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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: B I Ó L O G A PRESENTA Yeriquendi Gallardo Pineda Director de Tesis: Dr. Miguel Rodríguez Serna Asesor Interno: Dr. Artemio Guillermo Blancas Arroyo México, D.F., 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 2 Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 3 RESUMEN Se realizó un estudio sobre el efecto de la temperatura en el crecimiento, supervivencia, desove y viabilidad en el acocil Cambarellus patzcuarensis, bajo condiciones de laboratorio. Se utilizaron 90 juveniles de Cambarellus patzcuarensis obtenidos de desoves producidos en las instalaciones de la Planta Experimental de Producción Acuícola (PExPA) de la UAM-I. Los organismos se colocaron en 9 tinas de plástico de 51 x 35 x 12 cm, 3 tinas por tratamiento, con aireación constante y refugios individuales de PVC. Con una población de 10 organismos por tina, se utilizó una relación de sexos de 6 hembras con 4 machos. Se probaron tres temperaturas 18° ± 1° C, 22° ± 1° C y 26° ± 1° C, utilizando calentadores automáticos para acuario de 100 watts. En todos los casos se controló la alimentación y calidad del agua. Los resultados de la supervivencia, crecimiento, desoves y viabilidad se compararon utilizando un análisis de varianza de una sola vía (ANOVA) con un nivel de significancia del 95%. Las diferencias entre las medias se establecieron mediante una prueba de Rangos Múltiples de Tuckey (Zar, 1996). Para la evaluación estadística se utilizó el paquete Statgraphics V. 4.1. Los resultados no mostraron diferencias significativas entre tratamientos con respecto al crecimiento y supervivencia de los machos, sin embargo, se observó un mayor crecimiento en las hembras que en los machos. Se encontraron diferencias significativas entre tratamientos con respecto a la supervivencia de las hembras y viabilidad, no así en el porcentaje de desoves. Se encontró que la mayor viabilidad se registró a 26° C y el índice más alto de supervivencia de hembras se registró a 18°C. En conclusión, se encontró que la temperatura influye en la supervivencia de las hembras y en la reproducción, expresada en el desove (número de huevos por hembra) y la viabilidad del acocil C. patzcuarensis. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 4 Agradezco: Profundamente a la UNAM que a través de la Facultad de estudios Superiores Zaragoza campo II me brindó el apoyo para mi formación profesional. A la UAM-Iztapalapa por permitirme usar sus instalaciones en especial al Dr. Miguel Rodríguez por su tiempo, paciencia y enseñanza, a la Dra. Claudia Carmona cuyos comentarios enriquecieron este trabajo. Al Dr. Guillermo Blancas por su apoyo y el tiempo dedicado a este proyecto. Agradezco a mis sinodales; la Dra. Leticia Morales, la M. en IBSH. Angélica Flores y al Biól. Ernesto Constanzo quienes con sus sugerencias fortalecieron la presente tesis. A mis profesores por compartirme sus conocimientos, a mis amigos que hicieron mi estancia en la universidad más agradable. Agradezco sinceramente a las siguientes personas por sus contribuciones: Biól. Cristóbal Galindo, Verónica, Luis, Héctor, Rosa, J. Luis, Sahori, Ameyalli y Edgar. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 5 La dedico: A mi familia, por todo su apoyo en especial a mis padres, por los valores que me inculcaron con su ejemplo, por su confianza y cariño incondicional, han sido y serán mi motor, mil gracias. A mi hija cuyas sonrisas han cambiado y enriquecido mi vida, a mi compañero y amigo que con su cariño y apoyo han hecho más fácil y divertido el camino. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 6 ÍNDICE INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 10 MARCO TEÓRICO ............................................................................................................. 13 Morfología ............................................................................................................................ 14 Sistemática de los acociles en México ................................................................................. 17 Antecedentes ......................................................................................................................... 20 Alimentación ........................................................................................................................ 25 Reproducción ........................................................................................................................ 31 Temperatura .......................................................................................................................... 36 JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................. 40 HIPOTÉSIS .......................................................................................................................... 41 OBJETIVO ........................................................................................................................... 42 OBJETIVOS PARTICULARES .......................................................................................... 42 MATERIALES Y MÉTODOS ............................................................................................. 43 RESULTADOS .................................................................................................................... 50 DISCUSIÓN ......................................................................................................................... 59 CONCLUSIONES ................................................................................................................ 66 BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................. 67 Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 7 ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Ingredientes y composición proximal de la dieta experimental (g/100g secos/dieta). 47 Tabla 2. ANOVA de los tratamientos a 18°, 22° y 26° C para Cambarellus patzcuarensis. 53 Tabla 3. Registro de hembras ovígeras y número de huevos por hembra. 58 Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 8 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Lago de Pátzcuaro, Michoacán y el acocil Cambarellus patzcuarensis. 12 Figura 2. Estructura externa del acocil en vistas dorsal y ventral (Tomado de Hickman et al., 2002). 15 Figura 3. Apéndices presentes en los decápodos. 16 Figura 4. Localización de las zonas neártica y neotropical en México. Tomado de INEGI (2011). 18 Figura 5. Vista ventral de la localización de los pleópodos transformados en el macho de un astácido. 32 Figura 6. Amplexo de acociles para inicio de la reproducción. 34 Figura 7. Sistema utilizado para Cambarellus patzcuarensis, integrado con aireación constante y refugios de PVC (a, detalle). 44 Figura 8. Forma de medir la longitud total de un acocil. 45 Figura 9. (a) Balanza analítica Ohaus de precisión y (b) Oxímetro YSI modelo 55. 46 Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 9 Figura 10. Seguimiento de la temperatura promedio en los diferentes tratamientos a 18°, 22° y 26° C del experimento con Cambarellus patzcuarensis 50 Figura 11. Seguimiento del oxígeno disuelto promedio en los tratamientos a 18°C, 22°C y 26° C del experimento con Cambarellus patzcuarensis 51 Figura 12. Seguimiento del peso promedio, de hembras C. patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). 54 Figura 13. Seguimiento del peso promedio, de machos C. patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). 55 Figura 14. Seguimiento de la talla promedio, de hembras C. patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). 56 Figura 15. Seguimiento del peso promedio, de machos C. patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). 57 Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 10 INTRODUCCIÓN Los acociles juegan un papel fundamental en los procesos ecológicos de los cuerpos de agua dulce lénticos y lóticos, ya que contribuyen a mantener un equilibrio en la cadena alimentaria, donde forman parte de la dieta de anfibios, aves y peces, con una función muy importante en los procesos de degradación y reciclamiento de la materia orgánica dentro del sistema (Rodríguez-Serna, 1999). Estos organismos son hospederos de protozoos suctores, en el caso particular de Cambarellus patzcuarensis se asocian los ciliados Podophrya sandy, Acineta tuberosa y Tokophrya cuadripartita (Mayen y Aladro, 1998). La Familia Cambaridae se caracteriza por presentar especies pequeñas o enanas, que comercialmente, se utilizan como parte de la dieta de peces de cultivo o de ornato, debido a su aceptación, a su alto contenido proteico y a que son una fuente importante de carotenoides. También se utilizan como carnada para la pesca (McHarney, 1984; Rodríguez-Serna, 1999). El hábitat de estos organismos está hasta cierto punto en peligro, por lo que Crandall y Buhay (2008), sugieren que los esfuerzos de conservación centren la atención en ellos como elementos claves de ecosistemas acuáticos de agua dulce. En general, la mayoría de los decápodos dulceacuícolas presentan poblaciones pequeñas, alta diferenciación morfológica entre poblaciones, áreas y distribuciones reducidas, reproducción con alta inversión de energía por huevo y número de etapas larvales ausente o reducido (Gutiérrez-Yurrita, 1997). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 11 El acocil Cambarellus patzcuarensis se localiza en el Lago de Pátzcuaro, Michoacán (Figura 1), hábitat considerablemente deteriorado por lo que la población de dichos organismos está viéndose afectada. Ante lo anterior, los estudios fisiológicos pretenden generar información que ayude a consolidar una biotecnología de cultivo lo más específica posible a la especie. El conocimiento de aspectos fisiológicos en el cultivo de organismos acuáticos provee de las herramientas para realizar un cultivo adecuado del recurso, con lo que se trata de obtener un mejor rendimiento. Un factor limitante es la temperatura, debido a que modifica la tasa metabólica; acelera las reacciones enzimáticas, lo cual repercute directamente en el consumo de oxígeno y en los requerimientos energéticos para la realización de las diferentes actividades como el crecimiento y la reproducción (Reynaldo y Gómez, 1992; Whiteley et al., 1995a). Con base en lo anterior, en el presente estudio se evaluó la influencia de la temperatura como un factor limitante para el desarrollo de Cambarellus patzcuarensis. La temperatura considerada como la idónea es la registrada por el I.M.T.A. (2010) para el Lago de Pátzcuaro (Figura 1) de 22°C promedio anual. Se eligieron para el estudio las temperaturas (18° ±1°, 22° ±1° y 26° ±1° C). Además se suministró alimento con una inclusión del 30% de proteínas y 10% de lípidos, con lo cual se trató de cubrir los requerimientos nutrimentales de Cambarellus patzcuarensis durante sus fases de crecimiento y reproducción. E valuación del efecto de la tem peratura en el desove, viabilidad, crecim iento y supervivencia del acocil C am barellus (m ontezum ae) patzcuarensis, V illalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 12 Figura 1. Lago de P átzcuaro, M ichoacán y el acocil C am barellus patzcuarensis. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 13 MARCO TEÓRICO El acocil Cambarellus patzcuarensis, se ubica taxonómicamente de la siguiente manera de acuerdo con Vázquez-Bader (2000). Reino Animalia (Linneaus, 1753). Phylum Arthropoda (Latreille, 1829). Subphylum Crustacea (Brünnich, 1772). Clase Malacostraca (Latreille, 1802). Subclase Eumalacostraca (Grobben, 1892). Superorden Eucarida (Calman, 1904). Orden Decapoda (Latreille, 1802). Suborden Pleocyemata(Burkenroad, 1963). Superfamilia Astacoidea (Latreille, 1803). Familia Cambaridae (Hobbs, 1942). Subfamilia Cambarellinae (Laguarda, 1961). Género Cambarellus, (Ortmann, 1905). Especie Cambarellus montezumae patzcuarensis (Villalobos, 1943). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 14 Morfología Dependiendo del tipo de hábitat en el que se desarrollan los acociles tienen ciertas adaptaciones morfológicas, en el caso de los habitantes de lagos, riachuelos y grandes ríos, tiene grandes abdómenes para nadar y son altamente intolerantes a bajas concentraciones de oxígeno (<2 mg/l) en el agua (Bardach et al., 1986; Rodríguez-Serna, 1999; Rodríguez y Carmona, 2002; Alonso, 2007; Crandall y Buhay, 2008). Entre las características morfológicas más evidentes de la familia Cambaridae se puede mencionar la presencia de ganchos en los isquios de uno o más de los pereiópodos y la presencia del primer par de pleópodos transformados en los machos (Álvarez-Noruega, 2004). El diseño corporal se presenta mediante un cuerpo segmentado, estos organismos no tienen el cuerpo comprimido lateralmente, sino que varía entre subcilindro y deprimido dorso ventralmente, cubierto por un tegumento fuertemente calcificado. Está dividido en dos partes: cefalotórax y abdomen. El cefalotórax incluye los ojos pedunculados, el aparato bucal y las cámaras branquiales, básicamente; mientras que, en el abdomen se sitúan los pleópodos, el ano y el telsón (Rodríguez-Serna, 1999) lo cual se aprecia en la Figura 2. El primer par de pereiópodos es quelado y más desarrollado que los restantes cuatro pares (Álvarez et al., 1996). Presentan cinco pares de apéndices torácicos, uno modificado para tomar el alimento, la defensa y el ataque, denominado quelípodo y los otros cuatro para la locomoción, manipulación del alimento y la limpieza. Estos 10 apéndices en su conjunto, son conocidos como pereiópodos y le dan el nombre al grupo Decápoda (Figura 2). Los apéndices abdominales se conocen como pleópodos y sirven en la hembra para el transporte e incubación de los huevos, así como para el movimiento del agua y oxigenación de los huevos (Pennak, 1978). El detalle de los apéndices se observa en la Figura 3. E valuación del efecto de la tem peratura en el desove, viabilidad, crecim iento y supervivencia del acocil C am barellus (m ontezum ae) patzcuarensis, V illalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 15 Figura 2. Estructura externa del acocil en vistas dorsal y ventral (Tom ado de B oxhall y Lincoln, 2002). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 16 Figura 3. Apéndices presentes en los decápodos (Tomado de: www. asturnatura.com/…/decapod). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 17 Sistemática de los acociles en México Se han descrito entre 10 000 y 15 000 especies de Crustáceos decápodos (Bowman y Abele, 1982; Crandall y Feldmann, 2010), de los cuales se estima que en México se distribuyen 1880 especies, cifra que cuenta tanto registros directos en México como presencias inferidas (Álvarez et al., 1996). Los decápodos, aunque predominantemente son marinos (89%), han invadido los ambientes dulceacuícolas en un 10% (Álvarez et al., 1996), gracias a diversas adaptaciones como las modificaciones al epitelio que recubre la capa branquial para respirar fuera del agua (Rodríguez-Serna, 1999), o modificaciones en la osmorregulación para controlar la pérdida de iones en agua dulce (Mantel y Farmer, 1983). El subgrupo de decápodos dulceacuícolas cuenta con 640 especies descritas (Crandall y Buhay, 2008), de los cuales, en México, se han descrito de 132 a 138 especies (Hinojosa-Garro, 2001; Rodríguez y Carmona, 2002). Los estudios sobre los acociles mexicanos se iniciaron en 1846. Las especies de decápodos registradas en nuestro país pueden separarse en dos grandes componentes zoogeográficos, las formas provenientes de la región neártica y aquellas procedentes de la neotropical (Figura 4). El primero de ellos está constituido en su totalidad por especies pertenecientes a los géneros Procambarus y Cambarellus de la familia Cambaridae. El segundo comprende a las familias Alpheidae, Palaemonidae, Atyidae, Pseudothelphusidae y Trichodactylidae (Villalobos-Hiriart et al., 1993). Sin embargo, actualmente los géneros Procambarus y Cambarellus también se encuentran en la región neotropical (Crandall y Buhay, 2008). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 18 Figura 4. Localización de las zonas neártica y neotropical en México (Tomado de INEGI, 2011). En México se han registrado únicamente los géneros Procambarus, Orconectes y Cambarellus, siendo el más abundante el género Procambarus (Villalobos- Figueroa, 1955). En los cuerpos de agua continentales de nuestro país la Familia Cambaridae está representada hasta el momento por 50 especies: 39 del género Procambarus, una de Orconectes y 10 de Cambarellus (Villalobos-Hiriart et al., 1993; Rodríguez-Serna, 1999). La presencia de este grupo en México data aproximadamente del Mioceno, cuando formas ancestrales de cambáridos migraron hacia el sur provenientes del sudeste de los Estados Unidos (Hobbs, 1984). El aislamiento posterior que sufrieron dichas especies, debido a la elevación de la meseta central y del eje neovolcánico, favoreció los procesos de especiación, que dieron origen a la riqueza específica de esta familia y a la formación de complejos de especies, que han sido estudiadas en forma discontinua desde 1955, con la publicación de la Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 19 monografía “Cambáridos de la Fauna Mexicana” elaborada por el Dr. Villalobos- Figueroa. Los acociles de la Familia Cambaridae son un Grupo Neártico, que solo penetra por la vertiente del Golfo de México hasta Guatemala y Belice (Villalobos- Figueroa, 1982). Existen 356 especies descritas de esta familia, de las cuales en México se distribuye el 14%. En el estado de Michoacán se han registrado 6 especies de cambáridos (Álvarez et al., 1996; Gallardo-Pineda et al., 2010; Rangel et al., 2011). El género Cambarellus tiene un registro de 10 especies en el país (Álvarez y Rangel, 2007). Específicamente, en el sur y sudeste mexicano se ha detectado la existencia de variaciones morfológicas en varias especies relacionadas con su distribución geográfica, cosa que con anterioridad no se había registrado, debido a que éstas y otras formas de acociles, solo habían sido mencionadas para la localidad Tipo (La cual se refiere a la ubicación geográfica de la especie identificada por primera vez). Un ejemplo, son las varias formas estrechamente relacionadas para Cambarellus montezumae (Saussure), que desde 1943 había sido citado para la cuenca de México; sin embargo, se han encontrado organismos, de esta especie,en diferentes muestreos en estados vecinos como Querétaro, Michoacán, Tlaxcala, Puebla, Estado de México e Hidalgo, su ubicación se refiere a lo largo del sistema del Río Lerma hasta alcanzar el lago de Chapala en Jalisco (Villalobos-Hiriart et al., 1993; Gallardo-Pineda et al., 2010; Rangel et al., 2011) Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 20 Antecedentes En relación a las especies de Cambáridos se han realizado varios trabajos: Cantú- León (1959), realizó una descripción de la embriología de Cambarellus patzcuarensis. Moctezuma-Malagón (1996), estudió la distribución natural, necesidades de substrato, profundidad del agua, cobertura vegetal y oxigenación del acocil Cambarellus lermensis, asimismo determinó el efecto de dos dietas y la densidad poblacional sobre su crecimiento y supervivencia encontrando mayor crecimiento con la dieta artificial y un peso y talla ligeramente mayor a medianas densidades. Kosac et al. (2000), demostraron la importancia de los refugios, al reducirse la mortalidad en el acocil blanco Pacifastacus leniusculus, por lo que actualmente se recomienda en los cultivos de acociles, la introducción de un refugio por organismo. Para la especie Cambarellus montezumae se han realizado estudios poblacionales como el realizado por Álvarez-Noruega (2004), en la pista de Remo y Canotaje “Virgilio Uribe”; Xochimilco; México, D.F., en el que determinó que la madurez sexual la alcanzan en 58 días y la fecundidad va de 6 a 118 huevos. Rangel-Tapia (2004), encontró una población de 668 organismos con una relación de sexo de 1 macho por 1.32 hembras, con una talla máxima de 41.5 mm para hembras y 36.9 mm para machos y una tasa específica de crecimiento de 0.31 mm/día. Álvarez y Rangel (2007), encontraron reproducción continua durante el periodo octubre-mayo y alta mortalidad en los dos primeros meses de vida. Solo el 4% alcanzó la talla reproductiva. No encontró relación entre el número de organismos y la temperatura, oxígeno y pH, lo que no coincide con lo reportado para otras especies. Rodríguez-Serna et al. (2000), reportaron una densidad óptima de 50 acociles/m2 para Procambarus llamasi, mientras que Carmona-Osalde et al. (2004b), indicaron una densidad óptima de 64 acociles/m2 para la misma especie así como una Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 21 interrelación de un macho por cada dos hembras, mencionan que es una especie con alto potencial en acuacultura. Carmona-Osalde (2004), observó para la misma especie, que el desove se incrementó en relación directa con la densidad y el índice de maduración mostró diferencias significativas entre las densidades altas y bajas. Oliveira et al. (2008), encontraron que es posible mantener juveniles de Procambarus clarkii en densidades de 40 acociles/m2 para su manejo en producción. Vásquez-González (2009), observó una densidad óptima de 77 org/m2 en el acocil Cambarellus montezumae. Arredondo-Figueroa et al. (2010), concluyen que los acociles en general pueden tolerar altas densidades en condiciones de cultivo comparados con otras especies de crustáceos decápodos, lo que ofrece ventajas para el cultivo en sistemas semi e intensivos. Rodríguez y Carmona (2002), determinaron las pérdidas de energía por el metabolismo y su efecto en la nutrición del acocil Cambarellus montezumae, encontrando que a 17°C se muestra la mayor tasa de consumo y la mejor eficiencia de asimilación, así como que el ensilado de Elodea sp no es el alimento adecuado para el óptimo crecimiento del organismo. El fotoperiodo ha sido objeto de estudio de diferentes autores como Ruíz-Yáñez (1996), quien realizó estudios en una posible fase fotoinducible en el desarrollo gonadal de Procambarus clarkii encontrando que a los organismos que se les aplicó el pulso luminoso a las 21:00 h, maduraron en la mitad del tiempo de lo que lo hacen de manera natural. Anaya-Manuel (1991), observó el efecto de la luz monocromática en la ontogenia del ritmo circadiano de la amplitud electrorretinográfica del acocil, encontró que durante la ontogenia del acocil se produce un desarrollo asimétrico de fotorreceptores que parecen comportarse como circadianos y que desde la eclosión tienen la posibilidad de expresar un ritmo circadiano evidente, si las características de la luz que actúan sobre ellos son cualitativamente específicas. Carmona-Osalde (2004), no encontró efecto de la luz, en la reproducción y desarrollo del acocil Procambarus llamasi, sin Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 22 embargo, reportó un mayor porcentaje de desove, índice de maduración e índice gonadosomático en tratamientos en completa oscuridad. Alonso (2007), determinó la influencia del fotoperiodo en Cambarellus montezumae sobre el proceso fisiológico de la muda encontrando mayor número de mudas (40) en el tratamiento de 10 horas luz y 14 de oscuridad a diferencia del grupo control (expuesto a un fotoperiodo natural) que obtuvo 27 mudas. La selección térmica ha sido estudiada por diversos autores, para la especie Cambarellus montezumae. Maldonado-Rodríguez (1990), evaluó la respuesta al estrés térmico en el acocil encontrando una temperatura crítica máxima de 35.1° C para el verano y de 30.7° C para el invierno, además de considerar a la especie como euriplástica por su resistencia a los cambios bruscos en su ambiente natural. Cornejo- Rodríguez (1991), determinó la selección térmica y su correlación con algunos índices fisiológicos, encontrando diferencias en los tres estados de desarrollo, entre el día y la noche, para verano e invierno así como un comportamiento ortotermoquinético. Por su parte, Payette y McGaw (2003), estudiaron el comportamiento termorregulador en Procambarus clarkii encontrando que en un gradiente térmico el acocil seleccionó una temperatura de 22° C evitando temperaturas por arriba de 31° C y debajo de 12° C, además exhibe comportamientos en respuesta a la temperatura en agua y en aire, incrementando el número de emersiones bilaterales y migraciones, así como la cantidad de tiempo expuesto en aire (en un periodo de 24 h) a la temperatura de 34° C, lo que refleja un incremento en el uso del comportamiento termorregulador al aproximarse a la temperatura máxima critica para la especie. Vásquez-González (2009), estudió aspectos de reproducción y crecimiento del acocil Cambarellus montezumae y menciona que es una especie que se adapta perfectamente a las condiciones de cultivo y es posible mantener una reproducción constante a lo largo del año y generar una buena cantidad de huevos Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 23 y juveniles que pueden ser utilizados para programas de recuperación de la especie, repoblación o bien en cultivos comerciales. Reynaldo y Gómez (1992), evaluaron el efecto de la temperatura en la sobrevivencia, crecimiento y diversos índices del metabolismo energético en crías de Cambarellus montezumae, encontrando que a 28° C son las mejores condiciones de sobrevivencia y crecimiento asimismo, encontraron que latemperatura influye en la ingesta del alimento, consumo de oxígeno y excreción de nitrógeno amoniacal. Lo anterior coincide con lo reportado por Carmona-Osalde (2004), en el acocil Procambarus llamasi quien mostró una relación directa entre temperatura y crecimiento, sin embargo, una relación inversa con la supervivencia. Los índices gonadosomáticos y de maduración mostraron diferencias para baja temperatura contra las altas, mientras que el desove no mostró relación con este factor. En esta misma especie, Carmona-Osalde et al. (2004a), evaluaron a diferentes temperaturas el desarrollo gonadal, desove, crecimiento y supervivencia, encontrando que el desarrollo ovárico se incrementó con el aumento de la temperatura. Los índices de maduración y gonadosomático fueron significativamente diferentes entre los tratamientos, la tasa de desove no mostró relación con la temperatura, el crecimiento mejoró conforme aumentó la temperatura, sin embargo, los machos crecieron más que las hembras y la tasa de supervivencia expresó una relación inversa con la temperatura. Celada et al. (2001), ensayaron tratamientos térmicos (temperatura constante de 11° C, temperatura ambiente y la inclusión de un periodo frío (3 semanas a 4° C) en la fase reproductiva del acocil Austropotamobius pallipes, obteniendo datos biológicos reproductivos desde la puesta hasta el segundo estado juvenil, en cuanto a la eficiencia reproductiva el valor más elevado lo encontraron a temperatura constante (11° C). Dicha práctica permite la obtención de juveniles en estadio dos en diferentes lotes dentro de amplios márgenes de tiempo. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 24 Paglianti y Gherardi (2004), estudiaron el efecto de la temperatura y la dieta en el crecimiento y la supervivencia de acociles juveniles de no más de un año, así como la comparación entre especies nativas e invasoras y reportaron que la supervivencia de Procambarus clarkii (especie invasora) y Austropotamobius pallipes (especie nativa) decrece a 24° C, sin embargo, P. clarkii fue más competitivo en ambientes perturbados y creció el doble de A. pallipes con una dieta animal. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 25 Alimentación Los acociles se desarrollan en hábitat donde las fuentes de alimento son variadas y uno de sus grandes éxitos radica precisamente en su capacidad para adaptarse a estas condiciones (Carmona-Osalde, 2004). El acocil es un organismo omnívoro, de cierta manera es carroñero aunque no busca deliberadamente alimento muerto para comer (Palacios-Guillen, 2003; Crandall y Buhay, 2008). Son de hábitos nocturnos (Crandall y Buhay, 2008), generalmente son oportunistas, politróficos consumen desde pequeños invertebrados como crustáceos, moluscos, gusanos e insectos, hasta plantas verdes, perífiton, detritus y subproductos agrícolas. Asimismo, algunas especies capturan pulgas de agua o bien ostrácodos, siendo sus alimentos preferidos los gasterópodos, efemerópteros y anfípodos (Avault et al., 1981; D´Abramo y Robinson, 1989; Rodríguez-Serna, 1999; Hinojosa-Garro, 2001), ocasionando un impacto sobre la estructura y dinámica de los ecosistemas acuáticos, que se ve reflejado en las relaciones que establece con diversas especies en los diferentes niveles tróficos. Es gracias a su flexibilidad alimenticia que puede mantener altas densidades poblacionales (Hinojosa-Garro, 2001; Alonso, 2007). Normalmente se alimentan en el fondo, pues su incapacidad para nadar rápidamente les impide capturar organismos ágiles a edades adultas. Además, como otros crustáceos presentan un comportamiento de canibalismo, el cual está estrechamente relacionado con la época del año, la edad y el aporte de proteína animal en la dieta (Marshall y Orr, 1960; Guan y Wiles, 1998). Los acociles juveniles son primordialmente cazadores y preferentemente consumen proteína animal. En edad adulta no depredan, pero consumen pequeñas cantidades de animales, aunque gran parte de su alimento consiste en detritus vegetal enriquecido con microorganismos degradadores; sin embargo, no Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 26 podrían desarrollarse con una dieta predominantemente vegetal (Lowery, 1988; Huner, 1991; Rodríguez Serna, 1999). Su importancia radica en el aporte de carotenoides, los cuales mejoran su supervivencia (Brown, 1990) y reproducción (Czeczuga, 1971). A diferencias de otros organismos, estos invertebrados no cuentan con órganos de almacenamiento o tejido de reserva, por lo que la única fuente de aporte de nutrientes durante el proceso de reproducción es la dieta (D´Abramo, 1997). Las hembras no sólo deben cubrir sus demandas corporales, sino también las de la maduración gonádica y las reservas del huevo. Los machos por su parte deben producir suficiente esperma de buena calidad que asegure la fecundación y el éxito reproductivo (Bray et al., 1989; Alfaro, 1996). La disponibilidad y calidad del alimento, antes y durante la reproducción, afecta tanto la fecundidad por desove como el número de desoves (Ali y Wootton, 1999), además de la composición y calidad de los huevos (Harel et al., 1995). De hecho, las estrategias reproductivas están estrechamente relacionadas con las variaciones ambientales y la abundancia de alimento (Himmelman, 1980). En condiciones controladas aceptan cualquier tipo de alimento, y presentan una alta digestibilidad hacia una amplia variedad de materiales, reportándose de un 88% a un 96% para dietas balanceadas (Jones y De Silva, 1997). Su eficiencia digestiva depende de la edad (Wiernicki, 1984) y de la composición de la dieta; se sabe que harinas de semillas y subproductos agrícolas tienden a ser más digeribles (Reigh et al., 1990). Al parecer los forrajes con alto contenido de fibra o subproductos de origen animal con grandes cantidades de quitina o cenizas son menos digeribles para estos animales. Además presentan un alta eficiencia de asimilación, la cual puede alcanzar el 85% (Villareal, 1991). Los acociles están provistos de apéndices y órganos especializados para su alimentación. Básicamente la ingestión y digestión de estos animales es similar a Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 27 la de otros decápodos (Carmona-Osalde, 2004). Los acociles pertenecen a un grupo de animales con bajas demandas nutrimentales, ya que en su dieta predominan alimentos de muy baja calidad (Hessen y Skurdal, 1986), pero cuentan con adaptaciones gastrointestinales que les permiten cubrir la mayor parte de estas demandas (Syvokiené y Mickéniené, 1993). Estos crustáceos cuentan con enzimas que les permiten digerir una amplia variedad de alimentos. En general, el tracto digestivo de astácidos como Procambarus llamasi presentan proteasas (tripsina, quimotripsina, carboxipeptidasa, aminopeptidasa y dipeptidasa) pero no pepsinas por su alto pH intestinal (7-9) (Jones y De Silva, 1997). Presentan también carbohidrasas (amilasas, maltasas y sacarasas) y enzimas lipolíticas (lipasas para organismos marinos y esterasas paracrustáceos dulceacuícolas). La tasa de consumo de alimento de los acociles se establece entre el 2% y el 16% del peso corporal/día (D´Abramo y Robinson, 1989) y varía con la temperatura (Seals et al., 1997) y edad del animal (Guan y Wiles 1998). Como cualquier ser vivo los crustáceos necesitan proteína, en forma de aminoácidos esenciales para vivir, crecer y reproducirse. Los requerimientos óptimos de proteína y lípidos dependen de las características particulares de la especie (condición fisiológica, edad, hábitos alimenticios) y de factores dietarios (calidad de la proteína, digestibilidad y contenido de energía). En general, los requerimientos de proteína tienden a ser más altos en organismos acuáticos que en animales terrestres. Los requerimientos se estiman como un porcentaje de proteína total y varían notablemente entre los crustáceos (Carmona-Osalde, 2004). De manera general, los lípidos son los nutrimentos más importantes para la fase reproductiva de todos los organismos acuáticos. Estos incluyen a los ácidos grasos, fosfoglicéridos, esteroides y terpenos (White et al., 1978). Son Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 28 considerados como nutrientes esenciales por la incapacidad de los crustáceos para sintetizarlos (Carmona-Osalde, 2004). Los lípidos son importantes fuentes de energía, constituyentes celulares de membrana y precursores hormonales (Gurr, 1984; Pike y Brown, 1984). Son también el vehículo para la absorción de vitaminas liposolubles, ayudan en el transporte, digestibilidad y absorción de ácidos grasos y esteroles (Teshima y Kanazawa, 1983b; Baum et al., 1990; Coutteau et al., 1996;Teshima, 1997; Glencross et al., 1998) y mejoran el crecimiento, supervivencia y resistencia al estrés (Conklin et al., 1980; Kanazawa et al., 1983; Kanazawa et al., 1985; Chen y Jenn, 1991;Coutteau et al., 1996; Cámara et al., 1997). Uno de los primeros pasos para estimar los requerimientos nutrimentales se basa en el conocimiento de la composición corporal (Ackefors et al., 1992; Araujo y Lawrense, 1993; Tidwell et al., 1998). Esta composición refleja la dieta y la acumulación de nutrientes en diferentes órganos y tejidos (Kifer y Miller, 1969). Entre los órganos y tejidos que comúnmente se analizan están la glándula digestiva, la hemolinfa, el músculo y la gónada (Teshima y Kanazawa, 1983b). Algunos lípidos corporales presentan un ciclo anual estrechamente ligado a la temperatura (Zandee, 1966). Esta relación entre temperatura y composición corporal no solo es el resultado del efecto directo sobre el metabolismo, sino de su influencia en la sucesión de especies que sirven como alimento a los crustáceos (Bottino et al., 1980; James et al., 1989). A partir de los estudios hechos en varias especies se ha establecido que el órgano que refleja a corto plazo y con mayor contundencia las variaciones de lípidos en la dieta es la glándula digestiva. A diferencias de otros tejidos, como el muscular, que altera su composición sólo bajo condiciones de ayuno prolongado (Teshima y Kanazawa, 1983b) o la hemolinfa cuyas variaciones dependen del consumo y Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 29 metabolismo de lípidos en la dieta. La glándula digestiva refleja los efectos por desnutrición al alterar su composición, estructura e integridad celular, por lo que se le considera de gran utilidad en el monitoreo del estado nutrimental de los organismos (Vogt et al., 1985). En crustáceos, la glándula digestiva presenta diferencias interespecíficas en cuanto a su contenido de enzimas y la digestibilidad del alimento. Las variaciones en su contenido de lípidos indican que es el principal órgano de síntesis, almacenamiento y movilización de estos nutrientes, y por lo tanto el órgano más importante involucrado en su metabolismo. A diferencia del músculo y la epidermis conformados en su mayor parte por colesterol y fosfolípidos (fosfatidilcolina y fosfatidiletanolamina), la glándula digestiva está compuesta principalmente por triacilglicéridos, lo que la relaciona directamente con el metabolismo energético, fundamental para los procesos de muda y reproducción (Carmona-Osalde, 2004). Las reservas de lípidos derivadas de la glándula digestiva son necesarias para la maduración, específicamente para promover la gonadogénesis y la gametogénesis. Una vez que el tejido gonádico y la formación de gametos han sido alcanzados, la energía es encaminada hacia la vitelogénesis (Carmona- Osalde, 2004). Los principales nutrientes encontrados en los huevos son de origen inorgánico y orgánico, incluyendo lípidos (fosfolípidos, triacilglicéridos y colesterol), carotenoides, carbohidratos, aminoácido, azúcares libres, nucleótidos y ácidos nucleídos (Harrison, 1990). Los ovarios también juegan un papel importante en la acumulación de lípidos durante el proceso de maduración gonádica en crustáceos (Teshima y Kanazawa, 1983a; Ramos et al., 1996). El contenido de lípidos durante la ovogénesis presenta un aumento en la primera fase de desarrollo y un decremento en la fase Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 30 terminal. Las reservas de lípidos del ovario están compuestas principalmente, por triacilglicéridos, esteroles y fosfoglicéridos (Galois, 1980). La composición de los huevos tanto de peces como de crustáceos presenta altas concentraciones de fosfatidilcolina (57-62%), fosfatidiletanolamina (12%), colesterol (9%) y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (Teshima y Kanazawa, 1983a; Falk- Petersen et al., 1986; Lytle et al. 1990; Xu et al. 1994; Ronnestad et al., 1995). Es importante señalar que la estimación de los requerimientos nutrimentales es crucial para el crecimiento y reproducción de los crustáceos ya que tanto las deficiencias como los excesos presentan efectos negativos en el organismo, sobre todo de lípidos (Davis y Robinson, 1986; Ackefors et al., 1992). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 31 Reproducción Dentro de las estrategias reproductivas que los acociles han desarrollado para asegurar la permanencia del grupo en condiciones adversas de temperatura y desecación, se encuentra el dimorfismo cíclico que presenta el macho (cambio de la forma I a la forma II) y el desarrollo larvario abreviado de la hembra. Estas estrategias pueden considerarse como el punto clave en el éxito que ha tenido este grupo en la colonización de los ambientes dulceacuícolas (Hobbs, 1991). El ciclo vital de los cambáridos se caracteriza por dicho dimorfismo cíclico en machos, que está asociado al ciclo reproductivo, el cual es estacional, estos presentan dos formas alternantes (Álvarez-Noruega, 2004), el cambio de una a otra ocurre en los machos maduros durante las mudas semi-anuales. La forma sexualmente activa se presenta después de la última muda juvenil (Moctezuma- Malagón, 1996). Esta forma más agresiva se distingue por crecimiento, endurecimiento y coloración de los primeros pleópodos (Figura 5), así como la presencia de los ganchos localizados en el esquió del tercer y cuartopar de pereiópodos (Figura 3) (Moctezuma-Malagón, 1996; Álvarez-Noruega, 2004). Los primeros quelípedos son grandes y los conductos espermáticos están llenos de espermátidas (Moctezuma-Malagón, 1996). Esta primera forma es más abundante durante la primavera (Hobbs, 1991), pero ambas están presentes durante todo el año (Rosas, 1976). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 32 Figura 5. Vista ventral de la localización de los pleópodos transformados en el macho de un astácido (Tomado de www.invertebia.fr). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 33 La segunda forma es sexualmente inactiva, se caracteriza porque el primer par de pleópodos termina en tres partes, el proceso cefálico está ausente, las estructuras terminales son espiníformes, truncadas, espatuladas o acanaladas. En el macho están presentes ganchos en los isquiópoditos (isquio) del segundo y tercer par de pereiópodos. Los maxilípedos del tercer par tienen una fila de dientes en el margen interno del isquiópodito. La sección montezumae se caracteriza porque el proceso mesial del primer pleópodo, en la primera forma del macho es acanalado (Moctezuma-Malagón, 1996). En las especies, como Procambarus clarkii y Procambarus llamasi la madurez sexual la alcanza a los 55 mm y a los 40 mm de longitud total respectivamente (Ruíz-Yañez, 1996; Rodríguez-Serna et al., 2000). P. clarkii presenta apareamientos durante otoño y finales de invierno y aparecen hembras ovígeras entre marzo y junio (Hobbs, 1991). P. llamasi, presenta tres picos de desoves, una durante la época de lluvias (junio) y dos durante la época de nortes (final e inicio del año) (Rodríguez-Serna et al., 2000). Según Rosas (1976), C. patzcuarensis presenta hembras ovígeras durante todo el año, a excepción de agosto y septiembre provocado por el periodo de lluvias, lo cual promueve que los organismos se oculten, así como con un máximo en junio y julio. Sin embargo, Rodríguez-Serna (2011), reporta que se han encontrado hembras ovígeras todo el año. Después del amplexo copulatorio (Figura 6), la fertilización no es inmediata, ya que la hembra puede almacenar el esperma por más de seis meses. El desove se lleva a cabo dentro de los túneles que construyen o encuentran en su hábitat. Los huevos son expulsados a través de un par de oviductos que se abren en la base del tercer par de pereiópodos para ser fertilizados (Rodríguez-Serna, 1999). Durante este proceso las glándulas de la superficie ventral de los segmentos abdominales producen una sustancia pegajosa donde se adhieren los huevos ya fertilizados (Rosas, 1976; Rodríguez-Serna, 1999), mediante un corto “tallo”, Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 34 permaneciendo adheridos por 45 días, estos son esféricos, miden entre 1,100 y 9,000 micras y cambian su color del verde olivo al anaranjado. Estos óvulos son de tipo centrolecito y están recubiertos por tres membranas (Cantú-León, 1959; Hobbs, 1991). Una vez adheridos, la hembra se encarga de incubarlos y con un movimiento constante de los pleópodos crea una corriente de agua que ayuda a airear y a eliminar los huevos muertos hasta que eclosionan dos o tres semanas después, si la temperatura se mantiene entre 20° y 25° C. A medida que la temperatura disminuye el desarrollo embrionario se retarda hasta detenerse a 10° C, en especies de zona templada (Rodríguez-Serna, 1999). En general, hembras de mayor tamaño llevan más huevos, pero esto varía también según la época del año. En los cambáridos, en general, se presentan pérdidas de huevos por diversas causas: falta de fertilización o de fijación, abrasión con el sustrato, depredación, corriente demasiado fuerte, escasez de alimento y exceso de hembras (Hobbs, 1991). Figura 6. Amplexo de acociles para inicio de la reproducción (Tomado de Holdich & Lowery, 1989). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 35 La fecundidad depende del tamaño de la hembra y de la especie que se trate; organismos que miden de 7.5 a 8.5 cm de longitud total pueden producir 100 o más huevos. Una hembra de 12.5 cm produce entre 600 y 700 huevos por puesta en promedio (Gutiérrez-Yurrita, 1997). La mayoría de los acociles se reproducen una vez al año, excepto tres especies Procambarus clarkii, Procambarus llamasi y Cherax destructor, los cuales pueden llegar a reproducirse dos veces por año (Huner y Barr, 1984; Rodríguez-Serna, 1999). El tiempo de eclosión de los huevos de Cambarellus patzcuarensis es de 25 días (Rosas, 1976), para Procambarus clarkii varia de 14 a 21 días y para Procambarus blandingi es de 17a 29 días. Una vez que eclosionan, las crías de Procambarus continúan adheridas a la hembra durante dos semanas más, hasta que concluyen dos mudas, excepto en algunas especies de astácidos en los cuales se liberan después de la primer muda (Avault y Huner, 1985). C. patzcuarensis presenta múltiples desoves, huevos después de 30 días de aparearse, embriones a los 55 días, la primera cría a los 75 días y la primera muda los 87 días, observando diez mudas sucesivas hasta los 208 días (Rosas, 1976). En general, el ciclo de vida de los acociles se inicia con una larva zoea (aún dentro del huevo) (Álvarez et al., 1996). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 36 Temperatura La temperatura es un factor limitante para mantener la estabilidad bioquímica de los organismos, la cual es necesaria para un óptimo desarrollo en cuanto al desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia. La determinación de la temperatura óptima para el mejor desarrollo del acocil, permitirá estipular las condiciones adecuadas para asegurar un mejor rendimiento de cultivo del organismo, ya que, la influencia de la temperatura depende del rango de tolerancia, distribución geográfica y procesos de aclimatación de una especie (Carmona-Osalde, 2004). Los organismos acuáticos han desarrollado una serie de mecanismos fisiológicos y/o de comportamiento que les permite adecuarse a esta amplia gama de temperaturas y evitar aquellas que le son adversas (Boxhall y Lincoln, 2002); por medio de mecanismos compensatorios que capacitan al organismo a modificar su comportamiento (Stephens, 1985). En relación a su comportamiento podemos observar, que los crustáceos son capaces de construir estructuras que les proveen refugio, el cual les permite protegerse no solo de depredadores u otros acociles sino incluso de condiciones de temperatura adversa, ya que la temperatura del refugio es menor a la temperatura de superficie (Payette y McGaw, 2003). Un incremento en la temperatura causa una reducción en la capacidad de transporte de oxígeno en la hemolinfa y la vinculación con el oxígeno de la hemocianina (Taylor, 1981), lo cual finalmente afecta la entrega de oxígeno en los órganos. Celada et al. (2001), señalan que la temperatura tiene mayorinfluencia en la reproducción, principalmente en la duración de la embriogénesis y el índice de eficiencia total. Así, altas temperaturas ayudan a acortar el periodo de incubación, aunque puede ser negativo con respecto a la fecundidad. Lam (1983), menciona Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 37 que en regiones templadas la reproducción de los organismos depende del fotoperiodo y la temperatura. Otras funciones fisiológicas que dependen de la temperatura son el ritmo cardíaco, la tasa de alimentación, digestión y asimilación, procesos enzimáticos, hormonales (Hewitt y Duncan, 2001), y balance ácido-base (Whiteley et al., 1995b). Por ende, temperaturas extremadamente altas elevan los índices de mortalidad, además de que estas temperaturas alteran la permeabilidad normal de la branquia, resultando en una pérdida de sodio extracelular y de la función nerviosa (Willmer et al., 2000). Los acociles tienen distintas vías neurales que muestran resistencia variable a cambios de temperatura en el corto plazo (Kivivuori, 1980); como lo evidencia las neuronas sensibles a la temperatura presentes en ganglios abdominales de acociles (Kerkut y Taylor, 1958). Por otro lado, los factores externos controlan la excitabilidad de las neuronas que desencadenan los movimientos de escape del telson (Krasne y Wine, 1975). La tasa de actividad de estas neuronas es directamente proporcional a la temperatura del agua circundante (de 10° a 30° C) y es inhibida cuando se registra un incremento de temperatura (Cornejo-Rodríguez, 1991). Sin embargo, se ha observado que la actividad del organismo decrece cuando la temperatura está cercana a los 14° C (Hinojosa-Garro, 2001). Por lo anterior, Reynolds y Casterlin (1978), mencionan que las incursiones de los organismos, más allá de su zona de resistencia, pueden ocasionar incapacidad para escapar a temperaturas letales altas, originando una rápida mortalidad. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 38 Una temperatura elevada que represente una condición de estrés, altera el desempeño de los procesos vitales de mantenimiento de la homeostasis, que puede manifestarse como una depresión en la tasa del metabolismo aerobio y de la tasa de excreción de los productos nitrogenados, que se aprecia en los valores bajos de consumo de oxígeno. Esto hace pensar que los animales pueden compensar al menos parcialmente sus demandas energéticas por medio del metabolismo anaeróbico (Cornejo-Rodríguez, 1991). Se ha observado que las alteraciones en la tasa metabólica indican cambios en la actividad de enzimas e isoenzimas involucradas en la regulación del metabolismo, lo que indica que el metabolismo puede ser reorganizado debido a los efectos diferentes de la temperatura sobre la actividad enzimática de diferentes vías metabólicas (Cornejo-Rodríguez, 1991). Por otro lado, Rodríguez y Carmona (2002), observaron que el metabolismo también es modificado por la talla y la cantidad de alimento, pero el factor limitante en Cambarellus montezumae fue la temperatura. Los crustáceos decápodos exhiben comportamientos de termorregulación, lo que les permite alejarse de su temperatura máxima crítica. Evitan temperaturas letales por migración dentro de la columna de agua, protegiéndose en sus refugios (Payette y McGaw, 2003) o con emersiones en aire en el caso de anfibios decápodos como los escarabajos Carcinus maeñas y Hemigrapsus nudus o los acociles Cherax destructor y Austropotamobius pallipes que permanecen fuera del agua por arriba de 3 horas. Sin embargo, la exposición al aire es fisiológicamente costoso (Taylor y Wheatly, 1981; Morris y Callaghan, 1998). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 39 Según Cornejo-Rodríguez (1991), los acociles prefieren distintas temperaturas durante el día y la noche, para el caso de C. montezumae se sabe que tienen un comportamiento de ortotermoquinesis, en el que el rango de temperatura va de los 19°C a los 31° C, con una temperatura letal de 34.5° C. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 40 JUSTIFICACIÓN Los ecosistemas dulceacuícolas son quizás de los más frágiles, fundamentalmente porque el agua está comprometida con el avance de los asentamientos humanos y en consecuencia se modifican los regímenes hidrológicos, la calidad y la disponibilidad de esta. Más aún, la inmensa mayoría de las especies de crustáceos dulceacuícolas son especies endémicas distribuidas en pequeñas áreas de concentración, por lo que cada cuerpo de agua, por más reducido, es importante. Aunado a esto, el hecho de que los acociles presentan ciclos vitales complicados como el crecimiento a través de mudas, reproducción marcada por la temporalidad así como un bajo número de huevos por hembra, dificulta su desarrollo bajo condiciones controladas de cultivo, lo que en consecuencia atrasa la consolidación de una tecnología adecuada y adaptada a las distintas especies; es por ello que se hace necesario determinar la influencia de los parámetros ambientales, principalmente la temperatura, en los aspectos reproductivos, de sobrevivencia y de crecimiento, con lo cual se logre asegura la domesticación de la especie a manejar y producir. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 41 HIPOTÉSIS Si las condiciones naturales del Lago de Pátzcuaro, donde habita el acocil Cambarellus patzcuarensis, se encuentra a una temperatura promedio de 22° C; entonces, esta temperatura debe ser considerada como la óptima para un cultivo exitoso y un estímulo ambiental, como el incremento de 4° C, podrá estimular los procesos de crecimiento y reproducción, mientras que la disminución de la temperatura mostrara un efecto aletargante con respecto a dichos procesos. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 42 OBJETIVO Evaluar el efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento, y supervivencia del acocil Cambarellus patzcuarensis bajo condiciones de laboratorio. OBJETIVOS PARTICULARES • Determinar las tasas de desove en los tratamientos a 18°C, 22°C y 26° C. • Determinar las tasas de crecimiento de acuerdo a Goolish y Adelman (1984). • Registrar la tasa de supervivencia. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 43 MATERIALES Y MÉTODOS Se utilizaron 90 juveniles (F2) de Cambarellus patzcuarensis obtenidos de desoves producidos en las instalaciones de la Planta Experimental de Producción Acuícola(PExPA) de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. Evitando así el rechazo al alimento y conociendo la edad del organismo. Los organismos se colocaron en 9 tinas de plástico de 51 x 35 x 12 cm, 3 tinas por tratamiento, con aireación constante y refugios individuales de PVC (Figura 7), según lo sugerido por Kosac et al. (2000). Con una población de 10 organismos por tina, 30 organismos por tratamiento y una relación de sexos de 6 hembras y 4 machos por tina, basados en lo sugerido para otros Cambaridos (Rodríguez- Serna et al., 2000; Carmona-Osalde et al., 2004b; Rangel-Tapia, 2004). Se probaron tres temperaturas tomando en cuenta la temperatura promedio del Lago de Pátzcuaro (22° C); una temperatura superior (26° ±1 °C) y otra inferior (18° ±1° C) sin que estas se acerquen a temperaturas letales reportadas para otros cambáridos. Para ajustar la temperatura se utilizaron calentadores automáticos para acuario de 100 watts. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 44 Figura 7. Sistema utilizado para Cambarellus patzcuarensis, integrado con aireación constante y refugios de PVC(a, detalle). a Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 45 Mediante un biométrico se registró el peso y talla inicial de los organismos antes de ser colocados en el sistema, el cual consistió en: 1.- Con ayuda de una lupa se sexó a los organismos. Se observó en los machos la transformación del primer par de pleópodos (Figura 5). 2.- Se midió la longitud total, la cual se establece desde la punta del acumen (parte media anterior donde termina el rostro) hasta la punta del telson, con ayuda de un vernier con precisión de 0.01 mm (Figura 8). 3.- Se pesaron en una balanza analítica (Figura 9a), este proceso (paso 1 a 3) se repitió cada 30 días por cinco meses (enero-mayo). Figura 8. Forma de medir la longitud total en un acocil. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 46 4.- Se registró la temperatura en grados centígrados y la concentración de oxígeno disuelto en miligramos por litro, diariamente mediante un Oxímetro YSI modelo 55 Yellow Spring Instruments (Figura 9b). Figura 9. (a) Balanza analítica Ohaus de precisión y (b) Oxímetro YSI modelo 55. a b Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 47 Los organismos se alimentaron a razón del 10% de su peso corporal dos veces al día con una dieta formulada y elaborada en la PExPA, idónea para la maduración de los organismos reproductores (Carmona-Osalde et al., 2011, enviado), la cual se elaboró en base a una composición de 30% proteína y 12% lípidos, estos últimos fueron una mezcla de aceite de pescado y palma (Tabla 1). Tabla 1. Ingredientes y composición proximal de la dieta experimental (g/100g secos/dieta). Ingredientes g/100g secos/dieta Harina de pescado 50 Aceite de pescado1 4 Aceite de palma2 4 Fécula de maíz crudo 18 Dextrina 0 Premezcla mineral3 3 Premezcla vitaminica4 3 Carboxymetil celulosa 18 P:E (mg kJ-1) 3.5 Energía total (kJ g-1)5 15.07 Nutriente contenido (% peso húmedo) Materia seca 95.11 Humedad 4.89 Proteína cruda (nitrógeno x 6.25) 31.93 Lípidos 10.96 Ceniza 13.92 Fibra cruda 0.20 ELN* 41.09 *ELN=100-(%humedad + %proteína + %lípidos + %ceniza + %fibra) 1Aceite de pescado fue comprado en Farmacias Paris 2Aceite de palma fue comprado en SAARKA, Nutrición y Tecnología, S. A. de C.V. 3g/kg: MgSO4·7H2O, 10.434; KCl, 2.0; NaCl, 2.4; FeSO4·7H2O, 1.0; ZnSO4·7H2O, 0.22; CuSO4·5H2O, 0.0314; MnSO4·H2O, 0.0769; CoSO4·7H2O, 0.0236; CaIO3, 0.0185; CrCl3·6H2O, 0.0051 (SAARKA, Nutrición y Tecnología, S. A. de C.V.) 4g/kg: tiamina, 2.5; riboflavina, 2.5; ácido pantotenico, 5.0; niacina, 10.0; piridoxina, 2.0; biotina, 0.3; ácido fólico, 0.75; cianocobalamina, 0.005; mioinositol, 100; ácido ascórbico, 50.0; colina, 200; α-tocoferolacetato, 20.1, acido para- aminobenzoico, 2.5; menadiona, 2.0; vitamina D3, 0.0125; vitamina A, 0.03 (SAARKA, Nutrición y Tecnología, S. A. de C.V.) 5Calculado usando la relación: carbohidratos, 4.1; proteína, 5.5 y lípidos, 9.1 kcal/g Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 48 El alimento remanente y las heces se removieron del fondo una vez por semana, con ayuda de un sifón, se realizó limpieza general de las tinas y los refugios cada dos semanas, con cambio del 100% del agua. Antes de volver los organismos al sistema este se aclimato (se llevó a la temperatura ,18°C, 22°C o 26°C, según el caso) para evitar un estrés térmico. Durante este tiempo se llevó el registro de la mortalidad, el desove y el número de huevos por hembra. Las hembras ovadas fueron sacadas y colocadas en tinas de plástico, separadas por tratamiento, con el fin de observar el número de crías. El crecimiento se estimó en función del peso y la longitud total. Se estimaron los siguientes parámetros según Goolish y Adelman (1984): • Supervivencia (%) = 100{(Número inicial – Número final) / Número total}. • Supervivencia de hembras o machos (%) = 100 {(Número inicial de hembras o machos– Número final de hembras o machos) / Número total de hembras o machos)}. • Peso Ganado (g) = (Peso final – Peso inicial) • Peso ganado (%) = 100 {(Peso final – Peso inicial) / Peso inicial} • Longitud ganada (mm) = (Longitud final- Longitud inicial) • Longitud ganada (%) = 100 {(Longitud final – Longitud inicial) / Longitud inicial} • Tasa específica de crecimiento (%/día)=100 {(loge Peso Final - loge Peso Inicial) / tiempo} • Alimento consumido (g) = 10% del peso corporal/día • Tasa de conversión alimenticia = (Alimento Consumido / Peso Ganado) • Desoves (%) = (Número de desoves x 100) / No. total de hembras por tratamiento. • Número de huevos por hembra = Número total de huevos por hembra. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 49 • Viabilidad (%) = (Número de Crías por hembra x 100) / Número de huevos por hembra Los resultados de la supervivencia, crecimiento, desoves y viabilidad se compararon utilizando un análisis de varianza de una sola vía (ANOVA) con un nivel de significancia del 95%. Las diferencias entre las medias se establecieron mediante una prueba de Rangos Múltiples de Tuckey (Zar, 1996). La evaluación estadística se hizo usando un paquete computacional denominado Statgraphics V. 4.1. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 50 RESULTADOS El sistema utilizado presentó una temperatura promediodurante todo el experimento de 18° ±1°, 22° ±1° y 26° ±1° C (Figura 10), con una concentración de oxígeno de 4.48 mg/l, 3.91 mg/l y 3.63 mg/l (Figura 11). La concentración de oxígeno se encuentra dentro del rango recomendado por Bardach et al. (1986) y Rodríguez y Carmona (2002). Figura 10. Seguimiento de la temperatura en los tratamientos a 18°C, 22°C y 26°C del experimento con Cambarellus patzcuarensis. 16 18 20 22 24 26 28 Enero Febrero Marzo Abril Mayo Te m pe ra tu ra (° C ) Tiempo (meses) 18°C 22°C 26°C Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 51 Figura 11. Seguimiento del oxígeno disuelto promedio en los tratamientos a 18°, 22° y 26° C del experimento con Cambarellus patzcuarensis 3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5 Enero Febrero Marzo Abril Mayo O xí ge no (m g/ L) Tiempo (meses) 18°C 22°C 26°C Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 52 Supervivencia La supervivencia poblacional no presentó diferencia significativa entre tratamientos. Para ambos sexos el mayor porcentaje de supervivencia se registró a 18°C. Sin embargo, en los machos fue del 100% y en hembras del 72.2%, lo que hace notar una mayor tolerancia en los machos. Por otro lado la supervivencia de las hembras, presentó diferencias estadísticamente significativas entre el tratamiento a 18° C respecto a los tratamientos a 22° y 26°C, pero no entre estas (Tabla 2). Así 18°C presentó la mayor sobrevivencia de las hembras, mostrando que esta estuvo influenciada por la temperatura. Crecimiento Hembras y machos registraron una tasa específica de crecimiento alta, sin diferencia estadística significativa entre tratamientos. En hembras la más baja fue de 1.18 %/día a 22° C y la más alta fue a 26° C con 1.29 %/día. En machos la más baja fue de 0.94 %/día a 22° C y 1.09 %/día, la más alta a 26°C. La tasa de conversión alimenticia no presentó diferencia entre tratamientos, para las hembras; esta fluctuó de 1.3 a 1.43 a 18°C y 22° C, respectivamente. Para los machos esta fue más alta de 1.45 y 1.62 a 26° C y 22° C, respectivamente (Tabla 2). El crecimiento en peso no muestra diferencias significativas entre tratamientos. La mayor ganancia de peso la presentó el tratamiento a 26°C con 385% y 274% para hembras y machos respectivamente. Sin embargo, a 22°C se observó el mayor crecimiento en gramos. Además, se observó que las hembras crecieron más que los machos en todos los tratamientos (Figuras 12 y 13). El crecimiento en talla no presentó diferencia significativa entre tratamientos, en ambos sexos la mayor longitud se observó a 22° C y la menor talla se observó a 18° C. Las hembras presentaron también un mayor incremento en talla que los machos (Figuras 14 y 15). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 53 Tabla 2. ANOVA de los tratamientos a 18°, 22° y 26° C para Cambarellus patzcuarensis Parámetros1 18°C 22°C 26°C ±ES2 Población Número inicial 10 10 10 Número final 8.33a 6.33a 6.33a 0.4714 Supervivencia (%) 83.33a 63.33a 63.33a 4.714 Hembras Número inicial 6 6 6 Número final 4.33b 3.0a 3.0a 0.1924 Supervivencia (%) 72.22b 50.0a 50.0a 3.2062 Peso inicial (g) 0.09a 0.11a 0.09a 0.0113 Peso final (g) 0.39a 0.43a 0.39a 0.0294 Peso ganado (g) 0.31a 0.33a 0.31a 0.0267 Peso ganado (%) 351.08a 317.25a 385.07a 65.3143 Tasa Especifica de Crecimiento (%/día) 1.23a 1.18a 1.29a 0.1158 Alimento Consumido (g) 0.40a 0.47a 0.44a 0.0332 Tasa Conversión Alimenticia 1.34a 1.44a 1.40a 0.1368 Longitud inicial (mm) 17.0567a 17.5a 16.44a 0.5851 Longitud final (mm) 26.9a 27.666a 26.33a 0.6989 Longitud ganada (mm) 9.8433a 10.1667a 9.89a 0.7052 Longitud ganada (%) 57.69a 58.32a 60.76a 5.449 Desoves (%) 89a 66.67a 66.67a 1.6101 Numero de huevos por hembra 21.69ª 16.00b 13.92c 0.111 Viabilidad (%) 0.3a 3.13b 8.98c 0.0 Machos Número inicial 4 4 4 Número final 4.0a 3.33a 3.33a 0.4033 Supervivencia (%) 100a 83.33a 83.33a 10.7583 Peso inicial (g) 0.12a 0.13a 0.1a 0.0215 Peso final (g) 0.37a 0.39a 0.36a 0.0313 Peso Ganado (g) 0.26a 0.26a 0.26a 0.0226 Peso Ganado (%) 224.3a 213.9a 274.2a 41.144 Tasa Especifica de Crecimiento (%/día) 0.9a 0.9a 1.01a 0.1051 Alimento Consumido 0.39a 0.43a 0.38a 0.035 Tasa de Conversión Alimenticia 1.59a 1.62a 1.45a 0.1234 Longitud inicial (mm) 18.75a 19.0a 17.66a 0.7876 Longitud final (mm) 25.6a 25.8a 25.5a 0.6649 Longitud ganada (mm) 6.83a 6.75a 7.75a 0.7280 Longitud ganada (%) 36.64a 36.16a 44.01a 5.01 1Valores con el mismo superíndice (a, b y c) no presentan diferencias estadísticas; 2±Error Estándar en conjunto. Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 54 Figura 12. Seguimiento del peso promedio, de hembras C. patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). 0.08 0.13 0.18 0.23 0.28 0.33 0.38 0.43 0.48 Enero Febrero Marzo Abril Mayo C re ci m ie nt o (g ) 18° C 22° C 26° C Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 55 Figura 13. Seguimiento del peso promedio, de machos C. patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero-mayo). 0.08 0.13 0.18 0.23 0.28 0.33 0.38 0.43 0.48 Enero Febrero Marzo Abril Mayo C re ci m ie nt o (g ) 18°C 22°C 26°C Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 56 15 17 19 21 23 25 27 29 Enero Febrero Marzo Abril Mayo C re ci m ie nt o (m m ) 18° C 22° C 26° C Figura 14. Seguimiento de la talla promedio, de hembras Cambarellus patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 57 Figura 15. Seguimiento de la talla promedio, en machos Cambarellus patzcuarensis a 18°C, 22°C y 26°C a lo largo del periodo de estudio (enero a mayo). 15 17 19 21 23 25 27 29 Enero Febrero Marzo Abril Mayo C re ci m ie nt o (m m ) 18°C 22°c 26°C Evaluación del efecto de la temperatura en el desove, viabilidad, crecimiento y supervivencia del acocil Cambarellus (montezumae) patzcuarensis, Villalobos, 1943 bajo condiciones de laboratorio. 2011 Gallardo-Pineda, Yeriquendi. Página 58 Desoves Los desoves no mostraron diferencia estadísticas significativas entre tratamientos, no obstante se presentó un mayor porcentaje de desove a 18° C con 89%. A 22°C y 26° C desovaron el mimo porcentaje de hembras 66.67%. Es importante mencionar que a 18°C y 22°C las hembras desovaron más de una vez. En cuanto al número de huevos iniciales,
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