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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS MODERNAS POESÍA, MAGIA Y BOTÁNICA: TRADUCCIÓN Y ANÁLISIS DE TRES ENCANTAMIENTOS EN INGLÉS ANTIGUO T R A D U C C I Ó N C O M E N T A D A QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: LICENCIADA EN LENGUA Y LITERATURAS MODERNAS (LETRAS INGLESAS) P R E S E N T A : ESMERALDA OSEJO BRITO ASESOR: DR. MARIO MURGIA ELIZALDE CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Poesía, magia y botánica Traducción y análisis de tres encantamientos en inglés antiguo A Rocío Brito, porque sin ella este trabajo no sería. Las acciones más grandes tienen las mayores recompensas. A Alberto Osejo, guardián y simiente de mi educación. Agradecimientos A Mario Murgia, por acompañarme a lo largo del camino, por creer en mí y por estar ahí cuando la motivación estaba perdida. Gracias infinitas por más cosas de las que puedo ennumerar aquí; sobre todo, por hacer que me retara a mí misma. A mis sinodales: a Raúl Ariza por inspirarme con su pasión por los textos medievales y por devolverme la confianza en este trabajo, a Claudia Lucotti por sus observaciones tan puntuales y agudas, a Gabriel Linares por sus enseñan- zas y su atención y consideración, y a Juan Carlos Calvillo por su minuciosidad e ingenio. A Ana Elena González Treviño por su inagotable amor por la filología y por su entrega como profesora. A Michael Matto por sus comentarios respecto a mis hipótesis y por inspi- rarme a ir más allá. A Francisco Finamori, porque estuvo al inicio y al final. A todos los profesores que tuve a lo largo de la carrera, incluso a aquellos que no me dieron clase pero que me regalaron algo de su tiempo y su persona. A mis compañeros de carrera, porque de todos aprendí. A los amigos que han permanecido en mi vida a través de los años, porque han sido mi fuerza. A mi familia, porque sin ustedes no sería quien soy. Sana, sana, colita de rana; si no sanas hoy, sanarás mañana. Anónimo Wenne, wenne, wenchichenne; Her ne scealt Þu timbrien, ne nenne tun habben. Anónimo ~ 6 ~ Índice Introducción ...................................................................................................................... 7 Contexto de las traducciones ......................................................................................... 10 Objetivo y metodología .................................................................................................. 12 Fuentes ............................................................................................................................. 15 De la oralidad al manuscrito .......................................................................................... 17 Métrica ............................................................................................................................. 19 Aliteración ........................................................................................................................ 22 Voz poética ....................................................................................................................... 24 Traducción del «Encantamiento 1» ............................................................................... 27 Análisis de la traducción del «Encantamiento 1» ......................................................... 38 Traducción del «Encantamiento 2» .............................................................................. 51 Análisis de la traducción de «Encantamiento 2» .......................................................... 60 Traducción del «Encantamiento 12» ............................................................................. 81 Análisis de la traducción del «Encantamiento 12» ....................................................... 84 Conclusión ....................................................................................................................... 92 Apéndice 1 ....................................................................................................................... 95 Digitalización del «Encantamiento 2» (Harley MS 585) ............................................. 96 Digitalización del «Encantamiento 12» (Royal MS 4A.xiv) ...................................... 104 Apéndice 2 ..................................................................................................................... 105 Sobre los ingredientes y elaboración del bocashi ....................................................... 106 Bibliografía ..................................................................................................................... 108 ~ 7 ~ Introducción Hace casi dos milenios, el médico griego Pedanio Dioscórides, durante sus múl- tiples viajes destinados a la investigación empírica, estudió una gran cantidad de plantas medicinales (además de minerales y productos de origen animal) y plasmó sus descubrimientos en la obra De Materia Medica. Este manuscrito fue el manual de medicina más utilizado en Europa hasta el siglo V y, junto con el Naturalis historia de Plinio el Viejo, sirvió de base para la compilación de medicina herbolaria conocida como De herbarum virtutibus o Herbarium Apuleii Platonici (Herbario de Pseudo-Apuleyo). Dicho herbario es un manus- crito compuesto en latín alrededor del siglo IV que, a su vez, se convirtió en la referencia médica más importante en gran parte de Europa, desde el siglo V hasta el Renacimiento. Entre los siglos X y XII, en Inglaterra, se llevó a cabo la traducción y adaptación del herbario y del De Materia Medica al inglés antiguo. Durante los mismos años se escribieron otros manuscritos que, junto con es- tas traducciones, conforman el compendio más antiguo de medicina escrito en una lengua vernácula europea.1 Dispersos dentro de este compendio se encuentran alrededor de 200 reme- dios que se consideran «encantamientos», doce de los cuales tienen atributos métricos. En los estudios literarios, folclóricos y antropológicos se les conoce como «metrical charms» [encantamientos en métrica], y constituyen uno de los testimonios escritos más importantes del llamado «paganismo» anglosa- jón-escandinavo y del sincretismo religioso resultante de la introducción del cristianismo a Inglaterra. Estos textos han sobrevivido a más de ocho siglos de cambios culturales y han pasado por diversas etapas en las que se les ha considerado curiosidades, referencias antropológicas y sociales y, en menos ocasiones, poemas. El estudio de los textos medievales en inglés antiguo inició en Inglaterra, durante el siglo XVI, con el trabajo de compilación, análisis y traducción rea- lizado por Mathew Parker, arzobispo de Canterbury. La mayor parte de los 1 Como referencia en relación con estos manuscritos y sus traducciones, remito al lector a los exhaus- tivos trabajos de John Marion Riddle y Anne Van Arsdall: «Dioscorides» y Medieval Herbal Remedies: The Old English Herbarium and Anglo-Saxon Medicine, respectivamente. ~ 8 ~ manuscritos preservados hasta nuestros días está constituida por un amplio corpusde poemas anónimos (entre ellos Beowulf), traducciones de textos bí- blicos, la Crónica anglosajona y los tres compendios de medicina: el herbario y los dos manuscritos conocidos como Bald’s Leechbook y Lacnunga. Los últimos dos contienen los doce encantamientos en métrica, junto a otros cientos de re- medios para una variedad de padecimientos de la vida cotidiana. A pesar de su amplia extensión, este corpus de medicina se encuentra relegado a un plano se- cundario dentro de los estudios actuales, tanto literarios como antropológicos. Así pues, dado que el interés primordial de mi trabajo es de carácter filológico, a continuación analizo la importancia de traducir los tres encantamientos que elegí. Los seres humanos nos sentimos naturalmente atraídos por lo oculto, lo mágico y lo sobrenatural, y los encantamientos en métrica están envueltos en un halo místico que a muchos nos seduce irremediablemente. Poseen atributos relacionados con la oralidad, el canto, la magia, la medicina y la religión, que confluyen de una manera poco común y hacen que su estudio y conservación sea relevante; son manifestaciones que, por su forma y por el conocimiento que contienen, aportan a los ámbitos artístico, científico y antropológico. A lo largo del desarrollo de este trabajo, me di cuenta de que existían muchas inter- pretaciones erróneas acerca del origen, propósito y contenido de estos textos, y de que concebirlos únicamente como registros de rituales relacionados con la magia limitaba el análisis a un aspecto superficial y no permitía revelar la tota- lidad de su riqueza. Como resultado de estos descubrimientos, ahora presento la traducción directa, del inglés antiguo al español, de tres de los encantamien- tos en métrica: el «Encantamiento 1: Her ys seo bot, hu ðu meaht þine æceras betan; el «Encantamiento 2: Gemyne ðu, mucgwyrt» y el «Encantamiento 12: Wenne wenne wenchichenne». Debido a que no tienen título, elegí esta nomen- clatura con base en la numeración de los Anglo-Saxon Poetic Records, seguida del primer verso de cada uno. No he encontrado registro de otra traducción al español de estos encanta- mientos, y se trata, quizá, de la primera traducción a un idioma distinto al inglés. Esto permite que aquellas personas que estén interesadas en la litera- ~ 9 ~ tura en inglés antiguo o en la cultura anglosajona, y que no dominen el inglés, puedan acceder a ellos. Deseo que sea un primer paso hacia la inserción de estos y otros textos en inglés antiguo dentro del contexto hispanohablante. De este modo, al convertirse en nuevas obras literarias, más personas tendrán la posibilidad de conocerlos, acercarse a ellos y apreciarlos por su belleza; no sola- mente como objetos de estudio antropológico, histórico o literario. Espero que esta traducción abra el camino para traducciones futuras que enriquezcan las aproximaciones a estos textos en particular y a la literatura anglosajona en ge- neral. A lo largo el proceso de análisis e interpretación de los tres encantamien- tos aporto nuevas hipótesis sobre el significado de palabras específicas (por ejemplo, anbre en el «Encantamiento 12») y sobre los rituales y procedimientos descritos, así como nuevo conocimiento acerca del significado y la utilidad de los encantamientos, particularmente el 1 (que es una receta para preparar un abono) y el 2 (que es una receta para elaborar un cataplasma contra picaduras y ampollas). Aporta también nuevas lecturas de las referencias mitológicas, como la alusión a la historia de Odín y la serpiente en el «Encantamiento 2». Escogí estos tres encantamientos porque en ellos el uso de hierbas con pro- pósitos curativos aparece de manera más explícita que en otros casos, por lo cual su relación con la medicina anglosajona es más evidente2. Los tres se con- servan en la Biblioteca Británica, en los manuscritos Harley MS 585, Cotton Caligula MS A.vii y Royal MS 4A.xiv. Su función es, en el caso del «Encanta- miento 2» y el «Encantamiento 12», la de transmitir remedios para afecciones de los seres humanos, y, en el caso del «Encantamiento 1», la de transmitir un remedio para las afecciones de la tierra. Cada uno posee características forma- les y retóricas que le confieren un gran potencial para ser estudiado como pieza literaria, como explicaré más adelante. Los encantamientos representan una posibilidad de aproximarse a las distintas formas en las que los hombres de aquel entonces concebían y respondían ante situaciones como el hambre y las enfermedades, que desde el pasado remoto afectan a todos los seres humanos por igual. 2 Si bien son cinco los encantamientos en métrica que tienen mayor relación con la herbolaria, la exten- sión de este trabajo me obliga a limitar el análisis a tres de ellos. Los dos encantamientos excluidos son el número 4, «Wið færstice», y el número 7: «Gif mon biþ on wæterælfadle». ~ 10 ~ Contexto de las traducciones En el siglo XIX, Oswald Cockayne contribuyó a establecer una concepción ne- gativa de la medicina medieval con su traducción de los tres textos médicos en inglés antiguo, publicada como los tres volúmenes de Leechdoms, Wortcunning and Starcraft of Early England;3 a partir de entonces, los remedios se volvieron poco más que curiosidades literarias ante los ojos de la crítica (Van Arsdall 54). Además de traducir utilizando un vocabulario arcaizante, Cockayne hizo énfa- sis en los elementos que consideraba supersticiosos y omitió información que le parecía «indecorosa», en los remedios para padecimientos de las mujeres, traduciendo fragmentos al latín: In some of the texts, gynecological conditions were also too coarse and re- pulsive, because the Victorian clergyman [Cockayne] often ran Latin into his modern English translation, leaving a reader who cannot read the original Anglo-Saxon totally perplexed about what is happening. For example, when translating uses for the plant ‘conyza’ he wrote: ‘2. This wort conyza, sodden in water, and mulieri sedenti supposita matricem purgat. 3. Si pariere mulier nequit, succum huius herbae cum lana ad naturam eius applices, cito partum per- ficiet’» (Van Arsdall 63). La oración con la que inicia su prefacio al primer volumen de Leechdoms dice: «It will be difficult for the kindliest temper to give a friendly welcome to the medical philosophy of Saxon days», y su opinión sobre los encantamientos queda en evidencia en la frase «the searching incision of the practiced anato- mist was replaced by a droning song» (ix-xxvii). La traducción de Cockayne, la primera al inglés moderno y la única hecha a partir de la transcripción directa de los manuscritos originales, constituye una gran aportación a los estudios anglosajones; sin embargo, traduce al otro desde una postura de superioridad. Según tal postura, los remedios no son efectivos y quienes utilizaban estos 3 Es necesario aclarar que la palabra «leech» en estos títulos viene del término anglosajón læce, utilizado para referirse a la persona encargada de sanar a otros; es decir, un médico o curandero. No debe con- fundirse con la acepción más tardía de «leech» como «sanguijuela»; de hecho, se trata de dos palabras con dos etimologías distintas y no tuvieron ninguna relación entre sí hasta el siglo XVI (Mory 879). Del mismo modo, la palabra lac es un sinónimo de «medicina». ~ 11 ~ encantamientos eran ignorantes. Esta forma de traducir fomenta las interpre- taciones prejuiciosas de una realidad muy lejana en el tiempo; de ahí que, a partir de Cockayne, quedara establecido el estereotipo del médico anglosajón que se revela inculto y supersticioso al comparársele con los médicos griegos y romanos: The wisdom of such men as Hyppokrates, and the Epikurean scepticism of the age of Horatius Flaccus, had reduced the influence of magicians among cul- tivated minds to some reasonable limits. The revival of their power has been attributed to the deppressing effect of imperial tyranny; but a larger share is probably due to the inroad of barbaricminds which the calm light of knowl- edge had not reached (Cockayne xxi). En esta cita, tomada del primer volumen de Leechdoms, se infiere que los magos y los que creen en ellos no son «mentes cultivadas». Esta clase de este- reotipo sigue vigente hoy en día, perpetuada por críticos como Michael D. J. Bintley, quien en Trees and Timber in the Anglo-Saxon World: Medieval History and Archaeology afirma que el «Encantamiento 1» constituye un ritual de ma- gia empática, y en ningún momento argumenta las razones o pruebas que lo llevaron a tal conclusión. El motivo de mi desacuerdo con Bintley lo veremos en el análisis de la traducción de dicho encantamiento. ~ 12 ~ Objetivo y metodología La persona que traduce un texto por primera vez de un idioma a otro produce un texto que, durante un tiempo, ha de volverse representativo no solo de la literatura de partida, sino de la cultura de partida en su totalidad (Tymoczko 17). Maria Tymoczko dice que la distancia temporal y contextual, de la cual el traductor es partícipe inevitable, trae consigo issues related to the interpretation of material and social culture (including law, economics, and so forth), history, values, and world view; serious pro- blems with the transference of literary features such as genre, form, perfor- mance conventions, and literary allusions; as well as the inevitable questions of linguistic interface (Tymoczko 12-3). Desde esta perspectiva, toda traducción es reinterpretación, reescritura y renarración. No conozco una teoría de traducción que aborde específicamente la clase de problemáticas a las que me enfrento en este trabajo ni que esté orientada ha- cia la consecución de un objetivo como el que aquí planteo; sin embargo, este trabajo se nutre de una considerable cantidad de estudios traductológicos que han quedado profundamente integrados en mi ética de traducción y que le han dado solidez al proceso consciente de toma de decisiones. Estoy especialmen- te agradecida con el trabajo de Maria Tymoczko, a quien tuve la oportunidad de conocer personalmente, por su aproximación a los textos a los que llama «marginados» y su afirmación de la responsabilidad que conlleva toda primera traducción: «The Metonymics of Translating Marginalized Texts» fue un punto de partida que me ayudó a generar ideas y a leer los encantamientos desde un punto de vista que después se convertiría en el hilo conductor de mi traduc- ción. También fueron de gran trascendencia para este trabajo el análisis de la relación entre traducción e identidad que hace Michael Cronin en Translation and Identity, y los invaluables estudios sobre las diversas maneras de traducir y los conceptos de equivalencia, pérdida y ganancia que hace Susan Bassnett en la tercera edición de Translation Studies. Asimismo, resultó de gran inspi- ~ 13 ~ ración el trabajo de J.R.R. Tolkien con su manera de reconstruir la percepción de Beowulf en el desafiante «Beowulf: The Monsters and the Critics» (el cual inicia, por cierto, haciendo referencia a Oswald Cockayne y Joseph Bosworth), así como el impresionante trabajo creativo de los poetas comisionados para traducir los textos que forman parte de The Word Exchange: Anglo-Saxon Poems in Translation: entre ellos Seamus Heaney (autor de la introducción y traductor de «Deor»), Yusef Komunyakaa (traductor de «The Ruin»), Paul Muldoon (tra- ductor de «Wulf and Eadwacer»), Mary Jo Salter (traductora de «The Seafarer») y X. J. Kennedy (traductor de «The Battle of Finnsburh: A Fragment»), por mencionar sólo algunos. Mi análisis, interpretación y consecuente traducción de estos tres encan- tamientos buscan romper los estereotipos establecidos por Oswald Cockayne y tomar en cuenta la diversidad estilística y retórica propia de cada encanta- miento. Esto lo hago partiendo de dos consideraciones. La primera es que me interesa recuperar su validez como textos literarios que pueden contribuir a la creación de conocimiento en distintas disciplinas, dado que considero inmi- nente la necesidad de reunificar todas las áreas de conocimiento bajo el ala del humanismo. Creo que textos como estos pueden convertirse en puentes que sirvan a dicho fin, especialmente entre las ciencias y las humanidades. Para considerar los alcances de esta clase de integración multidisciplinaria basta observar cómo el estudio de la medicina antigua se ha convertido en «a field to which modern pharmaceutical research is now turning for new or alter- native therapies» (Van Arsdall i). Dentro de esta búsqueda, uno de los recursos más importantes es el de los manuscritos medievales de botánica y herbolaria. Para citar un ejemplo, en marzo de 2015 se llevó a cabo un experimento en el Centre for Biomolecular Sciences de la Universidad de Nottingham: la recrea- ción de un remedio para infecciones oculares contenido en Bald’s Leechbook. El resultado fue un antibiótico capaz de eliminar al 90 por ciento el estafilococo MRSA, una bacteria común en los hospitales y resistente a la mayoría de an- tibióticos, entre ellos la penicilina y la meticilina.4 Éste es solamente un ejem- 4 Harrison F, Roberts AEL, Gabrilska R, Rumbaugh KP, Lee C, Diggle SP. 2015. «A 1,000-year-old antimi- crobial remedy with antistaphylococcal activity». mBio 6(4): e01129-15. DOI: 10.1128/mBio.01129- 15. ~ 14 ~ plo de lo que se puede lograr al promover el trabajo conjunto entre ciencias y humanidades,5 y es una de las principales por las que decidí conservar, dentro de lo posible, la especificidad de todos los ingredientes mencionados en los encantamientos, especialmente las plantas. La segunda consideración es que la estructura formal de estos textos, única en su musicalidad, es muy enriquecedora para la literatura, y mi principal ob- jetivo es recrear sus características prosódicas en esta traducción al español. Al tratarse de textos con secciones versificadas (que en algunos casos representan casi la totalidad del encantamiento), la forma es tan importante como el signi- ficado, de modo que busco mantener un equilibrio entre la equivalencia formal y la equivalencia semántica. Así pues, mi intención era crear una traducción dirigida a un público lo más amplio posible, sin que por ello el texto quedara simplificado; está pensada para que la puedan comprender y disfrutar tanto las personas sin un bagaje académico como los especialistas del ámbito literario y científico, y para que, a la vez, pueda resultar de utilidad para estos últimos por las ya mencionadas características tan variadas de los encantamientos. Desde el inicio tomé a Mé- xico como objetivo contextual, lo cual en sí mismo resulta verdaderamente am- plio. Creo, no obstante, que el texto es lo suficientemente comprensible para el lector mexicano promedio, y nunca sentí la necesidad de simplificarlo para que esto fuera así. Pensar en un público mexicano me sirvió principalmente al momento de escoger los nombres comunes de las plantas que figurarían en la traducción; sin embargo, no descarto la posibilidad de que la traducción sirva a cualquier lector hispanohablante, independientemente de su nacionalidad. 5 El botánico M. L. Cameron, en su investigación sobre los remedios medievales y los componentes pro- venientes de plantas utilizados en la medicina moderna, da un ejemplo de cómo algunas instrucciones que antes se consideraban irracionales o rituales en realidad tenían una justificación práctica. Es el caso de la indicación de preparar determinados remedios con utensilios de cobre; Cameron demostró que esto tenía que ver con la forma en la que los metales afectan e interactúan con las propiedades químicas de las plantas, pues la formación de sales de cobre tiene un efecto antimicrobiano. También demostró que algunas interpretaciones de las instrucciones en los remedios de Bald’s Leechbok eran cuestiones prácticas, contrariamente a los que creían críticos como Godfrid Storms (Van Arsdall 89- 90). ~ 15 ~ Fuentes Las principales fuentes en las que me apoyo para lasreferencias de significado, contexto y cuestiones gramaticales son las siguientes: El diccionario Bosworth-Toller, conocido por ser el diccionario de anglosajón más completo hasta la fecha. Es el trabajo de investigación de Joseph Boswor- th, primer profesor de inglés antiguo en Oxford, con quien Oswald Cockayne (que a su vez trabajaba en un extenso y meticuloso diccionario que nunca vio la luz) sostuvo una rivalidad toda la vida6. La primera edición del diccionario de Bosworth se publicó en 1889. Tras su muerte, Thomas Northcote Toller hizo algunas correcciones y agregó anotaciones y apéndices, además de una nueva introducción, que culminaron en la publicación del diccionario en su forma actual, en 1921. Este diccionario está completamente digitalizado en el sitio: http://www.bosworth-toller.com. El Dictionary of Old English de la Universidad de Toronto, complementario del Oxford English Dictionary y el Middle English Dictionary. Este diccionario aún es un proyecto en proceso de desarrollo; una vez concluido pretende con- formar la base de datos más amplia del inglés antiguo, que será gratuita y de libre acceso en línea. Se puede acceder a los avances en el sitio: http://doe.uto- ronto.ca/pages/index.html. Además de los diccionarios, tomo como referencia la digitalización de los manuscritos Harley MS 585 y Royal MS 4A.xiv, realiza- da por la Biblioteca Británica. A falta de una digitalización del Cotton Caligula MS A.vii, en el que se encuentra el «Encantamiento 1», me baso en la edición en inglés antiguo de Oswald Cockayne, por tratarse de una transcripción fiel del manuscrito. Además de estas fuentes, recurro a un análisis y comparación de todas las traducciones al inglés que me ha sido posible encontrar, entre ellas la de Oswald Cockayne, la de Grendon, y las de Nick Laird, Tom Sleigh y Maurice Riordan (tomadas de The Word Exchange: Anglo-Saxon Poems in Translation). También son muy importantes las contribuciones de Felix Grendon, a quien 6 La investigación detallada sobre la vida, obra y relaciones de Oswald Cockayne, entre ellas su relación antagónica con Joseph Bosworth, se encuentra en el libro Medieval Herbal Remedies: The Old English Herbarium and Anglo-Saxon Medicine de Anne Van Arsdall. ~ 16 ~ debemos el primer texto consagrado exclusivamente al análisis y traducción de los encantamientos: «The Anglo-Saxon Charms», un ensayo de 132 cuartillas de extensión publicado en 1909. Otro libro sin el cual este trabajo habría sido imposible es Medieval Herbal Remedies: The Old English Herbarium and Anglo-Saxon Medicine de Anne Van Arsdall, publicado en 2010. Éste incluye la traducción de Arsdall del herbario anglosajón, así como una detallada exposición del extenso trabajo de investi- gación que dicha traducción conllevó. En el herbario aparecen listadas todas las plantas y sus variantes junto a su nombre científico y a todos sus nombres vernáculos registrados. Como referencia para traducir los nombres de las plantas también fue muy importante la sección «Nomina Herbarvm» del Glosario de Ælfric, escrito apro- ximadamente en el siglo X. En el glosario, apéndice de su gramática del latín, hace una lista de nombres latinos de plantas y su traducción al anglosajón. También resultó de gran ayuda el Atlas de las plantas de la medicina tradicional mexicana, editado en 1994 por el Instituto Nacional Indigenista (hoy Comi- sión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, CDI) y publicado en 2009 en la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM. Gracias a estos trabajos pude tomar una decisión documentada respecto a la elección del nombre común de algunas plantas, como el berro amargo y la hier- baluna, cuya identidad no habría podido determinar de otra manera. ~ 17 ~ De la oralidad al manuscrito: características litera- rias de los textos seleccionados Aunque en distinta proporción y orden, cada uno de los tres encantamientos seleccionados presenta tres secciones: la receta en prosa, que es el remedio tangible para tratar un mal; la sección métrica, que representa el aspecto ritual y poético, y las instrucciones, también en prosa, que dan cohesión a la receta y el ritual. Entre sus atributos retóricos se encuentran la simetría estructural; las figuras retóricas como la anáfora, las metáforas relacionadas con la guerra y las referencias mitológicas, y los recursos reiterativos, enfáticos y musicales como la rima y la aliteración. Las estructuras de repetición presentes en las secciones métricas parecen provenir de la oralidad y cumplen con una función mnemotécnica. Dado que en la Inglaterra de los siglos IX-XII muy pocas personas sabían leer, podemos suponer que estas fórmulas tenían que estar memorizadas antes de realizar el encantamiento. Ante esto surge la pregunta de cuánta libertad podrían ha- ber tenido los escribas, al momento de transferir los encantamientos al papel, para modificar dichas fórmulas sin atentar contra la eficacia del remedio. Exis- te la posibilidad de que fueran ellos mismos quienes, comisionados para dar cohesión y fijar por escrito el conocimiento oral del pueblo, hubieran decidido conferirle estructuras que favorecieran la memorización. Por otra parte, es po- sible que los remedios provenientes de la oralidad hayan sido alterados con la intención de adecuarlos a las creencias cristianas o incluso de «embellecerlos» con recursos poéticos. Por esta razón, se vuelve muy difícil determinar qué estructuras gramaticales y elementos retóricos son producto de la oralidad y cuáles son intervenciones o invenciones de los escribas. Sin embargo, como sucede con todo producto literario, al final lo único que se puede analizar ob- jetivamente es la unidad fija a la que tenemos acceso, más allá de todo lo que haya podido formar parte del proceso creativo. Las secciones métricas, por sus características rítmicas, tienen un carácter musical que sugiere que estaban destinadas a cantarse. En este punto me refe- riré a la Germania de Tácito, la cual inicia con una breve descripción geográfica ~ 18 ~ para continuar inmediatamente después con una descripción de la importan- cia de la música y el canto entre las sociedades de los guerreros germanos: Mediante antiguos cánticos, única forma de crónica e historia que hay entre ellos, conmemoran al dios Tuistón [...] Hablan de que entre ellos hubo también un Hércules y, cuando van a entrar en combate, lo ensalzan en sus cantos como el más valiente entre los valientes. Tienen también otros cantos, con cuya en- tonación, que llaman ‘baritum’, enardecen los ánimos, y con el mismo canto predicen la suerte de la próxima lucha (114). Para clasificar estos textos, procedimiento necesario para su análisis, me parece adecuado llamarlos «encantamientos». Efectivamente, podemos ar- gumentar que son composiciones cuyo principal objetivo es «encantar» (del latin in + cantare; en este contexto, quiere decir cantar o recitar palabras que afecten a una cosa o ser, en beneficio de quien canta), razón por la cual los llamo «encantamientos»; esto hace más fácil distinguirlos de otros textos poéticos que no tienen el mismo objetivo. Sin embargo, coincido con Albert Lord cuando discute la transmisión de cantos y tradiciones orales en The Singer of Tales, y concluye que «the picture that emerges is not really one of conflict between preserver of tradition and creative artist; it is rather one of the preservation of tradition by the con- stant re-creation of it. The ideal is a true story well and truly retold» (29). Se trata del mismo proceso creativo que da origen a la poesía. La elección de pala- bras en las secciones métricas de los encantamientos sugiere una motivación estética. Tomemos por ejemplo la palabra wancgturf en el «Encantamiento 2»: el uso de la palabra wancg, que se refiere a la superficie de una extensión de te- rreno, se usa casi exclusivamente en la poesía.7 Para estos textos en particular, retomaría el término poesía mágica,que Robert Graves utiliza en su prólogo a The White Goddess cuando narra cómo en la antigüedad se creía en el poder mágico de las palabras, y se les empleaba para establecer una relación con los espíritus y divinidades y como una forma de tener control sobre la naturaleza. Graves denomina «magical poetry» [poesía mágica] a las composiciones que 7 Ver la entrada de wang en la base de datos digital del Bosworth-Toller: «wang es; m. . I. the word, which is almost confined to poetry, may be rendered by words denoting the surface of the ground taken in their most general sense». ~ 19 ~ cumplen con esta función (4). Aunque el término resulta poco preciso para este trabajo, la acotación me parece pertinente en tanto que describe de manera más profunda el carácter de estos encantamientos. Métrica La métrica de la poesía en anglosajón se determina con base en el patrón de acentos y aliteraciones de los textos que sobreviven hasta nuestros días. La ausencia de otro tipo de versificación se debe a que en los manuscritos no hay divisiones entre versos y la puntuación es casi inexistente, con la excepción de algunas mayúsculas empleadas para indicar el inicio de un nuevo texto y de algunos puntos que representan una pausa muy distinta a la del punto moder- no, pues con frecuencia se encuentran a la mitad de una oración o unidad de contenido semántico. El patrón acentual que predomina es el de cuatro acentos divididos por una cesura. Usualmente, cada grupo de cuatro acentos se edita como un verso en las ediciones impresas a partir del siglo XIX. El patrón aliterativo es de cuando menos dos palabras que aliteran entre sí por cada verso. Jonathan Roper establece que «the canonical pattern of allite- ration in Old English alliterative verse is assumed to be alliteration between the first and/or second and the third stress, and never on the fourth stress» (Metre 116), mientras que Jun Teresawa lo define como «a repetition of the same sound at the beginning of two or more stressed words in a line» (loc. 186). Los doce «encantamientos métricos» contienen secciones en verso y seccio- nes en prosa; la única excepción es el «Encantamiento 12», compuesto en verso en su totalidad. Son estos fragmentos versificados (es decir, que presentan los ya mencionados patrones de ritmo y aliteración) los que los hacen diferentes de los otros cientos de remedios que conforman el corpus de medicina en in- glés antiguo. Aunque la aliteración es la figura retórica de repetición que pre- domina, algunas secciones se distinguen de la prosa mediante otras clases de repetición, como la rima y el paralelismo. El «Encantamiento 1», por ejemplo, presenta variaciones importantes entre las secciones versificadas, mientras ~ 20 ~ que las instrucciones en prosa siguen un solo estilo narrativo. Por otra parte, en el «Encantamiento 2» existe una regularidad acentual marcada por series de aliteraciones cuyo número aumenta y disminuye de manera alternada. En otras palabras, los versos se alargan y se acortan, y no siguen un patrón fijo de cuatro acentos. Las características de estas secciones se asemejan a las cualida- des poéticas a las que nos referimos hoy en día cuando queremos clasificar un texto como poesía. Como hemos visto, las secciones en prosa vuelven imprecisa la definición de «encantamientos métricos». Roper afirma que, si se toman en cuenta los patrones de otros textos en inglés antiguo, las características prosódicas de los encantamientos no son tan marcadas o evidentes; en realidad, lo que sucede es que no siguen los patrones métricos usuales. Es por eso que Roper propone una teoría según la cual los encantamientos se apegan a las convenciones de un género distinto: «it is also conceivable that there might be something gen- re-specific at work here, i.e. these peculiarities might rather be typical of char- ms than of all ‘popular’ genres. If this is so, could the key to the irregularity of the Old English gealdor be found in the Icelandic galdralag (charm-measure)?» (Metre 117-8). Para demostrar su teoría, Roper da un ejemplo tomado del Hát- tatal8 de Snorri Sturluson, que contiene anáforas y repeticiones de líneas simi- lares a las que se encuentran en los encantamientos 1 y 2. Roper menciona también que el investigador sueco Ivar Lindquist, en su trabajo Galdrar, sugiere que el galdralag es a later development of an earlier, common Germanic form (that he calls gal- derform), and that […] where we find anaphora introducing parallel expres- sions of the same basic idea (‘thought-rhyme’), alliteration and end-rhyme/ epiphora in charms, we have an instance of galderform» (Metre 119). Un ejemplo de esto son las palabras finales de los versos de una de las sec- ciones del «Encantamiento 1» (que terminan todas en -wæstma): si aceptamos la hipótesis de Lindquist, estamos, efectivamente, ante un ejemplo de galder- form. 8 Última sección de la Edda prosaica, un manual de poesía islandesa escrito entre los siglos XII y XIII. ~ 21 ~ Roper añade que es más probable incluso que existieran varias galderform y no una sola. Por otra parte, Etunimetön Frog hace un detallado análisis del dróttkvætt, la forma métrica de la poesía escáldica, que revela una particular cercanía con los encantamientos. Además del poema conocido como «The Rhy- ming Poem», los encantamientos en verso son los únicos textos en inglés an- tiguo en los que se presenta con cierta regularidad el uso deliberado de rimas. Precisamente, «Skaldic poetry was set apart from other early Germanic poetry by the integration of rhyme as a metrical requirement» (Frog 297). Uno de los ejemplos que da Frog es el de la rima hríð [...] síðan (que traduce como «storm [...] then»): malm-hríð jǫfurr síðan ‘storm ... then’ (Edáð Banddr 4I.2) vápn-hríð konungr – síðan ‘storm ... then’ (Arn Magndr 8II.2) eld-hríð es varð – síðan ‘storm – then’ (Arn Þorfdr 20II.6) odd-hríð vakið síðan ‘storm ... then’ (Hskv Útdr 10II.2) odd-hríð, ok, brátt síðan ‘storm ... then’ (Kolli Ingdr 1II.2) (298). Podemos ver la similitud en la construcción de las rimas de una de las sec- ciones en verso del «Encantamiento 1»: sceafta hehra, scirra wæstma, [soberbia y deslumbrante fructifique] and þæra bradan berewæstma, [y vasta cosecha de cebada fructifique] and þæra hwitan hwætewæstma, [y dorado tributo de trigo fructifique] and ealra eorþan wæstma [y toda la tierra fructifique] Otro parecido con la poesía escáldica es que en el dróttkvætt existe una uni- dad métrica a la que Frog llama «unit of utterance» [unidad de enunciación] o «verse-word» [palabra-verso], cuyos elementos léxicos pueden presentar una gran variedad de relaciones con otros versos y entre sí (Frog 301). Esto es lo que sucede con la oración «þu miht wiþ þam laþan ðe geond lond færð», que se repite a lo largo del «Encantamiento 2», con distintas implicaciones y variacio- nes según el lugar en el que aparece. Por último, los tres encantamientos presentan una particularidad en el pa- ~ 22 ~ trón aliterativo. Se trata de una forma a la cual, a falta de un mejor término, llamaré provisionalmente «aliteración encabalgada»; es decir, que las dos pala- bras que aliteran en un verso encuentran un eco en una tercera palabra al final del verso siguiente: and heo si geborgen wið ealra bealwa gehwylc þara lyblaca geond land sawen. Del mismo modo, en el dróttkvætt «the first stressed position in even lines should alliterate with two lexically stressed syllables in the preceding line, forming a couplet» (Frog 284). Aliteración La aliteración suele estar ligada de manera intrínseca al contenido semántico, y no es meramente ornamental (Roper, Alliteration 419). Para crear una equi- valencia en español del estilo métrico de los encantamientos, es necesario con- servar la aliteración al traducirlos. Roper define la aliteración semántica como «alliteration emerging in translation as sound which provides added semantic value, here, within the register of children’s literatureand the micro-genre of character names, that extra information is an index of ‘name-ness’» (Alliter- ation 428). Un ejemplo del tipo de «name-ness» al que se refiere es el primer verso del «Encantamiento 12»: «Wenne wenne wenchichenne», donde wenchi- chenne («grano» + «garbanzo» o «grano» + «gallina») es una combinación de palabras que no tiene sentido, pero que le confiere un atractivo especial a la palabra que denomina la enfermedad. Esto se ve reforzado por la aliteración y rima con wenne [grano]. Así pues, queda claro que traducir «granobanzo» o una combinación similar no resulta en un sonido equivalente en español; resulta más apropiado traducir «Grano, grano, grano-villano». Esta traducción toma en cuenta, además, que poco después el grano es referido como «ermig» [mal- vado]. Más adelante veremos un análisis detallado del proceso de traducción de este encantamiento. Aunque existe una gran cantidad de trabajos académicos relacionados con ~ 23 ~ la cuestión de la aliteración en lenguas germánicas, no sucede lo mismo en re- lación con el español.9 Existe una idea bastante generalizada de que el español no es una lengua aliterativa y han sido pocos, en proporción, los autores que han buscado explorarla. No he encontrado estudios que analicen a detalle la presencia de la aliteración en el español (solamente se le menciona como un elemento retórico en poemas específicos), con excepción del breve «Hacia una definición empírica de la aliteración», publicado en 1976 por David M. Gitlitz del Colegio de México. En este trabajo de investigación empírica, Gitlitz anali- za lo que hace que un texto en español se considere aliterativo, y los resultados de su estudio demuestran que la aliteración en español no depende tanto de una repetición idéntica de sonidos al inicio de una palabra, como sí sucede en el inglés, sino que depende de aspectos que suelen pasarse por alto. El trabajo de Gitlitz me ayudó a crear una clasificación provisional de cinco clases de alite- ración en español que utilizaría para trasladar las aliteraciones de los encanta- mientos en inglés antiguo. La clasificación se configuró de la siguiente manera: aliteración perfecta, aliteración completa, aliteración por diptongo, aliteración débil y aliteración media. Las que denomino aliteración perfecta y aliteración completa destacan por su frecuencia, tanto en el texto en anglosajón como en mi traducción. La primera se refiere a las palabras cuya sílaba acentuada contiene la misma consonante y vocal; por ejemplo, en la frase «el trigo dorado para la trilla» vemos que el acento prosódico cae en la sílaba «tri», idéntica en ambas palabras. Lo mismo sucede con «seo læsse ða maran, seo mare þa læssan» en el «Encantamiento 2». La aliteración completa es aquella que se forma cuando el acento prosódico cae en una sílaba que inicia con la misma consonante pero va seguida de una vocal distinta; por ejemplo: «alimento de este mundo», o, en anglosajón, «stond heo wið attre, stunað heo wærce», en el «Encantamiento 1». La aliteración por dip- tongo es igual que la completa, con la única diferencia de que una de las sílabas aliterativas tiene un diptongo y la otra no. La aliteración débil es aquella en la que dos sílabas forman una aliteración, 9 Una excelente referencia a un estudio exhaustivo sobre la historia y las jerarquías de la aliteración en inglés es el libro Alliteration and Sound Change in Early English de Donka Minkova. ~ 24 ~ pero en una de ellas cae el acento prosódico y en la otra no; por ejemplo: «el tributo dorado de trigo». En este caso particular, el sonido de «tri» es tan pre- dominante que hace innecesario el uso de la aliteración perfecta. Este tipo de aliteración ocurre en español con mucha más frecuencia de lo que suele creer- se. Por último, la aliteración media es aquella en la que aparece una consonante distinta en una de las palabras, entre la consonante dominante de una de las sílabas y la vocal que le sigue, lo cual impide que se forme una aliteración com- pleta; por ejemplo, entre las palabras «broma» y «boca» la «r» es la consonante extra, y entre «fearras» y «fnærdon» es la «n». Voz poética Una cuestión complicada es la clasificación del tipo de «voz» del texto, la voz encargada de indicar las instrucciones que aquella persona que las escucha debe hacer para que el remedio surta efecto. Dado que los textos poseen característi- cas tanto poéticas como narrativas, es difícil tomar la decisión de llamar a esta voz «voz poética» o «narrador»; no se trata ni de una persona (según el uso de la palabra en latín) que describe o comunica emociones y pensamientos, ni de un narrador que cuenta una historia o anécdota. Otro problema surge en relación con el receptor (quien recibe las instrucciones) es que no se trata de un receptor pasivo sino de uno activo y extradiegético; alguien que debe, en efecto, prepa- rar un abono o un cataplasma y cantar las secciones en verso, y cuyo rango de acción se extiende más allá del espacio narrativo del encantamiento. Por otra parte, dentro de cada texto existen receptores que no son los mismos que la persona que recibe las instrucciones; por ejemplo, en el «Encantamiento 1», las plegarias y cantos se dirigen a Dios, María y la Madre Tierra. Para diferenciar a estos receptores intradiegéticos de los extradiegéticos, llamaré a los primeros oyentes y a los últimos actores, ya que son quienes ejecutan las acciones. A la voz que dicta las instrucciones la llamaré dictante. Es imposible determinar la relación que había entre actor y dictante en el contexto original del encantamiento; es decir, no podemos saber a ciencia cier- ta si quienes cumplían uno y otro papel en el espacio extradiegético eran, por ~ 25 ~ ejemplo, un sacerdote y un campesino o un dueño de tierras y un médico. Una forma de conjeturar al respecto sería a partir de variantes ideolectales que se encontraran en los textos; sin embargo, la distancia temporal y espacial que existe entre el contexto de los manuscritos y el contexto que da origen a esta traducción, además de las irregularidades ortográficas del inglés antiguo y la escasez de documentos antropológicos e históricos, hace imposible la tarea de identificar tales variantes. Más adelante abordaré los problemas relacionados con la traducción de registros en cada uno de los encantamientos. En cuanto a las irregularidades ortográficas, no se les puede considerar variantes ideolecta- les porque lo más probable es que existan a causa de la falta de homogeneidad del idioma durante el período en el que los textos fueron inscritos. Esta falta de homogeneidad se presenta no sólo entre un encantamiento y otro, sino dentro de cada uno de ellos: por citar un ejemplo, está la palabra ðonne [«entonces», «en ese momento», «cuando», «después de eso», «en ese caso», entre otras], con sus variaciones registradas: ðanne y ðænne. Ahora que he expuesto un breve panorama general de los contextos en los que se insertan tanto los textos base como este trabajo, procedo a presentar mis traducciones de los tres encantamientos, cada una seguida de un análisis del proceso de jerarquización de los aspectos retóricos y semánticos que seguí, además de un análisis de los principales problemas con los que me encontré a lo largo de este proceso; de las diferentes alternativas que se me presenta- ron y de los motivos que me hicieron tomar las decisiones finales. También comparo los pasajes más problemáticos de mi traducción con las traducciones existentes al inglés, principalmente las de Oswald Cockayne, Felix Grendon, Nick Laird, Tom Sleigh y Maurice Riordan. La presentación en dos columnas, en inglés antiguo a la izquierda y en español a la derecha, pretende facilitar la comprensión y la comparación lineal. Para comenzar, analizaré la traducción del «Encantamiento 1», cuyos principales problemas de traducción se relacio- nan con el contexto cultural que lo origina y el sincretismo que se presenta a lo largo detodo el texto. Traducción del «Encantamiento 1» ~ 28 ~ Her ys seo bot, hu ðu meaht þine æceras betan gif hi nellaþ wel wexan oþþe þær hwilc ungedefe þing on gedon bið on dry oððe on lyblace. Genim þonne on niht, ær hyt dagige, feower tyrf on feower heal- fa þæs landes, and gemearca hu hy ær stodon. Nim þonne ele and hunig and beorman, and ælces feos meolc þe on þæm lande sy, and ælces treow-cynnes dæl þe on þæm lande sy gewexen, butan heardan beaman, and ælcre namcuþre wyrte dæl, butan glappan anon, and do þonne haligwæter ðær on, and drype þonne þriwa on þone staðol þara turfa, and cweþe ðonne ðas word: Crescite, wexe, et multiplicamini, and gemænigfealda, et replete, and gefylle, terre, þas eorðan. In nomine patris et filii et spiritus sancti sit benedicti. And Pater Noster swa oft swa þæt oðer. And bere siþþan ða turf to circean, and mæssepreost asinge feower mæssan ofer þan turfon, and wende man þæt grene to ðan weofode, and siþþan gebringe man þa turf þær hi ær wæron ær sunnan setlgange. And hæbbe him gæworht of cwicbeame feower Cristes mælo and awrite on ælcon ende: Matheus and Marcus, Lucas and Iohannes. ~ 29 ~ Con este remedio podrás hacer que tus tierras se recuperen si es que (vaya desgracia) nada quiere crecer en ellas, o la obra de un hechicero o un veneno dificultan su germinación: Por la noche, justo antes del amanecer, saca cuatro monto- nes de tierra de cada uno de los cuatro lados de tu propiedad y deja una marca en el lugar en el que estaban. Después toma aceite, miel, levadura, leche de cualquier tipo de ganado que poseas, trozos de madera de los árboles que crezcan en tu tie- rra, excepto de los de madera dura, y toma de todas las hierbas cuyo nombre conozcas, excepto de cualquier variedad invasora. Revuelve todo y mézclalo con los cuatro montones de tierra. Inmediatamente después, prepara agua bendita y salpica tres veces sobre cada montón, diciendo cada vez el Padre Nuestro y estas palabras: Crescite, crezcan, et multiplicamini, y multiplí- quense, et replete, y llenen, terre, la tierra . In nomine patris et filii et spiritus sancti sit benedicti. Luego lleva los montones de tierra a la iglesia y pide al sacer- dote encargado que cante cuatro misas sobre ese verdor; que los lleve al altar y luego de vuelta a tus tierras, antes de la puesta de sol. Pídele también que talle cuatro cruces de madera del árbol de la vida y que escriba en cada extremo: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. ~ 30 ~ Lege þæt Cristes mæl on þone pyt neoþeweardne, cweðe ðonne: Crux Matheus, crux Marcus, crux Lucas, crux sanctus Iohannes. Nim ðonne þa turf and sete ðær ufon on and cweþe ðonne nigon siþon þas word, Crescite, and swa oft Pater Nos- ter, and wende þe þonne eastweard, and onlut nigon siðon ead- modlice, and cweð þonne þas word: Eastweard ic stande, arena ic me bidde, bidde ic þone mæran domine, bidde ðone miclan drihten, bidde ic ðone haligan heofonrices weard, eorðan ic bidde and upheofon and ða soþan sancta Marian and heofones meaht and heahreced, þæt ic mote þis gealdor mid gife drihtnes toðum ontynan þurh trumne geþanc, aweccan þas wæstmas us to woruldnytte, gefyllan þas foldan mid fæste geleafan, wlitigigan þas wancgturf swa se witega cwæð þæt se hæfde are on eorþrice se þe ælmyssan dælde domlice drihtnes þances. ~ 31 ~ Deposita una cruz al fondo de cada uno de los agujeros que cavaste y di: crux Matheus, crux Marcus, crux Lucas, crux sanctus Iohannes. Después toma la tierra preparada, déjala caer sobre las cruces y di nueve veces la palabra «crescite» y el Padre Nues- tro. Procede en dirección al este, inclínate con humildad nueve veces y di estas palabras: «Frente al Este estoy de pie, misericordia pido para mí; yo pido al loado Soberano; pido yo al Señor glorioso; yo pido al Santo, al guardián del tesoro celeste; a la tierra le pido y al cielo; y a la prístina, proba María; y al poder del cielo y la sacra morada, que esté en mi poder que este encantamiento, si es la vo- luntad del Señor, se lance entre mis labios con firmeza: despierten los frutos, alimento de este mundo; rebose este lugar de hojas fuertes; tórnese hermosa la faz de esta tierra. Así dijo el sabio desde antaño: tendrá riquezas en la tierra quien las reparta entre los pobres, pues al Señor complace». ~ 32 ~ Wende þe þonne III sunganges astrece þonne on andlang and arim þær letanias and cweð þonne: Sanctus, sanctus, sanctus oþ ende. Sing þonne Benedicite aþenedon earmon and Magnif- icat and Pater Noster III, and bebeod hit Criste and sancta Mar- ian and þære halgan rode to lofe and to weorþinga and to are þam þe þæt land age and eallon þam þe him underðeodde synt. ðonne þæt eall sie gedon, þonne nime man uncuþ sæd æt ælm- esmannum and selle him twa swylc, swylce man æt him nime, and gegaderie ealle his sulhgeteogo togædere; borige þonne on þam beame stor and finol and gehalgode sapan and gehalgod sealt. Nim þonne þæt sæd, sete on þæs sules bodig, cweð þonne: Erce, Erce, Erce, eorþan modor, geunne þe se alwalda, ece drihten, æcera wexendra and wridendra, eacniendra and elniendra, sceafta hehra, scirra wæstma, and þæra bradan berewæstma, and þæra hwitan hwætewæstma, and ealra eorþan wæstma. Geunne him ece drihten ~ 33 ~ Vuelve y recorre tres veces todo el terreno siguiendo la di- rección del sol mientras dices una serie de letanías. Después di completo el «Sanctus, sanctus, sanctus». Luego, con los brazos extendidos, canta tres veces el Benedicite y tres veces también el Magnificat y el Padre Nuestro, y dirige estas oraciones a Cris- to y a Santa María y a la Santa Cruz para que concedan su favor, una buena cosecha y ganancias a aquel que es dueño de esta tierra y a todos los que dependen de él. Ya que todo esté listo, lleva a un hombre con los limosneros para que tome de sus semillas sin germinar y págales dos veces el precio de lo que este hombre les compre. Después pídele que ensamble todas las partes de su arado y haz un agujero en la rama principal; ahí pon olíbano, hinojo, resinas consagradas y sal consagrada. Toma las semillas, ponlas en el cuerpo del arado y di: «Erce, erce, erce, madre tierra: conceda el Todopoderoso, el Señor eterno, que estas tierras retoñen y rebosen, se recobren y se desborden. En ellas la vida crezca alta; soberbia y deslumbrante fructifique, y vasta cosecha de cebada fructifique, y dorado tributo de trigo fructifique, y toda la tierra fructifique. Conceda esto el Señor eterno, ~ 34 ~ and his halige, þe on heofonum synt, þæt hys yrþ si gefriþod wið ealra feonda gehwæne, and heo si geborgen wið ealra bealwa gehwylc, þara lyblaca geond land sawen. Nu ic bidde ðone waldend, se ðe ðas woruld gesceop, þæt ne sy nan to þæs cwidol wif ne to þæs cræftig man þæt awendan ne mæge word þus gecwedene. þonne man þa sulh forð drife and þa forman furh onsceote, cweð þonne: Hal wes þu, folde, fira modor! Beo þu growende on godes fæþme, fodre gefylled firum to nytte. Nim þonne ælces cynnes melo and abacæ man innewerdre handa bradnæ hlaf and gecned hine mid meolce and mid halig- wætere and lecge under þa forman furh. Cweþe þonne: ~ 35 ~ y sus santos que están en el cielo: que la cosecha de este hombre quede a salvo de todo enemigo, y que él mismo quede a resguardo de todo mal que haya sido sembrado por los conocedores de fórmulas en toda la extensión de la tierra. Ahora yo pido al Todopoderoso, el que formó este mundo, que ninguna mujer de hábil lengua y ningún hombre diestro en ardides pueda pervertir las palabras así dichas». Después, cuando el hombre empuje el arado y abra el primer surco, di: «¡Sana, tierra, madre protectora de todas las vidas! Reverdece en el abrazo de Dios; brote en ti la abundancia que brinda alimento a los [vivos». Después toma cualquier clase de harina y hornea un pan, del tamaño de la palma de un hombre, amasado con lechey agua bendita. Deposítalo en el surco y di: ~ 36 ~ Ful æcer fodres fira cinne, beorhtblowende, þu gebletsod weorþ þæs haligan noman þe ðas heofon [gesceop and ðas eorþan þe we on lifiaþ; se god, se þas grundas geworhte, geunne us growende gife, þæt us corna gehwylc cume to nytte. Cweð þonne III Crescite in nomine patris, sit benedicti. Amen and Pater Noster þriwa. ~ 37 ~ «Llénate, campo, de pan para el hombre; florece con esplendor; bendito seas en el Santo Nombre del que el cielo formó y esta tierra, en la que habitamos; sé fértil, rinde el fruto del suelo; concédenos tu obsequio viviente: que nazca para nuestro provecho todo tipo de grano». Después di tres veces: «Crescite in nomine patris, sit benedic- ti. Amen», y tres veces el Padre Nuestro. ~ 38 ~ Análisis de la traducción del «Encantamiento 1» Este encantamiento, conocido como Æcerbot o «Field Remedy» en inglés, es un remedio para devolver la fertilidad a la tierra. Se divide en cinco secciones en prosa y cuatro en verso; los cambios entre secciones se determinan a partir del contraste entre los recursos poéticos que distinguen las palabras de poder (el encantamiento en sí), y el estilo enumerativo (y carente de patrones de ali- teración) de las instrucciones para preparar el remedio práctico. La primera sección en verso va de Eastweard ic stande a drihtnes þances y se diferencia de la prosa por las repetición de palabras y la simetría acentual de los versos. La segunda va de Erce, erce, erce a geond land sawen y se diferencia por las rimas y la repetición de palabras. Es difícil determinar cuál es el final de esta sección y cuál el principio de la siguiente sección en prosa. En mi opinión, la métrica termina después de sawen. Si prestamos atención a la palabra nu, que indica un cambio en el discurso, y a la transición de un patrón de cinco acentos por verso a uno indefinido, vemos que un ritmo claramente marcado da paso a un ritmo indefinido. Podría tratarse de dos versos de siete acentos y uno final de cuatro, o simplemente de una vuelta a la prosa: þæt hys yrþ si gefriþod wið ealra feonda gehwæne, and heo si geborgen wið ealra bealwa gehwylc, þara lyblaca geond land sawen. Nu ic bidde ðone waldend, se ðe ðas woruld gesceop, þæt ne sy nan to þæs cwidol wif ne to þæs cræftig man þæt awendan ne mæge word þus gecwedene. Sin embargo, en su traducción, Cockayne, Grendon y Laird consideran que la sección métrica continúa hasta gecwedene. Además de la dificultad para de- terminar un patrón acentual desde Nu hasta gecwedene, considero que este fragmento se diferencia de la sección métrica por el cambio de interlocutor; las palabras que lo preceden son una declaración de lo que se está pidiendo que suceda (que las tierras queden protegidas), mientras que a partir de Nu se trata de una apelación directa a Dios, a quien se le pide que las palabras dichas ~ 39 ~ (en métrica; las palabras de poder) sean válidas y surtan efecto: esto es para reafirmar la idea de que la magia pagana no tiene efecto sin la aprobación y la voluntad del dios cristiano. La tercera y cuarta secciones métricas se distinguen porque la aliteración forma parte esencial de su estructura y, casi en su totalidad, siguen el patrón de cuatro acentos por verso: Hal wes þu, folde, fira modor! Beo þu growende on godes fæþme, fodre gefylled firum to nytte. […] Ful æcer fodres fira cinne, beorhtblowende, þu gebletsod weorþ þæs haligan noman þe ðas heofon gesceop and ðas eorþan þe we on lifiaþ; se god, se þas grundas geworhte, geunne us growende gife, þæt us corna gehwylc cume to nytte. Respecto al contenido semántico, quienes han estudiado este encantamien- to se aproximan a él desde una perspectiva más bien antropológica, en busca de sus aspectos rituales. Mi investigación me llevó a concluir que se trata de una receta para elaborar un abono orgánico fermentado, similar al abono conocido como bocashi o bokashi10. Tras un proceso que involucró el estudio de diversos artículos relacionados con el tema y una salida de campo a un lugar en el que se prepara esta clase de abono, se hizo evidente que el proceso de elaboración y los ingredientes coincidían con las instrucciones contenidas en el encanta- miento y con los ingredientes enumerados (tierra, plantas, aceite, miel, leche y levadura). No he encontrado textos críticos, literarios o antropológicos en los que se estudie este aspecto práctico del encantamiento y su posible efectividad. Michael D. J. Bintley, en su ensayo «Brungen of Bearwe: Ploughing Common Furrows in Exeter Book Riddle 21, The Dream of the Rood and the Æcerbot 10 Ver apéndice 2: «Sobre los ingredientes y elaboración del bocashi». ~ 40 ~ Charm»11 se limita a decir que se trata de un ritual de regeneración en el que se practica «magia homeopática» (153).12 Por otra parte, Grendon dice que el «Encantamiento 1» es una «ceremonia» destinada a garantizar la abundancia de las cosechas en el año por venir, y atribuye a la mezcla de ingredientes un significado únicamente simbólico: «This heaping of things on the turfs was an ancient rite symbolizing the desired productiveness» (155). Su énfasis en lo ritual hace que la esterilidad de la tierra se interprete, necesariamente, como resultado de un encantamiento: «The second part, lines 27-39, constitutes an alliterative appeal to God and to Earth to assist in disenchanting the land in question» (156). Sin embargo, las causas son dos: la dificultad para dar frutos y las malas obras de un hechicero, y están claramente separadas por la conjun- ción oþþe þær [o si], que el mismo Grendon traduce como «or if». No deja de ser acertada, en todo caso, su observación de la forma en la que las invocacio- nes cristianas y paganas, así como el nombre de Odín y el de Cristo, la Virgen María y los santos aparecen lado a lado, y que los últimos parecen haber sido introducidos por manos cristianas tardíamente. No obstante, Grendon hace afirmaciones sobre el proceso de composición del encantamiento sin ofrecer prueba alguna; por ejemplo, después de aseverar que el agua bendita es la única adición cristiana al ritual, afirma que …the ecclesiastical censors were not content with their work. They still found many surviving elements of Heathendom, and at these they looked askance. To put the best possible face on the matter, a fourth song was added. It was in the manner and style of the three preceding invocations, but was more de- cidedly Christian in tone; God, not the earth or the sun, being called upon to grant fruitfulness to the fields (155). A mi parecer, más que ser el resultado de una «censura» radical en la que se buscaba eliminar los elementos paganos, se trata de una adaptación sincrética. William A. Chaney asegura que «A violent conversion to the new religion was 11 Publicado en 2013, este es, posiblemente, el análisis más reciente del encantamiento. 12 Según la definición de James George Frazer en su libro The Golden Bough, la magia homeopáti- ca o imitativa es aquella que opera bajo el principio de que «lo semejante produce lo semejante»; así lo define en las dos primeras líneas del tercer capítulo de libro: «Magia homeopática». ~ 41 ~ unnecessary when the old provided so many parallelisms that the tribal culture could absorb the conquering God without disrupting many of its basic precon- ceptions; only in time were these to give way before an ecclesiastical conquest» (209). En su opinión, el hecho de que la gente aceptara la integración de Cristo (y otras divinidades) a su panteón se debe también a que lo consideraban el dios de su rey y, dado que el rey era el líder y representante del pueblo, si su dios lo favorecía, favorecería a todos sus súbditos. Si bien los elementos cristianos (que conforman la mayor parte del aspecto ritual del encantamiento) pueden ser una añadidura tardía, quien transcribió el encantamientoal papel decidió conservar tanto lo cristiano como lo pagano. Bruce A. Rosenberg dice que «The Æcerbot shaman is not to be considered a religious fence-straddler trying to make the best of both possible creeds, but an unaware syncretist who cannot forget his old faith at the same time he strives to embrace the new» (Rosenberg 435). A pesar de que Rosenberg lo afirma como si se tratara de un hecho, esto es completamente subjetivo, ya que no hay forma de saber si el sincretismo se produjo al momento de escribir el encantamiento o si ya existía desde antes, transmitido y reconfigurado de manera oral. Es necesario, pues, conservar la presencia de ambos elementos en la traducción. Me parece relevante enfatizar la fuerte presencia de los rituales cristianos, que si no es mayor por lo menos es equivalente a la de las referen- cias paganas. Los fragmentos más difíciles de interpretar forman parte de las instruc- ciones en prosa; el primero pertenece al pasaje que enlista los ingredientes, cuando especifica que se deben incluir ælces treow-cynnes dæl þe on þæm lande sy gewexen, butan heardan beaman [trozos de madera de los árboles que crez- can en tu tierra, excepto de los de madera dura] y ælcre namcuþre wyrte dæl, butan glappan anon [todas las hierbas cuyo nombre conozcas, excepto de cual- quier variedad invasora]. La complejidad radica en encontrar el sentido de la exclusión de heardan beaman, para poder comprender el significado (y por lo tanto el motivo de la exclusión) de glappan, una palabra que no aparece en ningún diccionario de inglés antiguo. El segundo fragmento, desde þonne nime man hasta swylce man æt him nime, consiste en la instrucción de llevar ~ 42 ~ a cabo una especie de intercambio de semillas entre el actor, unos limosneros (ælmesmannum) y un hombre (man) cuya identidad no se especifica. La falta de claridad y los cambios en la sintaxis son el principal problema al momento de tomar decisiones de traducción. Respecto al primer fragmento, Cockayne traduce glappan como trébol de agua («buckbean» [Menyanthes trifoliata]). El diccionario Bosworth-Toller concuerda, aunque agrega un signo de interrogación después de «buckbean». Grendon, en cambio, sostiene que se trata de la bardana («burdock» [Arctium lappa]). El trébol de agua no parece la mejor opción, en primer lugar porque es una planta que crece en terrenos pantanosos y no en áreas de cultivo, y en segundo lugar porque sus cualidades no parecen influir de ninguna manera, positiva o negativa, en la maduración del abono. La bardana, en cambio, es una planta invasora de la familia de los cardos; dejarla en el abono contribuiría a su propagación, dañina para los cultivos. El nombre de un pueblo en Inglate- rra, Glapthorn, (¿glappe’s thorn?), podría indicar una conexión entre la palabra glappan y la bardana (y sus espinas). Incluso el nombre científico con el que la bardana aparece listada en la clasificación de Linneo presenta una semejanza fónica: Arctium lappa L. Una tercera posibilidad es que se trate de la Gallium aparine, planta a la que los romanos ya llamaban lappa (Dunbar 278) y que conservó el nombre de «lapa» en algunas regiones hispanohablantes; también se conoce por este nombre a la Arctium minus13 (una variedad de Arctium lappa L.). El problema de traducir glappan como «lapa» es que se le podría confundir con el molusco Patella vulgata, vulgarmente conocido como «lapa» en algunos países hispano- hablantes, entre ellos México. En su Glosario, Ælfric traduce lappa como clâte o clifwyrt, y Wright anota que usualmente se le llamaba así a la Digitalis purpu- rea, una planta en extremo tóxica. El Diccionario de la Real Academia Española, en su segunda entrada para la palabra «lapa», establece que la palabra proviene del latín lappa, «lampazo». El nombre de lampazo se utiliza para dos plantas: la bardana (Arctium lappa) y la Xanthosoma robustum. 13 Datos tomados del sitio web oficial del Real Jardín Botánico de Madrid (http://www.rjb.csic. es). ~ 43 ~ Rosenberg afirma que «the most obvious aspect of the burdock is that it is a nuisance: it is an unattractive coarse weed common to wastes, and its prickly burrs knot inextricably in clothing—it ‘clings like the devil.’» (433) Después de hacer esta afirmación habla de cómo en tiempos de Chaucer y en adelante se le asociaba con el diablo; no obstante, tal percepción no es válida en este contexto, ya que el herbario (cuya redacción es contemporánea a la del encan- tamiento) lista la bardana como una hierba benéfica por su gran cantidad de aplicaciones medicinales. Además, Rosenberg permanece en el nivel ritual y no aventura análisis alguno de los otros ingredientes: el aceite, la miel, la leche y la levadura. Al final, lo que todas estas plantas tienen en común, desde el trébol de agua hasta el lampazo, es que se trata de hierbas invasoras. Así como ælces treow-cy- nnes [...] butan heardan beaman es una generalización, tiene sentido pensar lo mismo respecto a ælcre namcuþre wyrte dæl, butan glappan anon; creo probable que la palabra glappan, cuya terminación indica que se trata de un plural de gla- ppe o glappa, sea una palabra para referirse a las malas hierbas en general, así como beaman se refiere a las maderas: entonces, la instrucción sería eliminar cualquier tipo de maleza del abono. Con base en esto, decidí traducir glappan anon como «cualquier variedad invasora». En cuanto al segundo fragmento, relacionado con el intercambio de semi- llas, la mayor complicación consiste en determinar la clase de intercambio que se lleva a cabo en la oración þonne nime man uncuþ sæd æt ælmesmannum and selle him twa swylc, swylce man æt him nime [lleva a un hombre con los limosneros para que tome de sus semillas sin germinar y págales dos veces el precio de lo que les compre]. En primer lugar, el intercambio tiene lugar entre tres o más hombres: el «hombre» (man), el hombre que «lleva» (nime) a este hombre, y el o los limosneros (ælmesmannum). Este man es un hombre a quien no se había mencionado antes en el encantamiento; es él quien debe hacer algo con unas semillas (sæd) y unos limosneros. No podemos saber a ciencia cierta cuál es la función que este hombre desempeña en el intercambio y por qué es necesaria la presencia de un intermediario entre quien ejecuta el resto de las instrucciones y los limosneros. El hecho de que en inglés antiguo la palabra ~ 44 ~ him funcione como plural y como singular complica todavía más la interpre- tación. Para llegar a una solución es necesario analizar los componentes clave de la oración: selle, que puede ser tanto vender como comprar o entregar, y la repetición de swylc [tanto como] y nime [tomar]. Cockayne traduce «let one take strange seed of almsmen, and give them twice as much as was taken from them» y Grendon «let unknown seed be taken from beggars, and let twice as much be given to these as was taken from them». Cockayne utiliza «one» y con ella conserva la ambigüedad, mientras que Gren- don recurre a la voz pasiva. Nick Laird, en cambio, traduce «take seeds from the almsmen in the churchyard, and give them double what you took»; desaparece al hombre (man), suprime el adjetivo uncuþ, que califica a las semillas (sæd), y traduce únicamente «seeds». Finalmente, refuerza su interpretación con una palabra que no está en el texto en inglés antiguo: «churchyard». Ninguno de los tres se preocupa por resolver la cuestión de lo que se devuelve «dos veces» (twa swylc); su léxico da a entender que interpretan la acción como un intercambio de cierta cantidad de una clase de semillas por una cantidad mayor de otra cla- se de semillas. Difiero en este punto, por lo siguiente: esta indicación precede a las palabras þæt se hæfde are on eorþrice, / se þe ælmyssan dælde domlice / drihtnes þances [tendrá riquezas en la tierra / quien las reparta con justicia entre los pobres, / pues al Señor complace]. La relación entre el intercambio y esta afirmación cobra sentido sipensamos que la instrucción no es intercam- biar semillas por semillas, sino comprar semillas a los limosneros y pagarles el doble de su valor. Entonces se vuelve una acción cuya finalidad es la de dar más a los pobres y complacer al Señor, lo cual resulta, a su vez, una forma de bendecir las semillas destinadas a usarse en el ritual y la siembra. La misma referencia a un witega («sabio» o «profeta») tiene que ver, si se interpreta como una referencia bíblica, con este principio de dar al pobre para complacer al Señor. Según Shook, el profeta es David y la referencia es al Salmo cxi, «Beatus Vir»: The opening words of the Psalm, beatus vir, are echoed in se hæfde are on eorþrice. The second verse of the Psalm: potens in terra erit semen eius epito- ~ 45 ~ mizes the spirit of the entire charm. The ninth verse: dispersit, dedit pauperi- bus explains both the se þe ælmyssan dælde domlice, and the reference to the almsman in the prose directions immediately following, although the idea that the giving of alms is followed by blessings is common in the Scriptures (139-40). En efecto, la idea aparece de manera recurrente en la Biblia; por ejemplo, en Proverbios 19:17: «A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho se lo volverá a pagar» y en Proverbios 22:9: «El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente»14. La palabra ælmesmannum hizo que Stor- ms pensara que el ritual estaba concebido para realizarse en una determinada época del año, de modo que los limosneros supieran cuándo podrían recibir su porción de semillas (Rosenberg 434). Sin embargo, el objetivo del encanta- miento es curar la tierra estéril, independientemente de la época del año. La primera oración lo indica explícitamente: Her ys seo bot, hu ðu meaht þine æce- ras betan gif hi nellaþ wel wexan oþþe þær hwilc ungedefe þing on gedon bið on dry oððe on lyblace [Con este remedio podrás hacer que tus tierras se recuperen si es que (vaya desgracia) nada quiere crecer en ellas, o la obra de un hechicero o un veneno dificultan su germinación]. Inmediatamente después del intercambio, el dictante da la indicación de re- unir todo «su» [his, de un hombre] equipo de arado. Aunque en una primera impresión podríamos suponer que uno de los limosneros es el mismo hombre que el arador15, ælmesmannum es un plural, mientras que man y his son singu- lares. Esto significa que los limosneros no son, por lo menos en este encanta- miento, quienes aran la tierra. Dado que tampoco es la persona que lleva a cabo el ritual, podemos suponer que es un trabajador que el actor debe contratar para que realice esta parte específica del ritual, o bien, un hombre encargado de seleccionar las semillas. Laird, en su traducción, evade el problema del arador convirtiéndolo en la misma persona que el actor: «gather all your ploughing gear, y Grendon traduce «let [the land-owner] gather all his ploughing-imple- 14 En la versión Reina-Valera 1960. 15 En la Edad Media, los aradores se consideraban miserables. Incluso hasta la época de Chaucer fue así, ejemplo de lo cual es la descripción del arador en el prólogo de los Cuentos de Canterbury, quien trabaja «For Cristes sake, for every povre wight» y vive de «pees and parfit charitee». ~ 46 ~ ments together». Cockayne, en cambio, no es explicativo ni hace una interpre- tación subjetiva, lo cual hace más preciso su «gather all his plough apparatus together». Con base en esto y a juzgar por la relación sintáctica entre him y man, parece razonable decir que el arador es el hombre encargado de com- prar las semillas; de ahí que mi traducción de «þonne nime man uncuþ sæd æt ælmesmannum and selle him twa swylc, swylce man æt him nime, and gegaderie ealle his sulhgeteogo togædere» sea: «lleva a un hombre con los limosneros para que tome de sus semillas sin germinar y págales dos veces el precio de lo que este hombre les compre. Después pídele que ensamble todas las partes de su arado». Por último, la palabra uncuþ suele ser interpretada como «desconocido». Sin embargo, a mí me parece que en este caso su significado no es «desconocido», sino «aún sin revelar[se]»; o, en otras palabras, sin germinar aún. La razón por la que creo esto es que es más probable que se trate de semillas aptas para la siembra del campo infértil que de semillas «desconocidas» cuya utilidad sería, también, desconocida. De ser así, la función del nuevo hombre podría ser la de identificar las semillas más propicias y descartar las semillas estériles. Una palabra cuya traducción me parece de particular relevancia por sus im- plicaciones culturales es cwicbeame, que traduzco como «árbol de la vida». Por lo general, se traduce como una especie determinada de árbol; ya sea el álamo o el fresno. El uso de una variedad específica de madera para el tallado de las cru- ces no está relacionado con la elaboración del abono, sino que es, al igual que la cruz, uno de los elementos simbólicos que forman parte del ritual encanta- torio. La palabra cwic significa «vivo» y beame es «madera» o «árbol»; de modo que la principal característica de la madera indicada es su relación con la vida. Esto me lleva a pensar que las cruces deben tallarse en cwicbeame como una alusión a Yggdrasil, el «árbol de la vida» que une los mundos y del que, según la Edda poética, Odín se colgó durante nueve días en un sacrificio para obtener el conocimiento de las runas. La relación entre Yggdrasil y Odín refuerza el paralelismo con la cruz de Cristo; tanto la [madera de la] cruz como [la madera de] Yggdrasil sostuvieron a un dios que se sacrificó a sí mismo y después resu- citó. Esta acción simbólica tendría como propósito devolver a la tierra estéril ~ 47 ~ aquello que le falta: vida. No se sabe a ciencia cierta qué clase de árbol era Yggdrasil; la mayoría de críticos se inclinan por el fresno, pero se cree también que podría haber sido un tejo, un abedul o un roble. Cockayne traduce cwicbeame como «quickbeam» [fresno de montaña], Grendon como «aspen-wood» [álamo temblón] y Laird como «rowan» [fresno de montaña]. De las tres traducciones, la menos afortu- nada es, quizá, la de «aspen-wood», ya que éste es un árbol de ramas y tronco muy delgados, y sería poco factible tallar una cruz con ellos. El Bosworth-To- ller deja entre signos de interrogación la posibilidad de que cwicbeame sea una especie de álamo o un junípero. Graves dice que el fresno, al igual que el ro- ble, era un «árbol de la vida» para los druidas, mientras que Frazer dice que los pueblos germánicos creían en su poder contra los maleficios (Rosenberg 429). Rosenberg afirma de manera contundente que la especie más factible es el fresno: «Fortunately, Baechtold-Staiibli unequivocally associates the rowan (eberesche) with the Quick, or Quitschenboom, and Evelyn gives the English variants of the rowan as quickbeam, quicken, and mountain ash. In neither is the suggestion that the aspen had similar names» (429). Efectivamente, la palabra cwicbeame se refiere a una especie de árbol en particular, y es muy probable que fuera una especie de árbol sagrado para los anglosajones, que ellos reconocían por su nombre. En español, en cambio, es difícil que exista una asociación inmediata de las palabras «fresno», «álamo» o «junípero» con Yggdrasil o con el concepto de «árbol de la vida». Al traducir «árbol de la vida» evito fijar una especie, enfatizo el sincretismo y trato de crear una connotación equivalente a la que la palabra cwicbeame pudo haber tenido en el contexto en el que se empleaba el encantamiento. Otro ejemplo de sincretismo en este encantamiento es la función del agua; al agua corriente se le atribuían poderes mágicos relacionados con espíritus del agua y con su constante movimiento. Para Rosenberg, la función del agua en el «Encantamiento 1» es la de arrastrar las propiedades de las plantas benéficas a la tierra, y el acto de salpicar los montones (según él, el amontonamiento de ingredientes representa la
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