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La-gestion-de-la-comunicacion-audiovisual-en-los-programas-de-formacion-de-usuarios

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
POSGRADO EN BIBLIOTECOLOGÍA Y ESTUDIOS DE LA INFORMACIÓN 
 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES BILIOTECOLÓGICAS Y DE LA INFORMACIÒN 
 
 
La gestión de la comunicación audiovisual en los programas 
de formación de usuarios 
 
TESIS 
Que para optar por el grado de: Maestro en Bibliotecología y Estudios 
de la Información 
 
Presenta: 
Julio Andrade Estrada 
 
Asesora: 
 Dra: Elke Koppen Prubmann 
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, UNAM 
 
México, D. F., abril de 2015 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
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PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Tabla de contenido 
 
Introducción……………………………………………………………………...………1 
 
Capítulo 1 Los estudios y la formación de usuarios de la información en la 
biblioteca universitaria 
1.1 Los estudios de usuarios de la información ................................................... 7 
1.1.1 Estado del arte..................................................................................... 7 
1.1.2 Los usuarios de la información en las bibliotecas públicas y 
universitarias ..................................................................................................... 9 
1.1.3 Las necesidades de información de los usuarios universitarios ........ 11 
1.1.4 El comportamiento informativo de los usuarios universitarios ........... 18 
1.2 La formación de usuarios de la información ................................................. 20 
1.2.1 Estado del arte ....................................................................................... 20 
1.2.2 Qué y para qué de la formación de usuarios ........................................ 23 
1.2.3 Metodología y herramientas en el desarrollo de programas de formación 
de usuarios ..................................................................................................... 25 
1.2.4 Niveles de formación ............................................................................. 26 
1.3 Análisis de la “Guía para las visitas de inducción a los alumnos de nuevo 
ingreso”, el caso de la Unidad de Formación de Usuarios de la Coordinación de 
Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara .................................................... 33 
 
Capítulo 2 La comunicación audiovisual como recurso didáctico 
2.1 Introducción a la comunicación audiovisual ................................................. 35 
2.1.1 Concepto y estudio de la imagen....................................................... 35 
 2.1.1.1 Características y funciones de la imagen…………………….39 
 2.1.1.2 El lenguaje de la imagen……………………………………….41 
 2.1.1.3 Lectura de la imagen…. 43 
2.1.2 El tratamiento (manipulación) de la imagen ........................................... 45 
 2.1.2.1 La imagen en movimiento, consideraciones para el desarrollo 
multimedia………………………………………………………………………………...45 
 2.1.2.2 La tecnología en la imagen en movimiento: características de 
los materiales multimedia……………………………………………………………….46 
 2.1.2.3 Elementos multimedia…………………………………………..47 
2.2 Importancia e influencia de lo audiovisual en los procesos de aprendizaje . 48 
2.3 Los medios audiovisuales como recursos didácticos: ambientes educativos 
multimedia .......................................................................................................... 52 
 
Capítulo 3 Los medios audiovisuales y la formación de usuarios 
3.1 La enseñanza audiovisual como proceso de comunicación en la formación 
de usuarios ........................................................................................................ 54 
3.1.1 Utilización y función de los medios audiovisuales en la formación de 
usuarios .......................................................................................................... 57 
3.2 Didáctica y comunicación audiovisual en la formación de usuarios ............. 60 
3.3 La formación de usuarios en la cultura de la imagen ................................... 65 
3.4 Enfoques y tendencias normativas de los medios audiovisuales en la 
formación de usuarios ........................................................................................ 68 
 
Capítulo 4 Análisis de tutoriales 
4.1 Descripción de tutoriales .............................................................................. 80 
 
Conclusiones……………………………………………………………………………99 
 
Obras consultadas…………………………………………………..………………..106 
 
Figuras y tablas 
 
Figura 1. Elementos de la comunicación visual………………………………..…….42 
Figura 2. Elementos multimedia………………………………………………………..47 
Tabla 1. Indicadores para la elaboración, evaluación y mejora de los tutoriales por 
Somoza y Rodríguez………………………………………………………………….…77 
Figura 3. Universidad de Guadalajara. Tutorial: Cómo funciona la Biblioteca 
Digital……………………………………………………………………….……………..81 
Figura 4. Tutorial: Cómo funciona la Biblioteca Digital – wdg.biblio……………....82 
Figura 5. Universidad Nacional de Colombia. Tutorial: Consulta en línea………...83 
Figura 6. Tutorial: Consulta en línea…………………………………………………..85 
Figura 7. Universidad de Lima. Tutorial: Guía multimedia de uso de la 
biblioteca………………………………………………………………………….………86 
Figura 8. Tutorial: Guía multimedia de uso de la biblioteca…………………………87 
Figura 9. Cardiff University. Tutorial: APA referencig tutorial……………………….88 
Figura 10. Tutorial: APA referencig tutorial…………………………………….….….89 
Figura 11. Universidad de Idaho. Tutorial: Discover your University of Idaho 
Library………………………………………………………………………………….….90 
Figura 12. Tutorial: Discover your University of Idaho Library………..………….…92 
Figura 13. Universidad de Minnesota. Evidence-Based Practice: An 
interprofessional Tutorial……………………………………………………………….93 
Figura 14. Evidence-Based Practice: An interprofessional Tutorial……….…..….94 
Figura 15. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Tutorial: Cómo buscar 
en el catálogo……………………………………………………………………………95 
Figura 16. Tutorial: Cómo buscar en el catálogo……………………………………96 
 
 
1 
 
Introducción 
Las innovaciones tecnológicas de la era digital representan un reto para las 
bibliotecas universitarias, instituciones que dan apoyo a la misión de la universidad 
y que participan cada vez más en los modelos educativos universitarios de 
enseñanza-aprendizaje. Las bibliotecas universitarias evalúan e integran las 
nuevas tecnologías en sus actividades cotidianas a fin de mejorar y crear nuevos 
servicios bibliotecarios y de información prestados por personal capacitado 
también en orientar e informar al usuario. El impacto tecnológico en las formas de 
gestión de la información crea nuevas exigencias para la formación de los 
usuarios, proceso mediante el cual se comparte la localización de la información, 
las formas de acceder a ella, su evaluación y su uso eficaz, que requieren de 
capacitación para mejorar sus competencias, habilidades y destrezas en el manejo 
de nuevos recursos tecnológicos. 
La presente investigación enfoca su interés especial en la gestión de la 
comunicación audiovisual en los programas de formación de usuarios. Al referirme 
a la comunicación audiovisual, subrayo la importancia de la imagen, elemento que 
desde la antigüedad ha ejercido una función comunicadora y formativa enlos 
seres humanos. En la actualidad y en función del desarrollo tecnológico, se 
fortalece el contenido de los recursos didácticos a través de una adecuada 
integración con los elementos que conforman las herramientas multimedia: texto, 
imagen, sonido y movimiento o tism. 
Es preciso reflexionar acerca de las técnicas empleadas para capacitar a 
los usuarios de bibliotecas universitarias con el uso de herramientas multimedia 
como recurso didáctico de enseñanza; ya que éstas representan a su vez un reto 
de modernización y evolución en el que las tecnologías de la información y la 
comunicación están presentes de manera cotidiana. 
De lo anterior, se desprenden las siguientes interrogantes que motivaron 
esta investigación y que además será necesario explicar para afianzar el uso de la 
comunicación audiovisual y su aplicación en los programas de formación de 
usuarios de la información en bibliotecas universitarias: 
2 
 
¿Puede la imagen ser una herramienta en el desarrollo de programas de 
formación de usuarios? 
 
¿Qué incidencia puede tener el uso de la imagen en los procesos de enseñanza? 
 
¿Pueden las imágenes ilustrar y facilitar la comprensión de la información que se 
desea transmitir? 
 
¿Pueden los medios audiovisuales en los programas de instrucción de las 
bibliotecas universitarias ser un elemento clave en las actividades de formación de 
usuarios? 
 
Con esto, se pretende relacionar el uso de la comunicación audiovisual con las 
actividades de formación de usuarios de las bibliotecas universitarias, generando 
recursos de aprendizaje visualmente atractivos, a partir de herramientas 
multimedia donde la imagen tendrá una participación esencial en los programas de 
formación de usuarios. En este contexto, la imagen contribuirá al contenido teórico 
de los mismos, asignando un sustento basado en el conocimiento de las 
expresiones audiovisuales y acentuando la intención del mensaje de transmisión 
de información para fines de orientación, instrucción y formación. 
De esta manera, se reforzarán los contenidos de los programas de 
formación de usuarios y se logrará alcanzar uno de sus objetivos: el 
aprovechamiento óptimo de los servicios bibliotecarios. Esto es, aquéllos que se 
han ofrecido de manera tradicional: fotocopiado, préstamo interno o en sala, 
préstamo externo ó a domicilio, entre otros, sumando a la par, nuevos servicios 
surgidos a raíz de la incursión tecnológica en las bibliotecas y ofrecidos a la 
medida de las necesidades de la comunidad universitaria, -diseñados y 
desarrollados por un nuevo perfil del profesional de la información, el bibliotecario-; 
de ellos se destacan el acceso a la información científica de calidad, la formación 
en habilidades informativas, la orientación en la creación de contenidos de 
estudios académicos de docencia y de investigación. De esta manera, se fomenta 
3 
 
la creación de nuevos conocimientos multidisciplinarios mediante la creación de 
recursos informativos. 
Así pues, es posible plantear la hipótesis de que a mayores cambios 
tecnológicos en el campo de la comunicación audiovisual se desarrolla una mayor 
vinculación con las ciencias de la información, cuya influencia tecnológica en sus 
labores de formación de usuarios permite la modificación de los recursos 
didácticos utilizados con fines formativos, y con ello se amplía la función y la 
misión de las bibliotecas universitarias. 
Estos espacios del conocimiento deben integrarse a una sociedad donde la 
información y las tecnologías a través del lenguaje audiovisual, han evolucionado 
los procesos de aprendizaje para establecer una mejor comunicación en el 
proceso de enseñanza-aprendizaje. En México, a partir de las políticas educativas 
en los albores del siglo XXI, se ha visto una evolución en el modelo educativo de 
educación básica, donde el uso de recursos didácticos han pasado de los 
pizarrones y el gis a las aulas electrónicas con herramientas tecnológicas como 
computadoras, pantallas planas, pizarrones electrónicos, entre otros, modelo que 
ha permeado también en los sistemas de educación media superior y superior. 
En la actualidad, existe poca literatura sobre multimedia en el medio 
bibliotecario, siendo la multimedia aplicada más bien en la educación y teniendo 
particularidades de aplicación en las diferentes disciplinas del conocimiento, así 
como en los diferentes niveles educativos. Por ello, es imperativo analizar y 
diseñar un recurso didáctico multimedia, que cumpla con los objetivos de instruir a 
los usuarios de bibliotecas universitarias, y deje de lado el aspecto lúdico de este 
recurso multimedia, es decir, la aplicación y desarrollado para fines recreativos, 
como los videojuegos. 
Con estos tres ejes de acción: la formación de usuarios, la comunicación 
visual y la multimedia, es que se compone el capitulado de la presente 
investigación. El objetivo principal es demostrar la relevancia que la comunicación 
audiovisual debería desempeñar en los programas de formación de usuarios de 
las bibliotecas universitarias, debido al desarrollo tecnológico que se ha generado 
en la llamada sociedad de la información y el conocimiento. En esta sociedad el 
4 
 
lenguaje audiovisual se emplea para transmitir conocimiento a los usuarios y de 
manera específica se proporciona una visión clara del uso e importancia de las 
imágenes en los procesos de enseñanza de las bibliotecas universitarias, se 
valora el uso de la imagen y su relación con la formación de aprendizajes 
significativos y se está al tanto de las tecnologías de la información y la 
comunicación, así como de su proceder en el ámbito bibliotecario. 
 
La presente investigación se desarrolla en cuatro capítulos: 
 
El capítulo 1 aborda una exposición teórica de lo qué es y el para qué de la 
formación de usuarios mediante diferentes conceptualizaciones teóricas de 
autores especialistas en el tema. Algunos de ellos conciben la formación de 
usuarios como un proceso recíproco cuya finalidad última es lograr que los 
usuarios sean capaces de determinar qué tipo de información y cuáles recursos 
informativos son los relevantes para incrementar sus conocimientos. Para otros 
expertos, es necesario establecer una metodología previa que consiste en poner 
en marcha un estudio de usuarios para así conocer las necesidades de 
información, el comportamiento en los patrones de búsqueda de los usuarios y la 
calidad de los resultados y/o la satisfacción de los usuarios, cuya comprensión 
puede derivar en el análisis de las cuestiones relacionadas con la unión de dos 
fenómenos básicos: el usuario y la información. 
Se incluye en este capítulo un análisis de la “Guía para las visitas de 
inducción a los alumnos de nuevo ingreso de nivel licenciatura”, como parte de las 
actividades de la Unidad de Formación de Usuarios de la Coordinación de 
Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara durante el año 2002. Esta guía 
servirá para mostrar el proceso de cambio en la manera de presentar 
herramientas didácticas para el refuerzo de las actividades de los programas de 
formación de usuarios. 
En el capítulo 2 se expone la imagen y su relación con la enseñanza en el 
nuevo entorno audiovisual y digital, relación que tiene un papel didáctico 
importante en la creación de medios de socialización fundamentales en los 
5 
 
sistemas formativos actuales, mediante los cuales se tiene el objetivo primordial 
de generar en los usuarios de la información competencias y habilidades 
informativas. En este contexto, se estudia el uso de la imagen, sus características 
y funciones. Esta exploración contribuirá a conocer qué tipo de imagen puede ser 
empleada como medio de enseñanza capaz de transmitir mensajes. 
Este capítulo trata también sobre la evolución del uso de la imagen a través 
de la aplicación de las tecnologías actuales, que incluyen una modalidad que 
involucra una serie de factoresque la hacen más dinámica: texto, imagen, sonido, 
movimiento, gráficos, elementos propios del concepto multimedia, mismo que da 
origen a los medios audiovisuales y su aplicación en los nuevos ambientes de 
enseñanza-aprendizaje, que tienen en los tutoriales su mejor exponente. 
En el capítulo 3 se presenta una vinculación de los dos temas anteriores en 
un contexto donde la enseñanza audiovisual se integra a la actividad de formación 
de usuarios de las bibliotecas universitarias como un proceso de comunicación 
que busca acercar al usuario al conocimiento, proceso que tiene como principal 
motor la utilización de la imagen dentro de un recurso multimedia para facilitar la 
instrucción. Se destaca también la relación entre el perfil y las funciones del 
personal el bibliotecario como un mediador entre la información y los usuarios y su 
actitud ante los desafíos que representa su formación profesional. En este 
apartado se exponen los nuevos enfoques y directrices que marcan diversas 
instituciones bibliotecarias para la formación de usuarios, así como las tendencias 
en los procesos de formación de usuarios mediante el uso de los tutoriales como 
herramientas interactivas producidas con recursos tecnológicos. Lo anterior funge 
como complemento de la transmisión de información, y con esto, se realiza una 
comparativa con un programa de inducción de usuarios de origen textual. 
En el capítulo 4 se analizan siete tutoriales de bibliotecas de universidades 
de regiones de habla hispana y anglosajona, explorando así el uso y aplicación de 
la imagen y su interacción con los elementos multimedia o tism, cuya etapa de 
diseño lleva implícito un trabajo colaborativo y multidisciplinario. El trabajo 
descriptivo se apoya en una serie de indicadores expuestos por las autoras 
Somoza y Rodríguez para la elaboración, evaluación y mejora de tutoriales, a los 
6 
 
cuáles se suma un análisis de contenido que describe las funciones que tienen las 
imágenes empleadas en los tutoriales y cómo éstas pueden ser un motivador 
visual que logren captar la atención del usuario de la biblioteca, haciendo por tanto 
más dinámica y recreativa la sesión de formación de usuarios. 
La metodología que guió esta investigación consiste en la utilización de los 
métodos analítico y documental y la aplicación del método de análisis del 
contenido. Este último método permite analizar los procesos de comunicación en 
diversos ambientes donde se facilita el análisis e interpretación de los mensajes, 
permitiendo un exhaustivo estudio de los recursos consultados, monografías y 
artículos de publicaciones principalmente. 
 Con ello, los conceptos e ideas que se analizaron desempeñan un papel 
fundamental en el desarrollo de esta investigación, ya que forman parte esencial 
del estudio de la comunicación audiovisual y su implementación en los programas 
de formación de usuarios en bibliotecas universitarias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
Capítulo 1 Los estudios y la formación de usuarios de la información en la 
biblioteca universitaria 
 
1.1 Los estudios de usuarios de la información 
1.1.1 Estado del arte 
Cada integrante de una comunidad del conocimiento tiene sus propios métodos de 
investigación y su manera de organizar los recursos de información, y todos 
recorren distintos caminos para recuperar esos documentos. De ahí se derivan las 
necesidades de información y su comportamiento en la búsqueda. Así pues, es 
menester clarificar qué se entiende por el concepto de necesidades de 
información. Dicho concepto, a decir de Hernández (2001, p. 163), se asimila 
como “conjuntos de datos que un individuo necesita poseer para cubrir un objetivo 
determinado, este objetivo del uso que se hará de la información las determina a 
partir de un problema que busca una solución”. Por otro lado, dicho concepto de 
necesidades de información es, para Santos y Calva (1997, p. 209) una 
construcción abstracta, un término genérico usado para responder porque las 
personas buscan, demandan, encuentran y usan la información”, es decir, que no 
se define en sí la necesidad informativa, pero que considera otros elementos que 
forman e integran una necesidad. Estos autores señalan también, que no sólo las 
personas presentan la necesidad de información, también las organizaciones e 
instituciones de todo tipo, aunque hay que aclarar que estos organismos se 
componen a su vez de individuos, por lo que el usuario siempre se vuelve el eje de 
toda necesidad de información. 
 A la par es necesario definir a quién expresa dicha necesidad, es decir, el 
usuario de la información, el cual es definido por Sanz (1994, p.19) como “aquel 
individuo que necesita información para el desarrollo de sus actividades”. En otras 
palabras, todos somos usuarios de información puesto que requerimos de 
cantidades determinadas de la misma para cada actividad cotidiana y/o 
especializada de nuestras actividades. Para clarificar esto aún más, el mismo 
autor divide a estos usuarios en dos grupos: usuarios potenciales (aquellos que 
necesitan información para sus actividades pero que no son conscientes de ello) y, 
8 
 
usuarios reales (aquellos que no sólo son conscientes que necesitan la 
información, sino que la utilizan frecuentemente)1, a los cuales se tiene que crear 
conciencia de para qué utilizan la información. 
 En el mismo tenor se encuentra Gómez (2002, p. 96), quien categoriza a 
quienes tienen necesidades de información en: 
 
1. Usuarios potenciales-reales (todo usuario que requiere información para 
sus actividades diarias) 
2. Usuarios potenciales-virtuales (usuarios remotos que acceden a la 
biblioteca digital. 
 
Otra idea clave aquí es la de estudios de usuarios, cuya comprensión derivará 
de analizar todas las cuestiones relacionadas con la unión de dos fenómenos 
básicos: el usuario y la información. No es el usuario por un lado y la información 
por el otro, es imperativo que vayan unidos.2 
 Y sintetizando los conceptos anteriores se puede definir entonces lo que 
son los estudios de usuarios: son investigaciones que permiten conocer a las 
comunidades de usuarios que necesitan información y sus características 
inherentes: necesidades y comportamiento en la búsqueda y recuperación de 
información, es decir, aquella área multidisciplinaria que analiza los fenómenos 
referidos a la relación información-usuario, cuyo objetivo principal es determinar la 
posición del usuario con respecto al flujo de información, desde su creación hasta 
que la incorpora a su acervo cognoscitivo.3 Como se ve, la autora Hernández, 
destaca mucho el binomio usuario-información. 
 
1 Sanz Casado, Elías. (1994). Manual de estudios de usuarios. Madrid: Fundación Germán 
Sánchez Ruipérez, p. 19. 
2 Hernández Salazar, Patricia. (2007). La relación entre los estudios y la formación de usuarios de 
la información/The relationship between user studies and user formation. En: Revista General de 
Información y Documentación, 17(2), p. 105. 
3 Ibid. 
9 
 
 Por otro lado, Sanz (1994, p. 31) define los estudios de usuarios como el 
conjunto de observaciones que tratan de analizar cualitativa y cuantitativamente 
los hábitos de información de los usuarios, mediante la aplicación de distintos 
métodos entre ellos los matemáticos, a su consumo de información. Para Sanz, el 
definir los estudios de usuarios implica el considerar una serie de conceptos que lo 
conforman: información, conocimiento, necesidad de información, deseo, 
demanda y uso de información. 
 
1.1.2 Los usuarios de la información en las bibliotecas públicas y 
universitarias 
En las bibliotecas universitarias las necesidades de información pueden surgir 
tanto en lo referente a las especialidades de profesores e investigadores, como a 
la modernización de las tecnologías de la información. Por lo tanto, es evidente laimportancia de contar con un procedimiento que permita a los profesionales de la 
información identificar las demandas que indiquen nuevas necesidades de 
información u organizar nuevos servicios, considerando para ello, los servicios 
personalizados o dirigidos a segmentos específicos, como profesores, estudiantes 
de posgrado o investigadores (Vergueiro y de Carvalho, 2007, p. 100). 
En un estudio aplicado a investigadores de la Universidad Nacional 
Autónoma de México hace 10 años aproximadamente en cuanto al uso de los 
recursos informativos, predomina entre los investigadores el uso de la biblioteca 
en primer lugar y solamente en un lugar posterior se señala el recurrir a colegas. 
De los investigadores que asisten a la biblioteca, la mayoría lo hace durante todas 
las etapas de la investigación. Por ello, debe apoyarse significativamente a las 
bibliotecas ya que es éste el lugar al que los investigadores concurren en primer 
lugar4. 
 
4 Calva González, Juan José. (2004a). Las necesidades y comportamiento de los investigadores 
como usuarios de las bibliotecas de las instituciones de educación superior en América latina. En: 
Documentación de las Ciencias de la Información, no. 27, p. 103. 
10 
 
En contraste con los demás tipos de bibliotecas, en las universidades se 
presenta un desarrollo constante en lo referente a equipamientos, colecciones, 
contexto físico y humano, correspondiendo por tanto a la institución, la obtención 
de recursos económicos para cubrir sus necesidades en cuanto a recursos 
informativos se refiere. Esta situación es diferente en las instituciones del ámbito 
estatal, dependientes casi exclusivamente de los escasos recursos destinados al 
sector público, (Vergueiro y de Carvalho, p. 101). 
Por lo que respecta a las bibliotecas públicas, éstas cuentan con una 
comunidad de usuarios bastante heterogénea, que abarcan desde una persona 
hasta una institución, debido esto a que las bibliotecas públicas están dirigidas a 
todos los ciudadanos que varían en edades, ocupaciones e intereses informativos. 
Por tanto, el estudio de usuarios de las bibliotecas públicas requiere de 
establecer estudios como mencionan Ottoni5, que lleven los productos y servicios 
de información a quien los necesita y los utiliza para hacer un intercambio de 
beneficios y satisfacer sus necesidades. 
Así, esta variada comunidad de usuarios precisa ser estudiada bajo 
esquemas específicos que permitan al profesional de la información, identificar 
cuáles son las necesidades de información de su colectivo de usuarios para crear 
programas y servicios de acuerdo a los perfiles de sus usuarios. 
 Conforme a lo anterior, el presente estudio se focalizará especialmente al 
usuario universitario, principalmente aquellos de primer ingreso en estudios de 
nivel licenciatura, esto, con la idea de que reciban una formación integral en el 
desarrollo de competencias en el acceso y uso de Información, justo en el 
momento que recién inician su preparación profesional para que genere en ellos, 
los conocimientos necesarios relacionados con un mejor aprovechamiento de los 
servicios y un uso óptimo de los recursos bibliotecarios, fomentando además la 
investigación y el uso correcto de la información. 
 
 
5 Citada por Vallejo Sierra, R. H., Téllez, L. R. (2008). El mercado de servicios en las bibliotecas 
públicas: ¿una herramienta que se usa? En: Investigación Bibliotecológica, vol. 22, no. 45, p. 157. 
11 
 
1.1.3 Las necesidades de información de los usuarios universitarios 
Las necesidades de información surgen, en opinión de Santos y Calva (1997, p. 
207) cuando el individuo ya ha cubierto sus necesidades básicas (alimento, sueño, 
sed…) hasta quedar satisfecho y se encuentra influenciado por factores externos 
(medioambiente, político, económico, educativo…) e internos (experiencias, 
habilidades, capacidad de análisis, motivación, intereses personales…) los cuales 
lo estimularán a que tenga una reacción. 
Los nuevos sistemas de comunicación están generando un nuevo 
paradigma tecnológico que mediatiza la cultura social, recreándola según nuevos 
modos de pensar, sentir, percibir y expresar. Este nuevo paradigma tecnológico y, 
por ende, cultural, va a configurar las bases de la nueva sociedad. Aunque no hay 
que olvidar que la tecnología no sólo tiene implicaciones sociales sino que también 
es producto de las condiciones sociales y, sobre todo, condiciones económicas de 
una época y país. Todos los avances y cambios tecnológicos tienen lugar dentro 
de un determinado marco socioeconómico que hace posible su desarrollo y 
transferencia a la sociedad. 
Es así como el hombre en su evolución, heredaba su bagaje intelectual de 
una generación a otra a través de una transmisión acumulativa de 
descubrimientos y conocimientos adquiridos a lo largo de generaciones en varios 
tipos de soportes: piedra, tablillas de arcilla, papiro, pergamino, papel… (Calva, 
2004b, p. 19). El interés en la información responde a la necesidad humana de 
expresarse y saber lo que otros han expresado, lo que de facto responde a una 
necesidad transformada en un derecho fundamental del hombre, ya que permite al 
hombre como ser individual y colectivo adaptarse al medio, controlarlo y poder 
sobrevivir. En palabras de Calva (2004b, p. 43) “dado que el ambiente que rodea 
al hombre está plagado de información que él mismo genera, se puede establecer, 
como principio fundamental, que el organismo que genera información es el ser 
humano, ya sea que lo haga de forma oral o que quede registrada en algún 
soporte documental”. 
12 
 
Kogotkov6 menciona que uno de los principales problemas en la teoría de 
las necesidades de la información es establecer dos elementos: la formación y los 
mecanismos funcionales a través de los cuales se forman éstos. Esta necesidad 
de información y conocimiento determina finalmente, agrega el mismo Calva, la 
existencia mediante la cual un individuo puede responder adecuadamente a un 
estímulo ambiental y tomar decisiones en las situaciones vivenciales con la familia, 
en la calle, en la biblioteca, en la universidad, etc. 
 
La formación de las necesidades de información según Kogotkov, se divide 
en: 
 
a) La actividad del sujeto. 
b) El uso que le da el sujeto a la información. 
 
Para satisfacer las necesidades de información, existen dos vías: 
 
a) La información obtenida de la experiencia y que es acumulada en el cerebro 
del individuo; o 
b) La información que se encuentra registrada (fuera del cerebro) en cualquier 
soporte inventado por el hombre (Calva, 1998). 
 
Como bien señala Hill,7 “la entidad que tiene como misión o propósito 
satisfacer las necesidades de información de las personas, es la biblioteca; pero 
para cumplir con esta tarea es necesario conocer (estudiar a fondo) la naturaleza 
 
6 Citado por Calva González, Juan José. (2004b). Las necesidades de información: fundamentos 
teóricos y métodos. México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Universitario 
de Investigaciones Bibliotecológicas., p. 4246. 
7 Citada por Santos Rosas, Antonia, Calva González, Juan José. (1997). Identificación de las 
necesidades de información del usuario: un estudio. En: Documentación de las Ciencias de la 
Información, no. 20, p. 210. 
13 
 
de las necesidades de información, como prioridad sobre la búsqueda de la 
misma”. 
Kogotkov8 menciona que se deben establecer dentro de la concepción de las 
necesidades de información los factores reales que tienen influencia en dichas 
necesidades y en la satisfacción de las mismas. A esto, Calva (2004b) añade que 
antes de estar satisfechas las necesidades de información existe un paso 
intermedio que es la manifestación dedichas necesidades, es decir, su expresión, 
a las que posteriormente será posible satisfacer. Las necesidades de información 
varían de acuerdo con Durrance,9 en múltiples factores en virtud de: 
 
a) La naturaleza de la actividad en la que el usuario se encuentra (docencia, 
investigación, administración…) 
b) El medio ambiente en el que realiza la actividad el sujeto. Condiciones bajo 
las cuales realiza la actividad (plaza de tiempo completo, medio tiempo o 
por horas; distancia que recorre el sujeto hasta la unidad de información; 
tiempo disponible para su actividad y búsqueda de información…). 
c) Las características propias del individuo (idiomas, motivación hacia su 
actividad, hábitos y habilidades de lectura, uso de la información, uso de 
servicios de información, temperamento y carácter). 
 
Esta autora enfatiza que la necesidad de conocimientos o información 
documental está condicionada por el carácter de la actividad profesional –o no 
profesional- del individuo, y depende a la vez de sus características individuales, 
así como del medio ambiente que le rodea. 
Al respecto, Calva (2004a) considera que las necesidades de información de 
los investigadores pueden estar influidas por factores como: 
 
 
8 Calva González, Juan José. (2004b). Las necesidades de información: fundamentos teóricos y 
métodos. México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Universitario de 
Investigaciones Bibliotecológicas., p. 48. 
9 Ibid, p. 48-50. 
14 
 
a) Lugar donde realizan su investigación 
b) Área de investigación 
c) Tema de investigación 
d) Tipo de investigación 
e) Apoyos para realizar su investigación 
f) Conocimientos y experiencia en el tema de investigación 
g) Experiencia en la utilización de métodos de investigación 
h) Uso de los recursos y fuentes informativas 
 
A lo anterior, Calva (2004a, p. 102) agrega un último factor usualmente 
desestimado: el tiempo. Esto es, que una vez satisfecha una necesidad de 
información surge otra, pero entre la presentación de una necesidad de 
información y la siguiente existe dicho factor, pues una vez que transcurre el 
tiempo y se satisface la necesidad de información el investigador tendrá otra, 
quizá diferente o producto de la anterior. Entonces al transcurrir el tiempo es como 
van surgiendo, manifestándose y satisfaciéndose las necesidades de información 
del investigador. 
Por su parte, Shum10 identifica una serie de condiciones en las cuales se 
forman las necesidades de información de manera determinante: lo industrial, lo 
social, los objetivos personales, el estado de producción, el estado de desarrollo 
social. Devadason11 en cambio, afirma que las necesidades de información son 
afectadas por una variedad de factores, tales como: el rango de fuentes 
disponibles, la retroalimentación, la motivación, la orientación profesional, las 
características individuales del usuario, los sistemas que rodean al usuario (social, 
político, económico, legal y regulador), las consecuencias del uso de la 
información. 
 
10 Citado por Kogotkov en Calva González, Juan José. (2004b). Las necesidades de información: 
fundamentos teóricos y métodos. México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México, Centro 
Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas., p. 48. 
11 Ibid, p. 50. 
15 
 
 En definitiva, debe conocerse el problema medio ambiental en general, y el 
medio ambiente informativo, ya que estos juegan un papel clave en la predicción 
de las necesidades de información. Para esto, como bien señala Calva (2004b, p. 
51) es necesario elaborar estudios sobre el medioambiente sociocultural-físico y 
del papel y desempeño que juega el individuo, pues diversos factores (internos y 
externos) pueden influir en la aparición de las necesidades de información. En 
otras palabras, el medio ambiente que rodea al individuo, influye de manera 
determinante a que presente necesidades de información por lo que conocer dicho 
medioambiente y las particularidades a su alrededor, se podrán predecir las 
necesidades de información que tiene y llegará a tener. 
Por tanto, no es exagerado afirmar que la necesidad de información y 
conocimiento impulsa tanto al individuo como a la sociedad, por ello, la 
información es la base del pensamiento colectivo e individual y para evitar la 
decadencia inherente a lo humano, se deben tomar medidas preventivas para la 
identificación, adquisición y asimilación de nueva información y conocimiento que 
se necesita (Valery, 1988).12 
Ahora bien, ¿cómo se han abordado las necesidades de información del 
investigador académico? Para esto, primero debemos apuntar en qué ámbito se 
desenvuelven. La universidad es una institución de educación superior que tiene 
por misión fundamental la generación y transmisión de conocimiento y el 
desarrollo de investigación. En la actualidad, en opinión de Calva (2004a, p. 99) 
algunos de sus fines son los siguientes: continuar el proceso de formación integral 
del individuo como sujeto social, participar y contribuir en el desarrollo social, 
económico, tecnológico y científico de cada país y contribuir a la promoción de la 
cultura; asegurar a los profesores e investigadores los medios para ejercer su 
actividad de enseñanza e investigación en un ambiente de independencia y 
serenidad indispensables para la creación y reflexión intelectual. Así pues, la 
 
12 Citado por Santos Rosas, Antonia, Calva González, Juan José. (1997). Identificación de las 
necesidades de información del usuario: un estudio. En: Documentación de las Ciencias de la 
Información, no. 20, p. 209. 
16 
 
universidad promueve la investigación como una de sus funciones prioritarias y, 
por ende, cuenta con investigadores los cuales vienen a ser los usuarios de la 
información. A la vez, encontramos entre este tipo de usuarios de la información, a 
los estudiantes y tesistas, con sus propias necesidades relacionadas con sus 
labores escolares. 
 Para lograr lo anterior, se requiere que el investigador se encuentre muy 
bien informado, y para ello, debe dársele apoyo informativo de punta ya que su rol 
es primordial para conseguir los objetivos sociales, económicos y políticos de un 
país, lo cual es aún más importante en países en vías de desarrollo como México. 
Para lograr que el investigador o profesor que tiene necesidades de información 
para sus labores de investigación logre sus fines, la institución en la cual se 
desempeñe debe contar con una unidad de información, es decir, una biblioteca 
que cumpla este objetivo, cuyo personal pueda identificar las necesidades de 
información de su colectivo de usuarios. 
 Sin embargo, Calva (2004a, p. 99-100) opina que las obras que tratan sobre 
este asunto, es decir, las necesidades de información de los investigadores, son 
escasas y comprueban que aún no se sabe con certeza, como es que un 
investigador resuelve sus necesidades de información, ni cuáles son estas, siendo 
esto más notorio en las universidades de Latinoamérica y el Caribe, lo que no 
significa que el Primer mundo tenga mucho más avance en este sentido, con 
excepción de los científicos de las “áreas duras”. 
 Es importante subrayar que en medio de la escasez de investigaciones al 
respecto, los temas que más destacan en cuanto a las necesidades de 
información de los investigadores, son los siguientes: 
 
a) Recursos y fuentes de información que utilizan tanto humanistas como 
científicos. 
b) El tipo de fuente que usan principalmente, por ejemplo, el libro sobre la 
publicación periódica, por los humanistas, y viceversa en el caso de los 
científicos. 
17 
 
c) Comportamiento informativo, es decir, comportamiento en la búsqueda de 
la información que necesitan. Así como si deleganesta actividad a otros o 
la realizan ellos mismos. 
d) Comportamiento en la manera en que usan las fuentes y recursos 
informativos. Es decir, si utilizan varias obras a la vez o de manera 
consecutiva. 
e) Idiomas en los que buscan información, así como idiomas en los que leen 
y/o citan las obras que consultan. 
f) La edad de los materiales que consultan o más bien de la información que 
consultan.13 
 
Lo anterior pone de manifiesto que los estudios hasta el momento centran su 
interés en la manifestación de las necesidades de información que tienen diversos 
sectores, en como el investigador se adentra en la búsqueda de información, más 
no en conocer que información necesitan. La identificación de las necesidades de 
información puede utilizarse como base para contemplar los recursos 
presupuestales que la institución requiere para satisfacerlas a través del desarrollo 
de colecciones, diseño de servicios o automatización de los mismos. 
 Para dar respuesta a las necesidades de información del usuario, es preciso 
derivar los estudios específicos de los estudios de usuarios: 
 
1. Determinar las necesidades de información 
2. Identificar el comportamiento del usuario durante la búsqueda y la 
recuperación de la información 
3. Evaluar la satisfacción del usuario 
4. Determinar la actitud del usuario hacia la unidad o especialista de la 
información.14 
 
13 Calva González, Juan José. (2004a). Las necesidades y comportamiento de los investigadores 
como usuarios de las bibliotecas de las instituciones de educación superior en América latina. En: 
Documentación de las Ciencias de la Información, no. 27, p. 100. 
18 
 
Es el servicio proporcionado a los usuarios de la información lo que 
proporcionará la pauta para comprenderles y responderles adecuadamente. Hay 
que señalar también la importancia de los estudios de actitud que deben ir de la 
mano con los estudios de satisfacción arriba mencionados, pues un usuario 
satisfecho tendrá una imagen positiva hacia la unidad, servicio o especialista de la 
información. 
 
1.1.4 El comportamiento informativo de los usuarios universitarios 
Tanto el investigador como el docente, son el tipo de usuario que se ha estudiado 
con mayor profundidad, por lo que no es sorprendente que las unidades de 
información dedicados a atender sus necesidades de información sean los que 
presenten un mayor número de servicios, así como una gran diversidad en la 
tipología de los documentos de sus fondos.15 
Al igual que las necesidades de información, el comportamiento se rige por 
un proceso de producción de conocimiento y existen varios tipos de usuarios 
universitarios. Al respecto, Hernández propone los siguientes perfiles:16 
 
Comunidades científicas dedicadas a las ciencias naturales 
La organización del conocimiento en estas disciplinas sigue una estructura 
teórica jerárquica y uniforme, en donde la teoría juega un papel muy importante, 
guía las observaciones y forma las interpretaciones que se dan en las evidencias o 
hechos. Los problemas de investigación derivan de los modelos teóricos, pues al 
ofrecer estructuras en las que algunas variables son experimentalmente 
conocidas, explicadas y divulgadas, quedan expuestas variables o fenómenos 
 
14 Hernández Salazar, Patricia. (2007). La relación entre los estudios y la formación de usuarios 
de la información/The relationship between user studies and user formation. En: Revista General 
de Información y Documentación, 17(2), p. 106-107. 
15 Sanz Casado, E. Op. Cit., p. 38. 
16 Hernández Salazar, Patricia. (2001). Formación de usuarios: modelo para diseñar programas 
sobre el uso de las tecnologías de información en instituciones de educación superior. En: 
Documentación de las Ciencias de la Información, no. 24, p. 164-167. 
19 
 
desconocidos susceptibles de investigar. El trabajo se realiza dentro de 
comunidades o equipos de trabajo. El producto que más se produce es el reporte 
de investigación, pues cubre los requerimientos de rapidez para compartir 
resultados y para establecer prioridad en el descubrimiento o resultado. 
 
Comunidades científicas que se dedican a las humanidades 
 El objeto de estudio de estas disciplinas es el ser humano, actividades, 
comportamiento, organización, relaciones y productos de la imaginación. Aquí los 
fenómenos de investigación se abordan desde la perspectiva de buscar validez 
interpretativa, esto es, que se estudian símbolos, mismos que pueden tener 
múltiples significados y no pueden tener una interpretación univoca. Los 
humanistas acumulan, seleccionan e interpretan la información de tal manera que 
la transforman en conocimiento. El problema de estudio se ataca desde dos 
perspectivas: el examen cercano de los especifico y el total del que forma parte 
dicha especificidad, de lo que deriva que las disciplinas aquí englobadas posean 
un pensamiento a la vez holístico y especializado y posean un alto grado de 
criterio de juicio de lógica de pregunta. A diferencia de las ciencias naturales, en 
las humanidades el punto de vista del autor-investigador es parte importante del 
texto y le agrega autoridad, siendo las monografías de autores personales el 
principal producto de estas ciencias y en menor medida los artículos de 
publicación periódica. Se recurre mucho a las citas, pues estas representan las 
conexiones conceptuales de la investigación. 
 
Comunidades científicas que se dedican a las ciencias sociales 
 Aquí el eje de los estudios es la sociedad en general desde varias 
perspectivas: económica, política, cultural y social y las relaciones entre grupos 
sociales. En este caso las investigaciones pueden seguir el método descriptivo de 
las ciencias naturales o el interpretativo de las humanidades. La forma de trabajo 
usualmente es multidisciplinaria que resultan en artículos o ensayos individuales 
que se reúnen en obras monográficas como compilaciones y en artículos de 
20 
 
publicaciones periódicas y recursos relacionados con medios de comunicación 
masiva como televisión y radio. 
 Los perfiles anteriores permiten apreciar acertadamente las características 
principales de determinadas comunidades de investigadores, sin embargo, en 
opinión de Perelló (2005, p. 42) ya no se piensa en términos de los espacios 
jerárquicos de las divisiones impuestas y propone distinguir entre usuarios-
lectores-investigadores electrónicos y no electrónicos, siendo los primeros 
considerados en un largo plazo, frente a los segundos. El mismo autor señala que 
hoy en día el usuario electrónico conoce las fuentes y todos los recursos y 
herramientas informativas que precisan de las tecnologías de la información y de 
la comunicación para su investigación, por lo cual no siempre requiere de la ayuda 
del bibliotecario para localizar la información 
 
 
1.2 La formación de usuarios de la información 
1.2.1 Estado del arte 
¿Qué debemos entender por formación de usuarios? Al respecto, Hernández 
(2007, p. 108) puntualiza que es: 
 
El proceso de intercambios de experiencias o saberes significativos sobre el 
uso de la información, con el fin de que la persona que la usa, de acuerdo 
con su proceso cognoscitivo, perciba la importancia de la información y 
adquiera formas de saber hacer o de resolver problemas relacionados con 
el acceso y uso de la información. 
 
Siguiendo esta definición se muestra la necesidad de identificar las características 
de la persona que será formada y, a partir de ahí, diseñar un programa de 
formación. Éste es además un intercambio, que se tendrá que dar entre la persona 
a ser formada y la que formará, lo que refuerza la idea de que el formador debe 
conocer las característicasde quien será formado. Ahora bien, para diseñar un 
programa de formación hay que cubrir objetivos que detecten las necesidades de 
21 
 
información e identificar el comportamiento durante la búsqueda y la recuperación 
de las fuentes que cubren esas necesidades. 
Las actividades de formación de usuarios son variadas, y 
fundamentalmente han estado dirigidas a difundir los servicios y la colección de la 
biblioteca. La materialización de las acciones encaminadas a estos fines es tan 
diversa como se pueda imaginar: guías, animaciones, productos informativos 
múltiples, cursos de formación, etc. Todos y cada uno de ellos, incluso las visitas 
guiadas, tienen su espacio en Internet y así lo están demostrando un gran número 
de bibliotecas que utilizan la red para presentar todos los aspectos de su 
biblioteca, para dar a conocer sus colecciones, para enseñar a manejar sus 
productos o para cualquier cuestión que redunde en un mayor y mejor uso de la 
biblioteca. 
Hoy día, se abre ante la biblioteca una nueva dimensión en todo lo relativo 
a la formación. La biblioteca entendida como “centro de recursos” puede y debe 
dedicar su tiempo a actividades de alfabetización e integración a través de la 
formación continua, una alfabetización en nuevas tecnologías, etc. 
Una razón de la necesidad de la formación de usuarios ha sido la compleja 
organización de la información documental en las instituciones y acervos 
documentales. Estas se distinguen por sistemas clasificatorios difíciles, poco 
señalizados y facilitados conceptual y gráficamente. Es por ello que se hace 
necesaria la alfabetización informacional17, entendida esta como un proceso de 
aprendizaje mediante el cual uno identifica una necesidad o define un problema, 
busca recursos aplicables, reúne y consume información, analiza e interpreta, 
sintetiza y comunica eficazmente a otras personas; y evalúa el producto realizado. 
 
17 Naranjo, Rendón y Giraldo (2006, p. 26) mencionan como a través del tiempo se han forjado 
conceptos para referirse a la formación de usuarios: educación de usuarios, instrucción de 
usuarios, instrucción bibliográfica, y el concepto formación de usuarios, el más utilizado en América 
Latina; recientemente han surgido otros conceptos como alfabetización informativa, desarrollo de 
habilidades informativas, y todos ellos con la finalidad común de que el usuario de información sea 
capaz de buscar, localizar, seleccionar y analizar la información para satisfacer una necesidad 
informativa. 
22 
 
Una persona alfabetizada en información es aquella capaz de reconocer cuándo 
se necesita información y tiene la capacidad de localizar, evaluar y utilizar 
eficazmente la información requerida, lo que le permite llegar a ser un aprendiz 
independiente a lo largo de su vida, siendo esta la meta principal de la 
alfabetización informacional, crear personas capaces de encontrar, evaluar y 
hacer uso de la información para resolver problemas o tomar decisiones sin tener 
que recurrir necesariamente a una biblioteca.18 
 La alfabetización informacional es un objetivo global que implica y 
compromete tanto al sistema educativo en todos sus niveles obligatorios como a 
las instituciones documentales. Es por ello que es necesaria de forma eficiente, la 
formación de distintos niveles de profesionales alrededor de dicho concepto, como 
se verá a continuación. 
 
Formación de los documentalistas 
Personas que preparen buenos programas de formación de usuarios para 
coadyuvar en el aprendizaje de los estudiantes y la mejora de sus habilidades de 
información. Se recomienda en este tipo de expertos una preparación a nivel de 
posgrado en su área relativa para una mayor profesionalización de sus labores. 
 
Formación del profesorado 
Se debe fomentar la sensibilización de los docentes en cuanto a las 
actividades para su formación y para que puedan incorporar en sus labores, 
nuevas herramientas de aprendizaje. Para lo cual es necesario formar parte en 
actividades formativas, presenciales y/o a distancia, organizadas por bibliotecarios 
incluso, ellos mismos como profesores. Lo que debe quedar claro en esto es que 
acercarse a la sociedad de la información es mucho más que poner ordenadores 
 
18 Gómez Hernández, José A., Morales, Félix Benito. (2001). De la formación de usuarios a la 
alfabetización informacional: propuestas para enseñar las habilidades de información. En: Scire: 
Representación y organización del conocimiento, vol. 7, no. 2., p. 56. 
23 
 
en los centros educativos, esto significa remodelar los contenidos y la metodología 
didáctica, así como los escenarios de aprendizaje.19 
 
1.2.2 Qué y para qué de la formación de usuarios 
A mediados de los años sesenta la literatura abocada a investigar a los usuarios 
de los servicios bibliotecarios y de información se desarrolló rápidamente. Los 
objetivos de dichas búsquedas fueron los siguientes: 
 
1. Iniciar la observación del fenómeno acerca del uso de la información o 
expresión de la necesidad informativa, o ambos. 
2. Predecir acerca del uso de la información 
3. Determinar la utilización de la información a través de su manejo y 
manipulación de las condiciones esenciales en que es usada. 
 
 
Los puntos anteriores se pueden transformar en actividades: 
 
1. Descripción a través de la observación del uso de la información 
2. Definición conveniente y apropiada de conceptos para describir y detallar el 
uso de la información 
3. Teorización de relaciones causales o cuantitativas entre el uso de la 
información y los factores asociados.20 
 
Existen cinco maneras básicas para investigar las necesidades de los usuarios: 
cuestionarios, entrevista, diario, observación y análisis de datos existentes 
 
19 Gómez Hernández, José A., Morales, Félix Benito. (2001). De la formación de usuarios a la 
alfabetización informacional: propuestas para enseñar las habilidades de información. En: Scire: 
Representación y organización del conocimiento, vol. 7, no. 2., p. 59-63. 
20 Calva González, Juan José. (2004). La investigación sobre las necesidades de información en 
comunidades de usuarios. En: Investigación Bibliotecológica, vol. 18, no. 37, p. 28. 
24 
 
(Magaña, 1982).21 Este tipo de estudios deben ser periódicos y es factible 
combinar varias formas con el fin de identificar plenamente las necesidades de 
información de las comunidades científicas de cada institución y acervo 
documental existente. En este sentido, Calva (2004a, p. 105) señala: 
 
Los recursos humanos de cada biblioteca en las instituciones de educación 
superior de Latinoamérica deben estar adiestrados y formados para realizar 
estudios que les permitan identificar las necesidades de información y el 
comportamiento informativo de su comunidad científica, con el fin de 
desarrollar colecciones, diseñar servicios, automatizar procesos, orientar el 
presupuesto, pero siempre respondiendo a satisfacer tales necesidades y 
dando respuesta al comportamiento informativo de sus usuarios reales y 
virtuales. 
 
Las bibliotecas, centros de información, centros de documentación o cualquier otra 
unidad de información encargada de proporcionar información a investigadores o 
usuarios específicos, deben realizar estudios que les permitan identificar las 
necesidades de información de estos y sobre las cuales desarrollar las 
colecciones documentales, ya sean impresas y/o electrónicas que les permitan 
satisfacer las necesidades de información de su comunidad. Así pues, sobre esta 
base, deberán diseñarse los servicios bibliotecarios y de información, 
contemplando el uso de las tecnologías cuando esto así lo requiera, tal como el 
acceso a Internet, bases de datos en línea o incluso, técnicas manuales. 
Es eneste sentido es que se plantea la automatización del área de servicios de 
las bibliotecas universitarias, siendo específicamente el área de instrucción, aquel 
servicio que mediante un programa de formación de usuarios emplee las 
herramientas multimedia. 
 
21 Citado por Calva González, Juan José. (2004a). Las necesidades y comportamiento de los 
investigadores como usuarios de las bibliotecas de las instituciones de educación superior en 
América latina. En: Documentación de las Ciencias de la Información, no. 27, p. 105. 
25 
 
1.2.3 Metodología y herramientas en el desarrollo de programas de 
formación de usuarios 
Los trabajos sobre formación de usuarios no son algo nuevo, pues los primeros 
estudios al respecto datan de 1877 en los Estados Unidos (Hernández, 2001, p. 
151). Siguiendo a esta autora, se da uno cuenta que debe existir un marco que 
delimite cualquier aspecto que se refiera a la formación de usuarios, tales como: 
concepto, niveles, procesos para llevar a cabo experiencias y/o programas de 
formación. No obstante, la gran mayoría de este tipo de estudios muestra 
carencias en cuanto a su concepto y sus niveles. Por ello, Hernández (2001, p. 
152) señala que existen dos tendencias para diseñar un programa: “una que 
considera los procesos de organización y explotación de la información como 
fundamento y otra cuyo principio es el usuario, sus necesidades de información y 
la forma de cubrirlas (comportamiento en la búsqueda)”. 
A partir de lo anterior, ella sugiere un programa centrado en conocer al 
usuario, no solo sus necesidades y comportamientos, sino cómo aprende y cómo 
produce conocimiento. A partir de la década de los ochenta, en los Estados 
Unidos se desarrolló una nueva tendencia dentro de la formación de usuarios 
denominada “alfabetización en información”. Esto se aplica a personas que 
además de saber leer y escribir, poseen pensamiento lógico, habilidades 
cognitivas de orden superior (análisis y síntesis) y de razonamiento.22 
Ahora bien, la elaboración de cualquier programa de formación debe seguir, 
a decir de Hernández (2007, p. 110-111), un proceso sistematizado que consta de 
nueve etapas: 
 
1. Definir el problema (uno que sea de formación) 
2. Identificar el entorno institucional 
 
22 Hernández Salazar, Patricia. (2001). Formación de usuarios: modelo para diseñar programas 
sobre el uso de las tecnologías de información en instituciones de educación superior. En: 
Documentación de las Ciencias de la Información, no. 24, p. 157. 
26 
 
3. Determinar el perfil de necesidades de información y necesidades de 
formación del usuario meta (evaluación diagnóstica) 
4. Establecer los objetivos del programa 
5. Elaborar los contenidos 
6. Seleccionar el método, las técnicas y los materiales didácticos } 
7. Elaborar los materiales didácticos 
8. Implantar el programa 
9. Evaluar el programa (evaluación formativa y sumativa). 
 
Como bien señala esta autora, la determinación de dichos perfiles debe ser el 
resultado de estudios de usuarios con los cuales se hayan identificado las 
necesidades de información de los usuarios, así como su comportamiento durante 
la búsqueda y recuperación de la información. Es importante subrayar que la 
mayoría de los programas de formación de usuarios han sido diseñados sin haber 
realizado estos estudios. 
 
1.2.4 Niveles de formación 
El término formación se ha utilizado indistintamente para hacer referencia a 
educación, instrucción, orientación e incluso, alfabetización. Desde la 
bibliotecología, especialistas del área relacionada con los usuarios han usado el 
vocablo sin distinción, lo que se complica al momento de emplear el binomio 
formación de usuarios, por lo cual, los bibliotecólogos se han apoyado en la 
psicología y la pedagogía para explicar cómo lograr formar al usuario de la 
información. Por tanto, debemos entender que este concepto hace referencia “al 
conjunto de habilidades de aprendizaje permanente en relación con el 
conocimiento y uso óptimo de las fuentes de información o los recursos 
documentales para responder a necesidades específicas” (Naranjo, Rendón, 
Giraldo, 2006, p. 35-36). 
 Clasificar o definir niveles de formación de usuarios es variable, cada 
estudioso del tema define sus propios niveles: 
27 
 
 Naranjo, Rendón y Giraldo (2006) proponen cuatro niveles en la formación 
de usuarios: 
 
1. Comunicación 
2. Orientación o introducción a la biblioteca 
3. Instrucción y uso 
4. Producción de información 
 
Como resultado final de los niveles anteriores se puede hablar entonces de un 
usuario formado, es decir, cuando éste tiene las habilidades y destrezas 
suficientes para entender qué es la información y su proceso de producción, 
distribución y recuperación para lograr un propósito claramente establecido de 
antemano y cuando a su vez se encuentra en capacidad de acercarse a una 
biblioteca para hacer uso de sus recursos y servicios de una manera no utilitarista 
sino en una sinergia de dar y recibir como agente activo en una comunidad 
determinada y en un proceso de comunicación y realimentación. 
Para Rowe23, definir los niveles bajo los cuales se diseñará un programa –
actividades- de formación de usuarios está en función de las actividades a realizar, 
para ello, establece seis niveles: 
 
1. Orientación general 
2. Inducción para estudiantes de nuevo ingreso 
3. Cursos vinculados a otras asignaturas 
4. Talleres sobre y con recursos automatizados 
5. Cursos con valor en créditos 
6. Instrucción individualizada 
 
 
23 Citado por Lau, Jesús y Cortés Vera, Jesús en La agenda rezagada: la formación de usuarios de 
sistemas de información. Disponible en: 
http://bivir.uacj.mx/dhi/PublicacionesUACJ/Docs/Ponencias/PDF/poncol95.pdf 
28 
 
Como se puede observar, estos niveles de instrucción se focalizan en implementar 
una serie de actividades con una marcada tendencia en apoyar los programas de 
formación de usuarios mediante actividades específicas con el apoyo de 
instrumentos o herramientas tanto impresos como en recursos electrónicos. 
Para Hernández, el proceso de formación de usuarios puede ser dividido en 
dos niveles relacionados con el proceso cognoscitivo de aprendizaje significativo 
necesario para arribar o pasar de uno a otro: 
 
Principio básico: comunicación de conceptos relacionados con la 
información (producción, transferencia, organización, búsqueda, recuperación, 
servicio y difusión) y su importancia. Se pretende que el usuario identifique el 
proceso por el que pasa la información, y su importancia dentro de su formación 
profesional, académica o profesional. El objetivo general de este principio es 
sensibilizar a los alumnos sobre la importancia de la información. Debe concebirse 
como un elemento constante de reforzamiento en cualquier actividad de formación 
o contenido programático de algún programa. 
 
Primer nivel: Orientación: Se ofrece una guía general sobre un determinado 
servicio o unidad de información, a fin de introducir al usuario en las cuestiones 
físicas de la biblioteca y/o sus servicios. Se incluye también el objetivo general de 
proveer información general acerca de un centro o servicio de información, sus 
objetivos específicos pueden estar focalizados en cuestiones como las 
instalaciones, organización administrativa, servicios, políticas de servicio, 
organización del acervo. Además, motivar y sensibilizar a los usuarios para que 
utilicen y conozcan los centros y servicios de información disponibles. 
 
Segundo nivel: Instrucción: Acercar al usuario a los entresijos bibliotecarios 
tales como el sistema de clasificación, códigos de catalogación, forma de 
recuperación de recursos digitales de información, entre otros. El objetivo principalaquí es desarrollar habilidades concretas para utilizar los recursos de información 
específicos y técnicas de búsqueda. Los objetivos específicos estarán 
29 
 
determinados por el nivel y recurso de información en el cual será instruido el 
usuario. El diseño y elaboración de experiencias de instrucción están relacionados 
con los procesos de enseñanza y aprendizaje, por lo que es importante la ayuda 
de profesionales del área pedagógica o psicológica y variarán de acuerdo a los 
objetivos y contenidos que se planteen. Un programa de formación deberá incluir 
los dos niveles de la formación y su principio básico, a fin de obtener un 
conocimiento integral sobre las posibilidades que existen para recuperar 
información y aprovechar los servicios y recursos de las unidades informativas, 
cada nivel está relacionado con el anterior y con el siguiente, creando relaciones 
de interdependencia cognoscitiva.24 
 Aun cuando existen diversos estudios para el diseño de programas de 
formación de usuarios, cada uno define su propia metodología, instrumentos de 
apoyos y sus propios niveles de aplicación, todos coinciden en determinar la 
importancia de satisfacer una necesidad de información de los usuarios, ya sea 
ésta como parte de un proceso de enseñanza, de investigación o de cultura 
general; se reconoce además, la importancia de las bibliotecas universitarias y 
todos los servicios que ofrece, atendiendo así, las necesidades de sus tres tipos 
básicos de usuarios: estudiantes, profesores e investigadores. 
 Sin olvidar y recalcando el uso de la comunicación audiovisual, se apuesta 
pues, por hacer de lo audiovisual, un recurso metodológico y desarrollar por tanto, 
programas de formación de usuarios con alto contenido audiovisual, y ofrecer así 
a los usuarios de bibliotecas universitarias (Granado, 2008, p. 565), los 
mecanismos necesarios para poder comunicarse –y aprender- a través de la 
imagen, ya sea fija o en movimiento, para esto, Granados (2008) también sugiere 
el conocer –estudios de usuarios- las características –afectivas, sociales, 
familiares, etc.- de los usuarios; determinar los objetivos y contenidos que se 
 
24 Hernández Salazar, Patricia. (2001). Formación de usuarios: modelo para diseñar programas 
sobre el uso de las tecnologías de información en instituciones de educación superior. En: 
Documentación de las Ciencias de la Información, no. 24, p. 159-160. 
30 
 
pretenden desarrollar y alcanzar, así como conocer, las características de los 
medios con los que se va a trabajar. 
 Retomando las metodologías y herramientas en el desarrollo de programas 
de formación de usuarios existen normas sobre alfabetización informativa25 para 
implementar programas de desarrollo de habilidades informativas y que sirven 
como guías a las bibliotecas de todo tipo para facilitar las competencias 
informativas en sus usuarios y donde se destacan la estimulación de las aptitudes 
informativas que todo usuario puede desarrollar tanto en una biblioteca pública 
como una biblioteca universitaria. 
 Lau y Cortés (2006) presentan de manera abreviada las directrices para el 
desarrollo de habilidades informacionales propuestas por la IFLA (International 
Federation of Library Association and Institutions) las cuales se centran en 3 
elementos: 
 
 Acceso 
 Evaluación 
 Uso de la información 
 
En cada uno de estos elementos existen competencias a desarrollar en los 
usuarios, que incluyen una serie de indicadores que facilitan la consecución de la 
meta de los programas de formación de usuarios. 
Estas normas, son compilación de otros documentos internacionales sobre 
desarrollo de habilidades informativas generadas por asociaciones de bibliotecas 
internacionales como la estadounidense Association of College and Research 
Libraries (ACRL), la británica Society of College National and University Libraries 
(SCONUL) y la australiana Council of Australian University Libraries (CAUL), por 
ello, estas normas pueden facilitar el aprendizaje en los diferentes niveles de los 
sistemas educativos, desde el nivel preescolar hasta posgrado. 
 
25 En el marco de la nueva literatura respecto a formación de usuarios, se está incorporando nueva 
terminología: alfabetización informativa, habilidades informativas, infoalfabetización, etc. 
31 
 
 Las normas sobre alfabetización en enseñanza superior de la ACRL (2011) 
establecen modelos para el dominio de competencias y sugieren indicadores y 
resultados observables de su seguimiento. Bajo este esquema, un usuario de la 
biblioteca competente en el acceso y uso de la información, que es capaz de 
reconocer sus necesidades informativas, que sabe localizar la información, 
procesarla, evaluarla y utilizarla, debe dominar estas cinco competencias: 
 
 Reconocer la necesidad de información y determinar su naturaleza y 
alcance 
 Acceder de manera eficaz y eficiente a la información necesaria 
 Evaluar la información e incorporarla a los esquemas de conocimiento del 
interesado 
 Utilizar de forma eficaz la información con fines específicos 
 Comprender el marco ético y jurídico de la información 
 
Por su parte, el modelo de formación de usuarios en bibliotecas universitarias de 
la SCONUL (2011) se focaliza en siete principios que soportan las aptitudes para 
el acceso y uso de la información en la enseñanza superior: 
 
 Identificar la necesidad de información 
 Distinguir diferentes maneras de cubrir la necesidad 
 Construir estrategias de localización de la información 
 Localizar y acceder a la información 
 Comparar y evaluar la información de diversas fuentes 
 Organizar, aplicar y comunicar la información 
 Sintetizar y crear nueva información 
 
Las normas del CAUL (2009), establecen siete normas en sus programas de 
alfabetización que la persona o usuario con aptitudes para el acceso y uso de la 
información: 
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 Reconoce la necesidad de información y determina la naturaleza y nivel de 
la información que necesita 
 Accede a la información requerida de manera eficaz y eficiente 
 Evalúa la información y sus fuentes de manera crítica e incorpora la 
información seleccionada a su propia base de conocimientos y a su sistema 
de valores 
 Clasifica, almacena, manipula y reelabora la información reunida o 
generada 
 Amplia, reestructura o crea nuevos conocimientos integrando el saber 
anterior y la nueva comprensión 
 Comprende los problemas y cuestiones culturales, económicas, legales y 
sociales que rodean el uso de la información, y accede y utiliza la 
información de forma respetuosa, ética y legal 
 Reconoce que el aprendizaje a lo largo de la vida y la participación 
ciudadana requieren alfabetización en información 
 
Esta panorámica referente a la normativa para diseñar programas de formación de 
usuarios, se centra en la importancia del entorno tecnológico actual, que demanda 
un dominio de las tecnologías de la información, tanto por parte del usuario de la 
información como de los profesionales de la información, siendo estos últimos, los 
que necesitan de competencias básicas para explotar el potencial de las TIC en el 
ámbito de la formación de usuarios y propiciar nuevos entornos de formación a 
usuarios para conseguir una autoformación constante merced al desarrollo de 
herramientas formativas como los tutoriales en línea. 
Tutoriales que encuentran en la imagen, un elemento pedagógico y de diseño 
que destacan su función epistémica y simbólica en el desarrollo de herramientas 
educativas para comunicar de manera visual el conocimiento. 
 
33 
 
1.3 Análisis de la “Guía para las visitas de inducción a los alumnos de nuevo 
ingreso”, el caso de la Unidad de Formación de Usuarios de la Coordinación 
de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara 
En el año de2002 se presenta la Guía para las visitas de inducción a los alumnos 
de nuevo ingreso de la Coordinación de Bibliotecas, enfocada principalmente para 
las bibliotecas de los centros universitarios de la Red de Bibliotecas de la 
Universidad de Guadalajara como parte del programa de formación de usuarios, 
en el cual se integran las visitas de inducción. 
El principal objetivo de este análisis es identificar la tendencia en el uso de 
las herramientas didácticas como apoyo a las actividades de formación de 
usuarios, las cuales, juegan un papel importante en su aplicación para crear 
sistemas instructivos de auto-aprendizaje. 
Esta guía hace hincapié en la organización de visitas de inducción a los 
alumnos de primer ingreso de nivel superior, esto a través de un recorrido por las 
instalaciones de la biblioteca, durante el cual se da información general a los 
estudiantes sobre cada uno de los servicios que se prestan. 
Anterior a esta actividad se lleva a cabo una gestión para programar las 
visitas, para lo cual se planea y organizan esta visitas, y con ello, también se 
diseña un programa de capacitación al personal bibliotecario que realizará las 
visitas, preparación que incluye la exposición de motivos y la dinámica de las 
visitas, recalcando la importancia y trascendencia de esta actividad. Se diseñan –y 
colocan- carteles con información de las respectivas áreas de la biblioteca, de 
igual manera se elabora una serie de diapositivas que serán proyectadas en una 
sala de video. 
Posterior a esta actividad, se elabora el plan de acción a seguir y que 
consiste en dar la bienvenida a los alumnos, presentación del personal 
bibliotecario, exposición del motivo de la inducción, entrega de folletos 
informativos, recorrido por las instalaciones, sesión de preguntas y respuestas, 
culminando así la visita. 
Pues bien, es necesario hacer notar, que esta guía hace poco uso de 
materiales didácticos que fortalezcan el objetivo de la visita de inducción, los 
34 
 
cuales consisten en folletos impresos, que textualmente informan a los usuarios de 
los principales servicios que ofrece la biblioteca, cabe mencionar que los carteles y 
diapositivas mencionadas arriba, constan de un diseño basado principalmente en 
texto, carentes de apoyos visuales como imágenes. 
Si bien estos materiales no son los óptimos, se puede decir, que al menos 
cumplen la función de informar, sin embargo, éstos pueden mejorarse a través de 
la aplicación del uso de la imagen didáctica, la cual será objeto de estudio en los 
capítulos siguientes, presentando para ello en el capítulo 4 un video de la 
Biblioteca Digital, que a partir del segundo semestre del año 2006, ofrece a la 
comunidad universitaria acceso al acervo digital de la Institución. Con esto, se 
percibe una evolución en el manejo y adaptación de nuevas herramientas 
didácticas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
35 
 
Capítulo 2 La comunicación audiovisual como recurso didáctico 
 
2.1 Introducción a la comunicación audiovisual 
2.1.1 Concepto y estudio de la imagen 
El hombre se enfrenta constantemente a estímulos visuales, los cuales forman 
parte de un proceso cognoscitivo, por lo tanto el individuo construye su realidad a 
partir de experiencias visuales y de significados que atribuye a estos estímulos 
(proceso cognoscitivo) donde la imagen tiene un valor y una relevante 
participación que bien justifica su estudio. 
 La imagen se gesta pues, por la necesidad del hombre de dejar una 
constancia de su paso por el mundo, así, la naturaleza primitiva del mismo, 
contribuyó para generar en él, la exigencia de transmitir sus inquietudes, que 
mediante el apuro de satisfacer necesidades primarias como la obtención de 
alimento y la comprensión de la facilidad del trabajo en grupo, logró entablar lo 
que hoy se conoce como comunicación, que si bien a señas o de manera pictórica 
logró su cometido con el tiempo. 
 Para lo anterior, De la Torre refiere que el descubrimiento de que los 
conceptos podrían materializarse gráficamente, motivó su intelecto induciéndolo al 
logro de sistemas visuales conformados por símbolos y signos26, que mucho 
antes, las formas de comunicación correspondían a los procesos pictóricos y a la 
implementación de sonidos y señas, que a la postre crearon el lenguaje, un 
lenguaje común utilizado dentro de su entorno. En ocasiones, el hombre se topaba 
con otros seres semejantes a el que venían de regiones remotas, y al tratar de 
comunicarse con ellos comprende que sus intentos son vanos, debido a que éstos 
últimos contaban con otro sistema de lenguaje. 
 De esta pequeña visión se comprende la necesidad de contar con un 
lenguaje capaz de conjuntar las ideas y el pensamiento, mediante términos o 
conceptos más fáciles de recordar, que lo contrario, los conceptos más difíciles 
 
26 Torre y Rizo, G. (2009). El lenguaje de los símbolos gráficos: introducción de la comunicación 
visual. México: Limusa, p. 13. 
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pasarían poco a poco al olvido. Asimismo, con el paso de los años se ha logrado 
conocer que los diversos sistemas de comunicación han partido del concepto 
original de utilizar las imágenes de la naturaleza. De esta forma, las formas 
estilizadas que han existido alrededor del hombre juegan un papel predominante. 
En la actualidad la imagen es de tal relevancia en los sistemas de comunicación 
que con los avances tecnológicos han logrado crear una cultura visual apoyada 
significativamente en la proliferación de imágenes. 
 Hablar de imagen en sí tiene sus consecuencias, si bien el concepto se ha 
prestado a múltiples debates, su uso es de un quehacer cotidiano que a casi nadie 
le importa, el relativo conocimiento de ella limita a utilizarla de una manera casi 
automática, su relación con la realidad es sin duda uno de los aconteceres más 
cercanos a las labores comunicativas que del hombre primitivo se conoce, con el 
tiempo y la aparición del lenguaje articulado, a la imagen se le han adosado 
valores representativos de la cultura que las produce, dichos valores y sus 
características han provocado un sinnúmero de alternancias en torno a ella, 
logrando que sea posible hablar a decir de Moles, de imágenes sonoras, o de la 
posible existencia de imágenes táctiles y de imágenes olfativas27. 
 El análisis de la imagen orienta a utilizarla de acuerdo a los contenidos que 
ésta aporta y a cómo estas mismas son apreciadas por los receptores, ya que a 
decir de Gombrich (2000, p. 135), la información que se extrae de una imagen 
puede ser independiente de la intención de su autor, por lo cual es importante 
estudiar y definir la función que va a tener la imagen y su relación con el sujeto 
receptor. Siendo éste, quien crea imágenes visuales como medio para la 
interpretación y comunicación de su realidad28. 
 
27 Moles, A. A. (1991). La imagen: comunicación funcional. México: Trillas., p. 12-13. 
28 Aumont, J. (1992, p. 82) sostiene que una de las razones esenciales de que se produzcan las 
imágenes, es la que deriva de la pertenencia de la imagen en general al campo de lo simbólico y 
que, en consecuencia, la sitúa como mediación entre el espectador y la realidad. 
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 Por otra parte, en el estudio de la imagen, a decir de Costa (1991), ésta 
tiene que ser valorada en sus dimensiones históricas29 y sociales. Por un lado, no 
es anterior a la escritura, sino por el contrario, el arte prehistórico es una arte de 
imágenes y la escritura derivó de ellas, la escritura, sabemos, tomó su forma del 
jeroglífico y de los caracteres ideográfico y pictográficos, hasta convertirse en los 
signos abstractos del alfabeto que no tienen relación algunas con las formas de la 
realidad a la que se refieren ni con las ideas que transmiten, situando así a la 
imagen en la cultura de masas a través

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