Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE BIOLOGÍA DIVERSIDAD ALFA Y BETA DE CANTHARIDAE (COLEOPTERA) EN EL BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO EN LA VERTIENTE DEL PACÍFICO MEXICANO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS EN PRESENTA: CISTEIL XINUM PÉREZ HERNÁNDEZ TUTOR PRINCIPAL DE TESIS: DR. SANTIAGO ZARAGOZA CABALLERO INSTITUTO DE BIOLOGÍA, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. ROSA IRMA TREJO VÁZQUEZ INSTITUTO DE GEOGRAFÍA, UNAM DR. ATILANO CONTRERAS RAMOS INSTITUTO DE BIOLOGÍA, UNAM TUTOR INVITADO: DR. HÉCTOR TAKESHI ARITA WATANABE CENTRO DE INVESTIGACIONES EN ECOSISTEMAS, UNAM MÉXICO, D. F. NOVIEMBRE, 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE BIOLOGÍA DIVERSIDAD ALFA Y BETA DE CANTHARIDAE (COLEOPTERA) EN EL BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO EN LA VERTIENTE DEL PACÍFICO MEXICANO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS EN PRESENTA: CISTEIL XINUM PÉREZ HERNÁNDEZ TUTOR PRINCIPAL DE TESIS: DR. SANTIAGO ZARAGOZA CABALLERO INSTITUTO DE BIOLOGÍA, UNAM COMITÉ TUTOR: DRA. ROSA IRMA TREJO VÁZQUEZ INSTITUTO DE GEOGRAFÍA, UNAM DR. ATILANO CONTRERAS RAMOS INSTITUTO DE BIOLOGÍA, UNAM TUTOR INVITADO: DR. HÉCTOR TAKESHI ARITA WATANABE CENTRO DE INVESTIGACIONES EN ECOSISTEMAS, UNAM MÉXICO, D. F. NOVIEMBRE, 2012 UN MB POSG DOY Dr. Isidro Ávila Martínez Director General de Administ ración Escolar, UNAM P r e se nt e COORDINACiÓN Me permito informar a usted que en la reunión ordinaria del Comité Académico del Posgrado en Ciencias Biológicas, celebrada el día 24 de Septiembre de 2012, se aprobó el siguiente jurado para el examen de grado de MAESTRA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS de la alumna PÉREZ HERNÁNDEZ CISTEIL XINUM con número de cuenta 404029735 con la tesis titulada " DIVERSIDAD ALFA Y BETA DE CANTHARIDAE (Coleoptera) EN EL BOSQUE TROPICAL CADUCIFOllO EN LA VERTIENTE DEL PAc íFICO MEXICANO", realizada bajo la dirección del OR. SANTIAGO ZARAGOZA CABALLERO: Presidente: Vocal : Secretario: Suplente: Suplente: DR. A TlLANQ CQNTRERAS RAMOS M. EN C. ENRIQUE GONZÁlEZ SORIANO DR. JOSt: GUADALUPE PALACIOS VARGAS ORA. ROSA IRMA TREJO VAZQUEZ DR. DAVID NAHUM ESPINOSA ORGANISTA Sin otro particular, me es grato enviarle un cordial saludo. ATENTAMENTE " POR MI RAZA HABLARA EL ESPIRITU" Cd. Universitaria, D.F., a 13 de Noviembre de 2012. DRA. MARiA DEL CORO ARIZMENDI ARRIAGA COORDINADORA DEL PROGRAMA c.c.p. Expediente del (la) interesado (a) . Edif. de Posgrado P. 8. (Costado Sur de la Torre JI de Humanidades) Ciudad Universitaria c.P. 04510 México, D.F. Te!. 5623-0173 Fax: 5623-0172 hnp://pcbio!.posgrado.unam.mx AGRADECIMIENTOS Especialmente al Posgrado en Ciencias Biológicas, UNAM por impulsar el desarrollo de la Ciencia en México, y por estimular a aquellos alumnos que deseamos adentrarnos en el corazón de la investigación científica. Agradezco también al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), por el apoyo económico que me brindó, y por promover el desarrollo científico en nuestro país. A las instituciones que aportaron los medios económicos para los muestreos de este proyecto de Investigación: a) CONACYT: Proyecto SEMARNAT-2002-CO1-0258. 2002. Diversidad de ocho grupos de Insecta (Odonata, Lycidae, Phengodidae, Lampyridae, Cantharidae, Cerambycidae [Coleoptera], Syrphidae [Diptera] y Vespidae [Hymenoptera]) en tres regiones con Bosque Tropical Caducifolio en México. Responsable: Dr. Santiago Zaragoza Caballero. b) PAPIIT IN-228707. 2008. Análisis distribucional de la riqueza y composición de grupos de Insecta del Bosque Tropical Caducifolio en el occidente de México. Responsable: Dr. Felipe Noguera Martínez. c) CONABIO: Proyecto AS016, Noguera Martínez, F. A. 2010. Diversidad de ocho grupos de Insecta (Odonata, Lycidae, Phengodidae, Lampyridae, Cantharidae, Cerambycidae, Syrphidae y Vespidae) en tres regiones con Bosque Tropical Caducifolio en México. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Biología. Bases de datos SNIB-CONABIO proyecto No. AS016. México, D.F. A los miembros de mi Comité Tutor: Dra. Rosa Irma Trejo Vázquez, Dr. Atilano Contreras Ramos, Dr. Héctor Takeshi Arita Watanabe y especialmente a mi Tutor, Dr. Santiago Zaragoza Caballero, por enriquecer y apoyar considerablemente este proyecto. AGRADECIMIENTOS PERSONALES A la Colección Nacional de Insectos, por abrir las puertas a los que anhelamos vivir en un mundo entomológico. Especialmente a la M. en C. Cristina Mayorga. A los miembros de la Oficina de Posgrado en el Instituto de Biología, Rocío González Acosta y Dr. Martín García Varela, y de la Coordinación del Posgrado en Ciencias Biológicas, por apoyar tanto a los alumnos. Al Dr. Santiago Zaragoza Caballero por compartir su conocimiento y experiencia con tanto entusiasmo. ¡Muchas gracias! A Dr. Felipe A. Noguera Martínez, M. en C. Enrique González Soriano y M. en C. Enrique Ramírez García, que junto al Dr. Zaragoza Caballero, han construido el megaproyecto Insectos del Bosque Seco, origen de este trabajo. A los amigos de la CNIN, gracias por aguantar mis estresados momentos y por hacer muy gratos el resto. A mis hermanos, hermanas, cuñados, cuñadas, sobrinos y principalmente a Paola Quitzé, porque siempre serán motivo de inspiración para todos mis proyectos. A mi mamá, Gabriela Hernández García, por ser lo que eres, una grandiosa persona y una excelente guía en el camino. A David Venegas Suárez Peredo, porque todo esto habría sido muy difícil sin tu compañía y apoyo, tanto intelectual como sentimental. ¡Te amo! A mi querida Madre, ¡Te amo infinitamente! A todas las mujeres de mi vida, ¡Siempre serán mis musas! Contenido AGRADECIMIENTOS ........................................................................................... 5 AGRADECIMIENTOS PERSONALES .................................................................. 6 LISTA DE FIGURAS Y CUADROS ..................................................................... 10 RESUMEN .......................................................................................................... 13 ABSTRACT ......................................................................................................... 14 INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 15 1 OBJETIVOS ................................................................................................. 17 2 El Bosque Tropical Caducifolio (BTC) .......................................................... 18 3 Generalidades de Cantharidae ..................................................................... 19 4 Biodiversidad ................................................................................................ 22 4.1 Conceptos y medidas ............................................................................ 24 4.2 Diversidad alfa ....................................................................................... 27 4.3 Diversidadbeta ...................................................................................... 29 MÉTODOS .......................................................................................................... 32 5 Área de estudio ............................................................................................ 32 5.1.1 San Javier, Sonora .......................................................................... 33 5.1.2 San Buenaventura, Jalisco .............................................................. 34 5.1.3 Ixtlahuacán, Colima ......................................................................... 35 5.1.4 Sierra de Huautla, Morelos .............................................................. 36 5.1.5 Santiago Dominguillo, Oaxaca ........................................................ 38 5.1.6 Acahuizotla, Guerrero ..................................................................... 39 5.1.7 Huatulco, Oaxaca ............................................................................ 40 5.2 Recolecta de material entomológico ...................................................... 42 5.3 Tratamiento de los datos ....................................................................... 44 5.3.1 Base de datos de Cantharidae ........................................................ 44 5.3.2 Análisis de la diversidad .................................................................. 44 5.3.3 Parámetros ambientales y diversidad de Cantharidae .................... 48 9 RESULTADOS Y DISCUSIÓN ........................................................................... 51 6.1 Diversidad alfa ....................................................................................... 54 6.2 Diversidad beta ...................................................................................... 60 6.2.1 Diversidad beta como recambio de especies – diversidad beta verdadera ..................................................................................................... 60 6.2.2 Cluster por similitud ......................................................................... 63 6.2.3 Diversidad beta como modelo del recambio de especies entre comunidades a lo largo de un factor o gradiente ambiental. ........................ 65 6.3 Relación de la diversidad con los parámetros ambientales ................... 67 6.3.1 Fenología ........................................................................................ 67 6.3.2 Correlación de los parámetros ambientales con la diversidad ........ 75 CONCLUSIONES ............................................................................................... 77 LITERATURA CITADA ....................................................................................... 80 ANEXO I ............................................................................................................. 90 ANEXO II ............................................................................................................ 91 ANEXO III ........................................................................................................... 97 10 LISTA DE FIGURAS Y CUADROS Figura 1. Distribución del bosque tropical caducifolio (BTC) en México, 16. Figura 2. Chauliognathus profundus, 20. Figura 3. Especies de cantáridos descritos para México de 1775 a 2001, 21. Figura 4. Definición y cuantificación del componente beta de la diversidad, propuesto por Tuomisto (2010), 30. Cuadro 1. Localidades con BTC en la Vertiente del Pacífico Mexicano que fueron muestreadas e incluidas en el presente estudio, 32. Figura 5. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de San Javier, Sonora, 34. Figura 6. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de San Buenaventura, Jalisco, 35. Figura 7. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Ixtlahuacán, Colima, 36. Figura 8. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Sierra de Huautla, Morelos, 38. Figura 9. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Dominguillo, Oaxaca, 39. Figura 10. Sitios de recolecta de Insecta en el BTC de Acahuizotla, Guerrero, 40. Figura 11. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Huatulco, Oaxaca, 42. Cuadro 2. Dinámica de muestreo de cada técnica de recolecta de Insecta, que se empleó en siete localidades con BTC, 43. Cuadro 3. Parámetros ambientales que fueron considerados como relacionados con la diversidad de Cantharidae del Bosque Tropical Caducifolio, 49. Cuadro 4. Parámetros ambientales que fueron considerados como relacionados con la diversidad de Cantharidae del Bosque Tropical Caducifolio, 49. Figura 12. Variación de la precipitación entre las localidades de estudio, 50. Figura 13. Variación de la temperatura entre las localidades de estudio, 50. Cuadro 5. Especies de Cantharidae (Coleoptera) asociadas a bosque tropical caducifolio en siete localidades la Vertiente del Pacífico Mexicano, 51. Figura 14. Porcentaje de especies presentes en una o más localidades, 53. 11 Cuadro 6. Riqueza y abundancia de los géneros y especies de Cantharidae (Coleoptera) en siete localidades con BTC en la Vertiente del Pacífico Mexicano, 54. Figura 15. Curvas de rarefacción para estimar el número de especies de Cantharidae asociadas al BTC en cada una de las siete localidades de estudio, 55. Cuadro 7. Resultados de la estimación de riqueza de especies de cantáridos de acuerdo con el modelo de Clench, 55. Figura 16. Curvas de acumulación de especies de Cantharidae de acuerdo con el modelo de Clench para cada localidad, 56. Cuadro 8. Resultados del análisis de la diversidad alfa verdadera de Cantharidae de siete localidades con BTC en la Vertiente del Pacífico Mexicano, 57. Figura 17. Comparación de la riqueza, abundancia y la diversidad verdadera de orden 1 de Cantharidae, obtenidos para cada localidad de estudio, 58. Figura 18. Distribución de la abundancia de las especies de Cantharidae halladas en Huautla, Morelos y Dominguillo, Oaxaca, 59. Cuadro 9. Comparación de la estimación de la riqueza de especies ajustado al modelo de Clench y el obtenido con el estimador no paramétrico ACE (diversidad alfa verdadera de orden 0), 60. Cuadro 10. Diversidad beta verdadera de la fauna de Cantharidae asociada a BTC, entre las siete localidades de estudio, 61. Cuadro 11. Diversidad beta verdadera para la fauna de Cantharidae asociada a BTC, dentro de cada una de las siete localidades de estudio, 61. Cuadro 12. Matriz de disimilitud entre siete localidades con BTC de la Vertiente de Pacífico Mexicano, obtenida con el índice de Morisita, 62. Cuadro 13. Matriz de recambio de especies entre las siete localidades con BTC de la Vertiente del Pacífico Mexicano resultante del Índice de Jaccard, 63. Figura 19. Cluster de Bray-Curtis que asocia las siete localidades de estudio, 64. Figura 20. Análisis de regresión lineal hechos entre pares de matrices de distancias, 66. Cuadro 14. Cantáridos recolectados en las siete localidades con BTC, 67. Figura 21. Distribución de la riqueza y abundancia totales de las especies de Cantharidae (Coleoptera) recolectadas en las siete, 68. 12 Figura 22. Distribución de la abundancia y la riqueza de las especies de Cantharidae asociadas al BTC, en cada una de las siete localidades de estudio, 69-71. Figura 23. Distribución mensual de las especies de cantáridos halladas en cada una de las siete localidades de recolecta, 72. Figura 24. Distribución temporal de las especies de Belotus en el BTC, 73. Figura 25. Distribución temporal de las especies de Caccodes en el BTC, 73. Figura 26. Distribución temporal de las especies de Chauliognathus en el BTC, 73. Figura 27. Distribución temporal de las especies de Discodon en el BTC, 74. Figura 28. Distribución temporal de las especies de Ichthyurus en el BTC, 74. Figura 29. Distribución temporal de las especies de Polemius en el BTC, 74. Figura 30. Distribución temporalde las especies de Silis en el BTC, 75. Figura 31. Distribución temporal de las especies de Tytthonyx en el BTC, 75. Figura 32. Análisis de correspondencia canónica, muestra la relación entre la variación en la composición de especies de cantáridos entre localidades, y los factores ambientales, 77. 13 RESUMEN Se presenta un análisis de la diversidad alfa y beta de los escarabajos Cantharidae (Coleoptera) asociados al Bosque Tropical Caducifolio (BTC), y la relación de su diversidad con distintos factores ambientales (precipitación, temperatura, altitud y latitud). Los ejemplares fueron recolectados en siete localidades de la Vertiente del Pacífico Mexicano, en donde el BTC es el tipo de vegetación característico. En total se colectaron 4063 ejemplares que se clasificaron en nueve géneros y 70 especies. El análisis de la diversidad se hizo bajo el concepto de diversidad verdadera (sensu Jost, 2006). Los resultados de la diversidad alfa están dados en números de especies efectivas, como unidad de medida. Los resultados de la diversidad beta verdadera, respecto de la partición multiplicativa de los componentes de la diversidad (alfa x beta = gama), están dados en números de comunidades efectivas. La localidad con mayor diversidad fue San Buenaventura, Jalisco con 23 especies y poco más de nueve especies efectivas, respecto a la diversidad alfa verdadera de orden 1. Se encontró un bajo recambio de especies entre los sitios de cada localidad, pero muy alto entre las siete localidades de estudio. No pudo concluirse que existe un gradiente ambiental que explique el recambio de especies entre las localidades, por medio de una correlación de Pearson para analizar la diversidad beta en un gradiente ambiental, ni por medio de regresiones lineales. Además de lo anterior, se realizó un análisis de correspondencia canónica para examinar la relación de los parámetros ambientales seleccionados con el recambio en la diversidad de cantáridos. Se encontró que el conjunto de tres factores explica el recambio alto de especies entre localidades. 14 ABSTRACT An analysis of alpha and beta diversities of the Cantharidae (Coleoptera) from the Mexican Tropical Dry Forest (TDF), and their relationships with different environmental parameters (precipitation, temperature, altitude, latitude) is presented. The specimens were collected in seven localities from Pacific Coast of Mexico, where TDF is the typical vegetation type. A total of 4063 individuals were collected and 70 species and 9 genera were identified. The diversity analysis was done under the true diversity concept (sensu Jost, 2006). The results of alpha diversity are given in effective numbers of species, the unit measure for true diversity. The results of beta diversity, derived from multiplicative partition of diversity components (alpha x beta = gamma), are given in effective numbers of communities. The highest diversity values were found in San Buenaventura, Jalisco, with 23 species and more than nine effective species, in terms of true alpha diversity of order 1. It was found a low turnover, beta diversity, between the sites of each locality, but it was very high between the seven localities of this study. It could not be concluded that an environmental gradient can explain the high turnover between localities. It was analyzed using Pearson’s Correlation for the beta diversity across an environmental gradient, and linear regressions. Besides the above, it was performed a canonical correspondence analysis, for testing the relationships of environmental parameters and the Cantharidae turnover. It was found that the whole of three parameters explain the high species turnover between the localities. 15 INTRODUCCIÓN Los bosques tropicales caducifolios (BTC) (Rzedowski, 1978) o selvas bajas caducifolias (Miranda y Hernández X., 1963) representan la mayor cobertura vegetal tropical en México; se extienden desde los 29° de latitud norte hasta la frontera con Guatemala, al sur del país (Fig. 1). Éstos se concentran principalmente en la Vertiente del Pacífico, sobre todo en las cuencas Lerma- Santiago y Balsas, con algunos manchones discontinuos en la vertiente del Golfo de México y en la península de Yucatán (Trejo, 2010). Murphy y Lugo (1995) afirman que la distribución y fisonomía de los bosques secos están determinadas, fundamentalmente, por las condiciones climáticas en las que se establecen. El BTC mexicano se desarrolla en una amplia variedad de factores ambientales, como cantidad de lluvia anual, temperatura, características edáficas, cambios en la composición florística y heterogeneidad ambiental. Esta última está dada por variaciones en el relieve como la pendiente, exposición y microclima (Trejo, 2010). Estas particularidades bióticas y abióticas del BTC influyen en la fluctuación espacio-temporal de varios grupos de animales, como los insectos. Precisamente ese es el tema del grupo de investigación conformado por Santiago Zaragoza Caballero, Felipe Arturo Noguera Martínez, Enrique González Soriano y Enrique Ramírez García, quienes han trabajado con los insectos del BTC del Pacífico Mexicano por más de quince años, y cuyos resultados están en el portal de internet LINBOS y en varias publicaciones (LINBOS, 2011). Los resultados de dicha investigación originaron las preguntas centrales de este trabajo: ¿Qué tan diferente es la entomofauna de una localidad respecto a las demás? ¿Existe un patrón en la distribución temporal y espacial de la abundancia y riqueza de cantáridos entre distintas localidades? Si es así, ¿qué determina la existencia de dicho patrón y el recambio de especies? Para responder tales cuestionamientos, en el presente trabajo se analiza la diversidad alfa de Cantharidae (Coleoptera) en cada una de siete localidades de la Vertiente del Pacífico Mexicano con BTC (Fig. 1). También se explora la 16 variación de la diversidad alfa entre sitios y localidades (diversidad beta), y finalmente se utiliza esta información para analizar la relación de la diversidad con diferentes parámetros ambientales. Figura 1. Distribución del bosque tropical caducifolio (BTC) en México (Modificado de CONABIO, 1999). Los puntos rojos indican las localidades del megaproyecto realizado desde 1996 y hasta 2010, en el que se ha estudiado la entomofauna asociada a este tipo de vegetación. 17 1 OBJETIVOS General Analizar la diversidad alfa y beta de la familia Cantharidae (Coleoptera) en siete localidades con Bosque Tropical Caducifolio de la vertiente del Pacífico Mexicano, y la relación de ambos componentes de diversidad con los factores ambientales que caracterizan al BTC. Particulares I. Definir la diversidad alfa de cada una de las siete localidades elegidas. II. Evaluar la diversidad beta de Cantharidae entre las siete localidades con BTC de la vertiente del Pacífico Mexicano, y dentro de cada una. III. Analizar la relación de la diversidad de Cantharidae con diferentes factores ambientales en las localidades de estudio. 18 2 El Bosque Tropical Caducifolio (BTC) El bosque tropical caducifolio (BTC) se define como aquel que pierde entre el 50 y 100% del follaje en la época de estiaje o seca; se distribuye en sitios con lluvia anual por debajo de los 1,600 mm, concentrada en cinco o seis meses de lluvias en general menores a 100 mm; y ordinariamente se desarrollan en altitudes inferiores a los 1200 msnm. El dosel en este tipo de vegetación tiene una cobertura mayor al 30%, donde predominan especies de hoja ancha y baja estatura, que ocupan más de 75% del dosel (Bezaury, 2010; Trejo, 2010). Este tipo de vegetación se asienta en laderas de cerros con pendientes de fuertes a moderadas y suelos someros donde predominan los afloramientos de roca, lo que permite la existencia de microhábitats muy diversos yuna marcada heterogeneidad ambiental que otros tipos de vegetación no presentan (Trejo, 2005). La distribución del BTC suele coincidir con el clima cálido subhúmedo (Aw0), según la clasificación de Köeppen modificada por García (1988), en zonas con temperatura media anual mayor a los 22°C, y en altitudes que van desde el nivel del mar hasta casi los 2000 msnm, como en el caso de las que se localizan en la zona del bajío (Trejo, 2010). En el BTC la estación lluviosa generalmente es de mayo a octubre; la época seca dura de cinco a siete meses (Trejo, 2005). Regiones como Baja California, centro de Tehuacán o la cuenca del río Balsas, tienen condiciones ambientales más secas que las costas de Guerrero y Michoacán, donde la lluvia alcanza los 1200 mm. Esto se refleja en parámetros estructurales del BTC, como la diferencia en la estatura de los árboles o la abundancia de cactáceas (Rzedowski, 1978; Trejo, 1999). Aunque los BTC se consideran menos complejos estructuralmente y con menor diversidad que los bosques húmedos (Gentry, 1995), algunos sitios registran una riqueza de especies de plantas equivalente con aquéllos, como las costas de Jalisco o Oaxaca, partes de la cuenca del Balsas y algunas áreas en el valle de Tehuacán - Cuicatlán (Trejo, 2010). Los BTC mexicanos albergan una gran diversidad florística, más de 40% del total de la vegetación de México. Más del 60% (24% del total) de sus 19 componentes florísticos tienen una distribución restringida al territorio mexicano, y de éstos, al menos 70% (16.8% del total) son endémicos de la localidad en la que se encuentran. Esto representa un alto grado de endemismo a nivel local y regional para un gran número de taxones (Rzedowski, 1991; Trejo, 2005). En 2005, Trejo presentó un análisis florístico de 20 localidades con BTC del territorio mexicano. Todos los sitios destacaron por su gran diversidad alfa y mostraron un recambio de especies muy alto, es decir, que la similitud florística entre las áreas de estudio fue muy baja. Este factor resulta particularmente importante, puesto que probablemente influye en la distribución de la coleopterofauna asociada a la vegetación. Hasta ahora, no existen estudios en que se mencione la relación de los insectos con la vegetación del BTC, por lo que conocer los patrones de distribución espacio-temporal de la diversidad de taxones como Cantharidae, es el primer paso para hallar indicios del grado de relación de estos coleópteros, las plantas con las que interactúan y los factores abióticos propios del BTC. Puesto que entre los ecosistemas tropicales, los BTC son los más amenazados (Janzen, 1988), dichos estudios serán las herramientas para emitir propuestas y recomendaciones, en materia de ordenación de sitios de conservación y preservación de la biodiversidad (Halffter y Moreno, 2005). Hasta ahora se sabe que los principales peligros del BTC son las actividades antropogénicas, que provocan una disminución considerable y la acelerada fragmentación de sus áreas de distribución, con la consecuente pérdida de la biodiversidad que alberga (Miles et al., 2006). 3 Generalidades de Cantharidae Los cantáridos son el grupo más diverso de coleópteros terrestres de cuerpo blando. Son escarabajos de coloración brillante, algunos con tonalidades aposemáticas, que suelen hallarse en el follaje y flores, alimentándose de otros insectos, de néctar o de polen. Morfológicamente se caracterizan por presentar la cabeza expuesta, apenas oculta en su parte posterior por el borde anterior del pronoto, y con las partes bucales prognatas; las antenas tienen once artejos, son generalmente filiformes; el labro es membranoso y muchas veces está debajo 20 del clípeo; las coxas mesotorácicas son contiguas o casi de esa manera; los tres pares de patas tienen cinco tarsómeros; el abdomen posee de siete a ocho ventritos, y los tergitos abdominales 1 a 8 tienen poros glandulares laterales pareados (Fig. 2). Figura 2. Chauliognathus profundus. El catálogo mundial más reciente de Cantharidae (Delkeskamp, 1977, 1978) reconoce 137 géneros y 5,083 especies. Este compendio incluye solamente las especies descritas entre 1775 y la década de los 1970’s, de modo que excluye los trabajos de Walter Wittmer (1980, 1986, 1991) y Michel Brancucci (1979, 2005). En México, la familia Cantharidae está representada por 19 géneros y 223 especies (Fig. 3), de las cuales 163 (73%) son endémicas del país y 77 (34.5%) están representadas en las colecciones por un único ejemplar (Zaragoza- Caballero y Pérez-Hernández, en prensa). La fauna mexicana de cantáridos comparte cinco géneros y cinco especies con EU, y seis géneros y 37 especies con América Central (Zaragoza- Caballero, 2004). 21 Figura 3. Especies de cantáridos descritos para México desde el año 1775 hasta el año 2001 (Zaragoza-Caballero y Mendoza, 1996; Zaragoza Caballero y Pérez Hernández, en prensa). Resaltan en la gráfica algunos picos que corresponden a las especies descritas en los trabajos de Gorham entre 1884 y 1885, en 1915 por Champion, y a principios de los 80’s por Wittmer. Los cantáridos habitan en pastizales, sabanas, prados de montaña y bosques, en los que son más abundantes. Muchas especies se han especializado en ocupar claros de bosque, hábitat de borde, o estados sucesionales. En regiones secas, se puede encontrar a los adultos durante el día, asociados con la vegetación cercana a cuerpos de agua, ríos o arroyos. Los Cantharidae adultos también son importantes polinizadores nativos. Comúnmente se les encuentra sobre el follaje o en las flores, ya sea como fitófagos, polinófagos o nectarívoros (e. g. Chauliognathus; Ramsdale, 2002), o bien, como depredadores de otros insectos. Algunos más se alimentan de granos almacenados (Zaragoza-Caballero, 2004). Existe poca información acerca de la relación planta-cantárido, pero se cree que no hay especificidad, y que la asociación de los adultos con especies particulares de plantas o de tipos de hábitats más bien está determinada por los requerimientos de la larva (Ramsdale, 2002). 42 56 18 0 10 20 30 40 50 60 1 7 7 5 1 8 4 3 1 8 5 1 1 8 5 8 1 8 7 8 1 8 8 4 1 9 0 4 1 9 0 8 1 9 1 0 1 9 1 2 1 9 1 4 1 9 1 8 1 9 2 7 1 9 3 0 1 9 3 5 1 9 3 8 1 9 4 2 1 9 4 7 1 9 5 1 1 9 5 7 1 9 7 9 1 9 8 6 1 9 9 1 2 0 0 1 E s p e c ie s d e s c ri ta s Año de descripción Cantharidae de México 22 Los cantáridos pasan la mayor parte de su ciclo de vida en estado larval, durante el que son ávidos depredadores. Se les encuentra entre la hojarasca o debajo de rocas. Se alimentan por succión del fluido de huevos, larvas y adultos de otros insectos, así como de gasterópodos y lombrices. Las larvas de algunas especies del género Chauliognathus tienen coloración aposemática y forrajean abiertamente. Otras como las del género Silis, probablemente son fitófagas facultativas (Ramsdale, 2002). El conocimiento de la ecología de Cantharidae es muy pobre, debido principalmente a que los artículos publicados sobre este tema están basados en especies que no están realmente bien definidas (Ramsdale, 2002). Por ello es necesario hacer hincapié en la determinación de las especies, y posteriormente continuar con el estudio de sus hábitos y biología. En las últimas dos décadas, Santiago Zaragoza Caballero ha realizado una parte importante del estudio de los cantáridos en México. Dentro de los estudios que este investigador ha hecho, ha registrado nueve géneros y 47 especies de cantáridos para el BTC de la Vertiente del Pacífico Mexicano (Zaragoza-Caballero et al., 2003; Zaragoza-Caballero, 2004; Zaragoza-Caballero y Ramírez-García, 2009; UNIBIO, 2011), que son la base del presente trabajo. Sin embargo, el grupo aún permanece pobremente conocido, e incluso una cantidad considerable de morfoespeciesse reconocen como nuevas especies pero todavía no están descritas, por lo que es necesario retomar el estudio sistematizado de esta familia en sus distintos aspectos (Zaragoza- Caballero, 2004). Una de las incógnitas que no ha sido respondida es cómo los cantáridos se distribuyen espacio-temporalmente en diversos ambientes. Esta distribución está relacionada con la disponibilidad de ciertos hábitats y recursos. 4 Biodiversidad El término biodiversidad fue acuñado a finales de los 1980’s, para hacer referencia a la totalidad de la diversidad o variedad biológica. Los primeros en utilizar este concepto con el sentido actual fueron Lovejoy (1980), quién no proporcionó una definición formal, pero que se refería esencialmente al número 23 de especies presentes en un sitio, y Norse y McManus (1980), quienes emplearon los conceptos de diversidad genética y diversidad ecológica. Más tarde, estos autores igualaron el concepto de diversidad ecológica con el de riqueza de especies, para referirse al número de especies en una comunidad de organismos (Harper y Hawksworth, 1995). Actualmente, el concepto más aceptado es el propuesto por el Convenio de la Diversidad Biológica, que define biodiversidad o diversidad biológica como “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas” (sensu CDB, 1992). Sin embargo, si buscamos su significado, encontraremos que tiene tres posibles connotaciones: 1) el número absoluto de especies en un ensamble, comunidad o muestra, riqueza de especies; 2) una medida del número de las especies y su abundancia relativa en una comunidad, ensamble o muestra, en donde, baja diversidad se refiere a pocas especies o con abundancias desiguales, mientras que alta diversidad a muchas especies, o especies con iguales abundancias; y 3) la condición de poseer diferencias con respecto a un determinado carácter o rasgo (Lincoln et. al., 1998). Los problemas semánticos, conceptuales y técnicos, se deben principalmente a que se trata como sinónimos de la diversidad al fenómeno biológico (diversidad sensu stricto) y al valor obtenido mediante el cálculo de algún índice de complejidad (e. g. Pielou, 1980; Moreno et al., 2011). También se han confundido las herramientas de medición aplicables al concepto de diversidad, con las teorías que las soportan (Hill, 1973). Por ejemplo, los índices de diversidad más utilizados, como el de entropía de Shannon (índice de Shannon-Wiener) o el índice de Gini-Simpson, no son en sí mismos diversidades sino indicadores de una determinada propiedad de la diversidad (Jost, 2006). Una de las razones por las que se han descrito tantos índices es debido a la complejidad de lo que se pretende medir, y a la necesidad de hallar un patrón 24 de medida de validez universal, capaz de ofrecer estimaciones comparables de la diversidad biológica (Lobo, 2001). La biodiversidad es una consecuencia de las interacciones ecológicas entre especies y de las relaciones entre éstas y su medio ambiente, por lo que si observamos los patrones de dichas relaciones encontraremos los procesos que los establecen (Lobo, 2001). El estudio de los patrones de distribución de la biodiversidad nos permitirá entender cómo se estructuran los ensambles de especies, las determinantes de los procesos que subyacen, y éstos en conjunto son importantes en la planificación de la conservación y el manejo del patrimonio natural de México (Koleff y Soberón, 2008). Por ello, si contamos con una definición clara del concepto de diversidad de especies, y tenemos razones apremiantes y justificadas para evaluarlo, entonces necesitamos medidas adecuadas, que nos permitan generar y poner a prueba teorías sobre la coexistencia de las especies, los procesos dinámicos de los ecosistemas, los determinantes históricos y el impacto de las actividades humanas (Moreno et al., 2011). 4.1 Conceptos y medidas La biodiversidad no se distribuye de manera homogénea, sus patrones espaciales y los procesos asociados a los mismos tienen diferentes escalas y enfoques, así que para su estudio debemos primero identificar sus distintos componentes (Koleff y Soberón, 2008). Whittaker (1972) propuso la separación de la diversidad biológica en los componentes alfa, beta y gamma, para comprender los cambios de la biodiversidad con relación a la estructura del paisaje. De éstos, el componente más estudiado es la diversidad alfa (), definida como el número de especies que habitan una región específica que, se asume, tiene cierta homogeneidad (Gaston, 1996; Koleff y Soberón, 2008). Otro componente, la diversidad beta (), se define como el factor por el que la riqueza de especies de una región excede a la riqueza de especies 25 promedio de las localidades de dicha región, o bien, como la variación o recambio en las identidades de las especies entre sitios (Whittaker, 1960). La riqueza de especies de un conjunto de estas localidades, sitios o comunidades (pool de especies a escala regional) que integran un paisaje, es el último de los componentes, y se conoce como diversidad gamma () (Halffter y Moreno, 2005). También puede decirse que la diversidad es la riqueza a una resolución más fina que la diversidad , mientras que la diversidad es la relación entre el número de especies en una región y el promedio de las diversidades de las localidades que contiene dicha región. El componente es el indicador que refleja la heterogeneidad ecológica entre las diferentes subunidades de una región (Koleff y Soberón, 2008). Para comprender mejor cada uno de estos componentes y estudiarlos, se han propuesto un sinnúmero de medidas, entre las cuales los índices han sido muy utilizados. Sin embargo, se han explotado sin un adecuado entendimiento de sus significados, como aquellos que miden la entropía (Shannon Wiener, Gini-Simpson) y no necesariamente la diversidad (sensu stricto) de una comunidad (Jost, 2006). En 1973, Hill propuso una expresión matemática para calcular lo que entonces llamó números equivalentes de especies. Se trataba de la suma básica ∑ , esta expresión indica que la diversidad de una comunidad o ensamble se obtiene con la suma de las frecuencias relativas (pi) de cada una de las especies, elevada al exponente q, que determina la sensibilidad a la abundancia de las especies. Unas décadas más tarde, Jost (2006) hizo evidente que casi todos los índices de diversidad son funciones de la misma expresión matemática de Hill. Además, determinó que todos los índices de diversidad basados en la misma suma básica, que usan un mismo valor del exponente q, arrojan como resultado los mismos números equivalentes (Hill, 1973; Jost, 2006, 2007). El mismo Jost acuñó el término "diversidad verdadera” (true diversity) para referirse a las medidas basadas en esta expresión, puesto que conservan 26 las propiedades intuitivamente esperadas del concepto de diversidad biológica, y también para diferenciarlas del cúmulo de índices que pretenden medir la diversidad, y que no cumplen con estas propiedades. Además, propuso los números efectivos de especies, o número de especies efectivas, ya mencionados por Hill, como unidades de medida de la diversidad verdadera. Estos números han tenido un impacto acelerado y su cálculo ya ha sido incorporado en las versiones más recientes de algunos de los programas de cómputo más utilizados para el estudio de la biodiversidad (e. g. Estimates 8.2.0; Partition 3.0 y recientemente SPADE) (Moreno et al., 2011). El número de especies efectivas puede interpretarse como el número de especies con abundancias iguales, necesarias paraalcanzar un determinado valor de un índice de diversidad (Jost, 2006). El uso de estos números como unidad de medida, permite comparar directamente la magnitud de la diferencia en la diversidad de dos o más comunidades desde el punto de vista biológico (Jost, 2007). En cambio, las comparaciones entre valores del índice de Shannon (entropía) solamente nos dicen si una comunidad difiere significativamente de otra y no cuán diferentes son (Moreno et al., 2011). La entropía es el grado de incertidumbre en la identidad de la especie a la que pertenece un individuo seleccionado al azar de una comunidad; una comunidad donde todas las especies tienen la misma abundancia tendrá alta entropía, lo que se ha traducido como una alta diversidad (Moreno et al., 2011). En la expresión matemática ∑ , que da origen a estos números efectivos de especies, el valor del exponente que subyace a un índice de diversidad: el número q, es llamado el “orden” de las medidas de diversidad, y determina la sensibilidad de una medida de diversidad a las especies comunes o raras (Jost, 2006). Este orden q puede tener diferentes valores. Cuando alcanza un valor mayor a 1, las medidas son desproporcionadamente sensibles a las especies más comunes; mientras que con valores menores a la unidad la sensibilidad responde a las especies raras. El punto crítico en que todas las especies tienen 27 un peso o importancia dada por su frecuencia, sin favorecer a las especies comunes o a las raras, es cuando q alcanza la unidad (1) y está dado por el exponencial de la entropía de Shannon (Jost, 2006). De esta manera, cuando solamente se cuenta con valores de presencia – ausencia de las especies, la expresión matemática tendría un valor de q igual 0, y determinaría la riqueza de especies. Si la abundancia de las especies es muy similar, entonces se tiene que q=1, el exponente de la entropía de Shannon. Finalmente si las abundancias son muy diferentes, es decir, que hay especies dominantes, puede usarse el inverso del índice de Simpson, equivalente a tener que q=2. La diferencia entre el número de especies real y el número de especies efectivas incrementa tanto como el valor de q y/o con el incremento en la desigualdad entre los valores de las frecuencias relativas de las especies en cuestión (Tuomisto, 2010). Para cumplir con los objetivos planteados en este estudio, se adoptó la propuesta de Jost (2006) con la finalidad de comparar la magnitud de la diferencia en la diversidad entre las distintas localidades, y se usaron los números efectivos de especies como unidades de comparación. 4.2 Diversidad alfa En 1960, Whittaker definió este componente de la diversidad como la riqueza en especies de una muestra territorial. Sin embargo, actualmente hay muchas definiciones para la diversidad alfa, que dependen del espacio, estructura y tiempo del muestreo de las especies (Halffter y Moreno, 2005). En este sentido, puede decirse que la diversidad alfa corresponde al número de especies que existen en un periodo de tiempo corto durante el cual el número de especies no cambia. En periodos de tiempo más largos, la tasa de cambio del número de especies en un determinado sitio varía enormemente, debido a la emigración, la extinción local de algunas especies y a la llegada de otras que no estaban presentes previamente (Arellano y Halffter, 2003). Ahora bien, este componente puede ser medido como riqueza de especies y también como equidad. Entendida esta última como las diferencias 28 en la abundancia de las especies que llevan a una representación desigual de éstas en una comunidad, y que las define como comunes o raras (Moreno et al., 2006). Para ello pueden usarse los diferentes índices y medidas que existen y de los que se ha hablado hasta el momento. Otra forma de cuantificar la diversidad, es mediante una estimación del número de especies totales posible en una comunidad, en lugar de medir con el número de especies obtenido en un conjunto de muestras. Esto resulta más adecuado que el uso de índices de la diversidad, pues el esfuerzo de muestreo para evaluar la diversidad de una comunidad suele ser insuficiente para registrar todas las especies por restricciones logísticas (Moreno et al., 2006). Para tales estimaciones, se han generado modelos matemáticos que permiten estimar la diversidad total de la comunidad como Chao, Jacknife y ACE, que ofrecen un acercamiento a lo que podría encontrarse realmente en la comunidad de estudio (Moreno et al., 2001). La estimación puede hacerse a partir de los datos de muestreo, mediante la extrapolación de las curvas de acumulación de especies o con la aplicación de métodos no paramétricos. Esta última opción involucra la estimación de las especies no vistas, es decir, aquellas que probablemente están presentes en una muestra homogénea y más grande del ensamble, pero que no se hallaron con el muestreo actual (Chao et al., 2005). La curva de acumulación de especies es una gráfica del número de especies observadas como función de alguna medida del esfuerzo de muestreo requerido para observarlas. Puede construirse a partir de cualquier matriz empírica de especies/muestra, y sus celdas pueden contener abundancias de las especies o datos de presencia/ausencia (Colwell et al., 2005). Como la curva de acumulación resultante no es una curva suave debido a la heterogeneidad espacial o temporal y a efectos estocásticos simples, puede usarse la rarefacción, que estima el número de especies esperadas para cualquier número menor de individuos, bajo el supuesto de mezcla aleatoria de individuos (Jiménez-Valverde y Hortal, 2003). Este tipo de estimación permite la 29 comparación de diferentes ensambles a niveles comparables de esfuerzos de muestreo (Colwell et al., 2005). En este trabajo se usaron tanto estimadores como la diversidad verdadera, como medidas para analizar la diversidad de cantáridos en siete localidades con BTC. 4.3 Diversidad beta El concepto de diversidad beta tiene muchas aplicaciones y muchas interpretaciones conceptuales, y casi para cada una de ellas existe un índice nuevo para medirla. Debido a esta variedad ha sido difícil que los investigadores lleguen a un acuerdo sobre cuál es la interpretación cuantitativa correcta del componente beta de la diversidad (Tuomisto, 2010). El uso de diferentes medidas o enfoques en un solo conjunto de datos, puede desde luego derivar en resultados e interpretaciones muy distintas, incluso erróneas. La pluralidad del concepto fue anotada recientemente por Jurasinski et al. (2009), quienes identificaron tres interpretaciones de la diversidad beta: inventario, diferenciación y proporción. La primera se refiere a la diversidad dentro de la muestra, la segunda a la similitud de la composición de especies entre muestras, y la última a la comparación de la diversidad de inventario a través de escalas temporales o espaciales. La diversidad beta está inversamente relacionada con los principales conceptos de similitud. De manera que si un conjunto de comunidades son comparadas entre sí por su composición de especies, entonces las frecuencias de las especies (el tamaño de la comunidad) no son importantes. Si las comunidades son muy similares, tendrán una baja diversidad beta, y viceversa (Jost, 2007). En un amplio sentido, la diversidad beta también ha sido usada para expresar el reemplazo espacial en la identidad de las especies de dos o más áreas. Tal que, para un nivel dado de riqueza de especies regional, el incremento de significa una diferencia más marcada entre las localidades individuales, que representarán una menor proporción de las especies que habitan en la región (Koleff, 2005). 30 En 2010, Tuomisto propuso definir el componente beta de la diversidad por la elección de 1) una medida de diversidad, 2) una definiciónpara el componente alfa, y 3) una relación (división) entre los componentes alfa y gamma (Fig. 4). Cuando se elige la opción A, se obtienen las diversidades alfa, beta y gamma verdaderas propuestas por Jost (2006) (líneas gruesas negras). En la misma figura, se representa la propuesta original de Whittaker (1960, 1972), para medir la diversidad beta; la línea punteada fue rechazada por el mismo Whittaker (1972). Las opciones de las líneas grises corresponden a otras definiciones de este componente de la diversidad. Figura 4. Definición y cuantificación del componente beta de la diversidad, propuesto por Tuomisto (2010). A) Diversidad verdadera qD; B) Entropía Shannon H’= log(1D); C) Índice de Gini-Simpson 1 - 2 = 1 – 1/2D; D) Alfa de Fisher; E) valor absoluto de otros índices de diversidad. De acuerdo a Anderson et al. (2010) la propuesta de Tuomisto contradice el hecho de que el concepto original de diversidad beta de Whittaker es mucho más general. Por ello, estos últimos autores propusieron que la diversidad beta podría reflejar dos diferentes fenómenos, el anidamiento y el recambio espacial. El anidamiento de los ensambles de especies ocurre cuando las biotas de los sitios con números de especies más pequeños son subconjuntos de las biotas de sitios más ricos. Mientras que el recambio espacial y/o temporal 31 implica el reemplazo de algunas especies por otras, como consecuencia del efecto ambiental reflejo de limitaciones espaciales o históricas. Aunque existe esta gran controversia en torno al concepto y medida de la diversidad beta, en esencia la pregunta sigue siendo la misma: ¿qué hace más o menos similar a un ensamble de especies de otro, en diferentes lugares y tiempos? (Anderson et al., 2010). La pregunta original de este trabajo implica el reconocimiento del recambio de la diversidad entre siete comunidades, lo que puede lograrse bajo el concepto de diversidad beta verdadera. Sin embargo, también se acepta que el componente beta de la diversidad está relacionado y determinado por los factores espaciales, temporales y ambientales. Así, la evaluación de la diversidad beta bajo el concepto de Jost no explicaría esa relación, por lo que en este trabajo también se usó la propuesta de Anderson et al. (2010), para el análisis de la diversidad beta y su relación con las variables ambientales. 32 MÉTODOS 5 Área de estudio Entre los años 1995 y 2009 se hicieron muestreos entomológicos en nueve localidades de la vertiente del Pacífico Mexicano (Cuadro 1), en las que el bosque tropical caducifolio es el tipo de vegetación característica. El objetivo de ese proyecto fue obtener listas de especies de grupos particulares de Insecta y analizar su fenología y distribución espacial. Los periodos de recolecta fueron anuales, aunque sólo en algunas localidades fue sistemática y duró doce meses, mientras que en otras las recolectas duraron entre seis y ocho meses (Cuadro 1). Todas incluyeron la época de secas y la de lluvias. En los siguientes párrafos se describen las principales características de siete de las localidades de estudio que fueron consideradas para este trabajo. Cuadro 1. Localidades con BTC en la Vertiente del Pacífico Mexicano que fueron muestreadas e incluidas en el presente estudio. Se ordenaron según su latitud, de norte a sur. Localidad Periodo de recolecta Coordenadas Rango de altitud San Javier, Sonora 11/2003 – 10/2004 28°34’53” N -109°44’51.5” O 433 – 795 msnm San Buenaventura, Jalisco 11/1996 – 10/1997 19°47’37” N -104°03’19” O 720 – 900 msnm Ixtlahuacán, Colima 04/2006 – 02/2007 18°59’10.2” N -103°42’13.5” O 101 – 415 msnm Sierra de Huautla, Morelos 11/1995 – 10/1996 18°27’26” N -99°07’33” O 940 – 1060 msnm Santiago Dominguillo, Oaxaca 11/1997 – 10/1998 17°39’23” N -96°54’39.6” O 750 – 940 msnm Acahuizotla, Guerrero 06/2008 – 03/2009 17°22’44” N -99°27’16” O 769 - 994 msnm Huatulco, Oaxaca 05/2005 – 11/2005 15°46’10.4” N -96°11’40.6” O 019 - 187 msnm 33 5.1.1 San Javier, Sonora La Sierra de San Javier, Sonora se encuentra en el municipio del mismo nombre al centro del estado, y forma parte de la porción suroeste de la Sierra del Aliso (Stewart y Roldán-Quintana, 1991). Se considera una región terrestre prioritaria de México (Arriaga et al., 2000). El BTC es la comunidad vegetal dominante en esta región, y además representa el límite norte de este tipo de vegetación en América (Búrquez et al., 1992, 1999). Las recolectas se realizaron en los meses de abril, junio, julio, agosto, octubre y noviembre de 2006 y febrero del 2007, principalmente en el municipio de San Javier. Los sitios muestreados se localizan entre las coordenadas 28°34’40.1” y 28°32’18.2” de latitud norte y entre -109°44’51.5” y -109°39’54.3” de longitud oeste, a una altitud entre 433 y 795 msnm (Fig. 5). Éstas duraron cinco días cada mes, iniciándose dos días antes del día del cuarto menguante lunar (Zaragoza-Caballero y Ramírez-García, 2009). En esta sierra se hallan básicamente dos tipos de clima, uno semiseco cálido BS’hw(x’)(e’) y el otro semicálido húmedo (A)Ca(w0)(x’)(e), en el que se halla la localidad de estudio. Presenta verano cálido, lluvias predominantemente en verano y escasas en invierno, muy extremoso. La temperatura media máxima mensual es de 25.6 °C en los meses de junio y julio y la media mínima mensual de 11.3 °C en diciembre y enero. La época de lluvias se presenta en julio y agosto, con una precipitación media anual de 630.1 mm, además en los meses de febrero y marzo hay heladas frecuentes (INAFED, 2005). En esta zona, las barrancas y cañones están ocupados por grandes árboles, muchas epífitas y pteridofítas, gracias a la estructura fisiográfica accidentada de la región. Los escurrimientos son intermitentes, a excepción del tramo del arroyo San Javier que recorre parte del Rancho Cerro Verde y el Rancho El Cajón en el cañón de Lo de Campa, que en época de secas se alimenta de filtraciones. 34 Figura 5. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de San Javier, Sonora. 5.1.2 San Buenaventura, Jalisco El área de estudio se localiza dentro del poblado de San Buenaventura, municipio El Limón, entre los 19°47’20” y 19°47’50” de latitud norte y -104°05’15” y -104°05’40” de longitud oeste (Fig. 6). Limita al norte con el municipio Ejutla, al sur con Tuxcacuesco, al oriente con El Grullo y al poniente con el de Tonaya (Zaragoza-Caballero et al., 2000). El clima es de tipo Aw0(w)(i')g, cálido subhúmedo con lluvias en verano, con invierno y primavera secos (García, 1988). La temperatura media anual es de 24.8 °C y la precipitación media anual promedio de 887.3 mm, con régimen de lluvias en los meses de junio, julio y agosto. La precipitación anual registrada por la estación climatológica más cercana (Presa B. Badillo; CNA, 2000) para el periodo de estudio fue de 747 mm, mientras que la temperatura media para el mismo periodo fue de 23.8°C, con una temperatura máxima y mínima promedio de 31.9°C y 15.8°C, respectivamente. La temperatura más alta durante el periodo de estudio se registró en mayo y la más baja en enero. La hidrografía está representada por los ríos y arroyos que conforman la cuenca hidrológica del río Ameca perteneciente a la región Pacífico Centro. El 35 principal afluente es el río Tuxcacuesco que cruza su territorio por el poniente; además de arroyos permanentes como El Salado y El Hondo, y temporales como los arroyos Las Piletas, El Grande, Agua de San José y El Carrizal. Las áreas planas a lo largo de los cañones y arroyos han sido abiertas a la agricultura y los lomeríos han sido usados como áreas de forrajeo para vacas y chivos, lo que ha provocado que en esos sitios, el sotobosque haya prácticamente desaparecido. El trabajo de campo se realizó entre noviembre de 1996y octubre de 1997. Las recolectas se realizaron mensualmente y duraron cinco días cada mes (Zaragoza-Caballero et al., 2000). Figura 6. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de San Buenaventura, Jalisco. 5.1.3 Ixtlahuacán, Colima Esta localidad se encuentra en el municipio del mismo nombre. Los sitios de muestreo están entre los 18°59’10.2” y 19°05’48” de latitud norte y -103°42’13.5” y -103°47’0.4” de longitud oeste. El clima de la localidad es de tipo Aw0(w)ig, y el municipio se considera cálido subhúmedo con lluvias en verano en 96.5%, y semiseco muy cálido y cálido el resto. La temperatura promedio es de 26 ° C y la 36 precipitación promedio anual de 901.8 mm (INEGI, 1996) (Román-Miranda, 2001). La fisiografía es de planos y planos ondulados, con pendientes de 2 a 10%, por lo que este terreno pertenece a las clases de “a nivel o casi nivel”, “ligera” y “moderada”. Su principal afluente es el río El Salado y algunos arroyos como El Tecuanal, y el nacimiento de agua de La Toma. El trabajo de campo se realizó en nueve sitios (Fig. 7) entre abril de 2006 y febrero de 2007. Las recolectas se realizaron los meses de abril, junio, julio, agosto, octubre y noviembre de 2006 y febrero del 2007. Éstas duraron cinco días cada mes, iniciándose dos días antes del cuarto menguante lunar (Barba- Medina, 2009). Figura 7. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Ixtlahuacán, Colima. 5.1.4 Sierra de Huautla, Morelos Los sitios de recolecta se encuentran dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla, en el municipio de Tlaquiltenango, Morelos, entre las coordenadas 18°27’26” y 18°28’04” de latitud norte y -99°07’33” y -98°59’33” de longitud oeste (Fig. 8). Presenta un clima de tipo Aw”0(w)(i')g, con precipitación media anual de 850 mm y temperatura media anual de 25.1°C. 37 La Sierra de Huautla es un área prioritaria para la conservación de aves, AICA C-49 (Argote et al., 1999) y una región terrestre prioritaria (número 120, Arriaga et al., 2000). Posiblemente es la región cubierta por BTC con buen estado de conservación más grande de toda la Cuenca del Río Balsas, particularmente de la Cuenca Alta del Balsas. La Sierra de Huautla alberga un número muy importante de especies endémicas a México y otras endémicas de los bosques secos mexicanos. En la región se encuentran 34 especies de anfibios y reptiles, 16 de aves y 12 de mamíferos que son exclusivas de México. Diez especies de aves incluso son endémicas a la Cuenca del Balsas. Además, una especie de bacteria, doce de escarabajos y una planta son endémicas a la Sierra de Huautla (Zaragoza- Caballero et al., 2003). Es muy posible que al intensificar los trabajos botánicos y faunísticos en esta zona, es factible hallar más especies endémicas (Zaragoza- Caballero et al., 2010). Aquí se han registrado un total de 937 especies de plantas vasculares, incluidas en 449 géneros y 130 familias. De las últimas, las más abundantes en cuanto a número de especies son Fabaceae, Poaceae, Asteraceae y Burseraceae. La familia Burseraceae encuentra su mayor diversidad en los bosques secos de la Cuenca del Balsas (Dorado et al., 2005). Se han registrado también ocho especies de peces, 17 de anfibios, 57 de reptiles, más de 200 de aves, 72 de mamíferos (Dorado et al., 2010), y entre los insectos se reportan 1,866 especies (González-Soriano et al., 2008; Pérez Hernández, 2009). El trabajo de campo se realizó entre noviembre de 1995 y octubre de 1996. Las recolectas fueron mensuales y se realizaron durante cinco días de cada mes, como en el resto de las localidades se inició el día del cuarto menguante lunar (Zaragoza-Caballero et al., 2003). 38 Figura 8. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de la Estación CEAMISH, Sierra de Huautla, Morelos. 5.1.5 Santiago Dominguillo, Oaxaca Esta localidad forma parte de la región de la Cañada, Distrito de Cuicatlán, en el municipio de San Juan Bautista Cuicatlán, Oaxaca, y los muestreos fueron realizados entre los 17°37’35” y 17°38’52” de latitud norte y los -96°55’07” y - 96°54’50” de longitud oeste (Fig. 9). Esta localidad es depositaria de una excepcional riqueza biológica, además que ésta área es muy importante desde el punto de vista antropológico por su rica historia cultural. La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán se decretó como Área Natural Protegida el 18 de septiembre de 1998, con una superficie de 490, 186.54 ha (CONANP, 2010). Santiago Dominguillo se encuentra dentro de los límites de la provincia florística denominada Tehuacán- Cuicatlán (Rzedowski, 1978) y es parte de la región de La Cañada, Distrito de Cuicatlán, en el municipio San Juan Bautista Cuicatlán (INAFED, 2002). La zona presenta una temperatura media anual 24.2° y una precipitación media anual de 495 mm. El clima de la localidad pertenece al tipo semiárido Bs0(h')w”(w)(i')g. Las temperaturas son cálidas y semicálidas, con un régimen de 39 verano con canícula y con poca a extremosa oscilación de temperatura, principalmente por el efecto de sombra de lluvia que produce las Sierras de Juárez y la de Zongolica. El Río Grande es la principal corriente de la zona, que recoge las aguas del Río Las Vueltas y que finalmente se unen al Río Santo Domingo, afluente del Papaloapan (Zaragoza-Caballero et al., 2000). El trabajo de campo se realizó entre noviembre de 1997 y octubre de 1998. Las recolectas se realizaron a lo largo de todo el año, excepto diciembre, y duraron cinco días cada mes, empezando el día del cuarto menguante lunar (Zaragoza-Caballero et al., 2009). Figura 9. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Dominguillo, San Juan Bautista Cuicatlán, Oaxaca. 5.1.6 Acahuizotla, Guerrero Se encuentra entre la ciudad de Chilpancingo y Tierra Colorada, al oriente de la carretera 95 México-Acapulco. Localidades cercanas a esta área son Mazatlán, Lagunillas, El Salado, El Ocotito, Agua de Obispo, Zacaxtlahuacán, Coaxtlahuacán y San Roque han formado parte de estudios florísticos (Flores, 1990). En este estudio los sitios de muestreo se hallan entre los 17°21’518.4” y 17°23’00” latitud norte y los -99°27’44.5” y -99°27’00” longitud oeste (Fig. 10). 40 El clima predominante es semicálido-subhúmedo de tipo A(C)w2(w)ig con un promedio anual de temperatura de 23.9°C y un promedio anual de precipitación de 1261 mm. En esta zona, el BTC es el tipo de vegetación predominante y se ubica entre los 700 y 1800 msnm. Hasta ahora no existe información precisa sobre las especies de fauna presentes en el área (Velázquez, 2010). Esta región se caracteriza por una topografía muy accidentada que comprende desde los 700 a los 2600 msnm. Se presentan dos formaciones geológicas: Agua de Obispo y Morelos, compuestas principalmente por rocas sedimentarias, calizas e ígneas intrusivas pertenecientes al Cretácico. Las recolectas mensuales se realizaron entre junio del año 2008 y marzo del 2009. Cada una tuvo una duración de cinco días en que se usó la recolecta directa y trampas de atracción luminosa. Figura 10. Sitios de recolecta de insectos en el BTC de Acahuizotla, Guerrero. 5.1.7 Huatulco, Oaxaca Los sitios muestreados se hallan dentro del Parque Nacional Huatulco, entre las coordenadas 15°44’58” y 15°48’58” de latitud norte y los -96°17’52” y - 96°10’33” de longitud oeste (Fig. 11). El BTC de esta zona representa la 41 comunidad vegetal con mayor distribución y número de especies comparada con otras el resto de las comunidades vegetales del área (Lira y Ceballos, 2010). El Parque Nacional Huatulco (PNH), establecido en 1998, pertenece al municipio Santa María Huatulco. Forma parte del sistema natural que integra junto con la región Copalita-Zimatán, una de las biorregiones más importantes del país, por sus elementos naturales que le confieren alta importancia para la conservación en el ámbitonacional e internacional de ecosistemas de los BTC y arrecifes coralinos. Por su posición latitudinal y la influencia de las aguas cálidas del océano Pacífico, Huatulco presenta un clima cálido subhúmedo de tipo A (w)i, con un porcentaje de lluvias en verano mayor al 90% y con una temperatura media anual de 26.8 °C. El régimen pluvial es torrencial y de corta duración en el verano; la precipitación media anual es de 871 mm. El BTC de esta región presenta un buen estado de conservación y una biodiversidad elevada de flora y fauna (Semarnat, 2003). Se tienen registradas 430 especies de flora, 15 de anfibios, 291 de aves, 72 de reptiles, 61 de mamíferos incluyendo los marinos (Semarnat, 2003). Entre los insectos se han reconocido 52 especies de odonatos (Venegas Suárez-Peredo, 2011) y 17 de encírtidos (Rodríguez Vélez et al., 2009). Del total, 146 se encuentran bajo un estatus de protección de acuerdo a la NOM-059-Semarnat-2001. El 60.1% de las aves se consideran residentes de la zona, el 34.4% migratorias en el invierno, 4.3% migratorias de paso y el 1.2% migratorias intratropicales y altitudinales. El trabajo de campo se realizó entre febrero y noviembre de 2005. Las recolectas se realizaron los meses de febrero, mayo-junio, julio, agosto- septiembre, octubre y noviembre. Éstas duraron cinco días cada mes, iniciándose dos días antes del cuarto menguante lunar. 42 Figura 11. Sitios de recolecta de insectos en el BTC del Parque Nacional Huatulco (PNH), Huatulco, Oaxaca. 5.2 Recolecta de material entomológico Fueron empleadas la atracción luminosa, la recolecta directa y trampas de intercepción tipo Malaise como técnicas de recolecta, que permitieran capturar una entomofauna representativa de cada una de las siete localidades de la vertiente del Pacífico Mexicano. Las trampas de luz consistieron en una combinación de dos fuentes luminosas: una lámpara de vapor de mercurio y una trampa de luz tipo Minnesota (ver Southwood, 1966), colocadas sobre un contenedor de 20 cm de diámetro lleno con alcohol al 70%. Ambas fuentes luminosas fueron colocadas contra una pantalla blanca vertical de 1.80 m x 1.50 m (LINBOS, 2011). Durante el muestreo, las trampas fueron colocadas en al menos tres sitios y permanecían en el mismo lugar por cuatro horas diarias (20:00 a 24:00 horas en el horario de verano y 19:00 a 23:00 horas el resto del año), durante los cinco días de muestreo de cada mes. El diseño de las trampas Malaise se basó en el modelo Townes (Townes, 1972). Se colocaron seis trampas de este tipo en diferentes sitios. Al igual que 43 las trampas de atracción luminosa, cada trampa operó durante cinco días cada mes, en que el material recolectado se mantenía en un frasco recolector con alcohol al 70%. Estas trampas se colocaron en todas las localidades con excepción de Acahuizotla, Guerrero. El método de recolecta directa se realizó durante cinco días al mes. Se utilizó red aérea y paraguas entomológico entre las 09:00 y las 15:00 horas. Para la recolecta de Cantharidae la recolecta se enfocó en flores, follaje y vegetación leñosa en general. Es necesario enfatizar que las recolectas fueron hechas en distintos periodos, y el número de muestreos varió entre seis meses a un año. Las características y comparaciones de cada tipo de recolecta se resumen en el Cuadro 2 y en el Anexo III. Los ejemplares de Cantharidae obtenidos, se encuentran depositados en la Colección Nacional de Insectos (CNIN) del Instituto de Biología de la UNAM, y la información de cada uno está concentrada en una base de datos que será anexada a la Unidad de Informática para la Biodiversidad del mismo Instituto (UNIBIO, 2011). Cuadro 2. Dinámica de muestreo de cada técnica de recolecta de Insecta, que se empleó en siete localidades con BTC. Las trampas Malaise se emplearon en todas las localidades, con excepción de Acahuizotla, Guerrero. *Número de personas. Tipo Luz Malaise Directa Trampas 3 6 2* Días 5 5 5 Horas/día 4 24 6 Horas totales 720 8640 60 44 5.3 Tratamiento de los datos 5.3.1 Base de datos de Cantharidae La base de datos construida incluye los datos de las especies de las siete localidades muestreadas. En la medida de lo posible se creó siguiendo los estándares empleados por la Unidad de Informática para la Biodiversidad, del Instituto de Biología, UNAM, a fin de que pueda anexarse a ésta una vez que la limpieza de la base de datos se realice. La información que contiene hace referencia a la clasificación de las especies halladas en este estudio y a la ubicación geográfica de las localidades de procedencia de los ejemplares. A partir de esta base de datos, se crearon varias matrices por localidad y regional para analizar la diversidad de los cantáridos del BTC. Tales matrices fueron de presencia-ausencia y de abundancia de las especies, para el análisis de la diversidad alfa y beta, y la fenología. Además se realizaron otras matrices en las que se incluyeron los valores de los parámetros ambientales de cada localidad, para el estudio de la relación del recambio de especies con la variación de los factores abióticos entre localidades. Los datos también fueron separados de acuerdo a la estación de secas o de lluvias, para analizar la fenología de este grupo de escarabajos. 5.3.2 Análisis de la diversidad El primer paso para el estudio de la diversidad de Cantharidae en el BTC, fue calcular el número de especies esperadas mediante la rarificación de los datos y con curvas de acumulación de especies, ambos para evaluar el esfuerzo de muestreo. Las curvas de rarefacción estandarizan la abundancia de las especies observadas para calcular el número de especies esperadas y de esta manera hacer comparaciones de la riqueza específica entre localidades con distinto esfuerzo de muestreo. Para ello asume que las especies se distribuyen al azar y que las recolectas son muestras aleatorias de sus individuos (Hulbert, 1971). Se utilizó el software Biodiversity Pro (McAleece et al., 1997) para elaborar las curvas de rarefacción, y los datos fueron estandarizados según la media de sus abundancias proporcionales. 45 Las curvas de acumulación de especies se hicieron de acuerdo con la función de Clench, que ha demostrado tener un buen ajuste en distintos grupos de Insecta (Papilionoidea y Hesperoidea: Soberón y Llorente, 1993; Sphingidae: León-Cortés et al., 1998). Esta función modela la relación entre el esfuerzo de muestreo y el número de especies encontrado. Además está recomendado para estudios de sitios con área extensa y para protocolos en los que, cuánto más tiempo se pasa en el campo, mayor es la probabilidad de hallar una especie nueva (Soberón y Llorente, 1993). La unidad de muestreo contemplada en este estudio fueron los meses de recolecta, desglosados en matrices de presencia- ausencia de las especies. Este análisis se hizo a través del software Effort Predictor V 1.0, que es un complemento del software EstimateS (Colwell, 2009). Después de analizar el esfuerzo de muestreo, se hizo el análisis de la diversidad alfa dentro de cada localidad bajo el concepto de diversidad verdadera. Se consideró la riqueza de especies, el exponencial del índice de Shannon y el inverso del índice de Simpson, como aquellos que representan la diversidad verdadera de orden 0, 1 y 2 respectivamente, en términos de números efectivos de especies. Se analizó la diversidad alfa verdadera observada y la estimada. De acuerdo con la propuesta de Moreno et al. (2011), la diversidad verdadera estimada de orden 0 (riqueza de especies, con datos de presencia- ausencia) se obtuvo mediante el estimador no paramétrico ACE (Chao y Lee, 1992). Para estimar la diversidad de orden 1 (exponencial del índice de Shannon, cuando la abundancia de las especies es muy similar) se utilizó el estimador del índice de Shannon,Bias-corrected Shannon Diversity estimator (Chao y Shen, 2003), que se recomienda en el caso de que no se tenga un conocimiento completo de la comunidad. Finalmente para estimar la diversidad de orden 2 (inverso del índice de Simpson, cuando hay especies dominantes), se consideró el estimador Minimum variance unbiased estimator (MVUE; Chao y Shen, 2010). Las estimaciones se calcularon mediante el software SPADE (Chao y Shen, 2010), que ofrece distintos estimadores de la diversidad, en términos de la diversidad verdadera y en los distintos órdenes de q (0, 1 y 2). 46 Una vez realizados los análisis de diversidad alfa, se analizó la diversidad beta en términos del recambio de especies entre localidades, y también en términos de dicho recambio a lo largo de un gradiente ambiental. El primer acercamiento para analizar el recambio de especies fue la obtención de la diversidad beta verdadera, según la propuesta A de Tuomisto (2010) (Fig. 3), y denominada por Jost partición multiplicativa de la diversidad. Por tratarse de siete comunidades con diferente riqueza de especies, cada una de éstas con diferentes abundancias entre sí, se utilizó la fórmula de partición multiplicativa ponderada de la diversidad beta verdadera: (∑ ) [ (∑ ) (∑ ) ] Dónde: ⁄ Los resultados así obtenidos están dados en números de comunidades efectivas. Esta unidad de medida se interpreta como el número de comunidades virtuales que conformarían en conjunto las siete comunidades de Cantharidae asociadas al BTC; cada una de esas comunidades virtuales tendrían un mismo número de especies no compartidas entre sí, y todas las especies tendrían la misma abundancia relativa. Este resultado es una forma muy general de observar el recambio entre dichas comunidades. Para observar el recambio entre pares de comunidades se realizó una matriz de disimilitud estimada con el índice de Morisita, y una matriz de similitud de Jaccard. Para ambos índices se usaron matrices de abundancia de las especies. El índice de Morisita es la medida de diversidad genética D propuesta por Jost (2008) y fue obtenido con el software SPADE (Chao y Shen, 2010). Este índice sirve para comparar N comunidades basadas en las especies compartidas por al menos q comunidades. Su rango de disimilitud es de 0 a 1, donde 0 47 significa que la comunidad comparte exactamente las mismas especies, y 1 cuando no comparten ninguna especie. Este índice es muy sensible a las especies dominantes, de manera que enfatiza las relaciones entre las especies más abundantes en los ensambles (Chao y Shen, 2010). El índice de similitud de Jaccard se calculó con el software PAST (Hammer et al., 2001). En la matriz resultante los valores tienen un rango de 0 a 1, y contrario al índice de Morisita explicado anteriormente, un valor de 0 hace referencia a disimilitud total, cuando dos comunidades no comparten ninguna especie, y 1 cuando todas sus especies son las mismas. Para visualizar mejor la similitud o disimilitud entre las siete localidades, se realizaron análisis de clusters con el software PAST (Hammer et al., 2001). Los clusters se hicieron de acuerdo con las medidas de Bray-Curtis, Morisita y Jaccard, para los que se utilizó una matriz de presencia-ausencia de las especies. El concepto de diversidad beta verdadera se adoptó en este estudio por considerar que la información obtenida así es muy útil. Sin embargo, solamente arroja información sobre el recambio de especies entre sitios. Para cumplir con los objetivos de este estudio, también se analizó el recambio de especies de Cantharidae con respecto a diferentes parámetros ambientales asociados al BTC en las localidades de estudio, de acuerdo con el concepto de diversidad beta propuesto por Whittaker (1960) (la variación o el recambio de especies a lo largo de uno o varios gradientes ambientales). Pese a que de alguna manera pudieran interpretarse como contrarios, ambos conceptos son muy interesantes e informativos, por lo que es necesario incluir a ambos. Una forma de resolver esto, es analizar los datos con herramientas estadísticas que miden la tasa de recambio a lo largo de un gradiente. Para definir si existe un gradiente ambiental que determina el recambio de especies entre las comunidades, se hizo un análisis que incluyó la latitud, precipitación, temperatura, estacionalidad y el índice P/T (precipitación – temperatura), por considerarse como los factores ambientales más influyentes 48 en la distribución de los insectos en el BTC. Esta relación se calculó mediante un modelo de regresión lineal con el software Infostat (Di Rienzo et al., 2011), y con una correlación simple usando el software Past (Hammer et al., 2001). 5.3.3 Parámetros ambientales y diversidad de Cantharidae Para analizar la relación de las variables abióticas con la diversidad de Cantharidae, se usaron los datos correspondientes a los parámetros climáticos más relacionados con la biología de los Cantharidae y los procesos del BTC, con el fin de hallar algún proceso que pudiera explicar las diferencias en la biodiversidad. Los promedios de las variables abióticas para cada localidad se obtuvieron del Atlas Climático Digital de México (UNIATMOS, 2011), e incluyen precipitación, temperatura, estacionalidad y latitud (Cuadros 3 y 4). Los datos mensuales de precipitación y temperatura se obtuvieron del Sistema Meteorológico Nacional (2011), corresponden a los periodos de recolecta de cada localidad en los estados en que se halla cada una. Una vez obtenida la diversidad alfa de Cantharidae en las siete localidades con BTC, se hizo un análisis de la fenología, es decir, de la distribución temporal de la riqueza y abundancia de los cantáridos en relación a la variación en la temperatura y precipitación a lo largo del año de muestreo en cada localidad (Figuras 12 y 13). Finalmente, se realizó un análisis de correspondencia canónica (CCA) con el software CANOCO (2009), que sirvió para analizar cuál de los parámetros ambientales explica mejor el recambio de especies entre las localidades, y para determinar en qué medida pueden explicar la variación en la composición de los ensambles de cantáridos, los factores ambientales antes mencionados. 49 Cuadro 3. Parámetros ambientales que fueron considerados como relacionados con la diversidad de Cantharidae del Bosque Tropical Caducifolio. Localidad Precipitación (mm) Temperatura (°C) Media anual Máxima Mínima Media anual Máxima Mínima San Javier, Sonora 655 182 3 22.2 31.6 12.9 San Buenaventura, Jalisco 834 187 3 24.2 35.5 12.2 Ixtlahuacán, Colima 945 217 4 25.4 35.4 15.2 Sierra de Huautla, Morelos 850 195 2 25.1 37.9 12.5 Santiago Dominguillo, Oaxaca 495 100 3 24.2 34.8 13.0 Acahuizotla, Guerrero 1261 285 2 23.9 33.3 14.1 Huatulco, Oaxaca 871 200 2 26.8 34.4 18.1 Cuadro 4. Parámetros ambientales que fueron considerados como relacionados con la diversidad de Cantharidae del Bosque Tropical Caducifolio. Localidad Estacionalidad_CV Índice P/T % lluvia invernal Oscilación térmica Tipo de Clima San Javier, Sonora 103 29.6 12.1 13.6 (A)Ca(w0)(x’)(e) San Buenaventura, Jalisco 98 34.5 4.1 6 Aw0(w)(i')g Ixtlahuacán, Colima 105 37.2 3 4.8 Aw0(w)ig Sierra de Huautla, Morelos 110 33.8 1.4 6.4 Aw”0(w)(i')g Santiago Dominguillo, Oaxaca 94 20.5 2.8 6.9 Bs0(h')w”(w)(i')g Acahuizotla, Guerrero 109 52.8 1.3 4.1 A(C)w2(w)ig Huatulco, Oaxaca 105 32.5 1.3 2 Aw0”(w)i 50 Figura 12. Precipitación mensual en las localidades de estudio. Figura 13. Temperatura mensual en las localidades de estudio. 0 50 100 150 200 250 300 350 400 Precipitación Sjav Sbue Ixtl Huau Domi Acah Huat 10 15 20 25 30 35 Temperatura Sjav Sbue Ixtl Huau Domi Acah Huat 51 RESULTADOS
Compartir