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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE PEDAGOGÍA LA ESCUELA EN INTERNAMIENTO. LA COMUNIDAD DE TRATAMIENTO ESPECIALIZADO PARA ADOLESCENTES (CTEA) COMO ESPACIO FORMATIVO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PEDAGOGÍA PRESENTA THALÍA NEYRA LUNA DIRECTOR DE TESIS: DR. EUGENIO CAMARENA OCAMPO. FEBRERO, 2015. Lourdes Texto escrito a máquina Ciudad Universitaria, D. F. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A mis padres que me dieron la oportunidad de la vida y de ser en ella lo que mejor he considerado. Por acompañarme y apoyarme en cada etapa. Por el amor dado. Por guiarme, orientarme y darme las armas para seguir siendo. A Juan Carlos, por tejer historias conmigo. Por apoyarme y enseñarme formas de ser en la experiencia de vivir. Por el amor y las horas de risa. Por caminar de la mano en mi formación. A mis colegas que más que compañeros se volvieron amigos incondicionales. Gracias por las aventuras y las largas pláticas Marina, Marcela y Norma. Gracias por las incontables vivencias Francisco. A la Universidad Nacional Autónoma de México por ser uno de los mayores pilares de mi formación. Al Doctor Eugenio por la enseñanza, no sólo como profesor sino como formador. Por el apoyo a mi trabajo. Porque su ayuda no sólo se dio en el aula de clases. A mis sinodales que me permitieron hacer real este deseo. ÍNDICE Introducción La necesidad de explorar nuevos campos: el encierro como espacio educativo La etnografía como método de investigación y análisis Guardias, registros y rejas. Implicaciones de la investigación 1 1 3 9 Capítulo 1. La Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes (CTEA): Un espacio de escolarización en situación de internamiento 14 1.1 La CTEA: El internamiento como método de formación 16 1.2 Contextos de encierro: Implicaciones de lo cotidiano 21 1.2.1 La maestra: De la insignificancia a la figura de autoridad 1.2.1.1 Enseñante 1.2.1.2 Autoridad 1.2.1.3 Apoyo académico 1.2.1.4 Amiga 1.2.1.5 Maestra “nada más” 1.2.1.6 Nada 1.2.1.7 Profesional 24 25 27 29 30 30 31 32 1.2.2 La coexistencia con los pares 34 Capítulo 2. El por qué y el quién. Los significados de la escuela y del estudiante 45 2.1 Obligación y superación. Apropiaciones de la escolarización 2.1.1 Gusto 2.1.2 Distracción 2.1.3 Beneficio 2.1.4 Aprendizaje 2.1.5 Certificación 2.1.6 Esfuerzo 2.1.7 Normatividad 47 48 50 51 54 54 55 57 2.2 De la nada al esfuerzo. Implicaciones de la práctica escolar 59 Capítulo 3. La escuela en internamiento ¿para qué? 68 3.1 El saber más y el ser alguien. Utilidades de lo aprendido 3.1.1 Mayores conocimientos 3.1.2 Preparación a partir del internamiento 70 71 72 3.1.3 Logro académico 3.1.4 Uso en la vida diaria 3.1.5 Proyectos futuros 3.1.6 Empleo 3.1.7 Ser algo 74 74 76 77 79 3.2. De igualdades y superioridades. Valoraciones de la posición propia ante los demás 3.2.1 Superación 3.2.2 Ser mejor 3.2.3 Mejor preparación 3.2.4 Mayores oportunidades 3.2.5. Mayor interés 3.2.6. Sin diferenciación 81 82 84 86 87 89 90 3.3 El resultado final: La certificación 3.3.1 Logro 3.3.2 Cambio 3.3.3 Aval 3.2.4 Superación 3.3.5 Nulidad 92 93 95 96 98 99 3.4 Visualización de escenarios futuros. Los usos del “papel” 100 Capítulo 4. Los cambios en el aquí y ahora. El presente visto desde la óptica del pasado 107 Reflexiones finales 119 Fuentes consultadas 127 1 INTRODUCCIÓN LA NECESIDAD DE EXPLORAR NUEVOS CAMPOS: EL ENCIERRO COMO ESPACIO EDUCATIVO La educación, vista desde el ámbito académico, ha sido estudiada desde diversos campos de la Pedagogía en busca de un reconocimiento de las prácticas escolares que permita identificar patrones y didácticas presentes en el quehacer del docente, así como su asimilación por los sujetos a los que van dirigidas, es decir, por los alumnos. Sin embargo, se ha favorecido el estudio en torno al profesor, al alumno y a las experiencias dadas en la escuela regular, es decir, aquella que atiende a una población cuyas características cumplen con un cierto perfil determinado para cada uno de los niveles educativos, el cual está directamente relacionado con los contenidos y las formas de abordarlos, y que además establece los límites de rangos de edad que cada individuo debe tener para poder ingresar a ella, así como los tiempos en los que los distintos grados escolares deben ser cursados y aprobados. Las instituciones con estas características concentran al grueso de la población estudiantil y responden a la forma regular, definida como escolarizada,1 de cursar los niveles del Sistema Educativo Nacional (SEN). Ante esta realidad, otra manera de llevar a cabo un proceso formativo, mediante la acreditación de los mismos niveles educativos que en el sistema escolarizado –pero con otros métodos y reglamentos– es la Educación para Adultos, pero este tipo de aproximaciones es poco estudiado en comparación con las muchas investigaciones que se tienen sobre la vida escolar desarrollada en las aulas regulares. La Educación para Adultos es definida como el “…proceso educativo que proporciona alfabetización, instrucción primaria, secundaria y capacitación para el trabajo a personas de 1 En cuanto a este servicio educativo “…está destinado a proporcionar educación mediante la atención a grupos de alumnos que concurren diariamente a un centro educativo de acuerdo con el calendario educativo oficial.” OEI. Objetivos y estructura del Sistema Educativo Mexicano. 2 15 años y más, principalmente por medio de sistemas de educación abierta…”.2 Esta modalidad de formación académica puede ser insertada en diversos contextos que, sin ser la edificación común de una escuela, propician el desarrollo de conocimientos y habilidades en el alumno. En el caso de este trabajo, la instrucción que se tiene como punto focal de estudio es la sucedida en un centro de internamiento para adolescentes, a saber, la Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes (CTEA). El estudio realizado del que se habla en este trabajo tuvo lugar en un centro penitenciario en el que se encuentran recluidos adolescentes que cumplen una condena por haber sido dictaminados culpables de algún delito. La elección de este tema se fundamenta, primeramente, en lo referido al principio de este texto, es decir, la escasa investigación que se tiene sobre experiencias escolares vividas fuera de la llamada educación escolarizada. Por otra parte, la vida en reclusión –y la escuela dentro de ella– representan un campo que, además de las problemáticas comunes que se observan en la vida escolar, concentra una serie de dificultades y situaciones peculiares que la definen y la identifican como una experiencia desarrollada en el marco de un ambiente violento, rechazado, aislado y poco visible ante los ojos de la sociedad. Así pues, el proceso educativo llevado a cabo en una institucióncarcelaria es en sí mismo objeto de estudio con grandes posibilidades de intervención pedagógica y, sobre todo, con grandes demandas de ser escuchado, observado, conocido y, se espera, comprendido. Parto, entonces, de una inquietud3 por conocer aquel sector de la población que ha sido rechazado y señalado por consecuencia de sus actos y del cual se ha exigido su aislamiento por medio de la privación de la libertad. En específico, la práctica que interesa a esta investigación es la que se relaciona con el proceso de aprendizaje y de acreditación dentro de las posibilidades educativas de la institución. 2 Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas. La estructura del sistema educativo Mexicano. 3 Inquietud que parte de la curiosidad, que se manifiesta como “…un deseo de saber: en este caso, de conocer las opiniones y las percepciones que las personas tienen de los hechos, oír sus historias y descubrir sentimientos. Esta es la fuerza motivadora, y tiene que haber un motivo desencadenante que impulse a los investigadores a apoderarse y dominar las múltiples dificultades que se presentan…” WOODS, Peter. La escuela por dentro. La etnografía en la investigación educativa, 1987. p. 79. 3 Por lo anterior, el objetivo de este trabajo es: conocer el sentido que el proceso de certificación escolar tiene para los adolescentes internados en la CTEA. Una vez definido el eje principal que orienta la búsqueda de respuestas, interpretado como la inquietud de la que parte este trabajo, se vuelve necesario dar a conocer cuál fue el método que fungió como posibilitador para satisfacer dicha tarea. LA ETNOGRAFÍA COMO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS Teniendo como base la necesidad de conocer un grupo de la sociedad, identificado como el sector en el que se incluyen aquellos adolescentes que han cometido algún tipo de delito y han sido internados para cumplir una condena, se requiere una metodología que permita, por sus características, llegar a la meta planteada en páginas anteriores, apegándose a la investigación social enfocada al conocimiento de prácticas cotidianas y que posibilite el acercamiento “cara a cara”4 entre quien asume el papel del investigador y los integrantes de la población objetivo. Por consiguiente, este trabajo se llevó a cabo mediante una investigación de corte cualitativo utilizando el método etnográfico, el cual tiene como objetivo conocer el sentido de las prácticas cotidianas que un grupo determinado tiene, a partir de la observación, la escucha y el análisis de los datos recogidos. En otras palabras, la etnografía trabaja a partir de datos empíricos que se obtienen de la relación directa entre el investigador y la población observada, es decir, gracias a la ya mencionada situación cara a cara. En este sentido, …el etnógrafo es, a un tiempo, su propio cronista e historiador; sus fuentes son, pues, sin duda, de fácil accesibilidad pero también resultan sumamente evasivas y complejas, ya que no radican tanto en 4 En una situación en que dos, o más sujetos, se encuentran cara a cara “…el otro se aparece como un presente vívido que ambos compartimos. Sé que en el mismo presente vívido yo me le presentó a él. Mi ‘aquí y ahora’ y el suyo gravitan continuamente uno sobre el otro, en tanto dure la situación ‘cara a cara’. El resultado es un intercambio continuo entre mi expresividad y la suya…” BERGER, Peter y Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad, 2011. p. 44. 4 documentos de tipo estable, materiales, como en el comportamiento y los recuerdos de seres vivientes…5 Por lo tanto, el etnógrafo trabaja con relatos que él mismo obtiene y que, en la mayoría de los casos, él propicia y a partir de ellos genera un análisis que le permite comprender el sentido de las prácticas que está investigando. De acuerdo con lo anterior, la etnografía es una exploración acerca del hombre por el hombre. Es decir, se trata de una investigación realizada gracias al adentramiento del hombre, en este caso el etnógrafo, en un grupo determinado, constituido también por hombres, con el fin de conocer el por qué de sus prácticas a partir de la observación y el análisis de las mismas, para lo cual el etnógrafo se vale de recursos que le permiten adentrarse a la vida de una comunidad ajena a él con el fin de obtener datos empíricos que le proporcionen una visión amplia del grupo al que se ha insertado6. Así pues, el trabajo etnográfico se inicia con el interés por el hombre mismo a través de sus prácticas y de la multiplicidad de formas de existir en el mundo.7 Por otro lado, el relato se presenta como el elemento vital que permite el conocimiento de una cierta cultura, a interés de este trabajo la población reclusa en su papel de estudiante, a través de las experiencias narradas por los actores mismos que las han vivido y que las llevan a cabo. Es entonces que la información recabada proviene del lugar y los actores mismos que se circunscriben en la práctica observada. Ahora bien, ¿cómo conseguir la participación de los sujetos observados en tanto obtención de relatos? Uno de los recursos utilizados es la entrevista, la cual constituye el instrumento 5 MALINOWSKY, Bronislaw. Los argonautas del Pacífico Occidental, 1975. p. 21. 6 “…observar lo corriente en lugares en que esto asume formas no habituales muestra no, como a menudo se ha pretendido, la arbitrariedad de la conducta humana […], sino la medida en que su significación varía según el esquema de vida que lo informa. Comprender la cultura de un pueblo supone captar su carácter normal sin reducir su particularidad […] Dicha comprensión los hace accesibles [a los sujetos, a los grupos], los coloca en el marco de sus propias trivialidades y disipa su opacidad…”. GEERTZ, Clifford. “Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”. En La interpretación de las culturas, 1992. 7 “…las posibles particularidades del hombre no deben disminuir, sino más bien incrementar, el interés por sus modos de ser, aunque sea sólo porque éstos puedan remover o falsificar las concepciones generales acerca del Ser recopiladas en otros terrenos…” CASTORIADIS, Cornelius. “El campo de lo social histórico”. En Ciudadanos sin brújula, 2005. p. 13. 5 principal de esta investigación. En efecto, la entrevista está constituida por un guion semiestructurado de preguntas abiertas que apuntalan hacia el tema eje de este trabajo, es decir, hacia el conocimiento de los significados que tiene la práctica educativa-escolar para quien la vive; en el caso específico de este trabajo, desde el rol del estudiante-recluso. Al guion se le denomina semiestructurado porque, si bien contiene preguntas ya pensadas con anticipación, el orden de éstas puede variar de acuerdo al desarrollo de la entrevista e, inclusive, pueden añadirse más cuestionamientos en el transcurso de la misma como resultado de narraciones que abran paso a puntos importantes no contemplados o como estrategia para esclarecer respuestas confusas o con poca profundidad. Así pues, el guion sirve como guía para orientar la narración del entrevistado.8 Por otra parte, en la entrevista se utilizan preguntas abiertas porque éstas permiten al entrevistador tener “…amplia libertad […] para sus intervenciones, permitiéndose toda la flexibilidad necesaria en cada caso particular. [Esto posibilita además] una investigación más amplia y profunda de la personalidad del entrevistado…”9 Es así que el entrevistador no se limita a una estructura rígida de preguntas cerradas ni inamovibles, sino, por el contrario, tiene la libertad de ordenar su propio guion a partir de la dinámica generada entre él yel sujeto de observación. Así mismo, se genera un diálogo más abierto que enriquece las narraciones y aporta un mayor número de experiencias y significados de las mismas. Como producto de esto, el entrevistado se encuentra ante interrogantes, lanzadas por el entrevistador, que le demandan una reflexión más profunda acerca de su propia historia, es así que “…el relato produce un retorno de uno mismo a uno mismo por la mediación del otro…”10 Por consiguiente, la entrevista ha de pensarse de manera cautelosa cuidando, por una parte, el direccionamiento correcto de las preguntas en relación con lo que se quiere conocer y, por otra parte, se debe verificar que las formas en que se expresan las mismas no resulten incómodas para quién va a contestarlas. En este sentido debe cuidarse “…no formular 8 Véase WOODS, Peter. Op. Cit. pp. 92, 93. 9 BLEGER, José. Temas de psicología, 1985. p. 10. 10 DE CERTEAU, Michel. La escritura de la historia, 1985. p. 208. 6 preguntas íntimas ni intimidantes…”11 De acuerdo con lo referido, el guion diseñado para la presente investigación es el siguiente: DATOS GENERALES Edad: Tiempo de la medida:12 Tiempo cumplido de la medida: PREGUNTAS 1. ¿Por qué asistes a clases? 2. ¿Crees que es de utilidad lo que aprendes? ¿Para qué? 3. ¿Qué implica ser estudiante? 4. Con relación a la formación que has tenido dentro de la Comunidad ¿crees que ha habido algún cambio en ti desde el día en que ingresaste hasta el día de hoy? 5. ¿Cómo es la relación con tus compañeros de clase? 6. ¿Qué representa para ti la asesora? 7. Con relación al logro de tu certificación ¿qué planes tienes a futuro fuera de la Comunidad? 8. ¿Qué posición crees que adquieres al certificarte en comparación con tus compañeros que no lo hacen? 9. ¿Qué significa para ti certificarte? Ahora bien, cada pregunta busca desentrañar significados que forman parte de la totalidad que se desea conocer. Es decir, con cada interrogante se busca indagar un elemento particular que se incluye en el todo del objeto de estudio. El fenómeno educativo-escolar en reclusión, para efectos de este trabajo, es deconstruido en 3 ejes principales que son abordados en las preguntas que se plantean y se categorizan de la siguiente manera: alumno; coexistencias alumno-docente, alumno-alumno; y apropiaciones de la vida escolar. 11 WOODS, Peter. Op. Cit. p. 91. 12 La medida es el tiempo en años, meses y días que deberán cumplir en internamiento, es decir, corresponde a la duración de la condena. 7 El primer eje plantea cómo es que se concibe la figura del alumno desde la mirada del actor mismo que cumple este rol y cómo es que, a partir de ello, configura una serie de atributos que asigna a su propio quehacer como educando. El segundo eje corresponde a las coexistencias alumno-docente, alumno-alumno, y manifiestan cómo es que se dan las relaciones entre estos personajes durante las horas dedicadas al estudio y cómo es que éstas se ven afectadas por el lugar en que se inscriben cada uno de los participantes del proceso. Esto responde a la necesidad de contextualizar el fenómeno estudiado, abarcando espacios que van más allá de la figura aislada del recluso entrevistado desde su singularidad.13 El tercer eje corresponde a las apropiaciones de la vida escolar y comprende todo aquello referente a la práctica del proceso educativo, a saber, la causalidad de la integración a la vida escolar, la utilidad de ésta, las planificaciones futuras –gracias a los logros académicos obtenidos– y, finalmente, cambios generados a partir de la estadía en la CTEA, entendidos éstos como transformación. Estos tres ejes permiten la comprensión del objeto de estudio e intentan dar una explicación amplia de lo que éste significa a partir de los relatos recabados en cada entrevista. Así pues, se describe a continuación, en cuanto a características generales, la población entrevistada. Se realizaron entrevistas a un total de 21 adolescentes reclusos cuyas edades oscilan entre los 17 y 19 años14 y cuyos tiempos de condena van de los 9 meses 11 días a los 5 años. Con respecto al tiempo que llevan cumpliendo su medida, se sitúan en un rango de los 8 meses a los 3 años. El periodo de obtención de datos empíricos fue de 2 meses aproximadamente y cada adolescente fue entrevistado una vez. 13 Sobre la necesidad de situar al sujeto en su propio contexto para ser analizado Peter Woods menciona “…en el trabajo interpretativo no hay significados absolutos separados de todo contexto social, de modo que necesitamos saber algo acerca del contexto para captar el sentido de lo que en él se expresa…” WOODS, Peter. Op. Cit. p. 89. 14 Aunque la CTEA es el centro penitenciario destinado a los infractores menores de edad, este requisito es necesario únicamente en el momento de la captura del mismo, por lo que una vez ingresado a la institución el adolescente puede adquirir la mayoría de edad y no debe ser enviado, bajo ninguna circunstancia, a penales destinados a adultos. 8 Cada relato se encuentra citado con una nota a pie de página, conformada por un código como el siguiente: A12P5pp1 En cuanto a las letras, debe entenderse por A=Adolescente; P=Pregunta; y pp=Página. Los números que se sitúan a la derecha de cada letra corresponden al número de adolescente en cuanto al orden en que fueron entrevistados; número de pregunta dentro del guion; y número de página dentro del total que conforma cada entrevista. Todas las entrevistas se realizaron dentro de la institución con una aplicación de 2 a 3 por día dependiendo de la disponibilidad de los entrevistados. Debido a la normatividad de la institución, las entrevistas no pudieron ser grabadas en ningún dispositivo por lo que fueron transcritas en el momento mismo en que el adolescente narraba su respuesta. Así mismo, la elección de sujetos no fue propia ni arbitraria, sino que estuvo basada en un listado creado por personal mismo de la CTEA. Durante el proceso de obtención de datos empíricos fue necesario el uso de una bata blanca que sirvió como uniforme para identificar, ante los adolescentes, que quien hacía las preguntas era parte de una población que se encontraba en una jerarquía mayor a la que representaban ellos. Esto encuentra su sentido en el hecho de que todo el personal, a excepción de los jefes de unidad, debe portar la misma indumentaria al estar en contacto con los adolescentes. El uniforme, entonces, se presenta como sinónimo de autoridad, jerarquía que está presente en todo momento en la dinámica de la institución.15 El impacto que esto tuvo comprobó los significados apropiados que se tienen acerca del uso de esta prenda, pues, aun cuando la convivencia con algunos adolescentes fue sólo de un día, éstos identificaron una figura de autoridad relacionada con el personal que se encuentra a cargo de las asesorías escolares, de tal modo que se dirigían a mi como “asesora” o formulaban preguntas como ¿ya vas a trabajar aquí? En este sentido, fue por medio de una 15 Vid Infra capítulo 1. 9 indumentaria que se conocieron códigos establecidos entre la población reclusa y el personal que trabaja con ellos. Por otra parte, cada entrevistado debía ser buscado personalmente en su sección con mediación de los guías16 y, una vez extraído de la zona de dormitorios, debía registrarse en la bitácora de salidas. Así mismo, mientras se realizaba este requisito, personal de seguridad llevaba a cabo un proceso de revisión para garantizar que el adolescente no portaba ningún tipo de objeto. Una vez cumplido esto, se trasladaban hacia el jardín de la institución en el cual se encontrabanalgunas bancas. Al llegar a este espacio se le preguntaba al adolescente en cual deseaba sentarse para sentirse más cómodo durante la entrevista. Una vez terminada la misma se repetían los procesos de revisión y de registro, en estos casos, de entrada. El adolescente regresaba personalmente a su sección y enseguida llegaba el próximo entrevistado, una vez que había sido llamado por los guías. Los procesos de revisión no eran exclusivos de los adolescentes, sino que yo misma debía pasar por ellos desde la llegada a la institución y nuevamente cuando ingresaba a la zona en que los internos se encontraban. Una breve descripción de este proceso es narrada a continuación. GUARDIAS, REGISTROS Y REJAS. IMPLICACIONES DE LA INVESTIGACIÓN Para conocer el proceso de obtención de relatos será necesario imaginar el siguiente recorrido. El ingreso a la CTEA iniciaba por la puerta principal que conecta el interior de la institución con la calle. En este caso, un portal de color ocre rojo era el primer umbral que debía traspasarse. Una vez dentro, se llevaba a cabo un primer registro en la bitácora de entradas y debían dejarse guardados en este sitio teléfonos móviles. El recorrido continuaba hacia la caseta de recepción; en ésta se hacía un nuevo registro en la bitácora y se entregaba un gafete que debía portarse siempre durante la estancia en el lugar. En este espacio se dejaban guardadas en la paquetería todas las pertenencias que se portaran y sólo quedaban 16 Los guías son los encargados de la seguridad dentro del centro penitenciario. 10 fuera aquellas herramientas que fueran necesarias y que eran aceptadas como objetos permitidos por la institución, los cuales se limitaban a una libreta de apuntes y una pluma, artículos que eran examinados para corroborar que no llevaran nada dentro. Una vez hecho esto, el camino seguía hacia una puerta de detección de metales y se continuaba el recorrido por un pasillo en donde una de las paredes se conformaba de un vidrio polarizado, desde el cual no se podía ver hacia el interior. El pasillo guiaba hacia las cabinas de inspección en donde una guía llevaba a cabo una revisión física para asegurar que no se portaba ningún tipo de objeto oculto. Una vez que se realizaba este procedimiento, se salía de la caseta por una primera puerta y se encaminaban los pasos hacia una segunda que estaba articulada por rejas. El camino seguía y en el piso podían verse huellas de pie humano pintadas con colores que dirigían a lo que sería la próxima puerta por traspasar. Llegado a este punto, se entraba al jardín, el cual servía como espacio para las visitas de los internos o para pláticas entre el personal y el adolescente. La próxima parada era el edificio directivo, 25 pasos al frente 20 a la derecha. Llegado a éste se solicitaba la apertura de otra puerta igualmente configurada por rejas. La entrada comenzaba con escaleras, las cuales debían subirse para dirigirse al departamento de Jefatura de Pedagogía e informar la llegada y el inicio del trabajo del día. Una vez hecho esto, se descendía y se traspasaba nuevamente aquel conjunto de barras verticales. 10 pasos a la izquierda y comenzaba un nuevo registro, esta vez para permitir el acceso a la zona en que los reclusos cohabitaban. Una revisión más realizada por medio de un detector de metal y la reja se abría. Un pasillo de aproximadamente 8 metros recorría uno de los patios en donde podía verse, algunas veces, un número reducido de internos, así mismo, del lado izquierdo se hacía visible un pequeño cuarto al que eran enviados los reclusos que tenían mal comportamiento. Una reja más, un pasillo nuevo con poca iluminación, al final de éste, la última reja por atravesar. El espacio al que se ingresaba no superaba las proporciones de poco más de un metro de ancho y dos de largo, dos de sus paredes eran de cemento y otras dos, una frente a otra estaban conformadas por más rejas. Ahí se encontraban de 2 a 3 guías, los cuales llamaban al interno que se requería del listado. La composición de este sitio creaba el aspecto de “…una 11 cárcel aparte, una cárcel para carceleros, una cárcel dentro de la cárcel…”17 Mientras se esperaba a que el recluso acudiera, un conjunto de adolescentes se conglomeraba en la reja que daba hacia sus patios y platicaban con los guías o lanzaban preguntas hacia mí como ¿por qué estás aquí?, ¿yo no estoy en tu lista?, ¿cuándo me vas a entrevistar? Preguntas como estas últimas dejaban ver su deseo por salir del patio aun cuando no supieran a ciencia cierta cuál era el trabajo que estaba realizando ahí. Alguna vez un trio de internos comenzaron a cantar algunas de sus canciones favoritas mientras yo esperaba la llegada de mi entrevistado. Una vez que éste llegaba, en caso de que no estuviera haciendo otras labores ni se encontrara en clases o taller, era extraído y registrado en la bitácora de los guías. Después de esto se comenzaba el recorrido ya mencionado para dar inicio a las entrevistas. A grandes rasgos esto fue lo que viví durante cada uno de los días en que hice recolección de relatos, los cuales dieron, uno a uno, sentido a esta investigación. En cuanto a los trabajos que sirvieron como soporte a esta etnografía se encuentran los siguientes: la principal obra consultada que aborda el tema penitenciario desde un ámbito histórico y de análisis de sentidos es el texto de Michel Foucault, Vigilar y castigar, en el cual se ofrece una serie de descripciones e interpretaciones acerca de lo que ha implicado la experiencia carcelaria desde el siglo XIX y cuya vigencia puede encontrarse, en ciertos niveles, aun en nuestro sistema penitenciario. Aspectos como el establecimiento de una categorización del criminal impuesta por la sociedad, implicaciones de la vida reclusa, justificaciones de la pena, en tanto medida de coerción, y relaciones de poder, son abordados de manera clara en las letras de este escrito. Por otra parte, se encuentran los trabajos realizados por Francisco Scarfó, como El rol de la educación para los/as jóvenes menores de 18 años privados/as de su libertad; El rol del educador de adultos en cárceles; La educación pública en los establecimientos penitenciarios en Latinoamérica: Garantía de una igualdad sustantiva. En todos ellos se aborda el tema de la reclusión vista desde el campo educativo en tanto derechos humanos y posibilidades de readaptación, así como las 17 REVUELTAS, José. El apando, 2012. p. 40. 12 implicaciones que esto tiene en la vida de los reclusos. Así mismo, se encuentra el artículo La educación en contextos de encierro de Gladys Blazich, en el cual se aborda la cotidianidad de la vida en internamiento y cómo es que esto deriva en la masificación de individuos; además, se indaga sobre los alcances de la educación carcelaria y se plantean preguntas directamente relacionadas con el objetivo de este trabajo, tales como ¿qué significado tiene para los internos ser alumnos dentro de una institución penitenciaria?, ¿qué valor asume la educación como derecho, cuando se ha privado del mismo y hoy se transforma en el único que pueden ejercer? Una vez mostrados los textos que permitieron una mayor comprensión del tema, procedo a la descripción de los apartados que articulan este trabajo. ESTRUCTURA DEL TEXTO El trabajo se encuentra conformado por 4 capítulos ordenados de la siguiente manera: CAPÍTULO 1. LA COMUNIDAD DE TRATAMIENTO ESPECIALIZADO PARA ADOLESCENTES (CTEA): UN ESPACIO DE ESCOLARIZACIÓN EN SITUACIÓN DE INTERNAMIENTO El capítulo que inicia esta investigación ofrece, en primera instancia, la descripción del proceso de juicio que todo adolescente internado en la CTEA vive previo a su ingreso y durante los primeros días de su tratamiento. Posteriora esto, se describe cómo son las relaciones entre el alumno y su docente, y entre sus compañeros de clase, tratando con esto de contextualizar al sujeto situándolo en el espacio en que lleva a cabo su proceso de aprendizaje junto a aquellas personas con las que coexiste durante el mismo. CAPÍTULO 2. EL POR QUÉ Y EL QUIÉN. LOS SIGNIFICADOS DE LA ESCUELA Y DEL ESTUDIANTE Este capítulo delimita el estudio a conocer: ¿por qué los internos deciden asistir a clases?, es decir, busca aproximarse al sentido que los adolescentes asignan a su práctica de estudio. Así, se presentan las diversas respuestas que cada uno narra y que justifican su 13 decisión de llevar a cabo su formación escolar. En un segundo momento, se presentan las cualidades que los internos creen necesarias para asumir el rol de estudiante, dejando ver atributos que conforman su personalidad, al menos, durante el tiempo dedicado a la acreditación de materias. CAPÍTULO 3. LA ESCUELA EN INTERNAMIENTO ¿PARA QUÉ? El capítulo tiene como tema central, primeramente, conocer qué utilidad encuentran los adolescentes en su práctica como estudiantes y en los conocimientos que en ella desarrollan. Después de ello se abordará, de acuerdo con la utilidad expresada, qué lugar creen que adquieren al insertarse en un proceso educativo y lograr su certificación en relación con aquellos sujetos que no cumplen con esa misma cualidad. Como resultado de lo hasta entonces plasmado, se adentrará a un tercer tema, el cual se refiere al sentido que dan los adolescentes a su propia certificación; por consiguiente, se mostrarán las respuestas que dan a la pregunta ¿qué significa para ti certificarte? Por último, se hará un recorrido por las distintas visualizaciones que hacen acerca de su vida, partiendo de sus logros académicos, situándolas principalmente en su futura puesta en libertad. CAPÍTULO 4. LOS CAMBIOS EN EL AQUÍ Y AHORA. EL PRESENTE VISTO DESDE LA ÓPTICA DEL PASADO El capítulo que cierra el análisis de los relatos tiene como punto medular el conocimiento de aquellos cambios generados en los internos a partir de su experiencia en reclusión, entendidos éstos como el proceso de transformación que han sufrido. Las narraciones aquí presentadas permitirán ver hasta qué punto los objetivos de la institución han sido alcanzados. REFLEXIONES FINALES Por último, se muestra un apartado de reflexiones finales que resume aquellas inquietudes que se resolvieron y que dieron paso a la conformación de un posicionamiento ante el hecho de la vida carcelaria que algunos sujetos se ven forzados a experimentar como resultado de las decisiones que han tenido y de los actos que han optado por realizar en algún momento de su vida. 14 CAPÍTULO 1. LA COMUNIDAD DE TRATAMIENTO ESPECIALIZADO PARA ADOLESCENTES (CTEA): UN ESPACIO DE ESCOLARIZACIÓN EN SITUACIÓN DE INTERNAMIENTO La idea de escuela trae a la mente la visualización de un espacio delimitado por cuatro paredes en el que se insertan uno o más edificios constituidos por una cierta cantidad de aulas, destinadas a ser ocupadas como salones de clase, que distribuyen en su interior a la población que a ellas asiste en calidad de estudiantes. Dicha repartición corresponde al grado escolar que cada individuo curse y a un rango de edad establecido en los diversos niveles educativos. Dentro de cada aula se imagina un escritorio, que ocupará un docente, y un conjunto de asientos que corresponda al número de alumnos que cada salón albergará. Dependiendo del grado y nivel educativo que se curse, el aula podrá estar coloreada por diversos adornos acordes con la etapa en que se encuentren los pupilos. En cuanto a los sucesos acontecidos dentro de la escuela, se espera una organización del tiempo dividida en horas de clase y horas de recreación y descanso. Durante el desarrollo de estas actividades se observa a los alumnos coexistir unos con otros, construyendo determinados vínculos y estableciendo una relación de posicionamiento con su figura docente asignada. Una vez terminadas las horas destinadas a la permanencia en la escuela, los alumnos vuelven a sus hogares a cumplir con las diferentes actividades que les demanda su vida diaria. Este pensamiento acerca de la escuela sufre una transmutación al introducirla en un espacio de reclusión, en donde los individuos no son sólo alumnos, sino que también son sujetos privados de la libertad por haber sido dictaminados culpables de un acto delictivo. La escuela, como edificación, se reduce a un par de aulas destinadas al estudio en donde coinciden individuos de edades diversas que comienzan o continúan su escolarización. Los 15 recursos de los que se valen tanto docentes como alumnos son escasos debido a la normatividad misma de la institución en la que predomina el resguardo de la seguridad, razón por la cual se impide o se restringe el ingreso de ciertos objetos que podrían ser destinados al apoyo de la enseñanza y el aprendizaje. Los alumnos que asisten a clases, una vez terminada su jornada escolar, vuelven al espacio que les fue conferido para permanecer gran parte del día y en el que conviven con otros reclusos que representan su círculo socializador más cercano durante su estancia en la institución. El desarrollo del proceso de aprendizaje de cada individuo se ve permeado por las situaciones que se presentan en el cumplimiento de su condena y por las diferentes historias que conforman su biografía, es por ello que para entender el fenómeno educativo suscitado en un espacio carcelario es necesario introducirse a la vida dentro de la institución misma y a los significados que cada individuo ha hecho a partir de su vivencia en ésta, así como a la experiencia adquirida a través del tiempo entendida como su historia de vida. Por lo anterior, este capítulo tiene como objetivo describir los modos en que se conduce la vida diaria de los sujetos reclusos –conociendo cómo éstos impactan en el desarrollo de su escolarización– y constará de dos apartados: el primero de ellos dará referencias sobre el proceso de juicio que tiene cada sujeto así como el tratamiento18 dado a partir de la resolución del juez. Asimismo, se mostrará cuáles son las oportunidades educativas que tiene la población reclusa en cuanto a procesos escolares; el segundo apartado tiene como finalidad mostrar un aspecto de la cotidianidad dentro de la institución estudiada relacionado con el ámbito escolar y se divide en dos subtemas, el primero destinado a conocer qué significado tiene la figura docente para los internos y el segundo relacionado a la convivencia generada con sus compañeros de clases. 18 El término “tratamiento” arroja información acerca de cómo es que se concibe al recluso. De acuerdo con la Real Academia Española (RAE) se entiende por tratamiento el “conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar una enfermedad”. El infractor es visto entonces como aquél que debe ser curado de algún mal, es decir, como un enfermo. 16 Considerando lo anterior, se da comienzo al estudio de la escolarización en el espacio carcelario, delimitado a una institución: La CTEA. 1.1 LA CTEA: EL INTERNAMIENTO COMO MÉTODO DE FORMACIÓN Para comprender el fenómeno educativo sucedido en el contexto de reclusión, en específico en la CTEA, es necesario sumergirse en las acciones y los procesos que se ven inmersos a lo largo de la estadía de los adolescentes en ésta, abarcando desde los hechos previos a su llegada hasta el día mismo de su salida. Para lograr una visión global del proceso de internamiento se describirán, en este primer apartado, las diferentes etapas por las que atraviesa cada adolescente capturado. Es preciso aclarar que la CTEA actúa como parte ejecutora de la resolución dada por un juez, que es quien determina, después de un juicio,si el adolescente es culpable o inocente. De esta manera, la sentencia y el tiempo de condena de cada interno no depende en ningún momento del personal de esta institución. Previo a la sentencia otorgada por el juez, el internamiento se realiza desde el día mismo en que cada individuo es acusado y sometido a un juicio para comprobar su inocencia o culpabilidad. Esta reclusión se lleva a cabo en la Comunidad de Diagnóstico Integral para Adolescentes (CDIA) y tiene una duración máxima de 6 meses, tiempo en el que su proceso legal deberá ser resuelto. Los adolescentes internos de la CDIA que sean declarados como culpables deberán cumplir su condena de reclusión en la CTEA, a excepción de aquellos que sean sometidos a cumplir la condena de manera externa; los adolescentes declarados como inocentes serán puestos en libertad inmediata. La CTEA es entonces quien recibe a todos aquellos menores de edad que han sido dictaminados como culpables, ya sea por delitos menores o mayores, y que, de acuerdo a la 17 deliberación del juez, permanecerán en reclusión en un tiempo de 6 meses a 6 años, dependiendo cada caso.19 Una vez dada la sentencia y con la medida determinada, los adolescentes llegan a la CTEA en donde, el primer día, son recibidos y presentados ante el personal de la institución; se les otorga un “kit” de enseres; y reciben asistencia médica para identificar lesiones físicas o posibles enfermedades por las que deban seguir algún tipo de tratamiento; así mismo, se les brinda información jurídica acerca de los derechos y obligaciones que se harán patentes durante el cumplimiento de su sentencia. Durante los 15 días posteriores al ingreso se realizará, de acuerdo con las características de cada interno establecidas en el expediente proveniente de la CDIA, el Programa Personalizado de Ejecución de la Medida (PPEM), en el que se engloban criterios educativos, psicológicos, sociales y médicos con el fin de crear un tratamiento específico de acuerdo con el perfil del adolescente que abarque todas las necesidades a cubrir, estableciendo las estrategias adecuadas para lograrlo.20 Posterior a la creación del PPEM se realiza el seguimiento de éste a lo largo del cumplimiento de la medida. Durante este tiempo el adolescente recibe terapias familiares e individuales, practica deporte asistido por el profesor de educación física, aprende un oficio por medio del taller que eligió (literatura, carpintería, serigrafía o dibujo) y realiza su proceso de escolarización. De acuerdo con nivel de estudios previos comprobados el interno puede ser alfabetizado, cursar educación básica e incluso ingresar al nivel superior por medio de la modalidad de 19 La variación en la duración de las condenas está determinada por el nivel del delito cometido, en este sentido “…la idea de un mismo castigo no tiene la misma fuerza para todo el mundo: la multa no es temible para el rico, ni la infamia para quien ya ha estado expuesto a la vergüenza. La nocividad de un delito y su valor de inducción no son los mismos según el estatuto del infractor…” FOUCAULT, Michel. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, 2009. p. 113. 20 El tratamiento personalizado responde a que “…puesto que el castigo debe impedir la reincidencia, es forzoso que tenga en cuenta lo que es el criminal en su naturaleza profunda, el grado presumible de su perversidad, la cualidad intrínseca de su voluntad [Es así que] a la necesidad de una clasificación paralela de los crímenes y de los castigos [se suma] la de una individualización de las penas conforme a los caracteres singulares de cada delincuente…” Ibídem. p. 114. 18 educación en línea. Todos los niveles culminados son certificados por la Secretaría de Educación Pública (SEP). Los niveles de estudios cursados, a excepción de la educación superior, se logran gracias al acompañamiento y enseñanza del personal pedagógico de la institución, quienes concentran a internos en pequeños grupos y les proporcionan apoyo en el estudio de guías que deben resolver previo a los exámenes. Estas profesionales llevan el título de asesoras y representan el papel de docentes. La manera en que cada adolescente puede acreditar un grado escolar es obteniendo el promedio suficiente en las pruebas aplicadas por el personal del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), el cual es ajeno a la CTEA. La duración de las clases varía de acuerdo con el número y características de los alumnos y, aunque es una obligación asistir a ellas, puede ocurrir ausentismo debido a que es en los internos en donde recae la decisión de asistir o no, no obstante, cada semana se hace llegar al juez un resumen de la conducta de cada adolescente, incluyendo los progresos escolares, emocionales y sociales que ha tenido y que podrían beneficiarle en la reducción del tiempo establecido de su medida. De esta manera, la escuela tiene un beneficio extra para los internos, ya que significa una oportunidad para aminorar el tiempo de condena en caso de lograr acreditar un grado o nivel escolar. Esta resolución será dada por el juez a cargo quien deliberará de acuerdo a la evaluación y los informes hechos por los profesionistas de la CTEA y declarará si el adolescente ha cumplido con los requisitos necesarios para disminuir su medida. Además de esto, la asistencia a clases se vuelve una condicionante para tener acceso a beneficios de carácter socializador tales como derecho a recibir visitas u oportunidad de realizar llamadas telefónicas. Las fases y características antes mencionadas forman la estructura del tratamiento que llevará cada interno cuyo objetivo es lograr la reinserción social del mismo, es por ello que se pretende brindar la atención integral necesaria que le permita mejorar su salud física, mental 19 y emocional, adquiriendo además habilidades básicas para su futuro desenvolvimiento laboral. De acuerdo con lo anterior, el sujeto, una vez inserto en la CTEA, confirma una cualidad adquirida desde el momento mismo del dictamen de su sentencia: criminal.21 El asumo de este calificativo es realizado por los adolescentes mismos que se identifican22 y buscan, en algunos casos, llevar dicha etiqueta por el resto de sus días. Para tal acto, los internos han construido un símbolo de identidad, expresado de manera física, que los muestra como delincuentes ante ellos mismos y ante el resto de la sociedad. Este símbolo lleva el nombre de “charrascada corregenda”23 y consiste en una cicatriz de tres líneas paralelas hechas sobre la piel en alguna parte del cuerpo. Sobre esto un recluso relata: A24: Aquí, quieras o no, si te marcas, luego hasta tu solito, de que estuviste en la corre. ¿Sí sabías que antes aquí se le decía “la corre”, no? […] Pues aquí ya hasta nosotros nos marcamos con las charrascadas corregendas, por ejemplo, ¿ves ese chavo que está allá jugando? ¿Ya viste cómo tiene su brazo marcado? […] Pues el sólito quiso hacerse la charrascada y eso ya te identifica de que estuviste aquí, para que cuando salgas sepan, yo hasta me arrepiento a veces de habérmela hecho porque allá afuera todos saben que si la traes es porque estuviste en la corre y se dan tinta de que eres la lacra, luego hasta los polis te ven con la charrascada y hasta te dicen “revisión”. Sí me arrepiento, yo me la hice en la pierna. Aquí están bien locos y pues ya se las hacen para marcarse, pero yo si me arrepiento. E25: ¿Por qué aceptaste? A: Porque ya estás loco, se la estaba haciendo un amigo en el brazo y pues ya dije “pues de una vez, aquí en la pierna” pero sí me arrepiento, 21 “El delincuente designado como enemigo de todos, y que todos tienen interés en perseguir […] se descalifica como ciudadano y surge como portador de un fragmento salvajede la naturaleza; aparece como el malvado, el monstruo, el loco quizá, el enfermo y pronto el ‘anormal’…” FOUCAULT, Michel. Op. Cit. p. 117. 22 Identificación entendida como “…un proceso psicológico mediante el cual el sujeto transfiere o asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se transforma sobre el modelo de éste…” CAMARENA, Eugenio. Investigación y pedagogía, 2006. p. 244. 23 La denominación “corregenda” tiene su origen en la historicidad de la institución, la cual, antes de adquirir el título de Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes (CTEA) llevaba el nombre de “Escuela Correccional para Varones”, conocida por los reclusos y alguna población como “la corre”. 24 Por A entiéndase Adolescente. 25 Por E entiéndase Entrevistadora. 20 pues mira […] me tardó como 10 días en dejar de sangrar, yo sentía que ya me estaba muriendo desangrado. E: ¿Con qué te la hiciste? A: Con una navaja, ¿si has visto que los rastrillos traen arriba 3 navajas? Pues le quité una y con esa.26 En este sentido, el adolescente, identificado con la vida delincuente, busca plasmar físicamente el símbolo que cuenta una parte de su historia y que lo ubica dentro de un sector perfectamente delimitado. El interno adquiere, con la hechura de la “charrascada”, un sentido de pertenencia que lo inserta en una comunidad en donde quienes la integran comparten el modo delictivo como forma de vida en una parte de su existencia. Es entonces que el sujeto es recluido bajo la etiqueta de criminal y él mismo se define como tal ante los demás, una vez ingresado a la CTEA. Los adolescentes buscan su propia señalización, la cual, aún fuera de la reclusión, les permita reconocerse como pertenecientes a la población que una vez vivió en encierro. Bajo esta tipificación social es que los internos se ven sometidos a un tratamiento que busca la reorientación de sus vidas y la resignificación de diversos componentes que estructuran la vida en sociedad. La escuela es encontrada como uno de los elementos clave para conseguir la finalidad de la institución y es por ello que, además de constituir un derecho imposible de suprimir, representa un factor imprescindible para la consecución de los planes trazados para cada uno de los adolescentes.27 Este apartado tuvo la finalidad de mostrar a grandes rasgos el funcionamiento actual de la CTEA, incluyendo las fases por las que atraviesa cada individuo que cumple una condena dentro de ella. Si bien puede verse la intencionalidad de lograr la reinserción social no deben perderse de vista los ambientes específicos de los que proviene cada uno de los reclusos, 26 A12pp5 27 En este sentido la escuela es pensada como “…la posibilidad real de gozar de un derecho que permitirá el apropiarse de herramientas favorables al desarrollo integral de la persona, a empoderarse, en definitiva, la posibilidad de constituirse como sujeto de derechos…” SCARFÓ, Francisco. El rol de la educación para los/as jóvenes menores de 18 años privados/as de su libertad. Trabajo de maestría. Universidad Nacional de La Plata, p. 2. 21 pues son las historias de vida las que dan un matiz innegable al modo de ser dentro de la comunidad en donde convergen múltiples pensamientos que se encuentran unidos a una misma cualidad: la inhibición de la libertad. El hecho de pertenecer a un mundo aislado de lo externo es un punto focal para estudiar el fenómeno de las relaciones sociales dentro de la CTEA. Cómo se visualiza al otro depende de las apropiaciones que se hayan formado a lo largo de la vida y esto repercutirá en todo ambiente en que se inserte el sujeto, por ello en el siguiente apartado se abordará el tema de la relación alumno-docente e interno-interno, con el fin de llegar a esclarecer el tipo de ambiente que se extiende por los pasillos de la CTEA. 1.2 CONTEXTOS DE ENCIERRO: IMPLICACIONES DE LO COTIDIANO En este apartado se describirá un primer escenario que permita imaginar la situación diaria que viven los internos en el proceso de cumplimiento de la medida, intentando contextualizar el ambiente en que se desarrollan día con día tanto en la relación creada entre maestra- alumno como en la convivencia diaria con sus pares en su calidad de internos. En este sentido se mostrará un acercamiento a la vida cotidiana28 de los internos que permitirá conocer cómo se desarrolla la cotidianidad en la comunidad de reclusión, para lo cual es importante tener en cuenta el estricto orden en que se llevan a cabo las actividades, pues es éste un elemento que prevalece y da sentido29 al actuar de los adolescentes. De este modo, los pensamientos y acciones que se suscitan en la cotidianidad de la institución30 están limitados por el marco normativo disciplinario. 28 La vida cotidiana se entiende como “…una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subjetivo de un mundo coherente […] que se origina en sus pensamientos y acciones, y que está sustentado como real por éstos…” BERGER y Luckmann. Op. Cit. pp. 35, 34. 29 El concepto de sentido “…se define dentro de un marco de explicitación de vivencias del sujeto, las cuáles se construyen desde el Aquí y el Ahora…”. CAMARENA, Eugenio. Op. Cit. p. 104. 30 Las instituciones “…siempre tienen una historia de la cual son productos […] por el hecho mismo de existir, también controlan el comportamiento humano estableciendo pautas definidas de antemano que lo canalizan en una dirección determinada…”. BERGER y Luckmann. Op. Cit. p. 74. 22 Así pues, los adolescentes se desenvuelven en una rutina en la que cada actividad se realiza en horarios establecidos que se repiten y deben cumplirse todos los días de la semana. Como ejemplo de lo anterior un interno narra un día común en la CTEA: A las 10:00 salgo y hago ejercicio, a las 11:30 me voy a mi taller y ya regreso hasta la hora de la comida a la 1:30 o 2:00; y ya luego a las 4:00 vuelve a ir mi maestro por mí y así.31 La vida dentro de la CTEA vista como una rutina será mencionada por otros adolescentes que ven en su acontecer diario el establecimiento de un existir monótono. En este sentido, además de la privación de la libertad y, como consecuencia de ésta, los reclusos se ven inhibidos de diversas facultades que tienen relación con su poder de decisión y de acción en actividades cotidianas, es de este modo que …se termina suplantando la voluntad del sujeto, su iniciativa, su participación. El interno nada decide ni hace, se les da todo literalmente hecho, no tienen que apagar ni las luces de sus celdas, la comida, el menú, el horario, los recorridos, las actividades, las horas de visita, las llamadas, las actividades de todo tipo les vienen dadas en su origen, desarrollo y finalización...32 Aunado a la repetición de actividades en estricto horario, se inserta la suma seguridad y la restricción de la individualidad de los internos, pues al ingresar a la comunidad se pierde en un grado importante la heterogeneidad y se envuelve al adolescente en un ambiente homogéneo en el que todos deben cumplir normas que les llevan a la uniformidad y en el que no se tiene derecho a la privacidad. La existencia diaria en la CTEA se vuelve un acto riguroso de disciplina atravesado por una serie de prohibiciones que limitan al adolescente en tanto poder de acción. Las actividades que en tiempos anteriores al ingreso a reclusión se realizaban por decisión propia y no como 31 A12pp3,4. 32 GIL, Fernando. “La acción pedagógica en las prisiones. Posibilidades y límites”. En Revista española de pedagogía, 2010. p. 55. 23 acto de obediencia, son ahora ejecutadas bajo el carácter de obligatorias y adquieren, además, un sentido de monotoníaal establecerse códigos de normalización en cuanto al día y la hora en que deben efectuarse sin posibilidad de prórroga. Así pues, la vida diaria se desarrolla en un espacio en el que …la seguridad es prioritaria y por lo tanto toda actividad allí desarrollada está atravesada por esta característica. Estas condiciones determinan que la intimidad sea prácticamente nula (los individuos están expuestos a una vigilancia continua), y que no existan límites que establezcan espacios diferentes para dormir, trabajar, recrearse. Las visitas son controladas, hay inhibición y/o restricción de contactos con el exterior, las actividades son generalmente colectivas y obedecen a rutinas programadas que masifican a los individuos…33 La institución de encierro unifica, propiciando un existir común entre los adolescentes, lo cual es determinante en el comportamiento de éstos y en cómo se relacionan durante el cumplimiento de su medida. Lo anterior no puede significar en ningún momento que las vivencias ocurridas antes del ingreso a la CTEA no guían el actuar diario de los adolescentes, al contrario, son éstas las que dan sentido a la vida en reclusión de cada interno, sin embargo, como finalidad claramente establecida por la institución, el marco normativo del internamiento moldea las construcciones hechas durante toda la historia de vida de los sujetos y los conduce a un nuevo ordenamiento de significados34 que no elimina los anteriores sino que, en un nivel mayor o menor, los modifica. Así pues, como ya se mencionó, en este apartado se centrará la atención en el significado de dos figuras fundamentales con las que se coexiste en la escuela: docente y compañeros de clase. 33 BLAZICH, Gladys. “La educación en contextos de encierro”. En Educación de adultos. Revista Iberoamericana de educación. No. 44. Mayo-agosto, 2007. p. 56. 34 En cuanto al concepto significado “…no hay que entender una cualidad misteriosa de las cosas en sí mismas sino la forma mental que les damos los humanos para relacionarnos unos con otros por medio de ellas…” SAVATER, Fernando. El valor de educar, 1997. pp. 31, 32. 24 De esta manera, se presentarán los significados que se otorgan a la figura encargada de guiar el aprendizaje, es decir, la profesora y por qué es que se conforma dicha representación. Entre los adolescentes existirán diversas respuestas que explicitarán el lugar que cada uno otorga a su docente en el proceso de escolarización, el cual variará en uno y otro de manera notable. De igual forma podrán notarse apreciaciones polares acerca de lo que supone coexistir con adolescentes para los internos mismos, cuyas características difieren marcadamente de las situadas en un aula regular,35 enfatizando la diferencia que existe entre compañeros, quienes no son sólo seres compartiendo un espacio escolar sino que representan quizás una otredad invisible o distante perteneciente a una sección no propia o incluso rival, lo cual fomenta la indiferencia o, en el peor de lo casos, la enemistad. Por otra parte, se presentarán experiencias en las que, contrariamente al rechazo, se crean vínculos de apoyo que permiten el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje en un ambiente más ameno. 1.2.1 LA MAESTRA: DE LA INSIGNIFICANCIA A LA FIGURA DE AUTORIDAD El papel que represente un profesor en la vida de sus alumnos, dependerá de manera decisiva de los significados de apropiación que éstos tengan tanto de la figura docente como de la importancia otorgada al proceso escolar. De esta manera cada individuo formará juicios acerca de la relevancia que tengan los diferentes maestros presentes en etapas de vida específicas y sobre todo aquellos que se encuentran en situaciones particulares en las que el contexto en que se insertan es limitativo y con características propias de un lugar de encierro, en donde la educación es uno de los pocos derechos que no se tienen anulados. En el caso de esta investigación se evidenciaron representaciones diversas acerca del significado que los internos otorgan a las docentes que fungen como mediadoras entre el 35 Es importante señalar que “…el entorno físico del aula condiciona en gran medida los objetivos educativos, los métodos didácticos, las interacciones y los recursos que se pueden emplear…” RUIZ, Ferrán. “Educar entre la evasión y la utopía”. En La sociedad de la ignorancia, 2009. p. 139. 25 aprendizaje y la acreditación de exámenes en el proceso de escolarización de los mismos y se muestran a continuación. 1.2.1.1 ENSEÑANTE De acuerdo a los significados de los adolescentes, puede notarse que el calificativo al que más recurren para definir a la profesora es el de “generadora de conocimientos” a partir de su enseñanza. Lo cual se refleja en las siguientes entrevistas que muestran las respuestas de los internos a la pregunta ¿qué representa para ti la profesora? "Es la que nos enseña y todo".36 "Una maestra de clases, de estudios, es la que me enseña".37 "No pues si nos enseña y todo porque pues… es como un ejemplo ¿no? porque si no nos enseñara ella pues no aprenderíamos nada".38 "Una persona que me enseña cosas que me benefician".39 "Pues nada más mi maestra, una persona que me enseña".40 "Alguien que nos viene a enseñar".41 La figura de la docente entonces queda delimitada por el papel principal de enseñante; función a la que se le añaden ciertos calificativos que la definen como un modelo a seguir, como puede notarse en la respuesta del entrevistado 10 que menciona "No pues si nos enseña y todo porque pues… es como un ejemplo ¿no? porque si no nos enseñara ella pues no aprenderíamos nada." De esta manera se asigna una particularidad que puede representar la importancia vital de la docente en el alumno pues se manifiesta la idea de que sin la presencia de la misma no se tendrían posibilidades de adquisición de conocimiento, lo 36 A2P7pp1 37 A8P7pp1 38 A10P7pp1 39 A13P7pp1 40 A19P7pp1 41 A20P7pp1 26 cual resultaría en la no acreditación de exámenes y por ende, la no certificación. Lo anterior hace formar en el adolescente una visión de la profesora como un ejemplo, del cual se aprenden o incluso se adquieren los saberes necesarios para lograr un avance propio. Es así que la docente representa …un agente de la educación social ya que realiza un trabajo con sujetos en situación de vulnerabilidad social, intentando que éstos construyan nuevos soportes y anclajes sociales y culturales. [Su] función es permitirle a los sujetos la posibilidad de acceso a nuevos lugares en lo social y cultural, propiciando la […] re-conexión con la sociedad en la cual viven…42 De esta manera, es la docente quien permite la visualización de otros escenarios a los cuales es posible llegar por medio de la formación. En este mismo sentido resalta otra característica que denota beneficio, atribuido éste al trabajo de la docente: "una persona que me enseña cosas que me benefician." De acuerdo con esta respuesta proveniente del adolescente 13, puede notarse la atribución de un calificativo que muestra la importancia de la profesora no sólo por la acción de generar conocimiento, sino por las retribuciones que se obtendrán de éste. Así se le asigna un valor a los aprendizajes construidos y además, se hace notar la relevancia de la docente como figura que permite y propicia este proceso. De este bloque de respuestas se manifiesta una conceptualización de la docente como aquel personaje inmerso en un contexto totalmente escolar cuyo papel principal y, prácticamente único, es el de enseñar a sus alumnos. Los adolescentes conciben así a la profesora como aquella que les permitirá adquirir conocimientos por medio desu práctica de enseñante.43 42 SCARFÓ, Francisco, et. al.” El rol del educador de adultos en cárceles.” En Competencias del educador de adultos. Revista Decisio. Enero-Abril, 2007. p. 34. 43 En este sentido, referido a la enseñanza y el aprendizaje “…lo propio del hombre no es tanto el mero aprender como el aprender de otros hombres, ser enseñado por ellos. Nuestro maestro no es el mundo, las cosas, los sucesos naturales, ni siquiera ese conjunto de técnicas y rituales que llamamos ‘cultura’ sino la vinculación intersubjetiva con otras conciencias…” SAVATER, Fernando. Op. Cit. p.30. 27 1.2.1.2 AUTORIDAD Siguiendo la percepción de los entrevistados, se encuentra otra categorización de la docente en la que es vista como una figura de poder dentro de un lugar de encierro en donde, todo aquello ajeno a la población adolescente interna, representa un lugar notablemente más alto dentro de la jerarquía institucional. Esto puede notarse en el siguiente conjunto de expresiones que responden a la pregunta que guía este apartado mencionada anteriormente. "Una figura de autoridad que es más grande que tú. Merece respeto porque ya se ganó su papel, entonces lo vale ¿no? Un apoyo también para las dudas y si no sabe que lo investigue y ya te las contesta".44 "Una figura de autoridad".45 "Autoridad y… ¿qué más?... no pues nada más".46 "Una persona, una autoridad que me puede ayudar en dudas o en lo que sienta".47 La profesora se percibe entonces como una figura importante dentro de los personajes de autoridad que se insertan en la institución, concibiéndola así como una profesional que independientemente de su labor docente es situada en un contexto específico en el que la autoridad es una de la características más marcadas atribuidas a los diferentes actores que laboran dentro de la CTEA. En este sentido, …la escuela en contextos de encierro funciona a modo de una institución dentro de otra y supone conjugar prácticas y marcos normativos entre el sistema penitenciario y el sistema educativo con lógicas de funcionamiento diferentes: en el primero la del castigo y el disciplinamiento, fundante del 44 A3P7pp1 45 A6P7pp1 46 A7P7pp1 47 A17P7pp1 28 derecho penal y las prisiones; y en el segundo la lógica del desarrollo integral de los sujetos, fundante de la educación...48 De este modo, se conjugan las normas y lineamientos de dos instituciones para llevar a cabo una tarea de formación que busca la reorientación del sujeto para una futura reinserción a la sociedad. Por otra parte, la figura del docente es y ha sido socialmente puesta sobre un escenario en el que representa fuente de conocimiento y otros valores atribuidos profesional y culturalmente, y por lo tanto se sitúa en un rango superior al de los pupilos, los cuales deben acatar las órdenes que éste dicta. Esta construcción, no sólo se crea en el aula de alguna institución de internamiento sino en todos, o más atinadamente, en la mayoría de los espacios escolares que tienen arraigado el valor de respeto por la figura docente, cuya superioridad se hace notar a veces incluso en la estructura misma del salón de clases en donde el profesor tiene un espacio perfectamente delimitado por medio de un estrado con el cual se hace manifiesto el rango que ocupa en relación con sus alumnos.49 El docente pues, como actor social, es una figura de autoridad y respeto cuyo valor asignado le hace merecedor de un nivel superior ante la mirada de los aprendices y esta percepción se agudiza aún más en el espacio que comparten adolescentes internos, en el que todo profesional y trabajador de la institución constituye una figura de poder. De acuerdo con lo anterior, autoridad y docencia se interconectan en un mismo sujeto que cumple una función dentro del tratamiento de los adolescentes y cuya actividad responde a una necesidad y, sobre todo, a un derecho de ellos mismos. El respeto, por otra parte, está vinculado también a los logros académicos de la docente, quién, de acuerdo al adolescente 3, es “una figura de autoridad que es más grande que tú. 48 BLAZICH, Gladys. Op. Cit. p. 54. 49 Acerca de la posición de los docentes frente a los alumnos Savater menciona “…la autoridad de los mayores se propone a los menores como una colaboración necesaria para ellos, desde luego, pero en ciertas ocasiones también ha de imponerse. Y es disparatado aplicar a rajatabla desde el parvulario el principio democrático de que todo debe decidirse entre iguales, porque los niños no son ‘iguales’ a sus maestros en lo que a los contenidos educativos compete. Precisamente para que lleguen más tarde a ser iguales en conocimientos y autonomía es para lo que se les educa…” SAVATER, Fernando. Op. Cit. p. 107. 29 Merece respeto porque ya se ganó su papel, entonces lo vale ¿no? Un apoyo también para las dudas y si no sabe que lo investigue y ya te las contesta". Se hace saber entonces que la profesora merece una mayor jerarquía gracias a su certificación y la obtención de un título que la avala como profesionista. Así pues, el rango que ocupa una persona, en este caso la docente, está directamente vinculado con su nivel de escolaridad. Existe entonces la relación nivel de estudios-jerarquía social ante la mirada del adolescente interno. De esta respuesta subyace otra característica proyectada a la profesora, que es la representación de un apoyo para los estudiantes, en donde la ayuda se refleja en el despeje de dudas que llegan a existir y cuya acción se vuelve casi una exigencia por parte del entrevistado arriba citado que expresa “y si no sabe que lo investigue y ya te las contesta”.50 1.2.1.3 APOYO ACADÉMICO La resolución de dudas es también detectada por el entrevistado 17, perteneciente al bloque de respuestas anterior, que argumenta que la docente es "Una persona, una autoridad que me puede ayudar en dudas o en lo que sienta”. Y se le suman las respuestas de otros internos que expresan "Un apoyo ¿no? A los estudios. Por ejemplo cuando nos pone un tema y no sabes le preguntas. Es un apoyo".51 "No pues representa como un apoyo para nosotros".52 "Pues como un apoyo".53 "Un apoyo porque luego es ella la que nos da las guías para los exámenes".54 50 “…enseñar es siempre enseñar al que no sabe y quien no indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro…” SAVATER, Fernando. Op. cit. p. 27. 51 A4P7pp1 52 A5P7pp1 53 A11P7pp1 54 A16P7pp1 30 El rol55 de la docente para estos internos consiste en representar un apoyo, ya sea para resolver dudas o para proporcionarles el material necesario para la acreditación de exámenes. Resalta, sin embargo, del entrevistado 17 antes citado, otra cualidad que es el apoyo en sentimientos experimentados, trasladando así a la docente fuera de las funciones únicamente escolares para situarla en una esfera más íntima en la que ésta representa un apoyo emocional dentro de su estancia en la institución. 1.2.1.4 AMIGA La misma situación del entrevistado anterior la vive el interno 18, cuya respuesta es "Pues aparte de mi maestra pues una amiga porque si le hablo así bien". 56 La profesora entonces, juega un papel de autoridad y enseñante, a la vez que logra entrar en aspectos personales del alumno permitiendo así un vínculo de confidencia difícil de lograr en un espacio cuyas principales características, al respecto, son la desconfianza y la carencia de afectividades. 1.2.1.5 MAESTRA “NADA MÁS” Contrario a esto, existen internos que definen la significación de la profesora en sus vidas como: "La maestra nada más".57 55 Rolentendido como una “…clase de tipificación [que] aparece en el contexto de un cúmulo de conocimiento objetivizado, común a una colectividad de actores. Los roles son tipos de actores en dichos contextos…” BERGER y Luckmann. Op. Cit. p. 95. 56 A18P7pp1 57 A9P7pp1 31 "Pues mi maestra nada más".58 Es evidente, entonces, que el papel que la docente juega en el proceso de internamiento de estos adolescentes no parece tener gran representatividad, pues la labor misma de la profesora parece reducirse incluso a algo carente de importancia por medio de la expresión “nada más” dicha por ambos entrevistados. Sin embargo, el adolescente 14 señala “mi maestra” haciendo referencia a un sentido de pertenencia en el que, sea cual sea el valor que se le asigne, se distingue a la figura docente como un personaje propio del círculo del interno que juega un determinado papel en la cotidianidad de la CTEA. 1.2.1.6 NADA Aunado a las respuestas anteriores se sitúan las de dos internos más que mencionan acerca del significado de la profesora: "Nada [..] No pues no es nada de mí".59 "Pues nada ¿no? para mí nada".60 Contrastan estas últimas 4 respuestas con las mencionadas anteriormente acerca de los vínculos creados entre alumno y profesora. En el caso del interno 15 hace notar que la profesora no le significa nada agregando “No pues no es nada de mí.", denotando así que la relación que guarda con su docente no le permite concebirla como un sujeto perteneciente a su círculo social o afectivo, por lo cual, la 58 A14P7pp1 59 A15P7pp1 60 A21P7pp1 32 presencia o no de ésta en su vida diaria no llega a impactar de gran manera en su existir dentro de la institución.61 El hecho de concebir a las docentes como algo no significativo o como profesoras “nada más” puede estar vinculado a la importancia que tiene para los internos la escolarización misma. De esta manera, si el hecho de estudiar y lograr certificar niveles educativos no es prioridad en los adolescentes, la práctica docente poca importancia tendrá en el acontecer dentro de la institución de los mismos. 1.2.1.7 PROFESIONAL Una cualidad última expresada es la del interno 12, quien menciona acerca de la profesora: "No pues que es buena ¿no? Porque nos aguanta. Porque no es fácil dar clases aquí, todos están en su pedo y se distraen. Deben tener paciencia porque, por ejemplo, si quieres te sales y así".62 En este caso, se concientiza acerca de la labor de la docente y las implicaciones que conlleva trabajar en un lugar de encierro en el que las circunstancias difieren de las vividas en un aula regular, por lo cual se vuelve indispensable que la profesora a cargo cuente con características específicas que le permitan lograr una buena práctica. Las problemáticas detectadas por el interno, pueden encontrarse en quizá cualquier espacio escolar, sin embargo, la distinción que él mismo hace es determinante, pues, aunque la distracción o indisciplina pueda hallarse en cualquier aula, las circunstancias que encierra un espacio de internamiento potencializa las dificultades en un grado mayor ya que se trata con sujetos que viven cumpliendo una medida y cuyas historias de vida los definen en un pensar 61 Aludiendo al poeta Auden, Savater menciona “…la gente nos parece ‘real’, es decir parte de nuestra vida, en la medida en que somos conscientes de que nuestras respectivas voluntades se modifican entre sí…” SAVATER, Fernando. Op. Cit. p. 34. En este sentido, la valoración que se le dé a una figura dependerá del poder de impacto que la presencia de ésta tenga en el individuo en cuanto a su pensamiento y en la forma de concebir el mundo. 62 A12P7pp1 33 y actuar específico que los ha llevado a desenvolverse en un ambiente de constante tensión, violencia y desinterés. De este modo el papel del docente en una institución de reclusión …requiere tener en cuenta las necesidades y demandas educativas de los alumnos, su trayectoria educativa, social, cultural, comunicacional y laboral, así como las cuestiones referidas a su vinculación con la violencia, el delito y la exclusión social…63 Así pues, el rol docente se vuelve más complejo al estar inmerso en un contexto en el que están de por medio circunstancias de vulnerabilidad que matizan el comportamiento de los alumnos reclusos. Hasta aquí se presentan las diversas conceptualizaciones que se tienen acerca de la profesora desde la mirada de cada uno de los internos, en las cuales quedan plasmadas las diferencias que existen entre uno y otro, hecho que está directamente vinculado con los significados que se tienen desde antes de ingresar a la CTEA acerca de la figura docente y de la escolarización misma. Cada respuesta no es más que la expresión de una construcción hecha a lo largo de la vida de cada interno en la que se formaron significados y valoraciones acerca de diferentes agentes sociales y que los han delimitado en un actuar específico con relación al pensar que se tiene acerca del otro. Así pues, la percepción que se tenga sobre personas y hechos, en este caso, docente y escolarización, estará definida por las apropiaciones que se hagan de los mismos. En este sentido “…la condición histórica del sujeto define su condición constitutiva de identidad, lo cual nos remonta a comprender la importancia de la biografía del sujeto en el análisis de los procesos de aprehensión de una práctica determinada…”64 63 SCARFÓ, Francisco, et. al. “El rol del educador de adultos en cárceles.” p. 32. 64 CAMARENA, Eugenio. Op. Cit. p. 20. 34 Situación que se expresa de igual manera en el acontecer diario de los internos en la convivencia con sus compañeros, aspecto tratado en el siguiente apartado. 1.2.2 LA COEXISTENCIA CON LOS PARES La convivencia entre compañeros es, en cualquier contexto, un punto de observación fundamental para entender el ambiente en que se desarrollan los sujetos dentro de un espacio y tiempo específicos en los que comparten no sólo elementos físicos de terreno, sino también pensamientos o formas de ser que delimitan el tipo de relación que, como sujetos incluidos dentro de un mismo lugar o sector, entablarán. Las relaciones humanas adquieren diversos modos y significados de acuerdo a la situación en que surgen, por lo cual el tipo de socialización expresado en los múltiples conjuntos de personas está vinculado tanto a la variedad de personalidades como al espacio mismo en que se incluyen éstas. De esta manera, no son sólo los sujetos quienes determinan las formas de relacionarse sino que éstos mismos se ven afectados por el lugar en que se insertan; así pues, el espacio físico representa uno de los elementos clave para entender el comportamiento de los individuos en su existir con los otros. En este sentido, antes de dar paso al análisis de la relación entre internos, es necesario considerar el espacio en que se desarrollan, en el cual están privados de la libertad y, debido a las experiencias de cada uno, les es difícil encontrar lazos de confianza y empatía tanto con sus pares como con otras figuras con las que conviven día con día. Los vínculos formados dentro de una institución de reclusión están enmarcados por un contexto específico en el que el aspecto que prima es la seguridad, la cual pretende conseguirse por medio de figuras de autoridad que sirven como ejecutores de fuertes medidas preventivas y reglas de orden y vigilancia las 24 horas del día. Este panorama marca las pautas necesarias para entender el ambiente en que se desarrollan los adolescentes internos. 35 Ahora bien, al escuchar la idea “compañeros de clase”, puede venir a la mente una relación de pares en la que comparten un
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