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Esquizofrenia--propuesta-psicoeducativa-cognitivo-conductual-para-cuidador-primario-y-paciente-con-esquizofrenia-medicado-de-consulta-externa

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
 FACULTAD DE PSICOLOGÍA
DIVISIÓN DEL SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA.
"ESQUIZOFRENIA: PROPUESTA PSICOEDUCATIVA 
COGNITIVO CONDUCTUAL PARA CUIDADOR 
PRIMARIO Y PACIENTE CON ESQUIZOFRENIA 
MEDICADO DE CONSULTA EXTERNA".
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
PRESENTA
DIRECTOR: DR. JOSÉ MÉNDEZ VANEGAS
MÉXICO, D.F. 2012
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
ADRIANA DEYANIRA MELCHOR GRANADOS
REVISORES: MTRA. MARIA TERESA GUITIÉRREZ ALANÍS
MTRA. GABRIELA ROMERO GARCÍA
LIC. FABIÁN MARTÍNEZ SILVA
MTRO. MANUEL GONZÁLEZ OSCOY
TESIS
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Lo que un hombre piensa de sí mismo es lo que determina, 
o más bien indica, su destino”. 
 
Henry David Thoreau. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México por brindarme la oportunidad de 
una formación profesional. 
Al Centro de Servicios Psicológicos “Dr. Guillermo Dávila” por permitirme poner en 
práctica los conocimientos adquiridos durante la licenciatura tanto en mis prácticas 
clínicas, Servicio Social y Voluntariado, en un escenario real. 
A la Psic. Rebeca Sánchez Monroy por haberme dado la oportunidad de 
pertenecer a un excelente grupo de trabajo y estudio, conduciéndome a través de 
la práctica clínica. 
A mis sinodales el Dr. José Méndez Venegas, Mtra. Ma. Teresa Gutiérrez Alanís, 
Lic. Fabián Martínez Silva, Mtra. Gabriela Romero García y Mtro. Manuel 
González Oscoy. Gracias por su gran guía y apoyo. 
Quiero expresar también mi agradecimiento con mucho cariño, a todos mis 
maestros de la Facultad de Psicología, así como a todos mis compañeros y 
amigos quienes formaron parte de esta tan maravillosa experiencia que es esta 
hermosa profesión. Particularmente a Genaro y Roberto con quienes la estancia 
en la Facultad será de lo más inolvidable. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 “El árbol bien cultivado se conoce por sus frutos, y el corazón del hombre 
por la expresión de sus pensamientos”. 
 
Anónimo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedicatorias 
 
A mi viejita, quien con su luz siempre ha alumbrado mi camino. 
 
A mis padres, Ma. de Jesús Granados y José Melchor , quienes toda mi vida me 
han dado su apoyo y amor incondicional, y quienes han llenado mi espacio sólo 
con ejemplos de lucha y trabajo. 
 
A mis hermanos Hugo, Atenea, Martín y Naomi, con quienes he pasado los 
mejores momentos desde que nacieron y quienes siempre me han ayudado y han 
estado a mi lado cada día, sin importar si estamos juntos o separados. 
 
A la fortaleza de mi vida, por quienes cada logro se convierte en cinco. Motor de 
mi existencia, por quienes vale la pena luchar y vencer, caerse y levantarse. Mis 
pequeños Desirée, José Antonio, Michele e Iván. Gracias por soportar y aguantar 
tanto tiempo de estudio y ausencia. Lo logramos. 
 
A todos y cada uno, Los Amo. 
1 
 
 
 
 INDICE 
 
 Página 
Introducción ……………………………………………………………………………..3 
Justificación …………………………………………………………………….………..5 
Capitulo1. Marco de Referencia ……………………………………………..……….7 
 1.1 Marco Histórico ………………..…………………………………..………....7 
 1.2 Esquizofrenia ………………….…………………………………..………..12 
 1.3 Diagnóstico y Clasificación ………..……………………………..………..24 
 1.4 Epidemiología ………….……………………………………...……………28 
Capitulo 2. Marco Teórico ……………………………………………………………31 
 2.1 Factores Biológicos ………………………….……………...……………..31 
 2.2 Factores Psicosociales ……….…………………………………..……….36 
 2.2.1 Estigma y Autoestigma……………………………..…………39 
2.3 Familia / Cuidador Primario …………………….……………...………….43 
 2.3.1 Emoción Expresada ……………………………….…………...47 
 2.3.2 Calidad de Vida (ambiente familiar y social)……..…………..49 
 2.3.3 Aceptación y Conocimiento………………………….…………52 
2.4 Psicoeducación ……………….…………………………………..………..52 
 2.4.1 Escucha Activa…………………………………….…………….57 
2 
 
 
 
2.4.2 Manejo del Medicamento ……………….……………………..58 
Capitulo 3. Terapia Cognitivo Conductual…………….…………..……………...64 
Capitulo 4. Propuesta Psicoeducativa……………….…………..………………..68 
 4.1 Carta Descriptiva de Intervención Psicoeducativa…..………..69 
 Sesión 1. Información y Diagnóstico……………………….………….73 
 Sesión 2. Manejo de medicamento y crisis…………………..……….76 
 Sesión 3. Familia y estrés………..…………………………..…………80 
 Sesión 4. Estigma y autoconcepto………………………….…………83 
 Sesión 5. Calidad de vida (ambiente social y familiar)………….…..89 
 Sesión 6. Estrategias de Afrontamiento………………………………95 
 Sesión 7. Fundamentos en Asertividad.………………………..……..98 
Sesión 8. Evaluación………………………………………………..…106 
Referencias Bibliográficas ……………………………………………….………..108 
 Anexos…………………………………………………………………………………121 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
 
INTRODUCCION 
 
 
 “El conocimiento no es algo separado y que se baste a sí mismo, sino que está 
envuelto en el proceso por el cual la vida se sostiene y se desenvuelve”. 
John Dewey. 
 
La OMS ha clasificado a la esquizofrenia como un problema de salud pública; en 
el mundo representa la novena causa de discapacidad (Desjarlais, 1995). En 
México se estima que 20% de los pacientes con esquizofrenia están severamente 
afectados por el trastorno y que existen alrededor de 1 millón de personas con 
esquizofrenia (Frenk-Mora, 2005). 
La esquizofrenia ha sido definida de diferentes maneras a lo largo de la historia 
(desde Bleuler, hasta nuestros días), y se han hecho aportaciones y 
descubrimientos nuevos sobre síntomas, tratamientos psiquiátricos, posición 
neurobiológica, técnicas de intervención psicológica, etc., sin embargo, todavía no 
se cuenta, a pesar de los avances, con un modelo bien definido que pueda 
satisfacer los distintos tipos de intervención. 
 La comprensión hacia la problemática única e individual del paciente, que el 
clínico requiere es de gran utilidad para la mejoría del primero, ya que permite la 
empatía y por lo tanto un acercamiento hacia el entendimiento de los 
pensamientos y emociones que el paciente está reportando. Además debe existir 
la necesidad de ver al paciente como una unidad irrepetible con síntomas, 
experiencias y vivencias únicas y verídicas (por lo menos para el paciente), 
independientemente de la similitud de la sintomatología. El importante rol que 
juega la familia o el cuidador primario del paciente en el entendimiento de los 
síntomas, la aceptación que tanto el primero como el segundo deben tener, puede 
4 
 
 
 
ayudar a la prevención de las posibles recaídas o a la recuperación de ellas en un 
sentido cognitivo y emocional, esto se podría traducir en tranquilidad. 
El conocimiento, la historia, el ambiente social y cultural, las aportaciones 
biológicas, cognoscitivas, psicológicas, así como la farmacología y los efectos 
secundarios que algunos pacientes pueden presentar al tratamiento de la 
esquizofrenia, son un punto de vital atención para el clínico interesado en la 
intervención terapéutica. 
La tecnología tan avanzada, así como los medios de información, no difunden 
claramente el suficiente conocimiento sobre las enfermedades mentales, como la 
esquizofrenia,tendiendo a estigmatizar a las personas con este tipo de 
enfermedad. Por lo tanto una propuesta de entrenamiento basado en el manejo de 
la información brindará resultados óptimos para el entendimiento y posterior 
aceptación de la enfermedad. 
Las más recientes aportaciones de investigaciones psicosociales, detalladas más 
adelante durante el desarrollo de la presente tesis, confluyen en la importancia de 
una intervención psicoeducativa, con la finalidad de promover la mejoría en la 
calidad de vida tanto de los pacientes con el trastorno como del familiar(es) o 
cuidador primario. 
Se presenta una recopilación documentada de información; esto con la finalidad 
de obtener un guía en donde estén proyectadas algunos de los resultados e 
investigaciones en distintos campos, para obtener una consulta rápida de datos y 
hacer comparaciones de los mismos. 
A su vez la propuesta de Modelo Psicoeducativo para pacientes con esquizofrenia 
(medicados de consulta externa) y/o familiar o cuidador primario, con el propósito 
de apoyo en el conocimiento y aceptación de la enfermedad, para a su vez 
comprender y tratar con las ideas irracionales, delirios y alucinaciones, estigma 
5 
 
 
 
social y auto estigma que presenten en cada caso, así como el poder prevenir 
recaídas de acuerdo a la revelación de los síntomas. 
 
 
JUSTIFICACION 
 
La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica degenerativa que tiene una 
prevalencia de entre 24 y 25 millones de personas en el mundo. En México la 
OMS (IESM-OMS 2009-2010) menciona que la mayor prevalencia e incidencia en 
los problemas de salud mental son: la disfuncionalidad familiar, las carencias 
afectivas, la falta de redes de soporte social, la proliferación de estilos de vida 
nocivos y entornos no saludables aunados a la exclusión social, el incremento en 
el consumo de drogas y la violencia. Así el esclarecimiento de la etiología de la 
esquizofrenia sigue siendo internacionalmente motivo de estudio, encaminándose 
por los distintos enfoques (bioquímico, psicológico y social) creando programas de 
apoyo tanto a pacientes como a familiares o al cuidador primario. 
El objetivo de este estudio es primordialmente hacer un recorrido histórico de la 
esquizofrenia, así como una recopilación de información de su génesis, desarrollo 
y su tratamiento con la finalidad de que pueda servir de consulta o como antología 
de lectura rápida para la realización de la psicoeducación. 
Debido a que la esquizofrenia es una enfermedad mental crónica degenerativa 
que afecta áreas 
ámbitos importantes en la vida de las personas que la padecen 
Se hacen necesarias la creación de programas de atención e investigación sobre 
 
6 
 
 
 
Esta intervención psicoeducativa tiene como finalidad el brindar el conocimiento de 
la enfermedad, la etiología, el manejo farmacológico, el manejo de la emoción que 
redunde en la disminución de la sintomatología depresiva y de ansiedad que la 
enfermedad provoca tanto al paciente como al cuidador primario, el manejo del 
estigma y auto estigma y el aumentar las habilidades de afrontamiento para 
promover los cambios de conducta. 
Como profesionales en el cuidado de la Salud Mental – entendida como un estado 
de bienestar subjetivo, en donde se incluyen la autonomía, competencia, 
dependencia intergeneracional y reconocimiento de las habilidades de realizarse 
intelectual y emocionalmente, así como el ser capaz de hacer frente al estrés 
normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y contribuir a sus 
comunidades – es conveniente conocer lo mejor posible este trastorno la 
enfermedad con el propósito de poder brindar conocimiento y apoyo en este difícil 
proceso que es la aceptación y manejo de la esquizofrenia. Así mismo pensar en 
la esquizofrenia en términos de esquizofrenia y ver al enfermo en términos de una 
persona con un padecimiento y poder evitar la estigmatización del paciente y su 
familia. Escuchar, entender y así apoyar en la disminución de la problemática 
individual de cada familia, tratando de conformar un grupo de apoyo en el que 
compartan sus miedos, inquietudes, culpas y frustraciones. Estas experiencias 
que son comunes entre las familias crean lazos de comprensión y apoyo que no 
son fáciles de experimentar en otros ámbitos. 
 
 
 
 
 
 
7 
 
 
 
CAPITULO 1 
MARCO DE REFERNCIA 
1.1 Marco Histórico. 
 
La percepción de la locura a través de la historia de la humanidad ha tenido 
diferentes definiciones y significados, ha sufrido cambios en cuanto a conceptos, 
enfoques políticos, religiosos, filosóficos, médicos, sociales, psicológicos, etc.; Ha 
trascendido desde ser un mal provocado por los dioses, un pretexto político y 
social, o como mencionaba el filósofo y psicólogo Michael Foucault (1967) que 
para la edad media: 
“Por todos lados, la locura fascina al hombre. Las imágenes fantásticas que hace 
nacer no son apariencias fugitivas que desaparecen rápidamente de la superficie 
de las cosas. Por una extraña paradoja, lo que nace en el más singular de los 
delirios, se hallaba ya escondido, como un secreto, como una verdad inaccesible, 
en las entrañas del mundo…”(p.21) 
Hasta considerarse como una enfermedad, un pretexto de la industria 
farmacéutica, una preocupación médica, psicológica y social. 
La incomprensión hacia las personas que padecían “locura” desde la edad media 
y el renacimiento estaba denotada en el exilio, el maltrato, la humillación pública y 
el confinamiento de por vida en centros que eran destinados para las 
enfermedades no curables. 
La locura en el siglo XIX era identificada por la incoherencia en la conducta que no 
era propia del funcionamiento normal o del pensamiento normal, en la que no se 
seguían las reglas sociales por culpa de un desequilibrio mental. Estas conductas 
se caracterizaban por ser extrañas, raras ó extravagantes. Este término fue 
empleado para denominar indistintamente enfermedades que correspondían a 
distintos fenómenos. 
8 
 
 
 
El tratamiento de la enfermedad mental era crudo y extraño por muchos años. Los 
pacientes eran sujetos de los métodos más inhumanos como trepanaciones en el 
cráneo para “disipar los gases venenosos”, cirugías para remover diversas partes 
del cuerpo, de la misma manera para “remover el veneno”, o introducirlos en coma 
utilizando diversas clases de medicamentos. 
El primer establecimiento para la enfermedad mental fue instaurado por los Árabes 
en el siglo XII. De acuerdo con las enseñanzas Islámicas, el Dal Almeraphtan o la 
Casa de la Gracia fue establecida en Baghdad en el año de 1173 D.C. sus 
residentes eran permitidos de vagar libremente en jardines y su tratamiento incluía 
medicamentos (drogas) y música. Read, Mosher y Bentall (2006). 
Durante el siglo XIX, el progreso de la medicina fue espectacular y era necesario 
que surgiera la motivación de alcanzar algunos logros en lo que respecta a la 
locura. Se introdujeron nuevas categorías de locura, nuevos grados de locura 
también, pero la psiquiatría no se había implicado lo suficiente en el proceso 
científico como para dejarlas de lado cuando se comprobó que no eran eficaces 
(Read y cols., 2006). 
En el siglo XX, Foucault afirmaba que cualquier sociedad puede definir la locura 
de tal manera que ciertas personas que caigan en esa categoría puedan ser 
aisladas; así que los que tienen el poder determinan que es lo normal y que no lo 
es. Según él, estos no son conceptos preexistentes que nosotros debemos 
descubrir, sino más bien algo que nosotros producimos y que los poderosos 
definen para mantener el control. 
En Parellada y Fernández (2004), se menciona que es a principios del siglo XIX 
en Francia cuando se empieza a conformar la idea de este trastorno mental, pero 
es hasta años después, entre los siglos XIX y XX, que dos psiquiatras pioneros en 
el estudio de estas enfermedades mentales, el psiquiatraalemán Emil Kraepelin 
(1856-1926) y el suizo Eugen Bleuler (1857-1939), definieron las líneas de la 
esquizofrenia. Kraepelin hizo la diferenciación entre otras entidades y agrupo 
9 
 
 
 
algunas otras como una única enfermedad la dementia praecox o demencia 
precoz. También estableció la diferencia entre la demencia precoz y la psicosis 
maniaco-depresiva, actualmente llamada trastorno bipolar, tomando como base el 
curso de la enfermedad y la evolución a largo plazo. Describió que la demencia 
precoz se presentaba en sujetos jóvenes quienes presentaban alucinaciones y 
delirios, y cursaba hacia un empobrecimiento de las emociones y el intelecto. 
Fue Eugen Bleuler, quien en 1911 utilizó el término de esquizofrenia (skizeb: 
escindir o dividir; phrenos: espíritu) por primera vez. A diferencia de Kraepelin que 
consideraba el empobrecimiento del pensamiento y las emociones como los 
síntomas centrales del trastorno, Bleuler señalaba otros puntos como principales: 
la alteración en la asociación de las ideas mientras se piensa y se habla, lo que 
conducía a una incapacidad de pensar en forma correcta. 
Con todo, la definición del concepto “esquizofrenia” no estaba bien definido, por lo 
que trataron de hacer coincidir los síntomas que los pacientes presentaban para 
poder delimitarlos y concentrarlos en una sola enfermedad. 
Según Read, et al. (2006), y a raíz de la categorización de las enfermedades 
mentales, posterior al planteamiento de Kraepelin y Bleuler, hubo un fenómeno 
internacional llamado movimiento eugenésico, en el que participaron países como 
Estados Unidos, Francia, Alemania, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia, entre 
otros; este movimiento consistía en un principio en “esterilizar” a las personas en 
los casos de “defecto mental congénito, esquizofrenia, psicosis maníaco-
depresiva, epilepsia hereditaria, sordera hereditaria, deformidad física grave y 
alcoholismo grave” (Muller Hill 1988: 30, citado en Read et al., 2006), esterilizando 
a miles de personas. Posteriormente en 1938, en Europa empezaron a sustituir las 
esterilizaciones por homicidios a los niños que llegaban a presentar alguna 
anomalía física o psicológica, esto sucedía en los centros psiquiátricos 
básicamente, perpetrado tanto por los psiquiatras como por los demás médicos, 
10 
 
 
 
extendiéndose posteriormente a todos los que eran considerados enfermos 
mentales. 
“Las clasificaciones alemanas de Kraepelin y Bleuler, junto con las concepciones 
biogenéticas sobre causalidad, fueron adoptadas más allá de los límites de 
Europa”, Read, et al. (2006). 
Sin embargo, no fue hasta la aplicación de la nosología moderna cuando se 
delimitaron los diferentes fenómenos de diferentes patologías denominados hasta 
entonces como locura. La locura, en términos clínicos puede ser entendida como 
una forma de esquizofrenia e incluso como un sinónimo. 
La redefiniciones de esta enfermedad continuaron a lo largo del siglo XX, como se 
puede notar en las numerosas versiones oficiales de esquizofrenia, incluidas en 
las diversas ediciones del Diagnostic and Statistical Manual (DSM). 
Este manual (DSM), nació con la necesidad de idear una clasificación para los 
trastornos mentales, aunque siempre ha habido poco acuerdo sobre que 
enfermedades deberían de ser incluidas y cuál sería el mejor método para su 
organización. El propósito de este manual era puramente estadístico. Tiempo 
después el ejército de los Estados Unidos creó una nomenclatura más amplia para 
poder englobar a los enfermos de las Segunda Guerra Mundial en trastornos de la 
personalidad, trastornos agudos y psicofisiológicos. Al mismo tiempo, la 
Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la sexta edición de la 
Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE) que por primera vez incluía 
un apartado de trastornos mentales; en este apartado se incluyeron 10 categorías 
para la psicosis, 9 para la psiconeurosis y 7 para los trastornos de carácter, del 
comportamiento y de la inteligencia. 
El American Psychiatric Association Commitee on Nomenclature and Statistics, 
desarrollo una variante de la CIE-6, publicada en 1952, como primera edición del 
DSM-I, el cual consistía en un glosario de descripciones de las diferentes 
11 
 
 
 
categorías diagnósticas, y fue el primer manual oficial de los trastornos mentales 
con una utilidad clínica. Este manual reflejó la influencia de la visión psicobiológica 
de Adolf Meyer, por la que a partir de su visión, los trastornos mentales 
representan reacciones de la personalidad a factores psicológicos, sociales y 
biológicos. 
Desde entonces y hasta la fecha, los límites de la esquizofrenia no han quedado 
bien definidos. 
El término trastorno en el DSM-IV es utilizado para evitar los problemas que 
plantea el utilizar otros conceptos como “enfermedad” o “padecimiento”, aunque 
trastorno no es un término exacto, se usa para señalar la presencia de un 
comportamiento o de un grupo de síntomas identificables en la práctica clínica, 
que suele aparecer vinculado a un malestar o una discapacidad, en la mayoría de 
los casos interfieren en la actividad del individuo. Los trastornos mentales 
definidos en la CIE-10 no incluyen disfunciones o conflictos sociales por sí mismos 
en ausencia de trastornos individuales. 
A pesar de las disyuntivas encontradas en las clasificaciones de las 
enfermedades mentales, los criterios para la delimitación de las enfermedades de 
todo tipo, incluyendo las mentales son necesarias. 
CIE-10 (1999) menciona: 
 “El progreso hacia una mejor salud global requiere además de la cooperación 
internacional, el establecimiento de estándares para las sustancias biológicas y 
farmacéuticas, la formulación de criterios de salud ambiental, la recomendación para 
nombres internacionales no registrados de medicamentos, la administración de Normas 
Internacionales de Salud, la revisión de la Clasificación Estadística Internacional de las 
Enfermedades y los Problemas de Salud y el recoger y difundir la información estadística”. 
 
 
12 
 
 
 
1.2 Esquizofrenia. 
 
¿Qué es la esquizofrenia? 
Se puede comenzar preguntándose, después de todo lo anterior, ¿Qué es la 
esquizofrenia? ¿Es una sola enfermedad con muchos síntomas o muchas 
enfermedades con una sola sintomatología?, esta pregunta es recurrente en el 
ámbito de la salud, física y psicológica, debido a que la esquizofrenia comparte 
muchos síntomas con otras patologías, confundiéndose la línea entre unas y otras, 
y entre jerarquías de enfermedades y síntomas (Mckenna, 1997). 
Se dice que es un trastorno complejo del cerebro, crónico, grave e incapacitante y 
afecta aproximadamente al 1% de todos los adultos a nivel mundial. Los expertos 
mencionan que la esquizofrenia es muchas enfermedades enmascaradas en una 
sola. 
No hay, hasta la fecha, absolutamente ninguna prueba física o de laboratorio que 
pueda diagnosticar la esquizofrenia. El médico, psiquiatra, hará un diagnóstico 
basado en síntomas clínicos del paciente. Sin embargo, con las pruebas físicas se 
pueden descartar algunas enfermedades y condiciones que a veces tienen 
sintomatología similar, tales como convulsiones, disfunción de la tiroides, un tumor 
cerebral, el consumo de drogas, y trastornos metabólicos (Michael & Hwang, 
2003). 
A pesar de la imposibilidad de hacer un diagnóstico por pruebas, existen ciertos 
parámetros que nos pueden indicar cuales síntomas son específicos para un 
diagnóstico de esquizofrenia. 
.A lo largo de los últimos años se han hecho diferentes estudios que han revelado 
que la esquizofrenia es una enfermedad universal, presente en todas las culturas, 
sin distinción de raza, sexo o nivel socioeconómico. Sin embargo, se cuenta con 
13 
 
 
 
algunas investigaciones que indican que el mayor número de pacientes 
diagnosticados con esquizofrenia pertenecen a un sector de personas marginadas 
y discriminadas(Parellada et al. 2004). 
La edad de inicio para que se presenten los síntomas es en la adolescencia tardía 
y el inicio de la vida adulta. Existe una pequeña variación entre la edad de inicio en 
los hombres, que es 2 o 3 años antes que en las mujeres (15-25 años en 
hombres, y 25-35 años en mujeres). Generalmente se inicia el cuadro con algún 
brote psicótico que es la sintomatología más común en la esquizofrenia. 
Coderch (1991) describe a la psicosis como enfermedades mentales en las que 
las funciones psíquicas están afectadas y las divide en tres grandes grupos: 
psicosis esquizofrénicas, psicosis paranoide y psicosis afectivas o maniaco-
depresiva. 
El término psicosis se emplea para referirse a aquéllos trastornos de la mente 
caracterizados por una pérdida de contacto con la realidad. Cuando una persona 
sufre este tipo de trastorno se dice que ha tenido un episodio o brote psicótico. La 
psicosis afecta principalmente a los jóvenes adultos y es bastante común. La 
psicosis suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de pensar, 
dando lugar a ideas anormales, por lo que resulta difícil entender lo que está 
sintiendo la persona afectada (Heinimma, 2000). Cabe mencionar que la psicosis 
es un fenómeno más o menos normal en parte de la población (a nivel general) 
quienes en algún momento de sus vidas llegan a tener contacto con éste, sin que 
sea considerado como una patología, por el tiempo de duración. Con objeto de 
comprender en qué consiste la experiencia psicótica, es útil clasificar por grupos 
algunos de los síntomas más característicos (CIE-10). 
 Pensamientos confusos: los pensamientos más comunes se vuelven 
confusos o dejan de guardar una relación adecuada entre sí. La expresión 
oral se vuelve difícil de entender o no tiene sentido, en algunos casos les 
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cuesta trabajo concentrarse, seguir el hilo dela conversación o recordar las 
cosas. Sus pensamientos parecen acelerarse o volverse más lentos. 
 Creencias falsas: con frecuencia la persona afectada de un episodio 
psicótico tiene creencias falsas, conocidos como delirios. A tal grado está 
convencida de la verdad del delirio que ningún razonamiento, por más 
lógico que sea, es capaz de desengañarla. 
 Alucinaciones: por el efecto de la psicosis, la persona ve, oye, siente, huele 
o percibe con el gusto cosas que en realidad no están presentes. 
 Cambios afectivos y de percepción: a veces la forma de sentir de la persona 
cambia de repente, sin causa aparente, provocando que se sienta rara y 
aislada del mundo y le parezca que las cosas se mueven con una gran 
lentitud. Son frecuentes los cambios bruscos en el estado de ánimo y la 
persona se siente extrañamente excitada o deprimida, o bien, parece que 
sus emociones pierden intensidad y sienten menos que antes, o manifiesta 
menos sus emociones a quienes le rodean. 
 Cambios de conducta: las personas afectadas de psicosis presentan 
conductas distintas a las que acostumbra tener. En algunos casos se 
vuelven extremadamente activas, o bien les sobreviene un gran letargo que 
les hace estar sin hacer nada durante todo el día. Se ríen en momentos 
inoportunos o se enojan o se sienten contrariadas sin motivo aparente. 
Muchas veces, estos cambios de conducta se relacionan con los síntomas 
arriba señalados. 
Los síntomas varían de una persona a otra y en algunos casos cambian con el 
tiempo (EPPIC, 2000). 
Se pueden diagnosticar distintos tipos de psicosis: 
 Psicosis inducida por drogas. 
 Psicosis orgánica. 
 Psicosis reactiva breve. 
15 
 
 
 
 Trastorno delirante. 
 Esquizofrenia (para este diagnóstico la psicosis tiene que tener una 
duración de al menos 1 mes a 6 meses, si no ha sido tratado con éxito). 
 Trastorno esquizofreniforme. 
 Trastorno bipolar. 
 Trastorno esquizoafectivo. 
 Depresión psicótica. 
 
La esquizofrenia se puede dividir en tres subgrupos para facilitar su identificación: 
los síntomas positivos (son síntomas que aparecen como nuevos, algo que no 
estaba presente en el pasado), los síntomas negativos (definen la pérdida de la 
capacidad o característica previamente adquirida) y la desorganización. Además 
se deben tomar en consideración otras dos áreas importantes: los síntomas 
emocionales o afectivos y los cognitivos. 
Síntomas Positivos (o psicóticos de distorsión de la realidad): estos síntomas son 
propios de la psicosis esquizofrénica. Se componen básicamente de dos tipos de 
síntomas, los delirios y las alucinaciones. 
La clasificación de estos síntomas de delirio según Mckenna (2007) son: 
Delirios.- contemporáneamente los delirios son aceptados como la formación 
corriente de pensamientos, desordenados que no tienen lógica y que gobiernan 
su pensamiento. Ellos pueden ser floridos, múltiples y cambiantes, o 
alternativamente escasos y pueden surgir en el interrogatorio, pero persistentes de 
fondo durante años. Cabe señalar que existen una gran variedad de contenido de 
los delirios en la esquizofrenia, sin embargo es sorprendente cuan regularmente 
ciertos temas particulares se repiten. 
 Delirios del estado de ánimo: el individuo siente que su medio ambiente ha 
cambiado de una manera desconcertante que él no sabe cómo describir, 
16 
 
 
 
pero que es muy significativo para él. Todo se siente raro, extraño y 
misterioso, algo sospechoso está sucediendo, los eventos están 
compuestos de un nuevo significado. El estado que pueden experimentar 
es de amenaza o simplemente de incertidumbre. Este estado precede el 
desarrollo de delirios completos. 
 Delirios de referencia ó malinterpretación: la experiencia central en este 
delirio es que cualquier clase de eventos neutrales adquiere especial 
significado y se refieren al paciente en lo personal pero de un modo más 
definitivo que el delirio de estado de ánimo. Lo que alguien dice tiene un 
doble significado, si alguien hace un gesto, puede significar un mensaje 
deliberado, todo los vecinos pueden estar hablando o chismeando acerca 
del paciente más allá de cualquier límite posible. El paciente puede notar 
que se hacen referencias de él en la televisión, en la radio y en los 
periódicos; o puede pensar que está siendo seguido, que sus movimientos 
son observados, y lo que él dice está siendo grabado. El mismo fenómeno 
puede extenderse más allá de gestos y palabras hacia otros aspectos del 
medio ambiente, así que las situaciones parecen haber sido creadas y la 
gente parece estar actuando de manera que tiene un significado especial. 
Las circunstancias parece que están ahí para que él pueda probar que es 
cierto, los objetos están puestos en posiciones particulares que transmiten 
un significado para él, existe mucha gente que quiere descubrir que está 
haciendo, o quiere transmitir alguna información acerca de él. 
 Delirio de persecución: el paciente cree que alguien, alguna organización, 
alguna fuerza está tratando de dañarlo de alguna manera, para dañar su 
reputación, para causarle lesiones corporales, hacerlo loco, y cuestiones 
así. Los síntomas pueden tomar distintas formas, desde una simple 
creencia de que la gente lo está cazando, hasta complejos y extraños 
complots incorporando toda clase de ciencia ficción. El delirio de asistencia 
es una variante del mismo fenómeno, poderes y organizaciones están 
17 
 
 
 
procurando ayudarlo de modo oculto, para dirigir su vida, para permitirle ser 
una mejor persona, etc. 
 Delirio de grandeza: dentro del delirio de grandeza el sujeto cree que posee 
habilidades o talento inusuales, es mucho más listo que los demás, ha 
inventado cosas, ha compuesto música o ha resuelto problemas 
matemáticos más allá de la comprensión de la gente. Debido a estos 
talentos el paciente siente que tiene una misión especial, o que es el 
indicado para ayudar a la gente. El paciente con delirio de identidad y 
grandiosidad, cree que es famoso, rico o con algún título;cree que es de la 
realeza o que es alguien famoso, o que está relacionado con gente 
prominente. Aunque no todos los delirios religiosos son de grandeza, todos 
los delirios de grandeza están tintados con algún tema religioso; los 
pacientes pueden creer que tienen algún propósito divino, que son santos, 
ángeles o inclusive Dios. 
 Delirio hipocondriaco: este término es aplicado al individuo cuya creencia es 
que su cuerpo no está sano, que está enfermo o podrido. Sin embargo, las 
extrañas quejas de los cambios de su cuerpo y su mal funcionamiento en la 
esquizofrenia, casi característicos, van más allá de lo creíble y puede 
provocarle depresión. 
 Delirios sexuales, fantásticos, de memoria y de confabulación: algunas 
veces los delirios sexuales están íntimamente ligados con alucinaciones de 
sensación, por ejemplo en los genitales; en otros casos hay creencias de 
embarazo, en fantasías de un amante o que el sexo del paciente está 
cambiando, el cual no es atribuido a percepciones anormales. En los 
delirios fantásticos, la cualidad notable y bizarra de la esquizofrenia violan 
el más elemental sentido común. Los pacientes describen haber traído al 
mundo a miles de niños, tener a cientos de personas dentro de su cuerpo, 
etc. Una forma de delirio de memoria consiste en recordar claramente 
experiencia de eventos pasados que en realidad nunca sucedieron; estos 
comúnmente tienen una cualidad fantástica, por ejemplo, recuerda que 
18 
 
 
 
cuando nació llegó en una estrella de plata y la familia real estaba presente, 
etc. El delirio de confabulación es un fenómeno extraño, en el que los 
delirios, invariablemente delirios fantásticos y de memoria, aparecen como 
delirios muy elaborados. 
 
Alucinaciones.- Se entiende por alucinaciones la percepción sin estímulo. La 
sensación del paciente de que se activa un órgano de los sentidos sin que exista 
ninguna causa para ello. La siguiente clasificación es una combinación de 
recuento de Fish y otros autores (Citados en Mckenna, 2007). 
 Alucinaciones auditivas: se consideran como uno de los síntomas más 
comunes de la esquizofrenia, algunos pacientes las tienen en alguna 
etapa. A pesar de la gran variedad, ciertas formas de alucinaciones 
auditivas ocurren con cierta regularidad y es valioso distinguirlas para 
propósitos fenomenológicos y diagnósticos. 
 Alucinaciones elementales (no verbales): relativamente no comunes, los 
pacientes reportan escuchar ruidos como tecleos, forcejeos, golpes, 
motores de auto y ocasionalmente música. En algunos momentos 
confunden estos sonidos inexistentes como si estuvieran ahí, 
indistintamente murmullos donde no hay palabras. 
 Alucinaciones de voces de terceras personas y comentarios: los pacientes 
pueden describir una voz o voces hablando de él y en consecuencia 
refiriéndose a él en tercera persona. Típicamente, dos o más voces 
discuten una con la otra sobre el paciente. En la más extrema expresión de 
este fenómeno una o más voces mantienen un mismo y continuo 
comentario sobre los pensamientos y acciones del paciente. 
 Alucinaciones imperativas: estas son voces que simplemente ordenan al 
paciente a que cometa ciertas acciones, se dice que no son comunes y 
19 
 
 
 
usualmente son fácilmente ignoradas. Ocasionalmente, sin embargo, los 
pacientes obedecen, y pueden ocurrir graves consecuencias. 
 Alucinaciones funcionales: en este raro fenómeno, el paciente oye voces 
superpuestas sobre el desarrollo de los ruidos ambientales reales, como 
hojas cayendo, agua corriendo sobre un puente, etc. 
 Alucinaciones extra-campo: estas alucinaciones (que ocurren en otras 
modalidades además de las auditivas) son identificadas por el paciente 
como si fueran originadas de más allá de los límites normales de 
percepción. Por ejemplo, un paciente puede describir escuchar gritos de 
niños que están siendo torturados en otra ciudad, o escuchar cómo están 
discutiendo sus familiares sobre de él a muchas millas de distancia. 
Otro tipo de alucinaciones pueden ser vividas en otras formas sensoriales en la 
esquizofrenia. La frecuencia es incierta pero ellas son generalmente consideradas 
como menos comunes que las alucinaciones auditivas. 
 Alucinaciones visuales: fenómeno que va de manchas, rayas o juego de 
colores, hacia figuras humanas, a escenas panorámicas o apocalípticas; 
estas fueron consideradas por Kraepelin en 1913 (McKenna, 2007) de ser 
muy comunes, en lugar de ser discretas en la esquizofrenia. Bleuler 
(McKenna, 2007), describió las alucinaciones visuales muy frecuentes y 
vívidas en las etapas agudas, pero de otro modo son raras. Desde 
entonces las alucinaciones visuales han sido consideradas en la 
esquizofrenia como inusuales que podrían alcanzar la posibilidad de que 
esté presente una enfermedad orgánica cerebral subyacente. La 
experiencia clínica sugiere que este no es el caso, y que es una parte 
menor sin complicaciones del cuadro clínico. 
 Alucinaciones somáticas: describen sensaciones de ser tocados, de 
cosquillas y piquetes, de calor y frio, humedad y de movimiento. También 
se quejan de sensaciones sexuales, así como de incomprensibles 
20 
 
 
 
sensaciones eléctricas, vibraciones, rotamiento, experiencias de 
movimiento y deslizamiento dentro del cuerpo. 
 Alucinaciones olfatorias y gustativas: algunas veces son simples, otras van 
ligadas a interpretaciones de delirio; estas fueron descritas como un cuadro 
clínico de rutina por Kraepelin y Bleuler, y su presencia ha sido notada por 
diversos autores; su frecuencia sin embargo, es incierta. 
 
Síntomas Negativos: básicamente se refiere a los síntomas prodrómicos, que son 
tanto específicos como no específicos en la esquizofrenia. En la mayor parte de 
los caso los pacientes experimentan percepciones y cambios de comportamiento 
previos a la manifestación de la psicosis. Estos indicadores de la recaída son no 
específicos y no psicóticos: tensión e irritabilidad, disminución del apetito, 
problemas en la concentración, trastornos del sueño, humor depresivo, retracción 
social, preocupación, suspicacia o excesiva desconfianza. Muchos de estos 
síntomas pueden ocurrir sin que sean claramente detectables. Existen tres tipos 
de síntomas negativos; embotamiento afectivo (los relacionados con la capacidad 
de emocionarse), anhedonia: incapacidad para disfrutar de los placeres, los 
relacionados con la motivación (abulia o apatía: falta de voluntad, incapacidad 
para persistir o para iniciar una actividad), y la alogia o empobrecimiento de la 
capacidad de expresión verbal. 
Una vez establecidos estos síntomas son muy difíciles de tratar. También 
condicionan el pronóstico a largo plazo de los pacientes ya que interfieren mucho 
más con la vida diaria. 
En Mckenna (2007), clasifica el deterioro de emociones y el deterioro motivacional 
de la siguiente manera: 
 Aplanamiento afectivo: el aplanamiento afectivo, el centro de los 
desórdenes afectivos en esquizofrenia se refiere de acuerdo con Sims, 
21 
 
 
 
2002 (citado en Mckenna 2007), En cualquier persona la formas de un 
estado emocional son constantes y en gran medidas sin intención, que se 
muestran a otros por expresión facial, tono de voz, gestos, postura y 
lenguaje corporal. Esto es registrado por la otra persona y provoca 
respuestas recíprocas, así, esta clase de diálogo emocional acompaña 
cualquier interacción verbal entre la gente; esto es lo que precisamente esta 
disminuido, perdido o alterado en la esquizofrenia. Cuando es leve, la 
reacción es poco perceptible a los demás se muestra algo extraño, frío y 
rígido. Cuando es más marcado, la falta de la expresión emocional normal y 
la muy clara falta de respuesta a temas emotivos puede ser señalado. 
Cuando el desorden es severo, toda la expresión emocional llega a ser 
empobrecida y el paciente se presenta de una manera desconectada, 
retraída o muy peculiar. 
 Faltade respuesta afectiva: quizá el elemento más importante del 
aplanamiento afectivo, se refiere a la pobreza en el rango de la emoción 
expresada durante una conversación normal, o en el transcurso de una 
entrevista. Las características son: cara poco expresiva, con poca mímica y 
disminución de la gesticulación cuando se habla. 
 Retraimiento emocional: este fenómeno es mencionado repetidamente por 
diferentes autores y describe un alejamiento que es fácil de reconocer pero 
difícil de describir. 
 Deterioro emocional: el paciente pierde el interés por todo, desde el mundo 
que le rodea hasta su propio futuro o autocuidado. Esto conduce a dejar 
totalmente de lado o abandonar las cosas que hacía habitualmente y a un 
desinterés por las relaciones sociales y por su futuro inmediato o lejano. 
Falta de perseverancia en el esfuerzo (abulia). Tenderá al aislamiento y al 
autismo por una falta de necesidad de contacto con otras personas. En 
casos graves, muchas veces estos síntomas conducen al descuido 
personal y la falta de higiene. (Parellada & Fernández, 2004). 
22 
 
 
 
 
Desorganización: La desorganización se puede presentar tanto en el pensamiento 
como en la conducta. El desorden de pensamiento se refiere a los disturbios en la 
forma de pensar, la persona que los escucha deja de entender totalmente de lo 
que está hablando ya que lo que dice es totalmente incoherente. Puede haber: 
perseveración, que es repetir la misma frase, concepto, idea, o la misma sílaba de 
forma reiterada; circunstancialidad, incapacidad de sintetizar una idea ya que da 
demasiados detalles; tangencialidad, las respuestas pueden parecer desviadas o 
no tener relación alguna con las respuestas; descarrilamiento o pérdida de 
asociaciones, puede perder el hilo de la conversación o salta de un tema a otro. 
Los síntomas cognitivos se refiere a que presenta: asociaciones laxas, 
neologismos, déficit de atención, déficit en el procesamiento de la información, 
problemas para mantener la concentración, priorizar y modular la conducta basada 
en normas sociales, pensamiento inútil. 
El desorden formal del pensamiento es relativamente común que se declare en la 
esquizofrenia aguda o crónica. Sin embargo, esta forma severa de esquizofrenia 
no es sencilla de encontrar aún en los pacientes hospitalizados. 
Desorden Motor, de la Voluntad y del Comportamiento: Los movimientos raros, el 
comportamiento extraño y cambios generales forman parte del cuadro clínico de la 
esquizofrenia. El ejemplo clásico de este tipo de síntomas es el llamado catatonia. 
Otros tipos de desórdenes del comportamiento, motores y de la voluntad son 
menos sorprendentes, pero son más comunes en esta enfermedad. 
Fenómeno Catatónico: Kraepelin detalló un amplio grado de anormalidades en la 
catatonia, pero no fue hasta Bleuler en 1911 (McKenna, 2007), quien proveyó la 
primera descripción y clasificación sistemática de “las peculiares formas de 
movimiento, estupor, mutismo, estereotipos, manierismos, negativismo, 
automatismo, automatismo espontáneo e impulsividad”. La descripción clásica fue 
23 
 
 
 
suplementada por Kleist en 1943 y 1969 . (Parellada & Fernández, 2004), quien su 
particular contribución fue ampliar la categoría de anormalidades motores simples 
en esquizofrenia. 
Desorden simple del movimiento: lo más común y representativo de esta clase de 
anormalidad son los estereotipos, manierismos y la postura. Los estereotipos son 
actos de movimientos más o menos sin sentido realizados repetidamente y con un 
alto grado de uniformidad. Incluye movimientos simples como balanceo, 
frotamiento de manos y manipulación de objetos; así como movimientos 
gimnásticos o contorsiones. El manierismo incluye las acciones diarias como 
lavarse, vestirse y comer, ejecutadas en maneras idiosincráticas; por ejemplo, 
mientras el paciente come puede sostener la cuchara por el lado equivocado, 
dirigir la cuchara hacia la cabeza en lugar de la boca, o verter el contenido de la 
comida muchas ocasiones dentro del plato mientras esta masticando. El 
manierismo es una exageración de los movimientos y los gestos, dándose a veces 
un amaneramiento más exagerado que el anterior, por ejemplo, agacharse, 
torcerse, movimientos grotescos de las extremidades, caminar sobre los dedos de 
los pies, acciones interpoladas, etc. La postura es el término moderno que se le 
atribuye al manierismo y a los estereotipos de postura, por ejemplo los pacientes 
se sientan encorvados y constreñidos, en algunas ocasiones parece mostrarse 
fuera de este mundo y en algunos casos extraños, adoptan posturas de estatuas. 
Desórdenes complejos de la Voluntad: también son expresados en actos de 
movimiento, estas anormalidades parecen involucrar una perturbación en la 
voluntad, detrás del movimiento más que en el movimiento en sí; al mismo tiempo 
el desorden parece dar la impresión de estar fuera de control. 
Todo lo anterior y aún más síntomas, cientos de ellos, descubiertos en la 
actualidad, son parte de lo que algunos investigadores han encontrado. Se 
describe lo más significativo y lo que ha sido constante. Sin embargo y a pesar de 
todo nunca se ha demostrado que exista un conjunto de conductas y experiencias 
24 
 
 
 
“esquizofrénicas” que se produzcan conjuntamente y que no se produzcan en 
otras condiciones psiquiátricas. 
Según Read, et al., (2006), de acuerdo con las definiciones del DSM-IV (APA 
1994), para que una persona se le diagnostique con esquizofrenia, debe presentar 
dos de los cinco síntomas característicos: alucinaciones, ideas delirantes, discurso 
incoherente, conducta extremadamente incoherente y catatónica; en 
consecuencia, si tomamos grupos de 2 personas podremos observar quince 
combinaciones de conductas distintas que responden a los criterios de 
esquizofrenia DSM-IV sin que tengan nada en común. 
 
 
 
 
 
1.3 Diagnóstico y Clasificación. 
 
Se inicia después de un período prodrómico de un mes. En el Manual Estadístico 
de Enfermedades Mentales, 4a ed. (DSM-IV), se subrayan dos o más síntomas 
característicos que deben estar presentes durante una parte significativa de un 
período de cuatro semanas. 
 (1) Ideas delirantes 
(2) Alucinaciones 
(3) Lenguaje desorganizado (p. ej., descarrilamiento frecuente o 
incoherencia) 
25 
 
 
 
(4) Comportamiento catatónica o gravemente desorganizado 
(5) Síntomas negativos, por ejemplo, aplanamiento afectivo, alogia o abulia. 
Nota: Sólo se requiere un síntoma del Criterio A si las ideas delirantes son extrañas, o si 
las ideas delirantes consisten en una voz que comenta continuamente los pensamientos o 
el comportamiento del sujeto, o si dos o más voces conversan entre ellas. 
B. Disfunción social / laboral: Durante una parte significativa del tiempo desde el 
inicio de la alteración, una o más áreas importantes de actividad, como son el 
trabajo, las relaciones interpersonales o el cuidado de uno mismo, están 
claramente por debajo del nivel previo al inicio del trastorno (o cuando el inicio es 
en la infancia o adolescencia, fracaso en cuanto a alcanzar el nivel esperable de 
rendimiento interpersonal, académico o laboral). 
C. Duración: Persisten signos continuos de la alteración durante al menos 6 
meses. Este período de 6 meses debe incluir al menos 1 mes de síntomas que 
cumplan el Criterio A (o menos si se ha tratado con éxito) y puede incluir los 
períodos prodrómicos o residuales, los signos de la alteración pueden 
manifestarse sólo por síntomas negativos o por dos o más síntomas de la lista del 
Criterio A, presentes de forma atenuada (p.ej., creencias raras, experiencias 
perceptivas no habituales). 
D. Exclusión de los trastornos esquizoafectivo y del estado de ánimo: El trastorno 
esquizoafectivo y el trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos se han 
descartado debido a: 1) no ha habido ningún episodio depresivo mayor, maníaco omixto concurrente con síntomas de la fase afectiva; o 2) si los episodios de 
alteración anímica han aparecido durante los síntomas de la fase activa, su 
duración total ha sido breve en relación con la duración de los períodos activo y 
residual. 
E. Exclusión de consumo de sustancias y de enfermedad médica: El trastorno no 
es debido a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p.ej., una droga 
de abuso, un medicamento) o de una enfermedad médica. 
26 
 
 
 
F. Relación con un trastorno generalizado del desarrollo: Si hay historia de 
trastorno autista o de otro trastorno generalizado del desarrollo, el diagnóstico 
adicional de esquizofrenia sólo se realizará si las ideas delirantes o las 
alucinaciones también se mantienen durante al menos 1 mes (o menos si se han 
tratado con éxito). 
 
Subtipos de esquizofrenia: 
1. Tipo paranoide. 
Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios: 
A. Preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas 
frecuentes. 
B. No hay lenguaje desorganizado, ni comportamiento catatónico o 
desorganizado, ni afectividad aplanada o inapropiada. 
2. Tipo desorganizado. 
Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios: 
A. Predominan: 
(1) Lenguaje desorganizado 
(2) Comportamiento desorganizado 
(3) Afectividad aplanada o inapropiada 
 
B. No se cumplen los criterios para el tipo catatónico. 
3. Tipo Catatónico. 
Un tipo de esquizofrenia en el que el cuadro clínico está dominado por al menos 
dos de los siguientes síntomas: 
27 
 
 
 
(1) Inmovilidad motora manifestada por catalepsia (incluida la flexibilidad cérea) 
o estupor. 
(2) Actividad motora excesiva (que aparentemente carece de propósito y no 
está influida por estímulos externos). 
(3) Negativismo extremo (resistencia aparentemente inmotivada a todas las 
órdenes o mantenimiento de una postura rígida en contra de los intentos de 
ser movido) o mutismo. 
(4) Peculiaridades del movimiento voluntario manifestadas por la adopción de 
posturas extrañas (adopción voluntaria de posturas raras o inapropiadas), 
movimientos estereotipados, manerismos marcados o muecas llamativas. 
(5) Ecolalia o ecopraxia. 
 
4. Tipo indiferenciado. 
Un tipo de esquizofrenia en que están presentan los síntomas del Criterio A, pero 
no cumple los criterios para el tipo paranoide, desorganizado o catatónico. 
5. Tipo residual. 
Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios: 
A. Ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y 
comportamiento catatónico o gravemente desorganizado. 
B. Hay manifestaciones continuas de la alteración, como lo indica la presencia 
de síntomas negativos o de dos o más síntomas de los enumerados en el 
Criterio A para esquizofrenia, presentes de una forma atenuada (p.ej., 
creencias raras, experiencias perceptivas no habituales). 
Características Asociadas: 
 Problemas de aprendizaje. 
 Hipoactividad. 
28 
 
 
 
 Psicosis. 
 Estado de ánimo eufórico. 
 Estado de ánimo depresivo. 
 Disfunción somática o disfunción sexual. 
 Hiperactividad. 
 Culpa u obsesión. 
 Conducta sexual desviada. 
 Personalidad excéntrica o sospechosa. 
 Personalidad ansiosa o temerosa o dependiente. 
 Personalidad dramática, antisocial o irregular. 
 
 
 
 
1.4 Epidemiología 
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la depresión y la 
esquizofrenia, podrían convertirse en las pandemias psicológicas del futuro, 
debido a los altos índices de violencia, consumo de drogas y estilo de vida 
convulsionado que viven las sociedades alrededor del mundo, signadas por los 
veloces avances de la tecnología y lo altos niveles de competitividad. 
La esquizofrenia es un trastorno psicótico crónico cuya prevalencia en adultos es 
de 0.5 al 1. 5% y su incidencia esta en un rango de 0.5 a 5 por cada 10 000 
habitantes (Benitez et al., 2005). 
Según la OMS en un estudio de recopilación de datos del 2009 y 2010, basados 
en información del 2008, nos menciona que las evidencias mundiales dan cuenta 
29 
 
 
 
que no hay salud sin salud mental. En la región de las Américas y del Mundo, los 
trastornos mentales constituyen un serio problema de salud pública con un alto 
costo social. En términos epidemiológicos la salud mental participa a la carga 
global de las enfermedades alrededor de 12%, afecta hasta 28% de años vividos 
con discapacidad y constituye una de las causas principales de mortalidad entre 
las personad de 15 a 35 años por el suicidio, (IESM-OMS, 2009-2010). 
Específicamente, la OMS detalla en su portal Web que en el mundo, de cada 1000 
personas adultas entre 15 y 35 años, 7 padecen de esquizofrenia, es decir, el 1% 
de la población mundial sufre esta enfermedad mental, esto se traduce en más de 
24 millones de afectados. Asimismo, el rector en materia de salud advierte que 
más del 50% de las personas con este padecimiento no reciben los cuidados 
adecuados y el 90% de individuos con un diagnóstico de este tipo en países en vía 
de desarrollo, no son tratados. 
En México, el IMSS (Mould-Quevedo et al., 2009) hizo una publicación, de 
acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud, donde menciona 
que en el mundo existen entre 24 y 25 millones de personas con esquizofrenia 
(Valencia, 2007). En nuestro país la prevalencia es del 0.7-2% de la población. 
(Villamil et al., 2005). 
En el 2010, en una entrevista hecha al Dr. Jesús Ramírez Bermúdez, Jefe de la 
Unidad de Neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurociencia de 
México, afirmó que casi la cuarta parte de los mexicanos tienen algún 
padecimiento de trastorno mental, esto equivale a casi 3 millones de personas de 
los cuales tienen afecciones graves como la esquizofrenia y el trastorno bipolar de 
tipo maniaco-depresivo (Diario electrónico “Vanguardia”, 2010). 
La prevalencia de la esquizofrenia a nivel mundial varía ligeramente, entre el 0.7% 
al 1.2% de la población adulta en general, dependiendo del informe en el que se 
busque. En la mayoría de estos porcentajes se refieren a personas que sufren de 
esquizofrenia “en algún momento de sus vidas”. 
30 
 
 
 
En Estados Unidos, alrededor de 2.2 millones de adultos, o aproximadamente el 
1.1% de la población de 18 años o más, han determinado tener esquizofrenia. 
Sin embargo, según Read y cols. (2006), no existe una base científica para 
demostrar que se pueden encontrar los mismos porcentajes de una enfermedad 
llamada esquizofrenia en todos los países, debido a que las conductas humanas, 
los pensamientos y los sentimientos “normales” varían de manera significativa a lo 
largo de los años y en contextos sociales distintos. Así pues, se puede decir lo 
mismo de las conductas que pueden considerarse “anormales”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
31 
 
 
 
CAPITULO 2 
MARCO TEORICO 
 
2.1 Factores Biológicos. 
 
La etiología sobre el origen de la esquizofrenia no ha sido del todo esclarecida. Se 
habla de que es un trastorno multifactorial y un conflicto en el ámbito social y 
personal, las condiciones adversas del ambiente y la dotación biológica. 
Los factores biológicos han sido la línea base de investigación desde Kraepelin a 
nuestros días, ha focalizado su atención en cuestiones genéticas, investigaciones 
neurobiológicas y farmacológicas. 
Un factor causal bioquímico es la hipótesis dopaminérgica la que es una revisión 
actual de la planteada en 1974 por Mattysse, Meltzer & Stahl (citados en Seeman, 
1987); la esquizofrenia sería el resultado de una alteración en la transmisión 
dopaminérgica con una hiperfunción de las proyecciones mesolímbicas, origen de 
la sintomatología positiva y una hipofunción de las proyecciones dopaminérgicas 
en el córtex pre frontal origen de la sintomatología negativa. La dopamina es un 
neurotransmisor ampliamente distribuidoen el sistema nervioso central. 
Las hipótesis dopaminérgicas sostienen que existe un efecto hiperactivador del 
sistema dopaminérgico por hipersensibilidad o un exceso de receptor en el que 
interactúan otros neurotransmisores tales como la noradrenalina, catecolamina y 
serotonina, (Zipursky & Schulz, 2003). 
Se conoce que la esquizofrenia que padece un miembro de la familia aumenta el 
riesgo de que otro miembro la sufra. Este riesgo se incrementa en la medida del 
grado de cercanía genética. (Kendler et al., 1993). 
32 
 
 
 
En los 60´s (Kety et al., 1968) enfatiza que en una serie de estudios realizados 
que en hijos adoptivos de padres esquizofrénicos eran criados por padres 
adoptivos sin esquizofrenia; y de hijos de padres sin esquizofrenia, eran criados 
por padres adoptivos con esquizofrenia. Encontraron que el riesgo de la 
enfermedad estaba asociado a la presencia de la enfermedad en los padres 
biológicos, pero no en los adoptivos. Estos descubrimientos con bases genéticas 
para la esquizofrenia, en estudios con gemelos se encontraron el triple de 
concordancia para la enfermedad en gemelos monocigóticos y dicigóticos. Los 
gemelos dicigóticos comparten solo el 50% de la carga genética y si un gemelo 
tiene esquizofrenia, el otro tiene un riesgo de padecerla de entre 10 y 15%, el 
mismo riesgo que tienen los otros hermanos con el 50% de carga genética. En 
contraste los gemelos monocigóticos comparten el 100% de la carga genética y si 
uno padece la enfermedad, el riesgo del otro de sufrir la enfermedad es de entre 
40 y 50%. Los estudios de gemelos son útiles para estudiar la herencia en la 
esquizofrenia (Sullivan et al., 2003). 
Los patrones de síntomas de los familiares fueron encontrados como compatibles 
con la hipótesis de que los síntomas positivos y negativos del trastorno están 
relacionados con la predisposición genética. Según Bassett et al., (1993), la 
predisposición genética de la enfermedad ha sido estudiada en los familiares del 
paciente identificado; se sabe que los síntomas negativos fueron encontrados en 
los miembros de la familia y en menor grado los síntomas positivos, sin que los 
mismos miembros lleguen a padecer la enfermedad, por lo que se puede 
considerar el factor genético como contribuidor del trastorno. 
 La herencia por sí misma y la interacción con factores ambientales (sociales) 
contribuyen en aproximadamente un 80% de probabilidad para esquizofrenia, 
(Sullivan et al, 2003). Posteriormente en el 2008, Sullivan menciona que a pesar 
de los avances en la ciencia y la tecnología de la biología molecular y que se ha 
resaltado el estudio del genoma humano, se podría argumentar que no se sabe 
mucho todavía aun cuando las bases genética para la esquizofrenia están 
33 
 
 
 
claramente esclarecidas, el mecanismo de la herencia sigue permaneciendo en la 
obscuridad. 
En una meta análisis publicado en el 2008, se atendieron 1109 estudios sobre 
esquizofrenia en distintas características de la enfermedad. Algunos resultados 
confirman lo mencionado en párrafos anteriores, sin embargo concluye con decir 
que la escasez de estudios sobre gemelos es notable y como consecuencia de 
esto, los análisis hechos respecto a la contribución genética está basada en 
estudios de hermanos. Se realza que los efectos de compartir el ambiente con los 
síntomas no pueden ser descartados. Los análisis de herencia de la dimensión de 
los síntomas en gemelos necesitan ser mayormente confirmada con más estudios. 
(Rietkerk et al. 2008). 
Contrariamente a los avances no se puede acertar con certeza que una variante 
de algún gen en particular incremente el riesgo de esquizofrenia y todavía se tiene 
que hacer mucho trabajo antes de poder definir con precisión los mecanismos 
patogénicos del efecto o efectos de toda la asociación de estudios de genomas, 
actualmente están en marcha estudios que se espera puedan proveer 
conocimiento. (Kingsmore et al., 2008). 
Un cuestionamiento que tienen los científicos al respecto es el cómo puede 
persistir la esquizofrenia en un rango relativamente estable, cuando el índice de 
reproducción a decrecido y el de mortalidad aumentado, (Tandon et al., 2008). Por 
supuesto que no se tiene una respuesta concluyente; se ha sugerido que los 
genes que causan esquizofrenia pueden adaptarse a la evolución humana y por 
eso confiere de alguna manera, ventajas a los miembros no afectados de la 
familia. Así, hay muchos modelos teóricos que explican la persistencia de la 
esquizofrenia en un contexto de rangos de mutación. (Doi & Hoshi, 2007). 
La hipótesis de que la esquizofrenia tiene un componente progresivo y más aun 
degenerativo ha resurgido en los últimos años, esto se ha basado principalmente 
en algunas prospectivas longitudinales de resonancia magnética (MRI). Los 
34 
 
 
 
estudios de un resultado de cambio progresivo de la estructura cerebral durante el 
curso de la esquizofrenia dieron resultados mezclados. (Delisi et al., 1997; Saijo, 
2001; Van Haren et al., 2008; Rais et al., 2009 citados en Beyanne et al., 2011). 
Las reducciones en todo el cerebro y en el volumen de la materia gris, 
principalmente en el lóbulo frontal y el lóbulo temporal, y en un alargamiento de los 
ventrículos laterales; todo esto comparado con sujetos de control sanos; estos 
resultados han sido dados por pruebas replicables las cuales son más evidentes 
en pacientes con un primer episodio. (Lawrie, 1998; Wright, et al., 2000; Shenton 
et al., 2001; Honea et al., 2005, citados en Beyanne et al., 2011). 
También se han detectado cambios morfológicos del cerebro en diferentes 
estudios de pacientes con un episodio de esquizofrenia y aquellos con 
esquizofrenia crónica, lo que sugiere que existen cambios durante el curso de la 
enfermedad. (Ellison-Wright et al. 2008; Chan et al., 2011, citados en Beyanne et 
al., 2011). 
Para concluir, en los 27 estudios de éste meta análisis, los cuales utilizan la 
medida del volumen regional del cerebro para identificar cambios en éste que se 
dan con el tiempo en los pacientes con esquizofrenia. El meta análisis ha 
revelado que la esquizofrenia está asociada con una significativa declinación en 
los ventrículos laterales en comparación con los sujetos de control que son sanos. 
No hay evidencia de un involucramiento del lóbulo medio temporal en 
esquizofrenia. Las causas y las correlaciones clínicas de estos cambios deben se 
el foco de futuras investigaciones. (Beyanne et al., 2011). 
En cuanto a los riesgos ambientales desde el desarrollo del feto, una gran 
variedad de exposiciones han sido implicadas en la etiología de la esquizofrenia; 
éstos incluyen factores biológicos y psicológicos durante un período perinatal, en 
la infancia, adolescencia y en la edad temprana de la adultez (Mohammed, 2010). 
35 
 
 
 
Durante el primer y segundo trimestre de embarazo, las infecciones perinatales 
han sido ligadas a un creciente desarrollo de esquizofrenia una severa deficiencia 
nutricional, así como eventos adversos severos que haya experienciado la madre 
durante el primer trimestre, también son ligadas al desarrollo de la enfermedad. La 
paternidad tardía duplica el riesgo de desarrollo de la esquizofrenia (Mohammed, 
2010). 
Algunos traumas en la niñez, como golpes en la cabeza, separación o muerte de 
los padres, infecciones, la inmigración o la vida en la urbanidad; han sido 
sugeridos como relacionados con el desarrollo de la esquizofrenia. 
En la adolescencia el uso de cannabis esta ligado al desarrollo de la enfermedad; 
algunos científicos opinan que esto podría darse o precipitar el desarrollo de la 
esquizofrenia únicamente en individuos vulnerables. (Barnes y cols. 2006). 
También una vida de eventos estresantes han sido ligados fuertemente al 
desarrollo de esquizofrenia. 
Según Tandon (et al., 2008) ninguno de los factores de riesgo ambientales parece 
causa suficienteo necesaria para provocar la enfermedad en sí y ningún factor 
único satisface los nueve criterios que se necesitan para causar la exposición a la 
enfermedad. 
Se puede concluir que hacen falta todavía más estudios en el campo biológico. Se 
han determinado correlaciones estructurales y bioquímicas del SNC con la 
esquizofrenia, los estudios familiares sugieren la propensión heredada del 
síndrome, es decir se está avanzando en el camino de precisar más las bases 
neurobiológicas del trastorno y existen evidencias sólidas que lo sustentan hasta 
este momento, de ahí la terapia farmacológica indicada para este trastorno. 
 
 
 
36 
 
 
 
2.2 Factores Psicosociales 
 
Los seres humanos nos regimos por ciertas conductas que son aprendidas en la 
sociedad y en las diferentes culturas a las que pertenecemos. Estos factores 
pueden ser llamados “hereditarios” pues pasan de generación en generación 
conformando la historia de cada sociedad, así como la historia personal de cada 
individuo (Pilgrim, 2000; citado en Read, Mosher y Bentall, 2006). 
Todo tipo de conducta humana varía significativamente a lo largo de los años, a 
través de la historia y en contextos sociales distintos puede llamarse conducta 
“normal” o “anormal”. (Pilgrim, 2000; citado en Read y cols. 2006). 
En este sentido la esquizofrenia es una etiqueta que se ha utilizado para explicar 
una gran variedad de conductas inadmisibles o angustiosas (Read y cols. 2006). 
Esto implica la importancia que tiene el ambiente psicosocial; este enfoque cultural 
de costumbres y creencias, que ha de tomarse en cuenta para hacer una 
evaluación del comportamiento. 
Según Martínez Serrano y cols., (2012) la esquizofrenia es una enfermedad 
evaluada desfavorablemente para las personas que lo padecen y sus familiares, 
esto debido al enorme desconocimiento y al estigma que se tiene de la misma; lo 
que nos indica que la evaluación sobre este trastorno se basa en elementos que 
se asocian a representaciones o imágenes sociales estigmatizadas y no un 
conocimiento ni siquiera aproximado de ella. 
Los medicamentos han demostrado ser de gran importancia y utilidad para aliviar 
los síntomas psicóticos y neuróticos de la esquizofrenia, por ejemplo las 
alucinaciones, los delirios, la incoherencia, la depresión, etc., pero no son tan 
confiables cuando se trata de síntomas del comportamiento, emociones y 
pensamientos. Aun cuando el paciente está relativamente libre de síntomas 
37 
 
 
 
psicóticos, tiene dificultades de comunicación, motivación, actividades diarias y 
también dificultades para establecer y mantener relaciones con otros. 
Generalmente la esquizofrenia se presenta en un rango de edad de entre los 18 y 
35 años, estos años son los que normalmente se prestan para una formación 
escolar, profesional, social y de madurez emocional en relación con las otras 
personas, por lo que al presentarse la enfermedad todavía no han completado su 
desarrollo en ninguno de los campos antes mencionados por lo que la habilidad 
para las relaciones sociales o relaciones interpersonales o entablar relaciones 
amorosas, inclusive la capacitación para conseguir empleo, están limitados 
(Parellada & Fernández, 2004). 
Esta situación lleva una carga de estrés, ansiedad y depresión considerable al ser 
y sentirse rechazados en varios ámbitos importantes en la vida de un ser humano, 
y además el no tener la capacidad para comprender las razones por las que les 
sucede estas desventuras y la incapacidad de comprender que la misma 
enfermedad se las provoca. 
El funcionamiento psicosocial está definido como “los roles que desempeña el 
sujeto, su relación con otros individuos y en el medio ambiente en el que se 
desenvuelve”, por lo que el tratamiento psicosocial está enfocado en las 
incapacidades de los enfermos y tiene como finalidad que los pacientes adquieran 
habilidades psicosociales para desarrollar sus relaciones interpersonales 
(Valencia, 1996). 
Según Parellada & Fernández (2004) un factor psicosocial que puede ser 
elemento desencadenante en la esquizofrenia es el estrés, éste puede provocar 
un brote psicótico, o una recaída. La pobreza, la discriminación, la migración, el 
género, el urbanismo y el racismo son factores de adversidad social que provocan 
estrés en las personas. En un meta-análisis (Saha et al., 2006) se encontraron 
fuertes grados de relación entre la urbanidad y el riesgo de esquizofrenia. Los 
38 
 
 
 
otros factores antes mencionados también fueron relacionados como factores 
potenciales, esto fue el resultado derivado de 55 estudios a través de 33 países. 
El fenómeno social ha sido corroborado en estudios correctamente diseñados y 
quedó confirmado que sí existe una asociación entre las personas nacidas en un 
espacio urbano y con mejor nivel de educación (escolar) y un incremento del 
riesgo en esquizofrenia; los investigadores citan los siguientes factores causales: 
sucesos de vida estresantes, aislamiento social, masificación, demasiados 
estímulos, índice de criminalidad y contaminación (Lewis et al., 1992; Kirkbride et 
al., 2006). 
En dos meta análisis recientes (Kirkbridge et al., 2006), se encontró que el género 
y por lo tanto la discriminación en él, esta relacionada con el riesgo de desarrollar 
esquizofrenia, también se encontró que hay una mayor incidencia en hombres que 
en mujeres, con una relación de una mujer por cada cuatro hombres. Las 
personas con esquizofrenia varones y mujeres tienden a tener experiencias y 
comportamientos diferentes, entre ellos los hallazgos más repetidos de las 
diferencias entre los sexos en la sintomatología han sido: síntomas negativos en 
los hombres y síntomas afectivos en las mujeres; así las mujeres no sólo están 
más deprimidas, sino que son más expresivas emocionalmente de otras formas, 
como enojarse más o ser más explosivas. Los hombres tienen más déficit 
cognitivos que las mujeres, tienden a ser más cerrados emocional y socialmente, a 
tener problemas para pensar con claridad, intentan, por lo regular, medicarse ellos 
mismos y a veces se creen extremadamente importantes (Goldstein & Lewine, 
2000). 
La discriminación y estigmatización social de que son objeto las personas con 
esquizofrenia y con otras “enfermedades mentales”, llegan a ser muy similares en 
todo el mundo. Diversos meta-análisis mencionan esta discriminación como parte 
del funcionamiento social de la esquizofrenia. Este tipo de discriminación es muy 
notoria en los lugares de trabajo, en las escuelas (básicamente por maestros y 
39 
 
 
 
directivos), en las mismas instituciones públicas de salud, en el rechazo y crítica 
de los amigos e inclusive de la misma familia, debido a la falta de habilidades 
sociales que muestran los enfermos, la cognición reducida, las alucinaciones y 
delirios que presentan, en algunos casos las funciones psicomotoras disminuidas, 
etc. (Parellada & Fernández, 2004). 
 
 
 
2.2.1 Estigma social y Autoestigma. 
 
En el orden cultural nuestras experiencias son adquiridas e influyen notablemente 
en nuestros pensamientos y en nuestras acciones, así las enfermedades 
mentales, la esquizofrenia entre ellas están dentro del cuadro de las situaciones 
en las que la predisposición a reaccionar frente a ella tiene un amplio sentido 
cultural. El estigma se convierte en una marca indeleble que hace que las familias, 
el mismo individuo con la enfermedad o inclusive la misma sociedad rechacen la 
posibilidad de recibir ayuda (Valencia et al., 2003). 
Las actitudes sociales de rechazo hacia las personas con alguna enfermedad 
mental, además de las discapacidades y dificultades de integración derivadas de 
la misma enfermedad; son consecuencia de una imagen social negativa, pueden 
levantar barreras sociales que aumenten su riesgo de aislamiento y marginación. 
Se cuenta con diferentes aproximaciones al concepto de estigma. Goffman (1963),consideraba que el estigma era “un atributo que es profundamente devaluador, el 
cual degrada y rebaja a la persona portadora del mismo”. Otra definición del 
concepto fue dada por Jonas et al., (1984) quien dice que el estigma puede ser 
como “una marca (atributo) que vincula a la persona con características 
40 
 
 
 
indeseables”, . (Goffman, 1963; Jonas et al., 1984; mencionados en Muñoz et al., 
2009). El constructo social actúa a lo largo de la historia y depende mucho del 
contexto social en el que se esté viviendo. 
Los estereotipos son ideas sociales referentes a algo, en este caso preciso la 
esquizofrenia, que al ser admitidas en el entorno estigmatizan al enfermo. Pueden 
llegar a incluir estos estereotipos información tal como la peligrosidad o la 
violencia del enfermo, su incapacidad de autocuidado o la imprevisibilidad de su 
carácter y sus reacciones, y la falta de control. Estos estereotipos y por el 
desconocimiento y desinformación pueden ocasionar temor, miedo, desconfianza 
en la gente que este alrededor del enfermo. Así pues, ponen a las personas con 
este padecimiento en situación de exclusión que le impide la integración social. 
Más allá, las familias de los enfermos llegan a sufrir la misma suerte. 
Según Mintz y cols. (2003) , la capacidad de entendimiento en la esquizofrenia es 
un constructo multidimensional, que se define como la conciencia de tener una 
enfermedad o desorden mental con síntomas específicos atribuidos a ese mismo 
desorden a su vez, la conciencia de las consecuencias sociales y la necesidad de 
tratamiento. Se afirma que esta asociado con aspectos relevantes del tratamiento, 
conformidad y calidad de vida. 
Las personas afectadas con esquizofrenia frecuentemente experiencia 
estigmatización, la cual daña la autoestima del paciente. (Dickerson et al 2002). 
En tema de estigma, Staring y cols. (2009), nos dicen que los síntomas como 
depresión, ansiedad, baja calidad de vida, baja autoestima y desesperanza, están 
directamente relacionados con el estigma. Dependiendo de la capacidad de insight 
del paciente es el nivel de padecimiento de los síntomas anteriores. 
Se encontró que un insight alto es solamente negativo cuando está acompañado 
por creencias estigmatizantes. Estas creencias están basadas en convicciones, 
como en general se cree, de que una persona con esquizofrenia es un individuo 
41 
 
 
 
peligroso, impredecible, incapaz, incompetente y responsable de su condición, ó el 
pensamiento más coloquial “está loco”. Estos sentimientos y reconocimiento de su 
persona da como resultado una baja autoestima, ansiedad y depresión aunado a 
la desesperanza que les impide tener un funcionamiento apropiado socialmente. 
Con el tiempo, los individuos pierden la motivación, debido a su auto estigma, de 
tener comportamientos relacionados con un futuro en la vida (un empleo, el ser 
independientes, tener pareja y amigos, y otras aspiraciones personales). 
Kleim et al., (2008) refieren una aproximación teórica de estigma en la cual se 
hace énfasis en tres aspectos principales en el proceso de estigmatización: 
1. Un estereotipo negativo (discriminación). 
2. Estar de acuerdo con el estereotipo (legitimidad). 
3. La identificación con el estereotipo. 
La noción equivocada del trastorno y la estigmatización de éste puede producir 
una emoción negativa y reducir la calidad de vida. 
El estigma es normalmente conceptualizado como una influencia malévola que 
existe en el medio ambiente que merma la vida de aquéllos de quien es objeto. En 
esta conceptualización, el blanco que recibe todas las críticas son todos aquellos 
que están relacionados con la enfermedad, familiar o paciente. El efecto más 
destructivo del estigma es la discriminación y la internalización de estos valores 
negativos del proceso cognitivo que es alterado (Phillips et al., 2002). 
Pero sobre todo el efecto del estigma y la discriminación en la vida de los 
pacientes y su familia fue definido como el efecto combinado del estigma 
relacionado con cuatro experiencias: 
1. La frecuencia e intensidad del comportamiento de los demás que los 
pacientes y su familia viven. 
42 
 
 
 
2. El grado de restricciones externas injustificadas (como juicios por las demás 
personas) sobre las actividades del paciente y los miembros de la familia. 
3. El nivel de auto restricción de las actividades del paciente y de la familia, 
debido al miedo del estigma y la discriminación. 
4. La intensidad del temor emocional y su reacción hacia el estigma y 
discriminación. 
La auto restricción debido al temor hacia el estigma y la discriminación, hace que 
los involucrados en la enfermedad tiendan a evaluar y a auto estigmatizarse aun 
cuando mantengan en secreto la enfermedad (Phillips et al., 2002). 
Caveltti y cols. (2011) mencionan en un estudio reciente que el detrimento en las 
condiciones de vida de los pacientes, está mediado por la percepción que ellos 
mismos tienen de la enfermedad como crónica, incapacitante y fuera de su control. 
Esto también relacionado con los estereotipos negativos sociales sobre la 
enfermedad respecto del curso que ésta toma (crónica degenerativa), su 
funcionamiento y la incurabilidad. Por supuesto los pacientes introyectan esta 
percepción estigmatizada provocando altos niveles de desmoralización. 
Según Glick, (1994), el estigma que ha sido relacionado con la enfermedad 
mental ha sido uno de los principales obstáculos en los programas de 
psicoeducación. 
A pesar de todo, mientras algunos factores han sido ligados a la esquizofrenia, 
ninguno ha sido convincentemente claro como para asegurar que puede 
desencadenar la enfermedad. Esto se debe a que en los estudios las 
características metodológicas y las variables no son las mismas. 
 El diagnóstico de esquizofrenia no tiene validez predictiva en cuanto a la 
evolución del tratamiento; diferentes autores coinciden en que si queremos saber 
quién tiene más posibilidades de mejorar con el paso del tiempo, se deben tomar 
43 
 
 
 
en cuenta los factores psicosociales. Sin embargo, los factores que podrían 
predecir buenos resultados en su tratamiento son los que nos indican 
precisamente el rendimiento en el trabajo, los logros académicos, las habilidades 
sociales, las condiciones económicas y la tolerancia familiar; que después de un 
tiempo de tratamiento tendrían que mejorar e ir siendo notorios. 
Cambiar la manera en que tanto los pacientes como los familiares responden a la 
negatividad del estigma es una meta realista para los clínicos, ya que lo que se 
necesita primero es tener un amplio conocimiento de los factores que median lo 
cognitivo y lo emocional con las respuestas hacia el estigma y la discriminación. 
Esto se relaciona también con la Emoción Expresada EE del familiar (Phillips et 
al., 2002). 
Es importante que en la intervención clínica se muestre la importancia de la 
estigmatización de la esquizofrenia, resaltar, en la medida de lo posible un 
entendimiento subjetivo de la enfermedad (Kleim et al., 2008). 
 
2.3 Familia / Cuidador Primario. 
 
En las diferentes sociedades, la familia se considera como la principal estructura 
social en la cual es elemental el desarrollo, la existencia y la transmisión de 
valores que dan origen a una identidad personal, que posteriormente formará a 
los futuros individuos que serán capaces de establecer relaciones sociales 
afectivas y amorosas. 
La familia es, por lo regular, el lugar y las personas con quienes los cambios en la 
conducta de uno de sus miembros empiezan a ser notorios. Las reacciones que 
acompañan al descubrimiento de que un familiar: padre, hijo o hermano, este 
siendo tan diferente del resto y de cómo era, son diversas. Experimentan 
emociones similares a aquellas cuando ocurre un accidente o se diagnostica una 
44 
 
 
 
enfermedad mortal. Se llegan a sentir impactados, tristes, enojados y 
consternados.

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