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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza 
 
Carrera de Biología 
 
Factores que determinan la estructura y composición de las 
comunidades de aves en etapas iniciales de la sucesión del 
Bosque Tropical Seco 
 
T E S I S 
Que para obtener el título de 
B I Ó L O G A 
P R E S E N T A 
SOLE YERED RUIZ GARCÍA 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: DR. LUIS DANIEL AVILA CABADILLA 
 
CIUDAD DE MÉXICO MAYO, 2016 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
ZARAGOZA 
 
Factores que determinan la estructura y composición de las 
comunidades de aves en etapas iniciales de la sucesión del 
Bosque Tropical Seco 
 
Ecología de comunidades 
 
Sole Yered Ruiz García 
 
Director de tesis: Dr. Luis Daniel Avila Cabadilla 
Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Morelia, UNAM. 
 
Asesor interno: Dr. Antonio Alfredo Bueno Hernández 
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
A la Universidad Nacional Autónoma de México por darme las herramientas desde el bachillerato 
en el Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Oriente para poder cursar satisfactoriamente mis 
estudios en el nivel superior. 
A la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza por brindarme un espacio en sus aulas y dejarme 
las más importantes enseñanzas en mi vida académica. 
Al Dr. Luis Daniel Avila Cabadilla por darme la oportunidad y confianza para poder integrarme al 
equipo de laboratorio, además por todas las aportaciones a este trabajo que lo han enriquecido 
bastante. 
A la Dra. Mariana Yólotl Alvarez Añorve por todas las correcciones y observaciones que han 
contribuido bastante en éste trabajo y además por el apoyo dado. 
Al M. en C. Juan Manuel Lobato García por la enseñanza y asesoría sobre las aves que me brindó 
en campo y además por sus comentarios que hicieron de este un mejor trabajo. 
Al Dr. Jorge H. Vega Rivera por las facilidades para poder trabajar dentro de la EBCH. 
Al proyecto PAPIIT IA203413 (2014) y PAPIIT IA204014 (2014) por financiar los materiales e 
insumos para la realización de las prácticas de campo. 
A mi asesor interno y sinodal Dr. Alfredo Bueno, por sus observaciones y apoyo en los trámites. 
Agradezco también a los miembros del comité de sinodales, M. en C. Nicté Ramírez Priego, M. en 
C. Maricela Valdés Ruiz y M. en C. Gabriela Selene Ortíz Burgos por sus observaciones y 
atención. 
A los ejidatarios que permitieron el desarrollo de este proyecto en sus parcelas. 
A mis padres Josefina García Paz y J. Trinidad Ruiz Cerda que sin ellos, mi carrera académica no 
hubiera sido posible, por su apoyo incondicional y fiel, porque en ningún aula podré aprender cosas 
que ustedes dejaron y siguen aportando en mí para siempre. 
A Joel Neftali Ruiz García por acompañarme, apoyarme y ayudara para que el trabajo en campo 
fuera más sencillo y a Jorge Trinidad Ruiz García porque gracias a su compañía y apoyo también 
he logrado ser una profesional. 
A mis compañeros de laboratorio Sergio Amador, Mayra Zamora, Antonio Chávez, Marisela Pineda 
y Yesenia Fraga, que con ellos compartí gran parte del trabajo de campo e hicieron del trabajo más 
ameno. 
A Serch por cuidarme y porque tú sabes lo que significas para mí. A May, por ser tan buena 
conmigo y siempre darme el jalón de orejas necesario. A Chapis porque siempre me volvía a 
recordar que muchas veces es mejor dejarse llevar. A Tony por tantas risas, por su compañía y el 
café de Uruapan que siempre nos hacía despertar. 
A la M. en C. Magdalena Ordóñez Reséndiz por su apoyo en los últimos semestres de la carrera de 
Biología en los cuales me proporcionó conocimiento sobre insectos maduros además por su apoyo 
en momentos difíciles. 
 
A Gabriela Islas, Alejandra Gómez, Alejandra Morales y Jocelyn Rodríguez por acompañarme 
desde un principio, paso a paso en esta carrera y siempre estar ahí para escucharme, cuidarme, 
estar conmigo en las buenas y en las malas, por dejar en mi memoria tan buenos recuerdos que 
siempre llevaré. 
 
A Arantza Daw, Zaira Gutiérrez, Marino Cid, Shaid González, David Espinosa, Sebastián Ponce, 
César Rojas, Oscar González, Alberto Vizuet, Arturo Avila por siempre sacarme una sonrisa con 
sus ocurrencias, por levantarme el ánimo en los malos momentos aunque ustedes no lo supieran, 
siempre me hizo bien estar a su lado. 
A Gisela Salvatierra y Monserrat Ramírez con quien compartí la última etapa de mi carrera y que 
se hicieron muy importantes en mi vida en tan poco tiempo. 
A mis tíos Rocío García Paz y Juan de Dios Maldonado Corona, mis primas Rocío y Mayra 
Maldonado García y mis sobrinos por hacer más grata mi estadía en Michoacán, por no dejarme 
sola y por su compañía, los quiero mucho. 
A mis tías Lidia, Cuca, Chabela y Yolanda por no dejarme extrañar tanto a mi mamá. 
Maritza Hernández García, gracias por tanta diversión compartida, por permitirme estar contigo 
cuando más lo he necesitado. 
A mi primo José Alberto Aguilera García, su esposa e hijos por permitirme estar con ellos en 
Morelia y abrirme las puertas de su casa. 
A mi mamá Tere†, por recibirme siempre con los brazos abiertos, por haberme dado tanto cariño y 
dejar una huella importante en mi existencia; a mi primo Roberto Carlos Aguilar García† y mi tía 
Bertha García Paz† que las visitas familiares en Taretan no son lo mismo sin ustedes porque se les 
extraña y no saben la falta que nos hacen, pues la familia quedó con una gran fractura desde su 
partida, que seguimos sanando y que esperamos un día estar con ustedes. 
A mi amiga Dianey Pérez Segura por no olvidarme después de tantos años y estar para mí cuando 
más lo necesité a lo largo de todo este tiempo de amistad, te quiero loca. 
A Fernando Gutiérrez Pérez por apoyarme y siempre alentarme durante mis estudios, porque 
siempre serás importante y parte de que yo fuera feliz los años de la carrera fue porque los 
compartí contigo. 
A los locos Denisse, Jocelyn y Víctor que tanto extraño y ya no veo por nuestras múltiples 
ocupaciones pero que jamás olvido. 
A Fredd García Miranda porque a pesar de estar tan lejos sé que siempre en él puedo encontrar un 
amigo. 
A Ivett Pérez por su ayuda en la reparación de redes de niebla, Sharon Morales por su apoyo en 
laboratorio y a Mitzi Zárate e Isabel Pérez por la ayuda y el apoyo brindado en muestreos. 
A todos los amigos y familiares que me faltaron mencionar. 
 
TABLA DE CONTENIDORESUMEN ........................................................................................................................................................ 1 
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................. 2 
Dinámica sucesional del bosque tropical seco ....................................................................................... 3 
Importancia ecológica de las aves ............................................................................................................ 4 
Consumidores primarios ........................................................................................................................ 5 
Consumidores secundarios ................................................................................................................... 6 
Las aves en los bosques tropicales .......................................................................................................... 6 
ANTECEDENTES ............................................................................................................................................ 9 
OBJETIVOS ................................................................................................................................................... 13 
Objetivo general ........................................................................................................................................ 13 
Objetivos específicos ................................................................................................................................ 13 
HIPÓTESIS ..................................................................................................................................................... 14 
ÁREA DE ESTUDIO ...................................................................................................................................... 15 
MÉTODOS ...................................................................................................................................................... 17 
Sistema de estudio .................................................................................................................................... 17 
Muestreo de la comunidad de aves ........................................................................................................ 20 
Caracterización de la vegetación ............................................................................................................ 21 
Caracterización del paisaje ...................................................................................................................... 24 
Análisis de datos ....................................................................................................................................... 27 
RESULTADOS ............................................................................................................................................... 33 
Riqueza de especies................................................................................................................................. 34 
Composición específica ........................................................................................................................... 37 
DISCUSIÓN .................................................................................................................................................... 43 
Las comunidades de aves de los estadios iniciales de la sucesión: factores que afectan su 
riqueza y composición. ............................................................................................................................. 44 
Escalas espaciales relevantes para la respuesta de las comunidades de aves y factores 
modulando dicha respuesta. ................................................................................................................... 48 
Implicaciones para la conservación de las comunidades de aves y de los procesos ecológicos en 
paisajes antropogénicos tropicales......................................................................................................... 50 
CONCLUSIONES .......................................................................................................................................... 54 
APÉNDICE ..................................................................................................................................................... 57 
LITERATURA CITADA ................................................................................................................................. 71 
RECURSOS ELECTRÓNICOS ................................................................................................................... 79 
 
1 
 
RESUMEN 
Actualmente, la mayor parte de los bosques tropicales secos (BTS) se han 
transformado en asentamientos humanos, campos agrícolas, campos ganaderos y 
bosques secundarios en diferentes estadios sucesionales. Para entender el 
proceso sucesional que está ocurriendo en estos sistemas, es necesario estudiar 
las interacciones entre las comunidades animales y vegetales durante este 
proceso, considerando la influencia de los atributos del hábitat a diferentes 
escalas. Las aves en particular, participan activamente en la sucesión vía 
dispersión de semillas, polinización, control de otras poblaciones y reciclaje de 
nutrientes y energía. El objetivo de este trabajo fue evaluar la respuesta de las 
comunidades de aves a los atributos del hábitat a diferentes escalas espaciales, 
durante los estadios sucesionales tempranos del BTS, debido a que durante esta 
etapa se define en gran medida el curso del proceso sucesional. Para ello, 
utilizando redes de niebla (por 5 horas diarias) y puntos de conteo de radio fijo (10 
minutos), se caracterizó la comunidad de aves en 14 sitios del BTS Chamela-
Cuixmala, doce representaban estadios sucesionales tempranos y dos el bosque 
conservado. Para cada sitio en sucesión se analizó también: 1) la composición del 
paisaje en un radio de 3 km en derredor y 2) la estructura y composición de la 
vegetación. Los resultados obtenidos indican que, en general, la variación en la 
riqueza de especies estuvo principalmente explicada por la variación en los 
atributos del paisaje, mientras que la variación de la composición, tanto por 
especies como por gremios tróficos, estuvo principalmente explicada por la 
variación en los atributos de la vegetación, es decir que para la conservación de 
las aves sería necesario conservar los remanentes de bosque maduro que rodean 
la vegetación secundaria debido a que son importantes para la sucesión del 
bosque vía dispersión de semillas, polinización y regulación de vertebrados 
herbívoros. 
Palabras clave: Fragmentación, Aves, Proceso sucesional, BTS, Paisaje. 
 
2 
 
INTRODUCCIÓN 
 
México es un país megadiverso que ocupa el cuarto lugar de un grupo de 17 
países que albergan cerca de 70% de las especies conocidas. En este sentido, 
nuestro país presenta un elevado número de especies, una alta riqueza de 
endemismos, una alta diversidad de ecosistemas y una gran variabilidad genética 
en muchos grupos taxonómicos (Espinosa-Organista et al., 2008). 
Los bosques secos de México, en particular, son el hábitat de nuestros 
principales cultivos y han sido transformados con fines agrícolas desde hace miles 
de años. Su cobertura original, de 33.9 millones de hectáreas, ha sufrido una 
caída notable y en el año 2002 solo quedaban unas 8.9 millones de hectáreas 
(26% de la cobertura original). De este remanente, sólo el 38% se encuentra en 
buen estado de conservación y el 62% está conformado por vegetación 
secundaria bajo diferentes grados de perturbación (Challenger y Dirzo, 2009). 
Este escenario es común a los bosques tropicales secos (BTS) de todo el 
continente, ya quesuelen ubicarse en áreas con excelentes condiciones para la 
agricultura y el desarrollo de la ganadería (Sánchez-Azofeifa y Portillo-Quintero, 
2011), lo que ocasiona que estén en constante transformación. En América, los 
BTS se distribuyen desde el noroeste de México hasta el norte de Argentina 
(Linares et al., 2011) y, hasta la fecha, la mayor parte de su área original ha sido 
reemplazada por un mosaico de asentamientos humanos, campos agrícolas, 
campos ganaderos y bosques secundarios en diferentes estadios de sucesión 
(Sánchez-Azofeifa et al., 2005). Por esta razón, el BTS, que constituye el 42% de 
 
3 
 
la vegetación intertropical del planeta, además está entre los tipos de vegetación 
más amenazados del mundo (Murphy y Lugo, 1986). 
En este contexto, es crucial entender la regeneración natural del BTS, 
considerando que este ecosistema presenta características estructurales y 
funcionales únicas que determinan una respuesta singular a la perturbación 
humana (Avila-Cabadilla et al., 2009; Alvarez-Añorve et al., 2012). En 
comparación con los bosques tropicales húmedos y lluviosos, por ejemplo, los 
BTS se caracterizan por estar adaptados a una marcada estacionalidad en los 
regímenes de precipitación, por presentar un gran número de especies 
endémicas, por una vegetación con menor complejidad estructural y por el 
predominio de la anemocoría sobre la zoocoría como síndrome de dispersión, 
entre otros aspectos. 
Dinámica sucesional del bosque tropical seco 
 
La sucesión secundaria es el conjunto de cambios en los atributos de las 
comunidades bióticas que suceden a una perturbación (Begon et al., 1996). Este 
proceso puede considerarse más probabilístico que predecible, y puede 
desarrollarse por diferentes rutas desde los primeros estadios (sucesión temprana) 
hasta la madurez (Ewel, 1980). 
En la regeneración del BTS, las especies vegetales en campos recién 
abandonados se ven limitados por una larga y severa temporada seca (Opler et 
al., 1976) y se ven beneficiadas durante una corta época de lluvias lo cual, en 
comparación con los bosques húmedos, reduce las posibilidades de germinación 
 
4 
 
de semillas, establecimiento de plántulas, la regeneración y el proceso de 
sucesión natural del BTS (Quesada et al. 2009). 
 Cuando se quema la vegetación por las actividades antrópicas, las semillas 
de arbustos y árboles se pierden, quedando sólo aquellas plantas herbáceas 
(Rico-Gray y García-Franco 1992; Miller, 1999). Sin embargo, al cabo de unos 
cuantos años aparecen plantas leñosas y arbustivas (Magaña, 2005), 
comprobando así que los dispersores de semillas juegan un papel importante en la 
regeneración de este ecosistema (Martínez-Ramos, 2008). 
En general, estudios en este y otros sistemas tropicales demuestran que las 
comunidades faunísticas juegan un papel activo en la sucesión temprana, vía 
dispersión de semillas, dispersión de hongos micorrízicos, polinización, herbivoría 
y descomposición de materia orgánica (Charles-Dominique, 1986; Majer, 1989; 
Muscarella y Fleming 2007). Dentro de las comunidades que juegan un papel 
crítico en la regeneración de los ecosistemas tropicales se encuentran, por 
ejemplo, las aves (Holl, 2002; Barrantes y Pereira, 2002). 
Importancia ecológica de las aves 
 
En México, se encuentra el 11% de las especies de aves del mundo concentradas 
principalmente en la región oeste. Esto nos coloca en el onceavo lugar del mundo 
en riqueza avifaunística y en el cuarto lugar en cuanto a especies de aves 
endémicas (Navarro- Sigüenza et al., 2014). 
 
 
5 
 
Las aves se consideran un grupo clave en el funcionamiento de los 
ecosistemas debido a que interactúan con un diverso espectro de organismos, 
regulando procesos ecológicos como la dispersión de semillas, la polinización, el 
control de poblaciones de invertebrados y vertebrados pequeños, la 
descomposición de la materia orgánica, el reciclaje de nutrientes y energía, entre 
otros (Arizmendi-Arriaga et al., 2002; Quesada et al., 2009). Esto posibilita la 
reproducción de las plantas, la regeneración de los bosques, el control de la 
herbivoría y el movimiento de nutrientes. 
Los organismos difieren entre sí por cómo obtienen la energía durante el 
desarrollo de sus funciones vitales, lo cual determina el papel que juegan en los 
ecosistemas (Martínez-Ramos, 2008). Dentro de esta variación, existen especies 
que son funcionalmente más semejantes que otras y estas especies constituyen lo 
que se denomina un grupo funcional, es decir, un conjunto de especies que 
poseen atributos (morfológicos, fisiológicos, conductuales o de historia de vida) 
que son semejantes y desempeñan papeles ecológicos equivalentes (Chapin III et 
al., 2002). En el caso de las aves, existen diferentes grupos funcionales definidos 
en cuanto a sus hábitos alimenticios, grupos que, a su vez, juegan distintos 
papeles en los ecosistemas. De acuerdo a Martínez-Ramos (2008), las aves se 
pueden clasificar de la siguiente manera: 
Consumidores primarios 
a) Nectarívoros: Se alimentan del néctar de las flores. Las aves que fungen como 
polinizadores desempeñan un papel fundamental en el 
mantenimiento de la diversidad genética de las poblaciones, en el 
 
6 
 
mantenimiento de las especies en las comunidades vegetales y en 
la producción agrícola (Fontaine et al. 2006). 
b) Frugívoros: Se alimentan de frutos. Las aves nectarívoras y frugívoras proveen 
el servicio de polinización y dispersión de semillas, esta función es 
crucial para el mantenimiento de la diversidad vegetal y la dinámica 
de los ecosistemas. 
c) Granívoros: Se alimentan de semillas. Los granívoros se relacionan con las 
especies vegetales ya que funcionan como verdaderos 
depredadores. Esta función de depredación puede ser un factor de 
regulación para el crecimiento de las poblaciones de plantas y de la 
biomasa vegetal. 
Consumidores secundarios 
a) Insectívoros: Aquellos que se alimentan de insectos. 
b) Carnívoros: Depredadores, se incluyen a las aves rapaces que se alimentan de 
otros animales vivos. 
Las aves en los bosques tropicales 
 
Diversos estudios muestran la importancia de las aves en la dispersión de semillas 
y en la sucesión de las selvas tropicales (Holl, 2002; Barrantes y Pereira, 2002). 
Las aves insectívoras en particular promueven la regeneración de la vegetación a 
través de la limitación de la herbivoría (por ejemplo Van Bael et al., 2008). 
En los sistemas agrícolas tropicales, el consumo de plagas de insectos puede 
provocar un aumento de los rendimientos y ganancias económicas sustanciales 
 
7 
 
para los agricultores (Kellermann et al., 2008; Johnson et al., 2010; Boyles et 
al., 2011, 2013; Karp et al., 2013; Maas et al., 2012). 
El daño antropogénico provocado por la explotación de recursos en los 
bosques tropicales, provoca cambios en la estructura de la vegetación afectando 
la diversidad y composición de las comunidades de aves (Shahabuddin y Kumar, 
2006). En los BTS, como el de la Región Chamela-Cuixmala (RCC), Jalisco, la 
diversidad de aves puede aumentar durante la época húmeda o a lo largo de los 
arroyos (Ornelas et al., 1993). Algunas especies de estos bosques son sensibles a 
los cambios estacionales. Tal es el caso de Amazona finschi (Psittacidae), una 
especie altamente amenazada y endémica de la RCC, que es sensible a dichos 
cambios debido a la disponibilidad de recursos que pueden limitar la reproducción 
de los loros en este ecosistema (Renton y Salinas-Melgoza, 2004). En este 
sentido, Marini (2002) señala la importancia de la conservación de grandes 
fragmentos de BTS, debido a que las aves endémicas son sensibles a la 
perturbación. 
En el BTS de la RCC, nuestra zona de estudio, hay aproximadamente 270 
especies de aves (24 son endémicas de México), de las cuales el 60% son 
residentes y el resto son especies migratorias (Martínez et al., 2010). El paisaje dela región incluye numerosos fragmentos de vegetación con diferentes grados de 
perturbación que se han originado principalmente como consecuencia de las 
actividades agropecuarias. El abandono de estas actividades ha abierto paso a la 
sucesión, mientras que el desfase entre los sitios en relación al tiempo de 
abandono, ha ocasionado la formación de un paisaje compuesto por un mosaico 
http://onlinelibrary.wiley.com.pbidi.unam.mx:8080/doi/10.1111/brv.12211/full#brv12211-bib-0065
http://onlinelibrary.wiley.com.pbidi.unam.mx:8080/doi/10.1111/brv.12211/full#brv12211-bib-0013
 
8 
 
de diferentes estadios sucesionales (Castillo et al., 2005; Avila-Cabadilla et al., 
2009). 
Un paso necesario para entender a profundidad el proceso sucesional del 
BTS, es identificar qué factores modulan la distribución y el desempeño de las 
comunidades de aves en los paisajes transformados. Para identificar estos 
factores, es importante considerar la alta heterogeneidad inherente a dichos 
paisajes, esto en aras de detectar respuestas representativas de la realidad. 
Asimismo, dado que la dinámica de las comunidades bióticas durante la sucesión 
temprana determina en gran parte el curso de la sucesión secundaria, es crucial 
estudiar en detalle cómo se conforman las comunidades en estos estadios, ya que 
ello nos dará información relevante sobre la dinámica sucesional subsecuente. 
En este contexto, es necesario identificar: 1) los factores que modulan la 
estructura y composición de las comunidades de aves en el BTS, 2) las escalas 
espaciales a las que ocurre esta modulación y 3) las configuraciones del paisaje 
que favorezcan la conservación de este grupo faunístico en bosques manejados. 
Este tipo de información ayudará a subsanar la escasez de conocimiento 
con respecto al papel de la fauna en la regeneración y sucesión del BTS y a cómo 
los atributos del hábitat influencian la ocurrencia de estos grupos y de los procesos 
ecológicos que ellos regulan. Asimismo, esta información nos permitirá conocer el 
valor de los bosques secundarios para la conservación de grupos faunísticos y 
procesos ecológicos clave en el funcionamiento de los ecosistemas tropicales. 
 
9 
 
ANTECEDENTES 
 
Aunque en los últimos años la comunidad científica ha comenzado a estudiar la 
regeneración natural del BTS, aún faltan varios pasos para generar un 
conocimiento profundo de este proceso. Hasta ahora, por ejemplo, estos estudios 
raramente evalúan la influencia relativa de la variación ambiental in situ y la 
variación ambiental a escala de paisaje en la sucesión (pero ver Avila-Cabadilla et 
al., 2012). En el mismo sentido, la heterogeneidad inherente a los paisajes 
antropogénicos no ha sido debidamente considerada, siendo que el curso del 
proceso sucesional está determinado por un complejo conjunto de interacciones 
entre factores locales, los atributos del paisaje, la historia del sitio y la historia de 
vida de las especies (Pickett et al., 1987 a y b; Chazdon et al., 2007). 
Otros componentes que han sido relativamente poco estudiados con 
respecto a la regeneración del BTS, son los cambios sucesionales en los atributos 
de las comunidades faunísticas y en los procesos ecológicos asociados a éstas. 
Entre las pocas comunidades faunísticas que se han estudiado en un contexto 
sucesional en este sistema, encontramos a los murciélagos, vertebrados 
voladores que han mostrado responder a los atributos de la vegetación o del 
paisaje según el grupo funcional o gremio al cual pertenecen. Los murciélagos 
nectarívoros, por ejemplo, responden a una escala del paisaje de entre 500 y 1000 
metros, mientras que las especies frugívoras responden más a la estructura de la 
vegetación (Avila-Cabadilla et al., 2012). 
 
10 
 
Con respecto a las aves, en diferentes estudios ha quedado clara su 
importancia en la dispersión de semillas y en la sucesión de los bosques tropicales 
(Holl, 2002; Barrantes y Pereira 2002). Sin embargo, hasta ahora la mayoría de los 
estudios relacionados con la avifauna del BTS están principalmente ligados a 
listados y descripciones breves como son los estudios de Zimmerman y Harry 
(1951), Selander y Giller (1959), Lobato-García et. al., (2014) y Arizmendi-Arriaga 
et al. (1990 y 2002). Cabe señalar que esta última autora incluye además datos de 
la dieta en su listado de las especies del BTS de Chamela. Martínez-Ramos 
(2008) reporta que en este bosque el 51% de las especies de aves son carnívoras 
alimentándose estrictamente de insectos, y otro 18% son carnívoras facultativas 
que pueden incluir también alimento vegetal en su dieta. 
En cuanto a las respuestas de este grupo faunístico a los atributos del 
hábitat, sabemos que, en general, responden rápidamente a los cambios en la 
estructura de la vegetación asociada a la sucesión. En estudios anteriores se ha 
determinado que la variación en la cobertura de la vegetación original puede 
definir en gran medida la respuesta de las aves en paisajes antrópicos (Rolstad, 
1991; McGarigal y McComb 1995; Villard et al., 1999). 
 En un trabajo en el que se estudiaron las características de las 
comunidades de aves en diferentes estadios sucesionales del BTS (Chazdon et 
al., 2011), se encontraron que en los estadios tempranos, dominados por pastos, 
eran invadidos por especies granívoras y/o especialistas en pastizales. Asimismo, 
la recolonización de estos sitios por especies insectívoras, frugívoras y 
nectarívoras promovería el proceso sucesional. En general, la riqueza y 
 
11 
 
abundancia de las especies granívoras disminuyó durante la sucesión, mientras 
que el número de especies e individuos de aves frugívoras y nectarívoras 
aumentó. También la complejidad de las comunidades de aves insectívoras se 
incrementó, sugiriendo que un aumento en la complejidad estructural de la 
vegetación asociada a la edad sucesional, podía proporcionar un mayor número 
de nichos de alimentación para las aves insectívoras. De manera impresionante, el 
13% de todas las especies se compartieron en todas las etapas en sucesión, entre 
ellas, ocho especies endémicas de México. Estos resultados confirman la idea de 
que las aves responden rápidamente a los cambios estructurales de la vegetación. 
Por otra parte, la configuración irregular del paisaje agrícola en la RCC, estaría 
permitiendo que las aves se muevan fácilmente entre diferentes etapas de 
sucesión y bosque maduro, promoviendo la rápida recuperación de las 
comunidades de aves (Chazdon et al. 2011). 
En el mismo sentido, un estudio con respecto al efecto de los atributos 
estructurales de la vegetación en las comunidades de aves de Chamela, 
MacGregor y Schondube (2011), reportan que en zonas donde la estructura de la 
vegetación es más simple, la diversidad de especies es mayor, pero esto puede 
deberse al bosque conservado que rodea a esas zonas, haciendo más compleja 
su estructura a escala del paisaje. Por otra parte, las plantaciones de árboles 
frutales podrían estar sirviendo de refugio para las especies en la época de secas. 
Este estudio enfatiza el importante papel de los bosques conservados en los 
paisajes antropogénicos así como la relevancia que pueden tener los atributos del 
 
12 
 
paisaje en la estructuración de las comunidades de aves y en la dinámica general 
de los bosques tropicales. 
 
Es necesario, por tanto, generar información sobre cómo las comunidades 
de aves de la sucesión temprana responden a los atributos del hábitat a diferentes 
escalas espaciales (desde la escala local hasta la escala de paisaje) así como 
sobre el efecto de las diferentes estaciones (seca y lluvia) en esta respuesta, 
aspecto que tampoco ha sido abordado en profundidad hasta el momento. Para 
generar esta información, en este estudio caracterizaremos esta respuesta en las 
comunidades de aves de las etapas iniciales de la sucesión en el BTS de 
Chamela-Cuixmala. 
 
 
 
13 
 
OBJETIVOSObjetivo general 
 
Evaluar la respuesta de las comunidades de aves a la variación en los atributos 
del hábitat, a diferentes escalas espaciales, durante las etapas iniciales de la 
sucesión del bosque tropical seco. 
Objetivos específicos 
 
1. Caracterizar las comunidades de aves que se presentan en las etapas 
iniciales de la sucesión del bosque tropical seco. 
2. Evaluar cómo la variación en los atributos de la vegetación y del paisaje 
afectan la estructura y composición de las comunidades de aves tanto 
residentes como migratorias. 
3. Identificar la escala espacial a la que las comunidades de aves responden 
más a la variación en los atributos del hábitat. 
4. Evaluar la respuesta de las comunidades de aves a los cambios estacionales, 
identificando cómo la estacionalidad podría modular la respuesta de estas 
comunidades a la variación en los atributos del hábitat. 
5. Discutir las implicaciones de los resultados obtenidos para la conservación de 
las aves y de los procesos ecológicos en que éstas participan dentro de 
paisajes tropicales transformados por la actividad antrópica. 
 
 
14 
 
HIPÓTESIS 
 
1. Los grandes continuos de bosque conservado, al ofrecer una mayor 
diversidad y cantidad de recursos, favorecen la presencia de un mayor 
número de especies, sensu la teoría de biogeografía de islas (MacArthur y 
Wilson 1967). 
 
2. La presencia de un mayor número de especies de plantas y el incremento 
en el grado de complejidad estructural de la vegetación, al estar asociados 
con una mayor diversidad de recursos disponibles, favorece la presencia de 
un mayor número de especies de aves, sensu la hipótesis de la 
heterogeneidad del hábitat (MacArthur y MacArthur 1961). 
 
3. El marcado régimen estacional en la precipitación, al determinar un 
marcado patrón fenológico en las plantas del bosque seco y como 
consecuencia fluctuaciones en la disponibilidad de recursos, favorece 
cambios estacionales en la composición y estructura de los ensamblajes de 
aves. 
 
 
15 
 
ÁREA DE ESTUDIO 
 
El estudio se realizó en el BTS de la Región de Chamela-Cuixmala, ubicada en la 
costa del Pacífico Mexicano, en el estado de Jalisco, entre las coordenadas de 
19°37’ – 19°59’ de latitud Norte y 100°94’ – 105°06’ de longitud Oeste (Figura 1). 
Esta región se caracteriza por un marcado régimen estacional en la precipitación, 
presentándose la mayor parte de las lluvias durante los meses de Junio y Octubre. 
La precipitación promedio anual llega a alcanzar los 763 ± 258 (DS) mm, mientras 
que la temperatura promedio anual es de 24.6 ºC (García-Oliva et. al., 2002). 
Como consecuencia del clima predominante, el bosque tropical seco (BTS) 
constituye el tipo de vegetación predominante en la región, el cual llega a cubrir 
hasta el 92% de la cobertura terrestre en la Reserva de la Biosfera Chamela-
Cuixmala (Lott 1993, Sánchez-Azofeifa et al., 2009). 
En esta región se estableció en 1971 la Estación de Biología Chamela 
(EBCH), del Instituto de Biología de la UNAM. A partir de entonces, varios 
investigadores de la UNAM y de otras universidades de México y del mundo han 
utilizado esta región como zona de estudio para caracterizar y comprender el 
funcionamiento del BTS, llegando a ser referencia mundial sobre el conocimiento 
de este sistema. Muestra de ello es la vasta literatura científica que se ha 
generado en la zona (Figura 1). Dada la importancia de la zona, se decretó en 
1993, por el Diario Oficial de la Federación, la Reserva de la Biósfera Chamela-
Cuixmala (RBCC), esto con el objetivo de conservar la biodiversidad propia de 
este sistema. 
 
16 
 
 
La RBCC hoy en día abarca una extensión de aproximadamente 13,142 ha, 
de las cuales 8,208 ha (80 %) están incluidas en 4 zonas núcleos y 4,934 ha 
(20%) corresponden a la zona de amortiguamiento. Esta región ha sido 
considerada como un área de Importancia para la Conservación de las Aves 
(AICA), debido a: 1) la gran riqueza de especie que presenta, 2) el alto nivel de 
endemismos y 3) la presencia de especies en peligro de extinción (Arizmendi-
Arriaga y Márquez-Valdemar, 2002). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Mapa de la ubicación de la RBCC (en color rojo) dentro de Jalisco, México. Mapa elaborado con 
ArcMap 10.3. 
 
17 
 
MÉTODOS 
Sistema de estudio 
 
Para la realización de este estudio se seleccionaron 14 sitios (Figura 2), de los 
cuales 12 representan las primeras etapas de la sucesión del BTS (sufrieron una 
remoción significativa de la vegetación en los últimos 3-10 años) y 2 las etapas 
más avanzadas de este proceso (áreas con más de 50 años sin experimentar un 
disturbio antrópico significativo), las cuales fueron empleadas como referencia 
(Tabla 1). Para la ubicación de los sitios y la determinación de su edad de 
abandono empleamos mapas de vegetación generados para la región (Avila-
Cabadilla et al., 2012), imágenes de satélite de alta resolución (disponibles en 
Google Earth Pro), así como información recabada a partir de entrevistas 
realizadas a los ejidatarios dueños de los terrenos. Finalmente, consideramos 
para nuestro estudio aquellos sitios que presentaron las siguientes 
características: a) una superficie de al menos 200 x 200 m, permitiendo demarcar 
las parcelas de vegetación y una adecuada distribución de las redes de niebla; b) 
una pendiente menor a 20º, permitiendo erigir de forma satisfactoria las redes de 
niebla; c) accesibilidad a través de caminos, para poder trasladar el material 
necesario para el estudio y d) una distancia mínima de 3000 m entre sitios, para 
evitar el efecto de la autocorrelación espacial al momento de analizar la variación 
en los atributos de las comunidades de aves y el efecto de la pseudoreplicación al 
momento de evaluar la influencia de los atributos del paisaje (Hurlbert, 1984; 
Legendre, 1993; Eigenbrod et al., 2011) (Figura 2). 
 
18 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 2. Ubicación de los sitios de estudio en la costa del Pacífico del estado de Jalisco. El área 
de la RBCC aparece delimitada por una línea blanca. Los puntos rojos, dentro de la 
RBCC, señalan los dos sitios con bosque maduro; los doce sitios de etapas iniciales 
están señalados por puntos negros. Los círculos amarillos alrededor muestran un radio 
de 3000 m. 
 
 
19 
 
Tabla 1. Se encuentran en la tabla los sitios de estudio, el acrónimo, la ubicación en coordenadas 
en grados decimales y los años de abandono (Edad). Los acrónimos de los sitios se conformaron 
considerando el nombre de la localidad en que se encuentran. 
 
 
 
 
Sitio de estudio Acrónimo Coordenadas Edad (años) 
Camino antiguo sur de 
la EBCC 
UNAM 495714.11 2155886.58 
 
Conservado 
Entrada a la RBCC 
por la UdG 
UDG 497754.56 2159380.25 
 
Conservado 
Camino a basurero de 
la región de Careyes 
BAS 496910.00 
 
2153804.00 
 
5 
Hidalgo Nuevo 1 HN1 512421.70 2146004.25 5 
Hidalgo Nuevo 2 HN2 510901.45 2137510.57 8 
José María Morelos JMM 482196.89 2180118.71 6 
Juan Gil Preciado JGP 489736.27 2177966.29 4 
La Fortuna LFO 487057.37 2168455.34 
 
9 
Ley Federal Hidalgo LFH 520324.15 2143911.18 7 
Limoncitos LIM 506714.19 2157197.15 9 
Nacastillo 1 NA1 506923.65 2165806.57 8 
Nacastillo 2 NA2 511084.92 2169833.19 9 
Santa Cruz de Otates SCU 494734.16 2168241.65 6 
Zapata ZAP 505311.33 2143972.60 10 
 
20 
 
Muestreo de la comunidad de aves 
 
Para el muestreo de las comunidades de aves en cada uno de los sitios de 
estudio, se emplearon 8 redes de niebla (largo: 12 m, alto: 2.5 m, malla: 36 mm), 
ubicadas a nivel del suelo, dispuestas de forma paralela a la vegetación y 
separadas entre sí a una distancia de hasta 30 m. Adicionalmente, se emplearon 
dos puntos de conteo de radio fijo (tiempo: 10 min, radio: 30 m, distancia entre 
puntos: 50 m, siguiendo la metodología propuesta por Ralph et al., 1996. Los 
puntos de conteo se realizaron paracorroborar si las especies registradas durante 
los muestreos estaban utilizando activamente el hábitat que se estaba 
caracterizando, logrando así una evaluación más adecuada (Rappole et al., 
1998). Cada muestreo tuvo una duración de 5 horas comenzando desde el 
amanecer, abarcándose de esta forma el pico de actividad de las aves (Ralph et 
al., 1996; González, 2011). Durante el muestreo, las redes de niebla se revisaron 
cada 15-30 min aproximadamente, removiendo y depositando en bolsas de tela 
todos los individuos capturados. Posteriormente, a la brevedad posible, para cada 
individuo capturado se determinó la especie, sexo, edad relativa y condición 
reproductiva sensu Ralph et al. (1996). Para la identificación de las especies en 
campo nos auxiliamos con las guías de campo de Howell y Webb (2005) y de 
NGS (2002). La nomenclatura taxonómica que empleamos se apega a lo que 
propone la última versión del check-list de “American Ornitology Union”, 
incluyendo el suplemento más reciente (AOU, 1998; Chesser et al., 2013). Los 
individuos se fueron liberando conforme se registraban sus datos. 
 
21 
 
 
En total se realizaron cuatro muestreos en cada uno de los sitios, dos 
durante la época de secas y dos durante la época de lluvias. Los sitios se 
muestrearon cada dos meses aproximadamente. 
Caracterización de la vegetación 
 
El muestreo de la vegetación se realizó durante la época de lluvia, que es cuando 
la mayoría de las especies de la región presentan hoja, flores y frutos, lo cual 
facilita la identificación taxonómica. 
En cada uno de los sitios se ubicaron 5 transectos de 2 X 100 m (1000 m2), 
separados entre sí por 25 m y distantes por al menos 50 m de otro tipo de 
vegetación (Figura 3). En cada transecto se identificaron todos los individuos 
leñosos con un diámetro a la altura del pecho (DAP) de al menos 2.5 cm, a los 
cuales se les determinó: 1) la especie, 2) el número de ramas y 3) el área basal 
de cada rama. 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 3. Distribución de los transectos de vegetación en los sitios de estudio. Los transectos están 
representados por las líneas azul oscuro. 
 
25m 
10
0m
 
 
22 
 
 
Para caracterizar la complejidad estructural de la vegetación a la altura del 
dosel, se estimó la altura de los 10 individuos más altos en cada sitio y también se 
registró el índice de área foliar, para lo cual se utilizó un analizador de dosel (LAI 
2200, LICOR) con el que, en cada sitio, se realizaron cuatro lecturas (hacia cada 
una de las direcciones cardinales), en 28 puntos regularmente distribuidos a través 
de la parcela de estudio (Figura 4). 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 4. Colaboradores realizando la medición de índice de área foliar (LAI, siglas en inglés) en los sitios de 
estudio. 
 
El índice de área foliar cuantifica el área que ocupa la vegetación, 
proyectada en un plano horizontal (Fournier et al., 2003) y se considera una 
herramienta útil para caracterizar la complejidad estructural de la vegetación. Este 
índice ha sido empleado con éxito para discriminar entre sitios con vegetación 
contrastante en relación a: el número de estratos, el área basal total y el número 
de ramas (Kalacska et al., 2004). 
Para estimar la complejidad estructural del sotobosque, se caracterizó la 
densidad de la vegetación en este estrato alrededor de cada red de niebla sensu 
 
23 
 
Baumgartem (2009). Para ello, ubicamos dos cuadrantes de color blanco, de 
3x3m, paralelo y a ambos lados de cada una de las redes niebla, siempre a una 
distancia de 10 m de las redes. A cada uno de los cuadrantes se les tomó una 
fotografía con el objetivo de determinar el porcentaje de área cubierto por la 
vegetación en cada cuadrante, medida empleada como proxy de la densidad del 
sotobosque (Figura 5). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 5. Fotografía del cuadrante blanco de 3 x 3 metros utilizado para estimar la densidad del 
sotobosque. El cuadrante se ubica en una de las esquinas de la red de niebla, de forma 
paralela a la misma. 
 
En total se obtuvieron y procesaron 16 imágenes por sitio. El análisis de las 
imágenes se realizó con la ayuda del programa GIMP 2.8.14, para convertirlas a 
escala de grises y con el programa Image J 1.47, para estimar el porcentaje del 
cuadrante ocupado por la vegetación. 
En síntesis, para cuantificar la estructura de la vegetación, para cada uno 
de los sitios estimamos los siguientes parámetros: 1) el número de especies, 2) el 
número de individuos, 3) el número de ramas, 4) el área basal promedio de las 
3m
 
 
24 
 
ramas, 5) el área basal total de la parcela, 6) la altura promedio de los 10 
individuos más altos, 7) el índice de área foliar promedio y 8) la densidad del 
sotobosque promedio. 
Caracterización del paisaje 
 
La caracterización del paisaje colindante a cada uno de los sitios de estudio, se 
realizó con base en imágenes SPOT-5 clasificadas, con una resolución espacial 
nominal de 10 m. Estas imágenes se adquirieron durante la época de secas del 
año 2011, lo cual facilitó la discriminación de los principales tipos de vegetación 
de la región (pastizales, bosque seco y vegetación riparia) (Kalacska et. al., 2005; 
Sánchez-Azofeifa et. al., 2009; Avila-Cabadilla et al., 2012). Para la clasificación 
de las imágenes empleamos una combinación de algoritmos diferentes, que 
incluyen la segmentación de imágenes y la clasificación no supervisada. Las 
imágenes clasificadas resultantes fueron evaluadas y reclasificadas cuando se 
consideró necesario, esto con base en datos auxiliares colectados durante el 
trabajo de campo y con la ayuda de imágenes de alta resolución disponibles en 
Google Earth Pro. 
Para cada uno de los sitios en sucesión temprana, se estimó la cobertura 
del bosque tropical seco y de la vegetación riparia a seis diferentes escalas 
espaciales (Figura 6). Estos constituyen los tipos de vegetación natural 
predominantes en la región (Lott, 1993). Para ello, empleamos áreas “buffers” en 
forma de anillos (Figura 6), definidos por el área comprendida entre diferentes 
combinaciones de circunferencias centradas en los sitios de estudio: de 500 y 
 
25 
 
1000 m de radio (denominado “buffer” de 1000 m), de 1000 y 1500 m de radio 
(buffer de 1500 m), de 1500 y 2000 m de radio (buffer de 2000 m), de 2000 y 
2500 m de radio (buffer de 2500 m), de 2500 y 3000 m de radio (buffer de 3000 
m). Adicionalmente, consideramos como el buffer de 500 m el área comprendida 
por una circunferencia de 500 m de radio centrada en cada sitio de estudio. En 
total se consideraron 6 escalas espaciales. 
Para cada área buffer se estimó: 1) el porcentaje de bosque seco y 2) el 
porcentaje de bosque ripario (Figura 7). Los porcentajes de cobertura para estos 
dos tipos de vegetación se definieron como la suma de las áreas (m2) de todos 
los parches correspondientes a estas coberturas, dividida por el área total 
abarcada por el área buffer y multiplicado por 100. 
De forma general, evitamos el efecto de la pseudoreplicación en estas 
mediciones, de dos maneras diferentes, primero seleccionando sitios de estudio a 
una distancia euclidiana entre sí que evite el sobrelapamiento de sus respectivas 
áreas “buffers” y segundo, empleando áreas “buffers” con forma de anillos 
(Hurlbert 1984; Legendre 1993). Con esto garantizamos que los valores de las 
variables independientes correspondientes a áreas “buffers” adyacentes (para 
diferentes sitios) y a áreas “buffers” anidadas (para un mismo sitio) constituyan 
observaciones independientes, cumpliendo así con este importante supuesto de 
los análisis estadísticos y minimizando la probabilidad de cometer el error Tipo I 
(rechazar una hipótesis nula verdadera) debido al efecto de la pseudoreplicación 
(Eigenbrod et al 2011, Schneider et al., 2011). 
 
 
26 
 
La clasificación se llevó a cabo con el software QGIS (v. 2.6.1-Brighton, 
QGIS Development Team 2014) y losmódulos Orfeo, SAGA y GRASS 
implementados en este software. Todas las estimaciones de la composición del 
paisaje se realizaron con la ayuda del complemento “LecoS – Landscape Ecology 
Statistics” (Jung, 2016) implementado para QGIS (v. 2.6.1-Brighton, QGIS 
Development Team 2014). 
 
Figura 6. Áreas “buffers”, en forma de anillos, empleadas para la caracterización del paisaje 
circundante a cada sitio de estudio. 
 500 m 
1000 m 
1500 m 
2000 m 
2500 m 
3000 m 
 
27 
 
 
Figura 7. Clasificación de la cobertura terrestre en un radio de 3000 m alrededor de los sitios de 
estudio. Clases de cobertura terrestre: 1) bosque tropical seco (en color gris), bosque 
ripario (en color negro) y 3) otros tipos de cobertura (en color blanco). 
Análisis de datos 
 
Evaluamos la eficiencia (“completeness” en inglés) de los muestreos realizados 
en cada sitio de estudio, calculando el porcentaje del total de especies que 
estimamos encontrar, que estuvo representando en nuestros muestreos. Para 
estimar la riqueza de especies empleamos los índices Chao 2 y Jacknife 1 
(Magurran, 2004), debido que su estimación estuvo poco sesgada por el tamaño 
de las muestras (Colwell y Coddington, 1994). El cálculo del valor de eficiencia 
estuvo basado específicamente en el valor promedio de las estimaciones 
brindadas por ambos índices. Consideramos que un 90% de “completeness” es 
 
28 
 
un nivel adecuado de eficiencia en los muestreos (Moreno y Halffter, 2001). Los 
cálculos se realizaron considerando por separado las especies residentes y las 
migratorias. 
Adicionalmente, evaluamos si la distancia entre los sitios de estudio pudo 
influir significativamente en los resultados obtenidos durante los muestreos (por 
evidencia de autocorrelación espacial), lo cual, de ser cierto, violaría uno de los 
supuestos más importantes de los análisis estadísticos (independencia de las 
observaciones) y favorecería el incurrir en el error Tipo I (Legendre, 1993). Para 
este análisis empleamos la prueba de Mantel (considerando 999 permutaciones), 
la cual está basada en un análisis de las correlaciones (prueba de correlación de 
Spearman) entre la distancia euclidiana entre los sitios de estudio y el grado de 
similitud de los ensamblajes de aves en términos de su composición específica. El 
grado se similitud entre los ensamblajes de aves se cuantificó mediante el uso del 
índice de Jaccard (Magurran, 2004), el cual sólo considera los datos de presencia 
- ausencia de las especies en cada uno de los sitios estudiados. Los resultados 
obtenidos en los muestreos para las aves residentes y migratorias se analizaron 
por separado. 
Por otra parte, el grado de disimilitud entre los ensamblajes de aves 
estudiados, tanto en términos de su composición específica, como de su 
composición por gremios tróficos, fue analizado empleando la técnica de 
ordenación “escalamiento multidimensional no métrico” (NMDS, siglas en inglés). 
Esta es una técnica basada en interacciones, que no depende del supuesto de 
normalidad multivariada, el cual afecta a la gran mayoría de las técnicas de 
 
29 
 
ordenación (ej. análisis de componente principales, análisis de correspondencia 
canónica) que históricamente se han empleado para analizar datos ecológicos que 
rara vez cumplen con este supuesto (McCune y Grace 2002). Para este análisis 
empleamos las matrices de incidencia de las especies residentes y migratorias 
(analizadas por separado) en cada uno de los sitios de estudio. El grado de 
disimilitud entre los ensamblajes presentes en cada sitio se cuantificó empleando 
el índice de Jaccard (Magurran, 2004). Finalmente, los valores de cada uno de los 
sitios de estudio en los ejes resultantes de las ordenaciones, se emplearon como 
variables para evaluar las respuestas de los ensamblajes de aves a la variación en 
los atributos del hábitat. 
Los análisis estadísticos dirigidos a evaluar la asociación entre la variación 
en la riqueza y composición de los ensamblajes de aves y la variación en los 
atributos del hábitat, a diferentes escalas espaciales, estuvieron basados en 
modelos lineales generalizados (GLMs). 
En los modelos conformados se consideraron como variables de respuesta 
la riqueza de especies residentes y migratorias estimada en cada sitio, así como 
los valores de los sitios de estudio en los ejes resultantes de las ordenaciones, los 
cuales fueron considerados como un proxy de la variación en la composición 
específica y en la composición por gremios tróficos de los ensamblajes de aves. 
Por otra parte, consideramos como variables independientes (explicativas) 
tanto los atributos de la vegetación como los del paisaje. Los atributos de la 
vegetación considerados fueron: número de especies de plantas (VGespecie), 
número de ramas (VGramas), área basal a nivel de parcela (VGAB), promedio de 
 
30 
 
área basal de las ramas (VGABramas), altura promedio de los árboles más altos 
(VGaltura), índice de área foliar (VGIAF) y densidad de la vegetación en el 
sotobosque (VGsotobosque). Los atributos del paisaje colindante que se consideraron 
fueron: el porcentaje de bosque seco (BSescala) y el porcentaje de bosque ripario 
(BRescala) a las 6 diferentes escalas espaciales consideradas en el estudio. 
Al momento de conformar los GLMs para el análisis de la riqueza de 
especies empleamos la distribución “Poisson” asociada con la función de 
ligamiento “log”, mientras que para el análisis de la composición específica y por 
gremio trófico empleamos la distribución “Gaussian”, asociada con la función de 
ligamiento “identity”. 
Para identificar las variables independientes con mayor poder explicativo 
empleamos el método de selección de modelos basado en el Criterio de 
Información de Akaike, corregido para muestras de pequeño tamaño (AICc, en 
inglés). Para esto, para cada variable de respuesta analizada conformamos un set 
de modelos, compuesto por varios modelos considerando por separado cada una 
de las variables independientes y un modelo nulo, sin poder explicativo alguno. 
Posteriormente, para cada modelo calculamos el AICc, de acuerdo con Burnham y 
Anderson (2002) y comparamos los modelos entre sí empleando el Δi, que es la 
diferencia de AICc entre un modelo dado y el mejor modelo (AICc más bajo). 
Adicionalmente, calculamos los pesos de AIC para cada modelo (wi). El wi 
representa el peso de la evidencia de que un cierto modelo sea el mejor modelo 
dada la base de datos y el grupo de modelos candidatos. 
 
31 
 
El set de modelos más plausibles (grupo de confianza del 95%) se definió 
sumando el wi, desde el más grande hasta el más pequeño, hasta que la suma 
fuera 0.95. Solo los modelos con un AICc menor que el modelo nulo fueron 
considerados para definir el set de modelos más plausibles. Todos los análisis se 
realizaron en R (R Development Core Team 2009). 
De forma general, con los primeros análisis buscamos identificar cuáles son 
los atributos del hábitat cuya variación pudieran estar definiendo en gran medida la 
variación en la riqueza de especies. Posteriormente, analizamos la variación en la 
composición de los ensamblajes de aves (a nivel de especie y de gremio trófico), 
considerando para esto por separado los datos correspondientes a las especies 
migratorias y a las especies residentes. 
El análisis de las especies residentes nos permitió evaluar cómo la 
estacionalidad modula la respuesta a la variación en los atributos del hábitat, de 
las aves que permanecen en la zona durante todo el año. El análisis de las 
especies migratorias, por otra parte, nos permitió evaluar la respuesta a la 
variación en los atributos del hábitat de grupos de especies que migran hacia la 
región solo en un determinado periodo de tiempo (ejemplo: durante el 
invierno/periodo de secas y durante el verano/periodo de lluvias), enfrentando 
ciertas condiciones ambientales específicas, las cuales están definidasen gran 
medida por los patrones fenológicos imperantes en la región. En este sentido, sólo 
analizamos las especies migratorias invernales, que se presentan en la región en 
la épocas de secas, ya que fueron muy pocos los registros obtenidos para las 
 
32 
 
especies migratorias que se presentan en la región durante el verano (época de 
lluvia). 
 
 
33 
 
RESULTADOS 
 
Los muestreos realizados en cada uno de los sitios de estudio, nos permitieron 
detectar la presencia de 83 especies de aves, de las cuales 45 son residentes y 38 
migratorias (36 migratorias invernales y 2 migratorias de verano). Las especies 
migratorias se determinaron de acuerdo a Arizmendi-Arriaga et al., 1990. Las 
especies identificadas estuvieron agrupadas en 62 géneros y 25 familias, siendo la 
familias Tyrannidae (12 especies), Cardinalidae (10 especies) y Parulidae (10 
especies) las mejores representadas. Más del 50 por ciento de las especies 
detectadas son insectívoras (Tablas 3 y 4). 
El esfuerzo de muestreo empleado nos permitió, de manera general, 
caracterizar apropiadamente los ensamblajes de especies residentes, ya que el 
porcentaje de eficiencia (“completeness”) alcanzó valores entre el 78 y el 100%, 
teniendo un valor promedio entre todos los sitios del 90%. Por otra parte, la 
eficiencia del muestreo realizado para caracterizar los ensamblajes de especies 
migratorias fue mucho menor, alcanzando valores que van desde el 32% hasta el 
91% (promedio: 63%). Asimismo, no encontramos evidencia de estructura 
espacial en nuestros datos, ya que las matrices de distancias euclidianas y 
ecológicas no estuvieron significativamente correlacionadas. Estos resultados 
fueron consistentes, al analizar por separado las especies residentes (rs = -0.05, p 
= 0.65) y las especies migratorias (rs = 0.01, p = 0.46). 
 
 
 
 
34 
 
Riqueza de especies 
 
De forma general, detectamos una reducida variación y pocas diferencias 
significativas en relación a la riqueza de especies entre los ensamblajes de aves 
residentes presentes en los sitios de estudio (Figura 8). De hecho, no 
identificamos ningún atributo del hábitat, tanto de la vegetación, como del paisaje, 
cuya variación estuviera asociada con la poca variación observada en la riqueza 
de especies (Tabla 5). 
Por otra parte, la variación observada entre los ensamblajes de aves 
migratorias fue mucho más notoria, y en algunos casos significativa (Figura 9), 
siendo mayor las diferencias entre los ensamblajes presentes en los sitios en 
sucesión temprana y los que representan etapas más avanzadas de la sucesión. 
Ejemplo de esto son las diferencias detectadas entre los sitios en sucesión 
temprana JMM, LFO, NA1 y SCU y los de bosque seco más conservados UDG y 
UNAM, con respecto al índice Jacknife 1. 
Asismismo, observamos que la variación en la riqueza de especies 
migratorias invernales en las etapas iniciales de la sucesión, estuvo explicada en 
gran medida por la variación en la cobertura del bosque ripario y en menor medida 
por la variación en la cobertura del bosque seco, por la densidad del sotobosque y 
por el número de especies encontradas en la vegetación (Tabla 6). En este 
sentido, la mayor riqueza de especies migratorias se observó en sitios con menor 
cobertura de bosque, tanto ripario, como seco, en las áreas colindantes, así como 
donde la vegetación, a nivel del sotobosque, es estructuralmente más sencilla. 
 
 
35 
 
 
 
 
 
Figura 8. Riqueza de especies de aves residentes estimadas para cada uno de los sitios de 
estudio. La riqueza de especie se estimó empleando el índice Chao 2 (A, RChao2) y 
Jacknife 1 (B, RJack1). 
 
BAS 
HN1 
HN2 
JGP 
JMM LFO 
LFH 
LIM 
NA1 
NA2 
SCU 
ZAP 
UDG 
UNAM 
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
A 
BAS 
HN1 
HN2 JGP JMM LFO 
LFH 
LIM NA1 
NA2 
SCU ZAP 
UDG UNAM 
0
10
20
30
40
50
60
B 
 R
Ja
ck
1 
 R
C
ha
o2
 
 
36 
 
 
 
 
 
Figura 9. Riqueza de especies de aves migratorias estimadas para cada uno de los sitios de 
estudio. La riqueza de especie se estimó empleando el índice Chao 2 (A, RChao2) y 
Jacknife 1 (B, RJack1). 
BAS 
HN1 HN2 
JGP 
JMM LFO 
LFH 
LIM 
NA1 
NA2 
SCU 
ZAP 
UDG 
UNAM 
-20
0
20
40
60
80
100
120
140
A 
BAS 
HN1 HN2 
JGP 
JMM LFO 
LFH 
LIM NA1 
NA2 
SCU 
ZAP 
UDG 
UNAM 
0
5
10
15
20
25
30
35
40
B 
 R
Ja
ck
1 
 R
C
ha
o2
 
 
37 
 
Composición específica 
De forma general, las ordenaciones resultantes nos permitieron mapear, de forma 
satisfactoria, las diferencias que se presentaron entre los ensamblajes de especies 
residentes y migratorias en términos de la composición específica y la 
composición por gremios tróficos. Muestra de ello es que el valor de “stress” 
obtenido para las ordenaciones fue bajo, tomando valores que van de 5.78 a 11.81 
(Fig. 10, 11, 12 y 13). Según McCune y Grace (2002) mientras menor es el valor 
del stress, mejor es la ordenación resultante representando las diferencias 
originales de las entidades estudiadas; para ello se han propuesto diferentes 
reglas de dedo (rules of thumb) para interpretar los valores de stress resultantes 
de las ordenaciones, entre ellas las de Kruskal y las de Clarke. Kruskal plantea 
con base en sus estudios que un valor de stress de 2.5 corresponden a una 
ordenación excelente, de 5 buena, de 10 justa y de 20 pobre. Asimismo, Clarke 
sugiere que un valor de stress de <5 corresponde a una ordenación excelente, de 
5-10 buena, de 10-20 aceptable y >20 pobre. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
38 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 10. Ordenación (NMDS) de los sitios de estudio mostrando su similitud en relación a la 
composición de especies de los ensamblajes de aves residentes. 
-0.4 -0.2 0.0 0.2 0.4 0.6
-0
.4
-0
.2
0.
0
0.
2
0.
4
NMDS1
N
M
D
S2
BAS
HN1
HN2 JGP
JMM
LFO
LFH
LIM
NA1
NA2
SCU
UDG
UNAM
ZAP
E. Secas 
Stress: 5.78 
-0.6 -0.4 -0.2 0.0 0.2 0.4
-0
.4
-0
.2
0.
0
0.
2
0.
4
NMDS1
N
M
D
S2
BAS
HN1
HN2
JGP
JMM
LFO LFH
LIM
NA1
NA2
SCU
UDG
UNAM
ZAP
E. Lluvias 
Stress: 9.13 
 
39 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 11. Ordenación (NMDS) de los sitios de estudio mostrando su similitud en relación a la 
composición por gremios tróficos, de los ensamblajes de aves residentes. 
-0.2 -0.1 0.0 0.1 0.2
-0
.2
-0
.1
0.
0
0.
1
0.
2
NMDS1
NM
DS
2
BAS
HN1
HN2
JGP
JMM
LFO
LFH
LIM
NA1NA2
SCU
UDG
UNAM
ZAP
E. Secas 
Stress: 11.81 
-0.2 0.0 0.2 0.4
-0
.4
-0
.2
0.
0
0.
2
NMDS1
NM
DS
2
BAS
HN1
HN2
JGP
JMM
LFO
LFH
LIM
NA1
NA2
SCU
UDG
UNAM
ZAP
E. Lluvias 
Stress: 11.66 
 
40 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 12. Ordenación (NMDS) de los sitios de estudio mostrando su similitud en relación a la 
composición de especies de los ensamblajes de aves migratorias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 13. Ordenación (NMDS) de los sitios de estudio mostrando su similitud en relación a la 
composición por gremios tróficos, de los ensamblajes de aves migratorias. 
 
 
-0.5 0.0 0.5 1.0
-0
.5
0.
0
0.
5
1.
0
NMDS1
N
M
D
S
2
BAS
HN1
HN2
JGP
JMM
LFO
LFH
LIM
NA1
NA2
SCU
UDG
UNAM
ZAP
E. Secas 
Stress: 6.99 
-0.4 -0.2 0.0 0.2 0.4
-0
.4
-0
.2
0.
0
0.
2
0.
4
NMDS1
N
M
D
S2
BAS
HN1
HN2
JGP
JMM
LFO
LFH
LIM
NA1
NA2
SCU
UDG
UNAM
ZAP
E. Secas 
Stress: 9.64 
 
41 
 
 A través de las ordenaciones pudimos detectar una gran variación en la 
composición específica y en la composición por gremios tróficos entre los 
ensamblajes de especies de aves residentes presentes en las etapas iniciales de 
la sucesión, los cuales, a su vez, tendieron a diferenciarse notablemente de los 
ensamblajes observados en los bosques más conservados (sitios UNAM y UDG) 
(Fig 10 y 11). De hecho, detectamos un grupo de especies que solamente se 
presentó en las etapas inicialesde la sucesión, como: Columbina talpacoti (familia 
Columbidae); Morococcyx erythropygus (Cuculidae); Peucaea ruficauda 
(Emberizidae); Quiscalus mexicanus (Icteridae); Melanotis caerulescens 
(Mimidae); Momotus mexicanus (Momotidae), Dryocopus lineatus (Picidae), 
Volatinia jacarina (Thraupidae); Cynanthus latirostris (Trochilidae), Camptostoma 
imberbe, Myiodynastes luteiventris y Pitangus sulphuratus (Tyrannidae) (Tabla 3). 
 También observamos que la mayoría de las especies reconocidas como 
granívoras estuvieron estrechamente relacionadas con las etapas tempranas de la 
sucesión. Cabe resaltar que las diferencias entre los ensamblajes de los sitios en 
sucesión temprana y aquellos sitios en sucesión tardía fue mucho más notorio 
durante la época de secas, que durante la época de lluvia. 
 En general, la variación en la composición específica estuvo asociada en 
gran medida con la variación en los atributos de la vegetación, tanto en la época 
de secas como de lluvia, siendo los atributos más relevantes la altura promedio de 
los árboles más altos y el área basal, tanto a nivel de la parcela, como a nivel de 
las ramas (Tabla 5). Asimismo, observamos que la variación en la composición 
específica, tanto en época de secas como de lluvia, también estuvo asociada (en 
 
42 
 
menor medida) con la variación en la cobertura del bosque seco próximo a los 
sitios de estudio (a una escala de 1000 y 2000 m). 
 Específicamente, en los ensamblajes de aves residentes la variación en la 
composición por gremios tróficos estuvo también asociada con la variación en los 
atributos de la vegetación, principalmente con el número total de ramas presentes 
y el área basal promedio de las mismas. 
 En relación a las especies migratorias, observamos que también hay una 
gran variación en la composición específica y en la composición por gremios 
tróficos entre los ensamblajes que se presentan en los sitios en sucesión 
temprana y que estos tienden a ser diferentes a los ensamblajes observados en 
los sitios más conservados (Fig. 12 y 13). 
 Las especies migratorias que principalmente se presentan en las etapas 
iniciales de la sucesión fueron: Chordeiles acutipennis (Caprimulgidae); Passerina 
caraulea, P. versicolor, Piranga rubra, Piranga sp. (Cardinalidae); Melospiza 
lincolnii (Emberizidae); Spinus psaltria (Fringillidae); Icterus cucullatus, I. spurius, 
Molothrus aeneus, M. ater (Icteridae); Cardellina pusilla, Mniotilta varia, 
Oreothlypis luciae (Parulidae); Polioptila caerulea (Polioptilidae); Archilochus 
colubris, Heliomaster constantii (Trochilidae); Catharus aurantiirostris (Turdidae); 
Empidonax minimus, Myiarchus cinerascens (Tyrannidae) y Vireo belli, V. 
hypochryseus (Vireonidae) (Tabla 4). Nuestros registros también indican que la 
mayoría de las especies reconocidas como insectívoras – granívoras y 
nectarívoras estuvieron estrechamente relacionadas con las etapas tempranas de 
la sucesión. 
 
43 
 
 De manera similar a lo observado para las especies residentes, detectamos 
que la variación en la composición específica y en la composición por gremios 
tróficos de los ensamblajes de especies migratorias invernales (analizados solo 
durante la época de secas) estuvo principalmente asociada con la variación en los 
atributos de la vegetación, siendo los más importantes el área basal a nivel de 
parcela y de rama, así como la altura promedio de los árboles más altos (Tabla 6). 
DISCUSIÓN 
 
De manera general, nuestros resultados indican que los cambios en la vegetación 
inducidos por la actividad antrópica, tanto a escala local como a escala de paisaje, 
determinan variaciones significativas en la riqueza y composición de los 
ensamblajes de especies de aves residentes y migratorias. De forma muy 
sintética, podríamos decir también que la variación en la riqueza de especies 
estuvo principalmente explicada por la variación en los atributos del paisaje, 
mientras que la variación en composición, tanto a nivel específico como a nivel de 
gremios tróficos, estuvo principalmente explicada por la variación en los atributos 
de la vegetación. 
 
 
 
 
44 
 
Las comunidades de aves de los estadios iniciales de la sucesión: 
factores que afectan su riqueza y composición. 
 
Lo primero que hay que decir de las comunidades de aves que se presentan en 
las etapas tempranas de la sucesión del BTS de Chamela-Cuixmala, es que hay 
dos tipos de ensamblajes que deben ser considerados por separado, el de las 
aves migratorias y el de las aves residentes. Dichos ensamblajes, al tener 
requerimientos ecológicos y papeles en el ecosistema muy distintos, responden 
también de manera claramente diferenciada a los cambios en los atributos del 
hábitat. 
En cuanto a riqueza de especies, por ejemplo, las especies migratorias 
resultaron ser más susceptibles a la modificación en los atributos del hábitat a 
escala del paisaje que los ensamblajes de especies residentes. Los ensamblajes 
más diversos de especies migratorias se encontraron en zonas con poca 
cobertura de vegetación riparia y bosque seco, dominadas principalmente por 
vegetación secundaria. En este mismo sentido, encontramos un mayor número de 
especies migratorias en los sitios en sucesión temprana donde la vegetación era 
estructuralmente más sencilla. 
En estudios anteriores ya se había identificado la importancia que tiene la 
vegetación secundaria para las aves migratorias que se presentan en la región 
(Almazán-Núñez et al., 2015). Específicamente, estudios realizados en ésta 
región, concluyeron que la alteración del bosque seco podría llegar a favorecer a 
la mayoría de las aves migratorias, las cuales en gran medida se restringen a los 
Veronica
Texto escrito a máquina
DISCUSIÓN
 
45 
 
sitios perturbados en comparación con las especies residentes (Hutto, 1989; 
Villaseñor y Hutto 1995; Morales-Pérez, 2002). En este sentido, Morales Pérez 
(2002) llego a reportar hasta 20 especies migratorias en bosques perturbados 
ubicados en los alrededores de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala. 
Una gran proporción de las especies migratorias que se presentan en la 
región durante la etapa invernal, consumen artrópodos y tiene la capacidad de 
ubicar a sus presas entre las hojas secas que permanecen pegadas a los árboles 
durante esta época del año. Esta estrategia de forrajeo, aunada al empleo de 
fuentes alternas de alimento, les permite sobrevivir en la región durante la época 
de secas, cuando ocurre una disminución notable en la abundancia de insectos en 
la región (Pescador-Rubio et al., 2002, Arizmendi-Arriaga et al., 2002, Vega et al., 
2010). 
En el caso de las aves residentes, estas mostraron relativamente poca 
susceptibilidad a los cambios en la cobertura de los principales tipos de vegetación 
de la región (ej. bosque seco y vegetación riparia). Esto puede deberse, por una 
parte, a que la mayoría de los taxa de aves terrestres endémicas (o residentes) 
son originarias de especies generalistas (Hahn et al., 2012), lo cual determinaría 
una baja respuesta de la riqueza a la variación en diferentes tipos de cobertura. 
Por otra parte, esta poca susceptibilidad puede deberse tanto a la persistencia en 
la región de considerables continuos de la vegetación original, incluidos 
principalmente en la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala, como al alto 
grado de vagilidad de las aves, que les permite utilizar los recursos distribuidos a 
Veronica
Texto escrito a máquina
 
46 
 
todo lo largo del paisaje antrópico con mayor eficiencia que otros vertebrados (con 
excepción de los murciélagos). 
En nuestra región de estudio en particular, se ha visto que la cobertura del 
bosque seco, estimada a diferentes escalas espaciales, va desde un 72 hasta un 
80% (Sanchez-Azofeifa et al., 2009). Respuestas similares de las aves a las 
encontradas en nuestro estudio se han reportado para otras regiones del país 
(Carraraet al., 2015), donde incluso el porcentaje de bosque remanente es mucho 
menor que en nuestra región de estudio (ej. aproximadamente 40%). En este 
sentido, se ha sugerido que la presencia de grandes continuos de la vegetación 
original garantiza una alta conectividad en el paisaje, facilitando el movimiento de 
las aves entre los parches de vegetación presentes (Carrara et al., 2015). Estos 
hallazgos enfatizan la importancia de preservar grandes regiones de BTS en buen 
estado de conservación con el objetivo de mantener la diversidad original de aves 
residentes en los paisajes tropicales transformados por el hombre. 
Ahora bien, en términos de la composición de los ensamblajes, ésta fue 
significativamente diferente entre los estadios tempranos y tardíos de la sucesión, 
tanto para las aves residentes como para las aves migratorias en donde los 
insectívoros, granívoros y nectarívoros estuvieron principalmente asociados a la 
sucesión temprana, sugiriendo que las diferencias entre estos dos tipos de 
vegetación (secundaria y conservada) tienen gran relevancia para los ensamblajes 
de aves de la región. Para las aves residentes, la diferencia entre estos 
ensamblajes fue más notoria durante la época de secas, quizá porque durante 
esta época las diferencias entre los dos hábitat (secundario y conservado) se 
 
47 
 
acentúan mucho dada la escasez de cobertura foliar, que es más evidente en las 
etapas tempranas de la sucesión, donde las hojas se pierden primero y con 
mayor intensidad (Lopezaraiza-Mikel et al., 2013). 
En otros sistemas tropicales como la selva baja submontana, Clough et al., 
(2009) han encontrado que la riqueza de especies frugívoras y nectarívoras 
disminuye al aumentar la distancia al bosque conservado, mientras que la riqueza 
de los granívoros aumenta. Esto concuerda con el hecho de que hayamos 
registrado más aves granívoras en los sitios con menor cobertura de bosque 
ripario y seco (matriz menos parecida al bosque conservado) y donde la estructura 
vegetal es más sencilla (Tablas 3 y 4). 
La idea de que los atributos estructurales tienen una particular importancia 
para determinar la composición de los ensamblajes de aves, se reafirma cuando 
analizamos como la variación en los atributos de la vegetación secundaria afectan 
dicha composición, ya que los cambios en la composición específica y funcional 
(por gremios tróficos), se asociaron en gran medida a cambios en los atributos 
estructurales de la vegetación secundaria de los parches estudiados (ej. altura de 
los árboles, número de ramas y su área basal). 
La susceptibilidad de los ensamblajes de especies residentes y migratorias 
a los cambios en los atributos estructurales de la vegetación secundaria es 
esperada, de acuerdo con la “hipótesis de la heterogeneidad del hábitat” (Tews et 
al., 2004), ya que estos cambios determinan variaciones importantes en el grado 
de heterogeneidad del hábitat y con esto en el número de nichos disponibles y en 
 
48 
 
la diversidad de formas en que las aves emplean los recursos (ej. alimento y 
refugios) (ver, Zanette et al., 2000; Lindell et al., 2004; Báldi, 2008). Se ha visto 
que en la mayoría de los hábitats, las comunidades de plantas determinan la 
estructura física del ambiente, teniendo una marcada influencia en la distribución e 
interacciones de las especies de animales (Lawton, 1983). En el caso de las aves, 
esta hipótesis fue por primera vez enunciada por MacArthur y MacArthur en 1961, 
quienes encontraron evidencia de que, más que la composición específica, era la 
estructura física de las comunidades de plantas la que tenía un efecto más notorio 
sobre las comunidades de aves. 
Cabe señalar que, en el caso particular de las especies residentes, los 
cambios a escala de paisaje en la cobertura de bosque seco y de la vegetación 
riparia, también tuvieron un efecto importante. Esto puede deberse a que cambios 
significativos en la cobertura de la vegetación pueden determinar: 1) cambios en el 
grado de heterogeneidad del hábitat, 2) variaciones significativas en la 
disponibilidad de recursos (tróficos y refugios), 3) variaciones en los tamaños 
poblaciones de las especies de aves y con ello en su probabilidad de extinción 
(Hanski, 1999; Carrara et al., 2015). 
Escalas espaciales relevantes para la respuesta de las comunidades 
de aves y factores modulando dicha respuesta. 
 
En este tipo de estudios, una pregunta relevante tanto en términos ecológicos 
como en términos de conservación, sería ¿Cuál es la escala espacial a la que las 
 
49 
 
comunidades de aves responden más a la variación en los atributos del hábitat? 
Basados en los datos mencionados, podríamos decir que los atributos a escala de 
paisaje afectan principalmente la riqueza de los ensamblajes de aves migratorias y 
la composición de los ensamblajes de aves residentes, en tanto que los atributos 
del hábitat a escala local estarían afectando principalmente la composición de 
ambos tipos de ensamblajes. Es decir, la riqueza y composición de las 
comunidades de aves estarían siendo afectadas por los atributos del hábitat a 
diferentes escalas espaciales y este efecto sería diferente para las aves residentes 
y migratorias. 
En este sentido, es importante notar que hubo cierta consistencia en los 
atributos del hábitat cuya variación estuvo asociada con la variación de la 
composición específica de los ensamblajes (ej. altura de los árboles, área basal 
total de la parcela, área basal promedio de las ramas y porcentaje de cobertura del 
bosque seco). La mayoría de ellos son atributos estructurales del hábitat a escala 
local. Esta consistencia enfatiza la relevancia de los atributos estructurales de la 
vegetación para los ensamblajes de aves y también sugiere que, al menos en los 
bosques secundarios del BTS, estos atributos podrían ser más relevantes que la 
composición específica (sensu Mac Arthur y Mac Arthur, 1961). 
Por supuesto, la marcada estacionalidad de los BTS podría modular la 
respuesta de los ensamblajes de aves a la variación de los atributos mencionados, 
y aunque la duración de nuestro estudio (un año) nos impidió evaluar 
adecuadamente el efecto de la estacionalidad sobre estos ensamblajes, sí 
detectamos, en varios de nuestros sitios, cambios importantes en la riqueza de 
 
50 
 
especies y en la composición específica entre los ensamblajes de aves residentes 
entre la época seca y la época de lluvias. 
Estos cambios estacionales podrían explicarse por los cambios que se 
producen en la vegetación entre estaciones, dando lugar a un marcado patrón 
fenológico y a variaciones en la productividad primaria. Esto, a su vez, ocasionaría 
que las aves residentes enfrenten cambios a lo largo del año en cuanto a: 1) las 
condiciones microclimáticas, 2) la disponibilidad de recursos tróficos (ej. flores, 
frutos y abundancia de consumidores primarios como los insectos) y refugio y 3) la 
disponibilidad de sitios para anidamiento. Todo esto determinaría que algunas 
especies no estén presentes en ciertos sitios, o en toda la región, durante cierta 
época del año (Arizmendi-Arriaga et al., 1990; Martínez-Yrizar et al., 1996; 
Pescador-Rubio et al., 2002). 
Implicaciones para la conservación de las comunidades de aves y de 
los procesos ecológicos en paisajes antropogénicos tropicales 
 
Los resultados obtenidos en este estudio aportan un conocimiento significativo 
acerca de los principales agentes de cambio en los ensamblajes de grupos 
faunísticos que habitan los bosques tropicales secundarios y que juegan un papel 
clave en el funcionamiento de los ecosistemas, como lo son las aves. Esto es 
especialmente importante para sistemas fuertemente amenazados y poco 
estudiados como es el caso de los bosques tropicales secos. 
 
51 
 
Es necesario profundizar más en este tipo de estudios para determinar el 
grado al cual las diferentes especies de aves emplean

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