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Comparacion-de-mortalidad-de-fractura-de-femur-contra-fractura-de-cadera-en-pacientes-ancianos-en-el-Hospital-General-de-Mexico-Dr -Eduardo-Liceaga-en-el-periodo-de-1-enero-2010-a-diciembre-31-2014

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PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN MÉDICA 
 
 
 
T E S I S 
COMPARACIÓN DE MORTALIDAD DE FRACTURA DE FEMUR CONTRA 
FRACTURA DE CADERA EN PACIENTES ANCIANOS EN EL HOSPITAL 
GENERAL DE MEXICO “Dr. EDUARDO LICEAGA” EN EL PERIODO DE 1 
ENERO 2010 A DICIEMBRE 31 2014. 
 
 
 
 
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN PARA OBTENER EL TÍTULO DE LA 
ESPECIALIDAD DE GERIATRIA 
 
P R E S E N T A : 
 
 ALEJANDRO VELÁSQUEZ SARRIA 
 
TUTOR: Dr. M.enC.M. JOSÉ DE JESÚS RIVERA SÁNCHEZ 
 
JEFE DEL PROGRAMA Y SERVICIO DE GERIATRIA: Dr. LORENZO GARCÍA. 
 
NOVIEMBRE 2015 
 
Margarita
Texto escrito a máquina
MÉXICO, D. F.
Margarita
Texto escrito a máquina
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS A MIS PADRES POR SU PUESTO…POR TODO …. 
 
 
 
AGRADEZCO A MIRIAM JALPILLA – MI NOVIA- POR TODO EL APOYO QUE 
ME HA DADO Y POR EL BALSAMO DE SU AMOR QUE ME ENDULZA EL ALMA 
 
 
 
RECONOCIMIENTO AL DOCTOR JOSE DE JESUS RIVERA POR SER MI 
PROFESOR , MI GUÍA EN LA GERIATRÍA, PERO SOBRETODO POR SER MI 
AMIGO. 
 
 
 
AGRADEZCO A ESTE HERMOSO PAÍS - MÉXICO- POR HABERME DADO LA 
OPORTUNIDAD DE REALIZAR LA ESPECIALIDAD DE MEDICINA INTERNA Y 
GERIATRIA EN EL GLORIOSO HOSPITAL GENERAL DE MEXICO Dr. 
EDUARDO LICEAGA. 
 
 
 
AGRADEZCO A TODAS LAS PERSONAS QUE ME HAN DADO LOS MEJORES 
DESEOS DESDE LA DISTANCIA….QUE DIOS LOS BENDIGA. 
 
 
 
 
 
3 
 
 
 
ÍNDICE GENERAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. INTRODUCCIÓN 
 
5 
2. MARCO TEORICO 
 
6 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 20 
4. HIPÓTESIS 20 
5. OBJETIVOS 20 
6. METODOLOGÍA 21 
7. JUSTIFICACIÓN 22 
8. PROBLEMA 22 
9. CARACTERISTICAS DE LA POBLACIÓN 23 
10. DEFINICIÓN DE VARIABLES 26 
11. DISEÑO DEL ESTUDIO 26 
12. ANÁLISIS ESTADISTICO 
 
27 
13. RESULTADOS 28 
14. DISCUSIÓN 31 
15. CONCLUSIONES 33 
16. BIBLIOGRAFÍA 34 
4 
 
 
 
ÍNDICE DE TABLAS Y GRAFICAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TABLA 1. Descripción estadística de la población 23 
TABLA 2. Relación hombre mujer 23 
TABLA 3. Sitio de Fractura 23 
TABLA 4. Marcha conservada 24 
TABLA 5. Tipo de órtesis 24 
TABLA 6. Definición de variables 26 
TABLA 7. Mortalidad de fractura de cadera y fémur según sexo 29 
TABLA 8. Relación del tipo de fractura y rehabilitación distribuido según el sexo 
 
30 
GRAFICA 1. Distribución de la población según edad 25 
GRAFICA 2. Curva de supervivencia 28 
5 
 
 
 
 
1.|INTRODUCCIÓN: 
 
La geriatría es una especialidad de viejos pero irónicamente es la más reciente ya que el 
conocimiento de la biología del envejecimiento tiene una historia prácticamente iniciada en el 
presente siglo, teniendo uno de los primeros estudios publicados sobre el tema en 1904, cuando el 
doctor Mechnikov (1846-1916) -Premio Nobel de Medicina- expone una teoría del envejecimiento 
e introduce por primera vez el término de Gerontología , en tanto el término Geriatría aparece por 
primera vez en Estados Unidos en 1909, en la obra de Ignatz Leo Nasher (1863· 1944), conocida 
como The diseases of old age and their treatment. Ahora bien, dentro de todas las patologías del 
anciano y todos los síndrome geriátricos que hoy conocemos aparece en un lugar preponderante la 
fractura de cadera y diáfisis femoral que también podemos abordarlo como otro síndrome 
geriátrico ya que su porcentaje es alto en este grupo de edad y sus secuelas producen alta 
morbilidad, dependencia, incapacidad y mortalidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
 
 
 
2. MARCO TEORICO 
 
FRACTURA DE CADERA: 
Introducción y epidemiologia: A nivel mundial, se espera que el número total de fracturas de 
cadera superara los 6 millones de pacientes para el año 2050. Un total de 310.000 personas 
fueron hospitalizadas con fracturas de cadera en los Estados Unidos en 2003, que representa 
aproximadamente el 30 % de todos los pacientes hospitalizados (1,2). Aproximadamente un 
tercio (101.800) de los pacientes con fractura pasó a recibir un reemplazo de cadera. El costo 
estimado para el tratamiento es de aproximadamente 10,300 -15.200 millones de dólares por 
año en los Estados Unidos (3,6). De 1996 a 2010, hubo una disminución en la incidencia de 
fractura de cadera en los Estados Unidos con un total de 258.000 registrados de pacientes 
hospitalizados. Aunque las razones no están del todo claras, las posibles explicaciones 
incluyen el consumo de bisfosfonatos, cambios de estilo de vida que incluyen un mayor 
enfoque en suplementos de calcio y vitamina D, la disminución en el tabaquismo, la 
moderación del consumo de alcohol, la conciencia de las caídas y la realización de ejercicio 
(7,8). 
Las fracturas de cadera aumentan considerablemente el riesgo de muerte y morbilidad grave 
en los ancianos, estos riesgos son especialmente altos entre los residentes de hogares de 
ancianos (9,10), especialmente los hombres, los pacientes más de noventa años de edad, las 
personas con deterioro cognitivo y los post quirúrgicos que no pueden deambular de forma 
independiente (11) 
En tasas de mortalidad hospitalaria van desde aproximadamente 1 a 10 por ciento, 
dependiendo de la ubicación y las características de los pacientes, pero las tasas son 
típicamente más altas en los hombres, aunque esta discrepancia parece estar disminuyendo 
en algunas zonas (12,16) 
Las tasas de mortalidad a un año han oscilado entre los 12 a 37 % (3, 7, 9, 17,18), la mitad de los 
pacientes son incapaces de recuperar su independencia y movilidad (19). Un meta-análisis de 
estudios prospectivos encontró el riesgo relativo de mortalidad durante los primeros tres 
meses después de una fractura de cadera es de 5,75 (95% CI 4,94-6,67) en mujeres ancianas 
y 7,95 (95% CI 6.13 a 10.30) en los hombres ancianos (20). 
Una gran revisión de las fracturas de cadera en los Estados Unidos encontró que las fracturas 
de cuello y fracturas intertrocantéricas ocurren con aproximadamente la misma frecuencia 
en los pacientes entre las edades de 65 y 99 años (21) , las fracturas intracapsulares se producen 
alrededor de tres veces más en mujeres que en hombres, las tasas más altas de fractura se 
encontraron entre las mujeres blancas, las fracturas extra capsulares intertrocantéricas 
también ocurren en una relación 3: 1 Mujer/ Hombre y las fracturas subtrocantéricas 
muestran una distribución bimodal (20 a 40 años y mayores de 60 años)(22). 
. 
7 
 
Consideraciones anatómicas: La articulación de la cadera consiste en el acetábulo (cavidad) 
y la cabeza femoral (bola). El cuello femoral conecta la cabeza femoral a la porción proximal 
de la diáfisis femoral y se une a la región intertrocantérica .La interrupción del suministro de 
sangre a la cabeza y el cuello del fémur puede afectar la curación de fracturas en estas 
estructuras .Un anillo vascular extra capsular rodea la base del cuello femoral. Este anillo da 
lugar a buques de enlace ascendente (arterias cervicales) que corren paralelas al cuello 
femoral hasta la cabeza femoral. Las arterias de este anillo son suministrados por las arterias 
circunfleja femoral medial y lateral, que surgen dela arteria femoral profunda. La arteria 
foveal (una rama de la arteria obturatriz) proporciona el flujo de sangre adicional a la cabeza 
del fémur. La cabeza del fémur es una esfera que está ligeramente aplanada por arriba. La 
disposición de su hueso esponjoso se orienta a lo largo de las principales líneas de tensión. Lo 
más importante de estos acuerdos son las trabéculas primaria medial (que resisten la 
compresión) y las trabéculas lateral primaria (que resisten la tensión).Estas estructuras 
permiten el hueso para soportar las fuerzas ejercidas fuertes a través de la porción proximal 
del fémur. Como ejemplo, una fuerza de 2,6 veces el peso del cuerpo se transmite a través de 
la cadera en una posición con una sola pierna. 
El pronóstico de las fracturas de cadera varía por la localización anatómica. La región 
intertrocantérica contiene una gran cantidad de hueso esponjoso con un buen suministro de 
sangre. Por lo tanto, las fracturas intertrocantéricas normalmente sanan bien si la reducción 
y fijación se realizan correctamente. Sin embargo, las fracturas intertrocantéricas pueden 
llegar a ser desplazados a causa de las acciones del músculo psoas ilíaco, que tira del 
trocánter menor y los principales de los rotadores y abductores músculos externos de la 
cadera, que tiran en el trocánter mayor. En contraste con la región intertrocantérica, el cuello 
femoral tiene poco hueso esponjoso, un periostio delgado, y un suministro de sangre 
relativamente pobre que puede ser interrumpido por lesión. Fracturas en esta área tienen una 
mayor incidencia de complicaciones, como la necrosis avascular y cambios degenerativos en 
la cabeza femoral. 
 
Clasificación de fracturas de fémur: 
(Son clasificados por la localización anatómica y por el tipo de fractura) 
 
*Fractura de cadera -Intracapsular: - Cuello femoral. 
 
*Fractura de cadera -Extracapsular: - Intertrocantérica. 
 - Trocanterica (por Avulsión). 
 
*Fractura diafisiaria (o subtrocanterica). 
 
 
8 
 
 
 
Fractura de cadera de cuello femoral (Intracapsular): 
Factor de riesgo: Los principales factores de riesgo para las fracturas de cadera en pacientes 
de edad avanzada incluyen la osteoporosis y las caídas. Se estima que aproximadamente el 
30 a 60 por ciento de los adultos mayores residentes en la comunidad se caen cada año 
(25). Aproximadamente el 90 por ciento de las fracturas de cadera en los ancianos producen a 
partir de una simple caída desde la posición de pie (26). Las mujeres sufren fracturas de cadera 
con mayor frecuencia debido a sus altas tasas de osteoporosis. El riesgo de fractura de cadera 
es del 17,5 por ciento para las mujeres y el 6 por ciento para los hombres (27). En promedio, 
las mujeres que sufren una fractura de cuello femoral son 77 años y hombres de 72 años 
(26). El bajo nivel socioeconómico se asocia con un aumento en la incidencia de fractura de 
cadera (28,29). La enfermedad cardiovascular también puede estar asociada con un aumento en 
el riesgo de fractura de cadera en los pacientes de edad avanzada (31), al igual que algunos 
trastornos endocrinos (por ejemplo, diabetes, hipertiroidismo) y algunos medicamentos. 
Anatomía pertinente: Fracturas de cuello femoral son intracapsulares. El suministro de 
sangre tenue en el cuello femoral aumenta el riesgo de complicaciones, como la necrosis 
avascular 
Mecanismo de lesión: Fracturas de cuello femoral tienden a ocurrir en los pacientes ancianos 
que se caen. Entre los ancianos, hay varios mecanismos posibles de daño: 
●Caída directamente sobre la parte lateral de la cadera 
●Mecanismo de torsión en el que se planta el pie del paciente y el cuerpo gira 
●A la terminación de la marcha por fatiga o insuficiencia lo que provoca entonces una 
caída y posterior fractura. 
Los síntomas y los hallazgos del examen: Los pacientes ancianos suelen describir la aparición 
repentina de dolor de cadera, ya sea antes o después de una caída, y la incapacidad para 
caminar, aunque algunos pacientes con una fractura mínima pueden seguir soportando 
peso. Una fractura de cadera desplazada implica generalmente una cantidad significativa de 
dolor en la ingle y la pierna y puede aparecer con rotación externa y 
acortamiento. Normalmente hay pocos hematomas debido a que la fractura es 
intracapsular. En las fracturas por insuficiencia, puede no haber historia evidente de trauma 
y el paciente puede presentar fractura de cadera. 
En particular, con pacientes de edad avanzada, el médico debe determinar la razón de 
cualquier caída (por ejemplo, síncope, ictus), para detectar lesiones ortopédicas e internas 
adicionales, e iniciar el manejo correspondiente. 
 
Los hallazgos radiológicos: Las radiografías simples de la cadera, incluyendo una vista 
anterior-posterior (AP) con rotación interna máxima y una vista lateral, deben obtenerse en 
todos los pacientes con sospecha de fractura de cadera. La comparación con la cadera no 
afectada puede ser útil, por lo que se debe solicitar una radiografía de pelvis. 
9 
 
Las radiografías se deben examinar para buscar alteraciones en las líneas trabeculares, 
defectos en la corteza y el acortamiento o angulación del cuello femoral. El ángulo normal 
entre el cuello femoral y el eje femoral en una radiografía AP es de 45 grados. El ángulo 
entre el eje femoral medial y las líneas trabeculares a través del eje de la cabeza femoral es 
160 hasta 170 grados. Las alteraciones en estos ángulos sugieren una fractura. 
El esquema de clasificación de Garden se basa en la apariencia radiográfica y se usa 
específicamente para las fracturas del cuello femoral (40): 
●El tipo 1 es una fractura impactación 
●El tipo 2 es una fractura no desplazada 
●Tipo 3 implica varo desplazamiento de la cabeza del fémur. 
●Tipo 4 involucra la pérdida total de la continuidad entre los fragmentos. 
Si las radiografías simples no son reveladoras pero el dolor es importante y la sospecha 
clínica es alta o si el paciente es de alto riesgo, una gammagrafía ósea o una resonancia 
magnética pueden determinar la presencia de una fractura. La RM tiene las ventajas de la 
detección temprana de la fractura y la ausencia de exposición a la radiación. 
Varios estudios destacan la importancia de la obtención de imágenes adicionales cuando esté 
indicado .En un estudio retrospectivo de 764 pacientes con dolor de cadera evaluado en el 
servicio de urgencias por una posible fractura, 24 fracturas fueron identificadas mediante 
resonancia magnética entre los 545 pacientes cuyas radiografías iniciales fueron 
negativas. En otro estudio observacional, unas fracturas de cuello femoral o fracturas 
intertrocantéricas fueron identificadas por resonancia magnética en 46 de 100 pacientes 
consecutivos que estaban siendo evaluado por la fractura de cadera cuya radiografía inicial 
no fue reveladora (41, 42,43). 
Indicaciones para la consulta de ortopedia: Las fracturas del cuello del fémur deben ser 
referidos a un especialista, ya que la mayoría requerirá la fijación quirúrgica. 
El tratamiento de fracturas del cuello femoral: El médico de atención primaria a menudo 
juega un papel importante en la evaluación inicial del paciente, de la funcionalidad y las 
comorbilidades para ayudar a determinar los objetivos apropiados para el tratamiento Los 
pacientes ambulatorios deben ser tratados agresivamente, por lo general con una intervención 
quirúrgica, con el objetivo de restaurar su nivel previo a la lesión de la actividad lo antes 
posible (44). 
Continúa el debate entre los cirujanos en cuanto a si la reducción abierta con fijación interna 
(RAFI) o artroplastia es el mejor tratamiento para los candidatos quirúrgicos adecuados. En 
una revisión sistemática de este tema que incluyó 19 ensayos (3044 participantes), se 
encontró que una fijación interna (se hace con el fin de dar una menor morbilidad) se comparó 
con pacientes tratados con artroplastia y se encontró que estos últimos teníantasas de 
reintervención significativamente más bajos y no se identificaron diferencias en la mortalidad 
o la recuperación. 
El tratamiento con una artroplastia total o parcial de cadera permite una recuperación más 
rápida y puede reducir el riesgo de necrosis avascular y seudoartrosis. 
10 
 
El tratamiento no quirúrgico se reserva generalmente para pacientes debilitados pero puede 
ser razonable en pacientes con fracturas estables (45). Un ensayo aleatorizado de 23 pacientes 
informó que 10 de los 16 pacientes tratados conservadoramente desarrollaron una falta de 
unión, mientras que ninguno de los tratados quirúrgicamente lo hizo (46). Sin embargo, un 
estudio prospectivo de tratamiento no quirúrgico para los pacientes con fracturas del cuello 
femoral impactados (n = 170) encontró que el 86 por ciento sanó (47). Los autores concluyeron 
que dicho manejo es razonable, pero debe limitarse a pacientes mayores de 70 años y en mal 
estado de salud. La mortalidad en la población estudiada fue de 16 por ciento. 
Complicaciones: La Infección y tromboembolismo son complicaciones potencialmente 
mortales asociados con fracturas de cadera para lo que se debe dar la profilaxis. 
Fracturas de cuello de fémur tienen una tasa relativamente alta de complicaciones en 
comparación con fractura extracapsular de cadera. Las posibles complicaciones después de 
la reparación quirúrgica incluyen la infección, el dolor crónico, dislocación, pseudoartrosis 
y necrosis avascular 
Las tasas de fractura no consolidada van de 0 a 4 por ciento a más del 30 por ciento. El sesgo 
de selección puede desempeñar un papel en esta amplia gama (26). Un número de factores 
determinan el riesgo de falta de unión, incluyendo la edad del paciente, la densidad ósea, 
desplazamiento de la fractura, conminución de la fractura, la calidad de la reducción, y el 
dispositivo protésico y su posición. Las radiografías deben obtenerse periódicamente durante 
un mínimo de tres años después de la cirugía para evitar el desarrollo de necrosis avascular 
.Los pacientes con fracturas desplazadas están en mayor riesgo de necrosis avascular (48), esta 
puede ser indolora al principio, pero causa dolor y limita el movimiento después de un tiempo 
.Típicamente, el dolor se localiza en la ingle o región del glúteo ipsilateral, pero puede 
manifestarse como dolor de rodilla referido, y aumenta con soporte de peso. Evaluación 
radiográfica utilizando una imagen de resonancia magnética es necesaria cuando se sospecha 
necrosis avascular ya que los cambios en las radiografías simples no aparecen de forma fiable 
hasta seis meses después. La MRI se utiliza para evaluar pacientes con prótesis de titanio y 
la gammagrafía ósea se utiliza en aquellos cuya fijación es ferromagnética. 
 
 
Fractura de cadera intertrocanterica (Extracapsular): 
Las fracturas intertrocantericas son extra capsulares, y por lo tanto un menor riesgo de 
complicaciones relacionadas con la interrupción del suministro de sangre, pero tiene riesgo 
de desplazamiento (49). 
Mecanismo de lesión: En la población de edad avanzada, las fracturas intertrocantéricas 
ocurren como resultado de una caída. Estas fracturas son poco frecuentes en los individuos 
más jóvenes, pero pueden ocurrir con un traumatismo grave, como una caída desde una altura 
o un accidente de tránsito (50,51). 
Los síntomas y los hallazgos del examen: Los pacientes ancianos suelen describir el dolor de 
cadera, hinchazón y equimosis. La pierna lesionada puede acortarse y presentar rotación 
externa si la fractura está desplazada. A diferencia de fracturas del cuello femoral, las 
11 
 
fracturas intertrocantéricas pueden presentan equimosis y sangrado extra capsular 
dependiendo del tiempo transcurrido desde la lesión y una gran cantidad de sangre se puede 
perder en el muslo y el estado hemodinámico se debe controlar cuidadosamente. El paciente 
tendrá sensibilidad local sobre el área del trocánter, pero no debe tener sensibilidad en la 
diáfisis femoral distal o la pelvis. Tales hallazgos sugieren lesiones adicionales. 
Se debe realizar un examen físico completo, incluyendo las otras extremidades, la columna 
vertebral. Se debe realizar debido a la alta asociación de fracturas intertrocantéricas con 
lesión concomitante. La cadera contralateral debe ser palpada y llevada a su rango completo 
de movimiento. 
En particular, con pacientes de edad avanzada, el médico debe determinar la razón de la caída 
(por ejemplo, síncope, ictus), para detectar lesiones internas, e iniciar manejo médico-
quirúrgico. 
Los hallazgos radiológicos Las radiografías simples de la cadera, incluyendo una antero-
posterior (AP) vista con rotación interna máxima y una vista lateral, deben obtenerse en todos 
los pacientes con sospecha de fractura de cadera. 
Las fracturas intertrocantéricas se pueden clasificar como estable, para los que una reducción 
anatómica de cerca es alcanzable, o inestable (52). En las fracturas estables, el trocánter menor 
no se desplaza, no hay trituración, y las cortezas mediales de los extremos proximales y 
fragmentos distales están en alineación. En fracturas inestables, el desplazamiento se 
produce, la trituración está presente, o existen múltiples líneas de fractura. 
El tratamiento de las fracturas intertrocantéricas: Una revisión sistemática evaluó la 
artroplastia versus fijación interna para la reparación quirúrgica de la fractura extra capsular 
de cadera y no halló pruebas suficientes para recomendar un tratamiento sobre otro, una 
subpoblación de pacientes con fracturas intertrocantéricas incompletos tuvo buenos 
resultados funcionales, sin aumento de la estancia hospitalaria, cuando se realizó de forma 
conservadora (53,54,55, 56) 
El tratamiento no quirúrgico suele ser apropiado en las siguientes circunstancias: 
●Los pacientes que no pueden caminar o tiene demencia con dolor leve 
●Los pacientes con fracturas no desplazadas viejos o impactados y dolor leve 
●Los pacientes inestables con patología de base importante. 
●Los pacientes en la fase terminal (57). 
La cirugía puede ser retrasada en pacientes con condiciones que aumentan el riesgo de 
complicaciones postoperatorias, pero son susceptibles de tratamiento. Tales condiciones 
podrían incluir sepsis o ruptura de la piel sobre la zona operada. 
Complicaciones - Las complicaciones de las fracturas intertrocantéricas son similares a los 
de las fracturas del cuello femoral e incluyen infección, tromboembolismo, úlceras por 
presión, y pseudoartrosis. La infección y la tromboembolia son potencialmente 
complicaciones potencialmente mortales para los que se debe dar la profilaxis. Del 1 a 2 por 
ciento de las fracturas intertrocantéricas no se consolidan, esto es probablemente debido a 
que la fractura se produce principalmente en el hueso esponjoso (49). 
12 
 
Las tasas de necrosis avascular (NAV) y falta de unión son más bajos con fracturas 
intertrocantéricas que con fracturas del cuello femoral (52). Sin embargo, la mortalidad global 
y el resultado funcional es generalmente peor con fracturas intertrocantéricas. Una serie de 
casos informó de una tasa de mortalidad del 15 por ciento después de las fracturas de cadera 
intertrocantéricas (58). Esta tasa relativamente alta se atribuyó al número de los principales 
problemas médicos perioperatorios y las complicaciones postoperatorias. 
Fracaso de la fijación se produce en hasta un 20 por ciento con algunos patrones de fractura, 
por lo general dentro de los cuatro meses de la fijación. AVN ocurre a tasas más altas en los 
pacientes con fracturas más complejas o desplazados y en las mujeres. La apariencia típica 
es el colapso en varo del fragmento proximal y recorte del tornillo de compresión. 
Fractura de cadera trocantericas (extracapsular): 
Fracturas trocantéricas aislados generalmente resultan de la contracción muscular 
contundente de una extremidad fija y se presentan con mayor frecuencia en adultos jóvenes 
activos. 
Anatomía pertinente - Eltrocánter mayor es una prominencia ósea en la cara lateral del 
fémur proximal. Sirve como sede de múltiples inserciones musculares, incluyendo los 
abductores de la cadera (glúteos medio y menor) y rotadores externos (piriforme, Gemelos y 
obturadores). 
El trocánter menor se encuentra en la cara posteromedial del fémur proximal, inferior a la del 
cuello femoral. Los psoas ilíaco, que es el principal responsable de la flexión de la cadera, 
inserta en el trocánter menor. 
Mecanismo de la lesión: Las fracturas de los trocánteres mayores y menor, sobre todo en 
pacientes jóvenes, suelen ser fracturas por avulsión causadas por la contracción muscular 
contundente. Flexión de la cadera conduce a una fuerte contracción de los iliopsoas que 
pueden avulsar el trocánter menor. Una contracción forzada de los abductores de la cadera o 
una caída lateral puede causar también fractura del trocánter. 
Los síntomas y los hallazgos al examen físico: Las Fracturas trocantéricas Menores 
generalmente causan dolor en la ingle, pero también puede presentarse con dolor de rodilla 
o muslo posterior que empeora con la flexión de la cadera y rotación. Fracturas trocantéricas 
causa mayor dolor de cadera que aumenta con el secuestro y la sensibilidad sobre el trocánter 
mayor. 
Los hallazgos radiológicos: Las radiografías anterior-posterior (AP) y las radiografías 
laterales se utilizan para el diagnóstico. Para la evaluación del trocánter menor, se obtiene 
una vista AP con la pierna en rotación externa. A menudo es prudente obtener una resonancia 
magnética en pacientes con alto riesgo de extensión de una fractura del trocánter, como los 
ancianos y los pacientes con densidad ósea disminuida (59,60). 
Tratamiento y recomendaciones para la consulta ortopédica: La mayoría de las fracturas 
trocantéricas curan bien con tratamiento conservador, a menos que el desplazamiento 
significativo (> 1 cm) .El paciente generalmente debe permanecer durante tres a cuatro 
semanas inmovilizado. Muchos pacientes son capaces de volver a la actividad completa en 
13 
 
un transcurso de dos o tres meses después de la lesión. Las fracturas desplazadas deben ser 
referidos a un cirujano ortopedista para una posible reducción abierta y fijación interna. 
Complicaciones: Las complicaciones de las fracturas trocantéricas mayores y/o menores son 
raros. La inmovilización prolongada puede causar contracturas articulares. Esto se puede 
evitar con la pronta aplicación de una serie progresiva de un programa de ejercicios de 
movimiento. Es importante descartar metástasis ósea (52,54). 
 
Fractura diafisiaria o subtrocanterica: 
Introducción: El fémur es el hueso más largo, más fuerte y más pesado en el cuerpo humano 
y una de los principales soportes de la carga de las extremidades inferiores (61,64). Las 
fracturas de la diáfisis femoral suelen ser consecuencia de traumatismo de alta energía, tales 
como colisiones de vehículos de motor (65). Las complicaciones y lesiones asociadas con 
fracturas de diáfisis de fémur en el adulto pueden ser potencialmente mortales y pueden 
incluir hemorragia, lesión de órganos internos, infección de la herida, la embolia grasa y 
síndrome de dificultad respiratoria del adulto (62,66). 
Fracturas de la diáfisis femoral también pueden producir un gran deterioro físico debido al 
acortamiento de la fractura, la mala alineación o inmovilización prolongada de la extremidad 
(62). El arte de la atención de la fractura femoral implica un acto de equilibrio entre la 
alineación anatómica y funcional y la rehabilitación temprana de la extremidad. 
Epidemiologia: Las fracturas de fémur diafisiarias la incidencia anual es de 
aproximadamente 10 por 100.000 personas-año (67). Los picos de incidencia son después de 
los 20 años y en ancianos teniendo un marcado aumento en los mayores de edad de 75 años 
(68,69) 
El aumento de la incidencia de fractura de diáfisis femoral en hombres menores de 40 años 
es generalmente debido a traumatismo grave, siendo más propensos a sufrir traumatismo de 
alta energía (por ejemplo, accidente automovilístico) y los mayores de 40 años son más 
propensos a sufrir un traumatismo de baja energía (por ejemplo, la caída) y fracturar el tercio 
proximal del fémur (70). En los adultos mayores, las caídas de baja energía son la causa más 
común, representando el 65 por ciento de las fracturas. Estos por lo general se producen en 
el hogar. El uso a largo plazo de los bifosfonatos puede aumentar el riesgo de fractura de 
fémur (71,72). 
Consideraciones anatómicas: En cuanto al fémur, este es en forma de tubo y se extiende 
desde el trocánter menor a los cóndilos femorales. Su estructura es convexa a lo largo de su 
superficie anterior y cóncava a lo largo del lado posterior. Los músculos que rodean la diáfisis 
femoral se dividen en tres compartimentos: el anterior (sartorio, pectíneo, cuádriceps y 
iliopsoas), medial (gracilis y aductores longus, brevis, y Magnus) y posterior (bíceps femoral, 
semitendinoso y semimembranoso). Los músculos cuádriceps, que son responsables de la 
extensión de la rodilla, incluyen el vasto interno, recto femoral, vasto intermedio y vasto 
lateral. Los músculos del compartimento posterior, que son responsables de la flexión de la 
14 
 
rodilla, se refieren comúnmente como "los tendones de la corva." El tirón de los músculos en 
los tres compartimentos en una fractura de fémur conduce al desplazamiento y la angulación, 
el aumento de la complejidad en el manejo de la fractura. El fémur tiene un suministro 
vascular abundante, que recibe la mayor parte de su flujo de sangre arterial de la arteria 
femoral profunda. Una arteria nutriente generalmente entra a lo largo de la línea áspera 
posterior y proximal del fémur y suministra la circulación endosteal. La circulación del 
endostio suministra los dos tercios interiores de las tres cuartas partes de la corteza. La 
circulación perióstica entra posteriormente principalmente a lo largo de la línea áspera. 
Cuando una fractura está desplazada, los vasos sanguíneos medulares se rompen y los vasos 
del periostio se convierten en la fuente arterial primaria para el sitio de la fractura durante la 
cicatrización temprana. Flujo sanguíneo perióstico es casi siempre adecuada; el riesgo de 
falta de unión de un suministro insuficiente de sangre es baja. En respuesta a una fractura, 
los vasos del periostio proliferan, mientras que la circulación endosteal no puede ser 
restaurada por hasta tres semanas (74). Las fracturas de fémur pueden causar hemorragia 
extensa, con la pérdida de sangre de hasta tres litros y una pérdida media un litro. El nervio 
ciático y del nervio femoral y sus ramas están rodeados de músculo protector. Por lo tanto, 
la lesión neurológica de las fracturas de la diáfisis femoral aislada es rara. 
Mecanismo de lesión: Fracturas de fémur diáfisis en los adultos más jóvenes son los más 
comúnmente causados por traumatismos de alta energía, pero traumatismo de baja energía 
se está convirtiendo en una causa cada vez más importante en los adultos mayores (68, 71,76). 
Traumatismos de alta energía comúnmente implicados en las fracturas de fémur incluye 
colisiones de vehículos motorizados, peatones golpeados por un vehículo de motor, 
accidentes de motocicleta, caídas desde una altura de tres metros o más, y heridas de bala 
(2,17); los mecanismos de baja energía incluyen resbalones o tropiezos a nivel del suelo, caídas 
desde una altura de menos de un metro y las lesiones relacionadas con el deporte. El fémur, 
como otros huesos largos sufre de forma directa o indirecta la acción del musculo. 
Las fracturas de diáfisis femoral patológicas son poco frecuentes, pero pueden ocurrir a partir 
de metástasis (mama, pulmón y próstata) o rara vez, secundarias a tumores óseos primarios 
como el sarcoma osteogénico. 
Presentación clínica: La presentación clínica de una fractura de diáfisis femoral no es sutil. 
El diagnóstico clínico es usualmente obvio y se basa en el mecanismoy la presencia de dolor, 
inflamación y deformidad, incluyendo acortamiento del muslo (62). La amplia lesión de 
tejidos blandos y abundante sangrado son comunes pudiendo desarrollar choque 
hipovolémico. 
Debido a la alta asociación de fracturas de fémur con otras lesiones, sobre todo si el trauma 
es de alta energía, el paciente debe ser evaluado cuidadosamente siguiendo las pautas básicas 
15 
 
de soporte vital avanzado trauma (ATLS) (78).Como parte de la evaluación secundaria, el 
anillo pélvico y la cadera se deben evaluar (79,80). 
Existe una correlación bien documentada entre las fracturas de fémur y lesiones de tejidos 
blandos de la rodilla ipsilateral comprometiendo ligamentos cruzados, meniscos, que se 
presentan en aproximadamente 20 a 50 por ciento de los casos (82,83). Por lo tanto, la rodilla 
ipsilateral debe examinarse con cuidado (en la medida posible, dada la naturaleza dolorosa 
de las fracturas de fémur) en busca de fracturas, lesiones meniscales o ligamentarias. 
Lesión neurológica causada directamente por una fractura de la diáfisis femoral es rara (84,85), 
sin embargo, se debe realizar una evaluación cuidadosa neurovascular de la extremidad 
afectada como pulsos distales, sensibilidad y motricidad. A menudo es útil para comparar los 
resultados con la extremidad contralateral. 
Estudios radiográficos: Una radiografía posterior-anterior (PA) y la lateral de fémur debe 
realizarse cuando se sospecha una fractura de fémur. 
La cadera y la rodilla también deben ser examinadas con radiografías para descartar lesiones 
asociadas. Una fractura de cuello femoral puede ocurrir en asociación con una fractura de 
diáfisis femoral y si se pasa por alto, puede resultar en una significativa morbilidad y 
mortalidad (68, 86, 87,89). 
Manejo: Consiste en evaluar al paciente, ubicar las lesiones mayores y tratarlas. Los pacientes 
con fracturas abiertas deben recibir antibióticos y profilaxis antitetánica. 
Existe poca evidencia clínica para apoyar el uso de la tracción en el manejo preoperatorio de 
fracturas de diáfisis de fémur, sin embargo, muchos cirujanos ortopédicos abogan por 
inmovilizar y mantener las fracturas bien alineadas, con o sin lesión neurovascular, con un 
dispositivo de tracción de la piel (62,91 ,93). Los que apoyan el uso de la tracción afirman que 
reduce la incomodidad del paciente, mejora la alineación de la fractura y puede resolver 
problemas con el flujo arterial. Una revisión sistemática sobre estudios de tracción para 
fractura de cadera no encontró beneficio claro; estudios comparables aún no se han realizado 
en las fracturas de diáfisis de fémur. 
Las férulas de tracción cutánea pueden ser utilizadas tanto para las fracturas abiertas y 
cerradas de la diáfisis femoral (92) 
El uso de férulas de tracción para las fracturas de fémur abiertas es controversial. Existe 
preocupación de que el uso de la tracción en estos casos puede ocasionar que los fragmentos 
de hueso contaminadas se retraigan en la herida. En general, la estabilización de la zona de 
la fractura para evitar una mayor hemorragia, daño neurovascular, o lesiones de tejidos 
blandos tiene prioridad sobre el riesgo teórico de mayor contaminación. Sin embargo, las 
decisiones sobre la ferulización y la tracción recae sobre el cirujano ortopédico o cirujano 
de trauma que asumirá el cuidado del paciente. 
16 
 
Indicaciones para la remisión: La cirugía está indicada para la gran mayoría de las fracturas 
de fémur a causa de la alta tasa de unión, la baja tasa de complicaciones, y la ventaja de la 
estabilización de la fractura temprana, lo que disminuye la morbilidad y la mortalidad (62,91). 
El tratamiento definitivo - Las decisiones sobre el tratamiento definitivo para las fracturas de 
diáfisis femoral deben tener en cuenta la edad del paciente, lesiones concomitantes, y las 
comorbilidades subyacentes, así como la disponibilidad de recursos y la experiencia clínico. 
El manejo ortopédico estándar de una fractura de la diáfisis femoral es un clavo intramedular 
anterógrada fresado (62, 91, 93,95), se asocia con una tasa de unión del 98 al 99 por ciento y bajo 
riesgo de infección (1 a 2 por ciento), incluso cuando se utiliza en las fracturas abiertas. De 
acuerdo con una revisión sistemática de 23 estudios con 8.447 pacientes, la profilaxis 
antibiótica reduce significativamente profundas infecciones del sitio quirúrgico en pacientes 
sometidos a reparación quirúrgica cerrada de fracturas de huesos largos (96,97) .El Colegio 
Americano de Cirujanos sobre Trauma recomienda que las fracturas de la diáfisis femoral en 
pacientes politraumatizados deben ser reparados dentro de 2 a 12 horas de la lesión, siempre 
y cuando el paciente se encuentra hemodinámicamente estable (78). Estudios aleatorizados y 
observacionales sugieren que la realización de la reparación de fracturas dentro de las 
primeras 24 horas reduce la mortalidad, complicaciones respiratorias, falla orgánica múltiple 
y la duración de la hospitalización (98,100). La reparación quirúrgica temprana puede ser menos 
importante en los pacientes con fracturas de las diáfisis femorales aisladas. Un estudio 
observacional prospectivo de estos pacientes no encontró ninguna diferencia en el resultado 
basado en el momento de la cirugía (81). Sin embargo, la mayoría de expertos abogan por la 
reparación temprana. 
Para los pacientes de trauma con lesiones concomitantes graves, la reparación definitiva 
temprana se asocia con una mayor morbilidad (101). Por lo tanto, el retraso reparación 
definitiva de las fracturas de fémur eje medio puede ser el mejor enfoque en estos pacientes. 
De acuerdo con un estudio retrospectivo grande, la reparación quirúrgica retrasada después 
de doce horas puede reducir la mortalidad hasta en un 50 por ciento en pacientes con lesiones 
graves (102). Esta estrategia forma parte de la evolución del concepto de cirugía de control de 
daños. Esencialmente, la cirugía de control de daños implica la estabilización de pacientes 
de trauma usando los medios menos invasivos disponibles con el fin de minimizar el estrés 
fisiológico adicional a un paciente (103,104). 
Desde un punto de vista ortopédico, control de daños implica la estabilización de las 
principales fracturas utilizando el método menos invasivo (105). En el caso de las fracturas de 
diáfisis femoral la estabilización de la fractura mediante fijadores externos es el método más 
común. La reparación definitiva, por lo general con un clavo intramedular fresado, se retrasa 
durante aproximadamente cinco días, hasta que el paciente se estabiliza y más capaz de 
tolerar el estrés fisiológico del procedimiento (106,107). 
17 
 
Aunque la reparación quirúrgica es el tratamiento definitivo en la gran mayoría de las 
fracturas de fémur diáfisis, el manejo utilizando la tracción puede ser apropiado en algunos 
pacientes con mayores comorbilidades médicas o en lugares sin recursos quirúrgicos. El 
tratamiento de cirugía percutánea de chapado también puede ser una alternativa de 
tratamiento razonable para la fijación interna, donde los recursos son limitados (108). El 
manejo con tracción Cerrada es complejo para administrar y lento y a menudo requieren 
meses de reposo en cama, lo que impide la movilización precoz y la rehabilitación (91). 
Complicaciones: En general, las tasas de complicaciones son bajas para las fracturas de la 
diáfisis femoral manejada con clavos intramedular (62, 91,109). Las complicaciones más 
comunes después de la fractura de fémur son infección, mala unión (consolidación del fémur 
en un ángulo anormal), retraso en la unión (sin signo de curación a los tres meses), falta de 
unión (sin signo de curación a los seis meses) y el dolor asociado con la prótesis ortopédica. 
Las complicaciones menos comunes incluyen hemorragia, lesión neurovascular, síndrome 
compartimental. Las complicaciones raras pero potencialmente mortales se producen con 
más frecuencia en los pacientes politraumatizados e incluyen lamuerte, falla multiorganica 
y las complicaciones respiratorias, que son generalmente secundaria a síndrome de distrés 
respiratorio agudo (SDRA) y la embolia pulmonar o grasa. 
La infección se produce en aproximadamente el 1 por ciento de los casos tratados con clavo 
intramedular cerrado (109,110). Los factores asociados con un mayor riesgo de infección 
postoperatoria incluyen fracturas abiertas y fracturas conminutas tratados con reducción 
abierta. La extensas fracturas de fémur se asocian con una mayor incidencia de la infección 
secundaria a la contaminación excesiva y extensa necrosis de tejidos blandos (110). En muchos 
casos, la prótesis ortopédica se deja en su lugar hasta que sane la fractura, mientras que la 
infección se trata con antibióticos. 
Consolidación viciosa: las tasas de falta de unión van desde aproximadamente un 3 a 5 por 
ciento. Entre varios factores asociados con el desarrollo de una falta de unión, la más 
importante puede ser el grado de daño a los tejidos blandos locales, y el daño relacionado 
con la vasculatura del hueso local. De hecho, el éxito del clavo intramedular, en comparación 
con el chapado, muy probablemente se deriva de la reducción de daño local del tejido blando. 
Otros factores asociados son la falta de unión e incluyen el consumo de tabaco y el retraso 
en la carga de peso (111). 
La lesión neurovascular: El nervio ciático y los nervios femorales están bien protegidos por 
los músculos que rodean el fémur, y la lesión del nervio asociado con una fractura de la 
diáfisis femoral es raro. La mayoría de las lesiones nerviosas primarias ocurren de trauma 
penetrante en el muslo. Neurapraxia puede ocurrir con prolongado estiramiento de los nervios 
durante reducciones difíciles de la diáfisis femoral. El nervio más comúnmente lesionado es 
el nervio pudendo, seguido por el nervio ciático (112,113). 
18 
 
Lesión del nervio pudendo suele presentarse como entumecimiento del pene y el escroto o 
los labios, y rara vez como disfunción eréctil. En un estudio prospectivo de 106 pacientes, 6 
hombres y 4 mujeres (9 por ciento de los pacientes) desarrolló una parálisis del nervio 
pudendo (112). Los síntomas se resolvieron completamente en 9 de 10 pacientes dentro de 1 a 
11 semanas (promedio de cuatro semanas); la alteración de la sensibilidad en el pene y el 
escroto se mantuvo hasta los seis meses en un paciente. Lesión del nervio ciático puede 
conducir a debilidad muscular isquiotibial y parestesias sobre la pantorrilla y el pie lateral. 
Lesión arterial se documenta en menos de 2 por ciento de las lesiones de la diáfisis femoral 
(114). Las lesiones penetrantes (en particular del muslo medial) son la causa más común, 
aunque cualquier tipo de fractura puede llevar a la interrupción arterial (115).La lesión vascular 
puede ocurrir de varias maneras, incluyendo el desgarro, la trombosis, y el espasmo arterial. 
Pulsos distales pueden ser palpable incluso en la presencia de lesión arterial debido a la 
extensa circulación colateral. 
Lesión arterial requiere un diagnóstico y tratamiento oportuno para garantizar la preservación 
de la extremidad inferior. Los pacientes que han sufrido una lesión arterial periférica 
generalmente demuestran signos ya sean duros o blandos ya conocidos (115,116). 
El síndrome compartimental: Es extremadamente raro debido al gran volumen de los 
compartimentos de los muslos, que se mezclan con los de la cadera (117,118). Cuando esto 
ocurre, el síndrome compartimental se asocia típicamente con una fractura cerrada o 
múltiples lesiones. La presencia de pulsos no excluye el diagnóstico. El tratamiento consiste 
en una fasciotomía urgente. 
Las complicaciones pulmonares asociadas con fracturas de fémur son poco frecuentes, pero 
pueden incluir embolia pulmonar, embolia grasa, síndrome de distrés respiratorio agudo 
(SDRA) y neumonía. Síndrome de embolia grasa es más común con fracturas bilaterales de 
fémur o fracturas cuando se retrasa el tratamiento definitivo (119,121, 122). 
Deterioro físico a menudo persiste más allá de un año después de la cirugía, lo que limita la 
capacidad del paciente para reanudar las actividades de la vida diaria, la marcha normal, o el 
empleo. De acuerdo con un estudio observacional prospectivo, sólo el 72 por ciento de los 
pacientes tratados por fracturas de las extremidades inferiores en las instalaciones de trauma 
de nivel I son capaces de volver a trabajar a los 12 meses después de la lesión y sólo 82 por 
ciento están en condiciones de hacerlo por 30 meses. 
La muerte es muy rara en los pacientes con fracturas de fémur aisladas. Un estudio 
observacional de 2.805 pacientes con fractura de fémur encontró una tasa de mortalidad de 
0,04 por ciento (102). Sin embargo, grandes estudios retrospectivos de pacientes con trauma 
reportan que las fracturas de fémur se asocian con un mayor riesgo de muerte y lesión 
pulmonar (121,123). La mortalidad es mayor en los pacientes con fracturas de fémur y las 
19 
 
puntuaciones de gravedad de lesiones mayores. Esto es válido tanto en los pacientes tratados 
quirúrgicamente y no quirúrgica (73). 
Rehabilitación: La terapia física deben comenzar tan pronto como sea posible, y en muchos 
pacientes se inicia poco después de recuperarse de la anestesia (124,127). El tratamiento inicial 
incluye la instrucción sobre las transferencias, que se mueve en la cama, ejercicios para 
mantener la fuerza y minimizar la atrofia muscular, el manejo de la silla de ruedas y que 
realice movimientos. 
La tasa de curación de la fractura varía, pero generalmente requiere entre tres a seis meses. 
Una vez curación de la fractura es completa, la rehabilitación muscular se convierte en el 
foco de tratamiento. Entrenamiento de resistencia progresiva de todos los músculos de las 
extremidades inferiores se realiza hasta que la fuerza sea de aproximadamente 95 por ciento 
de la extremidad contralateral. 
En pacientes jóvenes, terapia física agresiva temprana puede devolver a los pacientes a la 
función inicial en tan sólo seis meses (125,127).En pacientes mayores, recuperación de la fuerza 
y la función puede tomar más cerca de 12 a 24 meses (126). 
Seguimiento y retorno al deporte: Las visitas de seguimiento de los pacientes con el cirujano 
ortopédico para vigilar la curación de fracturas con las radiografías se realizan generalmente 
en aproximadamente a las dos semanas, seis semanas, tres meses, seis meses y un año 
después de la lesión. La tasa de curación de la fractura varía, pero generalmente requiere 
entre tres a seis meses. Los pacientes suelen ser capaces de volver a sus actividades diarias, 
una vez curada la fractura. Los atletas pueden regresar con seguridad a los deportes cuando 
el fémur esté completamente curado y la fuerza normal y el rango de movimiento recuperado. 
Esto puede tomar de tres a nueve meses o más, dependiendo de la complejidad de la lesión. 
La rehabilitación específica se inicia una vez que la fuerza se ha recuperado. La mayoría de 
los atletas más jóvenes vuelven a los niveles previos a la lesión en aproximadamente un año. 
En los pacientes de edad avanzada, el retorno a los niveles de actividad previo a la lesión 
puede tardar cerca de dos años (122). 
 
 
 
 
 
 
 
 
20 
 
 
 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
A medida que la pirámide poblacional se invierte y la población de adultos mayores crece, 
una de las patologías que aumenta es el síndrome de caídas y con esto la fractura de cadera 
y la fractura diafisiaria de fémur, produciendo estas aumento de la discapacidad, morbilidad 
y mortalidad en este grupo etario, haciendo que se inviertan recursos humanos y monetarios 
importantes para el manejo de estas, siendo prevenibles en la gran mayoría de los casos 
,además del costo social, humano y económico que constituye la rehabilitación de estos 
pacientes, hace que estas enfermedades sean de principal importancia. 
Hasta el día de hoy no hay datos que muestren que en los adultos mayores este fenómenoes 
similar al resto de la población, por lo que decidimos revisar casos de fracturas diafisiarias 
para comparar su mortalidad y supervivencia en el tiempo. 
 
 Pregunta de trabajo: 
Es la fractura de cadera el fenómeno osteomuscular de mayor mortalidad en adultos 
mayores comparado con las fracturas diafisiarias de fémur? 
 
 
4. HIPÓTESIS. 
En nuestra observación diaria de los pacientes hemos evidenciado de forma empírica que los 
pacientes con fractura diafisiaria de fémur tienen peor pronóstico que los pacientes con 
fractura de cadera, consideramos que esto se debe a la mayor inmovilidad (3-6 meses) que 
nos da el tratamiento de la fractura de fémur y a la mayor dificultad en la rehabilitación, 
produciendo fragilidad en el paciente, disminución en la funcionalidad y muerte. 
 
5. OBJETIVOS 
 
 Comprar la sobrevida de la fractura de cadera contra la fractura diafisiaria de fémur. 
 Medir la mortalidad de fractura de cadera y la fractura diafisiaria de fémur en un 
periodo de tiempo. 
 Observar y comparar el porcentaje de rehabilitación de los pacientes con fractura de 
cadera contra la fractura diafisiaria. 
 
21 
 
 
 
6. METODOLOGÍA 
 
Muestra. Se tomó la base de datos del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” 
en el periodo de 1 Enero 2010 al 31 de Diciembre del 2014 y se buscó los que habían sido 
hospitalizados con fractura de cadera y/ o fractura diafisiaria de fémur. Se encontraron 149 
pacientes (de los cuales fueron descartados 3) y fueron llamados a sus casas, se habló con 
los familiares y se les realizaron las siguientes preguntas: 
1. ¿Qué tipo de fractura tuvo el paciente? 
2. ¿En qué fecha se produjo la fractura? 
3. ¿Fue intervenido quirúrgicamente? 
4. ¿Actualmente está vivo o muerto y en qué fecha falleció? 
5. ¿Camina? 
6. Si camina, ¿Qué tipo de auxiliar de la marcha utiliza? 
Con estos ítems se llena una base de datos y se analizara posteriormente. 
 
Criterios de selección del grupo de intervención: 
Criterios de Inclusión. 
 Pacientes mayores de 70 años con fractura de cadera y/o de fémur. 
 Pacientes de ambos sexos 
 Operados en el hospital general de México “Dr. Eduardo Liceaga” en el periodo de 1 
de Enero 2010 a 31 de Diciembre 2014. 
 
Criterios de Exclusión: 
 Edad menor a 70 años 
 Pacientes repetidos en la base de datos 
 
Criterios de eliminación. 
- Que los datos no correspondan al paciente 
- Imposibilidad de contactar al paciente o familiares por vía telefónica 
- Que el paciente o familiares no contesten las preguntas que se les realiza por vía 
telefónica. 
22 
 
 
 
 
7. JUSTIFICACIÓN 
*La fractura de cadera y diafisiaria de fémur son altamente costosas en México en el aspecto 
social, humano y económico. 
 
*Hasta ahora no hay estudios que comparen la fractura diafisiaria contra la fractura de cadera, 
en cuanto a la mortalidad y/o sobrevida, con el fin de identificar cuál de las 2 es más peligrosa 
ya que ambas son generalmente secundarias a una caída en nuestro grupo atareo. 
 
*En México no hay estudios que observen el tiempo de muerte en un paciente con fractura 
de cadera y/ o diáfisis de fémur, si no es adecuadamente rehabilitado. 
 
*La fractura diafisiaria de fémur en jóvenes tiene buen pronóstico teniendo una mortalidad 
menor del 1% (0.04%), sospechamos por nuestras observaciones empíricas que en adultos 
mayores la mortalidad es alta debido a la inmovilidad de 3-6 meses y fragilización que 
implica esto. 
 
 
 
8. PROBLEMA 
Los pacientes con fractura de diáfisis femoral tiene mayor morbilidad, discapacidad y muerte 
que los que presentan fractura de cadera ya que el inicio de la rehabilitación es muy tardío en 
los primeros llevando esto a una inmovilidad prolongada, fragilizacion y posterior muerte, 
por lo que queremos tipificarla en nuestro hospital con el fin de agilizar la rehabilitación de 
estos pacientes disminuyendo así la morbilidad y mortalidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
 
 
 
 
 
9. CARACTERISTICAS DE LA POBLACIÓN 
 
Tabla 1. Descripción estadística de la población 
 N Mínimo Máximo Promedio Desviación Standard Varianza 
Edad 146 67 102 81.48 6.741 45.438 
Tipo de fractura 146 0 1 .39 .490 .240 
Meses Sobrevida 146 1 79 37.16 22.442 503.623 
Muerte 146 0 1 .14 .352 .124 
Numero validado 146 
 
 
 
 
Tabla 2. Relación hombre-mujer 
 Frecuenci
a 
Porcenta
je 
Porcentaje 
acumulado 
 
Mujer 118 80.8 80.8 
Hombre 28 19.2 100.0 
Total 146 100.0 
 
 
 
Tabla 3. Sitio de fractura 
 Frecuenci
a 
Porcenta
je 
Porcentaje 
Valido 
Porcentaje 
acumulado 
 
CADERA 89 61.0 61.0 61.0 
CADERA Y 
FEMUR 
1 .7 .7 61.6 
FEMUR 55 37.7 37.7 99.3 
FEMUR Y 
CADERA 
1 .7 .7 100.0 
Total 146 100.0 100.0 
 
 
24 
 
 
 
 
 
 
Tabla 4.Marcha conservada 
 Frecuenci
a 
Porcenta
je 
 Porcentaje 
valido 
Porcentaje 
acumulado 
 
NO 88 60.3 60.3 60.3 
NO 
APLICA 
22 15.1 15.1 75.3 
SI 36 24.7 24.7 100.0 
Total 146 100.0 100.0 
 
NO APLICA: Fallecieron 
 
 
 
 
Tabla 5.Tipo de Órtesis 
 Frecuencia Porcentaje Porcentaje validado Porcentaje acumulado 
 
NO CAMINA 88 60.3 60.3 
60.3 
 
ANDADERA 16 10,9 
10.9 
 
71.2 
 
BASTON 
 
NINGUNA 
 
 9 
 
11 
 
 6.1 
 
 7.5 
 
6.1 
 
7.5 
77.3 
 
84.8 
*NO APLICA 22 15.2 15.2 100.0 
Total 146 100.0 100.0 
 NO APLICA. Fallecieron NINGUNA: Camina sin requerir ninguna órtesis 
 
 
25 
 
 
Grafica 1. Distribución de la población según edad 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
26 
 
 
10. DEFINICIÓN DE VARIABLES 
Tabla 6. 
VARIABLE TIPO DEFINICION 
OPERACIONAL 
UNIDAD 
DE 
MEDICION 
ANALISIS 
ESTADISTICO 
EDAD CUANTITATIVA Años de vida años T de Student 
SEXO CUALITATIVA Hombre o mujer 0/1 T de Student 
FX DE CADERA CUALITATIVA Presente/ausente 0 Kaplan Meyer 
FX DIAFISIARIA CUALITATIVA Presente/ausente 1 Kaplan Meyer 
DELTA FECHA DE 
FX-FECHA DE 
MUERTE 
CUANTITATIVA 
DISCRETA 
Diferencia entre 
fecha de la 
fractura y la fecha 
de la muerte 
meses T de Student 
REHABILITACION CUALITATIVA Presente/ausente Si/no T de Student 
AUXILIAR DE LA 
MARCHA 
CUALITATIVA Presente /ausente Si/no T de Student 
 
 
 
 
11. DISEÑO DEL ESTUDIO 
 
Se toma de la base de datos del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” los 5 
últimos años (1 Enero del 2010 al 31 de Diciembre 2014) y se buscan los pacientes con los 
diagnósticos con fractura de cadera (Transtrocanterica, cuello femoral) y fractura diafisiaria 
de fémur se encuentran 1490 expedientes y se procede a buscarlos en el archivo del hospital 
encontrándose solo 63 expedientes y revisándose estos, para obtención de datos y realizar 
otras mediciones pertinentes al caso como factores de riesgo para fractura de cadera y fémur, 
si presentaban síndrome de fragilidad, caídas, deterioro cognitivo o algún otro síndrome 
geriátrico o alguna enfermedad crónica o alteración en paraclínicos o funcionalidad que 
pudiera asociar como un probable factor de riesgo para este tipo de fracturas, pero esto no se 
pudo realizar ya que los expedientes estaban en su mayoría incompletos. 
27 
 
Debido a lo incompleto de los expedientes, se decidió llamar cada paciente a su domicilio y 
hacerle 6 preguntas: 
 ¿Qué tipo de fractura tuvo el paciente? 
 ¿En qué fecha se produjo la fractura? 
 ¿Fue intervenido quirúrgicamente? 
 ¿Actualmente está vivo o muerto y en qué fecha falleció? 
 ¿Camina? 
 Si camina, ¿Qué tipo de auxiliar de la marcha utiliza? 
 
 
 La fecha de cirugía los familiares no lo recordaban por lo que no se tomó en cuenta. 
 
Se recolectaron datos de 146 pacientes (De los 149 pacientes 2 no contestaron el 
teléfono y 1 no vivía ahí, por lo que quedaron 146) 
 
Posterior a la recolección de datos se hizo el análisis estadístico. 
 
 
 
12. ANALISIS ESTADISTICO 
Estudio retrospectivo, ambilectivo, observacional, analítico. 
Se utilizó análisis estadístico descriptivo, demográfico y se realizó análisis de mortalidad por 
medio de curva de Kaplan – Meyer utilizando las 2 variable principales.Los datos se ingresaron al programa estadístico SPSS versión 21 para PC. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
 
 
13. RESULTADOS 
Grafica 2. Curva de Supervivencia 
 
*En esta grafica observamos que la fractura de fémur tiene una menor sobrevida que 
la fractura de cadera aproximadamente en 20 meses. 
*También observamos que el p50 es de aproximadamente 34 meses, diciéndonos esto 
que la diferencia en tiempo de sobrevida de la fractura de fémur y cadera es de 34 
meses, teniendo menor sobrevida la fractura de fémur. 
 
 
 
 
 
 
29 
 
 
 
 
Tabla 7. Mortalidad de Fractura de cadera y fémur según sexo 
 Viven 
n 
Viven 
% 
Fallecen 
n 
Fallecen 
% 
Total 
n 
Total 
% 
H Fx 
Cadera 
14 87.5 2 12.5 16 100% 
M Fx 
cadera 
63 84 12 16 75 100% 
H Fx 
Fémur 
12 85.7 2 14,3 14 100% 
M Fx 
Fémur 
37 84 7 16 44 100% 
Total n 126 84.5 23 15.5 149 100% 
 
*H = Hombre * M= Mujer * n = Numero * % = Porcentaje 
*Observamos una mortalidad similar entre los que presentaron fractura de cadera 
comparado con los que presentaron fractura de fémur. 
*En cuanto al sexo, en ambos grupos (Fx cadera-fx fémur) los hombres tuvieron mayor 
mortalidad que las mujeres. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
30 
 
Tabla 8. Relación del tipo de fractura y rehabilitación distribuido según el sexo. 
 
 Fx Cadera 
 
Fx Fémur 
 
Fx Fémur y 
Cadera 
 R no R Total R no R Total Total 
N % n % n % n % n % N % n % 
H n 4 33.3 12 66.6 16 100 2 14,2 12 85.8 14 100 30 100 
H% 17,3 17,6 17,5 15,4 26,6 24 20 
M n 19 25 56 75 75 100 11 25 33 75 44 100 119 100 
M% 82,8 82,3 82 84.6 73.3 76 80 
Total n 23 25 68 75 91 100 13 22,4 45 77.6 58 100 149 100 
Total % 100 100 100 100 100 100 100 
 
 
* R = Rehabilitado * no R = No Rehabilitado * n = Numero * % = Porcentaje 
* H= Hombre * M = Mujer 
 
*Los hombres que presentaron fractura de fémur no se rehabilitaron en mayor proporción 
comparado con los que tenían fractura de cadera (85.8% vs 66.6%) 
*El porcentaje de no rehabilitación entre fractura de cadera y diáfisis femoral entre mujeres 
es igual. 
*En los no rehabilitados de fractura de cadera la relación mujer-hombre es 4.8:1. 
*En los no rehabilitados de fractura de fémur la relación mujer –hombre es de 2.8:1 
 
 
 
 
 
. 
 
 
 
31 
 
 
14. DISCUSIÓN 
 
En la literatura médica se observa que los pacientes jóvenes que presentan fractura diafisiaria 
de fémur tienen buen pronóstico, observándose que el 72 % de los pacientes tratados por 
fracturas de fémur son capaces de volver a trabajar antes de los 12 meses después de la lesión 
y sólo 82 % están en condiciones de hacerlo antes de los 30 meses, siendo la muerte muy 
rara en este tipo de pacientes. Se ha observado en la literatura una mortalidad de 0,04 % en 
pacientes jóvenes siendo esta relativamente de buen pronóstico comparado con una 
mortalidad del 12 al 16% en pacientes mayores de 65 años. 
En cuanto a los pacientes mayores de 65 años con fractura diafisiaria de fémur y de cuello 
femoral observamos que hay una mortalidad similar en ambos grupos, sin embargo el tiempo 
de sobrevida es menor en aproximadamente 34 meses de la fractura de diáfisis femoral, esto 
observado en la Gráfica 2 de supervivencia. Sobre esta comparación hasta hoy, no se 
encontró nada en la literatura. 
Si observamos la Tabla 2, encontramos que las fracturas de fémur y cadera son más 
frecuentes en mujeres (80%) que en hombres (20%) probablemente esto secundario a la 
mayor pérdida ósea de las mujeres y mayor riesgo de osteoporosis, sin embargo esto no se 
ha evidenciado específicamente en la fractura de fémur, lo que si se ha evidenciado es la 
asociación con consumo de bifosfonatos, pero ese no fue uno de los objetivos en este estudio, 
por lo que no podemos afirmar que este asociado en nuestra población. 
En cuanto a la rehabilitación lo hicieron menos los hombres con fractura diafisiaria de fémur 
que las mujeres, probablemente porque la fractura de fémur genera perdida de la 
funcionalidad e inmovilidad y los pacientes masculinos toleran peor estos dos síndromes 
geriátricos, sin embargo hasta el momento no hay estudios que nos evidencien objetivamente 
los factores de riesgo para desarrollar inmovilidad y este puede ser otro punto a investigar. 
Observamos que el pico máximo de fracturas de cadera y diáfisis femoral fue a las 78 y 79 
años correlacionando esto con aumento de la mortalidad probablemente debido al aumento 
de la frecuencia en este grupo de edad del síndrome de fragilidad que nos convierte en seres 
vulnerables a enfermar gravemente y morir. Esto observado en la Gráfica 1 que muestra la 
distribución de la fractura de cadera y diáfisis femoral. Sin embargo no hay ningún estudio 
que evalúe los factores asociados de incremento de la mortalidad en la fractura de cadera y 
diáfisis femoral, siendo este un posible objetivo para un futuro estudio. 
En cuanto a la movilidad, el 60,3% no camino, 10,9% caminaba con andadera, 6.1% 
caminaba con bastón y 7.5% sin ninguna ortesis y 6% falleció ; esto quiere decir que 60 % 
no se rehabilita, 6% falleció y solo en 34% se rehabilita siendo la andadera el auxiliar de la 
marcha más utilizado, seguido del bastón. Esto demuestra que solo el 34% recupera 
funcionalidad después de una fractura de cadera y/o diáfisis femoral. Una limitante del 
32 
 
estudio fue encontrar la funcionalidad previa a la fractura de cadera y diáfisis femoral, se 
buscaron los expedientes de todos los pacientes, solo se encontraron 60 y de esos solo 11 
tenían datos de la funcionalidad previa, por lo que no se pudo evaluar siendo este un sesgo 
en nuestro estudio. Tampoco se encontró en la literatura el porcentaje de rehabilitación en 
pacientes geriátricos para comparar con nuestra población ya que la mayoría de los estudios 
son en pacientes jóvenes, siendo este otro posible objetivo para otro estudio posteriormente. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
 
 
 
15. CONCLUSIONES. 
1. La fractura diafisiaria de fémur tiene una mayor mortalidad en ancianos que en 
jóvenes. 
 
2. La fractura diafisiaria de fémur es de peor pronóstico que la fractura de cadera en 
pacientes ancianos, siendo la sobrevida máxima de 60 meses en la fractura de diáfisis 
comparado con la fractura de cadera que es en promedio mayor de 80 meses. 
 
 
3. Ambos tipos de fracturas tienen igual porcentaje de mortalidad, sin embargo los que 
presentan fractura de diáfisis femoral mueren 34 meses antes que los de fractura de 
cadera. 
 
 
4. Consideramos que el aumento de la mortalidad de la fractura de diáfisis femoral y de 
cadera en este rango de edad se deba a la poca rehabilitación y la inmovilidad que 
tuvieron los pacientes (60% no volvió a caminar) En cuanto al tiempo en que se 
realizó la cirugía los familiares entrevistados no recordaron la fecha de la fractura y la 
fecha de cirugía por lo que no opinaremos al respecto, aunque pensamos que es 
importante tenerlo en cuenta para próximos estudios. Sería adecuado evaluar los 
factores de riesgo que hacen que los pacientes con fractura de diáfisis de fémur 
fallezcan 34 meses antes que los de fractura de cadera. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
 
 
 
 
 
16. BIBLIOGRAFÍA. 
 
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