Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA PRODUCCIÓN Y DE LA SALUD ANIMAL EVALUACIÓN DE LA FUNCIÓN DE LIGANDINA DE LA GLUTATIÓN S - TRANSFERASA DE CISTICERCOS DE Taenia sol ium TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN CIENCIAS PRESENTA MARTHA ADRIANA HERNÁNDEZ BAUTISTA DIRECTOR DE TESIS: DR. AGUSTIN PLANCARTE CRESPO ASESORA INTERNA: DRA. ALINE S. DE ALUJA COMITÉ TUTOR: DR. HECTOR QUIROZ ROMERO MÉXICO, D.F 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. I ÍNDICE Resumen 1. Introducción IX 1 1.1. Taenia solium 1 1.1.1 Características morfológicas 1 1.1.2 Ciclo biológico 3 1.1.3 Teniasis-cisticercosis 4 1.1.4 Aspectos clínicos de la NC 5 1.2 Respuesta inflamatoria 5 1.3 Moléculas pro-oxidantes 6 1.3.1 Ácidos biliares 7 1.3.2 Porfirinas 10 1.3.2.1 El grupo Hemo 12 1.3.2.2 Biosíntesis del hemo 12 1.3.2.3 Regulación de la síntesis del hemo 15 1.3.2.4 Catabolismo del hemo 15 1.3.2.5 Toxicidad de las porfirinas 18 1.4 Especies reactivas 19 1.5 Sistema detoxificante 20 1.6 Glutatión S-transferasas (GSTs) 22 1.6.1 Estructura 22 1.6.2 Clasificación y nomenclatura 23 1.6.3 Mecanismo catalítico 25 1.6.3.1 Activación del glutatión 25 1.6.3.2 Especificidad por sustratos electrofílicos 27 1.6.4 Localización celular de las GSTs 28 1.6.5 Importancia biológica 29 1.7 Estudios de fluorescencia 31 1.8 Estudios cinéticos 39 II 1.8.1 Cinética enzimática 39 1.8.2 Estudios de inhibición enzimática 41 2. Justificación 43 3. Hipótesis 44 4. Objetivo general 44 5. Objetivos particulares 44 6 Materiales y Métodos 45 6.1 Obtención de los parásitos de T. solium 45 6.2 Purificación de la enzima GSTTs26.5 45 6.2.1 Obtención del extracto crudo del metacestodo (ECM) 45 6.2.2 Cromatografía en Sefarosa-GSH 46 6.2.3 Detección de las fracciones cromatográficas con actividad para GST 46 6.2.4 Concentración de las fracciones de SG-GSTTs: 46 6.2.5 Cromatoenfoque en PBE 46 6.2.6 Cuantificación de proteína 47 6.2.7 Análisis electroforético en geles de poliarcrilamida de las fracciones proteicas obtenidas en los diferentes pasos de purificación. 47 6.3 Ensayo enzimático 48 6.4 Ensayo de fluorescencia del liquido vesicular de cisticercos T.s. 48 6.5 Ensayo de fluorescencia de la GSTTs26.5 48 6.6 Inhibición de la fluorescencia intrínseca de la GSTTs26.5. 49 6.6.1 Solubilización de los ligandos 49 6.6.2 Procedimiento de los ensayos de fluorescencia 49 6.6.3 Análisis de las interacciones entre la GSTTs26.5 y los diversos ligandos 50 6.7 Obtención de la Constante de disociación (Kd) por procedimientos cinéticos 51 6.8 Determinación de los parámetros de inhibición (I50, tipo y 51 III constantes inhibitorias) de diversos ligandos 7 Resultados 53 7.1 Obtención de la GSTTs26.5 53 7.1.1 Cromatografía de afinidad y PBE 53 7.2 Análisis electroforético. 55 7.3 Estudios de inhibición de la fluorescencia. 56 7.4 Obtención de la constante de disociación (kd) 61 7.6 Estudios de inhibición (I50, Ki, tipo de inhibición) 61 8 Discusión 65 9 Conclusión 68 10 Bibliografía 69 IV JURADO ASIGNADO Presidente Dra. Evangelina Romero Callejas Secretaria Dra. Aline Shunemann de Aluja Vocal MVZ. Dra. Gabriela Nava Balderas Suplente Dra. Ada Nelly Martínez Villalobos Suplente M. C. Sergio Enríquez Flores SITIO DONDE SE DESARROLLO EL TEMA: Laboratorio de Inmunobioquímica de Taenia solium. Departamento de Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina, UNAM V Dedico este trabajo a mi madre, mi gran inspiración Por darme tu amor Por estar siempre a mi lado cuando así lo he necesitado Por darme los mejores consejos Para ser mejor cada día Gracias por darme la vida Te quiero y te adoro mucho… VI Agradecimientos Al Dr. Agustín Plancarte Crespo por haber aceptado dirigir esta tesis, por su interés de que fuera llevada a cabo, y cuya asesoría me ha sido extraordinariamente útil a lo largo de todo el trabajo. Al Dr. Héctor Quiroz Romero por las clases, los consejos, las pláticas, pero sobre todo por ser el extraordinario humano que es. A la Dra. Aline Shunemann de Aluja por las sugerencias y aportaciones realizadas para el enriquecimiento de este trabajo. A la Dra. Gabriela Nava Balderas por su asesoría y sugerencias al presente trabajo. Al Dr. Horacio Reyes Vivas por sus sugerencias al proyecto de investigación y por permitir el uso de equipo e instalaciones en el Laboratorio de Bioquímica Genética del Instituto Nacional de Pediatría (INP). A la Dra. Ada Nelly Martínez Villalobos, por su asesoría y por la ayuda para la obtención de cisticercos de Taenia solium. A la Dra. Evangelina por sus críticas realizadas al presente trabajo. M. C. Sergio Enríquez Flores por sus acertados comentarios en la revisión de esta tesis VII Al M.V.Z. José Agustín Jiménez Rodríguez por sus observaciones, conocimientos y por brindarme su ayuda incondicional. Al M.V.Z. Víctor Manuel Salgado Alfaro por su asesoría técnica, su ayuda incondicional y amistad. Al Biólogo José Rodrigo Romero Díaz por la ayuda ofrecida de manera incondicional. A la Dra. Edith González Mondragón por su asesoría y ayuda incondicional. A la M.C Bettsy Mendoza Dueñas por las correcciones de redacción realizadas al trabajo, y por su amistad incondicional. A la MVZ Zazil-Ha Velasco Herrera por sus comentarios en el trabajo, y por su amistad. A la Universidad Nacional Autónoma de México. Al Posgrado en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal, FMVZ- UNAM A la Facultad de Medicina, UNAM, Depto. Microbiología y Parasitología, Laboratorio de Inmunobioquímica de Taenia solium Al consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) (Beca # 234410) VIII El presente trabajo se llevo a cabo con la ayuda del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT), UNAM, Proyecto IN200510 – 3. IX A mi familia:, gracias por estar allí cada vez que los eh necesitado: A mi hermano por toda la ayuda que me has brindado, sin ti creo que no hubiera llegado hasta donde estoy. A mis colegas y amigas de la facultad, Patricia, Pilar, Dianina, Mayra, Perla, Juanita y todas aquellas personas que han compartido sus conocimientos y han hecho de mi estancia en la facultad y de mi enseñanza algo muy agradable. A mis amigas del CCH-oriente Diana y Mónica por estar siempre en los momentos que más las eh necesitado y por mostrarme todos los momentos agradables de la vida. X RESUMEN Se evaluó la función de ―ligandina‖ de la GSTTs26.5 de cisticercos de Taenia solium. Para ello se purificó la enzima a homogeneidad, se dejó interaccionar con diversos ligandos y por espectrofotometría y cinética enzimática se caracterizaron estas interacciones. LaGSTTs26.5 se purificó 38 veces por medio de una cromatografía de afinidad para glutatión (GSH) y un cromatoenfoque en PBE 94 obteniendo un rendimiento del 4.12 %. La GSTTs26.5 es una enzima dimérica constituida por 217 aminoácidos de los cuales 11.9 % son aminoácidos aromáticos (fenilalanina, tirosina y triptófano). La emisión de la fluorescencia de estos aminoácidos aromáticos de la GSTTs26.5 fue inhibida por el ácido cólico, litocólico y quenodesoxicólico en un 8.42 %, 10 % y 11 % respectivamente. También se vio inhibida ésta fluorescencia por la coproporfirina, protoporfirina, mesoporfirina y hematina en un 68.64 %, 41.29 %, 39.77 % y 43.21 % respectivamente. Las constantes de disociación (KD) obtenidas por los ácidos biliares fueron de 9.3 μM para el ácido cólico, 48.58 μM para el ácido litocólico y 3.86 μM para el ácido quenodesoxicólico y aquellas para la coproporfirina de 2.6 μM, para la mesoporfirina, 1.1 μM, para la protoporfirina de 3.1 μM y para la hematina de 0.7 μM. Para confirmar los resultados espectrofluorométricos así como comprender como interactuaron los ligandos con la enzima, se realizaron estudios de inhibición cinética. Obteniendo valores de I50 para la coproporfirina (I50 = 3.03 μM ± 0.64), protoporfirina (I50 = 0.026mM ± 0.92), mesoporfirina (I50 = 0.030mM ± 0.006) y hematina (I50 = 2.40 μM ± 0.15). Adicionalmente, se obtuvo la Ki de estos ligandos utilizando al 1-cloro-2,4-dinitrobenceno (CDNB) como sustrato variable. Los resultados fueron: coproporfirina 1.14 μM, protoporfirina 4.41 μM, mesoporfirina 0.53 μM y para la hematina 0.33 XI μM. El tipo de inhibición que se obtuvo para todos los ligandos fue del tipo no competitivo. Los resultados obtenidos sugieren que los ligandos empleados se unen a la GSTTs26.5 en sitios de su estructura diferentes al sitio activo y permiten plantear la posibilidad de extrapolar esta función de ligandina en el transporte citoplásmico y extracelular de moléculas relacionadas con la fisiología y el metabolismo de T. solium. 1 EVALUACIÓN DE LA FUNCIÓN DE LIGANDINA DE LA GLUTATIÓN S-TRANSFERASA DE CISTICERCOS DE Taenia solium 1. INTRODUCCIÓN. 1.1 Taenia solium Taenia solium es un cestodo parásito hermafrodita del hombre y del cerdo, por lo que su ciclo biológico es indirecto, es decir requiere de un hospedero intermediario (cerdo) y un hospedero definitivo (hombre), presenta 3 estadios diferentes: adulto, huevo y larva (cisticerco) (1,2). 1.1.1 Características morfológicas Forma o estadío del adulto El adulto de T. solium es un gusano plano en forma de cinta, de color blanquecino, habita en el intestino delgado del ser humano donde vive anclado a la pared intestinal mediante un escólex piriforme el cual presenta cuatro ventosas y un rostelo con una doble corona de ganchos, siendo su tamaño similar a la cabeza de un alfiler (figura 1). Al órgano de fijación le continúa el cuello, porción germinal que da origen a un conjunto de segmentos o proglótidos, que formaran el estróbilo. Los proglótidos cercanos al cuello son inmaduros e indiferenciados, a medida que estos se alejan del mismo, se observan progresivamente proglótidos con órganos masculinos y femeninos bien diferenciados (figura 1) (1,2). Cada proglótido es una unidad de reproducción autofecundante e independiente, que produce huevos que contienen embriones infectantes; los proglótidos mas distales, que son los grávidos, presentan ramas uterinas llenas de huevos que le dan aspecto arboriforme, cada uno contiene un promedio de 50,000 a 60,000 huevos y habitualmente se desprenden del estróbilo en cadenas cortas que son eliminadas con las heces (1,2). 2 Figura 1. Elementos morfológicos característicos de T. solium. (Modificado a partir de www.infovek.sk/predmety/biologia/metodicke/ploskavce/index.php). En el lado izquierdo se aprecia el escólex de una taenia adulta en donde se indica la posición de las ventosas (V), el rostelo (R) y la corona de ganchos (G) que caracteriza a la especie. En el lado derecho se observa un segmento translucido de un proglótido grávido en donde se exponen las ramas uterinas (RU), que en T. solium no exceden las catorce. Forma o estadío de huevo Los huevos son esféricos, miden de 30 a 45 micrómetros y presentan varias membranas, una de ellas es el vitelo que solo se presenta en huevos inmaduros y que permiten la obtención de nutrientes. Esta membrana cubre al embrióforo formando una cubierta con bloques embriofóricos, los cuales se encuentran unidos por la proteína cementante, dando al huevo una apariencia física radiada (figura 2). La membrana oncosferal recubre a la oncosfera o embrión hexacanto, llamado así por ser una esfera con tres pares de ganchos (1, 2,3). Figura 2. Huevo de T. solium observado en el microscopio de luz 3 Forma o estadío de metacestodo Los metacestodos, larvas o cisticercos son vesículas parasitarias de 0.5 a 2cm de diámetro (figura 3), se encuentran llenas de líquido que contienen en su interior un escólex invaginado (4). La pared de la vesícula es una estructura membranosa compuesta de tres capas: cuticular o externa, celular o media y reticular o interna. El escólex presenta una estructura similar a la del estadio adulto (T. solium), con un róstelo que muestra ventosas, ganchos y un rudimento del cuerpo, que incluye el canal espiral (5). Figura 3. Imagen de cisticercos 1.1.2 Ciclo biológico Si partimos del estadío de huevo de este parásito éste se puede diseminar en el medio ambiente a través de las heces de individuos teniasicos, produciendo la teniasis que es la enfermedad causada por la presencia de la forma adulta del parásito en el intestino de un individuo, cada huevo o embrión hexacanto al ser ingerido por un cerdo es activado por los jugos gástricos, liberando de sus cubiertas al embrión hexacanto el cual atraviesa la pared intestinal y a través del sistema circulatorio y/o linfático puede alcanzar diferentes tejidos en donde se desarrollará en un cisticerco ocasionando la enfermedad denominada cisticercosis (6, 7). El ciclo biológico se continúa cuando el hombre consume carne de cerdo con cisticercos viables (figura 4) y de esta forma desarrollará la teniasis. 4 De manera accidental, una persona al consumir huevos de T. solium desarrollará la cisticercosis. Cuando los parásitos se alojan en el sistema nervioso central ocasionan la neurocisticercosis (NC) que es la forma más peligrosa en ésta parasitosis (8). Figura 4. Ciclo biológico de Taenia solium (imagen adaptado de http://remediosalternativosnaturales.blogspot.com/2011/02/lombriz-solitaria-tenia.html) 1.1.3 Teniasis-Cisticercosis La teniasis suele cursar de manera asintomática ya que se produce un daño mínimo a la mucosa intestinal. Aunque pueden observarse síntomas gastrointestinales, como malestar abdominal, flatulencia, o pérdida de peso, la mayoría de pacientes con teniasis en estudios de campo no refieren síntomas y menos de la mitad de ellos han notado proglótidos en las deposiciones (9). La infección con la forma larvaria (cisticerco) ocasiona diferentes síntomas, los cuales dependen de la localización del parásito, la carga parasitaria y la respuesta inflamatoria del hospedero. Las manifestaciones clínicas más comunes 5 que pueden presentarse son fiebre, mialgias y cefaleas después de una invasión y diseminación aguda de cisticercos. Si se enquista el cisticerco en el músculo esquelético el principal problema proviene en la pérdida de la función de la parte afectada. 1.1.4 Aspectos clínicos de la NC. Cuando los cisticercos se alojan en el sistema nervioso central pueden originarse grandes complicaciones por el efecto de la respuesta inflamatoria,obstrucción de los orificios encefálicos y/o sistemas ventriculares, causando hidrocefalia, convulsiones, hipertensión craneal, epilepsia focal o generalizada y ataxia (8, 9, 10). 1.2 Respuesta inflamatoria En relación a la respuesta inflamatoria en la NC, es común que los parásitos tengan algún grado de degeneración e inclusive se encuentren totalmente destruidos y solo se observen cicatrices sugerentes de su presencia, principalmente en individuos de zonas endémicas para esta parasitosis (11). Es decir, a través de la historia natural de la NC se observa un proceso inflamatorio crónico (12). En ese proceso, la severidad de la inflamación depende de la localización de los cisticercos; por ejemplo, si los parásitos están situados dentro del espacio subaracnoideo se desarrolla una intensa respuesta inflamatoria en la mayoría de los pacientes en comparación con aquellos cuyos parásitos están situados en el parénquima (13). Un hecho importante de cualquier proceso inflamatorio mediado por antígenos, es la activación que originan éstos sobre las células inflamatorias, particularmente los polimorfonucleares (PMN). El estallido respiratorio es un evento inicial de esta activación que consiste en que los PMN consumen elevadas cantidades de oxígeno molecular (O2). Por reducciones químicas secuenciales sobre el O2 y sus derivados se originan especies reactivas de oxígeno (ERO), como el peróxido de hidrogeno (H2O2) capaces de peroxidar tanto lípidos solubles como los de las membranas celulares. Esta peroxidación 6 lipídica (PL) es capaz de dañar a los tejidos y a las moléculas que rodean al sitio de la inflamación (14, 15). Por ejemplo, la PL de las membranas celulares causa daño en su función, disminuye la fluidez, inactiva receptores y enzimas unidos a ellas así como aumenta la permeabilidad de los iónes y eventualmente conlleva a la ruptura membranal (16). La PL es un factor importante en la patofisiología de diversas enfermedades y en el envejecimiento (17, 18). Los elevados productos de la PL se han observado en el líquido cefalorraquídeo de diversas enfermedades incluyendo a la NC (19, 20, 21). En los pacientes con NC se ha demostrado una correlación entre la cantidad de los productos de la PL en su líquido cefalorraquídeo y la intensidad de su respuesta inflamatoria, inclusive en aquellos con tratamiento anti-inflamatorio. Adicionalmente, esta correspondencia fue mayor con los pacientes que presentaron síntomas clínicos más severos. 1.3 Moléculas pro-oxidantes. En los pacientes con NC no se sabe cuáles son los productos de la peroxidación lipídica, aunque es muy probable que el colesterol, por su abundancia, sea uno de los blancos más comunes de las EROs durante el estallido respiratorio. De esta forma el colesterol durante su degradación oxidativa está sujeto a oxidaciones por las EROs produciéndose derivados oxidados del mismo u oxyesteroles (22). Es decir el colesterol expuesto a peróxidos (O2-, HOO-, H2O2), radicales hidroxilos (OH●) origina oxyesteroles. Los oxyesteroles son descritos a su vez, como radicales libres porque presentan carbones centrales y pueden originar radicales peroxilos con funciones tóxicas (23). Las manifestaciones más claras sobre los efectos tóxicos de los oxyesteroles en múltiples organismos están relacionadas con la aterogénesis o angiotoxicidad, carcinogénesis, mutagénesis, efectos inhibitorios sobre enzimas específicas y modificaciones a las membranas celulares. La importancia del colesterol en la estabilidad y las funciones de las membranas celulares está bien establecida. Sin embargo la inclusión de 7 oxyesteroles a la membrana celular altera su morfología, sobrevida, crecimiento y funciones normales. Por otro lado, la presencia del colesterol en los helmintos se conoce desde hace algún tiempo (24). Sin embargo, hasta la fecha las evidencias han mostrado que los helmintos no son capaces de sintetizar este lípido no saponificable sino absorberlo de sus huéspedes (25, 26, 27). No obstante el valor total del colesterol libre en sus tejidos y/o fluídos es considerable, al menos en larvas de Echinococcus granulosus, Echinococcus multilocularis y Taenia hydatigena, siendo de 2.8 mg/g de peso húmedo que representa el 26 % del total de lípidos presentes en estos cestodos. (28, 29). Probablemente este colesterol sea utilizado por los cestodos integrándolo a su metabolismo, y como parte del mismo eliminarlo, produciendo productos intermediarios tóxicos como ácidos y sales biliares. 1.3.1 Ácidos y sales biliares Los ácidos biliares son compuestos de 24 átomos de carbono dihidroxilados o trihidroxilados, que se derivan del colesterol (componente esencial de las membranas celulares, precursor de las hormonas esteroideas, de los ácidos biliares y de la vitamina D) (30, 31). En los mamíferos la síntesis de los ácidos biliares a partir del colesterol ocurre en el hepatocito. Para ello el colesterol es sujeto a una serie de cambios, tanto en su núcleo esteroideo como en su cadena lateral, que convierten al colesterol altamente insoluble en un ácido biliar hidrosoluble. El paso inicial y además el más crítico en la formación de ácidos biliares es la hidroxilación del colesterol en la posición 7 del núcleo esteroideo mediante la enzima colesterol 7-α hidroxilasa. El grupo 3-hidroxi en el colesterol está en orientación ―beta‖, y es convertido a posición ―alfa‖ por un proceso conocido como epimerización. Luego de estas reacciones iniciales, el 7-α hidroxicolesterol es modificado por una C27 hidroxilasa, que acortan la cadena alquil lateral y agregan un ácido carboxílico para formar el ácido biliar quenodesoxicólico. En la vía alterna, la actividad de la C27 hidroxilasa es precedida por la 12-α hidroxilasa, que agrega un tercer grupo hidroxilo al núcleo esteroide, dando lugar al ácido biliar cólico (tri-hidroxílico) (31). 8 Luego de la síntesis hepática, tanto el ácido quenodesoxicólico como el ácido cólico son modificados en el hepatocito mediante la conjugación con el grupo amino de la glicina ó taurina en un enlace amídico. Esto sucede por la acción de la colil CoA:amino ácido N-aciltransferasa (BAT) sobre el ácido cólico mas glicina originando la sal biliar glicocólico. Adicionalmente, la colil-CoA:taurina N-aciltransferasa en presencia de taurina producirá la sal biliar quenodeoxicólico Estas nuevas estructuras son llamadas sales biliares e incluyen aparte de las ya mencionadas, al acido glucocólico, glicoquenodesoxicólico, taurocólico y tauroquenodesoxicólico (figura 5) (30). Las sales biliares son excretadas junto con la bilis al intestino delgado; en el lumen intestinal experimentan una 7-deshidroxilación bacteriana y se transforman en ácidos biliares secundarios: ácido desoxicólico y ácido litocólico (31) ácido cólico ácido desoxicólico ácido quenodesoxicólico 9 ácido taurocólico ácido glucocólico Figura 5. Estructura química de los ácidos biliares Los ácidos biliares o sales biliares producidas, tienen la función de actuar como surfactantes y ayudar a la emulsión de los lípidos y su absorción intestinal. En la fisiología de los parásitos, los ácidos biliares son particularmente importantes para completar su ciclo biológico. Ya que la presencia de éstos en el sistema digestivo de los mamíferos permite desencadenar diversos mecanismos relacionados con la eclosión de los huevos de los helmintos, enquistamiento de protozoarios y la evaginación del escolex de los cisticercos de los cestodos (32). Sin embargo, existe el lado opuesto a la función positiva mencionada por parte de los ácidos y sales biliares. Los efectos tóxicos de los ácidos y salesbiliares han sido descritos por diversos investigadores (33, 34). Esta toxicidad consiste, por una parte, en su función de detergentes, capaces de romper las membranas plasmáticas (35) y por la otra, por su capacidad oxidativa. Se sabe que los ácidos biliares al igual que las especies reactivas de oxígeno (EROs) y las citocinas inflamatorias son reguladores esenciales de los procesos de la muerte celular programada o de necrosis en enfermedades hepáticas agudas y crónicas (36). También se conoce de las acciones oxidativas de los ácidos biliares siendo el ácido taurolitocólico uno de los más pro-oxidativos (37) y el ácido litocólico y quenodeoxicólico tienen propiedades genotóxicas y mutagénicas (38). 10 1.3.2 Porfirinas Por otra parte, los cisticercos de T. solium no solamente están expuestos a los productos de la PL mencionados. Larralde y colaboradores en 1986 demostraron la presencia de diversas porfirinas en el líquido vesicular tanto de cisticercos humanos como de cerdos. Hasta el momento no se sabe si estas porfirinas son producidas por el parásito o las adquiere del hospedero, sin embargo se ha reportado que tienen una gran capacidad de generar EROs como radicales hidroxilos, considerados éstos como los más reactivos en los procesos de oxidación de las moléculas biológicas (39). Cabe mencionar que las porfirinas son compuestos formados con anillos tetrapirrolicos y sustituyentes laterales en ellos que tienen una función pro-oxidante debido a su interferencia con los sistemas redox celulares y además les permiten funcionar tanto en presencia o no de la luz (40, 41). Las porfirinas son el grupo prostético de las cromoproteínas porfirínicas. Están compuestas por un anillo tetrapirrólico (es decir 4 anillos pirrólicos designados como A, B, C y D, unidos a través de cuatro puentes metenilos α, β, γ y δ ) con sustituyentes laterales y un átomo metálico en el centro, unido mediante cuatro enlaces de coordinación (figura 6). Se clasifican basándose en los sustituyentes laterales del anillo, de modo que se distinguen mesoporfirinas, uroporfirinas, etioporfirinas y protoporfirinas. Estas últimas son las más relevantes y presentan como sustituyentes 4 metilos, 2 vinilos y 2 grupos propiónicos. Figura 6. Núcleo de la porfirina http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_prost%C3%A9tico http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Cromoprote%C3%ADna&action=edit&redlink=1 http://es.wikipedia.org/wiki/Pirrol http://es.wikipedia.org/wiki/Sustituyente http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81tomo http://es.wikipedia.org/wiki/Metal http://es.wikipedia.org/wiki/Enlace_qu%C3%ADmico http://es.wikipedia.org/wiki/Metil http://es.wikipedia.org/wiki/Vinil 11 Existen 15 isómeros de protoporfirinas, pero en la naturaleza solo aparece el IX, que se caracteriza por disponer de cuatro grupos metilo en posición 1,3,5 y 8, grupos vinilo en posición 2 y 4 y en posición 6 y 7 grupos propiónicos. A este grupo pertenecen la hemoglobina, la mioglobina y los citocromos, entre otros. Las porfirinas tienen un papel central en los seres vivos debido a sus propiedades físicas, químicas y biológicas, ya que intervienen en procesos de captura del oxígeno y utilización de energía que ocurren en la célula (42). Por ejemplo en las plantas verdes, la clorofila es el compuesto responsable de la conversión de la energía luminosa del sol en energía química, que es ―almacenada‖ en los enlaces de los carbohidratos. La característica estructural esencial de las clorofilas es un sistema de cuatro anillos de pirrol unidos por puentes que contienen un único átomo de carbono. Por otro lado, en los humanos la porfirina mas abundante es el grupo hemo y como más adelante se mencionará, esta molécula es importante en muchos procesos celulares. Las porfirinas presentes en los grupos hemo y las clorofilas presentan varios sustituyentes en los anillos pirrólicos y reciben el nombre general de porfirinas. La porfirina, con los cuatro átomos de nitrógeno de los anillos de pirrol dirigidos hacia el centro del macrociclo, une iones metálicos. En el grupo hemo (figura 7) el ión es hierro (II); en las clorofilas es el ión magnesio (43). Figura 7. Estructura química del grupo Hemo. http://es.wikipedia.org/wiki/Is%C3%B3mero http://es.wikipedia.org/wiki/Metilo http://es.wikipedia.org/wiki/Vinilo http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Propi%C3%B3nico&action=edit&redlink=1 http://es.wikipedia.org/wiki/Hemoglobina http://es.wikipedia.org/wiki/Mioglobina http://es.wikipedia.org/wiki/Citocromo 12 1.3.2.1 El grupo Hemo El hemo es una molécula esencial para las células aerobias; en combinación con ciertos polipéptidos, juega un papel fundamental en importantes procesos fisiológicos. Es el grupo prostético en numerosas hemoproteínas (hemoglobina, mioglobina, citocromos, óxido nitroso sintetasa, etc.) y posee un importante papel en el control de la síntesis de ciertas proteínas (globina, enzimas involucradas en la biosíntesis del hemo, hemo-oxigenasa 1 y receptores de transferrina) y en la diferenciación celular (44, 45). Las hemoproteínas se encuentran involucradas en un amplio espectro de funciones biológicas cruciales, que incluyen la unión a oxígeno (hemoglobina y mioglobina), el metabolismo celular del oxígeno (oxidasas, peroxidasas, catalasas e hidroxilasas) y la transferencia de electrones (citocromos) (45). 1.3.2.2 Biosíntesis del hemo La síntesis de porfirinas ocurre en prácticamente todas las células vivas. En los mamíferos; dicha síntesis, ocurre principalmente en tejido eritropoyético e hígado. La síntesis del grupo hemo (figura 8) involucra ocho enzimas, siendo la primera y las tres últimas mitocondriales y las cuatro restantes citoplasmáticas (44). 13 Figura 8. Esquema de la vía sintética del hemo (Adaptado de Richard 2005) El primer paso en la síntesis del hemo implica la condensación, catalizada por la enzima δ-aminolevúlico sintetasa (ALA-S), de glicina y succinil CoA para formar una molécula de ácido δ-aminolevúlico. Esta reacción es la etapa limitante de la velocidad de la síntesis de hemo. El ALA formado es transportado activamente al citoplasma (46). En el citosol, la enzima ácido δ- aminolevúlico deshidrogenasa (ALA-D), también llamada porfobilinógeno sintetasa (PBG-S), cataliza la condensación de dos moléculas de ALA en un monopirrol llamado porfobilinógeno (PBG) (44). 14 Posteriormente, cuatro moléculas de PBG se condensan para formar un tetrapirrol lineal inestable denominado hidroximetilbilano (HMB). Esta reacción es catalizada por la enzima porfobilinógeno deaminasa (PBG-D), que también recibe el nombre de hidroximetilbilano sintetasa (HMB-S). El HMB sirve como sustrato para la uroporfirinógeno III sintetasa (URO III–S) o isomerasa, que cataliza la conversión del tetrapirrol a uroporfirinógeno III (UROgen III) por inversión del anillo D de HMB, seguida por el cierre del macrociclo en forma asimétrica. (44) El esqueleto de la porfirina ya se encuentra formado y las reacciones siguientes alteraran las cadenas laterales y el grado de saturación del anillo de porfirina. El paso siguiente consiste en la decarboxilación secuencial de las cuatro cadenas laterales de ácido acético (-CH2—COOH) del UROgen III por acción de la enzima citosólica UROgen decarboxilasa (UROD). Esta decarboxilación en etapas, se realiza partiendo de un compuesto de ocho carboxilos (UROgen III), pasando por intermediarios de siete (firia o heptaporfirinógeno III), seis (hexaporfirinógeno III) y de cinco carboxilos (pentaporfirinógeno III), hasta llegar a un compuesto de cuatro carboxilos (coproporfirinógeno III o COPRO gen III). La URO-D posee la capacidad de actuar sobre el UROgen I produciendo el COPROgen I, sin embargo este compuesto no puede ser utilizado como sustrato por las demásenzimas de la vía metabólica, por lo cual en las condiciones patológica en las que se forma COPROgen I, este se acumula y finalmente, es excretado. El COPROgen III es transportado a la mitocondria, donde la enzima mitocondrial coproporfirinogenasa (CPGasa) es la encargada de catalizar la decarboxilación oxidativa de dos cadenas laterales de ácido propionico del COPROgen III para producir el protoporfirinógeno IX (PROTOgen IX). El PROTOgen IX se oxida a protoporfirina IX (PROTO IX) por la acción de la enzima mitocondrial protoporfirinógeno oxidasa (PPGox). La última etapa de este camino metabólico implica la inserción de un ión ferroso en el anillo porfirínico de la PROTO IX por acción de la enzima mitocondrial ferroquelatasa (Fe-Quel) para generar un grupo hemo. 15 1.3.2.3 Regulación de la síntesis de hemo La regulación en la síntesis del hemo se encuentra en la vía de elaboración del hemo, es decir el paso limitante en la síntesis del hemo se halla en la reacción inicial de glicina y succinil-CoA para formar acido aminolevulínico (ALA). El hemo inhibe la ALA sintetasa y provoca una disminución en la producción del hemo (un mecanismo de retroalimentación negativa). Otras enzimas inhibidas por el hemo son la ALA deshidrogenasa (porfobilinogeno sintetasa) y porfobilinogeno deaminasa (PBG-D) (47). La ferroquelatasa también cumple un papel regulador en la biosíntesis del hemo, por medio de un mecanismo de retroalimentación negativa de la protoporfirina IX al inhibir a la enzima (47). 1.3.2.4 Catabolismo del hemo Los glóbulos rojos tienen una vida media de 120 días. Las células senescentes son reconocidas por cambios en la membrana y son fagocitadas y eliminadas por las células del sistema retículo endotelial (S.R.E) principalmente en las paredes vasculares de hígado y bazo, y en médula ósea. La destrucción de los glóbulos rojos senescentes y la ruptura de la molécula de hemoglobina y de otras hemoproteínas (citocromos, peroxidasas, catalasas y triptófano-pirrolasa) producen moléculas de hemo que se degradan junto con el hemo libre. La parte proteica es hidrolizada por proteasas pancreáticas, mientras que el grupo hemo sufrirá transformaciones secuenciales. El único mecanismo fisiológico de degradación del hemo es mediado por el complejo multienzimático llamado sistema microsomal hemo-oxigenasa (HO). En mamíferos, este complejo cataliza la oxidación del hemo a biliverdina, hierro libre y monóxido de carbono (45), que es normalmente reciclado quedando disponible para la síntesis de nueva hemoglobina. El complejo microsomal está constituido por las enzimas hemo-oxigenasa y NADPH- citocromo P450 reductasa y cataliza la conversión secuencial del complejo hierro-protoporfirina IX a biliverdina IXa (47) (figura 9). 16 La hemo-oxigenasa es altamente estereoespecífica, clivando exclusivamente en el puente α-meso a hemo para dar biliverdina IXα. Para esta reacción son consumidas tres moléculas de O2 y un grupo reductor NADPH. El α-meteno es eliminado como CO y la molécula de hierro es liberada (48). La biliverdina se convierte rápidamente en bilirrubina por la enzima citosólica NADPH-biliverdina reductasa, presente en el hígado, riñón, músculo, cerebro, con consumo de NADPH (49) (figura 9). Figura 9. Esquema de la degradación del Hemo (44) 17 El monóxido de carbono (producto de la reacción) se involucra en procesos de apoptosis, inflamatorios, aterosclerosis, contracción vascular y protección celular (50). El hierro ferroso liberado pasa a formar parte del hierro disponible para la síntesis de hemoglobina y otras hemoproteínas, ya que solo el 1-3% del hierro utilizado diariamente en la síntesis de células de la serie roja proviene de la dieta (51). La bilirrubina en el plasma se une no covalentemente a la albúmina quien la transporta hasta el hígado. Al disociarse la bilirrubina de la albúmina, la bilirrubina ingresa al hígado y en el citoplasma se une a las glutatión S-transferasas. En el citoplasma del hepatocito la bilirrubina se hace más soluble cuando se conjuga con dos moléculas de ácido glucorónico, por medio de la enzima bilirrubina glucoronil transferasa en presencia de acido glucorónico-UDP. Esto da lugar al di- glucoronato de bilirrubina, la cual es transportada a la luz del canalículo biliar, para ingresar al conducto biliar. La bilirrubina diglucoronidada se elimina por bilis y pasa al intestino en donde es hidrolizada por la acción de bacterias intestinales, y se convierte en urobilinógeno, este ultimo al ser oxidado por bacterias se convierte en estercobilina, pigmento que confiere a las heces su color característico. Parte del urobilinógeno es reabsorbido en el intestino ingresando nuevamente al torrente sanguíneo hepático y de ahí al riñón donde es convertido en urobilina y excretado (figura 10). 18 Figura 10. Esquema del catabolismo del Hemo (Adaptado de http://www.google.com.mx/imgres?q=catabolismo+del+grupo+hemo&um.html). 1.3.2.5 Toxicidad de las porfirinas Las porfirinas y el grupo hemo además de participar en funciones importantes en el metabolismo de los organismos aeróbicos, pueden producir una gran variedad de efectos tóxicos, si estas moléculas no son metabolizadas adecuadamente. El grupo hemo cuando se encuentra en forma libre es potencialmente citotóxico porque puede originar radicales libres de oxígeno. Ya que el hierro en estado ferroso (Fe 2+), que se encuentra en el grupo hemo y en presencia de H2O2 catalizará este peróxido produciendo el radical hidroxilo (OH•) el cual es muy reactivo. Este OH• reacciona con las moléculas biológicas oxidandolas, al interaccionar con los lípidos de las membranas celulares ocasiona su peroxidación o formación de hidroperóxidos lipídicos. Las consecuencias de esta peroxidación producen la pérdida de diversas propiedades de las membranas como son su fluidez, selectividad para el paso de moléculas, adhesión intercelular. 19 También las porfirinas pueden activar la vía clásica y alterna del complemento y desencadenar diversos procesos patológicos como la inflamación y la lesión tisular (52) Un ejemplo de un proceso inflamatorio que desencadenan las porfirinas, se puede notar en la enfermedad porfiria cutánea, en el cual la acumulación de porfirinas en la dermis ocasiona que estas moléculas absorban radiaciones electromagnéticas, que elevando el potencial de energía de sus electrones haciéndolos saltar a orbítales mas energéticos. Este exceso de energía se transfiere al oxígeno, para producir oxígeno monoatómico y especies reactivas de oxígeno. Por tanto la membrana lipídica de las células se vería afectada por la fotooxidación ocasionada por estas especies reactivas, destruyendo a las células epiteliales (53). Existe evidencia que sugiere otra forma de daño producido por las porfirinas al sistema inmunológico, al activar al complemento. Lo anterior se mostró experimentalmente cuando una uroporfirina humana irradiada a 405 nm fue capaz de originar la hidrólisis de las moléculas del complemento C3 y C5 y en consecuencia producir la actividad quimiocinética de leucocitos polimorfonucleares humanos in vitro. (52). Cabe mencionar que las porfirinas, al menos in vitro, son capaces de originar especies reactivas de oxígeno (ERO) en la oscuridad (54). Además, se ha postulado que el daño tóxico de las porfirinas se debe a su interferencia con el ciclo celular redox (39). 1.3 Especies Reactivas. Las especies reactivas (ER) son moléculas que pueden tomar uno o más electrones o protones, produciendo intermediarios parcialmente reducidos. Estas moléculas al ser más reactivas van a provocar un daño parcial o total en las células. Las ER pueden además amplificar las lesiones mediante reacciones en cadena que generan nuevasER. El oxígeno y el nitrógeno están involucrados en la formación de estos compuestos. Si bien para los organismos aeróbicos la molécula de oxígeno cobra elevada importancia al actuar como aceptor final 20 de electrones en la producción de ATP durante la respiración, ésta molécula se puede volver tóxica al aceptar un electrón creando el ión radical libre o anión superóxido (O2-) y adicionalmente en presencia de un protón la forma protonada del superóxido el perhidroxilo. Si el anión superóxido se vuelve a reducir se originará, el peróxido de hidrógeno (H2O2) y éste al reducirse el hidroxilo (OH●), los cuales son capaces de generar más compuestos electrófilos que favorecen el daño celular (55, 56). Las ER lesionan a las células debido a que interaccionan con polisacáridos, lípidos, proteínas e inclusive ADN y en consecuencia potencialmente cambian la estructura y funcionalidad de estas moléculas, generando moléculas oxidadas y oxidantes, así como radicales que terminan por desajustar el sistema redox, dando paso al fenómeno conocido como estrés oxidativo (55, 56). En el caso de los helmintos los ambientes de oxígeno son limitados, no obstante se encuentran expuestos a estrés oxidativo por los diversos mecanismos de defensa del hospedero, por ejemplo, la liberación de ER por parte de algunas células del sistema inmune (macrófagos, neutrófilos y eosinófilos, etc) y el ataque de otros xenobióticos. Con el propósito de mantener el balance redox, los organismos incluidos los helmintos, han desarrollado defensas antioxidantes capaces de detectar las ER, eliminarlas catalíticamente, disminuir su formación y contenerlas ―físicamente‖ por acarreo o por inmolación. Este conjunto de moléculas enzimáticas y no enzimáticas se agrupa en el sistema detoxificante (55, 57, 58, 59). 1.5 Sistema detoxificante El sistema detoxificante es un conjunto de procesos metabólicos de defensa para la biotransformación química de diversas sustancias tóxicas (xenobióticos o endobióticos) favoreciendo su eliminación. Los helmintos, como T. solium, al igual que otros organismos han desarrollado defensas contra las ER (de oxígeno o nitrógeno) y contra diversos xenobióticos (como los fármacos antihelmínticos), en las que pueden identificarse moléculas de tipo enzimático y no enzimático. Dentro del tipo no enzimático se encuentran los compuestos de bajo peso molecular como la vitamina E, el ácido ascórbico, el 21 piruvato, el urato, la bilirrubina, el glutatión (GSH), la tiorredoxina, el NADH y el NADPH, que actúan directamente sobre las ER y se oxidan rápidamente con el fin de preservar las biomoléculas de este organismo. Muchos de estos antioxidantes también actúan como cofactores de los sistemas enzimáticos desintoxicantes. En el caso del sistema enzimático, las ER y los xenobióticos se metabolizan mediante mecanismos distinguibles como el metabolismo antioxidante y el metabolismo xenobiótico. El sistema detoxificante se divide en las fases I, II y III, que integran una vía secuencial en la inactivación y eliminación de cualquier tóxico (55, 56). En la fase I se realiza una biotransformación de los grupos funcionales susceptibles en las moléculas tóxicas mediante oxidación, reducción ó hidrólisis haciendo más polares a estos compuestos. De las tres clases de reacciones antes mencionadas, las de oxidación son las más comunes y aunque en otros organismos la familia de los citocromos P450 lleva a cabo esta catálisis, en T. solium como en otros parásitos, no se ha registrado actividad de tal variedad de mono-oxigenasas. No obstante, el parásito cuenta con otras enzimas que llevan a cabo la oxidación de los xenobióticos y de las ER como son la superóxido dismutasa, la xantina oxidasa, la glutaredoxina, la peroxiredoxina y la monoamino oxidasa, por mencionar algunas, cabe señalar que T. solium carece también de actividad de catalasa. En la fase II se cataliza la adición de pequeñas moléculas a los xenobióticos generando nuevos enlaces covalentes, por lo que las reacciones se denominan como ―reacciones de conjugación‖, siendo el GSH, el ácido uridin-5-difosfo-α-D- glucorónico (UDPG), los acetiles, la S-adenosilmetionina (SAM) y el 3- fosfoadenosin-5-fosfosulfato (PAPS) los cosustratos más comunes. Las enzimas que catalizan tales conjugaciones son las glutatión S-transferasas (GSTs), la uridin-5- difosfato-glucoronil-transferasa ó UDP-glucoroniltransferasa, la N-acetil transferasa, la metil-transferasa y la sulfo-transferasa, respectivamente. Para T. solium las reacciones de conjugación con glutatión son las de mayor importancia, no sólo por la abundancia del cosustrato y de este tipo de enzimas, sino también por la versatilidad que ofrecen y porque se han postulado como el principal mecanismo desintoxicante en helmintos ante la carencia de otros sistemas. 22 En la fase III se encuentran el conjunto de proteínas que permiten la transportación, compartamentalización y/o excreción de los conjugados o aniones orgánicos a eliminar y que constituyen la fase III, como las proteínas de resistencia a múltiples drogas ó MRPs (multidrug-resistance protein) y los transportadores de aniones orgánicos Oats (organic anion transporters). Sin embargo en T. solium aún no han sido reportados este tipo de transportadores (55, 59, 60). Como se mencionó anteriormente los cisticercos de T. solium en el interior de sus huéspedes estén expuestos a las moléculas tóxicas descritas con anterioridad, de tal forma que para enfrentar con éxito su interacción con las mismas ha de ser necesario que utilicen un sistema detoxificante efectivo. Las glutatión S- transferasas son enzimas detoxificantes de la fase II de detoxificación. En T. solium existen tres isoformas de GSTs citosólicas y una microsomal (61, 62). 1.6 Glutatión S-transferasas (GSTs) Son enzimas detoxificantes con amplias especificidades hacia los sustratos hidrofóbicos electrofílicos (63, 64). Esta característica les permite detoxificar tanto a compuestos xenobiótcos, incluyendo antihelmínticos, (65) como endobióticos, éstos últimos originados durante el metabolismo oxidativo. 1.6.1 Estructura La estructura general de las GSTs consiste en dos dominios, N y C-terminal. El dominio N-terminal constituye alrededor de una tercera parte de la proteína y consiste en una estructura β−α−β−α−β−β−α. El centro del dominio está compuesto de tres láminas beta situadas entre hélices alfa (α/β/α). El dominio C-terminal compone los otros dos tercios de la proteína y está constituido por varias hélices alfa. El centro del dominio consiste en la agrupación de cuatro de estas hélices (66). 23 La estructura cristalográfica de algunas GSTs citoplásmicas ha sido determinada por el método de cristalografía de rayos X. Estas estructuras se pueden apreciar en la figura 11 Figura 12. Estructuras tridimensionales de subunidades (monómeros) de GST. Los dominios N-terminal y C-terminal están representados en rojo y azul. Los residuos esenciales para la actividad catalítica (tirosina, y cisteina) están representados en color amarillo. Las estructuras corresponden a a) GST del camarón, b) GST del hombre, c) GST de Proteus mirabilis y d) GST de Fasciola hepática. (67). Las GST suelen formar dímeros con subunidades de 24.4 a 26.5 kDa. (62, 68) y las principales interacciones entre las subunidades suceden entre el dominio N- terminal de una subunidad con la C-terminal de la otra. No se ha descrito actividad catalítica de los monómeros de GST de mamíferos y estudios de desnaturalización proteica sugieren que la estructura catalíticamente activa es dimérica (69, 70). 1.6.2 Clasificación y nomenclatura La gran variedad de proteínas con actividad GST y su presencia a lo largo de toda la escala evolutiva hace que su clasificación resulte compleja e inclusoconfusa. El nombre sistemático que refiere a las glutatión S-transferasas fue acordado por la Unión Internacional de Bioquímica y Biología Molecular y su clave numérica es: EC 2.5.1.18. 24 Un criterio que se tomó anteriormente para clasificarlas, es su especificidad por el sustrato. Sin embargo, una vez purificadas diferentes isoenzimas, se vió que su especificidad por el sustrato se compartía entre ellas. Por ello su clasificación actual considera además de su afinidad por el sustrato otros parámetros como: secuencia de aminoácidos, propiedades inmunológicas y papel fisiolológico (71). Las enzimas de una misma clase comparten al menos un 60% de identidad, habiendo entre clases al menos un 30% de identidad. Para la clasificación se hace énfasis en la estructura primaria del extremo N-terminal ya que, entre clases, esta región tiende a estar relativamente conservada al ser parte del sitio activo. Esta región contiene un residuo esencial, que puede ser una tirosina, serina o cisteína, que interacciona con el grupo tiol del GSH. Las GSTs de mamíferos están divididas en clases designadas como Alfa, Mu, Pi, Sigma, Theta, Zeta y Omega (figura 12). Con base en ellas se ha hecho la clasificación de GST de otros organismos y además se han descrito clases nuevas como es el caso de las Lambda, Tau y DHAR (de ―active glutathione-dependent dehidroascorbate reductases‖) que actualmente son exclusivas de plantas. Además, existen otras clases caracterizadas en helmintos (GSTTs 26.5), insectos, hongos y bacterias. (72). Las GST humanas se han nombrado respecto de la clase en la que pueden estar contenidas (A, M, P, T y O para Alfa, Mu, Pi, Theta y Omega respectivamente), acompañado de la cantidad de subunidades que la componen o el tipo de isoenzima, el cual se designa con números arábigos. Por ejemplo, un homodímero de tipo Mu se denomina M1-1 y los heterodímeros de tipo Alfa se denominan A1-2. Además, la nomenclatura puede ir acompañada de la especificación de las variaciones alélicas: M1a-1b. Cuando es necesario distinguir GSTs de diferentes especies biológicas, se agregan prefijos. Por ejemplo mGST A1-1 y rGST A1-1 se refieren a enzimas de la clase Alfa de ratón (mouse GST) y de rata (rat GST) respectivamente. 25 Figura 12. Se observa solo una cadena de diversas GSTs de mamíferos (alfa, mu, pi, sigma). Las GSTs que comparten cierta similitud con las GSTs de plantas y GSTs de mamíferos son de la clase theta. 1.6.3 Mecanismo catalítico Las GST se pueden encontrar como monómeros, homodímeros o heterodímeros y las unidades que componen estas últimas siempre pertenecen a la misma clase. Hasta ahora no se ha descrito actividad catalítica de monómeros en mamíferos, pero en plantas se han descrito GST activas como monoméros en las clases Lambda y DHAR (73). Respecto al funcionamiento de estas enzimas se deben abordar dos cuestiones importantes: el mecanismo que le permite a la enzima reconocer y activar al GSH para el ataque nucleofílico y la manera en que las GST reconocen específicamente los sustratos electrofílicos, como el 1,4, diclorodinitrobenceno (CDNB). 1.6.3.1 Activación del GSH Uno de los aspectos fundamentales del mecanismos catalítico de las GST es la manera en que estas enzimas usan las interacciones con el GSH para activar el 26 átomo de azufre de ésta molécula y así iniciar el ataque nucleofílico. El tripéptido GSH está unido en una conformación extendida, donde el residuo γ-glutamil está dirigido hacia la interfase del dímero GST, mientras que el azufre del residuo cisteína apunta hacia la subunidad a la cual está unido y se localiza cerca de la superficie de la proteína (figura 13). Figura 13. Disposición del GSH en el sitio activo de las GST. El GSH y los residuos que interactúan con el GSH a través de puentes de hidrógeno están indicados mediante un esquema de barras. El diagrama corresponde a una GST bacteriana (74). La región más conservada estructuralmente en todas las enzimas GST citosólicas es el motivo ββα del centro activo, el cual se encarga de reconocer la porción γ- glutamil del GSH. Este elemento estructural de las GSTs empieza con un residuo cisprolil que está justo antes de la lámina β3 y que continúa con la hélice α3. La función de este residuo es permitir que se mantenga el plegamiento total del dominio. Existen dos residuos localizados entre la lámina β4 y la hélice α3 que están directamente relacionados con este reconocimiento: un residuo glutamato o glutamina seguido de un residuo serina, treonina o cisteína. Las enzimas de la clase Alfa, Mu, Pi Theta y Sigma, utilizan el grupo hidroxilo del residuo serina o tirosina localizado cerca del dominio N-terminal del polipéptido para activar el átomo de azufre del GSH. El aminoácido hidroxilado actúa como donador de hidrógeno para el azufre, se forma el complejo E· GSH, esto genera la ionización del complejo. La especie reactiva de los complejos binarios formados entre las GST de cualquier clase y el GSH es el ion tiolato (GS-), el cual forma un puente de hidrógeno con el 27 hidroxilo de la serina o de la tirosina de las GST. Este puente de hidrógeno disminuye la afinidad por protones del grupo hidroxilo y aumenta la estabilidad del puente de hidrógeno con el azufre del GSH (75). La presencia de sustratos electrofílicos tóxicos activa a las GST, ya que estas enzimas permanecen inactivas en ausencia de este tipo de compuestos. La formación del conjugado de GSH con sustratos electrofílicos como el CDNB puede ser medido espectrofotométricamente. Este es el método más común para evaluar la actividad de las GSTs (71). 1.6.3.2 Especificidad sobre sustratos electrofílicos El dominio C-terminal de las GSTs, es el encargado de alojar el sustrato electrofílico y está formado básicamente por hélices α. El número de las hélices varía entre clases de GST y las hélices 4α y 5α proporcionan un ambiente hidrofóbico para la estabilidad del sustrato dentro del dominio. Respecto a la posición del sustrato electrofílico dentro de la subunidad, éste se coloca sobre la estructura formada por la lámina β1 y la hélice α1 del dominio C-terminal. Estas dos estructuras dan forma a la base de la cavidad del dominio y los laterales o paredes están formados por hélices α y por la extensión final del dominio C-terminal. La forma de esta cavidad varía de una clase a otra, lo cual determina la variabilidad de sustratos que pueden ser transformados por estas enzimas. En muchas clases de GST la presencia de hélices o de asas en el dominio C- terminal contribuye a que el dominio tenga una plasticidad estructural variada. Por ejemplo, la hélice α9, que es característica de la clase Alfa, forma una base- soporte para el sustrato electrofílico en el dominio C-terminal. La clase Sigma tiene esta región más corta y eso trae como consecuencia que su sitio activo sea más abierto y las enzimas de tipo Mu tienen el asa característica de esta clase (75). 28 1.6.4. Localización celular de las GSTs La localización celular de las GST puede variar a pesar de que un gran número de ellas son solubles. La mayoría se han descrito en el citoplasma aunque algunas están presentes en el núcleo (76), los peroxisomas (77) y la mitocondria (78), donde pueden tener funciones peculiares para la integridad de estos organelos. Por ejemplo, GSTP1-1 en el núcleo puede estar asociada con la protección del ADN frente al daño inducido por la doxorubicina, causando la adquisición de resistencia a medicamentos usados en el tratamiento contra células tumorales (79). Se sabe también que las GST presentes en la mitocondria (GSTA1-1, GSTA4-4 y GSTM1-1) pueden tener un papel importante en la defensa frente al estrés químico y oxidativo (78). En el caso de la GST peroxisomal,hGSTK1-1, se ha clasificado dentro de la clase mitocondrial ya que comparte similitud de secuencia con este grupo de GST (69% con mGSTK1-1 y 71% con rGSTK1-1) así como por su localización exclusivamente peroxisomal y mitocondrial (77). Es importante mencionar que algunas proteínas localizadas en retículo endoplásmico y en mitocondria también se han detectado abundantemente en los peroxisomas de los fibroblastos de ratón (80). Esta observación resulta importante, ya que estaría indicando una relación física entre estos tres organelos y una relación funcional entre las proteínas allí localizadas (80). La ausencia de isoenzimas particulares en las células puede predisponer a los tejidos a diferentes tóxicos químicos (antihelmínticos). Por ejemplo la ausencia de la clase Mu en la cual tiene gran actividad con epóxidos, el tejido es más susceptible a los efectos tóxicos por esta clase de compuestos (68). 29 1.6.5 Importancia biológica de las GSTs Una de las características más importantes de la superfamilia de las GSTs es la diversidad en la función enzimática, lo que les permite participar en diversos procesos metabólicos y enzimáticos, como se indicó anteriormente. Esta diversidad en la función enzimática las hace especialmente interesantes desde el punto de vista terapéutico y farmacológico, ya que algunas de sus actividades pueden relacionarse con aspectos puntuales del tratamiento de algunas enfermedades. Aunque el papel farmacológico de las GSTs en el metabolismo y detoxificación de xenobióticos está ampliamente descrito, el significado de la conjugación catalizada por las GSTs de compuestos endógenos no se ha explicado por completo. Algunos de los compuestos endógenos, particularmente aquellos que se han formado durante los procesos de degradación oxidativa de componentes celulares, son objeto de especial atención por su capacidad de atacar moléculas nucleofílicas, que pueden convertirse posteriormente en compuestos tóxicos (81). Las GSTs pueden catalizar la conjugación con GSH de compuestos endógenos alquenil α, β-insaturados como 4-hidroxinonenal (4-HNE), malonaldialdehído, acroleína, y bases propenales como citosina propenal, timina propenal y uracil propenal. Este proceso de conjugación con GSH protege contra la actividad de estos tóxicos potenciales (82, 83). Dada su naturaleza electrofílica, estos compuestos pueden reaccionar espontáneamente con el GSH pero la reacción es de 500 a 600 veces más rápida en presencia de las GST (81). También se considera la relación existente entre la patogénesis de algunas enfermedades y la actividad de las GST en el metabolismo de los productos de la peroxidación lipídica. Una de las hipótesis sobre la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer (AD) es la relación que existe entre los niveles elevados de marcadores para estrés oxidativo y la degeneración neuronal (84). Este nivel elevado de estrés oxidativo en el cerebro de los pacientes con AD se caracteriza por un aumento en la peroxidación lipídica, proteínas oxidadas y ADN oxidado. Además, se ha detectado una reducción en la cantidad de ácidos grasos poli- insaturados en los cerebros de pacientes con AD (22, 85, 86, 87). Teniendo en cuenta todos estos datos, posiblemente el 4-HNE tiene un papel importante en la 30 patogénesis de AD como producto de la peroxidación lipídica, ya que los niveles de este compuesto están también elevados en el cerebro de pacientes con AD (88). Las GST pueden estar cumpliendo un papel protector frente al 4-HNE, ya que el pretratamiento de cultivos primarios de células de hipocampo de ratón con GST y la posterior exposición a concentraciones tóxicas de 4-HNE aumenta la superviviencia celular comparado con células no pretratadas (88). La actividad peroxidasa de las GST de clase Alfa también está relacionada con la protección frente a estrés oxidativo, actuando sobre los hidroperóxidos de fosfolípidos. Se ha demostrado que la sobreexpresión de hGSTA1-1 en la línea celular K562 atenúa la peroxidación lipídica en condiciones normales y bajo estrés oxidativo generado por exposición a peróxido de hidrógeno (89). La GST no solo esta relacionada con la protección al estrés oxidativo si no también participa en la transferencia del grupo hemo (protoporfirina IX incluyendo Fe3+) de la mitocondria al apocitocromo P450 en el retículo endoplásmico (90). Por otra parte cabe destacar que las GSTs fueron originalmente denominadas ligandinas al descubrir por azar entre 1967 y 1969 que tenían la capacidad de unirse a los ácidos biliares (91). Por lo tanto, fueron originalmente descritas no por su actividad catalítica sino por su afinidad a aniones orgánicos como la bilirrubina, bromosulfoftaleina, indocianina verde, etc. Estudios subsecuentes incluyeron otros ligandos como hidrocarbonos aromáticos policíclicos, el grupo hemo y sus derivados además de ácidos grasos, esteroides, gastrina y hormonas tiroideas (91, 92). Es decir las GSTs unen estos ligandos de manera no covalente (en un sitio diferente del sitio activo) y previamente a su biotransformación o excreción en la bilis. Es tan grande el número y la variedad de ligandos que pueden unir las GSTs que se ha sugerido que tienen una función similar al de la albúmina pero en el citoplasma. Adicionalmente, algunos autores (93, 94, 95) consideran que es más importante la función de unir ligandos por parte de las GSTs que la catalítica. Debido a la alta capacidad que tienen las GSTs de mamíferos de unir diferentes moléculas, una posibilidad para identificar la función de unir ligandos en zonas diferentes a la región catalítica, es el empleo de técnicas espectroscópicas. Estas técnicas ofrecen la posibilidad de medir indirectamente la unión entre una 31 proteína y su ligando, a través de la emisión de fluorescencia de sus fluoroforos (por ejemplo triptófanos, tirosinas y fenilalaninas). 1.7 Estudios de fluorescencia La espectroscopia de fluorescencia permite estudiar procesos físicos fundamentales de las moléculas, como es la relación estructura-función e interacciones de proteínas y ácidos nucleicos con ligandos (96). El fenómeno de la fluorescencia es un proceso originado por la absorción de la luz, por tanto para comprender este mecanismo debemos entender como se lleva a cabo la absorción de luz. Absorción de la luz La luz es una forma de radiación electromagnética, una mezcla de ondas con diferentes longitudes de las mismas. La longitud de onda (λ) es definida como la distancia entre dos crestas de una onda. Las unidades empleadas son nanómetros. Dependiendo de la longitud de onda, nuestros ojos perciben un color diferente, si es que esta se encuentra en el rango visible, o no la perciben si pertenece a un espectro diferente, como la luz ultravioleta o el infrarrojo. (96). La luz de cierta longitud de onda puede ser absorbida selectivamente por una sustancia de acuerdo a su estructura molecular. La absorción de la energía de la luz ocurre cuando un fotón incidente promueve la transición de un electrón de un estado de menor a mayor energía. Las moléculas con electrones en compuestos aromáticos usualmente absorben luz en las longitudes de onda del UV cercano (150-400nm) o en la región del espectro de luz denominado visible (400-750 nm). La radiación emitida por una molécula, o un átomo, después de que ha absorbido energía para colocarse en un estado excitado es definida como luminiscencia. (96). Ésta se divide en dos categorías, fluorescencia y fosforescencia, dependiendo de la naturaleza del estado excitado. La fluorescencia y la fosforescencia difieren entre sí en el mecanismo a través del cual son producidos, además del tiempo de duración desigual en cada uno de estos fenómenos. La fluorescencia cesa casi inmediatamente después de que la 32 muestra se le suspende la radiación(<10-6 seg), mientras que la fosforescencia puede durar varios segundos o minutos en iguales circunstancias (96). En el diagrama de Jablonski (figura 14) se muestran los estados electrónicos de una molécula y los procesos de relajación implicados en la emisión de la fluorescencia. S0 y S1 son estados electrónicos de singulete, mientras que T1 es un estado energético menor para una molécula, conocido como triplete. Los estados de triplete y singulete se diferencian por la orientación de los spines de los electrones (singlete con spines antiparalelos y tripletes con spines paralelos) (96). Figura 14. Diagrama de Jablonski. Se muestran los diferentes niveles de energía presentes de una molécula fotoluminiscente. La línea horizontal So representa la energía del estado basal de la molécula, la cual normalmente es un estado singlete, en este nivel electrónico al igual que en los otros estados excitados se encuentran asociados varios niveles vibracionales de la molécula. A temperatura ambiente la energía electrónica de prácticamente todas las moléculas es So. Las dos líneas de la izquierda representan a S1 y S2 respectivamente, primero y segundo estado singlete excitado. El de la derecha T1corresponde al primer estado triplete excitado. Hay que señalar que el estado triplete es menos energético que el correspondiente estado excitado singlete. La excitación de esta molécula puede tener lugar por absorción de dos bandas de radiación, una centrada alrededor de la longitud de onda 1 (S0 S1) y la segunda alrededor de la longitud de onda más corta 2 (S0S2). Dentro de la fluorescencia se llevan a cabo dos procesos: a) Excitación: proceso en el cual a un sistema en estado fundamental, se le aplica una magnitud suficiente de energía, ésta puede ser absorbida por el sistema, pasando a un estado mayor de energía. 33 b) Emisión: Los estados excitados son inestables y el átomo tiende a volver a su estado fundamental, para lo cual se producen saltos de electrones desde los niveles más externos hacia los más internos, para ocupar los huecos producidos. En este proceso se produce desprendimiento de energía en forma de radiación (97). Factores que influyen en el mecanismo de fluorescencia Los procesos mencionados anteriormente pueden estar influenciados por varios factores que son: Rendimiento cuántico El rendimiento cuántico o la eficacia cuántica de la fluorescencia es simplemente la relación entre el número de moléculas que emiten fluorescencia respecto al número total de moléculas excitadas: Las moléculas altamente fluorescentes, por ejemplo, la fluoresceína, tienen eficiencias cuánticas que, en ciertas condiciones, se aproximan a la unidad. Las especies no fluorescentes tienen eficiencias que son prácticamente cero (97). Estructura La fluorescencia más intensa y la más útil es la que presentan los compuestos que contienen grupos funcionales aromáticos. La eficacia cuántica aumenta con el número de anillos y con su grado de conjugación. La sustitución en un anillo aromático causa desplazamientos en la longitud de onda de absorción máxima y los cambios correspondientes en los picos de fluorescencia. (97). Temperatura La eficacia de la fluorescencia disminuye en muchas moléculas con el aumento de la temperatura, ya que el aumento de la frecuencia de las colisiones a 34 temperatura elevada hace aumentar la probabilidad de desactivación no radiante (conversión externa) (97). Efecto del pH La fluorescencia de un compuesto aromático con sustituyentes ácidos o básicos en el anillo depende normalmente del pH. Tanto la longitud de onda como la intensidad de emisión son diferentes para la forma ionizada y no ionizada del compuesto (97). Efectos del solvente La polaridad del solvente y el ambiente local tienen profundos efectos en el espectro de emisión de los fluoróforos. Esto se debe a que un fluoróforo tiene un dipolo, el cual cambia cuando se encuentra en estado excitado, entonces el solvente se reacomoda de acuerdo a este cambio y esto le resta energía al estado excitado, lo que se refleja en una emisión a longitud de onda menor (97). Los espectros de emisión son medidos fácilmente, hay numerosas publicaciones de efectos de emisión de fluorescencia en diferentes solventes, este efecto explica cambios estructurales cuando una molécula fluorescente está unida a proteínas, membranas o ácidos nucleicos. Un uso común de los efectos del solvente es determinar la polaridad de la sonda en el sitio de unión en la macromolécula o poder inferir los cambios en la polaridad del sitio en particular en la macromolécula. Esto se realiza comparando los espectros de emisión y/o la eficiencia cuántica del fluoróforo cuando está unido a la macromolécula y cuando está disuelto en solventes de diferente polaridad. Por ejemplo, podemos encontrar que en el espectro de emisión hay un corrimiento a longitudes de onda menores (cambio hacia el azul) cuando la polaridad del solvente va disminuyendo. Por el contrario, un incremento en la polaridad del solvente generalmente resulta en un cambio hacia el rojo (figura 15), es decir, longitudes de onda mayores y en algunas ocasiones, este cambio hacia el rojo va acompañado en una reducción de la eficiencia cuántica del fluoróforo. (96, 97). 35 Figura 15. Emisión de la intensidad de fluorescencia de triptófanos en distintos ambientes polares. Los números indican nivel ascendente de polaridad, desde un ambiente completamente no polar (1) hasta un ambiente muy polar (4), donde el pico de emisión se desplaza a longitudes de onda mayores. Apagamiento colisional (quenching). La intensidad de la fluorescencia puede ser disminuida por una gran variedad de procesos. Tales procesos de disminución de la intensidad son llamados apagamientos (quenching). Este apagamiento de la fluorescencia puede ocurrir por diferentes mecanismos. El apagamiento colisional es un proceso bimolecular dependiente del contacto entre la molécula excitada y el apagador (quencher), ocurre cuando un fluoróforo en estado excitado es interrumpido ante el contacto con alguna otra molécula en solución, la cual es llamada apagador. Es un proceso de difusión controlada en el cual el fluoróforo regresa a su estado basal sin la emisión de fotón, el proceso requiere que el tiempo de vida del estado excitado sea mayor de 10-9 s (96). Básicamente hay dos mecanismos por los cuales la pérdida colisional de la energía de excitación puede ocurrir: intensificación del cruzamiento intersistemas por el apagador o la transferencia de electrones. Una gran variedad de moléculas pueden actuar como apagadores, como el oxígeno, halógenos, 36 aminas y moléculas deficientes de electrones como arcrilamida. El mecanismo de apagamiento varía con el par fluoróforo-apagador (97). Además del apagamiento colisional, el apagamiento de la fluorescencia puede ocurrir por una variedad de procesos, los fluoróforos pueden formar complejos no fluorescentes con el apagador, tal es el caso del apagamiento estático y ocurre en el estado basal y no depende en la difusión o colisión molecular. El apagamiento también puede ocurrir por mecanismos no moleculares, como la atenuación de la luz incidente por el mismo fluoróforo u otras especies absorbentes (97). Fluoróforos Los fluoróforos son moléculas fluorescentes que tienen un espectro de absorción y emisión bien definidos, existe una diferencia entre los picos de absorción y emisión de un fluoróforo; la intensidad de su fluorescencia emitida varía con la longitud de excitación. Entre los fluoróforos más utilizados se pueden encontrar moléculas orgánicas simples y proteínas fluorescentes. (96). Los fluoróforos se pueden dividir en dos grandes clases: intrínsecos y extrínsecos. Los fluoróforos intrínsecosse hallan de manera natural e incluyen los aminoácidos aromáticos (tirosina, fenilalanina y triptófano) (Cuadro 1), NADH, flavinas y derivados del piridoxal y clorofila. El NADH es altamente fluorescente, con un máximo de emisión y absorción a 340 y 460 nm, respectivamente. El cofactor piridoxal fosfato también es fluorescente. Sus espectros de emisión y absorción son dependientes de su estructura química en la proteína. La riboflavina, flavin mononucleotido (FMN) y el flavin adenin nucleótido (FAD) absorben luz en el rango visible (450 nm) y emiten alrededor de 535 nm (96). 37 Cuadro 1. Aminoácido Excitación (ex) nm Emisión (em) nm Fenilalanina 260 282 Tirosina 275 304 Triptófano 295 353 Por otro lado, los fluoróforos extrínsecos se agregan a la muestra para proveer fluorescencia cuando no existe de manera natural o para cambiar las propiedades del espectro de la muestra. Éstos incluyen; por ejemplo, a la fluoresceína, cloruro de dansilo (DNS-Cl) y la rodamina, entre otras numerosas moléculas. El cloruro de dansilo (DNS-Cl,) es usado ampliamente para marcar proteínas, especialmente donde se anticipan mediciones de polarización. Los grupos dansilo se pueden excitar a 350 nm, donde las proteínas no absorben, sin embargo, debido a que absorben cerca de los 350 nm, pueden servir como aceptores de la fluorescencia de proteínas. El espectro de emisión del grupo dansilo es altamente sensible a la polaridad del solvente y las emisiones máximas son típicamente próximas a 520 nm. Fluorescencia de proteínas Una de las áreas de investigación que se han visto muy beneficiadas con el uso de la fluorescencia es el estudio de la función y estructura de proteínas. Este énfasis es el resultado de la presencia de fluoróforos naturales en casi todas las proteínas. Los aminoácidos aromáticos, la tirosina, la fenilalanina y el triptofano absorben radiación electromagnética en el rango de espectro UV a longitudes de onda específicas, a 260 nm la fenilalanina (Phe), a 275 nm la tirosina (Tyr) y a 295 nm el triptófano (Trp) y posteriormente emiten fluorescencia (Cuadro 1 y figura 16). Debido a que las proteínas contienen grupos aromáticos como residuos de Tyr, Trp y Phe, generalmente se aprovecha esta propiedad para medir su concentración, 38 siendo excitadas a 280 nm. La absorción se debe principalmente a los dos primeros, sin embargo la Phe es escasamente excitada a esta longitud de onda. Asimismo, la eficiencia cuántica de la Phe en las proteínas es muy pequeña por tanto la emisión de este residuo es raramente observada. Figura 16. Espectros de emisión de los aminoácidos aromáticos a pH 7.0 en solución. En general, la fluorescencia de la mayoría de las proteínas es dominada por los residuos Trp, debido a la presencia de un grupo indólico, un fluoróforo sensible a la polaridad del solvente. Como resultado, el espectro de emisión de los residuos Trp puede reflejar la polaridad del ambiente que los rodea. La emisión del grupo indol puede ser corrida hacia longitudes de onda menores si el grupo esta oculto dentro de una proteína nativa (ambiente mayoritariamente hidrofóbico), por el contrario, su emisión puede desplazarse hacia longitudes de onda mayores (corrimiento hacia el rojo) cuando la proteína es desnaturalizada y el fluoróforo se expone a un ambiente hidrofilico (96, 97). La fluorescencia del Trp puede ser apagada por algunas sustancias apagadoras (quencheadores); tales como yoduros, oxígeno, acrilamida, succinimida, entre otras. Esta sensibilidad se atribuye a la facilidad con que el anillo indólico dona electrones cuando se encuentra en su estado excitado. Es esta propiedad lo que permite sugerir la exposición o accesibilidad al solvente de los residuos de Trp en una proteína ya sea soluble o insertada en membrana. (96, 97). Otra manera diferente de los métodos fluorescentes para evaluar la capacidad de unión entre macromoléculas y ligandos es por medio de reacciones 39 enzimáticas. Estas reacciones demuestran de forma cualitativa y cuantitativa la unión entre enzimas y sustratos. Estas uniones pueden ser modificadas, reflejándose ésto en un aumento o inhibición de la actividad catalítica, debido al efecto adicional de la unión de algún ligando, no necesariamente sustrato, a un sitio de la enzima diferente del sitio activo. De esta forma, se puede cuantificar la unión del ligando a la enzima. 1.7 Estudios cinéticos 1.7.1 Cinética enzimática. La cinética enzimática permite conocer diversas características catalíticas de una enzima. Esta información es fundamental para conocer su mecanismo de reacción, incluyendo sus diversas etapas y secuencias de las mismas (98), así como la especificidad por el sustrato o sustratos, entre otras cosas. También informan sobre la influencia que tienen sobre la enzima diversas condiciones experimentales. Así, es factible apreciar la estabilidad de las enzimas frente a cambios de temperatura, pH y fuerza iónica. También se pueden tener características de regulación enzimática al emplear sustancias inhibitorias sobre ellas, además de adquirir información sobre sus estructuras moleculares. La cinética enzimática nos permite determinar los parámetros catalíticos de una enzima, como la constante de Michaelis (Km), velocidad máxima de reacción (Vmax), constante de inhibición (Ki), que son datos numéricos que facilitan las comparaciones entre enzimas (99). La teoría de Michaelis–Menten describe la velocidad de reacción de diversas reacciones enzimáticas. Es un modelo que es aceptado solo cuando la concentración de sustrato es mayor que la de la enzima y para condiciones de estado estacionario, en otras palabras la concentración del complejo enzima- sustrato [ES] es constante. La enzima [E] se combina con el sustrato [S], formando el complejo ES, el cual se disocia dando lugar a enzima libre y producto [P], siendo todos estos pasos reversibles (figura 17). http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Estado_estacionario_(qu%C3%ADmica)&action=edit&redlink=1 http://es.wikipedia.org/wiki/Concentraci%C3%B3n 40 Figura.17. Reacciones llevadas a cabo por la enzima de acuerdo a Michaelis-Menten (100). Muchas enzimas catalizan reacciones con dos sustratos que se influyen mutuamente, el análisis cinético de estas reacciones se simboliza por la ecuación A +B E EA + EB Donde pueden existir varios complejos enzima -sustrato (EA, EB). La determinación de Km y Vmax es semejante al sistema utilizado en las reacciones con un solo sustrato, manteniendo uno de los sustratos a concentración constante y saturante (B), mientras que el otro (A) se emplea a concentraciones variables. Esto permite determinar el efecto del sustrato sobre la velocidad inicial de la reacción y obtener así la constante de Michaelis-Menten para el sustrato (A). La constante de Michaelis es una magnitud cuantificable experimentalmente y definida operativamente, siendo la concentración del sustrato a la cual la velocidad de la reacción es la mitad de la velocidad máxima. Para una enzima particular, constituye una característica útil en la determinación cuantitativa de la actividad enzimática en los tejidos. Siendo la actividad de una enzima como la cantidad de producto generado (en micromoles) en un minuto por miligramo de proteína (30). Existen factores físicos y químicos que afectan a la actividad máxima de las enzimas, entre ellos el pH y la temperatura. La mayoría de las enzimas presentan un pH característico al cual su actividad es máxima. Esta relación depende del comportamiento ácido–base de la enzima y del sustrato. El pH óptimo de catálisis de una enzima no es necesariamente idéntico al pH de su entorno intracelular, sugiriendo que la relación pH–actividad de una enzima puede constituir
Compartir