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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA “ESTUDIO PILOTO DE UN PROGRAMA DE REALIDAD VIRTUAL COMO MÉTODO DE INTERVENCIÓN” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: VANESSA YUNUEN REYES HERRERA DIRECTORA DE TESIS: DRA. GILDA GÓMEZ PERESMITRÉ REVISORA: DRA. CORINA CUEVAS RENAUD http://images.google.com.mx/imgres?imgurl=http://www.acatlan.unam.mx/file_download/357/Escudo-UNAM-1024x1151.png&imgrefurl=http://www.acatlan.unam.mx/campus/476/&usg=__FCA3uTAaJRiW_mwLIi78JVwW2jI=&h=1151&w=1024&sz=196&hl=es&start=2&tbnid=fHW5hUHy1klTSM:&tbnh=150&tbnw=133&prev=/images?q=escudo+unam&gbv=2&hl=es UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 AGRADECIMIENTOS “Para lograr tus sueños, no necesitas que los demás crean en ti, sólo necesitas creer en ti mismo” A Dios porque a lo largo de mi vida me ha llenado de bendiciones y rodeado de ángeles que yo les llamo amigos. A ti papá porque siempre has creído en mi y en todo lo que hago, me haces sentir lo importante que soy para ti. Agradezco tus enseñanzas, ayuda y amor que me has brindado, gracias a ello he llegado a ser lo que ahora soy. Te adoro. A mi mamá por todos sus desvelos para apoyarme a terminar aquellos trabajos de escuela tan pesados. Por aquellos momentos en que fuiste la única que me apoyó, comprendió y no me juzgó, me dejaste buscar mi felicidad. Te quiero. A esa personita tan especial que desde que está conmigo ha sido mi soporte, que me ha apoyado tanto en este proyecto y que en aquellos momentos difíciles me ha dado la fuerza para seguir adelante. Gracias Osvaldo. Te amo. A Dany y Rico, gracias por su amor y apoyo incondicional, son los mejores hermanos que pude tener. A mis amigas, gracias por dejarme compartir con ustedes todos esos momentos inolvidables. Son un tesoro invaluable para mí: Gisela, Diana, Miriam, Jazmín, Josie, Varsovia. A la Dra. Gilda Gómez Peresmitré por la gran ayuda y paciencia que me brindó en la realización de esta tesis. A Rosy y Rodri, por ofrecerme su amistad sincera y apoyo; a Chivis por las lecciones que me dio, su apoyo y cariño. A las del cubí gracias por su amistad y apoyo sincero: Lolis y Claus. 3 ÍNDICE RESUMEN 1 INTRODUCCIÓN 2 CAPITULO 1. SALUD Y ENFERMEDAD 1.1. Salud y Enfermedad 4 1.1.1. Definición de Salud y Enfermedad 5 1.2. Génesis y Evolución de la Enfermedad 8 1.3. Epidemiología 9 1.3.1. Usos de la Epidemiología 11 1.4. Psicología de la Salud 14 1.5. Niveles de Prevención 15 1.5.1. Prevención Primaria 15 1.5.2. Prevención Secundaria 17 1.5.3. Prevención Terciaria 17 1.6. Promoción de la Salud 18 1.7. Estilos de Vida 19 CAPITULO 2. TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA 2.1. Trastornos de la Conducta Alimentaria 23 2.2. Anorexia Nervosa 23 2.2.1. Antecedentes Histórico de la Anorexia Nerviosa 24 2.2.2. Criterios Diagnósticos de la Anorexia Nervosa 26 2.2.3. Consecuencias Físicas de la Anorexia Nervosa 27 2.3. Bulimia Nervosa 29 2.3.1. Antecedentes Históricos de la Bulimia Nervosa 30 2.3.2. Dificultades Psicológicas de la Bulimia Nervosa 32 2.3.3. Criterios Diagnósticos de la Bulimia Nervosa 32 2.3.4. Consecuencias Físicas de la Bulimia Nervosa 34 2.4. Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificado 36 2.4.1. Criterios Diagnósticos del TANE 36 2.5. Epidemiología de los Trastornos de la Conducta Alimentaria 37 4 CAPITULO 3. FACTORES DE RIESGO 3.1. Factores de Riesgo en TCA 41 3.2. Factores de Riesgo para la Anorexia Nervosa 44 3.2.1. Factores Predisponentes en la Anorexia Nervosa 44 3.2.2. Factores Precipitantes de la Anorexia Nervosa 45 3.2.3. Factores de Mantenimiento para la Anorexia Nervosa 46 3.3. Factores de Riesgo para la Bulimia Nervosa 46 3.3.1. Factores Predisponentes en la Bulimia Nervosa 46 3.3.2. Factores Desencadenantes en la Bulimia Nervosa 48 3.3.3. Factores Perpetuantes de la Bulimia Nervosa 49 3.4. Imagen Corporal 49 3.4.1. La Imagen Corporal en los T.C.A. 52 3.4.2. ¿Cómo se forma la Imagen Corporal? 53 3.4.3. Insatisfacción con la Imagen Corporal 56 3.4.4. Medición de la Imagen Corporal 58 3.4.5. Modelos y Teorías de la Insatisfacción Corporal 59 3.4.6. Alteración de la Imagen Corporal 61 3.4.7. Índice de Masa Corporal 64 3.4.8. Deseo de una Figura Ideal Delgada 64 3.4.9. Prevalencia de los Factores de Riesgo asociados con Imagen Corporal en México 65 CAPITULO 4. ADOLESCENCIA 4.1. Concepto de Adolescencia 67 4.2. Desarrollo Físico 68 4.2.1. Maduración Sexual en las Mujeres 70 4.2.2. Maduración Sexual en Hombres 71 4.3. Desarrollo de la Sexualidad 72 4.4. Desarrollo Cognoscitivo 73 4.5. Desarrollo Psicosocial 75 4.6. Imagen Corporal y Adolescencia 77 4.6.1. Insatisfacción con la Imagen Corporal en la Adolescencia 78 4.6.2. Autoestima e Imagen Corporal 79 4.7. La Adolescencia y los Trastornos de la Conducta Alimentaria 81 5 CAPITULO 5. TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA 5.1. Tratamiento de los TCA 83 5.2. Tratamiento Farmacológico 85 5.2.1. Tratamiento Farmacológico de la Anorexia Nervosa 86 5.2.2. Tratamiento Farmacológico de la Bulimia Nervosa 88 5.3. Tratamiento Cognitivo-Conductual 89 5.3.1. Tratamiento Cognitivo-Conductual de la Anorexia Nervosa 89 5.3.2. Tratamiento Cognitivo Conductual de la Bulimia Nervosa 93 5.4. Tratamiento Psicodinámico 95 5.5. Tratamiento Nutricional 98 5.6. Tratamiento del Trastorno de la Imagen Corporal 100 5.7. Realidad Virtual 103 5.7.1. Definición 104 5.7.2. La Realidad Virtual en la Clínica 105 5.7.3. Investigaciones Previas sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria y Realidad Virtual 107 CAPITULO 6. MÉTODO 109 CAPITULO 7. RESULTADOS 118 CAPITULO 8. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 129 SUGERENCIAS Y LIMITACIONES 134 REFERENCIAS 135 ANEXOS 145 Anexo 1. Cuestionario de Alimentación y Salud 146 Anexo 2. Programa de Realidad Virtual 160 6 RESUMEN El objetivo central de la presente investigación* fue probar la eficacia a través de un estudio piloto de un programa de Realidad Virtual en la prevención de factores de riesgo asociados con imagen corporal como son: insatisfacción corporal, alteración de la imagen corporal y deseo de una figura ideal muy delgada. Se trabajó con una muestra inicial de N=125 adolescentes del sexo femenino, estudiantes de bachillerato, de las cuales se seleccionaron aleatoriamente a N=30 participantes.El diseño de la investigación fue de tipo cuasiexperimental con mediciones pre-test y post-test. Entre los principales resultados se encontró que el programa de Realidad Virtual como método de prevención fue eficaz en la variable figura ideal ya que las adolescentes después de la intervención redujeron la preferencia por figuras muy delgadas y aumento la selección por una de normo peso. Se sugirió la realización de nuevas investigaciones para obtener información de aquellas variables que no respondieron como se esperaba a la intervención como son insatisfacción corporal y alteración de la imagen corporal. Esta tesis forma parte de una investigación mayor denominada: Programa de Realidad Virtual: Promoción del bien comer y prevención de factores de riesgo en trastornos de la conducta alimentaria. Financiado por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT. IN308608). 7 INTRODUCCIÓN Es alarmante el incremento que han tenido durante los últimos años los trastornos de la conducta alimentaria, principalmente la Anorexia y Bulimia Nervosas. Como se sabe dichos trastornos responden a una etiología multifactorial que involucra aspectos psicológicos, familiares, sociales y culturales. Estas patologías se desarrollan preferentemente en las mujeres adolescentes ya que la adolescencia es una etapa de cambios tanto físicos como psicológicos, en la cual la influencia sociocultural puede determinar en gran medida la aceptación que el adolescente tenga sobre su propio cuerpo. En nuestra sociedad actual a través de los medios de comunicación se ha difundido de manera masiva el ideal de belleza que corresponde a un cuerpo muy delgado, el cual se ha asociado con características positivas tales como éxito, inteligencia, aceptación social, entre otras. Las adolescentes al evaluar su cuerpo y no coincidir con el modelo impuesto culturalmente pueden desarrollar insatisfacción corporal, que es uno de los principales factores de riesgo antecedente para el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria. El nivel o grado de satisfacción-insatisfacción es una de las dos dimensiones más estudiadas y mejor documentadas como factor de riesgo para el desarrollo de estas patologías (Gómez-Peresmitré, Saucedo y Unikel, 2000). Ante esta problemática de salud pública, se hace necesario el desarrollo de programas y estrategias preventivas que disminuyan la incidencia de éstos trastornos. Es importante actuar a nivel de prevención primaria ya que es un servicio que es accesible a toda la gente y se interviene cuando el individuo aún no está enfermo, a diferencia de lo que sucede con el tratamiento que es más complejo y costoso. Los costos de la enfermedad no son únicamente físicos y emocionales sino también económicos. En instituciones de salud privada de la ciudad de México, los costos del tratamiento van desde 7 u 8 mil pesos mensuales, hasta 144 999 pesos por mes y medio. Debido a esto sólo un 8 porcentaje privilegiado de la población puede tener acceso a un tratamiento para este tipo de trastorno (Pineda y Gómez-Peresmitré, 2006). Recientemente en México se creó un programa de Realidad Virtual para prevenir y tratar los TCA. La Realidad Virtual es un método en el cual se crea un ambiente seguro para el individuo ya que en ella no puede ocurrirle “realmente” nada de lo que tanto teme y, a partir de esa seguridad, puede libremente explorar, experimentar, sentir, vivir, revivir sentimientos y/o pensamientos. Poco a poco, a partir del conocimiento y dominio que dan las interacciones con el mundo virtual, podrá enfrentarse al mundo real (Baños, Botella y Perpiña, 2000). El propósito de la presente investigación estriba en probar la eficacia de un programa de Realidad Virtual en la disminución de factores de riesgo asociados con imagen corporal. La importancia del presente estudio radica en que es la primera vez que se utiliza el programa de Realidad Virtual como único método de intervención. 9 CAPITULO 1 SALUD Y ENFERMEDAD 1.1. Salud y Enfermedad. En la noción de salud y enfermedad, es muy importante tomar en cuenta el término normalidad ya que éste se usa comúnmente como sinónimo de salud, de la misma forma en que lo anormal se relaciona con la enfermedad. En los diccionarios lo normal se define como el promedio de lo que no se desvía de cierto valor medio, pero en la biología un valor normal corresponde a variaciones más o menos fijas alrededor de un promedio característico para una población en su ambiente específico. El hombre está sometido a la variación biológica constante, por lo que sus características anatómicas, fisiológicas, psicológicas, no admiten un modelo fijo. En cuanto a las personas que se consideran normales existen grandes variaciones respecto al peso, estatura, temperatura, presión arterial, inteligencia, entre otras (San Martín, 1992). Cuando una característica estructural o funcional se desvía significativamente de lo normal produciendo síntomas no usuales o inconvenientes, entonces la variación pasa a constituir una anormalidad. La variación ecológica está ligada íntimamente al ambiente, por lo que a veces es considerado normal en un lugar, puede ser anormal en otro diferente. En conclusión, si el valor de partida es el hombre, la salud y la enfermedad, lo normal y lo anormal, no pueden figurar como normas debido a que la condición humana es de ser, a la vez sano y enfermo, normal y anormal, o variar todo el tiempo según, los ambientes, el tiempo o las circunstancias ecológicas (San Martín, 1992). 10 1.1.1. Definición de Salud y Enfermedad. A lo largo de los años se ha generado un cambio trascendental en el concepto de salud. Actualmente, lejos de seguir un patrón de modelo biomédico, se ha creado un concepto holístico positivo que integra todas las características del bienestar humano, además de que son tomadas en cuenta la satisfacción de las llamadas necesidades básicas y el derecho a otras aspiraciones que todo ser humano y grupo desea tener. Esto quiere decir que no solamente deben ser tomados en cuenta los factores como tener una vivienda, qué comer, dónde acudir cuando se está enfermo y contar con trabajo remunerado; sino que también se requieren otros componentes de la salud, por ejemplo, los derechos humanos, la paz, la justicia, las opciones de vida digna, la calidad de esa vida; la capacidad de crear, de innovar, de sentir placer; de tener acceso al arte y la cultura y en fin, de llegar a una vejez sin discapacidades y con plena capacidad para continuar disfrutando la vida hasta que el ciclo vital se termine (Espinosa y Málaga, 2001). En la noción de salud existe un punto de vista fisiológico, el cual la traduce como un funcionamiento armónico de las diversas partes que integran el organismo. Además la salud puede interpretarse como producto de la armónica interrelación entre el organismo y el ambiente que lo rodea; por lo tanto, la enfermedad se concibe como una desarmonía funcional del hombre con su ambiente, que se expresa por alteraciones fisiológicas y por cambios en la interrelación e interdependencia con otros seres. Entonces la relación y dependencia mutua del hombre, en convivencia con otros seres, se perturba cuando la enfermedad se manifiesta (Vega, 1987). 11 El concepto de salud puede sonar un tanto utópico ya que no toda las culturas o poblaciones tienen los ambientes con las características requeridas para cumplir con todos los factores de una vida saludable. Por esta razón se deben tomar en cuenta diferentes factores que más adelante serán mencionados. La OMS definió la salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente como la ausencia de enfermedado invalidez (Higashida, 2001). A pesar de que el concepto dado por la OMS se utiliza hasta hoy con mucha frecuencia, se le han hecho muchas críticas, principalmente porque el supuesto estado de “completo bienestar” aparece descontextualizado y describe a la salud como un valor muy general que dificulta una operacionalización para su reconocimiento y promoción (Morales, 1999). La salud actualmente no puede definirse como un estado de bienestar absoluto, ya que en ella influyen muchas situaciones relativas, dinámicas y variables que dependen de los factores que se presentan en la vida social del individuo y de las poblaciones. Se puede decir que hay salud cuando estos factores son favorables a la ecología individual. De acuerdo con la idea anterior, se define a la salud como un proceso social, en su origen, que tiene repercusiones ecológicas en el ambiente de vida de la comunidad y que, finalmente, produce en el individuo, según las circunstancias (favorables o negativas), el estado ecológico de la salud o el desequilibrio ecológico que llamamos enfermedad (San Martín y Pastor, 1988). De acuerdo con este concepto de San Martín y Pastor (1988, p. 31), hay varios aspectos a considerar: El estado de salud no puede ser absoluto ya que esta interrelacionado con el ambiente social y ecológico de la comunidad, el cual depende de la actividad del hombre, por lo que no se trata de algo estático ya que el hombre es un ser esencialmente variable. 12 No hay un límite totalmente determinado ente la salud y la enfermedad, sino que hay expresiones y grados que pueden mezclarse de diferentes formas. Cuando se estudia el concepto de salud, debe considerarse el bienestar que se trata de un componente subjetivo, además de la adaptación biológica, mental y social del individuo. De acuerdo con estos mismos autores, se puede considerar a la salud como un estado relativo, es decir, como un estado de salud-enfermedad dinámico, variable, individual y colectivo (relaciones sociales); producto también dinámico y variable de todos los determinantes sociales (ambientales) y genético-biológico-ecológicos que se originan en la sociedad, se distribuyen socialmente y se expresan en nuestra biología. Por otro lado Simón (1999), define a la salud como un proceso de relaciones dinámicas y bidireccionales entre dimensiones, competencias individuales (biopsicosociales) y características ambientales cuyo resultado es un estado que se caracteriza por el equilibrio y bienestar psicosocial; siendo la enfermedad la pérdida momentánea o duradera de dicho equilibrio dinámico, además de la presencia de los correspondientes trastornos, síntomas discapacidades o necesidades físicas, psíquicas y/o sociales. Además la salud y la enfermedad están multideterminadas, tanto por las condiciones biomédicas de la vida, como las condiciones biográficas del vivir. Salud y enfermedad, dos grados extremos en la variación biológica, son el resultado del éxito o el fracaso del organismo para adaptarse física, mental y socialmente a las condiciones de nuestro ambiente total. Por lo tanto, un individuo sano es aquel que muestra un equilibrio físico, mental y social con su ambiente. Se trata entonces de un estado armónico entre el medio interno y el externo. No obstante, la salud es un estado muy variable que debe ser constantemente 13 cultivado, protegido y fomentado. El factor más importante para lograr esto es el nivel de vida y la calidad de vida en el que se desenvuelve el individuo (San Martín, 1992). Por otro lado, la definición tradicional de la enfermedad, es la ausencia de salud. Pero la enfermedad no es solo eso, también es un estado de desequilibrio ecológico en el funcionamiento del organismo vivo. No tiene sentido sino en función del hombre tomado como una unidad biológica-psicológica-social y podría definirse como un desequilibrio biológico-ecológico o como una falla de los mecanismos de adaptación del organismo y una falta de reacción a los estímulos exteriores a los que está expuesto. Este proceso termina por producir una perturbación de la fisiología y/o de la anatomía del individuo (San Martín, 1992). 1.2. Génesis y Evolución de la Enfermedad. La historia natural o la génesis y evolución de la enfermedad puede dividirse en dos periodos: Período de génesis o prepatogénico. En este período interactúan el huésped, el agente y el ambiente (en muchas ocasiones el agente se encuentra en el ambiente) como factores potencialmente productores de enfermedad. El huésped (el ser humano) se encuentra sano; pero, en determinado momento, alguno de los elementos de la tríada rompe el equilibrio del sistema ecológico y cuando el desequilibrio produce a su vez la pérdida de la homeostasis del individuo, se produce el estado que se describe como enfermedad. Esta pérdida del desequilibrio la mayoría de los casos se debe al conjunto de varios cambios tanto del agente patógeno como del huésped y del ambiente; a esto se le llama multicausalidad. 14 Periodo de evolución natural o patogénico. Comprende el proceso evolutivo de la enfermedad en el hombre, desde la primera interacción de los estímulos que la provocan, las respuestas o reacciones del huésped (que pueden manifestarse por cambios bioquímicos, anatómicos y fisiológicos) que lo llevan a la recuperación del equilibrio o lo conducen al estado crónico (donde se tiene que llevar a cabo una nueva homeostasis), a la aparición de secuelas, como la invalides y la muerte. Los diferentes caminos que puede seguir una misma enfermedad dependen de la capacidad del huésped para reaccionar ante los estímulos (Higashida, 1995, pp. 42-43). 1.3. Epidemiología. Históricamente la epidemiología surge como una disciplina estrechamente relacionada con el estudio de las enfermedades infecciosas de carácter epidémico, pero en la actualidad su uso ha dejado de ser patrimonio exclusivo de las enfermedades infectocontagiosas, para ampliar su aplicación al conocimiento de aquellas causadas por agentes químicos, físicos o mecánicos (Vega, 1987). Este mismo autor, nos dice que el concepto de epidemiología se desprende del significado de las raíces que integran la palabra: epi (sobre), demos (población) y logos (tratado, ciencia o doctrina). Por lo que su función principal se relaciona con el estudio de los factores que preservan la salud o condicionan la enfermedad en la población. Para San Martín (1992), la epidemiología es un fenómeno biológico como lo es la enfermedad; está constituida por la asociación de factores causales y factores coadyuvantes (dependientes del huésped, el agente y el ambiente social) que se interrelacionan (multicausalidad) para producir el fenómeno biológico que se va a estudiar. La epidemiología estudia las condiciones de la salud y sus determinantes en la población utilizando esencialmente la estadística en su análisis, ya que se 15 trata de un estudio de fenómenos que ocurren en grupos y en poblaciones y no solo en individuos aislados. También utiliza: la clínica (estudio médico del individuo), el laboratorio, la ingeniería sanitaria, la toxicología, la demografía. la sociología, la etología, la economía (pp. 112). La unidad de observación en epidemiología es un grupo humano y no un individuo, su principal propósito es el estudio de las enfermedades en su medio natural, y su meta final es la de identificar las medidas preventivas aplicables a cualquier estadio de la evolución de la enfermedad (Vega 1987). Para Cohen (1979), la característica peculiar de la epidemiología no es tanto el método sino la unidad de observación que es la población. Una población específica a través de la interacción de sus miembros tiene características físicas y mentales capacesde ser definidas como las de las personas. La salud y la enfermedad tienen su propia epidemiología. En esta relación intervienen tres factores epidemiológicos: el agente, el individuo y el ambiente que los contiene a ambos. La causalidad múltiple de la salud y la enfermedad corresponde al concepto holístico de todos los fenómenos biológicos: ninguna enfermedad es producida por un factor único aislado; igual sucede con la salud. Siempre actúa una cadena de asociaciones causales que se asocian circunstancialmente par producir el fenómeno biológico (San Martín, 1992). 16 1.3.1. Usos de la Epidemiología. Vega (1987), afirma que para hablar de los usos de la epidemiología, antes debe establecerse la diferencia entre epidemiología y método epidemiológico. En el primer caso se hace referencia a la suma de los conocimientos acumulados en relación a la distribución y análisis de las causas que determinan la presencia de una enfermedad en una población, mientras que el método implica el uso ordenado de los principios que permiten obtener la información acerca de la enfermedad. Morris (citado en Vega, 1987), señala que la epidemiología puede aplicarse en el estudio de: La evolución histórica de las enfermedades. Reconocer la declinación o emergencia de un problema de salud por medio del análisis de los eventos en función del tiempo, o bien, en su situación más o menos estable en la comunidad. El diagnóstico de la salud en las comunidades. El reconocimiento de las condiciones de salud o de enfermedad en una población debe hacerse en función del análisis de los eventos y de acuerdo al tiempo, al espacio y las personas. Administración de los servicios de salud. Se lleva a cabo con la ayuda de los métodos epidemiológicos en la planeación de los servicios de salud, con el fin de establecer de manera racional el equilibrio entre la demanda de salud y la oferta de servicios para poder finalmente evaluar los servicios encargados de promover, presentar o restaurar la salud. 17 Estimación de riesgos. Las llamadas tasas constituyen indicadores que permiten estimar el riesgo de enfermar o de morir que prevalece en una comunidad. Integración de cuadros clínicos. Identificación de las características clínicas, en función de la presencia o ausencia de algunos factores relacionados con el huésped ha permitido reconocer la variabilidad que suele existir en síndromes clínicos. Identificación de síndromes. La confirmación de un síndrome clínico, o bien la identificación de éste, requiere con frecuencia investigar un número importante de personas en una población. Solo mediante este tipo de investigación epidemiológica ha sido posible reconocer la penetración que tiene un gen patológico. Investigación de las causas que condicionan la salud o la enfermedad. En donde está implícita la multicausalidad, es decir, que la salud o la enfermedad son producto de armonía o desarmonía que existe entre los factores relacionados con el agente, el huésped y el ambiente (pp. 29-31). Por su parte Higashida (2001), afirma lo siguiente con relación al uso de la epidemiología: Al conocer los antecedentes de determinada enfermedad en una comunidad puede predecirse su comportamiento futuro. Investigación de enfermedades en la población, sobre todo de grupos más expuestos. 18 El diagnóstico epidemiológico indica la presencia de salud o de enfermedad en la comunidad. En el caso de enfermedad se puede saber si se trata de un caso esporádico; un brote epidémico o un problema endémico; cuál es el origen de la enfermedad; cómo se transmite y su repercusión en la comunidad. Estimación de las probabilidades que tiene cada individuo de enfermarse. Ayuda a completar o modificar el conocimiento de las características de las enfermedades. Investigación de las causas que llevan a la salud o a la enfermedad para planear medidas preventivas. Permite la evaluación de los resultados de algún tratamiento, de alguna campaña de vacunación o cualquier actividad de los programas de Salud Pública que se estén realizando. En estudios experimentales permite investigar la efectividad de algunos tratamientos (p. 267). De acuerdo con la misma autora, la epidemiología ha podido demostrar la participación genética y del ambiente social en la producción, distribución y frecuencia de los estados de salud y de enfermedad del individuo y de la población. Sucede que los factores que se asocian para producir enfermedad pueden ser los mismos que, en otras condiciones, fomenten la salud. Por ejemplo, la alimentación en cantidad y calidad adecuadas fomenta la salud y el bienestar del hombre, pero en cantidad excesiva puede producir obesidad y en cantidad deficiente puede producir carencias. 19 1.4. Psicología de la Salud. Desde sus orígenes, la psicología ha estado estrechamente vinculada con la salud, especialmente mental, desarrollando la investigación y las estrategias de actuación apropiadas para un mejor abordaje de las alteraciones de la misma que forman el núcleo de las actuaciones de especialidades psicológicas de la psicología clínica y la psicología comunitaria. Otra conexión entre psicología y salud es la física o biomédica, la cual viene históricamente determinada por la frecuente aplicación de procedimientos de terapia/modificación de conducta en problemas tradicionalmente considerados como biomédicos y por el cada vez mayor reconocimiento de la importancia que tienen los factores comportamentales en la génesis, precipitación, mantenimiento, alivio o eliminación de la enfermedad física (Simón, 1999). Reig, Rodríguez y Mira (1987), afirmaron que el término psicología de la salud se viene utilizando desde finales de la década de los setenta por un gran número de psicólogos para denominar la actividad de la psicología y sus profesionales en el área de la salud. La psicología de la salud es el campo dentro de la psicología, que intenta comprender la influencia de las variables psicológicas sobre el estado de salud, el proceso por el que se llega a éste, y cómo responde una persona al enfermarse (Latorre y Beneit, 1994). Por su parte Morales (1999), considera que la psicología de la salud es la rama aplicada de la psicología que se dedica al estudio de los componentes subjetivos y de comportamiento del proceso salud-enfermedad. Por lo tanto, a la psicología de la salud le interesa el estudio de aquellos procesos psicológicos que participan en la determinación del estado de salud, en el riesgo de enfermar, en la condición de enfermedad y en la recuperación, así como las circunstancias interpersonales que 20 se manifiestan en la prestación de servicios de la salud, lo que se expresa en la práctica de un amplio modelo de actividad que incluye acciones útiles para la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades, la atención de los enfermos y la adecuación de los servicios de salud a las necesidades de los que los reciben. 1.5. Niveles de Prevención. Con relación a la prevención, como su nombre lo indica, se trata de prevenir las enfermedades, prolongar la vida, promover la salud y eficiencia física y mental, además de interpretar las enfermedades en cualquier fase de su evolución. Existen tres niveles de prevención que son: primaria, secundaria y terciaria; dentro de cada uno existen medidas preventivas que son generales para cualquier enfermedad, así como medidas específicas (Higashida, 2001). 1.5.1. Prevención Primaria. Morales (1999), afirma que la atención primaria debe considerarse uno de los momentos más importantes entre todos los procesos de atención a la salud ya que es un modo de organizar dicha atención de las personas, que se hace los más cerca posible de lagente, de sus lugares de vida y de trabajo, y que se lleva a cabo desde instituciones que no son de alta complejidad estructural, pero que sí deben de ser de alta eficiencia, es decir, que los recursos que se usen y el equipamiento, deben ser los más adecuados posibles. El nivel primario es un nivel de acceso fácil para todos por lo que toda la población es atendida a este nivel. A pesar de que no es especializado y no hay internación en el hospital, sí necesita del respaldo y la conexión con estas instituciones (niveles especializados). Los servicios de atención primaria son las prestaciones médico-sanitarias y sociales generales o no especializadas que se ofrecen a la 21 población en el punto o puerta de entrada a la red de servicios del sistema de salud. Desde ese momento, los servicios primarios se ocupan a la vez de las atenciones, no solo curativas o de tratamiento de los problemas que han traído al individuo a consulta, sino que se hace cargo de los grupos familiares y de su estudio, de la prevención, de la educación, de su participación activa en el sistema, así como de los problemas de su ambiente (San Martín y Pastor, 1988). Las acciones que se llevan a cabo en el nivel primario deben estar dirigidas a lograr el mayor impacto en un sentido positivo para la transformación de la calidad de vida y el estado de salud de la población. Estas acciones no pueden ser solamente sobre los individuos, sino que deben alcanzar a las familias, instituciones y comunidad en general, sus organismos representativos y sus líderes, y al medio ambiente en general. Por lo tanto los servicios deben ser prestados por equipos que integren el conocimiento y la tecnología de diferentes disciplinas y profesiones como los médicos, y las enfermeras, los psicólogos, trabajadores sociales, trabajadores sanitarios, estadísticos de salud (Morales, 1999). Según Higashida (2001), la prevención primaria se lleva a cabo en los orígenes de la enfermedad (prepatogénico) con el fin de mantener y promover la salud. Entre las medidas preventivas generales dirigidas al individuo se encuentran: La alimentación debe ser suficiente, completa, equilibrada y adecuada. Debe impartirse educación higiénica como parte de la educación general, para que el individuo conozca las reglas de higiene y pueda crear y modificar valores y actitudes que le permitan conductas favorables a la salud (p. 44). 22 Según la misma autora, para poder educar se debe contar con especialistas en las ciencias sociales relacionadas con la salud como el epidemiólogo, el psicólogo social o el sociólogo entre otros. Esta educación debe empezar desde el nacimiento del niño, fomentando hábitos favorables y posteriormente continuarlos en la escuela. 1.5.2. Prevención Secundaria. La prevención secundaria se aplica cuando la prevención primaria fracasó, es decir, cuando el individuo se enferma. Las medidas preventivas dirigidas a los individuos se basan en los exámenes médicos periódicos y permiten el diagnóstico precoz de la enfermedad y su tratamiento oportuno con el fin de evitar su avance y disfunción (Higashida, 2001). Se trata de una atención semi-especializada que recibe todos los casos y problemas de salud que el nivel primario no puede solucionar, por la complejidad del caso. En el nivel secundario, existe hospitalización con asistencia médica y de enfermería, medicina interna, cirugía general, obstetricia ginecología, pediatría, psiquiatría general, servicios dentales, laboratorios, rayos X, y otros, tales como gestores administrativos, estadísticos, entre otros (San Martín y Pastor, 1988). 1.5.3. Prevención Terciaria. Según Higashida (2001), la prevención terciaria es aplicada cuando la prevención primaria y secundaria ha fracasado. Las medidas preventivas dirigidas al individuo consisten en la práctica de exámenes médicos para: Limitar el daño, diagnosticar y aplicar el tratamiento adecuado. 23 Limitar la invalidez; esto se obtiene luego de detectar y valorar el grado de invalidez física, mental o social, con un programa de rehabilitación que trate de recuperar la función y eficacia de los tejidos y ordenes afectados por la enfermedad y, si es preciso, sus mecanismos de compensación para que sea independiente, se reintegre a la comunidad y pueda llevar una vida productiva (p. 48). 1.6. Promoción de la Salud. A pesar de que la psicología de la salud estudia los aspectos psicológicos de la salud y la enfermedad, la atención se centra sobre la promoción y el mantenimiento de la salud, por ejemplo, estudiando la mejor forma de promover la práctica del ejercicio o diseñando campañas para mejorar la dieta de la población (Latorre y Beneit, 1994). Existe confusión entre promoción de la salud y prevención primaria de la enfermedad, esto se debe a la evidencia de que muchas acciones dirigidas a la promoción de la salud son también importantes medidas preventivas. Por ejemplo, las acciones dirigidas al aumento de la práctica de actividad física y deportiva, previenen la aparición de trastornos hipocinéticos, cardiocoronarios u obesidad (Simón, 1999). La promoción de la salud es el conjunto de acciones que se encargan de la protección, mantenimiento y acrecentamiento de la salud, y a nivel operativo, al conjunto de acciones relacionadas con el diseño, elaboración, aplicación y evaluación de programas y actividades que se encargan de la educación, protección, mantenimiento y acrecentamiento de la salud. Además, existen dos posibles aproximaciones en la promoción de la salud: las aproximaciones centradas en el individuo, es decir, la mejora del potencial de la salud de los sujetos individuales, y las aproximaciones centradas en la comunidad, es decir, la mejora del potencial de salud socioecológico (Simón, 1999). 24 Morales (1999), afirma que las acciones de promoción de la salud deben tener un carácter multisectorial, es decir, no son exclusivas del sector salud, además de multidisciplinario y deben implicar un importante compromiso de las autoridades políticas. Las acciones de promoción de la salud se dividen en: Elaboración de una política pública sana. Creación de ambientes favorables. Reforzamiento de la acción comunitaria. Desarrollo de las aptitudes personales. Reorientación de los servicios sanitarios (p. 143). Siguiendo los criterios del autor citado anteriormente, podría decirse que las actividades de promoción de la salud serían la forma de ejecutar en la práctica las acciones de promoción, es decir: Determinar modelos de salud. Fomentar estilos de vida sanos. Establecer estrategias de comunicación social. Desarrollar técnicas de trabajo comunitario (p. 144). 1.7. Estilos de Vida. El estilo de vida se define como una característica de ser y actuar adquirida por el individuo que, en el proceso de su individualización, madura un sistema propio de valores a los que corresponde actitudes y caracteres distintivos de su personalidad (Alpers, Stenson y Bier, 2003). 25 Morales (1999), define el estilo de vida como el conjunto de comportamientos que un individuo concreto pone en práctica de manera consistente y sostenida en su vida cotidiana y que puede ser pertinente para el mantenimiento de su salud o que lo colocan en situación de riesgo para la enfermedad. Para la OMS (2007), el estilo de vida es una forma de vida que se basa en patrones de comportamiento inidentificables por la interacción entre las características personales individuales, las interacciones sociales y las condiciones de vida socioeconómicas y ambientales. Estos modelos de comportamiento están sometidos a interpretación y a prueba en distintas situaciones, no siendo, por lo tanto fijos. Los estilos de vida individuales caracterizados porpatrones de comportamiento identificables pueden ejercer un efecto profundo en la salud del individuo y en la de los otros. Si la salud ha de mejorarse permitiendo a los individuos cambiar su estilo de vida, la acción no debe ir dirigida solamente al individuo sino también a las condiciones sociales de vida que interactúan para producir y mantener estos patrones de comportamiento. En algunos ambientes, se presentan de manera inevitable ciertos comportamientos no saludables. Para los psicólogos es muy importante comprender estos hechos, ya que se busca esclarecer la relación entre el ambiente y los comportamientos, además de buscar medios para prevenir la adopción de aquellos que tienen un efecto negativo sobre la salud así como para modificarlos en las personas que los practican, sin perder de vista la importancia de identificar en el ambiente los determinantes de dichos comportamientos (Morales, 1999). La presencia o ausencia de ciertos comportamientos en el repertorio habitual de las personas, parecen propiciar un riesgo más elevado de trastornos graves de salud. Se puede decir que la salud es un estado muy variable que debe estar constantemente cultivado, protegido y fomentado. El factor más importante para 26 lograr esto es el nivel de vida y la calidad del ambiente en el que vivimos (Matarazzo, 1984). De acuerdo con Latorre y Beneit (1994), la conducta de salud está regulada tanto por la educación sanitaria que una persona recibe, como por su situación vital concreta e inmediata. En relación a esto, es importante mencionar que algunos autores establecen una diferenciación entre conductas de salud propiamente dichas y conductas reductoras de riesgos. Como señala Stone (1982), las conductas de salud incluyen todos aquellos comportamientos que promueven o potencian un estado de salud general, como por ejemplo, seguir una dieta equilibrada o hacer ejercicio físico. Las segundas, las conductas reductoras de riesgos, son aquellas que contribuyen a minimizar el riesgo asociado a determinados trastornos o enfermedades. Éstas últimas incluyen conductas tan aparentemente dispares como el no fumar o el llevar puesto el cinturón de seguridad cuando se viaja en automóvil. Las conductas de salud no solo son importantes por el hecho de estar implicadas en los procesos de salud y enfermedad, sino que además pueden convertirse fácilmente en hábitos. Un hábito de salud es una conducta relacionada con la salud, que está firmemente establecida y arraigada en el repertorio comportamental del individuo y que se pone en marcha de una forma automática, es decir, sin que exista una clara conciencia de ello por parte del sujeto. Es importante mencionar que para que una conducta se vuelva hábito, ésta debe ser reforzada por determinadas consecuencias positivas, pero con el tiempo aparecen con independencia de los procesos de reforzamiento, siendo mantenidos por factores ambientales con los que habitualmente se asocian. Es por todo lo anterior que los hábitos de salud son sumamente resistentes al cambio (Latorre y Beneit, 1994). 27 Según Taylor (1986, citado en Latorre y Beneit, 1994, p. 30), pueden distinguirse varios tipos de conductas de salud, en función en su grado de vinculación o dependencia con respecto al sistema de salud: 1) Las que dependen totalmente del acceso del individuo al sistema de salud, como es el caso de las vacunas o los exámenes periódicos de salud. Estas conductas no pueden ser realizadas de forma individual y privada, sino que requieren la intervención directa de los profesionales sanitarios. 2) Las que son frecuentemente recomendadas por los profesionales sanitarios, pero los individuos no solicitan por regla general la ayuda de éstos para ponerlas en práctica. Este tipo de conductas de salud incluye el seguir una dieta controlada, dejar de fumar o practicar un deporte adecuado. 3) Finalmente, las personas llevan a cabo comportamientos de salud de una forma totalmente independiente del acceso a los sistemas de salud. Este sería el caso, por ejemplo, de las conductas referidas a la seguridad vial o a la seguridad en el trabajo. 28 CAPITULO 2 TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA 2.1. Trastornos de la Conducta Alimentaria. Dos son las primordiales entidades de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, la Anorexia Nervosa (AN) y la Bulimia Nervosa (BN), no dejando a un lado el trastorno de la conducta alimentaria no especificado (TANE). Dichos trastornos responden a una etiología multifactorial, es decir, obedecen a múltiples causas o determinantes. Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), son definidos como aquellos procesos psicopatológicos que conllevan graves anormalidades en las actitudes y comportamientos respecto de la ingestión de alimentos, cuya base se encuentra en una alteración psicológica que se acompaña de una distorsión en la percepción corporal y de un miedo intenso a la obesidad (Gómez-Peresmitré, 2001). 2.2. Anorexia Nervosa. En su sentido etimológico anorexia quiere decir falta de apetito; aunque en realidad es que las anoréxicas al menos en un principio si sienten hambre, lo que pasa es que dejan de comer porque algo en su interior las lleva a querer adelgazar más y más independientemente de cuál sea su peso real. El resultado de todo ello es la reducción primero y la supresión luego de la ración alimenticia con el consiguiente adelgazamiento y las consecuencias que suelen venir con un cuerpo debilitado por una nutrición insuficiente o nula (Gómez, 2003). 29 De acuerdo con Gómez-Peresmitré (2001), la anorexia nervosa puede definirse como un trastorno bio-psico-socio-cultural severo caracterizado por el rechazo voluntario de la ingesta de alimentos y por una importante pérdida de peso corporal. Es más habitual que se presente en mujeres que en hombres. El término nervosa que califica a la anorexia (y a la bulimia) se utiliza sustituyendo a nerviosa debido a que el primero hace alusión a la naturaleza psicológica, mental o emocional del trastorno y lo distingue de otro tipo de anorexia que puede tener otros orígenes, por ejemplo: a) rechazo de la ingesta de alimentos por razones fisiológicas, como pueden ser malformaciones congénitas de la laringe; b) por razones comórbidas como efectos secundarios de medicamentos o de otras enfermedades que afectan el hambre y el apetito. Según Toro (1996), la anorexia nervosa es un trastorno del comportamiento alimentario que se caracteriza por una pérdida significativa de peso corporal (superior al 15%), habitualmente fruto de la decisión voluntaria de adelgazar. La anorexia nervosa se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales. Una característica esencial tanto de la anorexia como de la bulimia nervosas es la alteración de la percepción de la forma y el peso corporales (APA, 2002). 2.2.1. Antecedentes Históricos de la Anorexia Nervosa. A través de la historia del hombre se hallan antecedentes de los TCA. Existen numerosos trabajos sobre la evolución histórica de la anorexia nervosa entre los cuales podemos destacar los de: Beumont, Theander, Rally, Bruch, Thoma, Kestemberg, Chinchilla, Toro, Giannini, Habermas, Halmi, Lucas, Russell, Silverman, entre otros (Chinchilla, 2003). 30 En los antiguos rituales de purificación el ayuno era reglamentado, es por ello que los primeros cristianos y los místicos lo llevaban a cabo como penitencia, rechazo del mundo y un medio para lograr un estado espiritual más elevado y puro; se puede decir que la causa para la limitación de la comida era de carácter religioso (Moreno y Cava, 2003). Richard Morton en 1689, describe por primera vez el cuadro clínico de la anorexia nervosa con una precisión admirable(Moreno y Cava, 2003), y lo refiere como una perturbación del sistema nervioso que consideró como consunción nerviosa detallando el síntoma principal como falta de apetito y pérdida de peso atribuible a estados de ansiedad y de tristeza (Toro, 1996). En 1873 Lassègue, médico del hospital la Pitie de Paris y Gull en Londres hacen descripciones completas de cuadros anoréxicos. Ambos en sus interpretaciones etiopatogenicas ven como relevantes los factores psicológicos: anorexia histérica para Lassègue y apepsia histérica para Gull que posteriormente la llamó anorexia nerviosa. A este último autor se le debe la ubicación nosológica de dicho trastorno. Binswanger (1944), nos ofrece un reportaje sobre uno de sus casos que titula: el caso de Ellen West. Al parecer esta mujer al cumplir 19 años empezó a experimentar el temor a ponerse gorda; paralelamente a éste temor aumentaba su deseo por ingerir alimentos. Ella describió con gran detalle cómo el conflicto existente entre el miedo y la gordura y el deseo de comer, oscurecieron toda su vida (Martínez y Ventura, 2000). Todos los casos descritos a lo largo de la historia anterior al siglo XX presentan alguna sintomatología anoréxica. La controversia estribaba sobre si todos los casos padecían de un verdadero miedo a engordar que en la actualidad es un criterio para la anorexia. Al respecto Toro (1996), menciona que sólo caben dos posibilidades, una sería que las anoréxicas de todas las épocas hubieran experimentado el miedo a engordar, en tal caso, la aparición hacia finales del siglo 31 XX de este síntoma en la literatura se debería que en un momento dado fue reconocido como tal y a partir de ese instante habría sido explorado con mayor o menor sistematización. Sin embargo, es principalmente en el siglo XX cuando se hace más presente el miedo a estar obeso y el deseo de adelgazar aún por debajo de los límites vitales (Chinchilla, 2003). 2.2.2. Criterios Diagnósticos de la Anorexia Nervosa. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2002), los criterios diagnósticos de la anorexia nervosa son los siguientes: A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla. B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal. C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal. D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos 32 Según el DSM-IV-TR (2002), se puede presentar de dos formas: Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nervosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas. Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nervosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas. En esta clasificación se incluyen también los casos que no manifiestan atracones pero recurren a uso de purgas (pp. 249-250). Los individuos con anorexia restrictiva se caracterizan por tener gran control sobre su ingesta de alimentos; ayunan, hacen frecuentemente dietas estrictas con bajo consumo calórico, son buenos dietistas por lo que su peso corporal es bajo o muy bajo. Su principal motivación es el miedo extremo a la gordura. Las personas con bulimia-anorexia son personas que han perdido el control sobre la ingesta de comida y, por ende, no siempre son capaces de mantener una dieta estricta y baja en contenido calórico. Otra de las características de las personas con anorexia de tipo bulímico (compartida a su vez con las que padecen anorexia restrictiva) es la de presentar bajo peso corporal (Gómez-Peresmitré, 2001). 2.2.3. Consecuencias Físicas de la Anorexia Nervosa. De acuerdo con Crispo, Figueroa y Guelar (1998), es muy importante conocer las consecuencias a nivel físico de la anorexia nervosa y sanarlas cuanto antes; hay que sacar del mal estado en el que se encuentra el cuerpo. Algunas de las consecuencias físicas de la anorexia son: 33 Gasto energético: se encuentra disminuido como adaptación a la baja ingesta de calorías. El cuerpo quema lo mínimo para que le queden reservas. Temperatura: el cuerpo en el intento de ahorrar las pocas energías que le quedan, disminuye la temperatura corporal, es por ello que muchas anoréxicas se quejan de frío. Aparato cardiovascular: es probable que aparezcan arritmias cardíacas provocadas por el déficit de nutrientes como calcio, potasio y magnesio; estos déficits muchas veces son causa de muerte debido a un paro cardíaco consecuencia de una arritmia. Piel: se encuentra seca, áspera, quebradiza y fría como efecto de la disminución del gasto energético. Las manos y los pies suelen estar bastante frías y con frecuencia de un color violáceo debido a las alteraciones circulatorias. Es posible observar en la espalda y brazos la aparición de un vello finito y largo denominado lanugo. Estómago: es frecuente el retardo en la evacuación gástrica por dificultades en la contracción normal del tubo digestivo provocada por el déficit de nutrientes. La consecuencia lógica es que aparece una sensación de saciedad precoz (me lleno enseguida, no me entra nada), que favorece aun más la perpetuación del cuadro anoréxico. Aparato genital: ausencia de menstruación o amenorrea por un período de 3 meses o más. La amenorrea se debe no sólo a la pérdida de peso sino también al estrés psicológico que ocasiona el control alimentario riguroso. 34 Fertilidad: puede ocurrir una disminución en la fertilidad como consecuencia de una alimentación restrictiva prolongada. Sistema óseo: es posible que se produzca una disminución de calcio en los huesos con la posibilidad de fracturas espontáneas, a esto se le llama osteoporosis. Sangre: es frecuente la aparición de anemias por falta de hierro lo cual aumenta la sensación de cansancio y un estado de tipo depresivo por la falta de fuerzas (pp. 111-114). 2.3. Bulimia Nervosa. La bulimia nervosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por la presencia de episodios críticos en los que el individuo afectado ingiere cantidades de alimentos significativamente superiores a lo que es normal ingerir en circunstancias similares (Toro, 1996). La bulimia nervosa se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vómito provocado, el abuso de fármacos, laxantes, diuréticos, el ayuno o el ejercicio excesivo (APA, 2002). De acuerdo con Gómez-Peresmitré (2001), la bulimia al igual que la anorexia nervosa se presenta preferentemente en mujeres y habitualmente aparecen juntas, no obstante, pueden marcarse diferencias entre los dos trastornos. Generalmente las personas con bulimia no presentan problemas de adelgazamiento pronunciado, suelen ser mayores, no muestran problemas serios de relación en sus diferentes esferas de interacción social y no es frecuente la 35 aparición de amenorrea. Sin embargo, son habituales los síntomas de depresión y labilidad emocional, siendo mayor el riesgo de suicidio. Los episodios de ingesta compulsiva de alimentos suelen ocurrir por la tarde o por la noche a escondidas, en los que se consumen grandes cantidades de alimentos; cualquier situación de tensión, ansiedad, depresión o simplemente ver la comida pueden ser el desencadenante. Para Gómez (2003), la bulimia se caracteriza por comer sin medida y en exceso para autoprovocarse el vómito. En general los bulímicos suelen ser adultos jóvenes entre 25 y 35 años de edad, se caracterizan por presentar una baja autoestima,por conceder una importancia exagerada a su apariencia externa y por sentir horror a engordar. El hambre de la bulimia es insaciable pues no corresponde a una necesidad física sino psicológica. La bulimia nervosa es un trastorno alimentario caracterizado por períodos excesivos de ingestión de comida, a los cuales, habitualmente les sigue un proceso de purga. La purga ocurre más frecuentemente por medio del vómito autoinducido pero también puede incluir el abuso de laxantes. El propósito de la purga es compensar las grandes cantidades de comida ingeridas (Sherman y Thompson, 1999). 2.3.1. Antecedentes Históricos de la Bulimia Nervosa. La historia de la bulimia es más reciente que la de la anorexia, es un trastorno que ha emergido en nuestras sociedades con gran fuerza en los últimos diez años a pesar de que sólo encontramos referencias detalladas en los últimos cincuenta años (Moreno y Cava, 2003). 36 Trevisa en 1398, es el que por primera vez utiliza la palabra bulimia para referirse al apetito inmoderado (Chinchilla, 2003). Por su parte Blachez en 1869, describe dos tipos de bulimia; la primera se caracteriza por preocupación por la comida y la segunda por la presencia del vómito (Toro, 1996). Hasta la década de 1930 fueron comunicados los atracones de bulimia para controlar el peso, aunque los atracones y vómitos eran citados en siglos anteriores. Al respecto de este tema los psicoanalistas opinan que la bulimia nervosa no es sino una defensa contra la sexualidad, contra las fantasías inconscientes de inseminación oral (Chinchilla, 2003). En 1979, Russell fue el primero que empleo el término bulimia nerviosa para referirse a un grupo de pacientes sobre los que aportaba una descripción clínica detallada y criterios diagnósticos del cuadro; destacando la urgencia por comer de forma descontrolada, empleo de métodos para evitar engordar, especialmente el vómito y/o abuso de laxantes, acompañado de un pánico por subir de peso (Gómez-Peresmitré, 2001). Antes de 1979 la bulimia había tenido poca atención o interés médico, sin embargo, en la década de los ochenta empezó a elevarse el número de publicaciones en relación a ésta y se incremento el interés médico (Chinchilla, 2003). Es realmente alarmante como en los últimos años los casos de anorexia y bulimia han ido incrementando y se extienden en distintos sectores de la población, primordialmente en adolescentes y mujeres jóvenes. 37 2.3.2. Dificultades Psicológicas de la Bulimia Nervosa. La bulimia es un fenómeno multicausal relacionado con factores familiares, individuales, sociales y psicológicos. Algunas de las dificultades psicológicas de la bulimia son: Fuerte preocupación por la comida. Búsqueda implacable de peso y figura ideales. Baja autoestima. Baja sensación de autocontrol. Depresión, enojo y ansiedad. Pensamiento extremista. Dificultad para expresar la emoción en forma directa. Hábitos y comportamientos alimentarios raros (Sherman y Thompson, 1999, pp. 19-21). 2.3.3. Criterios Diagnósticos de la Bulimia Nervosa. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2002), los criterios diagnósticos para la bulimia nervosa son los siguientes: A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: (1) Ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias. 38 (2) Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo). El atracón no tiene porque producirse en un sólo lugar, por ejemplo, una persona puede iniciarlo en un restaurante y continuarlo después en su casa. No se considera atracón el ir picando pequeñas cantidades de comida a lo largo del día. A pesar de que el tipo de comida que se consume en los atracones puede ser variada, por lo general se trata de dulces y de alimentos de alto contenido calórico. Los atracones pueden durar hasta que la persona ya no pueda ingerir mas alimento, incluso hasta que llegue a sentir dolor por la plenitud (Gómez- Peresmitré, 2001). B. Conductas compensatorias inapropiadas de manera repetida con el fin de no ganar peso, como son: provocación del vómito, uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno y ejercicio excesivo. C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar como promedio al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses. D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales. E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nervosa. 39 Según el DSM-IV-TR (2002), se puede presentar de dos formas: Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nervosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso. Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nervosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso (pp. 250-251). Como podemos observar tanto anoréxicas como bulímicas comparten características entre sí, como pueden ser: ambas incluyen la preocupación por las dietas, los alimentos, el peso y la talla corporal (Sherman y Thompson, 1999). También existen similitudes en dinámicas familiares; en los aspectos sociales que imponen una cierta figura corporal; en los aspectos de percepción de la imagen corporal y autoconcepto. En lo que se diferencian es que mientras las anoréxicas ayunan, las bulímicas vomitan; las anoréxicas son extremadamente delgadas y las bulímicas pueden tener su peso normal o sobrepeso (Gómez-Peresmitré, 2001). 2.3.4. Consecuencias Físicas de la Bulimia Nervosa. Estar inmerso en el circuito bulímico (ayunos, atracones, purgas- vómitos, laxantes, diuréticos, exceso de ejercicio- y nuevamente ayuno) afecta tanto a nivel psicológico como físico. Algunas de las consecuencias físicas de la bulimia según Crispo, Figueroa y Guelar (1998) son: Glándulas salivales: suelen aumentar de tamaño, en especial las parótidas como consecuencia de la acción de vomitar, el resultado es un 40 rostro de aspecto regordete. Alteraciones hidroelectrolíticas: una de las complicaciones más graves de la bulimia nervosa es la reducción del potasio en sangre (la pérdida de éste se produce a través de los vómitos) que afecta el funcionamiento del corazón, ocasionando arritmias cardíacas que pueden llevar a la muerte por paro cardíaco. Esófago: puede irritarse como consecuencia del paso de ácido clorhídrico, lo que produce esofagitis. En ocasiones el gran esfuerzo realizado para vomitar puede causar la ruptura esofágica, cuadro de suma gravedad que requiere tratamiento quirúrgico de urgencia. Estómago: es común en una persona que vomita la aparición de gastritis, debido a la pérdida a través del vómito del moco que protege la mucosa gástrica del ácido clorhídrico. Aparato cardiovascular: disminución de la presión arterial por la pérdida de líquido y sodio. Aparición de arritmias como consecuencia de la falta de potasio, calcio y magnesio. Manos: suele aparecer callosidades y erosiones cuando se utiliza la mano para provocar el vómito. Aparato genital: es frecuente la aparición de irregularidades menstruales debido a la mala alimentación (pp. 107-111). 41 2.4. Trastorno de la Conducta Alimentaria no Especificado (TANE). La categoría trastorno de la conductaalimentaria no especificado se refiere a los trastornos de la conducta alimentaria que no cumplen los criterios para ningún trastorno de la conducta alimentaria específica (APA, 2002). 2.4.1. Criterios Diagnósticos del TANE. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2002), los criterios diagnósticos para el TANE son los siguientes: 1) En mujeres se cumplen todos los criterios diagnósticos para la anorexia nervosa pero las menstruaciones son regulares. 2) Se cumplen todos los criterios diagnósticos para la anorexia nervosa excepto que, a pesar de existir una pérdida de peso significativa, el peso del individuo se encuentra dentro de los límites de la normalidad. 3) Se cumplen todos los criterios diagnósticos para la bulimia nervosa, con la excepción de que los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas aparecen menos de 2 veces por semana o durante menos de 3 meses. 4) Empleo regular de conductas compensatorias inapropiadas después de ingerir pequeñas cantidades de comida por parte de un individuo de peso normal. 5) Masticar y expulsar, pero no tragar, cantidades importantes de comida. 42 6) Trastorno por atracón: se caracteriza por atracones recurrentes en ausencia de la conducta compensatoria inapropiada típica de la bulimia nervosa (pp. 251-252). En esta categoría se pueden encontrar los pacientes obesos que han bajado marcadamente de peso, si bien se encuentran en un intervalo normal de peso, no cumplen todos los criterios de anorexia nervosa, especialmente el que se refiere al bajo peso, y por ende, recibirán el diagnóstico de trastorno de la conducta alimentaria no especificado. También se pueden clasificar en este trastorno las personas que le tienen fobia a la mayoría de los alimentos pero que sin embargo no presentan miedo intenso a aumentar de peso (Fernández y Turón, 2002). Los criterios diagnósticos son de suma importancia ya que nos permiten identificar el trastorno y diferenciarlo de otras categorías diagnósticas, al igual que de padecimientos físicos como diabetes, anemia, entre otras (Gómez- Peresmitré, 2001). 2.5. Epidemiología de los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Los trastornos de la conducta alimentaria no sólo se han incrementado en países como Estados Unidos, Inglaterra y Canadá, sino en general, en la mayoría de los países del mundo desarrollado pero también en aquellos que están en proceso de desarrollo, con la diferencia en que en muchos de éstos últimos, por ejemplo México, no cuentan con las estadísticas de su incidencia y prevalencia (Gómez- Peresmitré, 2001). De acuerdo con la misma autora, en nuestro país comienza a hablarse de la problemática de éstos trastornos a partir de la década de los noventas y también por esta fecha se inicia en las universidades mexicanas, el estudio sistemático de 43 dichos trastornos. Si tomamos en cuenta que entre los factores de riesgo de los trastornos de la conducta alimentaria se encuentra la influencia de valores sociales y transculturales, reforzados y difundidos por los medios de comunicación, podríamos decir que independientemente del desarrollo del país, de la raza y del nivel socioeconómico, son principalmente característicos de nuestro tiempo. Lo anterior se ha incrementado a partir de la globalización económica que conlleva la globalización ideológica correspondiente, manifestada entre otras cosas, como un entorno dominado por valores, actitudes y estereotipos de culturas ajenas y hegemónicas en las que figuras femeninas muy delgadas tipo barbie, se convierten en el modelo, en la figura ideal a alcanzar (Gómez Pérez- Mitré, 1998). Esta figura ideal muy delgada se promueve de manera masiva a través de los medios de comunicación social que difunden un mensaje centrado en la idea de que un cuerpo delgado es el determinante del atractivo y por ende la aceptación social de la mujer (Gómez-Peresmitré, Saucedo y Unikel, 2001). Los trastornos de la conducta alimentaria son comunes en mujeres jóvenes con una prevalencia estimada de entre 4-5% (Rivera, Parra y Barriguete, 2005). A la edad escolar aparece la preocupación por la imagen corporal, la que se asocia con popularidad, inteligencia y éxito rechazándose la gordura. Esta situación se observa con mayor frecuencia en las mujeres, las que centran su ideal en un cuerpo delgado, en la prevalente focalización en la apariencia externa y la trascendencia de esta figura en el éxito social (Stice, 1994). 44 Por otro lado, los hombres también muestran aversión por el sobrepeso, pero con menos preocupación por engordar y no expresan tanta insatisfacción con algunas partes de su cuerpo como lo hacen las mujeres (Marín, 2002); la relación entre mujeres y varones viene a ser de 10:1, pues casi todos los estudios epidemiológicos constatan que el 90% de los sujetos afectados por algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria son mujeres mientras que únicamente del 3 al 10% son varones (Guerro y Barjau, 2003). En México no hay datos sobre la incidencia y prevalencia de los TCA en adolescentes pero se ha detectado que 0.9% de los hombres y 2.8% de las mujeres en edad estudiantil (12 a 19 años), presentan alto riesgo de padecer un TCA (Unikel, Villatoro, Medina, et al. 2000), sin embargo, se han llevado diversas investigaciones sobre éstos trastornos. Una de ellas fue realizada por Gómez Peresmitré y cols. (2001), cuyos objetivos centrales eran exponer la prevalencia de los factores de riesgo (en trastornos de la alimentación asociados con imagen corporal y conducta alimentaria) y comparar su comportamiento en tres grupos de edades (Pre-púberes, púberes y adolescentes). Se encontró que las niñas más pequeñas entre 6 y 9 años, comparten con las chicas más grandes no sólo el deseo de una imagen corporal delgada sino que también se muestran y por las mismas razones insatisfechas con su imagen corporal; además estas jóvenes niñas también alteran su imagen corporal, percibiéndose con mayor peso del que realmente tienen. Cabe mencionar que son las adolescentes las que ocupan el primer lugar en cuanto a insatisfacción con la imagen corporal, mientras que las púberes y prepúberes ocupan el segundo. Puede afirmarse entonces que las niñas más jóvenes (6-9 años) ya se encuentran involucradas con el estereotipo de culto a la delgadez. 45 Behar (1998), publicó los resultados de un estudio en el que se aplicó el Test de Actitudes Alimentarias y de Trastornos Alimentarios, los que evalúan el riesgo de evolucionar hacia algún trastorno de la conducta alimentaria, encontrando que en universitarias pertenecientes a dicho país el riesgo era de 15% y en adolescentes con sobrepeso era del 41%. No se ha publicado un seguimiento de estos grupos, lo que permitiría evaluar la capacidad de predecir trastornos de la conducta alimentarios en estas jóvenes. Se ha comprobado que la anorexia nervosa es mayor en el nivel socioeconómico medio y alto; un 85% de los pacientes desarrollan la anorexia entre los 13 y los 20 años de edad. La epidemiología de la bulimia es más compleja, en parte porque su delimitación como entidad nosológica es más reciente, por lo que los estudios de prevalencia difieren por usar distintos criterios diagnósticos y también porque muchos casos pueden mantenerse ocultos ya que las bulímicas pueden tener peso normal o sobrepeso. La edad de inicio de la bulimia es generalmente más tardía presentándose alrededor de los 18 años de edad (Marín, 2002). La incidencia de la anorexia nervosa viene a ser de 20 a 30 mujeres menores de 25 años por 100.000 habitantes con una prevalencia de 0,5 al 1%; la de la bulimia nervosa presenta cifras variables, entre el 1 y 13% y entre el 1 y 20% respectivamente. Para los trastornos dela conducta alimentaria no especificado la prevalencia es de 3,0 % (Gotestam y Agras, 1995). Uno de los aspectos de los aspectos más preocupantes de los trastornos de la conducta alimentaria, primordialmente de la anorexia nervosa es su potencial capacidad para llevar a la enferma a la muerte, ya sea por inanición o por autolisis (Guerro y Barjau, 2003). 46 CAPITULO 3 FACTORES DE RIESGO 3.1. Factores de Riesgo en TCA. Los factores de riesgo son aquellos que inciden negativamente en el estado de salud del sujeto favoreciendo el desajuste o desequilibrio del mismo, lo cual, en la medida en que vulnerabiliza al individuo, incrementa la probabilidad de enfermedad y facilitan las condiciones para la manifestación de la misma (Gómez-Peresmitré, 2000). Lernos (citado en Gómez-Peresmitré, 2001), define riesgo como la exposición a circunstancias que aumentan la probabilidad de manifestar algún comportamiento desviado. Cabe señalar que los factores de riesgo guardan relaciones muy complejas con los trastornos clínicos, por lo que éstos están relacionados con diferentes factores de riesgo y no con uno sólo. Gómez-Peresmitré (2001), hace la siguiente clasificación de los factores de riesgo para los trastornos de la conducta alimentaria: Factores de riesgo asociados con imagen corporal: 1.-Satisfacción/insatisfacción. 2.-Alteración sobreestimación/subestimación. 3.-Preocupación por el peso corporal y por la comida. 4.-Actitud hacia la obesidad/ delgadez. 5.-Autoatribución positiva/negativa. 6.-Figura real, ideal e imaginaria. 7.-Peso deseado y atractividad ligada a la delgadez, entre otras. 47 Factores de riesgo asociados con conducta alimentaria. Siendo el más importante el seguimiento de dieta restrictiva; seguida de atracones, conducta alimentaria compulsiva, hábitos alimentarios inadecuados, ayunos, saltarse algunos de los alimentos principales como desayuno, comida o cena; disminuir o evitar alimentos considerados de alto contenido calórico y consumo de productos light. Aquellos relacionados con el cuerpo biológico: (Entre estos factores se encuentra el peso corporal, talla o estatura, maduración sexual precoz/ tardía y/ o amenorrea. Aquellas prácticas compensatorias como son el ejercicio excesivo; uso de alguno de los siguientes productos con la finalidad de control de peso: inhibidores de hambre, laxantes, diuréticos, y consumo excesivo de agua (pp.21-22). Por su parte Striegel-Moore y Steiner-Adair (2000), realizaron una compilación de factores de riesgo para la anorexia y bulimia nervosas. Anorexia Nervosa: Problemas alimentarios en la infancia. Sobreprotección materna. Baja autoestima. Algún pariente que haya sufrido anorexia o bulimia. Psicopatología de los padres. Predominio de conductas neuróticas. 48 Bulimia Nervosa: Obesidad en la infancia. Preocupación por el peso. Presión social respecto del peso y alimentación. Dietas familiares. Trastornos alimentarios en los miembros de la familia. Crianza inadecuada (p.28). La etiología de los TCA es compleja ya que existe una combinación de factores biológicos (genéticos y neuroquímicos); psicológicos (perfeccionismo, expectativas altas y baja autoestima); familiares (padres sobreprotectores, preocupados por el éxito, rígidos y evitadores de conflictos); y sociales (sobrevaloración de la delgadez en la mujer) (Marín, 2002).En la actualidad, el modelo etiopatogénico más aceptado es el biopsicosocial que nos permite explicar la génesis y mantenimiento de los TCA, además de distinguir la acción de los distintos factores de riesgo en forma de predisponentes, desencadenantes y perpetuantes (García, 2003). Modelo biopsicosocial de Lucas. Fuente: Chinchilla (2003) p.21. Vulnerabilidad biológica Predisposición fisiológica y genética Predisposición psicológica Influencia familiar Entorno social Modelos sociales y culturales Cambios en personalidad Dieta Pérdida ponderal Pubertad Malnutrición Alteraciones mentales Trastornos psicológicos 49 3.2. Factores de Riesgo para la Anorexia Nervosa. 3.2.1. Factores Predisponentes en la Anorexia Nervosa. Vulnerabilidad biológica. Entre los factores considerados individuales se defiende la posibilidad de que exista una vulnerabilidad biológica, tanto heredada como adquirida. Esta vulnerabilidad se traduciría en una falta de maduración hipotalámica y de ciertas vías de transmisión neuronal así como de alteraciones en la actividad cerebral de algunos neurotransmisores. Algunos hallazgos muestran en estos pacientes un déficit en la actividad noradrenérgica hipotalámica que correspondería con una predisposición a disminuir la ingesta de la comida; o una alteración en las concentraciones de serotonina, implicada en la modulación y en la mediación de las respuestas de saciedad durante la ingesta con una acción de inhibición del apetito. Factores Familiares. Los trastornos de la conducta alimentaria surgen en modelos familiares patológicos con organizaciones disfuncionales y en las que pueden observarse con frecuencia trastornos en el ámbito afectivo, antecedentes en trastornos de la alimentación y una elevada preocupación alimentaria en los padres. Son familias sobreprotectoras y estrictas donde se dificulta la autonomía del paciente (García, 2003). Factores psicológicos. Se han identificado ciertas características típicas en la personalidad de éstos pacientes como: ser individuos con tendencia al perfeccionismo, la obediencia y la sumisión, pero con actitudes competitivas y una búsqueda de ideales elevados, hay baja autoestima y miedo a madurar. Junto a estos factores psicológicos encontramos la existencia de otros factores predisponentes personales como son: la edad, sexo femenino y nivel socioeconómico (Chinchilla, 2003). 50 Factores socioculturales. Dentro de estos factores encontramos las condiciones sociales externas como la presión que ejercen los agentes socializadores, uno de suma importancia son los medios de comunicación que difunden y mantienen estereotipos, valores y normas sobre belleza, salud, éxito, según el marco de la cultura de la delgadez de las sociedades occidentales y altamente industrializadas (Gómez Pérez-Mitré, 1997). 3.2.2. Factores Precipitantes de la Anorexia Nervosa. Cuando se evalúa el curso de la anorexia en un paciente generalmente aparecen hechos cronológicamente previos a la aparición de la enfermedad que parecen actuar como desencadenantes; estos hechos se van a denominar factores precipitantes. Algunos de ellos pueden ser: experiencias secundarias a la interacción del individuo con el medio o cambios en su cuerpo (pubertad o alguna enfermedad), con un componente a veces aversivo pueden ser vivenciados como hechos estresantes y traumáticos. Así tenemos que cambios corporales propios de la adolescencia, separaciones y conflictos familiares, pérdidas de seres queridos, primeros contactos sexuales, fracaso en las relaciones sociales, son situaciones que se encuentran de forma casi constante en la génesis de este trastorno (García, 2003). De alguna manera el paciente fracasa en el proceso de adaptación que requieren estas vivencias, se torna depresivo y busca soluciones en un estatus corporal que no sea motivo de vergüenza. Lo que en ocasiones comienza como una dieta con perspectivas normales acaba progresando hacia un cuadro autónomo en el que el paciente pierde el control y perturbaciones cognitivas y perceptivas van a hacer que el cuadro se desarrolle y continúe (Chinchilla, 1995). 51 3.2.3. Factores de Mantenimiento para la Anorexia Nervosa. La anorexia nervosa evoluciona de diferente modo dependiendo de factores individuales
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