Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS CENTRO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIONES BIBLIOTECOLÓGICAS POSGRADO EN BIBLIOTECOLOGÍA Y ESTUDIOS DE LA INFORMACIÓN POLÍTICA CULTURAL Y POLÍTICA BIBLIOTECARIA EN MÉXICO. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRO EN BIBLIOTECOLOGÍA Y ESTUDIOS DE LA INFORMACIÓN PRESENTA: ARTURO DELGADO SÁNCHEZ ASESOR: DR. EGBERT JOHN SÁNCHEZ VANDERKAST. México, D.F., 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Con todo mi afecto para: Carmen Sánchez Castillo (Q.E.P.D.): En mis sueños de niño tengo un mayo y desde entonces me formaste para vivir siempre en abril. Agustín Delgado Arellano (Q.E.P.D.): Me llevaste de tu mano a recibir y a despedir al sol, a explicarme sobre la estrella que todos tenemos y cuya obligación es colocarla en el firmamento. David Delgado Pineda: Porque abordaste este viaje desde la partida y juntos navegamos días aciagos pero iguales de luz. Convidándome de tu fuerza para expandir velas hasta alcanzar puerto e izar esta bandera que también es tuya. Gracias, mi pachuco. Damaris Delgado Pineda: Porque en ti reconozco tantas cosas que representan demasiado para mí, porque siempre dices lo que piensas y casi nunca piensas como yo. Gracias, mi guerrera y jamás desistas. Dra. Estela Morales Campos: Por mostrarme los caminos a la luz de la inteligencia y continuar los pasos hacia tantos horizontes… Dra. Elsa Margarita Ramírez Leyva: De tan grácil, fresca y dulce didáctica. Mtra. Azucena Reyes Miranda: La colega, la amiga que me extendió su mano con los sueños que me dieron forma para llegar hasta aquí y seguir. Muchas gracias, líder. Para aquellos que, en humildes casas de puertas abiertas, aguardan el nuevo día con una flor. Enorme gratitud: Dr. Egbert John Sánchez Vanderkast, Dra. Elsa Margarita Ramírez Leyva, Dra. Rosa María Martínez Rider, Dr. Jesús Francisco García Pérez, Mtro. Miguel C. Gama Ramírez, Dr. Roberto Garduño Vera. Los Iconos: Mtra. Ema Hernández Gómez, Dr. Jesús Francisco García Pérez, Mtro. Ricardo Montes Gómez, Mtra. Angélica Guevara Villanueva, Dra. Silvana Elisa Cruz Domínguez, Mtra. María de los Ángeles Escutia Montelongo, Mtro. Apolinar Sánchez Hernández, Mtra. Juana Yolanda Guillén Cruz, Mtro. Alberto Begne Guerra, Dr. Luis Arturo Méndez Reyes, Mtro. Oscar Espíndola, Mtro. Alejandro Ortiz Mar, Lic. Carlos Pérez Rangel, Lic. David Díaz Cástulo, Lic. Zoila De La Vega, Lic. Genaro Rodríguez Ramos, Dr. Agustín Corona Ramírez, Lic. José Villaseñor Villalobos, Lic. Diego Santana Zúñiga, Lic. Javier Torales Chávez, Lic. José Luis Trujillo, Lic. Crescencio Juárez Flores, Lic. Fernando Cuellar Reyes, Ing. Fernando Bello, Mtro. Jesús Granados, Mtro Víctor Cabello. De patrias, banderas y sueños: Gabriela Pedroza Marín, Nohemí Mogollan Ramírez, Fabiola Galván Escalona, Celia Tijerin González, Tzamna Pichardo Lagunas, Ingrid Lynn Paredes Moreno, Marilú Cabrera Vázquez, Monserrat Rangel González, Alicia García Varela, Amalia Vargas Espinosa, Elizabeth Cruz Ávila, Paula Razo Gutiérrez, Natalia Salazar, Ofelia I. González Meneses, Mari Carmen Montes Morales, Rosa María Contreras Rodríguez, Rosalía García, Yelly Cuevas, Ana Luisa Valenzuela, Araceli Mercado Trujillo, Mari Carmen Arriaga Ramírez, Laura Becerril Olivares, Refugio Gárnica Yáñez, Leticia Silvia Ochoa, Brenda Saldaña Mejía, Adriana Del Pilar Colín, Rosa Isela Alonso Espinosa, Ana Rosa Chávez Meneses, José Alejandro Trejo, Juan Carlos Ortiz Alderete, Carlos y Gonzalo Balderas Duran, Alejandro Portilla, Alan García, Francisco Silva O., Joel Tequipanecatl S., Gonzalo Tecuapetla S., Ulises Morales M., Ricardo Machorro J., Fernando Armas Meza, César A. Vidales Beltrán, Ubaldo Arriaga Ramírez, Miguel A. Hernández V. y Brenda A. Morales M., Ada Lilia Bolaños G. y Arturo López León, Benjamín y Clotilde, Moisés Monroy, Javier Caballero Lara y todos aquellos que de alguna manera se han vinculado a mi propuesta. Las raíces: Mis hermanas Rosa, Juana, Guadalupe y mi hermano Luis que nunca dejan de brindarme su apoyo y me siguen apreciando como el hermano pequeño. Gracias a todos mis sobrinos, a Karen, Mariana, Sara, Rebeca, Olivia, Ruth, Edith, Tania, Rubén y a David Meléndez Ojeda siempre atento a mis sueños. Tlazohcamati al dador de vida y a todos ustedes porque aparecen impecables en los párrafos de este documento. “Si me preguntan quién soy o que horizonte cabalgo se reirán con lo que salgo porque ni yo sé quién soy, lo que si seguro estoy que he sido como ave errante que he salido triunfante en metas que me he trazado y a nada me le he rajado mirando siempre adelante”. “Afuera la gente hace lo suyo por vivir afuera la gente quiere averiguar afuera la gente habla del amor afuera todo tiene que cambiar afuera me están llamando… y voy”. “Quiero darle mi día a los que sueñan a los que hacen el pan de madrugada a los que ponen piedras sobre piedras a los que me mantienen tan despierto”. “El cazador se ha tomado tan naturalmente su tarea, que no repara en que pone su vida en juego cada día”. “Aquel que en su nombre traerá palabras, magias, cantos, tradiciones y colores […], papeles, mitos, rocas, notas que nos hagan recordar”. “Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido, lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido”. “Paso toda la noche durmiendo, pero a la vez me mantienen despierto intensos sueños”. TABLA DE CONTENIDO INTRODUCCIÓN I CAPÌTULO 1 POLÍTICA CULTURAL Y DE INFORMACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA UNESCO 1.1 Introducción 1 1.2 Política cultural desde la visión de la UNESCO 2 1.3 La agenda de la UNESCO 4 1.4 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información 11 1.5 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información y política bibliotecaria como propuesta cultural 17 CAPÍTULO 2 DESARROLLO DE LA POLÍTICA CULTURAL EN MÈXICO 2.1 Introducción 31 2.2. Política cultural en México durante los años ochenta a 2009 32 2.3 Acuerdos y tratados culturales firmados por el estado mexicano con la UNESCO 44 2.4 El papel de la biblioteca en el desarrollo cultural de México 50 2.5 La política editorial del estado mexicano 64 2.6 La política de fomento a la lectura del estado mexicano 70 CAPÍTULO 3 VERTIENTES INTEGRADORAS ENTRE POLÍTICAS DE INFORMACIÓN Y POLÍTICA CULTURAL 3.1 Introducción 76 3.2 Políticas de información y política cultural en la configuración de un modelo Cultural 77 3.3 Convergencia y divergencia entre política de cultural y políticas de información 80 3.4 Vertientes integradoras en las políticas de información y la política cultural 84 3.5 Balance 97 CONCLUSIONES 99 BIBLIOGRAFÍA 103 ANEXOS 109 CUADROS, TABLAS Y FIGURAS CUADROS Cuadro 1 Acuerdos, Convenciones,Protocolos y Manifiestos de la UNESCO orientados hacia una política cultural vinculada a la política de información y/o política bibliotecaria 19 Cuadro 2 Acuerdos, Convenciones y Protocolos de la UNESCO orientados hacia una política cultural y su inferencia en las bibliotecas 25 Cuadro 3 Convenciones ratificadas por México ante la UNESCO 46 Cuadro 4 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de José López Portillo (1976-1982) 52 Cuadro 5 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) 54 Cuadro 6 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) 56 Cuadro 7 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994- 2000) 57 Cuadro 8 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006) 59 Cuadro 9 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2009) 61 Cuadro 10 Política editorial del estado mexicano (1979 – 2009) 65 Cuadro 11 Política de fomento a la lectura del estado mexicano (1979 – 2009) 71 Cuadro 12 Convergencia y situación de la política cultural y la política de información en los sexenios analizados 87 Cuadro 13 Convergencia y situación de la política cultural y la política editorial en los sexenios analizados 89 Cuadro 14 Convergencia y situación de la política cultural y la política de fomento a la lectura en los sexenios analizados 91 Cuadro 15 Convergencia y situación de la política cultural y la política bibliotecaria en los sexenios analizados 93 Cuadro 16 Convergencia y situación de la política bibliotecaria y la política de fomento a la lectura en los sexenios analizados 94 Cuadro 17 Convergencia y situación de la política bibliotecaria y la política editorial en los sexenios analizados 96 TABLAS Tabla 1 Inversión sexenal en millones de pesos en materia de cultura (1995 – 2009) 42 FIGURAS Figura 1 La cultura como modelo 79 Figura 2 Esquema multidimensional para la política cultural y la política de información 82 Figura 3 Punto de encuentros de las políticas 84 I INTRODUCCIÓN El acceso a la información en nuestro país tiene una historia amplia pero es hasta las décadas de los ochenta y noventa cuando el interés a este respecto toma matices de mayor significación, lo cual se refleja en la formulación de intenciones y decisiones por parte del estado para dar cumplimiento amplio a una prerrogativa humana en atención al acceso y uso de la información. La idea de cultura desde la perspectiva de los gobiernos posteriores al sexenio de López Portillo es muy distinta a la utilizada por los gobiernos denominados posrevolucionarios, pues a partir de los ochenta se crean las bases para una economía globalizada en donde la cultura, la información y el conocimiento se distinguen “como piezas fundamentales para el desarrollo económico, político y social”.1 La política cultural agrupa a las políticas de información2 (la política editorial, de fomento a la lectura y la política bibliotecaria) y de su conceptualización emergen agentes políticos e institucionales que determinan su integración en un proyecto de nación para asegurar el cumplimiento por parte del estado con su obligación cultural hacia la sociedad, pero también es una forma de legitimar a la cultura en el desarrollo económico y social en los años que van de 1983 a 2009. Bajo esta panorámica la investigación pretende dar cuenta sí efectivamente el acceso a la información se encontraba presente en el proyecto cultural de la nación y su cumplimiento resultaba favorable en un momento histórico en el que existe “una especie de pasmo cultural a inicios de la década de los ochenta”.3 Un argumento que resulta determinante en la perspectiva de la presente investigación es el reconocimiento de la política cultural del estado en lo referente al acceso a la información de la sociedad a través de una política bibliotecaria que se contemple en un 1 Para García Canclini, el cambio de una visión cultural a otra en nuestro país se caracterizó por:”un ciclo de reproducción y afirmación cultural anterior al periodo de la década de los ochenta significó una barrera difícil de superar”. GARCÍA CANCLINI, Nestor. La cultura mexicana hacia el próximo milenio. En México hacia el 2000: desafíos y opciones. Pablo González coordinador. México: Nueva Sociedad, 1989 p. 379 2 GARCÍA MARTÍNEZ, Ana Teresa. Política bibliotecaria. Convergencia de la política cultural y la política de información. En. Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios No. 71 (Junio 2003) p. 25 - 37 3 BLANCO, José Joaquín. Un chavo bien helado: crónica de los años ochenta. México: Era, 2000 p.13 II proyecto cultural definido vinculado al desarrollo económico, educativo y político del modelo económico globalizante. De igual manera es necesario abordar el análisis del periodo referido (1976 – 2009) en cuanto al acceso a la información impresa por parte de la sociedad para detectar lo acontecido durante el mismo y derivar sus repercusiones inmediatas y mediatas en atención a las políticas de información y la política cultural. En nuestro país la política cultural siempre ha estado latente pero es hasta las décadas de los ochenta y noventa cuando se manifiesta un mayor interés hacia este respecto identificando funciones específicas como la conservación del patrimonio cultural –que incluye el patrimonio bibliográfico–, el apoyo a la creación, la difusión y formación cultural y la cooperación internacional. Precisamente es en la difusión y la formación cultural donde la biblioteca emerge como la institución “que tiene un papel protagónico al facilitar el acceso a toda la población a la información, a los libros, a la lectura, y en general a los bienes y manifestaciones culturales”.4 Es oportuno destacar que a pesar del desarrollo favorable experimentado por las bibliotecas públicas en la década de los ochenta y hasta la actualidad, aun persiste un vacío de investigaciones en nuestra especialidad que permitan conocer y explicar la vinculación entre las políticas de información y la política cultural así como la forma en que ambas influyen en el proyecto de nación para el acceso social a la información y la cultura. La mayoría de las veces se hace énfasis en aspectos cuantitativos de infraestructura de bibliotecas públicas a nivel nacional pero se dejan de lado aspectos de orden legal, de gestión, recursos humanos, planes, programas y proyectos que dan cuenta de una política de información vinculada a una política cultural y de cuya integración se garantiza la cobertura de objetivos gubernamentales en materia de cultura. 4 AGUADO, Álvaro, Myriam Mejía et. al. Lectura, biblioteca y comunidad. Santa Fé de Bogotá: CERLALC, 1993 p. 71 III La problemática latente en el desarrollo de políticas de información y la política cultural aparece incluso desde el concepto que se tiene de cultura en nuestra especialidad y que en cierta forma no se contempla abiertamente como un objeto de estudio que se contextualice al lado de la información, el conocimiento, los usuarios, las tecnologías de la información y la biblioteca misma, o que también el bibliotecólogo no se visualice como un promotor de la cultura. En función de esta problemática, surgen las siguientes interrogantes:¿Cuáles son los elementos que propician el establecimiento de una política cultural que facilita el acceso a la información y a la cultura? ¿De que manera influyen las recomendaciones de la UNESCO en la aplicación y desarrollo de las políticas de información y la política cultural en México? ¿Cuál es la responsabilidad y compromiso que mantiene la figura gubernamental en el desarrollo de la política cultural? ¿En qué sentido las recomendaciones de la UNESCO motivan el reconocimiento de la política bibliotecaria como elemento determinante en la estrategia cultural de nuestro país? ¿Qué tipo de modelo cultural ha sido aplicado por nuestros gobiernos como estrategia que permite el adecuado desarrollo de las políticas de información y la política cultural? Para responder a las anteriores interrogantes se formulan las siguientes hipótesis: 1. El acceso a la información como parte fundamental de una política de información se encuentra directamente relacionado con la política cultural en todos sus niveles. 2. La incorporación de políticas de información en la planeación nacional fue debido a los compromisos adoptados a través de la UNESCO. 3. En un modelo de cultura se integran las políticas respectivas con la intención de elevar y mejorar la estrategia cultural en un contexto cambiante. IV Los objetivos a los que se pretenden dar cobertura en la presente investigación, considera los siguientes: 1. Analizar la conceptualización de la cultura y los elementos que constituyen la política cultural. 2. Describir la asistencia que ofrece la UNESCO para el diseño y aplicación de la política cultural en atención a la política de información y bibliotecaria. 3. Explicar la participación del estado mexicano en el diseño y aplicación de la política cultural, de información y bibliotecaria. 4. Examinar el diseño de la política cultural y bibliotecaria desde la perspectiva de los modelos de cultura que aseguran el acceso a la información y la cultura en nuestro país. Para la elaboración del presente estudio se retoman tanto el método inductivo como el analítico en la revisión de los diferentes planes, programas, proyectos y actores sociales que intervienen en la política cultural y bibliotecaria como objetos de estudio. Las fuentes de las que se parten para realizar este trabajo si bien pueden ser apreciadas en la bibliografía relacionada con el tema elegido se encuentran vinculadas con la postura bibliotecológica y sociológica funcionalista. En cierto modo, esto puede obedecer a que las características de la investigación así lo ameritan. Para dar cumplimiento a los objetivos planteados en la presente investigación se organizaron los capítulos de la siguiente manera. En el primero se analiza la percepción que tiene la UNESCO sobre las estrategias y las recomendaciones que en relación a la política cultural y la política bibliotecaria formula este organismo internacional desde de su creación en atención al acceso a la cultura y la información. En el segundo capítulo se estudia el desarrollo de la “cultura” en nuestro país con especial énfasis en los sexenios que van de 1976 – 2009 en los cuales se exponen los V acuerdos firmados por el estado ante la UNESCO. Se explica además el papel que ha tenido la biblioteca pública en la estrategia cultural de los gobiernos mexicanos desde el sexenio de López Portillo y hasta la gestión de Calderón Hinojosa. El tercer capítulo analiza las vertientes integradoras entre las políticas de información y la política cultural resaltando la presencia y aplicación de un modelo cultural que permite la identificación esquemática de las distintas políticas estudiadas así como la convergencia existente entre la política cultural y la política de información. Por último se ofrecen las conclusiones y recomendaciones correspondientes a esta investigación. 1 CAPÍTULO 1 POLÍTICA CULTURAL Y DE INFORMACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA UNESCO 1.1 Introducción Se explica el significado del término cultura desde la perspectiva de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) haciendo énfasis en los elementos que contiene así como en los propósitos y acciones adscritas en su definición. Se subraya la problemática de la definición de cultura de acuerdo al sentido del término que le otorgan distintas disciplinas pero también se señala que el significado establecido por la UNESCO tiene mayor cobertura y es aprobada por los especialistas como por los estados miembros, mencionando además que la definición aceptada es resultado de un desarrollo histórico que ha experimentado la cultura. Las recomendaciones que la UNESCO establece en materia de políticas culturales pretenden estimular la creatividad pero igualmente intentan garantizar la transmisión, acceso, preservación y disfrute a los bienes y productos culturales generados a través de las relaciones y prácticas sociales desarrolladas en cada país. De ahí la necesidad de presentar la evolución que ha tenido la definición de política cultural en las convenciones de la UNESCO. Se definen y exponen la política de información y la política bibliotecaria como parte de la estrategia cultural fundamentada en los principios de conservación, organización, preservación, préstamo, transmisión, cooperación y acceso a la información que contribuyen al desarrollo de los sectores productivos y social de cada país, lo que hace que tanto la política de información y bibliotecaria sean consideradas en la planeación nacional de aquellos países que han asumido las recomendaciones de la UNESCO en materia de información. En el último apartado se presentan las conferencias, acuerdos y recomendaciones que la UNESCO ha formulado históricamente en dimensiones concretas como lo son la 2 información y las bibliotecas, como parte de las políticas culturales y cuya inferencia contribuye a fortalecer la política de información y la política bibliotecaria con el objeto de mejorar gradualmente el acceso social a la información pero de igual manera buscar que los países generen sus propios recursos de información y dependan menos de otros. 1.2 Política cultural desde la visión de la UNESCO Olmos es enfático al subrayar que toda estrategia en políticas culturales “debe partir de una definición clara del concepto de cultura sobre el cual se estructurarán las acciones respectivas”.1 A partir de esta aseveración destaca la importancia que mantiene el significado de cultura, cuyo sentido restringido o amplio del cual es objeto se deriva una aplicación extensa o mínima en la formulación de las respectivas políticas culturales, lo que conduce a reconocer el interés y prioridad que se les otorga en los planes nacionales. De ahí que el significado de cultura llegue a mostrar en ocasiones –de acuerdo a la definición que se hace de la misma– la postura y tendencias asumidas, pero además, de su comprensión puede deducirse si se continúa con una percepción elitista y centralizada en aspectos exclusivamente artísticos, o si en su defecto se le favorece desde una mayor diversidad fundamentada en un marco histórico y social de mayor integración. Ante la serie de posturas que pueden derivarse del significado de cultura como también a la existencia a veces polisémicas del término, la UNESCO define a la cultura como “el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”2 En la perspectiva de la UNESCO, el sentido de la cultura rebasa las posturas reduccionistas centradas en cuestiones artísticas que entorpecenla formulación de 1 OLMOS, Héctor Ariel. Cultura: el sentido del desarrollo. México: CONACULTA, IMC, 2004 p. 35 2 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Informe Final (1982 : México). París: La Organización, 1982 p.43 3 políticas de alcances sociales amplios e integradores para avanzar en una definición en la que se da cabida a los aspectos sociales, antropológicos, materiales e inmateriales, teóricos y pragmáticos, estéticos, lingüísticos hasta incorporar elementos simbólicos y considerar como prerrogativas humanas a la cultura y a la información. La misma UNESCO enfatiza que desde su definición “la cultura es el fundamento de la vitalidad de toda sociedad e instrumento para su conservación y renovación”3. Es decir, la cultura se posiciona como factor sustantivo para el desarrollo en las naciones pero también se reconoce en ella la característica de renovación constante de la que es objeto por parte de la sociedad y no como algo absoluto y sin capacidad de modificación alguna, lo cual le asigna una característica de dinamismo que en igual sentido es un rasgo distintivo en la sociedad pero sin marginar las culturas originarias y la diversidad cultural. Aunque la definición que establece la UNESCO de cultura data de la década de los ochenta, su aceptación se mantiene hasta nuestros días debido a que es una definición con mayor amplitud y cobertura que ha sido aceptada tanto por los especialistas dedicados al estudio de la cultura como también por los estados miembros4 por medio de las convenciones y acuerdos que estos firman en su momento. No obstante, la aceptación que tiene ha sido lograda por la serie de conferencias que la UNESCO ha realizado previamente desde la década de los setenta, como la de Helsinki, pero fue hasta 1982 cuando alcanza un consenso entre los estados miembros, lo cual le permite ser el sustento para formular políticas culturales adecuadas a los momentos históricos posteriores a la década de los setenta y en la actualidad. El significado de cultura es un elemento fundamental en la planeación de políticas culturales, y del sentido que sobre la misma se tiene hace posible una acertada 3 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Problemas y perspectivas. París: La Organización, 1982 p.17 4 Se conocen como estados miembros a todos aquellos países que se integran a la UNESCO con el propósito de adherirse a sus principios y objetivos que fueron declarados desde la creación de este organismo internacional. Hasta el momento contempla 193 estados miembros (además de siete miembros asociados) de la UNESCO, la fecha en la que se integraron como Miembros (o Miembros Asociados) de la Organización data de 1946 y hasta el año 2007 en que se une Singapur. México se integro desde 1946 y generalmente ha figurado como uno de los principales exponentes en el respeto y la colaboración entre los distintos estados miembros. UNESCO.ORG [En Línea] Disponible http://erc.unesco.org/portal/UNESCOMemberStates.asp?language=es consultado el 10 de abril de 2010 4 cobertura por parte de los estados miembros de la UNESCO, aunque para llegar a la percepción de lo qué es la cultura se tuvo que experimentar un desarrollo histórico que ha encontrado diversas circunstancias y que es objeto de posibles modificaciones en su definición conforme a las prácticas culturales desarrolladas en cada país. 1.3 La agenda de la UNESCO Una vez aceptada la definición de cultura se derivan las acciones que permiten planificar el acceso a la misma y su disfrute desde la perspectiva de la formulación de políticas culturales que aseguren el acceso de la ciudadanía a la cultura. A manera de antecedente, es hasta la década de los setenta cuando la atención a la cultura y su vínculo con las políticas culturales comienza a tomar una formalidad de mayor atención por parte de la UNESCO y sus estados miembros. Conviene destacar que previamente a la conferencia de Venecia en el año de 1970 se realizaron reuniones preparatorias de expertos celebradas sucesivamente en Mónaco durante 1967, en Budapest en 1968 y en Dakar en 1969.5 En dichas reuniones los representantes de todos los estados miembros tuvieron oportunidad de confrontar sus experiencias y de intercambiar puntos de vista sobre la acción realizada y los resultados obtenidos en materia de política cultural. La Conferencia Intergubernamental sobre los aspectos Institucionales, Administrativos y Financieros de las Políticas Culturales, celebrada en Venecia en 1970, se adquirió conciencia del lugar que la cultura ocupa en el mundo contemporáneo, así como de las responsabilidades que incumben a los países con respecto a la actividad cultural. A su vez, la extensión del concepto de cultura a los diversos aspectos de la vida de las poblaciones hizo que la Conferencia considerara fundamental “que el desarrollo cultural se contemple en sus interacciones con el desarrollo económico y social”6 pero la recomendación principal formulada en esta reunión fue que la UNESCO “organice reuniones regionales de nivel ministerial y de otras clases, sobre las cuestiones 5 véase ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Problemas y perspectivas, op. cit., p.3 6 Ibíd. 5 fundamentales de política cultural, especialmente las que se refieren al acceso libre y democrático a la cultura” 7 La Conferencia Intergubernamental sobre las Políticas Culturales en Europa, celebrada en Helsinki en el año de 1972, se volvió a reafirmar que el desarrollo cultural es un factor esencial del desarrollo integral que hace posible que cada uno ejerza su derecho a la cultura. Además de la atención a otras temáticas analizadas en este evento como la utilización de los medios de comunicación, la necesidad de elaborar instrumentos de análisis del desarrollo cultural, el reforzar las políticas culturales, asegurar la formación de personal dedicado a la acción cultural y la cooperación cultural, la tendencia central que emergió de este evento fue “el deseo de una especificidad cultural europea que vaya acompañada de una apertura al mundo, especialmente hacia los países en desarrollo”.8 La conferencia de Yogyakarta (Indonesia) celebrada durante 1973, sale a relucir el desarrollo cultural pero se insiste en la ampliación del acceso de las poblaciones a la vida cultural de sus comunidades y su participación. Del mismo modo se abordó la problemática de la relación entre educación permanente y desarrollo cultural. Por otra parte, se reiteró la necesidad de formar especialistas en desarrollo cultural, los instrumentos de análisis del desarrollo cultural y la cooperación cultural. Pero el aspecto más determinante de esta reunión fue “la necesidad de fortalecer la cooperación cultural regional y de fomentar la cooperación internacional, basándose en el reconocimiento de la diversidad de la cultura”.9 En 1975 durante la conferencia de Accra (África), se discutieron aspectos relacionados con la identidad cultural como impulsora de un acto liberador, igualmente se puso atención a los aspectos vinculados con la diversidad cultural como una realidad viva. Se destacó a su vez que la acción cultural es una empresa educativa pero también que la educación desempeña una función cultural. 7 Ibíd, p.4 8 Ibíd, p.5 9 Ibíd, p.6 6 Se vuelve a reiterar que la cooperación internacional favorece el enriquecimiento de culturas. Pero el eje esencial de este evento fueque “al mismo tiempo que la diversidad cultural representa en África una realidad viva, debe percibirse como un factor de enriquecimiento y de equidad y no de división”.10 En la conferencia de Bogotá en 1978, se abordó la cuestión de la identidad cultural, se reconoció que la diversidad cultural debe ser considerada un factor de equilibrio y no de división. Se afirmó que el desarrollo cultural es un factor determinante de cualquier transformación de las estructuras económicas y sociales, y que el desarrollo económico encuentra su fundamento y su finalidad en la cultura. Se volvió a insistir en la cooperación internacional para fortalecer los lazos culturales. Aunque lo más destacado de esta conferencia fue “la importancia de la comunicación en los procesos culturales y se prestó especial atención a la creación cultural y al fomento del libro”.11 La conferencia de Bagdad en 1981, examinó cuestiones específicas de la cultura árabe, aunque se destacó la función que la cultura desempeña en la cohesión nacional y su papel creador en todas las civilizaciones. Pero el eje principal de esta conferencia fue la insistencia en “la creación de equipos culturales y de las industrias culturales”.12 Al igual que en las anteriores conferencias, se volvió a subrayar la necesidad de estimular la cooperación cultural regional e internacional. Las conferencias realizadas previamente a la denominada Mundiacult comenzaron a revelar de forma regional no solamente la problemática y avances que presentaba cada país en la dimensión cultural mediante diagnósticos elaborados por la UNESCO, sino también daban a conocer los principios que en políticas culturales se venían desarrollando en cada uno de los estados miembros. Igualmente se observa que el término política cultural ya era utilizado y por lo tanto es posible suponer que figuraba en los planes nacionales y de forma gradual se estaban 10 Ibíd, p.7 11 Ibíd, p.9 12 Ibíd, p.10 7 superando las limitadas aseveraciones que en materia de cultura persistían anterior a la década de los setenta. La agenda desarrollada a lo largo de la década de los setenta dejaba implícita la definición de política cultural que se hace más evidente cuando el mismo organismo internacional declara que las “políticas culturales buscan fijar objetivos, crear estructuras y disponer de medios suficientes para lograr las metas que se han fijado, pero no parecen que deban determinar el contenido de la vida cultural ni orientar la creación intelectual”.13 Lo anterior demuestra entonces que las prácticas y relaciones culturales son creadas por la sociedad misma pero que precisan de medios de difusión y transmisión que se encuentran dentro de los tramos de control de los respectivos gobiernos sin que estos asuman posturas impositivas en materia cultural y deberían estar abiertos a la diversidad que como área temática comenzaba a ser impulsada en las conferencias regionales al igual que el mismo término de política cultural. El terreno preparado por estas conferencias impulsó la realización acertada de la llamada Mundiacult que se llevó a cabo en 1982 en México y donde se logró avanzar en líneas de acción temática que en materia de cultura se discutirían en este foro. Así, como producto de este evento, se elaboró el documento “Declaración de México”, en el cual destacan no solamente la formulación de la definición de cultura sino los principios que deben regir las políticas culturales de los estados miembros de la UNESCO; a saber: “1. Identidad Cultural; representa un conjunto de valores únicos e irremplazables ya que las tradiciones y formas de expresión de cada pueblo constituyen su manera más lograda de estar presentes en el mundo. 2. Dimensión cultural del desarrollo; la cultura constituye una dimensión fundamental del proceso de desarrollo y contribuye a fortalecer la independencia, la soberanía y la identidad de las naciones. 13 Ibíd, p.25 8 3. Cultura y democracia; la democracia cultural supone la más amplia participación del individuo y la sociedad en el proceso de creación de bienes culturales en la toma de decisiones y en la difusión y disfrute de la misma. 4. Patrimonio Cultural; comprende las obras de artistas, arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como creaciones anónimas, surgidas del alma popular y el conjunto de valores que dan un sentido a la vida. 5. Creación Artística e Intelectual y Educación Artística; la libertad de pensamiento y de expresión es indispensable para la actividad creadora del artista y del intelectual. 6. Relaciones entre Cultura, Educación, Ciencia y Comunicación; el desarrollo global de la sociedad exige políticas complementarias en los campos de la cultura, la educación, la ciencia y la comunicación, a fin de establecer un equilibrio armonioso entre el progreso técnico y la educación intelectual y moral de la humanidad. 7. Planificación, Administración y Financiación de las Actividades Culturales; la sociedad debe realizar un esfuerzo importante dirigido a planificar, administrar y financiar las actividades culturales, tomando en consideración las necesidades y problemas de la sociedad. 8. Cooperación Cultural Internacional; una más amplia cooperación y comprensión cultural subregional, regional, interregional e internacional es presupuesto importante para lograr un clima de respeto, confianza, diálogo y paz entre las naciones”.14 Cabe mencionar que en este evento internacional México estuvo representado por la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Subsecretaría de Cultura, el Representante Permanente de México ante la UNESCO y la Comisión Nacional de los Estados Unidos Mexicanos para la UNESCO. En su discurso inaugural, Fernando Solana subrayó que: “No hay en todo lo dicho ni palabras nuevas. En uno y otro foro se han repetido. Pero no podemos desaprovechar éste 14 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Informe Final (1982 : México), op. cit., p.43-47 9 que la UNESCO nos ofrece para explorar nuevos caminos que permitan a los países aquí reunidos revisar y fortalecer sus políticas culturales, de modo que éstas ayuden a los contemporáneos a recuperar su tiempo y a desarrollar todas las posibilidades que la ciencia, la técnica, las comunicaciones y la educación modernas nos ofrecen”.15 Como se puede observar, en la representación de México aparecen funcionarios de la Secretaría de Educación Pública –institución responsable de asuntos culturales–, y embajadores de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En la lista de asistentes también se contó con la participación de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios (IFLA) representada por Adolfo Rodríguez Gallardo. El total de recomendaciones que se formularon en esta conferencia denominada Mundiacult16 fueron 181, y de las mismas las relacionadas con la información, el archivo, la biblioteca, los derechos de autor y temas afines solamente se identifican cuatro, mismas que a continuación se presentan: 1. “Recomendación No. 60 sobre Manuscritos, Archivos y documentos. … que presten atención especial a la conservación, la valorización y la utilización de los archivos y las bibliotecas, de carácter público o privado, que representan el testimonio vivo de las civilizaciones creadoras y constituyen a menudo una documentación irremplazable. … que prosigan la acción con miras a incluir los manuscritos antiguos y los documentos de archivo como elementos del patrimonio cultural. 2. Recomendación No.62 sobre Acceso a la documentación de interés histórico.… que tomen las medidas apropiadas a fin de liberalizar la consulta de la documentación y los archivos de interés histórico y cultural, incluidos la documentación y los archivos contemporáneos”. 3. Recomendación No. 116 sobre Fomento del libro en África. a) Que promuevan una política editorial acertada que pueda proporcionar al desarrollo del libro las bases logísticas necesarias. 15 Ibíd., p.181 16 Ibíd., p.58 10 4. Recomendación No. 132 Formación de especialistas en derecho de autor. 1. Recomienda al Director General que preste atención dentro del Programa de la UNESCO a la preparación de especialistas en la materia de derechos de autor, para que se aprovechen las experiencias que la UNESCO ha ido sumando en la materia, y se utilicen de acuerdo con las necesidades de los Estados”.17 Es notable la atención hacia la dimensión cultural desde los diversos aspectos que fueron abordados en la Mundiacult y cuya realización es un avance enorme ante la complejidad que como fenómeno representa la cultura en la década de los ochenta. Dentro de los elementos que conforman la cultura y que también fueron dignos de atención aparecen la información, los archivos, los libros, la biblioteca y los derechos de autor, con lo cual la misma UNESCO los ratifica como elementos culturales que son parte de una política cultural. A partir de entonces, las consideraciones hacia la cultura han encontrado un tratamiento más especializado y es de esperar que los estados miembros mejoraron el diseño y la aplicación de sus políticas en cuanto a información y biblioteca se refieren de acuerdo a las condiciones socioeconómicas existentes en cada estado aunque en igual sentido quedaba ratificado que la información formaba parte de la cultura y por lo mismo era objeto de atención al igual que el resto de recursos contemplados en la misma. Consecuentemente, la línea de recomendaciones fue reafirmada en la Conferencia de Estocolmo en 1998,18 sin dejar de lado la Reunión de la Conferencia General de la UNESCO en 2001,19 año en que se formula la “Declaración Universal de la UNESCO Sobre Diversidad Cultural”,20 pese a que en su contenido se refiera exclusivamente a la Diversidad pero no así a la información y la biblioteca. 17 véase Recomendación No. 60 p.100, Recomendación No.62 p.101, Recomendación No. 116 p.135, Recomendación No. 132 p.145 18 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia General Estocolmo. La UNESCO en el siglo XXI. [En Línea] Disponible http://unesco.org/images/001177 consultado el 30 de octubre de 2010 19 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Declaración universal de la UNESCO sobre diversidad cultural. [En Línea] Disponible http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric01documentos02.htm consultado el 30 de octubre de 2010 20 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural: comentarios y propuestas. Montevideo: Trilce, 2005 155 p.12 11 A pesar de estos embates en cuanto a las tendencias de que es objeto la cultura, difícilmente podemos asegurar que la fatalidad sea el destino final de la dimensión cultural en los estados miembros de la UNESCO, más bien es de esperar la formulación de medidas que harán frente a estas tendencias y donde una vez más la cooperación internacional superara las posturas unívocas que en materia cultural pudieran prevalecer desde una visión estrictamente del mercado. Después de realizar una revisión general con respecto a la manera en cómo ha evolucionado el tratamiento hacia las políticas culturales, es posible resaltar que los avances en esta materia como en política de información y política bibliotecaria son evidentes ya que por una parte se llega a un acuerdo sobre el concepto de cultura pero además se establece una definición de los principios que deben de estar contenidos en la formulación y aplicación de una política cultural. Asimismo es pertinente señalar la importancia que mantienen tanto la política de información y bibliotecaria dentro de la política cultural en donde son incluidas como parte del quehacer cultural del ser humano y que necesariamente deben estar contempladas en los planes nacionales para asegurar el acceso de la sociedad a los beneficios que se desprenden pero que también forman parte de las prerrogativas humanas que difícilmente pueden ser omitidas por los estados democráticos. 1.4 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información Para otorgar cumplimiento a la libertad de expresión y la libertad de comunicación, se hace necesario diseñar e incorporar una política de información en donde la intervención del estado garantice de forma adecuada los mandatos contenidos en la prerrogativa indicada, para así dar respuesta a las exigencias sociales en condiciones de eficiencia, igualdad y seguridad que conlleven el establecimiento de políticas de información de cobertura amplia en todos los sectores sociales y productivos, pero también a coordinar los niveles político – administrativos involucrados en ello, y asimismo, los aspectos vinculados con la infraestructura correspondientes.21 21 En consideración de esto mismo, Guinchat explica que la información: “responde a la necesidad del ser humano de expresarse; a un requerimiento que en determinado momento se vuelve un derecho fundamental del hombre; por eso debemos tener el derecho de expresarnos, de informar e informarnos, y tal prerrogativa natural debe estar garantizada por el Estado, aunque debe ser definida por la sociedad; pero se le debe considerar de forma integral, pensando en la creación 12 De acuerdo a la UNESCO en sus Recomendaciones para los Sistemas Nacionales de Información (NATIS) menciona: “Pide a los Estados Miembros de la UNESCO que: tomen las disposiciones apropiadas para crear un sistema nacional de información, o una infraestructura para los servicios de información, teniendo en cuenta la infraestructura económica y social del país y su patrimonio cultural, dentro del marco de sus planes generales y sectoriales de desarrollo nacional y de su política de comunicación. Recomienda que: Ese sistema o infraestructura nacional esté apoyado por medidas apropiadas de legislación, financiamiento y personal calificado, y por el uso de técnicas modernas de información, y que se coordinen adecuadamente sus diversos elementos”.22 La anterior recomendación ofrece elementos implícitos para deducir que se trata de una política de información desde el momento en que hace alusión a la intervención del estado. En relación a la política de información, conviene recuperar del mismo documento la siguiente aseveración, que expresa: “Convendría formular una política nacional de información que refleje las necesidades de todos los sectores de la comunidad, y de la comunidad nacional en su conjunto, para orientar el establecimiento de un plan nacional de información cuyos elementos deberían incorporarse en los planes nacionales de desarrollo”.23 de información, la manifestación de ideas y del conocimiento, además de su circulación, disponibilidad, uso y su lectura”. GUINCHAT, Claire y Michel Menou. Introducción general a las ciencias y técnicas de la información y documentación. Madrid: UNESCO, 1990 p.483 22 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia Intergubernamental sobre el planeamiento de las infraestructuras nacionales de documentación, bibliotecas yarchivos. Informe Final. (1974 : París). París: La Organización, 1974 p.16 23 Ibíd, p. 27 13 Pero a pesar de que la política de información no tiene aun una definición general –como término– pues se le considera como un área de estudio emergente, persiste el interés por definirla para así formular un significado y disponer de una comprensión amplia que permita su identificación y entendimiento. Así, una definición que intenta dar cuenta del significado de política de información, refiere a ésta como “un conjunto de políticas y leyes interrelacionadas relativas a la creación, producción, colección, gestión, distribución y recuperación de información”.24 En la misma perspectiva, Almada define a la política de información “como el estudio de las orientaciones y directrices que rigen la actuación de los diferentes sectores o grupos de la sociedad en la generación, organización y transferencia de la información, en su distribución, disponibilidad, acceso y recuperación, como medios para la comunicación en la sociedad”.25 Conforme a estas definiciones se puede comprender que la política de información, además de sus propósitos de amplia cobertura, contiene dimensiones específicas en las cuales advertir aspectos relacionados con la gestión de la organización, conservación, difusión, estrategias y acceso a la información que se produce en determinadas áreas del conocimiento y en los sectores productivos y grupos sociales. Una de las características de la política de información es la creación de planes, programas de acción, proyectos que den cuenta de la necesidad de una planificación en la cual incidan estudios de viabilidad, recursos económicos y humanos; asimismo se puede añadir la actividad de difusión como una acción encaminada para dar a conocer la existencia de sistemas de información, por mencionar un ejemplo. Pero además de la dimensión que se relaciona con la gestión, aparece otro elemento que igualmente puede derivarse de las definiciones mostradas, y es el que se vincula con la infraestructura que se requiere para precisamente contar con los recursos materiales, equipamiento e instalaciones físicas para las distintas unidades y sistemas de 24 GARCÍA MARTÍNEZ, Ana Teresa, op. cit., p.31 25 ALMADA NAVARRO, Margarita y Egbert Sánchez Vanderkast. Curso aplicación de políticas de información. México. UNAM, CUIB, 2005 h.[2] no publicado solo como material de curso 14 información que contribuyan al desarrollo de la política de información materializada en los programas y proyectos correspondientes, aspecto este que por sus mismas características resulta indispensable en la mencionada política. Sumado a lo anterior, es pertinente incorporar los fundamentos jurídicos que representan los soportes legales en los cuales se garantizan tanto la formulación como la aplicación de la política de información, ya que las disposiciones y las normativas existentes en atención a la información vienen a respaldar las acciones que se establecen en los proyectos y programas, asegurando de este modo su operatividad bajo la regulación legal respectiva que el marco jurídico le brinda. A manera de síntesis, Zapata hace hincapié en que la política de información –como cualquier política pública– “debe tener tres instrumentos que permitan su consolidación. Como lo son las leyes o marcos jurídicos, los espacios de concertación integrados por instituciones públicas, representantes del sector privado y organizaciones de la sociedad civil, y los documentos en los cuales se materializan planes y proyectos”.26 No obstante, pareciera que en su manera de describir a la política de información llega a pasar por alto aspectos como la infraestructura que también es determinante y necesaria en la formulación y aplicación de las políticas de información. En un contexto económico, político, social, educativo y cultural en donde las políticas de información pueden estar implícitas, explícitas, latentes e incluso ser interdependientes, revelan que su formulación, diseño, aprobación y aplicación se caracterizan por una serie de acciones complejas que precisan de una normatividad y recursos pero también de una sensibilidad política para hacer operable la serie de planes, proyectos y programas orientados al cumplimiento del derecho a la información. Pero también es conveniente asumir las recomendaciones que a este respecto formulan organismos internacionales como la UNESCO, para de esta manera situar al país en el mismo nivel que en materia de política de información se encuentran los países desarrollados y en consecuencia tratar de ser participe con la información que cada país miembro produce. 26 ZAPATA LÓPEZ, Fernando. Algunos cimientos para las políticas públicas. En Congreso Internacional del mundo del libro (2009 septiembre 7 – 10) MEMORIA. México: FCE, 2009 p. 62 15 Sobre esta línea nos podemos percatar del interés por reconocer a la información como un recurso valioso para la sociedad con el propósito de que exista la garantía de una sociedad más informada mediante el uso adecuado de la información que se refleje en el mejoramiento de su calidad de vida; vista así, y siguiendo a Braman, “utilitariamente la información se convierte en una fuerza constitutiva de la sociedad, al aplicarse a una amplia gama de fenómenos y procesos en las que se encuentra involucrada la información, y donde sus flujos son valiosos en la construcción del poder social y de la realidad”.31 Por eso es difícil pensar en la creación de sistemas de producción, almacenamiento y acceso a la información sin una base educativa y cultural que garantice la formación de ciudadanos que dispongan de las competencias mínimas para el uso adecuado de la información, ya que la desatención a este respecto puede generar condiciones de exclusión social que son inadmisibles en sociedades que buscan la equidad y la justicia social; de ahí que no sea extraño observar la estrecha relación que mantiene la política de información con la política educativa y la política cultural, de cuya vinculación se puede fortalecer el cumplimento de la política de información. Cuando se hace mención de la generación, diseminación y acceso a la información, es preciso hacer referencia a otra política que destaca dentro del espectro de acción que contiene una política de información; dicha política a la que se hace alusión es la política bibliotecaria, la cual puede ser definida como: “El conjunto de decisiones que adoptan los poderes públicos inspirados en los principios bibliotecológicos, para conseguir el equilibrio entre el derecho del ciudadano a la información y la obligación del Estado a satisfacer las necesidades de información de la población, configurando un plan de actuación en el que se organizarán los recursos humanos, materiales, jurídicos, institucionales y financieros para el establecimiento de un sistema bibliotecario que proporcione el acceso y uso de la información a la población en los distintos niveles”.27 31 BRAMAN, Sandra. Defining information: an approach for policymakers. En Telecommunications policy (September 1999) p. 241 27 GARCÍA MARTÍNEZ, Ana Teresa, op. cit. , p. 35 16 Se podría suponer que desde esta definición la política bibliotecaria se vincula directamente con la biblioteca pública, pero generalmente no es así, ya que este tipo de política se asume con la creación de un sistema bibliotecario en los distintos niveles que van desde la biblioteca pública, la escolar, la biblioteca nacional, las bibliotecas especializadas y los centros de información, así como aquellas bibliotecas de formato digital que son creadas dentro de cada subsistema en cuanto a tipo de bibliotecas, peroentendiendo que estas unidades de información no son únicamente espacios de conservación sino lugares vitales de constante asistencia y consulta de los distintos sectores sociales, educativos y productivos de un país. Desde la percepción de los principios bibliotecológicos, la política bibliotecaria se fundamenta precisamente en la organización, análisis, conservación, transmisión, uso, difusión de la información y el conocimiento, y para lo cual recurre igualmente a las técnicas y métodos utilizados en la bibliotecología así como a la normatividad internacionalmente existente para el análisis y control de la información, como también del servicio de préstamo que se proporciona. Esto revela el sustento de elementos teórico – prácticos de la bibliotecología que se contemplan en la política bibliotecaria. Desde su definición nos permite identificar otros elementos que la conforman y la caracterizan pero que simultáneamente contribuyen a la consistencia de la misma y son, entre otros, la necesidad de un marco jurídico que a través de legislaciones específicas asistan no solamente a la creación y sostenimiento de sistemas bibliotecarios en distintos sectores –educativo, productivo, cultural, etc.– sino que también regulen la fundamentación de acciones mediante planes, programas y proyectos que se formulan y pretenden desarrollar en los sistemas bibliotecarios. Por lo tanto, el elemento jurídico destaca la importancia de conceder una legislación adecuada que aseguren tanto la creación y la permanencia de los sistemas bibliotecarios así como el desarrollo de las actividades implicadas en sus funciones correspondientes. Por su cobertura a diferentes sistemas bibliotecarios de los distintos sectores que conforman la sociedad, la política bibliotecaria se proyecta como la serie de planes, programas y proyectos que se deben tener en consideración para garantizar el adecuado ejercicio de la prerrogativa del derecho a la información, pero también con plena 17 orientación a la satisfacción de necesidades de información de quienes hacen uso de los distintos sistemas bibliotecarios y que tienen desde estos espacios el acceso a la información y al conocimiento, de ahí que fundamentados en la necesidad de la planeación que caracteriza a la política bibliotecaria esta latente su evaluación correspondiente. Dentro de la política bibliotecaria los distintos sistemas bibliotecarios se significan por adquirir un papel protagónico en los que aparecen como medios para facilitar el acceso de la sociedad a la información –en cualquiera de sus soportes–, a la lectura y en general a los bienes y manifestaciones culturales reconociendo mediante la aplicación de la política bibliotecaria que la libertad, prosperidad y desarrollo de la sociedad, son valores humanos fundamentales que solo podrán alcanzarse sí ciudadanos bien informados28 ejercen sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo en la sociedad, de ahí que su presencia en la política cultural y de información sea amplia y sustantiva. 1.5 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información y política bibliotecaria como propuesta cultural Uno de los objetivos que establece la UNESCO es aquel que se vincula directamente con el sector de comunicación e información y en el cual se preocupa por “auxiliar a los estados miembros en la implementación y desarrollo de políticas nacionales de información”.29 Esto se puede observar desde la creación y aplicación del Programa General de Información, el NATIS y UNISIST en donde la política de información y la política bibliotecaria están explicitadas y se dirigen a la gestión, legislación e infraestructura entre otras dimensiones contenidas en las políticas mencionadas orientadas hacia los estados miembros. Se debe hacer énfasis que tanto los sistemas bibliotecarios como la información y el conocimiento contenidos en sus acervos son elementos sustantivos a través de los cuales se hace llegar la cultura a la sociedad, y aun más, que históricamente: 28 GILL, Philip. Directrices IFLA/UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas. México: CNCA, DGB, 2002 p. 171 29 ELLIS, Simons. Indicators on informations literacy and the information for all programme; a challenge for libraries. [En Línea]. Disponible http://www.ifla..org./iv/ifla74/index,htm Consultado el 12 de Diciembre del 2009 18 “Las bibliotecas son los depósitos del conocimiento humanístico, científico y tecnológico, y que pueden tipificarse como culturales y universales porque el objetivo de las mismas es preservar para la posteridad todas las manifestaciones culturales derivadas del conocimiento elaborado por las diferentes generaciones humanas constituidas en sociedad, por lo que, las bibliotecas son un fenómeno social universal, y también representan una expresión cultural universal”.30 En lo que a información se refiere, encontramos que “el saber humano representa la multiplicidad de rastros culturales que han podido ser codificados, conservados y descifrados”,31 pero también la información como representación del pensamiento y del conocimiento nos lleva a considerar que la sociedad recibe y está expuesta a aquella proveniente tanto del lenguaje corriente de los medios masivos como de la generada por el lenguaje literario, científico y técnico de la literatura especializada. Apreciado de esta manera, la información representa un elemento sustantivo que se encuentra latente pero que frecuentemente no se explica de manera amplia aunque es manifiesta su presencia en la cultura a lo largo de la historia. Estas argumentaciones sirven como sustento para advertir que tanto la biblioteca como la información forman parte de políticas culturales y son merecedoras de políticas específicas que garantizan el acceso a la información y el conocimiento de la sociedad. Para demostrar el interés que históricamente existe por parte de la UNESCO en relación a la incorporación de políticas de información y bibliotecaria en la política cultural de los estados miembros de esta organización internacional, a continuación se exponen los acuerdos, convenciones y protocolos con orientación hacia las bibliotecas, la información, los derechos de autor, los soportes documentales y la tecnología de la información, presentados de forma cronológica de acuerdo a las formulaciones de este organismo internacional y que se exponen en el cuadro uno.32 30 MENESES TELLO, Felipe. Bibliotecas y sociedad: reflexiones desde una perspectiva sociológica. En Revista Interamericana de Bibliotecología v.18 n.2 (Julio – Diciembre 2005) p. 12 31 ESTRADA CARREÓN, Luis Felipe. Aunque lo que digan no es, con tal que lo aseguren basta. En Itinerarios de las miradas v.1 n.17 (Julio 2002) p.1 32 Respecto a las distintas formulaciones que hace la UNESCO en atención específica a la información y la biblioteca, expuestos en el PGI e UNISIST, y que fueron expuestas en las tesis recepcionales de maestría de Sánchez Vanderkast y Miguel C. Gama Ramírez, mismas que pueden ser consultadas para constatar lo aquí expresado; en tanto, en este apartado solo se dan a conocer las recomendaciones de las convenciones, acuerdos y protocolos que se vinculan ciertamente a la política de información y bibliotecaria, aun antes de programas como el PGI. 19 Cuadro 1 Acuerdos, Convenciones, Protocolos y Manifiestos de la UNESCO orientados hacia una política cultural vinculada a la política de información y/o política bibliotecaria Año Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 1948 Acuerdo destinado a facilitar la Circulación Internacional de materiales audiovisuales de carácter educativo, científico y cultural. Se contextualiza en ambas políticas,pero con mayor alcance en la política de información. 1949 Primera Declaración Internacional sobre las necesidades y funcionamiento de las bibliotecas públicas, como respaldo a la educación popular y como un derecho al conocimiento. Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política bibliotecaria. 1952 Convención Universal sobre Derechos de Autor. Se vincula estrechamente con la política de información por los alcances que contempla en relación a los creadores. 1954 Convención sobre el canje internacional de publicaciones. Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política bibliotecaria. 1958 Convención sobre el canje de publicaciones oficiales y documentos gubernamentales entre Estados. Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política bibliotecaria. 1958 Convención sobre el canje internacional de publicaciones Se contextualiza en ambas políticas, con igual alcance en la política de información y en la política bibliotecaria. 1964 Recomendación sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a la Edición de Libros y Publicaciones Periódicas. Está mayormente relacionada a la política de información. 20 Año Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 1970 Recomendación sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a las bibliotecas. Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política bibliotecaria. 1971 Convención Universal sobre Derechos de Autor Se vincula a la política de información. 1971 Creación de la Carta Internacional del Libros. Esta mayormente relacionada a la política de información relacionada con el fomento a la lectura. 1972 Declaración sobre los Principios Rectores del empleo de las transmisiones por satélite para la libre circulación de la información. Esta mayormente relacionada a la política de información en cuanto a los aspectos de infraestructura. 1982 La UNESCO organiza el evento en Londres El Congreso Mundial del Libro. Aprueba el programa de acción “Hacia una sociedad de lectura” que la Conferencia General hará suyo en 1983. Se relaciona directamente con la política de información en relación con el fomento a la lectura 1985 Recomendación Revisada sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a la producción y distribución de libros, diarios y otras publicaciones periódicas. Esta mayormente relacionada a la política de información en relación a la política editorial. 1988 1989 Fomento del libro. Se financian actividades en este ámbito en 68 estados miembros, organizando más de 20 cursos de formación en las distintas profesiones del libro en todas las regiones. Bajo el título de “Año del lector” varios Estados organizaron por iniciativa de la UNESCO un programa de doce meses y movilizando a maestros, padres, asociaciones, editores y libreros, con una amplia participación de medios de comunicación. Se relaciona directamente con la política de información en relación con el fomento a la lectura. 21 Año Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 1992 Se realiza la primera Conferencia Mundial de Periodistas Científicos, que entre los temas examinados se encuentra el análisis de la citación de la infamación científica en las diversas regiones del mundo Está relacionada con la política de información científica. 1992 La UNESCO realiza una consulta internacional reuniendo a los participantes, donadores de libros principalmente, y recomienda un trabajo metódico de organización en la donación de libros. Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política bibliotecaria. 1992 La UNESCO crea la Red Internacional para la Disponibilidad de Publicaciones Científicas (INASP), la cual intenta modificar la precariedad de la información científica de que disponen los países del tercer mundo, reforzando los programas existentes de donación de libros y fomentando la constitución de bases de datos. Se centra en una política de información científica. 1992 Inicia el “Periolibros” que es un proyecto encaminado a fomentar la democratización de la lectura con la publicación en 24 periódicos de América Latina. En México se realiza con la firma del acuerdo con la editorial mexicana FCE. Se relaciona directamente con la política de información en relación con el fomento a la lectura. 1994 Formulación del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la Biblioteca Pública. Se relaciona directamente con la política bibliotecaria vinculada a la biblioteca pública. 1999 Formulación del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la Biblioteca Escolar Se relaciona directamente con la política bibliotecaria vinculada a la biblioteca escolar. 22 Año Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 2003 Carta sobre la preservación del patrimonio digital, Se relaciona a la política de información en atención al patrimonio y a la utilización de las tecnologías de la información. 2005 Informe mundial de la UNESCO. Hacia las sociedades del conocimiento. Se relaciona con la política de información particularmente hacia los usuarios. 2006 Manifiesto de la IFLA/UNESCO sobre Internet. Esta vinculada con la política de información y específicamente con la libertad de accesos a la información en Internet. Fuentes: ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia mundial sobre políticas culturales. Problemas y perspectivas.(1982 : México). París: La Organización 1982 p.1-3. CONIL Lacoste, Michel. La memoria viva de la UNESCO 1946 – 1993. París: UNESCO, 1994 p.207, 298, 342, 402, 413, 425-426, ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Instrumentos Normativos. [En Línea]. Disponible http://portal.unesco.org./es/ev.php-URL. UNESCO/IFLA Library Manifestos [En Línea] Disponible http://www.unesco.org/webworld/libraries/manifestos consultados el 18 de septiembre de 2010 23 En este cuadro se muestran los acuerdos, convenciones y protocolos que ha emitido la UNESCO a lo largo de los años desde la visión de una política cultural y donde podemos encontrar veintidós que específicamente se dirigen a la información y la biblioteca. De estas veintidós políticas se observan catorce de ellas que se orientan exclusivamente a la política de información y que se distribuyen de la siguiente manera: - Una para recursos documentales. - Dos para Derechos de autor. - Una para la Normalización estadística. - Cuatro para el Fomento a la lectura. - Tres hacia las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). - Una para la Industria editorial. - Dos para la Información Científica. Se observa una mayor tendencia de las políticas de información hacia el fomento a la lectura y las TIC pero esto no significa que sean los únicos temas recurrentes en la agenda de estas políticas, más bien son una respuesta a las tendencias y necesidades planteadas por el entorno y que en cierta forma están siendo atendidas de manera inmediata sin dejar de lado que el resto de las políticas con menor proporción numérica no dejan de ser importantes y por eso mismo sean susceptibles de la atención correspondiente. En lo que respecta a la política bibliotecaria, en las tablas expuestas se logran percibir ocho de estas políticas que se cuentan de la siguiente forma: - Una, de gestión y funcionamiento. - Cuatro, para la función de adquisición. - Una, para la normalización estadística. - Dos, hacia manifiestos. Estasocho políticas dan cuenta que las distintas funciones que se desarrollan en la biblioteca tratan de ser cubiertas mediante los acuerdos y recomendaciones emitidas pese a que la atención parece centrarse en la función de adquisición las demás funciones en cierta manera pueden llegar a ser atendidas a través de los manifiestos en donde se 24 exponen las directrices que deben llevarse a cabo al menos en la biblioteca pública y escolar por las distintas funciones que las caracterizan, lo que nos hace suponer que el interés fundamental de las recomendaciones es alcanzar un eficiente funcionamiento en este tipo de unidades de información para la satisfacción de necesidades de información mediante el diseño adecuado de los servicios que se diseñan y ofrecen. 25 Cuadro 2 Acuerdos, convenciones y protocolos de la UNESCO orientados hacia una política cultural y su inferencia en las bibliotecas Año Política Cultural Inferencia 1948 Acuerdo destinado a facilitar la Circulación Internacional de materiales audiovisuales de carácter educativo, científico y cultural. Incide en las bibliotecas directamente relacionada con la función de la adquisición, canje y donación de documentos en formatos no impresos. 1949 Primera Declaración Internacional sobre las necesidades y funcionamiento de las bibliotecas públicas, como respaldo a la educación popular y como un derecho al conocimiento. Esta dirigida específicamente al sector de las biblioteca públicas pero también podría orientarse a las bibliotecas escolares en atención a las distintas funciones que en estas unidades de información se realizan. 1952 Convención Universal sobre Derechos de Autor. Esta destinada a la protección de los derechos de los creadores, e incide en todo tipo de bibliotecas bajo normativas de respeto a dichos derechos. 1954 Convención sobre el canje internacional de publicaciones. Incide en la función de adquisición de publicaciones a nivel internacional y tiene alcances en bibliotecas universitarias, especializadas y bibliotecas nacionales. 1958 Convención sobre el canje de publicaciones oficiales y documentos gubernamentales entre Estados. Igualmente se orienta hacia la función de adquisición en bibliotecas universitarias, especializadas y bibliotecas nacionales, al recomendar una normativa correspondiente hacia la función aludida a nivel internacional. 1958 Convención sobre el canje internacional de publicaciones. También se destina a la función de adquisición en bibliotecas universitarias, especializadas y bibliotecas nacionales, con normativas específicas. 1964 Recomendación sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a la Edición de Libros y Publicaciones Periódicas. Se orienta principalmente a la industria editorial de cada país, en atención a la cuantificación de su producción de libros y revistas. 26 Año Política Cultural Inferencia 1964 Recomendación sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a la Edición de Libros y Publicaciones Periódicas. Se orienta principalmente a la industria editorial de cada país, en atención a la cuantificación de su producción de libros y revistas. 1970 Recomendación sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a las bibliotecas. Se dirige a los distintos tipos de bibliotecas en relación a la cuantificación de datos que se obtienen de sus funciones y servicios, siguiendo una normativa que ofrece los instrumentos para una adecuada recolección de datos y posterior valoración. 1971 Convención Universal sobre Derechos de Autor. Destinada a la protección de los derechos de los creadores, e incide en todas las bibliotecas bajo normativas de respeto a dichos derechos. 1971 Creación de la Carta Internacional del Libros. Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la lectura no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso en Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 1972 Declaración sobre los Principios Rectores del empleo de las transmisiones por satélite para la libre circulación de la información. Se formulan recomendaciones en relación a la utilización de satélites como medios que integran las Tecnologías de la Información y que son utilizados para transmitir información de manera remota, por lo que puede incidir en cualquier tipo de biblioteca que cuenta con tecnologías satelitales. 1982 La UNESCO organiza el evento Londres: El Congreso Mundial del Libro, aprueba el programa de acción “Hacia una sociedad de lectura” que la Conferencia General hará suyo en 1983. Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la lectura no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso en Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 1985 Recomendación Revisada sobre la Normalización Internacional de las Estadísticas relativas a la producción y distribución de libros, diarios y otras publicaciones periódicas. Se orienta principalmente a la política editorial de cada país, en atención a la cuantificación de su producción de libros y revistas, pero con modificaciones de acuerdo a los cambios operados por la utilización de tecnologías y el entorno del mercado. 27 Año Política Cultural Inferencia 1988 1989 Fomento del libro. Se financian actividades en este ámbito en 68 estados miembros, organizando más de 20 cursos de formación en las distintas profesiones del libro en todas las regiones. Bajo el título de “Año del lector” varios Estados organizaron por iniciativa de la UNESCO un programa de doce meses y movilizando a maestros, padres, asociaciones, editores y libreros, con una amplia participación de medios de comunicación. Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la lectura no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso en Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 1992 Se realiza en 1992 la primera Conferencia Mundial de Periodistas Científicos, que entre los temas examinados se encuentra el análisis de la citación de la infamación científica en las diversas regiones del mundo. Se concretamente con bibliotecas especializadas y centros de documentación. 1992 La UNESCO realiza una consulta internacional reuniendo a los participantes, donadores de libros principalmente, y recomienda un trabajo metódico de organización en la donación de libros. Incide en la función de adquisición de publicaciones a nivel internacional y tiene alcances en bibliotecas universitarias, especializadas y bibliotecas nacionales. 1992 La UNESCO crea la Red Internacional para la Disponibilidad de Publicaciones Científicas (INASP), la cual intenta modificar la precariedad de la información científica de que disponen los países del tercer mundo, reforzando los programas existentes de donación de libros y fomentando la constitución de bases de datos. Se vincula concretamente con bibliotecas especializadas y centros de documentación. 1992 Inicia el “Periolibros” que es un proyecto encaminado a fomentar la democratización de la lectura con la publicación en 24 periódicos de América Latina. En México se realiza con la firma del acuerdo con la editorial mexicana FCE. Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la lectura no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso en Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 28 Año Política Cultural Inferencia 1994 Formulación del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la Biblioteca
Compartir