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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA HOSPITAL PSIQUIÁTRICO “FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ” “Estudio de frecuencia de desesperanza e ideación suicida en pacientes con Trastorno de ansiedad generalizada o Trastorno de ansiedad paroxística“ TESIS Para Obtener el Título de Especialista en Psiquiatría Presenta: Dra. Alejandra Cervantes Jiménez México, D.F. 2010 Línea de Investigación: Clínica Entidad Auspiciadora: Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”, Servicio de Urgencias Asesor Teórico: Dra. Juana Ramírez Rivas Asesor Metodológico: Dr. Miguel Herrera Estrella UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Agradecimientos Mamá: Muchas maravillas hay en el universo; pero la obra maestra de la creación eres Tú. Gracias por tu amor, apoyo y por nunca dejarme caer. Como agradecerte tanto amor. Dr. Raúl Olmedo Núñez: Por simplemente, siempre estar a mi lado. Gil: Gracias por acompañarme en esta aventura, tolerar mi desesperación, ayudarme a crear este proyecto, y por ser mi mano derecha. Abuela Carmen: Le diste vida a mi madre, y me inculcaste el amor por lo que hago, hoy se que cada cosa que realizo tiene mi corazón. Familia: Por ser el seno espiritual donde se han fomentado mis sueños, creencias y costumbres. A mis sobrinos: Por ser mi inspiración para seguir adelante. A mis tutores: Mil Gracias por creer en este proyecto. Dr. Cesar A. Colina R.: Nuevamente y sin cansarme le agradezco no haberme dejado renunciar. Auriss, Claudia, Kari, Lore, Nad, Sandy, y Vale: Por ser mis compañeras de aventuras, buenos y malos momentos, nunca me he sentido sola porque sé que ustedes siempre están aquí Vicky O: Valentía, amor y apoyo es lo que recibo de ti, Gracias. Gracias al Arquitecto por darme la vida Y la oportunidad de llegar hasta aquí 3 Índice Capítulo Página 1.- Resumen 2.-Antecedentes 3.- Marco de Referencia 4.- Planteamiento del Problema 5.- Justificación 6.- Objetivos 7.- Hipótesis 8.- Metodología 9.- Procedimientos 10.- Consideraciones Éticas 11.-Análisis Estadístico y Presentación de Resultados 12.- Resultados 13.- Discusión 14.- Conclusión 15.- Referencias 16.- ANEXOS Anexo 1… Cronograma Anexo 2… Ficha de Identificación Anexo 3… Consentimiento Informado Anexo 4 y 5…M.I.N.I Trastorno de ansiedad y Trastorno de angustia Anexo 6…Escala de desesperanza de Beck Anexo 7…Escala de Ideación suicida 4 5-14 15-16 17 18 19 20 21-24 25 26 27 28-34 35-36 37 38-41 42-48 4 1. Resumen Antecedentes: Desde hace algunos años, la supuesta asociación entre los trastornos de angustia y el aumento de suicidio ha sido de interés en la comunidad psiquiátrica. Se ha encontrado un aumento del riesgo de suicidio en los pacientes con un trastorno de ansiedad sin evidencia de comorbilidad. En algunos estudios se encontró que la tasa a lo largo de la vida de los intentos de suicidio en las personas con un trastorno de angustia no complicado fue del 7.0%, cifra aproximadamente igual al 7.9% que se observa en los pacientes con un trastorno depresivo no complicado. Se define como Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) a uno de los trastornos de ansiedad. Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente respecto de una variedad de eventos o actividades, los síntomas deben extenderse al menos por 6 meses para poder efectuar el diagnóstico y Trastorno de ansiedad Paroxística (TAP)(Trastorno de pánico o Trastorno de Angustia) como sentimientos de terror que aparecen de repente y repetidamente sin previo aviso. Durante el ataque de pánico, es probable es que se sienta opresión en el corazón y que el afectado se sienta sudoroso, débil o mareado. En las manos se pueden sentir hormigueos y quizás frío. Se puede tener náuseas, dolor en el pecho o sensaciones de asfixia, sensación de irrealidad o miedo a la inminente pérdida de control. Objetivo: En la muestra obtenida en pacientes que acuden al servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”, se detectaron los siguientes constructos teóricos: Ansiedad Paroxística, Ansiedad Generalizada, Ideación Suicida y Desesperanza. Describir la frecuencia de Desesperanza e Ideación Suicida (IS) para los Trastornos De Ansiedad Generalizada (TAG) y Trastorno De Ansiedad Paroxística (TAP), y en la población que acuda al servicio de urgencias con uno de los dos trastornos comentados anteriormente. Métodos: En 157 pacientes de edades entre 18 y 69 años, con diagnostico de Trastorno de Ansiedad Generalizada o Trastorno de Ansiedad Paroxística, se les aplico Escalas de Desesperanza de Beck y de Ideación Suicida, posteriormente se realizo comparación de los resultados entre ambos padecimientos y entre ambas escalas. Resultados: Se encontró que 113 pacientes de los 157 totales se encuentran desesperanzados de los cuales 52 estaban en un grado leve, 38 moderado y 33 severo o grave, demostrando que son más los pacientes desesperanzados que los que no lo están así mismo del total de pacientes 99 de ellos tiene ideación suicida evidente, comprobando nuevamente que la mayoría se encuentran con ideación suicida. De los pacientes con TAG 76 se encuentran desesperanzados y de los que padecen TAP 47 también lo están; 65 pacientes con TAG y 34 con TAP tienen ideación suicida. Para la Escala de Desesperanza se encuentra una T: -5.532, con una P: 0.000, para la Escala de Ideación Suicida se encuentra una T: - 4.218, con una P: 0.000. Conclusiones: En la actualidad, el tipo de vida en el que nos desarrollamos, nos lleva a vivir bajo estresores constantes que producen Trastornos de Ansiedad Generalizada y Paroxística, que se vuelven de difícil control y manejo, lo cual produce en el paciente desesperación, que pasado el tiempo se convierte en desesperanza e ideación suicida, por eso es importante crear Grupos Terapéuticos para estos pacientes en los que se les ayude a manejar mejor sus síntomas Ansiosos y presentar mejoría en su calidad y expectativa de vida. 5 2. Antecedentes INTRODUCCIÓN El suicidio es una alternativa que algunos individuos toman para dar fin a una trayectoria angustiosa; lo que nos lleva a la pregunta ¿Es este un acto que se vive como resolutivo en un momento de conflicto, donde no se tiene la habilidad o el apoyo para enfrentar dicho conflicto? Tal vez nos sea difícil responder a este cuestionamiento. La realidad es que el comportamiento suicida o autolítico existe y es aun más alarmante observar el incremento de la conducta suicida entre la población de adultos jóvenes. El suicidio es un evento que rebasa las fronteras del tiempo, ya que ha sido un comportamiento constante en el humano a través de la historia, que con frecuencia genera rechazo y crítica, aunque en algunas civilizaciones sea un evento que genera admiración y aceptación. Según Arango,Mann y cols. (1) el suicidio ha sido considerado en forma tradicional como resultado de la desesperanza extrema e infelicidad, pero existen evidencias crecientes que bien podría ser el resultado de múltiples factores que afectan a la persona, que es biológicamente susceptible o que tiene el riesgo para el acto suicida o autolítico, estos autores han explicado el suicido como el resultado de diversos estresores internos y externos que se sobreponen con diferente importancia cada uno. Tal comportamiento puede incluir componentes de historia familiar, biológica, trastornos psiquiátricos, rasgos de personalidad y eventos sociales de la vida en desencadenantes para el suicidio como una pérdida importante; dentro de otros factores de riesgo que podemos citar encontramos la soledad, el aislamiento, pérdidas afectivas, nivel social, siendo más habitual en clases sociales altas, alcoholismo (2). ANTECEDENTES Ansiedad El término ansiedad, proviene del latín "anxietas", congoja o aflicción. Consiste en un estado de malestar psicofísico caracterizado por una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desasosiego ante lo que se vive como una amenaza inminente y de causa indefinida. La diferencia básica entre la ansiedad normal y la patológica, es que esta última se basa en una valoración irreal o distorsionada de la amenaza. Cuando la ansiedad es muy severa y aguda, puede llegar a paralizar al individuo, transformándose en pánico (14). Angustia, así como "angor", "angina", provienen de una misma raíz griega o latina y significan constricción, sofocación, estrechez u opresión y se refieren indudablemente a la sensación de opresión precordial y epigástrica con desasosiego que la caracteriza. La angustia es una manifestación emocional caracterizada por un temor a lo desconocido o a lo amenazante. Este temor se contrapone al miedo, que es un temor a algo concreto y definido (objeto o situación). Según su origen, la angustia puede presentarse de diferentes maneras. Existe una angustia que puede ser considerada normal, pues aparece frente a diversos estímulos estresantes, que implican una amenaza real e imponen un desafío. Si, por el 6 contrario, la valoración de una amenaza es errónea o distorsionada o el estímulo es imaginario, se genera una angustia que tiende a persistir, transformándose en anormal o patológica (14). Lang (2002): es una respuesta emocional que da el sujeto ante situaciones que percibe o interpreta como amenazas o peligros. Beck (1985): refiere que es la percepción del individuo a nivel incorrecto, estando basada en falsas premisas. Kiriacou y Sutcliffe (1987): "una respuesta con efectos negativos (tales como cólera, ansiedad, depresión) acompañada de cambios fisiológicos potencialmente patógenos (descargas hormonales, incremento de la tasa cardiaca,…). Lazarus (1976): la ansiedad es un fenómeno que se da en todas las personas y que, bajo condiciones normales, mejora el rendimiento y la adaptación al medio social, laboral o académico. Tiene la importante función de movilizarnos frente a situaciones amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar el riesgo, neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente (15). La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Habría que diferenciar entre miedo (el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta). La ansiedad es anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante (15). El panorama estadístico de la ansiedad en México y América Latina (Asociación Psiquiátrica Americana) (1995) y datos de la Organización Mundial de la Salud del año 2001 situaban en aproximadamente 450 millones el número de personas aquejadas de algún tipo de trastorno mental en todo el mundo (16). Los Trastornos de Ansiedad son considerados en la actualidad como el trastorno mental más común en los Estados Unidos y México. En algún momento de sus vidas se prevée que cerca del 25% de la población experimentará algún tipo de Trastorno de Ansiedad. -Uno de cada ocho Norteamericanos entre los 18-54 años padece algún tipo de Trastorno de Ansiedad-. Este porcentaje de la población representa a más de 19 millones de personas (16). Tipo de trastorno Porcentaje población Trastorno de pánico sin agorafobia 0,8 % - 1 % Trastorno de pánico con agorafobia 1,2 % - 3,8 % Fobias específicas 4,1 % - 7,7 % Fobia social 1,7 % - 2 % Trastorno obsesivo compulsivo (T.O.C) 1,6 % - 2,5 % Trastorno de ansiedad generalizada (T.A.G) 6,4 % - 7,6 % Trastorno de estrés postraumático 1 % El mundo actual implica una época de grandes cambios, con ritmos de vida enormemente acelerados, mayor demanda de competencia y especialización. Este entorno exige a las personas mayor grado de autonomía, flexibilidad, capacidad de iniciativa, seguridad en sí mismo y capacidad para moldearse a situaciones nuevas. Precisamente las 7 contrariedades y exigencias que cotidianamente debe enfrentar el hombre propician el estar sometido a muchos momentos de angustia, lo cual la hace responsable de aspectos tan diversos como: la primera úlcera gástrica de un ejecutivo, el accidente de cierta persona, la incapacidad de un individuo para disfrutar de las relaciones sexuales con su pareja o una inexplicable depresión. En sí la angustia o indicadores estresantes están en todos lados y ámbitos como el educativo, familiar, social y el laboral, que llevan a una disfunción global y a considerar terminar con estos síntomas llegando a pensar en su propia muerte (16). Un análisis de la Organización Europea para la Salud en el Trabajo mencionó que en Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México) señala que los trabajadores latinoamericanos presentan un cuadro en donde el 13% se queja de dolores de cabeza, un 17% dolores musculares, 30 % dolor de espalda, 20% fatiga y 28% componentes de ansiedad. Definitivamente, la ansiedad y sus efectos traen consigo un desgaste emocional y comportamental demasiado serio y complicado (16). Enfoques teóricos sobre la etiología de la ansiedad. Existen distintos cuadros clínicos en los que la ansiedad es el síntoma fundamental. Entre ellos estaría el trastorno por crisis de angustia, en el que la ansiedad se presenta de forma episódica como palpitaciones, sensación de ahogo, inestabilidad, temblores o miedo a morirse; el trastorno de ansiedad generalizada, existiendo un estado permanente de angustia; el trastorno fóbico, con miedos específicos o inespecíficos; el trastorno obsesivo-compulsivo, con ideas "intrusivas" y desagradables que pueden acompañarse de actos rituales que disminuyen la angustia de la obsesión (lavarse muchas veces por miedo a contagiarse, comprobar las puertas o los enchufes, dudas continuas); las reacciones de estrés agudo o postraumático; y los trastornos de adaptación a situaciones vitales adversas(17). A continuación se mencionan algunos enfoques sobre la ansiedad: 1. La ansiedad es la activación del sistema nervioso, consecuente con estímulos externos o como resultado de un trastorno endógeno de las estructuras o de la función cerebral. La activación se traduce como síntomas periféricos derivados del sistema nervioso vegetativo (aumento del tono simpático) y del sistema endocrino (hormonas suprarrenales), que dan los síntomas de la ansiedad. Por otro lado, los síntomas en estimulación del sistema límbico y de la corteza cerebral que se traducirán en síntomas psicológicos de ansiedad (18). 2. Teoría Psicodinámica. El creador es Freud y dijo que la angustia es más un proceso biológico (fisiológico) insatisfecho respuesta del organismo ante la sobreexcitación derivada de la libido paraposteriormente llegar a otra interpretación en donde la angustia sería la señal peligrosa en situaciones de alarma. Según esta teoría, la angustia procede de la lucha del individuo entre el rigor del súper yo y de los instintos prohibidos donde los estímulos instintivos inaceptables para el sujeto desencadenarían un estado de ansiedad (18). 3. Teorías Conductistas. El conductismo se basa en que todas las conductas son aprendidas y en algún momento de la vida se asocian a estímulos favorables o desfavorables adoptando así una connotación que va a mantenerse posteriormente. Según esta teoría, la ansiedad es el resultado de un proceso condicionado de modo que los sujetos que la padecen han aprendido erróneamente a asociar estímulos en un principio neutros, con acontecimientos vividos como traumáticos y por tanto amenazantes, de manera que cada vez que se produce contacto con dichos estímulos se desencadena la angustia asociada a la amenaza. La teoría 8 del aprendizaje social dice que se puede desarrollar ansiedad no solo a través de la experiencia o información directa de acontecimientos traumáticos, sino a través del aprendizaje observacional de las personas significativas al entorno (18). 4. Teorías Cognitivistas. Considera la ansiedad como resultado de "cogniciones" patológicas. Se puede decir que el individuo "etiqueta" mentalmente la situación y la afronta con un estilo y conducta determinados. Por ejemplo, cualquiera de nosotros podemos tener una sensación física molesta en un momento determinado, si bien la mayoría de nosotros no concedemos ningún significado a esta experiencia. No obstante, existen personas que interpretan ello como una señal de alarma y una amenaza para su salud física o psíquica, lo cual provoca una respuesta neurofisiológica desencadenando así la ansiedad (18). Principales síntomas de la ansiedad Los síntomas característicos de los Trastornos de Ansiedad difieren de los sentimientos habituales de nerviosismo e inquietud en que se manifiestan externamente como reacciones desproporcionadas y/o injustificadas ante estímulos o situaciones ambientales cotidianas, reacciones que escapan del control voluntario de la persona, tienen un carácter intenso y recurrente, generan incomodidad y malestar e interfieren significativa y negativamente en la vida de la persona en múltiples niveles. (19) Panorama de respuestas de ansiedad agrupadas en los tres sistemas de respuesta humana: síntomas subjetivos, cognitivos o de pensamiento (18). 1. Preocupación - Inseguridad. - Miedo o temor. - Aprensión. - Pensamientos negativos (inferioridad, incapacidad). - Anticipación de peligro o amenaza. - Dificultad de concentración. - Dificultad para la toma de decisiones. - Sensación general de desorganización o pérdida de control sobre el ambiente. 2. Motores u observables - Hiperactividad. - Paralización motora. - Movimientos torpes y desorganizados. - Tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal. - Conductas de evitación fisiológica o corporal. - Síntomas cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta, accesos de calor. - Síntomas respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión torácica. - Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, aerofagia, molestias digestivas. - Síntomas genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia. - Síntomas neuromusculares: tensión muscular, temblor, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva. 9 - Síntomas neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareos. Ámbitos o escenarios en donde se presenta la ansiedad Es importante mencionar que la ansiedad no es propia de un escenario, ya que se puede manifestar en el hogar, eventos sociales, deportivos y en empresas como el caso de la presente investigación. Resulta importante tomar en cuenta la existencia de una serie de estresores externos que intervienen y pueden complicar la situación: Relaciones familiares, problemas legales, problemas económicos, etc. (17). Trastorno de Ansiedad Generalizada El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es uno de los trastornos de ansiedad. Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente respecto de una variedad de eventos o actividades. Los síntomas deben extenderse al menos por 6 meses para poder efectuar el diagnóstico. Los síntomas psicológicos son: preocupación crónica y exagerada, agitación, tensión e irritabilidad, aparentemente sin causa alguna, o más intensas de lo que sería razonable en esa situación en particular. La gente que la padece también puede tener problemas de concentración y dificultades para conciliar el sueño (siendo el primero que se afecta en cualquier trastorno), con frecuencia suelen aparecer signos físicos, como temblores, dolor de cabeza, mareos, agitación, tensión muscular, dolores o molestias, molestias abdominales y sudoración. El TAG está probablemente causado por una combinación de factores biológicos y de circunstancias vitales. Muchas de las personas que la padecen también experimentan otros trastornos médicos, como depresión y/o pánico, que al parecer implican cambios en los procesos químicos cerebrales, en particular anomalías en los niveles de la serotonina. Trastorno de Ansiedad Paroxística El trastorno de Ansiedad Paroxística (TAP), también conocido como Trastorno de pánico y Trastorno de angustia, son los términos médicos utilizados para denominar una enfermedad psiquiátrica en la que la persona afectada sufre repetidos ataques súbitos de terror en ausencia de estímulos externos que puedan desencadenarlos. Los episodios frecuentes de terror acompañados de un fuerte estado de ansiedad se denominan ataques de pánico o, en algunos casos, ataques de ansiedad o crisis de ansiedad. Según el NIMH, el trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por episodios inesperados y repetidos de intenso miedo acompañados por síntomas físicos que pueden incluir dolor en el pecho, palpitaciones aceleradas del corazón, falta de aire, mareos, angustia o molestia abdominal. En el trastorno de pánico, los episodios sucesivos de terror aparecen acompañados de cambios significativos en el comportamiento del individuo y de una preocupación continua por que se produzcan nuevos ataques de pánico. Se pueden producir cambios en la vida del individuo que pueden conllevar a evitar las situaciones o lugares temidos, a huir de los estímulos fóbicos, a apoyarse excesivamente en personas o en sustancias y a intentar controlar a toda costa las reacciones temidas. Los síntomas del TAP son: sentimientos de terror que aparecen de repente y repetidamente sin previo aviso. Durante el ataque de pánico, es probable es que se sienta opresión en el corazón y que el afectado se sienta sudoroso, débil o mareado. En las manos se pueden sentir hormigueos y quizás frío. Se puede tener náuseas, dolor en el pecho o sensaciones de asfixia, sensación de irrealidad o miedo a la inminente pérdida de control. 10 El enfermo que sufre episodios de pánico se siente súbitamente aterrorizado sin razón alguna; durante el ataque de pánico se producen síntomas físicos intensos, como taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. A menudo el individuo siente durante la crisis que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida. Desesperanza Hace referencia a sentimientos y cogniciones negativas acerca de uno mismo, del mundo y del futuro y se correlaciona de manera directa y significativa con ideaciones y tendencias suicidas, de tal modo que a mayor grado de desesperanza, mayor riesgo de suicidio (20). La desesperanza es un síntoma que acompaña a la ideaciónsuicida más que el propio estado depresivo; no obstante, no se sabe a ciencia cierta si la desesperanza es un factor de riesgo que interactúa con, y puede exacerbar, otras vulnerabilidades cognitivas que diferencian las personas suicidas de las no suicidas, tales como la rigidez y el pensamiento obsesivo, poca capacidad de resolución de problemas y un autoconcepto negativo (2). La desesperanza, que se relaciona con la idea de escapar de algo que no se puede solucionar y no tiene esperanza de que el alivio llegue en el futuro (2). El nivel de desesperanza puede ser medido a través de la escala de Beck, de modo que "una puntuación alta puede predecir un suicidio posterior". Suicidio La palabra "suicidio" proviene del latín de las palabras sui y occidere, que se definen como el matarse a sí mismo. El suicidio es un evento humano presente en todas las épocas de la historia de la humanidad, provocando actitudes hacia los muy variables al paso de la historia, en función de los principios que rijan cada época como los filosóficos, religiosos e intelectuales de cada cultura (14). Edwin Shneidman definió el suicidio como "el acto consciente de autoaniquilación, que se entiende como un malestar pluridimensional en un individuo que percibe este acto como la mejor solución"(15). En 1961 Stengel realiza una diferenciación entre el intento suicida y la planeación suicida, definiendo al intento suicida como una intención autolítica, pero por fallo de la persona no se ha realizado, la ideación suicida o gesto suicida como tal no existe la voluntad de morir, sino mas bien la intención de pedir ayuda para su conflicto actual (21). La múltiple creación de definiciones de suicidio llevó a la OMS en 1976(14) a intentar unificar la terminología y a proponer unos términos concretos. Acto suicida: hecho por el que un sujeto se causa a sí mismo lesión, independientemente de su intención y del conocimiento de sus motivos. Suicidio: muerte que resulta de un acto suicida. Intento de suicidio: acto suicida cuyo resultado no fue la muerte. El suicidio es una conducta compleja en la que intervienen múltiples factores y en la que existen tres fases (22): 1) Idea suicida en la que el sujeto piensa en cometer suicidio. 2) Duda o fase de ambivalencia donde el individuo pasa de la idea a plantearse la posibilidad de pasar a la acción, como solución a sus conflictos. Suele ser variable en la duración y en los individuos impulsivos, esta fase puede ser breve o no existir. 3) Decisión en la que ya se pasa a la acción. 11 Incidencia La conducta suicida supone un problema de salud pública de primer orden para todos los países, debido al número de personas afectadas por año (23). No obstante, poder determinar el número exacto de personas afectadas es difícil por las dificultades metodológicas que existen. Existe además, una variación considerable en las tasas de suicidio o de intentos de suicidio entre los distintos países (16, 23). Se puede decir que en países como Escandinavia, Finlandia, Suiza, Alemania, Austria o Europa del Este, tienen tasas de suicidio elevadas, por encima de 25/100.000 habitantes y España, Italia o Egipto, tasas por debajo de 5/100.000 habitantes. Estados Unidos está en una situación intermedia (15). Sin embargo, estas cifras sólo reflejan una parte del problema, ya que según la OMS, aproximadamente 10,2 millones de personas en todo el mundo realizan algún tipo de conducta autolítica que requiere atención médica y cerca de 30 millones estarían en riesgo de tener este tipo de conductas, aunque no reclamen atención médica. Factores de riesgo La conducta suicida no es una conducta aleatoria y ya desde las primeras descripciones científicas de la misma se observó que hasta cierto punto se podía predecir, ya que se encontraba asociada a diversos factores sociales, psicológicos y biológicos. Conocer bien estos factores es de gran importancia para evaluar adecuadamente el riesgo autolítico de un individuo. Se podrían clasificar en tres grandes grupos: socio demográficos, clínicos y genéticos/ neurobiológicos. Aunque el riesgo de suicidio está en relación con el número de factores de riesgo presentes, Mann y cols. (24) formula un modelo de conducta suicida que consta de dos dimensiones interrelacionadas: La dimensión de los rasgos de la persona (genética, abuso de sustancias, personalidad borderline o impulsividad) y la de los desencadenantes o precipitantes (enfermedad psiquiátrica aguda o acontecimientos vitales adversos). Este autor sugiere que deben coincidir, al menos un factor de cada dimensión, para que aumente el riesgo de suicidio. Esto explicaría por qué unos pacientes se suicidan y otros no, con la misma enfermedad psiquiátrica. Factores socio demográficos: Sexo. En la mayor parte de los países donde se ha estudiado el suicidio, las mujeres presentan tasas superiores de ideación suicida y de intentos de suicidio que los hombres. En el estudio WHO/EURO (25), se obtiene una relación mujer/hombre para los intentos de suicidio de 1,5:1. Sin embargo, los hombres realizan mayor número de suicidios consumados (26, 27). Los métodos utilizados en el acto suicida varían según el sexo. Los hombres suelen consumar el suicidio ya que el método que emplean es más violento (armas de fuego, ahorcamiento, precipitación desde lugares altos o envenenamiento por gas) (28). Las mujeres suelen realizar sobre ingestas de psicótropos o de venenos, o incisiones con elementos cortantes. Muchas veces el método escogido nos indica la intencionalidad del acto (22). Edad. El riesgo de suicidio aumenta con la edad (15). En el estudio de Baxter y Appleby (29) se define una edad media de suicidio de 47,4 años (42,0 para hombres y 50,4 años para mujeres). Actualmente las tasas de suicidio consumado en jóvenes están aumentando, sobre todo en varones entre 15-24 años, siendo la tercera causa de muerte en Estados Unidos entre jóvenes de esta edad (15). Según el WHO/EURO (25), las tasas de intentos de suicidio para mujeres son más altas entre los 15-24 años y entre los 25-34 años para los hombres. Origen étnico. Dos de cada tres suicidas son varones blancos en Estados Unidos. La tasa de suicidio para varones blancos es 1,6 veces mayor que la de los varones negros, 4 veces mayor 12 que la de las mujeres blancas y 8,2 veces mayor que la de las mujeres negras (15). Hay grupos étnicos, como los indios americanos y nativos de Alaska, en los que la tasa de suicidio es superior a la media nacional. En Europa, la tasa de suicidio en finlandeses y húngaros doblan la media europea, mientras que los países mediterráneos están por debajo (16). Estos autores también encuentran que la emigración, unida al desarraigo y al aislamiento, comparten un aumento del riesgo de suicidio. Este riesgo es menor si se emigra con toda la familia. Estado civil. Durkheim en 1897 destacó el papel de la familia y el estado civil en el desencadenamiento del comportamiento suicida. En su opinión, la subordinación a los intereses del núcleo familiar en el que el individuo está integrado, disminuye los impulsos individualistas y suicidas (16). Estudios posteriores han confirmado esta tendencia. Por ejemplo, en el WHO/EURO (25), se observó una mayor incidencia de suicidios en hombres y mujeres solteras, divorciadas y viudos. Qin y cols (27), encontraron que ser soltero es un factor de riesgo para los hombres y que para las mujeres tener un hijo menor de 2 años es un factor de protección. Nivel socioeconómico. Tanto los intentos de suicidio como los suicidios consumados son más frecuentes en la población desempleada y con menor nivel cultural (14, 23, 24, 26). No obstante, en la revisión de García-Resa y cols (16), se citan trabajos en los que no se le da tanta relevancia. Factores clínicos Trastornos médicos: La relación entre el suicidio y las enfermedades médicas es significativa (15,30). En una encuesta realizada porDruss y Pincus (31) en Estados Unidos a 7.589 individuos entre 19 y 39 años, obtuvieron que un 16% de la muestra encuestada había tenido en algún momento de su vida ideas autolíticas, frente a un 25,2% de individuos con una enfermedad médica y un 35% con dos o más enfermedades. Asimismo, un 5,5% de los encuestados realizaron un intento autolítico, frente a un 8,9% de aquellos con una enfermedad médica y un 16,2% con dos o más enfermedades. Hay que tener en cuenta que existen enfermedades que por sí mismas se asocian a trastornos del ánimo (cáncer de mama o páncreas, epilepsia, esclerosis múltiple, traumatismos craneoencefálicos, enfermedad cardiovascular, enfermedad de Huntington, VIH, enfermedad de Cushing, porfiria, úlcera péptica, cirrosis o enfermedad renal tratada con hemodiálisis). También factores asociados a la enfermedad contribuyen tanto al suicidio como al intento de suicidio, como por ejemplo: pérdida de movilidad, desfiguración, dolor crónico intratable, pérdida del estatus laboral e interrupción de las relaciones personales. Ciertos fármacos pueden también alterar el estado de ánimo: reserpina, corticoides, antihipertensivos y antineoplásicos. Trastornos mentales: El suicidio tiene una fuerte relación con la enfermedad mental (30). Esta asociación se ha valorado por los estudios de autopsias psicológicas de series consecutivas de suicidios (31). Estos estudios han mostrado que un 90% de los suicidios tenían uno o más trastornos psiquiátricos y que a mayor número de patologías, mayor riesgo de suicido (30,32). El riesgo de suicidio es mayor en la fase temprana de la enfermedad (30) y en los primeros seis meses, tras el alta de un ingreso psiquiátrico (33). Trastornos afectivos: Los trastornos afectivos y sobre todo el trastorno depresivo mayor es el trastorno psiquiátrico que más se relaciona con el suicidio (30, 34,35). En el meta-análisis de Harris y Barraclough (30), se obtiene como resultado que la depresión mayor aumenta 20 veces el riesgo de suicidio, el trastorno bipolar 15 y la distimia 12. El riesgo es especialmente mayor al comienzo o al final del episodio depresivo, ya que en la fase de estado, el retardo psicomotor y la inhibición bloquean el paso a la acción (31). Clásicamente, por los trabajos de Guze y Robins (36), y Goodwin y Jamison (37), se consideraba que un 15% de los pacientes con un trastorno depresivo mayor se suicidaban. 13 Posteriormente, se han cuestionado estas proporciones, considerándose excesivas (35,38). Esquizofrenia: En este trastorno, se han descrito tasas de suicidio de hasta un 10%(15, 39). En el estudio de Harris y Barraclouh (30), encuentran en su trabajo 8,5 veces más riesgo de suicidio en pacientes esquizofrénicos que en la población general. Los pacientes con esquizofrenia comparten algunos de los factores de riesgo de la población general: ser hombre, blanco, estar deprimido, soltero, desempleado, vivir solo o estar aislado socialmente. También existen factores específicos para la esquizofrenia como: ser joven, haber tenido numerosas recaídas con alto número de ingresos psiquiátricos y deterioro social, laboral y sexual por la enfermedad. Otro aspecto a tener en cuenta es el uso de los neurolépticos. Tras su introducción, los estudios orientaban a que podía aumentar el riesgo de suicidio, sobre todo por sus efectos secundarios: acatisia o rigidez. Sin embargo, otros estudios como el de Jonhson and cols. (40) o los realizados con los antipsicóticos atípicos, con menos efectos secundarios, demuestran que pueden reducir el riesgo de suicidio (39). Trastorno de ansiedad: Casi el 20% de los pacientes con un trastorno de crisis de ansiedad y fobia social, hacen intentos de suicidio infructuosos. Si se asocia además a depresión, entonces aumenta el riesgo de que el intento sea un suicidio consumado (15, 41). Khan y cols. (42), Fawcett (43) e Isometsä y cols. (44) confirman esta teoría. En el estudio de Harris y Barraclough (30), aumenta entre 6-10 veces, según los distintos trastornos de ansiedad (ansiedad neurótica, Toc o trastorno de pánico). No obstante, hay estudios en los que no se detecta un aumento significativo del riesgo de suicidio (32). Abuso de sustancias: El trastorno por uso de sustancias, fundamentalmente el alcoholismo y en menor medida otras drogas, frecuentemente se ha asociado al suicidio, tanto como factor de riesgo como precipitante de conductas suicidas (45). Hasta un 15% de los alcohólicos se suicidan (15) y el abuso de alcohol es un factor presente en el 25-50% de todos los suicidios (45). Según Harris y Barraclough (31), tienen 6 veces más de riesgo de suicidio que en la población general. Suelen ser hombres blancos, de mediana edad, solteros o con antecedentes de ruptura sentimental, con problemas económicos y/o laborales y aislados socialmente. El consumo de alcohol, además, puede ir asociado a enfermedades médicas, trastornos del ánimo, trastornos de personalidad, intentos autolíticos previos o trastornos del control de impulsos (15, 46). Trastornos de personalidad: Los trastornos de personalidad tienen una particular relevancia, ya que pueden determinar la conducta suicida de varias formas: predisponiendo a trastornos mentales mayores como depresión o alcoholismo, conduciendo a problemas en las relaciones personales y en el ajuste social, precipitando acontecimientos vitales indeseables o deteriorando la capacidad de afrontar un trastorno físico o mental (15). Isometsä y cols. (47) afirman que en la mayoría de los pacientes con trastornos de la personalidad que se suicidan, se asocian trastornos del eje I, como depresión, abuso de sustancias o las dos y esta asociación es mayor en los trastornos de personalidad tipo B (borderline, antisocial, narcisista, histriónica). En el estudio de Harris y Barraclough(30), los trastornos de personalidad (no especifican), aumentan 6 veces el riesgo de suicidio. En el de Baxter y Appleby (29) se obtienen resultados todavía mayores a los de Harris. Conducta suicida previa: La prevalencia de los intentos autolíticos está entre 0,7-5,9 % (48). La existencia de antecedentes personales de intentos autolíticos en el pasado, es uno de los factores de riesgo que más claramente se asocian a la posibilidad de un futuro suicidio consumado( 45, 49). En el meta-análisis de Harris y Barraclough(30), encuentran que las personas con intentos autolíticos previos tienen 40 veces más de riesgo de suicidio que la población general. Isometsä (28, 48), sin embargo, lo considera un indicador de riesgo de limitada sensibilidad, ya que una proporción significativa de los suicidios consumados en su estudio 14 habían muerto en su primer intento, siendo esta proporción mayor en los hombres (62% frente al 38% en mujeres). El 82% de aquellos que realizaron intentos previos y que consumaron el suicidio finalmente, cambiaron el método a otro más letal. Trastornos adaptativos: Son síntomas emocionales (depresivos o ansiosos) o conductuales (incluso autolisis), clínicamente significativos que se desarrollan en respuesta a uno o más factores psicosociales de estrés identificables. La gravedad del factor no siempre predice la entidad del trastorno adaptativo. Se trata de una variable compleja en la que se combinan su intensidad, cantidad, duración o contexto personal (14). Entre estos acontecimientos vitales se pueden destacar: procesos relacionados con la edad (abandono del hogar de los hijos, matrimonio de los mismos, jubilación, necesidad de asistencia domiciliaria, ingreso en residencias), problemas laborales, de pareja, de salud, enfermedad o fallecimiento de algún miembro de la familia(20). En el estudio de Harris y Barraclough(30), se obtiene un aumento de 14 veces del riesgo de suicidio frente a la población general. Factores genéticos y neurobiológicos: Poseer antecedentes familiares de suicidio, aumenta el riesgo de conductas suicidas para los pacientes (50). Algunosautores, encuentran relación entre la historia familiar de suicidio con la violencia del acto suicida. Sin embargo, existen dudas acerca de si esta asociación es debida a factores no genéticos y más relacionados con características culturales en las que crece el individuo, si se deben a la transmisión genética del trastorno psiquiátrico asociado con el suicidio o si existe un factor genético independiente para él mismo, como por ejemplo la impulsividad (15, 49, 50). En varios estudios (24, 49, 50), se ha relacionado a las conductas suicidas con una disfunción del sistema serotoninérgico central que es independiente del diagnóstico psiquiátrico. Se han hallado niveles bajos de serotonina y metabólitos en el líquido cefalorraquídeo de pacientes suicidados, y además se ha establecido una relación directa entre los bajos niveles de serotonina con el escaso control de impulsos, la violencia y letalidad del acto suicida. Se piensa que aquellos factores que disminuyan la actividad serotoninérgica, pueden ser relevantes para la conducta suicida, como por ejemplo: factores genéticos como polimorfismos en el gen de la enzima Triptófano Hidroxilasa-TPH (20, 50), polimorfismos del gen del receptor 5-HT2A36 o factores bioquímicos como bajos niveles de proteína trasportadora de serotonina (SERT)(35), bajos niveles de proteína MAO en sangre, altos niveles de receptores 5-HT 1A y 5-HT 2A postsinápticos o bajos niveles de colesterol en sangre(24,51). 15 3.- Marco de Referencia MARCO TEÓRICO Ansiedad, Desesperanza y Suicidio Dentro de las enfermedades psiquiátricas los trastornos de ansiedad es uno de los grupos más frecuentes y ocasiona un deterioro funcional así como malestar importante en el paciente. Se ha favorecido en los últimos años la comprensión de los mecanismos subyacentes y la respuesta al tratamiento en este grupo de enfermedades, con lo que ha sido un tanto gratificante el hecho de poder identificar, tratar, informar y orientar a los pacientes que sufren de un malestar considerable y recuperar un alto nivel de funcionamiento(3, 4, 5). Desde hace más de 20 años, se ha observado que existe una mayor incidencia de muerte cardiovascular prematura y de suicidio entre los pacientes con un trastorno de angustia, comparados con los controles normales. Aunque un inconveniente de dicho estudio es el hecho de que todos los pacientes incluidos habían sido hospitalizados en un momento dado, lo cual permite suponer que se trataba de un grupo de pacientes más grave de lo habitual en la práctica clínica (5). Desde hace algunos años, la supuesta asociación entre los trastornos de angustia y el aumento de suicidio ha sido de interés en la comunidad psiquiátrica. Inicialmente se creía que la asociación podía deberse al hecho de que los pacientes con un trastorno de angustia son más propensos que la población general a sufrir un trastorno depresivo y al alcoholismo en algún momento de sus vidas y esto en parte aún se puede considerar válido (5,6). Pero se realizó un importante estudio retrospectivo en Suecia donde Allgulander y Lavori (1991) encontraron un aumento del riesgo de suicidio en los pacientes con un trastorno de angustia sin evidencia de comorbilidad (6). Además, en el estudio ECA, la tasa a lo largo de la vida de los intentos de suicidio en las personas con un trastorno de angustia no complicado fue del 7.0%, cifra aproximadamente igual al 7.9% que se observa en los pacientes con un trastorno depresivo no complicado (Johnson y cols., 1990) (7). El estudio ECA también documentó una variedad de aspectos frecuentemente descuidados de la importante morbilidad asociada con el trastorno de angustia (Markowitz y cols., 1989). Actualmente no se sabe exactamente cómo puede conducir el trastorno de angustia al suicidio (8). Se puede especular que una mala calidad de vida, producida por un sentimiento subjetivo de mala salud, dependencia financiera y disfunción social y laboral, pueden conducir a una desmoralización y a un desespero que aumenta el riesgo suicida (9). A pesar del aumento significativo del interés en los trastornos de ansiedad como factor de riesgo sobre el comportamiento suicida, continúa siendo un área controversial. Tanto los estudios transversales en la comunidad (Weissman y cols. 1989; Schneider y cols. 1992; Hollander y cols. 1996; Kessler y cols. 1999), como estudios clínicos (Coryell y cols. 1982; Beck y cols. 1991; Lepine y cols. 1993; Appleby y cols. 1994; Cox y cols. 1994; Friedman y cols. 1999; Starcevic y cols. 1999; Placidi y cols. 2000; Warshawn y cols. 2000; Schmidt y cols. 2001) han demostrado en modelos univariados, que los trastornos de ansiedad están asociados con ideación suicida, intento suicida y suicidio consumado(5-11). Sin embargo, entre 16 los trastornos de ansiedad, los agrupados en los trastornos de pánico han recibido especial atención, se ha cuestionado si los trastornos de ansiedad están relacionados con el comportamiento suicida debido a que los trastornos de ansiedad se encuentran incluso con comorbilidad con otras enfermedades mentales e inclusive con otros trastornos de ansiedad (9). Debido a la alta comorbilidad existente en el grupo de trastorno de ansiedad, que ha sido reportado en diversos estudios (Johnson y cols. 1990; Beck y cols. 1991; Appleby y cols. 1994; Warshaw y cols. 2000; Vickers y cols. 2004), se sugiere tomar en consideración estas variables para el estudio sugerido en este protocolo (3, 4, 7). Desesperanza y suicidio Desesperanza y un nivel alto de enfermedad mental son dos factores determinantes en pacientes psiquiátricos que pasan de una ideación de suicidio a cometer una tentativa. Otro factor importante en la evolución de la enfermedad psiquiátrica y las conductas suicidas es la situación de desempleo, "que influye en general en los pacientes mentales y hemos visto que también es significativa en la comisión de un intento de suicidio"(2). En los suicidios consumados, el perfil del paciente refleja una mayoría de hombres, con patología psiquiátrica clara, depresión mayor y esquizofrenia, en la mayor parte de los casos. "Cuando hablamos de tentativa el perfil varía y hay una mayor presencia de mujeres, de edad más joven que en el grupo anterior y cuyas crisis suelen derivar de reacciones adaptativas". En una investigación realizada en el 2003 por Quintanilla Montoya y cols. Arrojando resultados como que el 78 por ciento de los pacientes con ideación suicida presenten desesperanza, asociado en su mayoría o a factores motivacionales (12). Garcia-Alandete y cols. en un estudio que realizan en 2008 como una revisión empírica encuentran resultados que permiten afirmar que existe una asociación significativa entre el sentido de la vida y desesperanza, en los siguientes términos: el nivel de desesperanza nulo- mínimo se asocia al logro de sentido, el nivel leve al logro-indefinición de sentido y los niveles moderado y alto, al vacío existencial. Vacío existencial y desesperanza mantienen entre sí una asociación de signo positivo, de manera estadísticamente significativa (13). 17 4.- Planteamiento del Problema Es frecuente encontrar pacientes con ideación suicida y desesperanza asociados a trastornos de ansiedad; sin embargo, es evidente el desconocimiento de esta relación, provocando el descuido al interrogatorio de estos pacientes ya que poco se sabe de esta relación; los pacientes que acuden a solicitar atención a los servicios de urgencias de los hospitales psiquiátricos presentan agudización o expresión florida de los síntomas de su trastorno, es por esto que es probable que los pacientes con ansiedad generalizada o paroxística presenten un estado de esperanza disminuido llegando hasta la ideación suicida; por lo que se vuelve importante conocer la frecuencia de esta relación. PREGUNTA DE INVESTIGACION ¿Qué tanfrecuente es la desesperanza y la ideación suicida en pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada y Trastorno de Ansiedad Paroxística, que acuden al servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”? 18 5. Justificación Dentro de los principales padecimientos que solicitan atención en el servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” podemos encontrar a los Trastornos de Ansiedad Generalizada y Paroxística, presentando estos pacientes constantemente desesperanza e ideación suicida; sin embargo, se observa un desconocimiento de la frecuencia de desesperanza e ideación suicida en los pacientes que padecen estos trastornos y la diferencia entre ambos, lo que nos lleva a subestimar la presencia de desesperanza e ideación suicida en estos pacientes. Además de que no se cuenta, hasta el momento, con grupos o atención específica para estos pacientes, al encontrar la relación y frecuencia entre los trastornos de ansiedad generalizada y paroxística los pacientes tendrán una mejor atención y serán valorados con mayor cuidado tomando en cuenta la desesperanza y la ideación suicida como síntomas que pueden presentar estos pacientes y se podrán iniciar programas específicos para ellos, para manejo de la desesperanza y no evolucionar a un trastorno más grave o a un intento suicida . 19 6.-Objetivos O. GENERAL: En la muestra obtenida en pacientes que acuden al servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”, se detectara la frecuencia de los siguientes constructos teóricos: Ansiedad Paroxística, Ansiedad Generalizada, Ideación Suicida y Desesperanza. O. ESPECÍFICO: Describir la frecuencia de desesperanza e ideación suicida para los trastornos de ansiedad generalizada y trastorno de ansiedad paroxística, en la población que acuda al servicio de urgencias con uno de los dos trastornos antesdescritos. 20 7. Hipótesis Hipótesis 1: “La Desesperanza y La Ideación Suicida están presentes en los pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada y Pacientes con Trastorno de Ansiedad Paroxística” Hipótesis 2: “Sin embargo, es mayor la ideación suicida en Pacientes con Trastorno de Ansiedad Paroxística que en Pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada y la Desesperanza es mayor en Pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada que en Pacientes con Trastorno de Ansiedad Paroxística”. 21 8. Metodología TIPO DE ESTUDIO Por objetivo: Descriptivo, observacional. Por seguimiento: Transversal. Por asignación de la maniobra: Escrutinio. Tipo de Población: Homodemico. UNIVERSO DE TRABAJO Población que acuda al servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” en el período comprendido del 1 de agosto del 2009 al 28 de Febrero 2010 con diagnóstico de Trastorno de Ansiedad Generalizada o Trastorno de Ansiedad Paroxística. TAMAÑO DE LA MUESTRA Tamaño de muestra: 157 CRITERIOS DE SELECCIÓN INCLUSIÓN: 1.- Pacientes con edad entre 18 y 79 años. 2.- Sexo masculino o femenino. 3.- Consentimiento para la participación del estudio. 4.- Acudir al servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”. 5.- Cumplir con criterios para Trastorno de Ansiedad Generalizada según DSM-IV-TR y que no cumplan para Trastorno de Ansiedad Paroxística según DSM IV-TR*. 6.- Cumplir con criterios para Trastorno de Ansiedad Paroxística según DSM IV-TR y que no cumplan para Trastorno de Ansiedad Generalizada según DSM-IV-TR*. 7.- Aplicación de escalas: Escala de desesperanza de Beck Escala de ideación suicida de Beck *Recordar que el TAP es denominado en el DSM-IV TR como Trastorno de angustia EXCLUSION: 1.- Pacientes con otro trastorno psiquiátrico concomitante como depresión, demencia y Trastornos mentales graves. 2.- Pacientes que no acepten la aplicación de escalas. 3.- Pacientes con enfermedades médicas graves. 4.- Pacientes bajo efecto de medicación psiquiátrica y/o sustancias psicoactivas. ELIMINACION: 1.- Pacientes que no hayan contestado las escalas completas 22 VARIABLES DEPENDIENTES: Cuantitativas: Desesperanza Cuantitativas: Ideación suicida INDEPENDIENTES: Trastorno de Ansiedad Paroxística Trastorno de Ansiedad Generalizada DEMOGRÁFICAS Nominal: Sexo Dimensional, numérica, discreta: Edad Ordinal: Nivel socioeconómico Ordinal: Escolaridad Ordinal: Ocupación Ordinal: Religión Ordinal: Estado Civil Ordinal: Lugar de Procedencia UNIDADES DE MEDIDAS: Variable Unidad Variable Unidad Desesperanza Puntaje Escala 0 a 20 Ocupación Desempleado 0 Ideación Suicida Puntaje Escala 0 a 38 Empleado 1 Sexo F 0 Dueño 2 M 1 Religión Católico 0 Edad Numérica 18 a 60 Ts. Jehová 1 Niv. Socioeconómico Bajo 0 Cristiano 2 Medio 1 Otro 3 Alto 2 Edo. Civil Soltero 0 Escolaridad Analfabeta 0 Casado 1 Primaria 1 Unión libre 2 Secundaria 2 Viudo(a) 3 Preparatoria 3 Procedencia DF 0 Lic. y más 4 Provincia 1 INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN Y MEDICIÓN a) Ficha de identificación que se integra por 7 preguntas, las cuales permiten conocer las características socio demográficas del entrevistado, el área de la unidad de la atención, 23 nombre, domicilio, edad, sexo, escolaridad, ocupación, religión, toxicomanías y problemas médicos asociados. b) Escala de desesperanza de Beck. Instrumento desarrollado por A.T. Beck en 1974, la cual consiste en 20 reactivos, estructurados como falso-verdadero, de los cuales 9 son falsos y 11 verdaderos. Los 11 estructurados como verdaderos son relacionados con la desesperanza y los estructurados como falsos se relacionan más con el afecto. A cada uno de estos veinte reactivos se les ha otorgado la calificación de 0 ó 1, Falso (0) o Verdadero (1), asignándole el valor de 1 a los reactivos negativos y el valor de cero a los reactivos positivos. El punto de corte es: el puntaje mayor o igual a 9 se considera como predictor de intento suicida (3). Instrumento diseñado para reflejar las expectativas negativas; tal concepto ha sido evaluado en varios estudios encontrándose confiable, fácilmente aplicable; es una escala autoaplicable que ha sido útil en la estimación de riesgo en intento suicida en adultos, estima las expectativas a futuro de los sujetos con intento suicida. Mondragón y Saltijeral en la investigación realizada en 1998 utilizaron la escala de desesperanza la cual tuvo una alfa de Cronbach de 0.56 (5) c) Escala de ideación suicida de Beck (Scale for Suicide Ideation, SSI): Es una escala heteroaplicada, elaborada por Beck (1979) para cuantificar y evaluar la intencionalidad suicida, o grado de seriedad e intensidad con el que alguien pensó o está pensando suicidarse (4). Es una escala de 19 items que debe ser cumplimentada por el terapeuta en el transcurso de una entrevista semi-estructurada. Las adaptaciones al español la presentan dividida en varias secciones que recogen una serie de características relativas a: -Actitud hacia la vida / muerte, -Pensamientos o deseos suicidas, -Proyecto de intento de suicidio, -Realización del intento proyectado; y añaden una quinta sección, con dos items, en la que se indaga sobre los antecedentes de intentos previos de suicidio. Estos dos items tienen un valor meramente descriptivo, ya que no se contabilizan en la puntuación global de la escala. Para cada ítem hay tres alternativas de respuesta que indican un grado creciente de seriedad y/o intensidad de la intencionalidad suicida. Hay dos formas de aplicar la escala, una referida al momento presente y otra referida al peor momentode la vida del paciente; es decir, al momento de mayor crisis, que puede coincidir con el actual o ser un acontecimiento ya pasado; en este último caso, la entrevista debe ser retrospectiva. El entrevistador selecciona, para cada ítem, el nivel de intensidad / seriedad que mejor refleje las características de la ideación suicida. En los casos de que las puntuaciones de los items 4 y 5 sea de 0 para ambos, es indicativo de la inexistencia de intencionalidad suicida y no procede continuar aplicando la escala. Cada ítem se puntúa de 0-2, y la puntuación total de la escala es la suma de los valores asignados a los 19 primeros ítems. El rango de la puntuación total es de 0-38. Se considera que una puntuación igual o mayor que 1 es indicativa de riesgo de suicidio, indicando una mayor puntuación un más elevado riesgo de suicidio. En el estudio realizado en 122 estudiantes universitarios de la ciudad de México se utilizó esta escala encontrando en la sub-escala I un alfa de cronbach de .90, sub 24 escala II que arrojo 2 factores se encontró un alfa de cronbach de 0.65 y 0.45, pero se encontró pertinente integrarlos en una sola dimensión, sub escala III alcanzó un alpha de 0.61, la sub-escala IV obtuvo un alpha de 0.45 (58). Esta escala no predice la ideación suicida, valora la intensidad del deseo de querer suicidarse y así saber si sujeto corre riesgo o no. RECURSOS DISPONIBLES DISPONIBLES Y NECESARIOS: Humanos: Investigador. Equipos materiales e insumos: Papelería como hojas, folders, lápices, plumas, gomas, escalas, equipo de cómputo e impresora. Local e instalaciones: Servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” . Financieros: Los propios del investigador. 25 9. Procedimientos Se presentó el protocolo ante los asesores del proyecto. Posteriormente ante la jefa del servicio de urgencias, comité de investigación y ética del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”. Una vez presentado el protocolo: Se acudió al servicio de urgencias del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” diariamente en busca de pacientes con Trastorno de Ansiedad Generalizada y con Trastorno de Ansiedad Paroxística; a quienes se les solicitó su participación en este protocolo de investigación, con los pacientes aceptantes y que firmaron el consentimiento informado previamente, se procedió a la aplicación de la encuesta Socio demográfica breve, individual y fechada que nos ofrece datos como Nombre, Edad, Sexo, Estado Civil, Escolaridad. Ocupación y Religión. Se realizó una entrevista breve semiestructurada basada en el MINI del DSM-IV TR, para corroborar que tuvieran el diagnóstico del trastorno de ansiedad evaluado y se descartó otra entidad psiquiátrica comorbida. Posteriormente se les aplicó la Escala de Desesperanza de Beck (Hopelessness Scale, HS), escala con 20 reactivos estructurados como falso-verdadero, de los cuales 9 son falsos y 11 verdaderos otorgando la calificación de 0 ó 1, Falso (0) o Verdadero (1), asignándole el valor de 1 a los reactivos negativos y el valor de cero a los reactivos positivos, el punto de corte es: el puntaje mayor o igual a 9 se considera como predictor de intento suicida y finalmente se aplicó Escala de Ideación Suicida (Scale for Suicide Ideation, SSI) escala de 21 ítems que debe ser cumplimentada por el terapeuta en el transcurso de una entrevista semi-estructurada; cada ítem se puntúa de 0-2 y la puntuación total de la escala es la suma de los valores asignados a los 19 primeros ítems, ya que los ítems 20 y 21 tienen solo valor descriptivo y no se tienen en cuenta para la puntuación total. El rango de la puntuación total es de 0-38. Se considera que una puntuación igual o mayor que 1 es indicativa de riesgo de suicidio. Se agradeció al paciente su participación. 26 10. Consideraciones Éticas Todos los procedimientos estuvieron de acuerdo a lo estipulado en el reglamento de la ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud. Se solicitó consentimiento informado explicado de forma verbal y escrita. Durante la selección de pacientes se detectaron 20 pacientes en riesgo los cuales fueron previamente atendidos y derivados a recibir atención de urgencia psiquiátrica específica. Artículo 17, título 20, Capítulo I, fracc. 2: Investigación con riesgo mínimo 27 11. Análisis Estadístico y Presentación de Resultados Cuando se contó con la totalidad de pacientes requeridos se procedió al análisis estadístico de los datos empleando: Cálculo de medidas de tendencia central (57) para los resultados de las escalas aplicadas: Promedio: La cual es la suma aritmética de las observaciones, y se calcula. 1) las observaciones se suman, 2) la suma se divide entre el número de observaciones (57). Mediana: Se define como la observación central, la mitad de las observaciones son mayores y la otra mitad menores; se calcula de la siguiente manera: 1) las observaciones se ordenan de mayor a menor, 2) se cuenta para encontrar el valor medio, en un número impar de observaciones, la mediana es este valor medio y para un número par de observaciones se define como la media de los dos valores centrales (57). Moda: Es el valor de las observaciones que se presenta con mayor frecuencia. Para los datos nominales como el sexo se realizará: Proporción: Que lo definimos como la parte dividida entre un todo ó sea el número de observaciones con característica dada, dividida entre el número total de observaciones (57). Para variables demográficas se utilizó estadística descriptiva. Para comparación de grupos se utilizó T de Student. 28 12. Resultados 1. Resultados Generales Se incluyeron 157 pacientes. Como se observa en la Tabla 1.1 y Gráfica 1.1, un total de 68 hombres (el 43.32 % de la muestra) y 89 mujeres (56.68% de la muestra); con un rango de edad de 18 a 78 años con un promedio de 38.36 años (D.E 13.21). Igualmente en la Tabla 1.1 y Gráfica 1.1 se observa que 89 (56.68%) pacientes presentan Trastorno de Ansiedad Generalizada y 68 (43.32%) Trastorno de Ansiedad Paroxística, corroborados por entrevista estructurada M.I.N.I. Tabla 1.1 Distribución por Sexo y Ts. De Ansiedad TAG TAP Total Femenino 50 39 89 Masculino 39 29 68 Total 89 68 157 De los 157 pacientes 120 de estos pacientes son procedentes del Distrito Federal (76.43%), 27 del Estado de México (17.19%), Hidalgo 3 (2%), Morelos 3 (2%), Guerrero 2 (1.27%), Michoacán 1 (0.63%) y Oaxaca 1 (0.63%) (Gráfica 2). Tabla 1.2 Distribución por Lugar de Residencia D.F. Edo. Méx Hidalgo Morelos Guerrero Michoacán Oaxaca 120 27 3 3 2 1 1 120 27 3 3 2 D.F Edo. Méx Hidalgo Morelos Guerrero Michoacan Oaxaca El estado civil predominante de la muestra fue: solteros 57 pacientes (36.30%), seguido 29 por 51 casados (32.48%), 37 en unión libre (23.56%), viudos 8 (5.09%) y 4 separados (2.54%). Tabla 1.3 Distribución por Estado Civil Solteros Casados Unión Libre Viudos Separados 57 51 37 8 4 36.3 32.48 23.56 5.09 2.54 SOLTEROS CASADOS U. LIBRE VIUDOS SEPARADOS En cuanto a la escolaridad encontramos que 48 estudiaron primaria (30.57%), 41 secundaria (26.11%), 39 llegaron a la preparatoria (24.84%), 17 de ellos son licenciados (10.82%), 9 son analfabetas (5.73%) y 3 tienen carrera técnica (1.91%). Tabla 1.4 de Distribución de Escolaridad Primaria Secundaria Preparatoria Licenciatura Analfabeta C.Técnica 48 41 39 17 9 3 48 41 39 17 9 3 Primaria Secundaria Preparatoria Licenciatura Analfabeta C.Técnica 30 En cuanto a la ocupación se divide en desempleados 72 (45.85%), 61 son empleados degobierno y privados (38.85%), con 21 comerciantes (13.37%) y 3 estudiantes (1.91). Tabla 1.5. Distribución por Ocupación Desempleado Empleado Comerciante Estudiante 72 61 21 3 72 61 21 3 Desempeado Empleado Comerciante Estudiante La religión reportada en la ficha de identificación se muestra una inclinación evidente hacia que 87 son católicos (55.41%), 31 cristianos (19.74%), 16 testigos de Jehová (10.19%), 13 Agnósticos (8.28%), 6 evangelistas (3.82%), 3 mormones (1.91%), y 1 judío (0.63%). Tabla 1.6. Distribución por Religión Católicos Cristianos T de Jehová Agnósticos Evangelistas Mormones Judíos 87 31 16 13 6 3 1 87 31 16 13 6 3 1 Católicos Cristianos T de Jehóva Agnóstcos Evangelistas Mormones Judíos 31 Escala de Desesperanza de Beck Se encontró un promedio general de 8.56 (D.E 5.65) puntos en la escala de desesperanza de Beck, mediana de 8 y moda de 0. Al encontrar un promedio y mediana similar se muestra un estudio simétrico, esto es la mayoría de los pacientes presentan puntuaciones cercanas. De los 157 pacientes evaluados se encuentra que el 21.65% de los pacientes se encuentran en parámetros normales, sin embargo 33.12% tiene una desesperanza leve, 24.20% moderada y el 21.01% severa, es cierto y observable que está distribuido de manera muy equilibrada la gravedad sin embargo es evidente que son más los desesperanzados que los que no lo están. Escala de Desesperanza de Beck Puntuación Global TAG TAP Porcentaje n=157* Normal 0 a 3 34 13 21 21.65% Leve 4 a 8 52 21 31 33.12% Moderado 9 a 14 38 29 9 24.20% Grave 15 a 20 33 26 7 21.01% *Porcentaje en base al global La puntuación de la escala de Desesperanza de Beck en pacientes con TAG en promedio fue de 10.38 puntos, teniendo las puntuaciones entre 0 a 19 puntos, con una mediana de 11 puntos y la moda de 12 puntos, los resultados se muestran no simétricos, lo cual implica que la puntuación de las respuestas no son unificadas entre los pacientes. El 14.60% no presentan desesperanza sin embargo el 23.59% esta levemente desesperanzados, 32 el 32.58% tiene una desesperanza moderada y el 29.21% presenta desesperanza grave. Escala de Desesperanza de Beck en TAG Puntuación Total Porcentaje n= 89 Normal 0 a 3 13 14.60% Leve 4 a 8 21 23.59% Moderado 9 a 14 29 32.58% Grave 15 a 20 26 29.21% La puntuación de la escala de Desesperanza de Beck en pacientes con TAP en promedio fue de 6.19 puntos, teniendo las puntuaciones entre 0 a 18 puntos, con una mediana de 8 puntos y la moda de 0 puntos, los resultados se muestran no simétricos lo cual implica que la puntuación de las respuestas no son unificadas entre los pacientes. El 30.88% no muestran datos de desesperanza, el 45.58% se encuentran levemente desesperanzados, el 13.23% se encuentran moderadamente desesperanzados y el 10.29% presentan severidad en su desesperanza. Escala de Desesperanza de Beck en TAP Puntuación Total Porcentaje n= 68 Normal 0 a 3 21 30.88% Leve 4 a 8 31 45.58% Moderado 9 a 14 9 13.23% Grave 15 a 20 7 10.29% Por el comparativo de porcentajes los pacientes con TAG presentan puntuaciones más altas en la escala de desesperanza de Beck que los pacientes con TAP. Escala de Ideación Suicida Se presenta un promedio 2.58 (D.E 3.50) en el puntaje de la escala de Ideación suicida de Beck, la media se presenta en la puntuación de 1 y la moda en 0, teniendo resultados no simétricos, lo cual refiere que los pacientes tuvieron respuestas diferentes entre ellos. El 36.94% se encuentran sin ideación suicida y el 63.06% presentan ideación suicida. Escala de Ideación Suicida Puntuación Global TAG TAP Porcentaje n=157* Normal 0 58 24 34 36.94% Leve 1-12 96 62 34 61.14% Moderado 13-25 3 3 0 1.91% Severo 26-38 0 0 0 0 *Porcentaje en base al global 33 El promedio de la Escala de Ideación suicida para TAG fue de 3.57 puntos con un rango de 0 a 22 puntos; presenta mediana de 3 puntos y moda de 0 puntos, por lo que los resultados son simétricos al coincidir el promedio y la mediana. Se encontró que el 26.96% no presentan ideación suicida sin embargo el 73.04% si la presentan. Escala de Ideación Suicida en TAG Puntuación Total Porcentaje n= 89 Normal 0 24 26.96% Leve 1-12 62 69.66% Moderado 13-25 3 3.37% Severo 26-38 0 0.00% El promedio de la Escala de Ideación suicida en TAP fue de 1.29 puntos con un rango de 0 a 12 puntos; presenta mediana de 1 puntos y moda de 0 puntos, los resultados no son simétricos lo cual nos refiere que las respuesta de los pacientes fueron variados. Los pacientes la misma cantidad de pacientes con ideación que sin ideación suicida. Escala de Ideación Suicida en TAP Puntuación Total Porcentaje n= 68 Normal 0 34 50.00% Leve 1-12 34 50.00% Moderado 13-25 0 0.00% Severo 26-38 0 0.00% Con los resultados anteriores se observa que los pacientes con TASG presentan mayor ideación suicida que los pacientes con TAP. 34 2. Resultados de T de Student Para la Escala de Desesperanza se encuentra una T: -5.532, con una P: 0.000, que nos habla de un Nivel de Confianza adecuado para el estudio. Para la Escala de Ideación Suicida se encuentra una T: -4.218, con una P: 0.000, igualmente refiere un Nivel de Confianza adecuado para este estudio. 35 13. Discusión Los pacientes encuestados e incluidos en el protocolo de estudio son representativos de la población que acude a solicitar y recibir atención al Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” en el Servicio de Urgencias, en su mayoría habitantes del Distrito Federal y del Estado de México (93.62%), edad de 18 años en adelante con un promedio de edad de 38.36 años, escolaridad baja entre primaria y secundaria (56.68%) lo cual es importante ya que puede dificultar proporcionalmente la comprensión de las escalas aplicadas, en su mayoría solteros (36.30%) y casados(32.48%), siendo estas las características que nos parecen relevantes, ya que son factores que podrían influir en el afecto de los pacientes. Del global de pacientes evaluados 21.65% se encuentran en puntuaciones de normalidad para la escala de desesperanza sin embargo el 77.35% tiene puntajes de leve a severo siendo el 33.12% en leve, 24.20% moderado y 21-01% grave, lo cual nos lleva a observar la presencia importante de desesperanza en los pacientes que padecen TAG y TAP. En la escala de Ideación suicida el 36.94% no presentan ideación suicida y el 73.06% si la tienen, nuevamente demostrando que estos pacientes, si presentan ideación suicida que pone en riesgo su vida. Durante la evaluación de la Escala de Desesperanza muestra un mayor puntaje promedio para el Trastorno de Ansiedad Generalizada 10.38 que para el Trastorno de Ansiedad Paroxística 6.19, y en la Escala de Ideación Suicida presenta un puntaje Promedio de 3.57 para TAG y de 1.29 para TAP; lo cual rechaza parcialmente la Hipótesis 2 ya que es mayor el porcentaje de Ideación Suicida pata TAG que para TAP. En la tabla de presentación del puntaje que resulta de esta escala entre ambos padecimientos encontramos que en TAG los pacientes presentan una mayor puntuación que en los pacientes con TAP como se observa en la siguiente tabla. Escala de Desesperanza de Beck Puntuación TAP TAG Normal 0 a 3 30.88% 14.60% Leve 4 a 8 45.58% 23.59% Moderado 9 a 14 13.23% 32.58% Grave 15 a 20 10.29% 29.21% Al comparar los resultados de la escala de Ideación Suicida encontramos que los pacientes con TAG presentan mayor ideación suicida que los pacientes con TAP, lo cual resulta en pacientes con mayor riesgo suicida. Escala de Ideación Suicida Puntuación TAG TAP 0 26.96% 50.00% 1-12 69.66% 50.00% 13-25 3.37% 0.00% 26-38 0.00% 0.00% Encontramos una Prueba de Distribución de T de Student de T:-5.532 y P: 0.000 en la 36 Escala de Desesperanza.Así mismo la Prueba de Distribución de T de Student para la Escala de Ideación Suicida de T: -4.218 y P: 0.000. Durante la observación de los resultados del estudio se observa que los pacientes con TAG presentan una Desesperanza e Ideación suicida importante, lo que lleva a considerar que los pacientes que viven bajo constante estrés psicológico, presentan una visión “oscura” hacia el futuro de su propia vida, llevándolos a pensar en algún momento que el “fin de su vida” es la opción para dejar de sentir esta presión mental que vive día a día. 37 14. Conclusión En la actualidad, el tipo de vida en el que nos desarrollamos, nos lleva a vivir bajo estresores constantes que producen Trastornos de Ansiedad Generalizada y Paroxística, que se vuelven de difícil control y manejo, lo cual produce en el paciente desesperación, que pasado el tiempo se convierte en desesperanza e ideación suicida, por eso es importante crear Grupos Terapéuticos para estos pacientes en los que se les ayude a manejar mejor sus síntomas Ansiosos y presentar mejoría en su calidad y expectativa de vida. Este estudio nos abre la posibilidad de ver al paciente ansioso como un ser que puede a estar desesperanzado y llegar a tener ideas suicidas, es bueno poder ofrecer un mejor encuadre terapéutico, donde se manejen estos parámetros en ellos y se resuelvan rápidamente. Es importante tomar en cuenta, que tanto la ansiedad como la frecuencia de las crisis varían en cada individuo; en ese sentido, el médico debe de saber interrogar al paciente y explicar claramente cada uno de los síntomas con sus características primordiales y que estos episodios no ponen en peligro su vida, sin embargo sin tratamiento y manejo adecuado puede presentar cronicidad en los síntomas y llegar a atentar en contra de sí mismo o ha permanecer en un estado constante de desesperanza. No basta con entender que se tiene “sólo ansiedad”, como se suele indicar en los servicios de urgencia cuando se acude por este motivo. Saber cuál es la naturaleza de este fenómeno, cuáles son sus consecuencias, y qué tratamientos de los disponibles son los más útiles a medio y largo plazo, es una buena forma de iniciar el camino para dominar la ansiedad, impidiendo que se haga crónica y que se complique con la aparición de síntomas que pongan en riesgo la vida del paciente. Sería conveniente realizar este estudio en otros servicios del Hospital para integrar resultados y tener un enfoque global, del comportamiento del paciente Ansioso en fases de control y en fases de agudización de síntomas como es el caso de este protocolo. Con la finalidad de iniciar Grupos Terapéuticos para los pacientes ansiosos, en donde trabajen con su padecimiento, aprendan de él, lo comprendan, lo acepten y lo controlen, para disminuir el riesgo que tienen los pacientes de presentar desesperanza, o ideas suicidas, que pone en riesgo su integridad física y la salud mental tanto de ellos y sus familias, y en la manera de lo posible evitar dicho riesgo; el tratamiento ha de ser psicoterapéutico con técnicas cognitivo-conductuales, como la relajación, la exposición a estímulos angustiantes, la desensibilización sistemática, el biofeedback, entrenamiento asertivo, etc. Igualmente sería recomendable la terapia familiar y la terapia de grupo para ayudar a las personas afectadas y a sus familiares a adaptarse a las dificultades psicosociales que traen aparejados los trastornos de ansiedad. La combinación de estos tipos de tratamiento podría ayudar del 70 al 90% de las personas afectadas de un padecimiento con importante presencia en la población del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”. Se puede apreciar una mejoría de 6 a 8 semanas después de iniciarse el tratamiento. 38 15. Referencias BIBLIOGRAFÍA 1. ARANGO VICTORIO y cols. Autoradiographic Demostration of Increased Serotonin And B-adrenérgico Receptor Binding Sites In The Brain Of Suicide Victims, Arch Gen Psychiatry 1990; 47; 1038-1047. 2. FIFE A, SCHREIBER J. Psychiatric emergencies in adults: Suicidal ideation and behavior. 2002 UpToDate®. www.uptodate.com 3. BECK AT, WEISMAN A, LESTER D, TREXLER L. The measurement of pessimism: The Hopelessness Scale. J Consult Clin Psychol 1974; 42: 861-865 4. BECK AT, KOVACS M, WEISSMAN A. Assessment of suicidal intention: the Scale for Suicide Ideation. J Consult Clin Psychol 1979; 47: 343-352. 5. MONDRAGON L. 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