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Asociacion-clnico-tomografa-en-el-paciente-con-traumatismo-craneoencefalico-en-el-Hospital-Pediatrico-Villa

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
 
SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL 
DIRECCION DE EDUCACION E INVESTIGACION 
SUBDIRECCION DE POSGRADO E INVESTIGACION 
 
 
CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACION EN PEDIATRIA 
 
“ASOCIACION CLINICO-TOMOGRAFICA EN EL PACIENTE CON 
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN EL HOSPITAL PEDIATRICO 
VILLA” 
TRABAJO DE INVESTIGACION CLINICA 
 
PRESENTADO POR 
DRA. NAYELI GARCIA DELGADO 
 
 
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN PEDIATRIA 
 
 
DIRECTOR DE TESIS 
DR. DOMINGO JULIO SANGRADOR SALVADOR 
 
 
 
 
- MEXICO DF 2015 - 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
1 
 
 
 
ASOCIACION CLINICO-TOMOGRAFICA EN EL PACIENTE CON 
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN EL HOSPITAL PEDIATRICO VILLA 
 
DRA NAYELI GARCIA DELGADO 
 
 
 
Vo. Bo. 
 
 
 
 
 
 
DR. LUIS RAMIRO GARCIA LOPEZ 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACION EN PEDIATRIA 
 
 
 
Vo. Bo. 
 
DR ANTONIO FRAGA MOURET 
 
 
 
 
 
 
DIRECTOR DE EDUCACION E INVESTIGACION 
 
2 
 
 
 
ASOCIACION CLINICO-TOMOGRAFICA EN EL PACIENTE CON 
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN EL HOSPITAL PEDIATRICO VILLA 
 
 
DRA NAYELI GARCIA DELGADO 
 
 
Vo.Bo. 
 
 
 
 
 
 
 
DR. DOMINGO JULIO SANGRADOR SALVADOR 
MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE URGENCIAS DEL HOSPITAL 
PEDIÁTRICO VILLA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
AGRADEZCO A… 
DIOS 
Por no soltar mi mano, y darme fortaleza ante todas las debilidades que por 
mi naturaleza humana confrontaba. 
 
A mis padres: 
Por caminar a mi lado y hacerme parte de su camino, por enseñarme todo lo 
que saben de la vida y dónde encontrar el conocimiento intelectual y 
espiritual ante las adversidades de la misma. Hoy quiero dedicarles este 
logro a esos seres que lo dieron todo para verme crecer y sonreír; los amo. 
 
A mi asesor de tesis: 
Gracias por el tiempo, la paciencia, y sobre todo compartir su conocimiento 
para poder lograr esta meta. 
 
A mis maestros: 
Quienes de alguna u otra manera tocaron mi vida forjando a esta nueva 
pediatra que intentará estar a la altura de todas las situaciones. Por haber 
depositado tiempo, confianza y experiencia en mi formación, deseo nunca 
decepcionarlos. 
 
A todos mis niños: 
Por inspirarme día a día a seguir este sueño, y permitirme aprender de su 
dolor y sus sonrisas, A todos esos pequeños guerreros que te enseñan el no 
vencerte por más gris que se vea el camino, gracias. 
 
 A los que están, y a los que ya no puedo ver más que con el corazón, 
gracias. Gracias por compartir sonrisas, lágrimas y bellos recuerdos. Por no 
perder la fe en mi y darme esa palabra perfecta para poder continuar. 
 
 
 
4 
 
 
 
 
ÍNDICE Página 
 
 
1. RESUMEN…………………………………………… 
2. MARCO TEORICO………………………………….. 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………. 
4. JUSTIFICACION…………………………………….. 
5. OBJETIVO PRINCIPAL……………………………. 
6. METODOLOGIA……….……………………………. 
6.1 Diseño del estudio……………………………….. 
6.2 Población………………………………………….. 
6.3 Criterios de Selección…………………………… 
6.4 Muestreo…………………………………………… 
6.5 Tamaño de la muestra…………………………… 
6.6 Descripción de variables……………………….. 
6.7 Instrumento……………………………………….. 
6.8 Plan de Análisis Estadístico…………………… 
6.9 Consideraciones Éticas……………………….. 
7. RESULTADOS……………………………………… 
8. DISCUSION…………………………………………. 
9. CONCLUSIONES………………………………….. 
10. PERSPECTIVAS…………………………………. 
10. BIBLIOGRAFIA…………………………………… 
 
 
 
 
5 
7 
18 
19 
20 
20 
20 
20 
20 
20 
21 
21 
22 
22 
22 
23 
42 
45 
46 
47 
 
 
 
 
 
5 
 
1. RESUMEN 
El traumatismo craneoencefálico representa una incidencia muy elevada a nivel 
mundial y continúa siendo una causa muy importante de muerte y secuelas. 
Objetivo; Determinar si existe asociación clínico tomográfica en los pacientes con 
traumatismo craneoencefálico en la edad pediátrica en los pacientes 
hospitalizados en el Hospital Pediátrico Villa. Material y métodos; Realizamos un 
estudio descriptivo, considerando las variantes más sobresalientes respecto a 
hallazgos tomográficos y datos clínicos más frecuentemente encontrados en 
pacientes con diagnóstico de ingres de TCE; se revisaron 240 expedientes del 
periodo comprendido de enero a diciembre 2013 de pacientes con TCE que se 
hospitalizaron en el servicio de urgencias de pediatría. Se recolectaron los 
resultados en una base de datos de Excel para el manejo de la información. 
Resultados Se analizaron un total de 206 expedientes de los cuáles el 40.3% 
pertenecian al género femenino y 59.7% al género masculino. El grupo de edad 
más afectado fue el de los lactantes con un 32%. Se realizó tomografía axial 
computarizada de cráneo simple al 57% de los pacientes ingresados al servicio de 
urgencias de los cuáles el mecanismo de lesión fue la caída libre de cualquier 
altura con 79.4% de los casos. El hallazgo tomográfico más reportado fue el de 
tomografía normal con un total de 57 casos correspondiente al 49.1%. El 55.1% 
de los casos presentó hematoma subgaleal y el 81.1% de los pacientes con 
hundimiento palpables se asoció con cambios tomográficos. El cambio 
tomogràfico mas reportado fue fractura lineal sin lesión intracranel con el 19.1% de 
los casos mayormente asociado a hematoma subgaleal en el 81.2% de los casos. 
Conclusiones El Traumatismo craneoencefálico sigue siendo un problema 
6 
 
importante en salud pública, siendo la principal causa de atención en los servicios 
de urgencias pediátricas El uso de tomografía en nuestras unidades se encuentra 
por debajo del porcentaje reportado en otras unidades hospitalarias, debiendo 
considerar realizar nuevos estudios de manera prospectiva para determinar la 
causa. 
 
 
 
7 
 
 
2. MARCO TEORICO 
Las lesiones y la violencia son una de las principales causas de muerte infantil 
en todo el mundo, provocando cada año cerca de 950 000 defunciones en 
niños y jóvenes menores de 18 años; encontrándose a los traumatismos 
causados por el tránsito y las caídas entre las 15 principales causas de 
morbilidad mundial en los niños de 0 a 14 años. La carga de las lesiones en los 
niños no se reparte uniformemente., siendo los más vulnerables aquellos niños 
de los países más pobres y los de las familias más pobres de los países 
desarrollados. 1 
En el 85% de los incidentes traumáticos en niños intervienen lesiones 
craneoencefálicas. La incidencia del traumatismo craneoencefálico en países 
desarrollados es de 200 por cada 100 000 habitantes entre los cuáles el 7% se 
considera grave con una mortalidad cercana al 30% y un riesgo de secuelas 
cercano al 40%. 2 
En México de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 
en el 2010 los accidentes se encontraban como la 4ª causa de mortalidad 
infantil3, convirtiéndose en el 2011 en la segunda causa en la edad preescolar 
y en la primer causa de muerte en la edad escolar4. 
El TCE infantil constituye un motivo frecuente de consulta en Urgencias; 
correspondiendo hasta el 25 % de los ingresos; aunque en su mayoría no 
conlleva consecuencias graves; el TCE supone la primera causa de muerte y 
8 
 
discapacidad en niños mayores de 1 año en los países desarrollados. De 
acuerdoa un estudio realizado en hospitales pediátricos de la Ciudad de 
México; el traumatismo cráneo encefálico en niños ocupa el 2do. lugar, de los 
cuáles el 82% de los TCE son leves, 13 % son moderados y 5% son fatales. El 
20% tienen discapacidades significativas. 5,6 
En el Hospital Pediátrico Villa en el 2013 se ingresaron a 2207 pacientes en el 
servicio de urgencias reportándose como la segunda causa de morbilidad a los 
traumatismos y accidentes con un 24.4%, solamente precedido de las 
infecciones de vías aéreas superiores. Dejando ver la gran importancia de este 
padecimiento en el sector salud. 
Se define como traumatismo craneoencefálico (TCE) a la lesión directa de 
estructuras craneales, encefálicas y/o meníngeas, que se presenta como 
consecuencia del efecto mecánico que provoca un agente físico externo y que 
puede originar un deterioro funcional del contenido craneal.5 
La severidad del traumatismo se encuentra estrechamente relacionada con la 
velocidad, aceleración, desaceleración y fuerza del impacto; las lesiones 
presentes posterior al traumatismo se pueden dividir en primarias y 
secundarias. Las primarias son instantáneas e impredecibles como las heridas, 
fracturas, hematomas, laceraciones, etc.; las secundarias no son producidas 
directamente por el impacto inicial y son capaces de provocar nuevas lesiones 
cerebrales, generalmente se relacionan a hipotensión sistémica, hipoxia, 
hemorragias intracraneales o aumento de las necesidades metabólicas. 
Además, algunos autores engloban en el concepto de lesión terciaria las 
9 
 
alteraciones producidas por la liberación de aminoácidos excitadores, el estrés 
oxidativo, los fenómenos inflamatorios y la liberación de diversos 
neurotransmisores, todo ello como consecuencia de la puesta en marcha de 
cascadas neuroquímicas anómalas y alteraciones metabólicas tanto en el 
momento del impacto como posteriormente a la lesión inicial7,26 
 Existen dos posibilidades fisiopatogénias, la lesión de tipo focal y la difusa. La 
repercusión y por tanto importancia del TCE se circunscribe al número de 
neuronas que mueren por efecto del mismo, aceptando que un grupo de ellas 
sufre esta consecuencia inmediatamente después del trauma, otro en las 
primeras 24 horas y un último grupo, quizás el más numeroso, entre el 2º y 7º 
día, teniendo en éste una especial importancia la afectación cerebral difusa 
postraumática. 
Entre las alteraciones focales: destacan las contusiones y laceraciones, 
provocadas por impacto directo sobre la zona, en ocasiones dentro de un 
mecanismo de autogolpeo del cerebro con la estructura ósea craneal 
(mecanismo de aceleración) en cuyo caso la localización más frecuente son los 
lóbulos frontales y temporales. 
La afectación cerebral difusa: se expresa mediante el denominado daño axonal 
difuso, o mediante mecanismos de isquemia y edema cerebral. 
Daño axonal difuso (DAD): Traduce la suma de un concepto clínico (coma 
traumático prolongado) y un concepto anatomopatológico (alteración del 
citoesqueleto, con degeneración del axón y desconexión del mismo o 
axotomía). Tras el TCE la secuencia fisiopatogénica sería una primitiva 
10 
 
excitación neuronal seguida de una inhibición, produciéndose la pérdida de 
conciencia y la liberación masiva de iones al medio extracelular. Con ello se 
pone en marcha la alteración axonal y mielínica, teniendo una 
mayorexpresividad entre las 24 y 48 h. postrauma. Tiene especial interés la 
aceleración que sufre el cerebro durante el TCE, ya que cuanto más intensidad 
tiene mas acusado es el grado de deslizamiento sufrido, factor que guarda una 
relación muy directa con el grado de DAD. 
Isquemia y edema cerebral: Consecuencias de una insuficiente perfusión 
cerebral. La presión de perfusión encefálica es la resultante de la diferencia 
entre la presión arterial media (PAM) menos la presión intracraneal (PIC), por 
tanto un descenso de la primera o un aumento de la segunda influye 
negativamente en la perfusión cerebral, pudiendo inducir la muerte celular. En 
éste mecanismo juega un papel de especial relevancia la hipoxia, empeorando 
la situación al alterar la membrana celular (acumulo de sodio intracelular que a 
su vez genera una salida anómala de calcio de las mitocondrias al citoplasma), 
lo que da lugar a la salida de componentes no celulares del torrente sanguíneo, 
principalmente proteicos, al espacio extracelular, que desarrollan un efecto 
masa, aumentando el volumen y la presión, cerrando el circulo con la aparición 
de mayor isquemia y edema regional.14 
Aún así la mayoría de los traumatismos no producen daño cerebral y cursan 
con ausencia de síntomas o signos exploratorios. Los distintos tipos de daño 
cerebral pueden correlacionarse con una serie de manifestaciones clínicas. A 
partir de los dos años los hallazgos físicos y los síntomas sugerentes de lesión 
11 
 
intracraneal han demostrado tener un valor predictivo positivo de lesión 
intracraneal similar al de los adultos. Estas manifestaciones son las siguientes: 
– Alteraciones de la consciencia. La pérdida de consciencia inmediata al 
traumatismo es relativamente frecuente, y sólo ha demostrado ser un factor de 
riesgo independiente si su duración supera los 5 minutos. Sin embargo las 
variaciones del nivel de consciencia en el medio sanitario son el mejor 
indicador de la intensidad del traumatismo y de la función general del cerebro. 
– Signos neurológicos. Son extraordinariamente variados y dependen de las 
áreas cerebrales lesionadas. Pueden aparecer desde el momento del 
traumatismo, acompañar a una alteración de la consciencia inicial o 
presentarse tras un intervalo libre de síntomas. Debido a su alto valor 
predictivo de lesión intracraneal, se debe realizar la exploración neurológica 
sistematizada a todos los pacientes con TCE, y ante su presencia, la 
valoración periódica de su evolución. 
– Alteración de las funciones vitales. Con relativa frecuencia, en los 
momentos iniciales de los TCE se producen alteraciones transitorias de la 
frecuencia cardiaca y la tensión arterial, que se normalizan en un corto espacio 
de tiempo. Estas manifestaciones pueden ser desencadenadas por una 
reacción vagal, que suele acompañarse de vómitos, cefalea y obnubilación 
leve, que mejoran paulatinamente. Pasado este primer momento, las 
alteraciones del ritmo cardiaco, la tensión arterial o la frecuencia respiratoria 
deben considerarse como un motivo de alarma. 
12 
 
– Particularidades clínicas de los menores de dos años. Los lactantes 
constituyen un grupo de particular riesgo de lesión intracraneal. En ocasiones, 
la forma de presentación de las lesiones cerebrales significativas puede ser 
sutil, con ausencia de los signos o síntomas de alarma neurológica. Como en 
los demás grupos de edad, los lactantes presentan alto riesgo de lesión 
intracraneal ante la presencia de alteración del nivel de consciencia y focalidad 
neurológica. 
 Además, en menores de 2 años la fractura de cráneo se ha mostrado como un 
factor de riesgo independiente de lesión intracraneal. A su vez se ha 
establecido la asociación entre la presencia de cefalohematoma y de fractura 
craneal. 6 
La prevalencia, la morbilidad y los costos son aspectos relevantes del 
traumatismo craneoencefálico que incluye: el sitio de estabilización del 
paciente, los criterios de neuroimagen, las indicaciones de hospitalización, el 
papel de la terapia anticonvulsiva y el tiempo de inicio de las secuelas 
neurológicas. 9 
Los niños son seres en evolución. Por tanto, evaluar los factores pronósticos 
de un niño es extremadamente complejo. Lo que para nosotros puede 
significar una alteración cognitiva o de la conducta, puede ser también el 
desarrollo psicomotor normal de cada paciente. Por ello investigar sobre el 
pronóstico a largo o corto plazo de una determinada actitud terapéutica en la 
fase aguda del TCE no es fácil. 
13Las decisiones tomadas en las primeras horas pueden ser cruciales para el 
pronóstico del paciente, no porque nuestra actuación mejore la lesión cerebral 
inicial, sino porque evita el empeoramiento de la misma a un daño cerebral 
secundario.16 
 La presencia de déficit neurológico es el dato más valorable como predictor de 
lesión intracraneal. La pérdida de conocimiento o la convulsión aumenta el 
riesgo, aunque pueden darse entre el 3 y el 10% de los casos de traumatismo 
craneal leve y no significan necesariamente que el traumatismo tenga un peor 
pronóstico. Síntomas inespecíficos como vómitos o cefalea no tienen suficiente 
valor predictivo, aunque según su intensidad o persistencia podrán ser motivo 
de alarma. Es necesario elegir la exploración de diagnóstico por la imagen que 
consideremos más adecuada. 
Radiografía simple 
La radiografía no es adecuada como prueba de cribado, ya que en más del 
50% de los niños con traumatismo craneoencefálico puede ser normal de 
forma sistemática, por lo que su uso debería restringirse a las siguientes 
situaciones: 
–En el contexto de un estudio más completo en el que sea necesaria la 
investigación de un posible maltrato. 
–En niños menores de 1 año que presenten cefalohematoma. 
–En casos de fracturas deprimidas, aunque es preferible la realización de una 
tomografía computarizada (TC). 
14 
 
–En pacientes con pérdida de conciencia breve y buena recuperación, en los 
que se desee obtener una prueba de imagen y no se disponga de TC, aunque 
no sustituirá a un período de observación intra o extrahospitalaria.15 
La radiografía simple de cráneo pondrá de manifiesto la mayor parte de las 
fracturas, aunque debe tenerse en cuenta que su interpretación puede ser 
difícil. Además, si es normal, puede dar una falsa sensación de seguridad que 
no debe sustituir o relajar un cuidadoso período de observación. 
Aproximadamente un 35% de los niños que ingresan en el hospital por 
traumatismo craneal presentan una fractura. 
Cuando existe fractura puede encontrarse lesión intracraneal en alrededor de 
la mitad de los casos y más del 50% de los niños con estas lesiones tendrán 
una radiografía de cráneo normal. 
Las fracturas pueden clasificarse de la siguiente forma: 
1. Lineales. Son las más frecuentes (el 75% de los casos). Traducen la fuerza 
del impacto y pueden no tener más importancia, aunque las fracturas 
temporales que cruzan el surco de la arteria meníngea media o las bilaterales 
que cruzan el seno sagital presentan un mayor riesgo de hematoma epidural. 
Generalmente cicatrizan al cabo de 3 a 6 meses. 
2. Fracturas diastásicas. Más frecuentes en la sutura lambdoidea, pueden 
asociarse a rotura del seno transverso y producir también hematoma epidural. 
3. Fracturas con depresión de fragmentos. Este tipo de fracturas puede 
subdividirse en: 
15 
 
a) fracturas en “pelota de ping-pong”, que se observan en recién nacidos con 
traumatismo en el parto o en lactantes y en las que no llega a haber rotura de 
la cortical, y 
 b) fracturas con depresión de 1 o 2 fragmentos o conminutas que pueden 
verse en traumatismos importantes. 
Las fracturas con hundimiento pueden ser tributarias de tratamiento quirúrgico 
fundamentalmente cuando existe una depresión mayor de 1 cm. En los niños 
menores de 3 años con fractura existe la posibilidad de que ésta sea 
progresiva, lo que ocurre entre un 0,6 y un 1% de los casos. En esta situación 
se separan los fragmentos óseos porque se interpone la duramadre, que 
impide la consolidación. Es importante monitorizar su cierre mediante un 
seguimiento radiográfico. Desde el punto de vista topográfico es interesante 
remarcar la posibilidad de fracturas de la base del cráneo, que tendrán una 
traducción clínica en forma de hematomas periorbitarios (“ojos de mapache”) y 
en la aparición de hemorragias y/o salida de líquido cefalorraquídeo por la nariz 
y los oídos. 
Debe valorarse siempre la posibilidad de lesión de la columna cervical en todo 
paciente inconsciente, en niños conscientes con dolor o postura anormal del 
cuello y en niños con escasa motilidad de las extremidades o afección 
respiratoria inexplicada. En tales situaciones se practicará un estudio 
radiológico de la columna cervical, teniendo siempre la precaución de 
inmovilizarla mediante un collarete en el momento de atender inicialmente al 
paciente y antes de realizar cualquier manipulación.15 
16 
 
TOMOGRAFIA AXIAL COMPUTARIZADA 
La tomografía axial computarizada (TAC) es el método de elección por la 
información que proporciona en la valoración del paciente con traumatismo 
craneal encefálico. Este estudio nos permite poder examinar el cráneo óseo 
con más precisión y detalle que la radiografía convencional, tiene la capacidad 
de diferenciar de lo que es parénquima, sangrado extra o intra cerebrales y 
posibilidad de delimitar los efectos del traumatismo sobre el cerebro en 
términos de comprensión y desplazamiento de estructuras. Sus inconvenientes 
incluyen que la mayoría de las veces hay necesidad de sedación y/o anestesia 
del niño, lo que puede determinar síntomas, como somnolencia y vómitos post 
anestesia que pueden ser confundidos con los síntomas propios del TCE, a 
estos se suma el elevado costo de este estudio en nuestro medio. 
En nuestro país las siguientes se consideran las siguientes situaciones como 
indicaciones para toma de TAC de cráneo en menores de 18 años: 
-Pérdida de la conciencia con duración de más de cinco minutos 
-Amnesia anterógrada o retrógrada que dure más de cinco minutos 
-Letargia 
-Tres ó más episodios de vómito 
-Sospecha clínica de lesión no accidental 
-Convulsiones postraumáticas sin antecedentes de epilepsia 
17 
 
-Escala de coma de Glasgow menor de 15 para menores de un año y menor 
de 14 para los demás pacientes 
-Sospecha de lesión en cráneo abierta o deprimida 
-Cualquier signo de fractura en la base del cráneo (Hemotímpano, “ojos de 
mapache”, fuga de líquido 
cefalorraquídeo por nariz u oídos, signo de Battle) 
-Déficit neurológico focal 
-Si es menor de un año presencia de hematoma, edema o laceración de más 
de 5 cm en la cabeza 
-Mecanismo peligroso de daño (Ej. accidente de tráfico a alta velocidad, caída 
mayor de tres metros, daño a alta velocidad con un proyectil u objeto) 
-Coagulopatía (antecedentes de sangrado), de anticoagulantes.5 
Pudiendo observarse con este método desde tomografías normales en su gran 
mayoría; así como estudios anormales, de los cuales se puede mencionar a 
las fractura lineales, con hundimiento, fractura de la base del cráneo, edema 
difuso, hemorragia parenquimatosa, hemorragia subdural, hemorragias 
epidurales. 
El TCE debe considerarse una entidad dinámica. Una TC realizada en las 
primeras 6 h después de éste puede no detectar diversas lesiones, por lo que 
será necesario repetirla para poder dirigir el tratamiento médico-quirúrgico. Las 
lesiones primarias que pueden empeorar con mayor facilidad son el hematoma 
18 
 
epidural, la contusión y el hematoma intraparenquimatoso. Puede producirse 
un empeoramiento de las lesiones sin que inicialmente haya alteraciones de la 
PIC o signos clínicos de deterioro, por lo que en estas situaciones las 
exploraciones seriadas podrán detectar tempranamente una mala evolución. 
Las imágenes que inicialmente son más patentes son las fracturas y las 
hemorragias. En cambio, las lesiones isquémicas pueden tardar varios días en 
aparecer. Es interesante señalar que pueden darse en el niño situaciones en 
las que haya lesiones parenquimatosas con muy poca o ninguna repercusión 
clínica.15 
Mediante éste trabajo se intenta dilucidar si existe algún dato clínico que 
podamos asociar a la presencia de cambios tomográficos, con el propósito de 
mejorar el abordaje del paciente con traumatismo craneoencefálico. Ya que 
aunque en la actualidad existen diversos algoritmos que pudiesen ayudar en la 
tomade decisiones; todos ellos se llevan a cabo en unidades hospitalarias que 
cuentan con el servicio de tomografía al alcance, observándose un alto 
porcentaje en el uso de ésta para el paciente con traumatismo 
craneoencefálico.11, 12. 
 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
¿Existe algún dato clínico específico que se encuentre asociado a la 
presencia de cambios tomográficos en el paciente pediátrico con trauma de 
cráneo? 
 
19 
 
4. JUSTIFICACION 
El traumatismo craneoencefálico se ha convertido en los últimos años en la 
principal causa de ingreso al servicio de urgencias del Hospital Pediátrico Villa 
con un aproximado de 250 casos al año; siendo en el 2013 un total de 206. 
Otorgándose atención inicial para dicho padecimiento en nuestras 
instalaciones; sin embargo no es posible ofrecer en esta unidad un seguimiento 
tomográfico o por parte del subespecialista al no contar con la infraestructura 
necesaria. Por lo que, el cuerpo médico debe de darse a la tarea de decidir y 
priorizar al paciente que amerite dicho seguimiento, tomando en cuenta 
diversas escalas y criterios para la toma de decisiones. 
 Hasta el momento no se ha realizado alguna asociación entre algún dato 
clínico que pudiese ser más sensible para determinar la existencia de cambios 
tomográficos; impidiendo la progresión a lesión secundaria; o, por el contrario, 
determinar si existe algún dato clínico que pudiese persuadir de evitar la 
exposición a radicación innecesaria por la toma de tomografía computarizada. 
Tomando como base las condiciones antes mencionadas se plantea dicho 
estudio, en el cuál por medio de revisión de expedientes de pacientes con 
diagnostico de traumatismo craneoencefálico en el Hospital Pediátrico Villa 
durante el año 2013 se establecerá si existe alguna asociación clínico 
tomográfica que nos ayude a la toma de decisiones. 
 
 
20 
 
5. OBJETIVO PRINCIPAL 
Determinar la asociación clínico tomográfica que existe en los pacientes con 
traumatismo craneoencefálico de 0-17 años en el Hospital Pediátrico Villa. 
6. METODOLOGIA 
6.1 Diseño del estudio 
 El tipo de estudio fue observacional, descriptivo, transversal y retrospectivo. 
 
6.2 Población 
Expedientes de pacientes menores de 18 años hospitalizados en el Hospital 
Pediátrico Villa con el diagnóstico de traumatismo craneoencefálico 
6.3 Criterios de Selección 
Criterios de 
Inclusión: 
Pacientes entre 0-17 años de edad con diagnóstico de 
traumatismo craneoencefálico que ameritaron toma de tomografía 
axial computarizada de cráneo en el periodo de enero-diciembre 
del 2013. 
 
Criterios de no 
inclusión: 
Pacientes hospitalizados entre 0-17 años de edad con diagnóstico 
de traumatismo craneoencefálico en quienes no se realizó 
tomografía computarizada de cráneo. 
 
Criterios de 
eliminación: 
Expedientes incompletos 
Alta voluntaria 
 
6.4 Muestreo 
En base a censo. 
 
21 
 
6.5 Tamaño de Muestra 
206 expedientes de pacientes pediátricos con diagnóstico de TCE 
 
6.6 Descripción de Variables 
VARIABLE / 
CATEGORÍA 
(Índice-
indicador/criterio - 
constructo) 
TIPO DEFINICIÓN OPERACIONAL 
ESCALA 
DE 
MEDICIÓ
N 
CALIFICACI
ÓN 
 Edad 
Independien
te 
Tiempo transcurrido desde el momento de nacimiento 
hasta la fecha de estudio 
Cuantitativa 
/Discontinua 
Años 
cumplidos 
Sexo 
Independien
te 
Características genotípicas del individuo 
Cualitativa/ 
Nominal 
Femenino , 
masculino 
 Datos clínico 
Independien
te 
Signo o síntoma que presenta el paciente posterior a 
traumatismo craneoencefálico 
Politòmica 
 
Hallazgo 
tomográfico 
Dependient
e 
Descripción de hallazgo tomográfico plasmado en el 
expediente clínico 
Cualitativa/ 
Nominal 
Normal 
Fractura 
lineal 
Fractura con 
hundimiento 
Hematoma 
subgaleal 
Hematoma 
Epidural 
Hematoma 
Subdural 
Hemorragia 
parenquimat
osa 
Edema 
cerebral 
 
 
 
22 
 
6.7 Instrumento 
Formato de base de datos 
6.8 Plan de Análisis Estadístico 
A través del programa Excel se determinó la distribución de las variables y 
posteriormente se obtuvo una estadística descriptiva con los porcentajes, 
proporciones y asociaciones pertinentes. 
6.9 Consideraciones Éticas 
No se requirió de una carta de consentimiento informado, ya que no se encontraba 
riesgo en la investigación, además de que sólo se hizo una revisión en su 
expediente clínico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
 
7. RESULTADOS 
Se analizaron 240 expedientes del archivo clínico del Hospital Pediátrico Villa en el 
periodo comprendido de enero a diciembre 2013, cuyo diagnóstico de ingreso a la 
sala de urgencias fuese traumatismo craneoencefálico, de los cuáles se 
descartaron 3 por no encontrarse el expediente y 31 por no coincidir con el 
diagnóstico de traumatismo craneoencefálico. 
Encontrándose que de los 206 expedientes 83 (40.3%) pertenecía al género 
femenino y 123(59.7%) al género masculino. Gráfica 1. En cuánto a la edad; el 
grupo predominante fue el de 2-4 años con el 41.5%, seguido del grupo de 5-9 
años con el 26.7%, los menores de 1 año se encontraron en el 15%, el grupo de 
10-14 años obtuvo el 14% y finalmente el grupo de 15-18 años únicamente el 
2.8%. Tabla 1. Gráfica 2. 
 
 
 
Gráfica 1 
24 
 
 
 
 
 
Tabla 1. Distribución por grupo de edad 
Grupo de 
edad < 1 años 2-4 años 5-9 años 
10-14 
años 
15-18 
años TOTAL 
No de casos 31 86 55 29 5 205 
Porcentaje 15% 41.50% 26.70% 14% 2.80% 100% 
 
 
 
 
 
GRAFICA 2 
 
25 
 
 
 
De los 206 expedientes revisados se eliminaron 3 por alta voluntaria. En cuanto 
respecta a la toma de TAC simple de cráneo, ésta se realizó a 116 (57%) 
pacientes, descartándose 87 (43%) expedientes del estudio. GRAFICA 3, 
 
 
GRAFICA 3 
 
 
De los 116 expedientes que cumplían criterios de inclusión para el estudio, se 
reportó que 57 de las tomografías de cráneo realizadas fueron normales (49.1%) 
y 59 presentaron cambios tomográficos correspondientes al 50.8%. Los cuáles se 
distribuyen de la siguiente manera: en 26 casos hubo fractura lineal sin LIC y 
fractura lineal con LIC en 13 pacientes; el edema cerebral se presentó en 7 casos, 
representando estos cuatro grupos la mayor frecuencia de hallazgos tomográficos. 
26 
 
En el TABLA 2 se muestra la distribución total de los hallazgos en los 116 
expedientes a quienes se realizó TAC. GRAFICA 4. 
 
Hallazgo tomografico Casos Porcentaje 
Edema cerebral 7 6.0% 
Fractura lineal con LIC 13 11.2% 
Fractura lineal sin LIC 26 22.4% 
Fractura hundida con LIC 2 1.7% 
Fractura hundida sin LIC 3 2.6% 
Hematoma epidural 2 1.7% 
Hematoma subgaleal 2 1.7% 
Hemorragia 
parenquimatosa 1 0.9% 
Hemorragia 
subaracnoidea 1 0.9% 
Quiste de inclusión 2 1.7% 
Normal 57 49.1% 
 116 100.0% 
TABLA 2. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
GRAFICA 4. 
 
Respecto al mecanismo de lesión en los pacientes con toma de TAC simple de 
cráneo se dividió a la caída libre, por metros de altura; ocupando los tres primeros 
lugares en frecuencia, caída de 1 metro con un total de 30 casos que representa 
el 25.9%; seguido de caída de menos de 1mt con 20 casos (17.2%) y caída de 
2mt 19 casos con 16.4%. En la tabla 3 se muestra la relación que se encontró 
28 
 
entre hallazgo tomográfico y mecanismo de lesión, observándose que se asoció al 
100% de los casos con cambios tomográficos en aquellos cuyo mecanismo de 
lesión fue aplastamiento y caída de más de 3 mts. Así como reportarse tomografía 
axial de cráneo normal en aquellos cuyo mecanismo de lesión fue atropellamiento 
y desconocimiento del mecanismo. 
 La caída libre de < 1mt, propia altura y caída de bicicleta se asoció con mayor 
frecuencia a tomografía normal, mientras que caída libre de 1, 2 y 3 metros de 
altura, así como accidente automovilístico y golpe directo se asoció en su mayoría 
a cambios tomográficos como se muestra en la tabla 3. GRAFICA 5GRAFICA 5 
29 
 
TABLA 3. 
MECANISMO DE 
CAIDA CASOS 
TAC 
NORMAL 
CAMBIOS 
TOMOGRAFICOS 
< 1 metro 20 10 10 
1 metro 30 13 17 
2 metros 19 9 10 
3 metros 9 4 5 
>3 metros 1 0 1 
Accidente 
automovilistico 3 1 2 
Aplastamiento 3 0 3 
Atropellado 2 2 0 
Caida de bicicleta 8 6 2 
Golpe directo 5 2 3 
Propia altura 13 8 5 
Desconoce 3 3 0 
TOTAL 116 58 58 
 
 
 
TABLA 4 
Dato clínico CASOS 
TAC 
NORMAL 
TAC CON 
CAMBIOS 
Crisis convulsivas 12 10.3% 6 50.0% 6 50.0% 
Vómito 50 43.1% 26 52.0% 24 48.0% 
PEA 29 25.0% 11 37.9% 18 62.1% 
CEFALEA 18 15.5% 11 61.1% 7 38.9% 
AMNESIA 6 5.2% 4 66.7% 2 33.3% 
MAREO 3 2.6% 3 100.0% 0 0.0% 
SOMNOLENCIA 27 23.3% 11 40.7% 16 59.3% 
ALTERACIONES EN LA 
MARCHA 6 5.2% 5 83.3% 1 16.7% 
IRRITABILIDAD 18 15.5% 8 44.4% 10 55.6% 
HUNDIMIENTO 
PALPABLE 11 9.5% 2 18.2% 9 81.8% 
HEMATOMA 
SUBGALEAL 64 55.1% 28 43.7% 36 56.2% 
 
30 
 
 
GRAFICA 6 
En cuanto a los datos clínicos que se reportaron en los expedientes GRAFICA 6, 
el de mayor frecuencia fue la presencia de hematoma subgaleal en 63 casos que 
corresponde al 54.3% del total, asociándose a cambios tomográficos en 36 casos, 
es decir el 56.2% de los pacientes que lo presentaron tuvo reporte por tomografía 
de alteración a dicho nivel. 
La presencia de crisis convulsivas se reportó en 12 casos, asociándose a cambios 
tomográficos en el 50% de los mismos; vómito fue reportado en 50 expedientes 
con una asociación a cambios del 48%, pérdida del estado de alerta se asocia a 
cambios en la TAC en 62.1% de los 29 que lo reportaron. Siendo la relación 
casos reportados/ cambios tomográficos para cefalea de 18/38.9%, amnesia 
6/33.3%, mareo 3/0%, somnolencia 27/59.3%, alteraciones en la marcha 6/16.7%, 
irritabilidad 18/55.6% y hendidura palpable 11/81.8% respectivamente. TABLA 4. 
31 
 
La presencia de vómito se reportó en 50 pacientes, 26 de ellos con TAC normal, 
observándose una mayor asociación con la presencia de quistes de inclusión 
reportándose más de 3 vómitos, así como en las fracturas tanto lineal como 
hundido sin lesión intracraneal. TABLA 5. GRAFICA 7 
 
 
G
RAFICA 7 
 
 
 
Vómito 
100% 
Normal 
90% 
• Quiste de inclusión frontal 
80% 
70% 
• Hemorragia subaracnoidea 
60% • Hematoma subgaleal sin lIC 
50% 
• Hematoma epidurallaminar 
con edema cerebral leve 
40% 
• Hematoma epidurallaminar 
30% 
• Hematoma epidural 
20% 
10% • Fractura lineal sin lIC 
0% • Fractura lineal con hematoma 
d >3 Total subdural 
32 
 
 
TABLA 5 
HALLAZGO TOMOGRAFICO < 3 > 3 Total 
Edema cerebral leve 1 0 1 
Edema cerebral moderado 0 1 1 
Fractura hundida con hematoma 
subdural 0 1 1 
Fractura hundida con neumoencefalo 1 0 1 
Fractura hundida sin LIC 2 1 3 
Fractura lineal con hematoma 
epidural 0 2 2 
Fractura lineal con hematoma 
subdural 0 1 1 
Fractura lineal sin LIC 6 1 7 
Hematoma epidural 0 1 1 
Hematoma epidural laminar 1 0 1 
Hematoma epidural laminar con 
edema cerebral leve 0 1 1 
Hematoma subgaleal sin LIC 1 0 1 
Hemorragia subaracnoidea 0 1 1 
Quiste de inclusión frontal 0 2 2 
Normal 10 16 26 
 
 
 
Las crisis convulsivas se presentaron en 12 casos, siendo el cambio tomográfico 
mayormente asociado el edema cerebral tanto moderado como edema cerebral 
leve, sin embargo en el 50% de los casos se asoció a TAC normal. TABLA 6. 
GRAFICA 8 
 
 
 
 
33 
 
 
 
 
GRÁFICA 8 
 
 
 
 
 
HALLAZGO 
TOMOGRAFICO CASOS 
 Edema cerebral leve 2 16.7% 
Edema cerebral moderado 2 16.7% 
Fractura lineal con 
neumoencefalo 1 8.3% 
Fractura lineal sin LIC 1 8.3% 
Normal 6 50.0% 
Total general 12 100.0% 
TABLA 6. 
 
 
 
 
 
34 
 
 
La pérdida del estado de alerta estuvo presente en 29 pacientes de los cuáles en 
16 se asoció a cambios tomograficos, siendo el más común fractura lineal sin 
lesión intracraneal en 8, seguido de fractura hundida sin LIC 2 y edema cerebral 
leve en 2 casos, siendo la duración reportada menor de 5 minutos en el 56% de 
aquellos con algún cambio tomográfico. TABLA 4. GRAFICA 9 
 
 
 
GRAFICA 9 
35 
 
 
 
La cefalea se presentó en 18 casos asociándose en 2(11.1%) de ellos a quiste de 
inclusión, en 3 (16.6%)a fractura lineal sin LIC y en 2 (11.1%) a fractura lineal con 
LIC. En los restante 11(61.1%) no se asoció a cambios tomográficos. GRAFICO 
10. 
 
 
GRAFICA 10 
 
 
 
36 
 
 
 
 
En cuánto a la amnesia asociada a cambios tomográficos se reporto en 6 
pacientes de los cuáles únicamente 2 tuvieron fractura lineal con neumoencéfalo 
(16.6%) y fractura lineal con hematoma epidural (16.6%). TABLA 7. GRAFICA 11. 
HALLAZGO TOMOGRAFICO AMNESIA 
 Fractura lineal con hematoma 
epidural 1 16.60% 
Fractura lineal con 
neumoencefalo 1 16.60% 
Normal 4 66.60% 
Total general 6 5.10% 
TABLA 7 
 
 
 
GRAFICA 11 
 
 
37 
 
El mareo no se relacionó en ninguno de los 3 casos a cambios tomográficos. 
 
 
La somnolencia se presentó en 27 casos asociándose a cambios en la tomografía 
en 59% distribuidos de la siguiente manera Fractura lineal sin LIC 8 (29.6%), 
quiste de inclusión 2 casos (7.4%), edema cerebral moderado, fractura hundida 
con neumoencéfalo, fractura lineal con hematoma epidural, fractura lineal con 
neumoencéfalo, hematoma epidural y hemorragia parenquimatosa con hemorragia 
subaracnoidea con 1 caso (3.7%) cada uno. TABLA 8 GRAFICA 12 
HALLAZGO TOMOGRAFICO CASOS 
Edema cerebral moderado 1 
Fractura hundida con neumoencefalo 1 
Fractura lineal con hematoma epidural 1 
Fractura lineal con neumoencefalo 1 
Fractura lineal sin LIC 6 
Fractura lineal sin LIC 2 
Hematoma epidural 1 
hemorragia parenquimatosa con hemorragia 
subaracnoidea 1 
Normal 11 
Quiste de inclusión frontal, resto sin 
alteraciones 2 
Total general 27 
TABLA 8 
38 
 
 
GRAFICA 12 
Los cambios en la marcha estuvieron presentes en 6 (5.2%) pacientes 
encontrándose únicamente cambio tomográfico en 1, el cuál se asoció con fractura 
lineal sin LIC. GRAFICA 13 
 
GRAFICA 13. 
En los expedientes se reportó irritabilidad en 18 casos (15.5%), sólo 8 (44.4%) 
correspondieron a TAC normal, Fractura lineal sin LIC 6 (33.3%), fractura hundida 
39 
 
sin LIC 2 (11.1%) y edema cerebral leve 2 (11.1%). De aquellos con cambios en 
la tomografía el mas común fue fractura lineal sin LIC. TABLA 9, GRAFICA 14. 
HALLAZGO 
TOMOGRAFICO IRRITABILIDAD 
Edema cerebral leve 2 
Fractura hundida sin LIC 2 
Fractura lineal sin LIC 6 
Normal 8 
Total general 18 
TABLA 9 
 
GRAFICA 14 
 
Respecto a la palpación de hundimiento se reportó en 11 casos de los cuáles en 2 
el hallazgo tomográfico fue normal, en 3 fractura hundida sin lesión intracraneal, 
2 fractura lineal sin lesión intracraneal, reportándose sólo un caso para fractura 
hundida con neumoencefalo, fractura hundida con hematoma epidural, fractura 
lineal con hematoma epidural y hematoma epidural laminar. TABLA 10. GRAFICA 
15 
 
HALLAZGO TOMOGRAFICO 
hundimiento 
palpable 
40 
 
Fractura hundida con hematoma 
subdural 1 9.1% 
Fractura hundida con neumoencefalo 1 9.1% 
Fractura hundida sin LIC 3 27.3% 
Fractura lineal con hematoma epidural 
laminar 1 9.1% 
Fractura lineal sin LIC 2 18.2% 
Hematoma epidural 1 9.1% 
Normal 2 18.2% 
Total general 11 9.5% 
TABLA 10. 
 
 
 GRAFICA 15 
 
Finalmente la presencia de hematoma subgaleal se encontró en 64 pacientes 
asociándose en el 56.2% a cambios tomográficos siendo fractura lineal sin LIC la 
de mayor asociación con un 20.3% el resto de las asociaciones fueron menor al 
5%. TABLA 11. GRAFICA 16 
HALLAZGO TOMOGRAFICO 
HEMATOMA 
SUBGALEAL 
Edema cerebral leve 3 4.7% 
Edema cerebral moderado 2 3.1% 
Fractura hundida sin LIC 2 3.1% 
Fractura lineal con edema cerebral 
leve 1 1.6% 
41 
 
Fractura lineal con hematoma epidural 3 4.7% 
Fractura lineal con hematoma epidural 
laminar 3 4.7% 
Fractura lineal con hematoma epidural 
y hematoma subgaleal 1 1.6% 
Fractura lineal con hematoma 
subdural 11.6% 
Fractura lineal sin LIC 13 20.3% 
Hematoma epidural laminar 1 1.6% 
Hematoma subgaleal sin LIC 2 3.1% 
hemorragia parenquimatosa con 
hemorragia subaracnoidea 1 1.6% 
Hemorragia subaracnoidea 1 1.6% 
Normal 28 43.8% 
Quiste de inclusión frontal, resto sin 
alteraciones 2 3.1% 
Total general 64 100.0% 
TABLA 11 
 
 
 
GRAFICA 16 
42 
 
DISCUSIÓN 
El traumatismo craneoencefálico es una causa muy importante de atención en el 
servicio de urgencias del área pediátrica a nivel mundial, encontrándose en 
nuestra unidad dentro de las 5 primeras causas de ingreso a la sala de urgencias, 
con un total de 206 ingresos por dicho diagnóstico en el último año; la frecuencia 
en nuestro estudio fue del sexo masculino con un 59.7% de la población similar a 
la incidencia a nivel mundial; no así encontrando que a pesar de que el grupo de 
edad más afectado fue el de los lactantes con un 32% igual que diversos estudios 
previamente realizados; la diferencia con la edad preescolar fue mínima (31%), 
observándose un incremento de ésta edad y un descenso en el grupo de los 
adolescentes a 11.9%. 
Se realizó tomografía axial computarizada de cráneo simple únicamente al 57% de 
los pacientes ingresados al servicio de urgencias, mostrándonos un bajo índice de 
uso de la misma respecto a otros estudios realizados en unidades de atención en 
el distrito federal reportados del 94% y 100%. Sin darse a conocer el criterio 
utilizado para el uso de la misma; cabiendo asociar la falta del recurso en nuestra 
unidad con el número de estudios realizados. 
En tanto al mecanismo de caída resultó ser similar al comentado en estudios 
realizados previamente, encontrando a la caída libre de cualquier altura como el 
más común con un 79.4% de los casos, llamando la atención que la altura con 
menor número de casos de tomografía normal fue la de 1 metro y menos de un 
metro, además de asociarse el aplastamiento con la mayor frecuencia de cambios 
en la tomografía. El reporte tomográfico más referido fue el de tomografía normal 
43 
 
con un total de 57 casos correspondiente al 49.1%, lo que no concuerda con lo 
reportado en otros estudios en los que el hallazgo más frecuente ha sido fracturas 
y hematoma subgaleal; correspondiendo en nuestra población al 37.9% y 1.7% 
respectivamente; lo cuál tampoco corresponde a las cifras referidas en datos 
clínicos que reportan la presencia de hematoma subgaleal palpable en un 55.1% 
de los pacientes, lo que lleva a suponer que pudiese existir un subregistro del 
mismo en el reporte tomográfico. 
El dato clínico prevalente en nuestro estudio fue hematoma subgaleal, seguido de 
vómito y pérdida del estado de alerta, no correlacionándose con el resto de los 
estudios que reportan cefalea como el dato más frecuente; sin embargo en 
nuestro estudio sólo se reportó en un 15% de los pacientes. Lo cuál pudiese estar 
asociado a los grupos de edad más afectados en nuestra población que fue la de 
lactantes y preescolares. En cuánto al vómito en menos del 50% de los casos se 
asoció a cambio tomográfico y de éstos últimos llama la atención que hubo una 
mayor frecuencia de tomografía anormal en los que presentaron menos de 3 
vómitos, difiriendo de lo comentado en la literatura. No así la pérdida del estado 
de alerta que aunque se presentó en una población menor (25%), el 62.1% de los 
casos se asoció con cambios tomográficos de los cuáles en 3 casos fue mayor de 
5 minutos, en 9 menor de 5 minutos y en 4 por tiempo indefinido. 
El dato clínico que se asoció con cambios tomográficos fue el hundimiento 
palpable con el 81.1%, seguido de la pérdida del estado de alerta 62.1% y la 
somnolencia 59.3%. De los casos con hundimiento palpable se asoció a fracturas 
en un 72.7% de las cuáles 45.5% fueron hundidas y de éstas el 18.2% se asoció 
44 
 
a lesión intracraneal. No pudiéndose comparar éstos resultados con estudios 
previamente realizados ya que casi todos hacen uso de la escala de coma de 
Glasgow como factor predictivo, aún sin encontrar una asociación de la misma 
entre éstos rubros. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
45 
 
CONCLUSIONES 
 El Traumatismo craneoencefálico sigue siendo un problema importante en 
salud pública, que se presenta con mayor frecuencia en el sexo masculino 
y en edades menores de 4 años. 
 La caída de cualquier altura es el mecanismo de lesión más frecuente, 
aunque en nuestro estudio el grado de altura no se encuentra directamente 
relacionado con la presencia de cambios tomográficos. 
 El uso de tomografía en nuestras unidades se encuentra por debajo del 
porcentaje reportado en otras unidades hospitalarias, debiendo considerar 
realizar nuevos estudios de manera prospectiva para determinar la causa. 
 De los pacientes a quienes se realizó tomografía el 49.1% se reportó como 
normal 
 No existe un dato clínico en el paciente pediátrico con traumatismo 
craneoencefálico que se encuentre específicamente asociado a la 
presencia de cambios tomográficos. 
 El cambio tomográfico mas reportado fue fractura lineal sin lesión 
intracraneal con el 22.4% de los pacientes mayormente asociado a 
hematoma subgaleal en el 81.2% de los casos, lo que hace suponer que el 
uso de tomografía fue innecesario en unalto porcentaje de casos. 
 El 55.1% de los casos presentó hematoma subgaleal como dato clínico sin 
corroborarse en el reporte dado en la tomografía. 
46 
 
 El 81.1% de los pacientes con hundimiento palpables se asoció con 
cambios tomográficos sin embargo la población con este dato clínico es 
muy baja. 
 Los datos clínicos asociados a criterio de toma de tomografía no son los 
que se reportan con mayor frecuencia en el expediente clínico, sin embargo 
cuando se presentan se relacionan con la presencia de cambios 
tomográficos como es el caso de la pérdida del estado de alerta de más de 
cinco minutos, una caída de más de 3 metros de altura o la presencia de 
más de tres vómitos. 
 Deberá realizarse en un futuro estudios paralelos para poder determinar la 
asociación de cada cambio tomográfico a los diversos datos clínicos que se 
presentan en torno a un paciente pediátrico con TCE. 
 
PERSPECTIVAS 
 Sin duda además de conocer la presencia de cambios tomográficos ante 
diversos datos clínicos en el paciente con traumatismo craneoencefálico, 
valdría la pena conocer la evolución del paciente con TCE asociado a lesión 
intracraneal, así como quizá aplicar alguno de los diversos algoritmos que se 
han creado en torno a la toma de decisiones en el paciente con TCE; así como 
conocer el comportamiento de dicho padecimiento en la sala de urgencias. 
 
 
 
47 
 
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	Índice
	1. Resumen
	2. Marco Teórico
	3. Planteamiento del Problema
	4. Justificación
	5. Objetivo Principal 6. Metodología
	7. Resultados
	Discusión
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	Bibliografía

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