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DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES 
 
ESTUDIO COMPARATIVO DE LA PREVALENCIA DEL TRASTORNO 
NEGATIVISTA DESAFIANTE EN LA EDAD PREESCOLAR EN ESCUELAS 
PÚBLICAS EN TRES POBLACIONES (MICHOACÁN, MORELOS, D.F.) 
 
 
 
T E S I S 
 
PARA OBTENER EL TITULO DE 
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA 
 
P R E S E N T A 
 
SILVIA YADIRA GARCIA BRAVO 
JULIO CESAR ESTRELLA DANIEL 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: DRA. MARIANA GUTIERREZ LARA 
REVISORA DE TESIS: NEUROPSICOLOGA ALMA MIREIA LOPEZ ARCE 
ASESOR ESTADISTICO: LIC. MARIA DE LOURDES MONROY TELLO 
 
 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
TESIS - HP
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Texto escrito a máquina
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El éxito no es llegar primero a la meta, ni ser mejor que los otros. Es alcanzar la 
meta a pesar de los tropiezos y fracasos de la vida; es el esfuerzo y la dedicación para 
conquistarla, de no cesar nunca en el empeño y el amor que se ha puesto al alcanzarla, de 
reconocer no solo las alegrías en el camino y sobre todo, de agradecer el apoyo de quienes 
nos han acompañado para lograrlo. 
 
 
Julio César Estrella Daniel 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
 
 
 
 
De Silvia: 
 
 
 
A Luis : mi mejor amigo, mi compañero, el mayor de mis aciertos; por tu apoyo incondicional, por 
tu resistencia y fortaleza, por tu compañía, por tu amor… Gracias. 
 
 
A Emilio y Diego: mis motorcitos, mi combustible diario y mi carrera de vida; por sembrar las 
ganas de concluir y superarme, por obligarme a ser mejor cada día… Gracias. 
 
 
A Julio: mi gran amigo de batallas, siempre has estado conmigo, y esta vez no fue la excepción, por 
ser incondicional… Gracias. 
 
 
A Lupita: por todos esos viajes realizados para apoyarme con los nietos, por haberme regalado al 
amor de mi vida… Gracias. 
 
 
A mi familia: porque gracias a su ausencia me hicieron más fuerte. 
 
 
A Yunuen: porque con su ayuda se logró llevar a cabo este trabajo… Gracias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
De Julio: 
 
 
 
A mi Madre 
Que me enseño en mis primeros pasos por la vida, que con esfuerzo y dedicación se puede 
llegar a la cima y conquistar la meta más difícil, y que hay que luchar siempre, hasta superar todos los 
obstáculos en la vida. 
 
 
A mi hermana Maribel 
Por su apoyo emocional y profesional en la elaboración de esta investigación. 
 
 
A mi amiga Silvia 
Por su paciencia y apoyo en la elaboración de este trabajo, porque con su esfuerzo, pasión y dedicación se 
concluyó la investigación. Por su apoyo y tolerancia hacia mi persona desde que nos conocimos. 
 
 
A mis hermanos y familiares 
Porque con su cariño y apoyo me motivan en todo momento a seguir adelante. 
 
 
A mis amigos y amigas 
Que han compartido mis tristezas y alegrías, apoyándome en mi camino hasta alcanzar esta meta. 
 
 
 Gracias de todo corazón. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
De Silvia y Julio: 
 
 
 
A Mariana: por aceptar y dirigir a este par de vejestorios… Gracias. 
 
A Lulú: por toda esa paciencia y dulzura que nos ayudó a llegar más allá de lo que pensamos… 
Gracias. 
 
A Alma Mireia: por los consejos valiosos para dar forma a este trabajo… Gracias. 
 
A nuestros sinodales: porque con sus comentarios se logró hacer este trabajo de calidad… Gracias. 
 
 
 
 
A todos ustedes mil gracias por ayudarnos a cerrar este ciclo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
Resumen.…………………………………………...…..…….……...…………………………..IV 
Introducción……………………..…………………...……..………….…………………………V 
 
CAPITULO 1 EPIDEMIOLOGIA Y SALUD PUBLICA ……………………………….…….…..1 
1.1 Epidemiologia…………..…………………………….….…………….………….…..........1 
1.1.1 Prevalencia e incidencia.……………………….….…………………………………….3 
1.1.2 Tipos de estudios...……………………………….….………...…………………....…...5 
1.1.3 Estudios transversales..………………………….….……………..…………..……......5 
1.1.4 Bases fundamentales de la epidemiologia…………………..……......................…..6 
1.1.5 Epidemiología social………………………………….………….…………….……...…7 
1.1.6 Epidemiologia psicosocial…………………………….………….……………..…….....8 
1.2 Salud publica…………………….…………………………….….…………...….……….10 
1.2.1 Determinantes de la salud………………………………….…........................…..….10 
1.2.2 Indicadores de salud……………………………….………………………….....….10 
1.2.3 Factores de riesgo……………………………….……….….…..……………….….11 
1.2.4 Salud mental………………….………….……….………………...................….....12 
 
CAPÍTULO 2 TEORÍAS Y MODELOS EXPLICATIVOS DEL DESARROLLO DEL 
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE ….…………………………………………..…14 
2.1 Desarrollo Normal…………………………………………...…..………….……….…...14 
2.1.1 Etapas o Continuidad en el Desarrollo.………………………….…………....……...16 
2.1.2 Periodos Críticos o Sensibles……………………….…….………….…….............…16 
2.1.3 Desarrollo Activo o Pasivo………………………………….….…….………...………17 
2.1.4 Oposicionismo normal…………………………………………….………….…….…..18 
2.2 Teorías Explicativas del Trastorno Negativista Desafiante……………………….…..19 
2.2.1 Psicoanálisis……………………………………………………….….……….………..20 
2.2.2 Psicología Conductual………………………………………….…………….….….….22 
2.2.3 Biológico – Evolutivas.…………………………………………….…………....…..….25 
2.2.3.1 Trastornos Bioquímicos Serotonina……………………………….…….………..25 
2.2.3.2 Condiciones congénitas: Síndrome fetal alcohólico……………..…….........….25 
2.2.3.3 Traumas y alteraciones del lóbulo frontal...…………………………….…...…...26 
2.2.3.4 Efectos de medicamentos-drogas………………………………………….…......26 
2.2.3.5 Efectos Nutricionales………………………………………….….…………..…….27 
2.2.3.6 Trastornos hormonales……………………………………………………...…..…27 
2.2.4 Psicología Social…..……………………………………………………………….......29 
 
CAPÍTULO 3 FACTORES DE RIESGO………………………………………………….……33 
3.1. Conductas problemáticas infantiles………………………………………...……….…36 
3.2. Bioquímico fisiológico…………………………………………………...….….…….…..39 
3.3. Estructura social………………………………………………….………..........….…....41 
3.3.1 Familia…………………………………………………….…….…………………...…41 
3.3.2 Situación económica………………………………………….……………………....48 
3.3.4 Educación…………………………………………………….…….…..…..……….…54 
3.4. Diferencias de género y orden de nacimiento………………………………..………..57 
 
 
3.4.1 Genero…………………………………………………….….…………….…………....57 
3.4.2 Orden de nacimiento…………………………………………………………….….….62 
3.5. Demografía……………………………………………….…….…….…….……….…...64 
3.6. Impacto delictivo…………………………………………………….……………………72 
3.7 Intervención……………..………………………………………………………………...78 
3.7.1. Acciones gubernamentales…………………………………………..………...……..79 
 
CAPITULO 4. METODO……………………………………………….…………….………….84 
4.1 Planteamiento del problema……………………………………………………….…….84 
4.2 Preguntas de investigación……………………………………………………………….84 
4.3 Objetivos…………………………………………………….…………….……………….84 
4.3.1 Objetivo general……………………………………………………..……….………....84 
4.3.2 Objetivos específicos……………………………………………….….…………….…84 
4.6 Hipótesis…………………………………………………….……………..………….…...85 
4.7 Tipo de estudio…………………………………………………….….…….……….…….86 
4.8 Diseño de investigación……………………………………………………..………...….86 
4.9 Variables…………………………….………………………………………..….………...87 
4.9.1 Definición conceptual………………………………………………….…………...…..874.9.2 Definición operacional……………………………………………………..……..….…88 
4.10 Muestra…………………………………………………….……………...……….…….88 
4.11 Instrumentos…………………………………………………….…………...…………..88 
4.11.1 Cuestionario/ficha de identificación……………………………………………….…88 
4.11.2 P-ChIPS…………………………………………………….……………...………..…89 
4.12 Procedimiento…………………………………………………….…………...…….…...90 
 
CAPITULO 5 RESULTADOS………………………………………………………………......91 
5.1. Perfil descriptivo de la población……………………………………….…………...….….91 
5.2. Análisis de Resultados del Trastorno Negativista Desafiante …………………………98 
 
CAPITULO 6 DISCUSION Y CONCLUSIONES…………………………….………………109 
6.1 Discusión…………………………………………………….…………..……..……..….109 
6.2 Conclusiones……………………………………………………..………….….……….122 
6.3 Limitaciones y sugerencias………………………………………….………...…….…126 
 
ANEXOS 
Anexo 1. Ficha de Identificación……………………………………………………………... 130 
Anexo 2 Entrevista ChIPS………………………………………………………………….…..131 
 
REFERENCIAS………………………………………………….……………………………....132 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
 
El objetivo de este trabajo consistió en identificar la prevalencia del Trastorno 
Negativista Desafiante (TND) en preescolares de tres poblaciones de la república 
mexicana con diferencias sociodemográficas pero con alto índice delictivo 
(Michoacán, Morelos y D.F). Se aplicó un cuestionario sociodemográfico y la 
entrevista P-ChIPS a 124 padres de familia o encargados de los niños. Los 
resultados arrojaron que el 37.09% de la muestra presentó el trastorno; mostrando 
que a mayor índice delictivo de la población también resultó elevada la prevalencia 
de casos con TND; en la población con alto índice delictivo los síntomas eran más 
severos y se presentaron desde los 4 años. Teniendo mayor prevalencia en 
primogénitos, en el género masculino, en hogares multigeneracionales cuyos 
padres son empleados o dedicados a algún oficio y con estado civil casado. 
Teniendo variaciones en cuanto a nivel de estudios y edad de los padres. Se sugiere 
que debe considerarse dentro del ámbito de la prevención, la relación entre los 
factores ambientales y la presencia de trastornos como el TND. Además también 
de denotar la importancia de la intervención temprana y oportuna a los niños con 
conductas asociadas a éste trastorno que puede evitar la evolución hacia conductas 
antisociales más graves en el adulto; que es necesario adoptar una perspectiva de 
género tanto para identificar como tratar de manera eficaz y eficiente, en niños y 
niñas. 
 
 
 
 
 
 
 IV 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
A lo largo de este trabajo se comentará sobre los diversos factores que pueden 
contribuir al desarrollo de problemas en la infancia, tales como la disfuncionalidad 
familiar, las carencias afectivas, tipos de crianza, la falta de redes de soporte social, 
la proliferación de estilos de vida nocivos, entornos no saludables y la pobreza entre 
otros; se verá que todo ello resulta en una mayor prevalencia, incidencia y magnitud 
de problemas de salud cada vez con más impacto en la esfera psicosocial, en este 
caso del Trastorno Negativista Desafiante. 
 Este es considerado como el precursor de otras patologías, presenta gran 
morbilidad y disfuncionalidad, mostrando repercusiones futuras si no es tratado de 
forma temprana (López et al.2014), de tal forma que en una proporción significativa 
de casos, el Trastorno Negativista Desafiante constituye un antecedente evolutivo 
del trastorno disocial, y con una posible progresión al trastorno antisocial de la 
personalidad en edad adulta (Vázquez et al.2010). 
Es bien sabido sobre las repercusiones que las conductas antisociales como la 
delincuencia tienen tanto en el propio individuo como en la sociedad, el estudio de 
estos temas en determinadas poblaciones con características particulares nos 
puede dar un marco de referencia más claro en el abordaje terapéutico. 
 Por lo anterior, el objetivo de este trabajo fue investigar si el impacto delictivo de 
determinadas zonas geográficas tendrá alguna influencia sobre la prevalencia del 
TND en preescolares, así también identificar algunos factores predominantes en el 
trastorno en cuanto a la composición o estructura social y características 
demográficas. 
 La conformación del presente trabajo se realizó en seis capítulos; el capítulo uno 
tratará sobre la importancia de la epidemiología como herramienta indispensable en 
la obtención de información en la investigación de la salud mental. En el capítulo 
dos se revisarán algunas teorías y modelos explicativos del desarrollo del Trastorno 
Negativista Desafiante. El capítulo tres se abordaran los considerados factores de 
riesgo en el desarrollo del trastorno, así como lo que se ha hecho en cuanto a 
 V 
 
 
intervención terapéutica y gubernamental. En el capítulo cuatro se incluyen los 
objetivos de la investigación y la descripción metodología utilizada. El capítulo cinco 
muestra los resultados obtenidos mediante el análisis de datos y por último en el 
capítulo seis se desarrolla la discusión, conclusiones, limitaciones y sugerencias en 
las que se consideran que este tipo de problemáticas sociales requieren de atención 
especial por parte de los profesionistas de la salud, mismos que deben realizar 
esfuerzos, como es el caso de este estudio, que estén encaminados al diagnóstico 
y al descubrimiento de aquellas conductas disruptivas en sus primeras 
manifestaciones para que de esta forma se pueda brindar un tratamiento oportuno, 
evitando que esas conductas, que pueden ser solo pequeñas manifestaciones en 
las etapas iniciales de la vida, pudieran evolucionar a un cuadro más complejo en 
la adolescencia y edad adulta. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 VI
1 
 
CAPITULO 1 EPIDEMIOLOGIA Y SALUD PÚBLICA 
 
Debido a que esta tesis se llevó a cabo mediante un estudio transversal en donde 
se muestra la prevalencia del Trastorno Negativista Desafiante en tres poblaciones 
se consideró pertinente desarrollar los conceptos de Epidemiología y Salud Mental. 
 
1.1 Epidemiologia 
San Martin (1975) y Bonita, Beaglehole y Kjellstróm (2008) refieren que la palabra 
"epidemiología" deriva del griego epi, "sobre", demos, "población", y logos, 
"estudio". Así la epidemiologia se define como una rama de la ciencia médica, cuya 
metodología de trabajo permite la investigación y el conocimiento de las causas 
objetivas y condiciones de cualquier problema de salud, que afecte a grupos 
humanos, así como el planteamiento de soluciones adecuadas. 
 Así pues la epidemiología como "estudio de la distribución y de los determinantes 
de los estados o fenómenos relacionados con la salud en poblaciones específicas 
y su aplicación a la prevención y control de los problemas sanitarios" (Bonita et al. 
2008) puede elaborarse como se indica a continuación: 
 
Cuadro 1 
Concepto de epidemiología 
Término Explicación 
Estudio Incluye actividades tales como la vigilancia epidemiológica, 
las observaciones, las pruebas de hipótesis, las 
investigaciones analíticas y los experimentos 
Distribución Se refiere al análisis que muestra cuándo, dónde y qué tipos 
de personas son afectadas 
Determinantes Incluye los factores que influyen en la salud, sean de tipo 
físico, químico, biológico, social, cultural, económico, genético 
o conductual 
Estados o fenómenos 
relacionados con la 
salud 
Se refiere a enfermedades, causas de muerte, conductas 
como fumar, estados positivos de salud, reacciones a 
programas de prevención y uso de servicios sanitarios 
Poblaciones específicas Poblacionescon características identificables, por ejemplo, 
quienes pertenecen a una profesión determinada 
Aplicación a la 
prevención y el control 
Son los objetivos de la salud pública: promover, proteger y 
restaurar la salud. 
Nota: Tomado Bonita, Beaglehole y Kjellstróm, (2008). 
 
2 
 
 Los primeros estudios epidemiológicos trataban de las causas (etiología) de las 
enfermedades transmisibles, tarea que sigue siendo fundamental, ya que puede 
llevar a descubrir métodos preventivos. En este sentido, la epidemiología es una 
ciencia médica básica cuyo objetivo es mejorar la salud de la población, 
especialmente de quienes están en peores condiciones (Bonita et al. 2008). 
 Los propósitos fundamentales de la epidemiología son los siguientes: 
1. Describir la magnitud y distribución de los problemas de la salud en las 
poblaciones humanas. 
2. Obtener información que pueda combinarse con la procedente de otras 
disciplinas (como la genética, bioquímica, microbiología, etc.) para identificar 
factores causales. 
3. Determinar los hechos que dan consistencias a las hipótesis desarrolladas, tanto 
en la clínica como en la práctica social, en la experiencia de terreno o en los 
experimentos de laboratorio. 
4. Ofrecer la información fundamental para la planificación, la organización, la 
dirección y el control de los servicios encargados de la prevención, el control y la 
erradicación de enfermedades, incapacidades y muerte, así como establecer 
prioridades respecto a los problemas de salud. 
 La epidemiología estudia también la evolución y el resultado final (historia 
natural) de las enfermedades en individuos y en grupos (Bonita et al. 2008). 
A menudo se utiliza para describir el estado de salud de la población o grupos 
específicos de la misma. El conocimiento de la carga de enfermedad en las distintas 
poblaciones es esencial para las autoridades sanitarias, que han de utilizar recursos 
limitados para lograr el mejor efecto posible, lo que obliga a identificar programas 
sanitarios prioritarios de prevención y de atención de salud. En algunos campos 
especializados como la epidemiología ambiental y la epidemiología ocupacional o 
laboral el objeto principal de estudio son poblaciones en las que hay alguna 
exposición ambiental específica (Bonita et al. 2008). 
 Los epidemiólogos estudian la muerte, la enfermedad, la discapacidad, los 
estados de salud más en positivo y, sobre todo, de los medios para mejorar la salud. 
Además, los epidemiólogos entienden el término "enfermedad" en un sentido muy 
3 
 
general, referido a todos los cambios desfavorables de la salud, incluyendo también 
lo relativo a lesiones, traumatismos y salud mental (Bonita et al. 2008). 
 Así pues el objeto o el foco de una investigación epidemiológica es una población 
definida geográficamente o de alguna otra manera. De ahí se parte para definir 
subgrupos con respecto a sexo, edad o características étnicas. La estructura de la 
población varía según áreas geográficas y épocas, en el análisis epidemiológico 
suelen tenerse en cuenta ese tipo de variaciones (Bonita et al. 2008). 
 
1.1.1 Prevalencia e Incidencia 
En un estudio epidemiológico hay que tener claridad en los siguientes aspectos: 
- Población expuesta al riesgo: un aspecto importante para cuantificar la frecuencia 
de enfermedad es estimar correctamente el tamaño de la población que se 
considera. Lo ideal es que este número incluya solo a las personas potencialmente 
susceptibles de padecer la enfermedad considerada (Bonita et al. 2008). 
- Medición de la frecuencia de enfermedad: para cuantificar la frecuencia de 
enfermedad se usan medidas basadas en dos conceptos fundamentales: incidencia 
y prevalencia (Bonita et al. 2008). La incidencia de una enfermedad mide la 
velocidad a la que se producen casos nuevos durante un periodo determinado en 
una población especificada, mientras que la prevalencia es la frecuencia de casos 
de enfermedad en una población y en un momento dados. Estas son formas 
esencialmente distintas de medir la frecuencia de enfermedad y la relación entre 
ellas varía de unas enfermedades a otras (Bonita et al. 2008). 
 Determinar la prevalencia o la incidencia implica básicamente hacer un recuento 
de casos en una población determinada expuesta al riesgo. El número de casos por 
sí solos, sin referencia a la población expuesta al riesgo, puede dar a veces una 
idea de la magnitud general de un problema sanitario, o de las tendencias a corto 
plazo en una población, por ejemplo durante una epidemia (Bonita et al. 2008). A 
veces es más conveniente usar la "tasa de prevalencia de periodo", que es el total 
de personas que se sabe tuvieron la enfermedad o el atributo en cuestión durante 
un periodo determinado, dividido por la población a riesgo de tener la enfermedad 
4 
 
o el atributo que fuere en el punto medio del periodo que se considera (Bonita et al. 
2008). 
 Bonita et al. (2008) señalan que varios factores influyen en la prevalencia: 
• La gravedad de la enfermedad (porque la prevalencia disminuye si mueren pronto 
muchos de los que contraen la enfermedad). 
• La duración de la enfermedad (porque cuando una enfermedad dura poco, su tasa 
de prevalencia será menor que si persiste durante más tiempo). 
• El número de casos nuevos (si son muchos quienes desarrollan la enfermedad, su 
tasa de prevalencia será mayor que si son pocas las personas que la contraen). 
Como la prevalencia depende de muchos factores no relacionados con el proceso 
de causas de la enfermedad, los estudios de prevalencia de enfermedad no suelen 
proporcionar pruebas claras de causalidad. 
 Sin embargo, las estadísticas de prevalencia son útiles para valorar la necesidad 
de medidas preventivas y planificar la atención sanitaria y los servicios de salud. La 
prevalencia es útil para medir la frecuencia de cuadros clínicos en los que el 
comienzo de la enfermedad puede ser gradual. 
 Las diferencias entre estas dos formas de medición se establecen en el siguiente 
cuadro: 
 
Cuadro 2 
 Diferencias entre Incidencia y Prevalencia 
 Incidencia Prevalencia 
Numerador 
Número de casos nuevos de 
enfermedad durante un periodo de 
tiempo especificado 
Número de casos existentes de 
enfermedad en un momento 
determinado 
Denominador Población expuesta al riesgo Población expuesta al riesgo 
Énfasis 
Que el evento sea un caso nuevo El 
momento en que comienza la 
enfermedad 
Presencia o ausencia de 
enfermedad. 
El periodo de tiempo es arbitrario. 
Usos 
Expresa el riesgo de pasar del 
estado sano al estado de 
enfermedad 
La principal medida de frecuencia 
de enfermedades o procesos 
agudos, pero se usa también para 
enfermedades crónicas. 
Estima la probabilidad de 
enfermedad en la población en el 
periodo de tiempo que se estudia 
Útil para el estudio de la carga de 
enfermedad en procesos crónicos 
y sus implicaciones para los 
servicios de salud. 
Nota: Tomado Bonita, Beaglehole y Kjellstróm (2008). 
 
5 
 
1.1.2 Tipos de estudios 
 La elección del tipo de estudio apropiado es un aspecto crucial de toda 
investigación epidemiológica, cada tipo de estudio tiene ventajas y desventajas. 
En el cuadro siguiente se muestran los diferentes tipos de estudio: 
 
Cuadro 3 
 Tipos de estudios en Epidemiología 
Tipo de estudio Sinónimos Unidad de estudio 
Estudios observacionales 
Estudios descriptivos 
Estudios analíticos 
Ecológicos 
Transversales 
De casos y controles 
De cohorte 
 
 
 
De correlación 
De prevalencia 
De casos y testigos 
De seguimiento 
 
 
 
Poblaciones 
Individuos 
Individuos 
Individuos 
Estudios experimentales 
Ensayos aleatorizados 
controlados 
Ensayos de campo 
Ensayos comunitarios 
Estudios de intervención 
Ensayos clínicos 
 
Personas sanas 
Ensayos de intervención en 
comunidades 
Pacientes 
 
 
 
Comunidades 
Nota: Tomado Bonita, Beaglehole y Kjellstróm (2008). 
 
 Esta tesis es unestudio Transversal en el que se observó la prevalencia de un 
trastorno en una población determinada por lo que solo nos limitaremos a desarrollar 
lo que nos compete. 
 
1.1.3 Estudios transversales 
Este tipo de estudios producen información de un momento dado de una población, 
se puede decir como “tomar una foto” en el que se agrega la información individual 
de cada uno de los miembros de una población para la elaboración de indicadores 
sobre la misma. Este tipo de estudios son útiles para la realización de diagnósticos 
del estado de salud-enfermedad de una (Bonita et al. 2008). 
 Los estudios transversales miden la prevalencia de una enfermedad y a menudo 
se denominan estudios de prevalencia. En un estudio transversal la exposición y el 
efecto que se miden corresponden al mismo periodo temporal. No resulta fácil decir 
a qué causas pueden deberse las asociaciones demostradas en estos estudios. La 
cuestión clave es si la exposición precede o sigue al efecto. Si se sabe que los 
6 
 
dichos datos representan una exposición anterior a la aparición de cualquier efecto, 
el análisis de los datos puede ser similar al de un estudio de cohorte (Bonita et al. 
2008). 
 Llevar a cabo un estudio transversal es relativamente fácil, los costos no suelen 
ser altos y puede ser útil para investigar exposiciones que constituyen 
características fijas de los individuos, como el grupo étnico o el grupo sanguíneo. 
En los brotes repentinos de una enfermedad, un estudio transversal en el que se 
miden diferentes variables constituye a menudo el primer paso para investigar la 
causa (Bonita et al. 2008). 
 Los datos de estudios trasversales son útiles para evaluar las necesidades de 
atención de salud de las poblaciones. Datos de encuestas trasversales repetidas 
usando muestras aleatorias con definiciones estandarizadas pueden proporcionar 
información sobre tendencias (Bonita et al. 2008). 
 Cada encuesta debe tener un propósito bien definido. Una encuesta válida 
requiere un cuestionario bien diseñado, una muestra adecuada de tamaño 
suficiente y una buena tasa de respuesta (Bonita et al. 2008). 
 
1.1.4 Bases fundamentales de la epidemiologia 
Es necesario mencionar que en el estudio epidemiológico se plantean diversos 
conceptos de gran importancia por su relación causal con la enfermedad: 
- Concepto ecológico: se entiende como la acción recíproca del hombre y su 
ambiente externo, en el que ambos se consideran elementos en continua, 
interrumpida y permanente interrelación e interacción (relación dialéctica). El 
concepto ecológico incluye el conjunto dinámico de interacciones de todos los 
factores ambientales entre sí; por otra parte, la de estos últimos con los grupos 
humanos. En otras palabras, concepto ecológico significa la participación de los 
diversos componentes del medio ambiente (físico, biológico y social), en cuanto a 
origen, mantenimiento, frecuencia, distribución y desaparición de la enfermedad y 
de la salud (Bonita et al. 2008). 
- Concepto a multifactorial causal o causalidad múltiple: las categorías causa-efecto 
se demuestran en la epidemiología, pues todos los fenómenos están condicionados 
7 
 
casualmente y la de una enfermedad (efecto) siempre responde a determinadas 
causas (Bonita et al. 2008). La enfermedad concebida a la luz de los conocimientos 
más modernos, resulta de un proceso y complejo e intrincado, que se produce entre 
el hombre y los elementos del ambiente, en el que actúan unos como causa 
determinante y otros como condiciones. Lo que ahora y aquí opera como causa, 
mañana y allá puede resultar efecto y viceversa. Una misma causa puede generar 
diferentes efectos, según las condiciones en que se den los procesos y a la vez, un 
mismo efecto puede ser producido por múltiples causas. En estos postulados se 
basa la noción de la multifactorialidad causal (Bonita et al. 2008). 
 Aunado a lo anterior, el estudio de las condiciones sociales y de cómo éstas 
influyen y determinan la situación sanitaria de las poblaciones ha sido un tema de 
interés y relevancia para la salud pública en general. En años recientes ha nacido 
un vínculo más fuerte entre la epidemiología y las ciencias sociales, estimulado por 
la necesidad de reconocer y documentar el amplio espectro de los determinantes 
de la salud, desde el nivel micro en que operan los factores biológicos individuales 
hasta los niveles macro que expresan las condiciones sociales en que viven las 
poblaciones, dando nacimiento a la llamada “epidemiología social” (Organización 
Panamericana de la Salud, 2002). 
 
1.1.5 Epidemiología social 
La Epidemiología social enfatiza el papel de los determinantes sociales en la salud 
de las poblaciones. Krieger (2002) hace referencia a expresiones biológicas de la 
inequidad social e indica que son la “manera como las personas literalmente 
encarnan y expresan biológicamente las experiencias de las desigualdades 
económicas y sociales, desde el período intrauterino hasta la muerte, con lo que se 
producen desigualdades sociales relacionadas con la salud que se reflejan en una 
amplia variedad de resultados”. 
 Como ejemplos se pueden mencionar las expresiones biológicas de la pobreza 
y de diversos tipos de discriminación, como los sustentados en la raza/ etnia, el 
género, la sexualidad, la clase social, la discapacidad o la edad. Que estas 
expresiones biológicas de la desigualdad social se interpretan como la expresión de 
8 
 
características innatas o impuestas, individuales o sociales, depende en parte de 
las mismas desigualdades sociales que modelan la salud de la población. El 
concepto de "expresión biológica de la desigualdad social" contrasta así con las 
formulaciones deterministas biológicas que tratan de explicar las desigualdades 
sociales en el campo de la salud mediante procesos y rasgos biológicos utilizados 
tautológicamente para definir la pertenencia a los grupos subordinados o 
dominantes, por ejemplo, el color de la piel o el sexo biológico (Krieger 2001; Krieger 
2000). 
 Para Krieger (2000), “en vez de limitarse a agregar “factores biológicos” a los 
análisis “sociales” o “factores sociales” a los análisis “biológicos”, el marco ecosocial 
empieza por formular un enfoque integrado más sistemático capaz de generar 
nuevas hipótesis; es decir, no basta simplemente con reinterpretar los factores 
identificados mediante un solo criterio (por ejemplo, el biológico) en función del otro 
(por ejemplo, el social)”. 
 De esta forma la "epidemiología social" se distingue por su empeño en investigar 
explícitamente los determinantes sociales de las distribuciones de la salud, la 
enfermedad y el bienestar en las poblaciones, en vez de tratarlos como un simple 
trasfondo de los fenómenos biomédicos (Krieger, 2000). 
 La preocupación principal de la epidemiología social es el estudio de cómo la 
sociedad y las diferentes formas de organización social influencian la salud y el 
bienestar de los individuos y las poblaciones. En particular, estudia la frecuencia, la 
distribución y los determinantes sociales de los estados de salud en la población. 
De esta forma, va más allá del análisis de factores de riesgo individuales e incluye 
el estudio del contexto en el cual se produce el fenómeno salud-enfermedad, así 
también se desprende el termino Epidemiología psicosocial (Organización 
Panamericana de la Salud, 2002). 
 
1.1.6 Epidemiología psicosocial 
Un marco psicosocial dirige la atención hacia las respuestas conductuales y 
biológicas endógenas a las interacciones humanas. Lo que interesa es “la 
posibilidad de dañar la salud que entraña el estrés psicológico”, que es “generado 
9 
 
por circunstancias desesperadas, tareas insuperables o la falta de apoyo social”. 
Por lo general, se conceptualiza en relación con los individuos y la hipótesis central 
en que se apoya es que los factores estresantessociales crónicos y agudos: a) 
alteran la susceptibilidad del huésped o se vuelven directamente patógenos al 
afectar a la función neuroendocrina, y/o b) provocan comportamientos nocivos para 
la salud (especialmente relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, la 
alimentación y las relaciones sexuales). El “capital social” y la “cohesión” social se 
proponen (y son puestos en tela de juicio) a su vez como bienes psicosociales a 
nivel de la población que pueden mejorar la salud de esta al influir en las normas y 
fortalecer los vínculos de la “sociedad civil”, con la salvedad de que la pertenencia 
a ciertas formaciones sociales tiene la posibilidad de dañar a los miembros del grupo 
(por ej., cuando las normas del grupo alientan los comportamientos arriesgados) o 
a otros (por ej., el daño que los grupos que apoyan la discriminación le infligen a los 
grupos discriminados) (Organización Panamericana de la Salud, 2002). 
 Además también se incluye la epidemiología psiquiátrica, en cuanto a 
información sobre los diversos trastornos mentales: sus tasas de prevalencia e 
incidencia, su distribución por sexo y edad, y otras variables sociodemográficas; así 
como información sobre factores de riesgo y trastornos asociados en población 
general o asistida. De esta forma, los estudios de epidemiología psiquiátrica 
determinan no sólo cuántos sujetos sufren de trastornos mentales, sino que pueden 
aportar información sobre los factores que favorecen su presentación (de riesgo), 
los causan (etiológicos), o se les oponen (protectores). Para ello, actualmente se 
aplican metodologías avanzadas para recabar, analizar e interpretar los datos 
recolectados. El uso de paquetes estadísticos computarizados permite un manejo 
más ágil y detallado de los mismos que, finalmente, traducidos en información 
válida, deben servir para el diseño de los respectivos programas de intervención 
(Perales, 998). 
 Los problemas básicos a los que se dedica esta epidemiología son comunes a 
cualquier otra epidemiología, a saber: la determinación de la frecuencia del 
padecimiento (¿cuántos?), su distribución (¿en dónde?), los grupos más afectados 
(¿quiénes?), los procesos que determinan el padecimiento (¿cómo?) y las acciones 
10 
 
de intervención y prevención (¿qué hacer?). Finalmente, la epidemiología de los 
trastornos mentales se ha caracterizado también por su interés en una serie de 
procesos que no parecen constituir síndromes propiamente dichos, pero que a todas 
luces son de interés sanitario. El ejemplo más claro de esto es el problema de la 
violencia (Borges, Medina y López, 2004). 
Los trastornos mentales son parte del panorama epidemiológico de México y 
seguirán en el escenario nacional por las próximas décadas, incrementando incluso 
su presencia como causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el país. Por lo 
tanto, el manejo epidemiológico de estos problemas se hace urgente en las políticas 
públicas en materia de Salud (Borges et tal. 2004). 
 
1.2 Salud Pública 
El concepto de salud se circunscribe dentro de un triángulo, siendo sus extremos 
las dimensiones físicas, mentales y sociales (Figueroa, 2016; Bonita, et al. 2008). 
 
1.2.1 Determinantes de la salud 
Suelen definirse como aquellos factores subyacentes de orden social, económico, 
cultural o ambiental que contribuyen a la salud o la enfermedad. La mayor parte de 
estos están fuera del ámbito del sector sanitario. El proceso por el que se determina 
si las asociaciones son probablemente causales de una enfermedad es la llamada 
“inferencia causal”, que implica usar ciertos criterios y hacer juicios. El proceso de 
juzgar si existe o no una relación causal es a menudo difícil y problemático. Bonita 
(2008), cita a algunos autores que opinan que la inferencia causal debe restringirse 
a la medición de un efecto y no debe ser un proceso guiado por criterios para decidir 
si un efecto está presente o no. Antes de considerar si una asociación se presenta 
de esta manera, hay que excluir otras explicaciones como la asociación meramente 
casual, la presencia de sesgo y los fenómenos de confusión. 
 
1.2.2 Indicadores de salud 
Un indicador de salud es una variable que puede medirse directamente y que refleja 
el estado de salud de la gente de una comunidad. La Organización Mundial de la 
Salud reporta cada año información reciente sobre unos 50 indicadores de salud. 
11 
 
Estos indicadores pueden usarse como componentes para calcular un índice de 
desarrollo social más general. El mejor ejemplo es el índice de desarrollo humano, 
que jerarquiza los países cada año según una combinación de nivel de desarrollo 
económico, nivel de alfabetización, educación y esperanza de vida (Bonita et al. 
2008). 
 
1.2.3 Factores de riesgo 
Un factor de riesgo es algún hábito personal o una exposición ambiental que se 
asocia con el aumento de la probabilidad de que se produzca una enfermedad. 
Como los factores de riesgo pueden modificarse, las intervenciones para cambiarlos 
en una dirección favorable pueden reducir la probabilidad de aparición de la 
enfermedad. El impacto de estas intervenciones puede evaluarse mediante 
mediciones repetidas en las que se usen los mismos métodos y definiciones (Bonita 
et al. 2008). 
 Así, la Salud Pública es la práctica social integrada que tiene como sujeto y 
objeto de estudio la salud de las poblaciones humanas y se le considera como la 
ciencia encargada de prevenir la enfermedad, la discapacidad, prolongar la vida, 
fomentar la salud física y mental, mediante los esfuerzos organizados de la 
comunidad, para el saneamiento del ambiente y desarrollo de la maquinaria social, 
es decir, afrontar los problemas de salud y mantener un nivel de vida adecuado. Las 
funciones esenciales de salud pública describen las competencias y acciones 
necesarias por parte de los sistemas de salud para alcanzar el mejorar la salud de 
las poblaciones (Figueroa, 2016). 
 De esta manera las actividades de la salud pública son: 
 Protección de la Salud.- Son actividades dirigidas al control sanitario del ambiente 
externo en su sentido más amplio, tales como control de la contaminación del suelo, 
agua, aire y de los alimentos. Además, incluye la seguridad en el trabajo y en el 
transporte. 
 Promoción de la Salud.- Son actividades que intentan fomentar la salud de los 
individuos y colectividades, promoviendo la adopción de estilos de vida saludables, 
mediante intervenciones de educación sanitaria en los medios de comunicación de 
12 
 
masas, en las escuelas y en atención primaria. Así para toda la comunidad que no 
tienen los recursos necesarios para la salud. La educación sanitaria debe ser 
complementada con los cambios necesarios en el ambiente externo y en las 
condiciones sociales y económicas. 
 Prevención de la Enfermedad.- Se basa en intervenciones de prevención primaria, 
prevención secundaria o detección precoz de enfermedades y de prevención 
terciaria o de contención y rehabilitación de la secuela dejada por el o los daños de 
las funciones físicas, psíquicas o sociales. 
 Restauración de la Salud.- Consiste en todas las actividades que se realizan para 
recuperar la salud en caso de su pérdida, que son responsabilidad de los servicios 
de asistencia sanitaria que despliegan sus actividades en 2 niveles: atención 
primaria y atención hospitalaria (Figueroa, 2016). 
 La salud constituye un derecho y una necesidad de todos los seres humanos y 
representa un bien estratégico para el desarrollo de un país. Por esto, se requiere 
de programas que reconozcan el esfuerzo de los trabajadores del Sector Salud y 
los logros y avances del Sistema de Salud, que identifique las nuevas y cada vez 
más complejas necesidades de la población y aproveche las oportunidades para 
ampliar su cobertura, calidad y eficiencia. La transición demográfica y 
epidemiológica que presenta México mereceespecial atención. Los cambios en la 
conformación de la pirámide poblacional, explica en gran medida la elevada 
presencia de las enfermedades crónicas no transmisibles y la Salud Mental no está 
exenta de esta circunstancia (Secretaría de Salud, 2012). 
 
1.2.4 Salud mental 
La Salud Mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores: 
sociales, ambientales, biológicos y psicológicos e incluye padecimientos como la 
depresión, ansiedad, epilepsia, demencias, esquizofrenia y los trastornos del 
desarrollo en la infancia, algunos de los cuales se han agravado en los últimos 
tiempos. En este sentido, lograr que la población conserve la salud mental además 
de la salud física, depende en gran parte de la realización exitosa de acciones de 
Salud Pública para prevenir, tratar y rehabilitar (Secretaría de Salud, 2012). 
13 
 
 La Salud Mental de los habitantes de un país no es ajena su salud general. 
Ambas dependen de condiciones de la sociedad tales como: la estabilidad 
económica, educación, calidad de la convivencia social y la integración familiar, 
también determinantes específicos como el empleo, la habitación, nutrición, entre 
otros. Si bien es cierto que se conoce solamente en forma fragmentaria las causas 
de algunos de los desórdenes mentales más comunes, es un hecho establecido que 
la ruptura severa de la relación del hombre con su medio físico, socioeconómico y 
cultural genera tensiones que las personas vulnerables no pueden tolerar 
(Secretaría de Salud, 2012). 
 Como la Salud en General, la Salud Mental, se superpone en la trama de la vida 
de las poblaciones, depende de su cultura y sus condiciones socioeconómicas, la 
pobreza y lo que ésta lleva consigo: insalubridad, desnutrición, ignorancia, 
desorganización familiar y marginación social, inciden negativamente en la Salud 
Mental e imprimen su propia huella en los problemas universales y generan otros 
que son propios de la sociedad (Secretaría de Salud, 2012). 
 En efecto, los problemas de la Salud Mental afectan a la sociedad en su totalidad 
y no sólo a un segmento limitado o aislado de la misma por lo tanto, constituyen un 
desafío importante para su desarrollo. Desafortunadamente en la mayor parte del 
mundo, no se le otorga a la Salud Mental y a los Trastornos Mentales la misma 
importancia que a la física, en rigor han sido más bien objeto de ignorancia o 
desatención (Secretaría de Salud, 2012). 
 La promoción de la Salud Mental requiere que se adopten medidas 
multisectoriales en las que participen diversos órganos del gobierno y 
organizaciones no gubernamentales o comunitarias. El principal fin es promover la 
Salud Mental durante todo el ciclo vital, para garantizar a los niños un comienzo 
saludable en la vida y evitar trastornos mentales en la edad adulta y la vejez. 
 De allí la importancia de este tipo de trabajos cuyo objetivo es concientizar en la 
necesidad de una detección e intervención temprana. 
 
 
14 
 
CAPÍTULO 2 TEORÍAS Y MODELOS EXPLICATIVOS DEL DESARROLLO DEL 
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE 
 
2.1 Desarrollo Normal 
Los niños han sido tema de interés del estudio científico durante más de 100 años, 
y su exploración sigue en continua evolución. Durante este tiempo, se han realizado 
diversos estudios que han dado origen a diferentes teorías para explicar el 
desarrollo del niño (Papalia, 2009; Craig y Baucum, 2009). 
 Comienza con la concepción y se prolonga durante toda la vida. De manera 
arbitraria, se ha dividido en diferentes etapas, descritas en la cuadro cuatro en el 
que solo se mencionan las etapas de desarrollo a tratar en el presente estudio (Craig et 
al. 2009). 
 
Cuadro 4 
 Etapas de la Vida Humana 
Etapa Edades 
*Periodo prenatal De la concepción al nacimiento 
*Infancia Del nacimiento a 18-24 meses de edad 
*Periodo preescolar De 2-3 a 6 años de edad 
Niñez media De 6 a 12 años de edad 
Adolescencia De 12 años a 18-21 años de edad 
Juventud o adultez temprana De 18-21 a 40 años de edad 
Madurez o adultez media De 40 a 60-65 años de edad 
Vejez o adultez tardía De 60 a 65 años de edad hasta la muerte 
Nota: Adaptado Craig y Baucum, (2009). 
 
 Durante este tiempo de investigación los teóricos discrepan en cuanto a qué 
proporción de una característica o conducta es resultado de la biología o de la 
experiencia (Craig et al. 2009). 
 En las investigaciones realizadas, se ha establecido tres contextos 
estrechamente relacionados en el desarrollo del niño: 
15 
 
1. Naturaleza y Crianza.- Se refiere a la forma de contrastar lo que es innato y lo 
que se adquiere con la experiencia es la dicotomía de “naturaleza” o “crianza”. 
a) Naturaleza.- Se relaciona con la biología en un sentido global y en general 
inmutable, según se advierte en expresiones como “naturaleza humana” o “es así 
por naturaleza” (Craig et al. 2009). 
b) Crianza.- Que significa experiencia, hace hincapié en los cuidados, la 
socialización y, en especial, la aculturación: aprender las características de la 
cultura en la que se vive y el adaptarse a ellas (Craig et al. 2009). 
2. Herencia y Ambiente.- Se dice que tanto la herencia como el ambiente externo 
preparan el terreno para el desarrollo en interacción con efectos específicos del 
ambiente físico y social del individuo (Craig et al. 2009). 
a) Herencia.- Supone que hay estructuras biológicas subyacentes, y citan pruebas 
de experimentos realizados con animales y procedimientos estadísticos utilizados 
con seres humanos. Señalan así mismo que se han identificado determinados 
genes que rigen el desarrollo y el comportamiento, resaltando los que ocasionan 
defectos como el retraso mental (Craig et al. 2009). 
b) Ambientales.- Se concentra en experiencias del individuo que pertenecen al 
pensamiento y el razonamiento, las cuales comprenden factores ambientales como 
la nutrición y la salud que pueden favorecer alteraciones del pensamiento e 
intelectual Craig et al. 2009). 
3. Maduración y Aprendizaje.- La maduración y el aprendizaje hacen énfasis del 
desarrollo óptimo de las capacidades y habilidades motoras cuyo origen es la 
experiencia y en particular de la práctica. Se preocupan en examinar el desarrollo 
cognoscitivo y de la personalidad, en el que la maduración neurológica y hormonal 
interactúa con la experiencia. Y como las primeras etapas afectan a las 
subsiguientes, y la forma en que influye o no en el estilo de vida, y si hay periodos 
“críticos” en que ambos procesos interactúan para alcanzar el desarrollo óptimo 
(Craig et al. 2009). 
 Así mismo, Papalia (2009) establece que el desarrollo es un proceso unificado y 
que se relaciona entre los tres dominios del desarrollo: 
16 
 
1 Desarrollo Físico.- Crecimiento del cuerpo y del cerebro, así como de las 
capacidades sensoriales, de las habilidades motoras y de la salud (Papalia, 2009). 
2. Desarrollo Cognitivo.- El cambio y la estabilidad en las capacidades mentales, del 
aprendizaje: memoria, lenguaje, pensamiento, razonamiento moral y creatividad 
(Papalia, 2009). 
3. Desarrollo Psicosocial.- El cambio y la estabilidad en personalidad, emociones y 
relaciones sociales, que pueden afectar el funcionamiento cognitivo y físico 
(Papalia, 2009). 
 
2.1.1 Etapas o Continuidad en el Desarrollo. 
Los investigadores mencionan que conforme avanza el desarrollo del niño, se van 
agregando conductas y capacidades de manera que se acumulan gradualmente 
comportamientos, habilidades y el conocimiento del mundo circundante. Es decir, el 
desarrollo se realiza por etapas cualitativamente distintas, de modo que se 
aprenden formas nuevas de interpretar el mundo. Algunos cambios son graduales, 
acumulativos, que dan por resultado una organización y un funcionamiento cada 
vez mayor (Craig et al. 2009). 
 En general, la continuidad del desarrollo a lo largo del ciclo de vida es el enfoque 
que predomina en nuestrosdías. No obstante, algunos teóricos ponen de relieve las 
etapas del desarrollo, señalando que a medida en que se pasa de una etapa a otra, 
éstas son significativas, y se hace de manera gradual de una a otra y con frecuencia 
se fluctúa entre ellas (Craig et al. 2009). 
 
2.1.2 Periodos Críticos o Sensibles 
Se habla de que existen periodos críticos durante el desarrollo, que tienen que 
ocurrir o de lo contrario, que nunca se darán aunque no todos los teóricos coinciden 
a este respecto. Si bien las pruebas recientes indican que las experiencias 
tempranas producen un impacto decisivo y permanente en la arquitectura del 
cerebro y que inciden directamente en la forma en que éste se “conecta”. A menudo 
es más exacto pensar en función de periodos sensibles u óptimos en los que se 
17 
 
realizan eficaz y adecuadamente ciertos tipos de aprendizaje y de desarrollo, 
aunque no de modo exclusivo (Craig et al. 2009). 
 Todavía no se conoce la naturaleza exacta de los tiempos del desarrollo humano, 
y siguen siendo tema de investigación aunado a la adquisición de ciertas conductas. 
No existe un momento único y definible que identifique las etapas del desarrollo 
humano, por lo que se ha adoptado, propósitos educativos, teorías que establecen 
diferentes etapas el desarrollo humano según diferentes corrientes psicológicas, 
estableciendo la secuencia de cinco periodos: lactancia, primera infancia, segunda 
infancia, tercera infancia y adolescencia (Craig et al. 2009). 
 Aunque existen diferencias individuales en la manera en que los niños lidian con 
los sucesos y temas característicos de cada periodo, los científicos del desarrollo 
sugieren que deben satisfacerse ciertas necesidades básicas y dominarse 
determinadas tareas para que ocurra el desarrollo normal (Craig et al. 2009) 
 
2.1.3 Desarrollo Activo o Pasivo 
Esta idea proviene de la filosofía, pero resulta muy práctico en la educación y en la 
vida diaria. Sobre todo cuando se es niño, se cuestiona si se busca en forma activa 
conocer y entender el mundo, la moral, los valores, o bien cuando reaccionan 
pasivamente a lo que se experimenta y “enseñan” (Craig et al. 2009). 
 Los teóricos que destacan el desarrollo activo, a menudo llamados 
“organísmicos”, sostienen que participan activamente en el desarrollo. Los 
individuos buscan interactuar con otras personas y también con los sucesos, y al 
hacerlo esto lo cambian. Actúan sobre los objetos y los sucesos modificándolos 
también, mientras piensan en lo que experimentan e intentan interpretarlo y 
entenderlo. La curiosidad y el deseo de conocer y comprender son parte esencial 
del desarrollo (Craig et al. 2009). 
 Los teóricos para quienes el desarrollo es un proceso pasivo, conocidos como 
“mecanicistas”, piensan que el hombre reacciona de manera pasiva ante los 
fenómenos de su ambiente. Desde este punto de vista, se cree que al hombre lo 
mueven sus pulsiones y motivaciones internas, junto con los incentivos externos 
que ofrecen otras personas y el ambiente en general. El desarrollo lo determinan 
18 
 
sobre todo los premios y castigos que los forman y moldean. En este contexto, el 
verbo determinar significa también que todo cuanto se sabe o se hace se basa en 
las condiciones presentes o pasadas (Craig et al. 2009). 
 La mayor parte del tiempo enfrentan activamente el mundo en toda su 
complejidad y elaboran una idea personal de él que los orienta. Sin embargo, a 
menudo no queda otra opción que reaccionar a lo que ofrece el mundo físico y 
social. Es decir, la mente interactúa con las fuerzas de la sociedad y de la 
naturaleza, determinando lo que se hace y lo que se llega a ser (Craig et al. 2009) 
 Una vez revisadas algunas posturas sobre el desarrollo, es necesario hacer 
mención de las conductas que son normales y que pueden llegar a confundirse 
como patológicas, lo cual se revisará a continuación. 
 
2.1.4 Oposicionismo normal 
El oposicionismo normal de ciertas etapas del desarrollo es necesario para asumir 
una individualidad y poder establecer normas y controles internos, la patología 
comienza cuando estas fases se prolongan o cuando el medio reacciona 
excesivamente al oposicionismo del niño. De esta manera, el oposicionismo sano 
de una etapa adquiere autonomía por sí mismo, se convierte en parte de su carácter 
y persiste aun después de que su función adaptativa ha terminado (Solloa, 2001). 
 El oposicionismo normal comienza a los 10 u 11 meses de edad con lo que se 
ha llamado “la batalla de la cuchara”, cuando el niño quiere alimentarse solo. Otra 
fase normal ocurre entre los 18 a 30 meses de edad, donde el negativismo es una 
expresión de la independencia y autonomía que desarrollan y de la que el niño hace 
gala durante el entrenamiento de control de esfínteres, que es la primera 
experiencia educativa que vive (Solloa, 2001). 
 Entre los 1 y 3 años, la meta del desarrollo guarda relación con la confianza 
básica en que los adultos satisfacen sus necesidades, en las respuestas de su 
cuerpo y en el desarrollo de la coordinación muscular. Las actividades normales en 
esta edad son: una exploración constante, incluyendo correr, trepar y subirse a las 
cosas, negativismo, chuparse el dedo, búsqueda activa de atención, curiosidad 
sobre las partes de su cuerpo y masturbación (Ortiz, Giraldo, y Palacio, 2007). 
19 
 
 El crecimiento físico es rápido. Hay una mejor coordinación en sus movimientos, 
siendo capaz de controlar mejor su cuerpo y se vale más de sí mismo, por ejemplo 
vestirse o ir al baño (Bee, 1978). 
 El niño pide independencia en sus relaciones interpersonales. Se fija más en sus 
compañeros y se relaciona menos exclusivamente en los adultos. El acercamiento 
a los compañeros viene acompañado de un aumento de competencia, de rivalidad 
y de agresión, así como un aumento de atención hacia los otros. Pasa de formas 
tempranas inmaduras de apego, basadas en comportamiento pegajoso y en el 
contacto físico, a formas más maduras basadas en búsqueda de atención y 
aprobación (Bee, 1978). 
 
2.2 Teorías Explicativas del Trastorno Negativista Desafiante 
Durante el estudio del desarrollo del niño, se han escrito diferentes teorías que 
buscan explicar la formación de la personalidad del niño y de donde surgen los 
conflictos en etapas posteriores de la vida (Papalia, 2009). Estas teorías se han 
desarrollado desde diferentes corrientes psicológicas y que se describirán 
brevemente hasta el periodo de 4 a 6 años. 
 Existen cinco perspectivas importantes (Cuadro 2) en las que subyace gran parte 
de la teoría e investigación influyente en desarrollo infantil: 
1) Psicoanalítica,- se centra en las emociones y pulsiones inconscientes; 
2) Del aprendizaje,- estudia la conducta observable; 
3) Cognitiva,- analiza los procesos de pensamiento; 
4) Contextual,- destaca el impacto del contexto histórico, social y cultural, y 
5) Evolutiva / Sociobiológica,- considera las cimentaciones evolutivas y biológicas 
del comportamiento (Papalia, 2009). 
 Autores como Freud, Erickson, Piaget, Vygotsky, Brofenbrenner, Bowlby, 
Kohlberg, han hecho a su vez clasificaciones de las etapas del desarrollo para 
formar sus propios modelos explicativos de la formación de la personalidad, por lo 
que para fines de este trabajo, se hará referencia de esas teorías únicamente hasta 
los 6 años. 
 
20 
 
Cuadro 5 
 Perspectivas del desarrollo humano 
Perspectiva 
Teorías 
importantes 
Principios básicos 
Psicoanalítica 
Psicosexual de 
Freud 
La conducta está controlada por poderosos impulsos 
inconscientes. 
 
Psicosocial de 
Erickson 
La personalidad se ve influida por la sociedad y se 
desarrolla a partir de una serie de crisis. 
Del aprendizaje 
Conductismo,teoría 
mecanicista 
La conducta observada como respuesta predecible ante 
la experiencia. 
Cognitiva 
Eetapas cognitivas 
de Piaget 
Entre la infanciay la adolescencia se presentan 
cambios cualitativos en el pensamiento. Los niños son 
iniciadores activos del desarrollo. 
 
Sociocultural de 
Vygotsky 
La interacción social es esencial para el desarrollo 
cognitivo 
Contextual 
Bioecológica de 
Bronfenbrenner 
El desarrollo sucede por medio de la interacción entre 
una persona y cinco sistemas contextuales 
entrelazados de influencias. 
Evolutiva/ 
Sociobiológica 
Aapego de Bowlby 
Los seres humanos tienen mecanismos adaptativos 
para sobrevivir; enfatizando los periodos críticos o 
sensibles; las bases evolutivas y biológicas de la 
conducta y la predisposición al aprendizaje son 
importantes. 
 
Kohlberg 
La moral se desarrolla en cada individuo pasando por 
una serie de fases o etapas, que son las mismas para 
todos los seres humanos y se dan en el mismo orden. 
Nota: Adaptado Papalia, Wendkos, y Duskin (2009). 
 
 En cuanto a la etiología del Trastorno Negativista Desafiante, ha sido explicada 
por diversas teorías, por lo que en este trabajo solo se mencionarán aquellas que 
explican sus causas durante los primeros 6 años de vida. 
 
2.2.1 Psicoanálisis 
El psicoanálisis plantea que las personas son particularmente vulnerables en la 
primera infancia a traumas, complejos, conflictos no resueltos que quedan 
archivados en el inconsciente. Personas que sufren maltrato infantil, crianzas 
rígidas o extremadamente laxas (sin estructura ni reglas parentales), relaciones 
inadecuadas con los adultos, dificultades en la identificación sexual correcta, 
tienden a desarrollar respuestas emocionales disfuncionales mientras crecen. De 
no ser atendidas correctamente, estas experiencias negativas y ansiógenas 
21 
 
permiten el desarrollo de reacciones neuróticas, psicóticas en algunos extremos, 
que habrán de manifestarse en la vida a partir de la adolescencia (Vázquez, 2004). 
 En la descripción de las etapas de desarrollo infantil, Freud indica que desde su 
nacimiento el niño está dominado por el id (ello), el componente primitivo y egoísta 
de la personalidad. Es decir, representa el “animal” interno y que genera impulsos 
de origen biológico o “deseos instintivos”, que es preciso enfrentar de una u otra 
maneras. Los impulsos tienen que ver con cosas como obtener comida y agua, y 
satisfacer otras necesidades de la supervivencia, lo mismo que con el sexo y la 
agresión. El id se rige por el principio del placer: busca la satisfacción inmediata y 
evita el dolor. Forma parte de una mente inconsciente más grande que, de acuerdo 
con Freud, rige la mayor parte de la conducta sin que se percate de ello. En los 
primeros años de vida se empiezan a acumular temores, culpas y conflictos 
inconscientes que habrán de encarar a lo largo de la vida (Craig, et al. 2009). 
 A medida que avanza el desarrollo, el ego (yo) evoluciona en forma gradual a 
partir del id, y con el tiempo, se convierte en un componente individual de la 
personalidad. Es como el “agente ejecutivo” de los impulsos del id, es la mente 
consciente y se compone de lo que sabe y piensa en un momento dado; sirve para 
conciliar los impulsos del id con la realidad externa. Por ejemplo, si el id envía un 
impulso sexual, el ego lo enfrentará de alguna manera, ya sea satisfaciéndolo o 
desviándolo mediante los mecanismos de defensa. Por tanto, el ego se rige por el 
principio de realidad y constantemente debe conciliar los impulsos y otras fuerzas 
inconscientes con las exigencias y restricciones de la sociedad (Craig, et al. 2009). 
 El superego (superyó) empieza a evolucionar a partir del ego durante el periodo 
preescolar. Consta de lo que se llama conciencia, además del ego ideal: las 
imágenes y las creencias de lo que deberían ser como personas. Se puede decir 
que se rige por el principio de moralidad. Interactúa de manera dinámica con el id y 
el ego; por ejemplo, si el id produce un impulso sexual y el ego encuentra la manera 
de satisfacerlo, el superego intervendrá en caso de que desapruebe lo que el ego 
se propone hacer. El superego podría amenazar y liberar grandes dosis de 
vergüenza y culpa (Craig, et al. 2009). 
22 
 
 En lo que respecta a la personalidad como un todo, estos tres componentes 
pueden desarrollarse con diferente fuerza: una persona con un id “fuerte” y un 
superego “débil” tendrá poco control ético y moral sobre su conducta. Una persona 
con un superego “muy desarrollado” se sentirá abrumada por sentimientos de culpa 
y será muy insegura (Craig, et al.2009). 
 Las aportaciones perdurables de Freud incluyen la idea de la mente 
inconsciente, que conserva su vigencia aunque hoy no reciba tanta atención. No 
siempre se sabe por qué se hacen las cosas y por lo menos parte de ello son 
resultado de necesidades y deseos como los que Freud le atribuyó al id. Así mismo 
propuso la hipótesis de mecanismos de defensa del ego como la negación (no 
querer enfrentar la realidad) y la racionalización (alejarse de lo que se desea cuando 
no se puede obtenerlo), que todavía son formas aceptables en que el ego supera la 
frustración y otros aspectos desagradables de la vida cotidiana (Craig, et al.2009). 
La tensión tiene que desfogarse y la exteriorización del instinto de muerte (Serrano, 
1996). 
 
2.2.2 Psicología Conductual 
La Teoría del Aprendizaje plantea que en principio todo en el ser humano, menos 
los reflejos, es producto del aprendizaje, un proceso acumulativo de cambios que 
ocurren en el organismo de acuerdo a la experiencia, conductas que buscan un 
objetivo adaptativo dependiente y relativo a los estímulos que se reciben del 
ambiente social externo en el que está insertada la persona. La personalidad y la 
conducta es el conjunto de reacciones aprendidas por premiación de acuerdo a las 
contingencias externas. Por tanto, en este modelo, la conducta criminal es adquirida 
mediante aprendizaje si resultara útil, adaptativo e instrumental hacia metas (que 
también son aprendidas). Esta concepción es mecánica y plantea que el ser 
humano, cuando comente delitos, lo hace como reflejo de lo que ha aprendido en 
su ambiente social (Vázquez, 2004). 
 Plantea que el ser humano adquiere la conducta mediante un proceso de 
exposición, moldeamiento e internalización de valores, actitudes, conductas y 
23 
 
normas (socialización primaria y secundaria). Se plantea que puede ocurrir por 
imitación (Bandura) en donde hay presentes tres factores: 
a) un motivo que induzca al cambio, consciente o inconsciente; 
b) un modelo que indique la dirección del cambio: quiero comportarme como alguien 
que he visto; y 
c) una recompensa: si me comporto como esa persona, lograré el mismo beneficio 
que él logró con esa conducta (Vázquez, 2004). 
 Otra forma de aprendizaje social es por aprendizaje vicario, que consisten en 
aprender por las experiencias ajenas sin tener que pasar directamente por la 
experiencia (por ejemplo, lo que vemos en la televisión o en el cine).También puede 
aprenderse mediante las necesidad por el equilibrio cognoscitivo, en la que se 
pierde el equilibrio cuando alguna necesidad no está satisfecha y las relaciones 
(condiciones) de vida no son positivas y en donde pertenecer a algún grupo es 
importante por tanto “el enemigo de mi amigo es mi enemigo” (Vázquez, 2004). 
 Serrano (1996) señala que la adquisición del comportamiento agresivo se 
desarrolla en dos fases: 
1. Adquisición. 
El niño puede aprender a comportarse agresivamente mediante el modelamiento. 
Ve cómo se comportan los demás y los efectos que produce su comportamiento, 
por ejemplo, que se salen con la suya. Lo que refuerza los comportamientos. 
Bandura comprobó que los niños que habían visto a su modelo comportarse 
agresivamente lo imitaron al sufrir alguna frustración. 
2. Mantenimiento. 
"Si un niño agrede físicamente a otro con éxito, es posible que en otras ocasiones 
posteriores, cuando le provoquen, emplee nuevamentela agresividad física. 
Mientras que si salió mal librado del combate, tenderá a evitar la pelea. El 
responsable del mantenimiento es el reforzamiento. Hay un tipo de refuerzo que 
pasa normalmente desapercibido, la atención prestada al niño tras la emisión de 
una conducta agresiva. La atención es uno de los reforzadores sociales más 
potentes. Pintkston instruyó a un maestro de guardería para que ignorara la 
conducta agresiva de un niño pero prestase atención al niño que había sido atacado. 
24 
 
Informaron que disminuyó la conducta agresiva del niño y aumentó su conducta 
socialmente deseable, en especial cuando el maestro le atendía si entablaba una 
interacción no agresiva con otros niños. 
 Otros estudios han tratado focalizarse en los déficits cognitivos concretos que 
subyacen en el Trastorno Negativista Desafiante y esclarecerlos, haciendo énfasis 
en las funciones ejecutivas, implicadas en el desarrollo de las conductas disruptivas. 
Entre ellas se incluyen la memoria de trabajo, la autorregulación, la flexibilidad 
cognitiva o capacidad de cambio y la habilidad para resolver problemas mediante la 
planificación y la organización (Ortiz et. al. 2007). 
 Serrano (1996) cita a Bandura que indicó que la ausencia de estrategias verbales 
a menudo conduce a la agresión. De igual manera cita a Camp, quien encontró que 
los chicos agresivos mostraban deficiencias en el empleo de actividades lingüísticas 
para controlar su conducta. Cuando se les entrena para verbalizar la agresividad 
ésta disminuye. 
 Los estudios que han caracterizado a niños con Trastorno por Déficit de Atención 
e Hiperactividad en asociación con el Trastorno Oposicional Desafiante o Trastorno 
Negativista Desafiante, han identificado disfunciones cognitivas importantes en la 
memoria de trabajo, que se manifiestan por dificultades para discernir las 
consecuencias de un determinado comportamiento con base en una experiencia 
previa (Ortiz et al. 2007). 
 Considerando la asociación que se da del Trastorno Negativista Desafiante con 
otros trastornos de la infancia, Rigau, García y Artigas (2006) refieren numerosos 
estudios centrados en focalizar y comprender los déficit cognitivos concretos que 
subyacen en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, hacen especial 
énfasis en las funciones ejecutivas, y encuentran que las funciones ejecutivas 
también están implicadas en el desarrollo de las conductas disruptivas. Estos déficit 
en las funciones ejecutivas afectan a la capacidad del niño a responder de forma 
adaptativa al entorno o a las directrices del adulto. El niño con dificultades en la 
memoria de trabajo tiene dificultades para discernir las consecuencias de un 
determinado comportamiento basándose en la experiencia previa. Por la misma 
razón, no puede anticipar las consecuencias potenciales de sus actos. Estas 
25 
 
dificultades cognitivas del niño pueden contribuir a la aparición de una gran variedad 
de comportamientos que son considerados oposicionistas y desafiantes. 
 
2.2.3 Biológico - Evolutivas 
La biología no puede dar la explicación total a la conducta disruptiva, pero es 
necesario reconocer aquellas condiciones fisiológicas, neurológicas, cromosómicas 
y anatómicas que puedan determinar algunos de los muchos casos de estas 
conductas (Vázquez, 2004). 
 Algunos de los estudios que se han realizado en cuanto a la relación entre los 
factores orgánicos y la conducta disruptiva se describen a continuación: 
 
2.2.3.1 Trastornos Bioquímicos: Serotonina 
Las funciones normales de la serotonina son la regulación de la excitación, los 
estados de ánimo, la actividad sexual, la agresión y el control de los impulsos. 
 Wurtman (1995 citado en Vázquez, 2004) encontró que dietas con altos niveles 
de carbohidratos y bajos en proteínas afectan los niveles normales de la serotonina, 
neurotransmisor que cuando está en niveles anormales tiene efectos a nivel 
cerebral asociados con tendencias suicidas, agresión y violencia, alcoholismo y 
conducta impulsiva. 
 Halperin (1995 citado en Vázquez, 2004) comparó varones agresivos con no 
agresivos, ambos con diagnósticos de Trastorno por Déficit de Atención combinado 
con hiperactividad. Se les administró la droga fenfluramina, que provoca cambios 
en el sistema serotonergénico. Los resultados mostraron cambios positivos en los 
niños agresivos al bajarle los niveles de serotonina. 
 
2.2.3.2 Condiciones congénitas: Síndrome fetal alcohólico 
Vázquez (2004) refiere que en estudios realizados por Streissguth, quien encontró 
que el 6.2% de los adolescentes y adultos que muestran niveles significativos de 
conducta mal adaptativa nacieron bajo condiciones de Síndrome Fetal Alcohólico. 
Esta conducta evidenciada incluye impulsividad, falta de consideración con los 
demás, mentir, engañar, robar, y adicción al alcohol o drogas. También mostraron 
26 
 
dificultad para vivir independientes a los padres, pobre juicio social y dificultades en 
conducta sexual, soledad y depresión. No obstante, aunque siempre se ha pensado 
que el alcoholismo de la madre es lo que más afecta, también se han comenzado 
estudios sobre el papel del alcoholismo en el padre. De igual manera cita a Cicero, 
quien encontró que los hijos de hombres alcohólicos tienden a mostrar problemas 
de conducta y problemas en las destrezas intelectuales. 
 
2.2.3.3 Traumas y alteraciones del lóbulo frontal 
Vázquez (2004) hace referencia a los trabajos de Rosembaum (1994) quién 
descubre que los traumas cerebrales anteceden cambios de conducta 
predisponiendo hacia un incremento en violencia. Muchas de estas lesiones fueron 
adquiridas en la infancia tanto bajo juegos como en accidentes o producto de 
maltrato infantil. En este estudio, se encontró que el 50% de los agresores habían 
sufrido alguna lesión en la cabeza previa a sus patrones de violencia doméstica. 
 Por otra parte, Damasio (1995) sugiere que daños al lóbulo frontal a nivel de la 
corteza cerebral puede evitar que la persona pueda formarse evaluaciones de valor 
positivo o negativo al crear imágenes y representaciones sobre los resultados, 
repercusiones y consecuencias futuras de acciones al presente creando las bases 
de ciertas conductas sociopáticas. Las hipótesis que se presentan en los estudios 
de Bechara (1994), confirman la correlación entre lesiones de la corteza en el lóbulo 
frontal y conductas peligrosas tales como hacer daño solo por divertirse. De igual 
manera hace referencia a estudios realizados con Tomografía de Emisiones 
Positrónicas (que mide el insumo de glucosa al cerebro) realizados por Raine 
(1994) en donde se encuentran bajos niveles de glucosa están asociados con 
pérdida de auto-control, impulsividad, falta de tacto, incapacidad de modificar o 
inhibir conducta, pobre juicio social Vázquez (2004). 
 
2.2.3.4 Efectos de medicamentos-drogas 
Medicamentos, como parte de tratamientos médicos como la epilepsia, pueden 
tener efectos negativos aumentando la irritabilidad, la actividad y el desajuste 
27 
 
emocional. Tal es el caso de medicinas como Mysoline que es recetada como 
anticonvulsivo (Vázquez, 2004). 
 
2.2.3.5 Efectos Nutricionales 
Vázquez (2004) menciona los estudios de Katherine y Kenneth Rowe (1994), 
quienes trabajaron con un grupo de niños diagnosticados con hiperactividad, en 
donde los padres les daban alimentos con colorantes como parte de sus dietas 
regulares. El reporte de los padres y observadores fue que se manifestó un 
incremento en conductas de llanto frecuente, rabietas, irritabilidad, inquietud, 
dificultad de conciliar el sueño, pérdida de control, y expresiones de infelicidad. 
Muchas de estas conductas son precisamente las que les crean problemas de 
ajuste escolar limitando su aprendizaje e integración a las reglas del salón de clases. 
 
2.2.3.6 Trastornos hormonales 
Los reportes en relación a los niveleshormonales (testosterona) están más 
relacionados a problemas de conducta en la adolescencia que en la infancia. 
 Los niños en edad escolar son generalmente más hiperactivos, disruptivos y 
desafiantes que las niñas, lo que favorece una mayor detección en el sexo 
masculino que en el femenino. Además, los varones presentan síntomas más 
graves desde edades más tempranas (Cardo, Meisel, García, Palmer, Riutort, 
Bernard, Servera, 2009; Rodríguez, 2012). 
 En este sentido, si se observa cómo las niñas y los niños expresan la conducta 
desafiante (aspecto central en el Trastorno Negativista Desafiante), es más 
probable que las niñas desafíen pasivamente (ignorando o negándose a hacer lo 
que se les pide), en contraste con los niños, que son más propensos a desafiar 
activamente y a que su conducta sea más desorganizada dentro del ámbito escolar 
(discutiendo y gritando). Sólo las conductas desafiantes que se manifiestan con 
conductas externalizantes se especifican como síntomas del DSM-V, lo que 
contribuye claramente a un predominio del diagnóstico del Trastorno Negativista 
Desafiante en varones en el ámbito escolar. Todo ello parece sugerir la posibilidad 
de que haya una porción considerable de niñas que tengan niveles altos de 
28 
 
conductas propias de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o Trastorno 
Negativista Desafiante y que todavía no cumplan los criterios externalizantes del 
diagnóstico del DSM-V (Cardo et al. 2009). 
 Pedreira (2011) resalta que el Trastorno Negativista Desafiante es más 
prevalente en niños que en niñas antes de la pubertad, pero tiende a igualarse en 
la pubertad. Aunque los síntomas básicos son similares, en los chicos, es más 
frecuente que en las chicas la conducta de confrontación y la persistencia de los 
síntomas. 
 Rodriguez (2012) menciona otras causas, factores internos o variables 
biológicas del individuo, que entre las más importantes son: 
a) Circunstancias de la concepción: Embarazo y perinatales, hijos no deseados; 
hijos concebidos en violaciones, embarazo de riesgo médico, enfermedades graves 
de la madre o el feto, conductas y situaciones de riesgo prenatal, los problemas 
laborales y ambientales durante el embarazo, prematuridad y sufrimiento fetal. 
b) Temperamento: los factores temperamentales constituyen la personalidad del 
niño o adolescente. Algunas características del temperamento, como la elevada 
reactividad o la escasa cordialidad, pueden ayudar a desarrollar trastornos en la 
conducta. 
c) Genética: No se ha identificado ningún gen que tenga un efecto directo; por lo 
que, probablemente el efecto aparece por la interacción de muchos genes entre sí 
y de estos con los factores ambientales. 
 Vázquez (2004) cita a Matti Virkkunen (1994) quien cree haber identificado 
variaciones genéticas específicas que predisponen algunos individuos hacia la 
conducta suicida. Tomando casos de jóvenes ofensores violentos, descubrió que 
una variante del gen THP (tryptophan hydroxylase) cuyos códigos producen una 
enzima necesaria para la biosíntesis de la serotonina, estaba asociada fuertemente 
con los intentos suicidas irrespectivo a si los jóvenes eran, o no, impulsivos. Un 
segundo estudio, demostró que bajos niveles del metabolito 5-HIAA (localizado en 
el líquido cerebro espinal) están asociados con pobre control de la conducta 
impulsiva (sobre todo en alcohólicos). 
 
29 
 
2.2.4 Psicología Social 
Los niños están constantemente expuestos a condiciones inhóspitas, que los 
dañan, pero que también pueden promover la resiliencia, por ejemplo: la pobreza, 
el hacinamiento, la violencia intrafamiliar, el desempleo, el trabajo infantil, el 
desplazamiento por acción de los grupos armados, la dificultad de cubrimiento las 
necesidades básicas y la distribución injusta de la riqueza, que pueden considerase 
como factores ambientales que se interrelacionan con factores genéticos para 
modular el comportamiento y la conducta (Ortiz et al. 2007). 
 Las hipótesis más utilizadas para explicar el origen del Trastorno Negativista 
Desafiante se basan en el aprendizaje social que el niño hace de la oposición 
violenta, y que suele tener su máxima expresión en el seno de los llamados 
“ambientes de desventaja social crónicamente mantenida”. Estos comportamientos 
violentos tienen una prolongación, y en muchas ocasiones consolidación, durante 
la etapa adolescente, y se concretan en la edad adulta en un trastorno de 
personalidad antisocial. Existe entonces una clara línea de continuidad entre la 
violencia infantil y la del adulto, en muchos casos con un origen social previsible y 
por tanto, sujeto a normas de prevención (Ortiz et al. 2007). 
 En general, se consideran como factores de riesgo el tener una capacidad 
intelectual por debajo de la media, fracaso escolar, problemas académicos, 
alteraciones de conducta en el colegio, relaciones pobres con sus iguales, ausencia 
de una figura adulta de apoyo, falta de consideración en el ámbito familiar, pobreza 
y uso de métodos disruptivos de afrontamiento (Ortiz et al. 2007). 
 Vázquez (2004) menciona que dentro de las causas de la conducta disruptivas 
desde algunas teorías sociológicas, se establecen las causas de la criminalidad en 
diversos procesos o factores de la estructura social que a continuación se describen: 
 La pobreza, la participación desigual en los recursos económicos existentes, 
contribuye a alienar y perjudicar a las personas que pertenecen a las clases sociales 
bajas. La persona pobre está sobre-expuesta a limitaciones y frustraciones que les 
hacen reaccionar de dos formas: 
a) tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas socialmente usando 
medios desviados e ilegítimos, por ejemplo, con la venta de drogas puede 
30 
 
reaccionar agresivamente ante la frustración de sus metas no logradas, por 
ejemplo, desahogando su coraje en el vandalismo. 
b) se adaptan a su pobreza con resignación, fatalismo, pasividad, falta de fe 
hacia su futuro, falta de confianza, entre otras cosas; por ejemplo, viendo el 
delito pero no haciendo nada por detenerlo. 
 Vázquez (2004) refiere que Seda Bonilla, plantea que los valores han sido 
sustituidos -de aquellos del bien común y del crecimiento del ser- por aquellos 
que tienen que ver con lo que se tiene materialmente. Su planteamiento indica 
que se ha cambiado la cultura del ser por la cultura del tener. Este cambio ha 
hecho que la obtención de valores materiales se convierta en una meta superior 
a otras como la honradez, la sencillez, la humildad, entre otras. 
 La tendencia hacia el urbanismo, con sus consecuentes variables como 
hacinamiento, individualismo, industrialización no-planificada, el centralismo, ha 
sido una de las consecuencias de la transformación social y económica del país. 
 Vázquez (2004) señala la postura de Muñoz Mendoza, quien indica que el 
crecimiento desmedido poblacional en la zona urbana, particularmente la Zona 
Metropolitana, creó zonificaciones que dejaron sin núcleos tradicionales a estas 
áreas (las plazas, los parques, etc.), resultando núcleos de urbanizaciones 
inconexas, haciendo que se pierda el espacio público de compartir social. Los 
mecanismos tradicionales de las comunidades rurales o de menor población se 
pierden en estos centros de masa. Entre los fenómenos que incrementan 
urbanamente está la comisión del delito y la dificultad de identificar a los 
delincuentes. Serrano (1996) menciona al barrio, y señala que tendría que señalar 
también la escuela como ambientes que favorecen la existencia de conductas 
agresivas. 
 Podemos observar como los elementos estructurales y funcionales de todo 
sistema social tienen tendencia a integrarse por consenso social lo que lleva a la 
consecución de un orden social. La dinámica misma de la sociedad y la cultura 
provocan tensiones que se expresan en diversos conflictos

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