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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL DIRECCION DE EDUCACION E INVESTIGACION SUBDIRECCION DE POSGRADO E INVESTIGACION CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACION EN PEDIATRIA “ASOCIACION CLINICO-TOMOGRAFICA EN EL PACIENTE CON TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN EL HOSPITAL PEDIATRICO VILLA” TRABAJO DE INVESTIGACION CLINICA PRESENTADO POR DRA. NAYELI GARCIA DELGADO PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN PEDIATRIA DIRECTOR DE TESIS DR. DOMINGO JULIO SANGRADOR SALVADOR - MEXICO DF 2015 - UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 ASOCIACION CLINICO-TOMOGRAFICA EN EL PACIENTE CON TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN EL HOSPITAL PEDIATRICO VILLA DRA NAYELI GARCIA DELGADO Vo. Bo. DR. LUIS RAMIRO GARCIA LOPEZ PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACION EN PEDIATRIA Vo. Bo. DR ANTONIO FRAGA MOURET DIRECTOR DE EDUCACION E INVESTIGACION 2 ASOCIACION CLINICO-TOMOGRAFICA EN EL PACIENTE CON TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN EL HOSPITAL PEDIATRICO VILLA DRA NAYELI GARCIA DELGADO Vo.Bo. DR. DOMINGO JULIO SANGRADOR SALVADOR MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE URGENCIAS DEL HOSPITAL PEDIÁTRICO VILLA 3 AGRADEZCO A… DIOS Por no soltar mi mano, y darme fortaleza ante todas las debilidades que por mi naturaleza humana confrontaba. A mis padres: Por caminar a mi lado y hacerme parte de su camino, por enseñarme todo lo que saben de la vida y dónde encontrar el conocimiento intelectual y espiritual ante las adversidades de la misma. Hoy quiero dedicarles este logro a esos seres que lo dieron todo para verme crecer y sonreír; los amo. A mi asesor de tesis: Gracias por el tiempo, la paciencia, y sobre todo compartir su conocimiento para poder lograr esta meta. A mis maestros: Quienes de alguna u otra manera tocaron mi vida forjando a esta nueva pediatra que intentará estar a la altura de todas las situaciones. Por haber depositado tiempo, confianza y experiencia en mi formación, deseo nunca decepcionarlos. A todos mis niños: Por inspirarme día a día a seguir este sueño, y permitirme aprender de su dolor y sus sonrisas, A todos esos pequeños guerreros que te enseñan el no vencerte por más gris que se vea el camino, gracias. A los que están, y a los que ya no puedo ver más que con el corazón, gracias. Gracias por compartir sonrisas, lágrimas y bellos recuerdos. Por no perder la fe en mi y darme esa palabra perfecta para poder continuar. 4 ÍNDICE Página 1. RESUMEN…………………………………………… 2. MARCO TEORICO………………………………….. 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………. 4. JUSTIFICACION…………………………………….. 5. OBJETIVO PRINCIPAL……………………………. 6. METODOLOGIA……….……………………………. 6.1 Diseño del estudio……………………………….. 6.2 Población………………………………………….. 6.3 Criterios de Selección…………………………… 6.4 Muestreo…………………………………………… 6.5 Tamaño de la muestra…………………………… 6.6 Descripción de variables……………………….. 6.7 Instrumento……………………………………….. 6.8 Plan de Análisis Estadístico…………………… 6.9 Consideraciones Éticas……………………….. 7. RESULTADOS……………………………………… 8. DISCUSION…………………………………………. 9. CONCLUSIONES………………………………….. 10. PERSPECTIVAS…………………………………. 10. BIBLIOGRAFIA…………………………………… 5 7 18 19 20 20 20 20 20 20 21 21 22 22 22 23 42 45 46 47 5 1. RESUMEN El traumatismo craneoencefálico representa una incidencia muy elevada a nivel mundial y continúa siendo una causa muy importante de muerte y secuelas. Objetivo; Determinar si existe asociación clínico tomográfica en los pacientes con traumatismo craneoencefálico en la edad pediátrica en los pacientes hospitalizados en el Hospital Pediátrico Villa. Material y métodos; Realizamos un estudio descriptivo, considerando las variantes más sobresalientes respecto a hallazgos tomográficos y datos clínicos más frecuentemente encontrados en pacientes con diagnóstico de ingres de TCE; se revisaron 240 expedientes del periodo comprendido de enero a diciembre 2013 de pacientes con TCE que se hospitalizaron en el servicio de urgencias de pediatría. Se recolectaron los resultados en una base de datos de Excel para el manejo de la información. Resultados Se analizaron un total de 206 expedientes de los cuáles el 40.3% pertenecian al género femenino y 59.7% al género masculino. El grupo de edad más afectado fue el de los lactantes con un 32%. Se realizó tomografía axial computarizada de cráneo simple al 57% de los pacientes ingresados al servicio de urgencias de los cuáles el mecanismo de lesión fue la caída libre de cualquier altura con 79.4% de los casos. El hallazgo tomográfico más reportado fue el de tomografía normal con un total de 57 casos correspondiente al 49.1%. El 55.1% de los casos presentó hematoma subgaleal y el 81.1% de los pacientes con hundimiento palpables se asoció con cambios tomográficos. El cambio tomogràfico mas reportado fue fractura lineal sin lesión intracranel con el 19.1% de los casos mayormente asociado a hematoma subgaleal en el 81.2% de los casos. Conclusiones El Traumatismo craneoencefálico sigue siendo un problema 6 importante en salud pública, siendo la principal causa de atención en los servicios de urgencias pediátricas El uso de tomografía en nuestras unidades se encuentra por debajo del porcentaje reportado en otras unidades hospitalarias, debiendo considerar realizar nuevos estudios de manera prospectiva para determinar la causa. 7 2. MARCO TEORICO Las lesiones y la violencia son una de las principales causas de muerte infantil en todo el mundo, provocando cada año cerca de 950 000 defunciones en niños y jóvenes menores de 18 años; encontrándose a los traumatismos causados por el tránsito y las caídas entre las 15 principales causas de morbilidad mundial en los niños de 0 a 14 años. La carga de las lesiones en los niños no se reparte uniformemente., siendo los más vulnerables aquellos niños de los países más pobres y los de las familias más pobres de los países desarrollados. 1 En el 85% de los incidentes traumáticos en niños intervienen lesiones craneoencefálicas. La incidencia del traumatismo craneoencefálico en países desarrollados es de 200 por cada 100 000 habitantes entre los cuáles el 7% se considera grave con una mortalidad cercana al 30% y un riesgo de secuelas cercano al 40%. 2 En México de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el 2010 los accidentes se encontraban como la 4ª causa de mortalidad infantil3, convirtiéndose en el 2011 en la segunda causa en la edad preescolar y en la primer causa de muerte en la edad escolar4. El TCE infantil constituye un motivo frecuente de consulta en Urgencias; correspondiendo hasta el 25 % de los ingresos; aunque en su mayoría no conlleva consecuencias graves; el TCE supone la primera causa de muerte y 8 discapacidad en niños mayores de 1 año en los países desarrollados. De acuerdoa un estudio realizado en hospitales pediátricos de la Ciudad de México; el traumatismo cráneo encefálico en niños ocupa el 2do. lugar, de los cuáles el 82% de los TCE son leves, 13 % son moderados y 5% son fatales. El 20% tienen discapacidades significativas. 5,6 En el Hospital Pediátrico Villa en el 2013 se ingresaron a 2207 pacientes en el servicio de urgencias reportándose como la segunda causa de morbilidad a los traumatismos y accidentes con un 24.4%, solamente precedido de las infecciones de vías aéreas superiores. Dejando ver la gran importancia de este padecimiento en el sector salud. Se define como traumatismo craneoencefálico (TCE) a la lesión directa de estructuras craneales, encefálicas y/o meníngeas, que se presenta como consecuencia del efecto mecánico que provoca un agente físico externo y que puede originar un deterioro funcional del contenido craneal.5 La severidad del traumatismo se encuentra estrechamente relacionada con la velocidad, aceleración, desaceleración y fuerza del impacto; las lesiones presentes posterior al traumatismo se pueden dividir en primarias y secundarias. Las primarias son instantáneas e impredecibles como las heridas, fracturas, hematomas, laceraciones, etc.; las secundarias no son producidas directamente por el impacto inicial y son capaces de provocar nuevas lesiones cerebrales, generalmente se relacionan a hipotensión sistémica, hipoxia, hemorragias intracraneales o aumento de las necesidades metabólicas. Además, algunos autores engloban en el concepto de lesión terciaria las 9 alteraciones producidas por la liberación de aminoácidos excitadores, el estrés oxidativo, los fenómenos inflamatorios y la liberación de diversos neurotransmisores, todo ello como consecuencia de la puesta en marcha de cascadas neuroquímicas anómalas y alteraciones metabólicas tanto en el momento del impacto como posteriormente a la lesión inicial7,26 Existen dos posibilidades fisiopatogénias, la lesión de tipo focal y la difusa. La repercusión y por tanto importancia del TCE se circunscribe al número de neuronas que mueren por efecto del mismo, aceptando que un grupo de ellas sufre esta consecuencia inmediatamente después del trauma, otro en las primeras 24 horas y un último grupo, quizás el más numeroso, entre el 2º y 7º día, teniendo en éste una especial importancia la afectación cerebral difusa postraumática. Entre las alteraciones focales: destacan las contusiones y laceraciones, provocadas por impacto directo sobre la zona, en ocasiones dentro de un mecanismo de autogolpeo del cerebro con la estructura ósea craneal (mecanismo de aceleración) en cuyo caso la localización más frecuente son los lóbulos frontales y temporales. La afectación cerebral difusa: se expresa mediante el denominado daño axonal difuso, o mediante mecanismos de isquemia y edema cerebral. Daño axonal difuso (DAD): Traduce la suma de un concepto clínico (coma traumático prolongado) y un concepto anatomopatológico (alteración del citoesqueleto, con degeneración del axón y desconexión del mismo o axotomía). Tras el TCE la secuencia fisiopatogénica sería una primitiva 10 excitación neuronal seguida de una inhibición, produciéndose la pérdida de conciencia y la liberación masiva de iones al medio extracelular. Con ello se pone en marcha la alteración axonal y mielínica, teniendo una mayorexpresividad entre las 24 y 48 h. postrauma. Tiene especial interés la aceleración que sufre el cerebro durante el TCE, ya que cuanto más intensidad tiene mas acusado es el grado de deslizamiento sufrido, factor que guarda una relación muy directa con el grado de DAD. Isquemia y edema cerebral: Consecuencias de una insuficiente perfusión cerebral. La presión de perfusión encefálica es la resultante de la diferencia entre la presión arterial media (PAM) menos la presión intracraneal (PIC), por tanto un descenso de la primera o un aumento de la segunda influye negativamente en la perfusión cerebral, pudiendo inducir la muerte celular. En éste mecanismo juega un papel de especial relevancia la hipoxia, empeorando la situación al alterar la membrana celular (acumulo de sodio intracelular que a su vez genera una salida anómala de calcio de las mitocondrias al citoplasma), lo que da lugar a la salida de componentes no celulares del torrente sanguíneo, principalmente proteicos, al espacio extracelular, que desarrollan un efecto masa, aumentando el volumen y la presión, cerrando el circulo con la aparición de mayor isquemia y edema regional.14 Aún así la mayoría de los traumatismos no producen daño cerebral y cursan con ausencia de síntomas o signos exploratorios. Los distintos tipos de daño cerebral pueden correlacionarse con una serie de manifestaciones clínicas. A partir de los dos años los hallazgos físicos y los síntomas sugerentes de lesión 11 intracraneal han demostrado tener un valor predictivo positivo de lesión intracraneal similar al de los adultos. Estas manifestaciones son las siguientes: – Alteraciones de la consciencia. La pérdida de consciencia inmediata al traumatismo es relativamente frecuente, y sólo ha demostrado ser un factor de riesgo independiente si su duración supera los 5 minutos. Sin embargo las variaciones del nivel de consciencia en el medio sanitario son el mejor indicador de la intensidad del traumatismo y de la función general del cerebro. – Signos neurológicos. Son extraordinariamente variados y dependen de las áreas cerebrales lesionadas. Pueden aparecer desde el momento del traumatismo, acompañar a una alteración de la consciencia inicial o presentarse tras un intervalo libre de síntomas. Debido a su alto valor predictivo de lesión intracraneal, se debe realizar la exploración neurológica sistematizada a todos los pacientes con TCE, y ante su presencia, la valoración periódica de su evolución. – Alteración de las funciones vitales. Con relativa frecuencia, en los momentos iniciales de los TCE se producen alteraciones transitorias de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, que se normalizan en un corto espacio de tiempo. Estas manifestaciones pueden ser desencadenadas por una reacción vagal, que suele acompañarse de vómitos, cefalea y obnubilación leve, que mejoran paulatinamente. Pasado este primer momento, las alteraciones del ritmo cardiaco, la tensión arterial o la frecuencia respiratoria deben considerarse como un motivo de alarma. 12 – Particularidades clínicas de los menores de dos años. Los lactantes constituyen un grupo de particular riesgo de lesión intracraneal. En ocasiones, la forma de presentación de las lesiones cerebrales significativas puede ser sutil, con ausencia de los signos o síntomas de alarma neurológica. Como en los demás grupos de edad, los lactantes presentan alto riesgo de lesión intracraneal ante la presencia de alteración del nivel de consciencia y focalidad neurológica. Además, en menores de 2 años la fractura de cráneo se ha mostrado como un factor de riesgo independiente de lesión intracraneal. A su vez se ha establecido la asociación entre la presencia de cefalohematoma y de fractura craneal. 6 La prevalencia, la morbilidad y los costos son aspectos relevantes del traumatismo craneoencefálico que incluye: el sitio de estabilización del paciente, los criterios de neuroimagen, las indicaciones de hospitalización, el papel de la terapia anticonvulsiva y el tiempo de inicio de las secuelas neurológicas. 9 Los niños son seres en evolución. Por tanto, evaluar los factores pronósticos de un niño es extremadamente complejo. Lo que para nosotros puede significar una alteración cognitiva o de la conducta, puede ser también el desarrollo psicomotor normal de cada paciente. Por ello investigar sobre el pronóstico a largo o corto plazo de una determinada actitud terapéutica en la fase aguda del TCE no es fácil. 13Las decisiones tomadas en las primeras horas pueden ser cruciales para el pronóstico del paciente, no porque nuestra actuación mejore la lesión cerebral inicial, sino porque evita el empeoramiento de la misma a un daño cerebral secundario.16 La presencia de déficit neurológico es el dato más valorable como predictor de lesión intracraneal. La pérdida de conocimiento o la convulsión aumenta el riesgo, aunque pueden darse entre el 3 y el 10% de los casos de traumatismo craneal leve y no significan necesariamente que el traumatismo tenga un peor pronóstico. Síntomas inespecíficos como vómitos o cefalea no tienen suficiente valor predictivo, aunque según su intensidad o persistencia podrán ser motivo de alarma. Es necesario elegir la exploración de diagnóstico por la imagen que consideremos más adecuada. Radiografía simple La radiografía no es adecuada como prueba de cribado, ya que en más del 50% de los niños con traumatismo craneoencefálico puede ser normal de forma sistemática, por lo que su uso debería restringirse a las siguientes situaciones: –En el contexto de un estudio más completo en el que sea necesaria la investigación de un posible maltrato. –En niños menores de 1 año que presenten cefalohematoma. –En casos de fracturas deprimidas, aunque es preferible la realización de una tomografía computarizada (TC). 14 –En pacientes con pérdida de conciencia breve y buena recuperación, en los que se desee obtener una prueba de imagen y no se disponga de TC, aunque no sustituirá a un período de observación intra o extrahospitalaria.15 La radiografía simple de cráneo pondrá de manifiesto la mayor parte de las fracturas, aunque debe tenerse en cuenta que su interpretación puede ser difícil. Además, si es normal, puede dar una falsa sensación de seguridad que no debe sustituir o relajar un cuidadoso período de observación. Aproximadamente un 35% de los niños que ingresan en el hospital por traumatismo craneal presentan una fractura. Cuando existe fractura puede encontrarse lesión intracraneal en alrededor de la mitad de los casos y más del 50% de los niños con estas lesiones tendrán una radiografía de cráneo normal. Las fracturas pueden clasificarse de la siguiente forma: 1. Lineales. Son las más frecuentes (el 75% de los casos). Traducen la fuerza del impacto y pueden no tener más importancia, aunque las fracturas temporales que cruzan el surco de la arteria meníngea media o las bilaterales que cruzan el seno sagital presentan un mayor riesgo de hematoma epidural. Generalmente cicatrizan al cabo de 3 a 6 meses. 2. Fracturas diastásicas. Más frecuentes en la sutura lambdoidea, pueden asociarse a rotura del seno transverso y producir también hematoma epidural. 3. Fracturas con depresión de fragmentos. Este tipo de fracturas puede subdividirse en: 15 a) fracturas en “pelota de ping-pong”, que se observan en recién nacidos con traumatismo en el parto o en lactantes y en las que no llega a haber rotura de la cortical, y b) fracturas con depresión de 1 o 2 fragmentos o conminutas que pueden verse en traumatismos importantes. Las fracturas con hundimiento pueden ser tributarias de tratamiento quirúrgico fundamentalmente cuando existe una depresión mayor de 1 cm. En los niños menores de 3 años con fractura existe la posibilidad de que ésta sea progresiva, lo que ocurre entre un 0,6 y un 1% de los casos. En esta situación se separan los fragmentos óseos porque se interpone la duramadre, que impide la consolidación. Es importante monitorizar su cierre mediante un seguimiento radiográfico. Desde el punto de vista topográfico es interesante remarcar la posibilidad de fracturas de la base del cráneo, que tendrán una traducción clínica en forma de hematomas periorbitarios (“ojos de mapache”) y en la aparición de hemorragias y/o salida de líquido cefalorraquídeo por la nariz y los oídos. Debe valorarse siempre la posibilidad de lesión de la columna cervical en todo paciente inconsciente, en niños conscientes con dolor o postura anormal del cuello y en niños con escasa motilidad de las extremidades o afección respiratoria inexplicada. En tales situaciones se practicará un estudio radiológico de la columna cervical, teniendo siempre la precaución de inmovilizarla mediante un collarete en el momento de atender inicialmente al paciente y antes de realizar cualquier manipulación.15 16 TOMOGRAFIA AXIAL COMPUTARIZADA La tomografía axial computarizada (TAC) es el método de elección por la información que proporciona en la valoración del paciente con traumatismo craneal encefálico. Este estudio nos permite poder examinar el cráneo óseo con más precisión y detalle que la radiografía convencional, tiene la capacidad de diferenciar de lo que es parénquima, sangrado extra o intra cerebrales y posibilidad de delimitar los efectos del traumatismo sobre el cerebro en términos de comprensión y desplazamiento de estructuras. Sus inconvenientes incluyen que la mayoría de las veces hay necesidad de sedación y/o anestesia del niño, lo que puede determinar síntomas, como somnolencia y vómitos post anestesia que pueden ser confundidos con los síntomas propios del TCE, a estos se suma el elevado costo de este estudio en nuestro medio. En nuestro país las siguientes se consideran las siguientes situaciones como indicaciones para toma de TAC de cráneo en menores de 18 años: -Pérdida de la conciencia con duración de más de cinco minutos -Amnesia anterógrada o retrógrada que dure más de cinco minutos -Letargia -Tres ó más episodios de vómito -Sospecha clínica de lesión no accidental -Convulsiones postraumáticas sin antecedentes de epilepsia 17 -Escala de coma de Glasgow menor de 15 para menores de un año y menor de 14 para los demás pacientes -Sospecha de lesión en cráneo abierta o deprimida -Cualquier signo de fractura en la base del cráneo (Hemotímpano, “ojos de mapache”, fuga de líquido cefalorraquídeo por nariz u oídos, signo de Battle) -Déficit neurológico focal -Si es menor de un año presencia de hematoma, edema o laceración de más de 5 cm en la cabeza -Mecanismo peligroso de daño (Ej. accidente de tráfico a alta velocidad, caída mayor de tres metros, daño a alta velocidad con un proyectil u objeto) -Coagulopatía (antecedentes de sangrado), de anticoagulantes.5 Pudiendo observarse con este método desde tomografías normales en su gran mayoría; así como estudios anormales, de los cuales se puede mencionar a las fractura lineales, con hundimiento, fractura de la base del cráneo, edema difuso, hemorragia parenquimatosa, hemorragia subdural, hemorragias epidurales. El TCE debe considerarse una entidad dinámica. Una TC realizada en las primeras 6 h después de éste puede no detectar diversas lesiones, por lo que será necesario repetirla para poder dirigir el tratamiento médico-quirúrgico. Las lesiones primarias que pueden empeorar con mayor facilidad son el hematoma 18 epidural, la contusión y el hematoma intraparenquimatoso. Puede producirse un empeoramiento de las lesiones sin que inicialmente haya alteraciones de la PIC o signos clínicos de deterioro, por lo que en estas situaciones las exploraciones seriadas podrán detectar tempranamente una mala evolución. Las imágenes que inicialmente son más patentes son las fracturas y las hemorragias. En cambio, las lesiones isquémicas pueden tardar varios días en aparecer. Es interesante señalar que pueden darse en el niño situaciones en las que haya lesiones parenquimatosas con muy poca o ninguna repercusión clínica.15 Mediante éste trabajo se intenta dilucidar si existe algún dato clínico que podamos asociar a la presencia de cambios tomográficos, con el propósito de mejorar el abordaje del paciente con traumatismo craneoencefálico. Ya que aunque en la actualidad existen diversos algoritmos que pudiesen ayudar en la tomade decisiones; todos ellos se llevan a cabo en unidades hospitalarias que cuentan con el servicio de tomografía al alcance, observándose un alto porcentaje en el uso de ésta para el paciente con traumatismo craneoencefálico.11, 12. 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ¿Existe algún dato clínico específico que se encuentre asociado a la presencia de cambios tomográficos en el paciente pediátrico con trauma de cráneo? 19 4. JUSTIFICACION El traumatismo craneoencefálico se ha convertido en los últimos años en la principal causa de ingreso al servicio de urgencias del Hospital Pediátrico Villa con un aproximado de 250 casos al año; siendo en el 2013 un total de 206. Otorgándose atención inicial para dicho padecimiento en nuestras instalaciones; sin embargo no es posible ofrecer en esta unidad un seguimiento tomográfico o por parte del subespecialista al no contar con la infraestructura necesaria. Por lo que, el cuerpo médico debe de darse a la tarea de decidir y priorizar al paciente que amerite dicho seguimiento, tomando en cuenta diversas escalas y criterios para la toma de decisiones. Hasta el momento no se ha realizado alguna asociación entre algún dato clínico que pudiese ser más sensible para determinar la existencia de cambios tomográficos; impidiendo la progresión a lesión secundaria; o, por el contrario, determinar si existe algún dato clínico que pudiese persuadir de evitar la exposición a radicación innecesaria por la toma de tomografía computarizada. Tomando como base las condiciones antes mencionadas se plantea dicho estudio, en el cuál por medio de revisión de expedientes de pacientes con diagnostico de traumatismo craneoencefálico en el Hospital Pediátrico Villa durante el año 2013 se establecerá si existe alguna asociación clínico tomográfica que nos ayude a la toma de decisiones. 20 5. OBJETIVO PRINCIPAL Determinar la asociación clínico tomográfica que existe en los pacientes con traumatismo craneoencefálico de 0-17 años en el Hospital Pediátrico Villa. 6. METODOLOGIA 6.1 Diseño del estudio El tipo de estudio fue observacional, descriptivo, transversal y retrospectivo. 6.2 Población Expedientes de pacientes menores de 18 años hospitalizados en el Hospital Pediátrico Villa con el diagnóstico de traumatismo craneoencefálico 6.3 Criterios de Selección Criterios de Inclusión: Pacientes entre 0-17 años de edad con diagnóstico de traumatismo craneoencefálico que ameritaron toma de tomografía axial computarizada de cráneo en el periodo de enero-diciembre del 2013. Criterios de no inclusión: Pacientes hospitalizados entre 0-17 años de edad con diagnóstico de traumatismo craneoencefálico en quienes no se realizó tomografía computarizada de cráneo. Criterios de eliminación: Expedientes incompletos Alta voluntaria 6.4 Muestreo En base a censo. 21 6.5 Tamaño de Muestra 206 expedientes de pacientes pediátricos con diagnóstico de TCE 6.6 Descripción de Variables VARIABLE / CATEGORÍA (Índice- indicador/criterio - constructo) TIPO DEFINICIÓN OPERACIONAL ESCALA DE MEDICIÓ N CALIFICACI ÓN Edad Independien te Tiempo transcurrido desde el momento de nacimiento hasta la fecha de estudio Cuantitativa /Discontinua Años cumplidos Sexo Independien te Características genotípicas del individuo Cualitativa/ Nominal Femenino , masculino Datos clínico Independien te Signo o síntoma que presenta el paciente posterior a traumatismo craneoencefálico Politòmica Hallazgo tomográfico Dependient e Descripción de hallazgo tomográfico plasmado en el expediente clínico Cualitativa/ Nominal Normal Fractura lineal Fractura con hundimiento Hematoma subgaleal Hematoma Epidural Hematoma Subdural Hemorragia parenquimat osa Edema cerebral 22 6.7 Instrumento Formato de base de datos 6.8 Plan de Análisis Estadístico A través del programa Excel se determinó la distribución de las variables y posteriormente se obtuvo una estadística descriptiva con los porcentajes, proporciones y asociaciones pertinentes. 6.9 Consideraciones Éticas No se requirió de una carta de consentimiento informado, ya que no se encontraba riesgo en la investigación, además de que sólo se hizo una revisión en su expediente clínico. 23 7. RESULTADOS Se analizaron 240 expedientes del archivo clínico del Hospital Pediátrico Villa en el periodo comprendido de enero a diciembre 2013, cuyo diagnóstico de ingreso a la sala de urgencias fuese traumatismo craneoencefálico, de los cuáles se descartaron 3 por no encontrarse el expediente y 31 por no coincidir con el diagnóstico de traumatismo craneoencefálico. Encontrándose que de los 206 expedientes 83 (40.3%) pertenecía al género femenino y 123(59.7%) al género masculino. Gráfica 1. En cuánto a la edad; el grupo predominante fue el de 2-4 años con el 41.5%, seguido del grupo de 5-9 años con el 26.7%, los menores de 1 año se encontraron en el 15%, el grupo de 10-14 años obtuvo el 14% y finalmente el grupo de 15-18 años únicamente el 2.8%. Tabla 1. Gráfica 2. Gráfica 1 24 Tabla 1. Distribución por grupo de edad Grupo de edad < 1 años 2-4 años 5-9 años 10-14 años 15-18 años TOTAL No de casos 31 86 55 29 5 205 Porcentaje 15% 41.50% 26.70% 14% 2.80% 100% GRAFICA 2 25 De los 206 expedientes revisados se eliminaron 3 por alta voluntaria. En cuanto respecta a la toma de TAC simple de cráneo, ésta se realizó a 116 (57%) pacientes, descartándose 87 (43%) expedientes del estudio. GRAFICA 3, GRAFICA 3 De los 116 expedientes que cumplían criterios de inclusión para el estudio, se reportó que 57 de las tomografías de cráneo realizadas fueron normales (49.1%) y 59 presentaron cambios tomográficos correspondientes al 50.8%. Los cuáles se distribuyen de la siguiente manera: en 26 casos hubo fractura lineal sin LIC y fractura lineal con LIC en 13 pacientes; el edema cerebral se presentó en 7 casos, representando estos cuatro grupos la mayor frecuencia de hallazgos tomográficos. 26 En el TABLA 2 se muestra la distribución total de los hallazgos en los 116 expedientes a quienes se realizó TAC. GRAFICA 4. Hallazgo tomografico Casos Porcentaje Edema cerebral 7 6.0% Fractura lineal con LIC 13 11.2% Fractura lineal sin LIC 26 22.4% Fractura hundida con LIC 2 1.7% Fractura hundida sin LIC 3 2.6% Hematoma epidural 2 1.7% Hematoma subgaleal 2 1.7% Hemorragia parenquimatosa 1 0.9% Hemorragia subaracnoidea 1 0.9% Quiste de inclusión 2 1.7% Normal 57 49.1% 116 100.0% TABLA 2. 27 GRAFICA 4. Respecto al mecanismo de lesión en los pacientes con toma de TAC simple de cráneo se dividió a la caída libre, por metros de altura; ocupando los tres primeros lugares en frecuencia, caída de 1 metro con un total de 30 casos que representa el 25.9%; seguido de caída de menos de 1mt con 20 casos (17.2%) y caída de 2mt 19 casos con 16.4%. En la tabla 3 se muestra la relación que se encontró 28 entre hallazgo tomográfico y mecanismo de lesión, observándose que se asoció al 100% de los casos con cambios tomográficos en aquellos cuyo mecanismo de lesión fue aplastamiento y caída de más de 3 mts. Así como reportarse tomografía axial de cráneo normal en aquellos cuyo mecanismo de lesión fue atropellamiento y desconocimiento del mecanismo. La caída libre de < 1mt, propia altura y caída de bicicleta se asoció con mayor frecuencia a tomografía normal, mientras que caída libre de 1, 2 y 3 metros de altura, así como accidente automovilístico y golpe directo se asoció en su mayoría a cambios tomográficos como se muestra en la tabla 3. GRAFICA 5GRAFICA 5 29 TABLA 3. MECANISMO DE CAIDA CASOS TAC NORMAL CAMBIOS TOMOGRAFICOS < 1 metro 20 10 10 1 metro 30 13 17 2 metros 19 9 10 3 metros 9 4 5 >3 metros 1 0 1 Accidente automovilistico 3 1 2 Aplastamiento 3 0 3 Atropellado 2 2 0 Caida de bicicleta 8 6 2 Golpe directo 5 2 3 Propia altura 13 8 5 Desconoce 3 3 0 TOTAL 116 58 58 TABLA 4 Dato clínico CASOS TAC NORMAL TAC CON CAMBIOS Crisis convulsivas 12 10.3% 6 50.0% 6 50.0% Vómito 50 43.1% 26 52.0% 24 48.0% PEA 29 25.0% 11 37.9% 18 62.1% CEFALEA 18 15.5% 11 61.1% 7 38.9% AMNESIA 6 5.2% 4 66.7% 2 33.3% MAREO 3 2.6% 3 100.0% 0 0.0% SOMNOLENCIA 27 23.3% 11 40.7% 16 59.3% ALTERACIONES EN LA MARCHA 6 5.2% 5 83.3% 1 16.7% IRRITABILIDAD 18 15.5% 8 44.4% 10 55.6% HUNDIMIENTO PALPABLE 11 9.5% 2 18.2% 9 81.8% HEMATOMA SUBGALEAL 64 55.1% 28 43.7% 36 56.2% 30 GRAFICA 6 En cuanto a los datos clínicos que se reportaron en los expedientes GRAFICA 6, el de mayor frecuencia fue la presencia de hematoma subgaleal en 63 casos que corresponde al 54.3% del total, asociándose a cambios tomográficos en 36 casos, es decir el 56.2% de los pacientes que lo presentaron tuvo reporte por tomografía de alteración a dicho nivel. La presencia de crisis convulsivas se reportó en 12 casos, asociándose a cambios tomográficos en el 50% de los mismos; vómito fue reportado en 50 expedientes con una asociación a cambios del 48%, pérdida del estado de alerta se asocia a cambios en la TAC en 62.1% de los 29 que lo reportaron. Siendo la relación casos reportados/ cambios tomográficos para cefalea de 18/38.9%, amnesia 6/33.3%, mareo 3/0%, somnolencia 27/59.3%, alteraciones en la marcha 6/16.7%, irritabilidad 18/55.6% y hendidura palpable 11/81.8% respectivamente. TABLA 4. 31 La presencia de vómito se reportó en 50 pacientes, 26 de ellos con TAC normal, observándose una mayor asociación con la presencia de quistes de inclusión reportándose más de 3 vómitos, así como en las fracturas tanto lineal como hundido sin lesión intracraneal. TABLA 5. GRAFICA 7 G RAFICA 7 Vómito 100% Normal 90% • Quiste de inclusión frontal 80% 70% • Hemorragia subaracnoidea 60% • Hematoma subgaleal sin lIC 50% • Hematoma epidurallaminar con edema cerebral leve 40% • Hematoma epidurallaminar 30% • Hematoma epidural 20% 10% • Fractura lineal sin lIC 0% • Fractura lineal con hematoma d >3 Total subdural 32 TABLA 5 HALLAZGO TOMOGRAFICO < 3 > 3 Total Edema cerebral leve 1 0 1 Edema cerebral moderado 0 1 1 Fractura hundida con hematoma subdural 0 1 1 Fractura hundida con neumoencefalo 1 0 1 Fractura hundida sin LIC 2 1 3 Fractura lineal con hematoma epidural 0 2 2 Fractura lineal con hematoma subdural 0 1 1 Fractura lineal sin LIC 6 1 7 Hematoma epidural 0 1 1 Hematoma epidural laminar 1 0 1 Hematoma epidural laminar con edema cerebral leve 0 1 1 Hematoma subgaleal sin LIC 1 0 1 Hemorragia subaracnoidea 0 1 1 Quiste de inclusión frontal 0 2 2 Normal 10 16 26 Las crisis convulsivas se presentaron en 12 casos, siendo el cambio tomográfico mayormente asociado el edema cerebral tanto moderado como edema cerebral leve, sin embargo en el 50% de los casos se asoció a TAC normal. TABLA 6. GRAFICA 8 33 GRÁFICA 8 HALLAZGO TOMOGRAFICO CASOS Edema cerebral leve 2 16.7% Edema cerebral moderado 2 16.7% Fractura lineal con neumoencefalo 1 8.3% Fractura lineal sin LIC 1 8.3% Normal 6 50.0% Total general 12 100.0% TABLA 6. 34 La pérdida del estado de alerta estuvo presente en 29 pacientes de los cuáles en 16 se asoció a cambios tomograficos, siendo el más común fractura lineal sin lesión intracraneal en 8, seguido de fractura hundida sin LIC 2 y edema cerebral leve en 2 casos, siendo la duración reportada menor de 5 minutos en el 56% de aquellos con algún cambio tomográfico. TABLA 4. GRAFICA 9 GRAFICA 9 35 La cefalea se presentó en 18 casos asociándose en 2(11.1%) de ellos a quiste de inclusión, en 3 (16.6%)a fractura lineal sin LIC y en 2 (11.1%) a fractura lineal con LIC. En los restante 11(61.1%) no se asoció a cambios tomográficos. GRAFICO 10. GRAFICA 10 36 En cuánto a la amnesia asociada a cambios tomográficos se reporto en 6 pacientes de los cuáles únicamente 2 tuvieron fractura lineal con neumoencéfalo (16.6%) y fractura lineal con hematoma epidural (16.6%). TABLA 7. GRAFICA 11. HALLAZGO TOMOGRAFICO AMNESIA Fractura lineal con hematoma epidural 1 16.60% Fractura lineal con neumoencefalo 1 16.60% Normal 4 66.60% Total general 6 5.10% TABLA 7 GRAFICA 11 37 El mareo no se relacionó en ninguno de los 3 casos a cambios tomográficos. La somnolencia se presentó en 27 casos asociándose a cambios en la tomografía en 59% distribuidos de la siguiente manera Fractura lineal sin LIC 8 (29.6%), quiste de inclusión 2 casos (7.4%), edema cerebral moderado, fractura hundida con neumoencéfalo, fractura lineal con hematoma epidural, fractura lineal con neumoencéfalo, hematoma epidural y hemorragia parenquimatosa con hemorragia subaracnoidea con 1 caso (3.7%) cada uno. TABLA 8 GRAFICA 12 HALLAZGO TOMOGRAFICO CASOS Edema cerebral moderado 1 Fractura hundida con neumoencefalo 1 Fractura lineal con hematoma epidural 1 Fractura lineal con neumoencefalo 1 Fractura lineal sin LIC 6 Fractura lineal sin LIC 2 Hematoma epidural 1 hemorragia parenquimatosa con hemorragia subaracnoidea 1 Normal 11 Quiste de inclusión frontal, resto sin alteraciones 2 Total general 27 TABLA 8 38 GRAFICA 12 Los cambios en la marcha estuvieron presentes en 6 (5.2%) pacientes encontrándose únicamente cambio tomográfico en 1, el cuál se asoció con fractura lineal sin LIC. GRAFICA 13 GRAFICA 13. En los expedientes se reportó irritabilidad en 18 casos (15.5%), sólo 8 (44.4%) correspondieron a TAC normal, Fractura lineal sin LIC 6 (33.3%), fractura hundida 39 sin LIC 2 (11.1%) y edema cerebral leve 2 (11.1%). De aquellos con cambios en la tomografía el mas común fue fractura lineal sin LIC. TABLA 9, GRAFICA 14. HALLAZGO TOMOGRAFICO IRRITABILIDAD Edema cerebral leve 2 Fractura hundida sin LIC 2 Fractura lineal sin LIC 6 Normal 8 Total general 18 TABLA 9 GRAFICA 14 Respecto a la palpación de hundimiento se reportó en 11 casos de los cuáles en 2 el hallazgo tomográfico fue normal, en 3 fractura hundida sin lesión intracraneal, 2 fractura lineal sin lesión intracraneal, reportándose sólo un caso para fractura hundida con neumoencefalo, fractura hundida con hematoma epidural, fractura lineal con hematoma epidural y hematoma epidural laminar. TABLA 10. GRAFICA 15 HALLAZGO TOMOGRAFICO hundimiento palpable 40 Fractura hundida con hematoma subdural 1 9.1% Fractura hundida con neumoencefalo 1 9.1% Fractura hundida sin LIC 3 27.3% Fractura lineal con hematoma epidural laminar 1 9.1% Fractura lineal sin LIC 2 18.2% Hematoma epidural 1 9.1% Normal 2 18.2% Total general 11 9.5% TABLA 10. GRAFICA 15 Finalmente la presencia de hematoma subgaleal se encontró en 64 pacientes asociándose en el 56.2% a cambios tomográficos siendo fractura lineal sin LIC la de mayor asociación con un 20.3% el resto de las asociaciones fueron menor al 5%. TABLA 11. GRAFICA 16 HALLAZGO TOMOGRAFICO HEMATOMA SUBGALEAL Edema cerebral leve 3 4.7% Edema cerebral moderado 2 3.1% Fractura hundida sin LIC 2 3.1% Fractura lineal con edema cerebral leve 1 1.6% 41 Fractura lineal con hematoma epidural 3 4.7% Fractura lineal con hematoma epidural laminar 3 4.7% Fractura lineal con hematoma epidural y hematoma subgaleal 1 1.6% Fractura lineal con hematoma subdural 11.6% Fractura lineal sin LIC 13 20.3% Hematoma epidural laminar 1 1.6% Hematoma subgaleal sin LIC 2 3.1% hemorragia parenquimatosa con hemorragia subaracnoidea 1 1.6% Hemorragia subaracnoidea 1 1.6% Normal 28 43.8% Quiste de inclusión frontal, resto sin alteraciones 2 3.1% Total general 64 100.0% TABLA 11 GRAFICA 16 42 DISCUSIÓN El traumatismo craneoencefálico es una causa muy importante de atención en el servicio de urgencias del área pediátrica a nivel mundial, encontrándose en nuestra unidad dentro de las 5 primeras causas de ingreso a la sala de urgencias, con un total de 206 ingresos por dicho diagnóstico en el último año; la frecuencia en nuestro estudio fue del sexo masculino con un 59.7% de la población similar a la incidencia a nivel mundial; no así encontrando que a pesar de que el grupo de edad más afectado fue el de los lactantes con un 32% igual que diversos estudios previamente realizados; la diferencia con la edad preescolar fue mínima (31%), observándose un incremento de ésta edad y un descenso en el grupo de los adolescentes a 11.9%. Se realizó tomografía axial computarizada de cráneo simple únicamente al 57% de los pacientes ingresados al servicio de urgencias, mostrándonos un bajo índice de uso de la misma respecto a otros estudios realizados en unidades de atención en el distrito federal reportados del 94% y 100%. Sin darse a conocer el criterio utilizado para el uso de la misma; cabiendo asociar la falta del recurso en nuestra unidad con el número de estudios realizados. En tanto al mecanismo de caída resultó ser similar al comentado en estudios realizados previamente, encontrando a la caída libre de cualquier altura como el más común con un 79.4% de los casos, llamando la atención que la altura con menor número de casos de tomografía normal fue la de 1 metro y menos de un metro, además de asociarse el aplastamiento con la mayor frecuencia de cambios en la tomografía. El reporte tomográfico más referido fue el de tomografía normal 43 con un total de 57 casos correspondiente al 49.1%, lo que no concuerda con lo reportado en otros estudios en los que el hallazgo más frecuente ha sido fracturas y hematoma subgaleal; correspondiendo en nuestra población al 37.9% y 1.7% respectivamente; lo cuál tampoco corresponde a las cifras referidas en datos clínicos que reportan la presencia de hematoma subgaleal palpable en un 55.1% de los pacientes, lo que lleva a suponer que pudiese existir un subregistro del mismo en el reporte tomográfico. El dato clínico prevalente en nuestro estudio fue hematoma subgaleal, seguido de vómito y pérdida del estado de alerta, no correlacionándose con el resto de los estudios que reportan cefalea como el dato más frecuente; sin embargo en nuestro estudio sólo se reportó en un 15% de los pacientes. Lo cuál pudiese estar asociado a los grupos de edad más afectados en nuestra población que fue la de lactantes y preescolares. En cuánto al vómito en menos del 50% de los casos se asoció a cambio tomográfico y de éstos últimos llama la atención que hubo una mayor frecuencia de tomografía anormal en los que presentaron menos de 3 vómitos, difiriendo de lo comentado en la literatura. No así la pérdida del estado de alerta que aunque se presentó en una población menor (25%), el 62.1% de los casos se asoció con cambios tomográficos de los cuáles en 3 casos fue mayor de 5 minutos, en 9 menor de 5 minutos y en 4 por tiempo indefinido. El dato clínico que se asoció con cambios tomográficos fue el hundimiento palpable con el 81.1%, seguido de la pérdida del estado de alerta 62.1% y la somnolencia 59.3%. De los casos con hundimiento palpable se asoció a fracturas en un 72.7% de las cuáles 45.5% fueron hundidas y de éstas el 18.2% se asoció 44 a lesión intracraneal. No pudiéndose comparar éstos resultados con estudios previamente realizados ya que casi todos hacen uso de la escala de coma de Glasgow como factor predictivo, aún sin encontrar una asociación de la misma entre éstos rubros. 45 CONCLUSIONES El Traumatismo craneoencefálico sigue siendo un problema importante en salud pública, que se presenta con mayor frecuencia en el sexo masculino y en edades menores de 4 años. La caída de cualquier altura es el mecanismo de lesión más frecuente, aunque en nuestro estudio el grado de altura no se encuentra directamente relacionado con la presencia de cambios tomográficos. El uso de tomografía en nuestras unidades se encuentra por debajo del porcentaje reportado en otras unidades hospitalarias, debiendo considerar realizar nuevos estudios de manera prospectiva para determinar la causa. De los pacientes a quienes se realizó tomografía el 49.1% se reportó como normal No existe un dato clínico en el paciente pediátrico con traumatismo craneoencefálico que se encuentre específicamente asociado a la presencia de cambios tomográficos. El cambio tomográfico mas reportado fue fractura lineal sin lesión intracraneal con el 22.4% de los pacientes mayormente asociado a hematoma subgaleal en el 81.2% de los casos, lo que hace suponer que el uso de tomografía fue innecesario en unalto porcentaje de casos. El 55.1% de los casos presentó hematoma subgaleal como dato clínico sin corroborarse en el reporte dado en la tomografía. 46 El 81.1% de los pacientes con hundimiento palpables se asoció con cambios tomográficos sin embargo la población con este dato clínico es muy baja. Los datos clínicos asociados a criterio de toma de tomografía no son los que se reportan con mayor frecuencia en el expediente clínico, sin embargo cuando se presentan se relacionan con la presencia de cambios tomográficos como es el caso de la pérdida del estado de alerta de más de cinco minutos, una caída de más de 3 metros de altura o la presencia de más de tres vómitos. Deberá realizarse en un futuro estudios paralelos para poder determinar la asociación de cada cambio tomográfico a los diversos datos clínicos que se presentan en torno a un paciente pediátrico con TCE. PERSPECTIVAS Sin duda además de conocer la presencia de cambios tomográficos ante diversos datos clínicos en el paciente con traumatismo craneoencefálico, valdría la pena conocer la evolución del paciente con TCE asociado a lesión intracraneal, así como quizá aplicar alguno de los diversos algoritmos que se han creado en torno a la toma de decisiones en el paciente con TCE; así como conocer el comportamiento de dicho padecimiento en la sala de urgencias. 47 BIBLIOGRAFIA 1. Kayode Oyegbite, Margie Peden et. al, Informe mundial sobre prevención de las lesiones en los niños, Organización Mundial de la Salud, 2012. 2. Vázquez-Solís MG et al. Pronóstico del traumatismo craneoencefálico pediátrico, Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2013;51(4):372-7 3. Sonia B, Fernández Cantón et. al,Principales causas de mortalidad infantil en México: tendencias Recientes, Bol Med Hosp Infant Mex 2012; 69 (2): 144-148. 4. INEGI. Estadísticas de mortalidad. Consulta interactiva de datos, 2011. 5. 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