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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia Manuscrito Recepcional Programa de Profundización en procesos de Psicología Clínica “Estilos y prácticas parentales: beneficios en el desarrollo emocional de los niños que cursan la Educación Básica” Reporte de Investigación Teórica QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: MARÍA BELEM RIVAS VERA Director: Mtra. Selene Domínguez Boer Dictaminador: Lic. Gustavo Montalvo Martínez Los Reyes Iztacala Tlalnepantla, Estado de México, Junio 15, 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Índice Resumen…………………………………………………………………..…………………1 Introducción…………………………………………………………………………………3 Capítulo 1 1. Estilos de Parentalidad…………………………………………………………........8 1.1 Familia……………………………………………………………..……………8 1.1.1 Origen de la Familia…………………………………………………….10 1.1.2 Funciones………………………………………………………………12 1.2 Parentalidad……………………………………………………………………16 1.2.1 Definición de Prácticas de Crianza y Estilos Parentales……………….17 1.2.2 Teorías sobre el Estilo de Crianza de Diana Baumrind…………………21 1.2.3 Teorías sobre los Estilos de Crianza de Eleanor Maccoby……………..22 1.2.4 Clasificación de los estilos de crianza………………………………….23 1.2.4.1 Estilo autoritario………………………………………………..23 1.2.4.2 Estilo con autoridad o democrático…………………………….25 1.2.4.3 Estilo permisivo………………………………………………...25 1.2.4.4 Estilo negligente………………………………………………..27 1.2.5 Implicación de los estilos parentales en el desarrollo infantil………….30 Capítulo 2 2. Estilo con Autoridad o Democrático……………………………………………….34 2.1 Padres democráticos: el mejor estilo de crianza……………………………….35 2.2 Beneficios del estilo democrático……………………………………………...37 Capítulo 3 3. Entrenamiento conductual a padres de familia……………………………………..39 Capítulo 4 4. Técnicas cognitivo conductuales eficaces para implementar el estilo democrático………………………………………………………………………...47 4.1 Técnicas de relajación………………………………………………………….48 4.1.1. Entrenamiento en relajación progresiva…………………………………50 4.1.2 Entrenamiento en relajación autógena……………………………………51 4.2 Economía de fichas…………………………………………………………….53 4.3 Reforzamiento positivo………………………………………………………...55 4.4 Tipos de reforzadores positivos………………………………………………..57 4.5 Moldeamiento………………………………………………………………….59 4.6 Entrenamiento en habilidades sociales…………………………………………62 4.7 Coste de respuesta……………………………………………………………...69 4.8 Contrato conductual……………………………………………………………72 4.9 Terapia de Solución de Problemas……………………………………………..77 4.9.1 Bases teóricas……………………………………………………….….78 4.9.2 El papel de las emociones en la solución de problemas………………..79 4.9.3 Objetivos de la Terapia de Solución de Problemas……………………. 83 4.9.4 Proceso y procedimiento de la Terapia de Solución de Problemas…….84 4.9.5 Pasos de la Terapia de Solución de Problemas…………………………84 Conclusiones……………………………………………………………………………....90 Bibliografía………………………………………………………………………………..93 Anexos…………………………………………………………………………………....101 Agradecimientos Agradezco a mi esposo que me ha llenado de amor y compresión. Que ha sido mi apoyo y que siempre y en todo momento ha confiado en mí. Agradezco que me haya impulsado a estudiar una licenciatura, gracias por ser la pieza medular en este camino ya que estoy segura que sin tu apoyo no estaría aquí. Agradezco por tu paciencia con la que me has guiado en el aprendizaje de amar y ser amada, por todo lo que hemos vivido. Agradezco cada instante de vida que hemos compartido pero principalmente agradezco que me ames como soy. Agradezco a mis hijos por la paciencia que me han tenido y por las demostraciones de amor y cariño que me comparten, les agradezco por estar en mi vida, gracias por su compañía, sus risas y su apoyo. Agradezco por ser mi motor de vida. Agradezco a mi tutora Selene Domínguez Boer por el aprendizaje y orientación, por estar siempre presente, por su apoyo y por su guía. Gracias por su acompañamiento en todo momento. Finalmente quiero agradecer a Dios y a la vida por estar hoy aquí, por la oportunidad de estudiar en la Universidad y por las personas que han estado a mi lado acompañándome. 1 Resumen En la presente investigación se propone analizar la relación existente entre los estilos parentales en niños que cursan la Educación Básica y el entrenamiento para padres, esto debido a que en la actualidad el ritmo de vida acelerado que se lleva, las largas jornadas de trabajo, sumado a los extensos tiempos de traslados del hogar al trabajo, provoca que la calidad de vida familiar se vea alterada y las instancias familiares sean cada vez más acotadas. Esto conlleva a que sea más difícil crear un ambiente familiar favorable para el desarrollo de los niños y niñas y que este contribuya a lograr una funcionalidad en el sistema familiar, con roles y límites que sean claros por parte de los padres en la crianza de los hijos, donde la comunicación sea favorable al normal desarrollo y educación de los menores, como es el caso del estilo parental democrático, tema principal de la investigación, El objetivo del trabajo fue investigar las estrategias cognitivo conductuales que han demostrado tener eficacia para aplicar el estilo parental democrático. Los resultados demuestran que si los padres adquieren y aplican adecuadamente las técnicas cognitivo conductuales, la educación emocional y conductual de sus hijos será la adecuada para vivir armoniosamente. Palabras clave: conductas problema, desarrollo, ajuste emocional Abstract In the present research it is proposed to analyze the relationship between parental styles in children attending Basic Education and training for parents, due to the fact that the accelerated pace of life, the long working days, To the extended times of transfers from home to work, causes the quality of family life to be altered and family instances are increasingly limited. This makes it more difficult to create a favorable family environment for the development of children and that this contributes to achieve functionality in the family system, with roles and limits that are clear on the part of parents in raising children. Children, 2 where communication is favorable to the normal development and education of minors, as is the case of democratic parental style, the main theme of the research, The objective of this study was to investigate cognitive behavioral strategies that have been shown to be effective in applying the democratic parental style. The results show that if parents acquire and apply cognitive behavioral techniques appropriately, the emotional and behavioral education of their children will be adequate to live harmoniously. Keywords: problem behavior, development, emotional adjustment 3 Introducción En este trabajo se exponela importancia que tienen los padres y madres de familia en el desarrollo de la motivación de logro de sus hijos a lo largo de su vida. Dentro de la investigación se podrá conocer la importancia de los estilos parentales en donde estos tienen en esencia su participación en la formación del infante para generar un comportamiento y desarrollo emocional en su persona, además se destaca el papel que juegan los padres en la formación de sus hijos dependiendo el estilo de crianza con el que va formando la conducta del niño o la niña, esto con la ayuda de diversas técnicas conductuales que los mismos padres aplican a sus hijos en su entorno familiar gracias a un previo entrenamiento en el cual aprenden tanto a manejar sus impulsos como a adquirir conocimientos con el propósito de incrementar o eliminar ciertas actitudes negativas de sus hijos. La presente investigación contiene cuatro capítulos. El primer capítulo se basa en la familia y la parentalidad. Dentro de la parentalidad se definen las prácticas y estilos de crianza, las teorías sobre los estilos de crianza de Diana Baumrind y Eleonor Maccoby, así como los cuatro estilos de crianza que son el autoritario, el democrático, el permisivo y el negligente. El segundo capítulo hace referencia en específico al estilo democrático mostrándolo como el mejor estilo de crianza. El capítulo tres se enfoca en el entrenamiento para padres, exponiendo la importancia que éste tiene para los padres, ya que con ello se logra adquirir habilidades conductuales para el desarrollo emocional y conductual de los hijos. El capítulo cuatro se encamina a la demostración de las diferentes técnicas conductuales con las que se puede lograr cambios positivos tanto en los padres y madres de 4 familia como en sus hijos. Al final se encuentran algunos anexos en los cuales se puede visualizar la forma en que se pueden aplicar ciertas técnicas. Es importante mencionar que esta investigación se llevó a cabo debido a que actualmente los padres y madres familia viven en continuo estrés y esto trae como consecuencia un alejamiento de sus hijos y éstos a la vez presentan problemas conductuales y emocionales que les afectan en su desarrollo. Debemos tener en cuenta que desde los primeros años de vida de un ser humano es imposible separar el desarrollo afectivo del social, debido a que están íntimamente relacionados y son importantes para la evolución en el desarrollo infantil. Esto nos indica que una sólida base afectiva ayuda al niño a sentir seguridad y confianza y con esto, crecer con una adecuada evolución cognitiva y psicosocial. Por lo tanto la familia funciona como principal punto en el desarrollo de la identidad y del desarrollo psicosocial de sus miembros, más aún de los hijos, y es así como las personas que la conforman van adquiriendo un sentido de pertenencia que determina la identidad de la persona. Es indiscutible que la familia forma el más importante marco de adaptación y desarrollo socio-afectivo infantil, debido a que las normas, valores, habilidades, etc., se aprenden en la infancia. Así, se puede afirmar que el clima que se vive en un ambiente familiar es determinante en el desarrollo y la adaptación de un infante. (Ramírez, 2005). Es un hecho que la familia y más concretamente los padres, constituyen el primer medio de socialización y formación de todo ser humano. Ellos ayudan al desarrollo de los hijos apoyándose de diferentes estrategias para socializar y relacionarse con ellos. Cuando existe esta relación y los padres llevan a cabo sus funciones, es decir, las prácticas de crianza o las estrategias de socialización, se empieza a educar, dirigir y orientar a los hijos, con esto, los 5 padres intentan moldear las conductas de los niños hacia una dirección correcta según sus propias vivencias o lo que para ellos es correcto o de acuerdo a su personalidad. (Ramírez, 2005). Por tal motivo, los padres son clave importante en el desarrollo de aptitudes y sirven de modelo a sus hijos, fomentan el desarrollo emocional del niño, influyen en forma decisiva en su desarrollo y desempeño, muchas de las destrezas que los niños adquieren dependen fundamentalmente de la interacción con sus cuidadores, así como de los que los rodean, de hecho, la calidad parental que recibe un niño se considera el principal factor de riesgo modificable que contribuye al desarrollo de los problemas emocionales y conductuales de los niños. Es trascendental hacer mención que la interacción padres-hijos afecta diversas áreas del desarrollo, incluyendo la autoestima, el rendimiento escolar, el desarrollo cognitivo y la conducta. (Trivette & Dunst, 2010). No obstante, ser padre o madre lleva por momentos a vivir altos niveles de satisfacción y beneplácito, pero también existen otras situaciones importantes como niveles de tensión y sufrimiento, experiencias que generan frustración, renuncias e insatisfacciones. (Máiquez, Rodrigo, Capote, & Vermaes, 2000). Además de esto, existen diferentes factores en la salud mental de los padres que afectan de manera importante el desarrollo de los hijos, ya que viven depresión, agresividad, estrés y otras alteraciones que traerán como consecuencia un deterioro en la crianza de los hijos. Conviene subrayar que la socialización de la infancia se origina mediante las prácticas de crianza, entendidas como la manera en que los padres orientan y van guiando el desarrollo del niño/a y le transfieren un conjunto de valores y normas que ayudan a una correcta incorporación al grupo social. Estas prácticas parentales se asocian con resultados conductuales positivos o negativos. Además Quiroz et al. (2007) señalan que las prácticas 6 negativas de disciplina y de prácticas de crianza ineficaces intervienen en el desarrollo del comportamiento antisocial. Conviene subrayar que las pautas de crianza parental juegan un papel clave en el desarrollo evolutivo del niño, influyendo tanto en problemas internalizantes (ansiedad, miedos no evolutivos) como externalizantes (conductas de oposición, agresividad, estrategias de afrontamiento, competencias sociales) y estos constituyen uno de los elementos claves de la socialización familiar. Por otro lado, el ajuste social de los niños a su entorno familiar y escolar es un tema que está preocupando actualmente tanto a padres, como a los maestros, a las instituciones educativas y a la gente en general. Existen modelos de desarrollo que han planteado que en el ajuste social de un niño intervienen variables organísmicas y variables ambientales. Las organísmicas se han referido principalmente a las características temperamentales del niño y las ambientales se involucran las prácticas educativas de los padres o los estilos parentales. Ahora veamos, el estilo de crianza parental puede ser entendido como una constelación de actitudes acerca del niño, que le son comunicadas y que crean un clima emocional en el que se ponen de manifiesto los comportamientos de los padres. Estos comportamientos incluyen tanto las conductas con las que desarrollan sus propios deberes de paternidad (prácticas parentales), como cualquier otro tipo de comportamientos: gestos, cambios en el tono de voz, expresiones espontáneas de afecto, etc., es importante identificar los estilos de crianza de los padres para poder educar a los hijos de una forma correcta, es decir; orientarlos y educarlos adecuadamente utilizando el estilo democrático para lograr en ellos una conducta positiva y una vida emocional adecuada. Con el estilo de crianza mencionado los padres lograrán tener muestras de cariño a sus hijos, ser bastante afectuosos, tener altos niveles de comunicación con ellos, delimitar normas claras, definidas, justificadas y razonadas con sus 7 hijos, controlar el refuerzo de forma adecuada y el castigo de igual maneray educarlos en la autonomía y la independencia. De esta forma se tiene como objetivo “Investigar las estrategias cognitivo conductuales que han demostrado tener eficacia para aplicar el estilo parental democrático”. 8 Capítulo I Estilos de Parentalidad 1.1 Familia La familia es considerada una de las influencias más significativas para el desarrollo de los niños, para los infantes es una cuestión de sobrevivencia, nada más importante para el éxito de los niños que sus padres. Ellos, especialmente las madres invierten gran cantidad de tiempo, energía, recursos y esfuerzo en la crianza de los hijos. Esto les ayuda a los niños a vivir en un ambiente mejor, generalmente entre más inversión paterna, más beneficios y mejor ajuste emocional tendrán. Las variaciones en los tiempos y recursos de la crianza de los padres contribuyen significativamente al desarrollo psicológico de los infantes. Los padres son los primeros y más importantes maestros en los niños, ya que ellos los proveen de aprendizaje y desarrollo al estructurar diversos aspectos del ambiente, por ejemplo en participación en actividades de alfabetismo, actividades de apoyo, proveyéndoles de materiales de aprendizaje apropiados para su edad. (Collins, Maccoby, Steinberg, Hetherington, & Bornstein, 2000) La familia constituye el núcleo de la sociedad, en donde representa el tipo de comunidad perfecta ya que en ella se encuentran unidos aspectos económicos, jurídicos, socioculturales, etc. Una de las tantas definiciones que hay sobre la familia menciona que es la estructura social básica en donde padres e hijos interactúan, en esta relación los miembros demuestran lazos afectivos formando una comunidad de vida y amor. Se entiende de esta forma que lo que afecta a un integrante afecta directa o indirectamente a la familia. La familia es una 9 institución que influye con valores y pautas los cuales van conformando un modelo de vida para los hijos, enseñando normas, reglas, conductas y valores que contribuyan en la madurez y autonomía de los hijos. La familia pretende fomentar una alianza, una protección y una red de apoyo, en donde se asientan las bases de las relaciones sociales. El apoyo que se encuentra en la familia es muy importante desde sus principios. (Guerrero, 2006) Palacios (2002), menciona que existen varias formas de organización familiar y de parentesco, entre ellas hace la distinción en algunos tipos de familias: La familia nuclear o elemental la cual se compone de esposo (padre), esposa (madre) e hijos, los cuales pueden ser de descendencia biológica de la pareja o bien, miembros adoptados por la familia. La familia extensa o consanguínea es aquella que se extiende a más de dos generaciones y se basa en los vínculos de sangre de varias personas, incluyendo padres, niños, abuelos, tíos, tías, sobrinos, primos, etc. La familia monoparental se constituye por uno de los padres y sus hijos. Puede tener diversos orígenes, ya sea porque los padres se divorciaron y los hijos viven con alguno de los padres, generalmente con la madre, por un embarazo precoz, o por el fallecimiento de alguno de los cónyuges. La familia de madre soltera, en donde la madre asume la crianza de sus hijos ya que el hombre se distancia y no reconoce su paternidad por diversos motivos. La familia de padres separados, se niegan a vivir juntos: no son pareja pero deben de seguir cumpliendo su rol de padres ante los hijos por muy distantes que éstos se encuentren, por el bien de los hijos se niegan a tener una relación pero no a la paternidad o maternidad. 10 1.1.1 Origen de la familia Rodríguez (2006), sugiere que la necesidad de integrarse a grupos aparece desde sus primeros momentos de vida, requiriendo de la alimentación y la protección por parte de otros para sobrevivir y en donde también tendrán lugar las redes sociales con sus respectivos códigos comunicacionales como forma de convivencia. La distribución del trabajo funge como un factor articulante de los grupos. La familia ha sido a través de la historia reconocida como la célula fundamental de la organización social, aquella que ha dado cimiento a todas las demás instituciones, creadas por el hombre y por la mujer y que sin duda alguna, la que ha cambiado a la historia de la humanidad. La palabra familia, tiene su significado original en el conjunto de esclavos que trabajaban para un mismo hombre. En esas sociedades, la familia se ubicaba en el contexto de la vida pública, en donde las relaciones de parentesco servían como modelo a las relaciones sociales y políticas. También se refiere al conjunto de personas mutuamente unidas por el matrimonio o la filiación y que está ligada a aquellos que comporten un hogar. (Flandrin & Galmarini, 1979). De esta forma, las familias mantienen la especie, manifestando su importancia social y biológica. Por otra parte, el que la persona durante sus primeros años de vida se encuentre indefenso, exigirá atención, alimentación, protección y cuidado de los padres, quienes además de todo esto, les transmitirán aprendizajes sociales para que aprendan a relacionarse en su medio extra- familiar. (Guerrero, 2006). 11 En la actualidad la familia hace referencia a aquellas personas que viven en el mismo techo, y se ajusta a la definición que involucra a los miembros que comparten la consanguinidad como el mismo espacio. El sistema familiar, presenta un rol muy importante para entender la ocurrencia de diversas conductas adaptativas o desadaptativas de los hijos. Los padres son la fuerza de influencia en la vida de sus niños. “La influencia de diferentes contextos sociales como los medios de comunicación, escuela, entre otros, no son tan resistentes como el de la familia, ya que ésta tiene el poder de disminuir o ampliar efectos ya sean positivos o negativos”. (Diez & Peirats, 1997, p. 610) La familia entonces, se refiere a una formación social que se distingue de otros grupos, determina ciertos rasgos que se comparten dentro de ella y que van dando lugar a diversas costumbres. La familia se presenta como la unidad básica de la sociedad y el primer núcleo social de convivencia para el ser humano. En este contexto familiar es donde los niños aprenden de sus padres su base de conocimiento emocional y la competencia en la identificación y regulación emocional. Los padres juegan un papel importante en el desarrollo de aptitudes ya que son modelo de sus hijos, pues las interacciones emocionales de los padres o de los cuidadores además de promover el desarrollo emocional del niño, influyen en la maduración de las partes del cerebro encargadas de la conciencia y regulación emocional. (Schore, 1996) 12 Es imprescindible que el niño posea figuras referenciales para poder avanzar en una socialización adecuada y afectiva. La familia es por tanto, “la primera escuela emocional en donde se pueden forjar competencias emocionales”. (Sánchez-Núñez, 2008, p. 49). 1.1.2 Funciones De acuerdo con Rodríguez (2006), la familia es un sistema que se conforma de elementos que interactúan entre sí y que integran un todo unificado para ir formando a una persona social. La familia transmite una cultura y perpetúa los grupos humanos y desde una perspectiva individual, brinda las condiciones que se necesitan para el desarrollo adecuado. Se establecen los lazos afectivos primarios, las actitudes básicas y patrones de conducta que refuerzan creencias y valores. Las funciones de la familia poseen dos principales metas: la protección psicosocial de sus integrantes y la acomodación a una cultura y su transmisión. De esta forma, la familia es la encargada del cuidado y el desarrollo de los hijos. Las primeras identificacionesse dan en la familia; es ahí donde el individuo se delimita y se conoce como autónomo y como un otro dentro de un nosotros. La familia es el primer grupo de contacto en donde se instaura la diferencia, en donde se da lugar a la alteridad, pero también en donde se genera una identidad que le marcará las pautas de comportamiento. La identidad en la familia se hace común en el hogar, en el cual representa una pequeña sociedad en donde se puede compartir rasgos que van dando forma y sentido a los integrantes de la familia, van teniendo un sentimiento de identidad y pertenencia a ese núcleo. De esta manera, las identificaciones generadas en la familia obedecen a criterios personales, cognoscitivos y en donde se comparten afectos, emociones y formas de interacción. Una de las funciones de 13 los padres de familia, es brindar identidad al menor, quien absorbe no solo las características biológicas de sus padres, sino también las psicosociales, así como una nominación, actitudes, hábitos, valores, costumbres y estado socioeconómico que lo particularizan. Dichos atributos irán caracterizando a cada individuo, que lo asemejarán a su grupo y que lo harán parte de su entorno. Esto a su vez, dará pie a la coexistencia. No obstante, es importante señalar que la formación de identidades sobrepasa el ámbito familiar. (Guerrero, 2006). Díaz-Guerrero (1982), señala que las funciones de la familia son proporcionar a sus miembros protección y de esta forma su dinámica y las representaciones simbólicas ayudarán a tener cierta influencia en la conformación de la subjetividad de la persona, en su comportamiento y en la forma de desenvolverse ante el mundo. Para Pons y Berjano (1997), la socialización permite la construcción de la propia imagen y del mundo circundante y hace de las personas seres sociales y sus relaciones se regulan por las normas que interiorizan y esta socialización implica compartir entre sus miembros. Santamaría (2009), maneja los siguientes tipos de familias en cuanto a sus funciones: Rígida: Tiene dificultades en aceptar los cambios en sus hijos, no admite su crecimiento. Los padres son autoritarios. Sobreprotectora: Los padres no permiten el desarrollo y autonomía de los hijos, quienes presentan dificultades para defenderse, retardo en su madurez y dependencia excesiva de los padres. Centrada en los hijos.: Los padres dependen de los hijos para su satisfacción. Permisiva: No hay disciplina ni suficiente control para los hijos. No hay una clara distinción entre los roles ni la jerarquía de la familia. 14 Inestable: No existen metas comunes ni una clara transmisión de los valores de los padres hacia los hijos quienes presentan dificultad para mostrar y recibir afecto. Estable: La familia se muestra unida y existe claridad en los roles de sus miembros. Escalante y López (2002) y Quiroz (2006), señalan que hay dos tipos de familias: las solidarias que son las que cumplen su función social y las deformantes que no la cumplen y considera siete funciones dentro de la familia: o Proporcionar protección o Establecer y desarrollar la seguridad básica o Proporcionar el aprendizaje de una forma amorosa y comprensiva o Determinar la introyección de normas sociales de convivencia o Brindar las primeras experiencias sociales o Desarrollarse dentro de la sociedad La funcionalidad familiar incide en la promoción del desarrollo de todos sus miembros y en el mantenimiento de estados saludables no solo a nivel físico, sino también aquellos a nivel psicológico, emocional y afectivo, que proceden de una comunicación clara y congruente que permita abordar y tratar los problemas que surjan con un lenguaje directo, libre de malas interpretaciones y sin dobles mensajes. De esta misma forma, esta funcionalidad abarca una capacidad de adaptación, tanto en el ciclo vital de la familia como en sus etapas histórico-sociales. (Herrera, 1997) 15 Samper (1999), hace referencia a que el tipo de normas que una familia establece, los procedimientos y recursos que utiliza para el cumplimento de dichas normas, junto con el grado de afectividad, apoyo y comunicación de los padres e hijos, forman dimensiones primordiales para un crecimiento personal, para su interiorización de valores y las decisiones que se toman ante conflictos sociales. Generalmente las variables familiares se consideran relacionadas con el desarrollo personal del niño, las variables que hacen referencia al tamaño de la familia, la estructura familiar, cantidad y calidad de relaciones entre sus miembros. Los lazos más fuertes se anclan en la familia, lazos sociales que configuran una forma de desarrollo en el mundo donde los referentes principales son los padres, quienes ofrecen una representación operativa de la realidad. Los padres en consonancia con los hijos, articulan a la familia como primer lugar de encuentro del individuo, conformando un marco de referencia; normalmente funge como contenedora. Los lineamientos que se establezcan dentro de ella motivarán a los hijos a su desarrollo dentro de su entorno. La familia al mismo tiempo transforma la realidad, provoca cambios sustanciales en tanto que ella conforma el primer núcleo de un futuro ciudadano, otorgando la primera forma de comunidad e integración. Es en la familia donde se recogen los referentes de la construcción del mundo y de donde se toman las pautas de transmisión de actitudes, hábitos, costumbres, valores y formas de relación con los otros. En la familia se originan los comportamientos socialmente aceptados que se trasladarán y vincularán de este escenario a los subsecuentes, en tanto que la misma familia va permeando e integrando elementos comportamentales obtenidos del medio circundante. Lo que promueve a la familia y le da un valor como comunidad social, es el ordenamiento que se genera dentro de ella, principalmente con las figuras paterna y materna. 16 1.2 Parentalidad Ser padre se relaciona con circunstancias específicas que definen y demandan una gran variedad de funciones parentales. (Medina, 2004). Sin embargo, éstas están cambiando y diversificándose con los cambios sociales ocurridos en las últimas décadas, como la incorporación de la mujer con hijos al mercado de trabajo, los cambios en la estructura y formación familiar, los demográficos y los sociopolíticos, entre otros, que han impactado en las funciones materna/ paterna, su concepción y su distribución específica en cada cultura y familia. Para la familia la realidad es compleja, ya que los miembros iniciales que la conforman, padre y madre, traen consigo toda una serie de códigos de sus familias de origen que tendrán que renovar para dar lugar a las normas que servirán para el sostén del sistema y para el desarrollo de sus integrantes. (Guerrero, 2006). Los padres van fungiendo un marco de normas en el comportamiento de los hijos. Por una parte, son ellos (o quienes están a cargo) los que instruyen a los hijos la forma de relacionarse con el mundo, los que ofrecen las primeras pautas que los hijos van asumiendo con los resultados que desencadenen y en tanto que los padres, siendo aquellas figuras que ofrecen amor y protección, se vuelven un modelo a seguir. De esta misma forma, los padres transfieren a sus hijos las primeras formas de comunicación y de convivencia, los sistemas de creencias y significados y los tipos de relaciones y vínculos. (Guerrero, 2006). De ahí la importancia de poner atención en el contenido de dicha instrucción hacia ellos, así como en los efectos que pueden desencadenar en los hijos, principalmente en su etapa adolescente. Es transcendental mencionar, que las relaciones parentales son culturalmente construidas, además de las implicaciones naturales que conllevan; implican toda una 17 simbologíaadquirida a través de la historia y una percepción cambiante acerca de su funcionamiento. (Guerrero, 2006). Es importante que los padres sean conscientes de las consecuencias en cuanto a las decisiones que tomen con respecto a la educación de sus hijos y a las funciones que desempeñen acorde con ello, dado que el ambiente familiar es prominente a lo largo de la vida de los hijos. De la misma forma, el que los padres acojan actitudes positivas y ejerzan una crianza efectiva, ayudará a las relaciones con sus hijos, facilitará su desarrollo óptimo y promoverá en ellos mejores relaciones sociales. La parentalidad no es una tarea fácil; sin embargo, hoy en día existen prácticas que orientan y ayudan a entender y aprender sobre las formas que benefician o perjudican la relación con los hijos y los resultados que se pueden obtener al hacer uso de esta nueva información. 1.2.1 Definición de Prácticas de Crianza y Estilos Parentales Para comprender mejor el proceso de socialización, es trascendental diferenciar entre prácticas parentales y estilos parentales. Las prácticas parentales son definidas como conductas específicas que los padres usan para socializar a sus hijos. Están dirigidas a un objetivo, por medio de las cuales los padres llevan a cabo sus obligaciones parentales. Son mecanismos mediante los cuales los padres ayudan a sus hijos en las metas de socialización y tienen un efecto directo en el desarrollo de las conductas específicas y características del niño. (Darling & Steinberg, 1993). 18 Las prácticas de crianza llamadas también función socializadora o función educativa se construyen a partir de las consideraciones que se tiene sobre el desarrollo evolutivo de los hijos, se pueden generar mediante dos ejes: la acción mediadora de parte de los padres o cuidadores en donde las conductas se amoldan a las necesidades de los niños y la otra la función de guía, en donde las ideas de los padres se centran en las acciones y respuestas a las necesidades de los infantes. (Allport, 1968). En cambio, estilo parental es definido como un clima emocional en el cual los padres crían a sus hijos. Es un complejo estable de actitudes y creencias que forman el contexto donde ocurren las conductas paternas. Estos estilos influyen en el desarrollo de los hijos de una forma indirecta, alterando la capacidad de los padres para socializar con sus hijos y afectando la efectividad de la influencia de las prácticas parentales. Siendo los estilos parentales modeladores de la influencia de las prácticas parentales en el desarrollo de los niños. Es importante tener en cuenta que los estilos que tienen los padres acerca de la conducta, capacidades, desarrollo y personalidad de sus hijos afecta la práctica de crianza con ellos. (Darling & Steinberg, 1993). Los estilos parentales pueden entablar relación con el lado psicosocial que desarrollan los hijos en la adolescencia y con la capacidad de construir un proyecto de vida satisfactoria y de provecho, es decir; tener un control emocional en todos los niveles en su desarrollo e integración social. Los estilos comprenden maneras, estrategias y mecanismos que utilizan los padres para regular las conductas de los hijos y transmitirles los valores de la familia y de la cultura en donde se pueden distinguir dos dimensiones: el control de los padres y el apoyo. Los estilos parentales son las prácticas de crianza que los cuidadores adultos toman para que se dé un 19 acompañamiento de afecto a los niños y con esto dar pie al proceso de crianza, o un proceso de socialización y educación. El estilo parental que se asuma trátese de una estrategia adecuada o inadecuada, será utilizada en el desarrollo integral de los hijos. Los estilos y prácticas de educación parental juegan un papel importante en la función de socialización en la familia. Dichos estilos son esquemas prácticos que conjugan variables en determinadas dimensiones; representan la forma de actuar de los adultos frente a sus hijos en la cotidianeidad, la toma de decisiones, la resolución de conflictos y la regulación de conductas. (Torío, Peña, & Inda, 2008). Mestre, Tur, Samper, Nácher y Cortés (2007), mencionan que los estilos parentales tienen incidencia en el ajuste emocional y social del hijo, donde la comunicación, el afecto y el apoyo fungen como elementos clave para fomentar su desarrollo en un ambiente más saludable. Incluyen también la transmisión de normas y valores que conduzcan al niño a integrarse socialmente. Baumrind (1991), considera al control, a la comunicación y a la implicación afectiva como variables básicas de la educación parental. Ante esto, son importantes las relaciones del padre con la madre, es decir; que haya un entendimiento positivo, comunicación y amor hacia los hijos para que sean capaces de darles seguridad emocional. Los estilos de crianza describen los modos como los padres reaccionan y responden a las emociones de su niño. Su estilo de crianza se relaciona con la manera de sentir dichas emociones, en este mismo sentido, encontramos que los Modelos de Crianza abarcan los sentimientos y emociones del niño. Es decir, la forma en que un padre interactúa con su hijo 20 sienta las bases para el desarrollo social y emocional futuro del niño. La forma en que los padres les ponen límites a los niños y si los niños son capaces de recibir estos límites o protección, evidencia la relación o los estilos de crianza que predominan. La crianza posibilita la socialización del niño(a) con sus pares y su medio ambiente lo cual impregna la mayor parte de los aspectos de su vida. (Gottman, 1998). Los estilos paternos de crianza han sido definidos por Baumrind (1966) y Maccoby y Martin (1983) como aquellas características conductuales específicas que los padres manifiestan al ejercer sus funciones formativas y de disciplina con sus hijos. Por otro lado, Coloma (1993) señala que son esquemas prácticos que disminuyen las múltiples y minuciosas prácticas educativas parentales a unas pocas dimensiones que, cruzadas entre sí en diferentes combinaciones, dan lugar a diversos tipos habituales de educación familiar. Trabajar las emociones es en ocasiones complicado, pero es necesario que sean efectuados en el niño para poder conocerlo mejor y esto permitirá descubrir sus gustos e intereses. Los estilos de crianza son importantes porque la forma en que un padre interactúa con sus hijos sienta bases para un desarrollo personal, familiar o social y a la vez emocional en la vida del pequeño. Además el desarrollo del niño va a depender de los estilos afectivos de los cuidados que los padres le proporcionen. Bolwlby (2006), menciona que la construcción de un vínculo afectivo se entrelaza a las emociones. Muchas de las intensas emociones aparecen durante la formación, rompimiento o renovación de los lazos afectivos. Cualquier tipo de emociones dependerán de los lazos afectivos que los hijos reciban. 21 1.2.2 Teorías sobre el Estilo de Crianza de Diana Baumrind Los estudios clásicos de Baumrind están dirigidos a estudiar la relación entre la conducta de los padres y los patrones de personalidad de los hijos, concluyen que los niños que eran confiados en sí mismos eran hijos de padres que mostraban un alto grado de control paterno, de comunicación padre-hijo, de apoyo por parte de ellos y de madurez. Sin embargo los padres de niños ansiosos, mostraron menos apoyo y la comunicación fue mínima. Por lo tanto el niño bien ajustado recibía de sus padres amor, control firme y afecto, mientras que el niño inmaduro obtenía un control bajo y una conducta inmadura. (Baumrind, 1991). Baumrind realizó varias investigaciones en preescolares y sus padres. A partir de ellas, reconoce la presencia de dos dimensionesen la formación de los hijos; la aceptación y el control parental. Con esta combinación conformó la tipología de tres estilos parentales de crianza que definió los patrones de conducta característicos de cada estilo. El patrón con autoridad o democrático, el patrón del estilo autoritario y el patrón del estilo permisivo. (Papalia, Wendkoss, & Duskin, 2005). Baumrind (1991), señala que la socialización del niño se conforma de las demandas de las necesidades de los demás y del mantenimiento de una integridad personal. 22 1.2.3 Teorías sobre los estilos de crianza de Eleanor Maccoby Maccoby y Martín (1983), propusieron una clasificación bidimensional de los patrones de crianza utilizando dos ejes ortogonales: el eje de control o disciplina y el eje afectivoactitudinal. El eje de disciplina, hace referencia a la exigencia de los padres hacia los hijos para el logro de determinados objetivos, se entienden también como las estrategias y mecanismos que emplean los padres para regular la conducta e inculcar valores, actitudes y normas en los hijos, mediante la aceptación y utilización de métodos de disciplina positiva o punitiva (castigos). Por otra parte, el eje afectivo, se refiere al apoyo afectivo, emocional, sensibilidad y calidez de la respuesta parental ante las necesidades de sus hijos. Según Maccoby y Martin (1983), pueden encontrarse infinitas variaciones en la forma como los padres crían a sus hijos. Estas variaciones están dadas por el ambiente cultural en el cual la familia vive y los recursos económicos disponibles. Incluso dentro de un mismo grupo cultural pueden presentarse diferencias. Estas diferencias pueden ser: Permisividad-restrictividad: Algunos padres ejercen un control cerrado y restrictivo sobre muchos aspectos del comportamiento del niño; otros, le dan al hijo casi una libertad total; algunos encuentran un equilibrio entre los dos extremos. Calidez-hostilidad: Aunque la mayoría de padres sienten afecto por sus hijos, varían en la forma y la frecuencia de expresión de su afectividad y en el grado en el cual la afectividad es combinada con sentimientos de rechazo y hostilidad. 23 A partir de la tipología de los estilos parentales de Baumrind, Maccoby redefine los estilos parentales y agrega un cuarto estilo, el negligente. Este estilo se ha relacionado con diferentes trastornos conductuales de los niños y adolescentes. 1.2.4 Clasificación de los estilos de crianza Existen cuatro tipos de estilos de crianza. A continuación se desglosa cada uno. 1.2.4.1 Estilo autoritario (centrado en los padres) El estilo autoritario corresponde a padres que presentan un patrón demasiado dominante, son intransigentes, con alto grado de control y supervisión, la obediencia es incuestionable, es absoluta. Los padres son castigadores tanto física como psicológicamente, son arbitrarios y enérgicos cuando no se cumplen sus normas. Estas reglas las imponen, sean reglas morales o de comportamiento, no toleran las contradicciones. No se involucran demasiado con los hijos y no consideran sus opiniones o puntos de vista. Los padres bajo este estilo de crianza justifican su actitud partiendo del principio de que ese es el cambio adecuado para que sus hijos tengan y vivan un futuro adecuado para ellos y que al ser duros con ellos aprenderán a ser responsables y comprometidos. (Papalia. Wendkoss, & Duskin, 2005) Baumrind (1991), menciona que en este estilo se valora sobre todo la obediencia y se limita y restringe el grado de autonomía. Son muy exigentes y directivos y esperan que sus órdenes sean obedecidas sin explicación. 24 Según Maccoby y Martin (1983), las características paternas que corresponden a este estilo son las siguientes: No disponibilidad paterna a la respuesta. Exigencia paterna: control fuerte, rigidez, poco diálogo, no reciprocidad. Las normas son tomadas como edictos. Acentuación de la autoridad paterna. Inhibición de la confrontación por parte de los hijos. Poca alabanza de los hijos. Uso del castigo sin ningún tipo de razonamiento. Imposición de órdenes sin explicación alguna. Los padres definen las necesidades de los hijos o se entrometen en ellas. Comunicación unidireccional y cerrada. Asertivos de poder. En los hogares autoritarios el control es tan estricto que los niños no pueden elegir su propio comportamiento, al contrario deben responder a lo que los padres exigen inclinándose a ser niños muy dependientes de los adultos. (Papalia et al., 2005) 25 1.2.4.2 Estilo con autoridad o democrático (centrado en los hijos) El estilo autoritativo (autoridad a través de saber, conocer y dar dirección). Son padres exigentes que atienden las necesidades de sus hijos; ellos supervisan y establecen normas claras para la conducta de sus hijos. Son asertivos, pero no intrusivos ni restrictivos. Sus métodos disciplinarios son de apoyo, más que punitivos. Ellos quieren a sus hijos asertivos y socialmente responsables, así como auto-regulados y cooperativos. Además los adolescentes que perciben a sus padres como autoritativos tienen un mejor ajuste psicológico y una mejor respuesta emocional que la población con otros estilos educativos familiares. (Baumrind, 1991). 1.2.4.3 Estilo permisivo En el estilo permisivo los padres intentan comportarse de una forma afirmativa, no punitiva y aceptando las acciones, presentan un patrón muy tolerante. Permiten que sus hijos expresen sus sentimientos con libertad, tienen un bajo nivel de exigencia y rara vez ejercen un control sobre su comportamiento. Este estilo caracteriza a los padres demasiado tolerantes, que autorizan todo a sus hijos, no ponen castigos o señalamientos verbales y pueden cambiar su opinión a petición de sus hijos ante cualquier demanda de ellos. Establecen pocas reglas de comportamiento, les consultan a ellos sobre las normas y sus hijos son los que deciden qué normas acatar. En este estilo los hijos son más temerosos del medio que los rodea. (Papalia et al., 2005). Los padres son más sensibles, no indulgentes ni tradicionales, no requieren un comportamiento maduro, permiten una autorregulación considerable y evitan ser confrontados. (Baumrind, 1991). 26 Las normas y demandas madurativas son escasas. Existen altos niveles de comunicación y afecto, creándose una dinámica familiar en donde el hijo se siente querido y con suficiente libertad de acción y expresión, lo que provoca a estos niños pocas exigencias a las que hace frente, por tal razón, no sabe asumir compromisos escolares, familiares, etc. Maccoby y Martin (1983), mencionan algunas características de este estilo de crianza: Disponibilidad paterna a la respuesta. Poca exigencia paterna, control laxo. No se acentúa la autoridad paterna. No directivos ni asertivos de poder. No establecimiento de normas estrictas y minuciosas en la distribución de tareas en el hogar, ni en los horarios. Se accede fácilmente a los deseos de los hijos. Tolerancia ante la expresión de impulsos como ira y agresividad oral. Poco uso del castigo. Hay implicación afectiva y compromiso paterno. Preocupación por la formación de los hijos. Atención y respuesta a las necesidades de los hijos. Los hijos de los padres que pertenecen a este estilo educativo presentan elevadas puntuaciones en autoestima, prosocialidad, autoconfianza, soporte paterno en las dificultades hacia la adolescencia, presentan también falta de autodominio, de autocontrol y pocos logros escolares y se puede dar el caso de que presenten además desviaciones importantes en la conducta. 27 1.2.4.4 Estilo negligente Maccoby y Martin (1983), hacen referencia que este estilo es en donde lospadres muestran una escasa implicación con los hijos. Se caracterizan como tolerantes en extremo, y permiten a sus hijos tener el comportamiento que ellos quieran, no imponen castigos y no establecen intercambios o negociaciones con ellos. Muestran escaso control, poco o ningún compromiso en su rol como padres. No ponen límites a sus hijos por falta de verdadero interés. La afectividad es mínima, así como también la sensibilidad a las necesidades e intereses del infante, esta situación en algunas veces suele presentarse incluso el abandono infantil. No existe involucramiento, control, aceptación y normas pero cuando las hay suele pasar que pueden ser excesivas o no justificadas. Al niño se le da poco como se le exige, expresan pocas respuestas afectivas o de control conductual en situaciones diarias. Maccoby y Martin (1983) sugieren algunas características de este estilo de crianza: No disponibilidad paterna a la respuesta. Poca exigencia paterna, control laxo. No implicación afectiva en la relación con los hijos. No preocupación por el dimí-sionismo educativo. Padres absorbidos por otros compromisos. Reducción de la responsabilidad paterna al mínimo. Dejar que los hijos hagan lo que quieran. Otorgar exceso de aspectos materiales. Los hijos de padres que predominan este estilo presentan un auto-concepto negativo, bajos logros escolares, poco autodominio, graves carencias en auto-confianza y autorresponsabilidad, trastornos psicológicos y desviaciones importantes en la conducta. Este tipo de padres demuestran escaso afecto a los hijos y establece límites deficientes, les dejan 28 a ellos gran parte de la responsabilidad material y afectiva, se enfocan en sus propias necesidades y no en las del hijo. Baumrind (1966), refiere que los niños inseguros corresponden al estilo permisivo, los agresivos a los autoritarios y con personalidad corresponden al estilo autoritativo o democrático. Aunado a todo lo expresado se puede observar las siguientes tablas que hace referencia a los estilos de crianza. Véase tabla 1 y tabla 2 29 Tabla 1 Tabla 1. Muestra los estilos de crianza de Diana Baumrind Alto control Autorizativo, Democrático Autoritario Afecto Negativo Afecto positivo Permisivo, indulgente Negligente, indiferente Bajo Control 30 Tabla 2. Alta aceptación Alta respuesta Alto rechazo Baja respuesta Alta exigencia Alto control Autoritativo (Democrático) Autoritario Baja exigencia Bajo control Permisivo Negligente Tabla 2. Modelo cuatripartita propuesto por Maccoby y Martin (1983) compuesto por los ejes de control (exigencia) y afectividad (receptividad), del cual se desprenden cuatro prácticas parentales 1.2.5 Implicación de los estilos parentales en el desarrollo infantil Una vez delimitado cada estilo parental, las consecuencias que tendrían al crecer los niños en determinada familia según el estilo predominante pueden ser las siguientes: Hijos de padres autoritarios presentan una autoestima baja, tienden a ser introvertidos, y muy escasamente toman iniciativa, no tienen autonomía personal, dependen mucho del control externo hasta el punto de presentar conductas agresivas e inadecuadas cuando el control que tienen de sus cuidadores o padres no está presente. En este estilo los niños no son felices, presentan conducta neurótica, viven en conflicto, además de que presentan dificultades en las relaciones sociales. Afecta también su creatividad, pero no su coeficiente intelectual. (Baumrind, 1966). 31 Los hijos de padres permisivos son espontáneos, alegres, creativos y vitales, pero son dependientes de sus padres además de que suelen ser inmaduros. Presentan dificultades para controlar sus impulsos y frecuentemente son agresivos, no hay una competencia social y son muy vulnerables y sensibles a la presión de otros. Su confianza y autoestima son menores que la de los hijos de padres democráticos. (Muñoz, 2005). Los hijos de padres negligentes son los que presentan un perfil más problemático, tienen valores pobres en cuanto a la identidad se refiere, tienen poca autoestima y motivación, presentan dificultades en el autocontrol y se relacionan muy poco con otros compañeros, muestran problemas de conflictos personales y sociales debido a la falta de normas y respeto de los padres. No tienen interés en la escuela y pueden llegar a mostrar conductas delictivas y mala conducta, presentando además problemas de drogas y de alcohol. (Muñoz, 2005). Se puede observar una tabla resumen de las principales tipologías y las pautas familiares derivadas de cada estilo de crianza. Véase tabla 3 32 Tabla 3 Estilos de Educación Familiar Tipología de socialización familiar Rasgos de conducta parental Consecuencias educativas sobre los hijos DEMOCRÁTICO Afecto manifiesto Sensibilidad ante las necesidades del niño Explicaciones Promoción de la conducta deseable Disciplina inductiva o técnicas punitivas razonables Promueven el intercambio y la comunicación abierta Hogar con calor afectivo y clima democrático Competencia social Autocontrol Motivación Iniciativa Moral autónoma Alta autoestima Alegres y espontáneos Auto-concepto realista Responsabilidad y fidelidad a compromisos personales Pro-sociabilidad dentro de casa Elevado motivo de logro Disminución en frecuencia e intensidad de conflictos padres-hijos AUTORITARIO Normas rígidas y minuciosas Recurren a los castigos y muy poco a las alabanzas No responsabilidad paterna Comunicación cerrada o unidireccional Afirmación de poder Hogar caracterizado por un clima autocrático Baja autonomía y autoconfianza Baja autonomía personal y creatividad Escasa competencia social Agresividad e impulsividad Evitación de castigos Menos alegres y espontáneos 33 PERMISIVO No implicación afectiva en los asuntos de los hijos Disminución en la tarea educativa Poco tiempo con los hijos Escasa motivación de esfuerzo Inmadurez Alegres y vitales Escasa competencia social Bajo control de impulsos y agresividad Escasa motivación y capacidad de esfuerzo Inmadurez NEGLIGENTE Indiferencia ante sus actitudes y conductas tanto positivas como negativas No responden y atienden las necesidades de los niños Permisividad Pasividad Evitan la afirmación de autoridad y la imposición de restricciones Escaso uso de castigos, toleran todos los impulsos de los niños Especial flexibilidad en el establecimiento de reglas Acceden con facilidad a los deseos de los hijos Baja competencia social Pobre autocontrol Escasa motivación Escaso respeto a normas y personas Baja autoestima, inseguridad Inestabilidad emocional Auto concepto negativo Carencia en autoconfianza y responsabilidad Bajos logros escolares Tabla 3. Muestra los Estilos de educación familiar y comportamiento infantil 34 Capítulo 2 Estilo con autoridad o democrático El estilo parental democrático es el más adecuado y beneficioso para el desarrollo infantil ya que es más fácil internalizar normas razonadas y justificadas que las que son presentadas de una forma arbitraria. Los resultados se mantienen a lo largo del tiempo y en la adolescencia estos niños tendrán una excelente maduración social y moral y por supuesto tendrán logros académicos importantes. Este estilo parece desarrollarde mejor forma las competencias de los niños al establecer normas realistas claras y congruentes, los niños saben lo que se espera de ellos y saben cuándo están cumpliendo con las expectativas de sus padres. Por lo tanto, cabe esperar que se desempeñen debidamente ya que conocen la satisfacción de cumplir con las responsabilidades y lograr los objetivos que persiguen. Cuando surgen dificultades el padre con autoridad enseña formas de comunicación positiva para que el niño manifieste sus puntos de vista y se negocien las alternativas de solución. (Papalia et al., 2005) 35 2.1 Padres democráticos: el mejor estilo de crianza El impacto de los padres en este estilo en cuanto a la ejecución académica se debe a que ellos conducen a los hijos y no solo los acompañan. La relación entre el éxito escolar y el estilo democrático se da gracias a los grandes niveles de participación y motivación educativa que caracteriza a estos padres. Determina a los padres como personas que delimitan reglas dentro del hogar y las transmiten a sus hijos, les hacen saber cuándo no hacen lo correcto. Este tipo de padre atiende las necesidades de sus hijos sin romper las reglas establecidas y teniendo una comunicación con ellos para conocer su punto de vista y así, juntos establecer acuerdos. (Baumrind, 1991). Papalia et al. (2005), caracterizan este estilo de la siguiente forma: estos padres presentarían un patrón controlador pero flexible, sus niveles de involucramiento, control racional y supervisión son altos. Valoran, reconocen y respetan la participación de los hijos en la toma de decisiones y promueven en ellos la responsabilidad. Valoran la individualidad, respetan su independencia, sus intereses, opiniones y la personalidad de los niños, además de exigir buen comportamiento. Son cariñosos, se mantienen firmes frente al cumplimiento de las normas, imponen castigos en un contexto de apoyo y calidez. Favorecen el diálogo en las relaciones con sus hijos haciéndoles comprender las razones y motivos de sus exigencias. 36 Maccoby y Martin (1983), establecen algunas características de los padres en este estilo que se centra en los hijos: Disponibilidad paterna a la respuesta. Exigencia paterna: control fuerte, firmeza consistente y razonada. Reciprocidad: comunicación abierta, bidireccional, frecuente. Los padres aceptan los derechos y deberes de los hijos y exigen que los hijos acepten los derechos y deberes. Implicación afectiva: mantener el calor afectivo en la relación con los hijos. Ejercicio consistente y responsable de la autoridad y el liderazgo como adultos y padres. Estos comportamientos paternos hacen que los hijos tengan un autoconcepto realista, coherente y positivo, que tengan autoestima y autoconfianza, que manifiesten una combinación equilibrada en obediencia, que tengan autonomía y que desarrollen responsabilidad y fidelidad a compromisos personales, que logren un elevado motivo de logro y una disminución en la frecuencia e intensidad de conflictos entre padres e hijos. Baumrind (1991), refiere que los padres autoritativos o democráticos intentan dirigir la actividad del niño imponiéndoles roles y conductas maduras pero utilizan el razonamiento y la negociación. Estos padres tienden a dirigir las actividades del niño de forma racional. 37 2.2 Beneficios del estilo democrático Los hijos de padres autoritativos o democráticos son los que presentan las características más adecuadas, ya que se distinguen por su competencia social, su alta autoestima, una competencia social favorable y capacidad de autocontrol, los niños presentan una mayor independencia y son capaces de satisfacer necesidades inmediatas. Los hijos criados bajo este estilo presentan un mejor ajuste, competencia y una conducta prosocial finita. Tienen confianza en sus habilidades, competencias y áreas de logro, lo que provoca su gran nivel de competencia académica, presentan un bajo nivel de problemas de conducta y pocos hacen uso de drogas y alcohol. (Muñoz, 2005). Baumrind (1991), menciona que los beneficios en este estilo parten de una aceptación de derechos y deberes propios, así como de los derechos y deberes de los niños, lo considera una reciprocidad jerárquica, es decir; cada integrante tiene derechos y responsabilidades con respecto al otro. Es un estilo que se caracteriza por la comunicación bidireccional y un énfasis compartido entre la responsabilidad social de las acciones y el derecho de la autonomía e independencia en el hijo. En general, los efectos positivos en la socialización: desarrollo de competencias sociales, índices más altos de autoestima y bienestar psicológico, un nivel inferior de conflictos entre padres e hijos, etc., estos niños suelen ser interactivos y hábiles en sus relaciones con sus iguales, independientes y cariñosos. 38 Los hijos suelen ser independientes, controlados, asertivos, exploradores y satisfechos. (Papalia et al., 2005) Se ha relacionado al estilo de crianza democrático con mejores niveles de ejecución en el área académica en edades tempranas, así como de mejores niveles de ajuste social en edades avanzadas como la adolescencia. Sin embargo los estilos de crianza no democráticos (autoritario, permisivo y negligente) se relacionan con bajos niveles de aprovechamiento escolar con altos reportes de problemas de conducta. 39 Capítulo 3 Entrenamiento conductual a padres de familia Cerezo, Trenado y Pons (2006), hacen referencia a que existe una relación entre los estilos paternos de crianza con diversas variables, como el nivel de desarrollo infantil, la aptitud escolar de los hijos o su nivel de ajuste social, entre otras. En la actualidad uno de los temas más alarmantes en materia educativa es el bajo rendimiento académico de muchos alumnos, situación que puede llevar a la deserción escolar. Flores, Morales y Landázuri (2007) mencionan que existen estadísticas nacionales referentes a los distintos niveles educativos que indican lo siguiente: de los alumnos que inicialmente comenzaron sus estudios en nivel primaria, terminaron el 86%, los de nivel secundaria el 76%, los ubicados en el medio superior el 58% y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones en Educación Superior (ANUIES) supone que únicamente el 39% de alumnos termina el nivel superior, teniendo solo un 12% de egresados con título profesional. Jiménez y Guevara (2008), señalan que los psicólogos clínicos y educativos consideran que los estilos de crianza e interacciones familiares desfavorables afectan negativamente el desempeño académico y social de niños y adolescentes. Además de que se cree que la escuela y el hogar son ambientes separados y frecuentemente ajenos entre sí por lo tanto, el bajo rendimiento escolar de los alumnos y las condiciones familiares en las que vive en relación con los estilos de crianza se manejan en muchas ocasiones como aspectos desvinculados entre sí. 40 La disciplina psicológica tiene entre muchos objetivos beneficiar estrategias para que las personas puedan elegir mejores condiciones de vida. El papel de la prevención y entrenamiento de técnicas psicológicas es imprescindible para adquirir roles adecuados de conducta dentro de la dinámica familiar para que el desarrollo psicológico del niño se favorezca y exista adecuado control de los padres para poder ejercer patrones interactivos de disciplina con sus hijos. Uno de los factores de riesgo en el desarrollo de comportamiento agresivo en edades tempranas, es la falta de habilidades de los padres para educar a sus hijos. Esta falta de habilidades se relaciona con implementar una disciplina que favorezca elcomportamiento agresivo de los niños. Patterson (1974), propuso la necesidad de implementar programas para reducir problemas de conducta agresiva de niños a partir de la modificación de estrategias disciplinarias de los padres. El enfoque teórico predominante sobre el desarrollo y mantenimiento de los problemas de conducta ha resaltado la importancia de los procesos familiares de socialización. (Patterson, 1974). Patterson hace referencia a la naturaleza coercitiva o controladora de los tipos de problema de conducta y desarrolló la hipótesis de la coerción para poder explicar su desarrollo y mantenimiento. Según él, existen conductas aversivas rudimentarias. Estas conductas podrían moldear rápidamente a la madre en las habilidades necesarias para la supervivencia del niño. Conforme los niños van creciendo sustituyen las conductas coercitivas rudimentarias por habilidades sociales y verbales más apropiadas, sin embargo este autor considera que ciertas condiciones podrían aumentar la probabilidad de que algunos niños siguieran empleando estrategias de control aversivas. Por ejemplo pudiera ser que los padres fracasaran en modelar o reforzar habilidades prosociales y pudieran seguir respondiendo a la conducta coercitiva del niño. 41 El entrenamiento a padres es un enfoque terapéutico que consiste en capacitar a padres o cuidadores de niños sobre técnicas y estrategias que les permita entender y tratar directamente los problemas de comportamiento de sus hijos. El entrenamiento a padres nació a principios de la década de 1970, se empezaron a relacionar las interacciones entre los miembros de las familias de los niños con problemas de conducta. Se encontró que los niños tienden a mostrar formas de comportamiento coercitivo y pasivo agresivo, debido a que sus propios padres y otros miembros de la familia modelan y refuerzan estas conductas. Por ello, la mejor manera de tratar esos problemas de comportamiento infantil era que los padres identificaran de qué manera modelan y refuerzan tales conductas, con el fin de que implementaran estrategias que debilitaran ese tipo de conductas. El entrenamiento de padres (EP) se puede definir como un enfoque para el tratamiento de los problemas de la conducta infantil que utiliza: […] procedimientos por medio de los cuales se entrena a los padres a modificar la conducta de sus hijos en casa. Los padres se reúnen con un terapeuta o entrenador que les enseña a usar una serie de procedimientos específicos para modificar su interacción con sus hijos, para fomentar la conducta prosocial y disminuir la conducta desviada. (Kazdin, 1973, p. 160). Para Caballo (1991), el entrenar a padres a ser terapeutas de conducta para sus hijos ha tenido mucha importancia en los últimos años. El entrenamiento para padres se ha llevado a cabo en una amplia variedad de problemas infantiles, por ejemplo: en enuresis, obesidad, adherencia a prescripciones médicas y como una primera intervención para padres que corren el riesgo de descuidar y maltratar a sus hijos, también se ha utilizado con niños con problemas mentales y/o autistas y sus familias. Sin embargo ha tenido mucho auge en el tratamiento de 42 niños que muestran problemas de conducta como la agresión, las pataletas y la desobediencia excesiva. Iruarrizaga, Díaz, Prado, Romero y Rodrigo (2001), mencionan que la escuela para padres y madres consiste en un programa de entrenamiento en técnicas de modificación de conducta infantil, utilizando estrategias por medio de las cuales se entrena a los padres a modificar la conducta de sus hijos. Se persigue, principalmente, modificar la interacción padres-hijos con la finalidad de avivar la conducta socialmente exitosa y adaptada. Según estos autores el principal objetivo consiste en informar y dotar a los padres de estrategias específicas y efectivas para afrontar las dificultades más comunes que surgen en la tarea de ser padres. El entrenamiento en padres se basa en el criterio general de que gran parte de las conductas infanto-juveniles se desarrollan y favorecen inadvertidamente en el hogar, mediante interacciones des-adaptativas entre padre/madre-hijo. Los objetivos del programa de técnicas entrenamiento a padres se basan en programas de técnicas de modificación de conducta de orientación cognitivo conductual que pretende informar y dotar a los padres de estrategias y habilidades específicas para facilitar la tarea de ser padres y poder afrontar con éxito las dificultades que aparecen durante el proceso educativo. A lo largo del programa se aplican diversas fases en las que se van introduciendo de una forma estructurada técnicas de intervención cognitivo-conductual como son: técnicas para incrementar y reducir conductas, entrenamiento en relajación muscular progresiva para niños y adultos, entrenamiento en habilidades sociales, en técnicas de solución de problemas y de incremento de la autoestima y autonomía. (Iruarrizaga et. al., 2001) 43 Kazdin (1973), menciona que el tratamiento se lleva a cabo principalmente con los padres y existe un mínimo contacto con los hijos. El contenido de estos programas incluye, instrucción en los principios del aprendizaje social que subyacen a las técnicas que emplean los padres, entrenamiento en la definición, vigilancia y seguimiento de la conducta del niño, procedimientos de refuerzo positivo, que incluyan la alabanza entre otras maneras positivas por parte de los padres y sistemas de puntos de fichas. Se pretende tanto a corto como a mediano plazo aprender a concretar y definir las conductas, a modificar, intervenir para incrementar las conductas prosociales y disminuir las conductas problemáticas de sus hijos. Aprender técnicas específicas de manejo conductual, información sobre el uso contingente del refuerzo, la aplicación del programa de fichas, procedimientos de extinción y de castigo leve como el ignorar, el coste respuesta y el tiempo fuera y por supuesto el entrenamiento en dar órdenes e instrucciones claras, sustituir los estilos coercitivos de interacción padres-hijos por medio del desarrollo y mantenimiento de patrones de interacción más positivos y fomentar la autoestima en sus hijos. Rey (2006), hace referencia a que los programas de entrenamiento a padres debe basarse en los siguientes aspectos: objetivo orientación psicoeductiva énfasis ecológico duración enfoque preventivo 44 A continuación se desglosa brevemente cada aspecto mencionado: OBJETIVO: Busca principalmente que los padres o responsables legales del niño manejen problemas de comportamiento que éste presenta. Se pretende que con el entrenamiento, los padres aprendan los principios que reinan el compartimento y el aprendizaje, para que con ellos comprendan mejor la conducta de su hijo y puedan hacer uso de las estrategias y técnicas más convenientes para manejar adecuadamente los problemas de conducta de sus hijos. Los principios que se enseñan son los referentes al aprendizaje social y las técnicas y estrategias que se trabajan son las desarrolladas dentro del enfoque de modificación de la conducta como pueden ser el reforzamiento positivo, el coste de respuesta, la economía de fichas, el contrato conductual, entre otros. De esta forma, el entrenamiento de padres utiliza medios terapéuticos que poseen un alto respaldo empírico. ORIENTACION PSICO-EDUCATIVA: Este tipo de orientación ayuda a los usuarios a comprender el origen de los problemas de comportamiento de sus hijos, brinda conocimientos y habilidades requeridas tanto a lo referente a la crianza de los hijos como a otros aspectos relacionados con la crianza, los pasos que se llevan a cabo en este aspecto son: instrucción didáctica de la habilidad, modelamiento de la misma, juegos de rolespara trabajar la habilidad, retroalimentación y asignación de ejercicio para realizarlos en el hogar. ÉNFASIS ECOLÓGICO: Las madres y padres aprenden las bases, técnicas y estrategias y los aplican en el hogar, de manera que pueden actuar directamente en el entorno donde regularmente aparecen los problemas. De esta forma, la efectividad es más favorable en relación con la psicoterapia infantil tradicional ya que los costos de tratamiento disminuyen ampliamente y las madres y los padres se favorecen en su labor debido a que adquieren los conocimientos y herramientas necesarias para confrontar las dificultades que presentan sus hijos. 45 DURACIÓN: Los programas de entrenamiento para padres dependen de los componentes que se han incorporado y de la población a la que va dirigido dicho entrenamiento. Normalmente se desarrollan por medio de sesiones semanales de dos horas en promedio a lo largo de uno o dos meses. Es importante mencionar que aunque este tipo de entrenamiento generalmente se lleva a cabo en grupo también se dan casos en donde solo se entrena a una madre, un padre o una pareja de padres de forma individual. ENFOQUE PREVENTIVO: Se puede utilizar como una forma de prevención secundaria de problemas de comportamiento infantil, si se lleva a cabo este entrenamiento con padres de niños pequeños que presentan déficit en prácticas de crianza adecuadas y que se encuentran en alto riesgo de maltrato infantil, este entrenamiento previene los problemas de conducta infantil y la conducta antisocial en la adolescencia. El entrenamiento a padres es efectivo y puede ser muy favorable y beneficioso tanto para los padres como los hijos. No solo es efectivo con dificultades de conducta infantil, sino que además puede prevenir la aparición de conductas problemáticas más graves y severas, además aunado a lo anterior tiene efectos positivos en la calidad de vida de los padres y sus hijos y tiene resultados positivos ya que muestra ser adecuado en niños desobedientes y desafiantes con la autoridad. Los padres, al ser entrenados, adquieren habilidades para manejar adecuadamente el comportamiento de sus hijos, aprendiendo y obteniendo actitudes positivas en relación con la crianza de sus hijos. (Rey, 2006). 46 Por su parte Barkley (1997), refiere que los programas de entrenamiento para padres son más efectivos en la reducción de las conductas problema de los niños, comparado con otros programas en los que no participan los padres. Los niños tratados sin que sus padres reciban intervención muestran un cambio en escenarios clínicos, sin embargo, una vez que el niño regresa a su ambiente familiar se encuentra bajo el control de estímulos que propician la ocurrencia del comportamiento agresivo. Pedroza (2006), desarrolló un programa de entrenamiento conductual para padres de niños clasificados como agresivos, cuyo propósito fue modificar las prácticas de los padres que mantienen el comportamiento agresivo de sus hijos. El programa incluyó la identificación y el análisis funcional del comportamiento agresivo, el reforzamiento del comportamiento pro- social, el empleo del castigo y extinción del comportamiento agresivo, la interacción social positiva y la supervisión de las actividades del niño. Pedroza encontró que la conducta agresiva de niños y padres disminuyó en un 75%. 47 Capítulo 4 Técnicas cognitivo conductuales eficaces para implantar el estilo democrático La profesión de psicólogo en los países desarrollados se ha asentado y consolidado debido a que ha demostrado su importancia para mejorar la vida de las personas. Esto se fundamenta en gran parte en su capacidad para modificar la vida de los individuos, en sus procedimientos y estrategias de intervención. Sin duda, una parte fundamental y determinante en este cambio es debido a los conocimientos de la psicología tanto teóricos como de investigación. Pero lo que ha dado un resultado determinante ha sido el desarrollo de procedimientos y técnicas de intervención llamadas técnicas de modificación de conducta (TMC) con las cuales se puede intervenir de una forma eficaz, el acervo es extenso y la mayoría de ellas ha demostrado empíricamente su eficacia para producir cambios esperados en el comportamiento de las personas. (Labrador, 2014). El propósito de las técnicas conductuales es lograr la modificación de conducta y definir los problemas en términos de comportamiento que pueden estimarse objetivamente, y en tomar los cambios en las evaluaciones del comportamiento como el mejor indicador del grado de solución del problema. Además de esto, modificar la conducta sugiere procedimientos y técnicas en las cuales los mecanismos alteran el entorno de un individuo y de esta forma ayudar a que se tenga un mejor funcionamiento. Para que esto se logre, se necesita también que los métodos y fundamentos utilizados puedan ser descritos con precisión. Esto permite que los profesionales puedan leer descripciones de los procedimientos empleados por sus colegas y replicarlos para conseguir esencialmente los mismos resultados. Con esto se facilita 48 la enseñanza de las técnicas de intervención más que en el caso de otras terapias psicológicas. Como consecuencia se logra que las personas puedan aplicar las técnicas de modificación de conducta en su vida cotidiana. (Martin & Pear, 2008) Es importante mencionar que la modificación de conducta subraya la importancia de demostrar científicamente que una intervención particular es responsable de un cambio en la conducta y valorar la responsabilidad de todos los participantes que intervienen en los programas: cliente, plantilla, administradores, asesores, etc. (Martin & Pear, 2008) 4.1 Técnicas de relajación La relajación es la técnica que más se utiliza en las intervenciones psicológicas, es un componente primordial en algunos procedimientos, además de que cuenta con una aplicabilidad diversa. Su objetivo es reducir el estado de activación fisiológica, ayudando a la recuperación del equilibrio mental, la calma y la sensación de paz interior. Sus efectos, no pertenecen solamente a la dimensión fisiológica sino que también se relaciona con procesos emocionales, cognitivos y conductuales. (Ruiz, Díaz, & Villalobos, 2012). El entrenamiento en relajación es un proceso de aprendizaje gradual en reducción de la activación para el afrontamiento correcto y eficaz de diversas situaciones. La relajación produce reconocidos beneficios sobre la salud y el equilibrio mental. (Jacobs, 2001). 49 Según Ruiz et al. (2012), algunos de los cambios fisiológicos descritos en los estados de relajación son los siguientes: Regulación del gasto cardiaco (sangre total circulante por minuto) Incremento de la circulación sanguínea cerebral Disminución de la intensidad y frecuencia del hábito cardiaco Disminución de la presión arterial Relajación muscular Disminución del metabolismo basal Cambios respiratorios: disminución frecuencia, aumento en profundidad y regulación del ritmo respiratorio Disminución de la secreción adrenalina- noradrenalina Disminución de los índices de colesterol y ácidos grasos en plasma De esta forma una persona en estado de relajación experimenta: o Reducción del nivel de ansiedad o Sensación de paz y equilibrio mental o Respiración tranquila, profunda y rítmica o Relajación muscular o Mejoría de la percepción del esquema corporal o Latido cardiaco rítmico y suave 50 4.1.1 Entrenamiento en relajación progresiva La Relajación progresiva es un método de carácter fisiológico, está orientado hacia el reposo, siendo especialmente útil en los trastornos en los que es necesario un reposo muscular intenso.
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