimiento del mundo íntimo tiene dos manifestaciones al parecer antagónicas:
 Una que le lleva a la conciencia de una riqueza interior, y otra, colocar al adolescente frente a la contradicción interna que hay en el hombre.
Las consecuencias del conocimiento de su riqueza interior se pueden resumir de la siguiente manera:
1. puede haber una afirmación de sí (el individuo goza de la soledad; ve la intimidad como algo muy valioso);
2. espíritu de independencia (le lleva a separarse de quien hasta entonces ha ejercido un cierto dominio sobre él);
3. conquista afectiva del mundo (desde la perspectiva de su propio ser, quiere que los demás reconozcan el valor de su persona).
Por otro lado hemos dicho que el conocimiento del mundo interior puede llevar a un enfrentamiento con su contradicción interna pues supone enfrentarse con su insuficiencia o con su importancia, de aquí ese peculiar espíritu de inseguridad. La intimidad supone también debilidad. Este fenómeno hace que surjan dos actitudes:
1. el deseo y necesidad de comprensión lo que le lleva a buscar guía y apoyo en quienes le comprenden algo mejor que son sus amigos y, por otro lado,
2. la desilusión que le produce descubrir la realidad que le rodea, el mundo en que vive, que puede llevarle a un sentimiento de inutilidad.
Pero también hemos dicho anteriormente, que el adolescente fluctúa hacia una TENDENCIA GENEROSA A RELACIONARSE CON OTROS basado en sus intereses sexuales. Constituyen otro de los componentes básicos que ayudan a comprender el mundo afectivo de la adolescencia. En edades tempranas, el individuo vive en un mundo cuyo centro es él mismo. Con el paso de los años, se supera ese egocentrismo, al principio se recoge en sí mismo y más tarde, comienza a reconocer a su alrededor personas y el mundo, surgiendo en él intereses sexuales, sociales, culturales… vocacionales. La evolución de este fenómeno es la siguiente. De 10-12 años, se manifiesta, cierta oposición entre ambos sexos (pandillas unisexuales). A los 14-16 años comienzan a interesar los amig@s en cuanto grupo; surge la pandilla de ambos sexos cuyo sentido será facilitar el encuentro de la pareja y sólo algunos empiezan a emparejarse e independizarse.
El preadolescente era individualista, buscaba sólo aquellas personas que pensaran como él. Ahora en la adolescencia, se abre a las influencias más diversas y reconoce que la autoridad, el orden, la ley y la obediencia son necesarios. Presenta intereses sociales. Se pone en contacto con las grandes relaciones de la sociedad (algunos la llaman etapa romántica) Se empieza a socializar y madurar como sus semejantes desean y esperan de él. En consecuencia, el joven se hace maduro para el orden social después de encontrarse consigo mismo y de que haya acuñado su individualidad. Se trata de la edad de la entrega y la generosidad. Empezará a participar en los movimientos asociativos juveniles y se verá envuelto en todo tipo de revuelta social. Se encuentra sumido en un grupo que le entiende y le acoge al tiempo que los prejuicios y estereotipos le acechan en su lucha por construir su personalidad, ¡de ahí la importancia de las buenas compañías y el valor de los modelos correctamente asumidos! (ahí tienen mucha tarea los padres y las familias en general).
En esa apertura al mundo que le rodea, aparecen también intereses culturales como parte integrante de sus intereses sociales. Estos intereses culturales experimentan una paulatina consolidación, aunque siguen estando escasamente consolidados como lo demuestran los frecuentes cambios de estudios. Se fijarán debidamente estos intereses cuando exista una correcta influencia del mundo de los adultos. La adolescencia es la edad del trabajo objetivamente orientado.
	
Despierta la capacidad para vivir valores, para establecer una conexión viva activa, con esferas culturales. Esto tiene clara implicación en el plano educativo porque los adultos (padres y profesores) que tienen una firme personalidad cultural obtienen grandes éxitos con los adolescentes.
Estos adultos son portadores de cultura viva e influyen fácilmente en los alumnos contando con la adhesión y simpatía de estos.
Todo lo anterior nos lleva a afirmar que en esta etapa se consuma el proceso de interiorización de pautas culturales y de valor, y se perfecciona la adquisición de habilidades técnicas, comunicativas y en general, sociales. Esta consolidación de habilidades contribuye a asegurar al adolescente su propia autonomía frente al entorno.
Caracteriza al adolescente un particular y sutil equilibrio, a veces desequilibrio, entre dependencia e independencia, autonomía y heteronomía, seguridad e inseguridad en sí mismo, que se manifiesta en relación tanto con la familia, la autoridad o la generación de los adultos, cuanto con sus propios compañeros e iguales en edad.
E
l adolescente en la cultura: La palabra "adolescente" no fue utilizada realmente sino hasta 1941. Virtualmente, en una de cada dos culturas en la historia del mundo, anteriores a la cultura occidental de finales del siglo XX, los niños se convertían en adultos. Ahora ya no es así. Ahora se convierten en adolescentes. 
¿Qué produjo esta nueva etapa en el desarrollo humano? La revolución sexual y la agitación política de los años sesenta son, por supuesto, los sospechosos más obvios. Sin embargo, West sugiere otras cosas, algunas anteriores a los años sesenta: una generación de padres desconectados tratando de lidiar con lo que experimentaron durante la Segunda Guerra Mundial, fábricas que antes producían artículos de primera necesidad para la guerra empezaron a producir artículos no-necesarios para el consumo, nuevas compañías de mercadeo vendían estos bienes a personas que no se daban cuenta que los querían, el twist de Chubby Checker, las caderas de Elvis, el cabello de los Beatles, el automóvil—tal vez más de uno en cada casa, el crecimiento de Hollywood, y el reconocimiento por parte de las compañías de mercadeo de la fortuna que se podía hacer de este nuevo segmento de la población.
Hoy, por supuesto, la adolescencia es considerada una etapa fija del desarrollo. Esperamos que los estudiantes pierdan el juicio entre las edades de 13 a 18 años. "Los niños son niños," decimos. Sólo que ya no nos estamos refiriendo a niños, estamos hablando de jóvenes de 15 años. En otras culturas, los "adolescentes" se estaban casando, trabajando la tierra, peleando guerras, escribiendo libros, y en un caso, dando a luz al Mesías.
Cultura Adolescente - La Adolescencia como Cúspide
Una de las complicaciones de la adolescencia es que esta etapa fija del desarrollo no es muy fija. Su agarre se ha expandido poderosamente más allá de los adolescentes,y en ambas direcciones. Por un lado tenemos a los "pre-adolescentes." Los agentes de mercadeo reconocieron rápidamente el potencial de mercado de los pre-adolescentes. Por el otro lado, aunque en un tiempo los dieciocho eran considerados el final de la adolescencia, ahora se les considera la mitad. La Academia Nacional de Ciencias ahora define la adolescencia como la etapa desde el comienzo de la pubertad (alrededor de los 11 ó 12 años) hasta la edad de 30 años. 
Pero hay más. El alcance de la adolescencia es aún mayor que esto. La adolescencia se ha convertido, y esto debe tomarse en cuenta, en la meta de nuestra cultura. En algún momento dejamos de ser una cultura donde los niños aspiraban a ser adultos y nos convertimos en una cultura donde los adultos aspiran a ser niños.
Cultura Adolescente - Las Señales de la Cultura Adolescente
¿Cuáles son las señales de una cultura con una perspectiva adolescente dominante? No es sorprendente que son precisamente lo que esperamos de los adolescentes mismos.
Exigir gratificación inmediata. Queremos lo que queremos ahora, y no vamos a esperar, ni a trabajar por ello. Una espiral en deudas de tarjetas de crédito, adicción a nuevas tecnologías, saltando de iglesia en iglesia, abandonando matrimonios—la lista sigue y sigue. 
La ausencia de pensamiento a largo plazo acerca de la vida y del mundo, aunada a una exigencia de gratificación inmediata, es una distracción de los asuntos que realmente importan. La nuestra es una cultura mayormente ignorante de teoría económica, distinciones políticas, o de reglas de la lógica, pero que está completamente al corriente de lo último que pasa en el programa televisivo "American Idol." 
Motivada por sentimientos en lugar de la verdad. Este es un indicador clave de una persona volátil, y un indicador aún más significativo de una cultura que fracasa. La verdad es asesinada por la ignorancia conjunta y sondeada. 
Queriendo cosas de adultos sin crecer. Irónicamente, a pesar de nuestra adicción a todas las cosas de adolescentes, todavía esperamos ser tratados como adultos. Decimos, "No me digan lo que tengo que hacer." Añadimos, "Cada opinión cuenta" y "Trátenme con respeto." Por supuesto, realmente los tontos no merecen respeto y sus opiniones son, en el mejor de los casos, una completa pérdida de tiempo y, en el peor, un peligro. 
Esperando que los saquen de aprietos antes que aceptar las consecuencias. El no pensar antes de actuar es un rasgo de la adolescencia, como lo es el poner excusas. ¿Mala decisión con la hipoteca? El gobierno debería ayudar. ¿Inmoralidad sexual? Control de natalidad, aborto, y vacunas del virus de papiloma humano. ¿Malas notas? Reduzcan los estándares. ¿Mala conducta? El Ritalin lo arreglará. Y una vez que aceptamos la adolescencia como normal, entonces somos forzados a excusar el mal comportamiento. Sugerimos, "Ya crecerán." Una rápida ojeada a nuestro alrededor revela que no lo están haciendo. 
Enfocándose en la apariencia en lugar de en la profundidad. Se ve en todo, desde la fascinación con las celebridades hasta en la manera en que son escogidos los presidentes y las iglesias. Las culturas que escogen estilo sobre sustancia se convierten rápidamente en culturas tontas. Neil Postman demostró esto en su trabajo clásico Amusing Ourselves to Death: Public Discourse in the Age of Show Business. Peor todavía, las culturas tontas son engañadas fácilmente y están destinadas a la tiranía. La historia demuestra esto.
Se podría agregar más sobre esto, pero el punto es que a veces lo que es normal, bien, no debería ser. La adolescencia es una invención reciente e insensata. Y, como el notable erudito Richard Weaver nos enseñó, las ideas tienen consecuencias. Las ideas buenas tienen buenas consecuencias; las ideas malas tienen malas consecuencias.
Cultura Adolescente - La Oportunidad
Pero, hay buenas noticias. Las culturas como la nuestra tienen un vacío de liderazgo. Por lo tanto, existe una oportunidad tremenda para influenciar, de parte de aquellos que producen los líderes, especialmente si producen a líderes que pueden pensar más allá de la superficialidad de la cultural actual. 
¿Cómo podemos hacer esto? Sugiero que vayamos tras los estudiantes mismos, desde aquellos intolerantes de la adolescencia hasta aquellos que parecen más susceptibles a ella. 
Primero, debemos desafiar a los estudiantes, en lugar de mimarlos. Esperamos muy poco de los adolescentes. Los estudiantes no necesitan más entretenimiento, ya sea de la televisión, del IPod, o de grupos juveniles. Necesitan y quieren ser desafiados. Vemos esto todos los años en nuestras conferencias Summit de liderazgo estudiantil. En Summit, los estudiantes soportan más de 70 horas de conferencias e instrucción sobre cosmovisiones, apologética, cultura, y carácter, y les encanta. Crecen cuando se dan cuenta de que su fe no tiene que ser tonta o superficial. 
Segundo, los estudiantes necesitan una educación completa en cosmovisiones y apologética. Existen tres componentes de este tipo de educación. Primero, los estudiantes necesitan saber lo que creen. Demasiados ven el cristianismo simplemente como una fe privada, en lugar de una visión robusta de la realidad, que ofrece un mapa de comprobada función para la vida. El cristianismo no es un sistema narcisista de auto-ayuda, sino la verdad acerca de todas las realidades. Segundo, los estudiantes necesitan saber lo que otros creen. Cosmovisiones no-bíblicas luchan para conquistar sus corazones y mentes, así como para conquistar nuestra cultura. Una fe aislada es una fe inmadura y a menudo una fe temerosa. Tercero, los cristianos deben saber por qué creen lo que creen. Demasiados cristianos no pueden responder, y hasta tienen miedo de preguntas desafiantes acerca de Dios, de Jesús, de la Biblia, de la moral, o de la verdad. Cuando aprenden que su fe puede ser defendida, les emociona defenderla. 
Tercero, los estudiantes necesitan saber que el cristianismo no se trata solamente de lo que nos oponemos, sino de lo que defendemos. Los Proverbios dicen que sin visión, la gente "se desenfrena". Una de las principales razones de que los estudiantes sean víctimas de la inmoralidad es que carecen de visión. Aunque puede que sepan lo que supuestamente no deben hacer, no comprenden el significado, propósito, e impacto que ofrece el seguir a Cristo. Los estudiantes cristianos a menudo tienen la impresión de que solamente somos salvados de algo, y no salvados para algo. Pasan por alto la parte "re" en las palabras de salvación que salpican las Escrituras: renueva, regenera, reconcilia, redime, etc. Pasan por alto que Cristo no sólo vino a salvarnos de la muerte, vino a salvarnos para la vida -- ¡y vida en abundancia! 
Por último, en lugar de aislarlos, necesitamos confrontar a los estudiantes con las principales batallas culturales de nuestros días. Históricamente, los cristianos han procurado comprender y responder a las crisis culturales. Ellos comprendían que estas crisis eran los campos de batalla de cosmovisiones en competencia.
El Desafío
Desafortunadamente, muchos cristianos hoy son apáticos, inconscientes, o eluden asuntos como la investigación destructiva de embriones, la eutanasia, las tecnologías emergentes, las artes, las películas, la moda, la legislación, el tráfico de humanos, la política, y las relaciones internacionales. En el jardín, la noche antes de Su muerte, Cristo oró estas asombrosas palabras por sus seguidores: "Padre, no ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:15). Nuestra oración y preparación para nuestros estudiantes no debería ser diferente. 
El enfoque de la Iglesia hacia los estudiantes nunca debe abrazar la adolescencia como algo normal. "Encontrarlos poniéndonos a su nivel" no es excusa para dejarlos donde están. Los estudiantes tienen la capacidad, y por esto el llamado, de pensar profunda y ampliamente acerca de su fe y su cultura, así como de defender el Evangelio confrontando el mal, la injusticia, y las mentiras. Apelando al diseño de Diospara la humanidad, en lugar de a esta invención cultural de la adolescencia, puede que encontremos que nuestros ministerios son más relevantes para los estudiantes que la cultura misma.
Desde tiempo muy antiguos se viene queriendo saber el porqué de las cosas que ahora les suceden a los actuales adolescentes. Yo creo que aquí vendría a tallar lo que es la "Cultura Adolescente".
1.¿Qué entendemos por "Cultura Adolescente"?
Cultura Adolescente le llamamos al conjunto de características en diferentes aspectos tales como: social, económico, cultural, religioso, etc que en la actualidad poseen los adolescentes. Los adolescentes de hoy son más liberales, les gusta probar cosas rápidamente o mejor dicho ir ganando experiencia, experiencia que según ellos es buena aprovecharla en el menos tiempo posible ya que oportunidades como esa ya no la tendrán otra vez. Muy pocos jóvenes saben asimilar las cosas o sea analizarlas primero para luego saber qué hacer, pero bueno lo importante es que los hay aunque sea un número menor.
2.¿Cuál sería el rol de los padres en la actualidad?
El rol de los padres creo yo que sería dialogar mucho mas tiempo con sus hijos, dedicarles más tiempo a ellos, llenarlos de amor y ternura (cariño). No se trata simplemente de decir: " a mi hijo yo le he dado una buena educación, pero ya el verá cómo se defiende ante sus propios problemas . Estoy muy de acuerdo en ese caso porque la educación es primero, pero su "niño" va creciendo día a día y hay diferentes tipos de educación; en la familia y fuera de la familia. Tal vez ese sea el problema que tienen hoy, que nos enseñan solo dentro de la familia, pero en algunos casos no nos infunden el verdadero sentido de la educación fuera de la casa. No hay que ser indiferentes ante esto y decir " no mi niño es un ángel " por ejemplo porque tarde o temprano se darán con la sorpresa de que su hijo no es un " ángel " como dicen. Lo único que ahora pueden hacer los padres por sus hijos sería seguir brindándoles su apoyo, acercándose más a ellos, pasar más tiempo juntos. NO ALEJARSE DE ELLOS.
P
rincipales teorías y sus aportes al desarrollo evolutivo de adolescencia: La adolescencia es la etapa del desarrollo evolutivo del ser humano que debe ser de mayor interés, por el significado que tiene como proceso de construcción social y cultural. 
Esta etapa de la vida ha ido adquiriendo importancia al margen de la condición etaria generacional, ya que no se puede hacer una distinción exacta entre niñez y adolescencia ó adolescencia y juventud, por los procesos de transformación que existen como la biológica, la psicológica y el aspecto sociocultural.
Estos elementos permiten establecer el límite, considerada la adolescencia como etapa de transición de la niñez a la vida adulta marcada por cambios interdependientes en el cuerpo, mente y en las relaciones sociales. También considerarla como fase de desarrollo humano, que tiene un punto de partida biológico y un desenlace psicológico social.
En el cuerpo, lo biológico se caracteriza por el rápido desarrollo y los cambios en la composición corporal; el desarrollo del sistema respiratorio y circulatorio, el desarrollo de las gónadas, órganos reproductivos y caracteres sexuales secundarios, así como el logro de su plena madurez física.
En el aspecto psicológico, la adolescencia está marcada por una percepción de un nuevo "yo", que concluya al tener una clara diferencia del yo para compartir con una pareja llegando a considerar su identidad, socialmente es una etapa de preparación y asumir el papel del adulto, con todas las prerrogativas de asumir responsabilidades del adulto.
En nuestro medio, todos estos conceptos con fines técnicos y estadísticos, establecen que la adolescencia transcurre de los 10 a 19 años, sin embargo la Organización Mundial de la Salud sugiere diferenciar tres periodos dentro la adolescencia, de 10 a 13 años como adolescencia temprana, de 14 a 16 años la adolescencia intermedia y la adolescencia tardía de 17 a 19 años, caracterizadas por ciertas particularidades que ayuden en las referencias útiles y la valoración del crecimiento físico y desarrollo psicosocial, además tomar en cuenta la región en que se vive, por la influencia que establecen en lo físico y los factores socioeconómicos.
Se busca con todos los antecedentes, la maduración física y emocional que de algún modo influirá en su vida sexual y reproductiva. 
 En nuestra sociedad, si un adolescente quiere convertirse en un adulto no sólo necesita madurar físicamente, sino que también ha de alcanzar una serie de objetivos:
- el ajuste a los cambios físicos de la pubertad y el posterior desarrollo de sentimientos y actitudes hacia la madurez sexual
- el desarrollo de una independencia de sus padres y cuidadores
- el establecimiento de relaciones sociales y laborales efectivas con sus compañeros
- y la preparación para una preparación concreta ( Conger, 1977).
Nuestra sociedad tiene establecidos unos cauces poco claros por medio de los cuales pueden alcanzar estos objetivos. Esta es la razón por la cual una minoría significativa de adolescentes no alcanzan hoy día estos objetivos y se encuentran metidos en problemas relacionados con la delincuencia, las drogas, el embarazo no deseado, problemas en la escuela, en la familia...
CARACTERISTICAS FISICAS
Gran cambio biológico constituido por un aumento considerable en el ritmo de crecimiento y de tamaño corporal, un desarrollo rápido de los órganos reproductores y la aparición de características sexuales secundarias.
Los adolescentes se sienten fascinados con su cuerpo y, con frecuencia, muestran ante él una actitud crítica. Los cambios no siempre son atractivos: acné, obesidad, delgadez, cambio de tono de voz en los chicos... Las discrepancias entre su autoimagen imperfecta y el hermoso ideal que se les muestra en medios de comunicación puede constituir una fuente de ansiedad, y problemas graves como la bulimia y anorexia.
DESARROLLO DE LA INDEPENDENCIA
El adolescente se encuentra con el conflicto entre su continua dependencia familiar y las nuevas demandas de independencia que recibe. La búsqueda de los adolescentes por adquirir una mayor independencia produce tensión dentro de la familia, en especial durante las primeras etapas de la adolescencia. Los adolescentes se valen del conflicto y la rebeldía como el principal medio para alcanzar autonomía e independencia respecto de sus padres.
Sin la adquisición de un grado razonable de autonomía el adolescente no puede madurar en las relaciones heterosexuales y con sus compañeros, en su vocación o en su sentido de identidad. En nuestra sociedad occidental se espera que el adolescente pase de un estado de total dependencia a uno de completa independencia al final de la adolescencia. Sin embargo, no existen ritos de transición, ni los padres ni el adolescente saben cuando es el momento adecuado para la independencia.
AREA COGNOSCITIVA.
En esta época ocurren cambios cognoscitivos trascendentes. Un aumento de la capacidad y estilo del pensamiento enriquece la conciencia del adolescente, su imaginación, y su juicio. Este perfeccionamiento de las capacidades también produce una rápida acumulación de conocimientos.
Siguiendo a Piaget, nos encontraríamos en la fase del pensamiento de las operaciones formales. Se trata de un pensamiento abstracto, especulativo y libre de circunstancias y del ambiente inmediato. Capacidad de formular, probar y evaluar hipótesis. El pensamiento hipotético incluye no sólo manipulación de elementos conocidos y verificables, sino además de aquellos que son contrarios a los hechos. Capacidad de planear y prever las cosas.
Los adolescentes se vuelven introspectivos y ensimismados. Son críticos, ponen todo en tela de juicio y son pensadores creativos. Es muy importante la fantasía. Cuanto mayor es la tensión entre el mundo del deseo y la realidad más mueve al joven del mundo real para inclinarse a la introspección y la fantasía.
Las destrezas cognoscitivas mejoradas le permiten también a los adolescentes desarrollarun razonamiento moral avanzado. Lo que se sabe es que los adolescentes son muy receptivos a la cultura que les rodea y a la conducta de los modelos que observan en casa, en la escuela, y en los medios masivos de comunicación.
NUEVAS RELACIONES CON LOS IGUALES
Los compañeros, el grupo de amigos, desempeñan un papel decisivo en el desarrollo psicológico del adolescente. Las relaciones con los padres se van haciendo cada vez más débiles por causa de la independencia. La importancia del grupo de amigos conlleva una conformidad con los valores, costumbres y modas características de la cultura de los amigos. Esta fuerte tendencia a la conformidad del grupo de amigos tiende a disminuir hacia el final de la adolescencia.
Parece ser que la diferencia entre los valores y las costumbres del grupo de amigos y la de los padres no es muy grande. Existe un considerable solapamiento en la cultura de ambos grupos.
Durante los años de la preadolescencia las relaciones con los compañeros suelen centrarse en personas del mismo sexo. Según avanza la adolescencia, el círculo de conocimiento se amplia. Las relaciones del adolescente caen en tres amplias categorías: la amistad individual, la pandilla y un grupo más amplio de compañeros.
El rechazo del grupo afecta profundamente al adolescente. La mayor parte de los adolescentes depende de la aprobación de sus compañeros.
IDENTIDAD DEL YO e IDENTIDAD SEXUAL.
Es una época de búsqueda del propio yo. Están mirando continuamente hacia dentro. Gran importancia del mundo interior. Epoca de reflexiones y puede que de soledad. Se da también una fuerte autocrítica. Se escriben poesías, cartas, diario...
A medida que nos adentramos en la adolescencia este carácter se pierde y vuelve a la introversión.
La cuestión de una identidad sexual madura guarda relación directa con los cambios biológicos por los que el adolescente debe pasar. Esto incluye la expresión de los sentimientos y necesidades sexuales, así como la aceptación o rechazo de los roles sexuales. Durante la adolescencia, los jóvenes empiezan a establecer relaciones en las que el sexo juega un papel central.
Existe una clara diferencia entre la conciencia sexual y la conducta de las chicas y chicos. Estos suelen iniciar sus prácticas sexuales con anterioridad a las chicas, la perdida de virginidad es más aceptada en hombres que en mujeres, y éstas es probable que se sientan más culpables que los chicos. Múltiples factores influyen en la conducta sexual del adolescente: la educación, la formación psicológica, las relaciones familiares, la religión, y la maduración biológica.
ELECCION VOCACIONAL
Decidir y prepararse para una vocación profesional representa una de las tareas evolutivas más importante de la adolescencia. Se han distinguido tres períodos en la maduración de la elección vocacional. El primero se caracteriza por fantasías y elecciones en base a criterios emocionales y no prácticos. Al comienzo de la preadolescencia existe una progresión a un nuevo período tentativo. Durante este período inicialmente predominan los intereses del adolescente. Posteriormente predominan sus capacidades para ejecutar determinados trabajos y finalmente sus intereses y capacidades y se integran en el sistema de valores. El sistema de valores prepara al adolescente para su transición al tercer período vocacional entre los 17 y 18 años. Este período se caracteriza por su realismo, momento en el cual las preferencias vocacionales comienzan a ser estables. Sin embargo, esto se puede alargar hasta los 25 años.
Nuestra sociedad proporciona pocas experiencias de entrenamiento vocacional para los adolescentes.
M
itos acerca de la adolescencia: Mi hijo o hija tiene las hormonas disparadas y de ahí los momentos en los que parece que “se vuelve loco”, “se le va la cabeza”.
No se le va la cabeza. Ni se vuelve loco. Lo que le pasa es que sufre tremendos y repentinos cambios de humor que de no gestionarlos adecuadamente le llevan a mantener comportamientos desajustados y completamente inestables. No son las hormonas las responsables. Sino que lo que está detrás es el propio desarrollo del cerebro.
Los cambios cerebrales producidos en esta etapa del desarrollo son los que están detrás de los vaivenes emocionales, de su pasar de la risa al lloro más profundo y desgarrador en tan solo unos minutos de diferencia.
Conocer cuáles son estos cambios, tanto por parte de los adolescentes como por parte de los adultos que conviven con ellos contribuye a reducir el conflicto. Es reconfortante para el adolescente saber que no tendrá siempre que convivir con esas emociones tan intensas, uf, ya bastantes responsabilidades tiene la vida adulta como para que además le añadíesemos tanta inestabilidad; y para los adultos que conviven con ellos ayuda mucho más una explicación fisiológica que las atribuciones espontáneas que observamos con frecuencia “mi hijo e hija está enfermo o lo que ocurre es que se me está yendo de las manos”
A mi hijo o hija lo que le pasa es que necesita madurar, durante la adolescencia aún tiene un cerebro inmaduro.
El peligro de este mito es que la adolescencia sea tratada como una gripe, solo debemos esperar a que se cure. La adolescencia es una etapa del desarrollo clave, supone un momento de vital importancia en la formación de la identidad de la persona y por tanto no es aconsejable ni para el adulto, ni para el adolescente, pasar por ella limitándose a aguantarla y esperar a que desaparezca.
Los adolescentes tiene múltiples tareas a las que enfrentarse para construir con éxito una personalidad sana, fuerte, con capacidad de afrontar las responsabilidades y saber disfrutar con gusto los años venideros. Las experiencias y con ellas los aprendizajes generados en esta etapa son esenciales para afrontar estas tareas. Cada conflicto que abre con su familia, cada proceso negociador que inicia para resolverlo, cada pataleta, cada equivocación, cada desengaño emocional, cada enamoramiento, cada disgusto…por duros que resulten para ellos, por ganas y esfuerzos que sus familias harían por evitarlos, son parte imprescindible en el proceso de crecimiento personal y construcción de una identidad propia. 
La adolescencia es un periodo en el que debe ser ya independiente de los adultos y gestionar adecuadamente las responsabilidades.
Es evidente que existe un impulso natural del adolescente a separarse de los adultos, en cambio esto no puede despistarnos. Los adolescentes se siguen beneficiando enormemente de la relación con los adultos y por tanto el cambio sano hacia la madurez requiere de una independencia progresiva y no de un aislamiento total. No lo potenciemos.
Cierto es que los espacios y actividades de encuentro con el adulto no pueden ser los mismos que durante la infancia. Ellos ya no están interesados y además, esto ya no es útil para su desarrollo. Nuestra creatividad debe ponerse en marcha para generar nuevos espacios, nuevos puntos de encuentro donde compartir. No permitamos el aislamiento total.
Cuando conseguimos superar estos mitos y lo que ellos conllevan, conseguimos ver las bondades que enmascara la adolescencia y con ello nuestra vida y con ella la de los adolescentes, experimenta una considerable mejoría.
Ayudemos a los adolescentes a formarse ideas realistas y una visión de sí mismos no formada a partir de mitos. Lo que los demás piensan de nosotros mismos tiene una gran influencia en cómo nos vemos y en la idea que nos formamos entorno a cómo somos. Más aún cuando hablamos de personas que están en plena construcción de una identidad propia, “LOS ADOLESCENTES”.
M
étodos de estudio: En el ámbito educativo un adolescente debe de tener 3 cosas en mente: Organización, comprensión y memorización ya que son los tres pilares básicos para dominar una asignatura. Para lograr ésto se deben de fomentar métodos de estudio por parte de los profesores, entre los 2 principales están:
El Método Lógico. Forma en el individuo una mente ordenada y estructurada mediante un sistema lógico, a través de 4 cosas.
1.Análisis: El pensamientose dirige desde el todo a la contemplación y el estudio de cada una de sus partes.
2.Síntesis: Contemplando lo básico y lo común en cada una de las partes, el pensamiento se eleva desde ellas al todo que las incluye en su unidad.
3.Inducción: Sirve para dirigir el pensamiento de lo singular o particular a lo universal.
4.Deducción: Es útil para acceder de lo universal o genérico a lo particular o especifico.
El Método Didáctico. Activa la mente mediante técnicas adaptadas al sujeto y al grupo de aprendizaje al que es asignado según su capacidad, edad, nivel de conocimientos y aptitudes e intereses, etc. Este método facilita el aprendizaje y permite llegar al individuo de lo más fácil y accesible a lo más difícil, de lo más simple a lo más complicado, de lo concreto a lo abstracto, de lo cercano e inmediato a lo más remoto, y de lo más conocido a lo menos conocido.
Algunas técnicas de apoyo que se pueden utilizar son: el subrayado, síntesis, lluvia de ideas, resumen, mapas conceptuales, mapas mentales, entre otros. Esas son algunas de muchas técnicas que se utilizan y son de gran provecho, pero cada persona tiene su técnica en particular que le funciona, a muchos les funciona más algo visual como mapas mentales, que son a través de dibujos, mientras que a otros les puede ser más fácil crear una lluvia de ideas para recordar palabras claves. No importa la técnica que utilices mientras las utilices; debes ponerlas en práctica y verás cómo surgen buenos resultados.
	
UNIDAD 2: DESARROLLO FISICO.
2.1. CAMBIOS FISICOS Y CRECIMIENTO.
2.2. CAMBIOS HORMONALES.
2.3. EFECTOS PSICOLOGICOS DE LOS CAMBIOS FISICOS BIOLOGICOS.
2.4. CAMBIOS Y ESTRATEGIAS DE ADAPTACION.
	
C
ambios físicos y crecimiento: Durante la adolescencia, las personas jóvenes atraviesan por muchos cambios a medida que pasan a la madurez física. Los cambios prepuberales precoces ocurren cuando aparecen las características sexuales secundarias.
Niñas:
Las niñas pueden empezar a desarrollar los brotes de senos a los 8 años de edad, con un desarrollo completo de estos que se alcanza en algún momento entre los 12 y los 18 años.
El crecimiento del vello púbico, de la axila y de la pierna comienza usualmente alrededor de los 9 o 10 años de edad, y alcanza los patrones adultos alrededor de los 13 o 14 años.
La menarquia (el comienzo de los periodos menstruales) ocurre en forma característica alrededor de 2 años después de la aparición de los senos incipientes y el vello púbico. Puede suceder incluso desde los 9 años o, a más tardar, hacia los 16 años. La edad promedio de la menstruación en los Estados Unidos es aproximadamente a los 12 años.
El crecimiento rápido de estatura en las niñas alcanza su punto máximo alrededor de los 11.5 años y disminuye alrededor de los 16.
Niños:
Los niños pueden comenzar a notar un crecimiento del escroto y los testículos desde los 9 años de edad. Pronto, el pene comienza a agrandarse. Hacia la edad de 17 a 18 años, sus genitales tienen usualmente el tamaño y la forma de los genitales adultos. El crecimiento del vello púbico, así como también el vello de la axila, la pierna, el pecho y la cara, comienza en los niños alrededor de los 12 años y alcanza los patrones adultos más o menos de los 17 a 18 años. Los niños no comienzan la pubertad con un incidente súbito, como lo es el comienzo de la menstruación en las mujeres. Tener emisiones nocturnas regulares (sueños húmedos) marca el inicio de la pubertad en los varones y ocurre normalmente entre las edades de 13 y 17 años. La edad promedio es alrededor de 14 años y medio. El cambio en la voz en los hombres sucede al mismo tiempo que el crecimiento del pene. Las emisiones nocturnas ocurren con el punto máximo de aumento de estatura. Un crecimiento rápido en la estatura en los niños alcanza su punto máximo alrededor de los 13 años y medio y disminuye más o menos a los 18 años.
C
ambios hormonales: Las hormonas se definen como "sustancias químicas fabricadas por glándulas que, al verterse en la sangre, estimulan y regulan los procesos vitales del organismo". Su nombre deriva del griego hormon, que significa "excitar" y se descubrieron a finales del siglo XIX.
Las hormonas influyen globalmente tanto nivel físico como a nivel psicológico. Se sabe que intervienen en prácticamente todos los mecanismos de nuestro organismo y que su exceso o escasez puede provocar enfermedades tales como el bocio, la diabetes, etc.
Durante la niñez, hay dos hormonas encargadas de regular el crecimiento: la hormona tiroidea y la hormona del crecimiento, pero durante la adolescencia entran en juego las llamadas hormonas sexuales: los andrógenos, los estrógenos y la progesterona.
En la parte baja del cerebro se encuentran dos órganos estrechamente relacionados: el hipotálamo, que es el centro de regulación y de control, y la hipófisis, que es el director de todo el sistema hormonal. A partir de aproximadamente los 8 años, la hipófisis, estimulada por el hipotálamo, se pone en funcionamiento y secreta dos hormonas, la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), en un primer momento esta secreción hormonal no se manifiesta externamente.
Con el tiempo la presencia de FSH y LH aumenta progresivamente provocando que los ovarios se pongan en funcionamiento, así los ovarios estimulados secretarán los estrógenos y otras hormonas sexuales.
PRIMEROS CAMBIOS
¿Cuáles serán los cambios hormonales en la adolescencia? Las primeras acciones de estas hormonas durante la adoslescencia se manifiestan con la aparición del vello púbico y el inicio del crecimiento del pecho. A partir de este momento los cambios hormonales no paran, aunque se irán notando lentamente en un proceso que dura unos dos años y finaliza con la aparición de la ovulación. En un momento determinado, debido a estos cambios hormonales durante la adolescencia, los ovarios comienzan a liberar los óvulos que han estado almacenados desde el nacimiento. Esto da inicio al ciclo menstrual mensual, del que la regla es sólo una parte. Se llama menarquia a la aparición de la primera regla e indica que la mujer potencialmente ya puede quedarse embarazada.
Pero además, este cambio hormonal en la adolescencia se manifiesta de otras maneras. Así, las glándulas sudoríparas se vuelven más activas y se empieza a tener un olor particular ya que el contenido del sudor es diferente al de un niño pequeño. Las hormonas durante la adolescencia estimulan las glándulas sebáceas y estas producen más sebo. Cuando hay una gran cantidad de sebo, este puede obstruir los poros de la piel y producir el acné.
Más cambios hormonales que se manifiestan durante la adolescencia serán los responsables del aumento del interés sexual. En este aspecto debes saber que si bien físicamente una chica se puede considerar sexualmente madura al finalizar la pubertad esto no quiere decir que, cultural o emocionalmente, esté preparada para iniciar las relaciones sexuales. Normalmente la evolución psicosocial necesaria para iniciar la vida sexual requiere un periodo de tiempo más largo por lo que se adquiere durante la adolescencia.
C
ambios psicológicos: La adolescencia es la etapa de los grandes cambios. Cambia nuestro cuerpo, cambian nuestras emociones, nuestra manera de pensar y ver las cosas. En este artículo de hoy, nos centraremos en los cambios psicológicos en la adolescencia, esos que hacen que los jóvenes pasen de un sentimiento a otro en cuestión de segundos y quieran rebelarse ante la autoridad y todo aquello que los haga sentir presionados.
Ser padres de un adolescente es todo un desafío. Ese hijo tierno, simpático y obediente puede convertirse en el adolescente más rebelde, desconfiado y conflictivo, y esa niña tan tranquila, alegre y educada puede transformarse en una joven insegura, irritable y malhumorada. Estas modificaciones abismales en la personalidad de los adolescentes puede sorprendernos muchísimo en un primer momento, pero como padres debemos tener en cuenta que no son más que la respuesta a los cambios psicológicosen la adolescencia.
Todos fuimos adolescentes y sabemos que es una etapa complicada. Los cambios que ocurren en nuestro cuerpo nos hacen ver, sentir y pensar diferente, lo cual no siempre es fácil de manejar. Debemos tener paciencia para que todo se vaya acomodando y encontrar una manera de controlar nuestras emociones. Si sentimos que no podemos contra ellas, lo mejor es acudir a los padres o al consejo de una persona mayor que pueda entendernos.
Los cambios psicológicos en la adolescencia son totalmente normales: son parte del crecimiento del ser humano. Como te hemos dicho en varias oportunidades, la adolescencia sin cambios no sería adolescencia.
C
ambios y estrategias de adaptación: En este estudio se analizan las estrategias de afrontamiento de una muestra gallega de estudiantes de primer ciclo de la ESO. El objetivo fue analizar los estilos de afrontamiento al inicio de la adolescencia, examinando las diferencias que se producen en función del género y su relación con el inicio temprano en el consumo de drogas y la conducta antisocial.
Las formas en que los individuos intentan dar respuesta al estrés y la adversidad, ha sido uno de los temas centrales de la Psicología. El afrontamiento desempeña un papel mediador importante entre las experiencias estresantes a las que están sometidas las personas, los recursos personales y sociales con los que cuentan para hacerles frente y las consecuencias que se derivan para su salud física.
Esta función moderadora debe ser de especial importancia en la adolescencia, ya que durante esta etapa se experimentan importantes cambios. La pubertad y la maduración física son quizás los más evidentes, pero también se producen otros a nivel cognitivo y social no menos relevantes. Esto ha hecho que se arraigue en la conciencia popular la creencia de que la adolescencia es un periodo tormentoso y estresante. Sin embargo, los datos de la investigación no apoyan esta idea. Para la mayoría la adolescencia, no es una etapa especialmente tormentosa, más bien todo lo contrario.
Los resultados del estudio muestran la existencia de importantes diferencias en las estrategias de afrontamiento, en función de variables como la edad o el sexo. Los estudiantes evaluados emplean con mayor frecuencia que los adolescentes de más edad estrategias dirigidas a evitar los problemas y distraerse. También buscan con más frecuencia apoyo en el grupo de amigos y presentan una actitud ante los problemas más optimista.
Por el contrario, hacen un menor uso de estrategias dirigidas a reducir la tensión o a autoinculparse. Estos hallazgos son congruentes con la propuesta de Erica Frydenberg (1997) según la cual, al inicio de la adolescencia, los cambios que se producen en el ámbito académico y social, son percibidos como retos y oportunidades y se afrontan con optimismo y esperanza. Pero a medida que se avanza en la adolescencia, muchas de las expectativas iniciales se ven frustradas y el optimismo inicial se ve sustituido por una visión más pesimista.
Al comparar las estrategias de afrontamiento entre chicos y chicas, los resultados encontrados apuntan a que la tendencia en las mujeres de apoyarse en otros para encarar sus problemas y la de los varones de despreocuparse e intentar resolver las situaciones por si mismos, ya están presentes al inicio de la adolescencia.
En cuanto al papel que los estilos de afrontamiento tienen como factores de protección o de riesgo del consumo de drogas y de la conducta antisocial al inicio de la adolescencia, los datos analizados apuntan a que estrategias como esforzarse, concentrarse en resolver los problemas o fijarse en lo positivo, parecen tener efectos protectores sobre el consumo y la conducta antisocial.
En cuanto a las estrategias de evitación, los datos no son tan concluyentes. Esto coincide con lo encontrado por Compas, Connor-Smith, Saltzman, Thomsen y Wadsworth (2001), al observar relaciones claras de los estilos de evitación con problemas de internalización, pero inconsistentes con los problemas de externalización. Parece que, aunque en etapas posteriores el consumo de drogas pueda representar una estrategia de evitación más, al inicio de la adolescencia esto no es así, siendo razones como la curiosidad o la presión del grupo mucho más importantes.
Los hallazgos encontrados en el estudio son sugerentes y orientativos del tipo de programas de prevención que se deberían desarrollar para esta etapa evolutiva. Antes que intentar corregir deficiencias o debilidades, el objetivo a perseguir debiera ser el de promover recursos y competencias que faciliten el bienestar y la resistencia ante situaciones de riesgo. En este sentido, los resultados de este trabajo suponen un respaldo a programas como Construyendo Salud (Luengo, Gómez-Fraguela, Garra y Romero, 2002), en el que nuestro equipo de investigación lleva trabajando más de diez años.
UNIDAD 3: DESARROLLO COGNITIVO.
3.1. EL PENSAMIENTO DEL ADOLESCENTE.
3.2. LAS OPERACIONES HIPOTETICO_DEDUCTIVAS.
3.3. ESTRUCTURA DE LAS OPERACIONES FORMALES.
3.4. ADQUISICIONES INTELECTUALES EN ESTA ETAPA.
3.5. ESTRATEGIAS PARA SOLUCIONAR SITUACIONES DE CONFLICTO.
E
l pensamiento del adolescente: El adolescente típico suele estar lleno de dudas. Los niños suelen tener opiniones claras acerca de todo y esas opiniones y modo de pensar casi siempre reflejan las ideas y pensamientos de sus padres. No obstante, en la adolescencia, empiezan a cuestionar todas estas ideas, las opiniones de sus padres no les parecen tan válidas y ellos no responden a todas sus preguntas. Son conscientes de que esas son las opiniones de los demás e intentan buscar sus propias verdades, las cuales surgirán de su propio desarrollo intelectual.
El pensamiento del adolescente difiere del pensamiento del niño. Los adolescentes son capaces de pensar en términos de lo que podría ser verdad y no sólo en términos de lo que es verdad. Es decir, pueden razonar sobre hipótesis porque pueden imaginar múltiples posibilidades. Sin embargo, aún pueden estar limitados por formas de pensamiento egocéntrico, como en el caso de los niños.
El nivel más elevado de pensamiento, el cual se adquiere en la adolescencia, recibe el nombre de pensamiento formal y está marcado por la capacidad para el pensamiento abstracto. En la etapa anterior, llamada etapa de las operaciones concretas, los niños pueden pensar con lógica solo con respecto a lo concreto, a lo que está aquí y ahora. Los adolescentes no tienen esos límites. Ahora pueden manejar hipótesis y ver posibilidades infinitas. Esto les permite analizar doctrinas filosóficas o políticas o formular nuevas teorías. Si en la infancia sólo podían odiar o amar cosas o personas concretas, ahora pueden amar u odiar cosas abstractas, como la libertad o la discriminación, tener ideales y luchar por ellos. Mientras que los niños luchan por captar el mundo como es, los adolescentes se hacen conscientes de cómo podría ser.
Factores que influyen en la madurez intelectual
Aunque el cerebro de un niño se haya desarrollado lo suficiente como para permitirle entrar en la etapa del pensamiento formal, puede que nunca lo logre si no recibe suficientes estímulos educativos y culturales. En la adolescencia, no solo hay una maduración cerebral, sino que el ambiente que rodea al adolescente también cambia, su ambiente social es más amplio y ofrece más oportunidades para la experimentación.
Todos estos cambios son fundamentales para el desarrollo del pensamiento. La interacción con los compañeros puede ayudar en este desarrollo. Según las investigaciones realizadas en Estados Unidos, cerca de la sexta parte de las personas, nunca alcanza la etapa de las operaciones formales.
L
as operaciones hipotético-deductivas: Aunque la herencia constituye la base sobre la que se inicia la construcción cognitiva, Piaget sostiene que las personas no nacen provistas de nociones y categorías innatas, sino que éstas se van elaborando durante el transcurso del desarrollo. En el periodo lógico formal se desarrollauna capacidad cognitiva que entiende lo abstracto. La memoria mecánica es reemplazada por la lógica discursiva (hipótesis). Tiene importancia la fantasía. Hay deseo de nuevas experiencias, aventuras. Es capaz de ordenar acontecimientos sucesivos. 
Inicial comprensión del tiempo histórico. Controla el espacio inmediato y lejano. Sensible a los estímulos sociales. Nace la conciencia personal. Descubrimiento del yo al final de esta etapa. Cambios fisiológicos importantes. Falta de control (y disconformidad) ante estos cambios. Fase de excitación emocional. Diferenciación sexual. Necesidad de independencia y libertad. Creciente emancipación de la familia. Amistad. Grupo básico de referencia: los pares Identidad: Se sabe quién es uno. Seguridad. Independencia. Se es capaz de aprender mucho. Hay inseguridad: no se sabe lo que se quiere y todavía no se sabe situar frente al trabajo, sociedad y sexualidad. 
Este período se caracteriza por desarrollar un pensamiento hipotético-deductivo que le permite al sujeto llegar a deducciones a partir de hipótesis enunciadas verbalmente; y que son, según Piaget, las más adecuadas para interactuar e interpretar la realidad objetiva. Estas estructuras lógico-formales resumen las operaciones que le permiten al hombre construir, de manera efectiva, su realidad. 
Todo conocimiento es por tanto, una construcción activa por el sujeto de estructuras operacionales internas. Piaget no limita su concepción al desarrollo intelectual, sino que extiende la explicación a las demás áreas de la personalidad (afectiva, moral, motivacional), pero basándolas en la formación de las estructuras operatorias. El desarrollo intelectual, es la premisa y origen de toda personalidad. 
Por último, la formación de estas estructuras durante la ontogenia, son un efecto de la maduración natural y espontánea, con poco o ningún efecto de los factores sociales, incluida la educación. El complemento de una estructura primitiva, a partir de las acciones externas constituye la causa necesaria de la formación de estructuras superiores, que se producirán de manera inevitable como expresión de la maduración intelectual similar a la biológica. La sabiduría de cualquier sistema de enseñanza consistiría en no entorpecer y facilitar el proceso natural de adquisición y consolidación de las operaciones intelectuales.
E
structura de las operaciones formales: El periodo formal constituye la última etapa del desarrollo y se caracteriza por dos rasgos aparentemente independientes pero que tienen mucha relación entre ellos. Es el momento en el que se produce la inserción en el mundo de los adultos, con todos los problemas que esto conlleva. Pero también es el periodo en el que el individuo empieza a ser capaz de de manejar el pensamiento hipotético deductivo característico de la ciencia. Ya no solo es capaz de razonar sobre lo real, sobre lo que conoce o tiene presente, sino que puede hacerlo también sobre lo posible. Estas capacidades son las que le permitirán al adolescente entender el pensamiento científico y razonar sobre problemas complejos.
A pesar de que esta es la última etapa del desarrollo no quiere decir que el desarrollo se detenga ahí sino que puede continuar, se pueden aprender cosas nuevas, habilidades diferentes, etcétera. El sujeto puede seguir formando nuevos esquemas, automatizando la forma de solución de situaciones complejas y esto constituye un progreso que puede proseguir durante toda la vida. Lo más característicos del periodo formal es una gigantesca ampliación de las posibilidades de resolución de problemas.
No solo es un cambio cualitativo, sino también cuantitativo. La forma característica del pensamiento formal consiste en formular hipótesis para explicar un problema nueva para el sujeto, basándose en los datos que se obtienen en ese momento o que se han obtenido anteriormente. Estas nuevas capacidades se manifiestan en una serie de rasgos que se pueden sistematizar de la siguiente manera:
-El rasgo más general es que quizá el sujeto no está razonando únicamente sobre lo que tiene delante sino también sobre lo que no está presente
-El lenguaje pasa a ocupar un papel muy importante pues lo posible sólo puede formularse en términos verbales.
Las diferencias entre el pensamiento concreto y el pensamiento formal consisten en que el adolescente tiene un mayor gusto por lo abstracto y un manejo mucho más familiar con las abstracciones, en cambio en el estadio del pensamiento concreto aún no se tienen estas habilidades. El adolescente se aventura mucho más con su pensamiento y juega con él, lo manipula y experimenta con sus propiedades.
Los cambios intelectuales afectan a todos los terrenos de la conducta. Dos tipos de capacidades que se distinguen frecuentemente son las referentes a las habilidades lógicas y científicas. Con referencia a estas últimas, la conducta del adolescente tiene varios componentes:
La capacidad para disociar factores y controlar las variables.
Diferenciar entre la comprobación empírica de una hipótesis o una teoría y su prueba por razones formales.
La utilización de una estrategia falsa Una preferencia por las explicaciones simples frente a las más complejas.
La capacidad para prescindir de los elementos parásitos que distorsionan un fenómeno.
La disociación de factores
Para comprender cómo se produce un fenómeno se deben conocer los factores que lo originan. Piaget dice que los sujetos, frente a una dificultad, multiplican los ensayos y las correspondencias acumulando datos y esperando a que de ellos salga la respuesta. El adolescente es capaz de de interrogar a la realidad y no simplemente tomar nota de ella. EL sujeto no espera a que se produzca un fenómeno para ver qué es lo que sucede, sino que él mismo provoca la variación y examina cuáles son las condiciones en las que se ha producido. Para nosotras esta capacidad nos parece sumamente importante, ya que es aquí donde se comienza a comprender que la realidad puede y debe ser modificada.
Otras capacidades científicas
Distinguir entre una comprobación de experimental de una hipótesis o teoría y una comprobación por razones puramente lógicas o internas. También se refiere a la capacidad de falsar una hipótesis. Para poder comprobar una teoría hay que cerciorarse de que no es falsa. Otro componente habla de la preferencia por explicaciones sencillas frente a las que son muy complejas. Cuando una explicación va bien siempre se puede añadir alguna condición para hacerla más admisible.
El niño es capaz de llegar a procedimientos qu le permiten formar las permutaciones o las combinaciones. Implica controlar las variables, formular hipótesis y examinar sus consecuencias, es manejar lo posible y esto supone la utilización implícita o explícita de una combinatoria. Hacia el final de la etapa concreta muchos sujetos ya son capaces de hacer de hacer las combinaciones. La combinatoria es algo tan esencial que la utilizamos constantemente sin ser consientes de ello.
La lógica de las proposiciones
El razonamiento formal utiliza la lógica de proposiciones. Las relaciones entre esta y la combinatoria es muy estrecha. A veces el sujeto puede dominar la lógica de proposiciones sin estar consciente de ello.
Mapa Conceptual
Otro de los logros del periodo de las operaciones formales es ser capaz de considerar dos sistemas independientes que interactúan. Algunos autores señalan que los niños tienen grandes dificultades para manejar problemas abiertos. Lo que hacen generalmente es cerrar esas alternativas y no dejarlas como alternativas sino como resultados ya dados. El razonamiento de los sujetos puede estudiarse a través de su explicación de las situaciones de las situaciones experimentales, lo que podríamos denominar el razonamiento experimental. Otra de las características es el cambio de de relación entre lo observacional y la capacidad para aislar las variables, aspecto muy esencial para la formulación de hipótesis y que hay que estudiar en relación a ella.
El pensamiento científico y social
Estas características vuelven al adolescenteun ser completamente diferente del niño, desde lo social hasta el grado de conocimiento que se tiene. El joven comienza a entender cómo se ejerce el gobierno, cuál es la función de los partidos políticos, la promulgación de leyes, su cumplimiento, etcétera. Además los sujetos entienden otras épocas de la vida social. La inserción en el mundo adulto constituye un aspecto de gran importancia. Sin embargo, el cinismo de los adultos, su doble moralidad y su pragmatismo suponen un choque para los adolescentes. Rechazan sus valores, sus creencias.
A
dquisiciones intelectuales en la adolescencia: Los maestros desempeñamos un papel decisivo en la madurez intelectual de nuestros adolescentes. Ten en cuenta que en la aparición del pensamiento formal influye enormemente el ambiente que les rodea.
Los años infantiles previos a la adolescencia son realmente cruciales. De hecho, en ellos se sientan las bases de la futura persona. Por eso no es en absoluto vano todo el esfuerzo por formar al adolecente.
Pero si eso es válido para todos los aspectos de su personalidad, resulta definitivo para su desarrollo intelectual. A lo largo de la infancia se produce el desarrollo de la percepción a través de los sentidos; se desarrollan capacidades como la memoria, la imaginación y la atención; se adquieren instrumentos básicos como el lenguaje y el cálculo; se consigue, finalmente, un amplio bagaje de conocimientos concretos a partir de la experiencia y la enseñanza sistemática…
Y, por fin, con la llegada de la adolescencia, tiene lugar la eclosión del pensamiento... Logrará, al final del proceso de desarrollo, no sólo comprender la realidad que le rodea, sino conocer y comprender lo posible, lo probable, lo lejano, lo abstracto... Será capaz de llegar al estadio intelectual más evolucionado, más propiamente humano.
Naturaleza del pensamiento formal 
Este último estadio en el desarrollo intelectual es lo que se conoce como el pensamiento formal. De hecho es una nueva manera de pensar. De forma progresiva adquirirá capacidad para valorar distintas posibles soluciones a un problema, podrá prever las consecuencias de actuaciones presentes, adquirirá capacidad crítica al ser capaz de relacionar realidades concretas con reglas generales o abstractas y podrá reflexionar sobre diferentes realidades posibles. 
A medida que vaya dominando con eficacia estas nuevas capacidades, disfrutará conversando con sus amigos sobre las realidades trascendentales de la vida, hará uso de la crítica, al principio de manera muy tajante, y será capaz de delimitar sus aspiraciones de futuro de una manera realista.
- "He decidido -me confesó un día una alumna de 15 años- que no dejaré los estudios y que acabaré la Secundaria. He pensado -continuó- que si no tengo estudios me será más difícil encontrar un buen trabajo que me permita independizarme… Y además es una tontería haber estudiado tantos años para nada."
Mi sorpresa fue mayúscula al escuchar su razonamiento pues conocía su obstinación por dejar los estudios.
Pero esta nueva capacidad que le permite analizar sus posibilidades y establecer hipótesis sobre su futuro, por tan poderosa, le amenaza y le confunde. Se asusta cuando al establecer una relación lógica de acciones para lograr lo que se propone, constata que algunas cosas del presente (presión de los amigos, pereza, problemas con los estudios) le tienen atrapado y no sabe cómo salir.
Y en medio de su incertidumbre, a veces, se deja llevar por los acontecimientos y aplaza la toma de decisiones, vive el presente y se evade de la responsabilidad de su futuro.
La misma alumna, añadió a lo largo de nuestra conversación:
- "Lo que pasa es que cuando tengo que ponerme a estudiar me da mucha pereza, luego me pongo, pero me quedo como atontada. Sé que lo tengo que hacer pero no sé qué me pasa... No sé si haré nada."
Estaba confusa, quería pero no estaba segura de querer intentarlo. 
Desarrollo del pensamiento formal en la adolescencia 
El desarrollo del pensamiento formal en la adolescencia se produce de una forma significativamente diferente al desarrollo físico. Mientras que éste se produce de una forma progresiva, relativamente rápida (tres o cuatro años) y en una secuencia semejante en la mayoría de los individuos, el desarrollo intelectual tiene lugar con más lentitud (siete u ocho años), en una progresión irregular y con notables diferencias entre unos y otros.
A los 11 o 12 años se suele producir un cambio brusco en la manera de pensar de los chicos y chicas. Reúne algunas características del nuevo estadio aunque aún es muy rudimentaria. Pero no será hasta los 20 años o más cuando bastantes de nuestros hijos alcanzarán una cierta plenitud del pensamiento formal. 
La pubertad, y con ella los cambios físicos y fisiológicos que la determinan, es un cambio necesario y predecible que acaece con escasa participación de las influencias del medio. Sin embargo, las habilidades intelectuales propias del pensamiento formal constituyen un cambio que no necesariamente se da en todos los individuos y que depende de las influencias del ambiente. 
Los cambios físicos de la pubertad son fruto de la dotación genética, sin embargo, los cambios en la estructura del pensamiento necesitan la influencia positiva del ambiente. Se ha podido llegar a esta afirmación tan rotunda al constatarse que, en algunas de las sociedades, ninguna persona adulta demostraba competencia para superar con éxito algunas pruebas que requerían habilidades intelectuales propias del pensamiento formal y que no habían sido desarrolladas previamente.
La conclusión educativa para los educadores resulta evidente: tienen que asegurar la estimulación sensorial e intelectual en la edad infantil y ofrecer al niño entre 11 y 20 años ocasiones de reflexión y de diálogo sobre asuntos diversos. Además, en ambas edades, será crucial, por su influencia, la elección del mejor centro educativo posible.
E
strategias para solucionar situaciones de conflicto: Los problemas a los que no se encuentra solución terminan provocando un malestar crónico. Cuando las estrategias para afrontarlos fracasan surgen sentimientos de indefensión y desesperanza, los cuales dificultan la búsqueda de nuevas soluciones.
Es evidente que algunos padres manejan normalmente las diferentes situaciones problemáticas con sus hijos adolescentes, desde pequeñas frustraciones o desavenencias, hasta traumas y conflictos importantes, con bastante eficacia. Otros padres, por contra, se ven desbordados por el más mínimo obstáculo. Así, es importante considerar que una gran parte de los conflictos familiares entre padres e hijos es una conducta ineficaz, en la cual el sujeto es incapaz de resolver ciertos problemas situacionales y sus intentos inadecuados comportan efectos indeseables tales como: ansiedad, depresión o tristeza y la generación de problemas secundarios adicionales.
Hay que aprender a ver la vida no como situaciones extremas imposibles, sino en términos de soluciones inapropiadas, de forma que lo importante será hallar soluciones nuevas y apropiadas.
La estrategia de resolución de problemas o toma de decisiones (Golfried y Golfried, 1884) persigue modificar el modo con el que las personas abordan situaciones para las que no tenían ninguna solución, insistiendo, sobre todo, en una recogida mayor de información y en su procesamiento más adecuado, con el fin de conseguir orientar de una manera más correcta su actuación. Se persigue aprender una metodología (una forma de hacer) sistemática para hacer frente a diferentes problemas.
La resolución de problemas constituye un método útil de abordar múltiples desafíos situacionales. Su aprendizaje y puesta en práctica acrecienta la eficacia general de los padres mediante el entrenamiento en las aptitudes y habilidades necesarias que le permitan enfrentarse por ellos mismos a los desafíos de la vida cotidiana con sus hijos.
En resumen: hace posible una variedad de alternativas de respuesta potencialmente efectivas, e incrementa la probabilidad de seleccionar la respuesta másefectiva entre las diversas alternativas.
Por tanto, una vez que adquiera el conocimiento sobre cómo funciona, deberá prepararse para enfocar todas las situaciones problemáticas con dicha estrategia. Esto no será difícil, pues tendrá innumerables ocasiones para practicar; pensar la cantidad de decisiones que tomamos al cabo del día, desde algunas muy insignificantes (“le diré que deje de ver la televisión y que se acueste”), otras algo más importantes (“¿voy o no voy a reñir a mi hijo por llegar tarde?, ¿le mostraré o no mucho disgusto por su conducta?”), hasta otras posiblemente muy decisivas (“¿debo influir más en su decisión sobre los estudios que quiere iniciar el próximo curso?”), estas decisiones que ha de tomar en cada momento le servirán como padre/madre para practicar lo aprendido.
Las 5 estrategias necesarias para una eficaz resolución de problemas son:
1- Desarrollar una orientación general para reconocer el problema.
2- Definir y formular el problema.
3- Generar el mayor número posible de alternativas al problema.
4- Tomar una decisión sobre el problema.
5- Ejecutar y verificar, poner en práctica la solución y valorar los resultados.
Concluimos por tanto, pensando que: en primer lugar, la conducta humana está sujeta a elementos sobre los que tenemos cierto control y, por consiguiente, la conducta de nuestro hijo y nuestra propia conducta puede modificarse. En segundo lugar, ante los problemas y conflictos diarios, de toda índole y con nuestros hijos, podemos utilizar una “estrategia general” de trabajo una metodología de acción que, basada en el proceso de resolución de problemas, nos permitirá disponer de un número mayor de soluciones ante dichos problemas.
¿Cómo poner en práctica estas 5 estrategias? Necesitamos información y ciertas habilidades que podemos y debemos aprender para ser competentes en nuestro oficio de padres:
1-Reconocimiento del problema: realizar una lista de problemas con su hijo. Analizar, en primer lugar, cuáles son sus opiniones, creencias, actitudes y expectativas generales sobre los problemas que surgen en relación con sus hijos. Ej: “A los jóvenes no hay quien les entienda”… En segundo lugar, piense sobre su propia capacidad general para solucionar dichos problemas. Ej: “ No estoy preparado para educar a este monstruo”… También puede empezar con un listado general de problemas. Ej: “La relación con mi hijo no es satisfactoria”… Ahora algo más especifico; anote todo cuanto hace su hijo que le moleste. Ej: “Miente respecto a los deberes escolares”,…
2- Análisis del problema: Con nuestra nueva actitud para reconocer los problemas, una vez detectados los mismos, nuestro objetivo ahora consiste en clarificar y comprender la naturaleza específica del problema. De la lista de problemas que usted ha escrito elija uno de los más importantes, de los que más le molestan, y realizaremos el siguiente ejercicio de análisis del problema.
Problema: ¿quién está implicado?, ¿qué sucede exactamente?, ¿dónde ocurre el problema?, ¿cuándo sucede?, ¿cómo sucede?, ¿cúal es mi respuesta habitual ante el problema?, ¿qué siento ante ese problema?, ¿qué hago yo ante esa conducta?, ¿qué explica esta situación?, ¿qué explica su respuesta?, ¿qué quiero que cambie?
3- Tormenta de ideas: a continuación nos centramos en el tercer paso, el cual es considerado como el punto más importante del proceso de resolución de problemas. Nuestra tarea principal será la de ser capaces de generar la más amplia gama de respuestas (soluciones, estrategias) posibles ante la conducta de nuestros hijos, de forma que aumente la probabilidad de identificar las más eficaces para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado.
Siguiendo con el ejemplo anterior (problema analizado: “No hace las tareas escolares”), enumere al menos cinco posibles estrategias o respuestas para conseguir el siguiente objetivo:
Ej: Objetivo “Que mi hijo aprenda a estudiar”. Respuestas: buscarle una ayuda extraescolar, inscribirle en un programa de hábitos de estudio, estudiar y hacer las tareas escolares con el, meterle en un grupo de estudio de su edad, que estudie todos los días 1 hora mínimo,…
4- Comunicarse, negociar y ponerse límites: el propósito en este momento consiste en evaluar las alternativas de solución disponibles y seleccionar la mejor. Hay que evaluar alternativas generadas. Para ello, usted debe:
Predecir las posibles consecuencias que tendrá la aplicación de cada alternativa generada en la fase anterior.
Analizar sus consecuencias personales y sociales, a corto y largo plazo. Lógicamente, no se puede prever todas las consecuencias posibles, de modo que para cada una de ellas sólo cabe conjeturar un grado de probabilidad.
Evaluar su utilidad, es decir, sus ventajas e inconvenientes. Al evaluar su utilidad, únicamente es posible asignarles un valor aproximado.
Comparar los resultados esperados para cada una de las alternativas disponibles con el resultado deseado o meta, seleccionando las alternativas más adecuadas.
 5-Modificar las conductas problema: este es, sin duda, el momento más importante del proceso de resolución de problemas o toma de decisiones, ahora es preciso actuar. Una vez que haya puesto en práctica la forma de actuar nueva deberá observar las consecuencias y comprobar su eficacia.
UNIDAD 4: PERSONALIDAD.
4.1. BUSQUEDA DE IDENTIDAD. 
4.2. EL AUTO IMAGEN DEL ADOLESCENTE.
4.3. LA AUTOESTIMA EN EL ADOLESCENTE.
4.4. ADAPTABILIDAD Y COMPORTAMIENTO INADAPTADO.
4.5. ACTITUDES.
B
úsqueda de identidad: La identidad, definida principalmente desde la Psicología, se comprende como aquel núcleo del cual se conforma el yo. Se trata de un núcleo fijo y coherente que junto a la razón le permiten al ser humano interactuar con otros individuos presentes en el medio.
La formación de la identidad es un proceso que comienza a configurarse a partir de ciertas condiciones propias de la persona, presentes desde el momento de su nacimiento, junto a ciertos hechos y experiencias básicas. A partir de lo anterior, la identidad se forma otorgándonos una imagen compleja sobre nosotros mismos, la que nos permite actuar en forma coherente según lo que pensamos.
Según algunos autores, la identidad se comporta como algo relativo, como un núcleo plástico capaz de modificarse a lo largo de la vida y el desarrollo, lo que permitiría al ser humano tener la capacidad de comportante de formas diferentes según el contexto en el que deba actuar.
Como es posible de intuir, el contexto sociocultural en el que el individuo se encuentra inserto es fundamental y decisivo en la formación de su identidad. Sin embargo, no se trata del único factor que la determina. La identidad humana se configura a partir de la interacción con el medio y el funcionamiento individual propio del sujeto, formándose entre ellos una tensión dinámica que guía la configuración de la identidad hacia una dirección determinada. Gracias a esto es posible que el ser humano sea capaz de notar, que más allá de lo que es, forma parte de un algo mayor fuera de sí mismo.
Como vemos, la formación de la identidad sólo se realiza en función de la interacción con el medio externo, ya que en una situación de aislamiento, las características individuales resultan absolutamente irrelevantes y transparentes. Es sólo en relación a la interacción con los otros significativos que las diferencias y características individuales adquieren valor y se comportan como un aporte para la interacción social.
La imagen que a lo largo de la vida se forma el hombre de su persona ha sido objeto de análisis en la investigación por parte de numerosos teóricos de la personalidad y la motivación. Este interés no es casual, sino que se fundamenta por la enorme importancia que tiene esta formación psicológica, en el proceso de regulación y autorregulación del comportamiento.
Entre los primeros estudiosos de este tema se encuentra William James, quien denominó “yo” a dicha formación, concibiendo su organización en distintos niveles jerárquicos; es decir, el “yo material”, el “yo social”

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