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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO “DISTRIBUCIÓN Y FRECUENCIA DE DISLIPIDEMIA EN ADOLESCENTES CON IMC ADECUADO PARA LA EDAD DERECHOHABIENTES DEL HOSPITAL REGIONAL LICENCIADO ADOLFO LÓPEZ MATEOS, ISSSTE” TRABAJO DE INVESTIGACIÓN QUE PRESENTA: DRA. SOFÍA PASQUEL SENTÍES PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA ESPECIALIDAD: PEDIATRÍA ASESOR DE TESIS: DRA. MA DEL CARMEN MEJÍA FIGUEROA NO. DE REGISTRO DEL PROTOCOLO: 081.2016 2017 Lorenap Texto escrito a máquina CIUDAD DE MÉXICO Lorenap Texto escrito a máquina Lorenap Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 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Ofe, quien me mostró que el amor, la determinación y la disciplina hacen todo posible. Gracias por enseñarme lo que los libros no comparten. A Nanú, quien me enseñó que rendirse no es una opción, siempre hay algo más por que luchar y seguir adelante. Gracias por tus ganas de vivir. A mis compañeros Polo, Ivett y Martha, quienes se convirtieron en mis hermanos, apoyándome e inspirándome a crecer todos los días, haciendo de esto una experiencia única. Ale, como siempre eres en quien siempre podré contar, gracias por permanecer siempre cerca. Este trabajo jamás se hubiera concluido sin tu ayuda. Resumen: La dislipidemia en México es un problema que se presenta frecuentemente entre los adolescentes, con una relación directamente proporcional al índice de masa corporal (IMC). Sin embargo, se ha reportado que los pacientes con IMC adecuado para la edad, pueden presentarla frecuentemente. Por lo que en este estudio se realizan mediciones de colesterol y triglicéridos. De los pacientes a los que se les hizo determinación de lípidos en sangre, 36 son mujeres y 29 son hombres. De los cuales ninguna presenta desnutrición, 22 (33.8%) son mujeres presentan IMC adecuado para la edad, 6 (9.2%) sobrepeso y 8 (12.3%) obesidad. De los pacientes masculinos 0 presentan desnutrición, 14 (%) presentan IMC adecuado para la edad, 5 (7.69%) sobrepeso y 10 (15.38%) obesidad. En toda la población estudiada se presentó una frecuencia del 76.5% de presentar algún tipo de dislipidemia. Específicamente el .1 presentó colesterol total elevado, 45% presentó hipertrigliceridemia, 69% niveles bajos de HDL y 14% niveles elevados de LDL. La dislipidemia es una alteración muy frecuente entre nuestros adolescentes, por lo que debemos promover una dieta adecuada y la actividad física. Así mismo consideramos que es de importancia realizar un tamizaje en el seguimiento del niño sano, para detectar a los afectados, ya que de acuerdo al estudio contamos con una frecuencia del 76.5% de encontrar pacientes afectados. Introducción: La dislipidemia es un trastorno en el metabolismo de los lípidos que forma parte del síndrome metabólico, sin embargo, puede presentarse aislada. Los lípidos son grasas que tienen diferentes funciones en el cuerpo: forman la doble capa lipídica de la que están formadas las membranas celulares y regulan el transporte entre los medios extracelular e intracelular. Los ácidos grasos y los triglicéridos proporcionan energía a tejidos como el corazón y la músculos. Mientras que los esteroles no nutritivos, sirven como sustratos para la producción de hormonas en las gónadas y las glándulas suprarrenales. En el pulmón forman una capa de surfactante pulmonar que mantiene abiertos los alvéolos, también se encuentran presentes en la formación de bilis que facilita la excreción de diversos metabolitos y la producción de mielina a lo largo de todo el sistema nervioso para garantizar la transmisión nerviosa. Los lípidos también son moléculas que pueden transmitir señales y perpetuar las cascadas de señalización. Son sustrato de las ciclooxigenasas y otras enzimas que llevan a la síntesis de las prostaglandinas. También como ligandos de receptores nucleares, como los receptores activados por los factores proliferadores de peroxisomas (PPAR). 1 Los lípidos son hidrofóbicos, lo que les permite realizar muchas funciones distintas. Debido a la presencia de cadenas relativamente largas de carbono, los lípidos tienden a asociarse entre sí y presentan una solubilidad en agua muy baja o nula. Existen lípidos simples y complejos, se dividen de la siguiente manera: los ácidos grasos y el colesterol son lípidos simples, los triglicéridos y los fosfolípidos son lípidos complejos.1 El metabolismo de los lípidos se caracteriza por el flujo dinámico de lípidos diferentes desde el medio externo hasta el hígado, posteriormente se llevan del hígado a los tejidos periféricos, para volver desde los tejidos periféricos otra vez hacia el hígado, para finalizar el el medio externo al ser excretados en forma de ácidos biliares. 1 Las grasas y el colesterol que se ingieren diariamente, son absorbidos en el duodeno y el yeyuno proximal. Estos lípidos son utilizados para la fabricación de quilomicrones, que se secretan en el borde lateral de los enterocitos y posteriormente penetran en las vías linfáticas mesentéricas. Llegan al plasma a través del conducto torácico y son metabolizados rápidamente por la LPL, generando residuos de quilomicrones. Estos residuos deben ser capturados por los receptores de residuos lipoprotéicos (LRP1/HSPG) y también por los receptores del LDL hepáticos. Los ácidos grasos que fueron liberados por la acción de la LPL se pueden almacenar en el tejido adiposo o ser utilizados por otros tejidos como sustrato energético, por ejemplo músculo, miocardio, etc. 1 Los lípidos endógenos, es decir, los que proceden de los residuos lipoprotéicos y los generados en la lipólisis en el tejido adiposo se vuelven a ensamblar en el hígado, dando así lugar a partículas de una lipoproteína de muy baja densidad (VLDL, por sus siglas en inglés). Éstas son secretadas al plasma, donde confieren riesgo cardiovascular. 1 Los pacientes con alteraciones metabólicas, como la resistencia a la insulina, presentan anomalías del metabolismo de los lípidos, principalmente una producción excesiva de VLDL. Esta producción se debe también a la interrupción de la cascada de señales originada en los receptores de insulina y en las proteínas adaptadoras del sustrato del receptor de insulina (IRS). 1Las partículas de VLDL son metabolizadas por la LPL y originan partículas de lipoproteínas de densidad intermedia (IDL, por sus siglas en inglés). Posteriormente son metabolizadas otra vez por la LPL y también la lipasa hepática; dando lugar a partículas de LDL. Es decir, las LDL se originan a partir de las VLDL. Es por esto que podemos comprender por qué los tratamientos para reducir los triglicéridos (transportados en las VLDL) se asocian en muchas ocasiones a incrementos al menos transitorios de las partículas de LDL. 1 El colesterol para poder ser excretado del cuerpo debe volver al hígado, ya que los tejidos periféricos no pueden metabolizarlo. Este mecanismo se conoce como transporte inverso del colesterol y depende de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en ingles). Este transporte inverso, también es dependiente de sus precursores. 1 El colesterol excedente que se encuentra en los tejidos puede ser retirado por las apoAI de bajo contenido lipídico a través del transportador de proteínas ABCA1 (transportador casete de unión al trifosfato de adenosina 1 o por partículas nacientes de HDL, un proceso dependiente de ABCG1. Esto refleja principalmente la actividad del transportador ABCA1. 1 También hay datos que indican que el colesterol puede ser capturado por las HDL sin la intervención de transportadores, impulsado simplemente por el gradiente de concentración en la superficie celular. La LCAT esterifica el colesterol asociado a las LDL, da lugar a ésteres de colesterilo e induce la maduración de las HDL. Las partículas de HDL disponen de vías para transportar esteroles al hígado. En primer lugar, se pueden unir directamente a SR-BI (CLA-1) en el hígado, lo que induce la cesión de los ésteres de colesterilo mediante un mecanismo de transferencia lateral de lípidos, sin necesidad de internalización de receptores. En segundo lugar, los ésteres de colesterilo se pueden transferir a lipoproteínas que contengan apoB mediante la acción de la CETP, y estas partículas pueden introducir el colesterol en el hígado a través de los receptores de LDL. Finalmente, en tercer lugar, una pequeña porción de HDL puede adquirir apoE y unirse de esta manera a los receptores hepáticos de LDL. Una vez que se encuentra en el hígado, el colesterol es transformado en ácidos biliares para proceder a su excreción. 1 Las partículas de HDL2 pueden perder parcialmente sus ésteres de colesterilo y enriquecerse en triglicéridos mediante la acción de la CETP, lo que las convierte en un sustrato adecuado para la lipasa hepática. La lipasa hepática hidroliza las partículas de HDL2 ricas en triglicéridos y regenera HDL3, y da lugar a partículas que son capaces de nuevo de capturar el colesterol presente en células periféricas. 1 Como el colesterol es el integrante principal de las placas ateroescleróticas, es decir las responsables del riesgo cardiovascular, es lógico pensar que la ateroesclerosis podría ser tratada promoviendo la expulsión del colesterol contenido en estas lesiones. Las HDL actúan en este proceso, pero las concentraciones puntuales de colesterol HDL no predicen bien la actividad del transporte inverso de colesterol. 1 Si determináramos la velocidad en la que el colesterol viaja de la periferia hacia el hígado, podríamos saber como va a responder cada paciente y aproximadamente que niveles de HDL son las deseables específicamente en cada paciente para llevar a cabo, eficientemente el transporte inverso de colesterol. Ya que de esta manera se podría determinar la capacidad protectora, por así decirlo, de los niveles de HDL en cada paciente. La capacidad de las HDL de promover la expulsión del colesterol celular in vitro constituye un paso inicial para la evaluación del transporte inverso de colesterol. La presencia de altas concentraciones de partículas de HDL modificadas de tal manera que carezcan de capacidad para promover la expulsión del colesterol celular no debería reducir el riesgo vascular. Estas partículas disfuncionales pueden ser la causa de que algunas intervenciones llevadas a cabo con objeto de incrementar la cantidad de HDL no hayan ido asociadas a una menor incidencia de enfermedad cardiovascular. 1 Además de intervenir en el transporte inverso del colesterol, las HDL poseen otras propiedades que pueden verse comprometidas debido a diversos procesos que tornan a la partícula disfuncional. Entre estos procesos se encuentran la inducción de la óxido nítrico sintasa endotelial, el transporte de proteínas relacionadas con la respuesta de fase aguda y la in amación, y la supresión de la trombosis mediante la inducción de la prostaciclina. 1 Existen dos trastornos clínicos muy importantes asociados a anomalías muy frecuentes de las lipoproteínas. Cuando se presenta una concentración muy elevada de triglicéridos constituye un factor de riesgo para que se desarrolle pancreatitis. La ateroesclerosis se debe a una alta concentración de colesterol debido a concentraciones altas de LDL y de residuos lipoprotéicos; así como a concentraciones bajas de HDL. 1 En la (tabla 1) se muestran las causas primarias y secundarias de cada uno de estos trastornos. Las concentraciones plasmáticas de lípidos dependen en gran medida del estilo de vida; por ejemplo, las dietas de alto contenido en grasas y colesterol propias de los países occidentales elevan la concentración plasmática de colesterol, mientras que el ejercicio vigoroso reduce tanto las partículas aterógenas como los triglicéridos. 1 El National Cholesterol Education Program (NCEP, por sus siglas en inglés) ha creado un estándar sobre concentraciones de colesterol y ha liderado el desarrollo de estrategias de tratamiento, estratificando a la población según su riesgo cardíaco atendiendo a la presencia de enfermedades vasculares u otros factores de riesgo cardíacos. En su clasificación de 2001, el NCEP considera deseable que las concentraciones de colesterol plasmático sean inferiores a 200 mg/dl; las concentraciones comprendidas entre 200 y 240 mg/dl son consideradas marginalmente elevadas, y las superiores a 240 mg/ dl, altas. 1 Sin embargo, en niños es distinto; debido a que las concentraciones de lípidos plasmáticos van incrementando aumentan con la edad, los valores en los niños son menores y existen percentilas. En los niños, por tanto, las concentraciones lípidos serán evaluadas de acuerdo a edad y sexo. Es por eso que para cada paciente pediátrico, el perfil lipídico debe analizarse individualmente comparándolo con las percentilas para la edad. (Tabla 2) 2 Los datos de los estudios de prevalencia de las Lipid Research Clinics demuestran que la concentración sérica de lípidos y lipoproteínas aumenta durante la primera infancia, y alcanza concentraciones similares a las observadas en los adultos jóvenes hacia los 2 años de edad. 2 Lo que se considera importante, ya que esto no será predictivo para los valores que se presentarán posteriormente en la infancia, adolescencia y menos en la adultez. Se realizaron estudios poblacionales, como las National Health and Nutrition Examination Surveys (NHANES). Donde podemos encontrar datos útiles sobre de la distribución y la tendencia de los lípidos y las lipoproteínas durante la infancia y la adolescencia. Los datos de NHANES 1988-1994 para la edad de 4 a 19 años mostraron que la media de la concentración de colesterol total era de 165 mg/dl. Los valores específicos de edad de la media de la concentración de colesterol total mostraron un máximo de 171 mg/dl de los 9 a los 11 años de edad. Estos valores disminuyeron durante el desarrollo puberal e incrementaron posteriormente. Esto tiene consecuencias importantes para la cronología del estudio sistemático del colesterol y los límites utilizados, porque las concentraciones de lípidos dependen de la edad y la maduración. 2 También hay diferencias de la concentración de colesterol relacionadas con el sexo.En NHANES 1988-1994, las mujeres tuvieron mayores concentraciones de colesterol total y LDL que los varones.2 Actualmente se lleva a cabo un estudio que se inició en 1999 (NHANES continuo), por lo que permanecemos en espera de los resultados. 3 Las mujeres presentan mayores concentraciones de HDL que los varones tras el desarrollo puberal. Los investigadores del estudio Project HeartBeat! informaron que las concentraciones de lípidos y lipoproteínas cambiaron durante el desarrollo de forma distinta entre los varones y las mujeres. Estos patrones del desarrollo de la pubertad están complicados por la etnia, siendo las niñas de raza negra las que antes la inician. 2 Es por eso que se debe percentilar los resultados de acuerdo a edad y sexo, para obtener un análisis certero. Una vez establecido el diagnóstico, es importante aconsejar al paciente y a los padres sobre iniciar cambios al estilo de vida. Muchas veces cuando el paciente no presenta sobrepeso u obesidad los padres y los pacientes se sorprenden al recibir el diagnóstico de dislipidemia, ya que no esperan presentar una alteración de los lípidos si clínicamente no presentan signos o algún síntoma. 2 El tratamiento de la dislipidemia se centra en cambios en estilo de vida. Principalmente manejo adecuado de la dieta y se le recomienda al paciente que realice actividad física vigorosa para así mejorar sus niveles de lípidos. Los cambios dietéticos mediante la aplicación del abordaje poblacional no se recomiendan para los niños menores de 2 años de edad, porque se cree que necesitan una ingestión relativamente elevada de grasa total para soportar el rápido crecimiento y desarrollo.2 La Asociación Americana del Corazón hizo recomendaciones para la dieta basadas en las pautas dietéticas del US Department of Agriculture para los niños, estas ya han sido aprobadas por la AAP.2 Las recomendaciones están dirigidas para que los niños y los adolescentes tengan una ingestión calórica equilibrada y balanceada que incluya todos los grupos de alimentos y disminuir la cantidad de azúcar y sal. Así como deben realizar suficiente actividad física para obtener un peso adecuado. Antecedentes: En nuestro país la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en la población de 5 a 11 años de edad, de acuerdo a la encuesta nacional de salud y nutrición del 2016 disminuyó de 34.4% en 2012 a 33.2% en 2016, sin embargo esto no representa una diferencia estadísticamente significativa. Las prevalencias de sobrepeso (20.6%) y de obesidad (12.2%) en niñas en 2016 fueron similares a las reportadas en 2012 (sobrepeso 20.2% y obesidad 11.8%). En cuanto al sobrepeso hubo una reducción de la prevalencia significativa estadísticamente entre 2012 (19.5%) y 2016 (15.4%). Sin embargo, la prevalencia de obesidad 2012 (17.4%) y 2016 (18.6%) no fueron estadísticamente diferentes. Se encontró que la prevalencia de sobrepeso y obesidad sumadas, fue mayor en localidades urbanas que en las rurales (34.9 vs 29.0%) sin embargo, tampoco cuenta con relevancia. 4 Para los adolescentes entre 12 y 19 años la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue de 36.3%, esto es superior a la prevalencia reportada en 2012 (34.9%). La prevalencia de sobrepeso fue de 26.4% en adolescentes de sexo femenino en 2016, mayor que la reportada en 2012 de 23.7%. Esta diferencia si es significativa estadísticamente. A diferencia de la prevalencia de obesidad reportada en 12.8%, la cual fue similar a la observada en 2012 de 12.1%. En los adolescentes de sexo masculino no hubo diferencias significativas entre 2012 y 2016. La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad disminuyó de 37.6% en 2012 a 36.7% para 2016, en zona urbana, sin embargo, en áreas rurales aumentó 8.2% en el mismo periodo de tiempo. Las diferencias entre regiones no fueron estadísticamente significativas. 4 Debido al estilo de vida de los mexicanos, cada vez se consumen más alimentos con bajo valor nutricional y alta densidad calórica, así mismo como la cantidad de tiempo que se permanece sentado y no se realiza actividad física. Los pacientes expresan que no consumen verduras porque en su mayoría prefieren el consumo de alimentos chatarra, no les gusta su sabor o no se sienten motivados. 4 En las ciudades como la Ciudad de México, cada vez es más difícil que los pacientes pediátricos puedan realizar actividades al aire libre por inseguridad, contaminación o falta de espacio. Por lo que todo esto impacta en su salud y genera riesgo para presentar síndrome metabólico más adelante o presentarlo desde la edad pediátrica. En los pacientes que presentan sobrepeso y obesidad, el pediatra dirige sus esfuerzos para que el paciente inicie una serie de cambios a su estilo de vida, modificando sus hábitos alimenticios, por ejemplo, suprimir o disminuir el consumo de bebidas azucaradas lácteas y no lácteas; fomentar el consumo de alimentos recomendables ajustando una dieta a los requerimientos de cada paciente. En México los escolares presentan bajas proporciones de consumidores frecuentes de grupos de alimentos que se asocian a mejores niveles de salud, estos se conocen como grupos recomendables. Únicamente un 22.6% de escolares consumen regularmente verduras, ni si quiera la mitad, tan sólo el 45.7% consume frutas con regularidad y el 60.7% consume leguminosas. En contraste se reporta un elevado consumo de alimentos no recomendables, por ejemplo: el 81.5% consumen con regularidad bebidas azucaradas no lácteas, 61.9% botanas, dulces y postres y un 53.4% cereales azucarados. 4 Los adolescentes también demuestran una baja proporción de consumidores regulares de los grupos de alimentos recomendables para consumo cotidiano. Tan sólo el 26.9% consumen cotidianamente verduras. Sólo 39.2% frutas y 63.1% leguminosas. Al igual que en los escolares, los adolescentes muestran una gran proporción de consumidores de alimentos no recomendables, distribuyéndose de la siguiente manera: 83.9% consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 59.4% botanas, dulces y postres y 50.3% cereales dulces. Como se puede observar no se encuentran modificaciones significativas entre los escolares y adolescentes.4 Por lo que podemos inferir, los escolares consumen lo que los padres les proporcionan, siendo estas conductas aprendidas y repetidas en la adolescencia. 4 Además de los hábitos alimenticios, sedentarismo y síndrome metabólico existen otros factores, principalmente genéticos que predisponen a la aparición de dislipidemia desde la infancia o adolescencia. Siendo la dislipidemia un factor de riesgo importante para el desarrollo de complicaciones cardiovasculares que representan la causa número uno de muerte en nuestro país, es de suma importancia la prevención, detección y tratamiento oportuno de esta condición. 4 De acuerdo a la actividad física reportada, de los adolecentes de 10 a 14 años de edad, un 17.2% se categorizan como personas activas al realizar al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa 7 días a la semana, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los adolescentes masculinos son más activos que las mujeres, casi doblando la cifra, reportándose (21.8%) contra (12.7%) de las adolescentes mujeres.4 Actualmente la prevalencia de niños que pasan 2 horas o menos/día frente a pantalla disminuyó de 28.3% a 22.7% de 2006 a 2016, siendo en esta última encuesta menor en niños que en niñas (21.0% vs. 24.4%). En adolescentes la prevalencia de actividad física suficiente, definida como 420 minutos/semana de actividad moderada-vigorosa, aumentó de 56.7% a 60.5% de 2012 a 2016, siendo en esta última encuesta, mayor en hombres que en mujeres (69.9% vs 51.2%). La proporción de adolescentes con un tiempo frente a pantalla 2 horas o menos/dia, disminuyó ligeramente de 27.1% a 21.4% de 2006 a 2016, este cambiofue mayor en las mujeres (28.6% vs. 17.4%) comparado con los hombres (25.7% vs. 25.3%). 4 En los pacientes pediátricos se ha encontrado este patrón de dislipidemia desde edades tempranas, no siempre acompañada de obesidad y sobrepeso, o acantosis nigricans. Los esfuerzos que realiza el pediatra para prevenir el síndrome metabólico en el adulto, suelen ir dirigidos principalmente a pacientes quienes clínicamente presentan obesidad, sobrepeso o datos de resistencia a la insulina como acantosis nigricans. Sin embargo, rutinariamente no se realiza perfil de lípidos a los pacientes pediátricos, sobretodo a aquellos que cuentan con un índice de masa corporal dentro del percentil 50 para la edad. Existen estudios que nos demuestran que no solo los pacientes con obesidad y sobrepeso u otras alteraciones del metabolismo de carbohidratos, son los que presentan dislipidemia. En un estudio realizado en San Luis Potosí México, se demuestra que en los adolescentes estudiados entre los 16 y 18 años de edad; el 4% presenta hipertrigliceridemia, y hasta el 40% presenta HDL por debajo de 39mg/dL. 5 Es conocido que los pacientes obesos y con sobrepeso pueden cursar o no con dislipidemia, así como los pacientes con IMC adecuado para la edad pueden cursar con la misma. A pesar de que la obesidad afecta a la tercera parte de la población mundial, la presencia de dislipidemia en pacientes obesos, con sobrepeso y con IMC adecuado para la edad sugiere que la obesidad no es el factor de riesgo principal. La dislipidemia es un factor clave en el desarrollo de las enfermedades metabólicas, por lo que ya no se considera la dislipidemia como consecuencia de la obesidad y estilo de vida. Actualmente se conoce que el depósito ectópico de lípidos, particularmente en el hígado, así como la disfunción del tejido adiposo, causa un metabolismo inadecuado de lípidos. Lo que perpetua el desarrollo de dislipidemia, estrés metabólico y promueve la enfermedad sin importar el IMC que presente el paciente. 6 Por lo que el propósito del estudio es determinar la distribución y frecuencia de dislipidemia entre los adolescentes de nuestro hospital, para determinar si es necesario comenzar a realizar determinación de lípidos como estudio rutinario entre nuestros pacientes hospitalizados. Un estudio realizado en China donde se analizan aleatoriamente a 538 adolescentes se encuentra que 283 (52%) cursa con IMC adecuado para la edad, 115 (21.3%) con sobrepeso y 140 (26.0%) con obesidad. De estos pacientes se encuentra que la dislipidemia más frecuente es colesterol total elevado a expensas de LDL, seguido de hipertrigliceridemia y por último niveles bajos de HDL. 7 En este estudio se comprueba que en la población de adolescentes chinos los niveles bajos de HDL, no son tan frecuentes. Incluso en pacientes obesos en promedio se encuentra 1.32mmol/L por arriba del corte propuesto por la IDF. Sugieren que se ponga especial atención a aquellos pacientes con sobrepeso, ya que la dislipidemia comienza a surgir con en niños este grupo, por lo que se deben dirigir los esfuerzos para sospecharla y diagnosticarla. En un estudio realizado en Guerrero, México. Se analizaron 232 pacientes entre 18 y 25 años de edad. Todos con IMC entre 18.5 y 24.9 kg/m2, considerado como normal. De los participantes 157 eran mujeres y 75 hombres. Se propone que el gen CD36, un gen localizado en el cromosoma 7 q11.2, tiene un rol fundamental en el metabolismo lipídico y los polimorfismos se asocian a riesgo cardiovascular. Este gen se ve involucrado en el transporte de ácidos grasos de cadena larga y los cambios en su expresión pueden ocasionar resistencia a la insulina y dislipidemia. En este estudio se demuestra que ser portadores del haplotipo AATDC confiere un riesgo de presentar 3.2 veces mayor riesgo de presentar LDL mayor a 100, que los pacientes con el haplotipo AGTIG. Así mismo los pacientes con haplotipo AATIC tienen 2 veces mayor riesgo de presentar colesterol total mayor a 200 que los pacientes portadores del haplotipo AGTIC. 8 De esta manera se explica que la obesidad no sea el mayor determinante para presentar dislipidemia, siendo así de vital importancia la determinación de lípidos en todos los pacientes. Por todo lo anterior se considera de vital importancia establecer la distribución y frecuencia que tiene la dislipidemia en nuestros adolescentes. Para así, además de promover un estilo de vida saludable, podamos proteger a los que ya lo tienen y cuentan con IMC adecuado para la edad. Definición del problema: México es un país con una gran incidencia y prevalencia de síndrome metabólico, cada vez más se presenta en edades más tempranas afectando a nuestros adolecentes y niños. Esto se debe a una variedad de factores ya conocidos, desde estilo de vida, hasta factores genéticos que prevalecen en nuestra población. Somos un grupo de personas que contamos con una gran incidencia de dislipidemia, principalmente caracterizada por altos niveles de triglicéridos y bajos niveles de colesterol HDL. Debido a que no sólo los pacientes que presentan obesidad o alguna alteración en el metabolismo de os carbohidratos se encuentran en riesgo de presentar dislipidemia, es necesario comenzar a prevenir, detectar y tratar a los pacientes oportunamente. Por lo que el propósito del estudio es determinar la distribución y frecuencia de dislipidemia entre los adolescentes de nuestro hospital, para determinar si es necesario comenzar a realizar determinación de lípidos como estudio rutinario entre nuestros pacientes hospitalizados. Hipótesis: La dislipidemia es una condición que se presenta frecuentemente en adolescentes con IMC adecuado para la edad. Objetivo general: • Analizar distribución y frecuencia de dislipidemia en pacientes con IMC adecuado para la edad. Objetivo específico: • Determinar niveles de colesterol total • Determinar niveles de colesterol LDL • Determinar niveles de colesterol HDL • Determinar niveles de triglicéridos Material y método: Se trata de un estudio no experimental, transversal, descriptivo, en el que se midió en 64 adolescentes con edades entre 10 a 17 años, hospitalizados en el servicio de pediatría del Hospital Adolfo López Mateos, en el periodo comprendido de marzo 2016 a abril 2017. Se clasificaron de acuerdo a IMC entre pacientes con normopeso, sobrepeso y obesidad, de acuerdo a las percentilas de la Centers for Disease Control and Prevention (CDC, por sus siglas en inglés). (Anexo 1 y 2) Se tomaron muestras de sangre bajo consentimiento informado general, se extrajeron 6cc de sangre periférica con Vacutainer™, se procedió a llevarlas al laboratorio central del Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos del ISSSTE, donde fueron procesadas bajo fotometría automatizada. Se analizaron los resultados, se percentilaron de acuerdo a edad y sexo. Se catalogaron como positivos aquellos que se encontraban por arriba del percentil 95. De acuerdo a la (tabla 2). Criterios de inclusión: • Pacientes de 10 a 17 años, hospitalizados en el área de pediatría del Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos, entre marzo 2016 y abril 2017. Criterios de exclusión: • Pacientes no hospitalizados • Pacientes no derechohabientes • Pacientes con diagnóstico de síndrome nefrótico.• Pacientes con parálisis cerebral infantil • Pacientes que reciben nutrición parenteral Resultados: De los pacientes a los que se les hizo determinación de lípidos en sangre, 36 son mujeres y 29 son hombres. De los cuales ninguna presenta desnutrición, 22 (33.8%) son mujeres presentan IMC adecuado para la edad, 6 (9.2%) sobrepeso y 8 (12.3%) obesidad. De los pacientes masculinos 0 presentan desnutrición, 14 (%) presentan IMC adecuado para la edad, 5 (7.69%) sobrepeso y 10 (15.38%) obesidad (tabla 3). Resultados obtenidos en toda la población: De acuerdo al estudio realizado se obtuvieron los siguientes datos. En toda la población estudiada se presentó una frecuencia del 76.5% de presentar algún tipo de dislipidemia. Específicamente el 10% presentó colesterol total elevado, 45% presentó hipertrigliceridemia, 69% niveles bajos de HDL y 14% niveles elevados de LDL. (tabla 4) De acuerdo al estado nutricional de cada paciente, se presentan los siguientes resultados: los pacientes con IMC adecuado para la edad que no presentan dislipidemia tienen una frecuencia del 34.28% y un 65.7% presentan algún tipo de dislipidemia. Entre estos, la probabilidad de presentar colesterol total elevado fue de 10% y 31% para hipertrigliceridemia, 57% niveles bajos de HDL y 11% niveles elevados de LDL. Los pacientes con sobrepeso que presentan algún tipo de dislipidemia son el 81.81%. La frecuencia de presentar colesterol total elevado fue de 10%, 55% para hipertrigliceridemia, 64% niveles bajos de HDL y 18% niveles elevados de LDL. En los pacientes con obesidad se observo que la probabilidad del de presentar algún tipo de dislipidemia es del 94.4%. La frecuencia de colesterol total elevado fue de 20%, 67% para hipertrigliceridemia, 94% niveles bajos de HDL y 17% niveles elevados de LDL. Resultados obtenidos en la población masculina: En toda la población masculina estudiada se presentó una probabilidad del 72.4% de presentar algún tipo de dislipidemia. Específicamente el 10% presentó colesterol total elevado, 38% presentó hipertrigliceridemia, 69% niveles bajos de HDL y 21% niveles elevados de LDL. De acuerdo al estado nutricional de cada paciente, se presentan los siguientes resultados: los pacientes con IMC adecuado para la edad tienen una frecuencia del 42.85% de no presentar dislipidemia y un 57.14% de presentar algún tipo de dislipidemia. Entre estos, la frecuencia de colesterol total elevado fue de 10%, 21% para hipertrigliceridemia, 57% niveles bajos de HDL y 14% niveles elevados de LDL. Para los pacientes con sobrepeso se obtuvo una frecuencia del 80% de presentar algún tipo de dislipidemia. La frecuencia de presentar colesterol total elevado fue de 0%, 40% para hipertrigliceridemia, 60% niveles bajos de HDL y 40% niveles elevados de LDL. En los pacientes con obesidad se observo que la frecuencia de presentar algún tipo de dislipidemia es del 90%. La probabilidad de presentar colesterol total elevado fue de 20%, 60% para hipertrigliceridemia, 90% niveles bajos de HDL y 20% niveles elevados de LDL. (tabla 5) Resultados obtenidos en la población femenina: En toda la población femenina estudiada se presentó una frecuencia del 80% de presentar algún tipo de dislipidemia. Específicamente el 20% presentó colesterol total elevado, 51% presentó hipertrigliceridemia, 69% niveles bajos de HDL y 9% niveles elevados de LDL. De acuerdo al estado nutricional de cada paciente, se presentan los siguientes resultados: los pacientes con IMC adecuado para la edad que no presentan dislipidemia tienen una frecuencia del 28.5%. 71.4% presentan algún tipo de dislipidemia. Entre estos, la frecuencia con la que se presenta colesterol total elevado fue de 10%, hipertrigliceridemia 38%, 57% niveles bajos de HDL y 10% niveles elevados de LDL. Para los pacientes con sobrepeso se obtuvo una frecuencia del 83.3% de presentar algún tipo de dislipidemia. La frecuencia con la que se presenta colesterol total elevado fue de 30%, 67% para hipertrigliceridemia, 67% para niveles bajos de HDL y 0% para niveles elevados de LDL. En los pacientes con obesidad se observo que la frecuencia con la que se presenta algún tipo de dislipidemia es de 100%. La frecuencia con la que se presenta colesterol total elevado es de 30%, 51% para hipertrigliceridemia, 69% niveles bajos de HDL y 9% niveles elevados de LDL. (tabla 6) Discusión: Con los resultados obtenidos podemos identificar que la población adolescente de nuestro hospital presenta una frecuencia de 76.5% de presentar alguna alteración en el metabolismo de los lípidos, ya sea de origen dietético o genético. Por lo que se comprueba la hipótesis en la que se menciona que la dislipidemia es una condición que se presenta frecuentemente en adolescentes con IMC adecuado para la edad, por lo que debemos realizar determinación de lípidos en sangre, independientemente del estado nutricional del paciente. Una vez que encontramos que el 72.4% de nuestra población adolescente masculina y el 80% de nuestra población adolescente femenina presenta algún tipo de dislipidemia, creemos que es de importancia solicitar un perfil de lípidos rutinariamente para prevenir las complicaciones cardiovasculares en la vida adulta. En nuestra población encontramos que la frecuencia en la que se presenta HDL en niveles bajos es de 69% para todos los adolescentes, sin diferencia entre mujeres y hombres. Siendo la dislipidemia más común en nuestros adolescentes. La dislipidemia que se presentó en segundo lugar fue la hipertrigliceridemia, con una frecuencia de 45% para la población en general, con una frecuencia de 51% para las mujeres a diferencia de los hombres que la presentan en un 38%. Los niveles disminuidos de HDL y la hipertrigliceridemia, fueron la dislipidemia más probable, lo que se asemeja a los resultados obtenidos entre los adolescentes en el estudio de Aradillas-García et al. En el que reportan que los adolescentes estudiados entre los 16 y 18 años de edad 4% presenta hipertrigliceridemia y hasta el 40% presenta HDL por debajo de 39mg/dL. 5 Los resultados obtenidos en nuestra población mexicana, difieren de los encontrados obtenidos por Gong, C. et al en Shangai, donde la dislipidemia más frecuente en sus adolescentes son los niveles de LDL elevados, seguida por hipertrigliceridemia y finalmente niveles bajos de HDL.7 Probablemente se deba a las diferencias dietéticas y sería materia de estudio si existe alguna alteración genética que modifique el patrón de dislipidemia presentada entre los adolescentes del mundo. En Turquía Birsen Uçar, et al. Realizaron un estudio entre pacientes entre 7 a 18 años de edad donde encontraron que las mujeres presentan mayores niveles de colesterol y triglicéridos que los hombres, igual que en nuestro estudio. También encontraron que en la población comprendida entre los 7 y 10 años, en ambos sexos, es donde se encuentran el mayor número de casos, por lo que sería de importancia que se estudiara a los pacientes de menor edad. En el estudio concluyen que la presencia de dislipidemia es considerablemente común en su población, por lo que de la misma manera sugieren que se realice una determinación de colesterol total para detectar dislipidemia en la infancia y adolescencia. 9 De acuerdo al estudio realizado por González Sandoval et al, actualmente un tercio de los pacientes tienen sobrepeso u obesidad. El 86% presentó al menos una alteración en el perfil de lípidos, en nuestro estudio se reportó una frecuencia de 76%, sin embargo, este estudio se trata de jóvenes universitarios. El estudio concluye en que es necesario dirigir nuestro esfuerzo en establecer medidas preventivas dirigidas a promover buenos hábitos alimenticios y mayor actividad física.Conclusiones: La dislipidemia es una alteración muy frecuente entre nuestros adolescentes, por lo que debemos promover una dieta adecuada y la actividad física. Así mismo consideramos que es de importancia realizar un tamizaje en el seguimiento del niño sano, para detectar a los afectados, ya que de acuerdo al estudio contamos con una frecuencia del 76.5% de pacientes afectados. Bibliografía: 1. GOLDBERG, C. F. S. • A. C. G. • I. J. Trastornos del metabolismo de los lípidos. Medicine 10, (Elsevier Espa8#241;a, S.L.U., 2011). 2. Daniels, S. R. & Greer, F. R. Estudio sistemático de los lípidos y la salud cardiovascular en la infancia. 66, 52–62 (2008). 3. historia @ www.cdc.gov. 4. Mauricio Hernández Ávila Juan Rivera Dommarco Teresa Shamah Levy Lucia Cuevas Nasu Luz María Gómez Acosta Elsa Berenice Gaona Pineda Martín Romero Martínez Ignacio Méndez Gómez-Humarán Pedro Saturno Hernández Salvador Villalpando Hernández Juan Pablo Guti. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016. 2016, (2016). 5. Aradillas-García, C., Palos-Lucio, G. & Padrón-Salas, A. Socio-Urban Spatial Patterns Associated with Dyslipidemia among Schoolchildren in the City of San Luis Potosi, Mexico. J. Urban Heal. 93, 53–72 (2016). 6. Ipsen, D. H., Tveden-Nyborg, P. & Lykkesfeldt, J. Dyslipidemia: Obese or Not Obese—That Is Not the Question. Curr. Obes. Rep. 405–412 (2016). doi:10.1007/s13679-016-0232-9 7. Gong, C. et al. Glycolipid metabolic status of overweight/obese adolescents aged 9- to 15-year-old and the BMI-SDS/BMI cut-off value of predicting dyslipidemiain boys, Shanghai, China: a cross-sectional study. Lipids Health Dis. 12, 129 (2013). 8. Ramos-Arellano, L. E. et al. CD36 haplotypes are associated with lipid profile in normal-weight subjects. Lipids Health Dis. 12, 167 (2013). 9. Uçar, B., Kiliç, Z., Dinleyici, E. C., Colak, O. & Güneş, E. Serum lipid profiles including non-high density lipoprotein cholesterol levels in Turkish school- children. Anadolu Kardiyol. Derg. 7, 415–420 (2007). Tabla 1 1 37 T ra sto rn os de l m et ab oli sm o d e l os líp ido s 16 75 © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Tr an sp or te in ve rs o de l c ol es te ro l y H DL di sf un ci on al El c ol es te ro l n o pu ed e se r m et ab ol iz ad o po r l os te jid os p er ifé ric os , po r l o qu e, p ar a s er ex cr et ad o, d eb e r et or na r a l h íg ad o. E st e p ro ce so se d en om in a tra ns po rte in ve rs o de l c ol es te ro l y d ep en de d e la s H D L y de su s p re cu rs or es , c om o se m ue st ra en la fi gu ra 3 7- 15 . L os ex ce de n- te s t isu la re s d e c ol es te ro l p ue de n se r r et ira do s p or la s a po AI d e b aj o co nt en id o lip íd ic o m ed ia nt e el tr an sp or ta do r d e pr ot eí na s A BC A1 (tr an sp or ta do r c as et e de u ni ón a l t rif os fa to d e ad en os in a 1) o p or pa rt íc ul as n ac ie nt es d e H D L, u n pr oc es o de pe nd ie nt e de A BC G 1. Se c re e qu e el fl uj o de sd e cé lu la s e n cu lti vo h ac ia p la sm a hu m an o, cu ya d et er m in ac ió n se u til iz a co m o m ar ca do r b io ló gi co d el ri es go ca rd io va sc ul ar ,39 re fle ja p rin ci pa lm en te la a ct iv id ad d el tr an sp or ta - do r A BC A1 . T am bi én h ay d at os q ue in di ca n qu e e l c ol es te ro l p ue de se r c ap tu ra do p or la s H D L sin la in te rv en ci ón d e tr an sp or ta do re s, im pu lsa do si m pl em en te p or e l g ra di en te d e co nc en tr ac ió n en la su pe rfi ci e c el ul ar . L a L C AT es te rifi ca el co le st er ol as oc ia do a la s L D L, da lu ga r a és te re s d e c ol es te ril o e i nd uc e l a m ad ur ac ió n de la s H D L. La s p ar tíc ul as d e H D L di sp on en d e ví as p ar a tr an sp or ta r e st er ol es al h íg ad o. E n pr im er lu ga r, se p ue de n un ir di re ct am en te a S R- BI (C LA -1 ) e n el h íg ad o, lo q ue in du ce la ce sió n de lo s é st er es d e c ol es - te ril o m ed ia nt e un m ec an ism o de tr an sf er en ci a la te ra l d e líp id os , sin n ec es id ad d e in te rn al iz ac ió n de re ce pt or es . E n se gu nd o lu ga r, lo s é st er es d e co le st er ilo se p ue de n tr an sf er ir a lip op ro te ín as q ue co nt en ga n ap oB m ed ia nt e la a cc ió n de la C ET P, y es ta s p ar tíc ul as pu ed en in tr od uc ir el c ol es te ro l e n el h íg ad o a tr av és d e lo s r ec ep - to re s d e LD L. F in al m en te , e n te rc er lu ga r, un a pe qu eñ a po rc ió n de H D L pu ed e ad qu iri r a po E y un irs e de e st a m an er a a lo s r ec ep to re s he pá tic os d e LD L. U na v ez q ue se e nc ue nt ra e n el h íg ad o, e l c ol es - te ro l e s t ra ns fo rm ad o en ác id os b ili ar es p ar a p ro ce de r a su ex cr ec ió n. La s p ar tíc ul as d e H D L 2 p ue de n pe rd er p ar ci al m en te su s é st er es de c ol es te ril o y en riq ue ce rs e en tr ig lic ér id os m ed ia nt e la a cc ió n de la C ET P, lo q ue la s co nv ie rt e en u n su st ra to a de cu ad o pa ra la li pa sa h ep át ic a. L a lip as a he pá tic a hi dr ol iz a la s pa rt íc ul as d e H D L 2 ri ca s e n tr ig lic ér id os y re ge ne ra H D L 3 , y d a lu ga r a p ar tíc ul as qu e so n ca pa ce s de n ue vo d e ca pt ur ar e l c ol es te ro l p re se nt e en cé lu la s p er ifé ric as . C om o el c ol es te ro l e s e l i nt eg ra nt e pr in ci pa l d e la s p la ca s a te - ro es cl er ót ic as , e s ra zo na bl e pe ns ar q ue la a te ro es cl er os is p od ría se r tr at ad a pr om ov ie nd o la e xp ul si ón d el c ol es te ro l c on te ni do en e st as le si on es . L as H D L in te rv ie ne n en e st e pr oc es o, p er o la s co nc en tr ac io ne s p un tu al es d e co le st er ol H D L no p re di ce n bi en la ac tiv id ad d el tr an sp or te in ve rs o de c ol es te ro l. La d et er m in ac ió n de la v el oc id ad d el fl uj o de c ol es te ro l d es de la p er ife ria h ac ia e l hí ga do , q ue p od ría se r f ac tib le e n lo s s er es h um an os , r ep re se nt ar ía un m ej or si st em a de p re di cc ió n de la e fic ac ia d e lo s t ra ta m ie nt os . La c ap ac id ad d e la s H D L de p ro m ov er la e xp ul sió n de l c ol es te ro l ce lu la r i n vi tro c on st itu ye u n pa so in ic ia l p ar a la e va lu ac ió n de l tr an sp or te in ve rs o de c ol es te ro l.3 9 L a pr es en ci a de a lta s co nc en - tr ac io ne s de p ar tíc ul as d e H D L m od ifi ca da s de ta l m an er a qu e ca re zc an d e ca pa ci da d pa ra p ro m ov er la e xp ul sió n de l c ol es te ro l ce lu la r n o de be ría re du ci r e l r ie sg o va sc ul ar . E st as p ar tíc ul as d isf un - ci on al esp ue de n se r l a c au sa d e q ue al gu na s i nt er ve nc io ne s l le va da s a c ab o co n ob je to d e i nc re m en ta r l a c an tid ad d e H D L no h ay an id o as oc ia da s a u na m en or in ci de nc ia d e en fe rm ed ad c ar di ov as cu la r. Ad em ás d e in te rv en ir en e l t ra ns po rt e in ve rs o de l c ol es te ro l, la s H D L po se en o tr as p ro pi ed ad es q ue p ue de n ve rs e co m pr o- m et id as d eb id o a di ve rs os p ro ce so s qu e to rn an a la p ar tí cu la di sf un ci on al . E nt re e st os p ro ce so s se e nc ue nt ra n la in du cc ió n de la ó xi do n ítr ic o si nt as a en do te lia l, el tr an sp or te d e pr ot eí na s re la ci on ad as c on la re sp ue st a de fa se a gu da y la in fla m ac ió n, y la su pr es ió n de la tr om bo si s m ed ia nt e la in du cc ió n de la p ro st ac i- cl in a (q ue re du ce la p ro du cc ió n de tr om bi na a tr av és d e la v ía d e la p ro te ín a C , a sí c om o la a ct iv ac ió n de la s p la qu et as ). PE RS PE CT IV A G EN ER AL DE L A HI PE RL IP ID EM IA Y L A DI SL IP ID EM IA H ay d os tr as to rn os cl ín ic os m uy im po rta nt es as oc ia do s a an om al ía s ba st an te fr ec ue nt es d e la s l ip op ro te ín as . L as co nc en tr ac io ne s m uy el ev ad as d e tr ig lic ér id os c on st itu ye n un fa ct or d e rie sg o pa ra e l de sa rr ol lo d e pa nc re at iti s. La c on ce nt ra ci ón e le va da d e co le st er ol de bi do a c on ce nt ra ci on es a lta s d e LD L y de re sid uo s l ip op ro te ic os y a co nc en tr ac io ne s b aj as d e H D L pr om ue ve la a te ro es cl er os is. L os m éd ic os ti en en q ue ev al ua r y tr at ar co n fre cu en ci a a pa ci en te s c on hi pe rt rig lic er id em ia , h ip er co le st er ol em ia , h ip er lip id em ia co m bi na - da co n co nc en tr ac io ne s e le va da s d e c ol es te ro l y tr ig lic ér id os , y sí n- dr om es d e b aj a c on ce nt ra ci ón d e H D L. E n la ta bl a 3 7- 4 se m ue st ra n la s c au sa s p rim ar ia s y se cu nd ar ia s d e ca da u no d e es to s t ra st or no s. La s c on ce nt ra ci on es p la sm át ic as d e líp id os d ep en de n en g ra n m ed id a de l e st ilo d e v id a; p or ej em pl o, la s d ie ta s d e a lto co nt en id o en g ra sa s y c ol es te ro l p ro pi as d e lo s p aí se s o cc id en ta le s e le va n la co nc en tr ac ió n pl as m át ic a de c ol es te ro l, m ie nt ra s q ue e l e je rc ic io TA B LA 3 7 -4 Di ag nó st ic o di fe re nc ia l d e la h ip er lip id em ia y la d is lip id em ia Hi pe rtr ig lic er id em ia Hi pe rc ol es te ro le m ia In cr em en to d el c ol es te ro l y l os tr ig lic ér id os Ba ja H DL Tr as to rn os p rim ar io s Dé fic it de L PL Dé fic it de a po CI I Hi pe rtr ig lic er id em ia fa m ilia r Di sb et ali po pr ot ei ne m ia Hi pe rc ol es te ro le m ia fa m ilia r De fe ct o fa m ilia r d e la ap oB 10 0 Hi pe rc ol es te ro le m ia po lig én ica Hi pe rli pi de m ia co m bi na da fa m ilia r Di sb et ali po pr ot ei ne m ia Hi po alf ali po pr ot ei ne m ia fa m ilia r M ut ac io ne s de a po AI Dé fic it de L CA T Dé fic it de A BC A1 Tr as to rn os se cu nd ar io s Di ab et es m el lit us Hi po tir oi di sm o Di et as ri ca s en h id ra to s de c ar bo no In su fic ie nc ia re na l O be sid ad /re sis te nc ia a la in su lin a Et an ol β- bl oq ue an te s In hi bi do re s de la p ro te as a Gl uc oc or tic oi de s Re tin oi de s Re sin as s ec ue st ra do ra s de á cid os b ilia re s Li po di st ro fia s Ti ac id as Hi po tir oi di sm o En fe rm ed ad h ep át ica o bs tru ct iva Ti ac id as Di ab et es m el lit us Hi po tir oi di sm o Gl uc oc or tic oi de s In m un od ep re so re s In hi bi do re s de la p ro te as a Li po di st ro fia s Es te ro id es a na bo liz an te s Re tin oi de s AB CA 1, tr an sp or ta do r A BC (A TP -b in di ng c as se tte ) A 1; a po , a po lip op ro te ín a; H DL , l ip op ro te ín a de a lta d en sid ad ; L CA T, le cit in a: co le st er ol a cil tra ns fe ra sa ; LP L, lip op ro te ín a lip as a. De sc ar ga do pa ra A no ny m ou s U se r ( n/ a) en U ni ve rsi da d N ac io na l A ut on om a d e M ex ico de C lin ica lK ey .es po r E lse vi er en ju ni o 0 1, 20 17 . Pa ra us o p er so na l e xc lu siv am en te. N o s e p er m ite n o tro s u so s s in au to riz ac ió n. Co py rig ht © 20 17 . E lse vi er In c. To do s l os de re ch os re se rv ad os . Tabla 2 2 CONCENTRACIONES ANORMALES DE COLESTEROL El informe pediátrico del NCEP recomienda el empleo de los límites presentados en la tabla 1 para identificar a los niños y los adolescentes con concentraciones anor- males de lípidos y lipoproteínas22. Vale la pena observar que se aplican los mismos valores para todos los niños, de 2 a 18 años de edad. Después de los 18 años de edad se utilizan las concentraciones presentadas en el informe del NCEP para los adultos. Como se analizó anterior- mente, las concentraciones de colesterol cambian con la edad en los niños y los adolescentes y son especialmente variables durante la pubertad. La sensibilidad y la especi- ficidad de estas concentraciones límites para la predic- ción del estado lipídico de los adultos puede variar en gran medida según la edad y la maduración sexual del paciente pediátrico. Friedman et al demostraron que la mínima sensibilidad se produjo de los 14 a 16 años de edad, cuando los valores de colesterol suelen ser meno- res, mientras que la máxima sensibilidad se produjo de los 5 a 10 años de edad y de los 17 a 19 años de edad14. Es interesante que los resultados fueran similares al res- tringir o no la población a los niños con antecedente de ECV en los padres. También vale la pena observar que el NCEP no ofreció límites pediátricos de las concentracio- nes de triglicéridos o de HDL. La medición de estas va- riables ha ganado importancia, porque forman parte de la agrupación de los factores de riesgo asociados con la obesidad y denominados a menudo síndrome metabóli- co. La American Heart Association ha recomendado que las concentraciones de triglicéridos > 150 mg/dl y de HDL < 35 mg/dl se consideren anormales en los niños y los adolescentes34. Una vez más, el único límite para to- dos los grupos de edad pediátrica puede estar limitado por las conocidas diferencias de edad, sexuales y étnicas en la concentración de triglicéridos y de HDL. Dadas las preocupaciones por el empleo de los mis- mos límites para todos los niños, la tabla 2 presenta los valores de percentiles de las concentraciones de coleste- rol total, triglicéridos, LDL y HDL por edad y sexo. Es- tos valores corresponden al estudio de prevalencia de 1981 de las Lipid Research Clinics y se midieron antes del aumento de la prevalencia de la obesidad12. Estos valores de percentiles pueden ser utilizados de forma si- milar a los de la tensión arterial y el índice de masa cor- poral (IMC). En este caso, las concentraciones de LDL superiores al percentil 95.º (o inferioresal 5.º percentil para la concentración de HDL) se considerarían anor- males, especialmente si la anomalía persistió durante varias visitas a la consulta. Las concentraciones de LDL entre los percentiles 90.º y 95.º (5.º-10.º para la concen- tración de HDL) se considerarían límites. El empleo de estas tablas y percentiles disminuiría los efectos clínicos de los cambios naturales de las concentraciones de lípi- dos y lipoproteínas con la edad. EL SÍNDROME METABÓLICO El síndrome metabólico es una agrupación de factores de riesgo de ECV y de diabetes mellitus que parece es- tar relacionado con la obesidad y la resistencia a la insu- lina. La tabla 3 presenta la definición del NCEP de sín- drome metabólico para los adultos. En la actualidad no existe una definición aceptada del síndrome metabólico para los niños y los adolescentes. Sin embargo, se han propuesto varias utilizando los mismos factores pero distintos valores de percentil para los límites35-37. La prevalencia del síndrome metabólico en cualquier grupo depende de las variables y los límites escogidos. No obstante, parece que el síndrome metabólico, con in- dependencia de los límites aplicados para los distintos factores de riesgo, tiene mayor prevalencia en los niños y adolescentes con exceso de peso. También parece que la prevalencia del síndrome metabólico ha aumentado en los niños y los adolescentes, lo que refleja la mayor prevalencia de obesidad, prediabetes y diabetes mellitus Daniels SR et al. Estudio sistemático de los lípidos y la salud cardiovascular en la infancia Pediatrics (Ed esp). 2008;66(1):52-62 55 TABLA 1. Límites de las concentraciones de colesterol total y LDL en los niños y adolescentes Categoría Percentil Colesterol LDL, mg/dl total, mg/dl Aceptable < 75.º < 170 < 110 Límite 75.º-95.º 170-199 110-129 Elevado > 95.º > 200 > 130 LDL: lipoproteína de baja densidad. Adaptado de las pautas del NCEP para niños y adolescentes22. TABLA 2. Distribución de lípidos y lipoproteínas en los niños de 5 a 19 años de edad Niños Niñas 5-9 10-14 15-19 5-9 10-14 15-19 años años años años años años Colesterol total, mg/dl 50.º percentil 153 161 152 164 159 157 75.º percentil 168 173 168 177 171 176 90.º percentil 183 191 183 189 191 198 95.º percentil 186 201 191 197 205 208 Triglicéridos, mg/dl 50.º percentil 48 58 68 57 68 64 75.º percentil 58 74 88 74 85 85 90.º percentil 70 94 125 103 104 112 95.º percentil 85 111 143 120 120 126 LDL, mg/dl 50.º percentil 90 94 93 98 94 93 75.º percentil 103 109 109 115 110 110 90.º percentil 117 123 123 125 126 129 95.º percentil 129 133 130 140 136 137 HDL, mg/dl 5.º percentil 38 37 30 36 37 35 10.º percentil 43 40 34 38 40 38 25.º percentil 49 46 39 48 45 43 50.º percentil 55 55 46 52 52 51 HDL: lipoproteína de gran densidad; LDL: lipoproteína de baja densidad. Adaptado del Lipid Research Clinic Pediatric Prevalence Study12. TABLA 3. Definición de síndrome metabólico para adultos25 Medición clínica Tres cualesquiera de los siguientes 5 aspectos Perímetro abdominal, cm ! 102 en los varones o ! 88 en las mujeres Lípidos Triglicéridos, mg/dl ! 150 HDL, mg/dl < 40 en los varones o < 50 en las mujeres Tensión arterial, mm Hg ! 130/85 Glucosa en ayunas (incluye > 100 la diabetes), mg/dl HDL: lipoproteína de gran densidad. Actualmente no existe una definición aceptada de síndrome metabólico en los niños. Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 02/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. Parámetros Pacientes n=64 (%) Sexo Masculino 29 (45.3%) Femenino 35 (54.6%) Edad 10-14 38 (59.37%) 15-17 26 (40.62%) IMC Normal 35 (54.68%) Sobrepeso 11 (17.18%) Obesidad 18 (28.12%) Tabla 3. Características clínicas de los pacientes incluidos en el presente estudio. Sin Dislipidemia Dislipidemia CT TG HDL LDL Normal 34.28% 65.71% 10% 31% 57% 11% Sobrepeso 18.18% 81.81% 10% 55% 64% 18% Obesidad 5.5% 94.4% 20% 67% 94% 17% Total 23.34% 76.5% 10% 45% 69% 14% Tabla 4. Distribución y frecuencia de dislipidemia dado el IMC en el total de pacientes del estudio. Sin Dislipidemia Dislipidemia CT TG HDL LDL Normal 42.85% 57.14% 10% 21% 57% 14% Sobrepeso 20% 80% 0 40% 60% 40% Obesidad 10% 90% 20% 60% 90% 20% Total 27.5% 72.4% 10% 38% 69% 21% Tabla 5. Distribución y frecuencia de dislipidemia dado el IMC en pacientes hombres. Sin Dislipidemia Dislipidemia CT TG HDL LDL Normal 28.5% 71.4% 10% 38% 57% 10% Sobrepeso 16.6% 83.3% 20% 67% 67% 0 Obesidad 0 100% 30% 75% 100% 10% Total 20% 80% 20% 51% 69% 9% Tabla 6. Distribución y frecuencia de dislipidemia dado el IMC en pacientes mujeres. ANEXO: 1 2 to 20 years: Boys Body mass indell-for-age percentiles -To e"""" ... a .. ,· _11<0" -. (MIl • SolO .... ''''''' • " .<100 "'_ "", · -"' í"' · _(~I.= RECORD # 2 3 4 5 6 7 8 9 ID 11 12 13 14 15 16 17 18 19 ANEXO 2: 2 to 20 years: Girls Body mass indell-for-age percentiles RECORD If Portada Resumen Texto Conclusiones Bibliografía