Logo Studenta

Poltica-cultural-y-poltica-bibliotecaria-en-Mexico

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
CENTRO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIONES BIBLIOTECOLÓGICAS 
 
POSGRADO EN BIBLIOTECOLOGÍA Y ESTUDIOS DE LA INFORMACIÓN 
 
 
POLÍTICA CULTURAL Y POLÍTICA BIBLIOTECARIA EN MÉXICO. 
 
TESIS 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: 
MAESTRO EN BIBLIOTECOLOGÍA Y 
ESTUDIOS DE LA INFORMACIÓN 
 
PRESENTA: 
ARTURO DELGADO SÁNCHEZ 
 
ASESOR: 
DR. EGBERT JOHN SÁNCHEZ VANDERKAST. 
 
México, D.F., 2011 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Con todo mi afecto para: 
 
Carmen Sánchez Castillo (Q.E.P.D.): En mis sueños de niño tengo un 
mayo y desde entonces me formaste para vivir siempre en abril. 
 
 
Agustín Delgado Arellano (Q.E.P.D.): Me llevaste de tu mano a recibir 
y a despedir al sol, a explicarme sobre la estrella que todos 
tenemos y cuya obligación es colocarla en el firmamento. 
 
 
David Delgado Pineda: Porque abordaste este viaje desde la 
partida y juntos navegamos días aciagos pero iguales de luz. 
Convidándome de tu fuerza para expandir velas hasta alcanzar 
puerto e izar esta bandera que también es tuya. Gracias, mi 
pachuco. 
 
 
Damaris Delgado Pineda: Porque en ti reconozco tantas cosas que 
representan demasiado para mí, porque siempre dices lo que 
piensas y casi nunca piensas como yo. Gracias, mi guerrera y 
jamás desistas. 
 
 
Dra. Estela Morales Campos: Por mostrarme los caminos a la luz 
de la inteligencia y continuar los pasos hacia tantos horizontes… 
 
 
Dra. Elsa Margarita Ramírez Leyva: De tan grácil, fresca y dulce 
didáctica. 
 
Mtra. Azucena Reyes Miranda: La colega, la amiga que me extendió 
su mano con los sueños que me dieron forma para llegar hasta 
aquí y seguir. Muchas gracias, líder. 
 
 
Para aquellos que, en humildes casas de puertas abiertas, 
aguardan el nuevo día con una flor. 
 
Enorme gratitud: 
 
Dr. Egbert John Sánchez Vanderkast, Dra. Elsa Margarita Ramírez Leyva, Dra. Rosa 
María Martínez Rider, Dr. Jesús Francisco García Pérez, Mtro. Miguel C. Gama 
Ramírez, Dr. Roberto Garduño Vera. 
 
Los Iconos: 
 
Mtra. Ema Hernández Gómez, Dr. Jesús Francisco García Pérez, Mtro. Ricardo Montes 
Gómez, Mtra. Angélica Guevara Villanueva, Dra. Silvana Elisa Cruz Domínguez, Mtra. 
María de los Ángeles Escutia Montelongo, Mtro. Apolinar Sánchez Hernández, Mtra. 
Juana Yolanda Guillén Cruz, Mtro. Alberto Begne Guerra, Dr. Luis Arturo Méndez 
Reyes, Mtro. Oscar Espíndola, Mtro. Alejandro Ortiz Mar, Lic. Carlos Pérez Rangel, 
Lic. David Díaz Cástulo, Lic. Zoila De La Vega, Lic. Genaro Rodríguez Ramos, Dr. 
Agustín Corona Ramírez, Lic. José Villaseñor Villalobos, Lic. Diego Santana Zúñiga, 
Lic. Javier Torales Chávez, Lic. José Luis Trujillo, Lic. Crescencio Juárez Flores, Lic. 
Fernando Cuellar Reyes, Ing. Fernando Bello, Mtro. Jesús Granados, Mtro Víctor 
Cabello. 
 
De patrias, banderas y sueños: 
 
Gabriela Pedroza Marín, Nohemí Mogollan Ramírez, Fabiola Galván Escalona, Celia 
Tijerin González, Tzamna Pichardo Lagunas, Ingrid Lynn Paredes Moreno, Marilú 
Cabrera Vázquez, Monserrat Rangel González, Alicia García Varela, Amalia Vargas 
Espinosa, Elizabeth Cruz Ávila, Paula Razo Gutiérrez, Natalia Salazar, Ofelia I. 
González Meneses, Mari Carmen Montes Morales, Rosa María Contreras Rodríguez, 
Rosalía García, Yelly Cuevas, Ana Luisa Valenzuela, Araceli Mercado Trujillo, Mari 
Carmen Arriaga Ramírez, Laura Becerril Olivares, Refugio Gárnica Yáñez, Leticia 
Silvia Ochoa, Brenda Saldaña Mejía, Adriana Del Pilar Colín, Rosa Isela Alonso 
Espinosa, Ana Rosa Chávez Meneses, José Alejandro Trejo, Juan Carlos Ortiz 
Alderete, Carlos y Gonzalo Balderas Duran, Alejandro Portilla, Alan García, Francisco 
Silva O., Joel Tequipanecatl S., Gonzalo Tecuapetla S., Ulises Morales M., Ricardo 
Machorro J., Fernando Armas Meza, César A. Vidales Beltrán, Ubaldo Arriaga 
Ramírez, Miguel A. Hernández V. y Brenda A. Morales M., Ada Lilia Bolaños G. y 
Arturo López León, Benjamín y Clotilde, Moisés Monroy, Javier Caballero Lara y 
todos aquellos que de alguna manera se han vinculado a mi propuesta. 
 
Las raíces: 
 
Mis hermanas Rosa, Juana, Guadalupe y mi hermano Luis que nunca dejan de 
brindarme su apoyo y me siguen apreciando como el hermano pequeño. Gracias a 
todos mis sobrinos, a Karen, Mariana, Sara, Rebeca, Olivia, Ruth, Edith, Tania, Rubén 
y a David Meléndez Ojeda siempre atento a mis sueños. 
 
 
Tlazohcamati al dador de vida y a todos ustedes porque aparecen 
impecables en los párrafos de este documento. 
 
 
“Si me preguntan quién soy o que horizonte cabalgo se reirán con lo que 
salgo porque ni yo sé quién soy, lo que si seguro estoy que he sido como ave 
errante que he salido triunfante en metas que me he trazado y a nada me le 
he rajado mirando siempre adelante”. 
 
 
“Afuera la gente hace lo suyo por vivir afuera la gente quiere averiguar afuera 
la gente habla del amor afuera todo tiene que cambiar afuera me están 
llamando… y voy”. 
 
 
“Quiero darle mi día a los que sueñan a los que hacen el pan de madrugada a 
los que ponen piedras sobre piedras a los que me mantienen tan despierto”. 
 
 
“El cazador se ha tomado tan naturalmente su tarea, que no repara en que 
pone su vida en juego cada día”. 
 
 
“Aquel que en su nombre traerá palabras, magias, cantos, tradiciones y 
colores […], papeles, mitos, rocas, notas que nos hagan recordar”. 
 
 
“Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido, lo que fue tan hermoso 
que no caiga al olvido”. 
 
 
“Paso toda la noche durmiendo, pero a la vez me mantienen despierto 
intensos sueños”. 
TABLA DE CONTENIDO 
 
INTRODUCCIÓN I 
 
CAPÌTULO 1 
POLÍTICA CULTURAL Y DE INFORMACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA UNESCO 
 
1.1 Introducción 1 
1.2 Política cultural desde la visión de la UNESCO 2 
1.3 La agenda de la UNESCO 4 
1.4 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información 11 
1.5 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información y política bibliotecaria 
 como propuesta cultural 17 
 
CAPÍTULO 2 
DESARROLLO DE LA POLÍTICA CULTURAL EN MÈXICO 
 
2.1 Introducción 31 
2.2. Política cultural en México durante los años ochenta a 2009 32 
2.3 Acuerdos y tratados culturales firmados por el estado mexicano con la 
 UNESCO 44 
2.4 El papel de la biblioteca en el desarrollo cultural de México 50 
2.5 La política editorial del estado mexicano 64 
2.6 La política de fomento a la lectura del estado mexicano 70 
 
CAPÍTULO 3 
VERTIENTES INTEGRADORAS ENTRE POLÍTICAS DE INFORMACIÓN Y POLÍTICA 
CULTURAL 
 
3.1 Introducción 76 
3.2 Políticas de información y política cultural en la configuración de un modelo 
 Cultural 77 
3.3 Convergencia y divergencia entre política de cultural y políticas 
 de información 80 
3.4 Vertientes integradoras en las políticas de información y la política cultural 84 
3.5 Balance 97 
CONCLUSIONES 99 
BIBLIOGRAFÍA 103 
ANEXOS 109 
 
CUADROS, TABLAS Y FIGURAS 
 
CUADROS 
 
Cuadro 1 Acuerdos, Convenciones,Protocolos y Manifiestos de la UNESCO 
 orientados hacia una política cultural vinculada a la política de 
 información y/o política bibliotecaria 19 
Cuadro 2 Acuerdos, Convenciones y Protocolos de la UNESCO orientados hacia una 
 política cultural y su inferencia en las bibliotecas 25 
Cuadro 3 Convenciones ratificadas por México ante la UNESCO 46 
Cuadro 4 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de José 
 López Portillo (1976-1982) 52 
Cuadro 5 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) 54 
Cuadro 6 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Carlos Salinas de Gortari 
 (1988-1994) 56 
Cuadro 7 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994- 
 2000) 57 
Cuadro 8 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Vicente Fox Quesada 
 (2000-2006) 59 
Cuadro 9 Sector de Bibliotecas para el Sexenio de Felipe Calderón Hinojosa 
(2006-2009) 61 
Cuadro 10 Política editorial del estado mexicano (1979 – 2009) 65 
Cuadro 11 Política de fomento a la lectura del estado mexicano 
 (1979 – 2009) 71 
Cuadro 12 Convergencia y situación de la política cultural y 
 la política de información en los sexenios analizados 87 
Cuadro 13 Convergencia y situación de la política cultural y la política 
 editorial en los sexenios analizados 89 
Cuadro 14 Convergencia y situación de la política cultural y la política 
 de fomento a la lectura en los sexenios analizados 91 
Cuadro 15 Convergencia y situación de la política cultural y la política 
 bibliotecaria en los sexenios analizados 93 
Cuadro 16 Convergencia y situación de la política bibliotecaria y 
 la política de fomento a la lectura en los sexenios analizados 94 
Cuadro 17 Convergencia y situación de la política bibliotecaria 
 y la política editorial en los sexenios analizados 96 
 
 
TABLAS 
Tabla 1 Inversión sexenal en millones de pesos en materia de cultura 
 (1995 – 2009) 42 
 
FIGURAS 
Figura 1 La cultura como modelo 79 
Figura 2 Esquema multidimensional para la política cultural y la 
 política de información 82 
Figura 3 Punto de encuentros de las políticas 84 
 
 
 I
INTRODUCCIÓN 
 
El acceso a la información en nuestro país tiene una historia amplia pero es hasta las 
décadas de los ochenta y noventa cuando el interés a este respecto toma matices de 
mayor significación, lo cual se refleja en la formulación de intenciones y decisiones por 
parte del estado para dar cumplimiento amplio a una prerrogativa humana en atención al 
acceso y uso de la información. 
 
La idea de cultura desde la perspectiva de los gobiernos posteriores al sexenio de López 
Portillo es muy distinta a la utilizada por los gobiernos denominados posrevolucionarios, 
pues a partir de los ochenta se crean las bases para una economía globalizada en donde 
la cultura, la información y el conocimiento se distinguen “como piezas fundamentales 
para el desarrollo económico, político y social”.1 
 
La política cultural agrupa a las políticas de información2 (la política editorial, de fomento 
a la lectura y la política bibliotecaria) y de su conceptualización emergen agentes políticos 
e institucionales que determinan su integración en un proyecto de nación para asegurar el 
cumplimiento por parte del estado con su obligación cultural hacia la sociedad, pero 
también es una forma de legitimar a la cultura en el desarrollo económico y social en los 
años que van de 1983 a 2009. 
 
Bajo esta panorámica la investigación pretende dar cuenta sí efectivamente el acceso a la 
información se encontraba presente en el proyecto cultural de la nación y su cumplimiento 
resultaba favorable en un momento histórico en el que existe “una especie de pasmo 
cultural a inicios de la década de los ochenta”.3 
 
Un argumento que resulta determinante en la perspectiva de la presente investigación es 
el reconocimiento de la política cultural del estado en lo referente al acceso a la 
información de la sociedad a través de una política bibliotecaria que se contemple en un 
 
1 Para García Canclini, el cambio de una visión cultural a otra en nuestro país se caracterizó por:”un ciclo de reproducción y 
afirmación cultural anterior al periodo de la década de los ochenta significó una barrera difícil de superar”. GARCÍA 
CANCLINI, Nestor. La cultura mexicana hacia el próximo milenio. En México hacia el 2000: desafíos y opciones. Pablo 
González coordinador. México: Nueva Sociedad, 1989 p. 379 
2 GARCÍA MARTÍNEZ, Ana Teresa. Política bibliotecaria. Convergencia de la política cultural y la política de 
información. En. Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios No. 71 (Junio 2003) p. 25 - 37 
3 BLANCO, José Joaquín. Un chavo bien helado: crónica de los años ochenta. México: Era, 2000 p.13 
 II
proyecto cultural definido vinculado al desarrollo económico, educativo y político del 
modelo económico globalizante. 
 
De igual manera es necesario abordar el análisis del periodo referido (1976 – 2009) en 
cuanto al acceso a la información impresa por parte de la sociedad para detectar lo 
acontecido durante el mismo y derivar sus repercusiones inmediatas y mediatas en 
atención a las políticas de información y la política cultural. 
 
En nuestro país la política cultural siempre ha estado latente pero es hasta las décadas 
de los ochenta y noventa cuando se manifiesta un mayor interés hacia este respecto 
identificando funciones específicas como la conservación del patrimonio cultural –que 
incluye el patrimonio bibliográfico–, el apoyo a la creación, la difusión y formación cultural 
y la cooperación internacional. 
 
Precisamente es en la difusión y la formación cultural donde la biblioteca emerge como la 
institución “que tiene un papel protagónico al facilitar el acceso a toda la población a la 
información, a los libros, a la lectura, y en general a los bienes y manifestaciones 
culturales”.4 
 
Es oportuno destacar que a pesar del desarrollo favorable experimentado por las 
bibliotecas públicas en la década de los ochenta y hasta la actualidad, aun persiste un 
vacío de investigaciones en nuestra especialidad que permitan conocer y explicar la 
vinculación entre las políticas de información y la política cultural así como la forma en 
que ambas influyen en el proyecto de nación para el acceso social a la información y la 
cultura. 
 
La mayoría de las veces se hace énfasis en aspectos cuantitativos de infraestructura de 
bibliotecas públicas a nivel nacional pero se dejan de lado aspectos de orden legal, de 
gestión, recursos humanos, planes, programas y proyectos que dan cuenta de una 
política de información vinculada a una política cultural y de cuya integración se garantiza 
la cobertura de objetivos gubernamentales en materia de cultura. 
 
 
4 AGUADO, Álvaro, Myriam Mejía et. al. Lectura, biblioteca y comunidad. Santa Fé de Bogotá: CERLALC, 1993 p. 71 
 III
La problemática latente en el desarrollo de políticas de información y la política cultural 
aparece incluso desde el concepto que se tiene de cultura en nuestra especialidad y que 
en cierta forma no se contempla abiertamente como un objeto de estudio que se 
contextualice al lado de la información, el conocimiento, los usuarios, las tecnologías de 
la información y la biblioteca misma, o que también el bibliotecólogo no se visualice como 
un promotor de la cultura. En función de esta problemática, surgen las siguientes 
interrogantes:¿Cuáles son los elementos que propician el establecimiento de una política cultural que 
facilita el acceso a la información y a la cultura? 
 
¿De que manera influyen las recomendaciones de la UNESCO en la aplicación y 
desarrollo de las políticas de información y la política cultural en México? 
 
¿Cuál es la responsabilidad y compromiso que mantiene la figura gubernamental en el 
desarrollo de la política cultural? 
 
¿En qué sentido las recomendaciones de la UNESCO motivan el reconocimiento de la 
política bibliotecaria como elemento determinante en la estrategia cultural de nuestro 
país? 
 
¿Qué tipo de modelo cultural ha sido aplicado por nuestros gobiernos como estrategia 
que permite el adecuado desarrollo de las políticas de información y la política cultural? 
 
Para responder a las anteriores interrogantes se formulan las siguientes hipótesis: 
 
1. El acceso a la información como parte fundamental de una política de información se 
encuentra directamente relacionado con la política cultural en todos sus niveles. 
2. La incorporación de políticas de información en la planeación nacional fue debido 
 a los compromisos adoptados a través de la UNESCO. 
3. En un modelo de cultura se integran las políticas respectivas con la intención de 
 elevar y mejorar la estrategia cultural en un contexto cambiante. 
 
 IV
Los objetivos a los que se pretenden dar cobertura en la presente investigación, 
considera los siguientes: 
 
1. Analizar la conceptualización de la cultura y los elementos que constituyen la política 
cultural. 
 
2. Describir la asistencia que ofrece la UNESCO para el diseño y aplicación de la política 
cultural en atención a la política de información y bibliotecaria. 
 
3. Explicar la participación del estado mexicano en el diseño y aplicación de la política 
cultural, de información y bibliotecaria. 
 
4. Examinar el diseño de la política cultural y bibliotecaria desde la perspectiva de los 
modelos de cultura que aseguran el acceso a la información y la cultura en nuestro país. 
 
Para la elaboración del presente estudio se retoman tanto el método inductivo como el 
analítico en la revisión de los diferentes planes, programas, proyectos y actores sociales 
que intervienen en la política cultural y bibliotecaria como objetos de estudio. 
 
Las fuentes de las que se parten para realizar este trabajo si bien pueden ser apreciadas 
en la bibliografía relacionada con el tema elegido se encuentran vinculadas con la 
postura bibliotecológica y sociológica funcionalista. En cierto modo, esto puede obedecer 
a que las características de la investigación así lo ameritan. 
 
Para dar cumplimiento a los objetivos planteados en la presente investigación se 
organizaron los capítulos de la siguiente manera. 
 
En el primero se analiza la percepción que tiene la UNESCO sobre las estrategias y las 
recomendaciones que en relación a la política cultural y la política bibliotecaria formula 
este organismo internacional desde de su creación en atención al acceso a la cultura y la 
información. 
 
En el segundo capítulo se estudia el desarrollo de la “cultura” en nuestro país con 
especial énfasis en los sexenios que van de 1976 – 2009 en los cuales se exponen los 
 V
acuerdos firmados por el estado ante la UNESCO. Se explica además el papel que ha 
tenido la biblioteca pública en la estrategia cultural de los gobiernos mexicanos desde el 
sexenio de López Portillo y hasta la gestión de Calderón Hinojosa. 
 
El tercer capítulo analiza las vertientes integradoras entre las políticas de información y la 
política cultural resaltando la presencia y aplicación de un modelo cultural que permite la 
identificación esquemática de las distintas políticas estudiadas así como la convergencia 
existente entre la política cultural y la política de información. Por último se ofrecen las 
conclusiones y recomendaciones correspondientes a esta investigación. 
 1
CAPÍTULO 1 
POLÍTICA CULTURAL Y DE INFORMACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA 
UNESCO 
 
1.1 Introducción 
 
Se explica el significado del término cultura desde la perspectiva de la Organización de 
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) haciendo 
énfasis en los elementos que contiene así como en los propósitos y acciones adscritas 
en su definición. 
 
Se subraya la problemática de la definición de cultura de acuerdo al sentido del término 
que le otorgan distintas disciplinas pero también se señala que el significado establecido 
por la UNESCO tiene mayor cobertura y es aprobada por los especialistas como por los 
estados miembros, mencionando además que la definición aceptada es resultado de un 
desarrollo histórico que ha experimentado la cultura. 
 
Las recomendaciones que la UNESCO establece en materia de políticas culturales 
pretenden estimular la creatividad pero igualmente intentan garantizar la transmisión, 
acceso, preservación y disfrute a los bienes y productos culturales generados a través 
de las relaciones y prácticas sociales desarrolladas en cada país. De ahí la necesidad 
de presentar la evolución que ha tenido la definición de política cultural en las 
convenciones de la UNESCO. 
 
Se definen y exponen la política de información y la política bibliotecaria como parte de 
la estrategia cultural fundamentada en los principios de conservación, organización, 
preservación, préstamo, transmisión, cooperación y acceso a la información que 
contribuyen al desarrollo de los sectores productivos y social de cada país, lo que hace 
que tanto la política de información y bibliotecaria sean consideradas en la planeación 
nacional de aquellos países que han asumido las recomendaciones de la UNESCO en 
materia de información. 
 
En el último apartado se presentan las conferencias, acuerdos y recomendaciones que 
la UNESCO ha formulado históricamente en dimensiones concretas como lo son la 
 2
información y las bibliotecas, como parte de las políticas culturales y cuya inferencia 
contribuye a fortalecer la política de información y la política bibliotecaria con el objeto 
de mejorar gradualmente el acceso social a la información pero de igual manera buscar 
que los países generen sus propios recursos de información y dependan menos de 
otros. 
 
1.2 Política cultural desde la visión de la UNESCO 
 
Olmos es enfático al subrayar que toda estrategia en políticas culturales “debe partir de 
una definición clara del concepto de cultura sobre el cual se estructurarán las acciones 
respectivas”.1 A partir de esta aseveración destaca la importancia que mantiene el 
significado de cultura, cuyo sentido restringido o amplio del cual es objeto se deriva una 
aplicación extensa o mínima en la formulación de las respectivas políticas culturales, lo 
que conduce a reconocer el interés y prioridad que se les otorga en los planes 
nacionales. 
 
De ahí que el significado de cultura llegue a mostrar en ocasiones –de acuerdo a la 
definición que se hace de la misma– la postura y tendencias asumidas, pero además, 
de su comprensión puede deducirse si se continúa con una percepción elitista y 
centralizada en aspectos exclusivamente artísticos, o si en su defecto se le favorece 
desde una mayor diversidad fundamentada en un marco histórico y social de mayor 
integración. 
 
Ante la serie de posturas que pueden derivarse del significado de cultura como también 
a la existencia a veces polisémicas del término, la UNESCO define a la cultura como “el 
conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que 
caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las 
letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de 
valores, las tradiciones y las creencias”2 
 
En la perspectiva de la UNESCO, el sentido de la cultura rebasa las posturas 
reduccionistas centradas en cuestiones artísticas que entorpecenla formulación de 
 
1 OLMOS, Héctor Ariel. Cultura: el sentido del desarrollo. México: CONACULTA, IMC, 2004 p. 35 
2 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Informe Final (1982 : México). París: La Organización, 1982 p.43 
 3
políticas de alcances sociales amplios e integradores para avanzar en una definición en 
la que se da cabida a los aspectos sociales, antropológicos, materiales e inmateriales, 
teóricos y pragmáticos, estéticos, lingüísticos hasta incorporar elementos simbólicos y 
considerar como prerrogativas humanas a la cultura y a la información. 
 
La misma UNESCO enfatiza que desde su definición “la cultura es el fundamento de la 
vitalidad de toda sociedad e instrumento para su conservación y renovación”3. Es decir, 
la cultura se posiciona como factor sustantivo para el desarrollo en las naciones pero 
también se reconoce en ella la característica de renovación constante de la que es 
objeto por parte de la sociedad y no como algo absoluto y sin capacidad de modificación 
alguna, lo cual le asigna una característica de dinamismo que en igual sentido es un 
rasgo distintivo en la sociedad pero sin marginar las culturas originarias y la diversidad 
cultural. 
 
Aunque la definición que establece la UNESCO de cultura data de la década de los 
ochenta, su aceptación se mantiene hasta nuestros días debido a que es una definición 
con mayor amplitud y cobertura que ha sido aceptada tanto por los especialistas 
dedicados al estudio de la cultura como también por los estados miembros4 por medio 
de las convenciones y acuerdos que estos firman en su momento. 
 
No obstante, la aceptación que tiene ha sido lograda por la serie de conferencias que la 
UNESCO ha realizado previamente desde la década de los setenta, como la de 
Helsinki, pero fue hasta 1982 cuando alcanza un consenso entre los estados miembros, 
lo cual le permite ser el sustento para formular políticas culturales adecuadas a los 
momentos históricos posteriores a la década de los setenta y en la actualidad. 
 
El significado de cultura es un elemento fundamental en la planeación de políticas 
culturales, y del sentido que sobre la misma se tiene hace posible una acertada 
 
3 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Problemas y perspectivas. París: La Organización, 1982 p.17 
4 Se conocen como estados miembros a todos aquellos países que se integran a la UNESCO con el propósito de adherirse a 
sus principios y objetivos que fueron declarados desde la creación de este organismo internacional. Hasta el momento 
contempla 193 estados miembros (además de siete miembros asociados) de la UNESCO, la fecha en la que se integraron 
como Miembros (o Miembros Asociados) de la Organización data de 1946 y hasta el año 2007 en que se une Singapur. 
México se integro desde 1946 y generalmente ha figurado como uno de los principales exponentes en el respeto y la 
colaboración entre los distintos estados miembros. UNESCO.ORG [En Línea] Disponible 
http://erc.unesco.org/portal/UNESCOMemberStates.asp?language=es consultado el 10 de abril de 2010 
 4
cobertura por parte de los estados miembros de la UNESCO, aunque para llegar a la 
percepción de lo qué es la cultura se tuvo que experimentar un desarrollo histórico que 
ha encontrado diversas circunstancias y que es objeto de posibles modificaciones en su 
definición conforme a las prácticas culturales desarrolladas en cada país. 
 
1.3 La agenda de la UNESCO 
 
Una vez aceptada la definición de cultura se derivan las acciones que permiten 
planificar el acceso a la misma y su disfrute desde la perspectiva de la formulación de 
políticas culturales que aseguren el acceso de la ciudadanía a la cultura. A manera de 
antecedente, es hasta la década de los setenta cuando la atención a la cultura y su 
vínculo con las políticas culturales comienza a tomar una formalidad de mayor atención 
por parte de la UNESCO y sus estados miembros. 
 
Conviene destacar que previamente a la conferencia de Venecia en el año de 1970 se 
realizaron reuniones preparatorias de expertos celebradas sucesivamente en Mónaco 
durante 1967, en Budapest en 1968 y en Dakar en 1969.5 En dichas reuniones los 
representantes de todos los estados miembros tuvieron oportunidad de confrontar sus 
experiencias y de intercambiar puntos de vista sobre la acción realizada y los resultados 
obtenidos en materia de política cultural. 
 
La Conferencia Intergubernamental sobre los aspectos Institucionales, Administrativos y 
Financieros de las Políticas Culturales, celebrada en Venecia en 1970, se adquirió 
conciencia del lugar que la cultura ocupa en el mundo contemporáneo, así como de las 
responsabilidades que incumben a los países con respecto a la actividad cultural. 
 
A su vez, la extensión del concepto de cultura a los diversos aspectos de la vida de las 
poblaciones hizo que la Conferencia considerara fundamental “que el desarrollo cultural 
se contemple en sus interacciones con el desarrollo económico y social”6 pero la 
recomendación principal formulada en esta reunión fue que la UNESCO “organice 
reuniones regionales de nivel ministerial y de otras clases, sobre las cuestiones 
 
5 véase ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Problemas y perspectivas, op. cit., p.3 
6 Ibíd. 
 5
fundamentales de política cultural, especialmente las que se refieren al acceso libre y 
democrático a la cultura” 7 
 
La Conferencia Intergubernamental sobre las Políticas Culturales en Europa, celebrada 
en Helsinki en el año de 1972, se volvió a reafirmar que el desarrollo cultural es un 
factor esencial del desarrollo integral que hace posible que cada uno ejerza su derecho 
a la cultura. 
 
Además de la atención a otras temáticas analizadas en este evento como la utilización 
de los medios de comunicación, la necesidad de elaborar instrumentos de análisis del 
desarrollo cultural, el reforzar las políticas culturales, asegurar la formación de personal 
dedicado a la acción cultural y la cooperación cultural, la tendencia central que emergió 
de este evento fue “el deseo de una especificidad cultural europea que vaya 
acompañada de una apertura al mundo, especialmente hacia los países en desarrollo”.8 
 
La conferencia de Yogyakarta (Indonesia) celebrada durante 1973, sale a relucir el 
desarrollo cultural pero se insiste en la ampliación del acceso de las poblaciones a la 
vida cultural de sus comunidades y su participación. Del mismo modo se abordó la 
problemática de la relación entre educación permanente y desarrollo cultural. 
 
Por otra parte, se reiteró la necesidad de formar especialistas en desarrollo cultural, los 
instrumentos de análisis del desarrollo cultural y la cooperación cultural. Pero el aspecto 
más determinante de esta reunión fue “la necesidad de fortalecer la cooperación cultural 
regional y de fomentar la cooperación internacional, basándose en el reconocimiento de 
la diversidad de la cultura”.9 
 
En 1975 durante la conferencia de Accra (África), se discutieron aspectos relacionados 
con la identidad cultural como impulsora de un acto liberador, igualmente se puso 
atención a los aspectos vinculados con la diversidad cultural como una realidad viva. Se 
destacó a su vez que la acción cultural es una empresa educativa pero también que la 
educación desempeña una función cultural. 
 
7 Ibíd, p.4 
8 Ibíd, p.5 
9 Ibíd, p.6 
 6
Se vuelve a reiterar que la cooperación internacional favorece el enriquecimiento de 
culturas. Pero el eje esencial de este evento fueque “al mismo tiempo que la diversidad 
cultural representa en África una realidad viva, debe percibirse como un factor de 
enriquecimiento y de equidad y no de división”.10 
 
En la conferencia de Bogotá en 1978, se abordó la cuestión de la identidad cultural, se 
reconoció que la diversidad cultural debe ser considerada un factor de equilibrio y no de 
división. Se afirmó que el desarrollo cultural es un factor determinante de cualquier 
transformación de las estructuras económicas y sociales, y que el desarrollo económico 
encuentra su fundamento y su finalidad en la cultura. 
 
Se volvió a insistir en la cooperación internacional para fortalecer los lazos culturales. 
Aunque lo más destacado de esta conferencia fue “la importancia de la comunicación 
en los procesos culturales y se prestó especial atención a la creación cultural y al 
fomento del libro”.11 
 
La conferencia de Bagdad en 1981, examinó cuestiones específicas de la cultura árabe, 
aunque se destacó la función que la cultura desempeña en la cohesión nacional y su 
papel creador en todas las civilizaciones. Pero el eje principal de esta conferencia fue la 
insistencia en “la creación de equipos culturales y de las industrias culturales”.12 Al igual 
que en las anteriores conferencias, se volvió a subrayar la necesidad de estimular la 
cooperación cultural regional e internacional. 
 
Las conferencias realizadas previamente a la denominada Mundiacult comenzaron a 
revelar de forma regional no solamente la problemática y avances que presentaba cada 
país en la dimensión cultural mediante diagnósticos elaborados por la UNESCO, sino 
también daban a conocer los principios que en políticas culturales se venían 
desarrollando en cada uno de los estados miembros. 
 
Igualmente se observa que el término política cultural ya era utilizado y por lo tanto es 
posible suponer que figuraba en los planes nacionales y de forma gradual se estaban 
 
10 Ibíd, p.7 
11 Ibíd, p.9 
12 Ibíd, p.10 
 7
superando las limitadas aseveraciones que en materia de cultura persistían anterior a la 
década de los setenta. 
 
La agenda desarrollada a lo largo de la década de los setenta dejaba implícita la 
definición de política cultural que se hace más evidente cuando el mismo organismo 
internacional declara que las “políticas culturales buscan fijar objetivos, crear estructuras 
y disponer de medios suficientes para lograr las metas que se han fijado, pero no 
parecen que deban determinar el contenido de la vida cultural ni orientar la creación 
intelectual”.13 
 
Lo anterior demuestra entonces que las prácticas y relaciones culturales son creadas 
por la sociedad misma pero que precisan de medios de difusión y transmisión que se 
encuentran dentro de los tramos de control de los respectivos gobiernos sin que estos 
asuman posturas impositivas en materia cultural y deberían estar abiertos a la 
diversidad que como área temática comenzaba a ser impulsada en las conferencias 
regionales al igual que el mismo término de política cultural. 
 
El terreno preparado por estas conferencias impulsó la realización acertada de la 
llamada Mundiacult que se llevó a cabo en 1982 en México y donde se logró avanzar 
en líneas de acción temática que en materia de cultura se discutirían en este foro. Así, 
como producto de este evento, se elaboró el documento “Declaración de México”, en 
el cual destacan no solamente la formulación de la definición de cultura sino los 
principios que deben regir las políticas culturales de los estados miembros de la 
UNESCO; a saber: 
 
“1. Identidad Cultural; representa un conjunto de valores únicos e irremplazables ya que las 
tradiciones y formas de expresión de cada pueblo constituyen su manera más lograda de 
estar presentes en el mundo. 
 
2. Dimensión cultural del desarrollo; la cultura constituye una dimensión fundamental del 
proceso de desarrollo y contribuye a fortalecer la independencia, la soberanía y la identidad 
de las naciones. 
 
 
13 Ibíd, p.25 
 8
3. Cultura y democracia; la democracia cultural supone la más amplia participación del 
individuo y la sociedad en el proceso de creación de bienes culturales en la toma de 
decisiones y en la difusión y disfrute de la misma. 
 
4. Patrimonio Cultural; comprende las obras de artistas, arquitectos, músicos, escritores y 
sabios, así como creaciones anónimas, surgidas del alma popular y el conjunto de valores 
que dan un sentido a la vida. 
 
5. Creación Artística e Intelectual y Educación Artística; la libertad de pensamiento y de 
expresión es indispensable para la actividad creadora del artista y del intelectual. 
 
6. Relaciones entre Cultura, Educación, Ciencia y Comunicación; el desarrollo global de la 
sociedad exige políticas complementarias en los campos de la cultura, la educación, la 
ciencia y la comunicación, a fin de establecer un equilibrio armonioso entre el progreso 
técnico y la educación intelectual y moral de la humanidad. 
 
7. Planificación, Administración y Financiación de las Actividades Culturales; la sociedad 
debe realizar un esfuerzo importante dirigido a planificar, administrar y financiar las 
actividades culturales, tomando en consideración las necesidades y problemas de la 
sociedad. 
 
8. Cooperación Cultural Internacional; una más amplia cooperación y comprensión cultural 
subregional, regional, interregional e internacional es presupuesto importante para lograr un 
clima de respeto, confianza, diálogo y paz entre las naciones”.14 
 
Cabe mencionar que en este evento internacional México estuvo representado por la 
Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la 
Subsecretaría de Cultura, el Representante Permanente de México ante la UNESCO y 
la Comisión Nacional de los Estados Unidos Mexicanos para la UNESCO. 
 
En su discurso inaugural, Fernando Solana subrayó que: 
 
“No hay en todo lo dicho ni palabras nuevas. En uno y otro 
foro se han repetido. Pero no podemos desaprovechar éste 
 
14 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales. Informe Final (1982 : México), op. cit., p.43-47 
 9
que la UNESCO nos ofrece para explorar nuevos caminos 
que permitan a los países aquí reunidos revisar y fortalecer 
sus políticas culturales, de modo que éstas ayuden a los 
contemporáneos a recuperar su tiempo y a desarrollar todas 
las posibilidades que la ciencia, la técnica, las 
comunicaciones y la educación modernas nos ofrecen”.15 
 
Como se puede observar, en la representación de México aparecen funcionarios de la 
Secretaría de Educación Pública –institución responsable de asuntos culturales–, y 
embajadores de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En la lista de asistentes 
también se contó con la participación de la Federación Internacional de Asociaciones de 
Bibliotecarios (IFLA) representada por Adolfo Rodríguez Gallardo. 
 
El total de recomendaciones que se formularon en esta conferencia denominada 
Mundiacult16 fueron 181, y de las mismas las relacionadas con la información, el 
archivo, la biblioteca, los derechos de autor y temas afines solamente se identifican 
cuatro, mismas que a continuación se presentan: 
 
1. “Recomendación No. 60 sobre Manuscritos, Archivos y documentos. 
… que presten atención especial a la conservación, la valorización y la utilización de los 
archivos y las bibliotecas, de carácter público o privado, que representan el testimonio vivo 
de las civilizaciones creadoras y constituyen a menudo una documentación irremplazable. 
… que prosigan la acción con miras a incluir los manuscritos antiguos y los documentos de 
archivo como elementos del patrimonio cultural. 
 
2. Recomendación No.62 sobre Acceso a la documentación de interés histórico.… que tomen las medidas apropiadas a fin de liberalizar la consulta de la documentación y 
los archivos de interés histórico y cultural, incluidos la documentación y los archivos 
contemporáneos”. 
 
3. Recomendación No. 116 sobre Fomento del libro en África. 
a) Que promuevan una política editorial acertada que pueda proporcionar al desarrollo del 
libro las bases logísticas necesarias. 
 
 
15 Ibíd., p.181 
16 Ibíd., p.58 
 10
4. Recomendación No. 132 Formación de especialistas en derecho de autor. 
1. Recomienda al Director General que preste atención dentro del Programa de la UNESCO 
a la preparación de especialistas en la materia de derechos de autor, para que se 
aprovechen las experiencias que la UNESCO ha ido sumando en la materia, y se utilicen de 
acuerdo con las necesidades de los Estados”.17 
 
Es notable la atención hacia la dimensión cultural desde los diversos aspectos que 
fueron abordados en la Mundiacult y cuya realización es un avance enorme ante la 
complejidad que como fenómeno representa la cultura en la década de los ochenta. 
Dentro de los elementos que conforman la cultura y que también fueron dignos de 
atención aparecen la información, los archivos, los libros, la biblioteca y los derechos de 
autor, con lo cual la misma UNESCO los ratifica como elementos culturales que son 
parte de una política cultural. 
 
A partir de entonces, las consideraciones hacia la cultura han encontrado un tratamiento 
más especializado y es de esperar que los estados miembros mejoraron el diseño y la 
aplicación de sus políticas en cuanto a información y biblioteca se refieren de acuerdo a 
las condiciones socioeconómicas existentes en cada estado aunque en igual sentido 
quedaba ratificado que la información formaba parte de la cultura y por lo mismo era 
objeto de atención al igual que el resto de recursos contemplados en la misma. 
 
Consecuentemente, la línea de recomendaciones fue reafirmada en la Conferencia de 
Estocolmo en 1998,18 sin dejar de lado la Reunión de la Conferencia General de la 
UNESCO en 2001,19 año en que se formula la “Declaración Universal de la UNESCO 
Sobre Diversidad Cultural”,20 pese a que en su contenido se refiera exclusivamente a 
la Diversidad pero no así a la información y la biblioteca. 
 
 
17 véase Recomendación No. 60 p.100, Recomendación No.62 p.101, Recomendación No. 116 p.135, Recomendación No. 
132 p.145 
18 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Conferencia General Estocolmo. La UNESCO en el siglo XXI. [En Línea] Disponible http://unesco.org/images/001177 
consultado el 30 de octubre de 2010 
19 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Declaración universal de la UNESCO sobre diversidad cultural. [En Línea] Disponible 
http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric01documentos02.htm consultado el 30 de octubre de 2010 
20 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural: comentarios y propuestas. Montevideo: Trilce, 2005 
155 p.12 
 11
A pesar de estos embates en cuanto a las tendencias de que es objeto la cultura, 
difícilmente podemos asegurar que la fatalidad sea el destino final de la dimensión 
cultural en los estados miembros de la UNESCO, más bien es de esperar la formulación 
de medidas que harán frente a estas tendencias y donde una vez más la cooperación 
internacional superara las posturas unívocas que en materia cultural pudieran 
prevalecer desde una visión estrictamente del mercado. 
 
Después de realizar una revisión general con respecto a la manera en cómo ha 
evolucionado el tratamiento hacia las políticas culturales, es posible resaltar que los 
avances en esta materia como en política de información y política bibliotecaria son 
evidentes ya que por una parte se llega a un acuerdo sobre el concepto de cultura pero 
además se establece una definición de los principios que deben de estar contenidos en 
la formulación y aplicación de una política cultural. 
 
Asimismo es pertinente señalar la importancia que mantienen tanto la política de 
información y bibliotecaria dentro de la política cultural en donde son incluidas como 
parte del quehacer cultural del ser humano y que necesariamente deben estar 
contempladas en los planes nacionales para asegurar el acceso de la sociedad a los 
beneficios que se desprenden pero que también forman parte de las prerrogativas 
humanas que difícilmente pueden ser omitidas por los estados democráticos. 
 
1.4 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información 
 
Para otorgar cumplimiento a la libertad de expresión y la libertad de comunicación, se 
hace necesario diseñar e incorporar una política de información en donde la intervención 
del estado garantice de forma adecuada los mandatos contenidos en la prerrogativa 
indicada, para así dar respuesta a las exigencias sociales en condiciones de eficiencia, 
igualdad y seguridad que conlleven el establecimiento de políticas de información de 
cobertura amplia en todos los sectores sociales y productivos, pero también a coordinar 
los niveles político – administrativos involucrados en ello, y asimismo, los aspectos 
vinculados con la infraestructura correspondientes.21 
 
21 En consideración de esto mismo, Guinchat explica que la información: “responde a la necesidad del ser humano de 
expresarse; a un requerimiento que en determinado momento se vuelve un derecho fundamental del hombre; por eso 
debemos tener el derecho de expresarnos, de informar e informarnos, y tal prerrogativa natural debe estar garantizada por 
el Estado, aunque debe ser definida por la sociedad; pero se le debe considerar de forma integral, pensando en la creación 
 12
De acuerdo a la UNESCO en sus Recomendaciones para los Sistemas Nacionales de 
Información (NATIS) menciona: 
 
“Pide a los Estados Miembros de la UNESCO que: 
tomen las disposiciones apropiadas para crear un 
sistema nacional de información, o una infraestructura 
para los servicios de información, teniendo en cuenta la 
infraestructura económica y social del país y su 
patrimonio cultural, dentro del marco de sus planes 
generales y sectoriales de desarrollo nacional y de su 
política de comunicación. 
Recomienda que: 
Ese sistema o infraestructura nacional esté apoyado por 
medidas apropiadas de legislación, financiamiento y 
personal calificado, y por el uso de técnicas modernas 
de información, y que se coordinen adecuadamente sus 
diversos elementos”.22 
 
La anterior recomendación ofrece elementos implícitos para deducir que se trata de una 
política de información desde el momento en que hace alusión a la intervención del 
estado. En relación a la política de información, conviene recuperar del mismo documento 
la siguiente aseveración, que expresa: 
 
“Convendría formular una política nacional de información 
que refleje las necesidades de todos los sectores de la 
comunidad, y de la comunidad nacional en su conjunto, 
para orientar el establecimiento de un plan nacional de 
información cuyos elementos deberían incorporarse en 
los planes nacionales de desarrollo”.23 
 
 
de información, la manifestación de ideas y del conocimiento, además de su circulación, disponibilidad, uso y su lectura”. 
GUINCHAT, Claire y Michel Menou. Introducción general a las ciencias y técnicas de la información y documentación. 
Madrid: UNESCO, 1990 p.483 
22 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. 
Conferencia Intergubernamental sobre el planeamiento de las infraestructuras nacionales de documentación, bibliotecas yarchivos. Informe Final. (1974 : París). París: La Organización, 1974 p.16 
23 Ibíd, p. 27 
 13
Pero a pesar de que la política de información no tiene aun una definición general –como 
término– pues se le considera como un área de estudio emergente, persiste el interés 
por definirla para así formular un significado y disponer de una comprensión amplia que 
permita su identificación y entendimiento. 
 
Así, una definición que intenta dar cuenta del significado de política de información, 
refiere a ésta como “un conjunto de políticas y leyes interrelacionadas relativas a la 
creación, producción, colección, gestión, distribución y recuperación de información”.24 
 
En la misma perspectiva, Almada define a la política de información “como el estudio de 
las orientaciones y directrices que rigen la actuación de los diferentes sectores o grupos 
de la sociedad en la generación, organización y transferencia de la información, en su 
distribución, disponibilidad, acceso y recuperación, como medios para la comunicación en 
la sociedad”.25 
 
Conforme a estas definiciones se puede comprender que la política de información, 
además de sus propósitos de amplia cobertura, contiene dimensiones específicas en las 
cuales advertir aspectos relacionados con la gestión de la organización, conservación, 
difusión, estrategias y acceso a la información que se produce en determinadas áreas del 
conocimiento y en los sectores productivos y grupos sociales. 
 
Una de las características de la política de información es la creación de planes, 
programas de acción, proyectos que den cuenta de la necesidad de una planificación en 
la cual incidan estudios de viabilidad, recursos económicos y humanos; asimismo se 
puede añadir la actividad de difusión como una acción encaminada para dar a conocer la 
existencia de sistemas de información, por mencionar un ejemplo. 
 
Pero además de la dimensión que se relaciona con la gestión, aparece otro elemento que 
igualmente puede derivarse de las definiciones mostradas, y es el que se vincula con la 
infraestructura que se requiere para precisamente contar con los recursos materiales, 
equipamiento e instalaciones físicas para las distintas unidades y sistemas de 
 
24 GARCÍA MARTÍNEZ, Ana Teresa, op. cit., p.31 
25 ALMADA NAVARRO, Margarita y Egbert Sánchez Vanderkast. Curso aplicación de políticas de información. México. 
UNAM, CUIB, 2005 h.[2] no publicado solo como material de curso 
 14
información que contribuyan al desarrollo de la política de información materializada en 
los programas y proyectos correspondientes, aspecto este que por sus mismas 
características resulta indispensable en la mencionada política. 
 
Sumado a lo anterior, es pertinente incorporar los fundamentos jurídicos que representan 
los soportes legales en los cuales se garantizan tanto la formulación como la aplicación 
de la política de información, ya que las disposiciones y las normativas existentes en 
atención a la información vienen a respaldar las acciones que se establecen en los 
proyectos y programas, asegurando de este modo su operatividad bajo la regulación 
legal respectiva que el marco jurídico le brinda. 
 
A manera de síntesis, Zapata hace hincapié en que la política de información –como 
cualquier política pública– “debe tener tres instrumentos que permitan su consolidación. 
Como lo son las leyes o marcos jurídicos, los espacios de concertación integrados por 
instituciones públicas, representantes del sector privado y organizaciones de la sociedad 
civil, y los documentos en los cuales se materializan planes y proyectos”.26 No obstante, 
pareciera que en su manera de describir a la política de información llega a pasar por alto 
aspectos como la infraestructura que también es determinante y necesaria en la 
formulación y aplicación de las políticas de información. 
 
En un contexto económico, político, social, educativo y cultural en donde las políticas de 
información pueden estar implícitas, explícitas, latentes e incluso ser interdependientes, 
revelan que su formulación, diseño, aprobación y aplicación se caracterizan por una serie 
de acciones complejas que precisan de una normatividad y recursos pero también de una 
sensibilidad política para hacer operable la serie de planes, proyectos y programas 
orientados al cumplimiento del derecho a la información. 
 
Pero también es conveniente asumir las recomendaciones que a este respecto formulan 
organismos internacionales como la UNESCO, para de esta manera situar al país en el 
mismo nivel que en materia de política de información se encuentran los países 
desarrollados y en consecuencia tratar de ser participe con la información que cada país 
miembro produce. 
 
26 ZAPATA LÓPEZ, Fernando. Algunos cimientos para las políticas públicas. En Congreso Internacional del mundo del 
libro (2009 septiembre 7 – 10) MEMORIA. México: FCE, 2009 p. 62 
 15
Sobre esta línea nos podemos percatar del interés por reconocer a la información como 
un recurso valioso para la sociedad con el propósito de que exista la garantía de una 
sociedad más informada mediante el uso adecuado de la información que se refleje en el 
mejoramiento de su calidad de vida; vista así, y siguiendo a Braman, “utilitariamente la 
información se convierte en una fuerza constitutiva de la sociedad, al aplicarse a una 
amplia gama de fenómenos y procesos en las que se encuentra involucrada la 
información, y donde sus flujos son valiosos en la construcción del poder social y de la 
realidad”.31 
 
Por eso es difícil pensar en la creación de sistemas de producción, almacenamiento y 
acceso a la información sin una base educativa y cultural que garantice la formación de 
ciudadanos que dispongan de las competencias mínimas para el uso adecuado de la 
información, ya que la desatención a este respecto puede generar condiciones de 
exclusión social que son inadmisibles en sociedades que buscan la equidad y la justicia 
social; de ahí que no sea extraño observar la estrecha relación que mantiene la política 
de información con la política educativa y la política cultural, de cuya vinculación se 
puede fortalecer el cumplimento de la política de información. 
 
Cuando se hace mención de la generación, diseminación y acceso a la información, es 
preciso hacer referencia a otra política que destaca dentro del espectro de acción que 
contiene una política de información; dicha política a la que se hace alusión es la política 
bibliotecaria, la cual puede ser definida como: 
 
 “El conjunto de decisiones que adoptan los poderes públicos 
inspirados en los principios bibliotecológicos, para conseguir el 
equilibrio entre el derecho del ciudadano a la información y la 
obligación del Estado a satisfacer las necesidades de 
información de la población, configurando un plan de actuación 
en el que se organizarán los recursos humanos, materiales, 
jurídicos, institucionales y financieros para el establecimiento de 
un sistema bibliotecario que proporcione el acceso y uso de la 
información a la población en los distintos niveles”.27 
 
31 BRAMAN, Sandra. Defining information: an approach for policymakers. En Telecommunications policy (September 
1999) p. 241 
27 GARCÍA MARTÍNEZ, Ana Teresa, op. cit. , p. 35 
 16
Se podría suponer que desde esta definición la política bibliotecaria se vincula 
directamente con la biblioteca pública, pero generalmente no es así, ya que este tipo de 
política se asume con la creación de un sistema bibliotecario en los distintos niveles que 
van desde la biblioteca pública, la escolar, la biblioteca nacional, las bibliotecas 
especializadas y los centros de información, así como aquellas bibliotecas de formato 
digital que son creadas dentro de cada subsistema en cuanto a tipo de bibliotecas, peroentendiendo que estas unidades de información no son únicamente espacios de 
conservación sino lugares vitales de constante asistencia y consulta de los distintos 
sectores sociales, educativos y productivos de un país. 
 
Desde la percepción de los principios bibliotecológicos, la política bibliotecaria se 
fundamenta precisamente en la organización, análisis, conservación, transmisión, uso, 
difusión de la información y el conocimiento, y para lo cual recurre igualmente a las 
técnicas y métodos utilizados en la bibliotecología así como a la normatividad 
internacionalmente existente para el análisis y control de la información, como también 
del servicio de préstamo que se proporciona. Esto revela el sustento de elementos 
teórico – prácticos de la bibliotecología que se contemplan en la política bibliotecaria. 
 
Desde su definición nos permite identificar otros elementos que la conforman y la 
caracterizan pero que simultáneamente contribuyen a la consistencia de la misma y son, 
entre otros, la necesidad de un marco jurídico que a través de legislaciones específicas 
asistan no solamente a la creación y sostenimiento de sistemas bibliotecarios en distintos 
sectores –educativo, productivo, cultural, etc.– sino que también regulen la 
fundamentación de acciones mediante planes, programas y proyectos que se formulan y 
pretenden desarrollar en los sistemas bibliotecarios. 
 
Por lo tanto, el elemento jurídico destaca la importancia de conceder una legislación 
adecuada que aseguren tanto la creación y la permanencia de los sistemas bibliotecarios 
así como el desarrollo de las actividades implicadas en sus funciones correspondientes. 
 
Por su cobertura a diferentes sistemas bibliotecarios de los distintos sectores que 
conforman la sociedad, la política bibliotecaria se proyecta como la serie de planes, 
programas y proyectos que se deben tener en consideración para garantizar el adecuado 
ejercicio de la prerrogativa del derecho a la información, pero también con plena 
 17
orientación a la satisfacción de necesidades de información de quienes hacen uso de los 
distintos sistemas bibliotecarios y que tienen desde estos espacios el acceso a la 
información y al conocimiento, de ahí que fundamentados en la necesidad de la 
planeación que caracteriza a la política bibliotecaria esta latente su evaluación 
correspondiente. 
 
Dentro de la política bibliotecaria los distintos sistemas bibliotecarios se significan por 
adquirir un papel protagónico en los que aparecen como medios para facilitar el acceso 
de la sociedad a la información –en cualquiera de sus soportes–, a la lectura y en general 
a los bienes y manifestaciones culturales reconociendo mediante la aplicación de la 
política bibliotecaria que la libertad, prosperidad y desarrollo de la sociedad, son valores 
humanos fundamentales que solo podrán alcanzarse sí ciudadanos bien informados28 
ejercen sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo en la sociedad, de ahí 
que su presencia en la política cultural y de información sea amplia y sustantiva. 
 
 
1.5 Estrategia de la UNESCO sobre políticas de información y política bibliotecaria 
 como propuesta cultural 
 
Uno de los objetivos que establece la UNESCO es aquel que se vincula directamente con 
el sector de comunicación e información y en el cual se preocupa por “auxiliar a los 
estados miembros en la implementación y desarrollo de políticas nacionales de 
información”.29 Esto se puede observar desde la creación y aplicación del Programa 
General de Información, el NATIS y UNISIST en donde la política de información y la 
política bibliotecaria están explicitadas y se dirigen a la gestión, legislación e 
infraestructura entre otras dimensiones contenidas en las políticas mencionadas 
orientadas hacia los estados miembros. 
 
Se debe hacer énfasis que tanto los sistemas bibliotecarios como la información y el 
conocimiento contenidos en sus acervos son elementos sustantivos a través de los 
cuales se hace llegar la cultura a la sociedad, y aun más, que históricamente: 
 
28 GILL, Philip. Directrices IFLA/UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas. México: CNCA, DGB, 
2002 p. 171 
29 ELLIS, Simons. Indicators on informations literacy and the information for all programme; a challenge for libraries. [En 
Línea]. Disponible http://www.ifla..org./iv/ifla74/index,htm Consultado el 12 de Diciembre del 2009 
 18
“Las bibliotecas son los depósitos del conocimiento humanístico, científico 
y tecnológico, y que pueden tipificarse como culturales y universales 
porque el objetivo de las mismas es preservar para la posteridad todas las 
manifestaciones culturales derivadas del conocimiento elaborado por las 
diferentes generaciones humanas constituidas en sociedad, por lo que, las 
bibliotecas son un fenómeno social universal, y también representan una 
expresión cultural universal”.30 
 
En lo que a información se refiere, encontramos que “el saber humano representa la 
multiplicidad de rastros culturales que han podido ser codificados, conservados y 
descifrados”,31 pero también la información como representación del pensamiento y del 
conocimiento nos lleva a considerar que la sociedad recibe y está expuesta a aquella 
proveniente tanto del lenguaje corriente de los medios masivos como de la generada por 
el lenguaje literario, científico y técnico de la literatura especializada. 
 
Apreciado de esta manera, la información representa un elemento sustantivo que se 
encuentra latente pero que frecuentemente no se explica de manera amplia aunque es 
manifiesta su presencia en la cultura a lo largo de la historia. Estas argumentaciones 
sirven como sustento para advertir que tanto la biblioteca como la información forman 
parte de políticas culturales y son merecedoras de políticas específicas que garantizan el 
acceso a la información y el conocimiento de la sociedad. 
 
Para demostrar el interés que históricamente existe por parte de la UNESCO en relación 
a la incorporación de políticas de información y bibliotecaria en la política cultural de los 
estados miembros de esta organización internacional, a continuación se exponen los 
acuerdos, convenciones y protocolos con orientación hacia las bibliotecas, la información, 
los derechos de autor, los soportes documentales y la tecnología de la información, 
presentados de forma cronológica de acuerdo a las formulaciones de este organismo 
internacional y que se exponen en el cuadro uno.32 
 
30 MENESES TELLO, Felipe. Bibliotecas y sociedad: reflexiones desde una perspectiva sociológica. En Revista 
Interamericana de Bibliotecología v.18 n.2 (Julio – Diciembre 2005) p. 12 
31 ESTRADA CARREÓN, Luis Felipe. Aunque lo que digan no es, con tal que lo aseguren basta. En Itinerarios de las 
miradas v.1 n.17 (Julio 2002) p.1 
32 Respecto a las distintas formulaciones que hace la UNESCO en atención específica a la información y la biblioteca, 
expuestos en el PGI e UNISIST, y que fueron expuestas en las tesis recepcionales de maestría de Sánchez Vanderkast y 
Miguel C. Gama Ramírez, mismas que pueden ser consultadas para constatar lo aquí expresado; en tanto, en este apartado 
solo se dan a conocer las recomendaciones de las convenciones, acuerdos y protocolos que se vinculan ciertamente a la 
política de información y bibliotecaria, aun antes de programas como el PGI. 
 19
Cuadro 1 
 Acuerdos, Convenciones, Protocolos y Manifiestos de la UNESCO orientados hacia una política cultural vinculada a la política de información y/o 
política bibliotecaria 
 
 
Año 
 
Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 
 
1948 
 
Acuerdo destinado a facilitar la Circulación Internacional de 
materiales audiovisuales de carácter educativo, científico y cultural. 
 
 
Se contextualiza en ambas políticas,pero con mayor alcance en la política de 
información. 
 
 
1949 
 
Primera Declaración Internacional sobre las necesidades y 
funcionamiento de las bibliotecas públicas, como respaldo a la 
educación popular y como un derecho al conocimiento. 
 
 
Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política 
bibliotecaria. 
 
 
 
1952 
 
Convención Universal sobre Derechos de Autor. 
 
Se vincula estrechamente con la política de información por los alcances que 
contempla en relación a los creadores. 
 
 
1954 
 
Convención sobre el canje internacional de publicaciones. 
 
 
Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política 
bibliotecaria. 
 
 
1958 
 
Convención sobre el canje de publicaciones oficiales y documentos 
gubernamentales entre Estados. 
 
Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política 
bibliotecaria. 
 
 
1958 
 
Convención sobre el canje internacional de publicaciones 
 
Se contextualiza en ambas políticas, con igual alcance en la política de 
información y en la política bibliotecaria. 
 
1964 
 
Recomendación sobre la Normalización Internacional de las 
Estadísticas relativas a la Edición de Libros y Publicaciones 
Periódicas. 
 
 
 
Está mayormente relacionada a la política de información. 
 20
 
Año 
 
Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 
 
1970 
 
Recomendación sobre la Normalización Internacional de las 
Estadísticas relativas a las bibliotecas. 
 
Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política 
bibliotecaria. 
 
 
1971 
 
Convención Universal sobre Derechos de Autor 
 
Se vincula a la política de información. 
 
 
1971 
 
Creación de la Carta Internacional del Libros. 
 
 
Esta mayormente relacionada a la política de información relacionada con el 
fomento a la lectura. 
 
1972 
 
Declaración sobre los Principios Rectores del empleo de las 
transmisiones por satélite para la libre circulación de la información. 
 
 
Esta mayormente relacionada a la política de información en cuanto a los 
aspectos de infraestructura. 
 
 
1982 
 
La UNESCO organiza el evento en Londres El Congreso Mundial 
del Libro. Aprueba el programa de acción “Hacia una sociedad de 
lectura” que la Conferencia General hará suyo en 1983. 
 
 
Se relaciona directamente con la política de información en relación con el 
fomento a la lectura 
 
1985 
 
Recomendación Revisada sobre la Normalización Internacional de 
las Estadísticas relativas a la producción y distribución de libros, 
diarios y otras publicaciones periódicas. 
 
 
Esta mayormente relacionada a la política de información en relación a la 
política editorial. 
 
 
 
1988 
 
1989 
 
Fomento del libro. Se financian actividades en este ámbito en 68 
estados miembros, organizando más de 20 cursos de formación en 
las distintas profesiones del libro en todas las regiones. Bajo el 
título de “Año del lector” varios Estados organizaron por iniciativa de 
la UNESCO un programa de doce meses y movilizando a maestros, 
padres, asociaciones, editores y libreros, con una amplia 
participación de medios de comunicación. 
 
 
 
Se relaciona directamente con la política de información en relación con el 
fomento a la lectura. 
 21
 
Año 
 
Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 
 
1992 
 
 
Se realiza la primera Conferencia Mundial de Periodistas 
Científicos, que entre los temas examinados se encuentra el 
análisis de la citación de la infamación científica en las diversas 
regiones del mundo 
 
 
Está relacionada con la política de información científica. 
 
1992 
 
 
La UNESCO realiza una consulta internacional reuniendo a los 
participantes, donadores de libros principalmente, y recomienda un 
trabajo metódico de organización en la donación de libros. 
 
 
Se contextualiza en ambas políticas, pero con mayor alcance en la política 
bibliotecaria. 
 
 
 
1992 
 
 
 
La UNESCO crea la Red Internacional para la Disponibilidad de 
Publicaciones Científicas (INASP), la cual intenta modificar la 
precariedad de la información científica de que disponen los países 
del tercer mundo, reforzando los programas existentes de donación 
de libros y fomentando la constitución de bases de datos. 
 
 
Se centra en una política de información científica. 
 
 
 
 
 
1992 
 
 
 
Inicia el “Periolibros” que es un proyecto encaminado a fomentar la 
democratización de la lectura con la publicación en 24 periódicos 
de América Latina. En México se realiza con la firma del acuerdo 
con la editorial mexicana FCE. 
 
 
Se relaciona directamente con la política de información en relación con el 
fomento a la lectura. 
 
1994 
 
Formulación del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la Biblioteca 
Pública. 
 
 
Se relaciona directamente con la política bibliotecaria vinculada a la biblioteca 
pública. 
 
 
1999 
 
Formulación del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la Biblioteca 
Escolar 
 
 
 
 
Se relaciona directamente con la política bibliotecaria vinculada a la biblioteca 
escolar. 
 22
 
Año 
 
Política Cultural Política de Información y/o Política Bibliotecaria 
 
2003 
 
Carta sobre la preservación del patrimonio digital, 
 
 
 
Se relaciona a la política de información en atención al patrimonio y a la 
utilización de las tecnologías de la información. 
 
 
2005 
 
Informe mundial de la UNESCO. Hacia las sociedades del 
conocimiento. 
 
 
Se relaciona con la política de información particularmente hacia los usuarios. 
 
 
2006 
 
Manifiesto de la IFLA/UNESCO sobre Internet. 
 
 
Esta vinculada con la política de información y específicamente con la libertad 
de accesos a la información en Internet. 
 
 
Fuentes: ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Conferencia mundial sobre políticas culturales. Problemas y 
perspectivas.(1982 : México). París: La Organización 1982 p.1-3. CONIL Lacoste, Michel. La memoria viva de la UNESCO 1946 – 1993. París: UNESCO, 1994 p.207, 298, 342, 
402, 413, 425-426, ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA. Instrumentos Normativos. [En Línea]. Disponible 
http://portal.unesco.org./es/ev.php-URL. UNESCO/IFLA Library Manifestos [En Línea] Disponible http://www.unesco.org/webworld/libraries/manifestos consultados el 18 de 
septiembre de 2010 
 
 23
En este cuadro se muestran los acuerdos, convenciones y protocolos que ha emitido la 
UNESCO a lo largo de los años desde la visión de una política cultural y donde podemos 
encontrar veintidós que específicamente se dirigen a la información y la biblioteca. De 
estas veintidós políticas se observan catorce de ellas que se orientan exclusivamente a la 
política de información y que se distribuyen de la siguiente manera: 
 
- Una para recursos documentales. 
- Dos para Derechos de autor. 
- Una para la Normalización estadística. 
- Cuatro para el Fomento a la lectura. 
- Tres hacia las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). 
- Una para la Industria editorial. 
- Dos para la Información Científica. 
 
Se observa una mayor tendencia de las políticas de información hacia el fomento a la 
lectura y las TIC pero esto no significa que sean los únicos temas recurrentes en la 
agenda de estas políticas, más bien son una respuesta a las tendencias y necesidades 
planteadas por el entorno y que en cierta forma están siendo atendidas de manera 
inmediata sin dejar de lado que el resto de las políticas con menor proporción numérica 
no dejan de ser importantes y por eso mismo sean susceptibles de la atención 
correspondiente. 
 
En lo que respecta a la política bibliotecaria, en las tablas expuestas se logran percibir 
ocho de estas políticas que se cuentan de la siguiente forma: 
 
- Una, de gestión y funcionamiento. 
- Cuatro, para la función de adquisición. 
- Una, para la normalización estadística. 
- Dos, hacia manifiestos. 
 
Estasocho políticas dan cuenta que las distintas funciones que se desarrollan en la 
biblioteca tratan de ser cubiertas mediante los acuerdos y recomendaciones emitidas 
pese a que la atención parece centrarse en la función de adquisición las demás funciones 
en cierta manera pueden llegar a ser atendidas a través de los manifiestos en donde se 
 24
exponen las directrices que deben llevarse a cabo al menos en la biblioteca pública y 
escolar por las distintas funciones que las caracterizan, lo que nos hace suponer que el 
interés fundamental de las recomendaciones es alcanzar un eficiente funcionamiento en 
este tipo de unidades de información para la satisfacción de necesidades de información 
mediante el diseño adecuado de los servicios que se diseñan y ofrecen. 
 
 25
Cuadro 2 
Acuerdos, convenciones y protocolos de la UNESCO orientados hacia una política cultural y su inferencia en las bibliotecas 
 
 
Año 
 
Política Cultural 
 
Inferencia 
 
 
1948 
 
Acuerdo destinado a facilitar la Circulación Internacional de 
materiales audiovisuales de carácter educativo, científico y 
cultural. 
 
 
Incide en las bibliotecas directamente relacionada con la función de la 
adquisición, canje y donación de documentos en formatos no impresos. 
 
1949 
 
Primera Declaración Internacional sobre las necesidades y 
funcionamiento de las bibliotecas públicas, como respaldo a la 
educación popular y como un derecho al conocimiento. 
 
Esta dirigida específicamente al sector de las biblioteca públicas pero también 
podría orientarse a las bibliotecas escolares en atención a las distintas funciones 
que en estas unidades de información se realizan. 
 
 
1952 
 
 
 
Convención Universal sobre Derechos de Autor. 
 
Esta destinada a la protección de los derechos de los creadores, e incide en todo 
tipo de bibliotecas bajo normativas de respeto a dichos derechos. 
 
 
1954 
 
Convención sobre el canje internacional de publicaciones. 
 
Incide en la función de adquisición de publicaciones a nivel internacional y tiene 
alcances en bibliotecas universitarias, especializadas y bibliotecas nacionales. 
 
 
1958 
 
Convención sobre el canje de publicaciones oficiales y 
documentos gubernamentales entre Estados. 
 
Igualmente se orienta hacia la función de adquisición en bibliotecas universitarias, 
especializadas y bibliotecas nacionales, al recomendar una normativa 
correspondiente hacia la función aludida a nivel internacional. 
 
1958 
 
Convención sobre el canje internacional de publicaciones. 
 
También se destina a la función de adquisición en bibliotecas universitarias, 
especializadas y bibliotecas nacionales, con normativas específicas. 
 
 
1964 
 
 
 
 
Recomendación sobre la Normalización Internacional de las 
Estadísticas relativas a la Edición de Libros y Publicaciones 
Periódicas. 
 
Se orienta principalmente a la industria editorial de cada país, en atención a la 
cuantificación de su producción de libros y revistas. 
 
 
 26
 
Año 
 
Política Cultural 
 
Inferencia 
 
1964 
 
 
 
Recomendación sobre la Normalización Internacional de las 
Estadísticas relativas a la Edición de Libros y Publicaciones 
Periódicas. 
 
Se orienta principalmente a la industria editorial de cada país, en atención a la 
cuantificación de su producción de libros y revistas. 
 
 
1970 
 
Recomendación sobre la Normalización Internacional de las 
Estadísticas relativas a las bibliotecas. 
 
Se dirige a los distintos tipos de bibliotecas en relación a la cuantificación de 
datos que se obtienen de sus funciones y servicios, siguiendo una normativa que 
ofrece los instrumentos para una adecuada recolección de datos y posterior 
valoración. 
 
 
1971 
 
 
Convención Universal sobre Derechos de Autor. 
 
Destinada a la protección de los derechos de los creadores, e incide en todas las 
bibliotecas bajo normativas de respeto a dichos derechos. 
 
 
1971 
 
Creación de la Carta Internacional del Libros. 
 
Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la 
lectura no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso 
en Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 
 
 
1972 
 
 
Declaración sobre los Principios Rectores del empleo de las 
transmisiones por satélite para la libre circulación de la 
información. 
 
Se formulan recomendaciones en relación a la utilización de satélites como 
medios que integran las Tecnologías de la Información y que son utilizados para 
transmitir información de manera remota, por lo que puede incidir en cualquier 
tipo de biblioteca que cuenta con tecnologías satelitales. 
 
 
1982 
 
La UNESCO organiza el evento Londres: El Congreso 
Mundial del Libro, aprueba el programa de acción “Hacia una 
sociedad de lectura” que la Conferencia General hará suyo en 
1983. 
 
Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la 
lectura no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso 
en Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 
 
 
1985 
 
 
Recomendación Revisada sobre la Normalización 
Internacional de las Estadísticas relativas a la producción y 
distribución de libros, diarios y otras publicaciones periódicas. 
 
 
Se orienta principalmente a la política editorial de cada país, en atención a la 
cuantificación de su producción de libros y revistas, pero con modificaciones de 
acuerdo a los cambios operados por la utilización de tecnologías y el entorno del 
mercado. 
 27
 
Año 
 
Política Cultural 
 
Inferencia 
 
 
1988 
 
1989 
 
 
Fomento del libro. Se financian actividades en este ámbito 
en 68 estados miembros, organizando más de 20 cursos de 
formación en las distintas profesiones del libro en todas las 
regiones. Bajo el título de “Año del lector” varios Estados 
organizaron por iniciativa de la UNESCO un programa de 
doce meses y movilizando a maestros, padres, 
asociaciones, editores y libreros, con una amplia 
participación de medios de comunicación. 
 
 
Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la lectura 
no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso en 
Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 
 
 
1992 
 
 
Se realiza en 1992 la primera Conferencia Mundial de 
Periodistas Científicos, que entre los temas examinados se 
encuentra el análisis de la citación de la infamación 
científica en las diversas regiones del mundo. 
 
 
Se concretamente con bibliotecas especializadas y centros de documentación. 
 
1992 
 
 
La UNESCO realiza una consulta internacional reuniendo a 
los participantes, donadores de libros principalmente, y 
recomienda un trabajo metódico de organización en la 
donación de libros. 
 
 
Incide en la función de adquisición de publicaciones a nivel internacional y tiene 
alcances en bibliotecas universitarias, especializadas y bibliotecas nacionales. 
 
 
1992 
 
La UNESCO crea la Red Internacional para la Disponibilidad 
de Publicaciones Científicas (INASP), la cual intenta 
modificar la precariedad de la información científica de que 
disponen los países del tercer mundo, reforzando los 
programas existentes de donación de libros y fomentando la 
constitución de bases de datos. 
 
Se vincula concretamente con bibliotecas especializadas y centros de 
documentación. 
 
1992 
 
 
 
Inicia el “Periolibros” que es un proyecto encaminado a 
fomentar la democratización de la lectura con la publicación 
en 24 periódicos de América Latina. En México se realiza 
con la firma del acuerdo con la editorial mexicana FCE. 
 
 
Se orienta principalmente hacia las acciones que competen al fomento a la lectura 
no solo en bibliotecas públicas y escolares sino a nivel educativo e incluso en 
Casas de Cultura, visualizando al libro como objeto cultural. 
 
 28
 
Año 
 
Política Cultural 
 
Inferencia 
 
1994 
 
 
 
 
Formulación del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre la 
Biblioteca

Continuar navegando